Está en la página 1de 11
iSE PUEDE HABLAR DE UNA © PSICOPATOLOGIA INSTITUCIONAL? Prof, Dr. José Guimén (Presidente de Honor de la APAG!, Catedritico de Psiquiatria de las universidades del Pais Vasco y de Ginebra). RESUMEN Se revisan las aproximaciones de algunos autores de orientacién psico-socio- analitica respecto a la dinémica y la Psicopatologia de las instituciones. Los intentos pioneros al respecto se realizaron en Europa en el Instituto Tavistock de Londres, a partir de los trabajos de Jacques, que se bas6 en las concepciones de Bion sobre la dindmica de los grupos y en iltima instancia en las de Melanie Klein sobre el desarrollo del psiquismo del bebé. Los trabajos de Kurt Lewin tuvieron mAs influencia sobre los autores norteamericanos, En Francia han tenido una importancia decisiva los trabajos de la escuela de Kaés que se comentan con més amplitud y que afiaden propuestas e interés a las de los anteriores autores. En realidad, los intentos de psicoterapia institucional no fueron todo lo exitosos ue se podria esperar, teniendo en cuenta las ricas disquisiciones tedricas que se revisan. Todo hace pensar que, aunque en el futuro sera de utilidad contar con una taxonomia de Ja patologia organizacional, resultara muy distante de las tipologias que aporta el diagnéstico psicoanalitico si éste no alcanza a realizar proposiciones mesurables empiricamente. ABSTRACT t The atitor reviews the viewpoints of some authors who show psycho-social- analytical tendencies regarding institutional dynamics and psychopathology, all of which is summed up in this chapter, Pioneering attempts in Europe were made in the Tavistock Institute in London, starting with Jacques work, which was based on Bion’s conception of group dynamics, and in the last instance on Melanie Klein's work on the development of psychism of the baby. Kurt Lewin’s work had more influence on North ‘American authors. In France the Kaés School has been very important. This work is discussed more thoroughly, and it adds proposals and interest to the work of the previous authors, Really, attempts at institutional psychotherapy have not been as successful as might have been expected, if we bear in mind the valuable theorical considerations reviewed. All of this leads us to believe that, although in the future it will be useful to count on a taxonomy of organizational pathology, it will be very distant from the " Asociacién de Psicoterapia Analitica Grupa 29 typologies contributed by psychoanalytical diagnosis of this diagnosis does not manage {o carry out empitically measurable proposals. LINTRODUCCION Los avances més fructiferos para la evaluacién de las instituciones se deben sin duda a la moderna ciencia de la Organizacién institucional. Desde esa éptica, las instituciones psiquidtricas no son muy diferentes al resto. Sin embargo, a la hora de considerar las instituciones de Salud Mental resulta indudable la utilidad de las aproximaciones de algunos autores de orientacién psico-socio-analitica, que resumimos en este articulo. 2.GRUPOS, ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES El punto comin de los dispositivos asistenciales involucrados en la Salud Mental, como en todas las entidades psicosociales (Petit & Dubois, 1998) es el estar constituidos por grupos, compuestos por individuos que se descubren a lo largo de los dias, que por lo tanto se conocen, interaccionan y se encuentran en un estado de interdependencia no s6lo funcional ~por el trabajo- sino también psicolégica. Siguiendo a Lapassade (1970, citado por Petit (Petit & Dubois, 1998) podriamos describir tres niveles en tales dispositivos asistenciales: a) grupos (un equipo de un hospital, etc); b) organizaciones (un hospital o un centro de salud mental); c) instituciones, entidades que emanan del Estado (como una dependencia ministerial que define todo lo que esti establecido a través, por ejemplo, de la Ley de Salud mental que brinda a la institucién su fuerza legal). 