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Néstor PALMETTI DEPURACION CORPORAL Recupere el equi obtenga Se hallan reservados todos los derechos. Sin autorizacién escrita del editor, queda prohibida la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio -mecanico, electrénico y/u otro- y su distribucién mediante alquiler o préestamo publicos Palmetti, Néstor Técnicas caseras para la depuracion corporal - 1a ed. - Buenos Aires ; Kier, 2007, 192 p. ; 20x14 cm. ISBN 978-950-17-5351-6 1. Salud. |. Titulo CDD 613 Disefio de tapa: Asesoria Editorial Composicidn tipografica: Carlos Almar Correccién de pruebas: Ronaldo Pellegrini LIBRO DE EDICION ARGENTINA ISBN 978-950-17-5351-6 Queda hecho el depésito que marca la ley 11.723 © 2007 by Editorial Kier S.A., Buenos Aires. Av. Santa Fe 1260 (C 1059 ABT), Buenos Aires, Argentina Tel: (54-11) 4811-0507 Fax: (54-11) 4811-3395 http/Awww.kier.com.ar - E-mail: info@kier.com.ar Impreso en la Argentina Printed in Argentina No crean en algo porque lo diga la tradicién. Ni siquiera porque muchas generaciones hayan creido en ello durante siglos. No crean en algo porque muchos lo crean, o finjan que lo crean. No crean en algo porque ast lo hayan creido los sabios de otras épocas. No crean a ningtin otro ser humano. Crean tinicamente en lo que ustedes mismos hayan experimentado, verificado y aceptado, después de someterlo al dictamen del discernimiento ya la voz de la conciencia. Gautama Buda El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas. William George Ward La medicina oriental puntualiza que existe una sola causa para la enfermedad: una alimentacién inadecuada. Naboru Muramoto Hoy en dia, los asesinos y la comida no estan muy alejados entre si. Herbert Knibbs INTRODUCCION Lo que habitualmente llamamos enfermedad, es sdlo un sintoma de] estado de desequilibrio al cual hemos llevado a nuestro organismo. En si mismo, el cuerpo humano tiene gran cantidad de maravillosos mecanismos para resolver proble- mas a los que puede verse sometido: excesos, carencias, toxici- dad, etc. Pero el moderno estilo de vida se las ha ingeniado pa- ra colapsar esa increible armonia, malogrando nuestra natural capacidad de adaptacién a los inconvenientes. Asumir esta realidad, representa el cincuenta por ciento de la solucién de nuestros actuales problemas de salud. Y ése es el objetivo de esta publicacién: que el lector comprenda cé- mo él mismo ha generado tal situacién de desequilibrio y -por sobre todo- cémo él mismo puede remediar tal problema, en la medida que retorne a los habitos saludables que nunca de- bid abandonar. En esto no hay misterios, ni tampoco soluciones magicas. Los errores se generan principalmente por desconocimiento. En la medida que sepamos como opera la inmensa inteligen- cia corporal y comprendamos sus mecanismos, veremos que es muy sencillo jugar a favor (y no en contra) de nuestra pro- pia naturaleza humana. Entenderemos que no habra medica- mento alguno que pueda remediar nuestros problemas, mien- tras no dejemos de boicotear nuestro organismo con habitos que van en contra de las leyes naturales que lo crearon. 7 Inicialmente, debemos comprender cémo funciona el mecanismo de la intoxicacién cotidiana. Si diariamente incor- poramos mas toxicos de los que podemos evacuar, no necesi- tamos ser cientificos para entender que la acumulacién de ve- nenos acabara por generar un colapso. Esa es la génesis de la mal llamada enfermedad: desde un eccema hasta un cancer, todo responde al mismo mecanismo de generaci6n. Sélo difie- re el grado de toxemia y el drgano por el cual nuestro organis- mo expresa su claudicacién. Para el correcto funcionamiento corporal es importantisi- mo el rol que cumple la adecuada nutricidn, pero de poco ser- vird una alimentacién de alta calidad en un contexto de colap- so organico, Veremos luego que hasta el mejor de los nutrien- tes puede ser desaprovechado como consecuencia de estar atrofiados los mecanismos de la quimica corporal, a causa del colapso téxico. La analogia con un automévil puede ayudar- nos a comprender mejor este concepto. Si el vehiculo esta car- bonizado y fuera de punto, jde qué serviria utilizar combusti- ble de altisima prestacién? Ejercer nuestro natural derecho a un 6ptimo estado de sa- lud, se parece mucho a una mesa asentada en tres patas: todas deben estar fuertes y en equilibrio. Por ello, la tarea de limpie- za organica se potenciara enormemente con un contempora- neo freno al ingreso de nuevas toxinas y aporte de los nutrien- tes esenciales que faltan. Trabajar separadamente cada aspec- to, conspira contra una rapida recuperacion de la salud. Por lo que veremos a continuacién, una persona que pre- tenda recuperar por si misma su natural estado de salud debe abordar irremediablemente el trabajo depurativo. Es evidente que si no comenzamos por destapar nuestros filtros orginicos y moderar el nivel de toxemia, todo lo que hagamos en procu- Bi Néstor Palmetti ra de la salud perdera efectividad. Viceversa, cualquier practi- ca terapéutica se beneficiard de la tarea depurativa. Este trabajo recopila variados conceptos de la vieja escue- la naturista, de la antiquisima medicina oriental y de recientes investigaciones cientificas que buscan poner remedio a pro- blemas crénicos sin solucién aparente. Todo ello, enriquecido por una visién integradora sobre el funcionamiento de una estructura maravillosa y poco comprendida: nuestro cuerpo. Deseamos que este libro pueda ser util a muchas personas: en- fermos agobiados por padecimientos crénicos o degenerati- vos, personas interesadas en mejorar su calidad de vida y, so- bre todo, a quienes buscan el dignificante camino de la auto- gestion de la salud. Introduccién a CAPITULO 1 LA TOXEMIA CORPORAL RENOVACION PERMANENTE Estd fuera de discusién el hecho bioldgico de nuestra constante renovaci6n organica. Diariamente producimos mi- Hones de nuevas células que reemplazan a las mas viejas. Aun- que la gente piense que su cuerpo es una estructura estatica que envejece, el organismo esta en estado de renovacién per- manente: a medida que se descartan células viejas, se generan otras nuevas para reemplazarlas. Cada clase de tejido tiene su tiempo de renovacidn, que de- pende del trabajo desempefado por sus células. Las que recu- bren el estomago duran sdlo cinco dias. Las células de los glé- bulos rojos, después de viajar casi 1.500 kilémetros a través del “Jaberinto” circulatorio, sélo subsisten alrededor de 120 dias an- tes de ser enviadas al “cementerio” del bazo. La epidermis (capa superficial de la piel) se recicla cada dos semanas. El higado, desintoxicante de todo lo que ingerimos, tiene un tiempo de re- novacién total calculado entre 300 y 500 dias. Otros tejidos po- seen una duracién vital que se mide en afos y no en dias, pero estan lejos de ser perpetuos. Hasta los huesos se renuevan cons- tantemente: todo el esqueleto de un adulto se reemplaza celu- larmente cada diez afios, Recientes estudios demuestran que in- cluso las células cerebrales —consideradas, hasta hace poco, ele- mentos vitalicios del organismo-— se renuevan periédicamente. Jonas Frisen, bidlogo celular del Instituto Karolinska de Estocolmo, ha demostrado que la edad promedio de todas las células del organismo de un adulto puede ser tan sdlo de en- tre siete y diez afios. Esto ya lo sabian los intuitivos maestros orientales, pues en los antiguos textos hablaban de un periodo de siete afios para la completa renovacién del organismo. Capitulo 1 - La Toxermia Corporal imi) Ahora bien, la pregunta del millén es: spor qué tenemos organos defectuosos cuando periddicamente los estamos re- novando? ;Por qué una persona “sufre” del higado, si sus célu- las hepaticas viven sdlo seis semanas y en el arco de un ano las habra renovado por completo? Para encontrar respuestas, debemos por fuerza perder algo de tiempo y comprender cémo funciona esta unidad orgdnica que es la célula. En realidad no es “perder tiempo’, sino inver- tirlo en conocimientos basicos que nos hardn més sanos y me- nos dependientes de curaciones externas. En la correcta reno- vacién celular encontraremos la clave para recuperar