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MARTIN DELA ROSA ec testimonios del fondo NEZAHUALCOYOTL. Rey de Texcoco, poeta, astréne 1 filbsof0 © ingeniero. D.R. © 1974 FONDO DE CULTURA ECONOMICA Av. de la Universidad 975; México 12, D. F. COLECCION TESTIMONIOS DEL FONDO 19) NETZAHUALCOYOTL: éCIUDAD PERDIDA? UN VIAJE IMAGINARIO Ciudad Netzahualcéyotl no aparece en las guias de turismo ni en los mapas de carreteras, y solo se consigna parcialmente en los ma- pas de la ciudad de México. Sin em- bargo, Netzahualcéyotl es la cuarta ciudad de la republica, habitada por un millén de mexicanos pobres. Intentemos hacer un viaje imaginario: to- me usted la avenida Zaragoza rumbo a la carretera de Puebla y doble usted a la iz- quierda en cualquier calle entre el mercado de San Juan Pantitlan y Los Reyes. Al cru- zar la ayenida Texcoco, usted se encuentra ya en Ciudad Netzahvalcéyotl. Este, viaje imaginario seré poco “turistico”; tal vez re- sulte poco agradable, pero serviré para un “Conozca México” distinto, el que se nece- sita para comprender mejor la realidad de nuestro pais. A pesar de que del Zécalo a Netzahualcéyot! se hace media hora en au- tomévil, este viaje es “‘distante", no en el espacio 0 en el tiempo, sino social y psicolé- gicamente. Distante porque es viajar a un mundo de cultura, problemas y valores dife- rentes a los de las clases media o alta mexicanas. Incluso para los habitantes de Netzahvalcéyot! también es distante, pero en otro sentido. En este caso se trata de “tomar distancia” frente a la vida cotidia na, frente a los constantes problemas de emergencia, a fin de comprender mejor esta realidad tan compleja, captar las relacio nes de causa y efecto, y con ello percibir las pistas de accién que generen una socie- dod més humana. Viajar de esta manera a Ciudad Netza- 4 E hualeéyot! no es facil, por dos motives: en primer lugar, porque la realidad misma es 16 en continuo movimiento y es de una com- plejidad extrema, y en segundo lugar, por- que este drama de miles de personas que luchan por sobrevivir, al borde siempre de la desesperacién, no nos puede dejar indi- ferentes. Este viaje, pues, puede incomodar nuestro conformismo. ‘Advirtémoslo de una vez. No se trata de satisfacer con amarillismos la curiosidad malsana y morboso; tampoco se trata de un estudio cientifico “neutro” que pretenda, con lujo de cifras abundantes, diagnosticar males sociales y sus respectivas soluciones, cuyos autores, por lo demés, nunca salen de sus elegantes oficinas. Esta advertencia va por delante: ya que algunos podrian creer que exagero, que vengan y comprueben. Otros, por aten- der minucias de algunas cifras, pueden ig- norar el bosque, y finalmente, en cuanto aquellos que buscan “emociones fuertes”, seré mejor que interrumpan desde ahora la lectura. Mi conocimiento sobre Netza es necesa- riamente limitado. Sin embargo, después de haber vivido aqui cuatro afos, viendo de cerca tantos dramas humanos y buscan- do explicaciones de esta realidad cadtica y desquiciada, creo que puedo al menos hacer un planteamiento sobre este proble- ma que llamamos Netzahualeéyot!. Ademas de la experiencia personal, he consultado los diversos estudios que ya se han hecho sobre la ciudad y dialogado con personas que la conocen bien. Una dificultad seria para el conocimien- to de Netzahualcéyot! es que los estudios son de muy diverso valor: en algunos in- formes se hacen afirmaciones abiertamente falsas, existen claras contradicciones en al- gunos puntos entre un estudio y otro, y final- mente la confiabilidad de algunas investi- gaciones es muy limitada. A pesar de ello, el paquete sustancial de datos nos cuantifi- ca satisfactoriamente una realidad que salta a la vista, lo cual impide distraernos en discusiones irrelevantes de sumas y restas. A\ final, el hecho macizo se impone. LA CUARTA CIUDAD DE LA REPUBLICA Cuando un avién despega del Aeropuerto 5 a Benito Judrez de la ciudad de México, en direccién norte, el pasajero puede observar hacia la derecha una superficie pla- na y monétona, cuadriculada y gris. Esa superficie de 62 km’ fue ante- riormente un lago de agua salada, el lago de Texcoco. A principios de siglo, este lago se desecé para convertirse en el llano drido donde se generan las tolvaneros. Actualmente, esta habitado por mas de un millén de ‘“colo- nos”. Ahi se localiza Ciudad Netzahvaled- yotl, la cuarta ciudad de la repdblica en ndmero de habitantes. Es bien conocido el hecho de que en to- das las grandes civdades de América Latina se han ido formando en los sltimos aiios cinturones de miseria. Se les ha llamado de diversa manera: “fabelas”, pueblos nuevos, villas-miseria, “callampas” 0 ciudades per: didas. Netzahualcdyot! resulté ser algo més que un cinturén de miseria de la ciudad de México; por el volumen de su poblacién se ha convertido en una gran civdad, mayor que Puebla, Leén o Chihuahua, Netzahual- céyotl tiene més habitentes que Stuttgart, en Alemania; casi tantos como Estocolmo en Suecia 0 Montevideo en Uruguay. Resul- ta casi imposible imaginar una ciudad de tales dimensiones en la que todo es miseria. la poblacién de Netzahualcéyot! es im- presionante por su volumen, pero lo es més por su crecimiento tan acelerado. Veamos algunos indicadores de este fenémeno: la historia de la ciudad es muy reciente; hace 40 aiios no existia. Empieza a poblarse len- tamente a partir de 1945, cuando se prohi- ben las autorizaciones de nuevos fraccio- namientos en el Distrito Federal. Todavia en 1962 la ciudad tenia apenas 62 mil habi- tantes, pero en esa década el ascenso de la poblacién se dispora rapidamente: en 1968 la Secretaria de Recursos Hidrdulicos estimé la poblacién en 583 mil habitantes; en el censo de 1970 se registran 670 mil y los célculos del 73 indican una poblacién de 940 mil, con un aumento, segin estimacio- nes oficiales, de 15 mil personas por mes. Quiere decir que probablemente para 1980 Netzahualcéyot! seré la segunda ciudad de la repiblica, con dos millones de habitan- tes, superando a Monterrey y Guadalajara. Este crecimiento tan acelerado y anormal se explica en primer lugar por la fuerte emi- gracién del campo a la ciudad. La inmensa mayoria de los colonos han huido de la miseria del campo, atraidos por el magne- tismo de la ciudad, alimentando la ilusién de un empleo. El rea metropolitana de la ciudad de México ha sido un polo de atrac- cién para los estados del centro y Sur. Asi tenemos que sus lugares de procedencia son: estado de México (9.7%I, Guanajuato (6.9%), Puebla (5.2%), Michoacan (4.9%), Ooxaca (2.9%). Del Distrito Federal provie- ne una gran parte (58%l, pero hay que te- nef en cuenta que muchos solamente “pa- saron” por ahi, de donde se evadieron incapaces de soportar lo elevado de las ren- tas y deseosos de obtener casa propia. EI segundo factor de crecimiento es el alto indice de notalidad. En el municipio se registran 20 al dia, cifra que no parece teflejar la realidad, puesto que muchos ni- jios quedan sin registrarse, y calculos hechos en 1968 indican que el tamaiio promedio de una familia es de 6.2 miembros. Asi te- nemos que, a pesar de tener la tasa de natalidad infantil més alta del estado, el indice anual de crecimiento natural es de 5.1, superior a la media nacional, una de las més altas del mundo, y superior incluso al indice global de los paises mas subdes- arrollados. La pregunta surge inmediatamente: ges posible frenar este diluvio de gente que ne- cesita escuelas, viviendas, alimento, atencién médica, trabajo? Frenar la emigracién del campo no seré posible mientras la agricultura permanezca estancada y mientras la ciudad de México siga siendo un polo que centralice el des- arrollo industrial. La miseria hace que los campesinos abandonen sus tierras en busca de algo que dificilmente seré peor. Si consideramos ahora, en este contexto, el problema de la planificacién familiar, en contramos un cuadro no menos dramético. Ni Io Iglesia ni el estado enfrentan seria~ mente el problema. Mientras el Episcopado 5 Mexicano hace un intento de “‘liberalizar’ la doctrina de la enciclica Humanae vitae, en sv carta pastoral del 73 sobre Paternidad responsable, en la didcesis de Texcoco, ba- jo cuya jurisdiccion cae Netzahvalcéyotl, se sigue sosteniendo la inmoralidad de los me dios artificiales para el control natal. Ade- mas de aiadir el sentimiento de culpa a quienes ya tienen una pesada carga, la Igle- sia jerdrquica no desarrolla ningén progra: ma educativo sobre la paternidad respon- sable. ° Por lo que toca al estado, aqui se verificé draméticamente aquella famosa frase de “gobernar es poblar”. Ahora, con el repen- tino viraje de la politica oficial, existe el peligro de caer en la “brillante” tesis de Mc Namara: gobernar es frenar la natalidad de los pobres, evitar que se multipliquen los estémagos que amenacen la mesa de los cos, Viniendo a los hechos, constatamos que el estado no tiene en Netzahualcéyotl nin- gin servicio médico organizado, de propor- ciones significativas, sobre la planeacién familiar. Conviene sefialar que el problema del control de nacimientos se plantea con fre- cuencia inadecuadamente: unos lo reducen «la casvistica moral angélica que ignora todo condicionamiento socio-econdmico; ‘otros lo reducen a un asunto técnico, de manipulacién politica de masas. Ambas ten- dencias niegan la dimensién de justici cial que enmarca y determina dicho proble- ma. Mientras no disminuya la desigualdad social y no se proporcione la educacién ne- cesaria para que la pareja pueda hacer una eleccién libre y responsable sobre el némero de hijos, dificilmente tendra éxito cualquier politica sobre poblacién. EL_ HOMBRE DE NETZAHUALCOYOTL Volvamos ahora nuestra atencién al hombre de Netzahualcéyotl, a quien se le ha hecho una doble injusticia, por lo que a conocimiento se refiere. Primero se le ignoré. Una cortina de silencio se corrid entre Netza y la nacién, cortina que permitié que a nuestras espaldas se cometieran los abu- sos més inauditos. Después, surge repenti- namente en la opinién publica (''se pone de moda"), a tavés de la prensa, la radio y la television, pero con tintes amarillistas ‘0 demagégicos. La primera versién nos describe un Net zahvaleéyotl-barrio-bajo. Una barriada si niestra, violenta, habitada por gentes agre- sivas y antisociales. Para quienes han acep- tado esta versin, ir a Netza significa aven- turarse a perder la bolsa o la vida. Segin la otra versién, la demagdgica, Netzahualcéyotl es donde los gobiernos federal y estatal han aplicado politicas au- daces y progresistas gracias a las cuales la ciudad se ha transformado radicalmente, convirtiéndose asi en una ciudad progresista. ‘Antes de apresurarnos a responder sim- plistamente qué pensar de tales versiones, tomémonos el trabajo de preguntar qué cla- se de gente habita Netzahualcéyotl y cuales son sus problemas. Conocer una ciudad (o un pais) es primero, y antes que nada, cono- cer la gente que la habita, sus tradiciones, sv cultura, sus aspiraciones y problemas. Por lo pronto, el hombre de Netza no es el hombre taimado y astuto que hace del deli- to un modo de vida, ni el pardsito social que vegeta en la ociosidad. Si bien es cierto que la poblacion de Net- zahvalcéyot! no tiene una historia propia, el hombre que la habita vivid y se desarro- 16 en el campo, en la provincia, en donde, aunque explotado econémicamente, conocié una existencia rica en valores culturales. Tu- vo relaciones sociales integradas a su expe: riencia personal; tuvo tradiciones familiares, fiestas y costumbres del pueblo, y tuvo ritos fen el amplio sentido de la palabra); gozé incluso tal vez de prestigio y aceptacién social. Se desarrollé en un ambiente en el cual podria llamar a los vecinos por su nombre. Pero un dia ese hombre tuvo que emigrar, empujado por la miseria o lo improductivo de la tierra, 0 alucinado por el brillo de la ciudad. Asi se convirtié en un “desarraiga- do”. Tan familiarizado con el campo o el Pequefio pueblo, perdié la brijula en la sel- va del asfalto, entre las ventanillas sin ros- tro y las multitudes siempre de prisa, entre {a hostilidad del transeinte y la indiferencia del vecino. Las culturas originarias que estos hom- bres traen consigo forman un rico mosaico cultural. . ., aunque ahora en vias de desapa- ricién. Esas formas de cultura estén en abso- luta desventaja frente al paso de la ten- dencia triunfante: la cultura que invade y coloniza a través de Ia televisién, la radio, las fotonovelas, los “‘monitos”, el cine. Es la sociedad de consumo que impone un modo de vida, que empuja a comprar y crear ne- cesidades: la consola cara, el pequefio auto desechable, los cigarros y las bebidas, los cosméticos de moda y la ropa “unisex”. Asi, la cultura rural se devalia y, falta de oxi- geno, queda arrinconada al cuarto de las cosas viejas. Socialmente, Netzahualcéyot!