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Descripción:
Este libro cuenta la historia de un oso que al despertar de su periodo de invernación se encuentra viviendo en una fábrica que fue construida en tiempo récord sobre su cueva. Al salir al área de trabajo ninguno de los directivos creen que se trate realmente de un animal, sino que es un “hombre tonto y sin afeitar con un abrigo de pieles”.
El oso va cruzándose con todos los responsables del entramado burocrático de la fábrica y todos le repiten los mismo hasta en cierta manera se convence de ser ese “hombre tonto y sin afeitar con un abrigo de pieles” que le nombran y se pone a trabajar en la fábrica.
Al cabo de un tiempo la fábrica cae en desgracia y debe cerrar, pero el oso-hombre recupera así su sentido animal y vuelve a su esencia.
Este libro cuenta la historia de un oso que al despertar de su periodo de invernación se encuentra viviendo en una fábrica que fue construida en tiempo récord sobre su cueva. Al salir al área de trabajo ninguno de los directivos creen que se trate realmente de un animal, sino que es un “hombre tonto y sin afeitar con un abrigo de pieles”.
El oso va cruzándose con todos los responsables del entramado burocrático de la fábrica y todos le repiten los mismo hasta en cierta manera se convence de ser ese “hombre tonto y sin afeitar con un abrigo de pieles” que le nombran y se pone a trabajar en la fábrica.
Al cabo de un tiempo la fábrica cae en desgracia y debe cerrar, pero el oso-hombre recupera así su sentido animal y vuelve a su esencia.
Este libro cuenta la historia de un oso que al despertar de su periodo de invernación se encuentra viviendo en una fábrica que fue construida en tiempo récord sobre su cueva. Al salir al área de trabajo ninguno de los directivos creen que se trate realmente de un animal, sino que es un “hombre tonto y sin afeitar con un abrigo de pieles”.
El oso va cruzándose con todos los responsables del entramado burocrático de la fábrica y todos le repiten los mismo hasta en cierta manera se convence de ser ese “hombre tonto y sin afeitar con un abrigo de pieles” que le nombran y se pone a trabajar en la fábrica.
Al cabo de un tiempo la fábrica cae en desgracia y debe cerrar, pero el oso-hombre recupera así su sentido animal y vuelve a su esencia.