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~ranonncecoceccececeets “16. ~secsceseeccsceeceeeeee Harta Dolores Lague Catedrética en of Departamento de Historia del Recinto de Rio Piedras de 1a Universidad de Puerto Rico, Autora de La ecupacién norteamericana y la Ley Foraker (Editorial Universitaria, 1980). Directora del Centro de Invest Histéricas y co-fundadora y miombro de Ia Junta Qp.Cit Revista det Centro de Investigaciones Histérleas, Baimne M, trex River, Profesor de Historia det Departamento de Humanidades dela Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. Ha publicado los ensayos “La Asociacién de Catélicas de Ponce (1899-1915): una resccién al proceso de americanizacion y “El Antiguo Casino Espafol San Juan tras la crisis det 1898 (1898-1917) Guan M, Garton Basslacgua Profesor del programade Macstria y de Dactorado en Historia del Ceatro de studios Avanzados de Pucrto Rico y el Caribe cenvel Viejo San Juan desde 1992. Bs autor de trce libros en cspafiol e inglés sobre Puerto Ricoy el Caribe, Su iltimo libro se ttula Fnvadiendo al imvasor (Caltual, 1998) 17. -vavocecccecoseeceresee Llegé el 98, éy ahora que hacemos? Por: Dra. Ivonne Acosta Lespier I 1998 como fecha simbélica acarea dicultades para los puertortiquefios. Hs un tema cargado de gran peso afectivo, porque a su vez. contiene significados que generan pasiones tencontradas. Igual quetodo Centenario, lo que hagamos sobre el de la invasi6n norteamesicana, dice mis sobre lo que somos tel presente, que sobre el pasado de 1898 que se rememors, Cuando pregunto qué hacemos ante su llegada, no mie refiero al pueblo, sino a dos grupos sociales que abordan el 98 desde dos posiciones distintas, Me refieco alos intlectuales (© mejor ios académicos) por un lado y a los politicos por e ‘tro, Siguiendo, con mucha licencia poética, Ia distineién que hace Tzvetan Todorov en Las morales de la historia, los primeros se dedican a la bisqueda de Ia verdad y los segundos son gente de accién desde o hacia el poder* "vein Tatar, Lar mores de lo itv, Paco, Bios Paden, enrereconcerececereces “18. ~cocsceceececcéecoescoe En el caso de fos intelectuales, he de revisar qué se ba hhecho con ef 98 como tema en Ia historiografla y cémo confrontan el Ceatenario, incluyendola prensa del pas y la do tos Estados Unidos. En el caso de los politicos, hemos de analizar sus acciones en cuanto al Centenatio, tanto a los de ‘aqui como a los de Estados Unidos, La relacién entre académicos y politicos y la responsabilidad con ta verdad hist6rica es el tema de este ‘ensayo. EL 98 en Ia Historiografia: Bl retraso eoloni AL 98 se le temia como Dréculaa Ia cruz. Ast fo pude constatar (para mi gran decepciGa), cuando estudié mi primer ‘earso de Historia de Puerto Rico a fines de los sesenta y la profesors ferminé el curso de un ali justo antes de la Guerra Hispanoamericana* Al parecer esa siguiésiendo la prictica, ‘como expresaban en forma jocosa Antonio Martorell y Rosa Luisa Marquez en su presentacién ante la Asociacion Pueriosriquetta de Historiadores hace cinco alles, titulada “La Hache Sitenciosa °Salgien en mesva clase de Mtoe pura rebasor el Cobia Aontnce Si por comalidodpudira la clave de torte _Brlongars para cbr lo qu vo despa ‘eb efentticay nada mst cambio de eberonta! —— ‘vague ol Wino que 20 conden squpindn hoy dla es ol de Oucan "gana cubano- nortan, en ee tbo mac neil 2 APH Doletin Ia Aoi Puoriquta de Hiturisores vol, a2, ‘tr jn e198, 13 " 1 “venrereccerecceveccese 19. oecereecercerccesrsece EI temorse escudaba ders dela idea de que habia que “guardar distancia’, sguiendo la tora pesitvista de la Historia que prevalecié hasta hace muy poco. Curiosamente, fue Henry Cabot Lodge, (Senador republicano que tavo muchoque ver en promover el coaflicto con Espa) quien dijo quel historia de Je Guerra Hispanoamericana no podia escribise hasta mucho més tarde para “obtener la perspective y proporcién que solamente Ia distancia puede dar”. Eso era para los dems, porque Cebot Lodge publicé su historia un afio después dela suerra, Pero esa razin puede que haya evitado que Angel Rivero publicase su Crénica antes de 1922, camo teotiza la Dra. Maria de los Angeles Castro en un ensayo publicado recientemente.* Sin embargo, el deseo de “guardar distancia” parece que ro impidi6 que se publicaran més de un centenar de libros sobre la guerra del 98 casi de inmediato a ella, La primera obra bibliogifica de todo lo producido en, 0 relacionada con, Puerto Rico fue la monumental Brbliografia Puertorriquetia de Antonio S. Pedreira’ Sorprende Ia cantidad de libs sobre la (Guerra Hispanoameticana publicados en Estados Unidos, en Espafia, Franciay Latinoamérica entre 1898 y 1900, Pedreica usa el término “invasion” y bajo ese toma enumern sesenta y os libros, articulos o informes, casi todos de testigos oculares © participantes en la guerra. Sobre la “negociaciones do paz” hhay once obras detalladas. Peo, solamente los puertortiquefios “guardaron distancia”, ninguno se atrevi6 publicar hasta Vara des Ragas Cato Arroyo, “Agu ples os de Madd no ier nn vrson ela do pura i 98 Gx Per is, Rovta do Indie vo EVE som 21,197, 3 * anni 8. Pin i Paareriguch (1495-1980) Mod, Coe ‘Bort Hemando (4), 1B, 857 “‘eenencecceveccersccers 20- ereccececceececeseccee muchos efos después" ‘A pesar de la existencia de tanto material publicado, a Jos historiadores puertoriquefias el 98 como tema nos llegs tarde. No es de extrafiar, ya que nuestro desarrollo historiogrifico mismo fue reteasado por nuestra propia situaci6n colonial. pesar de que existia la Historia de Puerto ‘ico de Salvador Brau, hasta el 1960 el tnico fibro de texto de Historia de Puerto Rico fue el escrito por el norteamericano Paul Miller en agosto de 1922, 1a misma fecha del de Rivero. ‘Hs interesante que hasta Miller usa el término “invasién’ en las pginas intoductoras.” ‘La generacion de Pedreiraen fa décads del treinta fue la primera en reaceionar negativameate al evaluarlos sucesos del 1898, seguramente influenciados por don Pedro Albizu ‘Campos. Este habia asumido el contcol del Partido Nacionalista en 1930 y de inmediato comenz6 » denunciar el imperialismo ‘orteamericano, esrimiendo la teria de que el Tratado de Pats fue mulo, y por tanto lo era la cesin de Puerto Rico. Podreira en Insularismo dice que Ja Guera Hispanoamericana malogré el intento do inicar una nueva vida bajouna Carta Autonémice y “nuestro natural desarollosufiié ‘un sincope”. Usilizando la metifora del viaje, dice que cuando estdbamos como pueblo preparados para tener Ia patria ala vista, “una mano guerrera nos quebranté el tira, quedendo nuestra nave al garete”. Se refiere a su generacién como “Tecpel yree rin ta vigie Maguce que eee un ‘cies en 1993 tudo Cay Pu fice wo Peco [Beal ©. Miler, storia de Pero Rin. Ne Yor, Raed MeNtly & ‘company, 1948 eto de 12 a eure “resererecorccenccecses 21. “cececcerecersceceeeeee “fronteriza, batida entre un final y un comietzo”, “huéefanos ‘yn de le madre historia, quedamos al cuidadode un padrastro ico y emprendedor”, “Aunque admite que “volver atris os imposible”, también es peligroso “ir hacis el porv senegando de muestra herencia” * El libro Inslarismo sirvib de aciente & don Tomés Blanco para su Prontuario Histérico en el cual dice algo parecido sobre exe momento histérico: “la ocupacién norteamericana habia sido el disolvente en 18. progresiva cristalizacién de nuestro pueblo, aboriosamente conseauida durante el siglo XIX, Todo tends, pues, que comenzar de No se vino a comenzar de nuevo, al menos en la historiografia hasta 1a proxima generacién de puietorriquefios en Ia era del populismo muflocista, pero se evité mixar al 98 Carmelo Rosatio Natal describe acertadamente lo ocutrido en ‘esa época: “La nave ya no estaba al garetey les paresis & los detentadores del poder que se dicigiaa puerto seguro, Por tanto, no eran tiempos propicios para mirar al pasado no muy Iejano con ojo cientifico y eserutador. FI tciunfalismo predominanteno estimulaba al examenen dtallede la eisis dal 98, que habia hecho posible ef montaje colonial que shors era objeto de un impactante reciclsje".* A comienzos de los setenta, el panorama cambié por * fans 5 Pei, Tariana Rio Ps, ail Ei, 86, 146.17 * Tone Blanco, Pronuarlo Hutirce de Puerto Riso. én oi, San Jen biblouce de heres Preroniqeston, 145,19 " Cuma Rosato Nat 1898 pueroriucto ola histriograta, Saw 1m Acadia Poetic de Hern 197%, >convecosocorecoreccescs 22. ~rerscecvevcececcececes completo en of ambiente polarizado que siguié a la derrota de ‘ese populismo muiocista por el primer gobernador aneionista en 1968. La candente década abrié con Ia primera interprtacién de la historia puertorriquenia después de las de Pedreira y Bianco cuatro décadas antes: el libro de Manuel Maldonado Denis" quien, al igual que los dos ensayistas anteriores, tampoco era historiader profesional, ate nuevo prontuatio de historia puertorriquetis por un reconocido independentista y marxista provees al eminente historiador Arturo Morales Carrién a ofrecer ua primer sominario sobre las relaciones entro Puerto Rico y Estados Unidos. Le provocd sin duda el gue Maldonado Denis lo incluye entre tos apologistas del colonialismo bajo la éiéa norteamericana, que se habfan deado una nueva mitologia que Mam el “impetialismo bobo”. Fue en ese seminario que se comenzé a estudiar el 98 ena UPR y que tuve el prvilegio de ‘tomar como estudiante de Maestia. Uno de los participantes «en el seminario, Carmelo Rosario Natal, publicé poco después primer libro sobre la Guecra Hispanoamericana. En esta obre se documentaba por vez primera la cecepcién favorable que dio el pueblo puertorriquefio alos invasores. © ‘Como reaccién esta publicacin sugiéla necesidad de probar que hubo resistencia al invasor, y asl se publican las interpretaciones que 10 afirmaron, por parte de historiadores Mawel Motds Dal, Puerto ico na erprtactn Hsbriesoetal ‘ede Me, Sgl Vet, 17 2 cumslo Koutlo Neal, Peri Rico » ts crits de te Guerra ‘panomercon (33189) Ha ey, fat bv, 1. yerererorereeecocecees 23- receceecescewesroccee. come Loida Figueroa y, sobre todo, Juan Manuel Delgado,” ‘A comienzos de los setenta surgi6 también lo que se Iamé “Ia nueva historia”, compuesta en su mayoria por historiadores independentistas radicales a quienes se unieron sociélogos, que contribuyeron a un mejor entendimiento de auestro desarrollo como pueblo a fines del siglo pasado y comienzos del veinte. Bse noevs historia estavo infuida por ol ‘marxisimo aun en os gue no fo eran y, como sefal6 uno de sus ‘miembros, “algunos ensayos aparecen poblados de hombres- dias, dstibuci6n de frecaencias, sobrepablacion intermitente, reflejos dilécticos y la estremecedora weltanschauung”." Esa nueva historia se concentré mayormente en el sigh diecinueve yl 98 se vad, otra vor, como tema EI historiador Gervasio Garcia fue de Jos pocos ex enfrentarlo, aunque en forma Fimitada, en una conferencia titolada “Puerto Rico en el 98: Comentario sabee el Informe Carol” en 1979." Garcia dive que el diagndstico que se habia Hecho por algunos intelectuales sobre Ia invasién norteamericana como “desgarron esprit” y “trauma” que desquicid @ los puertortiqueios, ba impedido que cirelen “opiniones de mayor peso” apoyidas en evidenciahistvieay ‘no confundiendo “las angustias de una clase (0 uno de sus sectores) con as del esto dela sociedad”, Llegebaa la siguiente conclusén: “si los politicos autonomistas-lideres del grupo Toile Figvazon, “Rance y balance de dete, sobre “Aguile Bhs", ‘stale, et prmer fie *Homeinje Agus an, Clad 36 jao3 ™ Gervsio L. Onc, storia erie, Mstoria sn coartadar. Rio Pitas, ‘lcne ae, 185, <1 ud 109 “‘renecerececresecctetes 24. ~coceecceccceereccecete electoral més numeroso- fos hacendados y los trabajadores apoyaron la nueva dominacién y eneajaronen sus estructuras ppoliticas y econdmicas por qué seguir insistiendo en que la invasién del 98 laceré el espirita y torturé Ie concienc nacional?” La pregunta de Gervasio Garcia habla puesto le ‘mano en lallaga y singin historiador se motivé @adentrarse en al tome, Tan esast, que en 1987 el Dr. Fernando Pic6 seilaba ponencia ante CISCLA en San Germin, It necesidad de rel 1898." En ese mismo allo Picé publicaba su {importante libro sobre el 1898" que tanta controversia gener6 ppor su revelacién sobre Aguila Blanca, Tres afios después, ‘Negron Portillo publicé su importante libro sobre las turbas republicanas en cl cual se vuelve a caractesizat la invasion de 1898 como provacadora de un “éiscontinuidind histica”. La década del 90 trajo Ia celebracién del Quinto Centenario del Descubrimiento, el cual provocé une escision centre hispanéfiles e hispanofébicos y_ fue boicoteado por ‘muchos intelectuales (Ana Lydia Vega se refeia hace poco al “infeusto Quinto Centenario, que tanto y tan indtilmente booicoteamos")” Una vez concluidas esas efemézides se comenzé en la Academia a pensar en el 98 essed detest el 1898" CSCLA, Doewnests "Trabajo #91, Suz Gade, Univer! ramen, 18 Nari Negrin Poi, Lat thas repaints 1900198, Rl Pit cones Hc, 190 “= aoa yin Veen, "Decry Crt Nuvo Di. 15 de may de 1555, 3, 2 ee ee ~eececeeocecececcereees 25. ‘eececoconccoceceecect. La Hegada de este 98: sus dos sentidos, La llegada del 1998 nos encuentra los intelectuales y académicos en general enfrentados a: (1) mucvas interpretaciones dol imperilismo, (2) del sujeto colonial y postcolonial, (3) el neoliberalismoy Ia globalizacién, (4) el fin de Ins utopias y Ins ideotogias, 5) la idea postmoderna del fin de fos grandes relatos, especialmente el nacionalismo, que @ su ‘vez ha llevado a (6) la polémica en tom a ta Nacin, El contraste con Ia situaci6n de Puerto Rico hace un siglo es dramética, En 1898 la Modernidad era el modelo dominante,* 1a Carta Autonémica fue vista como une propuesta modernizadora "y Ia razén para que algunos sectores de la sociedad puertorriquetia se movilizaran para facilitar ol establecimionto del nuevo ségimen estadounidense fue porque lo vieron como vehiculo para completar esa revolucidn modernizadora. Bn este fin del siglo veinte, los intelectuales nos enfrontamos a la liquidacién del proyecto ‘moderne, destruida, segin Adomo, por “Auschwitz’.* En Puerto Rico, sin haber digerido por completo el Discurso del Método, nos enfrentamos al “método del discurso” en estos tiompos en que ser “moderao” equivale « 5 Up quaplo Tis al ei dt peice £2 itera et 11 deal de 10 rar coo eu mio tvs a [ores ina css don tempos masse leo sigh eis er Fer aatid tare, “898: acide vonaiano capa! en Fees Ri Diogo 1998 Ye tn Rive Mee, Cae Gi (en, PljoieSahaje, San Yon, aol Poss 195. “neenerceecocnececersee -26- ececocecececescceetece atrasado en Ios circulos (0 circuitos) postmodemos.” “Hay algunos crticos de la Modemnidad que no son posimodernos, pero tampoco antipostmodermos™ Pero en general ia division intelectual y académica ante el 98 es claramente entre modersos ¥¥ antipostmodernos de un lado y postenodernos, de otro” Los temas que estamos discutiendo en este Centenario son el idioma, fa identidad nacional la dignidad, a suprema 4efinicin albizuista, si existe o no {a nacién puertorriquei, el colonialism, y In necesidad de resolver el asunto del status, En todos estos temas hay diferencias grandes entre ambas ‘grupos de académicos, como vamos a verde inmediato. EL primer choque abierto entre ls intelectueles del pais ‘curtié cuando la ofciatizacién del espaol, Rubén Rios Avila contrasta la recepcidn ardiente quo le dio una parte de esa intelectualidad, definida como neonacionalista y ta gran masa del pueblo que se qued6 “frigida”. Mientras un grupo ‘Promueve la pureza, liderado por el eseritor Luis Lépez Nieves ‘en su campafia educativa por Jos medios, y postulan algo Darecido a que “la sangre de mi espiritu es mi lengua”, este ciitico literario postmodernista arguye que “pocos paises Peden tener menos ambiciones de pureza que éste. Porqué —o sag oly cent ol ep de Ft 1 Sy Miguel “a rogram desvance en at obicia en el cpio sac de Caridad, 3.9 Thao te 1985, 1 Sau hg! ie gue eign oe iba don madertded, enue cones Qos ano etn a eee (Gna pla” ‘liz Eacoar, “La Walla Gogidsconateinano © tants", on Polfena Sle 387 . “Layo de ls intl y seademices en Post Riso hs Ice poco ‘gienttcaban camino olticos eos anger on In inept ‘oy di xp Sa cambio y fa mira ee oe sguen ieifcdse cons ‘tj et In neers “eerorececsccescsceoees -27- ~coesceceesceececceceee centonces empefiarnos en decimos en una lengua cuando nuestro jimaginario se compone de tantas."* Mientras unos (digimosle Modernos) ponen éafasis en 1s identidad, los postmodernos enfetizan a “Otredad”, Dicen que el sentido de identida fe fabricedo por la storia, quo es, un nocién esencialista que “exigela exaltacién dl vincuto dela sangre, el ejercicio continuo de Ia memoria, o ambos” Proclaman la muerte de a identidad esencial y_llaman “nastflgicos de certezas absolutas” e los que inssten en ese diseurso y ante Ie qusja de que no hay dignidedsficente para Jos postmodemos hay un excesivo sentido de dignidad.” Sobreel colonialismoy Ia suprema definicibaalbizuist, fos postmodernos critican el que se hable de la “miseria de la Colonia”'y de“el problema def status” como recursos evasivos ¥y postulan que hay que elaborarun discurso postalbizuista.” ‘Los partidos politicos de igquieeda (inatituciones modernas) definieron su discurso en funcién de une identidad cultural smenszada en dos ropistros diferentes: uno en el que la Colonia amenaza la dignidad del ciudadano y otro‘en el eval 1a Colonia ‘enfesma el alma del puetorrqueto.” i tema més élgidoes sin duda el de la Nacin, Paralos postmodemos, si el Esiado es modemoy con él la Nacién, en ‘Tigh Rar Ab, mtede darlene on Pato Ris Pelion Save, * ous Rive Nive, Nasinaline y portnademided' Inno de ioe x linpes de pnw, Pla Sabie, pI carts Gi, "Dele maiz enema albioista «le curs de alelgnanien {acdomodena?, Ponta Sao Yaa Rives Nive, "Harden del sors on Pueto Rho Ponta Sobage pt “wonceneascecestocceece 28. “sescccsecceceececeese cesta postmodemicad muere el Estado y el concepto de Nacién La nacidn-estado no comporta vator real, més al del gercicio junio, En este mismo espacio del Ateneo, hace exactamente 1m affo, se provocé un debate con motive de lateralis ttulada “La nacién Puertorriquefa: dos interpretaciones”. Los conferenciantes, Juan Manuel Carrign y Luis Fernando Coss, hhabfan publicado dos libros recientes sobre el tema” Una historiadora que se identifica con los postmiedernos euestiond la critica aéstos por parte de Los autores y surgiéun caldeado debate entre ellos que el piblico no podia entender por tratarse ddeun debate propio de la academia, Bl debate continaé en las pfginas de Claridad ua mes después cuando Carlos Pabsn acusé a Coss de “intentar ‘cencelarisilenciar/descualificar cualquier discusin critica sobre el nacionalismo”. Coss contest6 en un articulo que comeazaba ‘con Ia siguiente frase “por Ia vereda pos tropical: ol osmodemo critica pero no puede ser exticado”. Decla Coss que los posmodemos “que detestan la lucha nacional” estaban, Acostumbrados a hablar entre ellos y el debate pitblico se rotras6 porque el “pablico tard6 mucho en desciftarlosy ellos en hacerse entender.” Dice que Ia critica al liamado “esencialismo” le sirve de excusa a Pab6n para “desombarazarse de la lucha nacional” y hablar de a lucha por ln descolonizacién como una eoncepeiéa “anacténica”" —— ‘at Mamacl Gite, ela dle Nacon Sa Jann, Eaiones Nuova ‘Avrora 996 y Leis Fea Cos, La asin on le enlis pacea Se posomademas paints 198 1 EtisFermndo Cos “Lami easel: un vst tet’ aridad, 2 8 omaye oo 1987, 3, 7 ‘vanerecececocecececees 29. ~cosececvecceceecoceces ‘Que hacer con el 98: los historindores. Los historiadores, on tanto académicos, no somos ajenos a ese debate, De hecho, los primeros en lanzarerfticas a los postmodernos fueron los historiadores de le UPR que publican OP. CIT.: Maria do los Angeles Castro, Maria Dolores Luque y Gervasio Luis Garcia, En un editorial cexpresan lo siguiente “El