Está en la página 1de 31
 
¡¡¡NO QUIERO IR A LA ESCUELA, MAMA!!!!
JORGE EDUARDO NORO. norojor@cablenet.com.ar
 
1
 
¡¡¡NO QUIERO IR A LA ESCUELA, MAMA!!!!
JORGE EDUARDO NORO. norojor@cablenet.com.ar
 
2
¡¡¡¡NO QUIERO IR A LA ESCUELA, MAMA!!!!
JORGE EDUARDO NORO
1
 
[UNA HABITACION DE UNA CASA O DEPARTAMENTO. HABITACION PEQUEÑA, DESORDENADA. PLACARES ABIERTOS, BIBLIOTECA, ESCRITORIO, UNA CAMA. ALGUIEN QUE INTENTA DORMIR, NO PUEDE. PAPELES, LIBROS, PRUEBAS. EN UNA SILLA, LA ROPA. SE DA VUELTA, DICE PALABRAS INCOHERENTES, Y DE PRONTO DE DESPIERTA] [HOMBRE DE ASPECTO DESORDENADO, MAS DE CUARTENTA AÑOS. DESPEINADO. BARBA] [SE SIENTA EN LA CAMA Y DESDE ALLI COMIENZA A HABLAR. NO TIENE RELOJ, PERO SUPONE QUE EL DESPERTADOR ESTA POR SONAR. NO HAY ALMANAQUE. NO SABE QUE DIA ES. PERO ESTA DECIDIDO A PARTIR PARA SU TRABAJO, ESTÁ CONVENCIDO QUE NO PUEDE FALTAR Y NO QUIERE LLEGAR TARDE]
¿Qué hora es? No pueden ser las 6,00, porque el despertador aun no sonó y yo
 –
 por reglamento general del MINISTERIO DE EDUCACIÓN
 –
 hace más de veinte años que me levanto a las seis, todos los días, llueva, truene, caiga granizo o nieve, o salga el sol. Herencia sarmientina. ¿Qué día es hoy? ¿En qué siglo estamos, ya llegó el 2000? ¿En dónde estoy? ¿A qué hora me fui a dormir anoche? ¿En dónde, con quien? Me parece
que dormí solo porque lo que veo son papeles, libros, pruebas…
y además no recuerdo a nadie que haya estado anoche, noche de jueves, aquí. Estoy demasiado perdido y lo peor es que en una hora
 –
 supongo - debería estar dando clases. ¡¡¡Que mal que me siento!!!! ¿Cuando se terminara esta tortura? Ustedes pensaban que se iban a encontrar con UN ALUMNO de esos que cada mañana escucha el despertador o los llamados de sus padres y comienzan con la cantinela: ¡HOY NO VOY A LA ESCUELA MAMA!, ¡HOY DEJAME FALTAR, PAPA! Y a esa hora de la mañana en que los padres no quieren escuchar nada, absolutamente nada, porque están organizando la jornada y partiendo para el trabajo, aparecen razonamientos lógicos propios de la dialéctica hegeliana del hijo-alumno: Mamá, hoy no tenemos mucho que hacer, en realidad nunca tenemos nada, pero además hoy tenemos al pesado de química que quiere arruinarnos el viernes con una evaluación y, además, tengo que entregar un trabajo que teníamos que hacer con Marcos, que se fue a pasar
1
 Registro de PROPIEDAD INTELECTUAL. Depósito hecho en la Dirección Nacional del Derecho de Autor. Expediente nº 5028955. 2000. 2015
 
¡¡¡NO QUIERO IR A LA ESCUELA, MAMA!!!!
JORGE EDUARDO NORO. norojor@cablenet.com.ar
 
