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pT NT me re oa = MARIA BENEDICTA DAIBER HEYNE PERSONAJES BIBLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO Za re G ~~ Za lee) Sa (88 Sun R> lt ‘Cuadro de portada: El sacrificio de Isaac de Jacob Jordaens (Pinacoteca de Brera, Milén) © EDIBESA Madre de Dios, 35 bis - 28016 Madrid Tel.: 91 345 19 92. - Fax: 91 350 50 99 hip: “Avww.edibesa.com E-mail: edibesa@planalfa.es. ISBN: 84-8407-444-7 Depésito legal: M-18.925-2004 Impreso en Espaiia por: A. J. F. Impresores Fuenlabrada - Madrid INDICE Presentacion . Preambulos La escritura, por cuanto es palabra de Dios . Interpretaci6n d ela escritura..... Algunas nociones b4sicas acerca del Pentateuco PERSONAJES BIBLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO Adan y Eva Cain y Abel Noé . Abrahai odelo de fe Lot, una mala eleccién . Historia de una familia . Jacob, el heredero de la promesa Un santo del antiguo testamento: José . Moisés, libertador del pueblo de Dios .. Hacia la liberacion. La salida de Egipto En el Sinai Durante la travesfa del desierto Josué: conquista de la tierra prometida Algunos episodios del libro de los jueces Jueces II. Una mujer modelo: Rut Los educadores de Samuel... Un fracasado en Ia vida: Sati... Una amistad segtin Dios: David y Jonatan Un rey segiin el corazén de Dios: David. Un rey segtin el corazén de Dio: Un rey segin el corazén de Dios: David. III Un rey segtin el coraz6n de Dios: David. TV El rey sabio: Salomén .... La divisién del reino.. Un rey impio y un gran profeta: Acab y Elias Reformadores religiosos. El cautiverio: I Asa. Il Josafat I Jods. TV Ezequias V Elcontraste VI Josias ..... La vuelta del cautiverio. Esdras y Nehemfas . Tobias 1 .. Tobias II Judit y Ester .. Miartires y cobardes Un alma magnanima: Judas Macabeo .. La autora...... PROLOGO EI Concilio Vaticano II dio el impulso definitivo a los trabajos y estudios que se venfan realizando desde hacia afios en el seno de la Iglesia para profundizar en la Palabra de Dios, revelacién de Dios al hombre. En este sentido el Vaticano II planteé y promovié la centralidad de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia, o lo que es lo mismo en la vida de todos los cristianos. La Constitucién Dogmatica sobre la Divina Revelacién «Dei Verbum», aprobada el 18 de Noviembre de 1965, establece los principios basicos por los que la fe debe fundarse en Ia revelacién a partir de la Sagrada Escritura aunque sin olvidar evidentemente la Tradicién y el Magisterio de la Iglesia. Asf es, recibimos la re- velacién en la Tradicién de la Iglesia y se puede decir por eso que no hay Escritura sin Iglesia, asf como no hay Iglesia sin Palabra de Dios. Ella, la Iglesia, es quien nos la ofrece como uno de sus teso- Tos més preciados. Desde entonces se ha avanzado mucho en el camino del cono- cimiento, difusién y profundizacién de la Sagrada Escritura, aun- que debemos reconocer que no todavia en los términos y plantea- mientos que presentan los documentos del Vaticano II. En este proceso de centrar la propia vida y la de las comunida- des eclesiales en Ja Palabra de Dios, pienso que hay que conside- rar el trabajo de estudio y de docencia Ilevado a cabo durante afios por Maria Benedicta Daiber, trabajo con el que por otra parte se adelanté ella en mucho a los planteamientos oficiales de la Iglesia. Con una pedagogia sencilla aunque practica y eficaz desempefié durante afios la tarea de dar a conocer y ayudar a profundizar en la Palabra de Dios a multitud de laicos, religiosos y algunos sacerdo- tes que se acercaban a sus cursos con el impulso interior de la Ia- mada de] Espiritu a conocerle mejor, a vivir asf también como mejores cristianos hijos de Dios. Prdcticamente a partir de su conversién y bautismo en la Igle- sia Catdlica, en el afio 1923, o muy poco después, y hasta su muer- te, en el afio 1987, Maria Benedicta se dedicé al apostolado bibli- co, en el que se pueden resaltar algunas caracteristicas. Una esté dicha ya, la pedagogia sencilla. Otras, no menos importantes, son la seriedad en el tratamiento de los textos, el sentido de Iglesia que significa la conviccién de estar leyendo y estudiando la Biblia en elamor y en Ja tradicién de Ja Iglesia, y el espiritu de oracién, porque como también queda dicho, no ofrecia sus cursos para satisfacer el puro afan de conocimiento intelectual sino para vivir esa Palabra de Dios en la situacién concreta de cada uno. Un espiritu de ora- cién que supone acercarse a la Palabra de Dios con reverencia y respeto, para recibir la luz y la vida de Dios mismo, para crecer continuamente en el amor y conocimiento de Aquel que es la Pala- bra de Dios hecha carne: «Dios que en los tiempos pasados, muy fragmentaria y variadamente habia hablado a los padres por me- dio de los profetas, al fin de estos dias nos hablé en la persona del Hijo» (Hebreos 1, 1). Este era el estilo de Maria Benedicta: presencia de Dios, méto- do sencillo, claridad, precisién, implicacién. En la practica el mé- todo se concretaba en que se hacia leer el texto por alguno de los asistentes, normalmente unos versiculos, y después ella afiadia su comentario, técnico unas veces, espiritual siempre, practico, ilumi- nador. Asi, también en este libro de Personajes Biblicos del Antiguo Testamento, se recogen los comentarios de Marfa Benedicta Daiber acerca de personajes de la Biblia, instrumentos de la revelacion de Dios a su Pueblo, y con cuyos comentarios, como ella misma dice: «procuramos sacar las profundas ensefianzas para nuestra vida cris- tiana, ensefianzas que trascienden las caracteristicas de una época particular y son por Jo mismo de una actualidad perenne». El texto, empezando por Addn y Eva y hasta Judas Macabeo, recoge toda una serie de los més significativos personajes del An- tiguo Testamento, con sus circunstancias histéricas y sus consecuen- cias y repercusiones sobre todo para la vida prdctica y espiritual del pueblo de Israel y del nuevo pueblo de Dios que es la Iglesia. 10 Asistf durante varios afios a aquellos cursos siendo yo joven es- tudiante en la Universidad, y deseo acercarme de nuevo ahora y que sus lectores puedan acercarse también a este trabajo de Maria Benedicta, con aquel mismo espiritu de amor a la Palabra del Dios Vivo que ella tenfa y nos trasmitia, para la edificacién de la Iglesia Santa de Dios. SALVADOR CrisTau COLL PRESENTACION PERSONAJES B{BLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO es el fruto de muchos afios de estudio y trabajo de M* Benedicta Daiber en la catequesis de adultos y jévenes con la Palabra de Dios, tanto en Espajia como en Sudamérica. La Asociacién de Amigos de M* Benedicta ha creido conveniente publicar este trabajo con- vencida de que se trata de un excelente material para la catequesis, sobre todo de adultos, y para quien quiera profundizar personal- mente en el mensaje divino que contiene esta parte de la Biblia. En sus lecciones, M* Benedicta usaba tres grupos de temarios: 1) Eltema biblico, que incluye lo que ella Ilamaba «EL CREDO», y que es el estudio de las verdades de nuestra fe a base de la Biblia, que publicé con el titulo: «MANUAL DE ESTUDIOS BIBLICOS CATOLICOS>», cuya segunda edicién esta agotada. 2) Comenta- rio de un libro de la Biblia versiculo por versiculo, y 3) PERSO- NAJES BIBLICOS. De éstos, los mas elaborados son los del An- *tiguo Testamento. En todos estos temas M* Benedicta busca ante todo el mensaje de Dios para nuestra vida concreta. Las cuestio- nes cientificas le interesan sélo en cuanto pueden aportar algtin dato que ayude a captar mejor dicho mensaje. Maria Benedicta habia preparado, incluso con prélogo, El co- mentario de «PERSONAJES BIBLICOS DELANTIGUOTESTA- MENTO» a partir de Abraham. Posteriormente afiadié numerosas anotaciones marginales, que en su mayorfa hemos incluido en el texto o en notas al pie de pagina. Pero la Asociacién de Amigos de M* Benedicta ha considerado oportuno afiadir también los princi- pales personajes de los primeros capitulos del Génesis, desarrollan- do los esquemas breves que ella usaba. Maria Benedicta, en su prélogo dice: «Presentamos esta serie de Personajes Biblicos del Antiguo Tes- 13 tamento desde un punto de vista ante todo espiritual, para fomen- tar la vida cristiana. Partimos de la afirmacién de S. Pablo en Ro- manos 15, 4: “Jodo cuanto anteriormente fue escrito, fue escrito para nuestra ensefianza, a fin de que por la paciencia y la conso- lacion de las Escrituras mantengamos la esperanza”. Y En II Timoteo 3, 16-17 leemos: “oda Escritura divinamente inspirada es itil para ensefar, argiiir, corregir, instruir en la justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto e instruido para toda obra buena”. Desde este punto de vista no juzgamos necesario, ni de prove- cho espiritual, analizar las diversas fuentes (E., J., P.) ni otras cues- tiones cientificas y de critica textual que no sean imprescindibles para captar el mensaje que el tiltimo redactor, inspirado por Dios, nos transmite. Nuestro andlisis de los Personajes Biblicos se basa en esta tiltima redacci6n, tal y como aparece en la Biblia, y procu- ramos sacar de este andlisis las profundas ensefianzas para nuestra vida cristiana, ensefianzas que trascienden las caracteristicas de una €poca particular y son por lo mismo de una actualidad perenne. Naturalmente, al analizar un Personaje Biblico desde un punto de vista determinado, que es el de la ensefianza que encierra, no nos hemos detenido en todos los episodios y aspectos, sin omitir ninguno. Las lecciones, en tal caso, habrian resultado excesivamen- te largas y pesadas. Pero al alumno le ser relativamente facil, con las orientaciones dadas, suplir las lagunas. Incontables veces hemos dado a nuestros alumnos! estas lec- ciones y hemos podido constatar el fruto que de ellas han sacado. Y como repetidas veces nos han pedido la publicacién de estas sen- cillas lecciones, confiando que éstas puedan ser de provecho tam- bién para otras personas descosas de vivir auténticamente la Pala- bra de Dios, accedemos hoy a estos deseos y rogamos al Sefior que bendiga nuestra labor. Maria B. DarBEeR» PERSONAJES B{BLICOS es, pues, ante todo un manual para la catequesis, no un libro de lectura. Por lo mismo, es imprescindi- ' Marfa Benedicta llama «alumnos» a las personas que asistfan a sus gru- pos biblicos, pues nunca daba charlas, sino lecciones biblicas. 14 ble acompaiiarse de la Biblia para leer cada una de las citas bibli- cas antes de] comentario correspondiente; de lo contrario se pier- de la visién de conjunto del personaje y se privan de la fuerza que tiene en si la Palabra de Dios (Hb 4,12). La técnica a seguir, tal como hacia M* Benedicta, es la siguien- te: cada uno de los miembros del grupo tendra su Biblia; el que dirige la catequesis cita el texto correspondiente, que buscan to- dos, y que, ya uno ya otro, lee en voz alta, y a continuacion hace el comentario correspondiente. Es aconsejable que todos busquen el texto y que, durante el desarrollo del tema, exista la posibilidad de hacer preguntas, evitando, eso si, aquellas que dispersen la aten- ci6n del tema. El catequista debe procurar ante todo que se acoja la Biblia como Io que es, Palabra de Dios. Para ello conviene tener en cuenta los siguientes preaémbulos, que M* Benedicta tenia, también en for- ma esquematica, y hemos desarrollado. PREAMBULOS Toda la Biblia, también el Antiguo Testamento, ha sido escrita para nuestra ensefianza: Romanos 15, 4, pues toda ella es Pala- bra de Dios por cuanto Jos autores humanos de cada uno de los libros que constituyen la Sagrada Escritura, lo hicieron inspira- dos por Dios (II Timoteo 3, 16), de modo que «obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y solo lo que Dios queria» (Dei Verbum, 11). Toda la Sagrada Escritura es, pues, inspirada por Dios, pero no todo ha sido revelado. No confundir inspiracién y revelacién. La revelacion se da cuando el autor no puede conocer lo que dice por medio natural, asi por ejemplo, los evangelistas no necesitaron re- velacién para contar lo que ellos mismos habian visto u oido a Je- stis o pudieron averiguar preguntando a los testigos oculares (véa- se Lucas I, 1-4), en cambio si la necesité Isafas para saber que una virgen concebiria y pariria al Emmanuel (Is 7,14). Por lo mismo los libros de la Biblia tienen un doble autor: au- tor principal, Dios; autor secundario, los diferentes hagidgrafos de los que Dios se valié, los cuales se expresan en su cultura y men- talidad. LA ESCRITURA, POR CUANTO ES PALABRA DE DIOS a) No puede contener errores pues «como todo lo que afir- man los hagidgrafos lo afirma el Espiritu Santo, se sigue que los libros sagrados ensefian sélidamente, fielmente y sin error las verdades que Dios hizo consignar en dichos libros para salvacion nuestra» (Dei Verbum, 11). 17 b) Es titil, «para ensefiar, para corregir, para convencer, para educar en la justicia, para que el hombre de Dios sea per- fecto, enteramente instruido para toda obra buena» (II Timoteo 3, 16-17). La revelacién fue progresiva, es decir, Dios, como buen peda- gogo, no lo revelé todo de golpe, sino poco a poco, a medida que el hombre fue capaz de entender: «muchas veces y de muchas ma- neras, Dios hablé en otro tiempo a nuestros padres por medio de los profetas (Antiguo Testamento); viltimamente nos hablé por su Hijo» (Nuevo Testamento), (Hebreos 1, 1-2). Por lo mismo, para saber lo que Dios ha dicho respecto de un tema no es suficiente conocer un texto, sino que es necesario conocer el mayor némero posible de textos que hablen del mismo. INTERPRETACION DE LA ESCRITURA La Biblia, escrita en cultura tan distinta y en contextos histéri- cos tan variados, encierra para nosotros cierta dificultad a la hora de entender su mensaje, ya lo avisaba S. Pedro (II S. Pedro 3, 15- 16). Por ello, segtin el Concilio Vaticano II, «el intérprete de la Sa- grada Escritura indagard lo que el autor sagrado dice e intenta decir, segtin su tiempo y cultura, por medio de los géneros litera- rios propios de la época... Hay que tener muy en cuenta los modos de pensar, de expresarse, que usaban en tiempos del autor, y tam- bién las expresiones que entonces mds se solian emplear en las con- versaciones ordinarias» (Dei Verbum, 12), expresiones que mu- chas veces tienen un significado distinto del que le damos hoy dfa. Por ejemplo, las palabras: Justicia, justo se llama al santo, En Romanos |, 17, la justicia (san- tidad) de Dios se revela por la fe. Fe, creer no es la simple aceptaci6n intelectual de Dios y su mensaje, sino la adhesién sincera de nuestra vida (S. Juan 3, 16-18 y 36; ITimoteo 5, 8; Galatas 5, 6). El que cree en Cristo, se esfuer- za por vivir como vivié El (I Juan 2, 6). 18 Ira de Dios, se refiere al efecto doloroso que experimenta el pecador en contacto con la santidad infinita de Dios. (S. Juan 3, 36); «Esta sobre él la célera de Dios», quiere decir que esta en es- tado de condenacién; que puede cambiar si se convierte. ‘Verdad y mentira no se refiere sélo a las palabras, sino a la vida de acuerdo o no con Ja verdad (S. Juan 8, 44; Apocalipsis 22, 8). Decir que todo hombre es mentiroso, equivale a decir que es pecador (Salmo 115, 11; Romanos, 3, 4). Andar, caminar, se refiere a la conducta (Galatas 2, 14, I Juan 2, 6). Conocer, tiene siempre un matiz afectivo, sea referido al acto conyugal (Génesis 4, 1), sea al conocimiento de Dios que da el amor (S. Juan 16, 2-3). No es un simple conocimiento intelectual. Profeta, profecia, profeta es el que habla en nombre de Dios; profecfa es el mensaje que transmite e] profeta, que pocas veces se refiere a hechos futuros (Exodo 7,1; ILS. Pedro 1, 19-21), etc. Por otra parte, «la Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espiritu que fue escrita: por tanto, para descubrir el ver- dadero sentido del texto sagrado hay que tener muy en cuenta ademas, la Tradicién viva de la Iglesia y la analogia de la fe, (es decir, el conjunto de todas las verdades reveladas)... En todo caso, hay que tener en cuenta que la interpretacion de la Escritura que- da sometida al juicio definitivo de la Iglesia, que recibid de Dios elencargo y el oficio de conservar e interpretar la Palabra de Dios» (Dei Verbum, 12). Fueron los Apéstoles y sus sucesores, quienes recibieron la misi6n de llevar el Evangelio a todo el mundo hasta el final de los tiempos (S. Mateo 28, 19-20). Jestis mismo afirma que quien no les crea no se puede salvar (S. Marcos 16, 15-16). Para que no puedan equivocarse les prometié su especialisima asis- tencia (S. Mateo 28,20) y la del Espiritu Santo (S. Juan 14, 26;16, 12-13 etc.) Tengamos también en cuenta que el texto inspirado es sola- mente el original, escrito en hebreo y griego. Las copias y traduc- ciones son equivalentemente inspiradas en cuanto reproducen fiel- mente el texto original. Al leer la Biblia hemos de preguntarnos siempre qué ensefian- za quiere darnos Dios, y recordemos que «a /a lectura de la Sa- grada Escritura debe acompanar la oracién para que se realice el 19 didlogo de Dios con el hombre, pues a Dios hablamos cuando ora- mos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras» (Dei Verbum, 25). Es preciso, pues, leerla con fe y nunca discutir con Dios. Siem- pre habra pasajes dificiles y oscuros (II S. Pedro 3, 15-16, ya cita- do), no sélo por los motivos humanos ya dichos, sino sobre todo porque es Dios, de inteligencia infinita, quien habla y por lo mis- mo tiene profundidades insondables (Romanos 11, 33). Pero por lo mismo, siempre encontraremos en ella cosas nuevas, incluso en textos muy conocidos. Guiados por la Iglesia, depositaria de la Palabra de Dios, y te- niendo en cuenta la analogia de la fe, podemos y debemos aden- trarnos en las riquezas que esta Palabra tiene para nuestra vida. A mayor fe y humildad de parte nuestra, mayor luz para captar la Palabra de Dios. ALGUNAS NOCIONES BASICAS ACERCA DEL PENTATEUCO La palabra griega PENTATEUCO significa etimolégicamente cinco estuches para conservar los libros. Se trata de los cinco li- bros que contienen la TORAH 0 LEY. El Pentateuco es un com- plejo hist6rico-legislativo en el cual cada uno de los libros repre- senta una etapa determinada: 1, GENESIS: es la preparacién del pueblo de Dios a través de la historia hasta los Patriarcas. 2. EXODO: narra la constitucién histérica del pueblo de Dios como naci6én. 3. LEVITICO: se trata de la legislacién detallada, sobre todo del culto divino. 4, NUMEROS: es el complemento histérico legislativo, sobre todo para la peregrinaci6n en el desierto hasta llegar a la tie- Ira prometida. 5. DEUTERONOMIO: ¢s la nueva promulgacién de la ley con la adaptaci6n necesaria a la vida sedentaria. 20 En ningtin momento hemos de olvidar que la Biblia es historia de la salvaci6n y no una historia profana, critica y cientifica en sentido moderno. Se nos narran hechos reales, pero desde un 4n- gulo especial, el de la historia de la salvacién, de la Providencia especial de Dios para con el pueblo elegido del cual ha de salir el Mesias. Se omiten por tanto muchos detalles que nos interesaria tal vez conocer y se insiste ante todo en el caracter sobrenatural de los acontecimientos. Para cada uno de los cinco libros del Pentateuco hay que admi- tir un ntcleo mosaico, sin que se pueda determinar exactamente hasta donde llega. Nétese que Cristo y los Apéstoles citan unas 25 veces el Pentateuco y las palabras citadas son atribuidas a Moisés. Comparese S. Lucas 24, 27-44 y S. Juan 5, 45-46. Los descubrimientos arqueolégicos de Mari, Ras Shamra, C6- digo de Hammurabi, leyes hititas, ambiente egipcio, leyes asirio- babilénicas, aportan conocimientos preciosos acerca de los pue- blos en contacto con Israel. MARI, ciudad a orillas del Eufrates en su curso superior, ha pro- porcionado unas 20.000 tabletas cuneiformes del archivo estatal del Ultimo rey Zimrilim, que perecié en la lucha contra el rey Ham- murabi de Babilonia. El reino de Mari da testimonio de una cultu- ra muy desarrollada, cultura en Jo esencial, sumerio-acddica. RAS SHAMRA (0 UGARIT), ciudad fenicia en la costa de Siria, ha proporcionado hallazgos arqueolégicos que nos ofrecen una imagen casi completa de un centro de civilizacién fenicia (y con ello indirectamente de un centro cananeo) de la época en que los israelitas se establecieron en Canaan. HAMMURABI, fue rey de Babilonia, de cronologfa algo in- cierta, probablemente del siglo XVIII a.C., de la primera dinastia babildnica amortea. Goberné 43 afios. Se conserva la mayor parte de su correspondencia. Se ocupé del arte, las ciencias, la religién, el bienestar general y la agricultura. Sobre todo es famoso por la codificacién del derecho vigente en aquel entonces. A menudo se le ha identificado con Amrafel, mencionado en Génesis 14 como rey de Sinar, pero tal identificacion no es segura. LA ESTELA DE HAMMURABI es un gran bloque de diorita de 2,25 metros de altura, que contiene en 39 columnas en escritura cuneiforme y en babildnico antiguo clasico, toda la legislacién 21 publica y privada vigente en Babilonia en aquel entonces. Esta en el museo del Louvre. Hammurabi esta representado en la parte superior, recibiendo el cddigo del dios Shamash (sol, juez del cie- lo). Hay muchos paralelismos con la ley mosaica; aunque las se- mejanzas no se deben a ninguna dependencia directa, sino a tradi- ciones semejantes de los pueblos de cultura semitica. Ciertamente habra que admitir en el Pentatéuco fuentes escri- tas y tradiciones orales anteriores a Moisés y modificaciones y adi- ciones posteriores, pero esto nada quita a la gran influencia de Moi- sés como autor y legislador. Las principales fuentes que suelen sefialarse son, la YAVISTA GJ), Hamada asf porque al hablar de Dios emplea preferentemente el nombre de Yahvé; la ELOHISTA (E), que emplea para Dios el nombre de Eloim, que es la mAs antigua, y el CODIGO SACER- DOTAL (P), que es muy posterior. Sin embargo, al querer atribuir los diversos pasajes a su fuente respectiva, surgen muy variadas hip6tesis. Por supuesto hubo un ultimo redactor inspirado que nos dejé los libros del Pentateuco en su forma actual, y es a través de esta su forma actual, como nos trae a nosotros el mensaje de Dios que hemos de entender y aprovechar. Enel GENESIS se distinguen claramente dos partes distintas: los capitulos I-11 forman la prehistoria (protohistoria) de la sal- vacion. Nos habla de la creacién y caida del hombre, la promesa del Redentor, la multiplicacién de los hombres y del mal, la elec- cidn de Noé como nuevo Adan y, entre sus descendientes, figura el fiel Abraham, padre del pueblo elegido, con el cual entramos de leno en la historia. Los capitulos 11, 26 hasta el final del 50, nos sittan ya en plena historia. Abraham sera el antepasado del Mesias y, a través de Isaac y Jacob con sus doce hijos, llegamos a la formacién del pueblo elegido para conservar e! monotefsmo y dar al mundo el Redentor. Para la composicién del Génesis, las fuentes se atribuyen a di- versas fechas (por supuesto, dichas fuentes se basan en documen- tos, fuentes y tradiciones anteriores). J: reino Sur, siglos X-IX a.C.; E: reino Norte, siglos IX-VIII a.C.; P: época del destierro, siglo VI a.C. Naturalmente se trata de hip6tesis y en cualquier momento pueden variar estas fechas. De momento y segun ellas, el Génesis no habria adquirido su forma actual hasta el siglo V a.C. 22 En cuanto al EXODO es ciertamente una narraci6n histérica, pero de historia religiosa. Su punto culminante es el Decalogo y la Alianza. Narra la salida de Egipto que segtin la mayoria de los exégetas tuvo lugar el siglo XIII a. C. En tal caso, el fara6n opre- sor es Ramsés II (1298-1232), el faraén del Exodo, que persiguid a Israel, es Menerptah (1232-1224) o tal vez Seti II (1210-1208). Documentos extrabiblicos dan tal certeza al relato biblico que no se puede dudar de su validez, aunque no se mencione expresamen- te a Moisés. «E] papiro Anastasi VI (siglo XIII a.C.) habla de be- duinos que desde el sur del mar Muerto bajaron a Egipto en una €poca de carestia y se les permitid establecerse en Wad Tumilat (Gossen). Consta que hubo extranjeros, llamados en egipcio he- breos, empleados en la construccién de la fortaleza del farasn Ramsés, “favorito del dios Hammon”, El culto a las divinidades egipcias era espléndido, segdn muestran los dibujos, los escritos y los objetos de las tumbas, que pueden verse en la actualidad. Todo cuanto Moisés dispone acerca del arca y de los utensilios sagrados pudo estar inspirado en el arte egipcio. Las plagas son fendmenos fundamentalmente especificos de la regién en que suceden... La sobrenaturalidad no consiste tanto en la cosa misma cuanto en el modo y la oportunidad.»