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JUAN. USLAR PIETRL—Nacid en racas (Venenuela) el 22 de mayo de HOUR Cursé sas eieatesy del Doracel tn la Universidad Central de Vencrae Ia'y en a Soborone, de Paris. Aunque de" formacidn, economist ih Historia deisn, pe de coin dada on Pecunia ele an ode Neen dessin Tees, Eviuciuea sell y pollaea dle Ver recs ge IR Tecan asec ap ee aba Aa seganda cdi, JUAN USLAR PIETRI HISTORIA | OBRAS DEL AUTOR de la rebelién popular de 1814 Publicadas: Aspectos de la Historia Universal. Caracas, 1040. Contribucion al estudio de la historia de Venezuela Historia de Robesperse. Caracas, 1050. Bores. Caracas, 1050. ‘istoria de la Filosofia del Derecho y del Estado, Paris, 1951 [La Estructura Social y Politica de Venezuela, Paris, 1081. En preparacién: Problems Beonémicos de Venezuela, 2olMe ws (CARACAS- MADRID PROLOGO La Rebelién Popular de Veneaueta en 1814 no fue un simple acontccimiento local, natural en la lucha. Sino el suceso $0: cial de més envergadura que registra la Historia de la Eman- cipacién americana, No encontramos un hecho igual en nin- fina parte del Continenta, si exceptuamos al Santo Domingo colonial, que pueda ser comparado al de Venezuela. En ningin momento se vio algo semejante en la lucha por Ja Independencia de las otras Republicas, Los ilusres liber- tadores de Argentina, Cubs, Estados Unidos, Uruguay, et- ceétera, no se llegaron a ver en el terrible caso de Bolivar los ‘suyos, Por todas partes se decidlan las Independencias con dos 0 tres batallas importantes contra las autoridades expa- folas. El pucblo o era patriota o indiferente, © luchaba como simple mercenario, sin ideal y sin sentimientos por ta causa realista, Pero en Venezuela, y e30 es lo interesante del asun- to, hubo ademés de ta guorra de Independencia una revolu- cin, estructucaimente hablando, contra os patsfotas que ha flan’ la Independencia, Revolusién ésta que no tuvo que ver ‘aida con el Rey de Espaia ni con el realismo, sino que todo lo contraro, tuvo caractertsticas democréticas y niveladoras, Por eso en el estudio de la Rebetiin Popular se resalta de ‘manera poderosa Ia labor de Bolivar y de sus lugarteniontes, Pues, ademas de sostener nuestros Tbertadores una guerra muerte con spas, mantenfan una lucha contra los mismos | ‘yenezolanos que peleaban por la libertad social. I libertador hha tenido que ser un hombre extraordinario, superior, para hhaber podido resistir aquella oléada de sangre, imponérsele y dominarla, haciéndola suya, para luego ir a lucher contra la autoridad despética del Rey de Espaha. El supo aprovecharla y domarla como un potro cerrero ¥ hasta llevarla por las vias ‘de Ia Independencia de la patria, Y hay que sefialar, que esa [Rebelién fue un movimiento tanto o més sangeiento que la Jecquerie y que la misma Revolucién francesa, * Lo que resulta bastante extraflo es que hasta ahora, si ex cxptuamos las formidables Tineadas de nuestro gran socilogo Taureano Vallenlla Lanz, nadie habla presentado el fonéme- no de fa rebelién como un acontecimienta social de primera magoitud. Las pocas veces que se le ha hecho meneién en la historia, ¢s para presentar a 1814 como una explosién dal rea- lismo frenético de nuestros aneros, pero sin ahondar jamds Ins verdaderas causa. ‘No me explico eémo ha sido posible interpretar como reais. ‘mo la rebelidn por ef solo hecho de dectse realista. El que Inaya observado un poco al pueblo venezolano, demacritico hhasta los tuétanos, no puede afirmar que hhubiese sido éste ceapaz de ser partidario del Rey y de los privilegios. En Amési- fay los portavoces de fa autoridad del Monarea, los que incu! aban amor al Rey, eran los sacerdotes. En aquellas regiones americanas, como Pasto (Colombia), donde el cura tenfa un estrecho contacto con sus feligeses se daba la posibilided det feaso que por presién del pérroco se lnnzaran los habitantes dde ia comarca 1 fuchar en favor det Rey. Pero en Venezuela, donde si se exceptian algunas de las principales ciudades, no hhabia religiosidad en el verdadero sentido de la palabra. En sitios como en los llanos 0 en tos lejanos campos donde era muy dlfell que legara la vor del sacerdote, donde apenas se tenian nociones vagas de lo que era el Cristianismo, mal iba fa saber lo que sigaificaba el Rey. Aquellas insurreccionadas ‘montoneras que iban saqueando y matando blancos, come. tiendo sacrlegios en las iglesias, ensangrentando altares, no podian ser jamés realists, ni representantes del orden y la religién. Lo que sucedia era que aquellos hombres abrazaban las banderas realistas como vn pretexto para satisfacer sus tos de clase, para realizar la libertad social que anhelaban, Porque de haber estado los poscedores dal lado de los real tas ellos hubiesen sido, sin lugar a dudas, fervorotos patrio. tas, La rebelién, pues, bajo las banderas del Rey no fue més ‘que un pretext, En realidad, si observamos bien ta actitud de nuestros con- fgresantes de 1811, y aun In de nuestros promotores de la In- flependencia, veremos que sentfan una intuiciin muy clara de Jo que tha a sucoder. Todos temian que se repitiese, en caso de darse libertades, las mismas escenas que azotaron a Santo Domingo s final det siglo xvi, isla ésta donde los esclavos egolaron los blancos duefios de las plantaciones, ‘Temfan, fiues, ¥ To declan abiertamente que Ia igualdad politica sigo fieaba en cieria manera abrir el digue de las “castas”, y que tas rian a perseguir, como consecuencia légica, la igualdad social, Prevelan inconscientemente lo que luego sucedis, Pues todavia estaban frescas las havatas del zambo Chirinos, to- davia so conoclan las heroicas aventuras de Andresots, aun fe comentaban con temor Ins matanzas del negro Miguel, Dia- flamente se velan esclavos que_se escapaban de Jas planta ones de sus amos para refugiarse en los bosques y levar desde all una vida de asesinatos camineros, Hasta que un buen dia trafan al negro cimarrén, yen el patio de la He. cienda, amarrado aun botaldn, le dabsn delante de todo ef regraje doscientos buenos latigazos que hactan brotar la pul. pa roja de la espalda del condenado, 'Y solamente gracias a los discursos demagigicos de la So- siedad Patritica, tal como lo veremos en estas péginas, es que se provoea una declaracién de absolute independenc Pues si bien estaba en los corazones de todos aquellos eongre- ‘samtes, que en realidad Ja querfan, a la vez tomfan que para sus intereses fuera mis perjudicial’ que una moderada sepa ciém de Espata, Y luego, por sus indecisiones, aquellos home bres iban a ser las victimas de un “Tertoe” shucho més san Blento.y espantoso que of del 93. Pues si bien en Francia la revehiciin fue exclusivamente en Paris, en Venezuela fue en todas partes, principalmente en el campo, La nuestra fue mucho més popular entre las masas que la francesa, Mis gratin que citadina, Roves, Rosete, Antofanzas, Diegote, Morales y el zambo Machado penetraron mucho ms dentro de Ia pricologia de su ambients que Robespierse, que el care nicero Legendre, que Marat, que Saint-Just, que Maillard Baboeuf y tantos otvos. Fueron estructuralmente mds revolu- ionarios y mucho més emprendedores que los apéstoles del jacobismo, Prueba de esto fue el carifo que las turbas revoli- ionarias sintieron por ellos a la hora de la desapariién. ‘Cuando murié. Boves sélo hubo un inmenso silencio a su al- sededor. Nadie entre sus hombres aplaudié el lanzazo que le sacé las entrafas. En cambio, euando Robespierre fue guillo- tinado y su cabeza dostlands sangre fue ofrecida al piblico, fl pueblo aplaudié fasta calentarse las manos, y las viejas tejedoras rieron hasta m4 no poder ensefando sus dientes ne- fos al cielo de Paris. Por es0 es injusto callar ta Rebclién del catorce. No sole- mente en lo que respecta al interés social que significa tal ‘movimiento, sino porque es necesario destacar que los teiun- fadores de ‘La Puerta, la Villa de Aragua, San Marcos y Urica fueron tan venezolanos como los de Carabobo, Vigiri- ‘mas, Araure y San Mateo. La rebelidn es un hecho venezola. no, provocado por condiciones extranas a nuestra verdadera conclencia nacional, tal como fue el clasicismo colonial, Pero ‘nunca por estar aquellos sangrientos laneeros en contra’ de la patria que les vio nacer. Los hombres de Bollvar y los de ores luchaban regando generosamente su sangre por ideales que, aparentemente distintos, convergian en la libertad, * En la elaboracién de este trabajo he seguido un orden hasta cierto punto clisico en Ia narracién de los acontecimientos. Pero, como lo notard el lector, he saltada por todos aquellos sucesos, gue sin poseer un interés extraordinario para la. his. toria, no tenian nada que ver con la rebeliin popular, prov pésito de estas péginas. Por eso aqut se encuentran algunos puntos que corrientemente apenas se mencionan, bastante des- farrollados, y otros en cambio apenas esbozads, En Ja composicién de los capitulos he uscado més que todo ef suceso, el hecho destacado, el lugar o la frase, En Ta realizaciin de los acontecimientos’ y en las descripcones he seguido la sistemética moderna que exige ef origen y 1s fuente de cada afirmacién que se hace, En la bibliografia, a pesar 10 de no encontrarse casi libros ni documentos de la época que tstudiamos por la ausencia précticamente total de hombres (que escribieran memorias o conservasen apuntes, hemos pre- ferido al ‘'yo vi" 0 el historiador de la época que conoeié a Jos actores y a las victimas, que el especialista moderna. Al propio tiempo de haber destacado el sentida estructural de los fcontecimientos, tanto sociales como econémicos, he tratado de remozar, de darle nueva vida, al viejo método de “colon ido ambiental” que tan bien le va a la Historia, y en espe cial, a la pequefia historia de una época determinada, de un {ndividuo 0 de un momento, siempre y evando semejante co- Jor no signifique fantesfa y sobre todo fantasia que pueda perjudicar a Ia realidad, ‘Antes de terminar, quiero dedicar estas paginas al pueblo venezolano. A Simén Bolivar, el Libertador, simbolo de la ertad y do ta unidad de la patria Y a todos aquellos hom- ‘bres que, Iichando ardientemente contra la dominacién es. pafila, lograron un dia conguistar la Independencia y el jenestar para esta heroica y gloriosa terra de Venezuela, mi Venezuela, Parts, diciembre de 1053. LA REPUBLICA ES COMO UN JUEGO DE NINOS 1 LOS TIMORATOS ‘Ya efectuado el pato del 19 de abril no quedaba ota sa. lida 2 los sefores que jugsban a la revolucién que seguir of ‘camino trazado por los acontecimientos o retractasse de lo hecho. No habla lugar para una tercera posiién, intermedia, que hubiese sido, sin lugar 2 dudas, 1a escogida por aquel rupo de hombres, ricos terratenientes en su mayor parte ¥ por io tanto timoratos ¢ indecisos, TEI grupo que efectué indicectamente el 19 de abril no fue, fa excepcién de un puedo de revottosos, un grupo revolucio. nario. Ni mucho menos. Era un coajunto de hombres mode- zador, a lor que para ol porvenir de sus negocios no convents ‘el monopolio ecanémico de esa Bspaia deeadente y atrasada de la cual eran vasallos obligados. Querian la independencia de 1a patria mientras esa independencia no sigaificara, en ‘manera alguna, lesién de los intereses por los cuales efectua- Dan semejante movimiento, Fs decir, ni guerra con Espasa tii teastornos internos, “Yo conozco’ los principales persona- jes del Congreso de Venezucla, dice Dauxion-Lavaysse en tuna carta, éstor no son hombres de geandes mivas ai fac- 1s tases, son simplemente propictarios que desean Ia indepen. encia de su pals”? ‘Los hombres de 1810, y que en general eran los mismos, fisica 0 eapiritualmente, dle 181, 0 estaban dispucstos on manera alguna a llevar las costs a un punto extremado que pudiera, en un caso determinado, resultaries més perjudicial, (que la situacién estdtca e intolerante de Espaia. Por eso ‘veremos que en el transcurso de los primeros tiempos el Con- ‘reso Nacional seri moderado, y tlene que crearse, para eS polear a este grupo de hombres y decidirlos por ei cinco de julio, ese club girondino que Is historia conoce como la So- ciedad Patristica, La situacién social, de conjunto, en que se encuentra esa Venezuela de 1811 precursora de la Independencia, «3 la sie uiente. Primero un grupo bastante reducido, compuesto por Jos empleados espatiles y criolos de fos distintos ramos ad- sministratvos: por los hacendados espavioles y por el enjam- ‘bre de pequetics comerciantes, canarios en su mayoria, que escaban ardientemente ta vuelta al viejo régimen, a la eter. na colonia, donde solamente podrian scbrevivir y conservar al- una importancia social *. Este grupo, por conseeuencia Iigi- ca, ha de crear el descontento, ha de azuzar, cuando los tré- ‘cos dias del terremoto, al clero y al fanstismo contra Ia Incipente Independencia; y més tarde, cuando vea todo per- ido, recurrird, como medio timo y desesperado, a la temida insurreccin de Jas “castas™, armando los negros del Tuy con- fra los blancos mantuanos ¥ contra Miranda El segundo grupo estd compuesto por los grandes propieta- los y comersiantes ligados a Ia producsién nacional, Ens ‘mayor parte, con pocas excepciones, ea un grupo que desea a Independencia, pero la desea en ef fondo, sin derramamien- to de sangre, sin escdndalo, calladamente. No quiere exterio- izar su descontento porque en general tiene mucho que per- der, Con el beneplécito de este grupo es que se realiza el 19 de abril, pero es también este grupo quien condena a Miranda ‘evando sus primeras intentonas tibertadoras. Quiere indepen- dencia sin guerra, y Tibertad con pueblo esclavo y sumiso Seuern erin anaes famelen ee Inuretae Sbeehtak uit pas Tormidable Gectreclga pobular ao isi4" fueron pews 16 Este grupo es él que por presién de tos demagogos de la Sociedad Patrica declaracd la Tndependencia, pero también gerd Gel que por sus contradizsiones internas oeasonard a plrdida de la Primera Repiblica y preparard con sus peque- Fas cenclas y compljos de clase advenimiento de esa gran ‘lenda de sangre que fue la rebelin popular de 1814. El tercer grupo es al de los insurers, compuesto en su mayor parte por jévenes perteneientes a ia clase media oa in aches, Eston limos, icos herederos como lo Bolivar © Ios Ribas, impregnados' de la lost revoluionaia Trane esa plenos de idealismo nacional, quienes nada les im porta perder possiones y forcunas con tal de ver una ban- Gera. propia ondeando. sobre el suelo de la patria. Son ellos low fundadores de la Hhertad, Desde la ausera tibuna de Ia Sociedad Patridtica van a ir pulsando ls opinién de una ma- era tal gse,llegado et momento, lox “tinoratos” van a te ner_que dblegarse y someterse, hasta tener que sumarse, fuchas veces fa fess, a este hermoso grupo pleno de Alea Tismo y de Hbertad. El cuarto grupo es el pueblos libres y eselaves, negros resis, formando en un 9§ por 100 lo que en ayuellas 6po- cas se denominaba ‘las castas” o también con un cierto sen- tido de desprecio el negraje", aunque fueran indios © sim. plemente mestizos. Este grupo esté sometide por completo a ta ignorancia. yal astamiento esptiual mde absoluto, No tiene nocd de lo que puede sec Ia pata, fa familia o bare Tigién. Es un grupo que en teorla ex humano pero en la pede. tica se considera como animal, 0 como intermedio ent 1a bestia y ef hombre, Ven al blanco con el odio Intenso de la infevictdad forzada, Por genecaciones han tenida que doble- {ers los caprichos més pequetior de sus amos y al Litigo, Material 0 moral, de sus eapatace. Et fibre se dilerencia det feclavo en el solo aspecto de que no es eslavo. Muchas veces no se le paga nada o muy poco, con el agravante de que tiene que cargar consigo mismo," mientras el verdadero clavo, coma propiedad, es protegido por el amo, “Tal es, ozo més 0 menes, el conjunto social en que se ha. aba alviddo el pals después del 19 de abil, fecha en que comenzamos este andlisis. Apenas legado el General Miranda, de Inglaterra, invitado porel grupo etremista de la nobleza, cuando los moderados ” su presién para eliminarle © apartatie, como un pe Jen. Miranda, por st parte, noes hom bre que pueda ser derrotado por’ tan poce cost, y organics ‘con el grupo extremista un Club revolucionsrio inspirado en fos de la Francia de 1789 para poder ir impulando Ia opinid hhacia una libertad absoluta con respecto a Expafia y con res. ecto a la multtud de prejucios de easta que exhibian los ‘moderados 0 “timoratos" de la noblera venezolana. Es, pues, ‘Miranda su organizador y su espiitu “A fin de dar mayor fuer: za a los partidarios de la causa patvistica, dice Palacio jardo, testigo de los acontecimientos, el General Miranda pro- puso establecer un Club donde los ciudadanos se reunieran para discutir las cuestiones de interés general; un abogado dle gran erudicién, don Francisco Espejo, le seeundé podero- samente en esta ‘ocasién, y el Club fue establecido con el ‘nombre de Ia Sociedad Pateigtica” * ‘All se einen todos los exaltados, gritan, vocferan, ofen- den a los movlerados; dejan las ventanas abiertas de par en par para que el pueblo pueda empaparse de los discursos que ‘se dicen en bien do la Tbertad y en contra de los prejuicios Se dictan las normas que se han de seguir y Ia politica que hha de evar al Congreso, Se ennoblecen y se destruyen reputaciones, se halaga al pucblo que hasta ayer no fue mas que et “populacho”, se va revolucimmando todas las conciene clas, Y logran, mediante esa lisea de conducts, una cosa i= norada ¢ imposible en la Venezuela colonial, esto es, una opi- nidn publica. Una opinida pibliea drigida por la Sociedad, bien entendido, pero al fin y ai cabo una opinign, Miranda consigue de esta manera un iviunfo personal sobre los ““imoratos", sus viejos enemigos; pues con la Sociedad y la opinién en ‘sus manos el camino le esta abierto para hacer doblegar @ los Aescendientes de aquellos grandes sefiores que injusiaron a don Sebastién, su padre, traténdole de pardo y que luego fuando su expedicién libertadora habrian de escribir una car. ta al Rey lena de sumisién, Por eso la primera arma que esgrime Miranda es explotar el odio de la gente de color y exaltar los rencores escondidos bajo la opresisn, Sus discur- 108 y proclamas de igualdad y libertad han de ser los prime. ros martilazos a Ta cadena que ha de reventar en 1814 ocasio- nando la gran rebelién popular y sepultando, sin quererlo él, 18 ‘Ua Ia organizacion de los blancos, la Repdblica y trescientos letos de colonialismo sostenio. E] Club de la Sociedad Patristica estaba situado en la es. ‘quina del mismo nombre, en la Casa en que habia tenido su Sele la “Sociedad de Economia y Amigos del Pais” manda- Ga a establecer cuando el Rey Don Carlos IIT ®, Cada ves aque los oradores agitaban en el Club, la calle se Henaba de fsclaves y hombres de color que olan por primera vez lo que jamds les hablan dicho. “EI pueblo de Caracas, dice Pala- io, compuesto principalmente de mulatos, escuchaba con inte- és los argumientos que les ofveca los medios de obtener una faxistencia polities” *, La Sociedad aproveché el dia de la én del 19 de abril para demostrar al Congreso su fuerza y su popularidad, El geupo de los revoltos”, que Lovera nos pinta de manera magistral en 1 "19 de abril de 1810” con sus altos sombreros negros, sus ‘capas sombrias y sire conspirador, son los mismos que en fete primer aniversario patrio se lanzan a la calle con af fin de agitar y reunie masas populares. “Después del servicio diving, dice Palacio Fajardo, Jos abitantes st dispersaron por Ine calle, (odos vestidos con sus trajes fetivos, Hevando fen fis sombreros cucardas rojas, amarillas y azules. Grupos ide misicos, sequidos de danzantes, recorrian la ciudad can- tando aires patrdticos, Los miembros de In Sociedad Patri ‘dca atravesaban en procesién los principales calles evando banderas