la salud y la plenitud, tarea que sdlo nosotros podemos llevar a cabo. Por otra parte, tomar conciencia de esta realidad nos per- mitiré abandonar el estado de resignacién a la mediocridad, No ejercemos plenamente nuestro natural derecho a la plenitud fi- sica y mental, Nos parece que estar al 100% de nuestro poten- cial es utépico; por ello nos resignamos y aceptamos andar al 50%. Nos condicionan a pensar que el estado mediocre es “nor- mal’. Siempre “algo” hay que tener, ya sea por envejecimiento, genética o virus. Y esto no es verdad. Ese “algo” no es natural y es sdlo la expresion del desequilibrio que nosotros mismos ge- neramos por desconocimiento o condicionamiento mental, obstaculizando la “magia” de la permanente renovaci6n celular. CELULA, LA UNIDAD VITAL Asi como una colmena se compone de miles de abejas, nuestro organismo esta conformado por billones de células. Todo se reduce a grupos de células: sangre, huesos, érganos. Si pudiésemos disponer todas las células de un cuerpo humano sobre un plano, verfamos que estamos compuestos por unas iat Néstor Palmetti 200 hectareas de tejidos celulares (la superficie de 200 manza- nas de una ciudad), Todo el organismo no es mas que un re- flejo directo de la eficiencia funcional de estas microscépicas unidades vitales. Cada célula, independientemente de la funcién que cum- pla en el organismo, tiene similares mecanismos de accidn: se reproduce, se nutre, se desintoxica y desarrolla una tarea espe- cifica. Esto nos permite entender que, ademas de la informa- cién presente en su material genético, la célula depende de dos factores externos que condicionan su funcionamiento: la cali- dad de nutrientes que reciba y la calidad del medio en el cual deba actuar. Comprendiendo que el organismo humano se origina a partir de un par de células, es sencillo darse cuenta de que la calidad del organismo dependera directamente de la calidad celular; ésta, a su vez, estara supeditada a la calidad de nu- trientes que tenga a disposicidn y la calidad del medio en que se mueva. Si bien el primer factor tiene mucho que ver con la nutricién de la persona, ambas variables estan condicionadas por el grado de intoxicacién del organismo. Las cincuenta mil millones de células que componen un cuerpo humano se mueven en un verdadero “mar interior”. El 70% de nuestro cuerpo es agua; fundamentalmente sangre, linfa y liquido intracelular. Antiguamente se hablaba de “hu- mores” corporales; hoy se habla de “terreno”. Dado que la ma- yoria de los tejidos celulares no pueden desplazarse o lo hacen localmente, la calidad de dicho terreno es fundamental para asegurar tanto la correcta nutricién como la eficiente evacua- cién de los desechos que las células generan. Cien mil kilometros de capilares sirven para irrigar aque- Ilas doscientas hectareas de tejidos celulares que citamos ante- Capitulo 1 - La Toxemia Corporal 15. riormente. Pese a disponer de pocos litros de fluidos, el cuer- po esta preparado para cumplir esta delicada funcién gracias a tres variables: la velocidad de circulacién, la irrigacion dife- renciada y la calidad de estos fluidos, La sangre fluye a gran ve- locidad por la red de capilares, tardando sélo un minuto en dar una vuelta completa al cuerpo. Por otra parte, no toda la red de capilares esta Ilena al mis- mo tiempo; sélo las partes mas activas disponen de abundan- te irrigacién: los musculos cuando trabajamos, el est6mago cuando digerimos, etc. Aqui comprendemos répidamente dos cosas muy titiles: una, la importancia de la calidad del sistema circulatorio y dos, lo contraproducente que resulta hacer va- rias cosas al mismo tiempo!!! EMUNTORIOS, ORGANOS DEPURATIVOS Dado que un pequefio volumen de fluidos corporales de- be atender las necesidades de tanta cantidad de tejido celular, no basta con un eficiente sistema circulatorio y un sistema de irrigacién diferenciada. Aqui aparece el tercer factor necesa- rio para la correcta funci6n celular: la limpieza de los fluidos. Por lo tanto, uno de los principales objetivos del organismo sera mantener la pureza de los liquidos internos. Estos flui- dos, como si fueran una red cloacal, reciben los desechos ge- nerados por billones de células; ademds, millones de células muertas son volcadas cada dia a la sangre y la linfa. A todo es- to se suman la multiplicidad de venenos y sustancias téxicas que ingresan al cuerpo por medio de las vias respiratoria, di- gestiva y cutdnea. Para hacer frente a semejante tarea, el cuerpo dispone de varios organos especializados en esta funcidn y que luego ana- 16 | Néstor Paimetti lizaremos en detalle: intestinos, higado, rifiones, piel, pulmo- nes y sistema linfatico. Son los llamados emuntorios. Cuando todos trabajan en modo normal y el volumen de desechos no supera la capacidad de procesamiento, el “terreno” se mantie- ne limpio y las células pueden funcionar correctamente. Esto significa que estamos en presencia de un organismo eficiente y, por ende, de una persona saludable, dgil y vital. Pero si los desechas superan la capacidad de los emunto- rios y éstos comienzan a funcionar deficientemente, el “terre- no” se carga progresivamente de toxinas y el funcionamiento organico se degrada paulatinamente, La sangre se pone densa y circula mas lentamente por los capilares. Los desechos que transporta la sangre pasan a la linfa y al plasma intracelular. Mas tiempo se mantiene esta situacidn, mas se contaminan los fluidos. Llega un momento en que las células estan sumergi- das en una verdadera ciénaga que paraliza los intercambios. E] oxigeno y los nutrientes no pueden Ilegan a las células y éstas experimentan graves carencias. Por otra parte, los residuos metabdlicos que regularmen- te excretan las células, al no circular, aumentan atin mas el gra- do de contaminacién de los fluidos. Los desechos comienzan a depositarse en las paredes de los vasos sanguineos, reducen su didmetro y esto disminuye todavia mas la velocidad de cir- culacién e irrigaci6n. Aqui esta la explicacién de la generalizada, mal entendida y demonizada hipertensién: nuestra sangre sucia y espesa es la que obliga al corazon a bombear con mayor presién, a fin de compensar la menor irrigacién. Sin embargo, tratamos de “Gdiota” a nuestro sistema circulatorio, ingiriendo medica- mentos hipotensores (para reducir la presién); cuando lo 16- gico seria depurar y fluidificar la sangre. Asi nos ahorrariamos Capitulo 1 - La Toxemia Corporal 7 no sélo los farmacos, sino también el terrible gasto de energia que significa para nuestro organismo la improductiva tarea de elevar la presion sanguinea. ;Acaso no sera ésta la causa de tanta fatiga crénica en la poblacién? Pero sigamos con los perjuicios que genera la acumula- cién de toxinas en los fluidos corporales: obstruye los emun- torios, dificulta su tarea, congestiona otros érganos y bloquea las articulaciones. Los tejidos se irritan, se inflaman y pierden flexibilidad; se esclerotizan. En este contexto, las células no pueden realizar su tarea especifica y tampoco los 6rganos por ellas compuestos. Estamos en presencia de una persona enfer- ma, desvitalizada y anquilosada. El tipo de enfermedad de- penderd simplemente de cudles Grganos se encuentren mas afectados y en qué grado. El espectro puede ir de una bronqui- tis crénica a un cancer. Estos procesos degenerativos no se producen de la noche a la mafiana, ni son la consecuencia de un solo exceso: requieren afios de acumulacién. Ante todo, ya podemos entender el valor relativo de los mo- dernos diagndsticos que sugieren la focalizacién del problema en una parte pequefia de nuestro organismo. Nunca puede es- tar mal una parte y bien el resto. Esa parte defectuosa es sdlo la expresién mas aguda del estado general del organismo. Por ello es obvia la inutilidad de luchar contra un sintoma o contra un pardmetro determinado (glucosa, presién, colesterol, etc.). Es correcto aliviar el sufrimiento puntual, pero sin olvidarnos de que debemos operar sobre todo el ambito corporal. Una anécdota familiar —que, pese a mi nifiez, qued6 gra- bada a fuego en la memoria- sirve para ejemplificar cuan a menudo la ciencia tradicional pierde la visién de conjunto, al focalizarse en las partes del organismo. Tenfamos un tio inter- nado desde hacia varios dias y su estado no hacia mds que em- 18} Néstor Palmetti peorar, pese a que estaba en manos de un equipo de renom- brados médicos que intentaban distintas terapéuticas farma- colégicas. Como su estado se hacia cada vez mas grave, vino a verlo desde lejos su madre, mi bisabuela. Esta anciana nortefia tenia sabiduria intuitiva y unos ojos vivaces. Apenas entré al cuarto del enfermo, sus hijas, con la ayuda del médico presente, la pusieron al tanto de las nove- dades, destacandole la impotencia pese a los infructuosos y costosos intentos realizados, En medio de tanta terminologia médica y palabras dificiles, mi bisabuela pregunté con su ca- racteristico acento guarani: “;Cudnto hace que no va de cuer- po este muchacho?”