? El LEVITICO supone la legislacidn teocratica y cultural del Exodo. Su contenido es predominantemente liturgico. La compo- sicién como libro con unidad literaria, no es anterior al destierro pero ciertamente existfan con anterioridad los diversos cédigos que se fueron acoplando, y las leyes del Levitico, en su nticleo central, ciertamente han de atribuirse a Moisés, sin que se pueda distinguir en cada caso lo que es de Moisés y lo que es posterior. NUMEROS es una compilacién de varias fuentes y el libro fue terminado por la tradicién sacerdotal (P). Es un conjunto de leyes dentro del marco de unos pocos hechos histéricos. Gran parte de estas leyes suponen una comunidad ya asentada de fijo en su tierra y son por tanto posteriores a Moisés, pero son una evolucién logi- ca del nucleo de leyes dadas por el mismo Moisés. La ultima re- 2 LA SAGRADA ESCRITURA, TEXTO Y COMENTARIO; ANTIGUO TESTAMENTO I, PENTATEUCO. Profesores de la Cia. de Jestis. B.A.C., pag. 297. 23 daccién de Numeros parece datar de los tiempos de la monarquia, incluso para algunos, seria posterior al destierro. El DEUTERONOMIO contiene hechos histéricos y leyes, pero su caracteristica fundamental es la exhortaci6n a la fidelidad a Yahvé. Quiere crear en cada miembro del pueblo de Dios la acti- tud recta para con Dios, de amor y sumisién a su voluntad. Sin duda el Deuteronomio se identifica con el libro de la Ley hallado en el templo en el afio 621 en tiempos de Josias (II Crénicas 34, 14-18). Los criticos fijan hoy dia comtnmente la composicién del Deuteronomio en el siglo VII a.C., pero la ley de la centralizacién del culto habria que datarla segtin muchos, en la época misma de Moisés como un preventivo contra los santuarios dispersos por aqui y por alla y dedicados a cultos idolatricos. En el desierto existia un solo santuario y era esto lo que habia que mantener. Todo el ni- cleo principal del Deuteronomio es mosaico, pero como los demas libros del Pentateuco, ha sufrido adaptaciones y adiciones poste- riores. 24 PERSONAJES BIBLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO ADANY EVA Hay que situar aAdan y Eva dentro del contexto del relato de la creaci6n del Génesis. Pero tengamos en cuenta que el Génesis, como toda la Biblia, no es un libro cientifico, sino religioso; lo que interesa al autor sagrado es la relacién del hombre con Dios. Ade- mas, segtin la Pontificia Comisién Biblica, los once primeros ca- pitulos del Génesis son un relato hist6rico-popular; es decir, na- tra hechos reales con un lenguaje popular, muchas veces alegérico y antropomérfico. Estos capitulos son la prehistoria de la salvacién Hay mitologias sumerio-acddicas y asirio-babilonias que guar- dan cierto parecido con el relato de la creacién del Génesis. Estas narraciones eran sin duda conocidas de todos; sin embargo, a dife- rencia de las mitologias paganas, en el Génesis se acentua: 1) El monotefsmo y latrascendencia de Dios. Hay un solo Dios bueno y trascendente. 2) Los seres creados no son divinidades, sino simples criatu- ras al servicio de Dios y del hombre. 3) Este Dios tinico es omnipotente y crea con sola su palabra. 4) El hombre, creado el ultimo, es el mas perfecto de los seres, ha de multiplicarse y dominar el universo, colaborando asi con Dios, del que depende totalmente. 5) El universo creado por Dios es bueno. 6) El mal fisico entra en el mundo después del mal moral, es decir, después del pecado. «Frente a estas ideas irreprochables del Génesis esta el politeis- mo (de las mitologias paganas), la eternidad del caos, dioses y dio- sas con pasiones y caprichos, que proceden arbitrariamente con el hombre, que luchan entre si y se matan etc. No se trata de cosas ni de estilos tan solo diferentes, sino de una teologia completamente 27 de otro orden; las mismas expresiones materiales (del Génesis) indican ideas de un mundo diferente y superior... El estudio com- parado de todos estos documentos ha servido para mejor conocer el pensamiento de los hagiégrafos, pues ha ayudado a distinguir entre la forma literaria 0 ropaje externo, tejido de “folklore” y de noticias populares de entonces, y el fondo doctrinal».> LA CREACION El capitulo primero del Génesis, atribuido a la tradicidn sacer- dotal (P), muestra, con los conocimientos del cosmos propios de la época, que todo ha tenido su origen en Dios, que, libremente y con la omnipotencia de su Palabra, lo sacé de la nada. Génesis 1, 1-5: Muestra a Dios como autor del orden del uni- verso. Todo se realiza por su palabra omnipotente. Segiin Hebreos 11, 3 «por la fe conocemos que los mundos han sido dispuestos por la palabra de Dios, de suerte que de lo invisible ha tenido origen lo visible». Aunque en el Antiguo Testamento no se revela la Stma. Trini- dad, en estos versiculos de alguna manera se insimia su presencia: todo se hace por la Palabra (Cf. Jn 1, 1-3), con la accién amorosa del Espiritu, que «se cernia sobre las aguas» (vers. 2). El texto ori- ginal indica calor afectuoso; acude a la imagen del ave que cubre con su calor los huevos, de donde saldran los polluelos. Dios lo crea todo de Ja nada‘ y por amor. Que los dias de la creacién no son dias de veinticuatro horas, se deduce del mismo texto biblico: el sol, creado para separar el dia dela noche, sélo aparece el dfa cuarto (vers. 14-19), ,c6mo pudo haber antes «tarde y mafiana» sin el sol? Evidentemente el hagié- grafo no pensaba en dias solares. Ademas, la palabra hebrea «yom» (dia), con frecuencia indica un perfodo larguisimo de tiempo. La expresién «en aquel dia», p.e., muchas veces se refiere a la época 3 Cf. Miguel Balagué. «PREHISTORIA DE LA SALVACION». STUDIUM, coleccién Pastoral, paginas 405 y ss. “La palabra hebrea es «barah», sacar de la nada. 28 mesianica (cf. Is. 4, 2), que comenzé con la Encarnacién y acabard con la Parusia, la segunda venida de Cristo. Tampoco interesa al autor sagrado si hubo o no evoluci6n ni el orden en que aparecieron los seres, etc. Lo que si afirma es que todo ha sido creado por Dios libremente, que el orden maravilloso que vemos en el universo es obra suya. Por eso, «desde la crea- cidn del mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y divinidad, son conocidos mediante las obras» (cf. Rom 1,19-20). Nosotros tampoco necesitamos saber todo eso para admirar la belleza de Dios, autor de tantas maravillas, abrir nuestro corazén al amor que nos manifiesta en ellas y alabarle por su inmensa grandeza. Habla de seis dfas para fundamentar la ley del sébado, es decir, el hombre debe trabajar seis dias y el séptimo descansar (sdbado significa descanso). Fijémonos que Dios no se cansa ni deja de obrar (S. In 5, 17). El descanso de Dios es simbolo también del descan- so que aguarda a los bienaventurados en el Cielo (Hb 4, 9-11). En Génesis 1, 14-18, al sol («shemesh» en hebreo) y a la luna se las llama «lumbreras», porque los pueblos vecinos los conside- raban divinidades (el sol era el dios Shamash y también adoraban a la luna). El hagiégrafo nos dice que son simples lumbreras que existen para separar el dia de la noche, sefialar las estaciones del aiio, los meses etc. Son, pues, criaturas de Dios al servicio del hombre, no a la inversa. El texto repite: «y vio Dios que era bueno». El cosmos, salido de las manos de Dios, es bueno y armonioso, y Dios se complace en su obra. Todos los seres existen porque Dios los ama, si no los amara no existirfan (Sab 11,24), y lo que El hace es bueno. Es el hombre, al pecar, quien destruye esta armonia. ADANY EVA, CREADOS A IMAGEN DE DIOS Génesis 1, 26-28: «Dijose Dios: “Hagamos al hombre a nuestra semejanza...» El punto culminante de la creacién lo constituye la creacion del hombre y la mujer; creados a imagen y semejanza de Dios, que es amor (I Jn 4,16) para hacer alianza de amor con ellos (I Jn 1,3-4y 3, 1-3). 29 Evidentemente la semejanza no est en el cuerpo, Dios es espf- ritu, sino en el alma, dotada de inteligencia y voluntad, capaz de conocer y amar a Dios y a los hermanos, y por lo mismo capaz de vivir en libre alianza de amor con Dios y con los hermanos. Lo normal tendria que ser que esta imagen y semejanza creciera y se desarrollara, a medida que se vive la alianza. Por eso el ser huma- no es tanto més feliz cuanto mds ama y se siente amado. El que no ama ni es amado no puede ser feliz. S. Agustin lo expresa dicien- do: «Sefior, nos has hecho para ti, y nuestro corazon esta inquieto mientras no descansa en ti». Dios les muestra su amor en los dones y condiciones en que los crea: no los crea solitarios, sino un matrimonio feliz, en quienes deposita una gran confianza. Los hace colaboradores suyos en la creaci6n y en el dominio del cosmos (Génesis 1, 27-28). Pero para poder realizar este grandioso programa, han de permanecer fieles a la alianza (Eclesiastico 15, 14-18). El capitulo segundo del Génesis, que se atribuye a la fuente Yahvista, se caracteriza entre otras cosas, por el uso frecuente de antropomorfismos, es decir, atribuye a Dios acciones propiamente humanas; como amasar el barro, plantar un jardin, etc. Génesis 2, 7: «Modelé Yahvé Dios al hombre de la arcilla y le inspiré en el rostro aliento de vida, y fue asi el hombre ser animado» Dios, como un artista, modela el cuerpo humano de la tierra («adaméh»). El hagidgrafo hace aqui un juego de palabras: formé al Adan de la «adamah», es decir, «al terrestre de la tierra». Y es interesante observar que en 2, 19, al hablar de la creacidn de los animales, afirma también que los «formé de la tierra» (adamah). El nombre de este primer hombre es, pues, «el terreno», tomado de Ia tierra. Por tanto, Dios form6 el cuerpo del hombre de una materia pre- existente. Esta materia {fue tierra?, o fue un ser vivo fruto de una evoluci6n? Este dato no le interesa al hagidgrafo. Pero fuere como fuere el origen del cuerpo humano, lo que si afirma el autor sagra- do es que a este cuerpo, Dios «le inspiré en el rostro aliento de vida, y fue asi el hombre ser animado»; es decir, Dios crea directa- mente el alma humana, y el ser humano comienza a existir cuando 30 esta alma creada por Dios (no resultado de una evoluci6n) se une al cuerpo. En realidad es asi como venimos a la existencia cada uno de nosotros, Dios se vale de nuestros padres para crear nuestro cuer- po, pero el alma la crea El directamente (Eclesiastés 12, 7). Génesis 2, 18 -24: «Y dijo Yahvé Dios: “No es bueno que el hom- bre esté solo, voy a hacerle una ayuda proporcionada a él”... El hombre exclam6: “esto si que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Por eso dejaré el hombre a su padre y a su madre y se adheriré a su mujer y vendrdn a ser los dos una sola carne». En un ambiente cultural en el que la mujer era considerada como inferior al hombre, Dios ensefia que ambos son de la misma natu- raleza. Comienza por afirmar que el hombre necesita un tu con quien relacionarse para tener una vida verdaderamente humana (no es bueno que el hombre esté solo). Pero Adan se da cuenta que entre los animales no hay ninguno que pueda ser una compaiiera idé- nea, son de otra naturaleza; en cambio, cuando Dios le presenta a la mujer, sacada de su misma carne, el hombre exclama Ileno de gozo: «esto si que es huesos de mis huesos y carne de mi carne», es ese tu, igual a él, con el que podra vivir una alianza de amor. Dios crea, pues, la primera pareja humana como matrimonio, comunidad de amor, signo y expresi6n de la alianza de Dios con los hombres. Notemos que en este texto aparecen claramente las caracteris- ticas del matrimonio tal como lo funda Dios: unidad, un solo hom- bre y una sola mujer (el hombre se adhiere a su mujer, no a sus mujeres) e indisolubilidad, formardn una sola carne, un solo ser vivo (cf. Mt 19, 3-9). S6lo asf puede ser signo de la vida de dona- ci6n trinitaria y de la alianza de Dios con los hombres, alianza que €s eterna. Posteriormente Jesiis elevard el matrimonio a la categoria de sacramento para los que creen en El, como expresion y simbolo de la alianza de amor de Jestis con su Iglesia (Efesios 5, 25-32). El proyecto que desde toda la eternidad Dios tiene para cada ser humano, es grandioso, que incorporado (recapitulado) en Cris- to, mediante la fe (Efesios 1, 9-11; S. Juan 15, 1-5), participe de la misma vida de Dios-Amor, de la vida intima de Dios Trinidad (In 31 14, 15-20), ya desde ahora. Es lo que han hecho todos los santos (Ef 1, 3-4). Ello supone una decision libremente asumida de vivir, a imitacién de Dios, una vida de entrega amorosa a Dios y a los hermanos (Ef 5, 1-2) DIOS CREA A ADAN Y A EVA, MATRIMONIO FELIZ Felices por su amor reciproco: (Génesis 2, 23). Porque vi- ven en paz consigo mismos, con Dios y con su entorno. Es lo que quiere expresar, con su lenguaje popular, Génesis 1, 29-31; no hay violencia sobre la tierra; todos comen hierba. Puede verse Is 65, 25 y 11, 6-9. Es la armonia y paz de la creacién tal como sale de las manos de Dios, que ser4 plenamente recuperada gracias a Cris- to, al final de los tiempos, y que el hagiégrafo expresa aqui de manera simbélica. Paz y armonia que destruye el hombre rompien- do su alianza con Dios mediante el pecado. Felices, porque tienen una naturaleza integra, por lo mismo equilibrada y feliz. Esta felicidad la expresa el hagidgrafo de for- ma simbélica en la descripcién del parafso (Génesis 2, 8-14). El agua abundante, los frutos abundantes y sabrosos, el Arbol de la ciencia del bien y del mal, el arbol de la vida, las piedras precio- sas, etc. son simbolos de realidades invisibles que ellos vivian. La abundancia de agua aparece en la Biblia muchas veces como simbolo de felicidad (Is 35, 6-7; S. Jn 4, 13-14, etc.) El arbol de la vida es simbolo de Ia inmortalidad (porque «Dios cre6 al hombre incorruptible..., mas por envidia del diablo entré la muerte en el mundo» Sabidurfa, 2, 23-24). Gracias a Cristo esta inmortalidad se recuperaré tras la resurreccién de los muertos (Apo- calipsis 22, 1-5), cuando la muerte serd definitivamente vencida (I Cor 15, 24-26 y 53-57; Jn 5, 28-29) El 4rbol de la ciencia del bien y del mal, es simbolo de la ley de Dios que el hombre debe tener en cuenta para conservar y acre- centar esta felicidad (Génesis 2, 15-17). Si permanece fiel a Ja alianza, tendrd la experiencia del bien, pero si la rompe, adquirira la ciencia experimental del bien perdi- do y del mal que se ha acarreado. Podemos afirmar que este arbol atin esta entre nosotros, es la ley de Dios, base de nuestra alianza 32 con El y expresién de su amor hacia nosotros, gue no nos deja a la deriva, y que nos da la ocasién de mostrarle nuestro amor con nues- tra fidelidad. También nosotros podemos adquirir esta «ciencia» del bien y del mal. En este estado, el hombre y la mujer no sienten ninguna lucha interior entre el bien y el mal, no tienen la concupiscencia e¢ incli- nacién al mal (Génesis 2, 25), Esta aparecera después de pecar (Gé- nesis 3, 7). Pero esta felicidad la tienen Adan y Eva porque viven en amis- tad con Dios, es decir, en estado de gracia (Génesis 3, 8). Ante tanta bondad y generosidad de Dios, légicamente espera de ellos un compromiso de fidelidad amorosa y, como consecuen- cia, una colaboraci6n leal (Génesis 2, 15-17) Adan y Eva debfan cultivar y cuidar todos estos dones para transmitirlos a sus hijos; dependia de ellos, del uso que hicieran de su libertad. Una respuesta de amor solo puede darse desde la libertad. RESPUESTA DE ADAN Y EVA AL DON DE DIOS El capitulo tres del Génesis nos describe la ruptura de la alian- za por parte de Adan y Eva. Este capitulo pertenece también a la tradicidn Yahvista, que, como queda dicho, se caracteriza por el uso de antropomorfismos. Presenta en forma dramatizada, lo que sin duda pasé en su interior. Interviene un personaje nuevo, «la ser- piente», criatura de Dios mds inteligente que ellos, pues es un 4n- gel cafdo, al que el Apocalipsis llama Diablo y Satands (Apoc 12, 9), que envidioso de la felicidad humana, logra que rompan con Dios (Sabiduria 2, 23-24) para, separados de El, arrastrarlos al abismo. Génesis 3, 1: N6tese que no se habla de una serpiente, sino de la serpiente. Eva no se extrafia que hable, pues se trata una criatura racional. No se le Ilama por su nombre para evitar que se le considere un dios, el dios del mal, como creian los pueblos vecinos. Observemos que Satands comienza mintiendo y tergiversando 33 las palabras de Dios: «jos ha mandado Dios que no comdis de los Grboles todos del paraiso?» Como si Dios fuera un enemigo de la libertad del hombre, un dictador. Eva podfa pensar que estaba mal informado, pero lo que satands pretende es entablar conversacién con ella, si le atiende y conversa, él, que es ms inteligente, le en- gafiara. Jestis nos dice que es mentiroso y padre de la mentira (S. Juan 8, 44) Génesis 3, 2-5: La mujer cae en la trampa y dialoga. Comienza rectificando: «no, de todos los drboles podemos comer, es decir, somos libres, menos del drbol del bien y del mal porque nos ha dicho Dios que moriremos». Pero Notese la tactica del diablo: habiendo conse- guido que Eva le atienda, le sugiere la duda acerca de la sinceri- dad de Dios «no, no moriréis; es que Dios sabe...» El que patecia ignorar las cosas, ahora resulta que sabe ms que ella (en apa- riencia tanto como Dios); siembra desconfianza de la sinceridad y amor de Dios. Eva comienza a vacilar. Esto nos puede pasar a todos, no hay que discutir con la tentacién, sino rechazarla en el acto, pues psicolégicamente desorbita las cosas y va adquiriendo cada vez mas fuerza. Génesis 3, 6: «Sabe Dios, le ha dicho la serpiente, que el dia que de él co- mdis se os abrirdn los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal». La desconfianza acaba matando el amor en el co- raz6n de Eva, quien finalmente rompe la alianza. Es lo que queria Satands, celoso de la felicidad de] hombre. Les ha hecho creer que organizando su vida al margen de Dios, decidiendo ellos qué cosa es buena y cual no, segtin su conveniencia e interés, seran mas fe- lices. {Por qué depender de Dios, si ste no os ama, sino que busca su propio interés? {No es esto lo que en el fondo, Hleva al hombre de todos los tiem- pos a prescindir de Dios en su vida? Es la tentacién de siempre, ver a Dios como a un rival de la libertad humana. El enemigo ha logrado asf cegar al hombre y a la mujer, orgullosos de su inteli- gencia, y de esta forma la amistad con Dios ha venido a convertir- se en un «tesoro escondido» (S. Mt 13, 44), que solo e] humilde 34 que cree en el amor y se fia de Dios lo encuentra. Es la primera vez que Satands se transfigura en angel de luz: II Cor. 11,14. Habiendo cafdo Eva, induce a Adan a que también rompa con Dios. El que ha cafdo no puede soportar que otro quede en pie. Pero nétese que el orden maravilloso de toda la creacién esta regido por leyes fijas puestas por su Creador y que, cuando el hom- bre no las respeta, rompe la armonia. E] hombre y la mujer forman parte de este universo, también tiene leyes que rigen su armonia fisica, psiquica y moral, y cuando se violan, se autodesequilibra e incapacita para llegar a realizarse en plenitud. SITUACION DE ADAN Y EVA AL ROMPER CON DIOS Génesis 3, 7: «Abriéronse los ojos de ambos», como les habia dicho la ser- piente, y conocieron no que eran mas inteligentes y poderosos, sino que estaban desnudos... Se produce un cambio grave en su inte- rior; ha despertado Ja concupiscencia. Antes sentian un orden per- fecto, ahora, habiendo apartado su mente y su corazén de Dios, sienten el desequilibrio que se ha producido en su ser. «Y, afirma el P. Balagué®, con aquella ciencia superior que es- peraban no supieron hacer otra cosa que enzarzar unas hojas de hi- guera para cubrir su desnudez y poner mas de manifiesto la tragica ironia de su hazajia... Los que antes querian hacerse como Dios, han venido a menos hasta en su dignidad de hombres. Tal es el fru- to de Ia locura del pecado.» El pecado ha roto la paz consigo mis- mo, con Dios y con los demas. Génesis 3, 8-13: «Oyeron a Yahvé Dios y se escondieron el hombre y su mujer». Hasta ahora habia habido amistad entre Dios y el hombre y su mujer, (estaban en gracia). Dios sigue siendo el amigo fiel que viene a su encuentro, pero ellos ahora sienten miedo de Dios, son conscien- tes de que han roto esta intimidad. Antes Ja presencia de Dios cons- titufa sus delicias, ahora es su espanto. Es el efecto de la santidad 5 Obra citada, pag 105. 