apropiadas a esta fiesta, Personajes do. considera. iin de Caracas se juntaron al eortsjo, se vié en esta ocasion ‘2 muchos grupos de indios de los alrededores, jugando y dan zanda a su manera, més cdndida que geaciosa; la alegela se ba en todos lor rostros, las mutuas felictaciones eran Vivamente experimentadas en todas partes. La noche trajo smds gente en busca de alegria, Caracas fué enteramente ilu- tminada, os edificios plblicos y muchas casas particulares ofrecfan inscripciones y emblemas ejecutados todos can tanto gusto como gfracia, Los diferentes grupos de misicos conti- rhuaban llenando el ambiente de sonidos melodiosos, y ta ale- rin de los habitantes parecié aumentar a medida que ef calor el dia declinaba. Pequofios teatros elevados en diferentes sitios de Ia ciudad procuraben nuevas diversiones al. pueblo, quien manifests el mAs vivo entusiasmo” [La Independencia estaba conducida por buen camino. La 19 ddemostracién habla sido todo un éaito y ni los enemigos més acéerimos podrian ya oponerse abiertamente a Ia Sociedad Patridtica, dueda dal espeitu del pueblo caraqueio, Los si duos oyentes del Club se multiplicaron convirtiéndose aquella calle en verdadera “Corte de Milagros", donde los més auda- ‘es se agarraban de los Dalaustres de las ventanas, Por las calles empezaron a aparecer grupos amenazadares que. dil iéndose a todos los paseantes entonaban Ia sangrienta can sién que en enero del mismo aio se habla publicado en la imprenta de J. Baitio y Ca, situada en Ia esquina det Palacio Arzobispal. El estribilo deca: Viva tan sélo el Pueblo, BL Pueblo. soberano Mucran lov opresores, ‘Mueran cus partiderios § Entre los principales exaltados que se cantaban en aquellos tiempos estaba José Félix Ribas, quien hablase visto envuel- %, poco tlempo antes, en una eanspiracién que tenia por fin fl" levantamiento de las_clases oprimides contra la hegemo- tla de los blancos possedores EI Congreso temia. Temia que Ia bertad pura, virginiana, que tanto deseaba se le empezase a corromper mercad las estiones demagégicas de Ia Sociedad Patriética. Temfa que luna Tibertad popular, “‘sans-culotte”, serfa una exposiciin constante para sus mis caros intereses *. Tanto més cuanto ue ya en 1811 esos discursos encendedores hacfan prever a os moderados ef curso que més tarde tomaria la Indepen- dencia, rumbo que Jos agitadores nose sospechaban, Bien (es sabido que generaimente los que inician las revolucfones facaban por ser devorados por elas, pues aquellos que al principio surgen como agitadores al fin terminan como moe Aerados ; nuevas figuras aparecen entonces obedeciendo al BAe tea ap ere mt ale ay co P sow No tivo Ta brlaipal parte nt giao, adn espera ef imperig de ls less dels rlgton as esitumbress lost Dowtrce Dass Heoushdss Wea" ReOGiER SE arse baa: 30S cambio impetuoso de las circunstancias, al devenie constante fe esa vordgine humana que es la revolucién. A. situacion diferente, hombres diferentes. Tal es el Ioma interno, incon. tiente, que gula a los movimientos populares. Y hoy en dia vemos, después de tantos afor de aquellos dias de 1811, que Ininguno de los miembros de la Sociedad Patriética Megs a fet, en su momento oportuno, jefe do la rebelin popular, terminaron més bien por ser perjudicados en sus interes, To mismo que les sucedié a fos “timoratos” ‘Yael vemos a Bolivar desterrado, @ Ribas con la cabeza en tuna pies, ¥ los otros o muertos o escondidos en las selvas hnuyendo como desesperadas bestia de las lanzas inclementes de la rebelién popular, sesencadenaa inconscientemente por fllos con sus afientes discursos de la Sociedad Patridtica El temor de los moderados ereola coda dia y cada dia velan ‘con peores ojos al Club agitador que les levaba directamente 2 la ruina, Urquinaona, crfollo realista que asistié a aquella Tacha entre la Sociedad y el Congreso, opinaba con el riterio de los moderados de Ia época diciendo que la Sociedad estaba fompuesta por “Jos més inmorales y los mAs Tibertinos” y Teno de inignacién reaccionaria, agregaba con mucha amar- ‘gura que esta Sociedad se prnponia el espantoso erimen de Malsipar Ia ignorancia de los pueblos, elevar las ideas de fos ciudadanos a la mAs alta dignidad de un hombre libre, cons- tituir el Estado, manifestar que en Venezuela no deberta. ha- ber otro Rey que el que crid ef Universo, mi otro gobierno que el que ella se constituya, y hacer palpable la falsedad de los derechos que la preocupacién podla atribuir atin a Fer- nando de Borbén”*, Pero a pesar de todos estos juicios, falsos 0 verdaderos, veremos que aquellos revolucionarios de la Sociedad Patris- tiea, pertenecientes en su mayorla a la obleza oa la bur~ ‘uesiay Tigadas con Iszos familiares al geupo de los ‘timo- rates”, no ee daban cuenta de lo que estaban haciendo. En re juego a la democracia tenfan tanto que perder como los timoratos”. Destruyendo a los moderadot con las armas de Ia absolute Ubertad y del igualitarismo se destrufan a ellos rmismos. se grupo de hombres dstinguidos no median a taldstrofe cuando en julio de 1811, con sus vociferaciones ddemagégieas, pedian las libertades rousseaunianas para los es- clavos que Henaban sis haciendas y para la multtud que rugia a fal eco de sus palabras. No podfan prever en aque! momento {de sublimacién espiitual que estaban abriendo las compucr- tas del alud igualtario que debta ahogarios a todot por igual No podian imaginarse que aquellos mismos esclavos siguien- do los emblemas revolucionarios de Andresote, de José Leo- aardo Chirino y det Negro Miguel, guiados ‘por eapataces, pulperos y contrabandistas y aproveehanda las libertades por ellos. inconscientemente propagadas fueran, en un arrebato de furor igualitario, a asesinar a sus mujeres, a sus hijos ¥@ ellos mismos, sembrando por todas partes ta ruina y la esolacién al propio tiempo que Ja libertad social; fandando tun gobierno popular y democratic, sin nobles y sin rieos, re- presentado por aquellos forajidos que fueron Hoves, Rovete, Suazola y Antofianzas. Si esos revolucionarios hubieran po ‘ido prever las consecuencias de sus discursos encendedores ¥y de sus poquefias rencillas, 'a Sociedad Patridtiea no se hax bia fundado y la Independencia hubiera tomado otro rumbo, pero en historia no es bueno modificar Io sucedido. ni ade- Tantar lo ocurride Observando Ia conducta de nuestros patriotas en aguellos primeros afios de ilusién y de lucha, dice José Domingo Diaz que Ta Tndependencia “hasta entonces no habla presentado todo su aspecto feroz, y era semejante a.una reunién de nifios que jugaban a gobierno’ *, En realidad era una observaciin avertada Inde Diaz Por aquellos iltimos dias del mes de junio, precursores de a Independencia, un hecho vino a demostrar la importancia que habla adquitido el pucblo caraquetio ante el Congreso. Este devidié mudarse para la Capilla de Ia Universidad of jueves 22, pues el paqueto saléa gue el Conde de San Javier hhabia puesto a la disposicién para las deiberasiones no tenfa cabida para un auditorio numeroso®, [Ea poca distancia que existia entre ta Capila y la esquina de Sociedad y la amplitud de la “barra” dentro de las sesiones de Ia Asamblea demostrahan claramente el teiunfo del Club popular *, seis Sg chee a Se ere Se yee 2 a tpMiranda, por si parte, sprovechabe Ja situacién reinante, de ‘agio a Ia nobleza y 2 los ricos, para vengarse con sus discursos ‘Gemoledores del sehorfo mantuano que habla vejado a su paidre [Jeaue, en los tiempos de sus expediciones libertadoras en Coro F Ocumare, hablan tomado parte, como ye lo hemos dicho, por Si Rey 7 ef colonialismo, Poudens, inapreciable teatigo de los (tcontecitientos que estamos relatando y enemigo declarado del {futuro Genetaisima, escribe que ‘el esteblecimiento de la So- edad Patidtica le faciits (a Miranda) fos medios de calentar Gr esplritu dul bajo pusblo; y sus discursos, junto @ las vacife- aciones de algunos individuos que le eran adictos, conteibuye- fon al éxito de sus proyectos, No dejé escapar ningena ocasién de volver odiosos a sus sdversaris ante el populacho. Compeeli- ‘ierdo también de cudnta wlilidad podia sere el poder eclesids. tico, tavo cuidade de halagar muy bien al Arzobispo y al lero; Jy wolviendo a sw provecho la conducta imprudente de las femilias poderosas, 2° formé numerosos partidarios, escogidos entre aque- Tios que estaban descontentos de las altancrias de los Mantua nos, De all, surgieron dot partidos may distintes: el partido de Miranda y ef de la alta nobleza. Pero este utimo levaba en st Jos gérmencs de la desunign ; y las miras ambiciosas de algunas de las principales familias favorecian de esta manera y sin que- etl las maniobras de Miranda, Los Toro, los Tovar, los Mon- Sila, os Ustiri, los Ribas, deseando legar a los primeros em= pleos, buscaban a suplantarse recfprocamente” ™ Per eso toda esta serie de acontecimientos vinieron a contre Duir a Ia formacién de ese mal coneepto, que, Iuego después de aquellos agitidos afos tendrfan de Ia Sociedad Patridtica sus ‘mas viejos fundadores. O'Leary, que en sus opiniones sobre acontacimientos anteriores a su legada a Venezuela era fie re- petidor de los juicios de! Libertador, decia, hablando de 1a fun- aciin del cblebre Club : "Habtase formado una sociedad pazrié= tea que, arrogindose el derecho de discutir y decidir las me- das adoptadas por el gobierno, contribula a aumentar Ins ificuleades que rodesban a los patrotas, hostiizando al partido moderado que spayaba al ejecutivo” "Bl propio Bollvar quien fue destacaa figura de Ia Sociedad no vuelve a mencionacla sms, ni una sola vez, en el resto de su existencia, ¢Querria ol vidarla? 2No serla ms bien que aquellos hombres, una vez pa- sada esa juveatud generosa y emprendedora, comprendieran que Ia Sociedad que ellos fundaran habia sido mds perjudicial que 23 boeneficiosa para la clase @ que pertenecfan, para Ja Indepen- ddencia y para la patria? Una cosa es verdad: la Sociedad Pa- {ridtica contribuyé en mucho, tal como la hemos venido seha- lando, a Ia destruccién de Ia estructura colonial y a le derrota de la’ Segunda Repablica, fundada por Botlvar y Ribas, emi- rentes demagoges del Club revolucionario, ara los primeros dias de julio de 1811 la atmésfera de Cx. racas estaba extromadamente recargada. El Congreso iba re- ‘rocediendo cada vez més, perdiendo todos sus argumentos en ‘contra do una declaracién de independencia absoluta, Los agita- ores presionaban, "jévenes ardientes formaban por doquiera reuniones més o menos clandestinaa, acaloraban Ia plebe, re- ‘unfan y se preparaban a la guerra en nombre de ta libertad Las clases antes oprimidas y vejadas bullian y se arremolinaban fen torna de la bendera reformadora que les prometia goces y de- rechos, Aqut la tendencia era destruir lo pasado y arrebatar algo 2 los que todo posefan” ¥, Miranda, quien en las cleesiones de marzo del mismo ao hhabia. sido nombrado como diputado por el Pao, era el portador oficial de las ideas de la Sociedad Patridtica ante el Congreso, Con su fraseologia elocuente trataba de decidir por In libertad ‘8 aguel “grupo de sujetos timoratos y buenos realists, y ale ‘funes honrades labradores que jamés habian oldo cuestiones politicas de gobierno, y que cifraban toda su felicidad en ef ceultivo de Ins hacienda, en In educacién de sus hijos y en Ia obediencia @ aguella-autorided paternal, que con tanto acierto Y Provecho habla gobernado a sus respetables necendientes” ‘Otros sucesos vinieron a agravar la situacién. La legada de ‘Montenegro, y luego su traicién eseapéndote con importantes documentos de Ia Junta Suprema, Los conatos de insurreccién Y los desmanes de Tos relistas de Guayana. Las maquinaciones de Cortabarria, eeloso agente de los comerciantes de Cédiz, quien leg a Venezuela con el propésito de organizar fa insu rreccién, Y, en fin, as mil manifestaciones populares y sucesos de orden social hicieron que los mismos congresantes empe- ‘zaran aver In independencia como una necesidad inevitable * Ey, eterrn umaarimens, Se rrr ——=— Sty Whileh anht as ie ra eens ar tice Rt Mnteet re Sak SES eras LePeene & “Antes de las resutas de nuestra transformacién politica, dela un manitiesto firmado por Rodriguez Dominguea, Negaban cada fa & nuestras manos motivos para hacer, por cada uno de ellos, Jo que hicimos después de tres siglos de miseria y degrads pee ‘Al mismo tiempo los ageicultores y grandes hacendados so ‘quejaban porque los negros no querfan trabajar como antes, I Fiebre revolucionaria ¢ igualitaria habla Hegado hasta fos cam pos mds apartados, Se hablaba ya, no sin espanto de los que fenfan algo que perder, de una matanza de blancos y de Ia ins. tauracién de un gobierno popular, jaccbino, Se decia también ‘que los espafoles organizaban desde Coro y Guayana expe. diciones contra el centro del pals para imponer por la sangre fos derechos de Don Fernando VII, Rey de Espatia. ‘Como todos estos quebraderos de cabeza se los achaeaban a la Sociedad Patristiea y a sus ilustres componentes, no faltaron personas que propusiesen su completa dsolucién. “Algunoe diputados —dice Roscio— hicieron ayer mocién (8 de junio) pra que se extinguiese pero prevalecié el dictamen de que s# corriglesen sus viios para que con sus buenas reglas pudlese ser Uti” #, El Congreso estaba tratando de anular la Sociedad atridtica bajo el pretexto de que era otro Congreso; cosa com- pletamente ilegal si podta ser probada. La Sociedad Patriétca, en vista de Ia situacidn tan tensa, empieza a efervecer, “No e¢ que haya dos Congresos, dice Si- én Bolivar desde Su tribuna revolucfonaria, ¢Cémo fomentar cl cisma los que més conocen a necesidad de la unién? Lo que queremos es que esa unién sea efectiva, para animarnos 2 la glociosa empresa de nuestra libertad. Unirnos para reposar y dormir en los braz0s de la apata, ayer fue mengua, hoy e& tuna traicién. Se discute en el Congreso Nacional lo que de- Diera estar decide. Y, cqué dicen? Que deberiamos empezar por una Confedezacién : jComo si todos no estuviéramos con- {ederados contra Ia tirana extranjera! Que debemos eeperar los resultados de la politica de Espaia? 2Qué nos importa que Espala venda a Bonaparte sus esclavos, o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son triste efecto de tas antiguas eadenas. ; Que los grandes proyectos deben pre- Aggy Documentos Interesantes rlatvoe 4 Caracas, Manifor Hela pe facet undo a Conteeraclan Ge este, pe 2 prarse con calma! ;Trescientos alos de calma no bastan? Se ‘uleren otros trescientos todavia? La Junta Patriétca respeta, como debe, al Congreso de la Nacién; pero et Congreso debe ofr ala Junta Patrica, centro de laces y de todos los interests revolucicnarios. Pongamos sin temor Ia piedra fundamental de Ia libertad sudamericana. Vacllar es perdernos. Propungo que luna comisién del seno do este cuerpo Hleve al Soberano Con ‘eso estos eentieientos” 1 Es de suponer el enturiaxmo ve tales palabras ocasionarfan fen Tos concurrentes y en la barra plena de hombres del pueblo. A su vez Coto Pail toma la palabra para defender al Club fontra los atagues de los moderauos, quieres les aman anar- (uistas en serial de desprecio y de temor. "jLa anarquia! Esa {5 la libertad, cuando para hui de la tirania desata el cinta y desnuda Ia cabellera ondosa, ;La anarquia! Cuando los dioses de los débiles, la dosconficnza y of pavar la maldicen, yo eaigo de roditlas a 'su presencia. Sefores: Que la anargufa, con I antoreha de las farias en ia moo nos gufe al Congreso, para que su humo embriague a los facciosos dei orden, y la’ sigan por celles y plazas, gritanco : Libertad! Pata reanimar el mar ‘muerto del Congreso estamos agu! en la alta monafa de la santa demagogia. Cuando ésta haya destruido lo presente, y fespecin.s sangrientos hayan venido por nosotros, sobre el came po que haya labrado la guerra se alzaré Ia libertad.” , Este excelente discurso de Coto Padl encerraba inconscien- temente toda waa pradiceién sabre los aicesos que luego se su cederfan en Veneztela Er snismo dis, 3 de julio, mientras la Sociedad sesionaba se iscutla en el Congreso la posiilidad de una absoluta indepen: dencia. Las barras estaban lenas de miembrogy del Cli que ban y venfan levando las ultimas noticias scbts las discusio- nes de Ia Asamblea y aplaudiendo o chiflando las fropssciones ‘que eran 0 no de su agrado. EI 4 de julio la Socedad envié una Comisién al Congreso portadora de ua diseurso de Miguel Ped El Presidente es concede la palabra, a pesar de careeee Aiputacién de cuerpo el Club de In Sociedad. All se precisa para que Ia Indepenccncia soa declarada, El Presidente, Rodger Dominguez, se encarga de preguntar al Ejecutiva si erela pru- ente la dscusién del asunts, El Ejecutivo contesta afirmativas ‘mente. Entonces se decide que Ia discusidn de tan importante ‘euestin ha de levarse a cabo el proximo dia 8. Desde temprao I iui est depen yo publ, ai gou'n jorentad revetetonain op Ins pertan bans de cepa Cuando van enando toe dipuadot & cupar sue ‘usstoe amenazen de mete tow moteradoe™. "Nance tanta Tent we habla veal jana se cosreara en ln oyentes SMporte descoto, que en ia oan tavieon, Viores 7 Splzuss rudosos yin in resonban cada vee que tomaba 0 Fjaba Ie palabra ev puund republican: Tae opoiones ele ‘eens eran acoias con tad, slbos 7 smenaas” ‘odriguer Dumingue en su caldad de presidente, y dap de abe so las ferents opiniones, comenaS amar 1s SIputadns pare qu omiissen sv oto, Clmado Peli Feria Pail propa tne ley previa que eiaba en os eoraznes de feos aqucis hombres que vlan eu seguridad amenazaa pot fl puch y bor ls energimenor dela Sodedad Parte Pro- pus, pce use ity previa que conttlee lor excess de oe. Et iancberinaisny Hberiaje gue podem presenarse une ser dedare In Tndopndsncin, Al sit eta propnin, lames aramentecomenz bara a chiar ya gitar, demostando tat su degra, : “Antonio Nicole Bric, de Mts, propo, en vista dele act amenaatoen del pico, qoe amas ela ey previa Pails csabectee fo fuuto al ssoma devote se trata pare cat respon vilersas, Maya, 22 La Grit Sstue trancamente cota Ia indopendeea,algando con ha: Siand, poshlemente paramo tener desagrados con exaltatos, Guo ous lastracones le probiblan volar Ia cues. Breet Seat a's ner que les syas eran igelesy que 8 por de Todo ha wot En generals ta mayoria de as opiniones fueron favorables cuanto se proved a la vtaibo fal todos extuvaron por Ta‘intypendenciedfniay con exeopde Bech dl Padre Maya Shenae Caracas once a noticia el joo genera. La bane dent de Venema, que habla sea Miranda e oneada tor Sia Srs gen cons Herr ces Se eee ES oo een Bot airy ati, dite Martatae & canto c SD chee See ce oe SA ane ka primera ver. La de Espafa es despedazada ; los bustos y cun- ‘dros de Fernando VII que estaban en los edifcios pablicos y fn las casas realistas més conocidos fueron destruidos *, “Aque- tos jovenes, dice Diaz, en el delcio de su triunfo corrieron por lag calles: despedazaron y arrastraron las banderas y escar pelas espafiolas: sustituyeron las que tenfan preparadas, e h sieron correr igualmente con una bandera de sedicién a la Sociedad Patriética, club numeroso estableido por Miranda, y compuesto de hombres de todas castas y condiciones, cuyas VioTentas decisiones llegaron a ser Ia norma de las del Gobierno. En todo el dia y la noche las atroces pero indecentes futias de Ja revolucién agitaron violentamente los espritus sedicioso, Yo los vi correr por las calles en mangas de eamisa y llenos 4 vino, dando alarides y arrastrando los retratos de Su Majes- tad, que hablan arrancado de todos los lugares dande se encon- traban, Aquellos pelotones de hombres de Ia revolution, negros, ‘mulatos, Blancos, esparioles y americanos, corrlan de una plaza ‘otra, en donde oradores energimenos incitaban al populacho ‘al desenfreno y a la licencia, Mientras tanto, todos los hombres hhonrados, ccultos en sus