2.1.GRUPOS Kaés (Kaés, 2000c) define el grupo como “un conjunto de individuos que interaccionan (con roles, estatutos, etc) compartiendo ciertas normas en la realizacién de una tarea”. Considera que en todo grupo existe un tipo de relacién que, paraddjicamente, “es una no-relacién, es decir, una no-individuacién” que se impone como matriz o base de todo grupo y persiste de manera variable durante toda la vida. Llama a este tipo de relacién “sociabilidad sincrética, para diferenciarla de la sociabilidad por interaccién (...). La interaccién es la figura de una Gestalt sobre el fondo de la sociabi sinerética.” Dentro del grupo, el individuo es objeto de presiones por parte de sus pares para que adopte opiniones y conductas de acuerdo con las normas del grupo (conformismo). Pero el conformismo no tiene siempre un caricter tan coercitivo: el individuo puede valorizar su pertenencia al grupo y conformarse a sus normas con el fin de conseguir un objetivo personal, por ejemplo, satisfacer su necesidad de relaciones afectivas. Por otra parte los grupos generan cierta solidaridad que permite al individu defenderse de manera mas eficaz contra las presiones de la organizacién. Los individuos pueden utilizar los sistemas de roles y de normas institucionalizadas dentro de la organizacién, para refotzar sus mecanismos de defensa contra la ansiedad (Jacques). La afiliacién al grupo aporta a sus miembros ademés, una cierta seguridad que se robustece por el hecho de que sus miembros “viven juntos y simulténeamente el mismo proceso de acceso a la identidad” (Sainsaulicu, 1977, citado por Petit (Petit & Dubois, 1998)), 20 2.2.0RGANIZACION La corriente de la “Organizacién Cientifica del trabajo” consideraba que las organizaciones funcionan como una maquinaria cuyos engranajes se ajustan perfectamente los unos a los otros, ignorando los factores afectivos consecutivos a las relaciones entre sus miembros. En cambio, las llamadas teorias de las Relaciones Humanas profundizadas por la corriente de las Neo-relaciones Humanas (Me. Gregor, 1974; Maslow, 1943; Herzberg, 1971, citados por Petit (Petit & Dubois, 1998) muestran que las organizaciones originan una serie de satisfacciones ¢ insatisfacciones en los seres humanos que en ellas participan. En una onganizacién, los individuos, grupos locales y servicios que la componen, se articulan en una interdependencia necesaria para la realizacion del objetivo comin de producir un bien o un servicio. Toda modificacién de un elemento conlleva la modificacién de todos los demés. El trabajo puede ser una fuente de expansién. y de realizacién personal cuando la organizacién funciona conforme a un ideal de “familia feliz”. 2.3.INSTITUCION Una institucién (que puede ser tanto un grupo como una organizacién) se define ‘como (Mendras, 1979, citado por Petit (Petit & Dubois, 1998)) “un conjunto de normas que se aplican en un sistema social, y que definen lo que es legitimo y lo que no lo es en ese sistema”. Para resumir, la distincion entre organizacién ¢ institucién Petit y Dubois (Petit & Dubois, 1998) toman como ejemplo la educacién, que “es, por excelencia, una institucién, es decir un conjunto de ideas, de creencias y de normas de conducta propuestas y frecuentemente impuestas a los individuos de una sociedad determinada. Pero, un grupo escolar primario, una escuela secundaria, una universidad, un ministerio de Educacién o un rectorado, son organizaciones que se nutren de la institucién educacién, brindéndole al mismo tiempo una base concreta de existencia”. Kags (Kaés, 2000c) sefiala que el concepto de institucién ha sido utilizado con significados muy diversos y él lo emplea al referirse “al conjunto de las normas, teglas y actividades agrupadas alrededor de los valores y de las funciones sociales”. Aunque la institucién podria también definirse como una organizacién, en el sentido de una disposicién jerarquica de las funciones que se llevan a cabo generalmente al interior de un edificio, dé un area o de un espacio delimitado, él utiliza para esta segunda acepcién exclusivamente la palabra organizacién Para Kaés toda organizacién tiene tendencia a tener la misma estructura que el problema que trata de enfrentar 0 por el cual ha sido creada: “Asi, un hospital termina teniendo, como organizacién, las mismas caracteristicas que los enfermos (aislamiento, deprivacion sensorial, déficit de comunicaciones, etc.). Nuestras organizaciones psiquidtricas, nuestras terapias, nuestras teorias y nuestras técnicas tienen también las mismas