35 infinita de Dios en contacto con el pecador. Dios tendria que dejar de ser santo para no causarles dolor. Pero Dios sigue amando y no abandona al hombre y a la mujer a su desgracia, no desiste de su proyecto de amor con ellos, y co- mienza por ayudarles a tomar conciencia de lo que ha pasado: «{D6nde estds?», es decir, por qué te escondes, qué ha pasado, piensa... Adan y Eva acaban reconociendo su pecado, aunque atin no toda su responsabilidad personal: «la mujer que me diste», dice Adan, echando en el fondo la culpa a Dios mismo que se la dio por compajiera, siendo asi que antes la recibié como un don que lo He- né de alegria. «La serpiente me engaiid», dice Eva. Pero este hu- milde reconocimiento de su pecado es suficiente para que Dios se ponga de su parte frente al tentador. Notemos que se ha roto también Ja paz familiar, Ja confianza mutua y la alegria de vivir unidos: «la mujer que me diste». Al perder Ja paz con Dios se pierde Ja paz consigo mismo y con los demas, también la familiar. Génesis 3, 14-15: Entonces «dijo Yahvé Dios a la serpiente: por haber hecho esto, maldita serds entre todos los ganados... te arrastrards sobre tu pecho y comerds el polvo todo el tiempo de tu vida. Pongo perpe- tua enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Este te aplastard la cabeza, y tu le acecharas el calcaiiar». En la Biblia, arrastrarse y lamer el polvo es simbolo de humi- llacién y derrota (Miqueas 7, 16-17; Salmo 72 (71), 9; etc.). Sata- nas quedara definitivamente derrotado y humillado por un Hom- bre, Cristo, y una mujer, Maria, y por todos los que crean en El. Al versiculo 15 se ha llamado el «protoevangelio», el primer anuncio de la buena nueva de la salvacién, es la primera profecia mesidnica: vendra «la mujer», enemiga perpetua de Satands (inmaculada)’ . Evidentemente esta mujer no es Eva, que acababa de hacerse amiga de la serpiente, sino Marfa, cuyo Hijo le aplasta- ra la cabeza, librando asi a la humanidad de su tiranfa. El texto original hebreo no deja la menor duda, al hablar del que aplastaré © Notese que Jestis en la cruz lama a su Madre «mujer», clara alusién a este texto del Génesis (S. Juan 19, 26). Puede verse también Apocalipsis 12. 36 la cabeza a Ja serpiente emplea el pronombre masculino, no el fe- menino. Por tanto es él, el hijo de la mujer, quien te aplastard la cabeza y tu le herirds el calcafiar; alusion a los tormentos de la pasion. Génesis 3, 16-19: Con el pecado, entra en la historia el sufrimiento y la muerte’ . Observemos que es el hombre y la mujer, seducidos por el enemi- go, quien da entrada al sufrimiento y a la muerte. Dios habia que- rido evitarsela, y en su infinita misericordia se pone de su parte para devolverles la inmortalidad y la perfecta felicidad perdida (I Cor 15, 26 y 54-57 y Apoc. 21,3-4). Cristo transformard el mismo sufrimiento y la muerte en me- dio redentor (Colosenses 1, 24; Romanos 8, 18 y 6, 23). La misma creaci6n queda sujeta a la vanidad de la que espera verse liberada (Romanos 8, 19-21) No6tese que aunque el hombre ha roto con Dios, Dios sigue cui- dando de él (Génesis 3, 21). 7 EI Papa Juan Pablo II, en la carta apostélica «Mulieris Dignitatem», pagi- nas 33 y ss. dice: «La descripcién bfblica del libro del Génesis delinea la ver- dad acerca de las consecuencias del pecado del hombre, asf como indica igual- mente la“alteracién” de aquella originaria relacién entre el hombre y la mujer, que corresponde a la dignidad de cada uno de ellos. El hombre, tanto varén como mujer... no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sin- cera de si mismo a los demas... Por tanto cuando leemos las palabras dirigidas ala mujer: “Hacia tu marido ir4 tu apetencia y él te dominaré” descubrimos una ruptura y una constante amenaza precisamente en relacién a esta unidad de los dos, que corresponde a la dignidad de la imagen y de la semejanza de Dios de ambos. Pero esta amenaza es mas grave para la mujer... Este dominio indica la alteracién y la pérdida de la estabilidad de aquella igualdad funda- mental que en la unidad de los dos poscen el hombre y la mujer... Ellos, carga- dos con la pecaminosidad hereditaria, llevan consigo la tendencia a quebrantar aquel orden moral que corresponde a la misma naturaleza racional y a la digni- dad del hombre como persona... La verdad revelada sobre la creacién del hom- bre constituye el principal argumento contra todas las situaciones que, siendo objetivamente injustas, contienen y expresan la herencia del pecado que todos los seres humanos llevan en si. Los libros de la Sagrada Escritura confirman en diversos puntos la existencia efectiva de tales situaciones y proclaman al mis- mo tiempo la necesidad de convertirse, es decir, purificarse del mal y librarse del pecado...». 37 Los versiculos 22-24 muestran, irénicamente, el estado tragi- co que se han acarreado Adan y Eva. Por si mismos nunca podran alcanzar la felicidad ni la inmortalidad. Esta imposibilidad apare- ce simbolizada por el angel que les corta el paso al arbol de la vida. Sélo se puede encontrar en la amistad con Dios, que el hombre por sf mismo no puede recobrar, pero que Dios gratuitamente vuelve a ofrecerles en Jestis (Efesios 2, 8-9). Nadie puede ir al Padre sino por El (S. Juan 14, 6). El amor de Dios es mas grande que la ingratitud humana y ca- pacita nuevamente al hombre y a la mujer para vivir en alianza con EI, prometiéndoles un Redentor (vers. 15). Desde entonces, la his- toria del género humano (también para Adan y Eva) es historia de salvacion. La humanidad quedara dividida entre quienes correspon- den al plan de Dios y viven la alianza, y quienes lo rechazan. Pero esta salvaci6n parte ahora de la experiencia de una naturaleza he- rida (Romanos 7, 21-23), herida fisica, psfquica y moral. Sdlo el amor omnipotente de Dios puede sacar al ser humano de esta frus- tracién (S. Jn 3, 16-17). CONCLUSION Podemos vivir nuevamente en alianza con Dios gracias a Cris- to (II Corintios 5, 17-18). Comenzamos a vivirla con el Bautismo, que nos injerté en El (Romanos 6, 3-5; Galatas 3, 27), pero, como Adan y Eva, es necesario permanecer fieles a su amor (S. Juan 15, 4-5), dejarnos transformar en Cristo, reproduciendo en nosotros su imagen, como hijos en el Hijo (Romanos 8, 29; I S. Juan 2, 6). Cristo es el gran vencedor. Vence con la fuerza del amor y de la verdad (S. Juan 16, 33; Hebreos 9, 26). Y en Cristo, todo auténtico cristiano es también un vencedor (Apocalipsis 12, 11; 2, 10; Ro- manos 8, 31-32 y 35-37). Porque esta es la victoria que vence a mundo, nuestra fe (I S. Juan 5,4), nuestra adhesi6n a Cristo. * En Cristo quedamos libres del pecado y podemos vivir plenamente la alian- za con Dios (Efesios 1,5-8). Cristo es el nuevo Adan (Romanos 5, 12-14; I Corintios 15, 21-22). 38 CAIN Y ABEL Leyendo atentamente los textos del Génesis que nos hablan de Cain y Abel, podemos darnos cuenta que no son hijos de Adan y Eva de la primera generacién, sino descendientes. Cain es labra- dor, sin embargo la agricultura aparece en Palestina entre los afios 12.000 y 7.000 antes de Cristo. Cain dice que cualquiera que le en- cuentre le mataré {Quién, si solo existia Addn y Eva? Al nacer su primer hijo Cain edifica «una ciudad», supongamos un modesto poblado, pero supone pobladores. Sin duda entre Adan y Eva, y Cain y Abel pasaron siglos, quizds milenios. Son descendientes, hijos en sentido biblico, tal como Jestis es «hijo» de David (S. Marcos, 10, 47). Génesis 4, 1-5: Cain y Abel ofrecen sacrificios a Dios, quiz4s como primicias 0, al terminar el afio, en accién de gracias. Pero las disposiciones internas de cada uno son distintas. Seguin la tradicién hebrea Cain ofrecia productos de mala cali- dad, mientras que Abel ofrecfa lo mejor. Abel es hombre de fe (He- breos 11, 4), es decir vivia «como viendo al invisible» (como se dice de Moisés en Hebreos 11, 27). Y Dios acoge siempre esta oracién (Proverbios 15, 8 y 29). No se dice de qué manera Dios manifesté su complacencia por el sacrificio de Abel y su desagrado por el de Cain. Pero Cain se encoleriza al verse reprobado; siente envidia de Abel (ver: I Jn. 3, 12) y «andaba cabizbajo» pensando vengarse. Génesis 4, 6-7: Dios habla a Cain mediante su conciencia. Le advierte que aun- que el pecado le acecha, puede y debe dominarlo. La libertad hu- mana no ha quedado disminuida. Estos vers{culos indican clara- 39 mente que si Cain obra el mal, el demonio se convertird en su due- fio, pero él puede dominarlo obrando el bien, (comparese: I Pe. 5, 8-9). Nunca somos tentados més all4 de nuestras fuerzas: I Cor. 10, 13. Se entabla, pues, una tremenda lucha en el interior de Cain, pero él es libre de consentir 0 no. Génesis 4, 8: Cain sucumbe. Impulsado por el demonio mata a Abel. Es po- sible que hubiera una discusi6n entre ellos, en la que Cain se fue excitando y acabé matando a su hermano. Con este crimen la hu- manidad da un paso mas en su alejamiento de Dios, se introduce el primer crimen de la historia. Génesis 4, 9-12: Dios tampoco deja de amar a Cain; quiere ayudarle a entrar den- tro de si y a arrepentirse. Pero nétese la respuesta Ilena soberbia de Cain: «{ Soy acaso el guardian de mi hermano?>». Si la compara- mos con fa de Adan y Eva, Ia respuesta de Cain es insofente, mien- tras que Addn y Eva contestaron avergonzados de su pecado. El alejamiento de Dios va en aumento y, por lo mismo, también el mal y el sufrimiento humano. Es lo que expresan los versiculos 11 y 12, la tierra que recibié la sangre de Abel se vuelve estéril. Yahvé habia maldecido a la serpiente, ahora maldice a Cain, ins- trumento también del diablo. A causa de esta maldicién la «adamah», tierra cultivable, llega a ser estéril; se agrava la maldi- ci6n de Gén. 3, 17. Génesis 4, 13-15: Cain se resiste a reconocer su pecado, y cuando lo hace no se arrepiente y pide perd6n, sino que se desespera. No cree en el amor de Dios; que Dios le ame hasta el punto de perdonarle se- mejante pecado. Como consecuencia, Cain llevaré una vida erran- te, extranjero en todas partes, en busca del sustento y con el te- mor de que el que le encuentre le mate, (sefial de que habia més habitantes). A pesar de todo, Dios sigue protegiéndole; le pone una sefial para que nadie le mate. La vida es sagrada y la sangre derramada no debe vengarse con otro derramamiento de sangre. No se dice 40 en qué consistié esta sefial, tal vez se trate de su mismo aspecto ffsico, que causaba horror a quienes Jo veian. Génesis 4, 16: «Cain, alejdndose de la presencia de Yahvé, habit la regién de Nod, al oriente de Edén». A) alejarse de Yahvé, el hombre se va alejando cada vez més de la felicidad, del «Edén». DESCENDENCIA DE CAIN Génesis 4, 17: Cain edifica una ciudad y Je pone el nombre de su hijo. Como ya se coment6, un poblado supone pobladores. esto indica que ha- bian pasado muchas generaciones desde Adan y Eva. Génesis 4, 18-22: Entre los descendientes de Cain se hacen inventos? ; hay un pro- greso cultural en sentido material, una cultura que progresa aleja- da de Dios. El mal avanza en sus dos formas de sensualidad y vio- lencia. Lamec da un paso ms en este alejamiento e introduce la poligamia. Avanza Ja corrupcién moral. Génesis 4, 23-24: El canto de Lamec indica su ferocidad y su capacidad de odiar. Es un hombre violento y cruel; por una simple herida esta dispues- to a matar sin piedad. Se siente fuerte, gracias a las armar inventa- das por los suyos. Hay un progreso en el alejamiento de Dios; Cain maté por mo- tivos religiosos, Lamec, por estar ligeramente herido por alguien. Cain reconoce su pecado y desespera, Lamec se Ilena de orgullo por su crimen. Del pecado de Cain aprendemos: a) Que la vida es sagrada. ° El bronce aparece en Palestina hacia el 2.500 antes de Cristo y el hierro hacia el 1.200 antes de Cristo. 41 b) Que la voz de la conciencia es voz de Dios. c) Que no hay que vengar la sangre derramada, derramando sangre. DESCENDIENTES DE SET Génesis 4, 25-26: Adan tiene otro descendiente en lugar de Abel: Set, que sera el padre de los que invocan el nombre de Yahvé. Es un hombre bue- no, como se ve por el capitulo siguiente. Tiene un hijo, Ends, que organiza de alguna manera el culto de Yahvé, el Dios tinico perso- nal. Set y sus descendientes constituyen «el resto» fiel, que apare- ce tantas veces en la Biblia, que permitir4 al hombre encontrarse nuevamente con Dios. El capitulo 5 del Génesis habla de los descendientes de Set que, segtin el versiculo 3, refleja de un modo especial la imagen y se- mejanza de Dios. Entre éstos destaca Enoc, (versiculos 19-24) hom- bre justo, que se distingue por su fe (ver Hebreos 11, 5), camina constantemente en Ja presencia de Dios; agrada a Dios y Dios se lo lleva con una muerte dulce. Respecto a los afios que vive Adan y los demas personajes de este capitulo, cabe aclarar que estas cifras no hay que tomarlas al pie de la letra. Lo que pretende el hagiégrafo es simplemente indi- car que una generacién entronca con otra y no hay lugar para seres mitolégicos y semidioses, como crefan los pueblos vecinos de Is- rael. Se forman dos grupos humanos: los descendientes de Cain, cada vez mas alejados de Dios, y los descendientes de Set, que se es- fuerzan por vivir fieles a El. 42 NOE Génesis 6, 1-4: Los hijos de Dios, descendientes de Set, traicionados por su con- cupiscencia, eligen esposas entre las hijas de los hombres, cainitas «porque las vieron hermosas». ;,Acaso no habria mujeres hermo- sas entre las hijas de Dios? Recordemos que los descendientes de Cain habjan inventado los instrumentos musicales (4, 21). Estas mujeres apartan de Dios el corazén de sus esposos y de sus hijos. Aparecen los «gigantes», hombres violentos que cultivan la fuerza bruta, (comparese Baruc 3, 26) y se entregan a todos los vicios. Génesis 6, 5-8: Pero Dios no es un ser lejano e indiferente a lo que ocurre al hombre. El autor sagrado lo explica con su lenguaje antropomér- foco: «viendo Yahvé cudnto habia crecido la maldad, se arrepintié de haber hecho al hombre, doliéndose grandemente en su cora- z6n». La maldad ha crecido tanto que obliga a Dios a intervenir para evitar la autodestruccién humana. Pero Noé «halld gracia a los ojos de Dios»; él y su familia constituyen el «resto» fiel que se salva. El efecto que produce la santidad de Dios en el justo es proteccién, misericordia, clemencia, favor. El pecador experimenta todo lo contrario. Los versiculos 9-12 recalcan las cualidades de Noé'” que atraen la protecci6n divina: es un «varén justo y perfecto entre sus con- tempordneos, que siempre anduvo con Dios», lo que indica que eraun hombre de fe y de oracién. Santidad de Noé sumamente me- ritoria en aquel ambiente completamente contrario. "© Nog es palabra hebrea que significa consolador. 43 DIOS PROTEGE A NOE Génesis 6, 13-14 y 17-18: Noé es objeto de una providencia especialfsima de parte de Dios. Sabe escuchar a Dios y Dios puede comunicarse con é1 como con un amigo, darle a conocer sus planes y decirle que construya un arca. Dios hacer alianza con Noé. Noé obedece a Dios € «hizo todo comoYahvé se lo mand6», vers 22. Dios espera siempre la cooperacién humana y el justo habitual- mente coopera, aunque ciertamente no le fue facil. Sin duda sus contempordneos se burlarian de él; pero Noé vive de fe y «por la fe, advertido por Dios de lo que atin no veia, con religioso temor cons- truyé un arca para salvar a su familia; por la fe, condené al mun- doy llegé aser heredero de la justicia segun la fe» (Hebreos 11,7). Con su fidelidad se convirtid en predicador de Dios para sus con- tempordneos (IIS. Pedro 2, 5), que sin embargo no le hicieron caso (S. Mateo 24, 37-39). Génesis 7, 1-5: Dios indica a Noé el momento de entrar en el arca. Seguramen- te habria sefiales externas como nubes amenazadoras, etc. DURACION DEL DILUVIO Génesis 7, 10-12, cuarenta dias de Iluvia. Génesis 7, 24 y 8, 1-3, las aguas permanecen altas durante 150 dias. Génesis 8, 6-7, Noé espera cuarenta dias que bajen las aguas, y suelta un cuervo. Gésesis 8, 8-11, siete dias después suelta una paloma, que vuelve por no tener donde posarse, y, pasados otros siete dfas, suelta de nuevo la paloma que vuelve con una rama de olivo. Génesis 8, 12, pasados otros siete dias suelta de nuevo la paloma, que ya no vuelve. 44 Las cifras no hay por qué tomarlas al pie de la letra; sencilla- mente indican que la catastrofe fue tal que acabé con toda vida en aquella region. No hay necesidad de sostener que el diluvio fue uni- versal en sentido geogrdfico. Para ellos aquella regidn era lo que conocfan del universo. De esta forma, Noé aparece como padre de una nueva humanidad. Los hallazgos arqueoldgicos han encontrado huellas de este ca- taclismo. En 1929, un arqueélogo inglés, Sir Leonard Wooley, excavando cerca de Ja ciudad de Ur, en Mesopotamia, patria del patriarca Abraham, encontré un estrato de 4 metros de fango que separaba los restos de una ciudad sumeria de otra, de una civiliza- cién mucho més antigua, que desaparece totalmente. Es un estrato de fango de tales dimensiones que supone la existencia de una masa de agua de 8 0 9 metros de altura. La excepcional inundaci6n es histéricamente ubicable entre los afios 7000 y 2600 antes de Cris- to. La civilizacién desaparecida era una civilizacién floreciente, en Ja que se rendia culto a Istar, diosa de la fecundidad, se practicaba la prostituci6n sagrada, el rey se le divinizaba y se cometia toda clase de violencias. Hay una interrupci6n total entre esta civiliza- cién que desaparece y la nueva que comienza. NOE, PADRE DE UNA NUEVA HUMANIDAD Génesis 8, 15-22: Noé y los suyos, han podido experimentar la fidelidad del amor de Dios y le dan gracias. Por su parte Dios acoge la fidelidad de Noé y le bendice. Se benefician de esta bendicin incluso los ani- males y la misma tierra: Génesis 9, 1. Génesis 9, 9-13 y 17: Dios hace nuevamente alianza con Noé, dandole como sefial de ésta el arco iris. Asi, el arco iris adquiere un nuevo significado para Noé y los suyos. Por su parte Noé se compromete a colaborar con Dios y respetar la vida de los hombres como cosa sagrada: Géne- sis 9, 1-6. Nétese que Dios prohibe comer Ia carne de los animales con la sangre para inculcar el respeto sagrado por la vida. Identificaban 45 vida y sangre; comer sangre era equivalente a apropiarse de la vida, que pertenece tinicamente a Dios, que es su creador. Posteriormente la ley de Moisés lo expresara abiertamente (Levitico 17, 11-14). Con Jestis queda abolida esta ley, pues «nada de fuera del hombre que entra en él puede contaminarle, lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre... declarando puros todos los alimen- tos» (S. Marcos 7, 15-21). Pero el mandato del respeto a toda vida, sigue vigente. Noé aparece como figura de Cristo, padre de una humanidad regenerada (cf. Eclesidstico 44, 17-19). El diluvio, figura del bau- tismo (I S. Pedro 3, 20-21) y el arca, donde se salvan las personas que han de formar la nueva humanidad, figura de la Iglesia. En la historia de Noé tenemos las grandes lineas de la historia de la humanidad a la luz de Dios: a) Dios aguarda pacientemente la conversion de los pecadores (IS. Pedro 3, 8-9). b) Pero esta paciencia divina tiene un limite. c) El justo debe servir de ejemplo y llamar a penitencia a los pecadores, pues Dios no quiere la muerte del pecador (Eze- quiel 18, 31-32). d) El justo es objeto de una providencia especialisima de parte de Dios. e) A lo largo de la historia hay alternativas en el predominio del bien y del mal. f) Finalmente Dios triunfard, realizando sus planes de bondad, a pesar de la maldad humana. Todo esto aparece ampliamente desarrollado en el Apocalipsis. 46 ABRAHAM, MODELO DE FE Con Abraham entramos de Ileno en la historia, pues los 11 pri- meros capitulos del Génesis, como queda dicho, son prehistoria. Abraham hay que situarlo alrededor del siglo XVIII a.C. Datos arqueoldégicos nos permiten conocer el ambiente en que vivid. Notese que Dios entra en la historia de la humanidad, por de- cirlo asf, de manera especial a partir de Abraham. Lo elige para ser padre del pueblo que serd depositario de la Palabra de Dios y pre- parard el camino al Mesias, que finalmente nacera de é1. Todo lo que sigue de la Biblia se refiere a esta historia de salvacién. Tomamos el relato biblico en su conjunto, tal cual lo debemos al ultimo redactor del Génesis. Ciertamente, como toda la Palabra de Dios, contiene un mensaje de actualidad perenne, y cada época, como cada individuo, han de captar este mensaje y convertirlo en norma de vida. Lo que tratamos de hacer en esta leccién, es preci- samente captar este mensaje. Hacemos notar también que se han omitido algunos episodios que nos han parecido menos importantes, para presentar aAbraham como modelo de fe, que es el punto de vista que interesa particu- larmente. Si quien da la lecci6n quiere suplir esta pequefia laguna, no hay inconveniente en que lo haga por su cuenta, siempre que, claro est, no se pierda de vista la idea central de la ensefianza, que es precisamente una intensa vida de fe Toda santidad exige fe y obediencia a toda manifestacién de la voluntad divina y de tal fe y obediencia, hasta el herofsmo, es modelo Abraham. Fe, en sentido biblico"!, y obediencia coexisten siempre; lo contrario es amet@e1o que es tanto incredulidad como desobediencia. La humanidad caida no puede salvarse sino por la fe en Cristo, fe que exige humildad, sumisién, entrega. "| Fe, en la Biblia es la adhesi6n a Dios, a Cristo, no la simple aceptacién intelectual. 