laborales estaban muy ceidos y haba disponibilidad de empleados mayores.
El presidente de la
empresa, que tiene 76 aos, propuso la idea. Sus
ejecutivos a cargo de manufactura y empaque se sentan escpticos. Pensaban que esos trabajadores serian demasiado lentos y costosos o que desentonaran en un mundo de alta tecnologa. Les preocupaba que se quejaran de no poder hacer el trabajo, de que necesitaran pausas de descanso o que no se sintieran bien. El presidente se neg a aceptar estereotipos. Aunque no saba de ninguna otra compaa que tuviera un departamento de adultos mayores, decidi intentarlo para ver si funciona. Y funciono.