. El silencio fue sepulcral, Dilatadas mira- das se cruzaban en el aire y nadie tenia respuesta. Hacia una semana que el tio no movia los intestinos... y nadie habfa re- parado en ello!!! Demis esta decir que tras una voluminosa enema, comenzé el rapido proceso de recuperacién del tio, quien fue dado de alta dias después y se recuperé sin mayores. problemas, EL TERRENO LO ES TODO En el lecho de muerte, Louis Pasteur -demonizador de los virus y alabado por ello— intenté enmendar su error, al afir- mar: “El virus no es nada, el terreno lo es todo”. Pero su decla- racion péstuma pasé y pasa inadvertida. Como pasa inadver- tida la afirmacién basica de la medicina natural: “La causa profunda de todas las enfermedades es la suciedad del terreno producida por la acumulacién de desechos’. Como hemos visto, los desechos organicos no se deposi- tan en un solo lugar, sino que circulan por todo el cuerpo. El organismo integro sufre la sobrecarga, pero como cada perso- Capitulo 1 - La Toxemia Corporal }19 Es mas, el moderno sistema de monitoreo médico ha gene- rado una obsesién por los parametros fuera de norma. Profe- sionales y pacientes viven pendientes del valor de glucosa, pre- sin, colesterol, hormona tiroidea, triglicéridos o densidad ésea. A través de farmacos se obtiene la ilusoria satisfaccién de poner en caja los guarismos desequilibrados. Seria como si en el ejem- plo del automévil, deslizdramos con la mano la aguja del mané- metro de presién de aceite hasta levarla a zona de seguridad. De qué nos sirve, si el desequilibrio profundo se mantiene? Todo esto es sencillo de corroborar en la practica. ;COmo es posible que un simple drenaje de toxinas pueda provocar la remisién de distintos sintomas en una persona, por diferentes que éstos sean? La concepcion de la enfermedad como resul- tado de la sobrecarga téxica no se opone a la concepcidn mi- crobiana, donde todo parece ser consecuencia de la accién de virus y bacterias. Pero es licito preguntarse: si los microbios son tan letales, ;c6mo es que ciertas personas sucumben ante ellos v otras tienen reaccidn nula? Los microbios no son mas que huéspedes de un terreno sobrecargado, que permite su expresién o desarrollo, Podra arguimentarse que todo depende de la fortaleza del sistema in- munoldgico de cada persona, pero como veremos luego, la efi- ciencia de nuestro sistema defensivo, como todo organo inte- grante del cuerpo, es consecuencia directa del estado de lim- pieza de nuestros fluidos internos. O sea: el terreno lo es todo, TOXINAS INTERNAS Nuestro organismo depende totalmente de aportes exter- nos para construirse, renovarse y funcionar, O sea que esta per- fectamente preparado para procesar sustancias que vienen del Capitulo 1 - La Toxemia Corporal fat exterior, convirtiéndolas en elementos utiles para el funciona- miento corporal. Hasta los nutrientes mas nobles y puros re- quieren de procesos degradatorios y asimilatorios, que implican produccidn de desechos metabélicos. Asimismo, la continua re- generacion celular de érganos y tejidos provoca cantidad de cé- lulas muertas que deben ser eliminadas de inmediato. Para ha- cer frente a esta vasta tarea, el cuerpo se ha dotado de un grupo de érganos especializados para tal fin: los emuntorios. Pero si las toxinas son naturales y estamos dotados de una buena estructura de 6rganos de eliminacién, spor qué nos in- toxicamos? O, lo que es igual, spor qué enfermamos? La res- puesta es muy sencilla: porque sobrepasamos la natural capa- cidad de eliminaci6n, © sea, generamos mas desechos de los que podemos evacuar. Visualizando el origen de las toxinas que procesamos, po- dremos tener una mejor idea de como limitar su generacién y colaborar con el exigido funcionamiento corporal. Debemos tener en cuenta que la realidad moderna es muy diferente que la de nuestros antepasados. Ellos debian lidiar sdlo con algun fruto téxico, alérgenos naturales, microbios y desechos nor- males de los procesos metabolicos internos. En cambio, noso- tros estamos sumamente afectados por la degradacién del me- dio ambiente y, sobre todo, por la alimentacién industrializa- da. Pero vayamos por partes. La mayor cantidad de toxinas proviene de la natural degra- dacién de los alimentos ingeridos, proceso necesario para con- vertir los nutrientes en sustancias mas simples, capaces de ge- nerar energia y material constructivo. Estas transformaciones producen desechos, cuya eliminacién esté prevista en el fun- cionamiento organico. Por ejemplo: las proteinas, al desdoblar- se en aminodcidos, generan urea y acido trico; la combustién 22] Néstor Palmetti de la glucosa produce Acido lactico y gas carbénico; las grasas mal transformadas, acidos cetonicos. Son toxinas perfectamen- te toleradas por el organismo, siempre y cuando no superen cierto limite. Este limite esté dado por nuestra capacidad de di- gerir, combustionar y eliminar. Al superar este umbral, los de- sechos, aunque naturales, se convierten en una amenaza para el cuerpo, entorpeciendo su normal funcionamiento, Para visualizar cémo funciona el proceso de acumulacién, veamos un par de cifras orientativas relacionadas con los rifio- nes. Estos érganos deberfan eliminar 25 a 30 gramos diarios de urea. Si sdlo eliminan 20, significa una retencién de 5 gramos por dia, o sea 150 gramos mensuales. Los rifiones pueden eli- minar unos 12 gramos diarios de cloruro de sodio (la toxica sal refinada), pero esta demostrado que la alimentacién moderna provee 15 gramos o mds. Lo que quiere decir que, reteniendo sélo 3 gramos diarios, estamos acumulando en el organismo 90 gramos por mes (verdadera causa de edemas y celulitis). Esto permite entender la importancia de una alimentacién sobria, de buena calidad y en dosis adecuada a nuestro desgaste calérico. Aun con alimentos sanos y naturales, si comemos mas de lo que gastamos, estamos creando un problema adicional al organismo, que debe lidiar con sustancias que no puede utilizar y/o eliminar... y que algun destino deberdn tener!!! La sobrealimentacién y el sedentarismo se han converti- do en grandes problemas de la sociedad moderna. Es muy ha- bitual que las personas ingieran mas de tres mil calorias dia- rias y gasten mucho menos de dos mil. Por su parte, el seden- tarismo no sélo impide la necesaria combustidn de calorias excedentes, sino que dificulta ]a correcta oxidacién de los resi- duos del metabolismo celular, con lo cual se generan atin mas desechos tdxicos. Capitulo 1 - La Toxemia Corporal }23 Todo esto se ve agravado por el nefasto sistema de produc- cién industrial de los alimentos. Los procesos de refinacién quitan preciosos elementos vitales y ello lleva al consumo de mayor volumen, en el intento de cubrir las necesidades netas de vitaminas y minerales. Los problemas de la sobrealimentacién no son tnicamen- te de acumulacion. Cuando superamos la capacidad de proce- samiento de nutrientes que tiene nuestro sistema digestivo, ge- neramos una masa de alimentos mal transformados cuya ten- dencia es la fermentacién y la putrefaccién, lo cual produce nuevos venenos, que incrementan a su vez la toxemia general. Esto se ve agravado por el estrés y los ritmos antinaturales, que disminuyen nuestra capacidad metabdlica. TOXINAS EXTERNAS Pero el alimento moderno tiene otros oscuros aspectos re- lacionados con