47 I. VOCACION DE ABRAHAM La humanidad ha caido y se ha hecho idélatra. Dios escoge a Abraham: de él saldré el pueblo de Dios: Génesis 11, 26-28 y 31: Ascendientes de Abraham. Génesis 12, 1-5: Ya habia salido de Ur (Génesis 15, 7). Es légico que ante todo Dios exija aAbraham fe y fe viva. Separacidn de un ambiente id6- latra, de la tribu, del clan. N6tese que Abraham hace aqui un primer acto de fe, de la larga serie de actos de esta virtud que le Ilevaran a la santidad. Pero sin duda alguna, éste se inserta en todo un conjunto de actos de fe hechos anteriormente, durante el curso de una vida en apariencia ordinaria, sencilla, sin trascendencia hasta este momento decisivo. Si Abraham no hubiese estado acostumbrado a obrar de acuer- do con la fe, en circunstancias tan diffciles probablemente no hu- biera seguido Ja voz de Dios. Pero estaba habituado a ello y por lo mismo, no vacila ahora en salir de su tierra a una edad avanzada. Cree a ojos cerrados en la promesa divina, y no alega lo que po- dria haber alegado para quedarse: su edad, el estar con los suyos, la dificultad de ir a lo desconocido, etc. El don de la fe se ha de conquistar. La condicién para la verdadera grandeza moral esta en la re- nuncia completa por amor al ideal, por amor a la vocaci6n, cosa imposible sin un vivo espiritu de fe. Asimismo la fidelidad cons- tante a Ja vocacién no es posible sin tal espiritu de fe mantenido siempre vivo. Génesis 12, 4-5: Abraham obedece. Si no lo hubiera hecho, habria permanecido en la vulgaridad y hoy dia ni siquiera conoceriamos su nombre, y Dios habria escogido a otro. £En qué consiste propiamente la vocacién de Abraham?: Génesis 12, 2-3; 18, 18-19; 22, 17-18: Ha de ser padre de la naci6n de la cual ha de salir el Redentor. Asi Abraham entronca directamente con el Protoevangelio (Géne- 48 sis 3, 15) Pero, la realizacién de esta vocacién dependfa de la fe y obediencia de Abraham, en otras palabras, de su correspondencia a la gracia. Hay que distinguir entre vocacion y realizacién de la misma. N6tese el profundo espiritu de religién de Abraham, manifes- taci6n de su fe: Génesis 12, 8; 13, 4 y 18; 21, 33: Laoracién es indispensable para realizar la vocacion y Abraham es un hombre que vive en constante contacto y didlogo con el Dios vivo, por lo cual también en ocasiones Dios le manifiesta sus se- cretos: Génesis 18, 17-21: Y nétese en este mismo episodio con qué familiaridad intima, a la par que respetuosa, Abraham intercede: versiculos 23-32, y cémo Dios le responde. Abraham es el amigo de Dios hasta el punto que Yahvé mismo se llama el «Dios de Abraham» en sefial de es- pecial amor: Exodo 3, 15. Sin embargo, esta vocacién divina e intimidad con Dios, no suponen en Abraham una fe perfecta desde un principio. La misma vocacién es un don que es preciso seguir conquistando. Dios exige siempre esfuerzo y correspondencia. Es ésta una gran lec- cién para nosotros. Nadie nace santo, sino que incesantemente hemios de crecer en fe viva, en conocimiento y amor de Dios, en fidelidad a su voluntad, en todas las virtudes. II. FALLOS EN LA FE DE ABRAHAM 1) Génesis 12, 10-20: Abraham, por miedo, disimula la verdad, en vez de confiar en- teramente en la proteccién divina, de la cual, después de la prome- sa de Dios, podia estar muy seguro. Ademés la falta se repite: Génesis 20, 1-2". "? Seguin algunos criticos se trata simplemente de un «doble» pero no se ve por qué. Las faltas suelen repetirse 49 Hay ciertamente correlacién entre fe y confianza, y este disi- mulo de Abraham, que expone de esta manera a Sara al adulterio, denota claramente que, en estas circunstancias concretas, predo- minaban en él factores naturales y humanos sobre la actitud ente- ramente sobrenatural de la fe. El caso de Abraham y de estas deficiencias y caidas que deno- tan poca fe, han de servirnos de estimulo para el esfuerzo constan- te por crecer en fe y esperanza y en todas las virtudes. El Santo no nace santo, sino que se hace santo; Dios exige constante fidelidad y esfuerzo. La misma ensefianza se desprende de los textos que siguen. 2) Génesis 15, 1-6: Hay una ligera duda y desconfianza en la pre- gunta: «{ Qué me has de dar? No tengo hijos...» Respecto de Eliezer: es probable que Abraham lo hubiese adop- tado por hijo. Seguin la legislacién vigente en esos pueblos esto era frecuente, pero al nacer un hijo natural, el adoptado perdia automaticamente sus derechos. 3) Génesis 16, 1-3 y 15: Aqui hay falta de fe en la actitud de Sara, al dar —precipitadamente— en matrimonio a Abraham su esclava Agar. Se trata de su propia esclava, exclusivamente de ella e inde- pendiente del marido. Es posible que la esclava Agar, egipcia, la hubiese recibido Sara entre los regalos del faraén. El dar tal escla- va en matrimonio a Abraham, era cosa perfectamente legitima se- gtin las costumbres de la época, y los hijos de la esclava, en tales casos, pasaban por ser hijos de la sefiora. Sin duda, Dios podria haberse valido de este medio para cum- plir su promesa, pero lo importante, antes de emplear dicho me- dio, tratandose como se trataba de algo que solamente dependia de Dios, era cerciorarse acerca de la voluntad divina, acudir a Dios en la oraci6n para ver si El aprobaba o no el empleo de este medio. A Sara, y quizas también aAbraham, en este caso les falté paciencia, aguante, para soportar las lentitudes de Dios, espiritu sobrenatural para acudir ante todo a la oracién, etc. Como consecuencia de esta precipitacién, de hecho, se pertur- bé la paz familiar: hubo celos, disgustos, trato dspero de Agar, y finalmente su expulsién del hogar: Génesis 16, 1-9; 21, 8-14. Todo 50 esto se habria evitado sabiendo esperar pacientemente la interven- cién del Sefior. 4) Génesis 17, 1-8 y 15-18 (...Ojald Ismael viva delante de ti...) Génesis 18: 10-15 (Risa de Sara...) Aqui hay al menos un primer momento de duda e incredulidad. Nétese el preciso momento que escoge Dios para cumplir su promesa e intervenir: Génesis 21, 1-5, cuando ya no queda ningu- na esperanza humana. Asi suele proceder el Sefior para ser El mas glorificado y para que resplandezca mas la omnipotencia divina, pero también para hacernos crecer en fe. Nuestra esperanza debe apoyarse en Dios solo, no en calculos de probabilidades humanas, ni en méritos propios. En estas circunstancias, sin embargo, la duda y vacilacién de Abraham y Sara son tan slo momentdneas, como se desprende de Hebreos 11, 11-12 y Romanos 4, 17-21. Seguin estos textos, fue precisamente la fe la que dio a Sara la capacidad de concebir y dar a luz. Por lo demas, estas reacciones de incredulidad y duda son muy humanas. Dios suele dar a las almas momentos de una fe lumino- sa, en contacto fntimo con él, pero a estos momentos luminosos suelen suceder periodos de oscuridad y es entonces cuando la fe se ve puesta a dura prueba, y a menudo fallamos. II. LA FE DE ABRAHAM SE VA PERFECCIONANDO Y POR FIN LLEGA AL GRADO MAXIMO Notese que para llegar a esta cumbre, Dios hace multiplicar a Abraham los actos de fe y le hace superar pruebas y sufrimientos. Génesis 15, 5-6: «Y sacdndole fuera le dijo: Mira al cielo, y cuen- ta, si puedes, las estrellas; asi de numerosa sera tu descendencia. Y creyé Abraham a Yahvé y le fue reputado por justicia.» En lenguaje biblico, justicia significa santidad: la fe deAbraham, en la medida que va creciendo, le santifica. Al hacer Abraham este acto de fe en la promesa de Dios omnipotente, crecié en santidad, Sl dio un gran paso adelante, aunque todavia faltaba mucho para lIle- gar a la cumbre. Génesis 22, 1-8 (Sacrificio de Isaac) Nétese que el fruto de la fe de Abraham es un amor tan grande a Dios que no vacila en inmolar al hijo de la promesa, «a tu unigé- nito a quien amas», o sea, lo mas amado que tenia. Y su fe es tan grande ahora, que no duda que Dios le puede devolver a su hijo, resucitandolo de entre los muertos: Hebreos 11, 17-19. Con este acto heroico, Abraham llega a la cumbre de la santi- dad y Dios le confirma Ia promesa de que de él descendera el Mesias. Comparese: Galatas 3, 16'°. La gran ensefianza que se desprende de este episodio es ésta: cada uno de nosotros tenemos algo entrafiablemente amado y que por nada quisiéramos perder. Pero bien puede suceder que en un momento dado, Dios, en sus designios inescrutables, y para hacer- nos subir mas alto en la vida espiritual, nos exija el sacrificio pre- cisamente de esto, como de un «hijo tinico y muy amado». Sola- mente un alma que vive de fe sabra superar tal prueba y llegar, a través de ella, a la mds intima unién con Dios, bien sumo. IV. OTROS PASAJES BIBLICOS RELATIVOS A ABRAHAM Exodo 3, 6 y 15 (Dios de Abraham) Abraham es padre de todos los creyentes: Galatas 3, 6-9 y 29 (en la medida de nuestra fe). Nos ensefia que la fe viva tiene obras dignas de ella: Santiago 2, 21-24. Sentido tipico de la historia de Sara y Agar: Galatas 4, 22-31. La conclusién se impone: lo que importa en nuestra vida, es la fe que obra animada de la caridad. Galatas 5, 6. ® Abraham vié el dfa de Cristo y se alegré (S. Juan 8, 56). 52 LOT, UNA MALA ELECCION 1. LOS BUENOS COMIENZOS Génesis 12, 4-5: Podemos suponer que Lot, a la muerte de su padre, fue educa- do por Abraham. Comparese Génesis 11, 27-28. Lot en compafifa de Abraham vivia en un ambiente de fe, su- mamente favorable para la santidad. Es el Gnico que acompafia a Abraham al salir de su tierra, lo que indica en é1 un vivo espiritu de fe, ya que por Dios lo abandona todo. Sus comienzos son tan bue- nos y santos como Jos de Abraham y por tanto, Lot podria haber alcanzado un alto grado de santidad. También acompaiia a Abraham en su viaje a Egipto. Génesis 13, 1: Hasta aqui, en apariencia, todo va bien, pero en Lot hay rutina. Tenfa el don de la fe, pero no lo cultiv6, no trabajé con él, por eso no lo guardé en toda su pureza. Il. ABANDONA LA BUENA COMPANIA a) La causa: Génesis 13, 5-7. Seguramente los pastores de Lot y Abraham no discutirfan una sola vez, sino muchas. Lot debiera haber impedido las contiendas entre sus pastores y los de su tio; pero alo que parece, no daba a esto ninguna importancia. Le falt6 caridad y elevacion de espiritu. Por lo visto, no daba importancia a corregir sus defectos y éstos fueron creciendo. Y a medida que un defecto crece, nos va esclavizando. «El que comete pecado, es esclavo del pecado» (S. Juan 8, 34). Esta esclavitud puede comenzar con cosas al parecer insignifi- cantes, pero que se dejan crecer. De ahf la importancia de la «mor- 53 tificacién», de salir del propio yo. El cristiano es llamado a la li- bertad, para lo cual es preciso mortificarse. b) El defecto dominante de Lot: Génesis 13, 8-12. Nétese que quiere lo mejor para si, o sea, es profundamente egoista. Pero al ceder a su egoismo, poco a poco ira labrando su propio fracaso moral y el de los suyos. Ceder a una tentacién es siempre, en un primer momento, cosa «agradable», relaja la tensidn. Pero después, este haber cedido, deja debilitada la voluntad, predispuesta para nuevas caidas y asi el alma se va esclavizando. I. LA MALA ELECCION Génesis 13, 12-13: Lot elige segtin las apariencias. No examina si le conviene 0 no tal eleccién. Se precipita en su modo de obrar; no pide consejo, ni se toma tiempo para reflexionar. La Palabra de Dios, sin embargo, nos dice que sin consejo no emprendamos nada (Eclesidstico 32, 19". Comparese también: Proverbios 12, 15: «el que obedece el consejo es sabio»). Tampoco toma en cuenta el ambiente de pecado, porque proba- blemente, confiado en si mismo, creia que facilmente resistiria a su influencia. Véase qué ambiente: Génesis 13, 13. También se cometfan en Sodoma toda clase de injusticias so- ciales: Ezequiel 16, 49-50, ademas de los pecados de impureza: Judas, 7. Hay en esta eleccién de Lot falta de fe y de espiritu sobrenatu- ral. Al ver el ambiente por qué no se retira? Se olvida de la verdad expresada en Proverbios 13, 20 y 14, 16: «Ve con los sabios, y te hards sabio; al que a necios se allega le alcanzaré la desdicha.» " En Nacar Colunga, versiculo 23. 54 Pero a Lot le importan ms los intereses materiales que el bien de su alma y el bien espiritual de los suyos: el egofsmo le ha mate- tializado y Ilevado a una verdadera inversi6n de valores; para Lot, lo primero es lo material. Un valor se mide objetivamente, por su magnitud, extensidn a otros valores y duracién, y por lo mismo, los valores morales son muy superiores a los materiales y estos Ultimos deben subordinarse y servir a los primeros. Todo esto de- nota que Lot no se decide a la luz de la fe. IV. UNA PRIMERA ADVERTENCIA QUE DA DIOS A LOT Génesis 14, 1-12: Lot se ve envuelto en una guerra desgraciada y sufre las conse- cuencias. No olvidemos que Dios nos habla por medio de las cir- cunstancias y acontecimientos. No6tese que «gracias a una serie de documentos extrabiblicos que, identificando individual o nacionalmente, nombres de perso- nas y regiones del relato biblico, podemos situar este acontecimiento hist6rico entre los siglos XIX-XVII a. C».!5 V. MISERICORDIA DE DIOS CON LOT A CAUSA DE ABRAHAM Génesis 14, 13-16: Aunque en esta ocasi6n la Escritura no lo dice, es evidente que Dios da a Abraham la victoria y le concede salvar a Lot, por ser Abraham un santo y amigo de Dios. Notense el contraste: en Abraham hay un desinterés total: Gé- nesis 14, 21-24. De Lot no se dice ni siquiera que diera las gracias a Abraham. Asi son los egoistas y soberbios, creen que todo les es debido, que todo el mundo debe servirles. Tampoco habla la Sagrada Escritura de una intimidad especial de Lot con Dios, como la vimos en Abraham en la lecci6n anterior. 's La Sagrada Escritura, Texto y Comentario, Antiguo Testamento, I Pen- tateuco por Profesores de la Compafifa de Jestis, B.A.C., pag. 134. 55 Lot no ora. Por toda la historia de Lot, vemos que éste se quedé con una fe infantil y rutinaria, que no influfa en su vida. Ademads un alma muy egoista nunca podra ser sélidamente piadosa, porque siempre, atin en la piedad, se busca a sf misma. VI. INFLUENCIA DEL AMBIENTE: DE MAL EN PEOR Génesis 18, 20-22 y 19, 1-9: No6tese que Lot parece haber perdido las nociones mds elemen- tales de moral: la castidad de sus hijas, nada significa ya para él. Génesis 19, 10-14: Los yernos, encenagados también en el vicio, no creen en el castigo (es lo propio de los grandes pecadores). Génesis 19, 15-26: Nétese que Lot, que habja tenido bastante fe para abandonar su tierra en compaiifa de Abraham, ahora, por influencia del ambien- te corrompido, al perder el sentido moral, también ha perdido la fe viva y operante y duda de la promesa de Dios y pone dificultades. Seguramente por estar apegado a sus bienes y al lugar mismo tan hermoso, «como jardin de Yahvé» (Génesis 13, 10). Notese el versiculo 26: la actitud del jefe del hogar se refleja en los suyos’y asf la mujer de Lot, por falta igualmente de fe viva y, en consecuencia, por apego a los bienes que deja en Sodoma, mira atras, desobedeciendo y queda convertida en estatua de sal. Sabiduria 10, 7, la llama «alma incrédula» y segin Lucas 17, 31-32 parece ser que la mujer de Lot no simplemente miré atras, sino que quiso regresar para recoger alguna cosa. La falta de fe le costé la vida... Génesis 19, 30-38: Las hijas de Lot, completamente desmoralizadas, cometen gra- visimo pecado, probablemente sin darse cuenta exacta de todo su alcance. {Qué sentido moral podia comunicar tal padre a sus hijas? Si la Escritura, como en este caso, nos habla de un hecho es- candaloso, es por las grandisimas ensefianzas que de él se despren- 56 den. No olvidemos que todo cuanto se ha escrito, se ha escrito para nuestra ensefianza (Romanos 15, 4). Aqui, la gran ensefianza mo- ral es que nunca hemos de exponernos a nosotros mismos ni a los nuestros, a un ambiente de corrupcién, sino que hemos de huir de su influencia y de las malas compaiifas. No digamos que «somos personas formadas» y que el ambiente no influye en nosotros, ya que semejante ambiente produce ciertamente, como se palpa en este caso, un enfriamiento en la fe, insensiblemente y poco a poco hace bajar el nivel moral y nos va predisponiendo para faltas cada vez més graves, de las cuales, quiz4s por haber ido perdiendo el senti- do moral, digamos que «no tienen nada de particular». La subcons- ciencia fatalmente lo registra todo. Nétese que si Lot se libra de la destrucci6n y muerte, es gracias a la intercesién y santidad de Abraham: Génesis 19, 27-29. Sin embargo, nada se nos dice acerca de una sincera conver- sién de Lot. El ambiente habja apagado en él y en los suyos toda aspiracién a una mayor elevacién moral: jqué fin tan lamentable de tan buenos comienzos! Nota: San Pedro llama justo a Lot, sin duda en comparacién con el resto de los habitantes de Sodoma: II San Pedro 2, 6-9. La historia de Lot ademas, nos manifiesta la irradiacién -en bien o mal- de nuestra conducta: a) Lo ms probable es que los siervos y pastores de Lot pere- cieran en la catastrofe. Recordemos que los reyes victorio- sos se habjan Ilevado a Lot y su hacienda (Génesis 14, 12- 15) de lo cual se desprende que los siervos de Lot estaban en las cercanias de Sodoma. b) Y sino se salvaron fue por haber seguido a los sodomitas en su pecado, ya que siendo justos, no habrian perecido: diez jus- tos habrian salvado a Sodoma de la ruina (Génesis 18, 23-32) c) Las hijas de Lot dan origen a dos pueblos enemigos perpe- tuos de Ja raza de Abraham: se abre, pues, un abismo entre Lot y Abraham, y esto para siempre. Por su parte, Lot inutiliza practicamente los dones que Dios le habia dado para servirle. 57 SAQUEMOS LAS CONCLUSIONES: a) Huir de un ambiente corruptor. b) Combatir enérgicamente el defecto dominante a fin de que no nos haga esclavos del pecado. c) No clegir ni decidir nada precipitadamente sin pedir conse- jo, porque «Hay caminos que parecen derechos al hombre, pero su fin son caminos de muerte». (Proverbios 14, 12) 58 HISTORIA DE UNA FAMILIA I. MATRIMONIO DEL HEREDERO DE LA PROMESA ELECCION DE LA ESPOSA A LA LUZ DE LA FE: Géne- sis, 24. Génesis 24, 1-4: Notese que si Abraham escoge y determina la esposa de su hijo, es ante todo a la luz de la fe; una cananea podria introducir el politeismo en la familia, cosa que habia que evitar a toda costa. El heredero de la promesa y sus descendientes debfa adorar sélo a Yahvé. Hay en esto una gran leccién para los cristianos: la unién ma- trimonial debiera siempre prepararse y realizarse a la luz de la fe, para asegurar a los hijos el verdadero conocimiento y amor de Dios. La expresién «pon tu mano bajo mi muslo» es un eufemismo para indicar los 6rganos que han de transmitir la vida, que se con- sideran sagrados precisamente por estar destinados a la transmi- sidn de la vida, don divino. El criado -sin duda Eliezer— ha de ju- rar por Yahvé, autor de la vida, que se hace responsable de que el matrimonio del heredero de la promesa sea en todo segtin Dios. Génesis 24, 5-9: Eliezer, sobrenaturalmente prudente, propone sus dificultades a Abraham: {qué debe hacer si la esposa escogida no quiere aban- donar a los suyos?, ha de ir entonces Isaac a la tierra de sus ante- pasados? Abraham responde con un nuevo acto de fe: de ninguna manera, pues equivaldria a renunciar a la tierra prometida. «Dios proveerd». Abraham cree a ojos cerrados a Dios, El sabe por qué caminos y medios ha de realizarse la promesa. Lo importante es ser fiel a Dios en todo momento. 59 No desconcertarnos ante las dificultades, sino prepararnos para afrontarlas a la luz de la fe. Génesis 24, 10-14: Notense los preparativos para el viaje. Habia que llevar regalos preciosos para la esposa y los parientes (comparense los versiculos 47 y 53). NGtese asimismo Ja profunda fe de Eliezer en su stiplica. For- mado en Ia escuela de Abraham, se ha acostumbrado a dialogar con Dios, confiar en El, fiarse de su Providencia. ;Qué contraste con los siervos de Lot! Pero si Eliezer tiene tanta fe es porque su amo se habia ocupado de formarle, habia comprendido su responsabili- dad al respecto, y él habia correspondido. Respecto de la sefial pedida: darle de beber a él, era algo normal y era facil que una joven amable se compadeciera de la sed de un viejo caminante, pero dar de beber a los diez camellos ya suponia un buen esfuerzo y un generoso espiritu de servicio. Eliezer espera la intervencién deYahvé y que una vez més mostrard su benevolencia con Abraham, porque sabe cudn agradable es Abraham a Yahvé. Génesis 24, 15-20 y 21-27: Dios manifiesta claramente esta benevolencia al cumplirse la sefial pedida por Eliezer. Obsérvese que Eliezer solamente pide que le dé de beber aél y es Rebeca la que esponténeamente abreva a los camellos, y nétese también cémo éste se arrodilla (versiculo 26) para dar gracias a Yahvé por Ja fidelidad a su promesa hecha a Abraham. Dios es el fiel, el veraz, segiin la Biblia: «Todos sus caminos son misericor- dia y verdad» Salmo 25 (24), 10. Siempre debiéramos dar gracias a Dios y no descuidar este punto. Génesis 24, 28-32 y 33-54: Se trata realmente de un matrimonio segtin Dios y asi lo reco- nocen todos. Por eso la familia de Rebeca «no puede decir ni bien ni mal», es decir, solamente pueden acatar la voluntad de Dios. Sin duda el Sefior obraba también interiormente en esas almas este perfecto asentimiento. 