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JORGE BUCAY Lasd PREGUNTAS EQuién soy? éAdénde voy? 4Con quién? integral FL NUEVO EXTRENO Dit clear pater Tran dees Opawocks ‘Compagnie Dad Ares, en. 20% ety iver Gals, 86 - GAOT? Boecions sree con bose. Bale ede Eto evo Earn SA. 2008 W Surman t33-(CLAMECO Bene oe Tafae (se) ‘evedelmccerema com lialveentnn Resrad td lor derecho [isp pe dees pbc Tips por Nogaro) ixpice Prefacio La primera pregunta: :quién soy? 1. La alegoria del carruaje 2. Padres e hijos un vinculo para el crecimiento ya discordia : Educacién: enseiana y aprendizaje Padres sobreprotectores. Hijos rebeldes Un poco de teora: los tes tercios Liberata los hijos 3. La dependencia 7 Un poco mas alla dela dependencia Abandonar la dependencia 4. El camino de la aurodependencia as iltimas investigaciones 5. Condiciones de la aurodependencia sear en verdadero contacto ELamor por uno mismo Amor propio y amor a ots La discriminacién El primer gran dolor Mbrarse, escuchar, mirarse Darse cuenta Asertividad 1 20 26 23 31 33 37 2 48 $4 s7 a “a 6 70 78 82 82 Auronomia 6, Dejar ateis lo que 20 ests Apuntes para un buscador en los momentos de duelo 7. Ser persona La segunda pregunta: Zadonde voy? 8. El proposito :Dande voy? Descubri oclegir 9. Rumbo y felicidad. 10. Otra alegoria del earruaje Por déinde empezar? Genisica o aprendizaje de vida 1, ¢Haeia dénde voy? Coniusiones y rumbos equivocados El éxito como objetivo La persecucién del placer instantaneo El intenro de escapar del dolor . 12. Rendirse, jamais 13, Cosas acomodadas 14, El optimismo 15, Las expectativas La regla del Oso Idiota {La generacin de las expectativas Vivie sin expectativas 16. Bl camino correcto ‘Lo bueno en fo malo La brdjula de la vida Solo queda un desafio La teroeta pregunta: eon quién? 17, Decidir con amor Un pequeiocjerciiotrascendence acerca del «con quién?» 84 93 102 108, us uy us 121 128 130 134 140 140 12 144 148 154 1s7 164 170 173 178 186 187 2191 194 195 . 197 203, Los «tiposs de amos, una falsa crsencia La manera de mostrar el amor Hamor orion wa marvdinn ‘excepcion La otra falsa creencia: el amor eteeno Desengatio «| 18. El dolor insoporsable de las — Soportar el dolor ‘Tememos quedarnos solos Estar de duelo El proceso de identificacin: un paente ‘alo que sigue Un poco mas sobre los cambios 19, El vineuloinimo a imtimidad como desafio El erfpode de la incimidad La atraccién : Explorar la atracciém: wn eercico ux poco peligroso Laconfianza 20. 1a pareia . Como seclige? - “Teoria de la preservaciin de la especie Teoria de mercada de virtudes y defectos Teoria del reconocimiento Teoria del envicuecimiento espiritual Teoria del 1+ 123 7 Teoria del rol complementario La locura transitoria ‘Amat y estar enamorado Fidelidad Epilogo Bibliografia Me gustaria ser ‘Una tarde, hace machine tempo, Des convacb aun eu, ea initade un semphe de cada especie, (Una ver munido,y deep de isch mchie qui, Dior olsun senile pregunta: «once, que te ustaria cr?» Ala que cad ore responds alos ya corazon able [apa dio que e gustaria ser un eso pands lcleante pl ser mesquite, Liga, serpent, Zalebe qulso ser trea, yla orgs golondena en ro ser sto 1a mat, apincho calla. ome Yin halen oie per par se 7 Le llegs ura home quten asalmente, vena de recseer lenin dela end 41 hee una pus y, por una ver elarecdo, exclams —Sefor yo quisiera ser. el Ym Gacs PReracio Gran parte de las ideas que aparecen en este libro y Ia mayor ria de sus ewentos fueron publicados hace ya die ats en la cdicién de los cuaero caminos, una serie de ensayos que for ‘aban parte de una coleccién que se dio en llamar Hoyas de ra y que intentaban actuar como una descripcidin personal de fos caminos que creo necesario recorret en la permanente Dsqueda que todos hacemos dela felicidad, Hoy, actualizados y reordenados, estos conceptos vienen convocados para intentar contestar las tres preguntas que, desde siempre, acompaian a todas las culturas. Las tres pre- runtas existencales bisiess {Quien soy? pAdénde voy? BY con quién? En uno de aquellos ensayos, el dela felicidad, yo mismo pro: logaba aclarando que nunca habia pensado que legaria a «escribir sobre la felicidad. Me preocupaba entonces, come ahora, que se pudiera malinrerpretar I frase que servia de cepigrate de aquellas Hojas de rata Un mapa para encomtrar el camino hacia la felicidad. 6 ‘Todavia hoy me perturha la idea que parece inferise de esa frase. Sino lo aclarara, alguien podeia cteer que hay UNA {ormula, UN camino y UNA manera de ser feliz y alerts po- dia pensar que yoo he descubierto, que la cengo en mi poder ¥ que intento ponerla por escrito para compartila como si se ‘rataraliteralmente de una roceta de cocina, ‘Supongo que también ahora algunos se podén sentir de- cepecionados a escuchar que hoy, muchos afios después y con algunos caminos diferentes recorridos, sigo sin encontrar la formula de la felicidad y, quiza por eso, sigo creyendo que no existe. Pero agrego algo mis, sospecho que quiza no de- heriamos perder demasiado tiempo en buscar la eeseta. Estoy convencido de que seria mis que suficiente ocuparnos meio, ids sanamente y con vehemencia de todo aquello que nos imide ser feces. Después de todo, Zqué otra cosa son nuestros problemas mas que obsticulos o barreras en el camino de la bisqueda de realizarnos como personas? Qué otro tema podria ocu- amos mas que ese objetivo, ain cuando a muchos, como a mi, nos cues definitlo con una palabra? ‘Algunos lo laman «autorrealizacién», otros sconciencia continua» o sdarse cuenta, para alganos equivale aun esta do deilursinacién o de éxeasis spiritual, unos pocos lo iden- tifican con encontrar la ansiada paz interior y otros tantos prefieren conceptualizariollaméndolo scncillamente ~sentirse pleno: Lo cierto ¢s que, lo hayamos pensado 0 no y lo lamemos como lo llamemos, todos sabemos que ser feces es nuestro mas importante desafio, De ahi que Ia bisqueda de la feli- cidad sea un tema tan profundo y tan necesitado de estudio como lo son el amor, Ia dificultad de comunicaci6n, la pos tua frente ala muerte o la misteriosa distorsin de pensa: miento que lleva a un ser humano a creer que tiene derechos sobre Ia existencia de otra. 4 En este camino de descubr ieatos hab quienes se pet ddan en el erayecto y se condenen a llegar un poco tarde y hhabrd, también, quienes encuentren un aajo y se wansformen ‘en expertos guias para los demas, Maestros que posiblemente no sepan darnos la férmula magica, pero que son capaces de enseitarnos que hay muchas formas de llegar, nfinicos accesos, miles de maneras, decenas, de rutas que nos llevan por el sumbo correcto. De muchos de ellos aprendi que todos los caminas son validos y diferentes pero se superponen en un punto: el de Ja humana necesidad de encontrar respuesta a las preguntas mas importantes, aquellas que todos nos hacemos en alsin ‘momento y que hoy son motivo de est libeo. De todlas las preguntas hay algunas que son impresci alles Som las tres preguntas existenciales que acompaiian a la hhumanidad desde el comienzo del pensamiento formal. Preguntas que, al formar parte de todas las rutas tazadas, no se pueden esquivat Preguntas que habré que responder una por una si es que se pretende enfrentat aquel desafio que Carl Rogers lamaba “FI proceso de convertiese en persona, porque solamente cen la biisqueda honests de Ins respucstas a estas preguntas se aprende todo lo que es imprescindible saber para seguir adelante. Dicho de otra forma, cada uno de los es incerrogantes implica un desaffo ineludible: el de la busqueda de respues- tas. Conciencia de un proceso que muchas veces transita por ‘caminos que se imbrican y superponen pero que se aparecen Y nos invitan a recorrerlos en una secucncia siempre idén- 1s 2Quign soy? zAdénde voy? Con quién? Tres desaios, tres caminos, res preguntas para contestar en ese riguroso orden, Para evitar la tentacin de dejar que sea quien esta con- mio el que termine decidiendo adéndle voy. Para evitar caer en el error de defnir quién soy a