una familia típica que vivía en la ladera de la montaña más preciada de toda la región, en la cual se divisaba su acojedor hogar. Francisco Tenenbaul se había casado con Agustina. Siendo muy felices lograron serlo más aún con la llegada de Eugenia, quien con sus ojos celestes se robaba todas las miradas.
Lo único que opacaba la felicidad eran los
malignos planes de Lucrecia, la hermana de Agustina, que lo único que hacía era molestar a los demás por no tener nada que hacer.
Cierto día, Eugenia,
estaba recolectando flores para su mamá cuando de pronto sintió una mano tapándole la boca y fue arrastrada hasta un auto. Allí descubrió que Lucrecia la estaba secuestrando. Los padres de Eugenia, desde lejos, lograron ver lo que sucedía y no alcanzaron a evitarlo. Lucrecia llevó a Eugenia hasta una plaza, pensando en abandonarla. Mientras tanto los padres llamaron a la policía. Ellos, mediante un sistema de rastreo localizaron al auto de Lucrecia y a ella, quien arrepentida declaró dónde estaba Eugenia, pero ella logro huir, quién sabe donde. La familia nuevamente unida, sigue viviendo tranquilamente, y no dejan de buscar a Lucrecia para brindarle ayuda.
Autores: Bueno, Julieta; Rubí, Florencia y Rasini, Franco.