EL DISENO EN LA VIDA COTIDIANA
Heskett, John
Gustavo Gili (2005)
ISBN: 84-252-1981-7
Universidad de Chile
Escuela de Disefio
Curso: Metodologia de la investigacion
7. Identidades
Podemos utilizar objetos y entornos para construir ciertos signos
‘equines somos, para expresar la idea que tenemos de nuestra
identidad. Sin embargo, la construccién de identidad va mucho
ins alld de la expresién de quignes somos; puede ser un intento
Ulcliberado de individuos y organizaciones, incluso naciones, de
«rear una determinada imagen y un significado con el fin de mol-
lear, y hasta sustituir, lo que los demés perciben y entienden.
En el plano personal, y en el mundo de artificio en que vivi-
mos, una de las principales transformaciones que podemos
‘emprender es la de cambiar nosotros mismos. Para mucha gente,
hoy dia, la dentidad personal es tanto una cuestién de eleccion
‘como la expresién de cualidades heredadas o cultivadas, incluso
husta el grado de la transformacién fisca: el nimero de personas
«que se someten a una u otra forma de cirugia estétia y las canti-
slades de dinero invertidas en ese dmbito en Estados Unidos estin
slcanzando proporciones desmesuradas. En un nivel menos dris-
tico pero no menos poderoso, la publicidad nos anima de conti-
‘uo a ser la persona que secretamente descamos ser —con imi-
senes de lo que podria o deberia ser—, una transformacién que
ve lograrfa ostensiblemente mediante la simple compra del pro-
\lucto anunciado,
La comercializacién de una imaginerla personal como gancho
para incentivar el consumo ha producido efectos curiosos al
125,cextenderse por el planeta. En Japén, por ejemplo, los adolescen
tes pueden manifestar simultincamente caracteristcas im
por su educacién en la tradicién nacional y a la ver identificars
ccon otros adolescentes del mundo en asuntos como la ropa, el
maquillaje, la comida y la misica. En otras palabras, se puede ser
al mismo tiempo miembro de la propia cultura y miembro de uns
‘0 més subculturas que tengan poco en comin con la cultura tl
mayor rango.
Mientras tales influencias penetran aiin més profundamente vw
todo el mundo, otra transformacidn se produce a raiz de la migra
cin de muchas personas a paises mas prosperos en busea de uns
vida mejor. La teenologia moderna, como las comunicaciones pon
satdlite, la tecnologia de impresién a pequefia escala ¢ Internet
permiten ala gente vivir al mismo tiempo como ciudadanos de uns
sociedad anfitriona —y tal vez miembros de alguna subcul
profesional, como la medicina o la arquitectura— y mantenet
intacto en sus hogares y localidades lo que ellos consideran la cul
tura esencial de sus origenes.
Una vez mis, el modo en que esto ocurre individualments
depende mucho de su eleccién, Si el aleance y la flexibilidad de lay
‘comunicaciones modemnas permiten que los emigrantes contacte
ficilmente con la distante cultura propia y apoyen y refuercen »
conciencia original de identidad, simultineamente ralentizan cual
‘quier necesidad de asimilare integrarse en las condiciones distin
dela cultura de acogida, Tal vez esto erea una sensacin de rique,s
y diversidad en cl pats de acogida, pero las obvias diferencias, «1
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Identidades
particular las diferencias que se aprecian a simple vista, tamb
pueden convertirse en un motivo de resentimiento.
(Otra faceta de la construceién de identidad deriva del gran
rnimero de naciones creadas por el hundimiento del imperio so
sietico a finales de los ochenta o por la descolonizacién descle la
| Guerra Mundial, lo que ha dado lugar a una bisqueda de simbo
los para expresar el sentido de la independencia recién conquista
«la, Criaturas miticas, ya menudo agresivas, de fuentes herallicas
Aguilas, leones y grifos— se imprimen en moneda y billetes
bancarios yuxtapuestas a imigenes de abundancia, como sonrien
tes doncellas con trajes folkléricos Hevando gavillas de cer
én abi, Iai
centre una gama de posibilidades.