casas, apenas oseban ver desde sus ventanas entreabiercas a los que paraban por aus calles, El cane ssancio, 0 el estupor causado por la embriagues, terminaron con Ta noche tan escandalosas bacansies” # Ast transcurtié el primer dla de nuestra Independencia, Dia solemne y trascendental en la historia de la Patria, a pesar de que Tos imismos historiadores de ta éposa, por los sangrientos imientos que Iuego se sucedioren, no consideraron como fextraordinario suceso, mds bien Hegaron al ex- tremo de miear esta pari ‘como “arsiesgada y seas Imprudente” 123 pablo Forpendo VI, tu, rempazad por un eta. Fpdeado, de low atincde det Uhertad y'aey gometolon ounrae, melee igurepgtr 8 itotetre ae ta Resstuion de" Conese 1 SE AFLOJAN LAS CADENAS 1 Gabieo de navn pila Ie epee net say si ml de ura St Poe Bee Sr st nao eu contin nen mr eres 5a Congo caancafa gos on tl xy gue, gen rsd chon gy vt prt Ge Mand Sater tr nian un anid pea un cont ent tesa att rojesaben ers Spats y crus enor pune roe a tao Sign dorado bs ebealos fe In sop, per “anrcrs ero pant eo inode Sie solar ear) eng dele e weal ce fea, Pes nein tte Ssaranes tenn ton pun de vide serosa eon fr gee ‘Etna caray apa tr Siete de nme ire do Ju Dias Fores ver natal de Cnr ton Jost ira Sten de Cassy Fanci) de Apa sorprenh date? ta ttn eanSe partes. Ba tnd “fn wre ee ee Ee ir at Eola arate, ele ans eat sores A aPRaela gen sobre ie REGIS ‘2e"te Academia de tn Histories, nam. 126, pag. 49). Valencia, Caracas, Los Teques y otras poblaciones de 1s al rededores de fa capital se ban a insurreccionar en ‘nombre del Rey de Espasa” contando para esto con la cooperacién da Puer- to Cabello, y sobre todo con el envio de tropas espafolas desde Maracaibo, que permanecia realista *. Todo estaba preparado In mejor posible, pero ultima hora, como suela suceder en ‘estos casos, hubo una taiclin. EI plan fue denunciado por don N. Barona y el Gobierno procedié inmediatamente a efee- tuar los arrestos necesarios Sabjendo los conspiradores que estaban denunciados deciie ron alzarse en Los Teques a eso de ls tres de la tarde del 11 de julio, En esta poblacidn se reunferon sesenta canarios montados fen mules, armados de trabueos y con los pechos eubiertes con hojas de lata, a guisa de armadura, gitando furiosamente “viva 1 Rey y mueran los traidoros” *, ‘También hablan prometido Ia libertad a fos negros de Care eas con tal de que se sumaran a la revuelta ™, pero nada suce- 4ié. En cambio, en Valencia, Ia conspiracién triunfaba apode- rindose de Ja ciudad y proclamando a Fernando VII. Al mis. smo tiempo la revuelta de Los Teques era dominada completa- mente antes de las cuatro de la tarde, pues los qujotescos con- trarrevolucionarios habfan fracasada en su plan de spoderarse del depésito de armas para poder marchar a Ts capital de Ia ne ‘va Repiblica *. EI pueblo, azwzado per las autoridades patrio- tas, se lanzé armado de sables y cuchillos contra los conspiea- ores Jos que dominaron fécilmente y sin efusiin de sangee , Entretanto, en Valencia, los revolucionarios realistas habfan insurreccfonado, en vista de hacerse un mayor nimero de tropa adictas, a todos los negros de los alrededores, detando procla- ‘mas igualitarias y reivindicaciones sociales, dando ta libertad 2 los esclavos y Ia igualdad a los pardos *, Todos los descon tentos por rivalidades feudales eon Caracas se sumaron al mo- vimiento, pues deseaban que la capital de la Repsblica fuese Valencia, Inmediatamente procedieron a repartir armas que hhabian recibido, dias atrée y en secreto, @ todo el pueblo inst rreccionado * Er ataque a Valencia, luego después de haberse enarbolado la bandera de Castilla, hubiese sido lo més indicado, Pero el Gobierno estaba indecso, con grandes divergencias en su seno, sin conocer a clencia cierta quiénes estaban en la conspiracién Y quidnes eran lesles, desconfiando los unos de los otros y con la agravante de no tener apenas sino seis dias en el poder. La ‘Unica decisiin que se tomé fue esperar para ver qué nuevos {foc08 brotaban y sobve todo para wer quién en la capital estaba ¥ quién no estaba eon el nuewo orden de cosas. Se pasaron va- os das con las tropas acantonadas en Ios cuarteles hasta que, viendo que la situacién en Caracas era normal, so resolvié en: viar a un miembro de la alta nableea y enemigo de los extre- Inistas y en especial de Miranda, al Marqués del Toro, al frente de numeroso ojcito* Mientras el Marqués so dirigla a Valencia, los fracasados conspizadores de Los Teques estaban engrilladas en prisiones, Mas tarde fueron condenados @ muerte una quincena entre los principales y fusilados, pues no habia por eso entonces, pat falta de ejecuciones, un verdugo competente que les ahorcase, siendo necesario para cumplir la condena que después de muer- tos fuesen colgados y sus miembros descuartizados. Para mayor ‘escarmiento entre los canarios earaquefios, fueron cortadas sus cabezas y expuestas en picas y eajas en las principales plazas Yy avenidas de la capital ™ La situacién de Valencia, mas que grave era interesante, pues por primera vez se usaba de “las eastas” park organizar un ‘movimiento popular y dale todo el empuje necesario, Demos- trando ast que quien més afrecia y halagaba era efectivamente fl dueto de Ins circunstancias, Por otra parte, Ia insureccién de Valencia con sus libertades extremadas se habia pronto o- ‘nosido a todo el tersitorio patrita, ocasionando, como era igico ‘que sucediese, continuas deserciones tanto en el ejército como fen las esclavitudes de las haciendas, ereando wna situaciin de ‘sobresalto para lor vsjeros que se encoatraban eo lugares apar- tados con eselavos “eimarrones". Ea la Gaceta de Caracas del 26 de julio de 1811 aparece la siguiente noticia: “El Supremo Poder Ejecutive ha mandado establecer, en todos los partidos ‘sujetor a una Justicia Mayor, Patrullas 0 Guardias Nacionales para la aprehensién de esclavos fugitivs ; los cuales, visitando ¥y examinando con frecuencia los Repariimientos, Hacienda, Montes y Valles, hardn que se guarde el debido orden en esta, parte de nuestra poblacién destinada a la cultura de las teeras, ‘embarazando que se separen de ella por caprchos, desaplicaciin, vicio u otros motivos perjudiciales a la tranquilidad det pais, De orden del Gobierno se comunica al piblico esta determinacién para que llegue noticia de todos... A esta importancia primera 3 se asocian otras muchas que el Gobierno hia tenido preseates al ‘oncebir este establecimiento ; pues si protege las penosas tareas e los propietarios de las terras, no favorece menos la trane uilidad de los partidos rurales, embarazando los robos asesinatos en caminos desiertos. Los soldados de estas escltas ambulantes pucden ademas servir muy bien en diferentes oa. slones para otros objectos de mayor importancia y gravedad por cl conocido y frecuentado, con al exercito de sus funciones, La fesclavitud honrada y laboriosa nada debe temer de estas mee didas de economia y seguridad, con que el Gobierno procura bien de los habitantes del pate ‘Ya los ‘*mantuanos” iban recogiendo poco a poco su feuto de libertades ideales, de papel, viendo que el equlibrio que era la base de su preponderancia Social empezaba a resquebrajarse. Por eso tenia razin el ex Capitin General Emparan cuando escribia: “Si ya no estin los mantuanos arrepentidos de su des. atinada insurreccin, muy poco pueden tardarse en arrepentirse; pero siempre serd tarde. Como quicea que los mulatos y negros son 10 6 12 por un blanco, habrén éstos de sufir la ley que ‘aquellos quieran imponerles; y siempre estan expuestos a los Imismos desastres que sufeiron los franceses dominicanos: tal fs la felicidad que se han waldo los insurgentes de Caracas con su revolucién” % Bsa demagogia realista de insurreecionar “las eastas” con. tra los patriotas en Ia ciudad de Valencia, deberia en el futuro ‘raer resultados funestos para uno y otra bando, Dice Heredia, cilebre realists, que “desde entonces quedé arraigado en Valen: ia el odio mortal entre blancos y pardos, que tan funesto ha sido all y en, toda Ia provincia por donde se propaga, ‘sin que pueda calcularse cudles serdn los diltimos efectos de este mal; ‘que todavia dura. Los guerileros, que después quisieror. for- ‘mar partido bajo la voz dol Rey, excitaron esta rivalidad, llegan- do a ser proverbio en la boca’ de los europeos exaltados que los pardos eran fieles, ysevolucionarios los Blancos eriallos, eon quienes eran neceserio acabar"” ®, EI Marqués, militar de opereta, no podia hacer otra cosa en Valencia que fracasar, y en realidad fracass. Fue necesario ue los mantuanos caraquefics codieran ante Ia presiéa de los fextremistas y nombraran jefe del ejéreito de Valengia al Gene. ral Miranda quien era el més indicado para llevar a cabo esta fempresa por sus conocimientos y su prestigio, Era, pues, una grave para el partido noble y moderado 1a salida del fés; pefo este partido no ha de amilanarse, apenas nom- (> Miranda ha de comenzar una serie de intrigas y contra. es para perjudicar al Generallsimo, precpitando eon sus obras Ia caida de la getmera Repiblica y la entrada de fonteverde, resultados éstos preferibes a que un plebeyo amigo Fae los pardos fuera a aprovecharse de 1a Republica por ellos rganizada y dirigida *. ‘Apenas Miranda es nombrado jefe del ejército, que con un ataque decidido y audar toma a Valencia, a pesar de la heroica fesistencia del cuartel de pardos, terminando de esta manera fon el foro principal de 1a insurreceéa que pretendia acabar F gon la Replica a los siete dias de haberse constituido. ‘Pero sila insurreccién estaba dominada, no lo estaba por eso el peligro de invasién realista, Coro organizaba una expediciin cone {ra Valencia a favor de los insurrectos, y Miranda se ve en el caso, de pedicle al Congreso permiso para seguir a Coro a luchar foatra los refuerzos. El permiso es negado por el Congreso Aejando que la expedicién siguiera su rumbo, llamando mis bien Miranda para que se defendiese de las acussciones e in- trigas que le tenfan sus enemigos, personajes éstos que prefe- lan que Ia patria cayese en manos de los espafioles que en la direccién de un supuesto enemigo do sus inteeses, ‘Cuando Miranda entra en Caracas por la via de Antimano, es recbido por el pueblo en medio de las més grandes acla- tmaciones, Manifestaciin ésta que significaba, adems del apoyo popular, una especie de desaflo a la actitud del Congreso y Feprobaciin por las falsas acusaciones que haclan al fdslo de la Sociedad Patridtica, Poudenx que preseaclaba la entrada, dice: “Las gentes de color mostraban un entusiasmo particular por su persona, Iban delante de él gritando ;Viva ef General Miranda! ; pero poca gente distinguida toms parte en este festejo. En el momento en que hacia su entrada, se obser- ‘varon dos negros a caballo, que lanzaban dinero al populacho, teniendo el sspecto de pager las aclamaciones de que ern ob- jeto el Gener En los dias en que se luchaba por la ciudad de Valencia hnabla en Caracas una vigilancia y una censura extraordinarias. La Sociedad Patrstica, imitando en esto al Comité de Salud ‘Piblica, presionaba al Congreso para que tomase las medidas ‘mds extremadas contra los espias y conspiradores, En el Mom 3 ‘ing Chronicle, perddico adicto a ta causa patridtca, apareeia luna carta estrita por un testigo de aquellos acontecimientos, fechada en La Guaira el 3 de agosto de 1811, que decia asl’ “Todo es confusién en la América Meridional, todos los dlas hay prisiones de gente que se sospecha de tramas contra el Gobierno y los forasteros temen mucho reunirse; en una pala- ‘bra, estamos en una entera suspensién, no s6lo de comercio, sino ain de sociedad: la orden del dia ea: libertad e igualdad, Ayer salt de Caracas a las cinco de Ia tarde, y entonces aun tno se sabla del ejército que se habia mandado contra Valencia. {Las conjeturas son varias y todos los dias se reciben despachos del General Miranda; pero’ no se dan al publi; también se equipan diariamente voluntarios por el Gobierno; se matan ¥y estén puestas en perchas las cabezas de los traidores, con lun letrero debajo que dice: “Este hombre ha muerto por tale dor a su patria.” Dos fueron ahorcades ayer, condenados por Ia Sociedad Pattistica, pero no se dijeron sus delitos. El tempo de las prisiones a media noche: un piquete entra en la casa, hhace salir de la cama al reo, y a Ia maiana siguiente pieede la vida. Aqut tenemos por cosa peligeosa el que nos vean re- unidos hablando en la calle, y més peligroso que todo el eritcar al Gobierno. Aun cuando nos juntamos en reuniones partic es, no sabemos si nuestra criados son nuestros espfas. Esta fs exactamente la situaciin del pals” %, El Congreso comenzé a licenciar las tropas de Miranda de- jando sin defensa a la Republica ante la invasidn realista, pues “sus enemigos (los de Miranda), scribe el mismo Poudenx, ustaron més no tener ejécito, que tener uno que estuviese bajo su influencia inmediata, Las primeras operaciones de su cam- pia fueron atacadas en el Congreso con animosidad ; y entre sus enemigos, aquellos que més se distinguieron por su encar- nizamiento, estaban fos Tore y un Tovar” ™ Miranda se presentd ante el Congreso, contesté a los cargos ‘que se Je haclan, exhibié documentos y prabé, de una manera irrefutable, su inocencia. Pero el Congreso, no queriendo tomar ‘ninguna inieiativa que hiriese lo intereses de los principales per- sonajes de la noblera, aplazé su decisién para otra oportuni- ad La situacién sigui6, hasta fines de 1811, bastante estable dentro de su inestablidad. El daico suceso de importancia fue ‘una conspiracién develada “cuyo objeto, segin J. D. Diaz, era ” dar Ia preferencia a Ios castes sobre la raza blanca, y cuyos principales autores eran blancos, de los conjurados del 10 de abril” #. La entrada del afio de 1812 se caracterizé por un gran males. tar econémico generalizado en toda In Repsblica, Este malestar tera resultante de las luchas internas entre los promotores de la Independencia por sus prejuicios de clase; de la desatinada politica financiera que perjudicaba especialmente al. pequefio ‘omerciante, al pulpero, al empleado, al trabajador, al cur Pues, Ia necesidad de cvear un papel moneda sin ningén ree paldo, y la desconfianza general del piblico, contrbuyeron al pinico. El propio Bolivar dijo que se vieron obligados “a re: ‘curt al peligroso expediente de establecer el papel moneda, Sin otra garantla que la fuerza y las rentas imaginaras de la Confederacién, Esta nueva moneda pareeié a los ojos de los ‘ms una violacién manifiesta del derecho de propiedad, porque ‘© conceptunban despojados de objetos de intrinseco valor, en ‘cambio de otros cuyo precio era incierto, y aio ideal. El papel Imoneda remat® el descontento de los estéidos pucblos inter. fos, que llamaron al comandance do las tropas espafola, para que viniese a fibrarios de una moneda que velan con més horror que Ia serviduenbro” #, ‘Esta idea del papel moneda habla nacido a imitacién de Jos ‘asignados” de la Francia. revolucfonaria. Pero mientras lo asignados ten{an una base que los respaldaba, como eran las inmensas propiedades de los nobles emigrados, en Venezuela ro habia tierra que los protegiera ai ninguna otra clase de tie {queza, Tal principio no podia ser cubierto sino por la violencia. Habla que obligar al ciudadano a aceptar papel contra plata, “por ello, dice Heredia, era nvcesavio que la fuerza publica 36 interpusiera en fodas las negociaciones mAs menudas, pues Ia ley obligaba a recibir el billete y a pagar en plata el quebrado de medio real, siempre que fuese precisa; sobre Jo cual ecurrfan tineuenta pletos al dia en cada taberna o pulperia, porque Imuchos iban sin necesided comprar cualquier cosa s6lo por tomar ef medio de Ia vuelta", El estado de dnimo de los mismos patriotas habia decaido ‘mucho con el malestar econémico surgido por los inconveniene tea de ln divisiin del pals y de la crisis del papel moneda, algunos diputados del Congreso, dice ef mismo Heredia, me han asegurado que al tiempo de Su traslacién a Valencia ellos 3 otros muchos estaba convencdos de que ia nueva Repica e podladarar muchos meses y que se assbria como fs jo. fee machen" Ta fabrcecin de papel moneéa fue confiada & un tone ue sgin el dcr de propo Poudenns munca ena vida hs Ba srabado*. Eno se presaba al Fade Apenas tales los signaos” emperaron a recta an hobees de eae vender sus proguts por valores imaginary la fracas She eves ete cpp noel ye plats et Saormemente i trneacone come: Fab tigers soon de se negaron a aceptar semejante moneda *°. . 7 1a nein fu tremens No hub ning conan den trode! gropo de hombres que gaberaine a Voreaels ee hubes wna 0 remind I stncon, so habla acne © “entendiss” en les enc econdmies, flab ne nen aera plea financiers qe pura sane al pal. tt Bejador yet empleadosgetan ganando eal ls tempos de 4s plata un tna foray mientras que dentine, ps al pope moneda hata sul hn predose Ioe poturoy a Sumas fabuloses qu aque hombres no plan matrnete ‘tsar Loe pon gon babi eto ges tn ml por eno condnanfo a una mere ears a os no posta tras ota it oa “Trg exe cundo ue nos pata Urguinaoe La azoba de care coy previo cosente em ede eat rset co lay ego valer #8 en asgnadn, Fl due lama papain ala tmrel en plata cala prion tres Hbran'y @ pen fort te mone de papel Su mismo deste cor Ia Srace {amet pa os ores, doy tn papel sn gern, acon tolqule scifi, Las tae Bitante dl inte gue seria lo cata de carey, sutton = gmtady in sete ee un SEAS SSSA is as te mater, we FOR eee ee te erat ree be BS Gthdods GnvRions 20 sted les Brae ise ‘Gh, "Ia ‘Tantriy we Wividia en dou, quedando uno de loo otlctes de Pec ate eee iseRie tin Seana lll mado de i Bie rare rintaar ss dealt SOLS, tans, ee es Nee ea 8 mules y caballo, abandonaron el trio, y satisfechos de que a2 sus remotas poblaciones no aleanzaban los tiros del despo- tismo, se mantenfan en sus casas, vendiendo a plata u oro al- guna parte del producto de sus haciendas, mientras que al con- forno de Caracas no le quedaba sino el recurso lamentable de reibie vales insignificantes, abandonar sus cosechas o exponerse ‘2 suftic la pena preseripta a los usurpadores”. Esto se agra- aba ain més, segin el decir de Urquinaona, por fas leyes ‘emagégieas que trataban de ganarse a los pardos “efevandoles Ta clase de ciudadanos, euando poco antes ni los reconoctan fos trataban como a hombres, singularmente en los penosos trabajos de las haciendas, A la inhumanidad de eonduciras al ‘matadero para sostener sus delirios se afreg6 la imprevisin de ‘exponerios a convertrse en fieras por la liberted excesiva a que fos hicieron pacer de repente halagindolos con la preconizada jgualdad, sin prever que constituyendo una propiedad autorizada por leyesy costumbres, e interesante 2 Ja agricultura te- Fritorial, pudo esta alteracén repentina provocar un choque pe Tigroso ton Jos poscedores, y males mucho ms funestos que Ia eslavieud” ‘Sia este enorme malestar agregames Ja actitud hostil del clero por la proyectada ley de someterlos a tribunales ordinarios. Sein la nueva Consttucién de Ustariz caleada de la norte- americana, comprenderemos que aquella Repiblica no tenla rhingén sostén, El comercio y toda 1a nacién descontenta por fa politica financiera de hambre y ruins. La nobleza, que era el ‘Congreso, estaba descontenta también por el carir peligroso {que estaba tomando Ia Independencia bajo ta influencia de tos txiremistas, El bajo pueblo descontento también porque el Con- ifreso la Sociedad Patristica les hablan dejado ver Ia igualdad de papel y ahora querian la igualdad préctica, Y, por éltimo, fl clero que tema perder con fa Replica todas las prerroga- tiva feadales que la Corona de Espa les habia tolerado. TEI pals, pues, slo esperaba Ia ocasiin para volver a fos vie~ jos tempos de trangulidad y orden. Los grandes