la intoxicacién del organismo y que van mis allé de la abundancia. Si bien el tema se desarrolla ampliamen- te en otra publicacién, repasemos aqui lo estrechamente rela- cionado con la toxemia corporal. Las técnicas actuales de produccién primaria e industria- lizacién, ademas de empobrecer la calidad del alimento, gene- ran una nefasta carga de sustancias eminentemente téxicas, que de ninguna manera estamos preparados para procesar. In- secticidas, herbicidas, fungicidas, fertilizantes quimicos, anti- bidticos, vacunas, hormonas sintéticas, balanceados industria- les, granos transgénicos... son apenas algunas de las sustan- cias que se utilizan en la produccién de alimentos y que, direc- ta o indirectamente, ingresan a nuestro organismo, diaria- mente y en altas concentraciones. Por caso, nadie relaciona la 24} Néstor Palmetti A todo esto se suma la problemitica de los refinados in- dustriales. Diariamente estamos incorporando altas cantida- des de compuestos quimicamente puros que no existen en la naturaleza. Es el caso del cloruro de sodio (sal blanca) 0 la sa- carosa (azucar blanca). Biolégicamente, el organismo no reco- noce estas sustancias refinadas y de gran pureza; es mas, las considera téxicas por su reactividad. Para comprender mejor esta “fobia” corporal hacia los compuestos quimicamente pu- ros, podemos usar dos ejemplos burdos pero ilustrativos: la cafia de azticar y la hoja de coca. Estudios hechos en Sudafrica sobre muestras de orina de dos mil trabajadores de plantaciones de caha de azucar no ha- llaron trazas de glucosa, pese a que en promedio mascaban 2 kg diarios de cafia, o sea que ingerian unos 350g de azticar por dia. jLa explicacién? Mientras la cafia mascada es un alimento natural, completo y facilmente metabolizable, el azticar refina- do es un producto extrafio y nocivo para el organismo. Otras investigaciones realizadas en Africa e India muestran que la diabetes es desconocida en pueblos que no incluyen carbohi- dratos refinados en su dieta, Respecto a la coca, es simple observar en los pueblos andi- nos que el cotidiano consumo de la hoja mascada, benéfica pa- ra el apunamiento y la digestidn, no genera los efectos devasta- dores del extracto refinado, conocido como cocaina. Siempre estamos hablando de productos vegetales, pero de por medio estd presente el proceso de refinacién y purificacién. Frente a esta regular y abundante ingesta de compuestos reactivos —que superan, por cierto, la capacidad organica de procesamiento-, el cuerpo se ve obligado a poner en marcha varios mecanismos de defensa que, ademas de generar un im- portante gasto de energia y recursos, no impiden incrementar 26) Néstor Palmetti la toxemia corporal. Nos referimos a la hidratacién de estos compuestos (retencién de liquidos asociada a deshidrataci6n celular), a la captura lip6gena (edemas, obesidad y celulitis) y a la cristalizacién (artritis, Acido urico, arenillas, calculos, es- clerosis capilar, etc.). Este cuadro, lejos de asustar, debe ayudar a la toma de con- ciencia: nuestro organismo no es un cesto de basura donde po- demos arrojar impunemente cualquier cosa. Ademias, esta pro- blematica, nefasta en si misma, s¢ ve agravada por la pérdida o el olvido de sanos habitos ancestrales: los ayunos, las curas de primavera, el reposo, la conexién con los ciclos naturales... ACIDEZ ¥ TOXEMIA Muchos desconocen el significado de alcalinidad como concepto opuesto a acidez. Incluso este término se interpreta en forma muy limitada, asociado, sobre todo, al clasico ardor esto- macal 0 a los reflujos. Sin embargo, no es exagerado afirmar que la adecuada comprensién —y la posterior correccién- de la aci- dificacién organica, serviria para resolver la mayor parte de los grandes problemas que afligen a la salud publica. Estos concep- tos han sido cientificamente demostrados por grandes investi- gadores de nuestro siglo y utilizados desde tiempos remotos en la medicina oriental. Este texto intenta explicar la problematica, procurando la imprescindible toma de conciencia y la propues- ta de sencillas correcciones caseras, al alcance de todos. Para comenzar, conviene explicar lo que significan acidez y alcalinidad. Estos dos términos responden a la forma de cla- sificar la reaccién de cualquier elemento, sobre todo en me- dios liquidos. El grado de acidez 0 alcalinidad se mide a través de una escala de pH (potencial de hidrogeno), que va de 0 (ex- Capitulo 1 - La Toxemia Corporal }27 tremo dcido) a 14 (extremo alcalino), ubicandose en el centro (7) el valor neutro. O sea que entre 0 y 7 tenemos valores de acidez y de 7 a 14, de alcalinidad. Esto no quiere decir que lo acido sea “malo” y lo alealino “bueno”, dado que ambos se ne- cesitan y se complementan en las reacciones quimicas. Por ello se habla de equilibrio o balance. En medicina oriental, lo aci- do se clasifica como yin y lo alcalino como yang, siendo desea- ble la tendencia al equilibrio entre los extremos. Dado que la quimica corporal genera infinidad de reac- ciones y exigencias especificas, intentaremos comprender aqui cémo funciona el mecanismo base del equilibrio acido-alcali- no a nivel celular. Los trillones de células que componen nues- tro organismo necesitan alimentarse, eliminar residuos y re- novarse constantemente. A fin de satisfacer esta exigencia vi- tal, la sangre cumple dos funciones primordiales para el co- rrecto funcionamiento celular: llevar nutrientes (sobre todo oxigeno) y retirar los residuos toxicos que genera Ja transfor- macién (metabolismo) de dichos nutrientes. A nivel celular se produce una especie de combustién interna, que libera calor corporal. Los residuos que se originan en este proceso de com- bustién son de naturaleza acida y deben ser evacuados del or- ganismo mediante la sangre, a través de las vias naturales de eliminacién (higado, rifones, pulmones, piel). Para cumplir eficazmente dicha tarea, y por otra cantidad de razones orginicas, el plasma sanguineo debe mantener a ultranza un ligero nivel de alcalinidad. El pH de la sangre pue- de oscilar en un estrecho margen: entre 7,35 y 7,45. Al trans- gredir estos limites, la sangre pierde capacidad de almacenar oxigeno en los glébulos rojos y también decrece su eficiencia en la tarea de eliminacidn de los residuos celulares. En pocas palabras, la sangre no nutre y no limpia las células, génesis 28f Néstor Palmetti animal esta enfermo, ayuna. De ese modo favorece la degra- dacién de los desechos y facilita su evacuacion. Perros y ga- tos recurren a las hierbas cuando sufren una intoxicacién. Seguin las dosis, tienen un efecto eliminador en los pulmones (expectorante), en los rifiones (diurético) o en los intestinos (laxante). Los elefantes se purgan con arcilla. Otros animales se revuelcan en barro arcilloso, improvisando purificadoras cataplasmas. También el hombre ha hecho uso de estos recursos desde la mds remota antigiiedad. Las virtudes desintoxicantes de la sudacién se usaban en los pueblos nérdicos europeos (sauna), en Medio Oriente (bafios turcos) o en las tribus indigenas americanas (temascal). Las religiones siempre han prescripto periodos de purificacién mediante practicas de ayuno. En to- do el mundo se han practicado las benéficas “curas de prima- vera’; por no hablar de las demonizadas técnicas de sangrado o de las practicas de la aplicacién del barro. En la enfermedad crénica, dado que el organismo tiene una sobrecarga téxica importante y la fuerza vital esta dis- minuida, las crisis no podran restablecer el equilibrio de una sola vez, como ocurria en los trastornos agudos. Es por eso que las bronquitis, los eccemas o las crisis hepaticas se repiten periddicamente. Los esfuerzos depurativos deben reiterarse continuamente, pues nunca logran Ja desintoxica- cién necesaria del terreno. Es por ello que el organismo ne- cesita apoyo externo, pues su fuerza vital es incapaz de aca- bar con la toxemia. Precisamente, éste es el Ambito al cual apunta la publicacién que tiene en sus manos: brindar he- rramientas para ayudar al organismo a superar los padeci- mientos crénicos. Capitulo 2 - La Enfermedad |a9 LA REPRESION DE SINTOMAS A esta altura, y como ya