Incluso para las naciones que llevan largo tiempo establecidas, la
ntidad es, aparentemente, cuestidn de elegir
imagineria puede ser objeto de interés. Los rediseftos de la figura
femenina de Marianne, el simbolo de Francia, provocan inevita
blemente un aluvién de apasionadas discusiones. Uno de los mis
extrafios rasgos del Reino Unido al terminar el siglo XX, consist
‘en las propuestas de reclaborar la imagen nacional, a partir de
‘como veian el pais los extranjeros, para actualizar el concepto de
Cool Beitania Elaltercado que siguid —el término ‘debate’ exage
3. Goo! aama porque, en los sesenta, todo lo britinico estab de mevla
(era col, que ex como decte que "molab), Carmaby Street, [a mini, lox
Heatles, lo
jing London”, Ademis, Coo! Brizama rimaba con Rule Britta
ia, Tega dl imperio, Bairintent# actualizar el concepto en plea cpoc ate
cscidalos reals, vaca locas, et, y mo two exit. (del T.)22. Inventar la tradicién:idenidnd nacional de Eslovenia
Ndentidades
raria el nivel del intercambio— entre los conservatlores recalci-
trantes que defendian el statu quo y quienes defendian un modelo
basado en el marketing para cambiar todo lo que no fuese cool, no
lego a buen puerto. Tal vez el error fatal de los defensores de la
nueva imagen fue no comprender que las ideas comerciales no
pueden aplicarse con éxito asegurado a otros contextos. La arro-
{gante pretensién de que el mundo de los negocios es “el mundo
real", como suele decirse, y por tanto, que sus concepts sirven de
‘modelo para el resto de la vida, se basa en una simplificacién. En
términos pricticos, es mucho mas dificil para cualquier gobierno
controlar todos os aspectos de una sociedad, incluso bajo una dic-
tadura, que para una empresa comercial controlar sus productos y
servicios y establecer asf una marca
Las disputas en tomo a la
extraias, pero existen pocas dudas sobre su poder de motivacién,
lentidad nacional pueden resultar
incluso en paises industrializados, cuando parece haber tan pocas
causas capaces de involucrar a la gente. Otro ejemplo del Reino
Unido en los aos ochenta fue la profunda reaccién ante las nue-
vas cabinas de teléfonos, instaladas a rafz de la privatizacin de los
‘cio telefonicos por parte de British Telecom. Esta compaiia
i definir ante la poblacién su condicién independiente sus
tiruyendo las tradicionales cabinas rojas de teléfono en todo el
pais, La nueva versién, bisicamente una caja de cristal, se habia
comprado a bajo precio a un fabricante americano. Se decia que
las nuevas cabinas cran més eficaces, y en muchos aspectos era
cierto, Pero reemplazaban un modelo utilizado desde 1936, que
2se habia convertido en un icono distintivo de la identidad britini
‘a, muy utilizado en carteles de viaje y publicidad turistica, de
modo que la decisién generé un sorprendente estallido de indig
nacién pablica,
Desde entonces, British Telecom ha encargado varios redisefios
de sus cabinas, pero nunca ha acabado de apaciguar el resentimien
toante la eliminacién de un elemento tan familiar y tinico del pai
saje cultural. Estas reacciones ante el cambio pueden basarse en la
nostalgia, en este caso con cierto componente de irracionalidad,
pero los problemas son reales.
La iinfluencia de las diferencias culturales en la prictica del
disefio es uno de los problemas més profundos generados por la
globalizacién. Los problemas que surgen de las diferencias cultu
rales pueden resultar un campo minal para las empresas con
ambiciones de extender sus mercados. La firma norteamericans
de electrodomésticos Whirlpool tuvo que aplicar un enfoque glo
bal/local a sus productos, sobre la premisa de la adaptacién en
funcién del pais. En el caso de una de sus lavadoras, en la India,
por ejemplo, tuvo que adaptarla para que lavara saris de eines
metros sin que se enmarafiasen y en Brasil, afiadirle un ciclo le
prelavado debido a la creencia local de que sélo el prelavad
Jogra una limpieza real.
En cambio, Gillette ha tenido éxito con su teoria de que las dif
rencias culturales afectan poco al aeitado. En lugar de gastar mille
nes adaptando sus productos a los gustos de diferentes pais»
Gillett trataindistintamente todos los mercadose intenta vender ls
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23, Defender la tradi: cabinas de teléfonos de Brish Telecom
antiguas y nuevasIdentidades
‘misma cuchillaa todos, una estrategia que ha funcionado muy bien,
El factor cultural estérelacionado, obviamente, con los expecficos
patrones de uso de los productos particulares. Los criterios glo-
bales, pueden aplicarse a algunos productos, en general, a los rela