terratenientes ‘autores indirectos de In Independencia anhelaban ta vuelta a ta Seguridad. El clero a la estabilidad de su prerrogativas. El bajo pucblo a elimina fas gobernantes mantuanos, pues, se- ‘in la genial observacién de Juan Vicente Gonzilez “el mando politico de los que eran #8 sefores naturales no era para ef pueblo a libertad, sino una argolla més afadida ala cadena” * a Xt eae empl be i pss tee do sues ane mend hae ee Bald orl plato ol ory 7 no por fan ine, neal arena de ose ae nea la vucln de ts epatle, Solo con un gene oe hee plone caro denies Gees, te prevent mas foe ain to Is gee cate ae ti not dnl par un ge Se ea, Bl cae tom tare y Eat nat Sasa en a diocre de Domingo Monteverde, . m1 BL CASTIGO DE Dios ‘Monteverde comensé sx campana de Venezuela eon un acto 4e insubordinacién. Se aprupié indebidamente del mando de las tropas realistas y decidié marchar al centro a destruir Ia Re- piblica, Este acto de indisciplina contra Millares y Cevalles, ‘us verdaderos jefes, ereaba un nuevo problema en la colonia ‘que seria el orgen de una serio de insubordinaciones. EI primer contacto que tiene Monteverde con las tropas pa- ttiotas es en los alrededares de Coro, con el ejécito de obser- vacién de Jalén, al eval derrota a los pocos momentos de haber comenzado la batalla, pues, la eaballerfa patriota en lugar de ceargar sobre el enemigo atacé a sus mismos compaferos de infanterfa, pasando inmediatamente al servicio del capitén espa- fol, Jalén apenas tuvo tempo para huir con un pufiado de fieles ‘a San Carlos. Esto sucedia el 22 de marzo de 1812, afo fatal para la primera Repiblica TEl 26 del mismo. mes un sacudimiento de tierra que venta fen direccién del oeste de Venezucla destruyé a Caracas y a casi toda La Guaira, no dejando en este puerto précticamente ninguna casa en ple, a excepcidn del eifcio de la Aduana, que fun se conserva, EI terremoto tuvo lugar a las cuatro y siete minutos de la tarde y su duraciga fue de un minuto y eineuenta ‘segundos #, Era Jueves Santo y todo el mundo se encontraba fen fa iglesia, Jueves Santo habla sido también el 19 de abril ~ de 1810, priser paso de nuestra Independencia Por et declan lop fandvosartzados poe el ero Jueves Santo la hicieron Jueves Santo 1a pagaron °, “Ese dl, dee un testo presencia, el publ ce habla re unido ‘en Ins iglesias, parte de las tropes so encntaba fur cute, En welts senor toe fos dean fe de In ganeracin de eta cada {a6 spulada aj lor tzembron.. Lo oe de misramalan de oan pare plo iso plas pas, de ei, tng tando la clemenca hin, ‘Los emir ie Tor dense herds, retizadosdebao de los eacombeos por sus parentes 7 amigos, y lt cootiuacn de los movimienton de i deta He varon a las almas més valientes el estupor 7 Cl stupor el expat tn fi, nada puede sr compara. al especdcul expentano go presenaba ena desgrainds inde, El Geblemo we ren oo tn pica del etal, y deal igeron soon aan Herntes puts dela capital; pero toque puso per Ia sit finde eta cata fon fan abet de meena de a iments de todos los objeton ecesaros en tales cramer south str to green» omer eae tna SSA? Shoots ae ae seas aes HES colersaiting, ritaban ‘Nast en log cdlce wats iy e See ‘Sitesclane gue ye ‘hom ve Stiseclda ave vg rep inna 7 ae erp se JERS eGipages tana Late Seam: ara? SSE Be “ ruinas humeantes de la ciudad. Se calcularon en quinientos tos ‘mateimonios asf contraldos ¥. Los sacerdotes acusaban al Con ieso de haberles arrebatado sus fueros y viejas prerrogativas, Un tal Fray Felipe Mota, de la Congregacién de Santo Do- smingo, predicaba sobre las ruinas del convento de San Jacinto Contra la moribunda Replies, diciendo que “aquel espantoso Saeudimiento era un castigo visible del cielo por haber des- ‘conocido al que estaba destinado por Dios para gobernar estos pueblos, y que habiendo concedido dos afos para el arrepen- fimiento continuaban en su pecado” *. Bolivar, quien era uno de los oyentes, se dspuso a eehar de su improvisado pélpito at fandtico frail, “Jamas, dice José Domingo Diaz, que en esos Instantes legaba de Traposoa, se me olvidard este momento, fen lo mis elevado encontré a don Simén Bolivar que en man~ gas de camisa trepaba por Ias rainas. En su semblante estaba pintado el sumo terror o la suma desesperacién. Me vio y me ‘Grgid estas implas y extravagantes palabras: “Si se opone ta Naturaleza, ucharemos contra ella, y la haremos que nos abe dezca’" 9, Estas frases de Bolivar, lenas de fe y seguridad en fl trlunfo de la patria y en el dominio de la Natursleza por ta fuerza de Ia voluntad, To respresentaban, desde aquel momen to, como el més capaz entre todos para fundar las bases de ta nacionalidad venezolana, En aquel nefasto da la mayor parte de las tropas patriotas fueron diezmadas en sus cuartles. Causa de ello fut que, pocos das antes, por 18 actitud iasistente de Miranda de atacar al tenemigo, el Congreso habia ofdenado la salida de un gran tjéreito acantonado en Caraeas. Pero a itima hora hubo una contraorden bastante misteriosa, Dice Poudenx, “hay que creer {gue esta contraorden fue ocasionada por el temior de una suble- acibn de las gentes de color, pues generalmente se creia que Ta semana iba a terminar en escenas sangrientas" *, La patria estaba, después del terremoto, al borde det caos No te vela salvacién posible en ninguna medida, No se es- peraban milagros. Pecos dias antes de estos sucesos el Con- freso, para eviter las rencillas feudales de los valencianos, se hhabia trasladado a Valencia con el pretexto de estar mejor si- ttado para hacer frente a las circunstancias. Como jefe absoluto Gel ejécito patrota habia sido designado el fracasado Marqués {del Toro, Pero este nombramiento fue revocado gracias a la feliz » que logeé fuese Miranda 1 encargado de tan importante direecin, ‘A Miranda se le entregaba el mando de un ejécito que préc- ticamente no existia y se le ordenaba salvar una situecién que todos confesaban como completamente perdida. Su posicién no podia ser més erica BIBLIOGRAFIA DEL CAPITULO PRIMERO wmaPénr, Mirande et la Révolution Froncate. Paris, 028 Pag. a, 2 Manon, Paco, Bigulee dete Révolution de UAmériaue Ee Fagan iain. fat et Me 8 BIBmnuoo Noes, Le ciudad de tas fechan’rojet Celie ¥ ‘eaautnas” de Caracas Sn dos ‘ole, Tipagrtia’Vasson C2 MANOR Patten, Op. ote its & Meroe Pitts, Op: Ba ity na ‘deta Tndepencencia, Publicaciones del Tasttas Fagen fino de, Geoerafla'« torn. Caracan, 1619, Pag. 35h 7. Papno’ oe Unavinaows 'y Pano, Memoriat de Urautacna Ba Torlal América BibubteceAjacucho. Madtle, Wits Pages ot 8 Jose "Donamco Diss, Recuerdos sobre ta rebelin de Corsces, Tmprenia de Tan Amara Medrid, 1800. Phe, SS 18 Blswtto fen, pret ote ie ia "ie Capitatnore: Centrale de Caracal bet sdeateeg Chories FY furqwou moe deat Tata, Past ser 39 y 0 M1, Su (B."otutawe, Memorias det generat O'Lecry, treducites et ince Boru Nin Sims B. OrLeary, por ten det Ge Bier de Wenezuea y bajo toe ouspicos de su Preston, BLT Gem Bienes Tprenta Monto Caracas sb, 12 Rapass Minka Banaue y Rain Das, Resumen de ta Historia Ge Ynerica, Tngronta dee Fourier. Series atk Pepe 1% MitanO Torre, Hutorla de le Revotuelén upano-Amer: Sag a ee ols Aneel de Unda Amare Maar, M4 Decumentoe ‘inlererentes relatives @ Coraces. aonifiesto que fhe’ al" mando ta Confederacion de Venasueia Tegrenta as Longmnin "and Co. Londrey: 1812 Pag. at 18 Garto-de Juan Germdn Rosas «andra Belts sobre ls pote fn Tiy. eBoletin Ge Ia Acadeila Ge le Historias, wae 36 Diberast y prot Si Bianco Homibonn, Bate Garner: Pane Tors bee At, som Vicswre Gontivas, Bloprfie del generat Tene eke Rion, ‘Bat [Aingzice. mibiotece “Ayaeweso adr, fo, “Page 18 seat’ Dowineo' Dis, Op. elt, née. 82 e 2 a apa, Mana Panen x Rew Dn, Op page 687 St ea Re ian por el chudadano: general Juan Vicente Gomes, Lit. dol so Brats ‘ob ete Fe eet ae pent te 8 PIRES TERE Samus «te new ew cls pening las infotent due poe dei la on nen 7 2 Sat Damen Pe Sptade 8 Se Jord Boat Bike OD. Bae. 3 se, BONES DS, Op, i Bak 3 Hee op tri see Pac, Op Be Hag. Hes GME Coes ae crn ages Pas Baia Moron Beata, Oot BE tie 1g Pan, Op Se ae BS Pon if, pag. 48, MaxvEL Paracto, Op. ct, pSgi- Mpeg pnemews ae haninon Op: ces Bue. Hi Jost Bo. LH eae BSE, Cerariemo democriea. Imp. BE PS tal Cain re grt Fear icin Gosling ot, noe. 18. Fart ale Woon ct, nig, 14 Sa ie atest a a dood Bnasebo Henne, Op. cty Da Bae ecg Pitch 3 eB 3 Eira Pr ote ne wr Soa? Vacate Gauci, Ope ply. Hower on ae nin se” NE umes AS ERS nd vate oan 4 ts Repsoien ge nom. 6 Page 18s HL Poon, Op. ef, pln 04 ¥ 65. HL Bovoews, Op. it Bla 68 H. Pome: Op. Sf pa 6S. sco Hart Wil OD. elt, ng. 27. Toot Dawes Diz, Op, ef, Dae. 38 Poses, op. lt, pa. “8 VENEZUELA ES DE LOS ISLENOS 1 EL MONSTRUO SE DESPIERTA Miranda stables su cuartel en Maracay y 80 dispuso @ forganizar 1a defensa; pues atacer era casi imposible con un ‘material humano précticamente derrotado, que iba a la lucha sin ningin ideal, sin ningin fin, A su ver el Marqués del Toro fue nombrado para que reclutase en Los Llanos, pertrechos, hombres y caballos para la desesperada defensa que se proyec- taba hacer. Su gestién fracasé, pues no encontré en aguellas poblaciones gente dispuesta a ayudar a Ia Republica, més que Ja velan representada por este aristéerata. El marques, viendo su fracaso se marché a Cumand y de alll siguié a las isla de Granada, no sin que antes apareciesen unos versos cuyas dos primeras linews decfan asi Ya este pusblo se ve ahito ae marqueses y pelucas..2 Monteverde no habia sufrido nada con ef terremoto, sus tr pas se encontraban fuera del radio de destruccién, nueva prue- tba que los fandticos esgrimieron para demostrar el sentido re- Tigioso y divine de su cruzada, Aprovechando este estado de 4nimo comenzé su avance no encontranda précticamente resis- tencia de parte de los patriotas. Por los campos donde pasaba lot campesinos sallan a ofrecérsele como reclutas, engrosando ast su ecto a iemo republicano, en vista del avance enemigo, aban- la cual {ue tomada al poco tiempo por el ca pitén espaftol. Miranda eoncentré sus tropas en el destiladero ide La Cabrera, cerea del lago de Valencia, Era ésta, in lugar 4 dudas, una espléndida posicién para hacer frente al enemigo impedir su avance hacia Caracas, Pero los habitantes de los alrededores, partidarios de los realistas, mostraron a Monte. verde un passje desconocido por los patriotas, con lo que con. ‘Siguis eludir et desfiladero y situarse en Ia espalda del ejéreto de Miranda. Este al conocer su situacién y temiendo verse en- vuelto y sin salida posible, decidis retirarse a la Victoria en bbuena formacién. Los reaistas atacaron pero siempre fueron rechazados con pérdidas considerables *. Monteverde, mat conductor y peor general, cada vez que trae taba de atacar salia rechazado sin lograr otra cosa que la pro. fresiva disminucién de sus municiones. Miranda aprovecheba Ja situacién estitica en que se encontraba para reorganizar el efecto y darle un sentido de cuerpo moderne, segin los cone eptos que conacia. La infanteria de Ducayala, por ejemplo, careeta de armas, pues las habfan perdido cuando el terremoto y tuvieron que ser dotados con picas mientras se consegulen Tusites, Miranda, en razin a los acontecimientos, fue nombrado Aictador de Venezuela con plenos poderes, ‘Los ataques dal enemigo eran constantes. Una vez trafa a su cabeza al Padre Hernéndez, quien hablase visto envuelto en el asunto de Valencia, y perdonado en su calidad de sacerdote contra la propia voluntad de Miranda, hab(a sido designado como Vicario General del Ejérito Republicano, pasincose al enemigo fen Ia primera oportunidad, Ahora venta contra los patriotas “armado de un crucifjo de madera, marchaba @ la cabeza de las tropas de Monteverde, envalentosdndolos a masacrar & Jos hombres que le habian perdonado” # En San Mateo sufre Monteverde una grave derrota que ase- ura a Miranda *, Miranda, aunque comete el error de no Perseguirlo, tiene ta situacién en sus manos y por primera ver fen todo ese tiempo se vislumbra una cierta posbildad de tune fo para la Replica. =, pata ch 2 neo 9 gate see ees G'Potoues, Ob. cll, bie. F8 = : " Es teresnte hacer star agg Miranda se ha objet do orm caun de su cermta oy Veneala cl esconecimiento Set ct pa, Esto Cane sm lin, su parte de ver Saas pro, en cambios no hay que sviat In sere de fcteres ‘tress que ester aut eponiendo que enbuyeron erSiaetad sla taeda dela primers Reb, Pero co nec Si ctalar goe hombres que cexontn mas que Miranda S Venezuela teunfaron on ie sferntes bcllas donde se em Srocaon, Cons ara Morley al prop Monee Sando reninta, ya Mac Grogory O'Lemry en el patotay Srmrendremos uss hen es bento ser concer de terreno sel eiete, no es Ge ninguna manera tn Sten eee Lo que sce ox ue, pare Bar bat ices, ants que too, ser buen neal cotar cone sPoyo tical ic port et op, = and ea aban especialmente estar dow nen factors " "A dir sigufnt dela batalla de Seo" Mateo norbréMi rans aeradorde_ Cartasy 9 Jud. Fae Res fncipal exponent dl apo de ln extremists, Iomefate Frente se puso Ribas a efectuar prisiones entre el grupo de Clr eaten cela capital por To gue bebo. ches ‘en ec, on wa par ean Sedo rftes designate ee cargo ef todrado Joan Nepemoceno (Quer, Secciasrelstes ye ego ao hare ec por Batra sla pea i ‘A me tiempo ue social Sfrctsos> nombramiento actRibas Manda cota cto al paso on fos nobles els Sndando sit mis profendemente fa brecha gue ks desu, Hana co ta on ders tecte nfo seu ‘Jeo cn on taavon dela planacons y hacen de fs eseuano, deco que no peje en ida actos rane fey sere sen for o contri, ms Hen ibaa con reps on noi tgueeh eigenen pot Ie putin el Garo desu sore tin fre dro & con vein auterted con los mites oberon ent campo de Ertan, sino motiante epee que vlan, debiendo welver al rj foveal dens abr so coment do tine gun dba entrees in ietad que su sangre no be pol conan en In defensa de on amos. de grandes prpitaroe ce sineren defraud com a pee peu de ver‘ base producva eapar a la Tacha patria « ‘A la ver temlan qu> una vez terminada la guerra estos hom= bres no desearan continuar en la esclavitud, arruinando a la clase disigente de Venezuela. Por eso, desde el primer mo- ‘mento, todas las opiaiones estuvieron en contra del decreto, “porque atacaba Ia propiedad, dice Baralt, e indisponta contra la revolucién a las clases més valiosas de aquella sociedad” ® En realidad pocos fucron los esclavos enganchados en el ej ito patriota y apenas éstos entraban en campata se pasaban al campo enemigo dejando solos a los jefes del mantuanismo, ‘pues aquellos hombres “prefivieron las mismas promesas hechas por Jes caudilos de a opresiin, y no es que no amasen st libertad, sino que la erefan una red ofrecida por los que hi Dian sido sus sefores, y Ia prferian recibida del islet poplar, que se rozaba con ellos, y vivia entre ellos, y con ellos ta Dajaba ta tera” *, El decreto fue, pues, un fracaso. La situacién de Monteverde emperaba a ser desesperada, ef 4nimo de las tropas decinaba y los pertrechos estaban casi Aagotados; mientras Miranda se mantenfa mal que bien en sus posiciones esperando Ia oportunidad para comenzar la contra- ofensiva, Llegé el momento que en el campo realista no hubo materialmente municiones y Monteverde, “mand6 a desclavar las silletas de tos pueblos de Aragua, dice Pedro Gual, para tirarnos en las avanzadas con Ias tachuelas.. Tal era niestea situacidn el 5 de julio de 1812" ®, Fra ese dia justamerte ol aniverserio de la declaractén de Independencia y Gual se righ 2 Ta casa del cusrtel general de Miranda, y al “entrar en esta oficina, se paseaba el General Miranda aceleradamente de un cextremo a otro de ta pieza; el dector Roscio se pegaba fuertes folpes con los dedos de una mano en Ia otra; el sefor Espejo es. taba sentado eabiztajo y absorto en meditacién profunda, y Sata ¥y Busy parado como una estatwa, junto a la mesa de su des acho. Lleno yo del presentimiento de una calamidad ines. perada, sme dirt al General: “Y bien, Je die, equé hay de nuevo?" Nada me contestaba a la segunda pregunta, evando = la toreera, hecha después de algunos intervalos, sacando wn papel del bolsllo de su chaleco, me dijo en francés: “Tenez, Venezuela est blessfe au caur.."”. El papel que acababa de entregarme el Gencral Miranda era’el siguiente: Julio 1 de 1812, “Mi General : Un oficial indigno det nombre venezolano, se hha apoderado con los prisioneros del castillo de San Felipe, y estd haciendo actualmente un fuego terrible sobre la ciudad. Si V. E. no ataca inmediatamente al enemiga por Ia retoguar dia sta plaza es perdida. Yo la mantendré, entre tanto, todo 1 posible. Simén Bolivar” *, ‘Puerto Cabello estaba perdido con todo su inmenso pargue, Aymeric, encargado del comando del castillo de San Felipe, ej6 a Vinooi, el traidor, haciendo sus veces mientras iba a Ja ciudad a contracr matrimonio. En ese instante, en que ni Boltvar ni Aymerie estaban presentes, ef fuerte enarbols Ia bandera de Casilla comenzando inmediatameate un fuerte bori- bardeo contra Ia ciudad, En realidad habla sido una grave imprutencia de Bolivar y Aymeric el salic para el matrimonio fos dos y dejar en manos poco seguras el mando del castillo {que les habla sido confiado, La plaza enters, como era de es perarse, fue conquistada dias después, viéndose obligados Bo- Hvar y lot suyos a tomar una embarcacién que les conduciria sanos y salvos 2 La Guaira 8, Venezuela, como acertadamente Inabfa exclamado Miranda, estaba herida en el coraz6n, “Mientras en el campo de la Tucha sucedla este desastre, en interior del pals se levantaban montoneras armadas de escla vos ingurrectos que iban por los campos y haciendas de Barlo- vento sagueando y matando blancos con el fin determinado de rigire & Caracas a realizar Ia venganza de su larga opresién Yy & establecer un Gobierno popular dirigido por los negros. Esta insurreccidn fue provocada por un grupo de blancos rea listas que, decididos a jugarse el todo por el todo con tal de ver Ia bandera det Rey ondeando sobre Caracas, se hablan dirigido a la fegién de Barlovento repartiendo armas y pro- lamas incendiarias contra los patriatas ys Gobierno. Pero ‘aquellos hombres no sabian lo que estaban haciendo. Sélo ‘cuando ven que toda aquella masa formidable de esclavos, se- ientos de las més esenciales Hibertades humanas, comienza a imatar a todo ser que tenga el rostro blanco y a incendiar todo Jo que encuentra, tanto patriota como realista, es quo vienen ‘8 comprender et'gran dao que han realizado desatando esa espantosa rebelién ; pero ya es muy tarde para arrepentirse y hasta peligroso *, Por eso dice Restrepo, ‘tos mismos erimina THI Tudo ser camicera que hace menos de. elnco ssloe bisha here Biagicl Masten gual ade ia ‘Europ pre st les autores de aquella sublevacién, espantados de su obra, tu- vieron que buir para no ser victimas de los negros feroces, a uienes habjan puesto las armas en las manos para coneurtie 4 Ia destruecién de su propio pals" Cémo estarian en Caracas los moderados? :Qué dian todas ‘aguellas gentes que velan, ya no solamente sus posesiones ame- razadas sino sus propins vidas, las de sus hijos y las de sus ‘mujeres? Es de comprender que toda ia poblacién ante tan ‘gran peligro comenzarla a efectuar manifestaciones para de- mostrar sus deseos de que volviese lo mAs pronto posible el viejo régimen, tranguilizador y seguro. ‘Moderados, realstas y hasta los exaltados se dirigieron a todas las personalidades més o menos respetadas por los espa- foles para ver si se podia legar a un armisticio con Monte- verde antes que Ia marejada destructora Hegase a Caracas, [Los negros avanzaban por los valles de Curiepe, Capaya, Guapo y otros lugares de Barlovento. Quemaban las casas de hacienda, saqueaban los caserfos, asesinaban a los. blancos aque tenlan el valor de esperarlos, y se bebfan todo el vino y cl aguardiente que las posadas y"bodegas que