Está en la página 1de 6
‘Terorzon.AN, Estapo pe Mifxico Surrivmne/OcTuane De 1996, NOM. 26 IBouerix pet. Musto NacioNat pat. VIRREINATO, INAH ‘Nusva Eroca Los Arcos DEL SitI0 EN TEPOTZOTLAN: HIsTORIA DE UN ACUEDUCTO JESUITA ‘Como es bien sabido, la presenciade los jesuitas en la Nueva Espafia no sélo se Timit6 a su mision evan- gelizadora y educativa; los hijos de Loyola desarrolla- ron durante todo el periodo colonial en México diver- sas empresas econdmicas, algunas de las cuales les obligaron aemprender am- biciosos proyectos tecno- logicos e hidraulicos El Colegio de Tepotzo- lan, tuyo como sustento econémico un gran numero de agostaderos, haciendas yy ranchos cuyo rendimiento productivo les permitid, en- ‘tre otras cosas, acrecentar sus posibilidades educativas, construir el complejo ar- quitecténico en el cual se ubica actualmente cl Mu- seo Nacional del Virreinato y omamentar las fachadas ¥ los retablos de iglesias y capillas que ain hoy en dia podemos apreciar en este ex colegio. La apropiacion y la compra de tierras se cs (inamente alo EN LA NUEVA EsPANA Mania Euisa VeLAzqur Héctor VeLAzquez Vista desde la parte superior que muestra ‘tres niveles de los Arcos del Sitio. cativo de propiedades, ubi~ cadas en su mayoria en z0- nas aledafias al Colegio ‘Ademas de un astillero, mo- linos y obrajes, el Colegio contaba con grandes exten~ siones de tierra, que porsus caracteristicas, eran utili- zadas principalmente para la ganaderia Paralamanutencién del ganado y el riego de las tierras de cultivo era ne- cesario el abastecimiento continuo y seguro de agua Desde los tiempos mas an- tiguos en todas las civiliza- ciones, particularmente durante 1a époea colonial, la obtencién de este vital liquido se lograba median- te desviaciones de rios, el hallazgo de fuentes natura- les, tales como manantiales, Jagos 0 pozos y por medio de su recopilacién a través de estanques y “jagiieyes” que se nutrian, entre otros, de las Hluvias temporales La construceién de acue- ductos tuvo una importan= cia central también en Ja conduccién de agua y por Jotantoenel desarrolloceo- rnémico de zonas urbamas ¥ rurales de la Nueva Espa fia. Estas obras, veces de caricter Vista de los Arcos del Sitio en la que se aprecia el canal que corre en su parte superior mental, cumplian con la funcién de transportar el agua por medio de la gravedad hacia las reas que asi lo requerian auxiliandose de los declives del suelo y librando obsticu- los naturales. A lo largo del periodo colonial se realizaron importantes acueductos en México, algunos de los cuales representaron verdaderas obras hidraulicas de envergadu- ra cuyos vestigios con el tiempo han sido considerados monumentos hist6ricos y artisticos: destacan, por men- cionarsélo algunos, los arcos pertenecientes alo que fuera el acueducto de Belem, en la ciudad de México, el del padre Tembleque en Hidalgo, y otros en las ciudades de Querétaro, Morelia, Zacatecas y Oaxaca. Uno de ellos, quizé el mas importante y representativo de la época de la orden jesuita fue el proyecto del acueducto de los Arcos del Sitio ubicado a 22 km del ex colegio de Tepotzotlan rumbo a Villa del Carbén, en el Estado de México, Lahistoria de este acueducto fue resefiada en los afios cincuenta por Manuel Romero de Terreros,! asimismo otros investigadores se ocuparon de comentar su impor- tancia en textos posteriores ¢ incluso algunos de ellos lo han considerado como uno de los mas grandes del mundo, ‘Sin embargo, hasta la fecha, siguen haciendo falta estu- fios actualizados que nos permitan profundizar en la m si6n de las causas que hicieron posible la de este ambicioso proyecto hidraulico y bajo explicar algunas de estas interrogantes y colaborar en difusion y el conocimiento de tan impresionante obra arquitecténica, para ello comenzaremos por relatar los antecendentes hist6ricos bajo los cuales se pensé la reali~ zacion de este proyecto en Tepotzotlan. \En 1595, después de quince afios de haber arribado a Tepotzotlan, los jesuitas adquirieron la Haciendade Xalpa, ubicada en el norte de la cuenca del valle de México cerca de la laguna de Zumpango. Dicha hacienda funcioné alo largo del