vocabulario, como el tiempo, cambia: ta ‘problemitica, el “insumo” y tos “pardmetros” se han rendido ame el “discurso”, “el otro y la otredad” y el “imaginario”, sin olvidar que ahora el mundo es un “texto” susceptible de varias “lecturas”. Desde Descartes hasta Edward W. Said y Arcadio Diaz-Quinones, estas palabras han sido manejadas fecundamente. En otros menos talentasos-y ‘mds empeliadosen astentary ester a ta moda- su uso abusive inva y desalienta el aprovechamiento de sus reflexiones”, ” Secita a Edward W. Said sobre Ia cultura y que sobre tos postimodernos dicelo siguiente: “A {ds postmodernistas, la historiografia nacionalista, el racismo, 1a idontidad y la construceién idealégica dea nacién pueden sugeriria agenda de ceoncepcionesfatigadas”. Ina Rivera Nioves en la revista Pastdata reaecionaba a Incriticacontra ellos, sobre todo, el tono de ésta y Ins palabras ‘en que se centraba el staque: mods eimitacidn, ‘i es moda se preguntaba, cporqué tanto coraje? ,Y porqué habiendo tantas amenazas a la libertad como son el fundamentalismo, el Sopcti, Bolan, ™ clade Dilog, sete 1993, 57 ‘rererenececesoccerstes 30- wescereceecescccesoece nibitismo y el autoritarismo que sbundan hoy di? Se explica los ataques como desconocimiento de Ie reflexién en que descansa el postmodernismo y como prueba de Ie difcultad thumaaa de aceptar el paso del tiempo. EL debate estaba plantesdo cuando se fundé la Asociacién Puertorriquetie de Historiadores en 1993, eatre cuyos miembros habia algunos postmodernos. Al aio de fandada la APH, en una mesa redonda, se present6 el tema del postmodernismo y Ia critica « Ia Modernidad por parte de 6stos. EI desconocimiento sobre fo que se planteaba era patente y Ia animosidad contra esa postura también, La historiadora Silvia Alvarez exhortaba a Ia audiencit a que leyeran los ‘eserits en los cuales se apoye la citica ale Modernidad. La animosidad se entiende porque esa exitien es articularmiente amenazante al oficio de historiador. Para el osimodernismo (al menos los escépticos), la Historia es una disciplina humilde sin ninguna integridad propia. Los Posimodernos nuestros consideran Ia mirada retrospectiva ‘como usa mirada premodemna que evidencia “el anhelo de las ‘cosas fuerte, seguras, determinadas y univocas”. EI fin de la Historia significa el “fin de 1a teleologla” y Ia nueva historiografia “cuestiona la continuidad y le posibilidad de {otalizacién’™* [EL problema para los historiadores puertortiquefios es que, ademés de Ia division modernos/postmodernos, participamos de ia misma divisi6a ideol6gica en que se divide el pals ante el asunto det status politico y para muchos el 98 es ontfictive y angustioso mientras que para otros no lo es. "ie Nove opel 357.38 1, | | “wancrocccecossccoreces 31. ~eecececeerceTeeeeCeTTs Ante esa stuacién, la APH se planteé el problema de qué hacer sobre el 98. En lo que decidimos, se formé en el verano de 1994 una comisién nacional en torno al Centenario del 1898 presidida por Ia Dre, Eda M. Burgos-Malavé, Al ao siguiente, se organizé el Comité del Centenario de 1898 en el Recinto de Rio Piedras presidido por Luis Ages, A principios de 1995, Inhistoriadora Silvia Alvarez publicaba un ensayo en istorias” en el cual pedia: “Una produccién histriogrfica que tome energies de una sociedad civil polifénica, convocaré a un montaje més liberado de angustias fundamentalisas..estaremos mejor servidos si nos apattamos dels ides de eruzada o rescate””™ se alo del 95 se ofieci6 en la UPR una confecencia tituiada "95 + 3" en Ja cual se revelaron 39 proyectos de investigaci6n en proceso, Fn osa conferencia la historiadora Silvia Alvarez Curbelo, que se identifi con el grapo de los pposimodernos, present el proyecto que ideé para la APH : “EL 98 y los pueblos puertorriquetos, vida cotidiana”. De esa Formala asociacibn que agrupa ala mayoria de ls historiadores fen Puerto Rico se apartaba de fas angustis fundamentalistas frente al 98. ; Tenia razin Rivera Nieves en que era cuestin de tiempo? ‘Una ojeada alo publicado por varios historiadores sobre 198, a partir dels convocatoriade 1994, demuestra que lo que se veia descartado comouna mera “mod” os fo que se ha ido, ‘asi sin querer, colandoeatre muchos de los trabajos. Podemos también notar la influencia enorme de Edward W. Said y su 5 ies Awe Garba, avait el 98, Clardad, tebe dl 94 na dl “nnenarnncerecoecescer 32. ~evccesceccecserceesece nocién de “el Otro como construccin histériea por parte de los imperios. Por su patte Said, aunque en a introdueciéa a Orientalism dice que utiliza la nocién de discurso” de Michel Foucault, on ef epilogo escrito en 1994, hace una distincién eatre el postmodemismo y el postcolorialismo segiin ambas cortieates se han establecido a partir de la década de los cochonta.* EL primer libro finiseevlar sobre el 98, publicado en 1995, es ilustrativo de ambos aspectos. Se trata de Nuestra isla y sw gente, La construccién del “otro” puertorriquetio ¢ Our Islands and Their People de Lanny Thompsos. En el ‘mismo titulo vemos Ia influencia de Said, pero el libro es considerado post-moderno por la Dra, Maria de los Angeles Castro en su andisis dela histriografia de! 98.” A fines de 1996, se publicaba el segundo libro sobre ol Centenario, producto de un seminarioconvocado desde Madtid en el verano del aflo anterior: La nacién sofhada: Cube, Puerto Rico y Filipinas ante e1 98. Aunque en la inttodueciéa los editores aseguran que la “utopia continta viva en los pueblos de Améticay Filipinas y el modelo de nacién, en muchos de ellos, se sigue sofiando”, algunos ensayos representan el punto ——— Fiver WS Oram . NewYork Vile sks, 1979. Sal sade 1 evolu ea cone tn pccsn guy a scale poe Sruinstean del unto. Se. pucden ditgutr dss Sesser ‘looialime y el postmaderitme Die aut ana fe diftns pus Besimesoo canis enostnticey leds an “ivinada ca deen nb Fstoca, “afta despa de a grandes mraties Sine ee Yeisen Asus mina ditentn cir ee auimsenencnes oe ‘rosmicto dice que eeu es “oveag between heasakeo ts dois Angle Cs, E198 cea: pentnsiayevluién ea ‘mora pueomgutu en LulsF. Gores ales (ed) 1898 Perspect, Sn in, Acacia Psa de lia, 197, “rererececcoreeceececes 33- ~eevececcesceocecececes de vista postmoderno. * Entre éstos se encuentra of de Carlos Pabén,: “El 98 en 1 lmaginatio Nacional: Sevao la ‘Nacién Sofiad’,” Pabén dice que quienes suefian Ia nacién han sido los intelectuales y que fue la necesidad de un mito y no Ia ignorancia lo que lev a creer el cuento de Seva come verdad en 1984. Seva ha combinado la nocién del trauma con la concopcin conspirativa ‘dela historia y, por tanto, es una narrative en Ia tradicién del clitismo ilustrado del independentismo puertorriquefl, Ante el centenaio del 98, Pub detocta un iscurso “puertorriquelista” consensual que iaterese interpretaciones. fandamentalistas para contraponerlo al intento de los anexionistas de apropiatse dela fecha como“los cien afios dela Y por fin, legbel 98. Asi titula Julio Muriente, otro historiador de los idedtogos,en una columna ena cual advierte ‘que segin se acerque e125 de juliode este ao, se deimitantos ‘campos con claridad cristalina, de acuerdo a cada faccién partidista (Qué hacer com e1 98: Ia Prensa. Desde fines del 1997, In prensa se insert en la rememoracién. El San Juan Star, con una nueva edicién en cspatiol (hecho que habla por si para este afc), anunciabe en st portada: “1998 Proclama el Centenario de Invasion a PR.” © inclufa un reportaje especial con varios articulos interesantes. Ivonne Garcia resumiala historia de tres personajes claves del drama mas crucial en Ia historia de Puerio Rico”: ef General [Nelson Miles, el Comandante espafiol Rafael Martinez Mlescas ‘muerto en la batallade Coamoy Aguile Blanes, y se incluiaun articulo bibliogrfico de esta autora.” Sam Juan Star también reproducia un articulo de AL ‘Goodman dal New York Times sobre la nueva teoria de que las ccolonias perdidas en el 98 no eran vitales para Espafia, De acuerdo al columnista, en Espatia hay una actitud diferente Caridad 3 te TT es 98 lo Maro, “Leg 9, Clara 9-15 deen de 1988 BL San Juan Say, 31 Scene de 197 ~nennrevecevenceeceetes $0- ceetesceccececceeeeese cota guesraen doce libros publiados. Victor Garcia de a Conca, dela Universidad de Salamane, segura quelapédida da iesiono foc un dest, as res colons no era viales part it nacion y la Genraién del 98 no se angustis por la rida del impero sino por otras coses rs importantes, histocador Juan Pablo Fi dela Universidad de Madi, ce ue “La tesis de Bxpalie como un fracaso como naciéa fue fuerte en Ia Generacion del 98, pero ahora Ia mayori del Pueblo no es tan pesimista sobre Espa. Por su parted Dimer ministo Joxé Masia Aznar dijo eal apertura dele Cons Estat para el Centenario que los expats debea “ur del sentrevitinasy no ata fos events dl 98 cone Jamento sobre In pride tevitovil ol cul foreb a Espaia a vivir realistamente su destino”,* £1Nuevo Dia inaugurabale primera entega de una serie semanal titulada “Puerto Rico 98°, on la cual se establece que “Parte do lo que hoy somos tiene sus raices en los sucesos de ‘quel aflo. EI sniversario.es un buen momento para explorar sas raices".” Hace unos dias publicé un excelenteensayo de las hermanas Luce y Mercedes Lopez Barat. Pstas respetadas intelecuales tomaban posicién en el debate que he mencionado ‘que ocurreen Ia Academia y Io hacian piblica, eomo podemos ver ene siguiente cite: “Por todo ello nos resulta conflictivo que muchos ‘Puertorriquenios de nuesira postmodernidad finisecular haya dado en ridiculizar la defensa de la lengua y de la cultura rnactonal-como fos asimilistas a ultrancacpor considerar que aguéllos a los que nos angustia perderla somos San Taon Sar 3 So ode 1998 muro Di, 5 de de 198 “ennnoecoseeevecececeee 41. “eecerscereeceececeeece ‘furdamentalisias'y excluyentes de una concepeién mas bierta de la puertorriquenidad. Diferimos de ellos con rofuundo respeto, porque sabemos que pensar a Puerto Rico nos dele mucho a tedos”.