encontraban en su paso podian proporcionarles. La destruceién amenazaba a Caracas. Los moderados empezaron a acusar a Miranda de haber provecado esa tremenda caldstrofe por haber hecho el ctebre decreto antes comentado y haber halagado “a las ex. clavitudes” #2, En Caracas la situaciin era confusa y angustiosa, La gente se imaginaba ya a los negros saqueando a Carasss, violando 2 las mujeres y descabezando a los hembres. El 13 de julio, a media noche, soné la generala y las campanas de las iglesias comenzaron a repicar. Todo ef mundo salié de su casa para saber lo que sucedia. “‘Corri a informarme —dice Diaz— y supe que todos los negros esclavos de los vales de Barlo- vento a la var de viva el Rey, hablan Hegado hasta Guatire, asesinando a varios blancos. Guatire estd a doce leguas al “EE geez oes anno dreary nein BRENy GRR seers 2s Beep marc ie ERE See oP eh ites Eta fen esta Gudad no habia fuerza alguna Esa misma madrugada un grupo de patrotas y realistas fueron a la casa del Marqués de Cass-Leén, a quien hicieron despertar inmediatamente para exigirle que fuera a La Vieto- fia a exponerle al General Miranda In grave situacién en que Se encontraba Caracas con el avance de los negros. Al poco rato salfa ef Margués y, a las cinco de la tarde ya estaba en La Victoria confereneiando con Miranda las formatidades de un armistcio #, Mientras se adelantaban Ias conversaciones los esclavos se- ‘gulan avanzando hacia Caracas, por el lado de Naiguaté y por el este de Ia capital. Ya se corvia la vaz de que los negros hablan entrado en La Guaira, y que habfan tomado Los Dos Caminos. El Gobernador Quero reunié todos lo efeetvos con que podia contar envidndolos a este ultimo lugar como el esfuerao final que podla hacer Ja capital ante la temible tem- pestad. Bntonces se supo, para tranguilidad do todos, que Mirasida y Monteverde habfan convenido una suspensién de armas mien- frag se Megaba a una eapitulacién. Al saber esto, Quero envis contra les negros la dniea autoridad que podia quizds someter- tos, ef cura de Antimano, don Pedeo Echerurla. Este iba a parlamentar eon Tos cabecillas y a exponerles que la suspen- sién de armas ¢ra_ya un hecho. Lot negros, que no:habfan Fetrocedido ante nada, fueron contenidos por el erucifij. Eche turla aproveché Ia casién para decirles que deblan volver a; sus tierras y abandonar las armas, Los negros no avanzaron sna, 08 verdad, poro a la vez se negaron a retroceder, ereando lna'situacign delicada a las autoridades que quedasen con el mando definitivo de Caracas, A finales de julio los preparativos para la capitulaciin esta. ban ya terminados en la forma siguiente 1. El Comisionado del Bjército de Caracas pone por eon: ickén de este pacto que la ejecucién y cumplimiento de cuanto fe ha estipuade anteriormente como la ocupacién y posesién del terrterio de [a provincia de Caracas, debe pertenceer ex- clusivamente al sefior don Domingo de Monteverde, con quien te ha iniiado este convenio, no accadiendo los pueblos de Cara- as a ninguna variaclin en’esta parte. 2. Las tropas de Caracas existentes en La Victoria la eva ‘cuardn por divisiones, que desie hoy mismo por la manana empezarén a salir; y con intervalos proporcionadss so rel rin @ Caracas, en donde depositardn sus armas sucesivamente fen el momento que Heguen, licenciéndose al punto, 3. Quedarin en La Vietoria una divisién de 600 a 1.000 hhombres, que hagan fa entrada del armament, artillera, muni- ciones y' demds efectos militares que se encuentran en aquel pueblo. 4. El ejécito al mando dol sehor don Domingo de Monte- verde entrar en La Victoria el da 28, por ia tarde, para ha cerse cargo de todo lo contenido en el anterior articulo, ‘5. Este ejfreito, dividide en tas secciones que tenga por conveniente su jefe, podrd pasar a Caracas sucesivamente des. de el dia siguiente de su entrada en La Victoria, con ef objeto Y fines insinwados en los ariculas 2 y 3 6. La divisién gue queda en La Vietotia, después de Ja en- trada del ejécito espatel, se retirach por piquetes a sus eure teles, y alll depositard sus armas, de que se hard cargo el ccomisionado 0 comisionados que nombrase el jefe de dicho ejée- cito, La division de Caracas quedard lieenciada, y se retirard on onten a los pueblos de su resdencia 7. A Ios oficiales se les dejarén sus espadas, exigiéndose si se quiere, todas las seguridades que ellos pueden prestar en si palabra de honor, 8. Con las mismas formalidades se entregaré a plaza de La Guaira, ast que la de Caracas esté paciicamente poselda por las tropas de S. M. C. 8. Se enviardn comisarios con Ia fuerza que se juzgue con- veniente, en nombre de dicho ejército, para tomar posesiia de todos los pueblos y lugares de la provincia de Caracas, Bar~ celona, Cumand ¢ isla Margarita, 10. No se exigen otros rehenes ni seguridades de una parte Yoffa, que Ja mutua fe y palabra de ambos; fdadose tanto {1 pueblo de Caracas de la del seaor don Domingo de Monte. verde, que no duda que por ella sola se cumplirdn religiosa. mente todas las promesas. 11, Como las proposicones hechas por foe comisionados el jefe del efcito de Venezuela, en las dos referdas fechas de 20 y 24 de julio, han recibido igualmente en ambes sus contestaciones respectivas que, aunque levemente, se moulifi- can y alteran, se haré una sola redaccién quo las comprenda 4 a todas, y sero acta solemne y finn defo espulado Tanta por ants jer ta Caras 0 doe se conve furs pried un nero atest de ejemplares de ea Sel'y so dbo al pub. Sel Gereral de San Mate, jlo 25 de 1812. Domingo se eevee ot Zt 9 Bay : a saitlcan mo fue a pena ns ranstancas que ta clgaren a elear del grado de (ols Bolvar ura we rcs tardy ual de ua anes ijt due "s pre eigenen ues capialactnesvergoensas Ge Mand, Sorell Gea de Monteverde, sno elas creunstanclas,¥ Teepe det General lr do Vesela” "Hl Li Nese Seats nea de ln mls tamados ‘erica eer por a aa dela Reps, ya ave en pate por su netigencie cays Pesto Cab. " S. E, EL GENERAL MONTEVERDE Cuando Monteverde enteé en La Vietoria fue recibido por don Francisco Espejo, miembeo del expoder ejecutivo, quien fen un arrebato de alegria exclamé: “Gracias al cielo de volver ‘bajo la dominacién de los duchos legitimos” "8. A. pesar de estas expresivas frases, Espejo fue encarcelado, algin tiempo esputs, en los eglabozos de Puerto Cabello, Las fuerzas patriotas, segin lo pactado el dia anterior, ya hhablan evacuado la ciudad no sin que antes se hubiese pre- sentado un conato de sublevacién entre los pardos de la tropa, uienes anarquizados por la calda de la Repiblica pensaban juntarse los negros de Barlovento para stacar a Caracas y acabar con los lances, espafoles y crollos. Urquinaona, tes- tigo de los sucesos, dice “observando éste (Miranda) In disiden- cia y alteracién de varios cuerpos de pardos que sallan en tro- pel-del pueblo de La Vietoria con disectién a Caracas, publican: o que no entraban en ta capitulacién concluida en San Mateo, ¥y temiendo Miranda ver frustrados sus designios si por des- facia Hegaban a reunirse; hacer causa comin y dirgir contra log blancos el alboroto de los negrot de las costas orientales, dio érdenes para Ja entrega de La Victoria y partié para Ca racas decidido a desarmar a los mulatos, como lo ejecut6, de- jando con esta operacién expedita fa entrada que hizo Monte- verde ef dia 30 de julio, con aplauso y aclamacin de tos ha- Ditantes pacificos de aguella desgraciada capital” °9, Desde el primer dia de su llegada, Monteverde hizo mala impresién, pues entré “rodeado de europeos, isleton y demas individuos del partido que lamaban Godo, y que hablan sido ‘erseguidos 0 mal vistos durante el Gobierno revolucinario” ™ Comenzaba el Gobierno de los isles con todos sus dios y venganzas. Monteverde no era un militar de escuela ni un hombre edu ado, se dejaba influenciar por los monjes y sobre todo por sus coterrinsos, era “'rudo, grosero y casi por completo dem Provisto de toda clase de conocimientos, pero ambiciosa y femprendedor" *. Los moderados y muchos de los exaltados ue habtan crefdo en su persona, como representante del, Rey de Espafa y del orien, se vieron defratdados en sus mds legitimas esperanzas al’ ver que en Monteverde no estaba representada la bonachona y tolerante colonia, sino més bien J venganza baja y soez. Los eargos pilblices que anterior- ‘mente cuando la administracion de los capitanes generales ow. ppaban los criolos eminentes y de dlstinguidas familias, ahora Jos tenan wna camarilla de eanarios insolentes, pulperos en su mayor parte, de manos recias y lenguaje torpe, que se pave. neaban por las calles provocando a los earaquefios y procediens do en todo como duefos absolutos de una ciuded conquistada, La capitulacién no fue refrendada, segiin Io dispuesto en fl articulo 11 de la misma, por apresuramiento de las autor. ddades competentes y por la hulda de Miranda; aprovechando Monteverde esta circunstancia para no observar ninguno de los compromisos pactados en San Mateo y que'la ley, y no el honor, le permit viola. Mientras Monteverde eatraba en Caracas, Miranda tlegaba 4 La Guaira con el propésito de embarcarse en una “corbeta inglesa, el “Sphir” del capitén Hayns, que acabada de llegar de Curazao, Miranda encargé al sefor Leleux, su secretario particular, de hacer embarcar a bordo de este navio su biblio. feea, sus’ papeles, y una fuerte suma de dinero sacado por sus érdenes del tesoro public” #, Al menos esto “del tesoro pablo" Jo hicieron correr sus adversarios *. cp OSpcto, a sume, de dinero que Miranda emparcs, y brs eri porn sober “Ge” gonerarwiettterde, terete octineninds Qo ton archiver de Su" Uel eee Todsy iol ate 8 En realidad, ef dinero que llevaba era un préstamo que le hhabie hecho ef Marqués de Casa Ladin, sogin el decir del propio José Domingo Diaz, en los dias de la capitulacin, Casas, quien era Gobernador del Puerto de La Gusira, Si- mén Bolivar y Pesa, decidieron en venganza por el fracaso de Miranda hacerle preso, sunque no estin del todo lejanas las presunciones de que el vil de tal acontecimiento haya sido el congraciarse con las autoridades expafiolas. Clertos do- fcumentos, al menos, dan a entenderlo ast, Lo cierto es que la roche de su legada al puerto, el Capitin Hayns, quien pa- rece sospechaba algo, le invité a montarse a Bordo inmedia- tamente. Miranda no quiso y se quedé en tierra. El Gober- nador le convidé dormir en una habitacién de su propia casa. Miranda se retiré al cuarto a eso de las nueve #. Entonces, Casas y Pesta dedicieron hablar con Bolivar haciéndole ver a Este Ia traicién de Miranda, pero en realidad con el fin de apro- piarse de los dies mil pesos del Generalisime y congractarse fon el Gobierno espaol, pensamiento que no le comuniearon f Bolivar, Esa misma noche del 30 de julio se deeidié Ia suerte de Miranda, “Cuando Peha, Casas y Bolivar se hubieron fesegurado de que dormia un suedo profunido, después de una SSS SIRBAMS AF aLPilo de Ua Mi Guarhde Manel Saseda®” Sta ERE Lig igl ar'al taatemen a Pore tne See T tin ge que dlspongs, ue abort eye Fas ondenss, $ barks que Dor tinier "hice mee poe Sf Reds poceleteanrutarie doe cangnes se pequatg cals pert Beran ening Gt autres ene ai ree Bie ii ciate Habe etree mca Sera ety Oe or Eimear ae caus pane ae cele FE ae jue ae it, grein Mame Mar ry patna Phat st neater: Bre EES er ene ria ae ah nt Raga a eee, o Sarena Fr RS ane Sees a 2 y alguna gente acomodada festaban diagustados por "los modales groseros ¢ inmoraliza- cidn” del comandante Boves. Y decidieron organizer una cons- piracién para asesinario, Entre los cabecillas figuraban Par. pacen, Riberol y Negrete, gente de lo principal de esa ciudad, aienes tenfan ideado ascsinar a Boves cuando so di pacificar Espino, donde sus habitantes estaban también com- prometidos. Una ver muerto Boves se unielan todos los patrio- tas de Espino ¥ Calabooo, ¥ comenzarfan la campaha contra fos realistas Era ya entrada Ia noche cuando tegeron a Espino, Todo ppacecia en calma, Boves decidié atacar al amanecer y esa noche Ja pass en vela, como en las otras etapas del viaje, no de- jando. ninguna oportunidad para que los conjurados le ase- sinasen, Al dia siguiente el jefe rebelde de Espino taiioné, revelando el plan de la conjuracién y entregando ta ciudad, Las represalias de Boves fueron terrbles y desde aguel dia comenas el terror para Espino y Calabozo ®. & los compro tntdos en pin lee condend a ser fullados, peo cada Yer {hv logatan al pared de Tuslamiente las ropes es traban Sin balemhacidndls" mri il wees proongandle, aa in gona Al fn les sein Tanase El kim putado de patrotas que qusaban en Calabro decieron tn noche jars eto per el doy radon Ge topo gi fenian, ae travon alas ales con’ cl propia Ge digrae tla casa el oad joe arn aesinarioy La sr ress de esos valints fa grande tanto al desebica en ta Pisa Mayor te encontraron con ol pogo ove quien ler ‘Speaba al mano ten cabal de Santa Rit El ona terminally de manera sangrenta, Algunor day depts, Bovey fue Tito or Monteverde al Oren, para hace frente ala ropas de Pian, Marinoy Bere qnes wefan te desea en Chacachacare “Boves gusto en Barcelona bajo ls Grdenes de don Juan Manus de Cagign. Pero tte a saber fa dota de Monte: terde el 25 de mayo por fon pauaten dese dejar Ia ad Y vetrare « Guayana a prt eabetomporanete pea Para tos raise, Cando Borer legs con Caggal las orlas del Orinoco, rests queue de exe ldo, mo queiede acompanar jefe Guayana, Sno weber de micro Ta Tacha, Fue en Pubic de Lat Piciras que comenc su cal, prepa: Tando el progeama police de “mara lo eaves tena us tor, cop el fin cnfeado de digpner de ana sore de banidhe =, ~~ Boves comenzaba a carrera de cauilo poplar, de dems: cra en el snide volta sei Al ontario de os jets retinas J cele atte fnia dou parte a publ. Pe Ila detro dems ects toda since de Rr Iietaes Stas qu enim grupo de poe desaralada eure sigan Indaciptnn y sorguar Lov sites cunndo no quel be: deer la Genes do uno de sus jtes pian « Bates ex ‘tac. Bover, para complacrs y svendo de xpesén a la vountad de tion, oubraba uo nuevo foe que ues del ado de ss terrblslacern > © Diss, Francaco ‘Tomés Morsies, quien fue_lugartentente Bowes aue wiv i torans don ook Minds fovea penetra oy ‘enttentoe de @stoe 7 adguirr un dominio nobre el’ por quelle 88 Pero al mismo tiempo le llaneros tomfan a Boves,sablan aque era houbre de teople,eapar de todas las aciones. En Tas bataltas era el primero que cargaba para dar ejemplo a sus soldados, Premiaba alos valent y deapreiaba a los cobardes. El valor era el Gnico tlo con que a= podla conseguir un frado de aqulla formidable *montanera”. Todos sus hombres Confiaban clegamente en d, sablan que les llevaba al triunfo, Morales, dice que “sus soldados le adoraban y le temfan, entraban en las eciones con confianza de que su valor y de ‘ud haba de sacarlosvitoriosos", Le een, en realidad, invencibie, Por es, en los eampamentos realstas de 1814, so ia aquela copia: Est del valiente Boves 1a victoria enamorsa Siempre Te eva 1a ans 12 donde quicra que va Boves tlevaba su misién de caudilo democrético hasta ciertos mites que eran considerados por los jefes anteriores a él como sms bien perjudiciales, Llevaba la vida del simple. soldado, converstba con ellos hablando en su mismo lenguaje, “coma con ellos, dormfa entee ellos y ellos eran toda su diversién y entretenimiento” *, Su sistema de combate era diferente al de fos patriotas. Usé por primera vez el gran despliegun de caba- Hera en el ataque. En campo abjerto donde se sucedieron sus principales batallas este sistema destrozé a los patriota, quienes tenfan el sentido tradicional de lanzar la eaballeria no como fuerza principal sino como un simple spoyo de la infanterta Boves no solamente halagaba a sus tropas sino que también cexplotaba en ellas el sentido de orgullo de grupo, de emulacién Para lo cual despertaba los viejos rencores de campanario for- ‘mando regimientos con los naturales de un pueblo o una regi ‘al organizb los escuadrones de “Guayabal”, de “Tiznados”, et. ceftera. Aquellos hombres por no quedar como cobardes y'de- SPINE Gos Reus teks Mr ab Macha eae Sto det de pirat i tara tate nah te i Er Sa ese ye lon Sar Hace Sino ate Bo, ‘gradar su poblaciin en presencia de los hijos de otros lugares, ‘no retrovedlan jamés en el combate *, Boves también fue el primero en introducie grandes masas en la lucha. Llegé a co- ‘mandar hasta siete mil hombres, cantidad fabulosa para aquella épeca si tenemos en cuenta la escasa poblacién del pals y que hhasta entonces no se habla logrado reunir més de tres mil sol- dados. Al propio tempo, en el combate, dejaba una entera liber- tad de accign a sus hombres, aprovechando en forma positiva 1 cardeter disgeegador y andrquico de aquella indisciplinada fmontonera, Tal fue la tctica militar que habla de llevar a oves al triunfo, ‘Al propio tiempo que el caudillo “realist” cresba un ejéreito apropiado para la Tucha en Venezuela, y especialmente en Los Llanos, los patriotas segufan conservando en sus filas el con- cepto clisico del combate europeo. Tenfan lineas de infanteria ‘armadas con trabucos de un solo tiro, de lento reeargo, pot lo ‘que perdian mucho tiempo entre uno y otro disparo, tiempo éste {ue no era de tanta importancia mientras en las lineas enemi ‘as hubiese soldados con iguales trabucos. Pero cuando el com- bate es contra Boves, la situacién cambia totalmente, pues In atronadora avalancha lanera.no les deja tiempo para meter una bala més en sus armas, pereciendo todos espantosamente, como tantas veces sucedis, ensartados en las ensangrentadas Tanzas © pateados y reventados por los caballos del nuevo Ati3. La ofiialidad patriota era una oficialidad brillante,salida en su mayor parte de las fas del mantuanisiro. No consideraban 4 sus tropas eof iguales a ellos, sino con una clerta condes ‘endencia de sefor a inferior, pues la mayor parte de aquellos heroicos militares no hablan hecho tra cosa que cambiar un ‘mando por otro, el de sus haciendas por el ejéreito, Predicaben justcia y Mbertad metaisica, derechos de papel que aquellos ‘oldados no eomprendian. Hablaban de Venezuela y de la Repi- blica en términos que eran extrafios para aquellos oldos cerreros, no acostumbrados sino a la palabrota y a la frase dura. En cambio, al frente de los enemigos marchaba Boves, sin rmaneras y sin uniforme, medio desnudo, con la fanza en la mano. No hablando a sus hombres de lhertades toiricas y de fe! comprensiéa, sino en su propio lenguaje, predicando el odio a los blancos y a los ricos, repartiendo las riquezas y per- rmitiendo el desenfreno més total. Eran, pues, estos dos ejérci- tos las més antagonistas que se podfan encontrar. El patriota, ee ee aera Mn ATILA Boves sabia atizar elfodio que los negros y pardos sentian por los blancos. El mismo leg de tal manera a sugestionarse fen su campana contra ta “maldita raza”, que, a pesar de ser blanco, tes odi6 también. Dice Mr. Robinson, comerciante in- lés de La Gusira, que “Boves y Rosete tenlan bajo sus drde- hes al menos siete u ocho mil hombres, dentro de los cuales 1 habla més de cincuenta blancos o espafioles europeos, y mil de color libres ; el resto era de esclavos, de negeos y sambos” 4, Los esclavos de Jas haclendas y de fos hatos se escapaban para tunirse al ejérito de Boves. Le comunieaban informaciones sobre las actividades patriotas. Se ofrectan muchas veces de ‘manera espontinea 2 servile © ayudarle en una batalla, y des- ués de haberlo hecho volvian satisfechos a su trabajo, Asi, ‘or ejemplo, en La Puerta el ejécito realista “contaba eon un ‘ran niimero de ellos que voluntariamente se hablan presentado 2 su servicio, y que volsieron a sus labores del campo y al de sus amos una ver concluida la campata, sin que nada les hu Diese detenido” *, Boves querfa expulsar de lot Llanos hasta ef sitimo blanco. “En Los Llanos —decta él-~ no debe quedar un blanco por dos rrarones: 1a primera, por tener destinado aquel teritorio para los pardos, y la segunda, para ategurar la retirada en caso de una derota, pues no s¢ fia en fos Blancas, euya compas te desegradd sempre, mas con los negron comin y con ells fea ss vere Se eo pr ca fsa a ton rande, que legi no solamente a condderar enemigos a Tos aneay patriots sino también a “todos low eilos blanco, 3 aa hig el feo de i gente de calor, la eal adlaba con Ia cperanca de ver destria In eata dominant” ‘Al propia tempo. que decbordabaa Tor nejros contra os ance, ls promt ls gueras de dso, reprtcndols entre tole ehamdo eran muchles yregalando bones cuando eran ie trucbles En falidad, esa cha de razas era wna subiacién Arie lucha de clase, pues Tos blancos eran lon poscedores de totes tas riqueea de Venerela los negro ¥ pardon los wparias" de tsa orfaniicdn soil, Incostenenente, 0 Icha contra fos Blancos, agile Hombres no haclan ota os que aetbar con lo prpitari. Lo que medi fue que te ese ors no hablan programa poles scales que ple tan dare un diferente mots agli rebeln, Boves, ee Tad, vino a ser el agente inconainte de ean espantosa Kha de lass; por eso dela eafaiamente "que ln bines ran de fos pardoe” ‘En su tipicoTenguaje police, los trigores eran, en rete ida, los blancos posers, generioente rolls fiel'a su conducta, lanza en noviembre de 1813 Sando det Gunpabal: Creuse “Don José Tomés Roves, Comandante en Jefe del Ejército de Barlovento, ete Por la presente doy comisién al capitén José Rufino Torreal vva para que pueda reunir cuanta gente sea util para el servic y puesto a Ia cabeza de ellos pueda perseguir a todo traidor ¥ eastigario con el itimo suplicio; en la inteligencia que sélo tun ereo (sic) se le dard para que encomiende su alma al Crea dor, previendo que los intereses que se recojan de estos trai- ddores serdn repartidas entre los soldados que defiendan Ta justa Tea Tat Bese yet pore uo ne pode oe cere Baa aerate a ra mat Spetollht Gobet wenoire ee, nee aa ¥y santa causa, y el mérito a que cada indivduo se haga acree- or seré recomendado al sefior Comandante General de 1a Pro- vinela, ¥ pido y encargo a los comandantes de las tropas del Rey le aurilien en todo lo que sea necesario Cuartel General del Guayabal, noviembre, 1° de 1812. Jost Touls Bovis." La destruccidn sistemética de la raza blanca y Ia reparticin de sus propiedades Hlegaron a asustar a los mismos realists espafioles. El Dr. J. M. Oropesa, asesor de la Intendencia de Venezuela, decia en carta del 18 de junio de 1814 a don Dioni- sio Franco, otro realista, lo siguiente: “Et riesgo que corre. ‘mos e8 inminente, Sélo la consideracién de que defendemos una fausa en que se interesa la relgién, el rey y nuestra propia tranguilidad y quietud pudiera darnos valor para ver de cerea, sin huic, un riesgo y un peligro que nos va a traer una escena més inhumana y trégiea que la que suftimos, Esti ya al-pre- sentarse a cara descubierta, pues esté en ejecuciin con embozo. Los blancos somes el objeto", Este miedo de log blancos realistas por el peligro de la rebe- lién conducirta, en TBs primeros meses de 184, a un cierto en- tendimiento entre patrotas y espatoles de Puerto Cabello para luna suspensién de armas, arreglo éste que empecd a efectuarse por medio de los ingleses y que no legs a nada por heberse logrado tos triunfos de San Mateo, Bocachiea y Caraboto ‘Cuando recomenzé la ofensiva de Boves derrotando a los pa- ‘iotas en La Puerta, ya era muy tarde para logear un arreglo entre ambos contendientes, ademés de todo que los espatioles “decentes” de Puerto Cabello no representaban ya nada ante ‘un Boves vietorioso de Bolivar y Marit * Pot esta razén es comprensibie que en el aio de 1815 el Rey de Espatia decidieca enviar a Venezuela, en los momentos en ‘que fodo el pais estaba en las manos de los “realistas” de Bo- ves y Morales, una expediciin “pacficadora” al mando de don Pabio Morilo, expedicién ésta que estaba reservada a dominar 8 los independientes de Argentina que triuafaban por todas partes. Pero Ia politica espatiola, en vista de los sucesos de 1814, ‘comprendié que era mejor pacificar a los ‘trealistas” de Vene- zuela que combatir a los patriotas del Plata, al menos como peligro social, B propio viario de fos ejérctos de Boves, escarmentado por Tos desmanes de su jefe, egeribia al Rey de Espafia un memo~ tial, donde exponta el peligeo que representaban los negros en Venezuela, memorial éste que escribis, como es entendido, poco después de la muerte del eaudillo lanero; en él decta para eontener sus designios (los de los pardos y negros) pa- rece preciso que, a més de permanccer all{ cuatro o cinco mil hombres de tropa espafola, se supriman las milicias de pardos, regros y blancos, recogiéndose todas las armas” +, ‘Aén Ios espatcles més furibundos desearon_{ntimamente, fesando ef triunfo de Boves, Ja vuelta de sus enemigos, a los fuales preferlan antes que a esa espantosa vorégine que les rmenazabe a todos. El eélebre realista Montalvo, en earta diri- ida al secretario de [a Guerra en Espafa, esribla espantado : aunque se tuvieran las razones ms fundadas para no des- confiar de don José Tomds Boves, zqué necesidad habla de Gar lugar a que se pusiese a prueba la fidelidad de éste ni de ringin otro, dejdndole 0 tolerando que legase a un estado de poder del que prudentemente se debié temer que abusarla? Esta reflexign tiene més fuerza si se considera que Boves no tiene obligaciones por su nacimiento, que es insubordinado por cardeter, como lo indiea su atrevida desobediencia a su iame- iato jefe el General Cajigal;; que no tiene conocimiento ni tingin género de instruceidn, como lo prueba su dnimo bérba- ‘ramente cruel, manifestado ea el modo como se ha comportado 2 Ia cabeza de los zambos y negros, y de un pufado de hom- ‘bres blancos sia pudor, tan ignorantes como él; parcciendo més bandidos que soldados, bien que de soldados nada edo que causs la rebetin popular, que los mis: sos patriatas respiaron cuando supieron la legada de Moritlo. ‘y sus once mil soldados espafiles. Restrepo, quien escribié su historia oyendo a Bolivar, Urdaneta y a los principales hom- bres de la época, dice, refiréndose a esa treble situacién, ‘sus Ihabitantes (los de Venezusla) habrian continuado viviendo so- bre wn voledn pronto a hacer una terrible explosin si el arribo ‘de una expedicién de tropas espafiolas no hubiera asegurado la tranquilidad publica contra el desenfreno militar y las maqui- naciones de casta”*, La legada de Morillo, lejos de haber sido una calamidad para Venezuela, fue més bien un beneficio. La Independencia se apresuré, Colnctronse de nuevo frente a frente dos®enemi os, dos paises, dos nacionalidades, La rebelion se disolis Aesputs de Uriea falta de gula y de fines. Entonces la patria © apropié de las banderas insurrecionales y democrdticas de Boves para hacer In guerra contra Espafa y logear de esta manera. su libertad Ey interesante saber, dentro del estudio dela situacién social después de la muerte de Boves, que ambas partes contendientes ‘cambiaron completamente de divisas, En 1814, los soldados de Boves usaban una pluma negra y banderas negras como dis tintivo. En 1817, el ejército de Péez usaba bandera negra, gual que en Tos tiempos de la insurreceién ; en cambio, los hombres de Morillo usaban la bandera blanca, Fue muy signi ficativo este cambio de colores en nuestra guerra social La figura d= Boves fue para los patrotas y en general para los blancos fo que Atila para los europeos del medioero, Eea ‘el “azote de Dios”. A los hombres que encontraba que perténe- cieran a ta raza odiada les asesinaba sin férmula de juicio y sin ningiin pretexto, Alas mujeres y a los ninos, cuando no corrian la misma suerte, los enviaba a la isla de Arichuna para que se ‘murieran de hambre, En Ia ciudad de Calabozo maté a ochenta Y siete que pudo encontrar, pues el resto habia huido, y dejé lana fista con otros treinta y dos, En el pueblo de Santa’ Rosa acabé sisteméticamente con todos log blancos sin exceptuar uno. En la villa de Aragua, después de saqueada la ciutad, los lancos tretaron de refugiarse en la Iglesia, Allf fueron masa- cradas de cuatrocientas a quinientas personas. En Barcelona pperecieron mil. “A conseeuencia de este sistema han desapare- ‘ido tos Blancos; en Cumand sélo han quedado cinco u ocho del pals +, La rebeliin popular venezolana no fue un juego, ni mucho ‘menos. La Historia patria ha pasado por su lado sin detenerse fi estudiar Ia. grandiosa carnicerfa de 1814, y sin analizar ebidamente el por qué de esas matanzas’espantosas, En Venezuela se derramé més sangre en aquel afio que en toda Ja revolucidn francesa. Ningin pueblo ha conocido una lucha de clase de esa magnitud, y sélo nos resta preguntarmos de qué clase de madera serfan nuestros herbicos fibertadores para Ihuber logrado resistir esa vordgine de sangre y haberla dete- ido, at propio tiempo que estaban divides y mantenfan una 101 lucha a muerte con Espafia, no contando para esto con ine gin recurso sino con la volunfad de hierro de aquel hombre pido y flaco, de ojos visionarios, que hasta ayer no mis habia sido un delicado “‘petimetre” y que apartando todas las comodidades de su rango habla empufado la lanza dejada por Boves en el Cempo de Urica para ie a conducir al pueblo Yenezolano en busea de su libertad, La Historia de la Huma- ridad que conoce tantos y tantos hechos extraordinarios, aun- cc ha visto un ejemplo semejante BIRLIOGRAFIA DEL. CAPITULO CUARTO 1. douy Viewers Gonakies, Buprfie de Jose Pele Ribae, Ea, 2, Laur 'Bamoes ne Cartas Boves oe! Leén de Lov Liens. Be "Yautimis ban ‘Ceartomo democrdtico. Empre wa’ Gagor Garacan, 1010, Phe, Tae y 138 4 rnty Op ets pees 168 y 107. & Kis Benne pr Goreme, Op. et, Bue” 100, te Bier, Op. Sty Dag TO Mie fenetutia, hnprenta de Hl. Pourpier. Paria, 1841. Pas A Mumorlas det generat O'Leery, traducldae del inglés por eu Mie Sinon 8 o'cear, por orden et, Goblerno de” Vere ant glance, prone ontr."Carain Te, lg, 600 9, Future Lanmatieaty Vida de Bollea Tmpr. BO. Jeni New 10, Joas'Bhtweiice Tnaaoia, Memorias sobre tan revoluciones de "Penemueia Bart. Cormier. Part 606. Pe” 162 11, Decoumarflgumen, Huseire de’ Bottur. ap. Levasseur. Pa: 2, soot Peancece Himios, 07, ot pag, 162 38, AVatnioeeo.Mowrato,’ Jove Tomés Hover, Balt. La. Esters ‘cufeas,‘T00,.Pan, 25 14, a Vatoriio Mowt80, Op. lt, pis. TR Angrrmee Ravan, LevendartGrcar' ae’ Veneructa. Dmprenta BE" Pata” lace, ae, aun fins, HE trimers ero. 3a. ges Vigurte Gonelte, Op. ety Fn F Cute vender Mate dear, Bat, Ame 18 Cowrancto Paoweot Leyenda. etérias: José Tomde Bove "Fomsda del isre de Manvel Calle Op. et, bax” 105 3 Viguwre Lecuva, Crono rasthada’ de iar gueras ae Bote ‘Eres oie coin wer nc, New Yor i. e208 21. Yarsrigso Mownifo, Op, ty pis. 8. 2E Jour Lusonss, Historia dz Bover' «Bolen de la. Academia “ae la_Hiutoras, m7, pag. B14 25, Jord Paaneeco Haniorn’ Ope pg. 182 outs Leawons, Op. ot, ply. 574 ‘Toute Leanozas, Op. tt, pag. 578 ‘Jone Praveroco Henson” Op et pf. 182. otuiy Lemwoess, Op, cl pigs St Cini’ Wawene, Gfomorier ee um’ oftcal de la Legion Brt antes, Traduccign de Tale ‘de ‘Terdn. Halt América, BBO. Manel Fae Gt ele Ge bette reeange yee tnd mea ee dea a tics ar ee epee ale mmo TIL, pig. 82. : ' ena Rt on, ty nie 7 eae a, Seance ie a er Seat ch tM Mae gonen tephra Mars" WS tan Reads ae hi a Be se hticg pis, to. me Bes Raat to BP ue eat on Sout: Bitte Banco’ y"Rewin’ Azréned, "Documentos para. ta lt le ph ia ett Pb fee dttth tue tate ttl ain Rt ok a ‘eee elon pl Cin tine a 23 oun Seams fete Gp | tt ed a bal Raa rmnon one CE fe Siete opine la ios ieee foes oe Se Be apis Want a ‘abancs do Barinan” Balen centenario ih 2" iuatan Pg defn SASH Bers PEST Ee aan tamu Op to LA DEMOCRACIA EN ACCION CARACAS TIEMBLA Para la primera quincena de septiembre, una ver separado de Cajigal, Boves hace la guerra por su cuenta, En La Corona ¥en Cachipo obtiene triunfos significativos, en este ultimo lugar derroté a los generales venezolanos, Antonio Freytes, José Tadeo y José Gregorio Monagas, Continus su marcha hacia Calaboro y a fines del miamo mes, el dia 23, en la ‘oseuridad de la madrugada se trabé en combate con los pa- ttiotas at mando de Montilla y Cabrera, en la quebrada de Santa Catalina, La lucha fue a lanzazos y al amanecet Ia vie~ toria era de Boves, Cabrera y los otros oficiales que cayeron fen manos de os hombres del asturiano fueron fusiledos in- ‘mediatamente. El camino de Calabozo estaba abierto ‘Pero informado Bolivar de esta espantosa matanza destacé 8 Vieente Campo Elfas con 1.000 infantes y 1.800 hombres de caballeria, los cuales encontraron a Boves el 4 de octubre de 1813 en Ta sabana de Mosquiteros. Boves quedé comple- tamente derrotado y Campo Elias, extralimiténdose en sus facultades y violando el decreto de guerra a, muerte, asssind ‘2 todos los venezolanos que enconiré en el campo de batalla. Boves en su hulda habla llegado a Guayabal, en pleno corazéa de Los Llanos. ‘La noticia de las crueldades del espaol Campo Elias se 107 fesparcieron por toto Et Llano, restindole popularidad al mo- vimiento patriota y sumdndole hombres a Boves. Al poco tiem po éste ya contaba con un formidable ejérito, Para interesar sus hombres en la victoria lanza su eflebre bando que ya ‘conocemos y sus escuadrones se repletan de espantosos lanceros ¥ vallentes esclavos. A propio tiempo que Boves organiasba su gente en el Gua- yabal, el Coronel Yanez, el edlebre Nata de los llaneros, femprendia la reconguista del Apure, pero cuando quiso alargar fl campo de sus victorias se encontré con Bolivar en Araure 1y fue derrotado por completo, teniéndose entonces que de- volver a San Femando, mientras Cevallos eruzaba el Orinoco buscando refugio en Guayana *. Boves quedaba como el nico paladin de la causa realista, el mds activo y peligroso. Pero cuando piensa tomar Ia ofensiva constata que no tiene armas yy tiene que arrancar entonces todos los hierros de las ven- tanas del Guayabal para hacer lanzas adiestra su caballeia mientras dura el invierno en el médano de Cazora, alll les ‘ensefa Ios movimientos répidos, las marchas, los ataques, las ceargas, las retiradas; y viendo que su ejército aumentaba y fescaseaban ya los balaustres del pucblo idaé hacer lanzas de madera. En ese constante ejercicio aguarda el momento para Janzarse a la guerra, AI propio tiempo espera a su lugartenien- fe Morales, quien viene de Guayana con refuersos y pertrechos ¥y quinientos hombres de infanterla, Revnida toda su gente Boves comprobé que tenfa 1.800 lanceros y 50D infantes. Ech Ia pierna sobre ef caballo y empunando Ja lanza dio seal de partida Aldao, jefe espatiol al servicio de tos patriotas, quien es taba en Calabozo salié a impedirle ef paso pero fue comple. tamente derrotado en San Marcos, el 8 de diciembre de ese aio, Las tropas patritas fueron diezmadas y el propio Alda0 ‘murié en el combate, siendo cortada su cabeza por Boves y fexpuesta en la plazade Calabozo. EI tlunfo de los Haneros hhabia sido completo, En la propia ciudad ordené Ata que todos les blanéos fueran pasidos a cuchillo, Inmediatamente comenzé el reperto de Ia3.papeetas de propiedad que habia prometido en su bando del Guayabal *, Las casas de Calabazo ‘quedaron todas saqueadas con Ias puertas abertas de par en par, mientras fos Ianceros de Boves so limpiaban en las orillas et fo 1a sangre ennegrecida de sus brazos, Sombras terro- 108 iferas dominahen Los Llanos, La veedadera fucha iba a eo. Mientras tanto, en Caracas, en los primeros dlas de enero de 1814, un bando pegado en todas las esqcinas y publicado por la Gaceta, convoeaba a “todos los empleados piblicos y padres de familia” *, a una asamblea que tendria lugar en ‘temple de San Francisco. El templo, lleno hasta més no poder, oyé las palabras de Bolivar cuando peifa le dejasen renunciar In dictadura. Los oyentes se lo impidieron sabiendo ‘que no podia, en aquellos graves momentos, organizarse un Gobierno consttucional y que una mano fuerte y brillante como la de El Libertador era Ia nica salvacién de la patria. La situacién iba oscureciéndose mas y més. Todo quedaba en tnicblas. Bolivar més que nadie lo sabia. Después de la ‘asamblea de San Francisco escribe prescupado a Marifo, Lic bertador de Oriente, “"Boves, con In adhesién que Jos pue- blot del bajo llano profesan la tiranla, con la funesta de- rrota del Coronel Aldao, ha podido aumentar sus tropas hasta tres 0 cuatro mil hombres, Este es hoy da un enemigo terrible obligandonos a dividir las fuerzas a Ja multitud de facciones ‘que estén esparcidas en Io interior de Ia provincia” y agrega mds adelante: “Los comisionados que conducen éstas expon ELae or rparats cate Sara Sees ber mia oases eenrrae Sere Sree Gre char i ee HES aCi ey a figure are haa ee fcr ee Sehns shah acy teats tas BES AS Se by tear ee ciate Sete, Boe eee Saas ay ee ceaie tea at Se fe gieacten, Sei ile ee ‘orig ev ene lngular es tntrepiag indviauo, como al cuvira Sage aes | ee eee Ee 109 én ademas a la vor de nuestro estado verdadero, que reclama tan urgentemente auilios poderosos”* Pero Caracas no sabe ada, duerme tranguila. La Gaceta ‘poco habla de Boves, nadie menciona la rebelién de Los Lla- res. Pero los personajes que rodean al Libertador saben bien {que éste ha dejado a Calabozo y se mueve hacia el centro. Bolivar parte para Puerto Cabdlio a ver st puale conqulstar fl formidable bastiin espanol antes que se asome Boves a los Valles de Aragua, y ordena a Campo Elfas que coloque su ejército en La Puerta, con ef fin de tapar la entrada de Los Llanos. Este se situé en Villa de Cura para observar los movimientos del caudillo Uanero. El primero de febrero es- tribe Bolivar al Congreso de Nuewa Granada presentando la labor que ha realizado y los peligros que teme “las continvas sublevaciones det Liano, el partido que allf tiene Boves, me hicieron pensar que et golpe que debla descargarse sobre los desorganizadores ha de ser extraordinario, ha de asegurar para siempre un pals que nos alimenta y que sia una pronta pacificacion serd perdido ireparablemente. En consecuencia s0- Ticité Ios suxilios del Oriente y el General Marino, a la eabeza de tres mil hombres marcha sobre Calaboro, debiendo reunirse lantes con tna poderosa division al mando de Campo Elias" *. Bolivar se equivocaba, Marifio estaba de coreerfas por Los Lianos, cerea del Orinoco y Boves, ya por el momento de ‘escribir &1 esta carta, se encontraba a la cabeza de sus bom- bres marchando contra Villa de Cura, La situacién era muy grave, ‘Campo Elfas tenia 1.500 infantes y 300 jinetes. Boves ve ‘fa con 2,000 lanceros excelentes ¥ 1.000 soldados de infan- terfa, El encuentro fue en el desfiladero de La Puerta, el 3 de febrero, El General José Trinidad Moran que asistla al en- ‘cuentro en calidad de oficial cuenta en sus “*Memorias que Campo Ellas al ver al enemigo empeas a retiarse hasta el sitio. menos cémodo para Iuchar, situado “en una llanura fon una quebrada a In espalda que sélo tenia un paso por lun desfiladero en el centro *. EI enemigo dio una carga con ‘gran parte de si caballeia @ nuestra derecha la que fue re- cchazaéa con alguna pérdida, Nuestro Comandante General ee ReTS SEER ate” nos tape “l areo canine Sortie ae La" Puerta. Wwe lA 110 mandé entonces al medio batallén det 5.