estructuras que el fenémeno que tratamos de enfrentar. Se han convertido y no son mas que organizaciones; ellas llevan a cabo por este motivo la misma funcion de mantenimiento y control del clivaje: una tendencia a la ‘burocratizacion(...). El staff técnico o el equipo administrativo de un hospital tienen también tendencia a estructurarse como organizaciones (...). E. Jacques ha afirmado que las instituciones sirven como defensa contra las angustias psicoticas. Esta afirmacién es limitada, y es mas preciso decir que las instituciones y las organizaciones son depositarias de la sociabilidad sinerética o de la parte psicética, y que eso explica bien la tendencia a Ia burocracia y la resistencia al cambio”. al 3.LA DINAMICA INSTITUCIONAL Antes de empezar un programa de desarrollo de las organizaciones, es indispensable realizar un diagndstico sobre, a 1a vez, los sistemas organizacionales en su Conjunto, y los subsistemas que lo componen (Petit & Dubois, 1998): los grupos reales de trabajo, los departamentos 0 servicios, un nivel jerérquico particular, ‘equipo de direccién y ejecutivos medianos, etc. Concretamente, un diagnéstico de esta indole Consiste en cuestionarse acerca del funcionamiento de la organizacién. {Cémo se toman las decisiones? {Cémo se elaboran los objetivos y los planes? ;Cémo se comunican los individuos y los grupos? {Cual es el estado de las relaciones entre los grupos? ;Cémo solucionan sus conflictos? 3.1EL METODO SOCIOANALITICO EN EL ESTUDIO DE LAS INSTITUCIONES En el método socioanalitico el concursante vive con la organizacién considerada en su totalidad, una relacién “profesional” que excluye todo vinculo privado o Privilegiado entre unos y otros miembros 0 grupos de la organizacién, y les impone la confidencialidad con relacién al exterior, a menos que exista un acuerdo explicito del sistema organizacional para la publicacién de ciertos resultados. Por otro lado, el procedimiento socioanalitico se refiere a nociones psicoanaliticas para establecer ciertos fenémenos:1) La ambivalencia de los profesionales, a la vez. atraidos por el cambio y desalentados por el hecho de tener que cambiar ciertas conductas; 2)la transferencia positiva por la que los profesionales proyectan sobre el consultante su deseo de cambio; 3) la transferencia negativa por la que proyectan sobre el consultante sentimientos de hostilidad que esconden, de hecho, las resistencia al cambio. Dubost propone que esas resistencias constituyen mecanismos de defensa contra las ansiedades que pueden analizarse y vencetse mediante un método llamado “preelaboracién” 0 “elaboracién interpretativa” (equivalente al “working through” Psicoanalitico): un consultante con una formacién en métodos de grupo, a trae la atencién grupal por las interpretaciones que conciemen hechos conocidos por todos, sobre la naturaleza de las resistencias que obstaculizan su progreso. El consultante, dice Kaés (Kaés, 2000b) “debe aprovechar todas las ‘oportunidades que se le presentan a lo largo de las reuniones para aclarar “aqui y ahora” el significado de los sentimientos (miedo, culpabilidad, desconfianza) que provocan cambios que son percibidos a la vez ‘como necesarios y amenazantes por el grupo.” Las referentias psicosociolégicas (Petit & Dubois, 1998) surgen a partir de los trabajos de Jacques, quien, a su vez, se inspiré en Bion (1965) y Lewin que, en la frontera del psicoandlisis y la psicosociologia, estudiaron el desarrollo de los procesos insconscientes dentro de los pequefios grupos. Por su parte, Rapoport en el Instituto Tavistock con su procedimiento de Wvestigacién-accién” intent6 aplicar esos a personas que se encontraban en situaciones problemiaticas y al desarrollo de las ciencias sociales (Rapoport, (1973, citado por Petit (Petit & Dubois, 1998). 