3
el fin de semana a Córdoba.. ¡DEJAME MAMA, TE LO PIDO POR EL AMOR DE DIOS, DE TODOS LOS SANTOS, DEL PAPA FRANCISCO, DE LA ABUELA Y TODOS LOS
FAMILIARES…
! y a continuación vienen
 –
 como en la APOLOGÍA del finadito SOCRATES
 –
 el recurso argumentativo a la promesa y al compromiso: Yo te prometo que hago todo bien, que no gasto en nada, ni les demando más dinero, que no salgo el fin de semana, que dejo ordenada la habitación, que lavo los platos y el auto, y que no te no
suplico que me dejes hacer un tatuaje…
 El silencio de los padres da por concluida la dialéctica. Pero NOOOOOO, no seguiremos escuchando esta sarta de estupideces, fruto del delirio y la pereza genética de alumnos trasnochados No se trata del pedido de un alumno o de una alumna, porque muchos de estos, no piden, deciden. Se trata de otra historia. Ya que ustedes están allí, observando mi humilde habitación de DOCENTE ARGENTINO, y mi curioso aspecto de DOCENTE ARGENTINO recién amanecido, dando lástima, espero entregarles una buena historia, una historia que no los defraude.
[TARDA UNOS MINUTOS EN PONERSE DE PIE Y COMENZAR A ORDENARSE. MIENTRAS TANTO SIGUE HABLANDO. TIENE LA ROPA DE DORMIR, SE ARREGLA EL PELO CON LA MANO]
SOY YO EL QUE NO QUIERE IR A LA ESCUELA. Lo que ustedes escuchan. Hoy no voy a ir al trabajo, no voy a dar clases. Lamento si entre ustedes hay padres de algunos de mis alumnos. No quiero, no puedo, no tengo ganas. ¿Acaso no dicen o hacen eso todos los días muchos de los alumnos y nadie les dice nada? Porque, convengamos que el ejemplo anterior es casi una excepción: muchos estudiantes se levantan solos y administran sus ganas de ir o no ir. ¿Llueve? No voy. ¿Tengo prueba? No entro. ¿Mis compañeros nos van? Me escapo. ¿Hay inflación y se disparó el dólar? Nos rateamos con los amigos. Pero volvamos a nosotros: no pienso ir, ni llamar, ni nada. Simplemente me hago UNA RATA, UNA RABONA, UNA CHUPINA, la sin-cola, la yuta, y sus otros nombres más extraños: matar aula, hacer campana o novillos, irse de pinta, hacer la huyona, hacer la capona, hacerse la piarda, capar clase, chacharse, comer jobo, fullarse la clase, hacer borota, hacer pirola, irse de capiusa, jubilarse, latar, pegarse la huyona, tirarse la pera, pavearse de la escuela. Y me pregunto, ¿cómo harán los alemanes, los noruegos, los coreanos, los canadienses y los tan citados finlandeses para ratearse? ¿Será un fenómeno universal o propio de las culturas latinas del mediterráneo? ¿Por qué hay tanta riqueza SEMANTICA en esta acción única (significado) al que han bautizado tantos significantes? No se trata de quedarse en casa, con el permiso o y sin el permiso de los padres, tutores o encargados. ¡NO! SE TRATA DE SALIR vestidos y preparados, con libros o sin ellos, rumbo a la escuela, fingiendo un día normal y, en el camino o en la puerta de entrada, solo o acompañado, elegir otros rumbos y no aparecer por el aula. A una hora prudente, emprender el camino de regreso y llegar a casa como si nada. En casa los padres de hoy preguntan poco y sospechan menos, así que bastan algunas acostumbradas frases generales: Todo bien, ma. Hicimos lo de siempre pa. No trabajamos mucho porque faltó la de inglés, progenitores. Y ya está. ¿Acaso los padres de los adolescentes conocen los horarios escolares de sus hijos? ¿Saben cuáles son sus

Recompense su curiosidad

Todo lo que desea leer.
En cualquier momento. En cualquier lugar. Cualquier dispositivo.
Sin compromisos. Cancele cuando quiera.
576648e32a3d8b82ca71961b7a986505