hemos visto, es facil comprender lo nefasto que resulta la represién de sintomas. Este mal habi- to -fruto de un contexto social que reclama soluciones instan- taneas y un gran negocio basado en prometerlas—ha dejado en el olvido las bases de la terapéutica hipocratica. Los griegos hablaban de tres fases en el proceso curativo: en primer lugar el reposo; si no era suficiente, probar con la dieta; y sdlo en ul- tima instancia recurrir a la medicacién. La medicina alopatica se encargé de borrar las dos primeras fases, acortando camino hacia la medicacién represora de sintomas. Tratamos al orga- nismo como si fuese un “idiota” que hace mal las cosas o estu- viera “fallado”. Aunque no podemos considerarla una enfermedad, nues- tro comportamiento frente a la sudoracién es un claro ejem- plo de la actitud represora de sintomas. El sudor es un canal natural de excrecién de desechos, como veremos luego en el apartado referido a la piel. El organismo tiene glandulas espe- cificas para eliminar toxinas detras de las rodillas, detras de las orejas, en la ingle y en las axilas. La presencia de sudor corpo- ral es un indicador de buen funcionamiento de estas glandu- las, mientras que su abundancia o el mal olor significan colap- so toxico y alimentacién inadecuada. Ahora bien, en lugar de corregir las causas del desequili- brio, utilizamos sustancias quimicas sintéticas que bloquean la emisién del sudor: los populares antitranspirantes, Es mas, ahora se ha puesto de moda una intervencién quirtirgica des- tinada a... ;jjeliminar las glandulas sudoriparas de las axilas!!! Se hace con rayo laser en 45 minutos y esté orientada a perso- nas con sudoracién excesiva, 0 sea... {jjmuy intoxicadas!!! 40] Néstor Palmetti Los antitranspirantes -como su nombre claramente lo in- dica~ evitan la transpiracién; por lo tanto, impiden al cuerpo excretar sus toxinas a través de las axilas, Estas toxinas no de- saparecen mdgicamente; al no poder ser evacuadas, pasan a las glandulas linfaticas que se encuentran debajo de los brazos. La mayoria de los tumores cancerigenos de seno ocurren en este cuadrante superior del area de la mama, precisamente donde se hallan las glandulas. En opinién del Dr. Christopher Vasey, “las medicaciones represivas de sintomas, que van en contra de los esfuerzos de purificacién del organismo, sélo deberian emplearse cuando la vida del paciente esté en peligro, cuando los dolores son demasiado fuertes o cuando hay una invasién microbiana generalizada”. Como puntualiza el Dr. Robert Masson, director de estu- dios del Instituto de Naturopatia de Paris: “Prudencia frente a ciertas ‘curaciones’; como esos eccemas 0 soriasis muy mejo- rados, cuando no ‘curados’ por pomadas generadoras de ce- guera, epilepsia, cardiopatias, asma o tumores; leucorreas, po- co o nada infecciosas, ‘reemplazadas’ a consecuencia de un tra- tamiento local ‘muy eficaz’ por mastosis, fibromas, esterilidad, asma, angina de pecho o depresidn; hemorragias nasales cau- terizadas, seguidas muy répidamente por un Parkinson; he- morroides poco sangrantes, ‘rapidamente secadas; seguidas de un ataque cerebral fulminante”. Lamentablemente, se ha generalizado el concepto de un remedio para cada enfermedad y cuanto mas grave la dolen- cia, mas potente la medicacion. O sea que seguimos luchando contra los efectos sin suprimir las causas: en el ejemplo del au- tomovil, continuamos apagando la luz de presién de aceite. Al incrementarse la contaminacién del terreno —por el aporte t6- Capitulo 2 - La Enfermedad faq xico de los medicamentos empleados— y deprimirse cada vez més la fuerza vital, nuestro sistema inmunoldgico baja la guar- dia, pierde efectividad de accién y se abren las puertas para un estado mis peligroso. ENFERMEDAD GRAVE O DEGENERATIVA En este estadio, el organismo es incapaz de combatir la toxemia que lo agobia y en el esfuerzo por sobrevivir, debe acostumbrarse a funcionar en su presencia, tratando de ha- cerlo lo “menos mal” posible. El sistema defensivo pierde efi- ciencia e incluso comienza a agredir su propia estructura: es el caso de las enfermedades autoinmunes (artritis reumatoi- de) o de inmunidad aberrante (esclerosis multiple, lupus, si- da, etc.), sobre las cuales poco se conoce y menos se hace por resolverlas. Hoy dia resulta normal observar a grandes sectores de la poblacién con graves trastornos inmunoldgicos. Incluso los nifios vienen al mundo con fuerzas inmunoldégicas tan dismi- nuidas y tal sobrecarga de desechos, que no hay crisis depura- tiva que pueda revertir dicho estado. Haciendo una analogia técnica, el sistema inmunoldgico funciona como una computadora con naturales limitaciones fisicas. Si operamos un par de programas al mismo tiempo, no habra mayores problemas. Pero si queremos operar una dece- na simultaneamente, entonces aparecerdn los inconvenientes. La maquina se “tilda’, no responde dgilmente a las drdenes y comete errores. Desgraciadamente, ése es el estado habitual de la inmuno- logia en nuestra poblacién, al ser exigida en forma desmedida y por gran cantidad de factores al mismo tiempo. Esos “tildes” 42] Néstor Palmetti cién corporal en su desarrollo, Para ello utilizaremos algunos conceptos del Dr. Christopher Vasey, quien, en su libro Com- prender las enfermedades graves, realiza una didactica explica- cion del fenomeno. Mucho se habla de la grave exposicién a las sustancias cancerigenas como factor desencadenante de los tumores. Sin embargo, no basta con eliminar todas las sustancias canceri- genas conocidas para estar a salvo del cancer. Una célula nor- mal puede convertirse en cancerosa cuando el medio se de- grada por sobrecargas y carencias. En este contexto, el desti- no de la célula cancerosa depende totalmente del terreno, pues una célula cancerosa no se convierte automaticamente en un tumor maligno. Todo ser vivo, ya sea un microbio 0 una célula (cancero- sa 0 no), sélo puede vivir en un organismo que lo acepta y le ofrece condiciones para su desarrollo. Cuando esto ocurre, los microbios se multiplican y se genera una infeccidn; si se trata de una célula cancerosa, su multiplicacién genera un tumor, Pero cuando el terreno no ofrece las condiciones ne- cesarias, el microbio resulta inofensivo y es destruido, mien- tras que la célula cancerosa también es destruida por el me- dio hostil. Conociendo el mecanismo reproductivo de las células, es in- teresante analizar cudnto se necesita para que una célula cance- rosa se convierta en un tumor amenazante. Se sabe que la dife- rencia entre una célula cancerosa y una normal esta dada porque aquélla se divide cada vez en dos células fértiles, mientras ésta se divide en una fértil y una estéril. Esa es la razon por la cual un te- jido sano es estable y un tejido canceroso crece en forma ripida. Con el auxilio de las matematicas, veremos cuan “lenta” es dicha velocidad inicial y cudnto puede hacerse entre tanto. 4a} Néstor Paimetti Tengamos siempre presente que la tedrica multiplica- cién geométrica de las células cancerosas requiere de una condicién esencial: que el sistema inmunoldgico de dicho organismo no cumpla su funcién, es decir, que no acttie co- mo debe, sea por toxemia corporal 0 por carencias nutricio- nales. Una célula cancerosa se divide cuatro veces al afio aproximadamente. Esto quiere decir que al cabo de un afio, la célula original se habra convertido en dieciséis células, ci- fra insignificante en un organismo compuesto por billones de células. Recién al tercer afio, el tumor habra alcanzado el nime- ro de mil células. Aun continia sin representar peligro algu- no, pues resulta inestable y mal asentado en los tejidos, pu- diendo ser destruido y eliminado con facilidad. Si las condi- ciones del medio le son desfavorables, puede desaparecer es- pontaneamente. Es mas, se sabe que tales tumores existen corrientemente en el organismo, pero no tienen efectos mo- lestos si el sistema inmunoldgico funciona y el terreno esta sano. Para llegar al estadio del millén de células hace falta lle- gar al quinto aio de desarrollo, siempre en la hipdtesis de crecimiento libre, como consecuencia de la inaccidn del sis- tema inmunolégico. Aun asi