3.2LAS REFERENCIAS PSICOANALITICAS Comenta Kaés (Kaés, 2000") que “ain no disponemos en estos dias de los medios necesarios para el establecimiento de una teoria psicoanalitica de la institucién, comenzando por la constitucién de su objeto.” Las primeras reflexiones de Jacques al especto surgieron en el contexto de un proyecto de investigaciones del. gobierno v trabajador laborista inglés en el que participé como consultor en el dominio de los conflictos en el Trabajo inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial Definiendo a las instituciones desde un punto de vista socio-analitico, Jacques distinguid dos conceptos: el de “estructuras sociales” que son el conjunto de roles ‘ocupados por las personas y la manera en la cual los roles son distribuidos en el interior de Ja jerarquia ejecutiva; el de “mecanismos culturales” que son las normas, tabies, habitos que estructuran una institucién determinada (Fornari, 2000). El modelo de la Escuela Kleiniana considera a las instituciones descritas como mecanismos de defensa contra la angustia primaria persecutoria y depresiva. Las nociones de continente-contenido (Bion) y de funcién de contenedor (Kaés) han promovido la reflexién acerca de la necesidad de encontrar un Jugar en el que las angustias y 0s conflictos intrapsiquicos ¢ intersubjetivos presentes en Ja Institucion puedan ser actualizados, escuchados y pensados. Por su parte, los trabajos de D. Anzieu sobre el yo-piel y las envolturas psiquicas han fomentado investigaciones sobre las cenvolturas grupales ¢ institucionales. La version psicoanalitica tiene también en cuenta cl “clima” caracteristico de cada institucién. “la historia y la estructura de la institucién, la naturaleza y las dificultades de su tarea primaria, la infraestructura inconsciente, que organizan las relaciones en busqueda de satisfacciones que pueden ser descontadas” (Kaés, 2000b). En este sentido, la “familia” surge como referencia constante, ejemplo privilegiado ¢ incluso justificacién y legitimacin del recurso analitico. (Vidal, 2000). Sefiala Kaés que las instituciones nos inflingen varias heridas narcisistas: el darse cuenta de que la institucion no “esta hecha para cada uno de nosotros personalmente, como la Providencia”; por otra parte, hemos debido de admitir que “la vida psiquica no est exclusivamente centrada en un inconsciente personal (...) su inconsciente no le pertenece a si mismo sino a las instituciones sobre las cuales se apuntala y que dependen de este apuntalamiento”. Sin embargo, dice “las instituciones no son mortales. El orden que imponen no es inamovible, los valores que proclaman son contradictorios y niegan lo que les fundamenta.” 4,.BL DIAGNOSTICO INSTITUCIONAL El traspaso de los conocimientos de organizacién institucional al estudio de los ambientes terapéuticos en los que el paciente se desenvuelve, ha enriquecido notablemente la comprensién del habitat en que la enfermedad mental se desarrolla (Guimén, 1989). Algunos autores, como Gruenberg (1968), afirman que “las necesidades de la epidemiologia psiquidtrica no se verdn satisfechas nicamente por la clasificacién de los trastornos mentales, Se debe de estar capacitado para clasificar los, datos del ambiente “(condiciones)” en las que los trastornos se manifiestan 0 no se manifiestan.” ‘Sin embargo, en opinidn de Herman (Herman, 1984 # 1518) existe entonces el peligro de incluir en las clasificaciones diagnésticas datos que no caracterizan al enfermo sino a su ambiente, Tales datos “periféricos” tienen interés y nos ayudan a comprender el trastorno, pero no caracterizan al paciente como tal. Seria, probablemente, mejor registrarlos separadamente y cruzarlos con los diagnésticos cuando se quiera. Algunas clasificaciones multiaxiales son una tentativa de solucién a ese problema. ‘Lo cierto es que los psiquiatras desarrollan con frecuencia su labor en el contexto de instituciones como hospitales psiquiatricos, hospitales generales, centros penitenciarios, acuartelamientos militares, etc. No es excepcional, por Jo tanto, que tengan que desarrollar labores administrativas, lo que les ha llevado a interesarse por la a evaluacién y el diagndstico de las organizaciones. Aunqué un conocimiento de la Psicologia individual y, en ocasiones, grupal, les ha favorecido la comprensién de la dindmica institucional, es, desgraciadamente, frecuente que hayan intentado transpolar adjetivos y etiquetas provenientes de la nosologia psiquidtrica a la calificacién de las organizaciones 0 de sus lideres. Calificar a una organizacién de “paranoide”, a un administrador de “narcisista” o a un empleado de “obsesivo” puede ser una metifora aproximada pero, en ningin caso, un diagnéstico