Está en la página 1de 2

El Papá Noel empachado

El día 24 de diciembre, Papá Noel estuvo


repartiendo toda la noche regalos. Entró en
una casa por la chimenea y como se dejaron
el fuego encendido ¡Ah, ah! Me he quemado
todo el culo- dijo muy fuerte.
¡Uy, que se van a despertar!- añadió con voz
bajita.
Primero entró en el cuarto de los padres,
luego en la del niño chico y por último se
dirigió al cuarto de Sara. Sara se había
quedado despierta para ver a Papá Noel lo
mismo que su amigo Eric había hecho el año pasado.
Papá Noel abrió la puerta poco a poco y vio por una rajita a Sara, aunque
pensó que estaba dormida.
Así que salió al salón para poner allí los
regalos. En ese momento escuchó detrás de
él una voz que decía:
-¿Quién eres tú?¿Qué haces aquí?
Papá Noel se giró y vio a Sara.
Soy Papá Noel y vengo a dejar regalos a
todos los niños.- contestó.
Sara entonces le miró y añadió – ¿es qué no
te vas a comer las galletas y la leche?
La verdad es que he comido ya muchas
galletas y he bebido mucha leche. En todas las casas que visito me dan lo
mismo.- explicó Papá Noel.
Bueno y como tengo que hacer todavía muchas visitas me voy corriendo.
Adiós y hasta el año que viene- dijo Sara.
Cuando Papá Noel llegó a su casa ya le dolía la barriga, se tomó un gelocatil y
pensó- otro año empachado con las galletas y la leche-y fue a ponerse el
pijama. Al quitarse la chaqueta, una nota se cayó de su bolsillo. La nota era de
Sara que con una bonita caligrafía decía:
Gracias Papá Noel por haberte
dejado ver, pero te recuerdo
que no me dejaste el regalo así
que me lo debes para el año
que viene. Un beso.
Sara

También podría gustarte