_no tiene unidad interna, estrictamente hablando no es ciudad porque carece de la relativa auto- nomia, es el apéndice de una megalépolis. Por ejemplo; no hay medios de transporte interno entre las 54 colonias que la integran, ya que todo se dirige al Distrito Federal; no hay lugares de reunién social, “no hay a dénde ir”. Las iglesias y los cines sdlo son sustitutos esporddicos. Para una civdad de un millén de habitantes existen solamente ocho teléfonos péblicos y unos 30 privados. Tiene sélo una oficina de telégrafos, dos de correos, una libreria, dos bancos, una estacién de bomberos, un puesto de la Cruz Roja, tres gasolineras (hace un aio no habia ninguna), pero no hay ni bibliotecas ni par- ques, ni hoteles, ni teatros, ni diario local, ni... cementerio. El hombre de Netza, habiendo conocido la comunicacién y siendo inclinado a ella, se encventra en un medio hostil que lo blo- quea. La comunicacién horizontal es minima: la ciudad esti atomizada al infinito: cada persona o cada grupo lucha a brazo porti- do contra los problemas cotidianos de sub- sistencia, problemas que en realidad son comunes. Un estudio hecho por un grupo de inves- tigadores del Colegio de Psicologia de la UNAM, en 1970, en Ia colonia Sol, concluye que el impacto de la falta de satisfactores adecuados genera contenidos agresivos en la persona y “la pauta observada repetida- mente es la destructividad, que matiza las relaciones interpersonales”. El hombre de Netzahualcéyotl no era vio- lento, pero las estructuras sociales de opre- sién lo convierten en hombre agresivo, La frustracién permanente del colono, la vida miserable y angust:osa de jévenes, nifios y adultos, va carcomiendo lentamente la so- ciabilidad de antes; los abusos continuos y las injusticias de cada momento generan una agresividad a flor de piel que estalla al menor pretexto. Juan y Margarita tienen seis hijos y viven en la colonia Aurora. Hace tres afios per- dieron al menor, de seis meses de edad. El nifio murié sin atencién médica, por falta de recursos econdmicos. A mi me tocé acom- pajiarlos en los preparativos del funeral. Durante dos horas recorrimos calles intran- sitablés, por colonias sumidas en la penum: bra. Un médico de la colonia Perla extendid el acta de defuncién, anotando alguna en- fermedad sin importancia como la causa del deceso. Ante mi mirada inquisitiva res- pond'6 esponténeamente en voz baja, evi- fando que los padres oyeran: “Murié de hambre, pero eso no lo puedo poner”. La funeraria cobré lo que pudo; los vecinos cooperamos para los gastos y la vida siguié su curso. Episodios como éstos constituyen la trama de la vida para el hombre de Netzahual- céyotl y por eso su vida es tan semejante @ una pesadilla. Cuando los pobres cometen violencias la pregunta no debe ser gpor qué lo hacen? sino gpor qué no lo han hecho antes? ESTE ERA UN REY... Netzahualcéyotl fue el rey por cuya fama se dio nombre a esta dad. Segin nos dice José Luis Martinez (SEP 70, num. 42), Netza- hualcéyotl fue un hombre extraordi- nario: rey de Texcoco, poeta, lésofo, politico y urbanizador. Nacié en Texcoco el 28 de abril de 1402. Fue educado en el calmécac, la severa es- cuela para hijos de nobles y sacerdotes; en 1418, a la muerte tragica de su padre, Ixtli xéchitl el Viejo, se escondié para proteger la sucesién del reino del ataque de los tec- panecas, a quienes pudo combatir en 1427, y logré en 1428 la Triple Alianza entre los sefiorios de México, Texcoco y Tlacopan. Hacia 1430 dirige la planeacién de Cho- pultepec y la introduccién del agua potable @ Tenochtitlan. En 1431 es proclamado se- fior de Texcoco, al que dio organizacién politica y aparato judicial; distribuyd por barrios los diferentes oficios. Archivos, reu- niones de sabios, jardines boténico y zoolé- gico, escuelas de arte adivinatorio, poesio y miOdsica, constituian la vida cultural del reino. En cierta ocasién, retirado en su bosque de Tezcotzingo, ayuné cuarenta dios, hizo oraciones y compuso himnos al Dios no co- nocido. Fue monoteista. Su nombre comple- to fue Acolmiztli Netzahualcéyotl, que sig. nifica respectivamente: “brazo o fuerza de leén" y "coyote hambriento o en ayuno”. Murié en 1472. Este fue el rey cuyo nombre se impuso a esta ciudad, Curioso simbolo. Rara coincidencia. Un coyote hambriento y una ciudad con hambre. Pero volvamos a la ciudad que lleva su nombre, haciendo un poco de historia, la historia’ urbana. Hacia 1930 se desecd la parte sur del lago de Texcoco, para dejar tierras libres que fueron luego repartidas en parcelas. El nécleo inicial de poblacién fue el pueblo de San Juan Pantitlan y las primeras colonias empezaron a nacer: la México, la Sol, lo Estado de México. Los pri meros colonos adquirieron terrenos a relati- vo bajo precio: entre tres y cinco pesos metro cuadrado; sin los servicios minimos de urbanizacién, por supuesto. 8 La década de los sesentas fue la bonan- za de los fraccionadores. Habiendo adqui- rido grandes extensiones de terreno, traza ron la ciudad a cordel, como tablero de ojedrez: ademas de los espacios para servi cios piblicos, todo es mondtono: 150 mil lotes de 150 m*, en promedio. E! poblamien to fue masivo, la fiebre de tierra prendié y los fraccionadores supieron aprovechar esta sitvacién. Con la misma prisa que cre- cia el némero de colonos, subian los precios de los terrenos y pronto los lotes se ofrecian en venta de 20 0 35 mil pesos, segin la colonia, llegando asia superar la cifra de 200 pesos metro cuadrado. Para un inquilino del Distrito Federal (D. F., que pagaba de 400 a 500 pesos, la tentacién era muy fuerte: por 30 6 50 pesos semanales podia adquirir un terreno pro pio y con servicios urbanos, tal como esta blecia la propaganda y los contratos de promesa de venta. Los nombres de las colo- nias empezaban a ejercer su poder magico: jos Manantiales, Agua Azul, Jardines de Guadalupe, Las Flores, Aurora, La Perla, Las Fuentes, Maravillas! Incluso corrié el rumor, muy eficazmente, de que el “metro” llega- ria_a Netzohvaleéyotl. Pero el vergel prometido no era sino mo: notonia del paisaje: todo color gris-tierra, sn relieve, el mismo tipo de construccién improvisada, a lo largo de calles infinitas, vegetacin nula. Habia dos épocas en el aio: la de las inundaciones, de mayo a sep- tiembre, cuando la ciudad volvia a ser lago «© causa de las Iluvias y lo impermeable de! suelo, y la de tolvaneras el resto del afio, con su contaminacién y su aire viciado. Con frecuencia un olor pestilente inundaba el aire a causa de las aguas negras que el D.F. hacia llegar hasta el lago de Texcoco. Los nifios crecieron aqui entre el polvo, el lodo y la basura. Durante todos estos afios no hubo agua potable para la mayoria de la poblacién. Habia que hacer hoyos profun- dos en las tomas piblicas, para que el des- nivel permitiera obtener un poco de agua, aunque no fuera potable; esto suponia levantarse a veces a las cuatro o cinco de la mafiana o hacer colas durante horas in- terminables, al rayo del sol. En épocas de sequia grupos de mujeres vagaban de una colonia a otra tras el rumor intermitente de la presencia de una “pipa” —carro- tanque— con agua, que rara vez aparecia. Se negocié con el agua: las latas de 20 li- tros se vendian a 5 pesos. Muchos nifios murieron por falta de agua potable. Por las noches, las tinieblas caian sobre la ciudad. Los asaltos de las pandillas ly ‘aun de la policia) eran asunto corriente. Du- rante el dia, el paisaje de la ciudad era una enorme telarafa de cables eléctricos que iban de las escasas lineas que atrave- saban la ciudad hasta las casas. Cada uno tuvo que instalar su linea, a veces hasta de 200 metros, uniendo pedazos de cable. No faltaron los vivales que aprovecharon la oportunidad para hacer negocio. Cobraban cinco pesos semanales por “derecho de dia- blito”: el cable pasaba por un tablero adap- tado para el caso. En 1958 se expidio la Ley de Fracciona- mientos del Estado de México, que obligaba a los fraccionadores a dotar los servicios de agua, drenaje, electricidad, conformacién de calles y guarniciones. Todavia en 1970 la urbanizacién estaba pendiente. Aunque de colonia a colonia habia sus diferencias —en algunas se aplicaron remedos de urbaniza- cién, mientras que en otras se carecia de todo—, los paliativos fueron cada vez mas insuficientes para guardar las apariencias. En 1971 el 44% de la poblacién carecia de agua, en 1968 el 54% carecia de dre- naje y el que existia en algunas colonias era tan inservible que cuando se instalé el nuevo sistema hubo que cambiar la antigua red en su totalidad. En 1964 sdlo nueve co- lonias, que daban cabida al 47% de la po- blacién, tenian luz eléctrica, de la cual el 31% era "“clandestina”. En esta situacion, funcionarios corruptos (0 supuestos funcio- narios), cobraron cuotas de 100 a 300 pesos por los servicios que "se iban a instalar pronto”, No es de extrafiar que los fraccionado- res hayan podido sacar tres mil millones de pesos durante estos afios. El estado fue cémplice y participe del botin: las autorida- des de aquella época se “hicieron de la vista gorda” y aun concedieron exenciones contra la misma ley de fraccionamientos. La tenacidad y el apego a la tierra de los he: roicos colonos de esos afios hicieron que estos terrenos, que no costaron més que unos centavos metro cuadrado, obtuvieran tan enorme plusvalia. Un periodista extranjero que vio esta civ dad sin luz, sin pavimento, sin drenaje ni agua potable, la describié como un “enor me campo de refugiados”. Y algin habitan- te de la colonia Sol admitié: como puercos”. LA LUCHA POR LA VIDA Todavia ahora, después de las grandes inversiones para urbanizar Netzahualcéyotl —y de las cuales hablaremos mds ade- lante— un nifio de esta ciudad ten- dr sobre sila amenaza de la muer- te: de cada dos nifios, uno muere antes de los cuatro afios. Segin datos del Registro Civil, de 6400 defunciones en 1972, 2.034 fueron de meno- res de un afio y 463 de muertos al nacer. Por otra parte, un estudio de la Oficina de los Servicios Coordinados de Salud Péblica en el estado de México (1973), revela que de 3.358 fallecimientos la mitad fueron de nifios menores de 4.afios y que la totalidad de esas muertes fueron causadas, en més de un 50%, por enfermedades infecciosas y para- sitarias, y del aparato respiratorio. Estas cifras son la denuncia mas clara de un gravisimo problema: la salud. En Netza somos campeones de mortalidad: mientras en el estado de México la tasa de morta lidad infantil era de 105.5 en 1971, en Netza era de 227.3. Esta medalla.negra se gané Por tres causas: a) Falta de higiene en la ciudad y en las iendas; b) mala alimentacién, y c) falta de atencién médica. Analicemos estos aspectos. a) Una pobla- cién de un millér’ de habitantes puede gene- rar en promedio 500 toneladas de basura, diariamente. Ahora bien, el servicio de lim- pia de la ciudad cuenta solamente con 16 camiones, que pueden transportar 300 tone: ladas de basura por dia. La basura no recogida es quemada en minima proporcién por los colonos, y el resto es arrojada en los lotes vacios todavia unos 30 mill y en las calles. Asi se forman fuertes y numerosos focos de infeccién. Aunque aqui no hay ra- fas a causa del salitre —lo cual es impor- tante: en Nueva York y en el Distrito Federal 9 hay més ratas que hombres—, las moscas se encargan de trasmitir las enfermedades, De los 42 mercados existentes, solo dos tienen construcciones adecuadas y de sus locatarios sélo un 5% esta en regla con Salubridad. Los actuales mercados-barraca tienen construcciones improvisadas de tabi- que, carton y lamina; los alimentos que ahi se expenden son caros y de mala calidad; [a higiene es nula: la basura atrae los perros y las moscas; el omnipresente polvo conta- mina los alimentos. En el hogar la situacién no es menos cruel. La pobreza impide que todo mundo tenga ‘agua corriente en casa, porquevesto supone aljibe de captacién, bomba, tinaco y red de tuberia: alrededor de 2 mil pesos. En un alto porcentaje solo hay un cuarto por casa, que es cocina, comedor, sala de estar y dormitorio, donde encontramos con frecuen- cia de 6 0.8 personas. Asi, el aseo personal diario es desgraciadamente un lujo. b) La mala alimentacién es el efecto di- recto de los bajos ingresos. En 1970, el in- greso mensual promedio fue de 955 pesos y el familiar 1228 pesos. A pesar de que més de la mitad del ingreso se gasta en ali- mentacién, logicamente ésta sigue siendo muy mala, puesto que lo numeroso de la familia hace muy raquitico el presupvesto. La dieta ordinaria es a base da tortilla, f jol, chile, tomate, pastas y arroz. Eventual: mente, en algunos dias de la semana o fiestas se consume carne, leche, huevos y frutas. La situacién no parece haber mejorado en los dltimos afios. Al contrario, es de supo- ner que la inflacién y el creciente desempleo hayan agudizado el problema. En el ultimo ofo, el aumento de precio del frijol, el acei- te, los huevos, la leche, la carne y el gas, ha sido una tragedia para las amas de casa. Muchos nifios de ciudad Netzahualeé- yotl estan desnutridos, sin defensas orgéni- as. Por eso muchos nifios mueren cada afo al menor "‘pretexto” de enfermedad. ‘Ademés, las estructuras de explotacién ge- neral y mantienen en los adultos el circulo Vicioso del hambre: mala alimentacién-baja productividad-bajos ingresos-mala alimenta- cién, etc. Pareceria redundancia insistir en que la salud, antes que problema médico, es pro- blema social, pero el hecho es que en Mé- xico no se toman medidas eficaces para frenar el distanciamiento socioeconémico entre ricos y pobres. Es mas importante que la gente tenga recursos para mantenerse sana que curarle las enfermedades. En Net- 10 zahvalcéyotl no sucede lo primero, y lo se- gundo se hace muy deficientemente ¢) La falta de atencién médica es un gra- ve problema. Por parte del estado, en Net- zahvalcéyot! operan tres instituciones oficia~ les: una clinica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado UISSSTE), en la calzada Zaragoza, con 16 médicos que dan 5 400 consultas al mes y dejan pendientes otras 6 mil El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tiene una clinica en el D. F., que da servicio a Netzahvaledyot! con 79 médicos y 277 camas. El 10 de mayo de este aiio se inauguré otra nueva, con la mitad de capa- cidad de la anterior, pero ubicada en el centro de la ciudad. La Secretaria de Salubridad y’ Asisten tiene “oficialmente” seis centros de salud, de los cuales tenemos noticias de que uno funciona con siete médicos, un odontélogo y nueve pasantes, Un hospital general, con capacidad para 240 camas y 50 médicos; inaugurado hace un afio, entré en funciones el lo. de marzo del 74. Hasta principios de este afio habia dentro del municipio 22 médicos pagados por el estado, 33 enfermeras y ni una cama. Para los no afiliados al ISSSTE 0 al IMSS, que son la mayorfa, la atencién médica por parte del estado fue nula practicamente hasta este aio, Esta circunstancia explica por qué han proliferado las clinicas 0 sanatorios particu- lares. Segin estos datos de la Asociacién Médi- co Cientifica de Ciudad Netzahualcdyotl, A. C,, existen alrededor de 100 sanatorios parficulares, con 600 camas y 400 médicos en ejercicio, de los cuales la mayoria son pasantes (sdlo del 30 al 40% de titulados). Las cuotas por consulta varian de 10 a 75 pesos y también la actitud: desde el pasante que se esfuerza por dar un buen servicio en algin dispensario o sanatorio, hasta el que encubre con bata blanca su sed de dinero. Mucho se ha comerciado con la enferme- dad. Las ofertas de parto sin dolor, anun- ciadas en 250 6 400 pesos, no inspiran mu- cha confianza. Un némero importante de nifios con lesiones cerebrales son el resulta- do de los partos mal atendidos. A veces, la mala calidad del servicio médico local llega a extremos increibles. VIVIR EN NETZA CUESTA CARO... Y MORIR, TAMBIEN Dona Carmina vive en la colonia Metropolitana. Es