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YEE N AGENTE FORESTAL 44548 OLIETE de prevencién y lucha contra los MINISTERIO DE AGRICULTURA ISTITUTO NACIONAL PARA LA CONSERVACION DELA Feit: Instituto Nacional para ta Ganserwaida de fa Hatsratara itor Agricul moreso por EGRAF, $.8-0.LM261S5/198 ISBN BE7EIE05 5 PREAMBULO Los bosques suministran una serie de productos ¥ servicios cada vez mas necesarios a nuestra civilizacion. Por ello al ser destruidos por los incendios se originan dafios que pueden llegar a ser irreparables. En los Gltimes afios el problema de los incendios fo- restales ha adquiride gran virulencia en Espafia por diver- sas causas: Aumento de la superficie de bosques por la reploblacién; aumento dal namero de visitantes a los mon- tes; disminucién del consumo de leas y brozas; desfa- vorable climatologia. Todo ello obliga a intensificar las medidas preventi- vas y a mantener & punto el dispositive de extincion para defender nuestra riqueza forestal y proteger la Naturaleza de nuastro pais. En esta linea de accion, el Instituto Nacional para la Conservacién de la Naturaleza ha decidido reeditar el «Manual de prevencion y lucha cantra incendios toresta- les», para ria, las normas preventivas y de extincién y las medidas de seguridad y socorrismo que deben aplicarse en esta clase de siniestros. ulgar los conocimientos basicos de la mata- CONOCIMIENTOS BASICOS El fuego El fuego, en términos sencillos, es el fenémeno que se produce cuando se aplica calor a un cuerpo combustible en presencia del aire, Una vez ink ciado el fuego, el calor generado por la cbmbustién proporciona la energia necesaria para que el proceso continue. Cuando afecta a combustibles vegetales naturales y se propaga a tra- ves del monte, recibe el nombre de incendio forestal. Para que un fuego comience o se mantenga es condicién indispensable que concurran en el mismo sitio y al mismo tiempo los tres elementos an- tes citadas: combustible, aire y calor. Por tanto, para evitar que se produz- ca un incendio 6 para extinguir los ya iniciados, sera preciso eliminar algu- ng de tales elementos, por ejemplo impidiendo que [as llamas alcancen al combustible (cortafuegos) 0 enfridndolo con agua, © recubriéndalo con tie- Tra para evitar su contacto con el aire, Sus causas Unicamente los incendios ocasionados por el rayo, resultan completa- mente alenos a la intervencién humana. Los restantes, que suponen el 95 por 100 del numero total, son imputables, con los porcentajes que se expre- san a las siguientes causas (Fig. 1) El 25 por 100 a negligencias; [Quema de pastes, de residuos agricolas 0 forestales y de desperdicios. Trabajos y explotaciones del monte, realiza- dos ono con aux del fuego. Hoqueras encendidas por excursionistas, de- portistas o transetintes para comida, luz o calor, imprudencias de fumado- res, ete.). El 1 por 100 a log ferrocarriles: (Chispas y carbonillas de las maquinas ‘con hogares alimentados por carbén). El 4 por 100 a otras causas: (Lineas eléctricas. Maniobras militares, Co- hetes y globes. Motores y maquinas. etc.) . E140 por 100 son intencionados. Por ultimo, los origenes del 30 por 100 remanente no llegan a determl- narse claramente y se agrupan bajo la denominacién conjunta de causas desconocidas. De aqui el interés de investigar, una vez extinguido el incen- dio, las causas que los provocaron y sus autores Combustible vegetal Combustible és tode cuerpo que pueda arder. El monte esté constituida por gran niimero de materiales combustibles: cubierta muerta, hierbas, plan- =a Raley LAS COLILLAS QUE SE_ARROJAN EN- LAS HOGUERAS, LAS CERILLAS QUE 4 GENDIDAS, LOS TUBOS DE ESCAPE SE TRAN SSINUAL ACA DE LOS VEHICULOS, LAS CHISPAS Y LA CARBONILLA DE LAS CHIMENEAS INSUFICIENTEMENTE LOS FERROCARRILES, PROTEGIDAS Y LOS BASUREROS. FIG. 1, - SON CAUSA FREGUENTE DE INGENDIOS. tas no lefiosas, matorral, arbustos y arboles. De aqui que el fuego represen- te siempre una amenaza para su pervivencia Atendiendo a su facilidad para quemarse. los combustibles vegetales s¢ clasifican en: Combustibles ligeros: los que arden répidamente, entre los que figuran el tapiz herbdceo, el matorral y el arbolado joven. Combustibles lentos: jos que el fuego consume con lentitud, tales como los troncos, tocones, ramas gruesas, raices y turberas. No debe olvidarse que las coniferas (pinos, abetos, etc.), por contener en su interior resinas, que son substancias inflamables, arden mas fécil- mente que las frendosas (robles, hayas, etc.). Clases de fuegos forestales Seguin el estrato a que principalmente afecten, se diferencian las si- quientes clases de fuegos forestales (Fig. 2). Fuegos de superficie: los que se extienden quemando el tapiz herbacea y el matorral. Suelen ser los mds frecuentes porque este tipo de vegetaci6n, al acusar répldamente la falta de humedad y arder con facilidad, resulta muy propiclo a la iniciacién y propagacién de las llamas. Es mas, gran nu- mero de incendios de las demas clases en sus comienzos son simplemente incendios de superticie Fuegos de copas: jos que avanzan consumiendo las copas de los arbo- les, Como [a fuerza del viento es casi siempre mayor a nivel de copas que a nivel de matorral, el fuego de copas avanza mas répidamente que el de su- perficie, adelantando a éste. Fuegos de subsuelo: los que se propagan bajo la superficie, allmentados por materia organica seca, raices © turba; al contrario que los anteriores su desplazamiento es lento, yendo detrés de los de superficie. Propagacién del fuego.