60 II. CARACTER DE LA ESPOSA Y DEL ESPOSO A) REBECA Génesis 24, 55-61: Es sumamente resuelta y enérgica. Tal vez hay que ver detrds de esta actitud una profunda fe en Dios, que habia preparado este matrimonio en forma tan providencial. Génesis 24, 62-67: Segtin las antiguas costumbres orientales (atin vigentesentre los beduinos) el novio no podia ver a Ja novia hasta después del matri- monio: de ahi que Rebeca se cubra con su velo. También acude Rebeca a Yahvé al sentir que los nifios luchan en su seno. Es otro acto de fe de Rebeca al acudir a Dios en su aflic- cidn. (Génesis 25, 19-26). B) ISAAC Es sumamente suave y apacible. Asi por ejemplo no leemos de 61 que se rebelara al querer su padre ofrecerle en sacrificio. Ni Tifie con los que le tratan injustamente, sino que conserva la paz. con todos, aun cuando tenga que ceder de sus derechos: Génesis 26, 13-22. Es afectuoso: Génesis 24, 67. Es piadoso e inclinado a la meditacién: Génesis 26, 25, y Dios le habla: Génesis 26, 1-5. Acude a Dios en la dificultad y aflic- ci6n: asi ruega a Dios por su mujer para que tenga hijos (evidente- mente, para que haya un heredero de la promesa). Veinte afios de esterilidad de Rebeca tenia que constituir para Isaac una dura prue- ba; comparese: Génesis 25, 20-26 Notese también que, quizas por timidez, incurre en el mismo defecto de su padre: Génesis 26, 6-11; a pesar de la promesa de Yahvé (Génesis 26, 1-5) De todo este conjunto de reacciones psicolégicas podemos de- ducir que Isaac era un alma profunda pero algo débil de cardcter y que Rebeca era mucho mas enérgica y decidida que él. 61 Notese que Dios bendice a Isaac para mostrar que es el verda- dero sucesor de Abraham, heredero de sus bendiciones materiales y espirituales, y lo bendice a causa de Abraham: Génesis 25, 11. (Otros textos: Génesis 26, 1-5 y 12-13 ya citados anteriormente) Pero también Isaac tiene intimidad con Yahvé: Génesis 26, 23-31. Notese finalmente un defecto tanto en Isaac como en Rebeca: una preferencia por uno de sus hijos: Génesis 25, 27-28. Predilec- cién basada simplemente en reacciones temperamentales. Se pro- ducird asi el distanciamiento moral entre los esposos. Ill. LOS HIJOS Es muy posible que siendo Isaac algo débil de cardcter y muy deseoso de su tranquilidad, no supiera del todo educar a sus hijos ni corregir sus defectos. En cuanto a ESAU (nombre que significa velludo): a) Es el prototipo de los que renuncian a las cosas de Dios por alguna ventaja material, porque en el fondo las cosas de Dios le son indiferentes; le falta fe viva: Génesis 25, 29-34. Recuérdese que el derecho del primogénito era recibir una «parte doble» y compartir la autoridad del padre sobre la familia: Deuteronomio 21, 15-17. Ademas, en este caso concreto, Esati tenia que pensar que normalmente era él quien habia de ser el heredero de la promesa. Pero nada de esto le importa. Hay en la conducta de Esati una inversion total de valores. b) Es un hombre rudo, como cazador. c) Sigue su pasion al elegir esposas; no elige a la luz de la fe, por eso se introduce la idolatrfa en la familia: Génesis 26, 34-35. Nétese que aunque no se habla expresamente de idolatria, pre- cisamente en la historia del pueblo elegido, los matrimonios mix- tos son habitualmente causa de que los hijos de tales matrimonios se aparten del culto de Yahvé como tnico Dios verdadero. De he- 62 cho, el pueblo edomita (formado por los descendientes de Esati) era id6latra; veneraban varios dioses: (II Crénicas 25, 14). En cuanto a JACOB (nombre que significa el que engaiia, su- planta): a) Es sencillo y ama la vida del campo: Génesis 25, 27. b) Es ambicioso y astuto, lo serd toda su vida, y con astucia procura asegurarse los derechos de primogénito: Génesis 25, 29-34, c) Dios le tiene destinado para heredar la promesa hecha a Abraham (Génesis 25, 21-23). Todo esto, sin méritos de parte del elegido. Compdrese: Romanos 9, 10-14. Nétese que en este texto «odiar» significa simplemente «amar menos». IV. LA INTERVENCION DE REBECA Génesis 27, 1-40: No olvidemos que solemos tener los defectos de nuestras cua- lidades: Rebeca es resuelta, enérgica, dindmica y tiende natural- mente a la impaciencia. Su espiritu de fe debiera haberle hecho comprender —como se palpaba en la historia de Abraham e Isaac— que Dios es sumamente lento a menudo, en la realizacién de sus designios. Rebeca sabia que el mayor serviria al menor (Génesis 25, 23); pero aqui pierde los estribos y quiere forzar el cumplimien- to de la promesa. Ciertamente no era necesaria la intervencion de Rebeca ni que Jacob engafiara a su padre, porque Dios no necesita de nuestros pecados para realizar sus designios, aunque a menudo se valga de ellos. Por lo demas, todo pecado, a corto o largo plazo, acarrea a quienes lo cometen consecuencias dolorosas. Y éste ser4 también el caso en estas circunstancias. Rebeca emplea medios ilfcitos -como si Dios pudiera bendecir el engafio y fraude— en contraste con Sara que solamente emplea medios licitos. Peor todavia: pide que caiga sobre ella la maldicién (la posible maldicién de Isaac), sefial por una parte de que no sa- bia bien lo que deca por estar ofuscada, y por otra, de que se ha- Haba muy segura del éxito. 63 Las consecuencias a) Angustias y dolor de Rebeca: Génesis 27, 41-45. b) La intervencién de Rebeca y el engafio por parte de Jacob, provocan tal odio en Esati, que solamente piensa en dar muerte a su hermano apenas fallezca su padre. c) Laenemistad entre Esati y Jacob se perpetuaré a través de los siglos entre los descendientes de ambos: Numeros 20, 14-21; Ezequiel 35, 3-5; Abdias 10-11. d) Rebeca no vuelve a ver a su hijo predilecto, que se marcha a Haran por veinte afios: Génesis 27, 46 y 28, 1-5. e) Se deshace el hogar y es muy posible que las relaciones en- tre Rebeca e Isaac se enfriaran, ya que ella engafié a su es- -poso y, psicolégicamente, una de las cosas que mds distan- cian a las almas entre si, es la falta de sinceridad. f) Asu vez, Jacob, el heredero de la promesa, pasard por vein- te afios de trabajo y sumisién a Laban, como consecuencia de su engafio. La ensefianza practica Nuestros defectos, no combatidos, crecen, y al crecer van aho- gando muchas buenas cualidades: Rebeca comienza bien, con mucha fe y como esposa modelo... y su impaciencia, no domina- da, oscurece su espiritu de fe y acaba por hacerla causante de una tragedia familiar de consecuencias para sus descendientes durante siglos. Sepamos en todo momento someternos a Dios y, con viva fe, aguardemos su hora. JACOB, EL HEREDERO DE LA PROMESA I. LOS DONES DE DIOS SON SIN ARREPENTIMIENTO Génesis 28, 1-5: Isaac, como antafioAbraham, quiere para el heredero de la pro- mesa un matrimonio con una mujer que conozca y adore a Yahvé. Nada, pues, de unién con una cananea, sino que ha de buscar es- posa entre su parentela en Haran. Notese la nueva bendicién de Isaac a Jacob: el Dios Todopode- roso (E] Shaddai) multiplicaré su descendencia y asi se cumplira la promesa hecha a Abraham; promesa que atin no se estaba cum- pliendo; es por tanto, un acto de fe de Isaac. Sin duda en estos mo- mentos ha comprendido que es voluntad de Yahvé que Jacob sea el heredero de la promesa, como lo habia dicho a Rebeca desde el principio (Génesis 25, 23). Esati comprende que a su padre disgustan las mujeres cananeas y busca otra mujer mas, ésta de la familia de Ismael (Génesis 28, 6-9). Génesis 28, 10-15: Dios realiza siempre lo que se propone y, cuando la criatura ha torcido en algo los designios divinos, por decirlo asi, Dios sabe enderezar las cosas, afina y purifica a las almas. Es muy posible que Jacob no tomara el peso al engajio cometido y que subjeti- vamente su falta fuese mucho menor de lo que es objetivamente considerada. Tales casos son frecuentes. Pero Dios ird purificando a Jacob durante largos afios para hacerlo digno de la promesa divina. Lo que Dios se propone es dar dnimo a Jacob para soportar las pruebas: es el sentido profundo de los consuelos en la vida espiri- tual, el darnos valor para soportar las pruebas que a veces son muy 65 largas. En tales momentos de consuelo no hemos de imaginarnos que somos mejores que los demas y que se trata de un premio a nuestra virtud... Los Angeles que suben y bajan se presentan como portadores de mensajes divinos para los hombres y presentan a Dios nuestra oracién. La visién manifiesta la presencia de Dios en dicho lugar con voluntad de proteger a Jacob: Yahvé esta junto a Jacob para protegerle; esta con él. A este sentido de presencia divina alude S. Juan 1, 51. II. LO QUE CONTIENE LA PROMESA DE DIOS A JACOB Génesis 28, 13: la posesidn de la tierra prometida. Génesis 28, 14: numerosa posteridad. Génesis 28, 14 (final): ser antepasado del Mesias. Génesis 28, 15: en vista de todo esto, Jacob gozaré de la protec- cién especial de Dios. Esto también, en ciertos momentos, se le olvidara a Jacob. Ill. COMO RESPONDE JACOB A LA PROMESA DIVINA Génesis 28, 16-22: Jacob comprende que debe rendir homenaje a Dios y que no se puede ni se debe recibir, sin dar lo que se puede en retorno: todo don que se recibe, implica una deuda. {Gran leccién de gratitud para con el bienhechor por excelencia, Dios! Tal vez no recibimos mas de Dios por mostrarnos poco agradecidos a sus beneficios... Y hay que agradecer con la vida, con los actos, mds que con palabra Jacob pone vertical la piedra, como estela («masebah»), en que habja descansado Ia cabeza y la consagra con una libacién (no un sacrificio) de aceite. Notese, la promesa de Jacob: « Yahvé serd mi Dios», 0 sea, en el fondo se trata de una promesa de invariable fidelidad al Sefior: 66 Yahvé serd mi Dios a quien perteneceré y a quien obedeceré en todo. Es ésta, en el fondo, la verdadera prueba de gratitud de la criatura para con su Creador. La verdadera gratitud a Dios debe llevarnos a la total entrega a El. Betel est4 a unos 17 kms, al norte de Jerusalén. Su nombre pri- mitivo era Liz (almendro). Notese también, lo poco que pide Jacob en estos momentos: pan para comer y ropa para vestir. Dios le dara todo esto y mucho mas. También promete Jacob el diezmo en forma permanente. Dios tiene derecho también sobre nuestros bienes materiales, que El mis- mo nos ha dado. IV. JACOB EN HARAN Génesis 29, 1-3: Se trata de un pozo distinto del mencionado en Génesis 24, 11: aqui es un abrevadero para el ganado en el campo, alli, un pozo proximo a la poblacién. Génesis 29, 4-14: Jacob se encuentra con sus parientes; el recibimiento es cierta- mente muy cordial. Laban, en el primer momento, atin no revela su manera de ser, y los primeros dias con su sobrino transcurren sin roces. Génesis 29, 15-30: Jacob se ofrece a servir por Raquel" siete afios, ya que él no tenfa con qué pagar el «mohar» (dote, precio) al padre, mas que en esta forma. Laban se va revelando como el prototipo del patrono injusto que abusa de sus trabajadores (en este caso, su propio sobrino). Avaro, negocia con sus propias hijas, que convierte en una mercancia como ellas mismas lo diran mds tarde (Génesis 31, 14-15). Laban des- truye asi en sus hijas e] amor filial * Del hebreo Rahel, el nombre se interpreta como «oveja madre». Las eti- mologfas de los nombres son populares. 67 Pero Dios se vale de todo esto para formar a Jacob; éste habia engafado a su padre y ahora, a su vez, se ve engafiado, al darle Laban en matrimonio, fraudulentamente, a Lia"’ en vez de Raquel. Mas tarde, Levitico 18, 18 prohibira el matrimonio con dos her- manas para evitar excesivos celos y rivalidades. Génesis 29, 31-35: Dios interviene a favor de Lia dandole hijos. Desde luego Lia revela su fe en Yahvé y su agradecimiento. Nétese también que la linea mesidnica pasa por Lia, cuyo cuarto hijo, Juda, es antepasa- do de David. Génesis 30, 1-21. Nétese: a) Los celos y rivalidades entre las dos hermanas: nada de paz familiar. Jacob, engafiando a su padre, habja destruido la paz de su hogar; ahora destruye Laban la paz del hogar de Jacob. b) Jacob se ve en Ia necesidad de tomar también por esposas a las respectivas esclavas de Raquel y Lia. c) En un momento dado, Jacob llega hasta enfurecerse contra Raquel, que ama tanto, por la insistencia con que ella le pide hijos, cosa que Jacob no puede conceder; depende solamente de Dios. d) Dar a luz sobre las rodillas significa que la sefiora recibe como propio al hijo de su esclava, lo adopta como hijo suyo. Génesis 30, 22-24: Por fin Dios se acuerda de Raquel, escucha sus stiplicas y le da también un hijo. De esta manera, poco a poco se va realizando la promesa de Dios de una descendencia numerosa prometida a Abraham. Génesis 30, 25-43: Jacob comienza a preparar el regreso a la patria, pero no quiere volver vacio de bienes materiales. Laban ha abusado de é1 y ahora "El nombre, si se deriva del acddico, significarfa vaca; si del drabe, antilope. 68 él se valdra de su natural astucia para procurarse riquezas. En el fondo es una compensacién oculta. N6tese que Dios mismo coopera con Jacob y da eficacia al pro- cedimiento empleado, que no tiene nada de milagroso, sino que se basa en un fenédmeno natural. En Siria los carneros suelen ser blan- cos y las cabras negras; la variedad de colores es rara. Jacob en su astucia sabe habilmente apoderarse de lo mejor del ganado de su suegro. Y Dios le ayuda valiéndose de las mismas cualidades que le ha dado. Jacob habia pedido en Betel pan para comer y vestido para vestirse: aqui vemos cémo Dios le da sobreabundantemente lo que le habia pedido. Por fin Dios ordena a Jacob volver a su tierra: Génesis 31, 1-3 Y le libra del mal que podria haberle hecho Laban: Génesis 31, 19-29. Génesis 31, 4-18: Notese que en Lia y Raquel ha desaparecido todo afecto filial. No6tese que Raquel (Gen. 31, 19 y 30) hurta los «terafim» de su padre (los dioses domésticos). ,Por qué? Segtin unos textos que se han descubierto"*, quien retenia los terafim tenia el derecho a la herencia; probablemente eso explica el interés de Raquel en hurtar- los y de Laban en recuperarlos. Raquel, con astucia (versiculos 31- 35), impide que su padre encuentre los terafim. El cédigo de Hammurabi imponia pena de muerte a los ladrones sacrilégos, lo cual explica las palabras de Jacob en el versiculo 32: «Aquel a quien se los encuentres, que muera». V. LA VUELTA DE JACOB A SU TIERRA {Por qué Jacob no dejé antes a Laban? Sin duda, ademas del afan de enriquecerse lo suficiente, influfa el temor a una venganza de parte de Esaui, temor que se habria evitado si no hubiera hecho lo que hizo. 6 De Nuzu, siglo XV ac. 69 Génesis 32,1-8: Esai atin no ha perdonado a Jacob, a pesar de los veinte afios transcurridos. Se desprende con bastante claridad del hecho de que sale al encuentro de su hermano con cuatrocientos hombres. Nétese que Jacob, a pesar de las promesas divinas, parece mas bien fiarse de su astucia. Todo esto es muy humano, Ilevamos casi innata la tendencia a fiarnos ante todo de nosotros mismos. Todos tenemos muchos defectos que ni siquiera advertimos, pero Dios los ve y El mismo los va corrigiendo, si le dejamos hacer. Génesis 32, 9-12: N6tese también la oracién de Jacob: ni siquiera pide perdén a Dios por su falta contra su hermano, lo que indica que atin no ha tomado el peso en toda su extensién a lo que habia hecho ni esta realmente arrepentido de ello: solamente teme e implora la protec- cién divina. Lo tinico que reconoce humildemente es que no me- rece tanta ayuda de Dios (vers. 10). Lentitudes humanas para adquirir plena conciencia de las co- sas. Y si Dios tiene paciencia con nosotros, también nosotros la he- mos de tener con los defectos de nuestros hermanos e ir corrigién- dolos poco a poco. Génesis 32, 24-32: Es un episodio misterioso, pero de gran alcance espiritual para el heredero de Ja promesa. Probablemente sucedié en visién, con un efecto fisico tangible por voluntad expresa de Dios. Jacob co- jea, y con ello tiene la prueba de que lo sucedido durante la noche no habia sido una ilusién. La idea del nombre nuevo esta relacionado con la idea de vic- toria en el futuro. En adelante, el elemento espiritual prevalecer4 en Jacob sobre el natural, al contar ante todo con la ayuda divina mis que con su propia astucia. Hay quienes ven en el angel que lucha con Jacob, al angel de Esati. Dicho angel tratarfa de oponerse a Jacob, para que no pase a tomar posesién de la tierra prometida. De todos modos, Jacob lu- cha con Dios (representado por el angel). Sin duda se trata de una suprema purificacién para hacerle digno heredero de la promesa. La lucha podfa muy bien realizarse mediante la oracién. 70 Jacob es un alma que lentamente se va perfeccionando y subien- do hacia Dios. Ahora ha cambiado radicalmente su actitud interior y en adelante sera fuerte en Dios: Israel. El cambio de nombre sig- nifica que Jacob ha cambiado, se ha transformado en var6n de Dios. Ahora recibe de veras —y no por engafio— la bendicién del Sefior. Es la hora de Dios preparada por veinte afios de lento crecimiento espiritual. Ahora también puede producirse la reconciliacién de Esai con Jacob: Génesis 33, 1-16. Compiarese Proverbios 16, 7, Jacob, agradable a Yahvé consi- gue reconciliarse con quien era su enemigo. Laexpresién «contemplar la faz de Dios», significa ser bien re- cibido y colmado de favores. Jacob, el varén de Dios, se apresura a agradecer a Dios sus beneficios: Génesis 33, 20; 35, 1-4; 9-15 y 16-19. Nétese también cémo Jacob obliga a su familia a renunciar a los dioses extrafios (recuérdese que Raquel habia hurtado los terafim, los dioses domésticos de su padre), y todos obedecen: es preciso que la familia del heredero de la promesa sirva al solo Dios verdadero. Génesis 35, 1-5: Dios infunde a los que pudieran perseguir a Jacob, un gran te- rror y les impide hacer dajio al heredero de la promesa. Génesis 35, 16-19: Dios bendice a Jacob con un nuevo hijo, pero al mismo tiempo le arrebata la esposa predilecta, Raquel. Segtin I Samuel 10, 2 su sepulcro esta al norte de Jerusalén, cerca de Rama; otra tradicién Jo coloca cerca de Belén. Al sur de Jerusalén y no lejos de Belén se conserva, en efecto, hasta el dia de hoy, un monumento que es Ila- mado la tumba de Raquel, que fue en tiempos posteriores adorna- do y embellecido con nuevas construcciones. {Es este el sitio de la tumba de Raquel? Asi parece indicarlo la tradicién, que nunca perdié de vista la tumba de Raquel. N6tese también la pena intima causada a Jacob por sus hijos (otro medio de que Dios se vale para irle purificando). Aqui Rubén comete un pecado gravisimo de incesto; anteriormente Simeén y 71 Levi se habian mostrado desleales, crueles y sanguinarios (capitu- lo 34). Finalmente se nos habla de la muerte de Isaac y cémo sus dos hijos le sepultan. Después Jacob y Esati se separan definitivamente. Nétese por tiltimo cémo Dios baja con Jacob a Egipto para estar siempre con él y los suyos: Génesis 46, 1-4. Sin duda Jacob estaba perplejo al abandonar Ia tierra que Dios le habfa prometido. Antes de dar un paso tan importante necesita saber claramente cual es la voluntad de Dios, y Dios mismo calma sus inquietudes. Jacob, como un ultimo acto de fe en la promesa de Dios, pide ser sepultado en la tierra de promisién: Génesis 47, 29-31 y 50, 4-14. Né6tese que la historia de Jacob esta encerrada y como encua- drada en la oraci6n: ora al salir de su tierra, ora al volver a ella, ora al ser transformado en otro hombre, ora agradeciendo a Dios sus beneficios... Esai no ora, y por lo mismo, no se transforma. LA LECCION PRACTICA Jacob, alma de oracién, aunque al principio lleno de defectos y faltas, se eleva, se santifica, atrae sobre si las bendiciones divinas. En el fondo, Jacob es un alma que a través de todo busca a Dios, acude a EI. Por eso se va elevando. En cambio Esati queda en la vulgaridad por su falta de contacto con Dios. Solamente el contacto permanente con Dios puede transformar aun alma: es de este contacto, de la oracién, de donde han de salir las gracias que necesitamos para transformar nuestra vida. 72 UN SANTO DEL ANTIGUO TESTAMENTO: JOSE I. EL HIJO PREDILECTO Génesis 37, 1-4: Jacob hizo a José una ttnica talar. Se trata de una tunica larga hasta los pies y con mangas largas, prenda que usaban los perso- najes distinguidos; la gente baja usaba la tinica hasta la rodilla y ésta serfa seguramente la usada por los hermanos de José. Es pro- bable, ademds, que José estuviese habitualmente con su padre y tan slo en ciertas ocasiones con sus hermanos. Seguramente in- fluy6 en esta predilecci6n de su padre el cardcter de José: a) Sencillo y sin malicia, cuenta ingenuamente hasta sus sue- fios. Es un alma sincera, abierta, sin tapujos: Génesis 37, 5- 10. b) Leal con su padre, le manifiesta lo que debe saber: Génesis 37, 2 (comparese: Génesis 35, 22). c) Obediente a su padre: Génesis 37, 13-14. Siquém, estaba a unos cien kilémetros de Hebron. d) Fiel en cumplir el encargo recibido, a pesar de las dificulta- des: Génesis 37, 15-17. {Qué contraste con el caracter de sus hermanos, de pasiones vio- lentas y de sentimientos bajos, Ilenos de envidia! Como resulta adems de toda la historia, un amor profundo unfa no solamente a Jacob con este hijo suyo, sino que el hijo amaba igualmente con todas sus fuerzas a su padre. Y sobre estas relacio- nes de padre e hijo, que sin duda eran todo el consuelo de Jacob después de la muerte de Raquel y ante la vulgaridad de sus hijos, cae la prueba mas terrible. 73 II. DIOS PRUEBA AL JUSTO Por amor, para hacerle digno de mayores gracias. Hemos de aprender a dejarnos amar asf por Dios. Génesis 37, 18-20: «E] sofiador», en hebreo «el sefior de los suefios», o sea el sofiador por excelencia. Notese que los hermanos de José toman los suefios no como tales suefios, sino como una cruda realidad que ellos no pueden ni quieren soportar. Si la predileccién de Jacob por José los habia molestado, mucho mas excita su odio la superioridad de José respecto de ellos, como resultaba de los sue- nos. Génesis 37, 21-28: Sin embargo no todos los hermanos tienen la misma bajeza de sentimientos: Rubén, ms noble, quiere salvarle la vida y por eso propone echar a José en la cisterna sin agua. A su vez Juda, pensando sin duda que en la cisterna estaba el muchacho conde- nado a morir de hambre y sed e ignorando el propdsito de Rubén, igualmente para salvar la vida de José, propone su venta a los madianitas. Para José fueron ciertamente momentos de suma angustia, como resulta de Génesis 42, 21. Un esclavo solia valer 30 siclos. José es vendido solamente por 20. Entre tanto, Génesis 37, 29-35, los hermanos de José procuran salir del paso como pueden. Nétese el inmenso dolor de Jacob que ya no piensa més que en su propia muerte para reunirse con su hijo predilecto a quien cree en el sheol”. Génesis 37, 36: José es comprado como esclavo por Putifar (el nombre signifi- ca «dado por el dios Ra»). Sheol: lugar de los muertos. Atin no se habia revelado a existencia del cielo, infierno y purgatorio; sdlo se conocfa que el alma es inmortal. El sheol era pues el ugar donde estaban las almas de los que habfan muerto. 