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Código
de Legislación
Civil
Edición actualizada a 2 de julio de 2013

AGENCIA ESTATAL BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO


© Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado

NIPO: 007-12-083-2

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

SUMARIO

§ 1. Real decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil. . . . . . . . . . . . . . . 1

§ 2. Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260

§ 3. Decreto de 8 de febrero de 1946 por el que se aprueba la nueva redacción oficial de la


Ley Hipotecaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 551

§ 4. Ley de 8 de junio de 1957 sobre el Registro Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 627

§ 5. Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 648

§ 6. Ley del Notariado de 28 de mayo de 1862. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 681

§ 7. Ley 49/1960, de 21 de julio, sobre propiedad horizontal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 692

§ 8. Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 709

§ 9. Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 739

§ 10. Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las
disposiciones legales vigentes sobre la materia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 762

§ 11. Ley 49/2003, de 26 de noviembre, de arrendamientos rústicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 814

§ 12. Ley 60/2003, de 23 de diciembre, de Arbitraje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 830

§ 13. Ley 54/2007, de 28 de diciembre, de Adopción internacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 853

§ 14. Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles. . . . . . . . . . . . . . . 871

– III –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

– IV –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§1

Real decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil.

Ministerio de Gracia y Justicia


«BOE» núm. 206, de 25 de julio de 1889
Última modificación: 14 de noviembre de 2012
Referencia: BOE-A-1889-4763

Téngase en cuenta que las referencias hechas a la llamada "adopción plena" se entienden
sustituidas por la adopción regulada en la Ley 21/1987, de 11 de noviembre, según establece el
artículo 3 de la citada Ley. Ref. BOE-A-1987-25627.

Teniendo presente lo dispuesto en la ley de 26 de Mayo último; conformándome con lo


propuesto por el Ministro de Gracia y Justicia, y de acuerdo con el parecer de mi Consejo de
Ministros;
En nombre de mi Augusto Hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente del Reino,
Vengo en decretar que se publique e inserte en la Gaceta de Madrid el adjunto texto de
la nueva edición del Código Civil, hecha con las enmiendas y adiciones propuestas por la
Sección de lo civil de la Comisión general de codificación, según el resultado de la discusión
habida en ambos Cuerpos Colegisladores, y en cumplimiento de lo preceptuado por la
mencionada ley de 26 de Mayo último.
Dado en San Ildefonso a veinticuatro de Julio de mil ochocientos ochenta y nueve.

MARÍA CRISTINA

El Ministro de Gracia y Justicia,


JOSÉ CANALEJAS Y MÉNDEZ

–1–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CÓDIGO CIVIL

TÍTULO PRELIMINAR
De las normas jurídicas, su aplicación y eficacia

CAPÍTULO I
Fuentes del derecho

Artículo 1. 
1. Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios
generales del derecho.
2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior.
3. La costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la
moral o al orden público, y que resulte probada.
Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de
voluntad, tendrán la consideración de costumbre.
4. Los principias generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin
perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico.
5. Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación
directa en España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno
mediante su publicación íntegra en el «Boletín Oficial del Estado».
6. La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de
modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y
los principios generales del derecho.
7. Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los
asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido.

Artículo 2. 
1. Las leyes entrarán en vigor a los veinte días de su completa publicación en el «Boletín
Oficial del Estado», si en ellas no se dispone otra cosa.
2. Las leyes sólo se derogan por otras posteriores. La derogación tendrá el alcance que
expresamente se disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley nueva, sobre
la misma materia sea incompatible con la anterior. Por la simple derogación de una ley no
recobran vigencia las que ésta hubiere derogado.
3. Las leyes no tendrán efecto retroactivo, si no dispusieren lo contrario.

CAPÍTULO II
Aplicación de las normas jurídicas

Artículo 3. 
1. Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con
el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que
han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas.
2. La equidad habrá de ponderarse en la aplicación de las normas, si bien las
resoluciones de los Tribunales sólo podrán descansar de manera exclusiva en ella cuando la
ley expresamente lo permita.

Artículo 4. 
1. Procederá la aplicación analógica de las normas cuando éstas no contemplen un
supuesto específico, pero regulen otro semejante entre los que se aprecie identidad de
razón.
2. Las leyes penales, las excepcionales y las de ámbito temporal no se aplicarán a
supuestos ni en momentos distintos de los comprendidos expresamente en ellas.

–2–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

3. Las disposiciones de este Código se aplicarán como supletorias en las materias


regidas por otras leyes.

Artículo 5. 
1. Siempre que no se establezca otra cosa, en los plazos señalados por días, a contar de
uno determinado, quedará éste excluido del cómputo, el cual deberá empezar en el día
siguiente; y si los plazos estuviesen fijados por meses o años, se computarán de fecha a
fecha. Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo,
se entenderá que el plazo expira el último del mes.
2. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles.

CAPÍTULO III
Eficacia general de las normas jurídicas

Artículo 6. 
1. La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento. El error de derecho
producirá únicamente aquellos efectos que las leyes determinen.
2. La exclusión voluntaria de la ley aplicable y la renuncia a los derechos en ella
reconocidos sólo serán válidas cuando no contraríen el interés o el orden público ni
perjudiquen a terceros.
3. Los actos contrarios a las normas imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno
derecho, salvo que en ellas se establezca un efecto distinto para el caso de contravención.
4. Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado
prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude
de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir.

Artículo 7. 
1. Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe.
2. La Ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo. Todo acto
u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las circunstancias en que se
realice sobrepase manifiestamente los límites normales del ejercicio de un derecho, con
daño para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización y a la adopción de las
medidas judiciales o administrativas que impidan la persistencia en el abuso.

CAPÍTULO IV
Normas de derecho internacional privado

Artículo 8. 
1. Las leyes penales, las de policía y las de seguridad pública obligan a todos los que se
hallen en territorio español.
2. (Derogado)

Artículo 9. 
1. La ley personal correspondiente a las personas físicas es la determinada por su
nacionalidad. Dicha ley regirá la capacidad y el estado civil, los derechos y deberes de
familia y la sucesión por causa de muerte.
El cambio de ley personal no afectará a la mayoría de edad adquirida de conformidad
con la ley personal anterior.
2. Los efectos del matrimonio se regirán por la ley personal común de los cónyuges al
tiempo de contraerlo; en defecto de esta ley, por la ley personal o de la residencia habitual
de cualquiera de ellos, elegida por ambos en documento auténtico otorgado antes de la
celebración del matrimonio; a falta de esta elección, por la ley de la residencia habitual

–3–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

común inmediatamente posterior a la celebración, y, a falta de dicha residencia, por la del


lugar de celebración del matrimonio.
La nulidad, la separación y el divorcio se regirán por la ley que determina el artículo 107.
3. Los pactos o capitulaciones por los que se estipule, modifique o sustituya el régimen
económico del matrimonio serán válidos cuando sean conformes bien a la ley que rija los
efectos del matrimonio, bien a la ley de la nacionalidad o de la residencia habitual de
cualquiera de las partes al tiempo del otorgamiento.
4. El carácter y contenido de la filiación, incluida la adoptiva y las relaciones paterno-
filiales, se regirán por la Ley personal del hijo y si no pudiera determinarse ésta, se estará a
la de la residencia habitual del hijo.
5. La adopción internacional se regirá por las normas contenidas en la Ley de Adopción
Internacional. Igualmente, las adopciones constituidas por autoridades extranjeras surtirán
efectos en España con arreglo a las disposiciones de la citada Ley de Adopción
Internacional.
6. La tutela y las demás instituciones de protección del incapaz se regularán por la ley
nacional de éste. Sin embargo, las medidas provisionales o urgentes de protección se
regirán por la ley de su residencia habitual.
Las formalidades de constitución de la tutela y demás instituciones de protección en que
intervengan autoridades judiciales o administrativas españolas se sustanciarán, en todo
caso, con arreglo a la ley española.
Será aplicable la ley española para tomar las medidas de carácter protector y educativo
respecto de los menores o incapaces abandonados que so hallen en territorio español.
7. El derecho a la prestación de alimentos entre parientes habrá de regularse por la ley
nacional común del alimentista y del alimentante. No obstante, se aplicará la ley de la
residencia habitual de la persona que los reclame cuando ésta no pueda obtenerlos de
acuerdo con la ley nacional común. En defecto de ambas leyes, o cuando ninguna de ellas
permita la obtención de alimentos, se aplicará la ley interna de la autoridad que conoce de la
reclamación.
En caso de cambio de la nacionalidad común o de la residencia habitual del alimentista,
la nueva ley se aplicará a partir del momento del cambio.
8. La sucesión por causa de muerte se regirá por la Ley nacional del causante en el
momento de su fallecimiento, cualesquiera que sean la naturaleza de los bienes y el pais
donde se encuentren. Sin embargo, las disposiciones hechas en testamento y los pactos
sucesorios ordenados conforme a la Ley nacional del testador o del disponente en el
momento de su otorgamiento conservarán su validez, aunque sea otra la ley que rija la
sucesión, si bien las legítimas se ajustarán, en su caso, a esta última. Los derechos que por
ministerio de la ley se atribuyan al cónyuge supérstite se regirán por la misma ley que regule
los efectos del matrimonio, a salvo siempre las legítimas de los descendientes.
9. A los efectos de este capítulo, respecto de las situaciones de doble nacionalidad
previstas en las leyes españolas se estará a lo que determinen los tratados internacionales,
y, si nada estableciesen, será preferida la nacionalidad coincidente con la última residencia
habitual y, en su defecto, la última adquirida.
Prevalecerá en todo caso la nacionalidad española del que ostente además otra no
prevista en nuestras leyes o en los tratados internacionales. Si ostentare dos o más
nacionalidades y ninguna de ellas fuera la española, se estará a lo que establece él apartado
siguiente.
10. Se considerará como ley personal de los que carecieren de nacionalidad o la tuvieren
indeterminada, la ley del lugar de su residencia habitual.
11. La ley personal correspondiente a las personas jurídicas es la determinada por su
nacionalidad, y regirá en todo lo relativo a capacidad, constitución, representación,
funcionamiento, transformación, disolución y extinción.
En la fusión de sociedades de distinta nacionalidad se tendrán en cuenta las respectivas
leyes personales.

Artículo 10. 
1. La posesión, la propiedad, y los demás derechos sobre bienes inmuebles, así como su
publicidad, se regirán por la ley del lugar donde se hallen.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

La misma ley será aplicable a los bienes muebles.


A los efectos de la constitución o cesión de derechos sobre bienes en tránsito, éstos se
considerarán situados en el lugar de su expedición, salvo que el remitente y el destinatario
hayan convenido, expresa o tácitamente, que se consideren situados en el lugar de su
destino.
2. Los buques, las aeronaves y los medios de transporte por ferrocarril, así como todos
los derechos que se constituyan sobra ellos, quedarán sometidos a la ley del lugar de su
abanderamiento, matrícula o registro. Los automóviles y otras medios de transporte por
carretera quedarán sometidos a la ley del lugar donde se hallen.
3. La emisión de los títulos-valores se atendrá a la ley del lugar en que se produzca.
4. Los derechos de propiedad intelectual e industrial se protegerán dentro del territorio
español de acuerdo con la ley española, sin perjuicio de lo establecido por los convenios y
tratados internacionales en los que España sea parte.
5. Se aplicará a las obligaciones contractuales la ley a que las partes se hayan sometido
expresamente, siempre que tenga alguna conexión con el negocio de que se trate; en su
defecto, la ley nacional común a las partes; a falta de ella, la de la residencia habitual común,
y, en último término, la ley del lugar de celebración del contrato.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, a falta de sometimiento expreso, se
aplicará a los contratos relativos a bienes inmuebles la ley del lugar donde estén sitos, y a
las compraventas de muebles corporales realizadas en establecimientos mercantiles, la ley
del lugar en que éstos radiquen.
6. A las obligaciones derivadas del contrato de trabajo, en defecto de sometimiento
expreso de las partes y sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 8, les será
de aplicación la ley del lugar donde se presten los servicios.
7. Las donaciones se regirán, en todo caso, por la, ley nacional del donante.
8. Serán válidos, a efectos del ordenamiento jurídico español, los contratos onerosos
celebrados en España por extranjero incapaz según su ley nacional, si la causa de la
incapacidad no estuviese reconocida en la legislación española. Esta regla no se aplicará a
los contratos relativos a inmuebles situados en el extranjero.
9. Las obligaciones no contractuales se regirán por la ley del lugar donde hubiere
ocurrido el hecho de que deriven.
La gestión de negocios se regulará por la ley del lugar donde el gestor realice la principal
actividad.
En el enriquecimiento sin causa se aplicará la ley en virtud de la cual se produjo la
transferencia del valor patrimonial en favor del enriquecido.
10. La ley reguladora de una obligación se extiende a los requisitos del cumplimiento y a
las consecuencias del incumplimiento, así como a su extinción. Sin embargo, se aplicará la
ley del lugar de cumplimiento a las modalidades de la ejecución que requieran intervención
judicial o administrativa.
11. A la representación legal se aplicará la ley reguladora de la relación jurídica de la que
nacen las facultades del representante, y a la voluntaria, de no mediar sometimiento
expreso, la ley del país en donde se ejerciten las facultades conferidas.

Artículo 11. 
1. Las formas y solemnidades de Ios contratos, testamentos y demás actos jurídicos se
regirán por la ley del país en que se otorguen. No obstante, serán también válidos los
celebrados con las formas y solemnidades exigidas por la ley aplicable a su contenido, así
como los celebrados conforme a la ley personal del disponente o la común de los otorgantes.
Igualmente serán válidos los actos y contratos relativos a bienes inmuebles otorgados con
arreglo a las formas y solemnidades del lugar en que éstos radiquen.
Si tales actos fueren otorgados a bordo de buques o aeronaves durante su navegación,
se entenderán celebrados en el país de su abanderamiento, matrícula o registro. Los navíos
y las aeronaves militares se consideran como parte del territorio del Estado al que
pertenezcan.
2. Si la ley reguladora del contenido de los actos y contratos exigiere para su validez una
determinada forma o solemnidad, será siempre aplicada, incluso en el caso de otorgarse
aquéllos en el extranjero.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

3. Será de aplicación la ley española a los contratos, testamentos y demás actos


jurídicos autorizados por funcionarios diplomáticos o consulares de España en el extranjero.

Artículo 12. 
1. La calificación para determinar la norma de conflicto aplicable se hará siempre con
arreglo a la ley española.
2. La remisión al derecho extranjero se entenderá hecha a su ley material, sin tener en
cuenta el reenvío que sus normas de conflicto puedan hacer a otra ley que no sea la
española.
3. En ningún caso tendrá aplicación la ley extranjera cuando resulte contraria aI orden
público.
4. Se considerará como fraude de ley la utilización de una norma de conflicto con el fin
de eludir una ley imperativa española.
5. Cuando una norma de conflicto remita a la legislación de un Estado en el que
coexistan diferentes sistemas legislativos, la determinación del que sea aplicable entre ellos
se hará conforme a la legislación de dicho Estado.
6. Los Tribunales y autoridades aplicarán de oficio las normas de conflicto del derecho
español.
(Párrafo derogado)

CAPÍTULO V
Ámbito de aplicación de los regímenes jurídicos civiles coexistentes en el
territorio nacional

Artículo 13. 
1. Las disposiciones de este título preliminar, en cuanto determinan los efectos de las
leyes y las reglas generales para su aplicación, así como las del título IV del libro I, con
excepción de las normas de este último relativas al régimen económico matrimonial, tendrán
aplicación general y directa en toda España.
2. En lo demás, y con pleno respeto a los derechos especiales o forales de las provincias
o territorios en que están vigentes, regirá el Código Civil como derecho supletorio, en defecto
del que lo sea en cada una de aquéllas según sus normas especiales.

Artículo 14. 
1. La sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por la vecindad
civil.
2. Tienen vecindad civil en territorio de derecho común, o en uno de los de derecho
especial o foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad.
Por la adopción, el adoptado no emancipado adquire la vecindad civil de los adoptantes.
3. Si al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el hijo
tendrá la que corresponda a aquél de los dos respecto del cual la filiación haya sido
determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento y, en último término, la
vecindad de derecho común.
Sin embargo, los padres, o el que de ellos ejerza o le haya sido atribuida la patria
potestad, podrán atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos en tanto no
transcurran los seis meses siguientes al nacimiento o a la adopción.
La privación o suspensión en el ejercicio de la patria potestad, o el cambio de vecindad
de los padres, no afectarán a la vecindad civil de los hijos.
En todo caso el hijo desde que cumpla catorce años y hasta que transcurra un año
después de su emancipación podrá optar bien por la vecindad civil del lugar de su
nacimiento, bien por la última vecindad de cualquiera de sus padres. Si no estuviera
amancipado, habrá de ser asistido en la opción por el representante legal.
4. El matrimonio no altera la vecindad civil. No obstante, cualquiera de los cónyuges no
separados, ya sea legalmente o de hecho, podrá, en todo momento, optar por la vecindad
civil del otro.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

5. La vecindad civil se adquiere:


1.° Por residencia continuada durante dos años, siempre que el interesado manifieste ser
esa su voluntad.
2.° Por residencia continuada de diez años, sin declaración en contrario durante este
plazo.
Ambas declaraciones se harán constar en el Registro Civil y no necesitan ser reiteradas.
6. En caso de duda prevalecerá la vecindad civil que corresponda al lugar de nacimiento.

Artículo 15. 
1. El extranjero que adquiera la nacionalidad española deberá optar, al inscribir la
adquisición de la nacionalidad, por cualquiera de las vecindades siguientes:
a) La correspondiente al lugar de residencia.
b) La del lugar del nacimiento.
c) La última vecindad de cualquiera de sus progenitores o adoptantes.
d) La del cónyuge.
Esta declaración de opción se formulará, atendiendo a la capacidad del interesado para
adquirir la nacionalidad, por el propio optante, por sí o asistido de su representante legal, o
por este último. Cuando la adquisición de la nacionalidad se haga por declaración o a
petición del representante legal, la autorización necesaria deberá determinar la vecindad civil
por la que se ha de optar.
2. El extranjero que adquiera la nacionalidad por carta de naturaleza tendrá la vecindad
civil que el Real Decreto de concesión determine, teniendo en cuenta la opción de aquél, de
acuerdo con lo que dispone el apartado anterior u otras circunstancias que concurran en el
peticionario.
3. La recuperación de la nacionalidad española lleva consigo la de aquella vecindad civil
que ostentara el interesado al tiempo de su pérdida.
4. La dependencia personal respecto a una comarca o localidad con especialidad civil
propia o distinta, dentro de la legislación especial o foral del territorio correspondiente, se
regirá por las disposiciones de este artículo y las del anterior.

Artículo 16. 
1. Los conflictos de leyes que puedan surgir por la coexistencia de distintas legislaciones
civiles en el territorio nacional se resolverán según las normas contenidas en el capítulo IV
con las siguientes particularidades:
1.a Será ley personal la determinada por la vecindad civil.
2.a No será aplicable lo dispuesto en los apartados 1, 2 y 3 del artículo 12 sobre
calificación, remisión y orden público.
2. El derecho de viudedad regulado en la Compilación aragonesa corresponde a los
cónyuges sometidos al régimen económico matrimonial de dicha Compilación, aunque
después cambie su vecindad civil, con exclusión en este caso de la legítima que establezca
la ley sucesoria.
El derecho expectante de viudedad no podrá oponerse al adquirente a título oneroso y
de buena fe de los bienes que no radiquen en territorio donde se reconozca tal derecho, si el
contrato se hubiera celebrado fuera de dicho territorio, sin haber hecho constar el régimen
económico matrimonial del transmitente.
El usufructo viudal corresponde también al cónyuge supérstite cuando el premuerto
tuviese vecindad civil aragonesa en el momento de su muerte.
3. Los efectos del matrimonio entre españoles se regularán por la ley española que
resulte aplicable según los criterios del artículo 9 y, en su defecto, por el Código Civil.
En este último caso se aplicará el régimen de separación de bienes del Código Civil si
conforme a una y otra ley personal de los contrayentes hubiera de regir un sistema de
separación.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

LIBRO PRIMERO
De las personas

TÍTULO PRIMERO
De los españoles y extranjeros

Artículo 17. 
1. Son españoles de origen:
a) Los nacidos de padre o madre españoles.
b) Los nacidos en España de padres extranjeros si, al menos, uno de ellos hubiera
nacido también en España. Se exceptúan los hijos de funcionario diplomático o consular
acreditado en España.
c) Los nacidos en España de padres extranjeros, si ambos carecieren de nacionalidad o
si la legislación de ninguno de ellos atribuye al hijo una nacionalidad.
d) Los nacidos en España cuya filiación no resulte determinada. A estos efectos, se
presumen nacidos en territorio español los menores de edad cuyo primer lugar conocido de
estancia sea territorio español.
2. La filiación o el nacimiento en España, cuya determinación se produzca después de
los dieciocho años de edad, no son por sí solos causa de adquisición de la nacionalidad
española. El interesado tiene entonces derecho a optar por la nacionalidad española de
origen en el plazo de dos años a contar desde aquella determinación.

Artículo 18. 
La posesión y utilización continuada de la nacionalidad española durante diez años, con
buena fe y basada en un título inscrito en el Registro Civil, es causa de consolidación de la
nacionalidad, aunque se anule el título que la originó.

Artículo 19. 
1. El extranjero menor de dieciocho años adoptado por un español adquiere, desde la
adopción, la nacionalidad española de origen.
2. Si el adoptado es mayor de dieciocho años, podrá optar por la nacionalidad española
de origen en el plazo de dos años a partir de la constitución de la adopción.

Artículo 20. 
1. Tienen derecho a optar por la nacionalidad española:
a) Las personas que estén o hayan estado sujetas a la patria potestad de un español.
b) Aquellas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente español y nacido en
España.
c) Las que se hallen comprendidas en el segundo apartado de los artículos 17 y 19.
2. La declaración de opción se formulará:
a) Por el representante legal del optante, menor de catorce años o incapacitado. En este
caso, la opción requiere autorización del encargado del Registro Civil del domicilio del
declarante, previo dictamen del Ministerio Fiscal. Dicha autorización se concederá en interés
del menor o incapaz.
b) Por el propio interesado, asistido por su representante legal, cuando aquél sea mayor
de catorce años o cuando, aun estando incapacitado, así lo permita la sentencia de
incapacitación.
c) Por el interesado, por sí solo, si está emancipado o es mayor de dieciocho años. La
opción caducará a los veinte años de edad, pero si el optante no estuviera emancipado
según su ley personal al llegar a los dieciocho años, el plazo para optar se prolongará hasta
que transcurran dos años desde la emancipación.
d) Por el interesado, por sí solo, dentro de los dos años siguientes a la recuperación de
la plena capacidad. Se exceptúa el caso en que haya caducado el derecho de opción
conforme al párrafo c).

–8–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

3. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, el ejercicio del derecho de opción


previsto en el apartado 1.b) de este artículo no estará sujeto a límite alguno de edad.

Artículo 21. 
1. La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada
discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias
excepcionales.
2. La nacionalidad española también se adquiere por residencia en España, en las
condiciones que señala el artículo siguiente y mediante la concesión otorgada por el Ministro
de Justicia, que podrá denegarla por motivos razonados de orden público o interés nacional.
3. En uno y otro caso la solicitud podrá formularla:
a) El interesado emancipado o mayor de dieciocho años.
b) El mayor de catorce años asistido por su representante legal.
c) El representante legal del menor de catorce años.
d) El representante legal del incapacitado o el incapacitado, por si solo o debidamente
asistido, según resulte de la sentencia de incapacitación.
En este caso y en el anterior, el representante legal sólo podrá formular la solicitud si
previamente ha obtenido autorización conforme a lo previsto en la letra a) del apartado 2 del
artículo anterior.
4. Las concesiones por carta de naturaleza o por residencia caducan a los ciento
ochenta días siguientes a su notificación, si en este plazo no comparece el interesado ante
funcionario competente para cumplir los requisitos del artículo 23.

Artículo 22. 
1. Para la concesión de la nacionalidad por residencia se requiere que ésta haya durado
diez años. Serán suficientes cinco años para los que hayan obtenido la condición de
refugiado y dos años cuando se trate de nacionales de origen de países iberoamericanos,
Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o de sefardíes.
2. Bastará el tiempo de residencia de un año para:
a) El que haya nacido en territorio español.
b) El que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar.
c) El que haya estado sujeto legalmente a la tutela, guarda o acogimiento de un
ciudadano o institución españoles durante dos años consecutivos, incluso si continuare en
esta situación en el momento de la solicitud.
d) El que al tiempo de la solicitud llevare un año casado con español o española y no
estuviere separado legalmente o de hecho.
e) El viudo o viuda de española o español, si a la muerte del cónyuge no existiera
separación legal o de hecho.
f) El nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente
hubieran sido españoles.
3. En todos los casos, la residencia habrá de ser legal, continuada e inmediatamente
anterior a la petición.
A los efectos de lo previsto en el párrafo d) del apartado anterior, se entenderá que tiene
residencia legal en España el cónyuge que conviva con funcionario diplomático o consular
español acreditado en el extranjero.
4. El interesado deberá justificar, en el expediente regulado por la legislación del
Registro Civil, buena conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad
española.
5. La concesión o denegación de la nacionalidad por residencia deja a salvo la vía
judicial contencioso-administrativa.

Artículo 23. 
Son requisitos comunes para la validez de la adquisición de la nacionalidad española por
opción, carta de naturaleza o residencia:
a) Que el mayor de catorce años y capaz para prestar una declaración por sí jure o
prometa fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes.

–9–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

b) Que la misma persona declare que renuncia a su anterior nacionalidad. Quedan a


salvo de este requisito los naturales de países mencionados en el apartado 1 del artículo 24.
c) Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español.

Artículo 24. 
1. Pierden la nacionalidad española los emancipados que, residiendo habitualmente en
el extranjero, adquieran voluntariamente otra nacionalidad o utilicen exclusivamente la
nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la emancipación. La pérdida se
producirá una vez que transcurran tres años, a contar, respectivamente, desde la adquisición
de la nacionalidad extranjera o desde la emancipación. No obstante, los interesados podrán
evitar la pérdida si dentro del plazo indicado declaran su voluntad de conservar la
nacionalidad española al encargado del Registro Civil.
La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea
Ecuatorial o Portugal no es bastante para producir, conforme a este apartado, la pérdida de
la nacionalidad española de origen.
2. En todo caso, pierden la nacionalidad española los españoles emancipados que
renuncien expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el
extranjero.
3. Los que habiendo nacido y residiendo en el extranjero ostenten la nacionalidad
española por ser hijos de padre o madre españoles, también nacidos en el extranjero,
cuando las leyes del país donde residan les atribuyan la nacionalidad del mismo, perderán,
en todo caso, la nacionalidad española si no declaran su voluntad de conservarla ante el
encargado del Registro Civil en el plazo de tres años, a contar desde su mayoría de edad o
emancipación.
4. No se pierde la nacionalidad española, en virtud de lo dispuesto en este precepto, si
España se hallare en guerra.

Artículo 25. 
1. Los españoles que no lo sean de origen perderán la nacionalidad:
a) Cuando durante un período de tres años utilicen exclusivamente la nacionalidad a la
que hubieran declarado renunciar al adquirir la nacionalidad española.
b) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo político en un
Estado extranjero contra la prohibición expresa del Gobierno.
2. La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en falsedad, ocultación o
fraude en la adquisición de la nacionalidad española produce la nulidad de tal adquisición, si
bien no se derivarán de ella efectos perjudiciales para terceros de buena fe. La acción de
nulidad deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de oficio o en virtud de denuncia, dentro
del plazo de quince años.

Artículo 26. 
1. Quien haya perdido la nacionalidad española podrá recuperarla cumpliendo los
siguientes requisitos:
a) Ser residente legal en España. Este requisito no será de aplicación a los emigrantes ni
a los hijos de emigrantes. En los demás casos podrá ser dispensado por el Ministro de
Justicia cuando concurran circunstancias excepcionales.
b) Declarar ante el encargado del Registro Civil su voluntad de recuperar la nacionalidad
española.
c) Inscribir la recuperación en el Registro Civil.
2. No podrán recuperar o adquirir, en su caso, la nacionalidad española sin previa
habilitación concedida discrecionalmente por el Gobierno, los que se encuentren incursos en
cualquiera de los supuestos previstos en el artículo anterior.

Artículo 27. 
Los extranjeros gozan en España de los mismos derechos civiles que los españoles,
salvo lo dispuesto en las Leyes especiales y en los Tratados.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 28. 
Las corporaciones, fundaciones y asociaciones, reconocidas por la ley y domiciliadas en
España, gozarán de la nacionalidad española, siempre que tengan el concepto de personas
jurídicas con arreglo a las disposiciones del presente Código.
Las asociaciones domiciliadas en el extranjero tendrán en España la consideración y los
derechos que determinen los tratados o leyes especiales.

TÍTULO II
Del nacimiento y de la extinción de la personalidad civil

CAPÍTULO PRIMERO
De las personas naturales

Artículo 29. 
El nacimiento determina la personalidad; pero el concebido se tiene por nacido para
todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que
expresa el artículo siguiente.

Artículo 30. 
La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez producido
el entero desprendimiento del seno materno.

Artículo 31. 
La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los
derechos que la ley reconozca al primogénito.

Artículo 32. 
La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas.
(Párrafo suprimido)

Artículo 33. 
Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha muerto
primero, el que sostenga la muerte anterior de una o de otra, debe probarla; a falta de
prueba, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos
de uno a otro.

Artículo 34. 
Respecto a la presunción de muerte del ausente y sus efectos se estará a lo dispuesto
en el título VIII de este libro.

CAPÍTULO II
De las personas jurídicas

Artículo 35. 
Son personas jurídicas:
1.º Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reconocidas por la
ley.
Su personalidad empieza desde el instante mismo en que, con arreglo a derecho,
hubiesen quedado válidamente constituidas.

– 11 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

2.º Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o industriales, a las
que la ley conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de los asociados.

Artículo 36. 
Las asociaciones a que se refiere el número 2.º del artículo anterior se regirán por las
disposiciones relativas al contrato de sociedad, según la naturaleza de éste.

Artículo 37. 
La capacidad civil de las corporaciones se regulará por las leyes que las hayan creado o
reconocido; la de las asociaciones por sus estatutos, y las de las fundaciones por las reglas
de su institución, debidamente aprobadas por disposición administrativa, cuando este
requisito fuere necesario.

Artículo 38. 
Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como
contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas
de su constitución.
La Iglesia se regirá en este punto por lo concordado entre ambas potestades, y los
establecimientos de instrucción y beneficencia por lo que dispongan las leyes especiales.

Artículo 39. 
Si por haber expirado el plazo durante el cual funcionaban legalmente o por haber
realizado el fin para el cual se constituyeron, o por ser ya imposible aplicar a éste la actividad
y los medios de que disponían, dejasen de funcionar las corporaciones, asociaciones y
fundaciones, se dará a sus bienes la aplicación que las leyes, o los estatutos, o las cláusulas
fundacionales, les hubiesen en esta previsión asignado. Si nada se hubiere establecido
previamente, se aplicarán esos bienes a la realización de fines análogos, en interés de la
región, provincia o municipio que principalmente debieran recoger los beneficios de las
instituciones extinguidas.

TÍTULO III
Del domicilio

Artículo 40. 
Para el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones civiles, el
domicilio de las personas naturales es el lugar de su residencia habitual, y, en su caso, el
que determine la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El domicilio de los diplomáticos residentes por razón de su cargo en el extranjero, que
gocen del derecho de extraterritorialidad, será el último que hubieren tenido en territorio
español.

Artículo 41. 
Cuando ni la ley que las haya creado o reconocido ni los estatutos o las reglas de
fundación fijaren el domicilio de las personas jurídicas, se entenderá que lo tienen en el lugar
en que se halle establecida su representación legal, o donde ejerzan las principales
funciones de su instituto.

– 12 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO IV
Del matrimonio

CAPÍTULO PRIMERO
De la promesa de matrimonio

Artículo 42. 
La promesa de matrimonio no produce obligación de contraerlo ni de cumplir lo que se
hubiere estipulado para el supuesto de su no celebración.
No se admitirá a trámite la demanda en que se pretenda su cumplimiento.

Artículo 43. 
El incumplimiento sin causa de la promesa cierta de matrimonio hecha por persona
mayor de edad o por menor emancipado sólo producirá la obligación de resarcir a la otra
parte de los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración al matrimonio
prometido.
Esta acción caducará al año contado desde el día de la negativa a la celebración del
matrimonio.

CAPÍTULO II
De los requisitos del matrimonio

Artículo 44. 
El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones
de este Código.
El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean
del mismo o de diferente sexo.

Artículo 45. 
No hay matrimonio sin consentimiento matrimonial.
La condición, término o modo del consentimiento se tendrá por no puesta.

Artículo 46. 
No pueden contraer matrimonio:
1.° Los menores de edad no emancipados.
2.° Los que estén ligados con vínculo matrimonial.

Artículo 47. 
Tampoco pueden contraer matrimonio entre sí:
1.° Los parientes en línea recta por consanguinidad o adopción.
2.° Los colaterales por consanguinidad hasta el tercer grado.
3.° Los condenados como autores o cómplices de la muerte dolosa del cónyuge de
cualquiera de ellos.

Artículo 48. 
El Ministro de Justicia puede dispensar, a instancia de parte, el impedimento de muerte
dolosa del cónyuge anterior.
El Juez de Primera Instancia podrá dispensar, con justa causa y a instancia de parte, los
impedimentos del grado tercero entre colaterales y de edad a partir de los catorce años. En
los expedientes de dispensa de edad deberán ser oídos el menor y sus padres o
guardadores.

– 13 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

La dispensa ulterior convalida, desde su celebración, el matrimonio cuya nulidad no haya


sido instada judicialmente por alguna de las partes.

CAPÍTULO III
De la forma de celebración del matrimonio

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 49. 
Cualquier español podrá contraer matrimonio dentro o fuera de España:
1.º Ante el Juez, Alcalde o funcionario señalado por este Código.
2.º En la forma religiosa legalmente prevista.
También podrá contraer matrimonio fuera de España con arreglo a la forma establecida
por la Ley del lugar de celebración.

Artículo 50. 
Si ambos contrayentes son extranjeros, podrá celebrarse el matrimonio en España con
arreglo a la forma prescrita para los españoles o cumpliendo la establecida por la ley
personal de cualquiera de ellos.

Sección segunda. De la celebración ante el Juez, Alcalde o funcionario que


haga sus veces

Artículo 51. 
Será competente para autorizar el matrimonio:
1.º El Juez encargado del Registro Civil y el Alcalde del municipio donde se celebre el
matrimonio o concejal en quien éste delegue.
2.º En los municipios en que no resida dicho Juez, el delegado designado
reglamentariamente.
3.º El funcionario diplomático o consular encargado del Registro Civil en el extranjero.

Artículo 52. 
Podrá autorizar el matrimonio del que se halle en peligro de muerte:
1. El Juez encargado del Registro Civil, el delegado o el Alcalde, aunque los
contrayentes no residan en la circunscripción respectiva.
2. En defecto del Juez, y respecto de los militares en campaña, el Oficial o Jefe superior
inmediato.
3. Respecto de los matrimonios que se celebren a bordo de nave o aeronave, el Capitán
o Comandante de la misma.
Este matrimonio no requerirá para su autorización la previa formación de expediente,
pero sí la presencia, en su celebración, de dos testigos mayores de edad, salvo imposibilidad
acreditada.

Artículo 53. 
La validez del matrimonio no quedará afectada por la incompetencia o falta de
nombramiento legítimo del Juez, Alcalde o funcionario que lo autorice, siempre que al menos
uno de los cónyuges hubiera procedido de buena fe y aquéllos ejercieran sus funciones
públicamente.

Artículo 54. 
Cuando concurra causa grave suficientemente probada, el Ministro de Justicia podrá
autorizar el matrimonio secreto. En este caso, el expediente se tramitará reservadamente,
sin la publicación de edictos o proclamas.

– 14 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 55. 
Podrá autorizarse en el expediente matrimonial que el contrayente que no resida en el
distrito o demarcación del Juez, Alcalde o funcionario autorizante celebre el matrimonio por
apoderado a quien haya concedido poder especial en forma auténtica, pero siempre será
necesaria la asistencia personal del otro contrayente.
En el poder se determinará la persona con quien ha de celebrarse el matrimonio, con
expresión de las circunstancias personales precisas para establecer su identidad.
El poder se extinguirá por la revocación del poderdante, por la renuncia del apoderado o
por la muerte de cualquiera de ellos. En caso de revocación por el poderdante bastará su
manifestación en forma auténtica antes de la celebración del matrimonio. La revocación se
notificará de inmediato al Juez, Alcalde o funcionario autorizante.

Artículo 56. 
Quienes deseen contraer matrimonio acreditarán previamente, en expediente tramitado
conforme a la legislación del Registro Civil, que reúnen los requisitos de capacidad
establecidos en este Código.
Si alguno de los contrayentes estuviere afectado por deficiencias o anomalías psíquicas,
se exigirá dictamen médico sobre su aptitud para prestar el consentimiento.

Artículo 57. 
El matrimonio deberá celebrarse ante el Juez, Alcalde o funcionario correspondiente al
domicilio de cualquiera de los contrayentes y dos testigos mayores de edad.
La prestación del consentimiento podrá también realizarse, por delegación del instructor
del expediente, bien a petición de los contrayentes o bien de oficio, ante Juez, Alcalde o
funcionario de otra población distinta.

Artículo 58. 
El Juez, Alcalde o funcionario, después de leídos los artículos 66, 67 y 68, preguntará a
cada uno de los contrayentes si consienten en contraer matrimonio con el otro y si
efectivamente lo contraen en dicho acto y, respondiendo ambos afirmativamente, declarará
que los mismos quedan unidos en matrimonio y extenderá la inscripción o el acta
correspondiente.

Sección tercera. De la celebración en forma religiosa

Artículo 59. 
El consentimiento matrimonial podrá prestarse en la forma prevista por una confesión
religiosa inscrita, en los términos acordados con el Estado o, en su defecto, autorizados por
la legislación de éste.

Artículo 60. 
El matrimonio celebrado según las normas del Derecho canónico o en cualquiera de las
formas religiosas previstas en el artículo anterior produce efectos civiles. Para el pleno
reconocimiento de los mismos se estará a lo dispuesto en el capítulo siguiente.

CAPÍTULO IV
De la inscripción del matrimonio en el Registro Civil

Artículo 61. 
El matrimonio produce efectos civiles desde su celebración.
Para el pleno reconocimiento de los mismos será necesaria su inscripción en el Registro
Civil.
El matrimonio no inscrito no perjudicará los derechos adquiridos de buena fe por terceras
personas.

– 15 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 62. 
El Juez, Alcalde o funcionario ante quien se celebre el matrimonio extenderá,
inmediatamente después de celebrado, la inscripción o el acta correspondiente con su firma
y la de los contrayentes y testigos.
Asimismo, practicada la inscripción o extendida el acta, el Juez, Alcalde o funcionario
entregará a cada uno de los contrayentes documento acreditativo de la celebración del
matrimonio.

Artículo 63. 
La inscripción del matrimonio celebrado en España en forma religiosa se practicará con
la simple presentación de la certificación de la Iglesia o confesión respectiva, que habrá de
expresar las circunstancias exigidas por la legislación del Registro Civil.
Se denegará la práctica del asiento cuando de los documentos presentados o de los
asientos del Registro conste que el matrimonio no reúne los requisitos que para su validez
se exigen en este título.

Artículo 64. 
Para el reconocimiento del matrimonio secreto basta su inscripción en el libro especial
del Registro Civil Central, pero no perjudicará los derechos adquiridos de buena fe por
terceras personas sino desde su publicación en el Registro Civil ordinario.

Artículo 65. 
Salvo lo dispuesto en el artículo 63, en todos los demás casos en que el matrimonio se
hubiere celebrado sin haberse tramitado el correspondiente expediente, el Juez o funcionario
encargado del Registro, antes de practicar la inscripción, deberá comprobar si concurren los
requisitos legales para su celebración.

CAPÍTULO V
De los derechos y deberes de los cónyuges

Artículo 66. 
Los cónyuges son iguales en derechos y deberes.

Artículo 67. 
Los cónyuges deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia.

Artículo 68. 
Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse
mutuamente. Deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y
atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo.

Artículo 69. 
Se presume, salvo prueba en contrario, que los cónyuges viven juntos.

Artículo 70. 
Los cónyuges fijarán de común acuerdo el domicilio conyugal y, en caso de discrepancia,
resolverá el Juez, teniendo en cuenta el interés de la familia.

Artículo 71. 
Ninguno de los cónyuges puede atribuirse la representación del otro sin que le hubiere
sido conferida.

– 16 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 72. 
(Suprimido)

CAPÍTULO VI
De la nulidad del matrimonio

Artículo 73. 
Es nulo cualquiera que sea la forma de su celebración:
1.º El matrimonio celebrado sin consentimiento matrimonial.
2.º El matrimonio celebrado entre las personas a que se refieren los artículos 46 y 47,
salvo los casos de dispensa conforme al artículo 48.
3.º El que se contraiga sin la intervención del Juez, Alcalde o funcionario ante quien deba
celebrarse, o sin la de los testigos.
4.º El celebrado por error en la identidad de la persona del otro contrayente o en aquellas
cualidades personales que, por su entidad, hubieren sido determinantes de la prestación del
consentimiento.
5.º El contraído por coacción o miedo grave.

Artículo 74. 
La acción para pedir la nulidad del matrimonio corresponde a los cónyuges, al Ministerio
Fiscal y a cualquier persona que tenga interés directo y legítimo en ella, salvo lo dispuesto
en los artículos siguientes.

Artículo 75. 
Si la causa de nulidad fuere la falta de edad, mientras el contrayente sea menor sólo
podrá ejercitar la acción cualquiera de sus padres, tutores o guardadores y, en todo caso, el
Ministerio Fiscal.
Al llegar a la mayoría de edad sólo podrá ejercitar la acción el contrayente menor, salvo
que los cónyuges hubieren vivido juntos durante un año después de alcanzada aquélla.

Artículo 76. 
En los casos de error, coacción o miedo grave solamente podrá ejercitar la acción de
nulidad el cónyuge que hubiera sufrido el vicio.
Caduca la acción y se convalida el matrimonio si los cónyuges hubieran vivido juntos
durante un año después de desvanecido el error o de haber cesado la fuerza o la causa del
miedo.

Artículo 77. 
(Suprimido)

Artículo 78. 
El Juez no acordará la nulidad de un matrimonio por defecto de forma, si al menos uno
de los cónyuges lo contrajo de buena fe, salvo lo dispuesto en el número 3 del artículo 73.

Artículo 79. 
La declaración de nulidad del matrimonio no invalidará los efectos ya producidos
respecto de los hijos y del contrayente o contrayentes de buena fe.
La buena fe se presume.

Artículo 80. 
Las resoluciones dictadas por los Tribunales eclesiásticos sobre nulidad de matrimonio
canónico o las decisiones pontificias sobre matrimonio rato y no consumado tendrán eficacia
en el orden civil, a solicitud de cualquiera de las partes, si se declaran ajustados al Derecho

– 17 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

del Estado en resolución dictada por el Juez civil competente conformo a las condiciones a
las que se refiere el artículo 954 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

CAPÍTULO VII
De la separación

Artículo 81. 
Se decretará judicialmente la separación, cualquiera que sea la forma de celebración del
matrimonio:
1.º A petición de ambos cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, una vez
transcurridos tres meses desde la celebración del matrimonio. A la demanda se acompañará
una propuesta de convenio regulador redactada conforme al artículo 90 de este Código.
2.º A petición de uno solo de los cónyuges, una vez transcurridos tres meses desde la
celebración del matrimonio. No será preciso el transcurso de este plazo para la interposición
de la demanda cuando se acredite la existencia de un riesgo para la vida, la integridad física,
la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de
los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio.
A la demanda se acompañará propuesta fundada de las medidas que hayan de regular
los efectos derivados de la separación.

Artículo 82. 
(Sin contenido)

Artículo 83. 
La sentencia de separación produce la suspensión de la vida común de los casados, y
cesa la posibilidad de vincular bienes del otro cónyuge en el ejercicio de la potestad
doméstica.

Artículo 84. 
La reconciliación pone término al procedimiento de separación y deja sin efecto ulterior lo
resuelto en él, pero ambos cónyuges separadamente deberán ponerlo en conocimiento del
Juez que entienda o haya entendido en el litigio.
Ello no obstante, mediante resolución judicial, serán mantenidas o modificadas las
medidas adoptadas en relación a los hijos, cuando exista causa que lo justifique.

CAPÍTULO VIII
De la disolución del matrimonio

Artículo 85. 
El matrimonio se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebración, por la
muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el divorcio.

Artículo 86. 
Se decretará judicialmente el divorcio, cualquiera que sea la forma de celebración del
matrimonio, a petición de uno solo de los cónyuges, de ambos o de uno con el
consentimiento del otro, cuando concurran los requisitos y circunstancias exigidos en el
artículo 81.

Artículo 87. 
(Sin contenido)

– 18 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 88. 
La acción de divorcio se extingue por la muerte de cualquiera de los cónyuges y por su
reconciliación, que deberá ser expresa cuando se produzca después de interpuesta la
demanda.
La reconciliación posterior al divorcio no produce efectos legales, si bien los divorciados
podrán contraer entre sí nuevo matrimonio.

Artículo 89. 
La disolución del matrimonio por divorcio sólo podrá tener lugar por sentencia que así lo
declare y producirá efectos a partir de su firmeza. No perjudicará a terceros de buena fe sino
a partir de su inscripción en el Registro Civil.

CAPÍTULO IX
De los efectos comunes a la nulidad, separación y divorcio

Artículo 90. 
El convenio regulador a que se refieren los artículos 81 y 86 de este Código deberá
contener, al menos, los siguientes extremos:
a) El cuidado de los hijos sujetos a la patria potestad de ambos, el ejercicio de ésta y, en
su caso, el régimen de comunicación y estancia de los hijos con el progenitor que no viva
habitualmente con ellos.
b) Si se considera necesario, el régimen de visitas y comunicación de los nietos con sus
abuelos, teniendo en cuenta, siempre, el interés de aquéllos.
c) La atribución del uso de la vivienda y ajuar familiar.
d) La contribución a las cargas del matrimonio y alimentos, así como sus bases de
actualización y garantías en su caso.
e) La liquidación, cuando proceda, del régimen económico del matrimonio
f) La pensión que conforme al artículo 97 correspondiere satisfacer, en su caso, a uno de
los cónyuges.
Los acuerdos de los cónyuges, adoptados para regular las consecuencias de la nulidad,
separación o divorcio serán aprobados por el juez, salvo si son dañosos para los hijos o
gravemente perjudiciales para uno de los cónyuges. Si las partes proponen un régimen de
visitas y comunicación de los nietos con los abuelos, el juez podrá aprobarlo previa
audiencia de los abuelos en la que éstos presten su consentimiento. La denegación de los
acuerdos habrá de hacerse mediante resolución motivada y en este caso los cónyuges
deben someter a la consideración del juez nueva propuesta para su aprobación, si procede.
Desde la aprobación judicial, podrán hacerse efectivos por la vía de apremio.
Las medidas que el Juez adopta en defecto de acuerdo, o las convenidas por los
cónyuges, podrán ser modificadas judicialmente o por nuevo convenio cuando se alteren
sustancialmente las circunstancias.
El Juez podrá establecer las garantías reales o personales que requiera el cumplimiento
del convenio.

Artículo 91. 
En las sentencias de nulidad, separación o divorcio, o en ejecución de las mismas, el
Juez, en defecto de acuerdo de los cónyuges o en caso de no aprobación del mismo,
determinará conforme a lo establecido en los artículos siguientes las medidas que hayan de
sustituir a las ya adoptadas con anterioridad en relación con los hijos, la vivienda familiar, las
cargas del matrimonio, liquidación del régimen económico y las cautelas o garantías
respectivas, estableciendo las que procedan si para alguno de estos conceptos no se
hubiera adoptado ninguna. Estas medidas podrán ser modificadas cuando se alteren
sustancialmente las circunstancias.

– 19 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 92. 
1. La separación, la nulidad y el divorcio no eximen a los padres de sus obligaciones
para con los hijos.
2. El Juez, cuando deba adoptar cualquier medida sobre la custodia, el cuidado y la
educación de los hijos menores, velará por el cumplimiento de su derecho a ser oídos.
3. En la sentencia se acordará la privación de la patria potestad cuando en el proceso se
revele causa para ello.
4. Los padres podrán acordar en el convenio regulador o el Juez podrá decidir, en
beneficio de los hijos, que la patria potestad sea ejercida total o parcialmente por unos de los
cónyuges.
5. Se acordará el ejercicio compartido de la guarda y custodia de los hijos cuando así lo
soliciten los padres en la propuesta de convenio regulador o cuando ambos lleguen a este
acuerdo en el transcurso del procedimiento. El Juez, al acordar la guarda conjunta y tras
fundamentar su resolución, adoptará las cautelas procedentes para el eficaz cumplimiento
del régimen de guarda establecido, procurando no separar a los hermanos.
6. En todo caso, antes de acordar el régimen de guarda y custodia, el Juez deberá
recabar informe del Ministerio Fiscal, y oír a los menores que tengan suficiente juicio cuando
se estime necesario de oficio o a petición del Fiscal, partes o miembros del Equipo Técnico
Judicial, o del propio menor, valorar las alegaciones de las partes vertidas en la
comparecencia y la prueba practicada en ella, y la relación que los padres mantengan entre
sí y con sus hijos para determinar su idoneidad con el régimen de guarda.
7. No procederá la guarda conjunta cuando cualquiera de los padres esté incurso en un
proceso penal iniciado por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad
moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos que convivan con
ambos. Tampoco procederá cuando el Juez advierta, de las alegaciones de las partes y las
pruebas practicadas, la existencia de indicios fundados de violencia doméstica.
8. Excepcionalmente, aun cuando no se den los supuestos del apartado cinco de este
artículo, el Juez, a instancia de una de las partes, con informe favorable del Ministerio
Fiscal, podrá acordar la guarda y custodia compartida fundamentándola en que sólo de esta
forma se protege adecuadamente el interés superior del menor.

Atención: declarado inconstitucional y nulo el inciso destacado.

9. El Juez, antes de adoptar alguna de las decisiones a que se refieren los apartados
anteriores, de oficio o a instancia de parte, podrá recabar dictamen de especialistas
debidamente cualificados, relativo a la idoneidad del modo de ejercicio de la patria potestad
y del régimen de custodia de los menores.

Artículo 93. 
El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada progenitor para satisfacer los
alimentos y adoptará las medidas convenientes para asegurar la efectividad y acomodación
de las prestaciones a las circunstancias económicas y necesidades de los hijos en cada
momento.
Si convivieran en el domicilio familiar hijos mayores de edad o emancipados que
carecieran de ingresos propios, el Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que
sean debidos conforme a los artículos 142 y siguientes de este Código.

Artículo 94. 
El progenitor que no tenga consigo a los hijos menores o incapacitados gozará del
derecho de visitarlos, comunicar con ellos y tenerlos en su compañía. El Juez determinará el
tiempo, modo y lugar del ejercicio de este derecho, que podrá limitar o suspender si se
dieren graves circunstancias que así lo aconsejen o se incumplieren grave o reiteradamente
los deberes impuestos por la resolución judicial.

– 20 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Igualmente podrá determinar, previa audiencia de los padres y de los abuelos, que
deberán prestar su consentimiento, el derecho de comunicación y visita de los nietos con los
abuelos, conforme al artículo 160 de este Código, teniendo siempre presente el interés del
menor.

Artículo 95. 
La sentencia firme producirá, respecto de los bienes del matrimonio, la disolución del
régimen económico matrimonial.
Si la sentencia de nulidad declara la mala fe de uno sólo de los cónyuges, el que hubiere
obrado de buena fe podrá optar por aplicar en la liquidación del régimen económico
matrimonial las disposiciones relativas al régimen de participación y el de mala fe no tendrá
derecho a participar en las ganancias obtenidas por su consorte.

Artículo 96. 
En defecto de acuerdo de los cónyuges aprobado por el Juez, el uso de la vivienda
familiar y de los objetos de uso ordinario en ella corresponde a los hijos y al cónyuge en cuya
compañía queden.
Cuando algunos de los hijos queden en la compañía de uno y los restantes en la del
otro, el Juez resolverá lo procedente.
No habiendo hijos, podrá acordarse que el uso de tales bienes, por el tiempo que
prudencialmente se fije, corresponda al cónyuge no titular, siempre que atendidas las
circunstancias, lo hicieran aconsejable y su interés fuera el más necesitado de protección.
Para disponer de la vivienda y bienes indicados cuyo uso corresponda al cónyuge no
titular se requerirá el consentimiento de ambas partes o, en su caso, autorización judicial.

Artículo 97. 
El cónyuge al que la separación o el divorcio produzca un desequilibrio económico en
relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación anterior en
el matrimonio, tendrá derecho a una compensación que podrá consistir en una pensión
temporal o por tiempo indefinido, o en una prestación única, según se determine en el
convenio regulador o en la sentencia.
A falta de acuerdo de los cónyuges, el Juez, en sentencia, determinará su importe
teniendo en cuenta las siguientes circunstancias:
1.ª Los acuerdos a que hubieran llegado los cónyuges.
2.ª La edad y el estado de salud.
3.ª La cualificación profesional y las probabilidades de acceso a un empleo.
4.ª La dedicación pasada y futura a la familia.
5.ª La colaboración con su trabajo en las actividades mercantiles, industriales o
profesionales del otro cónyuge.
6.ª La duración del matrimonio y de la convivencia conyugal.
7.ª La pérdida eventual de un derecho de pensión.
8.ª El caudal y los medios económicos y las necesidades de uno y otro cónyuge.
9.ª Cualquier otra circunstancia relevante.
En la resolución judicial se fijarán las bases para actualizar la pensión y las garantías
para su efectividad.

Artículo 98. 
El cónyuge de buena fe cuyo matrimonio haya sido declarado nulo tendrá derecho a una
indemnización si ha existido convivencia conyugal, atendidas las circunstancias previstas en
el artículo 97.

Artículo 99. 
En cualquier momento podrá convenirse la sustitución de la pensión fijada judicialmente
conforme al artículo 97 por la constitución de una renta vitalicia, el usufructo de
determinados bienes o la entrega de un capital en bienes o en dinero.

– 21 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 100. 
Fijada la pensión y las bases de su actualización en la sentencia de separación o de
divorcio, sólo podrá ser modificada por alteraciones sustanciales en la fortuna de uno u otro
cónyuges.

Artículo 101. 
El derecho a la pensión se extingue por el cese de la causa que lo motivó, por contraer el
acreedor nuevo matrimonio o por vivir maritalmente con otra persona.
El derecho a la pensión no se extingue por el solo hecho de la muerte del deudor. No
obstante, los herederos de éste podrán solicitar del Juez la reducción o supresión de aquélla,
si el caudal hereditario no pudiera satisfacer las necesidades de la deuda o afectara a sus
derechos en la legítima.

CAPÍTULO X
De las medidas provisionales por demanda de nulidad, separación y divorcio

Artículo 102. 
Admitida la demanda de nulidad, separación o divorcio, se producen, por ministerio de la
Ley, los efectos siguientes:
1.° Los cónyuges podrán vivir separados y cesa la presunción de convivencia conyugal.
2.° Quedan revocados los consentimientos y poderes que cualquiera de los cónyuges
hubiera otorgado al otro.
Asimismo, salvo pacto en contrario, cesa la posibilidad de vincular los bienes privativos
del otro cónyuge en el ejercicio de la potestad doméstica.
A estos efectos, cualquiera de las partes podrá instar la oportuna anotación en el
Registro Civil y, en su caso, en los de la Propiedad y Mercantil.

Artículo 103. 
Admitida la demanda, el Juez, a falta de acuerdo de ambos cónyuges aprobado
judicialmente, adoptará, con audiencia de éstos, las medidas siguientes:
1.ª Determinar, en interés de los hijos, con cuál de los cónyuges han de quedar los
sujetos a la patria potestad de ambos y tomar las disposiciones apropiadas de acuerdo con
lo establecido en este Código y, en particular, la forma en que el cónyuge que no ejerza la
guarda y custodia de los hijos podrá cumplir el deber de velar por éstos y el tiempo, modo y
lugar en que podrá comunicar con ellos y tenerlos en su compañía.
Excepcionalmente, los hijos podrán ser encomendados a los abuelos, parientes u otras
personas que así lo consintieren y, de no haberlos, a una institución idónea, confiriéndoseles
las funciones tutelares que ejercerán bajo la autoridad del juez.
Cuando exista riesgo de sustracción del menor por alguno de los cónyuges o por
terceras personas podrán adoptarse las medidas necesarias y, en particular, las siguientes:
a) Prohibición de salida del territorio nacional, salvo autorización judicial previa.
b) Prohibición de expedición del pasaporte al menor o retirada del mismo si ya se
hubiere expedido.
c) Sometimiento a autorización judicial previa de cualquier cambio de domicilio del
menor.
2.ª Determinar, teniendo en cuenta el interés familiar más necesitado de protección, cuál
de los cónyuges ha de continuar en el uso de la vivienda familiar y asimismo, previo
inventario, los bienes y objetos del ajuar que continúan en ésta y los que se ha de llevar el
otro cónyuge, así como también las medidas cautelares convenientes para conservar el
derecho de cada uno.
3.ª Fijar, la contribución de cada cónyuge a las cargas del matrimonio, incluidas si
procede las «litis expensas», establecer las bases para la actualización de cantidades y

– 22 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

disponer las garantías, depósitos, retenciones u otras medidas cautelares convenientes, a fin
de asegurar la efectividad de lo que por estos conceptos un cónyuge haya de abonar al otro.
Se considerará contribución a dichas cargas el trabajo que uno de los cónyuges dedicará
a la atención de los hijos comunes sujetos a patria potestad.
4.ª Señalar, atendidas las circunstancias, los bienes gananciales o comunes que, previo
inventario, se hayan de entregar a uno u otro cónyuge y las reglas que deban observar en la
administración y disposición, así como en la obligatoria rendición de cuentas sobre los
bienes comunes o parte de ellos que reciban y los que adquieran en lo sucesivo.
5.ª Determinar, en su caso, el régimen de administración y disposición de aquellos
bienes privativos que por capitulaciones o escritura pública estuvieran especialmente
afectados a las cargas del matrimonio.

Artículo 104. 
El cónyuge que se proponga demandar la nulidad, separación o divorcio de su
matrimonio puede solicitar los efectos y medidas a que se refieren los dos artículos
anteriores.
Estos efectos y medidas sólo subsistirán si, dentro de los treinta días siguientes a contar
desde que fueron inicialmente adoptados, se presenta la demanda ante el Juez o Tribunal
competente.

Artículo 105. 
No incumple el deber de convivencia el cónyuge que sale del domicilio conyugal por una
causa razonable y en el plazo de treinta días presenta la demanda o solicitud a que se
refieren los artículos anteriores.

Artículo 106. 
Los efectos y medidas previstos en este capítulo terminan, en todo caso, cuando sean
sustituidos por los de la sentencia estimatoria o se ponga fin al procedimiento de otro modo.
La revocación de consentimientos y poderes se entiende definitiva.

CAPÍTULO XI
Ley aplicable a la nulidad, la separación y el divorcio.

Artículo 107. 
1. La nulidad del matrimonio y sus efectos se determinarán de conformidad con la ley
aplicable a su celebración.
2. La separación y el divorcio se regirán por la ley nacional común de los cónyuges en el
momento de la presentación de la demanda ; a falta de nacionalidad común, por la ley de la
residencia habitual común del matrimonio en dicho momento y, en defecto de ésta, por la ley
de la última residencia habitual común del matrimonio si uno de los cónyuges aún reside
habitualmente en dicho Estado.
En todo caso, se aplicará la ley española cuando uno de los cónyuges sea español o
resida habitualmente en España:
a) Si no resultara aplicable ninguna de las leyes anteriormente mencionadas.
b) Si en la demanda presentada ante tribunal español la separación o el divorcio se pide
por ambos cónyuges o por uno con el consentimiento del otro.
c) Si las leyes indicadas en el párrafo primero de este apartado no reconocieran la
separación o el divorcio o lo hicieran de forma discriminatoria o contraria al orden público.

– 23 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO V
De la paternidad y filiación

CAPÍTULO PRIMERO
De la filiación y sus efectos

Artículo 108. 
La filiación puede tener lugar por naturaleza y por adopción. La filiación por naturaleza
puede ser matrimonial y no matrimonial. Es matrimonial cuando el padre y la madre están
casados entre sí.
La filiación matrimonial y la no matrimonial, así como la adoptiva, surten los mismos
efectos, conforme a las disposiciones de este Código.

Artículo 109. 
La filiación determina los apellidos con arreglo a lo dispuesto en la ley.
Si la filiación está determinada por ambas líneas, el padre y la madre de común acuerdo
podrán decidir el orden de transmisión de su respectivo primer apellido, antes de la
inscripción registral. Si no se ejercita esta opción, regirá lo dispuesto en la ley.
El orden de apellidos inscrito para el mayor de los hijos regirá en las inscripciones de
nacimiento posteriores de sus hermanos del mismo vínculo.
El hijo, al alcanzar la mayor edad, podrá solicitar que se altere el orden de los apellidos.

Artículo 110. 
El padre y la madre, aunque no ostenten la patria potestad, están obligados a velar por
los hijos menores y a prestarles alimentos.

Artículo 111. 
Quedará excluido de la patria potestad y demás funciones tuitivas y no ostentará
derechos por ministerio de la Ley respecto del hijo o de sus descendientes, o en sus
herencias, el progenitor:
1.° Cuando haya sido condenado a causa de las relaciones a que obedezca la
generación, según sentencia penal firme.
2.° Cuando la filiación haya sido judicialmente determinada contra su oposición.
En ambos supuestos el hijo no ostentará el apellido del progenitor en cuestión más que
si lo solicita él mismo o su representante legal.
Dejarán de producir efecto estas restricciones por determinación del representante legal
del hijo aprobada judicialmente, o por voluntad del propio hijo una vez alcanzada la plena
capacidad.
Quedarán siempre a salvo las obligaciones de velar por los hijos y prestarles alimentos.

CAPÍTULO II
De la determinación y prueba de la filiación

Sección primera. Disposiciones generales.

Artículo 112. 
La filiación produce sus efectos desde que tiene lugar. Su determinación legal tiene
efectos retroactivos siempre que la retroactividad sea compatible con la naturaleza de
aquéllos y la Ley no dispusiere lo contrario.
En todo caso, conservarán su validez los actos otorgados, en nombre del hijo menor o
incapaz, por su representante legal, antes de que la filiación hubiere sido determinada.

– 24 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 113. 
La filiación se acredita por la inscripción en el Registro Civil, por el documento o
sentencia que la determina legalmente, por la presunción de paternidad matrimonial y, a falta
de los medios anteriores, por la posesión de estado. Para la admisión de pruebas distintas a
la inscripción se estará a lo dispuesto en la Ley de Registro Civil.
No será eficaz la determinación de una filiación en tanto resulte acreditada otra
contradictoria.

Artículo 114. 
Los asientos de filiación podrán ser rectificados conforme a la Ley de Registro Civil, sin
perjuicio de lo especialmente dispuesto en el presente título sobre acciones de impugnación.
Podrán también rectificarse en cualquier momento los asientos que resulten
contradictorios con los hechos que una sentencia penal declare probados.

Sección segunda. De la determinación de la filiación matrimonial

Artículo 115. 
La filiación matrimonial materna y paterna quedará determinada legalmente:
1.° Por la inscripción del nacimiento junto con la del matrimonio de los padres.
2.° Por sentencia firme.

Artículo 116. 
Se presumen hijos del marido los nacidos después de la celebración del matrimonio y
antes de los trescientos días siguientes a su disolución o a la separación legal o de hecho de
los cónyuges.

Artículo 117. 
Nacido el hijo dentro de los ciento ochenta días siguientes a la celebración del
matrimonio, podrá el marido destruir la presunción mediante declaración auténtica en
contrario formalizada dentro de los seis meses siguientes al conocimiento del parto. Se
exceptúan los casos en que hubiere reconocido la paternidad expresa o tácitamente o
hubiese conocido el embarazo de la mujer con anterioridad a la celebración del matrimonio,
salvo que, en este último supuesto, la declaración auténtica se hubiera formalizado con el
consentimiento de ambos, antes del matrimonio o después del mismo, dentro de los seis
meses siguientes al nacimiento del hijo.

Artículo 118. 
Aun faltando la presunción de paternidad del marido por causa de la separación legal o
de hecho de los cónyuges, podrá inscribirse la filiación como matrimonial si concurre el
consentimiento de ambos.

Artículo 119. 
La filiación adquiere el carácter de matrimonial desde la fecha del matrimonio de los
progenitores cuando éste tenga lugar con posterioridad al nacimiento del hijo siempre que el
hecho de la filiación quede determinado legalmente conforme a lo dispuesto en la sección
siguiente.
Lo establecido en el párrafo anterior aprovechará, en su caso, a los descendientes del
hijo fallecido.

Sección tercera. De la determinación de la filiación no matrimonial

Artículo 120. 
La filiación no matrimonial quedará determinada legalmente:

– 25 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.° Por el reconocimiento ante el encargado del Registro Civil, en testamento o en otro
documento público.
2.° Por resolución recaída en expediente tramitado con arreglo a la legislación del
Registro Civil.
3.° Por sentencia firme.
4.° Respecto de la madre, cuando se haga constar la filiación materna en la inscripción
de nacimiento practicada dentro de plazo, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Registro
Civil.

Artículo 121. 
El reconocimiento otorgado por los incapaces o por quienes no puedan contraer
matrimonio por razón de edad necesitará para su validez aprobación judicial con audiencia
del Ministerio Fiscal.

Artículo 122. 
Cuando un progenitor hiciere el reconocimiento separadamente, no podrá manifestar en
él la identidad del otro a no ser que esté ya determinada legalmente.

Artículo 123. 
El reconocimiento de un hijo mayor de edad no producirá efectos sin su consentimiento
expreso o tácito.

Artículo 124. 
La eficacia del reconocimiento del menor o incapaz requerirá el consentimiento expreso
de su representante legal o la aprobación judicial con audiencia del Ministerio Fiscal y del
progenitor, legalmente conocido.
No será necesario el consentimiento o la aprobación si el reconocimiento se hubiere
efectuado en testamento o dentro del plazo establecido para practicar la inscripción del
nacimiento. La inscripción de paternidad así practicada podrá suspenderse a simple petición
de la madre durante el año siguiente al nacimiento. Si el padre solicitara la confirmación de
la inscripción, será necesaria la aprobación judicial con audiencia del Ministerio Fiscal.

Artículo 125. 
Cuando los progenitores del menor o incapaz fueren hermanos o consanguíneos en
línea recta, legalmente determinada la filiación respecto de uno, sólo podrá quedar
determinada legalmente respecto del otro, previa autorización judicial que se otorgará, con
audiencia del Ministerio Fiscal, cuando convenga al menor o incapaz.
Alcanzada por éste la plena capacidad podrá, mediante declaración auténtica, invalidar
esta última determinación si no la hubiere consentido.

Artículo 126. 
El reconocimiento del ya fallecido sólo surtirá efecto si lo consintieren sus descendientes
por sí o por sus representantes legales.

CAPÍTULO III
De las acciones de filiación

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 127. 
(Derogado)

– 26 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 128. 
(Derogado)

Artículo 129. 
(Derogado)

Artículo 130. 
(Derogado)

Sección segunda. De la reclamación

Artículo 131. 
Cualquier persona con interés legítimo tiene acción para que se declare la filiación
manifestada por la constante posesión de estado.
Se exceptúa el supuesto en que la filiación que se reclame contradiga otra legalmente
determinada.

Artículo 132. 
A falta de la correspondiente posesión de estado, la acción de reclamación de la filiación
matrimonial, que es imprescriptible, corresponde al padre, a la madre o al hijo.
Si el hijo falleciere antes de transcurrir cuatro años desde que alcanzase plena
capacidad, o durante el año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se haya de
fundar la demanda, su acción corresponde a sus herederos por el tiempo que faltare para
completar dichos plazos.

Artículo 133. 
La acción de reclamación de filiación no matrimonial, cuando falte la respectiva posesión
de estado, corresponde al hijo durante toda su vida.

Atencion: Se declara la inconstitucionalidad del primer párrafo.

Si el hijo falleciere antes de transcurrir cuatro años desde que alcanzare plena
capacidad, o durante el año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se funde la
demanda, su acción corresponde a sus herederos por el tiempo que faltare para completar
dichos plazos.

Artículo 134. 
El ejercicio de la acción de reclamación, conforme a los artículos anteriores, por el hijo o
el progenitor, permitirá en todo caso la impugnación de la filiación contradictoria.
(Párrafo derogado)

Artículo 135.  .
(Derogado)

Sección tercera. De la impugnación

Artículo 136. 
El marido podrá ejercitar la acción de impugnación de la paternidad en el plazo de un
año contado desde la inscripción de la filiación en el Registro Civil. Sin embargo, el plazo no
correrá mientras el marido ignore el nacimiento.

– 27 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Atencion: Se declara la inconstitucionalidad del primer párrafo.

Si el marido falleciere antes de transcurrir el plazo señalado en el párrafo anterior, la


acción corresponde a cada heredero por el tiempo que faltare para completar dicho plazo.
Fallecido el marido sin conocer el nacimiento, el año se contará desde que lo conozca el
heredero.

Artículo 137. 
La paternidad podrá ser impugnada por el hijo durante el año siguiente a la inscripción
de la filiación. Si fuere menor o incapaz, el plazo contará desde que alcance la mayoría de
edad o la plena capacidad legal.
El ejercicio de la acción, en interés del hijo que sea menor o incapacitado, corresponde,
asimismo, durante el año siguiente a la inscripción de la filiación, a la madre que ostente la
patria potestad o al Ministerio Fiscal.
Si falta en las relaciones familiares la posesión de estado de filiación matrimonial, la
demanda podrá ser interpuesta en cualquier tiempo por el hijo o sus herederos.

Artículo 138. 
Los reconocimientos que determinen conforme a la Ley una filiación matrimonial podrán
ser impugnados por vicio de consentimiento conforme a lo dispuesto en el artículo 141. La
impugnación de la paternidad por otras causas se atendrá a las normas contenidas en esta
sección.

Artículo 139. 
La mujer podrá ejercitar la acción de impugnación de su maternidad justificando la
suposición del parto o no ser cierta la identidad del hijo.

Artículo 140. 
Cuando falte en las relaciones familiares la posesión de estado, la filiación paterna o
materna no matrimonial podrá ser impugnada por aquellos a quienes perjudique.
Cuando exista posesión de estado, la acción de impugnación corresponderá a quien
aparece como hijo o progenitor y a quienes por la filiación puedan resultar afectados en su
calidad de herederos forzosos. La acción caducará pasados cuatro años desde que el hijo,
una vez inscrita la filiación, goce de la posesión de estado correspondiente.
Los hijos tendrán en todo caso acción durante un año después de haber llegado a la
plena capacidad.

Artículo 141. 
La acción de impugnación del reconocimiento realizado mediante error, violencia o
intimidación corresponde a quien lo hubiere otorgado. La acción caducará al año del
reconocimiento o desde que cesó el vicio de consentimiento, y podrá ser ejercitada o
continuada por los herederos de aquél, si hubiere fallecido antes de transcurrir el año.

TÍTULO VI
De los alimentos entre parientes

Artículo 142. 
Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable para el sustento, habitación,
vestido y asistencia médica.

– 28 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Los alimentos comprenden también la educación e instrucción del alimentista mientras


sea menor de edad y aun después cuando no haya terminado su formación por causa que
no le sea imputable.
Entre los alimentos se incluirán los gastos de embarazo y parto, en cuanto no estén
cubiertos de otro modo.

Artículo 143. 
Están obligados recíprocamente a darse alimentos en toda la extensión que señala el
artículo precedente:
1.° Los cónyuges.
2.° Los ascendientes y descendientes.
Los hermanos sólo se deben los auxilios necesarios para la vida, cuando los necesiten
por cualquier causa que no sea imputable al alimentista, y se extenderán en su caso a los
que precisen para su educación.

Artículo 144. 
La reclamación de alimentos cuando proceda y sean dos o más los obligados a
prestarlos se hará por el orden siguiente:
1.° Al cónyuge.
2.° A los descendientes de grado más próximo.
3.° A los ascendientes, también de grado más próximo.
4.° A los hermanos, pero estando obligados en último lugar los que sólo sean uterinos o
consanguíneos.
Entre los descendientes y ascendientes se regulará la gradación por el orden en que
sean llamados a la sucesión legítima de la persona que tenga derecho a los alimentos.

Artículo 145. 
Cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar alimentos, se repartirá
entre ellas el pago de la pensión en cantidad proporcional a su caudal respectivo.
Sin embargo, en caso de urgente necesidad y por circunstancias especiales, podrá el
Juez obligar a una sola de ellas a que los preste provisionalmente, sin perjuicio de su
derecho a reclamar de los demás obligados la parte que les corresponda.
Cuando dos o más alimentistas reclamaren a la vez alimentos de una misma persona
obligada legalmente a darlos, y ésta no tuviere fortuna bastante para atender a todos, se
guardará el orden establecido en el artículo anterior, a no ser que los alimentistas
concurrentes fuesen el cónyuge y un hijo sujeto a la patria potestad, en cuyo caso éste será
preferido a aquél.

Artículo 146. 
La cuantía de los alimentos será proporcionada al caudal o medios de quien los da y a
las necesidades de quien los recibe.

Artículo 147. 
Los alimentos, en los casos a que se refiere el artículo anterior, se reducirán o
aumentarán proporcionalmente según el aumento o disminución que sufran las necesidades
del alimentista y la fortuna del que hubiere de satisfacerlos.

Artículo 148. 
La obligación de dar alimentos será exigible desde que los necesitare, para subsistir, la
persona que tenga derecho a percibirlos, pero no se abonarán sino desde la fecha en que se
interponga la demanda.
Se verificará el pago por meses anticipados, y, cuando fallezca el alimentista, sus
herederos no estarán obligados a devolver lo que éste hubiese recibido anticipadamente.

– 29 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

El Juez, a petición del alimentista o del Ministerio Fiscal, ordenará con urgencia las
medidas cautelares oportunas para asegurar los anticipos que haga una Entidad pública u
otra persona y proveer a las futuras necesidades.

Artículo 149. 
El obligado a prestar alimentos podrá, a su elección, satisfacerlos, o pagando la pensión
que se fije, o recibiendo y manteniendo en su propia casa al que tiene derecho a ellos.
Esta elección no será posible en cuanto contradiga la situación de convivencia
determinada para el alimentista por las normas aplicables o por resolución judicial. También
podrá ser rechazada cuando concurra justa causa o perjudique el interés del alimentista
menor de edad.

Artículo 150. 
La obligación de suministrar alimentos cesa con la muerte del obligado, aunque los
prestase en cumplimiento de una sentencia firme.

Artículo 151. 
No es renunciable ni transmisible a un tercero el derecho a los alimentos. Tampoco
pueden compensarse con lo que el alimentista deba al que ha de prestarlos.
Pero podrán compensarse y renunciarse las pensiones alimenticias atrasadas, y
transmitirse a título oneroso o gratuito el derecho a demandarlas.

Artículo 152. 
Cesará también la obligación de dar alimentos:
1.º Por muerte del alimentista.
2.º Cuando la fortuna del obligado a darlos se hubiere reducido hasta el punto de no
poder satisfacerlos sin desatender sus propias necesidades y las de su familia.
3.º Cuando el alimentista pueda ejercer un oficio, profesión o industria, o haya adquirido
un destino o mejorado de fortuna, de suerte que no le sea necesaria la pensión alimenticia
para su subsistencia.
4.º Cuando el alimentista, sea o no heredero forzoso, hubiese cometido alguna falta de
las que dan lugar a la desheredación.
5.º Cuando el alimentista sea descendiente del obligado a dar alimentos, y la necesidad
de aquél provenga de mala conducta o de falta de aplicación al trabajo, mientras subsista
esta causa.

Artículo 153. 
Las disposiciones que preceden son aplicables a los demás casos en que por este
Código, por testamento o por pacto se tenga derecho a alimentos, salvo lo pactado, lo
ordenado por el testador o lo dispuesto por la ley para el caso especial de que se trate.

TÍTULO VII
De las relaciones paterno-filiales

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 154. 
Los hijos no emancipados están bajo la potestad de los padres.
La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con su
personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica.
Esta potestad comprende los siguientes deberes y facultades:

– 30 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.º Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral.
2.º Representarlos y administrar sus bienes.
Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán ser oídos siempre antes de adoptar
decisiones que les afecten.
Los padres podrán, en el ejercicio de su potestad, recabar el auxilio de la autoridad.

Artículo 155. 
Los hijos deben:
1.° Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles
siempre.
2.° Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas
de la familia mientras convivan con ella.

Artículo 156. 
La patria potestad se ejercerá conjuntamente por ambos progenitores o por uno solo con
el consentimiento expreso o tácito del otro. Serán válidos los actos que realice uno de ellos
conforme al uso social y a las circunstancias o en situaciones de urgente necesidad.
En caso de desacuerdo, cualquiera de los dos podrán acudir al Juez, quien, después de
oír a ambos y al hijo si tuviera suficiente juicio y, en todo caso, si fuera mayor de doce años,
atribuirá sin ulterior recurso la facultad de decidir al padre o a la madre. Si los desacuerdos
fueran reiterados o concurriera cualquier otra causa que entorpezca gravemente el ejercicio
de la patria potestad, podrá atribuirla total o parcialmente a uno de los padres o distribuir
entre ellos sus funciones. Esta medida tendrá vigencia durante el plazo que se fije, que no
podrá nunca exceder de dos años.
En los supuestos de los párrafos anteriores, respecto de terceros de buena fe, se
presumirá que cada uno de los progenitores actúa en el ejercicio ordinario de la patria
potestad con el consentimiento del otro.
En defecto o por ausencia, incapacidad o imposibilidad de uno de los padres, la patria
potestad será ejercida exclusivamente por el otro.
Si los padres viven separados, la patria potestad se ejercerá por aquel con quien el hijo
conviva. Sin embargo, el Juez, a solicitud fundada del otro progenitor, podrá, en interés del
hijo, atribuir al solicitante la patria potestad para que la ejerza conjuntamente con el otro
progenitor o distribuir entre el padre y la madre las funciones inherentes a su ejercicio.

Artículo 157. 
El menor no emancipado ejercerá la patria potestad sobre sus hijos con la asistencia de
sus padres y, a falta de ambos, de su tutor; en casos de desacuerdo o imposibilidad, con la
del Juez.

Artículo 158. 
El Juez, de oficio o a instancia del propio hijo, de cualquier pariente o del Ministerio
Fiscal, dictará:
1.º Las medidas convenientes para asegurar la prestación de alimentos y proveer a las
futuras necesidades del hijo, en caso de incumplimiento de este deber, por sus padres.
2.º Las disposiciones apropiadas a fin de evitar a los hijos perturbaciones dañosas en los
casos de cambio de titular de la potestad de guarda.
3.º Las medidas necesarias para evitar la sustracción de los hijos menores por alguno de
los progenitores o por terceras personas y, en particular, las siguientes:
a) Prohibición de salida del territorio nacional, salvo autorización judicial previa.
b) Prohibición de expedición del pasaporte al menor o retirada del mismo si ya se
hubiere expedido.
c) Sometimiento a autorización judicial previa de cualquier cambio de domicilio del
menor.

– 31 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

4.º En general, las demás disposiciones que considere oportunas, a fin de apartar al
menor de un peligro o de evitarle perjuicios.
Todas estas medidas podrán adoptarse dentro de cualquier proceso civil o penal o bien
en un procedimiento de jurisdicción voluntaria.

Artículo 159. 
Si los padres viven separados y no decidieren de común acuerdo, el Juez decidirá,
siempre en beneficio de los hijos, al cuidado de qué progenitor quedarán los hijos menores
de edad. El Juez oirá, antes de tomar esta medida, a los hijos que tuvieran suficiente juicio y,
en todo caso, a los que fueran mayores de doce años.

Artículo 160. 
Los progenitores, aunque no ejerzan la patria potestad, tienen el derecho de relacionarse
con sus hijos menores, excepto con los adoptados por otro o conforme a lo dispuesto en
resolución judicial.
No podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del hijo con sus abuelos y
otros parientes y allegados.
En caso de oposición, el juez, a petición del menor, abuelos, parientes o allegados,
resolverá atendidas las circunstancias. Especialmente deberá asegurar que las medidas que
se puedan fijar para favorecer las relaciones entre abuelos y nietos, no faculten la infracción
de las resoluciones judiciales que restrinjan o suspendan las relaciones de los menores con
alguno de sus progenitores.

Artículo 161. 
Tratándose del menor acogido, el derecho que a sus padres, abuelos y demás parientes
corresponde para visitarle y relacionarse con él, podrá ser regulado o suspendido por el juez,
atendidas las circunstancias y el interés del menor.

CAPÍTULO II
De la representación legal de los hijos

Artículo 162. 
Los padres que ostenten la patria potestad tienen la representación legal de sus hijos
menores no emancipados. Se exceptúan:
1.° Los actos relativos a derechos de la personalidad u otros que el hijo, de acuerdo con
las Leyes y con sus condiciones de madurez, pueda realizar por sí mismo.
2.° Aquellos en que exista conflicto de intereses entre los padres y el hijo.
3.° Los relativos a bienes que estén excluidos de la administración de los padres.
Para celebrar contratos que obliguen al hijo a realizar prestaciones personales se
requiere el previo consentimiento de éste si tuviere suficiente juicio, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 158.

Artículo 163. 
Siempre que en algún asunto el padre y la madre tengan un interés opuesto al de sus
hijos no emancipados, se nombrará a éstos un defensor que los represente en juicio y fuera
de él. Se procederá también a este nombramiento cuando los padres tengan un interés
opuesto al del hijo menor emancipado cuya capacidad deban completar.
Si el conflicto de intereses existiera sólo con uno de los progenitores, corresponde al otro
por Ley y sin necesidad de especial nombramiento representar al menor o completar su
capacidad.
(Párrafo suprimido)

– 32 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
De los bienes de los hijos y de su administración

Artículo 164. 
Los padres administrarán los bienes de los hijos con la misma diligencia que los suyos
propios, cumpliendo las obligaciones generales de todo administrador y las especiales
establecidas en la Ley Hipotecaria.
Se exceptúan de la administración paterna:
1. Los bienes adquiridos por título gratuito cuando el disponente lo hubiere ordenado de
manera expresa. Se cumplirá estrictamente la voluntad de éste sobre la administración de
estos bienes y destino de sus frutos.
2. Los adquiridos por sucesión en que uno o ambos de los que ejerzan la patria potestad
hubieran sido justamente desheredados o no hubieran podido heredar por causa de
indignidad, que serán administrados por la persona designada por el causante y, en su
defecto y sucesivamente, por el otro progenitor o por un administrador judicial especialmente
nombrado.
3. Los que el hijo mayor de dieciséis años hubiera adquirido con su trabajo o industria.
Los actos de administración ordinaria serán realizados por el hijo, que necesitará el
consentimiento de los padres para los que excedan de ella.

Artículo 165. 
Pertenecen siempre al hijo no emancipado los frutos de sus bienes, así como todo lo que
adquiera con su trabajo o industria.
No obstante, los padres podrán destinar los del menor que viva con ambos o con uno
sólo de ellos, en la parte que le corresponda, al levantamiento de las cargas familiares, y no
estarán obligados a rendir cuentas de lo que hubiesen consumido en tales atenciones.
Con este fin se entregarán a los padres, en la medida adecuada, los frutos de los bienes
que ellos no administren. Se exceptúan los frutos de los bienes a que se refieren los
números 1 y 2 del artículo anterior y los de aquellos donados o dejados a los hijos
especialmente para su educación o carrera, pero si los padres carecieren de medios podrán
pedir al Juez que se les entregue la parte que en equidad proceda.

Artículo 166. 
Los padres no podrán renunciar a los derechos de que los hijos sean titulares ni enajenar
o gravar sus bienes inmuebles, establecimientos mercantiles o industriales, objetos
preciosos y valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción preferente de acciones, sino
por causas justificadas de utilidad o necesidad y previa la autorización del Juez del domicilio,
con audiencia del Ministerio Fiscal.
Los padres deberán recabar autorización judicial para repudiar la herencia o legado
deferidos al hijo. Si el Juez denegase la autorización, la herencia sólo podrá ser aceptada a
beneficio de inventario.
No será necesaria autorización judicial si el menor hubiese cumplido dieciséis años y
consintiere en documento público, ni para la enajenación de valores mobiliarios siempre que
su importe se reinvierta en bienes o valores seguros.

Artículo 167. 
Cuando la administración de los padres ponga en peligro el patrimonio del hijo, el Juez, a
petición del propio hijo, del Ministerio Fiscal o de cualquier pariente del menor, podrá adoptar
las providencias que estime necesarias para la seguridad y recaudo de los bienes, exigir
caución o fianza para la continuación en la administración o incluso nombrar un
Administrador.

– 33 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 168. 
Al término de la patria potestad podrán los hijos exigir a los padres la rendición de
cuentas de la administración que ejercieron sobre sus bienes hasta entonces. La acción para
exigir el cumplimiento de esta obligación prescribirá a los tres años.
En caso de pérdida o deterioro de los bienes por dolo o culpa grave, responderán los
padres de los daños y perjuicios sufridos.

CAPÍTULO IV
De la extinción de la patria potestad

Artículo 169. 
La patria potestad se acaba:
1.° Por la muerte o la declaración de fallecimiento de los padres o del hijo.
2.° Por la emancipación.
3.° Por la adopción del hijo.

Artículo 170. 
El padre o la madre podrán ser privados total o parcialmente de su potestad por
sentencia fundada en el incumplimiento de los deberes inherentes a la misma o dictada en
causa criminal o matrimonial.
Los Tribunales podrán, en beneficio e interés del hijo, acordar la recuperación de la
patria potestad cuando hubiere cesado la causa que motivó la privación.

Artículo 171. 
La patria potestad sobre los hijos que hubieran sido incapacitados quedará prorrogada,
por ministerio de la Ley, al llegar aquéllos a la mayor edad. Si el hijo mayor de edad soltero
que viviere en compañía de sus padres o de cualquiera de ellos fuere incapacitado se
rehabilitará la patria potestad, que será ejercida por quien correspondiere si el hijo fuera
menor de edad. La patria potestad prorrogada en cualquiera de estas dos formas se ejercerá
con sujeción a lo especialmente dispuesto en la resolución de incapacitación y,
subsidiariamente, en las reglas del presente título.
La patria potestad prorrogada terminará:
1.° Por la muerte o declaración de fallecimiento de ambos padres o del hijo.
2.° Por la adopción del hijo.
3.° Por haberse declarado la cesación de la incapacidad.
4.° Por haber contraído matrimonio el incapacitado.
Si al cesar la patria potestad prorrogada subsistiere el estado de incapacitación, se
constituirá la tutela o curatela, según proceda.

CAPÍTULO V
De la adopción y otras formas de protección de menores

Sección primera. De la guarda y acogimiento de menores

Artículo 172. 
1. La entidad pública a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la protección
de los menores, cuando constate que un menor se encuentra en situación de desamparo,
tiene por ministerio de la Ley la tutela del mismo y deberá adoptar las medidas de protección
necesarias para su guarda, poniéndolo en conocimiento del Ministerio Fiscal, y notificando
en legal forma a los padres, tutores o guardadores, en un plazo de cuarenta y ocho horas.
Siempre que sea posible, en el momento de la notificación se les informará de forma

– 34 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

presencial y de modo claro y comprensible de las causas que dieron lugar a la intervención
de la Administración y de los posibles efectos de la decisión adoptada.
Se considera como situación de desamparo la que se produce de hecho a causa del
incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección
establecidos por las leyes para la guarda de los menores, cuando éstos queden privados de
la necesaria asistencia moral o material.
La asunción de la tutela atribuida a la entidad pública lleva consigo la suspensión de la
patria potestad o de la tutela ordinaria. No obstante, serán válidos los actos de contenido
patrimonial que realicen los padres o tutores en representación del menor y que sean
beneficiosos para él.
2. Cuando los padres o tutores, por circunstancias graves, no puedan cuidar al menor,
podrán solicitar de la entidad pública competente que ésta asuma su guarda durante el
tiempo necesario.
La entrega de la guarda se hará constar por escrito dejando constancia de que los
padres o tutores han sido informados de las responsabilidades que siguen manteniendo
respecto del hijo, así como de la forma en que dicha guarda va a ejercerse por la
Administración.
Cualquier variación posterior de la forma de ejercicio será fundamentada y comunicada a
aquéllos y al Ministerio Fiscal.
Asimismo, se asumirá la guarda por la entidad pública cuando así lo acuerde el Juez en
los casos en que legalmente proceda.
3. La guarda asumida a solicitud de los padres o tutores o como función de la tutela por
ministerio de la ley, se realizará mediante el acogimiento familiar o el acogimiento
residencial. El acogimiento familiar se realizará por la persona o personas que determine la
Entidad Pública. El acogimiento residencial se ejercerá por el Director del centro donde se ha
acogido al menor.
Los padres o tutores del menor podrán oponerse en el plazo de dos meses a la
resolución administrativa que disponga el acogimiento cuando consideren que la modalidad
acordada no es la más conveniente para el menor o si existieran dentro del círculo familiar
otras personas más idóneas a las designadas.
4. Se buscará siempre el interés del menor y se procurará, cuando no sea contrario a
ese interés, su reinserción en la propia familia y que la guarda de los hermanos se confíe a
una misma institución o persona.
5. Si surgieren problemas graves de convivencia entre el menor y la persona o personas
a quien hubiere sido confiado en guarda, aquél o persona interesada podrá solicitar la
remoción de ésta.
6. Las resoluciones que aprecien el desamparo y declaren la asunción de la tutela por
ministerio de la ley serán recurribles ante la jurisdicción civil en el plazo y condiciones
determinados en la Ley de Enjuiciamiento Civil, sin necesidad de reclamación administrativa
previa.
7. Durante el plazo de dos años desde la notificación de la resolución administrativa por
la que se declare el desamparo, los padres que continúen ostentando la patria potestad pero
la tengan suspendida conforme a lo previsto en el número 1 de este artículo, están
legitimados para solicitar que cese la suspensión y quede revocada la declaración de
desamparo del menor, si por cambio de las circunstancias que la motivaron entienden que
se encuentran en condiciones de asumir nuevamente la patria potestad.
Igualmente están legitimados durante el mismo plazo para oponerse a las decisiones
que se adopten respecto a la protección del menor.
Pasado dicho plazo decaerá su derecho de solicitud u oposición a las decisiones o
medidas que se adopten para la protección del menor. No obstante, podrán facilitar
información a la entidad pública y al Ministerio Fiscal sobre cualquier cambio de las
circunstancias que dieron lugar a la declaración de desamparo.
8. La entidad pública, de oficio, o a instancia del Ministerio Fiscal o de persona o entidad
interesada, podrá en todo momento revocar la declaración de desamparo y decidir la vuelta
del menor con su familia si no se encuentra integrado de forma estable en otra familia o si
entiende que es lo más adecuado en interés del menor. Dicha decisión se notificará al
Ministerio Fiscal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 173. 
1. El acogimiento familiar produce la plena participación del menor en la vida de familia e
impone a quien lo recibe las obligaciones de velar por él, tenerlo en su compañía,
alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral.
Este acogimiento se podrá ejercer por la persona o personas que sustituyan al núcleo
familiar del menor o por responsable del hogar funcional.
2. El acogimiento se formalizará por escrito, con el consentimiento de la entidad pública,
tenga o no la tutela o la guarda, de las personas que reciban al menor y de éste si tuviera
doce años cumplidos. Cuando fueran conocidos los padres que no estuvieran privados de la
patria potestad, o el tutor, será necesario también que presten o hayan prestado su
consentimiento, salvo que se trate de un acogimiento familiar provisional a que hace
referencia el apartado 3 de este artículo.
El documento de formalización del acogimiento familiar, a que se refiere el párrafo
anterior, incluirá los siguientes extremos:
1.º Los consentimientos necesarios.
2.º Modalidad del acogimiento y duración prevista para el mismo.
3.º Los derechos y deberes de cada una de las partes, y en particular:
a) La periodicidad de las visitas por parte de la familia del menor acogido.
b) El sistema de cobertura por parte de la entidad pública o de otros responsables civiles
de los daños que sufra el menor o de los que pueda causar a terceros.
c) La asunción de los gastos de manutención, educación y atención sanitaria.
4.º El contenido del seguimiento que, en función de la finalidad del acogimiento, vaya a
realizar la entidad pública, y el compromiso de colaboración de la familia acogedora al
mismo.
5.º La compensación económica que, en su caso, vayan a recibir los acogedores.
6.º Si los acogedores actúan con carácter profesionalizado o si el acogimiento se realiza
en un hogar funcional, se señalará expresamente.
7.º Informe de los servicios de atención a menores.
Dicho documento se remitirá al Ministerio Fiscal.
3. Si los padres o el tutor no consienten o se oponen al mismo, el acogimiento sólo podrá
ser acordado por el Juez, en interés del menor, conforme a los trámites de la Ley de
Enjuiciamiento Civil. La propuesta de la entidad pública contendrá los mismos extremos
referidos en el número anterior.
No obstante, la entidad pública podrá acordar en interés del menor, un acogimiento
familiar provisional, que subsistirá hasta tanto se produzca resolución judicial.
La entidad pública, una vez realizadas las diligencias oportunas, y concluido el
expediente, deberá presentar la propuesta al Juez de manera inmediata y, en todo caso, en
el plazo máximo de quince días.
4. El acogimiento del menor cesará:
1.º Por decisión judicial.
2.º Por decisión de las personas que lo tienen acogido, previa comunicación de éstas a
la entidad pública.
3.º A petición del tutor o de los padres que tengan la patria potestad y reclamen su
compañía.
4.º Por decisión de la entidad pública que tenga la tutela o guarda del menor, cuando lo
considere necesario para salvaguardar el interés de éste oídos los acogedores.
Será precisa resolución judicial de cesación cuando el acogimiento haya sido dispuesto
por el Juez.
5. Todas las actuaciones de formalización y cesación del acogimiento se practicarán con
la obligada reserva.

Artículo 173 bis. 


El acogimiento familiar, podrá adoptar las siguientes modalidades atendiendo a su
finalidad:

– 36 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.º Acogimiento familiar simple, que tendrá carácter transitorio, bien porque de la
situación del menor se prevea la reinserción de éste en su propia familia bien en tanto se
adopte una medida de protección que revista un carácter más estable.
2.º Acogimiento familiar permanente, cuando la edad u otras circunstancias del menor y
su familia así lo aconsejen y así lo informen los servicios de atención al menor. En tal
supuesto, la entidad pública podrá solicitar del Juez que atribuya a los acogedores aquellas
facultades de la tutela que faciliten el desempeño de sus responsabilidades, atendiendo en
todo caso al interés superior del menor.
3.º Acogimiento familiar preadoptivo, que se formalizará por la entidad pública cuando
ésta eleve la propuesta de adopción del menor, informada por los servicios de atención al
menor, ante la autoridad judicial, siempre que los acogedores reúnan los requisitos
necesarios para adoptar, hayan sido seleccionados y hayan prestado ante la entidad pública
su consentimiento a la adopción, y se encuentre el menor en situación jurídica adecuada
para su adopción.
La entidad pública podrá formalizar, asimismo, un acogimiento familiar preadoptivo
cuando considere, con anterioridad a la presentación de la propuesta de adopción, que fuera
necesario establecer un período de adaptación del menor a la familia. Este período será lo
más breve posible y, en todo caso, no podrá exceder del plazo de un año.

Artículo 174. 
1. Incumbe al Fiscal la superior vigilancia de la tutela, acogimiento o guarda de los
menores a que se refiere esta Sección.
2. A tal fin, la entidad pública le dará noticia inmediata de los nuevos ingresos de
menores y le remitirá copia de las resoluciones administrativas y de los escritos de
formalización relativos a la constitución, variación y cesación de las tutelas, guardas y
acogimientos. Igualmente le dará cuenta de cualquier novedad de interés en las
circunstancias del menor.
El Fiscal habrá de comprobar, al menos semestralmente, la situación del menor, y
promoverá ante el Juez las medidas de protección que estime necesarias.
3. La vigilancia del Ministerio Fiscal no eximirá a la entidad pública de su responsabilidad
para con el menor y de su obligación de poner en conocimiento del Ministerio Fiscal las
anomalías que observe.

Sección segunda. De la adopción

Artículo 175. 
1. La adopción requiere que el adoptante sea mayor de veinticinco años. En la adopción
por ambos cónyuges basta que uno de ellos haya alcanzado dicha edad. En todo caso, el
adoptante habrá de tener, por lo menos, catorce años más que el adoptado.
2. Unicamente podrán ser adoptados los menores no emancipados. Por excepción, será
posible la adopción de un mayor de edad o de un menor emancipado cuando,
inmediatamente antes de la emancipación, hubiere existido una situación no interrumpida de
acogimiento o convivencia, iniciada antes de que el adoptando hubiere cumplido los catorces
años.
3. No puede adoptarse:
1.° A un descendiente.
2.° A un pariente en segundo grado de la línea colateral por consanguinidad o afinidad.
3.° A un pupilo por su tutor hasta que haya sido aprobada definitivamente la cuenta
general justificada de la tutela.
4. Nadie puede ser adoptado por más de una persona, salvo que la adopción se realice
conjunta o sucesivamente por ambos cónyuges. El matrimonio celebrado con posterioridad a
la adopción permite al cónyuge la adopción de los hijos de su consorte. En caso de muerte
del adoptante, o cuando el adoptante sufra la exclusión prevista en el artículo 179, es posible
una nueva adopción del adoptado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 176. 
1. La adopción se constituye por resolución judicial, que tendrá en cuenta siempre el
interés del adoptando y la idoneidad del adoptante o adoptantes para el ejercicio de la patria
potestad.
2. Para iniciar el expediente de adopción es necesaria la propuesta previa de la entidad
pública a favor del adoptante o adoptantes que dicha entidad pública haya declarado
idóneos para el ejercicio de la patria potestad. La declaración de idoneidad podrá ser previa
a la propuesta.
No obstante, no se requiere propuesta cuando en el adoptando concurra alguna de las
circunstancias siguientes:
1.ª Ser huérfano y pariente del adoptante en tercer grado por consanguinidad o afinidad.
2.ª Ser hijo del consorte del adoptante.
3.ª Llevar más de un año acogido legalmente bajo la medida de un acogimiento
preadoptivo o haber estado bajo su tutela por el mismo tiempo.
4.ª Ser mayor de edad o menor emancipado.
3. En los tres primeros supuestos del apartado anterior podrá constituirse la adopción,
aunque el adoptante hubiere fallecido, si éste hubiese prestado ya ante el Juez su
consentimiento. Los efectos de la resolución judicial en este caso se retrotraerán a la fecha
de prestación de tal consentimiento.

Artículo 177. 
1. Habrán de consentir la adopción, en presencia del Juez, el adoptante o adoptantes y
el adoptando mayor de doce años.
2. Deberán asentir a la adopción en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento
Civil:
1.º El cónyuge del adoptante, salvo que medie separación legal por sentencia firme o
separación de hecho por mutuo acuerdo que conste fehacientemente.
2.º Los padres del adoptando que no se hallare emancipado, a menos que estuvieran
privados de la patria potestad por sentencia firme o incursos en causa legal para tal
privación. Esta situación sólo podrá apreciarse en procedimiento judicial contradictorio, el
cual podrá tramitarse como dispone el artículo 1.827 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
No será necesario el asentimiento cuando los que deban prestarlo se encuentren
imposibilitados para ello, imposibilidad que se apreciará motivadamente en la resolución
judicial que constituya la adopción.
El asentimiento de la madre no podrá prestarse hasta que hayan transcurrido treinta días
desde el parto.
3. Deberán ser simplemente oídos por el Juez:
1.º Los padres que no hayan sido privados de la patria potestad, cuando su asentimiento
no sea necesario para la adopción.
2.º El tutor y, en su caso, el guardador o guardadores.
3.º El adoptando menor de doce años, si tuviere suficiente juicio.
4.º La entidad pública, a fin de apreciar la idoneidad del adoptante, cuando el adoptando
lleve más de un año acogido legalmente por aquél.

Artículo 178. 
1. La adopción produce la extinción de los vínculos jurídicos entre el adoptado y su
familia anterior.
2. Por excepción subsistirán los vínculos jurídicos con la familia del progenitor que,
según el caso, corresponda:
1.º Cuando el adoptado sea hijo del cónyuge del adoptante, aunque el consorte hubiere
fallecido.
2.º Cuando sólo uno de los progenitores haya sido legalmente determinado, siempre que
tal efecto hubiere sido solicitado por el adoptante, el adoptado mayor de doce años y el
progenitor cuyo vínculo haya de persistir.
3. Lo establecido en los apartados anteriores se entiende sin perjuicio de lo dispuesto
sobre impedimentos matrimoniales.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 179. 
1. El Juez, a petición del Ministerio Fiscal, del adoptado o de su representante legal,
acordará que el adoptante que hubiere incurrido en causa de privación de la patria potestad,
quede excluido de las funciones tuitivas y de los derechos que por Ley le correspondan
respecto del adoptado o sus descendientes, o en sus herencias.
2. Una vez alcanzada la plena capacidad, la exclusión sólo podrá ser pedida por el
adoptado, dentro de los dos años siguientes.
3. Dejarán de producir efecto estas restricciones por determinación del propio hijo una
vez alcanzada la plena capacidad.

Artículo 180. 
1. La adopción es irrevocable.
2. El Juez acordará la extinción de la adopción a petición del padre o de la madre que,
sin culpa suya, no hubieren intervenido en el expediente en los términos expresados en el
artículo 177. Será también necesario que la demanda se interponga dentro de los dos años
siguientes a la adopción y que la extinción solicitada no perjudique gravemente al menor.
3. La extinción de la adopción no es causa de pérdida de la nacionalidad ni de la
vecindad civil adquiridas, ni alcanza a los efectos patrimoniales anteriormente producidos.
4. La determinación de la filiación que por naturaleza corresponda al adoptado no afecta
a la adopción.
5. Las personas adoptadas, alcanzada la mayoría de edad o durante su minoría de edad
representadas por sus padres, tendrán derecho a conocer los datos sobre sus orígenes
biológicos. Las Entidades Públicas españolas de protección de menores, previa notificación
a las personas afectadas, prestarán a través de sus servicios especializados el
asesoramiento y la ayuda que precisen los solicitantes para hacer efectivo este derecho.

TÍTULO VIII
De la ausencia

CAPÍTULO PRIMERO
Declaración de la ausencia y sus efectos.

Artículo 181. 
En todo caso, desaparecida una persona de su domicilio o del lugar de su última
residencia, sin haberse tenido en ella más noticias, podrá el Juez, a instancia de parte
interesada o del Ministerio fiscal, nombrar un defensor que ampare y represente al
desaparecido en juicio o en los negocios que no admitan demora sin perjuicio grave. Se
exceptúan los casos en que aquél estuviese legítimamente representado o voluntariamente
conforme al artículo ciento ochenta y tres.
El cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente, será el representante y
defensor nato del desaparecido; y por su falta, el pariente más próximo hasta el cuarto
grado, también mayor de edad. En defecto de parientes, no presencia de los mismos o
urgencia notoria, el Juez nombrará persona solvente y de buenos antecedentes, previa
audiencia del Ministerio fiscal.
También podrá adoptar, según su prudente arbitrio, las providencias necesarias a la
conservación del patrimonio.

Artículo 182. 
Tiene la obligación de promover e instar la declaración de ausencia legal, sin orden de
preferencia:
Primero. El cónyuge del ausente no separado legalmente.
Segundo. Los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado.
Tercero. El Ministerio fiscal de oficio o a virtud de denuncia.

– 39 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Podrá, también, pedir dicha declaración cualquiera persona que racionalmente estime
tener sobre los bienes del desaparecido algún derecho ejercitable en vida del mismo o
dependiente de su muerte.

Artículo 183. 
Se considerará en situación de ausencia legal al desaparecido de su domicilio o de su
última residencia:
Primero. Pasado un año desde las últimas noticias o a falta de éstas desde su
desaparición, sino hubiese dejado apoderado con facultades de administración de todos sus
bienes.
Segundo. Pasados tres años, si hubiese dejado encomendada por apoderamiento la
administración de todos sus bienes.
La muerte o renuncia justificada del mandatario, o la caducidad del mandato, determina
la ausencia legal, si al producirse aquéllas se ignorase el paradero del desaparecido y
hubiere transcurrido un año desde que se tuvieron las últimas noticias, y, en su defecto,
desde su desaparición. Inscrita en el Registro Central la declaración de ausencia, quedan
extinguidos de derecho todos los mandatos generales o especiales otorgados por el
ausente.

Artículo 184. 
Salvo motivo grave apreciado por el Juez, corresponde la representación del declarado
ausente, la pesquisa de su persona, la protección y administración de sus bienes y el
cumplimiento de sus obligaciones:
1.° Al cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente o de hecho.
2.° Al hijo mayor de edad; si hubiese varios, serán preferidos los que convivían con el
ausente y el mayor al menor.
3.° Al ascendiente más próximo de menos edad de una u otra línea.
4.° A los hermanos mayores de edad que hayan convivido familiarmente con el ausente,
con preferencia del mayor sobre el menor.
En defecto de las personas expresadas, corresponde en toda su extensión a la persona
solvente de buenos antecedentes que el Juez, oído el Ministerio Fiscal, designe a su
prudente arbitrio.

Artículo 185. 
El representante del declarado ausente quedará atenido a las obligaciones siguientes:
Primero. Inventariar los bienes muebles y describir los inmuebles de su representado.
Segundo. Prestar la garantía que el Juez prudencialmente fije. Quedan exceptuados los
comprendidos en los números uno, dos y tres del artículo precedente.
Tercero. Conservar y defender el patrimonio del ausente y obtener de sus bienes los
rendimientos normales de que fueren susceptibles.
Cuarto. Ajustarse a las normas que en orden a la posesión y administración de los
bienes del ausente se establecen en la Ley procesal civil.
Serán aplicables a los representantes dativos del ausente, en cuanto se adapten a su
especial representación, los preceptos que regulan el ejercicio de la tutela y las causas de
inhabilidad, remoción y excusa de los tutores.

Artículo 186. 
Los representantes legítimos del declarado ausente comprendido en los números,
primero, segundo y tercero del artículo ciento ochenta y cuatro disfrutarán de la posesión
temporal del patrimonio del ausente y harán suyos los productos líquidos en la cuantía que el
Juez señale, habida consideración al importe, de los frutos, rentas y aprovechamientos,
número de hijos del ausente y obligaciones alimenticias para con los mismos, cuidados y

– 40 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

actuaciones que la representación requiera; afecciones que graven al patrimonio y demás


circunstancias de la propia índole.
Los representantes legítimos comprendidos en el número cuarto del expresado artículo
disfrutarán, también, de la posesión temporal y harán suyos los frutos, rentas y
aprovechamientos en la cuantía que el Juez señale, sin que en ningún caso puedan retener
más de los dos tercios de los productos líquidos, reservándose el tercio restante para el
ausente, o, en su caso, para sus herederos o causahabientes.
Los poseedores temporales de los bienes del ausente no podrán venderlos, gravarlos,
hipotecarlos o darlos en prenda, sino en caso de necesidad o utilidad evidente reconocida y
declarada por el Juez, quien, al autorizar dichos actos, determinará el empleo de la cantidad
obtenida.

Artículo 187. 
Si durante el disfrute de la posesión temporal o del ejercicio de la representación dativa
alguno probase su derecho preferente a dicha posesión, será excluído el poseedor actual,
pero aquél no tendrá derecho a los productos sino a partir del día de la presentación de la
demanda.
Si apareciese el ausente, deberá restituírsele su patrimonio, pero no los productos
percibidos, salvo mala fe interviniente, en cuyo caso la restitución comprenderá también los
frutos percibidos y los debidos percibir a contar del día en que aquélla se produjo, según la
declaración judicial.

Artículo 188. 
Si en el transcurso de la posesión temporal o del ejercicio de la representación dativa se
probase la muerte del declarado ausente, se abrirá la sucesión en beneficio de los que en el
momento del fallecimiento fuesen sus sucesores voluntarios o legítimos, debiendo el
poseedor temporal hacerles entrega del patrimonio del difunto, pero reteniendo, como suyos,
los productos recibidos en la cuantía señalada.
Si se presentase un tercero acreditando por documento fehaciente haber adquirido, por
compra u otro titulo, bienes del ausente, cesará la representación respecto de dichos bienes,
que quedarán a disposición de sus legítimos titulares.

Artículo 189. 
El cónyuge del ausente tendrá derecho a la separación de bienes.

Artículo 190. 
Para reclamar un derecho en nombre de la persona constituida en ausencia, es preciso
probar que esta persona existía en el tiempo en que era necesaria su existencia para
adquirirlo.

Artículo 191. 
Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, abierta una sucesión a la que
estuviere llamado un ausente, acrecerá la parte de éste a sus coherederos, al no haber
persona con derecho propio para reclamarla. Los unos y los otros, en su caso, deberán
hacer, con intervención del Ministerio fiscal, inventario de dichos bienes, los cuales
reservarán hasta la declaración del fallecimiento.

Artículo 192. 
Lo dispuesto en el artículo anterior se entiende sin perjuicio de las acciones de petición
de herencia u otros derechos que competan al ausente, sus representantes o
causahabientes. Estos derechos no se extinguirán sino por el transcurso del tiempo fijado
para la prescripción. En la inscripción que se haga en el Registro de los bienes inmuebles
que acrezcan a los coherederos, se expresará la circunstancia de quedar sujetos a lo que
dispone este artículo y el anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO SEGUNDO
De la declaración de fallecimiento

Artículo 193. 
Procede la declaración de fallecimiento:
1º. Transcurridos diez años desde las últimas noticias habidas del ausente, o, a faltas de
éstas, desde su desaparición.
2º. Pasados cinco años desde las ultimas noticias o, en defecto de éstas, desde su
desaparición, si al expirar dicho plazo hubiere cumplido el ausente setenta y cinco años.
Los plazos expresados se computarán desde la expiración del año natural en que se
tuvieron las últimas noticias, o, en su defecto, del en que ocurrió la desaparición.
3º. Cumplido un año, contado de fecha a fecha, de un riesgo inminente de muerte por
causa de violencia contra la vida, en que una persona se hubiese encontrado sin haberse
tenido, con posterioridad a la violencia, noticias suyas. En caso de siniestro este plazo será
de tres meses.
Se presume la violencia si en una subversión de orden político o social hubiese
desaparecido una persona sin volverse a tener noticias suyas durante el tiempo expresado,
siempre que haya pasado seis meses desde la cesación de la subversión.

Artículo 194. 
Procede también la declaración de fallecimiento:
1º. De los que perteneciendo a un contingente armado o unidos a él en calidad de
funcionarios auxiliares voluntarios, o en funciones informativas, hayan lomado parte en
operaciones de campaña y desaparecido en ellas luego que hayan transcurrido dos años,
contados desde la fecha del tratado de paz, y en caso de no haberse concertado, desde la
declaración oficial de fin de la guerra.
2º. De los que se encuentren a bordo de una nave naufragada o desaparecidos por
inmersión en el mar, si hubieren transcurrido tres meses desde la comprobación del
naufragio o de la desaparición sin haberse tenido noticias de aquéllos.
Se presume ocurrido el naufragio si el buque no llega a su destino, o si careciendo de
punto fijo de arribo, no retornase, luego que en cualquiera de los casos hayan transcurrido
seis meses contados desde las últimas noticias recibidas o, por falta de éstas, desde la
fecha de salida de la nave del puerto inicial del viaje.
3º. De los que se encuentren a bordo de una aeronave siniestrada, si hubieren
transcurrido tres meses desde la comprobación del siniestro, sin haberse tenido noticias de
aquéllos o, en caso de haberse encontrado restos humanos, no hubieren podido ser
identificados.
Se presume el siniestro si en viaje sobre mares, zonas desérticas o inhabitadas,
transcurrieren seis meses contados desde las últimas noticias de las personas o de la
aeronave y, en su defecto, desde la fecha de inicio del viaje. Si éste se hiciere por etapas, el
plazo indicado se computará desde el punto de despegue del que se recibieron las últimas
noticias.

Artículo 195. 
Por la declaración de fallecimiento cesa la situación de ausencia legal, pero mientras
dicha declaración no se produzca, se presume que el ausenté ha vivido hasta el momento en
que deba reputársele fallecido, salvo investigaciones en contrario.
Toda declaración de fallecimiento expresará la fecha a partir de la cual se entienda
sucedida la muerte, con arreglo a lo preceptuado en los dos artículos precedentes, salvo
prueba en contrario.
(Párrafo suprimido)

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 196. 
Firme la declaración de fallecimiento del ausente, se abrirá la sucesión en los bienes del
mismo, procediéndose a su adjudicación por los trámites de los juicios de testamentaría o
abintestato, según los casos, o extrajudicialmente.
Los herederos no podrán disponer a título gratuito hasta cinco años después de la
declaración del fallecimiento.
Hasta que transcurra este mismo plazo no serán entregados los legados, si los hubiese,
ni tendrán derecho a exigirlos los legatarios, salvo las mandas piadosas en sufragio del alma
del testador o los legados en favor de Instituciones de beneficencia.
Será obligación ineludible de los sucesores, aunque por tratarse de uno sólo no fuese
necesaria partición, la de formar notarialmente un inventario detallado de los bienes muebles
y una descripción de los inmuebles.

Artículo 197. 
Si después de la declaración de fallecimiento se presentase el ausente o se probase su
existencia, recobrará sus bienes en el estado en que se encuentren y tendrá derecho al
precio de los que se hubieran vendido, o a los bienes que con este precio se hayan
adquirido, pero no podrá reclamar de sus sucesores rentas, frutos ni productos obtenidos
con los bienes de su sucesión, sino desde el día de su presencia o de la declaración de no
haber muerto.

CAPÍTULO TERCERO
Del registro central de ausentes

Artículo 198. 
En el Registro central y público de ausentes se hará constar:
Primero. Las declaraciones judiciales de ausencia legal.
Segundo. Las declaraciones judiciales de fallecimiento.
Tercero. Las representaciones legítimas y dativas acordadas judicialmente y la extinción
de las mismas.
Cuarto. Mención circunstanciada del lugar, fecha, otorgantes y Notario autorizante de los
inventarios de bienes, muebles, y descripción de inmuebles que en este título se ordenan.
Quinto. Mención circunstanciada del auto de concesión y del lugar, fecha, otorgantes y
Notario autorizante de las escrituras de transmisiones y gravámenes que con licencia judicial
efectúen los representantes legítimos o dativos de los ausentes, y
Sexto. Mención circunstanciada del lugar, fecha, otorgantes y Notario autorizante de la
escritura de descripción o inventario de los bienes, así como de las escrituras de partición y
adjudicación realizadas a virtud de la declaración de fallecimiento o de las actas de
protocolización de los cuadernos particionales en sus respectivos casos.

TÍTULO IX
De la incapacitación

Artículo 199. 
Nadie puede ser declarado incapaz sino por sentencia judicial en virtud de las causas
establecidas en la Ley.

Artículo 200. 
Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter
físico o psíquico que impidan a la persona gobernarse por sí misma.

– 43 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 201. 
Los menores de edad podrán ser incapacitados cuando concurra en ellos causa de
incapacitación y se prevea razonablemente que la misma persistirá después de la mayoría
de edad.

Artículo 202 a 214. (Derogados).

TÍTULO X
De la tutela, de la curatela y de la guarda de los menores o incapacitados

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 215. 
La guarda y protección de la persona y bienes o solamente de la persona o de los bienes
de los menores o incapacitados se realizará, en los casos que proceda, mediante:
1. La tutela.
2. La curatela.
3. El defensor judicial.

Artículo 216. 
Las funciones tutelares constituyen un deber, se ejercerán en beneficio del tutelado y
estarán bajo la salvaguarda de la autoridad judicial.
Las medidas y disposiciones previstas en el artículo 158 de este Código podrán ser
acordadas también por el Juez, de oficio o a instancia de cualquier interesado, en todos los
supuestos de tutela o guarda, de hecho o de derecho, de menores e incapaces, en cuanto lo
requiera el interés de éstos.

Artículo 217. 
Sólo se admitirá la excusa de los cargos tutelares en los supuestos legalmente previstos.

Artículo 218. 
Las resoluciones judiciales sobre los cargos tutelares y de curatela habrán de inscribirse
en el Registro Civil.
Dichas resoluciones no serán oponibles a terceros mientras no se hayan practicado las
oportunas inscripciones.

Artículo 219. 
La inscripción de las resoluciones a que se refiere el artículo anterior, se practicará en
virtud de la comunicación que la autoridad judicial deberá remitir sin dilación al Encargado
del Registro Civil.

Artículo 220. 
La persona que en el ejercicio de una función tutelar sufra daños y perjuicios, sin culpa
por su parte, tendrá derecho a la indemnización de éstos con cargo a los bienes del tutelado,
de no poder obtener por otro medio su resarcimiento.

Artículo 221. 
Se prohibe a quien desempeñe algún cargo tutelar:
1. Recibir liberalidades del tutelado o de sus causahabientes, mientras que no se haya
probado definitivamente su gestión.

– 44 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

2. Representar al tutelado cuando en el mismo acto intervenga en nombre propio o de un


tercero y existiera conflicto de intereses.
3. Adquirir por título oneroso bienes del tutelado o transmitirle por su parte bienes por
igual título.

CAPÍTULO II
De la tutela

Sección primera. De la tutela en general

Artículo 222. 
Estarán sujetos a tutela:
1.° Los menores no emancipados que no estén bajo la patria potestad.
2.° Los incapacitados, cuando la sentencia lo haya establecido.
3.° Los sujetos a la patria potestad prorrogada, al cesar ésta, salvo que proceda la
curatela.
4.° Los menores que se hallen en situación de desamparo.

Artículo 223. 
Los padres podrán en testamento o documento público notarial nombrar tutor, establecer
órganos de fiscalización de la tutela, así como designar las personas que hayan de
integrarlos u ordenar cualquier disposición sobre la persona o bienes de sus hijos menores o
incapacitados.
Asimismo, cualquier persona con la capacidad de obrar suficiente, en previsión de ser
incapacitada judicialmente en el futuro, podrá en documento público notarial adoptar
cualquier disposición relativa a su propia persona o bienes, incluida la designación de tutor.
Los documentos públicos a los que se refiere el presente artículo se comunicarán de
oficio por el notario autorizante al Registro Civil, para su indicación en la inscripción de
nacimiento del interesado.
En los procedimientos de incapacitación, el juez recabará certificación del Registro Civil
y, en su caso, del registro de actos de última voluntad, a efectos de comprobar la existencia
de las disposiciones a las que se refiere este artículo.

Artículo 224. 
Las disposiciones aludidas en el artículo anterior vincularán al Juez al constituir la tutela,
salvo que el beneficio del menor o incapacitado exija otra cosa, en cuyo caso lo hará
mediante decisión motivada.

Artículo 225. 
Cuando existieren disposiciones en testamento o documento público notarial del padre y
de la madre, se aplicarán unas y otras conjuntamente, en cuanto fueran compatibles. De no
serlo, se adoptarán por el Juez, en decisión motivada, las que considere más convenientes
para el tutelado.

Artículo 226. 
Serán ineficaces las disposiciones hechas en testamento o documento público notarial
sobre la tutela si, en el momento de adoptarlas, el disponente hubiese sido privado de la
patria potestad.

Artículo 227. 
El que disponga de bienes a título gratuito en favor de un menor o incapacitado, podrá
establecer las reglas de administración de los mismos y designar la persona o personas que
hayan de ejercitarla. Las funciones no conferidas al administrador corresponden al tutor.

– 45 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 228. 
Si el Ministerio Fiscal o el Juez competente tuvieren conocimiento de que existe en el
territorio de su jurisdicción alguna persona que deba ser sometida a tutela, pedirá el primero
y dispondrá el segundo, incluso de oficio, la constitución de la tutela.

Artículo 229. 
Estarán obligados a promover la constitución de la tutela, desde el momento en que
conocieran el hecho que la motivare, los parientes llamados a ella y la persona bajo cuya
guarda se encuentre el menor o incapacitado, y si no lo hicieren, serán responsables
solidarios de la indemnización de los daños y perjuicios causados.

Artículo 230. 
Cualquier persona podrá poner en conocimiento del Ministerio Fiscal o de la autoridad
judicial el hecho determinante de la tutela.

Artículo 231. 
El Juez constituirá la tutela, previa audiencia de los parientes más próximos, de las
personas que considere oportuno, y, en todo caso, del tutelado si tuviera suficiente juicio y
siempre si fuera mayor de doce años.

Artículo 232. 
La tutela se ejercerá bajo la vigilancia del Ministerio Fiscal, que actuará de oficio o a
instancia de cualquier interesado.
En cualquier momento podrá exigir del tutor que le informe sobre la situación del menor o
del incapacitado y del estado de la administración de la tutela.

Artículo 233. 
El Juez podrá establecer, en la resolución por la que se constituya la tutela o en otra
posterior, las medidas de vigilancia y control que estime oportunas, en beneficio del tutelado.
Asimismo podrá, en cualquier momento, exigir del tutor que informe sobre la situación del
menor o del incapacitado y del estado de la administración.

Sección segunda. De la delación de la tutela y del nombramiento del tutor

Artículo 234. 
Para el nombramiento de tutor se preferirá:
1.º Al designado por el propio tutelado, conforme al párrafo segundo del artículo 223.
2.º Al cónyuge que conviva con el tutelado.
3.º A los padres.
4.º A la persona o personas designadas por éstos en sus disposiciones de última
voluntad.
5.º Al descendiente, ascendiente o hermano que designe el juez.
Excepcionalmente, el Juez, en resolución motivada, podrá alterar el orden del párrafo
anterior o prescindir de todas las personas en él mencionadas, si el beneficio del menor o del
incapacitado así lo exigiere.
Se considera beneficiosa para el menor la integración en la vida de familia del tutor.

Artículo 235. 
En defecto de las personas mencionadas en el artículo anterior, el Juez designará tutor a
quien, por sus relaciones con el tutelado y en beneficio de éste, considere más idóneo.

Artículo 236. 
La tutela se ejercerá por un sólo tutor salvo:

– 46 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1. Cuando por concurrir circunstancias especiales en la persona del tutelado o de su


patrimonio, convenga separar como cargos distintos el de tutor de la persona y el de los
bienes, cada uno de los cuales actuará independientemente en el ámbito de su competencia,
si bien las decisiones que conciernan a ambos deberán tomarlas conjuntamente.
2. Cuando la tutela corresponda al padre y a la madre, será ejercida por ambos
conjuntamente de modo análogo a la patria potestad.
3. Si se designa a alguna persona tutor de los hijos de su hermano y se considera
conveniente que el cónyuge del tutor ejerza también la tutela.
4. Cuando el Juez nombre tutores a las personas que los padres del tutelado hayan
designado en testamento o documento público notarial para ejercer la tutela conjuntamente.

Artículo 237. 
En el caso del número 4º del artículo anterior, si el testador lo hubiere dispuesto de modo
expreso, y en el caso del número 2º, si los padres lo solicitaran, podrá el Juez, al efectuar el
nombramiento de tutores, resolver que éstos puedan ejercitar las facultades de la tutela con
carácter solidario.
De no mediar tal clase de nombramiento, en todos los demás casos, y sin perjuicio de lo
dispuesto en los números 1 y 2, las facultades de la tutela encomendadas a varios tutores
habrán de ser ejercitadas por éstos conjuntamente, pero valdrá lo que se haga con el
acuerdo del mayor número. A falta de tal acuerdo, el Juez, después de oír a los tutores y al
tutelado si tuviere suficiente juicio, resolverá sin ulterior recurso lo que estime conveniente.
Para el caso de que los desacuerdos fueran reiterados y entorpeciesen gravemente el
ejercicio de la tutela, podrá el Juez reorganizar su funcionamiento e incluso proveer de
nuevo tutor.

Artículo 237 bis. 


Si los tutores tuvieren sus facultades atribuidas conjuntamente y hubiere incompatibilidad
u oposición de intereses en alguno de ellos para un acto o contrato, podrá éste ser realizado
por el otro tutor, o, de ser varios, por los demás en forma conjunta.

Artículo 238. 
En los casos de que por cualquier causa cese alguno de los tutores, la tutela subsistirá
con los restantes a no ser que al hacer el nombramiento se hubiera dispuesto otra cosa de
modo expreso.

Artículo 239. 
La tutela de los menores desamparados corresponde por Ley a la entidad a que se
refiere el artículo 172.
Se procederá, sin embargo, al nombramiento de tutor conforme a las reglas ordinarias,
cuando existan personas que, por sus relaciones con el menor o por otras circunstancias,
puedan asumir la tutela con beneficio para éste.
La entidad pública a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la tutela de los
incapaces cuando ninguna de las personas recogidas en el artículo 234 sea nombrado tutor,
asumirá por ministerio de la ley la tutela del incapaz o cuando éste se encuentre en situación
de desamparo. Se considera como situación de desamparo la que se produce de hecho a
causa del incumplimiento o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes que le
incumben de conformidad a las leyes, cuando éstos queden privados de la necesaria
asistencia moral o material.

Artículo 240. 
Si hubiere que designar tutor para varios hermanos, el Juez procurará que el
nombramiento recaiga en una misma persona.

– 47 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 241. 
Podrán ser tutores todas las personas que se encuentren en el pleno ejercicio de sus
derechos civiles y en quienes no concurra alguna de las causas de inhabilidad establecidas
en los artículos siguientes.

Artículo 242. 
Podrán ser también tutores las personas jurídicas que no tengan finalidad lucrativa y
entre cuyos fines figure la protección de menores e incapacitados.

Artículo 243. 
No pueden ser tutores:
1. Los que estuvieran privados o suspendidos en el ejercicio de la patria potestad o total
o parcialmente de los derechos de guarda y educación, por resolución judicial.
2. Los que hubieren sido legalmente removidos de una tutela anterior.
3. Los condenados a cualquier pena privativa de libertad, mientras estén cumpliendo la
condena.
4. Los condenados por cualquier delito que haga suponer fundadamente que no
desempeñarán bien la tutela.

Artículo 244. 
Tampoco pueden ser tutores:
1. Las personas en quienes concurra imposibilidad absoluta de hecho.
2. Los que tuvieren enemistad manifiesta con el menor o incapacitado.
3. Las personas de mala conducta o que no tuvieren manera de vivir conocida.
4. Los que tuvieren importantes conflictos de intereses con el menor o incapacitado,
mantengan con él pleito o actuaciones sobre el estado civil o sobre la titularidad de los
bienes, o los que le adeudaren sumas de consideración.
5. Los quebrados y concursados no rehabilitados, salvo que la tutela lo sea solamente de
la persona.

Artículo 245. 
Tampoco pueden ser tutores los excluidos expresamente por el padre o por la madre en
sus disposiciones en testamento o documento notarial, salvo que el Juez en resolución
motivada estime otra cosa en beneficio del menor o del incapacitado.

Artículo 246. 
Las causas de inhabilidad contempladas en los artículos 243.4º y 244.4º no se aplicarán
a los tutores designados en las disposiciones de última voluntad de los padres cuando
fueren conocidas por éstos en el momento de hacer la designación, salvo que el Juez, en
resolución motivada, disponga otra cosa en beneficio del menor o del incapacitado.

Artículo 247. 
Serán removidos de la tutela los que después de deferida incurran en causa legal de
inhabilidad, o se conduzcan mal en el desempeño de la tutela, por incumplimiento de los
deberes propios del cargo o por notoria ineptitud de su ejercicio, o cuando surgieran
problemas de convivencia graves y continuados.

Artículo 248. 
El Juez, de oficio o a solicitud del Ministerio Fiscal, del tutelado o de otra persona
interesada, decretará la remoción del tutor, previa audiencia de éste si, citado, compareciere.
Asimismo, se dará audiencia al tutelado si tuviere suficiente juicio.

– 48 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 249. 
Durante la tramitación del procedimiento de remoción, podrá el Juez suspender en sus
funciones al tutor y nombrar al tutelado un defensor judicial.

Artículo 250. 
Declarada judicialmente la remoción, se procederá al nombramiento de nuevo tutor en la
forma establecida en este Código.

Artículo 251. 
Será excusable el desempeño de la tutela cuando por razones de edad, enfermedad,
ocupaciones personales o profesionales, por falta de vínculos de cualquier clase entre tutor y
tutelado o por cualquier otra causa, resulte excesivamente gravoso el ejercicio del cargo.
Las personas jurídicas podrán excusarse cuando carezcan de medios suficientes para el
adecuado desempeño de la tutela.

Artículo 252. 
El interesado que alegue causa de excusa deberá hacerlo dentro del plazo de quince
días a contar desde que tuviera conocimiento del nombramiento.

Artículo 253. 
El tutor podrá excusarse de continuar ejerciendo la tutela, siempre que hubiera persona
de parecidas condiciones para sustituirle, cuando durante el desempeño de aquélla le
sobrevenga cualquiera de los motivos de excusa contemplados en el artículo 251.

Artículo 254. 
Lo dispuesto en el artículo anterior no se aplicará a la tutela encomendada a las
personas jurídicas.

Artículo 255. 
Si la causa de excusa fuera sobrevenida, podrá ser alegada en cualquier momento.

Artículo 256. 
Mientras se resuelva acerca de la excusa, el que la haya propuesto estará obligado a
ejercer la función.
No haciéndolo así, el Juez nombrará un defensor que le sustituya, quedando el sustituido
responsable de todos los gastos ocasionados por la excusa si ésta fuera rechazada.

Artículo 257. 
El tutor designado en testamento que se excuse de la tutela al tiempo de su delación
perderá lo que, en consideración al nombramiento, le hubiere dejado el testador.

Artículo 258. 
Admitida la excusa, se procederá al nombramiento de nuevo tutor.

Sección tercera. Del ejercicio de la tutela

Artículo 259. 
La Autoridad judicial dará posesión de su cargo al tutor nombrado.

Artículo 260. 
El Juez podrá exigir al tutor la constitución de fianza que asegure el cumplimiento de sus
obligaciones y determinará la modalidad y cuantía de la misma.

– 49 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

No obstante, la entidad pública que asuma la tutela de un menor por ministerio de la Ley
o la desempeñe por resolución judicial no precisará prestar fianza.

Artículo 261. 
También podrá el Juez, en cualquier momento y con justa causa, dejar sin efecto o
modificar en todo o en parte la garantía que se hubiese prestado.

Artículo 262. 
El tutor está obligado a hacer inventario de los bienes del tutelado dentro del plazo de
sesenta días, a contar de aquel en que hubiese tomado posesión de su cargo.

Artículo 263. 
La Autoridad judicial podrá prorrogar este plazo en resolución motivada si concurriere
causa para ello.

Artículo 264. 
El inventario se formará judicialmente con intervención del Ministerio Fiscal y con citación
de las personas que el Juez estime conveniente.

Artículo 265. 
El dinero, alhajas, objetos preciosos y valores mobiliarios o documentos que, a juicio de
la Autoridad judicial, no deban quedar en poder del tutor serán depositados en un
establecimiento destinado a este efecto.
Los gastos que las anteriores medidas ocasionen correrán a cargo de los bienes del
tutelado.

Artículo 266. 
El tutor que no incluya en el inventario los créditos que tenga contra el tutelado se
entenderá que los renuncia.

Artículo 267. 
El tutor es el representante del menor o incapacitado, salvo para aquellos actos que
pueda realizar por si sólo ya sea por disposición expresa de la Ley o de la sentencia de
incapacitación.

Artículo 268. 
Los tutores ejercerán su cargo de acuerdo con la personalidad de sus pupilos,
respetando su integridad física y psicológica.
Cuando sea necesario para el ejercicio de la tutela podrán recabar el auxilio de la
autoridad.

Artículo 269. 
El tutor está obligado a velar por el tutelado y, en particular:
1. A procurarle alimentos.
2. A educar al menor y procurarle una formación integral.
3. A promover la adquisición o recuperación de la capacidad del tutelado y su mejor
inserción en la sociedad.
4. A informar al Juez anualmente sobre la situación del menor o incapacitado y rendirle
cuenta anual de su administración.

– 50 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 270. 
El tutor único y, en su caso, el de los bienes es el administrador legal del patrimonio de
los tutelados y está obligado a ejercer dicha administración con la diligencia de un buen
padre de familia.

Artículo 271. 
El tutor necesita autorización judicial:
1.º Para internar al tutelado en un establecimiento de salud mental o de educación o
formación especial.
2.º Para enajenar o gravar bienes inmuebles, establecimientos mercantiles o industriales,
objetos preciosos y valores mobiliarios de los menores o incapacitados, o celebrar contratos
o realizar actos que tengan carácter dispositivo y sean susceptibles de inscripción. Se
exceptúa la venta del derecho de suscripción preferente de acciones.
3.º Para renunciar derechos, así como transigir o someter a arbitraje cuestiones en que
el tutelado estuviese interesado.
4.º Para aceptar sin beneficio de inventario cualquier herencia, o para repudiar ésta o las
liberalidades.
5.º Para hacer gastos extraordinarios en los bienes.
6.º Para entablar demanda en nombre de los sujetos a tutela, salvo en los asuntos
urgentes o de escasa cuantía.
7.º Para ceder bienes en arrendamiento por tiempo superior a seis años.
8.º Para dar y tomar dinero a préstamo.
9.º Para disponer a título gratuito de bienes o derechos del tutelado.
10. Para ceder a terceros los créditos que el tutelado tenga contra él, o adquirir a título
oneroso los créditos de terceros contra el tutelado.

Artículo 272. 
No necesitarán autorización judicial la partición de herencia ni la división de cosa común
realizadas por el tutor, pero una vez practicadas requerirán aprobación judicial.

Artículo 273. 
Antes de autorizar o aprobar cualquiera de los actos comprendidos en los dos artículos
anteriores, el Juez oirá al Ministerio Fiscal y al tutelado, si fuese mayor de doce años o lo
considera oportuno, y recabará los informes que le sean solicitados o estime pertinentes.

Artículo 274. 
El tutor tiene derecho a una retribución, siempre que el patrimonio del tutelado lo
permita. Corresponde al Juez fijar su importe y el modo de percibirlo, para lo cual tendrá en
cuenta el trabajo a realizar y el valor y la rentabilidad de los bienes, procurando en lo posible
que la cuantía de la retribución no baje del 4 por 100 ni exceda del 20 por 100 del
rendimiento líquido de los bienes.

Artículo 275. 
Sólo los padres, y en sus disposiciones de última voluntad, podrán establecer que el
tutor haga suyos los frutos de los bienes del tutelado a cambio de prestarle los alimentos,
salvo que el Juez, en resolución motivada, disponga otra cosa.

Sección cuarta. De la extinción de la tutela y de la rendición final de cuentas

Artículo 276. 
La tutela se extingue:
1. Cuando el menor de edad cumple los dieciocho años, a menos que con anterioridad
hubiera sido judicialmente incapacitado.
2. Por la adaptación del tutelado menor de edad.

– 51 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

3. Por fallecimiento de la persona sometida a tutela.


4. Por la concesión al menor del beneficio de la mayor edad.

Artículo 277. 
También se extingue la tutela:
1. Cuando habiéndose originado por privación o suspensión de la patria potestad, el
titular de ésta la recupere.
2. Al dictarse la resolución judicial que pongan fin a la incapacitación, o que modifique la
sentencia de incapacitación en virtud de la cual se sustituye la tutela por la curatela.

Artículo 278. 
Continuará el tutor en el ejercicio de su cargo si el menor sujeto a tutela hubiese sido
incapacitado antes de la mayoría de edad, conforme a lo dispuesto en la sentencia de
incapacitación.

Artículo 279. 
El tutor al cesar en sus funciones deberá rendir la cuenta general justificada de su
administración ante la Autoridad judicial en el plazo de tres meses, prorrogables por el
tiempo que fuere necesario si concurre justa causa.
La acción para exigir la rendición de esta cuenta prescribe a los cinco años, contados
desde la terminación del plazo establecido para efectuarlo.

Artículo 280. 
Antes de resolver sobre la aprobación de la cuenta, el Juez oirá al nuevo tutor o, en su
caso, al curador o al defensor judicial, y a la persona que hubiera estado sometida a tutela o
a sus herederos.

Artículo 281. 
Los gastos necesarios de la rendición de cuentas, serán a cargo del que estuvo
sometido a tutela.

Artículo 282. 
El saldo de la cuenta general devengará interés legal, a favor o en contra del tutor.

Artículo 283. 
Si el saldo es a favor del tutor, devengará interés legal desde que el que estuvo sometido
a tutela sea requerido para el pago, previa entrega de sus bienes.

Artículo 284. 
Si es en contra del tutor, devengará interés legal desde la aprobación de la cuenta.

Artículo 285. 
La aprobación judicial no impedirá el ejercicio de las acciones que recíprocamente
puedan asistir al tutor y al tutelado o a sus causahabientes por razón de la tutela.

CAPÍTULO III
De la curatela

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 286. 
Están sujetos a curatela:

– 52 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1. Los emancipados cuyos padres fallecieren o quedaran impedidos para el ejercicio de


la asistencia prevenida por la Ley.
2. Los que obtuvieren el beneficio de la mayor edad.
3. Los declarados pródigos.

Artículo 287. 
Igualmente procede la curatela para las personas a quienes la sentencia de
incapacitación o, en su caso, la resolución judicial que la modifique coloquen bajo esta forma
de protección en atención a su grado de discernimiento.

Artículo 288. 
En los casos del artículo 286 la curatela no tendrá otro objeto que la intervención del
curador en los actos que los menores o pródigos no puedan realizar por si solos.

Artículo 289. 
La curatela de los incapacitados tendrá por objeto la asistencia del curador para aquellos
actos que expresamente imponga la sentencia que la haya establecido.

Artículo 290. 
Si la sentencia de incapacitación no hubiese especificado los actos en que deba ser
necesaria la intervención del curador se entenderá que ésta se extiende a los mismos actos
en que los tutores necesitan, según este Código, autorización judicial.

Artículo 291. 
Son aplicables a los curadores las normas sobre nombramiento, inhabilidad, excusa y
remoción de los tutores.
No podrán ser curadores los quebrados y concursados no rehabilitados.

Artículo 292. 
Si el sometido a curatela hubiese estado con anterioridad bajo tutela, desempeñará el
cargo de curador el mismo que hubiese sido su tutor, a menos que el Juez disponga otra
cosa.

Artículo 293. 
Los actos jurídicos realizados sin la intervención del curador cuando ésta sea preceptiva,
serán anulables a instancia del propio curador o de la persona sujeta a curatela, de acuerdo
con los artículos 1.301 y siguientes de este Código.

Sección segunda. De la curatela en casos de prodigalidad

Artículo 294. 
(Derogado)

Artículo 295. 
(Derogado)

Artículo 296. 
(Derogado)

Artículo 297. 
Los actos del declarado pródigo anteriores a la demanda de prodigalidad no podrán ser
atacados por esta causa.

– 53 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 298. 
(Derogado)

CAPÍTULO IV
Del defensor judicial

Artículo 299. 
Se nombrará un defensor judicial que represente y ampare los intereses de quienes se
hallen en alguno de los siguientes supuestos:
1. Cuando en algún asunto exista conflicto de intereses entre los menores o
incapacitados y sus representantes legales o el curador. En el caso de tutela conjunta
ejercida por ambos padres, si el conflicto de intereses existiere sólo con uno de ellos,
corresponderá al otro por ley, y sin necesidad de especial nombramiento, representar y
amparar al menor o incapacitado.
2. En el supuesto de que, por cualquier causa, el tutor o el curador no desempeñare sus
funciones hasta que cese la causa determinante o se designe otra persona para
desempeñar el cargo.
3. En todos los demás casos previstos en este Código.

Artículo 299 bis. 


Cuando se tenga conocimiento de que una persona debe ser sometida a tutela y en
tanto no recaiga resolución judicial que ponga fin al procedimiento, asumirá su
representación y defensa el Ministerio Fiscal. En tal caso, cuando además del cuidado de la
persona hubiera de procederse al de los bienes, el Juez podrá designar un Administrador de
los mismos, quien deberá rendirle cuentas de su gestión una vez concluida.

Artículo 300. 
El Juez, en procedimiento de jurisdicción voluntaria, de oficio o a petición del Ministerio
Fiscal, del propio menor o de cualquier persona capaz de comparecer en juicio, nombrará
defensor a quien estime más idóneo para el cargo.

Artículo 301. 
Serán aplicables al defensor judicial las causa de inhabilidad, excusas y remoción de los
tutores y curadores.

Artículo 302. 
El defensor judicial tendrá las atribuciones que le haya concedido el Juez al que deberá
rendir cuentas de su gestión una vez concluida.

CAPÍTULO V
De la guarda de hecho

Artículo 303. 
Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 203 y 228, cuando la autoridad judicial tenga
conocimiento de la existencia de un guardador de hecho podrá requerirle para que informe
de la situación de la persona y los bienes del menor o del presunto incapaz y de su
actuación en relación con los mismos, pudiendo establecer asimismo las medidas de control
y vigilancia que considere oportunas.

Artículo 304. 
Los actos realizados por el guardador de hecho en interés del menor o presunto incapaz
no podrán ser impugnados si redundan en su utilidad.

– 54 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 305. 
(Sin contenido)

Artículo 306. 
Será aplicable al guardador de hecho lo dispuesto en el artículo 220 respecto del tutor.

Artículos 307 a 313. (Sin contenido).

TÍTULO XI
De la mayor edad y de la emancipación

Artículo 314. 
La emancipación tiene lugar:
1.° Por la mayor edad.
2.° Por el matrimonio del menor.
3.° Por concesión de los que ejerzan la patria potestad.
4.° Por concesión judicial.

Artículo 315. 
La mayor edad empieza a los dieciocho años cumplidos.
Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del
nacimiento.

Artículo 316. 
El matrimonio produce de derecho la emancipación.

Artículo 317. 
Para que tenga lugar la emancipación por concesión de quienes ejerzan la patria
potestad, se requiere que el menor tenga dieciséis años cumplidos y que la consienta. Esta
emancipación se otorgará por escritura pública o por comparecencia ante el Juez encargado
del Registro.

Artículo 318. 
La concesión de emancipación habrá de inscribirse en el Registro Civil, no produciendo
entre tanto efectos contra terceros.
Concedida la emancipación no podrá ser revocada.

Artículo 319. 
Se reputará para todos los efectos como emancipado al hijo mayor de dieciséis años que
con el consentimiento de los padres viviere independientemente de éstos. Los padres
podrán revocar este consentimiento.

Artículo 320. 
El Juez podrá conceder la emancipación de los hijos mayores de dieciséis años si éstos
la pidieren y previa audiencia de los padres:
1.° Cuando quien ejerce la patria potestad contrajere nupcias o conviviere maritalmente
con persona distinta del otro progenitor.
2.° Cuando los padres vivieren separados.
3.° Cuando concurra cualquier causa que entorpezca gravemente el ejercicio de la patria
potestad.

– 55 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 321. 
También podrá el Juez, previo informe del Ministerio Fiscal, conceder el beneficio de la
mayor edad al sujeto a tutela mayor de dieciséis años que lo solicitare.

Artículo 322. 
El mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil, salvo las excepciones
establecidas en casos especiales por este Código.

Artículo 323. 
La emancipación habilita al menor para regir su persona y bienes como si fuera mayor;
pero hasta que llegue a la mayor edad no podrá el emancipado tomar dinero a préstamo,
gravar o enajenar bienes inmuebles y establecimientos mercantiles o industriales u objetos
de extraordinario valor sin consentimiento de sus padres y, a falta de ambos, sin el de su
curador.
El menor emancipado podrá por sí solo comparecer en juicio.
Lo dispuesto en este artículo es aplicable también al menor que hubiere obtenido
judicialmente el beneficio de la mayor edad.

Artículo 324. 
Para que el casado menor de edad pueda enajenar o gravar bienes inmuebles,
establecimientos mercantiles u objetos de extraordinario valor que sean comunes, basta si
es mayor el otro cónyuge, el consentimiento de los dos; si también es menor, se necesitará,
además, el de los padres o curadores de uno y otro.

TÍTULO XII
Del Registro del estado civil

Artículo 325. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"Los actos concernientes al estado civil de las personas se harán constar en el Registro
destinado a este efecto."

Artículo 326. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"El Registro del estado civil comprenderá las inscripciones o anotaciones de nacimientos,
matrimonios, emancipaciones, reconocimiento y legitimaciones, defunciones, naturalizaciones y
vecindad, y estará a cargo de los Jueces municipales u otros funcionarios del orden civil en
España y de los agentes consulares o diplomáticos en el extranjero."

– 56 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 327. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"Las actas del Registro serán la prueba del estado civil, la cual sólo podrá ser suplida por
otras en el caso de que no hayan existido aquéllas o hubiesen desaparecido los libros del
Registro, o cuando ante los Tribunales se suscite contienda."

Artículo 328. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"No será necesaria la presentación del recién nacido al funcionario encargado del Registro
para la inscripción del nacimiento, bastando la declaración de la persona obligada a hacerla.
Esta declaración comprenderá todas las circunstancias exigidas por la ley; y será firmada por su
autor, o por dos testigos a su ruego, si no pudiere firmar. "

Artículo 329. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"En los matrimonios canónicos será obligación de los contrayentes facilitar al funcionario
representante del Estado que asista a su celebración todos los datos necesarios para su
inscripción en el Registro Civil. Exceptuándose los relativos a las amonestaciones, los
impedimentos y su dispensa, los cuales no se harán constar en la inscripción. "

Artículo 330. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"No tendrán efecto alguno legal las naturalizaciones mientras no aparezcan inscritas en el
Registro, cualquiera que sea la prueba con que se acrediten y la fecha en que hubiesen sido
concedidas. "

Artículo 331. 
(Derogado)

– 57 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"Los Jueces municipales y los de primera instancia, en su caso, podrán corregir las
infracciones de lo dispuesto sobre el Registro Civil, que no constituyan delito o falta, con multa
de 20 a 100 pesetas. "

Artículo 332. 
(Derogado)

Atención: Artículo derogado a partir de 22/07/2014.

Redacción vigente:
"Continuará rigiendo la Ley de 17 de junio de 1870, en cuanto no esté modificada por los
artículos precedentes."

LIBRO SEGUNDO
De los bienes, de la propiedad y de sus modificaciones

TÍTULO PRIMERO
De la clasificación de los bienes

Disposición preliminar

Artículo 333. 
Todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes
muebles o inmuebles.

CAPÍTULO PRIMERO
De los bienes inmuebles

Artículo 334. 
Son bienes inmuebles:
1.º Las tierras, edificios, caminos y construcciones de todo género adheridas al suelo.
2.º Los árboles y plantas y los frutos pendientes, mientras estuvieren unidos a la tierra o
formaren parte integrante de un inmueble.
3.º Todo lo que esté unido a un inmueble de una manera fija, de suerte que no pueda
separarse de él sin quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto.
4.º Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de uso u ornamentación, colocados en
edificios o heredades por el dueño del inmueble en tal forma que revele el propósito de
unirlos de un modo permanente al fundo.
5.º Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios destinados por el propietario de la
finca a la industria o explotación que se realice en un edificio o heredad, y que directamente
concurran a satisfacer las necesidades de la explotación misma.

– 58 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

6.º Los viveros de animales, palomares, colmenas, estanques de peces o criaderos


análogos, cuando el propietario los haya colocado o los conserve con el propósito de
mantenerlos unidos a la finca, y formando parte de ella de un modo permanente.
7.º Los abonos destinados al cultivo de una heredad, que estén en las tierras donde
hayan de utilizarse.
8.º Las minas, canteras y escoriales, mientras su materia permanece unida al
yacimiento, y las aguas vivas o estancadas.
9.º Los diques y construcciones que, aun cuando sean flotantes, estén destinados por su
objeto y condiciones a permanecer en un punto fijo de un río, lago o costa.
10. Las concesiones administrativas de obras públicas y las servidumbres y demás
derechos reales sobre bienes inmuebles.

CAPÍTULO II
De los bienes muebles

Artículo 335. 
Se reputan bienes muebles los susceptibles de apropiación no comprendidos en el
capítulo anterior, y en general todos los que se pueden transportar de un punto a otro sin
menoscabo de la cosa inmueble a que estuvieren unidos.

Artículo 336. 
Tienen también la consideración de cosas muebles las rentas o pensiones, sean
vitalicias o hereditarias, afectas a una persona o familia, siempre que no graven con carga
real una cosa inmueble, los oficios enajenados, los contratos sobre servicios públicos y las
cédulas y títulos representativos de préstamos hipotecarios.

Artículo 337. 
Los bienes muebles son fungibles o no fungibles.
A la primera especie pertenecen aquellos de que no puede hacerse el uso adecuado a
su naturaleza sin que se consuman; a la segunda especie corresponden los demás.

CAPÍTULO III
De los bienes según las personas a que pertenecen

Artículo 338. 
Los bienes son de dominio público o de propiedad privada.

Artículo 339. 
Son bienes de dominio público:
1.º Los destinados al uso público, como los caminos, canales, ríos, torrentes, puertos y
puentes construidos por el Estado, las riberas, playas, radas y otros análogos.
2.º Los que pertenecen privativamente al Estado, sin ser de uso común, y están
destinados a algún servicio público o al fomento de la riqueza nacional, como las murallas,
fortalezas y demás obras de defensa del territorio, y las minas, mientras que no se otorgue
su concesión.

Artículo 340. 
Todos los demás bienes pertenecientes al Estado, en que no concurran las
circunstancias expresadas en el artículo anterior, tienen el carácter de propiedad privada.

– 59 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 341. 
Los bienes de dominio público, cuando dejen de estar destinados al uso general o a las
necesidades de la defensa del territorio, pasan a formar parte de los bienes de propiedad del
Estado.

Artículo 342. 
Los bienes del Patrimonio Real se rigen por su ley especial; y, en lo que en ella no se
halle previsto, por las disposiciones generales que sobre la propiedad particular se
establecen en este Código.

Artículo 343. 
Los bienes de las provincias y de los pueblos se dividen en bienes de uso público y
bienes patrimoniales.

Artículo 344. 
Son bienes de uso público, en las provincias y los pueblos, los caminos provinciales y los
vecinales, las plazas, calles, fuentes y aguas públicas, los paseos y obras públicas de
servicio general, costeadas por los mismos pueblos o provincias.
Todos los demás bienes que unos y otros posean son patrimoniales y se regirán por las
disposiciones de este Código, salvo lo dispuesto en leyes especiales.

Artículo 345. 
Son bienes de propiedad privada, además de los patrimoniales del Estado, de la
Provincia y del Municipio, los pertenecientes a particulares, individual o colectivamente.

Disposiciones comunes a los tres capítulos anteriores

Artículo 346. 
Cuando por disposición de la ley, o por declaración individual, se use la expresión de
cosas o bienes inmuebles, o de cosas o bienes muebles, se entenderán comprendidos en
ella, respectivamente, los enumerados en el capítulo I y en el capítulo II.
Cuando se use tan sólo la palabra muebles no se entenderán comprendidos el dinero,
los créditos, efectos de comercio, valores, alhajas, colecciones científicas o artísticas, libros,
medallas, armas, ropas de vestir, caballerías o carruajes y sus arreos, granos, caldos y
mercancías, ni otras cosas que no tengan por principal destino amueblar o alhajar las
habitaciones, salvo el caso en que del contexto de la ley o de la disposición individual resulte
claramente lo contrario.

Artículo 347. 
Cuando en venta, legado, donación u otra disposición en que se haga referencia a cosas
muebles o inmuebles se transmita su posesión o propiedad con todo lo que en ellas se halle,
no se entenderán comprendidos en la transmisión el metálico, valores, créditos y acciones
cuyos documentos se hallen en la cosa transmitida, a no ser que conste claramente la
voluntad de extender la transmisión a tales valores y derechos.

– 60 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO SEGUNDO
De la propiedad

CAPÍTULO PRIMERO
De la propiedad en general

Artículo 348. 
La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa, sin más limitaciones que
las establecidas en las leyes.
El propietario tiene acción contra el tenedor y el poseedor de la cosa para reivindicarla.

Artículo 349. 
Nadie podrá ser privado de su propiedad sino por Autoridad competente y por causa
justificada de utilidad pública, previa siempre la correspondiente indemnización.
Si no procediere este requisito, los Jueces ampararán y, en su caso, reintegrarán en la
posesión al expropiado.

Artículo 350. 
El propietario de un terreno es dueño de su superficie y de lo que está debajo de ella, y
puede hacer en él las obras, plantaciones y excavaciones que le convengan, salvas las
servidumbres, y con sujeción a lo dispuesto en las leyes sobre Minas y Aguas y en los
reglamentos de policía.

Artículo 351. 
El tesoro oculto pertenece al dueño del terreno en que se hallare.
Sin embargo, cuando fuere hecho el descubrimiento en propiedad ajena, o del Estado, y
por casualidad, la mitad se aplicará al descubridor.
Si los efectos descubiertos fueren interesantes para las ciencias o las artes, podrá el
Estado adquirirlos por su justo precio, que se distribuirá en conformidad a lo declarado.

Artículo 352. 
Se entiende por tesoro, para los efectos de la ley, el depósito oculto e ignorado de
dinero, alhajas u otros objetos preciosos, cuya legítima pertenencia no conste.

CAPÍTULO II
Del derecho de accesión

Disposición general

Artículo 353. 
La propiedad de los bienes da derecho por accesión a todo lo que ellos producen, o se
les une o incorpora, natural o artificialmente.

Sección primera. Del derecho de accesión respecto al producto de los bienes

Artículo 354. 
Pertenecen al propietario:
1.º Los frutos naturales.
2.º Los frutos industriales.
3.º Los frutos civiles.

– 61 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 355. 
Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, y las crías y demás
productos de los animales.
Son frutos industriales los que producen los predios de cualquiera especie a beneficio
del cultivo o del trabajo.
Son frutos civiles el alquiler de los edificios, el precio del arrendamiento de tierras y el
importe de las rentas perpetuas, vitalicias u otras análogas.

Artículo 356. 
El que percibe los frutos tiene la obligación de abonar los gastos hechos por un tercero
para su producción, recolección y conservación.

Artículo 357. 
No se reputan frutos naturales, o industriales, sino los que están manifiestos o nacidos.
Respecto a los animales, basta que estén en el vientre de su madre, aunque no hayan
nacido.

Sección segunda. Del derecho de accesión respecto a los bienes inmuebles

Artículo 358. 
Lo edificado, plantado o sembrado en predios ajenos, y las mejoras o reparaciones
hechas en ellos, pertenecen al dueño de los mismos con sujeción a lo que se dispone en los
artículos siguientes.

Artículo 359. 
Todas las obras, siembras y plantaciones se presumen hechas por el propietario y a su
costa, mientras no se pruebe lo contrario.

Artículo 360. 
El propietario del suelo que hiciere en él, por sí o por otro, plantaciones, construcciones u
obras con materiales ajenos, debe abonar su valor; y, si hubiere obrado de mala fe, estará,
además, obligado al resarcimiento de daños y perjuicios. El dueño de los materiales tendrá
derecho a retirarlos sólo en el caso de que pueda hacerlo sin menoscabo de la obra
construida, o sin que por ello perezcan las plantaciones, construcciones u obras ejecutadas.

Artículo 361. 
El dueño del terreno en que se edificare, sembrare o plantare de buena fe tendrá
derecho a hacer suya la obra, siembra o plantación, previa la indemnización establecida en
los artículos 453 y 454, o a obligar al que fabricó o plantó a pagarle el precio del terreno, y al
que sembró, la renta correspondiente.

Artículo 362. 
El que edifica, planta o siembra de mala fe en terreno ajeno pierde lo edificado, plantado
o sembrado, sin derecho a indemnización.

Artículo 363. 
El dueño del terreno en que se haya edificado, plantado o sembrado con mala fe puede
exigir la demolición de la obra o que se arranque la plantación y siembra, reponiendo las
cosas a su estado primitivo a costa del que edificó, plantó o sembró.

– 62 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 364. 
Cuando haya habido mala fe, no sólo por parte del que edifica, siembra o planta en
terreno ajeno, sino también por parte del dueño de éste, los derechos de uno y otro serán los
mismos que tendrían si hubieran procedido ambos de buena fe.
Se entiende haber mala fe por parte del dueño siempre que el hecho se hubiere
ejecutado a su vista, ciencia y paciencia, sin oponerse.

Artículo 365. 
Si los materiales, plantas o semillas pertenecen a un tercero que no ha procedido de
mala fe, el dueño del terreno deberá responder de su valor subsidiariamente y en el solo
caso de que el que los empleó no tenga bienes con que pagar.
No tendrá lugar esta disposición si el propietario usa del derecho que le concede el
artículo 363.

Artículo 366. 
Pertenece a los dueños de las heredades confinantes con las riberas de los ríos el
acrecentamiento que aquéllas reciben paulatinamente por efecto de la corriente de las
aguas.

Artículo 367. 
Los dueños de las heredades confinantes con estanques o lagunas no adquieren el
terreno descubierto por la disminución natural de las aguas, ni pierden el que éstas inundan
en las crecidas extraordinarias.

Artículo 368. 
Cuando la corriente de un río, arroyo o torrente segrega de una heredad de su ribera una
porción conocida de terreno y la transporta a otra heredad, el dueño de la finca a que
pertenecía la parte segregada conserva la propiedad de ésta.

Artículo 369. 
Los árboles arrancados y transportados por la corriente de las aguas pertenecen al
propietario del terreno a donde vayan a parar, si no los reclaman dentro de un mes los
antiguos dueños. Si éstos los reclaman, deberán abonar los gastos ocasionados en
recogerlos o ponerlos en lugar seguro.

Artículo 370. 
Los cauces de los ríos que quedan abandonados por variar naturalmente el curso de las
aguas, pertenecen a los dueños de los terrenos ribereños en toda la longitud respectiva a
cada uno. Si el cauce abandonado separaba heredades de distintos dueños, la nueva línea
divisoria correrá equidistante de unas y otras.

Artículo 371. 
Las islas que se forman en los mares adyacentes a las costas de España y en los ríos
navegables y flotables, pertenecen al Estado.

Artículo 372. 
Cuando en un río navegable y flotable, variando naturalmente de dirección, se abre un
nuevo cauce en heredad privada, este cauce entrará en el dominio público. El dueño de la
heredad lo recobrará siempre que las aguas vuelvan a dejarlo en seco, ya naturalmente, ya
por trabajos legalmente autorizados al efecto.

– 63 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 373. 
Las islas que por sucesiva acumulación de arrastres superiores se van formando en los
ríos pertenecen a los dueños de las márgenes u orillas más cercanas a cada una, o a los de
ambas márgenes si la isla se hallase en medio del río, dividiéndose entonces
longitudinalmente por mitad. Si una sola isla así formada distase de una margen más que de
otra, será por completo dueño de ella el de la margen más cercana.

Artículo 374. 
Cuando se divide en brazos la corriente del río, dejando aislada una heredad o parte de
ella, el dueño de la misma conserva su propiedad. Igualmente la conserva si queda
separada de la heredad por la corriente una porción de terreno.

Sección tercera. Del derecho de accesión respecto a los bienes muebles

Artículo 375. 
Cuando dos cosas muebles, pertenecientes a distintos dueños, se unen de tal manera
que vienen a formar una sola sin que intervenga mala fe, el propietario de la principal
adquiere la accesoria, indemnizando su valor al anterior dueño.

Artículo 376. 
Se reputa principal, entre dos cosas incorporadas, aquella a que se ha unido otra por
adorno, o para su uso o perfección.

Artículo 377. 
Si no puede determinarse por la regla del artículo anterior cuál de las dos cosas
incorporadas es la principal, se reputará tal el objeto de más valor, y entre dos objetos de
igual valor, el de mayor volumen.
En la pintura y escultura, en los escritos, impresos, grabados y litografías, se considerará
accesoria la tabla, el metal, la piedra, el lienzo, el papel o el pergamino.

Artículo 378. 
Cuando las cosas unidas pueden separarse sin detrimento, los dueños respectivos
pueden exigir la separación.
Sin embargo, cuando la cosa unida para el uso, embellecimiento o perfección de otra, es
mucho más preciosa que la cosa principal, el dueño de aquélla puede exigir su separación,
aunque sufra algún detrimento la otra a que se incorporó.

Artículo 379. 
Cuando el dueño de la cosa accesoria ha hecho su incorporación de mala fe, pierde la
cosa incorporada y tiene la obligación de indemnizar al propietario de la principal los
perjuicios que haya sufrido.
Si el que ha procedido de mala fe es el dueño de la cosa principal, el que lo sea de la
accesoria tendrá derecho a optar entre que aquél le pague su valor o que la cosa de su
pertenencia se separe, aunque para ello haya que destruir la principal; y en ambos casos,
además, habrá lugar a la indemnización de daños y perjuicios.
Si cualquiera de los dueños ha hecho la incorporación a vista, ciencia y paciencia y sin
oposición del otro, se determinarán los derechos respectivos en la forma dispuesta para el
caso de haber obrado de buena fe.

Artículo 380. 
Siempre que el dueño de la materia empleada sin su consentimiento tenga derecho a
indemnización, puede exigir que ésta consista en la entrega de una cosa igual en especie y
valor, y en todas sus circunstancias, a la empleada, o bien en el precio de ella, según
tasación pericial.

– 64 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 381. 
Si por voluntad de sus dueños se mezclan dos cosas de igual o diferente especie, o si la
mezcla se verifica por casualidad, y en este último caso las cosas no son separables sin
detrimento, cada propietario adquirirá un derecho proporcional a la parte que le corresponda
atendido el valor de las cosas mezcladas o confundidas.

Artículo 382. 
Si por voluntad de uno solo, pero con buena fe, se mezclan o confunden dos cosas de
igual o diferente especie, los derechos de los propietarios se determinarán por lo dispuesto
en el artículo anterior.
Si el que hizo la mezcla o confusión obró de mala fe, perderá la cosa de su pertenencia
mezclada o confundida, además de quedar obligado a la indemnización de los perjuicios
causados al dueño de la cosa con que hizo la mezcla.

Artículo 383. 
El que de buena fe empleó materia ajena en todo o en parte para formar una obra de
nueva especie, hará suya la obra, indemnizando el valor de la materia al dueño de ésta.
Si ésta es más preciosa que la obra en que se empleó o superior en valor, el dueño de
ella podrá, a su elección, quedarse con la nueva especie, previa indemnización del valor de
la obra, o pedir indemnización de la materia.
Si en la formación de la nueva especie intervino mala fe, el dueño de la materia tiene
derecho de quedarse con la obra sin pagar nada al autor, o de exigir de éste que le
indemnice el valor de la materia y los perjuicios que se le hayan seguido.

CAPÍTULO III
Del deslinde y amojonamiento

Artículo 384. 
Todo propietario tiene derecho a deslindar su propiedad, con citación de los dueños de
los predios colindantes.
La misma facultad corresponderá a los que tengan derechos reales.

Artículo 385. 
El deslinde se hará en conformidad con los títulos de cada propietario y, a falta de títulos
suficientes, por lo que resultare de la posesión en que estuvieren los colindantes.

Artículo 386. 
Si los títulos no determinasen el límite o área perteneciente a cada propietario, y la
cuestión no pudiera resolverse por la posesión o por otro medio de prueba, el deslinde se
hará distribuyendo el terreno objeto de la contienda en partes iguales.

Artículo 387. 
Si los títulos de los colindantes indicasen un espacio mayor o menor del que comprende
la totalidad del terreno, el aumento o la falta se distribuirá proporcionalmente.

CAPÍTULO IV
Del derecho de cerrar las fincas rústicas

Artículo 388. 
Todo propietario podrá cerrar o cercar sus heredades por medio de paredes, zanjas,
setos vivos o muertos, o de cualquier otro modo, sin perjuicio de las servidumbres
constituidas sobre las mismas.

– 65 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO V
De los edificios ruinosos y de los árboles que amenazan caerse

Artículo 389. 
Si un edificio, pared, columna o cualquiera otra construcción amenazase ruina, el
propietario estará obligado a su demolición, o a ejecutar las obras necesarias para evitar su
caída.
Si no lo verificare el propietario de la obra ruinosa, la Autoridad podrá hacerla demoler a
costa del mismo.

Artículo 390. 
Cuando algún árbol corpulento amenazare caerse de modo que pueda causar perjuicios
a una finca ajena o a los transeúntes por una vía pública o particular, el dueño del árbol está
obligado a arrancarlo y retirarlo; y si no lo verificare, se hará a su costa por mandato de la
Autoridad.

Artículo 391. 
En los casos de los dos artículos anteriores, si el edificio o árbol se cayere, se estará a lo
dispuesto en los artículos 1.907 y 1.908.

TÍTULO III
De la comunidad de bienes

Artículo 392. 
Hay comunidad cuando la propiedad de una cosa o un derecho pertenece pro indiviso a
varias personas.
A falta de contratos, o de disposiciones especiales, se regirá la comunidad por las
prescripciones de este título.

Artículo 393. 
El concurso de los partícipes, tanto en los beneficios como en las cargas, será
proporcional a sus respectivas cuotas.
Se presumirán iguales, mientras no se pruebe lo contrario, las porciones
correspondientes a los partícipes en la comunidad.

Artículo 394. 
Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas
conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a
los copartícipes utilizarlas según su derecho.

Artículo 395. 
Todo copropietario tendrá derecho para obligar a los partícipes a contribuir a los gastos
de conservación de la cosa o derecho común. Sólo podrá eximirse de esta obligación el que
renuncie a la parte que le pertenece en el dominio.

Artículo 396. 
Los diferentes pisos o locales de un edificio o las partes de ellos susceptibles de
aprovechamiento independiente por tener salida propia a un elemento común de aquél o a la
vía pública podrán ser objeto de propiedad separada, que llevará inherente un derecho de
copropiedad sobre los elementos comunes del edificio, que son todos los necesarios para su
adecuado uso y disfrute, tales como el suelo, vuelo, cimentaciones y cubiertas; elementos
estructurales y entre ellos los pilares, vigas, forjados y muros de carga; las fachadas, con los

– 66 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

revestimientos exteriores de terrazas, balcones y ventanas, incluyendo su imagen o


configuración, los elemento de cierre que las conforman y sus revestimientos exteriores; el
portal, las escaleras, porterías, corredores, pasos, muros, fosos, patios, pozos y los recintos
destinados a ascensores, depósitos, contadores, telefonías o a otros servicios o
instalaciones comunes, incluso aquéllos que fueren de uso privativo; los ascensores y las
instalaciones, conducciones y canalizaciones para el desagüe y para el suministro de agua,
gas o electricidad, incluso las de aprovechamiento de energía solar; las de agua caliente
sanitaria, calefacción, aire acondicionado, ventilación o evacuación de humos; las de
detección y prevención de incendios; las de portero electrónico y otras de seguridad del
edificio, así como las de antenas colectivas y demás instalaciones para los servicios
audiovisuales o de telecomunicación, todas ellas hasta la entrada al espacio privativo; las
servidumbres y cualesquiera otros elementos materiales o jurídicos que por su naturaleza o
destino resulten indivisibles.
Las partes en copropiedad no son en ningún caso susceptibles de división y sólo podrán
ser enajenadas, gravadas o embargadas juntamente con la parte determinada privativa de la
que son anejo inseparable.
En caso de enajenación de un piso o local, los dueños de los demás, por este solo título,
no tendrán derecho de tanteo ni de retracto.
Esta forma de propiedad se rige por las disposiciones legales especiales y, en lo que las
mismas permitan, por la voluntad de los interesados.

Artículo 397. 
Ninguno de los condueños podrá, sin consentimiento de los demás, hacer alteraciones
en la cosa común, aunque de ellas pudieran resultar ventajas para todos.

Artículo 398. 
Para la administración y mejor disfrute de la cosa común serán obligatorios los acuerdos
de la mayoría de los partícipes.
No habrá mayoría sino cuando el acuerdo esté tomado por los partícipes que
representen la mayor cantidad de los intereses que constituyan el objeto de la comunidad.
Si no resultare mayoría, o el acuerdo de ésta fuere gravemente perjudicial a los
interesados en la cosa común, el Juez proveerá, a instancia de parte, lo que corresponda,
incluso nombrar un administrador.
Cuando parte de la cosa perteneciere privadamente a un partícipe o a algunos de ellos y
otra fuere común, sólo a ésta será aplicable la disposición anterior.

Artículo 399. 
Todo condueño tendrá la plena propiedad de su parte y la de los frutos y utilidades que
le correspondan, pudiendo en su consecuencia enajenarla, cederla o hipotecarla, y aun
sustituir otro en su aprovechamiento, salvo si se tratare de derechos personales. Pero el
efecto de la enajenación o de la hipoteca con relación a los condueños estará limitado a la
porción que se adjudique en la división al cesar la comunidad.

Artículo 400. 
Ningún copropietario estará obligado a permanecer en la comunidad. Cada uno de ellos
podrá pedir en cualquier tiempo que se divida la cosa común.
Esto no obstante, será válido el pacto de conservar la cosa indivisa por tiempo
determinado, que no exceda de diez años. Este plazo podrá prorrogarse por nueva
convención.

Artículo 401. 
Sin embargo, de lo dispuesto en el artículo anterior, los copropietarios no podrán exigir la
división de la cosa común cuando de hacerla resulte inservible para el uso a que se destina.

– 67 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si se tratare de un edificio cuyas características lo permitan, a solicitud de cualquiera de


los comuneros, la división podrá realizarse mediante la adjudicación de pisos o locales
independientes, con sus elementos comunes anejos, en la forma prevista por el artículo
trescientos noventa y seis.

Artículo 402. 
La división de la cosa común podrá hacerse por los interesados, o por árbitros o
amigables componedores, nombrados a voluntad de los partícipes.
En el caso de verificarse por árbitros o amigables componedores, deberán formar partes
proporcionales al derecho de cada uno, evitando en cuanto sea posible los suplementos a
metálico.

Artículo 403. 
Los acreedores o cesionarios de los partícipes podrán concurrir a la división de la cosa
común y oponerse a la que se verifique sin su concurso. Pero no podrán impugnar la división
consumada, excepto en caso de fraude, o en el de haberse verificado no obstante la
oposición formalmente interpuesta para impedirla, y salvo siempre los derechos del deudor o
del cedente para sostener su validez.

Artículo 404. 
Cuando la cosa fuere esencialmente indivisible, y los condueños no convinieren en que
se adjudique a uno de ellos indemnizando a los demás, se venderá y repartirá su precio.

Artículo 405. 
La división de una cosa común no perjudicará a tercero, el cual conservará los derechos
de hipoteca, servidumbre u otros derechos reales que le pertenecieren antes de hacer la
partición. Conservarán igualmente su fuerza, no obstante la división, los derechos
personales que pertenezcan a un tercero contra la comunidad.

Artículo 406. 
Serán aplicables a la división entre los partícipes en la comunidad las reglas
concernientes a la división de la herencia.

TÍTULO IV
De algunas propiedades especiales

CAPÍTULO PRIMERO
De las aguas

Atención: Los arts. 407 a 425 están derogados en cuanto se opongan a lo establecido en
la Ley de Aguas.

Sección primera. Del dominio de las aguas

Artículo 407. 
Son de dominio público:
1.º Los ríos y sus cauces naturales.
2.º Las aguas continuas o discontinuas de manantiales y arroyos que corran por sus
cauces naturales, y estos mismos cauces.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

3.º Las aguas que nazcan continua o discontinuamente en terrenos del mismo dominio
público.
4.º Los lagos y lagunas formados por la naturaleza en terrenos públicos y sus álveos.
5.º Las aguas pluviales que discurran por barrancos o ramblas, cuyo cauce sea también
del dominio público.
6.º Las aguas subterráneas que existan en terrenos públicos.
7.º Las aguas halladas en la zona de trabajos de obras públicas, aunque se ejecuten por
concesionario.
8.º Las aguas que nazcan continua o discontinuamente en predios de particulares, del
Estado, de la provincia o de los pueblos, desde que salgan de dichos predios.
9.º Los sobrantes de las fuentes, cloacas y establecimientos públicos.

Artículo 408. 
Son de dominio privado:
1.º Las aguas continuas o discontinuas que nazcan en predios de dominio privado,
mientras discurran por ellos.
2.º Los lagos y lagunas y sus álveos, formados por la naturaleza en dichos predios.
3.º Las aguas subterráneas que se hallen en éstos.
4.º Las aguas pluviales que en los mismos caigan, mientras no traspasen sus linderos.
5.º Los cauces de aguas corrientes, continuas o discontinuas, formados por aguas
pluviales, y los de los arroyos que atraviesen fincas que no sean de dominio público.
En toda acequia o acueducto, el agua, el cauce, los cajeros y las márgenes serán
considerados como parte integrante de la heredad o edificio a que vayan destinadas las
aguas. Los dueños de los predios, por los cuales o por cuyos linderos pase el acueducto, no
podrán alegar dominio sobre él, ni derecho al aprovechamiento de su cauce o márgenes, a
no fundarse en títulos de propiedad expresivos del derecho o dominio que reclamen.

Sección segunda. Del aprovechamiento de las aguas públicas

Artículo 409. 
El aprovechamiento de las aguas públicas se adquiere:
1.º Por concesión administrativa.
2.º Por prescripción de veinte años.
Los límites de los derechos y obligaciones de estos aprovechamientos serán los que
resulten, en el primer caso, de los términos de la concesión y, en el segundo, del modo y
forma en que se haya usado de las aguas.

Artículo 410. 
Toda concesión de aprovechamiento de aguas se entiende sin perjuicio de tercero.

Artículo 411. 
El derecho al aprovechamiento de aguas públicas se extingue por la caducidad de la
concesión y por el no uso durante veinte años.

Sección tercera. Del aprovechamiento de las aguas de dominio privado

Artículo 412. 
El dueño de un predio en que nace un manantial o arroyo, continuo o discontinuo, puede
aprovechar sus aguas mientras discurran por él; pero las sobrantes entran en la condición de
públicas, y su aprovechamiento se rige por la Ley especial de Aguas.

Artículo 413. 
El dominio privado de los álveos de aguas pluviales no autoriza para hacer labores u
obras que varíen su curso en perjuicio de tercero, ni tampoco aquellas cuya destrucción, por
la fuerza de las avenidas, pueda causarlo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 414. 
Nadie puede penetrar en propiedad privada para buscar aguas o usar de ellas sin
licencia de los propietarios.

Artículo 415. 
El dominio del dueño de un predio sobre las aguas que nacen en él no perjudica los
derechos que legítimamente hayan podido adquirir a su aprovechamiento los de los predios
inferiores.

Artículo 416. 
Todo dueño de un predio tiene la facultad de construir dentro de su propiedad depósitos
para conservar las aguas pluviales, con tal que no cause perjuicio al público ni a tercero.

Sección cuarta. De las aguas subterráneas

Artículo 417. 
Sólo el propietario de un predio u otra persona con su licencia puede investigar en él
aguas subterráneas.
La investigación de aguas subterráneas en terrenos de dominio público sólo puede
hacerse con licencia administrativa.

Artículo 418. 
Las aguas alumbradas conforme a la Ley Especial de Aguas pertenecen al que las
alumbró.

Artículo 419. 
Si el dueño de aguas alumbradas las dejare abandonadas a su curso natural, serán de
dominio público.

Sección quinta. Disposiciones generales

Artículo 420. 
El dueño de un predio en que existan obras defensivas para contener el agua, o que por
la variación de su curso sea necesario construirlas de nuevo, está obligado, a su elección, a
hacer los reparos o construcciones necesarias o a tolerar que, sin perjuicio suyo, las hagan
los dueños de los predios que experimenten o estén manifiestamente expuestos a
experimentar daños.

Artículo 421. 
Lo dispuesto en el artículo anterior es aplicable al caso en que sea necesario
desembarazar algún predio de las materias cuya acumulación o caída impida el curso de las
aguas con daño o peligro de tercero.

Artículo 422. 
Todos los propietarios que participen del beneficio proveniente de las obras de que
tratan los dos artículos anteriores están obligados a contribuir a los gastos de su ejecución
en proporción a su interés. Los que por su culpa hubiesen ocasionado el daño serán
responsables de los gastos.

Artículo 423. 
La propiedad y uso de las aguas pertenecientes a corporaciones o particulares están
sujetas a la Ley de Expropiación por causa de utilidad pública.

– 70 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 424. 
Las disposiciones de este título no perjudican los derechos adquiridos con anterioridad,
ni tampoco al dominio privado que tienen los propietarios de aguas, de acequias, fuentes o
manantiales, en virtud del cual las aprovechan, venden o permutan como propiedad
particular.

Artículo 425. 
En todo lo que no esté expresamente prevenido por las disposiciones de este capítulo se
estará a lo mandado por la Ley Especial de Aguas.

CAPÍTULO II
De los minerales

Artículo 426. 
Todo español o extranjero podrá hacer libremente en terreno de dominio público
calicatas o excavaciones que no excedan de 10 metros de extensión en longitud o
profundidad con objeto de descubrir minerales, pero deberá dar aviso previamente a la
Autoridad local. En terrenos de propiedad privada no se podrán abrir calicatas sin que
preceda permiso del dueño o del que le represente.

Artículo 427. 
Los límites del derecho mencionado en el artículo anterior, las formalidades previas y
condiciones para su ejercicio, la designación de las materias que deben considerarse como
minerales, y la determinación de los derechos que corresponden al dueño del suelo y a los
descubridores de los minerales en el caso de concesión, se regirán por la Ley Especial de
Minería.

CAPÍTULO III
De la propiedad intelectual

Artículo 428. 
El autor de una obra literaria, científica o artística, tiene el derecho de explotarla y
disponer de ella a su voluntad.

Artículo 429. 
La Ley sobre Propiedad Intelectual determina las personas a quienes pertenece ese
derecho, la forma de su ejercicio y el tiempo de su duración. En casos no previstos ni
resueltos por dicha ley especial se aplicarán las reglas generales establecidas en este
Código sobre la propiedad.

TÍTULO V
De la posesión

CAPÍTULO PRIMERO
De la posesión y sus especies

Artículo 430. 
Posesión natural es la tenencia de una cosa o el disfrute de un derecho por una persona.
Posesión civil es esa misma tenencia o disfrute unidos a la intención de haber la cosa o
derecho como suyos.

– 71 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 431. 
La posesión se ejerce en las cosas o en los derechos por la misma persona que los tiene
y los disfruta, o por otra en su nombre.

Artículo 432. 
La posesión en los bienes y derechos puede tenerse en uno de dos conceptos: o en el
de dueño, o en el de tenedor de la cosa o derecho para conservarlos o disfrutarlos,
perteneciendo el dominio a otra persona.

Artículo 433. 
Se reputa poseedor de buena fe al que ignora que en su título o modo de adquirir exista
vicio que lo invalide.
Se reputa poseedor de mala fe al que se halla en el caso contrario.

Artículo 434. 
La buena fe se presume siempre, y al que afirma la mala fe de un poseedor corresponde
la prueba.

Artículo 435. 
La posesión adquirida de buena fe no pierde este carácter sino en el caso y desde el
momento en que existan actos que acrediten que el poseedor no ignora que posee la cosa
indebidamente.

Artículo 436. 
Se presume que la posesión se sigue disfrutando en el mismo concepto en que se
adquirió, mientras no se pruebe lo contrario.

Artículo 437. 
Sólo pueden ser objeto de posesión las cosas y derechos que sean susceptibles de
apropiación.

CAPÍTULO II
De la adquisición de la posesión

Artículo 438. 
La posesión se adquiere por la ocupación material de la cosa o derecho poseído, o por el
hecho de quedar éstos sujetos a la acción de nuestra voluntad, o por los actos propios y
formalidades legales establecidas para adquirir tal derecho.

Artículo 439. 
Puede adquirirse la posesión por la misma persona que va a disfrutarla, por su
representante legal, por su mandatario y por un tercero sin mandato alguno; pero en este
último caso no se entenderá adquirida la posesión hasta que la persona en cuyo nombre se
haya verificado el acto posesorio lo ratifique.

Artículo 440. 
La posesión de los bienes hereditarios se entiende transmitida al heredero sin
interrupción y desde el momento de la muerte del causante, en el caso de que llegue a
adirse la herencia.
El que válidamente repudia una herencia se entiende que no la ha poseído en ningún
momento.

– 72 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 441. 
En ningún caso puede adquirirse violentamente la posesión mientras exista un poseedor
que se oponga a ello. El que se crea con acción o derecho para privar a otro de la tenencia
de una cosa, siempre que el tenedor resista la entrega, deberá solicitar el auxilio de la
Autoridad competente.

Artículo 442. 
El que suceda por título hereditario no sufrirá las consecuencias de una posesión viciosa
de su causante, si no se demuestra que tenía conocimiento de los vicios que la afectaban;
pero los efectos de la posesión de buena fe no le aprovecharán sino desde la fecha de la
muerte del causante.

Artículo 443. 
Los menores y los incapacitados pueden adquirir la posesión de las cosas; pero
necesitan de la asistencia de sus representantes legítimos para usar de los derechos que de
la posesión nazcan a su favor.

Artículo 444. 
Los actos meramente tolerados, y los ejecutados clandestinamente y sin conocimiento
del poseedor de una cosa, o con violencia, no afectan a la posesión.

Artículo 445. 
La posesión, como hecho, no puede reconocerse en dos personalidades distintas, fuera
de los casos de indivisión. Si surgiere contienda sobre el hecho de la posesión, será
preferido el poseedor actual; si resultaren dos poseedores, el más antiguo; si las fechas de
las posesiones fueren las mismas, el que presente título; y, si todas estas condiciones
fuesen iguales, se constituirá en depósito o guarda judicial la cosa, mientras se decide sobre
su posesión o propiedad por los trámites correspondientes.

CAPÍTULO III
De los efectos de la posesión

Artículo 446. 
Todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posesión; y, si fuere inquietado en
ella, deberá ser amparado o restituido en dicha posesión por los medios que las leyes de
procedimiento establecen.

Artículo 447. 
Sólo la posesión que se adquiere y se disfruta en concepto de dueño puede servir de
título para adquirir el dominio.

Artículo 448. 
El poseedor en concepto de dueño tiene a su favor la presunción legal de que posee con
justo título, y no se le puede obligar a exhibirlo.

Artículo 449. 
La posesión de una cosa raíz supone la de los muebles y objetos que se hallen dentro
de ella, mientras no conste o se acredite que deben ser excluidos.

Artículo 450. 
Cada uno de los partícipes de una cosa que se posea en común, se entenderá que ha
poseído exclusivamente la parte que al dividirse le cupiere durante todo el tiempo que duró

– 73 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

la indivisión. La interrupción en la posesión del todo o de parte de una cosa poseída en


común perjudicará por igual a todos.

Artículo 451. 
El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos mientras no sea interrumpida
legalmente la posesión.
Se entienden percibidos los frutos naturales e industriales desde que se alzan o separan.
Los frutos civiles se consideran producidos por días, y pertenecen al poseedor de la
buena fe en esa proporción.

Artículo 452. 
Si al tiempo en que cesare la buena fe se hallaren pendientes algunos frutos naturales o
industriales, tendrá el poseedor derecho a los gastos que hubiere hecho para su producción,
y además a la parte del producto líquido de la cosecha proporcional al tiempo de su
posesión.
Las cargas se prorratearán del mismo modo entre los dos poseedores.
El propietario de la cosa puede, si quiere, conceder al poseedor de buena fe la facultad
de concluir el cultivo y la recolección de los frutos pendientes, como indemnización de la
parte de gastos de cultivo y del producto líquido que le pertenece; el poseedor de buena fe
que por cualquier motivo no quiera aceptar esta concesión, perderá el derecho a ser
indemnizado de otro modo.

Artículo 453. 
Los gastos necesarios se abonan a todo poseedor; pero sólo el de buena fe podrá
retener la cosa hasta que se le satisfagan.
Los gastos útiles se abonan al poseedor de buena fe con el mismo derecho de retención,
pudiendo optar el que le hubiese vencido en su posesión por satisfacer el importe de los
gastos o por abonar el aumento de valor que por ellos haya adquirido la cosa.

Artículo 454. 
Los gastos de puro lujo o mero recreo no son abonables al poseedor de buena fe; pero
podrá llevarse los adornos con que hubiese embellecido la cosa principal si no sufriere
deterioro, y si el sucesor en la posesión no prefiere abonar el importe de lo gastado.

Artículo 455. 
El poseedor de mala fe abonará los frutos percibidos y los que el poseedor legítimo
hubiera podido percibir, y sólo tendrá derecho a ser reintegrado de los gastos necesarios
hechos para la conservación de la cosa. Los gastos hechos en mejoras de lujo y recreo no
se abonarán al poseedor de mala fe; pero podrá éste llevarse los objetos en que esos gastos
se hayan invertido, siempre que la cosa no sufra deterioro y el poseedor legítimo no prefiera
quedarse con ellos abonando el valor que tengan en el momento de entrar en la posesión.

Artículo 456. 
Las mejoras provenientes de la naturaleza o del tiempo ceden siempre en beneficio del
que haya vencido en la posesión.

Artículo 457. 
El poseedor de buena fe no responde del deterioro o pérdida de la cosa poseída, fuera
de los casos en que se justifique haber procedido con dolo. El poseedor de mala fe responde
del deterioro o pérdida en todo caso, y aun de los ocasionados por fuerza mayor cuando
maliciosamente haya retrasado la entrega de la cosa a su poseedor legítimo.

– 74 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 458. 
El que obtenga la posesión no está obligado a abonar mejoras que hayan dejado de
existir al adquirir la cosa.

Artículo 459. 
El poseedor actual que demuestre su posesión en época anterior, se presume que ha
poseído durante el tiempo intermedio, mientras no se pruebe lo contrario.

Artículo 460. 
El poseedor puede perder su posesión:
1.º Por abandono de la cosa.
2.º Por cesión hecha a otro por título oneroso o gratuito.
3.º Por destrucción o pérdida total de la cosa, o por quedar ésta fuera del comercio.
4.º Por la posesión de otro, aun contra la voluntad del antiguo poseedor, si la nueva
posesión hubiese durado más de un año.

Artículo 461. 
La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halle bajo el poder
del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero.

Artículo 462. 
La posesión de las cosas inmuebles y de los derechos reales no se entiende perdida, ni
transmitida para los efectos de la prescripción en perjuicio de tercero, sino con sujeción a lo
dispuesto en la Ley Hipotecaria.

Artículo 463. 
Los actos relativos a la posesión, ejecutados o consentidos por el que posee una cosa
ajena como mero tenedor para disfrutarla o retenerla en cualquier concepto, no obligan ni
perjudican al dueño, a no ser que éste hubiese otorgado a aquél facultades expresas para
ejecutarlos o los ratificare con posterioridad.

Artículo 464. 
La posesión de los bienes muebles, adquirida de buena fe, equivale al título. Sin
embargo, el que hubiese perdido una cosa mueble o hubiese sido privado de ella
ilegalmente podrá reivindicarla de quien la posea.
Si el poseedor de la cosa mueble perdida o sustraída la hubiese adquirido de buena fe
en venta pública, no podrá el propietario obtener la restitución sin reembolsar el precio dado
por ella.
Tampoco podrá el dueño de cosas empeñadas en los Montes de Piedad establecidos
con autorización del Gobierno obtener la restitución, cualquiera que sea la persona que la
hubiese empeñado, sin reintegrar antes al Establecimiento la cantidad del empeño y los
intereses vencidos.
En cuanto a las adquiridas en Bolsa, feria o mercado, o de comerciante legalmente
establecido y dedicado habitualmente al tráfico de objetos análogos, se estará a lo que
dispone el Código de Comercio.

Artículo 465. 
Los animales fieros sólo se poseen mientras se hallan en nuestro poder; los
domesticados o amansados se asimilan a los mansos o domésticos si conservan la
costumbre de volver a la casa del poseedor.

– 75 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 466. 
El que recupera, conforme a derecho, la posesión indebidamente perdida, se entiende
para todos los efectos que puedan redundar en su beneficio que la ha disfrutado sin
interrupción.

TÍTULO VI
Del usufructo, del uso y de la habitación

CAPÍTULO PRIMERO
Del usufructo

Sección primera. Del usufructo en general

Artículo 467. 
El usufructo da derecho a disfrutar los bienes ajenos con la obligación de conservar su
forma y sustancia, a no ser que el título de su constitución o la ley autoricen otra cosa.

Artículo 468. 
El usufructo se constituye por la ley, por la voluntad de los particulares manifestada en
actos entre vivos o en última voluntad, y por prescripción.

Artículo 469. 
Podrá constituirse el usufructo en todo o en parte de los frutos de la cosa, a favor de una
o varias personas, simultánea o sucesivamente, y en todo caso desde o hasta cierto día,
puramente o bajo condición. También puede constituirse sobre un derecho, siempre que no
sea personalísimo o intransmisible.

Artículo 470. 
Los derechos y las obligaciones del usufructuario serán los que determine el título
constitutivo del usufructo; en su defecto, o por insuficiencia de éste, se observarán las
disposiciones contenidas en las dos secciones siguientes.

Sección segunda. De los derechos del usufructuario

Artículo 471. 
El usufructuario tendrá derecho a percibir todos los frutos naturales, industriales y civiles
de los bienes usufructuados. Respecto de los tesoros que se hallaren en la finca será
considerado como extraño.

Artículo 472. 
Los frutos naturales o industriales, pendientes al tiempo de comenzar el usufructo,
pertenecen al usufructuario.
Los pendientes al tiempo de extinguirse el usufructo pertenecen al propietario.
En los precedentes casos, el usufructuario, al comenzar el usufructo, no tiene obligación
de abonar al propietario ninguno de los gastos hechos; pero el propietario está obligado a
abonar al fin del usufructo, con el producto de los frutos pendientes, los gastos ordinarios de
cultivo, simientes y otros semejantes, hechos por el usufructuario.
Lo dispuesto en este artículo no perjudica los derechos de tercero, adquiridos al
comenzar o terminar el usufructo.

– 76 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 473. 
Si el usufructuario hubiere arrendado las tierras o heredades dadas en usufructo y
acabare éste antes de terminar el arriendo, sólo percibirán él o sus herederos y sucesores la
parte proporcional de la renta que debiere pagar el arrendatario.

Artículo 474. 
Los frutos civiles se entienden percibidos día por día, y pertenecen al usufructuario en
proporción al tiempo que dure el usufructo.

Artículo 475. 
Si el usufructo se constituye sobre el derecho a percibir una renta o una pensión
periódica, bien consista en metálico, bien en frutos, o los intereses de obligaciones o títulos
al portador, se considerará cada vencimiento como productos o frutos de aquel derecho.
Si consistiere en el goce de los beneficios que diese una participación en una
explotación industrial o mercantil cuyo reparto no tuviese vencimiento fijo, tendrán aquéllos la
misma consideración.
En uno y otro caso se repartirán como frutos civiles, y se aplicarán en la forma que
previene el artículo anterior.

Artículo 476. 
No corresponden al usufructuario de un predio en que existen minas los productos de las
denunciadas, concedidas o que se hallen en laboreo al principiar el usufructo, a no ser que
expresamente se le concedan en el título constitutivo de éste, o que sea universal.
Podrá, sin embargo, el usufructuario extraer piedras, cal y yeso de las canteras para
reparaciones u obras que estuviere obligado a hacer o que fueren necesarias.

Artículo 477. 
Sin embargo de lo dispuesto en el artículo anterior, en el usufructo legal podrá el
usufructuario explotar las minas denunciadas, concedidas o en laboreo, existentes en el
predio, haciendo suya la mitad de las utilidades que resulten después de rebajar los gastos,
que satisfará por mitad con el propietario.

Artículo 478. 
La calidad de usufructuario no priva al que la tiene del derecho que a todos concede la
Ley de Minas para denunciar y obtener la concesión de las que existan en los predios
usufructuados, en la forma y condiciones que la misma ley establece.

Artículo 479. 
El usufructuario tendrá el derecho de disfrutar del aumento que reciba por accesión la
cosa usufructuada, de las servidumbres que tenga a su favor, y en general de todos los
beneficios inherentes a la misma.

Artículo 480. 
Podrá el usufructuario aprovechar por sí mismo la cosa usufructuada, arrendarla a otro y
enajenar su derecho de usufructo, aunque sea a título gratuito, pero todos los contratos que
celebre como tal usufructuario se resolverán al fin del usufructo, salvo el arrendamiento de
las fincas rústicas, el cual se considerará subsistente durante el año agrícola.

Artículo 481. 
Si el usufructo comprendiera cosas que sin consumirse se deteriorasen poco a poco por
el uso, el usufructuario tendrá derecho a servirse de ellas, empleándolas según su destino, y
no estará obligado a restituirlas al concluir el usufructo sino en el estado en que se
encuentren; pero con la obligación de indemnizar al propietario del deterioro que hubieran
sufrido por su dolo o negligencia.

– 77 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 482. 
Si el usufructo comprendiera cosas que no se puedan usar sin consumirlas, el
usufructuario tendrá derecho a servirse de ellas con la obligación de pagar el importe de su
avalúo al terminar el usufructo si se hubiesen dado estimadas. Cuando no se hubiesen
estimado, tendrá el derecho de restituirlas en igual cantidad y calidad, o pagar su precio
corriente al tiempo de cesar el usufructo.

Artículo 483. 
El usufructuario de viñas, olivares u otros árboles o arbustos podrá aprovecharse de los
pies muertos, y aun de los tronchados o arrancados por accidente, con la obligación de
reemplazarlos por otros.

Artículo 484. 
Si a consecuencia de un siniestro o caso extraordinario, las viñas, olivares u otros
árboles o arbustos hubieran desaparecido en número tan considerable que no fuese posible
o resultase demasiado gravosa la reposición, el usufructuario podrá dejar los pies muertos,
caídos o tronchados a disposición del propietario, y exigir de éste que los retire y deje el
suelo expedito.

Artículo 485. 
El usufructuario de un monte disfrutará todos los aprovechamientos que pueda éste
producir según su naturaleza.
Siendo el monte tallar o de maderas de construcción, podrá el usufructuario hacer en él
las talas o las cortas ordinarias que solía hacer el dueño, y en su defecto las hará
acomodándose en el modo, porción y épocas, a la costumbre del lugar.
En todo caso hará las talas o las cortas de modo que no perjudiquen a la conservación
de la finca.
En los viveros de árboles podrá el usufructuario hacer la entresaca necesaria para que
los que queden puedan desarrollarse convenientemente.
Fuera de lo establecido en los párrafos anteriores, el usufructuario no podrá cortar
árboles por el pie como no sea para reponer o mejorar alguna de las cosas usufructuadas, y
en este caso hará saber previamente al propietario la necesidad de la obra.

Artículo 486. 
El usufructuario de una acción para reclamar un predio o derecho real, o un bien mueble,
tiene derecho a ejercitarla y obligar al propietario de la acción a que le ceda para este fin su
representación y le facilite los elementos de prueba de que disponga. Si por consecuencia
del ejercicio de la acción adquiriese la cosa reclamada, el usufructo se limitará a sólo los
frutos, quedando el dominio para el propietario.

Artículo 487. 
El usufructuario podrá hacer en los bienes objeto del usufructo las mejoras útiles o de
recreo que tuviere por conveniente, con tal que no altere su forma o su sustancia; pero no
tendrá por ello derecho a indemnización. Podrá, no obstante, retirar dichas mejoras, si fuere
posible hacerlo sin detrimento de los bienes.

Artículo 488. 
El usufructuario podrá compensar los desperfectos de los bienes con las mejoras que en
ellos hubiese hecho.

Artículo 489. 
El propietario de bienes en que otro tenga el usufructo podrá enajenarlos, pero no alterar
su forma ni sustancia, ni hacer en ellos nada que perjudique al usufructuario.

– 78 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 490. 
El usufructuario de parte de una cosa poseída en común ejercerá todos los derechos que
correspondan al propietario de ella referentes a la administración y a la percepción de frutos
o intereses. Si cesare la comunidad por dividirse la cosa poseída en común, corresponderá
al usufructuario el usufructo de la parte que se adjudicare al propietario o condueño.

Sección tercera. De las obligaciones del usufructuario

Artículo 491. 
El usufructuario, antes de entrar en el goce de los bienes, está obligado:
1.º A formar, con citación del propietario o de su legítimo representante, inventario de
todos ellos, haciendo tasar los muebles y describiendo el estado de los inmuebles.
2.º A prestar fianza, comprometiéndose a cumplir las obligaciones que le correspondan
con arreglo a esta sección.

Artículo 492. 
La disposición contenida en el número segundo del precedente artículo no es aplicable al
vendedor o donante que se hubiere reservado el usufructo de los bienes vendidos o donados
ni a los padres usufructuarios de los bienes de los hijos, ni al cónyuge sobreviviente respecto
de la cuota legal usufructuaria, si no contrajeren los padres o el cónyuge ulterior matrimonio.

Artículo 493. 
El usufructuario, cualquiera que sea el título del usufructo, podrá ser dispensado de la
obligación de hacer inventario o de prestar fianza, cuando de ello no resultare perjuicio a
nadie.

Artículo 494. 
No prestando el usufructuario la fianza en los casos en que deba darla, podrá el
propietario exigir que los inmuebles se pongan en administración, que los muebles se
vendan, que los efectos públicos, títulos de crédito nominativos o al portador se conviertan
en inscripciones o se depositen en un banco o establecimiento público, y que los capitales o
sumas en metálico y el precio de la enajenación de los bienes muebles se inviertan en
valores seguros.
El interés del precio de las cosas muebles y de los efectos públicos y valores, y los
productos de los bienes puestos en administración, pertenecen al usufructuario.
También podrá el propietario, si lo prefiere, mientras el usufructuario no preste fianza o
quede dispensado de ella, retener en su poder los bienes del usufructo, en calidad de
administrador, y con la obligación de entregar al usufructuario su producto líquido, deducida
la suma que por dicha administración se convenga o judicialmente se le señale.

Artículo 495. 
Si el usufructuario que no haya prestado fianza reclamare, bajo caución juratoria, la
entrega de los muebles necesarios para su uso, y que se le asigne habitación para él y su
familia en una casa comprendida en el usufructo, podrá el Juez acceder a esta petición,
consultadas las circunstancias del caso.
Lo mismo se entenderá respecto de los instrumentos, herramientas y demás bienes
muebles necesarios para la industria a que se dedique.
Si no quisiere el propietario que se vendan algunos muebles por su mérito artístico o
porque tengan un precio de afección, podrá exigir que se le entreguen, afianzando el abono
del interés legal del valor en tasación.

Artículo 496. 
Prestada la fianza por el usufructuario, tendrá derecho a todos los productos desde el día
en que, conforme al título constitutivo del usufructo, debió comenzar a percibirlos.

– 79 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 497. 
El usufructuario deberá cuidar las cosas dadas en usufructo como un buen padre de
familia.

Artículo 498. 
El usufructuario que enajenare o diere en arrendamiento su derecho de usufructo será
responsable del menoscabo que sufran las cosas usufructuadas por culpa o negligencia de
la persona que le sustituya.

Artículo 499. 
Si el usufructo se constituyere sobre un rebaño o piara de ganados, el usufructuario
estará obligado a reemplazar con las crías las cabezas que mueran anual y ordinariamente,
o falten por la rapacidad de animales dañinos.
Si el ganado en que se constituyere el usufructo pereciere del todo, sin culpa del
usufructuario, por efecto de un contagio u otro acontecimiento no común, el usufructuario
cumplirá con entregar al dueño los despojos que se hubiesen salvado de esta desgracia.
Si el rebaño pereciere en parte, también por un accidente, y sin culpa del usufructuario,
continuará el usufructo en la parte que se conserve.
Si el usufructo fuere de ganado estéril, se considerará, en cuanto a sus efectos, como si
se hubiese constituido sobre cosa fungible.

Artículo 500. 
El usufructuario está obligado a hacer las reparaciones ordinarias que necesiten las
cosas dadas en usufructo.
Se considerarán ordinarias las que exijan los deterioros o desperfectos que procedan del
uso natural de las cosas y sean indispensables para su conservación. Si no las hiciere
después de requerido por el propietario, podrá éste hacerlas por sí mismo a costa del
usufructuario.

Artículo 501. 
Las reparaciones extraordinarias serán de cuenta del propietario. El usufructuario está
obligado a darle aviso cuando fuere urgente la necesidad de hacerlas.

Artículo 502. 
Si el propietario hiciere las reparaciones extraordinarias, tendrá derecho a exigir al
usufructuario el interés legal de la cantidad invertida en ellas mientras dure el usufructo.
Si no las hiciere cuando fuesen indispensables para la subsistencia de la cosa, podrá
hacerlas el usufructuario; pero tendrá derecho a exigir del propietario, al concluir el usufructo,
el aumento de valor que tuviese la finca por efecto de las mismas obras.
Si el propietario se negare a satisfacer dicho importe, tendrá el usufructuario derecho a
retener la cosa hasta reintegrarse con sus productos.

Artículo 503. 
El propietario podrá hacer las obras y mejoras de que sea susceptible la finca
usufructuada, o nuevas plantaciones en ella si fuere rústica, siempre que por tales actos no
resulte disminuido el valor del usufructo, ni se perjudique el derecho del usufructuario.

Artículo 504. 
El pago de las cargas y contribuciones anuales y el de las que se consideran
gravámenes de los frutos será de cuenta del usufructuario todo el tiempo que el usufructo
dure.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 505. 
Las contribuciones que durante el usufructo se impongan directamente sobre el capital
serán de cargo del propietario.
Si éste las hubiese satisfecho, deberá el usufructuario abonarle los intereses
correspondientes a las sumas que en dicho concepto hubiese pagado y, si las anticipare el
usufructuario, deberá recibir su importe al fin del usufructo.

Artículo 506. 
Si se constituyere el usufructo sobre la totalidad de un patrimonio, y al constituirse
tuviere deudas el propietario, se aplicará, tanto para la subsistencia del usufructo como para
la obligación del usufructuario a satisfacerlas, lo establecido en los artículos 642 y 643
respecto de las donaciones.
Esta misma disposición es aplicable al caso en que el propietario viniese obligado, al
constituirse el usufructo, al pago de prestaciones periódicas, aunque no tuvieran capital
conocido.

Artículo 507. 
El usufructuario podrá reclamar por sí los créditos vencidos que formen parte del
usufructo si tuviese dada o diere la fianza correspondiente. Si estuviese dispensado de
prestar fianza o no hubiere podido constituirla, o la constituida no fuese suficiente, necesitará
autorización del propietario, o del Juez en su defecto, para cobrar dichos créditos.
El usufructuario con fianza podrá dar al capital que realice el destino que estime
conveniente. El usufructuario sin fianza deberá poner a interés dicho capital de acuerdo con
el propietario; a falta de acuerdo entre ambos, con autorización judicial; y, en todo caso, con
las garantías suficientes para mantener la integridad del capital usufructuado.

Artículo 508. 
El usufructuario universal deberá pagar por entero el legado de renta vitalicia o pensión
de alimentos.
El usufructuario de una parte alícuota de la herencia lo pagará en proporción a su cuota.
En ninguno de los dos casos quedará obligado el propietario al reembolso.
El usufructuario de una o más cosas particulares sólo pagará el legado cuando la renta o
pensión estuviese constituida determinadamente sobre ellas.

Artículo 509. 
El usufructuario de una finca hipotecada no estará obligado a pagar las deudas para
cuya seguridad se estableció la hipoteca.
Si la finca se embargare o vendiere judicialmente para el pago de la deuda, el propietario
responderá al usufructuario de lo que pierda por este motivo.

Artículo 510. 
Si el usufructo fuere de la totalidad o de parte alícuota de una herencia, el usufructuario
podrá anticipar las sumas que para el pago de las deudas hereditarias correspondan a los
bienes usufructuados, y tendrá derecho a exigir del propietario su restitución, sin interés, al
extinguirse el usufructo.
Negándose el usufructuario a hacer esta anticipación, podrá el propietario pedir que se
venda la parte de los bienes usufructuados que sea necesaria para pagar dichas sumas, o
satisfacerlas de su dinero, con derecho, en este último caso, a exigir del usufructuario los
intereses correspondientes.

Artículo 511. 
El usufructuario estará obligado a poner en conocimiento del propietario cualquier acto
de un tercero, de que tenga noticia, que sea capaz de lesionar los derechos de propiedad, y

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

responderá, si no lo hiciere, de los daños y perjuicios, como si hubieran sido ocasionados


por su culpa.

Artículo 512. 
Serán de cuenta del usufructuario los gastos, costas y condenas de los pleitos
sostenidos sobre el usufructo.

Sección cuarta. De los modos de extinguirse el usufructo

Artículo 513. 
El usufructo se extingue:
1.º Por muerte del usufructuario.
2.º Por expirar el plazo por el que se constituyó, o cumplirse la condición resolutoria
consignada en el título constitutivo.
3.º Por la reunión del usufructo y la propiedad en una misma persona.
4.º Por la renuncia del usufructuario.
5.º Por la pérdida total de la cosa objeto del usufructo.
6.º Por la resolución del derecho del constituyente.
7.º Por prescripción.

Artículo 514. 
Si la cosa dada en usufructo se perdiera sólo en parte, continuará este derecho en la
parte restante.

Artículo 515. 
No podrá constituirse el usufructo a favor de un pueblo o corporación o sociedad por más
de treinta años. Si se hubiese constituido, y antes de este tiempo el pueblo quedara yermo, o
la corporación o la sociedad se disolviera, se extinguirá por este hecho el usufructo.

Artículo 516. 
El usufructo concedido por el tiempo que tarde un tercero en llegar a cierta edad,
subsistirá el número de años prefijado, aunque el tercero muera antes, salvo si dicho
usufructo hubiese sido expresamente concedido sólo en atención a la existencia de dicha
persona.

Artículo 517. 
Si el usufructo estuviera constituido sobre una finca de la que forme parte un edificio, y
éste llegare a perecer, de cualquier modo que sea, el usufructuario tendrá derecho a
disfrutar del suelo y de los materiales.
Lo mismo sucederá cuando el usufructo estuviera constituido solamente sobre un edificio
y éste pereciere. Pero en tal caso, si el propietario quisiere construir otro edificio, tendrá
derecho a ocupar el suelo y a servirse de los materiales, quedando obligado a pagar al
usufructuario, mientras dure el usufructo, los intereses de las sumas correspondientes al
valor del suelo y de los materiales.

Artículo 518. 
Si el usufructuario concurriere con el propietario al seguro de un predio dado en
usufructo, continuará aquél, en caso de siniestro, en el goce del nuevo edificio si se
construyere, o percibirá los intereses del precio del seguro si la reedificación no conviniere al
propietario.
Si el propietario se hubiera negado a contribuir al seguro del predio, constituyéndolo por
sí solo el usufructuario, adquirirá éste el derecho de recibir por entero en caso de siniestro el
precio del seguro, pero con obligación de invertirlo en la reedificación de la finca.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si el usufructuario se hubiese negado a contribuir al seguro, constituyéndolo por sí solo


el propietario, percibirá éste íntegro el precio del seguro en caso de siniestro, salvo siempre
el derecho concedido al usufructuario en el artículo anterior.

Artículo 519. 
Si la cosa usufructuada fuere expropiada por causa de utilidad pública, el propietario
estará obligado, o bien a subrogarla con otra de igual valor y análogas condiciones, o bien a
abonar al usufructuario el interés legal del importe de la indemnización por todo el tiempo
que deba durar el usufructo. Si el propietario optare por lo último, deberá afianzar el pago de
los réditos.

Artículo 520. 
El usufructo no se extingue por el mal uso de la cosa usufructuada; pero si el abuso
infiriese considerable perjuicio al propietario, podrá éste pedir que se le entregue la cosa,
obligándose a pagar anualmente al usufructuario el producto líquido de la misma, después
de deducir los gastos y el premio que se le asignare por su administración.

Artículo 521. 
El usufructo constituido en provecho de varias personas vivas al tiempo de su
constitución, no se extinguirá hasta la muerte de la última que sobreviviere.

Artículo 522. 
Terminado el usufructo, se entregará al propietario la cosa usufructuada, salvo el
derecho de retención que compete al usufructuario o a sus herederos por los desembolsos
de que deban ser reintegrados. Verificada la entrega, se cancelará la fianza o hipoteca.

CAPÍTULO II
Del uso y de la habitación

Artículo 523. 
Las facultades y obligaciones del usuario y del que tiene derecho de habitación se
regularán por el título constitutivo de estos derechos; y, en su defecto, por las disposiciones
siguientes.

Artículo 524. 
El uso da derecho a percibir de los frutos de la cosa ajena los que basten a las
necesidades del usuario y de su familia, aunque ésta se aumente.
La habitación da a quien tiene este derecho la facultad de ocupar en una casa ajena las
piezas necesarias para sí y para las personas de su familia.

Artículo 525. 
Los derechos de uso y habitación no se pueden arrendar ni traspasar a otro por ninguna
clase de título.

Artículo 526. 
El que tuviere el uso de un rebaño o piara de ganado podrá aprovecharse de las crías,
leche y lana en cuanto baste para su consumo y el de su familia, así como también del
estiércol necesario para el abono de las tierras que cultive.

Artículo 527. 
Si el usuario consumiera todos los frutos de la cosa ajena, o el que tuviere derecho de
habitación ocupara toda la casa, estará obligado a los gastos de cultivo, a los reparos

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

ordinarios de conservación y al pago de las contribuciones, del mismo modo que el


usufructuario.
Si sólo percibiera parte de los frutos o habitara parte de la casa, no deberá contribuir con
nada, siempre que quede al propietario una parte de frutos o aprovechamientos bastantes
para cubrir los gastos y las cargas. Si no fueren bastantes, suplirá aquél lo que falte.

Artículo 528. 
Las disposiciones establecidas para el usufructo son aplicables a los derechos de uso y
habitación, en cuanto no se opongan a lo ordenado en el presente capítulo.

Artículo 529. 
Los derechos de uso y habitación se extinguen por las mismas causas que el usufructo y
además por abuso grave de la cosa y de la habitación.

TÍTULO VII
De las servidumbres

CAPÍTULO PRIMERO
De las servidumbres en general

Sección primera. De las diferentes clases de servidumbres que pueden


establecerse sobre las fincas

Artículo 530. 
La servidumbre es un gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro
perteneciente a distinto dueño.
El inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre se llama predio dominante; el
que la sufre, predio sirviente.

Artículo 531. 
También pueden establecerse servidumbres en provecho de una o más personas, o de
una comunidad, a quienes no pertenezca la finca gravada.

Artículo 532. 
Las servidumbres pueden ser continuas o discontinuas, aparentes o no aparentes.
Continuas son aquellas cuyo uso es o puede ser incesante, sin la intervención de ningún
hecho del hombre.
Discontinuas son las que se usan a intervalos más o menos largos y dependen de actos
del hombre.
Aparentes, las que se anuncian y están continuamente a la vista por signos exteriores,
que revelan el uso y aprovechamiento de las mismas.
No aparentes, las que no presentan indicio alguno exterior de su existencia.

Artículo 533. 
Las servidumbres son además positivas o negativas.
Se llama positiva a la servidumbre que impone al dueño del predio sirviente la obligación
de dejar hacer alguna cosa o de hacerla por sí mismo, y negativa la que prohíbe al dueño del
predio sirviente hacer algo que le sería lícito sin la servidumbre.

Artículo 534. 
Las servidumbres son inseparables de la finca a la que activa o pasivamente pertenecen.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 535. 
Las servidumbres son indivisibles. Si el predio sirviente se divide entre dos o más, la
servidumbre no se modifica y cada uno de ellos tiene que tolerarla en la parte que le
corresponda.
Si es el predio dominante el que se divide entre dos o más, cada porcionero puede usar
por entero de la servidumbre, no alterando el lugar de su uso, ni agravándola de otra
manera.

Artículo 536. 
Las servidumbres se establecen por la ley o por la voluntad de los propietarios. Aquéllas
se llaman legales y éstas voluntarias.

Sección segunda. De los modos de adquirir las servidumbres

Artículo 537. 
Las servidumbres continuas y aparentes se adquieren en virtud de título o por
prescripción de veinte años.

Artículo 538. 
Para adquirir por prescripción las servidumbres a que se refiere el artículo anterior, el
tiempo de la posesión se contará: en las positivas, desde el día en que el dueño del predio
dominante, o el que haya aprovechado la servidumbre, hubiera empezado a ejercerla sobre
el predio sirviente; y en las negativas, desde el día en que el dueño del predio dominante
hubiera prohibido, por un acto formal, al del sirviente la ejecución del hecho que sería lícito
sin la servidumbre.

Artículo 539. 
Las servidumbres continuas no aparentes y las discontinuas, sean o no aparentes, sólo
podrán adquirirse en virtud de título.

Artículo 540. 
La falta de título constitutivo de las servidumbres que no pueden adquirirse por
prescripción únicamente se puede suplir por la escritura de reconocimiento del dueño del
predio sirviente, o por una sentencia firme.

Artículo 541. 
La existencia de un signo aparente de servidumbre entre dos fincas, establecido por el
propietario de ambas, se considerará, si se enajenare una, como título para que la
servidumbre continúe activa y pasivamente, a no ser que, al tiempo de separarse la
propiedad de las dos fincas, se exprese lo contrario en el título de enajenación de cualquiera
de ellas, o se haga desaparecer aquel signo antes del otorgamiento de la escritura.

Artículo 542. 
Al establecerse una servidumbre se entienden concedidos todos los derechos
necesarios para su uso.

Sección tercera. Derechos y obligaciones de los propietarios de los predios


dominante y sirviente

Artículo 543. 
El dueño del predio dominante podrá hacer, a su costa, en el predio sirviente las obras
necesarias para el uso y conservación de la servidumbre, pero sin alterarla ni hacerla más
gravosa.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Deberá elegir para ello el tiempo y la forma convenientes a fin de ocasionar la menor
incomodidad posible al dueño del predio sirviente.

Artículo 544. 
Si fuesen varios los predios dominantes, los dueños de todos ellos estarán obligados a
contribuir a los gastos de que trata el artículo anterior, en proporción al beneficio que a cada
cual reporte la obra. El que no quiera contribuir podrá eximirse renunciando a la servidumbre
en provecho de los demás.
Si el dueño del predio sirviente se utilizare en algún modo de la servidumbre, estará
obligado a contribuir a los gastos en la proporción antes expresada, salvo pacto en contrario.

Artículo 545. 
El dueño del predio sirviente no podrá menoscabar de modo alguno el uso de la
servidumbre constituida.
Sin embargo, si por razón del lugar asignado primitivamente, o de la forma establecida
para el uso de la servidumbre, llegara ésta a ser muy incómoda al dueño del predio sirviente,
o le privase de hacer en él obras, reparos o mejoras importantes, podrá variarse a su costa,
siempre que ofrezca otro lugar o forma igualmente cómodos, y de suerte que no resulte
perjuicio alguno al dueño del predio dominante o a los que tengan derecho al uso de la
servidumbre.

Sección cuarta. De los modos de extinguirse las servidumbres

Artículo 546. 
Las servidumbres se extinguen:
1.º Por reunirse en una misma persona la propiedad del predio dominante y la del
sirviente.
2.º Por el no uso durante veinte años.
Este término principiará a contarse desde el día en que hubiera dejado de usarse la
servidumbre respecto a las discontinuas; y desde el día en que haya tenido lugar un acto
contrario a la servidumbre respecto a las continuas.
3.º Cuando los predios vengan a tal estado que no pueda usarse de la servidumbre; pero
ésta revivirá si después el estado de los predios permitiera usar de ella, a no ser que cuando
sea posible el uso, haya transcurrido el tiempo suficiente para la prescripción, conforme a lo
dispuesto en el número anterior.
4.º Por llegar el día o realizarse la condición, si la servidumbre fuera temporal o
condicional.
5.º Por la renuncia del dueño del predio dominante.
6.º Por la redención convenida entre el dueño del predio dominante y el del sirviente.

Artículo 547. 
La forma de prestar la servidumbre puede prescribirse como la servidumbre misma, y de
la misma manera.

Artículo 548. 
Si el predio dominante perteneciera a varios en común, el uso de la servidumbre hecho
por uno impide la prescripción respecto de los demás.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO II
De las servidumbres legales

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 549. 
Las servidumbres impuestas por la ley tienen por objeto la utilidad pública o el interés de
los particulares.

Artículo 550. 
Todo lo concerniente a las servidumbres establecidas para utilidad pública o comunal se
regirá por las leyes y reglamentos especiales que las determinan y, en su defecto, por las
disposiciones del presente título.

Artículo 551. 
Las servidumbres que impone la ley en interés de los particulares, o por causa de
utilidad privada, se regirán por las disposiciones del presente título, sin perjuicio de lo que
dispongan las leyes, reglamentos y ordenanzas generales o locales sobre polícia urbana o
rural.
Estas servidumbres podrán ser modificadas por convenio de los interesados cuando no
lo prohíba la ley ni resulte perjuicio a tercero.

Sección segunda. De las servidumbres en materia de aguas

Artículo 552. 
Los predios inferiores están sujetos a recibir las aguas que, naturalmente y sin obra del
hombre, descienden de los predios superiores, así como la tierra o piedra que arrastran en
su curso.
Ni el dueño del predio inferior puede hacer obras que impidan esta servidumbre, ni el del
superior obras que la graven.

Artículo 553. 
Las riberas de los ríos, aun cuando sean de dominio privado, están sujetas en toda su
extensión y sus márgenes, en una zona de tres metros, a la servidumbre de uso público en
interés general de la navegación, la flotación, la pesca y el salvamento.
Los predios contiguos a las riberas de los ríos navegables o flotables están además
sujetos a la servidumbre de camino de sirga para el servicio exclusivo de la navegación y
flotación fluvial.
Si fuere necesario ocupar para ello terrenos de propiedad particular, procederá la
correspondiente indemnización.

Artículo 554. 
Cuando para la derivación o toma de aguas de un río o arroyo, o para el
aprovechamiento de otras corrientes continuas o discontinuas, fuere necesario establecer
una presa, y el que haya de hacerlo no sea dueño de las riberas o terrenos en que necesite
apoyarla, podrá establecer la servidumbre de estribo de presa, previa la indemnización
correspondiente.

Artículo 555. 
Las servidumbres forzosas de saca de agua y de abrevadero solamente podrán
imponerse por causa de utilidad pública en favor de alguna población o caserío, previa la
correspondiente indemnización.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 556. 
Las servidumbres de saca de agua y de abrevadero llevan consigo la obligación en los
predios sirvientes de dar paso a personas y ganados hasta el punto donde hayan de
utilizarse aquéllas, debiendo ser extensiva a este servicio la indemnización.

Artículo 557. 
Todo el que quiera servirse del agua de que puede disponer para una finca suya, tiene
derecho a hacerla pasar por los predios intermedios, con obligación de indemnizar a sus
dueños, como también a los de los predios inferiores sobre los que se filtren o caigan las
aguas.

Artículo 558. 
El que pretenda usar del derecho concedido en el artículo anterior está obligado:
1.º A justificar que puede disponer del agua y que ésta es suficiente para el uso a que la
destina.
2.º A demostrar que el paso que solicita es el más conveniente y menos oneroso para
tercero.
3.º A indemnizar al dueño del predio sirviente en la forma que se determine por las leyes
y reglamentos.

Artículo 559. 
No puede imponerse la servidumbre de acueducto para objeto de interés privado sobre
edificios, ni sus patios o dependencias, ni sobre jardines o huertas ya existentes.

Artículo 560. 
La servidumbre de acueducto no obsta para que el dueño del predio sirviente pueda
cerrarlo y cercarlo, así como edificar sobre el mismo acueducto de manera que éste no
experimente perjuicio, ni se imposibiliten las reparaciones y limpias necesarias.

Artículo 561. 
Para los efectos legales, la servidumbre de acueducto será considerada como continua y
aparente, aun cuando no sea constante el paso del agua o su uso dependa de las
necesidades del predio dominante, o de un turno establecido por días o por horas.

Artículo 562. 
El que para dar riego a su heredad o mejorarla, necesite construir parada o partidor en el
cauce por donde haya de recibir el agua, podrá exigir que los dueños de las márgenes
permitan su construcción, previo abono de daños y perjuicios, incluso los que se originen de
la nueva servidumbre a dichos dueños y a los demás regantes.

Artículo 563. 
El establecimiento, extensión, forma y condiciones de las servidumbres de aguas de que
se trata en esta sección se regirán por la ley especial de la materia en cuanto no se halle
previsto en este Código.

Sección tercera. De la servidumbre de paso

Artículo 564. 
El propietario de una finca o heredad, enclavada entre otras ajenas y sin salida a camino
público, tiene derecho a exigir paso por las heredades vecinas, previa la correspondiente
indemnización.
Si esta servidumbre se constituye de manera que pueda ser continuo su uso para todas
las necesidades del predio dominante estableciendo una vía permanente, la indemnización

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

consistirá en el valor del terreno que se ocupe y en el importe de los perjuicios que se
causen en el predio sirviente.
Cuando se limite al paso necesario para el cultivo de la finca enclavada entre otras y
para la extracción de sus cosechas a través del predio sirviente sin vía permanente, la
indemnización consistirá en el abono del perjuicio que ocasione este gravamen.

Artículo 565. 
La servidumbre de paso debe darse por el punto menos perjudicial al predio sirviente y,
en cuanto fuere conciliable con esta regla, por donde sea menor la distancia del predio
dominante al camino público.

Artículo 566. 
La anchura de la servidumbre de paso será la que baste a las necesidades del predio
dominante.

Artículo 567. 
Si adquirida una finca por venta, permuta o partición, quedare enclavada entre otras del
vendedor, permutante o copartícipe, éstos están obligados a dar paso sin indemnización,
salvo pacto en contrario.

Artículo 568. 
Si el paso concedido a una finca enclavada deja de ser necesario por haberla reunido su
dueño a otra que esté contigua al camino público, el dueño del predio sirviente podrá pedir
que se extinga la servidumbre, devolviendo lo que hubiera recibido por indemnización.
Lo mismo se entenderá en el caso de abrirse un nuevo camino que dé acceso a la finca
enclavada.

Artículo 569. 
Si fuere indispensable para construir o reparar algún edificio pasar materiales por predio
ajeno, o colocar en él andamios u otros objetos para la obra, el dueño de este predio está
obligado a consentirlo, recibiendo la indemnización correspondiente al perjuicio que se le
irrogue.

Artículo 570. 
Las servidumbres existentes de paso para ganados, conocidas con los nombres de
cañada, cordel, vereda o cualquier otro, y las de abrevadero, descansadero y majada, se
regirán por las ordenanzas y reglamentos del ramo y, en su defecto, por el uso y costumbre
del lugar.
Sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos, la cañada no podrá exceder en
todo caso de la anchura de 75 metros, el cordel de 37 metros 50 centímetros, y la vereda de
20 metros.
Cuando sea necesario establecer la servidumbre forzosa de paso o la de abrevadero
para ganados, se observará lo dispuesto en esta sección y en los artículos 555 y 556. En
este caso la anchura no podrá exceder de 10 metros.

Sección cuarta. De las servidumbres de medianería

Artículo 571. 
La servidumbre de medianería se regirá por las disposiciones de este título y por las
ordenanzas y usos locales en cuanto no se opongan a él, o no esté prevenido en el mismo.

Artículo 572. 
Se presume la servidumbre de medianería mientras no haya un título o signo exterior o
prueba en contrario:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.º En las paredes divisorias de los edificios contiguos hasta el punto común de
elevación.
2.º En las paredes divisorias de los jardines o corrales sitos en poblado o en el campo.
3.º En las cercas, vallados y setos vivos que dividen los predios rústicos.

Artículo 573. 
Se entiende que hay signo exterior, contrario a la servidumbre de medianería:
1.º Cuando en las paredes divisorias de los edificios haya ventanas o huecos abiertos.
2.º Cuando la pared divisoria esté por un lado recta y a plomo en todo su paramento, y
por el otro presente lo mismo en su parte superior, teniendo en el inferior relex o retallos.
3.º Cuando resulte construida toda la pared sobre el terreno de una de las fincas, y no
por mitad entre una y otra de las dos contiguas.
4.º Cuando sufra las cargas de carreras, pisos y armaduras de una de las fincas, y no de
la contigua.
5.º Cuando la pared divisoria entre patios, jardines y heredades esté construida de modo
que la albardilla vierta hacia una de las propiedades.
6.º Cuando la pared divisoria, construida de mampostería, presente piedras llamadas
pasaderas, que de distancia en distancia salgan fuera de la superficie sólo por un lado y no
por el otro.
7.º Cuando las heredades contiguas a otras defendidas por vallados o setos vivos no se
hallen cerradas.
En todos estos casos, la propiedad de las paredes, vallados o setos se entenderá que
pertenece exclusivamente al dueño de la finca o heredad que tenga a su favor la presunción
fundada en cualquiera de los signos indicados.

Artículo 574. 
Las zanjas o acequias abiertas entre las heredades se presumen también medianeras, si
no hay título o signo que demuestre lo contrario.
Hay signo contrario a la medianería cuando la tierra o broza sacada para abrir la zanja o
para su limpieza se halla de un solo lado, en cuyo caso la propiedad de la zanja pertenecerá
exclusivamente al dueño de la heredad que tenga a su favor este signo exterior.

Artículo 575. 
La reparación y construcción de las paredes medianeras y el mantenimiento de los
vallados, setos vivos, zanjas y acequias, también medianeros, se costeará por todos los
dueños de las fincas que tengan a su favor la medianería, en proporción al derecho de cada
uno.
Sin embargo, todo propietario puede dispensarse de contribuir a esta carga renunciando
a la medianería, salvo el caso en que la pared medianera sostenga un edificio suyo.

Artículo 576. 
Si el propietario de un edificio que se apoya en una pared medianera quisiera derribarlo,
podrá igualmente renunciar a la medianería, pero serán de su cuenta todas las reparaciones
y obras necesarias para evitar, por aquella vez solamente, los daños que el derribo pueda
ocasionar a la pared medianera.

Artículo 577. 
Todo propietario puede alzar la pared medianera, haciéndolo a sus expensas e
indemnizando los perjuicios que se ocasionen con la obra, aunque sean temporales.
Serán igualmente de su cuenta los gastos de conservación de la pared, en lo que ésta se
haya levantado o profundizado sus cimientos respecto de como estaba antes; y además la
indemnización de los mayores gastos que haya que hacer para la conservación de la pared
medianera por razón de la mayor altura o profundidad que se le haya dado.

– 90 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si la pared medianera no pudiese resistir la mayor elevación, el propietario que quiera


levantarla tendrá obligación de reconstruirla a su costa; y si para ello fuere necesario darle
mayor espesor, deberá darlo de su propio suelo.

Artículo 578. 
Los demás propietarios que no hayan contribuido a dar más elevación, profundidad o
espesor a la pared podrán, sin embargo, adquirir en ella los derechos de medianería,
pagando proporcionalmente el importe de la obra y la mitad del valor del terreno sobre el que
se le hubiese dado mayor espesor.

Artículo 579. 
Cada propietario de una pared medianera podrá usar de ella en proporción al derecho
que tenga en la mancomunidad; podrá, por lo tanto, edificar apoyando su obra en la pared
medianera, o introduciendo vigas hasta la mitad de su espesor, pero sin impedir el uso
común y respectivo de los demás medianeros.
Para usar el medianero de este derecho ha de obtener previamente el consentimiento de
los demás interesados en la medianería; y si no lo obtuviere, se fijarán por peritos las
condiciones necesarias para que la nueva obra no perjudique a los derechos de aquéllos.

Sección quinta. De la servidumbre de luces y vistas

Artículo 580. 
Ningún medianero puede sin consentimiento del otro abrir en pared medianera ventana
ni hueco alguno.

Artículo 581. 
El dueño de una pared no medianera, contigua a finca ajena, puede abrir en ella
ventanas o huecos para recibir luces a la altura de las carreras, o inmediatos a los techos, y
de las dimensiones de 30 centímetros en cuadro, y, en todo caso, con reja de hierro
remetida en la pared y con red de alambre.
Sin embargo, el dueño de la finca o propiedad contigua a la pared en que estuvieren
abiertos los huecos podrá cerrarlos si adquiere la medianería y no se hubiera pactado lo
contrario.
También podrá cubrirlos edificando en su terreno o levantando pared contigua a la que
tenga dicho hueco o ventana.

Artículo 582. 
No se puede abrir ventanas con vistas rectas, ni balcones u otros voladizos semejantes,
sobre la finca del vecino, si no hay dos metros de distancia entre la pared en que se
construyan y dicha propiedad.
Tampoco pueden tenerse vistas de costado u oblicuas sobre la misma propiedad, si no
hay 60 centímetros de distancia.

Artículo 583. 
Las distancias de que se habla en el artículo anterior se contarán en las vistas rectas
desde la línea exterior de la pared en los huecos en que no haya voladizos, desde la línea de
éstos donde los haya, y para las oblicuas desde la línea de separación de las dos
propiedades.

Artículo 584. 
Lo dispuesto en el artículo 582 no es aplicable a los edificios separados por una vía
pública.

– 91 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 585. 
Cuando por cualquier título se hubiere adquirido derecho a tener vistas directas,
balcones o miradores sobre la propiedad colindante, el dueño del predio sirviente no podrá
edificar a menos de tres metros de distancia, tomándose la medida de la manera indicada en
el artículo 583.

Sección sexta. Del desagüe de los edificios

Artículo 586. 
El propietario de un edificio está obligado a construir sus tejados o cubiertas de manera
que las aguas pluviales caigan sobre su propio suelo o sobre la calle o sitio público, y no
sobre el suelo del vecino. Aun cayendo sobre el propio suelo, el propietario está obligado a
recoger las aguas de modo que no causen perjuicio al predio contiguo.

Artículo 587. 
El dueño del predio que sufre la servidumbre de vertiente de los tejados podrá edificar
recibiendo las aguas sobre su propio tejado o dándoles otra salida conforme a las
ordenanzas o costumbres locales y de modo que no resulte gravamen ni perjuicio alguno
para el predio dominante.

Artículo 588. 
Cuando el corral o patio de una casa se halle enclavado entre otras, y no sea posible dar
salida por la misma casa a las aguas pluviales que en él se recojan, podrá exigirse el
establecimiento de la servidumbre de desagüe, dando paso a las aguas por el punto de los
predios contiguos en que sea más fácil la salida y estableciéndose el conducto de desagüe
en la forma que menos perjuicios ocasione al predio sirviente, previa la indemnización que
corresponda.

Sección séptima. De las distancias y obras intermedias para ciertas


construcciones y plantaciones

Artículo 589. 
No se podrá edificar ni hacer plantaciones cerca de las plazas fuertes o fortalezas sin
sujetarse a las condiciones exigidas por las leyes, ordenanzas y reglamentos particulares de
la materia.

Artículo 590. 
Nadie podrá construir cerca de una pared ajena o medianera pozos, cloacas,
acueductos, hornos, fraguas, chimeneas, establos, depósitos de materias corrosivas,
artefactos que se muevan por el vapor, o fábricas que por sí mismas o por sus productos
sean peligrosas o nocivas, sin guardar las distancias prescritas por los reglamentos y usos
del lugar, y sin ejecutar las obras de resguardo necesarias, con sujeción, en el modo, a las
condiciones que los mismos reglamentos prescriban.
A falta de reglamento se tomarán las precauciones que se juzguen necesarias, previo
dictamen pericial, a fin de evitar todo daño a las heredades o edificios vecinos.

Artículo 591. 
No se podrá plantar árboles cerca de una heredad ajena sino a la distancia autorizada
por las ordenanzas o la costumbre del lugar, y, en su defecto, a la de dos metros de la línea
divisoria de las heredades si la plantación se hace de árboles altos, y a la de 50 centímetros
si la plantación es de arbustos o árboles bajos.
Todo propietario tiene derecho a pedir que se arranquen los árboles que en adelante se
plantaren a menor distancia de su heredad.

– 92 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 592. 
Si las ramas de algunos árboles se extendieren sobre una heredad, jardines o patios
vecinos, tendrá el dueño de éstos derecho a reclamar que se corten en cuanto se extiendan
sobre su propiedad, y si fueren las raíces de los árboles vecinos las que se extendiesen en
suelo de otro, el dueño del suelo en que se introduzcan podrá cortarlas por sí mismo dentro
de su heredad.

Artículo 593. 
Los árboles existentes en un seto vivo o medianero se presumen también medianeros, y
cualquiera de los dueños tiene derecho a exigir su derribo.
Exceptuánse los árboles que sirvan de mojones, los cuales no podrán arrancarse sino de
común acuerdo entre los colindantes.

CAPÍTULO III
De las servidumbres voluntarias

Artículo 594. 
Todo propietario de una finca puede establecer en ella las servidumbres que tenga por
conveniente, y en el modo y forma que bien le pareciere, siempre que no contravenga a las
leyes ni al orden público.

Artículo 595. 
El que tenga la propiedad de una finca cuyo usufructo pertenezca a otro, podrá imponer
sobre ella, sin el consentimiento del usufructuario, las servidumbres que no perjudiquen al
derecho del usufructo.

Artículo 596. 
Cuando pertenezca a una persona el dominio directo de una finca y a otra el dominio útil,
no podrá establecerse sobre ella servidumbre voluntaria perpetua sin el consentimiento de
ambos dueños.

Artículo 597. 
Para imponer una servidumbre sobre un fundo indiviso se necesita el consentimiento de
todos los copropietarios.
La concesión hecha solamente por algunos quedará en suspenso hasta tanto que la
otorgue el último de todos los partícipes o comuneros.
Pero la concesión hecha por uno de los copropietarios separadamente de los otros
obliga al concedente y a sus sucesores, aunque lo sean a título particular, a no impedir el
ejercicio del derecho concedido.

Artículo 598. 
El título y, en su caso, la posesión de la servidumbre adquirida por prescripción
determinan los derechos del predio dominante y las obligaciones del sirviente. En su defecto,
se regirá la servidumbre por las disposiciones del presente título que le sean aplicables.

Artículo 599. 
Si el dueño del predio sirviente se hubiere obligado, al constituirse la servidumbre, a
costear las obras necesarias para el uso y conservación de la misma, podrá librarse de esta
carga abandonando su predio al dueño del dominante.

Artículo 600. 
La comunidad de pastos sólo podrá establecerse en lo sucesivo por concesión expresa
de los propietarios, que resulte de contrato o de última voluntad, y no a favor de una

– 93 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

universalidad de individuos y sobre una universalidad de bienes, sino a favor de


determinados individuos y sobre predios también ciertos y determinados.
La servidumbre establecida conforme a este artículo se regirá por el título de su
institución.

Artículo 601. 
La comunidad de pastos en terrenos públicos, ya pertenezcan a los Municipios, ya al
Estado, se regirá por las leyes administrativas.

Artículo 602. 
Si entre los vecinos de uno o más pueblos existiere comunidad de pastos, el propietario
que cercare con tapia o seto una finca, la hará libre de la comunidad. Quedarán, sin
embargo, subsistentes las demás servidumbres que sobre la misma estuviesen establecidas.
El propietario que cercare su finca conservará su derecho a la comunidad de pastos en
las otras fincas no cercadas.

Artículo 603. 
El dueño de terrenos gravados con la servidumbre de pastos podrá redimir esta carga
mediante el pago de su valor a los que tengan derecho a la servidumbre.
A falta de convenio, se fijará el capital para la redención sobre la base del 4 por 100 del
valor anual de los pastos, regulado por tasación pericial.

Artículo 604. 
Lo dispuesto en el artículo anterior es aplicable a las servidumbres establecidas para el
aprovechamiento de leñas y demás productos de los montes de propiedad particular.

TÍTULO VIII
Del Registro de la Propiedad

CAPÍTULO ÚNICO

Artículo 605. 
El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y
contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.

Artículo 606. 
Los títulos de dominio, o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no estén
debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.

Artículo 607. 
El Registro de la Propiedad será público para los que tengan interés conocido en
averiguar el estado de los bienes inmuebles o derechos reales anotados o inscritos.

Artículo 608. 
Para determinar los títulos sujetos a inscripción o anotación, la forma, efectos y extinción
de las mismas, la manera de llevar el Registro y el valor de los asientos de sus libros, se
estará a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

LIBRO III
De los diferentes modos de adquirir la propiedad

Disposición preliminar

Artículo 609. 
La propiedad se adquiere por la ocupación.
La propiedad y los demás derechos sobre los bienes se adquieren y transmiten por la
ley, por donación, por sucesión testada e intestada, y por consecuencia de ciertos contratos
mediante la tradición.
Pueden también adquirirse por medio de la prescripción.

TÍTULO PRIMERO
De la ocupación

Artículo 610. 
Se adquieren por la ocupación los bienes apropiables por su naturaleza que carecen de
dueño, como los animales que son objeto de la caza y pesca, el tesoro oculto y las cosas
muebles abandonadas.

Artículo 611. 
El derecho de caza y pesca se rige por leyes especiales.

Artículo 612. 
El propietario de un enjambre de abejas tendrá derecho a perseguirlo sobre el fundo
ajeno, indemnizando al poseedor de éste el daño causado. Si estuviere cercado, necesitará
el consentimiento del dueño para penetrar en él.
Cuando el propietario no haya perseguido, o cese de perseguir el enjambre dos días
consecutivos, podrá el poseedor de la finca ocuparlo o retenerlo.
El propietario de animales amansados podrá también reclamarlos dentro de veinte días,
a contar desde su ocupación por otro. Pasado este término, pertenecerán al que los haya
cogido y conservado.

Artículo 613. 
Las palomas, conejos y peces que de su respectivo criadero pasaren a otro
perteneciente a distinto dueño, serán de propiedad de éste, siempre que no hayan sido
atraídos por medio de algún artificio o fraude.

Artículo 614. 
El que por casualidad descubriere un tesoro oculto en propiedad ajena tendrá el derecho
que le concede el artículo 351 de este Código.

Artículo 615. 
El que encontrare una cosa mueble, que no sea tesoro, debe restituirla a su anterior
poseedor. Si éste no fuere conocido, deberá consignarla inmediatamente en poder del
Alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo.
El Alcalde hará publicar éste, en la forma acostumbrada, dos domingos consecutivos.
Si la cosa mueble no pudiere conservarse sin deterioro o sin hacer gastos que
disminuyan notablemente su valor, se venderá en pública subasta luego que hubiesen
pasado ocho días desde el segundo anuncio sin haberse presentado el dueño, y se
depositará su precio.
Pasados dos años, a contar desde el día de la segunda publicación, sin haberse
presentando el dueño, se adjudicará la cosa encontrada o su valor al que la hubiese hallado.

– 95 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Tanto éste como el propietario estarán obligados, cada cual en su caso, a satisfacer los
gastos.

Artículo 616. 
Si se presentare a tiempo el propietario, estará obligado a abonar, a título de premio, al
que hubiese hecho el hallazgo, la décima parte de la suma o del precio de la cosa
encontrada. Cuando el valor del hallazgo excediese de 2.000 pesetas, el premio se reducirá
a la vigésima parte en cuanto al exceso.

Artículo 617. 
Los derechos sobre los objetos arrojados al mar o sobre los que las olas arrojen a la
playa, de cualquier naturaleza que sean, o sobre las plantas y hierbas que crezcan en su
ribera, se determinan por leyes especiales.

TÍTULO II
De la donación

CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza de las donaciones

Artículo 618. 
La donación es un acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de
una cosa en favor de otra, que la acepta.

Artículo 619. 
Es también donación la que se hace a una persona por sus méritos o por los servicios
prestados al donante, siempre que no constituyan deudas exigibles, o aquella en que se
impone al donatario un gravamen inferior al valor de lo donado.

Artículo 620. 
Las donaciones que hayan de producir sus efectos por muerte del donante participan de
la naturaleza de las disposiciones de última voluntad, y se regirán por las reglas establecidas
en el capítulo de la sucesión testamentaria.

Artículo 621. 
Las donaciones que hayan de producir sus efectos entre vivos se regirán por las
disposiciones generales de los contratos y obligaciones en todo lo que no se halle
determinado en este título.

Artículo 622. 
Las donaciones con causa onerosa se regirán por las reglas de los contratos y las
remuneratorias por las disposiciones del presente título en la parte que excedan del valor del
gravamen impuesto.

Artículo 623. 
La donación se perfecciona desde que el donante conoce la aceptación del donatario.

– 96 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO II
De las personas que pueden hacer o recibir donaciones

Artículo 624. 
Podrán hacer donación todos los que puedan contratar y disponer de sus bienes.

Artículo 625. 
Podrán aceptar donaciones todos los que no estén especialmente incapacitados por la
ley para ello.

Artículo 626. 
Las personas que no pueden contratar no podrán aceptar donaciones condicionales u
onerosas sin la intervención de sus legítimos representantes.

Artículo 627. 
Las donaciones hechas a los concebidos y no nacidos podrán ser aceptadas por las
personas que legítimamente los representarían si se hubiera verificado ya su nacimiento.

Artículo 628. 
Las donaciones hechas a personas inhábiles son nulas, aunque lo hayan sido
simuladamente, bajo apariencia de otro contrato, por persona interpuesta.

Artículo 629. 
La donación no obliga al donante, ni produce efecto, sino desde la aceptación.

Artículo 630. 
El donatario debe, so pena de nulidad, aceptar la donación por sí o por medio de
persona autorizada con poder especial para el caso, o con poder general y bastante.

Artículo 631. 
Las personas que acepten una donación en representación de otras que no puedan
hacerlo por sí, estarán obligadas a procurar la notificación y anotación de que habla el
artículo 633.

Artículo 632. 
La donación de cosa mueble podrá hacerse verbalmente o por escrito.
La verbal requiere la entrega simultánea de la cosa donada. Faltando este requisito, no
surtirá efecto si no se hace por escrito y consta en la misma forma la aceptación.

Artículo 633. 
Para que sea válida la donación de cosa inmueble, ha de hacerse en escritura pública,
expresándose en ella individualmente los bienes donados y el valor de las cargas que deba
satisfacer el donatario.
La aceptación podrá hacerse en la misma escritura de donación o en otra separada; pero
no surtirá efecto si no se hiciese en vida del donante.
Hecha en escritura separada, deberá notificarse la aceptación en forma auténtica al
donante, y se anotará esta diligencia en ambas escrituras.

– 97 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
De los efectos y limitaciones de las donaciones

Artículo 634. 
La donación podrá comprender todos los bienes presentes del donante, o parte de ellos,
con tal que éste se reserve, en plena propiedad o en usufructo, lo necesario para vivir en un
estado correspondiente a sus circunstancias.

Artículo 635. 
La donación no podrá comprender los bienes futuros.
Por bienes futuros se entienden aquellos de que el donante no puede disponer al tiempo
de la donación.

Artículo 636. 
No obstante lo dispuesto en el artículo 634, ninguno podrá dar ni recibir, por vía de
donación, más de lo que pueda dar o recibir por testamento.
La donación será inoficiosa en todo lo que exceda de esta medida.

Artículo 637. 
Cuando la donación hubiere sido hecha a varias personas conjuntamente, se entenderá
por partes iguales; y no se dará entre ellas el derecho de acrecer, si el donante no hubiese
dispuesto otra cosa.
Se exceptúan de esta disposición las donaciones hechas conjuntamente a ambos
cónyuges, entre los cuales tendrá lugar aquel derecho, si el donante no hubiese dispuesto lo
contrario.

Artículo 638. 
El donatario se subroga en todos los derechos y acciones que en caso de evicción
corresponderían al donante. Éste, en cambio, no queda obligado al saneamiento de las
cosas donadas, salvo si la donación fuere onerosa, en cuyo caso responderá el donante de
la evicción hasta la concurrencia del gravamen.

Artículo 639. 
Podrá reservarse el donante la facultad de disponer de algunos de los bienes donados, o
de alguna cantidad con cargo a ellos; pero, si muriere sin haber hecho uso de este derecho,
pertenecerán al donatario los bienes o la cantidad que se hubiese reservado.

Artículo 640. 
También se podrá donar la propiedad a una persona y el usufructo a otra u otras, con la
limitación establecida en el artículo 781 de este Código.

Artículo 641. 
Podrá establecerse válidamente la reversión en favor de sólo el donador para cualquier
caso y circunstancias, pero no en favor de otras personas sino en los mismos casos y con
iguales limitaciones que determina este Código para las sustituciones testamentarias.
La reversión estipulada por el donante en favor de tercero contra lo dispuesto en el
párrafo anterior es nula; pero no producirá la nulidad de la donación.

Artículo 642. 
Si la donación se hubiere hecho imponiendo al donatario la obligación de pagar las
deudas del donante, como la cláusula no contenga otra declaración, sólo se entenderá aquél
obligado a pagar las que apareciesen contraídas antes.

– 98 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 643. 
No mediando estipulación respecto al pago de deudas, sólo responderá de ellas el
donatario cuando la donación se haya hecho en fraude de los acreedores.
Se presumirá siempre hecha la donación en fraude de los acreedores cuando al hacerla
no se haya reservado el donante bienes bastantes para pagar las deudas anteriores a ella.

CAPÍTULO IV
De la revocación y reducción de las donaciones

Artículo 644. 
Toda donación entre vivos, hecha por persona que no tenga hijos ni descendientes, será
revocable por el mero hecho de ocurrir cualquiera de los casos siguientes:
1.° Que el donante tenga, después de la donación, hijos, aunque sean póstumos.
2.° Que resulte vivo el hijo del donante que éste reputaba muerto cuando hizo la
donación.

Artículo 645. 
Rescindida la donación por la supervivencia de hijos, se restituirán al donante los bienes
donados, o su valor si el donatario los hubiese vendido.
Si se hallaren hipotecados, podrá el donante liberar la hipoteca, pagando la cantidad que
garantice, con derecho a reclamarla del donatario.
Cuando los bienes no pudieren ser restituidos, se apreciarán por lo que valían al tiempo
de hacer la donación.

Artículo 646. 
La acción de revocación por superveniencia o supervivencia de hijos prescribe por el
transcurso de cinco años, contados desde que se tuvo noticia del nacimiento del último hijo o
de la existencia del que se creía muerto.
Esta acción es irrenunciable y se transmite, por muerte del donante, a los hijos y sus
descendientes.

Artículo 647. 
La donación será revocada a instancia del donante, cuando el donatario haya dejado de
cumplir alguna de las condiciones que aquél le impuso.
En este caso, los bienes donados volverán al donante, quedando nulas las
enajenaciones que el donatario hubiese hecho y las hipotecas que sobre ellos hubiese
impuesto, con la limitación establecida, en cuanto a terceros, por la Ley Hipotecaria.

Artículo 648. 
También podrá ser revocada la donación, a instancia del donante, por causa de
ingratitud en los casos siguientes:
1.º Si el donatario cometiere algún delito contra la persona, el honor o los bienes del
donante.
2.º Si el donatario imputare al donante alguno de los delitos que dan lugar a
procedimientos de oficio o acusación pública, aunque lo pruebe; a menos que el delito se
hubiese cometido contra el mismo donatario, su cónyuge o los hijos constituidos bajo su
autoridad.
3.º Si le niega indebidamente los alimentos.

Artículo 649. 
Revocada la donación por causa de ingratitud, quedarán, sin embargo, subsistentes las
enajenaciones e hipotecas anteriores a la anotación de la demanda de revocación en el
Registro de la Propiedad.

– 99 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Las posteriores serán nulas.

Artículo 650. 
En el caso a que se refiere el primer párrafo del artículo anterior, tendrá derecho el
donante para exigir del donatario el valor de los bienes enajenados que no pueda reclamar
de los terceros, o la cantidad en que hubiesen sido hipotecados.
Se atenderá al tiempo de la donación para regular el valor de dichos bienes.

Artículo 651. 
Cuando se revocare la donación por alguna de las causas expresadas en el artículo 644,
o por ingratitud, y cuando se redujere por inoficiosa, el donatario no devolverá los frutos sino
desde la interposición de la demanda.
Si la revocación se fundare en haber dejado de cumplirse alguna de las condiciones
impuestas en la donación, el donatario devolverá, además de los bienes, los frutos que
hubiese percibido después de dejar de cumplir la condición.

Artículo 652. 
La acción concedida al donante por causa de ingratitud no podrá renunciarse
anticipadamente. Esta acción prescribe en el término de un año, contado desde que el
donante tuvo conocimiento del hecho y posibilidad de ejercitar la acción.

Artículo 653. 
No se transmitirá esta acción a los herederos del donante, si éste, pudiendo, no la
hubiese ejercitado.
Tampoco se podrá ejercitar contra el heredero del donatario, a no ser que, a la muerte
de éste, se hallase interpuesta la demanda.

Artículo 654. 
Las donaciones que, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 636, sean inoficiosas
computado el valor líquido de los bienes del donante al tiempo de su muerte, deberán ser
reducidas en cuanto al exceso; pero esta reducción no obstará para que tengan efecto
durante la vida del donante y para que el donatario haga suyos los frutos.
Para la reducción de las donaciones se estará a lo dispuesto en este capítulo y en los
artículos 820 y 821 del presente Código.

Artículo 655. 
Sólo podrán pedir reducción de las donaciones aquellos que tengan derecho a legítima o
a una parte alícuota de la herencia y sus herederos o causahabientes.
Los comprendidos en el párrafo anterior no podrán renunciar su derecho durante la vida
del donante, ni por declaración expresa, ni prestando su consentimiento a la donación.
Los donatarios, los legatarios que no lo sean de parte alícuota y los acreedores del
difunto, no podrán pedir la reducción ni aprovecharse de ella.

Artículo 656. 
Si, siendo dos o más las donaciones, no cupieren todas en la parte disponible, se
suprimirán o reducirán en cuanto al exceso las de fecha más reciente.

– 100 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO III
De las sucesiones

Disposiciones generales

Artículo 657. 
Los derechos a la sucesión de una persona se transmiten desde el momento de su
muerte.

Artículo 658. 
La sucesión se defiere por la voluntad del hombre manifestada en testamento y, a falta
de éste, por disposición de la ley.
La primera se llama testamentaria, y la segunda, legítima.
Podrá también deferirse en una parte por voluntad del hombre, y en otra por disposición
de la ley.

Artículo 659. 
La herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona que
no se extingan por su muerte.

Artículo 660. 
Llámase heredero al que sucede a título universal, y legatario al que sucede a título
particular.

Artículo 661. 
Los herederos suceden al difunto por el hecho solo de su muerte en todos sus derechos
y obligaciones.

CAPÍTULO PRIMERO
De los testamentos

Sección primera. De la capacidad para disponer por testamento

Artículo 662. 
Pueden testar todos aquellos a quienes la ley no lo prohíbe expresamente.

Artículo 663. 
Están incapacitados para testar:
1.º Los menores de catorce años de uno y otro sexo.
2.º El que habitual o accidentalmente no se hallare en su cabal juicio.

Artículo 664. 
El testamento hecho antes de la enajenación mental es válido.

Artículo 665. 
Siempre que el incapacitado por virtud de sentencia que no contenga pronunciamiento
acerca de su capacidad para testar pretenda otorgar testamento, el Notario designará dos
facultativos que previamente le reconozcan y no lo autorizará sino cuando éstos respondan
de su capacidad.

– 101 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 666. 
Para apreciar la capacidad del testador se atenderá únicamente al estado en que se
halle al tiempo de otorgar el testamento.

Sección segunda. De los testamentos en general

Artículo 667. 
El acto por el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes
o de parte de ellos se llama testamento.

Artículo 668. 
El testador puede disponer de sus bienes a título de herencia o de legado.
En la duda, aunque el testador no haya usado materialmente la palabra heredero, si su
voluntad está clara acerca de este concepto, valdrá la disposición como hecha a título
universal o de herencia.

Artículo 669. 
No podrán testar dos o más personas mancomunadamente, o en un mismo instrumento,
ya lo hagan en provecho recíproco, ya en beneficio de un tercero.

Artículo 670. 
El testamento es un acto personalísimo: no podrá dejarse su formación, en todo ni en
parte, al arbitrio de un tercero, ni hacerse por medio de comisario o mandatario.
Tampoco podrá dejarse al arbitrio de un tercero la subsistencia del nombramiento de
herederos o legatarios, ni la designación de las porciones en que hayan de suceder cuando
sean instituidos nominalmente.

Artículo 671. 
Podrá el testador encomendar a un tercero la distribución de las cantidades que deje en
general a clases determinadas, como a los parientes, a los pobres o a los establecimientos
de beneficencia, así como la elección de las personas o establecimientos a quienes aquéllas
deban aplicarse.

Artículo 672. 
Toda disposición que sobre institución de heredero, mandas o legados haga el testador,
refiriéndose a cédulas o papeles privados que después de su muerte aparezcan en su
domicilio o fuera de él, será nula si en las cédulas o papeles no concurren los requisitos
prevenidos para el testamento ológrafo.

Artículo 673. 
Será nulo el testamento otorgado con violencia, dolo o fraude.

Artículo 674. 
El que con dolo, fraude o violencia impidiere que una persona, de quien sea heredero
abintestado, otorgue libremente su última voluntad, quedará privado de su derecho a la
herencia, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que haya incurrido.

Artículo 675. 
Toda disposición testamentaria deberá entenderse en el sentido literal de sus palabras, a
no ser que aparezca claramente que fue otra la voluntad del testador. En caso de duda se
observará lo que aparezca más conforme a la intención del testador, según el tenor del
mismo testamento.

– 102 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

El testador no puede prohibir que se impugne el testamento en los casos en que haya
nulidad declarada por la ley.

Sección tercera. De la forma de los testamentos

Artículo 676. 
El testamento puede ser común o especial.
El común puede ser ológrafo, abierto o cerrado.

Artículo 677. 
Se consideran testamentos especiales el militar, el marítimo y el hecho en país
extranjero.

Artículo 678. 
Se llama ológrafo el testamento cuando el testador lo escribe por sí mismo en la forma y
con los requisitos que se determinan en el artículo 688.

Artículo 679. 
Es abierto el testamento siempre que el testador manifiesta su última voluntad en
presencia de las personas que deben autorizar el acto, quedando enteradas de lo que en él
se dispone.

Artículo 680. 
El testamento es cerrado cuando el testador, sin revelar su última voluntad, declara que
ésta se halla contenida en el pliego que presenta a las personas que han de autorizar el
acto.

Artículo 681. 
No podrán ser testigos en los testamentos:
Primero: Los menores de edad, salvo lo dispuesto en el artículo 701.
Segundo: Los ciegos y los totalmente sordos o mudos.
Tercero: Los que no entiendan el idioma del testador.
Cuarto: Los que no estén en su sano juicio.
Quinto: El cónyuge o los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad del Notario autorizante y quienes tengan con éste relación de trabajo.

Artículo 682. 
En el testamento abierto tampoco podrán ser testigos los herederos y legatarios en él
instituidos, sus cónyuges, ni los parientes de aquéllos, dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad.
No están comprendidos en esta prohibición los legatarios ni sus cónyuges o parientes
cuando el legado sea de algún objeto mueble o cantidad de poca importancia con relación al
caudal hereditario.

Artículo 683. 
Para que un testigo sea declarado inhábil es necesario que la causa de su incapacidad
exista al tiempo de otorgarse el testamento.

Artículo 684. 
Cuando el testador exprese su voluntad en lengua que el Notario no conozca, se
requerirá la presencia de un intérprete, elegido por aquél, que traduzca la disposición
testamentaria a la oficial en el lugar del otorgamiento que emplee el Notario. El instrumento
se escribirá en las dos lenguas con indicación de cuál ha sido la empleada por el testador.

– 103 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

El testamento abierto y el acta del cerrado se escribirán en la lengua extranjera en que


se exprese el testador y en la oficial que emplee el Notario, aún cuando éste conozca
aquélla.

Artículo 685. 
El Notario deberá conocer al testador y si no lo conociese se identificará su persona con
dos testigos que le conozcan y sean conocidos del mismo Notario, o mediante la utilización
de documentos expedidos por las autoridades públicas cuyo objeto sea identificar a las
personas. También deberá el Notario asegurarse de que, a su juicio, tiene el testador la
capacidad legal necesaria para testar.
En los casos de los artículos 700 y 701, los testigos tendrán obligación de conocer al
testador y procurarán asegurarse de su capacidad.

Artículo 686. 
Si no pudiere identificarse la persona del testador en la forma prevenida en el artículo
que precede, se declarará esta circunstancia por el Notario, o por los testigos en su caso,
reseñando los documentos que el testador presente con dicho objeto y las señas personales
del mismo.
Si fuere impugnado el testamento por tal motivo, corresponderá al que sostenga su
validez la prueba de la identidad del testador.

Artículo 687. 
Será nulo el testamento en cuyo otorgamiento no se hayan observado las formalidades
respectivamente establecidas en este capítulo.

Sección cuarta. Del testamento ológrafo

Artículo 688. 
El testamento ológrafo solo podrá otorgarse por personas mayores de edad.
Para que sea válido este testamento deberá estar escrito todo él y firmado por el
testador, con expresión del año, mes y día en que se otorgue.
Si contuviese palabras tachadas, enmendadas o entre renglones, las salvará el testador
bajo su firma.
Los extranjeros podrán otorgar testamento ológrafo en su propio idioma.

Artículo 689. 
El testamento ológrafo deberá protocolizarse presentándolo con este objeto al Juez de
Primera Instancia del último domicilio del testador, o al del lugar en que éste hubiese
fallecido, dentro de cinco años, contados desde el día del fallecimiento. Sin este requisito no
será válido.

Artículo 690. 
La persona en cuyo poder se halle depositado dicho testamento deberá presentarlo al
Juzgado luego que tenga noticias de la muerte del testador, y, no verificándolo dentro de los
diez días siguientes, será responsable de los daños y perjuicios que se causen por la
dilación.
También podrá presentarlo cualquiera que tenga interés en el testamento como
heredero, legatario, albacea o en cualquier otro concepto.

Artículo 691. 
Presentado el testamento ológrafo, y acreditado el fallecimiento del testador, el Juez lo
abrirá si estuviere en pliego cerrado, rubricará con el actuario todas las hojas y comprobará
su identidad por medio de tres testigos que conozcan la letra y firma del testador, y declaren
que no abrigan duda racional de hallarse el testamento escrito y firmado de mano propia del
mismo.

– 104 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

A falta de testigos idóneos, o si dudan los examinados, y siempre que el Juez lo estime
conveniente, podrá emplearse con dicho objeto el cotejo pericial de letras.

Artículo 692. 
Para la práctica de las diligencias expresadas en el artículo anterior serán citados, con la
brevedad posible, el cónyuge sobreviviente, si lo hubiere, los decendientes y los
ascendientes del testador y, en defecto de unos y otros, los hermanos.
Si estas personas no residieren dentro del partido, o se ignorase su existencia, o siendo
menores o incapacitados carecieren de representación legítima, se hará la citación al
Ministerio fiscal.
Los citados podrán presenciar la práctica de dichas diligencias y hacer en el acto, de
palabra, las observaciones oportunas sobre la autenticidad del testamento.

Artículo 693. 
Si el Juez estima justificada la identidad del testamento, acordará que se protocolice, con
las diligencias practicadas, en los registros del Notario correspondiente, por el cual se darán
a los interesados las copias o testimonios que procedan. En otro caso, denegará la
protocolización.
Cualquiera que sea la resolución del Juez, se llevará a efecto, no obstante oposición,
quedando a salvo el derecho de los interesados para ejercitarlo en el juicio que corresponda.

Sección quinta. Del testamento abierto

Artículo 694. 
El testamento abierto deberá ser otorgado ante Notario hábil para actuar en el lugar del
otorgamiento.
Sólo se exceptuarán de esta regla los casos expresamente determinados en esta misma
Sección

Artículo 695. 
El testador expresará oralmente o por escrito su última voluntad al Notario. Redactado
por éste el testamento con arreglo a ella y con expresión del lugar, año, mes, día y hora de
su otorgamiento y advertido el testador del derecho que tiene a leerlo por sí, lo leerá el
Notario en alta voz para que el testador manifieste si está conforme con su voluntad. Si lo
estuviere, será firmado en el acto por el testador que pueda hacerlo y, en su caso, por los
testigos y demás personas que deban concurrir.
Si el testador declara que no sabe o no puede firmar, lo hará por él y a su ruego uno de
los testigos.

Artículo 696. 
El Notario dará fe de conocer al testador o de haberlo identificado debidamente y, en su
defecto, efectuará la declaración prevista en el artículo 686. También hará constar que, a su
juicio, se halla el testador con la capacidad legal necesaria para otorgar testamento.

Artículo 697. 
Al acto de otorgamiento deberán concurrir dos testigos idóneos:
1.° Cuando el testador declare que no sabe o no puede firmar el testamento.
2.° Cuando el testador, aunque pueda firmarlo, sea ciego o declare que no sabe o no
puede leer por sí el testamento.
Si el testador que no supiese o no pudiese leer fuera enteramente sordo, los testigos
leerán el testamento en presencia del Notario y deberán declarar que coincide con la
voluntad manifestada.
3.° Cuando el testador o el Notario lo soliciten.

– 105 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 698. 
Al otorgamiento también deberán concurrir:
1.° Los testigos de conocimiento, si los hubiera, quienes podrán intervenir además como
testigos instrumentales.
2.° Los facultativos que hubieran reconocido al testador incapacitado.
3.° El intérprete que hubiera traducido la voluntad del testador a la lengua oficial
empleada por el Notario.

Artículo 699. 
Todas las formalidades expresadas en esta Sección se practicarán en un solo acto que
comenzará con la lectura del testamento, sin que sea lícita ninguna interrupción, salvo la que
pueda ser motivada por algún accidente pasajero.

Artículo 700. 
Si el testador se hallare en peligro inminente de muerte, puede otorgarse el testamento
ante cinco testigos idóneos, sin necesidad de Notario.

Artículo 701. 
En caso de epidemia puede igualmente otorgarse el testamento sin intervención de
Notario ante tres testigos mayores de dieciséis años.

Artículo 702. 
En los casos de los dos artículos anteriores se escribirá el testamento, siendo posible; no
siéndolo, el testamento valdrá aunque los testigos no sepan escribir.

Artículo 703. 
El testamento otorgado con arreglo a las disposiciones de los tres artículos anteriores
quedará ineficaz si pasaren dos meses desde que el testador haya salido del peligro de
muerte, o cesado la epidemia.
Cuando el testador falleciere en dicho plazo, también quedará ineficaz el testamento si
dentro de los tres meses siguientes al fallecimiento no se acude al Tribunal competente para
que se eleve a escritura pública, ya se haya otorgado por escrito, ya verbalmente.

Artículo 704. 
Los testamentos otorgados sin autorización del Notario serán ineficaces si no se elevan
a escritura pública y se protocolizan en la forma prevenida en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 705. 
Declarado nulo un testamento abierto por no haberse observado las solemnidades
establecidas para cada caso, el Notario que lo haya autorizado será responsable de los
daños y perjuicios que sobrevengan, si la falta procediere de su malicia, o de negligencia o
ignorancia inexcusables.

Sección sexta. Del testamento cerrado

Artículo 706. 
El testamento cerrado habrá de ser escrito.
Si lo escribiese por su puño y letra el testador pondrá al final su firma.
Si estuviese escrito por cualquier medio mecánico o por otra persona a ruego del
testador, éste pondrá su firma en todas sus hojas y al pie del testamento.
Cuando el testador no sepa o no pueda firmar, lo hará a su ruego al pie y en todas las
hojas otra persona, expresando la causa de la imposibilidad.
En todo caso, antes de la firma se salvarán las palabras enmendadas, tachadas o
escritas entre renglones.

– 106 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 707. 
En el otorgamiento del testamento cerrado se observarán las solemnidades siguientes:
1.ª El papel que contenga el testamento se pondrá dentro de una cubierta, cerrada y
sellada de suerte que no pueda extraerse aquél sin romper ésta.
2.a El testador comparecerá con el testamento cerrado y sellado, o lo cerrará y sellará en
el acto, ante el Notario que haya de autorizarlo.
3.a En presencia del Notario, manifestará el testador por sí, o por medio del intérprete
previsto en el artículo 684, que el pliego que presenta contiene su testamento, expresando si
se halla escrito y firmado por él o si está escrito de mano ajena o por cualquier medio
mecánico y firmado al final y en todas sus hojas por él o por otra persona a su cargo.
4.a Sobre la cubierta del testamento extenderá el Notario la correspondiente acta de su
otorgamiento, expresando el número y la marca de los sellos con que está cerrado, y dando
fe del conocimiento del testador o de haberse identificado su persona en la forma prevenida
en los artículos 685 y 686, y de hallarse, a su juicio, el testador con la capacidad legal
necesaria para otorgar testamento.
5.a Extendida y leída el acta, la firmará el testador que pueda hacerlo y, en su caso, las
personas que deban concurrir, y la autorizará el Notario con su signo y firma.
Si el testador declara que no sabe o no puede firmar, lo hará por él y a su ruego uno de
los dos testigos idóneos que en este caso deben concurrir.
6.a También se expresará en el acta esta circunstancia, además del lugar, hora, día, mes
y año del otorgamiento.
7.a Concurrirán al acto de otorgamiento dos testigos idóneos, si así lo solicitan el testador
o el Notario.

Artículo 708. 
No pueden hacer testamento cerrado los ciegos y los que no sepan o no puedan leer.

Artículo 709. 
Los que no puedan expresarse verbalmente, pero sí escribir, podrán otorgar testamento
cerrado, observándose lo siguiente:
1.° El testamento ha de estar firmado por el testador. En cuanto a los demás requisitos,
se estará a lo dispuesto en el artículo 706
2.° Al hacer su presentación, el testador escribirá en la parte superior de la cubierta, a
presencia del Notario, que dentro de ella se contiene su testamento, expresando cómo está
escrito y que está firmado por él.
3.° A continuación de lo escrito por el testador se extenderá el acta de otorgamiento,
dando fe el Notario de haberse cumplido lo prevenido en el número anterior y lo demás que
se dispone en el artículo 707 en lo que sea aplicable al caso.

Artículo 710. 
Autorizado el testamento cerrado, el Notario lo entregará al testador, después de poner
en el protocolo corriente copia autorizada del acta de otorgamiento.

Artículo 711. 
El testador podrá conservar en su poder el testamento cerrado, o encomendar su guarda
a persona de su confianza, o depositarlo en poder del Notario autorizante para que lo guarde
en su archivo.
En este último caso el Notario dará recibo al testador y hará constar en su protocolo
corriente, al margen o a continuación de la copia del acta de otorgamiento, que queda el
testamento en su poder. Si lo retirare después el testador, firmará un recibo a continuación
de dicha nota.

Artículo 712. 
El Notario o la persona que tenga en su poder un testamento cerrado deberá presentarlo
al Juez competente luego que sepa el fallecimiento del testador.

– 107 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si no lo verifica dentro de diez días, será responsable de los daños y perjuicios que
ocasione su negligencia.

Artículo 713. 
El que con dolo deje de presentar el testamento cerrado que obre en su poder dentro del
plazo fijado en el párrafo 2.º del artículo anterior, además de la responsabilidad que en él se
determina, perderá todo derecho a la herencia, si lo tuviere como heredero ab intestato o
como heredero o legatario por testamento. En esta misma pena incurrirán el que sustrajere
dolosamente el testamento cerrado del domicilio del testador o de la persona que lo tenga en
guarda o depósito y el que lo oculte, rompa o inutilice de otro modo, sin perjuicio de la
responsabilidad criminal que proceda.

Artículo 714. 
Para la apertura y protocolización del testamento cerrado se observará lo prevenido en la
Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 715. 
Es nulo el testamento cerrado en cuyo otorgamiento no se hayan observado las
formalidades establecidas en esta sección; y el Notario que lo autorice será responsable de
los daños y perjuicios que sobrevengan, si se probare que la falta procedió de su malicia o
de negligencia o ignorancia inexcusables. Será válido, sin embargo, como testamento
ológrafo, si todo él estuviere escrito y firmado por el testador y tuviere las demás condiciones
propias de este testamento.

Sección séptima. Del testamento militar

Artículo 716. 
En tiempo de guerra, los militares en campaña, voluntarios, rehenes, prisioneros y
demás individuos empleados en el ejército, o que sigan a éste, podrán otorgar su testamento
ante un Oficial que tenga por lo menos la categoría de Capitán.
Es aplicable esta disposición a los individuos de un ejército que se halle en país
extranjero.
Si el testador estuviere enfermo o herido, podrá otorgarlo ante el Capellán o el
Facultativo que le asista.
Si estuviere en destacamento, ante el que lo mande, aunque sea subalterno.
En todos los casos de este artículo será siempre necesaria la presencia de dos testigos
idóneos.

Artículo 717. 
También podrán las personas mencionadas en el artículo anterior otorgar testamento
cerrado ante un Comisario de guerra, que ejercerá en este caso las funciones de Notario,
observándose las disposiciones de los artículos 706 y siguientes.

Artículo 718. 
Los testamentos otorgados con arreglo a los dos artículos anteriores deberán ser
remitidos con la posible brevedad al cuartel general, y por éste al Ministro de la Guerra.
El Ministro, si hubiese fallecido el testador, remitirá el testamento al Juez del último
domicilio del difunto y, no siéndole conocido, al Decano de los de Madrid, para que de oficio
cite a los herederos y demás interesados en la sucesión. Éstos deberán solicitar que se
eleve a escritura pública y se protocolice en la forma prevenida en la Ley de Enjuiciamiento
Civil.
Cuando sea cerrado el testamento, el Juez procederá de oficio a su apertura en la forma
prevenida en dicha Ley, con citación e intervención del Ministerio Fiscal y, después de
abierto, lo pondrá en conocimiento de los herederos y demás interesados.

– 108 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 719. 
Los testamentos mencionados en el artículo 716 caducarán cuatro meses después que
el testador haya dejado de estar en campaña.

Artículo 720. 
Durante una batalla, asalto, combate y generalmente en todo peligro próximo de acción
de guerra, podrá otorgarse testamento militar de palabra ante dos testigos.
Pero este testamento quedará ineficaz si el testador se salva del peligro en cuya
consideración testó.
Aunque no se salvare, será ineficaz el testamento si no se formaliza por los testigos ante
el Auditor de guerra o funcionario de justicia que siga al ejército, procediéndose después en
la forma prevenida en el artículo 718.

Artículo 721. 
Si fuese cerrado el testamento militar, se observará lo prevenido en los artículos 706 y
707; pero se otorgará ante el Oficial y los dos testigos que para el abierto exige el artículo
716, debiendo firmar todos ellos el acta de otorgamiento, como asimismo el testador, si
pudiere.

Sección octava. Del testamento marítimo

Artículo 722. 
Los testamentos, abiertos o cerrados, de los que durante un viaje marítimo vayan a
bordo, se otorgarán en la forma siguiente:
Si el buque es de guerra, ante el Contador o el que ejerza sus funciones, en presencia
de dos testigos idóneos, que vean y entiendan al testador. El Comandante del buque, o el
que haga sus veces, pondrá además su visto bueno.
En los buques mercantes autorizará el testamento el Capitán, o el que haga sus veces,
con asistencia de dos testigos idóneos.
En uno y otro caso los testigos se elegirán entre los pasajeros, si los hubiere; pero uno
de ellos, por lo menos, ha de poder firmar, el cual lo hará por sí y por el testador, si éste no
sabe o no puede hacerlo.
Si el testamento fuera abierto, se observará además lo prevenido en el artículo 695, y si
fuere cerrado, lo que se ordena en la sección sexta de este capítulo, con exclusión de lo
relativo al número de testigos e intervención del Notario.

Artículo 723. 
El testamento del Contador del buque de guerra y el del Capitán del mercante serán
autorizados por quien deba sustituirlos en el cargo, observándose para lo demás lo
dispuesto en el artículo anterior.

Artículo 724. 
Los testamentos abiertos hechos en alta mar serán custodiados por el Comandante o
por el Capitán, y se hará mención de ellos en el Diario de navegación.
La misma mención se hará de los ológrafos y los cerrados.

Artículo 725. 
Si el buque arribase a un puerto extranjero donde haya Agente diplomático o consular de
España, el Comandante del de guerra, o el Capitán del mercante, entregará a dicho Agente
copia del testamento abierto o del acta de otorgamiento del cerrado, y de la nota tomada en
el Diario.
La copia del testamento o del acta deberá llevar las mismas firmas que el original, si
viven y están a bordo los que lo firmaron; en otro caso será autorizada por el Contador o

– 109 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Capitán que hubiese recibido el testamento, o el que haga sus veces, firmando también los
que estén a bordo de los que intervinieron en el testamento.
El Agente diplomático o consular hará extender por escrito diligencia de la entrega y,
cerrada y sellada la copia del testamento o la del acta del otorgamiento si fuere cerrado, la
remitirá con la nota del Diario por el conducto correspondiente al Ministro de Marina, quien
mandará que se deposite en el Archivo de su Ministerio.
El Comandante o Capitán que haga la entrega recogerá del Agente diplomático o
consular certificación de haberlo verificado, y tomará nota de ella en el Diario de navegación.

Artículo 726. 
Cuando el buque, sea de guerra o mercante, arribe al primer puerto del Reino, el
Comandante o Capitán entregará el testamento original, cerrado y sellado, a la Autoridad
marítima local, con copia de la nota tomada en el Diario; y, si hubiese fallecido el testador,
certificación que lo acredite.
La entrega se acreditará en la forma prevenida en el artículo anterior, y la Autoridad
marítima lo remitirá todo sin dilación al Ministro de Marina.

Artículo 727. 
Si hubiese fallecido el testador y fuere abierto el testamento, el Ministro de Marina
practicará lo que se dispone en el artículo 718.

Artículo 728. 
Cuando el testamento haya sido otorgado por un extranjero en buque español, el
Ministro de Marina remitirá el testamento al de Estado, para que por la vía diplomática se le
dé el curso que corresponda.

Artículo 729. 
Si fuere ológrafo el testamento y durante el viaje falleciera el testador, el Comandante o
Capitán recogerá el testamento para custodiarlo, haciendo mención de ello en el Diario, y lo
entregará a la Autoridad marítima local, en la forma y para los efectos prevenidos en el
artículo anterior, cuando el buque arribe al primer puerto del Reino.
Lo mismo se practicará cuando sea cerrado el testamento, si lo conservaba en su poder
el testador al tiempo de su muerte.

Artículo 730. 
Los testamentos, abiertos y cerrados, otorgados con arreglo a lo prevenido en esta
sección, caducarán pasados cuatro meses, contados desde que el testador desembarque en
un punto donde pueda testar en la forma ordinaria.