* de Ia derecha, for. ‘mando batalla, a persequirlos ; marchamos como cinco cua as tras la caballeria enemiga hasta que se nos mands hacer alto y regresar a la linea, siendo este movimiento el principio de la derrota, pues cargé la eaballeria enemiga, envolviendo Ia derecha y' luego todas las alas. Esta pérdida fue debida 4 la impericia de nuestro General, pero tampoco debieron Ip victoria Jos espafioles a las combinaciones de su jefe, mas creo que a su valor, pues se batlan con resolucién 'y Boves a su cabeza", La derrota fue total y Campo Ellas y un ‘grupo de sus jinetes silo pudieron saivarse por ‘a celeridad de sus cabalios” ‘ampo Elfas en su hulda pensé pararse en Villa de Cura, su cuartel general, “pero cuando legué a ella me hallé sie tun alma” siguiendo camino hacia Maracay en busca de Bo- ear a la que enconteé en I misma saledad ". Sabiendo El Lic Dertador fo que hablale sucedido a los patriotas en La Puerta, scribe a Marino para que marche a atacar a Boves por la ‘espalda, “la derrota de nuestras tropas ha sido completa, y las circunstancias de la provincia de Caracas, invadida por varias partes, no nos dejan hacer uso de ninguna fuerza para oponer- thos al enemigo, que puede sin difiultad adelantarse y espar- cirse por los alles de Aragua, Concebiré ya V. E. que el tnico partido que nos queda a todos es el que V. E. tome para ‘ortar ef vuelo al enemigo, y yo me atrevo a confiar en el mejor suceso si V. E. marcha aceleradamente con todas sus tropas sobre la espalda de Boves, mientras tanto, que haciendo todos Jos esfuerzss del caso levantams en ef momento un sie que pueda acomeele de frente, que estar forma en EI General Morén habla visto a Boves cargar en La Puerta 4 Ia cabeza de sus lanceros, y este acto de gran valor iba ‘costae al Leén de Los Llanos una herida que debla hacerle guardar cama en Villa de Cura, Esto retards un poco Ia cofensiva, nombrando entonces a su segundo Morales para ‘que siguiera el avance por los valles araguefios hasta La Vie- toria y Caracas. Al propio tiempo ordenaba a Rosete, uno de sus Tugartenientes, que atacara por el Tuy para encerrar «4 Caracas entre dos grandes tenazas Caracas temblaba. Los habitantes de In ciudad comentaban fen vor baja los ultimos sucesos, encerrados en lo més recén- ito de sus casas, Todos esperaban que de un momento a atro desembacara Boves por el camino de Antimano sembrando Ja muerte y espanto al paso de su caballo, Que viene el coco" Aectan las madres a sus hijos traviewos, Pero Caracas con- taba con dos hombres extraordinarios, Ribas y Arismendi. El primero, cubierto de gloria al lado de Bolivar en la campata fdmirable, era considerado por los agentes de Inglaterra como “uno de los mas erucles y feroces caractores que existen” *. Arismendi no le quedaba a ta zaga a Ribas, algin tiempo des- ‘puss deberia ser el terror de Morillo en fa isla da Margarita, ‘Avismendi, eomo Gobernador militar que era de Caracas, fordené la ley marcial con una rigides digoa de Ia época del terror de Francia, Probibia que nadie saliera de sus casas, “después de las nueve de Ia noche no debe encontrarse en lag calles persona alguna, a excepcién de las patrulla realidad tenia razén, algunos farolillos con una mezquina luz ‘amarillenta era todo el alumbrado de Ia ciudad, y Ia oscuridad de la noche permitia muchas coses que no se podlan hacer ‘2 la luz del dla. Impidié que los temerosos sacaran caudales de Ia capital para que no s¢ ereara un panico econémico, en caso que el sitio te prolongara. Que las casas debian encender fut lices, come en Jos dias de fiesta, para contrbuir a Ia Sluminacién, Que todo ciudadano que hubiese escondido algin fexpafiol o islefo To entregara en el término de tres horas ™, pues Bolivar habia dado la orden a Arismendi que pasase por las armas a lot espaficles y canarios presos en La Guaira, ya {Que se rumoreaba con insistencia que habla un complot de esos hombres para repetir en 1814 lo que habla sucedido dos afios fantes en Puerto Cabello, Finalmente, Arismendi completé su ‘extrzordinaria organizacién lamando a las armas a todo hom- bre entre doce y sesenta afos. EE complot de los presos isleios y espatiles era, como todas 15 conspiraciones que ha habido en Venezuela, un secreto ‘comentado por las comadres y los chismosos. Poudenx, que ‘ain estaba para esa época en Caracas, escribe “se descubrié ‘que los espafole prisioneros en La Gusira estaban de acuerdo ‘con muchos habltantes de los alrededores, Algunas cartas fueron tomadas y con ellas se conocieron sus proyectos sedicio- sor" 18, Arlomendi dio la orden de matarlo. wea SAME RTBBL! POM renee El 13 de febrero, Leandro Palacios, Comandante de La Guaira, eseribia lo siguiente: N. 116.—En cbedecimiento a orden expresa del excelen- tisimo seior General Libertador para que sean decapita- dos todos los presos espatioles y eanarios reclusos en las bbovedas de este puerto, se ha comenzado la elecuciin pa ‘sindose por las armas esta noche ciento de ellos, Y lo ‘comunico a V. S. pars su inteligencia Dios, ete. La Gusira, 13 de febrero de 1814 Leandro Palacios, Comandante de La Guaira, N, 199.—Ayer tarde fueron decapitados ciento cineuenta hhombres, de'los espafcles y eanarios encerrados en Ins ‘bovedas de este puerto, y entre hoy y mattana lo serd el resto de ellos. Lo partcipo a V. S. para su inteigencia, Dios, ets. La Guaira, 1d de febreco de 1814, : Leandro Palacios, Comandante de La Guaira N, 123.—Ayer tarde fueron desapitados doseentos eu renta y siete espafoles y canatios, y solo quedan en eb hospital veintiin enfermos, y en las bévedas ciento ocho criollos. Lo participa a V, S, para ss intligenca, Dios, ete. La Gualra, 15 de febrero de 1814, Leandro Palacios, Comandante de La Guaira, ‘Bl trabajo tocaba a su fin. Era la ultima noche de tare Palacios, a la luz incierta de una vela de esperma, ha debido omar la pluma como un mercader macabro, para escribir a Arismendi los detalles del final de la remesa, N, 126.—Hoy se han decapitado los espatcles y cana- rigs que estaban por enfermos en el hospital, sitimo res to de los comprendidos en Ia orden de S. E. Lo participa 4 V. S. para su intligencia Dios, etc. La Guaira, 16 de febrero de 1814 Leandro Palacios, Comandante de La Guaira ™ En mil doscientos se calculan Jos muertos de aquellos dias. En ese escenario de callejones y cardonales fa debido ser im presionante Ia sangre de aquellos hombres, carciendo a borbo- tones por los empedrados desde la fortaleza al mar azul, Un realista emigrado escribia, “horroriza oft el modo con que han ‘matado en La Guaira serecientos euarenta y tres espafiles: los Uevaron a San Carlos a pie, los acompafaban como dostientos asesinos, los metian en el Casill, fueron sacando de cuatro en ‘cuatro, les daban uno o dos machetares, ya en la cara, ya en la 113 cabeza, ya en el cuelio, y en medio de los ayes y gritos que aban los infelices, los ezhaban a la hoguera que tenfan pre- prada, Mérmol, que fue el primero, grité en medio de las la- mas: jQue esto se haga entre cristianos! Habfa en el hospi- tal 63 enfermos moribundes, 1s sacaron al muelle y los mataron fa lanzazos", El comerciante Robinson da interesantes detalles {que afirman y completan lo anterior, “no mas de 20 a 25 expa- oles pudieron escapar a la masacre general, y esos que lo hicie- ron contindan levando una existencia precaria y temerosa; ef {ue esto escribe, con muchos otros extranjeros, ha sido testigo ‘cular de esta earnicerta de més de ochocientas wetimas en La Guaira, Bllos fueron sacados de la fortaleza por pares encade- rnados hasta una pequefia distancia de las puertas de la ciudad, J alll fueron asesinados inmediatamente, después de lo cual sus {Euerpos fueron cubiertos con brazas y palos secos hasta reducir- Tos a cenizas, Muchos habian muerto por sofecacién con ante- rioridad a estos acontecimientos ; dos dias antes de las eje ceuciones vimos sacar diariamente de la fortaleza como 40 6 50 ‘cuerpo En realidad, El Libertador habla tratado de canjear estos desgeaciados espafcles por los prisioneros patriotas encerra ‘dos en Puerto Cabello, Pero hab(a fracasado en sus proposicio- ‘nes, Los realistas siempre se mostraron intransigentes de tra- far con “insubordinados”. Si la situacién no hubiese sido tan ‘grave, este espantoso acontecimiento nunca habrla sucedido. Algin tiempo antes de la derrota de La Puerta, Bolivar bia tratado de duleficar Ia guerra a muerte, recurriendo para festo a todos lor procedimientos, ain habia enviado al Arzobispo Coll y Prat para que fuese al campamento de Boves a tratar con él y a repartr una pastoral entre estos hombres invitindoles f volver a sus trabajos y a a0 matar mas hermanos. El arzobispo fue pradente y envi6 delante de é! a unos capuchinos con Ia peligrossima pastoral. Boves redujo a prisién a los misioneros, fenvidndolos més tarde a Guayana como reos de Estado. Coll y 7 gong emingy Reg owt ru, emido sete Bar ge ek Sibi, Corte ak MES esate ro ha anit a ued Sake torste deb "Board "Bomingo™ Bar eluant ae, psiorales fda Sear al ol cet autre it ‘Pucblon de eae territorio, ioe, ete. Francisco de, in. Hot. “ettatia Genta reno ‘Gonseal ao fs Nucl. Carecas 4 — rat sgsé Valeo donde ego encn on de la ciudad por Cevallos ™ “ — a Sine a de Aragua seriando et espanto poe tton puch y aero En Turmers fore Las pris ae cer hen la cht cmon td er ce Sen‘ ean Srwaban por ler pin doa esns sontet ta 2 dando lanzadas a todo el que encontraban en elas, Un tection cata eas Braiden: selene ms Brae Un caro def’ una joneneta de net os aoe quslé muri a ora del cain de Guere, donde mc eta ‘in cam ten las sed dona Sos a |. ‘Gert rr te nau ase age i's hee fins cond pon por Va ea Joon online do eager a ae estantes, todo lo quemaron, y sélo encont ses too guemaron, 6 un cadéver colgodo a EL PULPERO DE TAGUAY Rosete, a diferencia de Bollvar, Marito, Ribas y Urdaneta, pertenecia como la mayor parte’ de los oficiales de la insu- recciéa popular a Ix base de la pirémide social, Era un pobre ppulpero del pucblecito de Taguay, cerca de Camatagua, que S50 pasabe todo el dia deteds de su mostrador vendiendo quesos Ianeros, papelones, manteca de cachino, chicharrones y vino de Espana. Alli estaba en contacto constante con esclavos de Jas haciendas cercanas, con Hlaneros y gente del pueblo, Ast comenzé una especie de eauiilae discrete Es cealmente curioso observar ofmo en nuestras pequelias poblaciones del interior ef pulpero juega un papel social de ta misma importancia que el cura y el jefe civil, Representa un puesto intermediario entre la ley y In religiin, que te da un prestigio mucho ms ‘ntimo, mas chudadano. Es compadre de foros, so mezcla en las fiestas y borracheras de los vecinos, y 10 que cs més importante, casi todo el pucblo le debe siempre ‘algo. De agul que én los motines de caserio haya salido con freevencia el pulpero delante de todos, cambiando el mostrador por Ia diligencia pottica En 1812, “el primer asesino de Calaboro", como llamaba Baralt a EusebioAntonanzas, le confirié el mando dél pueblo de Camatagua. Desde entonces, abandonande el mostrador, a7 Rosete deba convertrse, por obra y gracia de la revolucién, en caudillo y conductor de tropas * ‘Espantados debfan de estar los pactfcos habitantes de Ca- smatagua de ver al nuevo gobernador, con modales que causa- ban horror, siempre con la palabrota’en la boca y desnudo de J cintura arriba, mostrando una panza llena de pelos, pode- rosa y cerrera. Su figura rada y popular era el slmbolo del ‘movimiento democrdticn, su esencia més pura. ‘Al poco tiempo recibié orden de Boves de marchar contra Jog valles del Tuy a combatir a los patriotas y a insurreceionar fos negros, Rosete era el hombre para esa empresa. Se le Vio salir de Camatagua al mando de una turba desenfvenad: i, adelante en su caballo, con una figura apocaliptica“rechon- cho, de una blancura susia, corondbale una calva innoble, dos ojos desiguales y saltados acechaban desde sus sienes, Yy artojaba de los abismor de su pestilente boca amenazas y blasfemine” #, pero gracias a In rovolucién aiveladora de Bo- ves ya no era més el pobre pulpero vendedor de manteca, sino cl Comandante Rosete, Gobernador de Camatagua y jefe de los cjfrcitos del Rey en los valles de! Tuy. EL 1 de febrero, fecha escrta en sangre y espanto, less 2 Ocumare, “Suponcos una tuba desenfrenada de hombres ddesalmados, sin religién, sin familia, sin patria; devorada por los instintos del pillaje, del asesinato, de la Iujutia, de la ven anza, de Ia rapita ; armados del putal y dela tea, al mando dle un jefe que les concede amplia licencia para satisfacer todos los apetitos imaginables. Suponeos esta turba famélica en pose- iin de un pueblo indefenso, rendido, que lama piedad y eleva sus preces al Dios de las misercordias, al verse entregado a sco y a la muerte” #, Nada ni nadie puede detenerlos. La ma- tanza comienea desde las dtimas talanqueras y tapias del po- lado hasta la plaza principal y Ja iglesia. A ios que asesinan Jes cortan las narices y las orejas, a los hombres las partes sexuales y a las mujeres los pochos. Sobre las puertas ¥ vene tanas fos clavan como trofeos. El pueblo toma ese dia un color rojo, todo es sangre, manos pintadas en las paredes, charcos de sangre entre el empadrado, testieulos manando sangre hasta foscurecer las maderas, codgulos, cadaveres, muecas rigidas, rmuertas’ desnudas y violadas, Los muebles de las casas reven- tados por todas partes. Y sobre todo fue en la gente principal onde se cebaron las furias de la rebelién. “Sobre 300 caddveres 4B de aquelias primeras personas de representacién y adhesion a nuestra libertad, escribe el eura de Ocumare el 3 de febrero, ccubren las calles, fosos y montes de su inmediacién, El clamor de las viudas y de los huéefanos es tan general como irreme- diable, pues todo el pucblo fue robado y saqueado hasta no dejar cosa dl, necesaria al descanso, conservacién y comodidad de la vida... Pero no es todo tan slo lo que asombra y hocro- ‘aa : el santuario de Dios vivo fue violado con el mayor excdn- alo e impiedad. La sangre de tres vctimas inocentes acogidas 4 su inmunidad sagrada riegan todo el pavimento ; José Ignacio Machillanda, en el coro ; José Antonio Rolo, en medio de la rave principal, y Juan Dfaz, en el altar mayor. Sus puertas, todas cerradas con cuatro sacerdtes, que unidos a todo el sexo dirighan sus votos al Altisimo, fueron descerrajas con hachas ¥ entrando en , hicieron otro tanto con las areas que guar- ddaban lag vestiduras sagradas, Yo, entretanto, montando a ‘eballo, con los dleos en Ja mano, ecurrla ala salud espirtual; ¥ puesto a la cabeza de las tropas, presdla su suerte y rogaba ‘al Sefor por la defensa de mi pueblo; asf porque el jefe mi- litar me lo ordené, como porque siendo los defensores de la plaza mayor parte de mis tienas evejas, no podia verlas con Indiferencia y cobardia en peligro evidente. Fue herido el eae ballo con dos balas distintas, y cayendo en tierra y viendo perdida la lid, tomé el monte, donde me oculté once dias, hhasta que entraron otra ver nuestros tropas” =, Después del saqueo de aquel pucblecito, s6lo se velan los caballos de los conquistadores por encima de lot cadéveres, Un peridiico patriots escribia algin tempo desputs, recordando 1a espantosa matanza: “Rosete sacrifcaba atrozmente los ddesgraciados hijos de Ocumare ; unos, horrblemente mutila- dos, sin diferencia de sexo ni edad, y otros, asesinados en el templo y aun sobre el ara misma del altar, atropellados el Cura ¥ los Sacerdotes, saqueado y profanado el santuario, trescientos ‘eadéveres de los vecinos principales esparcidos en las calles Y sus cercanias, clavadas en las puertas y ventanas las partes Sexualee de los muertos, todo el pequetio Iugar robado y pillado completamente” 2, Caracas, sabiendo lo que habla pasado, so apresuré a enviar al eélebre Arismendi, quien al llegar al combate no se vio con fuerzas suficientes para emprender la batalla, devolvigndose a la capital, donde Hegé con la noticia de lot trunfos de Rosete, 9 Inmediatamente se empers a organizar 1a defensa de la ciudad, fen espera de que éste avanzase, Y, en efecto, iba avanzando lentamente, En Charallave no enconteS un alma, pues todos sus habitantes, conociendo las erueldades de Ocumare, no qui- ‘ieron correr el riesgo de esperarle. Al propio tiempo iba dando Ia Bibertad a Jos eslavos e insurzecciondndolos por todas partes. Publieg un bando para que so presentasen los mayordomos de las haciendas vecjnas con sus esclavos, alos que iba entregando ‘armas _y municiones, De esta manera fueron sublevados los fesclavos de las haciendas de Avistiguieta, de Monasterios, de Vegas, de Herrero, e:c., ete. La “Gaceta de Caracas” pedia fespantada que se comunicaran tales horrores a fas Antillas ine flesas, para que éstas prestasen ayuda y pudieran detener Ia fespantosa matanza, invocando para allo et peligro que consti- tla para esas posesiones el ejemplo de Tos esclavos insubordie rnados ¥, Rosets, entretanto, habla legado a las cercantas de ‘San Francisco de Yare, en cl etmino de Caracas 320 nm LA LUCHA Boves habia logeado repetir el plan de campatia de Monte- verde. Mientras avanzaba Rosele por el Tuy, Morales lo hacta por los valles de Aragua hacia La Vietoria. El propésito era hhacer rendir a Caracas por temor a verse entre dos fuegos y con as comunicaciones con el interior de la Repablica cortadas por completo, Caracas, entretanto, estaba presta a la Tucha suprema, Ribas, con una voluntad espartana, reunié todos los alumnos del Seminario y estudiantes de la Universidad, corviendo con ellos f La Vietoria para hacerle frente a Morales y los suyos, quie- res ya se crefan seguros del triunfo. El 12 de febrero, a las ‘ocho de la mafiana, se encontraron las dos fuerzas enemigas, urando el combate hasta Ia caida de Ia tarde. La lucha fue ‘a muerte, no cesando un instante of fuego de las dos partes. Morales dispon{a de 4.000 hombres mal armados; Ribas; de 1.800 jévenes inexpertos. Ain en Ia tarde el combate estaba Indeciso, pero Ribas era un hombre a toda prueba, “ime decid ‘4 que perecieran primera todas las tropas que estaban a mi mando que chandonar la Plaza”. Hacia las cuatro, uno de los viglas vio que por las espaldas realistas, en el camino de San Mateo, se levantaba una polvareda como la producida por una caballerfa, Era Campo Ellas, que venfa con sus pa- twlotas, La batalla se habla decidido, Morales huyé por lor 1a montes hasta Villa de Cura a comunicayle a Boves la noticia de gu derrota, En el campo de batalla de La Victoria quedaben tendidos ese dia de febrero la flor de la juventud caraqueta ‘entre ellos habla también oficiales de alta graduacién, como ‘Ribas Dévila, Piosa, Ron, ete., casi todos merideios. Caracas ‘quedaba, al menos por esa parte, libre de inmediato peligro *. José Félix Ribas, sabiendo que el Libertador levantaba el sitio de Puerto Cabello y venfa a establecer su Cuartel General fen San Mateo, decidié salir a los valles del Tuy a pelear con Rosete. Le encontrs el 20 de febrero en Charallave, derrotén- dole fécilmente después’ de una hora de batalla, El pulpero de Taguay dejé en su apresuramiento toda su correspondencia con los jefes realists, yall se supo que entre los planes de teste feroz espaol estaba cl de marcar con ierro caliente tuna P en la frente de los patrotas. Ribas dejé en Ocumare tuna pequefa guarnicién y mand6 el resto a San Mateo, En Sin Mateo, las pocas noticias que se tenfan eran que habla gean movimiento en Villa de Cura y que de un momento 22 otro iba a recomenzar Ia batalla, pero esta vez al mando de ‘Boves, que estaba repuesto de su herida, El dia 25, Ala levants ‘su campamento, dirigiéndose por los valles de Aragua contra ‘San Mateo. El 27 por la tarde legs el patriota Villapol a este Sltime sitio, diciendo que Boves le segula sus pasos. Bolivar dio inmediatamente érdenes de prepararse para ia defensa. En efecto, al-poco rato después de haber entrada Villapol a San Mateo se vela que Boves legaba a su ver, ocupando el camino de Turmero y lor cerros vecinos, La batalla tba a comenzar. La posicién patriota era més ventajosa que la realists, pues ‘estos uiltimos tenfan en su contra que 1a caballeria, el arma principal de Boves, era impotente en esos encerrados valles, rodeados de montabas y atravesados por un rfo. Pero no pot ‘eso Ja batalla que se iba a