viuda y ti jos. Su espo- so se maté hace cuatro afios en un accidente de transite. Trabajaba co- mo chofer. Desde entonces, su vida se convirtié en una agonia permanente para poder “salir adelante con sus hijos”. Actualmente se tiene que levantar muy temprano para dejar la comida hecha para sus hijos, antes de irse a una casa de Las Lomas en donde lava ropa, que le pagan a ocho pesos Ia docena. Ya avanzada la tarde, regresa con 35 pesos, con los cuales tiene que comprar alimentos y vestido, y pagar cuotas en la escuela; “pa” su terreno ya no le alcanza. Quiere regresar a su pueblo, en Michoacan, de pu- ra desesperacién: “El hambre es canija”, fue la conclusion de su relato. Sin embargo, su caso no es de los peores. Casos de ex: trema pobreza se encuentran aqui y en otras civdades, y sobre todo en el campo, pero lo dramatico es que en ninguna civdad se encuentra tanta gente con tan bajos ingre- sos, y con un costo de la vida tan elevado como en Netzahualcéyot!. Todas las encuestas y los estudios afirman undnimemente los bajos ingresos de la po- blacién. Imaginemos la situacién, teniendo en cuenta lo numeroso de las familias. Un 62.9% tiene como ingreso mensual familiar 1200 pesos o menos. Sélo un 3.6% gana 3 mil pesos o mas, Pensemos en el 32.8% que percibe de 600 a 900 pesos. Ariadamos a lo anterior el alto costo de la vida. En estas condiciones, aqui cuesta mas caro vivir que en el D. F. El transporte, los alimentos y demas articulos de consumo, son més caros, la razén es bien sencilla. Como no hay suficiente dinero se tiene que comprar “de a poquito” o en abonos. No hay peor desgra cia en este pais que no ser “sujeto de crédito”. Tomemos el caso de las mueble: rias. En febrero del 74 se hizo un estudio revelador sobre una muestra de 52 mueble- rias. En total existen 300 establecimientos de este tipo. Las conclusiones de este estudio fueron sorprendentes. En primer lugar existe una total anarquia en los precios. El mismo ar- ticulo una lavadora) se encontré con seis diferentes precios que variaban entre los 1700 y los 2750 pesos. En segundo lugar, un gran némero. de articulos son desconti- nuados, lo que hizo dificil comparar los precios con los del D. F. En tercer lugar, el precio local de contado resulté superior, en algunos articulos de los cuales se pudo establecer comparacién, al precio en abo- nos en el D. F. Por ejemplo: una estufa que aqui cvesta 2800 pesos al contado, se en contré en México (la misma marca y mode- lo), en 1944 pesos, jen abonos! Asi en otros articulos. Finalmente, los intereses que car- gan a las ventas en abonos son exor tes. Por ejemplo, un refrigerador sube de 2940 a 4900 pesos en abonos. Plazo: 18 meses. Los muebleros justifican su sistema de ven tas en base al gran riesgo que corren al vender sus articulos a gente que no da go- rantias de pago, pero la realidad es que un grupo de 62 abogades se encargan de que ese riesgo sea nulo, pues tienen asi el apoyo legal para recoger aparatos cuyos abonos no se cubren a tiempo. Afiadamos un dato curioso: un 80% de los muebleros del estudio resultaron ser espaiioles residen- tes en México, cinco de los cuales se encon- traban en Espafia durante el tiempo de la encuesta. En el alto costo de la vida hay que afiadir un renglén que en teoria no deberia apa- recer. Aqui, en Netza, la educacién cuesta; no es del todo gratuita como estableceda Constitucién. Los padres de familia tienen gue dar ““mordida’” para inscribir a sus hijos en la escuela, pues la demanda es muy su- perior a la capacidad de las actuales escue- las. A lo largo del afio no faltan pretextos para las “cuotas y cooperaciones”. Muchas denuncias se han hecho en periédicos de la capital sobre estos abusos, con minimos resultados. Los maestros justifican estas prac- ticas en base a los bajos salarios que perci- ben. Sea o no cierto, lo injustificable es que este pueblo, el de menos recursos, pague costos de su educacién. En los alimentos encontramos una situa: cin igualmente cruel: comestibles de la mis- ma calidad son mas caros aqui que en el D.F. Lo razén es sencilla: se multiplican los pba intermediarios, y se multiplican porque de algo se ha de vivir. “La tiendita de la esqui- na’ es la que saca de apuros cuando la raya no llega, y si sale mas caro. . . jqué se le va a hacer! Cuando el fantasma de la ca- restia amenazé la poblacién hace unos me- ses, el azicar llegé a venderse a cinco pesos kilo. Las diez tiendas de la Compaiiia Nacio- nal de Subsistencias Populares (CONASU- PO), son totalmente insuficientes para fun- cionar como mecanismo regulador de precios. Por ejemplo, para obtener leche, la gente empieza a hacer cola desde las 4 6 5 de la mafiana. La leche CONASUPO cvesta un peso el litro; la otra, la comercial, 3.50 pesos. Es bastante frecuente entre la gente la practica del ahorro ciclico llamado “tanda’’. Un grupo de vecinos o conocidos entrega una cuota semanal y en fecha determinada recibe el monto de las cuotas de los parti- cipantes. Esto permite salir de apuros, pero hay gente que no pudiendo tener este mini- mo ahorro cae en manos de los prestamis- tas, que cobran intereses elevadisimos, segin las circunstancias. Uno de esos momentos dramaticos puede ser la.enfermedad o la muerte de un pa- riente. Si vivir en Netza cuesta caro, enfer- marse y morir lo es mas. Las funerarias de la ciudad (15 registradas en 1972) han hecho el gran negocio. Actualmente el entierro mo- desto de un adulto sale en 1 775 pesos (mas de un mes de sueldo): caja de madera, la més econédmica 800 pesos {1 800 la mas ca- ral; carroza, 200 pesos; fosa, 355 pesos; au- tobis, 300 pesos; ceras y candeleros, 120 pesos. La gente mas pobre ahorra lo que puede; suprimiendo transporte, por ejemplo. Es costumbre que los vecinos, parientes y ‘amigos cooperen econémicamente para los gastos. En el velorio se pone un plato en el cual se depositan las aportaciones. La mayor parte de la gente gasta también en los servicios religiosos que generalmente no son gratvitos: misas, responsos, confesion a veces. Se ha comerciado tanto con la muerte que el gobierno del estado creé una funeraria que presta servicios a precios mas razona- bles. Empezé a funcionar en febrero de 1973. En esas fechas el funeral mas econd- mico costaba de 1000 a 1 200 pesos. La funeraria estatal presta el servicio completo a 540 pesos desde entonces, y al parecer no ‘opera con pérdidas. El servicio incluye caja, tramites legales, fosa, transporte y capilla ardiente para velaciones. Actualmente atien de tres funerales diarios. 12 LA CIUDAD DORMITORIO En los Ultimos tres anos la decoracién de Netzahualcéyotl ha cambiado notablemente, justo es reconocerlo, Los gobiernos estatal y federal han hecho grandes esfuer- zos por aliviar la situacién de los colonos, acudiendo a resolver los problemas més urgentes. Las inversiones para urbanizacién han si- do muy fuertes y ya se ven los resultados. Oficialmente se reporta un gasto de 1200 millones, invertidos entre otras cosas en dre- naje (400 millones); agua potable (44 millo- nes); electrificacién (120 millones), y otras obras (100 millones). La poblacién descono- ce los detalles de esta inversion. 1972 fue el primer afio en que no hubo inundaciones gracias al complicado sistema de drenaje adoptado, para el cual es nece- sario el bombeo; existen ya 100 kilémetros de calles pavimentadas, las principales arte- rias, aunque quedan todavia 1 000 kiléme- tros de calles sin pavimentar. La casi totali- dad de la poblacién dispone de agua, con tomas domiciliarias, aunque sin presién. Précticamente toda la ciudad esta electrifi- cada y con alumbrado péblico en la mayo- ia de las colonias. Esta fuerte inversion se hizo gracias a diversos créditos obtenidos mediante gestiones del actual gobierno del estado. Este cambio tan notable en la decora- cién puede hacer pensar que los proble- mas de Netzahvalcéyotl estan en vias de solucién, y que estas medidas que ha to- mado el gobierno enfrentan los més graves problemas con acierto. Sin embarga, detras de este mejoramiento de la ciudad se es- conde un grave problema. Los fracciona- dores, responsables legales de dotar de servicios urbanos a sus fraccionamientos, deberian absorber esta deuda que contra. jo el gobierno. Contra toda ldgica, se esta planteando el que los colonos paguen otra vez (la primera habia sido cuando compra- ron un lote con garantia de servicios) esta inversion, a razon de diez mil pesos por lote, en promedio. La poblacién se resiste a ello y actualmente es el problema en tor- no al cual gira la vida politica local. Es dificil imaginar cémo podra el gobierno recuperar tantos millones de un pueblo tan descapitalizado. Lo cierto es que si esta me- dida politica tiene éxito, la poblacién de Netzahualeéyot! estaré hipotecada durante los préximos diez afios; el precio que pa- gard por la urbanizacién sera altisimo. Por contraste, las viviendas han mejora~ do poco. Los colonos pueden invertir muy poco de su presupuesto, apenas un 10%, para construir © mejorar su casa. General- mente los colonos han construido poco a poco sus propias casas, aprovechando los fines de semana o dias libres; esto les ha encarecido mucho los materiales de cons- fruccién. Algunas casas son precarias, he- chas de cartones y laminas e incapaces de aprovecharse para ampliacién; la mayoria (88%) estan a medias, con dos o tres cuar- tos, con frecuencia muy mal distribuides por no haberse sujetado a un plan previo; sélo una minima parte esté terminada o por ter- minarse (7 por ciento). Entre paréntesis, el programa de vivienda del instituto de Accién Urbana e integra- cién Social (AURIS), en este contexto, es to talmente disfuncional, programado con cri- terios comerciales y no de servicio social. Se estan terminando de construir 362 casas al oriente de la ciudad, cuyo precio varia de 82500 a 110 000 pesos, en lotes de 120 m’. Como requisito para comprar en abo nos estas casas se pide un ingreso estable de 3500 pesos mensuales. Consecuente- mente, estas casas estén fuera de las posi- bilidades de los colonos de Netza, excepto de los mas privilegiados de la ciudad. Por contraste, otros programas del mismo gobierno estén demostrando mayor efecti- vidad, a pesar de ser mas modestos y limi- tados en recursos: asesoria técnica, propor- cién de materiales de construccién a bajo costo, gestoria en tramites legales, etc. estan més adaptadas a las exigencias locales. Si la decoracién de la civdad ha cam- biado y esté cambiando, el papel de los personajes se repite con monotonia crecien- te. Diariamente salen de Netzahvalcéyot! 200 mil personas para dirigirse a sus luga- res de trabajo: el D. F., la colonia Indus- trial Vallejo, Naucalpan, Tlalnepantla. El obrero que tiene que entrar a las 8 de la mafiana debe tomar el autobis a més tar- dar a las seis y media. Sube al autobis, leno a reventar; tal vez tendria que subir al techo por la urgencia de llegar a tiempo, y con el riesgo de lastimarse 0 caer. En la estacién Zaragoza o en Soledad debe trans- bordar y confinuar hasta la fabrica con un cansancio considerable por las tensiones, los empujones, las carreras. Después de ocho o nueve horas de tra- bojo, la historia se repite: otra hora y media ‘© dos de la misma dosis. Pocos disfrutan el privilegio del asiento. No pocos se duer- men del cansancio: a quienes no alcanzan a despertar los golpes que da su cabeza contra los cristales de a ventana a cada salto 0 frenén del autobis. ;200 mil perso- nas tienen que padecer tres 0 cuatro horas diarias de pésimo transporte! El transporte colectivo en Netzahvalcs- yot! es un insulto, y algo més: la explota- cién mas inhumana del pueblo por parte de un fuerte monopolio tres lineas). Unida- des en pésimo estado contaminan el am- biente con un ruido ensordecedor y humo téxico, el olor a gasolina en el interior de las unidades no es nada raro; las unidades carecen de puerta trasera de descenso; los choferes, mal entrenados y peor pagados, son parte del engranaje de la maquinaria: explotades, y sin embargo cémplices de la explotacién. Que maltraten a los pasajeros, es lo normal. Por contraste, las tarifas han subido constantemente, sin la autorizacién legal, hasta igualar la cvota ($1.40) de los flamantes “‘delfines”. Este éxodo diario no significa que la ciu- dad quede desierta. Durante los dias ordi- narios es la ciudad de los nifios, los jévenes, los desocupados y las mujeres. La mujer es un personaje muy importante en la ciudad. Porque es a ella, més que al marido, a quien le ha tocado sufrir mas agudamente las carentias mas vitales, la hostilidad del medio ambiente, la angustia de los hijos sin escuela o sin trabajo, la frustracién de nun- ca ser tomada en cuenta, la carestia de la vida y el “diario” cada vez mas exiguo. La mujer de Netzahvalcéyotl tiene una vida especialmente dura, por lo que envejece pronto. Para ella no hay dias de vacacién, no hay viajes al D. F. que la distraigan, no hay po- sibilidad de promocién cultural y social. Hasta se ve normal que sea asi. Ser “ama de casa” es un puro eufemismo. Con fre- cvencia, ademas de las tareas del hogar, la necesidad la obliga a buscar trabajos que ‘aumenten algo los ingresos. La maquila —el trabajo clandestino mas ‘cémodo para el capitalista— esclaviza miles de mujeres a la maquina de coser. Trabajo mal pagado, sin ningin tipo de prestacio- 13 nes y con la inversién de local y maquina por parte de la costurera. Aunque no exi ten datos precisos que cuantifiquen el volu- men de personas que se encuentran en esta situacién, la observacién simple indica que son numerosas. Es el negocio redondo de los fabricantes de ropa del D. F. El caso de Dofia Marta, por ejemplo, que vive en la colonia Estado de México. Trabaja 10 horas al dia, cosiendo camisa y pantalén que le entregan cortados, y que le pagan a 70 cen- tavos y 3 pesos la pieza, respectivamente. Ella pone el hilo y la maquina. Tiene seis hijos y su esposo la dejd. Podemos imagi- nar en qué condiciones viven. La economia local es totalmente parasi- toria: una economia de subsistencia en la que el mercadeo se multiplica al infinito, encareciendo los productos y provocando que en lugar de chorro aumente el endeu- damiento. El sector de poblacién que tra- baja, deja sus impuestos laborales fuera del municipio y acude a los comercios del D. F. en busca de zapatos, vestidos, etc., dejando chi gran parte de sus ingresos. i “BUSCO CHAMBA DE LO QUE SEA” Por mds que los problemas urbanos de Ciudad Netzahualcéyotl sean impresionantes, sin embargo la cau- sa que los genera es mucho més grave: el desempleo. El desempleo determina esta ciudad como masa “marginal” de la sociedad actual, al igual que determina la condicién de sub-desarrollo de un pais. El absurdo es evidente: habiendo gran necesidad de produccién de bienes, por un lado, encontramos por otro miles de hom- bres sin trabajo. Y no se trata aqui, como dice el cuento, de que no trabaja el que no quiere. Se trata, como lo han probado hasta la saciedad las ciencias sociales y po- liticas, de un problema estructural. Antes de entrar en esta discusién fundamental, 14 veamos los datos referentes al desempleo en Netzahvaleéyotl. El desempleo esta en funcién de la po- blacién econémicamente activa, la cual esté formada por todos aquellos que estin en condiciones aptas para un trabajo produc- tivo. Hay que excluir por tanto nifios, an- cianos, estudiantes y en general las perso- nas dedicadas al trabajo del hogar. En 1969, se registraba un 56% de desemplea- dos. Segin estudios de Plantécnica en 1970 el indice era de 45%. La disminucién mas bien parece estar enmascarada tras el sub- empleo. Bajo cualquier hipétesis, el indice local de desempleo es mayor al indice no- cional. En Netzahvaleéyot!, de 100 personas en ‘aptitud de trabajar sélo 55 tienen traba- jo. De cada 100 personas que tienen trabajo, 85 salen de la ciudad y 15 se quedan aqui. De cada 100 personas que aqui trabajan, 74 lo hacen en el comercio ("la tiendita de la esquina”, los mercados, talleres. ..) y los otros 26 lo hacen en servicios (transportes, bajios, salones de belleza) o en trabajos in- dustriales en volumen de poca importancia (3.3%). En la zona, la industria de transfor- macién es précticamente nula, Actualmente esta en desarrollo un parque industrial con capacidad para 174 industrias. Aunaue hay 19 empresas por establecerse y tres fabricas en construccién, todavia ninguna funciona. Mas de la mitad de los trabajadores que salen de Netzahualcéyot! son obreros de la industria de transformacién; los demas tra- bajan en servicios y puestos administrativos, y s6lo una minima parte son profesionistas, funcionarios y personal directivo. La parti- cipacién de la mujer es slo de un 16% Hay que afiadir un elemento importante: el subempleo. El tipo de trabajo que no lle- ga a tener condiciones minimas de estabi- lidad, ingreso y prestaciones. Tenemos un grupo muy importante que trabaja como albajiiles, vendedores ambulantes, pequefios talleres, trabajo a domicilio y artesanias. La situacién general del mercado de tra- bajo esta caracterizada por una oferta de mano de obra superior a la demanda. Dado el modelo de desarrollo del pais, todo pa- rece indicar que este desequilibrio se ird agudizando cada vez més. Por un lado, las caracteristicas de la agri- cultura en México seguirén generando el éxodo de campesinos sin tierra o sin recur- sos. Existe un constante empobrecimiento en el campo, provocado por el cacicazgo y el neolatifundismo; el crecimiento natural de la poblacién es mayor que el incremen- ’ i to de los recursos agropecuarios; la falta de créditos y tecnologia para campesinos po- bres, las obras de irrigacién que benefician unos cuantos (500 familias), y finalmente los voraces intermediarios y acaparadores, que controlan los precios para perjudicar Por igual a productor y consumider. La ti: queza producida en el campo no vuelve a él; queda en la ciudad. Por otra parte, la industrializacién del Pais exige mano de obra cada vez mas ca- lificada. Los requisitos para obtener trabajo en una fabrica son cada vez mds eleva- dos en nivel de estudios y entrenam‘ento practico. Ademas, existe la tendencia a me- canizar y automatizar cada vez més los procesos de produccién, con el fin de acre- centar las utilidades y competir més venta- josamente en el mercado. La consecvencia es clara: mayor dependencia de la tecno- logia imperial, mayor desplazamiento de la mano de obra nacional, y acentuacién del papel determinante del capital y la tecno- logia extranjera. Cuando el campesino emigrante llega a la ciudad en busca de trabajo, la primera decepcidn es darse cuenta de su desventaja respecto al trabajador de la ciudad, Esa desventaja consiste en una falta de estudios escolarizados (requisito de titulos en las fé- bricas) y en su falta de calificacién laboral Conocedores de los problemas del campo y acostumbrados al trabajo de la agricul- tura 0 ganaderia, se encuentran totalmente incapacitades para un trabajo industrial. Légicamente es una mano de obra con una bajisima productividad industrial. “Busco chamba de lo que sea”, es el estribillo cons- tante, repetido mil veces... y en el fondo, tragico. ~ Miles de gentes que quieren trabajar. Dis- puestos a hacer cualquier clase de trabajo, Pero sin ningén entrenamiento laboral, sin suficientes conocimientos para una educa: cién acelerada, sin estar familicrizados con la maquinaria de trabajo y con frecuencia con dificultades insuperables para trabajos manuales delicados. Esta mano de obra no puede incorporarse inmediatamente al apa rato productive. Seria necesaria una refor- ma educativa a fondo, que en el menor tiempo posible y con métodos nuevos y efi- caces, captara esta poblacién adulta, ac tualmente improductiva, para una capacita cién laboral efectiva. Esta deficiencia educa- tiva deja marginados a quienes se salen de los carries de la escuela y quedan aban- donados a su suerte, desahuciades, sin po: sibilidad de educacién posterior. En Netza- hvalcéyotl esta situacién se agudiza: no hay escvelas técnicos ni programas educativos que subsanen las deficiencias del sistema es- colar que en este contexto no son la excep- cidn, sino la regla general. El desempleo provoca el que se multipli- quen las actividades delictuosas, como los asaltos y robos. Estas actividades son evi- dentemente esporadicas (cuando el hambre aprietal, y no llegan en una primera ins- tancia a las actividades del crimen orga- nizado. Los desempleados de Netzahvalcdyotl estén en profunda desventaja en el mer- cado de mano de obra y por ello son cam- po fértil para que grupos politicos con re- cursos econémicos fuertes puedan reclutar facilmente el personal necesario para gru- pos de choque. Consideremos la situacién de un joven esposo sir trabajo y con fuer- tes obligaciones econémicas. Un ofrecimien- to de sueldo seguro es una tentacién dificil de resistir, aunque eso le signifique fuertes riesgos fisicos y la traicién a cualquier prin- cipio moral. Los grupos de cardcter gangs teril hacen otro tanto. El problema de la desocupacién es, por tanto, mucho més importante que la tenenc’a de la tierra o los problemas de urbaniza- cién, aunque éstos se presentan con mucho mas agudeza por su urgencia y lo apremian- te de darle solucién de inmediato, puesto que son bésicos para la subsistencia bio- légica. Este problema de la desocupacién no pa- rece que tendré solucién a corto plazo. Al contrario, todos los indicios estan en direc- cién opuesta. Probablemente el indice de desocupacién de Netzahvalcéyotl, a pesar de ser muy alto, aumentaré en los proximos aiios: primero, porque no se hacen inversio- nes significativas para abrir nuevas fuentes de trabajo; segundo, porque la poblacién econémicamente activa seguiré creciendo por inmigracién y crecimiento natural de la poblacién. El gobernador declaré el 10 de noviembre de 1972: "Para todos es impor- tante definir esto (la tenencia de la tierra), pues Netzahualcéyot! crece a un ritmo que supera el mil por ciento, fendmeno que im- plica un crecimiento econémico, un incre- mento de la produccién y de la comercial zacién; en fin, un incremento en la economia del estado”. Esto, evidentemente, slo pue- de ser cierto si el crecimiento de la pobla- cién va acompafiado de una planificacién econdmica que incorpore la mano de obra creciente a las actividades productivas. Y esto, ciertamente no sucede en Netzahval 15 céyotl. Lamentablemente estamos en un callején sin salida. Si, por hipétesis, se acelera la in- dustrializacién de la ciudad a través de fuertes inversiones, entonces lo que proba- blemente sucederé es que se acreciente el atractivo de la civdad y aumente asi el grado de inmigracién. La suerte de la ciudad esté, por tanto, en lo que suceda en torno a este problema. ¢Qué capacidad tiene el actual sistema me- xicano para resolver esta crisis? Llegados a este punto de la reflexidn, es necesario re- mitimos a las diferentes teorias que inter- pretan diversamente estos hechos y sus po- sibles soluciones. Algo conviene asentar: la solucién al problema de Ciudad Netzahval- céyotl no giro fundamentalmente sobre los problemas de urbanizacién, a pesar de que pueblo y gobierno han hecho su juego con esas cartas en los Gltimos cuatro ajios. “LA CHAVIZA” Netzahualcéyotl es la ciudad de la gente joven. Viejos no los hay, como en cual- quier otra ciudad. No hay ningén anciano nacido aqui. Los que em gran son generalmente hombres jé- venes 0 maduros. Los viejos (los padres, los tios, los abuelos) han venido después, en pequefia pro- porcién, invitados por sus parientes. Asi tenemos que el 51.2% de la pobla- cin es de 14 afios y menos. De acuerdo la pirémide de edades podemos estimar la poblacién juvenil de entre 15 y 25 aiios en 103 mil, que se vera incrementada en los préximos cinco afios de una manera impor- tante: al menos 25 mil més. Este volumen impresionante de jévenes esté viviendo en un contexto muy diferente al que conocieron sus padres, lo cual hace que el choque o brecha de generaciones se presente de una manera mas critica a la que se estima normal. Veamos algunos casos reales qué nos fo- 16 ciliten el andlisis del sector juvenil: Rail, muchacho de 17 afios, de una familia de 10 hijos, 4 hombres y 6 mujeres. €l ocupa el tercer lugar en orden descendente. En marzo de este aio fue detenido por la po: licia en Ia colonia Pantitlan por llevar una bolsa de “cemento” (thinner), que inhalaba. Confiesa que se droga desde los 15 aiios, @ razén de una vez por semana, o cada 15 dias, por influencia de los amigos. Ma- nifiesta deseos de corregirse, conseguir un trabajo estable y contribuir a los gastos de la casa, pues su padre es albafil y gana muy poco. El hermano y la hermana mayores ya es- tan casados y la hermana que le sigue, de 15 afios, se encarga de los trabajos del hogar, pues su madre murid hace dos afios Por causas desconocidas. A los 14 afios empezé a trabajar como tornero, pero abandoné ese trabajo, de lo cual se arrepiente. Posteriormente ha vendi- do cuadros en la avenida Zaragoza, ha tra- bajado como pedn de albaiiil y cobrador de autobuses. En todos esos trabajos ha te- nido “entradas” muy bajas, a pesar “de las sobas que me acomodaba”, Casi ninguno de sus amigos trabaja ni va a Ia escuela, algunos se “encementan” de vez en cuando y hasta fuman mariguana. Hace dos afios formaban una pandilla, que segin Rail, hizo varios asaltos, pero sobre todo peleaba con otras pandillas de las co- lonias vecinas. La pandilla se deshizo cuan- do mataron al jefe conocido por el “Gato”. En una ocasién se fue a Acapulco de “aven- t6n", con un amigo que tiene parientes alld. Las relaciones con su padre no son muy buenas, dice que nunca ha recibido conse- jos de él y que ahora ya es tarde. Cuando tiene un pleito con él se va a casa de su hermana Antonia, porque con ella se entien- de bien. Sus hermanos pequefios van a la escuela, excepto los dos mas chicos. Ofelia. Estudia en la Normal de Maes- tros, tiene 18 afios y seis hermanos. Ha po- dido ingresar a la escuela después de ha- berlo intentado desde dos ajios antes. En ese tiempo estuvo trabajando en una fabri- ca de ropa, en la cual ganaba 200 pesos a la semana. Fue despedida a los 10 meses. Después trabajé en una joyeria de la calle Juarez. Armaba pequefias cajitas de plasti- 0 utilizadas como estuches. El duefio era un judio llamado Joaquin. El trabajo era pa- gado a destajo y le dejaba aproximada- mente 35 0 40 pesos al dia. El lugar del trabajo no tenia ninguna higiene y el olor constante del material solvente dafiaba la salud de las obreras, que eran solo seis, Tenian prohibido abrir la puerta del taller a nadie que no fueran los empleados de confianza, y eran controladas por un cir. cuito cerrado de television. Por relaciones de su padre tuvo la oportunidad de entrar como afanadora del Seguro Social. Dejé su trabajo anterior. En su casa trabajaban su padre y su madre en maquila de costura y también dos hermanos que no estan ca- sados. No sabe si podré terminar su carre- fa, porque sus dos hermanos, de 17 y 20 Qhios, ya se quieren casar. Jorge es em- pleado de una vidrieria en Netzahvaledyotl y Antonio trabaja en un estacionamiento del D. F. la juventud de Civdad Netzahualedyot! fiene una vida dura y azarosa. Sin posibi- lidades de estudiar por falta de escuelas secundarias © técnicas; el bajo ingreso fa: miliar hace que pronto (a veces desde ni- fos) tengan que buscar cualquier forma de trabajo, siempre mal remunerado. Ellos son los que ocupan los puestos menos intere- santes. Durante el dia se van por las calles de la ciudad en pequefios grupos y pasan el dia matando el tiempo. Tampoco hay campos deportivos que les permitan al me. nos desahogar su necesidad de actividad. El pandillerismo, la drogadiccién y la de- lincuencia, son la consecuencia natural de una juventud sin posibilidades de desarrollo humano. Entre los delincuentes menores de Netza, el robo y el dao contra la salud son las causas mas frecuentes de detencién. Sin embargo, en los menores detenidos se encuentra una alta incidencia de drogadic- cién (38%). El tipo de droga que se usa es la mas econémica: el llamado “cemento”, materiales plasticos usados como pegantes © thinner; de vez en cuando también se fuma marihuana; drogas mas caras practi- camente nunca. Lamentablemente el ce- mento causa lesiones irreparables al cere- bro, lo cual hace que el proceso de rehabi- litacién sea sumamente dificil. El pandillerismo y la indisciplina familiar vienen en segundo lugar en la frecuencia de los desajustes conductuales. Las violacio- nes © agresiones sexuales son frecuentes. Conviene analizar este dltimo punto. Los jo- venes se encuentran en un ambiente socio- econémico negativo y en una estructura fa- miliar al menos conflictiva. Por otra