adecuado. El aplicar tal “diagnéstico” a la organizacién en si, puede resultar simplemente ineficaz o pretencioso. Sin embargo, el aplicarlo a los individuos, resulta, sin duda, abusivo y de dudosa eticidad (Guimon, Mezzich & Berrios, 1989). Hay que ser extremadamente cauteloso a la hora de plantearse in mente el diagnéstico de la patologia o de los casos de cardeter de una persona con la que se trabaja y mucho més cauteloso al verbalizarlo. Un psiquiatra solo esti capacitado para diagnosticar cuando realiza la toma de datos en circunstancias bien precisas y s6lo esta habilitado para emitir un diagndstico cuando es requerido para ello. Cuando existe la duda sobre la patologia mental de un miembro de la organizaci6n en la que el psiquiatra trabaja, lo adecuado es intentar que consulte a un psiquiatra externo y no emitir diagndsticos como armas arrojadizas (Guimén, 1998) En caso contrario, al igual que se ha hablado de interpretaciones salvajes, seria adecuado de tener presente el peligro de emitir diagnésticos salvajes o silvestres. Es curioso observar cémo psiquiatras que se muestran opuestos a la utilizacién de diagndsticos sobre organizaciones o sobre las personas que trabajan en ellas, sin datos suficientes y sin un contrato especifico para que las realicen. No quiere esto decir que el recurrir, en ocasiones, @ consultores externos que conozcan bien la teoria psicodinamica y que tengan una experiencia organizativa no tenga utilidad. Existen en efecto, autores que aportaron datos que se han demostrado tiles para el diagnéstico institucional. Otros autores han trasladado sus conocimientos de la evaluacién de los grupos al diagnéstico de las organizaciones, Asi, Kaplan (Kaplan, 1983) diagnostica el momento de evolucién de una organizacién, basindose en su experiencia en grupos terapéuticos y en la recoleccién de datos sistematicos sobre instituciones por él creadas. Otto Kemberg (Kemnberg, 1978, 1979) propone, cuando establece el diagnéstico del sindrome que él llama “regresién organizacional”, el establecer un diagnéstico diferencial entre los efectos que la desorganizacién institucional puede producir sobre un lider y los problemas creados por la regresion del, propio lider. Foulkes (Foulkes, 1965; Foulkes & Anthony, 1957) propone, para e} diagnéstico en las instituciones, Ia utilizacion de Ia. técnica grupoanalitica por él creada, de acuerdo con ciertos principios generales. En el “diagnéstico” de la organizacién es necesario estudiar la dindmica intra- grupal y la Inter-grupal, prestando una atencién particular al organigrama. Se evalia el grado de burocratizacién o el grado de fisura que hace el clivaje entre los niveles de integracién y los niveles de sociabilidad sinerética. Una vez establecida una estrategia general de intervencién, para enfrentarse a los problemas organizacionales, se utilizan técnicas de dinamica grupal. Muchos terapeutas en las instituciones psiquiatricas tendrian las habilidades de base para, tras una formacién especifica, colaborar en la comprensién de la organizacién en si misma, Sin embargo, como advierte Bleger (Bleger, 2000), los profesionales de la salud mental deben de tener mucho cuidado de no transferir “con técnicas grupales, el hospital psiquidtrico al hospital general, ni estos dos a las organizaciones (industrias, escuelas, etc.)”. 14 SPATOLOGIA INSTITUCIONAL Kags (Kaés, 1996) dice que el aparato psiquico grupal debe idealmente poseer la capacidad de articular la fuerza y el sentido de las interacciones entre sus miembros, de asegurar la existencia de “un espacio de simbolizacién que acoja, administre y transforme los elementos pulsionales insensatos que inmovilizan las formaciones psiquicas comunes”. Jean Pierre Pinel (Pinel, 1996) propone que los fendmenos de alteracién (deliaison 0 “desenlace”) de los 1azos institucionales son puestos en evidencia por una falta de esa regulacién econémica grupal, tanto por un exceso como por una falta de investimiento y son el resultado de una carencia de esa capacidad mencionada por Kaés para el aparato psiquico grupal. Para comprender losa movimientos de desenlace y reenlace en las instituciones, se ha propuesto recurrir a la teoria de las catastrofes de R. Thom (1989) que ofrece una