EL TRABAJO EN LA
BIBLIA
jose reaÑo alvarez
Una vez pregunte en un estudio
bíblico:”Para que Dios puso a Adán en
el Edén?” Y alguien contestó: “Para que
lo disfrutara”. Esta clase de ideas vagas
circulan en muchos paises. Inclusive no
es dificil encontrar representaciones de
Adán y Eva donde están recostados
sobre la hierba comiendo fruta, como si
no hubiera nada más que hacer. La
Biblia no describe ninguna escena así en
el paraiso, todo esto ha salido
simplemente de la imaginación de la
gente.
En Genesis 2:15, dice que Dios puso a
Adán en el huerto del Edén para que lo
labrara y lo guardase. En otras palabras,
lo que hizo Dios antes de darle mujer es
darle trabajo. Más adelante en el verso
19 del mismo capítulo Dios le trae a
todos los animales para que les ponga
nombre, este fue su segundo trabajo.
Clasificar el trabajo como físico e
intelectual no tiene mucho sentido, al
final el ser humano esta apto para hacer
ambas clases de trabajo.
Vayamos ahora más adelante, en Exodo
20:9, vemos dentro de los diez
mandamientos que Dios dio, está el de
trabajar, así como el de reposar el
séptimo día. No faltan aquellos que
rigurosamente descansan el séptimo día
sin haber cumplido con trabajar los 6
días que Dios ordena.
Dios es el empleador por excelencia y en
paises como el nuestro donde es dificil
conseguir un trabajo tenemos que usar
nuestro ingenio, conocimientos y
habilidades en generar nuestro propia
fuente de trabajo.
Basándose en las escrituras podemos
definir el trabajo como una actividad
espiritual que trae una consecuencia
material. Actividad espiritual porque
trabajar es mandato de Dios. La
consecuencia material va a ser que con
ello vamos a poder sostener nuestras
familias e inclusive aportar para la obra
de Dios y compartir con los necesitados.
Pasando al Nuevo Testamento vamos a
encontrar que el apostol Pablo, tenía su
oficio que era hacer tiendas. En Hechos
18:2-3 vemos que Pablo trabaja en ello y
todos los dias de reposo va a la sinagoga
a dar testimonio de Cristo. Esto ha
servido de inspiración en cristianos de
diversos paises, donde los profesionales
se agrupan con el nombre de “Hacedores
de Tiendas(Carpas)” y con su propio
dinero se van de misioneros a otro país
para ayudar a plantar iglesias, no
dependen financieramente de la iglesia a
la que pertenecen.
En conclusión, nuestras motivaciones
para crear nuestra propia fuente de
trabajo deben ser las siguientes:
- Nuestro anhelo de obedecer a
Dios
- Sostener nuestras familias
- Nuestro anhelo de aportar a la
obra misionera
- Trabajar para tener que compartir
con los necesitados