* Entretanto, el Ateneo Puertortiqueflo, Ia insitucién cultural ms atigua on Puerto Rico, dabaa conocer el programa de actividades de la “Comisién del 98" en vn cuaderno en el cual se hace claro que lo que se esté. conmemorando-es “100 afios de Colonialismo”. En la introduceién se hace claro, ademés, on qué corriente de pensamiento se encuentra en este finde siglo al aseverar que so rea la ComisiOn para seguir: “Las sefias de sus fundadores en la constante busqueda dela verdad ¥y Ia permanencia de los velores que constituyen la esencia ‘misina de nuestro ser puertorriqueRo”. Bs obviemente de lado de la modemidad, la tradicién y La ideotogia, aunque al menos tun postmodern se haya colado en lista de conferenciantes.” Qué hacer con el 98: Americanos y Kspafoles. Pero no. somos los pusrtorriquetios Los tnicos que abordamos el 98 como fecha simbélica y_problemstica y fstemos divididos en cuanto a su sigaificado y cémo Aenominaro, Obvimente los norteumericanos también, como hemos visto rectentemente como producto de Ia consideracién de legsiacin sobre la condicin politica de Puetto Rico. Bae “Proyecto de Status, aprobado por un voto en Ia Cémara de Spe y Mates Lipton, Pande ce. La rice det 98 de then Lies Gina hos la, Rees amiga 1 dh 58, “a * Ateneo Peertorriqueti, Programa de Actividades de he Comisién del 98.S8n ‘han 1998 tebe coeteuir ancndar coon de Caton coer {2°8terapsinodna Port ~verereeceeeeceerereeee 42. ‘eceovoesecoveceeeeecé Reprevnants de Estados Unidos el pasado 4 de marzo, se cent 1 iuisote como primer “Finding” “Puerto Rico ts coded tothe United Sates and cameunder this Nation's Sovereignty pursuant to the Treaty of Pais ening the Spanish-American Warn 1898." * En un diseurso reciente ante 10s Gobemadores nortcamericanos el Presidente Bill Clinton bablé del 98, en el debate en elhemicclo de Ia Camara de Representants federal settajo el 98 unay otra vez" y en los mediosnoticiosas se Aiscatié el 98, De hecho, en un programa de anlisis sobre el asunto de status de Puerto Rico, se prosent6 casi un tini- dlocumentl sobre le gueraHispanoamericana cont predinbulo a fa discusibn sobre el caso de Puerto Rico. ‘Terminé diciendo el documenta que o més probable es que no se haganada en el Senadoy “entretanto seguimos preguntindenos qué hacer con “limo remnant dela guerra que dé cuatro meses" En términos de e6mo adjudicarlo,e Lider de la minora nla Cmara de Representantes, Richard Gephardt, se refiriéa “cien afios desde que 10s puertorriquefios se ‘unieran’ a la familia estadounidense".® Por su parte, Jeffrey Farrow (el co- director del Interagency Task Force on Puerto Rica de la Casa Blanca), en su discuso ala Asociacién de Peridistas de Puerto Rico, dijo que cualquier discusion sobre el status de PR debe ‘comenzar con la invasion de Puerto Rico por los Estados Unidos en 1898: “Los Estados Unidos llegaron aqui sin un ‘al ST Ss. de 1898. Se cane cane el “Presto * congetion Rear Hote Meh 4, 1958 RG Late on 8 maz oe 1958. Vides HI Veer, 9 de aia de 988, 12. spocerereceeeeecsneecee MB. CCCHOCNELECESSTETES plan y todavia estamos buscando uno”, admiti6* El Washington Post deca que :*To end a century of tevcitril some would say colonial-rule by inviting Puerto Rico's bid for sel-determination and then repudiating its choice of statehood would be the ultimate disaster” | BL principal historiador dol Pentégono acaba de conribuir I esis de que le Guerra Hispanoanésicana cre6 wn “empire by detaul, que parece iniciar Ia admisién del impesialismo dol io, pero sin culpe, por “omision”.* [Los que no estin divididos, al parecer, son los ‘eapaficles on su interpretacion de los eventos. La Sociedad Tnteramericana de Prensa reunida hace poco en Puerto Rico celebi6 un cologuio sabre le Guerra de 1898, En ese caloquio, fl catedratico y eseritor espafiol Santiago Pérez Diaz Sorprondi6 al afirmar que “Ios historiadores espafioles han flegado a Ie conclusién de que 1 pérdida de tas ltimas posesiones espafolas de vltramar no supuso un grave revés para Ia economia de entonces” Dicho escritor asoguréque hoy (ia cn Espatia no hay revanchismo por lo que sucedi6, ¥ spat sabe dénde esti intoita aprender de fa histori. Los acontecimientos a partir de 1898 han llevad a fa democracia fctual que ha sido resultado de la leocién aprendida hace cien tiios, coneluyé. Han admitido, ademas, en el seminatio ya resefiado ol ideal dela “nackin soflada” para nosotros, 7p Tan Bor Warn do 1998, 4 © The ashing Post, Mush 1S, 198 ran scat, Empire by Df: The Spans mercan Marat te Dawn (fe ders Coy. Net Ye, Hey Hl 138 Spoken aie, HI Neo Dia, 17 de ast 1598 op Ct, 08436, eennennreorcereerccere 44. ~ceceececceesecceeecece Politicos en ta Academia, En este aio ls politicos invadieron la Academia, Ra las principales universidades estadounidenses se celebraron foros fn tomo al centenario del 98. La primera en invitar a los politicos fue Harvard y alli el Gobernadar de Puerto Rico offeci6 en febrero una ponencia titulada: “After “100 Afios de Soledad’, a Date with Destiny.” © El Gobemador alude« la obra clésica de Gabriel Garcia ‘Marquez (la cual al parecer ley6 fuego de que en tina enteevista en 1992 tuviese que admitir que no conocta ni la obta ni al ‘utor), pero tambiéo,en la mejor tradicién postmoderna,laata 8 4 cancién de los Beatles sobre Eleanor Righy (“writing the words to a sermon that no one will hear” para sgnifcarle que anticipaba que pasaria en ese noche fria en Cambridge, ‘Rossell6 mira al pasado y declaraque el Tio Sem ha sido un “clumsy patron”, aunque ha respaldado las aspiraciones del ‘pueblo mucho més que la Madre Bspafta, Sin embargo, en el centenario de [a Guerra Hispanoamericana el pueblo de Puerto Rico permanece como “disenfranchised stepchildren” deatro de {agran familia Americana Sélo cuando hay que derramar sangre cn la defensa nacional es que se nos trata como iguales, dijo Rossel, A pesar de todo, es optimiste y piensa que en 1998 “una cita con el destino” es inminente para los 3.8 mallones de Puertorriquenios (obviamente excluyendo a los de alld), Se ae des de Seed Bate wit Dest Delivered ora of Pubic Ais, nite of Pi, fF Kennedy Sel of Coveten, Hard Univer, Feseary 19098. wonecoeececeeeTTeTTTe AS. wHNCCCHR CETTE Promete resistir la tentacién de convertir ese foro en un soliloquio sobre la superioridad de la estadidad y procede & dette: Eid bre Assad acess Propet ‘Young y los argumentos contrarios « la estadidad. Para lo ier, vlia da meno que ado 086 Tria Menge, quien “a visto la luz" y dectaredo que Puerto Rico permanece en condicion colonial, Sobreet Proyecto HR 856 sala quo tene 1 respaldo de ambos partidos politicos y el presidente Clinton Yy_que ello significa que, Washington le esté por fin prestando “seria atencién al asunto que qued6 como legado de ta controversial docttina conocida como ‘destino manifesto, I misma doctina que jog6un rol vital en Ia llamade ‘pequeta y espléndicn guerra” que plant® la bandera americana en suelo puertorriquefio hace cien aos” Por eso cree que “nuestra cite con el destino es inminento” y que “Ia belleza del Proyecto Young es que establece una metodologia erdenada y logica para. implementar una transicién que Heve a una solucién permanente” al problema de fa ineria colonia. Sobre la argumentacién de los estadoibristas de que e proyecto es un proyecto prosstadidad, gobemador lo eseribe como una campatade desinfomnacion ¥ dodica Ia times piginas de su discurso e probar que la festadidad no serla 1o que le achacan los que Ia quieren desnreditar, a saber: que Puerto Rico no seria un “welfare sfate” (lo alegncon un estudio reciente por Jeakns y Hexne), que no seria ua Quebec Americano (dice que los ppuertoniquetios eelebraron el cambio de soberaninen 1898 y ch seatimientoindeperdentsia es minimo). ‘Adomés, como es su costumbre, alude a Ia obra del Nuevo Comienzo que esté llevando a cabo desde su “werenenccooecerceccets AG ~eecccooceccsooceetcces: inaugutaci6n, y as medidas que estan creando un clima de auto suficiencia que permitirén que los puertorriquefios tiunfen en cesta época de integracién econdmica del hemisfetio. Segin Rossell6, lo estin haciendo de tal forma que Puerto Rico pueda progresar bajo cualquier status politico porque su modelo eonémico, contrario al anterior, es “satus-neutral”. Gracies a ‘su esfuerzo, los que respaldan el status-quo no podrin wtilizar cl argumento de que “aprender Inglés amensza el ‘pattimonio" puertortiquenio”, Por Giltimo, alude al feudmeno que esté ocutriendo en “nuestra nacion”, obviamente reficiéndose a los Estados Unidos. Fs el hecho de que en diez 0 quince aos los Hispanos serén el principal subgrapo de la poblacién, y ademés, “nuestros empresarios”estin mirando al sur hacia 400 millones de consumidores del mercado latino y casibefio, En este contexto dice que Puerto Rico tomaré su lugar como el “idealmente situado Puente de las Américas". Al final del iscurso, nos enteramos que los cien alos de soledad se refiren 4 Ia estrella que “no podiamos” encontrar en ta bandera Quiero detenerme brovemente a comentar el diseurso ppor el hecho de haber sido oftecidoen tan prestigioso centro sdocente, el politico invadiendo la academi, Como historiadora, ‘quero ctitcar tres elementos del discurso: . Primero, su aseveracion de que el Tio Sam ha sido infinitamente mis “supportive” de nuestras aspraciones camo pucblo que 10 que aunca fue Ia Madre Espaiia. Como historiadora, le recuerdo solamente un dato: Espada tardé di aos en conceder as refomas que pedia la mayorta del pucblo a “eeronoconoccescceneres -47- eveccecooroceesceesece partir de 1887, mientras que Estados Unidos ha tardado cien ‘Segundo, su descripcibn de la “inercia colonial” que ha ‘vitado que los puertotiquetios lleguemosa un consenso sobre nuestro dilema del status, vuelve a Ia tradicional costumbre de ccharle In culpa a lavietima. Come historiadora, debo sofalarle que los puertortiquetios no hemos Hlegado a un consenso porate los Estados Unidos no lo hun pesmitido a través de este siglo y Ins razones no