partir de quien me acompaiia, Para no pretender define mi rumba desde lo que veo del tuyo. Para no permitir que nadie quicta definirme en funcibn del rumbo que eljo y mucho menos confundir lo que soy con esta parse del eamino que voy recortiendo, Primeco lo primero —decia mi abuelo; y despues, guiiando un ojo, agregaba—: porque lo tiltimo siempre conviene de jarlo para el final. Y el primer desafio es el del proceso de descubrir quién soy El encuentra definiivo con ano mismo, El eabajo de aprender a No depender. El segundo es el desafio de decidir ad6nde voy. La busqueda de plenitud y de sentido, Encontrar el propdsito fundamental de nuestra vida. Y el corcera, el desafo de clegir con qui, El encuentro con el otto y el coraje de dejar atras lo que I proceso de abrirse al amor y de hallar nuestros verda- 16 Me he pasado gran parse de mi vids consultando los apun- tes que otros dejaron registrados en sus mapas. Consejos y sabiduria de muchos que me ayudaron a retomar el rambo cada vez que me perdia. He dedicado casi todo el resto de mi tiempo a trazar en ideas mis propios mapas del recortido. (Quiza las cambiantesrespuestas que foi encontrando pue- ddan servir a alguno de los que, como yo, svelen animarse al dlescubrir que otros llegaron al mismo lugar por diferente ‘camino, Ojala puedan ayudar también a los que, en lugar de Fespoesta, prfieren encontrar sis propias preguntas. Obviamente, no hay que cefirse a los conceptor que e= tablezco en las siguientes paginas; como se sabe, el mapa nua es el terrtorio y sera responsabilidad de cada lector ie corrigiendo el recorrido cada vez que su propia experiencia encuentre que el que suscribe est equivocado. Solo ast nos encontraremos al final. Ti con tus respuestas, yo cain las mias. Querrd decir que las enconerast. Querré decie que también lo consegui yo. 7 LA PRIMERA PREGUNTA: gQUIEN soy? LA ALEGORIA DEL CARRUAJE Us dia, suens el telefono, Lalllsmada es para mi ‘Apenas aiendo, una voz my famibar me dice: ola, soy yo. Sala calle. Hay un obsequio para Enusiasmado, me dinjo ala acera y me encuentro con el regalo. Es un precioso carrajeestacionado just, justo, frente ala puerta de mi casa. Fs de madera de nogal histrada, lene hnerajes de bronce y limparas de cerimica blancs, todo my fino, muy elegante, muy «chic», ‘bre la perteuela de a cahina y sudo. Uh. gran asiento se ‘miciculaetapizada en pana burdeos y uso visillos de ence blanco le dan un toque de reales al euculo. Me siento ¥ me oy cuenta de que 1odo eté diveiado exchosvamente pars mi est caleulado el lange de las piemas, el ancho del asicato la asa del reco. Todo es muy {tratindonos de usted como para dejar claro el de seo de establecer una distancia}; y después de la inevitable ‘pausa, agregaban la frase aprendida de sus propios padres: ‘Cuando tengas tu casa haras lo que quieras, pero aqui se hace como digo yo A diferencia de esto, mis hijos lo primero que aprendieron a decin, atin antes que “paps fue: «2Y por que? Mis hos, como los de todos mis coetineos, Jo cuestiona- ban todo... ¥siguen haciéndolo, [Nosotros les ensefiamos esa eebeldia,y ella les dari la posibildad de alvase de nosotos, especialmente de esa ma fia que mencionsabamos de querer endilgarles una manera anactGnica de vr las cosas. sea es nuestra gran conuribucion, quiz la Ginica que co- mo grupo etario podemos atsibuiznos, pero no es poco si ‘pensamos que ella puede cambiar ef mundo 32 Un poco de teoria: los tes tercios Con rebeldia o sin ella, en algin momento me doy cuenta dle que no voy a tener para siempre una mamé que me dé de ccomtes, un papa que me cuide, una persona que decida por imj.. Me doy cuenta de que no me queda mis remedio que hhacerme cargo de mi mismo. Me doy cuenta de que tengo {que dejar el nido.. Debo separarme de mis padres y dejar la casa, ese lugar de seguridad y protection. Muchas veces, la sociedad se pregunta: indo ocurtiré cso. La respuesta es evidente, aunque no muy esclarecedora al final dela adolescencia. La pregunta cambia y aparece fre- ccuentemente en hoca de los padres: «2Y a qué edad termina la adolescencia? ¢En qué momento?» Cuando nosotros éeamos chicos, Ia adolescencia empezaba, mas o menos, a los 13 y terminaba a los 22. Hoy, a princt- pios de siglo xx, comienza frecuentemente alrededor de los 10 afos y se prolongs hasta los 25, 26 0 27 abos. ¥ si bien fa adolescencia es un lugar maravilloso en rmuchos aspectos, ‘en otras es una etapa de sufrimiento, y quince afios de ado~ lescencia es realmente demasiado.. Sobre el misterio de la prolongacidn de la adolescencia, ‘cualquier idiota tiene una teoria ‘Yo tambien Asi que voy a contar mi tearfa, Sobre todo porque sé qu, de algunas idioteces, algunos inteligentes consiguen sacar ‘conclusiones esclarecedoras, Imaginemos que cada uno reibe una parcelaabandonada de ‘deer lena de maleza Solo tenemos agua, alimentos, herr -njenas, pero ningtin ibro disponible, ningim anclano que sepa ‘bmo se hace, Nos dan semis, elementos de labranza y nos dicen: «Vana tener que comer de lo que squen del irra» 33 Qi hariamnos para poder alimentarnosy alimentar a mies aoe sere queridos? Seguramente,lo primero seria desmalezar, prepara Laer, cer eurcos para sett [byeg, sembramos y esperames... Culdando.. oniendo un ‘ror, dejando que las plantas se vayan haciendo grandes, pro tegléndols, Finalmente, 5 todo lo hecho prespera, legar con ceric el empo de cosechar parte de lo sembrad. removed, azeil..¥ Yo encuentro en la tatea de construiese la propia vida una cquivalencia notable con la tarea de haver producir la terra Extendiendo la idea de mi amigo y colega Enrique Ma- riscal en ss maravilloso Manual de jardineria bummana®, po- diamos dividirla vida del sr humano en eres grandes tapas _que acuparian sacesivament los tres tercios de la existencia cde cada persona! 1. Un tercio para preparar el terreno, 2. Un tercio para la siembra, el crecimiento y la expan 3. Un tercio para el cuidado de los frutos y la coseche. ‘Veamos algo de cada una de estas erapas. El primer orcio es el que cortesponde a nuestra infancia y adoleseencia. Durante este periodo, lo que uno tiene que ha- cet es aprender y ocuparse de preparas el terreno, desmale ‘aan abonar, rear, dejar todo a punto para cuando legue el momento de la siembra, En las primeras etapas, la funcién predominanre de a vida psiquica es la de acompanar el desateollo del cuerpo y la mente en su crecimiento y construit la firmeza y seguridad aio Serendip, Buenos ies, 1994, M ‘que requieten las relaciones con uno mismo y con el mun: do. Fs la época de consteuccisn de nuestra sidentidads, un concepto que el mismo Jung definia iaieamente como sla sama de todas aquellas cosas que en realidad no nos definen, pero que mostramos comtinuamente, para convencemes y €or vencer a los dems de que asf somos». El adolescente necesita desarrollar a conciencia la certeza de que tiene el coraje y la fuerza para cortar con lo anterior antes de nacer a si propia vida pretender sembrar antes de tener el te rreno en condiciones! Qué estipido seria intentar cosechar cen este periodo! Solo juntariamas los restos de la siembra de otros en medio de un montén de basnea. Nada baeno ni nutriciasaldria de esa cosecha, El segundo tercio equivale a la juventud y la edad adulea. Fs el momento del erecimicnto. La hora de plantar nuestras semillas. El tiempo de regarlas, cuidarla, verlas erecer. Es el tercio de la siembra, del desarrollo, de la expansion. Es el tiempo de realizarse como personas, aunque esto, muchas ve> ‘2s, signifiquealinearse en pautas sociales y culeurales apren= didas introyectadas sin demasiado anslisis. Qué error seria seguir y seguir preparando el terreno ‘cuando ya es tiempo de sembrar! {Qué error seria querer ccosechar cuando tino todavia esté sembrando! Cada cosa hay aque hacerla a sa tiempo. El lkimo tesco es el de la madurez. Eliempo de la cosccha, ‘Momento de darse cuenta de lo hecho y distrutarlo, Tiem- po de conciencia de fnitud y por ello de una acticud mucho ‘ms responsable, comprometida