-Cémo se extiende En un monte Hanoy homogé- neamente poblado, un fuego que se inicia un dia de calma, se extiende con la misma velocidad en todas las direcciones, quemando una su- perticie de forma circular. Mas como tales supuestos no suelen darse, la velocidad de propagacién de los incendios difiere, no sdélo de unos sinigstros a otros, sino en sus distintes frentes de fuego. Se denomina di r de una linea de deft 2 le quemar el mate- Intermedio hasta el boi aa aet ean apenas sofocado | incendio, la superficle quemada de la no quemada. No es prudente establecer con carécter general si el combustible que se extrae al preparar la faja, debe depositarse en el lado del fuego 0 en el opuesto. Como se sabe, los efectos mas destacados que se derivan de la acumulacién de material combustible en un sector son dos: dificulta el mo- vimiento de personas a su través y contribuye a que el fuego tome en él fuerza. Por tanto, es aconsejable lo siguiente: esta clase para reforzar ja ca FIG. 29. - LAS FAJAS DE APQYO QUE SE_ABREN A MEDIA LADEAA SE COM- PLETAN CON ZANJAS GAPACES DE de la zanja dependerdn del gr endien | tamafio de los ma- ales. nados. (Fig. 28). RETENER LOS MATERIALES EN IGNI- CION QUE PUEDAN BAJAR RODANOO. ‘Empleo de medios aéreos en llevar agua al frente de fuego, salvan = de ia falta de comunicsciones por tlerra. Por otra parte, st ve 2 le es de transporte le: actuar con gran rapidez, lo que portancia en los ineandios.. nes que se utilizan en extincion, n lo en € tales como rias, puertos, bahias, etc. ‘cargar mediante manguer. También seem licop con depo: gados, que se cargan desde tierra o sumergiéndolos en un punto de toma de aqua. —_7— FIG, 30. - AVION DESCARGANDO AGUA SOBRE UN INCENDIO 98 medios aéreos pueden realizar trabajos de prevenci clr os de } pravencion se refieren fi entalmente a la ;conocimiento de los incendios. Los trabajos de extincién se pueden enumerar como sigue: a) contener incendios incipientes; b) apagar focos muy calientes que supongan especial peligro para loa equipos de tierra; c) Batten fuegos secundarlos o focos aislados; d) ablecer un cortafuego y enfriar el ambiente para facilitar el tra- baja de los equipos aes - Para que su actuacién sea eficaz son necesarlas las siguientes condi- clones: — 28 — a) en estar ci tados por radio con la red de vigilancia para sa- lir en cuanto. se tenga noticia del fuego. En las zonas en las que se produ- cen muchos incendios simuMéneamente, interes a extincion estén auxiliades por avi ‘lige! a er pen , para determinar la peligrosidad del incend eccionar lego al que debe acudirse primero. b) n disponer de un punta de carga de. agua relativamente proxi- ‘mo al fuego. La distancia util varia segin el modelo de avion. Muchos de los balses existentes en Espana son aptos para los aviones anfibios. terrizaje de avionetas También pueden emplearse los aeropuertos es interesante preparar pistas en los montes can puntos de toma de agua. c} Deben trabajar en colaboracién con los equipas de tierra, ya que a &stos corresponde [a extincidn final del fuego. Normalmente, cuando el in- Cendio esté sofocado, los aviones pueden retirarse, salvo que exista pell- gro de reproduccién, dejando que dichos equipos lo extingan totalmente Cuando Ios aviones pesados actdan en el mismo sitio que sonal de éste debera retirarse de la zona de al aproximarse el procurando hacerge visibl ilotos, antes de descargar, reconocen wna, lo que les permite localizar al personal de t or diversas circunstancias, no es posible retitarse, hay que echarse | “un tronco 0 dé una roca, con la cabeza hacia donde viene ni modo se evitan lesiones producidas por materiales desprendidos al chocar el agua contra el suelo. Como llimitaciones para el empleo de medios aéreos se pueden citar: a) ndiciones meteorolégicos que dificultan el vuelo, como él fuerte viento: b) la mala visibilidad (nleblas) 0 ta falta de luz natural (noche) ; 6) laexcesiva distancia del fuego a la base de los aviones a a los intos de toma de agua. Desarrollo de la exti Descubrimiento _y notificacién del incendio nto es observado un faco de fuego, se ha de i tentar apagarla imidad al lugar y la intensidad del foco son pequefias; en otre caso 2 cuenta, por el medio mas rapido posible, al Guarda forestal, all \lcalde del Ayuntamiento mas cercano o al del were en cuyo térming se a localizado el incendio uardia Civil, Los Servicios de Guarderia tal y de vigilancia instruidos para comunicar la noticia con pron- ‘a las Autoridades civiles y a sus superiores. Inmediatamente los ‘aldes y la Guardia Givil movilizardn al personal y a continuacion Saris Bia material y se organizara el transporte. Estudio inicial del incendio Eee persona a quien incumbe la pecponsebl dg Se apeae el in- cen feberd.t ‘marse con prontitud idea lo mas clara posible de su mag-— “nitud y cai eristicas. A distancia ain del monte, el color del humo le praporeiona una primera orientacidn sobre la clase de material que se esta quemani el humo blan- eg ts co suele proceder de hierba y pasto: el gris de matorral ligero; el amar'- ito los pina azulacoial rote bal > de roble o encina cuando es poco denso, : anda esta bien poblado, etc. Al ih ala incendio procurard situarse en