las tengo que elaborer pues tienen un nombre: colonialismo, Tercero, a su argumento de que no serismosun Quebec porque eelebramos el cambio de soberania en el 98 y el poreiento de independentistas es minimo, como hstoriadora ke secverdolos siguicnteshechos ls desilusién que sgui6a lal-ey Foraker (que hizo al propio Henna qujarse ante el Congreso extadounidease de qu “we are Mr. Nobody from Nowhere”) y que trajo la inclusién, por vex primer, de la opcién de Independencia enol primer partido majorite bajola bandera smericenaen 1904; Ia prevalencia del sentiment separatisia durante fs décadas de 20 y el 36, la Revoucién Nacionalisia ‘el 50 y ef atentado contra el presidente Truman; el ataque al Congreso en 1954, y los actos de violencia clandestine del jéreitode/iberacién Boricua (los Macheteros)y delaFALN, para no olvidamos de los 15 presospaltcas puertorriqutos. Bl gobemador “olvid6” exes hechos porque leconviene. La segunda universidad en convocar fue La Escuela de Derecho de Yaleen un foro sobre “El siglo de la relacin entro Puerto Ricoy los Estados Unidos", De acuerdo a uno de fos organizadores en Puerto Rico, e buscaba “la aportacién que las acadomins de renombre pueden hacer en la biisqueda de una “resererececonnennnones 48. “necoconecoccececeetece solucién al debate det status de Puerto Rico, Debe incluira los sectores politicos ..pero los académicos estadounidenses ‘pueden ayudar a arojar luz sobre las definiciones de todas las ‘opciones’, segin Antonio Garela Padilla.” Bn ese foro, la noticia principal fue la ponencia del ex. ‘gobemador Rafael Heméncez Col6n, quien sorprendi a todos con una propuesta de un plebiscito para volar a favor 0 en ‘contra del Estado Libre Asociado, Lo més controversial fue su inferencia de una “estadidad eventual”. Por st paite, el Goberador Roseellé en su discurso aludié al aprobado proyecto en la Cimara el 4 de marzo camo 1un “major milestone on the road to self-determination” y procedié a detallar los principales asuntos que el Congreso debe atender esteafio. sta vez no ee escondié detris de une Presunia neutralidad, como hizo,o dijo que iba & haceren Harvard, sino que analiza al menos sicte argumentos connanes ‘que se esgiimen en contra de Ie estadidad para Puerto Rico Destaca aqueltos “issues” que surgieron en el debate en Ja Cémara: el idioma, fa pérdida de representaciéa para algunos estados si se admitiese a Puerto Rico y la posbilidad de un ‘Quebec o Irfanda del Norte. Abunda, ademés, en el informe que “prucba’” que Puerto Ricole costaria menos a los Estados Unidos como estado que en la situacién actual Finalizaecudiendo a la historia de Bstados Unidos en et presente. Trata de demostrar que en el sur de esa nacién se ‘mantienen nombres que aluden a la Confedesaeién que luché eda de socom el represen pe Tov BU ie adsl ose de dete int sn ono Ina” PONCE AD- CNET TEES contr los Estados Unidos. Por tanto, aduee, el hecho de que cen Puerto Rico hays, segin 6, “una” escuela con el nombre de Pedro Albizu Campos, no nos hace indignos de In estadidad, ‘Aparentemente allé Albizu es un veto a la anexién, Acude también al pasado para probar que fueron los puertoiquetios, siendo colonia espaftola los que ayudaron a las trece colonias a ganar su guerra de independencia” Otra vez el uso de la “Historia como recurso para fines politicos. ‘Qué hacemos con las provocaciones. Este afio, como era de esperatse, comenzaron las provocaciones de todo tipo para polatizamos 0 para amedrentames. Bustan wos pocos ejemplos derivados de la prease. ‘Son provocaciones norteamericanas: el que la Marina de Estados Unidos, cuya presencia cumple cien alios, anunciabe cen febrero que estaba proparada para las protestas y domostraciones violentas segin comienzan a construir el ROTAR (Relocatable Over the Horizon Radar”) que se terminard de coustnuir en marzo de 1999; el Hjército de Estados Unidos que traert su South Command; y Ia NASA el Ianzamiento de los Il cohetes del Proyecto Cogut IL También se liberaal Machetero Antonio Camacho para Iuegoperseguirlo arse de Pedro Rosson ts coneenla tulad “orsign in Domete Sons: Meestins onthe Centeary ofthe United States” ‘Romiston of Puce Rie, Ose: NewHaven lo Yl, Mares 28 98. ‘Nolpcta “faa cn lu Acalemin el fama Conionade Rese La Unites dehdaachents levi eCoos Remto Doel hab wnt ‘ie lula “Ls caperonie preterit fs Gurr del 98 Bex {steaudor hizo, sgon la pet, un “resents hstrico dey expotdion Euta e Pace fico, a goers Hepatic ys een del ‘SRO Sic rye asain colin joi cul we oda al “‘vereeerecerecerceecers 30. ereccenceceereceeeceee dondequiera que se encuentre nada mis que para amedrenta. En marzo, la Marina sorprende al anunciar que esté empefiada cen “cambiar su imagen” invité a un grupo a un viaje en el, submatino nuclear USS San Juan, No sé c6mo habri cambiado Ia imagen de ese grupo de maestras do escuela, empresatios de Ponce, empleados piblicos de Naguabo, un juez federal, jefe de alguaciles federales y periodstas, ol saber que el submatino puede cargarhesta 12 misiles nucleares Tomahawk en nuestras aguas y ante la admisién del comandante en Jefe Joseph P. Mulloy de que en entrenamientos disparan torpedos de prictica." Fue casualided 0 provocacién el que aparocieran dos cn diferentes playas de Puerto Rico? En el 98 ellos nos sgnifican su presencia militar, Son provocaciones boricuas: el anuncio del “Proyecto para el Ciudadano Bilingde” o “English Immersion Program" del Departamento de Educeci6n; y Ia Junte de Plaificacién sr como. papel oficial uno que dieeen el bord inferior: “Conmemorando los 100 afios de Unién a los Estados Unidos 1898-1998" y en Ia esquina inferior izquierda tiene el logo de a “Comisién del Ceatenatio Puetto Rico 100 Estados Unidos 1898-1998 Puerto Rico-USA Centennial Commission.” No ‘importa que sea el papel timbrado de una agencia que debe ser de todos los pucrtorriquetios; es que la presidents es también le Secretaria de Estado, vice-presidenta del PNP y presidenta de la Comisin det Centenario, ademés de “histovindora oficial del anexionismo, Desde 1 Academia, como hicieron algunos desde lt prensa, debe denunciarse cualquier provocacién de parte de los ‘politicos que impida el juicioponderado del Centenario, al que San Jnon Star, 7 demain So 1998 sprnnanenenceresececece SL NCCT CTO TE TCE CECE aspiramos. YY ahora..zQué hacemos? ‘Mientras los politicos de fos tres bandos se preparan pata celebrat, condenar o conmemorar lo ovutrido en julio de 1898, los académicos jqué hacemos? Hemos visto que algunos y algunas intelectuales han sufiido transformaciones politicas escandalosas, otros se han ‘unidoala condenay un grupo ha decididono reaccionaral 98 y yavesth mirando desde el futuro” Los historiadores ya no podemos huir del tema. Al ‘conftoatario, nos toon ayudar a entender io que oourié ms que ‘a colocernos del lado delos extremos maniquelstas. ‘Tenemos aque estar preparados para refutar las manipulaciones del pasado por los politicos y algunos intelectuales, como le més reciente de que en Puerto Rico “no hbo muertos” porque no Inubo batallas contra las tropas invasoras. Pero ttmpoco es nevesario que inventemossituaeiones que se ha demostrado que ‘a0 ocurtieron, como insistir en que Aguila Blatca se bati6 = tiros contra los norteamericanos. Debemos evitar también cntrar en generalizaciones¢ iaterprotaciones homogeneizantes de muestras actuaciones como pueblo. Puerto Rico seré ‘pequetio, pero munca ha sido ficllo sencillode entender pare Jos que lo estudiamos, ‘TFTPAN Glob pine il de confeesin lado "Se Midas ded stu‘ acccbaae enol maye deci Wingo datos tc. 8 or ote leo. de ties popueas posnnds pda nes de mar ale Fudan Puetight er Harnad, est nad al eee aoe “reroreveceoncccoceesce 52- weeccceceececsesceecece Nuestra tarea como historiadores, en este 1998, es der razones para Ia conducta de Ios puertortiquetios en cada pueblo, en el contexto dea historia peculiar de cada regién, de Ia situaci6n politica y de las mentalidades de la época. Al final de este aflo me parece que habremos de dejar muchas ppublicsciones que expliquen el 1898 y seri tan veriadas que dejarin saber, como siempre ocurre, las diferentes mentalidades cen 1998, Al mirar al pasado, no podemos dejar de reflcjar ‘muestra propia imagen en el expejo del presente Nuestra tarea, sobre todo, es ser, como dijo Erie Hobsbawm, “los recordadores profesionales de Io’ que sus conciudadanos desean olvider” €1.98 en dos tiempos: de Los sepultureros de Espaita a la Cronica de la querra. Por: Maria de los Angeles Castro Los puertoriquefos, desde et primer moment, ¢ conatituyeron en auxilaes,guias 1 empas da encmigo Er la historia del mundo’no hay eemplar semejant lo ocurido en Puerto Rio, io tion nombre! Pais tan servi, tan ingrto, no sche visto jamds. nl diciontio de muss idioma, ico cong 98 a oper hte Fats Co a CER dread tous dS ci Tg, epee {toe dn it dean iets Per Ri, reer ee pcan ton gens maeaones canrenneconnnreconccere 54 “vererecceceeereeececte en palabras, no hay una bastante dura para talificar al pucblo de Puerto Rico. Espala acababa de concederle Ia swtonomia con tadat Tas Hibertades, que no hhabia soflado, Autoxomia que recibis con jibilo y con manifestaciones entusistas. En 24 horas, ef pueblo de Puerto Rico pach a ser de ferviente espaol, a entsiasta fmericano. Sin mds razén que el cobarde ay ‘Se humillé entregindose servilmente al invasor como se inelina el esclavo ante el podieraso ser. Cervera, La densa de Puerto Rice. pp. B80 Con Jas duras palabras del epigrafe, insertas en un hiriente flleto apologético dirigido a exaltar Ia dostucida figura del gobernador-capitin general de Puerto Rico, coronel Manuel! Macias y Casado, el comandante de ingenieros Julio Cerveza Baviera culp6 a los naturales del pais por Ia pérdida del territorio ante. las tropas invasoras norteamericanas, El ‘opisculo, ttulado La defensa militar de Puerto Rico, lleva ta fecha del 25 de septiembre de 1898 e identificala Imprenta de Ja Capitania General? Fue escrito después de firmado el