y rascendente. iQue error serfa, cuando llega e! momento de cosechar, pretender ocuparse de remover Ia tierra, de tirar mis semillas ‘ode regar y expandirse, para agrandar el cam 3s 1 Qué error seria, en hygae de disfrutar de lacosech, querer seguir sembrando! En el tiempo de la recoleccién solamente cela hora de secoger ls frutos, Enere otras cosas porque ma chas veces, sino se cosecha a tiempo, no se cosecha nunca. Y explico todo esto porque, como es obvio, Ia duracién de los tercios depende del tiempo que se prevé vivirin los indi- Viduos. Asi, cuando nuestros ancestros vivian, como promedio, entre 35 y 40 ails, ese primer ercio duraba 12 0 13 aiios (y ppor eso el Bar Mitzvd de los judios, la confirmacion de los catélicos, la circuneisién de losslimicos estin pantados para esta edad). Alliterminabs el primer tercio de via y con él la adolescencia, El individuo dejaba de preparar el terreno y comenzaba a ser un adulto y, entonces la primera y tierna juventud llegaba como maximo hasta los 15 y a edad adults se completaba entre los 28 y los 30 aos De allien adelante, los abuelos de nuestros abuelos eran ‘considerados ya maduros. A las mujeres sels estaba negado parir y alos hombres silo les cabia esperar resignadamente el momento de su muerte. Sin embargo, cuando a principios del siglo xc nacié la ge- neracin de mis padres, Ia expectativa de vida ya araiaba les 60 aos. ¥, pores, la aloleseencia empeae a prolongarse. Se establecieron, en aquel enronces, los 20 aios como fecha de la mayoria de edad y los 60 como el tiempo de la jubilacién marcando desde lo estadistico los momentos del in de la adolescencia y del finde la vida activa}. No hace falta dae mis detalles para entender que hoy, ‘con promedios de vida de 78 afios o mas, no serfa razona~ bie esperar que la adolescencia terminara antes de los 25 0 26 aio. 36 Obviamente, no se es adulto cuando el documento de iden- tidad lo marca, ni cuando la ley lo decide. La adolescencia finaliza cuando uno aprencle a hacerse cargo definicivamente de si mismo y asume, entonces, la responsabilidad de su pee- sente y de su faruro. Cuando uno deja de ser un adolescente es capaz de decirle asus padres con absoluta sinceridad y sin atisbos de tevancha ni itonias: «A partir de ahora pueden de dicarse otra vez a sus propias vidas, porque de la mia debo ‘ocuparme yo mismo.» Liberata los bios En mis mas de treintaaiios como terapeuta he entrevistado cientos de veces a hijos que no terminan de desprenderse, jvenes, hombres y mujeres que se quedan aferrados a sus padres, sin animarse a salie de debajo de su ala protectora para vivir sus propias vidas. La mayoria de las veces, vale aclararlo, esta dificultad es, en parte, responsabilidad de los padres que, por inexperiencia, por miedo 0 por sv propia neurosis, no supieron o no quisieron ensefar a sus hijos el camino de levantar cf vuelo. Un hombre de Jalisco, México, me conts este cuento, muy similar a otro que me aoeteé hace muchos afos una lectora| de la provincia de Catamarca, Argentina ‘Un eampesine encontré una tarde, en la parte de attis de su jandin, um huevo muy grande y moteado, Nunea habia visto nada igual Entre sorprendida y curoso, decd entrant aa eas, Seri un huevo de fandi? Le pregunts su mujer No tiene I forma —dij el abuelo—, es demasiado abul- ‘ado. —2¥ silo comemos? —proposo el hija 37 Quin sabe sino sea venenoto —reflexione el campe- sino. Antes deberiamor mber qué cate de bieho pone estos Inoevos, —Pongimoslo en el nido dela pava que ex empollando -—propuso la menor de las mifas—, as, cuando nazea vemos guess. ‘Todos esturieron de acuerdo y as se hizo. Aunque toros en la ‘as se olvdaton del pobre huevo. ‘Alas quince o vlnte dis wompi el eascarém un ave oscura, grande, erviosa, que, com mucha wider, comié todo alimen- tevque encanta su alrededor Cando el alimento disponibles habia terminado, el extra fio psjarito mir sla madre con vvacidad y le dijo enmusasa No vamos a slit carat? Cama a ear? —preguté la madre us poco anustada —{Cémo que eémo? —acaw el polluelo— Yolando, cara, Ande, vamos volar! “Mam pava se sorprendé muchisimo con la proposicn de su amante ria y armndose de wna amorossima paciencia le expliss Mira, hijo, ls paves no vuelan,Fstas cosas sete orurren por ser gloién. Hace muy mal comer aparado y peor ain comer denis De allen adelante, avertda por su madre de las leas veeida dhs des seve cia, le fualiaavicola inten ayudar 2 que el pavito comiera menos y unis despaco. Le acexaban elaimento ‘mis Igeto y fo amtmaban a comer nis serena y pausadamente. Sin embargo, apenas el pavito terminaba su almucrz0 0 su cena, su desayuno 0 merienda,Inemedlablemente sola grit: — Ahora, mochachos, vamos a volar un poco, "Teds los pavos del corel le explicsban eatonces nueva 8 No entiendes que los pavos no woelan. Masta bien, come menos y abandons esas locus, que i da te tener probleme. EL tiempo pass y el paito fue creciendo,hablando cada vex nis del hamine que pata y cada vez menos de volar polluelo erees6 y mari junto com los dems pavos del corral yterminé como tedos, sao al hora una Navidad, en Ia mes del campesino, ‘nadie le guné su came, ea dum y no sabia 2 pao, ‘Yeso era lbgen, porque el polluelo no eran pavo, ea un gull, un dalla monsaiesacapaz de volar a tes mil metros de alkaray de levanar una ovela pequela entre ss paas Pero se mur sin sabero. Parque nes se anima des plegar sus ass... Y porque nadie le dja munes ques esencis feral de un iguiat Habitualmente, los hijos aprenden y se van solos. Pero sino lo hace, lamentablemeate, en beneficio de ellos ¥ de nosotros, sera bueno empujarlos a que abandonen su dependencia Los padres deberemas tener claro que, si hace falta, seré nuestra tarea mostrar 2 nuestros hijos que deben soltarse y levantar el vuelo, Entre otras muchas cosas porque uno no) stars para siempre. Y cuando, pese a todo nuestro esfuerzo y estimulo, los hijos no se animen a emprender su partida, los padres, con mucho amore infnita reraura, deberemos entornar la puer tas. FY empujarlos afuera! Estoy casi cansado de ver y escuchar a padres de mucha sdad que han generado pequenios alorras o situaciones de seguridad con esfuerzo durante toda su vida para su velez, ¥ que hoy tienen que dilapidarios a manos de hijos indiles, ‘servibls y tarambanas que, ademds, no pocas veces tienen 38 actitudes de una exigencia insoportable respecto de us pa ddres: «Me tenes que ayudar porque eres mi papi.» «Debes vender todo para ayudarme, porque todo lo que tienes tam. ign es mio.» |A veces, uno puede ayudar a sus hijos porque ast lo quie- re, y esté muy bien, Pero hay que comprender que nuestra ‘obligacion y nuestea responsabilidad respecto de ellos no es infinita, Eshora de que los padkes sepan las limitaciones que tiene el rol de padre o de madre. Qué importante es ayudar a nuestros hijos 2 transitar espa ios de bert. (Qué importante es protegerlos y edacarlos hasta que sean adultos. 2Y después? gLlegados alli..2 Propongo la flosofia del Q. S. A. Qué quiere decir Q. S.A (Que se arreglen... Como puedan. Y sino han sabido administar lo que les dejaron? 2Y sino han podido vivie con lo que obeuvieron? 