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Resumen - Schmit Roberto (2004)
Resumen - Schmit Roberto (2004)
I. Introducción
Desde hace tres décadas se asiste a una significativa crítica y redefinición sobre la hegemonía indiscutida que tuvieron por aquel
entonces la historia económica serial francesa y los enfoques estructurales de base socioeconómica, ya sea los que provenían del
marxismo o del funcionalismo social. Aquellas tradiciones dejaron afuera o descuidaron en sus explicaciones buena parte de los
comportamientos y de las experiencias individuales y colectivas de los actores sociales. Por tanto aquellos estudios no dieron cuenta
finalmente de las complejas dinámicas económicas y de las múltiples interacciones sociales. De manera que los diversos niveles de
conflictos y solidaridades que caracterizan a las sociedades quedaron muchas veces ocultos u otras totalmente simplificados, tras el
presupuesto de un permamente nivel de regularidad y rigidez en el funcionamiento y en la dinámica de la sociedad. Las críticas y
revisiones efectuadas sobre aquella historiografía estructuralista han generado nuevas tradiciones y tipos de abordajes históricos. Pero la
emergencia de valiosos replanteos a través de nuevas modalidades e instrumentos, como los diversos recortes del universo de estudio o
los nuevos conceptos de análisis, no deberían confundirse y leerse como una evidencia de reducción del valor que tienen los estudios
socio-económicos. Por tanto, más allá de haber perdido su otrora popularidad y ser actualmente una minoría dentro de la producción
historiográfica, los abordajes, los conceptos y las explicaciones económicas lejos de ser líneas de trabajo en extinción han sido
reorientadas y actualmente se están replanteando, a un ritmo muy desigual, desde nuevas perspectivas y presupuestos. En toda una nueva
literatura han quedado expuestos los peligros y las falencias de usar abusivamente las series estadísticas o de aplicar automáticamente
aquellos conceptos propuestos por las miradas estructuralistas y funcionalistas, que habían articulado una historia desprovista de “carne
y sangre”, que muy a menudo perdía de vista a los sujetos y a sus complejas interacciones desplegadas a los largo de la dinámica
histórica.
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escala de observación desde donde se pueda reconocer el espacio económico particular (regional, provincial, local, familiar, de ciertos
actores, etc.), pero siempre en conexión o interrelación con lo más general. Desde esta perspectiva el estudio micro será convincente y
explicativo cuando permita estimar el tejido de relaciones que lo hacen característico como un espacio determinado, dentro de los cuales
deben aparecer articuladas las relaciones hacia afuera y hacia adentro, a través de diversos mecanismos de interacción económicos,
sociales e institucionales. Entonces por todo lo expuesto en torno a la construcción del microanálisis no se trata de plantear una historia
“menor” o “pequeña” entendida sólo como una micro-geografía, es decir como una investigación sobre una porción de un territorio o
espacio. Es vital que en el análisis la micro-historia no se confunda la escala con el objeto de estudio, dado que se la debe concebir como
un procedimiento analítico aplicable a cualquier espacio, independientemente del tamaño del objeto analizado. Asimismo dentro de la
reubicación del estudio económico nuevas propuestas han realzado la importancia de integrar el marco institucional para la explicación
de la racionalidad y la dinámica de lo micro y macro histórico. Es decir, el rol y peso de los llamados componentes “¿extraeconómicos?”
que influyen en la conducta individual y colectiva a la hora de explicar los conflictos existentes en una sociedad. Desde aquellas
cuestiones se están introduciendo en las problemáticas históricas rioplatenses los conceptos y las herramientas de una renovada historia
socio-económica para esta sociedad pre-industrial de la primera mitad del siglo XIX. Dentro de esos problemas se trata de mostrar que el
mercado no explica todo, pues tuvo un alcance limitado y su dinámica varió en el tiempo, ya que los comportamientos dependían no sólo
de las preferencias materiales de los “capitalistas”, sino también de las complejas relaciones provenientes desde “afuera” de la economía,
como eran las provistas por las relaciones institucionales, parentales, políticas, étnicas, personales, culturales, etc. En estas sociedades se
entiende claramente que los actores sociales, además de sus intercambios económicos de “mercado”, se caracterizan en su dinámica por
sus variadas tradiciones y prácticas culturales de economías complejas y por sus diversas estrategias de reproducción social que van
“más allá” del mercado, lo que finalmente debe ayudar a entender mejor como funcionaban las solidaridades, los conflictos y la
movilidad social de esas sociedades. Junto a la revisión de los actores sociales se intenta redefinir la escala más apropiada para
profundizar el análisis, ajustar los conceptos y el carácter de sus explicaciones. Quizá una reubicación en los estudios socio-económicos
a largo plazo permita revisar explicaciones generales. Es necesario re-examinar el viejo dilema sobre los actores o agentes de la historia,
¿cómo explicar a los individuos y a los grupos? ¿Hasta dónde pueden enfrentarse y sostenerse con éxito las pautas que los sistemas y los
actores históricos pueden tener margen de libertad de acción y elección? Asimismo los estudios también apelan a encontrar motivos
conscientes e inconscientes en los actores sociales.
