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9 de Septiembre

Pies de barro
Las expectativas irreales que ponemos sobre [...] los dems parecen ser uno de los
mayores obstculos de la recuperacin
Texto bsico, p.94
Muchos llegamos a Narcticos Annimos sintindonos muy mal con nosotros mismos. En com
paracin, los adictos en recuperacin que conocemos en las reuniones parecen sobrehu
manamente serenos. Estas personas sensatas y cariosas llevan meses, aos incluso,
viviendo de acuerdo a principios espirituales, entregndose a los dems sin esperar
nada a cambio. Confiamos en ellas, les permitimos querernos hasta poder hacerlo
nosotros. Esperamos que lo arreglen todo de nuevo.
Entonces, el brillo del principio de la recuperacin empieza a desvanecerse, y emp
ezamos a ver el lado humano de nuestros amigos de NA y de nuestro padrino. Quizs
un compaero de nuestro grupo nos deja plantados para ir a una cita, o vemos a dos
veteranos discutir en una reunin de comit, o nos damos cuenta de que nuestro padr
ino tiene uno o dos defectos de carcter. Nos quedamos anonadados, desilusionados.
.. Despus de todo, estos adictos en recuperacin no son perfectos! Cmo vamos a seguir
confiando en ellos?
En algn punto intermedio entre los hroes de la recuperacin y los desgraciados de NA
esta la verdad. Nuestros compaeros adictos no son ni completamente malos ni tota
lmente buenos. Despus de todo, si fueran perfectos, no necesitaran este programa.
Nuestros amigos y nuestro padrino son adictos corrientes en recuperacin, como nos
otros. Podemos identificarnos con su experiencia corriente en recuperacin y usarl
a en nuestro propio programa.

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