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TERCER LUGAR

EL MISTERIO DE LA GÁRGOLA

Camilo Muñoz 7ºC

Hace treinta y tres años aproximadamente en la ciudad de Koridallos, en

Grecia, un escultor llamado Leroklis creó una gárgola con intenciones de

asustar a la gente y proteger su mayor tesoro: los pendientes del saber,

que contenían dentro de sí todos los misterios de la historia.

Una noche, habiendo una gran tempestad, cayó sobre la gárgola un

trueno que la destruyó en ciento treinta y tres pedazos, situación que iba

a dejar expuesto el tesoro. Efectivamente, toda la gente del pueblo al

saber lo sucedido pensó robar los pendientes al entrarse el sol.

Cuando ya fue la hora en que el sol se escond iera, un joven de catorce

años llamado Anastasios fue el primero en salir, su egoísta deseo de ser


un sabio reconocido, lo hizo desear los pendientes. Al llegar a la terraza

del castillo donde vivía Leroklis no encontró ningún pedazo de la

gárgola, pensó que su dueño los habría recogido y siguió buscando los

pendientes. Luego de una hora y doce minutos el joven aún no

encontraba nada y cuando casi se daba por vencido, aparece ante él un

engendro desconocido que se abalanza y succiona en su frente, el joven

pierde el conocimiento y cae.

Al cabo de unos días y luego de una larga búsqueda, la gente del

pueblo encuentra al joven tirado en la terraza del castillo de Ieroklis,

pero nadie se atreve a rescatarlo, pues la gárgola misteriosamente ha

vuelto a su forma de escultura y en el mismo lugar donde la dejó su

creador, cuidando el tesoro. Al abrir los ojos el joven mira a la gárgola

que en ese preciso momento hace un ruido similar al de un gato que en

su hocico suena mil veces más fuerte y le muestra sus afilados cuatro

colmillos. El joven asustado salta de la terraza, pero al caer, muere.


Nunca se supo la verdad, Leroklis la ocultó, así como a sus pendientes

del saber, pero algún tiempo después, cada noche un atormentador

comenzó a visitar las casas de la gente del pueblo, tomándolas por

sorpresa, asustándolas y luego absorbiendo su miedo. A este ser le

apodaron Afeneo y todos creían que se trataba del espíritu del joven que

buscaba los pendientes del saber y que en la terraza del castillo de

Leroklis había muerto por la gárgola, después de que ella succionara en

su frente todos sus conocimientos, ya que de eso se alimentaba para ser

indestructible..

Un 24 de Abril del año 976 el pueblo por fin quiso librarse de tanto

mal, llamaron a sacerdotes de todas las iglesias vecinas y una turba de

fuego, palos y piedras destruirían para siempre la gárgola y su secreto,

así como el tesoro que ella cuidaba, ya que Leroklis hacía muchos años

que había muerto. Lamentablemente esa noche la gárgola hizo un ruido

mágico que acabo con todos.


Desde ese día Korydallos se considera un pueblo fantasma y la gente

que pasa cerca de ahí solo puede observar de lejos una escultura que a

lo lejos parece un pájaro y que cuida un precioso tesoro.

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