interpretacién de las disociaciones, en téminos de accidentes morfolégicos, y la reconstruccién de dindmicas catastréficas subyacentes. Kaés (Kaés, 2000b) habla de la existencia en las instituciones de “ansiedades paranoides, del miedo a lo desconocido o a la situacién nueva (...) el miedo se produce frente a lo desconocido que cada persona Ileva dentro de si bajo la forma de no-persona 0 de no-identidad (0 de Yo sinerético) (...) No es solamente la novedad lo que provoca el miedo, sino también lo desconocido que existe en el interior de lo conocido.” En las instituciones asistenciales se pueden observar distintos mecanismos de defensa (hipertrofia de la memoria; rituales) y sintomas disfuncionales (ataque contra Jos pensamientos, exclusién de algunos profesionales, inmovilizacién) que comentamos a.continuacién. 5.1LA HIPERTROFIA DE LA MEMORIA Correale (Correale, 1996) describe un fenémeno que otros autores (Kaés y col, 1988; Bion, 1970; Douglas, 1986) han analizado igualmente, que se produce muy frecuentemente en el seno de las instituciones, notablemente cuando éstas estén atravesando fases en las cuales los procesos de institucionalizacién son marcados importantes. Consiste en que “hay ciertos hechos que tienen tendencia a fijarse y casi a petrficarse en el patrimonio colectivo de los recuerdos, siguiendo modalidades rigidas y 4ificilmente modificables.” Se trata de recuerdos colectivos, casi siempre de acontecimientos relacionales que se han producido en un pasado lejano y que son contados siempre de una manera igual y repetitiva, como para demostrar una hipétesis o una afirmacién de la cual tienen que ser la prueba. Correale afirma que son verdaderas “alucinaciones retrospectivas” puesto que estos recuerdos presentan, por un lado, una gran vivacidad y claridad, una forma de hiperclaridad; pero por otro, parecen no ser susceptibles a una evolucién ya una interpretacién distinta a las ya incorporadas al recuerdo en si. El objetivo fundamental de estos recuerdos seria la “evacuacién” (Bion, 1965 y 1967) de alguna cosa para liberar al grupo, aunque sea de manera parcial o incompleta de sus efectos nocivos (pag 106). En ese contexto puede considerarse también el fantasma de “los primeros fundadores”, que Eugéne Enriquez (Enriquez, 2000) describe grificamente: “En tales conjuntos ronda un fantasma: el de los primeros fundadores y de la envoltura mitica que han forjado permitiendo la fundacién de la institucién.” Las funciones del fantasma son: a) expresar que en el tiempo primordial, aquél del origen, existia un equipo cohesivo, sin problemas internos, puesto que estaba movido por un proyecto coherente: de abi las 6 aparicién de un sentimiento de culpabilidad entre los nuevos que’ no logran mostrarse dignos de tales ancestros; b) Mantener El poder de los fundadores, al estar todavia Presentes en Ja institucién; c) No cuestionar el proyecto inicial, que si fuera examinado Cuidadosamente, mostraria las fallase inconsistencias que presentaba desde la génesis y que son el origen de las dificultades actuales; d) fomentar las historias, las leyendas, las contra-verdades, los rumores més locos, atestiguando por una parte la. presencia ‘subterranea de una escena Primitiva insoportable reproducida con afiadiduras de caracter dramético, y por otra parte la perpetuacién de una serie de “crimenes” diversos, que Pasaron en el silencio y que, una vez evocados, aparecen como irrisorios en tanto que acontecimientos pero que han servido para dar un aire trdgico al conjunto de la vida institucional 5.2EL PSEUDO-IGUALITARISMO Las instituciones asistenciales (y mas las psiquidtricas) viven bajo la utopia de una ideologia “igualitaria”. Cada uno de los trabajadores seria terapeuta. La idea de una “cooperacién entre iguales” se plantea, dice Enriquez. (Enriquez, 2000), como una necesidad. Que, sin embargo, es enseguida desmentida: “cada especialista puede sucumbir al deseo de pensar que los progresos de! paciente son debidos iinicamente a la técnica especifica que éVella utiliza y que la accién de los otros no es sino una traba, Celos y rivalidad van a manifestarse en lo concemiente a las técnicas y a averiguar quién es el “propietario” del enfermo” 5.3LOS RITUALES DE GRUPO Correale (Correale, 