cuando atacaba Morfeo. Los cabezazos, la inclinacin del cuerpo de la verticalidad a la horizontalidad, las aperturas bucales hasta el descoyunte de mandbulas. Un cromo, el espectador medio.
Toda la vida reclamando partidos de
ftbol en Navidad, como hacen en Inglaterra, y cuando los gerifaltes del cotarro se animan, es para urdir una chapuza. Slo a grandes capacidades cerebrales se les ocurre jugar en da laborable y a las cuatro o las seis de la tarde. Total, menos gente en los estadios que en una jornada normal. Para hacerse mirar la capacidad de estupidez de algunas mentes. Acuda el Atltico a Vallecas con la intencin de mantener el coliderato. Ganar se antojaba fundamental y a ello opuso el ardor y el sudor de siempre. Tambin, el juego rampln que acostumbra. Y es que cada vez se parece ms el conjunto del Cholo a Rafa Nadal. Gana da s y da s, lo merezca o no, pero contemplar sus actuaciones es como acudir al dentista. Da miedito. Porque jugar, lo que se dice jugar, lo hace el Atleti de pena. Tuvo las mejores ocasiones en el primer tiempo el equipo rojiblanco (slo faltara dada la diferencia de calidad), ms el control de juego es otra cosa. Los locales y su ftbol preciosista tampoco comparecieron. Las sandas y los melones visitantes se impusieron en
No mejor el asunto tras el descanso. Al
menos de la parte colchonera. Porque los chicos de Paco Jmez, s comparecieron en el terreno de juego. La tuvieron, la movieron, llegaron y pusieron a prueba la solidez de roca de la zaga menos goleada de la liga. Salvaron las opciones de peligro como quien lava. Pasaban los minutos y otra vez se escapaba el mantenimiento del liderato. Pareca que el vrtigo de los pisos altos del campeonato se impona al partido a partido. Hasta que apareci la calidad y el talento en quien menos se esperaba. El canterano Thomas, un chaval senegals casi indito en el torneo, compareci en el csped de Vallecas para poner el encuentro patas arriba. Dos jugadas suyas repletas de clase y potencia. Dos definiciones excelsas de Correa y Griezmann. El Atltico ganaba tres puntos y coronaba el nmero uno.