un lugar desde el art ee er te. SUS imetre del incendio 6 en otro caso, recorrerd ést nvestigaciones se centraran, principalmente en los sig ntes puntos: — Gi el fuego, por la direccién en que avanza, pone en peli peivigas ny “mani joblados, edificaciones, granjas con animales, fabricas, ins- ttalaciones, Iineas eléctricas 0 masas arboreas de estimable valor. — La existencia de barreras naturales (rios, calveros, eriales, etc.) 0 artificiales (cortefuegos, carreteras, caminos, ete], que puedan ser utilizadas para combatir el fuego. — La velocidad de propagacidn del incendio, nde la naturale. za y estado a eee amenazada, la pen ee cel terreno y el viento, ta temperatura, la humedad del ambiente y la hora del dia. ademas del principal, otros fuegos secundarios dispersos, es timando su peligro. De las anteriores observaciones Se eies at ecs neste utente que reclama mas urgente atencién y fijara la linea jebe apoyarse para combatirlo eligiéndola entre las mas cortas ¥ préximas al borde del fuego. A la vista de sus disponibilidades en hombres y en material, resolveré si ha de sollci tar ono refuerzos. ra seguidamente el plan de ataque, acomodado al personal y me- dios con eve even : d ie cuenta, estableciendo un sistema de prioridades a fin de que los esfuerzos se concentren en las zonas de més interés aprovechando al maximo las posibilidades del terreno, y salvaguardando la seguridad de los combatientes. Para no diversificar las esfuerzos. teniendo que atender a la vez a varios frentes, es aconsejable intentar continar el incendio en un sdlo centorno, “‘Ataque directo ste en actuar directamente sobre el frente de fuego, tratando de ‘sofocarla con auxilio de agua, tierra, batefuegos, ramas, etc. (Fig. 31). Cuando se acude al ataque directo se observara inexcusablemente la precaucion de tener asequrada la salida de cuantos luchan contra el fuego, cualquicra que sea el sitio en que actien. Por sus caracteristicas, se adapta mejor que ningun otro sistema a la extincidn de aquellos incendios de superficie en los que el calor permite trabajar cerca del borde. Si el fuego no ha tomado atin muche incrementa 9 si avanza lentamente, se intentard empezar por la cola y sequir por los flancos procurando reducir la cabeza, para atacarle finalmente, ‘Ataque indirecto El ataque directa no siempre es posible; tal sucede, por ejemplo, con los fuegos de copas, con las. inuendles. muy rapidos 0 igo 2 eae de a8 br. rae intes, con los que descienden por laderas. ‘05 y otros ca i exist /a puede prepararse alguna barrera suficientemente segura ‘4 actuar desde ella (cortafuegos, carreteras, fajas de apoyo, etc.) y se Re ee basa en la impo: pra ‘bustible, Sin embargo, él desarrollo practico de esta idea tan simple, es muy elimina por quema o arranque el material combustible que haya entre élia y el frente de fuego, se habré realizado un ataque Indirecto. la linea ra que resulte eficaz para el cometido que se le asigna, sin quedar tan alejada del nte, de fuego como para suponer un ct icigade ar -bolado superior al neces: “Su localizacion dependera de la velocidad de propagacién del incendio y suencha factores tan diversos como | naturaleza y altura de la ve- etacién, velocidad y direc- cidn del viento, pendiente del terreno, etc. uando las lineas existen- tes no bastan para envolver totalmente el frente de fue- go, se completaré Ia cober- tura abriendo fajas de apoyo. jara vez sé dispone de medios y de tiempo para cor- tar y retirar la vegetacién, por fo que hay que acudir con frecuencia al empleo del fue- jo. Pero esta decision, r 98 poligros y la responsabl FIG. 31, EN EL ATAQUE DIRECTO SE ACTUA idad que entrafia, silo puede CON RAMAS, BATEFUEGOS, EXTINTORES, PA. ‘ser LAS, ETC., SOBRE EL BORDE EN LLAMAS. # tincién, idea de utilizar él fuego como arma para combatir los incendios se dad de que éstos progresen en zonas carentes de com-— mada por la persona jie los trabajos de ex- complicado por depender su efectividad del aclerto con que se coordinen las numerosas y a veces contradictorias circunstancias que intervienen. Vea- mos un ejemplo: Es sabido que el viento contribuye a extender los incendios en la mis- ma direceién en que sopla; en estas condiciones, cualquier otro fuego que iniciemos cerca del que combatimos vendré igualmente afectado por un em- puje andlogo y del mismo sentido, por lo que tendrd tendencia a caminar en direccién opuesta a la que nos conviene Babiilourauih uestrorprapes|teinece- sitamos hacer intervenir un efecto capaz de contrarrestar aquella tendencia; este efecto lo encontramas en las corrientes de succién que se originan en los niveles bajos de las zones contiguas al arbolado en llamas, a causa del ora que provocan al ascender los gases callentes de la combustion. El blema sera determinar en qué momento hemos de prender fuego con ga- rantia de que ha de ser atraido por el que tratamos de sofocar, sin extremar la demora tanta que el encuentro de uno y otro (que resulta espectacular y explosive, y desprende mucho calor y pavesas) tenga lugar, con el peligro que ello pudiera acarrear, en las proximidades de la linea de defensa, —3t:— Es un fuego promavide voluntarlamente y que apoyandose en una linea suficientemente segura, camina en direccién contraria al avance natural del Incendio que se trata de dominar. De esta manera se intenta detener al Gl timo en la zona