1996) subraya la tendencia que tienen las instituciones a Preservar los momentos rituales y los hibitos de grupo en general, consagrados por el uso hasta convertirse en verdaderas ceremonias. Se trata de habitos y de formas de ‘comportamiento que se han estratificado a lo largo del tiempo y que frecuentemente han Perdido en un pasado lejano las raices de su origen y que deben ser interpretados como “una forma de patologia obsesiva de la institucién, en relacién a necesidades estrictas de conservacién y de autoconservacin. Las instituciones intentan (Enriquez, 2000), por ejemplo, resolver los conflictos entre los profesionales creando sesiones de trabajo en comiin sobre los casos clinicos y sesiones de regulacién del equipo. Sin embargo, tas intervenciones de algunos (por ejemplo, los psicoanalistas) suelen tener mas peso institucional que las de otros (por ejemplo: de los educadores); las de los mas antiguos (de los fundadores) més que las de los nuevos.” Finalmente, las reuniones en las que se deberia “hablar de los problemas” Se convierten en un ritual vacio. Los profesionales hablan, pero las cuestiones verdaderamente importantes rara vez son abordadas, porque si lo fueran, podrian originar conflictos que podrian poner en riesgo la seguridad y la identidad de cada uno”. (Correale, 1996). Jean Pierre Pinel (Pinel, 1996) sefiala que “las miltiples reuniones organizadas n las instituciones para solucionar temas 0 conflictos no hacen més que reforzar las vivencias paranoides o de vaciado psiquico. Esas reuniones, repetitivas y estériles, se limitan a la organizacién de nuevas reuniones de andlisis o de regulacién, que no hacen més que teforzar el proceso de entropia. La unica “ventaja” que obtienen los Profesionales de tanta reunién es evitar la relaci6n con los pacientes.” 6 S5.4EL ATAQUE CONTRA LOS PENSAMIENTOS Y LA INMOVILIZACION El profesional mantiene con la institucién relaciones ambivalentes porque se encuentra atrapado entre el deseo de satisfacer sus fines propios y la renuncia necesaria al funcionamiento del conjunto. La relacién con la institucién moviliza efectos negativos como el odio y sobre todo Ia envidia. El profesional puede verse afectado por una auténtica “pardlisis psiquica del pensamiento” (Pinel, 1996) por la que los. pensamientos personales que se salen del discurso comin son atacados y destruidos.” Para Pinel (Pinel, 1996) las instituciones de asistencia ponen en evidencia su fragilidad por la recurrencia de episodios disfuncionales que marcan su historia. Estas crisis pueden provenit de un exceso o de una falta de investimiento (“usura institucional”) que hace que la institucién ya no pueda ejercer “sus funciones esenciales de sistema de defensa contra las angustias primitivas. La angustia, sorda o masiva, se difunde al conjunto de instancias institucionales.” (Jacques, 1955). “Todos los procesos mencionados son fuentes de ansiedad para los profesionales que temen las posibles agresiones de la institucién contra su seguridad y supervivencia, Deroche denomina “el mito del paraguas” a la tendencia a evocar algiin acontecimiento fortuito, como la omisién de una formalidad por inadvertencia o ignorancia con consecuencias catastréficas infladas por la imaginacién y que habria ocurrido en la historia de la institucién, Aunque se sabe que, salvo en caso de gravedad excepcional, el profesional no esté arriesgando su empleo, el mito del paraguas permite dar una base racional a todo un conjunto de precauciones y de ritos de proteccién: multiplicacién de los formularios, de los duplicados, de las visas y firmas de los superiores jerirquicos, de las referencias a la reglamentacién, ef. 5.5LA EXCLUSION DE ALGUNOS PROFESIONALES: En cualquiera de los casos se produce un suftimiento de los profesionales (Pinel, 1996) que se manifiesta en la aparicion de chivos expiatorios 0 en episodios de sacrificio ritual de algin profesional. Seftala este autor que e! “sacrificio puede tomar la forma de una exclusion manifiesta, de maniobras perversas que conduzcan a que un profesional renuncie (0 a que un paciente interrumpa su tratamiento), pero més frecuentemente a la aparicién de sintomas psiquicos 0 somiticos en ciertas personas que se convierten en los porta-sintomas del conjunto”. Con frecuencia se observan ataques envidiosos gn contra de la institucién idealizada o contra algunos de sus miembros, que pueden proyenir de los profesionales, de los administrativos 0 de los pacientes. Se forman alianzas inconscientes que se actualizan en acciones perversas “destructoras de Jos enlaces més elaborados y de la creatividad.” (Klein, 1968). 