Artículo 731. 
Si hubiera peligro de naufragio, será aplicable a las tripulaciones y pasajeros de los
buques de guerra o mercantes lo dispuesto en el artículo 720.

Sección novena. Del testamento hecho en país extranjero

Artículo 732. 
Los españoles podrán testar fuera del territorio nacional sujetándose a las formas
establecidas por las leyes del país en que se hallen.
También podrán testar en alta mar durante su navegación en un buque extranjero, con
sujeción a las leyes de la Nación a que el buque pertenezca.
Podrán asimismo hacer testamento ológrafo, con arreglo al art. 688, aun en los países
cuyas leyes no admitan dicho testamento.

– 110 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 733. 
No será válido en España el testamento mancomunado, prohibido por el artículo 669,
que los españoles otorguen en país extranjero, aunque lo autoricen las leyes de la nación
donde se hubiese otorgado.

Artículo 734. 
También podrán los españoles que se encuentren en país extranjero otorgar su
testamento, abierto o cerrado, ante el funcionario diplomático o consular de España que
ejerza funciones notariales en el lugar del otorgamiento.
En estos casos se observarán respectivamente todas las formalidades establecidas en
las Secciones quinta y sexta de este capítulo.

Artículo 735. 
El Agente diplomático o consular remitirá, autorizada con su firma y sello, copia del
testamento abierto, o del acta de otorgamiento del cerrado, al Ministerio de Estado para que
se deposite en su Archivo.

Artículo 736. 
El Agente diplomático o consular, en cuyo poder hubiese depositado su testamento
ológrafo o cerrado un español, lo remitirá al Ministerio de Estado cuando fallezca el testador,
con el certificado de defunción.
El Ministerio de Estado hará publicar en la Gaceta de Madrid la noticia del fallecimiento,
para que los interesados en la herencia puedan recoger el testamento y gestionar su
protocolización en la forma prevenida.

Sección décima. De la revocación e ineficacia de los testamentos

Artículo 737. 
Todas las disposiciones testamentarias son esencialmente revocables, aunque el
testador exprese en el testamento su voluntad o resolución de no revocarlas.
Se tendrán por no puestas las cláusulas derogatorias de las disposiciones futuras, y
aquellas en que ordene el testador que no valga la revocación del testamento si no la hiciere
con ciertas palabras o señales.

Artículo 738. 
El testamento no puede ser revocado en todo ni en parte sino con las solemnidades
necesarias para testar.

Artículo 739. 
El testamento anterior queda revocado de derecho por el posterior perfecto, si el testador
no expresa en éste su voluntad de que aquél subsista en todo o en parte.
Sin embargo, el testamento anterior recobra su fuerza si el testador revoca después el
posterior y declara expresamente ser su voluntad que valga el primero.

Artículo 740. 
La revocación producirá su efecto aunque el segundo testamento caduque por
incapacidad del heredero o de los legatarios en él nombrados, o por renuncia de aquél o de
éstos.

Artículo 741. 
El reconocimiento de un hijo no pierde su fuerza legal aunque se revoque el testamento
en que se hizo o éste no contenga otras disposiciones, o sean nulas las demás que
contuviere.

– 111 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 742. 
Se presume revocado el testamento cerrado que aparezca en el domicilio del testador
con las cubiertas rotas o los sellos quebrantados, o borradas, raspadas o enmendadas las
firmas que lo autoricen.
Este testamento será, sin embargo, válido cuando se probare haber ocurrido el
desperfecto sin voluntad ni conocimiento del testador, o hallándose éste en estado de
demencia; pero si apareciere rota la cubierta o quebrantados los sellos, será necesario
probar además la autenticidad del testamento para su validez.
Si el testamento se encontrare en poder de otra persona, se entenderá que el vicio
procede de ella y no será aquél válido como no se pruebe su autenticidad, si estuvieren rota
la cubierta o quebrantados los sellos; y si una y otros se hallaren íntegros, pero con las
firmas borradas, raspadas o enmendadas, será válido el testamento, como no se justifique
haber sido entregado el pliego en esta forma por el mismo testador.

Artículo 743. 
Caducarán los testamentos, o serán ineficaces en todo o en parte las disposiciones
testamentarias, sólo en los casos expresamente prevenidos en este Código.

CAPÍTULO II
De la herencia

Sección primera. De la capacidad para suceder por testamento y sin él

Artículo 744. 
Podrán suceder por testamento o abintestato los que no estén incapacitados por la ley.

Artículo 745. 
Son incapaces de suceder:
1.º Las criaturas abortivas, entendiéndose tales las que no reúnan las circunstancias
expresadas en el artículo 30.
2.º Las asociaciones o corporaciones no permitidas por la ley.

Artículo 746. 
Las iglesias y los cabildos eclesiásticos, las Diputaciones provinciales y las provincias,
los Ayuntamientos y Municipios, los establecimientos de hospitalidad, beneficencia e
instrucción pública, las asociaciones autorizadas o reconocidas por la ley y las demás
personas jurídicas pueden adquirir por testamento con sujeción a lo dispuesto en el artículo
38.

Artículo 747. 
Si el testador dispusiere del todo o parte de sus bienes para sufragios y obras piadosas
en beneficio de su alma, haciéndolo indeterminadamente y sin especificar su aplicación, los
albaceas venderán los bienes y distribuirán su importe, dando la mitad al Diocesano para
que lo destine a los indicados sufragios y a las atenciones y necesidades de la Iglesia, y la
otra mitad al Gobernador civil correspondiente para los establecimientos benéficos del
domicilio del difunto, y, en su defecto, para los de la provincia.

Artículo 748. 
La institución hecha a favor de un establecimiento público bajo condición o imponiéndole
un gravamen sólo será válida si el Gobierno la aprueba.

– 112 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 749. 
Las disposiciones hechas a favor de los pobres en general, sin designación de personas
ni de población, se entenderán limitadas a los del domicilio del testador en la época de su
muerte, si no constare claramente haber sido otra su voluntad.
La calificación de los pobres y la distribución de los bienes se harán por la persona que
haya designado el testador, en su defecto por los albaceas, y, si no los hubiere, por el
Párroco, el Alcalde y el Juez municipal, los cuales resolverán, por mayoría de votos, las
dudas que ocurran.
Esto mismo se hará cuando el testador haya dispuesto de sus bienes en favor de los
pobres de una parroquia o pueblo determinado.

Artículo 750. 
Toda disposición en favor de persona incierta será nula, a menos que por algún evento
pueda resultar cierta.

Artículo 751. 
La disposición hecha genéricamente en favor de los parientes del testador se entiende
hecha en favor de los más próximos en grado.

Artículo 752. 
No producirán efecto las disposiciones testamentarias que haga el testador durante su
última enfermedad en favor del sacerdote que en ella le hubiese confesado, de los parientes
del mismo dentro del cuarto grado, o de su iglesia, cabildo, comunidad o instituto.

Artículo 753. 
Tampoco surtirá efecto la disposición testamentaria en favor de quien sea tutor o curador
del testador, salvo cuando se haya hecho después de aprobadas definitivamente las cuentas
o, en el caso en que no tuviese que rendirse éstas, después de la extinción de la tutela o
curatela.
Serán, sin embargo, válidas las disposiciones hechas en favor del tutor o curador que
sea ascendiente, descendiente, hermano, hermana o cónyuge del testador.

Artículo 754. 
El testador no podrá disponer del todo o parte de su herencia en favor del Notario que
autorice su testamento, o del cónyuge, parientes o afines del mismo dentro del cuarto grado,
con la excepción establecida en el artículo 682.
Esta prohibición será aplicable a los testigos del testamento abierto, otorgado con o sin
Notario.
Las disposiciones de este artículo son también aplicables a los testigos y personas ante
quienes se otorguen los testamentos especiales.

Artículo 755. 
Será nula la disposición testamentaria a favor de un incapaz, aunque se la disfrace bajo
la forma de contrato oneroso o se haga a nombre de persona interpuesta.

Artículo 756. 
Son incapaces de suceder por causa de indignidad:
1.º Los padres que abandonaren, prostituyeren o corrompieren a sus hijos.
2.º El que fuere condenado en juicio por haber atentado contra la vida del testador, de su
cónyuge, descendientes o ascendientes.
Si el ofensor fuere heredero forzoso, perderá su derecho a la legítima.
3.º El que hubiese acusado al testador de delito al que la Ley señale pena no inferior a la
de presidio o prisión mayor, cuando la acusación sea declarada calumniosa.

– 113 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

4.º El heredero mayor de edad que, sabedor de la muerte violenta del testador, no la
hubiese denunciado dentro de un mes a la justicia cuando ésta no hubiera procedido ya de
oficio.
Cesará esta prohibición en los casos en que, según la Ley, no hay la obligación de
acusar.
5.º El que, con amenaza, fraude o violencia, obligare al testador a hacer testamento o a
cambiarlo.
6.º El que por iguales medios impidiere a otro hacer testamento, o revocar el que tuviese
hecho, o suplantare, ocultare o alterare otro posterior.
7.º Tratándose de la sucesión de una persona con discapacidad, las personas con
derecho a la herencia que no le hubieren prestado las atenciones debidas, entendiendo por
tales las reguladas en los artículos 142 y 146 del Código Civil.

Artículo 757. 
Las causas de indignidad dejan de surtir efecto si el testador las conocía al tiempo de
hacer testamento, o si habiéndolas sabido después, las remitiere en documento público.

Artículo 758. 
Para calificar la capacidad del heredero o legatario se atenderá al tiempo de la muerte de
la persona de cuya sucesión se trate.
En los casos 2.º y 3.º del artículo 756 se esperará a que se dicte la sentencia firme, y en
el número 4.º a que transcurra el mes señalado para la denuncia.
Si la institución o legado fuere condicional, se atenderá además al tiempo en que se
cumpla la condición.

Artículo 759. 
El heredero o legatario que muera antes de que la condición se cumpla, aunque
sobreviva al testador, no transmite derecho alguno a sus herederos.

Artículo 760. 
El incapaz de suceder, que, contra la prohibición de los anteriores artículos, hubiese
entrado en la posesión de los bienes hereditarios, estará obligado a restituirlos con sus
accesiones y con todos los frutos y rentas que haya percibido.

Artículo 761. 
Si el excluido de la herencia por incapacidad fuera hijo o descendiente del testador y
tuviere hijos o descendientes, adquirirán éstos su derecho a la legítima.

Artículo 762. 
No puede deducirse acción para declarar la incapacidad pasados cinco años desde que
el incapaz esté en posesión de la herencia o legado.

Sección segunda. De la institución de heredero

Artículo 763. 
El que no tuviere herederos forzosos puede disponer por testamento de todos sus bienes
o de parte de ellos en favor de cualquiera persona que tenga capacidad para adquirirlos.
El que tuviere herederos forzosos sólo podrá disponer de sus bienes en la forma y con
las limitaciones que se establecen en la sección quinta de este capítulo.

Artículo 764. 
El testamento será válido aunque no contenga institución de heredero, o ésta no
comprenda la totalidad de los bienes, y aunque el nombrado no acepte la herencia, o sea
incapaz de heredar.

– 114 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

En estos casos se cumplirán las disposiciones testamentarias hechas con arreglo a las
leyes, y el remanente de los bienes pasará a los herederos legítimos.

Artículo 765. 
Los herederos instituidos sin designación de partes heredarán por partes iguales.

Artículo 766. 
El heredero voluntario que muere antes que el testador, el incapaz de heredar y el que
renuncia a la herencia no transmiten ningún derecho a sus herederos, salvo lo dispuesto en
los artículos 761 y 857.

Artículo 767. 
La expresión de una causa falsa de la institución de heredero o del nombramiento de
legatario será considerada como no escrita, a no ser que del testamento resulte que el
testador no habría hecho tal institución o legado si hubiese conocido la falsedad de la causa.
La expresión de una causa contraria a derecho, aunque sea verdadera, se tendrá
también por no escrita.

Artículo 768. 
El heredero instituido en una cosa cierta y determinada será considerado como legatario.

Artículo 769. 
Cuando el testador nombre unos herederos individualmente y otros colectivamente,
como si dijere: «Instituyo por mis herederos a N. y a N., y a los hijos de N», los
colectivamente nombrados se considerarán como si lo fueran individualmente, a no ser que
conste de un modo claro que ha sido otra la voluntad del testador.

Artículo 770. 
Si el testador instituye a sus hermanos, y los tiene carnales y de padre o madre
solamente, se dividirá la herencia como en el caso de morir intestado.

Artículo 771. 
Cuando el testador llame a la sucesión a una persona y a sus hijos, se entenderán todos
instituidos simultánea y no sucesivamente.

Artículo 772. 
El testador designará al heredero por su nombre y apellidos, y cuando haya dos que los
tengan iguales deberá señalar alguna circunstancia por la que se conozca al instituido.
Aunque el testador haya omitido el nombre del heredero, si lo designare de modo que no
pueda dudarse quién sea el instituido valdrá la institución.
En el testamento del adoptante la expresión genérica hijo o hijos comprende a los
adoptivos.

Artículo 773. 
El error en el nombre, apellido o cualidades del heredero no vicia la institución cuando de
otra manera puede saberse ciertamente cuál sea la persona nombrada.
Si entre personas del mismo nombre y apellidos hay igualdad de circunstancias y éstas
son tales que no permiten distinguir al instituido, ninguno será heredero.

– 115 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección tercera. De la sustitución

Artículo 774. 
Puede el testador sustituir una o más personas al heredero o herederos instituidos para
el caso en que mueran antes que él, o no quieran, o no puedan aceptar la herencia.
La sustitución simple, y sin expresión de casos, comprende los tres expresados en el
párrafo anterior, a menos que el testador haya dispuesto lo contrario.

Artículo 775. 
Los padres y demás ascendientes podrán nombrar sustitutos a sus descendientes
menores de catorce años, de ambos sexos, para el caso de que mueran antes de dicha
edad.

Artículo 776. 
El ascendiente podrá nombrar sustituto al descendiente mayor de catorce años, que,
conforme a derecho, haya sido declarado incapaz por enajenación mental.
La sustitución de que habla el párrafo anterior quedará sin efecto por el testamento del
incapacitado hecho durante un intervalo lúcido o después de haber recobrado la razón.

Artículo 777. 
Las sustituciones de que hablan los dos artículos anteriores, cuando el sustituido tenga
herederos forzosos, sólo serán válidas en cuanto no perjudiquen los derechos legitimarios de
éstos.

Artículo 778. 
Pueden ser sustituidas dos o más personas a una sola; y al contrario, una sola a dos o
más herederos.

Artículo 779. 
Si los herederos instituidos en partes desiguales fueren sustituidos recíprocamente,
tendrán en la sustitución las mismas partes que en la institución, a no ser que claramente
aparezca haber sido otra la voluntad del testador.

Artículo 780. 
El sustituto quedará sujeto a las mismas cargas y condiciones impuestas al instituido, a
menos que el testador haya dispuesto expresamente lo contrario, o que los gravámenes o
condiciones sean meramente personales del instituido.

Artículo 781. 
Las sustituciones fideicomisarias en cuya virtud se encarga al heredero que conserve y
transmita a un tercero el todo o parte de la herencia, serán válidas y surtirán efecto siempre
que no pasen del segundo grado, o que se hagan en favor de personas que vivan al tiempo
del fallecimiento del testador.

Artículo 782. 
Las sustituciones fideicomisarias nunca podrán gravar la legítima, salvo que graven la
legítima estricta en beneficio de un hijo o descendiente judicialmente incapacitado en los
términos establecidos en el artículo 808. Si recayeren sobre el tercio destinado a la mejora,
sólo podrán hacerse en favor de los descendientes.

Artículo 783. 
Para que sean válidos los llamamientos a la sustitución fideicomisaria, deberán ser
expresos.

– 116 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

El fiduciario estará obligado a entregar la herencia al fideicomisario, sin otras


deducciones que las que correspondan por gastos legítimos, créditos y mejoras, salvo el
caso en que el testador haya dispuesto otra cosa.

Artículo 784. 
El fideicomisario adquirirá derecho a la sucesión desde la muerte del testador, aunque
muera antes que el fiduciario.
El derecho de aquél pasará a sus herederos.

Artículo 785. 
No surtirán efecto:
1.º Las sustituciones fideicomisarias que no se hagan de una manera expresa, ya
dándoles este nombre, ya imponiendo al sustituido la obligación terminante de entregar los
bienes a un segundo heredero.
2.º Las disposiciones que contengan prohibición perpetua de enajenar, y aun la temporal,
fuera del límite señalado en el artículo 781.
3.º Las que impongan al heredero el encargo de pagar a varias personas sucesivamente,
más allá del segundo grado, cierta renta o pensión.
4.º Las que tengan por objeto dejar a una persona el todo o parte de los bienes
hereditarios para que los aplique o invierta según instrucciones reservadas que le hubiese
comunicado el testador.

Artículo 786. 
La nulidad de la sustitución fideicomisaria no perjudicará a la validez de la institución ni a
los herederos del primer llamamiento; sólo se tendrá por no escrita la cláusula fideicomisaria.

Artículo 787. 
La disposición en que el testador deje a una persona el todo o parte de la herencia, y a
otra el usufructo, será válida. Si llamare al usufructo a varias personas no simultánea, sino
sucesivamente, se estará a lo dispuesto en el artículo 781.

Artículo 788. 
Será válida la disposición que imponga al heredero la obligación de invertir ciertas
cantidades periódicamente en obras benéficas, como dotes para doncellas pobres,
pensiones para estudiantes o en favor de los pobres o de cualquiera establecimiento de
beneficencia o de instrucción pública, bajo las condiciones siguientes:
Si la carga se impusiere sobre bienes inmuebles y fuere temporal, el heredero o
herederos podrán disponer de la finca gravada, sin que cese el gravamen mientras que su
inscripción no se cancele.
Si la carga fuere perpetua, el heredero podrá capitalizarla e imponer el capital a interés
con primera y suficiente hipoteca.
La capitalización e imposición del capital se hará interviniendo el Gobernador civil de la
provincia y con audiencia del Ministerio Público.
En todo caso, cuando el testador no hubiere establecido un orden para la administración
y aplicación de la manda benéfica, lo hará la Autoridad administrativa a quien corresponda
con arreglo a las leyes.

Artículo 789. 
Todo lo dispuesto en este capítulo respecto a los herederos se entenderá también
aplicable a los legatarios.

– 117 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección cuarta. De la institución de heredero y del legado condicional o a


término

Artículo 790. 
Las disposiciones testamentarias, tanto a título universal como particular, podrán
hacerse bajo condición.

Artículo 791. 
Las condiciones impuestas a los herederos y legatarios, en lo que no esté prevenido en
esta sección, se regirán por las reglas establecidas para las obligaciones condicionales.

Artículo 792. 
Condiciones imposibles y las contrarias a las leyes o a las buenas costumbres se
tendrán por no puestas y en nada perjudicarán al heredero o legatario, aun cuando el
testador disponga otra cosa.

Artículo 793. 
La condición absoluta de no contraer primero o ulterior matrimonio se tendrá por no
puesta, a menos que lo haya sido al viudo o viuda por su difunto consorte o por los
ascendientes o descendientes de éste.
Podrá, sin embargo, legarse a cualquiera el usufructo, uso o habitación, o una pensión o
prestación personal, por el tiempo que permanezca soltero o viudo.

Artículo 794. 
Será nula la disposición hecha bajo condición de que el heredero o legatario haga en su
testamento alguna disposición en favor del testador o de otra persona.

Artículo 795. 
La condición puramente potestativa impuesta al heredero o legatario ha de ser cumplida
por éstos, una vez enterados de ella, después de la muerte del testador.
Exceptúase el caso en que la condición, ya cumplida, no pueda reiterarse.

Artículo 796. 
Cuando la condición fuere casual o mixta, bastará que se realice o cumpla en cualquier
tiempo, vivo o muerto el testador, si éste no hubiese dispuesto otra cosa.
Si hubiese existido o se hubiese cumplido al hacerse el testamento, y el testador lo
ignoraba, se tendrá por cumplida.
Si lo sabía, sólo se tendrá por cumplida cuando fuere de tal naturaleza que no pueda ya
existir o cumplirse de nuevo.

Artículo 797. 
La expresión del objeto de la institución o legado, o la aplicación que haya de darse a lo
dejado por el testador, o la carga que el mismo impusiere, no se entenderán como condición,
a no parecer que ésta era su voluntad.
Lo dejado de esta manera puede pedirse desde luego, y es transmisible a los herederos
que afiancen el cumplimiento de lo mandado por el testador, y la devolución de lo percibido
con sus frutos e intereses, si faltaren a esta obligación.

Artículo 798. 
Cuando, sin culpa o hecho propio del heredero o legatario, no pueda tener efecto la
institución o el legado de que trata el artículo precedente en los mismos términos que haya
ordenado el testador, deberá cumplirse en otros, los más análogos y conformes a su
voluntad.

– 118 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Cuando el interesado en que se cumpla, o no, impidiere su cumplimiento sin culpa o


hecho propio del heredero o legatario, se considerará cumplida la condición.

Artículo 799. 
La condición suspensiva no impide al heredero o legatario adquirir sus respectivos
derechos y transmitirlos a sus herederos, aun antes de que se verifique su cumplimiento.

Artículo 800. 
Si la condición potestativa impuesta al heredero o legatario fuere negativa, o de no hacer
o no dar, cumplirán con afianzar que no harán o no darán lo que fue prohibido por el
testador, y que, en caso de contravención, devolverán lo percibido con sus frutos e intereses.

Artículo 801. 
Si el heredero fuere instituido bajo condición suspensiva, se pondrán los bienes de la
herencia en administración hasta que la condición se realice o haya certeza de que no podrá
cumplirse.
Lo mismo se hará cuando el heredero o legatario no preste la fianza en el caso del
artículo anterior.

Artículo 802. 
La administración de que habla el artículo precedente se confiará al heredero o
herederos instituidos sin condición, cuando entre ellos y el heredero condicional hubiere
derecho de acrecer. Lo mismo se entenderá respecto de los legatarios.

Artículo 803. 
Si el heredero condicional no tuviere coherederos, o teniéndolos no existiese entre ellos
derecho de acrecer, entrará aquél en la administración, dando fianza.
Si no la diere, se conferirá la administración al heredero presunto, también bajo fianza; y,
si ni uno ni otro afianzaren, los Tribunales nombrarán tercera persona, que se hará cargo de
ella, también bajo fianza, la cual se prestará con intervención del heredero.

Artículo 804. 
Los administradores tendrán los mismos derechos y obligaciones que los que lo son de
los bienes de un ausente.

Artículo 805. 
Será válida la designación de día o de tiempo en que haya de comenzar o cesar el
efecto de la institución de heredero o del legado.
En ambos casos, hasta que llegue el término señalado, o cuando éste concluya, se
entenderá llamado el sucesor legítimo. Mas en el primer caso, no entrará éste en posesión
de los bienes sino después de prestar caución suficiente, con intervención del instituido.

Sección quinta. De las legítimas

Artículo 806. 
Legítima es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por haberla
reservado la ley a determinados herederos, llamados por esto herederos forzosos.

Artículo 807. 
Son herederos forzosos:
1.° Los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes.
2.° A falta de los anteriores, los padres y ascendientes respecto de sus hijos y
descendientes.

– 119 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

3.° El viudo o viuda en la forma y medida que establece este Código.

Artículo 808. 
Constituyen la legítima de los hijos y descendientes las dos terceras partes del haber
hereditario del padre y de la madre.
Sin embargo podrán éstos disponer de una parte de las dos que forman la legítima, para
aplicarla como mejora a sus hijos o descendientes.
Cuando alguno de los hijos o descendientes haya sido judicialmente incapacitado, el
testador podrá establecer una sustitución fideicomisaria sobre el tercio de legítima estricta,
siendo fiduciarios los hijos o descendientes judicialmente incapacitados y fideicomisarios los
coherederos forzosos.
La tercera parte restante será de libre disposición.

Artículo 809. 
Constituye la legítima de los padres o ascendientes la mitad del haber hereditario de los
hijos y descendientes salvo el caso en que concurrieren con el cónyuge viudo del
descendiente causante, en cuyo supuesto será de una tercera parte de la herencia.

Artículo 810. 
La legítima reservada a los padres se dividirá entre los dos por partes iguales; si uno de
ellos hubiere muerto, recaerá toda en el sobreviviente.
Cuando el testador no deje padre ni madre, pero sí ascendientes, en igual grado, de las
líneas paterna y materna, se dividirá la herencia por mitad entre ambas líneas. Si los
ascendientes fueren de grado diferente, corresponderá por entero a los más próximos de
una u otra línea.

Artículo 811. 
El ascendiente que heredare de su descendiente bienes que éste hubiese adquirido por
título lucrativo de otro ascendiente, o de un hermano, se halla obligado a reservar los que
hubiere adquirido por ministerio de la ley en favor de los parientes que estén dentro del
tercer grado y pertenezcan a la línea de donde los bienes proceden.

Artículo 812. 
Los ascendientes suceden con exclusión de otras personas en las cosas dadas por ellos
a sus hijos o descendientes muertos sin posteridad, cuando los mismos objetos donados
existan en la sucesión. Si hubieren sido enajenados, sucederán en todas las acciones que el
donatario tuviera con relación a ellos, y en el precio si se hubieren vendido, o en los bienes
con que se hayan sustituido, si los permutó o cambió.

Artículo 813. 
El testador no podrá privar a los herederos de su legítima sino en los casos
expresamente determinados por la ley.
Tampoco podrá imponer sobre ella gravamen, ni condición, ni sustitución de ninguna
especie, salvo lo dispuesto en cuanto al usufructo de viudo y lo establecido en el artículo 808
respecto de los hijos o descendientes judicialmente incapacitados.

Artículo 814. 
La preterición de un heredero forzoso no perjudica la legítima. Se reducirá la institución
de heredero antes que los legados, mejoras y demás disposiciones testamentarias.
Sin embargo, la preterición no intencional de hijos o descendientes producirá los
siguientes efectos:
1.° Si resultaren preteridos todos, se anularán las disposiciones testamentarias de
contenido patrimonial.

– 120 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

2.° En otro caso, se anulará la institución de herederos, pero valdrán las mandas y
mejoras ordenadas por cualquier título, en cuanto unas y otras no sean inoficiosas. No
obstante, la institución de heredero a favor del cónyuge sólo se anulará en cuanto perjudique
a las legítimas.
Los descendientes de otro descendiente que no hubiere sido preterido, representan a
éste en la herencia del ascendiente y no se consideran preteridos.
Si los herederos forzosos preteridos mueren antes que el testador, el testamento surtirá
todos sus efectos.
A salvo las legítimas tendrá preferencia en todo caso lo ordenado por el testador.

Artículo 815. 
El heredero forzoso a quien el testador haya dejado por cualquier título menos de la
legítima que le corresponda, podrá pedir el complemento de la misma.

Artículo 816. 
Toda renuncia o transacción sobre la legítima futura entre el que la debe y sus herederos
forzosos es nula, y éstos podrán reclamarla cuando muera aquél; pero deberán traer a
colación lo que hubiesen recibido por la renuncia o transacción.

Artículo 817. 
Las disposiciones testamentarias que mengüen la legítima de los herederos forzosos se
reducirán, a petición de éstos, en lo que fueren inoficiosas o excesivas.

Artículo 818. 
Para fijar la legítima se atenderá al valor de los bienes que quedaren a la muerte del
testador, con deducción de las deudas y cargas, sin comprender entre ellas las impuestas en
el testamento.
Al valor líquido de los bienes hereditarios se agregará el de las donaciones
colacionables.

Artículo 819. 
Las donaciones hechas a los hijos, que no tengan el concepto de mejoras, se imputarán
en su legítima.
Las donaciones hechas a extraños se imputarán a la parte libre de que el testador
hubiese podido disponer por su última voluntad.
En cuanto fueren inoficiosas o excedieren de la cuota disponible, se reducirán según las
reglas de los artículos siguientes.

Artículo 820. 
Fijada la legítima con arreglo a los dos artículos anteriores, se hará la reducción como
sigue:
1.º Se respetarán las donaciones mientras pueda cubrirse la legítima, reduciendo o
anulando, si necesario fuere, las mandas hechas en testamento.
2.º La reducción de éstas se hará a prorrata, sin distinción alguna.
Si el testador hubiere dispuesto que se pague cierto legado con preferencia a otros, no
sufrirá aquél reducción sino después de haberse aplicado éstos por entero al pago de la
legítima.
3.º Si la manda consiste en un usufructo o renta vitalicia, cuyo valor se tenga por superior
a la parte disponible, los herederos forzosos podrán escoger entre cumplir la disposición
testamentaria o entregar al legatario la parte de la herencia de que podía disponer
libremente el testador.

– 121 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 821. 
Cuando el legado sujeto a reducción consista en una finca que no admita cómoda
división, quedará ésta para el legatario si la reducción no absorbe la mitad de su valor, y en
caso contrario para los herederos forzosos; pero aquél y éstos deberán abonarse su
respectivo haber en dinero.
El legatario que tenga derecho a legítima podrá retener toda la finca, con tal que su valor
no supere, el importe de la porción disponible y de la cuota que le corresponda por legítima.
Si los herederos o legatarios no quieren usar del derecho que se les concede en este
artículo se venderá la finca en pública subasta, a instancia de cualquiera de los interesados.

Artículo 822. 
La donación o legado de un derecho de habitación sobre la vivienda habitual que su
titular haga a favor de un legitimario persona con discapacidad, no se computará para el
cálculo de las legítimas si en el momento del fallecimiento ambos estuvieren conviviendo en
ella.
Este derecho de habitación se atribuirá por ministerio de la ley en las mismas
condiciones al legitimario discapacitado que lo necesite y que estuviera conviviendo con el
fallecido, a menos que el testador hubiera dispuesto otra cosa o lo hubiera excluido
expresamente, pero su titular no podrá impedir que continúen conviviendo los demás
legitimarios mientras lo necesiten.
El derecho a que se refieren los dos párrafos anteriores será intransmisible.
Lo dispuesto en los dos primeros párrafos no impedirá la atribución al cónyuge de los
derechos regulados en los artículos 1406 y 1407 de este Código, que coexistirán con el de
habitación.

Sección sexta. De las mejoras

Artículo 823. 
El padre o la madre podrán disponer en concepto de mejora a favor de alguno o algunos
de sus hijos o descendientes, ya lo sean por naturaleza ya por adopción, de una de las dos
terceras partes destinadas a legítima.

Artículo 824. 
No podrán imponerse sobre la mejora otros gravámenes que los que se establezcan en
favor de los legitimarios o sus descendientes.

Artículo 825. 
Ninguna donación por contrato entre vivos, sea simple o por causa onerosa, en favor de
hijos o descendientes, que sean herederos forzosos, se reputará mejora, si el donante no ha
declarado de una manera expresa su voluntad de mejorar.

Artículo 826. 
La promesa de mejorar o no mejorar, hecha por escritura pública en capitulaciones
matrimoniales, será válida.
La disposición del testador contraria a la promesa no producirá efecto.

Artículo 827. 
La mejora, aunque se haya verificado con entrega de bienes, será revocable, a menos
que se haya hecho por capitulaciones matrimoniales o por contrato oneroso celebrado con
un tercero.

– 122 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 828. 
La manda o legado hecho por el testador a uno de los hijos o descendientes no se
reputará mejora sino cuando el testador haya declarado expresamente ser ésta su voluntad,
o cuando no quepa en la parte libre.

Artículo 829. 
La mejora podrá señalarse en cosa determinada. Si el valor de ésta excediere del tercio
destinado a la mejora y de la parte de legítima correspondiente al mejorado, deberá éste
abonar la diferencia en metálico a los demás interesados.

Artículo 830. 
La facultad de mejorar no puede encomendarse a otro.

Artículo 831. 
1. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, podrán conferirse facultades al
cónyuge en testamento para que, fallecido el testador, pueda realizar a favor de los hijos o
descendientes comunes mejoras incluso con cargo al tercio de libre disposición y, en
general, adjudicaciones o atribuciones de bienes concretos por cualquier título o concepto
sucesorio o particiones, incluidas las que tengan por objeto bienes de la sociedad conyugal
disuelta que esté sin liquidar.
Estas mejoras, adjudicaciones o atribuciones podrán realizarse por el cónyuge en uno o
varios actos, simultáneos o sucesivos. Si no se le hubiere conferido la facultad de hacerlo en
su propio testamento o no se le hubiere señalado plazo, tendrá el de dos años contados
desde la apertura de la sucesión o, en su caso, desde la emancipación del último de los hijos
comunes.
Las disposiciones del cónyuge que tengan por objeto bienes específicos y determinados,
además de conferir la propiedad al hijo o descendiente favorecido, le conferirán también la
posesión por el hecho de su aceptación, salvo que en ellas se establezca otra cosa.
2. Corresponderá al cónyuge sobreviviente la administración de los bienes sobre los que
pendan las facultades a que se refiere el párrafo anterior.
3. El cónyuge, al ejercitar las facultades encomendadas, deberá respetar las legítimas
estrictas de los descendientes comunes y las mejoras y demás disposiciones del causante
en favor de ésos.
De no respetarse la legítima estricta de algún descendiente común o la cuota de
participación en los bienes relictos que en su favor hubiere ordenado el causante, el
perjudicado podrá pedir que se rescindan los actos del cónyuge en cuanto sea necesario
para dar satisfacción al interés lesionado.
Se entenderán respetadas las disposiciones del causante a favor de los hijos o
descendientes comunes y las legítimas cuando unas u otras resulten suficientemente
satisfechas aunque en todo o en parte lo hayan sido con bienes pertenecientes sólo al
cónyuge que ejercite las facultades.
4. La concesión al cónyuge de las facultades expresadas no alterará el régimen de las
legítimas ni el de las disposiciones del causante, cuando el favorecido por unas u otras no
sea descendiente común. En tal caso, el cónyuge que no sea pariente en línea recta del
favorecido tendrá poderes, en cuanto a los bienes afectos a esas facultades, para actuar por
cuenta de los descendientes comunes en los actos de ejecución o de adjudicación relativos
a tales legítimas o disposiciones.
Cuando algún descendiente que no lo sea del cónyuge supérstite hubiera sufrido
preterición no intencional en la herencia del premuerto, el ejercicio de las facultades
encomendadas al cónyuge no podrá menoscabar la parte del preterido.
5. Las facultades conferidas al cónyuge cesarán desde que hubiere pasado a ulterior
matrimonio o a relación de hecho análoga o tenido algún hijo no común, salvo que el
testador hubiera dispuesto otra cosa.
6. Las disposiciones de los párrafos anteriores también serán de aplicación cuando las
personas con descendencia común no estén casadas entre sí.

– 123 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 832. 
Cuando la mejora no hubiere sido señalada en cosa determinada, será pagada con los
mismos bienes hereditarios, observándose, en cuanto puedan tener lugar, las reglas
establecidas en los artículos 1.061 y 1.062 para procurar la igualdad de los herederos en la
partición de bienes.

Artículo 833. 
El hijo o descendiente mejorado podrá renunciar a la herencia y aceptar la mejora.

Sección séptima. Derechos del cónyuge viudo

Artículo 834. 
El cónyuge que al morir su consorte no se hallase separado de éste judicialmente o de
hecho, si concurre a la herencia con hijos o descendientes, tendrá derecho al usufructo del
tercio destinado a mejora.

Artículo 835. 
Si entre los cónyuges separados hubiera mediado reconciliación notificada al Juzgado
que conoció de la separación de conformidad con el artículo 84 de este Código, el
sobreviviente conservará sus derechos.

Artículo 836. 
(Suprimido)

Artículo 837. 
No existiendo descendientes, pero sí ascendientes, el cónyuge sobreviviente tendrá
derecho al usufructo de la mitad de la herencia.
(Párrafo suprimido)

Artículo 838. 
No existiendo descendientes ni ascendientes el cónyuge sobreviviente tendrá derecho al
usufructo de los dos tercios de la herencia.

Artículo 839. 
Los herederos podrán satisfacer al cónyuge su parte de usufructo, asignándole una renta
vitalicia, los productos de determinados bienes, o un capital en efectivo, procediendo de
mutuo acuerdo y, en su defecto, por virtud de mandato judicial.
Mientras esto no se realice, estarán afectos todos los bienes de la herencia al pago de la
parte de usufructo que corresponda al cónyuge.

Artículo 840. 
Cuando el cónyuge viudo concurra con hijos sólo del causante, podrá exigir que su
derecho de usufructo le sea satisfecho, a elección de los hijos, asignándole un capital en
dinero o un lote de bienes hereditarios.

Sección octava. Pago de la porción hereditaria en casos especiales

Artículo 841. 
El testador, o el contador-partidor expresamente autorizado por aquél, podrá adjudicar
todos los bienes hereditarios o parte de ellos a alguno de los hijos o descendientes
ordenando que se pague en metálico la porción hereditaria de los demás legitimarios.
También corresponderá la facultad de pago en metálico en el mismo supuesto del
párrafo anterior al contador partidor dativo a que se refiero el artículo 1.057 del Código Civil.

– 124 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 842. 
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, cualquiera de los hijos o descendientes
obligados a pagar en metálico la cuota hereditaria de sus hermanos podrá exigir que dicha
cuota sea satisfecha en bienes de la herencia, debiendo observarse, en tal caso, lo prescrito
por los artículos 1.058 a 1.063 de este Código.

Artículo 843. 
Salvo confirmación expresa de todos los hijos o descendientes la partición a que se
refieren los dos artículos anteriores requerirá aprobación judicial.

Artículo 844. 
La decisión de pago en metálico no producirá efectos si no se comunica a los
perceptores en el plazo de un año desde la apertura de la sucesión. El pago deberá hacerse
en el plazo de otro año más, salvo pacto en contrario. Corresponderán al perceptor de la
cantidad las garantías legales establecidas para el legatario de cantidad.
Transcurrido el plazo sin que el pago haya tenido lugar, caducará la facultad conferida a
los hijos o descendientes por el testador o el contador-partidor y se procederá a repartir la
herencia según las disposiciones generales sobre la partición.

Artículo 845. 
La opción de que tratan los artículos anteriores no afectará a los legados de cosa
específica.

Artículo 846. 
Tampoco afectará a las disposiciones particionales del testador señaladas en cosas
determinadas.

Artículo 847. 
Para fijar la suma que haya de abonarse a los hijos o descendientes se atenderá al valor
que tuvieren los bienes al tiempo de liquidarles la porción correspondiente, teniendo en
cuenta los frutos o rentas hasta entonces producidas. Desde la liquidación, el crédito
metálico devengará el interés legal.

Sección novena. De la desheredación

Artículo 848. 
La desheredación sólo podrá tener lugar por alguna de las causas que expresamente
señala la ley.

Artículo 849. 
La desheredación sólo podrá hacerse en testamento, expresando en él la causa legal en
que se funde.

Artículo 850. 
La prueba de ser cierta la causa de la desheredación corresponderá a los herederos del
testador si el desheredado la negare.

Artículo 851. 
La desheredación hecha sin expresión de causa, o por causa cuya certeza, si fuere
contradicha, no se probare, o que no sea una de las señaladas en los cuatro siguientes
artículos, anulará la institución de heredero en cuanto perjudique al desheredado; pero
valdrán los legados, mejoras y demás disposiciones testamentarias en lo que no perjudiquen
a dicha legítima.

– 125 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 852. 
Son justas causas para la desheredación, en los términos que específicamente
determinan los artículos ochocientos cincuenta y tres, ochocientos cincuenta y cuatro y
ochocientos cincuenta y cinco, las de incapacidad por indignidad para suceder, señaladas en
el artículo setecientos cincuenta y seis con los números 1º, 2º, 3º, 5º y 6º.

Artículo 853. 
Serán también justas causas para desheredar a los hijos y descendientes, además de
las señaladas en el artículo 756 con los números 2, 3, 5 y 6, las siguientes:
1.ª Haber negado, sin motivo legítimo, los alimentos al padre o ascendiente que le
deshereda.
2.ª Haberle maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra.
3.ª (Suprimida)
4.ª (Suprimida)

Artículo 854. 
Serán justas causas para desheredar a los padres y ascendientes, además de las
señaladas en el artículo 756 con los números 1, 2, 3, 5 y 6, las siguientes:
1.ª Haber perdido la patria potestad por las causas expresadas en el artículo 170.
2.ª Haber negado los alimentos a sus hijos o descendientes sin motivo legítimo.
3.ª Haber atentado uno de los padres contra la vida del otro, si no hubiere habido entre
ellos reconciliación.

Artículo 855. 
Serán justas causas para desheredar al cónyuge, además de las señaladas en el artículo
756 con los números 2.º, 3.º, 5.º y 6.º, las siguientes:
1.ª Haber incumplido grave o reiteradamente los deberes conyugales.
2.ª Las que dan lugar a la pérdida de la patria potestad, conforme el artículo 170.
3.ª Haber negado alimentos a los hijos o al otro cónyuge.
4.ª Haber atentado contra la vida del cónyuge testador, si no hubiere mediado
reconciliación.
(Párrafo suprimido)

Artículo 856. 
La reconciliación posterior del ofensor y del ofendido priva a éste del derecho de
desheredar, y deja sin efecto la desheredación ya hecha.

Artículo 857. 
Los hijos o descendientes del desheredado ocuparán su lugar y conservarán los
derechos de herederos forzosos respecto a la legítima.

Sección décima. De las mandas y legados

Artículo 858. 
El testador podrá gravar con mandas y legados no sólo a su heredero, sino también a los
legatarios.
Éstos no estarán obligados a responder del gravamen sino hasta donde alcance el valor
del legado.

Artículo 859. 
Cuando el testador grave con un legado a uno de los herederos, él sólo quedará
obligado a su cumplimiento.

– 126 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si no gravare a ninguno en particular, quedarán obligados todos en la misma proporción


en que sean herederos.

Artículo 860. 
El obligado a la entrega del legado responderá en caso de evicción, si la cosa fuere
indeterminada y se señalase sólo por género o especie.

Artículo 861. 
El legado de cosa ajena si el testador, al legarla, sabía que lo era, es válido. El heredero
estará obligado a adquirirla para entregarla al legatario; y, no siéndole posible, a dar a éste
su justa estimación.
La prueba de que el testador sabía que la cosa era ajena corresponde al legatario.

Artículo 862. 
Si el testador ignoraba que la cosa que legaba era ajena, será nulo el legado.
Pero será válido si la adquiere después de otorgado el testamento.

Artículo 863. 
Será válido el legado hecho a un tercero de una cosa propia del heredero o de un
legatario, quienes, al aceptar la sucesión, deberán entregar la cosa legada o su justa
estimación, con la limitación establecida en el artículo siguiente.
Lo dispuesto en el párrafo anterior se entiende sin perjuicio de la legítima de los
herederos forzosos.

Artículo 864. 
Cuando el testador, heredero o legatario tuviesen sólo una parte o un derecho en la cosa
legada, se entenderá limitado el legado a esta parte o derecho, a menos que el testador
declare expresamente que lega la cosa por entero.

Artículo 865. 
Es nulo el legado de cosas que están fuera del comercio.

Artículo 866. 
No producirá efecto el legado de cosa que al tiempo de hacerse el testamento fuera ya
propia del legatario, aunque en ella tuviese algún derecho otra persona.
Si el testador dispone expresamente que la cosa sea liberada de este derecho o
gravamen, valdrá en cuanto a esto el legado.

Artículo 867. 
Cuando el testador legare una cosa empeñada o hipotecada para la seguridad de alguna
deuda exigible, el pago de ésta quedará a cargo del heredero.
Si por no pagar el heredero lo hiciere el legatario, quedará éste subrogado en el lugar y
derechos del acreedor para reclamar contra el heredero.
Cualquiera otra carga perpetua o temporal, a que se halle afecta la cosa legada, pasa
con ésta al legatario; pero en ambos casos las rentas y los intereses o réditos devengados
hasta la muerte del testador son carga de la herencia.

Artículo 868. 
Si la cosa legada estuviere sujeta a usufructo, uso o habitación, el legatario deberá
respetar estos derechos hasta que legalmente se extingan.

Artículo 869. 
El legado quedará sin efecto:

– 127 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.º Si el testador transforma la cosa legada, de modo que no conserve ni la forma ni la


denominación que tenía.
2.º Si el testador enajena, por cualquier título o causa, la cosa legada o parte de ella,
entendiéndose en este último caso que el legado queda sólo sin efecto respecto a la parte
enajenada. Si después de la enajenación volviere la cosa al dominio del testador, aunque
sea por la nulidad del contrato, no tendrá después de este hecho fuerza el legado, salvo el
caso en que la readquisición se verifique por pacto de retroventa.
3.º Si la cosa legada perece del todo viviendo el testador o después de su muerte sin
culpa del heredero. Sin embargo, el obligado a pagar el legado responderá por evicción, si la
cosa legada no hubiere sido determinada en especie, según lo dispuesto en el artículo 860.

Artículo 870. 
El legado de un crédito contra tercero, o el de perdón o liberación de una deuda del
legatario, sólo surtirá efecto en la parte del crédito o de la deuda subsistente al tiempo de
morir el testador.
En el primer caso, el heredero cumplirá con ceder al legatario todas las acciones que
pudieran competirle contra el deudor.
En el segundo, con dar al legatario carta de pago, si la pidiere.
En ambos casos, el legado comprenderá los intereses que por el crédito o la deuda se
debieren al morir el testador.

Artículo 871. 
Caduca el legado de que se habla en el artículo anterior si el testador, después de
haberlo hecho, demandare judicialmente al deudor para el pago de su deuda, aunque éste
no se haya realizado al tiempo del fallecimiento.
Por el legado hecho al deudor de la cosa empeñada sólo se entiende remitido el derecho
de prenda.

Artículo 872. 
El legado genérico de liberación o perdón de las deudas comprende las existentes al
tiempo de hacerse el testamento, no las posteriores.

Artículo 873. 
El legado hecho a un acreedor no se imputará en pago de su crédito, a no ser que el
testador lo declare expresamente.
En este caso, el acreedor tendrá derecho a cobrar el exceso del crédito o del legado.

Artículo 874. 
En los legados alternativos se observará lo dispuesto para las obligaciones de la misma
especie, salvas las modificaciones que se deriven de la voluntad expresa del testador.

Artículo 875. 
El legado de cosa mueble genérica será válido aunque no haya cosas de su género en la
herencia.
El legado de cosa inmueble no determinada sólo será válido si la hubiere de su género
en la herencia.
La elección será del heredero, quien cumplirá con dar una cosa que no sea de la calidad
inferior ni de la superior.

Artículo 876. 
Siempre que el testador deje expresamente la elección al heredero o al legatario, el
primero podrá dar, o el segundo elegir, lo que mejor les pareciere.

– 128 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 877. 
Si el heredero o legatario no pudiere hacer la elección en el caso de haberle sido
concedida, pasará su derecho a los herederos; pero, una vez hecha la elección, será
irrevocable.

Artículo 878. 
Si la cosa legada era propia del legatario a la fecha del testamento, no vale el legado,
aunque después haya sido enajenada.
Si el legatario la hubiese adquirido por título lucrativo después de aquella fecha, nada
podrá pedir por ello; mas si la adquisición se hubiese hecho por título oneroso, podrá pedir al
heredero que le indemnice de lo que haya dado por adquirirla.

Artículo 879. 
El legado de educación dura hasta que el legatario sea mayor de edad.
El de alimentos dura mientras viva el legatario, si el testador no dispone otra cosa.
Si el testador no hubiere señalado cantidad para estos legados, se fijará según el estado
y condición del legatario y el importe de la herencia.
Si el testador acostumbró en vida dar al legatario cierta cantidad de dinero u otras cosas
por vía de alimentos, se entenderá legada la misma cantidad, si no resultare en notable
desproporción con la cuantía de la herencia.

Artículo 880. 
Legada una pensión periódica o cierta cantidad anual, mensual o semanal, el legatario
podrá exigir la del primer período, así que muera el testador, y la de los siguientes en el
principio de cada uno de ellos, sin que haya lugar a la devolución aunque el legatario muera
antes que termine el período comenzado.

Artículo 881. 
El legatario adquiere derecho a los legados puros y simples desde la muerte del
testador, y lo transmite a sus herederos.

Artículo 882. 
Cuando el legado es de cosa específica y determinada, propia del testador, el legatario
adquiere su propiedad desde que aquél muere, y hace suyos los frutos o rentas pendientes,
pero no las rentas devengadas y no satisfechas antes de la muerte.
La cosa legada correrá desde el mismo instante a riesgo del legatario, que sufrirá, por lo
tanto, su pérdida o deterioro, como también se aprovechará de su aumento o mejora.

Artículo 883. 
La cosa legada deberá ser entregada con todos sus accesorios y en el estado en que se
halle al morir el testador.

Artículo 884. 
Si el legado no fuere de cosa específica y determinada, sino genérico o de cantidad, sus
frutos e intereses desde la muerte del testador corresponderán al legatario cuando el
testador lo hubiese dispuesto expresamente.

Artículo 885. 
El legatario no puede ocupar por su propia autoridad la cosa legada, sino que debe pedir
su entrega y posesión al heredero o al albacea, cuando éste se halle autorizado para darla.

– 129 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 886. 
El heredero debe dar la misma cosa legada, pudiendo hacerlo, y no cumple con dar su
estimación.
Los legados en dinero deberán ser pagados en esta especie, aunque no lo haya en la
herencia.
Los gastos necesarios para la entrega de la cosa legada serán a cargo de la herencia,
pero sin perjuicio de la legítima.

Artículo 887. 
Si los bienes de la herencia no alcanzaren para cubrir todos los legados, el pago se hará
en el orden siguiente:
1.º Los legados remuneratorios.
2.º Los legados de cosa cierta y determinada, que forme parte del caudal hereditario.
3.º Los legados que el testador haya declarado preferentes.
4.º Los de alimentos.
5.º Los de educación.
6.º Los demás a prorrata.

Artículo 888. 
Cuando el legatario no pueda o no quiera admitir el legado, o éste, por cualquier causa,
no tenga efecto, se refundirá en la masa de la herencia, fuera de los casos de sustitución y
derecho de acrecer.

Artículo 889. 
El legatario no podrá aceptar una parte del legado y repudiar la otra, si ésta fuere
onerosa.
Si muriese antes de aceptar el legado dejando varios herederos, podrá uno de éstos
aceptar y otro repudiar la parte que le corresponda en el legado.

Artículo 890. 
El legatario de dos legados, de los que uno fuere oneroso, no podrá renunciar éste y
aceptar el otro. Si los dos son onerosos o gratuitos, es libre para aceptarlos todos o repudiar
el que quiera.
El heredero que sea al mismo tiempo legatario podrá renunciar la herencia y aceptar el
legado, o renunciar éste y aceptar aquélla.

Artículo 891. 
Si toda la herencia se distribuye en legados, se prorratearán las deudas y gravámenes
de ella entre los legatarios a proporción de sus cuotas, a no ser que el testador hubiera
dispuesto otra cosa.

Sección undécima. De los albaceas o testamentarios

Artículo 892. 
El testador podrá nombrar uno o más albaceas.

Artículo 893. 
No podrá ser albacea el que no tenga capacidad para obligarse.
El menor no podrá serlo, ni aún con la autorización del padre o del tutor.

Artículo 894. 
El albacea puede ser universal o particular.

– 130 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

En todo caso, los albaceas podrán ser nombrados mancomunada, sucesiva o


solidariamente.

Artículo 895. 
Cuando los albaceas fueren mancomunados, sólo valdrá lo que todos hagan de
consuno, o lo que haga uno de ellos legalmente autorizado por los demás, o lo que, en caso
de disidencia, acuerde el mayor número.

Artículo 896. 
En los casos de suma urgencia podrá uno de los albaceas mancomunados practicar,
bajo su responsabilidad personal, los actos que fueren necesarios, dando cuenta
inmediatamente a los demás.

Artículo 897. 
Si el testador no establece claramente la solidaridad de los albaceas, ni fija el orden en
que deben desempeñar su encargo, se entenderán nombrados mancomunadamente y
desempeñarán el cargo como previenen los dos artículos anteriores.

Artículo 898. 
El albaceazgo es cargo voluntario, y se entenderá aceptado por el nombrado para
desempeñarlo si no se excusa dentro de los seis días siguientes a aquel en que tenga
noticia de su nombramiento, o, si éste le era ya conocido, dentro de los seis días siguientes
al en que supo la muerte del testador.

Artículo 899. 
El albacea que acepta este cargo se constituye en la obligación de desempeñarlo; pero
lo podrá renunciar alegando causa justa al prudente arbitrio del Juez.

Artículo 900. 
El albacea que no acepte el cargo, o lo renuncie sin justa causa, perderá lo que le
hubiese dejado el testador, salvo siempre el derecho que tuviere a la legítima.

Artículo 901. 
Los albaceas tendrán todas las facultades que expresamente les haya conferido el
testador y no sean contrarias a las leyes.

Artículo 902. 
No habiendo el testador determinado especialmente las facultades de los albaceas,
tendrán las siguientes:
1.ª Disponer y pagar los sufragios y el funeral del testador con arreglo a lo dispuesto por
él en el testamento; y, en su defecto, según la costumbre del pueblo.
2.ª Satisfacer los legados que consistan en metálico, con el conocimiento y beneplácito
del heredero.
3.ª Vigilar sobre la ejecución de todo lo demás ordenado en el testamento, y sostener,
siendo justo, su validez en juicio y fuera de él.
4.ª Tomar las precauciones necesarias para la conservación y custodia de los bienes,
con intervención de los herederos presentes.

Artículo 903. 
Si no hubiere en la herencia dinero bastante para el pago de funerales y legados, y los
herederos no lo aprontaren de lo suyo, promoverán los albaceas la venta de los bienes
muebles; y no alcanzando éstos, la de los inmuebles, con intervención de los herederos.

– 131 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si estuviere interesado en la herencia algún menor, ausente, corporación o


establecimiento público, la venta de los bienes se hará con las formalidades prevenidas por
las leyes para tales casos.

Artículo 904. 
El albacea, a quien el testador no haya fijado plazo, deberá cumplir su encargo dentro de
un año, contado desde su aceptación, o desde que terminen los litigios que se promovieren
sobre la validez o nulidad del testamento o de algunas de sus disposiciones.

Artículo 905. 
Si el testador quisiere ampliar el plazo legal, deberá señalar expresamente el de la
prórroga. Si no lo hubiese señalado, se entenderá prorrogado el plazo por un año.
Si, transcurrida esta prórroga, no se hubiese todavía cumplido la voluntad del testador,
podrá el Juez conceder otra por el tiempo que fuere necesario, atendidas las circunstancias
del caso.

Artículo 906. 
Los herederos y legatarios podrán, de común acuerdo, prorrogar el plazo del albaceazgo
por el tiempo que crean necesario; pero, si el acuerdo fuese sólo por mayoría, la prórroga no
podrá exceder de un año.

Artículo 907. 
Los albaceas deberán dar cuenta de su encargo a los herederos.
Si hubieren sido nombrados no para entregar los bienes a herederos determinados, sino
para darles la inversión o distribución que el testador hubiese dispuesto en los casos
permitidos por derecho, rendirán sus cuentas al Juez.
Toda disposición del testador contraria a este artículo será nula.

Artículo 908. 
El albaceazgo es cargo gratuito. Podrá, sin embargo, el testador señalar a los albaceas
la remuneración que tenga por conveniente; todo sin perjuicio del derecho que les asista
para cobrar lo que les corresponda por los trabajos de partición u otros facultativos.
Si el testador lega o señala conjuntamente a los albaceas alguna retribución, la parte de
los que no admitan el cargo acrecerá a los que lo desempeñen.

Artículo 909. 
El albacea no podrá delegar el cargo si no tuviese expresa autorización del testador.

Artículo 910. 
Termina el albaceazgo por la muerte, imposibilidad, renuncia o remoción del albacea, y
por el lapso del término señalado por el testador, por la ley y, en su caso, por los
interesados.

Artículo 911. 
En los casos del artículo anterior, y en el de no haber el albacea aceptado el cargo,
corresponderá a los herederos la ejecución de la voluntad del testador.

– 132 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
De la sucesión intestada

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 912. 
La sucesión legítima tiene lugar:
1.º Cuando uno muere sin testamento, o con testamento nulo, o que haya perdido
después su validez.
2.º Cuando el testamento no contiene institución de heredero en todo o en parte de los
bienes o no dispone de todos los que corresponden al testador. En este caso, la sucesión
legítima tendrá lugar solamente respecto de los bienes de que no hubiese dispuesto.
3.º Cuando falta la condición puesta a la institución del heredero, o éste muere antes que
el testador, o repudia la herencia sin tener sustituto y sin que haya lugar al derecho de
acrecer.
4.º Cuando el heredero instituido es incapaz de suceder.

Artículo 913. 
A falta de herederos testamentarios, la ley defiere a los parientes del difunto, al viudo o
viuda y al Estado.

Artículo 914. 
Lo dispuesto sobre la incapacidad para suceder por testamento es aplicable igualmente
a la sucesión intestada.

Sección segunda. Del parentesco

Artículo 915. 
La proximidad del parentesco se determina por el número de generaciones. Cada
generación forma un grado.

Artículo 916. 
La serie de grados forma la línea, que puede ser directa o colateral.
Se llama directa la constituida por la serie de grados entre personas que descienden una
de otra.
Y colateral la constituida por la serie de grados entre personas que no descienden unas
de otras, pero que proceden de un tronco común.

Artículo 917. 
Se distingue la línea recta en descendente y ascendente.
La primera une al cabeza de familia con los que descienden de él.
La segunda liga a una persona con aquellos de quienes desciende.

Artículo 918. 
En las líneas se cuentan tantos grados como generaciones o como personas,
descontando la del progenitor.
En la recta se sube únicamente hasta el tronco. Así, el hijo dista del padre un grado, dos
del abuelo y tres del bisabuelo.
En la colateral se sube hasta el tronco común y después se baja hasta la persona con
quien se hace la computación. Por esto, el hermano dista dos grados del hermano, tres del
tío, hermano de su padre o madre, cuatro del primo hermano y así en adelante.

– 133 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 919. 
El cómputo de que trata el artículo anterior rige en todas las materias.

Artículo 920. 
Llámase doble vínculo al parentesco por parte del padre y de la madre conjuntamente.

Artículo 921. 
En las herencias, el pariente más próximo en grado excluye al más remoto, salvo el
derecho de representación en los casos en que deba tener lugar.
Los parientes que se hallaren en el mismo grado heredarán por partes iguales, salvo lo
que se dispone en el artículo 949 sobre el doble vínculo.

Artículo 922. 
Si hubiere varios parientes de un mismo grado, y alguno o algunos no quisieren o no
pudieren suceder, su parte acrecerá a los otros del mismo grado, salvo el derecho de
representación cuando deba tener lugar.

Artículo 923. 
Repudiando la herencia el pariente más próximo, si es solo, o, si fueren varios, todos los
parientes más próximos llamados por la ley heredarán los del grado siguiente por su propio
derecho y sin que puedan representar al repudiante.

Sección tercera. De la representación

Artículo 924. 
Llámase derecho de representación el que tienen los parientes de una persona para
sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o hubiera podido heredar.

Artículo 925. 
El derecho de representación tendrá siempre lugar en la línea recta descendente, pero
nunca en la ascendente.
En la línea colateral sólo tendrá lugar en favor de los hijos de hermanos, bien sean de
doble vínculo, bien de un solo lado.

Artículo 926. 
Siempre que se herede por representación, la división de la herencia se hará por
estirpes, de modo que el representante o representantes no hereden más de lo que
heredaría su representado, si viviera.

Artículo 927. 
Quedando hijos de uno o más hermanos del difunto, heredarán a éste por
representación si concurren con sus tíos. Pero si concurren solos, heredarán por partes
iguales.

Artículo 928. 
No se pierde el derecho de representar a una persona por haber renunciado su herencia.

Artículo 929. 
No podrá representarse a una persona viva sino en los casos de desheredación o
incapacidad.

– 134 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO IV
Del orden de suceder según la diversidad de líneas

Sección primera. De la línea recta descendente

Artículo 930. 
La sucesión corresponde en primer lugar a la línea recta descendente.

Artículo 931. 
Los hijos y sus descendientes suceden a sus padres y demás ascendientes sin distinción
de sexo, edad o filiación.

Artículo 932. 
Los hijos del difunto le heredarán siempre por su derecho propio, dividiendo la herencia
en partes iguales.

Artículo 933. 
Los nietos y demás descendientes heredarán por derecho de representación, y, si
alguno hubiese fallecido dejando varios herederos, la porción que le corresponda se dividirá
entre éstos por partes iguales.

Artículo 934. 
Si quedaren hijos y descendientes de otros hijos que hubiesen fallecido, los primeros
heredarán por derecho propio, y los segundos, por derecho de representación.

Sección segunda. De la línea recta ascendente

Artículo 935. 
A falta de hijos y descendientes del difunto le heredarán sus ascendientes.

Artículo 936. 
El padre y la madre heredarán por partes iguales.

Artículo 937. 
En el caso de que sobreviva uno solo de los padres, éste sucederá al hijo en toda su
herencia.

Artículo 938. 
A falta de padre y de madre sucederán los ascendientes más próximos en grado.

Artículo 939. 
Si hubiere varios ascendientes de igual grado pertenecientes a la misma línea, dividirán
la herencia por cabezas.

Artículo 940. 
Si los ascendientes fueren de líneas diferentes, pero de igual grado, la mitad
corresponderá a los ascendientes paternos y la otra mitad a los maternos.

Artículo 941. 
En cada línea la división se hará por cabezas.

– 135 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 942. 
Lo dispuesto en esta Sección se entiende sin perjuicio de lo ordenado en los artículos
811 y 812, que es aplicable a la sucesión intestada y a la testamentaria.

Sección tercera. De la sucesión del cónyuge y de los colaterales

Artículo 943. 
A falta de las personas comprendidas en las dos Secciones que preceden, herederán el
cónyuge y los parientes colaterales por el orden que se establece en los artículos siguientes.

Artículo 944. 
En defecto de ascendientes y descendientes, y antes que los colaterales, sucederá en
todos los bienes del difunto el cónyuge sobreviviente.

Artículo 945. 
No tendrá lugar el llamamiento a que se refiere el artículo anterior si el cónyuge estuviere
separado judicialmente o de hecho.

Artículo 946. 
Los hermanos e hijos de hermanos suceden con preferencia a los demás colaterales.

Artículo 947. 
Si no existieran más que hermanos de doble vínculo, éstos heredarán por partes iguales.

Artículo 948. 
Si concurrieren hermanos con sobrinos, hijos de hermanos de doble vínculo, los
primeros heredarán por cabezas y los segundos por estirpes.

Artículo 949. 
Si concurrieren hermanos de padre y madre con medio hermanos, aquéllos tomarán
doble porción que éstos en la herencia.

Artículo 950. 
En el caso de no existir sino medio hermanos, unos por parte de padre y otros por la de
la madre, heredarán todos por partes iguales, sin ninguna distinción de bienes.

Artículo 951. 
Los hijos de los medio hermanos sucederán por cabezas o por estirpes, según las reglas
establecidas para los hermanos de doble vínculo.

Artículo 952. 
(Suprimido)

Artículo 953. 
(Suprimido)

Artículo 954. 
No habiendo cónyuge supérstite, ni hermanos ni hijos de hermanos, sucederán en la
herencia del difunto los demás parientes del mismo en línea colateral hasta el cuarto grado,
más allá del cual no se extiende el derecho de heredar abintestato.

– 136 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 955. 
La sucesión de estos colaterales se verificará sin distinción de líneas ni preferencia entre
ellos por razón del doble vínculo.

Sección cuarta. De la sucesión del Estado

Artículo 956. 
A falta de personas que tengan derecho a heredar conforme a lo dispuesto en las
precedentes Secciones, heredará el Estado, quien asignará una tercera parte de la herencia
a Instituciones municipales del domicilio del difunto de Beneficencia, Instrucción, Acción
social o profesionales, sean de carácter público o privado; y otra tercera parte, a
Instituciones provinciales de los mismos carácteres, de la provincia del finado, prefiriendo,
tanto entre unas como entre otras, aquéllas a las que el causante haya pertenecido por su
profesión y haya consagrado su máxima actividad, aunque sean de carácter general. La otra
tercera parte se destinará a la Caja de Amortización de la Deuda pública, salvo que, por la
naturaleza de los bienes heredados, el Consejo de Ministros acuerde darles, total o
parcialmente, otra aplicación.

Artículo 957. 
Los derechos y obligaciones del Estado, así como los de las Instituciones o Entidades a
quienes se asignen las dos terceras partes de los bienes, en el caso del artículo 956, serán
los mismos que los de los demás herederos, pero se entenderá siempre aceptada la
herencia a beneficio de inventario, sin necesidad de declaración alguna sobre ello, a los
efectos que enumera el artículo 1023.

Artículo 958. 
Para que el Estado pueda apoderarse de los bienes hereditarios habrá de preceder
declaración judicial de heredero, adjudicándole los bienes por falta de herederos legítimos.

CAPÍTULO V
Disposiciones comunes a las herencias por testamento o sin él

Sección primera. De las precauciones que deben adoptarse cuando la viuda


queda encinta

Artículo 959. 
Cuando la viuda crea haber quedado encinta, deberá ponerlo en conocimiento de los
que tengan a la herencia un derecho de tal naturaleza que deba desaparecer o disminuir por
el nacimiento del póstumo.

Artículo 960. 
Los interesados a que se refiere el precedente artículo podrán pedir al Juez municipal o
al de primera instancia, donde lo hubiere, que dicte las providencias convenientes para evitar
la suposición de parto, o que la criatura que nazca pase por viable, no siéndolo en realidad.
Cuidará el Juez de que las medidas que dicte no ataquen al pudor ni a la libertad de la
viuda.

Artículo 961. 
Háyase o no dado el aviso de que habla el artículo 959, al aproximarse la época del
parto, la viuda deberá ponerlo en conocimiento de los mismos interesados. Éstos tendrán
derecho a nombrar persona de su confianza que se cerciore de la realidad del
alumbramiento.
Si la persona designada fuere rechazada por la paciente, hará el Juez el nombramiento,
debiendo éste recaer en facultativo o en mujer.

– 137 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 962. 
La omisión de estas diligencias no basta por sí sola para acreditar la suposición del parto
o la falta de viabilidad del nacido.

Artículo 963. 
Cuando el marido hubiere reconocido en documento público o privado la certeza de la
preñez de su esposa, estará ésta dispensada de dar el aviso que previene el artículo 959,
pero quedará sujeta a cumplir lo dispuesto en el 961.

Artículo 964. 
La viuda que quede encinta, aun cuando sea rica, deberá ser alimentada de los bienes
hereditarios, habida consideración a la parte que en ellos pueda tener el póstumo si naciere
y fuere viable.

Artículo 965. 
En el tiempo que medie hasta que se verifique el parto, o se adquiera la certidumbre de
que éste no tendrá lugar, ya por haber ocurrido aborto, ya por haber pasado con exceso el
término máximo para la gestación, se proveerá a la seguridad y administración de los bienes
en la forma establecida para el juicio necesario de testamentaría.

Artículo 966. 
La división de la herencia se suspenderá hasta que se verifique el parto o el aborto, o
resulte por el transcurso del tiempo que la viuda no estaba encinta.
Sin embargo, el administrador podrá pagar a los acreedores, previo mandato judicial.

Artículo 967. 
Verificado el parto o el aborto, o transcurrido el término de la gestación, el administrador
de los bienes hereditarios cesará en su encargo y dará cuenta de su desempeño a los
herederos o a sus legítimos representantes.

Sección segunda. De los bienes sujetos a reserva

Artículo 968. 
Además de la reserva impuesta en el artículo 811, el viudo o viuda que pase a segundo
matrimonio estará obligado a reservar a los hijos y descendientes del primero la propiedad
de todos los bienes que haya adquirido de su difunto consorte por testamento, por sucesión
intestada, donación u otro cualquier título lucrativo; pero no su mitad de gananciales.

Artículo 969. 
La disposición del artículo anterior es aplicable a los bienes que, por los títulos en él
expresados, haya adquirido el viudo o viuda de cualquiera de los hijos de su primer
matrimonio y los que haya habido de los parientes del difunto por consideración a éste.

Artículo 970. 
Cesará la obligación de reservar cuando los hijos de un matrimonio, mayores de edad,
que tengan derecho a los bienes, renuncien expresamente a él, o cuando se trate de cosas
dadas o dejadas por los hijos a su padre o a su madre, sabiendo que estaban segunda vez
casados.

Artículo 971. 
Cesará además la reserva si al morir el padre o la madre que contrajo segundo
matrimonio no existen hijos ni descendientes del primero.

– 138 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 972. 
A pesar de la obligación de reservar, podrá el padre o madre, segunda vez casado,
mejorar en los bienes reservables a cualquiera de los hijos o descendientes del primer
matrimonio, conforme a lo dispuesto en el artículo 823.

Artículo 973. 
Si el padre o la madre no hubiere usado, en todo o en parte, de la facultad que le
concede el artículo anterior, los hijos y descendientes del primer matrimonio sucederán en
los bienes sujetos a reserva, conforme a las reglas prescritas para la sucesión en línea
descendente, aunque a virtud de testamento hubiesen heredado desigualmente al cónyuge
premuerto o hubiesen repudiado su herencia.
El hijo desheredado justamente por el padre o por la madre perderá todo derecho a la
reserva, pero si tuviere hijos o descendientes, se estará a lo dispuesto en el artículo 857 y en
el número 2 del artículo 164.

Artículo 974. 
Serán válidas las enajenaciones de los bienes inmuebles reservables hechas por el
cónyuge sobreviviente antes de celebrar segundas bodas, con la obligación, desde que las
celebrare, de asegurar el valor de aquéllos a los hijos y descendientes del primer
matrimonio.

Artículo 975. 
La enajenación que de los bienes inmuebles sujetos a reserva hubiere hecho el viudo o
la viuda después de contraer segundo matrimonio subsistirá únicamente si a su muerte no
quedan hijos ni descendientes del primero, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley
Hipotecaria.

Artículo 976. 
Las enajenaciones de los bienes muebles hechas antes o después de contraer segundo
matrimonio serán válidas, salva siempre la obligación de indemnizar.

Artículo 977. 
El viudo o la viuda, al repetir matrimonio, hará inventariar todos los bienes sujetos a
reserva, anotar en el Registro de la Propiedad la calidad de reservables de los inmuebles
con arreglo a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria y tasar los muebles.

Artículo 978. 
Estará, además, obligado el viudo o viuda, al repetir matrimonio, a asegurar con
hipoteca:
1.º La restitución de los bienes muebles no enajenados en el estado que tuvieren al
tiempo de su muerte.
2.º El abono de los deterioros ocasionados o que se ocasionaren por su culpa o
negligencia.
3.º La devolución del precio que hubiese recibido por los bienes muebles enajenados o la
entrega del valor que tenían al tiempo de la enajenación, si ésta se hubiese hecho a título
gratuito.
4.º El valor de los bienes inmuebles válidamente enajenados.

Artículo 979. 
Lo dispuesto en los artículos anteriores para el caso de segundo matrimonio rige
igualmente en el tercero y ulteriores.

– 139 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 980. 
La obligación de reservar impuesta en los anteriores artículos será también aplicable:
1.° Al viudo que durante el matrimonio haya tenido o en estado de viudez tenga un hijo
no matrimonial.
2.° Al viudo que adopte a otra persona. Se exceptúa el caso de que el adoptado sea hijo
del consorte de quien descienden los que serían reservatorios.
Dicha obligación de reservar surtirá efecto, respectivamente, desde el nacimiento o la
adopción del hijo.

Sección tercera. Del derecho de acrecer

Artículo 981. 
En las sucesiones legítimas la parte del que repudia la herencia acrecerá siempre a los
coherederos.

Artículo 982. 
Para que en la sucesión testamentaria tenga lugar el derecho de acrecer, se requiere:
1.º Que dos o más sean llamados a una misma herencia, o a una misma porción de ella,
sin especial designación de partes.
2.º Que uno de los llamados muera antes que el testador, o que renuncie la herencia, o
sea incapaz de recibirla.

Artículo 983. 
Se entenderá hecha la designación por partes sólo en el caso de que el testador haya
determinado expresamente una cuota para cada heredero.
La frase «por mitad o por partes iguales» u otras que, aunque designen parte alícuota,
no fijan ésta numéricamente o por señales que hagan a cada uno dueño de un cuerpo de
bienes separado, no excluyen el derecho de acrecer.

Artículo 984. 
Los herederos a quienes acrezca la herencia sucederán en todos los derechos y
obligaciones que tendría el que no quiso o no pudo recibirla.

Artículo 985. 
Entre los herederos forzosos el derecho de acrecer sólo tendrá lugar cuando la parte de
libre disposición se deje a dos o más de ellos, o a alguno de ellos y a un extraño.
Si la parte repudiada fuere la legítima, sucederán en ella los coherederos por su derecho
propio, y no por el derecho de acrecer.

Artículo 986. 
En la sucesión testamentaria, cuando no tenga lugar el derecho de acrecer, la porción
vacante del instituido, a quien no se hubiese designado sustituto, pasará a los herederos
legítimos del testador, los cuales la recibirán con las mismas cargas y obligaciones.

Artículo 987. 
El derecho de acrecer tendrá también lugar entre los legatarios y los usufructuarios en
los términos establecidos para los herederos.

Sección cuarta. De la aceptación y repudiación de la herencia

Artículo 988. 
La aceptación y repudiación de la herencia son actos enteramente voluntarios y libres.

– 140 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 989. 
Los efectos de la aceptación y de la repudiación se retrotraen siempre al momento de la
muerte de la persona a quien se hereda.

Artículo 990. 
La aceptación o la repudiación de la herencia no podrá hacerse en parte, a plazo, ni
condicionalmente.

Artículo 991. 
Nadie podrá aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya
de heredar y de su derecho a la herencia.

Artículo 992. 
Pueden aceptar o repudiar una herencia todos los que tienen la libre disposición de sus
bienes.
La aceptación de la que se deje a los pobres corresponderá a las personas designadas
por el testador para calificarlo y distribuir los bienes, y en su defecto a las que señala el
artículo 749, y se entenderá aceptada a beneficio de inventario.

Artículo 993. 
Los legítimos representantes de las asociaciones, corporaciones y fundaciones capaces
de adquirir podrán aceptar la herencia que a las mismas se dejare; mas para repudiarla
necesitan la aprobación judicial, con audiencia del Ministerio público.

Artículo 994. 
Los establecimientos públicos oficiales no podrán aceptar ni repudiar herencia sin la
aprobación del Gobierno.

Artículo 995. 
Cuando la herencia sea aceptada sin beneficio de ínventario, por persona casada y no
concurra el otro cónyuge, prestando su consentimiento a la aceptación, no responderán de
las deudas hereditarias los bienes de la sociedad conyugal.

Artículo 996. 
Si la sentencia de incapacitación por enfermedades o deficiencias físicas o psíquicas no
dispusiere otra cosa, el sometido a curatela podrá, asistido del curador, aceptar la herencia
pura y simplemente o a beneficio de inventario.

Artículo 997. 
La aceptación y la repudiación de la herencia, una vez hechas, son irrevocables, y no
podrán ser impugnadas sino cuando adoleciesen de algunos de los vicios que anulan el
consentimiento, o apareciese un testamento desconocido.

Artículo 998. 
La herencia podrá ser aceptada pura y simplemente o a beneficio de inventario.

Artículo 999. 
La aceptación pura y simple puede ser expresa o tácita.
Expresa es la que se hace en documento público o privado.
Tácita es la que se hace por actos que suponen necesariamente la voluntad de aceptar,
o que no habría derecho a ejecutar sino con la cualidad de heredero.
Los actos de mera conservación o administración provisional no implican la aceptación
de la herencia, si con ellos no se ha tomado el título o la cualidad de heredero.

– 141 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1000. 
Entiéndese aceptada la herencia:
1.º Cuando el heredero vende, dona o cede su derecho a un extraño, a todos sus
coherederos o a alguno de ellos.
2.º Cuando el heredero la renuncia, aunque sea gratuitamente, a beneficio de uno o más
de sus coherederos.
3.º Cuando la renuncia por precio a favor de todos sus coherederos indistintamente;
pero, si esta renuncia fuere gratuita y los coherederos a cuyo favor se haga son aquellos a
quienes debe acrecer la porción renunciada, no se entenderá aceptada la herencia.

Artículo 1001. 
Si el heredero repudia la herencia en perjuicio de sus propios acreedores, podrán éstos
pedir al Juez que los autorice para aceptarla en nombre de aquél.
La aceptación sólo aprovechará a los acreedores en cuanto baste a cubrir el importe de
sus créditos. El exceso, si lo hubiere, no pertenecerá en ningún caso al renunciante, sino
que se adjudicará a las personas a quienes corresponda según las reglas establecidas en
este Código.

Artículo 1002. 
Los herederos que hayan sustraído u ocultado algunos efectos de la herencia pierden la
facultad de renunciarla y quedan con el carácter de herederos puros y simples, sin perjuicio
de las penas en que hayan podido incurrir.

Artículo 1003. 
Por la aceptación pura y simple, o sin beneficio de inventario, quedará el heredero
responsable de todas las cargas de la herencia, no sólo con los bienes de ésta, sino también
con los suyos propios.

Artículo 1004. 
Hasta pasados nueve días después de la muerte de aquel de cuya herencia se trate, no
podrá intentarse acción contra el heredero para que acepte o repudie.

Artículo 1005. 
Instando, en juicio, un tercer interesado para que el heredero acepte o repudie, deberá el
Juez señalar a éste un término, que no pase de treinta días, para que haga su declaración;
apercibido de que, si no lo hace, se tendrá la herencia por aceptada.

Artículo 1006. 
Por muerte del heredero sin aceptar ni repudiar la herencia pasará a los suyos el mismo
derecho que él tenía.

Artículo 1007. 
Cuando fueren varios los herederos llamados a la herencia, podrán los unos aceptarla y
los otros repudiarla. De igual libertad gozará cada uno de los herederos para aceptarla pura
y simplemente o a beneficio de inventario.

Artículo 1008. 
La repudiación de la herencia deberá hacerse en instrumento público auténtico, o por
escrito presentado ante el Juez competente para conocer de la testamentaría o del
abintestato.

– 142 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1009. 
El que es llamado a una misma herencia por testamento y ab intestato y la repudia por el
primer título, se entiende haberla repudiado por los dos.
Repudiándola como heredero ab intestato y sin noticia de su título testamentario, podrá
todavía aceptarla por éste.

Sección quinta. Del beneficio de inventario y del derecho de deliberar

Artículo 1010. 
Todo heredero puede aceptar la herencia a beneficio de inventario, aunque el testador
se lo haya prohibido.
También podrá pedir la formación de inventario antes de aceptar o repudiar la herencia,
para deliberar sobre este punto.

Artículo 1011. 
La aceptación de la herencia a beneficio de inventario podrá hacerse ante Notario, o por
escrito ante cualquiera de los Jueces que sean competentes para prevenir el juicio de
testamentaría o ab intestato.

Artículo 1012. 
Si el heredero a que se refiere el artículo anterior se hallare en país extranjero, podrá
hacer dicha declaración ante el Agente diplomático o consular de España que esté habilitado
para ejercer las funciones de Notario en el lugar del otorgamiento.

Artículo 1013. 
La declaración a que se refieren los artículos anteriores no producirá efecto alguno si no
va precedida o seguida de un inventario fiel y exacto de todos los bienes de la herencia,
hecho con las formalidades y dentro de los plazos que se expresarán en los artículos
siguientes.

Artículo 1014. 
El heredero que tenga en su poder los bienes de la herencia o parte de ellos y quiera
utilizar el beneficio de inventario o el derecho de deliberar, deberá manifestarlo al Juez
competente para conocer de la testamentaría, o del ab intestato, dentro de diez días
siguientes al en que supiere ser tal heredero, si reside en el lugar donde hubiese fallecido el
causante de la herencia. Si residiere fuera, el plazo será de treinta días.
En uno y otro caso, el heredero deberá pedir a la vez la formación del inventario y la
citación a los acreedores y legatarios para que acudan a presenciarlo si les conviniere.

Artículo 1015. 
Cuando el heredero no tenga en su poder la herencia o parte de ella, ni haya practicado
gestión alguna como tal heredero, los plazos expresados en el artículo anterior se contarán
desde el día siguiente al en que expire el plazo que el Juez le hubiese fijado para aceptar o
repudiar la herencia conforme al artículo 1.005, o desde el día en que la hubiese aceptado o
hubiera gestionado como heredero.

Artículo 1016. 
Fuera de los casos a que se refieren los dos anteriores artículos, si no se hubiere
presentado ninguna demanda contra el heredero, podrá éste aceptar a beneficio de
inventario, o con el derecho de deliberar, mientras no prescriba la acción para reclamar la
herencia.

– 143 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1017. 
El inventario se principiará dentro de los treinta días siguientes a la citación de los
acreedores y legatarios, y concluirá dentro de otros sesenta.
Si por hallarse los bienes a larga distancia, o ser muy cuantiosos, o por otra causa justa,
parecieren insuficientes dichos sesenta días, podrá el Juez prorrogar este término por el
tiempo que estime necesario, sin que pueda exceder de un año.

Artículo 1018. 
Si por culpa o negligencia del heredero no se principiare o no se concluyere el inventario
en los plazos y con las solemnidades prescritas en los artículos anteriores, se entenderá que
acepta la herencia pura y simplemente.

Artículo 1019. 
El heredero que se hubiese reservado el derecho de deliberar, deberá manifestar al
Juzgado, dentro de treinta días contados desde el siguiente al en que se hubiere concluido el
inventario, si acepta o repudia la herencia.
Pasados los treinta días sin hacer dicha manifestación, se entenderá que la acepta pura
y simplemente.

Artículo 1020. 
En todo caso el Juez podrá proveer, a instancia de parte interesada, durante la
formación del inventario y hasta la aceptación de la herencia, a la administración y custodia
de los bienes hereditarios con arreglo a lo que se prescriba para el juicio de testamentaría en
la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 1021. 
El que reclame judicialmente una herencia de que otro se halle en posesión por más de
un año, si venciere en el juicio, no tendrá obligación de hacer inventario para gozar de este
beneficio, y sólo responderá de las cargas de la herencia con los bienes que le sean
entregados.

Artículo 1022. 
El inventario hecho por el heredero que después repudie la herencia aprovechará a los
sustitutos y a los herederos ab intestato, respecto de los cuales los treinta días para deliberar
y para hacer la manifestación que previene el artículo 1.019 se contarán desde el siguiente
al en que tuvieren conocimiento de la repudiación.

Artículo 1023. 
El beneficio de inventario produce en favor del heredero los efectos siguientes:
1.º El heredero no queda obligado a pagar las deudas y demás cargas de la herencia
sino hasta donde alcancen los bienes de la misma.
2.º Conserva contra el caudal hereditario todos los derechos y acciones que tuviera
contra el difunto.
3.º No se confunden para ningún efecto, en daño del heredero, sus bienes particulares
con los que pertenezcan a la herencia.

Artículo 1024. 
El heredero perderá el beneficio de inventario:
1.º Si a sabiendas dejare de incluir en el inventario alguno de los bienes, derechos o
acciones de la herencia.
2.º Si antes de completar el pago de las deudas y legados enajenase bienes de la
herencia sin autorización judicial o la de todos los interesados, o no diese al precio de lo
vendido la aplicación determinada al concederle la autorización.

– 144 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1025. 
Durante la formación del inventario y el término para deliberar no podrán los legatarios
demandar el pago de sus legados.

Artículo 1026. 
Hasta que resulten pagados todos los acreedores conocidos y los legatarios, se
entenderá que se halla la herencia en administración.
El administrador, ya lo sea el mismo heredero, ya cualquiera otra persona, tendrá, en
ese concepto, la representación de la herencia para ejercitar las acciones que a ésta
competan y contestar a las demandas que se interpongan contra la misma.

Artículo 1027. 
El administrador no podrá pagar los legados sino después de haber pagado a todos los
acreedores.

Artículo 1028. 
Cuando haya juicio pendiente entre los acreedores sobre la preferencia de sus créditos,
serán pagados por el orden y según el grado que señale la sentencia firme de graduación.
No habiendo juicio pendiente entre los acreedores, serán pagados los que primero se
presenten; pero, constando que alguno de los créditos conocidos es preferente, no se hará
el pago sin previa caución a favor del acreedor de mejor derecho.

Artículo 1029. 
Si después de pagados los legados aparecieren otros acreedores, éstos sólo podrán
reclamar contra los legatarios en el caso de no quedar en la herencia bienes suficientes para
pagarles.

Artículo 1030. 
Cuando para el pago de los créditos y legados sea necesaria la venta de bienes
hereditarios, se realizará ésta en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento Civil
respecto a los ab intestatos y testamentarías, salvo si todos los herederos, acreedores y
legatarios acordaren otra cosa.

Artículo 1031. 
No alcanzando los bienes hereditarios para el pago de las deudas y legados, el
administrador dará cuenta de su administración a los acreedores y legatarios que no
hubiesen cobrado por completo, y será responsable de los perjuicios causados a la herencia
por culpa o negligencia suya.

Artículo 1032. 
Pagados los acreedores y legatarios, quedará el heredero en el pleno goce del
remanente de la herencia.
Si la herencia hubiese sido administrada por otra persona, ésta rendirá al heredero la
cuenta de su administración, bajo la responsabilidad que impone el artículo anterior.

Artículo 1033. 
Las costas del inventario y los demás gastos a que dé lugar la administración de la
herencia aceptada a beneficio de inventario y la defensa de sus derechos serán de cargo de
la misma herencia. Exceptúanse aquellas costas en que el heredero hubiese sido
condenado personalmente por su dolo o mala fe.
Lo mismo se entenderá respecto de las causadas para hacer uso del derecho de
deliberar, si el heredero repudia la herencia.

– 145 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1034. 
Los acreedores particulares del heredero no podrán mezclarse en las operaciones de la
herencia aceptada por éste a beneficio de inventario hasta que sean pagados los acreedores
de la misma y los legatarios; pero podrán pedir la retención o embargo del remanente que
pueda resultar a favor del heredero.

CAPÍTULO VI
De la colación y partición

Sección primera. De la colación

Artículo 1035. 
El heredero forzoso que concurra, con otros que también lo sean, a una sucesión deberá
traer a la masa hereditaria los bienes o valores que hubiese recibido del causante de la
herencia, en vida de éste, por dote, donación u otro título lucrativo, para computarlo en la
regulación de las legítimas y en la cuenta de partición.

Artículo 1036. 
La colación no tendrá lugar entre los herederos forzosos si el donante así lo hubiese
dispuesto expresamente o si el donatario repudiare la herencia, salvo el caso en que la
donación deba reducirse por inoficiosa.

Artículo 1037. 
No se entiende sujeto a colación lo dejado en testamento si el testador no dispusiere lo
contrario, quedando en todo caso a salvo las legítimas.

Artículo 1038. 
Cuando los nietos sucedan al abuelo en representación del padre, concurriendo con sus
tíos o primos, colacionarán todo lo que debiera colacionar el padre si viviera, aunque no lo
hayan heredado.
También colacionarán lo que hubiesen recibido del causante de la herencia durante la
vida de éste, a menos que el testador hubiese dispuesto lo contrario, en cuyo caso deberá
respetarse su voluntad si no perjudicare a la legítima de los coherederos.

Artículo 1039. 
Los padres no estarán obligados a colacionar en la herencia de sus ascendientes lo
donado por éstos a sus hijos.

Artículo 1040. 
Tampoco se traerán a colación las donaciones hechas al consorte del hijo; pero si
hubieren sido hechas por el padre conjuntamente a los dos, el hijo estará obligado a
colacionar la mitad de la cosa donada.

Artículo 1041. 
No estarán sujetos a colación los gastos de alimentos, educación, curación de
enfermedades, aunque sean extraordinarias, aprendizaje, equipo ordinario, ni los regalos de
costumbre.
Tampoco estarán sujetos a colación los gastos realizados por los padres y ascendientes
para cubrir las necesidades especiales de sus hijos o descendientes con discapacidad

Artículo 1042. 
No se traerán a colación, sino cuando el padre lo disponga o perjudiquen a la legítima,
los gastos que éste hubiere hecho para dar a sus hijos una carrera profesional o artística;

– 146 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

pero cuando proceda colacionarlos, se rebajará de ellos lo que el hijo habría gastado
viviendo en la casa y compañía de sus padres.

Artículo 1043. 
Serán colacionables las cantidades satisfechas por el padre para redimir a sus hijos de la
suerte de soldado, pagar sus deudas, conseguirles un título de honor y otros gastos
análogos.

Artículo 1044. 
Los regalos de boda, consistentes en joyas, vestidos y equipos, no se reducirán como
inoficiosos sino en la parte que excedan en un décimo o más de la cantidad disponible por
testamento.

Artículo 1045. 
No han de traerse a colación y partición las mismas cosas donadas, sino su valor al
tiempo en que se evalúen los bienes hereditarios.
El aumento o deterioro físico posterior a la donación y aun su pérdida total, casual o
culpable, será a cargo y riesgo o beneficio del donatario.

Artículo 1046. 
La dote o donación hecha por ambos cónyuges se colacionará por mitad en la herencia
de cada uno de ellos. La hecha por uno solo se colacionará en su herencia.

Artículo 1047. 
El donatario tomará de menos en la masa hereditaria tanto como ya hubiese recibido,
percibiendo sus coherederos el equivalente, en cuanto sea posible, en bienes de la misma
naturaleza, especie y calidad.

Artículo 1048. 
No pudiendo verificarse lo prescrito en el artículo anterior, si los bienes donados fueren
inmuebles, los coherederos tendrán derecho a ser igualados en metálico o valores
mobiliarios al tipo de cotización; y, no habiendo dinero ni valores cotizables en la herencia,
se venderán otros bienes en pública subasta en la cantidad necesaria.
Cuando los bienes donados fueren muebles, los coherederos sólo tendrán derecho a ser
igualados en otros muebles de la herencia por el justo precio, a su libre elección.

Artículo 1049. 
Los frutos e intereses de los bienes sujetos a colación no se deben a la masa hereditaria
sino desde el día en que se abra la sucesión.
Para regularlos, se atenderá a las rentas e intereses de los bienes hereditarios de la
misma especie que los colacionados.

Artículo 1050. 
Si entre los coherederos surgiere contienda sobre la obligación de colacionar o sobre los
objetos que han de traerse a colación, no por eso dejará de proseguirse la partición,
prestando la correspondiente fianza.

Sección segunda. De la partición

Artículo 1051. 
Ningún coheredero podrá ser obligado a permanecer en la indivisión de la herencia, a
menos que el testador prohíba expresamente la división.
Pero, aun cuando la prohíba, la división tendrá siempre lugar mediante alguna de las
causas por las cuales se extingue la sociedad.

– 147 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1052. 
Todo coheredero que tenga la libre administración y disposición de sus bienes podrá
pedir en cualquier tiempo la partición de la herencia.
Por los incapacitados y por los ausentes deberán pedirla sus representantes legítimos.

Artículo 1053. 
Cualquiera de los cónyuges podrá pedir la partición de la herencia sin intervención del
otro.

Artículo 1054. 
Los herederos bajo condición no podrán pedir la partición hasta que aquélla se cumpla.
Pero podrán pedirla los otros coherederos, asegurando competentemente el derecho de los
primeros para el caso de cumplirse la condición; y, hasta saberse que ésta ha faltado o no
puede ya verificarse, se entenderá provisional la partición.

Artículo 1055. 
Si antes de hacerse la partición muere uno de los coherederos, dejando dos o más
herederos, bastará que uno de éstos la pida; pero todos los que intervengan en este último
concepto deberán comparecer bajo una sola representación.

Artículo 1056. 
Cuando el testador hiciere, por acto entre vivos o por última voluntad, la partición de sus
bienes, se pasará por ella, en cuanto no perjudique a la legítima de los herederos forzosos.
El testador que en atención a la conservación de la empresa o en interés de su familia
quiera preservar indivisa una explotación económica o bien mantener el control de una
sociedad de capital o grupo de éstas podrá usar de la facultad concedida en este artículo,
disponiendo que se pague en metálico su legítima a los demás interesados. A tal efecto, no
será necesario que exista metálico suficiente en la herencia para el pago, siendo posible
realizar el abono con efectivo extrahereditario y establecer por el testador o por el contador-
partidor por él designado aplazamiento, siempre que éste no supere cinco años a contar
desde el fallecimiento del testador; podrá ser también de aplicación cualquier otro medio de
extinción de las obligaciones. Si no se hubiere establecido la forma de pago, cualquier
legitimario podrá exigir su legítima en bienes de la herencia. No será de aplicación a la
partición así realizada lo dispuesto en el artículo 843 y en el párrafo primero del artículo 844.

Artículo 1057. 
El testador podrá encomendar por acto «inter vivos» o «mortis causa» para después de
su muerte la simple facultad de hacer la partición a cualquier persona que no sea uno de los
coherederos.
No habiendo testamento, contador-partidor en él designado o vacante el cargo, el Juez,
a petición de herederos y legatarios que representen, al menos, el 50 por 100 del haber
hereditario, y con citación de los demás interesados, si su domicilio fuere conocido, podrá
nombrar un contador-partidor dativo, según las reglas que la Ley de Enjuiciamiento Civil
establece para la designación de Peritos. La partición así realizada requerirá aprobación
judicial, salvo confirmación expresa de todos los herederos y legatarios.
Lo dispuesto en este artículo y en el anterior se observará aunque entre los coherederos
haya alguno sometido a patria potestad o tutela, o a curatela por prodigalidad o por
enfermedades o deficiencias físicas o psíquicas; pero el contador partidor deberá en estos
casos inventariar los bienes de la herencia, con citación de los representantes legales o
curadores de dichas personas.

– 148 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1058. 
Cuando el testador no hubiese hecho la partición, ni encomendado a otro esta facultad,
si los herederos fueren mayores y tuvieren la libre administración de sus bienes, podrán
distribuir la herencia de la manera que tengan por conveniente.

Artículo 1059. 
Cuando los herederos mayores de edad no se entendieren sobre el modo de hacer la
partición, quedará a salvo su derecho para que lo ejerciten en la forma prevenida en la Ley
de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 1060. 
Cuando los menores o incapacitados estén legalmente representados en la partición, no
será necesaria la intervención ni la aprobación judicial.
El defensor judicial designado para representar a un menor o incapacitado en una
partición, deberá obtener la aprobación del Juez, si éste no hubiera dispuesto otra cosa al
hacer el nombramiento.

Artículo 1061. 
En la partición de la herencia se ha de guardar la posible igualdad, haciendo lotes o
adjudicando a cada uno de los coherederos cosas de la misma naturaleza, calidad o
especie.

Artículo 1062. 
Cuando una cosa sea indivisible o desmerezca mucho por su división, podrá adjudicarse
a uno, a calidad de abonar a los otros el exceso en dinero.
Pero bastará que uno solo de los herederos pida su venta en pública subasta, y con
admisión de licitadores extraños, para que así se haga.

Artículo 1063. 
Los coherederos deben abonarse recíprocamente en la partición las rentas y frutos que
cada uno haya percibido de los bienes hereditarios, las impensas útiles y necesarias hechas
en los mismos, y los daños ocasionados por malicia o negligencia.

Artículo 1064. 
Los gastos de partición, hechos en interés común de todos los coherederos, se
deducirán de la herencia; los hechos en interés particular de uno de ellos, serán a cargo del
mismo.

Artículo 1065. 
Los títulos de adquisición o pertenencia serán entregados al coheredero adjudicatario de
la finca o fincas a que se refieran.

Artículo 1066. 
Cuando el mismo título comprenda varias fincas adjudicadas a diversos coherederos, o
una sola que se haya dividido entre dos a más, el título quedará en poder del mayor
interesado en la finca o fincas, y se facilitarán a los otros copias fehacientes, a costa del
caudal hereditario. Si el interés fuere igual, el título se entregará, a falta de acuerdo, a quien
por suerte corresponda.
Siendo original, aquel en cuyo poder quede deberá también exhibirlo a los demás
interesados cuando lo pidieren.

– 149 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1067. 
Si alguno de los herederos vendiere a un extraño su derecho hereditario antes de la
partición, podrán todos o cualquiera de los coherederos subrogarse en lugar del comprador,
reembolsándole el precio de la compra, con tal que lo verifiquen en término de un mes, a
contar desde que esto se les haga saber.

Sección tercera. De los efectos de la partición

Artículo 1068. 
La partición legalmente hecha confiere a cada heredero la propiedad exclusiva de los
bienes que le hayan sido adjudicados.

Artículo 1069. 
Hecha la partición, los coherederos estarán recíprocamente obligados a la evicción y
saneamiento de los bienes adjudicados.

Artículo 1070. 
La obligación a que se refiere el artículo anterior sólo cesará en los siguientes casos:
1.º Cuando el mismo testador hubiese hecho la partición, a no ser que aparezca, o
racionalmente se presuma, haber querido lo contrario, y salva siempre la legítima.
2.º Cuando se hubiese pactado expresamente al hacer la partición.
3.º Cuando la evicción proceda de causa posterior a la partición, o fuere ocasionada por
culpa del adjudicatario.

Artículo 1071. 
La obligación recíproca de los coherederos a la evicción es proporcionada a su
respectivo haber hereditario; pero si alguno de ellos resultare insolvente, responderán de su
parte los demás coherederos en la misma proporción, deduciéndose la parte
correspondiente al que deba ser indemnizado.
Los que pagaren por el insolvente conservarán su acción contra él para cuando mejore
de fortuna.

Artículo 1072. 
Si se adjudicare como cobrable un crédito, los coherederos no responderán de la
insolvencia posterior del deudor hereditario, y sólo serán responsables de su insolvencia al
tiempo de hacerse la partición.
Por los créditos calificados de incobrables no hay responsabilidad; pero, si se cobran en
todo o en parte, se distribuirá lo percibido proporcionalmente entre los herederos.

Sección cuarta. De la rescisión de la partición

Artículo 1073. 
Las particiones pueden rescindirse por las mismas causas que las obligaciones.

Artículo 1074. 
Podrán también ser rescindidas las particiones por causa de lesión en más de la cuarta
parte, atendido el valor de las cosas cuando fueron adjudicadas.

Artículo 1075. 
La partición hecha por el difunto no puede ser impugnada por causa de lesión, sino en el
caso de que perjudique la legítima de los herederos forzosos o de que aparezca, o
racionalmente se presuma, que fue otra la voluntad del testador.

– 150 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1076. 
La acción rescisoria por causa de lesión durará cuatro años, contados desde que se hizo
la partición.

Artículo 1077. 
El heredero demandado podrá optar entre indemnizar el daño o consentir que se
proceda a nueva partición.
La indemnización puede hacerse en numerario o en la misma cosa en que resultó el
perjuicio.
Si se procede a nueva partición, no alcanzará ésta a los que no hayan sido perjudicados
ni percibido más de lo justo.

Artículo 1078. 
No podrá ejercitar la acción rescisoria por lesión el heredero que hubiese enajenado el
todo o una parte considerable de los bienes inmuebles que le hubieren sido adjudicados.

Artículo 1079. 
La omisión de alguno o algunos objetos o valores de la herencia no da lugar a que se
rescinda la partición por lesión, sino a que se complete o adicione con los objetos o valores
omitidos.

Artículo 1080. 
La partición hecha con preterición de alguno de los herederos no se rescindirá, a no ser
que se pruebe que hubo mala fe o dolo por parte de los otros interesados; pero éstos
tendrán la obligación de pagar al preterido la parte que proporcionalmente le corresponda.

Artículo 1081. 
La partición hecha con uno a quien se creyó heredero sin serlo será nula.

Sección quinta. Del pago de las deudas hereditarias

Artículo 1082. 
Los acreedores reconocidos como tales podrán oponerse a que se lleve a efecto la
partición de la herencia hasta que se les pague o afiance el importe de sus créditos.

Artículo 1083. 
Los acreedores de uno o más de los coherederos podrán intervenir a su costa en la
partición para evitar que ésta se haga en fraude o perjuicio de sus derechos.

Artículo 1084. 
Hecha la partición, los acreedores podrán exigir el pago de sus deudas por entero de
cualquiera de los herederos que no hubiere aceptado la herencia a beneficio de inventario, o
hasta donde alcance su porción hereditaria, en el caso de haberla admitido con dicho
beneficio.
En uno y otro caso el demandado tendrá derecho a hacer citar y emplazar a sus
coherederos, a menos que por disposición del testador, o a consecuencia de la partición,
hubiere quedado él solo obligado al pago de la deuda.

Artículo 1085. 
El coheredero que hubiese pagado más de lo que corresponda a su participación en la
herencia podrá reclamar de los demás su parte proporcional.
Esto mismo se observará cuando, por ser la deuda hipotecaria o consistir en cuerpo
determinado, la hubiese pagado íntegramente. El adjudicatario, en este caso, podrá reclamar

– 151 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

de sus coherederos sólo la parte proporcional, aunque el acreedor le haya cedido sus
acciones y subrogándole en su lugar.

Artículo 1086. 
Estando alguna de las fincas de la herencia gravada con renta o carga real perpetua, no
se procederá a su extinción, aunque sea redimible, sino cuando la mayor parte de los
coherederos lo acordare.
No acordándolo así, o siendo la carga irredimible, se rebajará su valor o capital del de la
finca, y ésta pasará con la carga al que le toque en lote o por adjudicación.

Artículo 1087. 
El coheredero acreedor del difunto puede reclamar de los otros el pago de su crédito,
deducida su parte proporcional como tal heredero, y sin perjuicio de lo establecido en la
sección 5.ª, capítulo VI, de este título.

LIBRO IV
De las obligaciones y contratos

TÍTULO PRIMERO
De las obligaciones

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1088. 
Toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer alguna cosa.

Artículo 1089. 
Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasi contratos, y de los actos y
omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia.

Artículo 1090. 
Las obligaciones derivadas de la ley no se presumen. Sólo son exigibles las
expresamente determinadas en este Código o en leyes especiales, y se regirán por los
preceptos de la ley que las hubiere establecido; y, en lo que ésta no hubiere previsto, por las
disposiciones del presente libro.

Artículo 1091. 
Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes
contratantes, y deben cumplirse a tenor de los mismos.

Artículo 1092. 
Las obligaciones civiles que nazcan de los delitos o faltas se regirán por las
disposiciones del Código Penal.

Artículo 1093. 
Las que se deriven de actos u omisiones en que intervenga culpa o negligencia no
penadas por la ley, quedarán sometidas a las disposiciones del capítulo II del título XVI de
este libro.

– 152 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO II
De la naturaleza y efecto de las obligaciones

Artículo 1094. 
El obligado a dar alguna cosa lo está también a conservarla con la diligencia propia de
un buen padre de familia.

Artículo 1095. 
El acreedor tiene derecho a los frutos de la cosa desde que nace la obligación de
entregarla. Sin embargo, no adquirirá derecho real sobre ella hasta que le haya sido
entregada.

Artículo 1096. 
Cuando lo que deba entregarse sea una cosa determinada, el acreedor,
independientemente del derecho que le otorga el artículo 1.101, puede compeler al deudor a
que realice la entrega.
Si la cosa fuere indeterminada o genérica, podrá pedir que se cumpla la obligación a
expensas del deudor.
Si el obligado se constituye en mora, o se halla comprometido a entregar una misma
cosa a dos o más personas diversas, serán de su cuenta los casos fortuitos hasta que se
realice la entrega.

Artículo 1097. 
La obligación de dar cosa determinada comprende la de entregar todos sus accesorios,
aunque no hayan sido mencionados.

Artículo 1098. 
Si el obligado a hacer alguna cosa no la hiciere, se mandará ejecutar a su costa.
Esto mismo se observará si la hiciere contraviniendo al tenor de la obligación. Además
podrá decretarse que se deshaga lo mal hecho.

Artículo 1099. 
Lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo anterior se observará también cuando la
obligación consista en no hacer y el deudor ejecutare lo que le había sido prohibido.

Artículo 1100. 
Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que el acreedor
les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación.
No será, sin embargo, necesaria la intimación del acreedor para que la mora exista:
1.º Cuando la obligación o la ley lo declaren así expresamente.
2.º Cuando de su naturaleza y circunstancias resulte que la designación de la época en
que había de entregarse la cosa o hacerse el servicio, fue motivo determinante para
establecer la obligación.
En las obligaciones recíprocas ninguno de los obligados incurre en mora si el otro no
cumple o no se allana a cumplir debidamente lo que le incumbe. Desde que uno de los
obligados cumple su obligación, empieza la mora para el otro.

Artículo 1101. 
Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el
cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de
cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas.

– 153 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1102. 
La responsabilidad procedente del dolo es exigible en todas las obligaciones. La
renuncia de la acción para hacerla efectiva es nula.

Artículo 1103. 
La responsabilidad que proceda de negligencia es igualmente exigible en el
cumplimiento de toda clase de obligaciones; pero podrá moderarse por los Tribunales según
los casos.

Artículo 1104. 
La culpa o negligencia del deudor consiste en la omisión de aquella diligencia que exija
la naturaleza de la obligación y corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo
y del lugar.
Cuando la obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su cumplimiento,
se exigirá la que correspondería a un buen padre de familia.

Artículo 1105. 
Fuera de los casos expresamente mencionados en la ley, y de los en que así lo declare
la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse, o
que, previstos, fueran inevitables.

Artículo 1106. 
La indemnización de daños y perjuicios comprende, no sólo el valor de la pérdida que
hayan sufrido, sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener el acreedor,
salvas las disposiciones contenidas en los artículos siguientes.

Artículo 1107. 
Los daños y perjuicios de que responde el deudor de buena fe son los previstos o que se
hayan podido prever al tiempo de constituirse la obligación y que sean consecuencia
necesaria de su falta de cumplimiento.
En caso de dolo responderá el deudor de todos los que conocidamente se deriven de la
falta de cumplimiento de la obligación.

Artículo 1108. 
Si la obligación consistiere en el pago de una cantidad de dinero, y el deudor incurriere
en mora, la indemnización de daños y perjuicios, no habiendo pacto en contrario, consistirá
en el pago de los intereses convenidos, y a falta de convenio, en el interés legal.
(Párrafo derogado)

Artículo 1109. 
Los intereses vencidos devengan el interés legal desde que son judicialmente
reclamados, aunque la obligación haya guardado silencio sobre este punto.
En los negocios comerciales se estará a lo que dispone el Código de Comercio.
Los Montes de Piedad y Cajas de Ahorro se regirán por sus reglamentos especiales.

Artículo 1110. 
El recibo del capital por el acreedor, sin reserva alguna respecto a los intereses, extingue
la obligación del deudor en cuanto a éstos.
El recibo del último plazo de un débito, cuando el acreedor tampoco hiciere reservas,
extinguirá la obligación en cuanto a los plazos anteriores.

– 154 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1111. 
Los acreedores, después de haber perseguido los bienes de que esté en posesión el
deudor para realizar cuanto se les debe, pueden ejercitar todos los derechos y acciones de
éste con el mismo fin, exceptuando los que sean inherentes a su persona; pueden también
impugnar los actos que el deudor haya realizado en fraude de su derecho.

Artículo 1112. 
Todos los derechos adquiridos en virtud de una obligación son transmisibles con
sujeción a las leyes, si no se hubiese pactado lo contrario.

CAPÍTULO III
De las diversas especies de obligaciones

Sección primera. De las obligaciones puras y de las condicionales

Artículo 1113. 
Será exigible desde luego toda obligación cuyo cumplimiento no dependa de un suceso
futuro o incierto, o de un suceso pasado, que los interesados ignoren.
También será exigible toda obligación que contenga condición resolutoria, sin perjuicio
de los efectos de la resolución

Artículo 1114. 
En las obligaciones condicionales la adquisición de los derechos, así como la resolución
o pérdida de los ya adquiridos, dependerán del acontecimiento que constituya la condición.

Artículo 1115. 
Cuando el cumplimiento de la condición dependa de la exclusiva voluntad del deudor, la
obligación condicional será nula. Si dependiere de la suerte o de la voluntad de un tercero, la
obligación surtirá todos sus efectos con arreglo a las disposiciones de este Código.

Artículo 1116. 
Las condiciones imposibles, las contrarias a las buenas costumbres y las prohibidas por
la ley anularán la obligación que de ellas dependa.
La condición de no hacer una cosa imposible se tiene por no puesta.

Artículo 1117. 
La condición de que ocurra algún suceso en un tiempo determinado extinguirá la
obligación desde que pasare el tiempo o fuere ya indudable que el acontecimiento no tendrá
lugar.

Artículo 1118. 
La condición de que no acontezca algún suceso en tiempo determinado hace eficaz la
obligación desde que pasó el tiempo señalado o sea ya evidente que el acontecimiento no
puede ocurrir.
Si no hubiere tiempo fijado, la condición deberá reputarse cumplida en el que
verosímilmente se hubiese querido señalar, atendida la naturaleza de la obligación.

Artículo 1119. 
Se tendrá por cumplida la condición cuando el obligado impidiese voluntariamente su
cumplimiento.

– 155 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1120. 
Los efectos de la obligación condicional de dar, una vez cumplida la condición, se
retrotraen al día de la constitución de aquélla. Esto no obstante, cuando la obligación
imponga recíprocas prestaciones a los interesados, se entenderán compensados unos con
otros los frutos e intereses del tiempo en que hubiese estado pendiente la condición. Si la
obligación fuere unilateral, el deudor hará suyos los frutos e intereses percibidos, a menos
que por la naturaleza y circunstancias de aquélla deba inferirse que fue otra la voluntad del
que la constituyó.
En las obligaciones de hacer y no hacer, los Tribunales determinarán, en cada caso, el
efecto retroactivo de la condición cumplida.

Artículo 1121. 
El acreedor puede, antes del cumplimiento de las condiciones, ejercitar las acciones
procedentes para la conservación de su derecho.
El deudor puede repetir lo que en el mismo tiempo hubiese pagado.

Artículo 1122. 
Cuando las condiciones fueren puestas con el intento de suspender la eficacia de la
obligación de dar, se observarán las reglas siguientes, en el caso de que la cosa mejore o se
pierda o deteriore pendiente la condición:
1.ª Si la cosa se perdió sin culpa del deudor, quedará extinguida la obligación.
2.ª Si la cosa se perdió por culpa del deudor, éste queda obligado al resarcimiento de
daños y perjuicios.
Entiéndese que la cosa se pierde cuando perece, queda fuera del comercio o
desaparece de modo que se ignora su existencia, o no se puede recobrar.
3.ª Cuando la cosa se deteriora sin culpa del deudor, el menoscabo es de cuenta del
acreedor.
4.ª Deteriorándose por culpa del deudor, el acreedor podrá optar entre la resolución de la
obligación y su cumplimiento, con la indemnización de perjuicios en ambos casos.
5.ª Si la cosa se mejora por su naturaleza, o por el tiempo, las mejoras ceden en favor
del acreedor.
6.ª Si se mejora a expensas del deudor, no tendrá éste otro derecho que el concedido al
usufructuario.

Artículo 1123. 
Cuando las condiciones tengan por objeto resolver la obligación de dar, los interesados,
cumplidas aquéllas, deberán restituirse lo que hubiesen percibido.
En el caso de pérdida, deterioro o mejora de la cosa, se aplicarán al que deba hacer la
restitución las disposiciones que respecto al deudor contiene el artículo precedente.
En cuanto a las obligaciones de hacer y no hacer, se observará, respecto a los efectos
de la resolución, lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 1.120.

Artículo 1124. 
La facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en las recíprocas, para el
caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe.
El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la
obligación, con el resarcimiento de daños y abono de intereses en ambos casos. También
podrá pedir la resolución, aun después de haber optado por el cumplimiento, cuando éste
resultare imposible.
El Tribunal decretará la resolución que se reclame, a no haber causas justificadas que le
autoricen para señalar plazo.
Esto se entiende sin perjuicio de los derechos de terceros adquirentes, con arreglo a los
artículos 1.295 y 1.298 y a las disposiciones de la Ley Hipotecaria.

– 156 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección segunda. De las obligaciones a plazo

Artículo 1125. 
Las obligaciones para cuyo cumplimiento se haya señalado un día cierto sólo serán
exigibles cuando el día llegue.
Entiéndese por día cierto aquel que necesariamente ha de venir, aunque se ignore
cuándo.
Si la incertidumbre consiste en si ha de llegar o no el día, la obligación es condicional, y
se regirá por las reglas de la sección precedente.

Artículo 1126. 
Lo que anticipadamente se hubiese pagado en las obligaciones a plazo, no se podrá
repetir.
Si el que pagó ignoraba, cuando lo hizo, la existencia del plazo, tendrá derecho a
reclamar del acreedor los intereses o los frutos que éste hubiese percibido de la cosa.

Artículo 1127. 
Siempre que en las obligaciones se designa un término, se presume establecido en
beneficio de acreedor y deudor, a no ser que del tenor de aquellas o de otras circunstancias
resultara haberse puesto en favor del uno o del otro.

Artículo 1128. 
Si la obligación no señalare plazo, pero de su naturaleza y circunstancias se dedujere
que ha querido concederse al deudor, los Tribunales fijarán la duración de aquél.
También fijarán los Tribunales la duración del plazo cuando éste haya quedado a
voluntad del deudor.

Artículo 1129. 
Perderá el deudor todo derecho a utilizar el plazo:
1.º Cuando, después de contraída la obligación, resulte insolvente, salvo que garantice la
deuda.
2.º Cuando no otorgue al acreedor las garantías a que estuviese comprometido.
3.º Cuando por actos propios hubiese disminuido aquellas garantías después de
establecidas, y cuando por caso fortuito desaparecieran, a menos que sean inmediatamente
sustituidas por otras nuevas e igualmente seguras.

Artículo 1130. 
Si el plazo de la obligación está señalado por días a contar desde uno determinado,
quedará éste excluido del cómputo, que deberá empezar en el día siguiente.

Sección tercera. De las obligaciones alternativas

Artículo 1131. 
El obligado alternativamente a diversas prestaciones debe cumplir por completo una de
éstas.
El acreedor no puede ser compelido a recibir parte de una y parte de otra.

Artículo 1132. 
La elección corresponde al deudor, a menos que expresamente se hubiese concedido al
acreedor.
El deudor no tendrá derecho a elegir las prestaciones imposibles, ilícitas o que no
hubieran podido ser objeto de la obligación.

– 157 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1133. 
La elección no producirá efecto sino desde que fuere notificada.

Artículo 1134. 
El deudor perderá el derecho de elección cuando de las prestaciones a que
alternativamente estuviese obligado, sólo una fuere realizable.

Artículo 1135. 
El acreedor tendrá derecho a la indemnización de daños y perjuicios cuando por culpa
del deudor hubieran desaparecido todas las cosas que alternativamente fueron objeto de la
obligación, o se hubiera hecho imposible el cumplimiento de ésta.
La indemnización se fijará tomando por base el valor de la última cosa que hubiese
desaparecido, o el del servicio que últimamente se hubiera hecho imposible.

Artículo 1136. 
Cuando la elección hubiere sido expresamente atribuida al acreedor, la obligación cesará
de ser alternativa desde el día en que aquélla hubiese sido notificada al deudor.
Hasta entonces las responsabilidades del deudor se regirán por las siguientes reglas:
1.ª Si alguna de las cosas se hubiese perdido por caso fortuito, cumplirá entregando la
que el acreedor elija entre las restantes, o la que haya quedado, si una sola subsistiera.
2.ª Si la pérdida de alguna de las cosas hubiese sobrevenido por culpa del deudor, el
acreedor podrá reclamar cualquiera de las que subsistan, o el precio de la que, por culpa de
aquél, hubiera desaparecido.
3.ª Si todas las cosas se hubiesen perdido por culpa del deudor, la elección del acreedor
recaerá sobre su precio.
Las mismas reglas se aplicarán a las obligaciones de hacer o de no hacer, en el caso de
que algunas o todas las prestaciones resultaren imposibles.

Sección cuarta. De las obligaciones mancomunadas y de las solidarias

Artículo 1137. 
La concurrencia de dos o más acreedores o de dos o más deudores en una sola
obligación no implica que cada uno de aquéllos tenga derecho a pedir, ni cada uno de éstos
deba prestar íntegramente las cosas objeto de la misma. Sólo habrá lugar a esto cuando la
obligación expresamente lo determine, constituyéndose con el carácter de solidaria.

Artículo 1138. 
Si del texto de las obligaciones a que se refiere el artículo anterior no resulta otra cosa, el
crédito o la deuda se presumirán divididos en tantas partes iguales como acreedores o
deudores haya, reputándose créditos o deudas distintos unos de otros.

Artículo 1139. 
Si la división fuere imposible, sólo perjudicarán al derecho de los acreedores los actos
colectivos de éstos y sólo podrá hacerse efectiva la deuda procediendo contra todos los
deudores. Si alguno de éstos resultare insolvente, no estarán los demás obligados a suplir
su falta.

Artículo 1140. 
La solidaridad podrá existir aunque los acreedores y deudores no estén ligados del
propio modo y por unos mismos plazos y condiciones.

– 158 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1141. 
Cada uno de los acreedores solidarios puede hacer lo que sea útil a los demás, pero no
lo que les sea perjudicial.
Las acciones ejercitadas contra cualquiera de los deudores solidarios perjudicarán a
todos éstos.

Artículo 1142. 
El deudor puede pagar la deuda a cualquiera de los acreedores solidarios; pero, si
hubiere sido judicialmente demandado por alguno, a éste deberá hacer el pago.

Artículo 1143. 
La novación, compensación, confusión o remisión de la deuda, hechas por cualquiera de
los acreedores solidarios o con cualquiera de los deudores de la misma clase, extinguen la
obligación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1.146.
El acreedor que haya ejecutado cualquiera de estos actos, así como el que cobre la
deuda, responderá a los demás de la parte que les corresponde en la obligación.

Artículo 1144. 
El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios o contra todos
ellos simultáneamente. Las reclamaciones entabladas contra uno no serán obstáculo para
las que posteriormente se dirijan contra los demás, mientras no resulte cobrada la deuda por
completo.

Artículo 1145. 
El pago hecho por uno de los deudores solidarios extingue la obligación.
El que hizo el pago sólo puede reclamar de sus codeudores la parte que a cada uno
corresponda, con los intereses del anticipo.
La falta de cumplimiento de la obligación por insolvencia del deudor solidario será
suplida por sus codeudores, a prorrata de la deuda de cada uno.

Artículo 1146. 
La quita o remisión hecha por el acreedor de la parte que afecte a uno de los deudores
solidarios, no libra a éste de su responsabilidad para con los codeudores, en el caso de que
la deuda haya sido totalmente pagada por cualquiera de ellos.

Artículo 1147. 
Si la cosa hubiese perecido o la prestación se hubiese hecho imposible sin culpa de los
deudores solidarios, la obligación quedará extinguida.
Si hubiese mediado culpa de parte de cualquiera de ellos, todos serán responsables,
para con el acreedor, del precio y de la indemnización de daños y abono de intereses, sin
perjuicio de su acción contra el culpable o negligente.

Artículo 1148. 
El deudor solidario podrá utilizar, contra las reclamaciones del acreedor, todas las
excepciones que se deriven de la naturaleza de la obligación y las que le sean personales.
De las que personalmente correspondan a los demás sólo podrá servirse en la parte de
deuda de que éstos fueren responsables.

Sección quinta. De las obligaciones divisibles y de las indivisibles

Artículo 1149. 
La divisibilidad o indivisibilidad de las cosas objeto de las obligaciones en que hay un
solo deudor y un solo acreedor no altera ni modifica los preceptos del capítulo II de este
título.

– 159 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1150. 
La obligación indivisible mancomunada se resuelve en indemnizar daños y perjuicios
desde que cualquiera de los deudores falta a su compromiso. Los deudores que hubiesen
estado dispuestos a cumplir los suyos, no contribuirán a la indemnización con más cantidad
que la porción correspondiente del precio de la cosa o del servicio en que consistiere la
obligación.

Artículo 1151. 
Para los efectos de los artículos que preceden, se reputarán indivisibles las obligaciones
de dar cuerpos ciertos y todas aquellas que no sean susceptibles de cumplimiento parcial.
Las obligaciones de hacer serán divisibles cuando tengan por objeto la prestación de un
número de días de trabajo, la ejecución de obras por unidades métricas u otras cosas
análogas que por su naturaleza sean susceptibles de cumplimiento parcial.
En las obligaciones de no hacer, la divisibilidad o indivisibilidad se decidirá por el
carácter de la prestación en cada caso particular.

Sección sexta. De las obligaciones con cláusula penal

Artículo 1152. 
En las obligaciones con cláusula penal, la pena sustituirá a la indemnización de daños y
el abono de intereses en caso de falta de cumplimiento, si otra cosa no se hubiere pactado.
Sólo podrá hacerse efectiva la pena cuando ésta fuere exigible conforme a las
disposiciones del presente Código.

Artículo 1153. 
El deudor no podrá eximirse de cumplir la obligación pagando la pena, sino en el caso de
que expresamente le hubiese sido reservado este derecho. Tampoco el acreedor podrá
exigir conjuntamente el cumplimiento de la obligación y la satisfacción de la pena, sin que
esta facultad le haya sido claramente otorgada.

Artículo 1154. 
El Juez modificará equitativamente la pena cuando la obligación principal hubiera sido en
parte o irregularmente cumplida por el deudor.

Artículo 1155. 
La nulidad de la cláusula penal no lleva consigo la de la obligación principal.
La nulidad de la obligación principal lleva consigo la de la cláusula penal.

CAPÍTULO IV
De la extinción de las obligaciones

Disposiciones generales

Artículo 1156. 
Las obligaciones se extinguen:
Por el pago o cumplimiento.
Por la pérdida de la cosa debida.
Por la condonación de la deuda.
Por la confusión de los derechos de acreedor y deudor.
Por la compensación.
Por la novación.

– 160 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección primera. Del pago

Artículo 1157. 
No se entenderá pagada una deuda sino cuando completamente se hubiese entregado
la cosa o hecho la prestación en que la obligación consistía.

Artículo 1158. 
Puede hacer el pago cualquier persona, tenga o no interés en el cumplimiento de la
obligación, ya lo conozca y lo apruebe, o ya lo ignore el deudor.
El que pagare por cuenta de otro podrá reclamar del deudor lo que hubiese pagado, a no
haberlo hecho contra su expresa voluntad.
En este caso sólo podrá repetir del deudor aquello en que le hubiera sido útil el pago.

Artículo 1159. 
El que pague en nombre del deudor, ignorándolo éste, no podrá compeler al acreedor a
subrogarle en sus derechos.

Artículo 1160. 
En las obligaciones de dar no será válido el pago hecho por quien no tenga la libre
disposición de la cosa debida y capacidad para enajenarla. Sin embargo, si el pago hubiere
consistido en una cantidad de dinero o cosa fungible, no habrá repetición contra el acreedor
que la hubiese gastado o consumido de buena fe.

Artículo 1161. 
En las obligaciones de hacer el acreedor no podrá ser compelido a recibir la prestación o
el servicio de un tercero, cuando la calidad y circunstancias de la persona del deudor se
hubiesen tenido en cuenta al establecer la obligación.

Artículo 1162. 
El pago deberá hacerse a la persona en cuyo favor estuviese constituida la obligación, o
a otra autorizada para recibirla en su nombre.

Artículo 1163. 
El pago hecho a una persona incapacitada para administrar sus bienes será válido en
cuanto se hubiere convertido en su utilidad.
También será válido el pago hecho a un tercero en cuanto se hubiere convertido en
utilidad del acreedor.

Artículo 1164. 
El pago hecho de buena fe al que estuviere en posesión del crédito, liberará al deudor.

Artículo 1165. 
No será válido el pago hecho al acreedor por el deudor después de habérsele ordenado
judicialmente la retención de la deuda.

Artículo 1166. 
El deudor de una cosa no puede obligar a su acreedor a que reciba otra diferente, aun
cuando fuere de igual o mayor valor que la debida.
Tampoco en las obligaciones de hacer podrá ser sustituido un hecho por otro contra la
voluntad del acreedor.

– 161 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1167. 
Cuando la obligación consista en entregar una cosa indeterminada o genérica, cuya
calidad y circunstancias no se hubiesen expresado, el acreedor no podrá exigirla de la
calidad superior, ni el deudor entregarla de la inferior.

Artículo 1168. 
Los gastos extrajudiciales que ocasione el pago serán de cuenta del deudor. Respecto
de los judiciales, decidirá el Tribunal con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 1169. 
A menos que el contrato expresamente lo autorice, no podrá compelerse al acreedor a
recibir parcialmente las prestaciones en que consista la obligación.
Sin embargo, cuando la deuda tuviere una parte líquida y otra ilíquida, podrá exigir el
acreedor y hacer el deudor el pago de la primera sin esperar a que se liquide la segunda.

Artículo 1170. 
El pago de las deudas de dinero deberá hacerse en la especie pactada y, no siendo
posible entregar la especie, en la moneda de plata u oro que tenga curso legal en España.
La entrega de pagarés a la orden, o letras de cambio u otros documentos mercantiles,
sólo producirá los efectos del pago cuando hubiesen sido realizados, o cuando por culpa del
acreedor se hubiesen perjudicado.
Entre tanto la acción derivada de la obligación primitiva quedará en suspenso.

Artículo 1171. 
El pago deberá ejecutarse en el lugar que hubiese designado la obligación.
No habiéndose expresado y tratándose de entregar una cosa determinada, deberá
hacerse el pago donde ésta existía en el momento de constituirse la obligación.
En cualquier otro caso, el lugar del pago será el del domicilio del deudor.

De la imputación de pagos

Artículo 1172. 
El que tuviere varias deudas de una misma especie en favor de un solo acreedor, podrá
declarar, al tiempo de hacer el pago, a cuál de ellas debe aplicarse.
Si aceptare del acreedor un recibo en que se hiciese la aplicación del pago, no podrá
reclamar contra ésta, a menos que hubiera mediado causa que invalide el contrato.

Artículo 1173. 
Si la deuda produce interés, no podrá estimarse hecho el pago por cuenta del capital
mientras no estén cubiertos los intereses.

Artículo 1174. 
Cuando no pueda imputarse el pago según las reglas anteriores, se estimará satisfecha
la deuda más onerosa al deudor entre las que estén vencidas.
Si éstas fueren de igual naturaleza y gravamen, el pago se imputará a todas a prorrata.

Del pago por cesión de bienes

Artículo 1175. 
El deudor puede ceder sus bienes a los acreedores en pago de sus deudas. Esta cesión,
salvo pacto en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad por el importe líquido de los
bienes cedidos. Los convenios que sobre el efecto de la cesión se celebren entre el deudor y

– 162 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

sus acreedores se ajustarán a las disposiciones del título XVII de este libro, y a lo que
establece la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Del ofrecimiento del pago y de la consignación

Artículo 1176. 
Si el acreedor a quien se hiciere el ofrecimiento de pago se negare sin razón a admitirlo,
el deudor quedará libre de responsabilidad mediante la consignación de la cosa debida.
La consignación por sí sola producirá el mismo efecto cuando se haga estando el
acreedor ausente o cuando esté incapacitado para recibir el pago en el momento en que
deba hacerse, y cuando varias personas pretendan tener derecho a cobrar, o se haya
extraviado el título de la obligación.

Artículo 1177. 
Para que la consignación de la cosa debida libere al obligado, deberá ser previamente
anunciada a las personas interesadas en el cumplimiento de la obligación.
La consignación será ineficaz si no se ajusta estrictamente a las disposiciones que
regulan el pago.

Artículo 1178. 
La consignación se hará depositando las cosas debidas a disposición de la Autoridad
judicial, ante quien se acreditará el ofrecimiento, en su caso, y el anuncio de la consignación
en los demás.
Hecha la consignación, deberá notificarse también a los interesados.

Artículo 1179. 
Los gastos de la consignación, cuando fuere procedente, serán de cuenta del acreedor.

Artículo 1180. 
Hecha debidamente la consignación, podrá el deudor pedir al Juez que mande cancelar
la obligación.
Mientras el acreedor no hubiere aceptado la consignación, o no hubiere recaído la
declaración judicial de que está bien hecha, podrá el deudor retirar la cosa o cantidad
consignada, dejando subsistente la obligación.

Artículo 1181. 
Si, hecha la consignación, el acreedor autorizase al deudor para retirarla, perderá toda
preferencia que tuviere sobre la cosa. Los codeudores y fiadores quedarán libres.

Sección segunda. De la pérdida de la cosa debida

Artículo 1182. 
Quedará extinguida la obligación que consista en entregar una cosa determinada cuando
ésta se perdiere o destruyere sin culpa del deudor y antes de haberse éste constituido en
mora.

Artículo 1183. 
Siempre que la cosa se hubiese perdido en poder del deudor, se presumirá que la
pérdida ocurrió por su culpa y no por caso fortuito, salvo prueba en contrario, y sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 1.096.

– 163 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1184. 
También quedará liberado el deudor en las obligaciones de hacer cuando la prestación
resultare legal o físicamente imposible.

Artículo 1185. 
Cuando la deuda de cosa cierta y determinada procediere de delito o falta, no se eximirá
al deudor del pago de su precio, cualquiera que hubiese sido el motivo de la pérdida, a
menos que, ofrecida por él la cosa al que la debía recibir, éste se hubiese sin razón negado
a aceptarla.

Artículo 1186. 
Extinguida la obligación por la pérdida de la cosa, corresponderán al acreedor todas las
acciones que el deudor tuviere contra terceros por razón de ésta.

Sección tercera. De la condonación de la deuda

Artículo 1187. 
La condonación podrá hacerse expresa o tácitamente.
Una y otra estarán sometidas a los preceptos que rigen las donaciones inoficiosas. La
condonación expresa deberá, además, ajustarse a las formas de la donación.

Artículo 1188. 
La entrega del documento privado justificativo de un crédito, hecha voluntariamente por
el acreedor al deudor, implica la renuncia de la acción que el primero tenía contra el
segundo.
Si para invalidar esta renuncia se pretendiere que es inoficiosa, el deudor y sus
herederos podrán sostenerla probando que la entrega del documento se hizo en virtud del
pago de la deuda.

Artículo 1189. 
Siempre que el documento privado de donde resulte la deuda se hallare en poder del
deudor, se presumirá que el acreedor lo entregó voluntariamente, a no ser que se pruebe lo
contrario.

Artículo 1190. 
La condonación de la deuda principal extinguirá las obligaciones accesorias; pero la de
éstas dejará subsistente la primera.

Artículo 1191. 
Se presumirá remitida la obligación accesoria de prenda cuando la cosa pignorada,
después de entregada al acreedor, se hallare en poder del deudor.

Sección cuarta. De la confusión de derechos

Artículo 1192. 
Quedará extinguida la obligación desde que se reúnan en una misma persona los
conceptos de acreedor y de deudor.
Se exceptúa el caso en que esta confusión tenga lugar en virtud de título de herencia, si
ésta hubiese sido aceptada a beneficio de inventario.

Artículo 1193. 
La confusión que recae en la persona del deudor o del acreedor principal, aprovecha a
los fiadores. La que se realiza en cualquiera de éstos no extingue la obligación.

– 164 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1194. 
La confusión no extingue la deuda mancomunada sino en la porción correspondiente al
acreedor o deudor en quien concurran los dos conceptos.

Sección quinta. De la compensación

Artículo 1195. 
Tendrá lugar la compensación cuando dos personas, por derecho propio, sean
recíprocamente acreedoras y deudoras la una de la otra.

Artículo 1196. 
Para que proceda la compensación, es preciso:
1.º Que cada uno de los obligados lo esté principalmente, y sea a la vez acreedor
principal del otro.
2.º Que ambas deudas consistan en una cantidad de dinero, o, siendo fungibles las
cosas debidas, sean de la misma especie y también de la misma calidad, si ésta se hubiese
designado.
3.º Que las dos deudas estén vencidas.
4.º Que sean líquidas y exigibles.
5.º Que sobre ninguna de ellas haya retención o contienda promovida por terceras
personas y notificada oportunamente al deudor.

Artículo 1197. 
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el fiador podrá oponer la compensación
respecto de lo que el acreedor debiere a su deudor principal.

Artículo 1198. 
El deudor que hubiere consentido en la cesión de derechos hecha por un acreedor a
favor de un tercero, no podrá oponer al cesionario la compensación que le correspondería
contra el cedente.
Si el acreedor le hizo saber la cesión y el deudor no la consintió, puede oponer la
compensación de las deudas anteriores a ella, pero no la de las posteriores.
Si la cesión se realiza sin conocimiento del deudor, podrá éste oponer la compensación
de los créditos anteriores a ella y de los posteriores hasta que hubiese tenido conocimiento
de la cesión.

Artículo 1199. 
Las deudas pagaderas en diferentes lugares pueden compensarse mediante
indemnización de los gastos de transporte o cambio al lugar del pago.

Artículo 1200. 
La compensación no procederá cuando alguna de las deudas proviniere de depósito o
de las obligaciones del depositario o comodatario.
Tampoco podrá oponerse al acreedor por alimentos debidos por título gratuito.

Artículo 1201. 
Si una persona tuviere contra sí varias deudas compensables, se observará en el orden
de la compensación lo dispuesto respecto a la imputación de pagos.

Artículo 1202. 
El efecto de la compensación es extinguir una y otra deuda en la cantidad concurrente,
aunque no tengan conocimiento de ella los acreedores y deudores.

– 165 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección sexta. De la novación

Artículo 1203. 
Las obligaciones pueden modificarse:
1.º Variando su objeto o sus condiciones principales.
2.º Sustituyendo la persona del deudor.
3.º Subrogando a un tercero en los derechos del acreedor.

Artículo 1204. 
Para que una obligación quede extinguida por otra que la sustituya, es preciso que así se
declare terminantemente, o que la antigua y la nueva sean de todo punto incompatibles.

Artículo 1205. 
La novación, que consiste en sustituirse un nuevo deudor en lugar del primitivo, puede
hacerse sin el conocimiento de éste, pero no sin el consentimiento del acreedor.

Artículo 1206. 
La insolvencia del nuevo deudor, que hubiese sido aceptado por el acreedor, no hará
revivir la acción de éste contra el deudor primitivo, salvo que dicha insolvencia hubiese sido
anterior y pública o conocida del deudor al delegar su deuda.

Artículo 1207. 
Cuando la obligación principal se extinga por efecto de la novación, sólo podrán subsistir
las obligaciones accesorias en cuanto aprovechen a terceros que no hubiesen prestado su
consentimiento.

Artículo 1208. 
La novación es nula si lo fuere también la obligación primitiva, salvo que la causa de
nulidad sólo pueda ser invocada por el deudor, o que la ratificación convalide los actos nulos
en su origen.

Artículo 1209. 
La subrogación de un tercero en los derechos del acreedor no puede presumirse fuera
de los casos expresamente mencionados en este Código.
En los demás será preciso establecerla con claridad para que produzca efecto.

Artículo 1210. 
Se presumirá que hay subrogación:
1.º Cuando un acreedor pague a otro acreedor preferente.
2.º Cuando un tercero, no interesado en la obligación, pague con aprobación expresa o
tácita del deudor.
3.º Cuando pague el que tenga interés en el cumplimiento de la obligación, salvos los
efectos de la confusión en cuanto a la porción que le corresponda.

Artículo 1211. 
El deudor podrá hacer la subrogación sin consentimiento del acreedor, cuando para
pagar la deuda haya tomado prestado el dinero por escritura pública, haciendo constar su
propósito en ella, y expresando en la carta de pago la procedencia de la cantidad pagada.

Artículo 1212. 
La subrogación transfiere al subrogado el crédito con los derechos a él anexos, ya contra
el deudor, ya contra los terceros, sean fiadores o poseedores de las hipotecas.

– 166 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1213. 
El acreedor, a quien se hubiere hecho un pago parcial, puede ejercitar su derecho por el
resto con preferencia al que se hubiere subrogado en su lugar a virtud del pago parcial del
mismo crédito.

CAPÍTULO V
De la prueba de las obligaciones

Disposiciones generales.

Artículo 1214. 
(Derogado)

Artículo 1215. 
(Derogado)

Sección primera. De los documentos públicos

Artículo 1216. 
Son documentos públicos los autorizados por un Notario o empleado público
competente, con las solemnidades requeridas por la ley.

Artículo 1217. 
Los documentos en que intervenga Notario público se regirán por la legislación notarial.

Artículo 1218. 
Los documentos públicos hacen prueba, aun contra tercero, del hecho que motiva su
otorgamiento y de la fecha de éste.
También harán prueba contra los contratantes y sus causahabientes, en cuanto a las
declaraciones que en ellos hubiesen hecho los primeros.

Artículo 1219. 
Las escrituras hechas para desvirtuar otra escritura anterior entre los mismos
interesados, sólo producirán efecto contra terceros cuando el contenido de aquéllas hubiese
sido anotado en el registro público competente o al margen de la escritura matriz y del
traslado o copia en cuya virtud hubiera procedido el tercero.

Artículo 1220. 
Las copias de los documentos públicos de que exista matriz o protocolo, impugnadas por
aquellos a quienes perjudiquen, sólo tendrán fuerza probatoria cuando hayan sido
debidamente cotejadas.
Si resultare alguna variante entre la matriz y la copia, se estará al contenido de la
primera.

Artículo 1221. 
Cuando hayan desaparecido la escritura matriz, el protocolo o los expedientes originales,
harán prueba:
1.º Las primeras copias, sacadas por el funcionario público que las autorizara.
2.º Las copias ulteriores, libradas por mandato judicial, con citación de los interesados.
3.º Las que, sin mandato judicial, se hubiesen sacado en presencia de los interesados y
con su conformidad.

– 167 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

A falta de las copias mencionadas, harán prueba cualesquiera otras que tengan la
antigüedad de treinta o más años, siempre que hubiesen sido tomadas del original por el
funcionario que lo autorizó u otro encargado de su custodia.
Las copias de menor antigüedad, o que estuviesen autorizadas por funcionario público
en quien no concurran las circunstancias mencionadas en el párrafo anterior, sólo servirán
como un principio de prueba por escrito.
La fuerza probatoria de las copias de copia será apreciada por los Tribunales según las
circunstancias.

Artículo 1222. 
La inscripción, en cualquier registro público, de un documento que haya desaparecido,
será apreciada según las reglas de los dos últimos párrafos del artículo precedente.

Artículo 1223. 
La escritura defectuosa, por incompetencia del Notario o por otra falta en la forma, tendrá
el concepto de documento privado, si estuviese firmada por los otorgantes.

Artículo 1224. 
Las escrituras de reconocimiento de un acto o contrato nada prueban contra el
documento en que éstos hubiesen sido consignados, si por exceso u omisión se apartaren
de él, a menos que conste expresamente la novación del primero.

De los documentos privados

Artículo 1225. 
El documento privado, reconocido legalmente, tendrá el mismo valor que la escritura
pública entre los que lo hubiesen suscrito y sus causahabientes.

Artículo 1226. 
(Derogado)

Artículo 1227. 
La fecha de un documento privado no se contará respecto de terceros sino desde el día
en que hubiese sido incorporado o inscrito en un registro público, desde la muerte de
cualquiera de los que lo firmaron, o desde el día en que se entregase a un funcionario
público por razón de su oficio.

Artículo 1228. 
Los asientos, registros y papeles privados únicamente hacen prueba contra el que los ha
escrito en todo aquello que conste con claridad; pero el que quiera aprovecharse de ellos
habrá de aceptarlos en la parte que le perjudiquen.

Artículo 1229. 
La nota escrita o firmada por el acreedor a continuación, al margen o al dorso de una
escritura que obre en su poder, hace prueba en todo lo que sea favorable al deudor.
Lo mismo se entenderá de la nota escrita o firmada por el acreedor al dorso, al margen o
a continuación del duplicado de un documento o recibo que se halle en poder del deudor.
En ambos casos, el deudor que quiera aprovecharse de lo que le favorezca, tendrá que
pasar por lo que le perjudique.

Artículo 1230. 
Los documentos privados hechos para alterar lo pactado en escritura pública, no
producen efecto contra tercero.

– 168 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección segunda. De la confesión

Artículo 1231 a 1253. (Derogados).

TÍTULO II
De los contratos

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1254. 
El contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse, respecto de
otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún servicio.

Artículo 1255. 
Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público.

Artículo 1256. 
La validez y el cumplimiento de los contratos no pueden dejarse al arbitrio de uno de los
contratantes.

Artículo 1257. 
Los contratos sólo producen efecto entre las partes que los otorgan y sus herederos;
salvo, en cuanto a éstos, el caso en que los derechos y obligaciones que proceden del
contrato no sean transmisibles, o por su naturaleza, o por pacto, o por disposición de la ley.
Si el contrato contuviere alguna estipulación en favor de un tercero, éste podrá exigir su
cumplimiento, siempre que hubiese hecho saber su aceptación al obligado antes de que
haya sido aquélla revocada.

Artículo 1258. 
Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no
sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias
que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley.

Artículo 1259. 
Ninguno puede contratar a nombre de otro sin estar por éste autorizado o sin que tenga
por la ley su representación legal.
El contrato celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o
representación legal será nulo, a no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue
antes de ser revocado por la otra parte contratante.

Artículo 1260. 
No se admitirá juramento en los contratos. Si se hiciere, se tendrá por no puesto.

– 169 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO II
De los requisitos esenciales para la validez de los contratos

Disposición general

Artículo 1261. 
No hay contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes:
1.º Consentimiento de los contratantes.
2.º Objeto cierto que sea materia del contrato.
3.º Causa de la obligación que se establezca.

Sección primera. Del consentimiento

Artículo 1262. 
El consentimiento se manifiesta por el concurso de la oferta y de la aceptación sobre la
cosa y la causa que han de constituir el contrato.
Hallándose en lugares distintos el que hizo la oferta y el que la aceptó, hay
consentimiento desde que el oferente conoce la aceptación o desde que, habiéndosela
remitido el aceptante, no pueda ignorarla sin faltar a la buena fe. El contrato, en tal caso, se
presume celebrado en el lugar en que se hizo la oferta.
En los contratos celebrados mediante dispositivos automáticos hay consentimiento
desde que se manifiesta la aceptación.

Artículo 1263. 
No pueden prestar consentimiento.
1.º Los menores no emancipados
2.º Los incapacitados.

Artículo 1264. 
La incapacidad declarada en el artículo anterior está sujeta a las modificaciones que la
ley determina, y se entiende sin perjuicio de las incapacidades especiales que la misma
establece.

Artículo 1265. 
Será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo.

Artículo 1266. 
Para que el error invalide el consentimiento, deberá recaer sobre la sustancia de la cosa
que fuere objeto del contrato, o sobre aquellas condiciones de la misma que principalmente
hubiesen dado motivo a celebrarlo.
El error sobre la persona sólo invalidará el contrato cuando la consideración a ella
hubiere sido la causa principal del mismo.
El simple error de cuenta sólo dará lugar a su corrección.

Artículo 1267. 
Hay violencia cuando para arrancar el consentimiento se emplea una fuerza irresistible.
Hay intimidación cuando se inspira a uno de los contratantes el temor racional y fundado
de sufrir un mal inminente y grave en su persona o bienes, o en la persona o bienes de su
cónyuge, descendientes o ascendientes.
Para calificar la intimidación debe atenderse a la edad y a la condición de la persona.
El temor de desagradar a las personas a quienes se debe sumisión y respeto no anulará
el contrato.

– 170 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1268. 
La violencia o intimidación anularán la obligación, aunque se hayan empleado por un
tercero que no intervenga en el contrato.

Artículo 1269. 
Hay dolo cuando, con palabras o maquinaciones insidiosas de parte de uno de los
contratantes, es inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho.

Artículo 1270. 
Para que el dolo produzca la nulidad de los contratos, deberá ser grave y no haber sido
empleado por las dos partes contratantes.
El dolo incidental sólo obliga al que lo empleó a indemnizar daños y perjuicios.

Sección segunda. Del objeto de los contratos

Artículo 1271. 
Pueden ser objeto de contrato todas las cosas que no están fuera del comercio de los
hombres, aun las futuras.
Sobre la herencia futura no se podrá, sin embargo, celebrar otros contratos que aquéllos
cuyo objeto sea practicar entre vivos la división de un caudal y otras disposiciones
particionales, conforme a lo dispuesto en el artículo 1056.
Pueden ser igualmente objeto de contrato todos los servicios que no sean contrarios a
las leyes o a las buenas costumbres.

Artículo 1272. 
No podrán ser objeto de contrato las cosas o servicios imposibles.

Artículo 1273. 
El objeto de todo contrato debe ser una cosa determinada en cuanto a su especie. La
indeterminación en la cantidad no será obstáculo para la existencia del contrato, siempre que
sea posible determinarla sin necesidad de nuevo convenio entre los contratantes.

Sección tercera. De la causa de los contratos

Artículo 1274. 
En los contratos onerosos se entiende por causa, para cada parte contratante, la
prestación o promesa de una cosa o servicio por la otra parte; en los remuneratorios, el
servicio o beneficio que se remunera, y en los de pura beneficencia, la mera liberalidad del
bienhechor.

Artículo 1275. 
Los contratos sin causa, o con causa ilícita, no producen efecto alguno. Es ilícita la
causa cuando se opone a las leyes o a la moral.

Artículo 1276. 
La expresión de una causa falsa en los contratos dará lugar a la nulidad, si no se
probase que estaban fundados en otra verdadera y lícita.

Artículo 1277. 
Aunque la causa no se exprese en el contrato, se presume que existe y que es lícita
mientras el deudor no pruebe lo contrario.

– 171 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
De la eficacia de los contratos

Artículo 1278. 
Los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la forma en que se hayan
celebrado, siempre que en ellos concurran las condiciones esenciales para su validez.

Artículo 1279. 
Si la ley exigiere el otorgamiento de escritura u otra forma especial para hacer efectivas
las obligaciones propias de un contrato, los contratantes podrán compelerse recíprocamente
a llenar aquella forma desde que hubiese intervenido el consentimiento y demás requisitos
necesarios para su validez.

Artículo 1280. 
Deberán constar en documento público:
1.º Los actos y contratos que tengan por objeto la creación, transmisión, modificación o
extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles.
2.º Los arrendamientos de estos mismos bienes por seis o más años, siempre que deban
perjudicar a tercero.
3.º Las capitulaciones matrimoniales y sus modificaciones.
4.º La cesión, repudiación y renuncia de los derechos hereditarios o de los de la
sociedad conyugal.
5.º El poder para contraer matrimonio, el general para pleitos y los especiales que deban
presentarse en juicio; el poder para administrar bienes, y de cualquier otro que tenga por
objeto un acto redactado o que deba redactarse en escritura pública, o haya de perjudicar a
tercero.
6.º La cesión de acciones o derechos procedentes de un acto consignado en escritura
pública.
También deberán hacerse constar por escrito, aunque sea privado, los demás contratos
en que la cuantía de las prestaciones de uno o de los dos contratantes exceda de 1.500
pesetas.

CAPÍTULO IV
De la interpretación de los contratos

Artículo 1281. 
Si los términos de un contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de los
contratantes, se estará al sentido literal de sus cláusulas.
Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes,
prevalecerá ésta sobre aquéllas.

Artículo 1282. 
Para juzgar de la intención de los contratantes, deberá atenderse principalmente a los
actos de éstos, coetáneos y posteriores al contrato.

Artículo 1283. 
Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un contrato, no deberán
entenderse comprendidos en él cosas distintas y casos diferentes de aquellos sobre que los
interesados se propusieron contratar.

Artículo 1284. 
Si alguna cláusula de los contratos admitiere diversos sentidos, deberá entenderse en el
más adecuado para que produzca efecto.

– 172 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1285. 
Las cláusulas de los contratos deberán interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a
las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas.

Artículo 1286. 
Las palabras que puedan tener distintas acepciones serán entendidas en aquella que
sea más conforme a la naturaleza y objeto del contrato.

Artículo 1287. 
El uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta para interpretar las ambigüedades
de los contratos, supliendo en éstos la omisión de cláusulas que de ordinario suelen
establecerse.

Artículo 1288. 
La interpretación de las cláusulas oscuras de un contrato no deberá favorecer a la parte
que hubiese ocasionado la oscuridad.

Artículo 1289. 
Cuando absolutamente fuere imposible resolver las dudas por las reglas establecidas en
los artículos precedentes, si aquéllas recaen sobre circunstancias accidentales del contrato,
y éste fuere gratuito, se resolverán en favor de la menor transmisión de derechos e
intereses. Si el contrato fuere oneroso, la duda se resolverá en favor de la mayor
reciprocidad de intereses.
Si las dudas de cuya resolución se trata en este artículo recayesen sobre el objeto
principal del contrato, de suerte que no pueda venirse en conocimiento de cuál fue la
intención o voluntad de los contratantes, el contrato será nulo.

CAPÍTULO V
De la rescisión de los contratos

Artículo 1290. 
Los contratos válidamente celebrados pueden rescindirse en los casos establecidos por
la ley.

Artículo 1291. 
Son rescindibles:
1.º Los contratos que pudieren celebrar los tutores sin autorización judicial, siempre que
las personas a quienes representan hayan sufrido lesión en más de la cuarta parte del valor
de las cosas que hubiesen sido objeto de aquéllos.
2.º Los celebrados en representación de los ausentes, siempre que éstos hayan sufrido
la lesión a que se refiere el número anterior.
3.º Los celebrados en fraude de acreedores, cuando éstos no puedan de otro modo
cobrar lo que se les deba.
4.º Los contratos que se refieran a cosas litigiosas, cuando hubiesen sido celebrados por
el demandado sin conocimiento y aprobación de las partes litigantes o de la Autoridad
judicial competente.
5.º Cualesquiera otros en que especialmente lo determine la Ley.

Artículo 1292. 
Son también rescindibles los pagos hechos en estado de insolvencia por cuenta de
obligaciones a cuyo cumplimiento no podría ser compelido el deudor al tiempo de hacerlos.

– 173 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1293. 
Ningún contrato se rescindirá por lesión, fuera de los casos mencionados en los números
1.º y 2.º del artículo 1.291.

Artículo 1294. 
La acción de rescisión es subsidiaria; no podrá ejercitarse sino cuando el perjudicado
carezca de todo otro recurso legal para obtener la reparación del perjuicio.

Artículo 1295. 
La rescisión obliga a la devolución de las cosas que fueron objeto del contrato con sus
frutos, y del precio con sus intereses; en consecuencia, sólo podrá llevarse a efecto cuando
el que la haya pretendido pueda devolver aquello a que por su parte estuviese obligado.
Tampoco tendrá lugar la rescisión cuando las cosas, objeto del contrato, se hallaren
legalmente en poder de terceras personas que no hubiesen procedido de mala fe.
En este caso podrá reclamarse la indemnización de perjuicios al causante de la lesión.

Artículo 1296. 
La rescisión de que trata el número 2.º del artículo 1.291 no tendrá lugar respecto de los
contratos celebrados con autorización judicial.

Artículo 1297. 
Se presumen celebrados en fraude de acreedores todos aquellos contratos por virtud de
los cuales el deudor enajenare bienes a título gratuito.
También se presumen fraudulentas las enajenaciones a título oneroso, hechas por
aquellas personas contra las cuales se hubiese pronunciado antes sentencia condenatoria
en cualquier instancia o expedido mandamiento de embargo de bienes.

Artículo 1298. 
El que hubiese adquirido de mala fe las cosas enajenadas en fraude de acreedores,
deberá indemnizar a éstos de los daños y perjuicios que la enajenación les hubiese
ocasionado, siempre que por cualquier causa le fuera imposible devolverlas.

Artículo 1299. 
La acción para pedir la rescisión dura cuatro años.
Para las personas sujetas a tutela y para los ausentes, los cuatro años no empezarán
hasta que haya cesado la incapacidad de los primeros, o sea conocido el domicilio de los
segundos.

CAPÍTULO VI
De la nulidad de los contratos

Artículo 1300. 
Los contratos en que concurran los requisitos que expresa el artículo 1.261 pueden ser
anulados, aunque no haya lesión para los contratantes, siempre que adolezcan de alguno de
los vicios que los invalidan con arreglo a la ley.

Artículo 1301. 
La acción de nulidad sólo durará cuatro años. Este tiempo empezará a correr:
En los casos de intimidación o violencia, desde el dia en que éstas hubiesen cesado.
En los de error, o dolo, o falsedad de la causa, desde la consumación del contrato.
Cuando la acción se refiera a los contratos celebrados por Ios menores o incapacitados,
desde que salieren de tutela.

– 174 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Si la acción se dirigiese a invalidar actos o contratos realizados por uno de los cónyuges
sin consentimiento del otro, cuando este consentimiento fuere necesario, desde el día de la
disolución de la sociedad conyugal o del matrimonio salvo que antes hubiese tenido
conocimiento suficiente de dicho acto o contrato.

Artículo 1302. 
Pueden ejercitar la acción de nulidad de los contratos los obligados principal o
subsidiariamente en virtud de ellos. Las personas capaces no podrán, sin embargo, alegar la
incapacidad de aquellos con quienes contrataron; ni los que causaron la intimidación o
violencia, o emplearon el dolo o produjeron el error, podrán fundar su acción en estos vicios
del contrato.

Artículo 1303. 
Declarada la nulidad de una obligación, los contratantes deben restituirse
recíprocamente las cosas que hubiesen sido materia del contrato, con sus frutos, y el precio
con los intereses, salvo lo que se dispone en los artículos siguientes.

Artículo 1304. 
Cuando la nulidad proceda de la incapacidad de uno de los contratantes, no está
obligado el incapaz a restituir sino en cuanto se enriqueció con la cosa o precio que
recibiera.

Artículo 1305. 
Cuando la nulidad provenga de ser ilícita la causa u objeto del contrato, si el hecho
constituye un delito o falta común a ambos contratantes, carecerán de toda acción entre sí, y
se procederá contra ellos, dándose, además, a las cosas o precio que hubiesen sido materia
del contrato, la aplicación prevenida en el Código Penal respecto a los efectos o
instrumentos del delito o falta.
Esta disposición es aplicable al caso en que sólo hubiere delito o falta de parte de uno de
los contratantes; pero el no culpado podrá reclamar lo que hubiese dado, y no estará
obligado a cumplir lo que hubiera prometido.

Artículo 1306. 
Si el hecho en que consiste la causa torpe no constituyere delito ni falta, se observarán
las reglas siguientes:
1.ª Cuando la culpa esté de parte de ambos contratantes, ninguno de ellos podrá repetir
lo que hubiera dado a virtud del contrato, ni reclamar el cumplimiento de lo que el otro
hubiese ofrecido.
2.ª Cuando esté de parte de un solo contratante, no podrá éste repetir lo que hubiese
dado a virtud del contrato, ni pedir el cumplimiento de lo que se le hubiera ofrecido. El otro,
que fuera extraño a la causa torpe, podrá reclamar lo que hubiera dado, sin obligación de
cumplir lo que hubiera ofrecido.

Artículo 1307. 
Siempre que el obligado por la declaración de nulidad a la devolución de la cosa no
pueda devolverla por haberse perdido, deberá restituir los frutos percibidos y el valor que
tenía la cosa cuando se perdió, con los intereses desde la misma fecha.

Artículo 1308. 
Mientras uno de los contratantes no realice la devolución de aquello a que en virtud de la
declaración de nulidad esté obligado, no puede el otro ser compelido a cumplir por su parte
lo que le incumba.

– 175 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1309. 
La acción de nulidad queda extinguida desde el momento en que el contrato haya sido
confirmado válidamente.

Artículo 1310. 
Sólo son confirmables los contratos que reúnan los requisitos expresados en el artículo
1.261.

Artículo 1311. 
La confirmación puede hacerse expresa o tácitamente. Se entenderá que hay
confirmación tácita cuando, con conocimiento de la causa de nulidad, y habiendo ésta
cesado, el que tuviese derecho a invocarla ejecutase un acto que implique necesariamente
la voluntad de renunciarlo.

Artículo 1312. 
La confirmación no necesita el concurso de aquel de los contratantes a quien no
correspondiese ejercitar la acción de nulidad.

Artículo 1313. 
La confirmación purifica al contrato de los vicios de que adoleciera desde el momento de
su celebración.

Artículo 1314. 
También se extinguirá la acción de nulidad de los contratos cuando la cosa, objeto de
éstos, se hubiese perdido por dolo o culpa del que pudiera ejercitar aquélla.
Si la causa de la acción fuere la incapacidad de alguno de los contratantes, la pérdida de
la cosa no será obstáculo para que la acción prevalezca, a menos que hubiese ocurrido por
dolo o culpa del reclamante después de haber adquirido la capacidad.

TÍTULO III
Del régimen económico matrimonial

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1315. 
El régimen económico del matrimonio será el que los cónyuges estipulen en
capitulaciones matrimoniales, sin otras limitaciones que las establecidas en este Código.

Artículo 1316. 
A falta de capitulaciones o cuando éstas sean ineficaces, el régimen será el de la
sociedad de gananciales.

Artículo 1317. 
La modificación del régimen económico matrimonial realizada durante el matrimonio no
perjudicará en ningún caso los derechos ya adquiridos por terceros.

Artículo 1318. 
Los bienes de los cónyuges están sujetos al levantamiento de las cargas del matrimonio.
Cuando uno de los cónyuges incumpliere su deber de contribuir al levantamiento de
estas cargas, el Juez, a instancia del otro, dictará las medidas cautelares que estime

– 176 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

conveniente a fin de asegurar su cumplimiento y los anticipos necesarios o proveer a las


necesidades futuras.
Cuando un cónyuge carezca de bienes propios suficientes, los gastos necesarios
causados en litigios que sostenga contra el otro cónyuge sin mediar mala fe o temeridad, o
contra tercero si redundan en provecho de la familia, serán a cargo del caudal común y,
faltando éste, se sufragarán a costa de los bienes propios del otro cónyuge cuando la
posición económica de éste impida al primero, por imperativo de la Ley de Enjuiciamiento
Civil, la obtención del beneficio de justicia gratuita.

Artículo 1319. 
Cualquiera de los cónyuges podrá realizar los actos encaminados a atender las
necesidades ordinarias de la familia, encomendadas a su cuidado, conforme al uso del lugar
y a las circunstancias de la misma.
De las deudas contraídas en el ejercicio de esta potestad responderán solidariamente los
bienes comunes y los del cónyuge que contraiga la deuda y, subsidiariamente, los del otro
cónyuge.
El que hubiere aportado caudales propios para satisfacción de tales necesidades tendrá
derecho a ser reintegrado de conformidad con su régimen matrimonial.

Artículo 1320. 
Para disponer de los derechos sobre la vivienda habitual y los muebles de uso ordinario
de la familia, aunque tales derechos pertenezcan a uno solo de los cónyuges, se requerirá el
consentimiento de ambos o, en su caso, autorización judicial.
La manifestación errónea o falsa del disponente sobre el carácter de la vivienda no
perjudicará al adquirente de buena fe.

Artículo 1321. 
Fallecido uno de los cónyuges, las ropas, el mobiliario y enseres que constituyan el ajuar
de la vivienda habitual común de los esposos se entregarán al que sobreviva, sin
computárselo en su haber.
No se entenderán comprendidos en el ajuar las alhajas, objetos artísticos, históricos y
otros de extraordinario valor.

Artículo 1322. 
Cuando la Ley requiera para un acto de administración o disposición que uno de los
cónyuges actúe con el consentimiento del otro, los realizados sin él y que no hayan sido
expresa o tácitamente confirmados podrán ser anulados a instancia del cónyuge cuyo
consentimiento se haya omitido o de sus herederos.
No obstante, serán nulos los actos a título gratuito sobre bienes comunes si falta, en
tales casos, el consentimiento del otro cónyuge.

Artículo 1323. 
Los cónyuges podrán transmitirse por cualquier título bienes y derechos y celebrar entre
sí toda clase de contratos.

Artículo 1324. 
Para probar entre cónyuges que determinados bienes son propios de uno de ellos, será
bastante la confesión del otro, pero tal confesión por sí sola no perjudicará a los herederos
forzosos del confesante, ni a los acreedores, sean de la comunidad o de cada uno de los
cónyuges.

– 177 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO II
De las capitulaciones matrimoniales

Artículo 1325. 
En capitulaciones matrimoniales podrán los otorgantes estipular, modificar o sustituir el
régimen económico de su matrimonio o cualesquiera otras disposiciones por razón del
mismo.

Artículo 1326. 
Las capitulaciones matrimoniales podrán otorgarse antes o después de celebrado el
matrimonio.

Artículo 1327. 
Para su validez, las capitulaciones habrán de constar en escritura pública.

Artículo 1328. 
Será nula cualquier estipulación contraria a las Leyes o a las buenas costumbres o
limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a cada cónyuge.

Artículo 1329. 
El menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse podrá otorgar
capitulaciones, pero necesitará el concurso y consentimiento de sus padres o tutor, salvo
que se limite a pactar el régimen de separación o el de participación.

Artículo 1330. 
El incapacitado judicialmente sólo podrá otorgar capitulaciones matrimoniales con la
asistencia de sus padres, tutor o curador.

Artículo 1331. 
Para que sea válida la modificación de las capitulaciones matrimoniales deberá
realizarse con la asistencia y concurso de las personas que en éstas intervinieron como
otorgantes si vivieren y la modificación afectare a derechos concedidos por tales personas.

Artículo 1332. 
La existencia de pactos modificativos de anteriores capitulaciones se indicará mediante
nota en la escritura que contenga la anterior estipulación y el Notario lo hará constar en las
copias que expida.

Artículo 1333. 
En toda inscripción de matrimonio en el Registro Civil se hará mención, en su caso, de
las capitulaciones matrimoniales que se hubieren otorgado, así como de los pactos,
resoluciones judiciales y demás hechos que modifiquen el régimen económico del
matrimonio. Si aquéllas o éstos afectaren a inmuebles, se tomará razón en el Registro de la
Propiedad, en la forma y a los efectos previstos en la Ley Hipotecaria.

Artículo 1334. 
Todo lo que se estipule en capitulaciones desde el supuesto de futuro matrimonio
quedará sin efecto en el caso de no contraerse en el plazo de un año.

Artículo 1335. 
La invalidez de las capitulaciones matrimoniales se regirá por las reglas generales de los
contratos. Las consecuencias de la anulación no perjudicarán a terceros de buena fe.

– 178 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
De las donaciones por razón de matrimonio

Artículo 1336. 
Son donaciones por razón de matrimonio las que cualquier persona hace, antes de
celebrarse, en consideración al mismo y en favor de uno o de los dos esposos.

Artículo 1337. 
Estas donaciones se rigen por las reglas ordinarias en cuanto no se modifiquen por los
artículos siguientes.

Artículo 1338. 
El menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse, también puede en
capitulaciones matrimoniales o fuera de ellas hacer donaciones por razón de su matrimonio,
con la autorización de sus padres o del tutor. Para aceptarlas, se estará a lo dispuesto en el
título II del libro III de este Código.

Artículo 1339. 
Los bienes donados conjuntamente a los esposos pertenecerán a ambos en pro indiviso
ordinario y por partes iguales, salvo que el donante haya dispuesto otra cosa.

Artículo 1340. 
El que diere o prometiere por razón de matrimonio sólo estará obligado a saneamiento
por evicción o vicios ocultos si hubiere actuado con mala fe.

Artículo 1341. 
Por razón de matrimonio los futuros esposos podrán donarse bienes presentes.
Igualmente podrán donarse antes del matrimonio en capitulaciones bienes futuros, sólo
para el caso de muerte, y en la medida marcada por las disposiciones referentes a la
sucesión testada.

Artículo 1342. 
Quedarán sin efecto las donaciones por razón de matrimonio si no llegara a contraerse
en el plazo de un año.

Artículo 1343. 
Estas donaciones serán revocables por las causas comunes, excepto la supervivencia o
superveniencia de hijos.
En las otorgadas por terceros, se reputará incumplimiento de cargas, además de
cualesquiera otras específicas a que pudiera haberse subordinado la donación, la anulación
del matrimonio por cualquier causa, la separación y el divorcio si al cónyuge donatario le
fueren imputables, según la sentencia, los hechos que los causaron.
En las otorgadas por los contrayentes, se reputará incumplimiento de cargas, además de
las específicas, la anulación del matrimonio si el donatario hubiere obrado de mala fe. Se
estimará ingratitud además de los supuestos legales, el que el donatario incurra en causa de
desheredación del artículo 855 o le sea imputable, según la sentencia, la causa de
separación o divorcio.

– 179 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO IV
De la sociedad de gananciales

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 1344. 
Mediante la sociedad de gananciales se hacen comunes para los cónyuges las
ganancias o beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de ellos, que les serán
atribuidos por mitad al disolverse aquella.

Artículo 1345. 
La sociedad de gananciales empezará en el momento de la celebración del matrimonio
o, posteriormente, al tiempo de pactarse en capitulaciones.

Sección segunda. De los bienes privativos y comunes

Artículo 1346. 
Son privativos de cada uno de los cónyuges:
1.° Los bienes y derechos que le pertenecieran al comenzar la sociedad.
2.° Los que adquiera después por título gratuito.
3.° Los adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos.
4.° Los adquiridos por derecho de retracto perteneciente a uno solo de los cónyuges.
5.° Los bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona y los no transmisibles
ínter vivos.
6.° El resarcimiento por daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a sus
bienes privativos.
7.° Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.
8.° Los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión u oficio, salvo cuando
éstos sean parte integrante o pertenencias de un establecimiento o explotación de carácter
común.
Los bienes mencionados en los apartados 4.° y 8.° no perderán su carácter de privativos
por el hecho de que su adquisición se haya realizado con fondos comunes; pero, en este
caso, la sociedad será acreedora del cónyuge propietario por el valor satisfecho.

Artículo 1347. 
Son bienes gananciales:
1.° Los obtenidos por el trabajo o la industria de cualquiera de los cónyuges.
2.° Los frutos, rentas o intereses que produzcan tanto los bienes privativos como los
gananciales.
3.° Los adquiridos a título oneroso a costa del caudal común, bien se haga la adquisición
para la comunidad, bien para uno solo de los esposos.
4.° Los adquiridos por derecho de retracto de carácter ganancial, aun cuando lo fueran
con fondos privativos, en cuyo caso la sociedad será deudora del cónyuge por el valor
satisfecho.
5.° Las Empresas y establecimientos fundados durante la vigencia de la sociedad por
uno cualquiera de los cónyuges a expensas de los bienes comunes. Si a la formación de la
Empresa o establecimiento concurren capital privativo y capital común, se aplicará lo
dispuesto en el artículo 1.354.

Artículo 1348. 
Siempre que pertenezca privativamente a uno de los cónyuges una cantidad o crédito
pagadero en cierto número de años, no serán gananciales las sumas que se cobren en los
plazos vencidos durante el matrimonio, sino que se estimarán capital de uno u otro cónyuge,
según a quien pertenezca el crédito.

– 180 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1349. 
El derecho de usufructo o de pensión, perteneciente a uno de los cónyuges, formará
parte de sus bienes propios; pero los frutos, pensiones o intereses devengados durante el
matrimonio serán gananciales.

Artículo 1350. 
Se reputarán gananciales las cabezas de ganado que al disolverse la sociedad excedan
del número aportado por cada uno de los cónyuges con carácter privativo.

Artículo 1351. 
Las ganancias obtenidas por cualquiera de los cónyuges en el juego o las procedentes
de otras causas que eximan de la restitución pertenecerán a la sociedad de gananciales.

Artículo 1352. 
Las nuevas acciones u otros títulos o participaciones sociales suscritos como
consecuencia de la titularidad de otros privativos serán también privativos. Asimismo lo
serán las cantidades obtenidas por la enajenación del derecho a suscribir.
Si para el pago de la suscripción se utilizaren fondos comunes o se emitieran las
acciones con cargo a los beneficios, se reembolsará el valor satisfecho.

Artículo 1353. 
Los bienes donados o dejados en testamento a los cónyuges conjuntamente y sin
especial designación de partes, constante la sociedad, se entenderán gananciales, siempre
que la liberalidad fuera aceptada por ambos y el donante o testador no hubiere dispuesto lo
contrario.

Artículo 1354. 
Los bienes adquiridos mediante precio o contraprestación, en parte ganancial y en parte
privativo, corresponderán pro indiviso a la sociedad de gananciales y al cónyuge o cónyuges
en proporción al valor de las aportaciones respectivas.

Artículo 1355. 
Podrán los cónyuges, de común acuerdo, atribuir la condición de gananciales a los
bienes que adquieran a título oneroso durante el matrimonio, cualquiera que sea la
procedencia del precio o contraprestación y la forma y plazos en que se satisfaga.
Si la adquisición se hiciere en forma conjunta y sin atribución de cuotas, se presumirá su
voluntad favorable al carácter ganancial de tales bienes.

Artículo 1356. 
Los bienes adquiridos por uno de los cónyuges, constante la sociedad por precio
aplazado, tendrán naturaleza ganancial si el primer desembolso tuviera tal carácter, aunque
los plazos restantes se satisfagan con dinero privativo. Si el primer desembolso tuviere
carácter privativo, el bien será de esta naturaleza.

Artículo 1357. 
Los bienes comprados a plazos por uno de los cónyuges antes de comenzar la sociedad
tendrán siempre carácter privativo, aun cuando la totalidad o parte del precio aplazado se
satisfaga con dinero ganancial.
Se exceptúan la vivienda y ajuar familiares, respecto de los cuales se aplicará el artículo
1.354.

– 181 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1358. 
Cuando conforme a este Código los bienes sean privativos o gananciales, con
independencia de la procedencia del caudal con que la adquisición se realice, habrá de
reembolsarse el valor satisfecho a costa, respectivamente, del caudal común o del propio,
mediante el reintegro de su importe actualizado al tiempo de la liquidación.

Artículo 1359. 
Las edificaciones, plantaciones y cualesquiera otras mejoras que se realicen en los
bienes gananciales y en los privativos tendrán el carácter correspondiente a los bienes a que
afecten, sin perjuicio del reembolso del valor satisfecho.
No obstante, si la mejora hecha en bienes privativos fuese debida a la inversión de
fondos comunes o a la actividad de cualquiera de los cónyuges, la sociedad será acreedora
del aumento del valor que los bienes tengan como consecuencia de la mejora, al tiempo de
la disolución de la sociedad o de la enajenación del bien mejorado.

Artículo 1360. 
Las mismas reglas del artículo anterior se aplicarán a los incrementos patrimoniales
incorporados a una explotación, establecimiento mercantil u otro género de empresa.

Artículo 1361. 
Se presumen gananciales los bienes existentes en el matrimonio mientras no se pruebe
que pertenecen privativamente a uno de los dos cónyuges.

Sección tercera. De las cargas y obligaciones de la sociedad de gananciales

Artículo 1362. 
Serán de cargo de la sociedad de gananciales los gastos que se originen por alguna de
las siguientes causas:
1.ª El sostenimiento de la familia, la alimentación y educación de los hijos comunes y las
atenciones de previsión acomodadas a los usos y a las circunstancias de la familia.
La alimentación y educación de los hijos de uno solo de los cónyuges correrá a cargo de
la sociedad de gananciales cuando convivan en el hogar familiar. En caso contrario, los
gastos derivados de estos conceptos serán sufragados por la sociedad de gananciales, pero
darán lugar a reintegro en el momento de la liquidación.
2.ª La adquisición, tenencia y disfrute de los bienes comunes.
3.ª La administración ordinaria de los bienes privativos de cualquiera de los cónyuges.
4.ª La explotación regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio
de cada cónyuge.

Artículo 1363. 
Serán también de cargo de la sociedad las cantidades donadas o prometidas por ambos
cónyuges de común acuerdo, cuando no hubiesen pactado que hayan de satisfacerse con
los bienes privativos de uno de ellos en todo o en parte.

Artículo 1364. 
El cónyuge que hubiere aportado bienes privativos para los gastos o pagos que sean de
cargo de la sociedad tendrá derecho a ser reintegrado del valor a costa del patrimonio
común.

Artículo 1365. 
Los bienes gananciales responderán directamente frente al acreedor de las deudas
contraídas por un cónyuge:

– 182 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.° En el ejercicio de la potestad doméstica o de la gestión o disposición de gananciales,


que por ley o por capítulos le corresponda.
2.° En el ejercicio ordinario de la profesión, arte u oficio o en la administración ordinaria
de los propios bienes. Si uno de los cónyuges fuera comerciante, se estará a lo dispuesto en
el Código de Comercio.
Si el marido o la mujer fueren comerciantes, se estará a lo dispuesto en el Código de
Comercio.

Artículo 1366. 
Las obligaciones extracontractuales de un cónyuge, consecuencia de su actuación en
beneficio de la sociedad conyugal o en el ámbito de la administración de los bienes, serán de
la responsabilidad y cargo de aquélla, salvo si fuesen debidas a dolo o culpa grave del
cónyuge deudor.

Artículo 1367. 
Los bienes gananciales responderán en todo caso de las obligaciones contraídas por los
dos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el consentimiento expreso del otro.

Artículo 1368. 
También responderán los bienes gananciales de las obligaciones contraídas por uno
solo de los cónyuges en caso de separación de hecho para atender a los gastos de
sostenimiento, previsión y educación de los hijos que estén a cargo de la sociedad de
gananciales.

Artículo 1369. 
De las deudas de un cónyuge que sean, además, deudas de la sociedad responderán
también solidariamente los bienes de ésta.

Artículo 1370. 
Por el precio aplazado del bien ganancial adquirido por un cónyuge sin el consentimiento
del otro responderá siempre el bien adquirido, sin perjuicio de la responsabilidad de otros
bienes según las reglas de este Código.

Artículo 1371. 
Lo perdido y pagado durante el matrimonio por alguno de los cónyuges en cualquier
clase de juego no disminuirá su parte respectiva de los gananciales siempre que el importe
de aquella pérdida pudiere considerarse moderada con arreglo al uso y circunstancias de la
familia.

Artículo 1372. 
De lo perdido y no pagado por alguno de los cónyuges en los juegos en que la ley
concede acción para reclamar lo que se gane responden exclusivamente los bienes
privativos del deudor.

Artículo 1373. 
Cada cónyuge responde con su patrimonio personal de las deudas propias y, si sus
bienes privativos no fueran suficientes para hacerlas efectivas, el acreedor podrá pedir el
embargo de bienes gananciales, que será inmediatamente notificado al otro cónyuge y éste
podrá exigir que en la traba se sustituyan los bienes comunes por la parte que ostenta el
cónyuge deudor en la sociedad conyugal, en cuyo caso el embargo llevará consigo la
disolución de aquélla.
Si se realizase la ejecución sobre bienes comunes, se reputará que el cónyuge deudor
tiene recibido a cuenta de su participación el valor de aquéllos al tiempo en que los abone
con otros caudales propios o al tiempo de liquidación de la sociedad conyugal.

– 183 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1374. 
Tras la disolución a que se refiere el artículo anterior se aplicará el régimen de
separación de bienes, salvo que, en el plazo de tres meses, el cónyuge del deudor opte en
documento público por el comienzo de una nueva sociedad de gananciales.

Sección cuarta. De la administración de la sociedad de gananciales

Artículo 1375. 
En defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y disposiciones de los bienes
gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges, sin perjuicio de lo que se determina
en los artículos siguientes.

Artículo 1376. 
Cuando en la realización de actos de administración fuere necesario el consentimiento
de ambos cónyuges y uno se hallare impedido para prestarlo, o se negare injustificadamente
a ello, podrá el Juez suplirlo si encontrare fundada la petición.

Artículo 1377. 
Para realizar actos de disposición a título oneroso sobre bienes gananciales se requerirá
el consentimiento de ambos cónyuges.
Si uno lo negare o estuviere impedido para prestarlo, podrá el Juez, previa información
sumaria, autorizar uno o varios actos dispositivos cuando lo considere de interés para la
familia. Excepcionalmente acordará las limitaciones o cautelas que estime convenientes.

Artículo 1378. 
Serán nulos los actos a título gratuito si no concurre el consentimiento de ambos
cónyuges. Sin embargo, podrá cada uno de ellos realizar con los bienes gananciales
liberalidades de uso.

Artículo 1379. 
Cada uno de los cónyuges podrá disponer por testamento de la mitad de los bienes
gananciales.

Artículo 1380. 
La disposición testamentaria de un bien ganancial producirá todos sus efectos si fuere
adjudicado a la herencia del testador. En caso contrario se entenderá legado el valor que
tuviera al tiempo del fallecimiento.

Artículo 1381. 
Los frutos y ganancias de los patrimonios privativos y las ganancias de cualquiera de los
cónyuges forman parte del haber de la sociedad y están sujetos a las cargas y
responsabilidades de la sociedad de gananciales. Sin embargo, cada cónyuge, como
administrador de su patrimonio privativo, podrá a este solo efecto disponer de los frutos y
productos de sus bienes.

Artículo 1382. 
Cada cónyuge podrá, sin el consentimiento del otro, pero siempre con su conocimiento,
tomar como anticipo el numerario ganancial que le sea necesario, de acuerdo con los usos y
circunstancias de la familia, para el ejercicio de su profesión o la administración ordinaria de
sus bienes.

– 184 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1383. 
Deben los cónyuges informarse recíproca y periódicamente sobre la situación y
rendimientos de cualquier actividad económica suya.

Artículo 1384. 
Serán válidos los actos de administración de bienes y los de disposición de dinero o
títulos valores realizados por el cónyuge a cuyo nombre figuren o en cuyo poder se
encuentren.

Artículo 1385. 
Los derechos de crédito, cualquiera que sea su naturaleza, serán ejercitados por aquel
de los cónyuges a cuyo nombre aparezcan constituidos.
Cualquiera de los cónyuges podrá ejercitar la defensa de los bienes y derechos comunes
por vía de acción o de excepción.

Artículo 1386. 
Para realizar gastos urgentes de carácter necesario, aun cuando sean extraordinarios,
bastará el consentimiento de uno sólo de los cónyuges.

Artículo 1387. 
La administración y disposición de los bienes de la sociedad de gananciales se
transferirá por ministerio de la ley al cónyuge que sea tutor o representante legal de su
consorte.

Artículo 1388. 
Los Tribunales podrán conferir la administración a uno solo de los cónyuges cuando el
otro se encontrare en imposibilidad de prestar consentimiento o hubiere abandonado la
familia o existiere separación de hecho.

Artículo 1389. 
El cónyuge en quien recaiga la administración en virtud de lo dispuesto en los dos
artículos anteriores tendrá para ello plenas facultades, salvo que el Juez, cuando lo
considere de interés para la familia, y previa información sumaria, establezca cautelas o
limitaciones.
En todo caso, para realizar actos de disposición sobre inmuebles, establecimientos
mercantiles, objetos preciosos o valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción
preferente, necesitará autorización judicial.

Artículo 1390. 
Si como consecuencia de un acto de administración o de disposición llevado a cabo por
uno solo de los cónyuges hubiere éste obtenido un beneficio o lucro exclusivo para él u
ocasionado dolosamente un daño a la sociedad, será deudor a la misma por su importe,
aunque el otro cónyuge no impugne cuando proceda la eficacia del acto.

Artículo 1391. 
Cuándo el cónyuge hubiere realizado un acto en fraude de los derechos de su consorte
será, en todo caso, de aplicación lo dispuesto en el artículo anterior y, además, si el
adquirente hubiere procedido de mala fe, el acto será rescindible.

Sección quinta. De la disolución y liquidación de la sociedad de gananciales

Artículo 1392. 
La sociedad de gananciales concluirá de pleno derecho:

– 185 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

1.° Cuando se disuelva el matrimonio.


2.° Cuando sea declarado nulo.
3.° Cuando judicialmente se decrete la separación de los cónyuges.
4.° Cuando los cónyuges convengan un régimen económico distinto en la forma
prevenida en este Código.

Artículo 1393. 
También concluirá por decisión judicial la sociedad de gananciales, a petición de uno de
los cónyuges, en alguno de los casos siguientes:
1.° Haber sido el otro cónyuge judicialmente incapacitado, declarado pródigo, ausente o
en quiebra o concurso de acreedores, o condenado por abandono de familia.
Para que el Juez acuerde la disolución bastará que el cónyuge que la pidiere presente la
correspondiente resolución judicial.
2.° Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o de gestión
patrimonial que entrañen fraude, daño o peligro para los derechos del otro en la sociedad.
3.° Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por abandono del
hogar.
4.° Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la marcha y rendimientos
de sus actividades económicas.
En cuanto a la disolución de la sociedad por el embargo de la parte de uno de los
cónyuges por deudas propias, se estará a lo especialmente dispuesto en este Código.

Artículo 1394. 
Los efectos de la disolución prevista en el artículo anterior se producirán desde la fecha
en que se acuerde. De seguirse pleito sobre la concurrencia de la causa de disolución,
iniciada la tramitación del mismo, se practicará el inventario, y el Juez adoptará las medidas
necesarias para la administración del caudal, requiriéndose, licencia judicial para todos los
actos que excedan de la administración ordinaria.

Artículo 1395. 
Cuando la sociedad de gananciales se disuelva por nulidad del matrimonio y uno de los
cónyuges hubiera sido declarado de mala fe, podrá el otro optar por la liquidación del
régimen matrimonial según las normas de esta Sección o por las disposiciones relativas al
régimen de participación, y el contrayente de mala fe no tendrá derecho a participar en las
ganancias obtenidas por su consorte.

Artículo 1396. 
Disuelta la sociedad se procederá a su liquidación, que comenzará por un inventario del
activo y pasivo de la sociedad.

Artículo 1397. 
Habrán de comprenderse en el activo:
1.° Los bienes gananciales existentes en el momento de la disolución.
2.° El importe actualizado del valor que tenían los bienes al ser enajenados por negocio
ilegal o fraudulento si no hubieran sido recuperados.
3.° El importe actualizado de las cantidades pagadas por la sociedad que fueran de
cargo sólo de un cónyuge y en general las que constituyen créditos de la sociedad contra
éste.

Artículo 1398. 
El pasivo de la sociedad estará integrado por las siguientes partidas:
1.ª Las deudas pendientes a cargo de la sociedad.

– 186 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

2.ª El importe actualizado del valor de los bienes privativos cuando su restitución deba
hacerse en metálico por haber sido gastados en interés de la sociedad.
Igual regla se aplicará a los deterioros producidos en dichos bienes por su uso en
beneficio de la sociedad.
3.ª El importe actualizado de las cantidades que, habiendo sido pagadas por uno solo de
los cónyuges, fueran de cargo de la sociedad y, en general, las que constituyan créditos de
los cónyuges contra la sociedad.

Artículo 1399. 
Terminado el inventario se pagarán en primer lugar las deudas de la sociedad,
comenzando por las alimenticias que, en cualquier caso, tendrán preferencia.
Respecto de las demás, si el caudal inventariado no alcanzase para ello, se observará lo
dispuesto para la concurrencia y prelación de créditos.

Artículo 1400. 
Cuando no hubiera metálico suficiente para el pago de las deudas podrán ofrecerse con
tal fin adjudicaciones de bienes gananciales, pero si cualquier partícipe o acreedor lo pide se
procederá a enajenarlos y pagar con su importe.

Artículo 1401. 
Mientras no se hayan pagado por entero las deudas de la sociedad, los acreedores
conservarán sus créditos contra el cónyuge deudor. El cónyuge no deudor responderá con
los bienes que le hayan sido adjudicados, si se hubiere formulado debidamente, inventario
judicial o extrajudicial.
Si como consecuencia de ello resultare haber pagado uno de los cónyuges mayor
cantidad de la que le fuere imputable, podrá repetir contra el otro.

Artículo 1402. 
Los acreedores de la sociedad de gananciales tendrán en su liquidación los mismos
derechos que le reconocen las Leyes en la partición y liquidación de las herencias.

Artículo 1403. 
Pagadas las deudas y cargas de la sociedad se abonarán las indemnizaciones y
reintegros debidos a cada cónyuge hasta donde alcance el caudal inventariado, haciendo las
compensaciones que correspondan cuando el cónyuge sea deudor de la sociedad.

Artículo 1404. 
Hechas las deducciones en el caudal inventariado que prefijan los artículos anteriores, el
remanente constituirá el haber de la sociedad de gananciales, que se dividirá por mitad entre
los cónyuges o sus respectivos herederos.

Artículo 1405. 
Si uno de los cónyuges resultare en el momento de la liquidación acreedor personal del
otro, podrá exigir que se le satisfaga su crédito adjudicándole bienes comunes, salvo que el
deudor pague voluntariamente.

Artículo 1406. 
Cada cónyuge tendrá derecho a que se incluyan con preferencia en su haber, hasta
donde éste alcance:
1.° Los bienes de uso personal no incluidos en el número 7 del artículo 1.346.
2.° La explotación económica que gestione efectivamente.
3.° El local donde hubiese venido ejerciendo su profesión.
4.° En caso de muerte del otro cónyuge, la vivienda donde tuviese la residencia habitual.

– 187 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1407. 
En los casos de los números 3 y 4 del artículo anterior podrá el cónyuge pedir, a su
elección, que se le atribuyan los bienes en propiedad o que se constituya sobre ellos a su
favor un derecho de uso o habitación. Si el valor de los bienes o el derecho superara al del
haber del cónyuge adjudicatario, deberá éste abonar la diferencia en dinero.

Artículo 1408. 
De la masa común de bienes se darán alimentos a los cónyuges o, en su caso, al
sobreviviente y a los hijos mientras se haga la liquidación del caudal inventariado y hasta
que se les entregue su haber; pero se les rebajarán de éste en la parte que excedan de los
que les hubiese correspondido en razón de frutos y rentas.

Artículo 1409. 
Siempre que haya de ejecutarse simultáneamente la liquidación de gananciales de dos o
más matrimonios contraídos por una misma persona para determinar el capital de cada
sociedad se admitirá toda clase de pruebas en defecto de inventarios. En caso de duda se
atribuirán los gananciales a las diferentes sociedades proporcionalmente, atendiendo al
tiempo de su duración y a los bienes e ingresos de los respectivos cónyuges.

Artículo 1410. 
En todo lo no previsto en este capítulo sobre formación de inventario, reglas sobre
tasación y ventas de bienes, división del caudal, adjudicaciones a los partícipes y demás que
no se halle expresamente determinado, se observará lo establecido para la partición y
liquidación de la herencia.

CAPÍTULO V
Del régimen de participación

Artículo 1411. 
En el régimen de participación cada uno de los cónyuges adquiere derecho a participar
en las ganancias obtenidas por su consorte durante el tiempo en que dicho régimen haya
estado vigente.

Artículo 1412. 
A cada cónyuge le corresponde la administración, el disfrute y la libre disposición tanto
de los bienes que le pertenecían en el momento de contraer matrimonio como de los que
pueda adquirir después por cualquier título.

Artículo 1413. 
En todo lo no previsto en este capítulo se aplicarán, durante la vigencia del régimen de
participación, las normas relativas al de separación de bienes.

Artículo 1414. 
Si los casados en régimen de participación adquirieran conjuntamente algún bien o
derecho, les pertenece en pro indiviso ordinario.

Artículo 1415. 
El régimen de participación se extingue en los casos prevenidos para la sociedad de
gananciales, aplicándose lo dispuesto en los artículos 1.394 y 1.395.

– 188 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1416. 
Podrá pedir un cónyuge la terminación del régimen de participación cuando la irregular
administración del otro comprometa gravemente sus intereses.

Artículo 1417. 
Producida la extinción se determinaran las ganancias por las diferencias entre los
patrimonios inicial y final de cada cónyuge.

Artículo 1418. 
Se estimará constituido el patrimonio inicial de cada cónyuge:
1.° Por los bienes y derechos que le pertenecieran al empezar el régimen.
2.° Por los adquiridos después a título de herencia, donación o legado.

Artículo 1419. 
Se deducirán las obligaciones del cónyuge al empezar el régimen y, en su caso, las
sucesorias o las cargas inherentes a la donación o legado, en cuanto no excedan de los
bienes heredados o donados.

Artículo 1420. 
Si el pasivo fuese superior al activo no habrá patrimonio inicial.

Artículo 1421. 
Los bienes constitutivos del patrimonio inicial se estimarán según el estado y valor que
tuvieran al empezar el régimen o, en su caso, al tiempo en que fueron adquiridos.
El importe de la estimación deberá actualizarse el día en que el régimen haya cesado.

Artículo 1422. 
El patrimonio final de cada cónyuge estará formado por los bienes y derechos de que
sea titular en el momento de la terminación del régimen, con deducción de las obligaciones
todavía no satisfechas.

Artículo 1423. 
Se incluirá en el patrimonio finad el valor de los bienes de que uno de los cónyuges
hubiese dispuesto a título gratuito sin el consentimiento de su consorte, salvo si se tratase de
liberalidades de uso.

Artículo 1424. 
La misma regla se aplicará respecto de los actos realizados por uno de los cónyuges en
fraude de los derechos del otro.

Artículo 1425. 
Los bienes constitutivos del patrimonio final se estimarán según el estado y valor que
tuvieren en el momento de la terminación del régimen y los enajenados gratuita o
fraudulentamente, conforme al estado que tenían el día de la enajenación y por el valor que
hubieran tenido si se hubiesen conservado hasta el día de la terminación.

Artículo 1426. 
Los créditos que uno de los cónyuges tenga frente al otro, por cualquier título, incluso por
haber atendido o cumplido obligaciones de aquél, se computarán también en el patrimonio
final del cónyuge acreedor y se deducirán del patrimonio del cónyuge deudor.

– 189 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1427. 
Cuando la diferencia entre los patrimonios final e inicial de uno y otro cónyuge arroje
resultado positivo, el cónyuge cuyo patrimonio haya experimentado menor incremento
percibirá la mitad de la diferencia entre su propio incremento y el del otro cónyuge.

Artículo 1428. 
Cuando únicamente uno de los patrimonios arroje resultado positivo, el derecho de la
participación consistirá, para el cónyuge no titular de dicho patrimonio, en la mitad de aquel
incremento.

Artículo 1429. 
Al constituirse el régimen podrá pactarse una participación distinta de la que establecen
los dos artículos anteriores, pero deberá regir por igual y en la misma proporción respecto de
ambos patrimonios y en favor de ambos cónyuges.

Artículo 1430. 
No podrá convenirse una participación que no sea por mitad si existen descendientes no
comunes.

Artículo 1431. 
El crédito de participación deberá ser satisfecho en dinero. Si mediaren dificultades
graves para el pago inmediato, el Juez podrá conceder aplazamiento, siempre que no
exceda de tres años y que la deuda y sus intereses legales queden suficientemente
garantizados.

Artículo 1432. 
El crédito de participación podrá pagarse mediante la adjudicación de bienes concretos,
por acuerdo de los interesados o si lo concediese el Juez a petición fundada del deudor.

Artículo 1433. 
Si no hubiese bienes en el patrimonio deudor para hacer efectivo el derecho de
participación en ganancias, el cónyuge acreedor podrá impugnar las enajenaciones que
hubieren sido hechas a título gratuito sin su consentimiento y aquellas que hubieren sido
realizadas en fraude de sus derechos.

Artículo 1434. 
Las acciones de impugnación a que se refiere el artículo anterior caducarán a los dos
años de extinguido el régimen de participación y no se darán contra los adquirentes a título
oneroso y de buena fe.

CAPÍTULO VI
Del régimen de separación de bienes

Artículo 1435. 
Existirá entre los cónyuges separación de bienes.
1.° Cuando así lo hubiesen convenido.
2.° Cuando los cónyuges hubieren pactado en capitulaciones matrimoniales que no
regirá entre ellos la sociedad de gananciales, sin expresar las reglas por que hayan de
regirse sus bienes.
3.° Cuando se extinga, constante matrimonio, la sociedad de gananciales o el régimen
de participación, salvo que por voluntad de los interesados fuesen sustituidos por otro
régimen distinto.

– 190 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1436. 
La demanda de separación de bienes y la sentencia firme en que se declare se deberán
anotar e inscribir, respectivamente, en el Registro de la Propiedad que corresponda, si
recayere sobre bienes inmuebles. La sentencia firme se anotará también en el Registro Civil.

Artículo 1437. 
En el régimen de separación pertenecerán a cada cónyuge los bienes que tuviese en el
momento inicial del mismo y, los que después adquiera por cualquier título. Asimismo
corresponderá a cada uno la administración, goce y libre disposición de tales bienes.

Artículo 1438. 
Los cónyuges contribuirán al sostenimiento de las cargas del matrimonio. A falta de
convenio lo harán proporcionalmente a sus respectivos recursos económicos. El trabajo para
la casa será computado como contribución a las cargas y dará derecho a obtener una
compensación que el Juez señalará, a falta de acuerdo, a la extinción del régimen de
separación.

Artículo 1439. 
Si uno de los cónyuges hubiese administrado o gestionado bienes o intereses del otro,
tendrá las mismas obligaciones y responsabilidades que un mandatario, pero no tendrá
obligación de rendir cuentas de los frutos percibidos y consumidos, salvo cuando se
demuestre que los invirtió en atenciones distintas del levantamiento de las cargas del
matrimonio.

Artículo 1440. 
Las obligaciones contraídas por cada cónyuge serán de su exclusiva responsabilidad.
En cuanto a las obligaciones contraídas en el ejercicio de la potestad doméstica ordinaria
responderán ambos cónyuges en la forma determinada por los artículos 1.319 y 1.438 de
este Código.

Artículo 1441. 
Cuando no sea posible acreditar a cuál de los cónyuges pertenece algún bien o derecho,
corresponderá a ambos por mitad.

Artículo 1442. 
Declarado un cónyuge en quiebra o concurso, se presumirá, salvo prueba en contrario,
en beneficio de los acreedores, que fueron en su mitad donados por él los bienes adquiridos
a título oneroso por el otro durante el año anterior a la declaración o en el periodo a que
alcance la retroacción de la quiebra. Esta presunción no regirá si los cónyuges están
separados judicialmente o de hecho.

Artículo 1443. 
La separación de bienes decretada no se alterará por la reconciliación de los cónyuges
en caso de separación personal o por la desaparición de cualquiera de las demás causas
que la hubiesen motivado.

Artículo 1444. 
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, los cónyuges pueden acordar en
capitulaciones que vuelvan a regir las mismas reglas que antes de la separación de bienes.
Harán constar en las capitulaciones los bienes que cada uno aporte de nuevo y se
considerarán éstos privativos, aunque, en todo o en parte, hubieren tenido carácter
ganancial antes de la liquidación practicada por causa de la separación.

– 191 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO IV
Del contrato de compra y venta

CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza y forma de este contrato

Artículo 1445. 
Por el contrato de compra y venta uno de los contratantes se obliga a entregar una cosa
determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o signo que lo represente.

Artículo 1446. 
Si el precio de la venta consistiera parte en dinero y parte en otra cosa, se calificará el
contrato por la intención manifiesta de los contratantes. No constando ésta, se tendrá por
permuta, si el valor de la cosa dada en parte del precio excede al del dinero o su
equivalente; y por venta en el caso contrario.

Artículo 1447. 
Para que el precio se tenga por cierto bastará que lo sea con referencia a otra cosa
cierta, o que se deje su señalamiento al arbitrio de persona determinada.
Si ésta no pudiere o no quisiere señalarlo, quedará ineficaz el contrato.

Artículo 1448. 
También se tendrá por cierto el precio en la venta de valores, granos, líquidos y demás
cosas fungibles, cuando se señale el que la cosa vendida tuviera en determinado día, bolsa
o mercado, o se fije un tanto mayor o menor que el precio del día, bolsa o mercado, con tal
que sea cierto.

Artículo 1449. 
El señalamiento del precio no podrá nunca dejarse al arbitrio de uno de los contratantes.

Artículo 1450. 
La venta se perfeccionará entre comprador y vendedor, y será obligatoria para ambos, si
hubieren convenido en la cosa objeto del contrato y en el precio, aunque ni la una ni el otro
se hayan entregado.

Artículo 1451. 
La promesa de vender o comprar, habiendo conformidad en la cosa y en el precio, dará
derecho a los contratantes para reclamar recíprocamente el cumplimiento del contrato.
Siempre que no pueda cumplirse la promesa de compra y venta, regirá para vendedor y
comprador, según los casos, lo dispuesto acerca de las obligaciones y contratos en el
presente libro.

Artículo 1452. 
El daño o provecho de la cosa vendida, después de perfeccionado el contrato, se
regulará por lo dispuesto en los artículos 1.096 y 1.182.
Esta regla se aplicará a la venta de cosas fungibles hecha aisladamente y por un solo
precio, o sin consideración a su peso, número o medida.
Si las cosas fungibles se vendieren por un precio fijado con relación al peso, número o
medida, no se imputará el riesgo al comprador hasta que se hayan pesado, contado o
medido, a no ser que éste se haya constituido en mora.

– 192 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1453. 
La venta hecha a calidad de ensayo o prueba de la cosa vendida, y la venta de las cosas
que es costumbre gustar o probar antes de recibirlas, se presumirán hechas siempre bajo
condición suspensiva.

Artículo 1454. 
Si hubiesen mediado arras o señal en el contrato de compra y venta, podrá rescindirse el
contrato allanándose el comprador a perderlas, o el vendedor a devolverlas duplicadas.

Artículo 1455. 
Los gastos de otorgamiento de escrituras serán de cuenta del vendedor, y los de la
primera copia y los demás posteriores a la venta serán de cuenta del comprador, salvo pacto
en contrario.

Artículo 1456. 
La enajenación forzosa por causa de utilidad pública se regirá por lo que establezcan las
leyes especiales.

CAPÍTULO II
De la capacidad para comprar o vender

Artículo 1457. 
Podrán celebrar el contrato de compra y venta todas las personas a quienes este Código
autoriza para obligarse, salvo las modificaciones contenidas en los artículos siguientes.

Artículo 1458. 
Los cónyuges podrán venderse bienes recíprocamente.

Artículo 1459. 
No podrán adquirir por compra, aunque sea en subasta pública o judicial, por sí ni por
persona alguna intermedia:
1.º Los que desempeñen algún cargo tutelar, los bienes de la persona o personas que
estén bajo su guarda o protección.
2.º Los mandatarios, los bienes de cuya administración o enajenación estuviesen
encargados.
3.º Los albaceas, los bienes confiados a su cargo.
4.º Los empleados públicos, los bienes del Estado, de los Municipios, de los pueblos y de
los establecimientos también públicos, de cuya administración estuviesen encargados.
Esta disposición regirá para los Jueces y peritos que de cualquier modo intervinieren en
la venta.
5.º Los Magistrados, Jueces, individuos del Ministerio Fiscal, Secretarios de Tribunales y
Juzgados y Oficiales de Justicia, los bienes y derechos que estuviesen en litigio ante el
Tribunal, en cuya jurisdicción o territorio ejercieran sus respectivas funciones, extendiéndose
esta prohibición al acto de adquirir por cesión.
Se exceptuará de esta regla el caso en que se trate de acciones hereditarias entre
coherederos, o de cesión en pago de créditos, o de garantía de los bienes que posean.
La prohibición contenida en este número 5.º comprenderá a los Abogados y
Procuradores respecto a los bienes y derechos que fueren objeto de un litigio en que
intervengan por su profesión y oficio.

– 193 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
De los efectos del contrato de compra y venta cuando se ha perdido la cosa
vendida

Artículo 1460. 
Si al tiempo de celebrarse la venta se hubiese perdido en su totalidad la cosa objeto de
la misma, quedará sin efecto el contrato.
Pero si se hubiese perdido sólo en parte, el comprador podrá optar entre desistir del
contrato o reclamar la parte existente, abonando su precio en proporción al total convenido.

CAPÍTULO IV
De las obligaciones del vendedor

Sección primera. Disposición general

Artículo 1461. 
El vendedor está obligado a la entrega y saneamiento de la cosa objeto de la venta.

Sección segunda. De la entrega de la cosa vendida

Artículo 1462. 
Se entenderá entregada la cosa vendida cuando se ponga en poder y posesión del
comprador.
Cuando se haga la venta mediante escritura pública, el otorgamiento de ésta equivaldrá
a la entrega de la cosa objeto del contrato, si de la misma escritura no resultare o se
dedujere claramente lo contrario.

Artículo 1463. 
Fuera de los casos que expresa el artículo precedente, la entrega de los bienes muebles
se efectuará: por la entrega de las llaves del lugar o sitio donde se hallan almacenados o
guardados, y por el solo acuerdo o conformidad de los contratantes, si la cosa vendida no
puede trasladarse a poder del comprador en el instante de la venta, o si éste la tenía ya en
su poder por algún otro motivo.

Artículo 1464. 
Respecto de los bienes incorporales, regirá lo dispuesto en el párrafo 2.º del artículo
1.462. En cualquier otro caso en que éste no tenga aplicación se entenderá por entrega el
hecho de poner en poder del comprador los títulos de pertenencia, o el uso que haga de su
derecho el mismo comprador, consintiéndolo el vendedor.

Artículo 1465. 
Los gastos para la entrega de la cosa vendida serán de cuenta del vendedor, y los de su
transporte o traslación de cargo del comprador, salvo el caso de estipulación especial.

Artículo 1466. 
El vendedor no estará obligado a entregar la cosa vendida si el comprador no le ha
pagado el precio o no se ha señalado en el contrato un plazo para el pago.

Artículo 1467. 
Tampoco tendrá obligación el vendedor de entregar la cosa vendida cuando se haya
convenido en un aplazamiento o término para el pago, si después de la venta se descubre
que el comprador es insolvente, de tal suerte que el vendedor corre inminente riesgo de
perder el precio.

– 194 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Se exceptúa de esta regla el caso en que el comprador afiance pagar en el plazo


convenido.

Artículo 1468. 
El vendedor deberá entregar la cosa vendida en el estado en que se hallaba al
perfeccionarse el contrato.
Todos los frutos pertenecerán al comprador desde el día en que se perfeccionó el
contrato.

Artículo 1469. 
La obligación de entregar la cosa vendida comprende la de poner en poder del
comprador todo lo que exprese el contrato, mediante las reglas siguientes:
Si la venta de bienes inmuebles se hubiese hecho con expresión de su cabida, a razón
de un precio por unidad de medida o número, tendrá obligación el vendedor de entregar al
comprador, si éste lo exige, todo cuanto se haya expresado en el contrato; pero si esto no
fuere posible, podrá el comprador optar entre una rebaja proporcional del precio o la
rescisión del contrato, siempre que, en este último caso, no baje de la décima parte de la
cabida la disminución de la que se le atribuyera al inmueble.
Lo mismo se hará, aunque resulte igual cabida, si alguna parte de ella no es de la
calidad expresada en el contrato.
La rescisión, en este caso, sólo tendrá lugar a voluntad del comprador, cuando el menos
valor de la cosa vendida exceda de la décima parte del precio convenido.

Artículo 1470. 
Si, en el caso del artículo precedente, resultare mayor cabida o número en el inmueble
que los expresados en el contrato, el comprador tendrá la obligación de pagar el exceso de
precio si la mayor cabida o número no pasa de la vigésima parte de los señalados en el
mismo contrato; pero si excedieren de dicha vigésima parte, el comprador podrá optar entre
satisfacer el mayor valor del inmueble o desistir del contrato.

Artículo 1471. 
En la venta de un inmueble, hecha por precio alzado y no a razón de un tanto por unidad
de medida o número, no tendrá lugar el aumento o disminución del mismo, aunque resulte
mayor o menor cabida o número de los expresados en el contrato.
Esto mismo tendrá lugar cuando sean dos o más fincas las vendidas por un solo precio,
pero si, además de expresarse los linderos, indispensables en toda enajenación de
inmuebles, se designaren en el contrato su cabida o número, el vendedor estará obligado a
entregar todo lo que se comprenda dentro de los mismos linderos, aun cuando exceda de la
cabida o número expresados en el contrato; y, si no pudiere, sufrirá una disminución en el
precio, proporcional a lo que falte de cabida o número, a no ser que el contrato quede
anulado por no conformarse el comprador con que se deje de entregar lo que se estipuló.

Artículo 1472. 
Las acciones que nacen de los tres artículos anteriores prescribirán a los seis meses,
contados desde el día de la entrega.

Artículo 1473. 
Si una misma cosa se hubiese vendido a diferentes compradores, la propiedad se
transferirá a la persona que primero haya tomado posesión de ella con buena fe, si fuere
mueble.
Si fuere inmueble, la propiedad pertenecerá al adquirente que antes la haya inscrito en el
Registro.
Cuando no haya inscripción, pertenecerá la propiedad a quien de buena fe sea primero
en la posesión; y, faltando ésta, a quien presente título de fecha más antigua, siempre que
haya buena fe.

– 195 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Sección tercera. Del saneamiento

Artículo 1474. 
En virtud del saneamiento a que se refiere el artículo 1.461, el vendedor responderá al
comprador:
1.º De la posesión legal y pacífica de la cosa vendida.
2.º De los vicios o defectos ocultos que tuviere.

§ 1.º Del saneamiento en caso de evicción

Artículo 1475. 
Tendrá lugar la evicción cuando se prive al comprador, por sentencia firme y en virtud de
un derecho anterior a la compra, de todo o parte de la cosa comprada.
El vendedor responderá de la evicción aunque nada se haya expresado en el contrato.
Los contratantes, sin embargo, podrán aumentar, disminuir o suprimir esta obligación
legal del vendedor.

Artículo 1476. 
Será nulo todo pacto que exima al vendedor de responder de la evicción, siempre que
hubiere mala fe de su parte.

Artículo 1477. 
Cuando el comprador hubiese renunciado el derecho al saneamiento para el caso de
evicción, llegado que sea éste, deberá el vendedor entregar únicamente el precio que tuviere
la cosa vendida al tiempo de la evicción, a no ser que el comprador hubiese hecho la
renuncia con conocimiento de los riesgos de la evicción y sometiéndose a sus
consecuencias.

Artículo 1478. 
Cuando se haya estipulado el saneamiento o cuando nada se haya pactado sobre este
punto, si la evicción se ha realizado, tendrá el comprador derecho a exigir del vendedor:
1.º La restitución del precio que tuviere la cosa vendida al tiempo de la evicción, ya sea
mayor o menor que el de la venta.
2.º Los frutos o rendimientos, si se le hubiere condenado a entregarlos al que le haya
vencido en juicio.
3.º Las costas del pleito que haya motivado la evicción y, en su caso, las del seguido con
el vendedor para el saneamiento.
4.º Los gastos del contrato, si los hubiese pagado el conprador.
5.º Los daños e intereses y los gastos voluntarios o de puro recreo u ornato, si se vendió
de mala fe.

Artículo 1479. 
Si el comprador perdiere, por efecto de la evicción, una parte de la cosa vendida de tal
importancia con relación al todo que sin dicha parte no la hubiera comprado, podrá exigir la
rescisión del contrato; pero con la obligación de devolver la cosa sin más gravámenes que
los que tuviese al adquirirla.
Esto mismo se observará cuando se vendiesen dos o más cosas conjuntamente por un
precio alzado, o particular para cada una de ellas, si constase claramente que el comprador
no habría comprado la una sin la otra.

Artículo 1480. 
El saneamiento no podrá exigirse hasta que haya recaído sentencia firme, por la que se
condene al comprador a la pérdida de la cosa adquirida o de parte de la misma.

– 196 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1481. 
El vendedor estará obligado al saneamiento que corresponda, siempre que resulte
probado que se le notificó la demanda de evicción a instancia del comprador. Faltando la
notificación, el vendedor no estará obligado al saneamiento.

Artículo 1482. 
El comprador demandado solicitará, dentro del término que la Ley de Enjuiciamiento Civil
señala para contestar a la demanda, que ésta se notifique al vendedor o vendedores en el
plazo más breve posible.
La notificación se hará como la misma ley establece para emplazar a los demandados.
El término de contestación para el comprador quedará en suspenso ínterin no expiren los
que para comparecer y contestar a la demanda se señalen al vendedor o vendedores, que
serán los mismos plazos que determina para todos los demandados la expresada Ley de
Enjuiciamiento Civil, contados desde la notificación establecida por el párrafo primero de
este artículo.
Si los citados de evicción no comparecieren en tiempo y forma, continuará, respecto del
comprador, el término para contestar a la demanda.

Artículo 1483. 
Si la finca vendida estuviese gravada, sin mencionarlo la escritura, con alguna carga o
servidumbre no aparente, de tal naturaleza que deba presumirse no la habría adquirido el
comprador si la hubiera conocido, podrá pedir la rescisión del contrato, a no ser que prefiera
la indemnización correspondiente.
Durante un año, a contar desde el otorgamiento de la escritura, podrá el comprador
ejercitar la acción rescisoria o solicitar la indemnización.
Transcurrido el año, sólo podrá reclamar la indemnización dentro de un período igual, a
contar desde el día en que haya descubierto la carga o servidumbre.

§ 2.º Del saneamiento por los defectos o gravámenes ocultos de la cosa vendida

Artículo 1484. 
El vendedor estará obligado al saneamiento por los defectos ocultos que tuviere la cosa
vendida, si la hacen impropia para el uso a que se la destina, o si disminuyen de tal modo
este uso que, de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o habría dado
menos precio por ella; pero no será responsable de los defectos manifiestos o que
estuvieren a la vista, ni tampoco de los que no lo estén, si el comprador es un perito que, por
razón de su oficio o profesión, debía fácilmente conocerlos.

Artículo 1485. 
El vendedor responde al comprador del saneamiento por los vicios o defectos ocultos de
la cosa vendida, aunque los ignorase.
Esta disposición no regirá cuando se haya estipulado lo contrario, y el vendedor ignorara
los vicios o defectos ocultos de lo vendido.

Artículo 1486. 
En los casos de los dos artículos anteriores, el comprador podrá optar entre desistir del
contrato, abonándosele los gastos que pagó, o rebajar una cantidad proporcional del precio,
a juicio de peritos.
Si el vendedor conocía los vicios o defectos ocultos de la cosa vendida y no los
manifestó al comprador, tendrá éste la misma opción y además se le indemnizará de los
daños y perjuicios, si optare por la rescisión.

– 197 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1487. 
Si la cosa vendida se perdiere por efecto de los vicios ocultos, conociéndolos el
vendedor, sufrirá éste la pérdida, y deberá restituir el precio y abonar los gastos del contrato,
con los daños y perjuicios. Si no los conocía, debe sólo restituir el precio y abonar los gastos
del contrato que hubiese pagado el comprador.

Artículo 1488. 
Si la cosa vendida tenía algún vicio oculto al tiempo de la venta, y se pierde después por
caso fortuito o por culpa del comprador, podrá éste reclamar del vendedor el precio que
pagó, con la rebaja del valor que la cosa tenía al tiempo de perderse.
Si el vendedor obró de mala fe, deberá abonar al comprador los daños e intererses.

Artículo 1489. 
En las ventas judiciales nunca habrá lugar a la responsabilidad por daños y perjuicios;
pero sí a todo lo demás dispuesto en los artículos anteriores.

Artículo 1490. 
Las acciones que emanan de lo dispuesto en los cinco artículos precedentes se
extinguirán a los seis meses, contados desde la entrega de la cosa vendida.

Artículo 1491. 
Vendiéndose dos o más animales juntamente, sea en un precio alzado, sea señalándolo
a cada uno de ellos, el vicio redhibitorio de cada uno dará solamente lugar a su redhibición, y
no a la de los otros, a no ser que aparezca que el comprador no habría comprado el sano o
sanos sin el vicioso.
Se presume esto último cuando se compra un tiro, yunta, pareja o juego, aunque se haya
señalado un precio separado a cada uno de los animales que lo componen.

Artículo 1492. 
Lo dispuesto en el artículo anterior respecto de la venta de animales se entiende
igualmente aplicable a la de otras cosas.

Artículo 1493. 
El saneamiento por los vicios ocultos de los animales y ganados no tendrá lugar en las
ventas hechas en feria o en pública subasta, ni en la de caballerías enajenadas como de
desecho, salvo el caso previsto en el artículo siguiente.

Artículo 1494. 
No serán objeto del contrato de venta los ganados y animales que padezcan
enfermedades contagiosas. Cualquier contrato que se hiciere respecto de ellos será nulo.
También será nulo el contrato de venta de los ganados y animales, si, expresándose en
el mismo contrato el servicio o uso para que se adquieren, resultaren inútiles para prestarlo.

Artículo 1495. 
Cuando el vicio oculto de los animales, aunque se haya practicado reconocimiento
facultativo, sea de tal naturaleza que no basten los conocimientos periciales para su
descubrimiento, se reputará redhibitorio.
Pero si el profesor, por ignorancia o mala fe, dejara de descubrirlo o manifestarlo, será
responsable de los daños y perjuicios.

– 198 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1496. 
La acción redhibitoria que se funde en los vicios o defectos de los animales, deberá
interponerse dentro de cuarenta días, contados desde el de su entrega al comprador, salvo
que, por el uso en cada localidad, se hallen establecidos mayores o menores plazos.
Esta acción en las ventas de animales sólo se podrá ejercitar respecto de los vicios y
defectos de los mismos que estén determinados por la ley o por los usos locales.

Artículo 1497. 
Si el animal muriese a los tres días de comprado, será responsable el vendedor, siempre
que la enfermedad que ocasionó la muerte existiera antes del contrato, a juicio de los
facultativos.

Artículo 1498. 
Resuelta la venta, el animal deberá ser devuelto en el estado en que fue vendido y
entregado, siendo responsable el comprador de cualquier deterioro debido a su negligencia,
y que no proceda del vicio o defecto redhibitorio.

Artículo 1499. 
En las ventas de animales y ganados con vicios redhibitorios, gozará también el
comprador de la facultad expresada en el artículo 1.486; pero deberá usar de ella dentro del
mismo término que para el ejercicio de la acción redhibitoria queda respectivamente
señalado.

CAPÍTULO V
De las obligaciones del comprador

Artículo 1500. 
El comprador está obligado a pagar el precio de la cosa vendida en el tiempo y lugar
fijado por el contrato.
Si no se hubieren fijado, deberá hacerse el pago en el tiempo y lugar en que se haga la
entrega de la cosa vendida.

Artículo 1501. 
El comprador deberá intereses por el tiempo que medie entre la entrega de la cosa y el
pago del precio, en los tres casos siguientes:
1.º Si así se hubiere convenido.
2.º Si la cosa vendida y entregada produce fruto o renta.
3.º Si se hubiere constituido en mora, con arreglo al artículo 1.100.

Artículo 1502. 
Si el comprador fuere perturbado en la posesión o dominio de la cosa adquirida, o tuviere
fundado temor de serlo por una acción reivindicatoria o hipotecaria, podrá suspender el pago
del precio hasta que el vendedor haya hecho cesar la perturbación o el peligro, a no ser que
afiance la devolución del precio en su caso, o se haya estipulado que, no obstante
cualquiera contingencia de aquella clase, el comprador estará obligado a verificar el pago.

Artículo 1503. 
Si el vendedor tuviere fundado motivo para temer la pérdida de la cosa inmueble vendida
y el precio, podrá promover inmediatamente la resolución de la venta.
Si no existiere este motivo, se observará lo dispuesto en el artículo 1.124.

– 199 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1504. 
En la venta de bienes inmuebles, aun cuando se hubiera estipulado que por falta de
pago del precio en el tiempo convenido tendrá lugar de pleno derecho la resolución del
contrato, el comprador podrá pagar, aun después de expirado el término, ínterin no haya
sido requerido judicialmente o por acta notarial. Hecho el requerimiento, el Juez no podrá
concederle nuevo término.

Artículo 1505. 
Respecto de los bienes muebles, la resolución de la venta tendrá lugar de pleno
derecho, en interés del vendedor, cuando el comprador, antes de vencer el término fijado
para la entrega de la cosa, no se haya presentado a recibirla, o, presentándose, no haya
ofrecido al mismo tiempo el precio, salvo que para el pago de éste se hubiese pactado
mayor dilación.

CAPÍTULO VI
De la resolución de la venta

Artículo 1506. 
La venta se resuelve por las mismas causas que todas las obligaciones y, además, por
las expresadas en los capítulos anteriores, y por el retracto convencional o por el legal.

Sección primera. Del retracto convencional

Artículo 1507. 
Tendrá lugar el retracto convencional cuando el vendedor se reserve el derecho de
recuperar la cosa vendida, con obligación de cumplir lo expresado en el artículo 1.518 y lo
demás que se hubiese pactado.

Artículo 1508. 
El derecho de que trata el artículo anterior durará, a falta de pacto expreso, cuatro años
contados desde la fecha del contrato.
En caso de estipulación, el plazo no podrá exceder de diez años.

Artículo 1509. 
Si el vendedor no cumple lo prescrito en el artículo 1.518, el comprador adquirirá
irrevocablemente el dominio de la cosa vendida.

Artículo 1510. 
El vendedor podrá ejercitar su acción contra todo poseedor que traiga su derecho del
comprador, aunque en el segundo contrato no se haya hecho mención del retracto
convencional; salvo lo dispuesto en la Ley Hipotecaria respecto de terceros.

Artículo 1511. 
El comprador sustituye al vendedor en todos sus derechos y acciones.

Artículo 1512. 
Los acreedores del vendedor no podrán hacer uso del retracto convencional contra el
comprador, sino después de haber hecho excusión en los bienes del vendedor.

– 200 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1513. 
El comprador con pacto de retroventa de una parte de finca indivisa que adquiera la
totalidad de la misma en el caso del artículo 404, podrá obligar al vendedor a redimir el todo,
si éste quiere hacer uso del retracto.

Artículo 1514. 
Cuando varios, conjuntamente y en un solo contrato, vendan una finca indivisa con pacto
de retro, ninguno de ellos podrá ejercitar este derecho más que por su parte respectiva.
Lo mismo se observará si el que ha vendido por sí solo una finca ha dejado varios
herederos, en cuyo caso cada uno de éstos sólo podrá redimir la parte que hubiese
adquirido.

Artículo 1515. 
En los casos del artículo anterior, el comprador podrá exigir de todos los vendedores o
coherederos que se pongan de acuerdo sobre la redención de la totalidad de la cosa
vendida; y, si así no lo hicieren, no se podrá obligar al comprador al retracto parcial.

Artículo 1516. 
Cada uno de los copropietarios de una finca indivisa, que hubiese vendido
separadamente su parte, podrá ejercitar, con la misma separación, el derecho de retracto
por su porción respectiva, y el comprador no podrá obligarle a redimir la totalidad de la finca.

Artículo 1517. 
Si el comprador dejare varios herederos, la acción de retracto no podrá ejercitarse contra
cada uno sino por su parte respectiva, ora se halle indivisa, ora se haya distribuido entre
ellos.
Pero si se ha dividido la herencia, y la cosa vendida se ha adjudicado a uno de los
herederos, la acción de retracto podrá intentarse contra él por el todo.

Artículo 1518. 
El vendedor no podrá hacer uso del derecho de retracto sin reembolsar al comprador el
precio de la venta, y además:
1.º Los gastos del contrato y cualquier otro pago legítimo hecho para la venta.
2.º Los gastos necesarios y útiles hechos en la cosa vendida.

Artículo 1519. 
Cuando al celebrarse la venta hubiese en la finca frutos manifiestos o nacidos, no se
hará abono ni prorrateo de los que haya al tiempo del retracto.
Si no los hubo al tiempo de la venta, y los hay al del retracto, se prorratearán entre el
retrayente y el comprador, dando a éste la parte correspondiente al tiempo que poseyó la
finca en el último año, a contar desde la venta.

Artículo 1520. 
El vendedor que recobre la cosa vendida, la recibirá libre de toda carga o hipoteca
impuesta por el comprador, pero estará obligado a pasar por los arriendos que éste haya
hecho de buena fe y según costumbre del lugar en que radique.

Sección segunda. Del retracto legal

Artículo 1521. 
El retracto legal es el derecho de subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas en
el contrato, en lugar del que adquiere una cosa por compra o dación en pago.

– 201 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1522. 
El copropietario de una cosa común podrá usar del retracto en el caso de enajenarse a
un extraño la parte de todos los demás condueños o de alguno de ellos.
Cuando dos o más copropietarios quieran usar del retracto, sólo podrán hacerlo a
prorrata de la porción que tengan en la cosa común.

Artículo 1523. 
También tendrán el derecho de retracto los propietarios de las tierras colindantes cuando
se trate de la venta de una finca rústica cuya cabida no exceda de una hectárea.
El derecho a que se refiere el párrafo anterior no es aplicable a las tierras colindantes
que estuvieren separadas por arroyos, acequias, barrancos, caminos y otras servidumbres
aparentes en provecho de otras fincas.
Si dos o más colindantes usan del retracto al mismo tiempo será preferido el que de ellos
sea dueño de la tierra colindante de menor cabida; y si las dos la tuvieran igual, el que
primero lo solicite.

Artículo 1524. 
No podrá ejercitarse el derecho de retracto legal sino dentro de nueve días, contados
desde la inscripción en el Registro, y en su defecto, desde que el retrayente hubiera tenido
conocimiento de la venta.
El retracto de comuneros excluye el de colindantes.

Artículo 1525. 
En el retracto legal tendrá lugar lo dispuesto en los artículos 1.511 y 1.518.

CAPÍTULO VII
De la transmisión de créditos y demás derechos incorporales

Artículo 1526. 
La cesión de un crédito, derecho o acción no surtirá efecto contra tercero sino desde que
su fecha deba tenerse por cierta en conformidad a los artículos 1.218 y 1.227.
Si se refiere a un inmueble, desde la fecha de su inscripción en el Registro.

Artículo 1527. 
El deudor que antes de tener conocimiento de la cesión satisfaga al acreedor quedará
libre de la obligación.

Artículo 1528. 
La venta o cesión de un crédito comprende la de todos los derechos accesorios, como la
fianza, hipoteca, prenda o privilegio.

Artículo 1529. 
El vendedor de buena fe responderá de la existencia y legitimidad del crédito al tiempo
de la venta, a no ser que se haya vendido como dudoso; pero no de la solvencia del deudor,
a menos de haberse estipulado expresamente, o de que la insolvencia fuese anterior y
pública.
Aun en estos casos sólo responderá del precio recibido y de los gastos expresados en el
número primero del artículo 1.518.
El vendedor de mala fe responderá siempre del pago de todos los gastos y de los daños
y perjuicios.

– 202 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1530. 
Cuando el cedente de buena fe se hubiese hecho responsable de la solvencia del
deudor, y los contratantes no hubieran estipulado nada sobre la duración de la
responsabilidad, durará ésta sólo un año, contado desde la cesión del crédito, si estaba ya
vencido el plazo.
Si el crédito fuere pagadero en término o plazo todavía no vencido, la responsabilidad
cesará un año después del vencimiento.
Si el crédito consistiere en una renta perpetua, la responsabilidad se extinguirá a los diez
años, contados desde la fecha de la cesión.

Artículo 1531. 
El que venda una herencia sin enumerar las cosas de que se compone, sólo estará
obligado a responder de su cualidad de heredero.

Artículo 1532. 
El que venda alzadamente o en globo la totalidad de ciertos derechos, rentas o
productos, cumplirá con responder de la legitimidad del todo en general; pero no estará
obligado al saneamiento de cada una de las partes de que se compongan, salvo en el caso
de evicción del todo o de la mayor parte.

Artículo 1533. 
Si el vendedor se hubiese aprovechado de algunos frutos o hubiese percibido alguna
cosa de la herencia que vendiere, deberá abonarlos al comprador si no se hubiese pactado
lo contrario.

Artículo 1534. 
El comprador deberá, por su parte, satisfacer al vendedor todo lo que éste haya pagado
por las deudas y cargas de la herencia y por los créditos que tenga contra la misma, salvo
pacto en contrario.

Artículo 1535. 
Vendiéndose un crédito litigioso, el deudor tendrá derecho a extinguirlo, reembolsando al
cesionario el precio que pagó, las costas que se le hubiesen ocasionado y los intereses del
precio desde el día en que éste fue satisfecho.
Se tendrá por litigioso un crédito desde que se conteste a la demanda relativa al mismo.
El deudor podrá usar de su derecho dentro de nueve días, contados desde que el
cesionario le reclame el pago.

Artículo 1536. 
Se exceptúan de lo dispuesto en el artículo anterior la cesión o ventas hechas:
1.º A un coheredero o condueño del derecho cedido.
2.º A un acreedor en pago de su crédito.
3.º Al poseedor de una finca sujeta al derecho litigioso que se ceda.

CAPÍTULO VIII
Disposición general

Artículo 1537. 
Todo lo dispuesto en este título se entiende con sujeción a lo que respecto de bienes
inmuebles se determina en la Ley Hipotecaria.

– 203 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO V
De la permuta

Artículo 1538. 
La permuta es un contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una
cosa para recibir otra.

Artículo 1539. 
Si uno de los contratantes hubiese recibido la cosa que se le prometió en permuta, y
acreditase que no era propia del que la dio, no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció
en cambio, y cumplirá con devolver la que recibió.

Artículo 1540. 
El que pierda por evicción la cosa recibida en permuta, podrá optar entre recuperar la
que dio en cambio, o reclamar la indemnización de daños y perjuicios; pero sólo podrá usar
del derecho a recuperar la cosa que él entregó mientras ésta subsista en poder del otro
permutante, y sin perjuicio de los derechos adquiridos entre tanto sobre ella con buena fe por
un tercero.

Artículo 1541. 
En todo lo que no se halle especialmente determinado en este título, la permuta se regirá
por las disposiciones concernientes a la venta.

TÍTULO VI
Del contrato de arrendamiento

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1542. 
El arrendamiento puede ser de cosas, o de obras o servicios.

Artículo 1543. 
En el arrendamiento de cosas, una de las partes se obliga a dar a la otra el goce o uso
de una cosa por tiempo determinado y precio cierto.

Artículo 1544. 
En el arrendamiento de obras o servicios, una de las partes se obliga a ejecutar una obra
o a prestar a la otra un servicio por precio cierto.

Artículo 1545. 
Los bienes fungibles que se consumen con el uso no pueden ser materia de este
contrato.

– 204 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO II
De los arrendamientos de fincas rústicas y urbanas

Sección primera. Disposiciones generales

Artículo 1546. 
Se llama arrendador al que se obliga a ceder el uso de la cosa, ejecutar la obra o prestar
el servicio, y arrendatario al que adquiere el uso de la cosa o el derecho a la obra o servicio
que se obliga a pagar.

Artículo 1547. 
Cuando hubiese comenzado la ejecución de un contrato de arrendamiento verbal y
faltare la prueba del precio convenido, el arrendatario devolverá al arrendador la cosa
arrendada, abonándole, por el tiempo que la haya disfrutado, el precio que se regule.

Artículo 1548. 
Los padres o tutores, respecto de los bienes de los menores o incapacitados, y los
administradores de bienes que no tengan poder especial, no podrán dar en arrendamiento
las cosas por término que exceda de seis años.

Artículo 1549. 
Con relación a terceros, no surtirán efecto los arrendamientos de bienes raíces que no
se hallen debidamente inscritos en el Registro de la Propiedad.

Artículo 1550. 
Cuando en el contrato de arrendamiento de cosas no se prohíba expresamente, podrá el
arrendatario subarrendar en todo o en parte la cosa arrendada, sin perjuicio de su
responsabilidad al cumplimiento del contrato para con el arrendador.

Artículo 1551. 
Sin perjuicio de su obligación para con el subarrendador, queda el subarrendatario
obligado a favor del arrendador por todos los actos que se refieran al uso y conservación de
la cosa arrendada en la forma pactada entre el arrendador y el arrendatario.

Artículo 1552. 
El subarrendatario queda también obligado para con el arrendador por el importe del
precio convenido en el subarriendo que se halle debiendo al tiempo del requerimiento,
considerando no hechos los pagos adelantados, al no haberlos verificado con arreglo a la
costumbre.

Artículo 1553. 
Son aplicables al contrato de arrendamiento las disposiciones sobre saneamiento
contenidas en el título de la compraventa.
En los casos en que proceda la devolución del precio, se hará la disminución
proporcional al tiempo que el arrendatario haya disfrutado de la cosa.

Sección segunda. De los derechos y obligaciones del arrendador y del


arrendatario

Artículo 1554. 
El arrendador está obligado:
1.º A entregar al arrendatario la cosa objeto del contrato.

– 205 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

2.º A hacer en ella durante el arrendamiento todas las reparaciones necesarias a fin de
conservarla en estado de servir para el uso a que ha sido destinada.
3.º A mantener al arrendatario en el goce pacífico del arrendamiento por todo el tiempo
del contrato.

Artículo 1555. 
El arrendatario está obligado:
1.º A pagar el precio del arrendamiento en los términos convenidos.
2.º A usar de la cosa arrendada como un diligente padre de familia, destinándola al uso
pactado; y, en defecto de pacto, al que se infiera de la naturaleza de la cosa arrendada
según la costumbre de la tierra.
3.º A pagar los gastos que ocasione la escritura del contrato.

Artículo 1556. 
Si el arrendador o el arrendatario no cumplieren las obligaciones expresadas en los
artículos anteriores, podrán pedir la rescisión del contrato y la indemnización de daños y
perjuicios, o sólo esto último, dejando el contrato subsistente.

Artículo 1557. 
El arrendador no puede variar la forma de la cosa arrendada.

Artículo 1558. 
Si durante el arrendamiento es necesario hacer alguna reparación urgente en la cosa
arrendada que no pueda diferirse hasta la conclusión del arriendo, tiene el arrendatario
obligación de tolerar la obra, aunque le sea muy molesta, y aunque durante ella se vea
privado de una parte de la finca.
Si la reparación dura más de cuarenta días, debe disminuirse el precio del arriendo a
proporción del tiempo y de la parte de la finca de que el arrendatario se vea privado.
Si la obra es de tal naturaleza que hace inhabitable la parte que el arrendatario y su
familia necesitan para su habitación, puede éste rescindir el contrato.

Artículo 1559. 
El arrendatario está obligado a poner en conocimiento del propietario, en el más breve
plazo posible, toda usurpación o novedad dañosa que otro haya realizado o abiertamente
prepare en la cosa arrendada.
También está obligado a poner en conocimiento del dueño, con la misma urgencia, la
necesidad de todas las reparaciones comprendidas en el número segundo del artículo 1.554.
En ambos casos será responsable el arrendatario de los daños y perjuicios que por su
negligencia se ocasionaren al propietario.

Artículo 1560. 
El arrendador no está obligado a responder de la perturbación de mero hecho que un
tercero causare en el uso de la finca arrendada; pero el arrendatario tendrá acción directa
contra el perturbador.
No existe perturbación de hecho cuando el tercero, ya sea la Administración, ya un
particular, ha obrado en virtud de un derecho que le corresponde.

Artículo 1561. 
El arrendatario debe devolver la finca, al concluir el arriendo, tal como la recibió, salvo lo
que hubiese perecido o se hubiera menoscabado por el tiempo o por causa inevitable.

Artículo 1562. 
A falta de expresión del estado de la finca al tiempo de arrendarla, la ley presume que el
arrendatario la recibió en buen estado, salvo prueba en contrario.

– 206 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1563. 
El arrendatario es responsable del deterioro o pérdida que tuviere la cosa arrendada, a
no ser que pruebe haberse ocasionado sin culpa suya.

Artículo 1564. 
El arrendatario es responsable del deterioro causado por las personas de su casa.

Artículo 1565. 
Si el arrendamiento se ha hecho por tiempo determinado, concluye el día prefijado sin
necesidad de requerimiento.

Artículo 1566. 
Si al terminar el contrato, permanece el arrendatario disfrutando quince días de la cosa
arrendada con aquiescencia del arrendador, se entiende que hay tácita reconducción por el
tiempo que establecen los artículos 1.577 y 1.581, a menos que haya precedido
requerimiento.

Artículo 1567. 
En el caso de la tácita reconducción, cesan respecto de ella las obligaciones otorgadas
por un tercero para la seguridad del contrato principal.

Artículo 1568. 
Si se pierde la cosa arrendada o alguno de los contratantes falta al cumplimiento de lo
estipulado, se observará respectivamente lo dispuesto en los artículos 1.182 y 1.183 y en los
1.101 y 1.124.

Artículo 1569. 
El arrendador podrá desahuciar judicialmente al arrendatario por alguna de las causas
siguientes:
1.ª Haber expirado el término convencional o el que se fija para la duración de los
arrendamientos en los artículos 1.577 y 1.581.
2.ª Falta de pago en el precio convenido.
3.ª Infracción de cualquiera de las condiciones estipuladas en el contrato.
4.ª Destinar la cosa arrendada a usos o servicios no pactados que la hagan desmerecer,
o no sujetarse en su uso a lo que se ordena en el número segundo del artículo 1.555.

Artículo 1570. 
Fuera de los casos mencionados en el artículo anterior, tendrá el arrendatario derecho a
aprovechar los términos establecidos en los artículos 1.577 y 1.581.

Artículo 1571. 
El comprador de una finca arrendada tiene derecho a que termine el arriendo vigente al
verificarse la venta, salvo pacto en contrario y lo dispuesto en la Ley Hipotecaria.
Si el comprador usare de este derecho, el arrendatario podrá exigir que se le deje
recoger los frutos de la cosecha que corresponda al año agrícola corriente y que el vendedor
le indemnice los daños y perjuicios que se le causen.

Artículo 1572. 
El comprador con pacto de retraer no puede usar de la facultad de desahuciar al
arrendatario hasta que haya concluido el plazo para usar del retracto.

– 207 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1573. 
El arrendatario tendrá, respecto de las mejoras útiles y voluntarias, el mismo derecho
que se concede al usufructuario.

Artículo 1574. 
Si nada se hubiere pactado sobre el lugar y tiempo del pago del arrendamiento, se
estará, en cuanto al lugar, a lo dispuesto en el artículo 1.171; y, en cuanto al tiempo, a la
costumbre de la tierra.

Sección tercera. Disposiciones especiales para los arrendamientos de predios


rústicos

Artículo 1575. 
El arrendatario no tendrá derecho a rebaja de la renta por esterilidad de la tierra
arrendada o por pérdida de frutos proveniente de casos fortuitos ordinarios; pero sí, en caso
de pérdida de más de la mitad de frutos, por casos fortuitos extraordinarios e imprevistos,
salvo siempre el pacto especial en contrario.
Entiéndese por casos fortuitos extraordinarios: el incendio, guerra, peste, inundación
insólita, langosta, terremoto u otro igualmente desacostumbrado, y que los contratantes no
hayan podido racionalmente prever.

Artículo 1576. 
Tampoco tiene el arrendatario derecho a rebaja de la renta cuando los frutos se han
perdido después de estar separados de su raíz o tronco.

Artículo 1577. 
El arrendamiento de un predio rústico, cuando no se fija su duración, se entiende hecho
por todo el tiempo necesario para la recolección de los frutos que toda la finca arrendada
diere en un año o pueda dar por una vez, aunque pasen dos o más años para obtenerlos.
El de tierras labrantías, divididas en dos o más hojas, se entiende por tantos años
cuantas sean éstas.

Artículo 1578. 
El arrendatario saliente debe permitir al entrante el uso del local y demás medios
necesarios para las labores preparatorias del año siguiente; y, recíprocamente, el entrante
tiene obligación de permitir al colono saliente lo necesario para la recolección y
aprovechamiento de los frutos, todo con arreglo a la costumbre del pueblo.

Artículo 1579. 
El arrendamiento por aparcería de tierras de labor, ganados de cría o establecimientos
fabriles e industriales, se regirá por las disposiciones relativas al contrato de sociedad y por
las estipulaciones de las partes, y, en su defecto, por la costumbre de la tierra.

Sección cuarta. Disposiciones especiales para el arrendamiento de predios


urbanos

Artículo 1580. 
En defecto de pacto especial, se estará a la costumbre del pueblo para las reparaciones
de los predios urbanos que deban ser de cuenta del propietario. En caso de duda se
entenderán de cargo de éste.

Artículo 1581. 
Si no se hubiese fijado plazo al arrendamiento, se entiende hecho por años cuando se
ha fijado un alquiler anual, por meses cuando es mensual, por días cuando es diario.

– 208 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

En todo caso cesa el arrendamiento, sin necesidad de requerimiento especial, cumplido


el término.

Artículo 1582. 
Cuando el arrendador de una casa, o de parte de ella, destinada a la habitación de una
familia, o de una tienda, o almacén, o establecimiento industrial, arrienda también los
muebles, el arrendamiento de éstos se entenderá por el tiempo que dure el de la finca
arrendada.

CAPÍTULO III
Del arrendamiento de obras y servicios

Sección primera. Del servicio de criados y trabajadores asalariados

Artículo 1583. 
Puede contratarse esta clase de servicios sin tiempo fijo, por cierto tiempo, o para una
obra determinada. El arrendamiento hecho por toda la vida es nulo.

Artículo 1584. 
El criado doméstico destinado al servicio personal de su amo, o de la familia de éste, por
tiempo determinado, puede despedirse y ser despedido antes de expirar el término; pero, si
el amo despide al criado sin justa causa, debe indemnizarle pagándole el salario devengado
y el de quince días más.
El amo será creído, salvo prueba en contrario:
1.º Sobre el tanto del salario del sirviente doméstico.
2.º Sobre el pago de los salarios devengados en el año corriente.

Artículo 1585. 
Además de lo prescrito en los artículos anteriores, se observará acerca de los amos y
sirvientes lo que determinen las leyes y reglamentos especiales.

Artículo 1586. 
Los criados de labranza, menestrales, artesanos y demás trabajadores asalariados por
cierto término para cierta obra, no pueden despedirse ni ser despedidos antes del
cumplimiento del contrato, sin justa causa.

Artículo 1587. 
La despedida de los criados, menestrales, artesanos y demás trabajadores asalariados,
a que se refieren los artículos anteriores, da derecho para desposeerles de la herramienta y
edificios que ocuparen por razón de su cargo.

Sección segunda. De las obras por ajuste o precio alzado

Artículo 1588. 
Puede contratarse la ejecución de una obra conviniendo en que el que la ejecute ponga
solamente su trabajo o su industria, o que también suministre el material.

Artículo 1589. 
Si el que contrató la obra se obligó a poner el material, debe sufrir la pérdida en el caso
de destruirse la obra antes de ser entregada, salvo si hubiese habido morosidad en recibirla.

– 209 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1590. 
El que se ha obligado a poner sólo su trabajo o industria, no puede reclamar ningún
estipendio si se destruye la obra antes de haber sido entregada, a no ser que haya habido
morosidad para recibirla, o que la destrucción haya provenido de la mala calidad de los
materiales, con tal que haya advertido oportunamente esta circunstancia al dueño.

Artículo 1591. 
El contratista de un edificio que se arruinase por vicios de la construcción, responde de
los daños y perjuicios si la ruina tuviere lugar dentro de diez años, contados desde que
concluyó la construcción; igual responsabilidad, y por el mismo tiempo, tendrá el arquitecto
que la dirigiere, si se debe la ruina a vicio del suelo o de la dirección.
Si la causa fuere la falta del contratista a las condiciones del contrato, la acción de
indemnización durará quince años.

Artículo 1592. 
El que se obliga a hacer una obra por piezas o por medida, puede exigir del dueño que la
reciba por partes y que la pague en proporción. Se presume aprobada y recibida la parte
satisfecha.

Artículo 1593. 
El arquitecto o contratista que se encarga por un ajuste alzado de la construcción de un
edificio u otra obra en vista de un plano convenido con el propietario del suelo, no puede
pedir aumento de precio aunque se haya aumentado el de los jornales o materiales; pero
podrá hacerlo cuando se haya hecho algún cambio en el plano que produzca aumento de
obra, siempre que hubiese dado su autorización el propietario.

Artículo 1594. 
El dueño puede desistir, por su sola voluntad, de la construcción de la obra aunque se
haya empezado, indemnizando al contratista de todos sus gastos, trabajo y utilidad que
pudiera obtener de ella.

Artículo 1595. 
Cuando se ha encargado cierta obra a una persona por razón de sus cualidades
personales, el contrato se rescinde por la muerte de esta persona.
En este caso el propietario debe abonar a los herederos del constructor, a proporción del
precio convenido, el valor de la parte de obra ejecutada y de los materiales preparados,
siempre que de estos materiales reporte algún beneficio.
Lo mismo se entenderá si el que contrató la obra no puede acabarla por alguna causa
independiente de su voluntad.

Artículo 1596. 
El contratista es responsable del trabajo ejecutado por las personas que ocupare en la
obra.

Artículo 1597. 
Los que ponen su trabajo y materiales en una obra ajustada alzadamente por el
contratista, no tienen acción contra el dueño de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a
aquél cuando se hace la reclamación.

Artículo 1598. 
Cuando se conviniere que la obra se ha de hacer a satisfacción del propietario, se
entiende reservada la aprobación, a falta de conformidad, al juicio pericial correspondiente.
Si la persona que ha de aprobar la obra es un tercero, se estará a lo que éste decida.

– 210 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1599. 
Si no hubiere pacto o costumbre en contrario, el precio de la obra deberá pagarse al
hacerse la entrega.

Artículo 1600. 
El que ha ejecutado una obra en cosa mueble tiene el derecho de retenerla en prenda
hasta que se le pague.

Sección tercera. De los transportes por agua y tierra, tanto de personas como
de cosas

Artículo 1601. 
Los conductores de efectos por tierra o por agua están sujetos, en cuanto a la guarda y
conservación de las cosas que se les confían, a las mismas obligaciones que respecto a los
posaderos se determinan en los artículos 1.783 y 1.784.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo que respecto a transporte por
mar y tierra establece el Código de Comercio.

Artículo 1602. 
Responden igualmente los conductores de la pérdida y de las averías de las cosas que
reciben, a no ser que prueben que la pérdida o la avería ha provenido de caso fortuito o de
fuerza mayor.

Artículo 1603. 
Lo dispuesto en estos artículos se entiende sin perjuicio de lo que prevengan las leyes y
los reglamentos especiales.

TÍTULO VII
De los censos

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1604. 
Se constituye el censo cuando se sujetan algunos bienes inmuebles al pago de un canon
o rédito anual en retribución de un capital que se recibe en dinero, o del dominio pleno o
menos pleno que se transmite de los mismos bienes.

Artículo 1605. 
Es enfitéutico el censo cuando una persona cede a otra el dominio útil de una finca,
reservándose el directo y el derecho a percibir del enfiteuta una pensión anual en
reconocimiento de este mismo dominio.

Artículo 1606. 
Es consignativo el censo cuando el censatario impone sobre un inmueble de su
propiedad el gravamen del canon o pensión que se obliga a pagar al censualista por el
capital que de éste recibe en dinero.

– 211 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1607. 
Es reservativo el censo cuando una persona cede a otra el pleno dominio de un
inmueble, reservándose el derecho a percibir sobre el mismo inmueble una pensión anual
que deba pagar el censatario.

Artículo 1608. 
Es de la naturaleza del censo que la cesión del capital o de la cosa inmueble sea
perpetua o por tiempo indefinido; sin embargo, el censatario podrá redimir el censo a su
voluntad aunque se pacte lo contrario, siendo esta disposición aplicable a los censos que
hoy existen.
Puede, no obstante, pactarse que la redención del censo no tenga lugar durante la vida
del censualista o de una persona determinada, o que no pueda redimirse en cierto número
de años, que no excederá de veinte en el consignativo, ni de sesenta en el reservativo y
enfitéutico.

Artículo 1609. 
Para llevar a efecto la redención, el censatario deberá avisarlo al censualista con un año
de antelación o anticiparle el pago de una pensión anual.

Artículo 1610. 
Los censos no pueden redimirse parcialmente sino en virtud de pacto expreso.
Tampoco podrán redimirse contra la voluntad del censualista, sin estar al corriente el
pago de las pensiones.

Artículo 1611. 
Para la redención de los censos constituidos antes de la promulgación de este Código, si
no fuere conocido el capital, se regulará éste por la cantidad que resulte, computada la
pensión al 3 por 100.
Si la pensión se paga en frutos, se estimarán éstos, para determinar el capital, por el
precio medio que hubiesen tenido en el último quinquenio.
Lo dispuesto en este artículo no será aplicable a los foros, subforos, derechos de
superficie y cualesquiera otros gravámenes semejantes, en los cuales el principio de la
redención de los dominios será regulado por una ley especial.

Artículo 1612. 
Los gastos que se ocasionen para la redención y liberación del censo serán de cuenta
del censatario, salvo los que se causen por oposición temeraria, a juicio de los Tribunales.

Artículo 1613. 
La pensión o canon de los censos se determinará por las partes al otorgar el contrato.
Podrá consistir en dinero o frutos.

Artículo 1614. 
Las pensiones se pagarán en los plazos convenidos; y, a falta de convenio, si consisten
en dinero, por años vencidos, a contar desde la fecha del contrato, y, si en frutos, al fin de la
respectiva recolección.

Artículo 1615. 
Si no se hubiere designado en el contrato el lugar en que hayan de pagarse las
pensiones, se cumplirá esta obligación en el que radique la finca gravada con el censo,
siempre que el censualista o su apoderado tuvieren su domicilio en el término municipal del
mismo pueblo. No teniéndolo, y sí el censatario, en el domicilio de éste se hará el pago.

– 212 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1616. 
El censualista, al tiempo de entregar el recibo de cualquier pensión, puede obligar al
censatario a que le dé un resguardo en que conste haberse hecho el pago.

Artículo 1617. 
Pueden transmitirse a título oneroso o lucrativo las fincas gravadas con censos, y lo
mismo el derecho a percibir la pensión.

Artículo 1618. 
No pueden dividirse entre dos o más personas las fincas gravadas con censo sin el
consentimiento expreso del censualista, aunque se adquieran a título de herencia.
Cuando el censualista permita la división, se designará con su consentimiento la parte
del censo con que quedará gravada cada porción, constituyéndose tantos censos distintos
cuantas sean las porciones en que se divida la finca.

Artículo 1619. 
Cuando se intente adjudicar la finca gravada con censo a varios herederos, y el
censualista no preste su consentimiento para la división, se pondrá a licitación entre ellos.
A falta de conformidad, o no ofreciéndose por alguno de los interesados el precio de
tasación, se venderá la finca con la carga, repartiéndose el precio entre los herederos.

Artículo 1620. 
Son prescriptibles tanto el capital como las pensiones de los censos, conforme a lo que
se dispone en el título XVIII de este libro.

Artículo 1621. 
A pesar de lo dispuesto en el artículo 1.110, será necesario el pago de dos pensiones
consecutivas para suponer satisfechas todas las anteriores.

Artículo 1622. 
El censatario está obligado a pagar las contribuciones y demás impuestos que afecten a
la finca acensuada.
Al verificar el pago de la pensión podrá descontar de ella la parte de los impuestos que
corresponda al censualista.

Artículo 1623. 
Los censos producen acción real sobre la finca gravada. Además de la acción real podrá
el censualista ejercitar la personal para el pago de las pensiones atrasadas, y de los daños e
intereses cuando hubiere lugar a ello.

Artículo 1624. 
El censatario no podrá pedir el perdón o reducción de la pensión por esterilidad
accidental de la finca, ni por la pérdida de sus frutos.

Artículo 1625. 
Si por fuerza mayor o caso fortuito se pierde o inutiliza totalmente la finca gravada con
censo, quedará éste extinguido, cesando el pago de la pensión.
Si se pierde sólo en parte, no se eximirá el censatario de pagar la pensión, a no ser que
prefiera abandonar la finca al censualista.
Interviniendo culpa del censatario, quedará sujeto, en ambos casos, al resarcimiento de
daños y perjuicios.

– 213 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1626. 
En el caso del párrafo primero del artículo anterior, si estuviere asegurada la finca, el
valor del seguro quedará afecto al pago del capital del censo y de las pensiones vencidas, a
no ser que el censatario prefiera invertirlo en reedificar la finca, en cuyo caso revivirá el
censo con todos sus efectos, incluso el pago de las pensiones no satisfechas. El censualista
podrá exigir del censatario que asegure la inversión del valor del seguro en la reedificación
de la finca.

Artículo 1627. 
Si la finca gravada con censo fuere expropiada por causa de utilidad pública, su precio
estará afecto al pago del capital del censo y de las pensiones vencidas, quedando éste
extinguido.
La precedente disposición es también aplicable al caso en que la expropiación forzosa
sea solamente de parte de la finca, cuando su precio baste para cubrir el capital del censo.
Si no bastare, continuará gravando el censo sobre el resto de la finca, siempre que su
precio sea suficiente para cubrir el capital censual y un 25 por 100 más del mismo. En otro
caso estará obligado el censatario a sustituir con otra garantía la parte expropiada, o a
redimir el censo, a su elección, salvo lo dispuesto para el enfitéutico en el artículo 1.631.

CAPÍTULO II
Del censo enfitéutico

Sección primera. Disposiciones relativas a la enfiteusis

Artículo 1628. 
El censo enfitéutico sólo puede establecerse sobre bienes inmuebles y en escritura
pública.

Artículo 1629. 
Al constituirse el censo enfitéutico se fijará en el contrato, bajo pena de nulidad, el valor
de la finca y la pensión anual que haya de satisfacerse.

Artículo 1630. 
Cuando la pensión consista en una cantidad determinada de frutos, se fijarán en el
contrato su especie y calidad.
Si consiste en una parte alícuota de los que produzca la finca, a falta de pacto expreso
sobre la intervención que haya de tener el dueño directo, deberá el enfiteuta darle aviso
previo, o a su representante, del día en que se proponga comenzar la recolección de cada
clase de frutos, a fin de que pueda, por sí mismo o por medio de su representante,
presenciar todas las operaciones hasta percibir la parte que le corresponda.
Dado el aviso, el enfiteuta podrá levantar la cosecha, aunque no concurra el dueño
directo ni su representante o interventor.

Artículo 1631. 
En el caso de expropiación forzosa se estará a lo dispuesto en el párrafo primero del
artículo 1.627, cuando sea expropiada toda la finca.
Si sólo lo fuere en parte, se distribuirá el precio de lo expropiado entre el dueño directo y
el útil, recibiendo aquél la parte del capital del censo que proporcionalmente corresponda a
la parte expropiada, según el valor que se dio a toda la finca al constituirse el censo o que
haya servido de tipo para la redención, y el resto corresponderá al enfiteuta.
En este caso continuará el censo sobre el resto de la finca, con la correspondiente
reducción en el capital y las pensiones, a no ser que el enfiteuta opte por la redención total o
por el abandono a favor del dueño directo.

– 214 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Cuando, conforme a lo pactado, deba pagarse laudemio, el dueño directo percibirá lo


que por este concepto le corresponda sólo de la parte del precio que pertenezca al enfiteuta.

Artículo 1632. 
El enfiteuta hace suyos los productos de la finca y de sus accesiones.
Tiene los mismos derechos que corresponderían al propietario en los tesoros y minas
que se descubran en la finca enfitéutica.

Artículo 1633. 
Puede el enfiteuta disponer del predio enfitéutico y de sus accesiones, tanto por actos
entre vivos como de última voluntad, dejando a salvo los derechos del dueño directo, y con
sujeción a lo que establecen los artículos que siguen.

Artículo 1634. 
Cuando la pensión consista en una parte alícuota de los frutos de la finca enfitéutica, no
podrá imponerse servidumbre ni otra carga que disminuya los productos sin consentimiento
expreso del dueño directo.

Artículo 1635. 
El enfiteuta podrá donar o permutar libremente la finca, poniéndolo en conocimiento del
dueño directo.

Artículo 1636. 
Corresponden recíprocamente al dueño directo y al útil el derecho de tanteo y el de
retracto, siempre que vendan o den en pago su respectivo dominio sobre la finca enfitéutica.
Esta disposición no es aplicable a las enajenaciones forzosas por causa de utilidad
pública.

Artículo 1637. 
Para los efectos del artículo anterior, el que trate de enajenar el dominio de una finca
enfitéutica deberá avisarlo al otro condueño, declarándole el precio definitivo que se le
ofrezca, o en que pretenda enajenar su dominio.
Dentro de los veinte días siguientes al del aviso, podrá el condueño hacer uso del
derecho de tanteo, pagando el precio indicado. Si no lo verifica, perderá este derecho y
podrá llevarse a efecto la enajenación.

Artículo 1638. 
Cuando el dueño directo, o el enfiteuta en su caso, no haya hecho uso del derecho de
tanteo a que se refiere el artículo anterior, podrá utilizar el de retracto para adquirir la finca
por el precio de la enajenación.
En este caso deberá utilizarse el retracto dentro de los nueve días útiles siguientes al del
otorgamiento de la escritura de venta. Si ésta se ocultare, se contará dicho término desde la
inscripción de la misma en el Registro de la Propiedad.
Se presume la ocultación cuando no se presenta la escritura en el Registro dentro de los
nueve días siguientes al de su otorgamiento.
Independientemente de la presunción, la ocultación puede probarse por los demás
medios legales.

Artículo 1639. 
Si se hubiere realizado la enajenación sin el previo aviso que ordena el artículo 1.637, el
dueño directo, y en su caso el útil, podrán ejercitar la acción de retracto en todo tiempo hasta
que transcurra un año, contando desde que la enajenación se inscriba en el Registro de la
Propiedad.

– 215 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1640. 
En las ventas judiciales de fincas enfitéuticas, el dueño directo y el útil, en sus casos
respectivos, podrán hacer uso del derecho de tanteo, dentro del término fijado en los edictos
para el remate, pagando el precio que sirva de tipo para la subasta, y del de retracto dentro
de los nueve días útiles siguientes al del otorgamiento de la escritura.
En este caso no será necesario el aviso previo que exige el artículo 1.637.

Artículo 1641. 
Cuando sean varias las fincas enajenadas sujetas a un mismo censo, no podrá utilizarse
el derecho de tanteo ni el de retracto respecto de unas con exclusión de las otras.

Artículo 1642. 
Cuando el dominio directo o el útil pertenezca pro indiviso a varias personas, cada una
de ellas podrá hacer uso del derecho de retracto con sujeción a las reglas establecidas para
el de comuneros, y con preferencia del dueño directo, si se hubiese enajenado parte del
dominio útil; o el enfiteuta, si la enajenación hubiese sido del dominio directo.

Artículo 1643. 
Si el enfiteuta fuere perturbado en su derecho por un tercero que dispute el dominio
directo o la validez de la enfiteusis, no podrá reclamar la correspondiente indemnización del
dueño directo si no le cita de evicción conforme a lo prevenido en el artículo 1.481.

Artículo 1644. 
En las enajenaciones a título oneroso de fincas enfitéuticas sólo se pagará laudemio al
dueño directo cuando se haya estipulado expresamente en el contrato de enfiteusis.
Si al pactarlo no se hubiera señalado cantidad fija, ésta consistirá en el 2 por 100 del
precio de la enajenación.
En las enfiteusis anteriores a la promulgación de este Código, que estén sujetas al pago
de laudemio, aunque no se haya pactado, seguirá esta prestación en la forma
acostumbrada, pero no excederá del 2 por 100 del precio de la enajenación cuando no se
haya contratado expresamente otra mayor.

Artículo 1645. 
La obligación de pagar el laudemio corresponde al adquirente, salvo pacto en contrario.

Artículo 1646. 
Cuando el enfiteuta hubiese obtenido del dueño directo licencia para la enajenación o le
hubiese dado el aviso previo que previene el artículo 1.637, no podrá el dueño directo
reclamar, en su caso, el pago de laudemio sino dentro del año siguiente al día en que se
inscriba la escritura en el Registro de la Propiedad. Fuera de dichos casos, esta acción
estará sujeta a la prescripción ordinaria.

Artículo 1647. 
Cada veintinueve años podrá el dueño directo exigir el reconocimiento de su derecho por
el que se encuentre en posesión de la finca enfitéutica.
Los gastos del reconocimiento serán de cuenta del enfiteuta, sin que pueda exigírsele
ninguna otra prestación por este concepto.

Artículo 1648. 
Caerá en comiso la finca, y el dueño directo podrá reclamar su devolución:
1.º Por falta de pago de la pensión durante tres años consecutivos.
2.º Si el enfiteuta no cumple la condición estipulada en el contrato o deteriora
gravemente la finca.

– 216 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1649. 
En el caso primero del artículo anterior, para que el dueño directo pueda pedir el comiso,
deberá requerir de pago al enfiteuta judicialmente o por medio de Notario; y, si no paga
dentro de los treinta días siguientes al requerimiento, quedará expedito el derecho de aquél.

Artículo 1650. 
Podrá el enfiteuta librarse del comiso en todo caso, redimiendo el censo y pagando las
pensiones vencidas dentro de los treinta días siguientes al requerimiento de pago o al
emplazamiento de la demanda.
Del mismo derecho podrán hacer uso los acreedores del enfiteuta hasta los treinta días
siguientes al en que el dueño directo haya recobrado el pleno dominio.

Artículo 1651. 
La redención del censo enfitéutico consistirá en la entrega en metálico, y de una vez, al
dueño directo del capital que se hubiese fijado como valor de la finca al tiempo de
constituirse el censo, sin que pueda exigirse ninguna otra prestación, a menos que haya sido
estipulada.

Artículo 1652. 
En el caso de comiso, o en el de rescisión por cualquier causa del contrato de enfiteusis,
el dueño directo deberá abonar las mejoras que hayan aumentado el valor de la finca,
siempre que este aumento subsista al tiempo de devolverla.
Si ésta tuviese deterioros por culpa o negligencia del enfiteuta, serán compensables con
las mejoras, y en lo que no basten quedará el enfiteuta obligado personalmente a su pago, y
lo mismo al de las pensiones vencidas y no prescritas.

Artículo 1653. 
A falta de herederos testamentarios descendientes, ascendientes, cónyuge supérstite y
parientes dentro del sexto grado del último enfiteuta, volverá la finca al dueño directo en el
estado en que se halle, si no dispuso de ella el enfiteuta en otra forma.

Artículo 1654. 
Queda suprimido para lo sucesivo el contrato de subenfiteusis.

Sección segunda. De los foros y otros contratos análogos al de enfiteusis

Artículo 1655. 
Los foros y cualesquiera otros gravámenes de naturaleza análoga que se establezcan
desde la promulgación de este Código, cuando sean por tiempo indefinido, se regirán por las
disposiciones establecidas para el censo enfitéutico en la sección que precede.
Si fueren temporales o por tiempo limitado, se estimarán como arrendamientos y se
regirán por las disposiciones relativas a este contrato.

Artículo 1656. 
El contrato en cuya virtud el dueño del suelo cede su uso para plantar viñas por el tiempo
que vivieren las primeras cepas, pagándole el cesionario una renta o pensión anual en frutos
o en dinero, se regirá por las reglas siguientes:
1.ª Se tendrá por extinguido a los cincuenta años de la concesión, cuando en ésta no se
hubiese fijado expresamente otro plazo.
2.ª También quedará extinguido por muerte de las primeras cepas, o por quedar
infructíferas las dos terceras partes de las plantadas.
3.ª El cesionario o colono puede hacer renuevos y mugrones durante el tiempo del
contrato.

– 217 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

4.ª No pierde su carácter este contrato por la facultad de hacer otras plantaciones en el
terreno concedido, siempre que sea su principal objeto la plantación de viñas.
5.ª El cesionario puede transmitir libremente su derecho a título oneroso o gratuito, pero
sin que pueda dividirse el uso de la finca, a no consentirlo expresamente su dueño.
6.ª En las enajenaciones a título oneroso, el cedente y el cesionario tendrán
recíprocamente los derechos de tanteo y de retracto, conforme a lo prevenido para la
enfiteusis y con la obligación de darse el aviso previo que se ordena en el artículo 1.637.
7.ª El colono o cesionario puede dimitir o devolver la finca al cedente cuando le
convenga, abonando los deterioros causados por su culpa.
8.ª El cesionario no tendrá derecho a las mejoras que existan en la finca al tiempo de la
extinción del contrato, siempre que sean necesarias o hechas en cumplimiento de lo
pactado.
En cuanto a las útiles y voluntarias, tampoco tendrá derecho a su abono, a no haberlas
ejecutado con consentimiento por escrito del dueño del terreno, obligándose a abonarlas. En
este caso se abonarán dichas mejoras por el valor que tengan al devolver la finca.
9.ª El cedente podrá hacer uso de la acción de desahucio por cumplimiento del término
del contrato.
10. Cuando después de terminado el plazo de los cincuenta años o el fijado
expresamente por los interesados, continuare el cesionario en el uso y aprovechamiento de
la finca por consentimiento tácito del cedente, no podrá aquél ser desahuciado sin el aviso
previo que éste deberá darle con un año de antelación para la conclusión del contrato.

CAPÍTULO III
Del censo consignativo

Artículo 1657. 
Cuando se pacte el pago en frutos de la pensión del censo consignativo, deberá fijarse la
especie, cantidad y calidad de los mismos, sin que pueda consistir en una parte alícuota de
los que produzca la finca acensuada.

Artículo 1658. 
La redención del censo consignativo consistirá en la devolución al censualista, de una
vez y en metálico, del capital que hubiese entregado para constituir el censo.

Artículo 1659. 
Cuando se proceda por acción real contra la finca acensuada para el pago de pensiones,
si lo que reste del valor de la misma no fuera suficiente para cubrir el capital del censo y un
25 por 100 más del mismo, podrá el censualista obligar al censatario a que, a su elección,
redima el censo o complete la garantía, o abandone el resto de la finca a favor de aquél.

Artículo 1660. 
También podrá el censualista hacer uso del derecho establecido en el artículo anterior en
los demás casos en que el valor de la finca sea insuficiente para cubrir el capital del censo y
un 25 por 100 más, si concurre alguna de las circunstancias siguientes:
1.ª Que haya disminuido el valor de la finca por culpa o negligencia del censatario.
En tal caso éste será además responsable de los daños y perjuicios.
2.ª Que haya dejado de pagar la pensión por dos años consecutivos.
3.ª Que el censatario haya sido declarado en quiebra, concurso o insolvencia.

– 218 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO IV
Del censo reservativo

Artículo 1661. 
No puede constituirse válidamente el censo reservativo sin que preceda la valoración de
la finca por estimación conforme de las partes o por justiprecio de peritos.

Artículo 1662. 
La redención de este censo se verificará entregando el censatario al censualista, de una
vez y en metálico, el capital que se hubiese fijado conforme al artículo anterior.

Artículo 1663. 
La disposición del artículo 1.657 es aplicable al censo reservativo.

Artículo 1664. 
En los casos previstos en los artículos 1.659 y 1.660, el deudor del censo reservativo
sólo podrá ser obligado a redimir el censo, o a que abandone la finca a favor del censualista.

TÍTULO VIII
De la sociedad

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1665. 
La sociedad es un contrato por el cual dos o más personas se obligan a poner en común
dinero, bienes o industria, con ánimo de partir entre sí las ganancias.

Artículo 1666. 
La sociedad debe tener un objeto lícito y establecerse en interés común de los socios.
Cuando se declare la disolución de una sociedad ilícita, las ganancias se destinarán a
los establecimientos de beneficencia del domicilio de la sociedad, y, en su defecto, a los de
la provincia.

Artículo 1667. 
La sociedad civil se podrá constituir en cualquier forma, salvo que se aportaren a ella
bienes inmuebles o derechos reales, en cuyo caso será necesaria la escritura pública.

Artículo 1668. 
Es nulo el contrato de sociedad, siempre que se aporten bienes inmuebles, si no se hace
un inventario de ellos, firmado por las partes, que deberá unirse a la escritura.

Artículo 1669. 
No tendrán personalidad jurídica las sociedades cuyos pactos se mantengan secretos
entre los socios, y en que cada uno de éstos contrate en su propio nombre con los terceros.
Esta clase de sociedades se regirá por las disposiciones relativas a la comunidad de
bienes.

– 219 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1670. 
Las sociedades civiles, por el objeto a que se consagren, pueden revestir todas las
formas reconocidas por el Código de Comercio. En tal caso, les serán aplicables sus
disposiciones en cuanto no se opongan a las del presente Código.

Artículo 1671. 
La sociedad es universal o particular.

Artículo 1672. 
La sociedad universal puede ser de todos los bienes presentes o de todas las ganancias.

Artículo 1673. 
La sociedad de todos los bienes presentes es aquella por la cual las partes ponen en
común todos los que actualmente les pertenecen, con ánimo de partirlos entre sí, como
igualmente todas las ganancias que adquieran con ellos.

Artículo 1674. 
En la sociedad universal de todos los bienes presentes, pasan a ser propiedad común de
los socios los bienes que pertenecían a cada uno, así como todas las ganancias que
adquieran con ellos.
Puede también pactarse en ella la comunicación recíproca de cualesquiera otras
ganancias; pero no pueden comprenderse los bienes que los socios adquieran
posteriormente por herencia, legado o donación, aunque sí sus frutos.

Artículo 1675. 
La sociedad universal de ganancias comprende todo lo que adquieran los socios por su
industria o trabajo mientras dure la sociedad.
Los bienes muebles o inmuebles que cada socio posee al tiempo de la celebración del
contrato, continúan siendo de dominio particular, pasando sólo a la sociedad el usufructo.

Artículo 1676. 
El contrato de sociedad universal, celebrado sin determinar su especie, sólo constituye la
sociedad universal de ganancias.

Artículo 1677. 
No pueden contraer sociedad universal entre sí las personas a quienes está prohibido
otorgarse recíprocamente alguna donación o ventaja.

Artículo 1678. 
La sociedad particular tiene únicamente por objeto cosas determinadas, su uso, o sus
frutos, o una empresa señalada, o el ejercicio de una profesión o arte.

CAPÍTULO II
De las obligaciones de los socios

Sección primera. De las obligaciones de los socios entre sí

Artículo 1679. 
La sociedad comienza desde el momento mismo de la celebración del contrato, si no se
ha pactado otra cosa.

– 220 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1680. 
La sociedad dura por el tiempo convenido; a falta de convenio, por el tiempo que dure el
negocio que haya servido exclusivamente de objeto a la sociedad, si aquél por su naturaleza
tiene una duración limitada; y en cualquier otro caso, por toda la vida de los asociados, salvo
la facultad que se les reserva en el artículo 1.700 y lo dispuesto en el artículo 1.704.

Artículo 1681. 
Cada uno es deudor a la sociedad de lo que ha prometido aportar a ella.
Queda también sujeto a la evicción en cuanto a las cosas ciertas y determinadas que
haya aportado a la sociedad, en los mismos casos y de igual modo que lo está el vendedor
respecto del comprador.

Artículo 1682. 
El socio que se ha obligado a aportar una suma en dinero y no la ha aportado, es de
derecho deudor de los intereses desde el día en que debió aportarla, sin perjuicio de
indemnizar, además, los daños que hubiese causado.
Lo mismo tiene lugar respecto a las sumas que hubiese tomado de la caja social,
principiando a contarse los intereses desde el día en que las tomó para su beneficio
particular.

Artículo 1683. 
El socio industrial debe a la sociedad las ganancias que durante ella haya obtenido en el
ramo de industria que sirve de objeto a la misma.

Artículo 1684. 
Cuando un socio autorizado para administrar cobra una cantidad exigible, que le era
debida en su propio nombre, de una persona que debía a la sociedad otra cantidad también
exigible, debe imputarse lo cobrado en los dos créditos a proporción de su importe, aunque
hubiese dado el recibo por cuenta de sólo su haber; pero, si lo hubiere dado por cuenta del
haber social, se imputará todo en éste.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de que el deudor pueda usar de la
facultad que se le concede en el artículo 1.172, en el solo caso de que el crédito personal del
socio le sea más oneroso.

Artículo 1685. 
El socio que ha recibido por entero su parte en un crédito social sin que hayan cobrado
la suya los demás socios, queda obligado, si el deudor cae después en insolvencia, a traer a
la masa social lo que recibió, aunque hubiera dado el recibo por sola su parte.

Artículo 1686. 
Todo socio debe responder a la sociedad de los daños y perjuicios que ésta haya sufrido
por culpa del mismo y no puede compensarlos con los beneficios que por su industria le
haya proporcionado.

Artículo 1687. 
El riesgo de las cosas ciertas y determinadas, no fungibles, que se aportan a la sociedad
para que sólo sean comunes su uso y sus frutos, es del socio propietario.
Si las cosas aportadas son fungibles, o no pueden guardarse sin que se deterioren, o si
se aportaron para ser vendidas, el riesgo es de la sociedad. Tambien lo será, a falta de pacto
especial, el de las cosas aportadas con estimación hecha en el inventario, y en este caso la
reclamación se limitará al precio en que fueron tasadas.

– 221 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1688. 
La sociedad responde a todo socio de las cantidades que haya desembolsado por ella y
del interés correspondiente; también le responde de las obligaciones que con buena fe haya
contraído para los negocios sociales y de los riesgos inseparables de su dirección.

Artículo 1689. 
Las pérdidas y ganancias se repartirán en conformidad a lo pactado. Si sólo se hubiera
pactado la parte de cada uno en las ganancias, será igual su parte en las pérdidas.
A falta de pacto, la parte de cada socio en las ganancias y pérdidas debe ser
proporcionada a lo que haya aportado. El socio que lo fuere sólo de industria tendrá una
parte igual a la del que menos haya aportado. Si además de su industria hubiere aportado
capital, recibirá también la parte proporcional que por él le corresponda.

Artículo 1690. 
Si los socios se han convenido en confiar a un tercero la designación de la parte de cada
uno en las ganancias y pérdidas, solamente podrá ser impugnada la designación hecha por
él cuando evidentemente haya faltado a la equidad. En ningún caso podrá reclamar el socio
que haya principiado a ejecutar la decisión del tercero, o que no la haya impugnado en el
término de tres meses, contados desde que le fue conocida.
La designación de pérdidas y ganancias no puede ser encomendada a uno de los
socios.

Artículo 1691. 
Es nulo el pacto que excluye a uno o más socios de toda parte en las ganancias o en las
pérdidas.
Sólo el socio de industria puede ser eximido de toda responsabilidad en las pérdidas.

Artículo 1692. 
El socio nombrado administrador en el contrato social puede ejercer todos los actos
administrativos sin embargo de la oposición de sus compañeros, a no ser que proceda de
mala fe; y su poder es irrevocable sin causa legítima.
El poder otorgado después del contrato, sin que en éste se hubiera acordado conferirlo,
puede revocarse en cualquier tiempo.

Artículo 1693. 
Cuando dos o más socios han sido encargados de la administración social sin
determinarse sus funciones, o sin haberse expresado que no podrán obrar los unos sin el
consentimiento de los otros, cada uno puede ejercer todos los actos de administración
separadamente; pero cualquiera de ellos puede oponerse a las operaciones del otro antes
de que éstas hayan producido efecto legal.

Artículo 1694. 
En el caso de haberse estipulado que los socios administradores no hayan de funcionar
los unos sin el consentimiento de los otros, se necesita el concurso de todos para la validez
de los actos, sin que pueda alegarse la ausencia o imposibilidad de alguno de ellos, salvo si
hubiere peligro inminente de un daño grave o irreparable para la sociedad.

Artículo 1695. 
Cuando no se haya estipulado el modo de administrar, se observarán las reglas
siguientes:
1.ª Todos los socios se considerarán apoderados, y lo que cualquiera de ellos hiciere por
sí solo, obligará a la sociedad; pero cada uno podrá oponerse a las operaciones de los
demás antes que hayan producido efecto legal.

– 222 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

2.ª Cada socio puede servirse de las cosas que componen el fondo social según
costumbre de la tierra, con tal que no lo haga contra el interés de la sociedad, o de tal modo
que impida el uso a que tienen derecho sus compañeros.
3.ª Todo socio puede obligar a los demás a costear con él los gastos necesarios para la
conservación de las cosas comunes.
4.ª Ninguno de los socios puede, sin el consentimiento de los otros, hacer novedad en
los bienes inmuebles sociales, aunque alegue que es útil a la sociedad.

Artículo 1696. 
Cada socio puede por sí solo asociarse un tercero en su parte; pero el asociado no
ingresará en la sociedad sin el consentimiento unánime de los socios, aunque aquél sea
administrador.

Sección segunda. De las obligaciones de los socios para con un tercero

Artículo 1697. 
Para que la sociedad quede obligada con un tercero por los actos de uno de los socios,
se requiere:
1.º Que el socio haya obrado en su carácter de tal, por cuenta de la sociedad.
2.º Que tenga poder para obligar a la sociedad en virtud de un mandato expreso o tácito.
3.º Que haya obrado dentro de los límites que le señala su poder o mandato.

Artículo 1698. 
Los socios no quedan obligados solidariamente respecto de las deudas de la sociedad; y
ninguno puede obligar a los otros por un acto personal, si no le han conferido poder para
ello.
La sociedad no queda obligada respecto a tercero por actos que un socio haya realizado
en su propio nombre o sin poder de la sociedad para ejecutarlo, pero queda obligada para
con el socio en cuanto dichos actos hayan redundado en provecho de ella.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo establecido en la regla 1.ª del
artículo 1.695.

Artículo 1699. 
Los acreedores de la sociedad son preferentes a los acreedores de cada socio sobre los
bienes sociales. Sin perjuicio de este derecho, los acreedores particulares de cada socio
pueden pedir el embargo y remate de la parte de éste en el fondo social.

CAPÍTULO III
De los modos de extinguirse la sociedad

Artículo 1700. 
La sociedad se extingue:
1.º Cuando expira el término por que fue constituida.
2.º Cuando se pierde la cosa, o se termina el negocio que le sirve de objeto.
3.º Por muerte, insolvencia, incapacitación o declaración de prodigalidad de cualquiera
de los socios, y en el caso previsto en el artículo 1.699.
4.º Por la voluntad de cualquiera de los socios, con sujeción a lo dispuesto en los
artículos 1.705 y 1.707.
Se exceptúan de lo dispuesto en los números 3.º y 4.º de este artículo las sociedades a
que se refiere el artículo 1.670, en los casos en que deban subsistir con arreglo al Código de
Comercio.

– 223 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1701. 
Cuando la cosa específica, que un socio había prometido aportar a la sociedad, perece
antes de efectuada la entrega, su pérdida produce la disolución de la sociedad.
También se disuelve la sociedad en todo caso por la pérdida de la cosa cuando,
reservándose su propiedad el socio que la aporta, sólo ha transferido a la sociedad el uso o
goce de la misma.
Pero no se disuelve la sociedad por la pérdida de la cosa cuando ésta ocurre después
que la sociedad ha adquirido la propiedad de ella.

Artículo 1702. 
La sociedad constituida por tiempo determinado puede prorrogarse por consentimiento
de todos los socios.
El consentimiento puede ser expreso o tácito, y se justificará por los medios ordinarios.

Artículo 1703. 
Si la sociedad se prorroga después de expirado el término, se entiende que se constituye
una nueva sociedad. Si se prorroga antes de expirado el término, continúa la sociedad
primitiva.

Artículo 1704. 
Es válido el pacto de que, en el caso de morir uno de los socios, continúe la sociedad
entre los que sobrevivan. En este caso el heredero del que haya fallecido sólo tendrá
derecho a que se haga la partición, fijándola en el día de la muerte de su causante; y no
participará de los derechos y obligaciones ulteriores sino en cuanto sean una consecuencia
necesaria de lo hecho antes de aquel día.
Si el pacto fuere que la sociedad ha de continuar con el heredero, será guardado, sin
perjuicio de lo que se determina en el número 4.º del artículo 1.700.