quemada por el primero. Se insiste en que (a decisién de un contrafuego sdlo puede tomarla el jefe de la extincién. En su ejecucién se adopterdn las siguientes pracau- ciones: 1. - Se retirard a todo el personal que pueda encontrarse entre el fren- te de avance del fuego y la linea de defensa elegida, distribuyéndolo de forma que las dos terceras partes. aproximadamente se colog a lo largo, de esta ultima con extintores, rastrillos, ramillas 0 palas para impedir que el fuego pueda pasarla; y el otro tercio con extintores batefuegos o ramillas n la faja de monte contigua a la linea de seguridad y situada al. lado opues- para apagar las pavesas o chispas que pudieran ceer en ella. 2." - El contrafuego se encenderé con tiempo suficiente para que su en- cuentro con e| incendio principal no se realica en las inmediaciones de la linea de defensa, pero no antes de que se tenga la certeza de que el efecto de succién de este ultimo ¢s lo bastante fuerte para obligar al primero a que avance en su direccién. La inclinacién de la llama de una cerilla encen- dida puede resultar indicative. FIG. 32. - RESULTA CASI SIEMPRE DIFICIL PRECISAR EL MOMENTO DE INICIAR EL CON- TRAFUEGO, POR LO QUE A VECES SE ACUDE A DAR SUCESIVOS CONTRAFUEGOS DE MENOR ENTIDAD, EN LINEAS GADA VEZ MAS ALEJADAS DEL BORDE DEL INCENDIG. ‘Como prec ar el moments capaz de eoenpeaner ambas pretenslones, iempre es cil y a veces hasta imposil oes dir a la solucién ir dando sucesivos contrafuegos de menor en! asia liNaae tan ea as a la cabeza del incendio como para que sean atraidas por él. Este pro- ceso perturba la evalucién normal del incendio y debilita su fuer, BEurE ento tiendo asf que el contrafuego definitivo pueda ser dado en el m oportuno y que au efecto resulte més eficaz. (Fig. 32). —32— 3. - Para encender el contrafuego se usarén con preterencia quemado- res de gas-cil, pero en su ausencla pueden emplearse teas, ramillas secas, etcétera. 4 - Hay que proceder de manera que se conserve en cada momento el contre sobre toda la linea incendiac fuego se prenderé en el punto mds alto de la linea, para que sea descendente, y se continuarén encendiendo nuevos focos ladera abajo, a intervalos de tiempo graduados de manera que avance con lentitud. Se aprovecharén las ventajas que los cambios de vien- “to puedan proporcianar. ‘Se cuidaré que la vegetacién quede bien quemada. 52 - Cuando el objetivo del contrafuego sea contrarrestar un fuego que asciende por terreno pendiente, la linea de defensa se localizaré en la ver- ‘tiente opuesta al fuego principal, inmediatamente debajo de la cumbre. Uni- camente si existe una ancha carretera a media ladera, podria intemtarse dar desde alli el contrafuego. (Fig. 33). FIG. 33. - LOS CONTRAFUEGOS QUE SE PROMUEVEN PARA CONTENER UN INCENDIO QUE 'ASCIENDE POR UNA LADERA DEBEN DARSE DESDE LA WERTIENTE OPUESTA, INMEDIATA- MENTE DEBAJO DE LA CUMBRE. Flexibilidad de los planes de ataque Durante la elec del plan de ataque hay que observar cémo evolu: ciona el incendio en si y los factores que influyen en él, y si la nueva situa- cién aconseja introducir cambios en su desarrollo, Incluso aunque supongan pasar del ataque directo al indirecto o viceversa, lo prudente sera actuar con eriterio flexible, tratando de lograr en cada momento el mayor partido posible. Normas generales de actuacion Se aplican con cardcter general las normas que recogemos a continua clén: {4 -Sé acudira répidamente ai lugar del incendio; cuanto antes se Ile- gue, tanto menos lograré extenderse. a 2» . Se actuara enérgicamente en los primeros momentos, pues SI Se logra contener en ellos Ia expansién de las Ilamas, serd menor e! esfuerzo que requiere la extincidn. 3+ - Se evitardn los riesgos grandes y se buscarén para actuar los sl- tios abiertos o que tengan salida sequra. 4+ No’se concentraré personal en los berrancos o depresiones ni en jas Inderas donde haya un fuego ascendente. 5. - Aunque la situaci6n sea apurada 0 Se buscara nunca la huida la- dera arriba, porque el humo y la mayor velocidad de las llamas pueden ser fatales, ni tampoco en la direccién del viento. Si no hay otra salida se In- ‘tentat avesar el fuego por algun punto débil, para pasar a la zona que: mada. (Fig, $4). 62» Los fuegos de subsuelo se combaten removiendo el terreno y eli- minando el material combustible. En las turberas, ser imprescindible abrir Ina zanja hasta alcanzar el suela mineral, depositando los materiales de ex cavacion en el lado del fuego. * En los de superficie debe ser empleado el ataaue ieerits si-son poco intensos, pequefios o de propagacion lenta, se luchara en todo el bor- ve del fuego; en otro caso, se iniciaran los trabajos de extincién por la cola y se seguira por los flancos, hasta reducir y apagar la cabeza. g.t - Para los de copa habré que recul to Si hay que dar contrafuego tal decisi al jofe de la extineién. casi siempre al ataque indirec: n correspondera exclusivamente 92 - Cuando hay varios focos de orden andlogo, se dard prioridad al mas proximo: pero si uno dé los lejanos amenaza peligrosamente personas 0 biencs valiosos, se actidiré a dl de inmediato. 10° - Si los Incendios son varios y estén préximos, se procurara con. finarlas en un solo cantorno. 114+ Se vigilardn los fuegos secundarios, las bolsas y los tramos re clén epagedos, para avitar ser rodeados peligrosamente. 