2Y sino saben cémo hacer para ganar el dinero que nece- sitan para dar de comer a sus propios hilos? Como decia el personaje de Brozo, el sarcéstico payaso mexicano, «qué listima, Maggatito.» En todo caso, nadie quiere que sus hijos pasen hambre. Y¥ comprendo que uno pueda decirles que, por un tiempo, pasen a buscar un sindwich cada mafana....Peto atin asi, ‘s6lo por ua tiempo. Estoy seguro de que generar dependencta infnia es un acto siniesteo y para nada amoroso, Hay un momento en que el amor pasa por devolver a los hijos la responsabilidad sobre sus propias vidas. Después de eso, uno tiene que quedarse fuera, ayudando lo que quiera, como lo desee y hasta donde 40 delo ‘que uno puede, nunca lo es arruinarse la vida para ayudarlos aellos ‘A mi, como a casi todos los padres que conozco, me en- «antaria saber que mis hijos van a poder manejarse cuando yono est Me encanta Y por eso quiero que lo hagan antes de que me muera. aca verlo Para que pueda, en todo caso, morir tranquilo, con la sensacién de la tarea curmplida, sca conveniente, Y aclaro que nunca lo es ayudae 3 LA DEPENDENCIA Asi pues, uns vez coneluida la adolescencia, el tiempo de preparaciéin del terreno, seria bueno y deseable que comen: ‘éramos.a ocuparnos de sembraty hacer erect los frutos que ‘cada uno quisiera cosechar La palabra «dependiente» deriva de «pendientes, que quiere decisliteralmente, aque euelgaw (de pendere) que esti su pendido desde arriba, sin hase, en el are. Signifia cambién incompleto, inconchuso, sin resolver». Usilzado como sus- tantivo si es masculino designa un adoro, una alhaja que se leva colgando como decoracién; si es femenino define una, inclinacién, una cuesta hacia abajo, presumiblemente empi ‘nada y peligrosa. Después de encontrar en el diccionario todos estos significa dos y derivaciones no me resulka para nada extrano que la palabra edependencia» evoque en nosotros estas imagenes {que usamos como definicibn: Dependiente es aguel que se Durante mis de un cuarto de hora ve quedé en el vestua rio com a ropa interior puesta, dudanco, Quick debi ise, Y enronces se dio cuenta de qe, s bien no podis permane cor vestido, probablemente pudiera mantener alguna seal de \entifieactén. Con mucho euidado quits una hebra el jersey ‘que tals y se la at6 al dedo pulgar de su pie derecho, «Debo recordar eta por sme plerdo:el que tene Ia hebra marron en 2 dedo soy you, se dijo, Sereno ahora con su credencal se dedicé a disfrutar del ‘apor lo bios y un poco de maacién sin notar que, ente das vy zambilldas, alana resald ée su dedo y quedé flonndo en cl agus dela piscina, Oreo hombre que nadabs cera, al ver la hicbra en el agus, le coments amigo: «Que casualidad, éte cel color que siempre quiew descriele ami espesa para que _me tea tna find; me woy s levar a hebra para que busque Ja lana del mismo color» tomando la hebra que flotbs en e sole eure aise agua, viendo que mo tenia nde guard ‘enel dedo par del pie deecho Mientras tanto proagonisa de esta istora habla termina do de probar toda as opciones y legaba aso ox para vests Entrd confiado pero al terminzr de secarse, cuando se miré en el espejo, con horror advirt que esaba totalmente destudo y ‘que no tena la hebra en el pe «Me perdi, eco vemblando, Y sali a recower el lugar en busca de la hebra marrén que Io ‘dentifaba Pocos minus después, observando detenidamente fel sutlo, se encontr com e pe del otro hombre que levabs 4s cl trozo de lana marrén en su dedo,Timidamente se acercé a ay led. '—Diseulpe,sefior Yo sé qulén es usted, ;me podria decir quien soy yo? Es cierto que dificilmente llegaremos al extremo de depender de otros para que nos digan quiénes somos. Sin embargo, es taremos cerca si, renunciando a nuestras ojos, nos vemos So lamente a través de la mirada o la calificacion de los demas, Ser adulto es, entee otras cosas, comprender el desafio que tenemos por delance, opear entte las muchas posibilida- des que se nos presentan, elegir frente a cualquier estimulo quella respuesta que mas nos representa, sentir la certeza de {que ésa es nuestra manera y no lade algtin otro, Para que esa decisin sea realmente adulta y sana no es suficience un mero analisis de exclusiones y descartes. No ‘basta con alejar del entorno a aquellos a los que alguna ver ppermitimes, por falta de voluntad o decisin, que hicieran y eshicieran en auestras vidas como tuvieran ganas. Es pre ciso algo mas. Es imprescindible comprender y desarticular algunos de los perversos mecanismos internos que, no sien do nitios, siguen generando dependencia y nos hacen actuar como si todavia lo fuéramos. La dependencia es, para my, una instancia siempre oscua y cenfermiza, una alternativa que, aungue quiera ser justfieada por miles de argumentos, sermina conduciendo irremediable- mente a Ia conducta inmadura e irresponsable de los que no se hacen cargo de su vida. ‘No hablo de individuos transitoriamente en crisis ni de herids y enfermos, No hablo de los discapacitados genuinos ride los que padecen de alain grado de debilidad mental. No ime refiero a nifios pequefios nia j6venes inmaduros. ‘Todos ellos viven, con toda seguridad, en mayor 0 menor 4s ‘grado de dependencia, pero na hay nada de malo ni de ter ble en esto, porque naturalmente ellos no tienen la capaci cad ni la posibilidad de hacerlo de otra manera. Pero otra es la historia de los aduleas que siguen eligiendo depender de otros, Por comodidad, por descuido, por especulaci6n © por lo que fuera, siguen dependiendo de otro 0 de todos, a veces creando circuitos sin retorno, Siempre sostengo que mi ‘mayor argumento para no justifcar la dependencia es que no ‘quiero avalar la imbecilidad. Aprend a utilizar esta palabra siguiendo el anisis que bien Propane Fernando Savater'. Asien un sentido estricto dela palabra, un imbécil es alguien que precisa, por defnicidn, de ‘otro o de muchos que sean su bastén para poder avanzars Est claro que no todos los dependientes son idénticos. Exis- ten distntas clases de imbéciles. Los imbéciles intelectuales, que son los que ereen que no les da In cabeza (o temen que se les gaste sila usan} y, entonces, fe preguntan al otro: «Cémo soy? {Qué tengo que hacer? zAdénde debo ic?» Y cuando tienen que tomar ana decisién van por el mundo inguisiendos «Ti qué harias en mi lugar [Ante cada aecibn consteuyen un equipo de asesoreso de gente save sabe> para que piense por ells. Como realmente creen {que no pueslen pens depositan su capacidad en los demis, ¥ eso es de por sf bastante inquietante Su estructura implica 8 veces un gran peligro, ya que con «lemasiada frecuencia se los confunde con gente genuinamente amable, considerada ¥ hhumilde. Muchos de estos imbéciles pueden teeminay, por su actitud confluyente, siendo muy populares y ocupando car 08 de gran responsabilidad para los cuales nunca estuvieron capacitados. Ete para Amador, Ec i {Umbc de mba, con best Bawls 2000 46 Los imbécilesafectivos som los que dependen toda tieapo dle que alguien les diga que Jos quiere, que los ama, que son Tindos, que son buenos. Un imbécilafectvo esta permanen: remente en busqueda de otro que le repita que nunea, nunea, nunca lo va a dejar de querer. Todos sentimos ¢] deseo nor- smal de ser queridos por la persona que amamos, pero otra cosa es vivir en funcién de confirmarlo, Siempre me ha parecido que, pest alo que se dice por ahi, Jos varones tenemos mis tendencia ala imbecilidad afectiva ‘que las mujeres. Flas, cuando son dependientes,tienden a hacerlo en hechos pricticos, no afectivos ‘Tomemos mil matrimonios recientemente separados y ob servemos su situacién a los tres meses. El 90 9% de los hom bres esté con otra mujer convivienda o casi. EL.99 % de las mujeres sigue viviendo sola © com sus hijos. Si habas com elas te dicin que quizis encontracdn pareja y quizé no; muchas te confirmarin que a veces lo desean o lo aioran, y que cuando se detienen a pensarlo no les desagrada la idea de encontrar 2 alguien con quien compartir algunas cosas, pero todas sos- tendran que muy difictmente aceptarian a scualquiera» tan sélo para no sentir la desesperacién de encontrar las luces apapadas al enerac en la casa. Eso es pattimonio masculino, Y por iim... Los imbéciles morales, sin duda, los mis pelirosos de todos. Son los que necesitan permanentemente aprobacidn del afue= +a para comar sus devisiones. El imbécil morales alguien que necesita de otro para que le diga si lo que hace esta bien o mal, alguien que todo el tiempo est pendiente de silo que quiere hacer corresponde ‘0 noy de «si es 0 no es» lo que el otro o la mayoria harfan, Son los que se pasan el tiempo haciendo encuestas sobce si tienen © no tienen que cambiar el coches si les conviene 0 no v7 “comprarse una nueva casas si es o n0 el momento adecuado para tence un hijo. Defenierse de su acoso es bastante dificil aunque se puede incentar simplemente no contestara sus demandas