Artículo 1705. 
La disolución de la sociedad por la voluntad o renuncia de uno de los socios únicamente
tiene lugar cuando no se ha señalado término para su duración, o no resulta éste de la
naturaleza del negocio.
Para que la renuncia surta efecto, debe ser hecha de buena fe en tiempo oportuno;
además debe ponerse en conocimiento de los otros socios.

Artículo 1706. 
Es de mala fe la renuncia cuando el que la hace se propone apropiarse para sí solo el
provecho que debía ser común. En este caso el renunciante no se libra para con sus socios,
y éstos tienen facultad para excluirle de la sociedad.
Se reputa hecha en tiempo inoportuno la renuncia, cuando, no hallándose las cosas
íntegras, la sociedad está interesada en que se dilate su disolución. En este caso continuará
la sociedad hasta la terminación de los negocios pendientes.

Artículo 1707. 
No puede un socio reclamar la disolución de la sociedad que, ya sea por disposición del
contrato, ya por la naturaleza del negocio, ha sido constituida por tiempo determinado, a no
intervenir justo motivo, como el de faltar uno de los compañeros a sus obligaciones, el de
inhabilitarse para los negocios sociales, u otro semejante, a juicio de los Tribunales.

Artículo 1708. 
La partición entre socios se rige por las reglas de las herencias, así en su forma como en
las obligaciones que de ella resultan. Al socio de industria no puede aplicarse ninguna parte
de los bienes aportados, sino sólo sus frutos y los beneficios, conforme a lo dispuesto en el
artículo 1.689, a no haberse pactado expresamente lo contrario.

– 224 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO IX
Del mandato

CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza, forma y especies del mandato

Artículo 1709. 
Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún servicio o hacer
alguna cosa, por cuenta o encargo de otra.

Artículo 1710. 
El mandato puede ser expreso o tácito.
El expreso puede darse por instrumento público o privado y aun de palabra.
La aceptación puede ser también expresa o tácita, deducida esta última de los actos del
mandatario.

Artículo 1711. 
A falta de pacto en contrario, el mandato se supone gratuito.
Esto no obstante, si el mandatario tiene por ocupación el desempeño de servicios de la
especie a que se refiere el mandato, se presume la obligación de retribuirlo.

Artículo 1712. 
El mandato es general o especial.
El primero comprende todos los negocios del mandante.
El segundo, uno o más negocios determinados.

Artículo 1713. 
El mandato, concebido en términos generales, no comprende más que los actos de
administración.
Para transigir, enajenar, hipotecar o ejecutar cualquier otro acto de riguroso dominio, se
necesita mandato expreso.
La facultad de transigir no autoriza para comprometer en árbitros o amigables
componedores.

Artículo 1714. 
El mandatario no puede traspasar los límites del mandato.

Artículo 1715. 
No se consideran traspasados los límites del mandato si fuese cumplido de una manera
más ventajosa para el mandante que la señalada por éste.

Artículo 1716. 
El menor emancipado puede ser mandatario pero el mandante sólo tendrá acción contra
él en conformidad a lo dispuesto respecto a las obligaciones de los menores.

Artículo 1717. 
Cuando el mandatario obra en su propio nombre el mandante no tiene acción contra las
personas con quienes el mandatario ha contratado, ni éstas tampoco contra el mandante.
En este caso el mandatario es el obligado directamente en favor de la persona con quien
ha contratado, como si el asunto fuera personal suyo. Exceptúase el caso en que se trate de
cosas propias del mandante.

– 225 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de las acciones entre mandante y
mandatario.

CAPÍTULO II
De las obligaciones del mandatario

Artículo 1718. 
El mandatario queda obligado por la aceptación a cumplir el mandato, y responde de los
daños y perjuicios que, de no ejecutarlo, se ocasionen al mandante.
Debe también acabar el negocio que ya estuviese comenzado al morir el mandante, si
hubiere peligro en la tardanza.

Artículo 1719. 
En la ejecución del mandato ha de arreglarse el mandatario a las instrucciones del
mandante.
A falta de ellas, hará todo lo que, según la naturaleza del negocio, haría un buen padre
de familia.

Artículo 1720. 
Todo mandatario está obligado a dar cuenta de sus operaciones y a abonar al mandante
cuanto haya recibido en virtud del mandato, aun cuando lo recibido no se debiera al
segundo.

Artículo 1721. 
El mandatario puede nombrar sustituto si el mandante no se lo ha prohibido; pero
responde de la gestión del sustituto:
1.º Cuando no se le dio facultad para nombrarlo.
2.º Cuando se le dio esta facultad, pero sin designar la persona, y el nombrado era
notoriamente incapaz o insolvente.
Lo hecho por el sustituto nombrado contra la prohibición del mandante será nulo.

Artículo 1722. 
En los casos comprendidos en los dos números del artículo anterior puede además el
mandante dirigir su acción contra el sustituto.

Artículo 1723. 
La responsabilidad de dos o más mandatarios, aunque hayan sido instituidos
simultáneamente, no es solidaria si no se ha expresado así.

Artículo 1724. 
El mandatario debe intereses de las cantidades que aplicó a usos propios desde el día
en que lo hizo, y de las que quede debiendo después de fenecido el mandato, desde que se
haya constituido en mora.

Artículo 1725. 
El mandatario que obre en concepto de tal no es responsable personalmente a la parte
con quien contrata, sino cuando se obliga a ello expresamente o traspasa los límites del
mandato sin darle conocimiento suficiente de sus poderes.

– 226 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1726. 
El mandatario es responsable, no solamente del dolo, sino también de la culpa, que
deberá estimarse con más o menos rigor por los Tribunales según que el mandato haya sido
o no retribuido.

CAPÍTULO III
De las obligaciones del mandante

Artículo 1727. 
El mandante debe cumplir todas las obligaciones que el mandatario haya contraído
dentro de los límites del mandato.
En lo que el mandatario se haya excedido, no queda obligado el mandante sino cuando
lo ratifica expresa o tácitamente.

Artículo 1728. 
El mandante debe anticipar al mandatario, si éste lo pide, las cantidades necesarias para
la ejecución del mandato.
Si el mandatario las hubiera anticipado, debe reembolsarlas el mandante, aunque el
negocio no haya salido bien, con tal que esté exento de culpa el mandatario.
El reembolso comprenderá los intereses de la cantidad anticipada, a contar desde el día
en que se hizo la anticipación.

Artículo 1729. 
Debe también el mandante indemnizar al mandatario de todos los daños y perjuicios que
le haya causado el cumplimiento del mandato, sin culpa ni imprudencia del mismo
mandatario.

Artículo 1730. 
El mandatario podrá retener en prenda las cosas que son objeto del mandato hasta que
el mandante realice la indemnización y reembolso de que tratan los dos artículos anteriores.

Artículo 1731. 
Si dos o más personas han nombrado un mandatario para un negocio común, le quedan
obligadas solidariamente para todos los efectos del mandato.

CAPÍTULO IV
De los modos de acabarse el mandato

Artículo 1732. 
El mandato se acaba:
1.º Por su revocación.
2.º Por renuncia o incapacitación del mandatario.
3.º Por muerte, declaración de prodigalidad o por concurso o insolvencia del mandante o
del mandatario.
El mandato se extinguirá, también, por la incapacitación sobrevenida del mandante a no
ser que en el mismo se hubiera dispuesto su continuación o el mandato se hubiera dado
para el caso de incapacidad del mandante apreciada conforme a lo dispuesto por éste. En
estos casos, el mandato podrá terminar por resolución judicial dictada al constituirse el
organismo tutelar o posteriormente a instancia del tutor.

– 227 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1733. 
El mandante puede revocar el mandato a su voluntad, y compeler al mandatario a la
devolución del documento en que conste el mandato.

Artículo 1734. 
Cuando el mandato se haya dado para contratar con determinadas personas, su
revocación no puede perjudicar a éstas si no se les ha hecho saber.

Artículo 1735. 
El nombramiento de nuevo mandatario para el mismo negocio produce la revocación del
mandato anterior desde el día en que se hizo saber al que lo había recibido, salvo lo
dispuesto en el artículo que precede.

Artículo 1736. 
El mandatario puede renunciar al mandato poniéndolo en conocimiento del mandante. Si
éste sufriere perjuicios por la renuncia, deberá indemnizarle de ellos el mandatario, a menos
que funde su renuncia en la imposibilidad de continuar desempeñando el mandato sin grave
detrimento suyo.

Artículo 1737. 
El mandatario, aunque renuncie al mandato con justa causa, debe continuar su gestión
hasta que el mandante haya podido tomar las disposiciones necesarias para ocurrir a esta
falta.

Artículo 1738. 
Lo hecho por el mandatario, ignorando la muerte del mandante u otra cualquiera de las
causas que hacen cesar el mandato, es válido y surtirá todos sus efectos respecto a los
terceros que hayan contratado con él de buena fe.

Artículo 1739. 
En el caso de morir el mandatario, deberán sus herederos ponerlo en conocimiento del
mandante y proveer entre tanto a lo que las circunstancias exijan en interés de éste.

TÍTULO X
Del préstamo

Disposición general

Artículo 1740. 
Por el contrato de préstamo, una de las partes entrega a la otra, o alguna cosa no
fungible para que use de ella por cierto tiempo y se la devuelva, en cuyo caso se llama
comodato, o dinero u otra cosa fungible, con condición de devolver otro tanto de la misma
especie y calidad, en cuyo caso conserva simplemente el nombre de préstamo.
El comodato es esencialmente gratuito.
El simple préstamo puede ser gratuito o con pacto de pagar interés.

– 228 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO PRIMERO
Del comodato

Sección primera. De la naturaleza del comodato

Artículo 1741. 
El comodante conserva la propiedad de la cosa prestada. El comodatario adquiere el uso
de ella, pero no los frutos; si interviene algún emolumento que haya de pagar el que
adquiere el uso, la convención deja de ser comodato.

Artículo 1742. 
Las obligaciones y derechos que nacen del comodato pasan a los herederos de ambos
contrayentes, a no ser que el préstamo se haya hecho en contemplación a la persona del
comodatario, en cuyo caso los herederos de éste no tienen derecho a continuar en el uso de
la cosa prestada.

Sección segunda. De las obligaciones del comodatario

Artículo 1743. 
El comodatario está obligado a satisfacer los gastos ordinarios que sean de necesidad
para el uso y conservación de la cosa prestada.

Artículo 1744. 
Si el comodatario destina la cosa a un uso distinto de aquel para que se prestó, o la
conserva en su poder por más tiempo del convenido, será responsable de su pérdida,
aunque ésta sobrevenga por caso fortuito.

Artículo 1745. 
Si la cosa prestada se entregó con tasación y se pierde, aunque sea por caso fortuito,
responderá el comodatario del precio, a no haber pacto en que expresamente se le exima de
responsabilidad.

Artículo 1746. 
El comodatario no responde de los deterioros que sobrevengan a la cosa prestada por el
solo efecto del uso y sin culpa suya.

Artículo 1747. 
El comodatario no puede retener la cosa prestada a pretexto de lo que el comodante le
deba, aunque sea por razón de expensas.

Artículo 1748. 
Todos los comodatarios a quienes se presta conjuntamente una cosa responden
solidariamente de ella, al tenor de lo dispuesto en esta sección.

Sección tercera. De las obligaciones del comodante

Artículo 1749. 
El comodante no puede reclamar la cosa prestada sino después de concluido el uso para
que la prestó. Sin embargo, si antes de estos plazos tuviere el comodante urgente necesidad
de ella, podrá reclamar la restitución.

– 229 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1750. 
Si no se pactó la duración del comodato ni el uso a que había de destinarse la cosa
prestada, y éste no resulta determinado por la costumbre de la tierra, puede el comodante
reclamarla a su voluntad.
En caso de duda, incumbe la prueba al comodatario.

Artículo 1751. 
El comodante debe abonar los gastos extraordinarios causados durante el contrato para
la conservación de la cosa prestada, siempre que el comodatario lo ponga en su
conocimiento antes de hacerlos, salvo cuando fueren tan urgentes que no pueda esperarse
el resultado del aviso sin peligro.

Artículo 1752. 
El comodante que, conociendo los vicios de la cosa prestada, no los hubiere hecho
saber al comodatario, responderá a éste de los daños que por aquella causa hubiese sufrido.

CAPÍTULO II
Del simple préstamo

Artículo 1753. 
El que recibe en préstamo dinero u otra cosa fungible, adquiere su propiedad, y está
obligado a devolver al acreedor otro tanto de la misma especie y calidad.

Artículo 1754. 
La obligación del que toma dinero a préstamo se regirá por lo dispuesto en el artículo
1.170 de este Código.
Si lo prestado es otra cosa fungible, o una cantidad de metal no amonedado, el deudor
debe una cantidad igual a la recibida y de la misma especie y calidad, aunque sufra
alteración en su precio.

Artículo 1755. 
No se deberán intereses sino cuando expresamente se hubiesen pactado.

Artículo 1756. 
El prestatario que ha pagado intereses sin estar estipulados, no puede reclamarlos ni
imputarlos al capital.

Artículo 1757. 
Los establecimientos de préstamos sobre prendas quedan, además, sujetos a los
reglamentos que les conciernen.

TÍTULO XI
Del depósito

CAPÍTULO PRIMERO
Del depósito en general y de sus diversas especies

Artículo 1758. 
Se constituye el depósito desde que uno recibe la cosa ajena con la obligación de
guardarla y de restituirla.

– 230 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1759. 
El depósito puede constituirse judicial o extrajudicialmente.

CAPÍTULO II
Del depósito propiamente dicho

Sección primera. De la naturaleza y esencia del contrato de depósito

Artículo 1760. 
El depósito es un contrato gratuito, salvo pacto en contrario.

Artículo 1761. 
Sólo pueden ser objeto del depósito las cosas muebles.

Artículo 1762. 
El depósito extrajudicial es necesario o voluntario.

Sección segunda. Del depósito voluntario

Artículo 1763. 
Depósito voluntario es aquel en que se hace la entrega por la voluntad del depositante.
También puede realizarse el depósito por dos o más personas que se crean con derecho a
la cosa depositada, en un tercero, que hará la entrega, en su caso, a la que corresponda.

Artículo 1764. 
Si una persona capaz de contratar acepta el depósito hecho por otra incapaz, queda
sujeta a todas las obligaciones del depositario, y puede ser obligada a la devolución por el
tutor, curador o administrador de la persona que hizo el depósito, o por ésta misma, si llega a
tener capacidad.

Artículo 1765. 
Si el depósito ha sido hecho por una persona capaz en otra que no lo es, sólo tendrá el
depositante acción para reivindicar la cosa depositada mientras exista en poder del
depositario, o a que éste le abone la cantidad en que se hubiese enriquecido con la cosa o
con el precio.

Sección tercera. De las obligaciones del depositario

Artículo 1766. 
El depositario está obligado a guardar la cosa y restituirla, cuando le sea pedida, al
depositante, o a sus causahabientes, o a la persona que hubiese sido designada en el
contrato. Su responsabilidad, en cuanto a la guarda y la pérdida de la cosa, se regirá por lo
dispuesto en el título I de este libro.

Artículo 1767. 
El depositario no puede servirse de la cosa depositada sin permiso expreso del
depositante.
En caso contrario, responderá de los daños y perjuicios.

Artículo 1768. 
Cuando el depositario tiene permiso para servirse o usar de la cosa depositada, el
contrato pierde el concepto de depósito y se convierte en préstamo o comodato.

– 231 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

El permiso no se presume, debiendo probarse su existencia.

Artículo 1769. 
Cuando la cosa depositada se entrega cerrada y sellada, debe restituirla el depositario
en la misma forma, y responderá de los daños y perjuicios si hubiese sido forzado el sello o
cerradura por su culpa.
Se presume la culpa en el depositario, salvo la prueba en contrario.
En cuanto al valor de lo depositado, cuando la fuerza sea imputable al depositario, se
estará a la declaración del depositante, a no resultar prueba en contrario.

Artículo 1770. 
La cosa depositada será devuelta con todos sus productos y accesiones.
Consistiendo el depósito en dinero, se aplicará al depositario lo dispuesto respecto al
mandatario en el artículo 1.724.

Artículo 1771. 
El depositario no puede exigir que el depositante pruebe ser propietario de la cosa
depositada.
Sin embargo, si llega a descubrir que la cosa ha sido hurtada y quién es su verdadero
dueño, debe hacer saber a éste el depósito.
Si el dueño, a pesar de esto, no reclama en el término de un mes, quedará libre de toda
responsabilidad el depositario, devolviendo la cosa depositada a aquel de quien la recibió.

Artículo 1772. 
Cuando sean dos o más los depositantes, si no fueren solidarios y la cosa admitiere
división, no podrá pedir cada uno de ellos más que su parte.
Cuando haya solidaridad, o la cosa no admita división, regirá lo dispuesto en los artículos
1.141 y 1.142 de este Código.

Artículo 1773. 
Cuando el depositante pierde, después de hacer el depósito, su capacidad para
contratar, no puede devolverse el depósito sino a los que tengan la administración de sus
bienes y derechos.

Artículo 1774. 
Cuando al hacerse el depósito se designó lugar para la devolución, el depositario debe
llevar a él la cosa depositada; pero los gastos que ocasione la traslación serán de cargo del
depositante.
No habiéndose designado lugar para la devolución, deberá ésta hacerse en el que se
halle la cosa depositada, aunque no sea el mismo en que se hizo el depósito, con tal que no
haya intervenido malicia de parte del depositario.

Artículo 1775. 
El depósito debe ser restituido al depositante cuando lo reclame, aunque en el contrato
se haya fijado un plazo o tiempo determinado para la devolución.
Esta disposición no tendrá lugar cuando judicialmente haya sido embargado el depósito
en poder del depositario, o se haya notificado a éste la oposición de un tercero a la
restitución o traslación de la cosa depositada.

Artículo 1776. 
El depositario que tenga justos motivos para no conservar el depósito podrá, aun antes
del término designado, restituirlo al depositante; y, si éste lo resiste, podrá obtener del Juez
su consignación.

– 232 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1777. 
El depositario que por fuerza mayor hubiese perdido la cosa depositada y recibido otra
en su lugar, estará obligado a entregar ésta al depositante.

Artículo 1778. 
El heredero del depositario que de buena fe haya vendido la cosa que ignoraba ser
depositada, sólo está obligado a restituir el precio que hubiese recibido o a ceder sus
acciones contra el comprador en el caso de que el precio no se le haya pagado.

Sección cuarta. De las obligaciones del depositante

Artículo 1779. 
El depositante está obligado a reembolsar al depositario los gastos que haya hecho para
la conservación de la cosa depositada y a indemnizarle de todos los perjuicios que se le
hayan seguido del depósito.

Artículo 1780. 
El depositario puede retener en prenda la cosa depositada hasta el completo pago de lo
que se le deba por razón del depósito.

Sección quinta. Del depósito necesario

Artículo 1781. 
Es necesario el depósito:
1.º Cuando se hace en cumplimiento de una obligación legal.
2.º Cuando tiene lugar con ocasión de alguna calamidad, como incendio, ruina, saqueo,
naufragio u otras semejantes.

Artículo 1782. 
El depósito comprendido en el número 1.º del artículo anterior se regirá por las
disposiciones de la ley que lo establezca y, en su defecto, por las del depósito voluntario.
El comprendido en el número 2.º se regirá por las reglas del depósito voluntario.

Artículo 1783. 
Se reputa también depósito necesario el de los efectos introducidos por los viajeros en
las fondas y mesones. Los fondistas o mesoneros responden de ellos como tales
depositarios, con tal que se hubiese dado conocimiento a los mismos, o a sus dependientes,
de los efectos introducidos en su casa, y que los viajeros, por su parte, observen las
prevenciones que dichos posaderos o sus sustitutos les hubiesen hecho sobre cuidado y
vigilancia de los efectos.

Artículo 1784. 
La responsabilidad a que se refiere el artículo anterior comprende los daños hechos en
los efectos de los viajeros, tanto por los criados o dependientes de los fondistas o
mesoneros como por los extraños; pero no los que provengan de robo a mano armada, o
sean ocasionados por otro suceso de fuerza mayor.

– 233 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

CAPÍTULO III
Del secuestro

Artículo 1785. 
El depósito judicial o secuestro tiene lugar cuando se decreta el embargo o el
aseguramiento de bienes litigiosos.

Artículo 1786. 
El secuestro puede tener por objeto así los bienes muebles como los inmuebles.

Artículo 1787. 
El depositario de los bienes u objetos secuestrados no puede quedar libre de su encargo
hasta que se termine la controversia que lo motivó, a no ser que el Juez lo ordenare por
consentir en ello todos los interesados o por otra causa legítima.

Artículo 1788. 
El depositario de bienes secuestrados está obligado a cumplir respecto de ellos todas las
obligaciones de un buen padre de familia.

Artículo 1789. 
En lo que no se hallare dispuesto en este Código, el secuestro judicial se regirá por las
disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

TÍTULO XII
De los contratos aleatorios o de suerte

CAPÍTULO PRIMERO
Disposición general

Artículo 1790. 
Por el contrato aleatorio, una de las partes, o ambas recíprocamente, se obligan a dar o
hacer alguna cosa en equivalencia de lo que la otra parte ha de dar o hacer para el caso de
un acontecimiento incierto, o que ha de ocurrir en tiempo indeterminado.

CAPÍTULO II
Del contrato de alimentos

Artículo 1791. 
Por el contrato de alimentos una de las partes se obliga a proporcionar vivienda,
manutención y asistencia de todo tipo a una persona durante su vida, a cambio de la
transmisión de un capital en cualquier clase de bienes y derechos.

Artículo 1792. 
De producirse la muerte del obligado a prestar los alimentos o de concurrir cualquier
circunstancia grave que impida la pacífica convivencia de las partes, cualquiera de ellas
podrá pedir que la prestación de alimentos convenida se pague mediante la pensión
actualizable a satisfacer por plazos anticipados que para esos eventos hubiere sido prevista
en el contrato o, de no haber sido prevista, mediante la que se fije judicialmente.

– 234 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1793. 
La extensión y calidad de la prestación de alimentos serán las que resulten del contrato
y, a falta de pacto en contrario, no dependerá de las vicisitudes del caudal y necesidades del
obligado ni de las del caudal de quien los recibe.

Artículo 1794. 
La obligación de dar alimentos no cesará por las causas a que se refiere el artículo 152,
salvo la prevista en su apartado primero.

Artículo 1795. 
El incumplimiento de la obligación de alimentos dará derecho al alimentista sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 1792, para optar entre exigir el cumplimiento, incluyendo el
abono de los devengados con anterioridad a la demanda, o la resolución del contrato, con
aplicación, en ambos casos, de las reglas generales de las obligaciones recíprocas.
En caso de que el alimentista opte por la resolución, el deudor de los alimentos deberá
restituir inmediatamente los bienes que recibió por el contrato, y, en cambio, el juez podrá,
en atención a las circunstancias, acordar que la restitución que, con respeto de lo que
dispone el artículo siguiente, corresponda al alimentista quede total o parcialmente aplazada,
en su beneficio, por el tiempo y con las garantías que se determinen.

Artículo 1796. 
De las consecuencias de la resolución del contrato, habrá de resultar para el alimentista,
cuando menos, un superávit suficiente para constituir, de nuevo, una pensión análoga por el
tiempo que le quede de vida.

Artículo 1797. 
Cuando los bienes o derechos que se transmitan a cambio de los alimentos sean
registrables, podrá garantizarse frente a terceros el derecho del alimentista con el pacto
inscrito en el que se dé a la falta de pago el carácter de condición resolutoria explícita,
además de mediante el derecho de hipoteca regulado en el artículo 157 de la Ley
Hipotecaria.

CAPÍTULO III
Del juego y de la apuesta

Artículo 1798. 
La ley no concede acción para reclamar lo que se gana en un juego de suerte, envite o
azar; pero el que pierde no puede repetir lo que haya pagado voluntariamente, a no ser que
hubiese mediado dolo, o que fuera menor, o estuviera inhabilitado para administrar sus
bienes.

Artículo 1799. 
Lo dispuesto en el artículo anterior respecto del juego es aplicable a las apuestas.
Se consideran prohibidas las apuestas que tienen analogía con los juegos prohibidos.

Artículo 1800. 
No se consideran prohibidos los juegos que contribuyen al ejercicio del cuerpo, como
son los que tienen por objeto adiestrarse en el manejo de las armas, las carreras a pie o a
caballo, las de carros, el juego de pelota y otros de análoga naturaleza.

Artículo 1801. 
El que pierde en un juego o apuesta de los no prohibidos queda obligado civilmente.

– 235 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

La autoridad judicial puede, sin embargo, no estimar la demanda cuando la cantidad que
se cruzó en el juego o en la apuesta sea excesiva, o reducir la obligación en lo que
excediere de los usos de un buen padre de familia.

CAPÍTULO IV
De la renta vitalicia

Artículo 1802. 
El contrato aleatorio de renta vitalicia obliga al deudor a pagar una pensión o rédito anual
durante la vida de una o más personas determinadas por un capital en bienes muebles o
inmuebles, cuyo dominio se le transfiere desde luego con la carga de la pensión.

Artículo 1803. 
Puede constituirse la renta sobre la vida del que da el capital, sobre la de un tercero o
sobre la de varias personas.
También puede constituirse a favor de aquella o aquellas personas sobre cuya vida se
otorga, o a favor de otra u otras personas distintas.

Artículo 1804. 
Es nula la renta constituida sobre la vida de una persona muerta a la fecha del
otorgamiento, o que en el mismo tiempo se halle padeciendo una enfermedad que llegue a
causar su muerte dentro de los veinte días siguientes a aquella fecha.

Artículo 1805. 
La falta de pago de las pensiones vencidas no autoriza al perceptor de la renta vitalicia a
exigir el reembolso del capital ni a volver a entrar en la posesión del predio enajenado; sólo
tendrá derecho a reclamar judicialmente el pago de las rentas atrasadas y el aseguramiento
de las futuras.

Artículo 1806. 
La renta correspondiente al año en que muere el que la disfruta se pagará en proporción
a los días que hubiese vivido; si debía satisfacerse por plazos anticipados, se pagará el
importe total del plazo que durante su vida hubiese empezado a correr.

Artículo 1807. 
El que constituye a título gratuito una renta sobre sus bienes, puede disponer, al tiempo
del otorgamiento, que no estará sujeta dicha renta a embargo por obligaciones del
pensionista.

Artículo 1808. 
No puede reclamarse la renta sin justificar la existencia de la persona sobre cuya vida
esté constituido.

– 236 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

TÍTULO XIII
De las transacciones y compromisos

CAPÍTULO PRIMERO
De las transacciones

Artículo 1809. 
La transacción es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo
cada una alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había
comenzado.

Artículo 1810. 
Para transigir sobre los bienes y derechos de los hijos bajo la patria potestad se
aplicarán las mismas reglas que para enajenarlos.

Artículo 1811. 
El tutor no puede transigir sobre los derechos de la persona que tiene en guarda, sino en
la forma prescrita en el presente Código.

Artículo 1812. 
Las corporaciones que tengan personalidad jurídica sólo podrán transigir en la forma y
con los requisitos que necesiten para enajenar sus bienes.

Artículo 1813. 
Se puede transigir sobre la acción civil proveniente de un delito; pero no por eso se
extinguirá la acción pública para la imposición de la pena legal.

Artículo 1814. 
No se puede transigir sobre el estado civil de las personas, ni sobre las cuestiones
matrimoniales, ni sobre alimentos futuros.

Artículo 1815. 
La transacción no comprende sino los objetos expresados determinadamente en ella, o
que, por una inducción necesaria de sus palabras, deban reputarse comprendidos en la
misma.
La renuncia general de derechos se entiende sólo de los que tienen relación con la
disputa sobre que ha recaído la transacción.

Artículo 1816. 
La transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada; pero no procederá
la vía de apremio sino tratándose del cumplimiento de la transacción judicial.

Artículo 1817. 
La transacción en que intervenga error, dolo, violencia o falsedad de documentos, está
sujeta a lo dispuesto en el artículo 1.265 de este Código.
Sin embargo, no podrá una de las partes oponer el error de hecho a la otra siempre que
ésta se haya apartado por la transacción de un pleito comenzado.

Artículo 1818. 
El descubrimiento de nuevos documentos no es causa para anular o rescindir la
transacción, si no ha habido mala fe.

– 237 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1819. 
Si estando decidido un pleito por sentencia firme, se celebrase transacción sobre él por
ignorar la existencia de la sentencia firme alguna de las partes interesadas, podrá ésta pedir
que se rescinda la transacción.
La ignorancia de una sentencia que pueda revocarse, no es causa para atacar la
transacción.

CAPÍTULO II
De los compromisos

Artículo 1820. 
(Sin contenido)

Artículo 1821. 
(Sin contenido)

TÍTULO XIV
De la fianza

CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza y extensión de la fianza

Artículo 1822. 
Por la fianza se obliga uno a pagar o cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo
éste.
Si el fiador se obligare solidariamente con el deudor principal, se observará lo dispuesto
en la sección 4.ª, capítulo III, título I, de este libro.

Artículo 1823. 
La fianza puede ser convencional, legal o judicial, gratuita o a título oneroso.
Puede también constituirse, no sólo a favor del deudor principal, sino al del otro fiador,
consintiéndolo, ignorándolo y aun contradiciéndolo éste.

Artículo 1824. 
La fianza no puede existir sin una obligación válida.
Puede, no obstante, recaer sobre una obligación cuya nulidad pueda ser reclamada a
virtud de una excepción puramente personal del obligado, como la de la menor edad.
Exceptúase de la disposición del párrafo anterior el caso de préstamo hecho al hijo de
familia.

Artículo 1825. 
Puede también prestarse fianza en garantía de deudas futuras, cuyo importe no sea aún
conocido; pero no se podrá reclamar contra el fiador hasta que la deuda sea líquida.

Artículo 1826. 
El fiador puede obligarse a menos, pero no a más que el deudor principal, tanto en la
cantidad como en lo oneroso de las condiciones.
Si se hubiera obligado a más, se reducirá su obligación a los límites de la del deudor.

– 238 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1827. 
La fianza no se presume: debe ser expresa y no puede extenderse a más de lo
contenido en ella.
Si fuere simple o indefinida, comprenderá no sólo la obligación principal, sino todos sus
accesorios, incluso los gastos del juicio, entendiéndose, respecto de éstos, que no
responderá sino de los que se hayan devengado después que haya sido requerido el fiador
para el pago.

Artículo 1828. 
El obligado a dar fiador debe presentar persona que tenga capacidad para obligarse y
bienes suficientes para responder de la obligación que garantiza. El fiador se entenderá
sometido a la jurisdicción del Juez del lugar donde esta obligación debe cumplirse.

Artículo 1829. 
Si el fiador viniere al estado de insolvencia, puede el acreedor pedir otro que reúna las
cualidades exigidas en el artículo anterior. Exceptúase el caso de haber exigido y pactado el
acreedor que se le diera por fiador una persona determinada.

CAPÍTULO II
De los efectos de la fianza

Sección primera. De los efectos de la fianza entre el fiador y el acreedor

Artículo 1830. 
El fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin hacerse antes excusión de
todos los bienes del deudor.

Artículo 1831. 
La excusión no tiene lugar:
1.º Cuando el fiador haya renunciado expresamente a ella.
2.º Cuando se haya obligado solidariamente con el deudor.
3.º En el caso de quiebra o concurso del deudor.
4.º Cuando éste no pueda ser demandado judicialmente dentro del Reino.

Artículo 1832. 
Para que el fiador pueda aprovecharse del beneficio de la excusión, debe oponerlo al
acreedor luego que éste le requiera para el pago, y señalarle bienes del deudor realizables
dentro del territorio español, que sean suficientes para cubrir el importe de la deuda.

Artículo 1833. 
Cumplidas por el fiador todas las condiciones del artículo anterior, el acreedor negligente
en la excusión de los bienes señalados es responsable, hasta donde ellos alcancen, de la
insolvencia del deudor que por aquel descuido resulte.

Artículo 1834. 
El acreedor podrá citar al fiador cuando demande al deudor principal, pero quedará
siempre a salvo el beneficio de excusión, aunque se dé sentencia contra los dos.

Artículo 1835. 
La transacción hecha por el fiador con el acreedor no surte efecto para con el deudor
principal.
La hecha por éste tampoco surte efecto para con el fiador, contra su voluntad.

– 239 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1836. 
El fiador de un fiador goza del beneficio de excusión, tanto respecto del fiador como del
deudor principal.

Artículo 1837. 
Siendo varios los fiadores de un mismo deudor y por una misma deuda, la obligación a
responder de ella se divide entre todos. El acreedor no puede reclamar a cada fiador sino la
parte que le corresponda satisfacer, a menos que se haya estipulado expresamente la
solidaridad.
El beneficio de división contra los cofiadores cesa en los mismos casos y por las mismas
causas que el de excusión contra el deudor principal.

Sección segunda. De los efectos de la fianza entre el deudor y el fiador

Artículo 1838. 
El fiador que paga por el deudor debe ser indemnizado por éste.
La indemnización comprende:
1.º La cantidad total de la deuda.
2.º Los intereses legales de ella desde que se haya hecho saber el pago al deudor,
aunque no los produjese para el acreedor.
3.º Los gastos ocasionados al fiador después de poner éste en conocimiento del deudor
que ha sido requerido para el pago.
4.º Los daños y perjuicios, cuando procedan.
La disposición de este artículo tiene lugar aunque la fianza se haya dado ignorándolo el
deudor.

Artículo 1839. 
El fiador se subroga por el pago en todos los derechos que el acreedor tenía contra el
deudor.
Si ha transigido con el acreedor, no puede pedir al deudor más de lo que realmente haya
pagado.

Artículo 1840. 
Si el fiador paga sin ponerlo en noticia del deudor, podrá éste hacer valer contra él todas
las excepciones que hubiera podido oponer al acreedor al tiempo de hacerse el pago.

Artículo 1841. 
Si la deuda era a plazo y el fiador la pagó antes de su vencimiento, no podrá exigir
reembolso del deudor hasta que el plazo venza.

Artículo 1842. 
Si el fiador ha pagado sin ponerlo en noticia del deudor, y éste, ignorando el pago, lo
repite por su parte, no queda al primero recurso alguno contra el segundo, pero sí contra el
acreedor.

Artículo 1843. 
El fiador, aun antes de haber pagado, puede proceder contra el deudor principal:
1.º Cuando se ve demandado judicialmente para el pago.
2.º En caso de quiebra, concurso o insolvencia.
3.º Cuando el deudor se ha obligado a relevarle de la fianza en un plazo determinado, y
este plazo ha vencido.
4.º Cuando la deuda ha llegado a hacerse exigible, por haber cumplido el plazo en que
debe satisfacerse.

– 240 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

5.º Al cabo de diez años, cuando la obligación principal no tiene término fijo para su
vencimiento, a menos que sea de tal naturaleza que no pueda extinguirse sino en un plazo
mayor de los diez años.
En todos estos casos la acción del fiador tiende a obtener relevación de la fianza o una
garantía que lo ponga a cubierto de los procedimientos del acreedor y del peligro de
insolvencia en el deudor.

Sección tercera. De los efectos de la fianza entre los cofiadores

Artículo 1844. 
Cuando son dos o más los fiadores de un mismo deudor y por una misma deuda, el que
de ellos haya pagado podrá reclamar de cada uno de los otros la parte que
proporcionalmente le corresponda satisfacer.
Si alguno de ellos resultare insolvente, la parte de éste recaerá sobre todos en la misma
proporción.
Para que pueda tener lugar la disposición de este artículo, es preciso que se haya hecho
el pago en virtud de demanda judicial, o hallándose el deudor principal en estado de
concurso o quiebra.

Artículo 1845. 
En el caso del artículo anterior podrán los cofiadores oponer al que pagó las mismas
excepciones que habrían correspondido al deudor principal contra el acreedor y que no
fueren puramente personales del mismo deudor.

Artículo 1846. 
El subfiador, en caso de insolvencia del fiador por quien se obligó, queda responsable a
los cofiadores en los mismos términos que lo estaba el fiador.

CAPÍTULO III
De la extinción de la fianza

Artículo 1847. 
La obligación del fiador se extingue al mismo tiempo que la del deudor, y por las mismas
causas que las demás obligaciones.

Artículo 1848. 
La confusión que se verifica en la persona del deudor y en la del fiador cuando uno de
ellos hereda al otro, no extingue la obligación del subfiador.

Artículo 1849. 
Si el acreedor acepta voluntariamente un inmueble, u otros cualesquiera efectos en pago
de la deuda, aunque después los pierda por evicción, queda libre el fiador.

Artículo 1850. 
La liberación hecha por el acreedor a uno de los fiadores sin el consentimiento de los
otros aprovecha a todos hasta donde alcance la parte del fiador a quien se ha otorgado.

Artículo 1851. 
La prórroga concedida al deudor por el acreedor sin el consentimiento del fiador extingue
la fianza.

– 241 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1852. 
Los fiadores, aunque sean solidarios, quedan libres de su obligación siempre que por
algún hecho del acreedor no puedan quedar subrogados en los derechos, hipotecas y
privilegios del mismo.

Artículo 1853. 
El fiador puede oponer al acreedor todas las excepciones que competan al deudor
principal y sean inherentes a la deuda; mas no las que sean puramente personales del
deudor.

CAPÍTULO IV
De la fianza legal y judicial

Artículo 1854. 
El fiador que haya de darse por disposición de la ley o de providencia judicial, debe tener
las cualidades prescritas en el artículo 1.828.

Artículo 1855. 
Si el obligado a dar fianza en los casos del artículo anterior no la hallase, se le admitirá
en su lugar una prenda o hipoteca que se estime bastante para cubrir su obligación.

Artículo 1856. 
El fiador judicial no puede pedir la excusión de bienes del deudor principal.
El subfiador, en el mismo caso, no puede pedir ni la del deudor ni la del fiador.

TÍTULO XV
De los contratos de prenda, hipoteca y anticresis

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones comunes a la prenda y a la hipoteca

Artículo 1857. 
Son requisitos esenciales de los contratos de prenda e hipoteca:
1.º Que se constituya para asegurar el cumplimiento de una obligación principal.
2.º Que la cosa pignorada o hipotecada pertenezca en propiedad al que la empeña o
hipoteca.
3.º Que las personas que constituyan la prenda o hipoteca tengan la libre disposición de
sus bienes o, en caso de no tenerla, se hallen legalmente autorizadas al efecto.
Las terceras personas extrañas a la obligación principal pueden asegurar ésta
pignorando o hipotecando sus propios bienes.

Artículo 1858. 
Es también de esencia de estos contratos que, vencida la obligación principal, puedan
ser enajenadas las cosas en que consiste la prenda o hipoteca para pagar al acreedor.

Artículo 1859. 
El acreedor no puede apropiarse las cosas dadas en prenda o hipoteca, ni disponer de
ellas.

– 242 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1860. 
La prenda y la hipoteca son indivisibles, aunque la deuda se divida entre los
causahabientes del deudor o del acreedor.
No podrá, por tanto, el heredero del deudor que haya pagado parte de la deuda pedir
que se extinga proporcionalmente la prenda o la hipoteca mientras la deuda no haya sido
satisfecha por completo.
Tampoco podrá el heredero del acreedor que recibió su parte de la deuda devolver la
prenda ni cancelar la hipoteca en perjuicio de los demás herederos que no hayan sido
satisfechos.
Se exceptúa de estas disposiciones el caso en que, siendo varias las cosas dadas en
hipoteca o en prenda, cada una de ellas garantice solamente una porción determinada del
crédito.
El deudor, en este caso, tendrá derecho a que se extinga la prenda o la hipoteca a
medida que satisfaga la parte de deuda de que cada cosa responda especialmente.

Artículo 1861. 
Los contratos de prenda e hipoteca pueden asegurar toda clase de obligaciones, ya sean
puras, ya estén sujetas a condición suspensiva o resolutoria.

Artículo 1862. 
La promesa de constituir prenda o hipoteca sólo produce acción personal entre los
contratantes, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que incurriere el que defraudase
a otro ofreciendo en prenda o hipoteca como libres las cosas que sabía estaban gravadas, o
fingiéndose dueño de las que no le pertenecen.

CAPÍTULO II
De la prenda

Sección primera. De la prenda

Artículo 1863. 
Además de los requisitos exigidos en el artículo 1.857, se necesita, para constituir el
contrato de prenda, que se ponga en posesión de ésta al acreedor, o a un tercero de común
acuerdo.

Artículo 1864. 
Pueden darse en prenda todas las cosas muebles que están en el comercio, con tal que
sean susceptibles de posesión.

Artículo 1865. 
No surtirá efecto la prenda contra tercero si no consta por instrumento público la certeza
de la fecha.

Artículo 1866. 
El contrato de prenda da derecho al acreedor para retener la cosa en su poder o en el de
la tercera persona a quien hubiese sido entregada, hasta que se le pague el crédito.
Si mientras el acreedor retiene la prenda, el deudor contrajese con él otra deuda exigible
antes de haberse pagado la primera, podrá aquél prorrogar la retención hasta que se les
satisfagan ambos créditos, aunque no se hubiese estipulado la sujeción de la prenda a la
seguridad de la segunda deuda.

– 243 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1867. 
El acreedor debe cuidar de la cosa dada en prenda con la diligencia de un buen padre de
familia; tiene derecho al abono de los gastos hechos para su conservación, y responde de su
pérdida o deterioro conforme a las disposiciones de este Código.

Artículo 1868. 
Si la prenda produce intereses, compensará el acreedor los que perciba con los que se
le deben; y, si no se le deben, o en cuanto excedan de los legítimamente debidos, los
imputará al capital.

Artículo 1869. 
Mientras no llegue el caso de ser expropiado de la cosa dada en prenda, el deudor sigue
siendo dueño de ella.
Esto no obstante, el acreedor podrá ejercitar las acciones que competan al dueño de la
cosa pignorada para reclamarla o defenderla contra tercero.

Artículo 1870. 
El acreedor no podrá usar la cosa dada en prenda sin autorización del dueño, y si lo
hiciere o abusare de ella en otro concepto, puede el segundo pedir que se la constituya en
depósito.

Artículo 1871. 
No puede el deudor pedir la restitución de la prenda contra la voluntad del acreedor
mientras no pague la deuda y sus intereses, con las expensas en su caso.

Artículo 1872. 
El acreedor a quien oportunamente no hubiese sido satisfecho su crédito, podrá
proceder por ante Notario a la enajenación de la prenda. Esta enajenación habrá de hacerse
precisamente en subasta pública y con citación del deudor y del dueño de la prenda en su
caso. Si en la primera subasta no hubiese sido enajenada la prenda, podrá celebrarse una
segunda con iguales formalidades; y, si tampoco diere resultado, podrá el acreedor hacerse
dueño de la prenda. En este caso estará obligado a dar carta de pago de la totalidad de su
crédito.
Si la prenda consistiere en valores cotizables, se venderán en la forma prevenida por el
Código de Comercio.

Artículo 1873. 
Respecto a los Montes de Piedad y demás establecimientos públicos, que por instituto o
profesión prestan sobre prendas, se observarán las leyes y reglamentos especiales que les
conciernan y, subsidiariamente, las disposiciones de este título.

Sección segunda. De la prenda sin desplazamiento

Artículos 1863 bis a 1873 bis. (Derogados).

CAPÍTULO TERCERO
De la hipoteca

Artículo 1874. 
Sólo podrán ser objeto del contrato de hipoteca:
1.º Los bienes inmuebles.
2.º Los derechos reales enajenables con arreglo a las leyes, impuestos sobre bienes de
aquella clase.

– 244 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1875. 
Además de los requisitos exigidos en el artículo 1.857, es indispensable, para que la
hipoteca quede válidamente constituida, que el documento en que se constituya sea inscrito
en el Registro de la Propiedad.
Las personas a cuyo favor establece hipoteca la ley, no tienen otro derecho que el de
exigir el otorgamiento e inscripción del documento en que haya de formalizarse la hipoteca,
salvo lo que dispone la Ley Hipotecaria en favor del Estado, las provincias y los pueblos, por
el importe de la última anualidad de los tributos, así como de los aseguradores por el premio
del seguro.

Artículo 1876. 
La hipoteca sujeta directa e inmediatamente los bienes sobre que se impone, cualquiera
que sea su poseedor, al cumplimiento de la obligación para cuya seguridad fue constituida.

Artículo 1877. 
La hipoteca se extiende a las accesiones naturales, a las mejoras, a los frutos
pendientes y rentas no percibidas al vencer la obligación, y al importe de las
indemnizaciones concedidas o debidas al propietario por los aseguradores de los bienes
hipotecados, o en virtud de expropiación por causa de utilidad pública, con las declaraciones,
ampliaciones y limitaciones establecidas por la ley, así en el caso de permanecer la finca en
poder del que la hipotecó, como en el de pasar a manos de un tercero.

Artículo 1878. 
El crédito hipotecario puede ser enajenado o cedido a un tercero en todo o en parte, con
las formalidades exigidas por la ley.

Artículo 1879. 
El acreedor podrá reclamar del tercer poseedor de los bienes hipotecados el pago de la
parte de crédito asegurada con los que el último posee, en los términos y con las
formalidades que la ley establece.

Artículo 1880. 
La forma, extensión y efectos de la hipoteca, así como lo relativo a su constitución,
modificación y extinción y a lo demás que no haya sido comprendido en este capítulo, queda
sometido a las prescripciones de la Ley Hipotecaria, que continúa vigente.

CAPÍTULO IV
De la anticresis

Artículo 1881. 
Por la anticresis el acreedor adquiere el derecho de percibir los frutos de un inmueble de
su deudor, con la obligación de aplicarlos al pago de los intereses, si se debieren, y después
al del capital de su crédito.

Artículo 1882. 
El acreedor, salvo pacto en contrario, está obligado a pagar las contribuciones y cargas
que pesen sobre la finca.
Lo está asimismo a hacer los gastos necesarios para su conservación y reparación.
Se deducirán de los frutos las cantidades que emplee en uno y otro objeto.

Artículo 1883. 
El deudor no puede readquirir el goce del inmueble sin haber pagado antes enteramente
lo que debe a su acreedor.

– 245 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Pero éste, para librarse de las obligaciones que le impone el artículo anterior, puede
siempre obligar al deudor a que entre de nuevo en el goce de la finca, salvo pacto en
contrario.

Artículo 1884. 
El acreedor no adquiere la propiedad del inmueble por falta de pago de la deuda dentro
del plazo convenido.
Todo pacto en contrario será nulo. Pero el acreedor en este caso podrá pedir, en la
forma que previene la Ley de Enjuiciamiento Civil, el pago de la deuda o la venta del
inmueble.

Artículo 1885. 
Los contratantes pueden estipular que se compensen los intereses de la deuda con los
frutos de la finca dada en anticresis.

Artículo 1886. 
Son aplicables a este contrato el último párrafo del artículo 1.857, el párrafo 2.º del
artículo 1.866 y los artículos 1.860 y 1.861.

TÍTULO XVI
De las obligaciones que se contraen sin convenio

CAPÍTULO PRIMERO
De los cuasi contratos

Artículo 1887. 
Son cuasi contratos los hechos lícitos y puramente voluntarios, de los que resulta
obligado su autor para con un tercero y a veces una obligación recíproca entre los
interesados.

Sección primera. De la gestión de negocios ajenos

Artículo 1888. 
El que se encarga voluntariamente de la agencia o administración de los negocios de
otro, sin mandato de éste, está obligado a continuar su gestión hasta el término del asunto y
sus incidencias, o a requerir al interesado para que le sustituya en la gestión, si se hallase en
estado de poder hacerlo por sí.

Artículo 1889. 
El gestor oficioso debe desempeñar su encargo con toda la diligencia de un buen padre
de familia, e indemnizar los perjuicios que por su culpa o negligencia se irroguen al dueño de
los bienes o negocios que gestione.
Los Tribunales, sin embargo, podrán moderar la importancia de la indemnización según
las circunstancias del caso.

Artículo 1890. 
Si el gestor delegare en otra persona todos o algunos de los deberes de su cargo,
responderá de los actos del delegado, sin perjuicio de la obligación directa de éste para con
el propietario del negocio.
La responsabilidad de los gestores, cuando fueren dos o más, será solidaria.

– 246 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1891. 
El gestor de negocios responderá del caso fortuito cuando acometa operaciones
arriesgadas que el dueño no tuviese costumbre de hacer, o cuando hubiese pospuesto el
interés de éste al suyo propio.

Artículo 1892. 
La ratificación de la gestión por parte del dueño del negocio produce los efectos del
mandato expreso.

Artículo 1893. 
Aunque no hubiese ratificado expresamente la gestión ajena, el dueño de bienes o
negocios que aproveche las ventajas de la misma será responsable de las obligaciones
contraídas en su interés, e indemnizará al gestor los gastos necesarios y útiles que hubiese
hecho y los perjuicios que hubiese sufrido en el desempeño de su cargo.
La misma obligación le incumbirá cuando la gestión hubiera tenido por objeto evitar
algún perjuicio inminente y manifiesto, aunque de ella no resultase provecho alguno.

Artículo 1894. 
Cuando, sin conocimiento del obligado a prestar alimentos, los diese un extraño, éste
tendrá derecho a reclamarlos de aquél, a no constar que los dio por oficio de piedad y sin
ánimo de reclamarlos.
Los gastos funerarios proporcionados a la calidad de la persona y a los usos de la
localidad deberán ser satisfechos, aunque el difunto no hubiese dejado bienes, por aquellos
que en vida habrían tenido la obligación de alimentarle.

Sección segunda. Del cobro de lo indebido

Artículo 1895. 
Cuando se recibe alguna cosa que no había derecho a cobrar, y que por error ha sido
indebidamente entregada, surge la obligación de restituirla.

Artículo 1896. 
El que acepta un pago indebido, si hubiera procedido de mala fe, deberá abonar el
interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos percibidos o debidos percibir cuando la
cosa recibida los produjere.
Además responderá de los menoscabos que la cosa haya sufrido por cualquier causa, y
de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre. No se prestará el
caso fortuito cuando hubiese podido afectar del mismo modo a las cosas hallándose en
poder del que las entregó.

Artículo 1897. 
El que de buena fe hubiera aceptado un pago indebido de cosa cierta y determinada,
sólo responderá de las desmejoras o pérdidas de ésta y de sus accesiones, en cuanto por
ellas se hubiese enriquecido. Si la hubiese enajenado, restituirá el precio o cederá la acción
para hacerlo efectivo.

Artículo 1898. 
En cuanto al abono de mejoras y gastos hechos por el que indebidamente recibió la
cosa, se estará a lo dispuesto en el título V del libro II.

Artículo 1899. 
Queda exento de la obligación de restituir el que, creyendo de buena fe que se hacía el
pago por cuenta de un crédito legítimo y subsistente, hubiese inutilizado el título, o dejado
prescribir la acción, o abandonado las prendas, o cancelado las garantías de su derecho. El

– 247 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

que pagó indebidamente sólo podrá dirigirse contra el verdadero deudor o los fiadores
respecto de los cuales la acción estuviese viva.

Artículo 1900. 
La prueba del pago incumbe al que pretende haberlo hecho. También corre a su cargo la
del error con que lo realizó, a menos que el demandado negare haber recibido la cosa que
se le reclame. En este caso, justificada por el demandante la entrega, queda relevado de
toda prueba. Esto no limita el derecho del demandado para acreditar que le era debido lo
que se supone que recibió.

Artículo 1901. 
Se presume que hubo error en el pago cuando se entregó cosa que nunca se debió o
que ya estaba pagada; pero aquel a quien se pida la devolución puede probar que la entrega
se hizo a título de liberalidad o por otra causa justa.

CAPÍTULO II
De las obligaciones que nacen de culpa o negligencia

Artículo 1902. 
El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está
obligado a reparar el daño causado.

Artículo 1903. 
La obligación que impone el artículo anterior es exigible no sólo por los actos u
omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.
Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren
bajo su guarda.
Los tutores lo son de los perjuicios causados por los menores o incapacitados que están
bajo su autoridad y habitan en su compañía.
Lo son igualmente los dueños o directores de un establecimiento o empresa respecto de
los perjuicios causados por sus dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran
empleados, o con ocasión de sus funciones.
(Párrafo suprimido)
Las personas o entidades que sean titulares de un Centro docente de enseñanza no
superior responderán por los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores de edad
durante los períodos de tiempo en que los mismos se hallen bajo el control o vigilancia del
profesorado del Centro, desarrollando actividades escolares o extraescolares y
complementarias.
La responsabilidad de que trata este artículo cesará cuando las personas en él
mencionadas prueben que emplearon toda la diligencia de un buen padre de familia para
prevenir el daño.

Artículo 1904. 
El que paga el daño causado por sus dependientes puede repetir de éstos lo que
hubiese satisfecho.
Cuando se trate de Centros docentes de enseñanza no superior, sus titulares podrás
exigir de los profesores las cantidades satisfechas, si hubiesen incurrido en dolo o culpa
grave en el ejercicio de sus funciones que fuesen causa del daño.

Artículo 1905. 
El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que
causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de
que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido.

– 248 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1906. 
El propietario de una heredad de caza responderá del daño causado por ésta en las
fincas vecinas, cuando no haya hecho lo necesario para impedir su multiplicación o cuando
haya dificultado la acción de los dueños de dichas fincas para perseguirla.

Artículo 1907. 
El propietario de un edificio es responsable de los daños que resulten de la ruina de todo
o parte de él, si ésta sobreviniere por falta de las reparaciones necesarias.

Artículo 1908. 
Igualmente responderán los propietarios de los daños causados:
1.º Por la explosión de máquinas que no hubiesen sido cuidadas con la debida diligencia,
y la inflamación de sustancias explosivas que no estuviesen colocadas en lugar seguro y
adecuado.
2.º Por los humos excesivos, que sean nocivos a las personas o a las propiedades.
3.º Por la caída de árboles colocados en sitios de tránsito, cuando no sea ocasionada por
fuerza mayor.
4.º Por las emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes, construidos sin
las precauciones adecuadas al lugar en que estuviesen.

Artículo 1909. 
Si el daño de que tratan los dos artículos anteriores resultare por defecto de
construcción, el tercero que lo sufra podrá repetir contra el arquitecto, o, en su caso, contra
el constructor, dentro del tiempo legal.

Artículo 1910. 
El cabeza de familia que habita una casa o parte de ella, es responsable de los daños
causados por las cosas que se arrojaren o cayeren de la misma.

TÍTULO XVII
De la concurrencia y prelación de créditos

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1911. 
Del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con todos sus bienes,
presentes y futuros.

Artículos 1912 a 1920. (Derogados).

CAPÍTULO II
De la clasificación de créditos

Artículo 1921. 
Los créditos se clasificarán, para su graduación y pago, por el orden y en los términos
que en este capítulo se establecen.
En caso de concurso, la clasificación y graduación de los créditos se regirá por lo
establecido en la Ley Concursal.

– 249 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1922. 
Con relación a determinados bienes muebles del deudor, gozan de preferencia:
1.º Los créditos por construcción, reparación, conservación o precio de venta de bienes
muebles que estén en poder del deudor, hasta donde alcance el valor de los mismos.
2.º Los garantizados con prenda que se halle en poder del acreedor, sobre la cosa
empeñada y hasta donde alcance su valor.
3.º Los garantizados con fianza de efectos o valores, constituida en establecimiento
público o mercantil, sobre la fianza y por el valor de los efectos de la misma.
4.º Los créditos por transporte, sobre los efectos transportados, por el precio del mismo,
gastos y derechos de conducción y conservación, hasta la entrega y durante treinta días
después de ésta.
5.º Los de hospedaje, sobre los muebles del deudor existentes en la posada.
6.º Los créditos por semillas y gastos de cultivo y recolección anticipados al deudor,
sobre los frutos de la cosecha para que sirvieron.
7.º Los créditos por alquileres y rentas de un año, sobre los bienes muebles del
arrendatario existentes en la finca arrendada y sobre los frutos de la misma.
Si los bienes muebles sobre que recae la preferencia hubieren sido sustraídos, el
acreedor podrá reclamarlos de quien los tuviese, dentro del término de treinta días, contados
desde que ocurrió la sustracción.

Artículo 1923. 
Con relación a determinados bienes inmuebles y derechos reales del deudor, gozan de
preferencia:
1.º Los créditos a favor del Estado, sobre los bienes de los contribuyentes, por el importe
de la última anualidad, vencida y no pagada, de los impuestos que graviten sobre ellos.
2.º Los créditos de los aseguradores, sobre los bienes asegurados, por los premios del
seguro de dos años; y, si fuere el seguro mutuo, por los dos últimos dividendos que se
hubiesen repartido.
3.º Los créditos hipotecarios y los refaccionarios, anotados e inscritos en el Registro de
la Propiedad, sobre los bienes hipotecados o que hubiesen sido objeto de la refacción.
4.º Los créditos preventivamente anotados en el Registro de la Propiedad, en virtud de
mandamiento judicial, por embargos, secuestros o ejecución de sentencias, sobre los bienes
anotados, y sólo en cuanto a créditos posteriores.
5.º Los refaccionarios no anotados ni inscritos, sobre los inmuebles a que la refacción se
refiera y sólo respecto a otros créditos distintos de los expresados en los cuatro números
anteriores.

Artículo 1924. 
Con relación a los demás bienes muebles e inmuebles del deudor, gozan de preferencia:
1.º Los créditos a favor de la provincia o del municipio, por los impuestos de la última
anualidad vencida y no pagada, no comprendidos en el artículo 1.923, número 1.º
2.º Los devengados:
A) (Derogada)
B) Por los funerales del deudor, según el uso del lugar, y también los de su cónyuge y
los de sus hijos constituidos bajo su patria potestad, si no tuviesen bienes propios.
C) Por gastos de la última enfermedad de las mismas personas, causados en el último
año, contado hasta el día del fallecimiento.
D) Por los salarios y sueldos de los trabajadores por cuenta ajena y del servicio
doméstico correspondientes al último año.
E) Por las cuotas correspondientes a los regimenes obligatorios de subsidios, seguros
sociales y mutualismo laboral por el mismo período de tiempo que señala el apartado
anterior siempre que no tengan reconocida mayor preferencia con arreglo al artículo
precedente.

– 250 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

F) Por anticipaciones hechas al deudor, para sí y su familia, constituida bajo su


autoridad, en comestibles, vestido o calzado, en el mismo período de tiempo.
G) (Derogada)
3.º Los créditos que sin privilegio especial consten:
A) En escritura pública.
B) Por sentencia firme, si hubiesen sido objeto de litigio.
Estos créditos tendrán preferencia entre sí por el orden de antigüedad de las fechas de
las escrituras y de las sentencias.

Artículo 1925. 
No gozarán de preferencia los créditos de cualquiera otra clase, o por cualquier otro
título, no comprendidos en los artículos anteriores.

CAPÍTULO III
De la prelación de créditos

Artículo 1926. 
Los créditos que gozan de preferencia con relación a determinados bienes muebles
excluyen a todos los demás hasta donde alcance el valor del mueble a que la preferencia se
refiere.
Si concurren dos o más respecto a determinados muebles, se observarán, en cuanto a la
prelación para su pago, las reglas siguientes:
1.ª El crédito pignoraticio excluye a los demás hasta donde alcance el valor de la cosa
dada en prenda.
2.ª En el caso de fianza, si estuviere ésta legítimamente constituida a favor de más de un
acreedor, la prelación entre ellos se determinará por el orden de fechas de la prestación de
la garantía.
3.ª Los créditos por anticipos de semillas, gastos de cultivo y recolección serán
preferidos a los de alquileres y rentas sobre los frutos de la cosecha para que aquéllos
sirvieron.
4.ª En los demás casos, el precio de los muebles se distribuirá a prorrata entre los
créditos que gocen de especial preferencia con relación a los mismos.

Artículo 1927. 
Los créditos que gozan de preferencia con relación a determinados bienes inmuebles o
derechos reales, excluyen a todos los demás por su importe hasta donde alcance el valor del
inmueble o derecho real a que la preferencia se refiera.
Si concurrieren dos o más créditos respecto a determinados inmuebles o derechos
reales, se observarán, en cuanto a su respectiva prelación, las reglas siguientes:
1.ª Serán preferidos, por su orden, los expresados en los números 1.º y 2.º del artículo
1.923 a los comprendidos en los demás números del mismo.
2.ª Los hipotecarios y refaccionarios, anotados o inscritos, que se expresan en el número
3.º del citado artículo 1.923 y los comprendidos en el número 4.º del mismo gozarán de
prelación entre sí por el orden de antigüedad de las respectivas inscripciones o anotaciones
en el Registro de la Propiedad.
3.ª Los refaccionarios no anotados ni inscritos en el Registro a que se refiere el número
5.º del artículo 1.923 gozarán de prelación entre sí por el orden inverso de su antigüedad.

Artículo 1928. 
El remanente del caudal del deudor, después de pagados los créditos que gocen de
preferencia con relación a determinados bienes, muebles o inmuebles, se acumulará a los
bienes libres que aquél tuviere para el pago de los demás créditos.

– 251 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Los que, gozando de preferencia con relación a determinados bienes, muebles o


inmuebles, no hubiesen sido totalmente satisfechos con el importe de éstos, lo serán, en
cuanto al déficit, por el orden y en el lugar que les corresponda según su respectiva
naturaleza.

Artículo 1929. 
Los créditos que no gocen de preferencia con relación a determinados bienes, y los que
la gozaren, por la cantidad no realizada o cuando hubiese prescrito el derecho a la
preferencia, se satisfarán conforme a las reglas siguientes:
1.ª Por el orden establecido en el artículo 1.924.
2.ª Los preferentes por fechas, por el orden de éstas, y los que la tuviesen común, a
prorrata.
3.ª Los créditos comunes a que se refiere el artículo 1.925, sin consideración a sus
fechas.

TÍTULO XVIII
De la prescripción

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1930. 
Por la prescripción se adquieren, de la manera y con las condiciones determinadas en la
ley, el dominio y demás derechos reales.
También se extinguen del propio modo por la prescripción los derechos y las acciones,
de cualquier clase que sean.

Artículo 1931. 
Pueden adquirir bienes o derechos por medio de la prescripción las personas capaces
para adquirirlos por los demás modos legítimos.

Artículo 1932. 
Los derechos y acciones se extinguen por la prescripción en perjuicio de toda clase de
personas, inclusas las jurídicas, en los términos prevenidos por la ley.
Queda siempre a salvo, a las personas impedidas de administrar sus bienes, el derecho
para reclamar contra sus representantes legítimos cuya negligencia hubiese sido causa de la
prescripción.

Artículo 1933. 
La prescripción ganada por un copropietario o comunero aprovecha a los demás.

Artículo 1934. 
La prescripción produce sus efectos jurídicos a favor y en contra de la herencia antes de
haber sido aceptada y durante el tiempo concedido para hacer inventario y para deliberar.

Artículo 1935. 
Las personas con capacidad para enajenar pueden renunciar la prescripción ganada
pero no el derecho de prescribir para lo sucesivo.
Entiéndese tácitamente renunciada la prescripción cuando la renuncia resulta de actos
que hacen suponer el abandono del derecho adquirido.

– 252 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1936. 
Son susceptibles de prescripción todas las cosas que están en el comercio de los
hombres.

Artículo 1937. 
Los acreedores, y cualquiera otra persona interesada en hacer valer la prescripción,
podrán utilizarla a pesar de la renuncia expresa o tácita del deudor o propietario.

Artículo 1938. 
Las disposiciones del presente título se entienden sin perjuicio de lo que en este Código
o en leyes especiales se establezca respecto a determinados casos de prescripción.

Artículo 1939. 
La prescripción comenzada antes de la publicación de este Código se regirá por las
leyes anteriores al mismo; pero si desde que fuere puesto en observancia transcurriese todo
el tiempo en él exigido para la prescripción, surtirá ésta su efecto, aunque por dichas leyes
anteriores se requiriese mayor lapso de tiempo.

CAPÍTULO II
De la prescripción del dominio y demás derechos reales

Artículo 1940. 
Para la prescripción ordinaria del dominio y demás derechos reales se necesita poseer
las cosas con buena fe y justo título por el tiempo determinado en la ley.

Artículo 1941. 
La posesión ha de ser en concepto de dueño, pública, pacífica y no interrumpida.

Artículo 1942. 
No aprovechan para la posesión los actos de carácter posesorio ejecutados en virtud de
licencia o por mera tolerancia del dueño.

Artículo 1943. 
La posesión se interrumpe, para los efectos de la prescripción, natural o civilmente.

Artículo 1944. 
Se interrumpe naturalmente la posesión cuando por cualquier causa se cesa en ella por
más de un año.

Artículo 1945. 
La interrupción civil se produce por la citación judicial hecha al poseedor, aunque sea por
mandato de Juez incompetente.

Artículo 1946. 
Se considerará no hecha y dejará de producir interrupción la citación judicial:
1.º Si fuere nula por falta de solemnidades legales.
2.º Si el actor desistiere de la demanda o dejare caducar la instancia.
3.º Si el poseedor fuere absuelto de la demanda.

– 253 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1947. 
También se produce interrupción civil por el acto de conciliación, siempre que dentro de
dos meses de celebrado se presente ante el Juez la demanda sobre posesión o dominio de
la cosa cuestionada.

Artículo 1948. 
Cualquier reconocimiento expreso o tácito que el poseedor hiciere del derecho del dueño
interrumpe asimismo la posesión.

Artículo 1949. 
Contra un título inscrito en el Registro de la Propiedad no tendrá lugar la prescripción
ordinaria del dominio o derechos reales en perjuicio de tercero, sino en virtud de otro título
igualmente inscrito, debiendo empezar a correr el tiempo desde la inscripción del segundo.

Artículo 1950. 
La buena fe del poseedor consiste en la creencia de que la persona de quien recibió la
cosa era dueño de ella, y podía transmitir su dominio.

Artículo 1951. 
Las condiciones de la buena fe exigidas para la posesión en los artículos 433, 434, 435 y
436 de este Código, son igualmente necesarias para la determinación de aquel requisito en
la prescripción del dominio y demás derechos reales.

Artículo 1952. 
Entiéndese por justo título el que legalmente baste para transferir el dominio o derecho
real de cuya prescripción se trate.

Artículo 1953. 
El título para la prescripción ha de ser verdadero y válido.

Artículo 1954. 
El justo título debe probarse; no se presume nunca.

Artículo 1955. 
El dominio de los bienes muebles se prescribe por la posesión no interrumpida de tres
años con buena fe.
También se prescribe el dominio de las cosas muebles por la posesión no interrumpida
de seis años, sin necesidad de ninguna otra condición.
En cuanto al derecho del dueño para reivindicar la cosa mueble perdida o de que
hubiese sido privado ilegalmente, así como respecto a las adquiridas en venta pública, en
bolsa, feria o mercado, o de comerciante legalmente establecido y dedicado habitualmente al
tráfico de objetos análogo, se estará a lo dispuesto en el artícuo 464 de este Código.

Artículo 1956. 
Las cosas muebles hurtadas o robadas no podrán ser prescritas por los que las hurtaron
o robaron, ni por los cómplices o encubridores, a no haber prescrito el delito o falta, o su
pena, y la acción para exigir la responsabilidad civil, nacida del delito o falta.

Artículo 1957. 
El dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles se prescriben por la
posesión durante diez años entre presentes y veinte entre ausentes, con buena fe y justo
título.

– 254 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1958. 
Para los efectos de la prescripción se considera ausente al que reside en el extranjero o
en ultramar.
Si parte del tiempo estuvo presente y parte ausente, cada dos años de ausencia se
reputarán como uno para completar los diez de presente.
La ausencia que no fuere de un año entero y continuo no se tomará en cuenta para el
cómputo.

Artículo 1959. 
Se prescriben también el dominio y demás derechos reales sobre los bienes inmuebles
por su posesión no interrumpida durante treinta años, sin necesidad de título ni de buena fe,
y sin distinción entre presentes y ausentes, salvo la excepción determinada en el artículo
539.

Artículo 1960. 
En la computación del tiempo necesario para la prescripción se observarán las reglas
siguientes:
1.ª El poseedor actual puede completar el tiempo necesario para la prescripción, uniendo
al suyo el de su causante.
2.ª Se presume que el poseedor actual, que lo hubiera sido en época anterior, ha
continuado siéndolo durante el tiempo intermedio, salvo prueba en contrario.
3.ª El día en que comienza a contarse el tiempo se tiene por entero; pero el último debe
cumplirse en su totalidad.

CAPÍTULO III
De la prescripción de las acciones

Artículo 1961. 
Las acciones prescriben por el mero lapso del tiempo fijado por la ley.

Artículo 1962. 
Las acciones reales sobre bienes muebles prescriben a los seis años de perdida la
posesión, salvo que el poseedor haya ganado por menos término el dominio, conforme al
artículo 1.955, y excepto los casos de extravío y venta pública, y los de hurto o robo, en que
se estará a lo dispuesto en el párrafo 3.º del mismo artículo citado.

Artículo 1963. 
Las acciones reales sobre bienes inmuebles prescriben a los treinta años.
Entiéndese esta disposición sin perjuicio de lo establecido para la adquisición del
dominio o derechos reales por prescripción.

Artículo 1964. 
La acción hipotecaria prescribe a los veinte años, y las personales que no tengan
señalado término especial de prescripción, a los quince.

Artículo 1965. 
No prescribe entre coherederos, condueños o propietarios de fincas colindantes la
acción para pedir la partición de la herencia, la división de la cosa común o el deslinde de las
propiedades contiguas.

– 255 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1966. 
Por el transcurso de cinco años prescriben las acciones para exigir el cumplimiento de
las obligaciones siguientes:
1.ª La de pagar pensiones alimenticias.
2.ª La de satisfacer el precio de los arriendos, sean éstos de fincas rústicas o de fincas
urbanas.
3.ª La de cualesquiera otros pagos que deben hacerse por años o en plazos más breves.

Artículo 1967. 
Por el transcurso de tres años prescriben las acciones para el cumplimiento de las
obligaciones siguientes:
1.ª La de pagar a los Jueces, Abogados, Registradores, Notarios, Escribanos, Peritos,
Agentes y Curiales sus honorarios y derechos, y los gastos y desembolsos que hubiesen
realizado en el desempeño de sus cargos u oficios en los asuntos a que las obligaciones se
refieran.
2.ª La de satisfacer a los Farmacéuticos las medicinas que suministraron; a los
Profesores y Maestros sus honorarios y estipendios por la enseñanza que dieron, o por el
ejercicio de su profesión, arte u oficio.
3.ª La de pagar a los menestrales, criados y jornaleros el importe de sus servicios, y el
de los suministros o desembolsos que hubiesen hecho concernientes a los mismos.
4.ª La de abonar a los posaderos la comida y habitación, y a los mercaderes el precio de
los géneros vendidos a otros que no lo sean, o que siéndolo se dediquen a distinto tráfico.
El tiempo para la prescripción de las acciones a que se refieren los tres párrafos
anteriores se contará desde que dejaron de prestarse los respectivos servicios.

Artículo 1968. 
Prescriben por el transcurso de un año:
1.º La acción para recobrar o retener la posesión.
2.º La acción para exigir la responsabilidad civil por injuria o calumnia y por las
obligaciones derivadas de la culpa o negligencia de que se trata en el artículo 1.902, desde
que lo supo el agraviado.

Artículo 1969. 
El tiempo para la prescripción de toda clase de acciones, cuando no haya disposición
especial que otra cosa determine, se contará desde el día en que pudieron ejercitarse.

Artículo 1970. 
El tiempo para la prescripción de las acciones que tienen por objeto reclamar el
cumplimiento de obligaciones de capital, con interés o renta, corre desde el último pago de la
renta o del interés.
Lo mismo se entiende respecto al capital del censo consignativo.
En los censos enfitéutico y reservativo se cuenta asimismo el tiempo de la prescripción
desde el último pago de la pensión o renta.

Artículo 1971. 
El tiempo de la prescripción de las acciones para exigir el cumplimiento de obligaciones
declaradas por sentencia comienza desde que la sentencia quedó firme.

Artículo 1972. 
El término de la prescripción de las acciones para exigir rendición de cuentas corre
desde el día en que cesaron en sus cargos los que debían rendirlas.
El correspondiente a la acción por el resultado de las cuentas, desde la fecha en que fue
éste reconocido por conformidad de las partes interesadas.

– 256 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Artículo 1973. 
La prescripción de las acciones se interrumpe por su ejercicio ante los Tribunales, por
reclamación extrajudicial del acreedor y por cualquier acto de reconocimiento de la deuda
por el deudor.

Artículo 1974. 
La interrupción de la prescripción de acciones en las obligaciones solidarias aprovecha o
perjudica por igual a todos los acreedores y deudores.
Esta disposición rige igualmente respecto a los herederos del deudor en toda clase de
obligaciones.
En las obligaciones mancomunadas, cuando el acreedor no reclame de uno de los
deudores más que la parte que le corresponda, no se interrumpe por ello la prescripción
respecto a los otros codeudores.

Artículo 1975. 
La interrupción de la prescripción contra el deudor principal por reclamación judicial de la
deuda, surte efecto también contra su fiador; pero no perjudicará a éste la que se produzca
por reclamaciones extrajudiciales del acreedor o reconocimientos privados del deudor.

DISPOSICIÓN FINAL

Artículo 1976. 
Quedan derogados todos los cuerpos legales, usos y costumbres que constituyen el
derecho civil común en todas las materias que son objeto de este Código, y quedarán sin
fuerza y vigor, así en su concepto de leyes directamente obligatorias como en el de derecho
supletorio. Esta disposición no es aplicable a las leyes que en este Código se declaran
subsistentes.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Las variaciones introducidas por este Código, que perjudiquen derechos adquiridos
según la legislación civil anterior, no tendrán efecto retroactivo.
Para aplicar la legislación que corresponda, en los casos que no estén expresamente
determinados en el Código, se observarán las reglas siguientes:

Primera. 
Se regirán por la legislación anterior al Código los derechos nacidos, según ella, de
hechos realizados bajo su régimen, aunque el Código los regule de otro modo o no los
reconozca. Pero si el derecho apareciere declarado por primera vez en el Código, tendrá
efecto, desde luego, aunque el hecho que lo origine se verificara bajo la legislación anterior,
siempre que no perjudique a otro derecho adquirido de igual origen.

Segunda. 
Los actos y contratos celebrados bajo el régimen de la legislación anterior, y que sean
válidos con arreglo a ella, surtirán todos sus efectos según la misma, con las limitaciones
establecidas en estas reglas. En su consecuencia serán válidos los testamentos, aunque
sean mancomunados, los poderes para testar y las memorias testamentarias que se
hubiesen otorgado o escrito antes de regir el Código, y producirán su efecto las cláusulas ad
cautelam, los fideicomisos para aplicar los bienes según instrucciones reservadas del
testador y cualesquiera otros actos permitidos por la legislación precedente; pero la
revocación o modificación de estos actos o de cualquiera de las cláusulas contenidas en
ellos no podrá verificarse, después de regir el Código, sino testando con arreglo al mismo.

– 257 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Tercera. 
Las disposiciones del Código que sancionan con penalidad civil o privación de derechos
actos u omisiones que carecían de sanción en las leyes anteriores, no son aplicables al que,
cuando éstas se hallaban vigentes, hubiese incurrido en la omisión o ejecutado el acto
prohibido por el Código.
Cuando la falta esté también penada por la legislación anterior, se aplicará la disposición
más benigna.

Cuarta. 
Las acciones y los derechos nacidos y no ejercitados antes de regir el Código subsistirán
con la extensión y en los términos que les reconociera la legislación precedente; pero
sujetándose, en cuanto a su ejercicio, duración y procedimientos para hacerlos valer, a lo
dispuesto en el Código. Si el ejercicio del derecho o de la acción se hallara pendiente de
procedimientos oficiales empezados bajo la legislación anterior, y éstos fuesen diferentes de
los establecidos por el Código, podrán optar los interesados por unos o por otros.

Quinta. 
Quedan emancipados y fuera de la patria potestad los hijos que hubiesen cumplido
veintitrés años al empezar a regir el Código; pero si continuaren viviendo en la casa y a
expensas de sus padres, podrán éstos conservar el usufructo, la administración y los demás
derechos que estén disfrutando sobre los bienes de su peculio, hasta el tiempo en que los
hijos deberían salir de la patria potestad según la legislación anterior.

Sexta. 
El padre que voluntariamente hubiese emancipado a un hijo, reservándose algún
derecho sobre sus bienes adventicios, podrá continuar disfrutándolo hasta el tiempo en que
el hijo debería salir de la patria potestad con arreglo a la legislación anterior.

Séptima. 
Los padres, las madres y los abuelos que se hallen ejerciendo la curatela de sus
descendientes, no podrán retirar las fianzas que tengan constituidas, ni ser obligados a
constituirlas si no las hubieran prestado, ni a completarlas si resultaren insuficientes las
prestadas.

Octava. 
Los tutores y curadores nombrados bajo el régimen de la legislación anterior y con
sujeción a ella conservarán su cargo, pero sometiéndose, en cuanto a su ejercicio, a las
disposiciones del Código.
Esta regla es también aplicable a los poseedores y a los administradores interinos de
bienes ajenos, en los casos en que la ley los establece.

Novena. 
Las tutelas y curatelas, cuya constitución definitiva esté pendiente de la resolución de los
Tribunales al empezar a regir el Código, se constituirán con arreglo a la legislación anterior,
sin perjuicio de lo dispuesto en la regla que precede.

Décima. 
Los Jueces y los Fiscales municipales no procederán de oficio al nombramiento de los
consejos de familia sino respecto a los menores cuya tutela no estuviere aún definitivamente
constituida al empezar a regir el Código. Cuando el tutor o curador hubiere comenzado ya a
ejercer su cargo, no se procederá al nombramiento del consejo hasta que lo solicite alguna
de las personas que deban formar parte de él, o el mismo tutor o curador existente; y, entre
tanto, quedará en suspenso el nombramiento del protutor.

– 258 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil

Undécima. 
Los expedientes de adopción, los de emancipación voluntaria y los de dispensa de ley
pendientes ante el Gobierno o los Tribunales, seguirán su curso con arreglo a la legislación
anterior, a menos que los padres o solicitantes de la gracia desistan de seguir este
procedimiento y prefieran el establecido en el Código.

Duodécima. 
Los derechos a la herencia del que hubiese fallecido, con testamento o sin él, antes de
hallarse en vigor el Código, se regirán por la legislación anterior. La herencia de los
fallecidos después, sea o no con testamento, se adjudicará y repartirá con arreglo al Código;
pero cumpliendo, en cuanto éste lo permita, las disposiciones testamentarias. Se respetarán,
por lo tanto, las legítimas, las mejoras y los legados, pero reduciendo su cuantía, si de otro
modo no se pudiera dar a cada partícipe en la herencia lo que le corresponda según el
Código.

Décimotercera. 
Los casos no comprendidos directamente en las disposiciones anteriores se resolverán
aplicando los principios que les sirven de fundamento.

DISPOSICIONES ADICIONALES

Primera. 
El Presidente del Tribunal Supremo y los de las Audiencias Territoriales elevarán al
Ministerio de Gracia y Justicia, al fin de cada año, una Memoria, en la que, refiriéndose a los
negocios de que hayan conocido durante el mismo las Salas de lo civil, señalen las
deficiencias y dudas que hayan encontrado al aplicar este Código. En ella harán constar
detalladamente las cuestiones y puntos de derecho controvertidos y los artículos u omisiones
del Código que han dado ocasión a las dudas del Tribunal.

Segunda. 
El Ministerio de Gracia y Justicia pasará estas Memorias y un ejemplar de la Estadística
civil del mismo año a la Comisión General de Codificación.

Tercera. 
En vista de estos datos, de los progresos realizados en otros países que sean utilizables
en el nuestro y de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la Comisión de Codificación
formulará y elevará al Gobierno cada diez años las reformas que convenga introducir.

Cuarta. 
La referencia que a personas con discapacidad se realiza en los artículos 756, 822 y
1041, se entenderá hecha al concepto definido en la Ley de protección patrimonial de las
personas con discapacidad y de Modificación del Código Civil, de la Ley de Enjuiciamiento
Civil y de la Normativa Tributaria con esta finalidad.

– 259 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§2

Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 7, de 8 de enero de 2000
Última modificación: 29 de junio de 2013
Referencia: BOE-A-2000-323

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
Ley.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

I
El derecho de todos a una tutela judicial efectiva, expresado en el apartado primero del
artículo 24 de la Constitución, coincide con el anhelo y la necesidad social de una Justicia
civil nueva, caracterizada precisamente por la efectividad.
Justicia civil efectiva significa, por consustancial al concepto de Justicia, plenitud de
garantías procesales. Pero tiene que significar, a la vez, una respuesta judicial más pronta,
mucho más cercana en el tiempo a las demandas de tutela, y con mayor capacidad de
transformación real de las cosas. Significa, por tanto, un conjunto de instrumentos
encaminados a lograr un acortamiento del tiempo necesario para una definitiva
determinación de lo jurídico en los casos concretos, es decir, sentencias menos alejadas del
comienzo del proceso, medidas cautelares más asequibles y eficaces, ejecución forzosa
menos gravosa para quien necesita promoverla y con más posibilidades de éxito en la
satisfacción real de los derechos e intereses legítimos.
Ni la naturaleza del crédito civil o mercantil ni las situaciones personales y familiares que
incumbe resolver en los procesos civiles justifican un período de años hasta el logro de una
resolución eficaz, con capacidad de producir transformaciones reales en las vidas de
quienes han necesitado acudir a los tribunales civiles.
La efectividad de la tutela judicial civil debe suponer un acercamiento de la Justicia al
justiciable, que no consiste en mejorar la imagen de la Justicia, para hacerla parecer más
accesible, sino en estructurar procesalmente el trabajo jurisdiccional de modo que cada
asunto haya de ser mejor seguido y conocido por el tribunal, tanto en su planteamiento inicial
y para la eventual necesidad de depurar la existencia de óbices y falta de presupuestos
procesales -nada más ineficaz que un proceso con sentencia absolutoria de la instancia-,

– 260 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

como en la determinación de lo verdaderamente controvertido y en la práctica y valoración


de la prueba, con oralidad, publicidad e inmediación. Así, la realidad del proceso disolverá la
imagen de una Justicia lejana, aparentemente situada al final de trámites excesivos y
dilatados, en los que resulta difícil percibir el interés y el esfuerzo de los Juzgados y
Tribunales y de quienes los integran.
Justicia civil efectiva significa, en fin, mejores sentencias, que, dentro de nuestro sistema
de fuentes del Derecho, constituyan referencias sólidas para el futuro y contribuyan así a
evitar litigios y a reforzar la igualdad ante la ley, sin merma de la libertad enjuiciadora y de la
evolución y el cambio jurisprudencial necesarios.
Esta nueva Ley de Enjuiciamiento Civil se inspira y se dirige en su totalidad al interés de
los justiciables, lo que es tanto como decir al interés de todos los sujetos jurídicos y, por
consiguiente, de la sociedad entera. Sin ignorar la experiencia, los puntos de vista y las
propuestas de todos los profesionales protagonistas de la Justicia civil, esta Ley mira, sin
embargo, ante todo y sobre todo, a quienes demandan o pueden demandar tutela
jurisdiccional, en verdad efectiva, para sus derechos e intereses legítimos.

II
Con todas sus disposiciones encaminadas a estas finalidades, esta nueva Ley de
Enjuiciamiento Civil se alinea con las tendencias de reforma universalmente consideradas
más razonables y con las experiencias de más éxito real en la consecución de una tutela
judicial que se demore sólo lo justo, es decir, lo necesario para la insoslayable confrontación
procesal, con las actuaciones precisas para preparar la sentencia, garantizando su acierto.
No se aceptan ya en el mundo, a causa de la endeblez de sus bases jurídicas y de sus
fracasos reales, fórmulas simplistas de renovación de la Justicia civil, inspiradas en unos
pocos elementos entendidos como panaceas. Se ha advertido ya, por ejemplo, que el
cambio positivo no estriba en una concentración a ultranza de los actos procesales, aplicada
a cualquier tipo de casos. Tampoco se estima aconsejable ni se ha probado eficaz una
alteración sustancial de los papeles atribuibles a los protagonistas de la Justicia civil.
Son conocidos, por otra parte, los malos resultados de las reformas miméticas, basadas
en el trasplante de institutos procesales pertenecientes a modelos jurídicos diferentes. La
identidad o similitud de denominaciones entre Tribunales o entre instrumentos procesales no
constituye base razonable y suficiente para ese mimetismo. Y aún menos razonable resulta
el impulso, de ordinario inconsciente, de sustituir en bloque la Justicia propia por la de otros
países o áreas geográficas y culturales. Una tal sustitución es, desde luego, imposible, pero
la mera influencia de ese impulso resulta muy perturbadora para las reformas legales: se
generan nuevos y más graves problemas, sin que apenas se propongan y se logren mejoras
apreciables.
El aprovechamiento positivo de instituciones y experiencias ajenas requiere que unas y
otras sean bien conocidas y comprendidas, lo que significa cabal conocimiento y
comprensión del entero modelo o sistema en que se integran, de sus principios inspiradores,
de sus raíces históricas, de los diversos presupuestos de su funcionamiento, empezando por
los humanos, y de sus ventajas y desventajas reales.
Esta Ley de Enjuiciamiento Civil se ha elaborado rechazando, como método para el
cambio, la importación e implantación inconexa de piezas aisladas, que inexorablemente
conduce a la ausencia de modelo o de sistema coherente, mezclando perturbadoramente
modelos opuestos o contradictorios. La Ley configura una Justicia civil nueva en la medida
en que, a partir de nuestra actual realidad, dispone, no mediante palabras y preceptos
aislados, sino con regulaciones plenamente articuladas y coherentes, las innovaciones y
cambios sustanciales, antes aludidos, para la efectividad, con plenas garantías, de la tutela
que se confía a la Jurisdicción civil.
En la elaboración de una nueva Ley procesal civil y común, no cabe despreocuparse del
acierto de las sentencias y resoluciones y afrontar la reforma con un rechazable
reduccionismo cuantitativo y estadístico, sólo preocupado de que los asuntos sean resueltos,
y resueltos en el menor tiempo posible. Porque es necesaria una pronta tutela judicial en
verdad efectiva y porque es posible lograrla sin merma de las garantías, esta Ley reduce
drásticamente trámites y recursos, pero, como ya se ha dicho, no prescinde de cuanto es

– 261 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

razonable prever como lógica y justificada manifestación de la contienda entre las partes y
para que, a la vez, el momento procesal de dictar sentencia esté debidamente preparado.

III
Con perspectiva histórica y cultural, se ha de reconocer el incalculable valor de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, de 1881. Pero con esa misma perspectiva, que incluye el sentido de la
realidad, ha de reconocerse, no ya el agotamiento del método de las reformas parciales para
mejorar la impartición de justicia en el orden jurisdiccional civil, sino la necesidad de una Ley
nueva para procurar acoger y vertebrar, con radical innovación, los planteamientos
expresados en los apartados anteriores.
La experiencia jurídica de más de un siglo debe ser aprovechada, pero se necesita un
Código procesal civil nuevo, que supere la situación originada por la prolija complejidad de la
Ley antigua y sus innumerables retoques y disposiciones extravagantes. Es necesaria, sobre
todo, una nueva Ley que afronte y dé respuesta a numerosos problemas de imposible o muy
difícil resolución con la ley del siglo pasado. Pero, sobre todo, es necesaria una Ley de
Enjuiciamiento Civil nueva, que, respetando principios, reglas y criterios de perenne valor,
acogidos en las leyes procesales civiles de otros países de nuestra misma área cultural,
exprese y materialice, con autenticidad, el profundo cambio de mentalidad que entraña el
compromiso por la efectividad de la tutela judicial, también en órdenes jurisdiccionales
distintos del civil, puesto que esta nueva Ley está llamada a ser ley procesal supletoria y
común.
Las transformaciones sociales postulan y, a la vez, permiten una completa renovación
procesal que desborda el contenido propio de una o varias reformas parciales. A lo largo de
muchos años, la protección jurisdiccional de nuevos ámbitos jurídico-materiales ha
suscitado, no siempre con plena justificación, reglas procesales especiales en las modernas
leyes sustantivas. Pero la sociedad y los profesionales del Derecho reclaman un cambio y
una simplificación de carácter general, que no se lleven a cabo de espaldas a la realidad,
con frecuencia más compleja que antaño, sino que provean nuevos cauces para tratar
adecuadamente esa complejidad. Testimonio autorizado del convencimiento acerca de la
necesidad de esa renovación son los numerosos trabajos oficiales y particulares para una
nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, que se han producido en las últimas décadas.
Con sentido del Estado, que es conciencia clara del debido servicio desinteresado a la
sociedad, esta Ley no ha prescindido, sino todo lo contrario, de esos trabajos. Los
innumerables preceptos acertados de la Ley de 1881, la ingente jurisprudencia y doctrina
generada por ella, los muchos informes y sugerencias recibidos de distintos órganos y
entidades, así como de profesionales y expertos prestigiosos, han sido elementos de gran
valor e interés, también detenidamente considerados para elaborar esta Ley de
Enjuiciamiento Civil. Asimismo, se han examinado con suma atención y utilidad, tanto el
informe preceptivo del Consejo General del Poder Judicial como el solicitado al Consejo de
Estado. Cabe afirmar, pues, que la elaboración de esta Ley se ha caracterizado, como era
deseable y conveniente, por una participación excepcionalmente amplia e intensa de
instituciones y de personas cualificadas.

IV
En esta Ley se rehuyen por igual, tanto la prolijidad como el esquematismo, propio de
algunas leyes procesales extranjeras, pero ajeno a nuestra tradición y a un elemental detalle
en la regulación procedimental, que los destinatarios de esta clase de Códigos han venido
considerando preferible, como más acorde con su certera y segura aplicación. Así, pues, sin
caer en excesos reguladores, que, por querer prever toda incidencia, acaban suscitando más
cuestiones problemáticas que las que resuelven, la presente Ley aborda numerosos asuntos
y materias sobre las que poco o nada decía la Ley de 1881.
Al colmar esas lagunas, esta Ley aumenta, ciertamente, su contenido, pero no por ello
se hace más extensa -al contrario- ni más complicada, sino más completa. Es misión y
responsabilidad del legislador no dejar sin respuesta clara, so capa de falsa sencillez, los
problemas reales, que una larga experiencia ha venido poniendo de relieve.

– 262 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Nada hay de nuevo, en la materia de esta Ley, que no signifique respuestas a


interrogantes con relevancia jurídica, que durante más de un siglo, la jurisprudencia y la
doctrina han debido abordar sin guía legal clara. Ha parecido a todas luces inadmisible
procurar una apariencia de sencillez legislativa a base de omisiones, de cerrar los ojos a la
complejidad de la realidad y negarla, lisa y llanamente, en el plano de las soluciones
normativas.
La real simplificación procedimental se lleva a cabo con la eliminación de reiteraciones,
la subsanación de insuficiencias de regulación y con una nueva ordenación de los procesos
declarativos, de los recursos, de la ejecución forzosa y de las medidas cautelares, que busca
ser clara, sencilla y completa en función de la realidad de los litigios y de los derechos,
facultades, deberes y cargas que corresponden a los tribunales, a los justiciables y a
quienes, de un modo u otro, han de colaborar con la Justicia civil.
En otro orden de cosas, la Ley procura utilizar un lenguaje que, ajustándose a las
exigencias ineludibles de la técnica jurídica, resulte más asequible para cualquier ciudadano,
con eliminación de expresiones hoy obsoletas o difíciles de comprender y más ligadas a
antiguos usos forenses que a aquellas exigencias. Se elude, sin embargo, hasta la
apariencia de doctrinarismo y, por ello, no se considera inconveniente, sino todo lo contrario,
mantener diversidades expresivas para las mismas realidades, cuando tal fenómeno ha sido
acogido tanto en el lenguaje común como en el jurídico. Así, por ejemplo, se siguen
utilizando los términos "juicio" y "proceso" como sinónimos y se emplea en unos casos los
vocablos "pretensión" o "pretensiones" y, en otros, el de "acción" o "acciones" como
aparecían en la Ley de 1881 y en la jurisprudencia y doctrina posteriores, durante más de un
siglo, sin que ello originara problema alguno.
Se reducen todo lo posible las remisiones internas, en especial las que nada indican
acerca del precepto o preceptos a los que se remite. Se acoge el criterio de división de los
artículos, siempre que sea necesario, en apartados numerados y se procura que éstos
tengan sentido por sí mismos, a diferencia de los simples párrafos, que han de entenderse
interrelacionados. Y sin incurrir en exageraciones de exactitud, se opta por referirse al
órgano jurisdiccional con el término "tribunal", que, propiamente hablando, nada dice del
carácter unipersonal o colegiado del órgano. Con esta opción, además de evitar una
constante reiteración, en no pocos artículos, de la expresión "Juzgados y Tribunales", se
tiene en cuenta que, según la legislación orgánica, cabe que se siga ante tribunales
colegiados la primera instancia de ciertos procesos civiles.

V
En cuanto a su contenido general, esta Ley se configura con exclusión de la materia
relativa a la denominada jurisdicción voluntaria, que, como en otros países, parece preferible
regular en ley distinta, donde han de llevarse las disposiciones sobre una conciliación que ha
dejado de ser obligatoria y sobre la declaración de herederos sin contienda judicial. También
se obra en congruencia con el ya adoptado criterio de que una ley específica se ocupe del
Derecho concursal. Las correspondientes disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1881 permanecerán en vigor sólo hasta la aprobación y vigencia de estas leyes.
En coincidencia con anteriores iniciativas, la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil aspira
también a ser Ley procesal común, para lo que, a la vez, se pretende que la vigente Ley
Orgánica del Poder Judicial, de 1985, circunscriba su contenido a lo que indica su
denominación y se ajuste, por otra parte, a lo que señala el apartado primero del artículo 122
de la Constitución. La referencia en este precepto al "funcionamiento" de los Juzgados y
Tribunales no puede entenderse, y nunca se ha entendido, ni por el legislador
postconstitucional ni por la jurisprudencia y la doctrina, como referencia a las normas
procesales, que, en cambio, se mencionan expresamente en otros preceptos
constitucionales.
Así, pues, no existe impedimento alguno y abundan las razones para que la Ley
Orgánica del Poder Judicial se desprenda de normas procesales, no pocas de ellas atinadas,
pero impropiamente situadas y productoras de numerosas dudas al coexistir con las que
contienen las Leyes de Enjuiciamiento. Como es lógico, la presente Ley se beneficia de
cuanto de positivo podía hallarse en la regulación procesal de 1985.

– 263 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Mención especial merece la decisión de que en esta Ley se regule, en su vertiente


estrictamente procedimental, el instituto de la abstención y de la recusación. Es ésta una
materia, con innegables facetas distintas, de la que se ocupaban las leyes procesales, pero
que fue regulada, con nueva relación de causas de abstención y recusación, en la Ley
Orgánica del Poder Judicial, de 1985. Empero, la subsistencia formal de las disposiciones
sobre esta citada materia en las diversas leyes procesales originó algunos problemas y, por
otro lado, la regulación de 1985 podía mejorarse y, de hecho, se mejoró en parte por obra de
la Ley Orgánica 5/1997, de 4 de diciembre.
La presente Ley es ocasión que permite culminar ese perfeccionamiento, afrontando el
problema de las recusaciones temerarias o con simple ánimo de dilación o de inmediata
sustitución del Juez o Magistrado recusado. En este sentido, la extemporaneidad de la
recusación se regula más precisamente, como motivo de inadmisión a trámite, y se agilizan y
simplifican los trámites iniciales a fin de que se produzca la menor alteración procedimental
posible. Finalmente, se prevé multa de importante cuantía para las recusaciones que, al ser
resueltas, aparezcan propuestas de mala fe.

VI
La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil sigue inspirándose en el principio de justicia rogada
o principio dispositivo, del que se extraen todas sus razonables consecuencias, con la vista
puesta, no sólo en que, como regla, los procesos civiles persiguen la tutela de derechos e
intereses legítimos de determinados sujetos jurídicos, a los que corresponde la iniciativa
procesal y la configuración del objeto del proceso, sino en que las cargas procesales
atribuidas a estos sujetos y su lógica diligencia para obtener la tutela judicial que piden,
pueden y deben configurar razonablemente el trabajo del órgano jurisdiccional, en beneficio
de todos.
De ordinario, el proceso civil responde a la iniciativa de quien considera necesaria una
tutela judicial en función de sus derechos e intereses legítimos. Según el principio procesal
citado, no se entiende razonable que al órgano jurisdiccional le incumba investigar y
comprobar la veracidad de los hechos alegados como configuradores de un caso que
pretendidamente requiere una respuesta de tutela conforme a Derecho. Tampoco se grava
al tribunal con el deber y la responsabilidad de decidir qué tutela, de entre todas las posibles,
puede ser la que corresponde al caso. Es a quien cree necesitar tutela a quien se atribuyen
las cargas de pedirla, determinarla con suficiente precisión, alegar y probar los hechos y
aducir los fundamentos jurídicos correspondientes a las pretensiones de aquella tutela.
Justamente para afrontar esas cargas sin indefensión y con las debidas garantías, se
impone a las partes, excepto en casos de singular simplicidad, estar asistidas de abogado.
Esta inspiración fundamental del proceso -excepto en los casos en que predomina un
interés público que exige satisfacción- no constituye, en absoluto, un obstáculo para que,
como se hace en esta Ley, el tribunal aplique el Derecho que conoce dentro de los límites
marcados por la faceta jurídica de la causa de pedir. Y menos aún constituye el repetido
principio ningún inconveniente para que la Ley refuerce notablemente las facultades
coercitivas de los tribunales respecto del cumplimiento de sus resoluciones o para sancionar
comportamientos procesales manifiestamente contrarios al logro de una tutela efectiva. Se
trata, por el contrario, de disposiciones armónicas con el papel que se confía a las partes, a
las que resulta exigible asumir con seriedad las cargas y responsabilidades inherentes al
proceso, sin perjudicar a los demás sujetos de éste y al funcionamiento de la Administración
de Justicia.

VII
En el ámbito de las disposiciones generales, la Ley introduce numerosas innovaciones
con tres grandes finalidades: regular de modo más completo y racional materias y cuestiones
diversas, hasta ahora carentes de regulación legal; procurar un mejor desarrollo de las
actuaciones procesales; y reforzar las garantías de acierto en la sentencia.
A todas las disposiciones generales sobre la jurisdicción y la competencia, los sujetos del
proceso, sus actos y diligencias, las resoluciones judiciales, los recursos, etc., concede la

– 264 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Ley la importancia que merecen, a fin de que constituyan pautas realmente aplicables en las
distintas fases del proceso, sin necesidad de reiterar normas y regulaciones enteras.
En cuanto a las partes, la Ley contiene nuevos preceptos que regulan esa materia de
modo más completo y con más orden y claridad, superando, a efectos procesales, el
dualismo de las personas físicas y las jurídicas y con mejora de otros aspectos, relativos a la
sucesión procesal, a la intervención adhesiva litisconsorcial y a la intervención provocada.
Asimismo, el papel y responsabilidad de los litigantes se perfila más precisamente al
regularse de modo expreso y unitario los actos de disposición (renuncia, allanamiento y
desistimiento y transacción), así como, en su más adecuada sede, la carga de la alegación y
de la prueba. Las normas sobre estas materias explicitan lo que es conquista pacífica de la
jurisprudencia y de la ciencia jurídica e importan no poco para el desenlace del proceso
mediante una sentencia justa.
A propósito de las partes, aunque en verdad desborde ampliamente lo que es su
reconocimiento y tratamiento procesal, parece oportuno dar razón del modo en que la
presente Ley aborda la realidad de la tutela de intereses jurídicos colectivos, llevados al
proceso, no ya por quien se haya visto lesionado directamente y para su individual
protección, o por grupos de afectados, sino por personas jurídicas constituidas y legalmente
habilitadas para la defensa de aquellos intereses.
Esta realidad, mencionada mediante la referencia a los consumidores y usuarios, recibe
en esta Ley una respuesta tributaria e instrumental de lo que disponen y puedan disponer en
el futuro las normas sustantivas acerca del punto, controvertido y difícil, de la concreta tutela
que, a través de las aludidas entidades, se quiera otorgar a los derechos e intereses de los
consumidores y usuarios en cuanto colectividades. Como cauce para esa tutela, no se
considera necesario un proceso o procedimiento especial y sí, en cambio, una serie de
normas especiales, en los lugares oportunos.
Por un lado, la actuación procesal de las personas jurídicas y de los grupos se hace
posible sin dificultad en cuanto a su personalidad, capacidad y representación procesales. Y,
por otro lado, tras una norma previsora de la singular legitimación de dichas entidades, la
Ley incluye, en los lugares adecuados, otros preceptos sobre llamamiento al proceso de
quienes, sin ser demandantes, puedan estar directamente interesados en intervenir, sobre
acumulación de acciones y de procesos y acerca de la sentencia y su ejecución forzosa.
La amplitud de la intervención procesal prevista con carácter general permite desechar
una obligatoria acumulación inicial de demandas, con el retraso a que obligaría en la
sustanciación de los procesos, un retraso que impediría, con mucha frecuencia, la
efectividad de la tutela pretendida. En cuanto a la eficacia subjetiva de las sentencias, la
diversidad de casos de protección impone evitar una errónea norma generalizadora. Se
dispone, en consecuencia, que el tribunal indicará la eficacia que corresponde a la sentencia
según su contenido y conforme a la tutela otorgada por la vigente ley sustantiva protectora
de los derechos e intereses en juego. De este modo, la Ley no provee instrumentos
procesales estrictamente circunscritos a las previsiones actuales de protección colectiva de
los consumidores y usuarios, sino que queda abierta a las modificaciones y cambios que en
las leyes sustantivas puedan producirse respecto de dicha protección.
Finalmente, se opta por no exigir caución previa ni regular de modo especial la condena
en costas en los procesos a que se está haciendo referencia. En cuanto a la gratuidad de la
asistencia jurídica, no es la Ley de Enjuiciamiento Civil la norma adecuada para decidir a qué
entidades, y en qué casos, ha de reconocerse u otorgarse.
La obligada representación mediante procurador y la imperativa asistencia de abogado
se configuran en esta Ley sin variación sustancial respecto de las disposiciones anteriores.
La experiencia, avalada por unánimes informes en este punto, garantiza el acierto de esta
decisión. Sin embargo, la presente Ley no deja de responder a exigencias de
racionalización: se elimina el requisito del bastanteo de los poderes, desde hace tiempo
desprovisto de sentido y se unifica del todo el ámbito material en el que la representación por
procurador y la asistencia de abogado son necesarias. Las responsabilidades de
procuraduría y abogacía se acentúan en el nuevo sistema procesal, de modo que se subraya
la justificación de sus respectivas funciones.
Por lo que respecta a la jurisdicción y a la competencia, la Ley regula la declinatoria
como instrumento único para el control, a instancia de parte, de esos presupuestos

– 265 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

procesales, determinando que dicho instrumento haya de emplearse antes de la


contestación a la demanda.
De este modo, se pone fin, por un lado, a lagunas legales que afectaban a la
denominada "competencia (o incompetencia) internacional" y, de otro, a una desordenada e
inarmónica regulación, en la que declinatoria, inhibitoria y excepción se mezclaban y
frecuentemente confundían, con el indeseable resultado, en no pocos casos, de sentencias
absolutorias de la instancia por falta de jurisdicción o de competencia, dictadas tras un
proceso entero con alegaciones y prueba contradictorias. Lo que esta Ley considera
adecuado a la naturaleza de las cosas es que, sin perjuicio de la vigilancia de oficio sobre los
presupuestos del proceso relativos al tribunal, la parte pasiva haya de ponerlos de manifiesto
con carácter previo, de modo que, si faltaran, el proceso no siga adelante o, en otros casos,
prosiga ante el tribunal competente.
La supresión de la inhibitoria, instituto procesal mantenido en obsequio de una facilidad
impugnatoria del demandado, se justifica, no sólo en aras de una conveniente simplificación
del tratamiento procesal de la competencia territorial, tratamiento éste que la dualidad
declinatoria-inhibitoria complicaba innecesaria y perturbadoramente con frecuencia, sino en
razón de la muy inferior dificultad que para el demandado entraña, en los albores del siglo
veintiuno, comparecer ante el tribunal que esté conociendo del asunto. De cualquier forma, y
a fin de evitar graves molestias al demandado, la Ley también permite que se plantee la
declinatoria ante el tribunal del domicilio de aquél, procediéndose a continuación a su
inmediata remisión al tribunal que está conociendo del asunto.
En cuanto a la jurisdicción y, en gran medida, también respecto de la competencia
objetiva, esta Ley se subordina a los preceptos de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que,
sin embargo, remiten a las leyes procesales para otros mecanismos de la predeterminación
legal del tribunal, como es, la competencia funcional en ciertos extremos y, señaladamente,
la competencia territorial. A estos extremos se provee con normas adecuadas.
La presente Ley mantiene los criterios generales para la atribución de la competencia
territorial, sin multiplicar innecesariamente los fueros especiales por razón de la materia y sin
convertir todas esas reglas en disposiciones de necesaria aplicación. Así, pues, se sigue
permitiendo, para buen número de casos, la sumisión de las partes, pero se perfecciona el
régimen de la sumisión tácita del demandante y del demandado, con especial previsión de
los casos en que, antes de interponerse la demanda, de admitirla y emplazar al demandado,
se lleven a cabo actuaciones como las diligencias preliminares o la solicitud y eventual
acuerdo de medidas cautelares.
Las previsiones de la Ley acerca del domicilio, como fuero general, dan respuesta, con
una regulación más realista y flexible, a necesidades que la experiencia ha puesto de relieve,
procurando, en todo caso, el equilibrio entre el legítimo interés de ambas partes.
Sobre la base de la regulación jurisdiccional orgánica y con pleno respeto a lo que en
ella se dispone, se construye en esta Ley una elemental disciplina del reparto de asuntos,
que, como es lógico, atiende a sus aspectos procesales y a las garantías de las partes,
procurando, al mismo tiempo, una mejor realidad e imagen de la Justicia civil. No se incurre,
por tanto, ni en duplicidad normativa ni en extralimitación del específico ámbito legislativo.
Una cosa es que la fijación y aplicación de las normas de reparto se entienda como función
gubernativa, no jurisdiccional, y otra, bien distinta, que el cumplimiento de esa función
carezca de toda relevancia procesal o jurisdiccional.
Algún precepto aislado de la Ley de Enjuiciamiento de 1881 ya establecía una
consecuencia procesal en relación con el reparto. Lo que esta Ley lleva a cabo es un
desarrollo lógico de la proyección procesal de esa "competencia relativa", como la denominó
la Ley de 1881, con la mirada puesta en el apartado segundo del artículo 24 de la
Constitución, que, según doctrina del Tribunal Constitucional, no ha estimado irrelevante ni la
inexistencia ni la infracción de las normas de reparto.
Es claro, en efecto, que el reparto acaba determinando "el juez ordinario" que conocerá
de cada asunto. Y si bien se ha considerado constitucionalmente admisible que esa última
determinación no haya de llevarse a cabo por inmediata aplicación de una norma con rango
formal de ley, no sería aceptable, en buena lógica y técnica jurídica, que una sanción
gubernativa fuera la única consecuencia de la inaplicación o de la infracción de las normas
no legales determinantes de que conozca un "juez ordinario", en vez de otro. Difícilmente

– 266 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

podría justificarse la coexistencia de esa sanción gubernativa, que reconocería la infracción


de lo que ha de predeterminar al "juez ordinario", y la ausencia de efectos procesales para
quienes tienen derecho a que su caso sea resuelto por el tribunal que corresponda según
normas predeterminadas.
Por todo ello, esta Ley prevé, en primer lugar, que se pueda aducir y corregir la eventual
infracción de la legalidad relativa al reparto de asuntos y, en caso de que ese mecanismo
resulte infructuoso, prevé, evitando la severa sanción de nulidad radical -reservada a las
infracciones legales sobre jurisdicción y competencia objetiva y declarable de oficio-, que
puedan anularse, a instancia de parte gravada, las resoluciones dictadas por órgano que no
sea el que debiera conocer según las normas de reparto.
En esta Ley, la prejudicialidad es, en primer término, objeto de una regulación unitaria,
en lugar de las normas dispersas e imprecisas contenidas en la Ley de 1881. Pero, además,
por lo que respecta a la prejudicialidad penal, se sienta la regla general de la no suspensión
del proceso civil, salvo que exista causa criminal en la que se estén investigando, como
hechos de apariencia delictiva, alguno o algunos de los que cabalmente fundamentan las
pretensiones de las partes en el proceso civil y ocurra, además, que la sentencia que en éste
haya de dictarse pueda verse decisivamente influida por la que recaiga en el proceso penal.
Así, pues, hace falta algo más que una querella admitida o una denuncia no archivada
para que la prejudicialidad penal incida en el proceso civil. Mas, si concurren todos los
elementos referidos, dicho proceso no se suspende hasta que sólo se encuentre pendiente
de sentencia. Únicamente determina una suspensión inmediata el caso especial de la
falsedad penal de un documento aportado al proceso civil, siempre que tal documento pueda
ser determinante del sentido del fallo.
Para culminar un tratamiento más racional de la prejudicialidad penal, que, al mismo
tiempo, evite indebidas paralizaciones o retrasos del proceso penal mediante querellas o
denuncias infundadas, se establece expresamente la responsabilidad civil por daños y
perjuicios derivados de la dilación suspensiva si la sentencia penal declarase ser auténtico el
documento o no haberse probado su falsedad.
Se prevé, además, el planteamiento de cuestiones prejudiciales no penales con posibles
efectos suspensivos y vinculantes, cuando las partes del proceso civil se muestren
conformes con dichos efectos. Y, finalmente, se admite también la prejudicialidad civil, con
efectos suspensivos, si no cabe la acumulación de procesos o uno de los procesos se
encuentra próximo a su terminación.

VIII
El objeto del proceso civil es asunto con diversas facetas, todas ellas de gran
importancia. Son conocidas las polémicas doctrinales y las distintas teorías y posiciones
acogidas en la jurisprudencia y en los trabajos científicos. En esta Ley, la materia es
regulada en diversos lugares, pero el exclusivo propósito de las nuevas reglas es resolver
problemas reales, que la Ley de 1881 no resolvía ni facilitaba resolver.
Se parte aquí de dos criterios inspiradores: por un lado, la necesidad de seguridad
jurídica y, por otro, la escasa justificación de someter a los mismos justiciables a diferentes
procesos y de provocar la correspondiente actividad de los órganos jurisdiccionales, cuando
la cuestión o asunto litigioso razonablemente puede zanjarse en uno solo.
Con estos criterios, que han de armonizarse con la plenitud de las garantías procesales,
la presente Ley, entre otras disposiciones, establece una regla de preclusión de alegaciones
de hechos y de fundamentos jurídicos, ya conocida en nuestro Derecho y en otros
ordenamientos jurídicos. En la misma línea, la Ley evita la indebida dualidad de
controversias sobre nulidad de los negocios jurídicos -una, por vía de excepción ; otra, por
vía de demanda o acción-, trata diferenciadamente la alegación de compensación y precisa
el ámbito de los hechos que cabe considerar nuevos a los efectos de fundar una segunda
pretensión en apariencia igual a otra anterior. En todos estos puntos, los nuevos preceptos
se inspiran en sólida jurisprudencia y doctrina.
Con la misma inspiración básica de no multiplicar innecesariamente la actividad
jurisdiccional y las cargas de todo tipo que cualquier proceso conlleva, el régimen de la
pluralidad de objetos pretende la economía procesal y, a la vez, una configuración del ámbito
objetivo de los procesos que no implique una complejidad inconveniente en razón del

– 267 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

procedimiento que se haya de seguir o que, simplemente, dificulte, sin razón suficiente, la
sustanciación y decisión de los litigios. De ahí que se prohíba la reconvención que no guarde
relación con las pretensiones del actor y que, en los juicios verbales, en general, se limite la
acumulación de acciones.
La regulación de la acumulación de acciones se innova, con carácter general, mediante
diversos perfeccionamientos y, en especial, con el de un tratamiento procesal preciso, hasta
ahora inexistente. En cuanto a la acumulación de procesos, se aclaran los presupuestos que
la hacen procedente, así como los requisitos y los óbices procesales de este instituto,
simplificando el procedimiento en cuanto resulta posible. Además, la Ley incluye normas
para evitar un uso desviado de la acumulación de procesos: no se admitirá la acumulación
cuando el proceso o procesos ulteriores puedan evitarse mediante la excepción de
litispendencia o si lo que se plantea en ellos pudo suscitarse mediante acumulación inicial de
acciones, ampliación de la demanda o a través de la reconvención.

IX
El Título V, dedicado a las actuaciones judiciales, presenta ordenadamente normas
traídas de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con algunos perfeccionamientos aconsejados
por la experiencia. Cabe destacar un singular énfasis en las disposiciones sobre la necesaria
publicidad y presencia del Juez o de los Magistrados -no sólo el Ponente, si se trata de
órgano colegiadoen los actos de prueba, comparecencias y vistas. Esta insistencia en
normas generales encontrará luego plena concreción en la regulación de los distintos
procesos, pero, en todo caso, se sanciona con nulidad radical la infracción de lo dispuesto
sobre presencia judicial o inmediación en sentido amplio.
En cuanto a la dación de fe, la Ley rechaza algunas propuestas contrarias a esa esencial
función de los Secretarios Judiciales, si bien procura no extender esta responsabilidad de los
fedatarios más allá de lo que resulta verdaderamente necesario y, por añadidura, posible.
Así, la Ley exige la intervención del fedatario público judicial para la constancia fehaciente de
las actuaciones procesales llevadas a cabo en el tribunal o ante él y reconoce la recepción
de escritos en el registro que pueda haberse establecido al efecto, entendiendo que la fe
pública judicial garantiza los datos de dicho registro relativos a la recepción.
La documentación de las actuaciones podrá llevarse a cabo, no sólo mediante actas,
notas y diligencias, sino también con los medios técnicos que reúnan las garantías de
integridad y autenticidad. Y las vistas y comparecencias orales habrán de registrarse o
grabarse en soportes aptos para la reproducción.
Los actos de comunicación son regulados con orden, claridad y sentido práctico. Y se
pretende que, en su propio interés, los litigantes y sus representantes asuman un papel más
activo y eficaz, descargando de paso a los tribunales de un injustificado trabajo gestor y,
sobre todo, eliminando "tiempos muertos", que retrasan la tramitación.
Pieza importante de este nuevo diseño son los procuradores de los Tribunales, que, por
su condición de representantes de las partes y de profesionales con conocimientos técnicos
sobre el proceso, están en condiciones de recibir notificaciones y de llevar a cabo el traslado
a la parte contraria de muchos escritos y documentos. Para la tramitación de los procesos
sin dilaciones indebidas, se confía también en los mismos Colegios de Procuradores para el
eficaz funcionamiento de sus servicios de notificación, previstos ya en la Ley Orgánica del
Poder Judicial.
La preocupación por la eficacia de los actos de comunicación, factor de indebida
tardanza en la resolución de no pocos litigios, lleva a la Ley a optar decididamente por
otorgar relevancia a los domicilios que consten en el padrón o en entidades o Registros
públicos, al entender que un comportamiento cívica y socialmente aceptable no se
compadece con la indiferencia o el descuido de las personas respecto de esos domicilios. A
efectos de actos de comunicación, se considera también domicilio el lugar de trabajo no
ocasional.
En esta línea, son considerables los cambios en el régimen de los citados actos de
comunicación, acudiendo a los edictos sólo como último y extremo recurso.
Si en el proceso es preceptiva la intervención de procurador o si, no siéndolo, las partes
se personan con esa representación, los actos de comunicación, cualquiera que sea su
objeto, se llevan a cabo con los procuradores. Cuando no es preceptiva la representación

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

por procurador o éste aún no se ha personado, la comunicación se intenta en primer lugar


mediante correo certificado con acuse de recibo al lugar designado como domicilio o, si el
tribunal lo considera más conveniente para el éxito de la comunicación, a varios lugares.
Sólo si este medio fracasa se intenta la comunicación mediante entrega por el tribunal de lo
que haya de comunicarse, bien al destinatario, bien a otras personas expresamente
previstas, si no se hallase al destinatario.
A efectos del emplazamiento o citación para la comparecencia inicial del demandado, es
al demandante a quien corresponde señalar uno o varios lugares como domicilios a efectos
de actos de comunicación, aunque, lógicamente, comparecido el demandado, puede éste
designar un domicilio distinto. Si el demandante no conoce el domicilio o si fracasa la
comunicación efectuada al lugar indicado, el tribunal ha de llevar a cabo averiguaciones,
cuya eficacia refuerza esta Ley.
En materia de plazos, la Ley elimina radicalmente los plazos de determinación judicial y
establece los demás con realismo, es decir, tomando en consideración la experiencia de los
protagonistas principales de la Justicia civil y los resultados de algunas reformas parciales de
la Ley de 1881. En este sentido, se ha comprobado que un sistemático acortamiento de los
plazos legalmente establecidos para los actos de las partes no redunda en la deseada
disminución del horizonte temporal de la sentencia. No son los plazos muy breves ninguna
panacea para lograr que, en definitiva, se dicte, con las debidas garantías, una resolución
que provea sin demora a las pretensiones de tutela efectiva.
La presente Ley opta, pues, en cuanto a los actos de las partes, por plazos breves pero
suficientes. Y por lo que respecta a muchos plazos dirigidos al tribunal, también se prevén
breves, con seguridad en la debida diligencia de los órganos jurisdiccionales. Sin embargo,
en lo referente al señalamiento de audiencias, juicios y vistas -de capital importancia en la
estructura de los nuevos procesos declarativos, dada la concentración de actos adoptada
por la Ley-, se rehuyen las normas imperativas que no vayan a ser cumplidas y, en algunos
casos, se opta por confiar en que los calendarios de los tribunales, en cuanto a esos actos,
se ajustarán a la situación de los procesos y al legal y reglamentario cumplimiento del deber
que incumbe a todos los servidores de la Administración de Justicia.
Por lo que respecta a los plazos para dictar sentencia en primera instancia, se
establecen el de diez días, para el juicio verbal, y el de veinte, para el juicio ordinario. No se
trata de plazos que, en sí mismos, puedan considerarse excesivamente breves, pero sí son
razonables y de posible cumplimiento. Porque es de tener en cuenta que la aludida
estructura nueva de los procesos ordinarios comporta el que los jueces tengan ya un
importante conocimiento de los asuntos y no hayan de estudiarlos o reestudiarlos
enteramente al final, examinando una a una las diligencias de prueba llevadas a cabo por
separado, así como las alegaciones iniciales de las partes y sus pretensiones, que, desde su
admisión, frecuentemente no volvieron a considerar.
En los juicios verbales, es obvia la proximidad del momento sentenciador a las pruebas y
a las pretensiones y sus fundamentos. En el proceso ordinario, el acto del juicio opera esa
proximidad de la sentencia respecto de la prueba -y, por tanto, en gran medida, del caso-, y
la audiencia previa al juicio, en la que ha de perfilarse lo que es objeto de la controversia,
aproxima también las pretensiones de las partes a la actividad jurisdiccional decisoria del
litigio.
La Ley, atenta al presente y previsora del futuro, abre la puerta a la presentación de
escritos y documentos y a los actos de notificación por medios electrónicos, telemáticos y
otros semejantes, pero sin imponer a los justiciables y a los ciudadanos que dispongan de
esos medios y sin dejar de regular las exigencias de esta comunicación. Para que surtan
plenos efectos los actos realizados por esos medios, será preciso que los instrumentos
utilizados entrañen la garantía de que la comunicación y lo comunicado son con seguridad
atribuibles a quien aparezca como autor de una y otro. Y ha de estar asimismo garantizada
la recepción íntegra y las demás circunstancias legalmente relevantes.
Es lógico prever, como se hace, que, cuando esas seguridades no vengan
proporcionadas por las características del medio utilizado o éste sea susceptible de
manipulación con mayor o menor facilidad, la eficacia de los escritos y documentos, a
efectos de acreditamiento o de prueba, quede supeditada a una presentación o aportación
que sí permita el necesario examen y verificación. Pero estas razonables cautelas no deben,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

sin embargo, impedir el reconocimiento de los avances científicos y técnicos y su posible


incorporación al proceso civil.
En este punto, la Ley evita incurrir en un reglamentismo impropio de su naturaleza y de
su deseable proyección temporal. La instauración de medios de comunicación como los
referidos y la determinación de sus características técnicas son, por lo que respecta a los
órganos jurisdiccionales, asuntos que encuentran la base legal apropiada en las atribuciones
que la Ley Orgánica del Poder Judicial confieren al Consejo General del Poder Judicial y al
Gobierno. En cuanto a los procuradores y abogados e incluso a no pocos justiciables, lo
razonable es suponer que irán disponiendo de medios de comunicación distintos de los
tradicionales, que cumplan los requisitos establecidos en esta Ley, en la medida de sus
propias posibilidades y de los medios de que estén dotados los tribunales.
Para el auxilio judicial, en cuyo régimen, entre otros perfeccionamientos, se precisa el
que corresponde prestar a los Juzgados de Paz, la Ley cuenta con el sistema informático
judicial. En esta materia, se otorga a los tribunales una razonable potestad coercitiva y
sancionadora respecto de los retrasos debidos a la falta de diligencia a las partes.
Otras innovaciones especialmente dignas de mención, dentro del antes citado Título V
del Libro primero, son la previsión de nuevo señalamiento de vistas antes de su celebración,
para evitar al máximo que se suspendan, así como las normas que, respecto de la votación y
fallo de los asuntos, tienden a garantizar la inmediación en sentido estricto, estableciendo,
con excepciones razonables, que hayan de dictar sentencia los Jueces y Magistrados que
presenciaron la práctica de las pruebas en el juicio o vista.
Con tales normas, la presente Ley no exagera la importancia de la inmediación en el
proceso civil ni aspira a una utopía, porque, además de la relevancia de la inmediación para
el certero enjuiciamiento de toda clase de asuntos, la ordenación de los nuevos procesos
civiles en esta Ley impone concentración de la práctica de la prueba y proximidad de dicha
práctica al momento de dictar sentencia.
En el capítulo relativo a las resoluciones judiciales, destacan como innovaciones las
relativas a su invariabilidad, aclaración y corrección. Se incrementa la seguridad jurídica al
perfilar adecuadamente los casos en que éstas dos últimas proceden y se introduce un
instrumento para subsanar rápidamente, de oficio o a instancia de parte, las manifiestas
omisiones de pronunciamiento, completando las sentencias en que, por error, se hayan
cometido tales omisiones.
La ley regula este nuevo instituto con la precisión necesaria para que no se abuse de él y
es de notar, por otra parte, que el precepto sobre forma y contenido de las sentencias
aumenta la exigencia de cuidado en la parte dispositiva, disponiendo que en ésta se hagan
todos los pronunciamientos correspondientes a las pretensiones de las partes sin permitir los
pronunciamientos tácitos con frecuencia envueltos hasta ahora en los fundamentos jurídicos.
De este modo, no será preciso forzar el mecanismo del denominado "recurso de
aclaración" y podrán evitarse recursos ordinarios y extraordinarios fundados en
incongruencia por omisión de pronunciamiento. Es claro, y claro queda en la ley, que este
instituto en nada ataca a la firmeza que, en su caso, deba atribuirse a la sentencia
incompleta. Porque, de un lado, los pronunciamientos ya emitidos son, obviamente, firmes y,
de otro, se prohíbe modificarlos, permitiendo sólo añadir los que se omitieron.
Frente a propuestas de muy diverso sentido, la Ley mantiene las diligencias de
ordenación, aunque ampliando su contenido, y suprime las propuestas de resolución, ambas
hasta ahora a cargo de los Secretarios Judiciales. Dichas medidas se sitúan dentro del
esfuerzo que la Ley realiza por aclarar los ámbitos de actuación de los tribunales, a quienes
corresponde dictar las providencias, autos y sentencias, y de los Secretarios Judiciales, los
cuales, junto a su insustituible labor, entre otras muchas de gran importancia, de fedatarios
públicos judiciales, deben encargarse además, y de forma exclusiva, de la adecuada
ordenación del proceso, a través de las diligencias de ordenación.
Las propuestas de resolución, introducidas por la Ley Orgánica del Poder Judicial en
1985, no han servido de hecho para aprovechar el indudable conocimiento técnico de los
Secretarios Judiciales, sino más bien para incrementar la confusión entre las atribuciones de
éstos y las de los tribunales, y para dar lugar a criterios de actuación diferentes en los
distintos Juzgados y Tribunales, originando con frecuencia inseguridades e insatisfacciones.

– 270 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

De ahí que no se haya considerado oportuno mantener su existencia, y sí plantear fórmulas


alternativas que redunden en un mejor funcionamiento de los órganos judiciales.
En este sentido, la Ley opta, por un lado, por definir de forma precisa qué debe
entenderse por providencias y autos, especificando, en cada precepto concreto, cuándo
deben dictarse unas y otros. Así, toda cuestión procesal que requiera una decisión judicial ha
de ser resuelta necesariamente por los tribunales, bien por medio de una providencia bien a
través de un auto, según los casos. Pero, por otra parte, la Ley atribuye la ordenación formal
y material del proceso, en definitiva, las resoluciones de impulso procesal, a los Secretarios
Judiciales, indicando a lo largo del texto cuándo debe dictarse una diligencia de ordenación a
través del uso de formas impersonales, que permiten deducir que la actuación
correspondiente deben realizarla aquéllos en su calidad de encargados de la correcta
tramitación del proceso.
Novedad de esta Ley son también las normas que, conforme a la jurisprudencia y a la
doctrina más autorizadas, expresan reglas atinentes al contenido de la sentencia. Así, los
preceptos relativos a la regla "iuxta allegata et probata", a la carga de la prueba, a la
congruencia y a la cosa juzgada material. Importantes resultan también las disposiciones
sobre sentencias con reserva de liquidación, que se procura restringir a los casos en que sea
imprescindible, y sobre las condenas de futuro.
En cuanto a la carga de la prueba, la Ley supera los términos, en sí mismos poco
significativos, del único precepto legal hasta ahora existente con carácter de norma general,
y acoge conceptos ya concretados con carácter pacífico en la Jurisprudencia.
Las normas de carga de la prueba, aunque sólo se aplican judicialmente cuando no se
ha logrado certeza sobre los hechos controvertidos y relevantes en cada proceso,
constituyen reglas de decisiva orientación para la actividad de las partes. Y son, asimismo,
reglas, que, bien aplicadas, permiten al juzgador confiar en el acierto de su enjuiciamiento
fáctico, cuando no se trate de casos en que, por estar implicado un interés público, resulte
exigible que se agoten, de oficio, las posibilidades de esclarecer los hechos. Por todo esto,
ha de considerarse de importancia este esfuerzo legislativo.
El precepto sobre la debida exhaustividad y congruencia de las sentencias, además de
haberse enriquecido con algunas precisiones, se ve complementado con otras normas,
algunas de ellas ya aludidas, que otorgan a la congruencia toda su virtualidad. En cuanto a
la cosa juzgada, esta Ley, rehuyendo de nuevo lo que en ella sería doctrinarismo, se aparta,
empero, de superadas concepciones de índole casi metajurídica y, conforme a la mejor
técnica jurídica, entiende la cosa juzgada como un instituto de naturaleza esencialmente
procesal, dirigido a impedir la repetición indebida de litigios y a procurar, mediante el efecto
de vinculación positiva a lo juzgado anteriormente, la armonía de las sentencias que se
pronuncien sobre el fondo en asuntos prejudicialmente conexos.
Con esta perspectiva, alejada de la idea de la presunción de verdad, de la tópica
"santidad de la cosa juzgada" y de la confusión con los efectos jurídico-materiales de
muchas sentencias, se entiende que, salvo excepciones muy justificadas, se reafirme la
exigencia de la identidad de las partes como presupuesto de la específica eficacia en que la
cosa juzgada consiste. En cuanto a otros elementos, dispone la Ley que la cosa juzgada
opere haciendo efectiva la antes referida regla de preclusión de alegaciones de hechos y de
fundamentos jurídicos.
La nulidad de los actos procesales se regula en esta Ley determinando, en primer
término, los supuestos de nulidad radical o de pleno derecho. Se mantiene el sistema
ordinario de denuncia de los casos de nulidad radical a través de los recursos o de su
declaración, de oficio, antes de dictarse resolución que ponga fin al proceso.
Pero se reafirma la necesidad, puesta de relieve en su día por el Tribunal Constitucional,
de un remedio procesal específico para aquellos casos en que la nulidad radical, por el
momento en que se produjo el vicio que la causó, no pudiera ser declarada de oficio ni
denunciada por vía de recurso, tratándose, sin embargo, de defectos graves, generadores
de innegable indefensión. Así, por ejemplo, la privación de la posibilidad de actuar en vistas
anteriores a la sentencia o de conocer ésta a efectos de interponer los recursos procedentes.
Sin embargo, se excluye la incongruencia de esta vía procesal. Porque la incongruencia
de las resoluciones que pongan fin al proceso, además de que no siempre entraña nulidad
radical, presenta una entidad a todas luces diferente, no reclama en muchos casos la

– 271 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

reposición de las actuaciones para la reparación de la indefensión causada por el vicio de


nulidad y, cuando se trate de una patente incongruencia omisiva, esta Ley ha previsto, como
ya se ha expuesto, un tratamiento distinto.
Verdad es que, mediante el incidente excepcional de nulidad de actuaciones, pueden
verse afectadas sentencias y otras resoluciones finales, que han de considerarse firmes.
Pero el legislador no puede, en aras de la firmeza, cerrar los ojos a la antecedente nulidad
radical, que afecta a la resolución, con todas sus características -firmeza incluida- y con
todos sus efectos. La Ley opta, pues, por afrontar la nulidad conforme a su naturaleza y no
según la similitud con las realidades que determinan la existencia de otros institutos, como el
denominado recurso de revisión o la audiencia del condenado en rebeldía.
En los casos previstos como base del remedio excepcional de que ahora se trata, no se
está ante una causa de rescisión de sentencias firmes y no ha parecido oportuno mezclar la
nulidad con esas causas ni se ha considerado conveniente, para una tutela judicial efectiva,
seguir el procedimiento establecido a los efectos de la rescisión ni llevar la nulidad al órgano
competente para aquélla.
Aunque, como respecto de otros derechos procesales, siempre cabe el riesgo de abuso
de la solicitud excepcional de nulidad de actuaciones, la Ley previene dicho riesgo, no sólo
con la cuidadosa determinación de los casos en que la solicitud puede fundarse, sino con
otras reglas: no suspensión de la ejecución, condena en costas en caso de desestimación de
aquélla e imposición de multa cuando se considere temeraria. Además, los tribunales
pueden rechazar las solicitudes manifiestamente infundadas mediante providencia
sucintamente motivada, sin que en esos casos haya de sustanciarse el incidente y dictarse
auto.

X
El Libro II de la presente Ley, dedicado a los procesos declarativos, comprende, dentro
del Capítulo referente a las disposiciones comunes, las reglas para determinar el proceso
que se ha de seguir. Esta determinación se lleva a cabo combinando criterios relativos a la
materia y a la cuantía. Pero la materia no sólo se considera en esta Ley, como en la de
1881, factor predominante respecto de la cuantía, sino elemento de muy superior relevancia,
como lógica consecuencia de la preocupación de esta Ley por la efectividad de la tutela
judicial. Y es que esa efectividad reclama que por razón de la materia, con independencia de
la evaluación dineraria del interés del asunto, se solvente con rapidez -con más rapidez que
hasta ahora- gran número de casos y cuestiones.
Es éste un momento oportuno para dar razón del tratamiento que, con la mirada puesta
en el artículo 53.2 de la Constitución, esta Ley otorga, en el ámbito procesal civil, a una
materia plural, pero susceptible de consideración unitaria: los derechos fundamentales.
Además de entender, conforme a unánime interpretación, que la sumariedad a que se
refiere el citado precepto de la Constitución no ha de entenderse en el sentido estricto o
técnico-jurídico, de ausencia de cosa juzgada a causa de una limitación de alegaciones y
prueba, resulta imprescindible, para un adecuado enfoque del tema, la distinción entre los
derechos fundamentales cuya violación se produce en la realidad extraprocesal y aquellos
que, por su sustancia y contenido, sólo pueden ser violados o infringidos en el seno de un
proceso.
En cuanto a los primeros, pueden y deben ser llevados a un proceso para su rápida
protección, que se tramite con preferencia: el hecho o comportamiento, externo al proceso,
generador de la pretendida violación del derecho fundamental, se residencia después
jurisdiccionalmente. Y lo que quiere el concreto precepto constitucional citado es, sin duda
alguna, una tutela judicial singularmente rápida.
En cambio, respecto de los derechos fundamentales que, en sí mismos, consisten en
derechos y garantías procesales, sería del todo ilógico que a su eventual violación
respondiera el Derecho previendo, en el marco de la jurisdicción ordinaria, tanto uno o varios
procedimientos paralelos como un proceso posterior a aquél en que tal violación se produzca
y no sea reparada. Es patente que con lo primero se entraría de lleno en el territorio de lo
absurdo. Y lo segundo supondría duplicar los procesos jurisdiccionales. Y aún cabría hablar
de duplicación -del todo ineficaz y paradójicamente contraria a lo pretendido- como mínimo,
pues en ese segundo proceso, contemplado como hipótesis, también podría producirse o

– 272 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

pensarse que se había producido una nueva violación de derechos fundamentales, de


contenido procesal.
Por todo esto, para los derechos fundamentales del primer bloque aludido, aquellos que
se refieren a bienes jurídicos del ámbito vital extrajudicial, la presente Ley establece que los
procesos correspondientes se sustancien por un cauce procedimental, de tramitación
preferente, más rápido que el establecido por la Ley de Protección Jurisdiccional de los
Derechos Fundamentales, de 1978: el de los juicios ordinarios, con demanda y contestación
por escrito, seguidas de vista y sentencia.
En cambio, respecto de los derechos fundamentales de naturaleza procesal, cuya
infracción puede producirse a lo largo y lo ancho de cualquier litigio, esta Ley descarta un
ilógico procedimiento especial ante las denuncias de infracción y considera que las posibles
violaciones han de remediarse en el seno del proceso en que se han producido. A tal fin
responden, respecto de muy diferentes puntos y cuestiones, múltiples disposiciones de esta
Ley, encaminadas a una rápida tutela de las garantías procesales constitucionalizadas. La
mayoría de esas disposiciones tienen carácter general pues aquello que regulan es
susceptible siempre de originar la necesidad de tutelar derechos fundamentales de índole
procesal, sin que tenga sentido por tanto, establecer una tramitación preferente. En cambio,
y a título de meros ejemplos de reglas singulares, cabe señalar la tramitación preferente de
todos los recursos de queja y de los recursos de apelación contra ciertos autos que
inadmitan demandas. Conforme a la experiencia, también se ocupa la Ley de modo especial,
según se verá, de los casos de indefensión, con nulidad radical, que, por el momento en que
pueden darse, no es posible afrontar mediante recursos o con actuación del tribunal, de
oficio.
Volviendo a la atribución de tipos de asuntos en los distintos cauces procedimentales, la
Ley, en síntesis, reserva para el juicio verbal, que se inicia mediante demanda sucinta con
inmediata citación para la vista, aquellos litigios caracterizados, en primer lugar, por la
singular simplicidad de lo controvertido y, en segundo término, por su pequeño interés
económico. El resto de litigios han de seguir el cauce del juicio ordinario, que también se
caracteriza por su concentración, inmediación y oralidad. De cualquier forma, aunque la
materia es criterio determinante del procedimiento en numerosos casos, la cuantía sigue
cumpliendo un papel no desdeñable y las reglas sobre su determinación cambian
notablemente, con mejor contenido y estructura, conforme a la experiencia, procurándose,
por otra parte, que la indeterminación inicial quede circunscrita a los casos verdaderamente
irreductibles a toda cuantificación, siquiera sea relativa.
Las diligencias preliminares del proceso establecidas en la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1881 no distaban mucho del completo desuso, al no considerarse de utilidad, dadas las
escasas consecuencias de la negativa a llevar a cabo los comportamientos preparatorios
previstos, pese a que el tribunal considerara justificada la solicitud del interesado. Por estos
motivos, algunas iniciativas de reforma procesal civil se inclinaron a prescindir de este
instituto.
Sin embargo, la presente Ley se asienta sobre el convencimiento de que caben medidas
eficaces para la preparación del proceso. Por un lado, se amplían las diligencias que cabe
solicitar, aunque sin llegar al extremo de que sean indeterminadas. Por otra parte, sin incurrir
en excesos coercitivos, se prevén, no obstante, respecto de la negativa injustificada,
consecuencias prácticas de efectividad muy superior a la responsabilidad por daños y
perjuicios.
Buscando un equilibrio equitativo, se exige al solicitante de las medidas preliminares una
caución para compensar los gastos, daños y perjuicios que se pueda ocasionar a los sujetos
pasivos de aquéllas, con la particularidad de que el mismo tribunal competente para las
medidas decidirá sumariamente sobre el destino de la caución.
En los momentos iniciales del proceso, además de acompañar a la demanda o
personación los documentos que acrediten ciertos presupuestos procesales, es de gran
importancia, para información de la parte contraria, la presentación de documentos sobre el
fondo del asunto, a los que la regulación de esta Ley añade medios e instrumentos en que
consten hechos fundamentales (palabras, imágenes y cifras, por ejemplo) para las
pretensiones de las partes, así como los dictámenes escritos y ciertos informes sobre
hechos. Las nuevas normas prevén, asimismo, la presentación de documentos exigidos en

– 273 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

ciertos casos para la admisibilidad de la demanda y establecen con claridad que, como es
lógico y razonable, cabe presentar en momentos no iniciales aquellos documentos relativos
al fondo, pero cuya relevancia sólo se haya puesto de manifiesto a consecuencia de las
alegaciones de la parte contraria.
Aquí como en otros puntos, la Ley acentúa las cargas de las partes, restringiendo al
máximo la posibilidad de remitirse a expedientes, archivos o registros públicos. Los
supuestos de presentación no inicial de los documentos y otros escritos e instrumentos
relativos al fondo se regulan con exactitud y se sustituye la promesa o juramento de no
haberlos conocido o podido obtener con anterioridad por la carga de justificar esa
circunstancia. Congruentemente, el tribunal es facultado para decidir la improcedencia de
tener en cuenta los documentos si, con el desarrollo de las actuaciones, no apareciesen
justificados el desconocimiento y la imposibilidad. En casos en que se aprecie mala fe o
ánimo dilatorio en la presentación del documento, el tribunal podrá además imponer multa.
En cuanto a la regulación de la entrega de copias de escritos y documentos y su traslado
a las demás partes, es innovación de importancia la ya aludida de encomendar el traslado a
los Procuradores, cuando éstos intervengan y se hayan personado. El tribunal tendrá por
efectuado el traslado desde que le conste la entrega de las copias al servicio de notificación
organizado por el Colegio de Procuradores. De este modo, se descarga racionalmente a los
órganos jurisdiccionales y, singularmente, al personal no jurisdiccional de un trabajo, que,
bien mirado, resulta innecesario e impropio que realicen, en inevitable detrimento de otros.
Pero, además, el nuevo sistema permitirá, como antes se apuntó, eliminar "tiempos
muertos", pues desde la presentación con traslado acreditado, comenzarán a computarse los
plazos para llevar a cabo cualquier actuación procesal ulterior.

XI
Por tratarse de normas comunes a todos los procesos declarativos en primera instancia
y, cuando proceda, en la segunda, parece más acertado situar las normas sobre la prueba
entre las disposiciones generales de la actividad jurisdiccional declarativa que en el seno de
las que articulan un determinado tipo procedimental.
La prueba, así incardinada y con derogación de los preceptos del Código Civil carentes
de otra relevancia que la procesal, se regula en esta Ley con la deseable unicidad y claridad,
además de un amplio perfeccionamiento, en tres vertientes distintas.
Por un lado, se determina el objeto de la prueba, las reglas sobre la iniciativa de la
actividad probatoria y sobre su admisibilidad, conforme a los criterios de pertinencia y
utilidad, al que ha de añadirse la licitud, a cuyo tratamiento procesal, hasta ahora inexistente,
se provee con sencillos preceptos.
Por otro lado, en cuanto a lo procedimental, frente a la dispersión de la práctica de la
prueba, se introduce una novedad capital, que es la práctica de toda la prueba en el juicio o
vista, disponiéndose que las diligencias que, por razones y motivos justificados, no puedan
practicarse en dichos actos públicos, con garantía plena de la presencia judicial, habrán de
llevarse a cabo con anterioridad a ellos. Además, se regula la prueba anticipada y el
aseguramiento de la prueba, que en la Ley de 1881 apenas merecían alguna norma aislada.
Finalmente, los medios de prueba, junto con las presunciones, experimentan en esta Ley
numerosos e importantes cambios. Cabe mencionar, como primero de todos ellos, la
apertura legal a la realidad de cuanto puede ser conducente para fundar un juicio de certeza
sobre las alegaciones fácticas, apertura incompatible con la idea de un número determinado
y cerrado de medios de prueba. Además resulta obligado el reconocimiento expreso de los
instrumentos que permiten recoger y reproducir palabras, sonidos e imágenes o datos, cifras
y operaciones matemáticas.
En segundo término, cambia, en la línea de la mayor claridad y flexibilidad, el modo de
entender y practicar los medios de prueba más consagrados y perennes.
La confesión, en exceso tributaria de sus orígenes históricos, en gran medida superados,
y, por añadidura, mezclada con el juramento, es sustituida por una declaración de las partes,
que se aleja extraordinariamente de la rigidez de la "absolución de posiciones". Esta
declaración ha de versar sobre las preguntas formuladas en un interrogatorio libre, lo que
garantiza la espontaneidad de las respuestas, la flexibilidad en la realización de preguntas y,
en definitiva, la integridad de una declaración no preparada.

– 274 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

En cuanto a la valoración de la declaración de las partes, es del todo lógico seguir


teniendo en consideración, a efectos de fijación de los hechos, el dato de que los reconozca
como ciertos la parte que ha intervenido en ellos y para la que resultan perjudiciales. Pero,
en cambio, no resulta razonable imponer legalmente, en todo caso, un valor probatorio pleno
a tal reconocimiento o confesión. Como en las últimas décadas ha venido afirmando la
jurisprudencia y justificando la mejor doctrina, ha de establecerse la valoración libre,
teniendo en cuenta las otras pruebas que se practiquen.
Esta Ley se ocupa de los documentos, dentro de los preceptos sobre la prueba, a los
solos efectos de la formación del juicio jurisdiccional sobre los hechos, aunque, obviamente,
esta eficacia haya de ejercer una notable influencia indirecta en el tráfico jurídico. Los
documentos públicos, desde el punto de vista procesal civil, han sido siempre y deben seguir
siendo aquéllos a los que cabe y conviene atribuir una clara y determinada fuerza a la hora
del referido juicio fáctico. Documentos privados, en cambio, son los que, en sí mismos, no
gozan de esa fuerza fundamentadora de la certeza procesal y, por ello, salvo que su
autenticidad sea reconocida por los sujetos a quienes puedan perjudicar, quedan sujetos a la
valoración libre o conforme a las reglas de la sana crítica.
La específica fuerza probatoria de los documentos públicos deriva de la confianza
depositada en la intervención de distintos fedatarios legalmente autorizados o habilitados. La
ley procesal ha de hacerse eco, a sus específicos efectos y con lenguaje inteligible, de tal
intervención, pero no es la sede normativa en que se han de establecer los requisitos, el
ámbito competencial y otros factores de la dación de fe. Tampoco corresponde a la
legislación procesal dirimir controversias interpretativas de las normas sobre la función de
dar fe o acerca del asesoramiento jurídico con el que se contribuye a la instrumentación
documental de los negocios jurídicos. Menos propio aún de esta Ley ha parecido determinar
requisitos de forma documental relativos a tales negocios o modificar las opciones
legislativas preexistentes.
Frente a corrientes de opinión que, mirando a otros modelos y a una pretendida
disminución de los costes económicos de los negocios jurídicos, propugnan una radical
modificación de la fe pública en el tráfico jurídico-privado, civil y mercantil, la presente Ley es
respetuosa con esa dación de fe. Se trata, no obstante, de un respeto compatible con el
legítimo interés de los justiciables y, desde luego, con el interés de la Administración de
Justicia misma, por lo que, ante todo, la Ley pretende que cada parte fije netamente su
posición sobre los documentos aportados de contrario, de suerte que, en caso de
reconocerlos o no impugnar su autenticidad, la controversia fáctica desaparezca o se
aminore.
Ha de señalarse también que determinados preceptos de diversas leyes atribuyen
carácter de documentos públicos a algunos respecto de los que, unas veces de modo
expreso y otras implícitamente, cabe la denominada "prueba en contrario". La presente Ley
respeta esas disposiciones de otros cuerpos legales, pero está obligada a regular
diferenciadamente estos documentos públicos y aquéllos otros, de los que hasta aquí se ha
venido tratando, que por sí mismos hacen prueba plena.
Sobre estas bases, la regulación unitaria de la prueba documental, que esta Ley
contiene, parece completa y clara. Por lo demás, otros aspectos de las normas sobre prueba
resuelven cuestiones que, en su dimensión práctica, dejan de tener sentido. No habrá de
forzarse la noción de prueba documental para incluir en ella lo que se aporte al proceso con
fines de fijación de la certeza de hechos, que no sea subsumible en las nociones de los
restantes medios de prueba. Podrán confeccionarse y aportarse dictámenes e informes
escritos, con sólo apariencia de documentos, pero de índole pericial o testifical y no es de
excluir, sino que la ley lo prevé, la utilización de nuevos instrumentos probatorios, como
soportes, hoy no convencionales, de datos, cifras y cuentas, a los que, en definitiva, haya de
otorgárseles una consideración análoga a la de las pruebas documentales.
Con las excepciones obligadas respecto de los procesos civiles en que ha de
satisfacerse un interés público, esta Ley se inclina coherentemente por entender el dictamen
de peritos como medio de prueba en el marco de un proceso, en el que, salvo las
excepciones aludidas, no se impone y se responsabiliza al tribunal de la investigación y
comprobación de la veracidad de los hechos relevantes en que se fundamentan las
pretensiones de tutela formuladas por las partes, sino que es sobre éstas sobre las que

– 275 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

recae la carga de alegar y probar. Y, por ello, se introducen los dictámenes de peritos
designados por las partes y se reserva la designación por el tribunal de perito para los casos
en que así le sea solicitado por las partes o resulte estrictamente necesario.
De esta manera, la práctica de la prueba pericial adquiere también una simplicidad muy
distinta de la complicación procedimental a que conducía la regulación de la Ley de 1881. Se
excluye la recusación de los peritos cuyo dictamen aporten las partes, que sólo podrán ser
objeto de tacha, pero a todos los peritos se exige juramento o promesa de actuación
máximamente objetiva e imparcial y respecto de todos ellos se contienen en esta Ley
disposiciones conducentes a someter sus dictámenes a explicación, aclaración y
complemento, con plena contradicción.
Así, la actividad pericial, cuya regulación decimonónica reflejaba el no resuelto dilema
acerca de su naturaleza -si medio de prueba o complemento o auxilio del juzgador-,
responde ahora plenamente a los principios generales que deben regir la actividad
probatoria, adquiriendo sentido su libre valoración. Efecto indirecto, pero nada desdeñable,
de esta necesaria clarificación es la solución o, cuando menos, importante atenuación del
problema práctico, muy frecuente, de la adecuada y tempestiva remuneración de los peritos.
Mas, por otra parte, la presente Ley, al entender la enorme diversidad de operaciones y
manifestaciones que entraña modernamente la pericia, se aparta decididamente de la
regulación de 1881 para reconocer sin casuismos la diversidad y amplitud de este medio de
prueba, con atención a su frecuente carácter instrumental respecto de otros medios de
prueba, que no sólo se manifiesta en el cotejo de letras.
En cuanto al interrogatorio de testigos, consideraciones semejantes a las reseñadas
respecto de la declaración de las partes, han aconsejado que la Ley opte por establecer que
el interrogatorio sea libre desde el principio. En esta sede se regula también el interrogatorio
sobre hechos consignados en informes previamente aportados por las partes y se prevé la
declaración de personas jurídicas, públicas y privadas, de modo que junto a especialidades
que la experiencia aconseja, quede garantizada la contradicción y la inmediación en la
práctica de la prueba.
La Ley, que concibe con más amplitud el reconocimiento judicial, acoge también entre
los medios de prueba, como ya se ha dicho, los instrumentos que permiten recoger y
reproducir, no sólo palabras, sonidos e imágenes, sino aquéllos otros que sirven para el
archivo de datos y cifras y operaciones matemáticas.
Introducidas en la presente Ley las presunciones como método de fijar la certeza de
ciertos hechos y regulada suficientemente la carga de la prueba, pieza clave de un proceso
civil en el que el interés público no sea predominante, puede eliminarse la dualidad de
regulaciones de la prueba civil, mediante la derogación de algunos preceptos del Código
Civil.

XII
Enseña la experiencia, en todo el mundo, que si, tras las iniciales alegaciones de las
partes, se acude de inmediato a un acto oral, en que, antes de dictar sentencia también de
forma inmediata, se concentren todas las actividades de alegación complementaria y de
prueba, se corre casi siempre uno de estos dos riesgos: el gravísimo, de que los asuntos se
resuelvan sin observancia de todas las reglas que garantizan la plena contradicción y sin la
deseable atención a todos los elementos que han de fundar el fallo, o el consistente en que
el tiempo que en apariencia se ha ganado acudiendo inmediatamente al acto del juicio o
vista se haya de perder con suspensiones e incidencias, que en modo alguno pueden
considerarse siempre injustificadas y meramente dilatorias, sino con frecuencia necesarias
en razón de la complejidad de los asuntos.
Por otro lado, es una exigencia racional y constitucional de la efectividad de la tutela
judicial que se resuelvan, cuanto antes, las eventuales cuestiones sobre presupuestos y
óbices procesales, de modo que se eviten al máximo las sentencias que no entren sobre el
fondo del asunto litigioso y cualquier otro tipo de resolución que ponga fin al proceso sin
resolver sobre su objeto, tras costosos esfuerzos baldíos de las partes y del tribunal.
En consecuencia, como ya se apuntó, sólo es conveniente acudir a la máxima
concentración de actos para asuntos litigiosos desprovistos de complejidad o que reclamen

– 276 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

una tutela con singular rapidez. En otros casos, la opción legislativa prudente es el juicio
ordinario, con su audiencia previa dirigida a depurar el proceso y a fijar el objeto del debate.
Con estas premisas, la Ley articula con carácter general dos cauces distintos para la
tutela jurisdiccional declarativa: de un lado, la del proceso que, por la sencillez expresiva de
la denominación, se da en llamar "juicio ordinario" y, de otro, la del "juicio verbal".
Estos procesos acogen, en algunos casos gracias a disposiciones particulares, los
litigios que hasta ahora se ventilaban a través de cuatro procesos ordinarios, así como todos
los incidentes no regulados expresamente, con lo que cabe suprimir también el
procedimiento incidental común. Y esta nueva Ley de Enjuiciamiento Civil permite también
afrontar, sin merma de garantías, los asuntos que eran contemplados hasta hoy en más de
una docena de leyes distintas de la procesal civil común. Buena prueba de ello son la
disposición derogatoria y las disposiciones finales.
Así, pues, se simplifican, con estos procedimientos, los cauces procesales de muchas y
muy diversas tutelas jurisdiccionales. Lo que no se hace, porque carecería de razón y
sentido, es prescindir de particularidades justificadas, tanto por lo que respecta a
presupuestos especiales de admisibilidad o procedibilidad como en lo relativo a ciertos
aspectos del procedimiento mismo.
Lo exigible y deseable no es unificar a ultranza, sino suprimir lo que resulta innecesario
y, sobre todo, poner término a una dispersión normativa a todas luces excesiva. No cabe,
por otra parte, ni racional ni constitucionalmente, cerrar el paso a disposiciones legales
posteriores, sino sólo procurar que los preceptos que esta Ley contiene sean, por su
previsión y flexibilidad, suficientes para el tratamiento jurisdiccional de materias y problemas
nuevos.
La Ley diseña los procesos declarativos de modo que la inmediación, la publicidad y la
oralidad hayan de ser efectivas. En los juicios verbales, por la trascendencia de la vista ; en
el ordinario, porque tras demanda y contestación, los hitos procedimentales más
sobresalientes son la audiencia previa al juicio y el juicio mismo, ambos con la inexcusable
presencia del juzgador.
A grandes rasgos, el desarrollo del proceso ordinario puede resumirse como sigue.
En la audiencia previa, se intenta inicialmente un acuerdo o transacción de las partes,
que ponga fin al proceso y, si tal acuerdo no se logra, se resuelven las posibles cuestiones
sobre presupuestos y óbices procesales, se determinan con precisión las pretensiones de
las partes y el ámbito de su controversia, se intenta nuevamente un acuerdo entre los
litigantes y, en caso de no alcanzarse y de existir hechos controvertidos, se proponen y
admiten las pruebas pertinentes.
En el juicio, se practica la prueba y se formulan las conclusiones sobre ésta, finalizando
con informes sobre los aspectos jurídicos, salvo que todas las partes prefieran informar por
escrito o el tribunal lo estime oportuno. Conviene reiterar, además, que de todas las
actuaciones públicas y orales, en ambas instancias, quedará constancia mediante los
instrumentos oportunos de grabación y reproducción, sin perjuicio de las actas necesarias.
La Ley suprime las denominadas "diligencias para mejor proveer", sustituyéndolas por
unas diligencias finales, con presupuestos distintos de los de aquéllas. La razón principal
para este cambio es la coherencia con la ya referida inspiración fundamental que, como
regla, debe presidir el inicio, desarrollo y desenlace de los procesos civiles. Además, es
conveniente cuanto refuerce la importancia del acto del juicio, restringiendo la actividad
previa a la sentencia a aquello que sea estrictamente necesario. Por tanto, como diligencias
finales sólo serán admisibles las diligencias de pruebas, debidamente propuestas y
admitidas, que no se hubieren podido practicar por causas ajenas a la parte que las hubiera
interesado.
La Ley considera improcedente llevar a cabo nada de cuanto se hubiera podido proponer
y no se hubiere propuesto, así como cualquier actividad del tribunal que, con merma de la
igualitaria contienda entre las partes, supla su falta de diligencia y cuidado. Las excepciones
a esta regla han sido meditadas detenidamente y responden a criterios de equidad, sin que
supongan ocasión injustificada para desordenar la estructura procesal o menoscabar la
igualdad de la contradicción.
En cuanto al carácter sumario, en sentido técnico-jurídico, de los procesos, la Ley
dispone que carezcan de fuerza de cosa juzgada las sentencias que pongan fin a aquéllos

– 277 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

en que se pretenda una rápida tutela de la posesión o tenencia, las que decidan sobre
peticiones de cese de actividades ilícitas en materia de propiedad intelectual o industrial, las
que provean a una inmediata protección frente obras nuevas o ruinosas, así como las que
resuelvan sobre el desahucio o recuperación de fincas por falta de pago de la renta o alquiler
o sobre la efectividad de los derechos reales inscritos frente a quienes se opongan a ellos o
perturben su ejercicio, sin disponer de título inscrito que legitime la oposición o la
perturbación. La experiencia de ineficacia, inseguridad jurídica y vicisitudes procesales
excesivas aconseja, en cambio, no configurar como sumarios los procesos en que se
aduzca, como fundamento de la pretensión de desahucio, una situación de precariedad:
parece muy preferible que el proceso se desenvuelva con apertura a plenas alegaciones y
prueba y finalice con plena efectividad. Y los procesos sobre alimentos, como otros sobre
objetos semejantes, no han de confundirse con medidas provisionales ni tienen por qué
carecer, en su desenlace, de fuerza de cosa juzgada. Reclamaciones ulteriores pueden estar
plenamente justificadas por hechos nuevos.

XIII
Esta Ley contiene una sola regulación del recurso de apelación y de la segunda
instancia, porque se estima injustificada y perturbadora una diversidad de regímenes. En
razón de la más pronta tutela judicial, dentro de la seriedad del proceso y de la sentencia, se
dispone que, resuelto el recurso de reposición contra las resoluciones que no pongan fin al
proceso, no quepa interponer apelación y sólo insistir en la eventual disconformidad al
recurrir la sentencia de primera instancia. Desaparecen, pues, prácticamente, las
apelaciones contra resoluciones interlocutorias. Y con la oportuna disposición transitoria, se
pretende que este nuevo régimen de recursos sea de aplicación lo más pronto posible.
La apelación se reafirma como plena revisión jurisdiccional de la resolución apelada y, si
ésta es una sentencia recaída en primera instancia, se determina legalmente que la segunda
instancia no constituye un nuevo juicio, en que puedan aducirse toda clase de hechos y
argumentos o formularse pretensiones nuevas sobre el caso. Se regula, coherentemente, el
contenido de la sentencia de apelación, con especial atención a la singular congruencia de
esa sentencia.
Otras disposiciones persiguen aumentar las posibilidades de corregir con garantías de
acierto eventuales errores en el juicio fáctico y, mediante diversos preceptos, se procura
hacer más sencillo el procedimiento y lograr que, en el mayor número de casos posible, se
dicte en segunda instancia sentencia sobre el fondo.
Cabe mencionar que la presente Ley, que prescinde del concepto de adhesión a la
apelación, generador de equívocos, perfila y precisa el posible papel de quien, a la vista de
la apelación de otra parte y siendo inicialmente apelado, no sólo se opone al recurso sino
que, a su vez, impugna el auto o sentencia ya apelado, pidiendo su revocación y sustitución
por otro que le sea más favorable.
La Ley conserva la separación entre una inmediata preparación del recurso, con la que
se manifiesta la voluntad de impugnación, y la ulterior interposición motivada de ésta. No
parece oportuno ni diferir el momento en que puede conocerse la firmeza o el mantenimiento
de la litispendencia, con sus correspondientes efectos, ni apresurar el trabajo de
fundamentación del recurso. Pero, para una mejor tramitación, se introduce la innovación
procedimental consistente en disponer que el recurrente lleve a cabo la preparación y la
interposición ante el tribunal que dicte la resolución recurrida, remitiéndose después los
autos al superior. Lo mismo se establece respecto de los recursos extraordinarios.

XIV
Por coherencia plena con una verdadera preocupación por la efectividad de la tutela
judicial y por la debida atención a los problemas que la Administración de Justicia presenta
en todo el mundo, esta Ley pretende una superación de una idea, no por vulgar menos
influyente, de los recursos extraordinarios y, en especial, de la casación, entendidos, si no
como tercera instancia, sí, muy frecuentemente, como el último paso necesario, en muchos
casos, hacia la definición del Derecho en el caso concreto.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Como quiera que este planteamiento resulta insostenible en la realidad y entraña una
cierta degeneración o deformación de importantes instituciones procesales, está siendo
general, en los países de nuestro mismo sistema jurídico e incluso en aquéllos con sistemas
muy diversos, un cuidadoso estudio y una detenida reflexión acerca del papel que es
razonable y posible que desempeñen los referidos recursos y el órgano u órganos que
ocupan la posición o las posiciones supremas en la organización jurisdiccional.
Con la convicción de que la reforma de la Justicia, en este punto como en otros, no
puede ni debe prescindir de la historia, de la idiosincrasia particular y de los valores positivos
del sistema jurídico propio, la tendencia de reforma que se estima acertada es la que tiende
a reducir y mejorar, a la vez, los grados o instancias de enjuiciamiento pleno de los casos
concretos para la tutela de los derechos e intereses legítimos de los sujetos jurídicos,
circunscribiendo, en cambio, el esfuerzo y el cometido de los tribunales superiores en razón
de necesidades jurídicas singulares, que reclamen un trabajo jurídico de especial calidad y
autoridad.
Desde hace tiempo, la casación civil presenta en España una situación que, como se
reconoce generalmente, es muy poco deseable, pero en absoluto fácil de resolver con un
grado de aceptación tan general como su crítica. Esta Ley ha partido, no sólo de la
imposibilidad, sino también del error teórico y práctico que entrañaría concebir que la
casación perfecta es aquélla de la que no se descarta ninguna materia ni ninguna sentencia
de segunda instancia.
Además de ser ésa una casación completamente irrealizable en nuestra sociedad, no es
necesario ni conveniente, porque no responde a criterios razonables de justicia, que cada
caso litigioso, con los derechos e intereses legítimos de unos justiciables aún en juego,
pueda transitar por tres grados de enjuiciamiento jurisdiccional, siquiera el último de esos
enjuiciamientos sea el limitado y peculiar de la casación. No pertenece a nuestra tradición
histórica ni constituye exigencia constitucional alguna que la función nomofiláctica de la
casación se proyecte sobre cualesquiera sentencias ni sobre cualesquiera cuestiones y
materias.
Nadie ha cuestionado, sin embargo, que la renovación de nuestra Justicia civil se haga
conforme a los valores positivos, sólidamente afianzados, del propio sistema jurídico y
jurisdiccional, sin incurrir en la imprudencia de desechar instituciones enteras y sustituirlas
por otras de nueva factura o por piezas de modelos jurídicos y judiciales muy diversos del
nuestro. Así, pues, ha de mantenerse en sustancia la casación, con la finalidad y efectos que
le son propios, pero con un ámbito objetivo coherente con la necesidad, antes referida, de
doctrina jurisprudencial especialmente autorizada.
Los límites de cuantía no constituyen por sí solos un factor capaz de fijar de modo
razonable y equitativo ese ámbito objetivo. Y tampoco parece oportuno ni satisfactorio para
los justiciables, ávidos de seguridad jurídica y de igualdad de trato, que la configuración del
nuevo ámbito casacional, sin duda necesaria por razones y motivos que trascienden
elementos coyunturales, se lleve a cabo mediante una selección casuística de unos cuantos
asuntos de "interés casacional", si este elemento se deja a una apreciación de índole muy
subjetiva.
La presente Ley ha operado con tres elementos para determinar el ámbito de la
casación. En primer lugar, el propósito de no excluir de ella ninguna materia civil o mercantil ;
en segundo término, la decisión, en absoluto gratuita, como se dirá, de dejar fuera de la
casación las infracciones de leyes procesales ; finalmente, la relevancia de la función de
crear autorizada doctrina jurisprudencial. Porque ésta es, si se quiere, una función indirecta
de la casación, pero está ligada al interés público inherente a ese instituto desde sus
orígenes y que ha persistido hasta hoy.
En un sistema jurídico como el nuestro, en el que el precedente carece de fuerza
vinculante -sólo atribuida a la ley y a las demás fuentes del Derecho objetivo-, no carece ni
debe carecer de un relevante interés para todos la singularísima eficacia ejemplar de la
doctrina ligada al precedente, no autoritario, pero sí dotado de singular autoridad jurídica.
De ahí que el interés casacional, es decir, el interés trascendente a las partes procesales
que puede presentar la resolución de un recurso de casación, se objetive en esta Ley, no
sólo mediante un parámetro de cuantía elevada, sino con la exigencia de que los asuntos
sustanciados en razón de la materia aparezcan resueltos con infracción de la ley sustantiva,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

desde luego, pero, además, contra doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo (o en su
caso, de los Tribunales Superiores de Justicia) o sobre asuntos o cuestiones en los que
exista jurisprudencia contradictoria de las Audiencias Provinciales. Se considera, asimismo,
que concurre interés casacional cuando las normas cuya infracción se denuncie no lleven en
vigor más tiempo del razonablemente previsible para que sobre su aplicación e
interpretación haya podido formarse una autorizada doctrina jurisprudencial, con la
excepción de que sí exista tal doctrina sobre normas anteriores de igual o similar contenido.
De este modo, se establece con razonable objetividad la necesidad del recurso. Esta
objetivación del "interés casacional", que aporta más seguridad jurídica a los justiciables y a
sus abogados, parece preferible al método consistente en atribuir al propio tribunal
casacional la elección de los asuntos merecedores de su atención, como desde algunas
instancias se ha propugnado. Entre otras cosas, la objetivación elimina los riesgos de
desconfianza y desacuerdo con las decisiones del tribunal.
Establecido un nuevo sistema de ejecución provisional, la Ley no considera necesario ni
oportuno generalizar la exigencia de depósito para el acceso al recurso de casación (o al
recurso extraordinario por infracción de ley procesal). El depósito previo, además de
representar un factor de encarecimiento de la Justicia, de desigual incidencia sobre los
justiciables, plantea, entre otros, el problema de su posible transformación en obstáculo del
ejercicio del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, conforme al principio de
igualdad. La ejecutividad provisional de las sentencias de primera y segunda instancia
parece suficiente elemento disuasorio de los recursos temerarios o de intención simplemente
dilatoria.
El sistema de recursos extraordinarios se completa confiando en todo caso las
cuestiones procesales a las Salas de lo Civil de los Tribunales Superiores de Justicia. La
separación entre el recurso de casación y el recurso extraordinario dedicado a las
infracciones procesales ha de contribuir, sin duda, a la seriedad con que éstas se aleguen.
Además, este recurso extraordinario por infracción procesal amplía e intensifica la tutela
judicial ordinaria de los derechos fundamentales de índole procesal, cuyas pretendidas
violaciones generan desde hace más de una década gran parte de los litigios.
Nada tiene de heterodoxo, ni orgánica ni procesalmente y menos aún, si cabe,
constitucionalmente, cuando ya se han consumido dos instancias, circunscribir con rigor
lógico el recurso extraordinario de casación y exigir a quien esté convencido de haberse
visto perjudicado por graves infracciones procesales que no pretenda, simultáneamente, la
revisión de infracciones de Derecho sustantivo.
Si se está persuadido de que se ha producido una grave infracción procesal, que
reclama reposición de las actuaciones al estado anterior a esa infracción, no cabe ver
imposición irracional en la norma que excluye pretender al mismo tiempo una nueva
sentencia, en vez de tal reposición de las actuaciones. Si el recurso por infracción procesal
es estimado, habrá de dictarse una nueva sentencia y si ésta incurriere en infracciones del
Derecho material o sustantivo, podrá recurrirse en casación la sentencia, como en el
régimen anterior a esta Ley.
Verdad es que, en comparación con el tratamiento dispensado a los limitados tipos de
asuntos accesibles a la casación según la Ley de 1881 y sus numerosas reformas, en el
recurso de casación de esta Ley no cabrá ya pretender la anulación de la sentencia recurrida
con reenvío a la instancia y, a la vez, subsidiariamente, la sustitución de la sentencia de
instancia por no ser conforme al Derecho sustantivo. Pero, además de que esta nueva Ley
contiene mejores instrumentos para la corrección procesal de las actuaciones, se ha
considerado más conforme con las necesidades sociales, con el conjunto de los institutos
jurídicos de nuestro Ordenamiento y con el origen mismo del instituto casacional, que una
razonable configuración de la carga competencial del Tribunal Supremo se lleve a cabo
concentrando su actividad en lo sustantivo.
No cabe olvidar, por lo demás, que, conforme a la Ley de 1881, si se interponía un
recurso de casación que adujese, a la vez, quebrantamiento de forma e infracciones
relativas a la sentencia, se examinaba y decidía primero acerca del pretendido
quebrantamiento de forma y si el recurso se estimaba por este concepto, los autos eran
reenviados al Tribunal de instancia, para que dictara nueva sentencia, que, a su vez, podría
ser, o no, objeto de nuevo recurso de casación, por "infracción de ley", por quebrantamiento

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

de las formas esenciales del juicio" o por ambos conceptos. Nada sustancialmente distinto,
con mecanismos nuevos para acelerar los trámites, se prevé en esta Ley para el caso de
que, respecto de la misma sentencia, distintos litigantes opten, cada uno de ellos, por un
distinto recurso extraordinario.
El régimen de recursos extraordinarios establecido en la presente Ley quizá es, en el
único punto de la opción entre casación y recurso extraordinario por infracción procesal,
menos "generoso" que la casación anterior con los litigantes vencidos y con sus
Procuradores y Abogados, pero no es menos "generoso" con el conjunto de los justiciables
y, como se acaba de apuntar, la opción por una casación circunscrita a lo sustantivo se ha
asumido teniendo en cuenta el conjunto de los institutos jurídicos de tutela previstos en
nuestro ordenamiento.
No puede desdeñarse, en efecto, la consideración de que, al amparo del artículo 24 de la
Constitución, tienen cabida legal recursos de amparo -la gran mayoría de ellos- sobre
muchas cuestiones procesales. Esas cuestiones procesales son, a la vez, "garantías
constitucionales" desde el punto de vista del artículo 123 de la Constitución. Y como quiera
que, a la vista de los artículos 161.1, letra b) y 53.2 del mismo texto constitucional, parece
constitucionalmente inviable sustraer al Tribunal Constitucional todas las materias incluidas
en el artículo 24 de nuestra norma fundamental, a la doctrina del Tribunal Constitucional hay
que atenerse. Hay, pues, según nuestra norma fundamental, una instancia única y suprema
de interpretación normativa en muchas materias procesales. Para otras, como se verá, se
remodela por completo el denominado recurso en interés de la ley.
Los recursos de amparo por invocación del artículo 24 de la Constitución han podido
alargar mucho, hasta ahora, el horizonte temporal de una sentencia irrevocable, ya
excesivamente prolongado en la jurisdicción ordinaria según la Ley de 1881 y sus
posteriores reformas. Pues bien: esos recursos de amparo fundados en violaciones del
artículo 24 de la Constitución dejan de ser procedentes si no se intentó en cada caso el
recurso extraordinario por infracción procesal.
Por otro lado, con este régimen de recursos extraordinarios, se reducen
considerablemente las posibilidades de fricción o choque entre el Tribunal Supremo y el
Tribunal Constitucional. Este deslindamiento no es un principio inspirador del sistema de
recursos extraordinarios, pero sí un criterio en absoluto desdeñable, con un efecto
beneficioso. Porque el respetuoso acatamiento de la salvedad en favor del Tribunal
Constitucional en lo relativo a "garantías constitucionales" puede ser y es conveniente que
se armonice con la posición del Tribunal Supremo, una posición general de superioridad que
el artículo 123 de la Constitución atribuye al alto Tribunal Supremo con la misma claridad e
igual énfasis que la referida salvedad.
El recurso de casación ante el Tribunal Supremo puede plantearse, en resumen, con
estos dos objetos:
1.º las sentencias que dicten las Audiencias Provinciales en materia de derechos
fundamentales, excepto los que reconoce el artículo 24 de la Constitución, cuando infrinjan
normas del ordenamiento jurídico aplicables para resolver las cuestiones objeto del proceso;
2.º las sentencias dictadas en segunda instancia por las Audiencias Provinciales, siempre
que incurran en similar infracción de normas sustantivas y, además, el recurso presente un
interés trascendente a la tutela de los derechos e intereses legítimos de unos concretos
justiciables, establecido en la forma que ha quedado dicha.
Puesto que los asuntos civiles en materia de derechos fundamentales pueden ser
llevados en todo caso al Tribunal Constitucional, cabría entender que está de más su acceso
a la casación ante el Tribunal Supremo. Siendo éste un criterio digno de atenta
consideración, la Ley ha optado, como se acaba de decir, por una disposición contraria.
Las razones de esta opción son varias y diversas. De una parte, los referidos asuntos no
constituyen una grave carga de trabajo jurisdiccional. Por otra, desde el momento
constituyente mismo se estimó conveniente establecer la posibilidad del recurso casacional
en esa materia, sin que se hayan manifestado discrepancias ni reticencias sobre este
designio, coherente, no sólo con el propósito de esta Ley en el sentido de no excluir de la
casación ninguna materia civil -y lo son, desde luego, los derechos inherentes a la
personalidad, máximamente constitucionalizados-, sino también con la idea de que el
Tribunal Supremo es también, de muy distintos modos, Juez de la Constitución, al igual que

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

los restantes órganos jurisdiccionales ordinarios. Además, la subsidiariedad del recurso de


amparo ante el Tribunal Constitucional no podía dejar de gravitar en el trance de esta opción
legislativa. Y no es desdeñable, por ende, el efecto que sobre todos los recursos, también
los extraordinarios, es previsible que ejerza el nuevo régimen de ejecución provisional, del
que no están excluidas, en principio, las sentencias de condena en materia de derechos
fundamentales, en las que no son infrecuentes pronunciamientos condenatorios pecuniarios.
Por su parte, el ya referido recurso extraordinario por infracción procesal, ante las Salas
de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, procede contra sentencias de las
Audiencias Provinciales en cuestiones procesales de singular relieve y, en general, para
cuanto pueda considerarse violación de los derechos fundamentales que consagra el artículo
24 de la Constitución.

XV
Por último, como pieza de cierre y respecto de cuestiones procesales no atribuidas al
Tribunal Constitucional, se mantiene el recurso en interés de la ley ante la Sala de lo Civil del
Tribunal Supremo, un recurso concebido para la deseable unidad jurisprudencial, pero
configurado de manera muy distinta que el actual, para los casos de sentencias firmes
divergentes de las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia.
Están legitimados para promover esta actividad, no sólo el Ministerio Fiscal, sino el
Defensor del Pueblo y las personas jurídicas de Derecho público que acrediten interés
legítimo en la existencia de doctrina jurisprudencial sobre la cuestión o cuestiones
procesales que en el recurso se susciten. No se trata, es cierto, de un recurso en sentido
propio, pues la sentencia que se dicte no revocará otra sentencia no firme (ni rescindirá la
firme), pero se opta por mantener esta denominación, en aras de lo que resulta, por los
precedentes, más expresivo y comunicativo.
Merced al recurso en interés de la ley, además de completarse las posibilidades de crear
doctrina jurisprudencial singularmente autorizada, por proceder del Tribunal Supremo, no
quedan las materias procesales excluidas del quehacer del alto tribunal, mientras no se
produzca colisión con el recurso de amparo que corresponde al Tribunal Constitucional. Por
el contrario, la competencia, el esfuerzo y el interés de los legitimados garantizan que el
Tribunal Supremo, constitucionalmente superior en todos los órdenes, pero no llamado por
nuestra Constitución a conocer de todo tipo de asuntos, como es obvio, habrá de seguir
ocupándose de cuestiones procesales de importancia.
Entre las sentencias que dicte el Tribunal Supremo en virtud de este instrumento y las
sentencias pronunciadas por el Tribunal Constitucional en su ámbito propio, no faltará una
doctrina jurisprudencial que sirva de guía para la aplicación e interpretación de las normas
procesales en términos de seguridad jurídica e igualdad, compatibles y armónicos con la
libertad de enjuiciamiento propia de nuestro sistema y con la oportuna evolución de la
jurisprudencia.
En este punto, y para terminar lo relativo a los recursos extraordinarios, parece oportuno
recordar que, precisamente en nuestro sistema jurídico, la jurisprudencia o el precedente
goza de relevancia práctica por su autoridad y fuerza ejemplar, pero no por su fuerza
vinculante. Esa autoridad, nacida de la calidad de la decisión, de su justificación y de la
cuidadosa expresión de ésta, se está revelando también la más importante en los sistemas
jurídicos del llamado "case law". Y ha sido y seguirá siendo la única atribuible, más allá del
caso concreto, a las sentencias dictadas en casación.
Por todo esto, menospreciar las resoluciones del Tribunal Supremo en cuanto carezcan
de eficacia directa sobre otras sentencias o sobre los derechos de determinados sujetos
jurídicos no sería ni coherente con el valor siempre atribuido en nuestro ordenamiento a la
doctrina jurisprudencial ni acorde con los más rigurosos estudios iuscomparatísticos y con
las modernas tendencias, antes ya aludidas, sobre el papel de los órganos jurisdiccionales
situados en el vértice o cúspide de la Administración de Justicia.

XVI
La regulación de la ejecución provisional es, tal vez, una de las principales innovaciones
de este texto legal. La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil representa una decidida opción por

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

la confianza en la Administración de Justicia y por la importancia de su impartición en


primera instancia y, de manera consecuente, considera provisionalmente ejecutables, con
razonables temperamentos y excepciones, las sentencias de condena dictadas en ese grado
jurisdiccional.
La ejecución provisional será viable sin necesidad de prestar fianza ni caución, aunque
se establecen, de una parte, un régimen de oposición a dicha ejecución, y, de otra, reglas
claras para los distintos casos de revocación de las resoluciones provisionalmente
ejecutadas, que no se limitan a proclamar retóricamente la responsabilidad por daños y
perjuicios, remitiendo al proceso ordinario correspondiente, sino que permiten su exacción
por la vía de apremio.
Solicitada la ejecución provisional, el tribunal la despachará, salvo que la sentencia sea
de las inejecutables o no contenga pronunciamiento de condena. Y, despachada la ejecución
provisional, el condenado puede oponerse a ella, en todo caso, si entiende que no concurren
los aludidos presupuestos legales. Pero la genuina oposición prevista es diferente según se
trate de condena dineraria o de condena no dineraria. En este último caso, la oposición
puede fundarse en que resulte imposible o de extrema dificultad, según la naturaleza de las
actuaciones ejecutivas, restaurar la situación anterior a la ejecución provisional o compensar
económicamente al ejecutado mediante el resarcimiento de los daños y perjuicios que se le
causaren, si la sentencia fuere revocada.
Si la condena es dineraria, no se permite la oposición a la ejecución provisional en su
conjunto, sino únicamente a aquellas actuaciones ejecutivas concretas del procedimiento de
apremio que puedan causar una situación absolutamente imposible de restaurar o de
compensar económicamente mediante el resarcimiento de daños y perjuicios. El fundamento
de esta oposición a medidas ejecutivas concretas viene a ser, por tanto, el mismo que el de
la oposición a la ejecución de condenas no dinerarias: la probable irreversibilidad de las
situaciones provocadas por la ejecución provisional y la imposibilidad de una equitativa
compensación económica, si la sentencia es revocada.
En el caso de ejecución provisional por condena dineraria, la Ley exige a quien se
oponga a actuaciones ejecutivas concretas que indique medidas alternativas viables, así
como ofrecer caución suficiente para responder de la demora en la ejecución, si las medidas
alternativas no fuesen aceptadas por el tribunal y el pronunciamiento de condena dineraria
resultare posteriormente confirmado. Si no se ofrecen medidas alternativas ni se presta
caución, la oposición no procederá.
Es innegable que establecer, como regla, tal ejecución provisional de condenas
dinerarias entraña el peligro de que quien se haya beneficiado de ella no sea luego capaz de
devolver lo que haya percibido, si se revoca la sentencia provisionalmente ejecutada. Con el
sistema de la Ley de 1881 y sus reformas, la caución exigida al solicitante eliminaba ese
peligro, pero a costa de cerrar en exceso la ejecución provisional, dejándola sólo en manos
de quienes dispusieran de recursos económicos líquidos. Y a costa de otros diversos y no
pequeños riesgos: el riesgo de la demora del acreedor en ver satisfecho su crédito y el
riesgo de que el deudor condenado dispusiera del tiempo de la segunda instancia y de un
eventual recurso extraordinario para prepararse a eludir su responsabilidad.
Con el sistema de esta Ley, existe, desde luego, el peligro de que el ejecutante
provisional haya cobrado y después haya pasado a ser insolvente, pero, de un lado, este
peligro puede ser mínimo en muchos casos respecto de quienes dispongan a su favor de
sentencia provisionalmente ejecutable. Y, por otro lado, como ya se ha dicho, la Ley no
remite a un proceso declarativo para la compensación económica en caso de revocación de
lo provisionalmente ejecutado, sino al procedimiento de apremio, ante el mismo órgano que
ha tramitado o está tramitando la ejecución forzosa provisional.
Mas el factor fundamental de la opción de esta Ley, sopesados los peligros y riesgos
contrapuestos, es la efectividad de las sentencias de primera instancia, que, si bien se mira,
no recaen con menos garantías sustanciales y procedimentales de ajustarse a Derecho que
las que constituye el procedimiento administrativo, en cuyo seno se dictan los actos y
resoluciones de las Administraciones Públicas, inmediatamente ejecutables salvo la
suspensión cautelar que se pida a la Jurisdicción y por ella se otorgue.
La presente Ley opta por confiar en los Juzgados de Primera Instancia, base, en todos
los sentidos, de la Justicia civil. Con esta Ley, habrán de dictar sentencias en principio

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

inmediatamente efectivas por la vía de la ejecución provisional ; no sentencias en principio


platónicas, en principio inefectivas, en las que casi siempre gravite, neutralizando lo resuelto,
una apelación y una segunda instancia como acontecimientos que se dan por sentados.
Ni las estadísticas disponibles ni la realidad conocida por la experiencia de muchos
profesionales -Jueces, Magistrados, abogados, profesores de derecho, etc.- justifican una
sistemática, radical y general desconfianza en la denominada "Justicia de primera instancia".
Y, por otra parte, si no se hiciera más efectiva y se responsabilizara más a esta Justicia de
primera instancia, apenas cabría algo distinto de una reforma de la Ley de Enjuiciamiento
Civil en cuestiones de detalle, aunque fuesen muchas e importantes.
Ante este cambio radical y fijándose en la oposición a la ejecución provisional, parece
conveniente caer en la cuenta de que la decisión del órgano jurisdiccional sobre dicha
oposición no es más difícil que la que entraña resolver sobre la petición de medidas
cautelares. Los factores contrapuestos que han de ponderarse ante la oposición a la
ejecución provisional no son de mayor dificultad que los que deben tomarse en
consideración cuando se piden medidas cautelares.
Se trata de instituciones, ambas, que, siendo distintas, entrañan riesgos de error, pero
riesgos de error parejos y que pueden y deben asumirse en aras de la efectividad de la tutela
judicial y de la necesaria protección del crédito. La ejecución forzosa provisional no es, por
supuesto, ninguna medida cautelar y supone, de ordinario, efectos de más fuerza e
intensidad que los propios de las medidas cautelares. Pero en un caso, además de una
razonable oposición, existe una sentencia precedida de un proceso con todas las garantías
y, en el otro, sólo el "humo de buen derecho".
Este nuevo régimen de la ejecución provisional deparará, a buen seguro, muchos más
beneficios directos que perjuicios o casos injustos y serán muy positivos tanto los efectos
colaterales de la innovación radical proyectada, como la disminución de recursos con ánimo
exclusivamente dilatorio.
Con esta innovación, la presente Ley aspira a un cambio de mentalidad en los pactos y
en los pleitos. En los pactos, para acordarlos con ánimo de cumplirlos ; en los pleitos, para
afrontarlos con la perspectiva de asumir seriamente sus resultados en un horizonte mucho
más próximo que el que es hoy habitual. Se manifiesta así, en suma, un propósito no
meramente verbal de dar seriedad a la Justicia. No resulta admisible atribuir muchos errores
a los órganos jurisdiccionales de primera instancia, argumento que, como ya se ha
apuntado, está en contradicción con la realidad de las sentencias confirmatorias en segunda
instancia. Por lo demás, una Ley como ésta debe elaborarse sobre la base de un serio
quehacer judicial, en todas las instancias y en los recursos extraordinarios y de ninguna
manera puede sustentarse aceptando como punto de partida una supuesta o real falta de
calidad en dicho quehacer, defecto que, en todo caso, ninguna ley podría remediar.

XVII
En cuanto a la ejecución forzosa propiamente dicha, esta Ley, a diferencia de la de 1881,
presenta una regulación unitaria, clara y completa. Se diseña un proceso de ejecución
idóneo para cuanto puede considerarse genuino título ejecutivo, sea judicial o contractual o
se trate de una ejecución forzosa común o de garantía hipotecaria, a la que se dedica una
especial atención. Pero esta sustancial unidad de la ejecución forzosa no debe impedir las
particularidades que, en no pocos puntos, son enteramente lógicas. Así, en la oposición a la
ejecución, las especialidades razonables en función del carácter judicial o no judicial del
título o las que resultan necesarias cuando la ejecución se dirige exclusivamente contra
bienes hipotecados o pignorados.
Ningún régimen legal de ejecución forzosa puede evitar ni compensar la morosidad
crediticia, obviamente previa al proceso, ni pretender que todos los acreedores verán
siempre satisfechos todos sus créditos. La presente Ley no pretende contener una nueva
fórmula en esa línea de utopía. Pero sí contiene un conjunto de normas que, por un lado,
protegen mucho más enérgicamente que hasta ahora al acreedor cuyo derecho presente
suficiente constancia jurídica y, por otro, regulan situaciones y problemas que hasta ahora
apenas se tomaban en consideración o, simplemente, se ignoraban legalmente.
La Ley regula con detalle lo relativo a las partes y sujetos intervinientes en la ejecución,
así como la competencia, los recursos y actos de impugnación de resoluciones y

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

actuaciones ejecutivas concretas -que no han de confundirse con la oposición a la ejecución


forzosay las causas y régimen procedimental de la oposición a la ejecución y de la
suspensión del proceso de ejecución.
El incidente de oposición a la ejecución previsto en la Ley es común a todas las
ejecuciones, con la única excepción de las que tengan por finalidad exclusiva la realización
de una garantía real, que tienen su régimen especial. La oposición se sustancia dentro del
mismo proceso de ejecución y sólo puede fundamentarse en motivos tasados, que son
diferentes según el título sea judicial o no judicial.
Absoluta novedad, en esta materia, es el establecimiento de un régimen de posible
oposición a la ejecución de sentencias y títulos judiciales. Como es sabido, la Ley de 1881
guardaba completo silencio acerca de la oposición a la ejecución de sentencias, generando
una indeseable situación de incertidumbre sobre su misma procedencia, así como sobre las
causas de oposición admisibles y sobre la tramitación del incidente.
Sin merma de la efectividad de esos títulos, deseable por muchos motivos, esta Ley
tiene en cuenta la realidad y la justicia y permite la oposición a la ejecución de sentencias
por las siguientes causas: pago o cumplimiento de lo ordenado en la sentencia, siempre que
se acredite documentalmente ; caducidad de la acción ejecutiva y existencia de un pacto o
transacción entre las partes para evitar la ejecución, siempre que el pacto o transacción
conste en documento público. Se trata, como se ve, de unas pocas y elementales causas,
que no pueden dejar de tomarse en consideración, como si la ejecución de una sentencia
firme pudiera consistir en operaciones automáticas y resultase racional prescindir de todo
cuanto haya podido ocurrir entre el momento en que se dictó la sentencia y adquirió firmeza
y el momento en que se inste la ejecución.
La oposición a la ejecución fundada en títulos no judiciales, se admite por las siguientes
causas: pago, que se pueda acreditar documentalmente; compensación, siempre que el
crédito que se oponga al del ejecutante sea líquido y resulte de documento que tenga fuerza
ejecutiva; pluspetición; prescripción o caducidad del derecho del ejecutante; quita, espera o
pacto de no pedir, que conste documentalmente; y transacción, que conste en documento
público.
Se trata, como es fácil advertir, de un elenco de causas de oposición más nutrido que el
permitido en la ejecución de sentencias y otros títulos judiciales, pero no tan amplio que
convierta la oposición a la ejecución en una controversia semejante a la de un juicio
declarativo plenario, con lo que podría frustrarse la tutela jurisdiccional ejecutiva. Porque
esta Ley entiende los títulos ejecutivos extrajudiciales, no como un tercer género entre las
sentencias y los documentos que sólo sirven como medios de prueba, sino como genuinos
títulos ejecutivos, esto es, instrumentos que, por poseer ciertas características, permiten al
Derecho considerarlos fundamento razonable de la certeza de una deuda, a los efectos del
despacho de una verdadera ejecución forzosa.
La oposición a la ejecución no es, pues, en el caso de la que se funde en títulos
ejecutivos extrajudiciales, una suerte de compensación a una pretendida debilidad del título,
sino una exigencia de justicia, lo mismo que la oposición a la ejecución de sentencias o
resoluciones judiciales o arbitrales. La diferencia en cuanto a la amplitud de los motivos de
oposición se basa en la existencia, o no, de un proceso anterior. Los documentos a los que
se pueden atribuir efectos procesales muy relevantes, pero sin que sea razonable
considerarlos títulos ejecutivos encuentran, en esta Ley, dentro del proceso monitorio, su
adecuado lugar.
Tanto para la ejecución de sentencias como para la de títulos no judiciales se prevé
también la oposición por defectos procesales: carecer el ejecutado del carácter o
representación con que se le demanda, falta de capacidad o de representación del
ejecutante y nulidad radical del despacho de la ejecución.
La Ley simplifica al máximo la tramitación de la oposición, cualquiera que sea la clase de
título, remitiéndola, de ordinario, a lo dispuesto para el juicio verbal. Por otra parte, dado que
la oposición a la ejecución sólo se abre por causas tasadas, la Ley dispone expresamente
que el auto por el que la oposición se resuelva circunscribe sus efectos al proceso de
ejecución. Si se piensa en procesos declarativos ulteriores a la ejecución forzosa, es obvio
que si ésta se ha despachado en virtud de sentencia, habrá de operar la fuerza que a ésta
quepa atribuir.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Se regula también la suspensión de la ejecución con carácter general, excepto para la


ejecución hipotecaria, que tiene su régimen específico. Las únicas causas de suspensión
que se contemplan, además de la derivada del incidente de oposición a la ejecución basada
en títulos no judiciales, son las siguientes: interposición y admisión de demanda de revisión o
de rescisión de sentencia dictada en rebeldía; interposición de un recurso frente a una
actuación ejecutiva cuya realización pueda producir daño de difícil reparación; situación
concursal del ejecutado y prejudicialidad penal.
Con estas normas, la Ley establece un sistema equilibrado que, por una parte, permite
una eficaz tutela del derecho del acreedor ejecutante, mediante una relación limitada y
tasada de causas de oposición y suspensión, que no desvirtúa la eficacia del título ejecutivo,
y que, por otro lado, no priva al deudor ejecutado de medios de defensa frente a los
supuestos más graves de ilicitud de la ejecución.
En materia de ejecución dineraria, la Ley se ocupa, en primer lugar, del embargo o
afección de bienes y de la garantía de esta afección, según la distinta naturaleza de lo que
sea objeto de esta fundamental fase de la actividad jurisdiccional ejecutiva. Se define y
regula, con claridad sistemática y de contenido, la finalidad del embargo y sus actos
constitutivos, el criterio de su suficiencia -con la correspondiente prohibición del embargo
indeterminado- lo que no puede ser embargado en absoluto o relativamente, lo que,
embargado erróneamente, debe desafectarse cuanto antes, la ampliación o reducción del
embargo y la administración judicial como instrumento de afección de bienes para la
razonable garantía de la satisfacción del ejecutante.
Es de subrayar que en esta Ley se establece la obligación del ejecutado de formular
manifestación de sus bienes, con sus gravámenes. El tribunal, de oficio, le requerirá en el
auto en que despache ejecución para que cumpla esta obligación, salvo que el ejecutante,
en la demanda ejecutiva, hubiera señalado bienes embargables del ejecutado, que el mismo
ejecutante repute bastantes. Para dotar de eficacia práctica a esta obligación del ejecutado
se prevé, aparte del apercibimiento al deudor de las responsabilidades en que puede incurrir,
la posibilidad de que se le impongan multas coercitivas periódicas hasta que responda
debidamente al requerimiento. Esta previsión remedia uno de los principales defectos de la
Ley de 1881, que se mostraba en exceso complaciente con el deudor, arrojando sobre el
ejecutante y sobre el Juez la carga de averiguar los bienes del patrimonio del ejecutado, sin
imponer a éste ningún deber de colaboración.
Pero no empiezan y acaban con la manifestación de sus bienes por el ejecutado los
instrumentos para localizar dichos bienes a los efectos de la ejecución. La Ley prevé que, a
instancia del ejecutante que en absoluto haya podido señalar bienes o que no los haya
encontrado en número y con cualidades tales que resulten suficientes para el buen fin de la
ejecución, el tribunal requiera de entidades públicas y de personas jurídicas y físicas datos
pertinentes sobre bienes y derechos susceptibles de ser utilizados para que el ejecutado
afronte su responsabilidad. El ejecutante habrá de explicar, aunque sea sucintamente, la
relación con el ejecutado de las entidades y personas que indica como destinatarios de los
requerimientos de colaboración, pues no sería razonable que estas previsiones legales se
aprovechasen torcidamente para pesquisas patrimoniales genéricas o desprovistas de todo
fundamento.
Estas medidas de investigación no se establecen en la Ley como subsidiarias de la
manifestación de bienes, sino que, cuando se trate de ejecución forzosa que no requiere
requerimiento de pago, pueden acordarse en el auto que despache ejecución y llevarse a
efecto de inmediato, lo que se hará, asimismo, sin oír al ejecutado ni esperar que sea
efectiva la notificación del auto de despacho de la ejecución, cuando existan motivos para
pensar que, en caso de demora, podría frustrarse el éxito de la ejecución.
La tercería de dominio no se concibe ya como proceso ordinario definitorio del dominio y
con el efecto secundario del alzamiento del embargo del bien objeto de la tercería, sino
como incidente, en sentido estricto, de la ejecución, encaminado directa y exclusivamente a
decidir si procede la desafección o el mantenimiento del embargo. Se trata de una opción,
recomendada por la doctrina, que ofrece la ventaja de no conllevar una demora del proceso
de ejecución respecto del bien correspondiente, demora que, pese a la mayor simplicidad de
los procesos ordinarios de esta Ley, no puede dejar de considerarse a la luz de la doble

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

instancia y sin que el nuevo régimen de ejecución provisional pueda constituir, en cuanto a la
ejecución pendiente, una respuesta adecuada al referido problema.
En cuanto a la tercería de mejor derecho o de preferencia, se mantiene en esta Ley, pero
con importantes innovaciones, como son la previsión del allanamiento del ejecutante o de su
desistimiento de la ejecución, así como la participación del tercerista en los costes
económicos de una ejecución forzosa no promovida por él. Por otra parte, a diferencia de la
tercería de dominio, en la de mejor derecho es necesaria una sentencia del tribunal con
fuerza definitoria del crédito y de su preferencia, aunque esta sentencia no prejuzgue otras
acciones.
No son pocos los cambios y, sobre todo, el orden y previsión que esta Ley introduce en
el procedimiento de apremio o fase de realización, previo avalúo, de los bienes afectados a
la ejecución, según su diferente naturaleza. Además de colmar numerosas lagunas, se
establece una única subasta, con disposiciones encaminadas a lograr, dentro de lo posible
según las reglas del mercado, un resultado más satisfactorio para el deudor ejecutante,
procurando, además, reducir el coste económico.
Con independencia de las mejoras introducidas en la regulación de la subasta, la Ley
abre camino a vías de enajenación forzosa alternativas que, en determinadas circunstancias,
permitirán agilizar la realización y mejorar su rendimiento. Así, se regulan los convenios de
realización entre ejecutante y ejecutado y la posibilidad de que, a instancia del ejecutante o
con su conformidad, el Juez acuerde que el bien se enajene por persona o entidad
especializada, al margen, por tanto, de la subasta judicial.
La convocatoria de la subasta, especialmente cuando de inmuebles se trate, se regula
de manera que resulte más indicativa del valor del bien. La enajenación en subasta de
bienes inmuebles recibe la singular atención legislativa que merece, con especial cuidado
sobre los aspectos registrales y la protección de terceros. En relación con la subsistencia y
cancelación de cargas se ha optado por mantener el sistema de subsistencia de las cargas
anteriores al gravamen que se ejecuta y cancelación de las cargas posteriores, sistema que
se complementa deduciendo del avalúo el importe de las cargas subsistentes para
determinar el valor por el que los inmuebles han de salir a subasta. Esta solución presenta la
ventaja de que asegura que las cantidades que se ofrezcan en la subasta, por pequeñas que
sean, van a redundar siempre en beneficio de la ejecución pendiente, lo que no se
conseguiría siempre con la tradicional liquidación de cargas.
Otra importante novedad en materia de enajenación forzosa de inmuebles se refiere al
régimen de audiencia y eventual desalojo de los ocupantes de los inmuebles enajenados en
un proceso de ejecución. Nada preveía al respecto la Ley de 1881, que obligaba a los
postores, bien a realizar costosas averiguaciones por su cuenta, bien a formular sus ofertas
en condiciones de absoluta incertidumbre sobre si encontrarían ocupantes o no; sobre si los
eventuales ocupantes tendrían derecho o no a mantener su situación y, en fin, sobre si, aun
no teniendo los ocupantes derecho a conservar la posesión de la finca, sería necesario o no
acudir a un quizá largo y costoso proceso declarativo para lograr el desalojo. Todo esto,
como es natural, no contribuía precisamente a hacer atractivo ni económicamente eficiente
el mercado de las subastas judiciales.
La presente Ley sale al paso del problema de los ocupantes procurando, primero, que en
el proceso de ejecución se pueda tener noticia de su existencia. A esta finalidad se orienta la
previsión de que, en la relación de bienes que ha de presentar el ejecutado, se indique,
respecto de los inmuebles, si están ocupados y, en su caso, por quién y con qué título. Por
otro lado, se dispone que se comunique la existencia de la ejecución a los ocupantes de que
se tenga noticia a través de la manifestación de bienes del ejecutado o de cualquier otro
modo, concediéndoles un plazo de diez días para presentar al tribunal de la ejecución los
títulos que justifiquen su situación. Además, se ordena que en el anuncio de la subasta se
exprese, con el posible detalle, la situación posesoria del inmueble, para que los eventuales
postores puedan evaluar las dificultades que encontraría un eventual desalojo.
Finalmente, se regula un breve incidente, dentro de la ejecución, que permite desalojar
inmediatamente a quienes puedan ser considerados ocupantes de mero hecho o sin título
suficiente. Sólo el desalojo de los ocupantes que hayan justificado tener un título que pueda
ser suficiente para mantener la posesión, requerirá acudir al proceso declarativo que

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

corresponda. De esta forma, la Ley da una respuesta prudente y equilibrada al problema que
plantean los ocupantes.
También se regula con mayor realismo la administración para pago, que adquiere
autonomía respecto de la realización mediante enajenación forzosa. En conjunto, los
preceptos de este capítulo IV del Libro III de la Ley aprovechan la gran experiencia
acumulada a lo largo de años en que, a falta muchas veces de normas precisas, se han ido
poniendo de relieve diversos problemas reales y se han buscado soluciones y formulado
propuestas con buen sentido jurídico.
La Ley dedica un capítulo especial a las particularidades de la ejecución sobre bienes
hipotecados o pignorados. En este punto, se mantiene, en lo sustancial, el régimen
precedente de la ejecución hipotecaria, caracterizado por la drástica limitación de las causas
de oposición del deudor a la ejecución y de los supuestos de suspensión de ésta. El Tribunal
Constitucional ha declarado reiteradamente que este régimen no vulnera la Constitución e
introducir cambios sustanciales en el mismo podría alterar gravemente el mercado del
crédito hipotecario, lo que no parece en absoluto aconsejable.
La nueva regulación de la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados supone un
avance respecto de la situación precedente ya que, en primer lugar, se trae a la Ley de
Enjuiciamiento Civil la regulación de los procesos de ejecución de créditos garantizados con
hipoteca, lo que refuerza el carácter propiamente jurisdiccional de estas ejecuciones, que ha
sido discutido en ocasiones; en segundo término, se regulan de manera unitaria las
ejecuciones de créditos con garantía real, eliminando la multiplicidad de regulaciones
existente en la actualidad; y, finalmente, se ordenan de manera más adecuada las actuales
causas de suspensión de la ejecución, distinguiendo las que constituyen verdaderos
supuestos de oposición a la ejecución (extinción de la garantía hipotecaria o del crédito y
disconformidad con el saldo reclamado por el acreedor), de los supuestos de tercería de
dominio y prejudicialidad penal, aunque manteniendo, en todos los casos, el carácter
restrictivo de la suspensión del procedimiento.
Mención especial ha de hacerse del cambio relativo a la ejecución no dineraria. Era
preciso, sin duda, modificar un regulación claramente superada desde muy distintos puntos
de vista. Esta Ley introduce los requerimientos y multas coercitivas dirigidas al cumplimiento
de los deberes de hacer y no hacer y se aparta así considerablemente de la inmediata
inclinación a la indemnización pecuniaria manifestada en la Ley de 1881. Sin embargo, se
evitan las constricciones excesivas, buscando el equilibrio entre el interés y la justicia de la
ejecución en sus propios términos, por un lado y, por otro, el respeto a la voluntad y el
realismo de no empeñarse en lograr coactivamente prestaciones a las que son inherentes
los rasgos personales del cumplimiento voluntario.

XVIII
En cuanto a las medidas cautelares, esta Ley las regula en un conjunto unitario de
preceptos, del que sólo se excluyen, por las razones que más adelante se dirán, los relativos
a las medidas específicas de algunos procesos civiles especiales. Se supera así una
lamentable situación, caracterizada por escasas e insuficientes normas, dispersas en la Ley
de 1881 y en otros muchos cuerpos legales.
El referido conjunto de preceptos no es, empero, el resultado de agrupar la regulación de
las medidas cautelares que pudieran considerarse "clásicas", estableciendo sus
presupuestos y su procedimiento. Esta Ley ha optado por sentar con claridad las
características generales de las medidas que pueden ser precisas para evitar que se frustre
la efectividad de una futura sentencia, perfilando unos presupuestos y requisitos igualmente
generales, de modo que resulte un régimen abierto de medidas cautelares y no un sistema
de número limitado o cerrado. Pero la generalidad y la amplitud no son vaguedad,
inconcreción o imprudencia. La Ley se apoya en doctrina y jurisprudencia sólidas y de
general aceptación.
El "fumus boni iuris" o apariencia de buen derecho, el peligro de la mora procesal y la
prestación de caución son, desde luego, factores fundamentales imprescindibles para la
adopción de medidas cautelares. La instrumentalidad de las medidas cautelares respecto de
la sentencia que pueda otorgar una concreta tutela y, por tanto, la accesoriedad y
provisionalidad de las medidas se garantizan suficientemente con normas adecuadas. Se

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

procura, con disposiciones concretas, que las medidas cautelares no se busquen por sí
mismas, como fin exclusivo o primordial de la actividad procesal. Pero ha de señalarse que
se establece su régimen de modo que los justiciables dispongan de medidas más enérgicas
que las que hasta ahora podían pedir. Se trata de que las medidas resulten en verdad
eficaces para lograr, no sólo que la sentencia de condena pueda ejecutarse de alguna
manera, sino para evitar que sea ilusoria, en sus propios términos.
Aunque necesarias para conjurar el "periculum in mora", las medidas cautelares no dejan
de entrañar, como es sabido, otros peligros y riesgos. De modo que es preciso también
regular cuidadosamente, y así se ha pretendido en esta Ley, la oposición a las medidas
cautelares, su razonable sustitución, revisión y modificación y las posibles contracautelas o
medidas que neutralicen o enerven las cautelares, haciéndolas innecesarias o menos
gravosas.
Las medidas cautelares pueden solicitarse antes de comenzar el proceso, junto con la
demanda o pendiente ya el litigio. Como regla, no se adoptan sin previa contradicción, pero
se prevé que, en casos justificados, puedan acordarse sin oír al sujeto pasivo de la medida
que se pretende. En dichos casos, se establece una oposición inmediatamente posterior. En
la audiencia previa o en la oposición, pero también más tarde, puede entrar en juego la
contracautela que sustituya la medida cautelar que se pretende o que ya se haya acordado.
Frente a alguna posición partidaria de atribuir el conocimiento y resolución acerca de las
medidas cautelares a un órgano jurisdiccional distinto del competente para el proceso
principal, la Ley opta por no separar la competencia, sin perjuicio de que no implique
sumisión, respecto del proceso, la actuación de la parte pasiva en el procedimiento relativo a
medidas solicitadas antes de la interposición de la demanda.
Esta opción no desconoce el riesgo de que la decisión sobre las medidas cautelares,
antes de la demanda o ya en el seno del proceso, genere algunos prejuicios o impresiones
en favor o en contra de la posición de una parte, que puedan influir en la sentencia. Pero,
además de que ese riesgo existe también al margen de las medidas cautelares, pues el
prejuicio podría generarse en la audiencia previa al juicio o tras la lectura de demanda y
contestación, esta Ley se funda en una doble consideración.
Considera la Ley, por un lado, que todos los Jueces y Magistrados están en condiciones
de superar impresiones provisionales para ir atendiendo imparcialmente a las sucesivas
pretensiones de las partes y para atenerse, en definitiva, a los hechos probados y al Derecho
que haya de aplicarse.
Y, por otra, no se pierde de vista que las medidas cautelares han de guardar siempre
relación con lo que se pretende en el proceso principal e incluso con vicisitudes y
circunstancias que pueden variar durante su pendencia, de suerte que es el órgano
competente para dicho proceso quien se encuentra en la situación más idónea para resolver,
en especial si se tiene en cuenta la posibilidad de alzamiento y modificación de las medidas
o de su sustitución por una equitativa contracautela. Todo esto, sin contar con la menor
complejidad procedimental que comporta no separar la competencia.

XIX
La Ley establece los procesos especiales imprescindibles.
En primer lugar, los que, con inequívocas e indiscutibles particularidades, han de servir
de cauce a los litigios en asuntos de capacidad, filiación y matrimoniales. Se trae así a la Ley
procesal común, terminando con una situación deplorable, lo que en ella debe estar, pero
que hasta ahora se ha debido rastrear o incluso deducir de disposiciones superlativamente
dispersas, oscuras y problemáticas.
En segundo lugar, los procesos de división judicial de patrimonios, rúbrica bajo la que se
regulan la división judicial de la herencia y el nuevo procedimiento para la liquidación del
régimen económico matrimonial, que permitirán solventar cuestiones de esa índole que no
se hayan querido o podido resolver sin contienda judicial. Y, por último, dos procesos en
cierto modo más novedosos que los anteriores: el juicio monitorio y el proceso cambiario.
Por lo que respecta a los procesos en que no rige el principio dispositivo o debe ser
matizada su influencia en razón de un indiscutible interés público inherente al objeto
procesal, la Ley no se limita a codificar, sino que, con pleno respeto a las reglas sustantivas,
de las que el proceso ha de ser instrumental, diseña procedimientos sencillos y presta

– 289 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

singular atención a los problemas reales mostrados por la experiencia. Destacables resultan
las medidas cautelares específicas que se prevén y que, en aras de las ventajas prácticas de
una regulación procesal agrupada y completa sobre estas materias, se insertan en estos
procesos especiales, en vez de llevarlas, conforme a criterios sistemáticos tal vez
teóricamente más perfectos, a la regulación general de tales medidas.
Para la división judicial de la herencia diseña la Ley un procedimiento mucho más simple
y menos costoso que el juicio de testamentaría de la Ley de 1881. Junto a este
procedimiento, se regula otro específicamente concebido para servir de cauce a la
liquidación judicial del régimen económico matrimonial, con el que se da respuesta a la
imperiosa necesidad de una regulación procesal clara en esta materia que se ha puesto
reiteradamente de manifiesto durante la vigencia de la legislación precedente.
En cuanto al proceso monitorio, la Ley confía en que, por los cauces de este
procedimiento, eficaces en varios países, tenga protección rápida y eficaz el crédito dinerario
líquido de muchos justiciables y, en especial, de profesionales y empresarios medianos y
pequeños.
En síntesis, este procedimiento se inicia mediante solicitud, para la que pueden
emplearse impresos o formularios, dirigida al Juzgado de Primera Instancia del domicilio del
deudor, sin necesidad de intervención de procurador y abogado. Punto clave de este
proceso es que con la solicitud se aporten documentos de los que resulte una base de
buena apariencia jurídica de la deuda. La ley establece casos generales y otros concretos o
típicos. Es de señalar que la eficacia de los documentos en el proceso monitorio se
complementa armónicamente con el reforzamiento de la eficacia de los genuinos títulos
ejecutivos extrajudiciales.
Si se trata de los documentos que la ley misma considera base de aquella apariencia o si
el tribunal así lo entiende, quien aparezca como deudor es inmediatamente colocado ante la
opción de pagar o "dar razones", de suerte que si el deudor no comparece o no se opone,
está suficientemente justificado despachar ejecución, como se dispone. En cambio, si se
"dan razones", es decir, si el deudor se opone, su discrepancia con el acreedor se sustancia
por los cauces procesales del juicio que corresponda según la cuantía de la deuda
reclamada. Este juicio es entendido como proceso ordinario y plenario y encaminado, por
tanto, a finalizar, en principio, mediante sentencia con fuerza de cosa juzgada.
Si el deudor no comparece o no se opone, se despacha ejecución según lo dispuesto
para las sentencias judiciales. En el seno de esta ejecución forzosa cabe la limitada
oposición prevista en su lugar, pero con la particularidad de que se cierra el paso a un
proceso ordinario en que se reclame la misma deuda o la devolución de lo que pudiera
obtenerse en la ejecución derivada del monitorio. Este cierre de las posibilidades de litigar es
conforme y coherente con la doble oportunidad de defensa que al deudor le asiste y resulta
necesario para dotar de eficacia al procedimiento monitorio.
Conviene advertir, por último, en cuanto al proceso monitorio, que la Ley no desconoce
la realidad de las regulaciones de otros países, en las que este cauce singular no está
limitado por razón de la cuantía. Pero se ha considerado más prudente, al introducir este
instrumento de tutela jurisdiccional en nuestro sistema procesal civil, limitar la cuantía a una
cifra razonable, que permite la tramitación de reclamaciones dinerarias no excesivamente
elevadas, aunque superiores al límite cuantitativo establecido para el juicio verbal.
El juicio cambiario, por su parte, no es sino el cauce procesal que merecen los créditos
documentados en letras de cambio, cheques y pagarés. Se trata de una protección
jurisdiccional singular, instrumental de lo dispuesto en la ley especial sobre esos
instrumentos del tráfico jurídico. La eficaz protección del crédito cambiario queda asegurada
por el inmediato embargo preventivo, que se convierte automáticamente en ejecutivo si el
deudor no formula oposición o si ésta es desestimada. Fuera de los casos de estimación de
la oposición, el embargo preventivo sólo puede alzarse ante la alegación fundada de
falsedad de la firma o de falta absoluta de representación, configurándose así, en esta Ley,
un sistema de tutela jurisdiccional del crédito cambiario de eficacia estrictamente equivalente
al de la legislación derogada.

– 290 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

XX
Mediante las disposiciones adicionales segunda y tercera se pretende, por un lado,
hacer posibles las actualizaciones y adaptaciones de cuantía que en el futuro sean
convenientes, entre las cuales la determinada por la plena implantación del euro y, por otra
parte, la efectiva disposición de nuevos medios materiales para la constancia de vistas,
audiencias y comparecencias.
En cuanto a la disposición adicional segunda, el mantenimiento de la cuantía en pesetas
junto a la cuantía en euros, en ciertos casos, obedece al propósito de facilitar la
determinación del procedimiento que se ha de seguir en primera instancia y la posibilidad de
acceso a algunos recursos, evitando tener que convertir a moneda europea las cuantías que
consten en documentos y registros, quizá largamente ajenas a dicha moneda, en que haya
de fundarse la cuantificación.
Las disposiciones transitorias prevén, conforme a criterios racionales de fácil
comprensión y aplicación, los problemas que se pueden suscitar en cuanto a los procesos
pendientes al tiempo de entrar en vigor la Ley, tras la vacación de un año prevista en la
correspondiente disposición final. El criterio general, que se va aplicando a los distintos
casos, es el de la más rápida efectividad de la nueva Ley.
La disposición derogatoria contiene gran número de normas, a consecuencia de la
misma naturaleza de esta Ley y de su empeño por evitar la simple cláusula derogatoria
general, conforme a lo dispuesto en el apartado segundo del artículo 2 del Código Civil. El
fácil expediente de la mera cláusula general no sólo es reprochable desde el punto de vista
de la técnica jurídica y, en concreto, de la legislativa, sino que genera con frecuencia graves
problemas.
En su primer apartado, la disposición derogatoria se refiere, en primer lugar, a la misma
Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, con necesarias excepciones temporales a la derogación
general, en razón de futuras Leyes reguladoras de la materia concursal, de la jurisdicción
voluntaria y de la cooperación jurídica internacional en materia civil.
Además, se derogan preceptos procesales hasta ahora de una veintena de leyes
distintas, así como, entre otros, el Decreto de 21 de noviembre de 1952, sobre normas
procesales de Justicia Municipal, y el Decreto-Ley sobre embargo de empresas, de 20 de
octubre de 1969. En numerosas ocasiones, esos preceptos son sustituidos por normas
nuevas en la presente Ley. Otras veces, se integran en ella. Y, en ciertos casos, son
modificados por medio de disposiciones finales, de diversa índole, a las que enseguida se
hará referencia.
En lo que afecta al Código Civil, ha de destacarse que, si bien se suprimen las normas
relativas a los medios de prueba, se mantienen aquellos preceptos relativos a los
documentos que pueden tener relevancia, y no pequeña, en el tráfico jurídico. Algunos de
esos preceptos que permanecen mencionan expresamente la prueba, pero, además de no
ser contradictorios, sino armónicos, con los de esta Ley, ha de entenderse que tratan de la
certeza y eficacia extrajudiciales. La raigambre de dichas normas ha aconsejado no
derogarlas, sin perjuicio de la posibilidad de que, en el futuro, sean perfeccionadas.
En cuanto a las disposiciones finales, algunas se limitan a poner en consonancia las
remisiones de leyes especiales a la Ley de Enjuiciamiento Civil. Otras, en cambio, modifican
la redacción de ciertos preceptos en razón de las innovaciones contenidas en esta Ley. Tal
es el caso, por ejemplo, de ciertos apartados del artículo 15 y de la disposición adicional
primera de la Ley de Venta a Plazos de Bienes Muebles. Introducido en nuestro
ordenamiento el proceso monitorio y contempladas expresamente en la ley las deudas por
plazos impagados contra lo previsto en los contratos regulados en dicha ley, parece obligado
que la virtualidad consistente en llevar aparejada ejecución, atribuida a ciertos títulos, haya
de acomodarse a lo dispuesto para ésta.
La modificación del artículo 11 de la Ley de Arbitraje viene exigida por el cambio en el
tratamiento procesal de la jurisdicción que la presente Ley opera. Pero, además, ha de
contribuir a reforzar la eficacia de la institución arbitral, pues será posible, en adelante, que la
sumisión a árbitros se haga valer dentro del proceso judicial de modo que el tribunal se
abstenga de conocer al comienzo, y no al final, de dicho proceso, como ocurría a
consecuencia de configurar como excepción dilatoria la alegación de compromiso.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Las reformas en la Ley Hipotecaria, estudiadas con singular detenimiento, buscan


cohonestar la regulación de esta Ley con la mayor integridad y claridad de aquélla. Son
necesarios también ciertos cambios en las leyes procesales laboral y penal, regulando de
modo completo la abstención y recusación en los correspondientes procesos y algunos otros
extremos concretos. En la ley procesal penal, resulta oportuno modificar el precepto relativo
a los días y horas hábiles para las actuaciones judiciales de instrucción.
En la línea seguida por esta Ley en el sentido de facilitar la prestación de cauciones o la
constitución de depósitos, se reforma la disposición adicional de la Ley sobre
Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor. Lo que importa a la
Administración de Justicia, en razón de los legítimos derechos e intereses de muchos
justiciables, no es que otros justiciables dispongan de dinero en efectivo para destinarlo a
depósitos y cauciones, sino que, en su momento, unas determinadas sumas de dinero
puedan inmediatamente destinarse a las finalidades que la ley establezca.

TÍTULO PRELIMINAR
De las normas procesales y su aplicación

Artículo 1. Principio de legalidad procesal.


En los procesos civiles, los tribunales y quienes ante ellos acudan e intervengan deberán
actuar con arreglo a lo dispuesto en esta Ley.

Artículo 2. Aplicación en el tiempo de las normas procesales civiles.


Salvo que otra cosa se establezca en disposiciones legales de Derecho transitorio, los
asuntos que correspondan a los tribunales civiles se sustanciarán siempre por éstos con
arreglo a las normas procesales vigentes, que nunca serán retroactivas.

Artículo 3. Ámbito territorial de las normas procesales civiles.


Con las solas excepciones que puedan prever los Tratados y Convenios internacionales,
los procesos civiles que se sigan en el territorio nacional se regirán únicamente por las
normas procesales españolas.

Artículo 4. Carácter supletorio de la Ley de Enjuiciamiento Civil.


En defecto de disposiciones en las leyes que regulan los procesos penales, contencioso-
administrativos, laborales y militares, serán de aplicación, a todos ellos, los preceptos de la
presente Ley.

LIBRO I
De las disposiciones generales relativas a los juicios civiles

TÍTULO I
De la comparecencia y actuación en juicio

Artículo 5. Clases de tutela jurisdiccional.


1. Se podrá pretender de los tribunales la condena a determinada prestación, la
declaración de la existencia de derechos y de situaciones jurídicas, la constitución,
modificación o extinción de estas últimas, la ejecución, la adopción de medidas cautelares y
cualquier otra clase de tutela que esté expresamente prevista por la ley.
2. Las pretensiones a que se refiere el apartado anterior se formularán ante el tribunal
que sea competente y frente a los sujetos a quienes haya de afectar la decisión pretendida.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO I
De la capacidad para ser parte, la capacidad procesal y la legitimación

Artículo 6. Capacidad para ser parte.


1. Podrán ser parte en los procesos ante los tribunales civiles:
1.º Las personas físicas.
2.º El concebido no nacido, para todos los efectos que le sean favorables.
3.º Las personas jurídicas.
4.º Las masas patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan transitoriamente
de titular o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de disposición y administración.
5.º Las entidades sin personalidad jurídica a las que la ley reconozca capacidad para ser
parte.
6.º El Ministerio Fiscal, respecto de los procesos en que, conforme a la ley, haya de
intervenir como parte.
7.º Los grupos de consumidores o usuarios afectados por un hecho dañoso cuando los
individuos que lo compongan estén determinados o sean fácilmente determinables. Para
demandar en juicio será necesario que el grupo se constituya con la mayoría de los
afectados.
8.º Las entidades habilitadas conforme a la normativa comunitaria europea para el
ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y de los intereses
difusos de los consumidores y usuarios.
2. Sin perjuicio de la responsabilidad que, conforme a la ley, pueda corresponder a los
gestores o a los partícipes, podrán ser demandadas, en todo caso, las entidades que, no
habiendo cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas
jurídicas, estén formadas por una pluralidad de elementos personales y patrimoniales
puestos al servicio de un fin determinado.

Artículo 7. Comparecencia en juicio y representación.


1. Sólo podrán comparecer en juicio los que estén en el pleno ejercicio de sus derechos
civiles.
2. Las personas físicas que no se hallen en el caso del apartado anterior habrán de
comparecer mediante la representación o con la asistencia, la autorización, la habilitación o
el defensor exigidos por la ley.
3. Por los concebidos y no nacidos comparecerán las personas que legítimamente los
representarían si ya hubieren nacido.
4. Por las personas jurídicas comparecerán quienes legalmente las representen.
5. Las masas patrimoniales o patrimonios separados a que se refiere el número 4.º del
apartado 1 del artículo anterior comparecerán en juicio por medio de quienes, conforme a la
ley, las administren.
6. Las entidades sin personalidad a que se refiere el número 5.º del apartado 1 del
artículo anterior comparecerán en juicio por medio de las personas a quienes la ley, en cada
caso, atribuya la representación en juicio de dichas entidades.
7. Por las entidades sin personalidad a que se refiere el número 7.º del apartado 1 y el
apartado 2 del artículo anterior comparecerán en juicio las personas que, de hecho o en
virtud de pactos de la entidad, actúen en su nombre frente a terceros.
8. Las limitaciones a la capacidad de quienes estén sometidos a concurso y los modos
de suplir las se regirán por lo establecido en la Ley Concursal.

Artículo 8. Integración de la capacidad procesal.


1. Cuando la persona física se encuentre en el caso del apartado segundo del artículo
anterior y no hubiere persona que legalmente la represente o asista para comparecer en
juicio, el tribunal le nombrará, mediante providencia, un defensor judicial, que asumirá su
representación y defensa hasta que se designe a aquella persona.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. En el caso a que se refiere el apartado anterior y en los demás en que haya de


nombrarse un defensor judicial al demandado, el Ministerio Fiscal asumirá la representación
y defensa de éste hasta que se produzca el nombramiento de aquél.
En todo caso, el proceso quedará en suspenso mientras no conste la intervención del
Ministerio Fiscal.

Artículo 9. Apreciación de oficio de la falta de capacidad.


La falta de capacidad para ser parte y de capacidad procesal podrá ser apreciada de
oficio por el tribunal en cualquier momento del proceso.

Artículo 10. Condición de parte procesal legítima.


Serán considerados partes legítimas quienes comparezcan y actúen en juicio como
titulares de la relación jurídica u objeto litigioso.
Se exceptúan los casos en que por ley se atribuya legitimación a persona distinta del
titular.

Artículo 11. Legitimación para la defensa de derechos e intereses de consumidores y


usuarios.
1. Sin perjuicio de la legitimación individual de los perjudicados, las asociaciones de
consumidores y usuarios legalmente constituidas estarán legitimadas para defender en juicio
los derechos e intereses de sus asociados y los de la asociación, así como los intereses
generales de los consumidores y usuarios.
2. Cuando los perjudicados por un hecho dañoso sean un grupo de consumidores o
usuarios cuyos componentes estén perfectamente determinados o sean fácilmente
determinables, la legitimación para pretender la tutela de esos intereses colectivos
corresponde a las asociaciones de consumidores y usuarios, a las entidades legalmente
constituidas que tengan por objeto la defensa o protección de éstos, así como a los propios
grupos de afectados.
3. Cuando los perjudicados por un hecho dañoso sean una pluralidad de consumidores o
usuarios indeterminada o de difícil determinación, la legitimación para demandar en juicio la
defensa de estos intereses difusos corresponderá exclusivamente a las asociaciones de
consumidores y usuarios que, conforme a la Ley, sean representativas.
4. Asimismo, el Ministerio Fiscal y las entidades habilitadas a las que se refiere el artículo
6.1.8.º estarán legitimadas para el ejercicio de la acción de cesación para la defensa de los
intereses colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios.

Artículo 11 bis. Legitimación para la defensa del derecho a la igualdad de trato entre


mujeres y hombres.
1. Para la defensa del derecho de igualdad de trato entre mujeres y hombres, además de
los afectados y siempre con su autorización, estarán también legitimados los sindicatos y las
asociaciones legalmente constituidas cuyo fin primordial sea la defensa de la igualdad de
trato entre mujeres y hombres, respecto de sus afiliados y asociados, respectivamente.
2. Cuando los afectados sean una pluralidad de personas indeterminada o de difícil
determinación, la legitimación para demandar en juicio la defensa de estos intereses difusos
corresponderá exclusivamente a los organismos públicos con competencia en la materia, a
los sindicatos más representativos y a las asociaciones de ámbito estatal cuyo fin primordial
sea la igualdad entre mujeres y hombres, sin perjuicio, si los afectados estuvieran
determinados, de su propia legitimación procesal.
3. La persona acosada será la única legitimada en los litigios sobre acoso sexual y acoso
por razón de sexo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO II
De la pluralidad de partes

Artículo 12. Litisconsorcio.
1. Podrán comparecer en juicio varias personas, como demandantes o como
demandados, cuando las acciones que se ejerciten provengan de un mismo título o causa de
pedir.
2. Cuando por razón de lo que sea objeto del juicio la tutela jurisdiccional solicitada sólo
pueda hacerse efectiva frente a varios sujetos conjuntamente considerados, todos ellos
habrán de ser demandados, como litisconsortes, salvo que la ley disponga expresamente
otra cosa.

Artículo 13. Intervención de sujetos originariamente no demandantes ni demandados.


1. Mientras se encuentre pendiente un proceso, podrá ser admitido como demandante o
demandado, quien acredite tener interés directo y legítimo en el resultado del pleito. En
particular, cualquier consumidor o usuario podrá intervenir en los procesos instados por las
entidades legalmente reconocidas para la defensa de los intereses de aquéllos.
2. La solicitud de intervención no suspenderá el curso del procedimiento. El tribunal
resolverá por medio de auto, previa audiencia de las partes personadas, en el plazo común
de diez días.
3. Admitida la intervención, no se retrotraerán las actuaciones, pero el interviniente será
considerado parte en el proceso a todos los efectos y podrá defender las pretensiones
formuladas por su litisconsorte o las que el propio interviniente formule, si tuviere
oportunidad procesal para ello, aunque su litisconsorte renuncie, se allane, desista o se
aparte del procedimiento por cualquier otra causa.
También se permitirán al interviniente las alegaciones necesarias para su defensa, que
no hubiere efectuado por corresponder a momentos procesales anteriores a su admisión en
el proceso. De estas alegaciones el Secretario judicial dará traslado, en todo caso, a las
demás partes, por plazo de cinco días.
El interviniente podrá, asimismo, utilizar los recursos que procedan contra las
resoluciones que estime perjudiciales a su interés, aunque las consienta su litisconsorte.

Artículo 14. Intervención provocada.


1. En caso de que la ley permita que el demandante llame a un tercero para que
intervenga en el proceso sin la cualidad de demandado, la solicitud de intervención deberá
realizarse en la demanda, salvo que la ley disponga expresamente otra cosa. Admitida por el
tribunal la entrada en el proceso del tercero, éste dispondrá de las mismas facultades de
actuación que la ley concede a las partes.
2. Cuando la ley permita al demandado llamar a un tercero para que intervenga en el
proceso, se procederá conforme a las siguientes reglas:
1.ª El demandado solicitará del Tribunal que sea notificada al tercero la pendencia del
juicio. La solicitud deberá presentarse dentro del plazo otorgado para contestar a la
demanda o, cuando se trate de juicio verbal, al menos cinco días antes de la vista.
2.ª El Secretario judicial ordenará la interrupción del plazo para contestar a la demanda o
la suspensión del acto de juicio caso de que fuera verbal y acordará oír al demandante en el
plazo de diez días, resolviendo el Tribunal mediante auto lo que proceda.
3.ª El plazo concedido al demandado para contestar a la demanda se reanudará con la
notificación al demandado de la desestimación de su petición o, si es estimada, con el
traslado del escrito de contestación presentado por el tercero y, en todo caso, al expirar el
plazo concedido a este último para contestar a la demanda. Si se tratase de un juicio verbal
y el Tribunal hubiera estimado la solicitud, el Secretario judicial hará nuevo señalamiento
para la vista, citando a las partes y al tercero llamado al proceso.
4.ª Si comparecido el tercero, el demandado considerase que su lugar en el proceso
debe ser ocupado por aquél, se procederá conforme a lo dispuesto en el artículo 18.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

5.ª Caso de que en la sentencia resultase absuelto el tercero, las costas se podrán
imponer a quien solicitó su intervención con arreglo a los criterios generales del artículo 394
de esta ley.

Artículo 15. Publicidad e intervención en procesos para la protección de derechos e


intereses colectivos y difusos de consumidores y usuarios.
1. En los procesos promovidos por asociaciones o entidades constituidas para la
protección de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios, o por los grupos de
afectados, se llamará al proceso a quienes tengan la condición de perjudicados por haber
sido consumidores del producto o usuarios del servicio que dio origen al proceso, para que
hagan valer su derecho o interés individual. Este llamamiento se hará por el Secretario
judicial publicando la admisión de la demanda en medios de comunicación con difusión en el
ámbito territorial en el que se haya manifestado la lesión de aquellos derechos o intereses.
El Ministerio Fiscal será parte en estos procesos cuando el interés social lo justifique. El
tribunal que conozca de alguno de estos procesos comunicará su iniciación al Ministerio
Fiscal para que valore la posibilidad de su personación.
2. Cuando se trate de un proceso en el que estén determinados o sean fácilmente
determinables los perjudicados por el hecho dañoso, el demandante o demandantes
deberán haber comunicado previamente su propósito de presentación de la demanda a
todos los interesados. En este caso, tras el llamamiento, el consumidor o usuario podrá
intervenir en el proceso en cualquier momento, pero sólo podrá realizar los actos procesales
que no hubieran precluido.
3. Cuando se trate de un proceso en el que el hecho dañoso perjudique a una pluralidad
de personas indeterminadas o de difícil determinación, el llamamiento suspenderá el curso
del proceso por un plazo que no excederá de dos meses y que el Secretario judicial
determinará en cada caso atendiendo a las circunstancias o complejidad del hecho y a las
dificultades de determinación y localización de los perjudicados. El proceso se reanudará
con la intervención de todos aquellos consumidores que hayan acudido al llamamiento, no
admitiéndose la personación individual de consumidores o usuarios en un momento
posterior, sin perjuicio de que éstos puedan hacer valer sus derechos o intereses conforme a
lo dispuesto en los artículos 221 y 519 de esta ley.
4. Quedan exceptuados de lo dispuesto en los apartados anteriores los procesos
iniciados mediante el ejercicio de una acción de cesación para la defensa de los intereses
colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios.

Artículo 15 bis. Intervención en procesos de defensa de la competencia.


1. La Comisión Europea, la Comisión Nacional de la Competencia y los órganos
competentes de las Comunidades Autónomas en el ámbito de sus competencias podrán
intervenir, sin tener la condición de parte, por propia iniciativa o a instancia del órgano
judicial, mediante la aportación de información o presentación de observaciones escritas
sobre cuestiones relativas a la aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la
Comunidad Europea o los artículos 1 y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia. Con la
venia del correspondiente órgano judicial, podrán presentar también observaciones verbales.
A estos efectos, podrán solicitar al órgano jurisdiccional competente que les remita o haga
remitir todos los documentos necesarios para realizar una valoración del asunto de que se
trate.
La aportación de información no alcanzará a los datos o documentos obtenidos en el
ámbito de las circunstancias de aplicación de la exención o reducción del importe de las
multas previstas en los artículos 65 y 66 de la Ley de Defensa de la Competencia.
2. La Comisión Europea, la Comisión Nacional de la Competencia y los órganos
competentes de las Comunidades Autónomas aportarán la información o presentarán las
observaciones previstas en el número anterior diez días antes de la celebración del acto del
juicio a que se refiere el artículo 433 de esta Ley o dentro del plazo de oposición o
impugnación del recurso interpuesto.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO III
De la sucesión procesal

Artículo 16. Sucesión procesal por muerte.


1. Cuando se transmita mortis causa lo que sea objeto del juicio, la persona o personas
que sucedan al causante podrán continuar ocupando en dicho juicio la misma posición que
éste, a todos los efectos.
Comunicada la defunción de cualquier litigante por quien deba sucederle, el Secretario
judicial acordará la suspensión del proceso y dará traslado a las demás partes. Acreditados
la defunción y el título sucesorio y cumplidos los trámites pertinentes, el Secretario judicial
tendrá, en su caso, por personado al sucesor en nombre del litigante difunto, teniéndolo el
Tribunal en cuenta en la sentencia que dicte.
2. Cuando la defunción de un litigante conste al Tribunal que conoce del asunto y no se
personare el sucesor en el plazo de los cinco días siguientes, el Secretario judicial por medio
de diligencia de ordenación permitirá a las demás partes pedir, con identificación de los
sucesores y de su domicilio o residencia, que se les notifique la existencia del proceso,
emplazándoles para comparecer en el plazo de diez días.
En la misma resolución del Secretario judicial por la que se acuerde la notificación, se
acordará la suspensión del proceso hasta que comparezcan los sucesores o finalice el plazo
para la comparecencia.
3. Cuando el litigante fallecido sea el demandado y las demás partes no conocieren a los
sucesores o éstos no pudieran ser localizados o no quisieran comparecer, el proceso seguirá
adelante, declarándose por el Secretario judicial la rebeldía de la parte demandada.
Si el litigante fallecido fuese el demandante y sus sucesores no se personasen por
cualquiera de las dos primeras circunstancias expresadas en el párrafo anterior, se dictará
por el Secretario judicial decreto en el que teniendo por desistido al demandante, se ordene
el archivo de las actuaciones, salvo que el demandado se opusiere, en cuyo caso se aplicará
lo dispuesto en el apartado tercero del artículo 20. Si la no personación de los sucesores se
debiese a que no quisieran comparecer, se entenderá que la parte demandante renuncia a la
acción ejercitada.

Artículo 17. Sucesión por transmisión del objeto litigioso.


1. Cuando se haya transmitido, pendiente un juicio, lo que sea objeto del mismo, el
adquirente podrá solicitar, acreditando la transmisión, que se le tenga como parte en la
posición que ocupaba el transmitente. El Secretario judicial dictará diligencia de ordenación
por la que acordará la suspensión de las actuaciones y otorgará un plazo de diez días a la
otra parte para que alegue lo que a su derecho convenga.
Si ésta no se opusiere dentro de dicho plazo, el Secretario judicial, mediante decreto,
alzará la suspensión y dispondrá que el adquiriente ocupe en el juicio la posición que el
transmitente tuviese en él.
2. Si dentro del plazo concedido en el apartado anterior la otra parte manifestase su
oposición a la entrada en el juicio del adquirente, el tribunal resolverá por medio de auto lo
que estime procedente.
No se accederá a la pretensión cuando dicha parte acredite que le competen derechos o
defensas que, en relación con lo que sea objeto del juicio, solamente puede hacer valer
contra la parte transmitente, o un derecho a reconvenir, o que pende una reconvención, o si
el cambio de parte pudiera dificultar notoriamente su defensa.
Cuando no se acceda a la pretensión del adquirente, el transmitente continuará en el
juicio, quedando a salvo las relaciones jurídicas privadas que existan entre ambos.
3. La sucesión procesal derivada de la enajenación de bienes y derechos litigiosos en
procedimientos de concurso se regirá por lo establecido en la Ley Concursal. En estos
casos, la otra parte podrá oponer eficazmente al adquirente cuantos derechos y excepciones
le correspondieran frente al concursado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 18. Sucesión en los casos de intervención provocada.


En el caso a que se refiere la regla 4.ª del apartado 2 del artículo 14, de la solicitud
presentada por el demandado se dará traslado por el Secretario judicial a las demás partes
para que aleguen lo que a su derecho convenga, por plazo de cinco días, decidiendo a
continuación el Tribunal por medio de auto, lo que resulte procedente en orden a la
conveniencia o no de la sucesión.

CAPÍTULO IV
Del poder de disposición de las partes sobre el proceso y sobre sus
pretensiones

Artículo 19. Derecho de disposición de los litigantes. Transacción y suspensión.


1. Los litigantes están facultados para disponer del objeto del juicio y podrán renunciar,
desistir del juicio, allanarse, someterse a mediación o a arbitraje y transigir sobre lo que sea
objeto del mismo, excepto cuando la ley lo prohíba o establezca limitaciones por razones de
interés general o en beneficio de tercero.
2. Si las partes pretendieran una transacción judicial y el acuerdo o convenio que
alcanzaren fuere conforme a lo previsto en el apartado anterior, será homologado por el
tribunal que esté conociendo del litigio al que se pretenda poner fin.
3. Los actos a que se refieren los apartados anteriores podrán realizarse, según su
naturaleza, en cualquier momento de la primera instancia o de los recursos o de la ejecución
de sentencia.
4. Asimismo, las partes podrán solicitar la suspensión del proceso, que será acordada
por el Secretario judicial mediante decreto siempre que no perjudique al interés general o a
tercero y que el plazo de la suspensión no supere los sesenta días.

Artículo 20. Renuncia y desistimiento.


1. Cuando el actor manifieste su renuncia a la acción ejercitada o al derecho en que
funde su pretensión, el tribunal dictará sentencia absolviendo al demandado, salvo que la
renuncia fuese legalmente inadmisible. En este caso, se dictará auto mandando seguir el
proceso adelante.
2. El demandante podrá desistir unilateralmente del juicio antes de que el demandado
sea emplazado para contestar a la demanda o citado para juicio. También podrá desistir
unilateralmente, en cualquier momento, cuando el demandado se encontrare en rebeldía.
3. Emplazado el demandado, del escrito de desistimiento se le dará traslado por plazo de
diez días.
Si el demandado prestare su conformidad al desistimiento o no se opusiere a él dentro
del plazo expresado en el párrafo anterior, por el Secretario judicial se dictará decreto
acordando el sobreseimiento y el actor podrá promover nuevo juicio sobre el mismo objeto.
Si el demandado se opusiera al desistimiento, el Juez resolverá lo que estime oportuno.

Artículo 21. Allanamiento.
1. Cuando el demandado se allane a todas las pretensiones del actor, el tribunal dictará
sentencia condenatoria de acuerdo con lo solicitado por éste, pero si el allanamiento se
hiciera en fraude de ley o supusiera renuncia contra el interés general o perjuicio de tercero,
se dictará auto rechazándolo y seguirá el proceso adelante.
2. Cuando se trate de un allanamiento parcial el tribunal, a instancia del demandante,
podrá dictar de inmediato auto acogiendo las pretensiones que hayan sido objeto de dicho
allanamiento. Para ello será necesario que, por la naturaleza de dichas pretensiones, sea
posible un pronunciamiento separado que no prejuzgue las restantes cuestiones no
allanadas, respecto de las cuales continuará el proceso. Este auto será ejecutable conforme
a lo establecido en los artículos 517 y siguientes de esta Ley.
3. Si el allanamiento resultase del compromiso con efectos de transacción previsto en el
apartado 3 del artículo 437 para los juicios de desahucio por falta de pago de rentas o
cantidades debidas, o por expiración legal o contractual del plazo, la resolución que

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

homologue la transacción declarará que, de no cumplirse con el plazo del desalojo


establecido en la transacción, ésta quedará sin efecto, y que se llevará a cabo el
lanzamiento sin más trámite y sin notificación alguna al condenado, en el día y hora fijadas
en la citación si ésta es de fecha posterior, o en el día y hora que se señale en dicha
resolución.

Artículo 22. Terminación del proceso por satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida


de objeto. Caso especial de enervación del desahucio.
1. Cuando, por circunstancias sobrevenidas a la demanda y a la reconvención, dejare de
haber interés legítimo en obtener la tutela judicial pretendida, porque se hayan satisfecho,
fuera del proceso, las pretensiones del actor y, en su caso, del demandado reconviniente o
por cualquier otra causa, se pondrá de manifiesto esta circunstancia y, si hubiere acuerdo de
las partes, se decretará por el Secretario judicial la terminación del proceso, sin que proceda
condena en costas.
2. Si alguna de las partes sostuviere la subsistencia de interés legítimo, negando
motivadamente que se haya dado satisfacción extraprocesal a sus pretensiones o con otros
argumentos, el Secretario judicial convocará a las partes, en el plazo de diez días, a una
comparecencia ante el Tribunal que versará sobre ese único objeto.
Terminada la comparecencia, el tribunal decidirá mediante auto, dentro de los diez días
siguientes, si procede, o no, continuar el juicio, imponiéndose las costas de estas
actuaciones a quien viere rechazada su pretensión.
3. Contra el auto que ordene la continuación del juicio no cabrá recurso alguno. Contra el
que acuerde su terminación, cabrá recurso de apelación.
4. Los procesos de desahucio de finca urbana o rústica por falta de pago de las rentas o
cantidades debidas por el arrendatario terminarán mediante decreto dictado al efecto por el
secretario judicial si, requerido aquél en los términos previstos en el apartado 3 del artículo
440, paga al actor o pone a su disposición en el Tribunal o notarialmente, dentro del plazo
conferido en el requerimiento, el importe de las cantidades reclamadas en la demanda y el
de las que adeude en el momento de dicho pago enervador del desahucio. Si el demandante
se opusiera a la enervación por no cumplirse los anteriores requisitos, se citará a las partes a
la vista prevenida en el artículo 443 de esta Ley, tras la cual el Juez dictará sentencia por la
que declarará enervada la acción o, en otro caso, estimará la demanda habiendo lugar al
desahucio.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación cuando el arrendatario hubiera
enervado el desahucio en una ocasión anterior, excepto que el cobro no hubiera tenido lugar
por causas imputables al arrendador, ni cuando el arrendador hubiese requerido de pago al
arrendatario por cualquier medio fehaciente con, al menos, treinta días de antelación a la
presentación de la demanda y el pago no se hubiese efectuado al tiempo de dicha
presentación.
5. La resolución que declare enervada la acción de desahucio condenará al arrendatario
al pago de las costas devengadas, salvo que las rentas y cantidades debidas no se hubiesen
cobrado por causas imputables al arrendador.

CAPÍTULO V
De la representación procesal y la defensa técnica

Artículo 23. Intervención de procurador.


1. La comparecencia en juicio será por medio de procurador legalmente habilitado para
actuar en el tribunal que conozca del juicio.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, podrán los litigantes comparecer por
sí mismos:
1.º En los juicios verbales cuya cuantía no exceda de 2.000 euros y para la petición
inicial de los procedimientos monitorios, conforme a lo previsto en esta Ley.
2.º En los juicios universales, cuando se limite la comparecencia a la presentación de
títulos de crédito o derechos, o para concurrir a Juntas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3.º En los incidentes relativos a impugnación de resoluciones en materia de asistencia


jurídica gratuita y cuando se soliciten medidas urgentes con anterioridad al juicio.
3. El procurador legalmente habilitado podrá comparecer en cualquier tipo de procesos
sin necesidad de abogado, cuando lo realice a los solos efectos de oír y recibir actos de
comunicación y efectuar comparecencias de carácter no personal de los representados que
hayan sido solicitados por el Juez, Tribunal o Secretario judicial. Al realizar dichos actos no
podrá formular solicitud alguna. Es incompatible el ejercicio simultáneo de las profesiones de
abogado y procurador de los Tribunales.

Artículo 24. Apoderamiento del procurador.


1. El poder en que la parte otorgue su representación al procurador habrá de estar
autorizado por notario o ser conferido por comparecencia ante el Secretario judicial de
cualquier Oficina judicial.
2. La escritura de poder se acompañará al primer escrito que el procurador presente o,
en su caso, al realizar la primera actuación; y el otorgamiento "apud acta" deberá ser
efectuado al mismo tiempo que la presentación del primer escrito o, en su caso, antes de la
primera actuación, sin necesidad de que a dicho otorgamiento concurra el procurador.

Artículo 25. Poder general y poder especial.


1. El poder general para pleitos facultará al procurador para realizar válidamente, en
nombre de su poderdante, todos los actos procesales comprendidos, de ordinario, en la
tramitación de aquéllos.
El poderdante podrá, no obstante, excluir del poder general asuntos y actuaciones para
las que la ley no exija apoderamiento especial. La exclusión habrá de ser consignada
expresa e inequívocamente.
2. Será necesario poder especial:
1.º Para la renuncia, la transacción, el desistimiento, el allanamiento, el sometimiento a
arbitraje y las manifestaciones que puedan comportar sobreseimiento del proceso por
satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida de objeto.
2.º Para ejercitar las facultades que el poderdante hubiera excluido del poder general,
conforme a lo dispuesto en el apartado anterior.
3.º En todos los demás casos en que así lo exijan las leyes.
3. No podrán realizarse mediante procurador los actos que, conforme a la ley, deban
efectuarse personalmente por los litigantes.

Artículo 26. Aceptación del poder. Deberes del procurador.


1. La aceptación del poder se presume por el hecho de usar de él el procurador.
2. Aceptado el poder, el procurador quedará obligado:
1.º A seguir el asunto mientras no cese en su representación por alguna de las causas
expresadas en el artículo 30. Le corresponde la obligación de colaborar con los órganos
jurisdiccionales para la subsanación de los defectos procesales así como la realización de
todas aquellas actuaciones que resulten necesarias para el impulso y la buena marcha del
proceso.
2.º A transmitir al abogado elegido por su cliente o por él mismo, cuando a esto se
extienda el poder, todos los documentos, antecedentes o instrucciones que se le remitan o
pueda adquirir, haciendo cuanto conduzca a la defensa de los intereses de su poderdante,
bajo la responsabilidad que las leyes imponen al mandatario.
Cuando no tuviese instrucciones o fueren insuficientes las remitidas por el poderdante,
hará lo que requiera la naturaleza o índole del asunto.
3.º A tener al poderdante y al abogado siempre al corriente del curso del asunto que se
le hubiere confiado, pasando al segundo copias de todas las resoluciones que se le
notifiquen y de los escritos y documentos que le sean trasladados por el tribunal o por los
procuradores de las demás partes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4.º A trasladar los escritos de su poderdante y de su letrado a los procuradores de las


restantes partes en la forma prevista en el artículo 276.
5.º A recoger del abogado que cese en la dirección de un asunto las copias de los
escritos y documentos y demás antecedentes que se refieran a dicho asunto, para
entregarlos al que se encargue de continuarlo o al poderdante.
6.º A comunicar de manera inmediata al tribunal la imposibilidad de cumplir alguna
actuación que tenga encomendada.
7.º A pagar todos los gastos que se causaren a su instancia, excepto los honorarios de
los abogados y los correspondientes a los peritos, salvo que el poderdante le haya
entregado los fondos necesarios para su abono.
8.º A la realización de los actos de comunicación y otros actos de cooperación con la
Administración de Justicia que su representado le solicite, o en interés de éste cuando así se
acuerde en el transcurso del procedimiento judicial por el Secretario judicial, de conformidad
con lo previsto en las leyes procesales.
9.º A acudir a los juzgados y tribunales ante los que ejerza la profesión, a las salas de
notificaciones y servicios comunes, durante el período hábil de actuaciones.

Artículo 27. Derecho supletorio sobre apoderamiento.


A falta de disposición expresa sobre las relaciones entre el poderdante y el procurador,
regirán las normas establecidas para el contrato de mandato en la legislación civil aplicable.

Artículo 28. Representación pasiva del procurador.


1. Mientras se halle vigente el poder, el procurador oirá y firmará los emplazamientos,
citaciones, requerimientos y notificaciones de todas clases, incluso las de sentencias que se
refieran a su parte, durante el curso del asunto y hasta que quede ejecutada la sentencia,
teniendo estas actuaciones la misma fuerza que si interviniere en ellas directamente el
poderdante sin que le sea lícito pedir que se entiendan con éste.
2. También recibirá el procurador, a efectos de notificación y plazos o términos, las
copias de los escritos y documentos que los procuradores de las demás partes le entreguen
en la forma establecida en el artículo 276.
3. En todos los edificios judiciales que sean sede de tribunales civiles existirá un servicio
de recepción de notificaciones organizado por el Colegio de Procuradores. La recepción por
dicho servicio de las notificaciones y de las copias de escritos y documentos que sean
entregados por los procuradores para su traslado a los de las demás partes, surtirá plenos
efectos. En la copia que se diligencie para hacer constar la recepción se expresará el
número de copias entregadas y el nombre de los procuradores a quienes están destinadas.
4. Se exceptúan de lo establecido en los apartados anteriores los traslados,
emplazamientos, citaciones y requerimientos que la ley disponga que se practiquen a los
litigantes en persona.

Artículo 29. Provisión de fondos.


1. El poderdante está obligado a proveer de fondos al procurador, conforme a lo
establecido por la legislación civil aplicable para el contrato de mandato.
2. Si, después de iniciado un proceso, el poderdante no habilitare a su procurador con
los fondos necesarios para continuarlo, podrá éste pedir que sea aquél apremiado a
verificarlo.
Esta pretensión se deducirá ante el Tribunal que estuviere conociendo del asunto.
Deducida dicha pretensión, por el Secretario judicial se dará traslado al poderdante por el
plazo de diez días y el Secretario judicial resolverá mediante decreto lo que proceda, fijando,
en su caso, la cantidad que estime necesaria y el plazo en que haya de entregarse, bajo
apercibimiento de apremio.

Artículo 30. Cesación del procurador.


1. Cesará el procurador en su representación:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.º Por la revocación expresa o tácita del poder, luego que conste en los autos. Se
entenderá revocado tácitamente el poder por el nombramiento posterior de otro procurador
que se haya personado en el asunto.
Si, en este último caso, el procurador que viniere actuando en el juicio suscitare cuestión
sobre la efectiva existencia o sobre la validez de la representación que se atribuya el que
pretenda sustituirle, previa audiencia de la persona o personas que aparezcan como
otorgantes de los respectivos poderes, se resolverá la cuestión por medio de decreto.
2.º Por renuncia voluntaria o por cesar en la profesión o ser sancionado con la
suspensión en su ejercicio. En los dos primeros casos, estará el procurador obligado a poner
el hecho, con anticipación y de modo fehaciente, en conocimiento de su poderdante y del
Tribunal. En caso de suspensión, el Colegio de Procuradores correspondiente lo hará saber
al Tribunal.
Mientras no acredite en los autos la renuncia o la cesación y se le tenga por renunciante
o cesante, no podrá el procurador abandonar la representación de su poderdante, en la que
habrá de continuar hasta que éste provea a la designación de otro dentro del plazo de diez
días.
Transcurridos éstos sin que se haya designado nuevo procurador, el Secretario judicial
dictará resolución en la que tendrá a aquél por definitivamente apartado de la representación
que venía ostentando.
3.º Por fallecimiento del poderdante o del procurador.
En el primer caso, estará el procurador obligado a poner el hecho en conocimiento del
Tribunal, acreditando en forma el fallecimiento y, si no presentare nuevo poder de los
herederos o causahabientes del finado, se estará a lo dispuesto en el artículo 16.
Cuando fallezca el procurador, el Secretario judicial hará saber al poderdante la
defunción, a fin de que proceda a la designación de nuevo procurador en el plazo de diez
días.
4.º Por separarse el poderdante de la pretensión o de la oposición que hubiere formulado
y, en todo caso, por haber terminado el asunto o haberse realizado el acto para el que se
hubiere otorgado el poder.
2. Cuando el poder haya sido otorgado por el representante legal de una persona
jurídica, el administrador de una masa patrimonial o patrimonio separado, o la persona que,
conforme a la ley, actúe en juicio representando a un ente sin personalidad, los cambios en
la representación o administración de dichas personas jurídicas, masas patrimoniales o
patrimonios separados, o entes sin personalidad no extinguirán el poder del procurador ni
darán lugar a nueva personación.

Artículo 31. Intervención de abogado.


1. Los litigantes serán dirigidos por abogados habilitados para ejercer su profesión en el
tribunal que conozca del asunto. No podrá proveerse a ninguna solicitud que no lleve la firma
de abogado.
2. Exceptúanse solamente:
1.º Los juicios verbales cuya cuantía no exceda de 2.000 euros y la petición inicial de los
procedimientos monitorios, conforme a lo previsto en esta Ley.
2.º Los escritos que tengan por objeto personarse en juicio, solicitar medidas urgentes
con anterioridad al juicio o pedir la suspensión urgente de vistas o actuaciones. Cuando la
suspensión de vistas o actuaciones que se pretenda se funde en causas que se refieran
especialmente al abogado también deberá éste firmar el escrito, si fuera posible.

Artículo 32. Intervención no preceptiva de abogado y procurador.


1. Cuando, no resultando preceptiva la intervención de abogado y procurador, el
demandante pretendiere comparecer por sí mismo y ser defendido por abogado, o ser
representado por procurador, o ser asistido por ambos profesionales a la vez, lo hará constar
así en la demanda.
2. Recibida la notificación de la demanda, si el demandado pretendiera valerse también
de abogado y procurador, lo comunicará al tribunal dentro de los tres días siguientes,
pudiendo solicitar también, en su caso, el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica

– 302 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

gratuita. En este último caso, el tribunal podrá acordar la suspensión del proceso hasta que
se produzca el reconocimiento o denegación de dicho derecho o la designación provisional
de abogado y procurador.
3. La facultad de acudir al proceso con la asistencia de los profesionales a que se refiere
el apartado 1 de este artículo corresponderá también al demandado, cuando el actor no vaya
asistido por abogado o procurador. El demandado comunicará al tribunal su decisión en el
plazo de tres días desde que se le notifique la demanda, dándose cuenta al actor de tal
circunstancia. Si el demandante quisiere entonces valerse también de abogado y procurador,
lo comunicará al tribunal en los tres días siguientes a la recepción de la notificación, y, si
solicitare el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita, se podrá acordar la
suspensión en los términos prevenidos en el apartado anterior.
4. En la notificación en que se comunique a una parte la intención de la parte contraria
de servirse de abogado y procurador, se le informará del derecho que les corresponde según
el artículo 6.3 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, a fin de que puedan realizar la
solicitud correspondiente.
5. Cuando la intervención de abogado y procurador no sea preceptiva, de la eventual
condena en costas de la parte contraria a la que se hubiese servido de dichos profesionales
se excluirán los derechos y honorarios devengados por los mismos, salvo que el Tribunal
aprecie temeridad en la conducta del condenado en costas o que el domicilio de la parte
representada y defendida esté en lugar distinto a aquel en que se ha tramitado el juicio,
operando en este último caso las limitaciones a que se refiere el apartado 3 del artículo 394
de esta ley. También se excluirán, en todo caso, los derechos devengados por el procurador
como consecuencia de aquellas actuaciones de carácter meramente facultativo que hubieran
podido ser practicadas por las Oficinas judiciales.

Artículo 33. Designación de procurador y de abogado.


1. Fuera de los casos de designación de oficio previstos en la Ley de Asistencia Jurídica
Gratuita, corresponde a las partes contratar los servicios del procurador y del abogado que
les hayan de representar y defender en juicio.
2. No obstante, el litigante que no tenga derecho a la asistencia jurídica gratuita podrá
pedir que se le designe abogado, procurador o ambos profesionales, cuando su intervención
sea preceptiva o cuando, no siéndolo, la parte contraria haya comunicado al Tribunal que
actuará defendida por abogado y representada por procurador.
En el caso de que la petición se realice por el demandado, deberá formularla en el plazo
de los tres días siguientes a recibir la cédula de emplazamiento o citación.
Estas peticiones se harán y decidirán conforme a lo dispuesto en la Ley de Asistencia
Jurídica Gratuita, sin necesidad de acreditar el derecho a obtener dicha asistencia, siempre
que el solicitante se comprometa a pagar los honorarios y derechos de los profesionales que
se le designen.
3. Cuando en un juicio de aquellos a los que se refiere el número 1.o del apartado 1 del
artículo 250, alguna de las partes solicitara el reconocimiento del derecho a la asistencia
jurídica gratuita, el Tribunal, tan pronto como tenga noticia de este hecho, dictará una
resolución motivada requiriendo de los colegios profesionales el nombramiento provisional
de abogado y de procurador, cuando las designaciones no hubieran sido realizadas con
anterioridad, sin perjuicio del resarcimiento posterior de los honorarios correspondientes por
el solicitante si se le deniega después el derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Dicha resolución se comunicará por el medio más rápido posible a los Colegios de
Abogados y de Procuradores, tramitándose a continuación la solicitud según lo previsto en la
Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.
4. En los juicios a los que se refiere el apartado anterior, el demandado deberá solicitar
el reconocimiento del derecho de asistencia jurídica gratuita o interesar la designación de
abogado y procurador de oficio dentro de los tres días siguientes al de la notificación de la
demanda. Si la solicitud se realizara en un momento posterior, la falta de designación de
abogado y procurador por los colegios profesionales no suspenderá la celebración del juicio,
salvo en los supuestos contemplados en el párrafo segundo del artículo 16 de la Ley 1/1996,
de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 34. Cuenta del procurador.


1. Cuando un procurador tenga que exigir de su poderdante moroso las cantidades que
éste le adeude por los derechos y gastos que hubiere suplido para el asunto, podrá
presentar ante el Secretario judicial del lugar en que éste radicare cuenta detallada y
justificada, manifestando que le son debidas y no satisfechas las cantidades que de ella
resulten y reclame. Igual derecho que los procuradores tendrán sus herederos respecto a los
créditos de esta naturaleza que aquéllos les dejaren.
2. Presentada la cuenta, el Secretario judicial requerirá al poderdante para que pague
dicha suma, con las costas, o impugne la cuenta, en el plazo de diez días, bajo
apercibimiento de apremio si no pagare ni formulare impugnación.
Si, dentro de dicho plazo, se opusiere el poderdante, el Secretario judicial examinará la
cuenta y las actuaciones procesales, así como la documentación aportada y dictará, en el
plazo de diez días, decreto determinando la cantidad que haya de satisfacerse al procurador,
bajo apercibimiento de apremio si el pago no se efectuase dentro de los cinco días
siguientes a la notificación.
El decreto a que se refiere el párrafo anterior no será susceptible de recurso, pero no
prejuzgará, ni siquiera parcialmente, la sentencia que pudiere recaer en juicio ordinario
ulterior.
3. Si el poderdante no formulare oposición dentro del plazo establecido, se despachará
ejecución por la cantidad a que ascienda la cuenta, más las costas.

Artículo 35. Honorarios de los abogados.


1. Los abogados podrán reclamar frente a la parte a la que defiendan el pago de los
honorarios que hubieren devengado en el asunto, presentando minuta detallada y
manifestando formalmente que esos honorarios les son debidos y no han sido satisfechos.
2. Presentada esta reclamación, el Secretario judicial requerirá al deudor para que pague
dicha suma, con las costas, o impugne la cuenta, en el plazo de diez días, bajo
apercibimiento de apremio si no pagare ni formulare impugnación.
Si, dentro del citado plazo, los honorarios se impugnaren por indebidos, se estará a lo
dispuesto en los párrafos segundo y tercero del apartado 2 del artículo anterior.
Si se impugnaran los honorarios por excesivos, se procederá previamente a su
regulación conforme a lo previsto en los artículos 241 y siguientes, salvo que el abogado
acredite la existencia de presupuesto previo en escrito aceptado por el impugnante, y se
dictará decreto fijando la cantidad debida, bajo apercibimiento de apremio si no se pagase
dentro de los cinco días siguientes a la notificación.
Dicho decreto no será susceptible de recurso, pero no prejuzgará, ni siquiera
parcialmente, la sentencia que pudiere recaer en juicio ordinario ulterior.
3. Si el deudor de los honorarios no formulare oposición dentro del plazo establecido, se
despachará ejecución por la cantidad a que ascienda la minuta, más las costas.

TÍTULO II
De la jurisdicción y de la competencia

CAPÍTULO I
De la jurisdicción de los tribunales civiles y las cuestiones prejudiciales

Sección 1.ª De la extensión y límites de la jurisdicción de los tribunales civiles

Artículo 36. Extensión y límites del orden jurisdiccional civil. Falta de competencia


internacional.
1. La extensión y límites de la jurisdicción de los tribunales civiles españoles se
determinará por lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial y en los tratados y
convenios internacionales en los que España sea parte.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Los tribunales civiles españoles se abstendrán de conocer de los asuntos que se les
sometan cuando concurra en ellos alguna de las circunstancias siguientes:
1.ª Cuando se haya formulado demanda o solicitado ejecución respecto de sujetos o
bienes que gocen de inmunidad de jurisdicción o de ejecución conforme a las normas del
Derecho Internacional Público.
2.ª Cuando, en virtud de un tratado o convenio internacional en el que España sea parte,
el asunto se encuentre atribuido con carácter exclusivo a la jurisdicción de otro Estado.
3.ª Cuando no comparezca el demandado emplazado en debida forma, en los casos en
que la competencia internacional de los tribunales españoles únicamente pudiera fundarse
en la sumisión tácita de las partes.

Artículo 37. Falta de jurisdicción. Abstención de los tribunales civiles.


1. Cuando un tribunal de la jurisdicción civil estime que el asunto que se le somete
corresponde a la juris dicción militar, o bien a una Administración pública o al Tribunal de
Cuentas cuando actúe en sus funciones contables, habrá de abstenerse de conocer.
2. Se abstendrán igualmente de conocer los tribunales civiles cuando se les sometan
asuntos de los que corresponda conocer a los tribunales de otro orden jurisdiccional de la
jurisdicción ordinaria. Cuando el Tribunal de Cuentas ejerza funciones jurisdiccionales se
entenderá integrado en el orden contencioso-administrativo.

Artículo 38. Apreciación de oficio de la falta de competencia internacional y de jurisdicción.


La abstención a que se refieren los dos artículos precedentes se acordará de oficio, con
audiencia de las partes y del Ministerio Fiscal, tan pronto como sea advertida la falta de
competencia internacional o la falta de jurisdicción por pertenecer el asunto a otro orden
jurisdiccional.

Artículo 39. Apreciación de la falta de competencia internacional o de jurisdicción a


instancia de parte.
El demandado podrá denunciar mediante declinatoria la falta de competencia
internacional o la falta de jurisdicción por pertenecer el asunto a otro orden jurisdiccional o
por haberse sometido a arbitraje o mediación la controversia.

Sección 2.ª De las cuestiones prejudiciales

Artículo 40. Prejudicialidad penal.


1. Cuando en un proceso civil se ponga de manifiesto un hecho que ofrezca apariencia
de delito o falta perseguible de oficio, el tribunal civil, mediante providencia, lo pondrá en
conocimiento del Ministerio Fiscal, por si hubiere lugar al ejercicio de la acción penal.
2. En el caso a que se refiere el apartado anterior, no se ordenará la suspensión de las
actuaciones del proceso civil sino cuando concurran las siguientes circunstancias:
1.ª Que se acredite la existencia de causa criminal en la que se estén investigando,
como hechos de apariencia delictiva, alguno o algunos de los que fundamenten las
pretensiones de las partes en el proceso civil.
2.ª Que la decisión del tribunal penal acerca del hecho por el que se procede en causa
criminal pueda tener influencia decisiva en la resolución sobre el asunto civil.
3. La suspensión a que se refiere el apartado anterior se acordará, mediante auto, una
vez que el proceso esté pendiente sólo de sentencia.
4. No obstante, la suspensión que venga motivada por la posible existencia de un delito
de falsedad de alguno de los documentos aportados se acordará, sin esperar a la conclusión
del procedimiento, tan pronto como se acredite que se sigue causa criminal sobre aquel
delito, cuando, a juicio del tribunal, el documento pudiera ser decisivo para resolver sobre el
fondo del asunto.
5. En el caso a que se refiere el apartado anterior no se acordará por el Tribunal la
suspensión, o se alzará por el Secretario judicial la que aquél hubiese acordado, si la parte a

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

la que pudiere favorecer el documento renunciare a él. Hecha la renuncia, se ordenará por el
Secretario judicial que el documento sea separado de los autos.
6. Las suspensiones a que se refiere este artículo se alzarán por el Secretario judicial
cuando se acredite que el juicio criminal ha terminado o que se encuentra paralizado por
motivo que haya impedido su normal continuación.
7. Si la causa penal sobre falsedad de un documento obedeciere a denuncia o querella
de una de las partes y finalizare por resolución en que se declare ser auténtico el documento
o no haberse probado su falsedad, la parte a quien hubiere perjudicado la suspensión del
proceso civil podrá pedir en éste indemnización de daños y perjuicios, con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 712 y siguientes.

Artículo 41. Recursos contra la resolución sobre suspensión de las actuaciones por


prejudicialidad penal.
1. Contra la resolución que deniegue la suspensión del asunto civil se podrá interponer
recurso de reposición. La solicitud de suspensión podrá, no obstante, reproducirse durante la
segunda instancia y, en su caso, durante la tramitación de los recursos extraordinarios por
infracción procesal o de casación.
2. Contra el auto que acuerde la suspensión se dará recurso de apelación y contra los
autos dictados en apelación acordando o confirmando la suspensión se dará, en su caso,
recurso extraordinario por infracción procesal.
3. Contra la resolución del Secretario judicial que acuerde el alzamiento de la suspensión
podrá ser interpuesto recurso directo de revisión.

Artículo 42. Cuestiones prejudiciales no penales.


1. A los solos efectos prejudiciales, los tribunales civiles podrán conocer de asuntos que
estén atribuidos a los tribunales de los órdenes contencioso-administrativo y social.
2. La decisión de los tribunales civiles sobre las cuestiones a las que se refiere el
apartado anterior no surtirá efecto fuera del proceso en que se produzca.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados precedentes, cuando lo establezca la ley o
lo pidan las partes de común acuerdo o una de ellas con el consentimiento de la otra, el
Secretario judicial suspenderá el curso de las actuaciones, antes de que hubiera sido dictada
sentencia, hasta que la cuestión prejudicial sea resuelta, en sus respectivos casos, por la
Administración pública competente, por el Tribunal de Cuentas o por los Tribunales del orden
jurisdiccional que corresponda. En este caso, el Tribunal civil quedará vinculado a la decisión
de los órganos indicados acerca de la cuestión prejudicial.

Artículo 43. Prejudicialidad civil.


Cuando para resolver sobre el objeto del litigio sea necesario decidir acerca de alguna
cuestión que, a su vez, constituya el objeto principal de otro proceso pendiente ante el
mismo o distinto tribunal civil, si no fuere posible la acumulación de autos, el tribunal, a
petición de ambas partes o de una de ellas, oída la contraria, podrá mediante auto decretar
la suspensión del curso de las actuaciones, en el estado en que se hallen, hasta que finalice
el proceso que tenga por objeto la cuestión prejudicial.
Contra el auto que deniegue la petición cabrá recurso de reposición, y contra el auto que
acuerde la suspensión cabrá presentar recurso de apelación.

CAPÍTULO II
De las reglas para determinar la competencia

Artículo 44. Predeterminación legal de la competencia.


Para que los tribunales civiles tengan competencia en cada caso se requiere que el
conocimiento del pleito les esté atribuido por normas con rango de ley y anteriores a la
incoación de las actuaciones de que se trate.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 1.ª De la competencia objetiva

Artículo 45. Competencia de los Juzgados de Primera Instancia.


Corresponde a los Juzgados de Primera Instancia el conocimiento, en primera instancia,
de todos los asuntos civiles que por disposición legal expresa no se hallen atribuidos a otros
tribunales. Conocerán, asimismo, dichos Juzgados de los asuntos, actos, cuestiones y
recursos que les atribuye la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Artículo 46. Especialización de algunos Juzgados de Primera Instancia.


Los Juzgados de Primera Instancia a los que, de acuerdo con lo establecido en el
artículo 98 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, se les haya atribuido el conocimiento
específico de determinados asuntos, extenderán su competencia, exclusivamente, a los
procesos en que se ventilen aquéllos, debiendo inhibirse a favor de los demás tribunales
competentes, cuando el proceso verse sobre materias diferentes. Si se planteara cuestión
por esta causa, se sustanciará como las cuestiones de competencia.

Artículo 47. Competencia de los Juzgados de Paz.


A los Juzgados de Paz corresponde el conocimiento, en primera instancia, de los
asuntos civiles de cuantía no superior a 90 euros que no estén comprendidos en ninguno de
los casos a que, por razón de la materia, se refiere el apartado 1 del artículo 250.

Artículo 48. Apreciación de oficio de la falta de competencia objetiva.


1. La falta de competencia objetiva se apreciará de oficio, tan pronto como se advierta,
por el tribunal que esté conociendo del asunto.
2. Cuando el tribunal que conozca del asunto en segunda instancia o en trámite de
recurso extraordinario por infracción procesal o de casación entienda que el tribunal ante el
que se siguió la primera instancia carecía de competencia objetiva, decretará la nulidad de
todo lo actuado, dejando a salvo el derecho de las partes a ejercitar sus acciones ante la
clase de tribunal que corresponda.
3. En los casos a que se refieren los apartados anteriores, el Secretario judicial dará
vista a las partes y al Ministerio Fiscal por plazo común de diez días, resolviendo el Tribunal
por medio de auto.
4. El auto que declare la falta de competencia objetiva indicará la clase de tribunal al que
corresponde el conocimiento del asunto.

Artículo 49. Apreciación de la falta de competencia objetiva a instancia de parte.


El demandado podrá denunciar la falta de competencia objetiva mediante la declinatoria.

Artículo 49 bis. Pérdida de la competencia cuando se produzcan actos de violencia sobre


la mujer.
1. Cuando un Juez, que esté conociendo en primera instancia de un procedimiento civil,
tuviese noticia de la comisión de un acto de violencia de los definidos en el artículo 1 de la
Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que haya
dado lugar a la iniciación de un proceso penal o a una orden de protección, tras verificar la
concurrencia de los requisitos previstos en el párrafo tercero del artículo 87 ter de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, deberá inhibirse, remitiendo los autos en el estado en que se
hallen al Juez de Violencia sobre la Mujer que resulte competente, salvo que se haya
iniciado la fase del juicio oral.
2. Cuando un Juez que esté conociendo de un procedimiento civil, tuviese noticia de la
posible comisión de un acto de violencia de género, que no haya dado lugar a la iniciación
de un proceso penal, ni a dictar una orden de protección, tras verificar que concurren los
requisitos del párrafo tercero del artículo 87 ter de la Ley Orgánica del Poder Judicial, deberá
inmediatamente citar a las partes a una comparecencia con el Ministerio Fiscal que se
celebrará en las siguientes 24 horas a fin de que éste tome conocimiento de cuantos datos
sean relevantes sobre los hechos acaecidos. Tras ella, el Fiscal, de manera inmediata, habrá

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

de decidir si procede, en las 24 horas siguientes, a denunciar los actos de violencia de


género o a solicitar orden de protección ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que
resulte competente. En el supuesto de que se interponga denuncia o se solicite la orden de
protección, el Fiscal habrá de entregar copia de la denuncia o solicitud en el Tribunal, el cual
continuará conociendo del asunto hasta que sea, en su caso, requerido de inhibición por el
Juez de Violencia sobre la Mujer competente.
3. Cuando un Juez de Violencia sobre la Mujer que esté conociendo de una causa penal
por violencia de género tenga conocimiento de la existencia de un proceso civil, y verifique la
concurrencia de los requisitos del párrafo tercero del artículo 87 ter de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, requerirá de inhibición al Tribunal Civil, el cual deberá acordar de inmediato
su inhibición y la remisión de los autos al órgano requirente.
A los efectos del párrafo anterior, el requerimiento de inhibición se acompañará de
testimonio de la incoación de diligencias previas o de juicio de faltas, del auto de admisión de
la querella, o de la orden de protección adoptada.
4. En los casos previstos en los apartados 1 y 2 de este artículo, el Tribunal Civil remitirá
los autos al Juzgado de Violencia sobre la Mujer sin que sea de aplicación lo previsto en el
artículo 48.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, debiendo las partes desde ese momento
comparecer ante dicho órgano.
En estos supuestos no serán de aplicación las restantes normas de esta sección, ni se
admitirá declinatoria, debiendo las partes que quieran hacer valer la competencia del
Juzgado de Violencia sobre la Mujer presentar testimonio de alguna de las resoluciones
dictadas por dicho Juzgado a las que se refiere el párrafo final del número anterior.
5. Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer ejercerán sus competencias en materia civil
de forma exclusiva y excluyente, y en todo caso de conformidad con los procedimientos y
recursos previstos en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Sección 2.ª De la competencia territorial

Artículo 50. Fuero general de las personas físicas.


1. Salvo que la Ley disponga otra cosa, la competencia territorial corresponderá al
tribunal del domicilio del demandado y si no lo tuviere en el territorio nacional, será Juez
competente el de su residencia en dicho territorio.
2. Quienes no tuvieren domicilio ni residencia en España podrán ser demandados en el
lugar en que se encuentren dentro del territorio nacional o en el de su última residencia en
éste y, si tampoco pudiera determinarse así la competencia, en el lugar del domicilio del
actor.
3. Los empresarios y profesionales, en los litigios derivados de su actividad empresarial
o profesional, también podrán ser demandados en el lugar donde se desarrolle dicha
actividad y, si tuvieren establecimientos a su cargo en diferentes lugares, en cualquiera de
ellos a elección del actor.

Artículo 51. Fuero general de las personas jurídicas y de los entes sin personalidad.
1. Salvo que la Ley disponga otra cosa, las personas jurídicas serán demandadas en el
lugar de su domicilio. También podrán ser demandadas en el lugar donde la situación o
relación jurídica a que se refiera el litigio haya nacido o deba surtir efectos, siempre que en
dicho lugar tengan establecimiento abierto al público o representante autorizado para actuar
en nombre de la entidad.
2. Los entes sin personalidad podrán ser demandados en el domicilio de sus gestores o
en cualquier lugar en que desarrollen su actividad.

Artículo 52. Competencia territorial en casos especiales.


1. No se aplicarán los fueros establecidos en los artículos anteriores y se determinará la
competencia de acuerdo con lo establecido en el presente artículo en los casos siguientes:
1.º En los juicios en que se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles será
tribunal competente el del lugar en que esté sita la cosa litigiosa. Cuando la acción real se
ejercite sobre varias cosas inmuebles o sobre una sola que esté situada en diferentes

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

circunscripciones, será tribunal competente el de cualquiera de éstas, a elección del


demandante.
2.º En las demandas sobre presentación y aprobación de las cuentas que deban dar los
administradores de bienes ajenos será tribunal competente el del lugar donde deban
presentarse dichas cuentas, y no estando determinado, el del domicilio del mandante,
poderdante o dueño de los bienes, o el del lugar donde se desempeñe la administración, a
elección del actor.
3.º En las demandas sobre obligaciones de garantía o complemento de otras anteriores,
será tribunal competente el que lo sea para conocer, o esté conociendo, de la obligación
principal sobre que recayeren.
4.º En los juicios sobre cuestiones hereditarias, será competente el tribunal del lugar en
que el finado tuvo su último domicilio y si lo hubiere tenido en país extranjero, el del lugar de
su último domicilio en España, o donde estuviere la mayor parte de sus bienes, a elección
del demandante.
5.º En los juicios en que se ejerciten acciones relativas a la asistencia o representación
de incapaces, incapacitados o declarados pródigos, será competente el tribunal del lugar en
que éstos residan.
6.º En materia de derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen
y, en general, en materia de protección civil de derechos fundamentales, será competente el
tribunal del domicilio del demandante, y cuando no lo tuviere en territorio español, el tribunal
del lugar donde se hubiera producido el hecho que vulnere el derecho fundamental de que
se trate.
7.º En los juicios sobre arrendamientos de inmuebles y en los de desahucio, será
competente el tribunal del lugar en que esté sita la finca.
8.º En los juicios en materia de propiedad horizontal, será competente el tribunal del
lugar en que radique la finca.
9.º En los juicios en que se pida indemnización de los daños y perjuicios derivados de la
circulación de vehículos de motor será competente el tribunal del lugar en que se causaron
los daños.
10.º En materia de impugnación de acuerdos sociales será tribunal competente el del
lugar del domicilio social.
11.º En los procesos en que se ejerciten demandas sobre infracciones de la propiedad
intelectual, será competente el tribunal del lugar en que la infracción se haya cometido o
existan indicios de su comisión o en que se encuentren ejemplares ilícitos, a elección del
demandante.
12.º En los juicios en materia de competencia desleal, será competente el tribunal del
lugar en que el demandado tenga su establecimiento y, a falta de éste, su domicilio o lugar
de residencia, y cuando no lo tuviere en territorio español, el tribunal del lugar donde se haya
realizado el acto de competencia desleal o donde se produzcan sus efectos, a elección del
demandante.
13.º En materia de patentes y marcas, será competente el tribunal que señale la
legislación especial sobre dicha materia.
14.º En los procesos en que se ejerciten acciones para que se declare la no
incorporación al contrato o la nulidad de las cláusulas de condiciones generales de la
contratación, será competente el tribunal del domicilio del demandante. Y, sobre esa misma
materia, cuando se ejerciten las acciones declarativa, de cesación o de retractación, será
competente el tribunal del lugar donde el demandado tenga su establecimiento y, a falta de
éste, el de su domicilio ; y si el demandado careciere de domicilio en el territorio español, el
del lugar en que se hubiera realizado la adhesión.
15.º En las tercerías de dominio o de mejor derecho que se interpongan en relación con
un procedimiento administrativo de apremio, será competente el tribunal del domicilio del
órgano que acordó el embargo, sin perjuicio de las especialidades previstas para las
administraciones públicas en materia de competencia territorial.
16.º En los procesos en los que se ejercite la acción de cesación en defensa de los
intereses tanto colectivos como difusos de los consumidores y usuarios, será competente el
Tribunal del lugar donde el demandado tenga un establecimiento, y, a falta de éste, el de su
domicilio ; si careciere de domicilio en territorio español, el del lugar del domicilio del actor.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

17.º En los procesos contra las resoluciones y actos que dicte la Dirección General de
los Registros y del Notariado en materia de Registro Civil, a excepción de las solicitudes de
nacionalidad por residencia, será competente el Juzgado de Primera Instancia de la capital
de provincia del domicilio del recurrente.