Hace veinte años que empezaron a demolerse los estereotipos de una historia socio-económica esquemática y simplista en torno a una
economía pecuaria consolidada y hegemónica, con actores sociales en su mayor parte ligados con los establecimientos de aquellos
propietarios. O de suponer también la existencia de orientaciones económicas firmes, espacios mercantiles integrados o políticas
monetarias y fiscales definidas. Los nuevos trabajos han comenzado a plantear una visión más compleja, ya que muestran una variedad
de actores y prácticas económicas en el Río de la Plata. Entonces los estudios de la época tardo-colonial comenzaron a interrogarse sobre
la presencia de una sociedad con ámbitos urbanos y rurales más complejos, que denotaba la necesidad de replantear las miradas sobre los
actores de la historia rioplatense. Estos estudios han enriquecido el universo de análisis y han puesto un nuevo punto de partida para las
interpretaciones sobre la sociedad rioplatense. Pero esa riqueza de información y agentes tienen todavía mucho margen de especulación
que resolver en sus explicaciones sobre la compleja urdimbre de su dinámica temporal y espacial a lo largo de los siglos XVIII y XIX.
Por ello, se necesitan explicaciones más profundas sobre sus múltiples interacciones, así como poder ponderar y comprender mejor el
alcance de sus mecanismos de reproducción y de cambios dentro de las tendencias que aquellas sociedades tuvieron en torno a la
convivencia y hegemonía de las diversas estrategias de reproducción socio-económicas.
En tanto en los estudios sobre las elites o los notables cada vez más se están privilegiando abordajes que apuntan a revelar la acción
colectiva centrada en los grupos, en los nexos familiares y en la formulación de múltiples relaciones personales de poder que
constituyeron los patriarcas locales. Estos trabajos plantean como punto de partida, para entender la organización de los liderazgos,
analizar el rol que jugaron dentro del patriciado, además de los vínculos económicos, las relaciones de parentesco, las redes personales
de relaciones y otros vínculos estratégicos que resultaron las herramientas básicas para que aquellos actores sociales alcanzaran
posiciones políticas y socio-económicas privilegiadas. Entre las más significativas se encuentran los conceptos de prácticas y estrategias
familiares y redes de relaciones sociales. Algunos análisis han propuesto como nexo fundamental del análisis a las redes de relaciones
personales como el objeto a partir del cual ordenan el comportamiento de los agentes sociales. Estos abordajes basados en las relaciones
personales y de la parentela además de observar el comportamiento empresario de los agentes históricos, plantean también tratar de
analizar desde esta perspectiva la lógica con que se desenvuelven las prácticas institucionales y de la administración del Estado. Incluso
plantean que en un último sentido estos vínculos explicarían el consenso social; ya que estas relaciones de cadenas informales de mando
permitirían analizar la forma en que se daba la asignación de recursos de todo tipo y la racionalidad con que la usaban los individuos,
que no provenía en gran parte de las instituciones o el mercado, sino de las lógicas consolidadas por las redes de relaciones personales.
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De ese modo, el estudio de las elites a través de sus múltiples vinculaciones también permitirá transitar desde las acciones individuales a
las colectivas; y también nos habilita para unir esa línea tan difusa que separaba en aquella época a los ámbitos privados y públicos.
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fundamentales para poder interrelacionar y ponderar adecuadamente en los estudios densos del microanálisis para explicar la relación
existente entre los sujetos y los contextos históricos.
[Roberto Schmit, “Conceptos, herramientas y resultados recientes sobre la historia económica rioplatense de la primera mitad
del siglo XIX”; en Beatriz Bragoni (editora) Microanálisis: ensayos de historiografía argentina, Prometeo, Buenos Aires, 2004, pp.
55-79]