parte, no existen oportunidades para los jévenes de ambos sexos de tener relaciones huma- nas normales, en el sentido de que puedan cultivar un conocimiento mutuo mas per- sonal. Por parte de los padres, la informacion y educacién sexual es nula, pues ellos mis. mos ignoran incluso muchos aspectos de la sexualidad humana, porque no han tenido una adecuada formacién, en lo cual ha in- flvido ne poco la moralidad de la Iglesia Catélica. A pesar de que los jévenes no re- ciben esa educacién sexual por parte de los padres, tienen abundante informacion sobre el problema a través de revistas, cine, conversaciones, y a veces por el ambiente familiar de promiscuidad. Generalmente sa- ben de contro! natal, relaciones sexuales, aborto, perversiones sexuales. .. pero a pe- sar de esa variada informacién, ésta no llega a ser completa ni congruente, como se ha podido constatar con frecuencia en cursos especiales de educacién sexual. A la falta de este tipo de ensefianza hay que afiadir una deficiente asimilacién de la propia sexualidad, en jévenes de ambos sexos. Frecuentemente se asume la antigua actitud de negacién-represin, la cual a la larga provoca explosiones impulsivas fuera de toda racionalidad. Asi, encontramos ma- trimonios opresivos para la mujer-maquina- de-hacer-hijos, 0 para la mujer-sirvienta. Anita es una chica de 17 afios. El miér- coles de ceniza del aiio pasado fue a la iglesia de la colonia. De regreso a casa tomé el autobis, y por desgracia durante el trayecto quedé sola. El chofer y el co- brador aprovecharon la oportunidad: des- viaron el autobis de su ruta y lo estacio- Naron en una calle oscura. Ahi violaron a Anita. Los jvenes huyeron dejando a la chica lesionada fisica y psicologicamente. En términos mas generales, el problema de la juventud en Netza ofrece caracteris- ticas semejantes al de la juventud mexicana. El mundo de los adultos presenta a los j6- venes una sociedad en la que impera la ley de la selva, la corrupcién y la iniusticia. Este mundo es para los jévenes un motivo de profunda frustracién, porque choca vio- lentamente con sus aspiraciones idealistas ade un mundo més humano. Lamentablemente parece que no se le concede a este problema la trascendencia que tiene porque ni los partidos politicos ni el estado ni las iglesias se esfuerzan por ‘ayudar eficazmente a la juventud. LA MICRO POLITICA El actual palacio municipal se encuentra en la Ave. Chimalhua- cén, a unas diez cuadras del cruce con la Ave. Lopez Mateos. Frente a las oficinas municipales se en cuentra la plaza Unién de Fuerzas, de es- pecial mal gusto. Una mole de cemento de lineas neoaztecas (?) forma un cuadrilatero con una fuente y ningin vestigio de verdor, a semejanza de la ciudad. El municipio de Ciudad Netzahvaledyot! fue constituide el 23 de abril de 1963. An teriormente dependia del municipio de Chi- malhuacén, a través de un delegado. Las primeras elecciones tuvieron lugar en no. Viembre de ese aio. La politica local ha girado en torno a la conquista de los puestos piblicos. Las elec ciones no han sido més que una mueca tual, que incluso no logra alterar la indife- rencia de! civdadano. La historia de esta politica local, con peripecias, tendencias y grupos de presién, es imposible de enten- der para alguien no iniciado en este juego del poder. Pero la visién “desde afuera puede ser de mayor utilidad. Lo primero que llama la atencién a cual- quier observador atento es constatar la imagen que tiene el pueblo de las avtori dades locales: no podia ser peor. E| pueblo siente que ha sido victima de constantes abusos: detenciones arbitrarias por parte de la policia; impuestos ilegales, o porque no estén autorizados, 0 porque son exce- sivos; funcionarios corruptos que han hecho de la “mordida’ un medio eficoz de rapiio, hacerse de la vista gorda ante los abusos de grupos privilegiados contra los ciudada- nos. El pueblo recuerda. muy bien algunos hechos pasados: cuotas sobre el numero oficial de la casa, el agua, la marquesina, la vigilancia e incluso jlos servicios de ur- banizacién! La lista seria interminable. El pueblo ha visto cémo las administra: ciones pasadas han encubierto abusos si nombre: mientras colonias enteras carecian de agua, los bafos piblices la tenian en abundancia y sin pagar impuestos. Hubo una Camara Nacional de Comercio, ante- rior a la actual, que robé a cientos de pe- 18 quefios comerciantes con el pretexto de arreglar su documentacién. Los locatarios de los mercados, los vendedores de los tianguis, pueden narrarnos las arbitrarieda des cometidas por funcionarios municipales, con nombramiento oficial o sin él. Los pa- dres de familia podran decimos lo que han tenido que pagar en las escuelas y las pro- testas que han hecho con minimos resulta- dos. Los jévenes podrén hablarnos de las miltiples detenciones sin causa o de otras plenamente justificadas pero de facil solu- cién cuando hubo dinero de por medio. Pero lo que el pueblo no olvida ni per- dona es la complicidad que el ayuntamien- to tuvo con los fraccionadores. El expre: dente Jorge Séenz estuvo en el Frente Unico de Propietarios, organizacién formada para defender los intereses de los fraccionado: res. Se afirma, incluso, que la ereccién de Netza en municipio fue por presién de ellos, con quienes los tres primeros presidentes municipales mantuvieron muy buenas rela- ciones. r Gracias @ la movilizacién popular se lo gré el reconocimiento por parte del got ier- no estatal de la huelga de pagos coiitra los fraccionadores. Aun entonces el gotier- no municipal seguia protegiendo a sus co: bradores y agentes que esperaban ya ile- galmente. La consecuencia inmediata de esta situa cién ha sido la falta del apoyo popular que necesitan el gobierno y el partido oficial en tiempo de elecciones, Una manifestacién de esto es la notoria debilidad de las orga nizaciones tradicionales de captacién popu: lar: La liga municipal del Partido Revolu- cionario Instituc’onal (PRI), la Confederacion Nacional de Organizaciones Populares (CNOPI, y la Confederacién Nacional Cam: pesina (CNC). La vida politica local ha gi- rado fuera de estos marcos. La oposicién tradicional es minima. Exis- ten militantes de! Partido Accién Nacional (PAN), que han librado luchas en favor del pueblo, pero el apoyo de la direccion cen- tral del partido ha sido practicamente nulo, salvo en los momentos de elecciones. Mu chos de los votos obtenidos por el PAN han sido mas una negativa al partido de la Re- volucién que una real alternativa, pues no sienten real identificacién con el programa del PAN, que ordinariamente desconocen. El gran protagonista de la vida politica local ha sido y todavia lo es, con variantes importantes, el Movimiento Restaurador de Colonos. Este Movimiento polarizé la lucha popular de los dltimos seis afios contra el considerado principal enemigo: el fraccio- nador. Esta lucha merece capitulo aparte. Prescindiendo por ahora del aspecto lo- cal administrativo, hay un aspecto mucho més importante: el estructural. Un municipio con el presupuesto que cuenta el de Netza- hualedyotl (en 1972 informaba un movi- miento de 10 millones), esta radicalmente incapacitado para hacer frente a los pro. blemas de la ciudad. Ya hemos visto que la economia local es de subsistencia, por las caracteristicas de su estructura. Légicamente cualquier adminis- tracién podré tener mayor o menor éxito, © mayor o menor grado de corrupcién, se- gin el apoyo de las influencias del exterior. TIERRA ¢Y LIBERTAD? Al final de los afos sesenta la situacién se hacia cada vez mas insoportable para el pueblo de Net- zahualcéyotl. La indignacién cre- ciente provocada por los abusos y las carencias mas elementales fra- gué en un movimiento popular es- ponténeo, polarizado por algunos lideres que surgieron del mismo pueblo: el Movimiento Restaurador de Colonos (MRC). Su historia es muy reciente. La primera etapa fue de mucha combatividad por par- te del pueblo y de medidas represivas por parte de las autoridades locales. La moti yacién era muy variada: algunos colonos velan una solucién cémoda a sus proble- ‘mas, otros buscaban una venganza contra el fraccionador; mientras unos luchabtn Por una mayor justicia para el pueblo, los oportunistas buscaban sus propios intereses. Los mitines populares de los domingos y las feuniones de comité fueron dando fuerza ‘al movimiento a pesar de la desconfianza ~ de muchos colonos, los ataques de los frac- ionadores y la indiferencia o complicidad las autoridades. El fundamento legal de su argumenta- era que los fraccionadores no eran legitimos de las tierras, sino los co- muneros de Chimalhuacdn, o tierras nacio- nales al cuidado de la Secretaria del Patri- monio Nacional (las del sector que estaba cubierto por el lago de Texcoco). Deman- daban la expropiacién y la cércel para los fraccionadores por el fraude de vender tierras de la nacién. La expropiacién posi bilitarfa el que los colones pudieran com- prar lotes a Ia nacién a un precio mas justo. El cambio de vientos de la politica na- cional con la “apertura democrdtica” per- mitié la expansién del movimiento. Para 1971 los dirigentes aseguraban agrupar 70 mil colonos en 48 subcomités. La actitud gu- bernamental no fue igual en todos los nive- les. Mientras algunos funcionarios de més alto nivel dialogaban con los dirigentes del MRC, los funcionarios locales seguian re- primiendo. El movimiento cobré verdadera fuerza cuando la huelga de pagos se generaliz6 en la ciudad. Entonces cambiaron los tér- minos de la negociacién. El estado tuvo que tomar distancia de los fraccionadores para poder ofrecer una solucién favorable al pueblo. La “nueva politica” se orienté en fa- vor de los colonos, a los cuales traté de recuperar incorporando el MRC a la CNC, lo cual sucedid en agosto de 71. Por esas fechas tuvo lugar la era di- vision del movimiento, cuando varios comi- tés desconocieron al principal lider funda- dor, calificandolo de oportunista y acusan- dolo de querer aprovechar el movimiento para obtener un puesto politico en el ayun- tamiento local. Se formé asi el consejo eje- cutivo del MRC. Este dirigente pasé de hecho a colaborar posteriormente con el PRI y el presidente municipal, de quien en un prin- cipio se decia enemigo. La “nueva politica” consistia en atraer a los lideres por medio de promesas, recom: pensas econémicas y puestos piblicos, para asi controlar el movimiento. Esta politica re- sulté efectiva. En las elecciones de fines de 72 tuvo lugar la segunda division del mo: vimiento, esta vez de una manera mas gra- ve. Algunos dirigentes importantes entraron en la lucha electoral por puestos piblicos. De los 17 miembros del Consejo Ejecutivo del MRC, 14 fueron controlados por el go- bierno, de una u otra manera. Esto allané definitivamente el camino para la acepta- cién de la solucién propuesta por el gobier- no, el fideicomiso, cuyo decreto fue pro- mulgado en el Diario Oficial con fecha 15 de mayo de 1973. A diferencia del movimiento campesino impulsado por Emiliano Zapata al grito de 19 ‘Tierra y Libertad”, en ciudad Netzahual- céyotl Ia lucha por la tierra revistid carac- feristicas radicalmente diferentes. Mientras en Morelos se luché por la tierra que los latifundistas monopolizaban para poder con- quistar un medio de produccién, aqui se luché por una tierra-casa. No es la tierra que se va a cultivar para tener un medio de subsistencia; es la tierra en la cual se va @ edificar lo propia casa. éSignifica, por tanto, que la lucha del Movimiento. Restaurador fue equivocada? Significa simplemente que la lucha era limi tada en cuanto a objetives y en cuanto a la visién del problema. La lucha por la tierra fue la fuerza y la debilidad del movimiento, como lo reconocen algunos dirigentes. La fuerza porque fue el motivo al cual el pue blo era més sensible psicolégicamente, y lo debilidad porque una vez resvelto ese pro- blema de una v otra manera, falté la ban dera de lucha. Supongamos que la solucién hubiera sido otra: expropiacién y reforma rural que dotara de terrenos baratos a mi les de colonos. Eso tampoco hubiera reme- diado fundamentalmente la situacién de pobreza del desempleado o de los obreros asalariados, puesto que los hubiera dejado sin acceso a los medios de produccién Durante todos estos afios de lucha el dni- o periédico local que apoyé la lucha fue El Radar; los otros semanarios (algunos fi nanciados por los fraccionadores) como El Gallo, El Heraldo del Valle de México, La Verdad, El Sol, estuvieron abiertamente en contra del movimiento. De los periédicos de la capital, sdlo El Dia ha seguido de cerca los acontecimientos de Netza en su seccién del “Area Metropolitana”. A estas fechas, politicamente hablando, el MRC esté totalmente dividido y perdid su independencia. Ideolégicamente nunca tuvo esa independencia, puesto que siempre es- peré la solucién de la silla presidencial o del gobierno del estado. Se cumplid una vez el axioma de la politica a la mexicana fuera del PRI no hay salvacién”, La mediatizacién del movimiento no paré en la aceptacién del fedeicomiso como so. lucién al problema de la tenencia. Los lide res, habiendo claudicado la primera vez, le han encontrado gusto al negocio y son ya fan corruptos como sus antiguos enemigos. EI 5 de enero de este afio, a raiz del alza de tarifas en el transporte, el departamen to de trdnsito detuvo varios autobuses, pues no estaban autorizadas atin las nuevas ta- fas. Los lideres mas corruptos del movi- miento vieron la oportunidad de lanzar al 20 pueblo contra los camioneros, aprovechan. do la indignacién popular acumulada du: ante afios. Esos actos de violencia dieron como resultado la muerte de varios choferes y Ia detencién de gente del movimiento. El domingo 6 de enero se negocié la situacién. Los duefios de los autobuses amenazaron con suspender todo servicio, los lideres que- rian a toda costa la libertad de su gente y el gobierno buscaba la pacificacién. Re- sultado: se dejé libre a la gente detenida, se acepté el alza de tarifas y a los muer tos se les eché tierra encima. La irraciona- lidad de estos hechos queda explicada si se tiene en cuenta una circunstancia: el mono- polio del transporte habia comprado pre- Viamente a los lideres del MRC. Por otra parte, estos lideres han propicia do, valigndose del engaiio y del chantaie, las invasiones de terrenos baldios, mediante cooperaciones econémicas que van de los mil