Téngase en cuenta que el punto 17 entra en vigor el 22 de julio de 2014, según establece la
disposición final 10 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-A-2011-12628.

2. Cuando las normas del apartado anterior de este artículo no fueren de aplicación a los
litigios en materia de seguros, ventas a plazos de bienes muebles corporales y contratos
destinados a su financiación, así como en materia de contratos de prestación de servicios o
relativos a bienes muebles cuya celebración hubiera sido precedida de oferta pública, será
competente el tribunal del domicilio del asegurado, comprador o prestatario o el del domicilio
de quien hubiere aceptado la oferta, respectivamente.

Artículo 53. Competencia territorial en caso de acumulación de acciones y en caso de


pluralidad de demandados.
1. Cuando se ejerciten conjuntamente varias acciones frente a una o varias personas
será tribunal competente el del lugar correspondiente a la acción que sea fundamento de las
demás; en su defecto, aquel que deba conocer del mayor número de las acciones
acumuladas y, en último término, el del lugar que corresponda a la acción más importante
cuantitativamente.
2. Cuando hubiere varios demandados y, conforme a las reglas establecidas en este
artículo y en los anteriores, pudiera corresponder la competencia territorial a los jueces de
más de un lugar, la demanda podrá presentarse ante cualquiera de ellos, a elección del
demandante.

Artículo 54. Carácter dispositivo de las normas sobre competencia territorial.


1. Las reglas legales atributivas de la competencia territorial sólo se aplicarán en defecto
de sumisión expresa o tácita de las partes a los tribunales de una determinada
circunscripción. Se exceptúan las reglas establecidas en los números 1.º y 4.º a 15.º del
apartado 1 y en el apartado 2 del artículo 52 y las demás a las que esta u otra Ley atribuya
expresamente carácter imperativo. Tampoco será válida la sumisión expresa o tácita en los
asuntos que deban decidirse por el juicio verbal.
2. No será válida la sumisión expresa contenida en contratos de adhesión, o que
contengan condiciones generales impuestas por una de las partes, o que se hayan
celebrado con consumidores o usuarios.
3. La sumisión de las partes sólo será válida y eficaz cuando se haga a tribunales con
competencia objetiva para conocer del asunto de que se trate.

Artículo 55. Sumisión expresa.


Se entenderá por sumisión expresa la pactada por los interesados designando con
precisión la circunscripción a cuyos tribunales se sometieren.

Artículo 56. Sumisión tácita.


Se entenderán sometidos tácitamente:
1.º El demandante, por el mero hecho de acudir a los tribunales de una determinada
circunscripción interponiendo la demanda o formulando petición o solicitud que haya de
presentarse ante el tribunal competente para conocer de la demanda.
2.º El demandado, por el hecho de hacer, después de personado en el juicio tras la
interposición de la demanda, cualquier gestión que no sea la de proponer en forma la
declinatoria. También se considerará tácitamente sometido al demandado que, emplazado o

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

citado en forma, no comparezca en juicio o lo haga cuando haya precluido la facultad de


proponer la declinatoria.

Artículo 57. Sumisión expresa y reparto.


La sumisión expresa de las partes determinará la circunscripción cuyos tribunales hayan
de conocer del asunto. Cuando en dicha circunscripción existan varios tribunales de la
misma clase, el reparto de los asuntos determinará a cuál de ellos corresponde conocer del
asunto, sin que las partes puedan someterse a un determinado tribunal con exclusión de los
otros.

Artículo 58. Apreciación de oficio de la competencia territorial.


Cuando la competencia territorial viniere fijada por reglas imperativas, el Secretario
judicial examinará la competencia territorial inmediatamente después de presentada la
demanda y, previa audiencia del Ministerio Fiscal y de las partes personadas, si entiende
que el Tribunal carece de competencia territorial para conocer del asunto, dará cuenta al
Juez para que resuelva lo que proceda mediante auto, remitiendo, en su caso, las
actuaciones al Tribunal que considere territorialmente competente. Si fuesen de aplicación
fueros electivos se estará a lo que manifieste el demandante, tras el requerimiento que se le
dirigirá a tales efectos.

Artículo 59. Alegación de la falta de competencia territorial.


Fuera de los casos en que la competencia territorial venga fijada por la ley en virtud de
reglas imperativas, la falta de competencia territorial solamente podrá ser apreciada cuando
el demandado o quienes puedan ser parte legítima en el juicio propusieren en tiempo y
forma la declinatoria.

Artículo 60. Conflicto negativo de competencia territorial.


1. Si la decisión de inhibición de un tribunal por falta de competencia territorial se hubiere
adoptado en virtud de declinatoria o con audiencia de todas las partes, el tribunal al que se
remitieren las actuaciones estará a lo decidido y no podrá declarar de oficio su falta de
competencia territorial.
2. Si la decisión de inhibición por falta de competencia territorial no se hubiese adoptado
con audiencia de todas las partes, el tribunal a quien se remitieran las actuaciones podrá
declarar de oficio su falta de competencia territorial cuando ésta deba determinarse en virtud
de reglas imperativas.
3. La resolución que declare la falta de competencia mandará remitir todos los
antecedentes al tribunal inmediato superior común, que decidirá por medio de auto, sin
ulterior recurso, el tribunal al que corresponde conocer del asunto, ordenando, en su caso, la
remisión de los autos y emplazamiento de las partes, dentro de los diez días siguientes, ante
dicho tribunal.

Sección 3.ª De la competencia funcional

Artículo 61. Competencia funcional por conexión.


Salvo disposición legal en otro sentido, el tribunal que tenga competencia para conocer
de un pleito, la tendrá también para resolver sobre sus incidencias, para llevar a efecto las
providencias y autos que dictare, y para la ejecución de la sentencia o convenios y
transacciones que aprobare.

Artículo 62. Apreciación de oficio de la competencia para conocer de los recursos.


1. No serán admitidos a trámite los recursos dirigidos a un tribunal que carezca de
competencia funcional para conocer de los mismos. No obstante lo anterior, si admitido un
recurso, el tribunal al que se haya dirigido entiende que no tiene competencia funcional para
conocer del mismo, dictará auto absteniéndose de conocer previa audiencia de las partes
personadas por plazo común de diez días.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Notificado el auto a que se refiere el apartado anterior, los litigantes dispondrán de un


plazo de cinco días para la correcta interposición o anuncio del recurso, que se añadirán al
plazo legalmente previsto para dichos trámites. Si sobrepasaren el tiempo resultante sin
recurrir en forma, quedará firme la resolución de que se trate.

CAPÍTULO III
De la declinatoria

Artículo 63. Contenido de la declinatoria, legitimación para proponerla y tribunal competente


para conocer de ella.
1. Mediante la declinatoria, el demandado y los que puedan ser parte legítima en el juicio
promovido podrán denunciar la falta de jurisdicción del tribunal ante el que se ha interpuesto
la demanda, por corresponder el conocimiento de ésta a tribunales extranjeros, a órganos de
otro orden jurisdiccional, a árbitros o a mediadores.
También se propondrá declinatoria para denunciar la falta de competencia de todo tipo.
Si la declinatoria se fundare en la falta de competencia territorial, habrá de indicar el tribunal
al que, por considerarse territorialmente competente, habrían de remitirse las actuaciones.
2. La declinatoria se propondrá ante el mismo tribunal que esté conociendo del pleito y al
que se considere carente de jurisdicción o de competencia. No obstante, la declinatoria
podrá presentarse también ante el tribunal del domicilio del demandado, que la hará llegar
por el medio de comunicación más rápido posible al tribunal ante el que se hubiera
presentado la demanda, sin perjuicio de remitírsela por oficio al día siguiente de su
presentación.

Artículo 64. Momento procesal de proposición de la declinatoria y efectos inmediatos.


1. La declinatoria se habrá de proponer dentro de los diez primeros días del plazo para
contestar a la demanda, o en los cinco primeros días posteriores a la citación para vista, y
surtirá el efecto de suspender, hasta que sea resuelta, el plazo para contestar, o el cómputo
para el día de la vista, y el curso del procedimiento principal, suspensión que acordará el
Secretario judicial.
2. La suspensión del procedimiento principal producida por la alegación previa de
declinatoria no obstará a que el tribunal ante el que penda el asunto pueda practicar, a
instancia de parte legítima, cualesquiera actuaciones de aseguramiento de prueba, así como
las medidas cautelares de cuya dilación pudieran seguirse perjuicios irreparables para el
actor, salvo que el demandado prestase caución bastante para responder de los daños y
perjuicios que derivaran de la tramitación de una declinatoria desprovista de fundamento.
La caución podrá otorgarse en dinero efectivo, mediante aval solidario de duración
indefinida y pagadero a primer requerimiento emitido por entidad de crédito o sociedad de
garantía recíproca o por cualquier otro medio que, a juicio del tribunal, garantice la inmediata
disponibilidad, en su caso, de la cantidad de que se trate.

Artículo 65. Tramitación y decisión de la declinatoria.


1. Al escrito de declinatoria habrán de acompañarse los documentos o principios de
prueba en que se funde, con copias en número igual al de los restantes litigantes, que
dispondrán de un plazo de cinco días, contados desde la notificación de la declinatoria, para
alegar y aportar lo que consideren conveniente para sostener la jurisdicción o la competencia
del tribunal, que decidirá la cuestión dentro del quinto día siguiente.
Si la declinatoria fuese relativa a la falta de competencia territorial, el actor, al
impugnarla, podrá también alegar la falta de competencia territorial del tribunal en favor del
cual se pretendiese declinar el conocimiento del asunto.
2. Si el tribunal entendiese que carece de jurisdicción por corresponder el conocimiento
del asunto a los tribunales de otro Estado, lo declarará así mediante auto, absteniéndose de
conocer y sobreseyendo el proceso.
Del mismo modo procederá el tribunal si estimase la declinatoria fundada en haberse
sometido el asunto a arbitraje o a mediación.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Si el tribunal considera que carece de jurisdicción por corresponder el asunto de que


se trate a los tribunales de otro orden jurisdiccional, en el auto en el que se abstenga de
conocer señalará a las partes ante qué órganos han de usar de su derecho. Igual resolución
se dictará cuando el tribunal entienda que carece de competencia objetiva.
4. Si se hubiere interpuesto declinatoria relativa a la competencia territorial y ésta no
viniere determinada por reglas imperativas, el tribunal, para estimarla, habrá de considerar
competente al órgano señalado por el promotor de la declinatoria.
5. El tribunal, al estimar la declinatoria relativa a la competencia territorial, se inhibirá en
favor del órgano al que corresponda la competencia y acordará remitirle los autos con
emplazamiento de las partes para que comparezcan ante él en el plazo de diez días.

CAPÍTULO IV
De los recursos en materia de jurisdicción y competencia

Artículo 66. Recursos en materia de competencia internacional, jurisdicción, sumisión a


arbitraje o mediación y competencia objetiva.
1. Contra el auto absteniéndose de conocer por falta de competencia internacional, por
pertenecer el asunto a tribunal de otro orden jurisdiccional, por haberse sometido el asunto a
arbitraje o a mediación o por falta de competencia objetiva, cabrá recurso de apelación.
2. Contra el auto por el que se rechace la falta de competencia internacional, de
jurisdicción o de competencia objetiva, sólo cabrá recurso de reposición, sin perjuicio de
alegar la falta de esos presupuestos procesales en la apelación contra la sentencia definitiva.
Lo dispuesto en el párrafo anterior será también de aplicación cuando el auto rechace la
sumisión del asunto a arbitraje o a mediación.

Artículo 67. Recursos en materia de competencia territorial.


1. Contra los autos que resuelvan sobre la competencia territorial no se dará recurso
alguno.
2. En los recursos de apelación y extraordinario por infracción procesal sólo se admitirán
alegaciones de falta de competencia territorial cuando, en el caso de que se trate, fueren de
aplicación normas imperativas.

CAPÍTULO V
Del reparto de los asuntos

Artículo 68. Obligatoriedad del reparto. Tratamiento procesal.


1. Todos los asuntos civiles serán repartidos entre los Juzgados de Primera Instancia
cuando haya más de uno en el partido. La misma regla se aplicará a los asuntos de los que
deban entender las Audiencias Provinciales cuando estén divididas en Secciones.
2. Los Secretarios Judiciales no permitirán que se curse ningún asunto sujeto a reparto si
no constare en él la diligencia correspondiente. En caso de que no conste dicha diligencia,
se anulará, a instancia de cualquiera de las partes, cualquier actuación que no consista en
ordenar que el asunto pase a reparto.
3. Contra las decisiones relativas al reparto no procederá la declinatoria, pero cualquiera
de los litigantes podrá impugnar la infracción de las normas de reparto vigentes en el
momento de la presentación del escrito o de la solicitud de incoación de las actuaciones.
4. Las resoluciones dictadas por tribunales distintos de aquél o aquéllos a los que
correspondiese conocer según las normas de reparto se declararán nulas a instancia de la
parte a quien perjudicaren, siempre que la nulidad se hubiese instado en el trámite procesal
inmediatamente posterior al momento en que la parte hubiera tenido conocimiento de la
infracción de las normas de reparto y dicha infracción no se hubiere corregido conforme a lo
previsto en el apartado anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 69. Plazo en que debe efectuarse el reparto.


Los asuntos serán repartidos y remitidos a la Oficina judicial que corresponda dentro de
los dos días siguientes a la presentación del escrito o solicitud de incoación de las
actuaciones.

Artículo 70. Medidas urgentes en asuntos no repartidos.


Los Jueces Decanos y los Presidentes de Tribunales y Audiencias podrán, a instancia de
parte, adoptar las medidas urgentes en los asuntos no repartidos cuando, de no hacerlo,
pudiera quebrantarse algún derecho o producirse algún perjuicio grave e irreparable.

TÍTULO III
De la acumulación de acciones y de procesos

CAPÍTULO I
De la acumulación de acciones

Artículo 71. Efecto principal de la acumulación. Acumulación objetiva de acciones.


Acumulación eventual.
1. La acumulación de acciones admitida producirá el efecto de discutirse todas en un
mismo procedimiento y resolverse en una sola sentencia.
2. El actor podrá acumular en la demanda cuantas acciones le competan contra el
demandado, aunque provengan de diferentes títulos, siempre que aquéllas no sean
incompatibles entre sí.
3. Será incompatible el ejercicio simultáneo de dos o más acciones en un mismo juicio y
no podrán, por tanto, acumularse cuando se excluyan mutuamente o sean contrarias entre
sí, de suerte que la elección de una impida o haga ineficaz el ejercicio de la otra u otras.
4. Sin embargo, de lo establecido en el apartado anterior, el actor podrá acumular
eventualmente acciones entre sí incompatibles, con expresión de la acción principal y de
aquella otra u otras que ejercita para el solo evento de que la principal no se estime fundada.

Artículo 72. Acumulación subjetiva de acciones.


Podrán acumularse, ejercitándose simultáneamente, las acciones que uno tenga contra
varios sujetos o varios contra uno, siempre que entre esas acciones exista un nexo por razón
del título o causa de pedir.
Se entenderá que el título o causa de pedir es idéntico o conexo cuando las acciones se
funden en los mismos hechos.

Artículo 73. Admisibilidad por motivos procesales de la acumulación de acciones.


1. Para que sea admisible la acumulación de acciones será preciso:
1.º Que el Tribunal que deba entender de la acción principal posea jurisdicción y
competencia por razón de la materia o por razón de la cuantía para conocer de la acumulada
o acumuladas. Sin embargo, a la acción que haya de sustanciarse en juicio ordinario podrá
acumularse la acción que, por sí sola, se habría de ventilar, por razón de su cuantía, en
juicio verbal.
2.º Que las acciones acumuladas no deban, por razón de su materia, ventilarse en juicios
de diferente tipo.
3.º Que la ley no prohíba la acumulación en los casos en que se ejerciten determinadas
acciones en razón de su materia o por razón del tipo de juicio que se haya de seguir.
2. También se acumularán en una misma demanda distintas acciones cuando así lo
dispongan las leyes, para casos determinados.
3. Si se hubieren acumulado varias acciones indebidamente, el Secretario judicial
requerirá al actor, antes de proceder a admitir la demanda, para que subsane el defecto en

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

el plazo de cinco días, manteniendo las acciones cuya acumulación fuere posible.
Transcurrido el término sin que se produzca la subsanación, o si se mantuviera la
circunstancia de no acumulabilidad entre las acciones que se pretendieran mantener por el
actor, dará cuenta al Tribunal para que por el mismo se resuelva sobre la admisión de la
demanda.

CAPÍTULO II
De la acumulación de procesos

Sección 1.ª De la acumulación de procesos: disposiciones generales

Artículo 74. Finalidad de la acumulación de procesos.


En virtud de la acumulación de procesos, se seguirán éstos en un solo procedimiento y
serán terminados por una sola sentencia.

Artículo 75. Legitimación para solicitar la acumulación de procesos. Acumulación acordada


de oficio.
La acumulación podrá ser solicitada por quien sea parte en cualquiera de los procesos
cuya acumulación se pretende o será acordada de oficio por el Tribunal, siempre que se esté
en alguno de los casos previstos en el artículo siguiente.

Artículo 76. Casos en los que procede la acumulación de procesos.


La acumulación de procesos habrá de ser acordada siempre que:
1.º La sentencia que haya de recaer en uno de los procesos pueda producir efectos
prejudiciales en el otro.
2.º Entre los objetos de los procesos de cuya acumulación se trate exista tal conexión
que, de seguirse por separado, pudieren dictarse sentencias con pronunciamientos o
fundamentos contradictorios, incompatibles o mutuamente excluyentes.
2. Asimismo, procederá la acumulación en los siguientes casos:
1.º Cuando se trate de procesos incoados para la protección de los derechos e intereses
colectivos o difusos que las leyes reconozcan a consumidores y usuarios, susceptibles de
acumulación conforme a lo dispuesto en el apartado 1.1.º de este artículo y en el artículo 77,
cuando la diversidad de procesos no se hubiera podido evitar mediante la acumulación de
acciones o la intervención prevista en el artículo 15 de esta ley.
2.º Cuando el objeto de los procesos a acumular fuera la impugnación de acuerdos
sociales adoptados en una misma Junta o Asamblea o en una misma sesión de órgano
colegiado de administración. En este caso se acumularán todos los procesos incoados en
virtud de demandas en las que se soliciten la declaración de nulidad o de anulabilidad de
dichos acuerdos, siempre que las mismas hubieran sido presentadas en un periodo de
tiempo no superior a cuarenta días desde la presentación de la primera de las demandas.
En todo caso, en los lugares donde hubiere más de un Juzgado que tuviera asignadas
competencias en materia mercantil, las demandas que se presenten con posterioridad a otra
se repartirán al Juzgado al que hubiere correspondido conocer de la primera.

Artículo 77. Procesos acumulables.


1. Salvo lo dispuesto en el artículo 555 de esta ley sobre la acumulación de procesos de
ejecución, sólo procederá la acumulación de procesos declarativos que se sustancien por los
mismos trámites o cuya tramitación pueda unificarse sin pérdida de derechos procesales,
siempre que concurra alguna de las causas expresadas en este capítulo.
Se entenderá que no hay pérdida de derechos procesales cuando se acuerde la
acumulación de un juicio ordinario y un juicio verbal, que proseguirán por los trámites del
juicio ordinario, ordenando el Tribunal en el auto por el que acuerde la acumulación, y de ser
necesario, retrotraer hasta el momento de admisión de la demanda las actuaciones del juicio

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

verbal que hubiere sido acumulado, a fin de que siga los trámites previstos para el juicio
ordinario.
2. Cuando los procesos estuvieren pendientes ante distintos tribunales, no cabrá su
acumulación si el tribunal del proceso más antiguo careciere de competencia objetiva por
razón de la materia o por razón de la cuantía para conocer del proceso o procesos que se
quieran acumular.
3. Tampoco procederá la acumulación cuando la competencia territorial del tribunal que
conozca del proceso más moderno tenga en la Ley carácter inderogable para las partes.
4. Para que sea admisible la acumulación de procesos será preciso que éstos se
encuentren en primera instancia, y que en ninguno de ellos haya finalizado el juicio a que se
refiere el artículo 433 de esta Ley.

Artículo 78. Improcedencia de la acumulación de procesos. Excepciones.


1. No procederá la acumulación de procesos cuando el riesgo de sentencias con
pronunciamientos o fundamentos contradictorios, incompatibles o mutuamente excluyentes
pueda evitarse mediante la excepción de litispendencia.
2. Tampoco procederá la acumulación de procesos a instancia de parte cuando no se
justifique que, con la primera demanda o, en su caso, con la ampliación de ésta o con la
reconvención, no pudo promoverse un proceso que comprendiese pretensiones y cuestiones
sustancialmente iguales a las suscitadas en los procesos distintos, cuya acumulación se
pretenda.
3. Si los procesos cuya acumulación se pretenda fueren promovidos por el mismo
demandante o por demandado reconviniente, solo o en litisconsorcio, se entenderá, salvo
justificación cumplida, que pudo promoverse un único proceso en los términos del apartado
anterior y no procederá la acumulación.
4. Lo dispuesto en los apartados anteriores no será de aplicación a los procesos a los
que se refiere el número 2.1.º del artículo 76.

Artículo 79. Proceso en el que se ha de pedir o acordar de oficio la acumulación.


1. La acumulación de procesos se solicitará siempre al Tribunal que conozca del proceso
más antiguo, al que se acumularán los más modernos. De incumplirse este requisito, el
Secretario judicial dictará decreto inadmitiendo la solicitud.
Corresponderá, según lo dispuesto en el artículo 75, al Tribunal que conozca del proceso
más antiguo, ordenar de oficio la acumulación.
2. La antigüedad se determinará por la fecha de la presentación de la demanda,
debiendo presentarse con la solicitud de acumulación el documento que acredite dicha
fecha.
Si las demandas se hubiesen presentado el mismo día, se considerará más antiguo el
proceso que se hubiera repartido primero.
Si, por pender ante distintos Tribunales o por cualquiera otra causa, no fuera posible
determinar cuál de las demandas fue repartida en primer lugar, la solicitud podrá pedirse en
cualquiera de los procesos cuya acumulación se pretende.

Artículo 80. Acumulación de procesos en juicio verbal.


1. En los juicios verbales, la acumulación de procesos que estén pendientes ante el
mismo tribunal se regulará por las normas de la sección siguiente. De no haberse formulado
antes, la solicitud de acumulación se hará en el acto de la vista, en forma oral.
En este caso, las demás partes que asistan al acto manifestarán, en la misma forma, lo
que estimen oportuno acerca de la procedencia o no de la acumulación solicitada y se
resolverá sobre ella en la misma vista.
2. Cuando la acumulación fuera promovida de oficio, el Tribunal, si no lo hubiera
realizado antes conforme a lo previsto en la siguiente Sección, oirá a las partes y resolverá
conforme a lo dispuesto en el párrafo que antecede.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 2.ª De la acumulación de procesos pendientes ante un mismo tribunal

Artículo 81. Solicitud de la acumulación de procesos.


Cuando los procesos se sigan ante el mismo tribunal, la acumulación se solicitará por
escrito, en el que se señalarán con claridad los procesos cuya acumulación se pide y el
estado procesal en que se encuentran, exponiéndose asimismo las razones que justifican la
acumulación.
La solicitud de acumulación de procesos no suspenderá el curso de los que se pretenda
acumular, a salvo de lo establecido en el artículo 88.2, aunque el Tribunal deberá abstenerse
de dictar sentencia en cualquiera de ellos hasta que decida sobre la procedencia de la
acumulación.

Artículo 82. Desestimación inicial de la solicitud de acumulación de procesos.


El tribunal por medio de auto rechazará la solicitud de acumulación cuando no contenga
los datos exigidos en el artículo anterior o cuando, según lo que consigne dicha solicitud, la
acumulación no fuere procedente por razón de la clase y tipo de los procesos, de su estado
procesal y demás requisitos procesales establecidos en los artículos anteriores.

Artículo 83. Sustanciación y decisión del incidente de acumulación de procesos. Recursos.


1. Solicitada en forma la acumulación de procesos, el Secretario judicial dará traslado a
las demás partes personadas y a todos los que sean parte en cualquiera de los procesos
cuya acumulación se pretende, aunque no lo sean en aquél en el que se ha solicitado, a fin
de que, en el plazo común de diez días, formulen alegaciones acerca de la acumulación.
2. Transcurrido dicho plazo, o recibidas las alegaciones, cuando todas las partes del
incidente estuvieren conformes con la solicitud de acumulación, el Tribunal, si entendiere
que concurren los presupuestos necesarios, acordará la acumulación, dentro de los cinco
días siguientes.
3. Cuando entre las partes no exista acuerdo, o cuando ninguna de ellas formule
alegaciones, el Tribunal resolverá lo que estime procedente, otorgando o denegando la
acumulación solicitada.
4. Cuando la acumulación fuera promovida de oficio, el Tribunal dará audiencia por un
plazo común de diez días a todos los que sean parte en los procesos de cuya acumulación
se trate, a fin de que formulen alegaciones.
5. Contra el auto que decida sobre la acumulación solicitada no cabrá otro recurso que el
de reposición.

Artículo 84. Efectos del auto que otorga la acumulación.


1. Aceptada la acumulación, el tribunal ordenará que los procesos más modernos se
unan a los más antiguos, para que continúen sustanciándose en el mismo procedimiento o
por los mismos trámites y se decidan en una misma sentencia.
2. Si los procesos acumulados no estuvieran en la misma fase dentro de la primera
instancia, el Secretario judicial acordará la suspensión del que estuviera más avanzado,
hasta que los otros se hallen en el mismo estado, debiendo estarse, en su caso, a lo
dispuesto en el artículo 77.1, párrafo segundo.

Artículo 85. Efectos del auto que deniega la acumulación.


1. Denegada la acumulación, los juicios se sustanciarán separadamente.
2. El auto que deniegue la acumulación condenará a la parte que la hubiera promovido al
pago de las costas del incidente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 3.ª De la acumulación de procesos pendientes ante distintos tribunales

Artículo 86. Normas aplicables.


La acumulación de procesos que pendan ante distintos tribunales se regirá por las
normas de las anteriores secciones de este capítulo, con las especialidades que se indican
en los artículos siguientes.

Artículo 87. Solicitud de acumulación de procesos.


Además de lo previsto en el artículo 81, en el escrito en que se solicite la acumulación de
procesos se deberá indicar el tribunal ante el que penden los otros procesos, cuya
acumulación se pretende.

Artículo 88. Efecto no suspensivo de la solicitud o del inicio de actuaciones de oficio para la


acumulación de procesos.
1. La solicitud o inicio de actuaciones de oficio para la acumulación de procesos no
suspenderá el curso de los procesos afectados, salvo desde el momento en que alguno de
ellos quede pendiente sólo de sentencia. En tal caso se suspenderá el plazo para dictarla.
2. No obstante lo anterior, el Tribunal podrá acordar la suspensión del acto del juicio o de
la vista a fin de evitar que la celebración de dichos actos pueda afectar al resultado y
desarrollo de las pruebas a practicar en los demás procesos.
3. Tan pronto como se pida la acumulación el Secretario judicial dará noticia de este
hecho, por el medio más rápido, al otro Tribunal, a fin de que se abstenga en todo caso de
dictar sentencia o pueda decidir sobre la suspensión prevista en el apartado anterior, hasta
tanto se decida definitivamente sobre la acumulación pretendida.
4. El Secretario judicial dará traslado a las demás partes personadas de la solicitud de
acumulación para que, en el plazo común de diez días, formulen alegaciones sobre la
procedencia de la acumulación, y tras ello resolverá el Tribunal en el plazo de cinco días y
según lo dispuesto en el artículo 83 de esta ley. Cuando la acumulación se deniegue, se
comunicará por el Secretario judicial al otro Tribunal, que podrá dictar sentencia o, en su
caso, proceder a la celebración del juicio o vista.

Artículo 89. Contenido del auto que declara procedente la acumulación de procesos.


Cuando el tribunal estime procedente la acumulación, mandará en el mismo auto dirigir
oficio al que conozca del otro pleito, requiriendo la acumulación y la remisión de los
correspondientes procesos.
A este oficio acompañará testimonio de los antecedentes que el mismo tribunal
determine y que sean bastantes para dar a conocer la causa por la que se pretende la
acumulación y las alegaciones que, en su caso, hayan formulado las partes distintas del
solicitante de la acumulación.

Artículo 90. Recepción del requerimiento de acumulación por el Tribunal requerido y vista a


los litigantes.
1. Recibidos el oficio y el testimonio por el Tribunal requerido el Secretario judicial dará
traslado de ellos a los litigantes que ante el Tribunal hayan comparecido.
2. Si alguno de los personados ante el Tribunal requerido no lo estuviera en el proceso
ante el Tribunal requirente, dispondrá de un plazo de cinco días para instruirse del oficio y
del testimonio en la Oficina judicial, y para presentar escrito manifestando lo que convenga a
su derecho sobre la acumulación.

Artículo 91. Resolución sobre el requerimiento de acumulación.


1. Transcurrido, en su caso, el plazo de cinco días a que se refiere el artículo anterior, el
tribunal dictará auto aceptando o denegando el requerimiento de acumulación.
2. Si ninguna de las partes personadas ante el tribunal requerido se opusiere a la
acumulación o si no alegaren datos o argumentos distintos de los alegados ante el tribunal
requirente, el tribunal requerido se abstendrá de impugnar los fundamentos del auto

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

requiriendo la acumulación relativos a la concurrencia de los requisitos establecidos en los


artículos 76 y 77, y sólo podrá fundar su negativa al requerimiento en que la acumulación
debe hacerse a los procesos pendientes ante el tribunal requerido.

Artículo 92. Efectos de la aceptación de la acumulación por el Tribunal requerido.


1. Aceptado el requerimiento de acumulación, el Secretario judicial lo notificará de
inmediato a quienes fueren partes en el proceso seguido ante el Tribunal requerido, para que
en el plazo de diez días puedan personarse ante el Tribunal requirente, al que remitirá los
autos, para que, en su caso, sigan su curso ante él.
2. Acordada la acumulación de procesos, el Secretario acordará la suspensión del curso
del proceso más avanzado hasta que el otro llegue al mismo estado procesal, momento en
que se efectuará la acumulación.

Artículo 93. Efectos de la no aceptación de la acumulación de procesos por el tribunal


requerido.
1. Cuando, conforme a lo previsto en el apartado 2 del artículo 91, el tribunal requerido
no aceptare el requerimiento de acumulación por estimarla improcedente o por creer que la
acumulación debe hacerse a los que pendan ante él, lo comunicará al tribunal requirente y
ambos deferirán la decisión al tribunal competente para dirimir la discrepancia.
2. Será competente para dirimir las discrepancias en materia de acumulación de
procesos el tribunal inmediato superior común a requirente y requerido.

Artículo 94. Sustanciación de la discrepancia ante el tribunal competente.


1. A los efectos previstos en el artículo anterior, tanto el tribunal requirente como el
requerido remitirán a la mayor brevedad posible al tribunal competente testimonio de lo que,
para poder resolver la discrepancia sobre la acumulación, obre en sus respectivos tribunales.
2. El tribunal requirente y el requerido emplazarán a las partes para que puedan
comparecer en el plazo improrrogable de cinco días ante el tribunal competente y alegar por
escrito lo que consideren que conviene a su derecho.

Artículo 95. Decisión de la discrepancia.


1. El tribunal competente decidirá por medio de auto, en el plazo de veinte días, a la vista
de los antecedentes que consten en los autos y de las alegaciones escritas de las partes, si
se hubieran presentado. Contra el auto que se dicte no se dará recurso alguno.
2. Si se acordare la acumulación de procesos, se ordenará lo establecido en el artículo
92 de esta ley. Si se denegare, los procesos deberán seguir su curso por separado,
alzándose, en su caso, por el Secretario judicial la suspensión acordada.

Artículo 96. Acumulación de más de dos procesos. Requerimientos múltiples de


acumulación.
1. Lo dispuesto en este capítulo será aplicable para el caso de que sean más de dos los
juicios cuya acumulación se pida.
2. Cuando un mismo Tribunal fuera requerido de acumulación respecto de dos o más
procedimientos seguidos en distintos Juzgados o Tribunales, por el Secretario judicial se
remitirán los autos al superior común a todos ellos y lo comunicará a todos los requirentes
para que se difiera la decisión a dicho superior. En este caso, se estará a lo dispuesto en los
dos artículos anteriores.

Artículo 97. Prohibición de un segundo incidente de acumulación.


1. Suscitado incidente de acumulación de procesos en un proceso, no se admitirá
solicitud de acumulación de otro juicio ulterior si quien la pidiera hubiese sido el iniciador del
juicio que intentara acumular.
2. El Secretario judicial rechazará mediante decreto dictado al efecto la solicitud
formulada. Si, a pesar de la anterior prohibición, se sustanciase el nuevo incidente, tan

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

pronto como conste el hecho el Tribunal declarará la nulidad de lo actuado a causa de la


solicitud, con imposición de las costas al que la hubiere presentado.

Sección 4.ª De la acumulación de procesos singulares a procesos universales

Artículo 98. Casos en que corresponde la acumulación de procesos singulares a un


proceso universal.
1. La acumulación de procesos también se decretará:
1.º Cuando esté pendiente un proceso concursal al que se halle sujeto el caudal contra el
que se haya formulado o formule cualquier demanda. En estos casos, se procederá
conforme a lo previsto en la legislación concursal.
2.º Cuando se esté siguiendo un proceso sucesorio al que se halle sujeto el caudal
contra el que se haya formulado o se formule una acción relativa a dicho caudal.
Se exceptúan de la acumulación a que se refiere este número los procesos de ejecución
en que sólo se persigan bienes hipotecados o pignorados, que en ningún caso se
incorporarán al proceso sucesorio, cualquiera que sea la fecha de iniciación de la ejecución.
2. En los casos previstos en el apartado anterior, la acumulación debe solicitarse ante el
tribunal que conozca del proceso universal, y hacerse siempre, con independencia de cuáles
sean más antiguos, al proceso universal.
3. La acumulación de procesos, cuando proceda, se regirá, en este caso, por las normas
de este capítulo, con las especialidades establecidas en la legislación especial sobre
procesos concursales y sucesorios.

TÍTULO IV
De la abstención y la recusación

CAPÍTULO I
De la abstención y recusación: disposiciones generales

Artículo 99. Ámbito de aplicación de la Ley y principio de legalidad.


1. En el proceso civil, la abstención y la recusación de Jueces, Magistrados, así como la
de los miembros del Ministerio Fiscal, los Secretarios Judiciales, los peritos y el personal al
servicio de la Administración de Justicia, se regirán por lo dispuesto en este Título.
2. La abstención y, en su caso, la recusación de los indicados en el apartado anterior
sólo procederán cuando concurra alguna de las causas señaladas en la Ley Orgánica del
Poder Judicial para la abstención y recusación de Jueces y Magistrados.

Artículo 100. Deber de abstención.


1. El Juez o Magistrado en quien concurra alguna de las causas establecidas legalmente
se abstendrá del conocimiento del asunto sin esperar a que se le recuse.
2. El mismo deber tendrán el Secretario judicial y los funcionarios del Cuerpo de Gestión
Procesal y Administrativa, del Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa o del Cuerpo
de Auxilio Judicial, el miembro del Ministerio Fiscal o el perito designado por el Tribunal en
quienes concurra alguna de las causas que señala la ley.

Artículo 101. Legitimación activa para recusar.


En los asuntos civiles únicamente podrán recusar las partes. El Ministerio Fiscal también
podrá recusar, siempre que se trate de un proceso en el que, por la naturaleza de los
derechos en conflicto, pueda o deba intervenir.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO II
De la abstención de Jueces, Magistrados, Secretarios Judiciales, Fiscales y del
personal al servicio de los tribunales civiles

Artículo 102. Abstención de Jueces y Magistrados.


1. La abstención del Magistrado o Juez se comunicará, respectivamente, a la Sección o
Sala de la que forme parte o al tribunal al que corresponda la competencia funcional para
conocer de recursos contra las sentencias, que resolverá en el plazo de diez días. La
comunicación de la abstención se hará por escrito razonado tan pronto como sea advertida
la causa que la motive.
2. La abstención del Juez o Magistrado suspenderá el curso del proceso en tanto no se
resuelva sobre ella, suspensión que será acordada por el Secretario judicial.
3. Si el Tribunal a que se refiere el apartado 1 de este artículo no estimare justificada la
abstención, ordenará al Juez o Magistrado que continúe el conocimiento del asunto, sin
perjuicio del derecho de las partes a hacer valer la recusación. Recibida la orden, el
Secretario judicial dictará diligencia de ordenación poniendo fin a la suspensión del proceso.
4. Si se estimare justificada la abstención por el tribunal competente según el apartado 1,
el abstenido dictará auto apartándose definitivamente del asunto y ordenando remitir las
actuaciones al que deba sustituirle. Cuando el que se abstenga forme parte de un tribunal
colegiado, el auto, que no será susceptible de recurso alguno, lo dictará la Sala o Sección a
que pertenezca el que se abstenga.
En ambos casos, la suspensión del proceso terminará, respectivamente, cuando el
sustituto reciba las actuaciones o se integre en la Sala o Sección a que pertenecía el
abstenido.
5. La abstención y la sustitución del Juez o Magistrado que se ha abstenido serán
comunicadas a las partes, incluyendo el nombre del sustituto.

Artículo 103. Abstención de los Secretarios Judiciales.


La abstención de los Secretarios Judiciales se regirá por las normas establecidas en la
Ley Orgánica del Poder Judicial.

Artículo 104. Abstención de los funcionarios pertenecientes a los Cuerpos de Gestión


Procesal y Administrativa, Tramitación Procesal y Administrativa y Auxilio Judicial.
1. La abstención de los funcionarios pertenecientes a los Cuerpos de Gestión Procesal y
Administrativa, Tramitación Procesal y Administrativa, y Auxilio Judicial se comunicará por
escrito motivado a quien sea competente para dictar la resolución que ponga término al
pleito o causa en la respectiva instancia, que decidirá sobre su procedencia.
2. En caso de ser estimada la abstención, el funcionario en quien concurra causa legal
será reemplazado en el proceso por quien legalmente deba sustituirle. De ser desestimada,
habrá de continuar actuando en el asunto.

Artículo 105. Abstención de los peritos.


1. El perito designado por el Juez, Sección o Sala que conozca del asunto o, en su caso,
por el Secretario judicial, deberá abstenerse si concurre alguna de las causas legalmente
previstas. La abstención podrá ser oral o escrita, siempre que esté debidamente justificada.
2. Si la causa de abstención existe al tiempo de ser designado, el perito no aceptará el
cargo, y será sustituido en el acto por el perito suplente, cuando éste hubiere sido
designado. Si el perito suplente también se negare a aceptar el cargo, por concurrir en él la
misma u otra causa de abstención, se aplicará lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 342
de esta ley. Si la causa es conocida o se produce después de la aceptación del cargo de
perito, la abstención se decidirá, previa audiencia de las partes, por quien haya realizado la
designación. Contra la resolución que se dicte no se dará recurso alguno.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 106. Abstención de los miembros del Ministerio Fiscal.


La abstención de los miembros del Ministerio Fiscal se regirá por las normas
establecidas en su Estatuto Orgánico.

CAPÍTULO III
De la recusación de Jueces y Magistrados

Artículo 107. Tiempo y forma de proponer la recusación.


1. La recusación deberá proponerse tan pronto como se tenga conocimiento de la causa
en que se funde, pues, en otro caso, no se admitirá a trámite. Concretamente, se inadmitirán
las recusaciones:
1.º Cuando no se propongan en el plazo de diez días desde la notificación de la primera
resolución por la que se conozca la identidad del Juez o Magistrado a recusar, si el
conocimiento de la concurrencia de la causa de recusación fuese anterior a aquél.
2.º Cuando se propusieren, pendiente ya un proceso, si la causa de recusación se
conociese con anterioridad al momento procesal en que la recusación se proponga.
2. La recusación se propondrá por escrito que deberá expresar concreta y claramente la
causa legal y los motivos en que se funde, acompañando un principio de prueba sobre los
mismos. Este escrito estará firmado por el abogado y por procurador si intervinieran en el
pleito, y por el recusante, o por alguien a su ruego, si no supiera firmar. En todo caso, el
procurador deberá acompañar poder especial para la recusación de que se trate. Si no
intervinieren procurador y abogado, el recusante habrá de ratificar la recusación ante el
Secretario del tribunal de que se trate.
3. Formulada la recusación, se dará traslado a las demás partes del proceso para que,
en el plazo común de tres días, manifiesten si se adhieren o se oponen a la causa de
recusación propuesta o si, en aquel momento, conocen alguna otra causa de recusación. La
parte que no proponga recusación en dicho plazo, no podrá hacerlo con posterioridad, salvo
que acredite cumplidamente que, en aquel momento, no conocía la nueva causa de
recusación.
4. En el día hábil siguiente a la finalización del plazo previsto en el apartado anterior, el
recusado habrá de pronunciarse sobre si admite o no la causa o causas de recusación
formuladas.

Artículo 108. Competencia para instruir los incidentes de recusación.


1. Instruirán los incidentes de recusación:
1.º Cuando el recusado sea el Presidente o un Magistrado del Tribunal Supremo o de un
Tribunal Superior de Justicia, un Magistrado de la Sala a la que pertenezca el recusado,
designado en virtud de un turno establecido por orden de antigüedad.
2.º Cuando el recusado sea un Presidente de Audiencia Provincial, un Magistrado de la
Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia correspondiente, designado en
virtud de un turno establecido por orden de antigüedad.
3.º Cuando el recusado sea un Magistrado de una Audiencia, un Magistrado de esa
misma Audiencia, designado en virtud de un turno establecido por orden de antigüedad,
siempre que no pertenezca a la misma Sección que el recusado.
4.º Cuando se recusare a todos los Magistrados de una Sala de Justicia, un Magistrado
de los que integren el Tribunal correspondiente, designado en virtud de un turno establecido
por orden de antigüedad, siempre que no estuviere afectado por la recusación.
5.º Cuando el recusado sea un Juez o Magistrado titular de un órgano unipersonal, un
Magistrado de la Audiencia Provincial, designado en virtud de un turno establecido por orden
de antigüedad.
6.º Cuando el recusado fuere un Juez de Paz, el Juez de Primera Instancia del partido
correspondiente o, si hubiere varios Juzgados de Primera Instancia, el designado en virtud
de un turno establecido por orden de antigüedad.
La antigüedad se regirá por el orden de escalafón en la carrera judicial.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. En los casos en que no fuere posible cumplir lo prevenido en el apartado anterior, la


Sala de Gobierno del Tribunal correspondiente designará al instructor, procurando que sea
de mayor categoría o, al menos, de mayor antigüedad que el recusado o recusados.

Artículo 109. Sustanciación del incidente de recusación y efectos de éste en el asunto


principal.
1. Dentro del mismo día en que finalice el plazo a que se refiere el apartado 3 del artículo
107, o en el siguiente día hábil, el Secretario judicial pasará el pleito o causa al conocimiento
del sustituto, debiendo remitirse al Tribunal al que corresponda instruir el incidente el escrito
y los documentos de la recusación.
También deberá acompañarse un informe del recusado relativo a si admite o no la causa
de recusación.
2. No se admitirán a trámite las recusaciones en las que no se expresaren los motivos en
que se funden, o a las que no se acompañen los documentos a que se refiere el apartado 2
del artículo 107.
3. Si el recusado aceptare como cierta la causa de recusación, se resolverá el incidente
sin más trámites. En caso contrario, el instructor, si admitiere a trámite la recusación
propuesta, ordenará la práctica, en el plazo de diez días, de la prueba solicitada que sea
pertinente y la que estime necesaria y, acto seguido, remitirá lo actuado al tribunal
competente para decidir el incidente.
Recibidas las actuaciones por el Tribunal competente para decidir la recusación, el
Secretario judicial dará traslado de las mismas al Ministerio Fiscal para informe por plazo de
tres días. Transcurrido ese plazo, con o sin informe del Ministerio Fiscal, se decidirá el
incidente dentro de los cinco días siguientes. Contra dicha resolución no cabrá recurso
alguno.
4. La recusación suspenderá el curso del pleito hasta que se decida el incidente de
recusación.

Artículo 110. Competencia para decidir el incidente de recusación.


Decidirán los incidentes de recusación:
1.º La Sala prevista en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, cuando el
recusado sea el Presidente del Tribunal Supremo, el Presidente de la Sala de lo Civil o dos o
más Magistrados de dicha Sala.
2.º La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, cuando se recuse a uno de los Magistrados
que la integran.
3.º La Sala a que se refiere el artículo 77 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, cuando
se hubiera recusado al Presidente del Tribunal Superior de Justicia, al Presidente de la Sala
de lo Civil y Penal de dicho Tribunal Superior, al Presidente de Audiencia Provincial con sede
en la Comunidad Autónoma correspondiente o a dos o más Magistrados de la Sala Civil y
Penal de los Tribunales Superiores de Justicia o a dos o más Magistrados de una Sección o
de una Audiencia Provincial.
4.º La Sala de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, cuando se
recusara a uno o a varios Magistrados de estos Tribunales.
A los efectos señalados en los apartados que anteceden, el recusado no formará parte
de la Sala.
5.º Cuando el recusado sea Magistrado de una Audiencia Provincial, la Audiencia
Provincial, sin que forme parte de ella el recusado, o, si ésta se compusiere de dos o más
Secciones, la Sección en la que no se encuentre integrado el recusado o la Sección que siga
en orden numérico a aquélla de la que el recusado forme parte.
6.º Cuando el recusado sea un Juez de Primera Instancia o Juez de lo Mercantil, la
Sección de la Audiencia Provincial que conozca de los recursos contra sus resoluciones, y,
si fueren varias, se establecerá un turno comenzando por la Sección Primera.
7.º Cuando el recusado sea un Juez de Paz, resolverá el mismo Juez instructor del
incidente de recusación.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 111. Especialidades del incidente de recusación en juicios verbales. Otros casos


especiales.
1. En los procesos que se sustancien por los cauces del juicio verbal, si el Juez recusado
no aceptare en el acto como cierta la causa de recusación, pasarán las actuaciones al que
corresponda instruir el incidente, quedando entretanto en suspenso el asunto principal. El
Secretario judicial convocará a las partes a presencia del instructor, dentro de los cinco días
siguientes, y, oídas las partes y practicada la prueba declarada pertinente, el instructor
resolverá mediante providencia en el mismo acto sobre si ha o no lugar a la recusación.
2. Para la recusación de Jueces o Magistrados posterior al señalamiento de vistas, se
estará a lo dispuesto en los artículos 190 a 192 de esta Ley.

Artículo 112. Decisión del incidente, costas y multa.


1. El auto que desestime la recusación acordará devolver al recusado el conocimiento
del pleito o causa, en el estado en que se hallare y condenará en las costas al recusante,
salvo que concurrieren circunstancias excepcionales que justifiquen otro pronunciamiento.
Cuando la resolución que decida el incidente declare expresamente la existencia de mala fe
en el recusante, se podrá imponer a éste una multa de 180 a 6.000 euros.
2. El auto que estime la recusación apartará definitivamente al recusado del
conocimiento del pleito o causa. Continuará conociendo de él, hasta su terminación, aquel a
quien corresponda sustituirle.

Artículo 113. Notificación del auto y recursos.


Contra la decisión del incidente de recusación no se dará recurso alguno, sin perjuicio de
hacer valer, al recurrir contra la resolución que decida el pleito o causa, la posible nulidad de
ésta por concurrir en el Juez o Magistrado que dictó la resolución recurrida, o que integró la
Sala o Sección correspondiente, la causa de recusación alegada.

CAPÍTULO IV
De la recusación de los Secretarios Judiciales de los Tribunales civiles

Artículo 114. Regulación aplicable.


(Sin contenido)

Artículo 115. Recusación. Competencia para instruir y resolver los incidentes de


recusación.
1. Serán aplicables a la recusación de los Secretarios las prescripciones que establece la
Ley Orgánica del Poder Judicial para Jueces y Magistrados, con las siguientes
especialidades:
a) Los Secretarios Judiciales no podrán ser recusados durante la práctica de cualquier
diligencia o actuación de que estuvieren encargados.
b) La pieza de recusación se instruirá y resolverá por los mismos Jueces o Magistrados
competentes para conocer de la abstención.

Artículo 116. Informe del recusado.


Presentado el escrito de recusación el Secretario judicial recusado informará
detalladamente por escrito si reconoce o no como cierta y legítima la causa alegada, dando
traslado de dicho escrito al instructor, para que éste dé cuenta a la Sala o Sección que deba
conocer de la recusación.

Artículo 117. Aceptación de la recusación por el recusado.


1. Cuando el recusado reconozca como cierta la causa de la recusación, el tribunal
dictará auto, sin más trámites y sin ulterior recurso, teniéndolo por recusado, si estima que la
causa es legal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Si estima que la causa no es de las tipificadas en la Ley, declarará no haber lugar a la


recusación. Contra este auto no se dará recurso alguno.

Artículo 118. Oposición del recusado y sustanciación de la recusación.


Cuando el recusado niegue la certeza de la causa alegada como fundamento de la
recusación, si el instructor admitiere a trámite la recusación propuesta, ordenará la práctica,
en el plazo de diez días, de la prueba solicitada que estime pertinente y útil, dándose
traslado al Ministerio Fiscal por plazo de tres días. Transcurrido este plazo, con o sin informe
del Ministerio Fiscal, decidirá el incidente dentro de los cinco días siguientes. Contra dicha
resolución no cabrá recurso alguno.

Artículo 119. Sustitución del Secretario Judicial recusado.


El Secretario Judicial recusado, desde el momento en que sea presentado el escrito de
recusación, será reemplazado por su sustituto legal.

CAPÍTULO V
De la recusación de los funcionarios pertenecientes a los Cuerpos de Gestión
Procesal y Administrativa, de Tramitación Procesal y Administrativa, y de
Auxilio Judicial

Artículo 120. Legislación aplicable.


(Sin contenido)

Artículo 121. Recusación. Competencia para instruir y resolver el incidente de recusación.


1. La recusación de los funcionarios pertenecientes a los Cuerpos de Gestión Procesal y
Administrativa, de Tramitación Procesal y Administrativa, y de Auxilio Judicial, sólo será
posible por las causas legalmente previstas.
2. Será competente para instruir el incidente de recusación el Secretario del que
jerárquicamente dependan, y lo decidirá quien sea competente para dictar la resolución que
ponga término al pleito o causa en la respectiva instancia. Contra la resolución que resuelva
el incidente no se dará recurso alguno.

Artículo 122. Inadmisión del escrito de recusación.


Si, a la vista del escrito de recusación, el Secretario judicial estimare que la causa no es
de las tipificadas en la ley, inadmitirá en el acto la petición expresando las razones en que se
funde tal inadmisión. Contra esta resolución no se dará recurso alguno.

Artículo 123. Sustanciación del incidente ; aceptación o negativa de la recusación por el


recusado.
1. Admitido a trámite el escrito de recusación, y en el día siguiente a su recepción, el
recusado mani festará al Secretario Judicial si se da o no la causa alegada. Cuando
reconozca como cierta la causa de recusación, el Secretario Judicial acordará reemplazar al
recusado por quien legalmente le deba sustituir. Contra esta resolución no cabrá recurso
alguno.
2. Si el recusado niega la certeza de la causa alegada como fundamento de la
recusación, el Secretario Judicial, oído lo que el recusado alegue, dentro del quinto día y
practicadas las comprobaciones que el recusado proponga y sean pertinentes o las que él
mismo considere necesarias, remitirá lo actuado a quien haya de resolver para que decida el
incidente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO VI
De la recusación de los peritos

Artículo 124. Ámbito de la recusación de los peritos.


1. Sólo los peritos designados por el tribunal mediante sorteo podrán ser recusados, en
los términos previstos en este capítulo. Esta disposición es aplicable tanto a los peritos
titulares como a los suplentes.
2. Los peritos autores de dictámenes presentados por las partes sólo podrán ser objeto
de tacha por las causas y en la forma prevista en los artículos 343 y 344 de esta Ley, pero
no recusados por las partes.
3. Además de las causas de recusación previstas en la Ley Orgánica del Poder Judicial,
son causas de recusación de los peritos:
1.ª Haber dado anteriormente sobre el mismo asunto dictamen contrario a la parte
recusante, ya sea dentro o fuera del proceso.
2.ª Haber prestado servicios como tal perito al litigante contrario o ser dependiente o
socio del mismo.
3.ª Tener participación en sociedad, establecimiento o empresa que sea parte del
proceso.

Artículo 125. Forma de proponer la recusación de los peritos.


1. La recusación se hará en escrito firmado por el abogado y el procurador de la parte, si
intervinieran en la causa, y dirigido al titular del Juzgado o al Magistrado ponente, si se
tratase de tribunal colegiado. En dicho escrito se expresará concretamente la causa de la
recusación y los medios de probarla, y se acompañarán copias para el recusado y para las
demás partes del proceso.
2. Si la causa de la recusación fuera anterior a la designación del perito, el escrito deberá
presentarse dentro de los dos días siguientes al de la notificación del nombramiento.
Si la causa fuere posterior a la designación, pero anterior a la emisión del dictamen, el
escrito de recusación podrá presentarse antes del día señalado para el juicio o vista o al
comienzo de los mismos.
3. Después del juicio o vista no podrá recusarse al perito, sin perjuicio de que aquellas
causas de recusación existentes al tiempo de emitir el dictamen pero conocidas después de
aquélla podrán ser puestas de manifiesto al tribunal antes de que dicte sentencia y, si esto
no fuese posible, al tribunal competente para la segunda instancia.

Artículo 126. Admisión del escrito de recusación.


Propuesta en tiempo y forma la recusación, se dará traslado de copia del escrito al perito
recusado y a las partes. El recusado deberá manifestar ante el Secretario judicial si es o no
cierta la causa en que la recusación se funda. Si la reconoce como cierta y el Secretario
considera fundado el reconocimiento le tendrá por recusado sin más trámites y será
reemplazado, en su caso, por el suplente. Si el recusado fuera el suplente, y reconociere la
certeza de la causa, se estará a lo dispuesto en el artículo 342 de esta ley.

Artículo 127. Sustanciación y decisión del incidente de recusación.


1. Cuando el perito niegue la certeza de la causa de recusación o no se aceptare el
reconocimiento realizado por el perito de la concurrencia de dicha causa, el Secretario
judicial ordenará a las partes que comparezcan a presencia del Tribunal el día y hora que
señale, con las pruebas de que intenten valerse y asistidas de sus abogados y procuradores,
si su intervención fuera preceptiva en el proceso.
2. Si no compareciere el recusante, el Secretario judicial le tendrá por desistido de la
recusación.
3. Si compareciere el recusante e insistiere en la recusación, el tribunal admitirá las
pruebas pertinentes y útiles y, acto seguido, resolverá mediante auto lo que estime
procedente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

En caso de estimar la recusación, el perito recusado será sustituido por el suplente. Si,
por ser el suplente el recusado, no hubiere más peritos, se procederá conforme a lo
dispuesto en el artículo 342 de la presente Ley.
4. Contra la resolución que resuelva sobre la recusación del perito no cabrá recurso
alguno, sin perjuicio del derecho de las partes a plantear la cuestión en la instancia superior.

Artículo 128. Costas.
El régimen de condena en costas aplicable a la recusación de los peritos será el mismo
previsto para el incidente de recusación de Jueces y Magistrados.

TÍTULO V
De las actuaciones judiciales

CAPÍTULO I
Del lugar de las actuaciones judiciales

Artículo 129. Lugar de las actuaciones judiciales.


1. Las actuaciones judiciales se realizarán en la sede de la Oficina judicial, salvo
aquellas que por su naturaleza se deban practicar en otro lugar.
2. Las actuaciones que deban realizarse fuera del partido judicial donde radique la sede
del tribunal que conozca del proceso se practicarán, cuando proceda, mediante auxilio
judicial.
3. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los tribunales podrán constituirse en
cualquier lugar del territorio de su circunscripción para la práctica de las actuaciones cuando
fuere necesario o conveniente para la buena administración de justicia.
También podrán desplazarse fuera del territorio de su circunscripción para la práctica de
actuaciones de prueba, conforme a lo prevenido en esta Ley y en el artículo 275 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.

CAPÍTULO II
Del tiempo de las actuaciones judiciales

Sección 1.ª De los días y horas hábiles

Artículo 130. Días y horas hábiles.


1. Las actuaciones judiciales habrán de practicarse en días y horas hábiles.
2. Son días inhábiles a efectos procesales los sábados y domingos, y los días 24 y 31 de
diciembre, los días de fiesta nacional y los festivos a efectos laborales en la respectiva
Comunidad Autónoma o localidad. También serán inhábiles los días del mes de agosto.
3. Se entiende por horas hábiles las que median desde las ocho de la mañana a las ocho
de la tarde, salvo que la ley, para una actuación concreta, disponga otra cosa.
Para los actos de comunicación y ejecución también se considerarán horas hábiles las
que transcurren desde las ocho hasta las diez de la noche.

Artículo 131. Habilitación de días y horas inhábiles.


1. De oficio o a instancia de parte, los Tribunales podrán habilitar los días y horas
inhábiles, cuando hubiere causa urgente que lo exija. Esta habilitación se realizará por los
Secretarios Judiciales cuando tuviera por objeto la realización de actuaciones procesales
que deban practicarse en materias de su exclusiva competencia, cuando se tratara de
actuaciones por ellos ordenadas o cuando fueran tendentes a dar cumplimiento a las
resoluciones dictadas por los Tribunales.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Se considerarán urgentes las actuaciones del tribunal cuya demora pueda causar
grave perjuicio a los interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la
ineficacia de una resolución judicial.
3. Para las actuaciones urgentes a que se refiere el apartado anterior serán hábiles los
días del mes de agosto, sin necesidad de expresa habilitación. Tampoco será necesaria la
habilitación para proseguir en horas inhábiles, durante el tiempo indispensable, las
actuaciones urgentes que se hubieren iniciado en horas hábiles.
4. Contra las resoluciones de habilitación de días y horas inhábiles no se admitirá
recurso alguno.

Sección 2.ª De los plazos y los términos

Artículo 132. Plazos y términos.


1. Las actuaciones del proceso se practicarán en los términos o dentro de los plazos
señalados para cada una de ellas.
2. Cuando no se fije plazo ni término, se entenderá que han de practicarse sin dilación.
3. La infracción de lo dispuesto en este artículo por los tribunales y personal al servicio
de la Administración de Justicia de no mediar justa causa será corregida disciplinariamente
con arreglo a lo previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial, sin perjuicio del derecho de la
parte perjudicada para exigir las demás responsabilidades que procedan.

Artículo 133. Cómputo de los plazos.


1. Los plazos comenzarán a correr desde el día siguiente a aquel en que se hubiere
efectuado el acto de comunicación del que la Ley haga depender el inicio del plazo, y se
contará en ellos el día del vencimiento, que expirará a las veinticuatro horas.
No obstante, cuando la Ley señale un plazo que comience a correr desde la finalización
de otro, aquél se computará, sin necesidad de nueva notificación, desde el día siguiente al
del vencimiento de éste.
2. En el cómputo de los plazos señalados por días se excluirán los inhábiles.
Para los plazos que se hubiesen señalado en las actuaciones urgentes a que se refiere
el apartado 2 del artículo 131 no se considerarán inhábiles los días del mes de agosto y sólo
se excluirán del cómputo los sábados, domingos y festivos.
3. Los plazos señalados por meses o por años se computarán de fecha a fecha.
Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se
entenderá que el plazo expira el último del mes.
4. Los plazos que concluyan en sábado, domingo u otro día inhábil se entenderán
prorrogados hasta el siguiente hábil.

Artículo 134. Improrrogabilidad de los plazos.


1. Los plazos establecidos en esta Ley son improrrogables.
2. Podrán, no obstante, interrumpirse los plazos y demorarse los términos en caso de
fuerza mayor que impida cumplirlos, reanudándose su cómputo en el momento en que
hubiera cesado la causa determinante de la interrupción o demora. La concurrencia de
fuerza mayor habrá de ser apreciada por el Secretario judicial mediante decreto, de oficio o a
instancia de la parte que la sufrió, con audiencia de las demás. Contra este decreto podrá
interponerse recurso de revisión que producirá efectos suspensivos.

Artículo 135. Presentación de escritos, a efectos del requisito de tiempo de los actos


procesales.
1. Cuando la presentación de un escrito esté sujeta a plazo, podrá efectuarse hasta las
quince horas del día hábil siguiente al del vencimiento del plazo, en el servicio común
procesal creado a tal efecto o, de no existir éste, en la sede del órgano judicial.
2. En las actuaciones ante los tribunales civiles, no se admitirá la presentación de
escritos en el Juzgado que preste el servicio de guardia.
3. El funcionario designado para ello estampará en los escritos de iniciación del
procedimiento y de cualesquiera otros cuya presentación esté sujeta a plazo perentorio el

– 328 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

correspondiente sello en el que se hará constar la Oficina judicial ante la que se presenta y
el día y hora de la presentación.
4. En todo caso, se dará a la parte recibo de los escritos y documentos que presenten
con expresión de la fecha y hora de presentación. También podrá hacerse constar la
recepción de escritos y documentos en copia simple presentada por la parte.
5. Cuando las Oficinas judiciales y los sujetos intervinientes en un proceso dispongan de
medios técnicos que permitan el envío y la normal recepción de escritos iniciadores y demás
escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada la autenticidad de la comunicación
y quede constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras y de la fecha en que se
hicieren, los escritos y documentos podrán enviarse por aquellos medios, acusándose recibo
del mismo modo y se tendrán por presentados, a efectos de ejercicio de los derechos y de
cumplimiento de deberes en la fecha y hora que conste en el resguardo acreditativo de su
presentación. En caso de que la presentación tenga lugar en día u hora inhábil a efectos
procesales conforme a la ley, se entenderá efectuada el primer día y hora hábil siguiente.
A efectos de prueba y del cumplimiento de requisitos legales que exijan disponer de los
documentos originales o de copias fehacientes, se estará a lo previsto en el artículo 162.2 de
esta Ley.
Cuando la presentación de escritos perentorios dentro de plazo, por los medios técnicos
a que se refiere este apartado, no sea posible por interrupción no planificada del servicio de
comunicaciones telemáticas o electrónicas, el remitente podrá proceder a su presentación en
la Oficina judicial el primer día hábil siguiente acompañando el justificante de dicha
interrupción.
6. En cuanto al traslado de los escritos y documentos, se estará a lo dispuesto en el
Capítulo IV del Título I del Libro II, pero podrá aquél efectuarse, a los procuradores o a las
demás partes, conforme a lo previsto en el apartado anterior, cuando se cumplan los
requisitos que establece.

Artículo 136. Preclusión.
Transcurrido el plazo o pasado el término señalado para la realización de un acto
procesal de parte se producirá la preclusión y se perderá la oportunidad de realizar el acto
de que se trate. El Secretario Judicial dejará constancia del transcurso del plazo por medio
de diligencia y acordará lo que proceda o dará cuenta al tribunal a fin de que dicte la
resolución que corresponda.

CAPÍTULO III
De la inmediación, la publicidad y la lengua oficial

Artículo 137. Presencia judicial en declaraciones, pruebas y vistas.


1. Los Jueces y los Magistrados miembros del tribunal que esté conociendo de un asunto
presenciarán las declaraciones de las partes y de testigos, los careos, las exposiciones,
explicaciones y respuestas que hayan de ofrecer los peritos, así como la crítica oral de su
dictamen y cualquier otro acto de prueba que, conforme a lo dispuesto en esta Ley, deba
llevarse a cabo contradictoria y públicamente.
2. Las vistas y las comparecencias que tengan por objeto oír a las partes antes de dictar
una resolución se celebrarán siempre ante el Juez o los Magistrados integrantes del tribunal
que conozca del asunto.
3. Lo dispuesto en los apartados anteriores será de aplicación a los Secretarios
Judiciales respecto de aquellas actuaciones que hayan de realizarse únicamente ante ellos.
4. La infracción de lo dispuesto en los apartados anteriores determinará la nulidad de
pleno derecho de las correspondientes actuaciones.

Artículo 138. Publicidad de las actuaciones orales.


1. Las actuaciones de prueba, las vistas y las comparecencias cuyo objeto sea oír a las
partes antes de dictar una resolución se practicarán en audiencia pública.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Las actuaciones a que se refiere el apartado anterior podrán, no obstante, celebrarse


a puerta cerrada cuando ello sea necesario para la protección del orden público o de la
seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando los intereses de los menores o la
protección de la vida privada de las partes y de otros derechos y libertades lo exijan o, en fin,
en la medida en la que el tribunal lo considere estrictamente necesario, cuando por la
concurrencia de circunstancias especiales la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de
la justicia.
3. Antes de acordar la celebración a puerta cerrada de cualquier actuación, el tribunal
oirá a las partes que estuvieran presentes en el acto. La resolución adoptará la forma de
auto y contra ella no se admitirá recurso alguno, sin perjuicio de formular protesta y suscitar
la cuestión, si fuere admisible, en el recurso procedente contra la sentencia definitiva.
Los Secretarios Judiciales podrán adoptar mediante decreto la misma medida en
aquellas actuaciones procesales que deban practicarse en materias de su exclusiva
competencia. Frente a este decreto sólo cabrá recurso de reposición.

Artículo 139. Secreto de las deliberaciones de los tribunales colegiados.


Las deliberaciones de los tribunales colegiados son secretas. También lo será el
resultado de las votaciones, sin perjuicio de lo dispuesto por la ley sobre publicidad de los
votos particulares.

Artículo 140. Información sobre las actuaciones.


1. Los Secretarios Judiciales y personal competente al servicio de los tribunales
facilitarán a cualesquiera personas que acrediten un interés legítimo cuanta información
soliciten sobre el estado de las actuaciones judiciales, que podrán examinar y conocer.
También podrán pedir aquéllas, a su costa, la obtención de copias simples de escritos y
documentos que consten en los autos.
2. A petición de las personas a que se refiere el apartado anterior, y a su costa, se
expedirán por el Secretario Judicial los testimonios que soliciten, con expresión de su
destinatario.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, los tribunales por medio de auto
podrán atribuir carácter reservado a la totalidad o a parte de los autos cuando tal medida
resulte justificada en atención a las circunstancias expresadas por el apartado 2 del artículo
138.
Las actuaciones de carácter reservado sólo podrán ser conocidas por las partes y por
sus representantes y defensores, sin perjuicio de lo previsto respecto de hechos y datos con
relevancia penal, tributaria o de otra índole.

Artículo 141. Acceso a libros, archivos y registros judiciales.


Las personas que acrediten un interés legítimo podrán acceder a los libros, archivos y
registros judiciales que no tengan carácter reservado y obtener, a su costa, testimonio o
certificación de los extremos que indiquen.

Artículo 141 bis. 


En los casos previstos en los dos artículos anteriores, en las copias simples, testimonios
y certificaciones que expidan los Secretarios Judiciales, cualquiera que sea el soporte que se
utilice para ello, cuando sea necesario para proteger el superior interés de los menores y
para preservar su intimidad, deberán omitirse los datos personales, imágenes, nombres y
apellidos, domicilio, o cualquier otro dato o circunstancia que directa o indirectamente
pudiera permitir su identificación.

Artículo 142. Lengua oficial.


1. En todas las actuaciones judiciales, los Jueces, Magistrados, Fiscales, Secretarios
Judiciales y demás funcionarios de Juzgados y Tribunales usarán el castellano, lengua oficial
del Estado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Los Jueces, Magistrados, Secretarios Judiciales, Fiscales y demás funcionarios de


Juzgados y Tribunales podrán usar también la lengua oficial propia de la Comunidad
Autónoma, si ninguna de las partes se opusiere, alegando desconocimiento de ella que
pudiere producir indefensión.
3. Las partes, sus procuradores y abogados, así como los testigos y peritos, podrán
utilizar la lengua que sea también oficial en la Comunidad Autónoma en cuyo territorio
tengan lugar las actuaciones judiciales, tanto en manifestaciones orales como escritas.
4. Las actuaciones judiciales realizadas y los documentos presentados en el idioma
oficial de una Comunidad Autónoma tendrán, sin necesidad de traducción al castellano,
plena validez y eficacia, pero se procederá de oficio a su traducción cuando deban surtir
efecto fuera de la jurisdicción de los órganos judiciales sitos en la Comunidad Autónoma,
salvo si se trata de Comunidades Autónomas con lengua oficial propia coincidente. También
se procederá a su traducción cuando así lo dispongan las leyes o a instancia de parte que
alegue indefensión.
5. En las actuaciones orales, el tribunal por medio de providencia podrá habilitar como
intérprete a cualquier persona conocedora de la lengua empleada, previo juramento o
promesa de fiel traducción.

Artículo 143. Intervención de intérpretes.


1. Cuando alguna persona que no conozca el castellano ni, en su caso, la lengua oficial
propia de la Comunidad hubiese de ser interrogada o prestar alguna declaración, o cuando
fuere preciso darle a conocer personalmente alguna resolución, el Secretario por medio de
decreto podrá habilitar como intérprete a cualquier persona conocedora de la lengua de que
se trate, exigiéndosele juramento o promesa de fiel traducción.
Sin perjuicio de lo anterior, se garantizará en todo caso la prestación de los servicios de
interpretación en los litigios transfronterizos a aquella persona que no conozca el castellano
ni, en su caso, la lengua oficial propia de la Comunidad Autónoma, en los términos
establecidos en la Ley 1/1996, de 10 de enero, reguladora de la Asistencia Jurídica Gratuita.
De las actuaciones que en estos casos se practiquen se levantará acta, en la que
constarán los textos en el idioma original y su traducción al idioma oficial, y que será firmada
también por el intérprete.
2. En los mismos casos del apartado anterior, si la persona fuere sorda, se nombrará
siempre, conforme a lo que se dispone en el expresado apartado, al intérprete de lengua de
signos adecuado.
De las actuaciones que se practiquen en relación con las personas sordas se levantará
la oportuna acta.

Artículo 144. Documentos redactados en idioma no oficial.


1. A todo documento redactado en idioma que no sea el castellano o, en su caso, la
lengua oficial propia de la Comunidad Autónoma de que se trate, se acompañará la
traducción del mismo.
2. Dicha traducción podrá ser hecha privadamente y, en tal caso, si alguna de las partes
la impugnare dentro de los cinco días siguientes desde el traslado, manifestando que no la
tiene por fiel y exacta y expresando las razones de la discrepancia, el Secretario judicial
ordenará, respecto de la parte que exista discrepancia, la traducción oficial del documento, a
costa de quien lo hubiese presentado.
No obstante, si la traducción oficial realizada a instancia de parte resultara ser
sustancialmente idéntica a la privada, los gastos derivados de aquélla correrán a cargo de
quien la solicitó.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO IV
De la fe pública judicial y de la documentación de las actuaciones

Artículo 145. Fe pública judicial.


1. Corresponde al Secretario judicial, con exclusividad y plenitud, el ejercicio de la fe
pública judicial en las actuaciones procesales.
Concretamente, el Secretario judicial:
1.º Dará fe, por sí o mediante el registro correspondiente, de cuyo funcionamiento será
responsable, de la recepción de escritos con los documentos y recibos que les acompañen,
expidiendo en su caso las certificaciones que en esta materia sean solicitadas por las partes.
2.º Dejará constancia fehaciente de la realización de actos procesales en el Tribunal o
ante éste y de la producción de hechos con trascendencia procesal, mediante las oportunas
actas y diligencias cualquiera que sea el soporte que se utilice.
3.º Expedirá certificaciones o testimonios de las actuaciones judiciales no declaradas
secretas ni reservadas a las partes, con expresión del destinatario y el fin para el cual se
solicitan.
4.º Autorizará y documentará conforme a lo previsto en el artículo 24 de esta ley el
otorgamiento de poderes para pleitos.
2. En el ejercicio de estas funciones no precisará de la intervención adicional de testigos.

Artículo 146. Documentación de las actuaciones.


1. Las actuaciones procesales que no consistan en escritos y documentos se
documentarán por medio de actas y diligencias. Cuando se utilicen medios técnicos de
grabación o reproducción, el Secretario judicial garantizará la autenticidad de lo grabado o
reproducido.
2. Cuando la ley disponga que se levante acta, se recogerá en ella, con la necesaria
extensión y detalle, todo lo actuado.
Si se tratase de actuaciones que conforme a esta ley hayan de registrarse en soporte
apto para la grabación y reproducción, y el Secretario judicial dispusiere de firma electrónica
reconocida u otro sistema de seguridad que conforme a la ley garantice la autenticidad e
integridad de lo grabado, el documento electrónico así generado constituirá el acta a todos
los efectos.
Si los mecanismos de garantía previstos en el párrafo anterior no se pudiesen utilizar el
Secretario judicial deberá consignar en el acta los siguientes extremos: número y clase de
procedimiento, lugar y fecha de celebración, tiempo de duración, asistentes al acto,
peticiones y propuestas de las partes, en caso de proposición de pruebas, declaración de
pertinencia y orden en la práctica de las mismas, resoluciones que adopte el Juez o Tribunal,
así como las circunstancias e incidencias que no pudieran constar en aquel soporte.
En estos casos, o cuando los medios de registro previstos en este artículo no se
pudiesen utilizar por cualquier causa, el acta se extenderá por procedimientos informáticos,
sin que pueda ser manuscrita más que en las ocasiones en que la sala en que se esté
celebrando la actuación careciera de medios informáticos.
3. Los tribunales podrán emplear medios técnicos de documentación y archivo de sus
actuaciones y de los escritos y documentos que recibieren, con las garantías a que se refiere
el apartado 5 del artículo 135 de esta Ley. También podrán emplear medios técnicos de
seguimiento del estado de los procesos y de estadística relativa a éstos.

Artículo 147. Documentación de las actuaciones mediante sistemas de grabación y


reproducción de la imagen y el sonido.
Las actuaciones orales en vistas, audiencias y comparecencias celebradas ante el
Tribunal, se registrarán en soporte apto para la grabación y reproducción del sonido y la
imagen.
Siempre que se cuente con los medios tecnológicos necesarios, el Secretario judicial
garantizará la autenticidad e integridad de lo grabado o reproducido mediante la utilización
de la firma electrónica reconocida u otro sistema de seguridad que conforme a la ley ofrezca

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

tales garantías. En este caso, la celebración del acto no requerirá la presencia en la sala del
Secretario judicial salvo que lo hubieran solicitado las partes, al menos dos días antes de la
celebración de la vista, o que excepcionalmente lo considere necesario el Secretario judicial
atendiendo a la complejidad del asunto, al número y naturaleza de las pruebas a practicar, al
número de intervinientes, a la posibilidad de que se produzcan incidencias que no pudieran
registrarse, o a la concurrencia de otras circunstancias igualmente excepcionales que lo
justifiquen. En estos casos, el Secretario judicial extenderá acta sucinta en los términos
previstos en el artículo anterior.
El Secretario judicial deberá custodiar el documento electrónico que sirva de soporte a la
grabación.
Las partes podrán pedir, a su costa, copia de las grabaciones originales.

Artículo 148. Formación, custodia y conservación de los autos.


Los Secretarios Judiciales responderán de la debida formación de los autos dejando
constancia de las resoluciones que dicten los Tribunales, o ellos mismos cuando así lo
autorice la ley. Igualmente responderán de la conservación y custodia de los mismos, salvo
el tiempo en que estuvieren en poder del Juez o Magistrado ponente u otros Magistrados
integrantes del Tribunal.

CAPÍTULO V
De los actos de comunicación judicial

Artículo 149. Clases de actos de comunicación.


Los actos procesales de comunicación serán:
1.º Notificaciones, cuando tengan por objeto dar noticia de una resolución o actuación.
2.º Emplazamientos, para personarse y para actuar dentro de un plazo.
3.º Citaciones, cuando determinen lugar, fecha y hora para comparecer y actuar.
4.º Requerimientos para ordenar, conforme a la ley, una conducta o inactividad.
5.º Mandamientos, para ordenar el libramiento de certificaciones o testimonios y la
práctica de cualquier actuación cuya ejecución corresponda a los Registradores de la
Propiedad, Mercantiles, de Buques, de ventas a plazos de bienes muebles, notarios, o
funcionarios al servicio de la Administración de Justicia.
6.º Oficios, para las comunicaciones con autoridades no judiciales y funcionarios distintos
de los mencionados en el número anterior.

Artículo 150. Notificación de resoluciones y diligencias de ordenación.


1. Las resoluciones procesales se notificarán a todos los que sean parte en el proceso.
2. Por disposición del Tribunal, también se notificará la pendencia del proceso a las
personas que, según los mismos autos, puedan verse afectadas por la resolución que ponga
fin al procedimiento. Esta comunicación se llevará a cabo, con los mismos requisitos, cuando
el Tribunal advierta indicios de que las partes están utilizando el proceso con fines
fraudulentos.
3. También se hará notificación a los terceros en los casos en que lo prevea la Ley.

Artículo 151. Tiempo de la comunicación.

1. Todas las resoluciones dictadas por los Tribunales o Secretarios Judiciales se


notificarán en el plazo máximo de tres días desde su fecha o publicación.
2. Los actos de comunicación a la Abogacía del Estado, al Servicio Jurídico de la
Administración de la Seguridad Social y al Ministerio Fiscal, así como los que se practiquen a
través de los servicios de notificaciones organizados por los Colegios de Procuradores, se
tendrán por realizados el día siguiente a la fecha de recepción que conste en la diligencia o
en el resguardo acreditativo de su recepción cuando el acto de comunicación se haya

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

efectuado por los medios y con los requisitos que establece el apartado 1 del artículo 162 de
esta Ley.
3. Cuando la entrega de algún documento o despacho que deba acompañarse al acto de
comunicación tenga lugar en fecha posterior a la recepción del acto de comunicación, éste
se tendrá por realizado cuando conste efectuada la entrega del documento, siempre que los
efectos derivados de la comunicación estén vinculados al documento.

Artículo 152. Forma de los actos de comunicación. Respuesta.


1. Los actos de comunicación se realizarán bajo la dirección del Secretario judicial, que
será el responsable de la adecuada organización del servicio. Tales actos se ejecutarán por:
1.º Los funcionarios del Cuerpo de Auxilio Judicial.
2.º El procurador de la parte que así lo solicite, a su costa.
Se tendrán por válidamente realizados estos actos de comunicación cuando quede
constancia suficiente de haber sido practicados en la persona o en el domicilio del
destinatario.
A estos efectos, el procurador acreditará, bajo su responsabilidad, la identidad y
condición del receptor del acto de comunicación, cuidando de que en la copia quede
constancia de su firma y de la fecha en que se realice.
2. Los actos de comunicación se efectuarán en alguna de las formas siguientes, según
disponga esta ley:
1.ª A través de procurador, tratándose de comunicaciones a quienes estén personados
en el proceso con representación de aquél.
2.ª Remisión de lo que haya de comunicarse mediante correo, telegrama o cualquier otro
medio técnico que permita dejar en los autos constancia fehaciente de la recepción, de su
fecha y del contenido de lo comunicado.
3.ª Entrega al destinatario de copia literal de la resolución que se le haya de notificar, del
requerimiento que el Tribunal o el Secretario judicial le dirija, o de la cédula de citación o
emplazamiento.
3. La cédula expresará el Tribunal o Secretario judicial que hubiese dictado la resolución,
y el asunto en que haya recaído, el nombre y apellidos de la persona a quien se haga la
citación o emplazamiento, el objeto de éstos y el lugar, día y hora en que deba comparecer
el citado, o el plazo dentro del cual deba realizarse la actuación a que se refiera el
emplazamiento, con la prevención de los efectos que, en cada caso, la ley establezca.
4. En las notificaciones, citaciones y emplazamientos no se admitirá ni consignará
respuesta alguna del interesado, a no ser que así se hubiera mandado. En los
requerimientos se admitirá la respuesta que dé el requerido, consignándola sucintamente en
la diligencia.

Artículo 153. Comunicación por medio de procurador.


La comunicación con las partes personadas en el juicio se hará a través de su
procurador cuando éste las represente. El procurador firmará las notificaciones,
emplazamientos, citaciones y requerimientos de todas clases que deban hacerse a su
poderdante en el curso del pleito, incluso las de sentencias y las que tengan por objeto
alguna actuación que deba realizar personalmente el poderdante.

Artículo 154. Lugar de comunicación de los actos a los procuradores.


1. Los actos de comunicación con los procuradores se realizarán en la sede del tribunal
o en el servicio común de recepción organizado por el Colegio de Procuradores. El régimen
interno de este servicio será competencia del Colegio de Procuradores, de conformidad con
la ley.
2. La remisión y recepción de los actos de comunicación en este servicio se realizará por
los medios y con el resguardo acreditativo de su recepción a que se refiere el apartado 1 del
artículo 162 de esta Ley, cuando la Oficina judicial y el Colegio de Procuradores dispongan
de tales medios.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

En otro caso, se remitirá al servicio, por duplicado, la copia de la resolución o la cédula,


de las que el procurador recibirá un ejemplar y firmará otro que será devuelto a la Oficina
judicial por el propio servicio.

Artículo 155. Actos de comunicación con las partes aún no personadas o no representadas


por procurador. Domicilio.
1. Cuando las partes no actúen representadas por procurador o se trate del primer
emplazamiento o citación al demandado, los actos de comunicación se harán por remisión al
domicilio de los litigantes. En la cédula de emplazamiento o citación se hará constar el
derecho a solicitar asistencia jurídica gratuita y el plazo para solicitarla.
2. El domicilio del demandante será el que haya hecho constar en la demanda o en la
petición o solicitud con que se inicie el proceso. Asimismo, el demandante designará, como
domicilio del demandado, a efectos del primer emplazamiento o citación de éste, uno o
varios de los lugares a que se refiere el apartado siguiente de este artículo. Si el
demandante designare varios lugares como domicilios, indicará el orden por el que, a su
entender, puede efectuarse con éxito la comunicación.
Asimismo, el demandante deberá indicar cuantos datos conozca del demandado y que
puedan ser de utilidad para la localización de éste, como números de teléfono, de fax o
similares.
El demandado, una vez comparecido, podrá designar, para sucesivas comunicaciones,
un domicilio distinto.
3. A efectos de actos de comunicación, podrá designarse como domicilio el que
aparezca en el padrón municipal o el que conste oficialmente a otros efectos, así como el
que aparezca en Registro oficial o en publicaciones de Colegios profesionales, cuando se
tratare, respectivamente, de empresas y otras entidades o de personas que ejerzan
profesión para la que deban colegiarse obligatoriamente. También podrá designarse como
domicilio, a los referidos efectos, el lugar en que se desarrolle actividad profesional o laboral
no ocasional.
Cuando en la demanda se ejercite una acción de aquellas a las que se refiere el número
1.º del apartado 1 del artículo 250, se entenderá que si las partes no han acordado señalar
en el contrato de arrendamiento un domicilio en el que se llevarán a cabo los actos de
comunicación, éste será, a todos los efectos, el de la vivienda o local arrendado.
Si la demanda se dirigiese a una persona jurídica, podrá igualmente señalarse el
domicilio de cualquiera que aparezca como administrador, gerente o apoderado de la
empresa mercantil, o presidente, miembro o gestor de la Junta de cualquier asociación que
apareciese en un Registro oficial.
4. Si las partes no estuviesen representadas por procurador, las comunicaciones
efectuadas en cualquiera de los lugares previstos en el apartado anterior, que se hayan
designado como domicilios, surtirán plenos efectos en cuanto se acredite la correcta
remisión de lo que haya de comunicarse aunque no conste su recepción por el destinatario.
No obstante, si la comunicación tuviese por objeto la personación en juicio o la
realización o intervención personal de las partes en determinadas actuaciones procesales y
no constare la recepción por el interesado, se estará a lo dispuesto en el artículo 158.
5. Cuando las partes cambiasen su domicilio durante la sustanciación del proceso, lo
comunicarán inmediatamente a la Oficina judicial.
Asimismo deberán comunicar los cambios relativos a su número de teléfono, fax,
dirección de correo electrónico o similares, siempre que estos últimos estén siendo utilizados
como instrumentos de comunicación con la Oficina judicial.

Artículo 156. Averiguaciones del tribunal sobre el domicilio.


1. En los casos en que el demandante manifestare que le es imposible designar un
domicilio o residencia del demandado, a efectos de su personación, se utilizarán por el
Secretario judicial los medios oportunos para averiguar esas circunstancias, pudiendo
dirigirse, en su caso, a los Registros, organismos, Colegios profesionales, entidades y
empresas a que se refiere el apartado 3 del artículo 155.
Al recibir estas comunicaciones, los Registros y organismos públicos procederán
conforme a las disposiciones que regulen su actividad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. En ningún caso se considerará imposible la designación de domicilio a efectos de


actos de comunicación si dicho domicilio constara en archivos o registros públicos, a los que
pudiere tenerse acceso.
3. Si de las averiguaciones a que se refiere el apartado 1 resultare el conocimiento de un
domicilio o lugar de residencia, se practicará la comunicación de la segunda forma
establecida en el apartado 2 del artículo 152, siendo de aplicación, en su caso, lo previsto en
el artículo 158.
4. Si estas averiguaciones resultaren infructuosas, el Secretario judicial ordenará que la
comunicación se lleve a cabo mediante edictos.

Artículo 157. Registro Central de Rebeldes Civiles.


1. Cuando las averiguaciones a las que se refiere el artículo anterior hubieren resultado
infructuosas, el Secretario judicial ordenará que se comunique el nombre del demandado y
los demás datos de identidad al Registro Central de Rebeldes Civiles, que existirá con sede
en el Ministerio de Justicia, con indicación de la fecha de la resolución de comunicación
edictal del demandado para proceder a su inscripción.
2. Cualquier Secretario judicial que deba averiguar el domicilio de un demandado podrá
dirigirse al Registro Central de Rebeldes Civiles para comprobar si el demandado consta en
dicho registro y si los datos que en él aparecen son los mismos de que dispone. En tal caso,
mediante diligencia de ordenación, podrá acordar directamente la comunicación edictal del
demandado.
3. Cualquier órgano judicial, a instancia del interesado o por iniciativa propia, que tuviera
conocimiento del domicilio de una persona que figure inscrita en el Registro Central de
Rebeldes Civiles deberá solicitar la cancelación de la inscripción comunicando el domicilio al
que se le pueden dirigir las comunicaciones judiciales. El Registro remitirá a las Oficinas
judiciales en que conste que existe proceso contra dicho demandado, el domicilio indicado
por éste a efecto de comunicaciones, resultando válidas las practicadas a partir de ese
momento en ese domicilio.
4. Con independencia de lo anterior, cualquier Tribunal que necesite conocer el domicilio
actual del demandado en un procedimiento, que se encuentre en ignorado paradero con
posterioridad a la fase de personación, podrá dirigirse al Registro Central de Rebeldes
Civiles para que se practique la oportuna anotación tendente a que le sea facilitado el
domicilio donde puedan dirigírsele las comunicaciones judiciales si este dato llegara a
conocimiento del citado Registro.

Artículo 158. Comunicación mediante entrega.


Cuando, en los casos del apartado 1 del artículo 155, no pudiera acreditarse que el
destinatario ha recibido una comunicación que tenga por finalidad la personación en juicio o
la realización o intervención personal de las partes en determinadas actuaciones procesales,
se procederá a su entrega en la forma establecida en el artículo 161.

Artículo 159. Comunicaciones con testigos, peritos y otras personas que no sean parte en
el juicio.
1. Las comunicaciones que deban hacerse a testigos, peritos y otras personas que, sin
ser parte en el juicio, deban intervenir en él, se remitirán a sus destinatarios con arreglo a lo
dispuesto en el apartado 1 del artículo 160. La remisión se hará al domicilio que designe la
parte interesada, pudiendo realizarse, en su caso, las averiguaciones a que se refiere el
artículo 156.
2. Cuando conste en autos el fracaso de la comunicación mediante remisión o las
circunstancias del caso lo aconsejen, atendidos el objeto de la comunicación y la naturaleza
de las actuaciones que de ella dependan, el Secretario judicial ordenará que se proceda con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 161.
3. Las personas a que se refiere este artículo deberán comunicar a la Oficina judicial
cualquier cambio de domicilio que se produzca durante la sustanciación del proceso. En la
primera comparecencia que efectúen se les informará de esta obligación.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 160. Remisión de las comunicaciones por correo, telegrama u otros medios


semejantes.
1. Cuando proceda la remisión de la copia de la resolución o de la cédula por correo
certificado o telegrama con acuse de recibo, o por cualquier otro medio semejante que
permita dejar en los autos constancia fehaciente de haberse recibido la notificación, de la
fecha de la recepción, y de su contenido, el Secretario judicial dará fe en los autos de la
remisión y del contenido de lo remitido, y unirá a aquéllos, en su caso, el acuse de recibo o
el medio a través del cual quede constancia de la recepción o la documentación aportada
por el procurador que así lo acredite, de haber procedido éste a la comunicación.
2. A instancia de parte y a costa de quien lo interese, podrá ordenarse que la remisión se
haga de manera simultánea a varios lugares de los previstos en el apartado 3 del artículo
155.
3. Cuando el destinatario tuviere su domicilio en el partido donde radique la sede del
tribunal, y no se trate de comunicaciones de las que dependa la personación o la realización
o intervención personal en las actuaciones, podrá remitirse, por cualquiera de los medios a
que se refiere el apartado 1, cédula de emplazamiento para que el destinatario comparezca
en dicha sede a efectos de ser notificado o requerido o de dársele traslado de algún escrito.
La cédula expresará con la debida precisión el objeto para el que se requiere la
comparecencia del emplazado, indicando el procedimiento y el asunto a que se refiere, con
la advertencia de que, si el emplazado no comparece, sin causa justificada, dentro del plazo
señalado, se tendrá por hecha la comunicación de que se trate o por efectuado el traslado.

Artículo 161. Comunicación por medio de entrega de copia de la resolución o de cédula.


1. La entrega al destinatario de la comunicación de la copia de la resolución o de la
cédula se efectuará en la sede del tribunal o en el domicilio de la persona que deba ser
notificada, requerida, citada o emplazada.
La entrega se documentará por medio de diligencia que será firmada por el funcionario o,
en su caso, el procurador que la efectúe y por la persona a quien se haga, cuyo nombre se
hará constar.
2. Cuando el destinatario de la comunicación sea hallado en el domicilio y se niegue a
recibir la copia de la resolución o la cédula o no quiera firmar la diligencia acreditativa de la
entrega, el funcionario o, en su caso, el procurador que asuma su práctica, le hará saber que
la copia de la resolución o la cédula queda a su disposición en la Oficina judicial,
produciéndose los efectos de la comunicación, de todo lo cual quedará constancia en la
diligencia.
3. Si el domicilio donde se pretende practicar la comunicación fuere el lugar en el que el
destinatario tenga su domicilio según el padrón municipal, o a efectos fiscales, o según
registro oficial o publicaciones de colegios profesionales, o fuere la vivienda o local
arrendado al demandado, y no se encontrare allí dicho destinatario, podrá efectuarse la
entrega a cualquier empleado, familiar o persona con la que conviva, mayor de 14 años, que
se encuentre en ese lugar, o al conserje de la finca, si lo tuviere, advirtiendo al receptor que
está obligado a entregar la copia de la resolución o la cédula al destinatario de ésta, o a
darle aviso, si sabe su paradero.
Si la comunicación se dirigiere al lugar de trabajo no ocasional del destinatario, en
ausencia de éste, la entrega se efectuará a persona que manifieste conocer a aquél o, si
existiere dependencia encargada de recibir documentos u objetos, a quien estuviere a cargo
de ella.
En la diligencia se hará constar el nombre de la persona destinataria de la comunicación
y la fecha y la hora en la que fue buscada y no encontrada en su domicilio, así como el
nombre de la persona que recibe la copia de la resolución o la cédula y la relación de dicha
persona con el destinatario, produciendo todos sus efectos la comunicación así realizada.
4. En el caso de que no se halle a nadie en el domicilio al que se acuda para la práctica
de un acto de comunicación, el Secretario Judicial o funcionario designado procurará
averiguar si vive allí su destinatario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Si ya no residiese o trabajase en el domicilio al que se acude y alguna de las personas


consultadas conociese el actual, éste se consignará en la diligencia negativa de
comunicación.
Si no pudiera conocerse por este medio el domicilio del demandado y el demandante no
hubiera designado otros posibles domicilios, se procederá de conformidad con lo establecido
en el artículo 156.
5. Cuando los actos de comunicación hubieran sido realizados por el procurador y no los
hubiera podido entregar a su destinatario por alguna de las causas previstas en los
apartados 2, 3 y 4 de este artículo, aquél deberá acreditar la concurrencia de las
circunstancias a las que se refieren los apartados anteriores, para lo que podrá auxiliarse de
dos testigos o de cualquier otro medio idóneo.

Artículo 162. Actos de comunicación por medios electrónicos, informáticos y similares.


1. Cuando las Oficinas judiciales y las partes o los destinatarios de los actos de
comunicación dispusieren de medios electrónicos, telemáticos, infotelecomunicaciones o de
otra clase semejante, que permitan el envío y la recepción de escritos y documentos, de
forma tal que esté garantizada la autenticidad de la comunicación y de su contenido y quede
constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras y del momento en que se hicieron,
los actos de comunicación podrán efectuarse por aquellos medios, con el resguardo
acreditativo de su recepción que proceda.
Las partes y los profesionales que intervengan en el proceso deberán comunicar a las
Oficinas judiciales el hecho de disponer de los medios antes indicados y su dirección.
Asimismo se constituirá en el Ministerio de Justicia un Registro accesible
electrónicamente de los medios indicados y las direcciones correspondientes a los
organismos públicos.
En cualquier caso, cuando constando la correcta remisión del acto de comunicación por
dichos medios técnicos, salvo los practicados a través de los servicios de notificaciones
organizados por los colegios de procuradores, transcurrieran tres días, sin que el destinatario
acceda a su contenido, se entenderá que la comunicación ha sido efectuada legalmente
desplegando plenamente sus efectos.
Se exceptuarán aquellos supuestos en los que el destinatario justifique la falta de acceso
al sistema de notificaciones durante ese periodo. Si la falta de acceso se debiera a causas
técnicas y éstas persistiesen en el momento de ponerlas en conocimiento, el acto de
comunicación se practicará mediante entrega de copia de la resolución. En cualquier caso, la
notificación se entenderá válidamente recibida en el momento en que conste la posibilidad
de acceso al sistema.
No obstante, caso de producirse el acceso transcurrido dicho plazo pero antes de
efectuada la comunicación mediante entrega, se entenderá válidamente realizada la
comunicación en la fecha que conste en el resguardo acreditativo de su recepción.
2. Cuando la autenticidad de resoluciones, documentos, dictámenes o informes
presentados o transmitidos por los medios a que se refiere el apartado anterior sólo pudiera
ser reconocida o verificada mediante su examen directo o por otros procedimientos, podrán,
no obstante, ser presentados en soporte electrónico mediante imágenes digitalizadas de los
mismos, en la forma prevista en los artículos 267 y 268 de esta Ley, si bien, en caso de que
alguna de las partes, el tribunal en los procesos de familia, incapacidad o filiación, o el
Ministerio Fiscal, así lo solicitasen, habrán de aportarse aquéllos en su soporte papel
original, en el plazo o momento procesal que a tal efecto se señale.

Artículo 163. Servicio Común Procesal de Actos de Comunicación.


En las poblaciones donde esté establecido, el Servicio Común Procesal de Actos de
Comunicación practicará los actos de comunicación que hayan de realizarse por la Oficina
judicial, excepto los que resulten encomendados al procurador por haberlo solicitado así la
parte a la que represente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 164. Comunicación edictal.


Cuando, practicadas, en su caso, las averiguaciones a que se refiere el artículo 156, no
pudiere conocerse el domicilio del destinatario de la comunicación, o cuando no pudiere
hallársele ni efectuarse la comunicación con todos sus efectos, conforme a lo establecido en
los artículos anteriores, o cuando así se acuerde en el caso a que se refiere el apartado 2 del
artículo 157, el secretario judicial, consignadas estas circunstancias, mandará que se haga la
comunicación fijando la copia de la resolución o la cédula en el tablón de anuncios de la
oficina judicial, salvaguardando en todo caso los derechos e intereses de menores, así como
otros derechos y libertades que pudieran verse afectados por la publicidad de los mismos.
Tal publicidad podrá ser sustituida, en los términos que reglamentariamente se determinen,
por la utilización de medios telemáticos, informáticos o electrónicos, conforme a lo previsto
en el artículo 236 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.
Sólo a instancia de parte, y a su costa, se publicará en el "Boletín Oficial" de la provincia,
en el de la Comunidad Autónoma, en el "Boletín Oficial del Estado" o en un diario de difusión
nacional o provincial.
En todo caso en la comunicación o publicación a que se refieren los párrafos anteriores,
en atención al superior interés de los menores y para preservar su intimidad, deberán
omitirse los datos personales, nombres y apellidos, domicilio, o cualquier otro dato o
circunstancia que directa o indirectamente pudiera permitir su identificación.
En los procesos de desahucio de finca urbana o rústica por falta de pago de rentas o
cantidades debidas o por expiración legal o contractual del plazo y en los procesos de
reclamación de estas rentas o cantidades debidas, cuando no pudiere hallársele ni efectuarle
la comunicación al arrendatario en los domicilios designados en el párrafo segundo del
apartado 3 del artículo 155, ni hubiese comunicado de forma fehaciente con posterioridad al
contrato un nuevo domicilio al arrendador, al que éste no se hubiese opuesto, se procederá,
sin más trámites, a fijar la cédula de citación o requerimiento en el tablón de anuncios de la
oficina judicial.

Artículo 165. Actos de comunicación mediante auxilio judicial.


Cuando los actos de comunicación hayan de practicarse según lo dispuesto en el
artículo 161 de esta ley por Tribunal distinto del que los hubiere ordenado, se acompañará al
despacho la copia o cédula correspondiente y lo demás que en cada caso proceda.
Estos actos de comunicación se cumplimentarán en un plazo no superior a veinte días,
contados a partir de su recepción. Cuando no se realice en el tiempo indicado, a cuyo efecto
se requerirá al Secretario judicial para su observancia, se habrán de expresar, en su caso,
las causas de la dilación.
Dichos actos podrán ser realizados, a instancia de parte, por procurador legalmente
habilitado para actuar ante el órgano exhortado, encargándose de su cumplimiento en los
mismos términos y plazos establecidos en el párrafo anterior.

Artículo 166. Nulidad y subsanación de los actos de comunicación.


1. Serán nulos los actos de comunicación que no se practicaren con arreglo a lo
dispuesto en este capítulo y pudieren causar indefensión.
2. Sin embargo, cuando la persona notificada, citada, emplazada o requerida se hubiera
dado por enterada en el asunto, y no denunciase la nulidad de la diligencia en su primer acto
de comparecencia ante el tribunal, surtirá ésta desde entonces todos sus efectos, como si se
hubiere hecho con arreglo a las disposiciones de la ley.

Artículo 167. Remisión de oficios y mandamientos.


1. Los mandamientos y oficios se remitirán directamente por el Secretario judicial que los
expida a la autoridad o funcionario a que vayan dirigidos, pudiendo utilizarse los medios
previstos en el artículo 162 de la presente ley.
No obstante, si así lo solicitaren, las partes podrán diligenciar personalmente los
mandamientos y oficios.
2. En todo caso, la parte a cuya instancia se libren los oficios y mandamientos a que se
refiere este artículo habrá de satisfacer los gastos que requiera su cumplimiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 168. Responsabilidad de los funcionarios y profesionales intervinientes en la


comunicación procesal.
1. El Secretario judicial o el funcionario de los Cuerpos al servicio de la Administración de
Justicia que, en el desempeño de las funciones que por este capítulo se le asignan, diere
lugar, por malicia o negligencia, a retrasos o dilaciones indebidas, será corregido
disciplinariamente por la autoridad de quien dependa e incurrirá además en responsabilidad
por los daños y perjuicios que ocasionara.
2. El procurador que incurriere en dolo, negligencia o morosidad en los actos de
comunicación cuya práctica haya asumido o no respetare alguna de las formalidades legales
establecidas, causando perjuicio a tercero, será responsable de los daños y perjuicios
ocasionados y podrá ser sancionado conforme a lo dispuesto en las normas legales o
estatutarias.

CAPÍTULO VI
Del auxilio judicial

Artículo 169. Casos en que procede el auxilio judicial.


1. Los tribunales civiles están obligados a prestarse auxilio en las actuaciones que,
habiendo sido ordenadas por uno, requieran la colaboración de otro para su práctica.
2. Se solicitará el auxilio judicial para las actuaciones que hayan de efectuarse fuera de
la circunscripción del tribunal que conozca del asunto, incluidos los actos de reconocimiento
judicial, cuando el tribunal no considere posible o conveniente hacer uso de la facultad que le
concede esta Ley de desplazarse fuera de su circunscripción para practicarlas.
3. También podrá pedirse el auxilio judicial para las actuaciones que hayan de
practicarse fuera del término municipal en que tenga su sede el tribunal que las haya
ordenado, pero dentro del partido judicial o circunscripción correspondiente.
4. El interrogatorio de las partes, la declaración de los testigos y la ratificación de los
peritos se realizará en la sede del Juzgado o tribunal que esté conociendo del asunto de que
se trate, aunque el domicilio de las personas mencionadas se encuentre fuera de la
circunscripción judicial correspondiente.
Sólo cuando por razón de la distancia, dificultad del desplazamiento, circunstancias
personales de la parte, del testigo o del perito, o por cualquier otra causa de análogas
características resulte imposible o muy gravosa la comparecencia de las personas citadas en
la sede del Juzgado o tribunal, se podrá solicitar el auxilio judicial para la práctica de los
actos de prueba señalados en el párrafo anterior.

Artículo 170. Órgano al que corresponde prestar el auxilio judicial.


Corresponderá prestar el auxilio judicial a la Oficina del Juzgado de Primera Instancia del
lugar en cuya circunscripción deba practicarse. No obstante lo anterior, si en dicho lugar
tuviera su sede un Juzgado de Paz, y el auxilio judicial consistiere en un acto de
comunicación, a éste le corresponderá practicar la actuación.

Artículo 171. Exhorto.
1. El auxilio judicial se solicitará por el Tribunal que lo requiera mediante exhorto dirigido
a la Oficina judicial del que deba prestarlo y que contendrá:
1.º La designación de los tribunales exhortante y exhortado.
2.º La indicación del asunto que motiva la expedición del exhorto.
3.º La designación de las personas que sean parte en el asunto, así como de sus
representantes y defensores.
4.º La indicación de las actuaciones cuya práctica se interesa.
5.º Cuando las actuaciones interesadas hayan de practicarse dentro de un plazo, se
indicará también la fecha en la que éste finaliza.
6.º Si para el cumplimiento del exhorto fuera preciso acompañar documentos, se hará
expresa mención de todos ellos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. La expedición y autorización de los exhortos corresponderá al Secretario Judicial.

Artículo 172. Remisión del exhorto.


1. Los exhortos se remitirán directamente al órgano exhortado por medio del sistema
informático judicial o de cualquier otro sistema de comunicación que garantice la constancia
de la recepción.
2. No obstante, si la parte a la que interese el cumplimiento del exhorto así lo solicita, se
le entregará éste bajo su responsabilidad, para que lo presente en el órgano exhortado
dentro de los cinco días siguientes. En este caso, el exhorto expresará la persona que queda
encargada de su gestión, que sólo podrá ser el propio litigante o procurador habilitado para
actuar ante el tribunal que deba prestar el auxilio.
3. Las demás partes podrán también designar procurador habilitado para actuar ante el
Juzgado que deba prestar el auxilio, cuando deseen que las resoluciones que se dicten para
el cumplimiento del exhorto les sean notificadas. Lo mismo podrá hacer la parte interesada
en el cumplimiento del exhorto, cuando no haya solicitado que se le entregue éste a los
efectos previstos en el apartado anterior. Tales designaciones se harán constar en la
documentación del exhorto.
4. Cuando el exhorto haya sido remitido a un órgano diferente al que deba prestar el
auxilio, el que lo reciba lo enviará directamente al que corresponda, si es que le consta cuál
sea éste, dando cuenta de su remisión al exhortante.

Artículo 173. Cumplimiento del exhorto.

El responsable de la Oficina judicial que recibiere el exhorto dispondrá su cumplimiento y


lo necesario para que se practiquen las actuaciones que en él se interesen dentro del plazo
señalado.
Cuando no ocurriere así, el Secretario judicial del órgano exhortante, de oficio o a
instancia de parte, recordará al exhortado la urgencia del cumplimiento. Si la situación
persistiere, el órgano para el que se haya solicitado el auxilio pondrá los hechos en
conocimiento de la Sala de Gobierno correspondiente al Tribunal exhortado.

Artículo 174. Intervención de las partes.


1. Las partes y sus abogados y procuradores podrán intervenir en las actuaciones que se
practiquen para el cumplimiento del exhorto.
No obstante, las resoluciones que se dicten para el cumplimiento del exhorto sólo se
notificarán a las partes que hubiesen designado procurador para intervenir en su tramitación.
2. Si no se hubiera designado procurador, no se harán a las partes otras notificaciones
que las que exija el cumplimiento del exhorto, cuando éste prevenga que se practique alguna
actuación con citación, intervención o concurrencia de las partes, y las que sean precisas
para requerir de éstas que proporcionen datos o noticias que puedan facilitar aquel
cumplimiento.

Artículo 175. Devolución del exhorto.


1. Cumplimentado el exhorto, se comunicará al exhortante su resultado por medio del
sistema informático judicial o de cualquier otro sistema de comunicación que garantice la
constancia de la recepción.
2. Las actuaciones de auxilio judicial practicadas se remitirán por correo certificado o se
entregarán al litigante o al procurador al que se hubiere encomendado la gestión del exhorto,
que las presentará en el órgano exhortante dentro de los diez días siguientes.

Artículo 176. Falta de diligencia de las partes en el auxilio judicial.


El litigante que, sin justa causa, demore la presentación al exhortado o la devolución al
exhortante de los despachos cuya gestión le haya sido confiada será corregido con multa de
30 euros por cada día de retraso respecto del final del plazo establecido, respectivamente,
en el apartado 2 del artículo 172 y en el apartado 2 del artículo anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 177. Cooperación judicial internacional.


1. Los despachos para la práctica de actuaciones judiciales en el extranjero se cursarán
conforme a lo establecido en las normas comunitarias que resulten de aplicación, en los
Tratados internacionales en que España sea parte y, en su defecto, en la legislación interna
que resulte aplicable.
2. A lo dispuesto por dichas normas se estará también cuando las autoridades judiciales
extranjeras soliciten la cooperación de los juzgados y tribunales españoles.

CAPÍTULO VII
De la sustanciación, vista y decisión de los asuntos

Sección 1.ª Del despacho ordinario

Artículo 178. Dación de cuenta.

1. Los Secretarios Judiciales darán cuenta a la Sala, al ponente o al Juez, en cada caso,
de los escritos y documentos presentados en el mismo día o en el siguiente día hábil,
cuando contuvieran peticiones o pretensiones que exijan pronunciamiento de aquellos.
Lo mismo harán respecto a las actas que se hubieren autorizado fuera de la presencia
judicial.
2. También darán cuenta, en el siguiente día hábil, del transcurso de los plazos
procesales y del consiguiente estado de los autos cuando a su vencimiento deba dictarse la
oportuna resolución por el Juez o Magistrado, así como de las resoluciones que hubieren
dictado que no fueran de mera tramitación.
3. Los funcionarios del Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa darán a su vez
cuenta al Secretario judicial de la tramitación de los procedimientos, en particular cuando
ésta exija una interpretación de ley o de normas procesales, sin perjuicio de informar al titular
del órgano judicial cuando fueran requeridos para ello.

Artículo 179. Impulso procesal y suspensión del proceso por acuerdo de las partes.
1. Salvo que la ley disponga otra cosa, el Secretario judicial dará de oficio al proceso el
curso que corresponda, dictando al efecto las resoluciones necesarias.
2. El curso del procedimiento se podrá suspender de conformidad con lo que se
establece en el apartado 4 del artículo 19 de la presente ley, y se reanudará si lo solicita
cualquiera de las partes. Si, transcurrido el plazo por el que se acordó la suspensión, nadie
pidiere, en los cinco días siguientes, la reanudación del proceso, el Secretario judicial
acordará archivar provisionalmente los autos y permanecerán en tal situación mientras no se
solicite la continuación del proceso o se produzca la caducidad de instancia.

Artículo 180. Magistrado ponente.


1. En los Tribunales colegiados, el Secretario Judicial determinará, para cada asunto, el
Magistrado ponente, según el turno establecido para la Sala o Sección al principio de cada
año judicial exclusivamente sobre la base de criterios objetivos.
2. La designación se hará en la primera resolución que el Secretario judicial dicte en el
proceso y se notificará a las partes el nombre del Magistrado ponente y, en su caso, del que
con arreglo al turno ya establecido le sustituya, con expresión de las causas que motiven la
sustitución.
3. En la designación de ponente turnarán todos los Magistrados de la Sala o Sección,
incluidos los Presidentes.

Artículo 181. Funciones del Magistrado ponente.

En los Tribunales colegiados, corresponderá al Magistrado ponente:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.º El despacho ordinario y el cuidado de la tramitación de los asuntos que le hayan sido
turnados, sin perjuicio del impulso que corresponda al Secretario judicial.
2.º Examinar la proposición de medios de prueba que las partes presenten e informar
sobre su admisibilidad, pertinencia y utilidad.
3.º Informar los recursos interpuestos contra las decisiones del Tribunal y los recursos
interpuestos contra las decisiones del Secretario judicial que deba resolver el Tribunal.
4.º Dictar las providencias y proponer las demás resoluciones que deba dictar el
Tribunal.
5.º Redactar las resoluciones que dicte el Tribunal, sin perjuicio de lo dispuesto en el
párrafo segundo del artículo 203.

Sección 2.ª De las vistas y las comparecencias

Artículo 182. Señalamiento de las vistas.


1. Corresponderá a los Presidentes de Sala y a los de Sección de los órganos
colegiados el señalamiento de fecha y hora para la deliberación y votación de los asuntos
que deban fallarse sin celebración de vista.
Del mismo modo, corresponde al Juez o Presidente el señalamiento cuando la decisión
de convocar, reanudar o señalar de nuevo un juicio, vista o trámite equivalente se adopte en
el transcurso de cualquier acto procesal ya iniciado y que presidan, siempre que puedan
hacerla en el mismo acto, y teniendo en cuenta las necesidades de la agenda programada
de señalamientos.
2. Los titulares de órganos jurisdiccionales unipersonales y los Presidentes de Sala o
Sección en los Tribunales colegiados fijarán los criterios generales y darán las concretas y
específicas instrucciones con arreglo a los cuales se realizará el señalamiento de las vistas o
trámites equivalentes.
3. Esos criterios e instrucciones abarcarán:
1.º La fijación de los días predeterminados para tal fin, que deberá sujetarse a la
disponibilidad de Sala prevista para cada órgano judicial y a la necesaria coordinación con
los restantes órganos judiciales.
2.º Horas de audiencia.
3.º Número de señalamientos.
4.º Duración aproximada de la vista en concreto, según hayan podido determinar una vez
estudiado el asunto o pleito de que se trate.
5.º Naturaleza y complejidad de los asuntos.
6.º Cualquier otra circunstancia que se estime pertinente.
4. Los Secretarios Judiciales establecerán la fecha y hora de las vistas o trámites
equivalentes sujetándose a los criterios e instrucciones anteriores y gestionando una agenda
programada de señalamientos y teniendo en cuenta las siguientes circunstancias:
1.º El orden en que los procedimientos lleguen a estado en que deba celebrarse vista o
juicio, salvo las excepciones legalmente establecidas o los casos en que el órgano
jurisdiccional excepcionalmente establezca que deben tener preferencia. En tales casos
serán antepuestos a los demás cuyo señalamiento no se haya hecho.
2.º La disponibilidad de sala prevista para cada órgano judicial.
3.º La organización de los recursos humanos de la Oficina judicial.
4.º El tiempo que fuera preciso para las citaciones y comparecencias de los peritos y
testigos.
5.º La coordinación con el Ministerio Fiscal en los procedimientos en que las leyes
prevean su intervención.
5. A medida que se incluyan los señalamientos en la agenda programada y, en todo
caso, antes de su notificación a las partes, se dará cuenta al Juez o Presidente. En el caso
de que no se ajusten a los criterios e instrucciones establecidos, el Juez o Presidente
decidirá sobre señalamiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 183. Solicitud de nuevo señalamiento de vista.


1. Si a cualquiera de los que hubieren de acudir a una vista le resultare imposible asistir
a ella en el día señalado, por causa de fuerza mayor u otro motivo de análoga entidad, lo
manifestará de inmediato al Tribunal, acreditando cumplidamente la causa o motivo y
solicitando señalamiento de nueva vista o resolución que atienda a la situación.
2. Cuando sea el abogado de una de las partes quien considerare imposible acudir a la
vista, si se considerase atendible y acreditada la situación que se alegue, el Secretario
judicial hará nuevo señalamiento de vista.
3. Cuando sea la parte quien alegue la situación de imposibilidad, prevista en el apartado
primero, el Secretario judicial, si considerase atendible y acreditada la situación que se
alegue, adoptará una de las siguientes resoluciones:
1.ª Si la vista fuese de procesos en los que la parte no esté asistida de abogado o
representada por procurador, efectuará nuevo señalamiento.
2.ª Si la vista fuese para actuaciones en que, aun estando la parte asistida por abogado
o representada por procurador, sea necesaria la presencia personal de la parte, efectuará
igualmente nuevo señalamiento de vista.
En particular, si la parte hubiese sido citada a la vista para responder al interrogatorio
regulado en los artículos 301 y siguientes, el Secretario judicial efectuará nuevo
señalamiento, con las citaciones que sean procedentes. Lo mismo resolverá cuando esté
citada para interrogatorio una parte contraria a la que alegase y acreditase la imposibilidad
de asistir.
4. El Secretario judicial pondrá en conocimiento del Tribunal la fecha y hora fijadas para
el nuevo señalamiento, en el mismo día o en el día hábil siguiente a aquél en que hubiera
sido acordado.
5. Cuando un testigo o perito que haya sido citado a vista por el Tribunal manifieste y
acredite encontrarse en la misma situación de imposibilidad expresada en el primer apartado
de este precepto, el Secretario judicial dispondrá que se oiga a las partes por plazo común
de tres días sobre si se deja sin efecto el señalamiento de la vista y se efectúa uno nuevo o
si se cita al testigo o perito para la práctica de la actuación probatoria fuera de la vista
señalada. Transcurrido el plazo, el Tribunal decidirá lo que estime conveniente, y si no
considerase atendible o acreditada la excusa del testigo o del perito, mantendrá el
señalamiento de la vista y el Secretario judicial lo notificará así a aquéllos, requiriéndoles a
comparecer, con el apercibimiento que prevé el apartado segundo del artículo 292.
6. Cuando el Secretario judicial, al resolver sobre las situaciones a que se refieren los
apartados 2 y 3 anteriores, entendiera que el abogado o el litigante han podido proceder con
dilación injustificada o sin fundamento alguno, dará cuenta al Juez o Tribunal, quien podrá
imponerles multa de hasta seiscientos euros, sin perjuicio de lo que el Secretario resuelva
sobre el nuevo señalamiento.
La misma multa podrá imponerse por el Tribunal en los supuestos previstos en el
apartado 5 de este artículo, de entender que concurren las circunstancias a que se alude en
el párrafo anterior.

Artículo 184. Tiempo para la celebración de vistas.


1. Para la celebración de las vistas se podrán emplear todas las horas hábiles y
habilitadas del día en una o más sesiones y, en caso necesario, continuar el día o días
siguientes.
2. Salvo en los casos en que la ley disponga otra cosa, entre el señalamiento y la
celebración de la vista deberán mediar, al menos, diez días hábiles.

Artículo 185. Celebración de las vistas.


1. Constituido el Tribunal en la forma que dispone esta ley, el Juez o Presidente
declarará que se procede a celebrar vista pública, excepto cuando el acto se celebra a
puerta cerrada. Iniciada la vista, se relacionarán sucintamente los antecedentes del caso o
las cuestiones que hayan de tratarse.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Seguidamente, informarán, por su orden, el actor y el demandado o el recurrente y el


recurrido, por medio de sus abogados, o las partes mismas, cuando la ley lo permita.
3. Si se hubiera admitido prueba para el acto de la vista se procederá a su práctica
conforme a lo dispuesto en las normas que la regulan.
4. Concluida la práctica de prueba o, si ésta no se hubiera producido, finalizado el primer
turno de intervenciones, el Juez o Presidente concederá de nuevo la palabra a las partes
para rectificar hechos o conceptos y, en su caso, formular concisamente las alegaciones que
a su derecho convengan sobre el resultado de las pruebas practicadas.

Artículo 186. Dirección de los debates.


Durante el desarrollo de las vistas corresponde al Juez o Presidente, o al Secretario
judicial en el caso de vistas celebradas exclusivamente ante él, la dirección de los debates y,
en particular:
1.º Mantener, con todos los medios a su alcance, el buen orden en las vistas, exigiendo
que se guarde el respeto y consideración debidos a los tribunales y a quienes se hallen
actuando ante ellos, corrigiendo en el acto las faltas que se cometan del modo que se
dispone en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
2.º Agilizar el desarrollo de las vistas, a cuyo efecto llamará la atención del abogado o de
la parte que en sus intervenciones se separen notoriamente de las cuestiones que se
debatan, instándoles a evitar divagaciones innecesarias, y si no atendiesen a la segunda
advertencia que en tal sentido se les formule, podrá retirarles el uso de la palabra.

Artículo 187. Documentación de las vistas.


1. El desarrollo de la vista se registrará en soporte apto para la grabación y reproducción
del sonido y de la imagen o, si no fuere posible, sólo del sonido, conforme a lo dispuesto en
el artículo 147 de esta ley.
Las partes podrán en todo caso, solicitar a su costa una copia de los soportes en que
hubiera quedado grabada la vista.
2. Si los medios de registro a que se refiere el apartado anterior no pudieran utilizarse
por cualquier causa, la vista se documentará por medio de acta realizada por el Secretario
Judicial.

Artículo 188. Suspensión de las vistas.


1. La celebración de las vistas en el día señalado sólo podrá suspenderse, en los
siguientes supuestos:
1.º Por impedirla la continuación de otra pendiente del día anterior.
2.º Por faltar el número de Magistrados necesario para dictar resolución o por
indisposición sobrevenida del Juez o del Secretario judicial, si no pudiere ser sustituido.
3.º Por solicitarlo de acuerdo las partes, alegando justa causa a juicio del Secretario
judicial.
4.º Por imposibilidad absoluta de cualquiera de las partes citadas para ser interrogadas
en el juicio o vista, siempre que tal imposibilidad, justificada suficientemente a juicio del
Secretario judicial, se hubiese producido cuando ya no fuera posible solicitar nuevo
señalamiento conforme a lo dispuesto en el artículo 183.
5.º Por muerte, enfermedad o imposibilidad absoluta o baja por maternidad o paternidad
del abogado de la parte que pidiere la suspensión, justificadas suficientemente, a juicio del
Secretario judicial, siempre que tales hechos se hubiesen producido cuando ya no fuera
posible solicitar nuevo señalamiento conforme a lo dispuesto en el artículo 183, siempre que
se garantice el derecho a la tutela judicial efectiva y no se cause indefensión.
Igualmente, serán equiparables a los supuestos anteriores y con los mismos requisitos,
otras situaciones análogas previstas en otros sistemas de previsión social y por el mismo
tiempo por el que se otorgue la baja y la prestación de los permisos previstos en la
legislación de la Seguridad Social.
6.º Por tener el abogado defensor dos señalamientos de vista para el mismo día en
distintos Tribunales, resultando imposible, por el horario fijado, su asistencia a ambos,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

siempre que acredite suficientemente que, al amparo del artículo 183, intentó, sin resultado,
un nuevo señalamiento que evitara la coincidencia.
En este caso, tendrá preferencia la vista relativa a causa criminal con preso y, en defecto
de esta actuación, la del señalamiento más antiguo, y si los dos señalamientos fuesen de la
misma fecha, se suspenderá la vista correspondiente al procedimiento más moderno.
No se acordará la suspensión de la vista si la comunicación de la solicitud para que
aquélla se acuerde se produce con más de tres días de retraso desde la notificación del
señalamiento que se reciba en segundo lugar. A estos efectos deberá acompañarse con la
solicitud copia de la notificación del citado señalamiento.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación a las vistas relativas a causa
criminal con preso, sin perjuicio de la responsabilidad en que se hubiere podido incurrir.
7.º Por haberse acordado la suspensión del curso de las actuaciones o resultar
procedente tal suspensión de acuerdo con lo dispuesto por esta ley.
2. Toda suspensión que el Secretario judicial acuerde se hará saber en el mismo día o
en el día hábil siguiente al Tribunal y se comunicará por el Secretario a las partes
personadas y a quienes hubiesen sido citados judicialmente en calidad de testigos, peritos o
en otra condición.

Artículo 189. Nuevo señalamiento de las vistas suspendidas.


1. En caso de suspensión de la vista el Secretario judicial hará el nuevo señalamiento al
acordarse la suspensión y, si no fuere posible, tan pronto como desaparezca el motivo que la
ocasionó.
2. El nuevo señalamiento se hará para el día más inmediato posible, sin alterar el orden
de los que ya estuvieren hechos.

Artículo 189 bis. De las comparecencias.


Se estará al contenido de los artículos 188 y 189, en lo que resultaren de aplicación,
para las comparecencias a celebrar exclusivamente ante el Secretario judicial.

Artículo 190. Cambios en el personal juzgador después del señalamiento de vistas y


posible recusación.
1. Cuando después de efectuado el señalamiento y antes de la celebración de la vista
hubiera cambiado el Juez o algún Magistrado integrante del tribunal, tan luego como ello
ocurra y, en todo caso, antes de darse principio a la vista, se harán saber dichos cambios a
las partes, sin perjuicio de proceder a la celebración de ella, a no ser que en el acto fuese
recusado, aunque sea verbalmente, el Juez o alguno de los Magistrados que, como
consecuencia del cambio, hubieren pasado a formar parte del tribunal.
2. Si se formulare la recusación a que se refiere el apartado anterior, se suspenderá la
vista y se tramitará el incidente según lo dispuesto en esta ley, haciéndose el nuevo
señalamiento una vez resuelta la recusación.
La recusación que se formule verbalmente habrá de contener expresión sucinta de la
causa o causas y deberá formalizarse por escrito en el plazo de tres días. Si así no se
hiciere dentro de dicho plazo, no será admitida y se impondrá al recusante una multa de
ciento cincuenta a seiscientos euros, condenándole, además, al pago de las costas
ocasionadas con la suspensión. En el mismo día en que se dictara la anterior resolución, el
Secretario judicial hará el nuevo señalamiento para la vista lo antes posible.

Artículo 191. Recusación posterior a la vista.


1. En el caso de cambio de Juez o de Magistrado o Magistrados, a que se refiere el
apartado 1 del artículo anterior, cuando se hubiere celebrado la vista por no haber mediado
recusación, si el tribunal fuere unipersonal, dejará el Juez transcurrir tres días antes de dictar
la resolución y si se tratare de tribunal colegiado, se suspenderá por tres días la discusión y
votación de la misma.
2. Dentro del plazo a que se refiere el apartado precedente podrán ser recusados el Juez
o los Magistrados que hubieren entrado a formar parte del tribunal después del

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

señalamiento, y si las partes no hicieren uso de ese derecho, empezará a correr el plazo
para dictar resolución.
3. En el caso a que se refiere el presente artículo sólo se admitirán las recusaciones
basadas en causas que no hubieran podido conocerse antes del comienzo de la vista.

Artículo 192. Efectos de la decisión de la recusación formulada después de la vista.


Si se declarase procedente, por medio de auto, la recusación formulada conforme a lo
previsto en el artículo anterior, quedará sin efecto la vista y se verificará de nuevo en el día
más próximo que pueda señalarse, ante Juez o con Magistrados hábiles en sustitución de
los recusados.
Cuando se declare no haber lugar a la recusación, dictarán la resolución el Juez o los
Magistrados que hubieren asistido a la vista, comenzando a correr el plazo para dictarla al
día siguiente de la fecha en que se hubiese decidido sobre la recusación.

Artículo 192 bis. Cambio del Secretario judicial después del señalamiento. Posible
recusación.
Lo dispuesto en los tres artículos anteriores será de aplicación a los Secretarios
Judiciales respecto de aquellas actuaciones que hayan de celebrarse únicamente ante ellos.

Artículo 193. Interrupción de las vistas.


1. Una vez iniciada la celebración de una vista, sólo podrá interrumpirse:
1.º Cuando el Tribunal deba resolver alguna cuestión incidental que no pueda decidir en
el acto.
2.º Cuando se deba practicar alguna diligencia de prueba fuera de la sede del Tribunal y
no pudiera verificarse en el tiempo intermedio entre una y otra sesión.
3.º Cuando no comparezcan los testigos o peritos citados judicialmente y el Tribunal
considere imprescindible la declaración o el informe de los mismos.
4.º Cuando, después de iniciada la vista, se produzca alguna de las circunstancias que
habrían determinado la suspensión de la celebración, y así se acuerde por el Juez o
Presidente.
2. La vista se reanudará una vez desaparecida la causa que motivó su interrupción.
3. Cuando pueda reanudarse la vista dentro de los veinte días siguientes a su
interrupción, así como en todos los casos en que el nuevo señalamiento pueda realizarse al
mismo tiempo de acordar la interrupción, se hará por el Juez o Presidente, que tendrá en
cuenta las necesidades de la agenda programada de señalamientos y las demás
circunstancias contenidas en el artículo 182.4.
Cuando no pueda reanudarse la vista dentro de los veinte días siguientes a su
interrupción ni pueda señalarse nueva fecha en el mismo acto, la fecha se fijará por el
Secretario judicial, conforme a las previsiones del artículo 182, para la fecha más inmediata
posible.

Sección 3.ª De las votaciones y fallos de los asuntos

Artículo 194. Jueces y Magistrados a los que corresponde fallar los asuntos.


1. En los asuntos que deban fallarse después de la celebración de una vista o juicio, la
redacción y firma de la resolución, en los tribunales unipersonales, o la deliberación y
votación, en los tribunales colegiados, se realizarán, respectivamente, por el Juez o por los
Magistrados que hayan asistido a la vista o juicio, aunque después de ésta hubieran dejado
aquéllos de ejercer sus funciones en el tribunal que conozca del asunto.
2. Se exceptúan de lo dispuesto en el apartado anterior los Jueces y Magistrados que,
después de la vista o juicio:
1.º Hubiesen perdido la condición de Juez o Magistrado.
Se aplicará, no obstante, lo dispuesto en el apartado 1 de este artículo a los Jueces y
Magistrados jubilados por edad y a los Jueces sustitutos y Magistrados suplentes que hayan

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

cesado en el cargo por renuncia, transcurso del plazo para el que fueron nombrados o por
cumplir la edad de setenta y dos años.
2.º Hubiesen sido suspendidos del ejercicio de sus funciones.
3.º Hubiesen accedido a cargo público o profesión incompatible con el ejercicio de la
función jurisdiccional o pasado a la situación de excedencia voluntaria para presentarse
como candidatos a cargos de elección popular.

Artículo 194 bis. Secretarios judiciales a los que corresponda resolver.


Lo dispuesto en el artículo anterior será de aplicación a los Secretarios Judiciales que
deban dictar resolución después de celebrados los actos y comparecencias previstos en esta
ley.

Artículo 195. Información de los Magistrados sobre el contenido de los autos en tribunales


colegiados.
1. El ponente tendrá a su disposición los autos para dictar sentencia o resolución
decisoria de incidentes o recursos, y los demás miembros del tribunal podrán examinar
aquéllos en cualquier tiempo.
2. Concluida la vista en los asuntos en que ésta preceda a la decisión o, en otro caso,
desde el día en que el Presidente haga el señalamiento para la deliberación, votación y fallo,
cualquiera de los Magistrados podrá pedir los autos para su estudio.
Cuando los pidieren varios, el que presida fijará el tiempo por el que haya de tenerlos
cada uno, de modo que puedan dictarse las sentencias dentro del plazo señalado para ello.

Artículo 196. Deliberación y votación de las resoluciones en tribunales colegiados.


En los tribunales colegiados se discutirán y votarán las resoluciones inmediatamente
después de la vista, si ésta se celebrare y, en otro caso, señalará el Presidente el día en que
se hayan de discutir y votar, dentro del plazo señalado por la Ley.

Artículo 197. Forma de la discusión y votación de las resoluciones en los tribunales


colegiados.
1. En los tribunales colegiados, la discusión y votación de las resoluciones será dirigida
por el Presidente y se verificará siempre a puerta cerrada.
2. El Magistrado ponente someterá a la deliberación de la Sala o Sección los puntos de
hecho y las cuestiones y fundamentos de derecho, así como la decisión que, a su juicio,
deba recaer y, previa la discusión necesaria, se procederá a la votación.

Artículo 198. Votación de las resoluciones.


1. El Presidente podrá acordar que la votación tenga lugar separadamente sobre los
distintos pronunciamientos de hecho o de derecho que hayan de hacerse, o sobre parte de
la decisión que haya de dictarse.
2. Votará primero el ponente y después los restantes Magistrados, por el orden inverso a
su antigüedad. El Presidente votará el último.
3. Empezada la votación, no podrá interrumpirse sino por algún impedimento
insuperable.

Artículo 199. Voto de Magistrados impedidos después de la vista.


1. Si después de la vista se imposibilitare algún Magistrado, de suerte que no pueda
asistir a la discusión y votación, dará su voto por escrito, fundado y firmado, y lo remitirá
directamente al Presidente del tribunal. Si no pudiere escribir ni firmar, se valdrá del
Secretario del tribunal.
El voto así emitido se computará con los demás y se conservará, rubricado por el que
presida, con el libro de sentencias.
2. Cuando el Magistrado impedido no pudiere votar ni aun de aquel modo, se decidirá el
asunto por los demás Magistrados que hubieren asistido a la vista, si compusiesen los
necesarios para formar mayoría. No habiéndolos, se procederá a nueva vista, con asistencia

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

de los que hubieren concurrido a la anterior y de aquel o aquellos que deban sustituir a los
impedidos, siendo en este caso aplicable lo dispuesto en los artículos 190 a 192 de la
presente Ley.
3. Lo dispuesto en el apartado anterior se aplicará también cuando alguno de los
Magistrados que participaron en la vista no pueda intervenir en la deliberación y votación por
hallarse en alguno de los casos previstos en el apartado 2 del artículo 194.

Artículo 200. Impedimento del Juez o del Secretario judicial que hubiere asistido a la vista o
comparecencia.
1. En los Tribunales unipersonales, cuando después de la vista se imposibilitare el Juez
que hubiere asistido a ella y no pudiere dictar la resolución ni siquiera con la asistencia del
Secretario judicial, se celebrará nueva vista presidida por el Juez que sustituya al impedido.
Lo mismo se hará cuando el Juez que haya participado en la vista no pueda dictar la
resolución por hallarse comprendido en alguno de los casos previstos en el apartado 2 del
artículo 194.
2. Lo anterior será de aplicación a los Secretarios Judiciales que no pudieren dictar
resolución, bien porque se imposibilitaren o porque incurrieran en los supuestos
contemplados en el artículo 194 bis, después de celebrada la comparecencia ante ellos.

Artículo 201. Mayoría de votos.


En los tribunales colegiados, los autos y sentencias se dictarán por mayoría absoluta de
votos, salvo que expresamente la ley señale una mayor proporción.
En ningún caso se podrá exigir un número determinado de votos conformes que
desvirtúe la regla de la mayoría.

Artículo 202. Discordias.
1. Cuando en la votación de una resolución no resultare mayoría de votos sobre
cualquiera de los pronunciamientos de hecho o de derecho que deban hacerse, volverán a
discutirse y a votarse los puntos en que hayan disentido los votantes.
2. Si no se obtuviere acuerdo, la discordia se resolverá mediante celebración de nueva
vista, concurriendo los Magistrados que hubieran asistido a la primera, aumentándose dos
más, si hubiese sido impar el número de los discordantes, y tres en el caso de haber sido
par. Concurrirá para ello, en primer lugar, el Presidente de la Sala o Sección, si no hubiere
ya asistido; en segundo lugar, los Magistrados de la misma Sala que no hayan visto el pleito;
en tercer lugar, el Presidente de la Audiencia; y, finalmente, los Magistrados de las demás
Salas o Secciones, con preferencia de los del mismo orden jurisdiccional, según el orden
que por la Sala de Gobierno se acuerde.
3. El que deba presidir la Sala compuesta según el apartado anterior hará el
señalamiento, mediante providencia, de las vistas de discordia y designaciones oportunas.
4. Cuando en la votación de una resolución por la Sala prevista en el segundo apartado
de este artículo no se reuniere tampoco mayoría sobre los puntos discordados, se procederá
a nueva votación, sometiendo sólo a ésta los dos pareceres que hayan obtenido mayor
número de votos en la precedente.

Artículo 203. Redacción de las resoluciones en los tribunales colegiados.


En los tribunales colegiados corresponde al ponente la redacción de las resoluciones
que se hayan sometido a discusión de la Sala o Sección, si se conformare con lo acordado.
Cuando el ponente no se conformare con el voto de la mayoría, declinará la redacción de
la resolución, debiendo formular motivadamente su voto particular. En este caso, el
Presidente encomendará la redacción a otro Magistrado y dispondrá la rectificación
necesaria en el turno de ponencias para restablecer la igualdad en el mismo.

Artículo 204. Firma de las resoluciones.


1. Las resoluciones judiciales serán firmadas por el Juez o por todos los Magistrados no
impedidos dentro del plazo establecido para dictarlas.

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2. Cuando después de decidido el asunto por un tribunal colegiado se imposibilitare


algún Magistrado de los que hubieren votado y no pudiere firmar la resolución, el que
hubiere presidido lo hará por él, expresando el nombre del Magistrado por quien firma y
haciendo constar que el Magistrado imposibilitado votó pero no pudo firmar.
Si el impedido fuera el Presidente, el Magistrado más antiguo firmará por él.
3. Las resoluciones judiciales deberán ser autorizadas o publicadas mediante firma por el
Secretario Judicial, bajo pena de nulidad.

Artículo 205. Votos particulares.


1. Todo el que tome parte en la votación de una sentencia o auto definitivo firmará lo
acordado, aunque hubiere disentido de la mayoría ; pero podrá, en este caso, anunciándolo
en el momento de la votación o en el de la firma, formular voto particular, en forma de
sentencia, en la que podrán aceptarse, por remisión, los puntos de hecho y fundamentos de
derecho de la dictada por el tribunal con los que estuviere conforme.
2. El voto particular, con la firma del autor, se incorporará al libro de sentencias y se
notificará a las partes junto con la sentencia aprobada por mayoría. Cuando, de acuerdo con
la ley, sea preceptiva la publicación de la sentencia, el voto particular, si lo hubiere, habrá de
publicarse junto a ella.
3. También podrá formularse voto particular, con sujeción a lo dispuesto en los apartados
anteriores, en lo que resulte aplicable, respecto de los autos y providencias sucintamente
motivadas.

CAPÍTULO VIII
De las resoluciones procesales

Sección 1.ª De las clases, forma y contenido de las resoluciones y del modo de
dictarlas, publicarlas y archivarlas

Artículo 206. Clases de resoluciones.


1. Son resoluciones judiciales las providencias, autos y sentencias dictadas por los
jueces y Tribunales.
En los procesos de declaración, cuando la ley no exprese la clase de resolución judicial
que haya de emplearse, se observarán las siguientes reglas:
1.ª Se dictará providencia cuando la resolución se refiera a cuestiones procesales que
requieran una decisión judicial por así establecerlo la ley, siempre que en tales casos no
exigiera expresamente la forma de auto.
2.ª Se dictarán autos cuando se decidan recursos contra providencias o decretos,
cuando se resuelva sobre admisión o inadmisión de demanda, reconvención, acumulación
de acciones, admisión o inadmisión de la prueba, aprobación judicial de transacciones,
acuerdos de mediación y convenios, medidas cautelares y nulidad o validez de las
actuaciones.
También revestirán la forma de auto las resoluciones que versen sobre presupuestos
procesales, anotaciones e inscripciones registrales y cuestiones incidentales, tengan o no
señalada en esta Ley tramitación especial, siempre que en tales casos la ley exigiera
decisión del Tribunal, así como las que pongan fin a las actuaciones de una instancia o
recurso antes de que concluya su tramitación ordinaria, salvo que, respecto de estas últimas,
la ley hubiera dispuesto que deban finalizar por decreto.
3.ª Se dictará sentencia para poner fin al proceso, en primera o segunda instancia, una
vez que haya concluido su tramitación ordinaria prevista en la ley. También se resolverán
mediante sentencia los recursos extraordinarios y los procedimientos para la revisión de
sentencias firmes.
2. Las resoluciones de los Secretarios Judiciales se denominarán diligencias y decretos.
Cuando la ley no exprese la clase de resolución que haya de emplearse, se observarán
las siguientes reglas:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.ª Se dictará diligencia de ordenación cuando la resolución tenga por objeto dar a los
autos el curso que la ley establezca.
2.ª Se dictará decreto cuando se admita a trámite la demanda, cuando se ponga término
al procedimiento del que el Secretario tuviera atribuida competencia exclusiva y, en cualquier
clase de procedimiento, cuando fuere preciso o conveniente razonar lo resuelto.
3.ª Se dictarán diligencias de constancia, comunicación o ejecución a los efectos de
reflejar en autos hechos o actos con trascendencia procesal.
3. En los procesos de ejecución se seguirán, en lo que resulten aplicables, las reglas
establecidas en los apartados anteriores.

Artículo 207. Resoluciones definitivas. Resoluciones firmes. Cosa juzgada formal.


1. Son resoluciones definitivas las que ponen fin a la primera instancia y las que decidan
los recursos interpuestos frente a ellas.
2. Son resoluciones firmes aquéllas contra las que no cabe recurso alguno bien por no
preverlo la ley, bien porque, estando previsto, ha transcurrido el plazo legalmente fijado sin
que ninguna de las partes lo haya presentado.
3. Las resoluciones firmes pasan en autoridad de cosa juzgada y el tribunal del proceso
en que hayan recaído deberá estar en todo caso a lo dispuesto en ellas.
4. Transcurridos los plazos previstos para recurrir una resolución sin haberla impugnado,
quedará firme y pasada en autoridad de cosa juzgada, debiendo el tribunal del proceso en
que recaiga estar en todo caso a lo dispuesto en ella.

Artículo 208. Forma de las resoluciones.


1. Las diligencias de ordenación y las providencias se limitarán a expresar lo que por
ellas se mande e incluirán además una sucinta motivación cuando así lo disponga la ley o
quien haya de dictarlas lo estime conveniente.
2. Los decretos y los autos serán siempre motivados y contendrán en párrafos
separados y numerados los antecedentes de hecho y los fundamentos de derecho en los
que se base la subsiguiente parte dispositiva o fallo.
3. Si se tratara de sentencias y autos habrá de indicarse el Tribunal que las dicte, con
expresión del Juez o Magistrados que lo integren y su firma e indicación del nombre del
ponente, cuando el Tribunal sea colegiado. En el caso de providencias dictadas por Salas de
Justicia, bastará con la firma del ponente.
En las resoluciones dictadas por los Secretarios Judiciales se indicará siempre el nombre
del que la hubiere dictado, con extensión de su firma.
4. Toda resolución incluirá la mención del lugar y fecha en que se adopte y si la misma
es firme o si cabe algún recurso contra ella, con expresión, en este último caso, del recurso
que proceda, del órgano ante el que debe interponerse y del plazo para recurrir.

Artículo 209. Reglas especiales sobre forma y contenido de las sentencias.


Las sentencias se formularán conforme a lo dispuesto en el artículo anterior y con
sujeción, además, a las siguientes reglas:
1.ª En el encabezamiento deberán expresarse los nombres de las partes y, cuando sea
necesario, la legitimación y representación en virtud de las cuales actúen, así como los
nombres de los abogados y procuradores y el objeto del juicio.
2.ª En los antecedentes de hecho se consignarán, con la claridad y la concisión posibles
y en párrafos separados y numerados, las pretensiones de las partes o interesados, los
hechos en que las funden, que hubieren sido alegados oportunamente y tengan relación con
las cuestiones que hayan de resolverse, las pruebas que se hubiesen propuesto y practicado
y los hechos probados, en su caso.
3.ª En los fundamentos de derecho se expresarán, en párrafos separados y numerados,
los puntos de hecho y de derecho fijados por las partes y los que ofrezcan las cuestiones
controvertidas, dando las razones y fundamentos legales del fallo que haya de dictarse, con
expresión concreta de las normas jurídicas aplicables al caso.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4.ª El fallo, que se acomodará a lo previsto en los artículos 216 y siguientes, contendrá,
numerados, los pronunciamientos correspondientes a las pretensiones de las partes, aunque
la estimación o desestimación de todas o algunas de dichas pretensiones pudiera deducirse
de los fundamentos jurídicos, así como el pronunciamiento sobre las costas. También
determinará, en su caso, la cantidad objeto de la condena, sin que pueda reservarse su
determinación para la ejecución de la sentencia, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
219 de esta Ley.

Artículo 210. Resoluciones orales.


1. Salvo que la ley permita diferir el pronunciamiento, las resoluciones que deban
dictarse en la celebración de una vista, audiencia o comparecencia ante el Tribunal o
Secretario judicial se pronunciarán oralmente en el mismo acto, documentándose éste con
expresión del fallo y motivación sucinta de aquellas resoluciones.
2. Pronunciada oralmente una resolución, si todas las personas que fueren parte en el
proceso estuvieren presentes en el acto, por sí o debidamente representadas, y expresaren
su decisión de no recurrir, se declarará, en el mismo acto, la firmeza de la resolución.
Fuera de este caso, el plazo para recurrir comenzará a contar desde la notificación de la
resolución debidamente redactada.
3. En ningún caso se dictarán oralmente sentencias en procesos civiles.

Artículo 211. Plazo para dictar las resoluciones judiciales.


1. Las resoluciones de Tribunales y Secretarios Judiciales serán dictadas dentro del
plazo que la ley establezca.
2. La inobservancia del plazo dará lugar a corrección disciplinaria, a no mediar justa
causa, que se hará constar en la resolución.

Artículo 212. Publicación y archivo de las sentencias.


1. Las sentencias y demás resoluciones definitivas, una vez extendidas y firmadas por
quienes las hubieran dictado, serán publicadas y depositadas en la Oficina judicial,
ordenándose por el Secretario judicial su notificación y archivo, dándoseles publicidad en la
forma permitida u ordenada en la Constitución y las leyes.
2. Se permitirá a cualquier interesado el acceso al texto de las sentencias o a
determinados extremos de las mismas. Este acceso podrá quedar restringido cuando el
mismo pueda afectar al derecho a la intimidad, a los derechos de las personas que requieran
un especial deber de tutela, a la garantía del anonimato de los perjudicados, cuando
proceda, así como, con carácter general, para evitar que las sentencias puedan ser usadas
con fines contrarios a las leyes.
3. Las sentencias que se dicten en los procedimientos sobre la aplicación de los artículos
81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o los artículos 1 y 2 de la Ley de Defensa de
la Competencia se comunicarán por el Secretario judicial a la Comisión Nacional de la
Competencia.
4. Los Secretarios Judiciales pondrán en los autos certificación literal de las sentencias y
demás resoluciones definitivas.

Artículo 213. Libro de sentencias.


En cada tribunal se llevará, bajo la custodia del Secretario Judicial, un libro de
sentencias, en el que se incluirán firmadas todas las definitivas, autos de igual carácter, así
como los votos particulares que se hubieren formulado, que serán ordenados
correlativamente según su fecha.

Artículo 213 bis. Libro de decretos.


En cada Tribunal se llevará, bajo la responsabilidad y custodia del Secretario judicial, un
libro de decretos, en el que se incluirán firmados todos los definitivos, que serán ordenados
cronológicamente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 214. Invariabilidad de las resoluciones. Aclaración y corrección.


1. Los tribunales no podrán variar las resoluciones que pronuncien después de firmadas,
pero sí aclarar algún concepto oscuro y rectificar cualquier error material de que adolezcan.
2. Las aclaraciones a que se refiere el apartado anterior podrán hacerse de oficio, por el
Tribunal o Secretario judicial, según corresponda, dentro de los dos días hábiles siguientes
al de la publicación de la resolución, o a petición de parte o del Ministerio Fiscal formulada
dentro del mismo plazo, siendo en este caso resuelta por quien hubiera dictado la resolución
de que se trate dentro de los tres días siguientes al de la presentación del escrito en que se
solicite la aclaración.
3. Los errores materiales manifiestos y los aritméticos en que incurran las resoluciones
de los Tribunales y Secretarios Judiciales podrán ser rectificados en cualquier momento.
4. No cabrá recurso alguno contra la resolución que decida sobre la aclaración o
corrección, sin perjuicio de los recursos que procedan, en su caso, contra la resolución a la
que se refiera la solicitud o actuación de oficio.

Artículo 215. Subsanación y complemento de sentencias y autos defectuosos o


incompletos.
1. Las omisiones o defectos de que pudieren adolecer sentencias y autos y que fuere
necesario remediar para llevar plenamente a efecto dichas resoluciones podrán ser
subsanadas, mediante auto, en los mismos plazos y por el mismo procedimiento
establecidos en el artículo anterior.
2. Si se tratase de sentencias o autos que hubieren omitido manifiestamente
pronunciamientos relativos a pretensiones oportunamente deducidas y sustanciadas en el
proceso, el Tribunal, a solicitud escrita de parte en el plazo de cinco días a contar desde la
notificación de la resolución, previo traslado por el Secretario judicial de dicha solicitud a las
demás partes, para alegaciones escritas por otros cinco días, dictará auto por el que
resolverá completar la resolución con el pronunciamiento omitido o no haber lugar a
completarla.
3. Si el tribunal advirtiese en sentencias o autos que dictara las omisiones a que se
refiere el apartado anterior, podrá, en el plazo de cinco días a contar desde la fecha en que
se dicta, proceder de oficio, mediante auto, a completar su resolución, pero sin modificar ni
rectificar lo que hubiere acordado.
4. Del mismo modo al establecido en los apartados anteriores se procederá por el
Secretario judicial cuando se precise subsanar o completar los decretos que hubiere dictado.
5. No cabrá recurso alguno contra los autos o decretos en que se completen o se
deniegue completar las resoluciones a que se refieren los anteriores apartados de este
artículo, sin perjuicio de los recursos que procedan, en su caso, contra la sentencia, auto o
decreto a que se refiriera la solicitud o la actuación de oficio del Tribunal o Secretario judicial.
Los plazos para estos recursos, si fueren procedentes, se interrumpirán desde que se
solicite su aclaración, rectificación, subsanación o complemento, continuando el cómputo
desde el día siguiente a la notificación de la resolución que reconociera o negara la omisión
de pronunciamiento y acordara o denegara remediarla.

Sección 2.ª De los requisitos internos de la sentencia y de sus efectos

Artículo 216. Principio de justicia rogada.


Los tribunales civiles decidirán los asuntos en virtud de las aportaciones de hechos,
pruebas y pretensiones de las partes, excepto cuando la ley disponga otra cosa en casos
especiales.

Artículo 217. Carga de la prueba.


1. Cuando, al tiempo de dictar sentencia o resolución semejante, el tribunal considerase
dudosos unos hechos relevantes para la decisión, desestimará las pretensiones del actor o
del reconviniente, o las del demandado o reconvenido, según corresponda a unos u otros la
carga de probar los hechos que permanezcan inciertos y fundamenten las pretensiones.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Corresponde al actor y al demandado reconviniente la carga de probar la certeza de


los hechos de los que ordinariamente se desprenda, según las normas jurídicas a ellos
aplicables, el efecto jurídico correspondiente a las pretensiones de la demanda y de la
reconvención.
3. Incumbe al demandado y al actor reconvenido la carga de probar los hechos que,
conforme a las normas que les sean aplicables, impidan, extingan o enerven la eficacia
jurídica de los hechos a que se refiere el apartado anterior.
4. En los procesos sobre competencia desleal y sobre publicidad ilícita corresponderá al
demandado la carga de la prueba de la exactitud y veracidad de las indicaciones y
manifestaciones realizadas y de los datos materiales que la publicidad exprese,
respectivamente.
5. De acuerdo con las leyes procesales, en aquellos procedimientos en los que las
alegaciones de la parte actora se fundamenten en actuaciones discriminatorias por razón del
sexo, corresponderá al demandado probar la ausencia de discriminación en las medidas
adoptadas y de su proporcionalidad.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el órgano judicial, a instancia de
parte, podrá recabar, si lo estimase útil y pertinente, informe o dictamen de los organismos
públicos competentes.
6. Las normas contenidas en los apartados precedentes se aplicarán siempre que una
disposición legal expresa no distribuya con criterios especiales la carga de probar los hechos
relevantes.
7. Para la aplicación de lo dispuesto en los apartados anteriores de este artículo el
tribunal deberá tener presente la disponibilidad y facilidad probatoria que corresponde a cada
una de las partes del litigio.

Artículo 218. Exhaustividad y congruencia de las sentencias. Motivación.


1. Las sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con las demandas y con las
demás pretensiones de las partes, deducidas oportunamente en el pleito. Harán las
declaraciones que aquéllas exijan, condenando o absolviendo al demandado y decidiendo
todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del debate.
El tribunal, sin apartarse de la causa de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o de
Derecho distintos de los que las partes hayan querido hacer valer, resolverá conforme a las
normas aplicables al caso, aunque no hayan sido acertadamente citadas o alegadas por los
litigantes.
2. Las sentencias se motivarán expresando los razonamientos fácticos y jurídicos que
conducen a la apreciación y valoración de las pruebas, así como a la aplicación e
interpretación del derecho. La motivación deberá incidir en los distintos elementos fácticos y
jurídicos del pleito, considerados individualmente y en conjunto, ajustándose siempre a las
reglas de la lógica y de la razón.
3. Cuando los puntos objeto del litigio hayan sido varios, el tribunal hará con la debida
separación el pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos.

Artículo 219. Sentencias con reserva de liquidación.


1. Cuando se reclame en juicio el pago de una cantidad de dinero determinada o de
frutos, rentas, utilidades o productos de cualquier clase, no podrá limitarse la demanda a
pretender una sentencia meramente declarativa del derecho a percibirlos, sino que deberá
solicitarse también la condena a su pago, cuantificando exactamente su importe, sin que
pueda solicitarse su determinación en ejecución de sentencia, o fijando claramente las bases
con arreglo a las cuales se deba efectuar la liquidación, de forma que ésta consista en una
pura operación aritmética.
2. En los casos a que se refiere el apartado anterior, la sentencia de condena
establecerá el importe exacto de las cantidades respectivas, o fijará con claridad y precisión
las bases para su liquidación, que deberá consistir en una simple operación aritmética que
se efectuará en la ejecución.
3. Fuera de los casos anteriores, no podrá el demandante pretender, ni se permitirá al
tribunal en la sentencia, que la condena se efectúe con reserva de liquidación en la
ejecución. No obstante lo anterior, se permitirá al demandante solicitar, y al tribunal

– 354 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

sentenciar, la condena al pago de cantidad de dinero, frutos, rentas, utilidades o productos


cuando ésa sea exclusivamente la pretensión planteada y se dejen para un pleito posterior
los problemas de liquidación concreta de las cantidades.

Artículo 220. Condenas a futuro.


1. Cuando se reclame el pago de intereses o de prestaciones periódicas, la sentencia
podrá incluir la condena a satisfacer los intereses o prestaciones que se devenguen con
posterioridad al momento en que se dicte.
2. En los casos de reclamaciones de rentas periódicas, cuando la acción de reclamación
se acumule a la acción de desahucio por falta de pago o por expiración legal o contractual
del plazo, y el demandante lo hubiere interesado expresamente en su escrito de demanda, la
sentencia, el auto o el decreto incluirán la condena a satisfacer también las rentas debidas
que se devenguen con posterioridad a la presentación de la demanda hasta la entrega de la
posesión efectiva de la finca, tomándose como base de la liquidación de las rentas futuras, el
importe de la última mensualidad reclamada al presentar la demanda.

Artículo 221. Sentencias dictadas en procesos promovidos por asociaciones de


consumidores o usuarios.
1. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, las sentencias dictadas a
consecuencia de demandas interpuestas por asociaciones de consumidores o usuarios con
la legitimación a que se refiere el artículo 11 de esta Ley estarán sujetas a las siguientes
reglas:
1.ª Si se hubiere pretendido una condena dineraria, de hacer, no hacer o dar cosa
específica o genérica, la sentencia estimatoria determinará individualmente los
consumidores y usuarios que, conforme a las leyes sobre su protección, han de entenderse
beneficiados por la condena.
Cuando la determinación individual no sea posible, la sentencia establecerá los datos,
características y requisitos necesarios para poder exigir el pago y, en su caso, instar la
ejecución o intervenir en ella, si la instara la asociación demandante.
2.ª Si, como presupuesto de la condena o como pronunciamiento principal o único, se
declarara ilícita o no conforme a la ley una determinada actividad o conducta, la sentencia
determinará si, conforme a la legislación de protección a los consumidores y usuarios, la
declaración ha de surtir efectos procesales no limitados a quienes hayan sido partes en el
proceso correspondiente.
3.ª Si se hubieren personado consumidores o usuarios determinados, la sentencia habrá
de pronunciarse expresamente sobre sus pretensiones.
2. En las sentencias estimatorias de una acción de cesación en defensa de los intereses
colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios el Tribunal, si lo estima
procedente, y con cargo al demandado, podrá acordar la publicación total o parcial de la
sentencia o, cuando los efectos de la infracción puedan mantenerse a lo largo del tiempo,
una declaración rectificadora.

Artículo 222. Cosa juzgada material.


1. La cosa juzgada de las sentencias firmes, sean estimatorias o desestimatorias,
excluirá, conforme a la ley, un ulterior proceso cuyo objeto sea idéntico al del proceso en que
aquélla se produjo.
2. La cosa juzgada alcanza a las pretensiones de la demanda y de la reconvención, así
como a los puntos a que se refieren los apartados 1 y 2 del artículo 408 de esta Ley.
Se considerarán hechos nuevos y distintos, en relación con el fundamento de las
referidas pretensiones, los posteriores a la completa preclusión de los actos de alegación en
el proceso en que aquéllas se formularen.
3. La cosa juzgada afectará a las partes del proceso en que se dicte y a sus herederos y
causahabientes, así como a los sujetos, no litigantes, titulares de los derechos que
fundamenten la legitimación de las partes conforme a lo previsto en el artículo 11 de esta
Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

En las sentencias sobre estado civil, matrimonio, filiación, paternidad, maternidad e


incapacitación y reintegración de la capacidad la cosa juzgada tendrá efectos frente a todos
a partir de su inscripción o anotación en el Registro Civil.
Las sentencias que se dicten sobre impugnación de acuerdos societarios afectarán a
todos los socios, aunque no hubieren litigado.
4. Lo resuelto con fuerza de cosa juzgada en la sentencia firme que haya puesto fin a un
proceso vinculará al tribunal de un proceso posterior cuando en éste aparezca como
antecedente lógico de lo que sea su objeto, siempre que los litigantes de ambos procesos
sean los mismos o la cosa juzgada se extienda a ellos por disposición legal.

Sección 3.ª De las diligencias de ordenación

Artículo 223. Diligencias de ordenación.


(Sin contenido)

Artículo 224. Revisión de las diligencias de ordenación.


(Sin contenido)

CAPÍTULO IX
De la nulidad de las actuaciones

Artículo 225. Nulidad de pleno derecho.


Los actos procesales serán nulos de pleno derecho en los casos siguientes:
1.º Cuando se produzcan por o ante Tribunal con falta de jurisdicción o de competencia
objetiva o funcional.
2.º Cuando se realicen bajo violencia o intimidación.
3.º Cuando se prescinda de normas esenciales del procedimiento, siempre que, por esa
causa, haya podido producirse indefensión.
4.º Cuando se realicen sin intervención de abogado, en los casos en que la ley la
establezca como obligatoria.
5.º Cuando se celebren vistas sin la preceptiva intervención del Secretario judicial.
6.º Cuando se resolvieran mediante diligencias de ordenación o decreto cuestiones que,
conforme a la ley, hayan de ser resueltas por medio de providencia, auto o sentencia.
7.º En los demás casos en que esta ley así lo establezca.

Artículo 226. Modo de proceder en caso de intimidación o violencia.


1. Los tribunales cuya actuación se hubiere producido con intimidación o violencia, tan
luego como se vean libres de ella, declararán nulo todo lo practicado y promoverán la
formación de causa contra los culpables, poniendo los hechos en conocimiento del Ministerio
Fiscal.
2. También se declararán nulos los actos de las partes o de personas que intervengan
en el proceso si se acredita que se produjeron bajo intimidación o violencia. La nulidad de
estos actos entrañará la de todos los demás relacionados con él o que pudieren haberse
visto condicionados o influidos sustancialmente por el acto nulo.

Artículo 227. Declaración de nulidad y pretensiones de anulación de actuaciones


procesales.
1. La nulidad de pleno derecho, en todo caso, y los defectos de forma en los actos
procesales que impliquen ausencia de los requisitos indispensables para alcanzar su fin o
determinen efectiva indefensión, se harán valer por medio de los recursos establecidos en la
ley contra la resolución de que se trate.
2. Sin perjuicio de ello, el tribunal podrá, de oficio o a instancia de parte, antes de que
hubiere recaído resolución que ponga fin al proceso, y siempre que no proceda la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

subsanación, declarar, previa audiencia de las partes, la nulidad de todas las actuaciones o
de alguna en particular.
En ningún caso podrá el tribunal, con ocasión de un recurso, decretar de oficio una
nulidad de las actuaciones que no haya sido solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare
falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o se hubiese producido violencia o
intimidación que afectare a ese tribunal.

Artículo 228. Incidente excepcional de nulidad de actuaciones.


1. No se admitirán con carácter general incidentes de nulidad de actuaciones. Sin
embargo, excepcionalmente, quienes sean parte legítima o hubieran debido serlo podrán
pedir por escrito que se declare la nulidad de actuaciones fundada en cualquier vulneración
de un derecho fundamental de los referidos en el artículo 53.2 de la Constitución, siempre
que no haya podido denunciarse antes de recaer resolución que ponga fin al proceso y
siempre que dicha resolución no sea susceptible de recurso ordinario ni extraordinario.
Será competente para conocer de este incidente el mismo Tribunal que dictó la
resolución que hubiere adquirido firmeza. El plazo para pedir la nulidad será de veinte días,
desde la notificación de la resolución o, en todo caso, desde que se tuvo conocimiento del
defecto causante de indefensión, sin que, en este último caso, pueda solicitarse la nulidad de
actuaciones después de transcurridos cinco años desde la notificación de la resolución.
El Tribunal inadmitirá a trámite, mediante providencia sucintamente motivada, cualquier
incidente en el que se pretenda suscitar otras cuestiones. Contra la resolución por la que se
inadmita a trámite el incidente no cabrá recurso alguno.
2. Admitido a trámite el escrito en que se pida la nulidad fundada en los vicios a que se
refiere el apartado anterior de este artículo, no quedará en suspenso la ejecución y eficacia
de la sentencia o resolución irrecurribles, salvo que se acuerde de forma expresa la
suspensión para evitar que el incidente pudiera perder su finalidad, por el Secretario judicial
se dará traslado de dicho escrito, junto con copia de los documentos que se acompañasen,
en su caso, para acreditar el vicio o defecto en que la petición se funde, a las demás partes,
que en el plazo común de cinco días podrán formular por escrito sus alegaciones, a las que
acompañarán los documentos que se estimen pertinentes.
Si se estimara la nulidad, se repondrán las actuaciones al estado inmediatamente
anterior al defecto que la haya originado y se seguirá el procedimiento legalmente
establecido. Si se desestimara la solicitud de nulidad, se condenará, por medio de auto, al
solicitante en todas las costas del incidente y, en caso de que el Tribunal entienda que se
promovió con temeridad, le impondrá, además, una multa de noventa a seiscientos euros.
Contra la resolución que resuelva el incidente no cabrá recurso alguno.

Artículo 229. Actuaciones judiciales realizadas fuera del tiempo establecido.


Las actuaciones judiciales realizadas fuera del tiempo establecido sólo podrán anularse
si lo impusiere la naturaleza del término o plazo.

Artículo 230. Conservación de los actos.


La nulidad de un acto no implicará la de los sucesivos que fueren independientes de
aquél ni la de aquéllos cuyo contenido hubiese permanecido invariado aún sin haberse
cometido la infracción que dio lugar a la nulidad.

Artículo 231. Subsanación.
El Tribunal y el Secretario judicial cuidarán de que puedan ser subsanados los defectos
en que incurran los actos procesales de las partes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO X
De la reconstrucción de los autos

Artículo 232. Competencia e intervención del Ministerio Fiscal.


1. Será competente para tramitar la reconstitución total o parcial de todo tipo de
actuaciones judiciales el Secretario de la Oficina judicial en que la desaparición o mutilación
hubiere acontecido.
2. En los procedimientos de reconstrucción de actuaciones será siempre parte el
Ministerio Fiscal.

Artículo 233. Inicio del expediente de reconstrucción de actuaciones.


El Tribunal, o el Secretario judicial en actuaciones de su exclusiva competencia, de
oficio, o las partes o sus herederos, en su caso, podrán instar la reconstrucción de los autos.
Si el procedimiento se iniciara a instancia de parte, deberá comenzar mediante escrito que
contendrá los siguientes extremos:
1.º Cuándo ocurrió la desaparición o mutilación, con la precisión que sea posible.
2.º Situación procesal del asunto.
3.º Los datos que conozca y medios de investigación que puedan conducir a la
reconstitución.
A este escrito se acompañarán, en cuanto fuese posible, las copias auténticas y privadas
que se conservasen de los documentos, y en otro caso se señalarán los protocolos o
registros en que obrasen sus matrices o se hubiere efectuado algún asiento o inscripción.
También se adjuntarán las copias de los escritos presentados y las resoluciones de toda
clase recaídas en el juicio, así como cuantos otros documentos pudieran ser útiles para la
reconstrucción.

Artículo 234. Citación a comparecencia de las partes. Efectos de su inasistencia.

1. Acordado por el Tribunal mediante providencia o, en su caso, por el Secretario judicial


mediante diligencia, el inicio del procedimiento de reconstrucción de las actuaciones, el
Secretario judicial mandará citar a las partes, a una comparecencia ante sí mismo, que
habrá de celebrarse dentro del plazo máximo de diez días. A este acto deberán asistir las
partes y sus abogados, siempre que la intervención de éstos fuere preceptiva en el proceso
cuyas actuaciones se pretenden reconstruir.
2. La inasistencia de alguna de las partes no impedirá la prosecución de la
comparecencia con las que estén presentes. Cuando no compareciera ninguna se
sustanciará el trámite con el Ministerio Fiscal.

Artículo 235. Inicio de la comparecencia. Inexistencia de controversia. Prueba y decisión.

1. La comparecencia se iniciará requiriendo a las partes para que manifiesten su


conformidad o disconformidad con la exactitud de los escritos y documentos presentados por
la parte instante del procedimiento, así como con aquellos que hubieren podido aportar las
demás partes en el mismo acto.
2. El Secretario judicial, oídas las partes y examinados los escritos y documentos
presentados, previo informe del Fiscal, determinará los extremos en que haya habido
acuerdo entre los litigantes y aquellos otros en que, prescindiendo de diferencias
accidentales, haya mediado disconformidad.
3. Cuando no existiere ninguna controversia sobre los extremos a que afecte la
reconstrucción, el Secretario judicial dictará decreto declarando reconstituidas las
actuaciones y fijando la situación procesal de la que deba partirse para el ulterior curso del
juicio de que se trate.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4. Cuando entre las partes existiere desacuerdo total o parcial, el Secretario judicial
convocará a las partes y al Ministerio Fiscal a vista ante el Tribunal, que habrá de celebrarse
en los diez días siguientes y en la que se propondrá la prueba que sea precisa, que se
practicará en el mismo acto, o si ello no fuera posible, en el plazo de quince días. El Tribunal
resolverá mediante auto la forma en que deben quedar reconstituidas las actuaciones, o la
imposibilidad de su reconstitución. Contra dicho auto podrá interponerse recurso de
apelación.

TÍTULO VI
De la cesación de las actuaciones judiciales y de la caducidad de la instancia

Artículo 236. Impulso del procedimiento por las partes y caducidad.


La falta de impulso del procedimiento por las partes o interesados no originará la
caducidad de la instancia o del recurso.

Artículo 237. Caducidad de la instancia.


1. Se tendrán por abandonadas las instancias y recursos en toda clase de pleitos si,
pese al impulso de oficio de las actuaciones, no se produce actividad procesal alguna en el
plazo de dos años, cuando el pleito se hallare en primera instancia ; y de uno, si estuviere en
segunda instancia o pendiente de recurso extraordinario por infracción procesal o de recurso
de casación.
Estos plazos se contarán desde la última notificación a las partes.
2. Contra el decreto que declare la caducidad sólo cabrá recurso de revisión.

Artículo 238. Exclusión de la caducidad por fuerza mayor o contra la voluntad de las partes.
No se producirá caducidad de la instancia o del recurso si el procedimiento hubiere
quedado paralizado por fuerza mayor o por cualquiera otra causa contraria o no imputable a
la voluntad de las partes o interesados.

Artículo 239. Exclusión de la caducidad de la instancia en la ejecución.


Las disposiciones de los artículos que preceden no serán aplicables en las actuaciones
para la ejecución forzosa.
Estas actuaciones se podrán proseguir hasta obtener el cumplimiento de lo juzgado,
aunque hayan quedado sin curso durante los plazos señalados en este Título.

Artículo 240. Efectos de la caducidad de la instancia.


1. Si la caducidad se produjere en la segunda instancia o en los recursos extraordinarios
mencionados en el artículo 237, se tendrá por desistida la apelación o dichos recursos y por
firme la resolución recurrida y se devolverán las actuaciones al tribunal del que procedieren.
2. Si la caducidad se produjere en la primera instancia, se entenderá producido el
desistimiento en dicha instancia, por lo que podrá interponerse nueva demanda, sin perjuicio
de la caducidad de la acción.
3. La declaración de caducidad no contendrá imposición de costas, debiendo pagar cada
parte las causadas a su instancia y las comunes por mitad.

TÍTULO VII
De la tasación de costas

Artículo 241. Pago de las costas y gastos del proceso.


1. Salvo lo dispuesto en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, cada parte pagará los
gastos y costas del proceso causados a su instancia a medida que se vayan produciendo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Se considerarán gastos del proceso aquellos desembolsos que tengan su origen directo
e inmediato en la existencia de dicho proceso, y costas la parte de aquéllos que se refieran
al pago de los siguientes conceptos:
1.º Honorarios de la defensa y de la representación técnica cuando sean preceptivas.
2.º Inserción de anuncios o edictos que de forma obligada deban publicarse en el curso
del proceso.
3.º Depósitos necesarios para la presentación de recursos.
4.º Derechos de peritos y demás abonos que tengan que realizarse a personas que
hayan intervenido en el proceso.
5.º Copias, certificaciones, notas, testimonios y documentos análogos que hayan de
solicitarse conforme a la Ley, salvo los que se reclamen por el tribunal a registros y
protocolos públicos, que serán gratuitos.
6.º Derechos arancelarios que deban abonarse como consecuencia de actuaciones
necesarias para el desarrollo del proceso.
7.º La tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional, cuando sea preceptiva. No se
incluirá en las costas del proceso el importe de la tasa abonada en los procesos de ejecución
de las hipotecas constituidas para la adquisición de vivienda habitual. Tampoco se incluirá
en los demás procesos de ejecución derivados de dichos préstamos o créditos hipotecarios
cuando se dirijan contra el propio ejecutado o contra los avalistas.
2. Los titulares de créditos derivados de actuaciones procesales podrán reclamarlos de
la parte o partes que deban satisfacerlos sin esperar a que el proceso finalice y con
independencia del eventual pronunciamiento sobre costas que en éste recaiga.

Artículo 242. Solicitud de tasación de costas.


1. Cuando hubiere condena en costas, luego que sea firme, se procederá a la exacción
de las mismas por el procedimiento de apremio, previa su tasación, si la parte condenada no
las hubiere satisfecho antes de que la contraria solicite dicha tasación.
2. La parte que pida la tasación de costas presentará con la solicitud los justificantes de
haber satisfecho las cantidades cuyo reembolso reclame.
3. Una vez firme la resolución en que se hubiese impuesto la condena, los procuradores,
abogados, peritos y demás personas que hayan intervenido en el juicio y que tengan algún
crédito contra las partes que deba ser incluido en la tasación de costas podrán presentar
ante la Oficina judicial minuta detallada de sus derechos u honorarios y cuenta detallada y
justificada de los gastos que hubieren suplido.
4. Se regularán con sujeción a los aranceles los derechos que correspondan a los
funcionarios, procuradores y profesionales que a ellos estén sujetos.
5. Los abogados, peritos y demás profesionales y funcionarios que no estén sujetos a
arancel fijarán sus honorarios con sujeción, en su caso, a las normas reguladoras de su
estatuto profesional.

Artículo 243. Práctica de la tasación de costas.


1. En todo tipo de procesos e instancias, la tasación de costas se practicará por el
Secretario del Tribunal que hubiera conocido del proceso o recurso, respectivamente, o, en
su caso, por el Secretario judicial encargado de la ejecución.
2. No se incluirán en la tasación los derechos correspondientes a escritos y actuaciones
que sean inútiles, superfluas o no autorizadas por la ley, ni las partidas de las minutas que
no se expresen detalladamente o que se refieran a honorarios que no se hayan devengado
en el pleito.
Tampoco serán incluidas en la tasación de costas los derechos de los procuradores
devengados por actuaciones meramente facultativas, que hubieran podido ser practicadas
en otro caso por las Oficinas judiciales.
El Secretario judicial reducirá el importe de los honorarios de los abogados y demás
profesionales que no estén sujetos a tarifa o arancel, cuando los reclamados excedan del
límite a que se refiere el apartado 3 del artículo 394 y no se hubiese declarado la temeridad
del litigante condenado en costas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Tampoco se incluirán las costas de actuaciones o incidentes en que hubiese sido


condenada expresamente la parte favorecida por el pronunciamiento sobre costas en el
asunto principal.

Artículo 244. Traslado a las partes. Aprobación.


1. Practicada por el Secretario Judicial la tasación de costas se dará traslado de ella a
las partes por plazo común de diez días.
2. Una vez acordado el traslado a que se refiere el apartado anterior no se admitirá la
inclusión o adición de partida alguna, reservando al interesado su derecho para reclamarla
de quien y como corresponda.
3. Transcurrido el plazo establecido en el apartado primero sin haber sido impugnada la
tasación de costas practicada, el Secretario judicial la aprobará mediante decreto. Contra
esta resolución cabe recurso directo de revisión, y contra el auto resolviendo el recurso de
revisión no cabe recurso alguno.

Artículo 245. Impugnación de la tasación de costas.


1. La tasación de costas podrá ser impugnada dentro del plazo a que se refiere el
apartado 1 del artículo anterior.
2. La impugnación podrá basarse en que se han incluido en la tasación, partidas,
derechos o gastos indebidos. Pero, en cuanto a los honorarios de los abogados, peritos o
profesionales no sujetos a arancel, también podrá impugnarse la tasación alegando que el
importe de dichos honorarios es excesivo.
3. La parte favorecida por la condena en costas podrá impugnar la tasación por no
haberse incluido en aquélla gastos debidamente justificados y reclamados.
También podrá fundar su reclamación en no haberse incluido la totalidad de la minuta de
honorarios de su abogado, o de perito, profesional o funcionario no sujeto a arancel que
hubiese actuado en el proceso a su instancia, o en no haber sido incluidos correctamente los
derechos de su procurador.
4. En el escrito de impugnación habrán de mencionarse las cuentas o minutas y las
partidas concretas a que se refiera la discrepancia y las razones de ésta. De no efectuarse
dicha mención, el Secretario judicial, mediante decreto, inadmitirá la impugnación a trámite.
Frente a dicho decreto cabrá interponer únicamente recurso de reposición.

Artículo 246. Tramitación y decisión de la impugnación.


1. Si la tasación se impugnara por considerar excesivos los honorarios de los abogados,
se oirá en el plazo de cinco días al abogado de que se trate y, si no aceptara la reducción de
honorarios que se le reclame, se pasará testimonio de los autos, o de la parte de ellos que
resulte necesaria, al Colegio de Abogados para que emita informe.
2. Lo establecido en el apartado anterior se aplicará igualmente respecto de la
impugnación de honorarios de peritos, pidiéndose en este caso el dictamen del Colegio,
Asociación o Corporación profesional a que pertenezcan.
3. El Secretario judicial, a la vista de lo actuado y de los dictámenes emitidos, dictará
decreto manteniendo la tasación realizada o, en su caso, introducirá las modificaciones que
estime oportunas.
Si la impugnación fuere totalmente desestimada, se impondrán las costas del incidente al
impugnante. Si fuere total o parcialmente estimada, se impondrán al abogado o al perito
cuyos honorarios se hubieran considerado excesivos.
Contra dicho decreto cabe recurso de revisión.
Contra el auto resolviendo el recurso de revisión no cabe recurso alguno.
4. Cuando sea impugnada la tasación por haberse incluido en ella partidas de derechos
u honorarios indebidas, o por no haberse incluido en aquélla gastos debidamente justificados
y reclamados, el Secretario judicial dará traslado a la otra parte por tres días para que se
pronuncie sobre la inclusión o exclusión de las partidas reclamadas.
El Secretario judicial resolverá en los tres días siguientes mediante decreto. Frente a
esta resolución podrá ser interpuesto recurso directo de revisión y contra el auto resolviendo
el recurso de revisión no cabe recurso alguno.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

5. Cuando se alegue que alguna partida de honorarios de abogados o peritos incluida en


la tasación de costas es indebida y que, en caso de no serlo, sería excesiva, se tramitarán
ambas impugnaciones simultáneamente, con arreglo a lo prevenido para cada una de ellas
en los apartados anteriores, pero la resolución sobre si los honorarios son excesivos
quedará en suspenso hasta que se decida sobre si la partida impugnada es o no debida.
6. Cuando una de las partes sea titular del derecho a la asistencia jurídica gratuita, no se
discutirá ni se resolverá en el incidente de tasación de costas cuestión alguna relativa a la
obligación de la Administración de asumir el pago de las cantidades que se le reclaman por
aplicación de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.

TÍTULO VIII
De la buena fe procesal

Artículo 247. Respeto a las reglas de la buena fe procesal. Multas por su incumplimiento.


1. Los intervinientes en todo tipo de procesos deberán ajustarse en sus actuaciones a las
reglas de la buena fe.
2. Los tribunales rechazarán fundadamente las peticiones e incidentes que se formulen
con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude de ley o procesal.
3. Si los Tribunales estimaren que alguna de las partes ha actuado conculcando las
reglas de la buena fe procesal, podrán imponerle, en pieza separada, mediante acuerdo
motivado, y respetando el principio de proporcionalidad, una multa que podrá oscilar de
ciento ochenta a seis mil euros, sin que en ningún caso pueda superar la tercera parte de la
cuantía del litigio.
Para determinar la cuantía de la multa el Tribunal deberá tener en cuenta las
circunstancias del hecho de que se trate, así como los perjuicios que al procedimiento o a la
otra parte se hubieren podido causar.
En todo caso, por el Secretario judicial se hará constar el hecho que motive la actuación
correctora, las alegaciones del implicado y el acuerdo que se adopte por el Juez o la Sala.
4. Si los tribunales entendieren que la actuación contraria a las reglas de la buena fe
podría ser imputable a alguno de los profesionales intervinientes en el proceso, sin perjuicio
de lo dispuesto en el apartado anterior, darán traslado de tal circunstancia a los Colegios
profesionales respectivos por si pudiera proceder la imposición de algún tipo de sanción
disciplinaria.
5. Las sanciones impuestas al amparo de este artículo se someten al régimen de
recursos previstos en el Título V del Libro VII de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

LIBRO II
De los procesos declarativos

TÍTULO I
De las disposiciones comunes a los procesos declarativos

CAPÍTULO I
De las reglas para determinar el proceso correspondiente

Artículo 248. Clases de procesos declarativos.


1. Toda contienda judicial entre partes que no tenga señalada por la Ley otra tramitación,
será ventilada y decidida en el proceso declarativo que corresponda.
2. Pertenecen a la clase de los procesos declarativos:
1.º El juicio ordinario.
2.º El juicio verbal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Las normas de determinación de la clase de juicio por razón de la cuantía sólo se


aplicarán en defecto de norma por razón de la materia.

Artículo 249. Ámbito del juicio ordinario.


1. Se decidirán en el juicio ordinario, cualquiera que sea su cuantía:
1.º Las demandas relativas a derechos honoríficos de la persona.
2.º Las que pretendan la tutela del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen,
y las que pidan la tutela judicial civil de cualquier otro derecho fundamental, salvo las que se
refieran al derecho de rectificación. En estos procesos, será siempre parte el Ministerio
Fiscal y su tramitación tendrá carácter preferente.
3.º Las demandas sobre impugnación de acuerdos sociales adoptados por Juntas o
Asambleas Generales o especiales de socios o de obligacionistas o por órganos colegiados
de administración en entidades mercantiles.
4.º Las demandas en materia de competencia desleal, defensa de la competencia, en
aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o de los artículos 1
y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia, propiedad industrial, propiedad intelectual y
publicidad, siempre que no versen exclusivamente sobre reclamaciones de cantidad, en
cuyo caso se tramitarán por el procedimiento que les corresponda en función de la cuantía
que se reclame. No obstante, se estará a lo dispuesto en el punto 12 del apartado 1 del
artículo 250 de esta Ley cuando se trate del ejercicio de la acción de cesación en defensa de
los intereses colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios en materia
de publicidad.
5.º Las demandas en que se ejerciten acciones relativas a condiciones generales de
contratación en los casos previstos en la legislación sobre esta materia, salvo lo dispuesto
en el punto 12.º del apartado 1 del artículo 250.
6.º Las que versen sobre cualesquiera asuntos relativos a arrendamientos urbanos o
rústicos de bienes inmuebles, salvo que se trate de reclamaciones de rentas o cantidades
debidas por el arrendatario o del desahucio por falta de pago o por extinción del plazo de la
relación arrendaticia.
7.º Las que ejerciten una acción de retracto de cualquier tipo.
8.º Cuando se ejerciten las acciones que otorga a las Juntas de Propietarios y a éstos la
Ley de Propiedad Horizontal, siempre que no versen exclusivamente sobre reclamaciones
de cantidad, en cuyo caso se tramitarán por el procedimiento que corresponda.
2. Se decidirán también en el juicio ordinario las demandas cuya cuantía excedan de seis
mil euros y aquéllas cuyo interés económico resulte imposible de calcular, ni siquiera de
modo relativo.

Artículo 250. Ámbito del juicio verbal.


1. Se decidirán en juicio verbal, cualquiera que sea su cuantía, las demandas siguientes:
1.º Las que versen sobre reclamación de cantidades por impago de rentas y cantidades
debidas y las que, igualmente, con fundamento en el impago de la renta o cantidades
debidas por el arrendatario, o en la expiración del plazo fijado contractual o legalmente,
pretendan que el dueño, usufructuario o cualquier otra persona con derecho a poseer una
finca rústica o urbana dada en arrendamiento, ordinario o financiero o en aparcería,
recuperen la posesión de dicha finca.
2.º Las que pretendan la recuperación de la plena posesión de una finca rústica o
urbana, cedida en precario, por el dueño, usufructuario o cualquier otra persona con derecho
a poseer dicha finca.
3.º Las que pretendan que el tribunal ponga en posesión de bienes a quien los hubiere
adquirido por herencia si no estuvieren siendo poseídos por nadie a título de dueño o
usufructuario.
4.º Las que pretendan la tutela sumaria de la tenencia o de la posesión de una cosa o
derecho por quien haya sido despojado de ellas o perturbado en su disfrute.
5.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, la suspensión de
una obra nueva.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

6.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, la demolición o
derribo de obra, edificio, árbol, columna o cualquier otro objeto análogo en estado de ruina y
que amenace causar daños a quien demande.
7.º Las que, instadas por los titulares de derechos reales inscritos en el Registro de la
Propiedad, demanden la efectividad de esos derechos frente a quienes se oponga a ellos o
perturben su ejercicio, sin disponer de título inscrito que legitime la oposición o la
perturbación.
8.º Las que soliciten alimentos debidos por disposición legal o por otro título.
9.º Las que supongan el ejercicio de la acción de rectificación de hechos inexactos y
perjudiciales.
10.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, sobre el
incumplimiento por el comprador de las obligaciones derivadas de los contratos inscritos en
el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles y formalizados en el modelo oficial
establecido al efecto, al objeto de obtener una sentencia condenatoria que permita dirigir la
ejecución exclusivamente sobre el bien o bienes adquiridos o financiados a plazos.
11.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, sobre el
incumplimiento de un contrato de arrendamiento financiero, de arrendamiento de bienes
muebles, o de un contrato de venta a plazos con reserva de dominio, siempre que estén
inscritos en el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles y formalizados en el modelo
oficial establecido al efecto, mediante el ejercicio de una acción exclusivamente encaminada
a obtener la inmediata entrega del bien al arrendador financiero, al arrendador o al vendedor
o financiador en el lugar indicado en el contrato, previa declaración de resolución de éste, en
su caso.
12.º Las que supongan el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses
colectivos y difusos de los consumidores y usuarios.
13.º Las que pretendan la efectividad de los derechos reconocidos en el artículo 160 del
Código Civil. En estos casos el juicio verbal se sustanciará con las peculiaridades dispuestas
en el capítulo I del título I del libro IV de esta ley.
2. Se decidirán también en el juicio verbal las demandas cuya cuantía no exceda de seis
mil euros y no se refieran a ninguna de las materias previstas en el apartado 1 del artículo
anterior.

Artículo 251. Reglas de determinación de la cuantía.


La cuantía se fijará según el interés económico de la demanda, que se calculará de
acuerdo con las reglas siguientes:
1.ª Si se reclama una cantidad de dinero determinada, la cuantía de la demanda estará
representada por dicha cantidad, y si falta la determinación, aun en forma relativa, la
demanda se considerará de cuantía indeterminada.
2.ª Cuando el objeto del proceso sea la condena de dar bienes muebles o inmuebles,
con independencia de que la reclamación se base en derechos reales o personales, se
estará al valor de los mismos al tiempo de interponerse la demanda, conforme a los precios
corrientes en el mercado o en la contratación de bienes de la misma clase.
Para este cálculo podrá servirse el actor de cualesquiera valoraciones oficiales de los
bienes litigiosos, si no es posible determinar el valor por otros medios, sin que se pueda
atribuir a los inmuebles un valor inferior al que conste en el catastro.
3.ª La anterior regla de cálculo se aplicará también:
1.º A las demandas dirigidas a garantizar el disfrute de las facultades que se derivan del
dominio.
2.º A las demandas que afecten a la validez, nulidad o eficacia del título de dominio, así
como a la existencia o a la extensión del dominio mismo.
3.º A aquellas otras peticiones, distintas de las establecidas en los dos casos anteriores,
en que la satisfacción de la pretensión dependa de que se acredite por el demandante la
condición de dueño.
4.º A las demandas basadas en el derecho a adquirir la propiedad de un bien o conjunto
de bienes, ya sea por poseer un derecho de crédito que así lo reconoce, ya sea por
cualquiera de los modos de adquisición de la propiedad, o por el derecho de retracto, de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

tanteo o de opción de compra ; cuando el bien se reclame como objeto de una compraventa,
tiene preferencia como criterio de valoración el precio pactado en el contrato, siempre que no
sea inferior en el caso de los inmuebles a su valor catastral.
5.º Cuando el proceso verse sobre la posesión, y no sea aplicable otra regla de este
artículo.
6.º A las acciones de deslinde, amojonamiento y división de la cosa común.
4.ª En los casos en que la reclamación verse sobre usufructo o la nuda propiedad, el
uso, la habitación, el aprovechamiento por turnos u otro derecho real limitativo del dominio
no sujeto a regla especial, el valor de la demanda se fijará atendiendo a la base imponible
tributaria sobre la que gire el impuesto para la constitución o transmisión de estos derechos.
5.ª El valor de una demanda relativa a una servidumbre será el precio satisfecho por su
constitución si constare y su fecha no fuese anterior en más de cinco años. En otro caso, se
estimará por las reglas legales establecidas para fijar el precio de su constitución al tiempo
del litigio, cualquiera que haya sido el modo de adquirirla, y, a falta de ellas, se considerará
como cuantía la vigésima parte del valor de los predios dominante y sirviente, teniendo en
cuenta lo dispuesto en la regla segunda de este artículo sobre bienes muebles e inmuebles.
6.ª En las demandas relativas a la existencia, inexistencia, validez o eficacia de un
derecho real de garantía, el valor será el del importe de las sumas garantizadas por todos los
conceptos.
7.ª En los juicios sobre el derecho a exigir prestaciones periódicas, sean temporales o
vitalicias, se calculará el valor por el importe de una anualidad multiplicado por diez, salvo
que el plazo de la prestación fuera inferior a un año, en que se estará al importe total de la
misma.
8.ª En los juicios que versen sobre la existencia, validez o eficacia de un título
obligacional, su valor se calculará por el total de lo debido, aunque sea pagadero a plazos.
Este criterio de valoración será aplicable en aquellos procesos cuyo objeto sea la creación,
modificación o extinción de un título obligacional o de un derecho de carácter personal,
siempre que no sea aplicable otra regla de este artículo.
9.ª En los juicios sobre arrendamientos de bienes, salvo cuando tengan por objeto
reclamaciones de las rentas o cantidades debidas, la cuantía de la demanda será el importe
de una anualidad de renta, cualquiera que sea la periodicidad con que ésta aparezca fijada
en el contrato.
10.ª En aquellos casos en que la demanda verse sobre valores negociados en Bolsa, la
cuantía vendrá determinada por la media del cambio medio ponderado de los mismos,
determinado conforme a la legislación aplicable durante el año natural anterior a la fecha de
interposición de la demanda, o por la media del cambio medio ponderado de los valores
durante el período en que éstos se hubieran negociado en Bolsa, cuando dicho período
fuera inferior al año.
Si se trata de valores negociados en otro mercado secundario, la cuantía vendrá
determinada por el tipo medio de negociación de los mismos durante el año natural anterior
a la interposición de la demanda, en el mercado secundario en el que se estén negociando,
o por el tipo medio de negociación durante el tiempo en que se hubieran negociado en el
mercado secundario, cuando los valores se hayan negociado en dicho mercado por un
período inferior al año.
El tipo medio de negociación o, en su caso, la media del cambio medio ponderado, se
acreditará por certificación expedida por el órgano rector del mercado secundario de que se
trate.
Si los valores carecen de negociación, la cuantía se calculará de acuerdo con las normas
de valoración contable vigentes en el momento de interposición de la demanda.
11.ª Cuando la demanda tenga por objeto una prestación de hacer, su cuantía consistirá
en el coste de aquello cuya realización se inste o en el importe de los daños y perjuicios
derivados del incumplimiento, sin que en este caso sean acumulables ambas cantidades,
salvo si además de instarse el cumplimiento, se pretende también la indemnización. El
importe o cálculo de los daños y perjuicios habrá de ser tenido en cuenta cuando la
prestación sea personalísima o consista en un no hacer, y ello incluso si lo que se insta con
carácter principal es el cumplimiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

12.ª En los pleitos relativos a una herencia o a un conjunto de masas patrimoniales o


patrimonios separados, se aplicarán las reglas anteriores respecto de los bienes, derechos o
créditos que figuren comprendidos en la herencia o en el patrimonio objeto del litigio.

Artículo 252. Reglas especiales en casos de procesos con pluralidad de objetos o de


partes.
Cuando en el proceso exista pluralidad de objetos o de partes, la cuantía de la demanda
se calculará de acuerdo con las reglas siguientes:
1.ª Cuando en la demanda se acumulen varias acciones principales, que no provengan
de un mismo título, la cuantía de la demanda vendrá determinada por la cuantía de la acción
de mayor valor. Idéntico criterio se seguirá para el caso de que las acciones estén
acumuladas de forma eventual.
2.ª Si las acciones acumuladas provienen del mismo título o con la acción principal se
piden accesoriamente intereses, frutos, rentas o daños y perjuicios, la cuantía vendrá
determinada por la suma del valor de todas las acciones acumuladas. Pero si el importe de
cualquiera de las acciones no fuera cierto y líquido, sólo se tomará en cuenta el valor de las
acciones cuyo importe sí lo fuera.
Para la fijación del valor no se tomarán en cuenta los frutos, intereses o rentas por
correr, sino sólo los vencidos. Tampoco se tomará en cuenta la petición de condena en
costas.
Sin perjuicio de lo anterior, si las acciones acumuladas fueran la de desahucio por falta
de pago o por expiración legal o contractual del plazo, y la de reclamación de rentas o
cantidades debidas, la cuantía de la demanda vendrá determinada por la acción de mayor
valor.
3.ª Cuando en una misma demanda se acumulen varias acciones reales referidas a un
mismo bien mueble o inmueble, la cuantía nunca podrá ser superior al valor de la cosa
litigiosa.
4.ª Cuando se reclamen varios plazos vencidos de una misma obligación se tomará en
cuenta como cuantía la suma de los importes reclamados, salvo que se pida en la demanda
declaración expresa sobre la validez o eficacia de la obligación, en que se estará al valor
total de la misma. Si el importe de alguno de los plazos no fuera cierto, se excluirá éste del
cómputo de la cuantía.
5.ª No afectarán a la cuantía de la demanda, o a la de la clase de juicio a seguir por
razón de la cuantía, la reconvención ni la acumulación de autos.
6.ª La concurrencia de varios demandantes o de varios demandados en una misma
demanda en nada afectará a la determinación de la cuantía, cuando la petición sea la misma
para todos ellos. Lo mismo ocurrirá cuando los demandantes o demandados lo sean en
virtud de vínculos de solidaridad.
7.ª Cuando la pluralidad de partes determine también la pluralidad de las acciones
afirmadas, la cuantía se determinará según las reglas de determinación de la cuantía que se
contienen en este artículo.
8.ª En caso de ampliación de la demanda, se estará también a lo ordenado en las reglas
anteriores.

Artículo 253. Expresión de la cuantía en la demanda.


1. El actor expresará justificadamente en su escrito inicial la cuantía de la demanda.
Dicha cuantía se calculará, en todo caso, conforme a las reglas de los artículos anteriores.
La alteración del valor de los bienes objeto del litigio que sobrevenga después de
interpuesta la demanda, no implicará la modificación de la cuantía ni la de la clase de juicio.
2. La cuantía de la demanda deberá ser expresada con claridad y precisión. No obstante,
podrá indicarse en forma relativa, si el actor justifica debidamente que el interés económico
del litigio al menos iguala la cuantía mínima correspondiente al juicio ordinario, o que no
rebasa la máxima del juicio verbal. En ningún caso podrá el actor limitarse a indicar la clase
de juicio a seguir, ni hacer recaer en el demandado la carga de determinar la cuantía.
3. Cuando el actor no pueda determinar la cuantía ni siquiera en forma relativa, por
carecer el objeto de interés económico, por no poderse calcular dicho interés conforme a

– 366 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

ninguna de las reglas legales de determinación de la cuantía, o porque, aun existiendo regla
de cálculo aplicable, no se pudiera determinar aquélla al momento de interponer la demanda,
ésta se sustanciará conforme a los cauces del juicio ordinario.

Artículo 254. Control de oficio de la clase de juicio por razón de la cuantía.


1. Al juicio se le dará inicialmente la tramitación que haya indicado el actor en su
demanda.
No obstante, si a la vista de las alegaciones de la demanda el Secretario judicial
advirtiere que el juicio elegido por el actor no corresponde al valor señalado o a la materia a
que se refiere la demanda, acordará por diligencia de ordenación que se dé al asunto la
tramitación que corresponda. Contra esta diligencia cabrá recurso directo de revisión ante el
Tribunal, que no producirá efectos suspensivos.
El Tribunal no estará vinculado por el tipo de juicio solicitado en la demanda.
2. Si, en contra de lo señalado por el actor, el Secretario judicial considera que la
demanda es de cuantía inestimable o no determinable, ni aun en forma relativa, y que por
tanto no procede seguir los cauces del juicio verbal, deberá, mediante diligencia, dar de
oficio al asunto la tramitación del juicio ordinario, siempre que conste la designación de
procurador y la firma de abogado.
3. Se podrán corregir de oficio los errores aritméticos del actor en la determinación de la
cuantía. También los consistentes en la selección defectuosa de la regla legal de cálculo de
la cuantía, si en la demanda existieran elementos fácticos suficientes como para poder
determinarla correctamente a través de simples operaciones matemáticas.
Una vez calculada adecuadamente la cuantía, se dará al proceso el curso que
corresponda.
4. En ningún caso podrá el Tribunal inadmitir la demanda porque entienda inadecuado el
procedimiento por razón de la cuantía. Pero si la demanda se limitare a indicar sin más la
clase de juicio que corresponde, o si, tras apreciarse de oficio por el Secretario que la
cuantía fijada es incorrecta, no existieren en aquélla elementos suficientes para calcularla
correctamente, no se dará curso a los autos hasta que el actor no subsane el defecto de que
se trate.
El plazo para la subsanación será de diez días, pasados los cuales el Tribunal resolverá
lo que proceda.

Artículo 255. Impugnación de la cuantía y de la clase de juicio por razón de la cuantía.


1. El demandado podrá impugnar la cuantía de la demanda cuando entienda que, de
haberse determinado de forma correcta, el procedimiento a seguir sería otro, o resultaría
procedente el recurso de casación.
2. En el juicio ordinario se impugnará la adecuación del procedimiento por razón de la
cuantía en la contestación a la demanda y la cuestión será resuelta en la audiencia previa al
juicio.
3. En el juicio verbal, el demandado impugnará la cuantía o la clase de juicio por razón
de la cuantía en la vista, y el tribunal resolverá la cuestión en el acto, antes de entrar en el
fondo del asunto y previo trámite de audiencia del actor.

CAPÍTULO II
De las diligencias preliminares

Artículo 256. Clases de diligencias preliminares y su solicitud.


1. Todo juicio podrá prepararse:
1.º Por petición de que la persona a quien se dirigiría la demanda declare, bajo
juramento o promesa de decir verdad, sobre algún hecho relativo a su capacidad,
representación o legitimación, cuyo conocimiento sea necesario para el pleito, o exhiba los
documentos en los que conste dicha capacidad, representación o legitimación.
2.º Mediante solicitud de que la persona a la que se pretende demandar exhiba la cosa
que tenga en su poder y a la que se haya de referir el juicio.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3.º Por petición del que se considere heredero, coheredero o legatario, de exhibición, por
quien lo tenga en su poder, del acto de última voluntad del causante de la herencia o legado.
4.º Por petición de un socio o comunero para que se le exhiban los documentos y
cuentas de la sociedad o comunidad, dirigida a éstas o al consocio o condueño que los
tenga en su poder.
5.º Por petición del que se considere perjudicado por un hecho que pudiera estar
cubierto por seguro de responsabilidad civil, de que se exhiba el contrato de seguro por
quien lo tenga en su poder.
5.º bis. Por la petición de la historia clínica al centro sanitario o profesional que la
custodie, en las condiciones y con el contenido que establece la ley.
6.º Por petición de quien pretenda iniciar un proceso para la defensa de los intereses
colectivos de consumidores y usuarios al objeto de concretar a los integrantes del grupo de
afectados cuando, no estando determinados, sean fácilmente determinables. A tal efecto el
tribunal adoptará las medidas oportunas para la averiguación de los integrantes del grupo,
de acuerdo a las circunstancias del caso y conforme a los datos suministrados por el
solicitante, incluyendo el requerimiento al demandado para que colabore en dicha
determinación.
7.º Mediante la solicitud, formulada por quien pretenda ejercitar una acción por infracción
de un derecho de propiedad industrial o de un derecho de propiedad intelectual cometida
mediante actos desarrollados a escala comercial, de diligencias de obtención de datos sobre
el origen y redes de distribución de las mercancías o servicios que infringen un derecho de
propiedad intelectual o de propiedad industrial y, en particular, los siguientes:
a) Los nombres y direcciones de los productores, fabricantes, distribuidores,
suministradores y prestadores de las mercancías y servicios, así como de quienes, con fines
comerciales, hubieran estado en posesión de las mercancías.
b) Los nombres y direcciones de los mayoristas y minoristas a quienes se hubieren
distribuido las mercancías o servicios.
c) Las cantidades producidas, fabricadas, entregadas, recibidas o encargadas, y las
cantidades satisfechas como precio por las mercancías o servicios de que se trate y los
modelos y características técnicas de las mercancías.
Las diligencias consistirán en el interrogatorio de:
a) Quien el solicitante considere autor de la violación.
b) Quien, a escala comercial, haya prestado o utilizado servicios o haya estado en
posesión de mercancías que pudieran haber lesionado los derechos de propiedad industrial
o intelectual.
c) Quien, a escala comercial, haya utilizado servicios o haya estado en posesión de
mercancías que pudieran haber lesionado los derechos de propiedad industrial o intelectual.
d) Aquel a quien los anteriores hubieren atribuido intervención en los procesos de
producción, fabricación, distribución o prestación de aquellas mercancías y servicios.
La solicitud de estas diligencias podrá extenderse al requerimiento de exhibición de
todos aquellos documentos que acrediten los datos sobre los que el interrogatorio verse.
8.º Por petición de quien pretenda ejercitar una acción por infracción de un derecho de
propiedad industrial o de un derecho de propiedad intelectual cometida mediante actos
desarrollados a escala comercial, de la exhibición de los documentos bancarios, financieros,
comerciales o aduaneros, producidos en un determinado tiempo y que se presuman en
poder de quien sería demandado como responsable. La solicitud deberá acompañarse de un
principio de prueba de la realidad de la infracción que podrá consistir en la presentación de
una muestra de los ejemplares, mercancías o productos en los que materialice aquella
infracción. El solicitante podrá pedir que el Secretario extienda testimonio de los documentos
exhibidos si el requerido no estuviera dispuesto a desprenderse del documento para su
incorporación a la diligencia practicada. Igual solicitud podrá formular en relación con lo
establecido en el último párrafo del número anterior.
A los efectos de los números 7.º y 8.º de este apartado, se entiende por actos
desarrollados a escala comercial aquellos que son realizados para obtener beneficios
económicos o comerciales directos o indirectos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

9.º Por petición de las diligencias y averiguaciones que, para la protección de


determinados derechos, prevean las correspondientes leyes especiales.
2. En la solicitud de diligencias preliminares se expresarán sus fundamentos, con
referencia circunstanciada al asunto objeto del juicio que se quiera preparar.
3. Los gastos que se ocasionen a las personas que hubieren de intervenir en las
diligencias serán a cargo del solicitante de las diligencias preliminares. Al pedir éstas, dicho
solicitante ofrecerá caución para responder tanto de tales gastos como de los daños y
perjuicios que se les pudieren irrogar. La caución se perderá, en favor de dichas personas,
si, transcurrido un mes desde la terminación de las diligencias, dejare de interponerse la
demanda, sin justificación suficiente, a juicio del tribunal.
La caución podrá prestarse en la forma prevista en el párrafo segundo del apartado 2 del
artículo 64 de esta Ley.

Artículo 257. Competencia.
1. Será competente para resolver sobre las peticiones y solicitudes a que se refiere el
artículo anterior el juez de primera instancia o de lo mercantil, cuando proceda, del domicilio
de la persona que, en su caso, hubiera de declarar, exhibir o intervenir de otro modo en las
actuaciones que se acordaran para preparar el juicio.
En los casos de los números 6.º, 7.º, 8.º y 9.º del apartado 1 del artículo anterior, será
competente el tribunal ante el que haya de presentarse la demanda determinada. Si, en
estos casos, se solicitasen nuevas diligencias, a raíz del resultado de las hasta entonces
practicadas, podrán instarse del mismo tribunal o bien del que, a raíz de los hechos
averiguados en la anterior diligencia, resultaría competente para conocer de la misma
pretensión o de nuevas pretensiones que pudieran eventualmente acumularse.
2. No se admitirá declinatoria en las diligencias preliminares, pero el Juez al que se
soliciten revisará de oficio su competencia y si entendiese que no le corresponde conocer de
la solicitud, se abstendrá de conocer indicando al solicitante el Juzgado de Primera Instancia
al que debe acudir. Si éste se inhibiere en su competencia, decidirá el conflicto negativo el
tribunal inmediato superior común, según lo previsto en el artículo 60 de la presente Ley.

Artículo 258. Decisión sobre las diligencias preliminares y recurso.


1. Si el tribunal apreciare que la diligencia es adecuada a la finalidad que el solicitante
persigue y que en la solicitud concurren justa causa e interés legítimo, accederá a la
pretensión, fijando la caución que deba prestarse. El tribunal rechazará la petición de
diligencias realizada, si no considerare que éstas resultan justificadas. La solicitud deberá
resolverse en los cinco días siguientes a su presentación.
2. Contra el auto que acuerde las diligencias no se dará recurso alguno. Contra el que
las deniegue, cabrá recurso de apelación.
3. Si la caución ordenada por el Tribunal no se prestare en tres días, contados desde
que se dicte el auto en que conceda las diligencias, se procederá por el Secretario judicial,
mediante decreto dictado al efecto, al archivo definitivo de las actuaciones.

Artículo 259. Citación para la práctica de diligencias preliminares.


1. En el auto en el que se acceda a la solicitud, se citará y requerirá a los interesados
para que, en la sede de la Oficina judicial o en el lugar y del modo que se consideren
oportunos, y dentro de los diez días siguientes, lleven a cabo la diligencia, que haya sido
solicitada y acordada.
2. Para el examen de los documentos y títulos a que se refieren las diligencias señaladas
en el apartado 1 del artículo 256, el solicitante podrá acudir a la sede de la Oficina judicial
asesorado por un experto en la materia, que actuará siempre a costa del solicitante.
3. En el caso de las diligencias del artículo 256.1.7.º, para garantizar la confidencialidad
de la información requerida, el tribunal podrá ordenar que la práctica del interrogatorio se
celebre a puerta cerrada. Esta decisión se adoptará en la forma establecida en el artículo
138.3 y a solicitud de cualquiera que acredite interés legítimo.
4. La información obtenida mediante las diligencias de los números 7.º y 8.º del apartado
1 del artículo 256 se utilizará exclusivamente para la tutela jurisdiccional de los derechos de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

propiedad industrial o de propiedad intelectual del solicitante de las medidas, con prohibición
de divulgarla o comunicarla a terceros. A instancia de cualquier interesado, el tribunal podrá
atribuir carácter reservado a las actuaciones, para garantizar la protección de los datos e
información que tuvieran carácter confidencial.

Artículo 260. Oposición a la práctica de diligencias preliminares. Efectos de la decisión.


1. Dentro de los cinco días siguientes a aquel en que reciba la citación, la persona
requerida para la práctica de diligencias preliminares podrá oponerse a ellas y en tal caso, se
citará a las partes para una vista, que se celebrará en la forma establecida para los juicios
verbales.
2. Celebrada la vista, el tribunal resolverá, mediante auto, si considera que la oposición
es justificada o si, por el contrario, carece de justificación.
3. Si el tribunal considerare injustificada la oposición, condenará al requerido al pago de
las costas causadas por el incidente. Esta decisión se acordará por medio de auto contra el
que no cabrá recurso alguno.
4. Si el tribunal considerare justificada la oposición, lo declarará así mediante auto, que
podrá ser recurrido en apelación.

Artículo 261. Negativa a llevar a cabo las diligencias.


Si la persona citada y requerida no atendiese el requerimiento ni formulare oposición, el
tribunal acordará, cuando resulte proporcionado, las siguientes medidas, por medio de un
auto, en el que expresará las razones que las exigen:
1.ª Si se hubiere pedido declaración sobre hechos relativos a la capacidad,
representación o legitimación del citado, se podrán tener por respondidas afirmativamente
las preguntas que el solicitante pretendiera formularle y los hechos correspondientes se
considerarán admitidos a efectos del juicio posterior.
2.ª Si se hubiese solicitado la exhibición de títulos y documentos y el tribunal apreciare
que existen indicios suficientes de que pueden hallarse en un lugar determinado, ordenará la
entrada y registro de dicho lugar, procediéndose, si se encontraren, a ocupar los
documentos y a ponerlos a disposición del solicitante, en la sede del tribunal.
3.ª Si se tratase de la exhibición de una cosa y se conociese o presumiese
fundadamente el lugar en que se encuentra, se procederá de modo semejante al dispuesto
en el número anterior y se presentará la cosa al solicitante, que podrá pedir el depósito o
medida de garantía más adecuada a la conservación de aquélla.
4.ª Si se hubiera pedido la exhibición de documentos contables, se podrán tener por
ciertos, a los efectos del juicio posterior, las cuentas y datos que presente el solicitante.
5.ª Tratándose de las diligencias previstas en el artículo 256.1.6.º, ante la negativa del
requerido o de cualquier otra persona que pudiera colaborar en la determinación de los
integrantes del grupo, el tribunal ordenará que se acuerden las medidas de intervención
necesarias, incluida la de entrada y registro, para encontrar los documentos o datos
precisos, sin perjuicio de la responsabilidad penal en que se pudiera incurrir por
desobediencia a la autoridad judicial. Iguales medidas ordenará el tribunal en los casos de
los números 5 bis, 7.º y 8.º del apartado 1 del artículo 256, ante la negativa del requerido a la
exhibición de documentos.

Artículo 262. Decisión sobre aplicación de la caución.


1. Cuando se hayan practicado las diligencias acordadas o el tribunal las deniegue por
considerar justificada la oposición, éste resolverá mediante auto, en el plazo de cinco días,
sobre la aplicación de la caución a la vista de la petición de indemnización y de la
justificación de gastos que se le presente, oído el solicitante.
La decisión sobre aplicación de la caución será apelable sin efectos suspensivos.
2. Cuando, aplicada la caución conforme al apartado anterior, quedare remanente, no se
devolverá al solicitante de las diligencias hasta que transcurra el plazo de un mes previsto en
el apartado 3 del artículo 256.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 263. Diligencias preliminares previstas en leyes especiales.


Cuando se trate de las diligencias a que se refiere el artículo 256.1.9.º, los preceptos de
este capítulo se aplicarán en lo que no se oponga a lo dispuesto en la legislación especial
sobre la materia de que se trate.

CAPÍTULO III
De la presentación de documentos, dictámenes, informes y otros medios e
instrumentos

Artículo 264. Documentos procesales.


Con la demanda, la contestación o, en su caso, al comparecer a la vista de juicio verbal,
habrán de presentarse:
1.º El poder notarial conferido al procurador siempre que éste intervenga y la
representación no se otorgue "apud acta".
2.º Los documentos que acrediten la representación que el litigante se atribuya.
3.º Los documentos o dictámenes que acrediten el valor de la cosa litigiosa, a efectos de
competencia y procedimiento.

Artículo 265. Documentos y otros escritos y objetos relativos al fondo del asunto.


1. A toda demanda o contestación habrán de acompañarse:
1.º Los documentos en que las partes funden su derecho a la tutela judicial que
pretenden.
2.º Los medios e instrumentos a que se refiere el apartado 2 del artículo 299, si en ellos
se fundaran las pretensiones de tutela formuladas por las partes.
3.º Las certificaciones y notas sobre cualesquiera asientos registrales o sobre el
contenido de libros registro, actuaciones o expedientes de cualquier clase.
4.º Los dictámenes periciales en que las partes apoyen sus pretensiones, sin perjuicio de
lo dispuesto en los artículos 337 y 339 de esta Ley. En el caso de que alguna de las partes
sea titular del derecho de asistencia jurídica gratuita no tendrá que aportar con la demanda o
con la contestación el dictamen, sino simplemente anunciarlo de acuerdo con lo que prevé el
apartado 1 del artículo 339.
5.º Los informes, elaborados por profesionales de la investigación privada legalmente
habilitados, sobre hechos relevantes en que aquéllas apoyen sus pretensiones. Sobre estos
hechos, si no fueren reconocidos como ciertos, se practicará prueba testifical.
2. Sólo cuando las partes, al presentar su demanda o contestación, no puedan disponer
de los documentos, medios e instrumentos a que se refieren los tres primeros números del
apartado anterior, podrán designar el archivo, protocolo o lugar en que se encuentren, o el
registro, libro registro, actuaciones o expediente del que se pretenda obtener una
certificación.
Si lo que pretenda aportarse al proceso se encontrara en archivo, protocolo, expediente
o registro del que se puedan pedir y obtener copias fehacientes, se entenderá que el actor
dispone de ello y deberá acompañarlo a la demanda, sin que pueda limitarse a efectuar la
designación a que se refiere el párrafo anterior.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, el actor podrá presentar en la
audiencia previa al juicio los documentos, medios, instrumentos, dictámenes e informes,
relativos al fondo del asunto, cuyo interés o relevancia sólo se ponga de manifiesto a
consecuencia de alegaciones efectuadas por el demandado en la contestación a la
demanda.
4. En los juicios verbales, el demandado aportará los documentos, medios, instrumentos,
dictámenes e informes a que se refiere el apartado 1 en el acto de la vista.

Artículo 266. Documentos exigidos en casos especiales.


Se habrán de acompañar a la demanda:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.º Las certificaciones y testimonios que acrediten haber terminado el proceso y haberse
en él reclamado o recurrido cuando se interponga demanda de responsabilidad civil contra
Jueces y Magistrados por daños y perjuicios causados en el ejercicio de sus funciones, con
dolo, culpa o ignorancia inexcusable.
2.º Los documentos que justifiquen cumplidamente el título en cuya virtud se piden
alimentos, cuando éste sea el objeto de la demanda.
3.º Los documentos que constituyan un principio de prueba del título en que se funden
las demandas de retracto y, cuando la consignación del precio se exija por ley o por contrato,
el documento que acredite haber consignado, si fuere conocido, el precio de la cosa objeto
de retracto o haberse constituido caución que garantice la consignación en cuanto el precio
se conociere.
4.º El documento en que conste fehacientemente la sucesión "mortis causa" en favor del
demandante, así como la relación de los testigos que puedan declarar sobre la ausencia de
poseedor a título de dueño o usufructuario, cuando se pretenda que el tribunal ponga al
demandante en posesión de unos bienes que se afirme haber adquirido en virtud de aquella
sucesión.
5.º Aquellos otros documentos que esta u otra Ley exija expresamente para la admisión
de la demanda.

Artículo 267. Forma de presentación de los documentos públicos.


Cuando sean públicos los documentos que hayan de aportarse conforme a lo dispuesto
en el artículo 265, podrán presentarse por copia simple, ya sea en soporte papel o, en su
caso, en soporte electrónico a través de imagen digitalizada incorporada como anexo que
habrá de ir firmado mediante firma electrónica reconocida y, si se impugnara su autenticidad,
podrá llevarse a los autos original, copia o certificación del documento con los requisitos
necesarios para que surta sus efectos probatorios.

Artículo 268. Forma de presentación de los documentos privados.

1. Los documentos privados que hayan de aportarse se presentarán en original o


mediante copia autenticada por el fedatario público competente y se unirán a los autos o se
dejará testimonio de ellos, con devolución de los originales o copias fehacientes
presentadas, si así lo solicitan los interesados. Estos documentos podrán ser también
presentados mediante imágenes digitalizadas, incorporadas a anexos firmados
electrónicamente.
2. Si la parte sólo posee copia simple del documento privado, podrá presentar ésta, ya
sea en soporte papel o mediante imagen digitalizada en la forma descrita en el apartado
anterior, que surtirá los mismos efectos que el original, siempre que la conformidad de
aquélla con éste no sea cuestionada por cualquiera de las demás partes.
3. En el caso de que el original del documento privado se encuentre en un expediente,
protocolo, archivo o registro público, se presentará copia auténtica o se designará el archivo,
protocolo o registro, según lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 265.

Artículo 269. Consecuencias de la falta de presentación inicial. Casos especiales.


1. Cuando con la demanda, la contestación o, en su caso, en la audiencia previa al juicio,
no se presentara alguno de los documentos, medios, instrumentos, dictámenes e informes
que, según los preceptos de esta Ley, han de aportarse en esos momentos o no se
designara el lugar en que el documento se encuentre, si no se dispusiese de él, no podrá ya
la parte presentar el documento posteriormente, ni solicitar que se traiga a los autos, excepto
en los casos previstos en el artículo siguiente.
2. No se admitirán las demandas a las que no se acompañen los documentos a que se
refiere el artículo 266.

Artículo 270. Presentación de documentos en momento no inicial del proceso.


1. El tribunal después de la demanda y la contestación, o, cuando proceda, de la
audiencia previa al juicio, sólo admitirá al actor o al demandado los documentos, medios e

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

instrumentos relativos al fondo del asunto cuando se hallen en alguno de los casos
siguientes:
1.º Ser de fecha posterior a la demanda o a la contestación o, en su caso, a la audiencia
previa al juicio, siempre que no se hubiesen podido confeccionar ni obtener con anterioridad
a dichos momentos procesales.
2.º Tratarse de documentos, medios o instrumentos anteriores a la demanda o
contestación o, en su caso, a la audiencia previa al juicio, cuando la parte que los presente
justifique no haber tenido antes conocimiento de su existencia.
3.º No haber sido posible obtener con anterioridad los documentos, medios o
instrumentos, por causas que no sean imputables a la parte, siempre que haya hecho
oportunamente la designación a que se refiere el apartado 2 del artículo 265, o en su caso,
el anuncio al que se refiere el número 4.º del apartado primero del artículo 265 de la
presente Ley.
2. Cuando un documento, medio o instrumento sobre hechos relativos al fondo del
asunto, se presentase una vez precluidos los actos a que se refiere el apartado anterior, las
demás partes podrán alegar en el juicio o en la vista la improcedencia de tomarlo en
consideración, por no encontrarse en ninguno de los casos a que se refiere el apartado
anterior. El tribunal resolverá en el acto y, si apreciare ánimo dilatorio o mala fe procesal en
la presentación del documento, podrá, además, imponer al responsable una multa de 180 a
1.200 euros.

Artículo 271. Preclusión definitiva de la presentación y excepciones a la regla.


1. No se admitirá a las partes ningún documento, instrumento, medio, informe o dictamen
que se presente después de la vista o juicio, sin perjuicio de lo previsto en la regla tercera
del artículo 435, sobre diligencias finales en el juicio ordinario.
2. Se exceptúan de lo dispuesto en el apartado anterior, las sentencias o resoluciones
judiciales o de autoridad administrativa, dictadas o notificadas en fecha no anterior al
momento de formular las conclusiones, siempre que pudieran resultar condicionantes o
decisivas para resolver en primera instancia o en cualquier recurso.
Estas resoluciones se podrán presentar incluso dentro del plazo previsto para dictar
sentencia, dándose traslado por diligencia de ordenación a las demás partes, para que, en el
plazo común de cinco días, puedan alegar y pedir lo que estimen conveniente, con
suspensión del plazo para dictar sentencia.
El Tribunal resolverá sobre la admisión y alcance del documento en la misma sentencia.

Artículo 272. Inadmisión de documento presentado injustificadamente en momento no


inicial del proceso.
Cuando se presente un documento con posterioridad a los momentos procesales
establecidos en esta Ley, según los distintos casos y circunstancias, el tribunal, por medio de
providencia, lo inadmitirá, de oficio o a instancia de parte, mandando devolverlo a quien lo
hubiere presentado.
Contra la resolución que acuerde la inadmisión no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de
hacerse valer en la segunda instancia.

CAPÍTULO IV
De las copias de los escritos y documentos y su traslado

Artículo 273. Presentación de copias de escritos y documentos.


De todo escrito y de cualquier documento que se aporte o presente en los juicios se
acompañarán tantas copias literales cuantas sean las otras partes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 274. Traslado por el tribunal de las copias a las otras partes interesadas, cuando
no intervengan procuradores.
Cuando las partes no actúen representadas por Procurador, firmarán las copias de los
escritos y documentos que presenten, respondiendo de su exactitud, y dichas copias se
entregarán por el Secretario Judicial a la parte o partes contrarias.
La presentación y el traslado de las copias podrán realizarse por los medios y con el
resguardo acreditativo de su recepción a que se refiere el apartado 5 del artículo 135 de esta
Ley, cuando se cumplan los presupuestos y requisitos que establece.

Artículo 275. Efectos de la no presentación de copias.


En los casos a que se refiere el artículo anterior, la omisión de la presentación de copias
de los escritos y documentos no será motivo para dejar de admitir unos y otros.
Dicha omisión se hará notar por el Secretario judicial a la parte, que habrá de subsanarla
en el plazo de cinco días. Cuando la omisión no se remediare dentro de dicho plazo, el
Secretario judicial expedirá las copias de los escritos y documentos a costa de la parte que
hubiese dejado de presentarlas, salvo que se trate de los escritos de demanda o
contestación, o de los documentos que deban acompañarles, en cuyo caso se tendrán
aquéllos por no presentados o éstos por no aportados, a todos los efectos.

Artículo 276. Traslado de copias de escritos y documentos cuando intervenga Procurador.


Traslado por el Secretario Judicial del escrito de demanda y análogos.
1. Cuando las partes estuvieren representadas por procurador, cada uno de éstos
deberá trasladar con carácter previo a los procuradores de las restantes partes las copias de
los escritos y documentos que vaya a presentar al Tribunal.
2. El procurador efectuará el traslado entregando al servicio de recepción de
notificaciones a que alude el apartado 3 del artículo 28, la copia o copias de los escritos y
documentos, que irán destinadas a los procuradores de las restantes partes y litisconsortes.
El encargado del servicio recibirá las copias presentadas, que fechará y sellará, debiendo
además entregar al presentante un justificante de que se ha realizado el traslado. Dicho
justificante deberá entregarse junto con los escritos y documentos que se presenten al
Tribunal.
Cuando se utilicen los medios técnicos a que se refieren los apartados 5 y 6 del artículo
135 de esta ley, el traslado de copias se hará de forma simultánea a la presentación
telemática del escrito y documentos de que se trate y se entenderá efectuado en la fecha y
hora que conste en el resguardo acreditativo de su presentación. En caso de que el traslado
tenga lugar en día y hora inhábil a efectos procesales conforme a la ley se entenderá
efectuado el primer día y hora hábil siguiente.
3. Lo dispuesto en los apartados anteriores de este artículo no será de aplicación cuando
se trate del traslado de la demanda o de cualquier otro escrito que pueda originar la primera
comparecencia en juicio. En tales casos, el Procurador habrá de acompañar copias de
dichos escritos y de los documentos que a ellos se acompañen y el Secretario Judicial
efectuará el traslado conforme a lo dispuesto en los artículos 273 y 274 de esta Ley. Si el
Procurador omitiere la presentación de estas copias, se tendrá a los escritos por no
presentados o a los documentos por no aportados, a todos los efectos.

Artículo 277. Efectos de la omisión del traslado mediante procurador.


Cuando sean de aplicación los dos primeros apartados del artículo anterior el Secretario
judicial no admitirá la presentación de escritos y documentos si no consta que se ha
realizado el traslado de las copias correspondientes a las demás partes personadas.

Artículo 278. Efectos del traslado respecto del curso y cómputo de plazos.


Cuando el acto del que se haya dado traslado en la forma establecida en el artículo 276
determine, según la ley, la apertura de un plazo para llevar a cabo una actuación procesal, el
plazo comenzará su curso sin intervención del Tribunal y deberá computarse desde el día
siguiente al de la fecha que se haya hecho constar en las copias entregadas o al de la fecha

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

en que se entienda efectuado el traslado cuando se utilicen los medios técnicos a que se
refieren los apartados 5 y 6 del artículo 135 de esta Ley.

Artículo 279. Función de las copias.


1. Las pretensiones de las partes se deducirán en vista de las copias de los escritos, de
los documentos y de las resoluciones del Tribunal o Secretario judicial, que cada litigante
habrá de conservar en su poder.
2. No se entregarán a las partes los autos originales, sin perjuicio de que puedan
obtener, a su costa, copias de algún escrito o documento.

Artículo 280. Denuncia de inexactitud de una copia y efectos.


Si se denunciare que la copia entregada a un litigante no se corresponde con el original,
el tribunal, oídas las demás partes, declarará la nulidad de lo actuado a partir de la entrega
de la copia si su inexactitud hubiera podido afectar a la defensa de la parte, sin perjuicio de
la responsabilidad en que incurra quien presentare la copia inexacta.
El tribunal, al declarar la nulidad, dispondrá la entrega de copia conforme al original, a los
efectos que procedan en cada caso.

CAPÍTULO V
De la prueba: disposiciones generales

Sección 1.ª Del objeto, necesidad e iniciativa de la prueba

Artículo 281. Objeto y necesidad de la prueba.


1. La prueba tendrá como objeto los hechos que guarden relación con la tutela judicial
que se pretenda obtener en el proceso.
2. También serán objeto de prueba la costumbre y el derecho extranjero. La prueba de la
costumbre no será necesaria si las partes estuviesen conformes en su existencia y contenido
y sus normas no afectasen al orden público. El derecho extranjero deberá ser probado en lo
que respecta a su contenido y vigencia, pudiendo valerse el tribunal de cuantos medios de
averiguación estime necesarios para su aplicación.
3. Están exentos de prueba los hechos sobre los que exista plena conformidad de las
partes, salvo en los casos en que la materia objeto del proceso esté fuera del poder de
disposición de los litigantes.
4. No será necesario probar los hechos que gocen de notoriedad absoluta y general.

Artículo 282. Iniciativa de la actividad probatoria.


Las pruebas se practicarán a instancia de parte. Sin embargo, el tribunal podrá acordar,
de oficio, que se practiquen determinadas pruebas o que se aporten documentos,
dictámenes u otros medios e instrumentos probatorios, cuando así lo establezca la ley.

Artículo 283. Impertinencia o inutilidad de la actividad probatoria.


1. No deberá admitirse ninguna prueba que, por no guardar relación con lo que sea
objeto del proceso, haya de considerarse impertinente.
2. Tampoco deben admitirse, por inútiles, aquellas pruebas que, según reglas y criterios
razonables y seguros, en ningún caso puedan contribuir a esclarecer los hechos
controvertidos.
3. Nunca se admitirá como prueba cualquier actividad prohibida por la ley.

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Sección 2.ª De la proposición y admisión

Artículo 284. Forma de proposición de la prueba.


La proposición de los distintos medios de prueba se hará expresándolos con separación.
Se consignará, asimismo, el domicilio o residencia de las personas que hayan de ser
citadas, en su caso, para la práctica de cada medio de prueba.
Cuando, en el juicio ordinario, las partes no dispusieren de algunos datos relativos a
dichas personas al proponer la prueba, podrán aportarlos al tribunal dentro de los cinco días
siguientes.

Artículo 285. Resolución sobre la admisibilidad de las pruebas propuestas.


1. El tribunal resolverá sobre la admisión de cada una de las pruebas que hayan sido
propuestas.
2. Contra esa resolución sólo cabrá recurso de reposición, que se sustanciará y
resolverá en el acto, y si se desestimare, la parte podrá formular protesta al efecto de hacer
valer sus derechos en la segunda instancia.

Artículo 286. Hechos nuevos o de nueva noticia. Prueba.


1. Si precluidos los actos de alegación previstos en esta Ley y antes de comenzar a
transcurrir el plazo para dictar sentencia, ocurriese o se conociese algún hecho de relevancia
para la decisión del pleito, las partes podrán hacer valer ese hecho, alegándolo de inmediato
por medio de escrito, que se llamará de ampliación de hechos, salvo que la alegación
pudiera hacerse en el acto del juicio o vista. En tal caso, se llevará a cabo en dichos actos
cuanto se prevé en los apartados siguientes.
2. Del escrito de ampliación de hechos el Secretario judicial dará traslado a la parte
contraria, para que, dentro del quinto día, manifieste si reconoce como cierto el hecho
alegado o lo niega. En este caso, podrá aducir cuanto aclare o desvirtúe el hecho que se
afirme en el escrito de ampliación.
3. Si el hecho nuevo o de nueva noticia no fuese reconocido como cierto, se propondrá y
se practicará la prueba pertinente y útil del modo previsto en esta Ley según la clase de
procedimiento cuando fuere posible por el estado de las actuaciones. En otro caso, en el
juicio ordinario, se estará a lo dispuesto sobre las diligencias finales.
4. El tribunal rechazará, mediante providencia, la alegación de hecho acaecido con
posterioridad a los actos de alegación si esta circunstancia no se acreditase cumplidamente
al tiempo de formular la alegación. Y cuando se alegase un hecho una vez precluidos
aquellos actos pretendiendo haberlo conocido con posterioridad, el tribunal podrá acordar,
mediante providencia, la improcedencia de tomarlo en consideración si, a la vista de las
circunstancias y de las alegaciones de las demás partes, no apareciese justificado que el
hecho no se pudo alegar en los momentos procesales ordinariamente previstos.
En este último caso, si el tribunal apreciare ánimo dilatorio o mala fe procesal en la
alegación, podrá imponer al responsable una multa de 120 a 600 euros.

Artículo 287. Ilicitud de la prueba.


1. Cuando alguna de las partes entendiera que en la obtención u origen de alguna
prueba admitida se han vulnerado derechos fundamentales habrá de alegarlo de inmediato,
con traslado, en su caso, a las demás partes.
Sobre esta cuestión, que también podrá ser suscitada de oficio por el tribunal, se
resolverá en el acto del juicio o, si se tratase de juicios verbales, al comienzo de la vista,
antes de que dé comienzo la práctica de la prueba. A tal efecto, se oirá a las partes y, en su
caso, se practicarán las pruebas pertinentes y útiles que se propongan en el acto sobre el
concreto extremo de la referida ilicitud.
2. Contra la resolución a que se refiere el apartado anterior sólo cabrá recurso de
reposición, que se interpondrá, sustanciará y resolverá en el mismo acto del juicio o vista,
quedando a salvo el derecho de las partes a reproducir la impugnación de la prueba ilícita en
la apelación contra la sentencia definitiva.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 288. Sanciones por no ejecución de la prueba en el tiempo previsto.


1. El litigante por cuya causa no se ejecutare temporáneamente una prueba admitida
será sancionado por el tribunal con multa que no podrá ser inferior a 60 euros ni exceder de
600, salvo que acreditase falta de culpa o desistiese de practicar dicha prueba si él la
hubiese propuesto.
2. La multa prevista en el apartado anterior se impondrá en el acto del juicio o en la vista,
previa audiencia de las partes.

SECCIÓN 3.ª De otras disposiciones generales sobre la práctica de la prueba

Artículo 289. Forma de practicarse las pruebas.


1. Las pruebas se practicarán contradictoriamente en vista pública, o con publicidad y
documentación similares si no se llevasen a efecto en la sede del tribunal.
2. Será inexcusable la presencia judicial en el interrogatorio de las partes y de testigos,
en el reconocimiento de lugares, objetos o personas, en la reproducción de palabras,
sonidos, imágenes y, en su caso, cifras y datos, así como en las explicaciones
impugnaciones, rectificaciones o ampliaciones de los dictámenes periciales.
3. Se llevarán a cabo ante el Secretario judicial la presentación de documentos originales
o copias auténticas, la aportación de otros medios o instrumentos probatorios, el
reconocimiento de la autenticidad de un documento privado, la formación de cuerpos de
escritura para el cotejo de letras y la mera ratificación de la autoría del dictamen pericial,
siempre que tengan lugar fuera de la vista pública o el Secretario judicial estuviera presente
en el acto. Pero el Tribunal habrá de examinar por sí mismo la prueba documental, los
informes y dictámenes escritos y cualesquiera otros medios o instrumentos que se
aportaren.

Artículo 290. Señalamiento para actos de prueba que se practiquen separadamente.

Todas las pruebas se practicarán en unidad de acto. Excepcionalmente, el Tribunal


podrá acordar, mediante providencia, que determinadas pruebas se celebren fuera del acto
de juicio o vista; en estos casos, el Secretario judicial señalará, con al menos cinco días de
antelación, el día y la hora en que hayan de practicarse los actos de prueba que no sea
posible llevar a cabo en el juicio o vista. Si, excepcionalmente, la prueba no se practicare en
la sede del Tribunal, se determinará y notificará el lugar de que se trate.
Estas pruebas se practicarán en todo caso antes del juicio o vista.

Artículo 291. Citación y posible intervención de las partes en la práctica de las pruebas


fuera del juicio.
Aunque no sean sujetos u objetos de la prueba, las partes serán citadas con antelación
suficiente, que será de al menos cuarenta y ocho horas, para la práctica de todas las
pruebas que hayan de practicarse fuera del juicio o vista.
Las partes y sus abogados tendrán en las actuaciones de prueba la intervención que
autorice la Ley según el medio de prueba de que se trate.

Artículo 292. Obligatoriedad de comparecer a la audiencia. Multas.


1. Los testigos y los peritos citados tendrán el deber de comparecer en el juicio o vista
que finalmente se hubiese señalado. La infracción de este deber se sancionará por el
Tribunal, previa audiencia por cinco días, con multa de ciento ochenta a seiscientos euros.
2. Al tiempo de imponer la multa a que se refiere el apartado anterior, el Tribunal
requerirá, mediante providencia, al multado para que comparezca cuando se le cite de nuevo
por el Secretario judicial, bajo apercibimiento de proceder contra él por desobediencia a la
autoridad.
3. Cuando, sin mediar previa excusa, un testigo o perito no compareciere al juicio o vista,
el tribunal, oyendo a las partes que hubiesen comparecido, decidirá, mediante providencia, si
la audiencia ha de suspenderse o debe continuar.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4. Cuando, también sin mediar previa excusa, no compareciere un litigante que hubiese
sido citado para responder a interrogatorio, se estará a lo dispuesto en el artículo 304 y se
impondrá a aquél la multa prevista en el apartado 1 de este artículo.

Sección 4.ª De la anticipación y el aseguramiento de la prueba

Artículo 293. Casos y causas de anticipación de la prueba. Competencia.


1. Previamente a la iniciación de cualquier proceso, el que pretenda incoarlo, o
cualquiera de las partes durante el curso del mismo, podrá solicitar del tribunal la práctica
anticipada de algún acto de prueba, cuando exista el temor fundado de que, por causa de las
personas o por el estado de las cosas, dichos actos no puedan realizarse en el momento
procesal generalmente previsto.
2. La petición de actuaciones anticipadas de prueba, que se formule antes de la
iniciación del proceso, se dirigirá al tribunal que se considere competente para el asunto
principal. Este tribunal vigilará de oficio su jurisdicción y competencia objetiva, así como la
territorial que se fundase en normas imperativas, sin que sea admisible la declinatoria.
Iniciado el proceso, la petición de prueba anticipada se dirigirá al tribunal que esté
conociendo del asunto.

Artículo 294. Proposición de prueba anticipada, admisión, tiempo y recursos.


1. La proposición de pruebas anticipadas se realizará conforme a lo dispuesto en esta
Ley para cada una de ellas, exponiendo las razones en que se apoye la petición.
2. Si el Tribunal estimare fundada la petición, accederá a ella, disponiendo, por medio de
providencia, que las actuaciones se practiquen cuando se considere necesario, siempre con
anterioridad a la celebración del juicio o vista, realizándose por el Secretario judicial el
oportuno señalamiento.

Artículo 295. Práctica contradictoria de la prueba anticipada.


1. Cuando la prueba anticipada se solicite y se acuerde practicar antes del inicio del
proceso, el que la haya solicitado designará la persona o personas a las que se proponga
demandar en su día y serán citadas, con al menos cinco días de antelación, para que
puedan tener en la práctica de la actuación probatoria la intervención que esta Ley autorice
según el medio de prueba de que se trate.
2. Si estuviese ya pendiente el proceso al tiempo de practicar prueba anticipada, las
partes podrán intervenir en ella según lo dispuesto en esta Ley para cada medio de prueba.
3. En los casos en que se practique prueba al amparo del apartado 1 de este artículo, no
se otorgará valor probatorio a lo actuado si la demanda no se interpusiere en el plazo de dos
meses desde que la prueba anticipada se practicó, salvo que se acreditare que, por fuerza
mayor u otra causa de análoga entidad, no pudo iniciarse el proceso dentro de dicho plazo.
4. La prueba practicada anticipadamente podrá realizarse de nuevo si, en el momento de
proposición de la prueba, fuera posible llevarla a cabo y alguna de las partes así lo solicitara.
En tal caso, el tribunal admitirá que se practique la prueba de que se trate y valorará según
las reglas de la sana crítica tanto la realizada anticipadamente como la efectuada con
posterioridad.

Artículo 296. Custodia de los materiales de las actuaciones de prueba anticipada.


1. Los documentos y demás piezas de convicción en que consistan las pruebas
anticipadas o que se obtengan como consecuencia de su práctica, así como los materiales
que puedan reflejar fielmente las actuaciones probatorias realizadas y sus resultados,
quedarán bajo la custodia del Secretario del tribunal que hubiere acordado la prueba hasta
que se interponga la demanda, a la que se unirán, o hasta que llegue el momento procesal
de conocerlos y valorarlos.
2. Si de la demanda hubiese de conocer en definitiva un tribunal distinto del que acordó o
practicó la prueba anticipada, reclamará de éste, a instancia de parte, la remisión, por
conducto oficial, de las actas, documentos y demás materiales de las actuaciones.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 297. Medidas de aseguramiento de la prueba.


1. Antes de la iniciación de cualquier proceso, el que pretenda incoarlo o cualquiera de
los litigantes durante el curso del mismo, podrá pedir del tribunal la adopción, mediante
providencia, de medidas de aseguramiento útiles para evitar que, por conductas humanas o
acontecimientos naturales, que puedan destruir o alterar objetos materiales o estados de
cosas, resulte imposible en su momento practicar una prueba relevante o incluso carezca de
sentido proponerla.
2. Las medidas consistirán en las disposiciones que, a juicio del tribunal, permitan
conservar cosas o situaciones o hacer constar fehacientemente su realidad y características.
Para los fines de aseguramiento de la prueba, podrán también dirigirse mandatos de hacer o
no hacer, bajo apercibimiento de proceder, en caso de infringirlos, por desobediencia a la
autoridad.
En los casos de infracción de los derechos de propiedad industrial y de propiedad
intelectual, una vez el solicitante de las medidas haya presentado aquellas pruebas de la
infracción razonablemente disponibles, tales medidas podrán consistir en especial en la
descripción detallada, con o sin toma de muestras, o la incautación efectiva de las
mercancías y objetos litigiosos, así como de los materiales e instrumentos utilizados en la
producción o la distribución de estas mercancías y de los documentos relacionados con
ellas.
3. En cuanto a la jurisdicción y a la competencia para el aseguramiento de la prueba, se
estará a lo dispuesto sobre prueba anticipada.
4. Cuando las medidas de aseguramiento de la prueba se hubiesen acordado antes del
inicio del proceso, quedarán sin efecto si el solicitante no presenta su demanda en el plazo
de veinte días siguientes a la fecha de la efectiva adopción de las medidas de
aseguramiento acordadas. El tribunal, de oficio, acordará mediante auto que se alcen o
revoquen los actos de cumplimiento que hubieran sido realizados, condenará al solicitante
en las costas y declarará que es responsable de los daños y perjuicios que haya producido
al sujeto respecto del cual se adoptaron las medidas.

Artículo 298. Requisitos. Procedimiento para la adopción de las medidas de aseguramiento


de la prueba. Contracautelas.
1. El tribunal acordará adoptar, mediante providencia, las medidas oportunas en cada
caso si se cumplen los siguientes requisitos:
1.º Que la prueba que se pretende asegurar sea posible, pertinente y útil al tiempo de
proponer su aseguramiento.
2.º Que haya razones o motivos para temer que, de no adoptarse las medidas de
aseguramiento, puede resultar imposible en el futuro la práctica de dicha prueba.
3.º Que la medida de aseguramiento que se propone, u otra distinta que con la misma
finalidad estime preferible el tribunal, pueda reputarse conducente y llevarse a cabo dentro
de un tiempo breve y sin causar perjuicios graves y desproporcionados a las personas
implicadas o a terceros.
2. Para decidir sobre la adopción de las medidas de aseguramiento de una prueba, el
tribunal deberá tomar en consideración y podrá aceptar el eventual ofrecimiento que el
solicitante de la medida haga de prestar garantía de los daños y perjuicios que la medida
pueda irrogar.
3. También podrá el tribunal acordar, mediante providencia, en lugar de la medida de
aseguramiento, la aceptación del ofrecimiento que haga la persona que habría de soportar la
medida de prestar, en la forma prevista en el párrafo segundo del apartado 2 del artículo 64,
caución bastante para responder de la práctica de la prueba cuyo aseguramiento se
pretenda.
4. Las medidas de aseguramiento de la prueba se adoptarán previa audiencia de la
persona que haya de soportarla. Si se solicitasen una vez iniciado el proceso, también se
oirá al demandado. Sólo quien fuera a ser demandado o ya lo hubiera sido podrá aducir, al
oponerse a su adopción, la imposibilidad, impertinencia o inutilidad de la prueba.
5. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, cuando sea probable que el retraso
derivado de la audiencia previa ocasione daños irreparables al derecho del solicitante de la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

medida o cuando exista un riesgo demostrable de que se destruyan pruebas o se imposibilite


de otro modo su práctica si así se solicita, el tribunal podrá acordar la medida sin más
trámites, mediante providencia. La providencia precisará, separadamente, los requisitos que
la han exigido y las razones que han conducido a acordarla sin audiencia del demandado o
de quien vaya a ser demandado. Esta providencia es irrecurrible y será notificada a las
partes y a quien hubiera de soportarla sin dilación y, de no ser posible antes,
inmediatamente después de la ejecución de las medidas.
6. Si la medida de aseguramiento se hubiera adoptado sin audiencia previa, quien fuera
a ser demandado o ya lo hubiera sido o quien hubiera de soportarla podrán formular
oposición en el plazo de veinte días, desde la notificación de la providencia que la acordó.
7. La oposición a la medida podrá fundarse en la inexistencia de riesgos de daños
irreparables en el derecho para la futura práctica de la prueba, así como en la posibilidad de
acordar otras medidas igualmente conducentes que resulten menos gravosas. También
podrá sustituirse por la caución prevista en el apartado 3. Sólo quien fuera a ser demandado
o ya lo hubiese sido podrá aducir la imposibilidad, impertinencia o inutilidad de la prueba.
8. Del escrito de oposición se dará traslado al solicitante y, en su caso, al ya demandado
o a quien hubiera de soportar la medida. Todos ellos serán citados a una vista, en el plazo
de cinco días, tras cuya celebración se decidirá sobre la oposición, en el plazo de tres días,
por medio de un auto que es irrecurrible.

CAPÍTULO VI
De los medios de prueba y las presunciones

Artículo 299. Medios de prueba.


1. Los medios de prueba de que se podrá hacer uso en juicio son:
1.º Interrogatorio de las partes.
2.º Documentos públicos.
3.º Documentos privados.
4.º Dictamen de peritos.
5.º Reconocimiento judicial.
6.º Interrogatorio de testigos.
2. También se admitirán, conforme a lo dispuesto en esta Ley, los medios de
reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los instrumentos que permiten
archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas llevadas a
cabo con fines contables o de otra clase, relevantes para el proceso.
3. Cuando por cualquier otro medio no expresamente previsto en los apartados
anteriores de este artículo pudiera obtenerse certeza sobre hechos relevantes, el tribunal, a
instancia de parte, lo admitirá como prueba, adoptando las medidas que en cada caso
resulten necesarias.

Artículo 300. Orden de práctica de los medios de prueba.


1. Salvo que el tribunal, de oficio o a instancia de parte, acuerde otro distinto, las pruebas
se practicarán en el juicio o vista por el orden siguiente:
1.º Interrogatorio de las partes.
2.º Interrogatorio de testigos.
3.º Declaraciones de peritos sobre sus dictámenes o presentación de éstos, cuando
excepcionalmente se hayan de admitir en ese momento.
4.º Reconocimiento judicial, cuando no se haya de llevar a cabo fuera de la sede del
tribunal.
5.º Reproducción ante el tribunal de palabras, imágenes y sonidos captados mediante
instrumentos de filmación, grabación y otros semejantes.
2. Cuando alguna de las pruebas admitidas no pueda practicarse en la audiencia,
continuará ésta para la práctica de las restantes, por el orden que proceda.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 1.ª Del interrogatorio de las partes

Artículo 301. Concepto y sujetos del interrogatorio de las partes.


1. Cada parte podrá solicitar del tribunal el interrogatorio de las demás sobre hechos y
circunstancias de los que tengan noticia y que guarden relación con el objeto del juicio. Un
colitigante podrá solicitar el interrogatorio de otro colitigante siempre y cuando exista en el
proceso oposición o conflicto de intereses entre ambos.
2. Cuando la parte legitimada, actuante en el juicio, no sea el sujeto de la relación
jurídica controvertida o el titular del derecho en cuya virtud se acciona, se podrá solicitar el
interrogatorio de dicho sujeto o titular.

Artículo 302. Contenido del interrogatorio y admisión de las preguntas.


1. Las preguntas del interrogatorio se formularán oralmente en sentido afirmativo, y con
la debida claridad y precisión. No habrán de incluir valoraciones ni calificaciones, y si éstas
se incorporaren se tendrán por no realizadas.
2. El tribunal comprobará que las preguntas corresponden a los hechos sobre los que el
interrogatorio se hubiera admitido, y decidirá sobre la admisibilidad de las preguntas en el
mismo acto en que se lleve a cabo el interrogatorio.

Artículo 303. Impugnación de las preguntas que se formulen.


La parte que haya de responder al interrogatorio, así como su abogado, en su caso,
podrán impugnar en el acto la admisibilidad de las preguntas y hacer notar las valoraciones y
calificaciones que, contenidas en las preguntas, sean, en su criterio, improcedentes y deban
tenerse por no realizadas.

Artículo 304. Incomparecencia y admisión tácita de los hechos.


Si la parte citada para el interrogatorio no compareciere al juicio, el tribunal podrá
considerar reconocidos los hechos en que dicha parte hubiese intervenido personalmente y
cuya fijación como ciertos le sea enteramente perjudicial, además de imponerle la multa a
que se refiere el apartado cuarto del artículo 292 de la presente Ley.
En la citación se apercibirá al interesado que, en caso de incomparecencia injustificada,
se producirá el efecto señalado en el párrafo anterior.

Artículo 305. Modo de responder al interrogatorio.


1. La parte interrogada responderá por sí misma, sin valerse de ningún borrador de
respuestas ; pero se le permitirá consultar en el acto documentos y notas o apuntes, cuando
a juicio del tribunal sean convenientes para auxiliar a la memoria.
2. Las respuestas habrán de ser afirmativas o negativas y, de no ser ello posible según
el tenor de las preguntas, serán precisas y concretas. El declarante podrá agregar, en todo
caso, las explicaciones que estime convenientes y que guarden relación con las cuestiones
planteadas.

Artículo 306. Facultades del tribunal e intervención de abogados. Interrogatorio cruzado.


1. Una vez respondidas las preguntas formuladas por el abogado de quien solicitó la
prueba, los abogados de las demás partes y el de aquella que declarare podrán, por este
orden, formular al declarante nuevas preguntas que reputen conducentes para determinar
los hechos. El tribunal deberá repeler las preguntas que sean impertinentes o inútiles.
Con la finalidad de obtener aclaraciones y adiciones, también podrá el tribunal interrogar
a la parte llamada a declarar.
2. Cuando no sea preceptiva la intervención de abogado, las partes, con la venia del
tribunal, que cuidará de que no se atraviesen la palabra ni se interrumpan, podrán hacerse
recíprocamente las preguntas y observaciones que sean convenientes para la determinación
de los hechos relevantes en el proceso. El tribunal deberá repeler las intervenciones que
sean impertinentes o inútiles, y podrá interrogar a la parte llamada a declarar.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. El declarante y su abogado podrán impugnar en el acto las preguntas a que se


refieren los anteriores apartados de este precepto. Podrán, asimismo, formular las
observaciones previstas en el artículo 303. El tribunal resolverá lo que proceda antes de
otorgar la palabra para responder.

Artículo 307. Negativa a declarar, respuestas evasivas o inconcluyentes y admisión de


hechos personales.
1. Si la parte llamada a declarar se negare a hacerlo, el tribunal la apercibirá en el acto
de que, salvo que concurra una obligación legal de guardar secreto, puede considerar
reconocidos como ciertos los hechos a que se refieran las preguntas, siempre que el
interrogado hubiese intervenido en ellos personalmente y su fijación como ciertos le resultare
perjudicial en todo o en parte.
2. Cuando las respuestas que diere el declarante fuesen evasivas o inconcluyentes, el
tribunal, de oficio o a instancia de parte, le hará el apercibimiento previsto en el apartado
anterior.

Artículo 308. Declaración sobre hechos no personales del interrogado.


Cuando alguna pregunta se refiera a hechos que no sean personales del declarante éste
habrá de responder según sus conocimientos, dando razón del origen de éstos, pero podrá
proponer que conteste también a la pregunta un tercero que tenga conocimiento personal de
los hechos, por sus relaciones con el asunto, aceptando las consecuencias de la
declaración.
Para que se admita esta sustitución deberá ser aceptada por la parte que hubiese
propuesto la prueba. De no producirse tal aceptación, el declarante podrá solicitar que la
persona mencionada sea interrogada en calidad de testigo, decidiendo el tribunal lo que
estime procedente.

Artículo 309. Interrogatorio de persona jurídica o de entidad sin personalidad jurídica.


1. Cuando la parte declarante sea una persona jurídica o ente sin personalidad, y su
representante en juicio no hubiera intervenido en los hechos controvertidos en el proceso,
habrá de alegar tal circunstancia en la audiencia previa al juicio, y deberá facilitar la identidad
de la persona que intervino en nombre de la persona jurídica o entidad interrogada, para que
sea citada al juicio.
El representante podrá solicitar que la persona identificada sea citada en calidad de
testigo si ya no formara parte de la persona jurídica o ente sin personalidad.
2. Cuando alguna pregunta se refiera a hechos en que no hubiese intervenido el
representante de la persona jurídica o ente sin personalidad, habrá, no obstante, de
responder según sus conocimientos, dando razón de su origen y habrá de identificar a la
persona que, en nombre de la parte, hubiere intervenido en aquellos hechos. El tribunal
citará a dicha persona para ser interrogada fuera del juicio como diligencia final, conforme a
lo dispuesto en la regla segunda del apartado 1 del artículo 435.
3. En los casos previstos en los apartados anteriores, si por la representación de la
persona jurídica o entidad sin personalidad se manifestase desconocer la persona
interviniente en los hechos, el tribunal considerará tal manifestación como respuesta evasiva
o resistencia a declarar, con los efectos previstos en los apartados 1 y 2 del artículo 307.

Artículo 310. Incomunicación de declarantes.


Cuando sobre unos mismos hechos controvertidos hayan de declarar dos o más partes o
personas asimiladas a ellas según el apartado segundo del artículo 301, se adoptarán las
medidas necesarias para evitar que puedan comunicarse y conocer previamente el
contenido de las preguntas y de las respuestas.
Igual prevención se adoptará cuando deban ser interrogados varios litisconsortes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 311. Interrogatorio domiciliario.


1. En el caso de que por enfermedad que lo impida o por otras circunstancias especiales
de la persona que haya de contestar a las preguntas no pudiera ésta comparecer en la sede
del tribunal, a instancia de parte o de oficio, la declaración se podrá prestar en el domicilio o
residencia del declarante ante el Juez o el miembro del tribunal que corresponda, en
presencia del Secretario Judicial.
2. Si las circunstancias no lo hicieran imposible o sumamente inconveniente, al
interrogatorio domiciliario podrán concurrir las demás partes y sus abogados. Pero si, a juicio
del tribunal, la concurrencia de éstos y aquéllas no resultare procedente teniendo en cuenta
las circunstancias de la persona y del lugar, se celebrará el interrogatorio a presencia del
tribunal y del Secretario Judicial, pudiendo presentar la parte proponente un pliego de
preguntas para que, de ser consideradas pertinentes, sean formuladas por el tribunal.

Artículo 312. Constancia en acta del interrogatorio domiciliario.


En los casos del artículo anterior, el Secretario Judicial extenderá acta suficientemente
circunstanciada de las preguntas y de las respuestas, que podrá leer por sí misma la
persona que haya declarado. Si no supiere o no quisiere hacerlo, le será leída por el
Secretario Judicial y el tribunal preguntará al interrogado si tiene algo que agregar o variar,
extendiéndose a continuación lo que manifestare. Seguidamente, firmará el declarante y los
demás asistentes, bajo la fe del Secretario Judicial.

Artículo 313. Interrogatorio domiciliario por vía de auxilio judicial.


Cuando la parte que hubiese de responder a interrogatorio resida fuera de la
demarcación judicial del tribunal, y exista alguna de las circunstancias a que se refiere el
párrafo segundo del apartado cuarto del artículo 169, aquélla podrá ser examinada por vía
de auxilio judicial.
En tales casos, se acompañará al despacho una relación de preguntas formuladas por la
parte proponente del interrogatorio, si ésta así lo hubiera solicitado por no poder concurrir al
acto del interrogatorio. Las preguntas deberán ser declaradas pertinentes por el tribunal que
conozca del asunto.

Artículo 314. Prohibición de reiterar el interrogatorio de las partes.


No procederá interrogatorio de las partes o personas a que se refiere el apartado 2 del
artículo 301 sobre los mismos hechos que ya hayan sido objeto de declaración por esas
partes o personas.

Artículo 315. Interrogatorio en casos especiales.


1. Cuando sean parte en un proceso el Estado, una Comunidad Autónoma, una Entidad
local y otro organismo público, y el tribunal admita su declaración, se les remitirá, sin esperar
al juicio o a la vista, una lista con las preguntas que, presentadas por la parte proponente en
el momento en que se admita la prueba, el tribunal declare pertinentes, para que sean
respondidas por escrito y entregada la respuesta al tribunal antes de la fecha señalada para
aquellos actos.
2. Leídas en el acto del juicio o en la vista las respuestas escritas, se entenderán con la
representación procesal de la parte que las hubiera remitido las preguntas complementarias
que el tribunal estime pertinentes y útiles, y si dicha representación justificase
cumplidamente no poder ofrecer las respuestas que se requieran, se procederá a remitir
nuevo interrogatorio por escrito como diligencia final.
3. Será de aplicación a la declaración prevista en este artículo lo dispuesto en el artículo
307.

Artículo 316. Valoración del interrogatorio de las partes.


1. Si no lo contradice el resultado de las demás pruebas, en la sentencia se considerarán
ciertos los hechos que una parte haya reconocido como tales si en ellos intervino
personalmente y su fijación como ciertos le es enteramente perjudicial.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. En todo lo demás, los tribunales valorarán las declaraciones de las partes y de las
personas a que se refiere el apartado 2 del artículo 301 según las reglas de la sana crítica,
sin perjuicio de lo que se dispone en los artículos 304 y 307.

Sección 2.ª De los documentos públicos

Artículo 317. Clases de documentos públicos.


A efectos de prueba en el proceso, se consideran documentos públicos:
1.º Las resoluciones y diligencias de actuaciones judiciales de toda especie y los
testimonios que de las mismas expidan los Secretarios Judiciales.
2.º Los autorizados por notario con arreglo a derecho.
3.º Los intervenidos por Corredores de Comercio Colegiados y las certificaciones de las
operaciones en que hubiesen intervenido, expedidas por ellos con referencia al Libro
Registro que deben llevar conforme a derecho.
4.º Las certificaciones que expidan los Registradores de la Propiedad y Mercantiles de
los asientos registrales.
5.º Los expedidos por funcionarios públicos legalmente facultados para dar fe en lo que
se refiere al ejercicio de sus funciones.
6.º Los que, con referencia a archivos y registros de órganos del Estado, de las
Administraciones públicas o de otras entidades de Derecho público, sean expedidos por
funcionarios facultados para dar fe de disposiciones y actuaciones de aquellos órganos,
Administraciones o entidades.

Artículo 318. Modo de producción de la prueba por documentos públicos.


Los documentos públicos tendrán la fuerza probatoria establecida en el artículo 319 si se
aportaren al proceso en original o por copia o certificación fehaciente, ya sean presentadas
éstos en soporte papel o mediante documento electrónico, o si, habiendo sido aportado por
copia simple, en soporte papel o imagen digitalizada, conforme a lo previsto en el artículo
267, no se hubiere impugnado su autenticidad.

Artículo 319. Fuerza probatoria de los documentos públicos.


1. Con los requisitos y en los casos de los artículos siguientes, los documentos públicos
comprendidos en los números 1.º a 6.º del artículo 317 harán prueba plena del hecho, acto o
estado de cosas que documenten, de la fecha en que se produce esa documentación y de la
identidad de los fedatarios y demás personas que, en su caso, intervengan en ella.
2. La fuerza probatoria de los documentos administrativos no comprendidos en los
números 5.º y 6.º del artículo 317 a los que las leyes otorguen el carácter de públicos, será la
que establezcan las leyes que les reconozca tal carácter. En defecto de disposición expresa
en tales leyes, los hechos, actos o estados de cosas que consten en los referidos
documentos se tendrán por ciertos, a los efectos de la sentencia que se dicte, salvo que
otros medios de prueba desvirtúen la certeza de lo documentado.
3. En materia de usura, los tribunales resolverán en cada caso formando libremente su
convicción sin vinculación a lo establecido en el apartado primero de este artículo.

Artículo 320. Impugnación del valor probatorio del documento público. Cotejo o


comprobación.
1. Si se impugnase la autenticidad de un documento público, para que pueda hacer
prueba plena se procederá de la forma siguiente:
1.º Las copias, certificaciones o testimonios fehacientes se cotejarán o comprobarán con
los originales, dondequiera que se encuentren.
2.º Las pólizas intervenidas por corredor de comercio colegiado se comprobarán con los
asientos de su Libro Registro.
2. El cotejo o comprobación de los documentos públicos con sus originales se practicará
por el Secretario Judicial, constituyéndose al efecto en el archivo o local donde se halle el

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

original o matriz, a presencia, si concurrieren, de las partes y de sus defensores, que serán
citados al efecto.
3. Cuando de un cotejo o comprobación resulte la autenticidad o exactitud de la copia o
testimonio impugnados, las costas, gastos y derechos que origine el cotejo o comprobación
serán exclusivamente de cargo de quien hubiese formulado la impugnación. Si, a juicio del
tribunal, la impugnación hubiese sido temeraria, podrá imponerle, además, una multa de 120
a 600 euros.

Artículo 321. Testimonio o certificación incompletos.


El testimonio o certificación fehacientes de sólo una parte de un documento no hará
prueba plena mientras no se complete con las adiciones que solicite el litigante a quien
pueda perjudicarle.

Artículo 322. Documentos públicos no susceptibles de cotejo o comprobación.


1. Harán prueba plena en juicio, sin necesidad de comprobación o cotejo y salvo prueba
en contrario y la facultad de solicitar el cotejo de letras cuando sea posible:
1.º Las escrituras públicas antiguas que carezcan de protocolo y todas aquellas cuyo
protocolo o matriz hubiese desaparecido.
2.º Cualquier otro documento público que, por su índole, carezca de original o registro
con el que pueda cotejarse o comprobarse.
2. En los casos de desaparición del protocolo, la matriz o los expedientes originales, se
estará a lo dispuesto en el artículo 1221 del Código Civil.

Artículo 323. Documentos públicos extranjeros.


1. A efectos procesales, se considerarán documentos públicos los documentos
extranjeros a los que, en virtud de tratados o convenios internacionales o de leyes
especiales, haya de atribuírseles la fuerza probatoria prevista en el artículo 319 de esta Ley.
2. Cuando no sea aplicable ningún tratado o convenio internacional ni ley especial, se
considerarán documentos públicos los que reúnan los siguientes requisitos:
1.º Que en el otorgamiento o confección del documento se hayan observado los
requisitos que se exijan en el país donde se hayan otorgado para que el documento haga
prueba plena en juicio.
2.º Que el documento contenga la legalización o apostilla y los demás requisitos
necesarios para su autenticidad en España.
3. Cuando los documentos extranjeros a que se refieren los apartados anteriores de este
artículo incorporen declaraciones de voluntad, la existencia de éstas se tendrá por probada,
pero su eficacia será la que determinen las normas españolas y extranjeras aplicables en
materia de capacidad, objeto y forma de los negocios jurídicos.

Sección 3.ª De los documentos privados

Artículo 324. Clases de documentos privados.


Se consideran documentos privados, a efectos de prueba en el proceso, aquellos que no
se hallen en ninguno de los casos del artículo 317.

Artículo 325. Modo de producción de la prueba.


Los documentos privados se presentarán del modo establecido en el artículo 268 de esta
Ley.

Artículo 326. Fuerza probatoria de los documentos privados.


1. Los documentos privados harán prueba plena en el proceso, en los términos del
artículo 319, cuando su autenticidad no sea impugnada por la parte a quien perjudiquen.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Cuando se impugnare la autenticidad de un documento privado, el que lo haya


presentado podrá pedir el cotejo pericial de letras o proponer cualquier otro medio de prueba
que resulte útil y pertinente al efecto.
Si del cotejo o de otro medio de prueba se desprendiere la autenticidad del documento,
se procederá conforme a lo previsto en el apartado tercero del artículo 320. Cuando no se
pudiere deducir su autenticidad o no se hubiere propuesto prueba alguna, el tribunal lo
valorará conforme a las reglas de la sana crítica.
3. Cuando la parte a quien interese la eficacia de un documento electrónico lo pida o se
impugne su autenticidad, se procederá con arreglo a lo establecido en el artículo 3 de la Ley
de Firma Electrónica.

Artículo 327. Libros de los comerciantes.


Cuando hayan de utilizarse como medio de prueba los libros de los comerciantes se
estará a lo dispuesto en las leyes mercantiles. De manera motivada, y con carácter
excepcional, el tribunal podrá reclamar que se presenten ante él los libros o su soporte
informático, siempre que se especifiquen los asientos que deben ser examinados.

Sección 4.ª De las disposiciones comunes a las dos secciones anteriores

Artículo 328. Deber de exhibición documental entre partes.


1. Cada parte podrá solicitar de las demás la exhibición de documentos que no se hallen
a disposición de ella y que se refieran al objeto del proceso o a la eficacia de los medios de
prueba.
2. A la solicitud de exhibición deberá acompañarse copia simple del documento y, si no
existiere o no se dispusiere de ella, se indicará en los términos más exactos posibles el
contenido de aquél.
3. En los procesos seguidos por infracción de un derecho de propiedad industrial o de un
derecho de propiedad intelectual, cometida a escala comercial, la solicitud de exhibición
podrá extenderse, en particular, a los documentos bancarios, financieros, comerciales o
aduaneros producidos en un determinado período de tiempo y que se presuman en poder
del demandado. La solicitud deberá acompañarse de un principio de prueba que podrá
consistir en la presentación de una muestra de los ejemplares, mercancías o productos en
los que se hubiere materializado la infracción. A instancia de cualquier interesado, el tribunal
podrá atribuir carácter reservado a las actuaciones, para garantizar la protección de los
datos e información que tuvieran carácter confidencial.

Artículo 329. Efectos de la negativa a la exhibición.


1. En caso de negativa injustificada a la exhibición del artículo anterior, el tribunal,
tomando en consideración las restantes pruebas, podrá atribuir valor probatorio a la copia
simple presentada por el solicitante de la exhibición o a la versión que del contenido del
documento hubiese dado.
2. En el caso de negativa injustificada a que se refiere el apartado anterior, el tribunal, en
lugar de lo que en dicho apartado se dispone, podrá formular requerimiento, mediante
providencia, para que los documentos cuya exhibición se solicitó sean aportados al proceso,
cuando así lo aconsejen las características de dichos documentos, las restantes pruebas
aportadas, el contenido de las pretensiones formuladas por la parte solicitante y lo alegado
para fundamentarlas.

Artículo 330. Exhibición de documentos por terceros.


1. Salvo lo dispuesto en esta Ley en materia de diligencias preliminares, sólo se
requerirá a los terceros no litigantes la exhibición de documentos de su propiedad cuando,
pedida por una de las partes, el tribunal entienda que su conocimiento resulta trascendente a
los fines de dictar sentencia.
En tales casos el tribunal ordenará, mediante providencia, la comparecencia personal de
aquel en cuyo poder se hallen y, tras oírle, resolverá lo procedente. Dicha resolución no será

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

susceptible de recurso alguno, pero la parte a quien interese podrá reproducir su petición en
la segunda instancia.
Cuando estuvieren dispuestos a exhibirlos voluntariamente, no se les obligará a que los
presenten en la Oficina judicial, sino que, si así lo exigieren, irá el Secretario judicial a su
domicilio para testimoniarlos.
2. A los efectos del apartado anterior, no se considerarán terceros los titulares de la
relación jurídica controvertida o de las que sean causa de ella, aunque no figuren como
partes en el juicio.

Artículo 331. Testimonio de documentos exhibidos.


Si la persona de la que se requiera la exhibición según lo dispuesto en los artículos
anteriores no estuviere dispuesta a desprenderse del documento para su incorporación a los
autos, se extenderá testimonio de éste por el Secretario Judicial en la sede del tribunal, si así
lo solicitare el exhibiente.

Artículo 332. Deber de exhibición de entidades oficiales.


1. Las dependencias del Estado, Comunidades Autónomas, provincias, Entidades
locales y demás entidades de Derecho público no podrán negarse a expedir las
certificaciones y testimonios que sean solicitados por los tribunales ni oponerse a exhibir los
documentos que obren en sus dependencias y archivos, excepto cuando se trate de
documentación legalmente declarada o clasificada como de carácter reservado o secreto. En
este caso, se dirigirá al tribunal exposición razonada sobre dicho carácter.
2. Salvo que exista un especial deber legal de secreto o reserva, las entidades y
empresas que realicen servicios públicos o estén encargadas de actividades del Estado, de
las Comunidades Autónomas, de las provincias, de los municipios y demás Entidades
locales, estarán también sujetas a la obligación de exhibición, así como a expedir
certificaciones y testimonios, en los términos del apartado anterior.

Artículo 333. Extracción de copias de documentos que no sean escritos.


Cuando se trate de dibujos, fotografías, croquis, planos, mapas y otros documentos que
no incorporen predominantemente textos escritos, si sólo existiese el original, la parte podrá
solicitar que en la exhibición se obtenga copia, a presencia del Secretario Judicial, que dará
fe de ser fiel y exacta reproducción del original.

Artículo 334. Valor probatorio de las copias reprográficas y cotejo.


1. Si la parte a quien perjudique el documento presentado por copia reprográfica
impugnare la exactitud de la reproducción, se cotejará con el original, si fuere posible y, no
siendo así, se determinará su valor probatorio según las reglas de la sana crítica, teniendo
en cuenta el resultado de las demás pruebas.
2. Lo dispuesto en el apartado anterior de este artículo también será de aplicación a los
dibujos, fotografías, pinturas, croquis, planos, mapas y documentos semejantes.
3. El cotejo a que el presente artículo se refiere se verificará por el Secretario Judicial,
salvo el derecho de las partes a proponer prueba pericial.

Sección 5.ª Del dictamen de peritos

Artículo 335. Objeto y finalidad del dictamen de peritos. Juramento o promesa de actuar


con objetividad.
1. Cuando sean necesarios conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos
para valorar hechos o circunstancias relevantes en el asunto o adquirir certeza sobre ellos,
las partes podrán aportar al proceso el dictamen de peritos que posean los conocimientos
correspondientes o solicitar, en los casos previstos en esta ley, que se emita dictamen por
perito designado por el tribunal.
2. Al emitir el dictamen, todo perito deberá manifestar, bajo juramento o promesa de
decir verdad, que ha actuado y, en su caso, actuará con la mayor objetividad posible,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de
causar perjuicio a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en las que
podría incurrir si incumpliere su deber como perito.
3. Salvo acuerdo en contrario de las partes, no se podrá solicitar dictamen a un perito
que hubiera intervenido en una mediación o arbitraje relacionados con el mismo asunto.

Artículo 336. Aportación con la demanda y la contestación de dictámenes elaborados por


peritos designados por las partes.
1. Los dictámenes de que los litigantes dispongan, elaborados por peritos por ellos
designados, y que estimen necesarios o convenientes para la defensa de sus derechos,
habrán de aportarlos con la demanda o con la contestación, si ésta hubiere de realizarse en
forma escrita, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 337 de la presente Ley.
2. Los dictámenes se formularán por escrito, acompañados, en su caso, de los demás
documentos, instrumentos o materiales adecuados para exponer el parecer del perito sobre
lo que haya sido objeto de la pericia. Si no fuese posible o conveniente aportar estos
materiales e instrumentos, el escrito de dictamen contendrá sobre ellos las indicaciones
suficientes. Podrán, asimismo, acompañarse al dictamen los documentos que se estimen
adecuados para su más acertada valoración.
3. Se entenderá que al demandante le es posible aportar con la demanda dictámenes
escritos elaborados por perito por él designado, si no justifica cumplidamente que la defensa
de su derecho no ha permitido demorar la interposición de aquélla hasta la obtención del
dictamen.
4. En los juicios con contestación a la demanda por escrito, el demandado que no pueda
aportar dictámenes escritos con aquella contestación a la demanda deberá justificar la
imposibilidad de pedirlos y obtenerlos dentro del plazo para contestar.

Artículo 337. Anuncio de dictámenes cuando no se puedan aportar con la demanda o con


la contestación. Aportación posterior.
1. Si no les fuese posible a las partes aportar dictámenes elaborados por peritos por
ellas designados, junto con la demanda o contestación, expresarán en una u otra los
dictámenes de que, en su caso, pretendan valerse, que habrán de aportar, para su traslado
a la parte contraria, en cuanto dispongan de ellos, y en todo caso cinco días antes de
iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o de la vista en el verbal.
2. Aportados los dictámenes conforme a lo dispuesto en el apartado anterior, las partes
habrán de manifestar si desean que los peritos autores de los dictámenes comparezcan en
el juicio regulado en los artículos 431 y siguientes de esta Ley o, en su caso, en la vista del
juicio verbal, expresando si deberán exponer o explicar el dictamen o responder a preguntas,
objeciones o propuestas de rectificación o intervenir de cualquier otra forma útil para
entender y valorar el dictamen en relación con lo que sea objeto del pleito.

Artículo 338. Aportación de dictámenes en función de actuaciones procesales posteriores a


la demanda. Solicitud de intervención de los peritos en el juicio o vista.
1. Lo dispuesto en el artículo anterior no será de aplicación a los dictámenes cuya
necesidad o utilidad se ponga de manifiesto a causa de alegaciones del demandado en la
contestación a la demanda o de las alegaciones o pretensiones complementarias admitidas
en la audiencia, a tenor del artículo 426 de esta Ley.
2. Los dictámenes cuya necesidad o utilidad venga suscitada por la contestación a la
demanda o por lo alegado y pretendido en la audiencia previa al juicio se aportarán por las
partes, para su traslado a las contrarias, con al menos cinco días de antelación a la
celebración del juicio o de la vista, en los juicios verbales con trámite de contestación escrita,
manifestando las partes al Tribunal si consideran necesario que concurran a dichos juicio o
vista los peritos autores de los dictámenes, con expresión de lo que se señala en el apartado
2 del artículo 337.
El Tribunal podrá acordar también en este caso la presencia de los peritos en el juicio o
vista en los términos señalados en el apartado 2 del artículo anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 339. Solicitud de designación de peritos por el tribunal y resolución judicial sobre


dicha solicitud. Designación de peritos por el tribunal, sin instancia de parte.
1. Si cualquiera de las partes fuese titular del derecho de asistencia jurídica gratuita, no
tendrá que aportar con la demanda o la contestación el dictamen pericial, sino simplemente
anunciarlo, a los efectos de que se proceda a la designación judicial de perito, conforme a lo
que se establece en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.
Si se tratara de juicios verbales sin trámite de contestación escrita, el demandado
beneficiario de justicia gratuita deberá solicitar la designación judicial de perito al menos con
diez días de antelación al que se hubiera señalado para la celebración del acto de la vista, a
fin de que el perito designado pueda emitir su informe con anterioridad a dicho acto.
2. El demandante o el demandado, aunque no se hallen en el caso del apartado anterior,
también podrán solicitar en sus respectivos escritos iniciales o el demandado con la
antelación prevista en el párrafo segundo del apartado anterior de este artículo, que se
proceda a la designación judicial de perito, si entienden conveniente o necesario para sus
intereses la emisión de informe pericial. En tal caso, el Tribunal procederá a la designación,
siempre que considere pertinente y útil el dictamen pericial solicitado. Dicho dictamen será a
costa de quien lo haya pedido, sin perjuicio de lo que pudiere acordarse en materia de
costas.
Salvo que se refiera a alegaciones o pretensiones no contenidas en la demanda, no se
podrá solicitar, con posterioridad a la demanda o a la contestación o una vez transcurrido el
plazo señalado en los apartados 1 y 2 de este artículo para la prueba pericial de los juicios
verbales sin contestación escrita, informe pericial elaborado por perito designado
judicialmente.
La designación judicial de perito deberá realizarse en el plazo de cinco días desde la
presentación de la contestación a la demanda, con independencia de quien haya solicitado
dicha designación, o en el plazo de dos días a contar desde la presentación de la solicitud en
los supuestos contemplados en el párrafo segundo del apartado 1 y en el apartado 2 de este
precepto. Cuando ambas partes la hubiesen pedido inicialmente, el Tribunal podrá designar,
si aquéllas se muestran conformes, un único perito que emita el informe solicitado. En tal
caso, el abono de los honorarios del perito corresponderá realizarlo a ambos litigantes por
partes iguales, sin perjuicio de lo que pudiere acordarse en materia de costas.
3. En el juicio ordinario, si, a consecuencia de las alegaciones o pretensiones
complementarias permitidas en la audiencia, las partes solicitasen, conforme previene el
apartado cuarto del artículo 427, la designación por el tribunal de un perito que dictamine, lo
acordará éste así, siempre que considere pertinente y útil el dictamen, y ambas partes se
muestren conformes en el objeto de la pericia y en aceptar el dictamen del perito que el
tribunal nombre.
Lo mismo podrá hacer el tribunal cuando se trate de juicio verbal y las partes solicitasen
designación de perito, con los requisitos del párrafo anterior.
4. En los casos señalados en los dos apartados anteriores, si las partes que solicitasen
la designación de un perito por el tribunal estuviesen además de acuerdo en que el dictamen
sea emitido por una determinada persona o entidad, así lo acordará el tribunal. Si no hubiese
acuerdo de las partes, el perito será designado por el procedimiento establecido en el
artículo 341.
5. El tribunal podrá, de oficio, designar perito cuando la pericia sea pertinente en
procesos sobre declaración o impugnación de la filiación, paternidad y maternidad, sobre la
capacidad de las personas o en procesos matrimoniales.
6. El tribunal no designará más que un perito titular por cada cuestión o conjunto de
cuestiones que hayan de ser objeto de pericia y que no requieran, por la diversidad de su
materia, el parecer de expertos distintos.

Artículo 340. Condiciones de los peritos.


1. Los peritos deberán poseer el título oficial que corresponda a la materia objeto del
dictamen y a la naturaleza de éste. Si se tratare de materias que no estén comprendidas en
títulos profesionales oficiales, habrán de ser nombrados entre personas entendidas en
aquellas materias.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Podrá asimismo solicitarse dictamen de Academias e instituciones culturales y


científicas que se ocupen del estudio de las materias correspondientes al objeto de la
pericia. También podrán emitir dictamen sobre cuestiones específicas las personas jurídicas
legalmente habilitadas para ello.
3. En los casos del apartado anterior, la institución a la que se encargue el dictamen
expresará a la mayor brevedad qué persona o personas se encargarán directamente de
prepararlo, a las que se exigirá el juramento o promesa previsto en el apartado segundo del
artículo 335.

Artículo 341. Procedimiento para la designación judicial de perito.


1. En el mes de enero de cada año se interesará de los distintos Colegios profesionales
o, en su defecto, de entidades análogas, así como de las Academias e instituciones
culturales y científicas a que se refiere el apartado segundo del artículo anterior el envío de
una lista de colegiados o asociados dispuestos a actuar como peritos. La primera
designación de cada lista se efectuará por sorteo realizado en presencia del Secretario
Judicial, y a partir de ella se efectuarán las siguientes designaciones por orden correlativo.
2. Cuando haya de designarse perito a persona sin título oficial, práctica o entendida en
la materia, previa citación de las partes, se realizará la designación por el procedimiento
establecido en el apartado anterior, usándose para ello una lista de personas que cada año
se solicitará de sindicatos, asociaciones y entidades apropiadas, y que deberá estar
integrada por al menos cinco de aquellas personas. Si, por razón de la singularidad de la
materia de dictamen, únicamente se dispusiera del nombre de una persona entendida o
práctica, se recabará de las partes su consentimiento y sólo si todas lo otorgan se designará
perito a esa persona.