74 Génesis 39, 1-6: Notese que Putifar es un egipcio, es decir lo es de nacimiento y de raza no de circunstancias como los entonces dominadores hiksos. Como esclavo, José tenfa—humanamente hablando- todas las puer- tas cerradas a una posible vuelta a su tierra; pero Dios estaba con él, sin duda también porque José permanecia fiel al Dios verdade- ro. En medio de un pais id6latra y a pesar de su extrema juventud, no vemos vacilar ni un instante en su fe al joven esclavo, ni vacila- r4 tampoco al llegar a la cumbre de la gloria. Dios que no se deja nunca vencer en generosidad, va preparan- do lentamente la salida. Entre tanto, bendice a José, y Putifar con- fia plenamente en él. Pero Dios prueba a los suyos, y tanto mds cuanto mas alto quiere que suban: Génesis 39,7-12: Notese la respuesta de José: no quiere «pecar contra Dios», porque todo pecado contra el prdjimo es un pecado contra Dios. Esta respuesta denota cémo José vivia su fe —lo mismo resulta de todo el relato— y permanecia habitualmente en la presencia de Dios: de ahi su facilidad para referirlo todo a El. Todo esto resulta impo- sible sin una intensa vida de oracién. Pero en premio de su virtud, José (nueva prueba de parte de Dios), es calumniado y encarcelado: Génesis 39, 13-23. José, sin embargo, no se amarga, sino que, serenamente, sigue confiando en Dios. jAdmirable equilibrio moral y espiritual, fruto de su uni6n con Dios, de estar centrado en Dios! ;Dios le sostiene! Génesis 40, 1-4: La culpabilidad del copero y panadero pudo consistir en una simple negligencia en su oficio, pero también, quizds, en haber participado en una conjura de envenenamiento (0 sospecha de la misma). El hecho es que ambos -se trata del jefe de los coperos y panaderos— son puestos en la carcel. Génesis 40, 5-8: La actitud de José, su afectuoso interés por los que sufren, es una vez més, propia de un alma esencialmente religiosa, llena de 75 Dios. José confia que Dios le concederé el saber interpretar el sue- fio; de El ha de provenir toda luz y todo acierto. Génesis 40, 9-15 y 16-23: Notese la seguridad de José al indicar el significado del suefio a cada uno, Sabe con luz superior que las cosas sucederan asf. De ahf también su humilde stiplica al copero de acordarse de é1 cuan- do salga de la carcel; pero éste le olvida. jEs tan facil olvidarse del que sufre cuando se estd disfrutando de felicidad! Y cada nueva prueba, ldgicamente, tenia que hacer mas profundo el sufrimiento intimo. Con todo, nétese que no acusa a nadie, dice simplemente (vers. 15) «he sido hurtado» (otras Biblias traducen «furtivamente sacado»). José no encuentra apoyo ni ayuda en los hombres: su madre muere siendo él atin muy nifio; su padre no pudo defenderlo de la envidia de sus hermanos; Putifar, que tanto se beneficia del trabajo de José, cree a su mujer y mete al inocente en la carcel; el copero, beneficiado por la interpretacién que hace José de su suefio, tam- bién se olvida de é1. El solo y tinico apoyo de José es Dios, y como El quiere elevar a José a la cumbre de la santidad, le desprende de todo y de todos para lograr que se apoye en El sdlo. José debe Ile- gar al punto cero para alcanzar la santidad, Génesis 41, 1: La prision de José dura dos afios que, sumados a los anteriores, constituye un periodo de pruebas de trece a catorce afios, puesto que tenia 17 al ser vendido y unos treinta (vers. 46) al subir al po- der. José no podfa vislumbrar qué pretendia Dios con estas prue- bas, sino una vez terminadas éstas. Dios queria preparar a José para su cargo, para gobernar con entera justicia habiendo conoci- do a fondo los problemas de cada clase social, ademas de Ievarle a la cumbre de la santidad. Asf también nosotros, a menudo sola- mente después de aiios vemos el porqué de ciertas pruebas y sufri- mientos. Nétese en qué peligros se vio José en Egipto: a) En un pais iddlatra, corria peligro su fe. b) Vio amenazada su castidad por la mujer de Putifar. 76 c) La edad de José lo exponia atin mas a estos peligros. d) Otro peligro era el ambiente de la carcel. Pero José sale victorioso de todas estas pruebas por su firmeza de cardcter, firmeza que consiste en obrar siempre por conviccién ala luz de la fe. En José se revela esta fe viva en su resistencia ala tentacién y cémo después, elevado por el Faraén a tanta dignidad, tampoco cambia ni baja de nivel moral, como vamos a ver. Hubo en él una constante (no intermitente) fidelidad a Dios y a su con- ciencia bien formada, y cada acto de fidelidad, claro est4, arraiga- ba en su alma mas y mas esta virtud. III. DIOS PREMIA LA FIDELIDAD DE JOSE Génesis 41, 2-16: Nétese que siete es un mtimero simbélico de plenitud; las siete vacas gordas se refiere a perfecta abundancia, y las siete flacas, perfecta (total) escasez. En su significado coinciden los dos sue- fios del Faraén y éste intuye su importancia, pues ve en ellos un aviso del cielo; de ahf también su afan por saber cuanto antes la interpretacién. Dios se vale de medios totalmente imprevistos: el suefio que da al Fara6n, la importancia de la adivinaci6n para los egipcios, la im- potencia de los sabios para interpretar el suejio, la inquietud cre- ciente del Faraén. Todos estos son medios, en el plan de Dios, para sacar a José de la cdrcel y encumbrarlo en el poder. Realmente los caminos de Dios no son nuestros caminos... (Isafas 55, 8-9). Génesis 41, 25-36: Se trata de dos suefios que en realidad son uno solo en cuanto a su significado, y su repeticidn indica que se trata de algo que Dios ejecutard infaliblemente. En Egipto, las alternativas entre aos de abundancia y afios de escasez eran frecuentes, ya que dependian de las crecidas del Nilo; lo nuevo es la interpretacién netamente monoteista y biblica del suefio: es Dios quien lo da y lo da para bien de los suyos, siempre que, claro estd, ellos colaboren. De ahi el consejo dado por José al Faraén. 77 Génesis 41, 37-46: Notese la Providencia especialisima de Dios, sin duda premio a la fidelidad especialisima de José. Después de la interpretacién del suefio y el consejo dado, José tenfa que aparecer a los ojos de Fara6n comohombre prudente y sabio, lleno del espiritu de Dios, precisamente el hombre que el pais necesitaba en esos momentos. Como consecuencia légica, el Faraén nombra a José administra- dor de todos sus bienes e intendente de todo Egipto. El Fara6n le da un nombre egipcio «S4penat Pa‘eah» (el dios dice de é1 que viva, segtn la interpretacién més aceptada y que S. Jerénimo tradujo por «Salvador del mundo»). Es la nacionalidad egipcia concedida al «hebreo» y que el Faraén completa dandole por esposa a Asenat (que significa la que pertenece a la diosa Neith), hija de un sacerdote de On (Helidpolis), mujer distinguida, de la clase dirigente y que dignamente pueda figurar como esposa del segundo en el reino. Génesis 41, 50-52: Es la dicha familiar de José, el nacimiento de su primer hijo. Manasés significa «habiendo olvidado» (o «hecho olvidar»); es una compensacién completa para José de lo mucho que ha sufrido. Efraim: significa «Dios me ha hecho fecundo» daéndome otro hijo. Las pruebas soportadas con fortaleza y perfecta fidelidad a Dios, aseguran, tarde o temprano, en esta vida o en Ia otra, la felicidad en proporci6n precisamente de la dureza de la prueba y nuestra fidelidad al Sefior. Pero atin ahora, en estas circunstancias, José no podia pensar en volver a su tierra. IV. EL ENCUENTRO CON LOS HERMANOS Génesis 42, 1-8: Jacob envia a sus hijos a Egipto, pero retiene a Benjamin por miedo de perder al tinico hijo que le queda de su amada Raquel. La vida en la tierra prometida, a causa del hambre, se ha hecho dificil. Asi pues los hermanos de José parten para Egipto en busca de trigo. La Providencia especial de Dios para con José se vale ahora del hambre 78 José, informado de que han Ilegado hebreos al pais, quiere co- nocerlos personalmente, quizas con la secreta esperanza de saber algo de su padre, a quien nunca ha podido olvidar. Génesis 42, 9-24: Convenia hacer sentir a sus hermanos su pecado para educarlos y elevarlos moralmente, y provocar su arrepentimiento. Pero José, aun en medio de la justa severidad, conserva toda la ternura de su corazén para con los suyos. Su severidad es amor. José deja preso a Simeén, e] mayor después de Rubén, y no a éste, sin duda porque Rubén quiso librarle. (Génesis 37, 21-22) Génesis 42, 25-28: Nétese la bondad y generosidad de José con sus hermanos, no solamente les devuelve el dinero, sino que adems les da provisio- nes para el viaje como si se tratase de huéspedes. Génesis 42, 29-38: Nétese: a) El temor creciente y desconcierto de los hermanos ante lo sucedido y a lo cual no hallan explicacién. b) La reacci6n de Jacob, violenta y pesimista. Probablemente —como sucede con algunos temperamentos— el dolor por la pérdida de José por una parte y como reaccién natural el amor a Benjamin, se iban haciendo cada vez mds profundos a tra- vés de los aiios, y ante la sola posibilidad de una separacién del hijo mas pequefio ya se imagina Jacob que tampoco lo volverd a ver. Todo esto es profundamente humano. Ni si- quiera parece preocupar a Jacob que Simeén haya quedado preso en Egipto... Génesis 43, 1-14: El hambre aprieta y Jacob mismo ve que no es posible aguantar mas, en consecuencia, pide a sus hijos que vayan nuevamente a Egipto. Quizds pensaba que ante su no tan categérico respecto de Benjamin, sus hijos no volverian a suscitar el caso. Pero se equi- vocaba, le engafiaba el corazén. Notese como Jacob se encierra —esto es profundamente psico- I6gico— en no ver mds que su desgracia y que no puede perder a 79 Benjamin, y c6mo por su parte los hijos se defienden y presentan «al hombre» (José) acos4ndolos con preguntas, que era imposible dejar de contestar. ;Cémo podrfan ellos haber sospechado que «el hombre» les diria que le llevasen a Benjamin? {Por qué es Judd quien arranca por fin el sf a su padre y no Rubén? Es posible que Juda inspirase mayor confianza a Jacob, ya que Rubén habia cometido aquel pecado gravisimo de incesto, que le debia costar sus derechos de primogénito. Jacob es de los que nunca olvidan las cosas que le han causado dolor. Jacob toma medidas, seguramente para proteger a Benjamin. Or- dena que se Ileve «al hombre», como regalo, productos aromati- cos y elementos o elaboraciones de reposteria (miel, nueces de pistacho, arbol terebinteo y almendras). Finalmente nétese el an- gustioso «tomad a vuestro hermanop»... «que El Shaddai os conce- da hallar misericordia...» Jacob conffa en el Dios de sus padres que le devolver4 a su hijo Benjamin y también a Sime6n. Queda sdlo con Dios. Solamente su vida interior podia conso- larle. En el plan de Dios, esto debja servir para su mayor santifica- cidn. Génesis 43, 15-25: Notese la actitud de humildad, saludable temor y honradez que toman los hermanos. Estamos lejos de sus violencias y pasiones de antaiio. El mayordomo de la casa de José, sin duda aleccionado por su amo, dice que es el Dios suyo y de su padre quien ha puesto en sus sacos «un tesoro». No se trata del dinero que ya se habia cobrado, sino de un tesoro concedido por Dios. Génesis 43, 26-34: Sin saberlo, los hermanos van asegurando el cumplimiento de los suefios de José al postrarse ante él. José centra su delicadeza y su carifio en el padre anciano y el hermano pequefio. Revela aqui toda Ja ternura de su alma delicada. Aunque José come aparte -como segundo del reino~— manda sen- tar frente a él a ese grupo de hebreos, que son sus hermanos, des- conocidos para el resto de los invitados egipcios, que no comian con ellos en la misma mesa por considerarse muy superiores. 80 Nétese el natural asombro de los hermanos al verse colocados por orden, segtin su edad, y observar c6mo a Benjamin se le servia cinco veces mas (muchisimo més) que a los otros. Antes de saber la solucién del enigma debian pasar por otra prueba, en expiacién de su pecado y para demostrar que habian cambiado, y hacerse asi dignos de las bendiciones de Dios. Génesis 44, 1-13: No se puede suponer, dado todo lo que sabemos de José, que é1 (quien siempre atribuye a Dios sdlo su capacidad de interpretar los suefios) se dedicase a la adivinacién a manera de los egipcios. Sim- plemente habla como si fuese egipcio para desconcertar a sus her- manos y ponerlos a prueba. Ciertamente lo peor de la prueba fue hallar la copa en el saco de Benjamin. Légicamente sus hermanos tenian que considerar culpable a Benjamin, sin embargo no se lo echan en cara. Génesis 44,: 14-17: José desempefia bien su papel de «hombre que sabe adivinar las cosas con certeza». Los hermanos, haciendo realidad los sue- fios proféticos de José, nuevamente se postran ante él. Juda, que habia salido fiador de Benjamin ante Jacob, se declara esclavo, é1 y todos, de José. NGtese la respuesta de José: solamente sera esclavo aquel en cuyo poder se hallé la copa. Es preciso saber cémo reaccionaraén sus hermanos, si la tribulacién los ha transformado en hombres nue- vos, y ya no tenjan las disposiciones que habjan demostrado al vender a su hermano, no importandoles nada entonces ni la suerte de éste ni el dolor del padre. Génesis 44, 18-34: Notese que a) Juda confiesa a José igual al Faraén, por tanto superior a él. b) Habla con mucha humildad (por favor, sefior mio, tu siervo, permitase hablar...) c) Para conmover a José, insiste en el dolor del padre, que tan- to ama al hijo pequefio, al hijo de su vejez, huérfano de madre. y que lo es todo para él ahora, después de la muerte tragica del otro hijo. 81 d) De ahf su conclusi6n final: él, Juda, seré el esclavo de José en lugar de su hermano. Nétese el acto heroico de Juda: él también tiene hijos, pero esta dispuesto a no volver a verlos, con tal de evitar a su padre el dolor de no ver mas a Benjamin. Seguramente este acto heroico le valid mas tarde para que Jacob le transfiriera a él la promesa mesidnica (Génesis 49, 10). Génesis 45, 1-3: Notese la emocién de José que nunca habia dejado de amar a sus hermanos. Su pregunta de si atin vive su padre -€l ya sabe que si—es mas un desahogo de su amor de hijo y denota cuanto ha es- tado siempre pensando en él. Se comprende que los hermanos, en el primer momento, que- dasen mudos de espanto. Es muy posible que temiesen represalias. Génesis 45, 4-8: José, con profundo espiritu de fe, ve en lo que hicieron con él sus hermanos solamente un medio de la Divina Providencia para salvar la vida a todos. Su felicidad actual, su alta posicién, no so- lamente no le ensoberbecen, sino que sirven para agigantar mds y mas su fe. Génesis 45, 9-15: Notese la insistencia de José: «daos prisa». Con la maxima rapidez han de ir en busca de su padre y de toda la familia, para que cuanto antes se puedan instalar en la tierra de Gosén (regién del Delta oriental, mas o menos el actual Wadi Tumilat). Han de contar a Jacob todo lo que han visto, es decir, que José vive y es como padre del Faraén. Notese (vers.14) el emotivo abrazo a Benjamin y el beso de paz a todos sus hermanos. Génesis 45, 16-24: Notese la generosidad del Faraén, que facilita medios de trans- porte; asi es mas facil el viaje para las mujeres y nifios, y la reco- mendacién de José: que no se peleen en el camino, cosa que, dado 82 su cardcter, podria producirse facilmente. El sincero arrepentimien- to de los hermanos no bastaba para corregirles de golpe de defec- tos muy inveterados. Génesis 45, 26-: Profunda emocién de Jacob: su hijo José vive; ahora ya puede él, después de haberle visto, morir en paz. Se ve que el anhelo su- premo de Jacob durante esos veintidds afios, habia sido tan sdlo el volver a ver a su hijo. Génesis 46, 1-7: Una vez mas Dios promete estar con Jacob y su descendencia: «bajard» con ellos a Egipto y nuevamente hard entrar a los suyos en la tierra prometida. Asi se disipan las dudas que pudieran asal- tar a Jacob acerca de si hacia bien o mal trasladandose con toda su familia y todos sus bienes a Egipto. Dios tiene sus caminos, muy distintos de los nuestros, y realiza sus designios con medios que no podemos sospechar siquiera y que hasta nos parecen, a veces, contraproducentes. Hemos de abandonarnos a El con pleno espiri- tu de fe. Génesis 46, 28-34: Nétese la emocién del encuentro de padre e hijo después de tantos aiios de separacién (unos 22 aproximadamente). José, conocedor de las costumbres egipcias y de su ideologia, procura evitar a los suyos situaciones dificiles y quiere instalarlos en la misma frontera con Canaan; asi seré mas facil la vuelta a la tierra prometida en el momento prefijado por Dios. En Ja tierra de Gosén podrian evitar el roce con los egipcios que despreciaban a los extranjeros y némadas como a seres inferiores, cuya cultura no podia ni de lejos compararse con la egipcia. Aun- que, tratandose de la familia de José, por cierto nadie iba a despre- ciarlos, José sabe bien que en un futuro mas préximo o mas leja- no, pueden cambiar las circunstancias y més vale estar prevenidos. Quizas con luz profética intuy6 que vendria un rey que nada sabria de José (Exodo 1, 8) y convenja hallarse en un lugar estratégico para la salida. 83 Génesis 47, 1-6: Benevolencia del Fara6n para con la familia de José. Los reci- be en audiencia, les concede vivir en Gosén y hasta declara que si hay entre ellos hombres de cualidades profesionales, podrian ser jefes al frente de alguna seccién especial de lo que hoy Ilamaria- mos ministerio de ganaderia. Génesis 47, 7-11: Con amor de hijo, José procura a su padre un contacto directo con el Faraén. El anciano Jacob revela en sus palabras la profunda huella de tristeza que han dejado en su alma las pruebas y sufti- mientos; pero atin asi tiene plena conciencia de su grandeza de Patriarca y, sin el menor complejo de inferioridad, bendice al Fa- ra6n. Se trata de un saludo no simplemente de cortesia, sino carga- do de bendiciones divinas. Jacob vive diecisiete aiios en Egipto (Gén. 47, 28). V. ULTIMOS ACTOS DE JACOB Y SU MUERTE Génesis 48, 1-6: Jacob vive Ileno del pensamiento de Dios; tiene vida interior; conservaba todas las cosas en su corazon. Aquella aparicién de El Shaddai en Luz (Betel) que le bendijo, nunca se borra de su me- moria. Jacob ha palpado la asistencia especial de Dios y, a la luz de lo que Dios ha hecho por él, obra y procede en todo momento. Ahora, bajo su inspiracién, adopta como hijos suyos a los dos hi- jos de José, Efraim y Manasés. Génesis 48, 8-16: Jacob tiene plena conciencia del valor de su bendicién; como Patriarca él transmite bendiciones divinas especiales. Bajo la ac- cién de Dios cruza sus manos y bendice de preferencia a Efraim, el menor de los nietos. Una vez més, de nada vale ante Dios ser el primero 0 el primogénito en el orden humano. Toda eleccién de Dios es absolutamente gratuita. 84 Génesis 48, 17-22: A José le parece mal la actitud de su padre, pero Jacob no cede. José es el segundo de Egipto, pero la bendicién de Patriarca va de cara a Canadn, la tierra prometida. Jacob se siente duefio de esta tierra y puede repartirla. Asi concede a José y con ello a Efraim y Manasés, «una ladera de un monte», en concreto, la ciudad de Siquem que perteneceré a la tribu de Efraim. Noes probable que se trate ni de una conquista en vida de Jacob (como una tradicién judia ha transmitido) ni de un terreno com- prado por Jacob, sino de la conquista de esa regin que hard un dia la descendencia de Jacob quitandola a sus actuales ocupantes, los amorreos. Jacob est seguro de tal conquista, que corresponde a la promesa de Dios, y como Patriarca dispone de ella. Es otro acto de fe profunda, un creer y esperar en la noche. Génesis 49: Para comprender este capitulo téngase presente lo siguiente: los criticos, basdndose en que ef capitulo refleja hechos demasiado concretos como historia vivida después de la bendicién de Jacob, colocan su redacci6n en su forma actual entre los siglos XII-X a.C. Algunos oraculos (Sime6n, Levi, Zabuldn, Isacar) suponen es- tas tribus ya instaladas en la Palestina conquistada. El oraculo de Juda parece suponer un ambiente mesidnico propio de los profetas y hace pensar en la época de David o de Salomén. Pero ciertamente sirve de base una auténtica bendicién del Pa- triarca, que la tradicién ha ido concretando en torno a las tribus ya establecidas. De cara a la promesa divina de la descendencia patriarcal, con- vertida en pueblo, cuya posesién ha de ser Canaan, Jacob hace su testamento dividiendo entre sus hijos la tierra en que él, como Isaac y Abraham, ha morado como peregrino. Sabe que puede disponer de esta tierra, porque Dios la ha destinado a su descendencia. Jacob conoce a fondo a todos y cada uno de sus hijos, tiene de- lante sus defectos y fallos, pero también sus virtudes, y, con profunda psicologia y autoridad de Patriarca, subraya las caracteristicas de cada uno y, con visidn de Patriarca elegido por Dios que intuye lo que va a suceder, sefiala el porvenir a cada uno. La tradicién, como hemos dicho, ampliara este fondo con hechos concretos. 