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EI Nacimiento del cartel politico y su relaci6n con las vanguardias Pilar Lara Ruiz-Granados La Buropa de principios de siglo se caracteriza, dentro del ambito artistico, por dos corrientes contrapuestas. Por un lado aquella que representa a ka burguesfa dominante y tiende a la exeltacién de una serie de valores deci- monénicos, per otro una estética de roptnra que se rebela contra lo supert cial, que se distingue por su actitud critica y la buisqueda de nuevas formas de expresisn. Estas dos concepciones del mundo, la conservadora y la renovadora 0 critica, quedan claramente representadas en los grandes conflictos que convulsionaron Europa en aguellos aiios. Me refiero a la Primera Guerra Mundial y a Ia Revolucién Rusa, Por supuesto, también quedan reflejadas cen los carteles que surgieron alrededor de estos acontecimientos. Los carteles ya venfan demostrando desde finales del siglo pasado su efi- cacia comunicativa en el temeno comercial. A partir de la Primera Guerra Mundial y sobre todo, tras la Revolucién Rusa, naceré lo que hoy conoce- ‘mos como cartel politico o de propaganda, Nunca antes habfa existido la necesidad de movilizar-manipular a las masas, ya que la politica y sus mani- festaciones, fueran pacificas o violentas, se habfan desarrollado en la mayo- ria de las ocasiones, en el émbito de una pequefia élite cultural y econsmica, of Pilar Lara Ruie-Granadlos Buscando esta movilizacién de fas masa, desde las instancias politicas se pretencle hacer ver cualquier conflicto armado como una gran hucha por las Tibertades, contra la injusticia social. La publicidad se lena de grises 0 de color segtin sea para desprestigiar al enemigo o para ensalzar las virtudes de la guerra, Se intenta que el cartel, to vista, no sea percibido como una apariencia de la realidad, sino como Ta realidad misma, Las ideas se presentaban siempre de un modo predominantemente visual y claramente comprensible, La mayoria de la poblacién seguia sien- do analfabeta y la imagen ostenta una mayor capacidad de comunicacisn. Los carteles de la Primera Guerra Mundial se rocean de un halo de roman- ticismo que intenta ocullar o enmascarar el mundo de las trincheras y la muerte. Parece qui la bisqueda, mediante Ia estética, dle esta Falsa realidad responde a la necesidad de una clase dominante de mantener el orden esta blecido. Como veremos mas adelante, durante la Revolucién Rusa, la clase proletaria emergente opta por no engaftar con una falsa percepeién de la realidad, sino por la construccién de una nueva estructara tanto poli tica como estética. Pero cuando més tarde se busca la consolidacién de los valores instaurados se utiliza el realismo soviético, o lo que es fo mismo, la imposicién mediante el arte de una falsa realidad. Cuando el poder se afianza, una de las primeras libertades que controla es la Tibertad de expre- sin y con ella, toda experiencia artistica y cultural. La Primera Guerra Mundial Algunos autores afirman que el cartel de la Primera Guerra Mundial est demasiado cercano a la publicidad comercial y no seré hasta la revotucin rusa que nazca lo que hoy conocemos como propaganda politica. Pero la realidad es que Tos carteles tienen un importante papel en la contienda. En el esfuerzo total que se exige a las naciores, la propaganda es imprescind- |. Para el ndlisis de las relaciones entre el realism socialist, la impasicdn de una ree ‘ida etc, y la publicidad, consular e aiculode José Luis Len Ls efectos esttioas ela publicidad, en Questiones Publicar, n 4, 999-26 Elnaciniento det cartel pottico y su relacién com las vanguardias 65 ble y, como hemos dicho, los carteles ya habfan demostrado su eficacia como medio claro y directo de comunicacién de masas, titi especialmente para los analfabetos. Bien es verdad que «dada la convencién predominan- te sobre lo que debfa ser un carte, fas consignas de las fuerzas en el poder se presentaban sin traspasar los limites aceptados» (Bamicoat 1995:222) y por tanto entre 1870 y 1919 la publicidad bética se enfocaba en la mayorfa de los casos en fos mismos términos que la publicidad comercial. En cuanto a la calidad de tos carteles bélicos de la época, debemos tener cen cuenta que generalmente, en el bando aliado, nos encontramos con un modemismo agotado y los cartelistas profesionales retirados, por lo que se hacen cargo de la propaganda nuevas personas que se dedican al género por primera vez. Aun asf se obtienen en algunos casos magnificas solucio- nes, como Alfred Lett y su cartel «Your Country need you» (en el que Lord Kitchener, general de reclutamiento, sefiala de modo imperativo al receptor dl cartel), de 1914, esquema que ha sido copiado en todas las contiendas. Es tn mensaje claro, directo e imperativo. Hay que persuadir a la poblacién de la necesidad de una guerra de tal calibre y los carteles ayudan en cuatro frentes diferentes: 1. El alistamiento: En paises como Inglaterra no existe el reclutamiento forzoso. En este tipo de carteles, e! colorido contrarresta psicolégicamente el sombrfo aspecto de la catéstrofe. Howar Chardler Chisty con su «1 want you for the Navy» (en el que fa imagen que se usa como reclamo es tna tiema mucha- cha con el uniforme de la armada) de 1917, nos presenta ese mundo romintico, casi tierno, de la guerra, muy alejado de la crudeza de Tas trin- cheras. Este tipo de cartel no pretende aludir directamente a la guerra, sino exaltar los valores patriéticos y caballerescos de la poblacién. «la publici- dad no oftece nada que sea pensable, sino sensible» (Leén 1995: 14). Los franceses, con la guerra en su propio territorio, no podian presentar un cartel puramente romiintico, y affaden a los valores tradicionales del honor y el romanticismo, una exaltacién mis directa y agitada. Fs el caso del cartel de JulesAbel Favre de 1916 (un joven, fusil en mano, levanta

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