Artículo 342. Llamamiento al perito designado, aceptación y nombramiento. Provisión de


fondos.
1. En el mismo día o siguiente día hábil a la designación, el Secretario judicial
comunicará ésta al perito titular, requiriéndole para que en el plazo de dos días manifieste si
acepta el cargo. En caso afirmativo, se efectuará el nombramiento y el perito hará, en la
forma en que se disponga, la manifestación bajo juramento o promesa que ordena el
apartado 2 del artículo 335.
2. Si el perito designado adujere justa causa que le impidiere la aceptación, y el
Secretario judicial la considerare suficiente, será sustituido por el siguiente de la lista, y así
sucesivamente, hasta que se pudiere efectuar el nombramiento.
3. El perito designado podrá solicitar, en los tres días siguientes a su nombramiento, la
provisión de fondos que considere necesaria, que será a cuenta de la liquidación final. El
Secretario judicial, mediante decreto, decidirá sobre la provisión solicitada y ordenará a la
parte o partes que hubiesen propuesto la prueba pericial y no tuviesen derecho a la
asistencia jurídica gratuita, que procedan a abonar la cantidad fijada en la Cuenta de
Depósitos y Consignaciones del Tribunal, en el plazo de cinco días.
Transcurrido dicho plazo, si no se hubiere depositado la cantidad establecida, el perito
quedará eximido de emitir el dictamen, sin que pueda procederse a una nueva designación.
Cuando el perito designado lo hubiese sido de común acuerdo, y uno de los litigantes no
realizare la parte de la consignación que le correspondiere, el Secretario judicial ofrecerá al
otro litigante la posibilidad de completar la cantidad que faltare, indicando en tal caso los
puntos sobre los que deba pronunciarse el dictamen, o de recuperar la cantidad depositada,
en cuyo caso se aplicará lo dispuesto en el párrafo anterior.

Artículo 343. Tachas de los peritos. Tiempo y forma de las tachas.


1. Sólo podrán ser objeto de recusación los peritos designados judicialmente.
En cambio, los peritos no recusables podrán ser objeto de tacha cuando concurra en
ellos alguna de las siguientes circunstancias:
1.º Ser cónyuge o pariente por consanguinidad o afinidad, dentro del cuarto grado civil de
una de las partes o de sus abogados o procuradores.
2.º Tener interés directo o indirecto en el asunto o en otro semejante.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3.º Estar o haber estado en situación de dependencia o de comunidad o contraposición


de intereses con alguna de las partes o con sus abogados o procuradores.
4.º Amistad íntima o enemistad con cualquiera de las partes o sus procuradores o
abogados.
5.º Cualquier otra circunstancia, debidamente acreditada, que les haga desmerecer en el
concepto profesional.
2. Las tachas no podrán formularse después del juicio o de la vista, en los juicios
verbales. Si se tratare de juicio ordinario, las tachas de los peritos autores de dictámenes
aportados con demanda o contestación se propondrán en la audiencia previa al juicio.
Al formular tachas de peritos, se podrá proponer la prueba conducente a justificarlas,
excepto la testifical.

Artículo 344. Contradicción y valoración de la tacha. Sanción en caso de tacha temeraria o


desleal.
1. Cualquier parte interesada podrá dirigirse al tribunal a fin de negar o contradecir la
tacha, aportando los documentos que consideren pertinentes a tal efecto. Si la tacha
menoscabara la consideración profesional o personal del perito, podrá éste solicitar del
tribunal que, al término del proceso, declare, mediante providencia, que la tacha carece de
fundamento.
2. Sin más trámites, el tribunal tendrá en cuenta la tacha y su eventual negación o
contradicción en el momento de valorar la prueba, formulando, en su caso, mediante
providencia, la declaración de falta de fundamento de la tacha prevista en el apartado
anterior. Si apreciase temeridad o deslealtad procesal en la tacha, a causa de su motivación
o del tiempo en que se formulara, podrá imponer a la parte responsable, con previa
audiencia, una multa de 60 a 600 euros.

Artículo 345. Operaciones periciales y posible intervención de las partes en ellas.


1. Cuando la emisión del dictamen requiera algún reconocimiento de lugares, objetos o
personas o la realización de operaciones análogas, las partes y sus defensores podrán
presenciar uno y otras, si con ello no se impide o estorba la labor del perito y se puede
garantizar el acierto e imparcialidad del dictamen.
2. Si alguna de las partes solicitare estar presente en las operaciones periciales del
apartado anterior, el tribunal decidirá lo que proceda y, en caso de admitir esa presencia,
ordenará al perito que dé aviso directamente a las partes, con antelación de al menos
cuarenta y ocho horas, del día, hora y lugar en que aquellas operaciones se llevarán a cabo.

Artículo 346. Emisión y ratificación del dictamen por el perito que el Tribunal designe.
El perito que el Tribunal designe emitirá por escrito su dictamen, que hará llegar al
Tribunal en el plazo que se le haya señalado. De dicho dictamen se dará traslado por el
Secretario judicial a las partes por si consideran necesario que el perito concurra al juicio o a
la vista a los efectos de que aporte las aclaraciones o explicaciones que sean oportunas. El
Tribunal podrá acordar, en todo caso, mediante providencia, que considera necesaria la
presencia del perito en el juicio o la vista para comprender y valorar mejor el dictamen
realizado.

Artículo 347. Posible actuación de los peritos en el juicio o en la vista.


1. Los peritos tendrán en el juicio o en la vista la intervención solicitada por las partes,
que el tribunal admita.
El tribunal sólo denegará las solicitudes de intervención que, por su finalidad y contenido,
hayan de estimarse impertinentes o inútiles, o cuando existiera un deber de confidencialidad
derivado de la intervención del perito en un procedimiento de mediación anterior entre las
partes.
En especial, las partes y sus defensores podrán pedir:

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.º Exposición completa del dictamen, cuando esa exposición requiera la realización de
otras operaciones, complementarias del escrito aportado, mediante el empleo de los
documentos, materiales y otros elementos a que se refiere el apartado 2 del artículo 336.
2.º Explicación del dictamen o de alguno o algunos de sus puntos, cuyo significado no se
considerase suficientemente expresivo a los efectos de la prueba.
3.º Respuestas a preguntas y objeciones, sobre método, premisas, conclusiones y otros
aspectos del dictamen.
4.º Respuestas a solicitudes de ampliación del dictamen a otros puntos conexos, por si
pudiera llevarse a cabo en el mismo acto y a efectos, en cualquier caso, de conocer la
opinión del perito sobre la posibilidad y utilidad de la ampliación, así como del plazo
necesario para llevarla a cabo.
5.º Crítica del dictamen de que se trate por el perito de la parte contraria.
6.º Formulación de las tachas que pudieren afectar al perito.
2. El tribunal podrá también formular preguntas a los peritos y requerir de ellos
explicaciones sobre lo que sea objeto del dictamen aportado, pero sin poder acordar, de
oficio, que se amplíe, salvo que se trate de peritos designados de oficio conforme a lo
dispuesto en el apartado 5 del artículo 339.

Artículo 348. Valoración del dictamen pericial.


El tribunal valorará los dictámenes periciales según las reglas de la sana crítica.

Artículo 349. Cotejo de letras.


1. Se practicará por perito el cotejo de letras cuando la autenticidad de un documento
privado se niegue o se ponga en duda por la parte a quien perjudique.
2. También podrá practicarse cotejo de letras cuando se niegue o discuta la autenticidad
de cualquier documento público que carezca de matriz y de copias fehacientes según lo
dispuesto en el artículo 1221 del Código Civil, siempre que dicho documento no pueda ser
reconocido por el funcionario que lo hubiese expedido o por quien aparezca como fedatario
interviniente.
3. El cotejo de letras se practicará por perito designado por el tribunal conforme a lo
dispuesto en los artículos 341 y 342 de esta Ley.

Artículo 350. Documentos indubitados o cuerpo de escritura para el cotejo.


1. La parte que solicite el cotejo de letras designará el documento o documentos
indubitados con que deba hacerse.
2. Se considerarán documentos indubitados a los efectos de cotejar las letras:
1.º Los documentos que reconozcan como tales todas las partes a las que pueda afectar
esta prueba pericial.
2.º Las escrituras públicas y los que consten en los archivos públicos relativos al
Documento Nacional de Identidad.
3.º Los documentos privados cuya letra o firma haya sido reconocida en juicio por aquel
a quien se atribuya la dudosa.
4.º El escrito impugnado, en la parte en que reconozca la letra como suya aquel a quien
perjudique.
3. A falta de los documentos enumerados en el apartado anterior, la parte a la que se
atribuya el documento impugnado o la firma que lo autorice podrá ser requerida, a instancia
de la contraria, para que forme un cuerpo de escritura que le dictará el tribunal o el
Secretario Judicial.
Si el requerido se negase, el documento impugnado se considerará reconocido.
4. Si no hubiese documentos indubitados y fuese imposible el cotejo con un cuerpo de
escritura por fallecimiento o ausencia de quien debiera formarlo, el tribunal apreciará el valor
del documento impugnado conforme a las reglas de la sana crítica.

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Artículo 351. Producción y valoración del dictamen sobre el cotejo de letras.


1. El perito que lleve a cabo el cotejo de letras consignará por escrito las operaciones de
comprobación y sus resultados.
2. Será de aplicación al dictamen pericial de cotejo de letras lo dispuesto en los artículos
346, 347 y 348 de esta Ley.

Artículo 352. Otros dictámenes periciales instrumentales de pruebas distintas.


Cuando sea necesario o conveniente para conocer el contenido o sentido de una prueba
o para proceder a su más acertada valoración, podrán las partes aportar o proponer
dictámenes periciales sobre otros medios de prueba admitidos por el tribunal al amparo de lo
previsto en los apartados 2 y 3 del artículo 299.

Sección 6.ª Del reconocimiento judicial

Artículo 353. Objeto y finalidad del reconocimiento judicial e iniciativa para acordarlo.


1. El reconocimiento judicial se acordará cuando para el esclarecimiento y apreciación de
los hechos sea necesario o conveniente que el tribunal examine por sí mismo algún lugar,
objeto o persona.
2. Sin perjuicio de la amplitud que el tribunal estime que ha de tener el reconocimiento
judicial, la parte que lo solicite habrá de expresar los extremos principales a que quiere que
éste se refiera e indicará si pretende concurrir al acto con alguna persona técnica o práctica
en la materia.
La otra parte podrá, antes de la realización del reconocimiento judicial, proponer otros
extremos que le interesen y asimismo deberá manifestar si asistirá con persona de las
indicadas en el párrafo anterior.
3. Acordada por el Tribunal la práctica del reconocimiento judicial, el Secretario señalará
con cinco días de antelación, por lo menos, el día y hora en que haya de practicarse el
mismo.

Artículo 354. Realización del reconocimiento judicial e intervención de las partes y de


personas entendidas.
1. El tribunal podrá acordar cualesquiera medidas que sean necesarias para lograr la
efectividad del reconocimiento, incluida la de ordenar la entrada en el lugar que deba
reconocerse o en que se halle el objeto o la persona que se deba reconocer.
2. Las partes, sus procuradores y abogados podrán concurrir al reconocimiento judicial y
hacer al tribunal, de palabra, las observaciones que estimen oportunas.
3. Si, de oficio o a instancia de parte, el tribunal considerase conveniente oír las
observaciones o declaraciones de las personas indicadas en el apartado 2 del artículo
anterior, les recibirá previamente juramento o promesa de decir verdad.

Artículo 355. Reconocimiento de personas.


1. El reconocimiento judicial de una persona se practicará a través de un interrogatorio
realizado por el tribunal, que se adaptará a las necesidades de cada caso concreto. En dicho
interrogatorio, que podrá practicarse, si las circunstancias lo aconsejaren, a puerta cerrada o
fuera de la sede del tribunal, podrán intervenir las partes siempre que el tribunal no lo
considere perturbador para el buen fin de la diligencia.
2. En todo caso, en la práctica del reconocimiento judicial se garantizará el respeto a la
dignidad e intimidad de la persona.

Artículo 356. Concurrencia del reconocimiento judicial y el pericial.


1. Cuando el tribunal lo considere conveniente, podrá disponer, mediante providencia,
que se practiquen en un solo acto el reconocimiento judicial y el pericial, sobre el mismo
lugar, objeto o persona, siguiéndose el procedimiento establecido en esta Sección.
2. Las partes podrán solicitar también la práctica conjunta de ambos reconocimientos y el
tribunal la ordenará si la estima procedente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 357. Concurrencia del reconocimiento judicial y la prueba por testigos.


1. A instancia de parte y a su costa, el tribunal podrá determinar mediante providencia
que los testigos sean examinados acto continuo del reconocimiento judicial, cuando la vista
del lugar o de las cosas o personas pueda contribuir a la claridad de su testimonio.
2. También se podrá practicar, a petición de parte, el interrogatorio de la contraria
cuando se den las mismas circunstancias señaladas en el apartado anterior.

Artículo 358. Acta del reconocimiento judicial.


1. Del reconocimiento judicial practicado se levantará por el Secretario Judicial acta
detallada, consignándose en ella con claridad las percepciones y apreciaciones del tribunal,
así como las observaciones hechas por las partes y por las personas a que se refiere el
artículo 354.
2. También se recogerá en acta el resultado de las demás actuaciones de prueba que se
hubieran practicado en el mismo acto del reconocimiento judicial, según lo dispuesto en los
artículos 356 y 357.

Artículo 359. Empleo de medios técnicos de constancia del reconocimiento judicial.


Se utilizarán medios de grabación de imagen y sonido u otros instrumentos semejantes
para dejar constancia de lo que sea objeto de reconocimiento judicial y de las
manifestaciones de quienes intervengan en él, pero no se omitirá la confección del acta y se
consignará en ella cuanto sea necesario para la identificación de las grabaciones,
reproducciones o exámenes llevados a cabo, que habrán de conservarse por el Secretario
judicial de modo que no sufran alteraciones.
Cuando sea posible la copia, con garantías de autenticidad, de lo grabado o reproducido
por los antedichos medios o instrumentos, la parte a quien interese, a su costa, podrá pedirla
y obtenerla del tribunal.

Sección 7.ª Del interrogatorio de testigos

Artículo 360. Contenido de la prueba.


Las partes podrán solicitar que declaren como testigos las personas que tengan noticia
de hechos controvertidos relativos a lo que sea objeto del juicio.

Artículo 361. Idoneidad para ser testigos.


Podrán ser testigos todas las personas, salvo las que se hallen permanentemente
privadas de razón o del uso de sentidos respecto de hechos sobre los que únicamente
quepa tener conocimiento por dichos sentidos.
Los menores de catorce años podrán declarar como testigos si, a juicio del tribunal,
poseen el discernimiento necesario para conocer y para declarar verazmente.

Artículo 362. Designación de los testigos.


Al proponer la prueba de testigos, se expresará su identidad, con indicación, en cuanto
sea posible, del nombre y apellidos de cada uno, su profesión y su domicilio o residencia.
También podrá hacerse la designación del testigo expresando el cargo que ostentare o
cualesquiera otras circunstancias de identificación, así como el lugar en que pueda ser
citado.

Artículo 363. Limitación del número de testigos.


Las partes podrán proponer cuantos testigos estimen conveniente, pero los gastos de los
que excedan de tres por cada hecho discutido serán en todo caso de cuenta de la parte que
los haya presentado.
Cuando el tribunal hubiere escuchado el testimonio de al menos tres testigos con
relación a un hecho discutido, podrá obviar las declaraciones testificales que faltaren,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

referentes a ese mismo hecho, si considerare que con las emitidas ya ha quedado
suficientemente ilustrado.

Artículo 364. Declaración domiciliaria del testigo.


1. Si por enfermedad u otro motivo de los referidos en el párrafo segundo del apartado 4
del artículo 169, el tribunal considerare que algún testigo no puede comparecer en la sede
de aquél, podrá tomársele declaración en su domicilio bien directamente, bien a través de
auxilio judicial, según que dicho domicilio se halle o no en la demarcación del tribunal.
A la declaración podrán asistir las partes y sus abogados, y, si no pudieren comparecer,
se les autorizará a que presenten interrogatorio escrito previo con las preguntas que desean
formular al testigo interrogado.
2. Cuando, atendidas las circunstancias, el tribunal considere prudente no permitir a las
partes y a sus abogados que concurran a la declaración domiciliaria, se dará a las partes
vista de las respuestas obtenidas para que puedan solicitar, dentro del tercer día, que se
formulen al testigo nuevas preguntas complementarias o que se le pidan las aclaraciones
oportunas, conforme a lo prevenido en el artículo 372.

Artículo 365. Juramento o promesa de los testigos.


1. Antes de declarar, cada testigo prestará juramento o promesa de decir verdad, con la
conminación de las penas establecidas para el delito de falso testimonio en causa civil, de
las que le instruirá el tribunal si manifestare ignorarlas.
2. Cuando se trate de testigos menores de edad penal, no se les exigirá juramento ni
promesa de decir verdad.

Artículo 366. Modo de declarar los testigos.


1. Los testigos declararán separada y sucesivamente, por el orden en que vinieran
consignados en las propuestas, salvo que el tribunal encuentre motivo para alterarlo.
2. Los testigos no se comunicarán entre sí ni podrán unos asistir a las declaraciones de
otros.
A este fin, se adoptarán las medidas que sean necesarias.

Artículo 367. Preguntas generales al testigo.


1. El tribunal preguntará inicialmente a cada testigo, en todo caso:
1.º Por su nombre, apellidos, edad, estado, profesión y domicilio.
2.º Si ha sido o es cónyuge, pariente por consanguinidad o afinidad, y en qué grado, de
alguno de los litigantes, sus abogados o procuradores o se halla ligado a éstos por vínculos
de adopción, tutela o análogos.
3.º Si es o ha sido dependiente o está o ha estado al servicio de la parte que lo haya
propuesto o de su procurador o abogado o ha tenido o tiene con ellos alguna relación
susceptible de provocar intereses comunes o contrapuestos.
4.º Si tiene interés directo o indirecto en el asunto o en otro semejante.
5.º Si es amigo íntimo o enemigo de alguno de los litigantes o de sus procuradores o
abogados.
6.º Si ha sido condenado alguna vez por falso testimonio.
2. En vista de las respuestas del testigo a las preguntas del apartado anterior, las partes
podrán manifestar al tribunal la existencia de circunstancias relativas a su imparcialidad.
El tribunal podrá interrogar al testigo sobre esas circunstancias y hará que preguntas y
respuestas se consignen en acta para la debida valoración de las declaraciones al dictar
sentencia.

Artículo 368. Contenido y admisibilidad de las preguntas que se formulen.


1. Las preguntas que se planteen al testigo deberán formularse oralmente y con la
debida claridad y precisión. No habrán de incluir valoraciones ni calificaciones, y si éstas se
incorporaran, se tendrán por no realizadas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. El tribunal decidirá sobre las preguntas planteadas en el mismo acto del interrogatorio,
admitiendo las que puedan resultar conducentes a la averiguación de hechos y
circunstancias controvertidos, que guarden relación con el objeto del juicio.
Se inadmitirán las preguntas que no se refieran a los conocimientos propios de un testigo
según el artículo 360.
3. Si pese a haber sido inadmitida, se respondiese una pregunta, la respuesta no
constará en acta.

Artículo 369. Impugnación de la admisión de las preguntas y protesta contra su inadmisión.


1. En el acto mismo del interrogatorio, las partes distintas de quien haya formulado la
pregunta podrán impugnar su admisión y hacer notar las valoraciones y calificaciones que
estimen improcedentes y que, a su juicio, debieran tenerse por no realizadas.
2. La parte que se muestre disconforme con la inadmisión de preguntas, podrá
manifestarlo así y pedir que conste en acta su protesta.

Artículo 370. Examen del testigo sobre las preguntas admitidas. Testigo-perito.


1. Una vez contestadas las preguntas generales, el testigo será examinado por la parte
que le hubiera propuesto, y si hubiera sido propuesto por ambas partes, se comenzará por
las preguntas que formule el demandante.
2. El testigo responderá por sí mismo, de palabra, sin valerse de ningún borrador de
respuestas. Cuando la pregunta se refiera a cuentas, libros o documentos, se permitirá que
los consulte antes de responder.
3. En cada una de sus respuestas, el testigo expresará la razón de ciencia de lo que
diga.
4. Cuando el testigo posea conocimientos científicos, técnicos, artísticos o prácticos
sobre la materia a que se refieran los hechos del interrogatorio, el tribunal admitirá las
manifestaciones que en virtud de dichos conocimientos agregue el testigo a sus respuestas
sobre los hechos.
En cuanto a dichas manifestaciones, las partes podrán hacer notar al tribunal la
concurrencia de cualquiera de las circunstancias de tacha relacionadas en el artículo 343 de
esta Ley.

Artículo 371. Testigos con deber de guardar secreto.


1. Cuando, por su estado o profesión, el testigo tenga el deber de guardar secreto
respecto de hechos por los que se le interrogue, lo manifestará razonadamente y el tribunal,
considerando el fundamento de la negativa a declarar, resolverá, mediante providencia, lo
que proceda en Derecho. Si el testigo quedare liberado de responder, se hará constar así en
el acta.
2. Si se alegare por el testigo que los hechos por los que se le pregunta pertenecen a
materia legalmente declarada o clasificada como de carácter reservado o secreto, el tribunal,
en los casos en que lo considere necesario para la satisfacción de los intereses de la
administración de justicia, pedirá de oficio, mediante providencia, al órgano competente el
documento oficial que acredite dicho carácter.
El tribunal, comprobado el fundamento de la alegación del carácter reservado o secreto,
mandará unir el documento a los autos, dejando constancia de las preguntas afectadas por
el secreto oficial.

Artículo 372. Intervención de las partes en el interrogatorio y ampliación de éste.


1. Una vez respondidas las preguntas formuladas por el abogado de la parte que
propuso la prueba testifical, podrán los abogados de cualquiera de las demás partes plantear
al testigo nuevas preguntas que reputen conducentes para determinar los hechos. El tribunal
deberá repeler las preguntas que sean impertinentes o inútiles.
En caso de inadmisión de estas preguntas, será de aplicación lo dispuesto en el
apartado 2 del artículo 369 sobre disconformidad con la inadmisión.
2. Con la finalidad de obtener aclaraciones y adiciones, también podrá el tribunal
interrogar al testigo.

– 396 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 373. Careo entre testigos y entre éstos y las partes.


1. Cuando los testigos incurran en graves contradicciones, el tribunal, de oficio o a
instancia de parte, podrá acordar que se sometan a un careo.
2. También podrá acordarse que, en razón de las respectivas declaraciones, se celebre
careo entre las partes y alguno o algunos testigos.
3. Las actuaciones a que se refiere este artículo habrán de solicitarse al término del
interrogatorio y, en este caso, se advertirá al testigo que no se ausente para que dichas
actuaciones puedan practicarse a continuación.

Artículo 374. Modo de consignar las declaraciones testificales.


Las declaraciones testificales prestadas en vista o juicio se documentarán conforme a lo
dispuesto en el apartado 2 del artículo 146.

Artículo 375. Indemnizaciones a los testigos.


1. Los testigos que atendiendo a la citación realizada comparezcan ante el Tribunal
tendrán derecho a obtener de la parte que les propuso una indemnización por los gastos y
perjuicios que su comparecencia les haya originado, sin perjuicio de lo que pudiere
acordarse en materia de costas. Si varias partes propusieran a un mismo testigo, el importe
de la indemnización se prorrateará entre ellas.
2. El importe de la indemnización lo fijará el Secretario judicial mediante decreto, que
tendrá en cuenta los datos y circunstancias que se hubiesen aportado. Dicho decreto se
dictará una vez finalizado el juicio o la vista.
Si la parte o partes que hayan de indemnizar no lo hiciesen en el plazo de diez días
desde la firmeza de la resolución mencionada en el párrafo anterior, el testigo podrá acudir
directamente al procedimiento de apremio.

Artículo 376. Valoración de las declaraciones de testigos.


Los tribunales valorarán la fuerza probatoria de las declaraciones de los testigos
conforme a las reglas de la sana crítica, tomando en consideración la razón de ciencia que
hubieren dado, las circunstancias que en ellos concurran y, en su caso, las tachas
formuladas y los resultados de la prueba que sobre éstas se hubiere practicado.

Artículo 377. Tachas de los testigos.


1. Con independencia de lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 367, cada parte podrá
tachar los testigos propuestos por la contraria en quienes concurran algunas de las causas
siguientes:
1.º Ser o haber sido cónyuge o pariente por consanguinidad o afinidad dentro del cuarto
grado civil de la parte que lo haya presentado o de su abogado o procurador o hallarse
relacionado con ellos por vínculo de adopción, tutela o análogo.
2.º Ser el testigo, al prestar declaración, dependiente del que lo hubiere propuesto o de
su procurador o abogado o estar a su servicio o hallarse ligado con alguno de ellos por
cualquier relación de sociedad o intereses.
3.º Tener interés directo o indirecto en el asunto de que se trate.
4.º Ser amigo íntimo o enemigo de una de las partes o de su abogado o procurador.
5.º Haber sido el testigo condenado por falso testimonio.
2. La parte proponente del testigo podrá también tachar a éste si con posterioridad a la
proposición llegare a su conocimiento la existencia de alguna de las causas de tacha
establecidas en el apartado anterior.

Artículo 378. Tiempo de las tachas.


Las tachas se habrán de formular desde el momento en que se admita la prueba
testifical hasta que comience el juicio o la vista, sin perjuicio de la obligación que tienen los
testigos de reconocer cualquier causa de tacha al ser interrogados conforme a lo dispuesto

– 397 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

en el artículo 367 de esta Ley, en cuyo caso se podrá actuar conforme a lo que señala el
apartado 2 de dicho artículo.

Artículo 379. Prueba y oposición sobre las tachas.


1. Con la alegación de las tachas, se podrá proponer la prueba conducente a
justificarlas, excepto la testifical.
2. Si formulada tacha de un testigo, las demás partes no se opusieren a ella dentro del
tercer día siguiente a su formulación, se entenderá que reconocen el fundamento de la
tacha. Si se opusieren, alegarán lo que les parezca conveniente, pudiendo aportar
documentos.
3. Para la apreciación sobre la tacha y la valoración de la declaración testifical, se estará
a lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 344 y en el artículo 376.

Artículo 380. Interrogatorio acerca de los hechos que consten en informes escritos.


1. Si, conforme al número 4.o del apartado 1 del artículo 265, o en otro momento ulterior,
al amparo del apartado tercero del mismo precepto, se hubiesen aportado a los autos
informes sobre hechos y éstos no hubiesen sido reconocidos como ciertos por todas las
partes a quienes pudieren perjudicar, se interrogará como testigos a los autores de los
informes, en la forma prevenida en esta Ley, con las siguientes reglas especiales:
1.ª No procederá la tacha del testigo por razón de interés en el asunto, cuando el informe
hubiese sido elaborado por encargo de una de las partes.
2.ª El autor del informe, una vez acreditada su habilitación profesional, habrá de
reconocerlo y ratificarse en su contenido, antes de que se le formulen las preguntas
pertinentes.
3.ª El interrogatorio se limitará a los hechos consignados en los informes.
2. Si los informes contuvieren también valoraciones fundadas en conocimientos
científicos, artísticos, técnicos o prácticos de sus autores, se estará a lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 370, sobre el testigo-perito.

Artículo 381. Respuestas escritas a cargo de personas jurídicas y entidades públicas.


1. Cuando, sobre hechos relevantes para el proceso, sea pertinente que informen
personas jurídicas y entidades públicas en cuanto tales, por referirse esos hechos a su
actividad, sin que quepa o sea necesario individualizar en personas físicas determinadas el
conocimiento de lo que para el proceso interese, la parte a quien convenga esta prueba
podrá proponer que la persona jurídica o entidad, a requerimiento del tribunal, responda por
escrito sobre los hechos en los diez días anteriores al juicio o a la vista.
2. En la proposición de prueba a que se refiere el apartado anterior se expresarán con
precisión los extremos sobre los que ha de versar la declaración o informe escrito. Las
demás partes podrán alegar lo que consideren conveniente y, en concreto, si desean que se
adicionen otros extremos a la petición de declaración escrita o se rectifiquen o
complementen los que hubiere expresado el proponente de la prueba.
El tribunal, oídas las partes, en su caso, resolverá sobre la pertinencia y utilidad de la
propuesta, determinando precisamente, en su caso, los términos de la cuestión o cuestiones
que hayan de ser objeto de la declaración de la persona jurídica o entidad y requiriéndola
para que la preste y remita al tribunal en el tiempo establecido, bajo apercibimiento de multa
de 150 a 600 euros y de proceder, contra quien resultare personalmente responsable de la
omisión, por desobediencia a la autoridad. La práctica de esta prueba no suspenderá el
curso del procedimiento, salvo que el Juez lo estime necesario para impedir la indefensión
de una o las dos partes.
Recibidas las respuestas escritas, el Secretario judicial dará traslado de ellas a las
partes, a los efectos previstos en el apartado siguiente.
3. A la vista de las respuestas escritas, o de la negativa u omisión de éstas, el tribunal
podrá disponer, de oficio o a instancia de cualquiera de las partes, mediante providencia,
que sea citada al juicio o vista, la persona o personas físicas cuyo testimonio pueda resultar
pertinente y útil para aclarar o completar, si fuere oscura o incompleta, la declaración de la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

persona jurídica o entidad. También podrá admitir, a instancia de parte, cualquier prueba
pertinente y útil para contradecir tal declaración.
4. Lo dispuesto en los apartados anteriores no será de aplicación a las entidades
públicas cuando, tratándose de conocer hechos de las características establecidas en el
apartado 1, pudieran obtenerse de aquéllas certificaciones o testimonios, susceptibles de
aportarse como prueba documental.
5. A las declaraciones reguladas en los apartados anteriores se aplicarán, en cuanto sea
posible, las demás normas de la presente sección.

Sección 8.ª De la reproducción de la palabra, el sonido y la imagen y de los


instrumentos que permiten archivar y conocer datos relevantes para el proceso

Artículo 382. Instrumentos de filmación, grabación y semejantes. Valor probatorio.


1. Las partes podrán proponer como medio de prueba la reproducción ante el tribunal de
palabras, imágenes y sonidos captados mediante instrumentos de filmación, grabación y
otros semejantes. Al proponer esta prueba, la parte podrá acompañar en su caso,
transcripción escrita de las palabras contenidas en el soporte de que se trate y que resulten
relevantes para el caso.
2. La parte que proponga este medio de prueba podrá aportar los dictámenes y medios
de prueba instrumentales que considere convenientes. También las otras partes podrán
aportar dictámenes y medios de prueba cuando cuestionen la autenticidad y exactitud de lo
reproducido.
3. El tribunal valorará las reproducciones a que se refiere el apartado 1 de este artículo
según las reglas de la sana crítica.

Artículo 383. Acta de la reproducción y custodia de los correspondientes materiales.


1. De los actos que se realicen en aplicación del artículo anterior se levantará la oportuna
acta, donde se consignará cuanto sea necesario para la identificación de las filmaciones,
grabaciones y reproducciones llevadas a cabo, así como, en su caso, las justificaciones y
dictámenes aportados o las pruebas practicadas.
El tribunal podrá acordar mediante providencia que se realice una transcripción literal de
las palabras y voces filmadas o grabadas, siempre que sea de relevancia para el caso, la
cual se unirá al acta.
2. El material que contenga la palabra, la imagen o el sonido reproducidos habrá de
conservarse por el Secretario judicial, con referencia a los autos del juicio, de modo que no
sufra alteraciones.

Artículo 384. De los instrumentos que permitan archivar, conocer o reproducir datos
relevantes para el proceso.
1. Los instrumentos que permitan archivar, conocer o reproducir palabras, datos, cifras y
operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, que, por ser
relevantes para el proceso, hayan sido admitidos como prueba, serán examinados por el
tribunal por los medios que la parte proponente aporte o que el tribunal disponga utilizar y de
modo que las demás partes del proceso puedan, con idéntico conocimiento que el tribunal,
alegar y proponer lo que a su derecho convenga.
2. Será de aplicación a los instrumentos previstos en el apartado anterior lo dispuesto en
el apartado 2 del artículo 382. La documentación en autos se hará del modo más apropiado
a la naturaleza del instrumento, bajo la fe del Secretario Judicial, que, en su caso, adoptará
también las medidas de custodia que resulten necesarias.
3. El tribunal valorará los instrumentos a que se refiere el apartado primero de este
artículo conforme a las reglas de sana crítica aplicables a aquéllos según su naturaleza.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 9.ª De las presunciones

Artículo 385. Presunciones legales.


1. Las presunciones que la ley establece dispensan de la prueba del hecho presunto a la
parte a la que este hecho favorezca.
Tales presunciones sólo serán admisibles cuando la certeza del hecho indicio del que
parte la presunción haya quedado establecida mediante admisión o prueba.
2. Cuando la ley establezca una presunción salvo prueba en contrario, ésta podrá
dirigirse tanto a probar la inexistencia del hecho presunto como a demostrar que no existe,
en el caso de que se trate, el enlace que ha de haber entre el hecho que se presume y el
hecho probado o admitido que fundamenta la presunción.
3. Las presunciones establecidas por la ley admitirán la prueba en contrario, salvo en los
casos en que aquélla expresamente lo prohíba.

Artículo 386. Presunciones judiciales.


1. A partir de un hecho admitido o probado, el tribunal podrá presumir la certeza, a los
efectos del proceso, de otro hecho, si entre el admitido o demostrado y el presunto existe un
enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano.
La sentencia en la que se aplique el párrafo anterior deberá incluir el razonamiento en
virtud del cual el tribunal ha establecido la presunción.
2. Frente a la posible formulación de una presunción judicial, el litigante perjudicado por
ella siempre podrá practicar la prueba en contrario a que se refiere el apartado 2 del artículo
anterior.

CAPÍTULO VII
De las cuestiones incidentales

Artículo 387. Concepto de cuestiones incidentales.


Son cuestiones incidentales las que, siendo distintas de las que constituyan el objeto
principal del pleito, guarden con éste relación inmediata, así como las que se susciten
respecto de presupuestos y requisitos procesales de influencia en el proceso.

Artículo 388. Norma general sobre procedimiento.


Las cuestiones incidentales que no tengan señalada en esta Ley otra tramitación, se
ventilarán en la forma establecida en este capítulo.

Artículo 389. Cuestiones incidentales de especial pronunciamiento.


Las cuestiones incidentales serán de especial pronunciamiento si exigen que el tribunal
decida sobre ellas separadamente en la sentencia antes de entrar a resolver sobre lo que
sea objeto principal del pleito.
Estas cuestiones no suspenderán el curso ordinario del proceso.

Artículo 390. Cuestiones incidentales de previo pronunciamiento. Suspensión del curso de


la demanda.
Cuando las cuestiones supongan, por su naturaleza, un obstáculo a la continuación del
juicio por sus trámites ordinarios, se suspenderá el curso de las actuaciones hasta que
aquéllas sean resueltas.

Artículo 391. Cuestiones de previo pronunciamiento. Casos.


Además de los determinados expresamente en la Ley, se considerarán en el caso del
anterior las cuestiones incidentales que se refieran:
1.º A la capacidad y representación de cualquiera de los litigantes, por hechos ocurridos
después de la audiencia regulada en los artículos 414 y siguientes.

– 400 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2.º Al defecto de algún otro presupuesto procesal o a la aparición de un óbice de la


misma naturaleza, siempre que hayan sobrevenido después de la audiencia prevista en los
artículos citados en el número anterior.
3.º A cualquier otra incidencia que ocurra durante el juicio y cuya resolución sea
absolutamente necesaria, de hecho o de derecho, para decidir sobre la continuación del
juicio por sus trámites ordinarios o su terminación.

Artículo 392. Planteamiento de las cuestiones incidentales. Inadmisión de las que no sean


tales.
1. Las cuestiones incidentales se plantearán por escrito, al que se acompañarán los
documentos pertinentes y en el que se propondrá la prueba que fuese necesaria y se
indicará si, a juicio de quien proponga la cuestión, ha de suspenderse o no el curso normal
de las actuaciones hasta la resolución de aquélla.
2. El tribunal repelerá, mediante auto, el planteamiento de toda cuestión que no se halle
en ninguno de los casos anteriores.

Artículo 393. Admisión, sustanciación y decisión de las cuestiones incidentales.


1. En el procedimiento ordinario no se admitirá el planteamiento de ninguna cuestión
incidental una vez iniciado el juicio, y en el verbal, una vez admitida la prueba propuesta.
2. En la providencia sucintamente motivada en que se admita el planteamiento de la
cuestión se resolverá si ha de considerarse de previo o de especial pronunciamiento,
suspendiéndose, en el primer caso, el curso ordinario de las actuaciones.
3. El Secretario judicial dará traslado del escrito en que se plantee la cuestión a las
demás partes, quienes podrán contestar lo que estimen oportuno en el plazo de cinco días y,
transcurrido este plazo, el Secretario, señalando día y hora, citará a las partes a una
comparecencia ante el Tribunal, que se celebrará conforme a lo dispuesto para las vistas de
los juicios verbales.
4. Formuladas las alegaciones y practicada, en su caso, la prueba que en la misma vista
se admita, si la cuestión fuere de previo pronunciamiento, se dictará, en el plazo de diez
días, auto resolviendo la cuestión y disponiendo lo que sea procedente respecto a la
continuación del proceso.
Si la cuestión fuere de especial pronunciamiento, será resuelta, con la debida
separación, en la sentencia definitiva.
5. Cuando la cuestión se resuelva por medio de auto, si éste acordare poner fin al
proceso, cabrá recurso de apelación, y si decidiere su continuación, no cabrá recurso
alguno, sin perjuicio de que la parte perjudicada pueda impugnar la resolución al apelar la
sentencia definitiva.

CAPÍTULO VIII
De la condena en costas

Artículo 394. Condena en las costas de la primera instancia.


1. En los procesos declarativos, las costas de la primera instancia se impondrán a la
parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones, salvo que el tribunal aprecie, y así
lo razone, que el caso presentaba serias dudas de hecho o de derecho.
Para apreciar, a efectos de condena en costas, que el caso era jurídicamente dudoso se
tendrá en cuenta la jurisprudencia recaída en casos similares.
2. Si fuere parcial la estimación o desestimación de las pretensiones, cada parte abonará
las costas causadas a su instancia y las comunes por mitad, a no ser que hubiere méritos
para imponerlas a una de ellas por haber litigado con temeridad.
3. Cuando, en aplicación de lo dispuesto en el apartado 1 de este artículo, se impusieren
las costas al litigante vencido, éste sólo estará obligado a pagar, de la parte que corresponda
a los abogados y demás profesionales que no estén sujetos a tarifa o arancel, una cantidad
total que no exceda de la tercera parte de la cuantía del proceso, por cada uno de los
litigantes que hubieren obtenido tal pronunciamiento; a estos solos efectos, las pretensiones

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

inestimables se valorarán en 18.000 euros, salvo que, en razón de la complejidad del asunto,
el tribunal disponga otra cosa.
No se aplicará lo dispuesto en el párrafo anterior cuando el tribunal declare la temeridad
del litigante condenado en costas.
Cuando el condenado en costas sea titular del derecho de asistencia jurídica gratuita,
éste únicamente estará obligado a pagar las costas causadas en defensa de la parte
contraria en los casos expresamente señalados en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.
4. En ningún caso se impondrán las costas al Ministerio Fiscal en los procesos en que
intervenga como parte.

Artículo 395. Condena en costas en caso de allanamiento.


1. Si el demandado se allanare a la demanda antes de contestarla, no procederá la
imposición de costas salvo que el tribunal, razonándolo debidamente, aprecie mala fe en el
demandado.
Se entenderá que, en todo caso, existe mala fe, si antes de presentada la demanda se
hubiese formulado al demandado requerimiento fehaciente y justificado de pago, o si se
hubiera iniciado procedimiento de mediación o dirigido contra él demanda de conciliación.
2. Si el allanamiento se produjere tras la contestación a la demanda, se aplicará el
apartado 1 del artículo anterior.

Artículo 396. Condena en costas cuando el proceso termine por desistimiento.


1. Si el proceso terminara por desistimiento del actor, que no haya de ser consentido por
el demandado, aquél será condenado a todas las costas.
2. Si el desistimiento que pusiere fin al proceso fuere consentido por el demandado o
demandados, no se condenará en costas a ninguno de los litigantes.

Artículo 397. Apelación en materia de costas.


Lo dispuesto en el artículo 394 será de aplicación para resolver en segunda instancia el
recurso de apelación en que se impugne la condena o la falta de condena en las costas de la
primera instancia.

Artículo 398. Costas en apelación, recurso extraordinario por infracción procesal y


casación.
1. Cuando sean desestimadas todas las pretensiones de un recurso de apelación,
extraordinario por infracción procesal o casación, se aplicará, en cuanto a las costas del
recurso, lo dispuesto en el artículo 394.
2. En caso de estimación total o parcial de un recurso de apelación, extraordinario por
infracción procesal o casación, no se condenará en las costas de dicho recurso a ninguno de
los litigantes.

TÍTULO II
Del juicio ordinario

CAPÍTULO I
De las alegaciones iniciales

Sección 1.ª De la demanda y su objeto

Artículo 399. La demanda y su contenido.


1. El juicio principiará por demanda, en la que, consignados de conformidad con lo que
se establece en el artículo 155 los datos y circunstancias de identificación del actor y del
demandado y el domicilio o residencia en que pueden ser emplazados, se expondrán

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

numerados y separados los hechos y los fundamentos de derecho y se fijará con claridad y
precisión lo que se pida.
2. Junto a la designación del actor se hará mención del nombre y apellidos del
procurador y del abogado, cuando intervengan.
3. Los hechos se narrarán de forma ordenada y clara con objeto de facilitar su admisión
o negación por el demandado al contestar. Con igual orden y claridad se expresarán los
documentos, medios e instrumentos que se aporten en relación con los hechos que
fundamenten las pretensiones y, finalmente, se formularán, valoraciones o razonamientos
sobre éstos, si parecen convenientes para el derecho del litigante.
4. En los fundamentos de derecho, además de los que se refieran al asunto de fondo
planteado, se incluirán, con la adecuada separación, las alegaciones que procedan sobre
capacidad de las partes, representación de ellas o del procurador, jurisdicción, competencia
y clase de juicio en que se deba sustanciar la demanda, así como sobre cualesquiera otros
hechos de los que pueda depender la validez del juicio y la procedencia de una sentencia
sobre el fondo.
5. En la petición, cuando sean varios los pronunciamientos judiciales que se pretendan,
se expresarán con la debida separación. Las peticiones formuladas subsidiariamente, para el
caso de que las principales fuesen desestimadas, se harán constar por su orden y
separadamente.

Artículo 400. Preclusión de la alegación de hechos y fundamentos jurídicos.


1. Cuando lo que se pida en la demanda pueda fundarse en diferentes hechos o en
distintos fundamentos o títulos jurídicos, habrán de aducirse en ella cuantos resulten
conocidos o puedan invocarse al tiempo de interponerla, sin que sea admisible reservar su
alegación para un proceso ulterior.
La carga de la alegación a que se refiere el párrafo anterior se entenderá sin perjuicio de
las alegaciones complementarias o de hechos nuevos o de nueva noticia permitidas en esta
Ley en momentos posteriores a la demanda y a la contestación.
2. De conformidad con lo dispuesto en al apartado anterior, a efectos de litispendencia y
de cosa juzgada, los hechos y los fundamentos jurídicos aducidos en un litigio se
considerarán los mismos que los alegados en otro juicio anterior si hubiesen podido alegarse
en éste.

Artículo 401. Momento preclusivo de la acumulación de acciones. Ampliación objetiva y


subjetiva de la demanda.
1. No se permitirá la acumulación de acciones después de contestada la demanda.
2. Antes de la contestación podrá ampliarse la demanda para acumular nuevas acciones
a las ya ejercitadas o para dirigirlas contra nuevos demandados. En tal caso, el plazo para
contestar a la demanda se volverá a contar desde el traslado de la ampliación de la
demanda.

Artículo 402. Oposición a la acumulación de acciones.


El demandado podrá oponerse en la contestación a la demanda a la acumulación
pretendida, cuando no se acomode a lo dispuesto en los artículos 71 y siguientes de esta
Ley. Sobre esta oposición se resolverá en la audiencia previa al juicio.

Artículo 403. Admisión y casos excepcionales de inadmisión de la demanda.


1. Las demandas sólo se inadmitirán en los casos y por las causas expresamente
previstas en esta Ley.
2. No se admitirán las demandas de responsabilidad contra Jueces y Magistrados por los
daños y perjuicios que, por dolo, culpa o ignorancia inexcusable, irrogaren en el desempeño
de sus funciones mientras no sea firme la resolución que ponga fin al proceso en que se
suponga causado el agravio. Tampoco se admitirán estas demandas si no se hubiera
reclamado o recurrido oportunamente en el proceso contra el acto u omisión que se
considere causante de los daños y perjuicios.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Tampoco se admitirán las demandas cuando no se acompañen a ella los documentos


que la ley expresamente exija para la admisión de aquéllas o no se hayan intentado
conciliaciones o efectuado requerimientos, reclamaciones o consignaciones que se exijan en
casos especiales.

Artículo 404. Admisión de la demanda, emplazamiento al demandado y plazo para la


contestación.
1. El Secretario judicial, examinada la demanda, dictará decreto admitiendo la misma y
dará traslado de ella al demandado para que la conteste en el plazo de veinte días.
2. El Secretario judicial, no obstante, dará cuenta al Tribunal para que resuelva sobre la
admisión en los siguientes casos:
1) cuando estime falta de jurisdicción o competencia del Tribunal o
2) cuando la demanda adoleciese de defectos formales y no se hubiesen subsanado por
el actor en el plazo concedido para ello por el Secretario judicial.
3. En los procesos en los que sean de aplicación los artículos 81 y 82 del Tratado de la
Comunidad Europea o los artículos 1 y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia, el
Secretario judicial dará traslado a la Comisión Nacional de la Competencia de la resolución
admitiendo la demanda en el plazo previsto en el párrafo primero.

Sección 2.ª De la contestación a la demanda y la reconvención

Artículo 405. Contestación y forma de la contestación a la demanda.


1. En la contestación a la demanda, que se redactará en la forma prevenida para ésta en
el artículo 399, el demandado expondrá los fundamentos de su oposición a las pretensiones
del actor, alegando las excepciones materiales que tuviere por conveniente. Si considerare
inadmisible la acumulación de acciones, lo manifestará así, expresando las razones de la
inadmisibilidad. También podrá manifestar en la contestación su allanamiento a alguna o
algunas de las pretensiones del actor, así como a parte de la única pretensión aducida.
2. En la contestación a la demanda habrán de negarse o admitirse los hechos aducidos
por el actor. El tribunal podrá considerar el silencio o las respuestas evasivas del demandado
como admisión tácita de los hechos que le sean perjudiciales.
3. También habrá de aducir el demandado, en la contestación a la demanda, las
excepciones procesales y demás alegaciones que pongan de relieve cuanto obste a la válida
prosecución y término del proceso mediante sentencia sobre el fondo.
4. En cuanto a la subsanación de los posibles defectos del escrito de contestación a la
demanda, será de aplicación lo dispuesto en el subapartado 2 del apartado 2 del artículo
anterior.

Artículo 406. Contenido y forma de la reconvención. Inadmisibilidad de la reconvención no


conexa con la demanda y de la reconvención implícita.
1. Al contestar a la demanda, el demandado podrá, por medio de reconvención, formular
la pretensión o pretensiones que crea que le competen respecto del demandante. Sólo se
admitirá la reconvención si existiere conexión entre sus pretensiones y las que sean objeto
de la demanda principal.
2. No se admitirá la reconvención cuando el Juzgado carezca de competencia objetiva
por razón de la materia o de la cuantía o cuando la acción que se ejercite deba ventilarse en
juicio de diferente tipo o naturaleza.
Sin embargo, podrá ejercitarse mediante reconvención la acción conexa que, por razón
de la cuantía, hubiere de ventilarse en juicio verbal.
3. La reconvención se propondrá a continuación de la contestación y se acomodará a lo
que para la demanda se establece en el artículo 399. La reconvención habrá de expresar
con claridad la concreta tutela judicial que se pretende obtener respecto del actor y, en su
caso, de otros sujetos. En ningún caso se considerará formulada reconvención en el escrito
del demandado que finalice solicitando su absolución respecto de la pretensión o
pretensiones de la demanda principal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4. Será de aplicación a la reconvención lo dispuesto para la demanda en el artículo 400.

Artículo 407. Destinatarios de la demanda reconvencional. Contestación a la reconvención.


1. La reconvención podrá dirigirse también contra sujetos no demandantes, siempre que
puedan considerarse litisconsortes voluntarios o necesarios del actor reconvenido por su
relación con el objeto de la demanda reconvencional.
2. El actor reconvenido y los sujetos expresados en el apartado anterior podrán contestar
a la reconvención en el plazo de veinte días a partir de la notificación de la demanda
reconvencional. Esta contestación se ajustará a lo dispuesto en el artículo 405.

Artículo 408. Tratamiento procesal de la alegación de compensación y de la nulidad del


negocio jurídico en que se funde la demanda. Cosa juzgada.
1. Si, frente a la pretensión actora de condena al pago de cantidad de dinero, el
demandado alegare la existencia de crédito compensable, dicha alegación podrá ser
controvertida por el actor en la forma prevenida para la contestación a la reconvención,
aunque el demandado sólo pretendiese su absolución y no la condena al saldo que a su
favor pudiera resultar.
2. Si el demandado adujere en su defensa hechos determinantes de la nulidad absoluta
del negocio en que se funda la pretensión o pretensiones del actor y en la demanda se
hubiere dado por supuesta la validez del negocio, el actor podrá pedir al Secretario judicial
contestar a la referida alegación de nulidad en el mismo plazo establecido para la
contestación a la reconvención, y así lo dispondrá el Secretario judicial mediante decreto.
3. La sentencia que en definitiva se dicte habrá de resolver sobre los puntos a que se
refieren los apartados anteriores de este artículo y los pronunciamientos que la sentencia
contenga sobre dichos puntos tendrán fuerza de cosa juzgada.

Artículo 409. Sustanciación y decisión de las pretensiones de la contestación y la


reconvención.
Las pretensiones que deduzca el demandado en la contestación y, en su caso, en la
reconvención, se sustanciarán y resolverán al propio tiempo y en la misma forma que las que
sean objeto de la demanda principal.

Sección 3.ª De los efectos de la pendencia del proceso

Artículo 410. Comienzo de la litispendencia.


La litispendencia, con todos sus efectos procesales, se produce desde la interposición de
la demanda, si después es admitida.

Artículo 411. Perpetuación de la jurisdicción.


Las alteraciones que una vez iniciado el proceso, se produzcan en cuanto al domicilio de
las partes, la situación de la cosa litigiosa y el objeto del juicio no modificarán la jurisdicción y
la competencia, que se determinarán según lo que se acredite en el momento inicial de la
litispendencia.

Artículo 412. Prohibición del cambio de demanda y modificaciones admisibles.


1. Establecido lo que sea objeto del proceso en la demanda, en la contestación y, en su
caso, en la reconvención, las partes no podrán alterarlo posteriormente.
2. Lo dispuesto en el apartado anterior ha de entenderse sin perjuicio de la facultad de
formular alegaciones complementarias, en los términos previstos en la presente Ley.

Artículo 413. Influencia del cambio de circunstancias en la sentencia sobre el fondo.


Satisfacción extraprocesal. Pérdida de interés legítimo.
1. No se tendrán en cuenta en la sentencia las innovaciones que, después de iniciado el
juicio, introduzcan las partes o terceros en el estado de las cosas o de las personas que
hubiere dado origen a la demanda y, en su caso, a la reconvención, excepto si la innovación

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

privare definitivamente de interés legítimo las pretensiones que se hubieran deducido en la


demanda o en la reconvención, por haber sido satisfechas extraprocesalmente o por
cualquier otra causa.
2. Cuando, según lo previsto en el apartado anterior, las pretensiones hayan quedado
privadas de interés legítimo, se estará a lo dispuesto en el artículo 22.

CAPÍTULO II
De la audiencia previa al juicio

Artículo 414. Finalidad, momento procesal y sujetos intervinientes en la audiencia.


1. Una vez contestada la demanda y, en su caso, la reconvención, o transcurridos los
plazos correspondientes, el Secretario judicial, dentro del tercer día, convocará a las partes a
una audiencia, que habrá de celebrarse en el plazo de veinte días desde la convocatoria.
En esta convocatoria, si no se hubiera realizado antes, se informará a las partes de la
posibilidad de recurrir a una negociación para intentar solucionar el conflicto, incluido el
recurso a una mediación, en cuyo caso éstas indicarán en la audiencia su decisión al
respecto y las razones de la misma.
La audiencia se llevará a cabo, conforme a lo establecido en los artículos siguientes,
para intentar un acuerdo o transacción de las partes que ponga fin al proceso, examinar las
cuestiones procesales que pudieran obstar a la prosecución de éste y a su terminación
mediante sentencia sobre su objeto, fijar con precisión dicho objeto y los extremos, de hecho
o de derecho, sobre los que exista controversia entre las partes y, en su caso, proponer y
admitir la prueba.
En atención al objeto del proceso, el tribunal podrá invitar a las partes a que intenten un
acuerdo que ponga fin al proceso, en su caso a través de un procedimiento de mediación,
instándolas a que asistan a una sesión informativa.
2. Las partes habrán de comparecer en la audiencia asistidas de abogado.
Al efecto del intento de arreglo o transacción, cuando las partes no concurrieren
personalmente sino a través de su procurador, habrán de otorgar a éste poder para
renunciar, allanarse o transigir. Si no concurrieren personalmente ni otorgaren aquel poder,
se les tendrá por no comparecidos a la audiencia.
3. Si no compareciere a la audiencia ninguna de las partes, se levantará acta haciéndolo
constar y el tribunal, sin más trámites, dictará auto de sobreseimiento del proceso,
ordenando el archivo de las actuaciones.
También se sobreseerá el proceso si a la audiencia sólo concurriere el demandado y no
alegare interés legítimo en que continúe el procedimiento para que se dicte sentencia sobre
el fondo. Si fuere el demandado quien no concurriere, la audiencia se entenderá con el actor
en lo que resultare procedente.
4. Cuando faltare a la audiencia el abogado del demandante, se sobreseerá el proceso,
salvo que el demandado alegare interés legítimo en la continuación del procedimiento para
que se dicte sentencia sobre el fondo. Si faltare el abogado del demandado, la audiencia se
seguirá con el demandante en lo que resultare procedente.

Artículo 415. Intento de conciliación o transacción. Sobreseimiento por desistimiento


bilateral. Homologación y eficacia del acuerdo.
1. Comparecidas las partes, el tribunal declarará abierto el acto y comprobará si subsiste
el litigio entre ellas.
Si manifestasen haber llegado a un acuerdo o se mostrasen dispuestas a concluirlo de
inmediato, podrán desistir del proceso o solicitar del tribunal que homologue lo acordado.
Las partes de común acuerdo podrán también solicitar la suspensión del proceso de
conformidad con lo previsto en el artículo 19.4, para someterse a mediación o arbitraje.
En este caso, el tribunal examinará previamente la concurrencia de los requisitos de
capacidad jurídica y poder de disposición de las partes o de sus representantes debidamente
acreditados, que asistan al acto.
2. El acuerdo homologado judicialmente surtirá los efectos atribuidos por la ley a la
transacción judicial y podrá llevarse a efecto por los trámites previstos para la ejecución de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

sentencias y convenios judicialmente aprobados. Dicho acuerdo podrá impugnarse por las
causas y en la forma que se prevén para la transacción judicial.
3. Si las partes no hubiesen llegado a un acuerdo o no se mostrasen dispuestas a
concluirlo de inmediato, la audiencia continuará según lo previsto en los artículos siguientes.
Cuando se hubiera suspendido el proceso para acudir a mediación, terminada la misma,
cualquiera de las partes podrá solicitar que se alce la suspensión y se señale fecha para la
continuación de la audiencia.

Artículo 416. Examen y resolución de cuestiones procesales, con exclusión de las relativas


a jurisdicción y competencia.
1. Descartado el acuerdo entre las partes, el tribunal resolverá, del modo previsto en los
artículos siguientes, sobre cualesquiera circunstancias que puedan impedir la válida
prosecución y término del proceso mediante sentencia sobre el fondo y, en especial, sobre
las siguientes:
1.ª Falta de capacidad de los litigantes o de representación en sus diversas clases;
2.ª Cosa juzgada o litispendencia;
3.ª Falta del debido litisconsorcio;
4.ª Inadecuación del procedimiento;
5.ª Defecto legal en el modo de proponer la demanda o, en su caso, la reconvención, por
falta de claridad o precisión en la determinación de las partes o de la petición que se
deduzca.
2. En la audiencia, el demandado no podrá impugnar la falta de jurisdicción o de
competencia del tribunal, que hubo de proponer en forma de declinatoria según lo dispuesto
en los artículos 63 y siguientes de esta Ley.
Lo dispuesto en el párrafo anterior se entiende sin perjuicio de lo previsto en la ley sobre
apreciación por el tribunal, de oficio, de su falta de jurisdicción o de competencia.

Artículo 417. Orden de examen de las cuestiones procesales y resolución sobre ellas.


1. Cuando la audiencia verse sobre varias circunstancias de las referidas en el artículo
anterior, se examinarán y resolverán por el orden en que aparecen en los artículos
siguientes.
2. Cuando sea objeto de la audiencia más de una de las cuestiones y circunstancias del
artículo anterior, el tribunal, dentro de los cinco días siguientes a la audiencia, se pronunciará
en un mismo auto sobre todas las suscitadas que, conforme a los artículos siguientes, no
resuelva oralmente en la misma audiencia.

Artículo 418. Defectos de capacidad o representación. Efectos de su no subsanación o


corrección. Declaración de rebeldía.
1. Cuando el demandado haya alegado en la contestación o el actor aduzca en la
audiencia defectos de capacidad o representación, que sean subsanables o susceptibles de
corrección, se podrán subsanar o corregir en el acto y si no fuese posible en ese momento,
se concederá para ello un plazo, no superior a diez días, con suspensión, entre tanto, de la
audiencia.
2. Cuando el defecto o falta no sean subsanables ni corregibles o no se subsanen o
corrijan en el plazo concedido se dará por concluida la audiencia y se dictará auto poniendo
fin al proceso, salvo lo dispuesto en el apartado siguiente de este precepto.
3. Si el defecto no subsanado afectase a la personación en forma del demandado, se le
declarará en rebeldía, sin que de las actuaciones que hubiese llevado a cabo quede
constancia en autos.

Artículo 419. Admisión de la acumulación de acciones.


Una vez suscitadas y resueltas, en su caso, las cuestiones de capacidad y
representación, si en la demanda se hubiesen acumulado diversas acciones y el demandado
en su contestación se hubiera opuesto motivadamente a esa acumulación, el tribunal,
oyendo previamente al actor en la misma audiencia, resolverá oralmente sobre la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

procedencia y admisibilidad de la acumulación. La audiencia y el proceso seguirán su curso


respecto de la acción o acciones que, según la resolución judicial, puedan constituir el objeto
del proceso.

Artículo 420. Posible integración voluntaria de la litis. Resolución en casos controvertidos


de litisconsorcio necesario.
1. Cuando el demandado haya alegado en la contestación falta del debido litisconsorcio,
podrá el actor, en la audiencia, presentar, con las copias correspondientes, escrito dirigiendo
la demanda a los sujetos que el demandado considerase que habían de ser sus
litisconsortes y el tribunal, si estima procedente el litisconsorcio, lo declarará así, ordenando
emplazar a los nuevos demandados para que contesten a la demanda, con suspensión de la
audiencia.
El demandante, al dirigir la demanda a los litisconsortes, sólo podrá añadir a las
alegaciones de la demanda inicial aquellas otras imprescindibles para justificar las
pretensiones contra los nuevos demandados, sin alterar sustancialmente la causa de pedir.
2. Si el actor se opusiere a la falta de litisconsorcio, aducida por el demandado, el
tribunal oirá a las partes sobre este punto y, cuando la dificultad o complejidad del asunto lo
aconseje, podrá resolverlo mediante auto que deberá dictar en el plazo de cinco días
siguientes a la audiencia. En todo caso, ésta deberá proseguir para sus restantes
finalidades.
3. Si el tribunal entendiere procedente el litisconsorcio, concederá al actor el plazo que
estime oportuno para constituirlo, que no podrá ser inferior a diez días. Los nuevos
demandados podrán contestar a la demanda dentro del plazo establecido en el artículo 404,
quedando entre tanto en suspenso, para el demandante y el demandado iniciales, el curso
de las actuaciones.
4. Transcurrido el plazo otorgado al actor para constituir el litisconsorcio sin haber
aportado copias de la demanda y documentos anejos, dirigidas a nuevos demandados, se
pondrá fin al proceso por medio de auto y se procederá al archivo definitivo de las
actuaciones.

Artículo 421. Resolución en casos de litispendencia o cosa juzgada.


1. Cuando el tribunal aprecie la pendencia de otro juicio o la existencia de resolución
firme sobre objeto idéntico, conforme a lo dispuesto en los apartados 2 y 3 del artículo 222,
dará por finalizada la audiencia y dictará, en el plazo de los siguientes cinco días, auto de
sobreseimiento.
Sin embargo, no se sobreseerá el proceso en el caso de que, conforme al apartado 4 del
artículo 222, el efecto de una sentencia firme anterior haya de ser vinculante para el tribunal
que está conociendo del proceso posterior.
2. Si el tribunal considerare inexistente la litispendencia o la cosa juzgada, lo declarará
así, motivadamente, en el acto y decidirá que la audiencia prosiga para sus restantes
finalidades.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, cuando la dificultad o
complejidad de las cuestiones suscitadas sobre litispendencia o cosa juzgada lo aconsejen,
podrá también resolver sobre dichas cuestiones mediante auto, dentro de los cinco días
siguientes a la audiencia, que proseguirá en todo caso para sus restantes finalidades. Si
fuese necesario resolver sobre alguna cuestión de hecho, las actuaciones oportunas, que
ordenará el tribunal, se practicarán dentro del plazo antedicho.

Artículo 422. Resolución en casos de inadecuación de procedimiento por razón de la


cuantía.
1. Si la alegación de procedimiento inadecuado formulada en la contestación a la
demanda se fundase en disconformidad con el valor de la cosa litigiosa o con el modo de
calcular, según las reglas legales, el interés económico de la demanda, el tribunal oirá a las
partes en la audiencia y resolverá en el acto lo que proceda, ateniéndose, en su caso, al
acuerdo al que pudieran llegar las partes respecto del valor de la cosa litigiosa.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Si no se diese acuerdo sobre el valor de la cosa litigiosa, el tribunal, en la misma


audiencia, decidirá oralmente, de forma motivada, lo que proceda, tomando en cuenta los
documentos, informes y cualesquiera otros elementos útiles para calcular el valor, que las
partes hayan aportado.
Si correspondiese seguir los trámites del juicio verbal el Juez pondrá fin a la audiencia,
procediéndose a señalar fecha para la vista de dicho juicio, salvo que la demanda
apareciese interpuesta fuera del plazo de caducidad que, por razón de la materia, establezca
la ley. En este caso, el Juez declarará sobreseído el proceso.
Siempre que el señalamiento pueda hacerse en el mismo acto, se hará por el Juez,
teniendo en cuenta las necesidades de la agenda programada de señalamientos y las
demás circunstancias contenidas en el artículo 182.4.
En los restantes casos se fijará la fecha por el Secretario judicial, conforme a lo
prevenido en el artículo 182.

Artículo 423. Resolución en casos de inadecuación de procedimiento por razón de la


materia.
1. Cuando la alegación de procedimiento inadecuado se funde en no corresponder el
que se sigue a la materia objeto del proceso, el tribunal, oídas las partes en la audiencia,
podrá decidir motivadamente en el acto lo que estime procedente y si considera infundada la
alegación, la audiencia proseguirá para sus restantes finalidades.
2. También el tribunal, si la complejidad del asunto lo aconseja, podrá dedicir lo que sea
procedente sobre el procedimiento que se ha de seguir, dentro de los cinco días siguientes a
la audiencia, que proseguirá en todo caso para sus restantes finalidades.
3. Si el procedimiento adecuado fuese el del juicio verbal, al declararlo así se dispondrá
que el Secretario judicial cite a las partes para la vista, salvo que la demanda apareciese
interpuesta fuera del plazo de caducidad que, por razón de la materia, establezca la ley. En
este caso, se declarará sobreseído el proceso.
También dispondrá el Tribunal el sobreseimiento si, al iniciarse la vista, no apareciesen
cumplidos los requisitos especiales que las leyes exijan, por razón de la materia, para la
admisión de la demanda.

Artículo 424. Actividad y resolución en caso de demanda defectuosa.


1. Si el demandado alegare en la contestación a la demanda la falta de claridad o
precisión de ésta en la determinación de las partes o en las pretensiones deducidas, o si el
actor adujere en la audiencia esos mismos defectos en la contestación o en la reconvención,
o si, de oficio, el tribunal apreciare unos u otros, admitirá en el acto de la audiencia las
aclaraciones o precisiones oportunas.
2. En caso de no formularse aclaraciones y precisiones, el tribunal sólo decretará el
sobreseimiento del pleito si no fuese en absoluto posible determinar en qué consisten las
pretensiones del actor o, en su caso, del demandado en la reconvención, o frente a qué
sujetos jurídicos se formulan las pretensiones.

Artículo 425. Decisión judicial en casos de circunstancias procesales análogas a las


expresamente previstas.
La resolución de circunstancias alegadas o puestas de manifiesto de oficio, que no se
hallen comprendidas en el artículo 416, se acomodará a las reglas establecidas en estos
preceptos para las análogas.

Artículo 426. Alegaciones complementarias y aclaratorias. Pretensiones complementarias.


Hechos acaecidos o conocidos con posterioridad a la demanda y la contestación.
Presentación de documentos sobre dichos extremos.
1. En la audiencia, los litigantes, sin alterar sustancialmente sus pretensiones ni los
fundamentos de éstas expuestos en sus escritos, podrán efectuar alegaciones
complementarias en relación con lo expuesto de contrario.
2. También podrán las partes aclarar las alegaciones que hubieren formulado y rectificar
extremos secundarios de sus pretensiones, siempre sin alterar éstas ni sus fundamentos.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Si una parte pretendiere añadir alguna petición accesoria o complementaria de las


formuladas en sus escritos, se admitirá tal adición si la parte contraria se muestra conforme.
Si se opusiere, el tribunal decidirá sobre la admisibilidad de la adición, que sólo acordará
cuando entienda que su planteamiento en la audiencia no impide a la parte contraria ejercitar
su derecho de defensa en condiciones de igualdad.
4. Si después de la demanda o de la contestación ocurriese algún hecho de relevancia
para fundamentar las pretensiones de las partes en el pleito, o hubiese llegado a noticia de
las partes alguno anterior de esas características, podrán alegarlo en la audiencia.
Será de aplicación a la alegación de hecho nuevo o de nueva noticia lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 286.
5. En el acto de la audiencia, las partes podrán aportar documentos y dictámenes que se
justifiquen en razón de las alegaciones complementarias, rectificaciones, peticiones,
adiciones y hechos nuevos a que se refieren los apartados anteriores de este artículo.
A la presentación de estos documentos será de aplicación, según sus clases, lo
dispuesto en los artículos 267 y 268 de esta Ley.
6. El tribunal podrá también requerir a las partes para que realicen las aclaraciones o
precisiones necesarias respecto de los hechos y argumentos contenidos en sus escritos de
demanda o contestación. Si tales aclaraciones o precisiones no se efectuaren, el tribunal les
advertirá de que puede tenerlos por conformes con relación a los hechos y argumentos
aducidos de contrario.

Artículo 427. Posición de las partes ante los documentos y dictámenes presentados.


1. En la audiencia, cada parte se pronunciará sobre los documentos aportados de
contrario hasta ese momento, manifestando si los admite o impugna o reconoce o si, en su
caso, propone prueba acerca de su autenticidad.
2. Las partes, si fuere el caso, expresarán lo que convenga a su derecho acerca de los
dictámenes periciales presentados hasta ese momento, admitiéndolos, contradiciéndolos o
proponiendo que sean ampliados en los extremos que determinen. También se pronunciarán
sobre los informes que se hubieran aportado al amparo del número 5.º del apartado 1 del
artículo 265.
3. Si las alegaciones o pretensiones a que se refieren los tres primeros apartados del
artículo 426 suscitasen en todas o en alguna de las partes la necesidad de aportar al
proceso algún dictamen pericial, podrán hacerlo dentro del plazo establecido en el apartado
segundo del artículo 338.
4. En el mismo caso del apartado anterior, las partes que asistieren a la audiencia, en
vez de aportar dictamen del perito que libremente designen, podrán solicitar, en la misma
audiencia, la designación por el tribunal de un perito que dictamine. Esta solicitud se
resolverá con arreglo a lo establecido en la sección 5.ª del capítulo VI del Título I del Libro II
de esta Ley.

Artículo 428. Fijación de los hechos controvertidos y posible sentencia inmediata.


1. En su caso, la audiencia continuará para que las partes o sus defensores, con el
tribunal, fijen los hechos sobre los que exista conformidad y disconformidad de los litigantes.
2. A la vista del objeto de la controversia, el tribunal podrá exhortar a las partes o a sus
representantes y a sus abogados para que lleguen a un acuerdo que ponga fin al litigio. En
su caso, será de aplicación al acuerdo lo dispuesto en el artículo 415 de esta Ley.
3. Si las partes no pusieran fin al litigio mediante acuerdo, conforme al apartado anterior,
pero estuvieren conformes en todos los hechos y la discrepancia quedase reducida a
cuestión o cuestiones jurídicas, el tribunal dictará sentencia dentro de veinte días a partir del
siguiente al de la terminación de la audiencia.

Artículo 429. Proposición y admisión de la prueba. Señalamiento del juicio.


1. Si no hubiese acuerdo de las partes para finalizar el litigio ni existiera conformidad
sobre los hechos, la audiencia proseguirá para la proposición y admisión de la prueba.
Cuando el tribunal considere que las pruebas propuestas por las partes pudieran resultar
insuficientes para el esclarecimiento de los hechos controvertidos lo pondrá de manifiesto a

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

las partes indicando el hecho o hechos que, a su juicio, podrían verse afectados por la
insuficiencia probatoria. Al efectuar esta manifestación, el tribunal, ciñéndose a los
elementos probatorios cuya existencia resulte de los autos, podrá señalar también la prueba
o pruebas cuya práctica considere conveniente.
En el caso a que se refiere el párrafo anterior, las partes podrán completar o modificar
sus proposiciones de prueba a la vista de lo manifestado por el tribunal.
2. Una vez admitidas las pruebas pertinentes y útiles se procederá a señalar la fecha del
juicio, que deberá celebrarse en el plazo de un mes desde la conclusión de la audiencia.
Siempre que el señalamiento pueda hacerse en el mismo acto, se hará por el Juez,
teniendo en cuenta las necesidades de la agenda programada de señalamientos y las
demás circunstancias contenidas en el artículo 182.4.
En los restantes casos se fijará la fecha por el Secretario judicial, conforme a lo
prevenido en el artículo 182.
3. A solicitud de parte, cuando toda la prueba o gran parte de ella hubiera de realizarse
fuera del lugar en que tenga su sede el Tribunal que conozca del pleito, el Tribunal podrá
acordar que el juicio se señale por el Secretario judicial para su celebración dentro del plazo
de dos meses.
4. Las pruebas que no hayan de practicarse en el acto del juicio se llevarán a cabo con
anterioridad a éste.
5. Las partes deberán indicar qué testigos y peritos se comprometen a presentar en el
juicio y cuáles, por el contrario, han de ser citados por el tribunal. La citación se acordará en
la audiencia y se practicará con la antelación suficiente.
También las partes deberán señalar qué declaraciones e interrogatorios consideran que
han de realizarse a través del auxilio judicial. El tribunal decidirá lo que proceda a ese
respecto y, en caso de que estime necesario recabar el auxilio judicial, acordará en el acto la
remisión de los exhortos oportunos, dando a las partes un plazo de tres días a los efectos de
que presenten, cuando fuere necesario, una lista de preguntas. En cualquier caso, la falta de
cumplimentación de tales exhortos no suspenderá el acto del juicio.
6. No será necesario citar para el juicio a las partes que, por sí o por medio de su
procurador, hayan comparecido a la audiencia previa.
7. Cuando, de manera excepcional y motivada, y por razón de las pruebas admitidas,
fuese de prever que el juicio no podrá finalizar en una sola sesión dentro del día señalado, la
citación lo expresará así, indicando si la sesión o sesiones ulteriores se llevarán a cabo en el
día o días inmediatamente sucesivos o en otros, que se señalarán por el Secretario judicial,
con expresión en todo caso de la hora en que las sesiones del juicio hayan de dar comienzo.
8. Cuando la única prueba que resulte admitida sea la de documentos, y éstos ya se
hubieran aportado al proceso sin resultar impugnados, o cuando se hayan presentado
informes periciales, y ni las partes ni el tribunal solicitaren la presencia de los peritos en el
juicio para la ratificación de su informe, el tribunal procederá a dictar sentencia, sin previa
celebración del juicio, dentro de los veinte días siguientes a aquel en que termine la
audiencia.

Artículo 430. Solicitud de nuevo señalamiento del juicio.


Si cualquiera de los que hubieren de acudir al acto del juicio no pudiere asistir a éste por
causa de fuerza mayor u otro motivo de análoga entidad podrá solicitar nuevo señalamiento
de juicio. Esta solicitud se sustanciará y resolverá conforme a lo previsto en el artículo 183.

CAPÍTULO III
Del juicio

Artículo 431. Finalidad del juicio.


El juicio tendrá por objeto la práctica de las pruebas de declaración de las partes,
testifical, informes orales y contradictorios de peritos, reconocimiento judicial en su caso y
reproducción de palabras, imágenes y sonidos. Asimismo, una vez practicadas las pruebas,
en el juicio se formularán las conclusiones sobre éstas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 432. Comparecencia e incomparecencia de las partes.


1. Sin perjuicio de la intervención personal en el interrogatorio que se hubiera admitido,
las partes comparecerán en el juicio representadas por procurador y asistidas de abogado.
2. Si no compareciere en el juicio ninguna de las partes, se levantará acta haciéndolo
constar y el tribunal, sin más trámites, declarará el pleito visto para sentencia. Si sólo
compareciere alguna de las partes, se procederá a la celebración del juicio.

Artículo 433. Desarrollo del acto del juicio.


1. El juicio comenzará practicándose, conforme a lo dispuesto en los artículos 299 y
siguientes, las pruebas admitidas, pero si se hubiera suscitado o se suscitare la vulneración
de derechos fundamentales en la obtención u origen de alguna prueba, se resolverá primero
sobre esta cuestión.
Asimismo, con carácter previo a la práctica de las pruebas, si se hubiesen alegado o se
alegaren hechos acaecidos o conocidos con posterioridad a la audiencia previa, se
procederá a oír a las partes y a la proposición y admisión de pruebas previstas en el artículo
286.
2. Practicadas las pruebas, las partes formularán oralmente sus conclusiones sobre los
hechos controvertidos, exponiendo de forma ordenada, clara y concisa, si, a su juicio, los
hechos relevantes han sido o deben considerarse admitidos y, en su caso, probados o
inciertos.
A tal fin, harán un breve resumen de cada una de las pruebas practicadas sobre aquellos
hechos, con remisión pormenorizada, en su caso, a los autos del juicio. Si entendieran que
algún hecho debe tenerse por cierto en virtud de presunción, lo manifestarán así,
fundamentando su criterio. Podrán, asimismo, alegar lo que resulte de la carga de la prueba
sobre los hechos que reputen dudosos.
En relación con el resultado de las pruebas y la aplicación de las normas sobre
presunciones y carga de la prueba, cada parte principiará refiriéndose a los hechos aducidos
en apoyo de sus pretensiones y seguirá con lo que se refiera a los hechos aducidos por la
parte contraria.
3. Expuestas sus conclusiones sobre los hechos controvertidos, cada parte podrá
informar sobre los argumentos jurídicos en que se apoyen sus pretensiones, que no podrán
ser alteradas en ese momento.
4. Si el tribunal no se considerase suficientemente ilustrado sobre el caso con las
conclusiones e informes previstos en los apartados anteriores, podrá conceder a las partes
la palabra cuantas veces estime necesario para que informen sobre las cuestiones que les
indique.

CAPÍTULO IV
De la sentencia

Artículo 434. Sentencia.
1. La sentencia se dictará dentro de los veinte días siguientes a la terminación del juicio.
2. Si, dentro del plazo para dictar sentencia y conforme a lo prevenido en los artículos
siguientes, se acordasen diligencias finales, quedará en suspenso el plazo para dictar
aquélla.
3. Se podrá suspender el plazo para dictar sentencia en los procedimientos sobre la
aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o de los artículos 1
y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia cuando el tribunal tenga conocimiento de la
existencia de un expediente administrativo ante la Comisión Europea, la Comisión Nacional
de la Competencia o los órganos competentes de las Comunidades Autónomas y resulte
necesario conocer el pronunciamiento del órgano administrativo. Dicha suspensión se
adoptará motivadamente, previa audiencia de las partes, y se notificará al órgano
administrativo. Este, a su vez, habrá de dar traslado de su resolución al tribunal.
Contra el auto de suspensión del proceso sólo se dará recurso de reposición.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 435. Diligencias finales. Procedencia.


1. Sólo a instancia de parte podrá el tribunal acordar, mediante auto, como diligencias
finales, la práctica de actuaciones de prueba, conforme a las siguientes reglas:
1.ª No se practicarán como diligencias finales las pruebas que hubieran podido
proponerse en tiempo y forma por las partes, incluidas las que hubieran podido proponerse
tras la manifestación del tribunal a que se refiere el apartado 1 del artículo 429.
2.ª Cuando, por causas ajenas a la parte que la hubiese propuesto, no se hubiese
practicado alguna de las pruebas admitidas.
3.ª También se admitirán y practicarán las pruebas pertinentes y útiles, que se refieran a
hechos nuevos o de nueva noticia, previstos en el artículo 286.
2. Excepcionalmente, el tribunal podrá acordar, de oficio o a instancia de parte, que se
practiquen de nuevo pruebas sobre hechos relevantes, oportunamente alegados, si los actos
de prueba anteriores no hubieran resultado conducentes a causa de circunstancias ya
desaparecidas e independientes de la voluntad y diligencia de las partes, siempre que
existan motivos fundados para creer que las nuevas actuaciones permitirán adquirir certeza
sobre aquellos hechos.
En este caso, en el auto en que se acuerde la práctica de las diligencias habrán de
expresarse detalladamente aquellas circunstancias y motivos.

Artículo 436. Plazo para la práctica de las diligencias finales. Sentencia posterior.


1. Las diligencias que se acuerden según lo dispuesto en los artículos anteriores se
llevarán a cabo, dentro del plazo de veinte días y en la fecha que señale a tal efecto, de
resultar necesario, el Secretario judicial, en la forma establecida en esta ley para las pruebas
de su clase. Una vez practicadas, las partes podrán, dentro del quinto día, presentar escrito
en que resuman y valoren el resultado.
2. El plazo de veinte días para dictar sentencia volverá a computarse cuando transcurra
el otorgado a las partes para presentar el escrito a que se refiere el apartado anterior.

TÍTULO III
Del juicio verbal

Artículo 437. Forma de la demanda.


1. El juicio verbal principiará mediante demanda sucinta, en la que se consignarán los
datos y circunstancias de identificación del actor y del demandado y el domicilio o los
domicilios en que pueden ser citados, y se fijará con claridad y precisión lo que se pida.
2. En los juicios verbales en que se reclame una cantidad que no exceda de 2.000 euros,
el demandante podrá formular su demanda cumplimentando unos impresos normalizados
que, a tal efecto, se hallarán a su disposición en el tribunal correspondiente.
3. Si en la demanda se solicitase el desahucio de finca urbana por falta de pago de las
rentas o cantidades debidas al arrendador, o por expiración legal o contractual del plazo, el
demandante podrá anunciar en ella que asume el compromiso de condonar al arrendatario
todo o parte de la deuda y de las costas, con expresión de la cantidad concreta,
condicionándolo al desalojo voluntario de la finca dentro del plazo que se indique por el
arrendador, que no podrá ser inferior al plazo de quince días desde que se notifique la
demanda. Igualmente, podrá interesarse en la demanda que se tenga por solicitada la
ejecución del lanzamiento en la fecha y hora que se fije por el Juzgado a los efectos
señalados en el apartado 3 del artículo 549.

Artículo 438. Reconvención y acumulación objetiva y subjetiva de acciones.


1. En ningún caso se admitirá reconvención en los juicios verbales que, según la ley,
deban finalizar por sentencia sin efectos de cosa juzgada.
En los demás juicios verbales sólo se admitirá la reconvención cuando ésta se notifique
al actor al menos cinco días antes de la vista, no determine la improcedencia del juicio verbal

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

y exista conexión entre las pretensiones de la reconvención y las que sean objeto de la
demanda principal.
2. Cuando en los juicios verbales el demandado oponga un crédito compensable, deberá
notificárselo al actor al menos cinco días antes de la vista.
Si la cuantía del crédito compensable que pudiere alegar el demandado fuese superior a
la que determine que se siga el juicio verbal, el tribunal tendrá por no hecha tal alegación,
advirtiéndolo así al demandado, para que use de su derecho ante el tribunal y por los
trámites que correspondan.
3. No se admitirá en los juicios verbales la acumulación objetiva de acciones, salvo las
excepciones siguientes:
1ª. La acumulación de acciones basadas en unos mismos hechos, siempre que proceda,
en todo caso, el juicio verbal.
2ª. La acumulación de la acción de resarcimiento de daños y perjuicios a otra acción que
sea prejudicial de ella.
3ª. La acumulación de las acciones en reclamación de rentas o cantidades análogas
vencidas y no pagadas, cuando se trate de juicios de desahucios de finca por falta de pago o
por expiración legal o contractual del plazo, con independencia de la cantidad que se
reclame. Asimismo, también podrán acumularse las acciones ejercitadas contra el fiador o
avalista solidario previo requerimiento de pago no satisfecho.
4ª. En los procedimientos de separación, divorcio o nulidad y en los que tengan por
objeto obtener la eficacia civil de las resoluciones o decisiones eclesiásticas, cualquiera de
los cónyuges podrá ejercer simultáneamente la acción de división de la cosa común respecto
de los bienes que tengan en comunidad ordinaria indivisa. Si hubiere diversos bienes en
régimen de comunidad ordinaria indivisa y uno de los cónyuges lo solicitare, el tribunal
puede considerarlos en conjunto a los efectos de formar lotes o adjudicarlos.
4. Podrán acumularse las acciones que uno tenga contra varios sujetos o varios contra
uno siempre que se cumplan los requisitos establecidos en el artículo 72 y en el apartado 1
del artículo 73 de la presente Ley.

Artículo 439. Inadmisión de la demanda en casos especiales.


1. No se admitirán las demandas que pretendan retener o recobrar la posesión si se
interponen transcurrido el plazo de un año a contar desde el acto de la perturbación o el
despojo.
2. En los casos del número 7.º del apartado 1 del artículo 250, no se admitirán las
demandas en los casos siguientes:
1.º Cuando en ellas no se expresen las medidas que se consideren necesarias para
asegurar la eficacia de la sentencia que recayere.
2.º Si, salvo renuncia del demandante, que hará constar en la demanda, no se señalase
en ésta la caución que, conforme a lo previsto en el párrafo segundo del apartado 2 del
artículo 64, ha de prestar el demandado, en caso de comparecer y contestar, para responder
de los frutos que haya percibido indebidamente, de los daños y perjuicios que hubiere
irrogado y de las costas del juicio.
3.º Si no se acompañase a la demanda certificación literal del Registro de la Propiedad
que acredite expresamente la vigencia, sin contradicción alguna, del asiento que legitima al
demandante.
3. No se admitirán las demandas de desahucio de finca urbana por falta de pago de las
rentas o cantidades debidas por el arrendatario si el arrendador no indicare las
circunstancias concurrentes que puedan permitir o no, en el caso concreto, la enervación del
desahucio.
4. En los casos de los números 10.º y 11.º del apartado 1 del artículo 250, cuando la
acción ejercitada se base en el incumplimiento de un contrato de venta de bienes muebles a
plazos, no se admitirán las demandas a las que no se acompañe la acreditación del
requerimiento de pago al deudor, con diligencia expresiva del impago y de la no entrega del
bien, en los términos previstos en el apartado segundo del artículo 16 de la Ley de Venta a
Plazos de Bienes Muebles, así como certificación de la inscripción de los bienes en el

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles, si se tratase de bienes susceptibles de


inscripción en el mismo. Cuando se ejerciten acciones basadas en el incumplimiento de un
contrato de arrendamiento financiero o de bienes muebles, no se admitirán las demandas a
las que no se acompañe la acreditación del requerimiento de pago al deudor, con diligencia
expresiva del impago y de la no entrega del bien, en los términos previstos en el apartado
tercero de la disposición adicional primera de la Ley de Venta a Plazos de Bienes Muebles.
5. Tampoco se admitirán las demandas de juicio verbal cuando no se cumplan los
requisitos de admisibilidad, que, para casos especiales, puedan establecer las leyes.

Artículo 440. Admisión y traslado de la demanda sucinta y citación para vista.


1. El secretario judicial, examinada la demanda, la admitirá o dará cuenta de ella al
tribunal para que resuelva lo que proceda conforme a lo previsto en el artículo 404. Admitida
la demanda, el secretario judicial citará a las partes para la celebración de vista en el día y
hora que a tal efecto señale, debiendo mediar diez días, al menos, desde el siguiente a la
citación y sin que puedan exceder de veinte.
En la citación se informará a las partes de la posibilidad de recurrir a una negociación
para intentar solucionar el conflicto, incluido el recurso a una mediación, en cuyo caso éstas
indicarán en la audiencia su decisión al respecto y las razones de la misma.
En la citación se hará constar que la vista no se suspenderá por inasistencia del
demandado y se advertirá a los litigantes que han de concurrir con los medios de prueba de
que intenten valerse, con la prevención de que si no asistieren y se propusiere y admitiere su
declaración, podrán considerarse admitidos los hechos del interrogatorio conforme a lo
dispuesto en el artículo 304. Asimismo, se prevendrá a demandante y demandado de lo
dispuesto, en el artículo 442, para el caso de que no comparecieren a la vista.
La citación indicará también a las partes que, en el plazo de los tres días siguientes a la
recepción de la citación, deben indicar las personas que por no poderlas presentar ellas
mismas, han de ser citadas por el secretario judicial a la vista para que declaren en calidad
de partes o de testigos. A tal fin, facilitarán todos los datos y circunstancias precisos para
llevar a cabo la citación. En el mismo plazo de tres días podrán las partes pedir respuestas
escritas a cargo de personas jurídicas o entidades públicas, por los trámites establecidos en
el artículo 381 de esta Ley.
2. En los casos del número 7.º del apartado 1 del artículo 250, en la citación para la vista
se apercibirá al demandado de que, en caso de no comparecer, se dictará sentencia
acordando las actuaciones que, para la efectividad del derecho inscrito, hubiere solicitado el
actor. También se apercibirá al demandado, en su caso, de que la misma sentencia se
dictará si comparece al acto de la vista, pero no presta caución, en la cuantía que, tras oírle,
el tribunal determine, dentro de la solicitada por el actor.
3. En los casos de demandas en las que se ejercite la pretensión de desahucio por falta
de pago de rentas o cantidades debidas, acumulando o no la pretensión de condena al pago
de las mismas, el secretario judicial, tras la admisión, y previamente a la vista que se señale,
requerirá al demandado para que, en el plazo de diez días, desaloje el inmueble, pague al
actor o, en caso de pretender la enervación, pague la totalidad de lo que deba o ponga a
disposición de aquel en el tribunal o notarialmente el importe de las cantidades reclamadas
en la demanda y el de las que adeude en el momento de dicho pago enervador del
desahucio; o en otro caso comparezca ante éste y alegue sucintamente, formulando
oposición, las razones por las que, a su entender, no debe, en todo o en parte, la cantidad
reclamada o las circunstancias relativas a la procedencia de la enervación.
Si el demandante ha expresado en su demanda que asume el compromiso a que se
refiere el apartado 3 del artículo 437, se le pondrá de manifiesto en el requerimiento, y la
aceptación de este compromiso equivaldrá a un allanamiento con los efectos del artículo 21.
Además, el requerimiento expresará el día y la hora que se hubieran señalado para que
tengan lugar la eventual vista en caso de oposición del demandando, para la que servirá de
citación, y la práctica del lanzamiento en caso de que no hubiera oposición. Asimismo se
expresará que en caso de solicitar asistencia jurídica gratuita el demandado, deberá hacerlo
en los tres días siguientes a la práctica del requerimiento, así como que la falta de oposición
al requerimiento supondrá la prestación de su consentimiento a la resolución del contrato de
arrendamiento que le vincula con el arrendador.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

El requerimiento se practicará en la forma prevista en el artículo 161 de esta Ley,


teniendo en cuenta las previsiones contenidas en apartado 3 del artículo 155 y en el último
párrafo del artículo 164, apercibiendo al demandado de que, de no realizar ninguna de las
actuaciones citadas, se procederá a su inmediato lanzamiento, sin necesidad de notificación
posterior, así como de los demás extremos comprendidos en el apartado siguiente de este
mismo artículo.
Si el demandado no atendiere el requerimiento de pago o no compareciere para
oponerse o allanarse, el secretario judicial dictará decreto dando por terminado el juicio de
desahucio y se procederá el lanzamiento en la fecha fijada.
Si el demandado atendiere el requerimiento en cuanto al desalojo del inmueble sin
formular oposición ni pagar la cantidad que se reclamase, el secretario judicial lo hará
constar, y dictará decreto dando por terminado el procedimiento, y dejando sin efecto la
diligencia de lanzamiento, a no ser que el demandante interese su mantenimiento para que
se levante acta sobre el estado en que se encuentre la finca, dando traslado al demandante
para que inste el despacho de ejecución en cuanto a la cantidad reclamada, bastando para
ello con la mera solicitud.
En los dos supuestos anteriores, el decreto dando por terminado el juicio de desahucio,
impondrá las costas al demandado e incluirá las rentas debidas que se devenguen con
posterioridad a la presentación de la demanda hasta la entrega de la posesión efectiva de la
finca, tomándose como base de la liquidación de las rentas futuras, el importe de la última
mensualidad reclamada al presentar la demanda. Si el demandado formulara oposición, se
celebrará la vista en la fecha señalada.
4. En todos los casos de desahucio, también se apercibirá al demandado en el
requerimiento que se le realice que, de no comparecer a la vista, se declarará el desahucio
sin más trámites y que queda citado para recibir la notificación de la sentencia que se dicte el
sexto día siguiente al señalado para la vista. Igualmente, en la resolución que se dicte
teniendo por opuesto al demandado se fijará día y hora para que tenga lugar, en su caso, el
lanzamiento, que deberá verificarse antes de treinta días desde la fecha señalada para la
vista, advirtiendo al demandado que, si la sentencia fuese condenatoria y no se recurriera,
se procederá al lanzamiento en la fecha fijada, sin necesidad de notificación posterior.

Artículo 441. Actuaciones previas a la vista, en casos especiales.


1. Interpuesta la demanda en el caso del número 3.º del apartado 1 del artículo 250, el
Secretario judicial llamará a los testigos propuestos por el demandante y, según sus
declaraciones, el Tribunal dictará auto en el que denegará u otorgará, sin perjuicio de mejor
derecho, la posesión solicitada, llevando a cabo las actuaciones que repute conducentes a
tal efecto. El auto será publicado por edictos, que se insertarán en un lugar visible de la sede
del Tribunal en el “Boletín Oficial” de la provincia y en uno de los periódicos de mayor
circulación en la misma, a costa del demandante, instando a los interesados a comparecer y
reclamar, en el plazo de cuarenta días, si consideran tener mejor derecho que el
demandante.
Si nadie compareciere, se confirmará al demandante en la posesión; pero en caso de
que se presentaren reclamantes, previo traslado de sus escritos al demandante, el
Secretario judicial le citará, con todos los comparecientes, a la vista, sustanciándose en
adelante las actuaciones del modo que se dispone en los artículos siguientes.
2. Si la demanda pretendiere que se resuelva judicialmente, con carácter sumario, la
suspensión de una obra nueva, el tribunal, antes incluso de la citación para la vista, dirigirá
inmediata orden de suspensión al dueño o encargado de la obra, que podrá ofrecer caución
para continuarla, así como la realización de las obras indispensables para conservar lo ya
edificado. El tribunal podrá disponer que se lleve a cabo reconocimiento judicial, pericial o
conjunto, antes de la vista.
La caución podrá prestarse en la forma prevista en el párrafo segundo del apartado 2 del
artículo 64 de esta Ley.
3. En los casos del número 7 del apartado 1 del artículo 250, tan pronto se admita la
demanda, el Tribunal adoptará las medidas solicitadas que, según las circunstancias, fuesen
necesarias para asegurar en todo caso el cumplimiento de la sentencia que recayere.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4. En el caso del número 10.º del apartado 1 del artículo 250, admitida la demanda, el
tribunal ordenará la exhibición de los bienes a su poseedor, bajo apercibimiento de incurrir
en desobediencia a la autoridad judicial, y su inmediato embargo preventivo, que se
asegurará mediante depósito, con arreglo a lo previsto en esta ley. Cuando, al amparo de lo
dispuesto en el número 11.º del apartado 1 del artículo 250, se ejerciten acciones basadas
en el incumplimiento de un contrato de arrendamiento financiero, arrendamiento de bienes
muebles o contrato de venta a plazos con reserva de dominio, admitida la demanda el
tribunal ordenará el depósito del bien cuya entrega se reclame. No se exigirá caución al
demandante para la adopción de estas medidas cautelares, ni se admitirá oposición del
demandado a las mismas. Tampoco se admitirán solicitudes de modificación o de sustitución
de las medidas por caución.
Además de lo dispuesto en el párrafo anterior, el Secretario judicial emplazará al
demandado por cinco días para que se persone en las actuaciones, por medio de
procurador, al objeto de anunciar su oposición a la demanda por alguna de las causas
previstas en el apartado 3 del artículo 444. Si el demandado dejare transcurrir el plazo sin
anunciar su oposición, o si pretendiera fundar ésta en causa no comprendida en el apartado
3 del artículo 444, se dictará, sin más trámites, sentencia estimatoria de las pretensiones del
actor.
Cuando el demandado anuncie su oposición a la reclamación con arreglo a lo previsto en
el párrafo anterior, el Secretario judicial citará a las partes para la vista y, si el demandado no
asistiera a la misma sin concurrir justa causa o asistiera, pero no formulara oposición o
pretendiera fundar ésta en causa no comprendida en el apartado 3 del artículo 444, se
dictará, sin más trámites, sentencia estimatoria de las pretensiones del actor. En estos casos
el demandado, además, será sancionado con multa de hasta la quinta parte del valor de la
reclamación, con un mínimo de ciento ochenta euros.
Contra la sentencia que se dicte en los casos de ausencia de oposición a que se refieren
los dos párrafos anteriores no se dará recurso alguno.

Artículo 442. Inasistencia de las partes a la vista.


1. Si el demandante no asistiese a la vista, y el demandado no alegare interés legítimo
en la continuación del proceso para que se dicte sentencia sobre el fondo, se le tendrá en el
acto por desistido a aquel de la demanda, se le impondrán las costas causadas y se le
condenará a indemnizar al demandado comparecido, si éste lo solicitare y acreditare los
daños y perjuicios sufridos.
2. Al demandado que no comparezca se le declarará en rebeldía y, sin volver a citarlo,
continuará el juicio su curso.

Artículo 443. Desarrollo de la vista.


1. La vista comenzará con exposición por el demandante de los fundamentos de lo que
pida o ratificación de los expuestos en la demanda si ésta se hubiera formulado conforme a
lo previsto para el juicio ordinario.
2. Acto seguido, el demandado podrá formular las alegaciones que a su derecho
convengan, comenzando, en su caso, por las cuestiones relativas a la acumulación de
acciones que considerase inadmisible, así como a cualquier otro hecho o circunstancia que
pueda obstar a la válida prosecución y término del proceso mediante sentencia sobre el
fondo.
El demandado no podrá impugnar en este momento la falta de jurisdicción o de
competencia del tribunal, que hubo de proponer en forma de declinatoria según lo dispuesto
en el artículo 64 de la presente Ley, sin perjuicio de lo previsto sobre apreciación de oficio
por el tribunal de su falta de jurisdicción o de competencia.
3. Oído el demandante sobre las cuestiones a que se refiere el apartado anterior, así
como las que considerare necesario proponer acerca de la personalidad y representación del
demandado, el tribunal resolverá lo que proceda y, si manda proseguir el juicio, el
demandado podrá pedir que conste en acta su disconformidad, a los efectos de apelar
contra la sentencia que en definitiva recaiga.
En atención al objeto del proceso, el tribunal podrá invitar a las partes a que intenten un
acuerdo que ponga fin al proceso, en su caso, a través de un procedimiento de mediación,

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

instándolas a que asistan a una sesión informativa. Las partes de común acuerdo podrán
también solicitar la suspensión del proceso de conformidad con lo previsto en el artículo
19.4, para someterse a mediación o arbitraje.
4. Si no se suscitasen las cuestiones procesales a que se refieren los apartados
anteriores o si, suscitadas, se resolviese por el tribunal la continuación del juicio, se dará la
palabra a las partes para fijar con claridad los hechos relevantes en que fundamenten sus
pretensiones. Si no hubiere conformidad sobre ellos, se propondrán las pruebas y, una vez
admitidas las que no sean impertinentes o inútiles, se practicarán seguidamente.
La proposición de prueba de las partes podrá completarse con arreglo a lo dispuesto en
el apartado 1 del artículo 429.

Artículo 444. Reglas especiales sobre contenido de la vista.


1. Cuando en el juicio verbal se pretenda la recuperación de finca, rústica o urbana, dada
en arrendamiento, por impago de la renta o cantidad asimilada sólo se permitirá al
demandado alegar y probar el pago o las circunstancias relativas a la procedencia de la
enervación.
2. En los casos del número 7.o del apartado 1 del artículo 250, el demandado sólo podrá
oponerse a la demanda si, en su caso, presta la caución determinada por el tribunal en
cualquiera de las formas previstas en el párrafo segundo del apartado 2 del artículo 64 de
esta Ley.
La oposición del demandado únicamente podrá fundarse en alguna de las causas
siguientes:
1.º Falsedad de la certificación del Registro u omisión en ella de derechos o condiciones
inscritas, que desvirtúen la acción ejercitada.
2.º Poseer el demandado la finca o disfrutar el derecho discutido por contrato u otra
cualquier relación jurídica directa con el último titular o con titulares anteriores o en virtud de
prescripción, siempre que ésta deba perjudicar al titular inscrito.
3.º Que la finca o el derecho se encuentren inscritos a favor del demandado y así lo
justifique presentando certificación del Registro de la Propiedad acreditativa de la vigencia
de la inscripción.
4.º No ser la finca inscrita la que efectivamente posea el demandado.
3. En los casos de los números 10.º y 11.º del apartado 1 del artículo 250, la oposición
del demandado sólo podrá fundarse en alguna de las causas siguientes:
1.ª Falta de jurisdicción o de competencia del tribunal.
2.ª Pago acreditado documentalmente.
3.ª Inexistencia o falta de validez de su consentimiento, incluida la falsedad de la firma.
4.ª Falsedad del documento en que aparezca formalizado el contrato.

Artículo 445. Prueba y presunciones en los juicios verbales.


En materia de prueba y de presunciones, será de aplicación a los juicios verbales lo
establecido en los capítulos V y VI del Título I del presente Libro.

Artículo 446. Resoluciones sobre la prueba y recursos.


Contra las resoluciones del tribunal sobre inadmisión de pruebas o sobre admisión de las
que se denunciaran como obtenidas con violación de derechos fundamentales, las partes
podrán formular protesta a efecto de hacer valer sus derechos en la segunda instancia.

Artículo 447. Sentencia. Ausencia de cosa juzgada en casos especiales.


1. Practicadas las pruebas si se hubieren propuesto y admitido, o expuestas, en otro
caso, las alegaciones de las partes, se dará por terminada la vista y el Tribunal dictará
sentencia dentro de los 10 días siguientes. Se exceptúan los juicios verbales en que se pida
el desahucio de finca urbana, en que la sentencia se dictará en los cinco días siguientes,
convocándose en el acto de la vista a las partes a la sede del Tribunal para recibir la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

notificación, que tendrá lugar el día más próximo posible dentro de los cinco siguientes al de
la sentencia.
Sin perjuicio de lo anterior, en las sentencias de condena por allanamiento a que se
refieren los apartados 3 de los artículos 437 y 440, en previsión de que no se verifique por el
arrendatario el desalojo voluntario en el plazo señalado, se fijará con carácter subsidiario día
y hora en que tendrá lugar, en su caso, el lanzamiento directo del demandado, que se llevará
a término sin necesidad de ulteriores trámites en un plazo no superior a 15 días desde la
finalización de dicho periodo voluntario. Del mismo modo, en las sentencias de condena por
incomparecencia del demandado, se procederá al lanzamiento en la fecha fijada sin más
trámite.»
2. No producirán efectos de cosa juzgada las sentencias que pongan fin a los juicios
verbales sobre tutela sumaria de la posesión ni las que decidan sobre la pretensión de
desahucio o recuperación de finca, rústica o urbana, dada en arrendamiento, por impago de
la renta o alquiler o por expiración legal o contractual del plazo, y sobre otras pretensiones
de tutela que esta Ley califique como sumarias.
3. Carecerán también de efectos de cosa juzgada las sentencias que se dicten en los
juicios verbales en que se pretenda la efectividad de derechos reales inscritos frente a
quienes se opongan a ellos o perturben su ejercicio, sin disponer de título inscrito.
4. Tampoco tendrán efectos de cosa juzgada las resoluciones judiciales a las que, en
casos determinados, las leyes nieguen esos efectos.

TÍTULO IV
De los recursos

CAPÍTULO I
De los recursos: disposiciones generales

Artículo 448. Del derecho a recurrir.


1. Contra las resoluciones de los Tribunales y Secretarios Judiciales que les afecten
desfavorablemente, las partes podrán interponer los recursos previstos en la ley.
2. Los plazos para recurrir se contarán desde el día siguiente al de la notificación de la
resolución que se recurra, o, en su caso, a la notificación de su aclaración o de la
denegación de ésta.

Artículo 449. Derecho a recurrir en casos especiales.


1. En los procesos que lleven aparejado el lanzamiento, no se admitirán al demandado
los recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal o casación si, al
interponerlos, no manifiesta, acreditándolo por escrito, tener satisfechas las rentas vencidas
y las que con arreglo al contrato deba pagar adelantadas.
2. Los recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal o casación, a que se
refiere el apartado anterior, se declararán desiertos, cualquiera que sea el estado en que se
hallen, si durante la sustanciación de los mismos el demandado recurrente dejare de pagar
los plazos que venzan o los que deba adelantar. El arrendatario podrá adelantar o consignar
el pago de varios períodos no vencidos, los cuales se sujetarán a liquidación una vez firme la
sentencia. En todo caso, el abono de dichos importes no se considerará novación del
contrato.
3. En los procesos en que se pretenda la condena a indemnizar los daños y perjuicios
derivados de la circulación de vehículos de motor no se admitirán al condenado a pagar la
indemnización los recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal o casación,
si, al interponerlos, no acredita haber constituido depósito del importe de la condena más los
intereses y recargos exigibles en el establecimiento destinado al efecto. Dicho depósito no
impedirá, en su caso, la ejecución provisional de la resolución dictada.
4. En los procesos en que se pretenda la condena al pago de las cantidades debidas por
un propietario a la comunidad de vecinos, no se admitirá al condenado el recurso de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

apelación, extraordinario por infracción procesal o casación si, al interponerlos, no acredita


tener satisfecha o consignada la cantidad líquida a que se contrae la sentencia condenatoria.
La consignación de la cantidad no impedirá, en su caso, la ejecución provisional de la
resolución dictada.
5. El depósito o consignación exigidos en los apartados anteriores podrá hacerse
también mediante aval solidario de duración indefinida y pagadero a primer requerimiento
emitido por entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca o por cualquier otro medio
que, a juicio del tribunal, garantice la inmediata disponibilidad, en su caso, de la cantidad
consignada o depositada.
6. En los casos de los apartados anteriores, antes de que se rechacen o declaren
desiertos los recursos, se estará a lo dispuesto en el artículo 231 de esta Ley en cuanto a la
acreditación documental del cumplimiento de los requisitos exigidos.

Artículo 450. Del desistimiento de los recursos.


1. Todo recurrente podrá desistir del recurso antes de que sobre él recaiga resolución.
2. Si, en caso de ser varios los recurrentes, sólo alguno o algunos de ellos desistieran, la
resolución recurrida no será firme en virtud del desistimiento, pero se tendrán por
abandonadas las pretensiones de impugnación que fueren exclusivas de quienes hubieren
desistido.

CAPÍTULO II
De los recursos de reposición y revisión

Artículo 451. Resoluciones recurribles en reposición. Inexistencia de efectos suspensivos.


1. Contra las diligencias de ordenación y decretos no definitivos cabrá recurso de
reposición ante el Secretario judicial que dictó la resolución recurrida, excepto en los casos
en que la ley prevea recurso directo de revisión.
2. Contra todas las providencias y autos no definitivos cabrá recurso de reposición ante
el mismo Tribunal que dictó la resolución recurrida.
3. La interposición del recurso de reposición no tendrá efectos suspensivos respecto de
la resolución recurrida.

Artículo 452. Plazo, forma e inadmisión del recurso de reposición.


1. El recurso de reposición deberá interponerse en el plazo de cinco días, expresándose
la infracción en que la resolución hubiera incurrido a juicio del recurrente.
2. Si no se cumplieran los requisitos establecidos en el apartado anterior, se inadmitirá,
mediante providencia no susceptible de recurso, la reposición interpuesta frente a
providencias y autos no definitivos, y mediante decreto directamente recurrible en revisión la
formulada contra diligencias de ordenación y decretos no definitivos.

Artículo 453. De la audiencia a las partes recurridas y de la resolución.


1. Admitido a trámite el recurso de reposición por el Secretario judicial, se concederá a
las demás partes personadas un plazo común de cinco días para impugnarlo, si lo estiman
conveniente.
2. Transcurrido el plazo de impugnación, háyanse o no presentado escritos, el Tribunal si
se tratara de reposición interpuesta frente a providencias o autos, o el Secretario judicial si
hubiera sido formulada frente a diligencias de ordenación o decretos, resolverán sin más
trámites, mediante auto o decreto, respectivamente, en un plazo de cinco días.

Artículo 454. Irrecurribilidad del auto que resuelve la reposición contra resoluciones


judiciales.
Salvo los casos en que proceda el recurso de queja, contra el auto que resuelva el
recurso de reposición no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de reproducir la cuestión objeto
de la reposición al recurrir, si fuere procedente, la resolución definitiva.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 454 bis. Recurso de revisión.


1. Contra el decreto resolutivo de la reposición no se dará recurso alguno, sin perjuicio
de reproducir la cuestión, necesariamente, en la primera audiencia ante el tribunal tras la
toma de la decisión y, si no fuera posible por el estado de los autos, se podrá solicitar
mediante escrito antes de que se dicte la resolución definitiva para que se solvente en ella.
Cabrá recurso directo de revisión contra los decretos por los que se ponga fin al
procedimiento o impidan su continuación. Dicho recurso carecerá de efectos suspensivos sin
que, en ningún caso, proceda actuar en sentido contrario a lo que se hubiese resuelto.
Cabrá interponer igualmente recurso directo de revisión contra los decretos en aquellos
casos en que expresamente se prevea.
2. El recurso de revisión deberá interponerse en el plazo de cinco días mediante escrito
en el que deberá citarse la infracción en que la resolución hubiera incurrido. Cumplidos los
anteriores requisitos, el Secretario judicial, mediante diligencia de ordenación, admitirá el
recurso concediendo a las demás partes personadas un plazo común de cinco días para
impugnarlo, si lo estiman conveniente.
Si no se cumplieran los requisitos de admisibilidad del recurso, el Tribunal lo inadmitirá
mediante providencia.
Transcurrido el plazo para impugnación, háyanse presentado o no escritos, el Tribunal
resolverá sin más trámites, mediante auto, en un plazo de cinco días.
Contra las resoluciones sobre admisión o inadmisión no cabrá recurso alguno.
3. Contra el auto dictado resolviendo el recurso de revisión sólo cabrá recurso de
apelación cuando ponga fin al procedimiento o impida su continuación.

CAPÍTULO III
Del recurso de apelación y de la segunda instancia

Sección 1.ª Del recurso de apelación y de la segunda instancia: disposiciones


generales

Artículo 455. Resoluciones recurribles en apelación. Competencia y tramitación preferente.


1. Las sentencias dictadas en toda clase de juicio, los autos definitivos y aquéllos otros
que la ley expresamente señale, serán apelables, con excepción de las sentencias dictadas
en los juicios verbales por razón de la cuantía cuando ésta no supere los 3.000 euros.
2. Conocerán de los recursos de apelación:
1.º Los Juzgados de Primera Instancia, cuando las resoluciones apelables hayan sido
dictadas por los Juzgados de Paz de su partido.
2.º Las Audiencias Provinciales, cuando las resoluciones apelables hayan sido dictadas
por los Juzgados de Primera Instancia de su circunscripción.
3. Se tramitarán preferentemente los recursos de apelación legalmente previstos contra
autos que inadmitan demandas por falta de requisitos que la ley exija para casos especiales.

Artículo 456. Ámbito y efectos del recurso de apelación.


1. En virtud del recurso de apelación podrá perseguirse, con arreglo a los fundamentos
de hecho y de derecho de las pretensiones formuladas ante el tribunal de primera instancia,
que se revoque un auto o sentencia y que, en su lugar, se dicte otro u otra favorable al
recurrente, mediante nuevo examen de las actuaciones llevadas a cabo ante aquel tribunal y
conforme a la prueba que, en los casos previstos en esta Ley, se practique ante el tribunal
de apelación.
2. La apelación contra sentencias desestimatorias de la demanda y contra autos que
pongan fin al proceso carecerá de efectos suspensivos, sin que, en ningún caso, proceda
actuar en sentido contrario a lo que se hubiese resuelto.
3. Las sentencias estimatorias de la demanda, contra las que se interponga el recurso de
apelación, tendrán, según la naturaleza y contenido de sus pronunciamientos, la eficacia que
establece el Título II del Libro III de esta Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 2.ª De la sustanciación de la apelación

Artículo 457. Preparación de la apelación.


(Sin contenido)

Artículo 458. Interposición del recurso.


1. El recurso de apelación se interpondrá ante el tribunal que haya dictado la resolución
que se impugne dentro del plazo de veinte días contados desde el día siguiente a la
notificación de aquélla.
2. En la interposición del recurso el apelante deberá exponer las alegaciones en que se
base la impugnación, además de citar la resolución apelada y los pronunciamientos que
impugna.
3. Si la resolución impugnada fuera apelable y el recurso se hubiere formulado dentro de
plazo, en el plazo de tres días el Secretario judicial tendrá por interpuesto el recurso. En
caso contrario lo pondrá en conocimiento del tribunal para que se pronuncie sobre la
admisión del recurso.
Si el tribunal entendiera que se cumplen los requisitos de admisión, dictará providencia
teniendo por interpuesto el recurso; en caso contrario, dictará auto declarando la inadmisión.
Contra este auto sólo podrá interponerse recurso de queja.
Contra la resolución por la que se tenga por interpuesto el recurso de apelación no cabrá
recurso alguno, pero la parte recurrida podrá alegar la inadmisibilidad de la apelación en el
trámite de oposición al recurso a que se refiere el artículo 461 de esta ley.

Artículo 459. Apelación por infracción de normas o garantías procesales.


En el recurso de apelación podrá alegarse infracción de normas o garantías procesales
en la primera instancia. Cuando así sea, el escrito de interposición deberá citar las normas
que se consideren infringidas y alegar, en su caso, la indefensión sufrida. Asimismo, el
apelante deberá acreditar que denunció oportunamente la infracción, si hubiere tenido
oportunidad procesal para ello.

Artículo 460. Documentos que pueden acompañarse al escrito de interposición. Solicitud de


pruebas.
1. Sólo podrán acompañarse al escrito de interposición los documentos que se
encuentren en alguno de los casos previstos en el artículo 270 y que no hayan podido
aportarse en la primera instancia.
2. En el escrito de interposición se podrá pedir, además, la práctica en segunda instancia
de las pruebas siguientes:
1.ª Las que hubieren sido indebidamente denegadas en la primera instancia, siempre
que se hubiere intentado la reposición de la resolución denegatoria o se hubiere formulado la
oportuna protesta en la vista.
2.ª Las propuestas y admitidas en la primera instancia que, por cualquier causa no
imputable al que las hubiere solicitado, no hubieren podido practicarse, ni siquiera como
diligencias finales.
3.ª Las que se refieran a hechos de relevancia para la decisión del pleito ocurridos
después del comienzo del plazo para dictar sentencia en la primera instancia o antes de
dicho término siempre que, en este último caso, la parte justifique que ha tenido
conocimiento de ellos con posterioridad.
3. El demandado declarado en rebeldía que, por cualquier causa que no le sea
imputable, se hubiere personado en los autos después del momento establecido para
proponer la prueba en la primera instancia podrá pedir en la segunda que se practique toda
la que convenga a su derecho.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 461. Traslado del escrito de interposición a la parte apelada. Oposición al recurso e


impugnación de la sentencia.
1. Del escrito de interposición del recurso de apelación, el Secretario judicial dará
traslado a las demás partes, emplazándolas por diez días para que presenten, ante el
Tribunal que dictó la resolución apelada, escrito de oposición al recurso o, en su caso, de
impugnación de la resolución apelada en lo que le resulte desfavorable.
2. Los escritos de oposición al recurso y, en su caso, de impugnación de la sentencia por
quien inicialmente no hubiere recurrido, se formularán con arreglo a lo establecido para el
escrito de interposición.
3. Podrán acompañarse los documentos y solicitarse las pruebas que la parte o partes
apeladas consideren necesarios, con arreglo a lo dispuesto en el artículo anterior, así como
formularse las alegaciones que se estimen oportunas sobre la admisibilidad de los
documentos aportados y de las pruebas propuestas por el apelante.
4. De los escritos de impugnación a que se refieren los apartados 1 y 2 de este artículo,
el Secretario judicial dará traslado al apelante principal, para que en el plazo de diez días
manifieste lo que tenga por conveniente sobre la admisibilidad de la impugnación y, en su
caso, sobre los documentos aportados y pruebas propuestas por el apelado.
5. En los procesos en los que sean de aplicación los artículos 81 y 82 del Tratado de la
Comunidad Europea o los artículos 1 y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia, el
Secretario judicial dará traslado a la Comisión Nacional de la Competencia del escrito de
interposición del recurso de apelación.

Artículo 462. Competencia del tribunal de la primera instancia durante la apelación.


Durante la sustanciación del recurso de apelación, la jurisdicción del tribunal que hubiere
dictado la resolución recurrida se limitará a las actuaciones relativas a la ejecución
provisional de la resolución apelada.

Artículo 463. Remisión de los autos.


1. Interpuestos los recursos de apelación y presentados, en su caso, los escritos de
oposición o impugnación, el Secretario judicial ordenará la remisión de los autos al tribunal
competente para resolver la apelación, con emplazamiento de las partes por término de diez
días.
Si el apelante no compareciere dentro de plazo señalado, el Secretario judicial declarará
desierto el recurso de apelación y quedará firme la resolución recurrida.
2. Si se hubiere solicitado la ejecución provisional, quedará en el de primera instancia
testimonio de lo necesario para dicha ejecución.
Cuando se hubiere solicitado después de haberse remitido los autos al Tribunal
competente para resolver la apelación, el solicitante deberá obtener previamente de éste
testimonio de lo que sea necesario para la ejecución.

Artículo 464. Admisión de pruebas y señalamiento de vista.


1. Recibidos los autos por el Tribunal que haya de resolver sobre la apelación, si se
hubiesen aportado nuevos documentos o propuesto prueba, acordará lo que proceda sobre
su admisión en el plazo de diez días. Si hubiere de practicarse prueba, el Secretario judicial
señalará día para la vista, que se celebrará, dentro del mes siguiente, con arreglo a lo
previsto para el juicio verbal.
2. Si no se hubiere propuesto prueba o si toda la propuesta hubiere sido inadmitida,
podrá acordarse también, mediante providencia, la celebración de vista siempre que así lo
haya solicitado alguna de las partes o el Tribunal lo considere necesario. En caso de
acordarse su celebración, el Secretario judicial señalará día y hora para dicho acto.

Artículo 465. Resolución de la apelación.


1. El Tribunal resolverá sobre el recurso de apelación mediante auto cuando el mismo
hubiera sido interpuesto contra un auto y mediante sentencia en caso contrario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. La resolución deberá ser dictada dentro de los diez días siguientes a la terminación de
la vista. Si no se hubiere celebrado vista, el auto o la sentencia habrán de dictarse en el
plazo de un mes a contar desde el día siguiente a aquel en que se hubieran recibido los
autos en el Tribunal competente para la apelación.
3. Si la infracción procesal alegada se hubiera cometido al dictar sentencia en la primera
instancia, el Tribunal de apelación, tras revocar la sentencia apelada, resolverá sobre la
cuestión o cuestiones que fueran objeto del proceso.
4. Cuando no sea de aplicación lo dispuesto en el apartado anterior de este artículo y la
infracción procesal fuere de las que originan la nulidad radical de las actuaciones o de parte
de ellas, el Tribunal lo declarará así mediante providencia, reponiéndolas al estado en que
se hallasen cuando la infracción se cometió.
No se declarará la nulidad de actuaciones, si el vicio o defecto procesal pudiere ser
subsanado en la segunda instancia, para lo que el Tribunal concederá un plazo no superior a
diez días, salvo que el vicio se pusiere de manifiesto en la vista y fuere subsanable en el
acto.
Producida la subsanación y, en su caso, oídas las partes y practicada la prueba
admisible, el Tribunal de apelación dictará resolución sobre la cuestión o cuestiones objeto
del pleito.
5. El auto o sentencia que se dicte en apelación deberá pronunciarse exclusivamente
sobre los puntos y cuestiones planteados en el recurso y, en su caso, en los escritos de
oposición o impugnación a que se refiere el artículo 461. La resolución no podrá perjudicar al
apelante, salvo que el perjuicio provenga de estimar la impugnación de la resolución de que
se trate, formulada por el inicialmente apelado.
6. Se podrá suspender el plazo para dictar sentencia en los procedimientos sobre la
aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o de los artículos 1
y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia cuando el Tribunal tenga conocimiento de la
existencia de un expediente administrativo ante la Comisión Europea, la Comisión Nacional
de la Competencia o los órganos competentes de las Comunidades Autónomas y resulte
necesario conocer el pronunciamiento del órgano administrativo. Dicha suspensión se
adoptará motivadamente, previa audiencia de las partes, y se notificará al órgano
administrativo. Este, a su vez, habrá de dar traslado de su resolución al Tribunal.
Contra el auto de suspensión del proceso sólo se dará recurso de reposición.

Artículo 466. Recursos contra la sentencia de segunda instancia.


1. Contra las sentencias dictadas por las Audiencias Provinciales en la segunda instancia
de cualquier tipo de proceso civil podrán las partes legitimadas optar por interponer el
recurso extraordinario por infracción procesal o el recurso de casación.
2. Si se preparasen por la misma parte y contra la misma resolución los dos recursos a
que se refiere el apartado anterior, se tendrá por inadmitido el recurso de casación.
3. Cuando los distintos litigantes de un mismo proceso opten, cada uno de ellos, por
distinta clase de recurso extraordinario, se estará a lo dispuesto en el artículo 488 de esta
Ley.

Artículo 467. Recurso de casación contra sentencias dictadas por las Audiencias


Provinciales tras estimarse recurso extraordinario por infracción procesal.
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, contra las sentencias que dicten las
Audiencias Provinciales a consecuencia de haberse estimado recurso extraordinario por
infracción procesal no se admitirá de nuevo este recurso extraordinario si no se fundara en
infracciones y cuestiones diferentes de la que fue objeto del primer recurso.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO IV
Del recurso extraordinario por infracción procesal

Artículo 468. Órgano competente y resoluciones recurribles.


Las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia conocerán, como
Salas de lo Civil, de los recursos por infracción procesal contra sentencias y autos dictados
por las Audiencias Provinciales que pongan fin a la segunda instancia.

Artículo 469. Motivos. Denuncia previa en la instancia.


1. El recurso extraordinario por infracción procesal sólo podrá fundarse en los siguientes
motivos:
1.º Infracción de las normas sobre jurisdicción y competencia objetiva o funcional.
2.º Infracción de las normas procesales reguladoras de la sentencia.
3.º Infracción de las normas legales que rigen los actos y garantías del proceso cuando
la infracción determinare la nulidad conforme a la ley o hubiere podido producir indefensión.
4.º Vulneración, en el proceso civil, de derechos fundamentales reconocidos en el
artículo 24 de la Constitución.
2. Sólo procederá el recurso extraordinario por infracción procesal cuando, de ser
posible, ésta o la vulneración del artículo 24 de la Constitución se hayan denunciado en la
instancia y cuando, de haberse producido en la primera, la denuncia se haya reproducido en
la segunda instancia. Además, si la violación de derecho fundamental hubiere producido falta
o defecto subsanable, deberá haberse pedido la subsanación en la instancia o instancias
oportunas.

Artículo 470. Interposición del recurso.


1. El recurso extraordinario por infracción procesal se interpondrá ante el tribunal que
haya dictado la resolución que se impugne dentro del plazo de veinte días contados desde el
día siguiente a la notificación de aquélla.
2. Presentado el escrito de interposición del recurso y transcurridos los plazos de que
dispongan todas las partes para interponer el recurso, el Secretario judicial, en el plazo de
tres días, lo tendrá por interpuesto siempre que la resolución sea recurrible, se alegue
alguno de los motivos previstos en el artículo 469 y, en su caso, se hubiese procedido con
arreglo a lo dispuesto en el apartado 2 de dicho artículo. En caso contrario lo pondrá en
conocimiento del tribunal para que se pronuncie sobre la admisión del recurso.
Si el tribunal entendiera que se cumplen los requisitos de admisión, dictará providencia
teniendo por interpuesto el recurso; en caso contrario, dictará auto declarando la inadmisión.
Contra este auto sólo podrá interponerse recurso de queja.
Contra la resolución por la que se tenga por interpuesto el recurso no cabrá recurso
alguno, pero la parte recurrida podrá alegar la inadmisibilidad en el trámite de oposición.

Artículo 471. Contenido del escrito de interposición del recurso.


En el escrito de interposición se expondrá razonadamente la infracción o vulneración
cometida, expresando, en su caso, de qué manera influyeron en el proceso. También se
podrá solicitar la práctica de alguna prueba que se considere imprescindible para acreditar la
infracción o vulneración producida, así como la celebración de vista.

Artículo 472. Remisión de los autos.


Presentado el escrito de interposición, dentro de los cinco días siguientes se remitirán
todos los autos originales a la sala citada en el artículo 468, con emplazamiento de las
partes ante ella por término de 30 días, sin perjuicio de que, cuando un litigante o litigantes
distintos de los recurrentes por infracción procesal hubiesen preparado recurso de casación
contra la misma sentencia, se deban enviar a la sala competente para el recurso de casación
testimonio de la sentencia y de los particulares que el recurrente en casación interese,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

poniéndose nota expresiva de haberse preparado recurso extraordinario por infracción


procesal, a los efectos de lo que dispone el artículo 488 de esta ley.
Si el recurrente no compareciere dentro del plazo señalado, el Secretario judicial
declarará desierto el recurso y quedará firme la resolución recurrida.

Artículo 473. Admisión.
1. Recibidos los autos en el tribunal, se pasarán las actuaciones al Magistrado ponente
para que se instruya y someta a la deliberación de la Sala lo que haya de resolverse sobre la
admisión o inadmisión del recurso extraordinario por infracción procesal.
2. El recurso extraordinario por infracción procesal se inadmitirá en los siguientes casos:
1.º Si se apreciare en este trámite la falta de los requisitos establecidos en los artículos
467, 468 y 469.
2.º Si el recurso careciere manifiestamente de fundamento.
La Sala, antes de resolver, pondrá de manifiesto la posible causa de inadmisión del
recurso a las partes personadas para que, en el plazo de diez días, formulen las alegaciones
que estimen procedentes.
Si la Sala entendiere que concurre alguna de las causas de inadmisión, dictará auto
declarando la inadmisión del recurso y la firmeza de la resolución recurrida. Si la causa de
inadmisión no afectara más que a alguna de las infracciones alegadas, resolverá también
mediante auto la admisión del recurso respecto de las demás que el recurso denuncie.
3. No se dará recurso alguno contra el auto que resuelva sobre la admisión del recurso
extraordinario por infracción procesal.

Artículo 474. Oposición de las partes recurridas.


Admitido, total o parcialmente, el recurso extraordinario por infracción procesal, se
entregará copia del escrito de interposición a la parte o partes recurridas y personadas para
que formalicen por escrito su oposición en el plazo de veinte días. Durante dicho plazo
estarán de manifiesto las actuaciones en la Secretaría.
En el escrito de oposición se podrán alegar también las causas de inadmisibilidad del
recurso que se consideren existentes y que no hayan sido ya rechazadas por el tribunal,
solicitar las pruebas que se estimen imprescindibles y pedir la celebración de vista.

Artículo 475. Vista y prueba.


1. Transcurrido el plazo a que se refiere el artículo anterior, se hayan presentado o no los
escritos de oposición, la Sala señalará, mediante providencia, dentro de los treinta días
siguientes, día y hora para la celebración de vista o, en su caso, para la votación y fallo del
recurso extraordinario por infracción procesal.
2. Si se hubiere pedido y admitido la práctica de alguna prueba o si la Sala, de oficio o a
instancia de parte, lo considerare oportuno para la mejor impartición de la justicia, en el
recurso extraordinario, se acordará que se celebre vista, que comenzará con el informe de la
parte recurrente, para después proceder al de la parte recurrida. Si fueren varias las partes
recurrentes, se estará al orden de interposición de los recursos, y siendo varias las partes
recurridas, al orden de las comparecencias.
3. La práctica de las pruebas se regirá por lo dispuesto en la ley para la vista de los
juicios verbales.

Artículo 476. Sentencia. Efectos.


1. La Sala dictará sentencia dentro de los veinte días siguientes al de finalización de la
vista, o al señalado para la votación y fallo.
2. Si el recurso se hubiese fundado en la infracción de las normas sobre jurisdicción o
competencia objetiva o funcional, se examinará y decidirá sobre este motivo en primer lugar.
Si se hubiera denunciado la falta de jurisdicción o de competencia objetiva y se estimare
el recurso, la Sala casará la resolución impugnada, quedando a salvo el derecho de las
partes a ejercitar las pretensiones ante quien correspondiere.

– 426 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Si el recurso se hubiese interpuesto contra sentencia que confirmaba o declaraba la falta


de jurisdicción o de competencia, y la Sala lo estimare, tras casar la sentencia, ordenará al
tribunal de que se trate que inicie o prosiga el conocimiento del asunto, salvo que la falta de
jurisdicción se hubiera estimado erróneamente una vez contestada la demanda y practicadas
las pruebas, en cuyo caso se ordenará al tribunal de que se trate que resuelva sobre el
fondo del asunto.
En los demás casos, de estimarse el recurso por todas o alguna de las infracciones o
vulneraciones alegadas, la Sala anulará la resolución recurrida y ordenará que se repongan
las actuaciones al estado y momento en que se hubiere incurrido en la infracción o
vulneración.
3. Si la Sala no considerare procedente ninguno de los motivos alegados, desestimará el
recurso y se devolverán las actuaciones al tribunal del que procedan.
4. Contra la sentencia que resuelva el recurso extraordinario por infracción procesal no
cabrá recurso alguno, salvo lo previsto sobre el recurso en interés de la ley ante la Sala de lo
Civil del Tribunal Supremo.

CAPÍTULO V
Del recurso de casación

Artículo 477. Motivo del recurso de casación y resoluciones recurribles en casación.


1. El recurso de casación habrá de fundarse, como motivo único, en la infracción de
normas aplicables para resolver las cuestiones objeto del proceso.
2. Serán recurribles en casación las sentencias dictadas en segunda instancia por las
Audiencias Provinciales, en los siguientes casos:
1.º Cuando se dictaran para la tutela judicial civil de derechos fundamentales, excepto
los que reconoce el artículo 24 de la Constitución.
2.º Siempre que la cuantía del proceso excediere de 600.000 euros.
3.º Cuando la cuantía del proceso no excediere de 600.000 euros o este se haya
tramitado por razón de la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso
presente interés casacional.
3. Se considerará que un recurso presenta interés casacional cuando la sentencia
recurrida se oponga a doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo o resuelva puntos y
cuestiones sobre los que exista jurisprudencia contradictoria de las Audiencias Provinciales o
aplique normas que no lleven más de cinco años en vigor, siempre que, en este último caso,
no existiese doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo relativa a normas anteriores de
igual o similar contenido.
Cuando se trate de recursos de casación de los que deba conocer un Tribunal Superior
de Justicia, se entenderá que también existe interés casacional cuando la sentencia
recurrida se oponga a doctrina jurisprudencial o no exista dicha doctrina del Tribunal
Superior sobre normas de Derecho especial de la Comunidad Autónoma correspondiente.

Artículo 478. Competencia. Simultaneidad de recursos.


1. El conocimiento del recurso de casación, en materia civil, corresponde a la Sala
Primera del Tribunal Supremo.
No obstante, corresponderá a las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores
de Justicia conocer de los recursos de casación que procedan contra las resoluciones de los
tribunales civiles con sede en la Comunidad Autónoma, siempre que el recurso se funde,
exclusivamente o junto a otros motivos, en infracción de las normas del Derecho civil, foral o
especial propio de la Comunidad, y cuando el correspondiente Estatuto de Autonomía haya
previsto esta atribución.
2. Cuando la misma parte interponga recursos de casación contra una misma sentencia
ante el Tribunal Supremo y ante el Tribunal Superior de Justicia, se tendrá, mediante
providencia, por no presentado el primero de ellos, en cuanto se acredite esta circunstancia.

– 427 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 479. Interposición del recurso.


1. El recurso de casación se interpondrá ante el tribunal que haya dictado la resolución
que se impugne dentro del plazo de veinte días contados desde el día siguiente a la
notificación de aquélla.
2. Si la resolución impugnada fuera susceptible de recurso y éste se hubiere formulado
dentro de plazo, en el plazo de tres días el Secretario judicial tendrá por interpuesto el
recurso. En caso contrario lo pondrá en conocimiento del tribunal para que se pronuncie
sobre la admisión del recurso.
Si el tribunal entendiera que se cumplen los requisitos de admisión, dictará providencia
teniendo por interpuesto el recurso; en caso contrario, dictará auto declarando la inadmisión.
Contra este auto sólo podrá interponerse recurso de queja.
Contra la resolución por la que se tenga por interpuesto el recurso no cabrá recurso
alguno, pero la parte recurrida podrá oponerse a la admisión al comparecer ante el tribunal
de casación.

Artículo 480. Resolución sobre la preparación del recurso.


(Sin contenido)

Artículo 481. Contenido del escrito de interposición del recurso.


1. En el escrito de interposición se expresará el supuesto, de los previstos por el artículo
477.2, conforme al que se pretende recurrir la sentencia. Igualmente se expondrán, con la
necesaria extensión, los fundamentos y se podrá pedir la celebración de vista.
2. Al escrito de interposición se acompañarán certificación de la sentencia impugnada y,
cuando sea procedente, texto de las sentencias que se aduzcan como fundamento del
interés casacional.
3. En su caso, en el escrito de interposición, además de fundamentarse el recurso de
casación, se habrá de manifestar razonadamente cuanto se refiera al tiempo de vigencia de
la norma y a la inexistencia de doctrina jurisprudencial relativa a la norma que se estime
infringida.
4. (Sin contenido)

Artículo 482. Remisión de los autos. Negativa a expedir certificaciones.


1. Presentado el escrito de interposición, dentro de los cinco días siguientes el Secretario
judicial remitirá todos los autos originales al Tribunal competente para conocer del recurso
de casación, con emplazamiento de las partes por término de treinta días.
Si el recurrente no compareciere dentro del plazo señalado, el Secretario judicial
declarará desierto el recurso y quedará firme la resolución recurrida.
2. Si el recurrente no hubiere podido obtener la certificación de sentencia a que se refiere
el artículo 481, se efectuará no obstante la remisión de los autos dispuesta en el apartado
anterior. La negativa o resistencia a expedir la certificación será corregida disciplinariamente
y, si fuere necesario, la Sala de casación las reclamará del Secretario judicial que deba
expedirla.

Artículo 483. Decisión sobre la admisión del recurso.


1. Recibidos los autos en el tribunal, se pasarán las actuaciones al Magistrado ponente
para que se instruya y someta a la deliberación de la Sala lo que haya de resolverse sobre la
admisión o inadmisión del recurso de casación.
2. Procederá la inadmisión del recurso de casación:
1.º Si el recurso fuera improcedente, por no ser recurrible la sentencia o por cualquier
otro defecto de forma no subsanable.
2.º Si el escrito de interposición del recurso no cumpliese los requisitos establecidos,
para los distintos casos, en esta Ley.
3.º Si el asunto no alcanzase la cuantía requerida, o no existiere interés casacional por
inexistencia de oposición a doctrina jurisprudencial, por falta de jurisprudencia contradictoria
o si la norma que se pretende infringida llevase vigente más de cinco años o, a juicio de la

– 428 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sala, existiese doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo sobre dicha norma o sobre otra
anterior de contenido igual o similar.
Asimismo se inadmitirá el recurso en los casos del segundo párrafo del apartado 3 del
artículo 477, cuando el Tribunal Superior de Justicia correspondiente considere que ha
sentado doctrina sobre la norma discutida o sobre otra anterior de contenido igual o similar.
3. La Sala, antes de resolver, pondrá de manifiesto mediante providencia la posible
causa de inadmisión del recurso de casación a las partes personadas para que, en el plazo
de diez días, formulen las alegaciones que estimen procedentes.
4. Si la Sala entendiere que concurre alguna de las causas de inadmisión, dictará auto
declarando la inadmisión del recurso de casación y la firmeza de la resolución recurrida. Si la
causa de inadmisión no afectara más que a alguna de las infracciones alegadas, resolverá
también mediante auto la admisión del recurso respecto de las demás que el recurso
denuncie.
5. Contra el auto que resuelva sobre la admisión del recurso de casación no se dará
recurso alguno.

Artículo 484. Decisión sobre la competencia en trámite de admisión.


1. En el trámite de admisión a que se refiere el artículo anterior, la Sala examinará su
competencia para conocer del recurso de casación, antes de pronunciarse sobre la
admisibilidad del mismo. Si no se considerare competente, acordará, previa audiencia de las
partes por plazo de diez días, la remisión de las actuaciones y emplazamiento de las partes
para que comparezcan ante la Sala que se estime competente en el plazo de diez días.
2. En el caso a que se refiere el apartado anterior, recibidas las actuaciones y
personadas las partes ante la Sala que se haya considerado competente, continuará la
sustanciación del recurso desde el trámite de admisión.
3. Las Salas de los Tribunales Superiores de Justicia no podrán declinar su competencia
para conocer de los recursos de casación que les hayan sido remitidos por la Sala Primera
del Tribunal Supremo.

Artículo 485. Admisión y traslado a las otras partes.


Admitido el recurso de casación, el Secretario judicial dará traslado del escrito de
interposición, con sus documentos adjuntos, a la parte o partes recurridas, para que
formalicen su oposición por escrito en el plazo de veinte días y manifiesten si consideran
necesaria la celebración de vista.
En el escrito de oposición también se podrán alegar las causas de inadmisibilidad del
recurso que se consideren existentes y que no hayan sido ya rechazadas por el Tribunal.

Artículo 486. Votación y fallo. Eventual vista.


1. Transcurrido el plazo a que se refiere el artículo anterior, háyanse presentado o no los
escritos de oposición, si todas las partes hubieren solicitado la celebración de vista el
Secretario judicial señalará día y hora para su celebración. De igual modo se procederá
cuando el Tribunal hubiera resuelto, mediante providencia, por considerarlo conveniente
para la mejor impartición de justicia, la celebración de dicho acto. En caso contrario, la Sala
señalará día y hora para la votación y fallo del recurso de casación.
2. La vista comenzará con el informe de la parte recurrente, para después proceder al de
la parte recurrida. Si fueren varias las partes recurrentes, se estará al orden de interposición
de los recursos, y siendo varias las partes recurridas, al orden de las comparecencias.

Artículo 487. Sentencia. Efectos.


1. La Sala dictará sentencia sobre el recurso de casación dentro de los veinte días
siguientes al de finalización de la vista, o al señalado para la votación y fallo.
2. Si se tratare de los recursos de casación previstos en los números 1.º y 2.º del
apartado 2 del artículo 477, la sentencia que ponga fin al recurso de casación confirmará o
casará, en todo o en parte, la sentencia recurrida.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Cuando el recurso de casación sea de los previstos en el número 3.o del apartado 2
del artículo 477, si la sentencia considerara fundado el recurso, casará la resolución
impugnada y resolverá sobre el caso, declarando lo que corresponda según los términos en
que se hubiere producido la oposición a la doctrina jurisprudencial o la contradicción o
divergencia de jurisprudencia.
Los pronunciamientos de la sentencia que se dicte en casación en ningún caso afectarán
a las situaciones jurídicas creadas por las sentencias, distintas de la impugnada, que se
hubieren invocado.

Artículo 488. Sustanciación y decisión de los recursos de casación y extraordinario por


infracción procesal, cuando litigantes de un mismo pleito opten por distinto recurso
extraordinario.
1. Cuando distintos litigantes de un mismo proceso opten, cada uno de ellos, por
diferente recurso extraordinario, el que se funde en infracción procesal se sustanciará por el
tribunal competente con preferencia al de casación, cuya tramitación, sin embargo, será
iniciada y continuará hasta que se decida su admisión, quedando después en suspenso.
2. Si se dictara sentencia totalmente desestimatoria del recurso por infracción procesal,
se comunicará de inmediato al tribunal competente para la casación, se alzará de inmediato
su suspensión y se tramitará el recurso con arreglo a lo dispuesto en el presente capítulo.
3. Si se estimare el recurso extraordinario por infracción procesal, el recurso de casación
presentado quedará sin efecto, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 467 de la presente
Ley.

Artículo 489. Sustanciación y decisión de los recursos de casación foral y extraordinario por


infracción procesal, cuando litigantes de un mismo pleito opten por distinto recurso
extraordinario.
Cuando distintos litigantes de un mismo proceso opten, cada uno de ellos, por diferente
recurso extraordinario, uno por infracción procesal y otro por vulneración de las normas de
Derecho civil foral o especial propio de una Comunidad Autónoma, ambos recursos se
sustanciarán y decidirán acumulados en una sola pieza, resolviendo la Sala en una sola
sentencia teniendo en cuenta que sólo podrá pronunciarse sobre el recurso de casación si
no estimare el extraordinario por infracción procesal.

CAPÍTULO VI
Del recurso en interés de la ley

Artículo 490. Resoluciones recurribles en interés de la ley.


1. Podrá interponerse recurso en interés de la ley, para la unidad de doctrina
jurisprudencial, respecto de sentencias que resuelvan recursos extraordinarios por infracción
de ley procesal cuando las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia
sostuvieran criterios discrepantes sobre la interpretación de normas procesales.
2. No procederá el recurso en interés de la ley contra sentencias que hubiesen sido
recurridas en amparo ante el Tribunal Constitucional.

Artículo 491. Legitimación para recurrir en interés de la ley.


Podrán en todo caso recurrir en interés de la ley el Ministerio Fiscal y el Defensor del
Pueblo. Asimismo, podrán interponer este recurso las personas jurídicas de Derecho público
que, por las actividades que desarrollen y las funciones que tengan atribuidas, en relación
con las cuestiones procesales sobre las que verse el recurso, acrediten interés legítimo en la
unidad jurisprudencial sobre esas cuestiones.

Artículo 492. Interposición y sustanciación.


1. Los recursos en interés de la ley se interpondrán, en el plazo de un año desde que se
dictó la sentencia más moderna, directamente ante la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo.

– 430 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Al escrito en que se interponga el recurso en interés de la ley se acompañarán los


siguientes documentos:
1.º Copia certificada o testimonio de las resoluciones que pongan de manifiesto la
discrepancia que se alegue.
2.º Certificación expedida por el Tribunal Constitucional, que acredite que, transcurrido el
plazo para recurrir en amparo, no se ha interpuesto dicho recurso contra ninguna de las
sentencias alegadas.
3. Del escrito o escritos de interposición, con sus documentos anexos, se dará traslado
por el Secretario judicial a quienes se hubieren personado como partes en los procesos en
que hubieran recaído las sentencias objeto del recurso, para que, en el plazo de veinte días,
puedan formular alegaciones expresando los criterios jurídicos que consideren más
fundados.

Artículo 493. Sentencia.
La sentencia que se dicte en los recursos en interés de la ley respetará, en todo caso,
las situaciones jurídicas particulares derivadas de las sentencias alegadas y, cuando fuere
estimatoria, fijará en el fallo la doctrina jurisprudencial. En este caso, se publicará en el
"Boletín Oficial del Estado" y, a partir de su inserción en él, complementará el ordenamiento
jurídico, vinculando en tal concepto a todos los Jueces y tribunales del orden jurisdiccional
civil diferentes al Tribunal Supremo.

CAPÍTULO VII
Del recurso de queja

Artículo 494. Resoluciones recurribles en queja.


Contra los autos en que el tribunal que haya dictado la resolución denegare la
tramitación de un recurso de apelación, extraordinario por infracción procesal o de casación,
se podrá interponer recurso de queja ante el órgano al que corresponda resolver del recurso
no tramitado. Los recursos de queja se tramitarán y resolverán con carácter preferente.
No procederá el recurso de queja en los procesos de desahucios de finca urbana y
rústica, cuando la sentencia que procediera dictar en su caso no tuviese la consideración de
cosa juzgada.

Artículo 495. Sustanciación y decisión.


1. El recurso de queja se interpondrá ante el órgano al que corresponda resolver el
recurso no tramitado, en el plazo de diez días desde la notificación de la resolución que
deniega la tramitación de un recurso de apelación, extraordinario por infracción procesal o de
casación. Con el recurso deberá acompañarse copia de la resolución recurrida.
2. Presentado en tiempo el recurso con dicha copia, el tribunal resolverá sobre él en el
plazo de cinco días. Si considerase bien denegada la tramitación del recurso, mandará
ponerlo en conocimiento del tribunal correspondiente, para que conste en los autos. Si la
estimase mal denegada, ordenará a dicho tribunal que continúe con la tramitación.
3. Contra el auto que resuelva el recurso de queja no se dará recurso alguno.

TÍTULO V
De la rebeldía y de la rescisión de sentencias firmes y nueva audiencia al
demandado rebelde

Artículo 496. Declaración de rebeldía y efectos.


1. El Secretario judicial declarará en rebeldía al demandado que no comparezca en
forma en la fecha o en el plazo señalado en la citación o emplazamiento, excepto en los
supuestos previstos en esta ley en que la declaración de rebeldía corresponda al Tribunal.

– 431 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. La declaración de rebeldía no será considerada como allanamiento ni como admisión


de los hechos de la demanda, salvo los casos en que la ley expresamente disponga lo
contrario.

Artículo 497. Régimen de notificaciones.


1. La resolución que declare la rebeldía se notificará al demandado por correo, si su
domicilio fuere conocido y, si no lo fuere, mediante edictos. Hecha esta notificación, no se
llevará a cabo ninguna otra, excepto la de la resolución que ponga fin al proceso.
2. La sentencia o resolución que ponga fin al proceso se notificará al demandado
personalmente, en la forma prevista en el artículo 161 de esta ley. Pero si el demandado se
hallare en paradero desconocido, la notificación se hará publicando un extracto de la misma
por medio de edicto, que se publicará en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma o en
el Boletín Oficial del Estado.
Lo mismo será de aplicación para las sentencias dictadas en apelación, en recurso
extraordinario por infracción procesal o en casación.
Cuando se trate de sentencia condenatoria de desahucio por falta de pago de rentas o
cantidades debidas, o por expiración legal o contractual del plazo, y el demandado citado en
forma no hubiera comparecido en la fecha o en el plazo señalado en la citación, la
notificación se hará por medio de edictos fijando copia de la sentencia en el tablón de
anuncios de la Oficina Judicial.
3. No será necesaria la publicación de edictos en el "Boletín Oficial" de la Comunidad
Autónoma o en el ''Boletín Oficial del Estado'' en aquellos procedimientos en los que la
sentencia no tenga efecto de cosa juzgada y en los procesos de desahucio en los que se
acumule la acción de reclamación de las rentas y cantidades debidas. En estos casos
bastará la publicidad del edicto en el tablón de anuncios de la Oficina Judicial.
4. Esta publicación podrá ser sustituida, en los términos que reglamentariamente se
determinen, por la utilización de medios telemáticos, informáticos o electrónicos, conforme a
lo previsto en el artículo 236 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Artículo 498. Comunicación de la existencia del proceso al demandado rebelde citado o


emplazado por edictos.
Al demandado rebelde que, por carecer de domicilio conocido o hallarse en ignorado
paradero, hubiese sido citado o emplazado para personarse mediante edictos, se le
comunicará la pendencia del proceso, de oficio o a instancia de cualquiera de las partes
personadas, en cuanto se tenga noticia del lugar en que pueda llevarse a cabo la
comunicación.

Artículo 499. Comparecencia posterior del demandado.


Cualquiera que sea el estado del proceso en que el demandado rebelde comparezca, se
entenderá con él la sustanciación, sin que ésta pueda retroceder en ningún caso.

Artículo 500. Ejercicio por el demandado rebelde de los recursos ordinarios.


El demandado rebelde a quien haya sido notificada personalmente la sentencia, sólo
podrá utilizar contra ella el recurso de apelación, y el extraordinario por infracción procesal o
el de casación, cuando procedan, si los interpone dentro del plazo legal.
Los mismos recursos podrá utilizar el demandado rebelde a quien no haya sido
notificada personalmente la sentencia, pero en este caso, el plazo para interponerlos se
contará desde el día siguiente al de la publicación del edicto de notificación de la sentencia
en el Boletín Oficial del Estado, Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma o Boletín Oficial
de la Provincia o, en su caso, por los medios telemáticos, informáticos o electrónicos a que
se refiere el apartado 2 del artículo 497 de esta ley o del modo establecido en el apartado 3
del mismo artículo.

– 432 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 501. Rescisión de sentencia firme a instancias del rebelde. Casos en que procede.
Los demandados que hayan permanecido constantemente en rebeldía podrán pretender,
del tribunal que la hubiere dictado, la rescisión de la sentencia firme en los casos siguientes:
1.º De fuerza mayor ininterrumpida, que impidió al rebelde comparecer en todo
momento, aunque haya tenido conocimiento del pleito por haber sido citado o emplazado en
forma.
2.º De desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando la citación o emplazamiento
se hubieren practicado por cédula, a tenor del artículo 161, pero ésta no hubiese llegado a
poder del demandado rebelde por causa que no le sea imputable.
3.º De desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando el demandado rebelde haya
sido citado o emplazado por edictos y haya estado ausente del lugar en que se haya seguido
el proceso y de cualquier otro lugar del Estado o de la Comunidad Autónoma, en cuyos
Boletines Oficiales se hubiesen publicado aquéllos.

Artículo 502. Plazos de caducidad de la acción de rescisión.


1. La rescisión de sentencia firme a instancia del demandado rebelde sólo procederá si
se solicita dentro de los plazos siguientes:
1.º De veinte días, a partir de la notificación de la sentencia firme, si dicha notificación se
hubiere practicado personalmente.
2.º De cuatro meses, a partir de la publicación del edicto de notificación de la sentencia
firme, si ésta no se notificó personalmente.
2. Los plazos a que se refiere el apartado anterior podrán prolongarse, conforme al
apartado segundo del artículo 134, si subsistiera la fuerza mayor que hubiera impedido al
rebelde la comparecencia, pero sin que en ningún caso quepa ejercitar la acción de rescisión
una vez transcurridos dieciséis meses desde la notificación de la sentencia.

Artículo 503. Exclusión de la rescisión de sentencias sin efectos de cosa juzgada.


No procederá la rescisión de las sentencias firmes que, por disposición legal, carezcan
de efectos de cosa juzgada.

Artículo 504. Eventual suspensión de la ejecución. Procedimiento de la rescisión.


1. Las demandas de rescisión de sentencias firmes dictadas en rebeldía no suspenderán
su ejecución, salvo lo dispuesto en el artículo 566 de esta Ley.
2. La pretensión del demandado rebelde de que se rescinda una sentencia firme se
sustanciará por los trámites establecidos para el juicio ordinario, que podrá ser iniciado por
quienes hayan sido parte en el proceso.

Artículo 505. Sentencia de rescisión.


1. Celebrado el juicio, en el que se practicará la prueba pertinente sobre las causas que
justifican la rescisión, resolverá sobre ella el tribunal mediante sentencia, que no será
susceptible de recurso alguno.
2. A instancia de parte, el tribunal de la ejecución deberá acordar la suspensión de la
ejecución de la sentencia rescindida, si, conforme a lo previsto en el artículo 566, no hubiere
ya decretado la suspensión.

Artículo 506. Costas.
1. Cuando se declare no haber lugar a la rescisión solicitada por el litigante condenado
en rebeldía, se impondrán a éste todas las costas del procedimiento.
2. Si se dictare sentencia estimando procedente la rescisión, no se impondrán las costas
a ninguno de los litigantes, salvo que el tribunal aprecie temeridad en alguno de ellos.

– 433 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 507. Sustanciación del procedimiento tras la sentencia estimatoria.


1. Estimada la pretensión del demandado rebelde, se remitirá certificación de la
sentencia que estime procedente la rescisión al tribunal que hubiere conocido del asunto en
primera instancia y, ante él, se procederá conforme a las reglas siguientes:
1.ª Se entregarán los autos por diez días al demandado para que pueda exponer y pedir
lo que a su derecho convenga, en la forma prevenida para la contestación a la demanda.
2.ª De lo que se expusiere y pidiere se conferirá traslado por otros diez días a la parte
contraria, entregándole las copias de los escritos y documentos.
3.ª En adelante, se seguirán los trámites del juicio declarativo que corresponda, hasta
dictar la sentencia que proceda, contra la que podrán interponerse los recursos previstos en
esta Ley.
2. No será necesario remitir al tribunal de primera instancia la certificación a que se
refiere el apartado anterior si dicho tribunal hubiere sido el que estimó procedente la
rescisión.

Artículo 508. Inactividad del demandado y nueva sentencia.


Si el demandado no formulase alegaciones y peticiones en el trámite a que se refiere la
regla primera del artículo anterior, se entenderá que renuncia a ser oído y se dictará nueva
sentencia en los mismos términos que la rescindida.
Contra esta sentencia no se dará recurso alguno.

TÍTULO VI
De la revisión de sentencias firmes

Artículo 509. Órgano competente y resoluciones recurribles.


La revisión de sentencias firmes se solicitará a la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo o
a las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, conforme a lo
dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Artículo 510. Motivos.
Habrá lugar a la revisión de una sentencia firme:
1.º Si después de pronunciada, se recobraren u obtuvieren documentos decisivos, de los
que no se hubiere podido disponer por fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor se
hubiere dictado.
2.º Si hubiere recaído en virtud de documentos que al tiempo de dictarse ignoraba una
de las partes haber sido declarados falsos en un proceso penal, o cuya falsedad declarare
después penalmente.
3.º Si hubiere recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y los testigos o los peritos
hubieren sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones que sirvieron de
fundamento a la sentencia.
4.º Si se hubiere ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia o maquinación
fraudulenta.

Artículo 511. Legitimación activa.


Podrá solicitar la revisión quien hubiere sido parte perjudicada por la sentencia firme
impugnada.

Artículo 512. Plazo de interposición.


1. En ningún caso podrá solicitarse la revisión después de transcurridos cinco años
desde la fecha de la publicación de la sentencia que se pretende impugnar. Se rechazará
toda solicitud de revisión que se presente pasado este plazo.

– 434 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Dentro del plazo señalado en el apartado anterior, se podrá solicitar la revisión


siempre que no hayan transcurrido tres meses desde el día en que se descubrieren los
documentos decisivos, el cohecho, la violencia o el fraude, o en que se hubiere reconocido o
declarado la falsedad.

Artículo 513. Depósito.
1. Para poder interponer la demanda de revisión será indispensable que a ella se
acompañe documento justificativo de haberse depositado en el establecimiento destinado al
efecto la cantidad de 300 euros. Esta cantidad será devuelta si el tribunal estimare la
demanda de revisión.
2. La falta o insuficiencia del depósito mencionado, cuando no se subsane dentro del
plazo que el Secretario judicial señale al efecto, que no será en ningún caso superior a cinco
días, determinará que el Tribunal repela de plano la demanda.

Artículo 514. Sustanciación.
1. Presentada y admitida la demanda de revisión, el Secretario judicial solicitará que se
remitan al Tribunal todas las actuaciones del pleito cuya sentencia se impugne, y emplazará
a cuantos en él hubieren litigado, o a sus causahabientes, para que dentro del plazo de
veinte días contesten a la demanda, sosteniendo lo que convenga a su derecho.
2. Contestada la demanda de revisión o transcurrido el plazo anterior sin haberlo hecho,
se dará a las actuaciones la tramitación establecida para los juicios verbales.
3. En todo caso, el Ministerio Fiscal deberá informar sobre la revisión antes de que se
dicte sentencia sobre si ha o no lugar a la estimación de la demanda.
4. Si se suscitaren cuestiones prejudiciales penales durante la tramitación de la revisión,
se aplicarán las normas generales establecidas en el artículo 40 de la presente Ley, sin que
opere ya el plazo absoluto de caducidad a que se refiere el apartado 1 del artículo 512.

Artículo 515. Eventual suspensión de la ejecución.


Las demandas de revisión no suspenderán la ejecución de las sentencias firmes que las
motiven, salvo lo dispuesto en el artículo 566 de esta Ley.

Artículo 516. Decisión.
1. Si el tribunal estimare procedente la revisión solicitada, lo declarará así, y rescindirá la
sentencia impugnada. A continuación mandará expedir certificación del fallo, y devolverá los
autos al tribunal del que procedan para que las partes usen de su derecho, según les
convenga, en el juicio correspondiente.
En este juicio, habrán de tomarse como base y no podrán discutirse las declaraciones
hechas en la sentencia de revisión.
2. Si el tribunal desestimare la revisión solicitada, se condenará en costas al demandante
y perderá el depósito que hubiere realizado.
3. Contra la sentencia que dicte el tribunal de revisión no se dará recurso alguno.

– 435 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

LIBRO III
De la ejecución forzosa y de las medidas cautelares

TÍTULO I
De los títulos ejecutivos

CAPÍTULO I
De las sentencias y demás títulos ejecutivos

Artículo 517. Acción ejecutiva. Títulos ejecutivos.


1. La acción ejecutiva deberá fundarse en un título que tenga aparejada ejecución.
2. Sólo tendrán aparejada ejecución los siguientes títulos:
1.º La sentencia de condena firme.
2.º Los laudos o resoluciones arbitrales y los acuerdos de mediación, debiendo estos
últimos haber sido elevados a escritura pública de acuerdo con la Ley de mediación en
asuntos civiles y mercantiles.
3.º Las resoluciones judiciales que aprueben u homologuen transacciones judiciales y
acuerdos logrados en el proceso, acompañadas, si fuere necesario para constancia de su
concreto contenido, de los correspondientes testimonios de las actuaciones.
4.º Las escrituras públicas, con tal que sea primera copia ; o si es segunda que esté
dada en virtud de mandamiento judicial y con citación de la persona a quien deba perjudicar,
o de su causante, o que se expida con la conformidad de todas las partes.
5.º Las pólizas de contratos mercantiles firmadas por las partes y por corredor de
comercio colegiado que las intervenga, con tal que se acompañe certificación en la que
dicho corredor acredite la conformidad de la póliza con los asientos de su libro registro y la
fecha de éstos.
6.º Los títulos al portador o nominativos, legítimamente emitidos, que representen
obligaciones vencidas y los cupones, también vencidos, de dichos títulos, siempre que los
cupones confronten con los títulos y éstos, en todo caso, con los libros talonarios.
La protesta de falsedad del título formulada en el acto de la confrontación no impedirá, si
ésta resulta conforme, que se despache la ejecución, sin perjuicio de la posterior oposición a
la ejecución que pueda formular el deudor alegando falsedad en el título.
7.º Los certificados no caducados expedidos por las entidades encargadas de los
registros contables respecto de los valores representados mediante anotaciones en cuenta a
los que se refiere la Ley del Mercado de Valores, siempre que se acompañe copia de la
escritura pública de representación de los valores o, en su caso, de la emisión, cuando tal
escritura sea necesaria, conforme a la legislación vigente.
Instada y despachada la ejecución, no caducarán los certificados a que se refiere el
párrafo anterior.
8.º El auto que establezca la cantidad máxima reclamable en concepto de
indemnización, dictado en casos de rebeldía del acusado o de sentencia absolutoria o
sobreseimiento en procesos penales incoados por hechos cubiertos por el Seguro
Obligatorio de Responsabilidad Civil derivada del uso y circulación de vehículos de motor.
9.º Las demás resoluciones procesales y documentos que, por disposición de esta u otra
ley, lleven aparejada ejecución.

Artículo 518. Caducidad de la acción ejecutiva fundada en sentencia judicial, o resolución


arbitral o acuerdo de mediación.
La acción ejecutiva fundada en sentencia, en resolución del tribunal o del secretario
judicial que apruebe una transacción judicial o un acuerdo alcanzado en el proceso, en
resolución arbitral o en acuerdo de mediación caducará si no se interpone la correspondiente
demanda ejecutiva dentro de los cinco años siguientes a la firmeza de la sentencia o
resolución.

– 436 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 519. Acción ejecutiva de consumidores y usuarios fundada en sentencia de


condena sin determinación individual de los beneficiados.
Cuando las sentencias de condena a que se refiere la regla primera del artículo 221 no
hubiesen determinado los consumidores o usuarios individuales beneficiados por aquélla, el
tribunal competente para la ejecución, a solicitud de uno o varios interesados y con
audiencia del condenado, dictará auto en el que resolverá si, según los datos, características
y requisitos establecidos en la sentencia, reconoce a los solicitantes como beneficiarios de la
condena. Con testimonio de este auto, los sujetos reconocidos podrán instar la ejecución. El
Ministerio Fiscal podrá instar la ejecución de la sentencia en beneficio de los consumidores y
usuarios afectados.

Artículo 520. Acción ejecutiva basada en títulos no judiciales ni arbitrales.


1. Cuando se trate de los títulos ejecutivos previstos en los números 4.º, 5.º, 6.º y 7.º del
apartado 2 del artículo 517, sólo podrá despacharse ejecución por cantidad determinada que
exceda de 300 euros:
1.º En dinero efectivo.
2.º En moneda extranjera convertible, siempre que la obligación de pago en la misma
esté autorizada o resulte permitida legalmente.
3.º En cosa o especie computable en dinero.
2. El límite de cantidad señalado en el apartado anterior podrá obtenerse mediante la
adición de varios títulos ejecutivos de los previstos en dicho apartado.

Artículo 521. Sentencias meramente declarativas y sentencias constitutivas.


1. No se despachará ejecución de las sentencias meramente declarativas ni de las
constitutivas.
2. Mediante su certificación y, en su caso, el mandamiento judicial oportuno, las
sentencias constitutivas firmes podrán permitir inscripciones y modificaciones en Registros
públicos, sin necesidad de que se despache ejecución.
3. Cuando una sentencia constitutiva contenga también pronunciamientos de condena,
éstos se ejecutarán del modo previsto para ellos en esta Ley.

Artículo 522. Acatamiento y cumplimiento de las sentencias constitutivas. Solicitud de


actuaciones judiciales necesarias.
1. Todas las personas y autoridades, especialmente las encargadas de los Registros
públicos, deben acatar y cumplir lo que se disponga en las sentencias constitutivas y
atenerse al estado o situación jurídicos que surja de ellas, salvo que existan obstáculos
derivados del propio Registro conforme a su legislación específica.
2. Quienes hayan sido parte en el proceso o acrediten interés directo y legítimo podrán
pedir al tribunal las actuaciones precisas para la eficacia de las sentencias constitutivas y
para vencer eventuales resistencias a lo que dispongan.

CAPÍTULO II
De los títulos ejecutivos extranjeros

Artículo 523. Fuerza ejecutiva en España. Ley aplicable al procedimiento.


1. Para que las sentencias firmes y demás títulos ejecutivos extranjeros lleven aparejada
ejecución en España se estará a lo dispuesto en los Tratados internacionales y a las
disposiciones legales sobre cooperación jurídica internacional.
2. En todo caso, la ejecución de sentencias y títulos ejecutivos extranjeros se llevará a
cabo en España conforme a las disposiciones de la presente Ley, salvo que se dispusiere
otra cosa en los Tratados internacionales vigentes en España.

– 437 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

TÍTULO II
De la ejecución provisional de resoluciones judiciales

CAPÍTULO I
De la ejecución provisional: disposiciones generales

Artículo 524. Ejecución provisional: demanda y contenido.


1. La ejecución provisional se instará por demanda o simple solicitud, según lo dispuesto
en el artículo 549 de la presente ley.
2. La ejecución provisional de sentencias de condena, que no sean firmes, se
despachará y llevará a cabo, del mismo modo que la ejecución ordinaria, por el tribunal
competente para la primera instancia.
3. En la ejecución provisional de las sentencias de condena, las partes dispondrán de los
mismos derechos y facultades procesales que en la ordinaria.
4. Mientras no sean firmes, o aun siéndolo, no hayan transcurrido los plazos indicados
por esta Ley para ejercitar la acción de rescisión de la sentencia dictada en rebeldía, sólo
procederá la anotación preventiva de las sentencias que dispongan o permitan la inscripción
o la cancelación de asientos en Registros públicos.
5. La ejecución provisional de las sentencias en las que se tutelen derechos
fundamentales tendrá carácter preferente.

Artículo 525. Sentencias no provisionalmente ejecutables.


1. No serán en ningún caso susceptibles de ejecución provisional:
1.ª Las sentencias dictadas en los procesos sobre paternidad, maternidad, filiación,
nulidad de matrimonio, separación y divorcio, capacidad y estado civil y derechos
honoríficos, salvo los pronunciamientos que regulen las obligaciones y relaciones
patrimoniales relacionadas con lo que sea objeto principal del proceso.
2.ª Las sentencias que condenen a emitir una declaración de voluntad.
3.ª Las sentencias que declaren la nulidad o caducidad de títulos de propiedad industrial.
2. Tampoco procederá la ejecución provisional de las sentencias extranjeras no firmes,
salvo que expresamente se disponga lo contrario en los Tratados internacionales vigentes en
España.
3. No procederá la ejecución provisional de los pronunciamientos de carácter
indemnizatorio de las sentencias que declaren la vulneración de los derechos al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

CAPÍTULO II
De la ejecución provisional de sentencias de condena dictadas en primera
instancia

Sección 1.ª De la ejecución provisional y de la oposición a ella

Artículo 526. Ejecución provisional de las sentencias de condena en primera instancia.


Legitimación.
Salvo en los casos a que se refiere el artículo anterior, quien haya obtenido un
pronunciamiento a su favor en sentencia de condena dictada en primera instancia podrá, sin
simultánea prestación de caución, pedir y obtener su ejecución provisional conforme a lo
previsto en los artículos siguientes.

Artículo 527. Solicitud de ejecución provisional, despacho de ésta y recursos.


1. La ejecución provisional podrá pedirse en cualquier momento desde la notificación de
la resolución en que se tenga por interpuesto el recurso de apelación, o en su caso, desde el

– 438 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

traslado a la parte apelante del escrito del apelado adhiriéndose al recurso, y siempre antes
de que haya recaído sentencia en éste.
2. Cuando se solicite la ejecución provisional después de haberse remitido los autos al
Tribunal competente para resolver la apelación, el solicitante deberá obtener previamente de
éste testimonio de lo que sea necesario para la ejecución y acompañar dicho testimonio a la
solicitud.
Si la ejecución provisional se hubiere solicitado antes de la remisión de los autos a que
se refiere el párrafo anterior, el Secretario judicial expedirá el testimonio antes de hacer la
remisión.
3. Solicitada la ejecución provisional, el tribunal la despachará salvo que se tratare de
sentencia comprendida en el artículo 525 o que no contuviere pronunciamiento de condena
en favor del solicitante.
4. Contra el auto que deniegue la ejecución provisional se dará recurso de apelación,
que se tramitará y resolverá con carácter preferente. Contra el auto que despache la
ejecución provisional no se dará recurso alguno, sin perjuicio de la oposición que pueda
formular el ejecutado conforme a lo dispuesto en el artículo siguiente.

Artículo 528. Oposición a la ejecución provisional y a actuaciones ejecutivas concretas.


1. El ejecutado sólo podrá oponerse a la ejecución provisional una vez que ésta haya
sido despachada.
2. La oposición a la ejecución provisional podrá fundarse únicamente, y sin perjuicio de
lo establecido en el apartado 4 de este artículo, en las siguientes causas:
1.º En todo caso, haberse despachado la ejecución provisional con infracción del artículo
anterior.
2.º Si la sentencia fuese de condena no dineraria, resultar imposible o de extrema
dificultad, atendida la naturaleza de las actuaciones ejecutivas, restaurar la situación anterior
a la ejecución provisional o compensar económicamente al ejecutado mediante el
resarcimiento de los daños y perjuicios que se le causaren, si aquella sentencia fuese
revocada.
3. Si la sentencia fuese de condena dineraria, el ejecutado no podrá oponerse a la
ejecución provisional, sino únicamente a actuaciones ejecutivas concretas del procedimiento
de apremio, cuando entienda que dichas actuaciones causarán una situación absolutamente
imposible de restaurar o de compensar económicamente mediante el resarcimiento de daños
y perjuicios.
Al formular esta oposición a medidas ejecutivas concretas, el ejecutado habrá de indicar
otras medidas o actuaciones ejecutivas que sean posibles y no provoquen situaciones
similares a las que causaría, a su juicio, la actuación o medida a la que se opone, así como
ofrecer caución suficiente para responder de la demora en la ejecución, si las medidas
alternativas no fuesen aceptadas por el tribunal y el pronunciamiento de condena dineraria
resultare posteriormente confirmado.
Si el ejecutado no indicara medidas alternativas ni ofreciese prestar caución, no
procederá en ningún caso la oposición a la ejecución y así se decretará de inmediato por el
Secretario judicial. Contra dicho decreto cabrá recurso directo de revisión que no producirá
efectos suspensivos.
4. Además de las causas citadas en los apartados que preceden, la oposición podrá
estar fundada en el pago o cumplimiento de lo ordenado en la sentencia, que habrá de
justificarse documentalmente, así como en la existencia de pactos o transacciones que se
hubieran convenido y documentado en el proceso para evitar la ejecución provisional. Estas
causas de oposición se tramitarán conforme a lo dispuesto para la ejecución ordinaria o
definitiva.

Artículo 529. Sustanciación de la oposición a la ejecución provisional o a actuaciones


ejecutivas concretas.
1. El escrito de oposición a la ejecución provisional habrá de presentarse al tribunal de la
ejecución dentro de los cinco días siguientes al de la notificación de la resolución que
acuerde el despacho de ejecución o las actuaciones concretas a que se oponga.

– 439 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Del escrito de oposición a la ejecución y de los documentos que se acompañen se


dará traslado al ejecutante y a quienes estuvieren personados en la ejecución provisional,
para que manifiesten y acrediten, en el plazo de cinco días, lo que consideren conveniente.
3. Si se tratase de ejecución provisional de sentencia de condena no dineraria y se
hubiere alegado la causa segunda del apartado 2 del artículo 528, de oposición a la
ejecución provisional, el que la hubiere solicitado, además de impugnar cuanto se haya
alegado de contrario, podrá ofrecer caución suficiente para garantizar que, en caso de
revocarse la sentencia, se restaurará la situación anterior o, de ser esto imposible, se
resarcirán los daños y perjuicios causados.
La caución podrá constituirse en dinero efectivo, mediante aval solidario de duración
indefinida y pagadero a primer requerimiento emitido por entidad de crédito o sociedad de
garantía recíproca o por cualquier otro medio que, a juicio del tribunal, garantice la inmediata
disponibilidad, en su caso, de la cantidad de que se trate.

Artículo 530. Decisión sobre la oposición a la ejecución provisional y a medidas ejecutivas


concretas. Irrecurribilidad.
1. Cuando se estime la oposición fundada en la causa primera del apartado 2 del artículo
528, la oposición a la ejecución provisional se resolverá mediante auto en el que se
declarará no haber lugar a que prosiga dicha ejecución provisional, alzándose los embargos
y trabas y las medidas de garantía que pudieran haberse adoptado.
2. Si la oposición se hubiese formulado en caso de ejecución provisional de condena no
dineraria, cuando el tribunal estimare que, de revocarse posteriormente la condena, sería
imposible o extremadamente difícil restaurar la situación anterior a la ejecución provisional o
garantizar el resarcimiento mediante la caución que el solicitante se mostrase dispuesto a
prestar, dictará auto dejando en suspenso la ejecución, pero subsistirán los embargos y las
medidas de garantía adoptadas y se adoptarán las que procedieren, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 700.
3. Cuando, siendo dineraria la condena, la oposición se hubiere formulado respecto de
actividades ejecutivas concretas, se estimará dicha oposición si el tribunal considerara
posibles y de eficacia similar las actuaciones o medidas alternativas indicadas por el
provisionalmente ejecutado o si, habiendo éste ofrecido caución que se crea suficiente para
responder de la demora en la ejecución, el tribunal apreciare que concurre en el caso una
absoluta imposibilidad de restaurar la situación anterior a la ejecución o de compensar
económicamente al ejecutado provisionalmente mediante ulterior resarcimiento de daños y
perjuicios, en caso de ser revocada la condena.
La estimación de esta oposición únicamente determinará que se deniegue la realización
de la concreta actividad ejecutiva objeto de aquélla, prosiguiendo el procedimiento de
apremio según lo previsto en la presente Ley.
4. Contra el auto que decida sobre la oposición a la ejecución provisional o a medidas
ejecutivas concretas no cabrá recurso alguno.

Artículo 531. Suspensión de la ejecución provisional en caso de condenas dinerarias.


El Secretario judicial suspenderá mediante decreto la ejecución provisional de
pronunciamientos de condena al pago de cantidades de dinero líquidas cuando el ejecutado
pusiere a disposición del Juzgado, para su entrega al ejecutante, sin perjuicio de lo dispuesto
en la sección siguiente, la cantidad a la que hubiere sido condenado, más los intereses
correspondientes y las costas por los que se despachó ejecución. Liquidados aquéllos y
tasadas éstas, se decidirá por el Secretario judicial responsable de la ejecución provisional
sobre la continuación o el archivo de la ejecución. El decreto dictado al efecto será
susceptible de recurso directo de revisión ante el Tribunal que hubiera autorizado la
ejecución.

– 440 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 2.ª De la revocación o confirmación de la sentencia provisionalmente


ejecutada

Artículo 532. Confirmación de la resolución provisionalmente ejecutada.


Si se dictase sentencia que confirme los pronunciamientos provisionalmente ejecutados,
la ejecución continuará si aún no hubiera terminado, salvo desistimiento expreso del
ejecutante.
Si la sentencia confirmatoria no fuera susceptible de recurso o no se recurriere, la
ejecución, salvo desistimiento, seguirá adelante como definitiva.

Artículo 533. Revocación de condenas al pago de cantidad de dinero.


1. Si el pronunciamiento provisionalmente ejecutado fuere de condena al pago de dinero
y se revocara totalmente, se sobreseerá por el Secretario judicial la ejecución provisional y el
ejecutante deberá devolver la cantidad que, en su caso, hubiere percibido, reintegrar al
ejecutado las costas de la ejecución provisional que éste hubiere satisfecho y resarcirle de
los daños y perjuicios que dicha ejecución le hubiere ocasionado.
2. Si la revocación de la sentencia fuese parcial, sólo se devolverá la diferencia entre la
cantidad percibida por el ejecutante y la que resulte de la confirmación parcial, con el
incremento que resulte de aplicar a dicha diferencia, anualmente, desde el momento de la
percepción, el tipo del interés legal del dinero.
3. Si la sentencia revocatoria no fuera firme, la percepción de las cantidades e
incrementos previstos en los apartados anteriores de este artículo, podrá pretenderse por vía
de apremio ante el tribunal que hubiere sustanciado la ejecución provisional. La liquidación
de los daños y perjuicios se hará según lo dispuesto en los artículos 712 y siguientes de esta
Ley.
El obligado a devolver, reintegrar e indemnizar podrá oponerse a actuaciones concretas
de apremio, en los términos del apartado 3 del artículo 528.

Artículo 534. Revocación en casos de condenas no dinerarias.


1. Si la resolución provisionalmente ejecutada que se revocase hubiere condenado a la
entrega de un bien determinado, se restituirá éste al ejecutado, en el concepto en que lo
hubiere tenido, más las rentas, frutos o productos, o el valor pecuniario de la utilización del
bien.
Si la restitución fuese imposible, de hecho o de derecho, el ejecutado podrá pedir que se
le indemnicen los daños y perjuicios, que se liquidarán por el procedimiento establecido en
los artículos 712 y siguientes.
2. Si se revocara una resolución que contuviese condena a hacer y éste hubiese sido
realizado, se podrá pedir que se deshaga lo hecho y que se indemnicen los daños y
perjuicios causados.
3. Para la restitución de la cosa, la destrucción de lo mal hecho o la exacción de daños y
perjuicios, previstas en los apartados anteriores, procederá, en caso de que la sentencia
revocatoria no sea firme, la vía de ejecución ante el tribunal competente para la provisional.
4. En los casos previstos en los apartados anteriores, el obligado a restituir, deshacer o
indemnizar podrá oponerse, dentro de la vía de ejecución, con arreglo a lo previsto en el
artículo 528 de esta Ley.

CAPÍTULO III
De la ejecución provisional de sentencias de condena dictadas en segunda
instancia

Artículo 535. Ejecución provisional de sentencias dictadas en segunda instancia.


1. La ejecución provisional de sentencias dictadas en segunda instancia, que no sean
firmes, así como la oposición a dicha ejecución, se regirán por lo dispuesto en el capítulo
anterior de la presente Ley.

– 441 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. En los casos a los que se refiere el apartado anterior la ejecución provisional podrá
solicitarse en cualquier momento desde la notificación de la resolución que tenga por
interpuesto el recurso extraordinario por infracción procesal o el recurso de casación y
siempre antes de que haya recaído sentencia en estos recursos.
La solicitud se presentará ante el tribunal que haya conocido del proceso en primera
instancia, acompañando certificación de la sentencia cuya ejecución provisional se pretenda,
así como testimonio de cuantos particulares se estimen necesarios, certificación y testimonio
que deberán obtenerse del tribunal que haya dictado la sentencia de apelación o, en su
caso, del órgano competente para conocer del recurso que se haya interpuesto contra ésta.
3. La oposición a la ejecución provisional y a medidas ejecutivas concretas, en segunda
instancia, se regirá por lo dispuesto en los artículos 528 a 531 de esta Ley.

Artículo 536. Confirmación en segunda instancia de la resolución ejecutada


provisionalmente.
Si se confirmare en todos sus pronunciamientos la sentencia de segunda instancia
provisionalmente ejecutada, se estará a lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 532.

Artículo 537. Revocación de la resolución ejecutada provisionalmente en segunda


instancia.
Cuando se revocare la sentencia dictada en segunda instancia y provisionalmente
ejecutada, serán de aplicación los artículos 533 y 534.

TÍTULO III
De la ejecución: disposiciones generales

CAPÍTULO I
De las partes de la ejecución

Artículo 538. Partes y sujetos de la ejecución forzosa.


1. Son parte en el proceso de ejecución la persona o personas que piden y obtienen el
despacho de la ejecución y la persona o personas frente a las que ésta se despacha.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 540 a 544, a instancia de quien aparezca
como acreedor en el título ejecutivo, sólo podrá despacharse ejecución frente a los
siguientes sujetos:
1.º Quien aparezca como deudor en el mismo título.
2.º Quien, sin figurar como deudor en el título ejecutivo, responda personalmente de la
deuda por disposición legal o en virtud de afianzamiento acreditado mediante documento
público.
3.º Quien, sin figurar como deudor en el título ejecutivo, resulte ser propietario de los
bienes especialmente afectos al pago de la deuda en cuya virtud se procede, siempre que tal
afección derive de la Ley o se acredite mediante documento fehaciente. La ejecución se
concretará, respecto de estas personas, a los bienes especialmente afectos.
3. También podrán utilizar los medios de defensa que la ley concede al ejecutado
aquellas personas frente a las que no se haya despachado la ejecución, pero a cuyos bienes
haya dispuesto el tribunal que ésta se extienda por entender que, pese a no pertenecer
dichos bienes al ejecutado, están afectos los mismos al cumplimiento de la obligación por la
que se proceda.
4. Si el ejecutante indujera al tribunal a extender la ejecución frente a personas o bienes
que el título o la ley no autorizan, será responsable de los daños y perjuicios.

– 442 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 539. Representación y defensa. Costas y gastos de la ejecución.


1. El ejecutante y el ejecutado deberán estar dirigidos por letrado y representados por
procurador, salvo que se trate de la ejecución de resoluciones dictadas en procesos en que
no sea preceptiva la intervención de dichos profesionales.
Para la ejecución derivada de procesos monitorios en que no haya habido oposición, se
requerirá la intervención de abogado y procurador siempre que la cantidad por la que se
despache ejecución sea superior a 2.000 euros.
Para la ejecución derivada de un acuerdo de mediación o un laudo arbitral se requerirá la
intervención de abogado y procurador siempre que la cantidad por la que se despache
ejecución sea superior a 2.000 euros.
2. En las actuaciones del proceso de ejecución para las que esta ley prevea
expresamente pronunciamiento sobre costas, las partes deberán satisfacer los gastos y
costas que les correspondan conforme a lo previsto en el artículo 241 de esta ley, sin
perjuicio de los reembolsos que procedan tras la decisión del Tribunal o, en su caso, del
Secretario judicial sobre las costas.
Las costas del proceso de ejecución no comprendidas en el párrafo anterior serán a
cargo del ejecutado sin necesidad de expresa imposición, pero, hasta su liquidación, el
ejecutante deberá satisfacer los gastos y costas que se vayan produciendo, salvo los que
correspondan a actuaciones que se realicen a instancia del ejecutado o de otros sujetos, que
deberán ser pagados por quien haya solicitado la actuación de que se trate.

Artículo 540. Ejecutante y ejecutado en casos de sucesión.


1. La ejecución podrá despacharse a favor de quien acredite ser sucesor del que figure
como ejecutante en el título ejecutivo y frente al que se acredite que es el sucesor de quien
en dicho título aparezca como ejecutado.
2. Para acreditar la sucesión, a los efectos del apartado anterior, habrán de presentarse
al tribunal los documentos fehacientes en que aquélla conste. Si el tribunal los considera
suficientes a tales efectos, procederá, sin más trámites, a despachar la ejecución a favor o
frente a quien resulte ser sucesor en razón de los documentos presentados.
3. Si la sucesión no constara en documentos fehacientes o el Tribunal no los considerare
suficientes, de la petición que deduzca el ejecutante mandará que el Secretario judicial dé
traslado a quien conste como ejecutado en el título y a quien se pretenda que es su sucesor
y, oídos todos ellos en comparecencia señalada por el Secretario, el Tribunal decidirá lo que
proceda sobre la sucesión a los solos efectos del despacho de la ejecución.

Artículo 541. Ejecución en bienes gananciales.


1. No se despachará ejecución frente a la comunidad de gananciales.
2. Cuando la ejecución se siga a causa de deudas contraídas por uno de los cónyuges,
pero de las que deba responder la sociedad de gananciales, la demanda ejecutiva podrá
dirigirse únicamente contra el cónyuge deudor, pero el embargo de bienes gananciales
habrá de notificarse al otro cónyuge, dándole traslado de la demanda ejecutiva y del auto
que despache ejecución a fin de que, dentro del plazo ordinario, pueda oponerse a la
ejecución. La oposición a la ejecución podrá fundarse en las mismas causas que
correspondan al ejecutado y, además, en que los bienes gananciales no deben responder de
la deuda por la que se haya despachado la ejecución. Cuando la oposición se funde en esta
última causa, corresponderá al acreedor probar la responsabilidad de los bienes
gananciales. Si no se acreditara esta responsabilidad, el cónyuge del ejecutado podrá pedir
la disolución de la sociedad conyugal conforme a lo dispuesto en el apartado siguiente.
3. Si la ejecución se siguiere a causa de deudas propias de uno de los cónyuges y se
persiguiesen bienes comunes a falta o por insuficiencia de los privativos, el embargo de
aquéllos habrá de notificarse al cónyuge no deudor. En tal caso, si éste optare por pedir la
disolución de la sociedad conyugal, el tribunal, oídos los cónyuges, resolverá lo procedente
sobre división del patrimonio y, en su caso, acordará que se lleve a cabo con arreglo a lo
dispuesto en esta Ley, suspendiéndose entre tanto la ejecución en lo relativo a los bienes
comunes.

– 443 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4. En los casos previstos en los apartados anteriores, el cónyuge al que se haya


notificado el embargo podrá interponer los recursos y usar de los medios de impugnación de
que dispone el ejecutado para la defensa de los intereses de la comunidad de gananciales.

Artículo 542. Ejecución frente al deudor solidario.


1. Las sentencias, laudos y otros títulos ejecutivos judiciales obtenidos sólo frente a uno
o varios deudores solidarios no servirán de título ejecutivo frente a los deudores solidarios
que no hubiesen sido parte en el proceso.
2. Si los títulos ejecutivos fueran extrajudiciales, sólo podrá despacharse ejecución frente
al deudor solidario que figure en ellos o en otro documento que acredite la solidaridad de la
deuda y lleve aparejada ejecución conforme a lo dispuesto en la ley.
3. Cuando en el título ejecutivo aparezcan varios deudores solidarios, podrá pedirse que
se despache ejecución, por el importe total de la deuda, más intereses y costas, frente a uno
o algunos de esos deudores o frente a todos ellos.

Artículo 543. Asociaciones o entidades temporales.


1. Cuando en el título ejecutivo aparezcan como deudores uniones o agrupaciones de
diferentes empresas o entidades, sólo podrá despacharse ejecución directamente frente a
sus socios, miembros o integrantes si, por acuerdo de éstos o por disposición legal,
respondieran solidariamente de los actos de la unión o agrupación.
2. Si la ley expresamente estableciera el carácter subsidiario de la responsabilidad de los
miembros o integrantes de las uniones o agrupaciones a que se refiere el apartado anterior,
para el despacho de la ejecución frente a aquéllos será preciso acreditar la insolvencia de
éstas.

Artículo 544. Entidades sin personalidad jurídica.


En caso de títulos ejecutivos frente a entidades sin personalidad jurídica que actúen en
el tráfico como sujetos diferenciados, podrá despacharse ejecución frente a los socios,
miembros o gestores que hayan actuado en el tráfico jurídico en nombre de la entidad,
siempre que se acredite cumplidamente, a juicio del tribunal, la condición de socio, miembro
o gestor y la actuación ante terceros en nombre de la entidad.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación a las comunidades de
propietarios de inmuebles en régimen de propiedad horizontal.

CAPÍTULO II
Del tribunal competente

Artículo 545. Tribunal competente. Forma de las resoluciones en la ejecución forzosa.


1. Si el título ejecutivo consistiera en resoluciones judiciales, resoluciones dictadas por
Secretarios Judiciales a las que esta ley reconozca carácter de título ejecutivo o
transacciones y acuerdos judicialmente homologados o aprobados, será competente para
dictar el auto que contenga la orden general de ejecución y despacho de la misma el
Tribunal que conoció del asunto en primera instancia o en el que se homologó o aprobó la
transacción o acuerdo.
2. Cuando el título sea un laudo arbitral o un acuerdo de mediación, será competente
para denegar o autorizar la ejecución y el correspondiente despacho el Juzgado de Primera
Instancia del lugar en que se haya dictado el laudo o se hubiera firmado el acuerdo de
mediación.
3. Para la ejecución fundada en títulos distintos de los expresados en los apartados
anteriores, será competente el Juzgado de Primera Instancia del lugar que corresponda con
arreglo a lo dispuesto en los artículos 50 y 51 de esta Ley. La ejecución podrá instarse
también, a elección del ejecutante, ante el Juzgado de Primera Instancia del lugar de
cumplimiento de la obligación, según el título, o ante el de cualquier lugar en que se
encuentren bienes del ejecutado que puedan ser embargados, sin que sean aplicables, en

– 444 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

ningún caso, las reglas sobre sumisión expresa o tácita contenidas en la sección 2.a del
capítulo II del Título II del Libro I.
Si hubiese varios ejecutados, será competente el tribunal que, con arreglo al párrafo
anterior, lo sea respecto de cualquier ejecutado, a elección del ejecutante.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando la ejecución recaiga sólo sobre
bienes especialmente hipotecados o pignorados, la competencia se determinará con arreglo
a lo dispuesto en el artículo 684 de esta Ley.
4. En todos los supuestos reseñados en los apartados que anteceden corresponderá al
Secretario judicial la concreción de los bienes del ejecutado a los que ha de extenderse el
despacho de la ejecución, la adopción de todas las medidas necesarias para la efectividad
del despacho, ordenando los medios de averiguación patrimonial que fueran necesarios
conforme a lo establecido en los artículos 589 y 590 de esta ley, así como las medidas
ejecutivas concretas que procedan.
5. En los procesos de ejecución adoptarán la forma de auto las resoluciones del Tribunal
que:
1.º Contengan la orden general de ejecución por la que se autoriza y despacha la misma.
2.º Decidan sobre oposición a la ejecución definitiva basada en motivos procesales o de
fondo.
3.º Resuelvan las tercerías de dominio.
4.º Aquellas otras que se señalen en esta ley.
6. Adoptarán la forma de decreto las resoluciones del Secretario judicial que determinen
los bienes del ejecutado a los que ha de extenderse el despacho de la ejecución y aquellas
otras que se señalen en esta ley.
7. El Tribunal decidirá por medio de providencia en los supuestos en que así
expresamente se señale, y en los demás casos, las resoluciones que procedan se dictarán
por el Secretario judicial a través de diligencias de ordenación, salvo cuando proceda
resolver por decreto.

Artículo 546. Examen de oficio de la competencia territorial.


1. Antes de despachar ejecución, el tribunal examinará de oficio su competencia
territorial y si, conforme al título ejecutivo y demás documentos que se acompañen a la
demanda, entendiera que no es territorialmente competente, dictará auto absteniéndose de
despachar ejecución e indicando al demandante el tribunal ante el que ha de presentar la
demanda. Esta resolución será recurrible conforme a lo dispuesto en el apartado 2 del
artículo 552.
2. Una vez despachada ejecución el tribunal no podrá, de oficio, revisar su competencia
territorial.

Artículo 547. Declinatoria en la ejecución forzosa.


El ejecutado podrá impugnar la competencia del tribunal proponiendo declinatoria dentro
de los cinco días siguientes a aquel en que reciba la primera notificación del proceso de
ejecución.
La declinatoria se sustanciará y decidirá conforme a lo previsto en el artículo 65 de esta
Ley.

CAPÍTULO III
Del despacho de la ejecución

Artículo 548. Plazo de espera de la ejecución de resoluciones procesales o arbitrales o de


acuerdos de mediación.
No se despachará ejecución de resoluciones procesales o arbitrales o de acuerdos de
mediación, dentro de los veinte días posteriores a aquel en que la resolución de condena
sea firme, o la resolución de aprobación del convenio o de firma del acuerdo haya sido
notificada al ejecutado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 549. Demanda ejecutiva. Contenido.


1. Sólo se despachará ejecución a petición de parte, en forma de demanda, en la que se
expresarán:
1.º El título en que se funda el ejecutante.
2.º La tutela ejecutiva que se pretende, en relación con el título ejecutivo que se aduce,
precisando, en su caso, la cantidad que se reclame conforme a lo dispuesto en el artículo
575 de esta Ley.
3.º Los bienes del ejecutado susceptibles de embargo de los que tuviere conocimiento y,
en su caso, si los considera suficientes para el fin de la ejecución.
4.º En su caso, las medidas de localización e investigación que interese al amparo del
artículo 590 de esta Ley.
5.º La persona o personas, con expresión de sus circunstancias identificativas, frente a
las que se pretenda el despacho de la ejecución, por aparecer en el título como deudores o
por estar sujetos a la ejecución según lo dispuesto en los artículos 538 a 544 de esta Ley.
2. Cuando el título ejecutivo sea una resolución del Secretario judicial o una sentencia o
resolución dictada por el Tribunal competente para conocer de la ejecución, la demanda
ejecutiva podrá limitarse a la solicitud de que se despache la ejecución, identificando la
sentencia o resolución cuya ejecución se pretenda.
3. En la sentencia condenatoria de desahucio por falta de pago de las rentas o
cantidades debidas, o por expiración legal o contractual del plazo, o en los decretos que
pongan fin al referido desahucio si no hubiera oposición al requerimiento, la solicitud de su
ejecución en la demanda de desahucio será suficiente para la ejecución directa de dichas
resoluciones, sin necesidad de ningún otro trámite para proceder al lanzamiento en el día y
hora señalados en la propia sentencia o en la fecha que se hubiera fijado al ordenar la
realización del requerimiento al demandado.
4. El plazo de espera legal al que se refiere el artículo anterior no será de aplicación en
la ejecución de resoluciones de condena de desahucio por falta de pago de rentas o
cantidades debidas, o por expiración legal o contractual del plazo, que se regirá por lo
previsto en tales casos.

Artículo 550. Documentos que han de acompañar a la demanda ejecutiva.


1. A la demanda ejecutiva se acompañarán:
1.º El título ejecutivo, salvo que la ejecución se funde en sentencia, decreto, acuerdo o
transacción que conste en los autos.
Cuando el título sea un laudo, se acompañarán, además, el convenio arbitral y los
documentos acreditativos de la notificación de aquél a las partes.
Cuando el título sea un acuerdo de mediación elevado a escritura pública, se
acompañará, además, copia de las actas de la sesión constitutiva y final del procedimiento.
2.º El poder otorgado a procurador, siempre que la representación no se confiera "apud
acta" o no conste ya en las actuaciones, cuando se pidiere la ejecución de sentencias,
transacciones o acuerdos aprobados judicialmente.
3.º Los documentos que acrediten los precios o cotizaciones aplicados para el cómputo
en dinero de deudas no dinerarias, cuando no se trate de datos oficiales o de público
conocimiento.
4.º Los demás documentos que la ley exija para el despacho de la ejecución.
2. También podrán acompañarse a la demanda ejecutiva cuantos documentos considere
el ejecutante útiles o convenientes para el mejor desarrollo de la ejecución y contengan
datos de interés para despacharla.

Artículo 551. Orden general de ejecución y despacho de la ejecución.


1. Presentada la demanda ejecutiva, el Tribunal, siempre que concurran los
presupuestos y requisitos procesales, el título ejecutivo no adolezca de ninguna irregularidad
formal y los actos de ejecución que se solicitan sean conformes con la naturaleza y

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

contenido del título, dictará auto conteniendo la orden general de ejecución y despachando
la misma.
2. El citado auto expresará:
1.º La persona o personas a cuyo favor se despacha la ejecución y la persona o
personas contra quien se despacha ésta.
2.º Si la ejecución se despacha en forma mancomunada o solidaria.
3.º La cantidad, en su caso, por la que se despacha la ejecución, por todos los
conceptos.
4.º Las precisiones que resulte necesario realizar respecto de las partes o del contenido
de la ejecución, según lo dispuesto en el título ejecutivo, y asimismo respecto de los
responsables personales de la deuda o propietarios de bienes especialmente afectos a su
pago o a los que ha de extenderse la ejecución, según lo establecido en el artículo 538 de
esta ley.
3. Dictado el auto por el Juez o Magistrado, el Secretario judicial responsable de la
ejecución, en el mismo día o en el siguiente día hábil a aquél en que hubiera sido dictado el
auto despachando ejecución, dictará decreto en el que se contendrán:
1.º Las medidas ejecutivas concretas que resultaren procedentes, incluido si fuera
posible el embargo de bienes.
2.º Las medidas de localización y averiguación de los bienes del ejecutado que
procedan, conforme a lo previsto en los artículos 589 y 590 de esta ley.
3.º El contenido del requerimiento de pago que deba hacerse al deudor; en los casos en
que la ley establezca este requerimiento.
4. Contra el auto autorizando y despachando la ejecución no se dará recurso alguno, sin
perjuicio de la oposición que pueda formular el ejecutado.
5. Contra el decreto dictado por el Secretario judicial cabrá interponer recurso directo de
revisión, sin efecto suspensivo, ante el Tribunal que hubiere dictado la orden general de
ejecución.

Artículo 552. Denegación del despacho de la ejecución. Recursos.


1. Si el tribunal entendiese que no concurren los presupuestos y requisitos legalmente
exigidos para el despacho de la ejecución, dictará auto denegando el despacho de la
ejecución.
Cuando el tribunal apreciare que alguna de las cláusulas incluidas en un título ejecutivo
de los citados en el artículo 557.1 pueda ser calificada como abusiva, dará audiencia por
quince días a las partes. Oídas éstas, acordará lo procedente en el plazo de cinco días
hábiles conforme a lo previsto en el artículo 561.1.3.ª.
2. El auto que deniegue el despacho de la ejecución será directamente apelable,
sustanciándose la apelación sólo con el acreedor. También podrá el acreedor, a su elección,
intentar recurso de reposición previo al de apelación.
3. Una vez firme el auto que deniegue el despacho de la ejecución, el acreedor sólo
podrá hacer valer sus derechos en el proceso ordinario correspondiente, si no obsta a éste la
cosa juzgada de la sentencia o resolución firme en que se hubiese fundado la demanda de
ejecución.

Artículo 553. Notificación.
El auto que autorice y despache ejecución así como el decreto que en su caso hubiera
dictado el Secretario judicial, junto con copia de la demanda ejecutiva, serán notificados
simultáneamente al ejecutado o, en su caso, al procurador que le represente, sin citación ni
emplazamiento, para que en cualquier momento pueda personarse en la ejecución,
entendiéndose con él, en tal caso, las ulteriores actuaciones.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 554. Medidas inmediatas tras el auto de despacho de la ejecución.


1. En los casos en que no se establezca requerimiento de pago, las medidas a que se
refiere el número 2.º del apartado 3 del artículo 551 se llevarán a efecto de inmediato, sin oír
previamente al ejecutado ni esperar a la notificación del decreto dictado al efecto.
2. Aunque deba efectuarse requerimiento de pago, se procederá también en la forma
prevista en el apartado anterior cuando así lo solicitare el ejecutante, justificando, a juicio del
Secretario judicial responsable de la ejecución, que cualquier demora en la localización e
investigación de bienes podría frustrar el buen fin de la ejecución.

Artículo 555. Acumulación de ejecuciones.


1. A instancia de cualquiera de las partes, o de oficio, se acordará por el Secretario
judicial la acumulación de los procesos de ejecución pendientes entre el mismo acreedor
ejecutante y el mismo deudor ejecutado.
2. Los procesos de ejecución que se sigan frente al mismo ejecutado podrán
acumularse, a instancia de cualquiera de los ejecutantes, si el Secretario judicial competente
en el proceso más antiguo lo considera más conveniente para la satisfacción de todos los
acreedores ejecutantes.
3. La petición de acumulación se sustanciará en la forma prevenida en los artículos 74 y
siguientes.
4. Cuando la ejecución se dirija exclusivamente sobre bienes especialmente
hipotecados, sólo podrá acordarse la acumulación a otros procesos de ejecución cuando
estos últimos se sigan para hacer efectiva otras garantías hipotecarias sobre los mismos
bienes.

CAPÍTULO IV
De la oposición a la ejecución y de la impugnación de actos de ejecución
contrarios a la ley o al título ejecutivo

Artículo 556. Oposición a la ejecución de resoluciones procesales o arbitrales o de los


acuerdos de mediación.
1. Si el título ejecutivo fuera una resolución procesal o arbitral de condena o un acuerdo
de mediación, el ejecutado, dentro de los diez días siguientes a la notificación del auto en
que se despache ejecución, podrá oponerse a ella por escrito alegando el pago o
cumplimiento de lo ordenado en la sentencia, laudo o acuerdo, que habrá de justificar
documentalmente.
También se podrá oponer la caducidad de la acción ejecutiva, y los pactos y
transacciones que se hubiesen convenido para evitar la ejecución, siempre que dichos
pactos y transacciones consten en documento público.
2. La oposición que se formule en los casos del apartado anterior no suspenderá el curso
de la ejecución.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, cuando la ejecución se haya
despachado en virtud del auto a que se refiere el número 8º del apartado 2 del artículo 517,
una vez el Secretario judicial haya tenido por formulada oposición a la ejecución, en la
misma resolución ordenará la suspensión de ésta. Esta oposición podrá fundarse en
cualquiera de las causas previstas en el artículo siguiente y en las que se expresan a
continuación:
1.ª Culpa exclusiva de la víctima.
2.ª Fuerza mayor extraña a la conducción o al funcionamiento del vehículo.
3.ª Concurrencia de culpas.

Artículo 557. Oposición a la ejecución fundada en títulos no judiciales ni arbitrales.


1. Cuando se despache ejecución por los títulos previstos en los números 4.º, 5.º, 6.º y
7.º, así como por otros documentos con fuerza ejecutiva a que se refiere el número 9.º del

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

apartado 2 del artículo 517, el ejecutado sólo podrá oponerse a ella, en el tiempo y en la
forma prevista en el artículo anterior, si se funda en alguna de las causas siguientes:
1.ª Pago, que pueda acreditar documentalmente.
2.ª Compensación de crédito líquido que resulte de documento que tenga fuerza
ejecutiva.
3.ª Pluspetición o exceso en la computación a metálico de las deudas en especie.
4.ª Prescripción y caducidad.
5.ª Quita, espera o pacto o promesa de no pedir, que conste documentalmente.
6.ª Transacción, siempre que conste en documento público.
7.ª Que el título contenga cláusulas abusivas.
2. Si se formulare la oposición prevista en el apartado anterior, el Secretario judicial
mediante diligencia de ordenación suspenderá el curso de la ejecución.

Artículo 558. Oposición por pluspetición. Especialidades.


1. La oposición fundada exclusivamente en pluspetición o exceso no suspenderá el
curso de la ejecución, a no ser que el ejecutado ponga a disposición del Tribunal, para su
inmediata entrega por el Secretario judicial al ejecutante, la cantidad que considere debida.
Fuera de este caso, la ejecución continuará su curso, pero el producto de la venta de bienes
embargados, en lo que exceda de la cantidad reconocida como debida por el ejecutado, no
se entregará al ejecutante mientras la oposición no haya sido resuelta.
2. En los casos a que se refieren los artículos 572 y 574, sobre saldos de cuentas e
intereses variables, el Secretario judicial encargado de la ejecución, a solicitud del ejecutado,
podrá designar mediante diligencia de ordenación perito que, previa provisión de fondos,
emita dictamen sobre el importe de la deuda. De este dictamen se dará traslado a ambas
partes para que en el plazo común de cinco días presenten sus alegaciones sobre el
dictamen emitido. Si ambas partes estuvieran conformes con lo dictaminado o no hubieran
presentado alegaciones en el plazo para ello concedido, el Secretario judicial dictará decreto
de conformidad con aquel dictamen. Contra este decreto cabrá interponer recurso directo de
revisión, sin efectos suspensivos, ante el Tribunal.
En caso de controversia o cuando solamente una de las partes hubiera presentado
alegaciones, el Secretario judicial señalará día y hora para la celebración de vista ante el
Tribunal que hubiera dictado la orden general de ejecución.

Artículo 559. Sustanciación y resolución de la oposición por defectos procesales.


1. El ejecutado podrá también oponerse a la ejecución alegando los defectos siguientes:
1.º Carecer el ejecutado del carácter o representación con que se le demanda.
2.º Falta de capacidad o de representación del ejecutante o no acreditar el carácter o
representación con que demanda.
3.º Nulidad radical del despacho de la ejecución por no contener la sentencia o el laudo
arbitral pronunciamientos de condena, o porque el laudo o el acuerdo de mediación no
cumpla los requisitos legales exigidos para llevar aparejada ejecución, o por infracción, al
despacharse ejecución, de lo dispuesto en el artículo 520.
4.º Si el título ejecutivo fuera un laudo arbitral no protocolizado notarialmente, la falta de
autenticidad de éste.
2. Cuando la oposición del ejecutado se fundare, exclusivamente o junto con otros
motivos o causas, en defectos procesales, el ejecutante podrá formular alegaciones sobre
éstos, en el plazo de cinco días. Si el tribunal entendiere que el defecto es subsanable,
concederá mediante providencia al ejecutante un plazo de diez días para subsanarlo.
Cuando el defecto o falta no sea subsanable o no se subsanare dentro de este plazo, se
dictará auto dejando sin efecto la ejecución despachada, con imposición de las costas al
ejecutante. Si el tribunal no apreciase la existencia de los defectos procesales a que se limite
la oposición, dictará auto desestimándola y mandando seguir la ejecución adelante, e
impondrá al ejecutado las costas de la oposición.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 560. Sustanciación de la oposición por motivos de fondo.


Cuando se haya resuelto sobre la oposición a la ejecución por motivos procesales o
éstos no se hayan alegado, el ejecutante podrá impugnar la oposición basada en motivos de
fondo en el plazo de cinco días, contados desde que se le notifique la resolución sobre
aquellos motivos o desde el traslado del escrito de oposición.
Las partes, en sus respectivos escritos de oposición y de impugnación de ésta, podrán
solicitar la celebración de vista, que el Tribunal acordará mediante providencia si la
controversia sobre la oposición no pudiere resolverse con los documentos aportados,
señalándose por el Secretario judicial día y hora para su celebración dentro de los diez
siguientes a la conclusión del trámite de impugnación.
Si no se solicitara la vista o si el tribunal no considerase procedente su celebración, se
resolverá sin más trámites la oposición conforme a lo dispuesto en el artículo siguiente.
Cuando se acuerde la celebración de vista, si no compareciere a ella el ejecutado el
tribunal le tendrá por desistido de la oposición y adoptará las resoluciones previstas en el
apartado 1 del artículo 442. Si no compareciere el ejecutante, el tribunal resolverá sin oírle
sobre la oposición a la ejecución. Compareciendo ambas partes, se desarrollará la vista con
arreglo a lo previsto para el juicio verbal, dictándose a continuación la resolución que
proceda conforme a lo dispuesto en el artículo siguiente.

Artículo 561. Auto resolutorio de la oposición por motivos de fondo.


1. Oídas las partes sobre la oposición a la ejecución no fundada en defectos procesales
y, en su caso, celebrada la vista, el tribunal adoptará, mediante auto, a los solos efectos de
la ejecución, alguna de las siguientes resoluciones:
1.ª Declarar procedente que la ejecución siga adelante por la cantidad que se hubiese
despachado, cuando la oposición se desestimare totalmente. En caso de que la oposición se
hubiese fundado en pluspetición y ésta se desestimare parcialmente, la ejecución se
declarará procedente sólo por la cantidad que corresponda.
El auto que desestime totalmente la oposición condenará en las costas de ésta al
ejecutado, conforme a lo dispuesto en los artículos 394 para la condena en costas en
primera instancia.
2.ª Declarar que no procede la ejecución, cuando se estimare alguno de los motivos de
oposición enumerados en los artículos 556 y 557 o se considerare enteramente fundada la
pluspetición que se hubiere admitido conforme al artículo 558.
3.ª Cuando se apreciase el carácter abusivo de una o varias cláusulas, el auto que se
dicte determinará las consecuencias de tal carácter, decretando bien la improcedencia de la
ejecución, bien despachando la misma sin aplicación de aquéllas consideradas abusivas.
2. Si se estimara la oposición a la ejecución, se dejará ésta sin efecto y se mandará alzar
los embargos y las medidas de garantía de la afección que se hubieren adoptado,
reintegrándose al ejecutado a la situación anterior al despacho de la ejecución, conforme a lo
dispuesto en los artículos 533 y 534. También se condenará al ejecutante a pagar las costas
de la oposición.
3. Contra el auto que resuelva la oposición podrá interponerse recurso de apelación, que
no suspenderá el curso de la ejecución si la resolución recurrida fuera desestimatoria de la
oposición.
Cuando la resolución recurrida sea estimatoria de la oposición el ejecutante podrá
solicitar que se mantengan los embargos y medidas de garantía adoptadas y que se adopten
las que procedan de conformidad con lo dispuesto en el artículo 697 de esta Ley, y el
tribunal así lo acordará, mediante providencia, siempre que el ejecutante preste caución
suficiente, que se fijará en la propia resolución, para asegurar la indemnización que pueda
corresponder al ejecutado en caso de que la estimación de la oposición sea confirmada.

Artículo 562. Impugnación de infracciones legales en el curso de la ejecución.


1. Con independencia de la oposición a la ejecución por el ejecutado según lo dispuesto
en los artículos anteriores, todas las personas a que se refiere el artículo 538 podrán
denunciar la infracción de normas que regulen los actos concretos del proceso de ejecución:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.º Por medio del recurso de reposición establecido en la presente ley si la infracción
constara o se cometiera en resolución del Tribunal de la ejecución o del Secretario judicial.
2.º Por medio del recurso de apelación en los casos en que expresamente se prevea en
esta Ley.
3.º Mediante escrito dirigido al Tribunal si no existiera resolución expresa frente a la que
recurrir. En el escrito se expresará con claridad la resolución o actuación que se pretende
para remediar la infracción alegada.
2. Si se alegase que la infracción entraña nulidad de actuaciones o el Tribunal lo
estimase así, se estará a lo dispuesto en los artículos 225 y siguientes. Cuando dicha
nulidad hubiera sido alegada ante el Secretario judicial o éste entendiere que hay causa para
declararla, dará cuenta al Tribunal que autorizó la ejecución para que resuelva sobre ello.

Artículo 563. Actos de ejecución contradictorios con el título ejecutivo judicial.


1. Cuando, habiéndose despachado ejecución en virtud de sentencias o resoluciones
judiciales, el tribunal competente para la ejecución provea en contradicción con el título
ejecutivo, la parte perjudicada podrá interponer recurso de reposición y, si se desestimare,
de apelación.
Si la resolución contraria al título ejecutivo fuere dictada por el Secretario judicial, previa
reposición, cabrá contra ella recurso de revisión ante el tribunal y, si fuera desestimado,
recurso de apelación.
2. En los casos del apartado anterior, la parte que recurra podrá pedir la suspensión de
la concreta actividad ejecutiva impugnada, que se concederá si, a juicio del Tribunal, presta
caución suficiente para responder de los daños que el retraso pueda causar a la otra parte.
Podrá constituirse la caución en cualquiera de las formas previstas en el párrafo segundo
del apartado 3 del artículo 529.

Artículo 564. Defensa jurídica del ejecutado fundada en hechos y actos no comprendidos


en las causas de oposición a la ejecución.
Si, después de precluidas las posibilidades de alegación en juicio o con posterioridad a la
producción de un título ejecutivo extrajudicial, se produjesen hechos o actos, distintos de los
admitidos por esta Ley como causas de oposición a la ejecución, pero jurídicamente
relevantes respecto de los derechos de la parte ejecutante frente al ejecutado o de los
deberes del ejecutado para con el ejecutante, la eficacia jurídica de aquellos hechos o actos
podrá hacerse valer en el proceso que corresponda.

CAPÍTULO V
De la suspensión y término de la ejecución

Artículo 565. Alcance y norma general sobre suspensión de la ejecución.


1. Sólo se suspenderá la ejecución en los casos en que la Ley lo ordene de modo
expreso, o así lo acuerden todas las partes personadas en la ejecución.
2. Decretada la suspensión, podrán, no obstante, adoptarse o mantenerse medidas de
garantía de los embargos acordados y se practicarán, en todo caso, los que ya hubieren sido
acordados.

Artículo 566. Suspensión, sobreseimiento y reanudación de la ejecución en casos de


rescisión y de revisión de sentencia firme.
1. Si, despachada ejecución, se interpusiera y admitiera demanda de revisión o de
rescisión de sentencia firme dictada en rebeldía, el tribunal competente para la ejecución
podrá ordenar, a instancia de parte, y si las circunstancias del caso lo aconsejaran, que se
suspendan las actuaciones de ejecución de la sentencia. Para acordar la suspensión el
tribunal deberá exigir al que la pida caución por el valor de lo litigado y los daños y perjuicios
que pudieren irrogarse por la inejecución de la sentencia. Antes de decidir sobre la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

suspensión de la ejecución de la sentencia objeto de revisión, el tribunal oirá el parecer del


Ministerio Fiscal.
La caución a que se refiere el párrafo anterior podrá otorgarse en cualquiera de las
formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del artículo 529.
2. Se alzará la suspensión de la ejecución y se ordenará que continúe cuando le conste
al Secretario judicial responsable de la ejecución la desestimación de la revisión o de la
demanda de rescisión de sentencia dictada en rebeldía.
3. Se sobreseerá por el Secretario judicial la ejecución cuando se estime la revisión o
cuando, después de rescindida la sentencia dictada en rebeldía, se dicte sentencia
absolutoria del demandado.
4. Cuando, rescindida la sentencia dictada en rebeldía, se dicte sentencia con el mismo
contenido que la rescindida o que, aun siendo de distinto contenido, tuviere
pronunciamientos de condena, se procederá a su ejecución, considerándose válidos y
eficaces los actos de ejecución anteriores en lo que fueren conducentes para lograr la
efectividad de los pronunciamientos de dicha sentencia.

Artículo 567. Interposición de recursos ordinarios y suspensión.


La interposición de recursos ordinarios no suspenderá, por sí misma, el curso de las
actuaciones ejecutivas. Sin embargo, si el ejecutado acredita que la resolución frente a la
que recurre le produce daño de difícil reparación podrá solicitar del Tribunal que despachó la
ejecución la suspensión de la actuación recurrida, prestando, en las formas permitidas por
esta ley, caución suficiente para responder de los perjuicios que el retraso pudiera producir.

Artículo 568. Suspensión en caso de situaciones concursales.


1. No se dictará auto autorizando y despachando la ejecución cuando conste al Tribunal
que el demandado se halla en situación de concurso.
2. El secretario judicial decretará la suspensión de la ejecución en el estado en que se
halle en cuanto conste en el procedimiento la declaración del concurso. El inicio de la
ejecución y la continuación del procedimiento ya iniciado que se dirija exclusivamente contra
bienes hipotecados y pignorados estarán sujetos a cuanto establece la Ley Concursal.
3. Si existieran varios demandados, y sólo alguno o algunos de ellos se encontraran en
el supuesto al que se refieren los dos apartados anteriores, la ejecución no se suspenderá
respecto de los demás.

Artículo 569. Suspensión por prejudicialidad penal.


1. La presentación de denuncia o la interposición de querella en que se expongan
hechos de apariencia delictiva relacionados con el título ejecutivo o con el despacho de la
ejecución forzosa no determinarán, por sí solas, que se decrete la suspensión de ésta.
Sin embargo, si se encontrase pendiente causa criminal en que se investiguen hechos
de apariencia delictiva que, de ser ciertos, determinarían la falsedad o nulidad del título o la
invalidez o ilicitud del despacho de la ejecución, el Tribunal que la autorizó, oídas las partes
y el Ministerio Fiscal, acordará la suspensión de la ejecución.
2. Si la causa penal a que se refiere el apartado anterior finalizare por resolución en que
se declare la inexistencia del hecho o no ser éste delictivo, el ejecutante podrá pedir
indemnización de daños y perjuicios, en los términos del apartado séptimo del artículo 40.
3. No obstante lo dispuesto en el apartado primero de este artículo, la ejecución podrá
seguir adelante si el ejecutante presta, en cualquiera de las formas previstas en el párrafo
segundo del apartado 3 del artículo 529, caución suficiente, a juicio del Tribunal que la
despachó, para responder de lo que perciba y de los daños y perjuicios que la ejecución
produzca al ejecutado.

Artículo 570. Final de la ejecución.


La ejecución forzosa sólo terminará con la completa satisfacción del acreedor ejecutante,
lo que se acordará por decreto del Secretario judicial, contra el cual podrá interponerse
recurso directo de revisión.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

TÍTULO IV
De la ejecución dineraria

CAPÍTULO I
De la ejecución dineraria: disposiciones generales

Artículo 571. Ámbito del presente Título.


Las disposiciones del presente Título se aplicarán cuando la ejecución forzosa proceda
en virtud de un título ejecutivo del que, directa o indirectamente, resulte el deber de entregar
una cantidad de dinero líquida.

Artículo 572. Cantidad líquida. Ejecución por saldo de operaciones.


1. Para el despacho de la ejecución se considerará líquida toda cantidad de dinero
determinada, que se exprese en el título con letras, cifras o guarismos comprensibles. En
caso de disconformidad entre distintas expresiones de cantidad, prevalecerá la que conste
con letras. No será preciso, sin embargo, al efecto de despachar ejecución, que sea líquida
la cantidad que el ejecutante solicite por los intereses que se pudieran devengar durante la
ejecución y por las costas que ésta origine.
2. También podrá despacharse ejecución por el importe del saldo resultante de
operaciones derivadas de contratos formalizados en escritura pública o en póliza intervenida
por corredor de comercio colegiado, siempre que se haya pactado en el título que la cantidad
exigible en caso de ejecución será la resultante de la liquidación efectuada por el acreedor
en la forma convenida por las partes en el propio título ejecutivo.
En este caso, sólo se despachará la ejecución si el acreedor acredita haber notificado
previamente al ejecutado y al fiador, si lo hubiere, la cantidad exigible resultante de la
liquidación.

Artículo 573. Documentos que han de acompañarse a la demanda ejecutiva por saldo de


cuenta.
1. En los casos a que se refiere el apartado segundo del artículo anterior, a la demanda
ejecutiva deberán acompañarse, además del título ejecutivo y de los documentos a que se
refiere el artículo 550, los siguientes:
1.º El documento o documentos en que se exprese el saldo resultante de la liquidación
efectuada por el acreedor, así como el extracto de las partidas de cargo y abono y las
correspondientes a la aplicación de intereses que determinan el saldo concreto por el que se
pide el despacho de la ejecución.
2.º El documento fehaciente que acredite haberse practicado la liquidación en la forma
pactada por las partes en el título ejecutivo.
3.º El documento que acredite haberse notificado al deudor y al fiador, si lo hubiere, la
cantidad exigible.
2. También podrán acompañarse a la demanda, cuando el ejecutante lo considere
conveniente, los justificantes de las diversas partidas de cargo y abono.
3. Si el acreedor tuviera duda sobre la realidad o exigibilidad de alguna partida o sobre
su efectiva cuantía, podrá pedir el despacho de la ejecución por la cantidad que le resulta
indubitada y reservar la reclamación del resto para el proceso declarativo que corresponda,
que podrá ser simultáneo a la ejecución.

Artículo 574. Ejecución en casos de intereses variables.


1. El ejecutante expresará en la demanda ejecutiva las operaciones de cálculo que
arrojan como saldo la cantidad determinada por la que pide el despacho de la ejecución en
los siguientes casos:
1.º Cuando la cantidad que reclama provenga de un préstamo o crédito en el que se
hubiera pactado un interés variable.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2.º Cuando la cantidad reclamada provenga de un préstamo o crédito en el que sea


preciso ajustar las paridades de distintas monedas y sus respectivos tipos de interés.
2. En todos los casos anteriores será de aplicación lo dispuesto en los números segundo
y tercero del apartado primero del artículo anterior y en los apartados segundo y tercero de
dicho artículo.

Artículo 575. Determinación de la cantidad y despacho de la ejecución.


1. La ejecución se despachará por la cantidad que se reclame en la demanda ejecutiva
en concepto de principal e intereses ordinarios y moratorios vencidos, incrementada por la
que se prevea para hacer frente a los intereses que, en su caso, puedan devengarse durante
la ejecución y a las costas de ésta. La cantidad prevista para estos dos conceptos, que se
fijará provisionalmente, no podrá superar el 30 por 100 de la que se reclame en la demanda
ejecutiva, sin perjuicio de la posterior liquidación.
Excepcionalmente, si el ejecutante justifica que, atendiendo a la previsible duración de la
ejecución y al tipo de interés aplicable, los intereses que puedan devengarse durante la
ejecución más las costas de ésta superaran el límite fijado en el párrafo anterior, la cantidad
que provisionalmente se fije para dichos conceptos podrá exceder del límite indicado.
1 bis. En todo caso, en el supuesto de ejecución de vivienda habitual las costas exigibles
al deudor ejecutado no podrán superar el 5 por cien de la cantidad que se reclame en la
demanda ejecutiva.
2. Sin perjuicio de la pluspetición que pueda alegar el ejecutado, el tribunal no podrá
denegar el despacho de la ejecución porque entienda que la cantidad debida es distinta de la
fijada por el ejecutante en la demanda ejecutiva.
3. Sin embargo, no se despachará ejecución si, en su caso, la demanda ejecutiva no
expresase los cálculos a que se refieren los artículos anteriores o a ella no se acompañasen
los documentos que estos preceptos exigen.

Artículo 576. Intereses de la mora procesal.


1. Desde que fuere dictada en primera instancia, toda sentencia o resolución que
condene al pago de una cantidad de dinero líquida determinará, en favor del acreedor, el
devengo de un interés anual igual al del interés legal del dinero incrementado en dos puntos
o el que corresponda por pacto de las partes o por disposición especial de la ley.
2. En los casos de revocación parcial, el tribunal resolverá sobre los intereses de demora
procesal conforme a su prudente arbitrio, razonándolo al efecto.
3. Lo establecido en los anteriores apartados será de aplicación a todo tipo de
resoluciones judiciales de cualquier orden jurisdiccional, los laudos arbitrales y los acuerdos
de mediación que impongan el pago de cantidad líquida, salvo las especialidades legalmente
previstas para las Haciendas Públicas.

Artículo 577. Deuda en moneda extranjera.


1. Si el título fijase la cantidad de dinero en moneda extranjera, se despachará la
ejecución para obtenerla y entregarla. Las costas y gastos, así como los intereses de
demora procesal, se abonarán en la moneda nacional.
2. Para el cálculo de los bienes que han de ser embargados, la cantidad de moneda
extranjera se computará según el cambio oficial al día del despacho de la ejecución.
En el caso de que se trate de una moneda extranjera sin cotización oficial, el cómputo se
hará aplicando el cambio que, a la vista de las alegaciones y documentos que aporte el
ejecutante en la demanda, el tribunal considere adecuado, sin perjuicio de la ulterior
liquidación de la condena, que se efectuará conforme a lo dispuesto en los artículos 714 a
716 de esta Ley.

Artículo 578. Vencimiento de nuevos plazos o de la totalidad de la deuda.


1. Si, despachada ejecución por deuda de una cantidad líquida, venciera algún plazo de
la misma obligación en cuya virtud se procede, o la obligación en su totalidad, se entenderá

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

ampliada la ejecución por el importe correspondiente a los nuevos vencimientos de principal


e intereses, si lo pidiere así el actor y sin necesidad de retrotraer el procedimiento.
2. La ampliación de la ejecución podrá solicitarse en la demanda ejecutiva. En este caso,
al notificarle el auto que despache la ejecución, se advertirá al ejecutado que la ejecución se
entenderá ampliada automáticamente si, en las fechas de vencimiento, no se hubieren
consignado a disposición del Juzgado las cantidades correspondientes.
Cuando el ejecutante solicite la ampliación automática de la ejecución, deberá presentar
una liquidación final de la deuda incluyendo los vencimientos de principal e intereses
producidos durante la ejecución. Si esta liquidación fuera conforme con el título ejecutivo y
no se hubiera consignado el importe de los vencimientos incluidos en ella, el pago al
ejecutante se realizará con arreglo a lo que resulte de la liquidación presentada.
3. La ampliación de la ejecución será razón suficiente para la mejora del embargo y
podrá hacerse constar en la anotación preventiva de éste conforme a lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 613 de esta Ley.
En el caso del apartado anterior, la ampliación de la ejecución no comportará la adopción
automática de estas medidas, que sólo se acordarán, si procede, cuando el ejecutante las
solicite después de cada vencimiento que no hubiera sido atendido.

Artículo 579. Ejecución dineraria en casos de bienes especialmente hipotecados o


pignorados.
1. Cuando la ejecución se dirija exclusivamente contra bienes hipotecados o pignorados
en garantía de una deuda dineraria se estará a lo dispuesto en el capítulo V de este Título.
Si, subastados los bienes hipotecados o pignorados, su producto fuera insuficiente para
cubrir el crédito, el ejecutante podrá pedir el despacho de la ejecución por la cantidad que
falte, y contra quienes proceda, y la ejecución proseguirá con arreglo a las normas ordinarias
aplicables a toda ejecución.
2. Sin perjuicio de lo previsto en el apartado anterior, en el supuesto de adjudicación de
la vivienda habitual hipotecada, si el remate aprobado fuera insuficiente para lograr la
completa satisfacción del derecho del ejecutante, la ejecución, que no se suspenderá, por la
cantidad que reste, se ajustará a las siguientes especialidades:
a) El ejecutado quedará liberado si su responsabilidad queda cubierta, en el plazo de
cinco años desde la fecha del decreto de aprobación del remate o adjudicación, por el 65 por
cien de la cantidad total que entonces quedara pendiente, incrementada exclusivamente en
el interés legal del dinero hasta el momento del pago. Quedará liberado en los mismos
términos si, no pudiendo satisfacer el 65 por cien dentro del plazo de cinco años, satisficiera
el 80 por cien dentro de los diez años. De no concurrir las anteriores circunstancias, podrá el
acreedor reclamar la totalidad de lo que se le deba según las estipulaciones contractuales y
normas que resulten de aplicación.
b) En el supuesto de que se hubiera aprobado el remate o la adjudicación en favor del
ejecutante o de aquél a quien le hubiera cedido su derecho y éstos, o cualquier sociedad de
su grupo, dentro del plazo de 10 años desde la aprobación, procedieran a la enajenación de
la vivienda, la deuda remanente que corresponda pagar al ejecutado en el momento de la
enajenación se verá reducida en un 50 por cien de la plusvalía obtenida en tal venta, para
cuyo cálculo se deducirán todos los costes que debidamente acredite el ejecutante.
Si en los plazos antes señalados se produce una ejecución dineraria que exceda del
importe por el que el deudor podría quedar liberado según las reglas anteriores, se pondrá a
su disposición el remanente. El Secretario judicial encargado de la ejecución hará constar
estas circunstancias en el decreto de adjudicación y ordenará practicar el correspondiente
asiento de inscripción en el Registro de la Propiedad en relación con lo previsto en la letra b)
anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO II
Del requerimiento de pago

Artículo 580. Casos en que no procede el requerimiento de pago.


Cuando el título ejecutivo consista en resoluciones del secretario judicial, resoluciones
judiciales o arbitrales o que aprueben transacciones o convenios alcanzados dentro del
proceso, o acuerdos de mediación, que obliguen a entregar cantidades determinadas de
dinero, no será necesario requerir de pago al ejecutado para proceder al embargo de sus
bienes.

Artículo 581. Casos en que procede el requerimiento de pago.


1. Cuando la ejecución para la entrega de cantidades determinadas de dinero no se
funde en resoluciones procesales o arbitrales, despachada la ejecución, se requerirá de
pago al ejecutado por la cantidad reclamada en concepto de principal e intereses
devengados, en su caso, hasta la fecha de la demanda y si no pagase en el acto, el Tribunal
procederá al embargo de sus bienes en la medida suficiente para responder de la cantidad
por la que se haya despachado ejecución y las costas de ésta.
2. No se practicará el requerimiento establecido en el apartado anterior cuando a la
demanda ejecutiva se haya acompañado acta notarial que acredite haberse requerido de
pago al ejecutado con al menos diez días de antelación.

Artículo 582. Lugar del requerimiento de pago.


El requerimiento de pago se efectuará en el domicilio que figure en el título ejecutivo.
Pero, a petición del ejecutante, el requerimiento podrá hacerse, además, en cualquier lugar
en el que, incluso de forma accidental, el ejecutado pudiera ser hallado.
Si no se encontrase el ejecutado en el domicilio que conste en el título ejecutivo, podrá
practicarse el embargo si el ejecutante lo solicita, sin perjuicio de intentar de nuevo el
requerimiento con arreglo a lo dispuesto en esta Ley para los actos de comunicación
mediante entrega de la resolución o de cédula y, en su caso, para la comunicación edictal.

Artículo 583. Pago por el ejecutado. Costas.


1. Si el ejecutado pagase en el acto del requerimiento o antes del despacho de la
ejecución, el Secretario judicial pondrá la suma de dinero correspondiente a disposición del
ejecutante, y entregará al ejecutado justificante del pago realizado.
2. Aunque pague el deudor en el acto del requerimiento, serán de su cargo todas las
costas causadas, salvo que justifique que, por causa que no le sea imputable, no pudo
efectuar el pago antes de que el acreedor promoviera la ejecución.
3. Satisfechos intereses y costas, de haberse devengado, el Secretario judicial dictará
decreto dando por terminada la ejecución.

CAPÍTULO III
Del embargo de bienes

Sección 1.ª De la traba de los bienes

Artículo 584. Alcance objetivo y suficiencia del embargo.


No se embargarán bienes cuyo previsible valor exceda de la cantidad por la que se haya
despachado ejecución, salvo que en el patrimonio del ejecutado sólo existieren bienes de
valor superior a esos conceptos y la afección de dichos bienes resultare necesaria a los fines
de la ejecución.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 585. Evitación del embargo mediante consignación.


Despachada la ejecución, se procederá al embargo de bienes conforme a lo dispuesto
en la presente Ley, a no ser que el ejecutado consignare la cantidad por la que ésta se
hubiere despachado, en cuyo caso se suspenderá el embargo.
El ejecutado que no hubiere hecho la consignación antes del embargo podrá efectuarla
en cualquier momento posterior, antes de que se resuelva la oposición a la ejecución. En
este caso, una vez realizada la consignación, se alzarán lo embargos que se hubiesen
trabado.

Artículo 586. Destino de la cantidad consignada.


Si el ejecutado formulare oposición, la cantidad consignada conforme al artículo anterior
se depositará en el establecimiento designado para ello y el embargo seguirá en suspenso.
Si el ejecutado no formulare oposición, la cantidad consignada para evitar el embargo se
entregará al ejecutante sin perjuicio de la posterior liquidación de intereses y costas.

Artículo 587. Momento del embargo.


1. El embargo se entenderá hecho desde que se decrete por el Secretario judicial o se
reseñe la descripción de un bien en el acta de la diligencia de embargo, aunque no se hayan
adoptado aún medidas de garantía o publicidad de la traba. El Secretario judicial adoptará
inmediatamente dichas medidas de garantía y publicidad, expidiendo de oficio los despachos
precisos, de los que, en su caso, se hará entrega al procurador del ejecutante que así lo
hubiera solicitado.
2. Lo dispuesto en el apartado anterior se entenderá sin perjuicio de las normas de
protección del tercero de buena fe que deban ser aplicadas.

Artículo 588. Nulidad del embargo indeterminado.


1. Será nulo el embargo sobre bienes y derechos cuya efectiva existencia no conste.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, podrán embargarse los depósitos
bancarios y los saldos favorables que arrojaren las cuentas abiertas en entidades de crédito,
siempre que, en razón del título ejecutivo, se determine por el Secretario judicial una
cantidad como límite máximo.
De lo que exceda de ese límite podrá el ejecutado disponer libremente.

Artículo 589. Manifestación de bienes del ejecutado.


1. Salvo que el ejecutante señale bienes cuyo embargo estime suficiente para el fin de la
ejecución, el Secretario judicial requerirá, mediante diligencia de ordenación, de oficio al
ejecutado para que manifieste relacionadamente bienes y derechos suficientes para cubrir la
cuantía de la ejecución, con expresión, en su caso, de cargas y gravámenes, así como, en el
caso de inmuebles, si están ocupados, por qué personas y con qué título.
2. El requerimiento al ejecutado para la manifestación de sus bienes se hará con
apercibimiento de las sanciones que pueden imponérsele, cuando menos por desobediencia
grave, en caso de que no presente la relación de sus bienes, incluya en ella bienes que no
sean suyos, excluya bienes propios susceptibles de embargo o no desvele las cargas y
gravámenes que sobre ellos pesaren.
3. El Secretario judicial podrá también, mediante decreto, imponer multas coercitivas
periódicas al ejecutado que no respondiere debidamente al requerimiento a que se refiere el
apartado anterior.
Para fijar la cuantía de las multas, se tendrá en cuenta la cantidad por la que se haya
despachado ejecución, la resistencia a la presentación de la relación de bienes y la
capacidad económica del requerido, pudiendo modificarse o dejarse sin efecto el apremio
económico en atención a la ulterior conducta del requerido y a las alegaciones que pudiere
efectuar para justificarse.
Frente a estas resoluciones del Secretario cabrá recurso directo de revisión, sin efecto
suspensivo, ante el Tribunal que conozca de la ejecución.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 590. Investigación judicial del patrimonio del ejecutado.


A instancias del ejecutante que no pudiere designar bienes del ejecutado suficientes
para el fin de la ejecución, el Secretario judicial acordará, por diligencia de ordenación,
dirigirse a las entidades financieras, organismos y registros públicos y personas físicas y
jurídicas que el ejecutante indique, para que faciliten la relación de bienes o derechos del
ejecutado de los que tengan constancia. Al formular estas indicaciones, el ejecutante deberá
expresar sucintamente las razones por las que estime que la entidad, organismo, registro o
persona de que se trate dispone de información sobre el patrimonio del ejecutado. Cuando lo
solicite el ejecutante y a su costa, su procurador podrá intervenir en el diligenciamiento de
los oficios que hubieran sido librados a tal efecto y recibir la cumplimentación de los mismos,
sin perjuicio de lo previsto en el apartado 1 del artículo siguiente.
El Secretario judicial no reclamará datos de organismos y registros cuando el ejecutante
pudiera obtenerlos por sí mismo, o a través de su procurador, debidamente facultado al
efecto por su poderdante.

Artículo 591. Deber de colaboración.


1. Todas las personas y entidades públicas y privadas están obligadas a prestar su
colaboración en las actuaciones de ejecución y a entregar al Secretario judicial encargado de
la ejecución o al procurador del ejecutante, cuando así lo solicite su representado y a su
costa, cuantos documentos y datos tengan en su poder, y cuya entrega haya sido acordada
por el Secretario judicial, sin más limitaciones que los que imponen el respeto a los derechos
fundamentales o a los límites que, para casos determinados, expresamente impongan las
leyes. Cuando dichas personas o entidades alegaran razones legales o de respeto a los
derechos fundamentales para no realizar la entrega dejando sin atender la colaboración que
les hubiera sido requerida, el Secretario judicial dará cuenta al Tribunal para que éste
acuerde lo procedente.
2. El Tribunal, previa audiencia de los interesados, podrá, en pieza separada, acordar la
imposición de multas coercitivas periódicas a las personas y entidades que no presten la
colaboración que el Tribunal les haya requerido con arreglo al apartado anterior. En la
aplicación de estos apremios, el Tribunal tendrá en cuenta los criterios previstos en el
apartado 3 del artículo 589.
3. Las sanciones impuestas al amparo de este artículo se someten al régimen de
recursos previstos en el Título V del Libro VII de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Artículo 592. Orden en los embargos. Embargo de empresas.


1. Si acreedor y deudor no hubieren pactado otra cosa, dentro o fuera de la ejecución, el
Secretario judicial responsable de la ejecución embargará los bienes del ejecutado
procurando tener en cuenta la mayor facilidad de su enajenación y la menor onerosidad de
ésta para el ejecutado.
2. Si por las circunstancias de la ejecución resultase imposible o muy difícil la aplicación
de los criterios establecidos en el apartado anterior, los bienes se embargarán por el
siguiente orden:
1.º Dinero o cuentas corrientes de cualquier clase.
2.º Créditos y derechos realizables en el acto o a corto plazo, y títulos, valores u otros
instrumentos financieros admitidos a negociación en un mercado secundario oficial de
valores.
3.º Joyas y objetos de arte.
4.º Rentas en dinero, cualquiera que sea su origen y la razón de su devengo.
5.º Intereses, rentas y frutos de toda especie.
6.º Bienes muebles o semovientes, acciones, títulos o valores no admitidos a cotización
oficial y participaciones sociales.
7.º Bienes inmuebles.
8.º Sueldos, salarios, pensiones e ingresos procedentes de actividades profesionales y
mercantiles autónomas.
9.º Créditos, derechos y valores realizables a medio y largo plazo.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. También podrá decretarse el embargo de empresas cuando, atendidas todas las


circunstancias, resulte preferible al embargo de sus distintos elementos patrimoniales.

Sección 2.ª Del embargo de bienes de terceros y de la tercería de dominio

Artículo 593. Pertenencia al ejecutado. Prohibición de alzamiento de oficio del embargo.


1. Para juzgar sobre la pertenencia al ejecutado de los bienes que se proponga
embargar, el Secretario judicial, sin necesidad de investigaciones ni otras actuaciones, se
basará en indicios y signos externos de los que razonablemente pueda deducir aquélla.
2. Cuando por percepción directa o por manifestaciones del ejecutado o de otras
personas, el Secretario judicial tuviera motivos racionales para entender que los bienes que
se propone trabar pueden pertenecer a un tercero, ordenará mediante diligencia de
ordenación que se le haga saber la inminencia de la traba. Si, en el plazo de cinco días, el
tercero no compareciere o no diere razones, el Secretario judicial dictará decreto mandando
trabar los bienes, a no ser que las partes, dentro del mismo plazo concedido al tercero,
hayan manifestado su conformidad en que no se realice el embargo. Si el tercero se
opusiere razonadamente al embargo aportando, en su caso, los documentos que justifiquen
su derecho, el Secretario judicial, previo traslado a las partes por plazo común de cinco días,
remitirá los autos al Tribunal para que resuelva lo que proceda.
3. Tratándose de bienes cuyo dominio sea susceptible de inscripción registral, se
ordenará, en todo caso, su embargo a no ser que el tercero acredite ser titular registral
mediante la correspondiente certificación del Registrador, quedando a salvo el derecho de
los eventuales titulares no inscritos, que podrá ejercitarse contra quien y como corresponda.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando el bien de cuyo embargo se trate
sea la vivienda familiar del tercero y éste presentare al Tribunal el documento privado que
justifique su adquisición, el Secretario judicial dará traslado a las partes y, si éstas, en el
plazo de cinco días, manifestaren su conformidad en que no se realice el embargo, el
Secretario se abstendrá de acordarlo.

Artículo 594. Posterior transmisión de bienes embargados no pertenecientes al ejecutado.


1. El embargo trabado sobre bienes que no pertenezcan al ejecutado será, no obstante,
eficaz. Si el verdadero titular no hiciese valer sus derechos por medio de la tercería de
dominio, no podrá impugnar la enajenación de los bienes embargados, si el rematante o
adjudicatario los hubiera adquirido de modo irreivindicable, conforme a lo establecido en la
legislación sustantiva.
2. Lo dispuesto en el apartado anterior se entenderá sin perjuicio de las acciones de
resarcimiento o enriquecimiento injusto o de nulidad de la enajenación.

Artículo 595. Tercería de dominio. Legitimación.


1. Podrá interponer tercería de dominio, en forma de demanda, quien, sin ser parte en la
ejecución, afirme ser dueño de un bien embargado como perteneciente al ejecutado y que
no ha adquirido de éste una vez trabado el embargo.
2. Podrán también interponer tercerías para el alzamiento del embargo quienes sean
titulares de derechos que, por disposición legal expresa, puedan oponerse al embargo o a la
realización forzosa de uno o varios bienes embargados como pertenecientes al ejecutado.
3. Con la demanda de tercería de dominio deberá aportarse un principio de prueba por
escrito del fundamento de la pretensión del tercerista.

Artículo 596. Momento de interposición y posible rechazo de plano de la tercería de


dominio.
1. La tercería de dominio podrá interponerse desde que se haya embargado el bien o
bienes a que se refiera, aunque el embargo sea preventivo.
2. El tribunal, mediante auto, rechazará de plano y sin sustanciación alguna la demanda
de tercería de dominio a la que no se acompañe el principio de prueba exigido en el
apartado 3 del artículo anterior, así como la que se interponga con posterioridad al momento

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

en que, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación civil, se produzca la transmisión del


bien al acreedor o al tercero que lo adquiera en pública subasta.

Artículo 597. Prohibición de segundas y ulteriores tercerías.


No se permitirá, en ningún caso, segunda o ulterior tercería sobre los mismos bienes,
fundada en títulos o derechos que poseyera el que la interponga al tiempo de formular la
primera.

Artículo 598. Efectos de la admisión de la tercería.


1. La admisión de la demanda de tercería sólo suspenderá la ejecución respecto del bien
a que se refiera, debiendo el Secretario judicial adoptar las medidas necesarias para dar
cumplimiento a la suspensión acordada.
2. Admitida la demanda por el Secretario judicial, el Tribunal, previa audiencia de las
partes si lo considera necesario, podrá condicionar la suspensión de la ejecución respecto
del bien a que se refiere la demanda de tercería a que el tercerista preste caución por los
daños y perjuicios que pudiera producir al acreedor ejecutante. Esta caución podrá otorgarse
en cualquiera de las formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del artículo 529.
3. La admisión de una tercería de dominio será razón suficiente para que el Secretario
judicial, a instancia de parte, ordene, mediante decreto, la mejora del embargo.

Artículo 599. Competencia y sustanciación.


La tercería de dominio, que habrá de interponerse ante el Secretario judicial responsable
de la ejecución, se resolverá por el tribunal que dictó la orden general y despacho de la
misma y se sustanciará por los trámites previstos para el juicio verbal.

Artículo 600. Legitimación pasiva. Litisconsorcio voluntario. Intervención del ejecutado no


demandado.
La demanda de tercería se interpondrá frente al acreedor ejecutante y también frente al
ejecutado cuando el bien al que se refiera haya sido por él designado.
Aunque no se haya dirigido la demanda de tercería frente al ejecutado, podrá éste
intervenir en el procedimiento con los mismos derechos procesales que las partes de la
tercería, a cuyo fin se le notificará en todo caso la admisión a trámite de la demanda para
que pueda tener la intervención que a su derecho convenga.

Artículo 601. Objeto de la tercería de dominio.


1. En la tercería de dominio no se admitirá más pretensión del tercerista que la dirigida al
alzamiento del embargo.
2. El ejecutante y, en su caso, el ejecutado, no podrán pretender en la tercería de
dominio sino el mantenimiento del embargo o sujeción a la ejecución del bien objeto de
tercería.

Artículo 602. Efectos de la no contestación.


Si los demandados no contestaran la demanda de tercería de dominio, se entenderá que
admiten los hechos alegados en la demanda.

Artículo 603. Resolución sobre la tercería.


La tercería de dominio se resolverá por medio de auto, que se pronunciará sobre la
pertenencia del bien y la procedencia de su embargo a los únicos efectos de la ejecución en
curso, sin que produzca efectos de cosa juzgada en relación con la titularidad del bien.
El auto que decida la tercería se pronunciará sobre las costas, con arreglo a lo dispuesto
en los artículos 394 y siguientes de esta Ley. A los demandados que no contesten no se les
impondrán las costas, salvo que el tribunal, razonándolo debidamente, aprecie mala fe en su
actuación procesal teniendo en cuenta, en su caso, la intervención que hayan tenido en las
actuaciones a que se refieren los apartados 2 y 3 del artículo 593.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 604. Resolución estimatoria y alzamiento del embargo.


El auto que estime la tercería de dominio ordenará el alzamiento de la traba y la
remoción del depósito, así como la cancelación de la anotación preventiva y de cualquier
otra medida de garantía del embargo del bien al que la tercería se refiriera.

Sección 3.ª De los bienes inembargables

Artículo 605. Bienes absolutamente inembargables.


No serán en absoluto embargables:
1.º Los bienes que hayan sido declarados inalienables.
2.º Los derechos accesorios, que no sean alienables con independencia del principal.
3.º Los bienes que carezcan, por sí solos, de contenido patrimonial.
4.º Los bienes expresamente declarados inembargables por alguna disposición legal.

Artículo 606. Bienes inembargables del ejecutado.


Son también inembargables:
1.º El mobiliario y el menaje de la casa, así como las ropas del ejecutado y de su familia,
en lo que no pueda considerarse superfluo. En general, aquellos bienes como alimentos,
combustible y otros que, a juicio del tribunal, resulten imprescindibles para que el ejecutado y
las personas de él dependientes puedan atender con razonable dignidad a su subsistencia.
2.º Los libros e instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión, arte u oficio a
que se dedique el ejecutado, cuando su valor no guarde proporción con la cuantía de la
deuda reclamada.
3.º Los bienes sacros y los dedicados al culto de las religiones legalmente registradas.
4.º Las cantidades expresamente declaradas inembargables por Ley.
5.º Los bienes y cantidades declarados inembargables por Tratados ratificados por
España.

Artículo 607. Embargo de sueldos y pensiones.


1. Es inembargable el salario, sueldo, pensión, retribución o su equivalente, que no
exceda de la cuantía señalada para el salario mínimo interprofesional.
2. Los salarios, sueldos, jornales, retribuciones o pensiones que sean superiores al
salario mínimo interprofesional se embargarán conforme a esta escala:
1.º Para la primera cuantía adicional hasta la que suponga el importe del doble del
salario mínimo interprofesional, el 30 por 100.
2.º Para la cuantía adicional hasta el importe equivalente a un tercer salario mínimo
interprofesional, el 50 por 100.
3.º Para la cuantía adicional hasta el importe equivalente a un cuarto salario mínimo
interprofesional, el 60 por 100.
4.º Para la cuantía adicional hasta el importe equivalente a un quinto salario mínimo
interprofesional, el 75 por 100.
5.º Para cualquier cantidad que exceda de la anterior cuantía, el 90 por 100.
3. Si el ejecutado es beneficiario de más de una percepción, se acumularán todas ellas
para deducir una sola vez la parte inembargable. Igualmente serán acumulables los salarios,
sueldos y pensiones, retribuciones o equivalentes de los cónyuges cuando el régimen
económico que les rija no sea el de separación de bienes y rentas de toda clase,
circunstancia que habrán de acreditar al Secretario judicial.
4. En atención a las cargas familiares del ejecutado, el Secretario judicial podrá aplicar
una rebaja de entre un 10 a un 15 por ciento en los porcentajes establecidos en los números
1.º, 2.º, 3.º y 4.º del apartado 2 del presente artículo.
5. Si los salarios, sueldos, pensiones o retribuciones estuvieron gravados con
descuentos permanentes o transitorios de carácter público, en razón de la legislación fiscal,
tributaria o de Seguridad Social, la cantidad líquida que percibiera el ejecutado, deducidos
éstos, será la que sirva de tipo para regular el embargo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

6. Los anteriores apartados de este artículo serán de aplicación a los ingresos


procedentes de actividades profesionales y mercantiles autónomas.
7. Las cantidades embargadas de conformidad con lo previsto en este precepto podrán
ser entregadas directamente a la parte ejecutante, en la cuenta que ésta designe
previamente, si así lo acuerda el Secretario judicial encargado de la ejecución.
En este caso, tanto la persona o entidad que practique la retención y su posterior entrega
como el ejecutante, deberán informar trimestralmente al Secretario judicial sobre las sumas
remitidas y recibidas, respectivamente, quedando a salvo en todo caso las alegaciones que
el ejecutado pueda formular, ya sea porque considere que la deuda se halla abonada
totalmente y en consecuencia debe dejarse sin efecto la traba, o porque las retenciones o
entregas no se estuvieran realizando conforme a lo acordado por el Secretario judicial.
Contra la resolución del Secretario judicial acordando tal entrega directa cabrá recurso
directo de revisión ante el Tribunal.

Artículo 608. Ejecución por condena a prestación alimenticia.


Lo dispuesto en el artículo anterior no será de aplicación cuando se proceda por
ejecución de sentencia que condene al pago de alimentos, en todos los casos en que la
obligación de satisfacerlos nazca directamente de la Ley, incluyendo los pronunciamientos
de las sentencias dictadas en procesos de nulidad, separación o divorcio sobre alimentos
debidos al cónyuge o a los hijos. En estos casos, así como en los de las medidas cautelares
correspondientes, el tribunal fijará la cantidad que puede ser embargada.

Artículo 609. Efectos de la traba sobre bienes inembargables.


El embargo trabado sobre bienes inembargables será nulo de pleno derecho.
El ejecutado podrá denunciar esta nulidad ante el Tribunal mediante los recursos
ordinarios o por simple comparecencia ante el Secretario judicial si no se hubiera personado
en la ejecución ni deseara hacerlo, resolviendo el Tribunal sobre la nulidad denunciada.

Artículo 610. Reembargo. Efectos.


1. Los bienes o derechos embargados podrán ser reembargados y el reembargo
otorgará al reembargante el derecho a percibir el producto de lo que se obtenga de la
realización de los bienes reembargados, una vez satisfechos los derechos de los ejecutantes
a cuya instancia se hubiesen decretado embargos anteriores o, sin necesidad de esta
satisfacción previa, en el caso del párrafo segundo del apartado siguiente.
2. Si, por cualquier causa, fuere alzado el primer embargo, el ejecutante del proceso en
el que se hubiera trabado el primer reembargo quedará en la posición del primer ejecutante y
podrá solicitar la realización forzosa de los bienes reembargados.
Sin embargo, el reembargante podrá solicitar la realización forzosa de los bienes
reembargados, sin necesidad de alzamiento del embargo o embargos anteriores, cuando los
derechos de los embargantes anteriores no hayan de verse afectados por aquella
realización.
3. Los ejecutantes de los procesos en que se decretare el reembargo podrán solicitar del
Secretario judicial que adopte medidas de garantía de esta traba siempre que no
entorpezcan una ejecución anterior y no sean incompatibles con las adoptadas a favor de
quien primero logró el embargo.

Artículo 611. Embargo de sobrante.


Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 588, podrá pedirse el embargo de lo que
sobrare en la realización forzosa de bienes celebrada en otra ejecución ya despachada.
La cantidad que así se obtenga se ingresará en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones para su disposición en el proceso donde se ordenó el embargo del sobrante.
Cuando los bienes realizados sean inmuebles, se ingresará la cantidad que sobrare
después de pagado el ejecutante, así como los acreedores que tengan su derecho inscrito o
anotado con posterioridad al del ejecutante y que tengan preferencia sobre el acreedor en
cuyo favor se acordó el embargo del sobrante.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 612. Mejora, reducción y modificación del embargo.


1. Además de lo dispuesto en los artículos 598 y 604 para los casos de admisión y
estimación, respectivamente, de una tercería de dominio, el ejecutante podrá pedir la mejora
o la modificación del embargo o de las medidas de garantía adoptadas cuando un cambio de
las circunstancias permita dudar de la suficiencia de los bienes embargados en relación con
la exacción de la responsabilidad del ejecutado. También el ejecutado podrá solicitar la
reducción o la modificación del embargo y de sus garantías, cuando aquél o éstas pueden
ser variadas sin peligro para los fines de la ejecución, conforme a los criterios establecidos
en el artículo 584 de esta Ley.
El tribunal proveerá mediante providencia sobre estas peticiones según su criterio, sin
ulterior recurso.
2. El Secretario judicial resolverá mediante decreto sobre estas peticiones. Contra dicho
decreto cabrá recurso directo de revisión que no producirá efectos suspensivos.
3. Podrá acordarse también la mejora del embargo en los casos previstos en el apartado
cuarto del artículo siguiente.

Sección 4.ª De la prioridad del embargante y de la tercería de mejor derecho

Artículo 613. Efectos del embargo. Anotaciones preventivas y terceros poseedores.


1. El embargo concede al acreedor ejecutante el derecho a percibir el producto de lo que
se obtenga de la realización de los bienes embargados a fin de satisfacer el importe de la
deuda que conste en el título, los intereses que procedan y las costas de la ejecución.
2. Sin estar completamente reintegrado el ejecutante del capital e intereses de su crédito
y de todas las costas de la ejecución, no podrán aplicarse las sumas realizadas a ningún otro
objeto que no haya sido declarado preferente por sentencia dictada en tercería de mejor
derecho.
3. Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartado anteriores, cuando los bienes sean de las
clases que permiten la anotación preventiva de su embargo, la responsabilidad de los
terceros poseedores que hubieran adquirido dichos bienes en otra ejecución, tendrá como
límite las cantidades que, para la satisfacción del principal, intereses y costas, aparecieran
consignadas en la anotación en la fecha en que aquéllos hubieran inscrito su adquisición.
4. El ejecutante podrá pedir que se mande hacer constar en la anotación preventiva de
embargo el aumento de la cantidad prevista en concepto de intereses devengados durante la
ejecución y de costas de ésta, acreditando que unos y otras han superado la cantidad que,
por tales conceptos, constara en la anotación anterior.

Artículo 614. Tercería de mejor derecho. Finalidad. Prohibición de segunda tercería.


1. Quien afirme que le corresponde un derecho a que su crédito sea satisfecho con
preferencia al del acreedor ejecutante podrá interponer demanda de tercería de mejor
derecho, a la que habrá de acompañarse un principio de prueba del crédito que se afirma
preferente.
2. No se admitirá la demanda de tercería de mejor derecho si no se acompaña el
principio de prueba a que se refiere el apartado anterior. Y, en ningún caso, se permitirá
segunda tercería de mejor derecho, que se funde en títulos o derechos que poseyera el que
la interponga al tiempo de formular la primera.

Artículo 615. Tiempo de la tercería de mejor derecho.


1. La tercería de mejor derecho procederá desde que se haya embargado el bien a que
se refiera la preferencia, si ésta fuere especial o desde que se despachare ejecución, si
fuere general.
2. No se admitirá demanda de tercería de mejor derecho después de haberse entregado
al ejecutante la suma obtenida mediante la ejecución forzosa o, en caso de adjudicación de
los bienes embargados al ejecutante, después de que éste adquiera la titularidad de dichos
bienes conforme a lo dispuesto en la legislación civil.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 616. Efectos de la tercería de mejor derecho.


1. Interpuesta tercería de mejor derecho, la ejecución forzosa continuará hasta realizar
los bienes embargados, depositándose lo que se recaude en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones para reintegrar al ejecutante en las costas de la ejecución y hacer pago a
los acreedores por el orden de preferencia que se determine al resolver la tercería.
2. Si el tercerista de mejor derecho dispusiese de título ejecutivo en que conste su
crédito, podrá intervenir en la ejecución desde que sea admitida la demanda de tercería. Si
no dispusiere de título ejecutivo, el tercerista no podrá intervenir hasta que, en su caso, se
estime la demanda.

Artículo 617. Procedimiento, legitimación pasiva y litisconsorcio.


1. La tercería de mejor derecho se dirigirá siempre frente al acreedor ejecutante, y se
sustanciará por los cauces del juicio verbal. Presentada la demanda, el Secretario judicial
dará traslado a los demandados para que la contesten por escrito en el plazo de veinte días,
conforme a lo establecido en el artículo 405 de la presente ley.
2. El ejecutado podrá intervenir en el procedimiento de tercería con plenitud de derechos
procesales y habrá de ser demandado cuando el crédito cuya preferencia alegue el tercerista
no conste en un título ejecutivo.
3. Aún cuando no fuere demandado, se notificará en todo caso al ejecutado la admisión
a trámite de la demanda, a fin de que pueda realizar la intervención que a su derecho
convenga.

Artículo 618. Efectos de la no contestación.


Si los demandados no contestaran la demanda de tercería de mejor derecho, se
entenderá que admiten los hechos alegados en la demanda.

Artículo 619. Allanamiento y desistimiento del ejecutante. Participación del tercerista de


preferencia en los costes de la ejecución.
1. Cuando el crédito del tercerista conste en título ejecutivo, si el ejecutante se allanase a
la tercería de mejor derecho, se dictará, sin más trámites, auto ordenando seguir adelante la
ejecución para satisfacer en primer término al tercerista, pero el Secretario judicial no le hará
entrega de cantidad alguna sin haber antes satisfecho al ejecutante las tres quintas partes
de las costas y gastos originados por las actuaciones llevadas a cabo a su instancia hasta la
notificación de la demanda de tercería.
Si el crédito del tercerista no constase en título ejecutivo, el ejecutado que estuviere
personado en la tercería deberá expresar su conformidad o disconformidad con el
allanamiento del ejecutante dentro de los cinco días siguientes a aquel en que se le hubiera
dado traslado del escrito de allanamiento. Si el ejecutado se mostrase conforme con el
allanamiento o dejara transcurrir el plazo sin expresar su disconformidad, se procederá
conforme a lo dispuesto en el párrafo anterior. Cuando el ejecutado se oponga al
allanamiento, se dictará auto teniendo por allanado al ejecutante y mandando seguir la
tercería con el ejecutado.
2. Si, notificada la demanda de tercería, el ejecutante desistiese de la ejecución, siempre
que el crédito del tercerista constase en título ejecutivo, el Secretario judicial dictará decreto
ordenando seguir adelante la ejecución para satisfacer en primer término al tercerista. Si no
fuera así, dictará decreto de desistimiento del proceso de ejecución, y dará por finalizada
ésta, salvo que el ejecutado se mostrare de acuerdo en que prosiga para satisfacer el crédito
del tercerista.

Artículo 620. Efectos de la sentencia. Costas de la tercería y participación del tercerista en


los costes de la ejecución.
1. La sentencia que se dicte en la tercería de mejor derecho resolverá sobre la existencia
del privilegio y el orden en que los créditos deben ser satisfechos en la ejecución en que
aquella sentencia recaiga, pero sin prejuzgar otras acciones que a cada uno pudiera
corresponder, especialmente las de enriquecimiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Asimismo, si la sentencia desestimara la tercería, condenará en todas las costas de ésta


al tercerista. Cuando la estimare, las impondrá al ejecutante que hubiera contestado a la
demanda y, si el ejecutado hubiere intervenido, oponiéndose también a la tercería, las
impondrá a éste, por mitad con el ejecutante, salvo cuando, por haberse allanado el
ejecutante, la tercería se hubiera sustanciado sólo con el ejecutado, en cuyo caso las costas
se impondrán a éste en su totalidad.
2. Siempre que la sentencia estimase la tercería de mejor derecho, no se entregará al
tercerista cantidad alguna procedente de la ejecución, mientras no se haya satisfecho al
ejecutante las tres quintas partes de las costas causadas en ésta hasta el momento en que
recaiga aquella sentencia.

Sección 5.ª De la garantía de la traba de bienes muebles y derechos

Artículo 621. Garantías del embargo de dinero, cuentas corrientes y sueldos.


1. Si lo embargado fuera dinero o divisas convertibles, se ingresarán en la Cuenta de
Depósitos y Consignaciones.
2. Cuando se embargaren saldos favorables en cuentas de cualquier clase abiertas en
entidades de crédito, ahorro o financiación, el Secretario judicial responsable de la ejecución
enviará a la entidad orden de retención de las concretas cantidades que sean embargadas o
con el límite máximo a que se refiere el apartado segundo del artículo 588. Esta orden podrá
ser diligenciada por el procurador de la parte ejecutante. La entidad requerida deberá
cumplimentarla en el mismo momento de su presentación, expidiendo recibo acreditativo de
la recepción de la orden en el que hará constar las cantidades que el ejecutado, en ese
instante, dispusiere en tal entidad. Dicho recibo se entregará en ese acto al procurador de la
parte ejecutante que haya asumido su diligenciamiento; de no ser así, se remitirá
directamente al órgano de la ejecución por el medio más rápido posible.
3. Si se tratase del embargo de sueldos, pensiones u otras prestaciones periódicas, se
estará, en su caso, a lo previsto en el número 7 del artículo 607. En caso contrario, se
ordenará a la persona, entidad u oficina pagadora que los retenga a disposición del Tribunal
y los transfiera a la Cuenta de Depósitos y Consignaciones.

Artículo 622. Garantía del embargo de intereses, rentas y frutos.


1. Cuando lo embargado fueran intereses, rentas o frutos de toda clase, se enviará orden
de retención a quien deba pagarlos o directamente los perciba, aunque sea el propio
ejecutado, para que, si fueran intereses, los ingrese a su devengo en la Cuenta de Depósitos
y Consignaciones o, si fueran de otra clase, los retenga a disposición del tribunal.
2. El Secretario judicial sólo acordará mediante decreto la administración judicial en
garantía del embargo de frutos y rentas, cuando la naturaleza de los bienes y derechos
productivos, la importancia de los intereses, las rentas o los frutos embargados o las
circunstancias en que se encuentre el ejecutado razonablemente lo aconsejen.
3. También podrá el Secretario judicial acordar la administración judicial cuando se
comprobare que la entidad pagadora o perceptora o, en su caso, el mismo ejecutado, no
cumplen la orden de retención o ingreso de los frutos y rentas a que se refiere el apartado
primero de este artículo.

Artículo 623. Garantía del embargo de valores e instrumentos financieros.


1. Si lo embargado fueran valores u otros instrumentos financieros, el embargo se
notificará a quien resulte obligado al pago, en caso de que éste debiere efectuarse
periódicamente o en fecha determinada, o a la entidad emisora, en el supuesto de que
fueran redimibles o amortizables a voluntad del tenedor o propietario de los mismos. A la
notificación del embargo se añadirá el requerimiento de que, a su vencimiento o, en el
supuesto de no tener vencimiento, en el acto de recibir la notificación, se retenga, a
disposición del tribunal, el importe o el mismo valor o instrumento financiero, así como los
intereses o dividendos que, en su caso, produzcan.
2. Cuando se trate de valores o instrumentos financieros que coticen en mercados
secundarios oficiales, la notificación del embargo se hará al órgano rector a los mismos

– 465 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

efectos del párrafo anterior, y, en su caso, el órgano rector lo notificará a la entidad


encargada de la compensación y liquidación.
3. Si se embargaren participaciones en sociedades civiles, colectivas, comanditarias, en
sociedades de responsabilidad limitada o acciones que no cotizan en mercados secundarios
oficiales, se notificará el embargo a los administradores de la sociedad, que deberán poner
en conocimiento del tribunal la existencia de pactos de limitación a la libre transmisión de
acciones o cualquier otra cláusula estatutaria o contractual que afecte a las acciones
embargadas.

Artículo 624. Diligencia de embargo de bienes muebles. Garantía del embargo.


1. Cuando se hayan de embargar bienes muebles, en el acta de la diligencia de embargo
se incluirán los siguientes extremos:
1.º Relación de los bienes embargados, con descripción, lo más detallada posible, de su
forma y aspecto, características principales, estado de uso y conservación, así como la clara
existencia de defectos o taras que pudieran influir en una disminución de su valor. Para ello
se utilizarán los medios de documentación gráfica o visual de que la Oficina judicial disponga
o le facilite cualquiera de las partes para su mejor identificación.
2.º Manifestaciones efectuadas por quienes hayan intervenido en el embargo, en
especial las que se refieran a la titularidad de las cosas embargadas y a eventuales derecho
de terceros.
3.º Persona a la que se designa depositario y lugar donde se depositan los bienes.
2. Del acta en que conste la diligencia de embargo de bienes muebles se dará copia a
las partes.

Artículo 625. Consideración de efectos o caudales públicos.


Las cantidades de dinero y demás bienes embargados tendrán, desde que se depositen
o se ordene su retención, la consideración de efectos o caudales públicos.

Artículo 626. Depósito judicial. Nombramiento de depositario.


1. Si se embargasen títulos valores u objetos especialmente valiosos o necesitados de
especial conservación, podrán depositarse en el establecimiento público o privado que
resulte más adecuado.
2. Si los bienes muebles embargados estuvieran en poder de un tercero, se le requerirá
mediante decreto para que los conserve a disposición del Tribunal y se le nombrará
depositario judicial, salvo que el Secretario judicial motivadamente resuelva otra cosa.
3. Se nombrará depositario al ejecutado si éste viniere destinando los bienes
embargados a una actividad productiva o si resultaran de difícil o costoso transporte o
almacenamiento.
4. En casos distintos de los contemplados en los anteriores apartados o cuando lo
considere más conveniente, el Secretario judicial podrá nombrar mediante decreto
depositario de los bienes embargados al acreedor ejecutante o bien, oyendo a éste, a un
tercero.
El nombramiento podrá recaer en los Colegios de Procuradores del lugar en que se siga
la ejecución, siempre que dispongan de un servicio adecuado para asumir las
responsabilidades legalmente establecidas para el depositario. De ser así, el Colegio
quedará facultado para proceder a la localización, gestión y depósito de los bienes
expidiéndose a tal efecto la credencial necesaria.
5. El embargo de valores representados en anotaciones en cuenta se comunicará al
órgano o entidad que lleve el registro de anotaciones en cuenta para que lo consigne en el
libro respectivo.

Artículo 627. Responsabilidades del depositario. Depositarios interinos.


1. El depositario judicial estará obligado a conservar los bienes con la debida diligencia a
disposición del Tribunal, a exhibirlos en las condiciones que el Secretario judicial le indique y
a entregarlos a la persona que éste designe.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

A instancia de parte o, de oficio, si no cumpliere sus obligaciones, el Secretario judicial


encargado de la ejecución, mediante decreto, podrá remover de su cargo al depositario,
designando a otro, sin perjuicio de la responsabilidad penal y civil en que haya podido
incurrir el depositario removido.
2. Hasta que se nombre depositario y se le entreguen los bienes, las obligaciones y
responsabilidades derivadas del depósito incumbirán, sin necesidad de previa aceptación ni
requerimiento, al ejecutado y, si conocieran el embargo, a los administradores,
representantes o encargados o al tercero en cuyo poder se encontraron los bienes.

Artículo 628. Gastos del depósito.

1. Si el depositario fuera persona distinta del ejecutante, del ejecutado y del tercero
poseedor del bien mueble objeto del depósito tendrá derecho al reembolso de los gastos
ocasionados por el transporte, conservación, custodia, exhibición y administración de los
bienes, pudiendo acordarse por el Secretario judicial encargado de la ejecución, mediante
diligencia de ordenación, el adelanto de alguna cantidad por el ejecutante, sin perjuicio de su
derecho al reintegro en concepto de costas.
El tercero depositario también tendrá derecho a verse resarcido de los daños y perjuicios
que sufra a causa del depósito.
2. Cuando las cosas se depositen en entidad o establecimiento adecuados, según lo
previsto en el apartado 1 del artículo 626, se fijará por el Secretario judicial responsable de la
ejecución, mediante diligencia de ordenación, una remuneración acorde con las tarifas y
precios usuales. El ejecutante habrá de hacerse cargo de esta remuneración, sin perjuicio de
su derecho al reintegro en concepto de costas.

Sección 6.ª De la garantía del embargo de inmuebles y de otros bienes


susceptibles de inscripción

Artículo 629. Anotación preventiva de embargo.


1. Cuando el embargo recaiga sobre bienes inmuebles u otros bienes o derechos
susceptibles de inscripción registral, el Secretario judicial encargado de la ejecución, a
instancia del ejecutante, librará mandamiento para que se haga anotación preventiva de
embargo en el Registro de la Propiedad o anotación de equivalente eficacia en el registro
que corresponda. El mismo día de su expedición el Secretario judicial remitirá al Registro de
la Propiedad el mandamiento por fax, o en cualquiera de las formas previstas en el artículo
162 de esta ley. El Registrador extenderá el correspondiente asiento de presentación,
quedando en suspenso la práctica de la anotación hasta que se presente el documento
original en la forma prevista por la legislación hipotecaria.
2. Si el bien no estuviere inmatriculado, o si estuviere inscrito en favor de persona
distinta del ejecutado, pero de la que traiga causa el derecho de éste, podrá tomarse
anotación preventiva de suspensión de la anotación del embargo, en la forma y con los
efectos previstos en la legislación hipotecaria.

Sección 7.ª De la administración judicial

Artículo 630. Casos en que procede.


1. Podrá constituirse una administración judicial cuando se embargue alguna empresa o
grupo de empresas o cuando se embargaren acciones o participaciones que representen la
mayoría del capital social, del patrimonio común o de los bienes o derechos pertenecientes a
las empresas, o adscritos a su explotación.
2. También podrá constituirse una administración judicial para la garantía del embargo
de frutos y rentas, en los casos previstos en los apartados 2 y 3 del artículo 622.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 631. Constitución de la administración. Nombramiento de administrador y de


interventores.
1. Para constituir la administración judicial, se citará de comparecencia ante el Secretario
judicial encargado de la ejecución a las partes y, en su caso, a los administradores de las
sociedades, cuando éstas no sean la parte ejecutada, así como a los socios o partícipes
cuyas acciones o participaciones no se hayan embargado, a fin de que lleguen a un acuerdo
o efectúen las alegaciones y prueba oportunas sobre el nombramiento de administrador,
persona que deba desempeñar tal cargo, exigencia o no de caución, forma de actuación,
mantenimiento o no de la administración preexistente, rendición de cuentas y retribución
procedente.
A los interesados que no comparezcan injustificadamente se les tendrá por conformes
con lo acordado por los comparecientes.
Si existe acuerdo, el Secretario judicial establecerá por medio de decreto los términos de
la administración judicial en consonancia con el acuerdo. Para la resolución de los extremos
en que no exista acuerdo o medie oposición de alguna de las partes, si pretendieren
practicar prueba, se les convocará a comparecencia ante el Tribunal que dictó la orden
general de ejecución, que resolverá, mediante auto, lo que estime procedente sobre la
administración judicial. Si no se pretendiese la práctica de prueba, se pasarán las
actuaciones al Tribunal para que directamente resuelva lo procedente.
2. Si se acuerda la administración judicial de una empresa o grupo de ellas, el Secretario
judicial deberá nombrar un interventor designado por el titular o titulares de la empresa o
empresas embargadas y si sólo se embargare la mayoría del capital social o la mayoría de
los bienes o derechos pertenecientes a una empresa o adscritos a su explotación, se
nombrarán dos interventores, designados, uno por los afectados mayoritarios, y otro, por los
minoritarios.
3. El nombramiento de administrador judicial será inscrito, cuando proceda, en el
Registro Mercantil. También se anotará la administración judicial en el Registro de la
Propiedad cuando afectare a bienes inmuebles.

Artículo 632. Contenido del cargo de administrador.


1. Cuando sustituya a los administradores preexistentes y no se disponga otra cosa, los
derechos, obligaciones, facultades y responsabilidades del administrador judicial serán los
que correspondan con carácter ordinario a los sustituidos, pero necesitará autorización del
Secretario judicial responsable de la ejecución para enajenar o gravar participaciones en la
empresa o de ésta en otras, bienes inmuebles o cualesquiera otros que por su naturaleza o
importancia hubiere expresamente señalado el Secretario judicial.
2. De existir interventores designados por los afectados, para la enajenación o
gravamen, el administrador los convocará a una comparecencia, resolviendo el Secretario
judicial mediante decreto.
3. Las resoluciones previstas en los dos números anteriores serán susceptibles de
recurso directo de revisión ante el Tribunal que dictó la orden general de ejecución.

Artículo 633. Forma de actuación del administrador.


1. Acordada la administración judicial, el Secretario dará inmediata posesión al
designado, requiriendo al ejecutado para que cese en la administración que hasta entonces
llevara.
2. Las discrepancias que surjan sobre los actos del administrador serán resueltas por el
Secretario judicial responsable de la ejecución mediante decreto, tras oír a los afectados y
sin perjuicio del derecho de oponerse a la cuenta final que habrá de rendir el administrador.
3. De la cuenta final justificada que presente el administrador se dará vista a las partes y
a los interventores, quienes podrán impugnarla en el plazo de cinco días, prorrogable hasta
treinta atendida su complejidad.
De mediar oposición se resolverá tras citar a los interesados de comparecencia. El
decreto que se dicte será recurrible directamente en revisión ante el Tribunal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

CAPÍTULO IV
Del procedimiento de apremio

Sección 1.ª Disposiciones generales para la realización de los bienes


embargados

Artículo 634. Entrega directa al ejecutante.


1. El Secretario judicial responsable de la ejecución entregará directamente al
ejecutante, por su valor nominal, los bienes embargados que sean:
1.º Dinero efectivo.
2.º Saldos de cuentas corrientes y de otras de inmediata disposición.
3.º Divisas convertibles, previa conversión, en su caso.
4.º Cualquier otro bien cuyo valor nominal coincida con su valor de mercado, o que,
aunque inferior, el acreedor acepte la entrega del bien por su valor nominal.
2. Cuando se trate de saldos favorables en cuenta, con vencimiento diferido, el propio
Secretario judicial adoptará las medidas oportunas para lograr su cobro, pudiendo designar
un administrador cuando fuere conveniente o necesario para su realización.
3. En la ejecución de sentencias que condenen al pago de las cantidades debidas por
incumplimiento de contratos de venta a plazos de bienes muebles, si el ejecutante lo solicita,
el Secretario judicial le hará entrega inmediata del bien o bienes muebles vendidos o
financiados a plazos por el valor que resulte de las tablas o índices referenciales de
depreciación que se hubieran establecido en el contrato.

Artículo 635. Acciones y otras formas de participación sociales.


1. Si los bienes embargados fueren acciones, obligaciones u otros valores admitidos a
negociación en mercado secundario, el Secretario judicial ordenará que se enajenen con
arreglo a las leyes que rigen estos mercados.
Lo mismo se hará si el bien embargado cotiza en cualquier mercado reglado o puede
acceder a un mercado con precio oficial.
2. Si lo embargado fueren acciones o participaciones societarias de cualquier clase, que
no coticen en Bolsa, la realización se hará atendiendo a las disposiciones estatutarias y
legales sobre enajenación de las acciones o participaciones y, en especial, a los derechos
de adquisición preferente.
A falta de disposiciones especiales, la realización se hará a través de notario o corredor
de comercio colegiado.

Artículo 636. Realización de bienes o derechos no comprendidos en los artículos


anteriores.
1. Los bienes o derechos no comprendidos en los artículos anteriores se realizarán en la
forma convenida entre las partes e interesados y aprobada por el Secretario judicial
encargado de la ejecución, con arreglo a lo previsto en esta ley.
2. A falta de convenio de realización, la enajenación de los bienes embargados se llevará
a cabo mediante alguno de los siguientes procedimientos:
1.º Enajenación por medio de persona o entidad especializada, en los casos y en la
forma previstos en esta Ley.
2.º Subasta judicial.
3. Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartados anteriores, una vez embargados los
bienes por el Secretario judicial, se practicarán las actuaciones precisas para la subasta
judicial de los mismos, que se producirá en el día señalado si antes no se solicita y se
ordena, con arreglo a lo previsto en esta ley, que la realización forzosa se lleve a cabo de
manera diferente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sección 2.ª Valoración de los bienes embargados

Artículo 637. Avalúo de los bienes.


Si los bienes embargados no fueren de aquéllos a que se refieren los artículos 634 y
635, se procederá a su avalúo, a no ser que ejecutante y ejecutado se hayan puesto de
acuerdo sobre su valor, antes o durante la ejecución.

Artículo 638. Nombramiento de perito tasador, recusación e intervención de ejecutante y


ejecutado en la tasación.
1. Para valorar los bienes, el Secretario judicial encargado de la ejecución designará el
perito tasador que corresponda de entre los que presten servicio en la Administración de
Justicia. En defecto de éstos, podrá encomendarse la tasación a organismos o servicios
técnicos dependientes de las Administraciones Públicas que dispongan de personal
cualificado y hayan asumido el compromiso de colaborar, a estos efectos, con la
Administración de Justicia y, si tampoco pudiera recurrirse a estos organismos o servicios,
se nombrará perito tasador de entre las personas físicas o jurídicas que figuren en una
relación, que se formará con las listas que suministren las entidades públicas competentes
para conferir habilitaciones para la valoración de bienes, así como los Colegios profesionales
cuyos miembros estén legalmente capacitados para dicha valoración.
2. El perito designado por el Secretario judicial podrá ser recusado por el ejecutante y el
ejecutado que hubiere comparecido.
3. El perito designado podrá solicitar, en los tres días siguientes a su nombramiento, la
provisión de fondos que considere necesaria, que será a cuenta de la liquidación final. El
Secretario judicial decidirá sobre la provisión solicitada y previo abono de la misma el perito
emitirá dictamen.

Artículo 639. Actuación del perito designado e intervención de las partes y de los


acreedores posteriores en la tasación.
1. El nombramiento se notificará al perito designado, quien en el siguiente día lo
aceptará, si no concurre causa de abstención que se lo impida.
2. El perito entregará la valoración de los bienes embargados al Tribunal en el plazo de
ocho días a contar desde la aceptación del encargo. Sólo por causas justificadas, que el
Secretario judicial señalará mediante decreto, podrá ampliarse este plazo en función de la
cuantía o complejidad de la valoración.
3. La tasación de bienes o derechos se hará por su valor de mercado, sin tener en
cuenta, en caso de bienes inmuebles, las cargas y gravámenes que pesen sobre ellos,
respecto de las cuales se estará a lo dispuesto en el artículo 666.
4. Hasta transcurridos cinco días desde que el perito designado haya entregado la
valoración de los bienes, las partes y los acreedores a que se refiere el artículo 658 podrán
presentar alegaciones a dicha valoración, así como informes, suscritos por perito tasador, en
los que se exprese la valoración económica del bien o bienes objeto del avalúo. En tal caso,
el Secretario judicial, a la vista de las alegaciones formuladas y apreciando todos los
informes según las reglas de la sana crítica, determinará, mediante decreto, la valoración
definitiva a efectos de la ejecución.
La resolución dictada por el Secretario judicial será susceptible de recurso directo de
revisión ante el Tribunal que dictó la orden general de ejecución.