sobre, por ejemplo, cémo se debe doblar el papel hig que a la larga fo mejor ¢s.. hur. ico; pero creo Un poco mis alla de la dependencia Con el tiempo, en cualquier rea moral, intelectual oafectva, cl depenciente va desarrollanda cierta rendencia a depositarse cen una sola de las personas de su enrorno, Ells o elas sienten ‘que necesitan de esa otra persona ya no para avanzar, sino ppara ser. Cuando esto sueede, la dependencia deja de ser un singonma o una actitud y se transforma en una enfermedad. El individuo lega a creer sinceramente que no podria siquiera subsist sin el tro, Lo que sigue es previsible. Animado por esa false creencia, ccomienza a condicionar cada conducta a ese vinculo parol fico en ef que vive muchas veces con sentimientos ambivalen- res, ya que para el dependiente representa al mismo tiempo ‘su salvacin y su ealvario, Toda lo que hace estéinspirada, dirigido, peoducido o dedicado a halagas, enojas,seducie, sar 0 castigar a aguel de quien depende. La psicologia moderna le ha dado entidad a est tipo de cenfermizas relaciones lamdndolas genéricamente vinculos codependientes: Para la psicoterapia moderna, de cara a su diagndstico y su tratamiento, se puede interpretar la enfermedad del co- dependiente como una adiecién a un vinculo y equipararla 5. Algunos espeslstssostienen que la scodependencia» 5 eet ela persona ue scompafia sexton enferzondesarols x lado ona Patologia epi, hacendone cargo deta ls derail sdepo ‘Seren, del cust ramisen spn que no Dede rare 8 1 cualquier otra adiccién. Sus sintomas y signos son muy similares, con la tnica diferencia (en realidad menor) de que su edroga» es un determinado tipo de persona o una persona ‘en particular, Exactamente igual que en un sindrome de drogodepen- dencia, el codependiente es portador de una personalidad proclive alas adicciones y puede, llegado el caso, realizar actos casio francamenteiteacionales para proveerse de «la drogan, Exactamente como sucede con la mayoria de las adicciones, si el paciente se ve privado bruscamente de su «droga y no consigue procurérsela, podria caer en un cuadro de desesperacién que a muchos de los que hemos trabajado ‘con alcohslicos nos recuerda a las primeras instancias de los sindromes de abstinencia. De todas formas conviene aclarat ‘desde el principio que con la codependencia sucede lo mismo ‘que con las restantes adicciones: no importa la gravedad 0 duracion del cuadro, si existe el deseo sincero de superar la ‘enfermedad, la enfermedad se trata y se cura, La codependencia, de muchas maneras, representa el prada ‘superlative de la dependencia enfermiza, Sobre todo cvando la adiccién queda escondida detras de la supuesta pasi amorosa y la conducta dependiente se incrusta en la perso- nalidad con falas ideas come la de no pueda vivir sin ts 0 la sobrevalorada nevesidad de la presencia calficadara de la persona ama: «No soy nada sino estis a mi lado.» ‘Muchas veces (demasiadas) un paciente, varén o mujer, argument —Pero si yo amo a alguien y lo amo con todo mi cora~ 26n... ZNo es cierto, y hasta sano, que yo sienta que no puedo vivir sin esa persona? ‘Yo siempre contest: No. Nunea es sano... Y lo peor es que tampoco es 49 Y algunos dias, quia cuande me siento mis crac agrego: Aunque quit’ lo peor no sea exo, lo peor es que tam ‘poco es cierto que ella NO pueda vivir sin ti, aungue te jure {que es asi, Lo sient, ¥ aclaro que lo lamento de verdad aunque s€ que, como dice Ia cancién, «numea es triste la verdad, lo que no tiene es remedio» La verdad sin remedio que nos pone triste esque siempre, siempre, se puede vivir sin el otto... Siempre! Y hay dos personas que deberian saberlo: Yo mismo y quien esté a mi lado. Es horrible que alguien piense que yo no puedo vivir sin osinella, Es peor codavia si empieza a pensar que no puede ise de smi lado porque yo moritia ante su ausencia. Es aterrador pensar en convivir con alguien que crea que Yo soy imprescindible en su vida. Estos pensamientos son siempre de una manipulacin y una exigencia sinestras. El amor siempre es positivo y maravilloso, nunca es ne sgative en si mismo, y sin embargo en la codependencia se lo utiliza como excusa para sostener algo tan enfermo como la adiccibn al ot. De todas formas no es solamente una con: fusién, es un argumento falso. El codependiente, en realidad, ‘no ama, Necesita,reslama, depende... Pero no ama. Si queremos contestara esta primera pregunta y saber quién soy, seria bueno deshacernos de nnestas adicciones a las per- sonas. Abandonar nuestros espacios Ge dependencia y ayudar al que amamos a que supere los suyos. Me encantaria, como a todos, que la gente que yo quiero sme quiera,y que los que quieco muchisimo me resibayan de 8° la misma manera. Pero si esa gente no me quiere, me gustaria ‘que me lo dijeray se fuera. ¥ sino se animase a deciemelo, {que se fuera en silencio. No es una actiud rencorosa ni de ‘esentimiento, es simplemente que no quiero estar al Indo de alguien que no quiere estar conmigo... [A mi, como a todos, me gustaria evitar la odiosa frustrac dle no ser querido por la persona que amo, pero sé que NO quiero escapar de ese dolor por el camino del auroengaiio 0 de la victimista manipslacidn del otra para que se quede conmigo. Pero qué pasaria si el mas inmaduro y dependiente de mis + y0s» neuréticos tomara ef mando y decidiera no aceptar tu partida? Entonces, por la esealera que conduce a Jo peor de miy empezaria a descender, metiéndome en un pozo cada vez ms oscuro, creyendo que busco Ia iluminacién en el encuentro contigo. El primer peldaiio es intentar transformarme en una ne- cesidad para ti, “Me vuelve tu proveedor selective: te doy todo lo que quie- as, trato de complacerte, me pongo a ts disposicién para cualquier cosa que necesites, intento que dependas de mi ‘rato de generar una relacién adictiva, reemplazo mi deseo de ser querido porel de ser necesitado. Porque ser necestado se parece canto a veces a ser querido... Si me necesitas, me Hamas, me pides y me delegas tus cosas, hasta puedo creer {que me estas queriend. Pero, a veces, a pesar de todo lo que hago para que me neces, 60 parses neesitarme. Qué hago? Bajo un Intento que me tengas listima. Porque Ia léstima también se parece un poco a ser que- sido. Asi sime hago la vi ‘que no me quieres.» quied 1 (eyo que fe quiero tanto... y ti Este camino se tansita demasiado frecuentemente, De hecho, dle alguna manera, todos hemos pasado por este juepuito. Qui 274 no tan insstenterente como para dar listima, pero quién no ha dicho: «gCémo me haces esto a mi?» «Yo no esperaba esto det, estoy tan defraudado... Estoy tan dolorido... «No me importa si ttino me quieres... Yo site quiero.» Pera la hajada continia. 2 sino consigo que te apiades de mi? ), la inclaye irean Aurénoma es la persona que se sabe siempre capaz de iablemente en el desaio ce ser bres. administras,sistematizary deviir sus propias normas,ceglas| y costumbes Elegir las propias norimas no significa por fuerza descono- «et, descartar o despreciar ls existentesen Ia sociedad. Puedo tener normas muy propias, muy adaptadas a lo que soy, en absoluta sinton‘a con lo que pienso y creo; ¥ ain asi bastante coincidentes con las de otros a mi alrededor. “Me parece que una parte del trabajo de vive adultamente en sociedad es encontrarme rodeado de aquellos que, en li= bertad, eligen las mismas normas que yo. Sostener normas coincidentes con las de la sociedad en la 84 ue vivo es una manera de asegurar una vida mis serena y im felis porque es muy diffe ser feliz a contrapelo de todos los demas, aunque en la situacion ideal preferira la compa de los que, a pesar de nuestras coincidencis, valoran también la imporeancia de poder cuestionar, corregir y reemplazar lo acordado, eteramente En todo caso, y sobre todo para los mas jovenes,cabe aclarar aque Fiarse ls propias normas no quiere decir ignorar desa- fante las leyes. Enel peor de los casos, sgnificars el permiso de cucstionatas y evisarlas, aunque solo sea paca evitar que tuna prohibicién