protocolo de paz (12 de agosto) y un mes antes de la ‘epattacién de las itimas topas espafiolas acuarteladas en San Juan. La intencién de su autor era distribuirloa su Hlegadaa, ‘Tyas Geen Daviga Ta deina mor de Preto Hic, beta de Cartan Gone 1k Lo toda Stance Re de Goaeg ey ae ‘rere Ripa ey Puro Rico teats, an enone ety. Pato Rete Se ny Como sn ‘sears Cayetano Col Teste, Botha de Peta en San J intl Canes Feder Cin 9141917, tole pp. 72 ica Cds cons BPR Louaderillo se descubrié a modiados de octubre y una vez se ivulgaron por 1a capital las noticias de su contenido, las zeacciones nose hicieron espera.” De inmediato, la juventud de San Tuan escogié un representante para batirse a duelo, como era usual entonces, con quien habia mancillado ol honor del pais. La afrenta quedé zanjeda cuando Cervera, por mediode sus padrinos, alegd que no habia sido su intencidn insultar al pueblo de Puerto Rico y {que sus palabras se diriglan s6lo a los que vilipendiaron a los soldados espafioles en su retirad, alos que auxiliacon directa indirectameate al enemigo sirviéudote de guis y a los que bandonaron las armas en ol momento de la defensa. La explicacién satisfizo a los retadores y evité el duclo, mas tal accién quedaba restingida al imbito insular. No contradecia, sobre todo para consumo extern, a interpretacién tergiversada ‘i las inexactitudes que presentaba Cerverasobre lo acontecido cen la Isla, versién que habria de divulgarseen Madrid. De abi ‘que surgieran otras rospuestas dirigidas a impugner los planteamiientos del ayudaate de campo de! ditimo gobemador- ‘capitin goneral espaol dela Islay de este hemisfeio, ‘La primera de cllas.fue un ensayo cuya extensién obiabael de Cervera, Se publicd en 1899 con el sugerentey polémico titulo de Los sepultureros de Rspafa en Puerto Rico (0 sea Macias, su ayudante Cervera, Camé y su tiempo, "Ain Cigeane GaTy Tete quel acne Ricard Onep lab replado acpi del ee de Coverlet Lenore lt pn qe lend a so pat St yoouron mal sate Ader, infor, doe 9° ‘Tityeco gaol ea Sa Ton ye esto Tend fata 9 ‘in eninels BBA, Vil pp. 28120 “ennenrsenrecencerence 56 “ececcereeccorececrece: impreso en 1899.‘ Su autor fue Francisco R. de Goenaga, :nédico crollo que habia pertenecido al ala mis progresista del Partido Incondicional Espafiol, del que acab6 deevinculéndose ‘paca fundar en noviembre de 1897, junto con otros disidentes conservadores, el Partido de Izquierda Progresisa Incondicional, convertido en febrero de 1898, en Partido Oportunista, Contrrio al Partido Incondicional, ef Oportunista aceptaba las reformas autonomistas para Ie Isla, decretadas el 25 de noviembre de 1897. * Pero la més importante de las impugnaciones que se le hicieron a Cervera tomé casi un cusrto de siglo en salir ala luz. piiblica. Setrata de le Crénica de la guerra hispanoamericana ‘en Puerto Rico, escita por el capitin de atllera crillo Angel Rivero Méndez, quien fungié durante 1a guerra como ‘gobernador del importante castillo de San Cristébal y a quien tocé, por comisién, el triste honor de entregar la plaza a las autoridades militares estadounidenses el 18 de octubre de 1898. La suya acaso sea la tltima de las erénicas de Indias,” pues el autor participé de los hechos que natra durante los cuales levant6 un diarioque dio pie al libro" A diferencia de lo Tonga Lar rpatararon. * Lidio Cre Moncio, His de Puerto Rica (Silo 209. Rio ics, tata Univer, 1920649 rol, im te 9 8183, 1S Ph Uae 1973 a1 Cn par adel ICP. 13. "Bs dnd nego, postr ala cnn de ating Naa Ca,L perdi se Fain B.S aun alt Goi, Mati ion 16198, Fata ‘te pbc pur piman rer en 1904 y ra [ein psa ep e nmin de ns mena pat de qu pata goe Sindbis. mee "Edi we repodice ftp eel Aphid Crd pp $5351, | speecacescenneneceeette ST COCCECSCOCCE TESCO sucedido con el escrito de Goenaga, que fue provocado por el de Cervera, Rivero llevé su diario con el propésito de ‘convertrio en libro, pr Io que su intencién antecedi6 el folleto ide mars. Mas es indudable que también lo refuts” ‘Tres mensajes al pueblo espafiot Tales episodios debe conocerlos Espaiia. Goenaga, Los sepulturerosi. p49 ne csp ts Cerven g denn Tt onus nea soe eu om atte Sg eye nyo encanto nan a eee ct esta cote seater Jasna tne oh Te ec Eau tperomcl sr pve econ, smo ce dns nfo anos SEE Is aps asentuerns bs a foo st ea Eta tens mols maton sessed omer ase arn se se Stn Smetana e sail taal vet) eer etre digenncs ns i eet bn nat, eg lady 1 ia dee pop tals arene panne ies ce pin hem weer aw rapa See eat pms Se ie cyagaettine er artn sec ata os aa “wenreerevecceveococene 58- “eecesorececcerececceee sefialados fueron los cuerpos de Voluntary la poblacién del pals que reaunei6 a toma las armas, Gocnaga tardé poco en presentar la contra argamentacién a Ios ofensives desplantes de Cervera. Sin ‘embargo, apenas encontramos referencias @ su libro en Ia historiografia posterior. Quizés se deba a que el tono aapasionado de su discurso y la clarainflexién revanchistalo at6 al folleto de Cervera. Creo que también pes6 en su contra el ‘aque al colonialismo espaol en general y I apologia desmesurada que hizo de 1os norteamericnnos. En cambio, e libro de Rivero, pubticado dos décades més tarde, es Preferido por los historiadores nacionales que se ocupan del tiompo de ta guetra. Por trntarse del testimonio directo, ‘minucioso y ponderado de un militar sobresaliente que formé parte del ejército defensor, adquicié el earkcter de fuente primaria, proveedora de valiosos datos. El eargo que ocupaba Rivero al frente de las baterias cle San Cristébal le colocaba en Posiciém para conocer de cerea los pormenores de lo que ‘cutra tas bastidores. Ademés, su Cronica es a Ia ver una historia, pues a Las impresiones iniciales cargadasde emocién Plasmadas en el diario siguié una amplisima iavestigaeiéa que excedi6 la Inbor det cronista y suplié al histotiador los Rundamentos que necesitaba para cotroborat hechos y hacer creible su historia. Lo cutioso del caso es que cuando ‘comparamos los libros de Goenaga y Rivero, encontramos usa sospechosa coincidencia en fos cometidos de fos autores y en 40s planteamientos medulares que exponen, Difieren en los tonos empleados, en el alcance do los escritos y en la apreciacién de algunos sucesos. Ambos autores esctibieron con a intencién explicit de spenenceneceeeTeTtCeTe 59: CECE ECCCECCEEETES lidos por Cervera para rectficarexores factualesy de juicio emitidos por Cervrs hacer prevalecerlo que ellos consideraban era "Ia verdad”, para impart jusicia —sobre todo para, reivindicar hones justamente mancilladas do puettorriquetios y peninsulares— pata fijar las debidasresponsebilidades por cada accién de fguecra Se dirigieron principalmente al pueblo peninsular que suftla anélogos padecimientos por Ia miopia del gobiemo imetropolitano y que podia ser engafiado por autores parcializados. Goenaga lo expone sin dar lugar a equivocos. ver mat se exo gue repr a bree. a rents ee panne eg por ‘tp te a rio ates ‘apt mtn, or lc nmi et ‘aot mrs xan de fine dd acs voy pri ampia. rte i bo cia age ae ep traci nes es rere ems re Scns rden ea ene ett st is erin 9 Tenia en fre aetna gebern sect he mete i, or ‘tae ater Loe een mn fot mclpes ae ore ral ties ads ete pice a jeta leyes y articula decretos, @ tantos rdinarios Polar bceados eta ge arbor for seesne ede eng pue se rh asta ena de ‘des tiga por sue act ma aos Soir 1 preciso, alemés, que algun dige con raat tel hora oe no py tein ao fo poe ede gent se todo ere ia er ‘acer justi of soldado vaeron, loft valet (ico serie i tigen recto, ‘rrhamento eect, fn aimentos sore, sit ‘Riva, Cres, ph AS-73; Goes, Lor separ, pr. 6. “veneneeeeneseececercee 60. "veccceececonceececeece compa on aue cobs, oelise en hoocnsto ‘ean enenig msde aspen 4 otras plcemes thor yao te nti vo pc int gue pl ssa oncom es cunt ees on ees rtd Por hic Comes aos aaa fale concave extol Cone Fenn ch svinute sinner eons Frimecimintog, pasos Y pensiones militares." Y cuando legs rer cease so os pinwocas Aus nit Aan por sofa Hepaon a Puerto Rio, evo en la capil de bape oa seine” Bot se celebrada por la colonia espafiola." Y es que la Crénica, cul 4 ilo eps, pro dja my bin pra on make ds dane ofl y snr ese nes rations Spies tng ne ea pts dacs ue eres ee Eu her wo eine as én qu Ri nea ee oa tate Gomeroe dagen Tiss Osean Ear opie. 78. ne clin os arte de neta eroe! Franco Larenspareides ena Lp, 12, 15,1620 Teper 1213, 1620 deca» deft de 923; Mand, AS deen de 1955; Preto Rio Haatada 207 27 de ches ye de “Tue teens cusye wet one raya Ah al engi? oe ‘splenic es ONL, spennacecenscrecectetes 61. “eococostereescescestee ‘Los tres eseritos mencionados buscaron establecer "a ‘yerdad" de fo ocurrido durante la guerra en Puerto Rico. A. pesar de las profundas discrepancias entre ellos y de las ‘itples "verdades" que se enftentaron, hubo una que result imefutable: los puertoriquefos —en general—recibieron a los norteamericanos con expresionesjubilosas, muchos lo hicieron con indiferencia, y, quizés, Ia mayoria con la expectacién natural que provoca lo desconocido, Muy pocos acudieron a ccombatir y do éstos, los menos lo hicieron del lado espatil. ‘Mas, la manera de explicar esa conductaes otra cosay ha dado lugar a innumerables debates a lo largo del siglo. No hey que olvidar que para Ia mayoria de las naciones eavueltas en el conficto, la guerra hispano-cubano-norteamericana es historia superada, Pero ex Puerto Rico, as repercusiones del evento forman parte de su presente y de su futuro, haste tanto se sdefina deforma permanente la naturaleza de sus elaciones con fos Estados Unidos. Esto haceque las causas, os resultados y ciertos pormenores de la guerra del 98 sean parte de Ja discusion eterna sobre ef estatus politico del pais. Fn ese ‘contexto, la reacein boricua ante la invasién ha sido una de las imagenes ms uflizadas pos autonomistas y anexionistas en su ‘empetio por atenvar la cerganegativa que contleva la agrsién militar y reconstruirla mediante frases més ligeras como e "cambio de seberania"o la "llegada