Sección 3.ª Del convenio de realización

Artículo 640. Convenio de realización aprobado por el Secretario judicial.


1. El ejecutante, el ejecutado y quien acredite interés directo en la ejecución podrán pedir
al Secretario judicial responsable de la misma que convoque una comparecencia con la
finalidad de convenir el modo de realización más eficaz de los bienes hipotecados,
pignorados o embargados, frente a los que se dirige la ejecución.
2. Si el ejecutante se mostrare conforme con la comparecencia y el Secretario judicial no
encontrare motivos razonables para denegarla, la acordará mediante diligencia de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

ordenación, sin suspensión de la ejecución, convocando a las partes y a quienes conste en


el proceso que pudieren estar interesados.
En la comparecencia, a la que podrán concurrir otras personas, por invitación de
ejecutante o ejecutado, los asistentes podrán proponer cualquier forma de realización de los
bienes sujetos a la ejecución y presentar a persona que, consignando o afianzando, se
ofrezca a adquirir dichos bienes por un precio previsiblemente superior al que pudiera
lograrse mediante la subasta judicial. También cabrá proponer otras formas de satisfacción
del derecho del ejecutante.
3. Si se llegare a un acuerdo entre ejecutante y ejecutado, que no pueda causar perjuicio
para tercero cuyos derechos proteja esta ley, lo aprobará el Secretario judicial mediante
decreto y suspenderá la ejecución respecto del bien o bienes objeto del acuerdo. También
aprobará el acuerdo, con el mismo efecto suspensivo, si incluyere la conformidad de los
sujetos, distintos de ejecutante y ejecutado, a quienes afectare.
Cuando el convenio se refiera a bienes susceptibles de inscripción registral será
necesaria, para su aprobación, la conformidad de los acreedores y terceros poseedores que
hubieran inscrito o anotado sus derechos en el Registro correspondiente con posterioridad al
gravamen que se ejecuta.
4. Cuando se acreditare el cumplimiento del acuerdo, el Secretario judicial sobreseerá la
ejecución respecto del bien o bienes a que se refiriese. Si el acuerdo no se cumpliere dentro
del plazo pactado o, por cualquier causa, no se lograse la satisfacción del ejecutante en los
términos convenidos, podrá éste pedir que se alce la suspensión de la ejecución y se
proceda a la subasta, en la forma prevista en esta ley.
5. Si no se lograse el acuerdo a que se refiere el apartado tercero de este artículo, la
comparecencia para intentarlo podrá repetirse, en las condiciones previstas en los dos
primeros apartados de este artículo, cuando las circunstancias del caso lo aconsejen, a juicio
del Secretario judicial, para la mejor realización de los bienes.

Sección 4.ª De la realización por persona o entidad especializada

Artículo 641. Realización por persona o entidad especializada.


1. A petición del ejecutante o del ejecutado con consentimiento del ejecutante y cuando
las características del bien embargado así lo aconsejen, el Secretario judicial responsable de
la ejecución podrá acordar, mediante diligencia de ordenación, que el bien lo realice persona
especializada y conocedora del mercado en que se compran y venden esos bienes y en
quien concurran los requisitos legalmente exigidos para operar en el mercado de que se
trate.
También podrá acordar el Secretario judicial, cuando así se solicite en los términos
previstos en el párrafo anterior, que el bien se enajene por medio de entidad especializada
pública o privada. Cuando así se disponga, la enajenación se acomodará a las reglas y usos
de la casa o entidad que subasta o enajene, siempre que no sean incompatibles con el fin de
la ejecución y con la adecuada protección de los intereses de ejecutante y ejecutado.
A estos efectos, los Colegios de Procuradores podrán ser designados como entidad
especializada en la subasta de bienes.
2. En los casos del apartado anterior, la persona o entidad especializada deberá prestar
caución en la cuantía que el Secretario judicial determine para responder del cumplimiento
del encargo. No se exigirá caución cuando la realización se encomiende a una entidad
pública o a los Colegios de Procuradores.
3. La realización se encomendará a la persona o entidad designada en la solicitud,
siempre que reúna los requisitos legalmente exigidos. En la misma resolución se
determinarán las condiciones en que deba efectuarse la realización, de conformidad con lo
que las partes hubiesen acordado al respecto. A falta de acuerdo, los bienes no podrán ser
enajenados por precio inferior al 50 por ciento del avalúo.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando los bienes a realizar sean
inmuebles, la determinación de la persona o entidad a la que vaya a confiarse la realización
y la de las condiciones en que ésta deba efectuarse, será realizada previa comparecencia a
la que serán convocadas las partes y quienes conste en el proceso que pudieran estar
interesados. El Secretario judicial resolverá por medio de decreto lo que estime procedente,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

a la vista de las manifestaciones de quienes asistan a la comparecencia, pero no podrá


autorizar que la enajenación se realice por precio inferior al 70 por ciento del valor que se
haya dado al inmueble con arreglo a lo previsto en el artículo 666, salvo que conste el
acuerdo de las partes y de todos los interesados, hayan asistido o no a la comparecencia.
4. Tan pronto como se consume la realización de los bienes se procederá por la persona
o entidad correspondiente a ingresar en la Cuenta de Depósitos y Consignaciones la
cantidad obtenida, descontando los gastos efectuados y lo que corresponda a aquéllas por
su intervención. El Secretario judicial deberá aprobar la operación o, en su caso, solicitar las
justificaciones oportunas sobre la realización y sus circunstancias. Aprobada la operación, se
devolverá la caución que hubiese prestado la persona o entidad a la que se haya
encomendado la realización.
5. Cuando, transcurridos seis meses desde el encargo, la realización no se hubiera
llevado a cabo, el Secretario judicial dictará decreto revocando el encargo, salvo que se
justifique por la persona o entidad a la que se hubiera efectuado éste que la realización no
ha sido posible en el plazo indicado por motivos que no le sean imputables y que, por haber
desaparecido ya dichos motivos o por ser previsible su pronta desaparición, el encargo
podrá cumplimentarse dentro del plazo que se ofrezca y que no podrá exceder de los
siguientes seis meses. Transcurrido este último plazo sin que se hubiere cumplido el
encargo, el Secretario judicial revocará definitivamente éste.
Revocado el encargo, la caución se aplicará a los fines de la ejecución, salvo que la
persona o entidad que la hubiese prestado acredite que la realización del bien no ha sido
posible por causas que no le sean imputables.

Artículo 642. Subsistencia y cancelación de cargas.


1. Las disposiciones de esta Ley sobre subsistencia y cancelación de cargas serán
aplicables también cuando, de acuerdo con lo dispuesto en esta sección y en la anterior, se
transmita la titularidad de inmuebles hipotecados o embargados.
2. A los efectos de lo dispuesto en el apartado anterior, las enajenaciones que se
produzcan con arreglo a lo previsto en los dos artículos anteriores deberán ser aprobadas
por el Secretario judicial encargado de la ejecución, mediante decreto, previa comprobación
de que la transmisión del bien se produjo con conocimiento, por parte del adquirente, de la
situación registral que resulte de la certificación de cargas.
Aprobada la transmisión, se estará a lo dispuesto para la subasta de inmuebles en lo que
se refiere a la distribución de las sumas recaudadas, inscripción del derecho del adquirente y
mandamiento de cancelación de cargas.
Será mandamiento bastante para el Registro de la Propiedad el testimonio del decreto
por el que se apruebe la transmisión del bien.

Sección 5.ª De la subasta de bienes muebles

Artículo 643. Preparación de la subasta. Bienes embargados sin valor relevante.


1. La subasta tendrá por objeto la venta de uno o varios bienes o lotes de bienes, según
lo que resulte más conveniente para el buen fin de la ejecución. La formación de los lotes
corresponderá al Secretario Judicial, previa audiencia de las partes. A tal efecto, antes de
anunciar la subasta, se emplazará a las partes por cinco días para que aleguen lo que
tengan por conveniente sobre la formación de lotes para la subasta.
2. No se convocará subasta de bienes o lotes de bienes cuando, según su tasación o
valoración definitiva, sea previsible que con su realización no se obtendrá una cantidad de
dinero que supere, cuando menos, los gastos originados por la misma subasta.

Artículo 644. Convocatoria de la subasta.


Una vez fijado el justiprecio de los bienes muebles embargados, el Secretario judicial
fijará fecha para la celebración de la subasta, con expresión de la hora y lugar en que haya
de celebrarse.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 645. Publicidad.
1. A toda subasta se dará publicidad por medio de edictos, que se fijarán en el sitio
destacado, público y visible en la sede de la Oficina judicial y lugares públicos de costumbre.
Además, a instancia del ejecutante o del ejecutado y si el Secretario judicial responsable
de la ejecución lo juzga conveniente, se dará a la subasta la publicidad que resulte
razonable, utilizando los medios públicos y privados que sean más adecuados a la
naturaleza y valor de los bienes que se pretende realizar.
2. Cada parte estará obligada al pago de los gastos derivados de las medidas que, para
la publicidad de la subasta, hubieran solicitado, sin perjuicio de incluir en la liquidación de
costas los gastos que, por este concepto, soporte el ejecutante.

Artículo 646. Contenido de los anuncios.


En los edictos a que se refiere el apartado primero del artículo anterior se incluirá pliego
con todas las condiciones de la subasta, generales y particulares, si las hubiere, y cuantos
datos y circunstancias sean relevantes para el éxito de la subasta.
El contenido de la publicidad que se realice por otros medios se acomodará a la
naturaleza del medio que, en cada caso, se utilice, procurando la mayor economía de
costes, y podrá limitarse a los datos precisos para identificar los bienes o lotes de bienes, el
valor de tasación de los mismos, su situación posesoria, si fueran inmuebles, conforme a lo
dispuesto en el artículo 661, el lugar y fecha de celebración de la subasta y la indicación del
lugar o lugares en que se encuentren publicados los edictos.

Artículo 647. Requisitos para pujar. Ejecutante licitador.


1. Para tomar parte en la subasta los licitadores deberán cumplir los siguientes
requisitos:
1.º Identificarse de forma suficiente.
2.º Declarar que conocen las condiciones generales y particulares de la subasta.
3.º Presentar resguardo de que han depositado en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones o de que han prestado aval bancario por el 5 por ciento del valor de tasación
de los bienes. Cuando el licitador realice el depósito con cantidades recibidas en todo o en
parte de un tercero, se hará constar así en el resguardo a los efectos de lo dispuesto en el
apartado 2 del artículo 652.
2. El ejecutante sólo podrá tomar parte en la subasta cuando existan licitadores,
pudiendo mejorar las posturas que se hicieren, sin necesidad de consignar cantidad alguna.
3. Sólo el ejecutante podrá hacer postura reservándose la facultad de ceder el remate a
un tercero. La cesión se verificará mediante comparecencia ante el Secretario judicial
responsable de la ejecución, con asistencia del cesionario, quien deberá aceptarla, y todo
ello previa o simultáneamente al pago del precio del remate, que deberá hacerse constar
documentalmente.
La misma facultad tendrá el ejecutante en los casos en que se solicite la adjudicación de
los bienes embargados con arreglo a lo previsto en esta ley.

Artículo 648. Posturas por escrito.


Desde el anuncio de la subasta hasta su celebración, podrán hacerse posturas por
escrito en sobre cerrado y con las condiciones del artículo anterior.
Los sobres se conservarán cerrados por el Secretario Judicial y serán abiertos al inicio
del acto de la subasta. Las posturas que contengan se harán públicas con las demás,
surtiendo los mismos efectos que las que se realicen oralmente.

Artículo 649. Desarrollo y terminación de la subasta.


1. El acto de la subasta, que será presidido por el Secretario Judicial, comenzará con la
lectura de la relación de bienes, o, en su caso, de los lotes de bienes y las condiciones
especiales de la subasta. Cada lote de bienes se subastará por separado.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. El Secretario judicial anunciará el bien o lote de bienes que se subasta y las sucesivas
posturas que se produzcan. De existir medios técnicos y con el objeto de lograr la mejor
realización, en el acto de la subasta podrán realizarse pujas electrónicas bajo la dirección del
Secretario judicial.
3. La subasta terminará con el anuncio de la mejor postura y el nombre de quien la haya
formulado.
Terminada la subasta, se levantará acta de ella, expresando el nombre de quienes
hubieran participado y de las posturas que formularon.

Artículo 650. Aprobación del remate. Pago. Adjudicación de bienes.


1. Cuando la mejor postura sea igual o superior al 50 por ciento del avalúo, el Secretario
judicial mediante decreto, en el mismo día o en el siguiente, aprobará el remate en favor del
mejor postor. El rematante habrá de consignar el importe de dicha postura, menos el del
depósito, en el plazo de diez días y, realizada esta consignación, se le pondrá en posesión
de los bienes.
2. Si fuera el ejecutante quien hiciese la mejor postura, igual o superior al 50 por 100 del
avalúo, aprobado el remate, se procederá por el Secretario Judicial a la liquidación de lo que
se deba por principal e intereses, y notificada esta liquidación, el ejecutante consignará la
diferencia, si la hubiere, en el plazo de diez días, a resultas de la liquidación de costas.
3. Si sólo se hicieren posturas superiores al 50 por 100 del avalúo pero ofreciendo pagar
a plazos con garantías suficientes, bancarias o hipotecarias, del precio alzado, se harán
saber al ejecutante, que, en los cinco días siguientes, podrá pedir la adjudicación de los
bienes por el 50 por 100 del avalúo. Si el ejecutante no hiciere uso de este derecho, se
aprobará el remate en favor de la mejor de aquellas posturas.
4. Cuando la mejor postura ofrecida en la subasta sea inferior al 50 por ciento del avalúo,
podrá el ejecutado, en el plazo de diez días, presentar tercero que mejore la postura
ofreciendo cantidad superior al 50 por ciento del valor de tasación o que, aun inferior a dicho
importe, resulte suficiente para lograr la completa satisfacción del derecho del ejecutante.
Transcurrido el indicado plazo sin que el ejecutado realice lo previsto en el párrafo
anterior, el ejecutante podrá, en el plazo de cinco días, pedir la adjudicación de los bienes
por la mitad de su valor de tasación o por la cantidad que se le deba por todos los
conceptos, siempre que esta cantidad sea superior a la mejor postura.
Cuando el ejecutante no haga uso de esta facultad, se aprobará el remate en favor del
mejor postor, siempre que la cantidad que haya ofrecido supere el 30 por ciento del valor de
tasación o, siendo inferior, cubra, al menos, la cantidad por la que se haya despachado la
ejecución, incluyendo la previsión para intereses y costas. Si la mejor postura no cumpliera
estos requisitos, el Secretario judicial responsable de la ejecución, oídas las partes,
resolverá sobre la aprobación del remate a la vista de las circunstancias del caso y teniendo
en cuenta especialmente la conducta del deudor en relación con el cumplimiento de la
obligación por la que se procede, las posibilidades de lograr la satisfacción del acreedor
mediante la realización de otros bienes, el sacrificio patrimonial que la aprobación del remate
suponga para el deudor y el beneficio que de ella obtenga el acreedor. En este último caso,
contra el decreto que apruebe el remate cabe recurso directo de revisión ante el Tribunal que
dictó la orden general de ejecución.
Cuando el Secretario judicial deniegue la aprobación del remate, se procederá con
arreglo a lo dispuesto en el artículo siguiente.
5. En cualquier momento anterior a la aprobación del remate o de la adjudicación al
acreedor podrá el deudor liberar sus bienes pagando íntegramente lo que se deba al
ejecutante por principal, intereses y costas.
6. Aprobado el remate y consignada, cuando proceda, en la cuenta de Depósitos y
Consignaciones, la diferencia entre lo depositado y el precio total del remate, se dictará
decreto de adjudicación en el que se exprese, en su caso, que se ha consignado el precio,
así como las demás circunstancias necesarias para la inscripción con arreglo a la legislación
hipotecaria.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 651. Adjudicación de bienes al ejecutante.


Si en el acto de la subasta no hubiere ningún postor, podrá el acreedor pedir la
adjudicación de los bienes por el 30 por 100 del valor de tasación, o por la cantidad que se le
deba por todos los conceptos.
En ningún caso, ni aun cuando actúe como postor rematante, podrá el acreedor
ejecutante adjudicarse los bienes, ni ceder el remate o adjudicación a tercero, por cantidad
inferior al 30 por 100 del valor de tasación.
Cuando el acreedor, en el plazo de veinte días, no hiciere uso de esta facultad, el
Secretario judicial procederá al alzamiento del embargo, a instancia del ejecutado.

Artículo 652. Destino de los depósitos constituidos para pujar.


1. Finalizado el acto de la subasta, el Secretario judicial devolverá las cantidades
depositadas por los postores excepto la que corresponda al mejor postor, la cual se
reservará en depósito como garantía del cumplimiento de su obligación, y, en su caso, como
parte del precio de la venta.
Sin embargo, si los demás postores lo solicitan, también se mantendrán a disposición del
Tribunal las cantidades depositadas por ellos, para que, si el rematante no entregare en
plazo el resto del precio, pueda aprobarse el remate en favor de los que le sigan, por el
orden de sus respectivas posturas.
2. Las devoluciones que procedan con arreglo a lo establecido en el apartado anterior se
harán al postor que efectuó el depósito o a la persona que éste hubiera designado a tal
efecto al realizar el ingreso en la Cuenta de Depósitos y Consignaciones. Si se hubiera
efectuado esta designación, la devolución sólo podrá hacerse a la persona designada.

Artículo 653. Quiebra de la subasta.


1. Si ninguno de los rematantes a que se refiere el artículo anterior consignare el precio
en el plazo señalado o si por culpa de ellos dejare de tener efecto la venta, perderán el
depósito que hubieran efectuado y se procederá a nueva subasta, salvo que con los
depósitos constituidos por aquellos rematantes se pueda satisfacer el capital e intereses del
crédito del ejecutante y las costas.
2. Los depósitos de los rematantes que provocaron la quiebra de la subasta se aplicarán
por el Secretario judicial a los fines de la ejecución, con arreglo a lo dispuesto en los
artículos 654 y 672, pero el sobrante, si lo hubiere, se entregará a los depositantes. Cuando
los depósitos no alcancen a satisfacer el derecho del ejecutante y las costas, se destinarán,
en primer lugar, a satisfacer los gastos que origine la nueva subasta y el resto se unirá a las
sumas obtenidas en aquélla y se aplicará conforme a lo dispuesto en los artículos 654 y 672.
En este último caso, si hubiere sobrante, se entregará al ejecutado hasta completar el precio
ofrecido en la subasta y, en su caso, se le compensará de la disminución del precio que se
haya producido en el nuevo remate; sólo después de efectuada esta compensación, se
devolverá lo que quedare a los depositantes.
3. Cuando el rematante que hubiera hecho la designación a que se refiere el apartado
segundo del artículo anterior deje transcurrir el plazo señalado para el pago del precio del
remate sin efectuarlo, la persona designada para recibir la devolución del depósito podrá
solicitar que el decreto de aprobación del remate se dicte en su favor, consignando
simultáneamente la diferencia entre lo depositado y el precio del remate, para lo que
dispondrá del mismo plazo concedido al rematante para efectuar el pago, que se contará
desde la expiración de éste.

Artículo 654. Pago al ejecutante, destino del remanente, imputación de pagos y certificación


de deuda pendiente en caso de insuficiencia de la ejecución.
1. El precio del remate se entregará al ejecutante a cuenta de la cantidad por la que se
hubiere despachado ejecución y, si sobrepasare dicha cantidad, se retendrá el remanente a
disposición del tribunal, hasta que se efectúe la liquidación de lo que, finalmente, se deba al
ejecutante y del importe de las costas de la ejecución.
2. Se entregará al ejecutado el remanente que pudiere existir una vez finalizada la
realización forzosa de los bienes, satisfecho plenamente el ejecutante y pagadas las costas.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. En el caso de que la ejecución resultase insuficiente para saldar toda la cantidad por
la que se hubiera despachado ejecución más los intereses y costas devengados durante la
ejecución, dicha cantidad se imputará por el siguiente orden: intereses remuneratorios,
principal, intereses moratorios y costas. Además el tribunal expedirá certificación acreditativa
del precio del remate, y de la deuda pendiente por todos los conceptos, con distinción de la
correspondiente a principal, a intereses remuneratorios, a intereses de demora y a costas.

Sección 6.ª De la subasta de bienes inmuebles

Artículo 655. Ámbito de aplicación de esta sección y aplicación supletoria de las


disposiciones de la sección anterior.
1. Las normas de esta sección se aplicarán a las subastas de bienes inmuebles y a las
de bienes muebles sujetos a un régimen de publicidad registral similar al de aquéllos.
2. En las subastas a que se refiere el apartado anterior serán aplicables las normas de la
subasta de bienes muebles, salvo las especialidades que se establecen en los artículos
siguientes.

Artículo 656. Certificación de dominio y cargas.


1. Cuando el objeto de la subasta esté comprendido en el ámbito de esta sección, el
Secretario judicial responsable de la ejecución librará mandamiento al Registrador a cuyo
cargo se encuentre el Registro de que se trate para que remita al Juzgado certificación en la
que consten los siguientes extremos:
1.º La titularidad del dominio y demás derechos reales del bien o derecho gravado.
2.º Los derechos de cualquier naturaleza que existan sobre el bien registrable
embargado, en especial, relación completa de las cargas inscritas que lo graven o, en su
caso, que se halla libre de cargas.
2. El Registrador hará constar por nota marginal la expedición de la certificación a que se
refiere el apartado anterior, expresando la fecha y el procedimiento a que se refiera.
3. Sin perjuicio de lo anterior el procurador de la parte ejecutante, debidamente facultado
por el Secretario judicial y una vez anotado el embargo, podrá solicitar la certificación a la
que se refiere el apartado 1 de este precepto, cuya expedición será igualmente objeto de
nota marginal.

Artículo 657. Información de cargas extinguidas o aminoradas.


1. El Secretario judicial responsable de la ejecución se dirigirá de oficio a los titulares de
los créditos anteriores que sean preferentes al que sirvió para el despacho de la ejecución y
al ejecutado para que informen sobre la subsistencia actual del crédito garantizado y su
actual cuantía. Aquéllos a quienes se reclame esta información deberán indicar con la mayor
precisión si el crédito subsiste o se ha extinguido por cualquier causa y, en caso de subsistir,
qué cantidad resta pendiente de pago, la fecha de vencimiento y, en su caso, los plazos y
condiciones en que el pago deba efectuarse. Si el crédito estuviera vencido y no pagado, se
informará también de los intereses moratorios vencidos y de la cantidad a la que asciendan
los intereses que se devenguen por cada día de retraso. Cuando la preferencia resulte de
una anotación de embargo anterior, se expresarán la cantidad pendiente de pago por
principal e intereses vencidos a la fecha en que se produzca la información, así como la
cantidad a que asciendan los intereses moratorios que se devenguen por cada día que
transcurra sin que se efectúe el pago al acreedor y la previsión de costas.
Los oficios que se expidan en virtud de lo dispuesto en el párrafo anterior se entregarán
al procurador del ejecutante para que se encargue de su cumplimiento.
2. A la vista de lo que el ejecutado y los acreedores a que se refiere el apartado anterior
declaren sobre la subsistencia y cuantía actual de los créditos, si hubiera conformidad sobre
ello, el Secretario judicial encargado de la ejecución, a instancia del ejecutante, expedirá los
mandamientos que procedan a los efectos previstos en el artículo 144 de la Ley Hipotecaria.
De existir disconformidad les convocará a una vista ante el Tribunal, que deberá celebrarse

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

dentro de los tres días siguientes, resolviéndose mediante auto, no susceptible de recurso,
en los cinco días siguientes.
3. Transcurridos veinte días desde el requerimiento al ejecutado y a los acreedores sin
que ninguno de ellos haya contestado, se entenderá que la carga, a los solos efectos de la
ejecución, se encuentra actualizada al momento del requerimiento en los términos fijados en
el título preferente.

Artículo 658. Bien inscrito a nombre de persona distinta del ejecutado.


Si de la certificación que expida el registrador resultare que el bien embargado se
encuentra inscrito a nombre de persona distinta del ejecutado, el Secretario judicial, oídas
las partes personadas, ordenará alzar el embargo, a menos que el procedimiento se siga
contra el ejecutado en concepto de heredero de quien apareciere como dueño en el Registro
o que el embargo se hubiere trabado teniendo en cuenta tal concepto.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, si la inscripción del dominio a nombre de
persona distinta del ejecutado fuera posterior a la anotación del embargo, se mantendrá éste
y se estará a lo dispuesto en el artículo 662.

Artículo 659. Titulares de derechos posteriormente inscritos.


1. El registrador comunicará la existencia de la ejecución a los titulares de derechos que
figuren en la certificación de cargas y que aparezcan en asientos posteriores al del derecho
del ejecutante, siempre que su domicilio conste en el Registro.
2. A los titulares de derechos inscritos con posterioridad a la expedición de la
certificación de dominio y cargas no se les realizará comunicación alguna, pero, acreditando
al Secretario judicial responsable de la ejecución la inscripción de su derecho, se les dará
intervención en el avalúo y en las demás actuaciones del procedimiento que les afecten.
3. Cuando los titulares de derechos inscritos con posterioridad al gravamen que se
ejecuta satisfagan antes del remate el importe del crédito, intereses y costas, dentro del
límite de responsabilidad que resulte del Registro, quedarán subrogados en los derechos del
actor hasta donde alcance el importe satisfecho. Se harán constar el pago y la subrogación
al margen de la inscripción o anotación del gravamen en que dichos acreedores se subrogan
y las de sus créditos o derechos respectivos, mediante la presentación en el Registro del
acta notarial de entrega de las cantidades indicadas o del oportuno mandamiento expedido
por el Secretario judicial, en su caso.

Artículo 660. Forma de practicarse las comunicaciones.


1. Las comunicaciones a que se refieren los artículos 657 y 659 se practicarán en el
domicilio que conste en el Registro, por correo o telégrafo con acuse de recibo, o por otro
medio fehaciente.
La certificación a la que se refiere el artículo 656, ya sea remitida directamente por el
registrador o aportada por el procurador del ejecutante, deberá expresar la realización de
dichas comunicaciones.
En el caso de que el domicilio no constare en el Registro o que la comunicación fuese
devuelta al Registro por cualquier motivo, el Registrador practicará nueva comunicación
mediante edicto en el tablón de anuncios del Registro, que se publicará durante un plazo de
quince días.
2. La ausencia de las comunicaciones del Registro o los defectos de forma de que éstas
pudieran adolecer no serán obstáculo para la inscripción del derecho de quien adquiera el
inmueble en la ejecución.

Artículo 661. Comunicación de la ejecución a arrendatarios y a ocupantes de hecho.


Publicidad de la situación posesoria en el anuncio de la subasta.
1. Cuando, por la manifestación de bienes del ejecutado, por indicación del ejecutante o
de cualquier otro modo, conste en el procedimiento la existencia e identidad de personas,
distintas del ejecutado, que ocupen el inmueble embargado, se les notificará la existencia de
la ejecución, para que, en el plazo de diez días, presenten ante el Tribunal los títulos que
justifiquen su situación.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

En el anuncio de la subasta se expresará, con el posible detalle, la situación posesoria


del inmueble o que, por el contrario, se encuentra desocupado, si se acreditase
cumplidamente esta circunstancia al Secretario judicial responsable de la ejecución.
2. El ejecutante podrá pedir que, antes de anunciarse la subasta, el tribunal declare que
el ocupante u ocupantes no tienen derecho a permanecer en el inmueble, una vez que éste
se haya enajenado en la ejecución. La petición se tramitará con arreglo a lo establecido en el
apartado 3 del artículo 675 y el tribunal accederá a ella y hará, por medio de auto no
recurrible, la declaración solicitada, cuando el ocupante u ocupantes puedan considerarse de
mero hecho o sin título suficiente. En otro caso, declarará, también sin ulterior recurso, que
el ocupante u ocupantes tienen derecho a permanecer en el inmueble, dejando a salvo las
acciones que pudieran corresponder al futuro adquirente para desalojar a aquéllos.
Las declaraciones a que se refiere el párrafo anterior se harán constar en el anuncio de
la subasta.

Artículo 662. Tercer poseedor.


1. Si antes de que se venda o adjudique en la ejecución un bien inmueble y después de
haberse anotado su embargo o de consignado registralmente el comienzo del procedimiento
de apremio, pasare aquel bien a poder de un tercer poseedor, éste, acreditando la
inscripción de su título, podrá pedir que se le exhiban los autos en la Oficina judicial, lo que
se acordará por el Secretario judicial sin paralizar el curso del procedimiento, entendiéndose
también con él las actuaciones ulteriores.
2. Se considerará, asimismo, tercer poseedor a quien, en el tiempo a que se refiere el
apartado anterior, hubiere adquirido solamente el usufructo o dominio útil de la finca
hipotecada o embargada, o bien la nuda propiedad o dominio directo.
3. En cualquier momento anterior a la aprobación del remate o a la adjudicación al
acreedor, el tercer poseedor podrá liberar el bien satisfaciendo lo que se deba al acreedor
por principal, intereses y costas, dentro de los límites de la responsabilidad a que esté sujeto
el bien, y siendo de aplicación, en su caso, lo dispuesto en el apartado 3 del artículo 613 de
esta Ley.

Artículo 663. Presentación de la titulación de los inmuebles embargados.


1. En la misma resolución en que se mande expedir certificación de dominio y cargas de
los bienes inmuebles embargados, el Secretario judicial podrá, mediante diligencia de
ordenación, de oficio o a instancia de parte, requerir al ejecutado para que en el plazo de
diez días presente los títulos de propiedad de que disponga, si el bien está inscrito en el
Registro.
2. Cuando la parte así lo solicite el procurador de la parte ejecutante podrá practicar el
requerimiento previsto en el número anterior.
La presentación de los títulos se comunicará al ejecutante para que manifieste si los
encuentra suficientes, o proponga la subsanación de las faltas que en ellos notare.

Artículo 664. No presentación o inexistencia de títulos.


Si el ejecutado no hubiere presentado los títulos dentro del plazo antes señalado, el
Secretario judicial, a instancia del ejecutante, podrá emplear los apremios que estime
conducentes para obligarle a que los presente, obteniéndolos, en su caso, de los registros o
archivos en que se encuentren, para lo que podrá facultarse al procurador del ejecutante si
los archivos y registros fueran públicos.
Cuando no existieren títulos de dominio, podrá suplirse su falta por los medios
establecidos en el Título VI de la Ley Hipotecaria. Si el tribunal de la ejecución fuera
competente para reconocer de las actuaciones judiciales que, a tal efecto, hubieran de
practicarse, se llevarán a cabo éstas dentro del proceso de ejecución.

Artículo 665. Subasta sin suplencia de la falta de títulos.


A instancia del acreedor podrán sacarse los bienes a pública subasta sin suplir
previamente la falta de títulos de propiedad, expresando en los edictos esta circunstancia.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

En tal caso se observará lo prevenido en la regla 5.ª del artículo 140 del Reglamento para la
ejecución de la Ley Hipotecaria.

Artículo 666. Valoración de inmuebles para su subasta.


1. Los bienes inmuebles saldrán a subasta por el valor que resulte de deducir de su
avalúo, realizado de acuerdo con lo previsto en los artículos 637 y siguientes de esta Ley, el
importe de todas las cargas y derechos anteriores al gravamen por el que se hubiera
despachado ejecución cuya preferencia resulte de la certificación registral de dominio y
cargas.
Esta operación se realizará por el Secretario Judicial descontando del valor por el que
haya sido tasado el inmueble el importe total garantizado que resulte de la certificación de
cargas o, en su caso, el que se haya hecho constar en el Registro con arreglo a lo dispuesto
en el apartado 2 del artículo 657.
2. Si el valor de las cargas o gravámenes iguala o excede del determinado para el bien,
el Secretario judicial dejará en suspenso la ejecución sobre ese bien.

Artículo 667. Anuncio de la subasta.


La subasta se anunciará con veinte días de antelación, cuando menos, al señalado para
su celebración.
El señalamiento del lugar, día y hora para la subasta se notificará al ejecutado, con la
misma antelación, en el domicilio que conste en el título ejecutivo.

Artículo 668. Contenido del anuncio de la subasta.


La subasta se anunciará con arreglo a lo previsto en el artículo 646, expresándose en los
edictos la identificación de la finca, que se efectuará en forma concisa e incluyendo los datos
registrales y la referencia catastral si la tuviera, la situación posesoria si le consta al juzgado,
la valoración inicial para la subasta, determinada con arreglo a lo dispuesto en el artículo 666
y los extremos siguientes:
1. Que la certificación registral y, en su caso, la titulación sobre el inmueble o inmuebles
que se subastan está de manifiesto en la Oficina judicial sede del órgano de la ejecución.
2. Que se entenderá que todo licitador acepta como bastante la titulación existente o que
no existan títulos.
3. Que las cargas o gravámenes anteriores, si los hubiere, al crédito del actor
continuarán subsistentes y que, por el sólo hecho de participar en la subasta, el licitador los
admite y acepta quedar subrogado en la responsabilidad derivada de aquéllos, si el remate
se adjudicare a su favor.
Asimismo la subasta se anunciará en el portal de subastas judiciales y electrónicas
existentes y dependiente del Ministerio de Justicia. En la publicación del anuncio se hará
expresa mención al portal y a la posibilidad de consulta más detallada de los datos.

Artículo 669. Condiciones especiales de la subasta.


1. Para tomar parte en la subasta los postores deberán depositar, previamente, el 5 por
ciento del valor que se haya dado a los bienes con arreglo a lo establecido en el artículo 666
de esta Ley. El depósito se efectuará conforme a lo dispuesto en el número 3.º del apartado
1 del artículo 647.
2. Por el mero hecho de participar en la subasta se entenderá que los postores aceptan
como suficiente la titulación que consta en autos o que no exista titulación y que aceptan,
asimismo, subrogarse en las cargas anteriores al crédito por el que se ejecuta, en caso de
que el remate se adjudique a su favor.

Artículo 670. Aprobación del remate. Pago. Adjudicación de los bienes al acreedor.


1. Si la mejor postura fuera igual o superior al 70 por ciento del valor por el que el bien
hubiere salido a subasta, el Secretario judicial responsable de la ejecución, mediante
decreto, el mismo día o el día siguiente, aprobará el remate en favor del mejor postor. En el

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

plazo de cuarenta días, el rematante habrá de consignar en la Cuenta de Depósitos y


Consignaciones la diferencia entre lo depositado y el precio total del remate.
2. Si fuera el ejecutante quien hiciese la mejor postura igual o superior al 70 por 100 del
valor por el que el bien hubiere salido a subasta, aprobado el remate, se procederá por el
Secretario Judicial a la liquidación de lo que se deba por principal, intereses y costas y,
notificada esta liquidación, el ejecutante consignará la diferencia, si la hubiere.
3. Si sólo se hicieren posturas superiores al 70 por 100 del valor por el que el bien
hubiere salido a subasta, pero ofreciendo pagar a plazos con garantías suficientes,
bancarias o hipotecarias, del precio aplazado, se harán saber al ejecutante quien, en los
veinte días siguientes, podrá pedir la adjudicación del inmueble por el 70 por 100 del valor de
salida. Si el ejecutante no hiciere uso de este derecho, se aprobará el remate en favor de la
mejor de aquellas posturas, con las condiciones de pago y garantías ofrecidas en la misma.
4. Cuando la mejor postura ofrecida en la subasta sea inferior al 70 por ciento del valor
por el que el bien hubiere salido a subasta, podrá el ejecutado, en el plazo de diez días,
presentar tercero que mejore la postura ofreciendo cantidad superior al 70 por ciento del
valor de tasación o que, aun inferior a dicho importe, resulte suficiente para lograr la
completa satisfacción del derecho del ejecutante.
Transcurrido el indicado plazo sin que el ejecutado realice lo previsto en el párrafo
anterior, el ejecutante podrá, en el plazo de cinco días, pedir la adjudicación del inmueble por
el 70 % de dicho valor o por la cantidad que se le deba por todos los conceptos, siempre que
esta cantidad sea superior al sesenta por ciento de su valor de tasación y a la mejor postura.
Cuando el ejecutante no haga uso de esta facultad, se aprobará el remate en favor del
mejor postor, siempre que la cantidad que haya ofrecido supere el 50 por ciento del valor de
tasación o, siendo inferior, cubra, al menos, la cantidad por la que se haya despachado la
ejecución, incluyendo la previsión para intereses y costas. Si la mejor postura no cumpliera
estos requisitos, el Secretario judicial responsable de la ejecución, oídas las partes,
resolverá sobre la aprobación del remate a la vista de las circunstancias del caso y teniendo
en cuenta especialmente la conducta del deudor en relación con el cumplimiento de la
obligación por la que se procede, las posibilidades de lograr la satisfacción del acreedor
mediante la realización de otros bienes, el sacrificio patrimonial que la aprobación del remate
suponga para el deudor y el beneficio que de ella obtenga el acreedor. En este último caso,
contra el decreto que apruebe el remate cabe recurso directo de revisión ante el Tribunal que
dictó la orden general de ejecución. Cuando el Secretario judicial deniegue la aprobación del
remate, se procederá con arreglo a lo dispuesto en el artículo siguiente.
5. Quien resulte adjudicatario del bien inmueble conforme a lo previsto en los apartados
anteriores habrá de aceptar la subsistencia de las cargas o gravámenes anteriores, si los
hubiere y subrogarse en la responsabilidad derivada de ellos.
6. Cuando se le reclame para constituir la hipoteca a que se refiere el número 12.º del
artículo 107 de la Ley Hipotecaria, el Secretario judicial expedirá inmediatamente testimonio
del decreto de aprobación del remate, aun antes de haberse pagado el precio, haciendo
constar la finalidad para la que se expide. La solicitud suspenderá el plazo para pagar el
precio del remate, que se reanudará una vez entregado el testimonio al solicitante.
7. En cualquier momento anterior a la aprobación del remate o de la adjudicación al
acreedor, podrá el deudor liberar sus bienes pagando íntegramente lo que se deba al
ejecutante por principal, intereses y costas.
8. Aprobado el remate y consignado, cuando proceda, en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones, la diferencia entre lo depositado y el precio total del remate, se dictará
decreto de adjudicación en el que se exprese, en su caso, que se ha consignado el precio,
así como las demás circunstancias necesarias para la inscripción con arreglo a la legislación
hipotecaria.

Artículo 671. Subasta sin ningún postor.


Si en el acto de la subasta no hubiere ningún postor, podrá el acreedor, en el plazo de
veinte días, pedir la adjudicación del bien. Si no se tratare de la vivienda habitual del deudor,
el acreedor podrá pedir la adjudicación por el 50 por cien del valor por el que el bien hubiera
salido a subasta o por la cantidad que se le deba por todos los conceptos. Si se tratare de la
vivienda habitual del deudor, la adjudicación se hará por importe igual al 70 por cien del valor

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

por el que el bien hubiese salido a subasta o si la cantidad que se le deba por todos los
conceptos es inferior a ese porcentaje, por el 60 por cien. Se aplicará en todo caso la regla
de imputación de pagos contenida en el artículo 654.3.
Cuando el acreedor, en el plazo de veinte días, no hiciere uso de esa facultad, el
Secretario judicial procederá al alzamiento del embargo, a instancia del ejecutado.

Artículo 672. Destino de las sumas obtenidas en la subasta de inmuebles.


1. Por el Secretario judicial se dará al precio del remate el destino previsto en el apartado
1 del artículo 654, pero el remanente, si lo hubiere, se retendrá para el pago de quienes
tengan su derecho inscrito o anotado con posterioridad al del ejecutante. Si satisfechos estos
acreedores, aún existiere sobrante, se entregará al ejecutado o al tercer poseedor.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio del destino que deba darse al
remanente cuando se hubiera ordenado su retención en alguna otra ejecución singular o en
cualquier proceso concursal.
2. El Secretario judicial encargado de la ejecución requerirá a los titulares de créditos
posteriores para que, en el plazo de treinta días, acrediten la subsistencia y exigibilidad de
sus créditos y presenten liquidación de los mismos.
De las liquidaciones presentadas se dará traslado por el Secretario judicial a las partes
para que aleguen lo que a su derecho convenga y aporten la prueba documental de que
dispongan en el plazo de diez días. Transcurrido dicho plazo, el Secretario judicial resolverá
por medio de decreto recurrible lo que proceda, a los solos efectos de distribución de las
sumas recaudadas en la ejecución y dejando a salvo las acciones que pudieran
corresponder a los acreedores posteriores para hacer valer sus derechos como y contra
quien corresponda. El decreto será recurrible solo en reposición y estarán legitimados para
su interposición los terceros acreedores que hubieren presentado liquidación.

Artículo 673. Subasta simultánea.


Cuando lo aconsejen las circunstancias, y a solicitud de cualquiera de las partes, el
Secretario judicial encargado de la ejecución podrá ordenar que se anuncie y celebre
subasta en forma simultánea en la sede de la Oficina judicial ejecutora y, mediante exhorto,
en una o varias Oficinas judiciales de distintos partidos judiciales, donde radiquen, total o
parcialmente, los bienes inmuebles subastados. En tales casos los postores podrán acudir
libremente a cualquiera de las sedes de celebración y el Secretario judicial no aprobará el
remate hasta conocer, por cualquier medio de comunicación, las posturas efectuadas en
todas ellas, citando personalmente a los postores que hubiesen realizado idéntica postura,
para que comparezcan ante él a celebrar licitación dirimente entre ellos, si dicho empate no
hubiese podido salvarse mediante comunicación telefónica, o de cualquier otra clase,
durante la celebración de las subastas simultáneas.

Artículo 674. Inscripción de la adquisición: título. Cancelación de cargas.


1. Será título bastante para la inscripción en el Registro de la Propiedad el testimonio,
expedido por el Secretario judicial, del decreto de adjudicación, comprensivo de la resolución
de aprobación del remate, de la adjudicación al acreedor o de la transmisión por convenio de
realización o por persona o entidad especializada, y en el que se exprese, en su caso, que
se ha consignado el precio, así como las demás circunstancias necesarias para la
inscripción con arreglo a la legislación hipotecaria.
El testimonio expresará, en su caso, que el rematante ha obtenido crédito para atender
el pago del precio del remate y, en su caso, el depósito previo, indicando los importes
financiados y la entidad que haya concedido el préstamo, a los efectos previstos en el
artículo 134 de la Ley Hipotecaria.
2. A instancia del adquirente, se expedirá, en su caso, mandamiento de cancelación de
la anotación o inscripción del gravamen que haya originado el remate o la adjudicación.
Asimismo, el Secretario judicial mandará la cancelación de todas las inscripciones y
anotaciones posteriores, incluso las que se hubieran verificado después de expedida la
certificación prevenida en el artículo 656, haciéndose constar en el mismo mandamiento que
el valor de lo vendido o adjudicado fue igual o inferior al importe total del crédito del actor y,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

en el caso de haberlo superado, que se retuvo el remanente a disposición de los


interesados.
También se expresarán en el mandamiento las demás circunstancias que la legislación
hipotecaria exija para la inscripción de la cancelación.

Artículo 675. Posesión judicial y ocupantes del inmueble.


1. Si el adquirente lo solicitara, se le pondrá en posesión del inmueble que no se hallare
ocupado.
2. Si el inmueble estuviera ocupado, el Secretario judicial acordará de inmediato el
lanzamiento cuando el Tribunal haya resuelto, con arreglo a lo previsto en el apartado 2 del
artículo 661, que el ocupante u ocupantes no tienen derecho a permanecer en él. Los
ocupantes desalojados podrán ejercitar los derechos que crean asistirles en el juicio que
corresponda.
Cuando, estando el inmueble ocupado, no se hubiera procedido previamente con arreglo
a lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 661, el adquirente podrá pedir al Tribunal de la
ejecución el lanzamiento de quienes, teniendo en cuenta lo dispuesto en el artículo 661,
puedan considerarse ocupantes de mero hecho o sin título suficiente. La petición deberá
efectuarse en el plazo de un año desde la adquisición del inmueble por el rematante o
adjudicatario, transcurrido el cual la pretensión de desalojo sólo podrá hacerse valer en el
juicio que corresponda.
3. La petición de lanzamiento a que se refiere el apartado anterior se notificará a los
ocupantes indicados por el adquirente, con citación a una vista que señalará el Secretario
judicial dentro del plazo de diez días, en la que podrán alegar y probar lo que consideren
oportuno respecto de su situación. El Tribunal, por medio de auto, sin ulterior recurso,
resolverá sobre el lanzamiento, que decretará en todo caso si el ocupante u ocupantes
citados no comparecieren sin justa causa.
4. El auto que resolviere sobre el lanzamiento de los ocupantes de un inmueble dejará a
salvo, cualquiera que fuere su contenido, los derechos de los interesados, que podrán
ejercitarse en el juicio que corresponda.

Sección 7.ª De la administración para pago

Artículo 676. Constitución de la administración.


1. En cualquier momento, podrá el ejecutante pedir del Secretario judicial responsable de
la ejecución que entregue en administración todos o parte de los bienes embargados para
aplicar sus rendimientos al pago del principal, intereses y costas de la ejecución.
Si el ejecutante decidiera que la administración fuera realizada por terceras personas, el
Secretario judicial fijará, mediante decreto y a costa del ejecutado, su retribución.
2. El Secretario judicial, mediante decreto, acordará la administración para pago cuando
la naturaleza de los bienes así lo aconsejare y dispondrá que, previo inventario, se ponga al
ejecutante en posesión de los bienes, y que se le dé a conocer a las personas que el mismo
ejecutante designe.
Antes de acordar la administración se dará audiencia, en su caso, a los terceros titulares
de derechos sobre el bien embargado inscritos o anotados con posterioridad al del
ejecutante.
3. El Secretario judicial, a instancia del ejecutante, podrá imponer multas coercitivas al
ejecutado que impida o dificulte el ejercicio de las facultades del administrador, sin perjuicio
de las demás responsabilidades en que aquél hubiera podido incurrir. Igualmente a instancia
del ejecutante, el Tribunal podrá imponer multas coercitivas a los terceros que impiden o
dificulten el ejercicio de las facultades del administrador, en cuyo caso se seguirá el
procedimiento establecido en los apartados 2 y 3 del artículo 591.

Artículo 677. Forma de la administración.


La administración para pago se atendrá a lo que pactaren ejecutante y ejecutado ; en
ausencia de pacto, se entenderá que los bienes han de ser administrados según la
costumbre del país.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 678. Rendición de cuentas.


1. Salvo que otra cosa acuerden el Secretario judicial responsable de la ejecución o las
partes, el acreedor rendirá cuentas anualmente de la administración para pago al Secretario
judicial. De las cuentas presentadas por el acreedor se dará vista al ejecutado, por plazo de
quince días. Si éste formulare alegaciones, se dará traslado de las mismas al ejecutante
para que, por plazo de nueve días, manifieste si está o no conforme con ellas.
2. Si no existiere acuerdo entre ellos, el Secretario judicial convocará a ambos a una
comparecencia en el plazo de cinco días, en la cual se admitirán las pruebas que se
propusieren y se consideraren útiles y pertinentes, fijando para practicarlas el tiempo que se
estime prudencial, que no podrá exceder de diez días.
Practicada, en su caso, la prueba admitida, el Secretario judicial dictará decreto, en el
plazo de cinco días, en el que resolverá lo procedente sobre la aprobación o rectificación de
las cuentas presentadas. Contra dicho decreto cabrá recurso directo de revisión.

Artículo 679. Controversias sobre la administración.


Salvo las controversias sobre rendición de cuentas, todas las demás cuestiones que
puedan surgir entre el acreedor y el ejecutado, con motivo de la administración de las fincas
embargadas, se sustanciarán por los trámites establecidos para el juicio verbal ante el
Tribunal que autorizó la ejecución.

Artículo 680. Finalización de la administración.


1. Cuando el ejecutante se haya hecho pago de su crédito, intereses y costas con el
producto de los bienes administrados, volverán éstos a poder del ejecutado.
2. El ejecutado podrá en cualquier tiempo pagar lo que reste de su deuda, según el
último estado de cuenta presentado por el acreedor, en cuyo caso será aquél repuesto
inmediatamente en la posesión de sus bienes y cesará éste en la administración, sin
perjuicio de rendir su cuenta general en los quince días siguientes, y de las demás
reclamaciones a que uno y otro se crean con derecho.
3. Si el ejecutante no lograre la satisfacción de su derecho mediante la administración,
podrá pedir que el Secretario judicial encargado de la ejecución ponga término a ésta y que,
previa rendición de cuentas, proceda a la realización forzosa por otros medios.

CAPÍTULO V
De las particularidades de la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados

Artículo 681. Procedimiento para exigir el pago de deudas garantizadas por prenda o


hipoteca.
1. La acción para exigir el pago de deudas garantizadas por prenda o hipoteca podrá
ejercitarse directamente contra los bienes pignorados o hipotecados, sujetando su ejercicio a
lo dispuesto en este título, con las especialidades que se establecen en el presente capítulo.
2. Cuando se reclame el pago de deudas garantizadas por hipoteca naval, lo dispuesto
en el apartado anterior sólo será aplicable en los dos primeros casos del artículo 39 de la
Ley de Hipoteca Naval.

Artículo 682. Ámbito del presente capítulo.


1. Las normas del presente Capítulo sólo serán aplicables cuando la ejecución se dirija
exclusivamente contra bienes pignorados o hipotecados en garantía de la deuda por la que
se proceda.
2. Cuando se persigan bienes hipotecados, las disposiciones del presente Capítulo se
aplicarán siempre que, además de lo dispuesto en el apartado anterior, se cumplan los
requisitos siguientes:
1.º Que en la escritura de constitución de la hipoteca se determine el precio en que los
interesados tasan la finca o bien hipotecado, para que sirva de tipo en la subasta, que no
podrá ser inferior, en ningún caso, al 75 por cien del valor señalado en la tasación realizada

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

conforme a las disposiciones de la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación del Mercado


Hipotecario.
2.º Que, en la misma escritura, conste un domicilio, que fijará el deudor, para la práctica
de los requerimientos y de las notificaciones.
En la hipoteca sobre establecimientos mercantiles se tendrá necesariamente por
domicilio el local en que estuviere instalado el establecimiento que se hipoteca.
3. El Registrador hará constar en la inscripción de la hipoteca las circunstancias a que se
refiere el apartado anterior.

Artículo 683. Cambio del domicilio señalado para requerimientos y notificaciones.


1. El deudor y el hipotecante no deudor podrán cambiar el domicilio que hubieren
designado para la práctica de requerimientos y notificaciones, sujetándose a las reglas
siguientes:
1.ª Cuando los bienes hipotecados sean inmuebles, no será necesario el consentimiento
del acreedor, siempre que el cambio tenga lugar dentro de la misma población que se
hubiere designado en la escritura, o de cualquier otra que esté enclavada en el término en
que radiquen las fincas y que sirva para determinar la competencia del Juzgado.
Para cambiar ese domicilio a punto diferente de los expresados será necesaria la
conformidad del acreedor.
2.ª Cuando se trate de hipoteca mobiliaria, el domicilio no podrá ser cambiado sin
consentimiento del acreedor.
3.ª En caso de hipoteca naval, bastará con poner en conocimiento del acreedor el
cambio de domicilio.
2. Los cambios de domicilio a que hace referencia el apartado anterior se harán constar
en acta notarial y, en el Registro correspondiente, por nota al margen de la inscripción de la
hipoteca.
3. A efectos de requerimientos y notificaciones, el domicilio de los terceros adquirentes
de bienes hipotecados será el que aparezca designado en la inscripción de su adquisición.
En cualquier momento podrá el tercer adquirente cambiar dicho domicilio en la forma
prevista en el número anterior.

Artículo 684. Competencia.
1. Para conocer de los procedimientos a que se refiere el presente capítulo será
competente:
1.º Si los bienes hipotecados fueren inmuebles, el Juzgado de Primera Instancia del
lugar en que radique la finca y si ésta radicare en más de un partido judicial, lo mismo que si
fueren varias y radicaren en diferentes partidos, el Juzgado de Primera Instancia de
cualquiera de ellos, a elección del demandante, sin que sean aplicables en este caso las
normas sobre sumisión expresa o tácita contenidas en la presente Ley.
2.º Si los bienes hipotecados fueren buques, el Juzgado de Primera Instancia al que se
hubieran sometido las partes en el título constitutivo de la hipoteca y, en su defecto, el
Juzgado del lugar en que se hubiere constituido la hipoteca, el del puerto en que se
encuentre el buque hipotecado, el del domicilio del demandado o el del lugar en que radique
el Registro en que fue inscrita la hipoteca, a elección del actor.
3.º Si los bienes hipotecados fueren muebles, el Juzgado de Primera Instancia al que las
partes se hubieran sometido en la escritura de constitución de hipoteca y, en su defecto, el
del partido judicial donde ésta hubiere sido inscrita. Si fueren varios los bienes hipotecados e
inscritos en diversos Registros, será competente el Juzgado de Primera Instancia de
cualquiera de los partidos judiciales correspondientes, a elección del demandante.
4.º Si se tratase de bienes pignorados, el Juzgado de Primera Instancia al que las partes
se hubieren sometido en la escritura o póliza de constitución de la garantía y, en su defecto,
el del lugar en que los bienes se hallen, estén almacenados o se entiendan depositados.
2. El tribunal examinará de oficio su propia competencia territorial.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 685. Demanda ejecutiva y documentos que han de acompañarse a la misma.


1. La demanda ejecutiva deberá dirigirse frente al deudor y, en su caso, frente al
hipotecante no deudor o frente al tercer poseedor de los bienes hipotecados, siempre que
este último hubiese acreditado al acreedor la adquisición de dichos bienes.
2. A la demanda se acompañarán el título o títulos de crédito, revestidos de los requisitos
que esta Ley exige para el despacho de la ejecución, así como los demás documentos a que
se refieren el artículo 550 y, en sus respectivos casos, los artículos 573 y 574 de la presente
Ley.
En caso de ejecución sobre bienes hipotecados o sobre bienes en régimen de prenda sin
desplazamiento, si no pudiese presentarse el título inscrito, deberá acompañarse con el que
se presente certificación del Registro que acredite la inscripción y subsistencia de la
hipoteca.
3. A los efectos del procedimiento regulado en el presente capítulo se considerará título
suficiente para despachar ejecución el documento privado de constitución de la hipoteca
naval inscrito en el Registro conforme a lo dispuesto en el artículo 3 de la Ley de Hipoteca
Naval.
4. Para la ejecución de las hipotecas sobre bienes inmuebles constituidas a favor de una
Entidad de las que legalmente pueden llegar a emitir cédulas hipotecarias o que, al iniciarse
el procedimiento, garanticen créditos y préstamos afectos a una emisión de bonos
hipotecarios, bastará la presentación de una certificación del Registro de la Propiedad que
acredite la inscripción y subsistencia de la hipoteca. Dicha certificación se completará con
cualquier copia autorizada de la escritura de hipoteca, que podrá ser parcial comprendiendo
tan sólo la finca o fincas objeto de la ejecución.

Artículo 686. Requerimiento de pago.


1. En el auto por el que se autorice y despache la ejecución se mandará requerir de pago
al deudor y, en su caso, al hipotecante no deudor o al tercer poseedor contra quienes se
hubiere dirigido la demanda, en el domicilio que resulte vigente en el Registro.
2. Sin perjuicio de la notificación al deudor del despacho de la ejecución, no se practicará
el requerimiento a que se refiere el apartado anterior cuando se acredite haberse efectuado
extrajudicialmente el requerimiento o requerimientos, conforme a lo dispuesto en el apartado
2 del artículo 581.
A estos efectos, el requerimiento extrajudicial deberá haberse practicado en el domicilio
que resulte vigente en el Registro, bien personalmente si se encontrare en él el deudor, el
hipotecante no deudor o el tercer poseedor que haya de ser requerido, o bien al pariente
más próximo, familiar o dependiente mayores de catorce años que se hallaren en la
habitación del que hubiere de ser requerido y si no se encontrare a nadie en ella, al portero o
al vecino más próximo que fuere habido.
3. Intentado sin efecto el requerimiento en el domicilio que resulte del Registro, no
pudiendo ser realizado el mismo con las personas a las que se refiere el apartado anterior,
se procederá a ordenar la publicación de edictos en la forma prevista en el artículo 164 de
esta ley.

Artículo 687. Depósito de los vehículos de motor hipotecados y de los bienes pignorados.


1. Cuando el procedimiento tenga por objeto deudas garantizadas por prenda o hipoteca
de vehículos de motor, el Secretario judicial mandará que los bienes pignorados o los
vehículos hipotecados se depositen en poder del acreedor o de la persona que éste designe.
Los vehículos depositados se precintarán y no podrán ser utilizados, salvo que ello no
fuere posible por disposiciones especiales, en cuyo caso el Secretario judicial nombrará un
interventor.
2. El depósito a que se refiere el apartado anterior se acordará mediante decreto por el
Secretario judicial si se hubiere requerido extrajudicialmente de pago al deudor. En otro
caso, se ordenará requerir de pago al deudor con arreglo a lo previsto en esta ley y, si éste
no atendiera el requerimiento, se mandará constituir el depósito.
3. Cuando no pudieren ser aprehendidos los bienes pignorados, ni constituirse el
depósito de los mismos, no se seguirá adelante el procedimiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 688. Certificación de dominio y cargas. Sobreseimiento de la ejecución en caso de


inexistencia o cancelación de la hipoteca.
1. Cuando la ejecución se siga sobre bienes hipotecados, se reclamará del registrador
certificación en la que consten los extremos a que se refiere el apartado 1 del artículo 656 y
en la que se exprese, asimismo, que la hipoteca en favor del ejecutante se halla subsistente
y sin cancelar o, en su caso, la cancelación o modificaciones que aparecieren en el Registro.
2. El registrador hará constar por nota marginal en la inscripción de hipoteca que se ha
expedido la certificación de dominio y cargas, expresando su fecha y la existencia del
procedimiento a que se refiere.
En tanto no se cancele por mandamiento del Secretario judicial dicha nota marginal, el
registrador no podrá cancelar la hipoteca por causas distintas de la propia ejecución.
3. Si de la certificación resultare que la hipoteca en la que el ejecutante funda su
reclamación no existe o ha sido cancelada, el Secretario judicial dictará decreto poniendo fin
a la ejecución.

Artículo 689. Comunicación del procedimiento al titular inscrito y a los acreedores


posteriores.
1. Si de la certificación registral apareciere que la persona a cuyo favor resulte practicada
la última inscripción de dominio no ha sido requerido de pago en ninguna de las formas
notarial o judicial, previstas en los artículos anteriores, se notificará la existencia del
procedimiento a aquella persona, en el domicilio que conste en el Registro, para que pueda,
si le conviene, intervenir en la ejecución, conforme a lo dispuesto en el artículo 662, o
satisfacer antes del remate el importe del crédito y los intereses y costas en la parte que esté
asegurada con la hipoteca de su finca.
2. Cuando existan cargas o derechos reales constituidos con posterioridad a la hipoteca
que garantiza el crédito del actor, se aplicará lo dispuesto en el artículo 659.

Artículo 690. Administración de la finca o bien hipotecado.


1. Transcurrido el término de diez días desde el requerimiento de pago o, cuando éste se
hubiera efectuado extrajudicialmente, desde el despacho de la ejecución, el acreedor podrá
pedir que se le confiera la administración o posesión interina de la finca o bien hipotecado. El
acreedor percibirá en dicho caso las rentas vencidas y no satisfechas, si así se hubiese
estipulado, y los frutos, rentas y productos posteriores, cubriendo con ello los gastos de
conservación y explotación de los bienes y después su propio crédito.
A los efectos anteriormente previstos, la administración interina se notificará al ocupante
del inmueble, con la indicación de que queda obligado a efectuar al administrador los pagos
que debieran hacer al propietario.
Tratándose de inmuebles desocupados, el administrador será puesto, con carácter
provisional, en la posesión material de aquéllos.
2. Si los acreedores fuesen más de uno, corresponderá la administración al que sea
preferente, según el Registro, y si fueran de la misma prelación podrá pedirla cualquiera de
ellos en beneficio común, aplicando los frutos, rentas y productos según determina el
apartado anterior, a prorrata entre los créditos de todos los actores. Si lo pidieran varios de la
misma prelación, decidirá el Secretario judicial mediante decreto a su prudente arbitrio.
3. La duración de la administración y posesión interina que se conceda al acreedor no
excederá, como norma general, de dos años, si la hipoteca fuera inmobiliaria, y de un año, si
fuera mobiliaria o naval. A su término, el acreedor rendirá cuentas de su gestión al Secretario
judicial responsable de la ejecución, quien las aprobará, si procediese. Sin este requisito no
podrá proseguirse la ejecución. Contra la resolución del Secretario podrá ser interpuesto
recurso directo de revisión.
4. Cuando se siga el procedimiento por deuda garantizada con hipoteca sobre vehículo
de motor, sólo se acordará por el Secretario judicial la administración a que se refieren los
apartados anteriores si el acreedor que la solicite presta caución suficiente en cualquiera de
las formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del artículo 529.

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5. Cuando la ejecución hipotecaria concurra con un proceso concursal, en materia de


administración o posesión interina se estará a lo que disponga el tribunal que conozca del
proceso concursal, conforme a las normas reguladoras del mismo.

Artículo 691. Convocatoria de la subasta de bienes hipotecados. Publicidad de la


convocatoria.
1. Cumplido lo dispuesto en los artículos anteriores y transcurridos treinta días desde
que tuvieron lugar el requerimiento de pago y las notificaciones antes expresadas, se
procederá a instancia del actor, del deudor o del tercer poseedor, a la subasta de la finca o
bien hipotecado.
2. La subasta se anunciará, al menos, con veinte días de antelación. El señalamiento del
lugar, día y hora para el remate se notificará al deudor, con la misma antelación, en el
domicilio que conste en el Registro o, en su caso, en la forma en que se haya practicado el
requerimiento conforme a lo previsto en el artículo 686 de esta Ley. Durante dicho plazo
cualquier interesado en la subasta podrá solicitar del tribunal inspeccionar el inmueble o
inmuebles hipotecados, quien lo comunicará a quien estuviere en la posesión, solicitando su
consentimiento. Cuando el poseedor consienta la inspección del inmueble y colabore
adecuadamente ante los requerimientos del tribunal para facilitar el mejor desarrollo de la
subasta del bien hipotecado, podrá solicitar al tribunal una reducción de la deuda hipotecaria
de hasta un 2 por cien del valor por el que el bien hubiera sido adjudicado. El tribunal,
atendidas las circunstancias, y previa audiencia del ejecutante por plazo no superior a cinco
días, decidirá lo que proceda dentro del máximo deducible.
3. Cuando se siga el procedimiento por deuda garantizada con hipoteca sobre
establecimiento mercantil el anuncio indicará que el adquirente quedará sujeto a lo dispuesto
en la Ley sobre arrendamientos urbanos, aceptando, en su caso, el derecho del arrendador
a elevar la renta por cesión del contrato.
4. La subasta de bienes hipotecados, sean muebles o inmuebles, se realizará con
arreglo a lo dispuesto en esta Ley para la subasta de bienes inmuebles.
5. En los procesos de ejecución a que se refiere este capítulo podrán utilizarse también
la realización mediante convenio y la realización por medio de persona o entidad
especializada reguladas en las secciones 3.ª y 4.ª del capítulo IV del presente título.

Artículo 692. Pago del crédito hipotecario y aplicación del sobrante.


1. El precio del remate se destinará, sin dilación, a pagar al actor el principal de su
crédito, los intereses devengados y las costas causadas, sin que lo entregado al acreedor
por cada uno de estos conceptos exceda del límite de la respectiva cobertura hipotecaria ; el
exceso, si lo hubiere, se depositará a disposición de los titulares de derechos posteriores
inscritos o anotados sobre el bien hipotecado. Satisfechos, en su caso, los acreedores
posteriores, se entregará el remanente al propietario del bien hipotecado.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando el propietario del bien hipotecado
fuera el propio deudor, el precio del remate, en la cuantía que exceda del límite de la
cobertura hipotecaria, se destinará al pago de la totalidad de lo que se deba al ejecutante por
el crédito que sea objeto de la ejecución, una vez satisfechos, en su caso, los créditos
inscritos o anotados posteriores a la hipoteca y siempre que el deudor no se encuentre en
situación de suspensión de pagos, concurso o quiebra.
2. Quien se considere con derecho al remanente que pudiera quedar tras el pago a los
acreedores posteriores podrá promover el incidente previsto en el apartado 2 del artículo
672.
Lo dispuesto en este apartado y en el anterior se entiende sin perjuicio del destino que
deba darse al remanente cuando se hubiera ordenado su retención en alguna otra ejecución
singular o en cualquier proceso concursal.
3. En el mandamiento que se expida para la cancelación de la hipoteca que garantizaba
el crédito del ejecutante y, en su caso, de las inscripciones y anotaciones posteriores, se
expresará, además de lo dispuesto en el artículo 674, que se hicieron las notificaciones a
que se refiere el artículo 689.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 693. Reclamación limitada a parte del capital o de los intereses cuyo pago deba
hacerse en plazos diferentes. Vencimiento anticipado de deudas a plazos.
1. Lo dispuesto en este Capítulo será aplicable al caso en que deje de pagarse una parte
del capital del crédito o los intereses, cuyo pago deba hacerse en plazos, si vencieren al
menos tres plazos mensuales sin cumplir el deudor su obligación de pago o un número de
cuotas tal que suponga que el deudor ha incumplido su obligación por un plazo al menos
equivalente a tres meses. Así se hará constar por el Notario en la escritura de constitución.
Si para el pago de alguno de los plazos del capital o de los intereses fuere necesario
enajenar el bien hipotecado, y aún quedaren por vencer otros plazos de la obligación, se
verificará la venta y se transferirá la finca al comprador con la hipoteca correspondiente a la
parte del crédito que no estuviere satisfecha.
2. Podrá reclamarse la totalidad de lo adeudado por capital y por intereses si se hubiese
convenido el vencimiento total en caso de falta de pago de, al menos, tres plazos mensuales
sin cumplir el deudor su obligación de pago o un número de cuotas tal que suponga que el
deudor ha incumplido su obligación por un plazo, al menos, equivalente a tres meses, y este
convenio constase en la escritura de constitución.
3. En el caso a que se refiere el apartado anterior, el acreedor podrá solicitar que, sin
perjuicio de que la ejecución se despache por la totalidad de la deuda, se comunique al
deudor que, hasta el día señalado para la celebración de la subasta, podrá liberar el bien
mediante la consignación de la cantidad exacta que por principal e intereses estuviere
vencida en la fecha de presentación de la demanda, incrementada, en su caso, con los
vencimientos del préstamo y los intereses de demora que se vayan produciendo a lo largo
del procedimiento y resulten impagados en todo o en parte. A estos efectos, el acreedor
podrá solicitar que se proceda conforme a lo previsto en el apartado 2 del artículo 578.
Si el bien hipotecado fuese la vivienda habitual, el deudor podrá, aun sin el
consentimiento del acreedor, liberar el bien mediante la consignación de las cantidades
expresadas en el párrafo anterior.
Liberado un bien por primera vez, podrá liberarse en segunda o ulteriores ocasiones
siempre que, al menos, medien tres años entre la fecha de la liberación y la del
requerimiento de pago judicial o extrajudicial efectuada por el acreedor.
Si el deudor efectuase el pago en las condiciones previstas en los apartados anteriores,
se tasarán las costas, que se calcularán sobre la cuantía de las cuotas atrasadas abonadas,
con el límite previsto en el artículo 575.1 bis y, una vez satisfechas éstas, el Secretario
judicial dictará decreto liberando el bien y declarando terminado el procedimiento. Lo mismo
se acordará cuando el pago lo realice un tercero con el consentimiento del ejecutante.

Artículo 694. Realización de los bienes pignorados.


1. Constituido el depósito de los bienes pignorados, se procederá a su realización
conforme a lo dispuesto en esta Ley para el procedimiento de apremio.
2. Cuando los bienes pignorados no fueren de aquéllos a que se refiere la sección 1.a
del capítulo IV de este Título, se mandará anunciar la subasta conforme a lo previsto en los
artículos 645 y siguientes de esta Ley.
El valor de los bienes para la subasta será el fijado en la escritura o póliza de
constitución de la prenda y, si no se hubiese señalado, el importe total de la reclamación por
principal, intereses y costas.

Artículo 695. Oposición a la ejecución.


1. En los procedimientos a que se refiere este Capítulo sólo se admitirá la oposición del
ejecutado cuando se funde en las siguientes causas:
1.ª Extinción de la garantía o de la obligación garantizada, siempre que se presente
certificación del Registro expresiva de la cancelación de la hipoteca o, en su caso, de la
prenda sin desplazamiento, o escritura pública de carta de pago o de cancelación de la
garantía.
2.ª Error en la determinación de la cantidad exigible, cuando la deuda garantizada sea el
saldo que arroje el cierre de una cuenta entre ejecutante y ejecutado. El ejecutado deberá
acompañar su ejemplar de la libreta en la que consten los asientos de la cuenta y sólo se

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

admitirá la oposición cuando el saldo que arroje dicha libreta sea distinto del que resulte de
la presentada por el ejecutante.
No será necesario acompañar libreta cuando el procedimiento se refiera al saldo
resultante del cierre de cuentas corrientes u operaciones similares derivadas de contratos
mercantiles otorgados por entidades de crédito, ahorro o financiación en los que se hubiere
convenido que la cantidad exigible en caso de ejecución será la especificada en certificación
expedida por la entidad acreedora, pero el ejecutado deberá expresar con la debida
precisión los puntos en que discrepe de la liquidación efectuada por la entidad.
3.ª En caso de ejecución de bienes muebles hipotecados o sobre los que se haya
constituido prenda sin desplazamiento, la sujeción de dichos bienes a otra prenda, hipoteca
mobiliaria o inmobiliaria o embargo inscritos con anterioridad al gravamen que motive el
procedimiento, lo que habrá de acreditarse mediante la correspondiente certificación
registral.
4.ª El carácter abusivo de una cláusula contractual que constituya el fundamento de la
ejecución o que hubiese determinado la cantidad exigible.
2. Formulada la oposición a la que se refiere el apartado anterior, el Secretario judicial
suspenderá la ejecución y convocará a las partes a una comparecencia ante el Tribunal que
hubiera dictado la orden general de ejecución, debiendo mediar quince días desde la
citación, comparecencia en la que el Tribunal oirá a las partes, admitirá los documentos que
se presenten y acordará en forma de auto lo que estime procedente dentro del segundo día.
3. El auto que estime la oposición basada en las causas 1.ª y 3.ª del apartado 1 de este
artículo mandará sobreseer la ejecución; el que estime la oposición basada en la causa 2.ª
fijará la cantidad por la que haya de seguirse la ejecución.
De estimarse la causa 4.ª, se acordará el sobreseimiento de la ejecución cuando la
cláusula contractual fundamente la ejecución. En otro caso, se continuará la ejecución con la
inaplicación de la cláusula abusiva.
4. Contra el auto que ordene el sobreseimiento de la ejecución o la inaplicación de una
cláusula abusiva podrá interponerse recurso de apelación.
Fuera de estos casos, los autos que decidan la oposición a que se refiere este artículo
no serán susceptibles de recurso alguno y sus efectos se circunscribirán exclusivamente al
proceso de ejecución en que se dicten.

Artículo 696. Tercerías de dominio.


1. Para que pueda admitirse la tercería de dominio en los procedimientos a que se
refiere este capítulo, deberá acompañarse a la demanda título de propiedad de fecha
fehaciente anterior a la de constitución de la garantía. Si se tratare de bienes cuyo dominio
fuere susceptible de inscripción en algún Registro, dicho título habrá de estar inscrito a favor
del tercerista o de su causante con fecha anterior a la de inscripción de la garantía, lo que se
acreditará mediante certificación registral expresiva de la inscripción del título del tercerista o
de su causante y certificación de no aparecer extinguido ni cancelado en el Registro el
asiento de dominio correspondiente.
2. La admisión de la demanda de tercería suspenderá la ejecución respecto de los
bienes a los que se refiera y, si éstos fueren sólo parte de los comprendidos en la garantía,
podrá seguir el procedimiento respecto de los demás, si así lo solicitare el acreedor.

Artículo 697. Suspensión de la ejecución por prejudicialidad penal.


Fuera de los casos a que se refieren los dos artículos anteriores, los procedimientos a
que se refiere este capítulo sólo se suspenderán por prejudicialidad penal, cuando se
acredite, conforme a lo dispuesto en el artículo 569 de esta Ley, la existencia de causa
criminal sobre cualquier hecho de apariencia delictiva que determine la falsedad del título, la
invalidez o ilicitud del despacho de la ejecución.

Artículo 698. Reclamaciones no comprendidas en los artículos anteriores.


1. Cualquier reclamación que el deudor, el tercer poseedor y cualquier interesado
puedan formular y que no se halle comprendida en los artículos anteriores, incluso las que
versen sobre nulidad del título o sobre el vencimiento, certeza, extinción o cuantía de la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

deuda, se ventilarán en el juicio que corresponda, sin producir nunca el efecto de suspender
ni entorpecer el procedimiento que se establece en el presente capítulo.
La competencia para conocer de este proceso se determinará por las reglas ordinarias.
2. Al tiempo de formular la reclamación a que se refiere el apartado anterior o durante el
curso de juicio a que diere lugar, podrá solicitarse que se asegure la efectividad de la
sentencia que se dicte en el mismo, con retención del todo o de una parte de la cantidad
que, por el procedimiento que se regula en este capítulo, deba entregarse al acreedor.
El tribunal, mediante providencia, decretará esta retención en vista de los documentos
que se presenten, si estima bastantes las razones que se aleguen. Si el que solicitase la
retención no tuviera solvencia notoria y suficiente, el tribunal deberá exigirle previa y
bastante garantía para responder de los intereses de demora y del resarcimiento de
cualesquiera otros daños y perjuicios que puedan ocasionarse al acreedor.
3. Cuando el acreedor afiance a satisfacción del tribunal la cantidad que estuviere
mandada retener a las resultas del juicio a que se refiere el apartado primero, se alzará la
retención.

TÍTULO V
De la ejecución no dineraria

CAPÍTULO I
De las disposiciones generales

Artículo 699. Despacho de la ejecución.


Cuando el título ejecutivo contuviere condena u obligación de hacer o no hacer o de
entregar cosa distinta a una cantidad de dinero, en el auto por el que se despache ejecución
se requerirá al ejecutado para que, dentro del plazo que el tribunal estime adecuado, cumpla
en sus propios términos lo que establezca el título ejecutivo.
En el requerimiento, el tribunal podrá apercibir al ejecutado con el empleo de apremios
personales o multas pecuniarias.

Artículo 700. Embargo de garantía y caución sustitutoria.


Si el requerimiento para hacer, no hacer o entregar cosa distinta de una cantidad de
dinero no pudiere tener inmediato cumplimiento, el Secretario judicial, a instancia del
ejecutante, podrá acordar las medidas de garantía que resulten adecuadas para asegurar la
efectividad de la condena.
Se acordará, en todo caso, cuando el ejecutante lo solicite, el embargo de bienes del
ejecutado en cantidad suficiente para asegurar el pago de las eventuales indemnizaciones
sustitutorias y las costas de la ejecución. Contra este decreto cabe recurso directo de
revisión sin efecto suspensivo ante el Tribunal que dictó la orden general de ejecución.
El embargo se alzará si el ejecutado presta caución en cuantía suficiente fijada por el
Secretario judicial al acordar el embargo, en cualquiera de las formas previstas en el párrafo
segundo del apartado 3 del artículo 529.

CAPÍTULO II
De la ejecución por deberes de entregar cosas

Artículo 701. Entrega de cosa mueble determinada.


1. Cuando del título ejecutivo se desprenda el deber de entregar cosa mueble cierta y
determinada y el ejecutado no lleve a cabo la entrega dentro del plazo que se le haya
concedido, el Secretario judicial responsable de la ejecución pondrá al ejecutante en
posesión de la cosa debida, empleando para ello los apremios que crea precisos. Si fuera
necesario proceder a la entrada en lugares cerrados recabará la autorización del Tribunal
que hubiera ordenado la ejecución, pudiéndose auxiliar de la fuerza pública, si fuere preciso.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Cuando se trate de bienes muebles sujetos a un régimen de publicidad registral similar al


inmobiliario, se dispondrá también lo necesario para adecuar el Registro de que se trate al
título ejecutivo.
2. Si se ignorase el lugar en que la cosa se encuentra o si no se encontrara al buscarla
en el sitio en que debiera hallarse, el Secretario judicial interrogará al ejecutado o a terceros,
con apercibimiento de incurrir en desobediencia, para que digan si la cosa está o no en su
poder y si saben dónde se encuentra.
3. Cuando, habiéndose procedido según lo dispuesto en los apartados anteriores, no
pudiere ser habida la cosa, ordenará el tribunal, mediante providencia, a instancia del
ejecutante, que la falta de entrega de la cosa o cosas debidas se sustituya por una justa
compensación pecuniaria, que se establecerá con arreglo a los artículos 712 y siguientes.

Artículo 702. Entrega de cosas genéricas o indeterminadas.


1. Si el título ejecutivo se refiere a la entrega de cosas genéricas o indeterminadas, que
pueden ser adquiridas en los mercados y, pasado el plazo, no se hubiese cumplido el
requerimiento, el ejecutante podrá instar del Secretario judicial que le ponga en posesión de
las cosas debidas o que se le faculte para que las adquiera, a costa del ejecutado,
ordenando, al mismo tiempo, el embargo de bienes suficientes para pagar la adquisición, de
la que el ejecutante dará cuenta justificada.
2. Si el ejecutante manifestara que la adquisición tardía de las cosas genéricas o
indeterminadas con arreglo al apartado anterior no satisface ya su interés legítimo, se
determinará el equivalente pecuniario, con los daños y perjuicios que hubieran podido
causarse al ejecutante, que se liquidarán con arreglo a los artículo 712 y siguientes.

Artículo 703. Entrega de bienes inmuebles.


1. Si el título dispusiere la transmisión o entrega de un bien inmueble, una vez dictado el
auto autorizando y despachando la ejecución, el secretario judicial responsable de la misma
ordenará de inmediato lo que proceda según el contenido de la condena y, en su caso,
dispondrá lo necesario para adecuar el Registro al título ejecutivo.
Si en el inmueble que haya de entregarse hubiere cosas que no sean objeto del título, el
secretario judicial requerirá al ejecutado para que las retire dentro del plazo que señale. Si
no las retirare, se considerarán bienes abandonados a todos los efectos.
En los casos de desahucio por falta de pago de rentas o cantidades debidas, o por
expiración legal o contractual del plazo, para evitar demoras en la práctica del lanzamiento,
previa autorización del secretario judicial, bastará con la presencia de un único funcionario
con categoría de Gestor, que podrá solicitar el auxilio, en su caso, de la fuerza pública.
2. Cuando en el acto del lanzamiento se reivindique por el que desaloje la finca la
titularidad de cosas no separables, de consistir en plantaciones o instalaciones estrictamente
necesarias para la utilización ordinaria del inmueble, se resolverá en la ejecución sobre la
obligación de abono de su valor, de instarlo los interesados en el plazo de cinco días a partir
del desalojo.
3. De hacerse constar en el lanzamiento la existencia de desperfectos en el inmueble
originados por el ejecutado o los ocupantes, se podrá acordar la retención y constitución en
depósito de bienes suficientes del posible responsable, para responder de los daños y
perjuicios causados, que se liquidarán, en su caso y a petición del ejecutante, de
conformidad con lo previsto en los artículos 712 y siguientes.
4. Si con anterioridad a la fecha fijada para el lanzamiento, en caso de que el título
consista en una sentencia dictada en un juicio de desahucio de finca urbana, se entregare la
posesión efectiva al demandante, acreditándolo el arrendador ante el Secretario judicial
encargado de la ejecución, se dictará decreto declarando ejecutada la sentencia y
cancelando la diligencia, a no ser que el demandante interese su mantenimiento para que se
levante acta del estado en que se encuentre la finca.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 704. Ocupantes de inmuebles que deban entregarse.


1. Cuando el inmueble cuya posesión se deba entregar fuera vivienda habitual del
ejecutado o de quienes de él dependan, el Secretario judicial les dará un plazo de un mes
para desalojarlo. De existir motivo fundado, podrá prorrogarse dicho plazo un mes más.
Transcurridos los plazos señalados, se procederá de inmediato al lanzamiento, fijándose
la fecha de éste en la resolución inicial o en la que acuerde la prórroga.
2. Si el inmueble a cuya entrega obliga el título ejecutivo estuviera ocupado por terceras
personas distintas del ejecutado y de quienes con él compartan la utilización de aquél, el
Secretario judicial responsable de la ejecución, tan pronto como conozca su existencia, les
notificará el despacho de la ejecución o la pendencia de ésta, para que, en el plazo de diez
días, presenten los títulos que justifiquen su situación.
El ejecutante podrá pedir al tribunal el lanzamiento de quienes considere ocupantes de
mero hecho o sin título suficiente. De esta petición se dará traslado a las personas
designadas por el ejecutante, prosiguiendo las actuaciones conforme a lo previsto en los
apartados 3 y 4 del artículo 675.

CAPÍTULO III
De la ejecución por obligaciones de hacer y no hacer

Artículo 705. Requerimiento y fijación de plazo.


Si el título ejecutivo obliga a hacer alguna cosa, el tribunal requerirá al deudor para que
la haga dentro de un plazo que fijará según la naturaleza del hacer y las circunstancias que
concurran.

Artículo 706. Condena de hacer no personalísimo.


1. Cuando el hacer a que obligue el título ejecutivo no sea personalísimo, si el ejecutado
no lo llevara a cabo en el plazo señalado por el Secretario judicial, el ejecutante podrá pedir
que se le faculte para encargarlo a un tercero, a costa del ejecutado, o reclamar el
resarcimiento de daños y perjuicios.
Cuando el título contenga una disposición expresa para el caso de incumplimiento del
deudor, se estará a lo dispuesto en aquél, sin que el ejecutante pueda optar entre la
realización por tercero o el resarcimiento.
2. Si, conforme a lo dispuesto en el apartado anterior, el ejecutante optare por encargar
el hacer a un tercero, se valorará previamente el coste de dicho hacer por un perito tasador
designado por el Secretario judicial y, si el ejecutado no depositase la cantidad que éste
apruebe mediante decreto, susceptible de recurso directo de revisión sin efecto suspensivo
ante el Tribunal que dictó la orden general de ejecución, o no afianzase el pago, se
procederá de inmediato al embargo de bienes y a su realización forzosa hasta obtener la
suma que sea necesaria.
Cuando el ejecutante optare por el resarcimiento de daños y perjuicios, se procederá a
cuantificarlos conforme a lo previsto en los artículos 712 y siguientes.

Artículo 707. Publicación de la sentencia en medios de comunicación.


Cuando la sentencia ordene la publicación o difusión, total o parcial, de su contenido en
medios de comunicación a costa de la parte vencida en el proceso, podrá despacharse la
ejecución para obtener la efectividad de este pronunciamiento, requiriéndose por el
Secretario judicial al ejecutado para que contrate los anuncios que resulten procedentes.
Si el ejecutado no atendiera el requerimiento en el plazo que se le señale, podrá
contratar la publicidad el ejecutante, previa obtención de los fondos precisos con cargo al
patrimonio del ejecutado de acuerdo con lo que se dispone en el apartado 2 del artículo
anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 708. Condena a la emisión de una declaración de voluntad.


1. Cuando una resolución judicial o arbitral firme condene a emitir una declaración de
voluntad, transcurrido el plazo de veinte días que establece el artículo 548 sin que haya sido
emitida por el ejecutado, el Tribunal competente, por medio de auto, resolverá tener por
emitida la declaración de voluntad, si estuviesen predeterminados los elementos esenciales
del negocio. Emitida la declaración, el ejecutante podrá pedir que el Secretario judicial
responsable de la ejecución libre, con testimonio del auto, mandamiento de anotación o
inscripción en el Registro o Registros que correspondan, según el contenido y objeto de la
declaración de voluntad.
Lo anterior se entenderá sin perjuicio de la observancia de las normas civiles y
mercantiles sobre forma y documentación de actos y negocios jurídicos.
2. Si, en los casos del apartado anterior, no estuviesen predeterminados algunos
elementos no esenciales del negocio o contrato sobre el que deba recaer la declaración de
voluntad, el tribunal, oídas las partes, los determinará en la propia resolución en que tenga
por emitida la declaración, conforme a lo que sea usual en el mercado o en el tráfico jurídico.
Cuando la indeterminación afectase a elementos esenciales del negocio o contrato sobre
el que debiere recaer la declaración de voluntad, si ésta no se emitiere por el condenado,
procederá la ejecución por los daños y perjuicios causados al ejecutante, que se liquidarán
con arreglo a los artículos 712 y siguientes.

Artículo 709. Condena de hacer personalísimo.


1. Cuando el título ejecutivo se refiera a un hacer personalísimo, el ejecutado podrá
manifestar al tribunal, dentro del plazo que se le haya concedido para cumplir el
requerimiento a que se refiere el artículo 699, los motivos por los que se niega a hacer lo que
el título dispone y alegar lo que tenga por conveniente sobre el carácter personalísimo o no
personalísimo de la prestación debida. Transcurrido este plazo sin que el ejecutado haya
realizado la prestación, el ejecutante podrá optar entre pedir que la ejecución siga adelante
para entregar a aquél un equivalente pecuniario de la prestación de hacer o solicitar que se
apremie al ejecutado con una multa por cada mes que transcurra sin llevarlo a cabo desde la
finalización del plazo. El tribunal resolverá por medio de auto lo que proceda, accediendo a
lo solicitado por el ejecutante cuando estime que la prestación que sea objeto de la condena
tiene las especiales cualidades que caracterizan el hacer personalísimo. En otro caso,
ordenará proseguir la ejecución con arreglo a lo dispuesto en el artículo 706.
2. Si se acordase seguir adelante la ejecución para obtener el equivalente pecuniario de
la prestación debida, en la misma resolución se impondrá al ejecutado una única multa con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 711.
3. Cuando se acuerde apremiar al ejecutado con multas mensuales, se reiterarán
trimestralmente por el Secretario judicial responsable de la ejecución los requerimientos,
hasta que se cumpla un año desde el primero. Si, al cabo del año, el ejecutado continuare
rehusando hacer lo que dispusiese el título, proseguirá la ejecución para entregar al
ejecutante un equivalente pecuniario de la prestación o para la adopción de cualesquiera
otras medidas que resulten idóneas para la satisfacción del ejecutante y que, a petición de
éste y oído el ejecutado, podrá acordar el Tribunal.
4. No serán de aplicación las disposiciones de los anteriores apartados de este artículo
cuando el título ejecutivo contenga una disposición expresa para el caso de incumplimiento
del deudor. En tal caso, se estará a lo dispuesto en aquél.

Artículo 710. Condenas de no hacer.


1. Si el condenado a no hacer alguna cosa quebrantare la sentencia, se le requerirá, a
instancia del ejecutante por parte del Secretario judicial responsable de la ejecución, para
que deshaga lo mal hecho si fuere posible, indemnice los daños y perjuicios causados y, en
su caso, se abstenga de reiterar el quebrantamiento, con apercibimiento de incurrir en el
delito de desobediencia a la autoridad judicial.
Se procederá de esta forma cuantas veces incumpla la condena y para que deshaga lo
mal hecho se le intimará por el Secretario judicial con la imposición de multas por cada mes
que transcurra sin deshacerlo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Si, atendida la naturaleza de la condena de no hacer, su incumplimiento no fuera


susceptible de reiteración y tampoco fuera posible deshacer lo mal hecho, la ejecución
procederá para resarcir al ejecutante por los daños y perjuicios que se le hayan causado.

Artículo 711. Cuantía de las multas coercitivas.


1. Para determinar la cuantía de las multas previstas en los artículos anteriores se tendrá
en cuenta el precio o la contraprestación del hacer personalísimo establecidos en el título
ejecutivo y, si no constaran en él o se tratara de deshacer lo mal hecho, el coste dinerario
que en el mercado se atribuya a esas conductas.
Las multas mensuales podrán ascender a un 20 por ciento del precio o valor y la multa
única al 50 por ciento de dicho precio o valor.
2. La sentencia estimatoria de una acción de cesación en defensa de los intereses
colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios impondrá, sin embargo,
una multa que oscilará entre seiscientos y sesenta mil euros, por día de retraso en la
ejecución de la resolución judicial en el plazo señalado en la sentencia, según la naturaleza
e importancia del daño producido y la capacidad económica del condenado. Dicha multa
deberá ser ingresada en el Tesoro Público.

CAPÍTULO IV
De la liquidación de daños y perjuicios, frutos y rentas y la rendición de
cuentas

Artículo 712. Ámbito de aplicación del procedimiento.


Se procederá del modo que ordenan los artículos siguientes siempre que, conforme a
esta Ley, deba determinarse en la ejecución forzosa el equivalente pecuniario de una
prestación no dineraria o fijar la cantidad debida en concepto de daños y perjuicios o de
frutos, rentas, utilidades o productos de cualquier clase o determinar el saldo resultante de la
rendición de cuentas de una administración.

Artículo 713. Petición de liquidación y presentación de relación de daños y perjuicios.


1. Junto con el escrito en que solicite motivadamente su determinación judicial, el que
haya sufrido los daños y perjuicios presentará una relación detallada de ellos, con su
valoración, pudiendo acompañar los dictámenes y documentos que considere oportunos.
2. Del escrito y de la relación de daños y perjuicios y demás documentos se dará
traslado por el Secretario judicial a quien hubiere de abonar los daños y perjuicios, para que,
en el plazo de diez días, conteste lo que estime conveniente.

Artículo 714. Conformidad del deudor con la relación de daños y perjuicios.


1. Si el deudor se conforma con la relación de los daños y perjuicios y su importe, la
aprobará el Secretario judicial responsable de la ejecución mediante decreto, y se procederá
a hacer efectiva la suma convenida en la forma establecida en los artículos 571 y siguientes
para la ejecución dineraria.
2. Se entenderá que el deudor presta su conformidad a los hechos alegados por el
ejecutante si deja pasar el plazo de diez días sin evacuar el traslado o se limita a negar
genéricamente la existencia de daños y perjuicios, sin concretar los puntos en que discrepa
de la relación presentada por el acreedor, ni expresar las razones y el alcance de la
discrepancia.

Artículo 715. Oposición del deudor.


Si, dentro del plazo legal, el deudor se opusiera motivadamente a la petición del actor,
sea en cuanto a las partidas de daños y perjuicios, sea en cuanto a su valoración en dinero,
se sustanciará la liquidación de daños y perjuicios por los trámites establecidos para los
juicios verbales en los artículos 441 y siguientes, pero podrá el Tribunal que dictó la orden
general de ejecución, mediante providencia, a instancia de parte o de oficio, si lo considera

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

necesario, nombrar un perito que dictamine sobre la efectiva producción de los daños y su
evaluación en dinero. En tal caso, fijará el plazo para que emita dictamen y lo entregue en el
Juzgado y la vista oral no se celebrará hasta pasados diez días a contar desde el siguiente
al traslado del dictamen a las partes.

Artículo 716. Auto fijando la cantidad determinada.


Dentro de los cinco días siguientes a aquél en que se celebre la vista, el tribunal dictará,
por medio de auto, la resolución que estime justa, fijando la cantidad que deba abonarse al
acreedor como daños y perjuicios.
Este auto será apelable, sin efecto suspensivo y haciendo declaración expresa de la
imposición de las costas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 394 de esta Ley.

Artículo 717. Petición de determinación del equivalente dinerario de una prestación no


dineraria.
Cuando se solicite la determinación del equivalente pecuniario de una prestación que no
consista en la entrega de una cantidad de dinero, se expresarán las estimaciones
pecuniarias de dicha prestación y las razones que las fundamenten, acompañándose los
documentos que el solicitante considere oportunos para fundar su petición, de la que el
Secretario judicial dará traslado a quien hubiere de pagar para que, en el plazo de diez días,
conteste lo que estime conveniente.
La solicitud se sustanciará y resolverá del mismo modo que se establece en los artículos
714 a 716 para la de liquidación de daños y perjuicios.

Artículo 718. Liquidación de frutos y rentas. Solicitud y requerimiento al deudor.


Si se solicitase la determinación de la cantidad que se debe en concepto de frutos,
rentas, utilidades o productos de cualquier clase, el Secretario judicial responsable de la
ejecución requerirá al deudor para que, dentro de un plazo que se determinará según las
circunstancias del caso, presente la liquidación, ateniéndose, en su caso, a las bases que
estableciese el título.

Artículo 719. Liquidación presentada por el acreedor y traslado al deudor.


1. Si el deudor presentare la liquidación de frutos, rentas, utilidades o productos de
cualquier clase a que se refiere el artículo anterior, se dará traslado de ella al acreedor y si
se mostrare conforme, se aprobará por decreto y se procederá a hacer efectiva la suma
convenida en la forma establecida en los artículos 571 y siguientes para la ejecución
dineraria.
Cuando el acreedor no se conformare con la liquidación, ésta se sustanciará conforme a
lo previsto en el artículo 715 de esta Ley.
2. Si dentro del plazo, el deudor no presentare la liquidación a que se refiere el apartado
anterior, se requerirá al acreedor para que presente la que considere justa y se dará traslado
de ella al ejecutado, prosiguiendo las actuaciones conforme a los artículos 714 a 716.

Artículo 720. Rendición de cuentas de una administración.


Las disposiciones contenidas en los artículos 718 y 719 serán aplicables al caso en que
el título ejecutivo se refiriese al deber de rendir cuentas de una administración y entregar el
saldo de las mismas; pero los plazos podrán ampliarse mediante decreto por el Secretario
judicial responsable de la ejecución cuando lo estime necesario, atendida la importancia y
complicación del asunto.

– 495 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

TÍTULO VI
De las medidas cautelares

CAPÍTULO I
De las medidas cautelares: disposiciones generales

Artículo 721. Necesaria instancia de parte.


1. Bajo su responsabilidad, todo actor, principal o reconvencional, podrá solicitar del
tribunal, conforme a lo dispuesto en este Título, la adopción de las medidas cautelares que
considere necesarias para asegurar la efectividad de la tutela judicial que pudiera otorgarse
en la sentencia estimatoria que se dictare.
2. Las medidas cautelares previstas en este Título no podrán en ningún caso ser
acordadas de oficio por el tribunal, sin perjuicio de lo que se disponga para los procesos
especiales. Tampoco podrá éste acordar medidas más gravosas que las solicitadas.

Artículo 722. Medidas cautelares en procedimiento arbitral y litigios extranjeros.


Podrá pedir al Tribunal medidas cautelares quien acredite ser parte de convenio arbitral
con anterioridad a las actuaciones arbitrales. También podrá pedirlas quien acredite ser
parte de un proceso arbitral pendiente en España; o, en su caso, haber pedido la
formalización judicial a que se refiere el artículo 15 de la Ley 60/2003, de 23 de diciembre,
de Arbitraje; o en el supuesto de un arbitraje institucional, haber presentado la debida
solicitud o encargo a la institución correspondiente según su Reglamento.
Sin perjuicio de las reglas especiales previstas en los Tratados y Convenios o en las
normas comunitarias que sean de aplicación, también se podrá solicitar de un Tribunal
español por quien acredite ser parte de un proceso jurisdiccional o arbitral que se siga en un
país extranjero la adopción de medidas cautelares si se dan los presupuestos legalmente
previstos salvo en los casos en que para conocer del asunto principal fuesen exclusivamente
competentes los Tribunales españoles.

Artículo 723. Competencia.
1. Será tribunal competente para conocer de las solicitudes sobre medidas cautelares el
que esté conociendo del asunto en primera instancia o, si el proceso no se hubiese iniciado,
el que sea competente para conocer de la demanda principal.
2. Para conocer de las solicitudes relativas a medidas cautelares que se formulen
durante la sustanciación de la segunda instancia o de un recurso extraordinario por
infracción procesal o de casación, será competente el tribunal que conozca de la segunda
instancia o de dichos recursos.

Artículo 724. Competencia en casos especiales.


Cuando las medidas cautelares se soliciten estando pendiente un proceso arbitral o la
formalización judicial del arbitraje, será tribunal competente el del lugar en que el laudo deba
ser ejecutado, y, en su defecto, el del lugar donde las medidas deban producir su eficacia.
Lo mismo se observará cuando el proceso se siga ante un tribunal extranjero, salvo lo
que prevean los Tratados.

Artículo 725. Examen de oficio de la competencia. Medidas cautelares en prevención.


1. Cuando las medidas cautelares se soliciten con anterioridad a la demanda, no se
admitirá declinatoria fundada en falta de competencia territorial, pero el tribunal examinará
de oficio su jurisdicción, su competencia objetiva y la territorial. Si considerara que carece de
jurisdicción o de competencia objetiva, previa audiencia del Ministerio Fiscal y del solicitante
de las medidas cautelares, dictará auto absteniéndose de conocer y remitiendo a las partes
a que usen de su derecho ante quien corresponda si la abstención no se fundara en la falta
de jurisdicción de los tribunales españoles. Lo mismo se acordará cuando la competencia
territorial del tribunal no pueda fundarse en ninguno de los fueros legales, imperativos o no,

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que resulten aplicables en atención a lo que el solicitante pretenda reclamar en el juicio


principal. No obstante, cuando el fuero legal aplicable sea dispositivo, el tribunal no declinará
su competencia si las partes se hubieran sometido expresamente a su jurisdicción para el
asunto principal.
2. En los casos a que se refiere el apartado anterior, si el tribunal se considerara
territorialmente incompetente, podrá, no obstante, cuando las circunstancias del caso lo
aconsejaren, ordenar en prevención aquellas medidas cautelares que resulten más urgentes,
remitiendo posteriormente los autos al tribunal que resulte competente.

Artículo 726. Características de las medidas cautelares.


1. El tribunal podrá acordar como medida cautelar, respecto de los bienes y derechos del
demandado, cualquier actuación, directa o indirecta, que reúna las siguientes características:
1.ª Ser exclusivamente conducente a hacer posible la efectividad de la tutela judicial que
pudiere otorgarse en una eventual sentencia estimatoria, de modo que no pueda verse
impedida o dificultada por situaciones producidas durante la pendencia del proceso
correspondiente.
2.ª No ser susceptible de sustitución por otra medida igualmente eficaz, a los efectos del
apartado precedente, pero menos gravosa o perjudicial para el demandado.
2. Con el carácter temporal, provisional, condicionado y susceptible de modificación y
alzamiento previsto en esta Ley para las medidas cautelares, el tribunal podrá acordar como
tales las que consistan en órdenes y prohibiciones de contenido similar a lo que se pretenda
en el proceso, sin prejuzgar la sentencia que en definitiva se dicte.

Artículo 727. Medidas cautelares específicas.


Conforme a lo establecido en el artículo anterior, podrán acordarse, entre otras, las
siguientes medidas cautelares:
1.ª El embargo preventivo de bienes, para asegurar la ejecución de sentencias de
condena a la entrega de cantidades de dinero o de frutos, rentas y cosas fungibles
computables a metálico por aplicación de precios ciertos.
Fuera de los casos del párrafo anterior, también será procedente el embargo preventivo
si resultare medida idónea y no sustituible por otra de igual o superior eficacia y menor
onerosidad para el demandado.
2.ª La intervención o la administración judiciales de bienes productivos, cuando se
pretenda sentencia de condena a entregarlos a título de dueño, usufructuario o cualquier otro
que comporte interés legítimo en mantener o mejorar la productividad o cuando la garantía
de ésta sea de primordial interés para la efectividad de la condena que pudiere recaer.
3.ª El depósito de cosa mueble, cuando la demanda pretenda la condena a entregarla y
se encuentre en posesión del demandado.
4.ª La formación de inventarios de bienes, en las condiciones que el tribunal disponga.
5.ª La anotación preventiva de demanda, cuando ésta se refiera a bienes o derechos
susceptibles de inscripción en Registros públicos.
6.ª Otras anotaciones registrales, en casos en que la publicidad registral sea útil para el
buen fin de la ejecución.
7.ª La orden judicial de cesar provisionalmente en una actividad ; la de abstenerse
temporalmente de llevar a cabo una conducta ; o la prohibición temporal de interrumpir o de
cesar en la realización de una prestación que viniera llevándose a cabo.
8.ª La intervención y depósito de ingresos obtenidos mediante una actividad que se
considere ilícita y cuya prohibición o cesación se pretenda en la demanda, así como la
consignación o depósito de las cantidades que se reclamen en concepto de remuneración de
la propiedad intelectual.
9.ª El depósito temporal de ejemplares de las obras u objetos que se reputen producidos
con infracción de las normas sobre propiedad intelectual e industrial, así como el depósito
del material empleado para su producción.
10.ª La suspensión de acuerdos sociales impugnados, cuando el demandante o
demandantes representen, al menos, el 1 o el 5 por 100 del capital social, según que la

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sociedad demandada hubiere o no emitido valores que, en el momento de la impugnación,


estuvieren admitidos a negociación en mercado secundario oficial.
11.ª Aquellas otras medidas que, para la protección de ciertos derechos, prevean
expresamente las leyes, o que se estimen necesarias para asegurar la efectividad de la
tutela judicial que pudiere otorgarse en la sentencia estimatoria que recayere en el juicio.

Artículo 728. Peligro por la mora procesal. Apariencia de buen derecho. Caución.


1. Sólo podrán acordarse medidas cautelares si quien las solicita justifica, que, en el
caso de que se trate, podrían producirse durante la pendencia del proceso, de no adoptarse
las medidas solicitadas, situaciones que impidieren o dificultaren la efectividad de la tutela
que pudiere otorgarse en una eventual sentencia estimatoria.
No se acordarán medidas cautelares cuando con ellas se pretenda alterar situaciones de
hecho consentidas por el solicitante durante largo tiempo, salvo que éste justifique
cumplidamente las razones por las cuales dichas medidas no se han solicitado hasta
entonces.
2. El solicitante de medidas cautelares también habrá de presentar con su solicitud los
datos, argumentos y justificaciones documentales que conduzcan a fundar, por parte del
Tribunal, sin prejuzgar el fondo del asunto, un juicio provisional e indiciario favorable al
fundamento de su pretensión. En defecto de justificación documental, el solicitante podrá
ofrecerla por otros medios de prueba, que deberá proponer en forma en el mismo escrito.
3. Salvo que expresamente se disponga otra cosa, el solicitante de la medida cautelar
deberá prestar caución suficiente para responder, de manera rápida y efectiva, de los daños
y perjuicios que la adopción de la medida cautelar pudiera causar al patrimonio del
demandado.
El tribunal determinará la caución atendiendo a la naturaleza y contenido de la
pretensión y a la valoración que realice, según el apartado anterior, sobre el fundamento de
la solicitud de la medida.
La caución a que se refiere el párrafo anterior podrá otorgarse en cualquiera de las
formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del artículo 529.
En los procedimientos en los que se ejercite una acción de cesación en defensa de los
intereses colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios, el Tribunal
podrá dispensar al solicitante de la medida cautelar del deber de prestar caución, atendidas
las circunstancias del caso, así como la entidad económica y la repercusión social de los
distintos intereses afectados.

Artículo 729. Tercerías en casos de embargo preventivo.


En el embargo preventivo, podrá interponerse tercería de dominio, pero no se admitirá la
tercería de mejor derecho, salvo que la interponga quien en otro proceso demande al mismo
deudor la entrega de una cantidad de dinero.
La competencia para conocer de las tercerías a que se refiere el párrafo anterior
corresponderá al tribunal que hubiese acordado el embargo preventivo.

CAPÍTULO II
Del procedimiento para la adopción de medidas cautelares

Artículo 730. Momentos para solicitar las medidas cautelares.


1. Las medidas cautelares se solicitarán, de ordinario, junto con la demanda principal.
2. Podrán también solicitarse medidas cautelares antes de la demanda si quien en ese
momento las pide alega y acredita razones de urgencia o necesidad.
En este caso, las medidas que se hubieran acordado quedarán sin efecto si la demanda
no se presentare ante el mismo Tribunal que conoció de la solicitud de aquéllas en los veinte
días siguientes a su adopción. El Secretario judicial, de oficio, acordará mediante decreto
que se alcen o revoquen los actos de cumplimiento que hubieran sido realizados, condenará
al solicitante en las costas y declarará que es responsable de los daños y perjuicios que
haya producido al sujeto respecto del cual se adoptaron las medidas.

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3. El requisito temporal a que se refiere el apartado anterior no regirá en los casos de


formalización judicial del arbitraje o de arbitraje institucional. En ellos, para que la medida
cautelar se mantenga, será suficiente con que la parte beneficiada por ésta lleve a cabo
todas las actuaciones tendentes a poner en marcha el procedimiento arbitral.
4. Con posterioridad a la presentación de la demanda o pendiente recurso sólo podrá
solicitarse la adopción de medidas cautelares cuando la petición se base en hechos y
circunstancias que justifiquen la solicitud en esos momentos.
Esta solicitud se sustanciará conforme a lo prevenido en el presente capítulo.

Artículo 731. Accesoriedad de las medidas cautelares. Ejecución provisional y medidas


cautelares.
1. No se mantendrá una medida cautelar cuando el proceso principal haya terminado,
por cualquier causa salvo que se trate de sentencia condenatoria o auto equivalente, en
cuyo caso deberán mantenerse las medidas acordadas hasta que transcurra el plazo a que
se refiere el artículo 548 de la presente Ley. Transcurrido dicho plazo, si no se solicitare la
ejecución, se alzarán las medidas que estuvieren adoptadas.
Tampoco podrá mantenerse una medida cautelar si el proceso quedare en suspenso
durante más de seis meses por causa imputable al solicitante de la medida.
2. Cuando se despache la ejecución provisional de una sentencia, se alzarán las
medidas cautelares que se hubiesen acordado y que guarden relación con dicha ejecución.

Artículo 732. Solicitud de las medidas cautelares.


1. La solicitud de medidas cautelares se formulará con claridad y precisión, justificando
cumplidamente la concurrencia de los presupuestos legalmente exigidos para su adopción.
2. Se acompañarán a la solicitud los documentos que la apoyen o se ofrecerá la práctica
de otros medios para el acreditamiento de los presupuestos que autorizan la adopción de
medidas cautelares.
Cuando las medidas cautelares se soliciten en relación con procesos incoados por
demandas en que se pretenda la prohibición o cesación de actividades ilícitas, también
podrá proponerse al tribunal que, con carácter urgente y sin dar traslado del escrito de
solicitud, requiera los informes u ordene las investigaciones que el solicitante no pueda
aportar o llevar a cabo y que resulten necesarias para resolver sobre la solicitud.
Para el actor precluirá la posibilidad de proponer prueba con la solicitud de las medidas
cautelares.
3. En el escrito de petición habrá de ofrecerse la prestación de caución, especificando de
qué tipo o tipos se ofrece constituirla y con justificación del importe que se propone.

Artículo 733. Audiencia al demandado. Excepciones.


1. Como regla general, el tribunal proveerá a la petición de medidas cautelares previa
audiencia del demandado.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, cuando el solicitante así lo pida y
acredite que concurren razones de urgencia o que la audiencia previa puede comprometer el
buen fin de la medida cautelar, el tribunal podrá acordarla sin más trámites mediante auto,
en el plazo de cinco días, en el que razonará por separado sobre la concurrencia de los
requisitos de la medida cautelar y las razones que han aconsejado acordarla sin oír al
demandado.
Contra el auto que acuerde medidas cautelares sin previa audiencia del demandado no
cabrá recurso alguno y se estará a lo dispuesto en el capítulo III de este título. El auto será
notificado a las partes sin dilación y, de no ser posible antes, inmediatamente después de la
ejecución de las medidas.

Artículo 734. Vista para la audiencia de las partes.


1. Recibida la solicitud, el Secretario judicial, mediante diligencia, salvo los casos del
párrafo segundo del artículo anterior, en el plazo de cinco días, contados desde la
notificación de aquélla al demandado convocará a las partes a una vista, que se celebrará

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dentro de los diez días siguientes sin necesidad de seguir el orden de los asuntos
pendientes cuando así lo exija la efectividad de la medida cautelar.
2. En la vista, actor y demandado podrán exponer lo que convenga a su derecho,
sirviéndose de cuantas pruebas dispongan, que se admitirán y practicarán si fueran
pertinentes en razón de los presupuestos de las medidas cautelares. También podrán pedir,
cuando sea necesario para acreditar extremos relevantes, que se practique reconocimiento
judicial, que, si se considerare pertinente y no pudiere practicarse en el acto de la vista, se
llevará a cabo en el plazo de cinco días.
Asimismo, se podrán formular alegaciones relativas al tipo y cuantía de la caución. Y
quien debiere sufrir la medida cautelar podrá pedir al tribunal que, en sustitución de ésta,
acuerde aceptar caución sustitutoria, conforme a lo previsto en el artículo 746 de esta Ley.
3. Contra las resoluciones del tribunal sobre el desarrollo de la comparecencia, su
contenido y la prueba propuesta no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de que, previa la
oportuna protesta, en su caso, puedan alegarse las infracciones que se hubieran producido
en la comparecencia en el recurso contra el auto que resuelva sobre las medidas cautelares.

Artículo 735. Auto acordando medidas cautelares.


1. Terminada la vista, el tribunal, en el plazo de cinco días, decidirá mediante auto sobre
la solicitud de medidas cautelares.
2. Si el tribunal estimare que concurren todos los requisitos establecidos y considerare
acreditado, a la vista de las alegaciones y las justificaciones, el peligro de la mora procesal,
atendiendo a la apariencia de buen derecho, accederá a la solicitud de medidas, fijará con
toda precisión la medida o medidas cautelares que se acuerdan y precisará el régimen a que
han de estar sometidas, determinando, en su caso, la forma, cuantía y tiempo en que deba
prestarse caución por el solicitante.
Contra el auto que acuerde medidas cautelares cabrá recurso de apelación, sin efectos
suspensivos.

Artículo 736. Auto denegatorio de las medidas cautelares. Reiteración de la solicitud si


cambian las circunstancias.
1. Contra el auto en que el tribunal deniegue la medida cautelar sólo cabrá recurso de
apelación, al que se dará una tramitación preferente. Las costas se impondrán con arreglo a
los criterios establecidos en el artículo 394.
2. Aun denegada la petición de medidas cautelares, el actor podrá reproducir su solicitud
si cambian las circunstancias existentes en el momento de la petición.

Artículo 737. Prestación de caución.


La prestación de caución será siempre previa a cualquier acto de cumplimiento de la
medida cautelar acordada.
El tribunal decidirá, mediante providencia, sobre la idoneidad y suficiencia del importe de
la caución.

Artículo 738. Ejecución de la medida cautelar.


1. Acordada la medida cautelar y prestada la caución se procederá, de oficio, a su
inmediato cumplimiento empleando para ello los medios que fueran necesarios, incluso los
previstos para la ejecución de las sentencias.
2. Si lo acordado fuera el embargo preventivo se procederá conforme a lo previsto en los
artículos 584 y siguientes para los embargos decretados en el proceso de ejecución, pero sin
que el deudor esté obligado a la manifestación de bienes que dispone el artículo 589. Las
decisiones sobre mejora, reducción o modificación del embargo preventivo habrán de ser
adoptadas, en su caso, por el Tribunal.
Si lo acordado fuera la administración judicial se procederá conforme a los artículos 630
y siguientes.
Si se tratare de la anotación preventiva se procederá conforme a las normas del Registro
correspondiente.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Los depositarios, administradores judiciales o responsables de los bienes o derechos


sobre los que ha recaído una medida cautelar sólo podrán enajenarlos, previa autorización
por medio de providencia del tribunal y si concurren circunstancias tan excepcionales que
resulte más gravosa para el patrimonio del demandado la conservación que la enajenación.

CAPÍTULO III
De la oposición a las medidas cautelares adoptadas sin audiencia del
demandado

Artículo 739. Oposición a la medida cautelar.


En los casos en que la medida cautelar se hubiera adoptado sin previa audiencia del
demandado, podrá éste formular oposición en el plazo de veinte días, contados desde la
notificación del auto que acuerda las medidas cautelares.

Artículo 740. Causas de oposición. Ofrecimiento de caución sustitutoria.


El que formule oposición a la medida cautelar podrá esgrimir como causas de aquélla
cuantos hechos y razones se opongan a la procedencia, requisitos, alcance, tipo y demás
circunstancias de la medida o medidas efectivamente acordadas, sin limitación alguna.
También podrá ofrecer caución sustitutoria, con arreglo a lo dispuesto en el capítulo V de
este título.

Artículo 741. Traslado de la oposición al solicitante, comparecencia en vista y decisión.


1. Del escrito de oposición se dará traslado por el Secretario judicial al solicitante,
procediéndose seguidamente conforme a lo previsto en el artículo 734.
2. Celebrada la vista, el tribunal, en el plazo de cinco días, decidirá en forma de auto
sobre la oposición.
Si mantuviere las medidas cautelares acordadas condenará al opositor a las costas de la
oposición.
Si alzare las medidas cautelares, condenará al actor a las costas y al pago de los daños
y perjuicios que éstas hayan producido.
3. El auto en que se decida sobre la oposición será apelable sin efecto suspensivo.

Artículo 742. Exacción de daños y perjuicios.


Una vez firme el auto que estime la oposición, se procederá, a petición del demandado y
por los trámites previstos en los artículos 712 y siguientes, a la determinación de los daños y
perjuicios que, en su caso, hubiera producido la medida cautelar revocada ; y, una vez
determinados, se requerirá de pago al solicitante de la medida, procediéndose de inmediato,
si no los pagare, a su exacción forzosa.

CAPÍTULO IV
De la modificación y alzamiento de las medidas cautelares

Artículo 743. Posible modificación de las medidas cautelares.


Las medidas cautelares podrán ser modificadas alegando y probando hechos y
circunstancias que no pudieron tenerse en cuenta al tiempo de su concesión o dentro del
plazo para oponerse a ellas.
La solicitud de modificación será sustanciada y resuelta conforme a lo previsto en los
artículos 734 y siguientes.

Artículo 744. Alzamiento de la medida tras sentencia no firme.


1. Absuelto el demandado en primera o segunda instancia, el Secretario judicial ordenará
el alzamiento de las medidas cautelares adoptadas, si el recurrente no solicitase su
mantenimiento o la adopción de alguna medida cautelar distinta en el momento de interponer

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recurso contra la sentencia. En este caso se dará cuenta al tribunal, que oída la parte
contraria y con anterioridad a remitir los autos al órgano competente para resolver el recurso
contra la sentencia, resolverá lo procedente sobre la solicitud, atendiendo a la subsistencia
de los presupuestos y circunstancias que justificasen el mantenimiento o la adopción de
dichas medidas.
2. Si la estimación de la demanda fuere parcial, el tribunal, con audiencia de la parte
contraria, decidirá mediante auto sobre el mantenimiento, alzamiento o modificación de las
medidas cautelares acordadas.

Artículo 745. Alzamiento de las medidas tras sentencia absolutoria firme.


Firme una sentencia absolutoria, sea en el fondo o en la instancia, se alzarán de oficio
por el Secretario judicial todas las medidas cautelares adoptadas y se procederá conforme a
lo dispuesto en el artículo 742 respecto de los daños y perjuicios que hubiere podido sufrir el
demandado.
Lo mismo se ordenará en los casos de renuncia a la acción o desistimiento de la
instancia.

CAPÍTULO V
De la caución sustitutoria de las medidas cautelares

Artículo 746. Caución sustitutoria.


1. Aquél frente a quien se hubieren solicitado o acordado medidas cautelares podrá pedir
al tribunal que acepte, en sustitución de las medidas, la prestación por su parte de una
caución suficiente, a juicio del tribunal, para asegurar el efectivo cumplimiento de la
sentencia estimatoria que se dictare.
2. Para decidir sobre la petición de aceptación de caución sustitutoria, el tribunal
examinará el fundamento de la solicitud de medidas cautelares, la naturaleza y contenido de
la pretensión de condena y la apariencia jurídica favorable que pueda presentar la posición
del demandado, También tendrá en cuenta el tribunal si la medida cautelar habría de
restringir o dificultar la actividad patrimonial o económica del demandado de modo grave y
desproporcionado respecto del aseguramiento que aquella medida representaría para el
solicitante.

Artículo 747. Solicitud de caución sustitutoria.


1. La solicitud de la prestación de caución sustitutoria de la medida cautelar se podrá
formular conforme a lo previsto en el artículo 734 o, si la medida cautelar ya se hubiese
adoptado, en el trámite de oposición o mediante escrito motivado, al que podrá acompañar
los documentos que estime convenientes sobre su solvencia, las consecuencias de la
adopción de la medida y la más precisa valoración del peligro de la mora procesal.
Previo traslado del escrito al solicitante de la medida cautelar, por cinco días, el
Secretario judicial convocará a las partes a una vista sobre la solicitud de caución
sustitutoria, conforme a lo dispuesto en el artículo 734. Celebrada la vista, resolverá el
Tribunal mediante auto lo que estime procedente, en el plazo de otros cinco días.
2. Contra el auto que resuelva aceptar o rechazar caución sustitutoria no cabrá recurso
alguno.
3. La caución sustitutoria de medida cautelar podrá otorgarse en cualquiera de las
formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del artículo 529.

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§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

LIBRO IV
De los procesos especiales

TÍTULO I
De los procesos sobre capacidad, filiación, matrimonio y menores

CAPÍTULO I
De las disposiciones generales

Artículo 748. Ámbito de aplicación del presente título.


Las disposiciones del presente título serán aplicables a los siguientes procesos:
1.º Los que versen sobre la capacidad de las personas y los de declaración de
prodigalidad.
2.º Los de filiación, paternidad y maternidad.
3.º Los de nulidad del matrimonio, separación y divorcio y los de modificación de
medidas adoptadas en ellos.
4.º Los que versen exclusivamente sobre guarda y custodia de hijos menores o sobre
alimentos reclamados por un progenitor contra el otro en nombre de los hijos menores.
5.º Los de reconocimiento de eficacia civil de resoluciones o decisiones eclesiásticas en
materia matrimonial.
6.º Los que tengan por objeto la oposición a las resoluciones administrativas en materia
de protección de menores.
7.º Los que versen sobre la necesidad de asentimiento en la adopción.

Artículo 749. Intervención del Ministerio Fiscal.


1. En los procesos sobre incapacitación, en los de nulidad matrimonial y en los de
determinación e impugnación de la filiación será siempre parte el Ministerio Fiscal, aunque
no haya sido promotor de los mismos ni deba, conforme a la Ley, asumir la defensa de
alguna de las partes.
2. En los demás procesos a que se refiere este título será preceptiva la intervención del
Ministerio Fiscal, siempre que alguno de los interesados en el procedimiento sea menor,
incapacitado o esté en situación de ausencia legal.

Artículo 750. Representación y defensa de las partes.


1. Fuera de los casos en que, conforme a la Ley, deban ser defendidas por el Ministerio
Fiscal, las partes actuarán en los procesos a que se refiere este título con asistencia de
abogado y representadas por procurador.
2. En los procedimientos de separación o divorcio solicitado de común acuerdo por los
cónyuges, éstos podrán valerse de una sola defensa y representación.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando alguno de los pactos propuestos
por los cónyuges no fuera aprobado por el Tribunal, el Secretario judicial requerirá a las
partes a fin de que en el plazo de cinco días manifiesten si desean continuar con la defensa
y representación únicas o si, por el contrario, prefieren litigar cada una con su propia defensa
y representación. Asimismo, cuando, a pesar del acuerdo suscrito por las partes y
homologado por el Tribunal, una de las partes pida la ejecución judicial de dicho acuerdo, el
Secretario judicial requerirá a la otra para que nombre abogado y procurador que la defienda
y represente.

Artículo 751. Indisponibilidad del objeto del proceso.


1. En los procesos a que se refiere este título no surtirán efecto la renuncia, el
allanamiento ni la transacción.
2. El desistimiento requerirá la conformidad del Ministerio Fiscal, excepto en los casos
siguientes:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

1.º En los procesos de declaración de prodigalidad, así como en los que se refieran a
filiación, paternidad y maternidad, siempre que no existan menores, incapacitados o
ausentes interesados en el procedimiento.
2.º En los procesos de nulidad matrimonial por minoría de edad, cuando el cónyuge que
contrajo matrimonio siendo menor ejercite, después de llegar a la mayoría de edad, la acción
de nulidad.
3.º En los procesos de nulidad matrimonial por error, coacción o miedo grave.
4.º En los procesos de separación y divorcio.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, las pretensiones que se
formulen en los procesos a que se refiere este Título y que tengan por objeto materias sobre
las que las partes puedan disponer libremente, según la legislación civil aplicable, podrán ser
objeto de renuncia, allanamiento, transacción o desistimiento, conforme a lo previsto en el
capítulo IV del Título I del Libro I de esta Ley.

Artículo 752. Prueba.
1. Los procesos a que se refiere este Título se decidirán con arreglo a los hechos que
hayan sido objeto de debate y resulten probados, con independencia del momento en que
hubieren sido alegados o introducidos de otra manera en el procedimiento.
Sin perjuicio de las pruebas que se practiquen a instancia del Ministerio Fiscal y de las
demás partes, el tribunal podrá decretar de oficio cuantas estime pertinentes.
2. La conformidad de las partes sobre los hechos no vinculará al tribunal, ni podrá éste
decidir la cuestión litigiosa basándose exclusivamente en dicha conformidad o en el silencio
o respuestas evasivas sobre los hechos alegados por la parte contraria. Tampoco estará el
tribunal vinculado, en los procesos a que se refiere este título, a las disposiciones de esta
Ley en materia de fuerza probatoria del interrogatorio de las partes, de los documentos
públicos y de los documentos privados reconocidos.
3. Lo dispuesto en los apartados anteriores será aplicable asimismo a la segunda
instancia.
4. Respecto de las pretensiones que se formulen en los procesos a que se refieren este
título, y que tengan por objeto materias sobre las que las partes pueden disponer libremente
según la legislación civil aplicable, no serán de aplicación las especialidades contenidas en
los apartados anteriores.

Artículo 753. Tramitación.
1. Salvo que expresamente se disponga otra cosa, los procesos a que se refiere este
título se sustanciarán por los trámites del juicio verbal, pero el Secretario judicial dará
traslado de la demanda al Ministerio Fiscal, cuando proceda, y a las demás personas que,
conforme a la ley, deban ser parte en el procedimiento, hayan sido o no demandados,
emplazándoles para que la contesten en el plazo de veinte días, conforme a lo establecido
en el artículo 405 de la presente ley.
2. En la celebración de la vista de juicio verbal en estos procesos y de la comparecencia
a que se refiere el artículo 771 de la presente ley, una vez practicadas las pruebas el
Tribunal permitirá a las partes formular oralmente sus conclusiones, siendo de aplicación a
tal fin lo establecido en los apartados 2, 3 y 4 del artículo 433.
3. Los procesos a los que se refiere este título serán de tramitación preferente siempre
que alguno de los interesados en el procedimiento sea menor, incapacitado o esté en
situación de ausencia legal.

Artículo 754. Exclusión de la publicidad.


En los procesos a que se refiere este Título podrán decidir los tribunales, mediante
providencia, de oficio o a instancia de parte, que los actos y vistas se celebren a puerta
cerrada y que las actuaciones sean reservadas, siempre que las circunstancias lo aconsejen
y aunque no se esté en ninguno de los casos del apartado 2 del artículo 138 de la presente
Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 755. Acceso de las sentencias a Registros públicos.


Cuando proceda, el Secretario judicial acordará que las sentencias y demás resoluciones
dictadas en los procedimientos a que se refiere este Título se comuniquen de oficio a los
Registros Civiles para la práctica de los asientos que correspondan.
A petición de parte, se comunicarán también a cualquier otro Registro público a los
efectos que en cada caso procedan.

CAPÍTULO II
De los procesos sobre la capacidad de las personas

Artículo 756. Competencia.
Será competente para conocer de las demandas sobre capacidad y declaración de
prodigalidad el Juez de Primera Instancia del lugar en que resida la persona a la que se
refiera la declaración que se solicite.

Artículo 757. Legitimación en los procesos de incapacitación y de declaración de


prodigalidad.
1. La declaración de incapacidad puede promoverla el presunto incapaz, el cónyuge o
quien se encuentre en una situación de hecho asimilable, los descendientes, los
ascendientes, o los hermanos del presunto incapaz.
2. El Ministerio Fiscal deberá promover la incapacitación si las personas mencionadas en
el apartado anterior no existieran o no la hubieran solicitado.
3. Cualquier persona está facultada para poner en conocimiento del Ministerio Fiscal los
hechos que puedan ser determinantes de la incapacitación. Las autoridades y funcionarios
públicos que, por razón de sus cargos, conocieran la existencia de posible causa de
incapacitación en una persona, deberán ponerlo en conocimiento del Ministerio Fiscal.
4. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, la incapacitación de menores de
edad, en los casos en que proceda conforme a la Ley, sólo podrá ser promovida por quienes
ejerzan la patria potestad o la tutela.
5. La declaración de prodigalidad sólo podrá ser instada por el cónyuge, los
descendientes o ascendientes que perciban alimentos del presunto pródigo o se encuentren
en situación de reclamárselos y los representantes legales de cualquiera de ellos. Si no la
pidieren los representantes legales, lo hará el Ministerio Fiscal.

Artículo 758. Personación del demandado.


El presunto incapaz o la persona cuya declaración de prodigalidad se solicite pueden
comparecer en el proceso con su propia defensa y representación.
Si no lo hicieren, serán defendidos por el Ministerio Fiscal, siempre que no haya sido
éste el promotor del procedimiento. En otro caso, el Tribunal designará un defensor judicial,
a no ser que estuviere ya nombrado.

Artículo 759. Pruebas y audiencias preceptivas en los procesos de incapacitación.


1. En los procesos de incapacitación, además de las pruebas que se practiquen de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 752, el tribunal oirá a los parientes más próximos
del presunto incapaz, examinará a éste por sí mismo y acordará los dictámenes periciales
necesarios o pertinentes en relación con las pretensiones de la demanda y demás medidas
previstas por las leyes. Nunca se decidirá sobre la incapacitación sin previo dictamen pericial
médico, acordado por el tribunal.
2. Cuando se hubiera solicitado en la demanda de incapacitación el nombramiento de la
persona o personas que hayan de asistir o representar al incapaz y velar por él, sobre esta
cuestión se oirá a los parientes más próximos del presunto incapaz, a éste, si tuviera
suficiente juicio, y a las demás personas que el tribunal considere oportuno.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Si la sentencia que decida sobre la incapacitación fuere apelada, se ordenará también


de oficio en la segunda instancia la práctica de las pruebas preceptivas a que se refieren los
apartados anteriores de este artículo.

Artículo 760. Sentencia.
1. La sentencia que declare la incapacitación determinará la extensión y los límites de
ésta, así como el régimen de tutela o guarda a que haya de quedar sometido el incapacitado,
y se pronunciará, en su caso, sobre la necesidad de internamiento, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 763.
2. En el caso a que se refiere el apartado 2 del artículo anterior, si el tribunal accede a la
solicitud, la sentencia que declare la incapacitación o la prodigalidad nombrará a la persona
o personas que, con arreglo a la Ley, hayan de asistir o representar al incapaz y velar por él.
3. La sentencia que declare la prodigalidad determinará los actos que el pródigo no
puede realizar sin el consentimiento de la persona que deba asistirle.

Artículo 761. Reintegración de la capacidad y modificación del alcance de la incapacitación.


1. La sentencia de incapacitación no impedirá que, sobrevenidas nuevas circunstancias,
pueda instarse un nuevo proceso que tenga por objeto dejar sin efecto o modificar el alcance
de la incapacitación ya establecida.
2. Corresponde formular la petición para iniciar el proceso a que se refiere el apartado
anterior, a las personas mencionadas en el apartado 1 del artículo 757, a las que ejercieren
cargo tutelar o tuvieran bajo su guarda al incapacitado, al Ministerio Fiscal y al propio
incapacitado.
Si se hubiera privado al incapacitado de la capacidad para comparecer en juicio, deberá
obtener expresa autorización judicial para actuar en el proceso por sí mismo.
3. En los procesos a que se refiere este artículo se practicarán de oficio las pruebas
preceptivas a que se refiere el artículo 759, tanto en la primera instancia como, en su caso,
en la segunda.
La sentencia que se dicte deberá pronunciarse sobre si procede o no dejar sin efecto la
incapacitación, o sobre si deben o no modificarse la extensión y los límites de ésta.

Artículo 762. Medidas cautelares.


1. Cuando el tribunal competente tenga conocimiento de la existencia de posible causa
de incapacitación en una persona, adoptará de oficio las medidas que estime necesarias
para la adecuada protección del presunto incapaz o de su patrimonio y pondrá el hecho en
conocimiento del Ministerio Fiscal para que promueva, si lo estima procedente, la
incapacitación.
2. El Ministerio Fiscal podrá también, en cuanto tenga conocimiento de la existencia de
posible causa de incapacitación de una persona, solicitar del tribunal la inmediata adopción
de las medidas a que se refiere el apartado anterior.
Las mismas medidas podrán adoptarse, de oficio o a instancia de parte, en cualquier
estado del procedimiento de incapacitación.
3. Como regla, las medidas a que se refieren los apartados anteriores se acordarán
previa audiencia de las personas afectadas. Para ello será de aplicación lo dispuesto en los
artículos 734, 735 y 736 de esta Ley.

Artículo 763. Internamiento no voluntario por razón de trastorno psíquico.


1. El internamiento, por razón de trastorno psíquico, de una persona que no esté
en condiciones de decidirlo por sí, aunque esté sometida a la patria potestad o a
tutela, requerirá autorización judicial, que será recabada del tribunal del lugar donde
resida la persona afectada por el internamiento.
La autorización será previa a dicho internamiento, salvo que razones de urgencia
hicieren necesaria la inmediata adopción de la medida. En este caso, el responsable del
centro en que se hubiere producido el internamiento deberá dar cuenta de éste al tribunal
competente lo antes posible y, en todo caso, dentro del plazo de veinticuatro horas, a los
efectos de que se proceda a la preceptiva ratificación de dicha medida, que deberá

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

efectuarse en el plazo máximo de setenta y dos horas desde que el internamiento llegue a
conocimiento del tribunal.

Téngase en cuenta que los incisos destacados se declaran inconstitucionales por Sentencia
del TC 132/2010, de 2 de diciembre. Ref. BOE-A-2011-274.

En los casos de internamientos urgentes, la competencia para la ratificación de la


medida corresponderá al tribunal del lugar en que radique el centro donde se haya producido
el internamiento. Dicho tribunal deberá actuar, en su caso, conforme a lo dispuesto en el
apartado 3 del artículo 757 de la presente Ley.
2. El internamiento de menores se realizará siempre en un establecimiento de salud
mental adecuado a su edad, previo informe de los servicios de asistencia al menor.
3. Antes de conceder la autorización o de ratificar el internamiento que ya se ha
efectuado, el tribunal oirá a la persona afectada por la decisión, al Ministerio Fiscal y a
cualquier otra persona cuya comparecencia estime conveniente o le sea solicitada por el
afectado por la medida. Además, y sin perjuicio de que pueda practicar cualquier otra prueba
que estime relevante para el caso, el tribunal deberá examinar por sí mismo a la persona de
cuyo internamiento se trate y oír el dictamen de un facultativo por él designado. En todas las
actuaciones, la persona afectada por la medida de internamiento podrá disponer de
representación y defensa en los términos señalados en el artículo 758 de la presente Ley.
En todo caso, la decisión que el tribunal adopte en relación con el internamiento será
susceptible de recurso de apelación.
4. En la misma resolución que acuerde el internamiento se expresará la obligación de los
facultativos que atiendan a la persona internada de informar periódicamente al tribunal sobre
la necesidad de mantener la medida, sin perjuicio de los demás informes que el tribunal
pueda requerir cuando lo crea pertinente.
Los informes periódicos serán emitidos cada seis meses, a no ser que el tribunal,
atendida la naturaleza del trastorno que motivó el internamiento, señale un plazo inferior.
Recibidos los referidos informes, el tribunal, previa la práctica, en su caso, de las
actuaciones que estime imprescindibles, acordará lo procedente sobre la continuación o no
del internamiento.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos anteriores, cuando los facultativos que
atiendan a la persona internada consideren que no es necesario mantener el internamiento,
darán el alta al enfermo, y lo comunicarán inmediatamente al tribunal competente.

CAPÍTULO III
De los procesos sobre filiación, paternidad y maternidad

Artículo 764. Determinación legal de la filiación por sentencia firme.


1. Podrá pedirse de los tribunales la determinación legal de la filiación, así como
impugnarse ante ellos la filiación legalmente determinada, en los casos previstos en la
legislación civil.
2. Los tribunales rechazarán la admisión a trámite de cualquier demanda que pretenda la
impugnación de la filiación declarada por sentencia firme, o la determinación de una filiación
contradictoria con otra que hubiere sido establecida también por sentencia firme.
Si la existencia de dicha sentencia firme se acreditare una vez iniciado el proceso, el
tribunal procederá de plano al archivo de éste.

Artículo 765. Ejercicio de las acciones que correspondan al hijo menor o incapacitado y


sucesión procesal.
1. Las acciones de determinación o de impugnación de la filiación que, conforme a lo
dispuesto en la legislación civil, correspondan al hijo menor de edad o incapacitado podrán
ser ejercitadas por su representante legal o por el Ministerio Fiscal, indistintamente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. En todos los procesos a que se refiere este capítulo, a la muerte del actor, sus
herederos podrán continuar las acciones ya entabladas.

Artículo 766. Legitimación pasiva.


En los procesos a que se refiere este capítulo serán parte demandada, si no hubieran
interpuesto ellos la demanda, las personas a las que en ésta se atribuya la condición de
progenitores y de hijo, cuando se pida la determinación de la filiación y quienes aparezcan
como progenitores y como hijo en virtud de la filiación legalmente determinada, cuando se
impugne ésta. Si cualquiera de ellos hubiere fallecido, serán parte demandada sus
herederos.

Artículo 767. Especialidades en materia de procedimiento y prueba.


1. En ningún caso se admitirá la demanda sobre determinación o impugnación de la
filiación si con ella no se presenta un principio de prueba de los hechos en que se funde.
2. En los juicios sobre filiación será admisible la investigación de la paternidad y de la
maternidad mediante toda clase de pruebas, incluidas las biológicas.
3. Aunque no haya prueba directa, podrá declararse la filiación que resulte del
reconocimiento expreso o tácito, de la posesión de estado, de la convivencia con la madre
en la época de la concepción, o de otros hechos de los que se infiera la filiación, de modo
análogo.
4. La negativa injustificada a someterse a la prueba biológica de paternidad o maternidad
permitirá al tribunal declarar la filiación reclamada, siempre que existan otros indicios de la
paternidad o maternidad y la prueba de ésta no se haya obtenido por otros medios.

Artículo 768. Medidas cautelares.


1. Mientras dure el procedimiento por el que se impugne la filiación, el tribunal adoptará
las medidas de protección oportunas sobre la persona y bienes del sometido a la potestad
del que aparece como progenitor.
2. Reclamada judicialmente la filiación, el tribunal podrá acordar alimentos provisionales
a cargo del demandado y, en su caso, adoptar las medidas de protección a que se refiere el
apartado anterior.
3. Como regla, las medidas a que se refieren los apartados anteriores se acordarán
previa audiencia de las personas que pudieran resultar afectadas. Para ello será de
aplicación lo dispuesto en los artículos 734, 735 y 736 de esta Ley.
No obstante, cuando concurran razones de urgencia, se podrán acordar las medidas sin
más trámites, y el Secretario judicial mandará citar a los interesados a una comparecencia,
que se celebrará dentro de los diez días siguientes y en la que, tras oír las alegaciones de
los comparecientes sobre la procedencia de las medidas adoptadas, resolverá el Tribunal lo
que proceda por medio de auto.
Para la adopción de las medidas cautelares en estos procesos, podrá no exigirse
caución a quien las solicite.

CAPÍTULO IV
De los procesos matrimoniales y de menores

Artículo 769. Competencia.
1. Salvo que expresamente se disponga otra cosa, será tribunal competente para
conocer de los procedimientos a que se refiere este capítulo el Juzgado de Primera Instancia
del lugar del domicilio conyugal. En el caso de residir los cónyuges en distintos partidos
judiciales, será tribunal competente, a elección del demandante o de los cónyuges que
soliciten la separación o el divorcio de mutuo acuerdo, el del último domicilio del matrimonio
o el de residencia del demandado.
Los que no tuvieren domicilio ni residencia fijos podrán ser demandados en el lugar en
que se hallen o en el de su última residencia, a elección del demandante y, si tampoco

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

pudiere determinarse así la competencia, corresponderá ésta al tribunal del domicilio del
actor.
2. En el procedimiento de separación o divorcio de mutuo acuerdo a que se refiere el
artículo 777, será competente el Juez del último domicilio común o el del domicilio de
cualquiera de los solicitantes.
3. En los procesos que versen exclusivamente sobre guarda y custodia de hijos menores
o sobre alimentos reclamados por un progenitor contra el otro en nombre de los hijos
menores, será competente el Juzgado de Primera Instancia del lugar del último domicilio
común de los progenitores. En el caso de residir los progenitores en distintos partidos
judiciales, será tribunal competente, a elección del demandante, el del domicilio del
demandado o el de la residencia del menor.
4. El tribunal examinará de oficio su competencia.
Son nulos los acuerdos de las partes que se opongan a lo dispuesto en este artículo.

Artículo 770. Procedimiento.
Las demandas de separación y divorcio, salvo las previstas en el artículo 777, las de
nulidad del matrimonio y las demás que se formulen al amparo del título IV del libro I del
Código Civil, se sustanciarán por los trámites del juicio verbal, conforme a lo establecido en
el capítulo I de este título, y con sujeción, además, a las siguientes reglas:
1.ª A la demanda deberá acompañarse la certificación de la inscripción del matrimonio y,
en su caso, las de inscripción de nacimiento de los hijos en el Registro Civil, así como los
documentos en que el cónyuge funde su derecho. Si se solicitaran medidas de carácter
patrimonial, el actor deberá aportar los documentos de que disponga que permitan evaluar la
situación económica de los cónyuges y, en su caso, de los hijos, tales como declaraciones
tributarias, nóminas, certificaciones bancarias, títulos de propiedad o certificaciones
registrales.
2.ª La reconvención se propondrá con la contestación a la demanda. El actor dispondrá
de 10 días para contestarla.
Sólo se admitirá la reconvención:
a) Cuando se funde en alguna de las causas que puedan dar lugar a la nulidad del
matrimonio.
b) Cuando el cónyuge demandado de separación o de nulidad pretenda el divorcio.
c) Cuando el cónyuge demandado de nulidad pretenda la separación.
d) Cuando el cónyuge demandado pretenda la adopción de medidas definitivas, que no
hubieran sido solicitadas en la demanda, y sobre las que el tribunal no deba pronunciarse de
oficio.
3.ª A la vista deberán concurrir las partes por sí mismas, con apercibimiento de que su
incomparecencia sin causa justificada podrá determinar que se consideren admitidos los
hechos alegados por la parte que comparezca para fundamentar sus peticiones sobre
medidas definitivas de carácter patrimonial. También será obligatoria la presencia de los
abogados respectivos.
4.ª Las pruebas que no puedan practicarse en el acto de la vista se practicarán dentro
del plazo que el Tribunal señale, que no podrá exceder de treinta días.
Durante este plazo, el Tribunal podrá acordar de oficio las pruebas que estime
necesarias para comprobar la concurrencia de las circunstancias en cada caso exigidas por
el Código Civil para decretar la nulidad, separación o divorcio, así como las que se refieran a
hechos de los que dependan los pronunciamientos sobre medidas que afecten a los hijos
menores o incapacitados, de acuerdo con la legislación civil aplicable. Si el procedimiento
fuere contencioso y se estime necesario de oficio o a petición del fiscal, partes o miembros
del equipo técnico judicial o del propio menor, se oirá a los hijos menores o incapacitados si
tuviesen suficiente juicio y, en todo caso, a los mayores de doce años.
En las exploraciones de menores en los procedimientos civiles se garantizará por el Juez
que el menor pueda ser oído en condiciones idóneas para la salvaguarda de sus intereses,
sin interferencias de otras personas y, recabando excepcionalmente el auxilio de
especialistas cuando ello sea necesario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

5.ª En cualquier momento del proceso, concurriendo los requisitos señalados en el


artículo 777, las partes podrán solicitar que continúe el procedimiento por los trámites que se
establecen en dicho artículo.
6.ª En los procesos que versen exclusivamente sobre guarda y custodia de hijos
menores o sobre alimentos reclamados en nombre de los hijos menores, para la adopción de
las medidas cautelares que sean adecuadas a dichos procesos se seguirán los trámites
establecidos en esta Ley para la adopción de medidas previas, simultáneas o definitivas en
los procesos de nulidad, separación o divorcio.
7.ª Las partes de común acuerdo podrán solicitar la suspensión del proceso de
conformidad con lo previsto en el artículo 19.4 de esta Ley, para someterse a mediación.

Artículo 771. Medidas provisionales previas a la demanda de nulidad, separación o


divorcio. Solicitud, comparecencia y resolución.
1. El cónyuge que se proponga demandar la nulidad, separación o divorcio de su
matrimonio puede solicitar los efectos y medidas a que se refieren los artículos 102 y 103 del
Código Civil ante el tribunal de su domicilio.
Para formular esta solicitud no será precisa la intervención de procurador y abogado,
pero sí será necesaria dicha intervención para todo escrito y actuación posterior.
2. A la vista de la solicitud, el Secretario judicial citará a los cónyuges y, si hubiere hijos
menores o incapacitados, al Ministerio Fiscal, a una comparecencia en la que se intentará un
acuerdo de las partes, que señalará el Secretario judicial y que se celebrará en los diez días
siguientes. A dicha comparecencia deberá acudir el cónyuge demandado asistido por su
abogado y representado por su procurador.
De esta resolución dará cuenta en el mismo día al Tribunal para que pueda acordar de
inmediato, si la urgencia del caso lo aconsejare, los efectos a que se refiere el artículo 102
del Código Civil y lo que considere procedente en relación con la custodia de los hijos y uso
de la vivienda y ajuar familiares. Contra esta resolución no se dará recurso alguno.
3. En el acto de la comparecencia a que se refiere el apartado anterior, si no hubiere
acuerdo de los cónyuges sobre las medidas a adoptar o si dicho acuerdo, oído, en su caso,
el Ministerio Fiscal, no fuera aprobado en todo o en parte por el Tribunal, se oirán las
alegaciones de los concurrentes y se practicará la prueba que éstos propongan y que no sea
inútil o impertinente, así como la que el Tribunal acuerde de oficio. Si alguna prueba no
pudiera practicarse en la comparecencia, el Secretario judicial señalará fecha para su
práctica, en unidad de acto, dentro de los diez días siguientes.
La falta de asistencia, sin causa justificada, de alguno de los cónyuges a la
comparecencia podrá determinar que se consideren admitidos los hechos alegados por el
cónyuge presente para fundamentar sus peticiones sobre medidas provisionales de carácter
patrimonial.
4. Finalizada la comparecencia o, en su caso, terminado el acto que se hubiere señalado
para la práctica de la prueba que no hubiera podido producirse en aquélla, el tribunal
resolverá, en el plazo de tres días, mediante auto, contra el que no se dará recurso alguno.
5. Los efectos y medidas acordados de conformidad con lo dispuesto en este artículo
sólo subsistirán si, dentro de los treinta días siguientes a su adopción se presenta la
demanda de nulidad, separación o divorcio.

Artículo 772. Confirmación o modificación de las medidas provisionales previas a la


demanda, al admitirse ésta.
1. Cuando se hubieren adoptado medidas con anterioridad a la demanda, admitida ésta,
el Secretario judicial unirá las actuaciones sobre adopción de dichas medidas a los autos del
proceso de nulidad, separación o divorcio, solicitándose, a tal efecto, el correspondiente
testimonio, si las actuaciones sobre las medidas se hubieran producido en Tribunal distinto
del que conozca de la demanda.
2. Sólo cuando el Tribunal considere que procede completar o modificar las medidas
previamente acordadas ordenará que se convoque a las partes a una comparecencia, que
señalará el Secretario judicial y se sustanciará con arreglo a lo dispuesto en el artículo
anterior.
Contra el auto que se dicte no se dará recurso alguno.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 773. Medidas provisionales derivadas de la admisión de la demanda de nulidad,


separación o divorcio.
1. El cónyuge que solicite la nulidad de su matrimonio, la separación o el divorcio podrá
pedir en la demanda lo que considere oportuno sobre las medidas provisionales a adoptar,
siempre que no se hubieren adoptado con anterioridad. También podrán ambos cónyuges
someter a la aprobación del tribunal el acuerdo a que hubieren llegado sobre tales
cuestiones. Dicho acuerdo no será vinculante para las pretensiones respectivas de las partes
ni para la decisión que pueda adoptar el tribunal en lo que respecta a las medidas definitivas.
2. Admitida la demanda, el tribunal resolverá sobre las peticiones a que se refiere el
apartado anterior y, en su defecto, acordará lo que proceda, dando cumplimiento, en todo
caso, a lo dispuesto en el artículo 103 del Código Civil.
3. Antes de dictar el Tribunal la resolución a que se refiere el apartado anterior, el
Secretario judicial convocará a los cónyuges y, en su caso, al Ministerio Fiscal, a una
comparecencia, que se sustanciará conforme a lo previsto en el artículo 771.
Contra el auto que se dicte no se dará recurso alguno.
4. También podrá solicitar medidas provisionales el cónyuge demandado, cuando no se
hubieran adoptado con anterioridad o no hubieran sido solicitadas por el actor, con arreglo a
lo dispuesto en los apartados precedentes. La solicitud deberá hacerse en la contestación a
la demanda y se sustanciará en la vista principal, cuando ésta se señale dentro de los diez
días siguientes a la contestación, resolviendo el tribunal por medio de auto no recurrible
cuando la sentencia no pudiera dictarse inmediatamente después de la vista.
Si la vista no pudiera señalarse en el plazo indicado, el Secretario judicial convocará la
comparecencia a que se refiere el apartado 3 de este artículo.
5. Las medidas provisionales quedarán sin efecto cuando sean sustituidas por las que
establezca definitivamente la sentencia o cuando se ponga fin al procedimiento de otro
modo.

Artículo 774. Medidas definitivas.


1. En la vista del juicio, si no lo hubieren hecho antes, conforme a lo dispuesto en los
artículos anteriores, los cónyuges podrán someter al tribunal los acuerdos a que hubieren
llegado para regular las consecuencias de la nulidad, separación o divorcio y proponer la
prueba que consideren conveniente para justificar su procedencia.
2. A falta de acuerdo, se practicará la prueba útil y pertinente que los cónyuges o el
Ministerio Fiscal propongan y la que el tribunal acuerde de oficio sobre los hechos que sean
relevantes para la decisión sobre las medidas a adoptar.
3. El tribunal resolverá en la sentencia sobre las medidas solicitadas de común acuerdo
por los cónyuges, tanto si ya hubieran sido adoptadas, en concepto de provisionales, como
si se hubieran propuesto con posterioridad.
4. En defecto de acuerdo de los cónyuges o en caso de no aprobación del mismo, el
tribunal determinará, en la propia sentencia, las medidas que hayan de sustituir a las ya
adoptadas con anterioridad en relación con los hijos, la vivienda familiar, las cargas del
matrimonio, disolución del régimen económico y las cautelas o garantías respectivas,
estableciendo las que procedan si para alguno de estos conceptos no se hubiera adoptado
ninguna.
5. Los recursos que, conforme a la ley, se interpongan contra la sentencia no
suspenderán la eficacia de las medidas que se hubieren acordado en ésta. Si la
impugnación afectara únicamente a los pronunciamientos sobre medidas, se declarará por el
Secretario judicial la firmeza del pronunciamiento sobre la nulidad, separación o divorcio.

Artículo 775. Modificación de las medidas definitivas.


1. El Ministerio Fiscal, habiendo hijos menores o incapacitados y, en todo caso, los
cónyuges podrán solicitar del tribunal la modificación de las medidas convenidas por los
cónyuges o de las adoptadas en defecto de acuerdo, siempre que hayan variado
sustancialmente las circunstancias tenidas en cuenta al aprobarlas o acordarlas.
2. Estas peticiones se tramitarán conforme a lo dispuesto en el artículo 770. No obstante,
si la petición se hiciera por ambos cónyuges de común acuerdo o por uno con el

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

consentimiento del otro y acompañando propuesta de convenio regulador, regirá el


procedimiento establecido en el artículo 777.
3. Las partes podrán solicitar, en la demanda o en la contestación, la modificación
provisional de las medidas definitivas concedidas en un pleito anterior. Esta petición se
sustanciará con arreglo a lo previsto en el artículo 773.

Artículo 776. Ejecución forzosa de los pronunciamientos sobre medidas.


Los pronunciamientos sobre medidas se ejecutarán con arreglo a lo dispuesto en el Libro
III de esta ley, con las especialidades siguientes:
1.ª Al cónyuge o progenitor que incumpla de manera reiterada las obligaciones de pago
de cantidad que le correspondan podrán imponérsele por el Secretario judicial multas
coercitivas, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 711 y sin perjuicio de hacer efectivas
sobre su patrimonio las cantidades debidas y no satisfechas.
2.ª En caso de incumplimiento de obligaciones no pecuniarias de carácter personalísimo,
no procederá la sustitución automática por el equivalente pecuniario prevista en el apartado
tercero del artículo 709 y podrán, si así lo juzga conveniente el Tribunal, mantenerse las
multas coercitivas mensuales todo el tiempo que sea necesario más allá del plazo de un año
establecido en dicho precepto.
3.ª El incumplimiento reiterado de las obligaciones derivadas del régimen de visitas, tanto
por parte del progenitor guardador como del no guardador, podrá dar lugar a la modificación
por el Tribunal del régimen de guarda y visitas.
4.ª Cuando deban ser objeto de ejecución forzosa gastos extraordinarios, no
expresamente previstos en las medidas definitivas o provisionales, deberá solicitarse
previamente al despacho de ejecución la declaración de que la cantidad reclamada tiene la
consideración de gasto extraordinario. Del escrito solicitando la declaración de gasto
extraordinario se dará vista a la contraria y, en caso de oposición dentro de los cinco días
siguientes, el Tribunal convocará a las partes a una vista que se sustanciará con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 440 y siguientes y que resolverá mediante auto.

Artículo 777. Separación o divorcio solicitados de mutuo acuerdo o por uno de los


cónyuges con el consentimiento del otro.
1. Las peticiones de separación o divorcio presentadas de común acuerdo por ambos
cónyuges o por uno con el consentimiento del otro se tramitarán por el procedimiento
establecido en el presente artículo.
2. Al escrito por el que se promueva el procedimiento deberá acompañarse la
certificación de la inscripción del matrimonio y, en su caso, las de inscripción de nacimiento
de los hijos en el Registro Civil, así como la propuesta de convenio regulador conforme a lo
establecido en la legislación civil y el documento o documentos en que el cónyuge o
cónyuges funden su derecho, incluyendo, en su caso, el acuerdo final alcanzado en el
procedimiento de mediación familiar. Si algún hecho relevante no pudiera ser probado
mediante documentos, en el mismo escrito se propondrá la prueba de que los cónyuges
quieran valerse para acreditarlo.
3. Admitida la solicitud de separación o divorcio, el Secretario judicial citará a los
cónyuges, dentro de los tres días siguientes, para que se ratifiquen por separado en su
petición. Si ésta no fuera ratificada por alguno de los cónyuges, el Secretario judicial
acordará de inmediato el archivo de las actuaciones, quedando a salvo el derecho de los
cónyuges a promover la separación o el divorcio conforme a lo dispuesto en el artículo 770.
Contra esta resolución del Secretario judicial podrá interponerse recurso directo de revisión
ante el Tribunal.
4. Ratificada por ambos cónyuges la solicitud, si la documentación aportada fuera
insuficiente, el tribunal concederá mediante providencia a los solicitantes un plazo de diez
días para que la completen. Durante este plazo se practicará, en su caso, la prueba que los
cónyuges hubieren propuesto y la demás que el tribunal considere necesaria para acreditar
la concurrencia de las circunstancias en cada caso exigidas por el Código Civil y para
apreciar la procedencia de aprobar la propuesta de convenio regulador.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

5. Si hubiera hijos menores o incapacitados, el Tribunal recabará informe del Ministerio


Fiscal sobre los términos del convenio relativos a los hijos y oirá a los menores si tuvieran
suficiente juicio cuando se estime necesario de oficio o a petición del Fiscal, partes o
miembros del Equipo Técnico Judicial o del propio menor. Estas actuaciones se practicarán
durante el plazo a que se refiere el apartado anterior o, si éste no se hubiera abierto, en el
plazo de cinco días.
6. Cumplido lo dispuesto en los dos apartados anteriores o, si no fuera necesario,
inmediatamente después de la ratificación de los cónyuges, el tribunal dictará sentencia
concediendo o denegando la separación o el divorcio y pronunciándose, en su caso, sobre el
convenio regulador.
7. Concedida la separación o el divorcio, si la sentencia no aprobase en todo o en parte
el convenio regulador propuesto, se concederá a las partes un plazo de diez días para
proponer nuevo convenio, limitado, en su caso, a los puntos que no hayan sido aprobados
por el tribunal. Presentada la propuesta o transcurrido el plazo concedido sin hacerlo, el
tribunal dictará auto dentro del tercer día, resolviendo lo procedente.
8. La sentencia que deniegue la separación o el divorcio y el auto que acuerde alguna
medida que se aparte de los términos del convenio propuesto por los cónyuges podrán ser
recurridos en apelación. El recurso contra el auto que decida sobre las medidas no
suspenderá la eficacia de éstas, ni afectará a la firmeza de la sentencia relativa a la
separación o al divorcio.
La sentencia o el auto que aprueben en su totalidad la propuesta de convenio sólo
podrán ser recurridos, en interés de los hijos menores o incapacitados, por el Ministerio
Fiscal.
9. La modificación del convenio regulador o de las medidas acordadas por el tribunal en
los procedimientos a que se refiere este artículo se sustanciará conforme a lo dispuesto en el
mismo cuando se solicite por ambos cónyuges de común acuerdo o por uno con el
consentimiento del otro y con propuesta de nuevo convenio regulador. En otro caso, se
estará a lo dispuesto en el artículo 775.

Artículo 778. Eficacia civil de resoluciones de los tribunales eclesiásticos o de decisiones


pontificias sobre matrimonio rato y no consumado.
1. En las demandas en solicitud de la eficacia civil de las resoluciones dictadas por los
tribunales eclesiásticos sobre nulidad del matrimonio canónico o las decisiones pontificias
sobre matrimonio rato y no consumado, si no se pidiera la adopción o modificación de
medidas, el tribunal dará audiencia por plazo de diez días al otro cónyuge y al Ministerio
Fiscal y resolverá por medio de auto lo que resulte procedente sobre la eficacia en el orden
civil de la resolución o decisión eclesiástica.
2. Cuando en la demanda se hubiere solicitado la adopción o modificación de medidas,
se sustanciará la petición de eficacia civil de la resolución o decisión canónica
conjuntamente con la relativa a las medidas, siguiendo el procedimiento que corresponda
con arreglo a lo dispuesto en el artículo 770.

CAPÍTULO V
De la oposición a las resoluciones administrativas en materia de protección de
menores, del procedimiento para determinar la necesidad de asentimiento en la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

adopción y de la oposición a determinadas resoluciones y actos de la


Dirección General de los Registros y del Notariado en materia de Registro Civil.

Téngase en cuenta que esta rúbrica entra en vigor el 22 de julio de 2014, según establece
la disposición final 10 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-A-2011-12628.

Redacción vigente:
"De la oposición a las resoluciones administrativas en materia de protección de menores y
del procedimiento para determinar la necesidad de asentimiento en la adopción".

Artículo 779. Carácter preferente del procedimiento. Competencia.


Los procedimientos en los que se sustancie la oposición a las resoluciones
administrativas en materia de protección de menores tendrán carácter preferente.
Será competente para conocer de los mismos el Juzgado de Primera Instancia del
domicilio de la entidad protectora y, en su defecto, o en los supuestos de los artículos 179 y
180 del Código Civil, la competencia corresponderá al tribunal del domicilio del adoptante.

Artículo 780. Oposición a las resoluciones administrativas en materia de protección de


menores.
1. No será necesaria la reclamación previa en vía administrativa para formular oposición,
ante los tribunales civiles, a las resoluciones administrativas en materia de protección de
menores.
La oposición a la resolución administrativa por la que se declare el desamparo de un
menor podrá formularse en el plazo de tres meses desde su notificación, y en el plazo de
dos meses la oposición a las restantes resoluciones administrativas que se dicten en materia
de protección de menores.
2. Quien pretenda oponerse a una resolución administrativa en materia de protección de
menores presentará un escrito inicial en el que sucintamente expresará su pretensión y la
resolución a que se opone.
3. El Secretario judicial reclamará a la entidad administrativa un testimonio completo del
expediente, que deberá ser aportado en el plazo de veinte días.
4. Recibido el testimonio del expediente administrativo, el Secretario judicial emplazará al
actor por veinte días para que presente la demanda, que se tramitará con arreglo a lo
previsto en el artículo 753.

Artículo 781. Procedimiento para determinar la necesidad de asentimiento en la adopción.


1. Los padres que pretendan que se reconozca la necesidad de su asentimiento para la
adopción podrán comparecer ante el Tribunal que esté conociendo del correspondiente
expediente y manifestarlo así. El Secretario judicial, con suspensión del expediente, señalará
el plazo que estime necesario para la presentación de la demanda, que no podrá ser
superior a veinte días. Presentada la demanda, se tramitará con arreglo a lo previsto en el
artículo 753.
2. Si no se presentara la demanda en el plazo fijado por el Secretario judicial se dictará
decreto dando por finalizado el trámite, decreto que será recurrible directamente en revisión
ante el Tribunal. Firme dicha resolución, no se admitirá ninguna reclamación posterior de los
mismos sujetos sobre necesidad de asentimiento para la adopción de que se trate.

Artículo 781 bis. Oposición a las resoluciones y actos de la Dirección General de los


Registros y del Notariado en materia de Registro Civil.
1. La oposición a las resoluciones de la Dirección General de los Registros y del
Notariado en materia de Registro Civil, a excepción de las dictadas en materia de
nacionalidad por residencia, podrá formularse en el plazo de dos meses desde su
notificación, sin que sea necesaria la formulación de reclamación administrativa previa.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Quien pretenda oponerse a las resoluciones presentará un escrito inicial en el que


sucintamente expresará su pretensión y la resolución a que se opone.
3. El secretario judicial reclamará a la Dirección General de los Registros y del Notariado
un testimonio completo del expediente, que deberá ser aportado en el plazo de veinte días.
4. Recibido el testimonio del expediente administrativo, el secretario judicial emplazará al
actor por veinte días para que presente la demanda, que se tramitará con arreglo a lo
previsto en el artículo 753.

Téngase en cuenta que este artículo entra en vigor el 22 de julio de 2014, según establece
la disposición final 10 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-A-2011-12628.

TÍTULO II
De la división judicial de patrimonios

CAPÍTULO I
De la división de la herencia

Sección 1.ª Del procedimiento para la división de la herencia

Artículo 782. Solicitud de división judicial de la herencia.


1. Cualquier coheredero o legatario de parte alícuota podrá reclamar judicialmente la
división de la herencia, siempre que ésta no deba efectuarla un comisario o contador-partidor
designado por el testador, por acuerdo entre los coherederos o por resolución judicial.
2. A la solicitud deberá acompañarse el certificado de defunción de la persona de cuya
sucesión se trate y el documento que acredite la condición de heredero o legatario del
solicitante.
3. Los acreedores no podrán instar la división, sin perjuicio de las acciones que les
correspondan contra la herencia, la comunidad hereditaria o los coherederos, que se
ejercitarán en el juicio declarativo que corresponda, sin suspender ni entorpecer las
actuaciones de división de la herencia.
4. No obstante, los acreedores reconocidos como tales en el testamento o por los
coherederos y los que tengan su derecho documentado en un título ejecutivo podrán
oponerse a que se lleve a efecto la partición de la herencia hasta que se les pague o afiance
el importe de sus créditos. Esta petición podrá deducirse en cualquier momento, antes de
que se produzca la entrega de los bienes adjudicados a cada heredero.
5. Los acreedores de uno o más de los coherederos podrán intervenir a su costa en la
partición para evitar que ésta se haga en fraude o perjuicio de sus derechos.

Artículo 783. Convocatoria de Junta para designar contador y peritos.


1. Solicitada la división judicial de la herencia se acordará, cuando así se hubiere pedido
y resultare procedente, la intervención del caudal hereditario y la formación de inventario.
2. Practicadas las actuaciones anteriores o, si no fuera necesario, a la vista de la
solicitud de división judicial de la herencia, el Secretario judicial convocará a Junta a los
herederos, a los legatarios de parte alícuota y al cónyuge sobreviviente, señalando día
dentro de los diez siguientes.
3. La citación de los interesados que estuvieren ya personados en las actuaciones se
hará por medio del procurador. A los que no estuvieren personados se les citará
personalmente, si su residencia fuere conocida. Si no lo fuere, se les llamará por edictos,
conforme a lo dispuesto en el artículo 164.
4. El Secretario judicial convocará también al Ministerio Fiscal para que represente a los
interesados en la herencia que sean menores o incapacitados y no tengan representación
legítima y a los ausentes cuyo paradero se ignore. La representación del Ministerio Fiscal
cesará una vez que los menores o incapacitados estén habilitados de representante legal o

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

defensor judicial y, respecto de los ausentes, cuando se presenten en el juicio o puedan ser
citados personalmente, aunque vuelvan a ausentarse.
5. Los acreedores a que se refiere el apartado 5 del artículo anterior serán convocados
por el Secretario judicial a la Junta cuando estuvieren personados en el procedimiento. Los
que no estuvieren personados no serán citados, pero podrán participar en ella si concurren
en el día señalado aportando los títulos justificativos de sus créditos.

Artículo 784. Designación del contador y de los peritos.


1. La Junta se celebrará, con los que concurran, en el día y hora señalado y será
presidida por el Secretario Judicial.
2. Los interesados deberán ponerse de acuerdo sobre el nombramiento de un contador
que practique las operaciones divisorias del caudal, así como sobre el nombramiento del
perito o peritos que hayan de intervenir en el avalúo de los bienes. No podrá designarse más
de un perito para cada clase de bienes que hayan de ser justipreciados.
3. Si de la Junta resultare falta de acuerdo para el nombramiento de contador, se
designará uno por sorteo, conforme a lo dispuesto en el artículo 341, de entre los abogados
ejercientes con especiales conocimientos en la materia y con despacho profesional en el
lugar del juicio. Si no hubiera acuerdo sobre los peritos, se designarán por igual
procedimiento los que el contador o contadores estimen necesarios para practicar los
avalúos, pero nunca más de uno por cada clase de bienes que deban ser tasados.
4. Será aplicable al contador designado por sorteo lo dispuesto para la recusación y
provisión de fondos de los peritos.

Artículo 785. Entrega de la documentación al contador. Obligación de cumplir el encargo


aceptado y plazo para hacerlo.
1. Elegidos el contador y los peritos, en su caso, previa aceptación, el Secretario judicial
entregará los autos al primero y pondrá a disposición de éste y de los peritos cuantos
objetos, documentos y papeles necesiten para practicar el inventario, cuando éste no
hubiere sido hecho, y el avalúo, la liquidación y la división del caudal hereditario.
2. La aceptación del contador dará derecho a cada uno de los interesados para obligarle
a que cumpla su encargo.
3. A instancia de parte, podrá el Secretario judicial mediante diligencia fijar al contador un
plazo para que presente las operaciones divisorias, y si no lo verificare, será responsable de
los daños y perjuicios.

Artículo 786. Práctica de las operaciones divisorias.


1. El contador realizará las operaciones divisorias con arreglo a lo dispuesto en la ley
aplicable a la sucesión del causante ; pero si el testador hubiere establecido reglas distintas
para el inventario, avalúo, liquidación y división de sus bienes, se atendrá a lo que resulte de
ellas, siempre que no perjudiquen las legítimas de los herederos forzosos. Procurará, en
todo caso, evitar la indivisión, así como la excesiva división de las fincas.
2. Las operaciones divisorias deberán presentarse en el plazo máximo de dos meses
desde que fueron iniciadas, y se contendrán en un escrito firmado por el contador, en el que
se expresará:
1.º La relación de los bienes que formen el caudal partible.
2.º El avalúo de los comprendidos en esa relación.
3.º La liquidación del caudal, su división y adjudicación a cada uno de los partícipes.

Artículo 787. Aprobación de las operaciones divisorias. Oposición a ellas.


1. El Secretario judicial dará traslado a las partes de las operaciones divisorias,
emplazándolas por diez días para que formulen oposición. Durante este plazo, podrán las
partes examinar en la Oficina judicial los autos y las operaciones divisorias y obtener, a su
costa, las copias que soliciten.
La oposición habrá de formularse por escrito, expresando los puntos de las operaciones
divisorias a que se refiere y las razones en que se funda.»

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Pasado dicho término sin hacerse oposición o luego que los interesados hayan
manifestado su conformidad, el Secretario judicial dictará decreto aprobando las operaciones
divisorias, mandando protocolizarlas.
3. Cuando en tiempo hábil se hubiere formalizado la oposición a las operaciones
divisorias, el Secretario judicial convocará al contador y a las partes a una comparecencia
ante el Tribunal, que se celebrará dentro de los diez días siguientes.
4. Si en la comparecencia se alcanzara la conformidad de todos los interesados respecto
a las cuestiones promovidas, se ejecutará lo acordado y el contador hará en las operaciones
divisorias las reformas convenidas, que serán aprobadas con arreglo a lo dispuesto en el
apartado 2 de este artículo.
5. Si no hubiere conformidad, el tribunal oirá a las partes y admitirá las pruebas que
propongan y que no sean impertinentes o inútiles, continuando la sustanciación del
procedimiento con arreglo a lo dispuesto para el juicio verbal.
La sentencia que recaiga se llevará a efecto con arreglo a lo dispuesto en el artículo
siguiente, pero no tendrá eficacia de cosa juzgada, pudiendo los interesados hacer valer los
derechos que crean corresponderles sobre los bienes adjudicados en el juicio ordinario que
corresponda.
6. Cuando, conforme a lo establecido en el artículo 40 de esta ley, se hubieran
suspendido las actuaciones por estar pendiente causa penal en que se investigue un delito
de cohecho cometido en el avalúo de los bienes de la herencia, la suspensión se alzará por
el Secretario judicial, sin esperar a que la causa finalice por resolución firme, en cuanto los
interesados, prescindiendo del avalúo impugnado, presentaren otro hecho de común
acuerdo, en cuyo caso se dictará sentencia con arreglo a lo que resulte de éste.

Artículo 788. Entrega de los bienes adjudicados a cada heredero.


1. Aprobadas definitivamente las particiones, el Secretario judicial procederá a entregar a
cada uno de los interesados lo que en ellas le haya sido adjudicado y los títulos de
propiedad, poniéndose previamente en éstos por el actuario notas expresivas de la
adjudicación.
2. Luego que sean protocolizadas, el Secretario judicial dará a los partícipes que lo
pidieren testimonio de su haber y adjudicación respectivos.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, cuando se haya formulado por
algún acreedor de la herencia la petición a que se refiere el apartado 4 del artículo 782, no
se hará la entrega de los bienes a ninguno de los herederos ni legatarios sin estar aquéllos
completamente pagados o garantizados a su satisfacción.

Artículo 789. Terminación del procedimiento por acuerdo de los coherederos.


En cualquier estado del juicio podrán los interesados separarse de su seguimiento y
adoptar los acuerdos que estimen convenientes. Cuando lo solicitaren de común acuerdo,
deberá el Secretario judicial sobreseer el juicio y poner los bienes a disposición de los
herederos.

Sección 2.ª De la intervención del caudal hereditario

Artículo 790. Aseguramiento de los bienes de la herencia y de los documentos del difunto.


1. Siempre que el tribunal tenga noticia del fallecimiento de una persona y no conste la
existencia de testamento, ni de ascendientes, descendientes o cónyuge del finado o persona
que se halle en una situación de hecho asimilable, ni de colaterales dentro del cuarto grado,
adoptará de oficio las medidas más indispensables para el enterramiento del difunto si fuere
necesario y para la seguridad de los bienes, libros, papeles, correspondencia y efectos del
difunto susceptibles de sustracción u ocultación.
De la misma forma procederá cuando las personas de que habla el párrafo anterior
estuvieren ausentes o cuando alguno de ellos sea menor o incapacitado y no tenga
representante legal.
2. En los casos a que se refiere este artículo, luego que comparezcan los parientes o se
nombre representante legal a los menores o incapacitados, se les hará entrega de los bienes

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

y efectos pertenecientes al difunto, cesando la intervención judicial, salvo lo dispuesto en el


artículo siguiente.

Artículo 791. Intervención judicial de la herencia cuando no conste la existencia de


testamento ni de parientes llamados a la sucesión legítima.
1. En el caso a que se refiere el apartado 1 del artículo anterior, una vez practicadas las
actuaciones que en él se mencionan, el Secretario judicial adoptará mediante diligencia las
medidas que estime más conducentes para averiguar si la persona de cuya sucesión se trata
ha muerto con disposición testamentaria o sin ella, ordenando, a tal efecto, que se traiga a
los autos certificado del Registro General de Actos de Última Voluntad, así como el
certificado de defunción luego que sea posible.
A falta de otros medios, el tribunal ordenará mediante providencia que sean examinados
los parientes, amigos o vecinos del difunto sobre el hecho de haber muerto éste abintestato
y sobre si tiene parientes con derecho a la sucesión legítima.
2. Si, en efecto, resultare haber fallecido sin testar y sin parientes llamados por la ley a la
sucesión, mandará el tribunal, por medio de auto, que se proceda:
1.º A ocupar los libros, papeles y correspondencia del difunto.
2.º A inventariar y depositar los bienes, disponiendo lo que proceda sobre su
administración, con arreglo a lo establecido en esta Ley. El tribunal podrá nombrar a una
persona, con cargo al caudal hereditario, que efectúe y garantice el inventario y su depósito.
En la misma resolución ordenará de oficio la apertura de pieza separada para hacer la
declaración de herederos abintestato.

Artículo 792. Intervención judicial de la herencia durante la tramitación de la declaración de


herederos o de la división judicial de la herencia. Intervención a instancia de los acreedores
de la herencia.
1. Las actuaciones a que se refiere el apartado 2 del artículo anterior podrán acordarse a
instancia de parte en los siguientes casos:
1.º Por el cónyuge o cualquiera de los parientes que se crea con derecho a la sucesión
legítima, siempre que acrediten haber promovido la declaración de herederos abintestato
ante notario, o se formule la solicitud de intervención del caudal hereditario al tiempo de
promover la declaración judicial de herederos.
2.º Por cualquier coheredero o legatario de parte alícuota, al tiempo de solicitar la
división judicial de la herencia, salvo que la intervención hubiera sido expresamente
prohibida por disposición testamentaria.
2. También podrán pedir la intervención del caudal hereditario, con arreglo a lo
establecido en el apartado segundo del artículo anterior, los acreedores reconocidos como
tales en el testamento o por los coherederos y los que tengan su derecho documentado en
un título ejecutivo.

Artículo 793. Primeras actuaciones y citación de los interesados para la formación de


inventario.
1. Acordada la intervención del caudal hereditario en cualquiera de los casos a que se
refieren los artículos anteriores ordenará el tribunal, por medio de auto, si fuere necesario y
no se hubiera efectuado anteriormente, la adopción de las medidas indispensables para la
seguridad de los bienes, así como de los libros, papeles, correspondencia y efectos del
difunto susceptibles de sustracción u ocultación.
2. Dictada dicha resolución, el Secretario judicial señalará día y hora para la formación
de inventario, mandando citar a los interesados.
3. Deberán ser citados para la formación de inventario:
1.º El cónyuge sobreviviente.
2.º Los parientes que pudieran tener derecho a la herencia y fueren conocidos, cuando
no conste la existencia de testamento ni se haya hecho la declaración de herederos
abintestato.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3.º Los herederos o legatarios de parte alícuota.


4.º Los acreedores a cuya instancia se hubiere decretado la intervención del caudal
hereditario y, en su caso, los que estuvieren personados en el procedimiento de división de
la herencia.
5.º El Ministerio Fiscal, siempre que pudiere haber parientes desconocidos con derecho
a la sucesión legítima, o que alguno de los parientes conocidos con derecho a la herencia o
de los herederos o legatarios de parte alícuota no pudiere ser citado personalmente por no
ser conocida su residencia, o cuando cualquiera de los interesados sea menor o
incapacitado y no tenga representante legal.
6.º El abogado del Estado, o, en los casos previstos legalmente, los Servicios Jurídicos
de las Comunidades Autónomas, cuando no conste la existencia de testamento ni de
cónyuge o parientes que puedan tener derecho a la sucesión legítima.

Artículo 794. Formación del inventario.


1. Citados todos los que menciona el artículo anterior, en el día y hora señalados,
procederá el Secretario Judicial, con los que concurran, a formar el inventario, el cual
contendrá la relación de los bienes de la herencia y de las escrituras, documentos y papeles
de importancia que se encuentren.
2. Si por disposición testamentaria se hubieren establecido reglas especiales para el
inventario de los bienes de la herencia, se formará éste con sujeción a dichas reglas.
3. Cuando no se pudiere terminar el inventario en el día señalado se continuará en los
siguientes.
4. Si se suscitare controversia sobre la inclusión o exclusión de bienes en el inventario el
Secretario judicial citará a los interesados a una vista, continuando la tramitación con arreglo
a lo previsto para el juicio verbal.
La sentencia que se pronuncie sobre la inclusión o exclusión de bienes en el inventario
dejará a salvo los derechos de terceros.

Artículo 795. Resolución sobre la administración, custodia y conservación del caudal


hereditario.
Hecho el inventario, determinará el tribunal, por medio de auto, lo que según las
circunstancias corresponda sobre la administración del caudal, su custodia y conservación,
ateniéndose, en su caso, a lo que sobre estas materias hubiere dispuesto el testador y, en
su defecto, con sujeción a las reglas siguientes:
1.º El metálico y efectos públicos se depositarán con arreglo a derecho.
2.º Se nombrará administrador al viudo o viuda y, en su defecto, al heredero o legatario
de parte alícuota que tuviere mayor parte en la herencia. A falta de éstos, o si no tuvieren, a
juicio del tribunal, la capacidad necesaria para desempeñar el cargo, podrá el tribunal
nombrar administrador a cualquiera de los herederos o legatarios de parte alícuota, si los
hubiere, o a un tercero.
3.º El administrador deberá prestar, en cualquiera de las formas permitidas por esta Ley,
caución bastante a responder de los bienes que se le entreguen, que será fijada por el
tribunal. Podrá éste, no obstante, dispensar de la caución al cónyuge viudo o al heredero
designado administrador cuando tengan bienes suficientes para responder de los que se le
entreguen.
4.º Los herederos y legatarios de parte alícuota podrán dispensar al administrador del
deber de prestar caución. No habiendo acerca de esto conformidad, la caución será
proporcionada al interés en el caudal de los que no otorguen su relevación. Se constituirá
caución, en todo caso, respecto de la participación en la herencia de los menores o
incapacitados que no tengan representante legal y de los ausentes a los que no se haya
podido citar por ignorarse su paradero.

Artículo 796. Cesación de la intervención judicial de la herencia.


1. Cesará la intervención judicial de la herencia cuando se efectúe la declaración de
herederos, a no ser que alguno de ellos pida la división judicial de la herencia, en cuyo caso

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

podrá subsistir la intervención, si así se solicita, hasta que se haga entrega a cada heredero
de los bienes que les hayan sido adjudicados.
2. Durante la sustanciación del procedimiento de división judicial de la herencia podrán
pedir los herederos, de común acuerdo, que cese la intervención judicial. El Secretario
judicial así lo acordará mediante decreto, salvo cuando alguno de los interesados sea menor
o incapacitado y no tenga representante legal o cuando haya algún heredero ausente al que
no haya podido citarse por ignorarse su paradero.
3. Si hubiera acreedores reconocidos en el testamento o por los coherederos o con
derecho documentado en un título ejecutivo, que se hubieran opuesto a que se lleve a efecto
la partición de la herencia hasta que se les pague o afiance el importe de sus créditos, no se
acordará la cesación de la intervención hasta que se produzca el pago o afianzamiento.

Sección 3.ª De la administración del caudal hereditario

Artículo 797. Posesión del cargo de administrador de la herencia.


1. Nombrado el administrador y prestada por éste la caución, el Secretario judicial le
pondrá en posesión de su cargo, dándole a conocer a las personas que el mismo designe de
aquéllas con quienes deba entenderse para su desempeño.
2. Para que pueda acreditar su representación el Secretario judicial le dará testimonio,
en que conste su nombramiento y que se halla en posesión del cargo.
3. Podrá hacerse constar en el Registro de la Propiedad el estado de administración de
las fincas de la herencia y el nombramiento de administrador mediante el correspondiente
mandamiento expedido por el Secretario judicial con los requisitos previstos en la legislación
hipotecaria.

Artículo 798. Representación de la herencia por el administrador.


Mientras la herencia no haya sido aceptada por los herederos, el administrador de los
bienes representará a la herencia en todos los pleitos que se promuevan o que estuvieren
principiados al fallecer el causante y ejercitará en dicha representación las acciones que
pudieran corresponder al difunto, hasta que se haga la declaración de herederos.
Aceptada la herencia, el administrador sólo tendrá la representación de la misma en lo
que se refiere directamente a la administración del caudal, su custodia y conservación, y en
tal concepto podrá y deberá gestionar lo que sea conducente, ejercitando las acciones que
procedan.

Artículo 799. Rendición periódica de cuentas.


1. El administrador rendirá cuenta justificada en los plazos que el tribunal le señale, los
que serán proporcionados a la importancia y condiciones del caudal, sin que en ningún caso
puedan exceder de un año.
2. Al rendir la cuenta, el administrador consignará el saldo que de la misma resulte o
presentará el resguardo original que acredite haberlo depositado en el establecimiento
destinado al efecto. En el primer caso, el Secretario judicial acordará inmediatamente
mediante diligencia el depósito y, en el segundo, que se ponga en los autos diligencia
expresiva de la fecha y cantidad del mismo.
3. Para el efecto de instruirse de las cuentas y a fin de inspeccionar la administración o
promover cualesquiera medidas que versen sobre rectificación o aprobación de aquéllas,
serán puestas de manifiesto en la Oficina judicial a la parte que, en cualquier tiempo, lo
pidiere.

Artículo 800. Rendición final de cuentas. Impugnación de las cuentas.


1. Cuando el administrador cese en el desempeño de su cargo, rendirá una cuenta final
complementaria de las ya presentadas.
2. Todas las cuentas del administrador, incluso la final, serán puestas de manifiesto a las
partes en la Oficina judicial, cuando cese en el desempeño de su cargo, por un término
común, que el Secretario judicial señalará mediante diligencia según la importancia de
aquéllas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

3. Pasado dicho término sin hacerse oposición a las cuentas, el Secretario judicial dictará
decreto aprobándolas y declarando exento de responsabilidad al administrador. En el mismo
decreto mandará devolver al administrador la caución que hubiere prestado.
4. Si las cuentas fueren impugnadas en tiempo hábil, se dará traslado del escrito de
impugnación al cuentadante para que conteste conforme a lo previsto por los artículos 404 y
siguientes, continuando la tramitación con arreglo a lo dispuesto para el juicio verbal.

Artículo 801. Conservación de los bienes de la herencia.


1. El administrador está obligado bajo su responsabilidad, a conservar sin menoscabo
los bienes de la herencia, y a procurar que den las rentas, productos o utilidades que
corresponda.
2. A este fin deberá hacer las reparaciones ordinarias que sean indispensables para la
conservación de los bienes. Cuando sean necesarias reparaciones o gastos extraordinarios,
lo pondrá en conocimiento del Juzgado, el cual, oyendo en una comparecencia a los
interesados que menciona el apartado 3 del artículo 793, en el día y hora que a tal efecto se
señale por el Secretario judicial, y previo reconocimiento pericial y formación de presupuesto
resolverá lo que estime procedente, atendidas las circunstancias del caso.

Artículo 802. Destino de las cantidades recaudadas por el administrador en el desempeño


del cargo.
1. El administrador depositará sin dilación a disposición del Juzgado las cantidades que
recaude en el desempeño de su cargo, reteniendo únicamente las que fueren necesarias
para atender los gastos de pleitos, pago de contribuciones y demás atenciones ordinarias.
2. Para atender los gastos extraordinarios a que se refiere el artículo anterior el tribunal,
mediante providencia, podrá dejar en poder del administrador la suma que se crea
necesaria, mandando sacarla del depósito si no pudiere cubrirse con los ingresos ordinarios.
Esto último se ordenará también cuando deba hacerse algún gasto ordinario y el
administrador no disponga de la cantidad suficiente procedente de la administración de la
herencia.

Artículo 803. Prohibición de enajenar los bienes inventariados. Excepciones a dicha


prohibición.
1. El administrador no podrá enajenar ni gravar los bienes inventariados.
2. Exceptúanse de esta regla:
1.º Los que puedan deteriorarse.
2.º Los que sean de difícil y costosa conservación.
3.º Los frutos para cuya enajenación se presenten circunstancias que se estimen
ventajosas.
4.º Los demás bienes cuya enajenación sea necesaria para el pago de deudas, o para
cubrir otras atenciones de la administración de la herencia.
3. El tribunal, a propuesta del administrador, y oyendo a los interesados a que se refiere
el apartado 3 del artículo 793, podrá decretar mediante providencia la venta de cualesquiera
de dichos bienes, que se verificará en pública subasta conforme a lo establecido en la
legislación notarial o en procedimiento de jurisdicción voluntaria.
Los valores admitidos a cotización oficial se venderán a través de dicho mercado.

Artículo 804. Retribución del administrador.


1. El administrador no tendrá derecho a otra retribución que la siguiente:
1.º Sobre el producto líquido de la venta de frutos y otros bienes muebles de los incluídos
en el inventario, percibirá el 2 por 100.
2.º Sobre el producto líquido de la venta de bienes raíces y cobranza de valores de
cualquier especie, el 1 por 100.
3.º Sobre el producto líquido de la venta de efectos públicos, el medio por 100.

– 521 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

4.º Sobre los demás ingresos que haya en la administración, por conceptos diversos de
los expresados en los párrafos precedentes, el Secretario judicial le señalará del 4 al 10 por
ciento, teniendo en consideración los productos del caudal y el trabajo de la administración.
2. También podrá acordar el Secretario judicial, mediante decreto, cuando lo considere
justo, que se abonen al administrador los gastos de viajes que tenga necesidad de hacer
para el desempeño de su cargo.

Artículo 805. Administraciones subalternas.


1. Se conservarán las administraciones subalternas que para el cuidado de sus bienes
tuviera el finado, con la misma retribución y facultades que aquél les hubiere otorgado.
2. Dichos administradores rendirán sus cuentas y remitirán lo que recauden al
administrador judicial, considerándose como dependientes del mismo, pero no podrán ser
separados por éste sino por causa justa y con autorización mediante decreto del Secretario
judicial.
3. Con la misma autorización podrá proveer el administrador judicial, bajo su
responsabilidad las vacantes que resultaren.

CAPÍTULO II
Del procedimiento para la liquidación del régimen económico matrimonial

Artículo 806. Ámbito de aplicación.


La liquidación de cualquier régimen económico matrimonial que, por capitulaciones
matrimoniales o por disposición legal, determine la existencia de una masa común de bienes
y derechos sujeta a determinadas cargas y obligaciones se llevará a cabo, en defecto de
acuerdo entre los cónyuges, con arreglo a lo dispuesto en el presente capítulo y a las
normas civiles que resulten aplicables.

Artículo 807. Competencia.
Será competente para conocer del procedimiento de liquidación el Juzgado de Primera
Instancia que esté conociendo o haya conocido del proceso de nulidad, separación o
divorcio, o aquel ante el que se sigan o se hayan seguido las actuaciones sobre disolución
del régimen económico matrimonial por alguna de las causas previstas en la legislación civil.

Artículo 808. Solicitud de inventario.


1. Admitida la demanda de nulidad, separación o divorcio, o iniciado el proceso en que
se haya demandado la disolución del régimen económico matrimonial, cualquiera de los
cónyuges podrá solicitar la formación de inventario.
2. La solicitud a que se refiere el apartado anterior deberá acompañarse de una
propuesta en la que, con la debida separación, se harán constar las diferentes partidas que
deban incluirse en el inventario con arreglo a la legislación civil.
A la solicitud se acompañarán también los documentos que justifiquen las diferentes
partidas incluidas en la propuesta.

Artículo 809. Formación del inventario.


1. A la vista de la solicitud a que se refiere el artículo anterior, el Secretario judicial
señalará día y hora para que, en el plazo máximo de diez días, se proceda a la formación de
inventario, mandando citar a los cónyuges.
En el día y hora señalados, procederá el Secretario Judicial, con los cónyuges, a formar
el inventario de la comunidad matrimonial, sujetándose a lo dispuesto en la legislación civil
para el régimen económico matrimonial de que se trate.
Cuando, sin mediar causa justificada, alguno de los cónyuges no comparezca en el día
señalado, se le tendrá por conforme con la propuesta de inventario que efectúe el cónyuge
que haya comparecido. En este caso, así como cuando, habiendo comparecido ambos

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

cónyuges, lleguen a un acuerdo, se consignará éste en el acta y se dará por concluido el


acto.
En el mismo día o en el siguiente, se resolverá por el Tribunal lo que proceda sobre la
administración y disposición de los bienes incluidos en el inventario.
2. Si se suscitare controversia sobre la inclusión o exclusión de algún concepto en el
inventario o sobre el importe de cualquiera de las partidas, el Secretario judicial citará a los
interesados a una vista, continuando la tramitación con arreglo a lo previsto para el juicio
verbal.
La sentencia resolverá sobre todas las cuestiones suscitadas, aprobando el inventario de
la comunidad matrimonial, y dispondrá lo que sea procedente sobre la administración y
disposición de los bienes comunes.

Artículo 810. Liquidación del régimen económico matrimonial.


1. Concluido el inventario y una vez firme la resolución que declare disuelto el régimen
económico matrimonial, cualquiera de los cónyuges podrá solicitar la liquidación de éste.
2. La solicitud deberá acompañarse de una propuesta de liquidación que incluya el pago
de las indemnizaciones y reintegros debidos a cada cónyuge y la división del remanente en
la proporción que corresponda, teniendo en cuenta, en la formación de los lotes, las
preferencias que establezcan las normas civiles aplicables.
3. Admitida a trámite la solicitud de liquidación, el Secretario judicial señalará, dentro del
plazo máximo de diez días, el día y hora en que los cónyuges deberán comparecer ante el
mismo al objeto de alcanzar un acuerdo y, en su defecto, designar contador y, en su caso,
peritos, para la práctica de las operaciones divisorias.
4. Cuando, sin mediar causa justificada, alguno de los cónyuges no comparezca en el
día señalado, se le tendrá por conforme con la propuesta de liquidación que efectúe el
cónyuge que haya comparecido. En este caso, así como cuando, habiendo comparecido
ambos cónyuges, lleguen a un acuerdo, se consignará éste en el acta y se dará por
concluido el acto, llevándose a efecto lo acordado conforme a lo previsto en los dos primeros
apartados del artículo 788 de esta Ley.
5. De no lograrse acuerdo entre los cónyuges sobre la liquidación de su régimen
económico-matrimonial, se procederá, mediante diligencia, al nombramiento de contador y,
en su caso, peritos, conforme a lo establecido en el artículo 784 de esta ley, continuando la
tramitación con arreglo a lo dispuesto en los artículos 785 y siguientes.

Artículo 811. Liquidación del régimen de participación.


1. No podrá solicitarse la liquidación de régimen de participación hasta que no sea firme
la resolución que declare disuelto el régimen económico matrimonial.
2. La solicitud deberá acompañarse de una propuesta de liquidación que incluya una
estimación del patrimonio inicial y final de cada cónyuge, expresando, en su caso, la
cantidad resultante a pagar por el cónyuge que haya experimentado un mayor incremento
patrimonial.
3. A la vista de la solicitud de liquidación, el Secretario judicial señalará, dentro del plazo
máximo de diez días, el día y hora en que los cónyuges deberán comparecer ante él al
objeto de alcanzar un acuerdo.
4. Cuando, sin mediar causa justificada, alguno de los cónyuges no comparezca en el
día señalado, se le tendrá por conforme con la propuesta de liquidación que efectúe el
cónyuge que haya comparecido. En este caso, así como cuando, habiendo comparecido
ambos cónyuges, lleguen a un acuerdo, se consignará éste en el acta y se dará por
concluido el acto.
5. De no existir acuerdo entre los cónyuges, el Secretario judicial les citará a una vista, y
continuará la tramitación con arreglo a lo previsto para el juicio verbal.
La sentencia resolverá sobre todas las cuestiones suscitadas, determinando los
patrimonios iniciales y finales de cada cónyuge, así como, en su caso, la cantidad que deba
satisfacer el cónyuge cuyo patrimonio haya experimentado un mayor incremento y la forma
en que haya de hacerse el pago.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

TÍTULO III
De los procesos monitorio y cambiario

CAPÍTULO I
Del proceso monitorio

Artículo 812. Casos en que procede el proceso monitorio.


1. Podrá acudir al proceso monitorio quien pretenda de otro el pago de deuda dineraria
de cualquier importe, líquida, determinada, vencida y exigible, cuando la deuda se acredite
de alguna de las formas siguientes:
1.ª Mediante documentos, cualquiera que sea su forma y clase o el soporte físico en que
se encuentren, que aparezcan firmados por el deudor o con su sello, impronta o marca o con
cualquier otra señal, física o electrónica.
2.ª Mediante facturas, albaranes de entrega, certificaciones, telegramas, telefax o
cualesquiera otros documentos que, aun unilateralmente creados por el acreedor, sean de
los que habitualmente documentan los créditos y deudas en relaciones de la clase que
aparezca existente entre acreedor y deudor.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior y cuando se trate de deudas que
reúnan los requisitos establecidos en dicho apartado, podrá también acudirse al proceso
monitorio, para el pago de tales deudas, en los casos siguientes:
1.º Cuando, junto al documento en que conste la deuda, se aporten documentos
comerciales que acrediten una relación anterior duradera.
2.º Cuando la deuda se acredite mediante certificaciones de impago de cantidades
debidas en concepto de gastos comunes de Comunidades de propietarios de inmuebles
urbanos.

Artículo 813. Competencia.
Será exclusivamente competente para el proceso monitorio el Juzgado de Primera
Instancia del domicilio o residencia del deudor o, si no fueren conocidos, el del lugar en que
el deudor pudiera ser hallado a efectos del requerimiento de pago por el Tribunal, salvo que
se trate de la reclamación de deuda a que se refiere el número 2.º del apartado 2 del artículo
812, en cuyo caso será también competente el Juzgado del lugar en donde se halle la finca,
a elección del solicitante.
En todo caso, no serán de aplicación las normas sobre sumisión expresa o tácita
contenidas en la sección 2.ª del capítulo II del Título II del Libro I.
Si, tras la realización de las correspondientes averiguaciones por el secretario Judicial
sobre el domicilio o residencia, éstas son infructuosas o el deudor es localizado en otro
partido judicial, el juez dictará auto dando por terminado el proceso, haciendo constar tal
circunstancia y reservando al acreedor el derecho a instar de nuevo el proceso ante el
Juzgado competente.

Artículo 814. Petición inicial del procedimiento monitorio.


1. El procedimiento monitorio comenzará por petición del acreedor en la que se
expresarán la identidad del deudor, el domicilio o domicilios del acreedor y del deudor o el
lugar en que residieran o pudieran ser hallados y el origen y cuantía de la deuda,
acompañándose el documento o documentos a que se refiere el artículo 812.
La petición podrá extenderse en impreso o formulario que facilite la expresión de los
extremos a que se refiere el apartado anterior.
2. Para la presentación de la petición inicial del procedimiento monitorio no será preciso
valerse de procurador y abogado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Artículo 815. Admisión de la petición y requerimiento de pago.


1. Si los documentos aportados con la petición fueran de los previstos en el apartado 2
del artículo 812 o constituyeren un principio de prueba del derecho del peticionario,
confirmado por lo que se exponga en aquélla, el Secretario judicial requerirá al deudor para
que, en el plazo de veinte días, pague al peticionario, acreditándolo ante el Tribunal, o
comparezca ante éste y alegue sucintamente, en escrito de oposición, las razones por las
que, a su entender, no debe, en todo o en parte, la cantidad reclamada. En caso contrario
dará cuenta al Juez para que resuelva lo que corresponda sobre la admisión a trámite de la
petición inicial.
El requerimiento se notificará en la forma prevista en el artículo 161 de esta ley, con
apercibimiento de que, de no pagar ni comparecer alegando razones de la negativa al pago,
se despachará contra él ejecución según lo prevenido en el artículo siguiente. Sólo se
admitirá el requerimiento al demandado por medio de edictos en el supuesto regulado en el
siguiente apartado de este artículo.
2. En las reclamaciones de deuda a que se refiere el número 2.º del apartado 2 del
artículo 812, la notificación deberá efectuarse en el domicilio previamente designado por el
deudor para las notificaciones y citaciones de toda índole relacionadas con los asuntos de la
comunidad de propietarios. Si no se hubiere designado tal domicilio, se intentará la
comunicación en el piso o local, y si tampoco pudiere hacerse efectiva de este modo, se le
notificará conforme a lo dispuesto en el artículo 164 de la presente Ley.
3. Si de la documentación aportada con la petición se desprende que la cantidad
reclamada no es correcta, el secretario judicial dará traslado al juez, quien, en su caso,
mediante auto podrá plantear al peticionario aceptar o rechazar una propuesta de
requerimiento de pago por el importe inferior al inicialmente solicitado que especifique.
En la propuesta, se deberá informar al peticionario de que, si en un plazo no superior a
diez días no envía la respuesta o la misma es de rechazo, se le tendrá por desistido.

Artículo 816. Incomparecencia del deudor requerido y despacho de la ejecución. Intereses.


1. Si el deudor no atendiere el requerimiento de pago o no compareciere, el Secretario
judicial dictará decreto dando por terminado el proceso monitorio y dará traslado al acreedor
para que inste el despacho de ejecución, bastando para ello con la mera solicitud.
2. Despachada ejecución, proseguirá ésta conforme a lo dispuesto para la de sentencias
judiciales, pudiendo formularse la oposición prevista en estos casos, pero el solicitante del
proceso monitorio y el deudor ejecutado no podrán pretender ulteriormente en proceso
ordinario la cantidad reclamada en el monitorio o la devolución de la que con la ejecución se
obtuviere.
Desde que se dicte el auto despachando ejecución la deuda devengará el interés a que
se refiere el artículo 576.

Artículo 817. Pago del deudor.


Si el deudor atendiere el requerimiento de pago, tan pronto como lo acredite, el
Secretario judicial acordará el archivo de las actuaciones.

Artículo 818. Oposición del deudor.


1. Si el deudor presentare escrito de oposición dentro de plazo, el asunto se resolverá
definitivamente en juicio que corresponda, teniendo la sentencia que se dicte fuerza de cosa
juzgada.
El escrito de oposición deberá ir firmado por abogado y procurador cuando su
intervención fuere necesaria por razón de la cuantía, según las reglas generales.
Si la oposición del deudor se fundara en la existencia de pluspetición, se actuará
respecto de la cantidad reconocida como debida conforme a lo que dispone el apartado
segundo del artículo 21 de la presente Ley.
2. Cuando la cuantía de la pretensión no excediera de la propia del juicio verbal, el
Secretario judicial dictará decreto dando por terminado el proceso monitorio y acordando
seguir la tramitación conforme a lo previsto para este tipo de juicio, convocando a las partes
a la vista ante el Tribunal. Cuando el importe de la reclamación exceda de dicha cantidad, si

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

el peticionario no interpusiera la demanda correspondiente dentro del plazo de un mes desde


el traslado del escrito de oposición, el Secretario judicial dictará decreto sobreseyendo las
actuaciones y condenando en costas al acreedor. Si presentare la demanda, en el decreto
poniendo fin al proceso monitorio acordará dar traslado de ella al demandado conforme a lo
previsto en los artículos 404 y siguientes de la presente ley, salvo que no proceda su
admisión, en cuyo caso acordará dar cuenta al Juez para que resuelva lo que corresponda.
3. En todo caso, cuando se reclamen rentas o cantidades debidas por el arrendatario de
finca urbana y éste formulare oposición, el asunto se resolverá definitivamente por los
trámites del juicio verbal, cualquiera que sea su cuantía.

CAPÍTULO II
Del juicio cambiario

Artículo 819. Casos en que procede.


Sólo procederá el juicio cambiario si, al incoarlo, se presenta letra de cambio, cheque o
pagaré que reúnan los requisitos previstos en la Ley cambiaria y del cheque.

Artículo 820. Competencia.
Será competente para el juicio cambiario el Juzgado de Primera Instancia del domicilio
del demandado.
Si el tenedor del título demandare a varios deudores cuya obligación surge del mismo
título, será competente el domicilio de cualquiera de ellos, quienes podrán comparecer en
juicio mediante una representación independiente.
No serán aplicables las normas sobre sumisión expresa o tácita contenida en la sección
2.ª del capítulo II, Título II del Libro I.

Artículo 821. Iniciación. Demanda. Requerimiento de pago y embargo preventivo.


1. El juicio cambiario comenzará mediante demanda sucinta a la que se acompañará el
título cambiario.
2. El tribunal analizará, por medio de auto, la corrección formal del título cambiario y, si lo
encuentra conforme, adoptará, sin más trámites, las siguientes medidas:
1.ª Requerir al deudor para que pague en el plazo de diez días.
2.ª Ordenar el inmediato embargo preventivo de los bienes del deudor por la cantidad
que figure en el título ejecutivo, más otra para intereses de demora, gastos y costas, por si
no se atendiera el requerimiento de pago.
3. Contra el auto que deniegue la adopción de las medidas a que se refiere el apartado
anterior podrá interponer el demandante los recursos a que se refiere el apartado 2 del
artículo 552.

Artículo 822. Pago.
Si el deudor cambiario atiende el requerimiento de pago se procederá como dispone el
artículo 583, pero las costas serán de cargo del deudor.

Artículo 823. Alzamiento del embargo.


1. Si el deudor se personare por sí o por representante dentro de los cinco días
siguientes a aquel en que se le requirió de pago y negare categóricamente la autenticidad de
su firma o alegare falta absoluta de representación, podrá el tribunal, a la vista de las
circunstancias del caso y de la documentación aportada, alzar los embargos que se hubieren
acordado, exigiendo, si lo considera conveniente, la caución o garantía adecuada.
2. No se levantará el embargo en los casos siguientes:
1.º Cuando el libramiento, la aceptación, el aval o el endoso hayan sido intervenidos, con
expresión de la fecha, por corredor de comercio colegiado o las respectivas firmas estén
legitimadas en la propia letra por notario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2.º Cuando el deudor cambiario en el protesto o en el requerimiento notarial de pago no


hubiere negado categóricamente la autenticidad de su firma en el título o no hubiere alegado
falta absoluta de representación.
3.º Cuando el obligado cambiario hubiera reconocido su firma judicialmente o en
documento público.

Artículo 824. Oposición cambiaria.


1. Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, en los diez días siguientes al del
requerimiento de pago el deudor podrá interponer demanda de oposición al juicio cambiario.
2. La oposición se hará en forma de demanda. El deudor cambiario podrá oponer al
tenedor de la letra, el cheque o el pagaré todas las causas o motivos de oposición previstos
en el artículo 67 de la Ley cambiaria y del cheque.

Artículo 825. Efectos de la falta de oposición.


Cuando el deudor no interpusiera demanda de oposición en el plazo establecido, el
Tribunal despachará ejecución por las cantidades reclamadas y tras ello el Secretario judicial
trabará embargo si no se hubiera podido practicar o, conforme a lo previsto en el artículo
823, hubiese sido alzado.
La ejecución despachada en este caso se sustanciará conforme a lo previsto en esta Ley
para la de sentencias y resoluciones judiciales y arbitrales.

Artículo 826. Sustanciación de la oposición cambiaria.


Presentado por el deudor escrito de oposición, el Secretario judicial dará traslado de él al
acreedor con citación para la vista conforme a lo dispuesto en el apartado primero del
artículo 440 para los juicios verbales.
La vista se celebrará del modo establecido en el artículo 443.Si no compareciere el
deudor, el tribunal le tendrá por desistido de la oposición y adoptará las resoluciones
previstas en el artículo anterior. Si no compareciere el acreedor, el tribunal resolverá sin oírle
sobre la oposición.

Artículo 827. Sentencia sobre la oposición. Eficacia.


1. En el plazo de diez días, el tribunal dictará sentencia resolviendo sobre la oposición. Si
ésta fuera desestimada y la sentencia fuere recurrida, será provisionalmente ejecutable
conforme a lo dispuesto en esta Ley.
2. Si la sentencia que estimare la oposición fuere recurrida, se estará, respecto de los
embargos preventivos que se hubiesen trabado, a lo que dispone el artículo 744.
3. La sentencia firme dictada en juicio cambiario producirá efectos de cosa juzgada,
respecto de las cuestiones que pudieron ser en él alegadas y discutidas, pudiéndose
plantear las cuestiones restantes en el juicio correspondiente.

Disposición adicional primera. Título competencial.


La presente Ley se dicta al amparo de la competencia que corresponde al Estado
conforme al artículo 149.1.6.a de la Constitución, sin perjuicio de las necesarias
especialidades que en este orden se deriven de las particularidades del derecho sustantivo
de las Comunidades Autónomas.

Disposición adicional segunda. Actualización de cuantías.


1. El Gobierno, mediante Real Decreto, podrá actualizar cada cinco años las cuantías
señaladas en esta Ley, previo informe del Consejo General del Poder Judicial y dictamen del
Consejo de Estado.
2. Con al menos seis meses de antelación a la plena implantación de la moneda europea
(euro), el Gobierno, previo informe del Consejo General del Poder Judicial y dictamen del
Consejo de Estado, convertirá a dicha moneda las cuantías establecidas en pesetas en la
presente Ley, eliminando las fracciones de aquella moneda y estableciendo los importes en
euros de modo que, conforme a lo habitual en nuestras leyes, sean de fácil utilización. No

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

obstante lo anterior, junto a las nuevas cuantías en moneda europea, se mantendrán las
establecidas en pesetas por esta Ley en las reglas sobre determinación de la clase de juicio
que se ha de seguir y sobre acceso a los recursos.

Disposición adicional tercera. Medios materiales y recursos humanos para la constancia


de vistas, audiencias y comparecencias.
En el plazo de un año, a partir de la aprobación de esta Ley, el Gobierno de la Nación y
los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas que tengan transferidas las
correspondientes competencias, adoptarán las medidas necesarias para que los Juzgados y
Tribunales dispongan de los medios materiales y de los recursos humanos precisos para la
constancia de las actuaciones orales conforme a lo dispuesto en el artículo 147 de la
presente Ley.

Disposición adicional cuarta. Tasas por la obtención de copias de documentos e


instrumentos.
En el plazo de seis meses, a partir de la aprobación de esta Ley, el Gobierno de la
Nación aprobará por Real Decreto un sistema de precios tasados referidos a la obtención de
copias simples de documentos e instrumentos que consten en autos y que sean solicitados
por las partes del proceso.

Disposición adicional quinta. Medidas de agilización de determinados procesos civiles.


1. El Ministerio de Justicia, de acuerdo con la comunidad autónoma
correspondiente con competencias en la materia, previo informe favorable del Consejo
General del Poder Judicial, podrá crear Oficinas de Señalamiento Inmediato en aquellos
partidos judiciales con separación entre Juzgados de Primera Instancia y Juzgados de
Instrucción.

Téngase en cuenta que se ha declarado inconstitucional y nulo el inciso destacado por


Sentencia del TC 224/2012, de 29 de noviembre. Ref. BOE-A-2012-15758.

Estas Oficinas tendrán carácter de servicio común procesal y desarrollarán funciones de


registro, reparto y señalamiento de vistas, comparecencias y actuaciones en los
procedimientos a que se refiere la presente disposición adicional.
2. En aquellos partidos judiciales donde se constituyan Oficinas de Señalamiento
Inmediato se presentarán ante ellas las demandas y solicitudes que versen sobre las
siguientes materias y siempre que al demandante o solicitante le sea posible designar un
domicilio o residencia del demandado a efectos de su citación:
a) Reclamaciones de cantidad referidas en el apartado 2 del artículo 250 de esta ley.
b) Desahucios de finca urbana por expiración legal o contractual del plazo o por falta de
pago de rentas o cantidades debidas y, en su caso, reclamaciones de estas rentas o
cantidades cuando la acción de reclamación se acumule a la acción de desahucio.
c) Medidas cautelares previas o simultáneas a la demanda, a las que se refiere la regla
6ª del artículo 770.
d) Medidas provisionales de nulidad, separación o divorcio, previas o simultáneas a la
demanda, previstas en los artículos 771 y 773.1.
e) Demandas de separación o divorcio solicitados de mutuo acuerdo, o por uno de los
cónyuges con el consentimiento del otro.
3. Estas demandas y solicitudes presentadas ante las Oficinas de Señalamiento
Inmediato se tramitarán conforme a las normas de esta ley, con las siguientes
especialidades:
Primera. Con carácter previo a su admisión a trámite, en el mismo día de su
presentación o, de no ser posible, en el siguiente día hábil, las Oficinas de Señalamiento
Inmediato, en una misma diligencia:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

a) Registrarán aquellas demandas o solicitudes previstas en el apartado anterior que


ante ellas se presenten.
b) Acordarán su reparto al Juzgado que corresponda y señalarán directamente la vista
referida en el artículo 440.1, la comparecencia prevista en los artículos 771.2 y 773.3, la
comparecencia para ratificación de la demanda contemplada en el artículo 777.3, y la fecha
y hora en que hubiera de tener lugar el lanzamiento, en el supuesto a que se refiere el
artículo 440.3.
c) Ordenarán, librándolos al efecto, la práctica de las correspondientes citaciones y
oficios, para que se realicen a través del servicio común de notificaciones o, en su caso, por
el procurador que así lo solicite, y se entreguen cumplimentadas directamente al Juzgado
correspondiente.
d) Requerirán a la parte actora, de ser necesario, para la subsanación de los defectos
procesales de que pudiere adolecer la presentación de la demanda o solicitud, que deberán
solventarse en un plazo máximo de tres días.
e) Remitirán inmediatamente la demanda o solicitud presentada al Juzgado que
corresponda.
Segunda. Las citaciones para las comparecencias y vistas a que se refiere la regla
anterior contendrán los requerimientos y advertencias previstos en cada caso en esta ley.
También harán indicación de los extremos a que se refiere el apartado 3 del artículo 440.
Asimismo la citación expresará que, si el demandado solicita el reconocimiento del
derecho de asistencia jurídica gratuita o interesa la designación de abogado y procurador de
oficio en el caso del artículo 33.2, deberá instarlo ante el Juzgado en el plazo de tres días
desde la recepción de la citación.
Tercera. Recibida la demanda o solicitud, se acordará lo procedente sobre su admisión a
trámite. En el supuesto de que se admita la demanda, se estará al señalamiento realizado.
Si no fuera admitida a trámite, se dejará sin efecto el señalamiento, comunicando el Juzgado
esta circunstancia a quienes ya hubieren sido citados, a través del servicio común de actos
de comunicación o, en su caso, del procurador que así lo hubiera solicitado.
Cuando alguna de las partes solicite el reconocimiento del derecho a la asistencia
jurídica gratuita o la designación de abogado y procurador de oficio, se requerirá en la misma
resolución de admisión de la demanda, si para entonces ya se conoce dicha solicitud o, en
caso contrario, en decreto posterior, la inmediata designación de los profesionales de
conformidad a lo establecido en el apartado 3 del artículo 33. En este caso, la designación
se efectuará a favor de los profesionales asignados para la fecha en que haya de celebrarse
la vista o comparecencia señalada, de acuerdo con un turno especial de asistencia
establecido al efecto por los Colegios de Abogados y Procuradores.
Cuarta. Las Oficinas de Señalamiento Inmediato realizarán los señalamientos a que se
refiere el párrafo b) del apartado 3, Primera, de esta disposición ante el Juzgado de Primera
Instancia que por turno corresponda de acuerdo con un sistema programado de
señalamientos, en el día y hora hábiles disponibles más próximos posibles, dentro en todo
caso de los siguientes plazos:
a) Los señalamientos para las vistas a que se refiere el artículo 440.1 se efectuarán en
los plazos señalados en el mismo precepto, contados partir del quinto día posterior a la
presentación de la demanda en la Oficina de Señalamiento Inmediato.
b) Los señalamientos para las comparecencias previstas en los artículos 771.2 y 773.3
se efectuarán entre el quinto y el décimo día posteriores a la presentación de la solicitud o
demanda en la Oficina de Señalamiento Inmediato.
c) Los señalamientos de las comparecencias para ratificación de la demanda
contempladas en el artículo 777.3 se efectuarán dentro de los tres días siguientes a la
presentación de la correspondiente demanda.
d) La fijación de fecha y hora en que, en su caso, haya de tener lugar el lanzamiento, de
acuerdo con lo previsto en el último inciso del apartado 3 del artículo 440, se realizará en un
plazo inferior a un mes desde la fecha en que se hubiera señalado la correspondiente vista.
Quinta. Cada Juzgado de Primera Instancia, en los partidos judiciales en que se
constituyan Oficinas de Señalamiento Inmediato, deberá reservar la totalidad de su agenda

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

en las fechas que le corresponda actuar en turno de asistencia continuada para que la
Oficina de Señalamiento Inmediato realice directamente dichos señalamientos.
El Consejo General del Poder Judicial, previo informe favorable del Ministerio de Justicia,
dictará los Reglamentos necesarios para regular la organización y funcionamiento del
sistema programado de señalamientos, el establecimiento de los turnos de asistencia
continuada entre los Juzgados de Primera Instancia y el fraccionamiento de franjas horarias
para la realización directa de los señalamientos.
Sexta. Las normas de reparto de los partidos judiciales en que se constituyan Oficinas de
Señalamiento Inmediato atribuirán el conocimiento de los procedimientos contemplados en
el apartado 2 de esta disposición a aquel Juzgado de Primera Instancia que haya de actuar
en turno de asistencia continuada en la fecha en que se realicen los señalamientos de las
vistas y comparecencias a que se refiere la regla cuarta.
4. En las actuaciones realizadas en el ámbito de esta disposición adicional, los
procuradores de las partes personadas podrán practicar, si así lo solicitan y a costa de la
parte que representen, las notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos, por
cualquiera de los medios admitidos con carácter general en esta ley.
Se tendrán por válidamente realizados estos actos de comunicación cuando quede
constancia suficiente de haber sido practicados en la persona o en el domicilio del
destinatario.
A estos efectos, el procurador acreditará, bajo su responsabilidad personal, la identidad y
condición del receptor del acto de comunicación, cuidando de que en la copia quede
constancia de su firma y de la fecha en que se realice.
En las comunicaciones por medio de entrega de copia de la resolución o cédula en el
domicilio del destinatario, se estará a lo dispuesto en el artículo 161 en lo que sea aplicable,
debiendo el procurador acreditar la concurrencia de las circunstancias contempladas en
dicho precepto, para lo que podrá auxiliarse de dos testigos o de cualquier otro medio
idóneo.

Disposición adicional sexta. Adjudicación de bienes inmuebles.


En el caso de las adjudicaciones solicitadas por el acreedor ejecutante en los términos
previstos en la sección VI del capítulo IV del título IV del libro III y siempre que las subastas
en las que no hubiere ningún postor se realicen sobre bienes inmuebles diferentes de la
vivienda habitual del deudor, el acreedor podrá pedir la adjudicación de los bienes por
cantidad igual o superior al cincuenta por ciento de su valor de tasación o por la cantidad que
se le deba por todos los conceptos.
Asimismo, en los términos previstos en la mencionada sección y para los citados bienes
inmuebles diferentes de la vivienda habitual del deudor, cuando la mejor postura ofrecida
sea inferior al 70 por ciento del valor por el que el bien hubiere salido a subasta y el
ejecutado no hubiere presentado postor, podrá el acreedor pedir la adjudicación del
inmueble por el 70 por ciento o por la cantidad que se le deba por todos los conceptos,
siempre que esta cantidad sea superior a la mejor postura.

Disposición transitoria primera. Régimen de recursos contra resoluciones interlocutorias o


no definitivas.
A las resoluciones interlocutorias o no definitivas que se dicten en toda clase de
procesos e instancias tras la entrada en vigor de esta Ley les será de aplicación el régimen
de recursos ordinarios que en ella se establece.

Disposición transitoria segunda. Procesos en primera instancia.


Salvo lo dispuesto en la disposición transitoria primera, los procesos de declaración que
se encontraren en primera instancia al tiempo de la entrada en vigor de la presente Ley se
continuarán sustanciando, hasta que recaiga sentencia en dicha instancia, conforme a la
legislación procesal anterior. En cuanto a la apelación, la segunda instancia, la ejecución,
también la provisional, y los recursos extraordinarios, serán aplicables las disposiciones de la
presente Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Disposición transitoria tercera. Procesos en segunda instancia.


Salvo lo dispuesto en la disposición transitoria primera, cuando los procesos de
declaración se encontraren en segunda instancia al tiempo de la entrada en vigor de esta
Ley, se sustanciará esa instancia con arreglo a la Ley anterior y, a partir de la sentencia, se
aplicará, a todos los efectos, la presente Ley.
No obstante, podrá pedirse conforme a lo dispuesto en esta Ley la ejecución provisional
de la sentencia estimatoria apelada.

Disposición transitoria cuarta. Asuntos en casación.


Los asuntos pendientes de recurso de casación al entrar en vigor la presente Ley
seguirán sustanciándose y se decidirán conforme a la anterior, pero podrá pedirse, con
arreglo a esta Ley, la ejecución provisional de la sentencia estimatoria recurrida en casación.

Disposición transitoria quinta. Juicios ejecutivos.


Cualquiera que sea el título en que se funden, los juicios ejecutivos pendientes a la
entrada en vigor de la presente Ley se seguirán tramitando conforme a la anterior, pero, si
las actuaciones no hubieren llegado al procedimiento de apremio, se aplicará en su
momento esta Ley en lo relativo a dicho procedimiento.

Disposición transitoria sexta. Ejecución forzosa.


Los procesos de ejecución ya iniciados al entrar en vigor esta Ley se regirán por lo
dispuesto en ella para las actuaciones ejecutivas que aún puedan realizarse o modificarse
hasta la completa satisfacción del ejecutante.

Disposición transitoria séptima. Medidas cautelares.


1. Las medidas cautelares que se soliciten, tras la entrada en vigor de esta Ley, en los
procesos iniciados antes de su vigencia, se regirán por lo dispuesto en la presente Ley.
2. Las medidas cautelares ya adoptadas antes de entrar en vigor esta Ley se regirán por
las disposiciones de la legislación anterior, pero se podrá pedir y obtener su revisión y
modificación con arreglo a la presente Ley.

Disposición derogatoria única. 


1. Se deroga la Ley de Enjuiciamiento Civil, aprobada por Real Decreto de 3 de febrero
de 1881, con las excepciones siguientes:
1.ª Los Títulos XII y XIII del Libro II y el Libro III, que quedarán en vigor hasta la vigencia
de la Ley Concursal y de la Ley sobre Jurisdicción Voluntaria, respectivamente, excepción
hecha del artículo 1827 y los artículos 1880 a 1900, inclusive, que quedan derogados.
Asimismo, hasta la vigencia de las referidas Leyes, también quedarán en vigor los
números 1.º y 5.º del artículo 4, los números 1.º y 3.º del artículo 10 y las reglas 8.ª, 9.ª, 16.ª,
17.ª, 18.ª, 19.ª, 22.ª, 23.ª, 24.ª, 25.ª, 26.ª y 27.ª del artículo 63, todos ellos de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, de 1881.
Mientras no entre en vigor la Ley Concursal, los incidentes que surjan en el seno de
procesos concursales se regirán por lo dispuesto en la presente Ley para la tramitación de
incidentes.
En tanto no entre en vigor la Ley sobre Jurisdicción Voluntaria, las referencias al
procedimiento contencioso procedente contenidas en el Libro III se entenderán hechas al
juicio verbal.
2.ª El Título I del Libro II, así como el artículo 11, sobre la conciliación y la sección 2.ª del
Título IX del Libro II, sobre declaración de herederos abintestato, que estarán vigentes hasta
la entrada en vigor de la regulación de ambas materias en la Ley sobre Jurisdicción
Voluntaria.
3.ª Los artículos 951 a 958, sobre eficacia en España de sentencias dictadas por
tribunales extranjeros, que estarán en vigor hasta la vigencia de la Ley sobre cooperación
jurídica internacional en materia civil.

– 531 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. Quedan también derogados los siguientes preceptos, leyes y disposiciones:


1.º El apartado segundo del artículo 8; el párrafo segundo del apartado sexto del artículo
12; los artículos 127 a 130, incluido; el párrafo segundo del artículo 134 y el artículo 135; los
artículos 202 a 214, incluido; 294 a 296, incluido, y 298; y los artículos 1214, 1215, 1226 y
1231 a 1253, incluido, todos ellos del Código Civil.
2.º Los artículos 119, 120, 121 y 122.1 de la Ley de Sociedades Anónimas, texto
refundido aprobado por Real Decreto legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre.
3.º Los artículos 11, 12, 13, 14 y 15 de la Ley 62/1978, de 26 de diciembre, de Protección
Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona.
4.º Los artículos 2, 8, 12 y 13 de la Ley de 23 de julio de 1908, referente a la nulidad de
ciertos contratos de préstamos.
5.º Los artículos 17 y 18 de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación
de Vehículos a Motor, texto refundido aprobado por Decreto 632/1968, de 21 de marzo.
6.º Los artículos 38 a 40, incluido, de la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de
Arrendamientos Urbanos.
7.º Los artículos 123 a 137 de la Ley 83/1980, de 31 de diciembre, de Arrendamientos
Rústicos.
8.º Los artículos 82, 83, 84, 85, 92 y 93 de la Ley de Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin
Desplazamiento, de 16 de diciembre de 1954.
9.º Los artículos 41 y 42 de la Ley de Hipoteca Naval, de 21 de agosto de 1893.
10.º Las disposiciones adicionales primera a novena de la Ley 30/1981, de 7 de julio, por
la que se modifica la regulación del matrimonio en el Código Civil y se determina el
procedimiento a seguir en las causas de nulidad, separación y divorcio.
11.º Los artículos 23, 25 y 26 de la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal.
12.º Los artículos 29, 30 y 33 de la Ley 34/1988, de 11 noviembre, General de
Publicidad.
13.º El artículo 142 de la Ley de Propiedad Intelectual, texto refundido por Real Decreto
legislativo 1/1996, de 12 de abril.
14.º Los apartados tercero y cuarto del artículo 125, el apartado segundo del artículo
133, el artículo 135 y los apartados primero y segundo del artículo 136 de la Ley 11/1986, de
20 de marzo, de Patentes.
15.º El apartado tercero del artículo 9 y los artículos 14, 15, 18 y 20 de la Ley 7/1998, de
13 de abril, sobre Condiciones Generales de la Contratación.
16.º El artículo 12 de la Ley 28/1998, de 13 de julio, de Venta a Plazos de Bienes
Muebles.
17.º El Decreto-ley 18/1969, de 20 de octubre, sobre administración judicial en caso de
embargo de empresas.
18.º El Decreto de 21 de noviembre de 1952, por el que se desarrolla la base décima de
la Ley de 19 de julio de 1944 sobre normas procesales aplicables en la justicia municipal.
19.º La Ley 10/1968, de 20 de junio, sobre atribución de competencias en materia civil a
las Audiencias Provinciales.
20.º El Decreto de 23 de febrero de 1940 sobre reconstrucción de autos y actuaciones
judiciales.
21.º El Decreto-ley 5/1973, de 17 de julio, sobre declaración de inhábiles, a efectos
judiciales, de todos los días del mes de agosto.
3. Asimismo, se consideran derogadas, conforme al apartado segundo del artículo 2 del
Código Civil, cuantas normas se opongan o sean incompatibles con lo dispuesto en la
presente Ley.
Se considera en vigor la Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia Jurídica al
Estado e Instituciones Públicas.

Disposición final primera. Reforma de la Ley de Propiedad Horizontal.


1. El párrafo tercero del apartado 2 del artículo 7 de la Ley 49/1960, de 21 de julio, sobre
Propiedad Horizontal, modificada por la Ley 8/1999, de 6 de abril, queda redactado en los
siguientes términos:

– 532 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

"Si el infractor persistiere en su conducta el Presidente, previa autorización de la


Junta de propietarios, debidamente convocada al efecto, podrá entablar contra él
acción de cesación que, en lo no previsto expresamente por este artículo, se
sustanciará a través del juicio ordinario."
2. El artículo 21 de la Ley 49/1960, de 21 de julio, de Propiedad Horizontal, quedará
redactado en los siguientes términos:
"1. Las obligaciones a que se refieren los apartados e) y f) del artículo 9 deberán
cumplirse por el propietario de la vivienda o local en el tiempo y forma determinados
por la Junta. En caso contrario, el presidente o el administrador, si así lo acordase la
junta de propietarios, podrá exigirlo judicialmente a través del proceso monitorio.
2. La utilización del procedimiento monitorio requerirá la previa certificación del
acuerdo de la Junta aprobando la liquidación de la deuda con la comunidad de
propietarios por quien actúe como secretario de la misma, con el visto bueno del
presidente, siempre que tal acuerdo haya sido notificado a los propietarios afectados
en la forma establecida en el artículo 9.
3. A la cantidad que se reclame en virtud de lo dispuesto en el apartado anterior
podrá añadirse la derivada de los gastos del requerimiento previo de pago, siempre
que conste documentalmente la realización de éste, y se acompañe a la solicitud el
justificante de tales gastos.
4. Cuando el propietario anterior de la vivienda o local deba responder
solidariamente del pago de la deuda, podrá dirigirse contra él la petición inicial, sin
perjuicio de su derecho a repetir contra el actual propietario. Asimismo se podrá
dirigir la reclamación contra el titular registral, que gozará del mismo derecho
mencionado anteriormente.
En todos estos casos, la petición inicial podrá formularse contra cualquiera de los
obligados o contra todos ellos conjuntamente.
5. Cuando el deudor se oponga a la petición inicial del proceso monitorio, el
acreedor podrá solicitar el embargo preventivo de bienes suficientes de aquél, para
hacer frente a la cantidad reclamada, los intereses y las costas.
El tribunal acordará, en todo caso, el embargo preventivo sin necesidad de que el
acreedor preste caución. No obstante, el deudor podrá enervar el embargo prestando
aval bancario por la cuantía por la que hubiese sido decretado.
6. Cuando en la solicitud inicial del proceso monitorio se utilizaren los servicios
profesionales de abogado y procurador para reclamar las cantidades debidas a la
Comunidad, el deudor deberá pagar, con sujeción en todo caso a los límites
establecidos en el apartado tercero del artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil,
los honorarios y derechos que devenguen ambos por su intervención, tanto si aquél
atendiere el requerimiento de pago como si no compareciere ante el tribunal. En los
casos en que exista oposición, se seguirán las reglas generales en materia de
costas, aunque si el acreedor obtuviere una sentencia totalmente favorable a su
pretensión, se deberán incluir en ellas los honorarios del abogado y los derechos del
procurador derivados de su intervención, aunque no hubiera sido preceptiva."

Disposición final segunda. Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.


1. El artículo 25.20 de la Ley de Propiedad Intelectual, texto refundido por Real Decreto
legislativo 1/1996, de 12 de abril, quedará redactado en los siguientes términos:
"20. En el supuesto indicado en el apartado que antecede y en cualquier otro de
impago de la remuneración, la entidad o entidades de gestión o, en su caso, la
representación o asociación gestora, sin perjuicio de las acciones civiles y penales
que les asistan, podrán solicitar del tribunal la adopción de las medidas cautelares
procedentes conforme a lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil y, en concreto,
el embargo de los correspondientes equipos, aparatos y materiales. Los bienes así
embargados quedarán afectos al pago de la remuneración reclamada y a la oportuna
indemnización de daños y perjuicios."

– 533 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2. El artículo 103 de la Ley de Propiedad Intelectual, texto refundido por Real Decreto
legislativo 1/1996, de 12 de abril, quedará redactado en los siguientes términos:

"Artículo 103. Medidas de protección.


El titular de los derechos reconocidos en el presente Título podrá instar las
acciones y procedimientos que, con carácter general, se disponen en el Título I, Libro
III de la presente Ley y las medidas cautelares procedentes, conforme a lo dispuesto
en la Ley de Enjuiciamiento Civil."
3. El artículo 143 de la Ley de Propiedad Intelectual, texto refundido por Real Decreto
legislativo 1/1996, de 12 de abril, quedará redactado en los siguientes términos:

"Artículo 143. Causas criminales.


En las causas criminales que se sigan por infracción de los derechos reconocidos
en esta Ley, podrán adoptarse las medidas cautelares procedentes en procesos
civiles, conforme a lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil. Estas medidas no
impedirán la adopción de cualesquiera otras establecidas en la legislación procesal
penal."
4. El artículo 150 de la Ley de Propiedad Intelectual, texto refundido por Real Decreto
legislativo 1/1996, de 12 de abril, quedará redactado en los siguientes términos:

"Artículo 150. Legitimación.
Las entidades de gestión, una vez autorizadas, estarán legitimadas en los
términos que resulten de sus propios estatutos, para ejercer los derechos confiados a
su gestión y hacerlos valer en toda clase de procedimientos administrativos o
judiciales.
Para acreditar dicha legitimación, la entidad de gestión únicamente deberá
aportar al inicio del proceso copia de sus estatutos y certificación acreditativa de su
autorización administrativa. El demandado sólo podrá fundar su oposición en la falta
de representación de la actora, la autorización del titular del derecho exclusivo o el
pago de la remuneración correspondiente."

Disposición final tercera. Reforma de la Ley de Sociedades Anónimas.


1. El artículo 118 del Real Decreto legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, por el que
se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades Anónimas, quedará redactado en los
siguientes términos:
"Para la impugnación de los acuerdos sociales, se seguirán los trámites del juicio
ordinario y las disposiciones contenidas en la Ley de Enjuiciamiento Civil."
2. Los párrafos segundo y tercero del artículo 122 del citado texto de la Ley de
Sociedades Anónimas, pasarán a ser los párrafos primero y segundo, respectivamente, de
dicho artículo.

Disposición final cuarta. Reforma de la Ley de Competencia Desleal.


El artículo 22 de la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal, quedará
redactado en los siguientes términos:

"Artículo 22. Procedimiento.
Los procesos en materia de competencia desleal se tramitarán con arreglo a lo
dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil para el juicio ordinario."

Disposición final quinta. Reforma de la Ley de Patentes.


1. El apartado primero del artículo 125 de la Ley 11/1986, de 20 de marzo, de Patentes,
quedará redactado en los siguientes términos:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

"1. Los litigios civiles que puedan surgir al amparo de la presente Ley se
resolverán en el juicio que corresponda conforme a la Ley de Enjuiciamiento Civil."
2. El artículo 133 de la Ley 11/1986, de 20 de marzo, de Patentes, quedará redactado en
los siguientes términos:
"Quien ejercite o vaya a ejercitar una acción de las previstas en la presente Ley,
podrá solicitar del órgano judicial que haya de entender de aquélla la adopción de las
medidas cautelares tendentes a asegurar la efectividad de dichas acciones, siempre
que justifique la explotación de la patente objeto de la acción en los términos del
artículo 83 de la presente Ley o que ha iniciado unos preparativos serios y efectivos
a tales efectos."

Disposición final sexta. Reforma de la Ley sobre Condiciones Generales de la


Contratación.
1. El apartado segundo del artículo 12 de la Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre
Condiciones Generales de la Contratación, quedará redactado en los siguientes términos:
"2. La acción de cesación se dirige a obtener una sentencia que condene al
demandado a eliminar de sus condiciones generales las que se reputen nulas y a
abstenerse de utilizarlas en lo sucesivo, determinando o aclarando, cuando sea
necesario, el contenido del contrato que ha de considerarse válido y eficaz.
A la acción de cesación podrá acumularse, como accesoria, la de devolución de
cantidades que se hubiesen cobrado en virtud de las condiciones a que afecte la
sentencia y la de indemnización de daños y perjuicios que hubiere causado la
aplicación de dichas condiciones."
2. El apartado tercero del artículo 12 de la Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre Condiciones
Generales de la Contratación, quedará redactado en los siguientes términos:
"3. La acción de retractación tendrá por objeto obtener una sentencia que declare
e imponga al demandado, sea o no el predisponente, el deber de retractarse de la
recomendación que haya efectuado de utilizar las cláusulas de condiciones
generales que se consideren nulas y de abstenerse de seguir recomendándolas en el
futuro."
3. El apartado cuarto del artículo 12 de la Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre Condiciones
Generales de la Contratación, quedará redactado en los siguientes términos:
"4. La acción declarativa se dirigirá a obtener una sentencia que reconozca una
cláusula como condición general de la contratación y ordene su inscripción, cuando
ésta proceda conforme a lo previsto en el inciso final del apartado 2 del artículo 11 de
la presente Ley."
4. Se añade un nuevo párrafo al final del artículo 16 de la Ley 7/1998, de 13 de abril,
sobre Condiciones Generales de la Contratación, en los siguientes términos:
"Estas entidades podrán personarse en los procesos promovidos por otra
cualquiera de ellas, si lo estiman oportuno para la defensa de los intereses que
representan."
5. Se añade una disposición adicional cuarta a la Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre
Condiciones Generales de la Contratación, en los siguientes términos:

"Disposición adicional cuarta. 


Las referencias contenidas en la Ley de Enjuiciamiento Civil a los consumidores
y usuarios, deberán entenderse realizadas a todo adherente, sea o no consumidor o
usuario, en los litigios en que se ejerciten acciones individuales o colectivas
derivadas de la presente Ley de Condiciones Generales de la Contratación.
Asimismo, las referencias contenidas en la Ley de Enjuiciamiento Civil a las
asociaciones de consumidores y usuarios, deberán considerarse aplicables
igualmente, en los litigios en que se ejerciten acciones colectivas contempladas en la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

presente Ley de Condiciones Generales de la Contratación, a las demás personas y


entes legitimados activamente para su ejercicio."

Disposición final séptima. Reforma de la Ley de Venta a Plazos de Bienes Muebles.


1. El párrafo primero del apartado tercero del artículo 15 de la Ley 28/1998, de 13 de
julio, de Venta a Plazos de Bienes Muebles, quedará redactado en los siguientes términos:
"3. En caso de embargo preventivo o ejecución forzosa respecto de bienes
muebles se sobreseerá todo procedimiento de apremio respecto de dichos bienes o
sus productos o rentas tan pronto como conste en autos, por certificación del
registrador, que sobre los bienes en cuestión constan inscritos derechos en favor de
persona distinta de aquella contra la cual se decretó el embargo o se sigue el
procedimiento, a no ser que se hubiese dirigido contra ella la acción en concepto de
heredera de quien aparezca como dueño en el Registro. Al acreedor ejecutante le
quedará reservada su acción para perseguir en el mismo juicio otros bienes del
deudor y para ventilar en el juicio correspondiente el derecho que creyere asistirle en
cuanto a los bienes respecto de los cuales se suspenda el procedimiento."
2. El apartado primero del artículo 16 de la Ley 28/1998, de 13 de julio, de Venta a
Plazos de Bienes Muebles, quedará redactado en los siguientes términos:
"1. El acreedor podrá recabar el cumplimiento de las obligaciones derivadas de
los contratos regulados por la presente Ley mediante el ejercicio de las acciones que
correspondan en procesos de declaración ordinarios, en el proceso monitorio o en el
proceso de ejecución, conforme a la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Únicamente constituirán título suficiente para fundar la acción ejecutiva sobre el
patrimonio del deudor los contratos de venta a plazos de bienes muebles que
consten en alguno de los documentos a que se refieren los números 4.º y 5.º del
apartado segundo del artículo 517 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."
3. La letra d) del apartado segundo del artículo 16 de la Ley 28/1998, de 13 de julio, de
Venta a Plazos de Bienes Muebles, quedará redactada en los siguientes términos:
"d) Cuando el deudor no pagare la cantidad exigida ni entregare los bienes para
la enajenación en pública subasta a que se refiere la letra anterior, el acreedor podrá
reclamar del tribunal competente la tutela sumaria de su derecho, mediante el
ejercicio de las acciones previstas en los números 10.o y 11.o del apartado primero
del artículo 250 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."
4. El apartado segundo de la disposición adicional primera de la Ley 28/1998, de 13 de
julio, de Venta a Plazos de Bienes Muebles, quedará redactado en los siguientes términos:
"El arrendador financiero podrá recabar el cumplimiento de las obligaciones
derivadas de los contratos regulados por la presente Ley mediante el ejercicio de las
acciones que correspondan en procesos de declaración ordinarios, en el proceso
monitorio o en el proceso de ejecución, conforme a la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Únicamente constituirán título suficiente para fundar la acción ejecutiva sobre el
patrimonio del deudor los contratos de arrendamiento financiero que consten en
alguno de los documentos a que se refieren los números 4.º y 5.º del apartado
segundo del artículo 517 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."
5. El primer párrafo y la letra c) del apartado tercero de la disposición adicional primera
de la Ley 28/1998, de 13 de julio, de Venta a Plazos de Bienes Muebles, quedarán
redactados en los siguientes términos:
"3. En caso de incumplimiento de un contrato de arrendamiento financiero que
conste en alguno de los documentos a que se refieren los números 4.º y 5.º del
apartado segundo del artículo 517 de la Ley de Enjuiciamiento Civil o que se haya
inscrito en el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles y formalizado en el
modelo oficial establecido al efecto, el arrendador, podrá pretender la recuperación
del bien conforme a las siguientes reglas:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

c) Cuando el deudor no pagare la cantidad exigida ni entregare los bienes al


arrendador financiero, éste podrá reclamar del tribunal competente la inmediata
recuperación de los bienes cedidos en arrendamiento financiero, mediante el
ejercicio de las acciones previstas en el número 11.º del apartado primero del artículo
250 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."

Disposición final octava. Reforma de la Ley de Arbitraje.


El artículo 11 de la Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje, quedará redactado en
los siguientes términos:
"1. El convenio arbitral obliga a las partes a estar y pasar por lo estipulado e
impedirá a los tribunales conocer de las cuestiones litigiosas sometidas a arbitraje en
el convenio, siempre que la parte a quien interese lo invoque mediante declinatoria."
"2. Las partes podrán renunciar por convenio al arbitraje pactado, quedando
expedita la vía judicial. En todo caso, se entenderán que renuncian cuando,
interpuesta demanda por cualquiera de ellas, el demandado o todos los
demandados, si fuesen varios, realicen, después de personados en juicio, cualquier
gestión procesal que no sea proponer en forma la declinatoria."

Disposición final novena. Reforma de la Ley Hipotecaria.


Se modifican los artículos 41, 86, 107, 129, 130, 131, 132, 133, 134 y 135 de la Ley
Hipotecaria, de 8 de febrero de 1946, que quedarán redactados en los siguientes términos:
1. Artículo 41
"Las acciones reales procedentes de los derechos inscritos podrán ejercitarse a
través del juicio verbal regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil, contra quienes, sin
título inscrito, se opongan a aquellos derechos o perturben su ejercicio. Estas
acciones, basadas en la legitimación registral que reconoce el artículo 38, exigirán
siempre que por certificación del registrador se acredite la vigencia, sin contradicción
alguna, del asiento correspondiente."
2. Artículo 86
"Las anotaciones preventivas, cualquiera que sea su origen, caducarán a los
cuatro años de la fecha de la anotación misma, salvo aquellas que tengan señalado
en la Ley un plazo más breve. No obstante, a instancia de los interesados o por
mandato de las autoridades que las decretaron, podrán prorrogarse por un plazo de
cuatro años más, siempre que el mandamiento ordenando la prórroga sea
presentado antes de que caduque el asiento. La anotación prorrogada caducará a los
cuatro años de la fecha de la anotación misma de prórroga. Podrán practicarse
sucesivas ulteriores prórrogas en los mismos términos.
La caducidad de las anotaciones preventivas se hará constar en el Registro a
instancia del dueño del inmueble o derecho real afectado."
3. Artículo 107.12.º
"12.º El derecho del rematante sobre los inmuebles subastados en un
procedimiento judicial. Una vez satisfecho el precio del remate e inscrito el dominio
en favor del rematante, la hipoteca subsistirá, recayendo directamente sobre los
bienes adjudicados."
4. Artículo 129
"La acción hipotecaria podrá ejercitarse directamente contra los bienes
hipotecados sujetando su ejercicio a lo dispuesto en el Título IV del Libro III de la Ley
de Enjuiciamiento Civil, con las especialidades que se establecen en su capítulo V.
Además, en la escritura de constitución de la hipoteca podrá pactarse la venta
extrajudicial del bien hipotecado, conforme al artículo 1.858 del Código Civil, para el
caso de falta de cumplimiento de la obligación garantizada. La venta extrajudicial se

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

realizará por medio de notario, con las formalidades establecidas en el Reglamento


Hipotecario."
5. Artículo 130
"El procedimiento de ejecución directa contra los bienes hipotecados sólo podrá
ejercitarse como realización de una hipoteca inscrita y, dado su carácter constitutivo,
sobre la base de los extremos contenidos en el asiento respectivo".
6. Artículo 131
"Las anotaciones preventivas de demanda de nulidad de la propia hipoteca o
cualesquiera otras que no se basen en alguno de los supuestos que puedan
determinar la suspensión de la ejecución quedarán canceladas en virtud del
mandamiento de cancelación a que se refiere el artículo 133, siempre que sean
posteriores a la nota marginal de expedición de certificación de cargas. No se podrá
inscribir la escritura de carta de pago de la hipoteca mientras no se haya cancelado
previamente la citada nota marginal, mediante mandamiento judicial al efecto."
7. Artículo 132
"A los efectos de las inscripciones y cancelaciones a que den lugar los
procedimientos de ejecución directa sobre los bienes hipotecados, la calificación del
registrador se extenderá a los extremos siguientes:
1.º Que se ha demandado y requerido de pago al deudor, hipotecante no deudor
y terceros poseedores que tengan inscritos su derecho en el Registro en el momento
de expedirse certificación de cargas en el procedimiento.
2.º Que se ha notificado la existencia del procedimiento a los acreedores y
terceros cuyo derecho ha sido anotado o inscrito con posterioridad a la hipoteca, a
excepción de los que sean posteriores a la nota marginal de expedición de
certificación de cargas, respecto de los cuales la nota marginal surtirá los efectos de
la notificación.
3.º Que lo entregado al acreedor en pago del principal del crédito, de los
intereses devengados y de las costas causadas, no exceden del límite de la
respectiva cobertura hipotecaria.
4.º Que el valor de lo vendido o adjudicado fue igual o inferior al importe total del
crédito del actor, o en caso de haberlo superado, que se consignó el exceso en
establecimiento público destinado al efecto a disposición de los acreedores
posteriores."
8. Artículo 133
"El testimonio expedido por el Secretario Judicial comprensivo del auto de remate
o adjudicación y del que resulte la consignación, en su caso, del precio, será título
bastante para practicar la inscripción de la finca o derecho adjudicado a favor del
rematante o adjudicatario, siempre que se acompañe el mandamiento de cancelación
de cargas a que se refiere el artículo 674 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El mandamiento judicial de cancelación de cargas y el testimonio del auto de
remate o adjudicación podrán constar en un solo documento en el que se
consignará, en todo caso, el cumplimiento de los requisitos establecidos en el
artículo anterior y las demás circunstancias que sean necesarias para practicar la
inscripción y la cancelación."
9. Artículo 134
"El testimonio del auto de adjudicación y el mandamiento de cancelación de
cargas, determinarán la inscripción de la finca o derecho a favor del adjudicatario y la
cancelación de la hipoteca que motivó la ejecución, así como la de todas las cargas,
gravámenes e inscripciones de terceros poseedores que sean posteriores a ellas, sin
excepción, incluso las que se hubieran verificado con posterioridad a la nota marginal
de expedición de certificación de cargas en el correspondiente procedimiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Tan sólo subsistirán las declaraciones de obras nuevas y divisiones horizontales


posteriores, cuando de la inscripción de la hipoteca resulte que ésta se extiende por
ley o por pacto a las nuevas edificaciones."
10. Artículo 135
"El registrador deberá comunicar al Juez ante quien se sustancie un
procedimiento ejecutivo, incluso cuando recaiga directamente sobre bienes
hipotecados, la extensión de ulteriores asientos que puedan afectar a la ejecución."

Disposición final décima. Reforma de la Ley Cambiaria y del Cheque.


1. Se modifica el último párrafo del artículo 67 de la Ley 19/1985, de 16 de julio, de la
Ley Cambiaria y del Cheque, que quedará redactado en los siguientes términos:
"Frente al ejercicio de la acción cambiaria sólo serán admisibles las excepciones
enunciadas en este artículo."
2. Se modifica el párrafo segundo del artículo 49 de la Ley 19/1985, de 16 de julio,
Cambiaria y del Cheque, sustituyendo la expresión: "... como en la ejecutiva..." por la
siguiente: "... a través del proceso especial cambiario...".
3. Se modifica el artículo 66 de la Ley 19/1985, de 16 de julio, Cambiaria y del Cheque,
que quedará redactado en los siguientes términos:
"La letra de cambio tendrá aparejada ejecución a través del juicio cambiario que
regula la Ley de Enjuiciamiento Civil en el capítulo II, Título III, del Libro IV, por la
suma determinada en el título y por las demás cantidades, conforme a los artículos
58, 59 y 62 de la presente Ley, sin necesidad de reconocimiento judicial de las
firmas."
4. Se modifica el artículo 68 de la Ley 19/1985, de 16 de julio, Cambiaria y del Cheque,
que quedará redactado en los siguientes términos:
"El ejercicio de la acción cambiaria, a través del proceso especial cambiario, se
someterá al procedimiento establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil."

Disposición final undécima. Reforma de la Ley de Procedimiento Laboral.


Se modifican los artículos 2, 15, 47, 50, 183, 186, 234, 235 y 261 del Real Decreto
legislativo 2/1995, de 7 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de
Procedimiento Laboral, que quedarán redactados en los siguientes términos:
1. Artículo 2
"d) Entre los asociados y las Mutualidades, excepto las establecidas por los
Colegios Profesionales, en los términos previstos en los artículos 64 y siguientes y en
la disposición adicional decimoquinta de la Ley 30/1995, de 8 de noviembre, de
Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados, así como entre las fundaciones
laborales o entre éstas y sus beneficiarios, sobre cumplimiento, existencia o
declaración de sus obligaciones específicas y derechos de carácter patrimonial,
relacionados con los fines y obligaciones propios de esas entidades."
2. Artículo 15
"1. La abstención y la recusación se regirán, en cuanto a sus causas, por la Ley
Orgánica del Poder Judicial, y en cuanto al procedimiento, por lo dispuesto en la Ley
de Enjuiciamiento Civil.
No obstante lo anterior, la recusación habrá de proponerse en instancia con
anterioridad a la celebración de los actos de conciliación y juicio y, en recursos, antes
del día señalado para la votación y fallo o, en su caso, para la vista.
En cualquier caso, la proposición de la recusación no suspenderá la ejecución.
2. Instruirán los incidentes de recusación:

– 539 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

a) Cuando el recusado sea el Presidente o uno o más Magistrados de la Sala de


lo Social del Tribunal Supremo, de la Sala de lo Social de los Tribunales Superiores
de Justicia, o de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, un Magistrado de la
Sala a la que pertenezca el recusado, designado en virtud de un turno establecido
por orden de antigüedad.
b) Cuando se recusare a todos los Magistrados de una Sala de Justicia, el
Magistrado que corresponda por turno de antigüedad de los que integren el Tribunal
correspondiente, siempre que no estuviere afectado por la recusación, y si se
recusare a todos los Magistrados que integran la Sala de lo Social del Tribunal
correspondiente, un Magistrado de la Sala de lo Contencioso-administrativo
designado por sorteo entre todos sus integrantes.
c) Cuando el recusado sea un Juez de lo Social, un Magistrado de la Sala de lo
Social del Tribunal Superior de Justicia, designado en virtud de un turno establecido
por orden de antigüedad.
La antigüedad se regirá por el orden de escalafón en la carrera judicial.
En los casos en que no fuere posible cumplir lo prevenido en los párrafos
anteriores, la Sala de Gobierno del Tribunal correspondiente designará al instructor,
procurando que sea de mayor categoría o, al menos, de mayor antigüedad que el
recusado o recusados.
3. Decidirán los incidentes de recusación:
a) La Sala prevista en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial cuando
el recusado sea el Presidente de la Sala de lo Social o dos o más de los Magistrados
de dicha Sala.
b) La Sala de lo Social del Tribunal Supremo, cuando se recuse a uno de los
Magistrados que la integran.
c) La Sala a que se refiere el artículo 77 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
cuando se hubiera recusado al Presidente de la Sala de lo Social de dicho Tribunal
Superior.
d) La Sala a que se refiere el artículo 69 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
cuando se hubiera recusado al Presidente de la Sala de lo Social de la Audiencia
Nacional o a más de dos Magistrados de una Sección de dicha Sala.
e) Cuando se recusare a uno o dos Magistrados de la Sala de lo Social de la
Audiencia Nacional, la Sección en la que no se encuentre integrado el recusado o la
Sección que siga en orden numérico a aquella de la que el recusado forme parte.
f) Cuando se recusare a uno o dos Magistrados de la Sala de lo Social de los
Tribunales Superiores de Justicia, la Sala en Pleno si no estuviera dividida en
Secciones o, en caso contrario, la Sección en la que no se encuentre integrado el
recusado o la Sección que siga en orden numérico a aquella de la que el recusado
forme parte.
g) Cuando el recusado sea un Juez de lo Social, la Sala de lo Social del Tribunal
Superior de Justicia correspondiente, en Pleno, si no estuviera dividida en Secciones
o, en caso contrario, la Sección primera."
3. Artículo 47.2
"2. Todo interesado podrá tener acceso al libro de sentencias a que se refiere el
artículo 213 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."
4. Artículo 50.1
"1. El Juez, en el momento de terminar el juicio, podrá pronunciar sentencia de
viva voz, que se consignará en el acta con el contenido y requisitos establecidos en
la Ley de Enjuiciamiento Civil. También podrá limitarse a pronunciar el fallo, que se
documentará en el acta mediante la fe del Secretario Judicial, sin perjuicio de la
redacción posterior de la sentencia dentro del plazo y en la forma legalmente
previstos."
5. Párrafo primero del artículo 183

– 540 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

"A los procesos seguidos sin que haya comparecido el demandado, les serán de
aplicación las normas contenidas en el Título V del Libro II de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, con las especialidades siguientes:"
6. Regla 3.ª del artículo 183
"El plazo para solicitar la audiencia será de tres meses desde la notificación de la
sentencia en el "Boletín Oficial" correspondiente en los supuestos y condiciones
previstos en el artículo 501 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."
7. Artículo 186
"Los recursos de reposición y de súplica se sustanciarán de conformidad con lo
prevenido para el recurso de reposición en la Ley de Enjuiciamiento Civil."
8. Artículo 234
"Contra cualquier sentencia dictada por los órganos del orden jurisdiccional social
procederá el recurso de revisión previsto en la Ley de Enjuiciamiento Civil. El recurso
se interpondrá ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, que habrá de
resolverlo con arreglo a lo dispuesto en dicha Ley de Enjuiciamiento, si bien el
depósito para recurrir tendrá la cuantía que en la presente Ley se señala para los
recursos de casación."
9. Artículo 235.1
"1. Las sentencias firmes se llevarán a efecto en la forma establecida en la Ley
de Enjuiciamiento Civil para la ejecución de sentencias, con las especialidades
previstas en esta Ley."
10. Artículo 261.2
"2. Si lo embargado fueren valores, se venderán en la forma establecida para
ellos en la Ley de Enjuiciamiento Civil."

Disposición final duodécima. Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.


Se modifican los artículos 54, 56, 63, 68, 201 y 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
promulgada por Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, que quedarán redactados en los
siguientes términos:
1. Artículo 54
"La abstención y la recusación se regirán, en cuanto a sus causas, por la Ley
Orgánica del Poder Judicial, y en cuanto al procedimiento, por lo dispuesto en la Ley
de Enjuiciamiento Civil."
2. Artículo 56
"La recusación deberá proponerse tan luego como se tenga conocimiento de la
causa en que se funde, pues, en otro caso, no se admitirá a trámite. Concretamente,
se inadmitirán las recusaciones:
1.º Cuando no se propongan al comparecer o intervenir por vez primera en el
proceso, en cualquiera de sus fases, si el conocimiento de la concurrencia de la
causa de recusación fuese anterior a aquél.
2.º Cuando se propusieren iniciado ya el proceso, si la causa de recusación se
conociese con anterioridad al momento procesal en que la recusación se proponga."
3. Artículo 63
"Instruirán los incidentes de recusación:
a) Cuando el recusado sea el Presidente o uno o más Magistrados de la Sala de
lo Penal del Tribunal Supremo, de la Sala de lo Penal de los Tribunales Superiores
de Justicia, o de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, un Magistrado de la

– 541 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Sala a la que pertenezca el recusado, designado en virtud de un turno establecido


por orden de antigüedad.
b) Cuando el recusado sea el Presidente o uno o más Magistrados de una
Audiencia Provincial, un Magistrado de una Sección distinta a la que pertenezca el
recusado, designado en virtud de un turno establecido por orden de antigüedad. Si
sólo existiere una Sección, se procederá del modo que se establece en el apartado
segundo del artículo 107 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
c) Cuando se recusare a todos los Magistrados de una Sala de Justicia, el
Magistrado que corresponda por turno de antigüedad de los que integren el Tribunal
correspondiente, siempre que no estuviere afectado por la recusación, y si se
recusare a todos los Magistrados que integran la Sala del Tribunal correspondiente,
un Magistrado designado por sorteo entre todos los integrantes de Tribunales del
mismo ámbito territorial pertenecientes al resto de órdenes jurisdiccionales.
d) Cuando se recusare a un Juez Central de lo Penal o a un Juez Central de
Instrucción, un Magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional,
designado en virtud de un turno establecido por orden de antigüedad.
e) Cuando el recusado sea un Juez de Instrucción o un Juez de lo Penal, un
Magistrado de la Audiencia Provincial correspondiente, designado en virtud de un
turno establecido por orden de antigüedad.
f) Cuando el recusado fuere un Juez de Paz, el Juez de Instrucción del partido
correspondiente o, si hubiere en él varios Juzgados de Instrucción, el Juez titular
designado en virtud de un turno establecido por orden de antigüedad."
4. Artículo 68
"Decidirán los incidentes de recusación:
a) La Sala prevista en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial cuando
el recusado sea el Presidente del Tribunal Supremo o el Presidente de la Sala de lo
Penal o dos o más de los Magistrados de dicha Sala.
b) La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, cuando se recuse a uno de los
Magistrados que la integran.
c) La Sala a que se refiere el artículo 77 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
cuando se hubiera recusado al Presidente del Tribunal Superior de Justicia, al
Presidente de la Sala de lo Civil y Penal de dicho Tribunal Superior o al Presidente
de Audiencia Provincial con sede en la Comunidad Autónoma o a dos o más
Magistrados de una Sala o Sección o de una Audiencia Provincial.
d) La Sala a que se refiere el artículo 69 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
cuando se hubiera recusado al Presidente de la Audiencia Nacional, al Presidente de
su Sala de lo Penal o a más de dos Magistrados de una Sección de dicha Sala.
e) La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, cuando se recusare a uno o dos
de los Magistrados.
f) La Sala de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, cuando se
recusara a uno de sus Magistrados.
g) Cuando el recusado sea Magistrado de una Audiencia Provincial, la Audiencia
Provincial en pleno o, si ésta se compusiere de dos o más Secciones, la Sección en
la que no se encuentre integrado el recusado o la Sección que siga en orden
numérico a aquella de la que el recusado forme parte.
h) Cuando se recusara a un Juez Central, decidirá la recusación la Sección de la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a la que corresponda por turno,
establecido por la Sala de Gobierno de dicha Audiencia, excluyendo la Sección a la
que corresponda conocer de los recursos que dicte el Juzgado del que sea titular el
recusado.
i) Cuando el recusado sea un Juez de lo Penal o de Instrucción, la Audiencia
Provincial o, si ésta se compusiere de dos o más Secciones, la Sección Segunda.
j) Cuando el recusado sea un Juez de paz, resolverá el mismo Juez instructor del
incidente de recusación."
5. Artículo 201

– 542 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

"Todos los días y horas del año serán hábiles para la instrucción de las causas
criminales, sin necesidad de habilitación especial."
6. Artículo 852
"En todo caso, el recurso de casación podrá interponerse fundándose en la
infracción de precepto constitucional."

Disposición final decimotercera. Reforma de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro


en la Circulación de Vehículos a Motor.
(Derogada)

Disposición final decimocuarta. Reforma de la Ley Reguladora de la Jurisdicción


Contencioso-administrativa.
1. Se añade un segundo párrafo al apartado quinto del artículo 8 de la Ley 29/1998, de
13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, con la siguiente
redacción:
"Asimismo, corresponderá a los Juzgados de lo Contencioso-administrativo la
autorización o ratificación judicial de las medidas que las autoridades sanitarias
consideren urgentes y necesarias para la salud pública e impliquen privación o
restricción de la libertad o de otro derecho fundamental."
2. El apartado tercero del artículo 87 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-administrativa, quedará redactado en los siguientes términos:
"3. Para que pueda prepararse el recurso de casación en los casos previstos en
los apartados anteriores, es requisito necesario interponer previamente el recurso de
súplica."

Disposición final decimoquinta. Reforma de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.


Se modifica el número 6 del artículo 6 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia
Jurídica Gratuita, que quedará redactado en los siguientes términos:
"6. Asistencia pericial gratuita en el proceso a cargo del personal técnico adscrito
a los órganos jurisdiccionales, o, en su defecto, a cargo de funcionarios, organismos
o servicios técnicos dependientes de las Administraciones públicas.
Excepcionalmente y cuando por inexistencia de técnicos en la materia de que se
trate, no fuere posible la asistencia pericial de peritos dependientes de los órganos
jurisdiccionales o de las Administraciones públicas, ésta se llevará a cabo, si el Juez
o el Tribunal lo estima pertinente, en resolución motivada, a cargo de peritos
designados de acuerdo a lo que se establece en las leyes procesales, entre los
técnicos privados que correspondan".

Disposición final decimosexta. Régimen transitorio en materia de recursos


extraordinarios.
1. En tanto no se confiera a los Tribunales Superiores de Justicia la competencia para
conocer del recurso extraordinario por infracción procesal, dicho recurso procederá, por los
motivos previstos en el artículo 469, respecto de las resoluciones que sean susceptibles de
recurso de casación conforme a lo dispuesto en el artículo 477.
Para la interposición y resolución del recurso extraordinario por infracción procesal se
seguirán las siguientes reglas:
1.ª Será competente para conocer del recurso extraordinario por infracción procesal la
Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, pero en los casos en que la competencia para el
recurso de casación corresponde a las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores
de Justicia, las resoluciones recurridas podrán también impugnarse por los motivos previstos
en el artículo 469 de la presente Ley.

– 543 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

2.ª Solamente podrá presentarse recurso extraordinario por infracción procesal sin
formular recurso de casación frente a las resoluciones recurribles en casación a que se
refieren los números 1.º y 2.º del apartado segundo del artículo 477 de esta Ley.
3.ª Cuando un litigante pretenda recurrir una resolución por infracción procesal y en
casación, habrá de interponer ambos recursos en un mismo escrito. A la interposición de
dichos recursos y a la remisión de los autos, les serán de aplicación los plazos establecidos
en los artículos 479 y 482, respectivamente.
4.ª Siempre que se interpongan contra una misma resolución recurso por infracción
procesal y recurso de casación, se tramitarán ambos en un único procedimiento. Cuando se
trate de recursos presentados por distintos litigantes, se procederá a su acumulación.
5.ª Si se tramitaren conjuntamente recurso por infracción procesal y recurso de casación,
la Sala examinará, en primer lugar, si la resolución recurrida es susceptible de recurso de
casación, y si no fuere así, acordará la inadmisión del recurso por infracción procesal.
Cuando el recurso por infracción procesal se hubiese formulado fundando
exclusivamente su procedencia en el número 3.º del apartado segundo del artículo 477, la
Sala resolverá si procede la admisión o inadmisión del recurso de casación, y si acordare la
inadmisión, se inadmitirá, sin más trámites, el recurso por infracción procesal. Sólo en el
caso de que el recurso de casación resultare admisible, se procederá a resolver sobre la
admisión del recurso extraordinario por infracción procesal.
6.ª Admitidos los recursos a que se refiere la regla anterior, se resolverá siempre en
primer lugar el recurso extraordinario por infracción procesal y, sólo cuando éste se
desestime, se examinará y resolverá el recurso de casación. En tal caso, la desestimación
del recurso por infracción procesal y la decisión sobre el recurso de casación se contendrán
en una misma sentencia.
7.ª Cuando se hubiese recurrido la sentencia por infracción procesal al amparo del
motivo 2.º del apartado primero del artículo 469, la Sala, de estimar el recurso por ese
motivo, dictará nueva sentencia, teniendo en cuenta, en su caso, lo que se hubiere alegado
como fundamento del recurso de casación. Del mismo modo resolverá la Sala si se alegare y
estimare producida una vulneración del artículo 24 de la Constitución que sólo afectase a la
sentencia.
8.ª Contra las sentencias dictadas resolviendo recursos extraordinarios por infracción
procesal y recursos de casación no cabrá recurso alguno.
2. En tanto las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia
carezcan de competencia para conocer, con carácter general, de los recursos
extraordinarios por infracción procesal, no serán de aplicación los artículos 466, 468 y 472,
así como los artículos 488 a 493 y el apartado cuarto del artículo 476. Lo dispuesto en el
último párrafo del apartado segundo del artículo 476 no será de aplicación en los casos en
que se estime el recurso extraordinario por infracción procesal fundado en el motivo 2.º del
apartado primero del artículo 469 o en vulneraciones del artículo 24 de la Constitución que
únicamente afectaran a la sentencia recurrida.
Las referencias a los Tribunales Superiores de Justicia, contenidas en el artículo 472 se
entenderán hechas a la Sala que sea competente para conocer del recurso de casación.

Disposición final decimoséptima. Régimen transitorio en materia de abstención y


recusación, nulidad de actuaciones y aclaración y corrección de resoluciones.
Mientras no se proceda a reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial en las materias
que a continuación se citan, no serán de aplicación los artículos 101 a 119 de la presente
Ley, respecto de la abstención y recusación de Jueces, Magistrados y Secretarios Judiciales,
ni el apartado 2 de la disposición final undécima, ni los apartados 1, 2, 3 y 4 de la disposición
final duodécima. Tampoco se aplicarán, hasta tanto no se reforme la citada Ley Orgánica,
los artículos 225 a 230 y 214 de esta Ley, sobre nulidad de las actuaciones y aclaración y
corrección de resoluciones, respectivamente.

Disposición final decimoctava. Proyecto de Ley sobre Jurisdicción voluntaria.


En el plazo de un año a contar desde la fecha de entrada en vigor de esta Ley, el
Gobierno remitirá a las Cortes Generales un proyecto de Ley sobre jurisdicción voluntaria.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Disposición final decimonovena. Proyecto de Ley Concursal.


En el plazo de seis meses a contar desde la fecha de entrada en vigor de esta Ley, el
Gobierno remitirá a las Cortes Generales un proyecto de Ley Concursal.

Disposición final vigésima. Proyecto de Ley sobre cooperación jurídica internacional en


materia civil.
En el plazo de seis meses a contar desde la fecha de entrada en vigor de esta Ley, el
Gobierno remitirá a las Cortes Generales un proyecto de Ley sobre cooperación jurídica
internacional en materia civil.

Disposición final vigésima primera. Medidas para facilitar la aplicación en España del


Reglamento (CE) n. 805/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de
2004, por el que se establece un título ejecutivo europeo para créditos no impugnados.
1. La certificación judicial de un título ejecutivo europeo se adoptará de forma separada y
mediante providencia, en la forma prevista en el anexo I del Reglamento (CE) n.º 805/2004.
La competencia para certificar un título ejecutivo europeo corresponde al mismo tribunal
que dictó la resolución.
El procedimiento para la rectificación de errores en un título ejecutivo europeo previsto
en el artícu-lo 10.1.a) del Reglamento (CE) n.º 805/2004 se resolverá en la forma prevista en
los tres primeros apartados del artículo 267 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del
Poder Judicial.
El procedimiento para la revocación de la emisión de un certificado de un título ejecutivo
europeo a que se refiere el artículo 10.1.b) del Reglamento (CE) n.º 805/2004 se tramitará y
resolverá de conformidad con lo previsto para el recurso de reposición regulado en la Ley
1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, con independencia del orden jurisdiccional al
que pertenezca el tribunal.
La denegación de emisión de un certificado de título ejecutivo europeo se adoptará de
forma separada y mediante providencia, y podrá impugnarse por los trámites del recurso de
reposición.
2. Para la certificación como título ejecutivo europeo de resoluciones judiciales que
aprueben u homologuen transacciones se aplicará el apartado anterior, y se efectuará en la
forma prevista en el anexo II del Reglamento (CE) n.º 805/2004.
3. Compete al notario autorizante, o a quien legalmente le sustituya o suceda en su
protocolo, la expedición del certificado previsto en el artículo 25.1 y en el anexo III del
Reglamento (CE) n.º 805/2004.De dicha expedición dejará constancia mediante nota en la
matriz o póliza, y archivará el original que circulará mediante copia.
Corresponderá al notario en cuyo protocolo se encuentre el título ejecutivo europeo
certificado expedir el relativo a su rectificación por error material y el de revocación previstos
en el artículo 10.1 del Reglamento (CE) n.º 805/2004, así como el derivado de la falta o
limitación de ejecutividad, según se establece en el artículo 6.2 y en el anexo IV del mismo
reglamento.
Se exceptúa la pérdida de ejecutividad derivada de una resolución judicial, para cuya
certificación se estará al apartado 1 de esta disposición adicional.
En todo caso, deberá constar en la matriz o póliza la rectificación, revocación, falta o
limitación de ejecutividad.
La negativa del notario a la expedición de los certificados requeridos podrá ser
impugnada por el interesado ante la Dirección General de los Registros y del Notariado por
los trámites del recurso de queja previsto en la legislación notarial. Contra la resolución de
este órgano directivo podrá interponerse recurso, en única instancia, ante el juez de primera
instancia de la capital de la provincia donde tenga su domicilio el notario, el cual se resolverá
por los trámites del juicio verbal.
4. La certificación a la que se refiere el anexo V del Reglamento (CE) n.º 805/2004 se
expedirá por el órgano administrativo o jurisdiccional que hubiera dictado la resolución.
5. La competencia territorial para la ejecución de resoluciones, transacciones judiciales y
documentos públicos certificados como título ejecutivo europeo corresponderá al juzgado de
primera instancia del domicilio del demandado o del lugar de ejecución.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

6. El Gobierno adoptará las normas precisas para el desarrollo de esta disposición


adicional.

Disposición final vigésima segunda. Medidas para facilitar la aplicación en España del


Reglamento (CE) n. 2201/2003 del Consejo, de 27 de noviembre de 2003, relativo a la
competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia
matrimonial y de responsabilidad parental, por el que se deroga el Reglamento (CE) n.º
1347/2000.
1. La certificación judicial relativa a las resoluciones judiciales en materia matrimonial y
en materia de responsabilidad parental, prevista en el artícu-lo 39 del Reglamento (CE) n.º
2201/2003, se expedirá de forma separada y mediante providencia, cumplimentando el
formulario correspondiente que figura en los anexos I y II del reglamento citado.
2. La certificación judicial relativa a las resoluciones judiciales sobre el derecho de visita,
previstas en el apartado 1 del artículo 41 del Reglamento (CE) n.º 2201/2003, se expedirá de
forma separada y mediante providencia, cumplimentando el formulario que figura en el
anexo III de dicho reglamento.
3. La certificación judicial relativa a las resoluciones judiciales sobre la restitución del
menor, previstas en el apartado 1 del artículo 42 del Reglamento (CE) n.º 2201/2003, se
expedirá de forma separada y mediante providencia, cumplimentando el formulario que
figura en el anexo IV del reglamento citado.
4. El procedimiento para la rectificación de errores en la certificación judicial, previsto en
el artícu-lo 43.1 del Reglamento (CE) n.º 2001/2003, se resolverá de la forma establecida en
los tres primeros apartados del artículo 267 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del
Poder Judicial. Igual procedimiento se observará para la rectificación de la certificación
judicial a la que se refiere el apartado 1 de esta disposición final.
No cabrá recurso alguno contra la resolución en que se resuelva sobre la aclaración o
rectificación de la certificación judicial a que se refieren los tres anteriores apartados.
5. La denegación de la expedición de la certificación judicial a la que se refieren los
apartados 1, 2 y 3 de esta disposición final se adoptará de forma separada y mediante
providencia, y podrá impugnarse por los trámites del recurso de reposición.

Disposición final vigésima tercera. Medidas para facilitar la aplicación en España del


Reglamento (CE) n. 1896/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre
de 2006, por el que se establece un proceso monitorio europeo.
1. Corresponde al Juzgado de Primera Instancia, de forma exclusiva y excluyente, el
conocimiento de la instancia del proceso monitorio europeo, regulado en el Reglamento (CE)
n.º 1896/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2006.
La competencia territorial se determinará con arreglo a lo dispuesto en el Reglamento
(CE) n.º 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial,
el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, y, en
lo no previsto, con arreglo a la legislación procesal española.
2. La petición de requerimiento europeo de pago se presentará a través del formulario A
que figura en el anexo I del Reglamento (CE) n.º 1896/2006, sin necesidad de aportar
documentación alguna, que en su caso será inadmitida.
3. Formulada una petición de requerimiento europeo de pago, el secretario judicial
mediante decreto y en la forma prevista en el formulario B del anexo II del Reglamento (CE)
n.º 1896/2006, podrá instar al demandante para que complete o rectifique su petición, salvo
que ésta sea manifiestamente infundada o inadmisible, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 9 del citado Reglamento, en cuyo caso resolverá el juez mediante auto.
4. Si los requisitos establecidos en los artículos 2, 3, 4, 6 y 7 del Reglamento (CE) n.º
1896/2006 se dan únicamente respecto de una parte de la petición, el secretario judicial dará
traslado al juez, quien, en su caso, mediante auto y en la forma prevista en el formulario C
del anexo III planteará al demandante aceptar o rechazar una propuesta de requerimiento
europeo de pago por el importe que especifique, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
10 del citado Reglamento.
En la propuesta se deberá informar al demandante de que, si no envía la respuesta o la
misma es de rechazo, se desestimará íntegramente la petición del requerimiento europeo de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

pago, sin perjuicio de la posibilidad de formular la reclamación del crédito a través del juicio
que corresponda con arreglo a las normas procesales nacionales o comunitarias.
El demandante responderá devolviendo el formulario C enviado en el plazo que se haya
especificado. Si se acepta la propuesta de requerimiento europeo de pago parcial, la parte
restante del crédito inicial podrá ser reclamada a través del juicio que corresponda con
arreglo a las normas procesales nacionales o comunitarias.
5. La desestimación de la petición de requerimiento europeo de pago se adoptará
mediante auto, de conformidad con el artículo 11. Igualmente, se informará al demandante
de los motivos de la desestimación en la forma prevista en el formulario D del anexo IV del
Reglamento (CE) n.º 1896/2006. Dicho auto no será susceptible de recurso.
6. La expedición de un requerimiento europeo de pago se adoptará mediante decreto en
el plazo máximo de treinta días desde la fecha de presentación de la petición, y en la forma
prevista en el formulario E del anexo V del Reglamento (CE) n.º 1896/2006, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 12 del citado Reglamento.
El plazo de treinta días no comprenderá el tiempo empleado por el demandante para
completar, rectificar o modificar la petición.
7. El demandado podrá presentar en el plazo de treinta días desde la notificación del
requerimiento escrito de oposición, valiéndose del formulario F del anexo VI del Reglamento
(CE) n.º 1896/2006 y con arreglo al artículo 16 del mismo.
En la notificación del requerimiento se advertirá al demandado que el cómputo de los
plazos se regirá por el Reglamento 1182/71 del Consejo, de 3 de junio de 1971, por el que
se determinan las normas aplicables a los plazos, fechas y términos, sin que se excluyan los
días inhábiles.
8. En el caso de que se presente escrito de oposición en el plazo señalado, el secretario
judicial comunicará al demandante que ha de instar la continuación del asunto por el
procedimiento que corresponda con arreglo a las normas procesales españolas ante el
Juzgado de Primera Instancia, de lo Mercantil o de lo Social que corresponda, a menos que
ya hubiera solicitado expresamente que, en dicho supuesto, se ponga fin al proceso.
En el caso de que en el plazo señalado no se haya formulado oposición o no se haya
pagado la deuda, el secretario judicial pondrá fin al proceso monitorio declarando ejecutivo el
requerimiento europeo de pago mediante decreto y en la forma prevista en el formulario G
del anexo VII del Reglamento (CE) n.º 1896/2006, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 18 del citado Reglamento.
El requerimiento europeo de pago se entregará al demandante debidamente
testimoniado por el secretario judicial, bien sobre el original bien sobre la copia, haciendo
constar esta circunstancia.
9. La competencia para la revisión de un requerimiento europeo de pago corresponde al
órgano jurisdiccional que lo haya expedido. El procedimiento para la revisión de un
requerimiento europeo de pago por las causas previstas en el artículo 20.1 del Reglamento
(CE) n.º 1896/2006 se tramitará y resolverá de conformidad con lo previsto para la rescisión
de sentencias firmes a instancia del litigante rebelde en los artículos 501 y concordantes de
esta Ley.
La revisión prevista en el artículo 20.2 del Reglamento (CE) n.º 1896/2006 se tramitará
por medio del incidente de nulidad de actos judiciales previsto en el artículo 241 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.
10. Las notificaciones efectuadas por el tribunal con ocasión de la tramitación de un
proceso monitorio europeo y de la expedición del requerimiento europeo de pago se llevarán
a cabo con arreglo a lo dispuesto en esta Ley, siempre que se trate de medios de
comunicación previstos en el Reglamento (CE) n.º 1896/2006, prioritariamente por medios
informáticos o telemáticos y, en su defecto, por cualquier otro medio que también permita
tener constancia de la entrega al demandado del acto de comunicación.
11. Las cuestiones procesales no previstas en el Reglamento (CE) n.º 1896/2006 para la
expedición de un requerimiento europeo de pago se regirán por lo previsto en esta Ley para
el proceso monitorio.
12. Los originales de los formularios contenidos en los anexos del Reglamento (CE) n.º
1896/2006 integrarán el procedimiento tanto en los casos en los que España sea Estado
emisor del requerimiento europeo de pago como en los casos en los que España sea Estado

– 547 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

de ejecución del mismo. A los efectos oportunos, se expedirán las copias testimoniadas que
correspondan.
13. La competencia para la ejecución en España de un requerimiento europeo de pago
que haya adquirido fuerza ejecutiva corresponde al Juzgado de Primera Instancia del
domicilio del demandado.
Igualmente, le corresponderá la denegación de la ejecución del requerimiento europeo
de pago, a instancia del demandado, así como la limitación de la ejecución, la constitución
de garantía o la suspensión del procedimiento de ejecución a que se refieren los artículos 22
y 23 del Reglamento (CE) n.º 1896/2006.
14. Sin perjuicio de lo que dispongan las normas contenidas en el Reglamento (CE) n.º
1896/2006, los procedimientos de ejecución en España de los requerimientos europeos de
pago expedidos en otros Estados miembros se regirán por lo dispuesto en esta Ley.
La tramitación de la denegación de la ejecución del requerimiento europeo de pago, así
como la limitación de la ejecución, su suspensión o la constitución de garantía, se llevarán a
cabo con arreglo a lo dispuesto en los artículos 556 y siguientes de esta Ley, y se resolverán
mediante auto no susceptible de recurso.
15. Cuando deba ejecutarse en España un requerimiento europeo de pago, el
demandante deberá presentar ante el Juzgado competente una traducción oficial al
castellano o a la lengua oficial de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio tengan lugar las
actuaciones judiciales de dicho requerimiento, certificada en la forma prevista en el artículo
21 del Reglamento (CE) n.º 1896/2006.