a los cuatro mil pesos. Estos mismos lideres se han convertido en traficantes de lotes: protegen a los invasores por una cuo- ta y los engaiian, diciéndoles que tienen 6rdenes del gobierno de poblarNetzahval- céyotl. No les entregan ningin recibo por las cantidades que perciben ni les otorgan ninguna garantia legal ni politica. Pasan ya de 20 mil los invasores que han explotado, son cientos de miles de pesos los que han ido a los bolsillos de estos falsos lideres. Otra fuente de ingresos ha sido la venta de proteccién a los muebleros. Conociendlo lo vulnerable de dichos negocios por sus continuos abusos contra el pueblo, han ame nazado con otra huelga de pagos. La solu- cién fue muy répida: una cooperacién que engrase la maquinaria. El pueblo sigue pa- gando los platos rotos. Sus dirigentes se han convertido en nuevos explotadores. Esos i deres ya son de dinero, con autos y pistole. ros. Pero el pueblo ya empieza a tomar conciencia de ello Q.R.R., FIDEICOMISO, Y OTRAS HISTORIAS La frase que dio nombre a la pelicula sobre ciudad Netza- hualcéyotl, de Gustavo Alatriste, “Quien Resulte Responsable” liza como formula para indicar la imposibilidad de precisar con exac- titud quién es el responsable de los hechos. Es tanto como decir “nadie sabe, nadie supo”. Pero la gravedad del problema de Ia tenencia de la tierra exige que la frase se modifi. que para preguntar directament: éQuién resulta responsable? Vale la pena, por tanto, analizar despa- cio y cuidadosamente este asunto. Los tér minos del problema de la tierra giran en torno a dos hechos: en primer lugar, la du da seria sobre la legitimidad de la tenencia de la tierra por parte de los fraccionado- res, y en segundo lugar el incumplimiento en dotar de servicios urbanisticos los fraccio- namientos, violando asi las cléusulas de los contratos y la ley de fraccionamientos del estado de México. En base a este planteamiento, como ya lo hemos visto, el pueblo pedia la expropia cién por la Secretaria del Patrimonio No- cional, asi como el correspondiente castigo por el fraude. Ademés de la base juridica gue el movimiento popular esgrimia, lo alen taba una justicia elemental, dadas las con- diciones en que estaban forzados a vivir. Hay que afiadir que ademas de esa situa cién general, las deficientes formalidades de las ventas dieron lugar a que los frac cionadores cometieran miltiples abusos, vendiendo el mismo lote dos y tres veces cvando el retraso de pagos les dabo pie para ello. Esto ha podido ponerse en claro ahora que la documentacién de los frac cionadores esté en poder de la Nacional Financiera. La huelga de pagos generalizada convir- ' i6 este asunto en un problema politico de envergaduro: la cuarta ciudad de la republi ca reclamando justicia y dispuesta o conse guirla. Los gobiernos federal y de! estado de México se proponen intervenir directa mente en un problema al que anteriormente no habian dado ninguna importancia, lo cual permitié que funcionarios de anteriores administraciones participaran del botin. Lo primera medida que adopté el gobierno fue tomar distancia del fraccionador-villano, para poder ganar ante el pueblo la credi- bilidad y confianza necesarias El gobierno del estado hizo un amplio estudio de la situacién desde el punto de vista legal. Ese estudio no se ho dado a conocer, pero algunos indicios sugieren que los fraccionadores si tenian documentacion su favor, obtenida, es cierto, de uno ma: nera irregular, pero con la complicidad del estado en aiios anteriores a través de diver- sas dependencias como la Secretaria de Agricultura y Fomento. No hay acceso a esta informacién, pero el texto del fideicomiso sugiere que esta hipétesis no carece de fun domento, Conviene advertir que la fragmentuda do: cumentacién con que se cuenta es simple mente contradictoria: mientras unos docu: mentos afirman que las tierras descubiertas por la desecacién del lago de Texcoco son Patrimonio nacional, en otros se encuentran permisos para arrendar y titular esos terre: nos. Por ejemplo, se menciona un acuerdo presidencial del Gral. Lazaro Cardenas pu- blicado en el Diario Oficial del 28 de marzo de 1936, en que se declaran nulas todas las, titulaciones que se estuvieron haciendo en base a otro acuerdo presidencial del 23 de mayo de 1932. Si administraciones anteriores habian en- cubierto el fraude, era dificil esperar un reconocimiento piblico de tal situacién por parte del régimen. Tampoco se podian to mar medidas mas drésticas, que se hubieran vuelto en su contra en un revés politico. Esto parece explicar por qué el texto del contrato de fideicomiso es contradictorio. Con fecha 15 de mayo de 1973 se publicd en el Diario Oficial de lo Federacion, el ontrato de Fideicomiso Irrevocable Trasla tivo de Dominio, relativo a los bienes que varios fraccionadores poseen en ciudad Netzahvalcéyot!. De acuerdo a este con trato los fraccionadores entregan en fidei comiso a la Nacional Financiera sus fraccio namientos: algunos terrenos y. una cartera de crédito por valor de $623 607 249. Los beneficiarios del contrato son los pro 21 pios fraccionadores, el estado de México y el gobierno federal. En el texto se establece la creacién de un comité técnico, en el cual se admite que participen los comuneros de Chimalhuacén y los representantes de los colonos de Netzchualcéyotl. Este comité técnico esta facultado para aplicar los fon- dos que se obtengan del fideicomiso en la creacién de zonas verdes, parques deporti- vos; servicios comunes y futuros desarrollos habitacionales de tipo popular. Los fondos que se obtengan del fideicomiso se distri- buirén en un 40% para los fraccionadores y un 60% para obras de beneficio social, descontando 50 millones que se destinarén para beneficio de los comuneros de Chi- malhuacén. El texto del contrato no podia estar peor redactado; incurre en una grave contradic- cién: primero, se afirma que persiste la duda sobre la tenencia de la tierra, y enseguida se autoriza un traslado de dominio para resolver esa duda. Los fraccionadores decla- ran: "Las personos fisicas © morales que suscriben este documento. .. estan conscien- tes de la necesidad que media para la de- terminacién juridica y conforme a las leyes aplicables, de la tenencia de los lotes de terreno fraccionados en superficies diversas, por las respectivas colonias en la actual Ciudad Netzahualcéyot!”. El gobernador del estado de México, Prof. Carlos Hank Gonzélez, declara: ". . a fin, igualmente, de atender en debida forma, en vista de la indiferencia con que actuaron ciertos fraccionadores, los servicios munici- pales del nuevo municipio y de Ciudad Net zahvalcéyotl, indispensables para la vida higignica y salud de sus moradores, como lo son, entre otros, la introduccién de agua potable, redes de drenaje, pavimentacién, guarniciones, banquetas y Ivz eléctrica; inde~ pendientemente de ser inaplazable la legal tenencia de los lotes de terreno que retienen la fecha (sicl, en posible 0 aparente propie- dad los fraccionadores que firman este con- trato. Se declara pues que no est determinada iuridicamente la propiedad de esos lotes, y que es inaplazable la determinacién legal de la tenencia. Se afirma también que los fraccionadores no han —proporcionado los servicios (jpor indiferencia!) indispensa- bles para la vida higiénica y salud de los colonos. En base a estas premisas, en ldgica elemental, a conclusién deberia ser: 1’, de- terminar juridicamente la propiedad juridica de esos terrenos; 2" si los fraccionadores no resultaran duefios, castigar el fraude, y 3°, 22 obligar a los supuestos o reales duefios de los fraccionamientos a dotar de servicios publicos a la ciudad. En este caso funciond otro tipo de légica. Veamos cual. Algunos lideres populares se inclinaron por el fideicomiso porque era la solucion més répida. Continvar la lucha en base a la expropiacién supondria una lucha larga, llena de tropiezos legales, y el pueblo no estaba en condiciones de mantener la com- batividad a lo largo de esos afios. Dentro de la mentalidad de los colonos, era muy importante e imperioso ofrecer la seguridad de un terreno propio con escritura legal (el patrimonio para sus hijos). La falta de con- ciencia popular se manifesté muy claramen- te en la forma en que los lideres y el grueso de la gente manejaron el problema. El texto y clausulas del fideicomiso no se discutieron prdcticamente antes del acuerdo; sdlo algu- los cuantos tuvieron conocimiento previ Toda la campafia fue en torno a dos slo- gans: jFideicomiso sil, o bien de jFideicomi- so nol Por otra parte, se sabe que los fracciona- dores se unieron en la lucha, y valiéndose de su enorme poder econémico supieron hacer llegar amenazas y presiones contra el gobierno del estado. Estas medidas les dieron buenos dividendos: no solamente evi- taron cargos penales, sino continuaron, aun- que indirectamente, haciendo varios millo- nes mas, con el consiguiente empobrecimien- to del pueblo. Al gobierno del estado le urgia también dar una solucién, y aunque ésta no fue en base a una estricta justicia, si lo fue en base a las posibilidades reales con que contaba. Este “‘realismo” en politica es lo que los ale- manes llaman Realpolitik, Pero, gqué es lo realmente posible? El mismo presidente Echeverria declaré en su visita a esta ciudad, el 10 de mayo de 1973: “El fideicomiso ha permitide que el dinero que el colono con tanto esfuerzo gana, no sea para pagar en 100% al fraccionador. Por desgracia, habre- mos de entregarle parte, porque asi dicen las leyes de México; porque no podemos, desde el gobierno, transgredir la ley sin caer en la anarquia”. El caso de Netzahualcéyotl, estando la justicia claramente en favor del pueblo y probablemente también la ley, pone de ma- nifiesto la debilidad del estado para llevar adelante la Revolucién social que tiene por bandera. La debilidad frente a grupos eco- némicamente fuertes, por supuesto. Pone en claro también la debilidad del pueblo para defender sus derechos y hacer que se le respeten. Con la aceptacién de unos y el rechazo de otros, el fideicomiso se puso en marcha mediante la gestién de la Nacional Finan- ciera. La recaudacién actual es superior a los 30 millones de pesos y estan en marcha dos proyectos: una fabrica de ropa en Chi- malhuacén, que sera propiedad de los co- muneros y que dard trabajo a 100 obreros, y una alameda en Netzahvalcéyotl, que sir. va de pulmén a la ciudad. Los fracciona- dores han estado presionando fuertemente al fideicomiso para recibir sus liquidaciones, mismas que se han retrasado en base a los miltiples fraudes cometidos. El 10 de mayo de 1974, el presidente Echeverria volvid a visitar Netzahualcéyotl. En esta ocasién se entregaron los 500 pri meros titulos de propiedad otorgados por el fideicomiso, Se inauguraron obras por 660 millones de pesos, que al parecer incluian una buena parte de las inauguradas el afio anterior. Se afirmé nuevamente lo inhuma- no e injusto de la actuacién de los fraccio- nadores y lo acertado de la solucién del fideicomiso y slo hubo una disidencia, que mantiene la oposicién al fideicomiso, la de la Unién General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM). Se volvid a preguntar: gEs legitimo que ain se les dé dinero a los fraccionadores? El gobernador Hank Gonzélez respondié: “No deberiamos darles ni cinco centavos, pero legalmente es dificil”. Y el jefe del Departamento Agrario, Gémez Villanueva, fue mas explicito: “Lo cierto es que los frac. cionadores aportaron titulos que fueron ex- pedidos en el pasado por el gobiemo de la_repiblica; titulos que, ademas, intentd nulificar el general Cardenas y acerca de los cuales también hubo de por medio un fallo de la Suprema Corte de Justicia”. En este caso, el sistema legal mexicano Perjudicé los intereses de los mas pobres y viol6é la justicia 1a. Esto debe constar y debe meditarse seriamente. MAS ESCUELAS Y MAS TELEVISORES CADA ANO Después de haber analizado la situacién politica de Netzahualeé- yotl, conviene reflexionar con cierto detenimiento en la cultura que se funde en esta ciudad. Como ya lo hemos dicho, las expresiones popu- lares quedan relegadas a pequerios circulos, pues no tienen oportunidad de manifestarse més ampliamente. Los instrumentos de difusién cultural més importantes son dos: la escuela y la televi- sidn. En el periddico El Dia se publicé, con fecha 16 de junio de 1973, la siguiente no- ticia: "Hay descontento general de los pa- dres de familia de los educandos de prima- rias y secundarias de esta ciudad, por las fuertes cantidades que estan exigiendo los maestros y directores en visperas del fin de cursos. La boleta de calificaciones y cer- tificado de sexto afio, esta costando, o cual- quier alumno, casi mil pesos. Dado que pi- den 300 pesos del vestido, 100 de la misa, 200 para la fiesta y 300 para gastos y cooperacién del afo lectivo. Se presentaron @ nuestra redaccién los representantes de varias sociedades de padres de familia para formular tal acusacién, y sefialaron que pa- rece que existe contubernio entre autorida- des y directores para defraudar a los jefes de familia. Esta noticia refleja una situacién general respecto a la educacién en Netzahvaledyotl. El rosario de cuotas y cooperaciones es in- terminable: matricula, uniforme comprado en la escuela, conserje, gises, borradores, Vidrios, aseo; dia del maestro, del nitio, de la madre; fiestas patrias, fin de cursos. Para ‘aquellos que no aportan voluntariamente su cooperacién existen medios de presién. El nifio tendré dificultades en la escuela si su padre, por pobreza © por principios, se nie~ ga a entregar la cuota. Esta sitacién ha imperado por afios y no parece que se ha- yan tomado medidas para ponerle remedio. Con este preémbulo veamos algunos datos 23 sobre la educacién en ciudad Netzahualcé- yotl. Desde el punto de vista cuantitativo, la poblacién escolar es impresionante: 156 361 nifios en 1971 en edad escolar primaria, y 116 047 jdvenes en edad escolar secundaria y semi-profesional. La inscripcién de ese aio fue de 117950 en escuelas primarias (que satisfacen un 75% de las necesidades), y de 5178 en secundarias (satisfaccién de un 14% de las necesidades). Si a esto afadi- mos que un quinto de la poblacién de los 10 ajios en adelante son analfabetas, ob- tendremos un saldo bastante negativo. Con- viene afiadir, sin embargo, que se han hecho fuertes inversiones para construir