56LA UTILIZACION DE LOS PACIENTES POR PARTE DE LOS PROFESIONALES Sefiala Eugene Enriquez (Enriquez, 2000) que la relacién que los profesionales ‘mantienen con sus clientes esté moldeada de acuerdo a la relaci6n que mantienen con su institucién: “Como pueden encontrarse atrapados por la repeticién, el secreto opaco, la cculpabilidad y la rivalidad, pueden tener In tentacién de utilizar a sus pacientes para expresar sus necesidades narcisistas y para solidificar una identidad continuamente amenazada. A veces llegan a y se dedican a discutir “sobre teorias analiticas, pricticas educativas, necesidad de referencia a la ley sin mencionar a los enfermos, su sufrimiento especifico, y la relacién que el equipo terapéutico debia establecer con 7 ellos” Si por azar los mencionan, es para reemplazar la palabra de los pacientes, presenténdose como los portavoces de sus pedidos, sin que éstos con su cortejo de angustias y violencia puedan ser expresados directamente en un lugar colectivo en donde su palabra seria esperada y escuchada. 6.BIBLIOGRAFIA 1. Blejer, J. (2000). Le gruope comme institution et le groupe dans les institutions In R. Kats (Ed.), L’institution et les institutions. Etudes psychanalytiques (2 ed, pp. 48-62), Paris: Dunod. 2. Correale, A. (2000). L’hypertrophie de la mémoire en tan que forme de patholgie institutionnelle. In R. Kaés (Ed.), Souffrance et psychopathologie des liens institutionnels (pp. 105-120), Paris: Dunod. 3. Enriquez, E. (2000). Le trabail de la mort dans les institutions. In R. Kaés (Ed.), ‘institution et les institutions, Etudes psychanalytiques (2ed, pp. 61-95). Paris Dunod. 4, Fornari, F. (2000). Pour une psychanalyse des: institutions. In R. Kaés (Ed), institution et les institutions. Etudes psychanalytiques 82 ed, pp. 95-130). Paris: Dunod. 5. Foulkes, SH. & Anthony, EJ. (1957). Group psychotherapy. The ‘osychoanalytic approach. Londres: Penguin Books 6. Guimon, J. (1989). The biases of psychiatric diagnosis. In J. Guimon & G.E. Berrios & JE Mezzich (Eds.), Psychiatric Diagnosis (Vol. 155, pp. 33-38): British Joulnal of Psychiatry. 7. Guimon, J. (1998). La profession de psychiatre, Evolution et devenir. Paris: Masson. 8. Guimon, J, Mezzich, JE & Berrios, GE (Bds.). (1989). Diagndstico en psiquiatria. Barcelona: Salvat Editores, SA. 9. Kaés, R. (1996). Souffrance et psychopatologie des liens intitués. In R. Kaés (Ed), Souffrance et psychopathologie des liens institutionnels (pp. 2-20). Paris: Dunod. 10. Kags, R (2000a). Préface a la nouvelle édition. In R. Kaés (Ed.), L institution et les institutions. Etudes psychanalytiques. (2 ed.). Paris: Dunod. 11, Kags, R. (20006). Réalité psychique et souffrance dans les institutions. In R. Kaés (Fd.), Iinstitution et les institutions, Btudes psychanalytiques (2 ed., pp. 1-47), Paris: Dunod. 12, Kaés, R. (2000c). L’institution et les institutions. Etudes psychanalytiques. Paris: Dunod. 13, Kaplan, SR, (1983). Phases of development in psychiatric institutions. In JA Talbott & SR Kaplan (Eds.), Psychiatric Administration. New York: Grune & ‘Stratton. 14, Kemberg, O. (1978). Leadership and organizational functioning: organizational regression. Intemational Journal of Group psychotherapy, 28, (pp. 3-25). 15. Kemberg, O. (1979). Regression in organizational leadership. Psychiatry, 42 (pp. 24-39). Petit, F. & Dubois, M. (1998). Introduction a la Psychosociologie des organizations (3 ed.). Paris: Ed. Dunod. 16. Pinel, J.P. (1996). La déliaison patholgique des liens institutionnels dans les institutions de soin et de réeducation. In R. Kaés (Ed), Souffrance et psychopathologie des liens institutionnels (pp. 49-80). Paris: Dunod. aR 17. Vidal, J.P. (2000). Le familialisme dans l’aproche analytique de institutions. In Kaés (Ed.), L'institution et les institutions. Etudes psychanalytiques (2 ed., pp. 178-201). Paris: Dunod.

También podría gustarte