impuesta los empuje a vilarla para demos- trar su rebeleia o su supuesta valencia, La educacion del mundo que viene debers pasar por co seguir que todos tengan mas posibilidades de elege Se trata de desarrollar la conciencia de cada uno, para que sea capaz de decidir lo que quiere prohibirse 0 permatirse, en lugar de dejar esa decisi6n en manos de otros. [No olvidemos que, en la mayoria de los casos en los que n grupo de jOveneselige droparse,ésteno es un permiso que se han dado ni una decisidn tomada por ellos. Es la acciéa, remaltante de la conveniencia de otros que extn eligiendo por ellos. Hay que tratar de que se desimbeclicen, de que se vuel- van adultos. Repito: no se trata de prohibir Ia droga o las peliculas pomograficas; no se trata de prohibir la prostcucions e trata de generar cultura, informacién, madutca, para que los i6- vvenes puedan decidir, con mejores criterios, qué les conviene ¥ qué no, Se erata de ayudar a los jévenes y a los no tan j6venes a pensar por si mismos. a5 [No quiero que olvideros en nuestro razonamiento que exis: ten, por lo menos, dos posturasfilosofcas claramente enfren- tadas que nos podrian condicionar a Hegar a conclusiones di- ferentes a de quienes piensan que, sino hubiera sido por las leyes las normas, el hombre habia terminado por destruir al hombre definitivamente,y la de quienes sostienen que, si no hubiera sido por las leyes las normas, ef hombre habia sido mucho mas feliz, generoso y amable. Es imposible saber si las leyes y la represién han con- tribaido al proggeso de la humanidad al frenar el impulso destructive supuestamence innato o si, por el eontrario, es justameate el orden impuesto lo que llev6 a la anigvilacién dle gran parte de la exeatividad y la espontaneidad del ser Fhumano, como cxeen los anarquistas. Y teaigo el tema a colaci6n porque es muy difieil decidir sobre educacién sin comar, previamente, una postura ideo- Logica respecto de lo anterior. Porque, aunque no nos demos cuenta, esta vida que estamos construyendo es aquella en la que vamos a vivir en el fururo y la que dejaremos como legado a nuestros hijos y a ls hijos de ellos. Es muy dificil pensar en personas autdnomas si partimos del principio hobbesiano de «el hombre come lobo del hombre», porque, con est planteamiento, hasta parece aeriesgado dejat al ser hunano en libertad. ‘Yo, por supuesto, puedo estar de acuerdo con poner mis reglas a mi vida, pero estoy cotalmente en desacuerdo con Jmponerles mis normas a otros. Y esto es porque creo que la Libertad, con mayisculas no 5 un mito te6rico ni esta limitada a ciertas condiciones. Creo en una libertad real y posible. También y no slo porque sin libertad no existria la autonomia y sin ella no podriamos dejar de depender de otros, aunque sélo sea para que nos digan por dinde va esto de vivir. a6 Y¥ entonces habefamos Hegado hasta auf induilmence, Me niegott Pero dije libertad absoluta Por qué? Porque Ia libertad com limitaciones no puede ser conside zada libertad. Ni siquiera con la excusa de la importancia de las pautas sociales (que responsabilizan a fa ley} ni siquiera| com la excusa de las reglas de moral universal (mis relacio- ‘nadas con pautas personales) No hay muchas cosas que uno recuerde del colegio secun- datio, El fo de la Revolucién Francesa: «Igualdad, Libertad y Fraternidad Elio de «musgos,aleas y liquenes» Que Atta era vel ey de los hunos Y la frase magica que todo lo explica: La libertad de uno termina donde empieza la libertad de los dems, Me parece encantador y nostlgico, pero creo que la liberiad no funciona de este modo. Mi libertad ao termina donde ‘empices la libercad de nadie. Dicho sea de paso, éste es un falso recuerdo, porque la frase se refiere al derecho, no a la libertad. Y tu derecho no frena mi libertad, en todo caso legisla sobre las consecencias| Ade lo que yo devida hacer libremente. Quieco decis, fa jurisprudencia y fa ley informan de la pera por hacer lo que esta prohibido pero, de ningin modo, evitan que lo haga. 87 Imaginemos juntos Un esclavo pertenece a un amo muy bondadoso. Un amo que lo autoriza a hacer casi todo lo que quiere. Un amo, en fin, que le da muchisimos permisos, Ia mayor tia de ellos negados a otros exclavos de otros amos. Y alin ms, un amo que le da a ese esclavo muchos petmi- 08 que el mismo amo niega a otros esclavos. Pregunto este rato tan preferencial, zevita que llamemos a esto esclavitud? Obviament, la respuesta es NO, Si son otros los que deciden qué puedo hacer v qué no, por muy abierto y permisivo que sea mi duetio, no soy libre. [Nos guste 0 no aceptarlo, somos libres de hacer cosas que viulneren las normas sociales, La sociedad silo puede castigar a posteriori o amenazar 4 priori sobre la consecuencia de elegir Io que las normas prohiben, pero no puede evitar que sea libre. En la pelicula Juego de seduccion, un hombre de aspecto rural cuenta a la edmara la siguiente historia: Cando yo tenia ocho aon encontné a Rio Perdido, Nadie sabia nde estaba, nadie on mi condado podia dedrteeéme llegar, pero todas hablaban de él, Caan llegé por primera vez al [io Perdido me dk cuenta répidamente de que crab ali, Uno seda cuenta cuando legs, jE lugar mis herroxo que jams vi habia irtles que enan sobre el rio alguns peces enormes rnadaban en las aguas transparentest Asi que me quité la ropa, ‘me zamboli en elo, nacé entre los peces sent el bilo del sol en el agua, Seat que estab en el paraiso, Después de pasar toda I areal, me fis marcando tro el camino hasta legar ami cas yale dije ami pide: — Rap, enconrré et Rio Perdido, Mi papi me mird y eipidamente se dio cuenta de que ac seis, Bons, me scarica cabera y me dijo: 88 Yo tenia mis o menos tu edad cusndo Jo i por primera vez, Nunea pude volver. Y¥ yo le com No, no. Pero yo marqué el camino, dejéhuells yconté ‘amas, asi que podremos volver juntos, ‘Al da siguiene, cuando quise regres, no pds enconear las mareas que baba hecho, y esto se yolié perdido también para mi, Entonces me quedé el recverde ylasensac ce que tenia que bascarlo una ver mis Dos afce después, una tarde de oto, fumace ala direcciin de guardaparques dl condado porque mi paps necesiaba va ‘ajo. Bajamos aun sStano y mientras pop esperaba en una fila para ser entevistado, vi que en una pated habla un mapa enor ‘me que reproduc cada higar del condado: cada moataia, cada rio, cada acckéente geogeico estas all, AS que me acerqué con mis hermanos, que eran menores, para tatar de enicontra el Rio Perdido y mostrinelo a ello. Bussamos y buscamor, pero sn éxito Enconces se acereé un gunedaparques grandotey con bigo- ces que me dijo = Qué estis buscando, hijo? —Bocamos el Rio Perdido —ije yo, esperando su ayuda, Pero el hombze responds No existe exe huge. —Cémo que no exist? Yo nadé al Emroncet, me dijo —Nadaste en el rio Rojo. Y yo le comesté: Nad en tos dos, y a diferencia, Pere insiai: Hse gar no exis, bh eso regres6 mi pap, le uré de pantaldn y le die: —Dile, papi, dle que existe el Rio Perdido, ‘Yentonces cl seior de uniforme dijo 59 Mire mio, este pais depende de que los mapas sea fe Jes ala realidad. Cualquier cosa que exista y no est aqui en el ‘mapa del servicio oficial de guardaparques de Eads Unidas, seria una amenaza contra la seguridad del pus Asi que ies ‘este mapa dice que el Rio Perdido no exist, ol Rio exdide 0 existe Yo seguftiando de a manga de ent paps yl di: Pap, le Mi papi necestaba el wahajo, asi que balé la cabeza y ij: —No, hijo, ees el expero, sd dice que no existe Y ese ia aprena algo: cudado con los expertos $i nadaste ‘en um fuga, st mojaste tu cuerpo en un ro, ste bafaste de sol en una onila,no dejes que fos expertos te convenan de que no existe. Confia mis en us seasacones que en Jos expestas, Porque los expertos son gemte que poras veces se moja No puedo dejar de recordar cuinta tristeza senti la primera vez que eseuché la historia y no puedo evitar sorprenderme de que hoy todavia me emocione tanto pensar en aquel nino ‘irando de fos pantalones desu padre que, de todas maneras, pobre, decidié