escuelas y que el esfuerzo del gobierno por impartir la educacién en Ia ciudad ha sido muy im- portante. La raiz del poblema esta en que la poblacién escolar crece a un ritmo mayor que el de las escuelas. Un sintoma claro de los nifios sin escuelas se advirtid cuando se inicid la experiencia de la primaria popular. Se inscribieron en ‘dos dias” 1 500 nifios de una sola colonia Si esto pasa a nivel primario, a niveles su- periores la situacién empeora. Las 13 secun- darias actuales son totalmente insuficientes, de tal manera que muchos de ellos deben trasladarse al D. F. en busca de educacién. A nivel superior existen solamente dos ins- tituciones educativas: una escuela prepara- toria con 250 alumnos en la actvalidad, y el Centro de Estudios Cientificos y Tecnolé- gicos (CECYT) ném. 148, con 300 alumnos. Por falta de recursos materiales y humanos la preparatoria popular no ha podido lo- grar la estabilidad minima para un buen funcionamiento. EI problema educativo, desde el punto de vista de calidad, no es menos serio. Un buen némero de profesores han sido prepa- rados al vapor. Algunos, apenas terminada la primaria, se inician en la docencia en calidad de “alfabetizantes”, no en centros de alfabetizacién, que no existen, sino como. profesores de primaria y con un sveldo muy bajo. La eficacia en los métodos de ense- fianza es minimo, pues segén algunas esta- disticas existe en las escuelas de Netzahual- <éyotl un desperdicio escolar enorme: de cada cien nifios que entran a la escuela Primaria sélo doce obtienen el titulo. Ade- més, el nivel académico de quienes logran pasar a grados superiores es bastante po- bre, por ejemplo, entre quienes terminan la escuela secundaria. Hay que tener en cuen- ta, sin embargo, que una razén muy impor- tante del bajo rendimiento escolar es la des- nutricién, problema muy serio en la ciudad, 24 ‘aunque no exclusivo, por desgracia, ya que en el campo y en otros sectores populares urbanos encontramos la misma situacién. En sectores populares como el de Netzo hualedyotl es donde se percibe con mayor claridad la desadaptacién del sistema esco- lar convencional. Desde el punto de vista social, el sistema escolar viene a ser como una escalera que sube desde la primaria hasta la Universidad. Anteriormente se pen- saba que la educacién era un factor impor- tante de movilidad social; es decir, que a través de la educacién en los sectores po- pulares, éstos podrian ascender socialmente. Aunque esto puede ser cierto en casos par- ticulares, se ha visto que globalmente eso no sucede. La mencionada escalera ofrece los primeros escalones muy amplios y los supe- riores muy reducides. Esto quiere decir que muchos (la mayoria) que empiezan a escalar esta piramide, caeran en el camino, puesto que sdlo unos pocos podran llegar al final, justamente los que tienen més. privilegios econémicos y culturales. Esta piramide esco- lar es reflejo de la piramide de la desigual- dad social. Aquella mayoria relegada ya no tiene po: sibilidad de acceder a otro tipo de educa- cién que le permita una mejor promocién Los que tienen condiciones econdmicas mas desahogadas son los que llegaran a la Uni- versidad, lo cual les permitiré un trabajo mejor remunerado. Sin embargo, tal parece que esta situacién conviene al sistema edu- cativo mexicano, porque aqui se detienen muchos jévenes que no llegarén a niveles de educacién superior, niveles ya saturados por el exceso de poblacién universitari Veamos el caso de la preparatoria local: de la primera generacién de 400 alumnos, se gradéan este afio 142; de la segunda gene- racién, de 350 alumnos, quedan 30, y de la tercera generacién, de 350, quedan 55. Prin- cipal causa de la desercién: la econémica. En el contenido de la ensefianza sucede légicamente algo similar: los niveles inferio- res estan pedagdgicamente orientados ha- cia los super‘ores. El conocimiento queda trunco, a medias. El sistema escolar descarta la mayoria de los niveles intermedios, sin ninguna cualificacién especifica, El que in- terrumpe la secundaria, la “prepa” o algu- fa carrera universitaria, se enfrenta a la vida “‘sabiendo mas o menos cosas", pero impreparado para un trabajo socialmente productivo. Los contenidos de la ensefianza lo estén en funcién de los problemas so- ciales (de produccién, de cultura, de polit cal, sino en vistas a obtener un titulo aca- démico. Un anélisis mas amplio y detallado per- mitiria encontrar alternativas docentes que se plantean en funcion de necesidades so- Ciales que permitieran hacer de la educa- cion (metodolégicamente bien planeada) un instrumento eficaz contra la desigualdad. Podria surgir asi la verdadera educacién popular, como alternativa al mito de “demo cratizar la ensefianza”. |deolégicamente, el sistema escolar re- produce el sistema social que lo sustenta, no fs una variable independiente. El paterna- lismo, la imposicién de ideas, la falta de respeto a oto tipo de ideas, la hipocresia, los favoritismos, son monedos que circulan en la sociedad. Lamentablemente esa. mo: neda también circula en la escuela, no siem- pre de una manera cinica; las més de las veces velada, no defendida de palabra, sino transmitida con actitudes. La mentalidad de los padres de familia no es del todo ajena a esta ideologia. La escuela significa para muchos el pretexto para desentenderse de su responsabilidad, y su motivac‘én, detrés del certificado o titulo, es de orden exclusivamente econdmico o de status: “Porque asi mi hijo puede ganar més”, "porque sera més respetado”. No ne cesariamente tal motivacién es bastarda, so- bre todo en los oprimidos; a este nivel, la escuela viene a ser un aparato ideolégico transmisor de “los valores” que funcionan en la sociedad. No es la escuela el unico veniculo Ce 10 ideologia. Entre los més eficaces que operan en Netzahualcdyot!, esté sin duda la televi- sign. Una de las cosas que llaman més lo atencién a cualquier persona que viene por primera vez, es la gran cantidad de antenos que surgen de la ciudad, como frutos de prometedora cosecha. No existen que yo sepa estudios actuales sobre el porcentaje de televisores en la poblacién, ni acerca de los tipos de programas mas vistos o de las horas en que nifios, jévenes y adultos se sienton frente a la pantalla chica. Lo que queda fuera de toda duda es que la televi- sin, en un contexto de carencias bésicas, opera como un medio cémodo de evasién. Donde no hay parques, jardines ni teatros populares, y donde abundan los problemas sin solucién, la televisi6n es una droga, un calmante y una mala escuela. La televisién idiotiza porque no prohija el pensamiento critico, sino que transmite ciertos “valores” que son aceptados pasiva mente. Esos “valores” son los del imperio (los nifios jyegan a Mannix), los de una sociedad clasista en la que “vales segin tu cuenta de banco”. La television afirma im plicitamente que vivimos el mejor de los mundos posibles: anuncia los autos de lujo, los finos licores, la ropa de moda, los frac- cionamientos caros; crea y foment la ilusién de que todos pueden obtenerlo todo. Tan eficaces son estos medios ideolégi cos que el pueblo llega realmente a con vencerse que algin dia podré disfrutar de ese mundo de ensvefio, creyendo que traba- jando duro 0 quizés mediante un "golpe de suerte” se les abrirén los “puertas de la fe- licidad”. La otra cara de la moneda es la pasividad, el fatalismo de que “ni modo"; la conciencia magica que espera mesias re- dentores 0 la conciencia ingenua que borra mentalmente la explotacién estructurada Esta conciencia oprimida hace que los ex: pletados leven un explotador dentro de si Cuando el oprimido puede librarse, aunque sea parcialmente, de esa condicién, se con vierte en opresor, niega su origen, toma distancia, se desclasa. Es el caso de los “lide- res charros” y funcionarios corruptos. Mas escuelas y mas televisores no signifi- can necesariamente progreso cultural en el pueblo. Es de temer que suceda lo contrario: una alienacién més profunda en el pue blo, una mayor domesticacién que la socie dad de consumo logra en las masas jCRISTO! QUE HAN HECHO LOS CRISTIANOS DE TU DOCTRINA? Netzahualcéyotl es tierra de misi6n. Misién, si la entendemos en su sen- tido original: “el envio” de gente a evangelizar, y si entendemos la evangelizacién como la entendio Jesis de Nazaret, tomando la ex- presion de Isaias: “Me ha enviado a anunciar a los pobres la Buena Nueva, a proclamar la liberacién de los cautivos, y la vista a los ci gOS, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un afio de gracia del Serior” (Lucas 4, 18-19). Teéricamente las condiciones en que se ha desarrollado Netzahualcéyot! la hubie ran convertido en una zona “preferencial”, en la cual la Iglesia jerarquica y los cristia. nos deberian haber movilizado en grado importante recursos y personal en ayuda de los hermanos oprimidos. No sucedié asi y todavia ahora civdad Netzahvaledyot! es vista con indiferencia y en ocasiones los clé- rigos la consideran lugar de destierro. El clero local de la Iglesia Catdlica esté formado por 30 sacerdotes estables, menos de 10 religiosas y un obispo auxiliar, a par- tir de 1972. Existen alrededor de 40 templos; unos provisionales, otros en construccién y unos 10 completamente terminados. La ac cién pastoral ha girade en torno al culto y los servicios religiosos: misa dominical, bautismos, matrimonios, confesién, funera les. La ciudad esté dividida en cinco parro: quias, de las cuales dos estn a cargo de sacerdotes religiosos. EI culto, que se practica normalmente den: tro del esquema tradicional, gira en torno @ la economia, pues de ahi surgen, a través de cuotas © limosnas, los recursos econd micos de la Iglesia local. En este punto se han Illegado a cometer verdaderos abusos, como los denuncid el 16 de agosto de 1972 el articulista de Excélsior, Enrique Maza. Eso explica por qué se fomentan con més entu- siasmo las ceremonias de los 15 afios que la formacién religiosa de los adultos. Una investigacién de 1971 sobre la pre- dicacién de algunos sacerdotes, revelé que la ideologia del clero es bastante alienante: fesignacién, fatalismo, moral casuistica e individual, menosprecio de la vida terrena por la promesa del paraiso eterno. En resu- men, una concepcién del cristianismo bas- tante alienada y alienante, Una religién que se realiza en el interior del hombre, sin tomar en cuenta la sociedad en que vive; una religién espiritualista que ignora el con- texto socio-econémico, una religion de mo- ral puritana donde se menosprecian los im- perativos morales de justicia. Una prueba clara de este tipo de ideolo- gia es la actuacién del clero frente a las injusticias que se observaron. Los sacerdotes han sido testigos cotidianos de la pasion popular y sin embargo han guardado silen- cio. En algunos casos Hlegaron a la compli- cidad manifiesta con los fraccionadores. De ellos recibieron terrenos y ayudas econémi- cas y a ellos dieron su apoyo poblico cuan- do a lucha del Movimiento Restaurador era ‘muy incierta. Aunque no todos los sacerdo- tes declararon ese apoyo incondicional, la mayoria permanecié al margen, o por te- mor 0 por ignorancia injusiificable. ‘Actualmente ese monolitismo ya no exis- te. Algunos sacerdotes pugnan por un nue- vo tipo de presencia y de accién. Se per- ciben intentos y empiezan a soplar aires de cambio, los cuales se han manifestado en los conflictos al interior del clero local. El clero conservador se aferra a sus anti- guos privilegios y cuenta con el apoyo del ‘obispo de Texcoco. Los mas progresistas, es decir, los que van hasta las fuentes del evangelio, pregonan un sacerdocio sin pri vilegios, al servicio del pueblo; la creacién de una comunidad cristiana con inten- ciones de divulgar la Buena Nueva y la liberacién de los oprimidos. Esta tensién al interior del clero es una ruptura en la base de la institucidn, pero no llega a deter- minarse el predominio de ninguna de ellas en la globalidad de la Iglesia local. Los dos sectores permanecen al interior de la insti- tucién y solamente dentro de algin tiempo se podré saber si la Iglesia jerarquica de Netzahvalcéyot! opta por alguna de estas tendencias. Desde otro punto de vista, hay un cierto dualismo entre la religion oficial, con sus ritos, dogmas y estructuras, por un lado, y la religiosidad popular, por otro. El pueblo practica la religion “a su manera”, fuera de polémicas interclericales, si bien es cierto que grupos minoritarios apoyan una u otra tendencia en los sacerdotes. No existen es- tudios serios sobre las caracteristicas de la religiosidad popular en Netzahualcéyotl. Presumiblemente mediante éstos encontra- riamos un mosaico semejante al cultural; encontrariamos también grados de religio- sidad muy diferente en los jdvenes y en los adultos, los cuales probablemente conser- van la religiosidad de sus regiones de ori- gen. La fiesta del santo patrono, el culto a los muertos y a los santos, las devociones particulares, las diversas creencias en la otra vida, el culto a la Virgen y a Cristo y mu- chos otros topicos, son elementos que ma- nifiestan una concepcién religiosa diferente a la ensefiada en los seminarios o a la de los sermones. Por lo que toca a otras religiones, encon- tramos que existen en Netzahvalcdyot! alre- dedor de 600 personas de religién judia (1) ¥ unos 10 mil colonos de diversas confesio- nes cristianas no-catélicas. Los protestantes siguen un método diverso a los catdlicos en su estilo de pastoral. No tienen aqui gran- » des templos, sino pequefias iglesias dispe: sas por la ciudad. Al parecer hay mas de 80 templos protestantes. Aunque resulte desconocida en su totali- dad la mentalidad del protestantismo en la ciudad, los contactos con algunos grupos indican que se trata de una religiosidad pie- tista. La oracién personal y comunitaria son el instrumento principal de salvacién. La in- istencia en una moral individual permite renciarlos del resto de los catélicos, por- que no fuman ni beben. En algunos grupo> es impresionante la dependencia que tienen respecto a las iglesias-madres, localizadas en los Estados Unidos, con el consiguiente coloniaje cultural norteamericano. La renovacién que se ha advertido en los dlitmos afios en los medios protestantes latinoamericanos, renovacién que se orienta al compromiso social del cristiano, no pa- rece haber Ilegado todavia a los sectores populares de confesién