estamos en presencia de un tu- mor que sdlo mide un milimetro, pesa un miligramo y re- sulta demasiado pequeno para ser detectado con las técnicas actuales, Deberemos esperar hasta el octavo afio para que alcance el estado de los mil millones de células; entonces mide apro- ximadamente un centimetro y pesa un gramo. Ha logrado crecer ¢€ instalarse sdlidamente en los tejidos y recién ahora puede ser detectado. Aqui se inicia la fase realmente peligro- Capitulo 2 - La Enfermedad 45 sa para el organismo, pues comienza su propagacién: las cé- lulas se desprenden del tumor madre (metastasis) y a través de los fluidos corporales van a colonizar otras partes del cuerpo. Hacia el décimo afio el tumor alcanzara la masa critica del billén de células, pesard un kilogramo y mediré diez cen- timetros. Seguramente provocard la muerte del portador, pues el organismo no puede resistir semejante masa tumoral. Pero debemos reflexionar que para llegar a tal estado de gra- vedad han debido transcurrir ocho afios de evolucién imper- turbada; ocho afios en los cuales el sistema inmunoldgico no cumpho su cometido; ocho afios en los cuales la toxemia cor- poral brind6 las condiciones adecuadas para que se reprodu- jera sin problemas!!! Si bien la descripcién del ejemplo es tedrica, pues la velo- cidad de desarrollo de un tumor es totalmente dependiente de las condiciones del medio en que se encuentra, sirve para de- mostrar cuanto dejamos de hacer... y cuanto podemos hacer por nuestra salud!!! Cualquier mejora que introduzcamos en la calidad de los fluidos orgdnicos, representa una reducci6n de las posibilidades de desarrollo del tumor. Cuanto mas toxi- nas se expulsan y mas se satisfacen las carencias, mas vitalidad recuperan las células normales y mas adversas se vuelven las condiciones para las células cancerosas. Todo esto nos indica dos cosas. En primer lugar: el avan- ce o retroceso del tumor depende de la tarea que el portador esté dispuesto a realizar sobre su terreno organico. En segun- do lugar: nunca es tarde para comenzar a rectificar los errores que Ilevaron al desarrollo del tumor. Utilizando dichos popu- lares, podemos decir que... “siempre algo es mejor que nada” y “mas vale tarde que nunca”. 46 | Néstor Palmetti refinados e hidrogenados). Se evacuan principalmente, en es- te orden, a través de higado, intestino y glandulas sebaceas, si- guiendo en ultima instancia el camino de vias respiratorias y mucosas uterinas. La tarea de eliminacién se beneficia de la ausencia temporal de liquidos. Dicha situacién estimula el mecanismo de transferencia desde la linfa (fluido en el cual tienen tendencia a acumularse) hacia la sangre. Al igual que en el caso de los cristales, esto se complementa con la eliminacién de los alimentos que la generan. Es importante comprender el mecanismo de transferencia que se produce entre los distintos é6rganos de eliminacién an- te un estado de saturacién toxica. Si bien los 6rganos princi- pales tienen mayor capacidad de procesamiento de desechos, cuando estan superados intentan derivar ese flujo hacia los ér- ganos secundarios. Por ejemplo, en el caso de cristales, la per- sona que tenga colapsada la funcién renal, advertira que se in- tensifica la sudoracién. Colaborando con este mecanismo de derivacion, toda practica que estimule la transpiracién no ha- ra més que facilitar la tarea organica. En este sentido, y por su capacidad excretora, la piel sera siempre un buen aliado de los Organos.internos en cuanto a la tarea de drenaje. Desde la an- tigtiedad se comprendia esta logica corporal y por ello la prac- tica de sangrados, ventosas y emplastos. Capitulo 2 - La Enfermedad [55 CAPITULO 3 LOS EMUNTORIOS EL HIGADO Si hubiese que optar por un unico emuntorio para esti- mular, sin dudas habrfa que ocuparse de él. Del correcto fun- cionamiento hepatico depende el organismo todo. Situado ba- jo el diafragma, en la parte superior derecha de la cavidad ab- dominal, el higado es el 6rgano de la vitalidad, la asimilaci6n y la desintoxicacion. Tiene gran cantidad de tareas (digestivas, depurativas, hormonales, etc.), habiéndosele inventariado ca- si seiscientas funciones organicas. El higado cumple un papel primordial en todas las funcio- nes vitales, a tal punto que es el productor de la albtimina. Es- ta sustancia es la base de nuestra materia viva y, sobre todo, de la inmunologia. Ahora se comienza a comprender que las cé- lulas cancerigenas son degeneraciones que tienen que ver con albimina defectuosa, consecuencia directa de] mal funciona- miento hepatico. Pero, dado el contexto de este trabajo, nos ocuparemos principalmente de sus funciones depurativas. El higado no solo filtra y elimina desechos, sino que tam- bién se ocupa de neutralizar venenos, toxinas, microbios y sus- tancias cancerigenas, Mata virus y microbios, desactiva y eva- cua las sustancias t6xicas que ingresan al organismo por dife- rentes vias, purifica la sangre de residuos del metabolismo ce- lular y elimina desechos de fermentaciones y putrefacciones intestinales. O sea que debe lidiar con todas las problematicas del modernismo... jjjy al mismo tiempo!!! A nivel farmacolégico, es bien conocida la importante funcién del higado en los procesos que tienen que ver con el Capitulo 3 - Los Emuntorios es) A nivel emocional, el higado desempefia un gran papel. Ya vimos su importancia en el manejo de la energia vital. Los an- tiguos griegos lo consideraban la base de las emociones. Su mal funcionamiento genera una caracteristica muy marcada: la ira, acompafiada con ganas de gritar o pegar. En general, una perturbacidn funcional del higado aporta una sensacién de agobio y depresién; incluso la alternancia de euforia con depresién. Dado que el higado es responsable de la formacién de la albtimina y de las hormonas, su malfuncién repercute directa- mente en los sistemas inmunoldgico y hormonal. Una alergia esta indicando que algo no marcha bien a nivel hepatico, Ya nos referimos a la relacion albimina defectuosa-células tumo- rales, por lo cual un cancer no es mas que el reflejo de un hi- gado en mal estado. En general, puede afirmarse que todas las enfermedades crénicas reflejan el mal estado hepatico o bien son su consecuencia directa. LAS HIERBAS Si bien se habla de plantas hepaticas y plantas biliares, no hay en la practica una linea que divida ambas funciones 0, me- jor dicho, es muy dificil acertar qué es mas importante favore- cer. Por ello pueden usarse indistintamente, con la certeza de que la mejora de uno repercutird en el otro ambito. Esto no ha- ce mas que confirmar la validez del concepto oriental que los considera como un tnico 6rgano. En general, todos los sabores amargos son benéficos para el funcionamiento hepatobiliar. Las hierbas mas habituales y efectivas son: diente de leén, cardo mariano (reconstruye las células hepaticas y desinflama los tejidos de sostén), carqueja, canchalagua, genciana, nencia, 62] Néstor Palmetti boldo, achicoria, romero, alcaucil, pajaro bobo, aloe vera, etc. De la medicina oriental surge una infusién muy efectiva: té bancha, una ciruela umeboshi disuelta en la infusién y unas gotas de jengibre rallado (se obtienen exprimiendo la ralladu- ta). Tres componentes del Ténico Herbario son claves para el buen funcionamiento hepatico: bardana, acedera y ruibarbo. A nivel del Botiquin Homeopatico podemos auxiliarnos con Baccharis y Chelidonium. LOS ALIMENTOS Como érgano de la vitalidad corporal, los alimentos vivos favorecen el trabajo del higado; por el contrario, los alimentos muertos son una carga t6xica. Por alimentos vives entendemos frutas y verduras frescas, semillas germinadas (brotes) o fer- mentados (chucrut, miso, salsa de soja, kéfir, pickles en salmue- ra). En los alimentos fermentados, es fundamental que no se encuentren alterados por conservantes 0 procesos de pasteuri- zacién, en cuyo caso pasan al bando opuesto: alimentos muer- tos. En este grupo estan los refinados de todo tipo (azticar blan- ca, sal refinada, harina blanca, aceites industriales), el alcohol y las sustancias sintéticas (margarinas o aceites hidrogenados, vi- taminas, saborizantes, colorantes, conservantes). No