por invitacion”. Por su part, los independentistas han mantenido viva, a naturaleza real dal acontecimiento y a los que celebraron ccontraponen los que defendieron el terstorio, aunque en el TmEEGE TA Aino ee alates det Secret on y Dietary et Senta de Plnfensin ce Puro, Norma Burgos, “Abs el dole ‘ho HU eo Di 1 de got de 197, “recnececcorecseccecets 62. ~eeccsccecseseseeeetese proceso hayan intentado crear mites heroicos.” Las fc propaga por Cavey ots etree posteioresy Ie oiensenesconestetesson aneonsy tea proljo dear Me apart tes ovo Selena del ibn por ser ne lng an ei naj peice ogee) an esis manipula ee sns debts dl pl sobre estatus politico. ates el als sre EI clima previo a la invasion sel pas en masa coment adr foto tog rea fe negé al gobernador Macias.. ° a-Neda Gaenag, Loser. p 9 atss principal doles afors crollos ane nos ibe digida a reftar In acursion que clpebe alos uecorguons dea espe data, Pca lo desucaton lela pebicoen eps que Rivero desc ome on Solo hombrecn pede gues" Prevalein el entasanmo, optimismo y Tas expesions de lead a Uspate. Exit en consenso «fiver dela metrpoli que tants veces ants 32 habia defndido Benes fuera exter. De acer on Goonsga, In Diputacin Province! apes cpentinermete 5,000 pesor pare compar ates Matson suseipein popular pre atender genio de a ger que Preto ico ecb en mayo dy 1890" pubic (lara 9 dente te 1983, yen dee ine Ain, a am por ef Gs. Rs Pi Bel eb Unie 6 "River, Chinen, pp, AOA spovereraceTceeeeeettes Be COCCI CT EEC. ‘ascendié 2 200,000 pesos.” Eso sin contar que el presupucsto insular dedicaba ls pactidas més jugosas a gastos de defeosa ‘Machios hombres, peninsular y tiollos, se inscribicron en los ceucrpos de Voluntarios, dispuestos a luchar en caso de invasin, Ea ese momento crucial, los. puertorriqueios, al ‘nienos los de los seetores epinantes del pats, dejaron de lado las impugnaciones al régimes y en "un movimiento de genero%0 ‘olvido" ofterieron su apoyo al eapitin general.” LLalealiady la disposicién de luchara favor de Espa ‘se puso a prueba durante ¢l bombardeo de San Juan por la ‘escuadea del Almirante Sampson en le madrugada del 12 de mayo. Segiin Cervera cl propésito del ataque era apoderarse de a capital para establecer alli La base de operaciones de la ccampaia, Califica la defensa, dirigida —desde luego— por ‘Macias, como "uno de los hechos militares mis notables de la histori patria y [..] una victoria que basta por si sola para ‘afizmar la reputacién de un General previsor, inteligente y tereno en el combate..""" Goenaga, Rivero y Cervera diserepan especto a cufles fueron los propésitos éitimos de Sampson, ‘as coinciden con Cervera en coasiderar heroica la defens, pes, afin de cuentas, ol lmirantenorteamericanono tom fa plaza, Pero, micntcas Cervera destacé Ia figura de Macias, Goenagay Rivero identficaron otros héroes, Veamos e6molos present6 Goenaga, A la tarbacion de lx Inadvrtencta sucess segidoment la mas perfor resolution en fos muchas oes lgnoradoe que, sllondo de todas fas class, Wangs Tar aie. MEL lace toa deo esletsdo fener rb rte 3,1, 9 ye ein hn, Co Sinan Caner Ladfma.ea eam Las separa. 4 ‘verceeccccecescerceece 64. eceeeeseceerececoseee asaron a enalecer con herdicaserendad el buen hombre de pana dvante ret horce conseetvas bajo ‘ina epesa leva cd projec ae oud nox prt. Sire los mds oar aural com chat Tor ma foe Ines del publ conden goer i cs por lscatenes attendees wee cote Ie jn ion promess ds pean ns 1 that algona de gloria B pues cn ‘scl cde os reso ef pari essere ostergtio deco es ober, er oenipe ae bat pora eines hchion peo en icles dar cares de farsa e Pence rsa de Juan, a tay os ps ie Gur Ci excre onfeeton de Copey rebel de Cuenta nc oe rap Soca, Lox pa Goes Ter epaiiespt; Rvse nips nae eos gu {pi pit andar ae seaiee pr ef mee tat ibd. op 23, ~nnanvenersccecnccecees 65. ~eereoreceececceeeeece Esta primera actitud de los puertorriquetios, en cuya escripcién coinciden Goenaga y Rivero, no concuerda para nada.con lo que sucedié después, Entonces, qué ocurti? Por ‘gné on ef momento decisivo del desembarco no se Levantaron contra lo invasores? Por otra parte, gedmo se comportaron los ppeninsulares residentes en el pais, muchos de los cuales intograben los cuerpos paramilitares de Voluntarios? Este institato se ere6 después de Ininsurrecién de Lares en 1868 y se nutefa de peainsulares y eriollos pertonecientes al Partido Incondicionalmente Espafiol, Ante la amenaza de guerra, ruuchos puertorriquets liberates acudieron a llamado de lider del gobierno autonomista, Luis Muficz Rivera, para fortalecer Jas fils de ose cuerpo que hasta entonces habia sido mirado con sazonable aprehensin Cuando Cervera, en su conteo de fos recursos disponibles en ol pais para enfrentar la guerra, describi6 las fuerzas de Voluntaris, les quit6 importancia y_eategorta con ellas no se conté munca para Ia defensa del teritorio; y {resultado dela campafa con los americanos demostr6 el buen acierto de no haber contadg con un elemento que sélo perturbaciones y contrariedades produjo durante la invasin’." ‘Goenaga opiné de manera muy diferente I mismo instito de yotunterios, amaio Insumonto contra Tos Mos del pls, deta tadas Tas malas ares de! gobierno, fue wna de ls vltinas ‘de La misma polities fneta que habla secwndado ‘desde 1868. Sts aMaes se provelan de fodo para el {eveio con e coningente de us propa recirsos. ‘Apemar solistarom ramca del gobierno, mosesla ‘tbvenctn para insonmentos de misten. Bgupos y rmanentey, esos de slemnidade, abeoltenenie eam Ta ain FM. “eenseevecececerececes 66. wecorococcoroeocesteee {odo lo castaban sus teaes miembros. Bn tempo de ox, @jnsgar por lat aparataasdelomactone de las tien fie, eel gfe Ieee tm a pondla del abepado sero de Toe wolunariag, em ol mundo migpendide del ded Dias ‘Se aprosimoron lar momentos de la guerra Imemactonal, yentones, las carclas ottes fernaron en das yebirries medides™™ Goenaga y Rivero coincidieron, una ver. més en sus spreciaciones sobre el cuerpo de Voluntatios y en las eazones que provoceron el cambiode conducta, Para ellos, éste se dio primero entre los gobernantes civiles y militares peninsulares de la colonia ya auténome, pues intertaron obliger & los ‘Voluntarios a cumplir medidas rigurosas y arbtrarias. A fos robajados del ejército que cumplian servicios con los ‘Voluntarios, los quisieron reincorporar a las filas del ejreito regular y al acuartelamiento. Después, dispusieron ‘concentratlos en los departamentos en los que se dividiaa Isl, 1o que hizo que muchos abandonaran las armas para regresar a proteger sus familias y sus bienes. Se les most marcada desconfianza al negarlesa los jefes as armas que pedian para ellos. En fin, falt6 apoyo, aliento y moral de los lideres Hamados a estimularos. Tan grande fue ta falta de fe en los hhabitantes de 1a Antlla menor que se extendié hasta los propios peninsulares radicados en ella.* ‘Al final, un instrumento que haban usado las sutoridades peninsulares para dividir la sociedad colonial, contraponer los Voluntarios «los naturales del pais, termin6 ppt ser también victims dels torpozas delos administadores had 1 ocien orspaltrros gp 149, 2628 Rive, Cen, 49> “srnnconencorceccscocees 67. “eecoecotesccereceeeees rmetropolitanos.” ‘SiCerveraintent6 exaltara Macias, cl binomio ctiollolo cearactoriz6 como un jefe débil, buena persona, pero victims, ‘hasta cierto punto, de los que lo rodeaban, en especial del jefe de Estado Mayor, el coronel Juan Camé, a quien responsebilizaron pot la debacle, A éste no le recanocieron vvistud alguna y st incontables defectos”" Goenaga fo tild6 de ‘diculoy de sor el reactive que disolvi6 los Voluntarios, Sexi 1 mético coll lo conoclan como el hidréjfobo de la Fortaleza y encabez6 Ia lista delos que llamsélos sepultureras de Espafia fen América. Goenaga, como Rivero afios més tarde, fue implacable con la cemartlapalatina que rode6 a Macias: Como s ef obra fo depos del gobo se ei Nhl dy come sens probate “espaol, dato’ imntctente, pero in dude incon, Acaso, aca [te] advertid, pro [rosnconente opus odo protein hac fo Ineresenainaes™ ‘Tampoco escaparon las autoridades metropolitanas en la Peninsula del severo jucio de tos cronistas cxiollos. Tildaron sus actunciones de desatinadas y do ir a una guerra desigual pensando en glorias ancestales con raptos de roménticas, como ius, heoicidades* Las imagenes del otro Los verdaderas inasores resultaban ser lor lmados defensores de fa patria, "Gong Tat Hapa. wp 2728 ™ Dedapp WAS, 19.20, Rive, Critic, pp. 470-1, 479.90, 495.97, SL, si compa, Zos spallrerony pp 1.30. bi pp 3139, Rive, Covi, p. 1720. sreneeceoseceeeacesceee 68. “ceeseccecceeceeeeetEce Goenaga, Las sepultureros...p.22 Para los autores criollos, los desatinos de las sutoridades metropolitan e insulares se potenciaron cuandola poblacién pudo contrastar el estado de los ejércitos combatientes. Tanto Goenaga como Rivero describieron con indisimulada admiracién las condiciones de los "soldados equipados a maravilla y dirigidos con singular y sabia destreza", as estrategias de guerra, y el comportamiento OCCESCCESEEEE REET. visita de éste a San Juan” El mismo afio de 1927 también ‘ondujo uns encuesta entre congresistas noteamericanos sobre si favorecerian Ia estadidad para Puerto Rico. Fl senador Hiram Bingham, en el més puro estilo del actual (1997) representante republicano de Nueva York, Gerald Solomon, ie contest6 que favorecertala admision de Puerto Rico como un Rstado de fa ‘Unién cuando la Isle se hubiese americenizado haste el extremo dde que Ia mayoria de Jos portoriquefios pudiese hablar inglés corrientemente"* Entre el amor filial y la modernidad Y tan fuertemente se nftes en todo mi ser aguel excelto amor a Bspaha que, muy adenro y en un rinconcito del Conatén mio, no dormita, sino ue allen en todo su vigor an justo afer, “Ange! Rivero, HT Mundo, 18 de septiembre de 1927 |A pesar del carter polémico y contestario de Ia Créniea, sobre todo contra aquellos que intentaron convert & los puertortiqueti