85 Génesis 49, 1-2: Jacob, con un estilo semejante al de los profetas, llama la aten- cién de sus hijos hacia lo que él va a decir y que se refiere a lo que sucederd «en los postreros dias», 0 sea, en tiempos atin muy leja- nos. Génesis 49, 3-4: Rubén es el primogénito, el fruto primero de la paternidad de Jacob, y como tal habia sido un tiempo motivo de alegria y de or- gullo legitimo de su padre; pero «hirviente como el agua» en pa- sién impura, profané el lecho conyugal de su padre, con lo cual pierde todos sus derechos de ser el primero entre sus hermanos. Le falta para ello la superioridad moral. La tribu de Rubén se ver4 siempre molestada por Amonitas y Moabitas y en su descendencia quedara ajena al esfuerzo por la independencia nacional. (Comparese: Jueces 5, 15-16. Véase tam- bién Deuteronomio 33, 6 en que en la bendicién de Moisés a Rubén se insinta asimismo la decadencia de la tribu. Segtin Numeros 32, 2; 6 y 25 aparece la tribu de Rubén después de la de Gad y por tan- to, como sometida a ella). Aqui tenemos un ejemplo de cémo la conducta de los padres tiene sus consecuencias en la suerte que aguarda a sus descen- dientes. Esto sucede en el orden natural y también en el sobrena- tural, es decir, con la «descendencia espiritual», con los hijos es- pirituales. Génesis 49, 5-7: Tratandose de Simeén y Levi, Jacob tiene presente su cardc- ter violento y el crimen cometido contra los de Siquem (Génesis 34, 25-31). Era un crimen plenamente premeditado y Jacob no quiere que su alma (nephesh) se haga solidaria de él. De ahi la maldicién de Jacob contra ambos hijos en sus descendencias-tri- bus: sin terreno propio y dispersos entre el resto de las tribus, iran decayendo. (Comparese: Nimeros 1, 23 con 26, 14) y pasando al olvido absorbido por ellas (Josué 19, 1-9). La futura gloria de Levi, en virtud de su sacerdocio (Deuteronomio 33, 8-11), muy bien pudo atraerla Moisés, perteneciente a dicha tribu, con su fi- delidad a Dios. 86 Génesis 49, 8-12: Juda sera el nuevo primogénito, heredero de la promesa mesidnica. Pondra la mano sobre la nuca, es decir, vencerd a sus enemigos. Su triunfo se compara con el del ledn que se leva la presa. La tribu de Juda estar en posesi6n del cetro, del bastén de man- do, hasta que venga Siloh. Esta expresi6n, atin sin poder ser clara- mente identificada con un titulo mesidnico, ciertamente tiene sig- nificado mesidnico. No pocos manuscritos hebreos y samaritanos leen «she lo», a quien pertenece, de quien es, y en este caso el sen- tido es: hasta que venga aquel a quien se debe (el cetro o la obe- diencia), sentido claramente mesianico, reforzado todavia por la imagen del vino y de la leche que son tan abundante que se usan como el agua corriente y ordinaria, y alegran la vida. La fecundi- dad extraordinaria aparece siempre como un simbolo de la era mesianica. Génesis 49, 13: La importancia de la tribu de Zabulén se debe a su posicién geografica privilegiada, desde la altiplanicie de Galilea hasta el Mediterraneo, tribu rica por la abundancia de su pesca y su comer- cio marftimo (Josué 19, 10-16). Génesis 49, 14-15: Isacar se compara con un asno huesudo (tal se mostré en su lucha contra Sfsara: Jueces 5, 15), pero encerrado como entre dos empalizadas en la rica Ilanura de Esdrelon, donde prefirid vivir su vida tranquila y de prosperidad, que al fin habja de llevarle a la esclavitud proveniente de las invasiones. Génesis 49, 16-18: Dan sabrd defender el derecho y la autonomia de la tribu, y sien- do pequejio y al parecer insignificante, suplird su falta de poder con la astucia de la serpiente y Yahvé serd su auxilio. Génesis 49, 19: La tribu de Gad se vio siempre expuesta al asalto de las tribus nomadas del desierto, pero supo defenderse respondiendo a asalto con asalto. 87 Génesis 49, 20-21: En cuanto a Aser, se alaba la fertilidad de su territorio, rico en trigo y aceite junto al Monte Carmelo, a lo largo del Mediterraneo hasta Tiro. Abastecerd las mesas de los reyes. El ordculo respecto de Neftalf es oscuro. Ocuparé la fértil Ila- nura de Genesaret y en tiempos de Débora aparecera como una tri- bu valiente en el campo de batalla (Jueces 4, 6 y 10 y 5, 18). Génesis 49, 22-26: La bendicién de José corresponde a Efraim y Manasés. Se predice su prosperidad (retofio de frutal o de vifia), fructifero y con abundantes ramas. A esto se afiade su poder, atacada duramen- te, no José por sus hermanos, sino la tribu por los pueblos circun- dantes, sale siempre victoriosa y sin mengua de un poder que vie- ne del Fuerte de Jacob, o sea, del nombre (la persona) del Pastor, Piedra de Israel, «del Dios de tu padre». Dios le concederé tam- bién —es El Shaddai, el Todopoderoso- las Iluvias fecundantes del cielo y las aguas de los manantiales del abismo. Igualmente seran fecundos sus animales y fecundas las personas. El versiculo 26 habr4 que traducirlo asi: «Las bendiciones de tu padre, que han sobrepasado las bendiciones de las montafias eter- nas, el goce de los collados eternos (0 sea, son m4s grandes que las montafias mas altas), que sean sobre la cabeza de José, sobre la cabeza del elegido entre sus hermanos». José es principe elegido, nazir, de sus hermanos y las bendiciones divinas caeran sobre él con la maxima abundancia. NOTA: segiin I Crénicas 5, 1-2, la primogenitura perdida para Rubén pasé a los hijos de José, aunque de Juda salié el principe y prevalecié entre sus hermanos. ,Cémo entender este pasaje, tinico que habla de tal primogenitura? Recordemos que la primogenitura entrafiaba un doble privilegio: la primacia entre los hermanos y una doble porcién de la herencia paterna (Deuteronomio 21, 17). La primera es la que pasa a Juda y la segunda, a los hijos de José, Efraim y Manasés. Génesis 49, 27: Benjamin se distingue por su cardcter ardiente y belicoso y por eso se compara con el lobo que desgarra la presa. 88 Génesis 49, 28-33: Jacob, lleno de fe, pide ser enterrado en Canadn y muere asi de cara a la tierra prometida, figura de otra tierra prometida, la verda- dera, hacia a cual nos encaminamos los cristianos, el Cielo. Génesis 50, 15-21: Temor de los hermanos de José. Después de todo cuanto su hermano habja hecho por ellos durante 17 afios, atin dudan de su perdon y de la nobleza de su alma; pero es natural que quienes no se elevan muy alto, sean incapaces de comprender la auténtica gran- deza de alma que, quizds, incluso califican de «tonteria». Notese la fina sensibilidad de José, llora al oir hablar asi a sus hermanos, y su profundo espiritu de fe: él no estd en lugar de Dios, y a Dios solo pertenece el dar a cada uno segiin sus obras. Nueva- mente recalca el bien inmenso que ha resultado en el plan divino de los sufrimientos que le causaron sus hermanos y comprende que a él le toca una sola actitud: colmar de beneficios a sus hermanos y Sus respectivas familias hasta el fin, como correspondencia a los beneficios recibidos por Dios. Génesis 50, 22-26: También José muere de cara a la tierra prometida en un tiltimo acto de fe, y pide el traslado de sus restos a Canaan, cuando la descendencia de Jacob salga de Egipto. La realizacién de este de- seo de José la tenemos en Exodo 13, 19. También Hebreos 11, 22 recalca este tiltimo acto de fe de José. Toda Ja grandeza moral de José la debe a su constante fidelidad a Dios, fruto de su fe viva jamds desmentida. No olvidemos que hay estrecha correlacién entre fe y fidelidad. Si cabe tanta santidad y generosidad en un justo del Antiguo Testamento, {qué no se ha de pedir a los que vivimos bajo la Nue- va Ley y tenemos las ensefianzas y el ejemplo de Cristo? 89 MOISES, LIBERTADOR DEL PUEBLO DE DIOS I. UN CAMBIO DE GOBIERNO QUE AFECTA A LOS ISRAELITAS Pasarian unos cuatro siglos para dar margen a los acontecimien- tos politicos y la multiplicacién de los israelitas: cf. Exodo 12, 40 y Hechos 7, 6. Los israelitas se habfan multiplicado extraordinariamente. El verbo hebreo sharaz se dice de bancos de peces, de enjambres de abejas, etc. Es una expresién muy grafica. Hoy hablariamos de explosién demogréfica. Asimismo insinta el texto su excelente situaci6n econdmica. La regién se refiere a toda la parte del Delta y no solamente a la parte de Gosén. Asimismo es preciso suponer que los israelitas llegaron hasta las ciudades y entraron en contacto con la civilizacién egipcia. Nétese que en la confecci6n del tabernaculo en el desierto, hay quienes saben niuy bien artes y oficios (Exodo 31, 1-11). También se ve por lo que sigue, que los padres de Moisés vivian cerca del palacio del rey. Y todo este conjunto de datos insintia que muchos israelitas vivian en medio de los egipcios en el momento de la partida. Pero en todo caso y a pesar de todo, los hebreos eran una minoria. Exodo 1, 6-12: Surge un Faraén que «nada sabia de José», es decir, una nueva dinastia que ya no era favorable a los israelitas, como la anterior de los hyksos. Se trata de una dinastfa egipcia. Probablemente el Faraon del cual se habla aqui es Ramsés II (XIX dinastia, aflos 1298-1232 a.C.). ‘ Este Fara6n pensaba que la minoria israelita era sin embargo lo suficientemente fuerte para llegar a ser peligrosa para la seguridad 91 del pais. Podfa aliarse con los pueblos asidticos y quiz4s provocar una guerra civil. Se los podria expulsar, pero era preferible ago- biarlos con trabajos forzados y no dejarles tiempo para pensar en una posible revuelta. El agotamiento fisico se lo impediria. Ade- mas con esto se podia minar su salud y evitar su multiplicacién excesiva. Dice Herédoto que el canal del Mar Rojo al Nilo que planed Necao (609-595 a.C.) costé 120.000 vidas humanas. Notese la injusticia del Faraén al imponer estos trabajos a los hebreos: en Egipto parte de los trabajadores eran libres; los escla- vos eran principalmente los rebeldes dominados 0 los prisioneros de guerra. Los israelitas no eran ni lo uno ni lo otro. II. SENTIMIENTOS DE LOS ISRAELITAS EN TALES CIRCUNSTANCIAS Exodo 1, 13-14: Sin duda en medio de tan dura esclavitud se acordarfan de las promesas de Dios y despertaria en ellos el deseo de salir de Egip- to: estratagema de Dios para desprender al alma por medio del sufrimiento, «Aparece aqui una vez mis la voluntad de Dios sobre su pueblo: en medio del sufrimiento, el despojo, la humildad, Is- rael Ilegard a desasirse de si y a entregarse por completo en manos de Dios, convirtiéndose en el pueblo “pobre” segtin Dios. La his- toria que comienza ahora, es la historia de tal formacién, la histo- ria de cémo se va aprendiendo la renuncia a si mismo para estar disponibles.»° Un alma no esté dispuesta al servicio de Dios —dis- ponible- sino en la medida de su desprendimiento. TI. OTRA MEDIDA INICUA Exodo 1, 15-21: El hecho de mencionarse solamente dos parteras parece indi- cio de que se trata de un distrito poco extenso. Quizds se trataba de Pt Georges Auzou, DE LA SERVIDUMBRE AL SERVICIO, Estudio del libro del Exodo. Ediciones FAX. Pagina 66. 92 ensayar la medida primero en las proximidades de la residencia del Fara6n. Evidentemente las parteras eran egipcias —de mujeres he- breas no podria haberse fiado el Faraén— pero eran almas rectas, buenas y que tenfan horror a la injusticia. Nétese cémo protege Dios a su pueblo en estas circunstancias, y como bendice a las almas que le «temen» (reverencian y sirven). Dios concede a las parteras numerosa prole; es el sentido de la expresiOn «edificarles casas», y seguramente, segtin el sentido de la frase, también numerosos criados y bienestar material. Poco a poco Dios va preparando la realizacién de sus designios sobre su pueblo. Asi, mientras el Faraén piensa destruir al pueblo de Israel, Dios, valiéndose de las mismas medidas dispuestas por el Faradn, dispone que en el propio palacio real se salve y se pre- pare para su misi6n el futuro libertador, que ha de sacar al pueblo de Dios de Ja esclavitud a la libertad. IV. DIOS PREPARA AL LIBERTADOR Exodo 2, 1-10: Los padres de Moisés son Amram y Yokabed (0 Yokébed), se- gan Exodo 6, 20 o Numeros 26, 59. Yokébed era tia de su esposo Amram, segtin Nimeros 6, 20. La versién de los Setenta Ja Hama «hija del hermano de su padre», lo cual Ievaria a considerarla hija de Guersom o de Merarf. Que se la llame hija de Levi, no indica necesariamente que sea de la primera generaci6n. Aaré6n y Marfa eran mayores que Moisés, habjan nacido antes del decreto del Faraén; Moisés es el primero que nace después del decreto. Nétese la fe enorme de la madre de Moisés y cémo ella espera contra toda esperanza; por eso oculta al nifio y toma después todas las medidas para salvarle (comparese: Hebreos 11, 23). Seguin la tradici6n judia, la princesa egipcia se llamaba Termutis, estaba casada y no tenia hijos. Pero no es posible histéricamente — hasta ahora al menos— determinar con seguridad el nombre de la princesa. Ramsés II, en la hip6tesis de ser éste el Fara6n, tenia mas de un centenar de hijos, segtin los escritores antiguos y de estos hijos se conocen hasta 45 nombres. 93 En todo caso es posible que la princesa tuviese su propio pala- cio a cierta distancia del palacio real. Bajé al rfo a bafiarse, proba- blemente, como parece insinuarlo el texto original, en alguna ins- talacién aneja. Entre tanto sus doncellas estan correteando junto al rio. Se descubre la cesta con el nifio. Todo se atribuye a la princesa por cuanto ella es la principal protagonista y es ella quien decide la suerte del nifio. Una egipcia no podia en este caso ser nodriza del nifio, no se habrfa atrevido a contrariar las érdenes del Faraén. Asf, por espe- cial providencia divina, Moisés es devuelto a su madre. Nétese que la princesa recalca que seré ella quien dé la paga a la nodriza, como indicando que nada tenia que temer. AI prohijar la princesa a Moi- sés, segiin la ley egipcia, se consideraba al nifio hijo natural, naci- do de la princesa. En cuanto al nombre de Moisés: Si la etimologia es hebrea, significa «sacado» (Participio activo de mashah). Si la etimologia es egipcia —lo cual es lo mas probable— podria significar simple- mente «nifio». Pero parece mas probable que haya sido un nombre. relacionado con una divinidad egipcia y que la primera parte se haya perdido. Es bastante probable que el nombre completo fuera «OSIRIS HA NACIDO DE NUEVO», porque la princesa, al sa- carle de las aguas, le hizo como resucitar a nueva vida. Segtin la mitologia egipcia, Osiris fue perseguido y muerto por su hermano Set y arrastrado en un sarc6fago de madera por la co- triente del Nilo, qued6 prendido entre la vegetacin. Su esposa, la diosa Nefti, lo sacé de las aguas y lo resucité a una vida feliz. Asi la princesa pudo decir «USIR MOSIS», o sea, Osiris ha nacido, porque lo he sacado de las aguas. Moisés es criado por su madre, lo que sin duda influyé en pre- servar al nifio de la idolatrfa. Es adoptado por la hija del Faraén, medio del cual se vale Dios para preparar a Moisés para el gobier- no de su pueblo con lo que aprende en la corte de Egipto. Moisés es instruido en las ciencias de los egipcios y llega a ser «poderoso en palabras y obras» (Hechos 7, 22). 94 V. HUIDA DE MOISES AL DESIERTO Exodo 2, 11-12: Moisés, segtin San Esteban (Hechos 7, 23), tenia 40 afios, lo cual hay que entender no tanto al pie de la letra sino como un esta- do de madurez, cuando va a ver a sus hermanos los hebreos y ve la injusticia que se comete con ellos. Muy posiblemente en ese mo- mento cruzo por la mente de Moisés el pensamiento de que podria darles la libertad, y en un arrebato de indignacién mata al egipcio. Pero Moisés solamente podia matarlo legitimamente si tenia para ello una potestad legitimamente recibida, sea de la autoridad civil (en este caso del Faraén...), sea directamente de Dios. San Esteban insintia esto ultimo (Hechos 7, 24-25) al decir que Moisés hizo justicia (dike) matando al egipcio y sus hermanos hebreos habian de darse cuenta de que era él el salvador enviado por Dios. Exodo 2, 13-14: Moisés se siente responsable de sus hermanos; de ahj su inter- vencion para reconciliar a los que refifan, pero se da cuenta de que es mal interpretado. Tal vez el hebreo lo consideraba como un re- negado y traidora su pueblo. Los israelitas atin no se han dado cuen- ta de que Moisés, al matar al egipcio, demostré que renunciaba para siempre a su pais de adopcién y queria solamente formar parte de su pueblo perseguido. Comparese: Hebreos 11, 24-26. La situacién de Moisés era muy grave: a) Habja asesinado a un empleado pitblico egipcio que tenia autoridad publica recibida del Faraén. b) Con el agravante de ser él, Moisés, un hebreo salvado gra- cias a la familia real y educado en la misma corte. c) Otro agravante era el que la conducta de Moisés podia ser el comienzo de una revuelta general de los hebreos. Era, pues, ldgico que el Faraén buscase al culpable para darle muerte. Exodo 2, 15-22: Moisés huye a la peninsula del Sinai, al pais de Madian. Los 95 madianitas, segin Génesis 25, 1-2 eran descendientes deAbraham por Cetura. Nétese la estrategia de Dios: Moisés es egipcio por la educa- ci6n recibida; ahora entra en una familia cuyas costumbres son las mismas de los Patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, se familiariza con el desierto y la vida némada. N6tese también el gesto de Moisés al ayudar a las hijas del sa- cerdote de Madian: es caracterfstico en él intervenir para combatir la injusticia. Como es ldgico, el padre de las muchachas le ofrece hospitalidad y es igualmente natural que todo termine en matrimo- nio con una de las hijas, Séfora (el nombre parece significar «paja- rilla»). Hay tres nombres distintos para el suegro de Moisés: Regiiel (Ex. 2, 18), Jetré (Ex. 3, 1; 4, 18; 18, 1, 5-6, 9 y 12) y Jobab (Hobab) segtin Jueces 1, 16; 4, 11 (en cambio, en Nimeros 10, 29, Jobab es un hijo de Ragiiel). Parece que la explicacion de los tres nombres es la siguiente: se trata de nombres honorificos. Jetré: «Excelencia», es un titulo que ostentaba el suegro de Moisés a causa de su dignidad; Regiiel significa «pastor de Dios» y es muy a pro- posito para designar al jefe de una comunidad, sobre todo al jefe Teligioso. En el desierto Dios hace padre al que ha de ser padre de su pue- blo. Guersom significaria «extranjero»; alusidn a la buena acogi- da recibida por Moisés (gér es palabra hebrea que significa el ex- tranjero que vive largo tiempo en una regién y queda bajo la proteccién de las leyes locales). En Madian se hallaba Moisés en una zona por donde pasaban las caravanas y podfa facilmente estar al corriente de lo que pasa- ba en Egipto y otras regiones. Todo resulta providencial. Dios va preparando lentamente su intervencién en la historia. En el desierto Moisés se prepara con una vida sencilla y auste- ra. Queda desprendido de las comodidades de la corte de Egipto. Ademiés tiene mucho tiempo para hacer oraci6n y aprender a escu- char a Dios. Toda misién grande y divina se prepara en la soledad, el silencio, la prolongada espera. Dios no tiene prisas... La misién grande y divina exige profundidad de alma; la superficialidad es la gran enemiga del auténtico apostolado y de la santidad. 96 VI. LA INTERVENCION DIVINA Exodo 2, 23-25: Notese que la servidumbre clama al cielo como clama a Dios la suerte de todos los oprimidos (Exodo 22, 21-22). El sufrimiento del oprimido es por sf mismo una stiplica que Dios escucha. Y Dios se acord6; acordarse Dios significa en la Biblia inter- venir, hacer algo, (comp4rese: Génesis 8, 1; 19, 29; 30, 22; Exodo 6, 5; I Samuel 1, 19-20 etc.). Asimismo decir que Dios mira, sig- nifica una mirada activa y eficaz, y declarar que conoce o reco- noce indica que efectivamente entra en comunicacién con los israelitas y realizard con ellos su obra. De laservidumbre y la escla- vitud los sacaré Dios a la libertad de su servicio. Dios les concederé mas de lo que querian; solamente pedfan la libertad externa, de movimiento etc. y Dios les convertird en su pue- blo peculiar y les ensefiaré Ja libertad interior. Exodo 3, 1-6: Guiado por la Providencia divina, Moisés, con el rebafio de su suegro, se aleja de las Ilanuras de Madian hacia la regi6n monta- fiosa del Sinai en busca de pastos. Sin duda era verano, pues hasta el dia de hoy en esa época del afio, desaparece la vegetacién en la lanura por el ardor del sol, mientras en las partes montafiosas del Sinai quedan pastos para el ganado. Otro detalle de interés es que precisamente en esa regién del Sinai son numerosas las serpientes venenosas. Notese que Dios se hace visible en una Hama de fuego. El «dn- gel de Yahvé» es en muchos textos antiguos sinénimo de Yahvé mis- mo. Por ejemplo en Génesis 22, 1 1-12. Una explicacién meramente natural del fenémeno no resulta satisfactoria. Ciertamente se trata de un acontecimiento extraordinario de acuerdo con la vocacién extraordinaria y trascendental de Moisés. La tierra donde se produce el fenémeno es santa por cuanto all se manifiesta Dios de un modo especial; de ahi que Moisés se descalce al experimentar la presencia divina. Sabe que se encuen- tra con el Dios de sus padres. Todo lo que entra en contacto con Dios, y tanto cuanto, es santo y exige respeto. 97 Eixodo 3, 7-12: Dios revela a Moisés su misi6n: ha de ser el libertador de Is. rael, Pero Moisés pone una primera pega: su propia pequefiez e in- suficiencia. En esta actitud de Moisés hay ya una garantia de la rea- lidad de su contacto con Dios, ya que una auténtica experiencia de Dios de suyo lleva siempre a Ja humildad en el momento mismo de la experiencia. Es la reacci6n tipica del alma ante una misién auténtica que Dios le conffa, experimenta toda su insuficiencia y su radical incapacidad. De ahi también la respuesta de Dios: ¥o estaré contigo. El que nada puede por si mismo, todo lo puede con Ja ayuda divina. Exodo 3, 13-14: El sentido de Ja pregunta de Moisés es: le envia el «Dios de los padres», pero {,quién es ese Dios?, {de qué es capaz?, {qué sig- nifica su nombre? Los israelitas necesitan un Dios que sea eficaz. para ellos. Faltaba a Moisés (y con mayor raz6n al pueblo) un conocimiento profundo de Dios, y Dios va a dar a Moisés —progresivamente- tal conocimiento. Ademas una misién de apostolado exige siempre un conocimiento profundo de Dios. En el Antiguo Testamento Dios se va revelando poco a poco. Lo mismo sucede en nuestra vida interior. Y nétese la respuesta: YO SOY EL QUE SOY. Ciertamente Dios es el Ser subsistente y que no necesita de nada ni de nadie, es el Absoluto frente a todos los demés seres contingentes. Es «ens a se». Pero jes éste el sentido del texto? Cae del todo fuera de la mentalidad bfblica el concepto filoséfico de «aseidad», aunque ciertamente se deduce de este texto. Pero la forma verbal emplea- daen hebreo (eheyéh asher eheyéh) puede considerarse como modo causativo (hifil) y entonces se obtiene un concepto muy propio de 1a mentalidad semita: Yo soy el que hago ser o existir. Es el Dios vivo que obra y actia y hard que Moisés sea el Libertador. Exodo 3, 15-22: Los ancianos son los jefes jurfdicos de las familias y tribus en un sistema de primogenitura legal. Representan al pueblo ante el Faraén. 