periodo colonial como Ia cabecera de las demas actividades productivas del Colegio y como centro prin- cipal de administracién de otras haciendas y ranchos que la Compafiia de Loyola fue adquiriendo durante su estan- ciaenlaregin/Su extensién inicial fue de 5 823 hectareas de tierras y de ganaderia,? para fines del siglo XVIII la hacienda de Xalpa contaba ya con 14 770 hectareas y su costo era de 53 925 pesos de oro espafiol.” El riego de sus tierras era basicamente de temporal, ademas durante la época de Iluvias se abastecia de la formacién de un pequefio rio llamado San Miguel que desembocaba en la laguna de Zumpango. A lo largo del siglo XVI, la hacien- dade Xalpay otros agostaderos contiguos, probablemente pudieron satisfacer la mayoria de sus necesidades hidrau- licas con los recursos naturales cercanos, sin embargo, a medida que las extensiones de tierra aumentaban y las actividades econdmicas se diversificaban, los jesuitas de Tepotzotlan buscaron nuevas alternativas para abastecer- se de tan necesario liquido La opcién de desviar otros rios cercanos como el Tepotzotlan y el Cuautitlan hacia sus terrenos era imposi- ble; apesar de que ambos flujos de agua se encontraban a unos 10 km de distancia hacia el sur de la hacienda de Xalpa y que incluso atravesaban sus tierras en las partes mas altas (cuando fueron desviados artificialmente a raiz de las obras del desagiie del valle de México para desem- bocaren el rio Tula), el nivel al que se encontraban ambos rios era mas bajo que las tierras, en las cuales se situaba la hacienda y una gran parte de los ranchos 0 agostaderos que la Compafiia de Loyola habia adquirido. Lo mismo sucedia con la laguna de Zumpango, aunado a ello, algu- 2 Archivo Histrio del INAH, Libro de Protocolo del Colegiode laCompafla ide Jesus de Tepotzotlén, manuscrito, se eactibi6 fovicios el padre Ambrosio Adrada, 1670, 3 Archivo General de Ia Navién, Documento sobre las propledades das a fos Jeuttas en 1773, Fondo Real Hacienda, Serie Te (ndiforona), se. y Hermes Tovar Pinzén, “Elementos f’mpreta apraiajesuta en Ia segunda mitad del siglo ‘Haclendas, laifundiosyplamtacione Gomp.), Méxieo, Sighs XX, 1975, stienen que en dicha laguna se almacenaba isalada. En este sentido es importante hacer notar que incluso los jesuitas de Tepotzotlan recibieron llamadas de atencién por vaciar agua en la laguna de Zumpango, ya que esto al parecer incrementaba los problemas de inun- daciones que continuamente acechaban a la ciudad de Mexico." Vale la pena subrayar que !a tinica via posible paratransportar el agua en aquellos tiempos, optima hasta lafecha, consistia en aprovechar los declives naturales del suelo y hacerla circular por medio de la gravedad, por lo tanto era necesario encontrar una fuente natural del vital liquido suficientemente abundante y continua, cuyo r: dal pudiese ser conducido de manera descendente hacia las zonas demandantes y hacia un depésito final de alma- cenamiento. Los jesuitas, entre ellos los de la Nueva Espatia, habian destacado por sus conocimientos cientificos y tecnolégi cos; las redes hidraulicas realizadas en los propios cole- Bios dan testimonio de sus habilidades en estos quehaceres: se sabe ademas que sus conocimientes fueron solicitados para desarrollary supervisar obras tan complejas como la del desagite del valle de México.’ Probablemente hacia fines del siglo XVII o principios del XVIII los jesuitas del Colegio de Tepotzotlan empeza- ron a idear el ambicioso proyecto hidraulico para abaste- cersus tierras, el cual incluiala construccin del acueducto de los Arcos del Sitio que debe sunombre ala connotacin queel nombre de “sitio” tuvo en la época colonial, es decir tierras destinadas a la cria de ganado} El proyecto, dificil en su trazo y costoso en su ejecucién, consistia en desviar as aguas del rio del Oro —ubicado cerca de la actual poblacion de San Juan de las Tablas y perteneciente a la uienca del rio Panuco— hacia el valle de México, rumbo ‘a la hacienda de Xalpa. Con ello se pretendia alimentar potreros v depésitos en distintos ranchos y represas como en Ia de San Miguel de los Jagieyes, también llamada Encinillas, para