veces no lo son: por el contrario, la pedagoga que, partiendo de los intereses egostas de los opresores, egosmo camuflado de falsa generosidad, hace de los oprimidos objeto de su humanitarismo, mantiene y encarna la propia opresin. Es el instrumento de la deshumanizacin (47).
Estos trabajos educativos buscan que el
oprimido tome conciencia de su situacin de opresin y se comprometa, en la praxis, con su transformacin (47). Sin embargo, cuando el opresor obstaculiza al oprimido en su bsqueda de afirmacin como persona, comete un acto de violencia porque hiere la vocacin ontolgica e histrica de los hombres: la de ser ms
La raz de su problema es su percepcin de
los oprimidos como objetos, cosas (52). La violencia opresora pasa de una generacin de opresores a otra, enraizada en una cultura de dinero y posesiones con una concepcin materialista de la existencia humana. Slo cuando los oprimidos descubren ntidamente al opresor, y se comprometen en la lucha organizada por su liberacin, empiezan a creer en s mismos, superando as su complicidad con el rgimen opresor
El sistema bancario no lleg a ser por
casualidad: en entrenar a los educandos a ser agentes dciles que pasivamente reciben la informacin dictada por un superior, est preparndolos para una vida bajo el control de sus opresores