anteponer su necesidad de trabajo a defender ss verdad. ‘Todos los planteamientos tienen sus excepeiones, aunque la norma siga en vigencia. Cada quign decide cusndo y eémo adapta su conducta a a exigencia del entorno y qué hace t= rniendo en cuenta todo lo que es y el abanico de necesidades Yy urgencias que cada quién aporta en cada momento, Una manera de no hacerse cargo de la propia responsal lidad fue durante aiias el refugio preferido de los pacientes del vicjo psicoanilisis de hace medio siglo: hace: responsable cexcluyente de mi historia personal a los mandatos, permisos ¥ prohibiciones de mis padres y al condicionamiento social ¥y cultural recibido en mi infancia, Seguramente la historia 99 de aquellas heridas es una dificulead, pero no es esclavitud Puede elegir, paganelo los costos, aceptar,cuestionar 0 recha- zar cada mandato, Claro que de nada serviria actuar reac tivemente, haciendo siempre lo contrario de lo aprendido, porque por supuesto seria otra forma de dependencia (una especie de obediencia «en negativos), pero puedo, si es nece- sario, buscar ayuda y trabajar para desacondicionarme def nitivamente de ellos. Mi historia, la que hace que yo ela comer peras y no me- locotones porque en mi casa se comian peras, y que condi- ciona mi eleccin, no impide que yo elija. Mi historia pasads| ya no esté fuera, hoy forma parte de mi y, por lo tanto, soy el ‘que ahora elige las peras, aunque siga siendo libre de cl cualquier otra fruta Mi condicionamiento consiste en mi tendencia a clegie siempre lo mismo, o en no poder eegir que son cuestiones| muy distincas Una vuelta de tuerea mis todavia: si, condicionado por su his toria, uno elge ser esclavo, entonceszes libre 0 ¢s esclavo? Es la vieja paradoja dela libertad. ¢Se puede elegir no elegir? Aristéreles decfa: «Tengo una piedra en la mano y puedo decid seguir con la piedta o tiraela al lago. La eleccién es mia y mientras yo tenga la piedra en la mano tengo las dos posibilidades.- Hay algunas elecciones que abren y ovraselecciones que cierran. En el eemplo de Aristeles, el dia que elija tear la piedra al ago ya no podré elegir cenerlao tral. Enel planteamienta del esclaver si el que elige ser exclave, puede después elegir ser libre, entonces es libre, aunque viva ‘como esclavo; pero si abandona para siempre su posibilidad de elit, ha perdido su libertad. on [na eyend de Testn loa, Tht toma por errr un lira de amor y queda perdidamente enamorado de old Enronces se convierte en su amante. Eley, que pensibs casrsecoa cla, se ve taicionado porTeistin edie: «(Cime polite hacerme sw a lo soy ta amigo y he acosase con la mujer que iba 4.ser mi esposa.» YTstin Te responde: «A mi me preguntas? Yo qué tengo que ver? Pregintale a ella que yo soy slavo de ‘mj corazin y ella es su due.» ePodemos disculpar a Tristin pensando que no es responsa- ble de su taicién, aceptando que tomé del filtro del amor y ya no es duefo de su voluntad? Puede ser. A los usos de la bellisima leyenda, mestra propia alma roméntica nos empuja 1 comprender y apenarnos desu destino casi trigico, pero de- beremos admit si queremos ser adultos, que en la vida real no hay paciones que capruren nuestra voluntad. En la vida real siempre somos responsables de lo que elegimos. Porque estos condicionamientas que otras dejaron en mi alma con los mandatos, con los aprendizajes, con los premios ¥ castigos recibidos a través de las pautas sociales hoy son parte de mi, Igual que mi experiencia, mis vivencias y mis principios. Todo ha tenido mucho que ver en el hecho de que 10 sea lo que soy, pero es la hora de asumirme con esta reali dad, Fste soy yo, hoy: y desde este que soy, eo Saberme libre me obliga a reconocer que soy yo quien lige lo que hace, lo que dice, lo que calla y lo que evita. Y cesta deciséin me hace responsable de todo eso y de su con: Soy yo el que decide y por eso som mios mis éxitos y mis _aciertos tanto como Io son mis errores y mis fracasos, 6 DEJAR ATRAS LO QUE NO ESTA En alin momento de la biisqueda de respuestas deberé en- frentarme al descubrimiento de lo que ya iasinusbamos en el ‘capitulo anterior: quien soy no se superpone necesariamente 4 quien fai, y a veces es roralmence diferente de gate aunque sea su herencia. Esto significa que ya no soy el que era y tam- biga que a mi lado ya no eengo las mismas cosas ni stn las mismas personas de entonces. Los duelos son experiencias imprescinchble y forman par te de nuestro crecimiento, Ninguna de las sensaciones asocia- ddas ala tristeza es anormal, ninguna vivencia consttuye en simisma parte de una enfermedad, ninguna es una amenaza ‘8 nuestra integridad, Puede ser que en sn momento alguien pueda tener an duelo menos denso, no tan complicado, un proceso que no se desarrolle con tanto sufrimiento ni tanta angustia, y ests bin. Puede ser que otra persona o ésa misma, en otto mo- mento, quizé similay transite otro duelo que incluya etapas rortuonasy diffcies.. Y es igual de bien que asi sea La vivencia de cada uno frente a una pérdida es un asun- 1 inico y personal; y justamente porque asi lo entiendo es ‘que, mas que otras veces, te pido que ce sientas con derecho a disentix, que te permitas deci «no estoy de acuerdo 0 «yo «reo exactamente lo contrario», que te animes a pensar que 93 soy un estpido o que te enojes conmigo por sostener esto que digo. [No te dejes tentar por el lugar comin de pensar que, si lo dice el libro, entonees esto es lo que «se debe» o «no se debe sent, porque un duelo siempre ha sido algo personal y siempre loser “Tomemos algunos miles de personas y pintémosles de tinea negra los pulgares. Pidémosles después que dejen su huella en las paredes. Cada una de las manchas va ser diferente, 00 hhabra dos idénticas, porque no hay dos personas con huellas| dlactilaresiguales. Sin embargo, todas tienen caracteristicas similares que nos permiten estudiarlas y saber mas de ellas. Cada uno de nuestros duclot es dinico y eada manera de afrontaelo es ierepexble Pero también es cierto que cada duelo se patece a todos los demas duclos propios y ajenos en cirtos puntos que son ‘communes y que nos ayudar a entenderlos. De hecho, ayudar nun duelo implica conectar a quien lo padece con el permiso de expresar sus emociones, cualesquiera sean, a su manera ¥ en sus tiempos. Todos los erapeutas del mundo (que disen- timos en easi todo) estamos de acuerdo en que la posibilidad dde encontrar una forma de expresidn de la vivencias internas| “in transitande por ayudard a aliviar su dolor a quienes e Puede ser que alguien cuestione lo anterior diciendo que ro hay necesidad de see dramitico, 2Por qué rendeia uno que ‘star pensando que se va a separar de las cosas? Podria haber 35 de hecho, hay muchas cosas que uno toma para toda la vida. 4 llas puede uno aferrarse eranquilo, porque sabe que estaran a su lado hasta el Gltime minuto, porque ha decidido ‘que estén con uno para siempre. Quiza seria bueno sino fuera porque no es posible. ste es el primero de los aprendizajes de ser adultos. on Me guste 01no, voy a ser abandonado por cada persona, por cada cosa, por cada situacién, por cada etapa, por cada idea, ede 0 temprano ¢ inevitablemente Y siasi no fuera, siyo me muriera antes de que me dejen ¥ no quiero aceprar que, de codas maneras, odo seguirs sin In, deberé admitir que seré yo el que abandona y seria inno ble no estar alerta para no retener, para ne atrapar, para no apegat, para no encerrat, para-no mentirfalsas eternidades incumplibles. Y ademiés, gewinto puedo disfrutar de algo si estoy pendiente ‘ocuidando de que nada ni nadie me lo arrebate? Supongamos que esta pequefiaestatus en mi escritorio, se adorna o aquel cenicero estén hechos de un material cid y hermoso al tact, ‘Supongamos ahora que tomo uno de ellos firmemente entre mis manos porque me parece que alguien me lo quie- re quicar. Lo aprieto muy fuertemente para evitar que me lo quiten. zQué pasara si el peligro permanece (aunque sea Imaginario} y yo consigo retener el objeto en mi poder? Dos La