regar las tierras de cultivo y abastecer las Esta vez los hizo tan odios fmprecaciones y aun ta calumnia, con la prison EL padre Alegre narro asi esta stuacién: ‘casino podian salir alas call jonersea| insultos dela plebe, Se descubri Ia falaedad, J confesion del mismo maestro mayor del desag0e... it pos, Jorge Gurria Lacroix, £1 desogue del valle de México durante la época novohispana, By UNAM. 1978, p-110. Es interesante seAaar también que en 160% so sm de ejecutar las primeras obras de desagde con el paso de tea, Ia cuales comvnieron en sentido ent Is 9 en lo que se conoce actualmente como valle. Véase Ernesto TE desagie de Mexico durant la Upoca independiente, 5 sagde yen 1633 ‘Vease Jorge ua oe noun ganaderas. El recorrido proponia trasladarel liquide apro- vechando el desnivel topografico descendente, a lo largo de 10 leguas (55 km aproximadamente) a través de atarjeas © canales; ademas de abastecer las tierras aledafias, el objetivo final era que estas aguas Hegaran hasta lahacien- da de Xalpa, A casi 45 km de la toma de agua —que como a continuacién veremos les fue otorgada a los jesuitas a principios del siglo XVIII— y Ilegando a donde limitaban la Hacienda del Sitio y la de 1a Concepcion (también propiedad de la Compafiia) la atarjea tuvo que salvar una honda barranca que forman todavia hoy en dia las lomas de Huisache y el Mirasol, librando un pequefio rio llama- do del Sitio afluente del rio Tula, en un paraje denominado San Martin del Sitio. Este obstaculo fue librado con la construccién de un enorme acueducto de cal y canto. En 1706, con el fin de realizar este proyecto les concedida a los jesuitas de Tepotzotlin por merced del virrey Alburquerque y siendo rector el padre Quiroga, una merced de agua del rio del Oro, cuya toma aleanzs 208 litros de agua por segundo y cuyo precio ese entonces los 300 pesos de oro comiin.® Dicha habia servido al Molino de las Tablas, Juan de las Tablas, cuyo Bente era Pedro Beristain, tambi Soma de Teton, Mansel os awed somes : quella época, se Ilevo a cabo hasta 1764 5‘ testimonios como los del padre Santiago Casta~ " fio, quien participé en la obra, sostienen que el proyecto “tardé tantos afios por falta de recursos econémicos; este sefialamiento puede ser factible, si se considera que a mediados del siglo XVIII se realizaron, entre otras, impor- tantes obras de remodelacién y omamentacion en la iglesia de San Francisco Javier pertenecientes al Colegio de Tepotzotlan en las cuales los jesuitas invirtieron sumas considerables de dinero; sin embargo, no se justifica del todo que las obras de tan importante proyecto hidraulico tardaran mas de medio siglo en concretarse. Lo cierto es que a partir de 1764 bajo la direccion como maestro de ‘obras de Gonzalo Antonio Gonzalez y como supervisor por parte del gobiemo de la Nueva Espafia Ildefonso Detalle de uno de los primeros arcos que forman el acueducto, Proyecto hidraulico jesuita época Arcos del Sitio - Xalpa Perfil longitudinal esquemético (sin escala) + sobre el nvel dol mat Extodsica Geogrof 6 nforniica Iniesta, comenzaron las obras y luego de tres afios, justo en el momento en que los jesuitas eran expulsados de la Nueva Espaiia, ya se habian invertido en el proyecto cerea de 42.000 pesos. Lo mas representativo de éste, como $e mencioné anteriormente, fue la construccién de una obra monumental —por su tamaiio y majestuosidad— a base de arcos para sostener el acueducto salvando la honda barranca tal y como lo describe el mismo padre Santiago Castafio: En el espacio de estas diez leguas, habia varias barrancas, ‘bre las cuales debian pasar los arcos; Ia mayor parte eran de Poca consideracién, exceptuadas dos: la una de 46 varas (38.45 m) y laotra de 76 varas (63.53 m) y hasta ésta, que estaba como la mitad de la fabrica Hegaban ya los arcos, que en dicha batranca eran de tes érdenes, para llegar al nivel del acuedie= Elaborados con piedra y tepetate, los arcos que sostie- nen atin hoy en dia el acueducto, forman. cuatro hileras superpuestas de distinta base, Su mimero asciende a3 arcos y el canal alcanza una longitud de 438 m; su altura, en la parte mas profunda, alcanza los 61 m. La