422 - Guando no hay hombres suficientes para hacer frente a todo ef fueqo, hasta nue lleguen los refuerzos se actuaré alli donde el trabajo se juzgue mas eficaz. 18+ - los bordes en que haya tramos con ‘el fuego contenido son mas faciles de apagar y deben serlo antes de que yuelvan a tomar incremento, =3/gy a FIG. 24. - EN SITUACIONES APURADAS, NO SE DERE NUNCA INTENTAR LA HUIDA LADERA ARRIBA PORQUE QUMUMO ¥ LAS LLAMAS PUEDEN RESULTAR FATALES. FIG. 35. - CUAN! Q GUBRIR CON NICION nO EL FUEGO HA SIDO SOFOCADO, PROCEDE ENFRIAR CON AGHA TIERRA LOS MATERIALES GOMBUSTIBLES AU! =o 142 - Las horas de la noche, y mas aun las del amane- cer, son las m: propicias para ¢om- batir los Incendios, pues el personal no esta tan fatigado por e| calor como du- rante el dia y las corrientes de aire frio y la humedad del ambiente con- tienen en parte la fuerza de las llamas. 45." - Tan pron- to se haya sofocado ‘el incendio, se orga- nizardn los servicios de retén y_ patrulla y bajo ninguna. cir. cunstancia se aban- donaré €l terreno antes de que se haya completado su consuncién. IN CALIENTES © EN IG: Extincién total o consuncién del fuego. Retenes y patrullas Después de sofocar un incendio quedan en la zona quemada arboles caidos, tocones, brasas, raices, mantillo, etc., todavia en combustion y ca- llentes; en estas condiciones el viento puede reavivar las llamas, y s| esto sucede, representa un peligro superior al de los comienzos del incendio, pues sorprende al personal ya agatado por el esfuerzo, los focos estdn muy Pepartidos por el terreno, son muy numerosas y dificiimente se cuenta con las contingentes necesarios para hacer frente simultaneamente a todos. Los peores incendios son, sin duda, los que se reproducen. Para evitar este riesgo, procede formar grupos de retén de unas diez doce personas, seleccionadas por su conocimiento de la zona, a cuyo frente iré un Guarda forest les doteré de extintores, palas, azadas, rastrillos y hachas, para que recorran toda la superficie quemada si el incendio es pequefio, y una amplia faja perimetro si es grande, enfriando con agua 0 tapando con tierra los materiales en ignicién o aun calientes. (Fig. 35). Si no se dispone de agua ni tierra, habra que esperar hasta que el fuego consuma las brasas, esparciéndolas para acortar este plazo hacia el interior de la zona quemada (Fig. 36) FIG, 96, - BAIGADAS FORMADAS POR DIEZ © DOCE PERSONAS FECOHREN LA FAJA PERI- METRAL QUEMADA, EXTINGUIENDO LOS RESTOS DEL INCENDIO, AL TIEMPO QUE OTROS GRUPOS DE DOS © TRES PERSONAS PATRULLAN LOS ALREDEDORES EXPLORANDO LA EXISTENCIA DE POSIBLES FOCOS. Al tiempo se montar4 un servicio de patrullas, cada una integrada por dos 0 tres personas provistas de extintores, hachas, azadas y linternas que recorreran sistematicamente la faja no quemada contigua al contorno arrasa- do explorande la existencia de brasas o focos, y cortando y retirando los combustibles que ofrezcan peligro latente. Actuarén coordinadamente con los retenes. a duracién de retenes y patrullas deberé prolongarse hasta qua se ten- ga la certeza de que el riesgo de reproduccién del incendio ha sido superado. —h-—. MEDIDAS DE SEGURIDAD La extincién de incendios forestales s@ desarralla en condiciones diff cilés, pues la naturaleza del siniestro obliga a actuar urgentemente, los tra- bajos son penosos y agotadores, se desarrollan casi siempre en ambiente de precipitacién y nerviosismo y en gran parte son ejecutados por personas no habituadas a desenvolverse en el monte, no ecostumbradas ‘a trabajos tan luros y desconocedoras del manejo de las herramientas que en ellos se emplean. Por tanto, resulta oportuno sefialar las medidas de seguridad que deben adoptarse en tales casos Equipo Es aconsejable el uso de vestidos cémedos y ligeros, fuertes para So- portar el roce con el matorral y holgados para favorecer la aireacién, salvo los motosierristas que los necesitan ajustados. Sobre calcetines gruesos, para evitar las ampollas, conviene calzar bolas resistentes, de cuero o do lona reforzada, con suela antideslizante. Y para la cabeza se recomienda easco de plastica endurecido. ‘Como complementos se citan la careta antihumo y una cantimplara con agua. Aunque no estén muy difundidas ain, son muy Utiles las remas_con- tra la radiacién para untarse cara, cuello, manos y mufiecas. Transporte Se acudira en lo posible a los Medios mecanicos para trasladar las per- sonas hasta la linea de fuego, ya que de esta forma llegaran descansadas y darén mayor rendimiento. Pero no debe olvidarse que para estos viajes, que se realizan con celeridad y nerviosisma, raras veces se podré contar con vehiculos «todo terreno=, pues casi siempre habra que recurrir a los vehicu- Ios existentes en la comarca; como el trénsito en general se hard por cami- nos © pistas poco o nada atirmados, dé trazado dificil, con pendientes pro- jmuncladas y curvas cerradas, habré que observar toda clase de precauciones, quardarse de imprudencias y respetar inexcusablemente las condiciones ‘minimas de seguridad, Cuando se transpertan ademas motosierras y herra- mientas cortantes o puntiagudas, se envolveran en lonas o arpilleras para que no dafien a las personas. Desde donde los vehiculos no puedan continuar hasta el borde del fue- go habra que caminar por el monte, a veces de noche, a lo largo de sendas © campo a través, sobre suelo francamente pedregoso y hasta con