primera es que me daré cuenta de que se acabs el pla cer; ya no tengo ninguna posibilidad de disirutar tacilmente de esto que aprieto. (Pruébalo ahora, pon algo fuertemente entre cus manos y aprieta, Fjate si puedes percibir emo cal tacto. No puedes. Lo tinico que puedes percibir es que agarrindolo, que estis tratando de evitar que esto se pierda.) La segunda cosa que sucede cuando lo retengo tenazmente «6: que aparecerd el dolor. (Signe aferrando el objeto con fuet- 27a para que nadie pueda quitartelo y observa lo gue sigue-) {Lo que sigue a aferrarse siempre es el dolor. El dolor de la mano cecrada, el dolor de una mano que, apretada, obtiene tum nico placer posible, ef de no haber perdidos el nico goce 95 ‘ue tiene la vanidad, el de haber vencida a quien me lo queria ‘quitar, el placer de «panar- CConsegui retener lo que queria pero en el camino he re- runciado a todo el placer que viniera de mi relaciéa con el objeto en si mismo, Esto sucede con la escipida necesidad de poseer © mante- nner algunos bienes materiales. Esto pasa con cualquier idea retenida como baluarte. Y esto sucede con la posesividad en cualquier relaci6n, incluso en los vinculos mis amorosos, atin con Tos paces, ain con los hijes, ain con las parejas, De hecho, lo que hace que mis vinculos transiten en espacios disirutables es, siguiendo la metifora, poder abt la mano. Apeender a no vinealaeme desde el lngar adios de atrapar, controlar 0 retener, sino de a stuaci6n del verdadero encuen- tro con el otro, que sélo puede disfrutarse en libercad. ‘Mucha gente eree que no aferrarse significa no compro- ‘Un concepeo ue yo no comparto, pera entiendo. La distorsion parece deducirse de pensar que, como sé- lo me aferro a quienes son importantes para mi, entonces aferrarse es un simbolo de mi interés y, por lo tanto, mi no aferrarme queda sindicado como la falta ce compromiso del desamor sto es lo mismo que deducir que, como los muertos no. toman Coca-Cola, si dejas de tomar Coca-Cola te volveris inmoreal Tiene el mismo fundamento que pensar que si tu pareja no ve controla quiere decir que no te quiere. ‘Que es la misma idea de aquellos que creen que siuno 10 se enoja, no se pone en movimiento. ‘Que és lo mismo que ereer que si no te obliga la situacin, spunea haces nada, Que es la misma idea de que, sino le exiges a tu emplea- 0, no rinde. 96 Que esta misma idea de que, silos abogados no tuveran tun ds limite para entrees exritos, munca los enteegarian {os ben, exo ecient) Que es lo mismo que justificar el absurdo argumento de las gucras gue se hacen para garantirae a at Que es lo mismo que deduce que, como soy feliz en exe momento en qu estamos juntos, nunca mas seré feliz ste was de mi lado. Incluso las pequefias pérdidas suponen dolor y trabajo. Un dolor que duce y un trabajo que hay que hacer, que no su cede solo, Una tarea que casi nunca transcurte espontinea- ‘mente, con uno mismo camo espectador. Si bien en general todo transcuete naruealmente, sin necesidad de empujarlo © buscarlo, a elaboracign del suceso implica como minimo cierta participacién activa en el proceso que, ao por necesa rio, es ni semotamente placentero. Y pot supuesto que existen pérdidas tan conmovedoras que irremediablemente generan duelos dificles, mas largos, mas intensos y mas perturba- dores.. Es obvio gue de nada sive teatar de evtar el sufrimiento del duclo no comprometiéndose afectivamente con nada ni ‘con nadie; ysin embargo este pensamiento se ha ido volvien- . Perdidos en este camino, algunos terminan viviendo en el esfuerzo de ser lo que no son, obligindose a estar donde no quieren es tar, haciendo gran parte del dia lo que no distrutan ni desean hacer {ig hacen porque se ereen débiles y piensan que estar bajo lala de alguien mis calificado les protegers (© para poder echarle la culpa a los demas de sus fra (© porque todavia creen que tienen que pedir permiso para ser quienes son. Podeiamos pensar que estin enfermos 0 quiza, que se au toengafian, o rl vez que les falta coraje.. Pero,en general, no es nada de eso. Es un rem de evolucidn, Por oprimidos, por inseguros, por reprimidos 0 por ignorantes, lo cierto es ‘que atin no han legado a ser personas maduras. No es ninguna acusacn; ser persona no es obligatorio. Ma uray, tampoco. Persona madura, para mi, se llama a las personas de ver- dad Un hombre o una mujer immaduros y depenclientes to- davia no han terminado su proceso dle convertese en per ‘Y esto no es una acusacion, repto, porque el proceso de convertrse en uno mismo nunca termina, Quizds el dia en ‘que uno se mueee, aunque tampoco estoy muy seguro. Ha ta entonees uno puede seguie ereciendo y ser cada ver més ‘consciente des mismo. Es deci sabindo con certeza quien escada no y quién nos, ‘Vivo y aprendo, vivo y maduso, viva y resco. “Te cuento una historia que siempre me contaba mi madre y que, de muchas formas, ha dado origen a estas ideas: ‘Cuentan que una tace un rey que amaba las plats y as lores, al rogresat de un largo vine, decidé carina un poco por 5 Jardin, Recordaba que habia dejado instrucciones press os jardineros para el cuidado de ceda plant. Sin embargo, des: Ccubrib con wistezz que sus rboles. busts y lores, muchos de Tos cuales habia planraco €l mismo con mucho abajo, se ‘exaban marienda, ‘Con angosts, es pregunté qué les pasha 1 Roble le dijo que se moria porqne no pedis ser tan ako ‘come dl Pino. El Pino agonizaba lamentindose de no dar uvas ‘comme la Vid. En Ia pergola, la Vid se morla de rbia porque no ppodia lorecer como la Rosa; mientras, la Rosa lloraa por no pater ser fuerte camo el Robe Tambien el roy sinlé que tenia ganas de lor. “Entonces, ene rincéa ms leano del jardin, vio un montén 4e flores creciendo, de todos los colores y rebosantes de salud yenergia rey se acercd y encontsd a ls Fresias lreciendo mis fescas que mance HE rey pregunté —¢Cés es que crectls tan saladables, lads de la fuente y posiblementeolvidadas de los cuidados de mis jardineros? ae flores contexaron: Quin sabe! Nosoens sempre supusimos que cuando nos planaste queria que fabramios Fess St hubleras querdo wn Roble o una Rosa, habriasplamado aqui una Resa 0 wn Roble En aquel momento supimos que nuesra manera deagradecete laid era ser lasmejonesFresis que pdigramos Megas. eso icimos. Ahora es eu turno. Bstés aqui paca contribuir con ew Fragen cia al mundo en el que has nacido, Simplemente, mirate a ti mismo. Sé quien eres y sé consciente de ello [No hay posibilidad de que seas otra persona. Puedes disfrutar de ello y florecer regado con tu propio amor o puedes marchitarte en ta propia condena, tratando de ser otra cosa, Ti decides a5 LA SEGUNDA PREGUNTA: ZADONDE vov? 8 EL PRoP6stro igen que una noche, euande el maestro Andrés Segoria alia de wn concierto algaica se scercd le dijo —abaesto, daria mi vida por tocar como ste. Andrés Segovia respond sees exactamente el precio que yo pagué La realizacién personal puede alcanzarse pricticamente en cualquier circunstancia, siempre y cuando creamos que nues- tra vida tiene sentido y propésito y que somos capaces de avanzar en esa dirsccién En lo cotidiano y durante muchisimos aos, los temas del ‘curabo final, el destino ilkimo o el sentido de la vida pare cieron quedar relegados a las frases impresas en los seal dores de libros, a los culebrones tlevisivos y a los melosos discursos de los vendedores de ilusiones esotéricas 0 seu: dorreligiosas Fue Viktor Frankl, el creador de la logorerapia, quien pot primera vez puso con claridad el acento en estos hechos fun ameatales. Los eelatos de la beutalidad que él mismo sulsio en los campos de exterminio nazi y el metédico registra de ‘odo lo que, como prisionero, le eacaba padecer y compart, rmostraron al mundo de la manera mis dura posible cuénto la gente nccesita un propésito para mantener la vida, cémo ce situaciones extremas la supervivencia se relaciona diree- tamente con la voluntad de vivit, Para el doctor Frankl esto fue mucho més que un mero

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