cristiana no-catélica. En resumen, el papel que han desempe- fiado las iglesias institucionales en la vida de Netzahvaleéyot! ha sido muy pobre, ne- fasta en algunos momentos: no sdlo han sido indiferentes frente a las angustias de los oprimidos sino también han participado en el engranaje de explotacién. Las sefiales que ya se ven de una reno- 27 vacién en mentalidad y actitudes pueden anunciar una conversién en sectores mas amplios de los cristianos de Netzahualcé- yotl. El tiempo nos dard la respuesta. UN POCO DE TEORIA Netzahualcéyot!l es una realidad sumamente compleja, ya lo hemos visto; pero una rei dad, al fin de cuentas. Ahi esta; es el hecho, nos guste o no. De nada vale enterrar la cabeza como el avestruz; de nada sirve ignorar el problema y desviar la mirada hacia otra parte. Mas vale verlo de frente, analizarlo cada vez con ma- yor cuidado, a fin de obtener una adecuada interpretacién que nos permita encontrar verdaderas y no aparentes soluciones. Netzahvalcéyot! podria ser definida por los ciencias sociales como una poblacién marginal. Este fenémeno de la marginalidad se ha multiplicado en los dltimos 15 afios de una manera muy aguda en los paises de América Latina y, en general en todos los paises sub-desarrollados: grandes masas de la poblacién de un pais, que no participan de los beneficios sociales, que carecen de lo elemental para la vida. Segin los estudios del instituto denominado de Desarrollo So- cial de la América Latina, DESAL, en 1967 habia 30 millones de marginados urbanos en América Latina, el 15% de la poblacién total y el 25% de la poblacién urbana, cifra que habré de duplicarse en siete afios mas. Si este célculo ha sido certero, actual- mente hay 69 millones de marginados ur- banos en América Latina. Esta sitvacién se agrava si aiadimos los contingentes mar- ginales campesinos. El alcance de esta crénica no permite 28 una verdadera profundizacién te6rica del hecho. Sin embargo, conviene hacer acla- raciones sobre la teoria que enfrenta esta realidad: la teorla de la marginalidad. La teoria de la marginalidad nace en con- sonancia con otras teorias que pretenden formular soluciones para el subdesarrollo de América Latina, a partir de los afios 50. La Comisién Econémica de las Naciones Unidas para América Latina (CEPAU), fun- dada en 1948, fue un instrumento importan- te para la difusién de las tesis desarrollis- tas. La CEPAL ha pasado por diversas eta- pas, marcadas por los diversos intentos de adaptacién, pero ha sido incapaz de ofrecer una solucién a la problematica latinoameri: cana, incluso con la actual tesis integracio- nista, cuyos exponentes son la Asociacion Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) El padre de la teoria de la marginalidad es el sacerdote jesuita Roger Veckemans, de origen belga, fundador del DESAL, institut de investigacién chileno. De acuerdo con esta teoria, la marginalidad se caracteriza “por la falta de participacién activa y pasi va y una falta de integracién interna que se refleja en la falta de solidaridades organi zadas". Esta falta de participacién supone un concepto dualista de la sociedad, que divide la sociedad latincamericana en dos sectores: el de aquellos que participan del desarrollo y el de aquellos que estan al margen de él. La raiz de esta no-participa- cién viene desde tiempos de la Colonia, cuando tuve lugar una "superposicién cul tural’; en consecuencia, “las manifestacio: nes actuales del fenémeno corresponden a la agudizacién de una sitvacién preexisten- te’, Esta teoria reduce la marginalidad al conjunto de actitudes psico-sociales de los marginados y es la raiz del sub-desarrollo en América Latina. De ahi la necesidad de programas sociales tendientes a lograr la integracién de los marginados. El proble- ma se resuelve, pues, con la incorporacion de “promocién popular”. Se trata de invi- tarlos a la mesa de quien tiene que comer. Esta teorfa tuvo gran difusién durante la década de los afios 60; se ha impuesto en las universidades, se ha aplicado en pro- gramas de accién social, pero finalmente ha fracasado pcrque sus soluciones pro- puestas han sido ineficaces. Con la crisis de la teoria desarrollista, viene también la crisis de la teoria sobre la marginalidad. Ambas teorias ocultan las re- laciones de dependencia econémica y poli- tica que caracterizan los paises latinoame- ricanos. Diversos autores han subrayado esto: no hay tal dualismo ni tal yuxtapo- sicién. André Gunder Frank sefiala (La partici pacién popular en lo relativo a algunos objetivos econémicos rurales, p. 7 (Ditto): “La sociedad latinoamericana no es una sociedad ‘dual’, sino que tiene rasgos de una sociedad ‘integrada’ en la que muchos de sus miembros no son ‘marginales' a ella, sino que, por desgracia; se encuentran in: tegrados a ella en una forma que perjudica sus intereses vitale: El desarrollo de los paises copitalistas no se ha realizado independientemente de los paises subdesarrollados, se ha hecho “a cos- ta de ellos”, como lo pone en claro la ac- tual polémica en la ONU sobre las materias primas. Igualmente, al interior de cada pais, el bienestar social de una minoria se ha logrado gracias a la explotacién de las ma- yorias, convirtigndolas en “marginale: Se trata, pues, de un problema estructu- ral donde las intenciones particulares de este © aquel politico pasan a segundo tér mino. Sélo el cambio de las actuales estruc turas de explotacién puede resolver a largo plazo el problema de los marginales. El problema de los marginales es relat vo: para el capitalista es un mercado de mano de obra barata, pero también un mer cado reducide en capacidad de compra; para el gobierno significa un grave proble: ma politico cuando los marginados adquie ren fuertes proporciones y cuentan con me dios de presién; se ve entonces obligado a hacer fuertes inversiones improductivas. Es- tas contradicciones frenan el actual deso- rrollo del pais y son prueba de que Netza- hualeéyotl, para volver al tema, no es un problema local, sino nacional. Netzahualcéyotl_es problema nacional porque sélo se explica en la estructura ge- neral del pais; porque afecta criticamente la sociedad global, y porque sdlo tiene so- lucién @ nivel nacional mediante el cambio de las estructuras de explotacién. Netzahualcéyot! existe en todo México. Hay un coyote hambriento en cada ciudad mexicana que empieza a industrializarse. PUEBLO HIPOTECADO Es hora de hacer un balance de esta crénica, que resulté bastan- te negra. Pero no podia ser una no- vela rosa. El pueblo de Netzahvalcéyot! luché du- rante cuatro afios contra el enemigo piblico nimero uno. Este pueblo se mantuvo en lu- cha a pesar de las represiones y las amena- zas de los fraccionadores, ante la indiferen- cia y apatia de muchos colonos. Pero gracias @ esta lucha, en un momento muy incierto, el gobierno tuvo que intervenir no con una solucién auténticamente revolucionaria, sino con una solucién de empate. Ni todo para el fraccionador ni todo para el colono. Ahora Ciudad Netzchvalcéyot! ya tiene los servicios urbanos elementales. El pueblo debera pagarlos en los proximos aos. Econémicamente el pueblo de Netzahual- céyotl es un pueblo descapitalizado y en proceso de un mayor empobrecimiento por la carestia creciente de la vida, por el d empleo, por la incapacidad de apropiacién social de los medios de produccién. Un pue- blo sin control sobre los precios ni sobre los salaries, porque carece de instrumentos para ello, En lo politico, el queblo esté fraccionado ‘en miles de grupos, no por divergencias de programas politicos, sino por las figuras individvales de los lideres. Un pueblo sin or- ganizacién que represente y defienda sus 29 intereses. Un pueblo al que le falta ain conciencia de clase, que pueda comprender ‘cudles son las raices de sus males y por tanto cuales sean sus criterios de accion politica. En los préximos afios Netzahvaledyot! se- guiré creciendo en su volumen de poblacién y en lo complejidad de sus problemas. Las soluciones que ahora se han intentado han sido para resolver los problemas del pasa- do, problemas que nunca debieron haberse presentado de haberse implantado otra po litica. Pero los problemas que nos asaltardn en el futuro ni siquiera estén suficientemente considerados. El pueblo ya no tiene un enemigo a se- falar con el dedo. El villano desaparecié y no tiene a quien culpar de sus males. Lle- vara tiempo para que el pueblo pueda comprender que es un tipo de estructura social el que por sistema da ocasin a que se le explote. Un marco juridico que favo- rece al rico; la propiedad privada de los bancos, las fébricas y los comercios en ma- nos de unos cuantos; un partido revoluci nario que se estancé ante los privilegios; un estado incapaz de llevar adelante una re- volucién social porque la corrupcién lo ha hecho cémplice de la burguesia nacional; los medios de comunicacién, las escuelas, las iglesias en una constante labor de adoc- trinamiento, encargados de convencer al pueblo de que no se puede sofiar en otro tipo de sociedad, y sobre todo un vecino en el Norte que con las técnicas més mo- dernas logra establecer una férrea domina- cién sobre nuestro pais, a través de sus alia dos nacionales. Pero un pueblo hipotecado no es toda- via un pueblo derrotado. El pueblo es capaz de aprender de sus luchas. Los nuevos pro- blemas y las nuevas crisis que amenazan el futuro son otras tantas oportunidades que permitiran comprender mejor la sociedad actual, para imaginar y plantear soluciones més audaces, més radicales; mas dificiles, tal vez, pero finalmente mas eficaces. NETZA: gCIUDAD PERDIDA? Antes de terminar nuestro viaje imaginario conviene volver a preguntar si Net- zahvalcéyotl es una ciudad perdida, una ciudad-barrio-bajo, habitada Por gente ignorante y agresiva, in- culta y violenta, o bien si Netza- hualcéyot! es una ciudad que se ha transformado radicalmente gracias a la politica progresista del gobier- no. La constatacién que hemos he- cho a lo largo de este escrito no nos permite afirmar lo uno ni lo otro; sin embargo, esas dos versiones siguen circulando en los medios de comu- * nicacién, Cierto es que Ciudad Netzahualcéyotl es una ciudad violenta, pero en el sentido de que Ia estructura social hace violencia a la gente: viola sus derechos mas elementales Pero no lo es porque sus habitantes sean agresivos. Al contrario, Son personas infini- tamente pacientes, quiza demasiado. Tie- nen una capacidad de sufrimiento enorme y un fuerte apego a la vida, a pesar de sus mil penurias. Practicamente aqui no hay suicidios, mientras que en Dinamarca se sui- cidan 22 de cada 100 mil habitantes. Ten- gamos en cuenta ademés que el indice de criminalidad no es superior al de ninguna otra ciudad cualquiera: en 1973, la Procu- raduria registré un total de 1 850 delitos co metidos, de los cuales 205 fueron homici- dios. Esto en una ciudad de un millén de habitantes. Por otra parte, a pesar de los grandes esfuerzos que ha hecho el gobierno en los dltimos afios para aliviar las condiciones de vida de los habitantes de Ciudad Netzahual- céyoll, ésta sigue siendo una ciudad pro- blema porque todavia no se extirpan las raices de sus males. Estructuralmente, Net- zahvaleéyotl no tiene solucién desde dentro, Porque es un problema de la sociedad glo. bal: un producto natural y un efecto nece- sario de una sociedad capitalista depen- diente. La sociedad mexicana seguiré generando fatalmente muchos “coyotes hambrientos” en todo el pais, si sigue el esquema actual de desarrollo: desempleo, empobrecimien- to del pueblo, concentracién de la riqueza, desnutricién, ignorancia y explotacién. Es una carrera contra el tiempo en la cual los problemas crecen a un ritmo mayor que las soluciones que se aplican, No es pesimismo. Es sacar conclusiones légicas de las premisas que actualmente funcionan. Pero también es cierto que tales Premisas pueden cambiar porque los pro- cesos sociales no suceden fatalmente, ni las estructuras de dominacién son inconmovibles y eternas. La voluntad de los hombres ha jugado y juega un papel importante en la historia. En este sentido, la esperanza del pueblo esté en el pueblo mismo. OO Si Netzahualcéyotl ha de tener un futuro mejor, es necesario un Proceso de verdadera educacién politica; es necesario el fortaleci- miento de la organizacién popular a nivel local y nacional; son necesa- rias acciones concretas que destru- yan las cadenas de la esclavitud, y finalmente es necesario que técni- cos, educadores y hombres de estu- dio se pongan al servicio de esta causa sin aires de superioridad y sacrificando privilegios personales. Por asociacién de ideas viene a mi mente el relato de Mao sobre El vie- jo tonto que removié las montafias. No todo es desesperanza, aunque a veces el sentimiento de impoten- cia nos aplaste. ld OA | a || S| ako Se ad Sa PARTOS ALTERNADORES GENERADORES tee a NETZAHUALCOYOTL, se acabé de imprimir el 31- 10 - 1974, en los Ce Ce Ss a Co IC eee a ROK Cu ea cn et eee ee eee LT TS Pars Cy pea piecemeal Tg oe REPRE e m Ce RCM CMM TO re Ca Pee Ce MG Cu REEL Cul Ber tS LA) PP Pens MM rk PP roe ieres come aCe el Cae aera] BC REICH eee CM eC Cnt fe} Per CMR tei Rr eM CCR LS eae gracién que proviene del campo, IN erecelattel CoC Lote tems) Pern Ca tatitsti: iNet ee A RCL una vision desesperanzada de la vida. MARTIN DE LA ROSA M., autor de este amplio reportaje, no se casa sin embargo con los esquemas previos de interpretacion. Quiere conocer a la gente de ‘“‘Netza” y averiguar cémo ha Celtel Re ia STA CMM eC ee oe Cte lace sus manifestaciones de fe y sus proyectos vitales. Se interesa por la educacién y por la religion, ffl Meu (od comunidad urbana, y también por el costo de la vida y —cosa que también tiene su importancia— por iar Mo te”’; es decir, por lo que un netzahualcoyense debe pagar a Lf) hora en que fallece un familiar. El gobierno no eM uta tds do indiferente ante el crecimiento de ‘‘Netza’’, y De la Rosa indaga acerca de las medidas que se han ert CM SCM LL ACC Tee LCM Po oe los jovenes que Pre epee eit CMC Ted MCMC MOC que los circundan, y que pueden malograrlos o —posiblemen- Peer eRe oe oa POR Can ee no RR ee de Pe Tue CR Ca mero Estudio con implicaciones antro- Pry Tec P dS [ef politicas, constituye una eerie art uR Rn) Peas Colo Me kd EPROP aS RCC ella. disefio grafico kurtycz PeCrre rae Cm stad

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