cortes en el terreno, obstaculizades por el matorral y cargados con extintores o he- rramientas. Habré que marchar distanciados prudentemente y guiados por algun practico conocedor de la zona para no verse sorprendidos por el fue- go y, en todo caso, tener asegurada la salida. En el regreso, sobre las anteriores cireunstancias habré que considerar ademas otras dos: e| cansancio de la gente y su ldgico deseo de llegar cuanto antes 4 casa. = Precauciones a tomar Dentro de las posibilidades fisicas de cada uno, se ha de actuar con energia, pero sin llegar nunca a la fatiga ni al agotamiento. E| manejo de herramientas cortantes se hard con precaucién para no herir a Ins demas. $i se emplea la motosierra, no se debe caminar con ella en marcha. Los trabajos y marchas nocturnas se auxiliarén con linternas. Cuando haya que actuar en las inmediaciones de tendido de alta tansién, sera acertado solicitar el corte de la corriente. con lo que se suprimiran los riesgos de que queden electrocutados quienes lanzan agua con mangueras o extintores ¥ de que se produzcan aecidentes si hay que apear arboles. Los trabajos en parales que caen dentro de poligonos de tito o que fue- ron frente de guerra estan siempre expuestos al peligro de explosién de ar- tefactos, por lo que habra que restringir al maximo la frecuencia an ellos. Es preferible trabajar en equipo, a ser posible en parajes abiertos y des- de Iuego teniendo siempre previste un camino de retirada. Hay que culdar de no aislarse nunca del grupo. Si las llamas se echan encima o hay peligro de verse rodeados por ellas, nunca se buseara la huida ladera arriba. sino por los flancos. Si es preciso, habra que intentar atravesar el borde del fuego por un punto débil, con un pafiuelo hdmedo protegiendo la cara para pasar a la zona ya quemada. SOCORRISMO A pesar de que se adopten toda clase de precauciones, las condiciones en que Se desarrolla la lucha contra el fuego son tan duras, que no cabe =2x- cluir la posibilidad de accidentes. En previsién de esta contingancia, se resu- men a continuacién algunas normas sobre primeros auxilios y sobre trata- mientos de los accidentes mas probables en incendios forestales. Primeros auxilios $e aplicardn tan pronto se praduzca un accidente, pero sin perder la calma, procurando transmitir serenidad a la victima. Al accidentado se le mantendré abrigado en posicién horizontal, salvo que esté congestionada su cara o eche sangre por la cabeza, en cuyo caso se elevard ligeramente ésta y se apoyard cole una manta doblada, almoha- da, etc, Se le moverd con cuidado para evitar que se agrave, Si vomita, se le pondré de lado. En estas condiciones se le examinard para averiguar si sufre asfixia, hemorragia, envenenamiento, quemaduras, heridas, contusién, dislocacién, fractura, conmocién, ataque nervioso, mordedura de serpiente o insectos, etcétera. — 38 — FIG. 37, - LA _LOCALIZACION DEL ACGIDENTADO EN LA GAMILLA PARA SU TRASLADO SE REALIZARA GON SUMO GUIDADO. Cuando se aprecie gravedad, se aplicardn al herido los primeros auxilios € inmediatamente se le trasladaré a donde pueda recibir asistencia médica. El traslado se haré en camilla y, si se carece de ella, se improvisara.con ta- plas, mantas, sacos, pértigas, etc. Para colocar en la camilla al accldentado se situarén encima tres hombres con las piernas ablertas y pasando los bra- zos por debajo del cuerpo de aquél, |o elevarén suavemente el tiempo pre- ciso para deslizar la camilla por debajo. (Fig. 37). Los camilleros no deben marchar acompasados, para eliminar el efecto de balanceo. En los vehicu- los, la velocidad sera tal que no originen saltes ni movimientas bruscos, A les accidentados se les puede dar bebidas estimulantes (café o te calientes eon aziicar) a no ser que estén inconscientes, tengan heridas en el vientre 0 vomiten. Tratamientos de diversos casos de accidente Asfixia Guando se observen sintomas de asflxia causados por el humo, se des- abrocharé o aflojard cuanto oprima garganta y pecho del accidentado y se le aplicaré la respiracién de «boca a boca=, que cansiste en acostarle boca arriba, limpidndole fa boca y garganta de mucosidades y cuerpos extrafios, inclinarle la cabeza hacia atrds, tirar de la mandibula inferior introduciendo el dedo pulgar en su boca, apretarle la nariz para que no escape por alla el aire, ajustar nuestra boca ‘a la suya de farma que podamos ver su pecho y soplar de 10 a 12 veces por minuto en los adultos y 20 en los nifos. Tan pronto se pueda, se le trasladaré a donde haya aire puro y se continuard el tratamiento hasta que se reanime. (Fig. 38). Los casos de asfixia deben ser tratados con la maxima urgent — 9A FIG. 38, - FORMA DE PRACTICAR LA RESPIRAGION «BOCA A BOCA. “Hemorragias De andloga urgencia son las hemorragias. Si son externas, este es, si la sangre brota al exterior, s¢ vendard fuertemente la herida con gasas esteri- lizadas 0 pafiuelos bien limpios. Sélo en casos muy graves se llegara a dar el torniquete (Fig. 39) (que consiste en una venda de tela o tira de goma a la que se da vueltas con un palo, lapiz o rama hasta que la sangre deja de salir) y adn asi ha de aflojarse cada diez minutos, De estar localizada la herida en un brazo o en una pierna, se levantardan estos miembros. ¥ si se sangra por la nariz, se taponara la ventana correspondiente, se echard la cabeza hacia adelante, nunca hacia