resulta di- ficil imaginar el dafio que genera, sobre todo en los nifios, la abundante y periddica ingesta de gaseosas y jugos industriales, compuestos totalmente por sustancias muertas (azticar, edulco- rantes, acidificantes, colorantes, conservantes, etc.). El tema de los conservantes es gravisimo en la funcién he- patica, pues precisamente el poder inhibitorio que los hace uti- les para la preservacién de los alimentos interfiere seriamente en los numerosos y vitales procesos enzimaticos que debe rea- Capitulo 3 - Los Emuntorios 163 lizar el higado. Ademis, los conservantes son ingeridos en can- tidades elevadas y con gran regularidad, pues estan presentes en todos los alimentos industriales de consumo masivo. Por lo tanto, es muy importante el efecto benéfico de las enzimas, lo- calizadas en vegetales crudos, fermentados y germinados. Una sustancia util para el higado es el dcido lactico, ele- mento resultante de muchos procesos ancestrales en la elabo- racion de alimentos, Los encurtidos en sal son un ejemplo. Un gran generador de acido lactico es el repollo blanco y su for- ma mas conocida es el tradicional chucrut de la Europa fria. Sin embargo, hay una forma mas sencilla de generar Acido lac- tico a partir del repollo: el llamado yogurt de repollo. Se pica finamente el repollo blanco, se lo coloca en un recipiente de vidrio cubierto de agua y se lo deja macerar durante tres no- ches. Al cabo de ese periodo, se licua y se bebe, pudiéndoselo mezclar con jugo de frutas para mejorar su sabor. Ademis del repollo, las mejores hortalizas para el higado son: zanahoria, alcaucil, escarola, endivia, apio, rabanito, bar- dana, nabo, remolacha y las hojas verdes oscuras (diente de leén, achicoria, perejil, berro, espinaca). Como vimos en las hierbas, preierir siempre los sabores amargos que benefician al higado, Entre las frutas favorables a la funcién hepatica pode- mos citar: uva, ciruela, manzana (sobre todo las verdes), palta, citricos (limén, lima, naranja, pomelo) y frutos de bosque (fru- tilla, arandano, frambuesa, mora, cereza). El aziicar de las fru- tas, la fructuosa, se metaboliza y depura la funcién hepatica. Otro alimento benéfico para el higado es la miel de abe- jas, por su poder depurativo sobre este 6rgano. La miel se uti- liza en la recuperacion de cirréticos y alcohdlicos; asimismo, se aconseja luego de haber consumido mucho alcohol, para mitigar la resaca. Para el higado también son importantes los 64} Néstor Palmetti alimentos ricos en cromo (levadura de cerveza, azticar integral de cafia), por ser un mineral clave en la funcion hepatica y ca- rente en la moderna alimentacién refinada, El rubro grasas es clave en la funcién hepatica, por ser el érgano que comanda su metabolism. Si bien el tema lo pro- fundizamos en otra publicacion, digamos aqui que el higado depende de la provisién externa de los acidos grasos esencia- les, asi llamados por no poder ser sintetizados en el organis- mo. Estos acidos grasos (omega 3 y 6) estan presentes en los pescados de agua fria, en las semillas de girasol, lino, soja, sé- samo y chia, y en los aceites de ellas obtenidos por simple pre- sién en frio y sin proceso de refinacién, Parrafo aparte para las aceitunas y el aceite de oliva de primera presién en frio, base de un antiguo tratamiento purificador del higado. Siguiendo con las grasas, veamos aquellas inconvenientes para su normal funcionamiento y decididamente desaconse- jables en el proceso depurativo. Ya nos referimos a las nefastas margarinas (aceites vegetales hidrogenados) como producto sintético, absolutamente privado de vitalidad e intoxicante del organismo todo. Luego debemos citar a las grasas saturadas, sobre todo las provenientes de animales de cria industrial, que incluyen alto contenido de antibidticos, hormonas sintéticas y metales pesados. En este rubro se encuadran los lacteos y sus derivados, que, ademas, reciben el aporte de conservantes y aditivos quimicos de sintesis. Por dltimo, debemos citar las fri- turas, generalmente realizadas con aceites de pésima calidad y escasa renovacion. Ademias de citar alimentos claves para el higado, debemos tener en cuenta que este verdadero laboratorio central de la quimica corporal depende de una adecuada y variada disponi- bilidad de nutrientes para poder llevar adelante su compleja al- Capitulo 3 - Los Emuntorios 165 quimia: produccién de hormonas, redistribucién de nutrientes en el organismo, filtrado y eliminacién de toxinas, etc. Precisa- mente, conocer el proceso de desintoxicacién hepatica nos permite entender la importancia de una nutricién equilibrada. Resumidamente, podemos decir que este procedimiento consta de dos fases: preparacién y eliminacién propiamente dicha. Inicialmente, el higado convierte las sustancias de dese- cho en compuestos muy tdxicos, a través de ciertos procesos que requieren, entre otros nutrientes, la presencia de cinc, co- bre, selenio, magnesio y vitaminas del grupo B. Inmediata- mente viene la segunda fase, durante la cual otros procesos ge- neran compuestos mas inocuos, que asi pueden ser evacuados sin problemas por otros érganos. Esta ultima fase también de- pende de la presencia de nutrientes claves como azufre, glici- na, glutatién y vitaminas del grupo B. Por légica, ante caren- cias de las citadas sustancias, o bien se genera dificultosamen- te la primera fase 0, lo que es mas grave, se malogra la segun- da. En ambos casos el organismo se autointoxica por la incre- mentada presencia de sustancias venenosas. O sea que es facil comprender cémo la carencia de nutrientes termina por in- crementar la toxemia corporal. Finalmente, y visto que el higado es un gran operador de toxinas, por sentido comin es absolutamente aconsejable evi- tar el consumo de dicho érgano proveniente tanto de anima- les de cria industrial (el popular paté de higado), como de pes- cados de aguas contaminadas (aceite de higado de bacalao). OTRAS RECOMENDACIONES La estimulacién de la zona refleja de higado y vesicula en la planta de los pies es un mecanismo coadyuvante en todo ti- 66} Néstor Palmetti po de problemitica hepatica, sin contraindicaciones y sinérgi- ca con cualquier otra I{nea de accién que se adopte. Al final en- contrara una ilustracién para individualizar las zonas indica- das y también las recomendaciones para realizar esta practica. Como vimos, la bolsa de agua caliente colocada a la dere- cha del estémago, 10 a 30 minutos, después de una comida co- piosa, ofrece un significativo beneficio al funcionamiento he- patico, sobre todo en caso de sobrecargas o mal funciona- miento. También ayuda la posicién del descanso nocturno: re- costados sobre el lado izquierdo, dejaremos sin comprimir el lateral derecho, donde se aloja el higado, facilitando su flujo circulatorio. Otro factor positivo para el higado es atender sus necesi- dades depurativas, especialmente en primavera, época clave para este Grgano, segun los postulados de la antigua medicina china-y de la simple observacién de las crisis que todos sufri- mos en dicho periodo. Transcurrido el invierno, el higado in- tenta desembarazarse de todos los excesos acumulados en la época de los alimentos densos y caléricos. Por ello la necesidad de estar atento y facilitar los mecanismos de evacuacién. Una técnica que permite remover y expulsar los residuos grasos es la cura de aceite de oliva. Consiste en ingerir durante 15 dias, dos cucharadas de aceite en ayunas (una sola cucharada en ca- sos de calculos vesiculares), pudiendo agregarse unas gotas de jugo de limén. Otra técnica casera que ayuda a la desintoxicacién hepd- tica por su enérgica accin colerética, es el enema de café. Una sustancia presente en el café (el Acido palmitico) estimu- la espectacularmente la produccién de una enzima (glutation s-transferasa), lo cual se suma a otros principios activos del café. Resumidamente, digamos que esta practica: Capitulo 3 - Las Emuntorios |67 estimula la actividad y la regeneracién celular; mejora el equilibrio sodio/potasio en las células; capta radicales libres; incrementa el flujo biliar; dilata los vasos sanguineos y los conductos biliares; relaja la