98 La peticién que han de hacer no es exorbitante. Cada pueblo y cada ciudad tenfa sus dioses a quienes ofrecian sacrificios. Los hebreos no podian rendir culto a su Dios en Egipto por cuanto ofte- cfan animales que los egipcios consideraban sagrados. Puede muy bien suponerse que también en otras ocasiones, quizds con cierta periodicidad, los israelitas efectuaban alguna peregrinacién fuera de las fronteras egipcias para adorar a Dios. Ademis, el alejarse tres dias solamente tampoco bastaba para Ilegar hasta el Sinai. La peticion por consiguiente era moderada. También predice Dios a Moisés que el Faraén denegaré la peti- cién y que Yahvé castigard a los egipcios hasta que dejen salir su pueblo de Egipto. Exodo 4, 1-9: Notese la resistencia de Moisés y su temor de no ser creido. Aho- ta Dios concede a su enviado el don de milagros. Sin este don dificilmente podria haber cumplido su misién. Que el bastén (no el cayado de pastor, sino, segtn el significado de la palabra hebrea —mattéh— una vara corta, semejante a la que lleva en unas pinturas murales de una tumba egipcia un jefe beduino) se convierte en verdadera serpiente se desprende del hecho que Moisés huye y més tarde, ante el Faraén, dicha serpiente se comera las de los magos. Los milagros han de confirmar que efectivamente es Yahvé quien envia a Moisés, tal como més tarde los Apéstoles obraran milagros en nombre de Jesucristo para acreditar su mision. Las dos sefiales siguientes, la lepra y el agua convertida en sangre, tienen la misma finalidad de la primera. Exodo 4, 10-16 y 17-19: Nueva resistencia de Moisés. Palpamos a través de sus palabras su temor, su angustia, su repugnancia vivisima que provoca «la ira de Dios», es decir, que llegan a un punto tal que realmente Moisés mereceria ser castigado por su resistencia, o sea, ya hay en esta resistencia una falta. Ademas, Moisés se olvidaba de que con Dios Jo podia todo. El] resistir tanto era falta de fe. Instintivamente que- tia encontrar la fuerza en si mismo. Nosotros, muchas veces no nos lanzamos por contar solamente con nuestras propias fuerzas en vez de contar con Dios. 99 Notese la insistencia deYahvé: todo depende de Ei, y es El quien estard con Moisés. Por afiadidura le concede la eficaz ayuda de su hermano Aar6n (Exodo 7, 1). Moisés debe aceptar su misin, y por fin se rinde a la voluntad de Dios. Moisés se santificara cumplien- do su misi6n. El que no acepta y cumple su misién, tampoco llega a la santidad. Exodo 4, 18-20: Moisés no dice a Jetré la verdadera raz6n de su partida ya que no siendo éste hebreo no habria comprendido el asunto. Exodo 4, 24-26: Este episodio misterioso probablemente habra que interpretar- lo asi: Moisés se ve repentinamente atacado por una grave enfer- medad que pone en peligro su vida. Tales enfermedades y peligros se consideran en la Biblia como una presencia amenazante de Yahvé. Séfora quiere aplacar aYahvé y como la circuncisién se con- sideraba de cardcter religioso, circuncida a su hijo y ofrece la san- gre del nifio como sacrificio expiatorio. Es posible que Moisés, al descuidar un punto tan esencial en el pacto de Dios con Abraham (Génesis 17, 10-14), mereciera esta leccién de parte de Dios. El que ha de ser jefe y dirigente debe ser el primero en hacer todo cuanto Dios ha mandado. Es posible que después de este episodio Séfora regresara a Madian, al darse cuenta de que Moisés en Egipto iba a hacer algo mas que visitar a sus hermanos. Mas tarde aparecerd en Madian y no se nos dice cuando regresé (Exodo 18, 2-5). Exodo 4, 27-31: Nétese la fidelidad de Yahvé en cumplir su promesa al hacer que Aaron salga al encuentro de su hermano y por decirlo asi, sin- tonice perfectamente con él. El pueblo hebreo cree en la misién de Moisés, y adora y da gra- cias a Dios. Claro esta que era facil creer en ese momento, atin no se veia su fe sometida a prueba. La gran leccién practica que se desprende de los textos anali- zados es que todos tenemos una misién que cumplir en el cuerpo Mistico, y Dios se encarga de prepararnos para esta misin. Lo que 100 importa de parte nuestra es la suma fidelidad a Dios, no oponerle resistencia y tener cuidado de hacer todo cuanto El ha mandado. En el cumplimiento de toda misién hay momentos dificiles, duros, dolorosos. La tendencia humana es resistirse entonces a seguir adelante, pero hacerlo seria infidelidad a Yahvé. Y el que se echa atras no se realiza plenamente, no llega a la santidad y perjudica a los demas, dada la intima solidaridad que nos liga unos a otros. No ha de desconcertarnos ni el sufrimiento prolongado ni las lentitudes divinas. En la fie] obediencia a Dios en todo momento esta el secreto de nuestra santidad y del cumplimiento de nuestra misién dentro del Cuerpo Mistico. 101 HACIA LA LIBERACION I. MOISES COMIENZA SU MISION Exodo 5, 1-5: Al pedir Moisés y Aarén al Faraén que dejen ir al pueblo a sacrificar aYahvé, emplean una palabra (hagag) que indica propia- mente una fiesta religiosa con peregrinaci6n a algtin lugar sagra- do. Para los israelitas, pueblo némada, tales peregrinaciones resul- taban normales. Pero el Faraén declara que nunca ha ofdo hablar de Yahvé. En todo caso, segtin su mentalidad, se trataria de un mo- desto dios de pastores asiaticos. Para él la dignidad de un dios de- pendia de sus €xitos politicos y guerreros. Los israelitas estan opri- midos: para el Faraén esto tenia que aparecer como una sejial de impotencia. ;Qué caso iba a hacer a semejante Dios? No6tese la amenaza sutil que hay en las palabras de Moisés y Aarén: al no rendir el culto debido al Dios de los hebreos es muy posible que se produzca algtin castigo que, por lo menos indirecta- mente, afectaria a los egipcios (por ejemplo una peste, por conta- gio, 0 una guerra...) El Fara6n parece suponer que Moisés y Aar6n son capataces de los israelitas y vienen como comisionados por el pueblo, y ve en la peticién simplemente un pretexto para no trabajar. Y esto él no lo puede aceptar... Habra que agravar la servidumbre. Se entabla Ja lucha entre el Faraén y Dios. Dios comienza a «escribir derecho con renglones torcidos». Tremenda prueba para la fe. Exodo 5, 6-14: Habja sobreintendentes egipcios y «escribas» hebreos”!. Los pri- meros tenian que vigilar, dirigir y activar la produccion y los «es- > En la versién Nacar-Colunga, usa las palabras escribas y capataces. 103 cribas» debian llevar la cuenta de la produccién. Estaban mds di- rectamente en contacto con los trabajadores y, al no cumplir éstos todo su cometido, los escribas son azotados (versiculo 14). Notese el castigo del Faraén: fabricar los adobes con mayor fa- tiga al tener que ir en busca de la paja y tener que entregar cada dia la misma cantidad. Se han encontrado adobes milenarios intactos en varios lugares de Egipto. Y los sobreintendentes egipcios eje- cutan al pie de la letra las érdenes del Fara6n: primero apremian insistentemente y finalmente mandan azotar a los escribas hebreos. La injusticia manifiesta no les importa nada. Exodo 5, 15-19: Né6tese la queja humilde y respetuosa de los capataces al Fa- ra6n y cémo éste corta en seco estas quejas, no admite el didlogo. Ademéas, quiere con sus palabras hacer odiosos ante el pueblo a Moisés y Aarén; la causa del trabajo agobiante no es otra que el haber pedido permiso para la peregrinaci6n. Exodo 5, 20-23: La estrategia del Faraén produce el efecto deseado: los capata- ces, hombres de poca fe, se sublevan contra Moisés y Aar6n. Nétese en este pasaje —lo veremos asimismo en otros— la ma- nera de proceder de Dios: no solamente una lentitud extraordina- tia y desesperante para nosotros en muchos casos, sino también un proceder en apariencia contradictorio. ,No quiere Yahvé dar liber- tad a su pueblo Israel? Y he aqui que en vez de obtener la libertad, el pueblo ve agravada su servidumbre. Dios exige una fe ciega en Ely su Providencia, una fe que se apoye en El solo y no en calcu- los de probabilidades humanas y, conseguir esta fe, es la finalidad de este proceder de Dios que humanamente nos parece tan Ileno de misterio y hasta de contradicciones. Hay que educar al futuro pueblo de Dios en la fe, porque como pueblo de Dios ha de vivir de fe y propagarla. Moisés se queja a Yahvé, desconcertado ante los caminos de Dios, pero sin vacilar en la fe. Acude a Dios en la oracién, porque solamente Yahvé puede dar la soluci6n, y solamente la oracion da la luz para comprender, al menos hasta cierto punto, los caminos de Dios; lo suficiente para no desfallecer. 104 Exodo 6, 1-9: Notese la respuesta de Yahvé: en primer lugar tranquiliza a Moi- sés asegurandole su intervencion con todo su poder, que obligaré al Fara6n a dejar en libertad al pueblo. Moisés sale sereno de la oraci6n y seguro de la intervencién de Dios. No6tese también la afirmacién que Dios se revelé a los padres como EI Shaddai, el Omnipotente, pero no como YAHVE. No se trata de que no se conociera el nombre de Yahvé, sino su hondo significado revelado a Moisés. Es un caso de progreso en la reve- lacién. Fidelidad de Dios a sus promesas: cumpliré ahora lo jurado a Abraham y su descendencia. Esta descendencia se ha multiplica- do y ahora Yahvé la convertiré en pueblo suyo (versfculo 7) y Fl, ‘Yahvé, serd su Dios. Habra como un matrimonio divino entre Yahvé e Israel. Pero las grandes gracias se preparan con grandes sufri- mientos. Y, aunque Moisés habla de nuevo al pueblo, éste no le escucha. Estdn tan deprimidos y angustiados que son incapaces, psicoldégi- camente, de reaccionar. Solamente almas de una fe muy grande y plenamente vivida, habrian sido capaces de creer plenamente en semejantes circunstancias las palabras de Moisés. Dura prueba para Moisés. Es una lecci6n para todos: debemos constantemente y a través de todo, ejercitamos en la fe si no queremos fallar en los momen- tos mds dificiles. Exodo 6, 10-13 y 29-30: Moisés recibe nuevamente la orden de hablar al Faraén para que deje salir al pueblo. Moisés se queja, pues es «incircunciso de la- bios», es decir, no tiene ninguna facilidad de palabra. Ademas, ,no ha fracasado ya en su cometido, humanamente hablando? Sin embargo es preciso insistir, y Dios, al escoger un instrumento, le hace también capaz para el cumplimiento de su misidn. Ningtin fracaso debe hacernos desistir de la misién que Dios nos encomien- da. Dios tiene su hora ... Exodo 7, 1-7: Notese el significado de «profeta», el que habla en nombre de 105 otro. El profeta en la Biblia es el maestro suscitado por Dios para ensefiar a su pueblo. Aqui Moisés es el maestro de Aar6n, es para su hermano lo que Dios es para él. Se habla de endurecer el coraz6n del Fara6n. Las causas segun- das en la Biblia se reducen con mucha frecuencia a Ja causa prime- ra: e] Faraén se endurecera a si mismo al no querer escuchar la voz de Dios, pero Dios lo permite para gloria suya. E] endurecimiento se ira haciendo cada vez mayor, y es fruto de la resistencia a una primera gracia (cf. Romanos 1, 21-24). El resultado de este endu- recimiento serdn los golpes —las plagas son duros golpes— que re- cibird Egipto y la salida final del pueblo judfo de Egipto. La edad de Moisés que se indica no hay que tomarla al pie de la letra; morird a los 120 afios (Deuteronomio 31,2). Tenia cuarenta al huir a Madian y alli paso otros cuarenta afios. Se trata de cifras convencionales. Cuarenta suele ser el tiempo convencional para indicar una generacién. A Moisés se le asigna una longevidad co- trespondiente a tres generaciones, y de su hermano Aarén se dice simplemente que tena tres afios mas. odo 7, 8-13: Todavia hoy hay encantadores de serpientes venenosas en Egip- to. Por una presi6n en el cuello producen una completa rigidez en la serpiente, y esta rigidez cesa cuando se suelta el reptil. A éste, para reducirlo nuevamente a la rigidez, por supuesto hay que vol- ver a cogerlo por el cuello. De esta manera los «magos» del Fa- ra6n podian imitar a su manera el prodigio obrado por Moisés, aunque con mala suerte, ya que la serpiente de Moisés devora las de los magos. Tl. LAS PLAGAS Nota: en el relato de las plagas de Egipto alternan y se mezclan las diversas tradiciones (J, E y P). Sin duda, a hechos reales y ca- lamidades histéricamente ciertas, se afiaden en la redaccién del re- lato nuevos detalles que pertenecen a la forma literaria que se da al relato. 106 Auzou, en su comentario del Exodo” escribe: «Si queremos ahora imaginarnos los hechos, sin dejar de pensar como los escri- tores biblicos, veamos lo que se puede decir... Las aguas del Nilo, como ocurre a menudo, quizds de manera mds impresionante aquel afio, comienzan a adquirir un colorido rojizo... Moisés interpreta el fenémeno como de mal augurio para el pais. Esto llega a noti- cia de las esferas gubernamentales... Otra vez comienza a haber por todas partes, en cantidad desacostumbrada, ranas y sapos... En los circulos asidticos, aborrecidos por los egipcios, la cosa se explica como un castigo y advertencia del Dios Yahvé. El malestar se acrecienta cuando sobrevienen otras adversida- des, como invasiones de mosquitos y tabanos, enfermedades con- tagiosas que hacen presa en los ganados y en las personas. Estas pruebas y sufrimientos, {no estan dando la raz6n a la minoria ex- tranjera que exige poder celebrar su fiesta anual en el desierto?... ¢No es su Dios que desencadena todas estas desgracias? La cues- tion llega a ser atormentadora. Estalla una tempestad de granizo que llega a ser un verdadero desastre por su intensidad y extensi6n. Al mismo tiempo, o en otras circunstancias, el cielo se oscurece hasta el punto de consternar a todos los espiritus. Ya no cabe duda. Hay que decidirse a satisfa- cer las reclamaciones de aquellos hombres... de aquel Moisés que esta dando muestras de ser mds poderoso que los magos. Finalmente llega la noticia de la muerte del hijo mayor del rey. Se dice también que la epidemia que ha matado a ese nifio, co- mienza a hacer estragos en las familias. El hombre de la oposi- cibn, Moisés, se aprovecha de esta nueva y decisiva ocasién y afir- ma en términos mds enérgicos que nunca la voluntad de su Dios. Se ha arrancado por fin el inevitable “Salid!”.» Hasta aqui las palabras de Auzou. Evidentemente cabe una in- terpretacién de las plagas que sigue més de cerca el texto sagrado. Nos basaremos para el comentario en el del Padre Bartina® . 2 G, Auzou, opus cit. pags. 149-150 > La Sagrada Escritura, Antiguo Testamento, I Pentateuco. Profesores de Ia Cfa. de Jestis B.A.C. (Exodo traduccién y comentarios por Sebastién Bartina SJ) 107 Notese que en las plagas —a excepcién de la muerte de los pri- mogénitos— se vale Dios de ciertos fenémenos naturales, pero es- tos fenédmenos Ilegan a ser extraordinarios por el modo cémo se producen. Son milagros quoad modum, aunque no lo son quoad substantiam. Ademas, fendmenos puramente naturales no habrian impresionado al Faraén ni obtenido la salida de Egipto de los he- breos. Exodo 7, 14-24: El agua del Nilo se vuelve sangre. No se trata de la conversi6n en sangre humana o animal, sino de un color de las aguas semejante al color de la sangre. Hay quie- nes interpretan el fenémeno debido al limo rojizo que lleva el rio sobre todo en su crecida a finales de Junio. Sera tal vez mejor ex- plicar el color de sangre por la presencia de unos microorganismos (Euglena sanguinea y Haematococcus pluvialis) que abundan en los altos lagos y colorean el agua de purpura. En afios muy Iuvio- sos pueden bajar del lago Tana al Nilo Blanco. Producen mucho oxigeno durante el dia, pero por la noche es mayor Ia cantidad de oxigeno que absorben que el que producen, lo cual provoca facil- mente la muerte de los peces por falta de oxigeno. La plaga, aparecida en el Nilo, se comunica rdpidamente a los canales y los egipcios al no poder beber el agua, se ven en la nece- sidad de excavar pozos en la orilla del rio, para que el agua se filtre a través de la arena. 4C6mo pudieron los magos hacer lo mismo? Se comprende que pudieran hacer algo semejante con el uso de colorantes. La plaga dura siete dias, es decir, es breve por la bondad de Yahvé. (Versiculo 25). Sabiduria 11, 4-14 ve en esta plaga el justo castigo por la muerte de los nifios hebreos. Exodo 7, 26-29 y 8, 1-11: Segunda plaga, las ranas. Se ha de entender en sentido amplio de toda clase de ranas y sapos. Al retirarse el agua del Nilo después de la inundacién, que- dan estanques y charcas donde facilmente comienzan a pulular las ranas. Generalmente las aves acuaticas abundantes en el Delta (ibis, cigiiefias, pelicanos...) suelen destruir gran cantidad de ellas, pero muy posiblemente la muerte de los peces provocé un desplazamien- 108 to masivo de estas aves y las ranas pudieron multiplicarse impune- mente. La muerte casi instantdnea de las ranas se debi seguramente a una infecci6n (el bacillus anthracis puede aniquilarlas en un ins- tante). Pero lo milagroso esta en que todo sucede a una orden de Moisés, tanto en lo que se refiere a la aparicién como a la desapa- tici6n de las ranas. Los magos podian imitar a Moisés esparciendo en secreto las ranas por varios sitios clave... Exodo 8, 12-15. Tercera plaga, los mosquitos (algunos traducen: piojos). En octubre y noviembre los mosquitos se dan en Egipto en gran- des cantidades. El milagro est4 en que aparecen a una orden de Moisés y Aar6én. Los magos esta vez no pueden imitar el hecho y tienen que reconocer que la tinica explicacién es «el dedo de Dios», o sea el poder de Dios. No quiere decir esta frase que los magos reconocieran a Yahvé, sino que simplemente pensaban que la divi- nidad que invocaba Moisés era mds poderosa que sus dioses. En los textos mAgicos se encuentra la frase «el dedo del dios X». Los magos sin duda —todos ellos usaban varillas consideradas magicas— se referfan al hablar del dedo de Dios, a la vara de Moisés. Exodo 8, 16-28. Cuarta plaga, los tabanos. Esta vez la plaga no afectaré la tierra de Gosén, sino solamente alos egipcios. Los tabanos suelen aparecer a finales de otofio. Trans- miten el «antrax cutdaneo» recogido en animales apestados. E] mi- lagro de la plaga est en la intensidad desacostumbrada con que se produce, su limitacién a un tiempo determinado y determinadas zonas por voluntad de Moisés y su relacién con otras plagas. Momentdneamente el Faraén cede y quiere que los israelitas sa- crifiquen a Yahvé, pero dentro del territorio egipcio. Moisés alega que esto es imposible, ya que tendran que sacrificar animales sa- grados para los egipcios. Notese que en los papiros de Elefantina, que datan del siglo V a. C., se alude a las disensiones entre judios y los sacerdotes de Khnum que se insurreccionaron al ver que los judios sacrificaron un carnero, animal sagrado de Khnum y otras divinidades egipcias. 109 Finalmente el Faraén cede y solamente exige que los hebreos no se alejen més de tres dias. La plaga, a la orden de Moisés, cesa, y el Fara6n se obstina de nuevo. Es cosa muy propia de pecadores obstinados arrepentirse tan s6lo momentaéneamente en un momen- to de afliccidn o peligro y, apenas pasado este momento, se olvi- dan de todo y vuelven a las andadas. Exodo 9, 1-7. Quinta plaga, epidemia del ganado. Se trata de una peste gravisima del ganado y de Ia cual se ve libre la tierra de Gosén. Al decir que todo el ganado egipcio murié no se ha de tomar en sentido matematico, porque poco después, en la plaga del granizo, todavia queda algun ganado. El estilo es hi- perbélico. Ademis se dice claramente que la peste afectard al ga- nado que estd en el campo. La peste pudo muy bien haber tenido por causa la infeccién de las ranas y provocada en el ganado por comer la hierba todavia contaminada y no purificada atin por la falta de Iluvia. Una vez mas el Fara6n se obstina. Exodo 9, 8-12: Sexta plaga, las tilceras. El horno de que aqui se habla es el «kibsan» que era un gran horno para cocer cerdmica o cal. No se puede saber exactamente de qué enfermedad se trata. Es posible sea la viruela, muy conta- giosa, y cuyas sefiales han aparecido en momias del antiguo Egip- to. El hagiégrafo nos presenta a los mismos magos afectados por la enfermedad e impotentes ante el manifiesto castigo de Yahvé. El verdadero Dios triunfa de los falsos dioses. Exodo 9, 13-35: Séptima plaga, el granizo. Dios amenaza con enviar todas sus plagas juntas, lo cual quie- re decir que esta vez el golpe sera tan fuerte que equivaldra a mu- chos golpes juntos. Ademas la amenaza se dirige especialmente contra la persona del Faraén. Notense los versiculos 15-16: Dios ha mantenido al Fara6n con vida para hacerle comprender el poder del verdadero Dios. Y como el Faraén es el prototipo del poder que se opone a Dios en el mun- do, Yahvé triunfar4 de é1, de modo que el nombre del verdadero Dios, Yahvé, sea proclamado y reconocido por todos. Los pecado- res existen para gloria de Dios. Dios permite las injusticias que 110 cometen para triunfar de sus enemigos y obligar a todos a glorifi- carle. N6tese también que Dios avisa al Faraén y los de su corte que pongan a salvo a su ganado, (Dios siempre avisa por medio de su Palabra, sus profetas etc. Lo importante es hacer caso) el que crea este aviso y haga caso de él se beneficiard de la clemencia divina y no sufrira pérdidas materiales. Asi contrastar4 mas la tozudez del rey con la fe de algunos de sus stibditos. Téngase presente también que para los israelitas los grandes nu- barrones tempestuosos aparecian como ocultando la divinidad y los rayos eran como destellos de su luz que se escapaba. El trueno era como la voz de Yahvé, el granizo sus armas arrojadizas. La piedra que cayé rompié a trozos y desgajé los arboles y maté a los animales al caerles encima, y asimismo a los hombres. Seguin los versiculos 27 y 28, el Faraén se impresiona, pero esto es superficial, porque no se detiene a reflexionar. Nuestra insensi- bilidad a la gracia va aumentando en la medida que las adverten- cias de Dios nos resbalan. Moisés lo prevé y no cree en la promesa del rey de dejar salir al pueblo. Sin embargo «levantard las ma- nos», 0 sea, hard oracion a Yahvé y la plaga cesard. Notese que Moisés no dice que «atin no temen a Yahvé>, es decir, han Ilegado a servirle, sino ni siquiera temen ante Yahvé espanta- dos por sus prodigios. Y efectivamente, el rey sigue obstinandose. Es interesante la observacién del hagiégrafo que indica que el lino y la cebada quedaron destrozados, pero no asi el trigo por ser tardio. En Egipto el lino se siembra en enero y florece unas tres semanas después; la cebada se siembra en agosto y se cosecha en febrero. Las granizadas no se dan todos los afios en Egipto pero cuando se dan es entre enero y abril. Exodo 10, 1-20: Octava plaga, las langostas. Las invasiones de langostas son frecuentes en los paises calidos al sur del Mediterraneo. Forman nubes que vuelan y que arrastra el viento y destrozan la corteza misma de los arboles en su voracidad insaciable. La langosta aparece pocas veces en Egipto, a intervalos irregulares, pero cuando se presenta causa estragos enormes. N6tese que Moisés ha de ensefiar a sus descendientes cémo pro- cede Yahvé con los egipcios; es que la leccién que encierran las 11

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