atras, y se aplicardn pafios humedecidos con agua fria en la nuca. Los sintomas de hemorragia Interna son: pérdida de vision y del cono- cimiento, pulse rapido, palidez y frialdad. Se acostara al herido con la cabe- — 40 — za baja y se le trasladard rd- pidamente a un servicio mé- dico. Envenenamiento Procede Investigar la cau- ga y 3i el veneno es conoci- da, se aplica el antidoto. Si el téxico fue ingerido por ta boca, s@ provocara el vomito metienda los dedos en la gar- ganta y d&éndele a beber agua templada. También se trata de un ¢a80 de extrema urgencia Quemaduras Es importante saber que la gravedad de las quemadu- ras s@ aprecia mas por la ex- tensién que abarcan que por su profundidad. (Cuando a una persona se FIG. 39. - AL TORNIQUETE SE ACUDE le incendian las ropas lo que PARA GORTAR LAS HEMORRAGIAS EN procede es sofocar el fuego GAB OS EXTREMOS: con una manta 0 que el inte- resado sa revuelque por él suelo; si las ropas estan pe- gadas al cuerpo, no se le quitardn. Se aplicara agua fria en las heridas bien sumergiendo en ella la parte quemada, bien mediante compresas 0 toallas empapadas. La inmersién debe durar hasta que pueda sacarse del agua sin dolor la parte dafiada; entonces no se pondran vendajes, nl ungientos, sino una gasa esterilizada. No deben romperse las ampollas que se formen. Si la quemadura es grave, se le tratara la conmoclén en caso de sufri la, se envolverd a la victima con sus ropas quemadas en una sdbana limpia vy ge la trasladard urgentemente a un médico, ‘Heridas Con las manos bien lavadas se limpiard la herida de centro a borde, uti- lizando agua oxigenada o, en su defecto, agua corriente o, mejor atin, her- vida. Se pasaran por la llama los instrumentos que se utilicen, tales como navajas, tijeras, etc. Por Gitimo se cubriré la herida con gasa o con un pafiuelo bien limpio, sin poner algodén sobre ella. Es prudente que un médico decida si es preciso poner al accidentado una inyeccidn antitetanica. ee Conmocion Cuando una_per- sone recibe un fuerte golpe en la cabeza o resulta conmocianada por cualquier otra cau- sa (lo que puede apreciarse por la debilidad e irregu- laridad de su pul- so, por su palidez y Bot su piel oc meda y fria), hay FIG. 40, - PIERN, |. mays FIG 40... PIERNA FRACTURADA INMOVILIZADA POR EN a acostarla con Tos ples ligera- mente elevados, aflojarle las ropas, cubriéndola con una manta y aplicarle pafios de agua frla en la cabeza. Si es preciso, se le practicara la res- piracion artificial. No se reintegrara al trabajo en tanto no esté totalmente re- cuperada. ‘Contusién Es un golpe sin herida ex- terna aun cuando pueda haberla interna, $e recomienda “Aplicar en los primeros momentos compre- sas de agua fria 0 una bolsa de hielo en la parte lesionada; po- fe después un vendaje apreta- io y al cabo de corte tiempo frotar con linimento o aplicar pafios calientes. FIG. 41. - BRAZO ENTABLILLADO. Dislocacién Cuando un hueso se sale de su sitio, debe inmovilizarse el miembro correspondiente por medio de un vendaje, sin pretender colocarlo bien, y trasladar al luxado a un servicio médico. — ee ‘Fracturas Fractura es la rotura de algun hueso y puede ir acompafiada o no de he- rida externa. Se reconocen fécilmente por el dolor, la hinchazon, la defor. midad y la imposibilidad de movimiento. Hay que evitar que el accidentado so mueva, ¢ Inmovilizarle provisional- mente el miembro fracturada. Si se trata de una plerna o un brazo, entabli- llando las partes interna y externa, y si de una clavicula, colocando debajo de la axila un rollo de algodén o un ladrilla envuelto en patios, y vendando el brazo cruzado sobre el pecho (Figs. 40 y 41). Un hormiguee én las piernas y la imposibilidad de moverlas son indiclos de que existe fractura de columna vertebral; en tal caso, se colocaré con mucho cuidado dividuo boca abajo sobre un plano y se le mantendra siempre horizontal Ataque nervioso A la persona victima de ataque nervioso se procurard aislarla, alejando a los demas y dejéndola moverse libremente; para que el individuo no se produzca lesiones, se retiraran los objetos a herramientas que se hallen a su alcance y si es preciso se le golpeard la cara y el pecho con una toalla mojada Picaduras y mordeduras La picadura de vibora es peligrosa, dolorosa y hasta puede ser mortal; la de alacran también es grave, Después de recostar al herido, se le ata una enda algunos centimetros por encima de la parte mordida para evitar la difusion del veneno. Mas tarde se practica una incision en forma de cruz con auxilia de navaja o cuchillo desinfectada por la llama, y seguidamente ‘se chuparé la sangre que sale, escupiéndola cada vez. Inmediatamente se trasladara al individuo a presencia de un médico. Las picaduras de abeja se combaten extrayenda el aguijén con un alfi- ler desinfectado por la llama y las de garrapata, arrancando la propia garra- pata aplicdandole la punta de un cigarro encendida o un chorro de agua ca- liente © bien con unas pinzas pero nunca con la mano. En ambos casos se aplicara después sobre la herida amoniaco, bicarbonate o jabon. Composicién de un botiquin Un botiquin de urgencia debe contener al menos: Alcohol, algodén, agua oxigenada, mercurocromo, algunos productos antidolorosos y antihemorrag cos. un ténico cardiaco, aspirinas, bicarbonato, balsas de hielo y agua ca- liente, esparadrapo, gasas esterilizadas, jeringas