Está en la página 1de 2

La agricultura de la zona trrida

Pese al tiempo y a los muchos cambios que ha experimentado la poesa de


habla espaola desde el siglo XIX, el gran poema de Andrs Bello Silva a la
agricultura de la zona trrida, publicado por su autor en Londres en 1826,
sigue despertando entre los pblicos cultos de Amrica y Europa la
admiracin que empez a tributrsele no bien el sabio poeta venezolano
diera a conocer esta magnfica obra suya.
Tan perdurable vivencia del poema de Bello se explica no slo por la belleza
de sus estrofas (algunas de las cuales pueden compararse con las ms
pulcras de la poesa del Siglo de Oro espaol), sino tambin porque, en su
significado, hubo algo de proftico para toda la lrica americana. En una
poca en que la mayora de los poetas del Continente (incluso los ms
cultos y capacitados) desdeaban por completo el paisaje y las grandes
realidades histricas de Sudamrica, Bello, con una intuicin asombrosa,
dedica su mejor canto a la flora de este suelo, en una llamada potica que
por largo tiempo ira a resonar en los enormes mbitos del mundo
americano.
ste es precisamente su mrito inmortal. Con la Silva a la agricultura de la
zona trrida nace la gran poesa lrica de las naciones americanas. Una
poesa que ya no vuelve los ojos a Europa en busca de motivos
inspiradores, sino que se adentra, majestuosa y vital, en la ms pura
sustancia del vasto universo de Amrica.
Todo en la Silva de Andrs Bello conduce a la exaltacin de esta realidad
que tan insensibles haba dejado a los poetas de siglos pasados. Una
realidad donde se confunden tumultuosamente los hombres del heroico
mestizaje y la inmensa visin de una naturaleza mgica y desbordante. A
partir de la hora en que se concibe, se escribe y se publica el poema de
Bello, la poesa americana encontrar por fin su verdadera expresin y la
ruta ms natural que luego habran de seguir sus futuros cantores.
En el proyecto original de Bello, este canto deba ser apenas uno de los
fragmentos de una gran epopeya americana que el poeta no pudo terminar,
debido a mltiples factores que impidieron su realizacin. Pese a todo,
la Silva a la agricultura de la zona trrida, por la gran riqueza de sus
imgenes, por la unidad de fondo y de forma que encierra y por otras
cualidades no menos valiosas, ha logrado ya la consagracin definitiva que
merecen las ms puras obras de la lrica universal. Y ciertamente de este
modo habr de juzgarse siempre.

También podría gustarte