musculatura; elimina toxinas cerosas de la sangre; bee ee eu alivia depresion, tensién nerviosa, alergias y dolores. El enema de café se prepara con 2 cucharadas soperas de café en grano recién molido y un cuarto litro de agua. Se hace una infusion bien cargada, se cuela bien y se aplica con una ca- nula, Se retiene 10/15 minutos y luego se evacua. Dado que en pocos minutos toda la sangre del cuerpo pasa por el higado, esta practica equivale a una didlisis de nuestro fluido sangui- neo. Los enemas de café mejoran la tensién nerviosa, la depre- sién, las alergias y los dolores agudos. El Dr. Gerson utiliza y recomienda esta técnica en enfermedades crénicas degenera- tivas como la esclerosis multiple. LOS INTESTINOS Son nuestros 6rganos de relaci6n primaria con el alimen- to. A través de estos conductos, los nutrientes que ingresaron al estomago (bolo alimenticio) sufren el necesario proceso de degradacion y asimilacion. Por esta misma via se excretan los desechos resultantes de todo el acto digestivo, El recorrido se inicia en el intestino delgado (entre 5 y 6 metros de longitud y unos 3 centimetros de didmetro) y culmina en el intestino grueso 0 colon (1,5 metros de largo y hasta 8 centimetros de seccién). Si bien se considera que el primero absorbe nutrien- 68] Néstor Palmetti tes y el segundo elimina desechos, en la practica ambos cum- plen las dos funciones, y los dos son importantes en términos de toxemia corporal; por ello los trataremos como un unico 6rgano. En primera instancia, debemos tomar conciencia de que no se trata de metros de conducto inerte. Los intestinos de un organismo vital estan formados por tres estructuras comple- jas e inteligentes: la mucosa, la red de capilares y la flora. Es importante detenernos un momento para comprender sus ca- racterfsticas principales, a fin de obrar de acuerdo a sus leyes y asi cooperar con su tarea, Lamentablemente, nuestro moder- no estilo de vida olvida esta realidad y perjudica su actividad, sufriendo las consecuencias el organismo en su conjunto. No exageramos afirmando que la gran mayoria de los modernos problemas de salud, en el fondo, se generan como consecuen- cia de los desdrdenes intestinales. LA MUCOSA INTESTINAL Es el medio por el cual las sustancias nutritivas provenien- tes del bolo alimenticio pasan a una compleja red de capilares sanguineos para llegar al higado, organo encargado de trans- formar y redistribuir los nutrientes a través de la sangre. En es- tado normal, la mucosa, que ocupa unos 300 metros cuadra- dos de superficie, funciona como un filtro inteligente, dejan- do pasar s6lo las sustancias bien digeridas. Los alimentos mal degradados y los residuos téxicos se ven obligados a permane- cer en el conducto intestinal, hasta ser finalmente evacuados como materia fecal. Pero este principio de funcionamiento tan sencillo, en Ja practica se ve obstaculizado por gran cantidad de factores que trataremos de resumir seguidamente. Capitulo 3 - Los Emunterios }69 La relacién con estos imprescindibles “huéspedes” debe ser de colaboracién reciproca: debemos garantizarles la super- vivencia, a fin de que nos proporcionen una serie de funciones (esencialmente enzimaticas) que posibilitan la digestion de los alimentos. La simbiosis natural es perfecta: ellos obtienen energia y sustento de los procesos de desdoblamiento de hi- dratos, grasas y proteinas; procesos que sélo son posibles gra- cias a las enzimas que aportan. Pocos saben que la degrada- cién inicial de los alimentos (por ejemplo las fibras vegetales) la realiza, en muchos casos, la flora y no los jugos intestinales. Una parte importante de los nutrientes que ingerimos sirven para alimentar la flora, existiendo por ellos una cierta compe- tencia entre los microorganismos y la mucosa. Una funcién muy importante de la flora normal es su capa- cidad para desdoblar cuerpos grasos, como los acidos biliares y el colesterol. Al hablar del higado, vimos que la bilis transporta toxinas y excedentes hacia el intestino. Entre dichos excedentes esta el colesterol, con el objeto de ser luego evacuado por los in- testinos. Para que esta evacuacién sea posible, es necesario el trabajo de ciertas bacterias intestinales que lo “digieren” (desdo- blan). Si esa poblacién de bacterias no existe o es muy reducida, el colesterol permanece integro; debido a ello es reabsorbido por la mucosa intestinal y va rapidamente al flujo sanguineo. Esto nos permite entender dos cosas: por qué hay vegeta- rianos con colesterol elevado y por qué es relativo el efecto de las medicaciones para el colesterol. Mucha gente gasta tiempo, dinero y esfuerzo en el inutil y obsesivo control del indice de colesterol, en lugar de atender las minimas necesidades de la flora, que gratuita y naturalmente se ocuparia de ello. La flora genera un equilibrio dindmico ecoldgico, gracias al cual se evita el desarrollo de enfermedades en el organismo. 724 Néstor Palmetti Si se mantiene prevalente la poblacién de microorganismos normales, éstos impiden que pobladores peligrosos (otras bacterias o levaduras) puedan afincarse en el medio y les ro- ben su forma de sustento habitual. Ademas, la flora normal genera una especie de cobertura de la mucosa digestiva, cu- briendo ciertas porosidades en las cuales podrian depositarse microorganisms patégenos; con ello estin cumpliendo otra importante tarea de defensa corporal. Los fluidos digestivos (saliva, jugos gdstricos ¢ intestina- les) determinan las condiciones para el desarrollo de la flora benéfica e impiden el crecimiento de la flora nociva. Dos ha- bitos nefastos del modernismo nutricional conspiran en gran forma contra la calidad de dichos fluidos: la mala masticacién y el uso de antidcidos. Es de fundamental importancia la len- ta masticacion y buena insalivacién de los alimentos, al gene- rarse alli sustancias (como la lisozima) con cierto efecto anti- bidtico contra microorganismos perjudiciales. Por otra parte, el uso y abuso de antidcidos estomacales, al disminuir la aci- dez estomacal, anula esta verdadera barrera contra bacterias indeseables, que luego colonizan los intestinos, convirtiéndo- se en huéspedes crénicos. Los antidcidos som otra demostra- cién de cémo atacamos efectos y no resolvemos las causas que generan el problema. El tipo de alimentacién que hagamos determinar la cali- dad de flora que tengamos. Si bien el tema nutricional lo tra- tamos aparte, aportaremos aqui algunos conceptos basicos en funcion a las necesidades de una flora benéfica. Si bien los mi- croorganismos intestinales se benefician de la presencia de fi- bra, hay tipos y tipos de fibra. Frente a la carencia absoluta de este elemento en la moderna dieta refinada (el proceso indus- trial la elimina por completo de los alimentos), se recurre ha- Capitulo 3 - Los Emuntorios 173 INDICE EE: trabajo recopila variados conceptos de |a vieja escuela naturista, de la antiq ja Medicina oriental y de recientes investigaciones cientificas que buscan poner remedio a problemas crénicos sin solucién aparente. Todo ello, enriquecido por una vision integradora sobre el funcionamiento de una estructura maravillosa y poco comprendida: nuestro cuerpo. Esta destinado a un publico vasto: enfermos agobiados por padecimientos crénicos 0 degenerativos, personas interesadas €n mejorar su calidad de Vida y, sobre todo, a quienes buscan la autogestidn de la salud. * La toxemia corporal - La renovacién permanente + Célula, la unidad vital - Emuntorios, 6rganos depurativos * El terreno lo es todo - Toxinas internas y externas * Acidez y toxemia - Enfermedad: crisis depurativa * Enfermedad aguda y cronica - La represién de sintomas * Enfermedad grave o degenerativa - El ejemplo del cancer * ¢Por dénde empezar? - Evacuar con criterio + Tipos de desechos - La toxemia energética + Los organs de eliminacién: Higado - Intestinos - Rinones - Piel - Pulmones - Linfa + Sintomas de malfuncion, métodos de autodiagnéstico y técnicas caseras de limpieza + Hierbas, alimentos y suplementos que los favorecen * Paquete depurativo basico * Practicas correcciones nutricionales BIER ~).' 5 6) 0)

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