y agujas para inyecciones, pinzas, tijeras y vendas de distintos tamanos, 2h TERMINOLOGIA Ataque directo Consiste en actuar directamente sabre el frente de fuego, tratando de sofocarlo con auxilio de agua, tierra, batefuegos, ramas, etc. Ataque indirecto Gonsiste en eliminar el material combustible existente en la superfi- aie camprendida entre el frente de fuego y la barrera elegida como linea de defensa. Ataque por el flanco Consiste en ditigir los trabajos de extincidn. a lo larga de los flancos del fuego, simulténea o alternativamente, desde un punte de apoyo de me- nor actividad hacia el frente del fuego, para dominarlo. Barrera Cualquier obstdéculo que se oponga a la propagacién de un fuego. Por ejemplo, una superficie o faja desnudas de material combustible Borde de un incendio La parte de su perimetro que esta en llamas. Cabeza de un incendio La parte de frente de un incendio por donde avanza con la mayor rapi- dez ¢ intensidad. Cola del incendio La parte del borde de’ un fuego en que éste avanza con més lentitud. Combustibles Las substancias existentes en él monte que pueden arder_ Contrafuego Fuego que 5€ pravoca para apagar o cortar los progresos de un incendio. — 4 Cortafuego Barrera existente o preparada antes de que se produzca un incendio, de la que se han hecho desaparecer todos o la mayor parte de los materiales inflamables, destinada a detener los fuegos superficiales de poca importan- cia o a servir como linea de base para trabajar o para Iniciar contrafuegos, si es necesario, asi como facilitar el movimiento del personal y material en las operaciones de lucha. Estrato La capa de vegetacién viva comprendida entre ciertos limites: El estra to herbaceo comprende las plantas no lefiosas; el arbustivo, las lefiosas que no llegan a adquirir el porte arborea y el arbéreo el estrato compuesto por drbales. Faja de apoyo Faja que se prepara en el transcurso de una extincién como linea de base para trabajar, para Iniciar contrafuegos 0 para separar la superficie que- mada de la no quemada. En ella se elimina la cubierta vegetal y se remueve el terreno hasta hacer desaparecer los materiales combustibles. Frente de un incendio La parte de un incendio que avanza con més fuerza, generalmente a fa- vor del viento o hacia arriba en los terrenos pendientes. Flanco de un incendio Se denominan flancos a los bordes de un Incendio comprendidos entre la cabeza y la cola. Fuego de copas Fuego que avanza por las copas de los arboles. Fuego de superficie El que se extiende quemando el tapiz herbaceo y el matorral. Fuego de subsuelo E| que se propaga bajo la superficie. ig Fuego dominado Aquél al que se ha conseguido aislar y contener quedando asi bajo control. Fuego extinguido Aguél en el que ya no existe peligro de repraduccién, por no quedar en €| materiales en combustion ni calientes. Fuego reavivado Fuego que se reproduce cuando parecia ya extinguido. Fuego sofocado Aquel fuego en cuyo borde se han apagado Jas llamas. Incendio Fuego grande que quema combustibles que no estaban destinados a arder. Linea de defensa Barrera que se Selecciona entre las naturales o artificiales existentes, ¥ que se completa si es preciso hasta envolver el borde del fuego, para dominarla y extinguirlo. Plan de ataque Método de actuacién que se decide para un incendio determinado, te- niendo en cuenta las circunstancias que concurren. Velocidad de avance La velocidad con que progresa la cabeza del fuego. Velocidad de propagacion La velocidad con que se extiende un incendio. Se refiere al aumento lineal del borde, cuando interesa determinar los efectivos necesarios para la extinein, o al de la superficie quemada, cuando se trata de estimar las pérdidas. ; — 4 — BIBLIOGRAFIA Se citan a continuacion una serie de publicaciones en castellano en las que se pueden ampliar diversos aspectos relacionados con la prevencién y lucha contra incendios farastales. — «Métodes de lucha contra los incendios forestalesn, FAO, 1963. — «El Indice de peligro da incendios forestales», Servicio de Incendios Fo- restales, Madrid, 1963, — «Normas para valoracién de pérdidas por incendios forestales, seccién de Incendios Forestales, Madrid, 1975. — «Los incendios forestales en Espafia durante el afio se publica cada afio desde 1968. Seccidn de Incendios Forestales, Madri: — «Cartilla escolar sobre incendios forestales», Servicio de Incendios Fores- tales, Madrid, 1968. — Ley y Reglamente de Incendios Forestales, IGONA, Madrid, 1973. — Tésnicas espajicias, de lucha contra incendios forestales, ICONA, Madrid 1978. aap INDICE Conocimientos basicos El fuego. Sus causas. Combustible vegetal Clases de fuegos forestales. Propagacién del fuego. Factores que intervienen en Ja propagacién Prevencion Objetivos. Zonas de actuacién. Indice de peligro. Educacién, propaganda y legislacién. Cortafuegos. Labores culturales en los montes, Vigilancia Normas preventivas Extincion Objetivos. Movilizacién de medios terrestres. Empleo de me- dios terrestres; personal, agua. tierra, batefuegus, fajas de apo- yo. Empleo de medios aéregs Desarrollo de la extincion: des- j6n, Bstudio inicial, ataque directo € in- cubrimiento y notifi directo, contrafuego, normas generales de actuacién, retenes y patrullas, Medidas de seguridad y socorrismo. Terminologia. Bibliografia. i 24 8 § aT

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