en chivos expiatorios dela derrot, el libro ce, en certo modo, un homenaje a Fspafia.Sanadas fas heridas por ei paso del tiempo, Rivero, in estridencias hispandfilas, pado poner a In nacién sobre 1a estela de funcionarios jndiferentes ¢ incompeteates que no supieron estar a ia altura de as circunstancias nien la metr6poli ni en las colonins, Sitio 'y eumplié el compromiso moral de reivindicar no s6lo a los hhéroes mancillados de la guerra, sino a la propia Espait, tal ‘eal se lo exigid su concicacia de militar e hijo de espafioles. Por 80 0 pudo atacar el largo y penoso sistema colonial, al que ‘exculpé sino que enfilé su atillera hacia personas especificas. HTT ATV 0 wget, 16, 17928 de sep de 1921. bi, 20 dct de 127. “aesroccesceccecececeee 80. eeecrenercescecereceee AL coneluir 1a guerra, muchos peninsulares ppermanecieran en Puerto Rico y libraron un entrejuego que los fengran6 con éxito en el sistema norteamericano. Mientras, smantenian vivas sus més caras tradiciones en torno aia lengua, I religidn y otcas costumbres que avivaban y celebraban en casinos y otras orgenizaciones similares, Rivero mantuvo estrechos lazos con estos importantes efrulos, al punto de ser portador de un retrato pintedo del rey Alfonso XIII dedicadoa allos, ai como del mensaje correspondiente.” Fra una colonia poderosa por sus medios econémicos, influencias politicas y visibilidad social. Nuestro eronista contibuy6, con su libro y otras memorias desu vidarilitary det San Juan de fin de sigo, 4 nutrr las vivenciashispanicas que se fortalecierona fo largo de ladécada del 20 y alcanzaron su méxima expresin en la del 30. Con sus elocueates silencios en torno al racismo, a los arbitratios y despéticos procesos coloniales,y a los profundos conflictos sociales cresdos por las desigualdades de un sistema, injusto, contribuyé a Ia politics del olvido denuncieda por Arcadio Diaz Quifiones”* La omisién de los excesos y la cexaltaciénde los valores heredados fortalecié la hispanofilia Este sentitniento fue una do as armas usadas por las lites del pais para contrarestar Ia intensa —-e infructuoss-—campafa de norteamericanizacion intentada durante el primer tercio del lo veinte. Frente al auge del anexionismo cricllo, eta vivencia continua siendo uno de los instrumentos principales delucha de los antianexionistas. [No he podido precisar hasta ahora cufindo comenzé la "ints, Wie i, ‘ypgentlo Die Qsitones La menor rots Rio Peas, Eons Huot, ee ———{ seenencerencececeeccene B1- CEOs CeTNe ECCT Tee TEES admiracién y In gran fede Rivero en e pueblo norteamericano, pero en el libro no se quedd corto a la hora de enaltcer las ‘ictudes de sus representantes. El amor filial hacia Espafia 0 jimpidi6 que lo sedujeran los aires de modernidad y_ Ins promesas de mayor demoeraci eigualdad que legaron con las Iropas invasoras. Por otro lado, la naci6n nortefa no era una desconocida para los sectors influyentes dea sociedad que en tlla negociaban sus sziicares y se abastecfan de productos ‘manvfacturados yalimenticios. Ademis, el modelo de replica federal era visto por politicos liberales del patio como la sndsima expresin del sistema autonGarico, Mas tna cosa era en Ie metzopoli y otra en In cclonia y a Rivero no le paseron desapercibidas las contradiciones entre el sistema do gobierno prevaleciente en los Estados Unidos y las limitaciones del Sistema impuesto a la Isla, Pra paliarlas, sostuvo convencido que 1 ef Geerlsino Miles Iubiera encontrado ses “aminos bar dae por fers armadas de natives {ear pe ch era een pueblo sberono orf fn vile convvegio ao Carta Atenza qe Tabla sao’ concecida por spate, ta merci Inunfl de Brooke, Hen, San y Wilson bubera Sao algo nds accidents a! Pueblo de Pero ‘leo haber pesado y edd en ms user beanza?" Rivero fueun hombre atrapado entre las tradiciones del pasado y of advenimiento de Iz modemnidad y no quiso renunciar a ninguno de los dos mundos. Fa hibridez reflejaba la ‘mezela dointereses y visiones que trataba de conciliarmesiante la soluci6n antonomista. AI decir de él, éste "easi se confunde Reng a je eT. ‘rarocecoeoceocccecesee BQ. ~ecoeTnTeTeseseeceete ccon fa independencia".” La mayoria de sus esctitos recogen ‘con nostalgia episodios de su vida militar, pero ef modelo ‘eubemamentaly social hacia el que mira es el noteamericano. Por eso, en su casa cohabitaban sin problemas de conciencia, retratoe de Antonio Maura, Nelson A. Miles, Luis Mufioz Rivera, José Celso Barbosa y José de Diego, con libros, cespadas y florets” La Crénica de Angel Rivero es una fuente de indudable importancia para entender lo que sucedié en Puerto Rico durante el proceso de la guerra, Fue empefio det autor no het ssceptibilidades, ni levantar nuevos enconos, a pesar de ser ‘implacable con los que considers culpables de lo scontecido Pero, on su aff de sealarvillanos,quit6Inresponsabilided a dluro sistema colonial, Sin embargo, en la hora decisiva—segiin apunté Goenaga-~ el pueblo puertorriqueio no olvidé. Presentes estuvieron los compontes del alo 87, las persecuciones, los destierros, la falta de paticipaciéa politica y |a frig autonomia concedida a regafiadientes después de un siglo de luchas, los desplazamientos de 1os profesionales criollos por los peninsulares, Ia censura de prensa, las limitaciones educativas, 1as imposiciones silitares, los ‘onerosos aranceles y las restricciones comerciales, el papel de segundén que siempre le asigné Ia motropoli frente a Cuba y otras innomerables avbitrariedades. La sensacién de abandono ddarante Ia guera dio et puntillazo final. ‘A fin de ezentas, los pnertortiquetios cumplieron con el papel de espectadores subordinados que Espafia les requiti6 siempre, a pesar de las impugnaciones criollas, Las TET Ro, Fa Be 1577. aye, Tjader ph S92. seavenneerenceeccereTes BB. LOCOCO NETE CEES arbitrariedadese imposiciones durante ol proceso mismo dela ‘guerra, contrastadas con 1o que observaban en el ejército invaso, les hieeron soflar con un mando mejor dei que vivian bajo Bspafa, ¥ no arresgaron sus vides, negandose a pelear una ‘guetraque no hieieron suys, como tampoco Lo hicieron los jefes peninsulares que habfan jurado defender la plaza. El pueblo ccombatié y resistié a sa manera: no tomd las armas para ‘defender Espatis como lo hizo en 1797 frente aos invasores| ingleses. Para la hambrienta poblacién rural, como para fos, ricos hacendados eafieros y fos profesionales ¢ inteletuales ignorados y perseguidos, el adversario inmediato eran las aautoridades espafiolas, no los norteamericsnos que les Ccompraban el azicary prometian lbertades democratizadores. ‘Lo que sucedié después es harina de oto costal {Qué vigenca tiene la Crénica para tos estudiosos dea guerra? Bs innegable que algunos de sus planteamientes se han superado definitivamente, como el que sostiene —siguiendola vision de su gran amigo Roberto H. Todd— que los snorteamericanos legaron por invitacion. Esta versién s6lo la sostienen hoy algunos politicos desorientados. Investigaciones bien fandamentadas han demostrado hasta Ia saciedad el largo interés del coloso nostefio por establecer su hegemonia en Caribe. Los eseritos de Maria Bugenia Estades al respecto (en especial su libro La presencia mititar de Estados Unidos en Puerto Rica, 1898-1918) son contundentes™ También lo cevidencia Gervasio L. Garela en su articulo "Strangers in Paradise? Puerto Rico en Ia correspondencia de los cénsules Fei Fegan TRIG Font, La prsecla sitar de Bstar Unis on Deer on 1598-1918) Inarcsestoatscos) daminacion colonia. Sa ‘i ilnes Hci, 198 sreveserorerecseccecses 84. nevescevescocneoeretee norteamericanas (1868-1900)"," En realidad no era necesatio que os norteamericanos expicitaran su interés por Puerto Rico ea los planes de guecra; los hechos hablaron por s solos. Los trabajos de Fernando Pied, sin desmentir la supetioridad militar de los norteamericanos, han matizado y acortado un poco esas distancias al narrar el estado de las tropas bisofias, inexpertas, que hubieran confrontado dlificultades frente @ otras més experimentadas, algo que ya habia insinuado Rivero, Podemos sefalar otras inexactitudes y yyerros. Pero, en esencia, la Crénica es un libro indispensable para acercamos aos heckos acontecidos, para apreciar el lima de confusion y el caos que imperd en los meses que twanscustieron desde que las nubes de guerramancharon e! cio catibenio. Sobre todo, tiene actualidad porque incita a un replanteamiento de las circunstanciasinsulares en el ocaso del régimen espafiol y @ une comprension més abierta de las rmotivaciones tras el recibimiento dado a los invasores, Para un pais que acudié como invitado forzado a un conflicto bélico que no bused y durante el cual nada le permitieron decir ni hacer, que tavo que afiontar su traspaso como botin de guerra’ una nuova metrépoli, cuyas cconsecuencias buenas y malas ain se viven y diseuten; y que, encima, tuvo que escuchar acusaciones de entroga, desalted y cobardia, los planteamientes de sus propios eronistas son clocuentes testimonios del desberajuste que ocurrié en Puerto Rico en la guerra entre imperios de fn de siglo, asi como pistas firmes par tratar de entender las complejas contradiesiones de presente age in Padi? Pact Rico esa carepondencia eameeanos (1862-1900), ca BI Corie ene ners {Cologio le Prinean) Numer exortinas Sep. Ci Reva del Contre Se naigactonesHtirtens Nos, OT. 2S 85. verneveerececercenese Los espias estadounidenses de la Guerra Hlspanoamericana en Puerto Rico’ Por Roberto Ramos-Perea Introduecién: Los sucesos que ocupan nuestra reflexién durante todo este afto, relativor a Ia Guerra Hispanoamericana en Puerto Rico, nos imponen conclusiones diversas, Tema croeio dele eset, pcs ser eteinde cos eat gue eee rer in ng eg Canes te cn "Fags mie Toque seta enooniaio en asus de npc, rion do Cosreponsics, eas y ote fonts primar, brag de en pate dee pera enue Ico Ge utes psi yap Wlogafi. at elo {hae pens uray sana euodaeclon sana 8 eR ot i

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