T

odo el mundo sabe

que
soy
un
soador. Aunque a
buen seguro, otra
persona habra usado un
trmino menos benvolo
para
definirme.
No
obstante, mantengo sin
dificultad el aprecio de la
gente tal vez porque soy
un soador apacible y
habitualmente inofensivo.
No fue siempre as. Los
biempensantes y fanticos
del orden se rasgaran las
vestiduras si sospecharan
qu soador, qu rebelde y
empecinado soador fue
en otro tiempo.

Tratamiento informtico de la informacin

or aquel entonces
no haba sufrido
an
la
primera
seal
de
disminucin de m mismo,
aquella
traumtica
amputacin de una muela;
y la pleamar del cabello
sobre mi frente alejaba los
temores
de
hipotticas
retiradas, de modo que
poda divertirme soplando
hacia arriba para ver
agitarse mi flequillo.
(El verano de la
linterna mgica. Fernando
Martn)

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