Disposición final vigésima cuarta. Medidas para facilitar la aplicación en España del


Reglamento (CE) n. 861/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de julio de 2007,
por el que se establece un proceso europeo de escasa cuantía.
1. Corresponde al Juzgado de Primera Instancia o de lo Mercantil, en atención al objeto
de la reclamación, el conocimiento en primera instancia del proceso europeo de escasa
cuantía, regulado en el Reglamento (CE) n.º 861/2007 del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 11 de julio de 2007.
La competencia territorial se determinará con arreglo a lo dispuesto en el Reglamento
CE 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, y, en lo
no previsto, con arreglo a la legislación procesal española.
2. El proceso europeo de escasa cuantía se iniciará y tramitará en la forma prevista en el
Reglamento (CE) n.º 861/2007 y con arreglo a los formularios que figuran en los anexos del
mismo.
Las cuestiones procesales no previstas en el Reglamento (CE) n.º 861/2007 se regirán
por lo previsto en esta Ley para el juicio verbal.
El cómputo de los plazos se regirá por el Reglamento 1182/71 del Consejo, de 3 de junio
de 1971, por el que se determinan las normas aplicables a los plazos, fechas y términos, sin
que se excluyan los días inhábiles.
3. Las cuestiones a que se refieren los apartados 3 y 4 del artículo 4 del Reglamento
(CE) n.º 861/2007 se decidirán mediante decreto del secretario judicial, salvo que implique la
desestimación de la demanda, en cuyo caso resolverá el juez mediante auto. En ambos
casos se concederá un plazo de diez días al demandante para que manifieste lo que a su
derecho convenga en relación con dicho artículo.
4. Si el demandado adujese inadecuación del procedimiento por superar la reclamación
de demanda no pecuniaria el valor establecido en el apartado 1 del artículo 2 del
Reglamento (CE) n.º 861/2007, el juez decidirá por auto en el plazo de treinta días, contado
desde que se diera traslado al demandante para que formule alegaciones, si la demanda ha
de tramitarse por el presente procedimiento o bien transformarse en el procedimiento
correspondiente conforme a las normas procesales españolas. Contra este auto no cabrá
recurso alguno, sin perjuicio de reproducir su alegación en la apelación contra la sentencia
dictada en otro procedimiento.
En caso de que se formule reconvención por el demandado y ésta supere el límite de la
cuantía que se establece en el artículo 2.1 del Reglamento (CE) n.º 861/2007, el juez

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

resolverá mediante auto que el asunto se tramite por el procedimiento que corresponda con
arreglo a las normas procesales españolas.
5. Las notificaciones efectuadas con ocasión de la tramitación de un proceso europeo de
escasa cuantía se llevarán a cabo con arreglo a lo dispuesto en esta Ley, siempre que se
trate de medios de comunicación previstos en el Reglamento (CE) n.º 861/2007,
prioritariamente por medios informáticos o telemáticos y, en su defecto, por cualquier otro
medio que también permita tener constancia de la entrega al demandado del acto de
comunicación.
6. Contra la sentencia que ponga fin al proceso europeo de escasa cuantía podrá
interponerse el recurso que corresponda de acuerdo con esta Ley.
7. La competencia para la ejecución en España de una sentencia dictada en otro Estado
miembro de la Unión Europea que ponga fin a un proceso europeo de escasa cuantía
corresponde al Juzgado de Primera Instancia del domicilio del demandado.
Igualmente, le corresponderá la denegación de la ejecución de la sentencia, a instancia
del demandado, así como la limitación de la ejecución, la constitución de garantía o la
suspensión del procedimiento de ejecución a que se refieren los artículos 22 y 23 del
Reglamento (CE) n.º 861/2007.
8. Los procedimientos de ejecución en España de las sentencias dictadas en otros
Estados miembros de la Unión Europea que pongan fin a un proceso europeo de escasa
cuantía se regirán por lo dispuesto en esta Ley.
La tramitación de la denegación de la ejecución de la sentencia, así como la limitación de
la ejecución, su suspensión o la constitución de garantía, se llevarán a cabo con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 556 y siguientes de esta Ley, sin que en ningún caso la sentencia
pueda ser objeto de revisión en cuanto al fondo, y se resolverán mediante auto no
susceptible de recurso.
9. Cuando deba ejecutarse en España una sentencia dictada en otro Estado miembro de
la Unión Europea que ponga fin a un proceso europeo de escasa cuantía, el demandante
deberá presentar ante el Juzgado competente una traducción oficial al castellano o a la
lengua oficial de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio tengan lugar las actuaciones
judiciales del certificado de dicha sentencia, certificada en la forma prevista en el apartado 2
del artículo 21 del Reglamento (CE) n.º 861/2007.
10. Los originales de los formularios contenidos en los anexos del Reglamento (CE) n.º
861/2007, integrarán los autos tanto en los casos en los que sea un tribunal español el que
resuelva el proceso europeo de escasa cuantía como en los casos en los que España sea
Estado de ejecución del mismo. A los efectos oportunos, se expedirán las copias
testimoniadas que correspondan.

Disposición final vigésima quinta. Formularios de procesos o instrumentos procesales


regulados en normas de la Unión Europea.
Las Administraciones Públicas competentes para la provisión de medios materiales al
servicio de la Administración de Justicia proveerán la puesta a disposición de los órganos
jurisdiccionales y del público de los formularios procesales contenidos en normas de la Unión
Europea.

Disposición final vigésimo sexta. Embargo preventivo de buques.


1. La medida cautelar de embargo preventivo de buques se regulará por lo dispuesto en
el Convenio Internacional sobre el embargo preventivo de buques, hecho en Ginebra el 12
de marzo de 1999, por lo dispuesto en esta disposición y, supletoriamente, por lo establecido
en esta ley.
Lo dispuesto en el Convenio Internacional sobre el embargo preventivo de buques,
hecho en Ginebra el 12 de marzo de 1999 y en esta disposición se aplicará también a los
buques que enarbolen pabellón de un Estado que no sea parte en dicho Convenio.
2. Para decretar el embargo preventivo de un buque bastará que se alegue el crédito
reclamado y la causa que lo motive. El tribunal exigirá en todo caso fianza en cantidad
suficiente para responder de los daños, perjuicios y costas que puedan ocasionarse.
3. Hecho el embargo, la oposición sólo podrá fundarse en el incumplimiento de los
requisitos previstos en el Convenio Internacional sobre el embargo preventivo de buques.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil

Disposición final vigésimo séptima. Entrada en vigor.


La presente Ley entrará en vigor al año de su publicación en el "Boletín Oficial del
Estado".

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§3

Decreto de 8 de febrero de 1946 por el que se aprueba la nueva


redacción oficial de la Ley Hipotecaria.

Ministerio de Justicia
«BOE» núm. 58, de 27 de febrero de 1946
Última modificación: 15 de mayo de 2013
Referencia: BOE-A-1946-2453

EXPOSICIÓN
La Ley de treinta de diciembre de mil novecientos cuarenta y cuatro, que introduce
considerables reformas en el derecho hipotecario, autoriza al Gobierno en su Disposición
adicional segunda para publicar, en el plazo máximo de un año, una nueva redacción de la
Ley Hipotecaria, cuya finalidad debe consistir en armonizar debidamente los textos legales
vigentes, en abreviar el contenido de los asientos del Registro, sin mengua de los principios
fundamentales del sistema, y en dar a los preceptos legales una más que adecuada
ordenación sistemática y la necesaria unidad de estilo, sirviendo de base para todo ello,
además de las disposiciones de la Ley Hipotecaria y la de su Reforma, las del Reglamento,
la jurisprudencia del Tribunal Supremo y la doctrina de la Dirección General de los Registros
y del Notariado.
Tan difícil y delicada tarea ha sido acometida por el Ministro que suscribe desde el
momento mismo en que se posesionó de su cargo, cuando iban ya transcurridos casi ocho
de los doce meses del plazo concedido por las Cortes para la publicación de la nueva Ley.
La Comisión designada al efecto en el Centro directivo correspondiente ha consagrado
actividad sin tasa, en una labor constante, a dar cima, dentro del término legal, al arduo
trabajo que le fue encomendado; y fruto de su celo es el texto refundido que por este
Decreto se sanciona.
Ateniéndose con fidelidad a las directrices señaladas por la Ley de mil novecientos
cuarenta y cuatro, el nuevo texto se limita a dar cumplimiento a lo que ésta determina como
normas inexcusables de su redacción.
Se ha introducido, a tal fin, una nueva ordenación de los títulos de la Ley para darles
más sistemática distribución, colocando en primer término todos los relativos a las materias
sustantivas y dejando para el final los atinentes a la parte adjetiva y orgánica, reguladora de
la Dirección General y del Cuerpo de Registradores. Y aunque el nuevo texto comprende
menor número de artículos que el anterior, se ha procurado conservar la misma numeración
a los más importantes y más frecuentemente citados en sentencias y resoluciones, no sólo
por respeto, que podría pecar de excesivo, a una tradición, sino también por facilitar en lo
futuro el conocimiento y aplicación de la doctrina jurisprudencial relativa a las materias
reguladas por aquellos artículos.
Han sido trasladados al nuevo texto algunos preceptos reglamentarios, de indudable
jerarquía legislativa, tales como los referentes a la competencia por razón de circunscripción

– 551 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

territorial de los Registros y a la salvaguardia judicial de sus asientos; y del mismo modo,
numerosos artículos de la Ley, de simple contenido ordenancista o de detalle, han sido
suprimidos para su incorporación al Reglamento, por considerarse que, si era lógica su
inclusión en la Ley primitiva, cuando por vez primera se implantaba en España la institución
del Registro, resultaba inconveniente mantenerlos ahora, dado su evidente carácter
reglamentario.
Asimismo, se ha procurado, en lo posible, unificar el estilo de las dos Leyes refundidas,
mediante leves correcciones gramaticales y sustituciones de locuciones y vocablos arcaicos
o en desuso en la actual nomenclatura jurídica; si bien para una labor minuciosa y acertada
en tal sentido habría sido necesario contar con el tiempo suficiente para nuevas revisiones
de la redacción del texto.
En cuanto a la mayor brevedad de los asientos del Registro, aspiración expresada por el
legislador en armonía con las exigencias modernas, que requieren la máxima sencillez y
claridad en las fórmulas de inscripción, el nuevo texto simplifica no sólo la redacción de los
asientos principales, en los que se refleja el historial del dominio y de los derechos reales
sobre inmuebles, sino también la del asiento de presentación, cuya importancia es tan
capital en nuestro sistema inmobiliario. La reducción al mínimo de los requisitos formales de
todos los asientos, sin menoscabo de los principios esenciales del sistema, unida a la
supresión de las menciones de derechos que pueden y deben ser objeto de inscripción
especial, así como la eliminación de los derechos de naturaleza netamente personal u
obligacional del ámbito inmunizante del Registro, han de contribuir poderosamente a la
claridad de éste y a facilitar su publicidad, haciéndolo más asequible al directo conocimiento
de los interesados.
Se han incorporado a la nueva Ley en su integridad los preceptos de la de reforma de mil
novecientos cuarenta y cuatro, casi literalmente o con pequeñas correcciones de estilo, y
alguno de ellos con nueva ordenación sistemática. Ocioso sería tratar de explicar la
profundidad y sustancia de las modificaciones e innovaciones que estos nuevos artículos
introducen en el conjunto de la legislación hipotecaria, pues fueron explicadas y puestas de
relieve en la magistral exposición de motivos de la referida Ley de mil novecientos cuarenta y
cuatro.
Haciendo uso de las facultades concedidas por el legislador al Ministerio de Justicia en
orden a la organización territorial de los Registros y a la regulación del Estatuto Orgánico de
los Registradores, se han incluido en el nuevo texto los preceptos indispensables para
armonizarlos con las disposiciones vigentes y especialmente para llevar a la práctica el
expreso mandato legislativo referente a la sustitución de las clases de los Registros por las
categorías personales de los Registradores. Con el nuevo texto, que regula de modo
definitivo estas materias, se agota y consume la autorización concedida por el legislador; y
de este modo las nuevas normas que establecen el régimen orgánico de los funcionarios
que sirven los Registros adquieren su tradicional rango legislativo.
Cumpliendo, pues, dentro de los estrictos límites y plazo predeterminados el mandato de
las Cortes, el Ministro que suscribe tiene el honor de someter a la aprobación del Jefe del
Estado y de su Consejo de Ministros el adjunto proyecto de

DECRETO
A propuesta del Ministro de Justicia, de conformidad con el Consejo de Estado y previa
deliberación del Consejo de Ministros

DISPONGO:

Artículo único. 
Se aprueba la nueva redacción oficial de la Ley Hipotecaria y se autoriza al Ministro de
Justicia para que, en cumplimiento de lo ordenado por la segunda disposición adicional de la
Ley de treinta de diciembre de mil novecientos cuarenta y cuatro, y en el artículo único de la
Ley de treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y cinco, publique el texto
adjunto en el Boletin Oficial del Estado.

– 552 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

LEY HIPOTECARIA

TÍTULO PRIMERO
Del Registro de la Propiedad y de los títulos sujetos a inscripción

Artículo 1. 
El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y
contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.
Las expresadas inscripciones o anotaciones se harán en el Registro en cuya
circunscripción territorial radiquen los inmuebles.
Los asientos del Registro practicados en los libros que se determinan en los artículos
doscientos treinta y ocho y siguientes, en cuanto se refieran a los derechos inscribibles,
están bajo la salvaguardia de los Tribunales y producen todos sus efectos mientras no se
declare su inexactitud en los términos establecidos en esta Ley.

Artículo 2. 
En los Registros expresados en el artículo anterior se inscribirán:
Primero. Los títulos traslativos o declarativos del dominio de los inmuebles o de los
derechos reales impuestos sobre los mismos.
Segundo. Los títulos en que se constituyan, reconozcan, transmitan, modifiquen o
extingan derechos de usufructo, uso, habitación, enfiteusis, hipoteca, censos, servidumbres
y otros cualesquiera reales.
Tercero. Los actos y contratos en cuya virtud se adjudiquen a alguno bienes inmuebles o
derechos reales, aunque sea con la obligación de transmitirlos a otro o de invertir su importe
en objeto determinado.
Cuarto. Las resoluciones judiciales en que se declare la incapacidad legal para
administrar la ausencia, el fallecimiento y cualesquiera otras por las que se modifique la
capacidad civil de las personas en cuanto a la libre disposición de sus bienes.
Quinto. Los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles, y los subarriendos,
cesiones y subrogaciones de los mismos.
Sexto. Los títulos de adquisición de los bienes inmuebles y derechos reales que
pertenezcan al Estado, o a las corporaciones civiles o eclesiásticas, con sujeción a lo
establecido en las leyes o reglamentos.

Artículo 3. 
Para que puedan ser inscritos los títulos expresados en el artículo anterior, deberán estar
consignados en escritura pública, ejecutoria o documento auténtico expedido por Autoridad
judicial o por el Gobierno o sus Agentes, en la forma que prescriban los reglamentos.

Artículo 4. 
También se inscribirán en el Registro los títulos expresados en el artículo segundo,
otorgados en país extranjero, que tengan fuerza en España con arreglo a las leyes, y las
ejecutorias pronunciadas por Tribunales extranjeros a que deba darse cumplimiento en
España, con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 5. 
Los títulos referentes al mero o simple hecho de poseer no serán inscribibles.

– 553 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

TÍTULO II
De la forma y efectos de la inscripción

Artículo 6. 
La inscripción de los títulos en el Registro podrá pedirse indistintamente:
a) Por el que adquiera el derecho.
b) Por el que lo transmita.
c) Por quien tenga interés en asegurar el derecho que se deba inscribir.
d) Por quien tenga la representación de cualquiera de ellos.

Artículo 7. 
La primera inscripción de cada finca en el Registro de la Propiedad será de dominio y se
practicará con arreglo a los procedimientos regulados en el Título VI de esta Ley.
El titular de cualquier derecho real impuesto sobre finca cuyo dueño no hubiere inscrito
su dominio, podrá solicitar la inscripción de su derecho con sujeción a las normas prescritas
en el Reglamento.

Artículo 8. 
Cada finca tendrá desde que se inscriba por primera vez un número diferente y
correlativo.
Las inscripciones que se refieran a una misma finca tendrán otra numeración correlativa
y especial.
Se inscribirán como una sola finca bajo un mismo número:
Primero.–El territorio, término redondo o lugar de cada foral en Galicia o Asturias,
siempre que reconozcan un solo dueño directo o varios proindiviso, aunque esté dividido en
suertes o porciones, dadas en dominio útil o foro a diferentes colonos, si su conjunto se halla
comprendido dentro de los linderos de dicho término.
Se estimará único el señorío directo para los efectos de la inscripción, aunque sean
varios los que, a título de señores directos, cobren rentas o pensiones de un foral o lugar,
siempre que la tierra aforada no se halle dividida entre ellos por el mismo concepto.
Segundo.–Toda explotación agrícola, con o sin casa de labor, que forme una unidad
orgánica, aunque esté constituida por predios no colindantes, y las explotaciones industriales
que formen un cuerpo de bienes unidos o dependientes entre sí.
Tercero.–Las fincas urbanas y edificios en general, aunque pertenezcan a diferentes
dueños en dominio pleno o menos pleno.
Cuarto.–Los edificios en régimen de propiedad por pisos cuya construcción esté
concluida o, por lo menos, comenzada.
En la inscripción se describirán, con las circunstancias prescritas por la Ley, además del
inmueble en su conjunto, sus distintos pisos o locales susceptibles de aprovechamiento
independiente, asignando a éstos un número correlativo, escrito en letra y la cuota de
participación que a cada uno corresponde en relación con el inmueble. En la inscripción del
solar o del edificio en conjunto se harán constar los pisos meramente proyectados.
Se incluirán además aquellas reglas contenidas en el título y en los estatutos que
configuren el contenido y ejercicio de esta propiedad.
La inscripción se practicará a favor del dueño del inmueble constituyente del régimen o
de los titulares de todos y cada uno de sus pisos o locales.
Quinto.–Los pisos o locales de un edificio en régimen de propiedad horizontal, siempre
que conste previamente en la inscripción del inmueble la constitución de dicho régimen.

Artículo 9. 
Toda inscripción que se haga en el Registro expresará las circunstancias siguientes:
Primera. La naturaleza, situación y linderos de los inmuebles objeto de la inscripción, o a
los cuales afecte el derecho que deba inscribirse, y su medida superficial, nombre y número,
si constaren del título.

– 554 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Podrá completarse la identificación de la finca mediante la incorporación al título


inscribible de una base gráfica o mediante su definición topográfica con arreglo a un sistema
de coordenadas geográficas referido a las redes nacionales geodésicas y de nivelación en
proyecto expedido por técnico competente.
La base gráfica catastral o urbanística y el plano topográfico, si se utilizasen, deberán
acompañarse al título en ejemplar duplicado. Uno de sus ejemplares se archivará en el
Registro, sin perjuicio de su incorporación a soportes informáticos. Del archivo del duplicado
se tomará nota al margen del asiento correspondiente a la operación practicada y en el
ejemplar archivado el registrador hará constar referencia suficiente a la finca
correspondiente. Podrá obtenerse el archivo de la base gráfica como operación registral
específica mediante acta notarial autorizada a requerimiento del titular registral en la que se
describa la finca y se incorpore la base gráfica.
Los registradores dispondrán de aplicaciones informáticas para el tratamiento de bases
gráficas que permitan su coordinación con las fincas registrales y la incorporación a éstas de
la calificación urbanística, medioambiental o administrativa correspondiente.
Segunda. La naturaleza, extensión y condiciones, suspensivas o resolutorias, si las
hubiere, del derecho que se inscriba, y su valor, cuando constare en el título.
Tercera. El derecho sobre el cual se constituya el que sea objeto de la inscripción.
Cuarta. La persona natural o jurídica a cuyo favor se haga la inscripción.
Quinta. La persona de quien procedan inmediatamente los bienes o derechos que deban
inscribirse.
Sexta. El título que se inscriba, su fecha, y el Tribunal, Juzgado, Notario o funcionario
que lo autorice.
Séptima. La fecha de presentación del título en el Registro y la de la inscripción.
Octava. La firma del Registrador, que implicará la conformidad de la inscripción, con la
copia del título de donde se hubiere tomado.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo especialmente establecido
para determinadas inscripciones.

Artículo 10. 
En la inscripción de los contratos en que haya mediado precio o entrega en metálico, se
hará constar el que resulte del título, así como la forma en que se hubiese hecho o
convenido el pago.

Artículo 11. 
La expresión del aplazamiento del pago, conforme al artículo anterior, no surtirá efectos
en perjuicio de tercero, a menos que se garantice aquél con hipoteca o se dé a la falta de
pago el carácter de condición resolutoria explícita. En ambos casos, si el precio aplazado se
refiere a la transmisión de dos o más fincas, se determinará el correspondiente a cada una
de ellas.
Lo dispuesto en el párrafo precedente se aplicará a las permutas o adjudicaciones en
pago cuando una de las partes tuviere que abonar a la otra alguna diferencia en dinero o en
especie.

Artículo 12. 
En la inscripción del derecho real de hipoteca se expresará el importe del principal de la
deuda y, en su caso, el de los intereses pactados, o, el importe máximo de la
responsabilidad hipotecaria, identificando las obligaciones garantizadas, cualquiera que sea
la naturaleza de éstas y su duración.
Las cláusulas de vencimiento anticipado y demás cláusulas financieras de las
obligaciones garantizadas por hipoteca a favor de las entidades a las que se refiere el
artículo 2 de la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación del Mercado Hipotecario, en
caso de calificación registral favorable de las cláusulas de trascendencia real, se harán
constar en el asiento en los términos que resulten de la escritura de formalización.

– 555 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 13. 
Los derechos reales limitativos, los de garantía y, en general, cualquier carga o limitación
del dominio o de los derechos reales, para que surtan efectos contra terceros, deberán
constar en la inscripción de la finca o derecho sobre que recaigan.
Las servidumbres reales podrán también hacerse constar en la inscripción del predio
dominante, como cualidad del mismo.

Artículo 14. 
El título de la sucesión hereditaria, a los efectos del Registro, es el testamento, el
contrato sucesorio, la declaración judicial de herederos abintestato o el acta de notoriedad a
que se refiere el artículo 979 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Para inscribir bienes y adjudicaciones concretas deberán determinarse en escritura
pública o por sentencia firme los bienes, o parte indivisa de los mismos que correspondan o
se adjudiquen a cada titular o heredero, con la sola excepción de lo ordenado en el párrafo
siguiente.
Cuando se tratare de heredero único, y no exista ningún interesado con derecho a
legítima, ni tampoco Comisario o persona autorizada para adjudicar la herencia, el título de
la sucesión, acompañado de los documentos a que se refiere el artículo dieciséis de esta
Ley, bastará para inscribir directamente a favor del heredero los bienes y derechos de que
en el Registro era titular el causante.

Artículo 15. 
Los derechos del legitimario de parte alícuota que no pueda promover el juicio de
testamentaría por hallarse autorizado el heredero para pagar las legítimas en efectivo o en
bienes no inmuebles, así como los de los legitimarios sujetos a la legislación especial
catalana, se mencionarán en la inscripción de los bienes hereditarios.
La asignación de bienes concretos para pago o su afección en garantía de las legítimas,
se hará constar por nota marginal.
Las referidas menciones se practicarán con los documentos en cuya virtud se inscriban
los bienes a favor de los herederos, aunque en aquéllos no hayan tenido intervención los
legitimarios.
Las disposiciones de este artículo producirán efecto solamente respecto de los terceros
protegidos por el artículo treinta y cuatro, no entre herederos y legitimarios, cuyas relaciones
se regirán por las normas civiles aplicables a la herencia del causante.
Contra dichos terceros los legitimarios no podrán ejercitar otras ni más acciones que las
que se deriven de las menciones referidas, a tenor de las reglas que siguen:
a) Durante los cinco primeros años de la fecha de la mención, quedarán solidariamente
afectos al pago de la legítima todos los bienes de la herencia en la cuantía y forma que las
leyes determinen, cualesquiera que sean las disposiciones del causante o los acuerdos del
Comisario, Contador-Partidor o Albacea, con facultad de partir, heredero distributario,
heredero de confianza, usufructuario con facultad de señalar y pagar legítimas u otras
personas con análogas facultades, nombrados por el causante en acto de última voluntad
contractual o testamentaria.
Esta mención quedará sin efecto y se estará a lo dispuesto en los números segundo y
tercero de la letra b) del presente artículo, si el legitimario hubiese aceptado bienes
determinados o cantidad cierta para pago de dichas legítimas o concretado su garantía
sobre uno o más inmuebles de la herencia.
b) Transcurridos los cinco primeros años de su fecha, los efectos de la mención serán
los siguientes:
Primero. Cuando el causante, o por su designación las personas expresadas en el
párrafo primero del apartado a), no hubieran fijado el importe de dichas legítimas, ni
concretado su garantía sobre ciertos bienes inmuebles, ni asignado bienes determinados
para el pago de las mismas, continuará surtiendo plenos efectos la mención solidaria
expresada en la letra a) precedente, hasta cumplidos veinte años del fallecimiento del
causante.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Segundo. Cuando las mismas personas se hubieren limitado a asignar una cantidad
cierta para pago de las legítimas, quedarán solidariamente sujetos a la efectividad de las
mismas todos los bienes de la herencia, durante el plazo antes indicado. No obstante, si
dentro de los cinco años siguientes a su constancia en el Registro de la Propiedad, los
legitimarios no hubieren impugnado por insuficiente tal asignación, transcurrido que sea este
plazo podrá cancelarse la mención solidaria expresada en el apartado a) siempre que
justifique el heredero haber depositado suma bastante en un establecimiento bancario o
Caja oficial, a las resultas del pago de las legítimas en la cantidad asignada y de sus
intereses de cinco años al tipo legal.
Tercero. Cuando las supradichas personas hubieren asignado bienes ciertos para el
pago de las legítimas, o concretado la garantía de las mismas sobre bienes determinados, el
legitimario solamente podrá hacer efectivos sus derechos sobre dichos bienes en la forma
que disponga el correspondiente título sucesorio o acto particional.
Cuarto. Cuando el causante hubiere desheredado a algún legitimario o manifestado en el
título sucesorio que ciertas legítimas fueron totalmente satisfechas, se entenderá que los
legitimarios aludidos aceptan respecto de terceros la desheredación o las manifestaciones
del causante si durante el plazo determinado en el apartado a) de este artículo no
impugnaren dicha disposición.
Dentro de los plazos de vigencia de las menciones por derechos legitimarios, los
herederos podrán, sin necesidad de autorización alguna, cancelar hipotecas, redimir censos,
cobrar precios aplazados, retrovender y, en general, extinguir otros derechos análogos de
cuantía determinada o determinable aritméticamente, que formen parte de la herencia,
siempre que el importe así obtenido o la cantidad cierta o parte alícuota del mismo que
conste en el Registro como responsabilidad especial por legítimas, afectante al derecho
extinguido, se invierta en valores del Estado, que se depositarán, con intervención del
Notario, en un establecimiento bancario o Caja oficial, a las resultas del pago de las
legítimas.
Los depósitos a que hacen referencia el párrafo anterior y el número segundo, letra b) de
este artículo, podrán ser retirados por los herederos transcurridos veinte años, a contar
desde el fallecimiento del causante, siempre que no hubieren sido aceptados o reclamados
por los legitimarios dentro del plazo indicado.
Las menciones reguladas en los números primero, segundo y tercero del apartado b,
caducarán sin excepción cumplidos veinte años desde el fallecimiento del causante.
Los bienes hereditarios se inscribirán sin mención alguna de derechos legitimarios,
cuando la herencia tenga ingreso en el Registro después de transcurridos veinte años desde
el fallecimiento del causante.

Artículo 16. 
Los dueños de bienes inmuebles o derechos reales por testamento u otro título universal
o singular, que no los señale y describa individualmente, podrán obtener su inscripción,
presentando dicho título con el documento, en su caso, que pruebe haberles sido aquél
transmitido y justificando con cualquier otro documento fehaciente que se hallan
comprendidos en él los bienes que traten de inscribir.

Artículo 17. 
Inscrito o anotado preventivamente en el Registro cualquier título traslativo o declarativo
del dominio de los inmuebles o de los derechos reales impuestos sobre los mismos, no
podrá inscribirse o anotarse ningún otro de igual o anterior fecha que se le oponga o sea
incompatible, por el cual se transmita o grave la propiedad del mismo inmueble o derecho
real.
Si sólo se hubiera extendido el asiento de presentación, no podrá tampoco inscribirse o
anotarse ningún otro título de la clase antes expresada durante el término de sesenta días,
contados desde el siguiente al de la fecha del mismo asiento.

– 557 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 18. 
Los Registradores calificarán, bajo su responsabilidad, la legalidad de las formas
extrínsecas de los documentos de toda clase, en cuya virtud se solicite la inscripción, así
como la capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dispositivos contenidos en las
escrituras públicas, por lo que resulte de ellas y de los asientos del Registro.
El plazo máximo para inscribir el documento será de quince días contados desde la
fecha del asiento de presentación. El registrador en la nota a pie de título, si la calificación es
positiva, o en la calificación negativa deberá expresar inexcusablemente la fecha de la
inscripción y, en su caso, de la calificación negativa a los efectos del cómputo del plazo de
quince días. Si el título hubiera sido retirado antes de la inscripción, tuviera defectos
subsanables o existiera pendiente de inscripción un título presentado con anterioridad, el
plazo de quince días se computará desde la fecha de la devolución del título, la subsanación
o la inscripción del título previo, respectivamente. En estos casos, la vigencia del asiento de
presentación se entenderá prorrogada hasta la terminación del plazo de inscripción. Por
razones extraordinarias, debidamente acreditadas, la Dirección General de los Registros y
del Notariado podrá, a solicitud del registrador competente formulada dentro de los dos
primeros días de plazo de inscripción, ampliar hasta quince días más como máximo dicho
plazo. Si la Dirección General no contesta en el plazo de dos días contados desde que
tuviera entrada la solicitud, se entenderá que ésta ha sido desestimada. El registrador no
podrá recurrir contra la decisión expresa o presunta que adopte la Dirección General.
Si, transcurrido el plazo máximo señalado en el párrafo anterior, no hubiere tenido lugar
la inscripción, el interesado podrá instar del registrador ante quien se presentó el título que la
lleve a cabo en el término improrrogable de tres días o la aplicación del cuadro de
sustituciones previsto en el artículo 275 bis de esta ley. Igualmente, si transcurrido el plazo
de tres días el registrador no inscribe el título, el interesado podrá instar la aplicación del
cuadro de sustituciones.
La inscripción realizada fuera de plazo por el registrador titular producirá una reducción
de aranceles de un treinta por ciento, sin perjuicio de la aplicación del régimen sancionador
correspondiente. A los efectos del adecuado cumplimiento del plazo de inscripción, los
registradores deberán remitir a la Dirección General de los Registros y del Notariado en los
primeros veinte días de los meses de abril, julio, octubre y enero una estadística en formato
electrónico que contenga el número de títulos presentados y fecha de inscripción de los
mismos, así como el porcentaje de títulos inscritos fuera del plazo previsto en este artículo.
La Dirección General de Registros y del Notariado concretará mediante Instrucción el
formato electrónico y datos que deban remitir los registradores.
Si un Registro de la Propiedad estuviese a cargo de dos o más registradores, se
procurará, en lo posible, la uniformidad de los criterios de calificación. A tal efecto, llevarán el
despacho de los documentos con arreglo al convenio de distribución de materias o sectores
que acuerden. El convenio y sus modificaciones posteriores deberán ser sometidos a la
aprobación de la Dirección General de los Registros y del Notariado.
Siempre que el registrador a quien corresponda la calificación de un documento
apreciare defectos que impidan practicar la operación solicitada, los pondrá en conocimiento
del cotitular o cotitulares del mismo sector o del sector único. Antes del transcurso del plazo
máximo establecido para la inscripción del documento les pasará la documentación, y el que
entendiere que la operación es procedente la practicará bajo su responsabilidad antes de
expirar dicho plazo.
En la calificación negativa el registrador a quien corresponda deberá expresar que la
misma se ha extendido con la conformidad de los cotitulares. Si falta dicha indicación, la
calificación se entenderá incompleta, sin perjuicio de que los legitimados para ello ya puedan
recurrirla, instar la intervención del sustituto, o pedir expresamente que se complete. No se
tendrá en cuenta una calificación incompleta para interrumpir el plazo en que debe hacerse
la calificación. Los cotitulares serán también responsables a todos los efectos de la
calificación a la que prestan su conformidad.
El registrador que calificare un documento conocerá de todas las incidencias que se
produzcan hasta la terminación del procedimiento registral.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 19. 
Cuando el Registrador notare alguna falta en el título conforme al artículo anterior, la
manifestará a los que pretendan la inscripción, para que, si quieren, recojan el documento y
subsanen la falta durante la vigencia del asiento de presentación. Si no lo recogen o no
subsanan la falta a satisfacción del Registrador, devolverá el documento para que puedan
ejercitarse los recursos correspondientes, sin perjuicio de hacer la anotación preventiva que
ordena el artículo cuarenta y dos en su número nueve, si se solicita expresamente.
En el caso de no hacerse la anotación preventiva, el asiento de presentación del título
continuará produciendo sus efectos durante los sesenta días antes expresados.

Artículo 19 bis. 
Si la calificación es positiva, el Registrador inscribirá y expresará en la nota de despacho,
al pie del título, los datos identificadores del asiento, así como las afecciones o derechos
cancelados con ocasión de su práctica. Si el estado registral de titularidad o cargas fuere
discordante con el reflejado en el título, librará nota simple informativa.
La calificación negativa, incluso cuando se trate de inscripción parcial en virtud de
solicitud del interesado, deberá ser firmada por el Registrador, y en ella habrán de constar
las causas impeditivas, suspensivas o denegatorias y la motivación jurídica de las mismas,
ordenada en hechos y fundamentos de derecho, con expresa indicación de los medios de
impugnación, órgano ante el que debe recurrirse y plazo para interponerlo, sin perjuicio de
que el interesado ejercite, en su caso, cualquier otro que entienda procedente.
Si el registrador califica negativamente el título, sea total o parcialmente, dentro o fuera
del plazo a que se refiere el artículo 18 de la Ley, el interesado podrá recurrir ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado o bien instar la aplicación del cuadro de
sustituciones previsto en el artículo 275 bis de la Ley.
Los interesados tendrán el derecho a solicitar al Registrador del cuadro de sustituciones
la calificación de los títulos presentados, en los supuestos previstos en el párrafo anterior,
conforme a las siguientes reglas:
1.ª El interesado deberá ejercer su derecho en los quince días siguientes a la notificación
de la calificación negativa, durante la vigencia del asiento de presentación, mediante la
aportación al registrador sustituto del testimonio íntegro del título presentado y de la
documentación complementaria.
2.ª El Registrador sustituto que asuma la inscripción del título lo comunicará al
Registrador sustituido, pudiendo con carácter previo y en orden a esta finalidad solicitar que
se le aporte información registral completa, de no existir o ser insuficiente la remitida con el
testimonio íntegro del título.
El Registrador sustituido hará constar dicha comunicación, en el mismo día de su
recepción o el siguiente hábil, por nota al margen del asiento de presentación, indicando que
se ha ejercido el derecho a solicitar la calificación de los títulos a un Registrador de los
incluidos en el cuadro de sustituciones, la identidad de éste y el Registro del que sea titular.
A partir de la fecha de recepción de la comunicación referida, el Registrador sustituido
deberá suministrar al Registrador sustituto información continuada relativa a cualquier nueva
circunstancia registral que pudiera afectar a la práctica del asiento.
3.ª Si el Registrador sustituto calificara positivamente el título, en los diez días siguientes
al de la fecha de la comunicación prevista en la regla anterior, ordenará al Registrador
sustituido que extienda el asiento solicitado, remitiéndole el texto comprensivo de los
términos en que deba practicarse aquél, junto con el testimonio íntegro del título y
documentación complementaria.
En todo caso, en el asiento que se extienda, además de las circunstancias que procedan
de conformidad con su naturaleza, deberá constar la identidad del Registrador sustituto y el
Registro del que fuera titular.
Extendido el asiento, el Registrador sustituido lo comunicará al Registrador sustituto, y
devolverá el título al presentante con nota al pie del mismo, extendida conforme a la
legislación hipotecaria.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

4.ª Si el Registrador sustituto asumiera la inscripción parcial del título se procederá del
modo previsto en las reglas segunda y tercera. Dicha inscripción parcial sólo podrá
practicarse si media consentimiento del presentante o del interesado.
5.ª Si el registrador sustituto calificara negativamente el título, devolverá éste al
interesado a los efectos de interposición del recurso frente a la calificación del registrador
sustituido ante la Dirección General de los Registros y del Notariado, el cual deberá ceñirse
a los defectos señalados por el registrador sustituido con los que el registrador sustituto
hubiera manifestado su conformidad.
En la calificación el registrador sustituto se ajustará a los defectos señalados por el
registrador sustituido y respecto de los que los interesados hubieran motivado su
discrepancia en el escrito en el que soliciten su intervención, no pudiendo versar sobre
ninguna otra pretensión basada en otros motivos o en documentos no presentados en
tiempo y forma. Para fundar su decisión podrá pedir informe al Colegio de Registradores de
la Propiedad y Mercantiles de España, que lo evacuará a través de sus servicios de
estudios, todo ello bajo responsabilidad del registrador y sin que pueda excederse del plazo
de calificación.
6.ª Practicado el asiento solicitado, corresponderá al Registrador sustituto el cincuenta
por ciento de los aranceles devengados y al Registrador sustituido el cincuenta por ciento
restante.
Los derechos arancelarios se abonarán por el interesado a cada Registrador en su parte
correspondiente.
7.ª Las comunicaciones que se deban practicar conforme a las reglas precedentes se
realizarán por correo, fax, correo electrónico o cualquier otro medio telemático que permita
tener constancia de su recepción.

Artículo 20. 
Para inscribir o anotar títulos por los que se declaren, transmitan, graven, modifiquen o
extingan el dominio y demás derechos reales sobre inmuebles, deberá constar previamente
inscrito o anotado el derecho de la persona que otorgue o en cuyo nombre sean otorgados
los actos referidos.
En el caso de resultar inscrito aquel derecho a favor de persona distinta de la que
otorgue la transmisión o gravamen, los Registradores denegarán la inscripción solicitada.
Cuando no resultare inscrito a favor de persona alguna el expresado derecho y no se
acredite fuere inscribible con arreglo al artículo doscientos cinco, los Registradores harán
anotación preventiva a solicitud del interesado, la cual subsistirá durante el plazo que señala
el artículo noventa y seis de esta Ley.
No será necesaria la previa inscripción o anotación a favor de los mandatarios,
representantes, liquidadores, albaceas y demás personas que con carácter temporal actúen
como órganos de representación y dispongan de intereses ajenos en la forma permitida por
las leyes.
Tampoco será precisa dicha inscripción previa para inscribir los documentos otorgados
por los herederos:
Primero. Cuando ratifiquen contratos privados realizados por su causante, siempre que
consten por escrito y firmados por éste.
Segundo. Cuando vendieren o cedieren a un coheredero fincas adjudicadas proindiviso a
los vendedores o cedentes, pero en la inscripción que se haga habrá de expresarse dicha
previa adjudicación proindiviso con referencia al título en que así constare. Y
Tercero. Cuando se trate de testimonios de decretos de adjudicación o escritura de venta
verificada en nombre de los herederos del ejecutado en virtud de ejecución de sentencia,
con tal que el inmueble o derecho real se halle inscrito a favor del causante.
Cuando en una partición de herencia, verificada después del fallecimiento de algún
heredero, se adjudiquen a los que lo fuesen de éste los bienes que a aquél correspondían,
deberá practicarse la inscripción a favor de los adjudicatarios, pero haciéndose constar en
ella las transmisiones realizadas.
No podrá tomarse anotación de demanda, embargo o prohibición de disponer, ni
cualquier otra prevista en la ley, si el titular registral es persona distinta de aquella contra la

– 560 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

cual se ha dirigido el procedimiento. En los procedimientos criminales podrá tomarse


anotación de embargo preventivo o de prohibición de disponer de los bienes, como medida
cautelar, cuando a juicio del juez o tribunal existan indicios racionales de que el verdadero
titular de los mismos es el imputado, haciéndolo constar así en el mandamiento.

Artículo 21. 
1. Los documentos relativos a contratos o actos que deban inscribirse expresarán, por lo
menos, todas las circunstancias que necesariamente debe contener la inscripción y sean
relativas a las personas de los otorgantes, a las fincas y a los derechos inscritos.
2. Las escrituras públicas relativas a actos o contratos por los que se declaren,
constituyan, transmitan, graven, modifiquen o extingan a título oneroso el dominio y los
demás derechos reales sobre bienes inmuebles, cuando la contraprestación consistiera, en
todo o en parte, en dinero o signo que lo represente, deberán expresar, además de las
circunstancias previstas en el apartado anterior, la identificación de los medios de pago
empleados por las partes, en los términos previstos en el artículo 24 de la Ley del Notariado,
de 28 de mayo de 1862.
3. En las escrituras de préstamo hipotecario sobre vivienda deberá constar el carácter,
habitual o no, que pretenda atribuirse a la vivienda que se hipoteque. Se presumirá, salvo
prueba en contrario, que en el momento de la ejecución judicial del inmueble es vivienda
habitual si así se hiciera constar en la escritura de constitución.

Artículo 22. 
El Notario que cometiere alguna omisión que impida inscribir el acto o contrato, conforme
a lo dispuesto en el artículo anterior, la subsanará extendiendo a su costa una nueva
escritura, si fuere posible, e indemnizando, en su caso, a los interesados de los perjuicios
que les ocasione su falta.

Artículo 23. 
El cumplimiento de las condiciones suspensivas, resolutorias o rescisorias de los actos o
contratos inscritos, se hará constar en el Registro, bien por medio de una nota marginal, si
se consuma la adquisición del derecho, bien por una nueva inscripción a favor de quien
corresponda, si la resolución o rescisión llega a verificarse.

Artículo 24. 
Se considera como fecha de la inscripción para todos los efectos que ésta deba producir,
la fecha del asiento de presentación que deberá constar en la inscripción misma.

Artículo 25. 
Para determinar la preferencia entre dos o más inscripciones de igual fecha, relativas a
una misma finca, se atenderá a la hora de la presentación en el Registro de los títulos
respectivos.

Artículo 26. 
Las prohibiciones de disponer o enajenar se harán constar en el Registro de la
Propiedad y producirán efecto con arreglo a las siguientes normas:
Primera. Las establecidas por la Ley que, sin expresa declaración judicial o
administrativa, tengan plena eficacia jurídica, no necesitarán inscripción separada y especial
y surtirán sus efectos como limitaciones legales del dominio.
Segunda. Las que deban su origen inmediato a alguna resolución judicial o
administrativa serán objeto de anotación preventiva.
Tercera. Las impuestas por el testador o donante en actos o disposiciones de última
voluntad, capitulaciones matrimoniales, donaciones y demás actos a título gratuito, serán
inscribibles siempre que la legislación vigente reconozca su validez.

– 561 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 27. 
Las prohibiciones de disponer que tengan su origen en actos o contratos de los no
comprendidos en el artículo anterior, no tendrán acceso al Registro, sin perjuicio de que
mediante hipoteca o cualquier otra forma de garantía real se asegure su cumplimiento.

Artículo 28. 
Las inscripciones de fincas o derechos reales adquiridos por herencia o legado, no
surtirán efecto en cuanto a tercero hasta transcurridos dos años desde la fecha de la muerte
del causante. Exceptúanse las inscripciones por título de herencia testada o intestada,
mejora o legado a favor de herederos forzosos.

Artículo 29. 
La fe pública del Registro no se extenderá a la mención de derechos susceptibles de
inscripción separada y especial.

Artículo 30. 
Las inscripciones de los títulos expresados en los artículos segundo y cuarto serán nulas
si en ellas se omite o se expresa con inexactitud sustancial alguna de las circunstancias
comprendidas en el artículo nueve, sin perjuicio de lo establecido en esta Ley sobre
rectificación de errores.

Artículo 31. 
La nulidad de las inscripciones de que trata el artículo precedente, no perjudicará el
derecho anteriormente adquirido por un tercero protegido con arreglo al artículo treinta y
cuatro.

Artículo 32. 
Los títulos de dominio o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no estén
debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.

Artículo 33. 
La inscripción no convalida los actos o contratos que sean nulos con arreglo a las leyes.

Artículo 34. 
El tercero que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de persona que en el
Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su adquisición, una
vez que haya inscrito su derecho, aunque después se anule o resuelva el del otorgante por
virtud de causas que no consten en el mismo Registro.
La buena fe del tercero se presume siempre mientras no se pruebe que conocía la
inexactitud del Registro.
Los adquirentes a título gratuito no gozarán de más protección registral que la que
tuviere su causante o transferente.

Artículo 35. 
A los efectos de la prescripción adquisitiva en favor del titular inscrito, será justo título la
inscripción, y se presumirá que aquél ha poseído pública, pacífica, ininterrumpidamente y de
buena fe durante el tiempo de vigencia del asiento y de los de sus antecesores de quienes
traiga causa.

Artículo 36. 
Frente a titulares inscritos que tengan la condición de terceros con arreglo al artículo
treinta y cuatro, sólo prevalecerá la prescripción adquisitiva consumada o la que pueda
consumarse dentro del año siguiente a su adquisición, en los dos supuestos siguientes:

– 562 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

a) Cuando se demuestre que el adquirente conoció o tuvo medios racionales y motivos


suficientes para conocer, antes de perfeccionar su adquisición, que la finca o derecho estaba
poseída de hecho y a título de dueño por persona distinta de su transmitente.
b) Siempre que, no habiendo conocido ni podido conocer, según las normas anteriores,
tal posesión de hecho al tiempo que la adquisición, el adquirente inscrito la consienta,
expresa o tácitamente, durante todo el año siguiente a la adquisición. Cuando la prescripción
afecte a una servidumbre negativa o no aparente, y ésta pueda adquirirse por prescripción,
el plazo del año se contará desde que el titular pudo conocer su existencia en la forma
prevenida en el apartado a), o, en su defecto, desde que se produjo un acto obstativo a la
libertad del predio sirviente.
La prescripción comenzada perjudicará igualmente al titular inscrito, si éste no la
interrumpiere en la forma y plazo antes indicados, y sin perjuicio de que pueda también
interrumpirla antes de su consumación total.
En cuanto al que prescribe y al dueño del inmueble o derecho real que se esté
prescribiendo y a sus sucesores que no tengan la consideración de terceros, se calificará el
título y se contará el tiempo con arreglo a la legislación civil.
Los derechos adquiridos a título oneroso y de buena fe que no lleven aneja la facultad de
inmediato disfrute del derecho sobre el cual se hubieren constituido, no se extinguirán por
usucapión de éste. Tampoco se extinguirán los que impliquen aquella facultad cuando el
disfrute de los mismos no fuere incompatible con la posesión causa de la prescripción
adquisitiva, o cuando, siéndolo, reúnan sus titulares las circunstancias y procedan en la
forma y plazos que determina el párrafo b) de este artículo.
La prescripción extintiva de derechos reales sobre cosa ajena, susceptibles de posesión
o de protección posesoria, perjudicará siempre al titular según el Registro, aunque tenga la
condición de tercero.

Artículo 37. 
Las acciones rescisorias, revocatorias y resolutorias no se darán contra tercero que haya
inscrito los títulos de sus respectivos derechos conforme a lo prevenido en esta Ley.
Se exceptúan de la regla contenida en el párrafo anterior:
Primero. Las acciones rescisorias y resolutorias que deban su origen a causas que
consten explícitamente en el Registro.
Segundo. Las de revocación de donaciones, en el caso de no cumplir el donatario
condiciones inscritas en el Registro.
Tercero. Las de retracto legal, en los casos y términos que las leyes establecen.
Cuarto. Las acciones rescisorias de enajenaciones hechas en fraude de acreedores, las
cuales perjudicarán a tercero:
a) Cuando hubiese adquirido por título gratuito.
b) Cuando, habiendo adquirido por título oneroso hubiese sido cómplice en el fraude. El
simple conocimiento de haberse aplazado el pago del precio no implicará, por sí solo,
complicidad en el fraude.
En ambos casos no perjudicará a tercero la acción rescisoria que no se hubiere
entablado dentro del plazo de cuatro años, contados desde el día de la enajenación
fraudulenta.
En el caso de que la acción resolutoria, revocatoria o rescisoria no se pueda dirigir contra
tercero, conforme a lo dispuesto en el párrafo primero de este artículo, se podrán ejercitar
entre las partes las acciones personales que correspondan.

Artículo 38. 
A todos los efectos legales se presumirá que los derechos reales inscritos en el Registro
existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por el asiento respectivo. De igual
modo se presumirá que quien tenga inscrito el dominio de los inmuebles o derechos reales
tiene la posesión de los mismos.
Como consecuencia de lo dispuesto anteriormente, no podrá ejercitarse ninguna acción
contradictoria del dominio de inmuebles o derechos reales inscritos a nombre de persona o

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

entidad determinada, sin que, previamente o a la vez, se entable demanda de nulidad o


cancelación de la inscripción correspondiente. La demanda de nulidad habrá de fundarse en
las causas que taxativamente expresa esta Ley cuando haya de perjudicar a tercero.
En caso de embargo preventivo, juicio ejecutivo o vía de apremio contra bienes
inmuebles o derechos reales determinados, se sobreseerá todo procedimiento de apremio
respecto de los mismos o de sus frutos, productos o rentas en el instante en que conste en
autos, por certificación del Registro de la Propiedad, que dichos bienes o derechos constan
inscritos a favor de persona distinta de aquella contra la cual se decretó el embargo o se
sigue el procedimiento, a no ser que se hubiere dirigido contra ella la acción en concepto de
heredera del que aparece como dueño en el Registro. Al acreedor ejecutante le quedará
reservada su acción para perseguir en el mismo juicio ejecutivo otros bienes del deudor y
para ventilar en el juicio correspondiente el derecho que creyere asistirle en cuanto a los
bienes respecto de los cuales se suspende el procedimiento.
Cuando se persigan bienes hipotecados que hayan pasado a ser propiedad de un tercer
poseedor, se procederá con arreglo a lo dispuesto en los artículos ciento treinta y cuatro y
concordantes de esta Ley.
Las mismas reglas se observarán cuando, después de efectuada en el Registro alguna
anotación preventiva de las establecidas en los números segundo y tercero del artículo
cuarenta y dos, pasasen los bienes anotados a poder de un tercer poseedor.

Artículo 39. 
Por inexactitud del Registro se entiende todo desacuerdo que en orden a los derechos
inscribibles exista entre el Registro y la realidad jurídica extrarregistral.

Artículo 40. 
La rectificación del Registro sólo podrá ser solicitada por el titular del dominio o derecho
real que no esté inscrito, que lo esté erróneamente o que resulte lesionado por el asiento
inexacto, y se practicará con arreglo a las siguientes normas:
a) Cuando la inexactitud proviniere de no haber tenido acceso al Registro alguna relación
jurídica inmobiliaria, la rectificación tendrá lugar: primero, por la toma de razón del título
correspondiente, si hubiere lugar a ello; segundo, por la reanudación del tracto sucesivo, con
arreglo a lo dispuesto en el Título VI de esta Ley, y tercero, por resolución judicial,
ordenando la rectificación.
b) Cuando la inexactitud debiera su origen a la extinción de algún derecho inscrito o
anotado, la rectificación se hará mediante la correspondiente cancelación, efectuada
conforme a lo dispuesto en el Título IV o en virtud del procedimiento de liberación que
establece el Título VI.
c) Cuando la inexactitud tuviere lugar por nulidad o error de algún asiento, se rectificará
el Registro en la forma que determina el Título VII.
d) Cuando la inexactitud procediere de falsedad, nulidad o defecto del título que hubiere
motivado el asiento y, en general, de cualquier otra causa de las no especificadas
anteriormente, la rectificación precisará el consentimiento del titular o, en su defecto,
resolución judicial.
En los casos en que haya de solicitarse judicialmente la rectificación, se dirigirá la
demanda contra todos aquellos a quienes el asiento que se trate de rectificar conceda algún
derecho, y se sustanciará por los trámites del juicio declarativo correspondiente. Si se
deniega totalmente la acción de rectificación ejercitada, se impondrán las costas al actor; si
sólo se deniega en parte, decidirá el Juez a su prudente arbitrio.
La acción de rectificación será inseparable del dominio o derecho real de que se derive.
En ningún caso la rectificación del Registro perjudicará los derechos adquiridos por
tercero a título oneroso de buena fe durante la vigencia del asiento que se declare inexacto.

Artículo 41. 
Las acciones reales procedentes de los derechos inscritos podrán ejercitarse a través del
juicio verbal regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil, contra quienes, sin título inscrito, se
opongan a aquellos derechos o perturben su ejercicio. Estas acciones, basadas en la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

legitimación registral que reconoce el artículo 38, exigirán siempre que por certificación del
registrador se acredite la vigencia, sin contradicción alguna, del asiento correspondiente.

TÍTULO III
De las anotaciones preventivas

Artículo 42. 
Podrán pedir anotación preventiva de sus respectivos derechos en el Registro
correspondiente:
Primero. El que demandare en juicio la propiedad de bienes inmuebles o la constitución,
declaración, modificación o extinción de cualquier derecho real.
Segundo. El que obtuviere a su favor mandamiento de embargo que se haya hecho
efectivo en bienes inmuebles del deudor.
Tercero. El que en cualquier juicio obtuviese sentencia ejecutoria condenando al
demandado, la cual deba llevarse a efecto por los trámites establecidos en la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
Cuarto. El que, demandando en juicio ordinario el cumplimiento de cualquiera obligación,
obtuviere, con arreglo a las leyes, providencia ordenando el secuestro o prohibiendo la
enajenación de bienes inmuebles.
Quinto. El que propusiere demanda con objeto de obtener alguna de las resoluciones
judiciales expresadas en el número cuarto del artículo segundo de esta Ley.
Sexto. Los herederos respecto de su derecho hereditario, cuando no se haga especial
adjudicación entre ellos de bienes concretos, cuotas o partes indivisas de los mismos.
Séptimo. El legatario que no tenga derecho, según las leyes, a promover el juicio de
testamentaría.
Octavo. El acreedor refaccionario, mientras duren las obras que sean objeto de la
refacción.
Noveno. El que presentare en el Registro algún título cuya inscripción no pueda hacerse
por algún defecto subsanable, por imposibilidad del Registrador, o cuando este inicie de
oficio el procedimiento de rectificación de errores que observe en algún asiento ya practicado
en la forma que reglamentariamente se determine.
Décimo. El que en cualquiera otro caso tuviese derecho a exigir anotación preventiva,
conforme a lo dispuesto en ésta o en otra Ley.

Artículo 43. 
En el caso del número primero del artículo anterior, no podrá hacerse la anotación
preventiva sino cuando se ordene por providencia judicial, dictada a instancia de parte
legítima y en virtud de documento bastante al prudente arbitrio del juzgador.
En el caso del número segundo del mismo artículo, cuando se trate de juicio ejecutivo,
será obligatoria la anotación, según lo dispuesto en el artículo mil cuatrocientos cincuenta y
tres de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
En el caso del número quinto del repetido artículo deberá hacerse también la anotación
en virtud de providencia judicial, que podrá dictarse de oficio, cuando no hubiere interesados
que la reclamen, siempre que el juzgador, a su prudente arbitrio, lo estime conveniente para
asegurar el efecto de la sentencia que pueda recaer en el juicio.

Artículo 44. 
El acreedor que obtenga anotación a su favor en los casos de los números segundo,
tercero y cuarto del artículo cuarenta y dos, tendrá para el cobro de su crédito la preferencia
establecida en el artículo mil novecientos veintre y tres del Código Civil.

Artículo 45. 
La adjudicación de bienes inmuebles de una herencia, concurso o quiebra, hecha o que
se haga para pago de deudas reconocidas contra la misma universalidad de bienes no

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

producirá garantía alguna de naturaleza real en favor de los respectivos acreedores, a no ser
que en la misma adjudicación se hubiese estipulado expresamente.
Los acreedores cuyos créditos consten en escritura pública o por sentencia firme podrán,
sin embargo, obtener anotación preventiva de su derecho sobre las fincas que se hubieren
adjudicado para pago de sus respectivos créditos, siempre que la soliciten dentro de los
ciento ochenta días siguientes a la adjudicación, a no ser que conste en el Registro el pago
de aquéllos.

Artículo 46. 
El derecho hereditario, cuando no se haga especial adjudicación a los herederos de
bienes concretos, cuotas o partes indivisas de los mismos, sólo podrá ser objeto de
anotación preventiva. Esta anotación podrá ser solicitada por cualquiera de los que tengan
derecho a la herencia o acrediten un interés legítimo en el derecho que se trate de anotar.
Si la anotación fuere pedida por los herederos, legitimarios o personas que tengan
derecho a promover el juicio de testamentaría, se hará mediante solicitud, acompañada de
los documentos previstos en el artículo dieciséis. En los demás casos se practicará mediante
providencia judicial, obtenida por los trámites establecidos en el artículo cincuenta y siete.
El derecho hereditario anotado podrá transmitirse, gravarse y ser objeto de otra
anotación.

Artículo 47. 
El legatario de bienes inmuebles determinados o de créditos o pensiones consignados
sobre ellos podrá pedir en cualquier tiempo anotación preventiva de su derecho.
Esta anotación sólo podrá practicarse sobre los mismos bienes objeto del legado.

Artículo 48. 
El legatario de género o cantidad podrá pedir la anotación preventiva de su valor, dentro
de los ciento ochenta días siguientes a la muerte del testador, sobre cualesquiera bienes
inmuebles de la herencia, bastantes para cubrirlo, siempre que no hubieren sido legados
especialmente a otros.
No será obstáculo para la anotación preventiva que otro legatario de género o cantidad
haya obtenido otra anotación a su favor sobre los mismos bienes.

Artículo 49. 
Si el heredero quisiere inscribir a su favor los bienes de la herencia o anotar su derecho
hereditario dentro del expresado plazo de los ciento ochenta días, y no hubiere para ello
impedimento legal, podrá hacerlo, con tal de que renuncien previamente y en escritura
pública todos los legatarios a su derecho de anotación, o que en defecto de renuncia
expresa se les notifique judicialmente, con treinta días de anticipación, la solicitud del
heredero, a fin de que durante dicho término puedan hacer uso de aquel derecho.
Si alguno de los legatarios no fuere persona cierta, el Juez o Tribunal mandará hacer la
anotación preventiva de su legado, bien a instancia del mismo heredero o de otro interesado,
bien de oficio.
El heredero que solicitare la inscripción a su favor de los bienes de la herencia dentro de
los referidos ciento ochenta días, podrá anotar preventivamente, desde luego, dicha
solicitud.
Esta anotación no se convertirá en inscripción definitiva hasta que los legatarios hayan
obtenido o renunciado la anotación de sus legados o haya transcurrido el plazo de los ciento
ochenta días.

Artículo 50. 
El legatario que obtuviere anotación preventiva, será preferido a los acreedores del
heredero que haya aceptado la herencia sin beneficio de inventario y a cualquiera otro que,
con posterioridad a dicha anotación, adquiera algún derecho sobre los bienes anotados; pero
entendiéndose que esta preferencia es solamente en cuanto al importe de dichos bienes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 51. 
La anotación preventiva dará preferencia, en cuanto al importe de los bienes anotados, a
los legatarios que hayan hecho uso de su derecho dentro de los ciento ochenta días
señalados en el artículo cuarenta y ocho, sobre los que no lo hicieren del suyo en el mismo
término.
Los que dentro de éste lo hayan realizado, no tendrán preferencia entre sí, sin perjuicio
de la que corresponda al legatario de especie o a cualquiera otro, respecto de los demás,
con arreglo a la legislación civil, tanto en ese caso como en el de no haber pedido su
anotación.

Artículo 52. 
El legatario que no lo fuere de especie y dejare transcurrir el plazo señalado en el
artículo cuarenta y ocho sin hacer uso de su derecho, sólo podrá exigir después la anotación
preventiva sobre los bienes de la herencia que subsistan en poder del heredero; pero no
surtirá efecto contra el que antes haya adquirido o inscrito algún derecho sobre los bienes
hereditarios.

Artículo 53. 
El legatario que, transcurridos los ciento ochenta días, pidiese anotación sobre los
bienes hereditarios que subsistan en poder del heredero, no obtendrá por ello preferencia
alguna sobre los demás legatarios que omitan esta formalidad, ni logrará otra ventaja que la
de ser antepuesto para el cobro de su legado a cualquier acreedor del heredero que con
posterioridad adquiera algún derecho sobre los bienes anotados.

Artículo 54. 
La anotación pedida fuera de término podrá hacerse sobre bienes anotados dentro de él
a favor de otro legatario, siempre que subsistan en poder del heredero; pero el legatario que
la obtuviere no cobrará su legado sino en cuanto alcanzare el importe de los bienes,
después de satisfechos los que dentro del término hicieron su anotación.

Artículo 55. 
La anotación preventiva de los legados y de los créditos refaccionarios no se decretará
judicialmente sin audiencia previa y sumaria de los que puedan tener interés en
contradecirla.

Artículo 56. 
La anotación preventiva de legados podrá hacerse por convenio entre las partes o por
mandato judicial, presentando al efecto en el Registro el título en que se funde el derecho del
legatario.

Artículo 57. 
Cuando hubiere de hacerse la anotación de legados o de derecho hereditario por
mandato judicial, acudirá el interesado al Juez o Tribunal competente exponiendo su
derecho, presentando los títulos en que se funde y señalando los bienes que pretenda
anotar. El Juez o Tribunal, oyendo a los interesados en juicio verbal, dictará providencia,
bien denegando la pretensión o bien accediendo a ella.
En este último caso señalará los bienes que hayan de ser anotados y el Secretario
judicial librará el correspondiente mandamiento al Registrador, con inserción literal de lo
prevenido para que lo ejecute.

Artículo 58. 
Si pedida judicialmente la anotación por un legatario acudiere otro ejercitando igual
derecho respecto a los mismos bienes, será también oído en el juicio.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 59. 
El acreedor refaccionario podrá exigir anotación sobre la finca refaccionada por las
cantidades que, de una vez o sucesivamente, anticipare, presentando el contrato por escrito
que en cualquier forma legal haya celebrado con el deudor.
Esta anotación surtirá, respecto al crédito refaccionario, todos los efectos de la hipoteca.

Artículo 60. 
No será necesario que los títulos en cuya virtud se pida la anotación preventiva de
créditos refaccionarios determinen fijamente la cantidad de dinero o efectos en que consistan
los mismos créditos, y bastará que contengan los datos suficientes para liquidarlos al
terminar las obras contratadas.

Artículo 61. 
Si la finca que haya de ser objeto de la refacción estuviere sujeta a cargas o derechos
reales inscritos, no se hará la anotación, sino bien en virtud de convenio unánime por
escritura pública entre el propietario y las personas a cuyo favor estuvieren constituidas
aquéllas sobre el objeto de la refacción misma y el valor de la finca antes de empezar las
obras, o bien en virtud de providencia judicial, dictada en expediente instruido para hacer
constar dicho valor, y con citación de todas las indicadas personas.

Artículo 62. 
Si alguno de los que tuvieren a su favor las cargas o derechos reales expresados en el
artículo anterior no fuere persona cierta, estuviere ausente, ignorándose su paradero, o
negare su consentimiento, no podrá hacerse la anotación sino por providencia judicial.

Artículo 63. 
El valor que en cualquier forma se diere a la finca que ha de ser refaccionada, antes de
empezar las obras, se hará constar en la anotación del crédito.

Artículo 64. 
Las personas a cuyo favor estuvieren constituidos derechos reales sobre la finca
refaccionada, cuyo valor se haga constar en la forma prescrita en los artículos precedentes,
conservarán su derecho de preferencia respecto al acreedor refaccionario, pero solamente
por un valor igual al que se hubiere declarado a la misma finca.
El acreedor refaccionario será considerado como hipotecario respecto a lo que exceda el
valor de la finca al de las cargas o derechos reales anteriormente mencionados, y en todo
caso, respecto a la diferencia entre el precio dado a la misma finca antes de las obras y el
que alcanzare en su enajenación judicial.

Artículo 65. 
Las faltas de los títulos sujetos a inscripción pueden ser subsanables o insubsanables.
Si el título tuviere alguna falta subsanable, el Registrador suspenderá la inscripción y
extenderá anotación preventiva cuando la solicite el que presentó el título.
En el caso de contener alguna falta insubsanable se denegará la inscripción, sin poder
hacerse la anotación preventiva.
Para distinguir las faltas subsanables de las insubsanables y extender o no, en su
consecuencia, la anotación preventiva a que se refiere este artículo, atenderá el Registrador
tanto al contenido como a las formas y solemnidades del título y a los asientos del Registro
con él relacionados.

Artículo 66. 
Los interesados podrán reclamar contra el acuerdo de calificación del registrador, por el
cual suspende o deniega el asiento solicitado. La reclamación podrá iniciarse ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado o bien directamente ante el Juzgado de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Primera Instancia competente. Sin perjuicio de ello, podrán también acudir, si quieren, a los
Tribunales de Justicia para ventilar y contender entre sí acerca de la validez o nulidad de los
mismos títulos. En el caso de que se suspendiera la inscripción por faltas subsanables del
título y no se solicitare la anotación preventiva, podrán los interesados subsanar las faltas en
los sesenta días que duran los efectos del asiento de presentación. Si se extiende la
anotación preventiva, podrá hacerse en el tiempo que ésta subsista, según el artículo 96 de
esta Ley.
Cuando se hubiere denegado la inscripción y el interesado, dentro de los sesenta días
siguientes al de la fecha del asiento de presentación, propusiera demanda ante los
Tribunales de Justicia para que se declare la validez del título, podrá pedirse anotación
preventiva de la demanda, y la que se practique se retrotraerá a la fecha del asiento de
presentación. Después de dicho término no surtirá efecto la anotación preventiva de la
demanda, sino desde su fecha.
En el caso de recurrir contra la calificación, todos los términos expresados en los dos
párrafos anteriores quedarán en suspenso desde el día en que se interponga la demanda o
el recurso hasta el de su resolución definitiva.

Artículo 67. 
En el caso de hacerse la anotación por no poderse practicar la inscripción por falta de
algún requisito subsanable, podrá exigir el interesado que el Registrador le dé copia de dicha
anotación, autorizada con su firma, en la cual conste si hay o no pendientes de registro
algunos otros títulos relativos al mismo inmueble y cuáles sean éstos, en su caso.

Artículo 68. 
Las providencias decretando o denegando la anotación preventiva en los casos primero,
quinto, sexto y séptimo del artículo cuarenta y dos serán apelables en un solo efecto.
En el caso octavo del mismo artículo será apelable en ambos la providencia cuando se
haya opuesto a la anotación el que tuviere a su favor algún derecho real anterior sobre el
inmueble anotado.

Artículo 69. 
El que pudiendo pedir la anotación preventiva de un derecho, dejase de hacerlo dentro
de término señalado al efecto, no podrá después inscribirlo o anotarlo a su favor en perjuicio
de tercero que haya inscrito el mismo derecho, adquiriéndolo de persona que aparezca en el
Registro con facultad de transmitirlo.

Artículo 70. 
Cuando la anotación preventiva de un derecho se convierta en inscripción definitiva del
mismo, surtirá ésta sus efectos desde la fecha de la anotación.

Artículo 71. 
Los bienes inmuebles o derechos reales anotados podrán ser enajenados o gravados,
pero sin perjuicio del derecho de la persona a cuyo favor se haya hecho la anotación.

Artículo 72. 
Las anotaciones preventivas contendrán las circunstancias que se exigen para las
inscripciones en cuanto resulten de los títulos o documentos presentados para exigir las
mismas anotaciones.
Las que deban su origen a providencia de embargo o secuestro expresarán la causa que
haya dado lugar a ello, y el importe de la obligación que los hubiere originado.

Artículo 73. 
Todo mandamiento judicial disponiendo hacer una anotación preventiva expresará las
circunstancias que deba ésta contener, según lo prevenido en el artículo anterior, si

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

resultasen de los títulos y documentos que se hayan tenido a la vista para dictar la
providencia de anotación.
Cuando la anotación deba comprender todos los bienes de una persona, como en los
casos de incapacidad y otros análogos, el Registrador anotará todos los que se hallen
inscritos a su favor.
También podrán anotarse en este caso los bienes no inscritos, siempre que el Juez o el
Tribunal lo ordene y se haga previamente su inscripción a favor de la persona gravada por
dicha anotación.

Artículo 74. 
Si los títulos o documentos en cuya virtud se pida judicial o extrajudicialmente, la
anotación preventiva no contuvieren las circunstancias que ésta necesite para su validez, se
consignarán dichas circunstancias por los interesados en el escrito en que, de común
acuerdo, soliciten la anotación. No habiendo avenencia, el que solicite la anotación
consignará en el escrito en que la pida dichas circunstancias, y, previa audiencia del otro
interesado sobre su exactitud, el Juez o Tribunal decidirá lo que proceda.

Artículo 75. 
La anotación preventiva será nula cuando por ella no pueda venirse en conocimiento de
la finca o derecho anotado, de la persona a quien afecte la anotación o de la fecha de ésta.

TÍTULO IV
De la extinción de las inscripciones y anotaciones preventivas

Artículo 76. 
Las inscripciones no se extinguen, en cuanto a tercero, sino por su cancelación o por la
inscripción de la transferencia del dominio o derecho real inscrito a favor de otra persona.

Artículo 77. 
Las anotaciones preventivas se extinguen por cancelación, por caducidad o por su
conversión en inscripción.

Artículo 78. 
La cancelación de las inscripciones y anotaciones preventivas podrá ser total o parcial.

Artículo 79. 
Podrá pedirse y deberá ordenarse, en su caso, la cancelación total de las inscripciones o
anotaciones preventivas:
Primero. Cuando se extinga por completo el inmueble objeto de las mismas.
Segundo. Cuando se extinga también por completo el derecho inscrito o anotado.
Tercero. Cuando se declare la nulidad del título en cuya virtud se hayan hecho.
Cuarto. Cuando se declare su nulidad por falta de alguno de sus requisitos esenciales,
conforme a lo dispuesto en esta Ley.

Artículo 80. 
Podrá pedirse y deberá decretarse, en su caso, la cancelación parcial:
Primero. Cuando se reduzca el inmueble objeto de la inscripción o anotación preventiva.
Segundo. Cuando se reduzca el derecho inscrito o anotado.

Artículo 81. 
La ampliación de cualquier derecho inscrito será objeto de una nueva inscripción, en la
cual se hará referencia a la del derecho ampliado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 82. 
Las inscripciones o anotaciones preventivas hechas en virtud de escritura pública, no se
cancelarán sino por sentencia contra la cual no se halle pendiente recurso de casación, o por
otra escritura o documento auténtico, en el cual preste su consentimiento para la cancelación
la persona a cuyo favor se hubiere hecho la inscripción o anotación, o sus causahabientes o
representantes legítimos.
Podrán, no obstante, ser canceladas sin dichos requisitos cuando el derecho inscrito o
anotado quede extinguido por declaración de la Ley o resulte así del mismo título en cuya
virtud se practicó la inscripción o anotación preventiva.
Si constituida la inscripción o anotación por escritura pública, procediere su cancelación
y no consintiere en ella aquel a quien ésta perjudique, podrá el otro interesado exigirla en
juicio ordinario.
Lo dispuesto en el presente artículo se entiende sin perjuicio de las normas especiales
que sobre determinadas cancelaciones se comprenden en esta Ley.
A solicitud del titular registral de cualquier derecho sobre la finca afectada, podrá
procederse a la cancelación de condiciones resolutorias en garantía del precio aplazado a
que se refiere el artículo 11 de esta Ley y de hipotecas en garantía de cualquier clase de
obligación, para las que no se hubiera pactado un plazo concreto de duración, cuando haya
transcurrido el plazo señalado en la legislación civil aplicable para la prescripción de la
acciones derivadas de dichas garantías o el más breve que a estos efectos se hubiera
estipulado al tiempo de su constitución, contados desde el día en que la prestación cuyo
cumplimiento se garantiza debió ser satisfecha en su totalidad según el Registro, siempre
que dentro del año siguiente no resulte del mismo que han sido renovadas, interrumpida la
prescripción o ejecutada debidamente la hipoteca.

Artículo 83. 
Las inscripciones o anotaciones hechas en virtud de mandamiento judicial no se
cancelarán sino por providencia ejecutoria.
Si los interesados convinieren válidamente en la cancelación, acudirán al Juez o al
Tribunal competente por medio de un escrito, manifestándolo así, y después de ratificarse en
su contenido, si no hubiere ni pudiere haber perjuicio para tercero, se dictará providencia
ordenando la cancelación.
También dictará el Juez o el Tribunal la misma providencia cuando sea procedente,
aunque no consienta en la cancelación la persona en cuyo favor se hubiere hecho.

Artículo 84. 
Será competente para ordenar la cancelación de una anotación preventiva o su
conversión en inscripción definitiva el Juez o Tribunal que la haya mandado hacer o aquel a
quien haya correspondido legalmente el conocimiento del negocio que dio lugar a ella.

Artículo 85. 
La anotación preventiva se cancelará no sólo cuando se extinga el derecho anotado,
sino también cuando en la escritura se convenga o en la providencia se disponga convertirla
en inscripción definitiva.
Si se hubiere hecho la anotación sin escritura pública y se tratase de cancelarla sin
convertirla en inscripción definitiva, podrá hacerse también la cancelación mediante
documentos de la misma especie que los que se hubieren presentado para hacer la
anotación.

Artículo 86. 
Las anotaciones preventivas, cualquiera que sea su origen, caducarán a los cuatro años
de la fecha de la anotación misma, salvo aquellas que tengan señalado en la Ley un plazo
más breve. No obstante, a instancia de los interesados o por mandato de las autoridades
que las decretaron, podrán prorrogarse por un plazo de cuatro años más, siempre que el
mandamiento ordenando la prórroga sea presentado antes de que caduque el asiento. La

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

anotación prorrogada caducará a los cuatro años de la fecha de la anotación misma de


prórroga. Podrán practicarse sucesivas ulteriores prórrogas en los mismos términos.
La caducidad de las anotaciones preventivas se hará constar en el Registro a instancia
del dueño del inmueble o derecho real afectado.

Artículo 87. 
La anotación preventiva a favor del legatario que no lo sea de especie, caducará al año
de su fecha.
Si el legado no fuere exigible a los diez meses, se considerará subsistente la anotación
hasta dos meses después de la fecha en que pueda exigirse.
Si antes de extinguirse la anotación preventiva resultare ser insuficiente para la
seguridad del legado, por razón de las cargas o condiciones especiales de los bienes sobre
que recaiga, podrá pedir el legatario que se constituya otra sobre bienes diferentes, siempre
que los haya en la herencia susceptibles de ser anotados.

Artículo 88. 
El legatario de rentas o pensiones periódicas impuestas por el testador
determinadamente a cargo de alguno de los herederos o de otros legatarios, sin declarar
personal esta obligación, tendrá derecho, dentro del plazo señalado en el artículo anterior, a
exigir que la anotación preventiva que oportunamente hubiere constituido de su derecho, se
convierta en inscripción de hipoteca.

Artículo 89. 
El heredero o legatario gravado con la pensión deberá constituir la hipoteca de que trata
el artículo anterior sobre los mismos bienes objeto de la anotación, si se le adjudicaren, o
sobre cualesquiera otros inmuebles de la herencia que se le adjudiquen.
La elección corresponderá, en todo caso, a dicho heredero o legatario gravado, y el
pensionista deberá admitir la hipoteca que aquél le ofrezca, siempre que sea bastante y la
imponga sobre bienes procedentes de la herencia.

Artículo 90. 
El pensionista que no hubiere obtenido anotación preventiva podrá exigir también en
cualquier tiempo la constitución de hipoteca en garantía de su derecho sobre los bienes de la
herencia que subsistan en poder del heredero o se hayan adjudicado al heredero o legatario
gravado, con sujeción a lo dispuesto en el artículo anterior.
La inscripción de la hipoteca, en este caso, no surtirá efecto sino desde su fecha.

Artículo 91. 
El pensionista que hubiere obtenido anotación preventiva no podrá exigir que se le
hipotequen bienes distintos de los anotados, si éstos fueran suficientes para asegurar el
legado. Si no lo fueran, podrá exigir el complemento de su hipoteca sobre otros bienes de la
herencia, pero con sujeción, en cuanto a estos últimos, a lo dispuesto en el segundo párrafo
del artículo anterior.

Artículo 92. 
La anotación a favor del acreedor refaccionario caducará a los sesenta días de concluida
la obra objeto de la refacción.

Artículo 93. 
El acreedor refaccionario podrá pedir la conversión de su anotación preventiva en
inscripción de hipoteca, si al expirar el término señalado en el artículo anterior no estuviere
aún pagado por completo de su crédito, por no haber vencido el plazo estipulado en el
contrato.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Si el plazo estuviere vencido, podrá el acreedor, o prorrogarlo mediante dicha


conversión, o exigir el pago desde luego, para lo cual surtirá la anotación todos los efectos
de la hipoteca.

Artículo 94. 
Para convertir en inscripción de hipoteca la anotación de crédito refaccionario se
liquidará éste, si no fuere líquido, y se otorgará escritura pública.

Artículo 95. 
Las cuestiones que se susciten entre el acreedor y el deudor sobre la liquidación del
crédito refaccionario o sobre la constitución de la hipoteca se decidirán en juicio ordinario.
Mientras éste se sustancie y termine, subsistirá la anotación preventiva y producirá todos sus
efectos.

Artículo 96. 
La anotación preventiva por defectos subsanables del título caducará a los sesenta días
de su fecha.
Este plazo se podrá prorrogar hasta ciento ochenta días por justa causa y en virtud de
providencia judicial.

Artículo 97. 
Cancelado un asiento se presume extinguido el derecho a que dicho asiento se refiera.

Artículo 98. 
Los derechos personales no asegurados especialmente, las menciones de derechos
susceptibles de inscripción especial y separada y los legados no legitimarios que no hayan
sido anotados preventivamente dentro del plazo legal no tendrán la consideración de
gravámenes a los efectos de esta Ley y serán cancelados por el Registrador a instancia de
parte interesada.

Artículo 99. 
Los Registradores calificarán, bajo su responsabilidad, la legalidad de los documentos en
cuya virtud se soliciten las cancelaciones y la capacidad de los otorgantes, en los términos
prevenidos para las inscripciones por los artículos dieciocho y concordantes de esta Ley.

Artículo 100. 
Los Registradores calificarán también, bajo su responsabilidad, la competencia de los
Jueces o Tribunales que ordenen las cancelaciones, cuando no firmare el despacho el
mismo que hubiere decretado la inscripción o anotación preventiva.
Si dudaren de la competencia del Juez o Tribunal darán cuenta al presidente de la
Audiencia respectiva, el cual decidirá lo que estime procedente.

Artículo 101. 
Cuando el Presidente de la Audiencia declare la competencia del Juez o Tribunal, el
Registrador hará desde luego la cancelación.
Si declara la incompetencia, el mismo Registrador comunicará esta decisión al
interesado, devolviéndole el despacho.

Artículo 102. 
Contra la decisión del Presidente podrá recurrirse, tanto por los Jueces y Tribunales
como por los interesados, a la Audiencia, la cual, oyendo a las partes, determinará lo que
estime justo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 103. 
La cancelación de toda inscripción o anotación preventiva contendrá necesariamente las
siguientes circunstancias:
Primera. La clase y fecha del documento en cuya virtud se haga la cancelación y el
nombre del Notario que lo haya autorizado o el del Juez, Tribunal o Autoridad que lo hubiere
expedido.
Segunda. El nombre y apellidos de la persona a cuya instancia o con cuyo
consentimiento se verifique la cancelación.
Tercera. La expresión de quedar cancelado total o parcialmente el asiento de que se
trate.
Cuarta. La parte del inmueble que haya desaparecido, o la parte del derecho que se
extinga y la que subsista, cuando se trate de cancelación parcial.
Quinta. La fecha de la presentación en el Registro del título en que se haya convenido o
mandado la cancelación.
Cuando la cancelación se practique en el caso del párrafo segundo del artículo ochenta y
dos, se expresará la razón determinante de la extinción del derecho inscrito o anotado.
Cuando se cancele una anotación preventiva en virtud de documento privado, cuyas
firmas no se hallen legitimadas, la cancelación expresará la fe de conocimiento por el
Registrador, de los que suscriban el documento o de los testigos, en su defecto.
La omisión de cualquiera de estas circunstancias determinará la nulidad del asiento de
cancelación.

TÍTULO V
De las hipotecas

Sección 1.ª De la hipoteca en general

Artículo 104. 
La hipoteca sujeta directa e inmediatamente los bienes sobre que se impone, cualquiera
que sea su poseedor, al cumplimiento de la obligación para cuya seguridad fue constituida.

Artículo 105. 
La hipoteca podrá constituirse en garantía de toda clase de obligaciones y no alterará la
responsabilidad personal ilimitada del deudor que establece el artículo mil novecientos once
del Código Civil.

Artículo 106. 
Podrán ser hipotecados:
Primero. Los bienes inmuebles susceptibles de inscripción.
Segundo. Los derechos reales enajenables, con arreglo a las leyes, impuestos sobre los
mismos bienes.

Artículo 107. 
Podrán también hipotecarse:
Primero. El derecho de usufructo, pero quedando extinguida la hipoteca, cuando
concluya el mismo usufructo por un hecho ajeno a la voluntad del usufructuario. Si
concluyere por su voluntad, subsistirá la hipoteca hasta que se cumpla la obligación
asegurada, o hasta que venza el tiempo en que el usufructo habría naturalmente concluido a
no mediar el hecho que le puso fin.
Segundo. La mera propiedad, en cuyo caso, si el usufructo se consolidare con ella en la
persona del propietario, no sólo subsistirá la hipoteca, sino que se extenderá también al
mismo usufructo, como no se haya pactado lo contrario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Tercero. Los bienes anteriormente hipotecados, aunque lo estén con el pacto de no


volverlos a hipotecar.
Cuarto. El derecho de hipoteca voluntaria, pero quedando pendiente la que se constituya
sobre él, de la resolución del mismo derecho.
Quinto. Los derechos de superficie, pastos, aguas, leñas y otros semejantes de
naturaleza real.
Sexto. Las concesiones administrativas de minas, ferrocarriles, canales, puentes y otras
obras destinadas al servicio público, y los edificios o terrenos que, no estando directa y
exclusivamente destinados al referido servicio, pertenezcan al dominio particular, si bien se
hallen agregados a aquellas obras, quedando pendiente la hipoteca, en el primer caso, de la
resolución del derecho del concesionario.
Séptimo. Los bienes vendidos con pacto de retro o a carta de gracia, si el comprador o
su causahabiente limita la hipoteca a la cantidad que deba recibir en caso de resolverse la
venta, dándose conocimiento del contrato al vendedor, a fin de que si se retrajeren los
bienes antes de cancelarse la hipoteca, no devuelva el precio sin conocimiento del acreedor,
a no mediar para ello precepto judicial.
Octavo. El derecho de retracto convencional, si bien el acreedor no podrá repetir contra
los bienes hipotecados sin retraerlos previamente en nombre del deudor, en el tiempo en
que éste tenga derecho y anticipando la cantidad que para ello fuere necesaria.
Si el vendedor ejercita el derecho de retracto no sólo subsistirá la hipoteca, sino que ésta
recaerá directamente sobre los bienes retraídos.
Noveno. Los bienes litigiosos, si la demanda origen del pleito se ha anotado
preventivamente, o si se hace constar en la inscripción que el acreedor tenía conocimiento
del litigio, pero en cualquiera de los dos casos la hipoteca quedará pendiente de la
resolución del pleito.
Décimo. Los bienes sujetos a condiciones resolutorias expresas, quedando extinguida la
hipoteca al resolverse el derecho del hipotecante.
Undécimo. Los pisos o locales de un edificio en régimen de propiedad horizontal inscritos
conforme a lo que determina el artículo octavo.
Duodécimo. El derecho del rematante sobre los inmuebles subastados en un
procedimiento judicial. Una vez satisfecho el precio del remate e inscrito el dominio en favor
del rematante, la hipoteca subsistirá, recayendo directamente sobre los bienes adjudicados.

Artículo 108. 
No se podrán hipotecar:
Primero. Las servidumbres, a menos que se hipotequen juntamente con el predio
dominante, y exceptuándose, en todo caso, la de aguas, la cual podrá ser hipotecada.
Segundo. Los usufructos legales, excepto el concedido al cónyuge viudo por el Código
Civil.
Tercero. El uso y la habitación.

Artículo 109. 
La hipoteca se extiende a las accesiones naturales, a las mejoras y al importe de las
indemnizaciones concedidas o debidas al propietario por razón de los bienes hipotecados.

Artículo 110. 
Conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, se entenderán hipotecados juntamente
con la finca, aunque no se mencionen en el contrato, siempre que correspondan al
propietario:
Primero. Las mejoras que consistan en nuevas plantaciones, obras de riego o desagüe,
obras de reparación, seguridad, transformación, comodidad, adorno o elevación de los
edificios y cualesquiera otras semejantes que no consistan en agregación de terrenos,
excepto por accesión natural, o en nueva construcción de edificios donde antes no los
hubiere.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Segundo. Las indemnizaciones concedidas o debidas al propietario de los inmuebles


hipotecados por razón de éstos, siempre que el siniestro o hecho que las motivare haya
tenido lugar después de la constitución de la hipoteca y, asimismo, las procedentes de la
expropiación de los inmuebles por causa de utilidad pública. Si cualquiera de estas
indemnizaciones debiera hacerse efectiva antes del vencimiento de la obligación asegurada
y quien haya de satisfacerlas hubiere sido notificado previamente de la existencia de la
hipoteca, se depositará su importe en la forma que convengan los interesados o, en defecto
de convenio, en la establecida por los artículos 1.176 y siguientes del Código Civil.

Artículo 111. 
Salvo pacto expreso o disposición legal en contrario, la hipoteca, cualquiera que sea la
naturaleza y forma de la obligación que garantice, no comprenderá:
Primero. Los objetos muebles que se hallen colocados permanentemente en la finca
hipotecada, bien para su adorno, comodidad o explotación, o bien para el servicio de alguna
industria, a no ser que no puedan separarse sin quebranto de la materia o deterioro del
objeto.
Segundo. Los frutos, cualquiera que sea la situación en que se encuentren.
Tercero. Las rentas vencidas y no satisfechas al tiempo de exigirse el cumplimiento de la
obligación garantizada.

Artículo 112. 
Cuando la finca hipotecada pasare a un tercer poseedor, no será extensiva la hipoteca a
los muebles colocados permanentemente en los edificios, ni a las mejoras que no consistan
en obras de reparación, seguridad o transformación, siempre que unos u otras se hayan
costeado por el nuevo dueño, ni a los frutos pendientes y rentas vencidas que sean de la
pertenencia del mismo.

Artículo 113. 
El dueño de las accesiones o mejoras que no se entiendan hipotecadas, según lo
dispuesto en el artículo anterior, podrá exigir su importe en todo caso o bien retener los
objetos en que consistan, si esto último pudiere hacerse sin menoscabo del valor del resto
de la finca.
Si exigiere su importe no podrá detener el cumplimiento de la obligación principal bajo el
pretexto de hacer efectivo su derecho, sino que habrá de cobrar lo que le corresponda con el
precio de la misma finca cuando se enajene para pagar el crédito.
Si las accesiones o mejoras no pudieran separarse sin menoscabo de la finca, el dueño
de las mismas cobrará su importe, aunque la cantidad restante no alcance para cubrir el
crédito hipotecario; mas si pudieran ser separadas sin dicho menoscabo y aquél hubiere
optado, sin embargo, por no llevárselas, se enajenarán con separación del predio, y su
precio, tan sólo, quedará a disposición de dicho dueño.

Artículo 114. 
Salvo pacto en contrario, la hipoteca constituida a favor de un crédito que devengue
interés no asegurará, con perjuicio de tercero, además del capital, sino los intereses de los
dos últimos años transcurridos y la parte vencida de la anualidad corriente.
En ningún caso podrá pactarse que la hipoteca asegure intereses por plazo superior a
cinco años.
Los intereses de demora de préstamos o créditos para la adquisición de vivienda
habitual, garantizados con hipotecas constituidas sobre la misma vivienda, no podrán ser
superiores a tres veces el interés legal del dinero y sólo podrán devengarse sobre el principal
pendiente de pago. Dichos intereses de demora no podrán ser capitalizados en ningún caso,
salvo en el supuesto previsto en el artículo 579.2.a) de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 115. 
Para asegurar los intereses vencidos y no satisfechos que no estuvieren garantizados
conforme al artículo anterior el acreedor podrá exigir del deudor ampliación de la hipoteca
sobre los mismos bienes hipotecados.
Esta ampliación no perjudicará en ningún caso los derechos reales inscritos con
anterioridad a ella.
Si la finca hipotecada no perteneciera al deudor no podrá el acreedor exigir que se
constituya sobre ella la referida ampliación, pero podrá ejercitar igual derecho respecto a
cualesquiera otros bienes inmuebles del deudor que puedan ser hipotecados.

Artículo 116. 
El acreedor por pensiones atrasadas de censo no podrá repetir contra la finca
acensuada, con perjuicio de otro acreedor, hipotecario o censualista posterior, sino en los
términos y con las restricciones establecidas en los artículos ciento catorce y párrafos
primero y segundo del ciento quince; pero podrá exigir hipoteca en el caso y con las
limitaciones que tiene derecho a hacerlo el acreedor hipotecario, cualquiera que sea el
poseedor de la finca acensuada.

Artículo 117. 
Cuando la finca hipotecada se deteriorare, disminuyendo de valor, por dolo, culpa o
voluntad del dueño, podrá el acreedor hipotecario solicitar del Juez de Primera Instancia del
partido en que esté situada la finca, que le admita justificación sobre estos hechos; y si de la
que diere resultare su exactitud y fundado el temor de que sea insuficiente la hipoteca, se
dictará providencia mandando al propietario hacer o no hacer lo que proceda para evitar o
remediar el daño.
Si después insistiere el propietario en el abuso, dictará el Juez nueva providencia
poniendo el inmueble en administración judicial.
En todos estos casos se seguirá el procedimiento establecido en los artículos
setecientos veinte y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 118. 
En caso de venta de finca hipotecada, si el vendedor y el comprador hubieren pactado
que el segundo se subrogará no sólo en las responsabilidades derivadas de la hipoteca, sino
también en la obligación personal con ella garantizada, quedará el primero desligado de
dicha obligación, si el acreedor prestare su consentimiento expreso o tácito.
Si no se hubiere pactado la transmisión de la obligación garantizada, pero el comprador
hubiere descontado su importe del precio de la venta, o lo hubiese retenido y al vencimiento
de la obligación fuere ésta satisfecha por el deudor que vendió la finca, quedará subrogado
éste en el lugar del acreedor hasta tanto que por el comprador se le reintegre el total importe
retenido o descontado.

Artículo 119. 
Cuando se hipotequen varias fincas a la vez por un solo crédito, se determinará la
cantidad o parte de gravamen de que cada una deba responder.

Artículo 120. 
Fijada en la inscripción la parte de crédito de que deba responder cada uno de los bienes
hipotecados, no se podrá repetir contra ellos con perjuicio de tercero, sino por la cantidad a
que respectivamente estén afectos y la que a la misma corresponda por razón de intereses,
con arreglo a lo prescrito en los anteriores artículos.

Artículo 121. 
Lo dispuesto en el artículo anterior se entenderá sin perjuicio de que, si la hipoteca no
alcanzare a cubrir la totalidad del crédito, pueda el acreedor repetir por la diferencia contra

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

las demás fincas hipotecadas que conserve el deudor en su poder; pero sin prelación, en
cuanto a dicha diferencia, sobre los que, después de inscrita la hipoteca, hayan adquirido
algún derecho real en las mismas fincas.

Artículo 122. 
La hipoteca subsistirá íntegra, mientras no se cancele, sobre la totalidad de los bienes
hipotecados, aunque se reduzca la obligación garantizada, y sobre cualquiera parte de los
mismos bienes que se conserve, aunque la restante haya desaparecido; pero sin perjuicio de
lo que se dispone en los dos siguientes artículos.

Artículo 123. 
Si una finca hipotecada se dividiere en dos o más, no se distribuirá entre ellas el crédito
hipotecario, sino cuando voluntariamente lo acordaren el acreedor y el deudor. No
verificándose esta distribución, podrá repetir el acreedor por la totalidad de la suma
asegurada contra cualquiera de las nuevas fincas en que se haya dividido la primera o
contra todas a la vez.

Artículo 124. 
Dividida la hipoteca constituida para la seguridad de un crédito entre varias fincas, y
pagada la parte del mismo crédito con que estuviere gravada alguna de ellas, se podrá exigir
por aquel a quien interese la cancelación parcial de la hipoteca en cuanto a la misma finca.
Si la parte de crédito pagada se pudiere aplicar a la liberación de una o de otra de las fincas
gravadas por no ser inferior al importe de la responsabilidad especial de cada una, el deudor
elegirá la que haya de quedar libre.

Artículo 125. 
Cuando sea una la finca hipotecada, o cuando siendo varias no se haya señalado la
responsabilidad de cada una, por ocurrir el caso previsto en el artículo ciento veintitrés, no se
podrá exigir la liberación de ninguna parte de los bienes hipotecados, cualquiera que sea la
del crédito que el deudor haya satisfecho.

Artículo 126. 
Cuando en juicio ejecutivo seguido conforme a las disposiciones de la Ley de
Enjuiciamiento Civil se persiguieren bienes hipotecados, y éstos hubiesen pasado a poder de
un tercer poseedor, podrá el acreedor reclamar de éste el pago de la parte de crédito
asegurada con los que el mismo posee, si al vencimiento del plazo no lo verifica el deudor
después de requerido judicialmente o por Notario.
Requerido el tercer poseedor de uno de los dos modos expresados en el párrafo
anterior, deberá verificar el pago del crédito con los intereses correspondientes, conforme a
lo dispuesto en el artículo ciento catorce, o desamparar los bienes hipotecados.
Si el tercer poseedor no paga ni desampara los bienes será responsable con los suyos
propios, además de los hipotecados, de los intereses devengados desde el requerimiento y
de las costas judiciales a que por su morosidad diere lugar. En el caso de que el tercer
poseedor desampare los bienes hipotecados, se considerarán éstos en poder del deudor, a
fin de que pueda dirigirse contra los mismos el procedimiento ejecutivo.

Artículo 127. 
Lo dispuesto en el artículo anterior será igualmente aplicable al caso en que deje de
pagarse una parte del capital del crédito o de los intereses, cuyo pago deba hacerse en
plazos diferentes, si venciere alguno de ellos sin cumplir el deudor su obligación.
Cuando para el pago de alguno de los plazos del capital o de los intereses fuere
necesario enajenar la finca hipotecada y aún quedaran por vencer otros plazos de la
obligación, se practicará lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo ciento treinta y cinco.
Si el comprador no quisiere la finca con la carga de la hipoteca que queda por satisfacer, se

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

depositará su importe con los intereses que le correspondan, para que sea pagado el
acreedor al vencimiento de los plazos pendientes.
Se considerarán también como terceros poseedores, para los efectos del artículo ciento
veintiséis, los designados en el párrafo segundo del ciento treinta y cuatro.
Si hubiere más de un tercer poseedor por pertenecer a una persona la propiedad o el
dominio directo y a otra el usufructo o el dominio útil, se entenderá con ambas el
requerimiento.
Al vencimiento del plazo para el pago de la deuda, el acreedor podrá pedir que se
despache mandamiento de ejecución contra todos los bienes hipotecados, estén o no en
poder de uno o varios terceros poseedores; pero éstos no podrán ser requeridos al pago,
sino después de haberlo sido el deudor y no haberlo realizado.
Cada uno de los terceros poseedores, si se opusiere, será considerado como parte en el
procedimiento respecto de los bienes hipotecados que posea, y se entenderán siempre con
el mismo y el deudor todas las diligencias relativas al embargo y venta de dichos bienes,
debiendo el tercer poseedor otorgar la escritura de venta u otorgarse de oficio en su
rebeldía.
Será juez o tribunal competente para conocer del procedimiento el que lo fuera respecto
del deudor. No se suspenderá en ningún caso el procedimiento ejecutivo por las
reclamaciones de un tercero, si no estuvieren fundadas en un título anteriormente inscrito, ni
por la muerte del deudor o del tercer poseedor. En caso de concurso regirá lo establecido en
la Ley Concursal.

Artículo 128. 
La acción hipotecaria prescribirá a los veinte años, contados desde que pueda ser
ejercitada.

Artículo 129. 
1. La acción hipotecaria podrá ejercitarse:
a) Directamente contra los bienes hipotecados sujetando su ejercicio a lo dispuesto en el
Título IV del Libro III de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, con las
especialidades que se establecen en su Capítulo V.
b) O mediante la venta extrajudicial del bien hipotecado, conforme al artículo 1.858 del
Código Civil, siempre que se hubiera pactado en la escritura de constitución de la hipoteca
sólo para el caso de falta de pago del capital o de los intereses de la cantidad garantizada.
2. La venta extrajudicial se realizará ante Notario y se ajustará a los requisitos y
formalidades siguientes:
a) El valor en que los interesados tasen la finca para que sirva de tipo en la subasta no
podrá ser distinto del que, en su caso, se haya fijado para el procedimiento de ejecución
judicial directa, ni podrá en ningún caso ser inferior al 75 por cien del valor señalado en la
tasación realizada conforme a lo previsto en la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación
del Mercado Hipotecario.
b) La estipulación en virtud de la cual los otorgantes pacten la sujeción al procedimiento
de venta extrajudicial de la hipoteca deberá constar separadamente de las restantes
estipulaciones de la escritura y deberá señalar expresamente el carácter, habitual o no, que
pretenda atribuirse a la vivienda que se hipoteque. Se presumirá, salvo prueba en contrario,
que en el momento de la venta extrajudicial el inmueble es vivienda habitual si así se hubiera
hecho constar en la escritura de constitución.
c) La venta extrajudicial sólo podrá aplicarse a las hipotecas constituidas en garantía de
obligaciones cuya cuantía aparezca inicialmente determinada, de sus intereses ordinarios y
de demora liquidados de conformidad con lo previsto en el título y con las limitaciones
señaladas en el artículo 114.
En el caso de que la cantidad prestada esté inicialmente determinada pero el contrato de
préstamo garantizado prevea el reembolso progresivo del capital, a la solicitud de venta
extrajudicial deberá acompañarse un documento en el que consten las amortizaciones

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

realizadas y sus fechas, y el documento fehaciente que acredite haberse practicado la


liquidación en la forma pactada por las partes en la escritura de constitución de hipoteca.
En cualquier caso en que se hubieran pactado intereses variables, a la solicitud de venta
extrajudicial, se deberá acompañar el documento fehaciente que acredite haberse practicado
la liquidación en la forma pactada por las partes en la escritura de constitución de hipoteca.
d) La venta se realizará mediante una sola subasta, de carácter electrónico, que tendrá
lugar en el portal de subastas que a tal efecto dispondrá la Agencia Estatal Boletín Oficial del
Estado. Los tipos en la subasta y sus condiciones serán, en todo caso, los determinados por
la Ley de Enjuiciamiento Civil.
e) En el Reglamento Hipotecario se determinará la forma y personas a las que deban
realizarse las notificaciones, el procedimiento de subasta, las cantidades a consignar para
tomar parte en la misma, causas de suspensión, la adjudicación y sus efectos sobre los
titulares de derechos o cargas posteriores así como las personas que hayan de otorgar la
escritura de venta y sus formas de representación.
f) Cuando el Notario considerase que alguna de las cláusulas del préstamo hipotecario
que constituya el fundamento de la venta extrajudicial o que hubiese determinado la cantidad
exigible pudiera tener carácter abusivo, lo pondrá en conocimiento de deudor, acreedor y en
su caso, avalista e hipotecante no deudor, a los efectos oportunos.
En todo caso, el Notario suspenderá la venta extrajudicial cuando cualquiera de las
partes acredite haber planteado ante el Juez que sea competente, conforme a lo establecido
en el artículo 684 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, el carácter abusivo de dichas cláusulas
contractuales.
La cuestión sobre dicho carácter abusivo se sustanciará por los trámites y con los
efectos previstos para la causa de oposición regulada en el apartado 4 del artículo 695.1 de
Ley de Enjuiciamiento Civil.
Una vez sustanciada la cuestión, y siempre que no se trate de una cláusula abusiva que
constituya el fundamento de la ejecución, el Notario podrá proseguir la venta extrajudicial a
requerimiento del acreedor.
g) Una vez concluido el procedimiento, el Notario expedirá certificación acreditativa del
precio del remate y de la deuda pendiente por todos los conceptos, con distinción de la
correspondiente a principal, a intereses remuneratorios, a intereses de demora y a costas,
todo ello con aplicación de las reglas de imputación contenidas en el artículo 654.3 de la Ley
de Enjuiciamiento Civil. Cualquier controversia sobre las cantidades pendientes
determinadas por el Notario será dilucidada por las partes en juicio verbal.
h) La Ley de Enjuiciamiento Civil tendrá carácter supletorio en todo aquello que no se
regule en la Ley y en el Reglamento Hipotecario, y en todo caso será de aplicación lo
dispuesto en el artículo 579.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 130. 
El procedimiento de ejecución directa contra los bienes hipotecados sólo podrá
ejercitarse como realización de una hipoteca inscrita, sobre la base de aquellos extremos
contenidos en el título que se hayan recogido en el asiento respectivo.

Artículo 131. 
Las anotaciones preventivas de demanda de nulidad de la propia hipoteca o
cualesquiera otras que no se basen en alguno de los supuestos que puedan determinar la
suspensión de la ejecución quedarán canceladas en virtud del mandamiento de cancelación
a que se refiere el artículo 133, siempre que sean posteriores a la nota marginal de
expedición de certificación de cargas. No se podrá inscribir la escritura de carta de pago de
la hipoteca mientras no se haya cancelado previamente la citada nota marginal, mediante
mandamiento judicial al efecto.

Artículo 132. 
A los efectos de las inscripciones y cancelaciones a que den lugar los procedimientos de
ejecución directa sobre los bienes hipotecados, la calificación del registrador se extenderá a
los extremos siguientes:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

1.º Que se ha demandado y requerido de pago al deudor, hipotecante no deudor y


terceros poseedores que tengan inscritos su derecho en el Registro en el momento de
expedirse certificación de cargas en el procedimiento.
2.º Que se ha notificado la existencia del procedimiento a los acreedores y terceros cuyo
derecho ha sido anotado o inscrito con posterioridad a la hipoteca, a excepción de los que
sean posteriores a la nota marginal de expedición de certificación de cargas, respecto de los
cuales la nota marginal surtirá los efectos de la notificación.
3.º Que lo entregado al acreedor en pago del principal del crédito, de los intereses
devengados y de las costas causadas, no exceden del límite de la respectiva cobertura
hipotecaria.
4.º Que el valor de lo vendido o adjudicado fue igual o inferior al importe total del crédito
del actor, o en caso de haberlo superado, que se consignó el exceso en establecimiento
público destinado al efecto a disposición de los acreedores posteriores.

Artículo 133. 
El testimonio expedido por el Secretario judicial comprensivo del decreto de remate o
adjudicación y del que resulte la consignación, en su caso, del precio, será título bastante
para practicar la inscripción de la finca o derecho adjudicado a favor del rematante o
adjudicatario, siempre que se acompañe el mandamiento de cancelación de cargas a que se
refiere el artículo 674 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El mandamiento de cancelación de cargas y el testimonio del decreto de remate o
adjudicación podrán constar en un solo documento en el que se consignará, en todo caso, el
cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo anterior y las demás circunstancias
que sean necesarias para practicar la inscripción y la cancelación.

Artículo 134. 
El testimonio del decreto de adjudicación y el mandamiento de cancelación de cargas,
determinarán la inscripción de la finca o derecho a favor del adjudicatario y la cancelación de
la hipoteca que motivó la ejecución, así como la de todas las cargas, gravámenes e
inscripciones de terceros poseedores que sean posteriores a ellas, sin excepción, incluso las
que se hubieran verificado con posterioridad a la nota marginal de expedición de certificación
de cargas en el correspondiente procedimiento.
Tan sólo subsistirán las declaraciones de obras nuevas y divisiones horizontales
posteriores, cuando de la inscripción de la hipoteca resulte que ésta se extiende por ley o por
pacto a las nuevas edificaciones.

Artículo 135. 
El Registrador deberá comunicar al Juzgado o Tribunal ante quien se sustancie un
procedimiento ejecutivo, incluso cuando recaiga directamente sobre bienes hipotecados, la
extensión de ulteriores asientos que puedan afectar a la ejecución.

Artículo 136. 
Las inscripciones y cancelaciones de las hipotecas se sujetarán a las reglas establecidas
en los títulos segundo y cuarto para las inscripciones y cancelaciones en general, sin
perjuicio de las especiales contenidas en este título.

Artículo 137. 
Las hipotecas son voluntarias o legales.

Sección 2.ª De las hipotecas voluntarias.

Artículo 138. 
Son hipotecas voluntarias las convenidas entre partes o impuestas por disposición del
dueño de los bienes sobre que se establezcan y sólo podrán constituirlas quienes tengan la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

libre disposición de aquéllos o, en caso de no tenerla, se hallen autorizados para ello con
arreglo a las leyes.

Artículo 139. 
Los que, con arreglo al artículo anterior, tienen la facultad de constituir hipotecas
voluntarias, podrán hacerlo por sí o por medio de apoderado, con poder especial bastante.

Artículo 140. 
No obstante lo dispuesto en el artículo ciento cinco, podrá válidamente pactarse en la
escritura de constitución de la hipoteca voluntaria que la obligación garantizada se haga
solamente efectiva sobre los bienes hipotecados.
En este caso, la responsabilidad del deudor y la acción del acreedor, por virtud del
préstamo hipotecario, quedarán limitadas al importe de los bienes hipotecados, y no
alcanzarán a los demás bienes del patrimonio del deudor.
Cuando la hipoteca así constituida afectase a dos o más fincas y el valor de alguna de
ellas no cubriese la parte de crédito de que responda, podrá el acreedor repetir por la
diferencia exclusivamente contra las demás fincas hipotecadas, en la forma y con las
limitaciones establecidas en el artículo ciento veintiuno.

Artículo 141. 
En las hipotecas voluntarias constituidas por acto unilateral del dueño de la finca
hipotecada, la aceptación de la persona a cuyo favor se establecieron o inscribieron se hará
constar en el Registro por nota marginal, cuyos efectos se retrotraerán a la fecha de la
constitución de la misma.
Si no constare la aceptación después de transcurridos dos meses, a contar desde el
requerimiento que a dicho efecto se haya realizado, podrá cancelarse la hipoteca a petición
del dueño de la finca, sin necesidad del consentimiento de la persona a cuyo favor se
constituyó.

Artículo 142. 
La hipoteca constituida para la seguridad de una obligación futura o sujeta a condiciones
suspensivas inscritas, surtirá efecto, contra tercero, desde su inscripción, si la obligación
llega a contraerse o la condición a cumplirse.
Si la obligación asegurada estuviere sujeta a condición resolutoria inscrita, surtirá la
hipoteca su efecto, en cuanto a tercero, hasta que se haga constar en el Registro el
cumplimiento de la condición.

Artículo 143. 
Cuando se contraiga la obligación futura o se cumpla la condición suspensiva, de que
trata el párrafo primero del artículo anterior, podrán los interesados hacerlo constar así por
medio de una nota al margen de la inscripción hipotecaria.

Artículo 144. 
Todo hecho o convenio entre las partes, que pueda modificar o destruir la eficacia de
una obligación hipotecaria anterior, como el pago, la compensación, la espera, el pacto o
promesa de no pedir, la novación del contrato primitivo y la transacción o compromiso, no
surtirá efecto contra tercero, como no se haga constar en el Registro por medio de una
inscripción nueva, de una cancelación total o parcial o de una nota marginal, según los
casos.

Artículo 145. 
Para que las hipotecas voluntarias queden válidamente establecidas, se requiere:
Primero. Que se hayan constituido en escritura pública.
Segundo. Que la escritura se haya inscrito en el Registro de la Propiedad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 146. 
El acreedor hipotecario podrá repetir contra los bienes hipotecados por el pago de los
intereses vencidos, cualquiera que sea la época en que deba verificarse el reintegro del
capital; mas si hubiere un tercero interesado en dichos bienes, a quien pueda perjudicar la
repetición, no podrá exceder la cantidad que por ella se reclame de la garantizada con
arreglo al artículo ciento catorce.

Artículo 147. 
La parte de intereses que el acreedor no pueda exigir por la acción real hipotecaria podrá
reclamarla del obligado por la personal, siendo considerado respecto a ella, en caso de
concurso, como acreedor escriturario y salvo lo dispuesto en el artículo ciento cuarenta.

Artículo 148. 
Cuando se redima un censo gravado con hipoteca, tendrá derecho el acreedor
hipotecario a que el redimente, a su elección, le pague su crédito por completo con los
intereses vencidos y por vencer, o le reconozca su misma hipoteca sobre la finca que estuvo
gravada con el censo.
En este último caso se hará una nueva inscripción de la hipoteca, la cual expresará
claramente aquella circunstancia, y surtirá efecto desde la fecha de la inscripción anterior.

Artículo 149. 
El crédito o préstamo garantizado con hipoteca podrá cederse en todo o en parte de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 1.526 del Código Civil. La cesión de la titularidad
de la hipoteca que garantice un crédito o préstamo deberá hacerse en escritura pública e
inscribirse en el Registro de la Propiedad.
El deudor no quedará obligado por dicho contrato a más que lo estuviere por el suyo.
El cesionario se subrogará en todos los derechos del cedente.

Artículo 150. 
Cuando la hipoteca se hubiere constituido para garantizar obligaciones transferibles por
endoso o títulos al portador, el derecho hipotecario se entenderá transferido, con la
obligación o con el título sin necesidad de dar de ello conocimiento al deudor ni de hacerse
constar la transferencia en el Registro.

Artículo 151. 
Si en los casos en que deba hacerse, se omite dar conocimiento al deudor de la cesión
del crédito hipotecario, será el cedente responsable de los perjuicios que pueda sufrir el
cesionario por consecuencia de esta falta.

Artículo 152. 
Los derechos o créditos asegurados con hipoteca legal no podrán cederse sino cuando
haya llegado el caso de exigir su importe.

Artículo 153. 
Podrá constituirse hipoteca en garantía de cuentas corrientes de crédito, determinándose
en la escritura la cantidad máxima de que responda la finca y el plazo de duración, haciendo
constar si éste es o no prorrogable, y, caso de serlo, la prórroga posible y los plazos de
liquidación de la cuenta.
Si al vencimiento del término fijado por los otorgantes o de la prórroga, en su caso, el
acreedor no se hubiere reintegrado del saldo de la cuenta, podrá utilizar la acción hipotecaria
para su cobro en la parte que no exceda de la cantidad asegurada con la hipoteca por el
procedimiento establecido en los artículos 129 y siguientes. A la escritura y demás
documentos designados en la regla 3.ª del artículo 131 deberá acompañar el que acredite el
importe líquido de la cantidad adeudada.

– 583 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Para ello será necesaria la presentación del ejemplar que obre en poder del actor de la
libreta que a continuación se dice.
Para que pueda determinarse al tiempo de la reclamación la cantidad líquida a que
asciende, los interesados llevarán una libreta de ejemplares duplicados: uno en poder del
que adquiere la hipoteca y otro en el del que la otorga, en los cuales, al tiempo de todo cobro
o entrega se hará constar, con aprobación y firma de ambos interesados, cada uno de los
asientos de la cuenta corriente.
No obstante, en las cuentas corrientes abiertas por los Bancos, Cajas de Ahorro y
Sociedades de crédito debidamente autorizadas, podrá convenirse que, a los efectos de
proceder ejecutivamente, el saldo puede acreditarse mediante una certificación de la Entidad
acreedora. En este caso, para proceder a la ejecución se notificará, judicial o notarialmente,
al deudor un extracto de la cuenta, pudiendo éste alegar en la misma forma, dentro de los
ocho días siguientes, error o falsedad.
Si el deudor opusiere error, el Juez competente para entender del procedimiento de
ejecución, a petición de una de las partes, citará a éstas, dentro del término de ocho días, a
una comparecencia, y, después de oírlas, admitirá los documentos que se presenten, y
acordará, dentro de los tres días, lo que estime procedente. El auto que se dicte será
apelable en un solo efecto, y el recurso se sustanciará por los trámites de apelación de los
incidentes.
Cuando se alegare falsedad y se incoe causa criminal, quedará interrumpido el
procedimiento hasta que en dicha causa recaiga sentencia firme o auto de sobreseimiento
libre o provisional.
Opuesta por el deudor alguna de estas excepciones, no podrá aducirlas nuevamente en
los juicios ejecutivos que, para hacer efectivo dicho saldo, puedan entablarse, sin perjuicio
de que en su día ejercite cuantas acciones le competan en los procedimientos civiles o
criminales correspondientes.

Artículo 153 bis. 


También podrá constituirse hipoteca de máximo:
a) a favor de las entidades financieras a las que se refiere el artículo 2 de la Ley 2/1981,
de 25 de marzo, de regulación del mercado hipotecario, en garantía de una o diversas
obligaciones, de cualquier clase, presentes y/o futuras, sin necesidad de pacto novatorio de
las mismas,
b) a favor de las administraciones públicas titulares de créditos tributarios o de la
Seguridad Social, sin necesidad de pacto novatorio de los mismos.
Será suficiente que se especifiquen en la escritura de constitución de la hipoteca y se
hagan constar en la inscripción de la misma: su denominación y, si fuera preciso, la
descripción general de los actos jurídicos básicos de los que deriven o puedan derivar en el
futuro las obligaciones garantizadas; la cantidad máxima de que responde la finca; el plazo
de duración de la hipoteca, y la forma de cálculo del saldo final líquido garantizado.
Podrá pactarse en el título que la cantidad exigible en caso de ejecución sea la
resultante de la liquidación efectuada por la entidad financiera acreedora en la forma
convenida por las partes en la escritura.
Al vencimiento pactado por los otorgantes, o al de cualquiera de sus prórrogas, la acción
hipotecaria podrá ser ejercitada de conformidad con lo previsto en los artículos 129 y 153 de
esta Ley y concordantes de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 154. 
La constitución de hipotecas para garantizar títulos transmisibles por endoso o al
portador, deberá hacerse por medio de escritura pública, que se inscribirá en el Registro o
Registros de la Propiedad a que correspondan los bienes que se hipotequen, o en el del
arranque o cabeza de la obra pública, cuando sea de esta clase la garantía hipotecaria,
haciéndose en este caso breve referencia en los demás Registros por cuyo territorio
atraviese aquélla, a continuación de las inscripciones de referencia de la de dominio, que
deben constar en los mismos.

– 584 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

En dicha escritura habrán de consignarse, además de las circunstancias propias de las


de constitución de hipoteca, las relativas al número y valor de las obligaciones que se emitan
y que garantice la hipoteca; la serie o series a que correspondan; la fecha o fechas de la
emisión; el plazo y forma en que han de ser amortizadas; la autorización obtenida para
emitirlas, en caso de ser ésta necesaria, y cualesquiera otras que sirvan para determinar las
condiciones de dichos títulos, que habrán de ser talonarios; haciéndose constar
expresamente, cuando sean al portador, que queda constituida la hipoteca a favor de los
tenedores presentes o futuros de las obligaciones.
En los títulos deberá hacerse asimismo constar la fecha y Notario autorizante de la
escritura, y el número, folio, libro y fecha de su inscripción en los respectivos Registros de la
Propiedad y en el Registro Mercantil, cuando así proceda, con arreglo a lo prevenido en el
artículo veintiuno, número diez, del Código de Comercio.

Artículo 155. 
El procedimiento para hacer efectiva la acción hipotecaria nacida de los títulos, tanto
nominativos como al portador, será el establecido en los artículos ciento veintinueve y
siguientes de esta Ley, cualquiera que fuere el importe de la cantidad reclamada. Con los
títulos u obligaciones deberá acompañarse un certificado de inscripción de la hipoteca en el
Registro de la Propiedad, y el requerimiento de pago al deudor o al tercer poseedor de la
finca, si lo hubiere, habrá de hacerse en el domicilio de los mismos, aunque no residan en el
lugar del juicio, o subsidiariamente a las personas que expresa el artículo 131 de esta Ley.
En el caso de existir otros títulos con igual derecho que los que sean base de la
ejecución, habrá de verificarse la subasta y la venta de las fincas objeto del procedimiento,
dejando subsistentes las hipotecas correspondientes al valor total de dichos títulos, y
entendiéndose que el rematante las acepta y se subroga en ellas, sin destinarse a su pago o
extinción el precio del remate, en armonía con lo dispuesto en los artículos cientro treinta y
uno y ciento treinta y cinco de esta Ley, y quedando derogado lo que sobre este particular se
establece en el artículo mil quinientos diecisiete de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Lo dispuesto en el presente artículo no es aplicable a las obligaciones emitidas por las
Compañías de Ferrocarriles y demás Obras Públicas y por las de crédito territorial, las
cuales continuarán rigiéndose por las disposiciones del Código de Comercio y demás
referentes a las mismas.

Artículo 156. 
La cancelación de las inscripciones de hipotecas constituidas en garantía de títulos
transmisibles por endoso se efectuará presentándose la escritura otorgada por los que
hayan cobrado los créditos, en la cual debe constar haberse inutilizado en el acto del
otorgamiento los títulos endosables, o solicitud firmada por dichos interesados y por el
deudor, a la cual se acompañen inutilizados los referidos títulos, o bien previo ofrecimiento y
consignación del importe de los títulos, hecha en los casos y con los requisitos prevenidos
en los artículos mil ciento setenta y seis y siguientes del Código Civil.
Las inscripciones de hipotecas constituidas con objeto de garantizar títulos al portador se
cancelarán totalmente si se hiciere constar por acta notarial estar recogida y en poder del
deudor toda la emisión de los títulos debidamente inutilizados.
Asimismo procederá la cancelación total si se presentasen, por lo menos, las tres
cuartas partes de los títulos emitidos y se asegurase el pago de los restantes, consignando
su importe y el de los intereses que procedan en el establecimiento público destinado al
efecto. La cancelación, en este caso, deberá acordarse por sentencia, previos dos
llamamientos por edictos, publicados en el BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO, y tiempo de
dos meses cada llamamiento, a cuantos se consideren con derecho a oponerse a la
cancelación.
Podrán también cancelarse parcialmente dichas hipotecas presentando acta notarial de
estar recogidas y en poder del deudor, debidamente inutilizadas, obligaciones por un valor
equivalente al importe de la hipoteca parcial que se trate de extinguir, siempre que dichas
obligaciones asciendan, por lo menos, a la décima parte del total de la emisión. En este
caso, si son varias las fincas hipotecadas, podrán cancelarse completamente las
inscripciones de hipoteca de una o varias fincas, cuya responsabilidad sea igual al valor de

– 585 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

las obligaciones recogidas, o liberarse parcialmente todas ellas a prorrata, o en proporción a


sus respectivas responsabilidades.
También podrá cancelarse parcialmente la hipoteca cuando se presente acta notarial
que acredite estar recogidas y en poder del deudor, debidamente inutilizadas, obligaciones
equivalentes al total importe de la responsabilidad porque esté afecta a la hipoteca una finca
determinada, aunque dichas obligaciones no asciendan a la décima parte del total de la
emisión. En este caso sólo podrá cancelarse la inscripción de la hipoteca que grave la finca
que se trate de liberar.
Las hipotecas constituidas en garantía de títulos transmisibles por endoso o al portador
podrán cancelarse totalmente si la Entidad emisora declara que no han sido puestos en
circulación; justifica la declaración con una certificación de su contabilidad, expresiva de que
no ha habido el ingreso en caja, correspondiente al valor de los mismos, y publica sendos
anuncios en el «Boletín Oficial» de la provincia y en un diario, si lo hubiere, de la localidad en
que radiquen las fincas y en donde esté domiciliada la entidad, notificando al público su
propósito de solicitar la cancelación.
Cuando en virtud de una Ley o como consecuencia de lo establecido en la escritura de
emisión se hubieren constituido consorcios, asociaciones o sindicatos de obligacionistas con
facultades de cancelar, procederá la cancelación si el acuerdo correspondiente hubiera sido
aprobado por los tenedores que representaren las tres cuartas partes de los títulos en
circulación.

Artículo 157. 
Podrá constituirse hipoteca en garantía de rentas o prestaciones periódicas.
En la inscripción se hará constar el acto o contrato por el cual se hubieran constituido las
rentas o prestaciones y el plazo, modo y forma con que deban ser satisfechas.
El acreedor de dichas rentas o prestaciones periódicas podrá ejecutar estas hipotecas
utilizando el procedimiento sumario establecido en los artículos ciento veitinueve y siguientes
de esta Ley. El que remate los bienes gravados con tal hipoteca los adquirirá con
subsistencia de la misma y de la obligación de pago de la pensión o prestación hasta su
vencimiento. Iguales efectos producirá la hipoteca en cuanto a tercero; pero respecto a las
pensiones vencidas y no satisfechas, no perjudicarán a éste sino en los términos señalados
en los artículos ciento catorce y párrafo primero y segundo del ciento quince de esta Ley.
Salvo pacto en contrario, transcurridos seis meses desde la fecha en que, a tenor de lo
consignado en el Registro, debiera haberse satisfecho la última pensión o prestación, el
titular del inmueble podrá solicitar la cancelación de la hipoteca, siempre que no conste
asiento alguno que indique haberse modificado el contrato o formulado reclamación contra el
deudor sobre pago de dichas pensiones o prestaciones.

Sección 3.ª De las hipotecas legales

Artículo 158. 
Sólo serán hipotecas legales las admitidas expresamente por las leyes con tal carácter.
Las personas a cuyo favor concede la Ley hipoteca legal no tendrán otro derecho que el
de exigir la constitución de una hipoteca especial suficiente para la garantía de su derecho.

Artículo 159. 
Para que las hipotecas legales queden válidamente establecidas se necesita la
inscripción del título en cuya virtud se constituyan.

Artículo 160. 
Las personas a cuyo favor reconoce la Ley hipoteca legal podrán exigir dicha hipoteca
sobre cualesquiera bienes inmuebles o derechos reales de que pueda disponer el obligado a
prestarla, en cualquier tiempo, aunque haya cesado la causa que le diere fundamento, como
el matrimonio, la tutela, la patria potestad o la administración, siempre que esté pendiente de
cumplimiento la obligación que se debiera haber asegurado.

– 586 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 161. 
La hipoteca legal, una vez constituida e inscrita, surte los mismos efectos que la
voluntaria, sin más especialidades que las expresamente determinadas en esta Ley,
cualquiera que sea la persona que deba ejercitar los derechos que la misma hipoteca
confiera.

Artículo 162. 
Si para la constitución de alguna hipoteca legal se ofrecieren diferentes bienes y no
convinieren los interesados en la parte de responsabilidad que haya de pesar sobre cada
uno, conforme a lo dispuesto en el artículo ciento diecinueve, decidirá el Juez o el Tribunal,
previo dictamen de peritos.
Del mismo modo, decidirá el Juez o el Tribunal las cuestiones que se susciten entre los
interesados sobre la calificación de suficiencia de los bienes ofrecidos para la constitución de
cualquiera hipoteca legal.

Artículo 163. 
En cualquier tiempo en que llegaren a ser insuficientes las hipotecas legales inscritas
podrán reclamar su ampliación o deberán pedirla los que, con arreglo a esta Ley, tengan
respectivamente el derecho o la obligación de exigirlas y de calificar su suficiencia.

Artículo 164. 
Las hipotecas legales inscritas subsistirán hasta que se extingan los derechos para cuya
seguridad se hubieren constituido, y se cancelarán en los mismos términos que las
voluntarias.

Artículo 165. 
Para constituir o ampliar judicialmente y a instancia de parte cualquiera hipoteca legal se
procederá con sujeción a las reglas siguientes:
Primera. El que tenga derecho a exigirla presentará un escrito en el Juzgado o Tribunal
del domicilio del obligado a prestarla, pidiendo que se constituya la hipoteca, fijando la
cantidad por que deba constituirse y señalando los bienes que puedan ser gravados con ella,
o, por lo menos, el Registro donde deban constar inscritos los que posea la misma persona
obligada.
Segunda. A este escrito acompañará precisamente el título o documentos que produzca
el derecho de hipoteca legal, y si fuere posible, una certificación del Registrador en que
consten todos los bienes hipotecables que posea el demandado.
Tercera. El Juez o el Tribunal, en su vista, mandará comparecer a su presencia a todos
los interesados en la constitución de la hipoteca, a fin de que se avengan, si fuere posible,
en cuanto al modo de verificarla.
Cuarta. Si se avinieren, mandará el Juez o el Tribunal constituir la hipoteca en los
términos que se hayan convenido.
Quinta. Si no se avinieren, ya sea en cuanto a la obligación de hipotecar o ya en cuanto
a la cantidad que deba asegurarse o a la suficiencia de la hipoteca ofrecida, se hará traslado
del escrito de demanda al demandado y seguirá el juicio los trámites establecidos para los
incidentes en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 166. 
En los casos en que el Juez o el Tribunal deba proceder de oficio para exigir la
constitución de una hipoteca legal, dispondrá que el Registrador correspondiente le remita la
certificación prevenida en la regla segunda del artículo anterior; en su vista, mandará
comparecer al obligado a constituir la hipoteca, y con su audiencia y la del Ministerio Fiscal,
seguirá después el juicio por los trámites que quedan prescritos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 167. 
Lo dispuesto en los dos anteriores artículos se entenderá sin perjuicio de las reglas
establecidas sobre hipotecas por bienes reservables y sobre fianza de los tutores, y no será
aplicable a la hipoteca legal a favor del Estado, de las provincias o de los pueblos sino
cuando los Reglamentos administrativos no establecieren otro procedimiento para exigirla.

Artículo 168. 
Tendrán derecho a exigir hipoteca legal:
Primero. Las mujeres casadas sobre los bienes de sus maridos:
a) Por las dotes que les hayan sido entregadas solemnemente bajo fe de Notario.
b) Por los parafernales que con la solemnidad anteriormente dicha hayan entregado a
sus maridos.
c) Por las donaciones que los mismos maridos les hayan prometido dentro de los límites
de la Ley.
d) Por cualesquiera otros bienes que las mujeres hayan aportado al matrimonio y
entregado a sus maridos con la misma solemnidad.
Segundo. Los reservatarios sobre los bienes de los reservistas en los casos señalados
por los artículos ochocientos once, novecientos sesenta y ocho y novecientos ochenta del
Código Civil y en cualesquiera otros comprendidos en leyes o fueros especiales.
Tercero. Los hijos sometidos a la patria potestad por los bienes de su propiedad
usufructuados o administrados por el padre o madre que hubieran contraído segundo
matrimonio, y sobre los bienes de los mismos padres.
Cuarto. Los menores o incapacitados sobre los bienes de sus tutores, por los que éstos
administren y por la responsabilidad en que incurrieren, a no ser que presten, en lugar de la
fianza hipotecaria, otra garantía establecida y autorizada por el Código Civil.
Quinto. El Estado, las Provincias y los Pueblos, sobre los bienes de los que contraten
con ellos o administren sus intereses, por las responsabilidades que contrajeron éstos, de
conformidad con lo establecido en las leyes y reglamentos.
Sexto. El Estado sobre los bienes de los contribuyentes en los casos establecidos en
esta Ley, además de la preferencia que a su favor se reconoce en el artículo ciento noventa
y cuatro; y
Séptimo. Los aseguradores sobre los bienes de los asegurados, también en los casos
establecidos en esta Ley, además de la preferencia que a su favor reconoce el artículo
ciento noventa y seis.

Subsección 1.ª De la hipoteca dotal

Artículo 169. 
La mujer casada a cuyo favor reconoce esta Ley hipoteca legal tendrá derecho:
Primero. A que el marido inscriba a nombre propio e hipoteque en favor de su mujer los
bienes inmuebles y derechos reales que reciba como dote estimada u otros bastantes para
asegurar la devolución de su importe.
Segundo. A que se inscriban en el Registro, a nombre de la misma, si ya no lo estuvieren
en calidad de dotales o parafernales, o por el concepto legal que les corresponda, todos los
demás bienes inmuebles y derechos reales que el marido reciba como inestimados y deba
devolver, en su caso.
Tercero. A que el marido asegure, con hipoteca especial suficiente, todos los demás
bienes no comprendidos en los párrafos anteriores y que se le entreguen por razón de
matrimonio.

Artículo 170. 
La dote confesada por el marido, cuya entrega no constare o constare sólo por
documento privado, no surtirá más efecto que el de las obligaciones personales.

– 588 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

No obstante, la mujer que tuviere a su favor dote confesada por el marido antes de la
celebración del matrimonio o dentro del primer año de él, podrá exigir en cualquier tiempo
que el mismo marido se la asegure con hipoteca, siempre que haga constar judicialmente la
existencia de los bienes dotales o la de otros semejantes o equivalentes en el momento de
deducir su reclamación.

Artículo 171. 
Siempre que el Registrador inscriba bienes de dote estimada a favor del marido hará de
oficio la inscripción hipotecaria a favor de la mujer, salvo que ésta hubiere renunciado a su
derecho o que la hipoteca se hubiere constituido sobre bienes diferentes.
Si el título presentado para la primera de dichas inscripciones no fuere suficiente para
hacer la segunda, se suspenderán una y otra, tomando de ambas la anotación preventiva
que proceda.

Artículo 172. 
La hipoteca legal constituida por el marido a favor de la mujer garantizará la restitución
de los bienes o derechos asegurados, sólo en los casos en que dicha restitución deba
verificarse, conforme a las leyes y con las limitaciones que éstas determinan, y dejará de
surtir efecto y podrá cancelarse siempre que por cualquiera causa legítima quede
dispensado el marido de la obligación de restituir.

Artículo 173. 
La cantidad que deba asegurarse por razón de dote estimada no excederá en ningún
caso del importe de la estimación, y si se redujese el de la misma dote, por exceder de la
cuantía que el derecho permite, se reducirá igualmente la hipoteca en la misma proporción,
previa la cancelación parcial correspondiente.

Artículo 174. 
Cuando se constituya dote inestimada en bienes no inmuebles, se apreciarán éstos con
el único objeto de fijar la cantidad que deba asegurar la hipoteca, para el caso de que no
subsistan los mismos bienes al tiempo de su restitución; mas sin que por ello pierda dicha
dote su calidad de inestimada, si fuera calificada así en la escritura dotal.

Artículo 175. 
La hipoteca para asegurar las donaciones por razón de matrimonio sólo tendrá lugar en
el caso de que se ofrezcan por el marido como aumento de la dote. Si se ofrecieren sin este
requisito, sólo producirán obligación personal, quedando al arbitrio del marido asegurarlas o
no con hipoteca.

Artículo 176. 
El marido no podrá ser obligado a constituir hipoteca por los bienes parafernales
muebles de su mujer, sino cuando éstos le sean entregados para su administración por
escritura pública y bajo la fe de Notario.
Para constituir esta hipoteca se apreciarán los bienes o se fijará su valor por los que
tienen la facultad de exigirla y de calificar su suficiencia.

Artículo 177. 
Entiéndese por bienes aportados al matrimonio, para los efectos del párrafo último del
número primero del artículo ciento sesenta y ocho, aquellos que bajo cualquier concepto,
con arreglo a fueros o costumbres locales, traiga la mujer a la sociedad conyugal, siempre
que se entreguen al marido, por escritura pública y bajo fe de Notario, para que los
administre, bien sea con estimación que cause venta o bien con la obligación de
conservarlos y devolverlos a la disolución del matrimonio.

– 589 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Cuando la entrega de los bienes de que trata el párrafo anterior constare solamente por
confesión del marido, no podrá exigirse la constitución de la hipoteca dotal sino en los casos
y términos prescritos en el artículo ciento setenta.

Artículo 178. 
La constitución de hipoteca e inscripción de bienes de que trata el artículo ciento sesenta
y nueve sólo podrá exigirse por la misma mujer, si estuviese casada y fuere mayor de edad.
Si no hubiere contraído aún matrimonio, o habiéndolo contraído fuere menor, deberán
ejercitar aquel derecho en su nombre y calificar la suficiencia de la hipoteca que se
constituya, el padre, la madre o el que diere la dote o los bienes que se deban asegurar.

Artículo 179. 
A falta de las personas mencionadas en el artículo anterior, y siendo menor la mujer,
esté o no casada, deberán pedir que se hagan efectivos los mismos derechos el tutor, el
protutor, el Consejo de familia o cualquiera de sus vocales, y si no lo pidieren, el Fiscal
solicitará, de oficio o a instancia de cualquier persona, que se compela al marido a la
constitución de la hipoteca.
Los Jueces municipales y los comarcales tendrán también obligación de excitar el celo
del Ministerio Fiscal, a fin de que cumpla lo preceptuado en el párrafo anterior.

Artículo 180. 
Si el marido careciere de bienes con que constituir la hipoteca de que trata el número
tercero del artículo ciento sesenta y nueve, quedará obligado a constituirla sobre los
primeros inmuebles o derechos reales que adquiera, pero sin que esta obligación pueda
perjudicar a tercero mientras que no se inscriba la hipoteca.

Artículo 181. 
Cuando los bienes dotales consistan en rentas o pensiones perpetuas, si llegaren a
enajenarse, se asegurará su devolución constituyendo hipoteca por el capital que las
mismas rentas o pensiones representen, capitalizadas al interés legal.
Si las pensiones a que se refiere el párrafo anterior fueren temporales y pudieren o
debieren subsistir después de la disolución del matrimonio, se constituirá la hipoteca por la
cantidad en que convengan los cónyuges, y, en defecto de convenio, por la que fije el Juez o
Tribunal.

Artículo 182. 
Las disposiciones de esta Ley sobre la hipoteca dotal no alteran ni modifican las
contenidas en los artículos ochocientos ochenta, ochocientos ochenta y uno y novecientos
nueve del Código de Comercio.

Artículo 183. 
La mujer podrá exigir la subrogación de su hipoteca en otros bienes del marido en
cualquier tiempo que lo crea conveniente, desde que haya consentido por escrito en la
enajenación o gravamen de los inmuebles afectos a su dote o como condición previa para
prestar dicho consentimiento.
Si la mujer se hallare en el caso previsto en el artículo ciento setenta y ocho, podrán
también ejercitar este derecho, en su nombre, las personas designadas en el mismo artículo
y en el siguiente.

Subsección 2.ª De la hipoteca por bienes reservables

Artículo 184. 
El viudo o la viuda que por repetir matrimonio esté obligado a reservar determinados
bienes deberá, con intervención judicial, hacer inventario de todos ellos, inscribirlos, si ya no

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

lo estuvieren, y en todo caso hacer constar en el Registro la calidad de reservables de los


inmuebles, tasar los muebles y asegurar con hipoteca especial suficiente las restituciones
exigidas por el artículo novecientos setenta y ocho del Código Civil.
Iguales obligaciones tendrán el cónyuge viudo en el caso del artículo novecientos
ochenta del Código Civil y el reservista en el del artículo ochocientos once del mismo cuerpo
legal, en cuanto les sean aplicables.

Artículo 185. 
Cuando los reservatarios sean ciertos y mayores de edad, sólo ellos podrán exigir el
cumplimiento de las obligaciones contenidas en el artículo anterior; si fueren menores o
incapacitados, lo exigirán en su nombre las personas que deban representarlos legalmente.
En uno y otro caso, la escritura pública otorgada entre el reservista y los reservatarios o sus
representantes legales será título bastante para la inscripción o para hacer constar la calidad
de reservables en el asiento correspondiente, según procediera.

Artículo 186. 
El reservista también podrá, sin el concurso de los reservatarios o de sus representantes
legales, hacer constar en el Registro la calidad de reservables de los inmuebles o constituir
hipoteca especial suficiente para asegurar las restituciones exigidas por la Ley, acudiendo al
Juez competente con sujeción a los trámites determinados en el Reglamento hipotecario.

Artículo 187. 
Si transcurrieren ciento ochenta días desde que nazca la obligación de reservar sin
haberse dado cumplimiento por el reservista a lo establecido en los artículos anteriores, los
derechos reconocidos por éstos a favor de los reservatarios podrán ser exigidos por sus
parientes, cualquiera que sea su grado, el albacea del cónyuge premuerto y, en su defecto,
el Ministerio Fiscal. Si concurrieren con la misma pretensión dos o más de dichas personas,
se dará preferencia a quien primero lo hubiere reclamado. La hipoteca en este caso se
constituirá conforme al artículo ciento sesenta y cinco de esta Ley.

Artículo 188. 
El Juez o Tribunal que intervenga en los casos a que se refieren los dos artículos
anteriores cuidará, bajo su responsabilidad, de que se hagan los asientos correspondientes
en el Registro.

Artículo 189. 
Si el reservista no tuviere bienes que hipotecar, se instruirá también el expediente
prevenido en el artículo ciento ochenta y seis, con el único fin de hacer constar la reserva y
su cuantía.
La providencia que en tal caso recaiga se limitará a declarar lo que proceda sobre estos
puntos y la obligación del reservista de hipotecar los primeros inmuebles que adquiera.

Subsección 3.ª De la hipoteca por los bienes de los que están bajo la patria potestad

Artículo 190. 
Los hijos a cuyo favor reconoce el artículo ciento sesenta y ocho hipoteca legal tendrán
derecho:
Primero. A que los bienes inmuebles de su pertenencia se inscriban a su favor, si ya no
lo estuvieren.
Segundo. A que su padre o, en su caso, la madre, si tuvieren bienes hipotecables,
aseguren con hipoteca los bienes que no sean inmuebles pertenecientes a los mismos hijos.
Si los bienes inmuebles del padre o madre fueren insuficientes, se constituirá, sin embargo,
sobre ellos la hipoteca, sin perjuicio de ampliarla a otros que adquieran después, en caso de
que así se les exija.

– 591 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 191. 
Podrán pedir en nombre de los hijos que se hagan efectivos los derechos expresados en
el artículo anterior:
Primero. Las personas de quienes procedan los bienes.
Segundo. Los herederos o albaceas de dichas personas.
Tercero. Los ascendientes del menor.
Cuarto. El Ministerio Fiscal en defecto de las personas antes expresadas.

Subsección 4.ª De la hipoteca por razón de tutela

Artículo 192. 
La fianza hipotecaria que deberán prestar los tutores, conforme al número cuarto del
artículo ciento sesenta y ocho, se regulará por lo dispuesto en los artículos doscientos
cincuenta y dos al doscientos sesenta del Código Civil en todo lo referente a su cuantía,
calificación, disminución y aumento, a las personas que puedan pedir su inscripción, a las
responsabilidades que debe asegurar y a los tutores exentos de la obligación de constituirla.
No se podrá cancelar totalmente dicha fianza hipotecaria hasta que, aprobadas las
cuentas de la tutela, el tutor haya extinguido todas las responsabilidades de su gestión, salvo
el caso de que hubiere sido sustituida por otra fianza hipotecaria o pignoraticia en virtud de
acuerdo ejecutivo del Consejo de familia.

Subsección 5.ª De otras hipotecas legales

Artículo 193. 
La Autoridad a quien corresponda deberá exigir la constitución de hipotecas especiales
sobre los bienes de los que manejen fondos públicos o contraten con el Estado, las
provincias o los pueblos en todos los casos y en la forma que prescriban los reglamentos
administrativos.

Artículo 194. 
El Estado, las Provincias o los Pueblos tendrán preferencia sobre cualquier otro acreedor
y sobre el tercer adquirente, aunque hayan inscrito sus derechos en el Registro, para el
cobro de la anualidad corriente y de la última vencida y no satisfecha de las contribuciones o
impuestos que graven a los bienes inmuebles.
A los efectos del párrafo anterior, se entenderá por anualidad vencida la constituida por
los cuatro trimestres del ejercicio económico anterior al corriente, sea cualquiera la fecha y
periodicidad de la obligación fiscal de pago.
Para tener igual preferencia por mayor suma que la correspondiente a dichas dos
anualidades, podrán exigir el Estado, las Provincias o los Pueblos la constitución de una
hipoteca especial, en la forma que determinen los Reglamentos administrativos. Esta
hipoteca no surtirá efecto sino desde la fecha en que quede inscrita.

Artículo 195. 
El asegurador de bienes inmuebles tendrá derecho a exigir una hipoteca especial sobre
los bienes asegurados, cuyo dueño no haya satisfecho las primas del seguro de dos o más
años, o de dos o más de los últimos dividendos pasivos, si el seguro fuere mutuo.

Artículo 196. 
Mientras no se devenguen las primas de los dos años o los dos últimos dividendos, en
su caso, tendrá el crédito del asegurador preferencia sobre los demás créditos.

– 592 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 197. 
Devengados y no satisfechos los dos dividendos o las dos anualidades de que tratan los
dos artículos anteriores, deberá constituirse la hipoteca por toda la cantidad que se debiere,
y la inscripción no surtirá efecto sino desde su fecha.

TÍTULO VI
De la concordancia entre el Registro y la realidad jurídica

Artículo 198. 
La concordancia entre el Registro y la realidad jurídica extrarregistral se llevará a cabo,
según los casos, por la primera inscripción de las fincas que no estén inscritas a favor de
persona alguna, por la reanudación del tracto sucesivo interrumpido y por el expediente de
liberación de cargas y gravámenes.

Artículo 199. 
La inmatriculación de fincas que no estén inscritas a favor de persona alguna se
practicará:
a) Mediante expediente de dominio.
b) Mediante el título público de su adquisición, complementado por acta de notoriedad
cuando no se acredite de modo fehaciente el título adquisitivo del transmitente o enajenante.
c) Mediante el certificado a que se refiere el artículo doscientos seis, sólo en los casos
que en el mismo se indican.

Artículo 200. 
La reanudación del tracto sucesivo interrumpido se verificará mediante acta de
notoriedad o expediente de dominio.
Por cualquiera de estos medios o por el autorizado en el artículo doscientos cinco se
podrá hacer constar en el Registro la mayor cabida de fincas ya inscritas.

Artículo 201. 
El expediente de dominio se tramitará con sujeción a las siguientes reglas:
Primera. Será Juez competente, cualquiera que sea el valor de la finca o fincas objeto
del mismo, el de Primera Instancia del partido en que radiquen o en que estuviere situada su
parte principal.
Segunda. Se iniciará el expediente por un escrito al que deberá acompañarse una
certificación acreditativa del estado actual da la finca en el Catastro Topográfico Parcelario o,
en su defecto, en el Avance Catastral, Registro Fiscal o Amillaramiento, y otra del Registro
de la Propiedad, que expresará, según los casos:
a) La falta de inscripción, en su caso, de la finca que se pretenda inmatricular.
b) La descripción actual según el Registro y la última inscripción del dominio de la finca
cuya extensión se trate de rectificar.
c) La última inscripción de dominio y todas las demás que estuvieren vigentes,
cualquiera que sea su clase, cuando se trate de reanudar el tracto sucesivo interrumpido del
dominio o de los derechos reales.
En los supuestos a) y c) del párrafo anterior se acompañarán asimismo los documentos
acreditativos del derecho del solicitante, si los tuviere, y, en todo caso, cuantos se estimaren
oportunos para la justificación de la petición que hiciere en su escrito.
Tercera. El Secretario judicial dará traslado de este escrito al Ministerio Fiscal, citará a
aquellos que, según la certificación del Registro, tengan algún derecho real sobre la finca, a
aquel de quien procedan los bienes o a sus causahabientes, si fueren conocidos, y al que
tenga catastrada o amillarada la finca a su favor, y convocará a las personas ignoradas a
quienes pueda perjudicar la inscripción solicitada por medio de edictos. Estos se fijarán en

– 593 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

los tablones de anuncios, del Ayuntamiento y del Juzgado a que pertenezca la finca, a fin de
que, dentro de los diez días siguientes a la citación o a la publicación de los edictos, puedan
comparecer ante el Juzgado para alegar lo que a su derecho convenga.
Dichos edictos se publicarán también en el Boletín Oficial de la provincia si el valor total
de la finca o fincas comprendidas en el expediente es superior a ciento cincuenta euros, y si
excediere de trescientos euros deberán publicarse, además, en uno de los periódicos de
mayor circulación de la provincia.
En los casos a) y b) de la regla 2.ª se citará, además, a los titulares de los predios
colindantes, y en los a) y c) de la misma, al poseedor de hecho de la finca, si fuere rústica, o
al portero, o, en su defecto, a uno de los inquilinos, si fuere urbana.
Cuarta. Transcurrido el plazo fijado, podrá el actor y todos los interesados que hayan
comparecido proponer, en un plazo de seis días, las pruebas que estimen pertinentes para
justificar sus derechos.
Quinta. Practicadas las pruebas en el plazo de diez días, a contar de la fecha de su
admisión, oirá el Juzgado, durante otro plazo igual, por escrito, sobre las reclamaciones y
pruebas que se hayan presentado, al Ministerio Fiscal y a cuantos hubieren concurrido al
expediente, y en vista de lo que alegaren y calificando dichas pruebas por la crítica racional,
dictará auto, dentro del quinto día, declarando justificados o no los extremos solicitados en el
escrito inicial. Este auto será apelable en ambos efectos por el Ministerio Fiscal o por
cualquiera de los interesados, sustanciándose la apelación por los trámites establecidos en
la Ley de Enjuiciamiento Civil para los incidentes.
Sexta. Consentido o confirmado el auto, será, en su caso, título bastante para la
inscripción solicitada.
Séptima. Cuando el valor total de la finca o fincas comprendidas en el expediente sea
inferior a treinta euros, será verbal la audiencia a que se refiere la regla 5.ª.

Artículo 202. 
Los expedientes tramitados con arreglo al artículo anterior serán inscribibles, aunque en
el Registro apareciesen inscripciones contradictorias, siempre que éstas tengan más de
treinta años de antigüedad y el titular de las mismas haya sido citado en debida forma y no
hubiere formulado oposición.
También serán inscribibles, aunque las inscripciones contradictorias sean de menos de
treinta años de antigüedad, si el titular de las mismas o sus causahabientes hubieren sido
oídos en el expediente.
Si el titular del asiento contradictorio de menos de treinta años de antigüedad o sus
causahabientes no comparecieren después de haber sido citados tres veces —una de ellas,
al menos, personalmente—, se les tendrá por renunciantes a los derechos que pudieran
asistirles en el expediente, y éste será también inscribible.

Artículo 203. 
Las actas de notoriedad a que se refiere el artículo doscientos se tramitarán con sujeción
a las reglas establecidas en la legislación notarial y a lo prescrito en las siguientes:
Primera. Serán autorizadas por Notario hábil para actuar en el lugar en que radiquen las
fincas.
Segunda. El requerimiento al Notario se hará por persona que demuestre interés en el
hecho que se trate de acreditar.
Tercera. El interesado, que deberá aseverar con juramento y bajo pena de falsedad en
documento público, la certeza del hecho mismo, presentará al Notario necesariamente una
certificación del estado actual de la finca en el Catastro Topográfico Parcelario o, en su
defecto, en el Avance Catastral, Registro Fiscal o Amillaramiento y otra del Registro de la
Propiedad del mismo contenido señalado en la regla segunda del artículo doscientos uno.
Cuarta. Iniciada el acta, el Notario lo notificará, personalmente o por cédula, a las
personas que, según lo dicho y acreditado por el requirente, o lo que resulte de las
expresadas certificaciones, tengan algún derecho sobre la finca.
La misma notificación, en su caso, se hará a las personas determinadas en el último
párrafo de la regla tercera del artículo doscientos uno.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Quinta. Por medio de edictos, que se publicarán en el «Boletín Oficial» de la provincia,


en uno de los periódicos de mayor circulación de la misma y en los tablones de anuncios del
Ayuntamiento a cuyo territorio corresponda la finca, se notificará la iniciación del acta
nominativamente a las personas indicadas en el párrafo anterior, si no fuese conocido su
domicilio, y genéricamente a cuantos puedan ostentar algún derecho sobre la finca. Cuando
el valor de la finca o fincas comprendidas en el expediente sea de cuantía inferior a cinco mil
pesetas, podrá el Notario omitir la publicación de edictos en el «Boletín Oficial» y en el
periódico de la provincia.
Sexta. Los notificados podrán, dentro de los veinte días siguientes al de la notificación,
comparecer ante el Notario exponiendo y justificando sus derechos.
Séptima. Practicadas estas diligencias y las pruebas que el Notario considere
convenientes para comprobación de la notoriedad pretendida, hayan sido o no propuestas
por el requirente, dará por terminada el acta, haciendo constar si, a su juicio, está
suficientemente acreditado el hecho.
Octava. En caso afirmativo, el Notario remitirá copia literal y total de dicha acta al
Juzgado de Primera Instancia del partido donde radique la finca. El Juez, oyendo al
Ministerio Fiscal, apreciará la prueba y las diligencias practicadas, que, en caso necesario,
podrá ampliar para mejor proveer, y si estuviere conforme con lo actuado, lo notificará así al
Notario, al cual remitirá testimonio de su resolución para que se protocolice.
Si el Juez no estuviere conforme, su resolución será apelable en ambos efectos por el
requirente, sustanciándose la apelación por los trámites que para los incidentes previene la
Ley de Enjuiciamiento Civil.
Novena. Si se formulare oposición a la tramitación del acta en la forma y plazos que
determinan los Reglamentos hipotecario y notarial, el Notario, sin incorporar el expediente al
protocolo, lo remitirá al Juzgado competente, el cual, por los trámites establecidos para los
incidentes, resolverá, a instancia de parte, lo que proceda.

Artículo 204. 
Las actas de notoriedad tramitadas a fines de la reanudación del tracto sucesivo sólo
podrán inscribirse cuando las inscripciones contradictorias tengan más de treinta años de
antigüedad, sin haber sufrido alteración, y el Notario hubiese notificado personalmente su
tramitación a los titulares de las mismas o a sus causahabientes.

Artículo 205. 
Serán inscribibles, sin necesidad de la previa inscripción, los títulos públicos otorgados
por personas que acrediten de modo fehaciente haber adquirido el derecho con anterioridad
a la fecha de dichos títulos, siempre que no estuviere inscrito el mismo derecho a favor de
otra persona y se publiquen edictos en el tablón de anuncios del Ayuntamiento donde radica
la finca, expedidos por el Registrador con vista de los documentos presentados.
En el asiento que se practique se expresarán necesariamente las circunstancias
esenciales de la adquisición anterior, tomándolas de los mismos documentos o de otros
presentados al efecto.

Artículo 206. 
El Estado, la Provincia, el Municipio y las Corporaciones de Derecho público o servicios
organizados que forman parte de la estructura política de aquél y las de la Iglesia Católica,
cuando carezcan del título escrito de dominio, podrán inscribir el de los bienes inmuebles
que les pertenezcan mediante la oportuna certificación librada por el funcionario a cuyo
cargo esté la administración de los mismos, en la que se expresará el título de adquisición o
el modo en que fueron adquiridos.
Mediante certificación administrativa, librada en los términos indicados en el párrafo
anterior y con los demás requisitos en cada caso establecidos, podrán inscribirse la
declaración de obra nueva, mejoras y división horizontal de fincas urbanas, y, siempre que
no afecten a terceros, las operaciones de agrupación, división, agregación y segregación de
fincas del Estado y de los demás entes públicos estatales certificantes.

– 595 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 207. 
Las inscripciones de inmatriculación practicadas con arreglo a lo establecido en los dos
artículos anteriores no surtirán efectos respecto de tercero hasta transcurridos dos años
desde su fecha.

Artículo 208. 
Las nuevas plantaciones, así como la construcción de edificios o mejoras de una finca
urbana, podrán inscribirse en el Registro por su descripción en los títulos referentes al
inmueble. También podrán inscribirse mediante escritura pública, en la que el contratista de
la obra manifieste estar reintegrado de su importe por el propietario, o en la que éste
describa la edificación, acompañando certificado del Arquitecto Director de la obra o del
Arquitecto municipal.

Artículo 209. 
El procedimiento de liberación de gravámenes se aplicará para cancelar hipotecas,
cargas, gravámenes y derechos reales constituidos sobre cosa ajena que hayan prescrito
con arreglo a la legislación civil, según la fecha que conste en el Registro.

Artículo 210. 
Los expedientes de liberación se tramitarán con sujeción a las siguientes reglas:
Primera. Será Juez competente, cualquiera que sea la cuantía del gravamen a cancelar,
el de primera instancia del partido en que radiquen los bienes, y si la finca que se pretende
liberar está situada en dos o más partidos, el de aquel en que esté la parte principal,
considerándose como tal la que contenga la casa-habitación del dueño o, en su defecto, la
casa-labor, y, si tampoco la hubiere, la parte de mayor cabida.
Si la liberación se ha de referir a un ferrocarril, canal u otra obra de análoga naturaleza
que atraviese varios partidos, se considerará parte principal aquélla en que esté el punto de
arranque de la obra.
Segunda. El titular de la finca o derecho gravado con las cargas cuya liberación se
pretende comparecerá ante el Juzgado sin necesidad de Abogado ni Procurador,
presentando un escrito, al que acompañará una certificación del Registro que acredite su
calidad de titular y en la que se insertará literalmente la mención, anotación o inscripción que
se pretenda cancelar.

La regla segunda queda derogada en cuanto se oponga a la Ley 78/1961, de 23 de


diciembre. Ref. BOE-A-1961-23724.

Tercera. El Secretario judicial citará, personalmente o por cédula, en la forma


determinada por la Ley de Enjuiciamiento Civil, al titular o titulares de dichos asientos o a sus
causahabientes, si su domicilio fuere conocido; de no serlo, serán citados por edictos, que se
publicarán en el Boletín Oficial de la provincia, en los tablones de anuncios del
Ayuntamiento, del Juzgado del término municipal al que pertenezca la finca y en el del
Juzgado en que se siga el procedimiento.
Cuarta. Los citados en cualquiera de estas formas podrán comparecer ante el Juzgado
para alegar lo que a su derecho convenga en un plazo de diez días, a contar desde el de la
citación personal o por cédula, o, en su caso, desde el de la publicación de los edictos.
Quinta. Si comparecieren y se allanaren a la pretensión deducida por el actor, el Juez
dictará sentencia ordenando la cancelación correspondiente.
Sexta. Si se opusieren, se seguirá el juicio por los trámites marcados para los incidentes
en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Séptima. En el caso de no comparecer, el Secretario judicial publicará nuevos edictos,
por un plazo de veinte días, y si transcurrido este período no hubieren tampoco
comparecido, dará traslado del expediente al Ministerio Fiscal, a fin de que informe en

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

término de ocho días sobre si se han cumplido las formalidades prevenidas en esta ley. Si el
Ministerio Fiscal encontrare algunos defectos, se subsanarán, y si no los hallare, así como
una vez subsanados los que señalare, el Juez dictará sentencia.
Si el titular del asiento que se pretenda cancelar hubiere sido citado personalmente, no
será necesaria la publicación de los edictos que previene esta regla.
Octava. La sentencia que se dicte, en cualquiera de los supuestos comprendidos en las
tres reglas precedentes, será apelable en ambos efectos, sustanciándose la apelación por
los trámites de los incidentes.
Novena. Será título bastante para obtener la cancelación el testimonio literal de la
sentencia firme.

TÍTULO VII
De la rectificación de los errores en los asientos

Artículo 211. 
Los errores cometidos en los asientos del Registro a que se refiere el apartado c) del
artículo cuarenta, podrán ser materiales o de concepto.

Artículo 212. 
Se entenderá que se comete error material cuando sin intención conocida se escriban
unas palabras por otras, se omita la expresión de alguna circunstancia formal de los asientos
o se equivoquen los nombres propios o las cantidades al copiarlas del título, sin cambiar por
ello el sentido general de la inscripción o asiento de que se trate, ni el de ninguno de sus
conceptos.

Artículo 213. 
Los Registradores podrán rectificar por sí, bajo su responsabilidad, los errores materiales
cometidos:
Primero. En los asientos de inscripción, anotación preventiva o cancelación, cuyos
respectivos títulos se conserven en el Registro.
Segundo. En los asientos de presentación, notas marginales e indicaciones de
referencias, aunque los títulos no obren en la oficina del Registro, siempre que la inscripción
principal respectiva baste para dar a conocer el error y sea posible rectificarlo por ella.

Artículo 214. 
Los Registradores no podrán rectificar, sin la conformidad del interesado que posea el
título inscrito, o sin una providencia judicial en su defecto, los errores materiales cometidos:
Primero. En inscripciones, anotaciones preventivas o cancelaciones cuyos títulos no
existan en el Registro.
Segundo. Los asientos de presentación y notas, cuando dichos errores no puedan
comprobarse por las inscripciones principales respectivas y no existan tampoco los títulos en
la oficina del Registro.

Artículo 215. 
Los errores materiales no podrán salvarse con enmiendas, tachas ni raspaduras, ni por
otro medio que un asiento nuevo, en el cual se exprese y rectifique claramente el error
cometido en el anterior, a no ser que el error se advierta antes de ser firmado el asiento y
pueda subsanarse en éste con claridad mediante la oportuna confrontación.

Artículo 216. 
Se entenderá que se comete error de concepto cuando al expresar en la inscripción
alguno de los contenidos en el título se altere o varíe su verdadero sentido.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 217. 
Los errores de concepto cometidos en inscripciones, anotaciones o cancelaciones, o en
otros asientos referentes a ellas, cuando no resulten claramente de las mismas, no se
rectificarán sin el acuerdo unánime de todos los interesados y del Registrador, o una
providencia judicial que lo ordene.
Los mismos errores cometidos en asientos de presentación y notas, cuando la
inscripción principal respectiva baste para darlos a conocer, podrá rectificarlos por sí el
Registrador.

Artículo 218. 
El Registrador, o cualquiera de los interesados en una inscripción, podrá oponerse a la
rectificación que otro solicite por causa de error de concepto, siempre que a su juicio esté
conforme el concepto que se suponga equivocado con el correspondiente en el título a que
la inscripción se refiera.
La cuestión que se suscite con este motivo se decidirá en juicio ordinario.

Artículo 219. 
Los errores de concepto se rectificarán por medio de una nueva inscripción, la cual se
hará mediante la presentación del mismo título ya inscrito, si el Registrador reconociere el
error o el Juez o el Tribunal lo declarare; y en virtud de un título nuevo, si el error fuere
producido por la redacción vaga, ambigua o inexacta del título primitivo, y las partes
convinieren en ello, o lo declare así una sentencia judicial.

Artículo 220. 
El concepto rectificado no surtirá efecto en ningún caso sino desde la fecha de la
rectificación, sin perjuicio del derecho que puedan tener los terceros para reclamar contra la
falsedad o nulidad del título a que se refiere el asiento que contenía el error de concepto o
del mismo asiento.

TÍTULO VIII
De la publicidad de los Registros

Artículo 221. 
Los Registros serán públicos para quienes tengan interés conocido en averiguar el
estado de los bienes inmuebles o derechos reales inscritos.
El interés se presumirá en toda autoridad, empleado o funcionario público que actúe por
razón de su oficio o cargo.

Sección 1.ª De la información registral

Artículo 222. 
1. Los Registradores pondrán de manifiesto los libros del Registro en la parte necesaria
a las personas que, a su juicio, tengan interés en consultarlos, sin sacar los libros de la
oficina, y con las precauciones convenientes para asegurar su conservación.
2. La manifestación, que debe realizar el Registrador, del contenido de los asientos
registrales tendrá lugar por nota simple informativa o por certificación, mediante el
tratamiento profesional de los mismos, de modo que sea efectiva la posibilidad de publicidad
sin intermediación, asegurando, al mismo tiempo, la imposibilidad de su manipulación o
televaciado.
3. En cada tipo de manifestación se hará constar su valor jurídico. La información
continuada no alterará la naturaleza de la forma de manifestación elegida, según su
respectivo valor jurídico.
4. La obligación del Registrador al tratamiento profesional de la publicidad formal implica
que la misma se exprese con claridad y sencillez, sin perjuicio de los supuestos legalmente

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

previstos de certificaciones literales a instancia de autoridad judicial o administrativa o de


cualquier interesado.
5. La nota simple informativa tiene valor puramente informativo y no da fe del contenido
de los asientos, sin perjuicio de la responsabilidad del registrador, por los daños ocasionados
por los errores y omisiones padecidos en su expedición. Deberá reproducir, literal si así lo
solicita el interesado, o en extracto en otro caso, el contenido de los asientos vigentes
relativo a la finca objeto de manifestación, donde conste, al menos, la identificación de la
misma, la identidad del titular o titulares de derechos inscritos sobre la misma y la extensión,
naturaleza y limitaciones de éstos. Asimismo se harán constar, en todo caso, las
prohibiciones o restricciones que afecten a los titulares o a los derechos inscritos.
También podrá librarse nota simple relativa a determinados extremos solicitados por el
interesado.
6. Los Registradores, al calificar el contenido de los asientos registrales, informarán y
velarán por el cumplimiento de las normas aplicables sobre la protección de datos de
carácter personal.
7. Los Registradores en el ejercicio profesional de su función pública deberán informar a
cualquier persona que lo solicite en materias relacionadas con el Registro. La información
versará sobre los medios registrales más adecuados para el logro de los fines lícitos que se
propongan quienes la soliciten.
8. Los interesados podrán elegir libremente el Registrador a través del cual obtener la
información registral relativa a cualquier finca, aunque no pertenezca a la demarcación de su
Registro, siempre que deba expedirse mediante nota simple informativa o consista en
información sobre el contenido del Índice General Informatizado de fincas y derechos. La
llevanza por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles del citado Índice
General no excluye la necesidad de que las solicitudes de información acerca de su
contenido se realicen a través de un Registrador.
Los Registradores, en el ejercicio de su función pública, estarán obligados a colaborar
entre sí, así como con los Órganos jurisdiccionales, las Administraciones públicas y los
Notarios.
9. Al objeto de dar cumplimiento a lo dispuesto en este artículo, se dispondrá de los
instrumentos necesarios para proporcionar a todos ellos información por telefax o
comunicación electrónica, a elección del solicitante y con el valor de nota simple informativa,
sobre el contenido del Libro Diario, en su caso, del Libro de Entrada, y de los libros de
inscripciones y de incapacitados.
10. La manifestación de los libros del Registro deberá hacerse, si así se solicita, por
medios telemáticos. Dicha manifestación implica el acceso telemático al contenido de los
libros del Registro. A tal efecto, si quien consulta es una autoridad, empleado o funcionario
público que actúe por razón de su oficio y cargo, cuyo interés se presume en atención a su
condición, el acceso se realizará sin necesidad de intermediación por parte del registrador.
Dicha autoridad, empleado o funcionario público deberá identificarse con su firma electrónica
reconocida o por cualquier otro medio tecnológico que en el futuro la sustituya. Cuando el
consultante sea un empleado o funcionario público, responderán éstos de que la consulta se
efectúa amparada en el cumplimiento estricto de las funciones que respectivamente les
atribuye la legislación vigente. En todo caso, la autoridad, empleado o funcionario público no
podrá acceder telemáticamente sin intermediación del registrador al Índice de Personas.
11. Reglamentariamente se concretará el procedimiento para autorizar la restricción del
acceso a la información relativa a determinadas personas, comerciantes o fincas cuando ello
venga impuesto por razón de la protección de la seguridad e integridad de las personas o los
bienes.

Artículo 222 bis. 


1. Las solicitudes de información se ajustarán a un modelo informático que tendrá los
campos necesarios para identificar al solicitante, el interés que acredita, en su caso, la finca,
los derechos, libros o asientos a que se contrae la información.
La Dirección General de los Registros y del Notariado aprobará el modelo informático de
consulta y los requisitos técnicos a los que deba sujetarse el mismo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

2. La identificación del solicitante se efectuará mediante los apellidos, nombre y número


de identidad de las personas físicas y razón social o denominación de las personas jurídicas,
número de su código de identificación y dirección de correo electrónico hábil a efectos de
notificaciones. En todo caso, la solicitud deberá estar firmada con la firma electrónica
reconocida del solicitante, de la persona jurídica o del representante de ésta.
3. El interés se expresará de forma sucinta en una casilla que advertirá de las
limitaciones impuestas por el ordenamiento en relación al uso que puede darse a dicha
información. No obstante, si el registrador entendiera que no ha quedado acreditado de
modo suficiente dicho interés legítimo, podrá solicitar que se le complete éste. En todo caso,
el registrador deberá notificar al solicitante en el plazo máximo de veinticuatro horas si
autoriza o deniega el acceso, en este último caso de forma motivada.
4. La resolución sobre el acceso solicitado se notificará en el plazo máximo de un día
hábil al solicitante y, caso de ser positiva, incorporará el código individual que permitirá el
acceso a la página que reproduzca el contenido registral relativo a la finca solicitada. Este
contenido registral, que se limitará a los asientos vigentes, se pondrá de manifiesto al
interesado durante el plazo de veinticuatro horas desde la notificación accediendo al mismo.
Si el registrador se negare injustificadamente a manifestar los libros del Registro, se
estará a lo dispuesto en el artículo 228 de la Ley Hipotecaria.
5. Las fincas y derechos se identificarán a través de:
a) Cualesquiera de sus titulares, haciendo constar el apellido, nombre y número del
documento nacional de identidad o documento que permita identificar a las personas físicas
y razón social o denominación de las personas jurídicas.
b) Libro, asiento, tomo y folio registral.
c) Referencia catastral, cuando constare en el Registro.
Cuando la consulta se refiera a las fichas del Índice de Personas se harán constar
solamente las circunstancias de la letra a) anterior. Lo mismo se observará respecto del
Libro de Incapacitados.
6. Las notificaciones a que se refiere este artículo entre el registrador y el solicitante se
realizarán en la dirección de correo electrónico que designe éste y deberán contar con la
firma electrónica reconocida del registrador.

Sección 2.ª De las certificaciones

Artículo 223. 
Los Registradores expedirán certificaciones:
Primero. De los asientos de todas clases que existan en el Registro, relativos a bienes o
a personas que los interesados señalen.
Segundo. De asientos determinados que los mismos interesados designen, bien fijando
concretamente los que sean, o bien refiriéndose a los que existan de una o más especies
sobre ciertos bienes, o a cargo o en favor de personas señaladas.
Tercero. De no existir asientos de ninguna especie, o de especie determinada, sobre
ciertos bienes o a nombre de ciertas personas.

Artículo 224. 
Las certificaciones expresadas en el artículo anterior podrán referirse, bien a un período
fijo y señalado, bien a todo el transcurrido desde la primitiva instalación o reconstitución, en
su caso, del Registro respectivo.

Artículo 225. 
La libertad o gravamen de los bienes inmuebles o derechos reales sólo podrá acreditarse
en perjuicio de tercero por certificación del Registro.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 226. 
Cuando las certificaciones no fueren conformes con los asientos de su referencia, se
estará a lo que de éstos resulte, salvo la acción del perjudicado por ellas, para exigir la
indemnización correspondiente del Registrador que haya cometido la falta.

Artículo 227. 
Los Registradores expedirán certificación a instancia de quien, a su juicio, tenga interés
conocido en averiguar el estado del inmueble o derecho real de que se trate, o en virtud de
mandamiento judicial.
La instancia deberá hacerse por escrito y podrá presentarse en la oficina del Registro o
remitirse por vía telemática.
La certificación se expedirá, a elección del solicitante, en papel o en formato electrónico,
en los términos que reglamentariamente se establezcan.

Artículo 228. 
Si el registrador se niega a la manifestación de los libros del Registro o a expedir
certificación de lo que en ellos conste, el interesado podrá recurrir la decisión de éste ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado, siendo de aplicación lo dispuesto en los
artículos 327 y 328 de la Ley Hipotecaria en lo relativo a la legitimación para recurrir, plazo,
lugar de presentación del recurso, formación del expediente y contenido del informe del
registrador, plazo de resolución y revisión jurisdiccional de ésta.

Artículo 229. 
Las solicitudes de los interesados y los mandamientos de los Jueces, Tribunales o
Secretarios judiciales en cuya virtud deban certificar los Registradores, expresarán con toda
claridad:
1.º La especie de certificación que con arreglo al artículo 223 se exija, y si ha de ser
literal o en relación.
2.º Los datos e indicaciones que, según la especie de dicha certificación, basten para dar
a conocer al Registrador los bienes o personas de que se trate.
3.º El período de tiempo a que la certificación deba contraerse.

Artículo 230. 
Las certificaciones se darán de los asientos de los libros de inscripciones.
Cuando al tiempo de expedirlas existiere algún título pendiente de inscripción en el
Registro, que debiera comprenderse en la certificación pedida, y cuando se trate de acreditar
la libertad de alguna finca, o la no existencia de algún derecho, el Registrador certificará
también de los correspondientes asientos del Diario.

Artículo 231. 
Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, los Registradores no certificarán de los asientos
del Diario con sus notas, sino cuando el Juez, el Tribunal o el Secretario judicial lo mande o
los interesados lo pidan expresamente.

Artículo 232. 
Las certificaciones se expedirán literales o en relación, según se mandaren dar o se
pidieren.
Las certificaciones literales comprenderán íntegramente los asientos a que se refieran.
Las certificaciones en relación expresarán todas las circunstancias que los mismos
asientos contuvieren, necesarias para su validez; las cargas que a la sazón pesen sobre el
inmueble o derecho inscrito, según la inscripción relacionada, y cualquier otro punto que el
interesado señale o juzgue importante el Registrador.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 233. 
Los Registradores, previo examen de los libros, extenderán las certificaciones con
relación únicamente a los bienes, personas y períodos designados en la solicitud o
mandamiento, sin referir en ella más asientos ni circunstancias que los exigidos, salvo lo
dispuesto en el párrafo segundo del artículo doscientos treinta y en el doscientos treinta y
cuatro; pero sin omitir tampoco ninguno que pueda considerarse comprendido en los
términos de dicho mandamiento o solicitud.

Artículo 234. 
Cuando se pidiere o mandare dar certificación de una inscripción o anotación, y la que se
señalare estuviera extinguida conforme a los artículos setenta y seis y setenta y siete, el
Registrador insertará a continuación de ella, literalmente o en relación, el asiento que haya
producido la extinción.

Artículo 235. 
Cuando se pida certificación de los gravámenes de un inmueble y no aparezca del
Registro ninguno vigente, impuesto en la época o por las personas designadas, lo expresará
así el Registrador.
Si resulta algún gravamen, lo insertará literal o en relación, conforme a lo prevenido en el
artículo doscientos treinta y dos, expresándose a continuación que no aparece ningún otro
subsistente.

Artículo 236. 
Los Registradores expedirán las certificaciones que se les pidan, en el más breve
término posible, pero sin que éste pueda exceder nunca del correspondiente a cuatro días
por cada finca, cuyas inscripciones, libertad o gravámenes se trate de acreditar.

Artículo 237. 
Transcurrido el término fijado en el artículo anterior, podrá el interesado utilizar el recurso
que concede el artículo doscientos veintiocho.

TÍTULO IX
Del modo de llevar los Registros

Artículo 238. 
El Registro de la Propiedad se llevará en libros foliados y visados judicialmente.
Los libros de los Registros de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles deberán
llevarse por medios informáticos que permitan en todo momento el acceso telemático a su
contenido.
El Registro dispondrá de un sistema de sellado temporal que dejará constancia del
momento en que el soporte papel se trasladó a soporte informático.
En caso de destrucción de los libros, se sustituirán con arreglo a lo dispuesto en las
Leyes de 15 de agosto de 1873 y 5 de julio de 1938.

Artículo 239. 
Los libros expresados en el artículo anterior serán uniformes para todos los Registros y
se formarán bajo la dirección del Ministerio de Justicia, con todas las precauciones
convenientes, a fin de impedir cualesquiera fraudes o falsedades que pudieran cometerse en
ellos.

Artículo 240. 
Sólo harán fe los libros que lleven los Registradores formados con arreglo a lo prevenido
en el artículo anterior.

– 602 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 241. 
Los libros del Registro no se sacarán por ningún motivo de la oficina del Registrador;
todas las diligencias judiciales o extrajudiciales que exijan la presentación de dichos libros se
practicarán precisamente en la misma oficina.

Artículo 242. 
En los libros de inscripciones de cada Registro se practicarán las inscripciones,
anotaciones preventivas, cancelaciones y notas de todos los títulos sujetos a inscripción,
según los artículos segundo y cuarto.

Artículo 243. 
El Registro de la propiedad se llevará abriendo uno particular a cada finca en el libro
correspondiente. Todas las inscripciones, anotaciones y cancelaciones posteriores relativas
a la misma finca se practicarán a continuación, sin dejar claros entre los asientos.

Artículo 244. 
Se abrirá un libro para cada término municipal que en todo o en parte esté enclavado en
el territorio de un Registro.
La Dirección General de los Registros y del Notariado podrá acordar, por razones de
conveniencia pública, que un término municipal se divida en dos o más secciones y que se
abra un libro de inscripciones para cada una de ellas.

Artículo 245. 
Cuando un título comprenda varios inmuebles o derechos reales que radiquen en un
mismo término municipal, la primera inscripción que se verifique contendrá todas las
circunstancias prescritas en el artículo noveno, y en las otras sólo se describirá la finca, si
fuere necesario, o se determinará el derecho real objeto de cada una de ellas, y se
expresarán la naturaleza del acto o contrato y los nombres del transferente y adquirente,
refiriéndose en todo lo demás a aquella primera inscripción y citándose el libro y folio en que
se encuentre.

Artículo 246. 
Si el título a que se refiere el artículo anterior fuere de constitución de hipoteca, deberá
expresarse, además de lo prescrito en dicho artículo, la parte de crédito de que responda
cada una de las fincas o derechos y el valor que se les haya asignado para caso de subasta.

Artículo 247. 
Si los bienes o derechos contenidos en un mismo título estuvieren situados en dos o más
términos municipales, lo dispuesto en los dos artículos anteriores se aplicará a cada uno de
dichos términos.
Si alguno o algunos de éstos se hubieren dividido en Secciones, cada sección se
considerará como si fuera un término municipal.

Artículo 248. 
1. El contenido de los Libros del Registro deberá ser actualizado en el mismo día en que
se presenten los títulos a inscripción, si dicha presentación se efectúa en horas de oficina.
Dicha actualización deberá realizarse con independencia del medio utilizado para la
presentación de los títulos. El registrador deberá disponer de los medios materiales y
personales necesarios para cumplir con la obligación de actualización. Si no fuera posible
extender el asiento de presentación, se estará a lo dispuesto en el apartado primero del
artículo 417 del Reglamento Hipotecario.
Igualmente, y antes de la hora de apertura al público, deberán incorporarse las
modificaciones que resulten de la presentación de aquellos títulos que se hubiera efectuado
en el día hábil precedente fuera de horas, atendiendo al riguroso orden de ingreso si se

– 603 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

hubieran presentado telemáticamente. Si el título se hubiera presentado por correo o telefax


fuera de las horas de oficina se estará a lo dispuesto en los apartados tres a cinco del
artículo 418 del Reglamento Hipotecario.
2. Para cumplir con la obligación de actualización inmediata del contenido de los Libros,
los registradores llevarán un Libro de Entrada donde se hará constar de modo inmediato la
presentación de los títulos por el riguroso orden en que hubieran ingresado los documentos,
con expresión de la persona que los presente, el tiempo exacto de su presentación indicando
la unidad temporal precisa, el medio de presentación, sea físico, por correo, por telefax o por
remisión telemática y los datos precisos que permitan identificar la finca afectada por el título
presentado. Asimismo se adoptarán las cautelas necesarias para que en ningún caso sea
posible la manipulación o alteración del orden de presentación de los títulos o de los asientos
ya practicados.
El Libro de Entrada deberá ser accesible telemáticamente y de modo directo a los
funcionarios y empleados a los que se les presume su interés en la consulta de los Libros,
de conformidad con lo dispuesto en los artículos 221.2 y 222.10 de la Ley Hipotecaria.
3. Si el título se hubiera presentado telemáticamente, se estará a las siguientes reglas:
1.ª El sistema telemático de comunicación empleado deberá generar un acuse de
recibo digital mediante un sistema de sellado temporal acreditativo del tiempo exacto
con expresión de la unidad temporal precisa de presentación del título.
2.ª De conformidad con el artículo 112.4 de la Ley 24/2001, de 27 de diciembre,
si el título hubiera ingresado en horas de oficina, el registrador procederá en el
mismo día a practicar el asiento de presentación correspondiente al título presentado
atendiendo al orden de presentación de éste. Si no fuera posible extender el asiento
de presentación, se estará a lo dispuesto en el apartado primero del artículo 417 del
Reglamento Hipotecario. Si el título se presentara fuera de las horas de oficina, se
deberá extender el asiento de presentación en el día hábil siguiente atendiendo,
igualmente, al orden riguroso de presentación de aquél, de conformidad con el
sellado temporal.
3.ª El registrador notificará telemáticamente en el mismo día en que se hubiera
extendido el asiento de presentación su práctica así como, en su caso, la denegación
del mismo. En este último supuesto se deberán motivar suficientemente las causas
impeditivas, de conformidad con el apartado cuarto del artículo 258 de la Ley
Hipotecaria.
4.ª Si se presentaran telemáticamente o en papel en el mismo día y hora títulos
relativos a una misma finca que resulten contradictorios, se tomará anotación
preventiva de cada uno, comprensiva de la imposibilidad de extender el asiento
solicitado. Esta anotación preventiva se comunicará a los efectos de que se proceda
por los interesados o por los Tribunales a decidir el orden de preferencia.
4. Los documentos presentados por telefax, cuando la Ley o el Reglamento admitan este
medio de presentación, se asentarán en el Diario de conformidad con la regla general, a
excepción de los que se reciban fuera de las horas de oficina que se asentarán en el día
hábil siguiente.
El asiento de presentación caducará si, en el plazo de diez días hábiles siguientes, no se
presenta en el Registro el título original o su copia autorizada.

Artículo 249. 
Los asientos del Diario se extenderán por el orden con que se presenten los títulos, sin
dejar claros ni huecos entre ellos, se numerarán correlativamente en el acto de extenderlos,
y expresarán necesariamente:
Primero. El nombre y apellidos del que presente el título.
Segundo. La hora de su presentación.
Tercero. La especie de título presentado, su fecha y Autoridad o Notario que lo suscriba.
Cuarto. El derecho que se constituya, reconozca, transmita, modifique o extinga por el
título que se pretenda inscribir.
Quinto. La naturaleza de la finca o derecho real que sea objeto del título presentado, con
expresión de su situación y de su nombre y número, si lo tuviere.

– 604 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Sexto. El nombre y apellidos de la persona a cuyo favor se pretenda hacer la inscripción


o asiento de que se trate.
Séptimo. La firma del Registrador en todo caso y la de la persona que presente el título,
si lo solicitare.

Artículo 250. 
Cuando el Registrador extienda en el libro correspondiente la inscripción, anotación
preventiva, cancelación o nota a que se refiera el asiento de presentación, lo expresará así
al margen de dicho asiento, indicando el tomo y folio en que aquélla se hallare, así como el
número que tuviere la finca en el Registro y el que se haya dado a la inscripción u otro
asiento que se hubiere practicado.

Artículo 251. 
Todos los días no feriados, a la hora previamente señalada para cerrar el Registro, en la
forma que determinen los Reglamentos, se cerrará el Diario por medio de una diligencia que
extenderá y firmará el Registrador inmediatamente después del último asiento que hubiere
hecho. En ella se hará constar el número de asientos extendidos en el día, o la
circunstancia, en su caso, de no haberse practicado ninguno.

Artículo 252. 
Los asientos de presentación hechos fuera de las horas en que deba estar abierto el
Registro, serán nulos.

Artículo 253. 
1. (Derogado)
2. (Derogado)
3. En los supuestos de denegación o suspensión de la inscripción del derecho contenido
en el título, después de la nota firmada por el Registrador, hará constar éste, si lo solicita el
interesado en la práctica del asiento, en un apartado denominado "observaciones'', los
medios de subsanación, rectificación o convalidación de las faltas o defectos subsanables e
insubsanables de que adolezca la documentación presentada a efectos de obtener el asiento
solicitado. En este supuesto, si la complejidad del caso lo aconseja, el interesado en la
inscripción podrá solicitar dictamen vinculante o no vinculante, bajo la premisa, cuando sea
vinculante, del mantenimiento de la situación jurídico registral y de la adecuación del medio
subsanatorio al contenido de dicho dictamen. Todo ello sin perjuicio de la plena libertad del
interesado para subsanar los defectos a través de los medios que estime más adecuados
para la protección de su derecho.

Artículo 254. 
1. Ninguna inscripción se hará en el Registro de la Propiedad sin que se acredite
previamente el pago de los impuestos establecidos o que se establecieren por las leyes, si
los devengare el acto o contrato que se pretenda inscribir.
2. No se practicará ninguna inscripción en el Registro de la Propiedad de títulos relativos
a actos o contratos por los que se adquieran, declaren, constituyan, transmitan, graven,
modifiquen o extingan el dominio y los demás derechos reales sobre bienes inmuebles, o a
cualesquiera otros con trascendencia tributaria, cuando no consten en aquellos todos los
números de identificación fiscal de los comparecientes y, en su caso, de las personas o
entidades en cuya representación actúen.
3. No se practicará ninguna inscripción en el Registro de la Propiedad de títulos relativos
a actos o contratos por los que se declaren, constituyan, transmitan, graven, modifiquen o
extingan a título oneroso el dominio y los demás derechos reales sobre bienes inmuebles,
cuando la contraprestación consistiera, en todo o en parte, en dinero o signo que lo
represente, si el fedatario público hubiere hecho constar en la Escritura la negativa de los
comparecientes a identificar, en todo o en parte, los datos o documentos relativos a los
medios de pago empleados.

– 605 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

4. Las escrituras a las que se refieren los números 2 y 3 anteriores se entenderán


aquejadas de un defecto subsanable. La falta sólo se entenderá subsanada cuando se
presente ante el Registro de la Propiedad una escritura en la que consten todos los números
de identificación fiscal y en la que se identifiquen todos los medios de pago empleados.
5. El Registro de la Propiedad no practicará la inscripción correspondiente de ningún
documento que contenga acto o contrato determinante de las obligaciones tributarias por el
Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, sin que se
acredite previamente haber presentado la autoliquidación o, en su caso, la declaración, del
impuesto, o la comunicación a que se refiere la letra b) del apartado 6 del artículo 110 del
Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, aprobado por el Real
Decreto Legislativo, 2/2004, de 5 de marzo.

Artículo 255. 
No obstante lo previsto en el artículo anterior, podrá extenderse el asiento de
presentación antes de que se verifique el pago del impuesto; mas en tal caso se suspenderá
la calificación y la inscripción u operación solicitada y se devolverá el título al que lo haya
presentado, a fin de que se satisfaga dicho impuesto.
Pagado éste, se extenderá la inscripción o asiento de que se trate y sus efectos se
retrotraerán a la fecha del asiento de presentación, si se hubiere devuelto el título dentro del
plazo de vigencia del mismo.
Si se devolviere el título después de los sesenta días, deberá extenderse nuevo asiento
de presentación, y los efectos de la inscripción u operación que se verifique se retrotraerán
solamente a la fecha del nuevo asiento.
En el caso de que por causa legítima debidamente justificada no se hubiere pagado el
impuesto dentro de los sesenta días, se suspenderá dicho término hasta que se realice el
pago, expresándose esta suspensión por nota marginal en el asiento de presentación, la
cual se extenderá, siempre que al Registrador no le conste la certeza del hecho, en vista del
oportuno documento acreditativo.
En estos casos el asiento de presentación caducará a los ciento ochenta días de su
fecha.

Artículo 256. 
Las cartas de pago de los impuestos satisfechos por actos o contratos sujetos a
inscripción se presentarán y quedarán archivadas en el Registro. El Registrador que no las
conservare será responsable directamente de las cantidades que hayan dejado de
satisfacerse a la Hacienda.

Artículo 257. 
Para que en virtud de resolución judicial pueda hacerse cualquier asiento en el Registro,
expedirá el Juez, Tribunal o Secretario judicial, por duplicado, el mandamiento
correspondiente, excepto cuando se trate de ejecutorias.
El Registrador devolverá uno de los ejemplares al mismo Juez, Tribunal o Secretario
judicial que lo haya expedido o al interesado que lo haya presentado, con nota firmada
expresiva de quedar cumplido en la forma que proceda; y conservará el otro en su oficina,
extendiendo en él una nota rubricada igual a la que hubiere puesto en el ejemplar devuelto.
Estos documentos se archivarán numerados por el orden de su presentación.

Información y protección al consumidor

Artículo 258. 
1. El Registrador, sin perjuicio de los servicios prestados a los consumidores por los
centros de información creados por su colegio profesional, garantizará a cualquier persona
interesada la información que le sea requerida, durante el horario habilitado al efecto, en
orden a la inscripción de derechos sobre bienes inmuebles, los requisitos registrales, los
recursos contra la calificación y la minuta de inscripción.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

2. El Registrador denegará la inscripción de aquellas cláusulas declaradas nulas de


conformidad con lo dispuesto en el párrafo segundo del artícu lo 10 bis de la Ley 26/1984, de
19 de julio, General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
3. Los interesados en una inscripción, anotación preventiva o cancelación, podrán exigir
que antes de extenderse estos asientos en los libros se les dé conocimiento de su minuta.
Si los interesados notaren en la minuta de inscripción realizada por el Registrador algún
error u omisión, podrán pedir que se subsane, acudiendo al Juzgado de Primera Instancia en
el caso de que el Registrador se negare a hacerlo.
El Juez, en el término de seis días, resolverá lo que proceda sin forma de juicio, pero
oyendo al Registrador.
4. El Registrador cuando, al calificar si el título entregado o remitido reúne los requisitos
del artículo 249 de esta Ley, deniegue en su caso la práctica del asiento de presentación
solicitado, pondrá nota al pie de dicho título con indicación de las omisiones advertidas y de
los medios para subsanarlas, comunicándolo a quien lo entregó o remitió en el mismo día o
en el siguiente hábil.
5. La calificación del Registrador, en orden a la práctica de la inscripción del derecho,
acto o hecho jurídico, y del contenido de los asientos registrales, deberá ser global y unitaria.

TÍTULO X
De la Dirección e Inspección de los Registros

Artículo 259. 
Los Registros de la Propiedad dependerán del Ministerio de Justicia. Todos los asuntos
a ellos referentes están encomendados a la Dirección General de los Registros y del
Notariado.

Artículo 260. 
Corresponderá a la Dirección General de los Registros y del Notariado:
Primero. Proponer directamente al Ministro de Justicia o adoptar por sí en los casos que
determinen los preceptos legales o reglamentarios, las disposiciones necesarias para
asegurar en los Registros de la Propiedad la observancia de esta Ley y de los Reglamentos
que se dicten para su ejecución.
Segundo. Instruir los expedientes que se formen para la provisión de los Registros
vacantes, y para celebrar las oposiciones, en los casos en que fueren necesarias, como
también los que tengan por objeto la separación de los funcionarios de la Dirección General
o de los Registradores, proponiendo la resolución definitiva que en cada caso proceda con
arreglo a las leyes.
Tercero. Resolver los recursos gubernativos que se interpongan contra las calificaciones
que de los títulos hagan los Registradores, y las dudas que se ofrezcan a dichos funcionarios
acerca de la inteligencia y ejecución de esta Ley o de los Reglamentos, en cuanto no exijan
disposiciones de carácter general que deban adoptarse por el Ministerio de Justicia.
Cuarto. Formar y publicar los estados del movimiento de la propiedad y de los derechos
reales sobre inmuebles, con arreglo a los datos que faciliten los Registradores.
Quinto. Ejercer la inspección y vigilancia de todos los Registros de la Propiedad.
Sexto. Corregir disciplinariamente a los Registradores por las faltas cometidas en el
desempeño de su cargo y proponer al Ministro de Justicia la destitución, postergación o
traslado de aquellos funcionarios cuando reglamentariamente proceda.
Séptimo. Comunicar las órdenes que dicte en cualquier forma el Ministro de Justicia,
relativas a los servicios encomendados a la Dirección General, y autorizar su publicación,
cuando proceda, en los periódicos oficiales.
Las demás atribuciones de la Dirección, su organización y régimen, se fijarán por el
Reglamento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 261. 
El Cuerpo Facultativo que sirve la Dirección General, se compone del Subdirector y dos
Oficiales Letrados, Jefes Superiores de Administración civil; un Oficial Letrado, Jefe de
Administración de primera clase; otro Oficial Letrado, Jefe de Administración de segunda
clase, y cuatro Auxiliares Letrados, Jefes de Negociado de primera clase, correspondientes a
las cuatro Secciones que actualmente integran aquélla.

Artículo 262. 
Las plazas del Cuerpo Facultativo en las vacantes que ocurran, se proveerán
necesariamente por ascenso riguroso, y la última de los Auxiliares, en turno alterno, por
oposición libre entre Licenciados en Derecho o por concurso de méritos en la forma que
determine el Reglamento, entre Registradores de la Propiedad y Notarios con más de cinco
años de servicios efectivos en sus cargos, quienes quedarán, si obtienen plaza, excedentes
en el escalafón de origen, con los derechos inherentes al estado de excedencia.

Artículo 263. 
El personal del Cuerpo Facultativo que ingrese por oposición directa al mismo tiene,
desde su ingreso en el Centro Directivo, la asimilación a Registrador de la Propiedad y
Notario, la cual se podrá hacer efectiva en las siguientes condiciones:
a) Haber prestado cinco años de servicios como Facultativo en la Dirección General.
b) Solicitar vacante en concurso ordinario de Registros de la Propiedad o Notarías, sin
reserva de turno, computándosele la antigüedad por la que tenga en el Cuerpo Facultativo.
c) En los concursos notariales y en turno de clase se entenderá al Facultativo asimilado
a Notario de primera cuando lleve quince años de servicios efectivos; de segunda, cuando
lleve diez, y de tercera, cuando lleve menos de diez.
El Notario o Registrador que ingrese en la Dirección, conservará los derechos que
tuviera en el Escalafón de origen, pero no podrá reingresar en el mismo en tanto no haya
prestado cinco años de servicios efectivos en aquélla, ni tampoco consolidará derechos en el
Escalafón de la misma.
El Notario, con relación al Cuerpo de Registradores, y el Registrador respecto al de
Notarios, se considerarán en la misma situación que los que hayan ingresado en la Dirección
por oposición directa.
Los funcionarios que hicieren uso de su derecho de asimilación, quedarán excedentes
en el Escalafón del Cuerpo Facultativo.

Artículo 264. 
Los funcionarios del Cuerpo Facultativo de la Dirección podrán ser declarados, a su
instancia, en situación de excedencia, por el plazo mínimo de un año, y durante ésta
continuarán figurando en el escalafón correspondiente en concepto de excedentes
voluntarios, sin derecho al percibo de haberes, pero ascendiendo en aquél como si prestaran
servicio.
Cuando soliciten volver al servicio activo de la Dirección ocuparán la primera vacante de
su categoría que se produzca con posterioridad a la presentación de la solicitud de reingreso
y, hasta tanto ocurra, podrán desempeñar provisionalmente cualquiera otra vacante.

Artículo 265. 
Los expresados funcionarios Facultativos no podrán ser gubernativamente separados,
sino por justa causa relativa al cumplimiento de los deberes de su destino, en virtud de
expediente instruido por el Director y previa consulta del Consejo de Estado, debiendo ser
oído el interesado, a fin de que por escrito formule sus descargos acerca del hecho que
motive el expediente.
En caso de suprimirse alguna de las plazas del mencionado Cuerpo Facultativo, quien la
desempeñare tendrá derecho, mientras no pueda ocupar otra, a las dos terceras partes de
sus haberes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 266. 
El Subdirector y los Oficiales que sean Jefes de Sección del Centro Directivo
constituirán, reunidos bajo la presidencia del Director, la Junta Consultiva de la Dirección
General.
Dicha Junta emitirá dictamen necesariamente cuando se trate de adoptar o proponer
alguna disposición de carácter general sobre los servicios encomendados a la Dirección, y
será oída, asimismo, en la resolución de recursos gubernativos y consultas de solución
dudosa, a propuesta del Jefe de la Sección, en los expedientes de ingreso y separación del
personal facultativo, y siempre que el Director, además, lo considere conveniente.

Artículo 267. 
La Dirección General ejercerá las funciones de inspección y vigilancia a que se refiere el
número quinto del artículo doscientos sesenta, bien directamente, bien por medio de los
Presidentes de las Audiencias territoriales, del Colegio Nacional de Registradores o de los
mismos Registradores, cuando lo crea conveniente para el mejor servicio. La delegación
comprenderá en cada caso las atribuciones al efecto necesarias.

Artículo 268. 
La Dirección podrá acordar y practicar, directamente o mediante delegación, las visitas
de inspección a los Registros que considere convenientes para conocer el estado en que se
encuentren, bien generales a todo el Registro bien parciales a determinados libros o
documentos del mismo.

Artículo 269. 
Los Presidentes de las Audiencias serán inspectores permanentes de los Registros de
su territorio y podrán ejercer las facultades que en tal concepto les corresponden,
inmediatamente o por medio de otros Magistrados o Jueces de primera instancia de carrera.
Anualmente remitirán dichos Presidentes a la Dirección General un parte circunstanciado
del estado en que se hallaren los Registros sujetos a su inspección.

Artículo 270. 
Los Registradores remitirán el día último de cada semestre al Presidente de la Audiencia
de su territorio, una certificación duplicada en la que harán constar, bajo su responsabilidad,
el estado de su Registro, con los datos y en la forma que determine el Reglamento.
El Presidente de la Audiencia devolverá, luego de sellado, uno de los ejemplares de
dicha certificación al Registrador, el cual lo archivará, a efecto de su comprobación en las
visitas de inspección.

Artículo 271. 
Si al practicarse la inspección se observare alguna falta de formalidad por parte de los
Registradores en el modo de llevar los Registros o cualquiera infracción de la Ley o de los
Reglamentos para su ejecución, el Inspector adoptará las disposiciones necesarias para
corregirlas y, en su caso, sancionarlas con arreglo a la misma Ley. Del mismo modo
procederá la Dirección General si la falta resultare comprobada por el contenido de la
certificación semestral.
Si la falta o infracción notada pudiere ser calificada de delito, pasarán el tanto de culpa al
Juzgado competente.
Siempre que la Dirección General suspenda a algún Registrador, nombrará otro que le
reemplace interinamente, con sujeción a las normas reglamentarias sobre interinidades.

Artículo 272. 
Las comisiones de servicio que se concedan a los Registradores o Notarios en la
Dirección General, se conferirán únicamente para auxiliar los trabajos de carácter
extraordinario que se encomienden a dicha Dirección General; pero por ningún concepto

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

podrá exceder su número de tres Registradores y de tres Notarios los que a la vez
desempeñen las expresadas comisiones.
La duración de estas comisiones no podrá exceder de un año, que se podrá prorrogar, si
mediare necesidad del servicio público, solamente por un plazo igual.

Artículo 273. 
Los Registradores podrán consultar directamente con la Dirección General cualquiera
duda que se les ofrezca sobre la inteligencia y ejecución de esta Ley o de su Reglamento, en
cuanto verse sobre la organización o funcionamiento del Registro, y sin que en ningún caso
puedan ser objeto de consulta las materias o cuestiones sujetas a su calificación.

TÍTULO XI
De la demarcación de los Registros y del nombramiento, cualidades y deberes
de los Registradores

Artículo 274. 
Cada Registro de la propiedad estará a cargo de un Registrador, salvo el caso de
excepción a que se refiere el artículo doscientos setenta y cinco.
Los Registradores de la Propiedad tienen el carácter de funcionarios públicos para todos
los efectos legales y tendrán tratamiento de Señoría en los actos de oficio.

Artículo 275. 
Subsistirán los Registros de la Propiedad en todas las poblaciones en que se hallen
establecidos. No obstante, el Ministerio de Justicia, a propuesta de la Dirección General de
los Registros y del Notariado, y con las formalidades reglamentarias, cuando así convenga al
servicio público, atendido el volumen y movimiento de la titulación sobre bienes inmuebles y
derechos reales, podrá, oyendo al Consejo de Estado, acordar el establecimiento de nuevos
Registros de la Propiedad en determinadas localidades, así como la modificación o
supresión de los existentes.
Podrá asimismo la Dirección General proceder a la división personal de algún Registro,
una vez acordada por el Ministro su división material y en tanto se lleve a cabo ésta, previo
expediente y con arreglo al Reglamento. Esa división, que tendrá carácter provisional, se
llevará a efecto, en todo caso, vacante el Registro, el cual se anunciará en concurso para su
provisión con dos Registradores.
Los Registros que en lo sucesivo se dividan funcionarán con un solo libro Diario, común
para los que se establezcan como consecuencia de la división.
Para alterar la circunscripción territorial que en la actualidad corresponde a cada
Registro, fuera de los casos de los dos párrafos anteriores, deberá existir motivo de
necesidad o conveniencia pública, que se hará constar en el expediente, y será oído el
Consejo de Estado.

Artículo 275 bis. 


La Dirección General de los Registros y del Notariado designará, en la forma que
reglamentariamente se determine, un cuadro de sustituciones en virtud del cual uno o varios
Registradores que sirvan en un Registro de la Propiedad puedan calificar y despachar
documentos correspondientes a otros Registros.
Dicho cuadro podrá incluir Registradores de la misma provincia o de provincias limítrofes
sin que en ningún caso puedan tener estas sustituciones carácter recíproco.

Artículo 276. 
Cada Registrador tendrá la categoría personal que con arreglo a su número en el
escalafón le corresponda.
Tendrán categoría de primera clase los que ocupen uno de los ciento veinticinco
primeros números del escalafón; de segunda, los comprendidos entre el ciento veintiséis y el

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

doscientos cincuenta; de tercera, los comprendidos entre el doscientos cincuenta y uno y el


trescientos setenta y cinco, y de cuarta, todos los posteriores.
En el mes de enero de cada año, la Dirección General formará el Escalafón de los
Registradores de la Propiedad por orden de antigüedad absoluta, computada a partir de la
fecha del nombramiento, siempre que la toma de posesión haya tenido lugar dentro del
término posesorio y desde la fecha de posesión en otro caso, con expresión del Registro que
desempeñe cada uno y de la categoría personal que le corresponda. Al orden de este
Escalafón se sujetarán todos los nombramientos que se hagan para la provisión de
Registros vacantes.

Artículo 277. 
El ingreso en el Cuerpo de Registradores se efectuará mediante oposición, ajustada al
Reglamento redactado por la Dirección General. Los opositores aprobados constituirán el
Cuerpo de Aspirantes y serán nombrados Registradores efectivos con arreglo a lo dispuesto
en el párrafo tercero del artículo doscientos ochenta y cuatro.
Cuando quedaren únicamente por colocar cinco Aspirantes, la Dirección convocará
nueva oposición, a fin de cubrir cincuenta plazas, número máximo que por ningún concepto
podrá ser ampliado.

Artículo 278. 
El nombramiento de los Registradores se hará por el Ministerio de Justicia.

Artículo 279. 
Para ser nombrado Registrador se requiere:
Primero. Ser español, varón y mayor de veintitrés años de edad.
Segundo. Ser Licenciado en Derecho.

Artículo 280. 
No podrán ser Registradores:
Primero. Los fallidos o concursados que no hayan obtenido rehabilitación.
Segundo. Los deudores al Estado o a fondos públicos, como segundos contribuyentes, o
por alcance de cuentas.
Tercero. Los procesados criminalmente contra los que se haya dictado auto de prisión,
mientras no haya quedado sin efecto.
Cuarto. Los condenados a penas graves.

Artículo 281. 
El cargo de Registrador es incompatible con el de Juez o Fiscal Municipal o Comarcal,
Notario y, en general, con todo empleo o cargo público, en propiedad o por sustitución, esté
o no retribuido con fondos del Estado, de la Provincia o del Municipio.

Artículo 282. 
No se dará posesión de su cargo a los que sean nombrados Registradores, sin que
presten previamente una fianza en la forma y cuantía que fijará el Reglamento.
Si el nombrado Registrador no prestare dicha fianza, deberá depositar en algún Banco
autorizado por la Ley la cuarta parte de los honorarios que devengue, hasta completar la
suma de la garantía.

Artículo 283. 
La fianza de los Registradores y el depósito, en su caso, quedarán afectos, mientras no
se devuelvan, a las responsabilidades en que aquéllos incurran por razón de su cargo, con
preferencia a cualesquiera otras obligaciones de los mismos Registradores.
La fianza o el depósito, en su caso, no se devolverán a los Registradores hasta que
hubieren cesado en el ejercicio de su cargo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 284. 
La provisión de los Registros vacantes se efectuará siempre por concurso de rigurosa
antigüedad entre Registradores, apreciada aquélla con arreglo al Escalafón vigente al tiempo
de resolverse el concurso.
Los Registradores que hubieren sido corregidos disciplinariamente con privación de
ascenso no podrán solicitar en dichos concursos durante el tiempo por el que se les haya
impuesto la corrección.
Los Registros que no fueren solicitados en el concurso por ningún Registrador se
proveerán entre Aspirantes por el orden de numeración en que los haya colocado el Tribunal
censor.

Artículo 285. 
A los únicos efectos del cómputo de la antigüedad en los concursos para provisión de
Registros, se entenderá que los Registradores que sirvan en las posesiones de Guinea y
que lleven dos años completos de servicios efectivos en las mismas tendrán antigüedad de
seis años de servicios prestados en cualquier Registro de la Península.

Artículo 286. 
Los Registradores no podrán permutar sus destinos sino mediante justa causa, a juicio
de la Dirección General y siempre que concurran las circunstancias siguientes:
Primera. Que los Registradores tengan la misma categoría personal.
Segunda. Que los productos de uno de los Registros a que la permuta se refiera no
excedan a los del otro en una cuarta parte, según los datos estadísticos del último
quinquenio.
Tercera. Que ninguno de los permutantes haya cumplido la edad de sesenta y cuatro
años.
Si la permuta se concediere, no podrán los Registradores permutantes obtener otro
Registro por concurso o por nueva permuta, ni ser declarados excedentes voluntarios, hasta
dos años después de la aprobación de aquélla.

Artículo 287. 
Los Registradores de la propiedad podrán ser declarados, a su instancia, excedentes por
tiempo que no será nunca menor de un año. Cumplido este plazo, podrán volver al servicio
activo, solicitando vacantes en concurso ordinario.
No se dará curso a la solicitud de excedencia voluntaria cuando el interesado se halle
sometido a expediente de remoción, traslación, corrección u otro análogo.
Los Registradores que, por ser miembros de Cámaras legislativas, quedasen en
situación de excedencia, permanecerán en la misma durante el tiempo que desempeñen
dichos cargos, pudiendo quedar, a su instancia, reservado el Registro que desempeñaren
para volver al mismo cuando se reintegren al servicio activo por haber cesado en la
representación.

Artículo 288. 
Los Registradores no podrán ausentarse del punto de su residencia oficial en los días no
feriados y durante las horas de oficina sino en los casos siguientes:
Primero. Cuando tuvieren que hacerlo con objeto de entregar los fondos recaudados por
el impuesto de Derechos reales y transmisión de bienes o por otra justa causa, pero dando
parte por medio de comunicación al Presidente de la Audiencia, así del día en que se
ausenten como del motivo que a ello les obliga, y dejando al sustituto encargado del
Registro. En estas ausencias no podrán invertir más que el tiempo que prudencialmente
necesiten para cumplir aquel deber o para atender a la causa que las motiva, dando
conocimiento al mismo Presidente de su regreso.

– 612 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Segundo. Cuando hayan obtenido licencia. La Dirección podrá concedérsela por el plazo
máximo, en cada año, de dos meses, siempre que, a su juicio, medie justa causa. El Ministro
podrá prorrogar este plazo por otro mes.
Los Presidentes de las Audiencias darán cuenta inmediata a la Dirección de la fecha en
que se ausenten y regresen los Registradores.

Artículo 289. 
Los Registradores no podrán ser destituidos ni trasladados a otros Registros, contra su
voluntad, sino por sentencia judicial o por el Ministro de Justicia, en virtud de expediente
instruido por la Dirección, con audiencia del interesado y en vista de los informes que
considere necesarios.
Para que la destitución o traslación puedan decretarse por el Ministerio de Justicia, se
deberá acreditar en el expediente alguna falta cometida por el Registrador en el ejercicio de
su cargo o que le haga desmerecer en el concepto público, y será oído el Consejo de
Estado.

Artículo 290. 
El Registrador que cese en el desempeño de su cargo por reforma o supresión del
Registro será considerado excedente forzoso y deberá solicitar inmediatamente otro Registro
en los concursos que se celebren.
Durante el tiempo que permanezca en dicha situación de excedencia, y como máximo
seis meses, tendrá los derechos que la legislación de Clases Pasivas pueda reconocerle con
arreglo a sus años de servicio activo y al sueldo regulador que, según su categoría personal,
le correspondería en caso de jubilación, conforme al artículo siguiente.

Artículo 291. 
Los Registradores podrán ser jubilados a su instancia, por imposibilidad física
debidamente acreditada o por haber cumplido sesenta y cinco años de edad. Podrán serlo
por la Administración en los casos previstos en la legislación general del Estado. La
jubilación será forzosa para el Registrador que hubiere cumplido los setenta años.
A efectos de su clasificación, se entenderá como sueldo regulador, solamente para la
declaración del haber que hayan de disfrutar con arreglo a la legislación de Clases Pasivas,
y a falta de otro mayor que pudiere corresponderles:
a) Para los Registradores que al jubilarse tengan categoría personal de primera clase y
ocupen uno de los doce primeros números del Escalafón, el sueldo de Magistrados de
término; para los que ocupen del número trece al cincuenta, el de Magistrados de ascenso, y
para los que ocupen del número cincuenta y uno al ciento veinticinco, el de Magistrados de
entrada.
b) Para los que tengan categoría personal de segunda clase, el sueldo de los Jueces de
Primera Instancia de término.
c) Para los que tengan categoría personal de tercera clase, el de los Jueces de Primera
Instancia de ascenso.
d) Y finalmente, para los que tengan categoría personal de cuarta clase, el de los Jueces
de Primera Instancia de entrada.

Artículo 292. 
Luego que los Registradores tomen posesión del cargo propondrán al Presidente de la
Audiencia de su territorio el nombramiento de un sustituto que los reemplace en sus
ausencias y enfermedades, pudiendo elegir para ello, bien a alguno de los Oficiales del
mismo Registro, o bien a otra persona de su confianza.
Si el Presidente de la Audiencia se conformare con la propuesta, expedirá desde luego el
nombramiento al sustituto; si no se conformare por algún motivo grave, mandará al
Registrador que le proponga otra persona.
El sustituto desempeñará sus funciones bajo la responsabilidad del Registrador, y será
removido siempre que éste lo solicite.

– 613 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 293. 
Los Registradores formarán al final de cada año y remitirán a la Dirección General
estados comprensivos de las enajenaciones de inmuebles, de los derechos reales
constituidos sobre los mismos, de las hipotecas y de los préstamos hechos durante el año,
en la forma y con las circunstancias que determine el Reglamento.

Artículo 294. 
Los Registradores percibirán los honorarios que se establezcan en su Arancel, que
aprobará el Ministerio de Justicia, y costearán los gastos necesarios para el funcionamiento
y conservación de los Registros.

Artículo 295. 
Reglamentariamente se determinará la existencia, organización y medios económicos
del Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad, así como sus fines, principalmente
mutualistas y de asociación.

TÍTULO XII
De la responsabilidad y del régimen disciplinario de los registradores

Sección 1.ª De la responsabilidad de los Registradores

Artículo 296. 
Los Registradores responderán civilmente, en primer lugar, con sus fianzas, y en
segundo, con sus demás bienes, de todos los daños y perjuicios que ocasionen:
Primero. Por no asentar en el Diario, no inscribir o no anotar preventivamente en el
término señalado en la Ley los títulos que se presenten al Registro.
Segundo. Por error o inexactitud cometidos en inscripciones, cancelaciones, anotaciones
preventivas o notas marginales.
Tercero. Por no cancelar sin fundado motivo alguna inscripción o anotación, u omitir el
asiento de alguna nota marginal, en el término correspondiente.
Cuarto. Por cancelar alguna inscripción, anotación preventiva o nota marginal, sin el
título y los requisitos que exige esta Ley.
Quinto. Por error u omisión en las certificaciones de inscripción o de libertad de los
inmuebles o derechos reales, o por no expedir dichas certificaciones en el término señalado
en esta Ley.

Artículo 297. 
Los errores, inexactitudes u omisiones expresadas en el artículo anterior no serán
imputables al Registrador cuando tengan su origen en algún defecto del título inscrito y no
sea de los que notoriamente deberían haber motivado la denegación o la suspensión de la
inscripción, anotación o cancelación.

Artículo 298. 
La rectificación de errores cometidos en asientos de cualquiera especie, y que no traigan
su origen de otros cometidos en los respectivos títulos, no librará al Registrador de la
responsabilidad en que pueda incurrir por los perjuicios que hayan ocasionado los mismos
asientos antes de ser rectificados.

Artículo 299. 
El Registrador será responsable con su fianza y con sus bienes de las indemnizaciones y
multas a que pueda dar lugar la actuación de su sustituto en el Registro mientras esté a su
cargo.

– 614 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 300. 
El que por error, malicia o negligencia del Registrador perdiere un derecho real o la
acción para reclamarlo podrá exigir, desde luego, del mismo Registrador el importe de lo que
hubiere perdido.
El que por las mismas causas pierda sólo la hipoteca que asegure una obligación, podrá
exigir que el Registrador, a su elección, le proporcione otra hipoteca igual a la perdida o
deposite, desde luego, la cantidad asegurada para responder en su día de dicha obligación.

Artículo 301. 
El que por error, malicia o negligencia del Registrador quede libre de alguna carga o
limitación inscritas será responsable solidariamente con el mismo Registrador del pago de
las indemnizaciones a que éste sea condenado por su falta.

Artículo 302. 
Siempre que en el caso del artículo anterior indemnice el Registrador al perjudicado,
podrá repetir la cantidad que por tal concepto pagare contra el que por su falta haya
resultado favorecido.
Cuando el perjudicado dirigiere su acción contra el favorecido por dicha falta, no podrá
repetir contra el Registrador sino en el caso de que no llegue a obtener la indemnización
reclamada o alguna parte de ella.

Artículo 303. 
Toda demanda que se deduzca contra el Registrador para exigirle la responsabilidad se
presentará y sustanciará ante el Juzgado o Tribunal a que corresponda el Registro en que se
haya cometido la falta.

Artículo 304. 
Cuando por sentencia ejecutoria se condene a un Registrador a la indemnización de
daños y perjuicios, se publicarán edictos en el BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO y en el de
la provincia correspondiente, si hubieren de hacerse efectivas las responsabilidades con la
fianza, por no satisfacer el condenado el importe de la indemnización.
En virtud de este edicto podrán deducir sus respectivas demandas los que se crean
perjudicados por otros actos del mismo Registrador, y si no lo hicieren en el término de
noventa días se llevará a efecto la sentencia.

Artículo 305. 
Si se dedujeren dentro del término de los noventa días algunas reclamaciones,
continuará suspendida la ejecución de la sentencia hasta que recaiga sobre ellas resolución
firme, a no ser que la fianza bastare notoriamente para cubrir el importe de dichas
reclamaciones después de cumplida la ejecutoria.

Artículo 306. 
Cuando la fianza no alcanzare a cubrir todas las reclamaciones que se declaren
procedentes, se prorrateará su importe entre los que las hayan formulado.
Lo dispuesto en el párrafo anterior se entenderá sin perjuicio de la responsabilidad de los
demás bienes del Registrador.

Artículo 307. 
La Dirección General de los Registros y del Notariado suspenderá, desde luego, al
Registrador condenado por ejecutoria a la indemnización de daños y perjuicios, si en el
término de diez días no completare o repusiere su fianza o no asegurase a los reclamantes
las resultas de los respectivos juicios.

– 615 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 308. 
El perjudicado por los actos de un Registrador que no deduzca su demanda en el
término de los noventa días señalados en el artículo trescientos cuatro deberá ser
indemnizado con lo que restare de la fianza o de los bienes del mismo Registrador y sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo trescientos uno.

Artículo 309. 
Si admitida la demanda de indemnización no pareciere bastante para asegurar su
importe el de la fianza, deberá el Juez o Tribunal decretar, a instancia del actor, una
anotación preventiva sobre los bienes del Registrador.

Artículo 310. 
Cuando un Registrador fuere condenado a la vez a la indemnización de daños y
perjuicios y al pago de multas se abonarán con preferencia los primeros.

Artículo 311. 
La acción para pedir la indemnización de los daños y perjuicios causados por los actos
de los Registradores prescribirá al año de ser conocidos los mismos perjuicios por el que
pueda reclamarlos y no durará en ningún caso más tiempo que el señalado por el Código
Civil para la prescripción de las acciones personales, contándose desde la fecha en que la
falta haya sido cometida.

Artículo 312. 
El Juez o Tribunal ante quien fuere demandado un Registrador para la indemnización de
perjuicios causados por sus actos dará inmediatamente conocimiento de la demanda a la
Dirección General de los Registros y del Notariado y, en su día, de la sentencia que recaiga.

Sección 2.ª Del régimen disciplinario de los Registradores

Artículo 313. 
El régimen disciplinario de los Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes
Muebles se regirá por lo establecido en los artículos siguientes y en las restantes normas de
desarrollo. Supletoriamente, a falta de normas especiales, se aplicará lo dispuesto en las
normas reguladoras del régimen disciplinario de los funcionarios civiles del Estado, excepto
en lo referente a la tipificación de las infracciones.
Se considerarán infracciones muy graves, graves o leves de los Registradores de la
Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, las siguientes:
A) Son infracciones muy graves:
a) El abandono del servicio.
b) Las conductas constitutivas de delito doloso relacionadas con la prestación de la fe
pública registral que causen daño a la Administración o a los particulares declaradas en
sentencia firme.
c) Las conductas que hayan acarreado sanción administrativa, en resolución firme, por
infracción grave de disposiciones en materia de prevención de blanqueo de capitales,
tributaria, de mercado de valores u otras previstas en la legislación especial que resulte
aplicable, siempre que dicha infracción esté directamente relacionada con el ejercicio de su
profesión.
d) La inscripción de títulos contrarios a lo dispuesto en las Leyes o sus Reglamentos o a
sus formas y reglas esenciales, siempre que se deriven perjuicios graves para el
presentante, para terceros o para la Administración y que no se trate de meras cuestiones
interpretativas u opinables en Derecho.
e) La reincidencia en la comisión de infracciones graves en el plazo de dos años siempre
que hubieran sido sancionadas por resolución firme.

– 616 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

f) El incumplimiento grave de las normas sobre incompatibilidades contenidas en la Ley


12/1995, de 11 de mayo, de incompatibilidades de los Miembros del Gobierno de la Nación y
de los Altos Cargos de la Administración General del Estado, y en la Ley 53/1984, de 26 de
diciembre, de incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones públicas.
g) La percepción de derechos arancelarios con infracción de las disposiciones por las
que aquéllos se rijan.
h) El retraso injustificado y generalizado en la inscripción de los títulos presentados. A
estos efectos, se considera generalizado aquel retraso que afecta a un diez por ciento o más
de los títulos atendiendo al número de los presentados trimestralmente.
i) El incumplimiento de las obligaciones de custodia y uso de la firma electrónica
avanzada del Registrador, así como la obligación de denunciar la pérdida, extravío o
deterioro o situación que ponga en riesgo el secreto o la unicidad del dispositivo seguro de
creación de firma electrónica.
j) Asimismo, son infracciones muy graves las siguientes:
1. El incumplimiento del deber de fidelidad a la Constitución en el ejercicio de la
profesión.
2. Toda actuación profesional que suponga discriminación por razón de raza, sexo,
religión, lengua opinión, lugar de nacimiento, vecindad o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social.
3. La violación de neutralidad o independencia políticas, utilizando las facultades
atribuidas para influir en procesos electorales de cualquier naturaleza y ámbito así como la
obstaculización al ejercicio de las libertades públicas y derechos sindicales.
B) Son infracciones graves:
a) Las conductas que hayan acarreado sanción administrativa, en resolución firme, por
infracción de disposiciones en materia de prevención de blanqueo de capitales, tributaria, de
mercado de valores, u otras previstas en la legislación especial que resulte aplicable,
siempre que dicha infracción esté directamente relacionada con el ejercicio de su profesión y
no constituyan faltas muy graves.
b) La negativa injustificada a la prestación de funciones requeridas, así como la ausencia
injustificada por más de dos días del lugar de su residencia, siempre que cause daño a
tercero; en particular se considerará a los efectos de esta infracción de negativa injustificada
a la prestación de funciones requeridas, la denegación injustificada del registrador a
extender asiento de presentación, a inscribir, a expedir nota, a motivar sus actuaciones, en
particular su calificación negativa, a notificar en los términos legal o reglamentariamente
previstos, a practicar los asientos o a elevar el expediente en los plazos y forma
establecidos.
c) Las conductas que impidan prestar con imparcialidad, dedicación y objetividad las
obligaciones de calificación que la vigente legislación atribuye a los Registradores de la
Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles o que pongan en peligro los deberes de
honradez e independencia necesarios para el ejercicio público de su función.
d) Los enfrentamientos graves y reiterados del Registrador con autoridades, interesados
u otros Registradores, en el lugar, zona o distrito donde ejerza su función debida a actitudes
no justificadas de aquél.
e) El incumplimiento grave y reiterado de cualesquiera deberes impuestos por la
legislación registral o por acuerdo corporativo vinculante así como el impago de los gastos
colegiales acordados reglamentariamente.
f) El incumplimiento reiterado de facilitar el acceso telemático a los datos del Registro
g) El incumplimiento reiterado de la obligación de atención al público en las horas
determinadas.
h) La reincidencia por la comisión de infracciones leves en el plazo de dos años siempre
que hubieran sido sancionadas por resolución firme.
i) Asimismo, son infracciones graves las siguientes:
1. La falta de rendimiento que afecte al normal funcionamiento del servicio y no
constituya falta muy grave.

– 617 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

2. La falta de obediencia debida al Colegio de Registradores de la Propiedad y


Mercantiles.
j) El incumplimiento reiterado de los plazos establecidos en el artículo 134 de la Ley
2/1995, de 13 de marzo, de Sociedades de Responsabilidad Limitada.
j´) El retraso injustificado en la inscripción de los títulos presentados.
k) El incumplimiento y la falta de obediencia a las Instrucciones y resoluciones de
carácter vinculante de la Dirección General de los Registros y del Notariado, así como la
falta de respeto o menosprecio a dicho Centro Directivo.
C) Es infracción disciplinaria leve, si no procediere calificarla como grave o muy grave, el
incumplimiento de los deberes y obligaciones impuestos por la legislación registral o, con
base en ella, por resolución administrativa o acuerdo corporativo. Tratándose del
incumplimiento de un acuerdo corporativo será necesario que el registrador previamente
haya sido requerido para su observancia por el Colegio de Registradores de la Propiedad y
Mercantiles de España.
El requerimiento citará expresamente el precepto, dará un plazo para cumplirlo y
apercibirá al Registrador de que, si no lo hace, podrá incurrir en infracción disciplinaria leve.
Los miembros de los órganos de gobierno del Colegio de Registradores de la Propiedad
y Mercantiles de España podrán ser sancionados por el Ministro de Justicia o por el Director
general de los Registros y del Notariado, en los supuestos siguientes, que tendrán la
consideración de infracción grave, salvo que fuere reiterada en el transcurso de su mandato,
en cuyo caso será infracción muy grave:
a) El incumplimiento grave o reiterado de sus deberes, siempre que suponga infracción
de un precepto legal, reglamentario o corporativo.
b) La negativa o resistencia a cumplir instrucciones, circulares, resoluciones o actos
administrativos de obligado cumplimiento y las graves insuficiencias o deficiencias en su
cumplimiento.
c) El incumplimiento o cumplimiento defectuoso de acuerdos corporativos regularmente
adoptados, si mediara dolo o negligencia grave.

Artículo 314. 
Las sanciones que pueden ser impuestas a los Registradores, sin perjuicio de lo previsto
en la legislación registral en relación a la traba de su fianza, son las siguientes:
a) Apercibimiento.
b) Multa.
c) Suspensión de los derechos de ausencia, licencia o traslación voluntaria hasta dos
años.
d) Postergación en la antigüedad en la carrera cien puestos.
e) Traslación forzosa.
f) Suspensión de funciones hasta cinco años.
g) Separación del servicio.
En la sanción de multa existirá una escala de tres tramos: menor, entre 600 y 3.000
euros ; media, entre 3.001 y 12.000 euros y mayor entre 12.001 y 30.000 euros. En caso de
reiteración podrá multiplicarse dicha cuantía hasta un máximo del cien por cien de la multa a
pagar.
Las infracciones muy graves se sancionarán con multa en el último tramo, traslación
forzosa, suspensión de funciones y separación del servicio.
Las infracciones graves con multa a partir del tramo medio de la escala, con suspensión
de los derechos reglamentarios de ausencia, licencia o traslación voluntaria y con
postergación.
Las infracciones leves sólo podrán ser sancionadas con apercibimiento, con multa de
tramo menor o con suspensión de los derechos reglamentarios de ausencia, licencia o
traslación voluntaria.
Las sanciones se graduarán atendiendo en cada caso concreto, esencialmente, a la
trascendencia que para la prestación de la función registral tenga la infracción cometida, la
existencia de intencionalidad o reiteración y la entidad de los perjuicios ocasionados.

– 618 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

La imposición de una sanción por infracción grave o muy grave llevará aneja, como
sanción accesoria, la privación de la aptitud para ser elegido miembro de los órganos de
gobierno del Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España
mientras no se haya obtenido rehabilitación.
El Registrador separado del servicio causará baja en el escalafón y perderá todos sus
derechos, excepto los derivados de la previsión, en los casos en que correspondan.

Artículo 315. 
Son órganos competentes en la imposición de la sanción, el Colegio de Registradores de
la Propiedad y Mercantiles de España, a través de la Junta de Gobierno o de las Juntas
Territoriales o Autonómicas, la Dirección General de los Registros y del Notariado y el
Ministro de Justicia.
El Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, a través de la
Junta de Gobierno o de las Juntas Territoriales y Autonómicas, podrá imponer las sanciones
de apercibimiento y multa en los tramos menor y medio.
La Dirección General de los Registros y del Notariado será el órgano competente para
imponer las sanciones no reservadas a la Juntas Territoriales y Autonómicas excepto la
separación del servicio.
La separación del servicio sólo podrá ser impuesta por el Ministro de Justicia.

Artículo 316. 
Las infracciones prescribirán a los cuatro meses, en el caso de infracciones leves ; a los
dos años las infracciones graves y a los cuatro años las infracciones muy graves
computados desde su comisión.
Los mismos plazos serán necesarios en los mismos supuestos, para la prescripción de
las sanciones computados desde el día siguiente al que adquiera firmeza la resolución en
que se impongan.
La incoación de procedimiento penal no será obstáculo para la iniciación de un
expediente disciplinario por los mismos hechos, mas no se dictará resolución en éste en
tanto no haya recaído sentencia o auto de sobreseimiento firmes en la causa penal.
En todo caso, la declaración de hechos probados contenida en la resolución que pone
término al procedimiento penal vinculará a la que se dicte en el expediente disciplinario, sin
perjuicio de la distinta calificación jurídica que puedan merecer en una y otra vía.
Sólo podrá recaer sanción penal y disciplinaria sobre los mismos hechos cuando no
hubiere identidad de fundamento jurídico y de bien jurídico protegido.

Artículo 317. 
A salvo las medidas cautelares que puedan adoptar los juzgados o tribunales
competentes, las sanciones disciplinarias de apercibimiento y multa se ejecutarán cuando
quede agotada la vía administrativa. Las sanciones de postergación, traslación, suspensión
de funciones y separación de servicio, se ejecutarán cuando sean firmes.
El Ministro de Justicia, en el supuesto de la separación del servicio, o el Director general
de los Registros y del Notariado en los restantes casos, podrán suspender provisionalmente
en el ejercicio de sus funciones a cualquier Registrador respecto del que se haya ordenado
incoar procedimiento disciplinario por infracción muy grave o grave, si ello fuere necesario
para asegurar la debida instrucción del expediente o para impedir que continúe el daño al
interés público o de terceros. La resolución acordando la suspensión provisional, que
agotará la vía administrativa, será recurrible independientemente.
Los Registradores sancionados podrán obtener la cancelación en sus expedientes
personales de las sanciones anotadas cuando haya transcurrido un año desde que ganó
firmeza la orden, resolución o acuerdo sancionador si la falta fue leve, dos años si fue grave
y cuatro años si fue muy grave, salvo si los efectos de la sanción se extendieren a plazos
superiores, en cuyo caso será necesario el transcurso de éstos.

– 619 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 318. 
No podrán imponerse sanciones por infracciones graves o muy graves sino en virtud del
procedimiento ordinario que establezca el Reglamento Hipotecario. El plazo máximo para
dictar y notificar la resolución será de nueve meses, ampliables por otros tres mediante
acuerdo motivado del órgano que decidió la iniciación del procedimiento.
La imposición de sanciones por infracción leve se hará en procedimiento abreviado que
sólo requerirá la previa audiencia del inculpado. En estos casos, el plazo máximo para dictar
y notificar la resolución será de tres meses.
Transcurridos los expresados plazos máximos, el procedimiento quedará caducado, pero
la caducidad no producirá por sí sola la prescripción de la infracción.

TÍTULO XIII
De los documentos no inscritos

Artículo 319. 
Los Juzgados y Tribunales ordinarios y especiales, los Consejos y las Oficinas del
Estado no admitirán ningún documento o escritura de que no se haya tomado razón en el
Registro por los cuales se constituyan, reconozcan, transmitan, modifiquen o extingan
derechos reales sujetos a inscripción, si el objeto de la presentación fuere hacer efectivo, en
perjuicio de tercero, un derecho que debió ser inscrito. Si tales derechos hubieran tenido ya
acceso al Registro, la inadmisión procederá, cualquiera que sea la persona contra quien se
pretenda hacerlos valer ante los Tribunales, Consejos y Oficinas expresados.
Se exceptúa de dicha prohibición la presentación de documentos o escrituras a los
efectos fiscales o tributarios.
En los expedientes de expropiación forzosa que se sigan contra el que tenga los bienes
en concepto de poseedor no será necesario que éstos tengan tomada razón de dicha
situación en el Registro.

Artículo 320. 
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, podrá admitirse el documento no inscrito
y que debió serlo si el objeto de la presentación fuere únicamente corroborar otro título
posterior inscrito o ejercitar la acción de rectificación del Registro.

Artículo 321. 
También podrá admitirse el documento expresado en el artículo anterior cuando se
presente para pedir la declaración de nulidad y consiguiente cancelación de algún asiento
que impida verificar la inscripción de aquel documento.

TÍTULO XIV
Recursos contra la calificación

Artículo 322. 
La calificación negativa del documento o de concretas cláusulas del mismo deberá
notificarse al presentante y al Notario autorizante del título presentado y, en su caso, a la
autoridad judicial o al funcionario que lo haya expedido.
Dicha notificación se efectuará de conformidad con lo previsto en los artículos 58 y 59 de
la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común. A tal efecto, será válida la notificación practicada
por vía telemática si el interesado lo hubiere manifestado así al tiempo de la presentación del
título y queda constancia fehaciente.
Igualmente deberá notificarse la calificación negativa de cláusulas concretas cuando la
calificación suspensiva o denegatoria no afecte a la totalidad del título, el cual podrá
inscribirse parcialmente a solicitud del interesado. En este caso, podrán practicarse asientos

– 620 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

posteriores, siempre que no impidan en su día la inscripción de las cláusulas suspendidas o


denegadas en el caso de que se recurra la calificación y se estime la impugnación.
Interpuesto el recurso, el registrador hará constar por nota al margen del asiento
correspondiente, una relación sucinta pero suficiente del contenido de los pactos o cláusulas
rechazadas.
A tal fin, se entenderá que es domicilio hábil a efecto de notificaciones el designado por
el presentante al tiempo de la presentación, salvo que en el título se haya consignado otro a
tal efecto. Respecto del Notario autorizante o de la autoridad judicial o funcionario que lo
expidió, la notificación se practicará en su despacho, sede o dependencia administrativa.

Artículo 323. 
Si la calificación fuere negativa o el registrador denegare la práctica de la inscripción de
los títulos no calificados en plazo, se entenderá prorrogado automáticamente el asiento de
presentación por un plazo de sesenta días contados desde la fecha de la última notificación
a que se refiere el artículo anterior. De esta fecha se dejará constancia por nota al margen
del asiento de presentación.
La duración de la prórroga y del plazo para interponer recurso gubernativo empezará a
contar, en el caso de que se vuelva a presentar el título calificado durante la vigencia del
asiento de presentación sin haberse subsanado los defectos en los términos resultantes de
la nota de calificación, desde la notificación de ésta.
Vigente el asiento de presentación, el interesado o el Notario autorizante del título y, en
su caso, la autoridad judicial o el funcionario que lo hubiere expedido, podrán solicitar dentro
del plazo de sesenta días a que se refiere el párrafo anterior que se practique la anotación
preventiva prevista en el artículo 42.9 de la Ley Hipotecaria.

Artículo 324. 
Las calificaciones negativas del registrador podrán recurrirse potestativamente ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado en la forma y según los trámites previstos
en los artículos siguientes, o ser impugnadas directamente ante los juzgados de la capital de
la provincia a la que pertenezca el lugar en que esté situado el inmueble, siendo de
aplicación las normas del juicio verbal y observándose, en la medida en que le sean
aplicables, las disposiciones contenidas en el artículo 328 de esta Ley.
Cuando el conocimiento del recurso esté atribuido por los Estatutos de Autonomía a los
órganos jurisdiccionales radicados en la Comunidad Autónoma en que esté demarcado el
Registro de la Propiedad, el recurso se interpondrá ante el órgano jurisdiccional competente.
Si se hubiera interpuesto ante la mencionada Dirección General, ésta lo remitirá a dicho
órgano.

Artículo 325. 
Estarán legitimados para interponer este recurso:
a) La persona, natural o jurídica, a cuyo favor se hubiera de practicar la inscripción, quien
tenga interés conocido en asegurar los efectos de ésta, como transferente o por otro
concepto, y quien ostente notoriamente o acredite en forma auténtica la representación legal
o voluntaria de unos y otros para tal objeto ; el defecto o falta de acreditación de la
representación se podrá subsanar en el plazo que habrá de concederse para ello, no
superior a diez días, salvo que las circunstancias del caso así lo requieran ;
b) el Notario autorizante o aquel en cuya sustitución se autorice el título, en todo caso ;
c) la autoridad judicial o funcionario competente de quien provenga la ejecutoria,
mandamiento o el título presentado ;
d) el Ministerio Fiscal, cuando la calificación se refiera a documentos expedidos por los
Jueces, Tribunales o Secretarios judiciales en el seno de los procesos civiles o penales en
los que deba ser parte con arreglo a las leyes, todo ello sin perjuicio de la legitimación de
quienes ostenten la condición de interesados conforme a lo dispuesto en este número.
La subsanación de los defectos indicados por el Registrador en la calificación no
impedirá a cualquiera de los legitimados, incluido el que subsanó, la interposición del
recurso.

– 621 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Artículo 326. 
El recurso deberá recaer exclusivamente sobre las cuestiones que se relacionen directa
e inmediatamente con la calificación del Registrador, rechazándose cualquier otra pretensión
basada en otros motivos o en documentos no presentados en tiempo y forma.
El plazo para la interposición será de un mes y se computará desde la fecha de la
notificación de la calificación.
El escrito del recurso deberá expresar, al menos:
a) El órgano al que se dirige el recurso.
b) El nombre y apellidos del recurrente y, en su caso, cargo y destino del mismo.
c) La calificación que se recurre, con expresión del documento objeto de la misma y de
los hechos y fundamentos de derecho.
d) Lugar, fecha y firma del recurrente y, en su caso, identificación del medio y del lugar
que se señale a efectos de notificaciones.
e) En el supuesto de presentación en los términos previstos en el artículo 327 párrafo
tercero de la presente ley, deberá constar el domicilio del Registro del que se recurre la
calificación del registrador, a los efectos de que sea inmediatamente remitido por el órgano
que lo ha recibido a dicho Registrador.
El cómputo de los plazos a los que se refiere el presente capítulo se hará de acuerdo
con lo dispuesto en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

Artículo 327. 
El recurso, en el caso de que el recurrente opte por iniciarlo ante la Dirección General de
los Registros y del Notariado, se presentará en el registro que calificó para dicho Centro
Directivo, debiéndose acompañar a aquél el título objeto de la calificación, en original o por
testimonio, y una copia de la calificación efectuada.
Al recibir el recurso, el titular del Registro que calificó deberá expedir recibo acreditativo
con expresión de la fecha de presentación del mismo o, en su caso, sellar la copia que le
presente el recurrente, con idéntico contenido.
Asimismo, podrá presentarse en los registros y oficinas previstos en el artículo 38.4 de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común, o en cualquier Registro de la Propiedad para que
sea inmediatamente remitido al Registrador cuya calificación o negativa a practicar la
inscripción se recurre. Al recibirse el recurso en este último, deberá procederse de
conformidad con lo dispuesto en el párrafo anterior.
A efectos de la prórroga del asiento de presentación se entenderá como fecha de
interposición del recurso la de su entrada en el Registro de la Propiedad cuya calificación o
negativa a practicar la inscripción se recurre.
Si no hubiera recurrido el notario autorizante, autoridad judicial o funcionario que expidió
el título, el registrador, en el plazo de cinco días, deberá trasladar a éstos el recurso para
que, en los cinco días siguientes a contar desde su recepción realicen las alegaciones que
consideren oportunas. Igualmente lo trasladará a los titulares cuyos derechos consten
presentados, inscritos, anotados o por nota al margen en el Registro y que puedan resultar
perjudicados por la resolución que recaiga en su día. Cuando la nota desestimatoria se
funde en la falta u omisión de una licencia o autorización de cualquier autoridad u organismo
público o de la falta u omisión del consentimiento de una persona física o jurídica, el
Registrador les notificará la interposición, en su caso, del recurso.
El Registrador que realizó la calificación podrá, a la vista del recurso y, en su caso, de
las alegaciones presentadas, rectificar la calificación en los cinco días siguientes a que
hayan tenido entrada en el Registro los citados escritos, accediendo a su inscripción en todo
o en parte, en los términos solicitados, debiendo comunicar su decisión al recurrente y, en su
caso, al Notario, autoridad judicial o funcionario en los diez días siguientes a contar desde
que realizara la inscripción.
Si mantuviera la calificación formará expediente conteniendo el título calificado, la
calificación efectuada, el recurso, su informe y, en su caso, las alegaciones del Notario,
autoridad judicial o funcionario no recurrente, remitiéndolo, bajo su responsabilidad, a la

– 622 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Dirección General en el inexcusable plazo de cinco días contados desde el siguiente al que
hubiera concluido el plazo indicado en el número anterior.
La falta de emisión en plazo de los informes previstos en este precepto no impedirá la
continuación del procedimiento hasta su resolución, sin perjuicio de la responsabilidad a que
ello pudiera dar lugar.
La Dirección General deberá resolver y notificar el recurso interpuesto en el plazo de tres
meses, computados desde que el recurso tuvo su entrada en Registro de la Propiedad cuya
calificación se recurre. Transcurrido este plazo sin que recaiga resolución se entenderá
desestimado el recurso quedando expedita la vía jurisdiccional, sin perjuicio de la
responsabilidad disciplinaria a que ello diere lugar.
Publicada en el ''Boletín Oficial del Estado'' la resolución expresa por la que se estime el
recurso, tendrá carácter vinculante para todos los registradores mientras no se anule por los
Tribunales. La anulación de aquélla, una vez firme, será publicada del mismo modo.
Habiéndose estimado el recurso, el registrador practicará la inscripción en los términos
que resulten de la resolución. El plazo para practicar los asientos procedentes, si la
resolución es estimatoria, o los pendientes, si es desestimatoria, empezará a contarse desde
que hayan transcurrido dos meses desde su publicación en el "Boletín Oficial del Estado", a
cuyo efecto, hasta que transcurra dicho plazo, seguirá vigente la prórroga del asiento de
presentación. En caso de desestimación presunta por silencio administrativo, la prórroga del
asiento de presentación vencerá cuando haya transcurrido un año, y un día hábil, desde la
fecha de la interposición del recurso gubernativo. En todo caso será preciso que no conste al
registrador interposición del recurso judicial a que se refiere el artículo siguiente.
Si se hubieran inscrito los documentos calificados en virtud de subsanación de los
defectos expresados en la calificación, la rectificación del asiento precisará el consentimiento
del titular del derecho inscrito y surtirá sus efectos sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 34 de la Ley Hipotecaria.

Artículo 328. 
Las calificaciones negativas del registrador y en su caso, las resoluciones expresas y
presuntas de la Dirección General de los Registros y del Notariado en materia del recurso
contra la calificación de los registradores serán recurribles ante los órganos del orden
jurisdiccional civil, siendo de aplicación las normas del juicio verbal.
La demanda deberá interponerse dentro del plazo de dos meses, contados de la
notificación de la calificación o, en su caso, de la resolución dictada por la Dirección General,
o, tratándose de recursos desestimados por silencio administrativo, en el plazo de cinco
meses y un día desde la fecha de interposición del recurso, ante los juzgados de la capital
de la provincia a la que pertenezca el lugar en que esté situado el inmueble y, en su caso,
los de Ceuta o Melilla.
Están legitimados para la interposición de la misma los que lo estuvieren para recurrir
ante la Dirección General de los Registros y del Notariado. A este fin, recibido el expediente,
el Secretario judicial a la vista de cuantos aparezcan como interesados en el mismo, les
emplazará para que puedan comparecer y personarse en los autos en el plazo de nueve
días.
Carecen de legitimación para recurrir la resolución de la Dirección General el Colegio de
Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, el Consejo General del Notariado y
los Colegios Notariales. El notario autorizante del título o su sucesor en el protocolo, así
como el registrador de la propiedad, mercantil y de bienes muebles cuya calificación
negativa hubiera sido revocada mediante resolución expresa de la Dirección General de los
Registros y del Notariado podrán recurrir la resolución de ésta cuando la misma afecte a un
derecho o interés del que sean titulares. El Juez que conozca del recurso interpuesto podrá
exigir al recurrente la prestación de caución o fianza para evitar cualquier perjuicio al
otorgante del acto o negocio jurídico que haya sido calificado negativamente.
La Administración del Estado estará representada y defendida por el Abogado del
Estado. No obstante, cuando se trate de la inscripción de derechos en los que la
Administración ostente un interés directo, la demanda deberá dirigirse contra el Ministerio
Fiscal.

– 623 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Lo establecido en este artículo se entiende sin perjuicio del derecho que asiste a los
interesados a contender entre sí acerca de la eficacia o ineficacia del acto o negocio
contenido en el título calificado o la de este mismo. El procedimiento judicial en ningún caso
paralizará la resolución definitiva del recurso. Quien propusiera la demanda para que se
declare la validez del título podrá pedir anotación preventiva de aquélla, y la que se practique
se retrotraerá a la fecha del asiento de presentación ; después de dicho término no surtirá
efecto la anotación preventiva de la demanda sino desde su fecha.

Artículo 329. 
(Derogado)

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Primera. 
Caducarán y no surtirán efecto alguno, siendo canceladas de oficio o a instancia de
parte, aunque hubiesen sido relacionadas o referidas en títulos o inscripciones posteriores:
A) Las menciones de cualquier clase que en primero de julio de mil novecientos cuarenta
y cinco tuvieren quince o más años de fecha.
Cuando las menciones de derechos susceptibles de inscripción especial y separada
tengan menos de quince años de fecha y dentro del plazo de dos años, a contar desde el
primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco, no hubieren sido inscritas o anotadas
en la forma procedente, así como las de derechos personales que existan en los Registros
de la Propiedad en la expresada fecha de primero de enero de mil novecientos cuarenta y
cinco, caducarán y no surtirán efecto alguno, una vez transcurrido el citado plazo de dos
años, pasado el cual deberán ser canceladas por los Registradores, de oficio o a instancia
de parte.
B) Las menciones de legítima o afecciones por derechos legitimarios que se refieran a
sucesiones causadas con más de treinta años de antigüedad en primero de enero de mil
novecientos cuarenta y cinco. Para las menciones de esta clase, de origen más reciente, el
plazo de caducidad establecido en el artículo quince comenzará a contarse desde el primero
de julio de mil novecientos cuarenta y cinco, sin que en ningún caso exceda de treinta años,
contados desde la fecha de defunción del causante.

Segunda. 
Habrán incurrido en caducidad y, por tanto, se cancelarán a instancia de parte
interesada, las anotaciones preventivas que en primero de julio de mil novecientos cuarenta
y cinco cuenten quince años o más de fecha. Las anotaciones preventivas que en el mismo
día tengan dos o más años y menos de quince de fecha podrán ser objeto de una prórroga
cuadrienal única, dentro de los dos años siguientes, y, transcurrido este plazo o la prórroga
en su caso, caducarán y serán canceladas a instancia de parte interesada. Las anotaciones
preventivas de menos de dos años de fecha al entrar en vigor esta Ley se regirán por las
prescripciones del artículo setenta y seis de la misma.

Tercera. 
Caducarán las inscripciones de hipoteca que en primero de enero de mil novecientos
cuarenta y cinco cuenten con más de treinta años de antigüedad a partir de la fecha del
vencimiento del crédito sin haber sufrido modificación, si dentro del plazo de dos años,
contados desde el referido día primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco, no han
sido novadas, interrumpida su prescripción o ejercitada debidamente la acción hipotecaria, y
asimismo las que, constituidas con anterioridad a dicho día, vayan cumpliendo en lo
sucesivo los treinta años de antigüedad, con las mismas condiciones y requisitos.

– 624 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

Cuarta. 
Surtirán todos los efectos determinados por la legislación anterior las inscripciones de
posesión existentes en primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco o las que se
practiquen en virtud de informaciones iniciadas antes de dicha fecha.

Quinta. 
Los procedimientos ejecutivos por razón de hipotecas iniciados con posterioridad a
primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco, aunque se refieran a hipotecas
inscritas con anterioridad a dicha fecha, se regirán por la presente Ley, incluso aquellos en
los que se hubiere pactado cualquier procedimiento especial para la ejecución.
En todo caso podrá utilizarse el procedimiento ejecutivo ordinario o el admitido por leyes
especiales cuando proceda.
Las resoluciones judiciales recaídas en los procedimientos ejecutivos por razón de
hipotecas, incoados con anterioridad a la indicada fecha, serán inscribibles con arreglo a la
legislación anterior.

Sexta. 
A los actuales funcionarios del Cuerpo Facultativo de la Dirección General de los
Registros y del Notariado se les reconoce exclusivamente la asimilación a Notarios de
primera con cinco años de antigüedad en la clase, a partir de la fecha en que cumplieron los
quince años de servicios, conforme al Decreto de cinco de julio de mil novecientos cuarenta
y cinco, e igualmente se les reconoce la asimilación a Registradores de la Propiedad con la
antigüedad desde la toma de su posesión.

Séptima. 
La limitación de efectos de las inscripciones de herencia establecida en el artículo
veintiocho sólo se computará en la forma establecida por el mismo en las inscripciones
practicadas a partir del primero de julio de mil novecientos cuarenta y cinco. En las
practicadas con anterioridad, dicha limitación se regirá por lo establecido en la legislación
anterior.

Octava. 
Los Registradores que al publicarse esta Ley sirvan Registro que, conforme a la anterior
clasificación de los mismos, sean de categoría superior a la personal que a aquéllos
corresponda por su número en el Escalafón, la conservarán para todos los efectos, salvo los
del turno de clase, después de treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis.

Novena. 
Los concursos que para la provisión de Registros vacantes se convoquen hasta el treinta
y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis, se regirán por las normas de la Ley
Hipotecaria de dieciséis de diciembre de mil novecientos nueve y disposiciones posteriores
complementarias.
El cómputo de la antigüedad de los Registradores que sirvan en las posesiones del Golfo
de Guinea y lleven dos años completos de servicios en las mismas, a que se refiere el
artículo doscientos ochenta y cinco, no empezará a efectuarse hasta el primero de enero de
mil novecientos cuarenta y siete.

Décima. 
En treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis quedarán caducadas,
sin excepción, todas las comisiones de servicio concedidas a los Registradores en la
Dirección General de los Registros y del Notariado y en los demás Centros ministeriales, no
pudiéndose en lo sucesivo ordenar nuevas comisiones de servicio sino en los términos y con
las limitaciones taxativamente señalados por esta Ley.

– 625 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria

DISPOSICIÓN FINAL DEROGATORIA


Con la publicación de esta Ley quedan derogadas la Ley Hipotecaria de dieciséis de
diciembre de mil novecientos nueve, salvo lo prescrito en el primer párrafo de la Disposición
transitoria novena; la de Reforma de treinta de diciembre de mil novecientos cuarenta y
cuatro; el Decreto del Ministerio de Justicia de veinticuatro de mayo de mil novecientos
cuarenta y cinco, el de cinco de junio de igual año y la Orden de catorce del mismo mes,
dictada para la ejecución de este último.

– 626 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§4

Ley de 8 de junio de 1957 sobre el Registro Civil.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 151, de 10 de junio de 1957
Última modificación: 22 de julio de 2011
Referencia: BOE-A-1957-7537

Disposición derogada, con efectos de 22 de julio de 2014, una vez quede extinguido el
régimen transitorio, por la disposición derogatoria.1 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-
A-2011-12628.

I. La Ley del Registro Civil hasta ahora vigente publicada como provisional, sigue
teniendo, después de más de ochenta años, méritos suficientes para figurar dignamente
entre otras más modernas, a las que quizá supere por su buena técnica legislativa y la
solidez y equilibrio de sus principios cardinales, que continúan siendo base inconmovible de
todo buen sistema de registro de estado de las personas. Hay en ella, sin embargo,
preceptos legales que, como el que establece la inalterabilidad de las inscripciones salvo en
virtud, de ejecutoria dictada en largo proceso contencioso, resultan de un rigor incompatible
con la vida práctica. La inscripción fuera de plazo, la reconstitución de Registros y la
rectificación gubernativa, constituían lagunas que fueron llenándose con disposiciones sin
rango adecuado. Asimismo, la publicación del Código Civil, y, particularmente, la regulación
de la vecindad civil; los efectos civiles del matrimonio canónico y la nueva ordenación de la
nacionalidad imponían una alteración importante del texto legal. De otra parte, debía
eliminarse cuanto significara casuismo y repetición, propio sólo de una Ley experimental,
pero no aconsejable en el estado actual de la institución, Todo ello determinó el estudio y la
redacción de un proyecto de Ley en el que se mantuviesen los principios fundamentales del
sistema vigente y en el que se acogieran sólo aquellas novedades aconsejadas por su
evidente conveniencia y encaminada a conseguir un registro más completo y flexible, sin
perjuicio de conservar e incluso aumentar las garantías actuales. Se ha procurado así seguir
un criterio sistemático y simplificador, reservando, como es tradicional en la ordenación de
los Registros, aquellas normas de carácter casuístico, complementario e interpretativo al
Reglamento, disposición que, por su rango, siempre será más adaptable a las exigencias y
enseñanzas de la práctica. La sustitución, finalmente, por una Ley y un Reglamento de la
multitud de disposiciones, de diferentes rango y época, carentes de las mínimas condiciones
de certeza, simplicidad y unidad orgánica, tan necesarias a todo sistema normativo, justifica
de por sí la reforma aunque no se hubieran alcanzado otras metas.
II. La presente Ley respeta el punto de vista clásico sobre la misión del Registro civil,
concebido como instrumento para la constancia oficial de la existencia, estado civil y
condición de las personas. En relación a la Ley que se deroga, el nuevo sistema dará al

– 627 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Registro un carácter más amplio al recoger el contenido de los Registros de Tutelas y el de


Ausentes, que carecían de razón suficiente para su existencia dispersa, y al llevar a su seno
determinadas representaciones legales, pues es de interés general que de ellas haya una
constancia pública. En orden a la eficacia de la inscripción, la presente Ley se basa en los
principios hoy vigentes; por consiguiente, la inscripción sigue constituyendo la prueba de los
hechos inscritos, con todo su intrínseco valor —no meramente procesal— que encierra la
expresión; pero la eficacia del Registro queda fortalecida al establecer que aquella prueba
sólo puede discutirse en los procedimientos establecidos en la Ley. Las consecuencias de
tan poderosa revalorización se atenúan con la admisión de cuestiones prejudiciales de tal
modo reguladas que es de esperar no constituyan motivo de demora o de abusos
procesales.
III. Se conservan los tres tipos de Registro: municipal, consular y central. Pero, en
cambio, ha parecido oportuno suprimir los antiguos Registros ocasionales, que, de hecho, no
siempre funcionaban con arreglo a las prescripciones legales y eran extraños a la técnica de
los funcionarios encargados de ellos; basta con facilitar medios especiales, con garantías
suficientes para que se inscriban en el Registro ordinario los hechos que constituían el
contenido de aquellos Registros excepcionales. Se ha estudiado con detenimiento el
problema del personal encargado de los Registros municipales, tratando de remediar, en la
medida posible, uno de los defectos del sistema anterior, que entregaba, en los medios
rurales el Registro a manos legas, en contraste con la delicadeza y trascendencia de la
función. Se ofrece, al efecto, una fórmula en la que, intensificando la intervención de
funcionarios técnicos, sin embargo, se mantiene la conveniente inmediación del Registro con
los particulares. Ha prevalecido también la idea de no imponer un único Registro a todos los
términos municipales, con lo cual se salva el posible obstáculo para la adecuada
organización reglamentaria del Registro civil en las grandes poblaciones.
IV. En el modo de extender los asientos se ha seguido, en beneficio de la claridad, un
criterio simplificador. En el nuevo texto se sigue y desarrolla una idea fundamental en el
sistema en curso: hacer del folio de nacimiento un cierto Registro particular de la persona,
que tanto ha de facilitar la publicidad registral, ya que bastará saber el lugar de su
nacimiento para poder conocer los asientos del Registro que a ella se refieren. Tal finalidad
se conseguirá no sólo por medio de las notas de referencia, sino, también, por practicarse al
margen de la inscripción de nacimiento, la propia inscripción de los hechos relativos a la
nacionalidad y vecindad, a la declaración de ausencia y fallecimiento, y otros. Sin embargo,
razones evidentes de índole práctica o de claridad formal y competencia técnica han
aconsejado que el folio de nacimiento no sea un perfecto Registro particular, admitiendo la
existencia de folios separados, sólo conexos con el de nacimiento por las oportunas
referencias. La admisión de un nuevo tipo de asiento, la anotación, que tiene un cierto
precedente en el sistema vigente y responde a un interés general en el conocimientos de
ciertos hechos, no se ha llevado a efecto sin vencer ciertos escrúpulos, por cuanto puede
hacer confuso el contenido registral. Es de esperar, sin embargo, que la estricta regulación
legal, las cautelas reglamentarias y, sobre todo, el valor simplemente informativo de tal
asiento, evitarán que éste venga en detrimento de la seguridad del Registro.
V. La novedad quizá más importante de la Sección primera la constituye la forma de
inscribir la filiación natural. En este último aspecto, con referencia a la maternidad, la
legislación hasta ahora vigente encerraba cierta contradicción, pues permitiendo, por una
parte, la investigación de la maternidad natural, sin embargo, se ponían a su constancia en
la inscripción de nacimiento obstáculos difícilmente superables en la realidad, con lo cual el
hijo frecuentemente era inscrito como de madre desconocida. De otra parte, ignoraban
muchas madres que sus hijos —inscritos, en práctica viciosa, por la simple declaración de
terceros—, no constaban legalmente como tales hijos suyos, con las graves e injustas
consecuencias que ello traía, sobre todo cuando, por obstáculos sobrevenidos, el
reconocimiento voluntario se hacía imposible. El nuevo texto, teniendo en cuenta que la
mayor parte de las madres naturales desean que se inscriba en el Registro la filiación de la
prole habida fuera del matrimonio, y considerando además que, estadísticamente, las
declaraciones de terceros, en virtud de las cuales se extiende la inscripción de nacimiento,
son exactas en la generalidad de los casos, da plenos efectos a la fijación de la maternidad
en el Registro sin necesidad de declaración de la madre, si bien reconociendo a la

– 628 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

interesada una situación ventajosa contra las falsas atribuciones de filiación. En la misma
línea de facilitar la constancia en el Registro de la filiación natural, la nueva Ley permite el
reconocimiento por la simple declaración, en cualquier tiempo, ante el encargado del
Registro, siempre que concurra, según el caso, el consentimiento del hijo o la aprobación
judicial.
De otra parte, se ha tratado de obviar las dificultades que en supuestos frecuentísimos
suscitaba el llamado reconocimiento forzoso; bastará expediente gubernativo —simple, pero
con suficientes garantías— para la inscripción de la filiación natural en los casos que
taxativamente se establecen. La Ley también ha afrontado el difícil problema de la publicidad
de la filiación cuando ésta no es conocida o no es legítima, y ha tratado de resolverlo
restringiendo la manifestación del folio de nacimiento y haciendo posibles las certificaciones
sin constancia de filiación, a la vez que da desarrollo legal, en el punto concreto de la
filiación, al principio de igualdad ante la Ley del artículo tercero del Fuero de los Españoles.
VI. En principio, también se ha seguido, en orden a los nombres y apellidos, el sistema
tradicional. Las novedades en cuanto al nombre propio están encaminadas a lograr que
realmente sea un signo distintivo, procurando a la vez la concordancia entre el nombre civil y
el que se imponga en el bautismo. Otras novedades, como la de apellidos del hijo natural o
del adoptivo, responden a intereses sentimentales muy atendibles. La competencia
administrativa en los cambios tiene una regulación formalmente más flexible a la vez que
más automática en su aspecto material.
VII. La regulación de la nacionalidad y vecindad en orden al Registro ha quedado
notablemente aligerada. La trascendencia de la nacionalidad en la vida jurídica y la
especialización de funciones ha determinado la centralización en el Ministerio de Justicia de
todo tipo de intervención administrativa en la nacionalidad, lo que no puede significar que se
prescinda de los informes de las autoridades gubernativas dependientes de otros Ministerios
sobre la existencia de razones para conceder o denegar una nacionalidad. Otras novedades
responden a la necesidad de completar algún precepto sustantivo, terminando con algunas
dudas incompatibles con la certeza que debe tener el estado civil, y facilitando la prueba de
la nacionalidad.
VIII. En la regulación de la inscripción del matrimonio canónico se ha procurado la
adaptación al régimen concordatario y al Código Civil; se ha entendido además que, aunque
se trata de dos clases distintas de matrimonio, no había razones suficientes para distinguir,
en cuanto a la eficacia de la inscripción, entre matrimonio canónico y civil, criterio de
asimilación que también se sigue en orden al matrimonio secreto. Conforme al nuevo texto,
los hechos que modifican al régimen de la sociedad conyugal no perjudican a terceros de
buena fe, sino desde la indicación de su existencia al margen de la inscripción del
matrimonio. Se introduce así un sistema de publicidad de los regímenes de bienes, con el
que se alcanzarán los altos fines pretendidos. La regulación de la eficacia de la publicidad de
este dato, aunque con algún precedente en el Derecho comparado está inspirada
claramente en el artículo mil trescientos veintidós del Código Civil.
IX. La novedad más importante en la Sección tercera, «Defunciones», viene constituida
por la posibilidad de la inscripción aunque el cadáver hubiere desaparecido o se hubiere
inhumado. No se pretende desvirtuar los preceptos del Código sobre la declaración de
fallecimiento, puesto que en los supuestos contemplados en la nueva Ley se sabe, sin duda
alguna, que la persona ha fallecido.
X. La Sección cuarta, «Tutelas y representaciones legales», absorbe el contenido del
Registro de Tutelas y la parte del Registro central de Ausentes, que no comprende la
Sección primera. No todos los hechos que constituían el contenido de aquellos Registros
producen inscripción: hay hechos que, por su naturaleza, no se compadecen con los efectos
de estos asientos y que, por tanto, son simplemente objeto de anotación. La determinación
de los supuestos concretos de representaciones legales se confía al Reglamento.
XI. En orden a los expedientes gubernativos, se ha acogido y, conforme a la experiencia,
mejorado el sistema introducido por numerosas y dispersas disposiciones que desarrollaron,
completaron y suavizaron la Ley provisional. Pudiera, a primera vista parecer extraño que en
cierto tipo de rectificaciones se requiera, no sólo audiencia, sino dictamen favorable del
Ministerio Fiscal. Se trata de casos en que una aplicación rigurosa de los principios más
puros exigiría para la rectificación el juicio ordinario. Necesidades prácticas obligan a admitir

– 629 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

un procedimiento más fácil, pero en el que, en compensación, se han reforzado las garantías
con esta especial intervención del representante y defensor del interés público. El Registro
Civil no goza de la presunción de integridad y, por tanto, no constituye prueba de los hechos
negativos. Sin embargo, en la vida jurídica se necesita una prueba de estos hechos. A
proporcionarla, con el alcance reducido que es posible, y también a constituir la prueba
misma de los hechos inscribibles, cuando en Registro no puede proporcionarla, está
encaminado un especial expediente que termina con una declaración de valor simplemente
presuntivo. En este expediente también puede declararse el domicilio de los apátridas,
dando así alguna seguridad a su estatuto personal.
XII. De acuerdo con los principios del Código Civil, la Ley no tiene efecto restrictivo
respecto de los hechos inscritos, aunque regula la inscripción de los no inscritos antes de su
vigencia. Una Ley que aspira a regular todos los aspectos del Registro agotando con el
Reglamento la totalidad de la materia registral, había de derogar en conjunto, y así lo hace
ésta, todas las demás disposiciones relativas al mismo. De esta regla se exceptúan las
disposiciones del Código Civil, que continúan en vigor en cuanto no estén modificadas por lo
establecido en esta Ley.
En su virtud, y de conformidad con la propuesta elaborada por las Cortes Españolas,

DISPONGO:

TÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo primero. 
En el Registro Civil se inscribirán los hechos concernientes al estado civil de las
personas y aquellos otros que determina la Ley.
Constituyen, por tanto, su objeto:
Primero. El nacimiento.
Segundo. La filiación.
Tercero. El nombre y apellidos.
Cuarto. La emancipación y habilitación de edad.
Quinto. Las modificaciones judiciales de la capacidad de las personas o que éstas han
sido declaradas en concurso, quiebra o suspensión de pagos.
Sexto. Las declaraciones de ausencia o fallecimiento.
Séptimo. La nacionalidad y vecindad.
Octavo. La patria potestad, tutela y demás representaciones que señala la Ley.
Noveno. El matrimonio; y
Décimo. La defunción.

Artículo segundo. 
El Registro Civil constituye la prueba de los hechos inscritos. Sólo en los casos de falta
de inscripción o en los que no fuere posible certificar el asiento, se admitirán otros medios de
prueba; pero en el primer supuesto será requisito indispensable para su admisión que, previa
o simultáneamente, se haya instado la inscripción omitida o la reconstitución del asiento.

Artículo tercero. 
No podrán impugnarse en juicio los hechos inscritos en el Registro sin que a la vez se
inste la rectificación del asiento correspondiente.

Artículo cuarto. 
La inexactitud de un asiento en el Registro Civil se podrá plantear como cuestión
prejudicial a la vista de la certificación admitida en cualquier juicio.

– 630 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

El Juez, oídos la parte contraria y el Ministerio Fiscal, sólo admitirá la cuestión prejudicial
cuando, a su criterio, pueda tener influencia decisiva en el pleito entablado y se aporte un
principio de prueba de la inexactitud alegada. La admisión no interrumpirá el procedimiento,
pero suspenderá el fallo hasta que recaiga sentencia o resolución firme sobre la inexactitud.
Dicha suspensión quedará sin efecto si al mes siguiente de ser notificada no se acredita
que se ha promovido el procedimiento adecuado para resolver la inexactitud alegada.
Cuando la naturaleza y estado del proceso lo consientan, se ventilará la cuestión
prejudicial en el mismo.
Para el procedimiento criminal rige lo dispuesto en sus leyes especiales.

Artículo quinto. 
Las inscripciones relativas a la ausencia, declaración de fallecimiento y tutelas producen
los efectos establecidos en esta Ley y los que el Código Civil señala para la toma de razón
en el Registro de Tutelas y en el Central de Ausentes.

Artículo sexto. 
El Registro es público para quienes tengan interés en conocer los asientos, con las
excepciones que prevean ésta u otras leyes.
La publicidad se realiza por manifestación y examen de los libros, previa autorización,
tratándose de Registros Municipales, del Juez de Primera Instancia, y por certificación de
alguno o de todos los asientos del mismo folio, literal o en extracto, o negativa si no los
hubiere.
Si la certificación no se refiere a todo el folio, se hará constar, bajo la responsabilidad del
encargado del Registro, que en lo omitido no hay nada que amplíe, restrinja o modifique lo
inserto, y si lo hay se hará necesariamente relación de ello en la certificación.
Las inscripciones registrales podrán ser objeto de tratamiento automatizado.

Artículo séptimo. 
Las certificaciones son documentos públicos.
Cuando la certificación no fuese conforme con el asiento a que se refiere, se estará a lo
que de éste resulte, sin perjuicio de la responsabilidad que proceda.

Artículo octavo. 
En el Libro de Familia se certificará, a todos los efectos, gratuitamente, de los hechos y
circunstancias que determine el Reglamento, inmediatamente de la inscripción de los
mismos.

TÍTULO II
De los órganos del Registro

Artículo noveno. 
El Registro Civil depende del Ministerio de Justicia. Todos los asuntos a él referentes
están encomendados a la Dirección General de los Registros y del Notariado.
Los encargados del Registro, cualesquiera que sean los cargos o empleos que
desempeñen, deben cumplir, para todo cuanto se refiere al Registro Civil, las órdenes e
instrucciones del Ministerio de Justicia y de la Dirección General del ramo, aun cuando les
fueren comunicadas directamente.

Artículo diez. 
El Registro Civil está integrado:
Primero. Por los Registros Municipales, a cargo del Juez municipal o comarcal, asistido
del Secretario, salvo lo dispuesto en el artículo siguiente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Segundo. Por los Registros Consulares, a cargo de los Cónsules de España en el


extranjero.
Tercero. Por el Registro Central, a cargo de un funcionario de la Dirección General.

Artículo once. 
Existirá, cuando menos, un Registro para cada término municipal, salvo la Sección
cuarta, que será única para toda la circunscripción del Juzgado Municipal o Comarcal
correspondiente.
En las poblaciones en que haya más de un Juzgado Municipal, los Registros seguirán a
cargo de los Jueces municipales, asistidos por Secretarios de la Justicia Municipal, en la
forma que establezca el Reglamento.
Los Jueces de Paz, en los Registros Municipales respectivos, actuarán asistidos de los
Secretarios, por delegación del Juez municipal o comarcal correspondiente.

Artículo doce. 
Los Cónsules extenderán por duplicado las inscripciones que abren folio en el Registro a
su cargo, uno de cuyos ejemplares será remitido al Registro Central para su debida
incorporación. En uno y otro Registro se extenderán en virtud de parte, enviado por conducto
reglamentario, todas las inscripciones marginales que se practiquen en cualquiera de ellos.

Artículo trece. 
La inspección superior del Registro Civil corresponde exclusivamente al Ministerio de
Justicia, ejerciéndola bajo su inmediata dependencia la Dirección General en la forma que en
el Reglamento se disponga.
La inspección ordinaria de los Registros Municipales se ejerce por el correspondiente
Juez de Primera Instancia.

Artículo catorce. 
Las infracciones relativas al Registro que no constituyan delito o falta serán corregidas,
según su importancia, con multa que no exceda de dos mil pesetas, sin perjuicio, en su caso,
de las correcciones administrativas a que hubiere lugar.
El Ministro puede imponer multas en la máxima cuantía; las que impongan la Dirección,
el Juez de Primera Instancia o el encargado del Registro no podrán exceder,
respectivamente, de mil quinientas, mil o quinientas pesetas.

TÍTULO III
Reglas generales de competencia

Artículo quince. 
En el Registro constarán los hechos inscribibles que afectan a los españoles y los
acaecidos en territorio español, aunque afecten a extranjeros.
En todo caso se inscribirán los hechos ocurridos fuera de España, cuando las
correspondientes inscripciones deban servir de base a inscripciones exigidas por el derecho
español.

Artículo dieciséis. 
1. Los nacimientos, matrimonios y defunciones se inscribirán en el Registro Municipal o
Consular del lugar en que acaecen.
Si se desconoce dicho lugar, la inscripción de nacimiento o defunción se hará en el
Registro correspondiente a aquél en que se encuentre el niño abandonado o el cadáver.
Será Registro competente para la inscripción de los ocurridos en el curso de un viaje, el
del lugar en que se dé término al mismo. Si se tratare de fallecimiento, el del lugar donde
haya de efectuarse el enterramiento o, en su defecto, el de primera arribada.

– 632 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

En caso de naufragio, el Registro competente será el del lugar donde se instruyan las
primeras diligencias.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los nacimientos acaecidos en
territorio español, cuando su inscripción se solicite dentro del plazo, podrán inscribirse en el
Registro Civil Municipal correspondiente al domicilio del progenitor o progenitores legalmente
conocidos.
La solicitud se formulará, de común acuerdo, por los representantes legales del nacido o,
en su caso, por el único representante legal de éste, acompañándose a la petición la
documentación que reglamentariamente se establezca para justificar el domicilio común de
los padres o del solo progenitor conocido.
En las inscripciones de nacimiento extendidas como consecuencia de lo establecido en
este apartado, se considerará a todos los efectos legales que el lugar del nacimiento del
inscrito es el municipio en el que se haya practicado el asiento. Las certificaciones en
extracto sólo harán mención de este término municipal.
3. En los casos de adopción internacional, el adoptante o los adoptantes de común
acuerdo, pueden solicitar directamente en el Registro Civil de su domicilio que se extienda la
inscripción principal de nacimiento y la marginal de adopción, así como la extensión en el
folio que entonces corresponda, de una nueva inscripción de nacimiento en la que constarán
solamente, además de los datos del nacimiento y del nacido, las circunstancias personales
de los padres adoptivos, la oportuna referencia al matrimonio de éstos y la constancia de su
domicilio como lugar de nacimiento del adoptado.
4. Igualmente, en las inscripciones de nacimiento que sean consecuencia de la
adquisición de la nacionalidad española por ciudadanos cuyo lugar de nacimiento sea un
país extranjero, los interesados podrán solicitar, en el momento de levantarse el acta de
juramento o promesa de fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las Leyes, que se
extienda la inscripción de nacimiento en el Registro Civil Municipal correspondiente al
domicilio en el que se haya instruido el oportuno expediente registral.
5. El Registro Civil en el que se practique la inscripción de nacimiento acaecido en el
extranjero conforme a lo dispuesto en los apartados 3 y 4 de este artículo, comunicará dicha
inscripción al Registro Civil Central, que seguirá siendo competente para todos los demás
actos de estado civil que afecten al inscrito.

Artículo diecisiete. 
El Juez encargado del Registro que tenga competencia para la inscripción la tiene
también para los actos previos gubernativos o de jurisdicción voluntaria atribuidos a la
Justicia Municipal.

Artículo dieciocho. 
En el Registro Central se inscribirán los hechos para cuya inscripción no resulte
competente ningún otro Registro y aquellos que no puedan inscribirse por concurrir
circunstancias excepcionales de guerra u otras cualesquiera que impidan el funcionamiento
del Registro correspondiente.
Igualmente se llevarán en el Registro Central los libros formados con los duplicados de
las inscripciones consulares y de las inscripciones de nacimiento practicadas en los
Registros Municipales del domicilio conforme a lo dispuesto en el apartado 5 del artículo 16.
También se inscribirá en el Registro Civil Central el fallecimiento de las personas de
nacionalidad extranjera al servicio de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad
españolas, siempre que dicho fallecimiento hubiera ocurrido durante una misión u operación
fuera de España y que el sistema registral del Estado donde hubiera ocurrido el hecho no
practicare la pertinente inscripción, sin perjuicio de trasladar la inscripción realizada al
Registro del Estado del cual fuere nacional la persona fallecida.
Asimismo se llevarán en el Registro Central los libros formados con los duplicados de las
inscripciones sobre modificaciones judiciales de la capacidad de obrar, constitución y
modificación de cargos tutelares, prórroga o rehabilitación de la patria potestad, medidas
judiciales sobre guarda o administración de presuntos incapaces o menores no sujetos a
patria potestad, vigilancia o control de tales cargos, y constitución de patrimonios protegidos
y designación y modificación de administradores de patrimonios protegidos practicadas en

– 633 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

los distintos Registros Municipales, bajo la denominación de "Libro de Incapacitaciones,


cargos tutelares y administradores de Patrimonios Protegidos".

Artículo diecinueve. 
La inscripción de nacimiento, matrimonio o defunción ocurridos en el curso de un viaje
marítimo o aéreo, en campaña o en las circunstancias excepcionales a que se refiere el
párrafo primero del artículo anterior; en lazareto, cárcel, cuartel, hospital u otro
establecimiento público análogo, en lugar incomunicado o en determinados núcleos de
población distantes de la Oficina del Registro, podrá practicarse, cualquiera que sea el
tiempo transcurrido, en virtud de acta levantada, con los requisitos del asiento
correspondiente, por las autoridades o funcionarios que señale el Reglamento.
Los reconocimientos hechos en dichas actas de nacimiento tienen el mismo valor que los
hechos en la inscripción.
En caso de viaje o de circunstancias que impidieran la demora, el acta de nacimiento
puede levantarse antes de las veinticuatro horas del hecho, pero entonces será necesario
demostrar, para practicar la inscripción, la supervivencia del nacido a dicho plazo.

Artículo veinte. 
Las inscripciones principales con sus asientos marginales serán trasladadas, a petición
de las personas que tengan interés cualificado en ello, en los casos siguientes:
Primero. Las de nacimiento, al Registro del domicilio del nacido o de sus representantes
legales. En caso de adopción internacional, el adoptante o adoptantes de común acuerdo
podrán solicitar que en la nueva inscripción conste su domicilio en España como lugar de
nacimiento del adoptado. A las inscripciones así practicadas les será de aplicación lo
dispuesto en el párrafo final del artículo 16.
Segundo. Las de matrimonio, al Registro del domicilio de los cónyuges.
Tercero. Las referentes a defunciones acaecidas en el curso de un viaje, al Registro del
último domicilio conocido del difunto.
Cuarto. Las practicadas en el Registro Central por imposibilidad del Registro
competente, a este último Registro, una vez desaparecida la imposibilidad.
En todo caso, realizado el traslado, quedarán sin vigencia los asientos de procedencia,
que serán cancelados haciendo referencia a los nuevos asientos.

Artículo veintiuno. 
Los funcionarios del Registro Civil no podrán extender asientos, expedir certificaciones ni
intervenir con tal carácter en ningún acto, diligencia o expediente que se refiera a su persona
o a la de su cónyuge, parientes o afines en línea recta o en la colateral hasta el segundo
grado.

Artículo veintidós. 
La invalidez de las actuaciones realizadas por quien sin estar legítimamente encargado
del Registro hubiere públicamente ejercido sus funciones, sólo perjudica a quienes obraron
de mala fe.

TÍTULO IV
De los asientos en general y modos de practicarlos

Artículo veintitrés. 
Las inscripciones se practican en virtud de documento auténtico o, en los casos
señalados en la Ley, por declaración en la forma que ella prescribe.
También podrán practicarse, sin necesidad de previo expediente, por certificación de
asientos extendidos en Registros extranjeros, siempre que no haya duda de la realidad del
hecho inscrito y de su legalidad conforme a la Ley española.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Los asientos se realizarán en lengua castellana o en la lengua oficial propia de la


Comunidad Autónoma en que radique el Registro Civil, según la lengua en que esté
redactado el documento o en que se realice la manifestación. Si el documento es bilingüe, se
realizarán en la lengua indicada por quien lo presente al Registro. Todo ello, siempre que la
legislación lingüística de la Comunidad Autónoma prevea la posibilidad de redacción de los
asientos de los registros públicos en idioma cooficial distinto del castellano.

Artículo veinticuatro. 
Están obligados a promover sin demora la inscripción:
Primero. Los designados en cada caso por la Ley.
Segundo. Aquellos a quienes se refiere el hecho inscribible, o sus herederos.
Tercero. El Ministerio Fiscal.
Las autoridades y funcionarios no comprendidos en los números anteriores a quienes
consten por razón de sus cargos los hechos no inscritos, están obligados a comunicarlos al
Ministerio Fiscal.

Artículo veinticinco. 
El Juez competente para la ejecución de las sentencias y resoluciones firmes, civiles o
canónicas, sujetas a inscripción, deberá promover ésta, y a tal efecto, remitirá testimonio
bastante al encargado del Registro.

Artículo veintiséis. 
El encargado del Registro velará por la concordancia del Registro y la realidad, excitando
al Ministerio Fiscal, advirtiendo a los interesados y comunicándose con los demás órganos
del Registro Civil.

Artículo veintisiete. 
El encargado del Registro competente calificará los hechos cuya inscripción se solicite
por lo que resulte de las declaraciones y documentos presentados o del mismo Registro.
En cuanto a las declaraciones, la calificación comprenderá la capacidad e identidad del
declarante. La de las sentencias y resoluciones se limitará a la competencia y clase de
procedimiento seguido, formalidades extrínsecas de los documentos presentados y asientos
del propio Registro.

Artículo veintiocho. 
Inmediatamente de formularse las declaraciones o de ser presentados los documentos
necesarios, el encargado del Registro extenderá los asientos o dictará resolución razonada
denegándolos. Si tuviere dudas fundadas sobre la exactitud de aquellas declaraciones,
realizará antes de extenderlas, y en el plazo de diez días, las comprobaciones oportunas.

Artículo veintinueve. 
Las decisiones del encargado del Registro son recurribles durante treinta días en vía
gubernativa ante el Juez de Primera Instancia correspondiente, con apelación en igual
tiempo ante la Dirección General, sin que quepa ulterior recurso, a salvo, cuando
corresponda, la vía judicial ordinaria.
Entablado el recurso, quedan en suspenso los plazos establecidos para la inscripción
correspondiente y la practicada pende de la resolución definitiva.

Artículo treinta. 
La inscripción se llevará a efecto en unidad de acto. En caso de interrupción se
extenderá, en cuanto sea posible, nuevo asiento, en el que, ante todo, se expresará la
interrupción sufrida y su causa. La inscripción interrumpida se cancelará haciendo referencia
al nuevo asiento.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Artículo treinta y uno. 


La Oficina del Registro debe hallarse instalada dentro de la circunscripción del mismo.
Los libros no pueden sacarse de ella a pretexto alguno, salvo peligro de destrucción.

Artículo treinta y dos. 


A efectos del Registro Civil son hábiles todos los días y horas del año.

Artículo treinta y tres. 


El Registro Civil se divide en cuatro Secciones, denominadas: la primera, «Nacimientos y
general»; la segunda, «Matrimonios»; la tercera, «Defunciones», y, la cuarta, «Tutelas y
representaciones legales».
Cada una de las Secciones se llevará en libros distintos, formados con las cautelas y el
visado reglamentarios.

Artículo treinta y cuatro. 


Los asientos se extenderán sin dejar folios o espacios en blanco, ni usar otras
abreviaturas o guarismos que los reglamentariamente permitidos. Serán nulas las adiciones,
apostillas, interlineados, raspaduras, testados o enmiendas que no se salven al pie del
asiento antes de firmarlo.

Artículo treinta y cinco. 