empefar iba a dejar de ser Ia més ‘randiosa de a historia de América, Bolivar tenfa unos tres mil soldados; Boves Hlevaba la ventaja del nimero, tenfa cerca de 7.500 soldados, dos veces y media el adimero de los patrotas. ‘Ambos bandos estaban mal armados. Y si el mimero era desfa- vorable a los patriotas, en cambio, como ya lo hemos arriba sefalado, las posiciones en el cero y la ciudad eran una ventaja para fusilar a los Haneros, que atacaban a pie y sin eus cabae Nos, armados 1a mayor parte de lanzas y picas ™. ‘Aquella lucha debla durar un mee, El propio Bolein del we Ejércto Libertador la iba a calificar como ta “accién més ida que jamas ha habido en Venezuela” 3*. Al siguiente dia 28, el enemigo se puso en movimiento, organizdndose asl: la eaballeria contra el flanco derecho patriota, y Ia infanterfa por los lados derecho, centro e isquierdo, Las tropas de Bolivar fstaban situadas en una linea paralela al rfo, al lado del camino de La Victoria. El cerro Tes protegia las espalias. El ala de- fecha, comandada por Villapol y Campo Elias, estaba situada fen un caserio en Ia altura del Calvario. El Libertador, comane dando el centro, estaba en Cantarranas, a la salida del pueblo, yen el camino de La Victoria, Este habla hecho preparar ‘una gran trchera para impedir el paso de los realistas, colo- eando unos cafones al mando de Lino de Clemente. Et ala {aquierda quedaba en Ja casa de Hacienda, propiedad de los Bolivar, al mando del Teniente Gorgoea y del joven granadino Ricaurte, Alf estaba todo el parque y el polvorin, Desde el primer dla el combate debla ser sangriento. Boves fen persona lanai contra el Calvario el ataque de su cabalaria, Ja cual se precpité lanza en ristre, con una formidable griter ¥y dando vivas a su jefe. Campo Elfas les recibié a pie firme ‘con descargas cerradas de fusilerfa que hicieron estragos entre los realisas. AI mismo tiempo que Boves atacaba sl Calvario, Morales lo hacfa en Cantarranas, pero el Libertador no cedié tun palmo del terreno, manteniendo a raya a Morales con un fuego bien. putrid ‘Ya para fl mediodta, después de siete horas de fuego inin- terrumpid, se erela que iba a sucederse algin receso, Pero la lucha recrudeclé, Boves, sin tomar alientos, daba carga tras carga contva el ya tambaleante sitio del Calvari. EI Libertador tuvo que enviar refuerzos desde Ia casa de Hacienda, pucs se tema que sus heroicos defensores no resistrfan més, Pero Boves, haciendo tn supremo esfuerzo,logré apoderarse de unas casas situadas en el propio Calvario, que servian de trinchera contra los patrotas, Bollvar envié entonces una bateria para destruir el peligroso punto de apoyo enemigo. Pero, a pesar de los eafionazos, no puderon ser desalojados, recibiendo mas bien los patriotas una lluvia de balas que les eausS muchas bajas. {Los dos jefes, Campo Ellas y Villapl, quedaron muertos. Et Calvario parecla ya definitivamente perdido evando ef hijo de Viltapol, que estaba herido en ef hospital, supo To que sucedta, presenténdose en ef lugar y reeogiendo la espada de su padre ‘muerto, tomé el mando de aquellos hombres y, después de varias cargas heroicas, logré desalojar a Boves de las casas ‘que tenfa, yéndose éste con’ un tio en una pieena, Al propio tiempo, el Libertador dirgia una carga decisiva rechazando a Morales, quien, ya caida la noche, se retiré a sus posiciones fen los ceros de enfrente En-ese primer dia de batalla las péedidas de ambos bandos hnabian sido numerosas. Las calles y las cuestas de San Mateo quedaban Hlenas de muertos y heridos. Los hosptales estaban repletos. Los patriotas tuvieron 213 fuera de combate, entre 4stos a los jefes Villapol y Campo Ellas, Los realstas tenfan muchos ms, dada su situacién de atacantes al descubierto 2 ®, ‘Aquelia misma noche, en el oscuro eamino de Villa de Cura, por el Pao de Zarate, unos hombres llevaban a Boves acostado subse unas angarillas, con In pierna tinta de sangre. Morales quedS, mientras duraba la ausencia de Boves, como jefe absotuto del campo realista. Los dias 1, 2 y 3 de marzo se pasaron sin ninguna novedad de importancia, excepcién hhecha de un cierto tiroteo de ambas partes y algunas bruscas salidas de fos pateiotas para impedir que los relistas tomaran ‘agua del rfo Aragua. El dia 2, por ejemplo, ecuparon tos home bres de Bolivar unas posiciones ventajosas, que luego abando- nnaron, para provocar a los realisas al ataque, pero éstos no se movieron. Indudablemente na querlan tomar ninguna faiciativa sin estar preseate el verdadero jefe, esprit y cuerpo de aquel ejército. La ausencia de Boves se notaba en la poca activided yy entusiasmo de fos laneros, quienes pasaron todos esos dias fen medio de wna completa spatis, El dia 4, a excepcin de ciertas provocaciones que reptieron los patriotas, no hubo nada de particular, EI 5 y el 6 pasaron de Ia misma manera, troteos, falmas, intentonas de combate, retiradas. Fue solamente ese fia que les patriotas, notando Ia inacostumbrada fljedad de sus enemigos, preguntaron aun prisionero y supieron la ver- dad. En ef botetin de ese dia decfan: “Boves fue herido gra vvemente en un muslo el dia 28, haeléndose conducir en la cra HE SERIES BS, cone vane, aves einer 3p abba entado a cu derecha sobre tin caja’ ds pertrecnoe’ ale foto agua marge aNtura partonde"amoe Soa" gala pire Gea SZRIe ot gle Rora“ek que sabia ot" eatlrnled Pon 6 termina" gloriden eatrera el ofror est ELIS Brasco, Bos uti Naaties devia GBevofacitn Senteolaees Be Bans Saas His"omo ag. 36h a a ord misma hora a Ja Villa de Cura, donde se halla incurable” * 'AI menos, si no estaba incurable, los pateotas iban @ hacer to posible porque 10 estuviers, Bolivar, hombre préctco antes que todo, se daba perfecta cuenta de que ef peligro de ta Repablica residia principaimente en Boves. Prueba de esto eran fos dias que ya habian pasado los realistas sumidos en una triste quietud, sin ning apetito para Ja lucha. Desaparceiendo ‘Boves; se eliminaba el nico obstdeulo verdaderamente poderoso para la Independencia de Venezuela, De agul que Bolivar de- idiese hacer por af mismo lo que el tiro no habla podido lograr, “por to que llegé a formar el proyecto atrevido de apoderarse de Boves en 1a Villa de Cura,-donde, segin te Ihabian dicho, estaba acompanado de muy pocos. Para ello ‘puso los ojor en un oficial lamado Manuel Sedefo, valeroxo fen sumo grado y obediente, al cual confié veinte hombres es cogidas y el encargo, arduo por cierto, de sorprender al antigue pirata entre los suyos *, La expedicién fracasb porque Jos hombres se desbandarot ‘a mited del camino de Villa de Cura que conducia por el Pao de Zérate, pretextando que los cabellos estaban “‘despeados”. Pero lo cierto es que ya sablan que Boves estaba prevenido cesperdndolos, Este habla logrado averiguar que uno de los suyos habia escrito a Bolivar déndole detalles sobre el lugar donde © hallaba y del nimero de hombres que le euidaban. Por eso, fen una carta que dirige el 15 de marzo a los patriotas, dice: ““Venid a mf, of ofrezco Ja seguridad de Vuestras Vidas y Ia protecciin de’ mis armas, déndoos por prueba de mi generosa Indulgencia la que he useda con los que de vosotros se han pasado a este Exército, y aun con el que tomé la plume par ‘usar a Bolloar que yo estaba postrado de mis heridas en la Villa de Cura con aslo el resguardo de Lanzas. Ya me Hevard alld exe guapo de Zedeno, destinedo a sorprenderme con el price fico de Salcedo” * *, EL 9 de marzo Hegaba ta noticia al Libertador de que Rosete ‘al mando de una nueva insurrecciéa, habia ocupado Ocumare, ‘ala cual habia saqueado *, matando a la mayor parte de los es ann rt de Sp tnt. exite ona, pors de rad shee tute oe Sn dee eae matt IRR arin aS tony tees gon ra Re SREY nLite Re Ne Sear en cm Hees ha toss git pe po ga ia aries ue Peat 15 bain ue akin plo share epi vr Ea i torunee Sue pa sti saa via 2 ub Se Tee Tins tron Son Mato conn i hc de sla any pu ng, isd nan ie dane B1'2)opn ln pate quem‘ cano van SS) si mnie ys Boras Teens ‘hebn tBu qe yu de hee oa n't Eset em a pr aes “ia ata de mone i gr fc te ne Conn, pana po Re Hs Bua a gue cantor gato gue Balter apn a irra fuego not tn eta" Pon ean ‘mmo Baller stems Rew etn ons po Sele ttn atic to 0 tear a 2Rant See nicl fase ects ‘oy hoe cand, omnes jc eae 0 gun et sn opener ss Fass te ven 2M etre ao gee a Penn pny esa tee = hea se Sry nc out tein afer Ets per cl, die porn gus de Pps be cae Fogyal gra Se Con ee tape aa ee Sele acts Metro a ala Tomy cpr ie tna El Nae Bla SEES Upp hey my fous te sto, su tenes on™ ea Rar te wie nn ea BART Ge erie caries mac rte Sree er das ait Mizar re 9 feforer » tetoae' bolas So par ek Sceny mcd! De ean foe mamentat et eau ee ane ae Hetangnte perineal erica de Vere SM aipeoar de gut Ghie Muy pocas audas para delar de cree 126 Los realistas continuaron descendiendo del cerro hasta que llegaron al trapiche, situado ya en el valle, a la orilla del ea- imino. De allt decideron atacar Ia trinchera de Bolivar por de- trds, cargando @ Cantarranas; pero, a pesar de que hicieron todo lo posible para sacar al Libertador de sus pesiciones, éste Jos rechaz6, haciéndoles montar a la casa de la Hacienda. Pero hasta ald los persiguié Bolivar en persona, quien, desputs de tres Furiosos ataques, Ja recuperé. Eran ya las cineo de la tarde cuando los realstas, cruzando el cero, voluian a sus posiciones. El combate ese dia habia durado nueve horas sia ningu terupcin * [AL propio tiempo, sabla Bolivar que Marifo venta por Los Llanos al mando de un gran ejérito para atacar a Boves por la expalda, Moatila lo habla visto cuando con el eBlebre Ribas habla derrotado @ Rosete en Ocumare. Por esta razén no quiso Bol(var dejar sus posiciones para tomar una ofensiva contra oves, para no exponerte ast a un posible descalabro ‘Boves, por st parte, ya no tenla précticamente municiones, sélo le quedaban cinco cartuchos por soldado. El dla 30, sa biendo también que Marino venfa por San Juan de los Morros, levanté el sitio y se fue a Villa de Cura ‘Al supo que Mario segufa vla La Puerta, y se le adelant6 fentonces, encontrando al Libertador Oriental en un sitio deno- ‘minado Bocachica, un poco més acd de La Puerta, El combate Garé desde las nueve de 1a mafana a las cuatro de Ia tarde, siendo particularmente recio %, Boves, siempre a Ia cabeza de ‘sus lanceros, atacaba sin descanso, pero “por ms esfuerzos-de valor que hizo Boves —declara Morales, ya restablecido, mis tropas, la absoluta falta de municiones nos obligé a ro. Dlegarnos sobre la ciudad de Nueva Valencia, que a fa sazén [tacaban las tropas venidas de Coro y Apure” ™. Marifo no se atrevié a perseguir a fos realstas, pues su ejérelto carecla de ‘buenos eaballos, y Ia mayor parte venlan montados en mula. ‘Conociendo El Libertador por sus avanzadas que Boves habia sido derrotado, envié varios destacamentos en su perseeucién, logrando molestar Ia retaguardia realista en varias oportunida- B'de inaras Gat ano Hi en a ba Gitporiel solr Ug Pane or atau Diora, de Buceromanas. Bale ‘ie Slendort "Panta ib. “Bhg. Si. : m des, resatandomititd de fais patriots que Hevaba como ‘hones, ars den extntono metre Boves, en su amine por cl ado sir del Lago, win Gui, tegé a Valencia, renldndose con lay topes de Cajigel y Cet valloe que etabanatciando Ia heroica ciudad de Cables Enoncer topo Bover que Caligal ra el Captén General do Veneria’ Comnios lor jeter celts su sitaon 9 es ej toda bu tops, marchénve en mga para Las Lingo a prepacar oto ero. Cage y Cova, sabiendo que Bolvar tenia ya cera, levantarn a so, diigindore 8 San Carl Au ae deron cuenta de que Ia mayor parte de fos hombres que les dejara Boves haan serio, pues sap no estab ds pueson& hacer Ia ura son files entrain a low ete Pando talos a Los Llanos a engotr las fas de Bove. Marte ue venla a hacer frente a exes generals, fue derotado el Aran, teniendoentonts Bolvar que acu en aulio de Ma tio, y entre Tor dow derotar aloe expats en la primera Batata de Caraboo, ‘A pesar do que In stuacién parela ms ventajosa para os patriots, no ern del todo a, La gente sala que Bove pepe, faba un gran ject para dar el ataque deco al cnt fcabar con Ia Repablicn "La Gateta de Caracas’ de aqulos alas comentaba espana "Doves ha lvantat toda leas vid de Los Llanos. Boves osha hecho nitare, eon pre tendida brad low ba hecho comeer los actos tls trcee 7 tos asesinator ms ies, Deaie Calboro asta las extrem desde Apuce,y denies confines de Darelone hasta Cala bozo, ha subvetido toa lar endavtales que formaban a mayor parte den eft, No hay una sa hacienda de gene do cayon exlavon no ayan sido foeaio a miltar ene ee tito do ene band, Mae de sen hacendaos pdidn dar cot alos, arados en forms, de los exlavos que les han sible vado Boves y Rosete” #0, ns Te actividad de Boves er asombrota. Este hombre de vlun- tad de hierroy ete cauio de recurso nagoaley ogra rune ajo la poder stracin desu laren exerminadora ts de 2 mal hombres, ste il aban, sne i lanzas que etn spuestas a scat al ive las enraaae mas prunes de ln Repubiea, sete mil caballo que so esperan la prnata det Jinete para apastar con sus catcos toa In superficie de aqua sovedad cea, ste mil tambos, neqror > maton que ope 1m ran a seal del contrabsndista para ir a degollar, a quemar, fa violar, a destruir todo lo destrule, y en medio de ese charco dde sangre echar inconscientemente las bases de una sociedad igualitaria. Tal era lo que labia logrado Alila en poco menos de dos meses después de haber sido derrotado. ‘La tranguilidad republicana es silo Fctcia. Alrededor de Ca- racas hay un silencio terrible. De soledad inacostumbrada, de miedo. No llegan casi noticias, pues lx mayor parte de los pue- bos estén en contra de los patriots y nadie quiere servir de fespia contra Boves. Lat escasas tropas de la Repdblica tienen (que i en grupos, pues estén expuestas a ser atseadas por fran o tiradores, "Los patriotas, en los puntos que ecupaban en el Occitente —escribe el General Urdaneta—, no podian contar ‘mas que con el terrtorio que pisaban materilmente sus tropas, teniendo contra sf todos los pueblos, en términos que hasta el forraje.debia hacerse como al frente del enemigo” *. ‘Los pardos, aun dentro del campo republicano, cometfan los és grandes excesos, secinaban en Ta oscuridad a los que eran palriotas, saboteaban las éedenes, destrulan los pertrechos. Mux thos rababan lo que podian encontrar, y luego se marchaban al lado de Boves, a engrosar Ias andrquicas filas de! movimiento popular. E14 de mayo escribe un patriota aun amigo, dicién- dole que “Fernando Noguera acaudilla 1a faccién de Morén ‘apoyado en Ia inmediata de Domingo Rengife de Urama. Este “ltimo penetré de noche en San Esteban y asesin6 a don Anto- hio Gémer. Ambos son pardos que han jurado matar a todos fos blaneos. Hifaria Blanco tiene otra faccidn en Aguirre. An- tonio Toro ha arrasado las posesiones de la Sierra y el Pao, y ddesde este punto ha marchado a reunirse a Boves. Las guerti- lias de los Naranjos, batidas varias voces por el eapitin Mateo Salesdo, han vuelto a renacer cada ver més amenazadoras, y lo mismo la de Guacara de José Ruiz, apoyadas todas en mul titud de partidas que andan robando y matando @ su antojo. Nuestras columnas pueden mantener expeditas las comunica- cones principales” *. Bolivar, desde Caracas, dice on ese mis- ‘mo mes de mayo de 1814, precursor de tantas destrucciones: “eeribles dias estamos atravesando; la sangre corre a torren- tes; han dessparecido los tres siglos de cultura, de iustracién ¥ de industria; por todas partes sparecen ruinas de la natura leza 0 de la guerra; parece que todos los males se han desen- cadenado sobre nuestros desgraciados pueblos”; y agrega més 19 adelante, quishs para enmendar un po: sus impresiones pesi- mistas por a exces mismo nos indica que van a cesar” El robo se hata tan on grande escala, que el mismo Mavi, ‘que esperaba tus trajes y uiforme, supo la noticia que se los Tabtan rebado en el caine do Valencia una para de insu: ‘Al propio tiempo, Bolivar se preparaba al ataque, creyendo pre-en una victoria segura, Pero si Bolivar era optimists, como sempre lo fue en todo momento y creuntanca, el pueblo de Caracas era pesimista, Una mortadad de aos se presents de pronto, ensombreciendo el espirey ya decaido de fos earae Quehies. Ditriamente morian tn minima de doce a trece aio. Un tesiigo vio enterrar tescientos en el Convento de San Fran- cio *. Los hombres escaseaban, Ribas, en su defensa de La Victoria, habia tenido que echarle mano a tos mismos este diantes, acabando asi con los ikimos restos de una posible defensa de Caracas, Al mismo tiempo, ls vveres no eran abun dantes, pues fos valles del Tuy y Los Llanos no manaban nin- ‘una clate de provisions. En armas, la pobre era total, Car ballerfa, no tenfan De infanceria, alo se pola sacar a came pata un pelotin indiseiplinado de rectutas, que en et fondo ‘staan con los enemigos y no quelan nada con la Patria, Por tales motivos, a ls patratas no les quedaba otro recureo que cxponerse a una batalla de vide'o muerte, defintva, para que Ja situacién se aclarara de una ver por todas. Yvesa batalla necesara fue La Puerta. ‘Ya Mar estaba vglando la garganta qué a Lat Llanos, ‘cuando el martes 14 de junio de 1814 Bolivar puso en mar. cha a reunirce, pues ya conocla que Boves habla dejado a San Juan de los Mortos y'marchaba hacia el centro. Un médioo ‘que dejé La Vitoria exe fa vio cuando Bolivar venfa bajando de Caracas por Boquerén, optimistay confando siempre en el triunfo, “todo era regecjo ¥ animaciin en aquella péyade ; El beriador animéndolo too, examinando y sahudando a los ene fermos que me acompadaban” +, ‘A a siguiente, midreoles 18, se debian reir los dos liber. tadores, comenzando casi de inmediato esa espantosa batalla, fatal para la segunda Repsblica, De Ia batalla en si, se sabe poco a clencia cierta *. Sélo conocemor que Marifo y Bolivar Las stetas eilevo, uns verlon. muy carigea que segin be Reais antes 18"Bohala' a Ea Boca” wow" SER GUS ASR 190 ‘reyeron triunfar como lo habian hecho en San Mateo, ati ‘cherdndose en cerros y fusilando desde alli la caballeria ene. rmiga, Pero este excelente plan, el dnico indicado para la cam- pati, no dio resultado. Boves trafa, ademds de su numeroto tjército montada, a varios batallones de infants, pues ya escal= dado con In derrota pasada, no querla que La Puerta fuese para 41 un segundo San Mateo. De agul, pues, que ta batalla no se '@ realizar como lo esperaban lor patrotas. Ya era un grave contratiempo, La infanteria relista emperé el ataque, quedén- dso escondida 1a caballera en las depresiones del terreno, = perando un momenta oportuno para salir y derratar al enemig. En una de las cargas infructuotas de ios soldados de Boves, pues todas iban siendo rechazadas, Bollvar decidié que salieran tus hombres a contraatacar. Ese era el momento esperado por Boyes. Una vez que éste ve que Bolivar despacha su caballerfa para perseguir a los soldados realistas, da Ia sefal a sus eseua- rones de lanceros, escondidos, y éstos salen a toda carrer lanza en ristre, contra la escudlida caballera enemiga. Estos, ‘cuando ven venir esa formidable oleada, se vuelven en desban- ‘ada, provocando el pénico en la filas patrotas, Los batallones de infanteria realista atacaban también al propio tiempo los ‘erros donde estaban lat baterias, La matanza fue espantosa. Bollvar ge salvé con unos diez compaferos gracias a la ligereza de sus caballos, dejando todo su equipaje y sus secretaries, los cuales fueron asesinados. Marifio tuvo que huir solo y en un Biss, Sars, GS"Aa pstSs, FAN" cra arts ed Soe Sofia wae etiam pence ie “Rep dca aes ove SEL pete ae Srrisb ees ‘tangre. humana, ven @'Ullar mano amano conmigo, Sch cece Siete aiaie Ye it i Peagetee CenRiten 'y eparase’ wn phe He Pat ‘ni pated J.D. 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