magnitud de esta obra de construccién supone, como lo sefiald en SU tiempo el padre Santiago Castafio, un gasto consid sobre todo de mano de obra, el cual se vio incluso cuando los jesuitas tuvieron que salir im vamente en 1767 de la Nueva Espafia. “bid. p. 119. lico Jesuita época colonial s del Sitio-Xalpa ’ del proyecto y obra realizada pe toa aaa = Casi un siglo més tarde, en 1854, : Terreros, bisnieto del conde de Regla y propic Tipo de obra Proyecto €poca |Obra reslizada|Porcentaje | ce de las haciendas, se propuso concluir la 0 olonial hasta 1767 acueducto que, como ya se sefiald, consistia en cerrar| Areas 54.525 km | 38.990km | 71.5 % liltimos arcos de la barranca del Huisache y Miraso ‘aa Baas ue vee Er 93.3 % construir los que faltaban, continuar la zanja y atatjez Beieaeckra'| 651730 km | a0.081Km soe limpiando la parte del canal que con el transcurso de tiempo se habia ensolvado.’ Finalmente y después d algunos problemas y no pocos impedimentos econdmi ° Ibid, p. 123, Laobrahidraulica estaba practicamente terminada, un porcentaje importante de canales y tineles (en algunos de los cuales pueden observarse actualmente las marcas de Xalpa como signo de propiedad) se construyeron en el trayecto que va de los Arcos del Sitio a la hacienda de Xalpa. De los metros planeados por construir solo se habian realizado 693 y restaban 50 m para finalizar la obra. Asimismo, los arcos del acueducto estaban casi completos, segiin lo describen testimonios de mediados del siglo XIX. Lo que faltaba, en el aflo de 1767 estaba calculado en 25 000 pesos y consistia en veinte mil varas de zanja (17 556 km) y el Cerramiento de los doce arcos altimos de la barranca del Huisache y Mirasol... en la construccién de otros diez y siete fareos en varios puntos intermedios; y en la conclusién del taladro de la Loma de las Lajas, antes de la de Montecillo...* Sin embargo, el proyecto hidraulico planeado en un inicio no pudo ser apreciado y utilizado en su totalidad por Jos jesuitas de aquella época. Un afio después de la expulsién de la Compafia de Jesis, el conde de Regla, don Pedro Romero de Terreros, firié varias propiedades jesuitas, entre cllas las perte~ ientes al Colegio de Tepotzotlan. Debido a problemas icos y politicos, entre ellos la guerra de Indepen- ‘proyecto hidraulico que incluia por supuesto la Vista del pais Vista de uno de los arcos del acueducto del Sitio, considerado como uno de los mas altos del mundo, cos, el 24 de noviemWre de 1854 “a las nueve y dos minutos” segan lo relatan testimonios de la época: a por el caflo, habiendo salido por el cextremo de él alas nueve y diez y medio minutos, demanera que en ocho minutos y medio recorrié las quinientas setenta y cineo varas de largo que tiene el acueducto... En este dia... hemos: visto derramarse, por primera vez, el agua en la loma del Huisache, pasar por unos arcos comenzados por los padres jesuitas, y cuya grande obra qued6 sin eoncluir.. A pesar de este ultimo esfuerzo el agua no Hlegé a su destino planeado en la época colonial, es decir a la hacienda de Xalpa, entre otr rrollo de las obras de des: de Castera: cosas, porque con el desa- ¢ del valle de México—Canal fue posible abastecer 1a hacienda de Xalpa del vital liquido, quedando obsoleto el proyecto hidrauli- co de la época novohispana. No obstante el acueducto tuvo la funcién, amediados del siglo XIX, de convertirlas tierras temporales de la hacienda del Sitio en tierras de riego y abastecer otras cercanas a ella Para profundizar en la historia de este proyecto faltan Por hacerse investigaciones que aporten datos sobre los vestigios de obra en canales y tineles que aun hoy en dia Pueden apreciarse y cuya interpretacién podriainerementar los conocimientos que en su mayoria, estan basados en fuentes documentales, Sin embargo, y sin duda alguna el proyecto hidraulico de los Arcos del Sitio fue una de las obras mas importantes de la epoca colonial, el acueducto que actualmente podemos apreciar da testimonio de los alcances de las empresas econémicas que los jesuitas del Colegio de Tepotzotlan desarrollaron en laNuevaEspaiia, "© hid, pp. 123 y 124 oe a

También podría gustarte