En las inscripciones constarán exclusivamente:
Primero. Los hechos de que hacen fe según su clase, con indicación, si fueren
conocidas, de las circunstancias de la fecha, hora y lugar en que acaecen, y las demás
exigidas en cada caso por la Ley o el Reglamento.
Segundo. La declaración o documento auténtico en virtud del cual se practican.
Tercero. La fecha de las mismas y los nombres de los funcionarios que las autoricen.

Artículo treinta y seis. 


El asiento practicado en virtud de declaración será suscrito por el declarante, y si no
sabe o no puede, por dos testigos a su ruego, expresándose el nombre y apellidos de uno y
otros.
El practicado en virtud de documento auténtico expresará su fecha y funcionario
autorizante; si se trata de resolución judicial o administrativa, la fecha y autoridad que la
dicta.

Artículo treinta y siete. 


Los asientos se cerrarán con las firmas del encargado del Registro Civil y del Secretario,
y una vez firmados no se podrá hacer en ellos rectificación, adición ni alteración de ninguna
clase, sino en virtud de resolución firme obtenida en el procedimiento que corresponda,
conforme a esta Ley.

Artículo treinta y ocho. 


A petición del Ministerio Fiscal o de cualquier interesado, se anotará, con valor
simplemente informativo y con expresión de sus circunstancias:
1.° El procedimiento judicial o gubernativo entablado que pueda afectar al contenido del
Registro, incluidas las demandas relativas a procedimientos de modificación de la capacidad.
2.° El hecho cuya inscripción no pueda extenderse por no resultar en alguno de sus
extremos legalmente acreditado.
3.° El hecho relativo a españoles o acaecido en España que afecte al estado civil según
la ley extranjera.
4.° La sentencia o resolución extranjera que afecte también al estado civil, en tanto no se
obtenga el exequátur.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

5.° La sentencia o resolución canónica cuya ejecución en cuanto a efectos civiles no


haya sido decretada aún por el Tribunal correspondiente.
6.° La existencia de un guardador de hecho y de las medidas judiciales de control y
vigilancia adoptadas respecto del menor o presunto incapaz.
7.° Y aquellos otros hechos cuya anotación permitan la Ley o el Reglamento.
En ningún caso las anotaciones constituirán la prueba que proporciona la inscripción.

Artículo treinta y nueve. 


Al margen de la inscripción de nacimiento se pondrá nota de referencia a las de
matrimonio, tutela, representación y defunción del nacido. En estas inscripciones se hará
constar, a su vez, referencia a la de nacimiento. Iguales notas de referencia se harán constar
respecto de las inscripciones de la Sección IV a que se refiere el artículo 46 bis de esta Ley.

TÍTULO V
De las Secciones del Registro

Sección 1.ª. De nacimientos y general

CAPÍTULO I
De la inscripción de nacimientos

Artículo cuarenta. 
Son inscribibles los nacimientos en que concurran las condiciones establecidas en el
artículo 30 del Código Civil.

Artículo cuarenta y uno. 


La inscripción hace fe del hecho, fecha, hora y lugar del nacimiento, del sexo y, en su
caso, de la filiación del inscrito.

Artículo cuarenta y dos. 


La inscripción se practica en virtud de declaración de quien tenga conocimiento cierto del
nacimiento. Esta declaración se formulará entre las veinticuatro horas y los ocho días
siguientes al nacimiento, salvo los casos en que el Reglamento señale un plazo superior.

Artículo cuarenta y tres. 


Están obligados a promover la inscripción por la declaración correspondiente:
Primero. El padre.
Segundo. La madre.
Tercero. El pariente más próximo o, en su defecto, cualquier persona mayor de edad
presente en el lugar del alumbramiento al tiempo de verificarse.
Cuarto. El Jefe del establecimiento o el cabeza de familia de la casa en que el
nacimiento haya tenido lugar.
Quinto. Respecto a los recién nacidos abandonados, la persona que los haya recogido.

Artículo cuarenta y cuatro. 


Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, en todo caso el médico, comadrona
o ayudante técnico sanitario que asista al nacimiento estará obligado a dar inmediatamente
parte escrito del mismo al encargado del Registro. En defecto del parte, el encargado, antes
de inscribir, deberá comprobar el hecho por medio del médico del Registro Civil o por
cualquier otro procedimiento reglamentario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Artículo cuarenta y cinco. 


Las personas obligadas a declarar o dar el parte de nacimiento están también obligadas
a comunicar en la misma forma el alumbramiento de las criaturas abortivas de más de ciento
ochenta días de vida fetal, aproximadamente. En el Registro Civil se llevará un legajo con las
declaraciones y partes de estos abortos.

Artículo cuarenta y seis. 


La adopción, las modificaciones judiciales de capacidad, las declaraciones de concurso,
ausencia o fallecimiento, los hechos relativos a la nacionalidad o vecindad y, en general, los
demás inscribibles para los que no se establece especialmente que la inscripción se haga en
otra Sección del Registro, se inscribirán al margen de la correspondiente inscripción de
nacimiento.
Cuantos hechos afectan a la patria potestad, salvo la muerte de los progenitores, se
inscribirán al margen de la inscripción de nacimiento de los hijos.

Artículo cuarenta y seis bis. 


Los encargados de los Registros Civiles Municipales extenderán por duplicado las
inscripciones marginales de la Sección I sobre las modificaciones judiciales de capacidad,
así como las inscripciones de la Sección IV sobre constitución y modificación de organismos
tutelares, prórroga o rehabilitación de la patria potestad, medidas judiciales sobre guarda o
administración de presuntos incapaces o menores no sujetos a patria potestad, vigilancia o
control de tales cargos, documentos públicos de autotutela, y las de constitución de
patrimonio protegido y de designación y modificación de administradores de patrimonios
protegidos, uno de cuyos ejemplares será remitido al Registro Civil Central para su extensión
en el "Libro de Incapacitaciones, cargos tutelares y administradores de Patrimonios
Protegidos".
Las inscripciones a que se refiere el párrafo precedente se practicarán en virtud de
comunicación remitida de oficio, junto con testimonio bastante de la resolución recaída, por
el Juez competente, de conformidad con lo previsto por la Ley de Enjuiciamiento Civil, o bien
mediante testimonio bastante de la escritura de constitución del patrimonio protegido o de
designación y modificación de administradores de patrimonios protegidos que el juez o el
notario autorizante deberá remitir en el plazo máximo de tres días al Encargado del Registro
Civil competente, que lo será, respecto de las inscripciones que se hayan de practicar en la
Sección IV, el del domicilio del incapacitado o beneficiario del patrimonio protegido.

Artículo cuarenta y seis ter. 


En todo caso el notario autorizante notificará al Registro Civil donde constare inscrito el
nacimiento del poderdante las escrituras de mandato o de otra relación o situación jurídica
de la que se derivara la atribución de apoderamiento a favor de cualquier persona para el
caso de incapacidad del poderdante.

CAPÍTULO II
De la filiación

Artículo cuarenta y siete. 


En la inscripción de nacimiento constará la filiación materna siempre que en ella
coincidan la declaración y el parte o comprobación reglamentaria.
No constando el matrimonio de la madre ni el reconocimiento por ésta de la filiación, el
encargado del Registro, sin demora, notificará el asiento personalmente a la interesada o a
sus herederos.
La mención de esta filiación podrá suprimirse en virtud de sentencia o por
desconocimiento de la persona que figura como madre, formalizado ante el encargado del
Registro, el cual lo inscribirá marginalmente. Este desconocimiento no podrá efectuarse
transcurridos quince días de aquella notificación. La supresión de la mención será notificada

– 638 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

del mismo modo al inscrito o, si hubiere fallecido, a sus herederos; en su caso, si el


representante legal del inscrito no fuere conocido, esta notificación se hará al Ministerio
Fiscal.

Artículo cuarenta y ocho. 


La filiación paterna o materna constará en la inscripción de nacimiento a su margen, por
referencia a la inscripción de matrimonio de los padres o por inscripción del reconocimiento.

Artículo cuarenta y nueve. 


El reconocimiento puede hacerse con arreglo a las formas establecidas en el Código
Civil o mediante declaración del padre o de la madre, en cualquier tiempo, ante el encargado
del Registro, inscrita al margen y firmada por aquéllos. En este último supuesto deberá
concurrir también el consentimiento del hijo o la aprobación judicial, según dispone dicho
Código.
Podrá inscribirse la filiación natural mediante expediente gubernativo aprobado por el
Juez de Primera Instancia, siempre que no hubiera oposición del Ministerio Fiscal o de parte
interesada notificada personal y obligatoriamente, si concurre alguna de las siguientes
circunstancias:
Primera. Cuando exista escrito indubitado del padre o de la madre en que expresamente
reconozca la filiación.
Segunda. Cuando el hijo se halle en la posesión continua del estado de hijo natural del
padre o de la madre, justificada por actos directos del mismo padre o de su familia.
Tercera. Respecto de la madre, siempre que se pruebe cumplidamente el hecho del
parto y la identidad del hijo.
Formulada oposición, la inscripción de la filiación sólo puede obtenerse por el
procedimiento ordinario.

Artículo cincuenta. 
No podrá extenderse asiento alguno contradictorio con el estado de filiación que prueba
el Registro mientras no se disponga otra cosa por sentencia firme dictada en juicio
declarativo con audiencia del Ministerio Fiscal.

Artículo cincuenta y uno. 


No podrán manifestarse los asientos ni librarse certificación que contenga el dato de una
filiación ilegítima o desconocida, sino a las personas a quienes directamente afecte o, con
autorización del Juez de Primera Instancia, a quienes justifiquen interés especial.

Artículo cincuenta y dos. 


Fuera de la familia no podrá hacerse distinción de españoles por la clase de filiación.

CAPÍTULO III
Del nombre y apellidos

Artículo cincuenta y tres. 


Las personas son designadas por su nombre y apellidos, correspondientes a ambos
progenitores, que la Ley ampara frente a todos.

Artículo cincuenta y cuatro. 


En la inscripción se expresará el nombre que se da al nacido, si bien no podrá
consignarse más de un nombre compuesto, ni más de dos simples.
Quedan prohibidos los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, los que
hagan confusa la identificación y los que induzcan a error en cuanto al sexo.

– 639 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

No puede imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos, a no ser que
hubiera fallecido, así como tampoco su traducción usual a otra lengua.
A petición del interesado o de su representante legal, el encargado del Registro sustituirá
el nombre propio de aquél por su equivalente onomástico en cualquiera de las lenguas
españolas.

Artículo cincuenta y cinco. 


La filiación determina los apellidos.
En los supuestos de nacimiento con una sola filiación reconocida, ésta determina los
apellidos, pudiendo el progenitor que reconozca su condición de tal determinar, al tiempo de
la inscripción, el orden de los apellidos.
El orden de los apellidos establecido para la primera inscripción de nacimiento determina
el orden para la inscripción de los posteriores nacimientos con idéntica filiación.
Alcanzada la mayoría de edad, se podrá solicitar la alteración del orden de los apellidos.
El encargado del Registro impondrá un nombre y unos apellidos de uso corriente al
nacido cuya filiación no pueda determinarlos.
El encargado del Registro, a petición del interesado o de su representante legal,
procederá a regularizar ortográficamente los apellidos cuando la forma inscrita en el Registro
no se adecue a la gramática y fonética de la lengua española correspondiente.

Artículo cincuenta y seis. 


En la escritura de adopción se puede convenir que el primer apellido del adoptante o
adoptantes se anteponga a los de la familia natural del adoptado. Los apellidos no naturales
pueden ser sustituidos por los de los adoptantes.

Artículo cincuenta y siete. 


El Ministerio de Justicia puede autorizar cambios de nombre y apellidos, previo
expediente instruido en forma reglamentaria.
Son requisitos necesarios de la petición de cambio de apellidos:
Primero. Que el apellido en la forma propuesta constituya una situación de hecho no
creada por el interesado.
Segundo. Que el apellido o apellidos que se tratan de unir o modificar pertenezcan
legítimamente al peticionario.
Tercero. Que provenga de la línea correspondiente al apellido que se trata de alterar.
Podrá formularse oposición fundada únicamente en el incumplimiento de los requisitos
exigidos.

Artículo cincuenta y ocho. 


No será necesario que concurra el primer requisito del artículo anterior para cambiar o
modificar un apellido contrario al decoro o que ocasione graves inconvenientes, o para evitar
la desaparición de un apellido español.
Cuando se den circunstancias excepcionales, y a pesar de faltar los requisitos que
señala dicho artículo, podrá accederse al cambio por Real Decreto a propuesta del Ministerio
de Justicia, con audiencia del Consejo de Estado. En caso de que el solicitante de la
autorización del cambio de sus apellidos sea objeto de violencia de género y en cualquier
otro supuesto en que la urgencia de la situación así lo requiriera podrá accederse al cambio
por Orden del Ministerio de Justicia, en los términos fijados por el Reglamento.
En todos estos casos, la oposición puede fundarse en cualquier motivo razonable.

Artículo cincuenta y nueve. 


El Juez de Primera Instancia puede autorizar, previo expediente:
Primero. El cambio del apellido Expósito u otros análogos, indicadores de origen
desconocido, por otro que pertenezca al peticionario o, en su defecto, por un apellido de uso
corriente.

– 640 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Segundo. El de nombre y apellidos impuestos con infracción de las normas establecidas.


Tercero. La conservación por el hijo natural o sus descendientes de los apellidos que
vinieron usando, siempre que insten el procedimiento dentro de los dos meses siguientes a
la inscripción del reconocimiento o, en su caso, a la mayoría de edad.
Cuarto. El cambio del nombre por el impuesto canónicamente, cuando éste fuere el
usado habitualmente.
Quinto. La traducción de nombre extranjero o adecuación gráfica al español de la
fonética de apellidos también extranjeros.

Artículo sesenta. 
Para el cambio de nombre y apellidos a que se refiere el artículo anterior se requiere, en
todo caso, justa causa y que no haya perjuicio de tercero.

Artículo sesenta y uno. 


El cambio gubernativo de apellidos alcanza a los sujetos a la patria potestad y también a
los demás descendientes que expresamente lo consientan.

Artículo sesenta y dos. 


Las autorizaciones de cambios de nombre o apellidos no surten efecto mientras no se
inscriban al margen de la correspondiente inscripción de nacimiento.

CAPÍTULO IV
De la nacionalidad y vecindad civil

Artículo sesenta y tres. 


La concesión de nacionalidad por residencia se hará, previo expediente, por el Ministerio
de Justicia.
Las autoridades competentes para la tramitación y resolución de las solicitudes de
adquisición de la nacionalidad por residencia, para la exclusiva finalidad de resolver la
solicitud presentada por el interesado, recabarán de oficio de las Administraciones Públicas
competentes cuantos informes sean necesarios para comprobar si los solicitantes reúnen los
requisitos exigidos en el artículo 22 del Código Civil, sin que sea preciso el consentimiento
de los interesados.
En cualquier caso, el interesado podrá aportar un informe emitido por la Comunidad
Autónoma a efectos de acreditar su integración en la sociedad española.

Artículo sesenta y cuatro. 


A falta de disposición especial, es funcionario competente para recibir las declaraciones
de conservación o modificación de nacionalidad o vecindad, el mismo que determinan las
reglas sobre opción de nacionalidad.
Cuando dicho funcionario no sea el encargado del mismo Registro donde conste inscrito
el nacimiento, levantará acta con las circunstancias exigidas para la inscripción, y la remitirá
al Registro competente para la práctica de la inscripción marginal correspondiente.
Se considera fecha de la inscripción, a partir de la cual surten sus efectos tales
declaraciones, la del acta que constará en dicho asiento.

Artículo sesenta y cinco. 


La declaración a que se refiere el artículo 26 del Código Civil sólo puede hacerse dentro
de un año, a contar de la fecha en que la Ley del país de residencia atribuya la nacionalidad
extranjera o desde la mayor edad o emancipación del declarante, si la Ley extranjera la
hubiere atribuido antes.
Una vez prestada la declaración de querer conservar la nacionalidad o vecindad civil, no
es necesario reiterarla, cualesquiera que sean el tiempo transcurrido o los cambios de
residencia.

– 641 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Tampoco necesita prestar declaración de conservarla quien haya declarado su voluntad


de adquirir la misma nacionalidad o vecindad.

Artículo sesenta y seis. 


Se inscribirán en el Registro Civil español las declaraciones y demás hechos que afecten
a la condición jurídica de español o de nacional de país iberoamericano o de Filipinas de
que, respectivamente, gocen, conforme a los Convenios, los nacionales de estos países o
los españoles.
El encargado del Registro está obligado a comunicar estas inscripciones a la Dirección
General de los Registros y del Notariado.

Artículo sesenta y siete. 


La pérdida de la nacionalidad se produce siempre de pleno derecho, pero debe ser
objeto de inscripción. Caso de no promover ésta el propio interesado, el encargado del
Registro, previa su citación, practicará el asiento que proceda.

Artículo sesenta y ocho. 


Sin perjuicio de lo dispuesto en el título primero, libro primero, del Código Civil y en tanto
no conste la extranjería de los padres, se presumen españoles los nacidos en territorio
español de padres también nacidos en España.
La misma presunción rige para la vecindad.

Sección 2.ª. De matrimonios

Artículo sesenta y nueve. 


La inscripción hace fe del acto del matrimonio y de la fecha, hora y lugar en que se
contrae.

Artículo setenta. 
Los efectos civiles del matrimonio canónico o civil se producirán desde la celebración.
Para que los efectos sean reconocidos bastará la inscripción del matrimonio. Sin embargo,
cuando la inscripción sea solicitada transcurridos cinco días, no perjudicará los derechos
legítimamente adquiridos por terceras personas.
Para los efectos civiles del matrimonio secreto o de conciencia, basta su inscripción en el
Libro Especial de Matrimonios Secretos, pero no perjudicará los derechos legítimamente
adquiridos por terceras personas, sino desde su publicación en el Registro Civil.

Artículo setenta y uno. 


Están obligados a promover la inscripción del matrimonio canónico los propios
contrayentes. A este fin pondrán por escrito en conocimiento del encargado del Registro
competente, con veinticuatro horas de anticipación, por lo menos, el día, hora y lugar del
acto. El encargado dará recibo de dicho aviso y asistirá, por sí o por delegado, a la
celebración, al solo efecto de verificar la inmediata inscripción.
En todo caso, la inscripción podrá hacerse en cualquier momento, aun fallecidos los
contrayentes, a petición de cualquier interesado, mediante la simple presentación de copia
auténtica del acta sacramental o de certificación eclesiástica acreditativa del matrimonio. La
inscripción deberá ser comunicada al párroco.

Artículo setenta y dos. 


Los que contrajeren matrimonio canónico, «in articulo mortis» podrán dar aviso al
encargado del Registro en cualquier instante anterior a la celebración, y acreditar de
cualquier manera que cumplieron este deber.
El matrimonio secreto de conciencia celebrado ante la Iglesia no está sometido a lo
dispuesto en el artículo anterior.

– 642 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Artículo setenta y tres. 


El funcionario que autoriza el matrimonio civil extenderá el acta, al mismo tiempo que se
celebra, con los requisitos y circunstancias que determina esta Ley y con la firma de los
contrayentes y testigos. Cuando el matrimonio se contrajera en país extranjero con arreglo a
la forma del país o en cualquier otro supuesto en que no se hubiere levantado aquel acta, la
inscripción sólo procederá en virtud de expediente.

Artículo setenta y cuatro. 


Corresponden al Ministro de Justicia, a propuesta de la Dirección General, las dispensas
para el matrimonio previstas en el Código Civil.

Artículo setenta y cinco. 


El mismo funcionario que autorice el acto de matrimonio entregará a los contrayentes,
inmediatamente, un ejemplar del Libro de Familia en el que conste con valor de certificación
la realidad del matrimonio.

Artículo setenta y seis. 


Las sentencias y resoluciones sobre validez, nulidad o separación del matrimonio y
cuantos actos pongan término a éste se inscribirán al margen de la inscripción de
matrimonio.

Artículo setenta y siete. 


Al margen también de la inscripción del matrimonio podrá hacerse indicación de la
existencia de los pactos, resoluciones judiciales y demás hechos que modifiquen el régimen
económico de la sociedad conyugal.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1.322 del Código Civil, en ningún caso el
tercero de buena fe resultará perjudicado, sino desde la fecha de dicha indicación.

Artículo setenta y ocho. 


En el Libro Especial de Matrimonios secretos del Registro Central se inscribirán:
Primero. Los matrimonios de conciencia celebrados ante la Iglesia, si lo solicitan ambos
contrayentes.
Segundo. Los matrimonios civiles celebrados en secreto por dispensa.

Artículo setenta y nueve. 


Sólo podrán solicitar la publicación del matrimonio secreto, la cual se hará mediante el
traslado de la inscripción al Registro Civil correspondiente:
Primero. Ambos contrayentes de común acuerdo.
Segundo. El cónyuge sobreviviente.
Tercero. Tratándose de matrimonio canónico, el ordinario en los casos en que cesa para
él la obligación canónica del secreto.
Cuarto. Tratándose de matrimonio civil, cuando lo ordenare el Director general, con
citación de los cónyuges, si uno o ambos se amparan en el secreto para infringir gravemente
los deberes fundamentales del matrimonio o los que tienen respecto a la prole.

Artículo ochenta. 
A petición del interesado o del Ministerio Fiscal se anotarán:
Primero. El matrimonio canónico contraído, «in articulo mortis», o sólo ante testigos, en
tanto no se certifique canónicamente su existencia.
Segundo. El civil mientras no se acredite debidamente que ambos contrayentes no
profesan la religión católica o la libertad de los mismos por inexistencia de impedimentos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Sección 3.ª De las defunciones

Artículo ochenta y uno. 


La inscripción hace fe de la muerte de una persona y de la fecha, hora y lugar en que
acontece.

Artículo ochenta y dos. 


La inscripción se practica en virtud de declaración de quien tenga conocimiento de la
muerte. Esta declaración se prestará antes del enterramiento.

Artículo ochenta y tres. 


En tanto no se practique la inscripción no se expedirá la licencia para el entierro, que
tendrá lugar transcurridas al menos veinticuatro horas desde el momento de la muerte.
Si hubiere indicios de muerte violenta se suspenderá la licencia hasta que, según el
criterio de la autoridad judicial correspondiente, lo permita el estado de las diligencias.

Artículo ochenta y cuatro. 


Deberán promover la inscripción por la declaración correspondiente los parientes del
difunto o habitantes de su misma casa, o, en su defecto, los vecinos. Si el fallecimiento
ocurre fuera de casa, están obligados los parientes, el jefe del establecimiento o cabeza de
familia de la casa en que hubiere ocurrido o la autoridad gubernativa.

Artículo ochenta y cinco. 


Será necesaria certificación médica de la existencia de señales inequívocas de muerte
para proceder a la inscripción de defunción.
En los casos de que falte certificado médico o éste sea incompleto o contradictorio, o el
encargado lo estime necesario, el médico forense adscrito al Registro Civil, o su sustituto,
emitirá dictamen sobre la causa de la muerte, incluso mediante examen del cadáver por sí
mismo.

Artículo ochenta y seis. 


Será necesaria sentencia firme, expediente gubernativo u orden de la autoridad judicial
que instruya las diligencias seguidas por muerte violenta, que afirmen sin duda alguna el
fallecimiento, para inscribir éste cuando el cadáver hubiere desaparecido o se hubiere
inhumado antes de la inscripción.

Artículo ochenta y siete. 


En tiempo de epidemia, si existe temor fundado de contagio o cuando concurran otras
circunstancias extraordinarias, se tendrán en cuenta las excepciones a los preceptos
anteriores prescritas por Leyes y Reglamentos de Sanidad o las que ordene la Dirección
General de los Registros y del Notariado.

Sección 4.ª. De tutelas y representaciones legales

Artículo ochenta y ocho. 


En la Sección 4.ª se inscriben el Organismo tutelar y las demás representaciones legales
que no sean de personas jurídicas y sus modificaciones.
En esta sección también se harán constar por anotación los hechos y circunstancias que
conforme al Código Civil constituyen el contenido del Registro de Tutelas y el Central de
Ausentes cuando con arreglo a esta Ley no sean objeto de inscripción.

Artículo ochenta y nueve. 


Las inscripciones relativas al Organismo tutelar se practicarán en el Registro del
domicilio de las personas sujetas a la tutela en el momento de constituirse ésta.

– 644 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

La representación del ausente se inscribirá en el Registro del lugar en que se haya


declarado la ausencia. La del defensor del desaparecido, en el lugar en que se constituye la
defensa.

Artículo noventa. 
Las demás representaciones legales mencionadas se inscribirán en el Registro del lugar
en que se constituyan. La inscripción de la administración del caudal relicto establecida por
el causante se practicará en el Registro de su último domicilio en España, o, en su defecto,
en el lugar donde estuvieren la mayor parte de los bienes.

Artículo noventa y uno. 


El encargado examinará anualmente los asientos vigentes de la Sección 4.ª y dará
cuenta al Ministerio Fiscal de lo que juzgue conveniente a la mejor defensa de los intereses
de la tutela o representación.

TÍTULO VI
De la rectificación y otros procedimientos

Artículo noventa y dos. 


Las inscripciones sólo pueden rectificarse por sentencia firme en juicio ordinario.
La demanda se dirigirá contra el Ministerio Fiscal y aquellos a quienes se refiere el
asiento que no fueren demandantes.
En este juicio no tiene lugar la restricción de pruebas que establece el artículo segundo.

Artículo noventa y tres. 


No obstante el artículo anterior, pueden rectificarse previo expediente gubernativo:
Primero. Las menciones erróneas de identidad, siempre que ésta quede indudablemente
establecida por las demás circunstancias de la inscripción.
Segundo. La indicación equivocada del sexo cuando igualmente no haya duda sobre la
identidad del nacido por las demás circunstancias, así como la mención registral relativa al
sexo de las personas en los casos de disforia de género.
Tercero. Cualquier otro error cuya evidencia resulte de la confrontación con otra u otras
inscripciones que hagan fe del hecho correspondiente.

Artículo noventa y cuatro. 


También pueden rectificarse por expediente gubernativo, con dictamen favorable del
Ministerio Fiscal:
Primero. Aquellos errores cuya evidencia resulte de la confrontación con los documentos
en cuya sola virtud se ha practicado la inscripción.
Segundo. Los que proceden de documento público o eclesiástico ulteriormente
rectificado.

Artículo noventa y cinco. 


Basta expediente gubernativo para:
Primero. Completar inscripciones firmadas con circunstancias no conocidas en la fecha
de aquéllas.
Segundo. Suprimir las circunstancias o asientos no permitidos o cuya práctica se haya
basado de modo evidente, según el propio asiento, en título manifiestamente ilegal.
Tercero. Corregir en los asientos los defectos meramente formales, siempre que se
acrediten debidamente los hechos de que dan fe.
Cuarto. Corregir faltas en el modo de llevar los libros que no afecten directamente a
inscripciones firmadas.

– 645 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

Quinto. Practicar la inscripción fuera de plazo.


Sexto. Reconstruir las inscripciones destruidas.

Artículo noventa y seis. 


En virtud de expediente gubernativo puede declararse con valor de simple presunción:
Primero. Que no ha ocurrido hecho determinado que pudiera afectar al estado civil.
Segundo. La nacionalidad, vecindad o cualquier estado, si no consta en el Registro.
Tercero. El domicilio de los apátridas.
Cuarto. La existencia de los hechos mientras por fuerza mayor sea imposible el acceso
al Registro donde deben constar inscritos.
Estas declaraciones pueden ser objeto de anotación conforme a lo dispuesto en la Ley.

Artículo noventa y siete. 


Los expedientes gubernativos a que se refiere esta Ley se sujetarán a las reglas
siguientes:
Primera. Puede promoverlos o constituirse en parte cualquier persona que tenga interés
legítimo en los mismos. Están obligados a ello los que, en su caso, deben promover la
inscripción.
Segunda. Siempre será oído el Ministerio Fiscal.
Tercera. La incoación del expediente se comunicará a los interesados, los cuales podrán
hacer las manifestaciones que estimen oportunas.
Cuarta. En última instancia, cabe apelación contra las resoluciones ante la Dirección
General.
No obstante, los expedientes de fe de vida, soltería o viudez se ajustarán a especiales
normas reglamentarias.

TÍTULO VII
Régimen económico

Artículo noventa y ocho. 


Son enteramente gratuitos los asientos del Registro Civil, las licencias de enterramiento
y los expedientes relativos al Registro Civil no expresamente exceptuados.

Artículo noventa y nueve. 


(Derogado)

Artículo ciento. 
Por excepción rigen, a los efectos económicos, las reglas de la jurisdicción voluntaria:
Primero. En los expedientes de cambio de nombre o de apellidos distintos del apellido
Expósito y análogos.
Segundo. En los motivados por infracción de las obligaciones que impone esta Ley. En
estos casos se impondrán las costas al infractor, que, a este efecto, será previamente citado.
Tercero. En los expedientes para declaraciones con valor de simple presunción.

Artículo ciento uno. 


(Derogado)

Artículo ciento dos. 


(Derogado)

– 646 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil

DISPOSICIONES ADICIONALES

Primera. 
A los efectos establecidos en el artículo 6 de la presente Ley, las referencias que en la
misma se realizan a los libros y asientos registrales, podrán entenderse referidas a los
ficheros automatizados de datos registrales y al tratamiento de éstos.

Segunda. 
En todas las peticiones y expedientes relativos a la nacionalidad y al nombre y a los
apellidos, las solicitudes de los interesados no podrán entenderse estimadas por silencio
administrativo.

DISPOSICIÓN TRANSITORIA
La presente Ley regirá, respecto de los hechos acaecidos a partir de su vigencia, y en
cuanto a los anteriores, sujetos a inscripción, aun no inscritos.
En todo caso, los procedimientos establecidos en el título VI son aplicables a las
inscripciones anteriores; si al regir esta Ley hubiese procedimientos empezados bajo la
legislación anterior y éstos fueren diferentes de los establecidos por aquélla, podrán optar los
interesados por unos o por otros.

DISPOSICIONES FINALES

Primera. 
Continúan en vigor las disposiciones del Código Civil relativas al Registro en cuanto no
estén modificadas por lo establecido en esta Ley. Quedan incorporados, conforme a la Ley y
al Reglamento, al Registro Civil el de Tutelas y el de Ausentes.

Segunda. 
Esta Ley comenzará a regir el primero de enero de mil novecientos cincuenta y nueve.
Dentro del plazo indicado se aprobará el nuevo Reglamento del Registro Civil.
A partir de la fecha de entrada en vigor de la Ley quedarán derogadas las demás
disposiciones relativas al Registro Civil.

Tercera. 
Reglamentariamente se establecerán los requisitos, la forma de practicar los asientos y
expedir certificaciones y las demás condiciones que afecten al establecimiento y gestión de
los ficheros automatizados de datos registrales.

– 647 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§5

Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 175, de 22 de julio de 2011
Última modificación: sin modificaciones
Referencia: BOE-A-2011-12628

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.

PREÁMBULO

I
La importancia del Registro Civil demanda la adopción de un nuevo modelo que se
ajuste tanto a los valores consagrados en la Constitución de 1978 como a la realidad actual
de la sociedad española.
Aunque la vigente Ley del Registro Civil, de 8 de junio de 1957, ha dado muestras de su
calidad técnica y de su capacidad de adaptación a lo largo de estos años, es innegable que
la relevancia de las transformaciones habidas en nuestro país exige un cambio normativo en
profundidad que, recogiendo los aspectos más valiosos de la institución registral, la acomode
plenamente a la España de hoy, cuya realidad política, social y tecnológica es
completamente distinta a la de entonces.
La Constitución de 1978 sitúa a las personas y a sus derechos en el centro de la acción
pública. Y ese inequívoco reconocimiento de la dignidad y la igualdad ha supuesto el
progresivo abandono de construcciones jurídicas de épocas pasadas que configuraban el
estado civil a partir del estado social, la religión, el sexo, la filiación o el matrimonio.
Un Registro Civil coherente con la Constitución ha de asumir que las personas –iguales
en dignidad y derechos- son su única razón de ser, no sólo desde una perspectiva individual
y subjetiva sino también en su dimensión objetiva, como miembros de una comunidad
políticamente organizada.
Por este motivo, la Ley abandona la vieja preocupación por la constatación territorial de
los hechos concernientes a las personas, sustituyéndola por un modelo radicalmente distinto
que prioriza el historial de cada individuo, liberándolo de cargas administrativas y
equilibrando la necesaria protección de su derecho fundamental a la intimidad con el
carácter público del Registro Civil.

– 648 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

En este sentido, la Ley suprime el tradicional sistema de división del Registro Civil en
Secciones -nacimientos, matrimonios, defunciones, tutelas y representaciones legales- y
crea un registro individual para cada persona a la que desde la primera inscripción que se
practique se le asigna un código personal.
Asimismo, en la presente Ley se incorpora tanto la Convención de los derechos del niño
de 20 de noviembre de 1989, ratificada por España el 30 de noviembre de 1990, como la
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, de 13 de diciembre de
2006, ratificada por España el 23 de noviembre de 2007.

II
La modernización del Registro Civil también hace pertinente que su llevanza sea
asumida por funcionarios públicos distintos de aquellos que integran el poder judicial del
Estado, cuyo cometido constitucional es juzgar y ejecutar lo juzgado.
En efecto, la aplicación al Registro Civil de técnicas organizativas y de gestión de
naturaleza administrativa permitirá una mayor uniformidad de criterios y una tramitación más
ágil y eficiente de los distintos expedientes, sin merma alguna del derecho de los ciudadanos
a una tutela judicial efectiva, pues todos los actos del Registro Civil quedan sujetos a control
judicial.
Esta Ley deslinda con claridad las tradicionales funciones gubernativas y judiciales que
por inercia histórica todavía aparecen entremezcladas en el sistema de la Ley de 1957, y
aproxima nuestro modelo de Registro Civil al existente en otros países de nuestro entorno,
en los que también se ha optado por un órgano o entidad de naturaleza administrativa con el
fin de prestar un servicio público de mayor calidad, sin perjuicio de la garantía judicial de los
derechos de los ciudadanos.
Puesto que la materia a la que el funcionamiento del Registro Civil se refiere es el estado
civil de las personas y en ciertos aspectos, el derecho de familia, la jurisdicción competente
es la civil. No obstante, se exceptúa la nacionalidad por residencia, respecto de la que
persisten las razones que aconsejaron trasladar esta materia a la jurisdicción contencioso-
administrativa con la entrada en vigor de la Ley 18/1990, de 17 de diciembre, de reforma del
Código Civil.

III
Esa misma vocación modernizadora hace que en la Ley se diseñe un Registro Civil único
para toda España, informatizado y accesible electrónicamente.
El Registro Civil se configura como una base de datos única que permite compaginar la
unidad de la información con la gestión territorializada y la universalidad en el acceso. Este
salto conceptual, que implica la superación del Registro físicamente articulado en libros
custodiados en oficinas distribuidas por toda España, obliga a un replanteamiento de toda su
estructura organizativa, que ahora ha de tener por objetivo principal eximir al ciudadano de la
carga de tener que acudir presencialmente a las oficinas del Registro.
Un Registro Civil electrónico exige una estructura organizativa bien distinta de la actual.
Estructura que, además, ha de tener presente a las Comunidades Autónomas.
A todo ello se dedica el título III de esta Ley, en el que se contempla una organización
del Registro Civil mucho más sencilla que la anterior, diferenciándose entre Oficinas
Generales, Oficina Central y Oficinas Consulares, dotadas de funciones y competencias
propias, aunque dependiendo de la Dirección General de los Registros y del Notariado en
tanto que centro superior directivo, consultivo y responsable último del Registro Civil.
Existirá una Oficina General por cada Comunidad o Ciudad Autónoma y otra más por
cada 500.000 habitantes, al frente de la cual se encontrará un Encargado al que se le
asignan las funciones de recepción de declaraciones y solicitudes, la tramitación y resolución
de expedientes, la práctica de inscripciones y, en su caso, la expedición de certificaciones. A
la Oficina Central le corresponde, entre otras funciones, practicar las inscripciones derivadas
de resoluciones dictadas por la Dirección General de los Registros y del Notariado en los
expedientes que son de su competencia. En cuanto a las Oficinas Consulares, su régimen
jurídico no difiere sustancialmente del vigente.

– 649 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

La unidad de actuación queda garantizada mediante el carácter vinculante de las


instrucciones, resoluciones y circulares de la Dirección General de los Registros y del
Notariado, así como por el establecimiento de un sistema de recursos que sigue las reglas
generales de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, con la previsión
expresa de un recurso ante la mencionada Dirección General.

IV
La Ley concibe el Registro Civil como un registro electrónico, en el que se practican
asientos informáticos, que organiza la publicidad y da fe de los hechos y actos del estado
civil. Desde esta concepción se incorpora el uso de las nuevas tecnologías y de la firma
electrónica.
El régimen de la publicidad del Registro Civil se articula a partir de dos instrumentos: la
certificación electrónica y el acceso de la Administración, en el ejercicio de sus funciones
públicas, a la información registral. Este último se concibe como el instrumento preferente de
publicidad, de tal forma que sólo en casos excepcionales el ciudadano deberá presentar
certificaciones de datos del Registro Civil.
El carácter electrónico del Registro Civil no significa alterar la garantía de privacidad de
los datos contenidos en el mismo. Aunque el Registro Civil está excluido del ámbito de
aplicación de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de
Carácter Personal, se presta una especial protección a los datos, en tanto contengan
información que afecta a la esfera de la intimidad de la persona. Lo relevante es que los
datos protegidos sólo pertenecen a su titular y a él corresponde autorizar que sean
facilitados a terceros.

V
En relación con los aspectos sustantivos de la Ley, merece una mención especial el
título VI, relativo a hechos y actos inscribibles. Respecto de la inscripción de nacimiento, se
mantienen los criterios generales y se prevé la remisión de los datos del nacido a través de
un documento oficial por los responsables de los centros sanitarios. A cada nacido se le
abrirá un registro individual y le será asignado un código personal.
El nombre y apellidos se configura como un elemento de identidad del nacido derivado
del derecho de la personalidad y como tal se incorpora a la inscripción de nacimiento. Con el
fin de avanzar en la igualdad de género se prescinde de la histórica prevalencia del apellido
paterno frente al materno permitiendo que ambos progenitores sean los que decidan el
orden de los apellidos. Igualmente se sistematiza y agiliza el procedimiento de cambio de
nombres y apellidos y se somete, como regla general, a la competencia del Encargado del
Registro Civil. En cuanto a la filiación, se elimina toda referencia a la no matrimonial, con
plena equiparación a la matrimonial.
La instrucción del expediente matrimonial y la celebración del matrimonio compete a los
Ayuntamientos, los cuales deberán remitir de oficio la documentación preceptiva al Registro
Civil. Los Cónsules autorizarán, celebrarán e inscribirán los matrimonios de españoles en el
extranjero. No se modifica la comunicación al Registro Civil de los matrimonios celebrados
en forma religiosa.
De modo similar a la del nacimiento se regula la inscripción de la defunción mediante la
remisión del documento oficial, acompañado de parte médico, por los centros sanitarios. Se
mantiene el requisito de la práctica previa de la inscripción de fallecimiento para proceder a
la inhumación o incineración.
La descentralización introducida por la Constitución de 1978 está presente, no sólo
desde el punto de vista territorial, sino también desde la perspectiva de la distribución de
competencias. Así, se contempla el acceso al Registro Civil de actos regulados en algunos
Derechos civiles especiales como, por ejemplo, las autotutelas, apoderamientos preventivos
o especialidades en materia de régimen económico del matrimonio. Igualmente, se prevé la
utilización de las lenguas cooficiales, tanto en la inscripción como en la expedición de
certificaciones. Además, la Ley garantiza la adecuada coexistencia de la competencia estatal

– 650 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

sobre Registro Civil y las de carácter ejecutivo que corresponden a las Comunidades
Autónomas.

VI
La normativa de Derecho internacional privado se contiene en el título X de la Ley con
una actualización de las soluciones jurídicas influidas por el avance de la legislación europea
y la creciente importancia del elemento extranjero con acceso al Registro Civil. La
coherencia del modelo exige a este respecto mantener la unidad, dentro de las
particularidades inherentes a cada sector.
Una de las mayores novedades se centra en la inscripción de documentos judiciales
extranjeros. De este modo, se permite no sólo la inscripción previo exequátur sino también la
posibilidad de que el Encargado del Registro Civil realice la inscripción tras proceder a un
reconocimiento incidental.
La complejidad inherente a las situaciones internacionales justifica que la inscripción de
documentos extranjeros judiciales y no judiciales, así como de certificaciones extranjeras,
corresponda con carácter exclusivo a la Oficina Central del Registro. La Oficina Central se
configura además como la autoridad encargada en materia de cooperación internacional en
todas aquellas materias sometidas a la Ley.

VII
El articulado se completa con disposiciones adicionales, transitorias y finales, así como
con una disposición derogatoria.
Se deroga la Ley de Registro Civil de 8 de junio de 1957 que, no obstante, seguirá
siendo aplicada en tanto quede extinguido el complejo régimen transitorio previsto en la Ley.
De este modo se prevé un régimen de incorporación progresiva de los registros individuales
y se mantienen temporalmente los efectos que el ordenamiento vigente atribuye al Libro de
Familia. Igualmente se derogan expresamente los preceptos del Código civil que resultan
incompatibles con las previsiones de la presente Ley.
En efecto, puesto que se prescindirá del Libro de Familia –que pierde sentido dentro del
modelo moderno que se ha configurado en la presente Ley– se ha previsto que en cada
registro individual conste una hoja o extracto en la que figuren los datos personales de la
vida del individuo. Consecuentemente con este diseño de la hoja individual, y en la
búsqueda de una mayor simplicidad y eficiencia del sistema, la Ley distingue entre las
inscripciones, las anotaciones registrales y, por último, el asiento de cancelación.
Se modifica la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, a fin de determinar el
órgano judicial y el procedimiento para conocer de los recursos frente a las resoluciones de
la Dirección General de los Registros y del Notariado en materia de estado civil. Dichas
previsiones no serán de aplicación a los recursos frente a resoluciones relativas a la
adquisición de nacionalidad por residencia, cuya regulación y competencia judicial no se
modifica.
La desjudicialización del Registro Civil impone la derogación del artículo 86 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial –que se lleva a cabo a través de Ley
Orgánica complementaria–, y de lo previsto en la Ley 38/1998, de 28 de diciembre, de Planta
y Demarcación Judicial, respecto a los Registros Civiles.
La complejidad de la Ley y el cambio radical respecto al modelo anterior aconsejan un
extenso plazo de vacatio legis, que se ha fijado en tres años, para permitir la progresiva
puesta en marcha del nuevo modelo, evitando disfunciones en el tratamiento de la
información registral y la implementación de la nueva estructura organizativa.

– 651 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

TÍTULO I
El Registro Civil. Disposiciones generales

CAPÍTULO PRIMERO
Naturaleza, contenido y competencias del Registro Civil

Artículo 1. Objeto de la Ley.


La presente Ley tiene por objeto la ordenación jurídica del Registro Civil.
En particular, tiene como finalidad regular la organización, dirección y funcionamiento del
Registro Civil, el acceso de los hechos y actos que se hacen constar en el mismo y la
publicidad y los efectos que se otorgan a su contenido.

Artículo 2. Naturaleza y contenido del Registro Civil.


1. El Registro Civil es un registro público dependiente del Ministerio de Justicia. Todos
los asuntos referentes al Registro Civil están encomendados a la Dirección General de los
Registros y del Notariado.
Los Encargados del Registro Civil deben cumplir las órdenes, instrucciones, resoluciones
y circulares del Ministerio de Justicia y de la Dirección General de los Registros y del
Notariado.
2. El Registro Civil tiene por objeto hacer constar oficialmente los hechos y actos que se
refieren al estado civil de las personas y aquellos otros que determine la presente Ley.
3. El contenido del Registro Civil está integrado por el conjunto de registros individuales
de las personas físicas y por el resto de las inscripciones que se practiquen en el mismo
conforme a lo previsto en la presente Ley.

Artículo 3. Elementos definitorios del Registro Civil.


1. El Registro Civil es único para toda España.
2. El Registro Civil es electrónico. Los datos serán objeto de tratamiento automatizado y
se integrarán en una base de datos única cuya estructura, organización y funcionamiento es
competencia del Ministerio de Justicia conforme a la presente Ley y a sus normas de
desarrollo.
3. Serán de aplicación al Registro Civil las medidas de seguridad establecidas en la
normativa vigente en materia de protección de datos de carácter personal.

Artículo 4. Hechos y actos inscribibles.


Tienen acceso al Registro Civil los hechos y actos que se refieren a la identidad, estado
civil y demás circunstancias de la persona. Son, por tanto, inscribibles:
1.º El nacimiento.
2.º La filiación.
3.º El nombre y los apellidos y sus cambios.
4.º El sexo y el cambio de sexo.
5.º La nacionalidad y la vecindad civil.
6.º La emancipación y el beneficio de la mayor edad.
7.º El matrimonio. La separación, nulidad y divorcio.
8.º El régimen económico matrimonial legal o pactado.
9.º Las relaciones paterno-filiales y sus modificaciones.
10.º La modificación judicial de la capacidad de las personas, así como la que derive de
la declaración de concurso de las personas físicas.
11.º La tutela, la curatela y demás representaciones legales y sus modificaciones.
12.º Los actos relativos a la constitución y régimen del patrimonio protegido de las
personas con discapacidad.
13.º La autotutela y los apoderamientos preventivos.
14.º Las declaraciones de ausencia y fallecimiento.
15.º La defunción.

– 652 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Artículo 5. Registro individual.


1. Cada persona tendrá un registro individual en el que constarán los hechos y actos
relativos a la identidad, estado civil y demás circunstancias en los términos de la presente
Ley.
2. El registro individual se abrirá con la inscripción de nacimiento o con el primer asiento
que se practique.
3. En dicho registro se inscribirán o anotarán, continuada, sucesiva y cronológicamente,
todos los hechos y actos que tengan acceso al Registro Civil.

Artículo 6. Código personal.


A cada registro individual abierto con la primera inscripción que se practique se le
asignará un código personal constituido por la secuencia alfanumérica que atribuya el
sistema informático vigente para el documento nacional de identidad.

Artículo 7. Firma electrónica.


1. Los Encargados de las Oficinas del Registro Civil dispondrán de firma electrónica
reconocida. Mediante dicha firma serán practicados los asientos del Registro Civil y las
certificaciones que se expidan de su contenido.
2. Los ciudadanos podrán acceder a los servicios del Registro Civil mediante firma
electrónica, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso
electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos.

Artículo 8. Comunicación entre las Oficinas del Registro Civil y con las Administraciones
Públicas.
1. Las Oficinas del Registro Civil se comunicarán entre sí a través de medios
electrónicos.
2. Todas las Administraciones y funcionarios públicos, en el ejercicio de sus
competencias y bajo su responsabilidad, tendrán acceso a los datos que consten en el
Registro Civil único con las excepciones relativas a los datos especialmente protegidos
previstas en esta Ley. Dicho acceso se efectuará igualmente mediante procedimientos
electrónicos con los requisitos y prescripciones técnicas que sean establecidas dentro del
Esquema Nacional de Interoperabilidad y del Esquema Nacional de Seguridad.

Artículo 9. Competencias generales del Registro Civil.


En el Registro Civil constarán los hechos y actos inscribibles que afectan a los españoles
y los referidos a extranjeros, acaecidos en territorio español.
Igualmente, se inscribirán los hechos y actos que hayan tenido lugar fuera de España,
cuando las correspondientes inscripciones sean exigidas por el Derecho español.

Artículo 10. Reglas de competencia.


1. La solicitud de inscripción y la práctica de la misma se podrán efectuar en cualquiera
de las Oficinas Generales del Registro Civil con independencia del lugar en el que se
produzcan los hechos o actos inscribibles. Si se producen en el extranjero, la inscripción se
solicitará y, en su caso, se practicará en la Oficina Consular de la circunscripción
correspondiente. En este último caso, la inscripción también se podrá solicitar y practicar en
cualquiera de las Oficinas Generales.
2. Los ciudadanos podrán solicitar en cualquiera de las Oficinas Generales o Consulares
del Registro Civil o por medios electrónicos el acceso a la información contenida en el mismo
a través de los medios de publicidad previstos en esta Ley.

– 653 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

CAPÍTULO SEGUNDO
Derechos y deberes ante el Registro Civil

Artículo 11. Derechos ante el Registro Civil.


Son derechos de las personas ante el Registro Civil:
a) El derecho a un nombre y a ser inscrito mediante la apertura de un registro individual y
la asignación de un código personal.
b) El derecho a la inscripción de los hechos y actos que se refieren a su identidad,
estado civil y demás circunstancias personales que la Ley prevea.
c) El derecho a acceder a la información que solicite sobre el contenido del Registro, con
las limitaciones previstas en la presente Ley.
d) El derecho a obtener certificaciones.
e) El derecho a la intimidad en relación con datos especialmente protegidos sometidos a
régimen de publicidad restringida.
f) El derecho a acceder a los servicios del Registro Civil en cualquiera de las Oficinas
Generales o Consulares del Registro Civil.
g) El derecho a utilizar ante el Registro Civil cualquiera de las lenguas oficiales en el
lugar donde radique la Oficina.
h) El derecho a la igualdad de género y al pleno reconocimiento del principio de igualdad,
en todas sus manifestaciones, en materia de Derecho del Registro Civil.
i) El derecho a promover la inscripción de determinados hechos y actos dirigidos a la
protección de los menores, personas con capacidad modificada judicialmente, personas con
discapacidad y personas mayores.
j) El derecho a promover la rectificación o modificación de los asientos registrales en los
casos legal o reglamentariamente previstos.
k) El derecho a interponer recursos en los términos previstos en la presente Ley.
l) El derecho a acceder a los servicios del Registro Civil con garantía de los principios de
accesibilidad universal y diseño para todas las personas.

Artículo 12. Deberes ante el Registro Civil.


Son deberes de las personas ante el Registro Civil:
a) El deber de promover la práctica de los asientos registrales en los casos previstos en
la presente Ley.
b) El deber de instar la inscripción cuando ésta tenga carácter constitutivo en los casos
legalmente previstos.
c) El deber de comunicar los hechos y actos inscribibles conforme a lo previsto en la
presente Ley.
d) El deber de presentar la documentación necesaria cuando los datos correspondientes
no obren en poder de las Administraciones Públicas.
e) El deber de suministrar datos veraces y exactos en las solicitudes de inscripción o en
cumplimiento de los deberes a los que se refieren los números anteriores.
f) El deber de cooperar en el buen funcionamiento del Registro Civil como servicio
público.

TÍTULO II
Principios de funcionamiento del Registro Civil

Artículo 13. Principio de legalidad.


Los Encargados del Registro Civil comprobarán de oficio la realidad y legalidad de los
hechos y actos cuya inscripción se pretende, según resulte de los documentos que los
acrediten y certifiquen, examinando en todo caso la legalidad y exactitud de dichos
documentos.

– 654 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Artículo 14. Principio de oficialidad.


Los Encargados del Registro Civil deberán practicar la inscripción oportuna cuando
tengan en su poder los títulos necesarios.
Las personas físicas y jurídicas y los organismos e instituciones públicas que estén
obligados a promover las inscripciones facilitarán a los Encargados del Registro Civil los
datos e información necesarios para la práctica de aquéllas.

Artículo 15. Principio de publicidad.


1. Los ciudadanos tendrán libre acceso a los datos que figuren en su registro individual.
2. El Registro Civil es público. Las Administraciones y funcionarios públicos, para el
desempeño de sus funciones y bajo su responsabilidad, podrán acceder a los datos
contenidos en el Registro Civil.
3. También podrá obtenerse información registral, por los medios de publicidad previstos
en los artículos 80 y siguientes de la presente Ley, cuando se refieran a persona distinta del
solicitante, siempre que conste la identidad del solicitante y exista un interés legítimo.
4. Quedan exceptuados del régimen general de publicidad los datos especialmente
protegidos, que estarán sometidos al sistema de acceso restringido al que se refieren los
artículos 83 y 84 de la presente Ley.

Artículo 16. Presunción de exactitud.


1. Los Encargados del Registro Civil están obligados a velar por la concordancia entre
los datos inscritos y la realidad extraregistral.
2. Se presume que los hechos inscritos existen y los actos son válidos y exactos
mientras el asiento correspondiente no sea rectificado o cancelado en la forma prevista por
la ley.
3. Cuando se impugnen judicialmente los actos y hechos inscritos en el Registro Civil,
deberá instarse la rectificación del asiento correspondiente.

Artículo 17. Eficacia probatoria de la inscripción.


1. La inscripción en el Registro Civil constituye prueba plena de los hechos inscritos.
2. Sólo en los casos de falta de inscripción o en los que no fuera posible certificar del
asiento, se admitirán otros medios de prueba.
En el primer caso, será requisito indispensable para su admisión la acreditación de que
previa o simultáneamente se ha instado la inscripción omitida o la reconstrucción del asiento,
y no su mera solicitud.

Artículo 18. Eficacia constitutiva de la inscripción en el Registro Civil.


La inscripción en el Registro Civil sólo tendrá eficacia constitutiva en los casos previstos
por la Ley.

Artículo 19. Presunción de integridad. Principio de inoponibilidad.


1. El contenido del Registro Civil se presume íntegro respecto de los hechos y actos
inscritos.
2. En los casos legalmente previstos, los hechos y actos inscribibles conforme a las
prescripciones de esta Ley serán oponibles a terceros desde que accedan al Registro Civil.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

TÍTULO III
Estructura y dependencia del Registro Civil

CAPÍTULO PRIMERO
Oficinas del Registro Civil

Artículo 20. Estructura del Registro Civil.


1. El Registro Civil depende del Ministerio de Justicia y se organiza en:
1.º Oficina Central.
2.º Oficinas Generales.
3.º Oficinas Consulares.
2. Las inscripciones y demás asientos registrales serán practicados por los Encargados
de las Oficinas del Registro Civil.
Bajo su responsabilidad y en los términos y con los límites que reglamentariamente se
determinen, el Encargado podrá delegar funciones en el personal al servicio de la Oficina del
Registro Civil.
3. Los ciudadanos podrán presentar la solicitud y la documentación requerida ante
cualquier Oficina del Registro Civil o remitirla electrónicamente. Igualmente, podrán
presentar en los Ayuntamientos la solicitud y la documentación necesaria para las
actuaciones ante el Registro Civil.

Artículo 21. Oficina Central del Registro Civil.


1. El Ministerio de Justicia designará a los Encargados de la Oficina Central del Registro
Civil.
2. La Oficina Central del Registro Civil desempeña las siguientes funciones:
1.ª Practicar las inscripciones que se deriven de resoluciones dictadas por la Dirección
General de los Registros y del Notariado, referidas a hechos o actos susceptibles de
inscripción en el Registro Civil.
2.ª Practicar la inscripción de los documentos auténticos extranjeros judiciales y
extrajudiciales y certificaciones de asientos extendidos en Registros extranjeros.
3.ª Practicar la inscripción de fallecimiento de las personas de nacionalidad extranjera al
servicio de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, siempre que
dicho fallecimiento hubiera ocurrido durante una misión u operación fuera de España y que
el sistema registral del Estado donde se produjo el hecho no practicare la pertinente
inscripción. Lo anterior será sin perjuicio de trasladar la inscripción realizada al Registro del
Estado del cual fuere nacional la persona fallecida.
4.ª También desempeñará todas aquellas funciones que le sean atribuidas por las leyes.
3. La Oficina Central es la autoridad encargada en materia de cooperación internacional
sobre Registro Civil en los términos previstos por los instrumentos internacionales aplicables
en España y la presente Ley.

Artículo 22. Oficinas Generales del Registro Civil.


1. En cada Comunidad Autónoma o ciudad con Estatuto de Autonomía se ubicará al
menos una Oficina General del Registro Civil. El Ministerio de Justicia y las Comunidades
Autónomas con competencias ejecutivas en la materia podrán crear en sus respectivos
ámbitos territoriales, además, una Oficina General del Registro Civil por cada 500.000
habitantes.
Excepcionalmente, por razón de la singular distribución de la población o por las
características del territorio, se podrán crear otras tres Oficinas Generales en cada
Comunidad Autónoma.
En atención a las dificultades de acceso derivadas del carácter insular de sus territorios,
Canarias y Baleares contarán en todo caso con al menos una Oficina General del Registro

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Civil en cada una de las islas en que exista un Registro Civil al entrar en vigor la presente
Ley.
2. Al frente de cada Oficina General del Registro Civil estará un Encargado del Registro
Civil, que ejercerá sus funciones bajo la dependencia de la Dirección General de los
Registros y del Notariado. Excepcionalmente y por necesidades del servicio, se podrá
designar más de un Encargado.
3. Corresponderá al Ministerio de Justicia y a las Comunidades Autónomas con
competencias ejecutivas en la materia designar a los Encargados de las Oficinas Generales
del Registro Civil en sus respectivos ámbitos territoriales.
4. Son funciones de las Oficinas Generales del Registro Civil:
1.ª Recibir y documentar declaraciones de conocimiento y de voluntad en materias
propias de su competencia, así como expedir certificaciones.
2.ª Recibir por vía electrónica o presencial solicitudes o formularios, así como otros
documentos que sirvan de título para practicar un asiento en el Registro Civil.
3.ª Tramitar y resolver los expedientes de Registro Civil que les atribuya el ordenamiento
jurídico.
4.ª Practicar las inscripciones y demás asientos de su competencia.
5.ª Expedir certificaciones de los asientos registrales.
6.ª Cualesquiera otras que determine la Dirección General de los Registros y del
Notariado.

Artículo 23. Oficinas Consulares del Registro Civil.


Las Oficinas Consulares del Registro Civil estarán a cargo de los Cónsules de España o,
en su caso, de los funcionarios diplomáticos encargados de las Secciones consulares de la
Misión Diplomática.

Artículo 24. Funciones de las Oficinas Consulares del Registro Civil.


Son funciones de los Registros Consulares:
1.ª Inscribir los hechos y actos relativos a españoles acaecidos en su circunscripción
consular, así como los documentos extranjeros judiciales y no judiciales y certificaciones de
Registros Civiles extranjeros que sirvan de título para practicar la inscripción.
2.ª Expedir certificaciones de los asientos registrales.
3.ª Recibir y documentar declaraciones de conocimiento y de voluntad en materias
propias de su competencia.
4.ª Instruir el expediente previo de matrimonio, así como expedir los certificados de
capacidad necesarios para su celebración en el extranjero.
5.ª Comunicar a la Dirección General de los Registros y del Notariado la legislación
extranjera vigente en materia vinculada al estado civil de las personas.

CAPÍTULO SEGUNDO
La Dirección General de los Registros y del Notariado

Artículo 25. La Dirección General de los Registros y del Notariado.


La Dirección General de los Registros y del Notariado es el centro directivo y consultivo
del Registro Civil de España.

Artículo 26. Funciones de la Dirección General de los Registros y del Notariado en el


Registro Civil.
En materia de Registro Civil, son funciones de la Dirección General de los Registros y
del Notariado las siguientes:
1.ª Promover la elaboración de disposiciones de carácter general.
2.ª Dictar las instrucciones, resoluciones y circulares que estime procedentes en los
asuntos de su competencia, que tendrán carácter vinculante.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

3.ª Supervisar y coordinar el cumplimiento de las normas registrales por el Encargado y


demás personal al servicio de las Oficinas del Registro Civil.
4.ª Resolver los recursos legalmente previstos y atender las consultas que se planteen
acerca de la interpretación y ejecución de la legislación en materia de Registro Civil.
5.ª Resolver los expedientes de su competencia en materia de Registro Civil.
6.ª Ordenar la planificación estratégica, y coordinar las actuaciones en esta materia con
otras Administraciones e instituciones públicas o privadas.
7.ª Implantar y elaborar programas de calidad del servicio público que presta el Registro
Civil.
8.ª Cualesquiera otras que le atribuyan las leyes.

TÍTULO IV
Títulos que acceden al Registro Civil. Control de legalidad

CAPÍTULO PRIMERO
Títulos que acceden al Registro Civil

Artículo 27. Documentos auténticos para practicar inscripciones.


1. El documento auténtico, sea original o testimonio, sea judicial, administrativo, notarial
o registral, es título suficiente para inscribir el hecho o acto que accede al Registro Civil.
También es título suficiente para practicar la inscripción el documento extranjero que
cumpla los requisitos establecidos en los artículos 96 y 97 de la presente Ley.
2. Las resoluciones judiciales firmes son títulos suficientes para inscribir el hecho o acto
que constituyen o declaran. Si contradicen hechos inscritos, debe practicarse la rectificación
correspondiente.
3. Los documentos a los que se refieren los dos apartados anteriores podrán presentarse
en cualquier soporte, incluido el electrónico, siempre que cumplan los requisitos, formato y
eficacia previstos en sus respectivas normas reguladoras.
4. Los documentos presentados en las Oficinas del Registro Civil y en los Ayuntamientos
se custodiarán y conservarán en los términos establecidos por la normativa reguladora de
esta materia para las Administraciones Públicas.

Artículo 28. Certificaciones de Registros extranjeros.


Para practicar inscripciones sin expediente, en virtud de certificación de Registro
extranjero, será necesario el cumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa
aplicable para que tenga eficacia en España.

Artículo 29. Declaraciones de las personas obligadas.


1. Las declaraciones en virtud de las cuales hayan de practicarse los asientos se
consignarán en acta firmada por el funcionario competente de la Oficina General o Consular
y por los declarantes, o bien mediante la cumplimentación del formulario oficialmente
aprobado.
2. La verificación de las declaraciones comprenderá la capacidad e identidad del
declarante.

CAPÍTULO SEGUNDO
Control de legalidad

Artículo 30. Control de legalidad de los documentos.


1. Los obligados a promover la inscripción sólo tendrán que aportar los documentos
exigidos por la ley cuando los datos incorporados a los mismos no constaren en el Registro
Civil o no pudieran ser facilitados por otras Administraciones o funcionarios públicos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

2. El Encargado de la Oficina del Registro Civil ante el que se solicita la inscripción


deberá controlar la legalidad de las formas extrínsecas del documento, la validez de los
actos y la realidad de los hechos contenidos en éste.
La calificación de las sentencias y resoluciones judiciales recaerá sobre la competencia y
clase del procedimiento seguido, formalidades extrínsecas de los documentos presentados y
asientos del propio Registro.
3. Si el Encargado de la Oficina del Registro Civil tuviere fundadas dudas sobre la
legalidad de los documentos, sobre la veracidad de los hechos o sobre la exactitud de las
declaraciones, realizará antes de extender la inscripción, y en el plazo de diez días, las
comprobaciones oportunas.
Si de la verificación de los documentos y declaraciones efectuadas se dedujera una
contradicción esencial entre el Registro y la realidad, el Encargado del Registro Civil lo
pondrá en conocimiento del Ministerio Fiscal y lo advertirá a los interesados.

Artículo 31. Examen de las solicitudes de inscripción y de las declaraciones.


En el examen de las solicitudes y de las declaraciones que se formulen, la Oficina
Consular o General del Registro Civil verificará la identidad y capacidad de los solicitantes o
declarantes y, en su caso, comprobará la autenticidad de la firma.

Artículo 32. Constancia de solicitudes y declaraciones efectuadas en las Oficinas del


Registro Civil.
1. Las solicitudes y declaraciones que formulen los ciudadanos a través de cualquiera de
los medios previstos en esta Ley ante las Oficinas del Registro Civil quedarán debidamente
registradas en la forma que reglamentariamente se determine.
En todo caso, deberá quedar constancia de la identidad y domicilio del solicitante o
declarante, del Documento nacional de identidad o Número de identificación del extranjero,
de la fecha en la que se ha formulado la solicitud o declaración, del contenido de ésta y de la
actuación del funcionario de la oficina a la que se haya dirigido.
2. A esta información deberán acceder todas las Oficinas del Registro Civil, que
denegarán al interesado la inscripción solicitada o la recepción de la declaración sobre la
que el funcionario o funcionarios competentes de una oficina ya se hubiera pronunciado o
hubiese sido requerida para hacerlo.

TÍTULO V
Los asientos registrales

CAPÍTULO PRIMERO
Competencia para efectuar los asientos

Artículo 33. Regla general para la práctica de los asientos.


1. El Encargado de la Oficina del Registro Civil ante el que se presente el título o se
formule la declaración practicará los asientos correspondientes de oficio o dictará resolución
denegándolos en el plazo de cinco días. La inscripción de la defunción, no existiendo
obstáculo legal, se practicará en el mismo día de la presentación de la documentación. En
las Oficinas Consulares del Registro Civil, para las inscripciones referentes a nacionalidad y
matrimonio, los asientos se practicarán en el plazo más breve posible.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, el Encargado de la Oficina
Central practicará los asientos a los que den lugar las resoluciones dictadas en los
expedientes para cuya tramitación y resolución sea competente el Ministerio de Justicia.

Artículo 34. Asientos de resoluciones judiciales.


El secretario judicial del órgano que haya dictado una resolución cuyo contenido deba
causar asiento en el Registro Civil por afectar al estado civil de las personas, deberá remitir

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

por medios electrónicos a la Oficina del Registro Civil testimonio de la resolución judicial
referida.

Artículo 35. Inscripción de documentos notariales.


Los Notarios, dentro de su ámbito de competencias, remitirán por medios electrónicos a
la Oficina General del Registro Civil los documentos públicos que den lugar a asiento en el
Registro Civil.

CAPÍTULO SEGUNDO
Reglas generales para la práctica de asientos

Artículo 36. Asientos electrónicos.


1. En el Registro Civil todos los asientos se extenderán en soporte y formato electrónico.
Dichos asientos deberán ajustarse a los modelos aprobados por la Dirección General de los
Registros y del Notariado.
2. En circunstancias excepcionales y cuando no sea posible practicar asientos
electrónicos, el asiento podrá efectuarse en soporte papel. En este caso, se trasladará al
formato electrónico con la mayor celeridad posible.
3. Los asientos en el Registro Civil deben archivarse después de su cierre en un registro
electrónico de seguridad.

Artículo 37. Lenguas oficiales.


Los ciudadanos que insten la inscripción de un hecho o acto en el Registro Civil, podrán
solicitar que la misma se practique en cualquiera de las lenguas oficiales del lugar donde
radique la Oficina General del Registro Civil.

CAPÍTULO TERCERO
Clases de asientos

Artículo 38. Clases de asientos.


Los asientos del Registro Civil son las inscripciones, las anotaciones y las cancelaciones.

Artículo 39. Inscripciones.
1. La inscripción es la modalidad de asiento a través de la cual acceden al Registro Civil
los hechos y actos relativos al estado civil de las personas y aquellos otros determinados por
esta Ley.
2. Los efectos de la inscripción son los previstos en los artículos 17 y 18 de la presente
Ley.

Artículo 40. Anotaciones registrales.


1. Las anotaciones registrales son la modalidad de asiento que en ningún caso tendrá el
valor probatorio que proporciona la inscripción. Tendrán un valor meramente informativo,
salvo los casos en que la Ley les atribuya valor de presunción.
2. Las anotaciones registrales se extenderán a petición del Ministerio Fiscal o de
cualquier interesado.
3. Pueden ser objeto de anotación los siguientes hechos y actos:
1.º El procedimiento judicial, administrativo o registral en trámite que pueda afectar al
contenido del Registro Civil.
2.º El hecho cuya inscripción no pueda extenderse por no resultar, en alguno de sus
extremos, legalmente acreditado.
3.º Las declaraciones con valor de presunción.
4.º El hecho o acto relativo a españoles o acaecido en España que afecte a su estado
civil, según la ley extranjera.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

5.º La sentencia o resolución extranjera que afecte al estado civil, en tanto no se obtenga
el exequátur o el reconocimiento incidental en España.
6.º La sentencia o resolución canónica cuya ejecución en cuanto a efectos civiles no
haya sido decretada aún por el Tribunal correspondiente.
7.º La desaparición.
8.º Las actuaciones tutelares y de otras figuras tuitivas previstas en la Ley, en los casos
que reglamentariamente se determinen.
9.º El acogimiento, la guarda administrativa y la guarda de hecho.
10.º Aquellos otros hechos o actos cuya anotación se prevea en esta u otra ley.

Artículo 41. Cancelaciones.
Los asientos de cancelación privan de eficacia, total o parcial, al asiento registral de
cualquier clase por nulidad del propio asiento, por ineficacia o inexistencia del hecho o del
acto o por cualquier otra causa establecida por la ley.
La cancelación se practicará en virtud de título adecuado, ya sea de oficio o a solicitud
del interesado.

CAPÍTULO CUARTO
Promoción de la inscripción y de otros asientos

Artículo 42. Personas obligadas a promover la inscripción.


1. Están obligados a promover sin demora la inscripción:
1.º Los designados en cada caso por la ley.
2.º Aquellos a quienes se refiere el hecho inscribible, sus herederos o representantes
legales.
3.º El Ministerio Fiscal en el ejercicio de sus funciones con arreglo a las previsiones de
esta Ley.
2. Las autoridades y funcionarios no comprendidos en el número anterior, a quienes
consten por razón de sus cargos los hechos no inscritos, están obligados a comunicarlos al
Ministerio Fiscal.

Artículo 43. Comunicación de hechos y actos al Registro Civil.


Las personas obligadas a promover la inscripción deberán comunicar los hechos y actos
inscribibles, bien mediante la presentación de los formularios oficiales debidamente
cumplimentados, bien mediante su remisión por medios electrónicos en la forma que
reglamentariamente se determine, acompañando los documentos acreditativos que en cada
caso se establezca.
También procederá la inscripción a instancia de cualquier persona que presente título
suficiente.

TÍTULO VI
Hechos y actos inscribibles

CAPÍTULO PRIMERO
Inscripción de nacimiento

Sección 1.ª Hecho inscribible y personas obligadas a promover la inscripción

Artículo 44. Inscripción de nacimiento y filiación.


1. Son inscribibles los nacimientos de las personas, conforme a lo previsto en el artículo
30 del Código Civil.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

2. La inscripción hace fe del hecho, fecha, hora y lugar del nacimiento, identidad, sexo y,
en su caso, filiación del inscrito.
3. La inscripción de nacimiento se practicará en virtud de declaración formulada en
documento oficial debidamente firmado por el o los declarantes, acompañada del parte
facultativo. En defecto de éste, deberá aportarse la documentación acreditativa en los
términos que reglamentariamente se determinen.
El Encargado de la Oficina General o Consular, una vez recibida y examinada la
documentación, practicará inmediatamente la inscripción de nacimiento. Tal inscripción
determinará la apertura de un nuevo registro individual, al que se asignará un código
personal en los términos previstos en el artículo 6 de la presente Ley.
4. No constará la filiación paterna en los casos en que se constate que la madre tiene
vínculo matrimonial con persona distinta de la que figura en la declaración o sea de
aplicación la presunción prevista en el artículo 116 del Código civil. En estos casos, se
practicará la inscripción de nacimiento de forma inmediata y se procederá a la apertura de un
expediente registral.
En los casos de filiación adoptiva, se hará constar la resolución judicial que constituya la
adopción, quedando sometida al régimen de publicidad restringida previsto en la presente
Ley.
5. Una vez practicada la inscripción, el Encargado expedirá certificación literal de la
inscripción de nacimiento y la remitirá al domicilio señalado a tal fin por el declarante o
declarantes.

Artículo 45. Obligados a promover la inscripción de nacimiento.


Están obligados a promover la inscripción de nacimiento:
1.º La dirección de hospitales, clínicas y establecimientos sanitarios.
2.º El personal médico o sanitario que haya atendido el parto, cuando éste haya tenido
lugar fuera de establecimiento sanitario.
3.º El padre.
4.º La madre.
5.º El pariente más próximo o, en su defecto, cualquier persona mayor de edad presente
en el lugar del alumbramiento al tiempo de producirse.

Artículo 46. Comunicación del nacimiento por los centros sanitarios.


La dirección de hospitales, clínicas y establecimientos sanitarios comunicará en el plazo
de veinticuatro horas a la Oficina del Registro Civil que corresponda cada uno de los
nacimientos que hayan tenido lugar en su centro sanitario. El personal sanitario que asista al
nacimiento deberá adoptar las cautelas necesarias para asegurar la identificación del recién
nacido y efectuará las comprobaciones que se determinen reglamentariamente para
establecer su filiación.
Cumplidos los requisitos para la inscripción, la comunicación se realizará mediante la
remisión electrónica del formulario oficial de declaración debidamente cumplimentado y
firmado por los padres.
Los firmantes deberán acreditar su identidad por los medios admitidos en Derecho.

Artículo 47. Inscripción de nacimiento por declaración de otras personas obligadas.


1. Respecto de los nacimientos que se hayan producido fuera de establecimiento
sanitario, o cuando por cualquier causa no se haya remitido el documento en el plazo y
condiciones previstos en el artículo anterior, los obligados a promover la inscripción
dispondrán de un plazo de diez días para declarar el nacimiento ante la Oficina General o
Consular del Registro Civil.
2. La declaración se efectuará presentando el documento oficial debidamente
cumplimentado, al que deberá acompañarse el certificado médico preceptivo o, en su
defecto, el documento acreditativo en los términos que reglamentariamente se determinen.
3. La declaración podrá efectuarse presencialmente en la Oficina General o Consular del
Registro Civil.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Artículo 48. Menores abandonados y menores no inscritos.


1. Las entidades públicas de las Comunidades Autónomas competentes en materia de
protección de menores deberán promover sin demora la inscripción de menores en situación
de desamparo por abandono, sea o no conocida su filiación, así como la inscripción de la
tutela administrativa que, en su caso, asuman, sin perjuicio de la anotación de la guarda que
deban asumir.
2. El Ministerio Fiscal promoverá igualmente la inscripción de menores no inscritos.

Sección 2.ª Contenido de la inscripción de nacimiento

Artículo 49. Contenido de la inscripción de nacimiento y atribución de apellidos.


1. En la inscripción de nacimiento constarán los datos de identidad del nacido
consistentes en el nombre que se le impone y los apellidos que le correspondan según su
filiación. Constarán asimismo el lugar, fecha y hora del nacimiento y el sexo del nacido.
2. La filiación determina los apellidos.
Si la filiación está determinada por ambas líneas, los progenitores acordarán el orden de
transmisión de su respectivo primer apellido, antes de la inscripción registral.
En caso de desacuerdo o cuando no se hayan hecho constar los apellidos en la solicitud
de inscripción, el Encargado del Registro Civil requerirá a los progenitores, o a quienes
ostenten la representación legal del menor, para que en el plazo máximo de tres días
comuniquen el orden de apellidos. Transcurrido dicho plazo sin comunicación expresa, el
Encargado acordará el orden de los apellidos atendiendo al interés superior del menor.
En los supuestos de nacimiento con una sola filiación reconocida, ésta determina los
apellidos. El progenitor podrá determinar el orden de los apellidos.
El orden de los apellidos establecido para la primera inscripción de nacimiento determina
el orden para la inscripción de los posteriores nacimientos con idéntica filiación. En esta
primera inscripción, cuando así se solicite, podrán constar la preposición «de» y las
conjunciones «y» o «i»entre los apellidos, en los términos previstos en el artículo 53 de la
presente Ley.
3. También se incorporará a la inscripción el código personal asignado.
4. Constarán, además, y siempre que fuera posible, las siguientes circunstancias de los
padres: nombre y apellidos, Documento nacional de identidad o Número de identificación de
extranjero, lugar y fecha de nacimiento, estado, domicilio y nacionalidad, así como cualquier
otro dato necesario para el cumplimiento del objeto del Registro Civil al que se refiere el
artículo 2 de la presente Ley que se haya incluido en los modelos oficialmente aprobados.

Artículo 50. Derecho al nombre.


1. Toda persona tiene derecho a un nombre desde su nacimiento.
2. Las personas son identificadas por su nombre y apellidos.
3. El Encargado impondrá un nombre y unos apellidos de uso corriente al nacido cuya
filiación sea desconocida. Igualmente impondrá, tras haberles apercibido y transcurrido un
plazo de tres días, un nombre de uso corriente cuando los obligados a su fijación no lo
señalaren.
4. A petición del interesado o de su representante legal, el encargado del Registro
sustituirá el nombre propio de aquél por su equivalente en cualquiera de las lenguas
españolas.

Artículo 51. Principio de libre elección del nombre propio.


El nombre propio será elegido libremente y sólo quedará sujeto a las siguientes
limitaciones, que se interpretarán restrictivamente:
1.º No podrán consignarse más de dos nombres simples o uno compuesto.
2.º No podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los
que hagan confusa la identificación.
3.º No podrá imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos con
idénticos apellidos, a no ser que hubiera fallecido.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Artículo 52. Cambio de nombre.


El Encargado del Registro Civil, mediante procedimiento registral, podrá autorizar el
cambio de nombre previa declaración del interesado, que deberá probar el uso habitual del
nuevo nombre, y siempre que concurran las demás circunstancias exigidas en la legislación
del Registro Civil.

Artículo 53. Cambio de apellidos mediante declaración de voluntad.


El Encargado puede, mediante declaración de voluntad del interesado, autorizar el
cambio de apellidos en los casos siguientes:
1.º La inversión del orden de apellidos.
2.º La anteposición de la preposición «de» al primer apellido que fuera usualmente
nombre propio o empezare por tal, así como las conjunciones «y» o «i» entre los apellidos.
3.º La acomodación de los apellidos de los hijos mayores de edad o emancipados al
cambio de apellidos de los padres cuando aquellos expresamente lo consientan.
4.º La regularización ortográfica de los apellidos a la lengua española correspondiente y
la adecuación gráfica al español de la fonética de apellidos también extranjeros.
5.º Cuando sobre la base de una filiación rectificada con posterioridad, el hijo o sus
descendientes pretendieran conservar los apellidos que vinieren usando antes de la
rectificación. Dicha conservación de apellidos deberá instarse dentro de los dos meses
siguientes a la inscripción de la nueva filiación o, en su caso, a la mayoría de edad.

Artículo 54. Cambio de apellidos mediante expediente.


1. El Encargado del Registro puede autorizar el cambio de apellidos, previo expediente
instruido en forma reglamentaria.
2. Son requisitos necesarios de la petición de cambio de apellidos:
a) Que el apellido en la forma propuesta constituya una situación de hecho, siendo
utilizado habitualmente por el interesado.
b) Que el apellido o apellidos que se tratan de unir o modificar pertenezcan
legítimamente al peticionario.
c) Que los apellidos que resulten del cambio no provengan de la misma línea.
Podrá formularse oposición fundada únicamente en el incumplimiento de los requisitos
exigidos.
3. Bastará que concurra el requisito del uso habitual del apellido propuesto, sin que se
cumplan los requisitos b) y c) del apartado 2, si el apellido o apellidos solicitados
correspondieran a quien tuviere acogido al interesado, siempre que aquél o, por haber
fallecido, sus herederos, den su consentimiento al cambio. En todo caso se requiere que, por
sí o sus representantes legales, asientan al cambio el cónyuge y descendientes del titular del
apellido.
4. No será necesario que concurra el uso habitual del apellido propuesto, bastando que
se cumplan el segundo y tercer requisito previstos en el apartado 2, para cambiar o modificar
un apellido contrario a la dignidad o que ocasione graves inconvenientes.

Artículo 55. Autorización del cambio de apellidos en circunstancias excepcionales.


Cuando se trate de víctimas de violencia de género o de sus descendientes que vivan o
hayan vivido en hogares en los que se haya producido tal situación, así como en aquellos
supuestos en los que la urgencia de la situación o las circunstancias excepcionales lo
requieran, podrá autorizarse el cambio de apellidos por Orden del Ministerio de Justicia, en
los términos fijados reglamentariamente.

Artículo 56. Apellidos con elemento extranjero.


El que adquiere la nacionalidad española conservará los apellidos que ostente en forma
distinta de la legal, siempre que así lo declare en el acto de adquirirla o dentro de los dos
meses siguientes a la adquisición o a la mayoría de edad, y que los apellidos que se
pretenden conservar no resulten contrarios al orden público internacional.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

En caso de ciudadanos españoles que tengan igualmente la nacionalidad de otro Estado


miembro de la Unión Europea, los cambios de apellidos voluntarios realizados de
conformidad con las reglas relativas a la determinación de apellidos aplicables en este último
Estado serán reconocidos en España, salvo cuando dicho cambio sea contrario al orden
público español, o bien cuando habiendo sido dicho cambio resultado de una resolución
judicial ésta no haya sido reconocida en España.

Artículo 57. Reglas comunes al cambio de nombre y apellidos.


1. El cambio de apellidos alcanza a todas las personas sujetas a la patria potestad y
también a los demás descendientes que expresamente lo consientan.
2. El cambio de nombre y apellidos se inscribirá en el registro individual del interesado.
Dicha inscripción tiene carácter constitutivo.
3. Los cambios señalados en los párrafos anteriores podrán ser solicitados por el propio
interesado si es mayor de dieciséis años.

CAPÍTULO SEGUNDO
Inscripciones relativas al matrimonio

Artículo 58. Expediente matrimonial.


1. La celebración del matrimonio en forma civil corresponde a los Alcaldes o a los
Concejales en quienes aquellos deleguen.
2. La celebración del matrimonio requerirá la tramitación de un expediente en el que los
contrayentes acrediten el cumplimiento de los requisitos de capacidad y la inexistencia de
impedimentos o su dispensa, de acuerdo con lo previsto en el Código Civil. La tramitación
del expediente corresponde al Secretario del Ayuntamiento, el cual podrá solicitar los
informes y practicar las diligencias pertinentes para apreciar la legalidad y veracidad del
matrimonio.
La tramitación del expediente mencionado se regirá por lo dispuesto en esta Ley y el
reglamento que la desarrolle y, supletoriamente, por lo dispuesto en la Ley 30/1992, de 26
de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común.
3. El expediente finalizará con una resolución del Secretario del Ayuntamiento en la que
se autorice o deniegue la celebración del matrimonio. La denegación deberá ser motivada y
expresar, en su caso, con claridad la falta de capacidad o el impedimento en el que funda la
denegación.
4. Contra esta resolución cabe recurso ante el Encargado del Registro Civil, cuya
resolución se someterá al régimen de recursos ante la Dirección General de los Registros y
del Notariado previsto por esta Ley.
5. Resuelto favorablemente el expediente, el Alcalde o Concejal celebrará el matrimonio
en la forma prevista en el Código Civil y, a continuación, extenderá el acta con su firma, la de
los contrayentes y testigos y la remitirá, preferentemente por vía telemática, al Registro Civil.
6. En el caso de matrimonios celebrados fuera de España, la instrucción del expediente y
la celebración del matrimonio, de conformidad con las reglas establecidas en los apartados
anteriores, corresponde al Cónsul encargado de la oficina consular del Registro Civil.
7. En los casos de celebración del matrimonio secreto a que se refiere el artículo 54 del
Código Civil, su tramitación se realizará de manera reservada y su inscripción se someterá al
régimen de publicidad restringida previsto en los artículos 83 y 84 de la presente Ley.

Artículo 59. Inscripción del matrimonio.


1. El matrimonio autorizado y celebrado según el procedimiento previsto en el artículo
anterior se inscribirá en los registros individuales de los contrayentes.
2. El matrimonio celebrado ante autoridad extranjera accederá al Registro Civil español
mediante la inscripción de la certificación correspondiente, siempre que tenga eficacia con
arreglo a lo previsto en la presente Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

3. El matrimonio celebrado en España en forma religiosa accederá al Registro Civil


mediante la inscripción de la certificación de la Iglesia o Confesión respectiva conforme a lo
previsto en el artículo 63 del Código Civil.
4. La inscripción hace fe del matrimonio y de la fecha y lugar en que se contrae.

Artículo 60. Inscripción del régimen económico del matrimonio.


1. Junto a la inscripción de matrimonio se inscribirá el régimen económico matrimonial
legal o pactado que rija el matrimonio y los pactos, resoluciones judiciales o demás hechos
que puedan afectar al mismo.
Sin perjuicio de lo previsto en el artículo 1333 del Código Civil, en ningún caso el tercero
de buena fe resultará perjudicado sino desde la fecha de la inscripción del régimen
económico matrimonial o de sus modificaciones.
2. Se inscribirán las actas por las que se declare la notoriedad del régimen económico
matrimonial legal o pactado.

Artículo 61. Inscripción de la separación, nulidad y divorcio.


El secretario judicial del Juzgado o Tribunal que hubiera dictado la resolución judicial
firme de separación, nulidad o divorcio deberá remitir por medios electrónicos testimonio de
la misma a la Oficina del Registro Civil, la cual practicará de forma inmediata la
correspondiente inscripción. Las resoluciones judiciales que resuelvan sobre la nulidad,
separación y divorcio podrán ser objeto de anotación hasta que adquieran firmeza.
Las resoluciones sobre disolución de matrimonio canónico, dictadas por autoridad
eclesiástica reconocida, se inscribirán si cumplen los requisitos que prevé el ordenamiento
jurídico.

CAPÍTULO TERCERO
Inscripción de la defunción

Artículo 62. Inscripción de la defunción.


1. La inscripción en el Registro Civil de la defunción es obligatoria. La inscripción hace fe
de la muerte de una persona y de la fecha, hora y lugar en que se produce. En la inscripción
debe figurar asimismo la identidad del fallecido.
2. La inscripción de la defunción se practicará en virtud de declaración documentada en
el formulario oficial, acompañado del certificado médico de la defunción. En defecto de
certificado, cuando éste sea incompleto o si, a juicio del Encargado, debe complementarse la
documentación acreditativa del fallecimiento, se requerirá dictamen médico del facultativo.
3. El funcionario competente, una vez recibida y examinada la documentación, practicará
inmediatamente la inscripción y expedirá el certificado de la defunción.
El Encargado, una vez practicada la inscripción, expedirá la licencia para el entierro o
incineración en el plazo que reglamentariamente se establezca.
4. La inscripción de la defunción cerrará el registro individual. En ningún caso, el código
personal podrá volver a ser asignado.

Artículo 63. Obligados a promover la inscripción de fallecimiento.


Están obligados a promover la inscripción de fallecimiento:
1.º La dirección de hospitales, clínicas y establecimientos sanitarios donde se produzca
el fallecimiento.
2.º El personal médico que certifica el fallecimiento, cuando éste haya tenido lugar fuera
del establecimiento sanitario.
3.º Los parientes del difunto o persona a quien éstos autoricen.
4.º El director del establecimiento, cualquier habitante de la casa donde se hubiera
producido el fallecimiento o, en su caso, la autoridad que corresponda.
5.º Cualquier persona que tenga conocimiento de un fallecimiento lo comunicará a la
autoridad competente, que vendrá obligada a promover la inscripción de la defunción.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Artículo 64. Comunicación de la defunción por los centros sanitarios.


La dirección de hospitales, clínicas y establecimientos sanitarios comunicará a la Oficina
del Registro Civil que se asigne cada uno de los fallecimientos que hayan tenido lugar en su
centro sanitario. La comunicación se remitirá por medios electrónicos en el plazo que se
establezca reglamentariamente mediante el envío del formulario oficial debidamente
cumplimentado, acompañado del certificado médico.

Artículo 65. Inscripción de la defunción por declaración de los obligados.


Respecto de los fallecimientos que se hayan producido fuera de establecimiento
sanitario, los obligados a promover la inscripción informarán de la defunción a la mayor
brevedad posible a la autoridad pública, que la comunicará inmediatamente a la Oficina del
Registro Civil.

Artículo 66. Certificado médico de defunción.


En ningún caso podrá efectuarse la inscripción de defunción sin que se haya presentado
ante el Registro Civil el certificado médico de defunción.

Artículo 67. Supuestos especiales de inscripción de la defunción.


1. Cuando el cadáver hubiera desaparecido o se hubiera inhumado antes de la
inscripción, será necesaria resolución judicial, procedimiento registral u orden de la autoridad
judicial en la que se acredite legalmente el fallecimiento.
2. Si hubiera indicios de muerte violenta o en cualquier caso en que deban incoarse
diligencias judiciales, la inscripción de la defunción no supondrá por sí misma la concesión
de licencia de enterramiento o incineración. Dicha licencia se expedirá cuando se autorice
por el órgano judicial competente.

CAPÍTULO CUARTO
Otras inscripciones

Artículo 68. Inscripción de la nacionalidad y de la vecindad civil.


1. La adquisición de la nacionalidad española por residencia, carta de naturaleza y
opción, así como su recuperación y las declaraciones de voluntad relativas a la vecindad, se
inscribirán en el registro individual. Estas inscripciones tendrán carácter constitutivo.
No podrá inscribirse la nacionalidad española adquirida por cualquiera de las vías que
reconoce el ordenamiento jurídico si no se ha efectuado la inscripción previa de nacimiento.
La inscripción de la pérdida de la nacionalidad tendrá carácter meramente declarativo.
2. Para efectuar las inscripciones relativas a la nacionalidad y a la vecindad civil será
título suficiente aquél a través del cual se haya reconocido la nacionalidad española o la
vecindad civil que corresponda.

Artículo 69. Presunción de nacionalidad española.


Sin perjuicio de lo dispuesto en el Código Civil y en tanto no conste la extranjería de los
padres, se presumen españoles los nacidos en territorio español de padres también nacidos
en España.
La misma presunción rige para la vecindad.

Artículo 70. Emancipación y beneficio de la mayor edad.


1. En el registro individual se inscribirán la emancipación y el beneficio de la mayor edad.
2. La emancipación por concesión de los que ejercen la patria potestad se inscribe en
virtud de escritura pública o por comparecencia ante el Encargado.
3. La emancipación por concesión judicial y el beneficio de la mayor edad se inscriben en
virtud de resolución judicial.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

4. La emancipación tácita o por vida independiente podrá inscribirse mediante la


acreditación documental de la situación de independencia y el consentimiento de quienes
ejercen la patria potestad.
La concesión de emancipación y la emancipación por vida independiente, así como el
beneficio de la mayor edad, no producirán efectos frente a terceros mientras no se inscriban
en el Registro Civil.

Artículo 71. Inscripción de la patria potestad y sus modificaciones.


1. Los hechos que afecten a las relaciones paterno-filiales se inscribirán en el registro
individual de la persona sujeta a patria potestad y en el de su progenitor o en los de sus
progenitores.
Son inscribibles las resoluciones judiciales que afecten a la titularidad, al ejercicio y a las
modificaciones de la patria potestad. En particular, las que se produzcan como consecuencia
de la nulidad, separación y divorcio de los progenitores.
2. También se inscribirá la extinción, privación, suspensión, prórroga y rehabilitación de
la patria potestad.
3. En idénticos términos se inscribirá todo lo relativo a las figuras similares o asimilables
a la patria potestad, que sean de Derecho civil propio de las Comunidades Autónomas.

Artículo 72. Modificación judicial de la capacidad y declaración del concurso de persona


física.
1. La declaración judicial de modificación de la capacidad, así como la resolución que la
deje sin efecto o la modifique, se inscribirán en el registro individual del afectado.
La inscripción de la modificación judicial de la capacidad expresará la extensión y límites
de ésta, así como si la persona queda sujeta a tutela o curatela según la resolución judicial.
2. Se inscribirán en el Registro Civil la declaración de concurso, la intervención o, en su
caso, la suspensión de las facultades de administración y disposición, así como el
nombramiento de los administradores concursales.

Artículo 73. Inscripción de tutela, curatela y sus modificaciones.


1. Se inscribirán en el registro individual de la persona con capacidad modificada
judicialmente las resoluciones judiciales en las que se nombre tutor o curador.
Asimismo, tendrán acceso al Registro Civil las medidas judiciales sobre guarda o
administración y sobre vigilancia o control de dichos cargos tutelares.
2. Dichas resoluciones solo serán oponibles frente a terceros cuando se hayan
practicado las oportunas inscripciones.

Artículo 74. Inscripción de determinadas representaciones legales.


1. Tienen acceso al registro individual la representación del ausente y la designación de
administrador por el Juez en el caso previsto en el artículo 299 bis del Código Civil.
2. Igualmente, podrá tener acceso al Registro Civil cualquier representación que se
otorgue mediante nombramiento especial y comprenda la administración y guarda de un
patrimonio.

Artículo 75. Inscripción de tutela automática o administrativa.


Se inscribirá en el registro individual del menor o de la persona con capacidad
modificada judicialmente en situación de desamparo, la sujeción a la tutela por la entidad
pública a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la protección de los menores
o de las personas con capacidad modificada judicialmente en los términos previstos por la
legislación que resulte aplicable.

Artículo 76. Inscripción de actos relativos al patrimonio protegido de las personas con


discapacidad.
Es inscribible en el registro individual de la persona con discapacidad el documento
público o resolución judicial relativos a la constitución y demás circunstancias relativas al

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

patrimonio protegido y a la designación y modificación de administradores de dicho


patrimonio.

Artículo 77. Inscripción de autotutela y apoderamientos preventivos.


Es inscribible en el registro individual del interesado el documento público de constitución
de autotutela y el apoderamiento preventivo previstos en la legislación civil.

Artículo 78. Inscripciones de declaración de ausencia y fallecimiento.


1. Las declaraciones judiciales de ausencia y fallecimiento se inscribirán en el registro
individual del declarado ausente o fallecido.
2. En la inscripción de la declaración de fallecimiento se expresará la fecha a partir de la
cual se entiende ocurrida la muerte.

CAPÍTULO QUINTO
Inscripciones en circunstancias excepcionales

Artículo 79. Inscripciones en circunstancias excepcionales.


Cuando por circunstancias excepcionales imputables al funcionamiento del Registro Civil
no sea posible practicar la inscripción, se levantará acta de nacimiento, matrimonio o
defunción con los requisitos del asiento correspondiente por las autoridades o funcionarios
que señale el Reglamento.
Dicha acta será título suficiente para proceder a la inscripción del hecho o acto a que se
refiere el párrafo anterior con independencia del tiempo transcurrido desde el hecho y sin
necesidad de incoar un expediente de inscripción fuera de plazo.

TÍTULO VII
Publicidad del Registro Civil

CAPÍTULO PRIMERO
Instrumentos de publicidad registral

Artículo 80. Medios de publicidad del Registro Civil.


1. La publicidad de los datos que constan en el Registro Civil se realizará de las
siguientes formas:
1.ª Mediante el acceso de las Administraciones y funcionarios públicos, en el ejercicio de
sus funciones y bajo su responsabilidad, a los datos que consten en el Registro Civil.
También se podrá tener conocimiento de los datos que constan en el Registro Civil
mediante los procedimientos especiales que se acuerden por la Dirección General de los
Registros y del Notariado, cuando la información deba ser suministrada de forma periódica y
automatizada para el cumplimiento de fines públicos, o cuando sea precisa para comprobar
por las entidades de certificación reguladas en la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de firma
electrónica, que no se ha producido la extinción de los certificados electrónicos por las
causas contempladas en el artículo 8, apartado 1, letra e), de dicha Ley.
2.ª Mediante certificación.
2. Las Administraciones y funcionarios públicos en el ejercicio de sus competencias sólo
podrán exigir a los ciudadanos la presentación de certificados del Registro Civil cuando los
datos objeto del certificado no obren en poder de aquéllas, o cuando fuere imposible su
obtención directamente por medios electrónicos.
3. Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio del régimen de publicidad
restringida al que se refieren los artículos 83 y 84 de la presente Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

4. Con carácter excepcional y con fines de investigación familiar, histórica o científica, se


podrá autorizar el acceso a la información registral en los términos que reglamentariamente
se establezcan.

Artículo 81. Expedición de certificaciones.


1. Son competentes para expedir certificaciones de los datos que consten en los
asientos del Registro Civil los Encargados de las Oficinas del Registro Civil.
2. Las certificaciones se expedirán por medios electrónicos. Excepcionalmente, también
se podrán expedir por medios no electrónicos. A petición del interesado, las certificaciones
podrán ser bilingües.
3. Las certificaciones previstas en el apartado anterior se presumen exactas y
constituyen prueba plena de los hechos y actos inscritos en el Registro Civil.
4. Cuando por circunstancias excepcionales la certificación no fuese conforme con los
datos que consten en el Registro Civil, se estará a lo que de éste resulte, sin perjuicio de la
responsabilidad que proceda.

Artículo 82. Clases de certificaciones.


1. Las certificaciones podrán ser literales o en extracto. Salvo solicitud expresa en
sentido contrario, se expedirá certificación en extracto. Si no constara ningún asiento, la
certificación será negativa.
2. Las certificaciones literales comprenderán la totalidad del contenido del asiento o
asientos a que se refieran.
3. Las certificaciones en extracto contendrán los datos que se determinen
reglamentariamente.

CAPÍTULO SEGUNDO
Datos sometidos a régimen de protección especial

Artículo 83. Datos con publicidad restringida.


1. A los efectos de la presente Ley, se considerarán datos especialmente protegidos:
a) La filiación adoptiva y la desconocida.
b) Los cambios de apellido autorizados por ser víctima de violencia de género o su
descendiente, así como otros cambios de identidad legalmente autorizados.
c) La rectificación del sexo.
d) Las causas de privación o suspensión de la patria potestad.
e) El matrimonio secreto.
2. Estarán sometidos al mismo régimen de protección los documentos archivados por
contener los extremos citados en el apartado anterior o que estén incorporados a
expedientes que tengan carácter reservado.
3. Los asientos que contengan información relativa a los datos relacionados en el
apartado anterior serán efectuados del modo que reglamentariamente se determine con el
fin de que, salvo el propio inscrito, solo se pueda acceder a ellos con la autorización
expresada en el artículo siguiente.

Artículo 84. Acceso a los asientos que contengan datos especialmente protegidos.


Sólo el inscrito o sus representantes legales podrán acceder o autorizar a terceras
personas la publicidad de los asientos que contengan datos especialmente protegidos en los
términos que reglamentariamente se establezcan.
Si el inscrito ha fallecido, la autorización para acceder a los datos especialmente
protegidos sólo podrá efectuarla el Juez de Primera Instancia del domicilio del solicitante,
siempre que justifique interés legítimo y razón fundada para pedirlo.
En el supuesto del párrafo anterior, se presume que ostenta interés legítimo el cónyuge
del fallecido, pareja de hecho, ascendientes y descendientes hasta el segundo grado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

TÍTULO VIII
Régimen de recursos

Artículo 85. Recursos contra las decisiones adoptadas por los Encargados de las Oficinas
del Registro Civil.
1. Contra las decisiones adoptadas por los Encargados de las Oficinas Central,
Generales y Consulares del Registro Civil en el ámbito de las competencias atribuidas por
esta Ley, los interesados sólo podrán interponer recurso ante la Dirección General de los
Registros y del Notariado, en el plazo de un mes.
2. En el caso de denegación de inscripción de sentencias y otras resoluciones judiciales
extranjeras cuya competencia corresponde a la Oficina Central del Registro Civil, el
interesado sólo podrá instar procedimiento judicial de exequátur.

Artículo 86. Presentación del recurso y plazo de resolución.


1. El recurso se dirigirá a la Dirección General de los Registros y del Notariado y se
formulará en los términos previstos en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
El interesado podrá presentar el recurso en cualquiera de los lugares previstos para la
presentación de escritos y solicitudes haciendo uso de los medios que prevé el
ordenamiento jurídico.
2. La Dirección General resolverá el recurso en el plazo de seis meses siguientes a la
recepción del escrito de interposición.
Transcurrido este plazo sin que la Dirección General de los Registros y del Notariado
haya dictado y notificado resolución expresa, se entenderá desestimada la pretensión,
quedando expedita la vía jurisdiccional correspondiente.

Artículo 87. Órgano jurisdiccional competente.


1. Las resoluciones y actos de la Dirección General de los Registros y del Notariado
podrán ser impugnados ante el Juzgado de Primera Instancia de la capital de provincia del
domicilio del recurrente, de conformidad con lo previsto en el artículo 781 bis de la Ley
1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. En estos procesos será emplazada la citada
Dirección General a través de su representación procesal.
2. Quedan exceptuados del número anterior las resoluciones y actos de la Dirección
General de los Registros y del Notariado relativos a la solicitud de nacionalidad por
residencia que en aplicación del artículo 22.5 del Código civil se someten a la jurisdicción
contencioso-administrativa.
3. La Dirección General de los Registros y del Notariado podrá impugnar ante el Juzgado
de Primera Instancia competente las decisiones adoptadas por los Encargados de las
Oficinas por ser las mismas contrarias a la doctrina establecida por el Centro Directivo. En
estos procesos serán emplazados los interesados.

TÍTULO IX
Los procedimientos registrales

CAPÍTULO PRIMERO
Reglas generales de los procedimientos registrales

Artículo 88. Tramitación de los procedimientos registrales.


1. Los procedimientos registrales serán tramitados y resueltos por el Encargado del
Registro Civil de la Oficina donde se pretendiera efectuar el asiento. Los procedimientos de
rectificación de asientos se tramitarán por el Encargado de la Oficina que los hubiese
practicado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

2. La tramitación del procedimiento se ajustará a las reglas previstas en la Ley 30/1992,


de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común en los términos que reglamentariamente se dispongan.
El silencio administrativo en los procedimientos registrales será negativo.

Artículo 89. Legitimación para promover los procedimientos registrales.


Además del Ministerio Fiscal, pueden promover los procedimientos registrales quienes
estuvieran obligados a promover la inscripción y cualquier persona que tenga interés en los
asientos.

CAPÍTULO SEGUNDO
Rectificación de los asientos del Registro Civil

Artículo 90. Rectificación judicial de los asientos.


Los asientos están bajo la salvaguarda de los Tribunales y su rectificación se efectuará
en virtud de resolución judicial firme de conformidad con lo previsto en el artículo 781 bis de
la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 91. Rectificación de los asientos por procedimiento registral.


1. No obstante lo previsto en el artículo anterior, pueden rectificarse a través de un
procedimiento registral:
a) Las menciones erróneas de los datos que deban constar en la inscripción.
b) Los errores que proceden de documento público o eclesiástico ulteriormente
rectificado.
c) Las divergencias que se aprecien entre la inscripción y los documentos en cuya virtud
se haya practicado.
2. La mención registral relativa al nombre y sexo de las personas cuando se cumplan los
requisitos del artículo 4 de la Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación
registral relativa al sexo de las personas, se rectificará mediante procedimiento registral. En
tales casos, la inscripción tendrá eficacia constitutiva.

CAPÍTULO TERCERO
Declaraciones con valor de simple presunción

Artículo 92. Declaraciones con valor de simple presunción.


1. Previo procedimiento registral, puede declararse con valor de simple presunción:
a) Que no ha ocurrido hecho determinado que pudiera afectar al estado civil.
b) La nacionalidad, vecindad civil o cualquier estado, si no consta en el Registro Civil.
c) El domicilio de los apátridas.
d) La existencia de los hechos mientras por fuerza mayor sea imposible el acceso a la
información contenida en el Registro Civil.
e) El matrimonio cuya celebración conste y que no pueda ser inscrito por no haberse
acreditado debidamente los requisitos exigidos para su validez por el Código Civil.
2. La acreditación de las circunstancias referidas en el apartado anterior se efectuará en
los términos que reglamentariamente se determinen.

Artículo 93. Carácter, anotación y publicidad de las declaraciones con valor de simple


presunción.
1. Las declaraciones con valor de simple presunción tienen la consideración de una
presunción legal iuris tantum.
2. La anotación de las declaraciones es obligatoria y precisará la fecha a que éstas se
refieren.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

3. El testimonio, literal o en extracto, de las declaraciones expresará siempre su valor de


simple presunción.
La publicidad de las anotaciones y declaraciones queda sujeta a las mismas
restricciones que la presente Ley prevé para las inscripciones.

TÍTULO X
Normas de Derecho internacional privado

Artículo 94. Primacía del Derecho convencional y de la Unión Europea.


Las normas del presente Título se aplicarán sin perjuicio de lo que dispongan la
normativa de la Unión Europea y los tratados e instrumentos internacionales vigentes en
España.

Artículo 95. Traducción y legalización.


1. Los documentos no redactados en una de las lenguas oficiales españolas o escritos
en letra antigua o poco inteligible, deberán acompañarse de traducción efectuada por órgano
o funcionario competentes. No obstante, si al Encargado del Registro le constare el
contenido del documento podrá prescindir de la traducción.
2. Todo documento expedido por funcionario o autoridad extranjera se presentará con la
correspondiente legalización. No obstante, quedan eximidos de legalización los documentos
cuya autenticidad le constare al Encargado del Registro y aquéllos que llegaren por vía
oficial o por diligencia bastante.
3. El Encargado que dude de la autenticidad de un documento, realizará las
comprobaciones oportunas en el menor tiempo posible.

Artículo 96. Resoluciones judiciales extranjeras.


1. Sólo procederá la inscripción en el Registro Civil español de las sentencias y demás
resoluciones judiciales extranjeras que hayan adquirido firmeza. Tratándose de resoluciones
de jurisdicción voluntaria, éstas deberán ser definitivas. En el caso de que la resolución
carezca de firmeza o de carácter definitivo, únicamente procederá su anotación registral en
los términos previstos en el ordinal 5.º del apartado 3 del artículo 40 de la presente Ley.
2. La inscripción de las resoluciones judiciales extranjeras se podrá instar:
1.º Previa superación del trámite del exequátur contemplado en la Ley de Enjuiciamiento
Civil de 1881. Hasta entonces sólo podrán ser objeto de anotación en los términos previstos
en el ordinal 5º del apartado 3 del artículo 40 de la presente Ley.
2.º Ante el Encargado del Registro Civil, quien procederá a realizarla siempre que
verifique:
a) La regularidad y autenticidad formal de los documentos presentados.
b) Que el Tribunal de origen hubiera basado su competencia judicial internacional en
criterios equivalentes a los contemplados en la legislación española.
c) Que todas las partes fueron debidamente notificadas y con tiempo suficiente para
preparar el procedimiento.
d) Que la inscripción de la resolución no resulta manifiestamente incompatible con el
orden público español.
El Encargado del Registro Civil deberá notificar su resolución a todos los interesados y
afectados por la misma. Contra la resolución del Encargado del Registro Civil los interesados
y los afectados podrán solicitar exequátur de la resolución judicial o bien interponer recurso
ante la Dirección General de los Registros y del Notariado en los términos previstos en la
presente Ley. En ambos casos se procederá a la anotación de la resolución en los términos
previstos en el ordinal 5º del apartado 3 del artículo 40, si así se solicita expresamente.
3. El régimen jurídico contemplado en el presente artículo para las resoluciones
judiciales extranjeras será aplicable a las resoluciones pronunciadas por autoridades no

– 673 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

judiciales extranjeras en materias cuya competencia corresponda, según el Derecho


español, al conocimiento de Jueces y Tribunales.

Artículo 97. Documento extranjero extrajudicial.


Un documento público extranjero no judicial es título para inscribir el hecho o acto de que
da fe siempre que cumpla los siguientes requisitos:
1.º Que el documento ha sido otorgado por autoridad extranjera competente conforme a
la legislación de su Estado.
2.º Que la autoridad extranjera haya intervenido en la confección del documento
desarrollando funciones equivalentes a las que desempeñan las autoridades españolas en la
materia de que se trate.
3.º Que el hecho o acto contenido en el documento sea válido conforme al ordenamiento
designado por las normas españolas de Derecho internacional privado.
4.º Que la inscripción del documento extranjero no resulte manifiestamente incompatible
con el orden público español.

Artículo 98. Certificación de asientos extendidos en Registros extranjeros.


1. La certificación de asientos extendidos en Registros extranjeros es título para la
inscripción en el Registro Civil español siempre que se verifiquen los siguientes requisitos:
a) Que la certificación ha sido expedida por autoridad extranjera competente conforme a
la legislación de su Estado.
b) Que el Registro extranjero de procedencia tenga, en cuanto a los hechos de que da
fe, análogas garantías a las exigidas para la inscripción por la ley española.
c) Que el hecho o acto contenido en la certificación registral extranjera sea válido
conforme al ordenamiento designado por las normas españolas de Derecho internacional
privado.
d) Que la inscripción de la certificación registral extranjera no resulta manifiestamente
incompatible con el orden público español.
2. En el caso de que la certificación constituya mero reflejo registral de una resolución
judicial previa, será ésta el título que tenga acceso al Registro. Con tal fin, deberá
reconocerse la resolución judicial de acuerdo a alguno de los procedimientos contemplados
en el artículo 96 de la presente Ley.
3. Se completarán por los medios legales o convencionales oportunos los datos y
circunstancias que no puedan obtenerse directamente de la certificación extranjera, por no
contenerlos o por defectos formales que afecten a la autenticidad o a la realidad de los
hechos que incorporan.

Artículo 99. Declaración de conocimiento o voluntad.


1. Los hechos y actos que afecten al estado civil de las personas y cuyo acceso al
Registro Civil se realice mediante declaración de conocimiento o voluntad, deberán ajustarse
a su correspondiente ordenamiento aplicable, determinado conforme a las normas españolas
de Derecho internacional privado.
2. Sin perjuicio de lo contenido en el número anterior, el acceso al Registro de hechos y
actos relativos al estado de las personas a través de declaración de conocimiento o voluntad
se llevará a cabo en los casos, formas, procedimientos y modalidades establecidos en esta
Ley.

Artículo 100. Acreditación del contenido y vigencia de la ley aplicable a los hechos y actos
relativos al estado civil.
1. El contenido y vigencia del Derecho extranjero en relación con la adecuación a éste de
un hecho o acto, la observancia de las formas y solemnidades extranjeras y la aptitud y
capacidad legal necesarias para el acto, se podrán acreditar, entre otros medios, mediante la
aseveración o informe de un Notario o Cónsul español, o de un Diplomático, Cónsul o
autoridad competente del país cuya legislación resulte aplicable.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

El Encargado del Registro podrá prescindir de dichos medios cuando conociere


suficientemente la legislación extranjera de que se trate.
2. La falta de acreditación del contenido y vigencia del ordenamiento extranjero supondrá
la denegación de la inscripción.

Disposición adicional primera. Ubicación y dotación de las Oficinas Generales del


Registro Civil.
El Ministerio de Justicia y las Comunidades Autónomas con competencias ejecutivas en
la materia fijarán, en sus respectivos ámbitos territoriales, el emplazamiento de las Oficinas
Generales del Registro Civil y determinarán, mediante las Relaciones de Puestos de
Trabajo, las dotaciones de personal necesario.

Disposición adicional segunda. Régimen jurídico de los Encargados de la Oficina Central


del Registro Civil y de las Oficinas Generales del Registro Civil.
1. En la forma y con los requisitos que reglamentariamente se determinen, las plazas de
Encargados del Registro Civil se proveerán entre funcionarios de carrera del Subgrupo A1
que tengan la Licenciatura en Derecho o la titulación universitaria que la sustituya y entre
secretarios judiciales. La convocatoria y la resolución de los concursos para proveer las
plazas de Encargado de las Oficinas Generales del Registro Civil corresponderá, en sus
respectivos ámbitos territoriales, al Ministerio de Justicia y a las Comunidades Autónomas
con competencias ejecutivas en la materia.
El Encargado del Registro Civil recibirá la formación específica que determine el
Ministerio de Justicia.
2. El régimen jurídico aplicable a los Encargados del Registro Civil será en todo caso el
previsto en la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, y en sus
normas de desarrollo.
El incumplimiento o la inobservancia de las instrucciones, resoluciones y circulares de la
Dirección General de los Registros y del Notariado se considerará falta muy grave de
conformidad con lo previsto en la letra i) del apartado 2 del artículo 95 de dicho Estatuto.
El régimen de sustitución de los Encargados se regulará reglamentariamente.
Corresponderá al Ministerio de Justicia y a las Comunidades Autónomas con
competencias ejecutivas en la materia, en sus respectivos ámbitos territoriales, el
nombramiento de los Encargados de las Oficinas Generales del Registro Civil interinos y
sustitutos.

Disposición adicional tercera. Expedientes de nacionalidad por residencia.


Las solicitudes de adquisición de nacionalidad española por residencia se iniciarán y
tramitarán por los órganos de la Administración General del Estado que determine el
Gobierno mediante Real Decreto.

Disposición adicional cuarta. Constancia en el Registro Civil de los fallecimientos con


posterioridad a los seis meses de gestación.
Figurarán en un archivo del Registro Civil, sin efectos jurídicos, los fallecimientos que se
produzcan con posterioridad a los seis meses de gestación y no cumplieran las condiciones
previstas en el artículo 30 del Código Civil, pudiendo los progenitores otorgar un nombre.
Este archivo quedará sometido al régimen de publicidad restringida.

Disposición adicional quinta. Presentación de solicitud y documentación ante los


Juzgados de Paz.
Los ciudadanos podrán presentar la solicitud y la documentación necesaria para las
actuaciones ante el Registro Civil en los Juzgados de Paz.

– 675 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Disposición adicional sexta. Uniformidad de los sistemas y aplicaciones informáticas en


las Oficinas del Registro Civil.
Todas las Oficinas del Registro Civil utilizarán los mismos sistemas y aplicaciones
informáticas. El Ministerio de Justicia proveerá, tanto en su desarrollo como en su
explotación, el conjunto de aplicaciones que soportan la actividad de los procesos operativos
que se tramitan en el Registro Civil.
El Ministerio de Justicia y las Comunidades Autónomas con competencias ejecutivas en
la materia establecerán los mecanismos de coordinación necesarios para proporcionar los
servicios de acceso a los sistemas del Registro Civil, soporte microinformático, formación y
atención a usuarios.

Disposición adicional séptima. Puesta a disposición de los datos de identificación


personal de nacionales y extranjeros.
Para la adecuada elaboración del código personal al que hace mención el artículo 6 de la
presente Ley, así como para su uso en las aplicaciones informáticas en que sea preciso, el
Ministerio del Interior pondrá a disposición del Ministerio de Justicia las respectivas
secuencias alfanuméricas que atribuya el sistema informático vigente para el documento
nacional de identidad y el número de identificación de extranjeros, así como los demás datos
personales identificativos que consten en las bases de datos de ambos documentos.
De igual manera, el Ministerio de Justicia pondrá a disposición del Ministerio del Interior
los datos personales identificativos inscritos en el Registro Civil que deban constar en el
documento nacional de identidad o número de identificación de extranjeros.

Disposición adicional octava. Inscripción de defunción de desaparecidos durante la guerra


civil y la dictadura.
El expediente registral, resuelto favorablemente, será título suficiente para practicar la
inscripción de la defunción de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la
represión política inmediatamente posterior, siempre que, de las pruebas aportadas, pueda
inferirse razonablemente su fallecimiento, aunque no sean inmediatas a éste. En la
valoración de las pruebas se considerará especialmente el tiempo transcurrido, las
circunstancias de peligro y la existencia de indicios de persecución o violencia.

Disposición transitoria primera. Procedimientos en tramitación a la entrada en vigor de la


presente Ley.
A los procedimientos y expedientes iniciados con anterioridad a la entrada en vigor de la
presente Ley les será aplicable la Ley de 8 de junio de 1957, del Registro Civil, y las
disposiciones dictadas en su desarrollo.

Disposición transitoria segunda. Registros individuales.


El Gobierno adoptará las disposiciones normativas necesarias para la incorporación de
los datos digitalizados desde 1950 que constan en la base de datos del Registro Civil a
registros individuales.

Disposición transitoria tercera. Libros de Familia.


A partir de la fecha de entrada en vigor de la presente Ley no se expedirán más Libros
de Familia.
Los Libros de Familia expedidos con anterioridad a la entrada en vigor de la presente
Ley seguirán teniendo los efectos previstos en los artículos 8 y 75 de la Ley del Registro Civil
de 8 de junio de 1957 y en ellos se seguirán efectuando los asientos previstos en los
artículos 36 a 40 del Reglamento de la Ley del Registro Civil aprobado por Decreto de 14 de
noviembre de 1958.

– 676 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

Disposición transitoria cuarta. Extensión y práctica de asientos.


Los Encargados de las Oficinas del Registro Civil practicarán en los libros y secciones
correspondientes los asientos relativos a nacimientos, matrimonios, defunciones, tutelas y
representaciones legales, siempre que los libros referidos no estén digitalizados.

Disposición transitoria quinta. Publicidad formal del Registro Civil no digitalizado.


1. La publicidad formal de los datos incorporados a libros no digitalizados continuará
rigiéndose por lo previsto en la Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957.
2. No será de aplicación en estos casos lo previsto en el artículo 37 de la presente Ley
respecto del uso de las lenguas cooficiales.

Disposición transitoria sexta. Valor histórico de los libros y documentos que obran en los
archivos del Registro Civil.
Los libros y documentos que a la fecha de la entrada en vigor de esta Ley obren en los
archivos del Registro Civil se considerarán patrimonio documental con valor histórico en los
términos previstos por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, y por
consiguiente no podrán ser destruidos.

Disposición transitoria séptima. Oficinas Consulares de Registro Civil.


Lo dispuesto en esta Ley se aplicará a las Oficinas Consulares de Registro Civil
atendiendo a los medios y sistemas informáticos, los canales electrónicos y las condiciones
de funcionamiento disponibles.

Disposición transitoria octava. Régimen transitorio del personal al servicio de la


Administración de Justicia destinado en el Registro Civil.
Hasta tanto se provean los puestos de trabajo de las Oficinas Generales del Registro
Civil de acuerdo con las Relaciones de Puestos de Trabajo que apruebe cada Administración
competente, el personal funcionario al servicio de la Administración de Justicia que, en el
momento de la entrada en vigor de la presente Ley, esté prestando servicios con destino
definitivo en los Registros Civiles Únicos, allá donde los hubiere, o tenga asignadas
funciones de registro en las oficinas judiciales con funciones de Registro Civil, podrá
continuar desarrollando sus funciones respectivas y percibiendo la totalidad de sus
retribuciones.
El personal a que se refiere el párrafo anterior podrá optar a participar en la convocatoria
de provisión de puestos de trabajo de las Oficinas Generales del Registro Civil, en la que
tendrá derecho preferente por una sola vez, dentro del ámbito territorial del órgano
convocante, a obtener destino definitivo. Mientras permanezcan en estas Oficinas del
Registro Civil, estarán en la situación de servicio activo según lo previsto en el articulo 507
de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, y en el artículo 88.3 de la Ley
7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, y percibirán las
retribuciones básicas correspondientes a su Cuerpo y las complementarias asignadas en la
Relación de Puestos de Trabajo.
Los funcionarios que no obtengan destino en las Oficinas Generales del Registro Civil,
mediante un proceso de reordenación de efectivos serán destinados a las vacantes de los
órganos judiciales o en su caso fiscales, dentro de la misma localidad. En el caso de no
haber suficientes plazas vacantes se procederá a la modificación de las plantillas o en su
caso de las Relaciones de Puestos de Trabajo.
Al personal que obtenga destino definitivo en las convocatorias de provisión de los
puestos de trabajo de las Oficinas Generales del Registro Civil se le aplicará el régimen
estatutario de la Administración pública en la que preste servicios.

Disposición transitoria novena. Aplicación de la disposición adicional cuarta.


Lo dispuesto en la disposición adicional cuarta resultará de aplicación a todas aquellas
defunciones acaecidas con anterioridad a su entrada en vigor, siempre que así lo soliciten

– 677 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

los progenitores en el plazo de dos años desde su publicación en el «Boletín Oficial del
Estado».

Disposición transitoria décima. Régimen transitorio de los Registros Civiles Exclusivos y


de los Encargados del Registro Civil Central.
Mediante Real Decreto, previo informe del Consejo General del Poder Judicial y previa
audiencia de las Comunidades Autónomas afectadas, los actuales Registros Civiles
Exclusivos se transformarán en Juzgados de Primera Instancia dentro de la misma sede. Los
Encargados de estos Registros Civiles Exclusivos y los secretarios judiciales destinados en
los mismos pasarán a ocupar, respectivamente, las plazas de magistrado y secretario judicial
de dichos Juzgados de Primera Instancia.
También mediante Real Decreto, previo informe del Consejo General del Poder Judicial,
las plazas de los actuales Encargados del Registro Civil Central se suprimirán, creándose,
en el mismo número de plazas suprimidas, plazas de magistrado de la Audiencia Provincial
de Madrid. Los Encargados quedarán adscritos a disposición del Presidente del Tribunal
Superior de Justicia de Madrid. Mientras permanezcan en esta situación prestarán sus
servicios en los puestos que determine la Sala de Gobierno y serán destinados a la primera
vacante que se produzca en la Audiencia Provincial de Madrid. Los secretarios judiciales
destinados actualmente en el Registro Civil Central quedarán provisionalmente adscritos a
disposición del Secretario de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en los
términos establecidos en el Reglamento Orgánico del Cuerpo de Secretarios Judiciales,
siendo destinados a la primera vacante que se produzca en la Audiencia Provincial de
Madrid.

Disposición derogatoria. Ley de 8 de junio de 1957 del Registro Civil, Ley 38/1998, de 28


de diciembre, de Planta y Demarcación Judicial y Código Civil.
Quedan derogadas cuantas normas se opongan a lo previsto en la presente Ley y, en
particular, las siguientes:
1.ª Ley de 8 de junio de 1957, del Registro Civil, salvo en lo dispuesto en las
disposiciones transitorias tercera, cuarta y quinta de esta Ley.
2.ª Los números 1 y 2 del artículo 27 de la Ley 38/1998, de 28 de diciembre, de Planta y
Demarcación Judicial.
3.ª Los artículos 325 a 332 del Código Civil.

Disposición final primera. Derecho supletorio.


En todo lo no previsto en relación con la tramitación administrativa de los expedientes
regulados en la presente Ley se aplicará la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

Disposición final segunda. Referencias a los Encargados del Registro Civil y a los


Alcaldes.
1. Las referencias que se encuentren en cualquier norma referidas a Jueces o
Magistrados encargados del Registro Civil se entenderán hechas al Encargado del Registro
Civil, de conformidad con lo previsto en esta Ley.
2. Las referencias que se encuentren en cualquier norma al Juez, Alcalde o funcionario
que haga sus veces competentes para autorizar el matrimonio, deben entenderse referidas
al Alcalde o Concejal en quien éste delegue.

Disposición final tercera. Reforma del Código Civil.


Se modifica el artículo 30 del Código Civil, que queda redactado en los siguientes
términos:

– 678 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

«Artículo 30. 
La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez
producido el entero desprendimiento del seno materno.»

Disposición final cuarta. Reforma de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.


Se añade un nuevo párrafo 17.º al apartado 1 del artículo 52, se modifica la rúbrica del
capítulo V del título I del libro IV y se añade un nuevo artículo 781 bis a la Ley 1/2000, de 7
de enero, de Enjuiciamiento Civil, en los siguientes términos:
Uno. Se añade un nuevo párrafo 17.º al apartado 1 del artículo 52 con la siguiente
redacción:
«17.º En los procesos contra las resoluciones y actos que dicte la Dirección
General de los Registros y del Notariado en materia de Registro Civil, a excepción de
las solicitudes de nacionalidad por residencia, será competente el Juzgado de
Primera Instancia de la capital de provincia del domicilio del recurrente.»
Dos. Se modifica la rúbrica del capítulo V del título I del libro IV, que pasa a tener la
siguiente redacción:
«De la oposición a las resoluciones administrativas en materia de protección de
menores, del procedimiento para determinar la necesidad de asentimiento en la
adopción y de la oposición a determinadas resoluciones y actos de la Dirección
General de los Registros y del Notariado en materia de Registro Civil.»
Tres. Se añade un nuevo artículo 781 bis con la siguiente redacción:

«Artículo 781 bis. Oposición a las resoluciones y actos de la Dirección General de


los Registros y del Notariado en materia de Registro Civil.
1. La oposición a las resoluciones de la Dirección General de los Registros y del
Notariado en materia de Registro Civil, a excepción de las dictadas en materia de
nacionalidad por residencia, podrá formularse en el plazo de dos meses desde su
notificación, sin que sea necesaria la formulación de reclamación administrativa
previa.
2. Quien pretenda oponerse a las resoluciones presentará un escrito inicial en el
que sucintamente expresará su pretensión y la resolución a que se opone.
3. El secretario judicial reclamará a la Dirección General de los Registros y del
Notariado un testimonio completo del expediente, que deberá ser aportado en el
plazo de veinte días.
4. Recibido el testimonio del expediente administrativo, el secretario judicial
emplazará al actor por veinte días para que presente la demanda, que se tramitará
con arreglo a lo previsto en el artículo 753.»

Disposición final quinta. Tasas municipales.


Se añade un apartado 5 al artículo 20 del texto refundido de la Ley Reguladora de las
Haciendas Locales, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, con la
siguiente redacción:
«5. Los Ayuntamientos podrán establecer una tasa por la instrucción y
tramitación de los expedientes matrimoniales en forma civil y por la celebración de
los mismos.»

Disposición final sexta. Adquisición de la nacionalidad española por los nietos de exiliados


durante la guerra civil y la dictadura.
El derecho de opción previsto en la disposición adicional séptima de la Ley 52/2007, de
26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en
favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura,
podrán también ejercerlo los nietos de las exiliadas españolas que conservaron la

– 679 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)

nacionalidad española tras haber contraído matrimonio con un extranjero con posterioridad
al 5 de agosto de 1954, fecha de entrada en vigor de la Ley de 15 julio de 1954, siempre que
no transmitiesen la nacionalidad española a sus hijos, por seguir éstos la del padre, y
formalicen su declaración en tal sentido en el plazo de un año desde la entrada en vigor de
la presente disposición.

Disposición final séptima. Competencias ejecutivas de las Comunidades Autónomas en


materia de Registro Civil.
Corresponderá a las Comunidades Autónomas el ejercicio de las competencias
ejecutivas en materia de Registro Civil de acuerdo con sus Estatutos de Autonomía y las
leyes.

Disposición final octava. Título competencial.


La presente Ley se dicta al amparo del artículo 149.1.8.ª de la Constitución Española,
con excepción de la disposición final cuarta, que lo hace con base en el artículo 149.1.6.ª de
la Constitución Española, que atribuye al Estado competencia exclusiva para dictar la
legislación procesal.

Disposición final novena. Desarrollo reglamentario.


Se faculta al Gobierno para dictar cuantas disposiciones de aplicación y desarrollo de la
presente Ley sean necesarias.

Disposición final décima. Entrada en vigor.


La presente Ley entrará en vigor a los tres años de su publicación en el «Boletín Oficial
del Estado», excepto las disposiciones adicionales séptima y octava y las disposiciones
finales tercera y sexta, que entrarán en vigor el día siguiente al de su publicación en el
«Boletín Oficial del Estado».
Hasta la entrada en vigor de la presente Ley, el Ministerio de Justicia adoptará las
medidas y los cambios normativos necesarios que afecten a la organización y
funcionamiento de los Registros Civiles dentro del proceso de modernización de la Justicia.

– 680 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§6

Ley del Notariado de 28 de mayo de 1862.

Ministerio de Gracia y Justicia


«BOE» núm. 149, de 29 de mayo de 1862
Última modificación: 30 de noviembre de 2006
Referencia: BOE-A-1862-4073

DOÑA ISABEL II,


Por la gracia de Dios y la Constitución Reina de las Españas.
A todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: que las Córtes han decretado
y Nos sancionado lo siguiente:

TÍTULO I
De los notarios

Artículo 1. 
El Notario es el funcionario público autorizado para dar fe, conforme a las leyes, de los
contratos y demás actos extrajudiciales.
Habrá en todo el Reino una sola clase de estos funcionarios.

Artículo 2. 
El Notario que requerido para dar fe de cualquier acto público o particular extrajudicial
negare sin justa causa la intervención de su oficio, incurrirá en la responsabilidad a que
hubiere lugar con arreglo a las leyes.

Artículo 3. 
Cada partido judicial constituye distrito de Notariado, dentro del cual se crearán tantas
Notarías cuantas se estimen necesarias para el servicio público, tomando en cuenta la
población, la frecuencia y facilidad de las transacciones, las circunstancias de localidad y la
decorosa subsistencia de los Notarios.

Artículo 4. 
Al tiempo de la creación de las Notarías, fijará el Gobierno el punto de residencia de
cada uno de los Notarios, oyendo a la Audiencia del territorio, al Gobernador de la provincia
y a la Diputación provincial, y no podrá hacer alteraciones en lo sucesivo sino oyendo a la
misma Audiencia y al Consejo de Estado.

– 681 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

Artículo 5. 
Cada Notario formará por sí protocolo.

Artículo 6. 
En caso de muerte, enfermedad, ausencia, inhabilitación o cualquiera otro género de
imposibilidad de un Notario, se encargará del protocolo y le sustituirá el que al tiempo de la
creación de las notarías haya sido designado para este objeto.
En los distritos judiciales cada uno de los Notarios sustituirá al otro en caso de muerte,
ausencia o imposibilidad.
Cuando esto no fuere posible por cualquier causa, el Juez de primera instancia habilitará
sustituto accidental de entre los Notarios más inmediatos hasta la resolución del Gobierno, al
cual dará parte por medio del Regente de la Audiencia.
Este, a su vez, dictará las disposiciones convenientes para asegurar el servicio público
hasta la resolución del Gobierno.
El sustituto cesará en el desempeño de su cargo tan luego como tome posesión el
nuevamente electo, o deje de existir la imposibilidad del Notario a quien sustituya.

Artículo 7. 
La residencia habitual de los Notarios ha de ser el punto designado en la creación de su
respectivo oficio.

Artículo 8. 
Los Notarios podrán ejercer indistintamente dentro del partido judicial en que se halle su
Notaría.
Las poblaciones en que hubiere más de un Juzgado de primera instancia se reputarán,
para el efecto de este artículo, como un solo partido judicial.

Artículo 9. 
El Ministro de Gracia y Justicia es el Notario mayor del Reino, con las atribuciones que
hasta hoy ha ejercido.

TÍTULO II
Requisitos para obtener y ejercer la fe pública

Artículo 10. 
Los que aspiren a realizar las pruebas selectivas para el ingreso en el Notariado, deben
reunir, en la fecha en que termine el plazo de presentación de las instancias, las condiciones
siguientes:
1. Ser español u ostentar la nacionalidad de cualquier país miembro de la Unión
Europea.
2. Ser mayor de edad.
3. No encontrarse comprendido en ninguno de los casos que incapacitan o imposibilitan
para el ejercicio del cargo de Notario.
4. Ser Doctor o Licenciado en Derecho o haber concluido los estudios de esta
Licenciatura.
Si el título procediera de un Estado miembro de la Unión Europea, deberá presentarse el
certificado acreditativo del reconocimiento u homologación del título equivalente, conforme a
la Directiva 89/48, de 21 de diciembre de 1988, al Real Decreto 1665/1991, de 24 de octubre
y demás normas de transposición y desarrollo.

Artículo 11. 
Los Notarios serán de nombramiento Real.

– 682 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

Artículo 12. 
Las Notarías se proveerán por oposición ante las Audiencias, que propondrán al
Gobierno a los tres opositores que crean más beneméritos.

Artículo 13. 
Quedan abolidas las prestaciones de Fiat, media annata y otras de esta clase para
obtener título de ejercicio.
Los Notarios pagaran por ejercer su cargo el impuesto al que están sujetas las demás
profesiones análogas.

Artículo 14. 
El Notario, para tomar posesión de su oficio, constituirá en las Cajas del Estado, en
calidad de fianza y como garantía para el ejercicio de su cargo, un depósito en títulos de la
Deuda pública que produzca una renta anual según las condiciones de cada localidad, o
acreditará que la disfruta en fincas propias, rústicas o urbanas, y quedará suspenso cuando
falten estas garantías hasta que las reponga.

Artículo 15. 
Los Notarios, para entrar en el ejercicio de su cargo, jurarán ante la Audiencia del
territorio obediencia y fidelidad al Rey, guardar la Constitución y las leyes, y cumplir bien y
lealmente su cargo.

Artículo 16. 
El ejercicio del Notario es incompatible con todo cargo que lleve aneja jurisdicción, con
cualquier empleo público que devengue sueldo o gratificación de los presupuestos
generales, provinciales o municipales, y con los cargos que le obliguen a residir fuera de su
domicilio.
Sin embargo, en los pueblos que pasen de 20.000 almas podrán admitir, aun fuera de su
domicilio, los cargos de Diputados a Cortes o Diputados provinciales.

TÍTULO III
Del protocolo y copias del mismo que constituyen instrumento público

Artículo 17. 
1. El Notario redactará escrituras matrices, intervendrá pólizas, extenderá y autorizará
actas, expedirá copias, testimonios, legitimaciones y legalizaciones y formará protocolos y
Libros-Registros de operaciones.
Las escrituras públicas tienen como contenido propio las declaraciones de voluntad, los
actos jurídicos que impliquen prestación de consentimiento, los contratos y los negocios
jurídicos de todas clases.
Es escritura matriz la original que el Notario ha de redactar sobre el contrato o acto
sometido a su autorización, firmada por los otorgantes, por los testigos instrumentales, o de
conocimiento en su caso, y firmada y signada por el mismo Notario.
Es primera copia el traslado de la escritura matriz que tiene derecho a obtener por
primera vez cada uno de los otorgantes. A los efectos del artículo 517.2.4.º de la Ley 1/2000,
de 7 de enero, de Enjuiciamiento civil, se considerará título ejecutivo aquella copia que el
interesado solicite que se expida con tal carácter. Expedida dicha copia el Notario insertará
mediante nota en la matriz su fecha de expedición e interesado que la solicitó.
Las pólizas intervenidas tienen como contenido exclusivo los actos y contratos de
carácter mercantil y financiero que sean propios del tráfico habitual y ordinario de al menos
uno de sus otorgantes, quedando excluidos de su ámbito los demás actos y negocios
jurídicos, especialmente los inmobiliarios.

– 683 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

El Notario conservará en su Libro-Registro o en su protocolo ordinario el original de la


póliza, en los términos que reglamentariamente se disponga.
A los efectos de lo dispuesto en el artículo 517.2.5.º de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de
Enjuiciamiento civil, se considerará título ejecutivo el testimonio expedido por el Notario del
original de la póliza debidamente conservada en su Libro-Registro o la copia autorizada de la
misma, acompañada de la certificación a que se refiere el artículo 572.2 de la citada Ley.
Las actas notariales tienen como contenido la constatación de hechos o la percepción
que de los mismos tenga el Notario, siempre que por su índole no puedan calificarse de
actos y contratos, así como sus juicios o calificaciones.
Se entiende por protocolo la colección ordenada de las escrituras matrices autorizadas
durante un año, y se formalizará en uno o más tomos encuadernados, foliados en letra y con
los demás requisitos que se determinen en las instrucciones del caso. En el Libro-Registro
figurarán por su orden, separada y diariamente, todas las operaciones en que hubiesen
intervenido.
2. A los efectos de la debida colaboración del Notario y de su organización corporativa
con las Administraciones públicas, los notarios estarán obligados a llevar índices
informatizados y, en su caso, en soporte papel de los documentos protocolizados e
intervenidos. El Notario deberá velar por la más estricta veracidad de dichos índices, así
como por su correspondencia con los documentos públicos autorizados e intervenidos, y
será responsable de cualquier discrepancia que exista entre aquellos y estos, así como del
incumplimiento de sus plazos de remisión. Reglamentariamente se determinará el contenido
de tales índices, pudiéndose delegar en el Consejo General del Notariado la adición de
nuevos datos, así como la concreción de sus características técnicas de elaboración,
remisión y conservación.
El Consejo General del Notariado formará un índice único informatizado con la
agregación de los índices informatizados que los notarios deben remitir a los Colegios
Notariales. A estos efectos, con la periodicidad y en los plazos reglamentariamente
establecidos, los notarios remitirán los índices telemáticamente a través de su red
corporativa y con las garantías debidas de confidencialidad a los Colegios Notariales, que los
remitirán, por idéntico medio, al Consejo General del Notariado.
3. Corresponderá al Consejo General del Notariado proporcionar información estadística
en el ámbito de su competencia, así como suministrar cuanta información del índice sea
precisa a las Administraciones públicas que, conforme a la Ley, puedan acceder a su
contenido, a cuyo efecto podrá crear una unidad especializada.
En particular, y sin perjuicio de otras formas de colaboración que puedan resultar
procedentes, el Consejo General del Notariado suministrará a las Administraciones
tributarias la información contenida en el índice único informatizado con trascendencia
tributaria que precisen para el cumplimiento de sus funciones estando a lo dispuesto en el
artículo 94.5 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, permitirá el acceso
telemático directo de las Administraciones tributarias al índice y recabará del Notario para su
posterior remisión la copia del instrumento público a que se refiera la solicitud de información
cuando ésta se efectúe a través de dicho Consejo.

Artículo 17 bis. 
1. Los instrumentos públicos a que se refiere el artículo 17 de esta Ley, no perderán
dicho carácter por el sólo hecho de estar redactados en soporte electrónico con la firma
electrónica avanzada del notario y, en su caso, de los otorgantes o intervinientes, obtenida la
de aquél de conformidad con la Ley reguladora del uso de firma electrónica por parte de
notarios y demás normas complementarias.
2. Reglamentariamente se regularán los requisitos indispensables para la autorización o
intervención y conservación del instrumento público electrónico en lo no previsto en este
artículo.
En todo caso, la autorización o intervención notarial del documento público electrónico
ha de estar sujeta a las mismas garantías y requisitos que la de todo documento público
notarial y producirá los mismos efectos. En consecuencia:
a) Con independencia del soporte electrónico, informático o digital en que se contenga el
documento público notarial, el notario deberá dar fe de la identidad de los otorgantes, de que

– 684 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

a su juicio tienen capacidad y legitimación, de que el consentimiento ha sido libremente


prestado y de que el otorgamiento se adecua a la legalidad y a la voluntad debidamente
informada de los otorgantes o intervinientes.
b) Los documentos públicos autorizados por Notario en soporte electrónico, al igual que
los autorizados sobre papel, gozan de fe pública y su contenido se presume veraz e íntegro
de acuerdo con lo dispuesto en esta u otras leyes.
3. Las copias autorizadas de las matrices podrán expedirse y remitirse electrónicamente,
con firma electrónica avanzada, por el notario autorizante de la matriz o por quien le
sustituya legalmente. Dichas copias sólo podrán expedirse para su remisión a otro notario o
a un registrador o a cualquier órgano de las Administraciones públicas o jurisdiccional,
siempre en el ámbito de su respectiva competencia y por razón de su oficio. Las copias
simples electrónicas podrán remitirse a cualquier interesado cuando su identidad e interés
legítimo le consten fehacientemente al notario.
4. Si las copias autorizadas, expedidas electrónicamente, se trasladan a papel, para que
conserven la autenticidad y garantía notarial, dicho traslado deberá hacerlo el notario al que
se le hubiesen remitido.
5. Las copias electrónicas se entenderán siempre expedidas por el notario autorizante
del documento matriz y no perderán su carácter, valor y efectos por el hecho de que su
traslado a papel lo realice el notario al que se le hubiese enviado, el cual signará, firmará y
rubricará el documento haciendo constar su carácter y procedencia.
6. También podrán los registradores de la propiedad y mercantiles, así como los órganos
de las Administraciones públicas y jurisdiccionales, trasladar a soporte papel las copias
autorizadas electrónicas que hubiesen recibido, a los únicos y exclusivos efectos de
incorporarlas a los expedientes o archivos que correspondan por razón de su oficio en el
ámbito de su respectiva competencia.
7. Las copias electrónicas sólo serán válidas para la concreta finalidad para la que fueron
solicitadas, lo que deberá hacerse constar expresamente en cada copia indicando dicha
finalidad.
8. En lo no previsto en esta norma, la expedición de copia electrónica queda sujeta a lo
previsto para las copias autorizadas en la Ley notarial y en su Reglamento.

Artículo 18. 
No podrán expedirse segundas o posteriores copias de la escritura matriz sino en virtud
de mandato judicial, y con citación de los interesados o del Promotor fiscal cuando se
ignoren éstos o estén ausentes del pueblo en que esté la Notaría.
Será innecesaria dicha citación en los actos unilaterales, y aun en los demás cuando
pidan la copia todos los interesados.

Artículo 19. 
Los Notarios autorizarán todos los instrumentos públicos con su firma, y con la rúbrica y
signo que propongan y se les dé al expedirles los títulos de ejercicio.
No podrán variar en lo sucesivo, sin Real autorización, la rúbrica ni el signo.
En cada Audiencia habrá un libro en que los Notarios pongan su firma, rúbrica y signo
después de haber jurado su plaza.

Artículo 20. 
No podrán autorizar los Notarios ningún instrumento público inter vivos sin la presencia
al menos de dos testigos.

Artículo 21. 
No podrán ser testigos en los instrumentos públicos los parientes, escribientes o criados
del Notario autorizante.
Tampoco podrán serlo los parientes de las partes interesadas en los instrumentos, ni los
del Notario, unos y otros dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

– 685 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

Artículo 22. 
Ningún Notario podrá autorizar contratos que contengan disposición en su favor, o en
que alguno de los otorgantes sea pariente suyo dentro del cuarto grado civil o segundo de
afinidad.

Artículo 23. 
Los notarios darán fe en las escrituras públicas y en aquellas actas que por su índole
especial lo requieran de que conocen a las partes o de haberse asegurado de su identidad
por los medios supletorios establecidos en las leyes y reglamentos.
Serán medios supletorios de identificación, en defecto del conocimiento personal del
Notario, los siguientes:
a) La afirmación de dos personas, con capacidad civil, que conozcan al otorgante y sean
conocidas del Notario, siendo aquéllos responsables de la identificación.
b) La identificación de una de las partes contratantes por la otra, siempre que de esta
última dé fe de conocimiento el Notario.
c) La referencia a carnets o documentos de identidad con retrato y firma expedidos por
las autoridades públicas, cuyo objeto sea identificar a las personas.
El Notario en este caso responderá de la concordancia de los datos personales,
fotografía y firma estampados en el documento de identidad exhibido, con las del
compareciente.
d) El cotejo de firma con la indubitada de un instrumento público anterior en que se
hubiere dado por el Notario fe de conocimiento del firmante.
El Notario que diere fe de conocimiento de alguno de los otorgantes, inducido a error
sobre la personalidad de estos por la actuación maliciosa de ellos mismos o de otras
personas, no incurrirá en responsabilidad criminal, la cual será exigida únicamente cuando
proceda con dolo. En tal supuesto el Notario, sin perjuicio de lo anterior, será
inmediatamente sometido a expediente de corrección disciplinaria con la obligación de
indemnizar los daños y perjuicios que se hayan producido por tal error a terceros
interesados.
Si se trata de escrituras públicas relativas a actos o contratos por los que se adquieran,
declaren, constituyan, transmitan, graven, modifiquen o extingan el dominio y los demás
derechos reales sobre bienes inmuebles, o a cualesquiera otros con trascendencia tributaria,
los comparecientes acreditarán ante el Notario autorizante sus números de identificación
fiscal y los de las personas o entidades en cuya representación actúen, de los que quedará
constancia en la escritura.

Artículo 24. 
En todo instrumento público consignará el Notario su nombre y vecindad, los nombres y
vecindad de los testigos, y el lugar, año y día del otorgamiento.
Los notarios en su consideración de funcionarios públicos deberán velar por la
regularidad no sólo formal sino material de los actos o negocios jurídicos que autorice o
intervenga, por lo que están sujetos a un deber especial de colaboración con las autoridades
judiciales y administrativas.
En consecuencia, este deber especial exige del Notario el cumplimiento de aquellas
obligaciones que en el ámbito de su competencia establezcan dichas autoridades.
En las escrituras relativas a actos o contratos por los que se declaren, transmitan,
graven, modifiquen o extingan a título oneroso el dominio y los demás derechos reales sobre
bienes inmuebles se identificarán, cuando la contraprestación consistiere en todo o en parte
en dinero o signo que lo represente, los medios de pago empleados por las partes. A tal fin,
y sin perjuicio de su ulterior desarrollo reglamentario, deberá identificarse si el precio se
recibió con anterioridad o en el momento del otorgamiento de la escritura, su cuantía, así
como si se efectuó en metálico, cheque, bancario o no, y, en su caso, nominativo o al
portador, otro instrumento de giro o bien mediante transferencia bancaria.
Igualmente, en las escrituras públicas citadas el Notario deberá incorporar la declaración
previa del movimiento de los medios de pago aportadas por los comparecientes cuando

– 686 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

proceda presentar ésta en los términos previstos en la legislación de prevención del


blanqueo de capitales. Si no se aportase dicha declaración por el obligado a ello, el Notario
hará constar esta circunstancia en la escritura y lo comunicará al órgano correspondiente del
Consejo General del Notariado.
En las escrituras públicas a las que se refieren este artículo y el artículo 23 de esta Ley,
el Consejo General del Notariado suministrará a la Administración tributaria, de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 17 de esta Ley, la información relativa a las operaciones en las
que se hubiera incumplido la obligación de comunicar al Notario el número de identificación
fiscal para su constancia en la escritura, así como los medios de pago empleados y, en su
caso, la negativa a identificar los medios de pago. Estos datos deberán constar en los
índices informatizados.

Artículo 25. 
Los instrumentos públicos se redactarán en lengua castellana, y se escribirán con letra
clara, sin abreviaturas y sin blancos.
Tampoco podrán usarse en ellos guarismos en la expresión de fechas o cantidades.
Los Notarios darán fe de haber leído a las partes y a los testigos instrumentales la
escritura íntegra, o de haberles permitido que la lean, a su elección, antes de que la firmen, y
a los de conocimiento lo que a ellos se refiera, y de haber advertido a unos y a otros que
tienen el derecho de leerla por sí.

Artículo 26. 
Serán nulas las adiciones, apostillas, entrerenglonaduras, raspaduras y testados en las
escrituras matrices, siempre que no se salven al fin de éstas con aprobación expresa de las
partes y firmas de los que deban de suscribir el instrumento.

Artículo 27. 
Serán nulos los instrumentos públicos:
1.º Que contengan alguna disposición a favor del Notario que los autorice.
2.º En que sean testigos los parientes de las partes en ellos interesadas en el grado de
que queda hecho mérito, o los parientes, escribientes o criados del mismo Notario.
3.º Aquellos en que el Notario no de fe del conocimiento de los otorgantes, o no supla
esta diligencia en la forma establecida en el artículo 23 de esta Ley, o en que no aparezcan
las firmas de las partes y testigos cuando deban hacerlo, y la firma, rúbrica y signo del
notario.

Artículo 28. 
No producirán efecto las disposiciones a favor de parientes, dentro del grado
anteriormente prohibido, del que autorizó el instrumento en que se hicieron.

Artículo 29. 
Lo dispuesto en los artículos que preceden, relativamente a la forma de los instrumentos
y al número y cualidades de los testigos, y a la capacidad de adquirir lo dejado o mandado
por el testador, no es aplicable a los testamentos, y demás disposiciones mortis causa, en
las cuales regirá la Ley o leyes especiales del caso.

Artículo 30. 
(Derogado)

Artículo 31. 
Sólo el Notario a cuyo cargo esté legalmente el protocolo podrá dar copias de él.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

Artículo 32. 
Ni la escritura matriz ni el libro protocolo podrán ser extraídos del edificio en que se
custodien, ni aun por Decreto judicial u orden superior, salva para su traslación al archivo
correspondiente y en los casos de fuerza mayor.
Podrá, sin embargo, ser desglosada del protocolo la escritura matriz contra la cual
aparezcan indicios o méritos bastantes para considerarla cuerpo de un delito, precediendo al
efecto providencia del juzgado que conozca de él, y dejando en todo caso testimonio literal
de aquélla, con intervención del Ministerio Fiscal.
Los Notarios no permitirán tampoco sacar de su archivo ningún documento que se halle
bajo su custodia por razón de su oficio, ni dejarán examinarlo en todo ni en parte, como ni
tampoco el protocolo, no precediendo Decreto judicial, sino a las partes interesadas con
derecho adquirido, sus herederos o causa-habientes. En los casos, sin embargo,
determinados por las leyes, y en virtud de mandamiento judicial, pondrán de manifiesto en
sus archivos el protocolo o protocolos a fin de extender en su virtud las diligencias que se
hallen acordadas.

Artículo 33. 
Los Notarios remitirán por conducto del Juez de primera instancia del partido al Regente
de la Audiencia, en los ocho primeros días de cada mes, índices de las escrituras matrices
otorgadas en el anterior, expresando los números ordinales de éstas en el protocolo.
En los índices se expresará, respecto de cada instrumento, el nombre de los otorgantes,
el de los testigos instrumentales, el de los testigos de conocimiento en su caso, la fecha del
otorgamiento y el objeto del acto o contrato.

Artículo 34. 
Los Notarios llevarán un libro reservado, en que insertarán, con la numeración
correspondiente, copia de la carpeta de los testamentos y codicilos cerrados, cuyo
otorgamiento hubieren autorizado, y los protocolos de los testamentos y codicilos abiertos
cuando los testadores lo solicitaren, y remitirán un índice reservado también al Regente de la
Audiencia por conducto del Juez de primera instancia, en los términos establecidos en el
artículo anterior. No es necesario que haya un libro para cada año.

Artículo 35. 
Salvo que otra cosa dispongan los Convenios Internacionales, las Comisiones rogatorias
extrajudiciales, de carácter civil o mercantil, que tengan por objeto la notificación o entrega
de documentos, podrán practicarse notarialmente en los términos que reglamentariamente
se establezcan.

TÍTULO IV
De la propiedad y custodia de los protocolos e inspección de las notarías

Artículo 36. 
Los protocolos pertenecen al Estado. Los Notarios los conservarán, con arreglo a las
leyes, como archiveros de los mismos y bajo su responsabilidad.

Artículo 37. 
Habrá en cada Audiencia, y bajo su inspección, un archivo general de escrituras
públicas.
Estos archivos se formarán con los protocolos de las Notarías comprendidas en el
territorio respectivo de cada Audiencia que cuenten más de veinticinco años de fecha. Los
veinticinco protocolos más modernos formarán el archivo del Notario a cuyo cargo esté la
Notaría, que remitirá anualmente, en fin de Diciembre, con seguridad, al regente de la
Audiencia, el protocolo que debe ser depositado en el archivo general.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

El libro y protocolo reservados a que se refieren los artículos 34 y 35 de esta Ley se


remitirán en igual forma a los veinticinco años de haberse abierto.

Artículo 38. 
En los casos de vacante de una Notaría, y de inhabilitación o incapacidad de un Notario,
el que con arreglo al artículo 6.° de esta Ley deba encargarse de la Notaría recibirá bajo
inventario los protocolos y demás documentos para entregarlos con igual formalidad al
mismo notario, si se habilitase, o en otro caso a su sucesor en el oficio.
El Juez de primera instancia en las cabezas de partido, y el de paz en los demás
pueblos, intervendrán en el inventario y en la entrega.

Artículo 39. 
En el caso de inutilizarse el todo o parte de un protocolo, el Notario dará cuenta al Juez y
al Promotor fiscal del partido, y éstos respectivamente al Regente y Fiscal de la Audiencia,
para que instruido con citación de partes el oportuno expediente, cotejados los índices y
libros, y examinados los Registros de Hipotecas, se repongan en la parte posible los
protocolos y los libros.

Artículo 40. 
Los Jueces de primera instancia visitarán cuando lo estimen conveniente las Notarías
comprendidas en su partido.
El Gobierno y el Regente de la Audiencia podrán decretar visitas extraordinarias, para
las que sólo nombrarán Magistrados, Jueces o individuos del Ministerio Fiscal.

TÍTULO V
Del Gobierno y disciplina de los Notarios

Artículo 41. 
Habrá Colegios de Notarios en los puntos que el Gobierno designe.
A cada Colegio pertenecerán todos los Notarios del territorio señalado al mismo.

Artículo 42. 
Los Colegios serán dirigidos por Juntas, y en ellas tendrán la Autoridad judicial, y el
Ministerio Fiscal la intervención que se establezca en los reglamentos.

Artículo 43. 
Por faltas de disciplina y otras que puedan afectar al decoro de la profesión, podrán las
Juntas directivas de los Colegios amonestar a los Notarios, reprenderlos por escrito y
multarlos gubernativamente hasta en cantidad de 25 duros. En caso de reincidencia, darán
parte a las Audiencias, las cuales podrán multar hasta en 100 duros, dando conocimiento
además al Ministerio de Gracia y Justicia para que se ponga nota en los respectivos
expedientes de los Notarios, todo sin perjuicio de lo demás que procediere en justicia, y
salvas también cualesquiera otras atribuciones disciplinarias de los jueces y Audiencias.

Artículo 44. 
Los Notarios no podrán ser suspensos ni privados de oficio gubernativamente,
exceptuando, en cuanto a la suspensión, el caso prevenido en el artículo 14.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

TÍTULO VI
Derechos y premios de los Notarios

Artículo 45. 
El Gobierno, oídas las Audiencias, presentará a las Cortes el correspondiente proyecto
de Ley para establecer el arancel que fije los derechos notariales.

Artículo 46. 
El Notario que se inutilizare para el ejercicio de su profesión por librar los protocolos de
inundación, incendio u otra fuerza mayor, tendrá derecho a una pensión.
Si muriese por la misma causa, su viuda e hijos menores tendrán igual derecho.

Disposiciones generales

Artículo 47. 
El Gobierno dictará las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para el
cumplimiento de esta Ley.

Artículo 48. 
Se declaran derogadas las leyes, disposiciones y costumbres generales o locales
contrarias a su tenor.

Disposiciones transitorias

Primera. 
No obstante la incompatibilidad establecida en el artículo 16 de esta Ley, los Escribanos
y Notarios que actualmente, además de sus Escribanías, intervienen en los actos judiciales,
continuarán desempeñando uno y otro cargo mientras no vacaren natural o legalmente.

Segunda. 
Los depósitos de escrituras públicas que hoy existieren en poder de particulares pasarán
al archivo de las Notarías que el Gobierno designe, previas las formalidades del caso y las
indemnizaciones que procedan.

Tercera. 
Se reincorporarán al Estado desde luego, previa indemnización, todos los oficios de fe
pública enajenados vacantes en la actualidad, y los que no lo estuvieren a medida que
fueren vacando.

Cuarta. 
Los dueños de los oficios de la fe pública enajenados o confirmados con la cláusula de
reversión a la Corona por el precio de egresión u otra cantidad determinada, serán
indemnizados con arreglo a dicha cláusula.
Los demás dueños de oficios enajenados recibirán por indemnización: primero, el
importe de la egresión y confirmación; segundo, la cantidad que conste satisfecha por
suplemento.
Las corporaciones poseedoras de tales oficios, cuyos gastos no se satisfagan por los
presupuestos del Estado, se considerarán comprendidas en el párrafo anterior si no han sido
indemnizadas con la creación de otros oficios análogos.
En casos de duda, el Gobierno decidirá, oyendo al Consejo de estado o a alguna de sus
Secciones, y dejando a los interesados los recursos de derecho para ante el propio Consejo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado

Quinta. 
El derecho a la indemnización se declarará por el Ministerio de Gracia y Justicia. Las
indemnizaciones se abonarán por el Ministerio de Hacienda.

Sexta. 
Los dueños de oficios enajenados que renuncien en debida forma la indemnización de
que tratan las disposiciones anteriores tendrán el derecho de presentar para sí, o de
presentar por una sola vez en las Notarías que en los mismos pueblos o distrito reemplacen
a los oficios suprimidos, a persona que reúna todos los requisitos prescritos en el artículo 10
de esta Ley. En este caso, los dueños o los así presentados no entrarán por oposición, pero
sufrirán un examen riguroso en la forma que el Gobierno determine por regla general. Si el
dueño o propuesto no reúne las circunstancias requeridas, o no obtuviese aprobación en el
examen, podrá hacerse nueva presentación.

Séptima. 
Los nombramientos para Notarías vacantes, hechos con anterioridad a la publicación de
esta Ley por las corporaciones o particulares que tenían este derecho, surtirán su efecto sin
embargo de lo dispuesto en los artículos 7.° y 3.°, quedando sujetos los nombrados a las
demás prescripciones de la misma Ley.
Las Notarías a que se refieran estos nombramientos no estarán en el caso de
reincorporarse al Estado hasta nueva vacante.

Octava. 
Los Notarios nombrados con arreglo a esta Ley podrán ser autorizados por el Gobierno
para servir en comisión las Escribanías de los Juzgados de primera instancia en los partidos
en que la necesidad lo exija hasta que se publique la Ley de organización judicial, o se
disponga lo conveniente sobre Escribanos actuarios.

Novena. 
Quedan dispensados de los ejercicios de oposición que establece el artículo 12 de esta
Ley los pasantes o aspirantes matriculados en los antiguos Colegios de Notarios antes del
18 de Octubre de 1838 que tienen derechos adquiridos a las plazas que resulten vacantes
en sus respectivos Colegios, a quienes se declara con preferencia para obtener dichas
plazas a medida que vacaren y por el orden de antigüedad en los aspirantes matriculados,
que deberán probar su aptitud, sujetándose a un riguroso examen en la forma que dispondrá
el Gobierno, a no haber sido ya examinados y aprobados por las Audiencias al tiempo de
publicarse esta Ley.

Décima. 
El Gobierno queda autorizado para resolver las dudas que ocurran, previa audiencia del
Consejo de Estado o de alguna de sus secciones.

Undécima. 
Hasta que los avances tecnológicos hagan posible que la matriz u original del documento
notarial se autorice o intervenga y se conserve en soporte electrónico, la regulación del
documento público electrónico contenida en este artículo se entenderá aplicable
exclusivamente a las copias de las matrices de escrituras y actas así como, en su caso, a la
reproducción de las pólizas intervenidas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§7

Ley 49/1960, de 21 de julio, sobre propiedad horizontal.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 176, de 23 de julio de 1960
Última modificación: 27 de junio de 2013
Referencia: BOE-A-1960-10906

Si en términos generales toda ordenación jurídica no puede concebirse ni instaurarse a


espaldas de las exigencias de la realidad social a que va destinada, tanto más ha de ser así
cuando versa sobre una institución que, como la propiedad horizontal, ha adquirido, sobre
todo en los últimos años, tan pujante vitalidad, pese a no encontrar más apoyo normativo
que el abiertamente insuficiente representado por el artículo trescientos noventa y seis del
Código Civil. La presente ley pretende, pues, seguir la realidad social de los hechos. Pero no
en el simple sentido de convertir en norma cualquier dato obtenido de la práctica, sino con
un alcance más amplio y profundo. De un lado, a causa de la dimensión de futuro inherente
a la ordenación jurídica, que impide entenderla como mera sanción de lo que hoy acontece y
obliga a la previsión de lo que puede acontecer. Y de otro lado, porque si bien el punto de
partida y el destino inmediato de las normas es regir las relaciones humanas, para lo cual
importa mucho su adecuación a las concretas e históricas exigencias y contingencias de la
vida, no hay que olvidar tampoco que su finalidad última, singularmente cuando se concibe
el Derecho positivo en función del Derecho natural, es lograr un orden de convivencia
presidido por la idea de la justicia, la cual, como virtud moral, se sobrepone tanto a la
realidad de los hechos como a las determinaciones del legislador, que siempre han de
hallarse limitadas y orientadas por ella.
Hay un hecho social básico que en los tiempos modernos ha influido sobre manera en la
ordenación de la propiedad urbana. Se manifiesta a través de un factor constante, cual es la
insuprimible necesidad de las edificaciones, tanto para la vida de la persona y la familia
como para el desarrollo de fundamentales actividades, constituidas por el comercio, la
industria y, en general, el ejercicio de las profesiones. Junto a ese factor, que es constante
en el sentido de ser connatural a todo sistema de vida y de convivencia dentro de una
elemental civilización, se ofrece hoy, provocado por muy diversas determinaciones, otro
factor que se exterioriza en términos muy acusados, y es el representado por las dificultades
que entraña la adquisición, la disponibilidad y el disfrute de los locales habitables. La acción
del Estado ha considerado y atendido a esta situación real en tres esferas, aunque diversas,
muy directamente relacionadas: en la esfera de la construcción impulsándola a virtud de
medidas indirectas e incluso, en ocasiones, afrontando de modo directo la empresa; en la
esfera del arrendamiento, a través de una legislación frecuentemente renovada, que
restringe el poder autónomo de la voluntad con el fin de asegurar una permanencia en el
disfrute de las viviendas y los locales de negocio en condiciones económicas sometidas a un
sistema de intervención y revisión, y en la esfera de la propiedad, a virtud principalmente de
la llamada propiedad horizontal, que proyecta esta titularidad sobre determinados espacios

– 692 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

de la edificación. La esencial razón de ser del régimen de la propiedad horizontal descansa


en la finalidad de lograr el acceso a la propiedad urbana mediante una inversión de capital
que, al poder quedar circunscrita al espacio y elementos indispensables para atender a las
propias necesidades, es menos cuantiosa y, por lo mismo, más asequible a todos y la única
posible para grandes sectores de personas. Siendo ello así, el régimen de la propiedad
horizontal no sólo precisa ser reconocido, sino que además requiere que se le aliente y
encauce, dotándole de una ordenación completa y eficaz. Y más aún si se observa que, por
otra parte, mientras las disposiciones legislativas vigentes en materia de arrendamientos
urbanos no pasan de ser remedios ocasionales, que resuelven el conflicto de intereses de un
modo imperfecto, puesto que el fortalecimiento de la institución arrendaticia se consigue
imponiendo a la propiedad una carga que difícilmente puede sobrellevar; en cambio,
conjugando las medidas dirigidas al incremento de la construcción con un bien organizado
régimen de la propiedad horizontal, se afronta el problema de la vivienda y los conexos a él
en un plano más adecuado, que permite soluciones estables; y ello a la larga redundará en
ventaja del propio régimen arrendaticio, que podrá, sin la presión de unas exigencias
acuciantes, liberalizarse y cumplir normalmente su función económico-social.
La ley representa, más que una reforma de la legalidad vigente, la ordenación «ex
novo», de manera completa, de la propiedad por pisos. Se lleva a cabo mediante una ley de
carácter general, en el sentido de ser de aplicación a todo el territorio nacional. El artículo
trescientos noventa y seis del Código Civil, como ocurre en supuestos análogos, recoge las
notas esenciales de este régimen de propiedad y, por lo demás, queda reducido a norma de
remisión. El carácter general de la ley viene aconsejado, sobre todo, por la razón de política
legislativa derivada de que la necesidad a que sirve se manifiesta por igual en todo el
territorio; pero también se ha tenido en cuenta una razón de técnica legislativa, como es la
de que las disposiciones en que se traduce, sin descender a lo reglamentario, son a veces
de una circunstanciada concreción que excede de la tónica propia de un Código Civil.
La propiedad horizontal hizo su irrupción en los ordenamientos jurídicos como una
modalidad de la comunidad de bienes. El progresivo desenvolvimiento de la institución ha
tendido principalmente a subrayar los perfiles que la independizan de la comunidad. La
modificación que introdujo la Ley de 26 octubre 1939 en el texto del artículo trescientos
noventa y seis del Código Civil ya significó un avance en ese sentido, toda vez que
reconoció la propiedad privativa o singular del piso o local, quedando la comunidad, como
accesoria, circunscrita a lo que se ha venido llamando elementos comunes. La ley –que
recoge el material preparado con ponderación y cuidado por la Comisión de Códigos–,
dando un paso más, pretende llevar al máximo posible la individualización de la propiedad
desde el punto de vista del objeto. A tal fin, a este objeto de la relación, constituido por el
piso o local, se incorpora el propio inmueble, sus pertenencias y servicios. Mientras sobre el
piso «stricto sensu», o espacio, delimitado y de aprovechamiento independiente, el uso y
disfrute son privativos, sobre el «inmueble», edificación, pertenencias y servicios –
abstracción hecha de los particulares espacios– tales usos y disfrute han de ser,
naturalmente, compartidos; pero unos y otros derechos, aunque distintos en su alcance, se
reputan inseparablemente unidos, unidad que también mantienen respecto de la facultad de
disposición. Con base en la misma idea se regula el coeficiente o cuota, que no es ya la
participación en lo anteriormente denominado elementos comunes, sino que expresa, activa
y también pasivamente, como módulo para cargas, el valor proporcional del piso y a cuanto
él se considera unido, en el conjunto del inmueble, el cual, al mismo tiempo que se divide
física y jurídicamente en pisos o locales se divide así económicamente en fracciones o
cuotas.
En este propósito individualizador no hay que ver una preocupación dogmática y mucho
menos la consagración de una ideología de signo individualista. Se trata de que no olvidando
la ya aludida función social que cumple esta institución, entender que el designio de
simplificar y facilitar el régimen de la propiedad horizontal se realiza así de modo más
satisfactorio. Con el alejamiento del sistema de la comunidad de bienes resulta, ya no sólo
congruente, sino tranquilizadora la expresa eliminación de los derechos de tanteo y retracto,
reconocidos, con ciertas peculiaridades, en la hasta ahora vigente redacción del mencionado
artículo trescientos noventa y seis. Ahora bien: tampoco en este caso ha sido esa sola
consideración técnica la que ha guiado la ley. Decisivo influjo han ejercido tanto la notoria

– 693 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

experiencia de que actualmente se ha hecho casi cláusula de estilo la exclusión de tales


derechos como el pensamiento de que no se persigue aquí una concentración de la
propiedad de los pisos o locales, sino, por el contrario, su más amplia difusión.
Motivo de especial estudio ha sido lo concerniente a la constitución del régimen de la
propiedad horizontal y a la determinación del conjunto de deberes y derechos que lo
integran. Hasta ahora, y ello tiene una justificación histórica, esta materia ha estado
entregada casi de modo total, en defecto de normas legales, a la autonomía privada
reflejada en los Estatutos. Estos, frecuentemente, no eran fruto de las libres determinaciones
recíprocas de los contratantes, sino que, de ordinario, los dictaba, con sujeción a ciertos
tipos generalizados por la práctica, el promotor de la empresa de construcción, limitándose a
prestar su adhesión las personas que ingresaban en el régimen de la propiedad horizontal.
La ley brinda una regulación que, por un lado, es suficiente por sí –con las salvedades
dejadas a la iniciativa privada– para constituir, en lo esencial, el sistema jurídico que presida
y gobierne esta clase de relaciones, y, por otro lado, admite que, por obra de la voluntad, se
especifiquen, completen y hasta modifiquen ciertos derechos y deberes, siempre que no se
contravengan las normas de derecho necesario, claramente deducibles de los mismos
términos de la ley. De ahí que la formulación de Estatutos no resultará indispensable, si bien
podrán éstos cumplir la función de desarrollar la ordenación legal y adecuarla a las concretas
circunstancias de los diversos casos y situaciones.
El sistema de derechos y deberes en el seno de la propiedad horizontal aparece
estructurado en razón de los intereses en juego.
Los derechos de disfrute tienden a atribuir al titular las máximas posibilidades de
utilización, con el límite representado tanto por la concurrencia de los derechos de igual
clase de los demás cuanto por el interés general, que se encarna en la conservación del
edificio y en la subsistencia del régimen de propiedad horizontal, que requiere una base
material y objetiva. Por lo mismo, íntimamente unidos a los derechos de disfrute aparecen
los deberes de igual naturaleza. Se ha tratado de configurarlos con criterios inspirados en las
relaciones de vecindad, procurando dictar unas normas dirigidas a asegurar que el ejercicio
del derecho propio no se traduzca en perjuicio del ajeno ni en menoscabo del conjunto, para
así dejar establecidas las bases de una convivencia normal y pacífica.
Además de regular los derechos y deberes correspondientes al disfrute, la ley se ocupa
de aquellos otros que se refieren a los desembolsos económicos a que han de atender
conjuntamente los titulares, bien por derivarse de las instalaciones y servicios de carácter
general, o bien por constituir cargas o tributos que afectan a la totalidad del edificio. El
criterio básico tenido en cuenta para determinar la participación de cada uno en el
desembolso a realizar es la expresada cuota o coeficiente asignado al piso o local,
cuidándose de significar que la no utilización del servicio generador del gasto no exime de la
obligación correspondiente.
Una de las más importantes novedades que contiene la ley es la de vigorizar en todo lo
posible la fuerza vinculante de los deberes impuestos a los titulares, así por lo que concierne
al disfrute del apartamento, cuanto por lo que se refiere al abono de gastos. Mediante la
aplicación de las normas generales vigentes en la materia, el incumplimiento de las
obligaciones genera la acción dirigida a exigir judicialmente su cumplimiento, bien de modo
específico, esto es, imponiendo a través de la coacción lo que voluntariamente no se ha
observado, o bien en virtud de la pertinente indemnización. Pero esta normal sanción del
incumplimiento puede no resultar suficientemente eficaz en casos como los aquí
considerados, y ello por diversas razones: una es la de que la inobservancia del deber trae
repercusiones sumamente perturbadoras para grupos extensos de personas, al paso que
dificulta el funcionamiento del régimen de propiedad horizontal; otra razón es la de que, en lo
relativo a los deberes de disfrute, la imposición judicial del cumplimiento específico es
prácticamente imposible por el carácter negativo de la obligación, y la indemnización no
cubre la finalidad que se persigue de armonizar la convivencia. Por eso se prevé la
posibilidad de la privación judicial del disfrute del piso o local cuando concurran
circunstancias taxativamente señaladas, y por otra parte se asegura la contribución a los
gastos comunes con una afectación real del piso o local al pago de este crédito considerado
preferente.

– 694 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

La concurrencia de una colectividad de personas en la titularidad de derechos que, sin


perjuicio de su sustancial individualización, recaen sobre fracciones de un mismo edificio y
dan lugar a relaciones de interdependencia que afectan a los respectivos titulares, ha hecho
indispensable en la práctica la creación de órganos de gestión y administración. La ley, que
en todo momento se ha querido mostrar abierta a las enseñanzas de la experiencia, la ha
tenido muy especialmente en cuenta en esta materia. Y fruto de ella, así como de la detenida
ponderación de los diversos problemas, ha sido confiar normalmente el adecuado
funcionamiento del régimen de propiedad horizontal a tres órganos: la Junta, el Presidente
de la misma y el Administrador. La Junta, compuesta de todos los titulares, tiene los
cometidos propios de un órgano rector colectivo, ha de reunirse preceptivamente una vez al
año, y para la adopción de acuerdos válidos se requiere, por regla general, el voto favorable
tanto de la mayoría numérica o personal cuanto de la económica, salvo cuando la
trascendencia de la materia requiera la unanimidad, o bien cuando, por el contrario por la
relativa importancia de aquélla, y para que la simple pasividad de los propietarios no
entorpezca el funcionamiento de la institución, sea suficiente la simple mayoría de los
asistentes. El cargo de Presidente, que ha de ser elegido del seno de la Junta, lleva implícita
la representación de todos los titulares en juicio y fuera de él, con lo que se resuelve el
delicado problema de legitimación que se ha venido produciendo. Y, finalmente, el
Administrador, que ha de ser designado por la Junta y es amovible, sea o no miembro de
ella, ha de actuar siempre en dependencia de la misma, sin perjuicio de cumplir en todo caso
las obligaciones que directamente se le imponen.
Por otra parte se ha dado a esto una cierta flexibilidad para que el número de estas
personas encargadas de la representación y gestión sea mayor o menor según la
importancia y necesidad de la colectividad.
Por último, debe señalarse que la economía del sistema establecido tiene interesantes
repercusiones en cuanto afecta al Registro de la Propiedad y exige una breve reforma en la
legislación hipotecaria. Se ha partido, en un afán de claridad, de la conveniencia de agregar
dos párrafos al artículo octavo de la vigente Ley Hipotecaria, el cuarto y el quinto, que
sancionan, en principio, la posibilidad de la inscripción del edificio en su conjunto, sometido
al régimen de propiedad horizontal, y al mismo tiempo la del piso o local como finca
independiente, con folio registral propio.
El número cuarto del mencionado artículo octavo prevé la hipótesis normal de
constitución del régimen de propiedad horizontal, es decir, la construcción de un edificio por
un titular que lo destine precisamente a la enajenación de pisos, y el caso, menos frecuente,
de que varios propietarios de un edificio traten de salir de la indivisión de mutuo acuerdo, o
construyan un edificio con ánimo de distribuirlo, «ab initio», entre ellos mismos,
transformándose en propietarios singulares de apartamento o fracciones independientes. A
título excepcional, con el mismo propósito de simplificar los asientos, se permite inscribir a la
vez la adjudicación concreta de los repetidos apartamentos a favor de sus respectivos
titulares, siempre que así lo soliciten todos ellos.
Y el número quinto del mismo artículo octavo permite crear el folio autónomo e
independiente de cada piso o local, siempre que consten previamente inscritos el inmueble y
la constitución del régimen de propiedad horizontal.
En su virtud, y de conformidad con la propuesta elaborada por las Cortes Españolas,

DISPONGO:

CAPÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo primero. 
La presente Ley tiene por objeto la regulación de la forma especial de propiedad
establecida en el artículo 396 del Código Civil, que se denomina propiedad horizontal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

A efectos de esta Ley tendrán también la consideración de locales aquellas partes de un


edificio que sean susceptibles de aprovechamiento independiente por tener salida a un
elemento común de aquél o a la vía pública.

Artículo segundo. 
Esta Ley será de aplicación:
a) A las comunidades de propietarios constituidas con arreglo a lo dispuesto en el
artículo 5.
b) A las comunidades que reúnan los requisitos establecidos en el artículo 396 del
Código Civil y no hubiesen otorgado el título constitutivo de la propiedad horizontal.
Estas comunidades se regirán, en todo caso, por las disposiciones de esta Ley en lo
relativo al régimen jurídico de la propiedad, de sus partes privativas y elementos comunes,
así como en cuanto a los derechos y obligaciones recíprocas de los comuneros.
c) A los complejos inmobiliarios privados, en los términos establecidos en esta Ley.
d) A las subcomunidades, entendiendo por tales las que resultan cuando, de acuerdo
con lo dispuesto en el título constitutivo, varios propietarios disponen, en régimen de
comunidad, para su uso y disfrute exclusivo, de determinados elementos o servicios
comunes dotados de unidad e independencia funcional o económica.
e) A las entidades urbanísticas de conservación en los casos en que así lo dispongan
sus estatutos.

CAPÍTULO II
Del régimen de la propiedad por pisos o locales.

Artículo tercero. 
En el régimen de propiedad establecido en el artículo 396 del Código Civil corresponde a
cada piso o local:
a) El derecho singular y exclusivo de propiedad sobre un espacio suficientemente
delimitado y susceptible de aprovechamiento independiente, con los elementos
arquitectónicos e instalaciones de todas clases, aparentes o no, que estén comprendidos
dentro de sus límites y sirvan exclusivamente al propietario, así como el de los anejos que
expresamente hayan sido señalados en el título, aunque se hallen situados fuera del espacio
delimitado.
b) La copropiedad, con los demás dueños de pisos o locales, de los restantes elementos,
pertenencias y servicios comunes.
A cada piso o local se atribuirá una cuota de participación con relación al total del valor
del inmueble y referida a centésimas del mismo. Dicha cuota servirá de módulo para
determinar la participación en las cargas y beneficios por razón de la comunidad. Las
mejoras o menoscabos de cada piso o local no alterarán la cuota atribuida, que sólo podrá
variarse de acuerdo con lo establecido en los artículos 10 y 17 de esta Ley.
Cada propietario puede libremente disponer de su derecho, sin poder separar los
elementos que lo integran y sin que la transmisión del disfrute afecte a las obligaciones
derivadas de este régimen de propiedad.

Artículo cuarto. 
La acción de división no procederá para hacer cesar la situación que regula esta ley.
Sólo podrá ejercitarse por cada propietario proindiviso sobre un piso o local determinado,
circunscrita al mismo, y siempre que la proindivisión no haya sido establecida de intento para
el servicio o utilidad común de todos los propietarios.

Artículo quinto. 
El título constitutivo de la propiedad por pisos o locales describirá, además del inmueble
en su conjunto, cada uno de aquéllos al que se asignará número correlativo. La descripción
del inmueble habrá de expresar las circunstancias exigidas en la legislación hipotecaria y los

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

servicios e instalaciones con que cuente el mismo. La de cada piso o local expresará su
extensión, linderos, planta en la que se hallare y los anejos, tales como garaje, buhardilla o
sótano.
En el mismo título se fijará la cuota de participación que corresponde a cada piso o local,
determinada por el propietario único del edificio al iniciar su venta por pisos, por acuerdo de
todos los propietarios existentes, por laudo o por resolución judicial. Para su fijación se
tomará como base la superficie útil de cada piso o local en relación con el total del inmueble,
su emplazamiento interior o exterior, su situación y el uso que se presuma racionalmente
que va a efectuarse de los servicios o elementos comunes.
El título podrá contener, además, reglas de constitución y ejercicio del derecho y
disposiciones no prohibidas por la ley en orden al uso o destino del edificio, sus diferentes
pisos o locales, instalaciones y servicios, gastos, administración y gobierno, seguros,
conservación y reparaciones, formando un estatuto privativo que no perjudicará a terceros si
no ha sido inscrito en el Registro de la Propiedad.
En cualquier modificación del título, y a salvo lo que se dispone sobre validez de
acuerdos, se observarán los mismos requisitos que para la constitución.

Artículo sexto. 
Para regular los detalles de la convivencia y la adecuada utilización de los servicios y
cosas comunes, y dentro de los límites establecidos por la Ley y los estatutos, el conjunto de
propietarios podrá fijar normas de régimen interior que obligarán también a todo titular
mientras no sean modificadas en la forma prevista para tomar acuerdos sobre la
administración.

Artículo séptimo. 
1. El propietario de cada piso o local podrá modificar los elementos arquitectónicos,
instalaciones o servicios de aquél cuando no menoscabe o altere la seguridad del edificio, su
estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro
propietario, debiendo dar cuenta de tales obras previamente a quien represente a la
comunidad.
En el resto del inmueble no podrá realizar alteración alguna y si advirtiere la necesidad
de reparaciones urgentes deberá comunicarlo sin dilación al administrador.
2. Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en
el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la
finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas,
insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas.
El presidente de la comunidad, a iniciativa propia o de cualquiera de los propietarios u
ocupantes, requerirá a quien realice las actividades prohibidas por este apartado la
inmediata cesación de las mismas, bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales
procedentes.
Si el infractor persistiere en su conducta el Presidente, previa autorización de la Junta de
propietarios, debidamente convocada al efecto, podrá entablar contra él acción de cesación
que, en lo no previsto expresamente por este artículo, se sustanciará a través del juicio
ordinario.
Presentada la demanda, acompañada de la acreditación del requerimiento fehaciente al
infractor y de la certificación del acuerdo adoptado por la Junta de propietarios, el juez podrá
acordar con carácter cautelar la cesación inmediata de la actividad prohibida, bajo
apercibimiento de incurrir en delito de desobediencia. Podrá adoptar asimismo cuantas
medidas cautelares fueran precisas para asegurar la efectividad de la orden de cesación. La
demanda habrá de dirigirse contra el propietario y, en su caso, contra el ocupante de la
vivienda o local.
Si la sentencia fuese estimatoria podrá disponer, además de la cesación definitiva de la
actividad prohibida y la indemnización de daños y perjuicios que proceda, la privación del
derecho al uso de la vivienda o local por tiempo no superior a tres años, en función de la
gravedad de la infracción y de los perjuicios ocasionados a la comunidad. Si el infractor no
fuese el propietario, la sentencia podrá declarar extinguidos definitivamente todos sus
derechos relativos a la vivienda o local, así como su inmediato lanzamiento.

– 697 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

Artículo octavo. 
(Derogado).

Artículo noveno. 
1. Son obligaciones de cada propietario:
a) Respetar las instalaciones generales de la comunidad y demás elementos comunes,
ya sean de uso general o privativo de cualquiera de los propietarios, estén o no incluidos en
su piso o local, haciendo un uso adecuado de los mismos y evitando en todo momento que
se causen daños o desperfectos.
b) Mantener en buen estado de conservación su propio piso o local e instalaciones
privativas, en términos que no perjudiquen a la comunidad o a los otros propietarios,
resarciendo los daños que ocasione por su descuido o el de las personas por quienes deba
responder.
c) Consentir en su vivienda o local las reparaciones que exija el servicio del inmueble y
permitir en él las servidumbres imprescindibles requeridas para la realización de obras,
actuaciones o la creación de servicios comunes llevadas a cabo o acordadas conforme a lo
establecido en la presente Ley, teniendo derecho a que la comunidad le resarza de los
daños y perjuicios ocasionados.
d) Permitir la entrada en su piso o local a los efectos prevenidos en los tres apartados
anteriores.
e) Contribuir, con arreglo a la cuota de participación fijada en el título o a lo
especialmente establecido, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del
inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de
individualización.
Los créditos a favor de la comunidad derivados de la obligación de contribuir al
sostenimiento de los gastos generales correspondientes a las cuotas imputables a la parte
vencida de la anualidad en curso y los tres años anteriores tienen la condición de preferentes
a efectos del artículo 1.923 del Código Civil y preceden, para su satisfacción, a los citados en
los números 3.º, 4.º y 5.º de dicho precepto, sin perjuicio de la preferencia establecida a
favor de los créditos salariales en el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo.
El adquirente de una vivienda o local en régimen de propiedad horizontal, incluso con
título inscrito en el Registro de la Propiedad, responde con el propio inmueble adquirido de
las cantidades adeudadas a la comunidad de propietarios para el sostenimiento de los
gastos generales por los anteriores titulares hasta el límite de los que resulten imputables a
la parte vencida de la anualidad en la cual tenga lugar la adquisición y a los tres años
naturales anteriores. El piso o local estará legalmente afecto al cumplimiento de esta
obligación.
En el instrumento público mediante el que se transmita, por cualquier título, la vivienda o
local el transmitente, deberá declarar hallarse al corriente en el pago de los gastos generales
de la comunidad de propietarios o expresar los que adeude. El transmitente deberá aportar
en este momento certificación sobre el estado de deudas con la comunidad coincidente con
su declaración, sin la cual no podrá autorizarse el otorgamiento del documento público, salvo
que fuese expresamente exonerado de esta obligación por el adquirente. La certificación
será emitida en el plazo máximo de siete días naturales desde su solicitud por quien ejerza
las funciones de secretario, con el visto bueno del presidente, quienes responderán, en caso
de culpa o negligencia, de la exactitud de los datos consignados en la misma y de los
perjuicios causados por el retraso en su emisión.
f) Contribuir, con arreglo a su respectiva cuota de participación, a la dotación del fondo
de reserva que existirá en la comunidad de propietarios para atender las obras de
conservación y reparación de la finca y, en su caso, para las obras de rehabilitación.
El fondo de reserva, cuya titularidad corresponde a todos los efectos a la comunidad,
estará dotado con una cantidad que en ningún caso podrá ser inferior al 5 por ciento de su
último presupuesto ordinario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

Con cargo al fondo de reserva la comunidad podrá suscribir un contrato de seguro que
cubra los daños causados en la finca o bien concluir un contrato de mantenimiento
permanente del inmueble y sus instalaciones generales.
g) Observar la diligencia debida en el uso del inmueble y en sus relaciones con los
demás titulares y responder ante éstos de las infracciones cometidas y de los daños
causados.
h) Comunicar a quien ejerza las funciones de secretario de la comunidad, por cualquier
medio que permita tener constancia de su recepción, el domicilio en España a efectos de
citaciones y notificaciones de toda índole relacionadas con la comunidad. En defecto de esta
comunicación se tendrá por domicilio para citaciones y notificaciones el piso o local
perteneciente a la comunidad, surtiendo plenos efectos jurídicos las entregadas al ocupante
del mismo.
Si intentada una citación o notificación al propietario fuese imposible practicarla en el
lugar prevenido en el párrafo anterior, se entenderá realizada mediante la colocación de la
comunicación correspondiente en el tablón de anuncios de la comunidad, o en lugar visible
de uso general habilitado al efecto, con diligencia expresiva de la fecha y motivos por los que
se procede a esta forma de notificación, firmada por quien ejerza las funciones de secretario
de la comunidad, con el visto bueno del presidente. La notificación practicada de esta forma
producirá plenos efectos jurídicos en el plazo de tres días naturales.
i) Comunicar a quien ejerza las funciones de secretario de la comunidad, por cualquier
medio que permita tener constancia de su recepción, el cambio de titularidad de la vivienda o
local.
Quien incumpliere esta obligación seguirá respondiendo de las deudas con la comunidad
devengadas con posterioridad a la transmisión de forma solidaria con el nuevo titular, sin
perjuicio del derecho de aquél a repetir sobre éste.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación cuando cualquiera de los
órganos de gobierno establecidos en el artículo 13 haya tenido conocimiento del cambio de
titularidad de la vivienda o local por cualquier otro medio o por actos concluyentes del nuevo
propietario, o bien cuando dicha transmisión resulte notoria.
2. Para la aplicación de las reglas del apartado anterior se reputarán generales los
gastos que no sean imputables a uno o varios pisos o locales, sin que la no utilización de un
servicio exima del cumplimiento de las obligaciones correspondientes, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 17.4.

Artículo diez. 
1. Tendrán carácter obligatorio y no requerirán de acuerdo previo de la Junta de
propietarios, impliquen o no modificación del título constitutivo o de los estatutos, y vengan
impuestas por las Administraciones Públicas o solicitadas a instancia de los propietarios, las
siguientes actuaciones:
a) Los trabajos y las obras que resulten necesarias para el adecuado mantenimiento y
cumplimiento del deber de conservación del inmueble y de sus servicios e instalaciones
comunes, incluyendo en todo caso, las necesarias para satisfacer los requisitos básicos de
seguridad, habitabilidad y accesibilidad universal, así como las condiciones de ornato y
cualesquiera otras derivadas de la imposición, por parte de la Administración, del deber legal
de conservación.
b) Las obras y actuaciones que resulten necesarias para garantizar los ajustes
razonables en materia de accesibilidad universal y, en todo caso, las requeridas a instancia
de los propietarios en cuya vivienda o local vivan, trabajen o presten servicios voluntarios,
personas con discapacidad, o mayores de setenta años, con el objeto de asegurarles un uso
adecuado a sus necesidades de los elementos comunes, así como la instalación de rampas,
ascensores u otros dispositivos mecánicos y electrónicos que favorezcan la orientación o su
comunicación con el exterior, siempre que el importe repercutido anualmente de las mismas,
una vez descontadas las subvenciones o ayudas públicas, no exceda de doce
mensualidades ordinarias de gastos comunes. No eliminará el carácter obligatorio de estas
obras el hecho de que el resto de su coste, más allá de las citadas mensualidades, sea
asumido por quienes las hayan requerido.

– 699 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

c) La ocupación de elementos comunes del edificio o del complejo inmobiliario privado


durante el tiempo que duren las obras a las que se refieren las letras anteriores.
d) La construcción de nuevas plantas y cualquier otra alteración de la estructura o fábrica
del edificio o de las cosas comunes, así como la constitución de un complejo inmobiliario, tal
y como prevé el artículo 17.4 del texto refundido de la Ley de Suelo, aprobado por el Real
Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio, que resulten preceptivos a consecuencia de la
inclusión del inmueble en un ámbito de actuación de rehabilitación o de regeneración y
renovación urbana.
e) Los actos de división material de pisos o locales y sus anejos para formar otros más
reducidos e independientes, el aumento de su superficie por agregación de otros colindantes
del mismo edificio, o su disminución por segregación de alguna parte, realizados por
voluntad y a instancia de sus propietarios, cuando tales actuaciones sean posibles a
consecuencia de la inclusión del inmueble en un ámbito de actuación de rehabilitación o de
regeneración y renovación urbanas.
2. Teniendo en cuenta el carácter de necesarias u obligatorias de las actuaciones
referidas en las letras a) a d) del apartado anterior, procederá lo siguiente:
a) Serán costeadas por los propietarios de la correspondiente comunidad o agrupación
de comunidades, limitándose el acuerdo de la Junta a la distribución de la derrama
pertinente y a la determinación de los términos de su abono.
b) Los propietarios que se opongan o demoren injustificadamente la ejecución de las
órdenes dictadas por la autoridad competente responderán individualmente de las sanciones
que puedan imponerse en vía administrativa.
c) Los pisos o locales quedarán afectos al pago de los gastos derivados de la realización
de dichas obras o actuaciones en los mismos términos y condiciones que los establecidos en
el artículo 9 para los gastos generales.
3. Requerirán autorización administrativa, en todo caso:
a) La constitución y modificación del complejo inmobiliario a que se refiere el artículo
17.6 del texto refundido de la Ley de Suelo, aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2008,
de 20 de junio, en sus mismos términos.
b) Cuando así se haya solicitado, previa aprobación por las tres quintas partes del total
de los propietarios que, a su vez, representen las tres quintas partes de las cuotas de
participación, la división material de los pisos o locales y sus anejos, para formar otros más
reducidos e independientes; el aumento de su superficie por agregación de otros colindantes
del mismo edificio o su disminución por segregación de alguna parte; la construcción de
nuevas plantas y cualquier otra alteración de la estructura o fábrica del edificio, incluyendo el
cerramiento de las terrazas y la modificación de la envolvente para mejorar la eficiencia
energética, o de las cosas comunes, cuando concurran los requisitos a que alude el artículo
17.6 del texto refundido de la Ley de Suelo, aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2008,
de 20 de junio.
En estos supuestos deberá constar el consentimiento de los titulares afectados y
corresponderá a la Junta de Propietarios, de común acuerdo con aquéllos, y por mayoría de
tres quintas partes del total de los propietarios, la determinación de la indemnización por
daños y perjuicios que corresponda. La fijación de las nuevas cuotas de participación, así
como la determinación de la naturaleza de las obras que se vayan a realizar, en caso de
discrepancia sobre las mismas, requerirá la adopción del oportuno acuerdo de la Junta de
Propietarios, por idéntica mayoría. A este respecto también podrán los interesados solicitar
arbitraje o dictamen técnico en los términos establecidos en la Ley.

Artículo once. 
(Derogado).

Artículo doce. 
(Derogado).

– 700 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

Artículo trece. 
1. Los órganos de gobierno de la comunidad son los siguientes:
a) La Junta de propietarios.
b) El presidente y, en su caso, los vicepresidentes.
c) El secretario.
d) El administrador.
En los estatutos, o por acuerdo mayoritario de la Junta de propietarios, podrán
establecerse otros órganos de gobierno de la comunidad, sin que ello pueda suponer
menoscabo alguno de las funciones y responsabilidades frente a terceros que esta Ley
atribuye a los anteriores.
2. El presidente será nombrado, entre los propietarios, mediante elección o,
subsidiariamente, mediante turno rotatorio o sorteo. El nombramiento será obligatorio, si bien
el propietario designado podrá solicitar su relevo al juez dentro del mes siguiente a su
acceso al cargo, invocando las razones que le asistan para ello. El juez, a través del
procedimiento establecido en el artículo 17.3.ª, resolverá de plano lo procedente, designando
en la misma resolución al propietario que hubiera de sustituir, en su caso, al presidente en el
cargo hasta que se proceda a nueva designación en el plazo que se determine en la
resolución judicial.
Igualmente podrá acudirse al juez cuando, por cualquier causa, fuese imposible para la
Junta designar presidente de la comunidad.
3. El presidente ostentará legalmente la representación de la comunidad, en juicio y
fuera de él, en todos los asuntos que la afecten.
4. La existencia de vicepresidentes será facultativa. Su nombramiento se realizará por el
mismo procedimiento que el establecido para la designación del presidente.
Corresponde al vicepresidente, o a los vicepresidentes por su orden, sustituir al
presidente en los casos de ausencia, vacante o imposibilidad de éste, así como asistirlo en
el ejercicio de sus funciones en los términos que establezca la Junta de propietarios.
5. Las funciones del secretario y del administrador serán ejercidas por el presidente de la
comunidad, salvo que los estatutos o la Junta de propietarios por acuerdo mayoritario,
dispongan la provisión de dichos cargos separadamente de la presidencia.
6. Los cargos de secretario y administrador podrán acumularse en una misma persona o
bien nombrarse independientemente.
El cargo de administrador y, en su caso, el de secretario-administrador podrá ser ejercido
por cualquier propietario, así como por personas físicas con cualificación profesional
suficiente y legalmente reconocida para ejercer dichas funciones. También podrá recaer en
corporaciones y otras personas jurídicas en los términos establecidos en el ordenamiento
jurídico.
7. Salvo que los estatutos de la comunidad dispongan lo contrario, el nombramiento de
los órganos de gobierno se hará por el plazo de un año.
Los designados podrán ser removidos de su cargo antes de la expiración del mandato
por acuerdo de la Junta de propietarios, convocada en sesión extraordinaria.
8. Cuando el número de propietarios de viviendas o locales en un edificio no exceda de
cuatro podrán acogerse al régimen de administración del artículo 398 del Código Civil, si
expresamente lo establecen los estatutos.

Artículo catorce. 
Corresponde a la Junta de propietarios:
a) Nombrar y remover a las personas que ejerzan los cargos mencionados en el artículo
anterior y resolver las reclamaciones que los titulares de los pisos o locales formulen contra
la actuación de aquéllos.
b) Aprobar el plan de gastos e ingresos previsibles y las cuentas correspondientes.
c) Aprobar los presupuestos y la ejecución de todas las obras de reparación de la finca,
sean ordinarias o extraordinarias, y ser informada de las medidas urgentes adoptadas por el
administrador de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20.c).
d) Aprobar o reformar los estatutos y determinar las normas de régimen interior.

– 701 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

e) Conocer y decidir en los demás asuntos de interés general para la comunidad,


acordando las medidas necesarias o convenientes para el mejor servicio común.

Artículo quince. 
1. La asistencia a la Junta de propietarios será personal o por representación legal o
voluntaria, bastando para acreditar ésta un escrito firmado por el propietario.
Si algún piso o local perteneciese «pro indiviso» a diferentes propietarios éstos
nombrarán un representantes para asistir y votar en las juntas.
Si la vivienda o local se hallare en usufructo, la asistencia y el voto corresponderá al
nudo propietario, quien, salvo manifestación en contrario, se entenderá representado por el
usufructuario, debiendo ser expresa la delegación cuando se trate de los acuerdos a que se
refiere la regla primera del artículo 17 o de obras extraordinarias y de mejora.
2. Los propietarios que en el momento de iniciarse la junta no se encontrasen al corriente
en el pago de todas las deudas vencidas con la comunidad y no hubiesen impugnado
judicialmente las mismas o procedido a la consignación judicial o notarial de la suma
adeudada, podrán participar en sus deliberaciones si bien no tendrán derecho de voto. El
acta de la Junta reflejará los propietarios privados del derecho de voto, cuya persona y cuota
de participación en la comunidad no será computada a efectos de alcanzar las mayorías
exigidas en esta Ley.

Artículo dieciséis. 
1. La Junta de propietarios se reunirá por lo menos una vez al año para aprobar los
presupuestos y cuentas y en las demás ocasiones que lo considere conveniente el
presidente o lo pidan la cuarta parte de los propietarios, o un número de éstos que
representen al menos el 25 por 100 de las cuotas de participación.
2. La convocatoria de las Juntas la hará el presidente y, en su defecto, los promotores de
la reunión, con indicación de los asuntos a tratar, el lugar, día y hora en que se celebrará en
primera o, en su caso, en segunda convocatoria, practicándose las citaciones en la forma
establecida en el artículo 9. La convocatoria contendrá una relación de los propietarios que
no estén al corriente en el pago de las deudas vencidas a la comunidad y advertirá de la
privación del derecho de voto si se dan los supuestos previstos en el artículo 15.2.
Cualquier propietario podrá pedir que la Junta de propietarios estudie y se pronuncie
sobre cualquier tema de interés para la comunidad; a tal efecto dirigirá escrito, en el que
especifique claramente los asuntos que pide sean tratados, al presidente, el cual los incluirá
en el orden del día de la siguiente Junta que se celebre.
Si a la reunión de la Junta no concurriesen, en primera convocatoria, la mayoría de los
propietarios que representen, a su vez, la mayoría de las cuotas de participación se
procederá a una segunda convocatoria de la misma, esta vez sin sujeción a "quórum".
La Junta se reunirá en segunda convocatoria en el lugar, día y hora indicados en la
primera citación, pudiendo celebrarse el mismo día si hubiese transcurrido media hora desde
la anterior. En su defecto, será nuevamente convocada, conforme a los requisitos
establecidos en este artículo, dentro de los ocho días naturales siguientes a la Junta no
celebrada, cursándose en este caso las citaciones con una antelación mínima de tres días.
3. La citación para la Junta ordinaria anual se hará, cuando menos, con seis días de
antelación, y para las extraordinarias, con la que sea posible para que pueda llegar a
conocimiento de todos los interesados. La Junta podrá reunirse válidamente aun sin la
convocatoria del presidente, siempre que concurran la totalidad de los propietarios y así lo
decidan.

Artículo diecisiete. 
Los acuerdos de la Junta de propietarios se sujetarán a las siguientes reglas:
1. La instalación de las infraestructuras comunes para el acceso a los servicios de
telecomunicación regulados en el Real Decreto-ley 1/1998, de 27 de febrero, sobre
infraestructuras comunes en los edificios para el acceso a los servicios de telecomunicación,
o la adaptación de los existentes, así como la instalación de sistemas comunes o privativos,
de aprovechamiento de energías renovables, o bien de las infraestructuras necesarias para

– 702 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

acceder a nuevos suministros energéticos colectivos, podrá ser acordada, a petición de


cualquier propietario, por un tercio de los integrantes de la comunidad que representen, a su
vez, un tercio de las cuotas de participación.
La comunidad no podrá repercutir el coste de la instalación o adaptación de dichas
infraestructuras comunes, ni los derivados de su conservación y mantenimiento posterior,
sobre aquellos propietarios que no hubieren votado expresamente en la Junta a favor del
acuerdo. No obstante, si con posterioridad solicitasen el acceso a los servicios de
telecomunicaciones o a los suministros energéticos, y ello requiera aprovechar las nuevas
infraestructuras o las adaptaciones realizadas en las preexistentes, podrá autorizárseles
siempre que abonen el importe que les hubiera correspondido, debidamente actualizado,
aplicando el correspondiente interés legal.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior respecto a los gastos de conservación y
mantenimiento, la nueva infraestructura instalada tendrá la consideración, a los efectos
establecidos en esta Ley, de elemento común.
2. Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 10.1 b), la realización de obras o el
establecimiento de nuevos servicios comunes que tengan por finalidad la supresión de
barreras arquitectónicas que dificulten el acceso o movilidad de personas con discapacidad
y, en todo caso, el establecimiento de los servicios de ascensor, incluso cuando impliquen la
modificación del título constitutivo, o de los estatutos, requerirá el voto favorable de la
mayoría de los propietarios, que, a su vez, representen la mayoría de las cuotas de
participación.
Cuando se adopten válidamente acuerdos para la realización de obras de accesibilidad,
la comunidad quedará obligada al pago de los gastos, aun cuando su importe repercutido
anualmente exceda de doce mensualidades ordinarias de gastos comunes.
3. El establecimiento o supresión de los servicios de portería, conserjería, vigilancia u
otros servicios comunes de interés general, supongan o no modificación del título constitutivo
o de los estatutos, requerirán el voto favorable de las tres quintas partes del total de los
propietarios que, a su vez, representen las tres quintas partes de las cuotas de participación.
Idéntico régimen se aplicará al arrendamiento de elementos comunes que no tengan
asignado un uso específico en el inmueble y el establecimiento o supresión de equipos o
sistemas, no recogidos en el apartado 1, que tengan por finalidad mejorar la eficiencia
energética o hídrica del inmueble. En éste último caso, los acuerdos válidamente adoptados
con arreglo a esta norma obligan a todos los propietarios. No obstante, si los equipos o
sistemas tienen un aprovechamiento privativo, para la adopción del acuerdo bastará el voto
favorable de un tercio de los integrantes de la comunidad que representen, a su vez, un
tercio de las cuotas de participación, aplicándose, en este caso, el sistema de repercusión de
costes establecido en dicho apartado.
4. Ningún propietario podrá exigir nuevas instalaciones, servicios o mejoras no
requeridos para la adecuada conservación, habitabilidad, seguridad y accesibilidad del
inmueble, según su naturaleza y características.
No obstante, cuando por el voto favorable de las tres quintas partes del total de los
propietarios que, a su vez, representen las tres quintas partes de las cuotas de participación,
se adopten válidamente acuerdos, para realizar innovaciones, nuevas instalaciones,
servicios o mejoras no requeridos para la adecuada conservación, habitabilidad, seguridad y
accesibilidad del inmueble, no exigibles y cuya cuota de instalación exceda del importe de
tres mensualidades ordinarias de gastos comunes, el disidente no resultará obligado, ni se
modificará su cuota, incluso en el caso de que no pueda privársele de la mejora o ventaja. Si
el disidente desea, en cualquier tiempo, participar de las ventajas de la innovación, habrá de
abonar su cuota en los gastos de realización y mantenimiento, debidamente actualizados
mediante la aplicación del correspondiente interés legal.
No podrán realizarse innovaciones que hagan inservible alguna parte del edificio para el
uso y disfrute de un propietario, si no consta su consentimiento expreso.
5. La instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos para uso privado en el
aparcamiento del edificio, siempre que éste se ubique en una plaza individual de garaje, sólo
requerirá la comunicación previa a la comunidad. El coste de dicha instalación y el consumo
de electricidad correspondiente serán asumidos íntegramente por el o los interesados
directos en la misma.

– 703 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

6. Los acuerdos no regulados expresamente en este artículo, que impliquen la


aprobación o modificación de las reglas contenidas en el título constitutivo de la propiedad
horizontal o en los estatutos de la comunidad, requerirán para su validez la unanimidad del
total de los propietarios que, a su vez, representen el total de las cuotas de participación.
7. Para la validez de los demás acuerdos bastará el voto de la mayoría del total de los
propietarios que, a su vez, representen la mayoría de las cuotas de participación. En
segunda convocatoria serán válidos los acuerdos adoptados por la mayoría de los
asistentes, siempre que ésta represente, a su vez, más de la mitad del valor de las cuotas de
los presentes.
Cuando la mayoría no se pudiere lograr por los procedimientos establecidos en los
apartados anteriores, el Juez, a instancia de parte deducida en el mes siguiente a la fecha
de la segunda Junta, y oyendo en comparecencia los contradictores previamente citados,
resolverá en equidad lo que proceda dentro de veinte días, contados desde la petición,
haciendo pronunciamiento sobre el pago de costas.
8. Salvo en los supuestos expresamente previstos en los que no se pueda repercutir el
coste de los servicios a aquellos propietarios que no hubieren votado expresamente en la
Junta a favor del acuerdo, o en los casos en los que la modificación o reforma se haga para
aprovechamiento privativo, se computarán como votos favorables los de aquellos
propietarios ausentes de la Junta, debidamente citados, quienes una vez informados del
acuerdo adoptado por los presentes, conforme al procedimiento establecido en el artículo 9,
no manifiesten su discrepancia mediante comunicación a quien ejerza las funciones de
secretario de la comunidad en el plazo de 30 días naturales, por cualquier medio que permita
tener constancia de la recepción.
9. Los acuerdos válidamente adoptados con arreglo a lo dispuesto en este artículo
obligan a todos los propietarios.
10. En caso de discrepancia sobre la naturaleza de las obras a realizar resolverá lo
procedente la Junta de propietarios. También podrán los interesados solicitar arbitraje o
dictamen técnico en los términos establecidos en la Ley.
11. Las derramas para el pago de mejoras realizadas o por realizar en el inmueble serán
a cargo de quien sea propietario en el momento de la exigibilidad de las cantidades afectas
al pago de dichas mejoras.

Artículo dieciocho. 
1. Los acuerdos de la Junta de Propietarios serán impugnables ante los tribunales de
conformidad con lo establecido en la legislación procesal general, en los siguientes
supuestos:
a) Cuando sean contrarios a la ley o a los estatutos de la comunidad de propietarios.
b) Cuando resulten gravemente lesivos para los intereses de la propia comunidad en
beneficio de uno o varios propietarios.
c) Cuando supongan un grave perjuicio para algún propietario que no tenga obligación
jurídica de soportarlo o se hayan adoptado con abuso de derecho.
2. Estarán legitimados para la impugnación de estos acuerdos los propietarios que
hubiesen salvado su voto en la Junta, los ausentes por cualquier causa y los que
indebidamente hubiesen sido privados de su derecho de voto. Para impugnar los acuerdos
de la Junta el propietario deberá estar al corriente en el pago de la totalidad de las deudas
vencidas con la comunidad o proceder previamente a la consignación judicial de las mismas.
Esta regla no será de aplicación para la impugnación de los acuerdos de la Junta relativos al
establecimiento o alteración de las cuotas de participación a que se refiere el artículo 9 entre
los propietarios.
3. La acción caducará a los tres meses de adoptarse el acuerdo por la Junta de
propietarios, salvo que se trate de actos contrarios a la ley o a los estatutos, en cuyo caso la
acción caducará al año. Para los propietarios ausentes dicho plazo se computará a partir de
la comunicación del acuerdo conforme al procedimiento establecido en el artículo 9.
4. La impugnación de los acuerdos de la Junta no suspenderá su ejecución, salvo que el
juez así lo disponga con carácter cautelar, a solicitud del demandante, oída la comunidad de
propietarios.

– 704 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

Artículo diecinueve. 
1. Los acuerdos de la Junta de propietarios se reflejarán en un libro de actas diligenciado
por el Registrador de la Propiedad en la forma que reglamentariamente se disponga.
2. El acta de cada reunión de la Junta de propietarios deberá expresar, al menos, las
siguientes circunstancias:
a) La fecha y el lugar de celebración.
b) El autor de la convocatoria y, en su caso, los propietarios que la hubiesen promovido.
c) Su carácter ordinario o extraordinario y la indicación sobre su celebración en primera o
segunda convocatoria.
d) Relación de todos los asistentes y sus respectivos cargos, así como de los
propietarios representados, con indicación, en todo caso, de sus cuotas de participación.
e) El orden del día de la reunión.
f) Los acuerdos adoptados, con indicación, en caso de que ello fuera relevante para la
validez del acuerdo, de los nombres de los propietarios que hubieren votado a favor y en
contra de los mismos, así como de las cuotas de participación que respectivamente
representen.
3. El acta deberá cerrarse con las firmas del presidente y del secretario al terminar la
reunión o dentro de los diez días naturales siguientes. Desde su cierre los acuerdos serán
ejecutivos, salvo que la Ley previere lo contrario.
El acta de las reuniones se remitirá a los propietarios de acuerdo con el procedimiento
establecido en el artículo 9.
Serán subsanables los defectos o errores del acta siempre que la misma exprese
inequívocamente la fecha y lugar de celebración, los propietarios asistentes, presentes o
representados, y los acuerdos adoptados, con indicación de los votos a favor y en contra, así
como las cuotas de participación que respectivamente suponga y se encuentre firmada por
el presidente y el secretario. Dicha subsanación deberá efectuarse antes de la siguiente
reunión de la Junta de propietarios, que deberá ratificar la subsanación.
4. El secretario custodiará los libros de actas de la Junta de propietarios. Asimismo
deberá conservar, durante el plazo de cinco años, las convocatorias, comunicaciones,
apoderamientos y demás documentos relevantes de las reuniones.

Artículo veinte. 
1. Corresponde al administrador:
a) Velar por el buen régimen de la casa, sus instalaciones y servicios, y hacer a estos
efectos las oportunas advertencias y apercibimientos a los titulares.
b) Preparar con la debida antelación y someter a la Junta el plan de gastos previsibles,
proponiendo los medios necesarios para hacer frente a los mismos.
c) Atender a la conservación y entretenimiento de la casa, disponiendo las reparaciones
y medidas que resulten urgentes, dando inmediata cuenta de ellas al presidente o, en su
caso, a los propietarios.
d) Ejecutar los acuerdos adoptados en materia de obras y efectuar los pagos y realizar
los cobros que sean procedentes.
e) Actuar, en su caso, como secretario de la Junta y custodiar a disposición de los
titulares la documentación de la comunidad.
f) Todas las demás atribuciones que se confieran por la Junta.

Artículo veintiuno. 
1. Las obligaciones a que se refieren los apartados e) y f) del artículo 9 deberán
cumplirse por el propietario de la vivienda o local en el tiempo y forma determinados por la
Junta. En caso contrario, el presidente o el administrador, si así lo acordase la junta de
propietarios, podrá exigirlo judicialmente a través del proceso monitorio.
2. La utilización del procedimiento monitorio requerirá la previa certificación del acuerdo
de la Junta aprobando la liquidación de la deuda con la comunidad de propietarios por quien
actúe como secretario de la misma, con el visto bueno del presidente, siempre que tal

– 705 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

acuerdo haya sido notificado a los propietarios afectados en la forma establecida en el


artículo 9.
3. A la cantidad que se reclame en virtud de lo dispuesto en el apartado anterior podrá
añadirse la derivada de los gastos del requerimiento previo de pago, siempre que conste
documentalmente la realización de éste, y se acompañe a la solicitud el justificante de tales
gastos.
4. Cuando el propietario anterior de la vivienda o local deba responder solidariamente del
pago de la deuda, podrá dirigirse contra él la petición inicial, sin perjuicio de su derecho a
repetir contra el actual propietario. Asimismo se podrá dirigir la reclamación contra el titular
registral, que gozará del mismo derecho mencionado anteriormente.
En todos estos casos, la petición inicial podrá formularse contra cualquiera de los
obligados o contra todos ellos conjuntamente.
5. Cuando el deudor se oponga a la petición inicial del proceso monitorio, el acreedor
podrá solicitar el embargo preventivo de bienes suficientes de aquél, para hacer frente a la
cantidad reclamada, los intereses y las costas.
El tribunal acordará, en todo caso, el embargo preventivo sin necesidad de que el
acreedor preste caución. No obstante, el deudor podrá enervar el embargo prestando aval
bancario por la cuantía por la que hubiese sido decretado.
6. Cuando en la solicitud inicial del proceso monitorio se utilizaren los servicios
profesionales de abogado y procurador para reclamar las cantidades debidas a la
Comunidad, el deudor deberá pagar, con sujeción en todo caso a los límites establecidos en
el apartado tercero del artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, los honorarios y
derechos que devenguen ambos por su intervención, tanto si aquél atendiere el
requerimiento de pago como si no compareciere ante el tribunal. En los casos en que exista
oposición, se seguirán las reglas generales en materia de costas, aunque si el acreedor
obtuviere una sentencia totalmente favorable a su pretensión, se deberán incluir en ellas los
honorarios del abogado y los derechos del procurador derivados de su intervención, aunque
no hubiera sido preceptiva.

Artículo veintidós. 
1. La comunidad de propietarios responderá de sus deudas frente a terceros con todos
los fondos y créditos a su favor. Subsidiariamente y previo requerimiento de pago al
propietario respectivo, el acreedor podrá dirigirse contra cada propietario que hubiese sido
parte en el correspondiente proceso por la cuota que le corresponda en el importe
insatisfecho.
2. Cualquier propietario podrá oponerse a la ejecución si acredita que se encuentra al
corriente en el pago de la totalidad de las deudas vencidas con la comunidad en el momento
de formularse el requerimiento a que se refiere el apartado anterior.
Si el deudor pagase en el acto de requerimiento, serán de su cargo las costas causadas
hasta ese momento en la parte proporcional que le corresponda.

Artículo veintitrés. 
El régimen de propiedad horizontal se extingue:
Primero. Por la destrucción del edificio, salvo pacto en contrario. Se estimará producida
aquélla cuando el coste de la reconstrucción exceda del cincuenta por ciento del valor de la
finca al tiempo de ocurrir el siniestro, a menos que el exceso de dicho coste esté cubierto por
un seguro.
Segundo. Por conversión en propiedad o copropiedad ordinarias.

CAPÍTULO III
Del régimen de los complejos inmobiliarios privados

Artículo veinticuatro. 
1. El régimen especial de propiedad establecido en el artículo 396 del Código Civil será
aplicable aquellos complejos inmobiliarios privados que reúnan los siguientes requisitos:

– 706 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

a) Estar integrados por dos o más edificaciones o parcelas independientes entre sí cuyo
destino principal sea la vivienda o locales.
b) Participar los titulares de estos inmuebles, o de las viviendas o locales en que se
encuentren divididos horizontalmente, con carácter inherente a dicho derecho, en una
copropiedad indivisible sobre otros elementos inmobiliarios, viales, instalaciones o servicios.
2. Los complejos inmobiliarios privados a que se refiere el apartado anterior podrán:
a) Constituirse en una sola comunidad de propietarios a través de cualquiera de los
procedimientos establecidos en el párrafo segundo del artículo 5. En este caso quedarán
sometidos a las disposiciones de esta Ley, que les resultarán íntegramente de aplicación.
b) Constituirse en una agrupación de comunidades de propietarios. A tal efecto, se
requerirá que el título constitutivo de la nueva comunidad agrupada sea otorgado por el
propietario único del complejo o por los presidentes de todas las comunidades llamadas a
integrar aquélla, previamente autorizadas por acuerdo mayoritario de sus respectivas Juntas
de propietarios. El título constitutivo contendrá la descripción del complejo inmobiliario en su
conjunto y de los elementos, viales, instalaciones y servicios comunes. Asimismo fijará la
cuota de participación de cada una de las comunidades integradas, las cuales responderán
conjuntamente de su obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos generales de la
comunidad agrupada. El título y los estatutos de la comunidad agrupada serán inscribibles
en el Registro de la Propiedad.
3. La agrupación de comunidades a que se refiere el apartado anterior gozará, a todos
los efectos, de la misma situación jurídica que las comunidades de propietarios y se regirá
por las disposiciones de esta Ley, con las siguientes especialidades:
a) La Junta de propietarios estará compuesta, salvo acuerdo en contrario, por los
presidentes de las comunidades integradas en la agrupación, los cuales ostentarán la
representación del conjunto de los propietarios de cada comunidad.
b) La adopción de acuerdos para los que la ley requiera mayorías cualificadas exigirá, en
todo caso, la previa obtención de la mayoría de que se trate en cada una de las Juntas de
propietarios de las comunidades que integran la agrupación.
c) Salvo acuerdo en contrario de la Junta no será aplicable a la comunidad agrupada lo
dispuesto en el artículo 9 de esta Ley sobre el fondo de reserva.
La competencia de los órganos de gobierno de la comunidad agrupada únicamente se
extiende a los elementos inmobiliarios, viales, instalaciones y servicios comunes. Sus
acuerdos no podrá menoscabar en ningún caso las facultades que corresponden a los
órganos de gobierno de las comunidades de propietarios integradas en la agrupación de
comunidades.
4. A los complejos inmobiliarios privados que no adopten ninguna de las formas jurídicas
señaladas en el apartado 2 les serán aplicables, supletoriamente respecto de los pactos que
establezcan entre sí los copropietarios, las disposiciones de esta Ley, con las mismas
especialidades señaladas en el apartado anterior.

DISPOSICIÓN ADICIONAL
1. Sin perjuicio de las disposiciones que en uso de sus competencias adopten las
Comunidades Autónomas, la constitución del fondo de reserva regulado en el artículo 9.1.f)
se ajustará a las siguientes reglas:
a) El fondo deberá constituirse en el momento de aprobarse por la Junta de propietarios
el presupuesto ordinario de la comunidad correspondiente al ejercicio anual inmediatamente
posterior a la entrada en vigor de la presente disposición.
Las nuevas comunidades de propietarios constituirán el fondo de reserva al aprobar su
primer presupuesto ordinario.
b) En el momento de su constitución el fondo estará dotado con una cantidad no inferior
al 2,5 por 100 del presupuesto ordinario de la comunidad. A tal efecto, los propietarios
deberán efectuar previamente las aportaciones necesarias en función de su respectiva cuota
de participación.

– 707 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal

c) Al aprobarse el presupuesto ordinario correspondiente al ejercicio anual


inmediatamente posterior a aquel en que se constituya el fondo de reserva, la dotación del
mismo deberá alcanzar la cuantía mínima establecida en el artículo 9.
2. La dotación del fondo de reserva no podrá ser inferior, en ningún momento del
ejercicio presupuestario, al mínimo legal establecido.
Las cantidades detraídas del fondo durante el ejercicio presupuestario para atender los
gastos de las obras o actuaciones incluidas en el artículo 10 se computarán como parte
integrante del mismo a efectos del cálculo de su cuantía mínima.
Al inicio del siguiente ejercicio presupuestario se efectuarán las aportaciones necesarias
para cubrir las cantidades detraídas del fondo de reserva conforme a lo señalado en el
párrafo anterior.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Primera. 
La presente ley regirá todas las comunidades de propietarios, cualquiera que sea el
momento en que fueron creadas y el contenido de sus estatutos, que no podrán ser
aplicados en contradicción con lo establecido en la misma.
En el plazo de dos años, a contar desde la publicación de esta ley en el «Boletín Oficial
del Estado», las comunidades de propietarios deberán adaptar sus estatutos a lo dispuesto
en ella en lo que estuvieren en contradicción con sus preceptos.
Transcurridos los dos años, cualquiera de los propietarios podrá instar judicialmente la
adaptación prevenida en la presente disposición por el procedimiento señalado en el número
segundo del artículo dieciséis.

Segunda. 
En los actuales estatutos reguladores de la propiedad por pisos, en los que esté
establecido el derecho de tanteo y retracto en favor de los propietarios, se entenderán los
mismos modificados en el sentido de quedar sin eficacia tal derecho, salvo que, en nueva
junta, y por mayoría que represente, al menos, el 80 por 100 de los titulares, se acordaré el
mantenimiento de los citados derechos de tanteo y retracto en favor de los miembros de la
comunidad.

DISPOSICIÓN FINAL
Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta ley.

– 708 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§8

Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 282, de 25 de noviembre de 1994
Última modificación: 5 de junio de 2013
Referencia: BOE-A-1994-26003

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
Ley.

PREAMBULO

1
El régimen jurídico de los arrendamientos urbanos se encuentra en la actualidad
regulado por el texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, aprobado por
el Decreto 4104/1964, de 24 de diciembre.
Los principios que inspiraron la reforma de la legislación arrendaticia llevada a cabo en
1964, según reza la Exposición de Motivos de la Ley 40/1964, fueron los de atemperar el
movimiento liberalizador de la propiedad urbana a las circunstancias económicas del país y a
las exigencias de la justicia. Sin embargo, el texto refundido no llegó a alcanzar sus objetivos
de desbloquear la situación de las rentas congeladas. El citado texto consagró, además, un
régimen de subrogaciones, tanto ínter vivos como mortis causa, favorable a los intereses del
arrendatario.
Ambas circunstancias determinaron un marco normativo que la práctica ha puesto de
manifiesto que fomentaba escasamente la utilización del instituto arrendaticio.
Ante estas circunstancias, el Real Decreto-ley 2/1985, de 30 de abril, sobre Medidas de
Política Económica, introdujo dos modificaciones en la regulación del régimen de los
arrendamientos urbanos que han tenido un enorme impacto en el desarrollo posterior de
este sector. Estas modificaciones fueron la libertad para la transformación de viviendas en
locales de negocio y la libertad para pactar la duración del contrato, suprimiendo el carácter
obligatorio de la prórroga forzosa en los contratos de arrendamientos urbanos.
El Real Decreto-ley 2/1985 ha tenido resultados mixtos. Por un lado, ha permitido que la
tendencia a la disminución en el porcentaje de viviendas alquiladas que se estaba
produciendo a principios de la década de los ochenta se detuviera, aunque no ha podido
revertir sustancialmente el signo de la tendencia. Por otro lado, sin embargo, ha generado

– 709 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

una enorme inestabilidad en el mercado de viviendas en alquiler al dar lugar a un fenómeno


de contratos de corta duración. Esto a su vez ha producido un movimiento de incremento de
las rentas muy significativo, que se ha visto agravado por su simultaneidad en el tiempo con
un período de elevación de los precios en el mercado inmobiliario.
En la actualidad, el mercado de los arrendamientos urbanos en vivienda se caracteriza
por la coexistencia de dos situaciones claramente diferenciadas. Por un lado, los contratos
celebrados al amparo del Real Decreto-ley 2/1985, que representan aproximadamente el 20
por 100 del total y se caracterizan por tener rentas elevadas y un importante grado de
rotación ocupacional por consecuencia de su generalizada duración anual. Por el otro, los
contratos celebrados con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del Real Decreto-ley
2/1985. En general, se trata de contratos con rentas no elevadas y, en el caso de los
contratos celebrados con anterioridad a la Ley de 1964, aproximadamente el 50 por 100 del
total, con rentas que se pueden calificar como ineconómicas.
Las disfunciones que esta situación genera en el mercado son tales que han convertido
al arrendamiento en una alternativa poco atractiva frente a la de la adquisición en propiedad
en relación con la solución al problema de la vivienda. En este sentido, sólo un 18 por 100
aproximadamente del parque total de viviendas se encuentra en régimen de alquiler.
Por ello, la finalidad última que persigue la reforma es la de coadyuvar a potenciar el
mercado de los arrendamientos urbanos como pieza básica de una política de vivienda
orientada por el mandato constitucional consagrado en el artículo 47, de reconocimiento del
derecho de todos los españoles a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
La consecución de este objetivo exige una modificación normativa que permita
establecer un equilibrio adecuado en las prestaciones de las partes, y aunque es evidente
que el cambio normativo por sí mismo no constituye una condición suficiente para potenciar
la oferta en este sector, sí es una condición necesaria para que ello se produzca.
La regulación sustantiva del contrato de arrendamiento debe partir de una clara
diferenciación de trato entre los arrendamientos de vivienda y los destinados a cualquier otro
uso distinto del de vivienda, por entender que las realidades económicas subyacentes son
sustancialmente distintas y merecedoras, por tanto, de sistemas normativos disímiles que se
hagan eco de esa diferencia.
En este sentido, al mismo tiempo que se mantiene el carácter tuitivo de la regulación de
los arrendamientos de vivienda, se opta en relación con los destinados a otros usos por una
regulación basada de forma absoluta en el libre acuerdo de las partes.
Además, la ley contiene una reforma parcial de la regulación de los procesos
arrendaticios y la modificación del régimen de los contratos actualmente en vigor.

2
La regulación de los arrendamientos de vivienda presenta novedades significativas,
fundamentalmente en relación con su duración. En este sentido, se ha optado por establecer
un plazo mínimo de duración del contrato de cinco años, por entender que un plazo de estas
características permite una cierta estabilidad para las unidades familiares que les posibilita
contemplar al arrendamiento como alternativa válida a la propiedad. Al mismo tiempo, no es
un plazo excesivo que pudiera constituir un freno para que tanto los propietarios privados
como los promotores empresariales sitúen viviendas en este mercado.
Este plazo mínimo de duración se articula a partir del libre pacto entre las partes sobre la
duración inicial del contrato más un sistema de prórrogas anuales obligatorias hasta alcanzar
el mínimo de cinco años de duración, si el pacto inicial hubiera sido por un plazo inferior.
Se introduce también en la ley un mecanismo de prórroga tácita, transcurrido como
mínimo el plazo de garantía de cinco años, que da lugar a un nuevo plazo articulado,
asimismo, sobre períodos anuales, de tres años.
El reconocimiento de la existencia de situaciones que exigen plazos inferiores de
duración ha hecho que la ley prevea esta posibilidad, aunque vinculada en exclusiva a la
necesidad, conocida al tiempo de la celebración del contrato, de recuperar el uso de la
vivienda arrendada para domicilio del propio arrendador.
El establecimiento de un plazo de duración limitado permite mitigar el impacto que el
instituto de las subrogaciones pudiera tener sobre el equilibrio de las prestaciones. En la
medida en que el derecho de las personas subrogadas a continuar en el uso de la vivienda

– 710 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

arrendada sólo se mantiene hasta la terminación del plazo contractual, no existe


inconveniente en mantener dicho derecho en el ámbito mortis causa a favor de aquellas
personas con vinculación directa con el arrendatario. Destaca como novedad el
reconocimiento de este derecho al conviviente «more uxorio».
En relación con las subrogaciones ínter vivos, sólo se reconoce su existencia previo
consentimiento escrito del arrendador. Al mismo tiempo, se introduce una novedad en casos
de resoluciones judiciales que, en procesos de nulidad, separación o divorcio, asignen la
vivienda al cónyuge no titular. En estos casos, se reconoce «ex lege» a dicho cónyuge el
derecho a continuar en el uso de la vivienda arrendada por el tiempo que restare del
contrato.
El régimen de rentas se construye en torno al principio de la libertad de pactos entre las
partes para la determinación de la renta inicial tanto para los contratos nuevos como para
aquellos que se mantengan con arrendatarios ya establecidos. Esto asegurará, cuando ello
sea preciso, que las rentas de los contratos permitan reflejar la realidad del mercado, si esta
realidad no hubiera podido trasladarse a la renta por la vía de las actualizaciones previstas.
Ello puede ser así, dado que la norma establece un mecanismo de actualización de rentas
vinculado a las variaciones porcentuales que pueda experimentar en un período anual el
Indice de Precios al Consumo.
Por lo que se refiere a los derechos y obligaciones de las partes, la ley mantiene en
líneas generales la regulación actual, sin introducir grandes novedades. Se exceptúa el
establecimiento de una previsión especial para arrendatarios afectados de minusvalías o con
personas minusválidas a su cargo, que pretendan efectuar modificaciones en la finca
arrendada que les permitan mejorar la utilización de la misma.
También se mantiene el derecho de adquisición preferente en favor del arrendatario para
el supuesto de enajenación de la vivienda arrendada durante la vigencia del arrendamiento
aunque referido a condiciones de mercado, por entenderse que constituye un instrumento
que sin suponer una grave onerosidad para el arrendador incrementa las posibilidades de
permanencia del arrendatario en la vivienda.
Por último, por lo que se refiere a la formalización de los contratos, la ley mantiene la
libertad de las partes de optar por la forma oral o escrita. Al mismo tiempo, se consagra
expresamente la posibilidad de todos los contratos de arrendamiento, cualquiera que sea su
duración, de acceder al Registro de la Propiedad, intentando, por otro lado, potenciar esta
posibilidad de acceso mediante la vinculación de determinadas medidas de fomento o
beneficio al hecho de la inscripción. Este hecho no sólo contribuye a reforzar las garantías
de las partes, sino que incrementa la información disponible para el Estado, permitiéndole el
diseño y ejecución de aquellas medidas que puedan contribuir a la mejora de la ordenación
normativa y de la práctica de los arrendamientos.

3
La ley abandona la distinción tradicional entre arrendamientos de vivienda y
arrendamientos de locales de negocio y asimilados para diferenciar entre arrendamientos de
vivienda, que son aquellos dedicados a satisfacer la necesidad de vivienda permanente del
arrendatario, su cónyuge o sus hijos dependientes, y arrendamientos para usos distintos al
de vivienda, categoría ésta que engloba los arrendamientos de segunda residencia, los de
temporada, los tradicionales de local de negocio y los asimilados a éstos.
Este nuevo categorismo se asienta en la idea de conceder medidas de protección al
arrendatario sólo allí donde la finalidad del arrendamiento sea la satisfacción de la necesidad
de vivienda del individuo y de su familia, pero no en otros supuestos en los que se satisfagan
necesidades económicas, recreativas o administrativas.
Para ello, en la regulación de los arrendamientos para uso distinto al de vivienda, la ley
opta por dejar al libre pacto de las partes todos los elementos del contrato, configurándose
una regulación supletoria del libre pacto que también permite un amplio recurso al régimen
del Código Civil.
Se regulan así, con carácter supletorio de la voluntad expresa de arrendador y
arrendatario, el régimen de obligaciones de conservación y obras, el derecho de adquisición
preferente, el de traspaso y las subrogaciones mortis causa, aunque limitadas al cónyuge e
hijos del arrendatario que continúen la actividad.

– 711 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Se introduce en esta regulación una novedad consistente en el derecho del arrendatario


a ser indemnizado cuando, queriendo continuar con el arrendamiento, deba abandonar el
local por el transcurso del plazo previsto, siempre que de alguna forma el arrendador o un
nuevo arrendatario se pudiesen beneficiar de la clientela obtenida por el antiguo
arrendatario, o alternativamente, de los gastos de traslado y de los perjuicios derivados del
mismo, cuando el arrendatario se vea obligado a trasladar su actividad.

4
La fianza arrendaticia mantiene su carácter obligatorio, tanto en vivienda como en uso
distinto, fijándose su cuantía en una o dos mensualidades de renta, según sea
arrendamiento de vivienda o de uso distinto. Al mismo tiempo se permite a las Comunidades
Autónomas con competencias en materia de vivienda que regulen su depósito obligatorio en
favor de la propia Comunidad, ya que los rendimientos generados por estos fondos se han
revelado como una importante fuente de financiación de las políticas autonómicas de
vivienda, que se considera debe de mantenerse.

5
En la regulación de los procesos arrendaticios se establece que la competencia para
conocer de las controversias corresponde, en todo caso, al Juez de Primera Instancia del
lugar donde esté sita la finca urbana, excluyendo la posibilidad de modificar la competencia
funcional por vía de sumisión expresa o tácita a Juez distinto.
Esto no obsta para recordar la posibilidad de que las partes en la relación jurídica
puedan pactar, para la solución de sus conflictos, la utilización del procedimiento arbitral.
La tramitación de los procesos arrendaticios se defiere al juicio de cognición, haciendo
salvedad expresa de los supuestos de aplicación del juicio de desahucio y del juicio verbal
cuando se ejecuten, en este último caso, acciones para determinar rentas o importes que
corresponda abonar al arrendatario.
Se regulan, asimismo, las condiciones en las que el arrendatario podrá enervar la acción
en los desahucios promovidos por la falta de pago de cantidades debidas por virtud de la
relación arrendaticia. Esta regulación matiza de forma significativa las posibilidades de
enervación y rehabilitación contenidas en el texto refundido de 1964.
En los supuestos de acumulación de acciones se ha establecido, junto a la regulación
tradicional, la posibilidad de acumulación que asiste a los arrendatarios cuando las acciones
ejercitadas se funden en hechos comunes y se dirijan contra el mismo arrendador. También
se permite a éste en los supuestos de resolución del contrato por falta de pago, el ejercicio
acumulado y simultáneo de la acción de resolución del contrato y la reclamación de las
cantidades adeudadas.
Por último, y como novedad más significativa de la ley en materia procesal, se establece
la regulación del recurso de casación en materia arrendaticia por entender que la materia,
dada su importancia y la trascendencia de los cambios normativos que esta norma introduce,
debe poder ser objeto de una doctrina jurisprudencial elaborada en sede del Tribunal
Supremo. Como notas más características del recurso de casación pueden señalarse las
siguientes: sólo serán susceptibles de dicho recurso las sentencias dictadas en los procesos
seguidos por los trámites del juicio de cognición, siempre que las sentencias de primera y
segunda instancia no sean conformes, y la renta de los contratos se encuentre por debajo de
los límites que por ley se consagran.

6
Por lo que se refiere a los contratos existentes a la entrada en vigor de esta ley, los
celebrados al amparo del Real Decreto-ley 2/1985 no presentan una especial problemática
puesto que ha sido la libre voluntad de las partes la que ha determinado el régimen de la
relación en lo que a duración y renta se refiere. Por ello, estos contratos continuarán hasta
su extinción sometidos al mismo régimen al que hasta ahora lo venían estando. En ese
momento, la nueva relación arrendaticia que se pueda constituir sobre la finca quedará
sujeta a la nueva normativa. De esta regulación no quedan exceptuados los contratos que,

– 712 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

aunque en fecha posterior al 9 de mayo de 1985, se hayan celebrado con sujeción al


régimen de prórroga forzosa, al derivar éste del libre pacto entre las partes.
Por lo que se refiere a los contratos celebrados con anterioridad, la ley opta por una
solución que intenta conjugar el máximo de sencillez posible con un trato equilibrado de las
distintas situaciones en que las partes en conflicto se encuentran. Por ello, se introduce un
planteamiento que mantiene el criterio de trato diferenciado entre los contratos de
arrendamiento de vivienda y los de local de negocio otorgando condiciones más suaves de
modificación del arrendatario de vivienda que al de local de negocio.
Teniendo en cuenta los perjudiciales efectos que ha tenido la prolongada vigencia de la
prórroga obligatoria impuesta por la Ley de 1964, se aborda la necesidad de poner límite a la
duración de esta prórroga obligatoria restableciendo la temporalidad de la relación
arrendataria de conformidad con su propia naturaleza, pero esta modificación se realiza
teniendo en cuenta los efectos sociales y económicos de la medida tomando en
consideración la situación personal y familiar y la capacidad económica de los arrendatarios.
En este sentido, en el arrendamiento de viviendas se opta por la supresión total de la
subrogación ínter vivos, excepción hecha de la derivada de resolución judicial en procesos
matrimoniales, y por la supresión gradual de los derechos de subrogación mortis causa que
el texto refundido de 1964 reconocía.
Como esta medida afecta a situaciones cuyos contenidos potenciales de derechos son
diferentes, arrendatarios titulares iniciales del contrato, arrendatarios en primera subrogación
y arrendatarios en segunda subrogación, la norma debe ofrecer respuestas adecuadas para
cada una de ellas. De ahí que la supresión de las subrogaciones sea tanto más gradual
cuanto mayor sea el contenido potencial de derechos que la ley contempla para cada
supuesto, a partir del principio general de conservar al arrendatario actual y a su cónyuge el
derecho a continuar en el uso de la vivienda arrendada hasta su fallecimiento, allí donde este
derecho les estuviera reconocido por la legislación de 1964.
En cuanto al régimen de rentas, la ley opta por intentar desbloquear la situación de las
rentas congeladas. Para ello, se establece un sistema de revisión aplicable a todos los
contratos anteriores al 9 de mayo de 1985, que pretende recuperar las variaciones no
repercutidas de la inflación desde la fecha de celebración del contrato o desde la última
revisión legal, según proceda. Esta revisión no se produce de manera inmediata sino
gradual, incrementándose el número de años en que se produce la revisión total en función
inversa de la renta del arrendatario, posibilitando a los arrendatarios de menor nivel
económico a que adapten sus economías a la nueva realidad.
En el caso de arrendatarios de bajo nivel de renta, por debajo de dos veces y media, tres
o tres veces y media el salario mínimo interprofesional en función del número de personas
que habiten en la vivienda arrendada, se excluye la revisión de las rentas mandatándose al
Gobierno para que en el plazo de un año a partir de la entrada en vigor de la ley configure un
mecanismo de compensación de naturaleza fiscal para aquellos arrendadores que no hayan
podido, por las circunstancias antes señaladas proceder a la actualización de las rentas.
Asimismo, se concede a los arrendadores el derecho a disfrutar de beneficios en el
Impuesto sobre el Patrimonio, en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, en los gastos de
conservación de la finca arrendada y el coste de los servicios y suministros de que disfrute la
vivienda arrendada, en estos tres últimos casos mediante la imputación de sus importes a
los arrendatarios.
En el caso de los arrendamientos de locales de negocio, se ha optado por articular un
calendario de resolución temporal de estos contratos, aunque distinguiendo entre los
arrendamientos en los que el arrendatario sea una persona física de aquéllos en los que sea
una persona jurídica, presumiendo mayor solvencia económica allí donde el entramado
organizativo sea más complejo.
Por ello, se mantienen, aunque de forma limitada, derechos de subrogación mortis causa
en el primer supuesto, garantizándose al grupo familiar vinculado al desarrollo de la
actividad, un plazo mínimo de veinte años, que podrá superarse mientras el arrendatario y su
cónyuge vivan y continúen el ejercicio de la actividad que se venga desarrollando en el local.
Para los arrendamientos de personas jurídicas se configuran plazos de resolución
tasados, entre cinco y veinte años, en función de la naturaleza y del volumen de la actividad
desarrollada en el local arrendado, configurándose un plazo de duración breve para aquellos

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

arrendamientos en los que se desarrollan actividades con un potencial económico tal que
coloquen a los titulares de estos contratos en posiciones de equilibrio respecto de los
arrendadores a la hora de negociar nuevas condiciones arrendaticias.
En cuanto a la renta pagada en estos contratos, se reproduce el esquema de revisión
establecido para los arrendamientos de viviendas, graduando temporalmente el ritmo de la
revisión en función de las categorías antes expuestas.
Para favorecer la continuidad de los arrendatarios, la ley regula una figura de nueva
creación que es el derecho de arrendamiento preferente, que concede al arrendatario un
derecho preferente a continuar en el uso del local arrendado al tiempo de la extinción del
contrato, frente a cualquier tercero en condiciones de mercado.
Asimismo, se estipula un derecho indemnizatorio en caso de no continuar en el uso del
local arrendado cuando otra persona, sea el propietario o sea un nuevo arrendatario, pueda
beneficiarse de la clientela generada por la actividad del antiguo arrendatario.
En cuanto a los arrendamientos asimilados, tanto al inquilinato como al local de negocio,
se les da un tratamiento similar al de los arrendamientos de local de negocio, en materia de
duración y de régimen de renta.

TÍTULO I
Ámbito de la ley

Artículo 1. Ámbito de aplicación.


La presente ley establece el régimen jurídico aplicable a los arrendamientos de fincas
urbanas que se destinen a vivienda o a usos distintos del de vivienda.

Artículo 2. Arrendamiento de vivienda.


1. Se considera arrendamiento de vivienda aquel arrendamiento que recae sobre una
edificación habitable cuyo destino primordial sea satisfacer la necesidad permanente de
vivienda del arrendatario.
2. Las normas reguladoras del arrendamiento de vivienda se aplicarán también al
mobiliario, los trasteros, las plazas de garaje y cualesquiera otras dependencias, espacios
arrendados o servicios cedidos como accesorios de la finca por el mismo arrendador.

Artículo 3. Arrendamiento para uso distinto del de vivienda.


1. Se considera arrendamiento para uso distinto del de vivienda aquel arrendamiento
que, recayendo sobre una edificación, tenga como destino primordial uno distinto del
establecido en el artículo anterior.
2. En especial, tendrán esta consideración los arrendamientos de fincas urbanas
celebrados por temporada, sea ésta de verano o cualquier otra, y los celebrados para
ejercerse en la finca una actividad industrial, comercial, artesanal, profesional, recreativa,
asistencial, cultural o docente, cualquiera que sean las personas que los celebren.

Artículo 4. Régimen aplicable.


1. Los arrendamientos regulados en la presente Ley se someterán de forma imperativa a
lo dispuesto en los títulos I y IV de la misma y a lo dispuesto en los apartados siguientes de
este artículo.
2. Respetando lo establecido en el apartado anterior, los arrendamientos de vivienda se
regirán por los pactos, cláusulas y condiciones determinados por la voluntad de las partes,
en el marco de lo establecido en el título II de la presente ley y, supletoriamente, por lo
dispuesto en el Código Civil.
3. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 1, los arrendamientos para uso distinto del
de vivienda se rigen por la voluntad de las partes, en su defecto, por lo dispuesto en el título
III de la presente ley y, supletoriamente, por lo dispuesto en el Código Civil.
4. La exclusión de la aplicación de los preceptos de esta ley, cuando ello sea posible,
deberá hacerse de forma expresa respecto de cada uno de ellos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

5. Las partes podrán pactar la sumisión a mediación o arbitraje de aquéllas controversias


que por su naturaleza puedan resolverse a través de estas formas de resolución de
conflictos, de conformidad con lo establecido en la legislación reguladora de la mediación en
asuntos civiles y mercantiles y del arbitraje.
6. Las partes podrán señalar una dirección electrónica a los efectos de realizar las
notificaciones previstas en esta ley, siempre que se garantice la autenticidad de la
comunicación y de su contenido y quede constancia fehaciente de la remisión y recepción
íntegras y del momento en que se hicieron.

Artículo 5. Arrendamientos excluidos.


Quedan excluidos del ámbito de aplicación de esta ley:
a) El uso de las viviendas que los porteros, guardas, asalariados, empleados y
funcionarios, tengan asignadas por razón del cargo que desempeñen o del servicio que
presten.
b) El uso de las viviendas militares, cualquiera que fuese su calificación y régimen, que
se regirán por lo dispuesto en su legislación específica.
c) Los contratos en que, arrendándose una finca con casa-habitación, sea el
aprovechamiento agrícola, pecuario o forestal del predio la finalidad primordial del
arrendamiento. Estos contratos se regirán por lo dispuesto en la legislación aplicable sobre
arrendamientos rústicos.
d) El uso de las viviendas universitarias, cuando éstas hayan sido calificadas
expresamente como tales por la propia Universidad propietaria o responsable de las mismas,
que sean asignadas a los alumnos matriculados en la correspondiente Universidad y al
personal docente y de administración y servicios dependiente de aquélla, por razón del
vínculo que se establezca entre cada uno de ellos y la Universidad respectiva, a la que
corresponderá en cada caso el establecimiento de las normas a que se someterá su uso.
e) La cesión temporal de uso de la totalidad de una vivienda amueblada y equipada en
condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada en canales de oferta turística
y realizada con finalidad lucrativa, cuando esté sometida a un régimen específico, derivado
de su normativa sectorial.

TÍTULO II
De los arrendamientos de vivienda

CAPÍTULO I
Normas generales

Artículo 6. Naturaleza de las normas.


Son nulas, y se tendrán por no puestas, las estipulaciones que modifiquen en perjuicio
del arrendatario o subarrendatario las normas del presente Título, salvo los casos en que la
propia norma expresamente lo autorice.

Artículo 7. Condición y efectos frente a terceros del arrendamiento de viviendas.


1. El arrendamiento de vivienda no perderá esta condición aunque el arrendatario no
tenga en la finca arrendada su vivienda permanente, siempre que en ella habiten su cónyuge
no separado legalmente o de hecho, o sus hijos dependientes.
2. En todo caso, para que los arrendamientos concertados sobre fincas urbanas, surtan
efecto frente a terceros que hayan inscrito su derecho, dichos arrendamientos deberán
inscribirse en el Registro de la Propiedad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Artículo 8. Cesión del contrato y subarriendo.


1. El contrato no se podrá ceder por el arrendatario sin el consentimiento escrito del
arrendador. En caso de cesión, el cesionario se subrogará en la posición del cedente frente
al arrendador.
2. La vivienda arrendada sólo se podrá subarrendar de forma parcial y previo
consentimiento escrito del arrendador.
El subarriendo se regirá por lo dispuesto en el presente Título para el arrendamiento
cuando la parte de la finca subarrendada se destine por el subarrendatario a la finalidad
indicada en el artículo 2.1. De no darse esta condición, se regirá por lo pactado entre las
partes.
El derecho del subarrendatario se extinguirá, en todo caso, cuando lo haga el del
arrendatario que subarrendó.
El precio del subarriendo no podrá exceder, en ningún caso, del que corresponda al
arrendamiento.

CAPÍTULO II
De la duración del contrato

Artículo 9. Plazo mínimo.


1. La duración del arrendamiento será libremente pactada por las partes. Si ésta fuera
inferior a tres años, llegado el día del vencimiento del contrato, éste se prorrogará
obligatoriamente por plazos anuales hasta que el arrendamiento alcance una duración
mínima de tres años, salvo que el arrendatario manifieste al arrendador, con treinta días de
antelación como mínimo a la fecha de terminación del contrato o de cualquiera de las
prórrogas, su voluntad de no renovarlo.
El plazo comenzará a contarse desde la fecha del contrato o desde la puesta del
inmueble a disposición del arrendatario si ésta fuere posterior. Corresponderá al arrendatario
la prueba de la fecha de la puesta a disposición.
2. Se entenderán celebrados por un año los arrendamientos para los que no se haya
estipulado plazo de duración o éste sea indeterminado, sin perjuicio del derecho de prórroga
anual para el arrendatario, en los términos resultantes del apartado anterior.
3. No procederá la prórroga obligatoria del contrato si, una vez transcurrido el primer año
de duración del mismo, el arrendador comunica al arrendatario que tiene necesidad de la
vivienda arrendada para destinarla a vivienda permanente para sí o sus familiares en primer
grado de consanguinidad o por adopción o para su cónyuge en los supuestos de sentencia
firme de separación, divorcio o nulidad matrimonial. La referida comunicación deberá
realizarse al arrendatario al menos con dos meses de antelación a la fecha en la que la
vivienda se vaya a necesitar y el arrendatario estará obligado a entregar la finca arrendada
en dicho plazo si las partes no llegan a un acuerdo distinto.
Si transcurridos tres meses a contar de la extinción del contrato o, en su caso, del
efectivo desalojo de la vivienda, no hubieran procedido el arrendador o sus familiares en
primer grado de consanguinidad o por adopción o su cónyuge en los supuestos de sentencia
firme de separación, divorcio o nulidad matrimonial a ocupar ésta por sí, según los casos, el
arrendatario podrá optar, en el plazo de treinta días, entre ser repuesto en el uso y disfrute
de la vivienda arrendada por un nuevo período de hasta tres años, respetando, en lo demás,
las condiciones contractuales existentes al tiempo de la extinción, con indemnización de los
gastos que el desalojo de la vivienda le hubiera supuesto hasta el momento de la
reocupación, o ser indemnizado por una cantidad equivalente a una mensualidad por cada
año que quedara por cumplir hasta completar tres, salvo que la ocupación no hubiera tenido
lugar por causa de fuerza mayor.
4. Tratándose de finca no inscrita, también durarán tres años los arrendamientos de
vivienda que el arrendatario haya concertado de buena fe con la persona que parezca ser
propietaria en virtud de un estado de cosas cuya creación sea imputable al verdadero
propietario, sin perjuicio de la facultad de no renovación a que se refiere el apartado 1 de
este artículo. Si el arrendador enajenase la vivienda arrendada, se estará a lo dispuesto en
el artículo 1.571 del Código Civil. Si fuere vencido en juicio por el verdadero propietario, se

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

estará a lo dispuesto en el citado artículo 1.571 del Código Civil, además de que
corresponda indemnizar los daños y perjuicios causados.

Artículo 10. Prórroga del contrato.


1. Si llegada la fecha de vencimiento del contrato, o de cualquiera de sus prórrogas, una
vez transcurridos como mínimo tres años de duración de aquel, ninguna de las partes
hubiese notificado a la otra, al menos con treinta días de antelación a aquella fecha, su
voluntad de no renovarlo, el contrato se prorrogará necesariamente durante un año más.
2. Una vez inscrito el contrato de arrendamiento, el derecho de prórroga establecido en
el artículo 9, así como la prórroga de un año a la que se refiere el apartado anterior, se
impondrán en relación a terceros adquirentes que reúnan las condiciones del artículo 34 de
la Ley Hipotecaria.
3. Al contrato prorrogado, le seguirá siendo de aplicación el régimen legal y convencional
al que estuviera sometido.

Artículo 11. Desistimiento del contrato.


El arrendatario podrá desistir del contrato de arrendamiento, una vez que hayan
transcurrido al menos seis meses, siempre que se lo comunique al arrendador con una
antelación mínima de treinta días. Las partes podrán pactar en el contrato que, para el caso
de desistimiento, deba el arrendatario indemnizar al arrendador con una cantidad
equivalente a una mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que reste por
cumplir. Los períodos de tiempo inferiores al año darán lugar a la parte proporcional de la
indemnización.

Artículo 12. Desistimiento y vencimiento en caso de matrimonio o convivencia del


arrendatario.
1. Si el arrendatario manifestase su voluntad de no renovar el contrato o de desistir de él,
sin el consentimiento del cónyuge que conviviera con dicho arrendatario, podrá el
arrendamiento continuar en beneficio de dicho cónyuge.
2. A estos efectos, podrá el arrendador requerir al cónyuge del arrendatario para que
manifieste su voluntad al respecto.
Efectuado el requerimiento, el arrendamiento se extinguirá si el cónyuge no contesta en
un plazo de quince días a contar de aquél. El cónyuge deberá abonar la renta
correspondiente hasta la extinción del contrato, si la misma no estuviera ya abonada.
3. Si el arrendatario abandonara la vivienda sin manifestación expresa de desistimiento o
de no renovación, el arrendamiento podrá continuar en beneficio del cónyuge que conviviera
con aquél siempre que en el plazo de un mes de dicho abandono, el arrendador reciba
notificación escrita del cónyuge manifestando su voluntad de ser arrendatario.
Si el contrato se extinguiera por falta de notificación, el cónyuge quedará obligado al
pago de la renta correspondiente a dicho mes.
4. Lo dispuesto en los apartados anteriores será también de aplicación en favor de la
persona que hubiera venido conviviendo con el arrendatario de forma permanente en
análoga relación de afectividad a la de cónyuge, con independencia de su orientación
sexual, durante, al menos, los dos años anteriores al desistimiento o abandono, salvo que
hubieran tenido descendencia en común, en cuyo caso bastará la mera convivencia.

Artículo 13. Resolución del derecho del arrendador.


1. Si durante la duración del contrato el derecho del arrendador quedara resuelto por el
ejercicio de un retracto convencional, la apertura de una sustitución fideicomisaria, la
enajenación forzosa derivada de una ejecución hipotecaria o de sentencia judicial o el
ejercicio de un derecho de opción de compra, quedará extinguido el arrendamiento.
Conforme a lo dispuesto en el apartado segundo del artículo 7 y en el artículo 14, se
exceptúan los supuestos en los que el contrato de arrendamiento hubiera accedido al
Registro de la Propiedad con anterioridad a los derechos determinantes de la resolución del
derecho del arrendado. En este caso continuará el arrendamiento por la duración pactada.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Cuando se trate de un arrendamiento sobre finca no inscrita se estará a la duración


establecida en el apartado 4 del artículo 9.
2. Los arrendamientos otorgados por usufructuario, superficiario y cuantos tengan un
análogo derecho de goce sobre el inmueble, se extinguirán al término del derecho del
arrendador, además de por las demás causas de extinción que resulten de lo dispuesto en la
presente ley.

Artículo 14. Enajenación de la vivienda arrendada.


1. El adquirente de una finca inscrita en el Registro de la Propiedad, arrendada como
vivienda en todo o en parte, que reúna los requisitos exigidos por el artículo 34 de la Ley
Hipotecaria, sólo quedará subrogado en los derechos y obligaciones del arrendador si el
arrendamiento se hallase inscrito, conforme a lo dispuesto por los artículos 7 y 10 de la
presente ley, con anterioridad a la transmisión de la finca.
2. Si la finca no se hallase inscrita en el Registro de la Propiedad, se aplicará lo
dispuesto en el párrafo primero del artículo 1571 del Código Civil. Si el adquirente usare del
derecho reconocido por el artículo citado, el arrendatario podrá exigir que se le deje
continuar durante tres meses, desde que el adquirente le notifique fehacientemente su
propósito, durante los cuales deberá satisfacer la renta y demás cantidades que se
devenguen al adquirente. Podrá exigir, además, al vendedor, que le indemnice los daños y
perjuicios que se le causen.

Artículo 15. Separación, divorcio o nulidad del matrimonio del arrendatario.


1. En los casos de nulidad del matrimonio, separación judicial o divorcio del arrendatario,
el cónyuge no arrendatario podrá continuar en el uso de la vivienda arrendada cuando le sea
atribuida de acuerdo con lo dispuesto en la legislación civil que resulte de aplicación. El
cónyuge a quien se haya atribuido el uso de la vivienda arrendada de forma permanente o
en un plazo superior al plazo que reste por cumplir del contrato de arrendamiento, pasará a
ser el titular del contrato.
2. La voluntad del cónyuge de continuar en el uso de la vivienda deberá ser comunicada
al arrendador en el plazo de dos meses desde que fue notificada la resolución judicial
correspondiente, acompañando copia de dicha resolución judicial o de la parte de la misma
que afecte al uso de la vivienda.

Artículo 16. Muerte del arrendatario.


1. En caso de muerte del arrendatario, podrán subrogarse en el contrato:
a) El cónyuge del arrendatario que al tiempo del fallecimiento conviviera con él.
b) La persona que hubiera venido conviviendo con el arrendatario de forma permanente
en análoga relación de afectividad a la de cónyuge, con independencia de su orientación
sexual, durante, al menos, los dos años anteriores al tiempo del fallecimiento, salvo que
hubieran tenido descendencia en común, en cuyo caso bastará la mera convivencia.
c) Los descendientes del arrendatario que en el momento de su fallecimiento estuvieran
sujetos a su patria potestad o tutela, o hubiesen convivido habitualmente con él durante los
dos años precedentes.
d) Los ascendientes del arrendatario que hubieran convivido habitualmente con él
durante los dos años precedentes a su fallecimiento.
e) Los hermanos del arrendatario en quienes concurra la circunstancia prevista en la
letra anterior.
f) Las personas distintas de las mencionadas en las letras anteriores que sufran una
minusvalía igual o superior al 65 por 100, siempre que tengan una relación de parentesco
hasta el tercer grado colateral con el arrendatario y hayan convivido con éste durante los dos
años anteriores al fallecimiento.
Si al tiempo del fallecimiento del arrendatario no existiera ninguna de estas personas, el
arrendamiento quedará extinguido.
2. Si existiesen varias de las personas mencionadas, a falta de acuerdo unánime sobre
quién de ellos será el beneficiario de la subrogación, regirá el orden de prelación establecido

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

en el apartado anterior, salvo en que los padres septuagenarios serán preferidos a los
descendientes. Entre los descendientes y entre los ascendientes, tendrá preferencia el más
próximo en grado, y entre los hermanos, el de doble vínculo sobre el medio hermano.
Los casos de igualdad se resolverán en favor de quien tuviera una minusvalía igual o
superior al 65 por 100; en defecto de esta situación, de quien tuviera mayores cargas
familiares y, en última instancia, en favor del descendiente de menor edad, el ascendiente de
mayor edad o el hermano más joven.
3. El arrendamiento se extinguirá si en el plazo de tres meses desde la muerte del
arrendatario el arrendador no recibe notificación por escrito del hecho del fallecimiento, con
certificado registral de defunción, y de la identidad del subrogado, indicando su parentesco
con el fallecido y ofreciendo, en su caso, un principio de prueba de que cumple los requisitos
legales para subrogarse. Si la extinción se produce, todos los que pudieran suceder al
arrendatario, salvo los que renuncien a su opción notificándolo por escrito al arrendador en el
plazo del mes siguiente al fallecimiento, quedarán solidariamente obligados al pago de la
renta de dichos tres meses.
Si el arrendador recibiera en tiempo y forma varias notificaciones cuyos remitentes
sostengan su condición de beneficiarios de la subrogación, podrá el arrendador
considerarles deudores solidarios de las obligaciones propias del arrendatario, mientras
mantengan su pretensión de subrogarse.
4. En arrendamientos cuya duración inicial sea superior a tres años, las partes podrán
pactar que no haya derecho de subrogación en caso de fallecimiento del arrendatario,
cuando éste tenga lugar transcurridos los tres primeros años de duración del arrendamiento,
o que el arrendamiento se extinga a los tres años cuando el fallecimiento se hubiera
producido con anterioridad.

CAPÍTULO III
De la renta

Artículo 17. Determinación de la renta.


1. La renta será la que libremente estipulen las partes.
2. Salvo pacto en contrario, el pago de la renta será mensual y habrá de efectuarse en
los siete primeros días del mes. En ningún caso podrá el arrendador exigir el pago anticipado
de más de una mensualidad de renta.
3. El pago se efectuará en el lugar y por el procedimiento que acuerden las partes o, en
su defecto, en metálico y en la vivienda arrendada.
4. El arrendador queda obligado a entregar al arrendatario recibo del pago, salvo que se
hubiera pactado que éste se realice mediante procedimientos que acrediten el efectivo
cumplimiento de la obligación de pago por el arrendatario.
El recibo o documento acreditativo que lo sustituya deberá contener separadamente las
cantidades abonadas por los distintos conceptos de los que se componga la totalidad del
pago y, específicamente, la renta en vigor.
Si el arrendador no hace entrega del recibo, serán de su cuenta todos los gastos que se
originen al arrendatario para dejar constancia del pago.
5. En los contratos de arrendamiento podrá acordarse libremente por las partes que,
durante un plazo determinado, la obligación del pago de la renta pueda reemplazarse total o
parcialmente por el compromiso del arrendatario de reformar o rehabilitar el inmueble en los
términos y condiciones pactadas. Al finalizar el arrendamiento, el arrendatario no podrá pedir
en ningún caso compensación adicional por el coste de las obras realizadas en el inmueble.
El incumplimiento por parte del arrendatario de la realización de las obras en los términos y
condiciones pactadas podrá ser causa de resolución del contrato de arrendamiento y
resultará aplicable lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 23.

Artículo 18. Actualización de la renta.


1. Durante la vigencia del contrato la renta sólo podrá ser actualizada por el arrendador o
el arrendatario en la fecha en que se cumpla cada año de vigencia del contrato, en los

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

términos pactados por las partes. En defecto de pacto expreso, el contrato se actualizará
aplicando a la renta correspondiente a la anualidad anterior la variación porcentual
experimentada por el índice general nacional del sistema de índices de precios de consumo
en un período de doce meses inmediatamente anteriores a la fecha de cada actualización,
tomando como mes de referencia para la primera actualización el que corresponda al último
índice que estuviera publicado en la fecha de celebración del contrato, y en las sucesivas, el
que corresponda al último aplicado.
2. La renta actualizada será exigible al arrendatario a partir del mes siguiente a aquel en
que la parte interesada lo notifique a la otra parte por escrito, expresando el porcentaje de
alteración aplicado y acompañando, si el arrendatario lo exigiera, la oportuna certificación del
Instituto Nacional de Estadística.
Será válida la notificación efectuada por nota en el recibo de la mensualidad del pago
precedente.

Artículo 19. Elevación de renta por mejoras.


1. La realización por el arrendador de obras de mejora, transcurridos tres años de
duración del contrato le dará derecho, salvo pacto en contrario, a elevar la renta anual en la
cuantía que resulte de aplicar al capital invertido en la mejora, el tipo de interés legal del
dinero en el momento de la terminación de las obras incrementado en tres puntos, sin que
pueda exceder el aumento del veinte por ciento de la renta vigente en aquel momento.
Para el cálculo del capital invertido, deberán descontarse las subvenciones públicas
obtenidas para la realización de la obra.
2. Cuando la mejora afecte a varias fincas de un edificio en régimen de propiedad
horizontal, el arrendador deberá repartir proporcionalmente entre todas ellas el capital
invertido, aplicando, a tal efecto, las cuotas de participación que correspondan a cada una de
aquéllas.
En el supuesto de edificios que no se encuentren en régimen de propiedad horizontal, el
capital invertido se repartirá proporcionalmente entre las fincas afectadas por acuerdo entre
arrendador y arrendatarios. En defecto de acuerdo, se repartirá proporcionalmente en
función de la superficie de la finca arrendada.
3. La elevación de renta se producirá desde el mes siguiente a aquel en que, ya
finalizadas las obras, el arrendador notifique por escrito al arrendatario la cuantía de aquélla,
detallando los cálculos que conducen a su determinación y aportando copias de los
documentos de los que resulte el coste de las obras realizadas.

Artículo 20. Gastos generales y de servicios individuales.


1. Las partes podrán pactar que los gastos generales para el adecuado sostenimiento
del inmueble, sus servicios, tributos, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles
de individualización y que correspondan a la vivienda arrendada o a sus accesorios, sean a
cargo del arrendatario.
En edificios en régimen de propiedad horizontal tales gastos serán los que correspondan
a la finca arrendada en función de su cuota de participación.
En edificios que no se encuentren en régimen de propiedad horizontal, tales gastos
serán los que se hayan asignado a la finca arrendada en función de su superficie.
Para su validez, este pacto deberá constar por escrito y determinar el importe anual de
dichos gastos a la fecha del contrato. El pacto que se refiera a tributos no afectará a la
Administración.
2. Durante los tres primeros años de vigencia del contrato, la suma que el arrendatario
haya de abonar por el concepto a que se refiere el apartado anterior, con excepción de los
tributos, sólo podrá incrementarse, por acuerdo de las partes, anualmente, y nunca en un
porcentaje superior al doble de aquel en que pueda incrementarse la renta conforme a lo
dispuesto en el apartado 1 del artículo 18.
3. Los gastos por servicios con que cuente la finca arrendada que se individualicen
mediante aparatos contadores serán en todo caso de cuenta del arrendatario.
4. El pago de los gastos a que se refiere el presente artículo se acreditará en la forma
prevista en el artículo 17.4.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

CAPÍTULO IV
De los derechos y obligaciones de las partes

Artículo 21. Conservación de la vivienda.


1. El arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las
reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de
habitabilidad para servir al uso convenido, salvo cuando el deterioro de cuya reparación se
trate sea imputable al arrendatario a tenor de lo dispuesto en los artículos 1.563 y 1.564 del
Código Civil.
La obligación de reparación tiene su límite en la destrucción de la vivienda por causa no
imputable al arrendador. A este efecto, se estará a lo dispuesto en el artículo 28.
2. Cuando la ejecución de una obra de conservación no pueda razonablemente diferirse
hasta la conclusión del arrendamiento, el arrendatario estará obligado a soportarla, aunque
le sea muy molesta o durante ella se vea privado de una parte de la vivienda.
Si la obra durase más de veinte días, habrá de disminuirse la renta en proporción a la
parte de la vivienda de la que el arrendatario se vea privado.
3. El arrendatario deberá poner en conocimiento del arrendador, en el plazo más breve
posible, la necesidad de las reparaciones que contempla el apartado 1 de este artículo, a
cuyos solos efectos deberá facilitar al arrendador la verificación directa, por sí mismo o por
los técnicos que designe, del estado de la vivienda. En todo momento, y previa
comunicación al arrendador, podrá realizar las que sean urgentes para evitar un daño
inminente o una incomodidad grave, y exigir de inmediato su importe al arrendador.
4. Las pequeñas reparaciones que exija el desgaste por el uso ordinario de la vivienda
serán de cargo del arrendatario.

Artículo 22. Obras de mejora.


1. El arrendatario estará obligado a soportar la realización por el arrendador de obras de
mejora cuya ejecución no pueda razonablemente diferirse hasta la conclusión del
arrendamiento.
2. El arrendador que se proponga realizar una de tales obras deberá notificar por escrito
al arrendatario, al menos con tres meses de antelación, su naturaleza, comienzo, duración y
coste previsible. Durante el plazo de un mes desde dicha notificación, el arrendatario podrá
desistir del contrato, salvo que las obras no afecten o afecten de modo irrelevante a la
vivienda arrendada. El arrendamiento se extinguirá en el plazo de dos meses a contar desde
el desistimiento, durante los cuales no podrán comenzar las obras.
3. El arrendatario que soporte las obras tendrá derecho a una reducción de la renta en
proporción a la parte de la vivienda de la que se vea privado por causa de aquéllas, así
como a la indemnización de los gastos que las obras le obliguen a efectuar.

Artículo 23. Obras del arrendatario.


1. El arrendatario no podrá realizar sin el consentimiento del arrendador, expresado por
escrito, obras que modifiquen la configuración de la vivienda o de los accesorios a que se
refiere el apartado 2 del artículo 2. En ningún caso el arrendatario podrá realizar obras que
provoquen una disminución en la estabilidad o seguridad de la vivienda.
2. Sin perjuicio de la facultad de resolver el contrato, el arrendador que no haya
autorizado la realización de las obras podrá exigir, al concluir el contrato, que el arrendatario
reponga las cosas al estado anterior o conservar la modificación efectuada, sin que éste
pueda reclamar indemnización alguna.
Si, a pesar de lo establecido en el apartado 1 del presente artículo, el arrendatario ha
realizado unas obras que han provocado una disminución de la estabilidad de la edificación
o de la seguridad de la vivienda o sus accesorios, el arrendador podrá exigir de inmediato
del arrendatario la reposición de las cosas al estado anterior.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Artículo 24. Arrendatarios con discapacidad.


1. El arrendatario, previa notificación escrita al arrendador, podrá realizar en el interior de
la vivienda aquellas obras o actuaciones necesarias para que pueda ser utilizada de forma
adecuada y acorde a la discapacidad o a la edad superior a setenta años, tanto del propio
arrendatario como de su cónyuge, de la persona con quien conviva de forma permanente en
análoga relación de afectividad, con independencia de su orientación sexual, o de sus
familiares que con alguno de ellos convivan de forma permanente, siempre que no afecten a
elementos o servicios comunes del edificio ni provoquen una disminución en su estabilidad o
seguridad.
2. El arrendatario estará obligado, al término del contrato, a reponer la vivienda al estado
anterior, si así lo exige el arrendador.

Artículo 25. Derecho de adquisición preferente.


1. En caso de venta de la vivienda arrendada, tendrá el arrendatario derecho de
adquisición preferente sobre la misma, en las condiciones previstas en los apartados
siguientes.
2. El arrendatario podrá ejercitar un derecho de tanteo sobre la finca arrendada en un
plazo de treinta días naturales, a contar desde el siguiente en que se le notifique en forma
fehaciente la decisión de vender la finca arrendada, el precio y las demás condiciones
esenciales de la transmisión.
Los efectos de la notificación prevenida en el párrafo anterior caducarán a los ciento
ochenta días naturales siguientes a la misma.
3. En el caso a que se refiere el apartado anterior, podrá el arrendatario ejercitar el
derecho de retracto, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 1.518 del Código Civil, cuando
no se le hubiese hecho la notificación prevenida o se hubiese omitido en ella cualquiera de
los requisitos exigidos, así como cuando resultase inferior el precio efectivo de la
compraventa o menos onerosas sus restantes condiciones esenciales. El derecho de
retracto caducará a los treinta días naturales, contados desde el siguiente a la notificación
que en forma fehaciente deberá hacer el adquirente al arrendatario de las condiciones
esenciales en que se efectuó la compraventa, mediante entrega de copia de la escritura o
documento en que fuere formalizada.
4. El derecho de tanteo o retracto del arrendatario tendrá preferencia sobre cualquier otro
derecho similar, excepto el retracto reconocido al condueño de la vivienda o el convencional
que figurase inscrito en el Registro de la Propiedad al tiempo de celebrarse el contrato de
arrendamiento.
5. Para inscribir en el Registro de la Propiedad los títulos de venta de viviendas
arrendadas deberá justificarse que han tenido lugar, en sus respectivos casos, las
notificaciones prevenidas en los apartados anteriores, con los requisitos en ellos exigidos.
Cuando la vivienda vendida no estuviese arrendada, para que sea inscribible la adquisición,
deberá el vendedor declararlo así en la escritura, bajo la pena de falsedad en documento
público.
6. Cuando la venta recaiga, además de sobre la vivienda arrendada, sobre los demás
objetos alquilados como accesorios de la vivienda por el mismo arrendador a que se refiere
el artículo 3, no podrá el arrendatario ejercitar los derechos de adquisición preferente sólo
sobre la vivienda.
7. No habrá lugar a los derechos de tanteo o retracto cuando la vivienda arrendada se
venda conjuntamente con las restantes viviendas o locales propiedad del arrendador que
formen parte de un mismo inmueble ni tampoco cuando se vendan de forma conjunta por
distintos propietarios a un mismo comprador la totalidad de los pisos y locales del inmueble.
Si en el inmueble sólo existiera una vivienda, el arrendatario tendrá los derechos de
tanteo y retracto previstos en este artículo.
8. No obstante lo establecido en los apartados anteriores, las partes podrán pactar la
renuncia del arrendatario al derecho de adquisición preferente.
En los casos en los que se haya pactado dicha renuncia, el arrendador deberá
comunicar al arrendatario su intención de vender la vivienda con una antelación mínima de
treinta días a la fecha de formalización del contrato de compraventa.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

CAPÍTULO V
De la suspensión, resolución y extinción del contrato

Artículo 26. Habitabilidad de la vivienda.


Cuando la ejecución en la vivienda arrendada de obras de conservación o de obras
acordadas por una autoridad competente la hagan inhabitable, tendrá el arrendatario la
opción de suspender el contrato o de desistir del mismo, sin indemnización alguna.
La suspensión del contrato supondrá, hasta la finalización de las obras, la paralización
del plazo del contrato y la suspensión de la obligación de pago de la renta.

Artículo 27. Incumplimiento de obligaciones.


1. El incumplimiento por cualquiera de las partes de las obligaciones resultantes del
contrato dará derecho a la parte que hubiere cumplido las suyas a exigir el cumplimiento de
la obligación o a promover la resolución del contrato de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 1.124 del Código Civil.
2. Además, el arrendador podrá resolver de pleno derecho el contrato por las siguientes
causas:
a) La falta de pago de la renta o, en su caso, de cualquiera de las cantidades cuyo pago
haya asumido o corresponda al arrendatario.
b) La falta de pago del importe de la fianza o de su actualización.
c) El subarriendo o la cesión inconsentidos.
d) La realización de daños causados dolosamente en la finca o de obras no consentidas
por el arrendador cuando el consentimiento de éste sea necesario.
e) Cuando en la vivienda tengan lugar actividades molestas, insalubres, nocivas,
peligrosas o ilícitas.
f) Cuando la vivienda deje de estar destinada de forma primordial a satisfacer la
necesidad permanente de vivienda del arrendatario o de quien efectivamente la viniera
ocupando de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 7.
3. Del mismo modo, el arrendatario podrá resolver el contrato por las siguientes causas:
a) La no realización por el arrendador de las reparaciones a que se refiere el artículo 21.
b) La perturbación de hecho o de derecho que realice el arrendador en la utilización de la
vivienda.
4. Tratándose de arrendamientos de finca urbana inscritos en el Registro de la
Propiedad, si se hubiera estipulado en el contrato que el arrendamiento quedará resuelto por
falta de pago de la renta y que deberá en tal caso restituirse inmediatamente el inmueble al
arrendador, la resolución tendrá lugar de pleno derecho una vez el arrendador haya
requerido judicial o notarialmente al arrendatario en el domicilio designado al efecto en la
inscripción, instándole al pago o cumplimiento, y éste no haya contestado al requerimiento
en los diez días hábiles siguientes, o conteste aceptando la resolución de pleno derecho,
todo ello por medio del mismo juez o notario que hizo el requerimiento.
El título aportado al procedimiento registral, junto con la copia del acta de requerimiento,
de la que resulte la notificación y que no se haya contestado por el requerido de pago o que
se haya contestado aceptando la resolución de pleno derecho, será título suficiente para
practicar la cancelación del arrendamiento en el Registro de la Propiedad.
Si hubiera cargas posteriores que recaigan sobre el arrendamiento, será además preciso
para su cancelación justificar la notificación fehaciente a los titulares de las mismas, en el
domicilio que obre en el Registro, y acreditar la consignación a su favor ante el mismo
notario, de la fianza prestada por el arrendatario.

Artículo 28. Extinción del arrendamiento.


El contrato de arrendamiento se extinguirá, además de por las restantes causas
contempladas en el presente Título, por las siguientes:
a) Por la pérdida de la finca arrendada por causa no imputable al arrendador.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

b) Por la declaración firme de ruina acordada por la autoridad competente.

TÍTULO III
De los arrendamientos para uso distinto del de vivienda

Artículo 29. Enajenación de la finca arrendada.


El adquirente de la finca arrendada quedará subrogado en los derechos y obligaciones
del arrendador, salvo que concurran en el adquirente los requisitos del artículo 34 de la Ley
Hipotecaria.

Artículo 30. Conservación, mejora y obras del arrendatario.


Lo dispuesto en los artículos 21, 22, 23 y 26 de esta ley será también aplicable a los
arrendamientos que regula el presente Título. También lo será lo dispuesto en el artículo 19
desde el comienzo del arrendamiento.

Artículo 31. Derecho de adquisición preferente.


Lo dispuesto en el artículo 25 de la presente ley será de aplicación a los arrendamientos
que regula este Título.

Artículo 32. Cesión del contrato y subarriendo.


1. Cuando en la finca arrendada se ejerza una actividad empresarial o profesional, el
arrendatario podrá subarrendar la finca o ceder el contrato de arrendamiento sin necesidad
de contar con el consentimiento del arrendador.
2. El arrendador tiene derecho a una elevación de renta del 10 por 100 de la renta en
vigor en el caso de producirse un subarriendo parcial, y del 20 en el caso de producirse la
cesión del contrato o el subarriendo total de la finca arrendada.
3. No se reputará cesión el cambio producido en la persona del arrendatario por
consecuencia de la fusión, transformación o escisión de la sociedad arrendataria, pero el
arrendador tendrá derecho a la elevación de la renta prevista en el apartado anterior.
4. Tanto la cesión como el subarriendo deberán notificarse de forma fehaciente al
arrendador en el plazo de un mes desde que aquéllos se hubieran concertado.

Artículo 33. Muerte del arrendatario.


En caso de fallecimiento del arrendatario, cuando en el local se ejerza una actividad
empresarial o profesional, el heredero o legatario que continúe el ejercicio de la actividad
podrá subrogarse en los derechos y obligaciones del arrendatario hasta la extinción del
contrato.
La subrogación deberá notificarse por escrito al arrendador dentro de los dos meses
siguientes a la fecha del fallecimiento del arrendatario.

Artículo 34. Indemnización al arrendatario.


La extinción por transcurso del término convencional del arrendamiento de una finca en
la que durante los últimos cinco años se haya venido ejerciendo una actividad comercial de
venta al público, dará al arrendatario derecho a una indemnización a cargo del arrendador,
siempre que el arrendatario haya manifestado con cuatro meses de antelación a la
expiración del plazo su voluntad de renovar el contrato por un mínimo de cinco años más y
por una renta de mercado. Se considerará renta de mercado la que al efecto acuerden las
partes; en defecto de pacto, la que, al efecto, determine el árbitro designado por las partes.
La cuantía de la indemnización se determinará en la forma siguiente:
1. Si el arrendatario iniciara en el mismo municipio, dentro de los seis meses siguientes a
la expiración del arrendamiento, el ejercicio de la misma actividad a la que viniera estando
dedicada, la indemnización comprenderá los gastos del traslado y los perjuicios derivados de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

la pérdida de clientela ocurrida con respecto a la que tuviera en el local anterior, calculada
con respecto a la habida durante los seis primeros meses de la nueva actividad.
2. Si el arrendatario iniciara dentro de los seis meses siguientes a la extinción del
arrendamiento una actividad diferente o no iniciara actividad alguna, y el arrendador o un
tercero desarrollan en la finca dentro del mismo plazo la misma actividad o una afín a la
desarrollada por el arrendatario, la indemnización será de una mensualidad por año de
duración del contrato, con un máximo de dieciocho mensualidades.
Se considerarán afines las actividades típicamente aptas para beneficiarse, aunque sólo
en parte de la clientela captada por la actividad que ejerció el arrendatario.
En caso de falta de acuerdo entre las partes sobre la cuantía de la indemnización, la
misma será fijada por el árbitro designado por aquéllas.

Artículo 35. Resolución de pleno derecho.


El arrendador podrá resolver de pleno derecho el contrato por las causas previstas en las
letras a), b), d) y e) del apartado 2 del artículo 27 y por la cesión o subarriendo del local
incumpliendo lo dispuesto en el artículo 32.

TÍTULO IV
Disposiciones comunes

Artículo 36. Fianza.
1. A la celebración del contrato será obligatoria la exigencia y prestación de fianza en
metálico en cantidad equivalente a una mensualidad de renta en el arrendamiento de
viviendas y de dos en el arrendamiento para uso distinto del de vivienda.
2. Durante los tres primeros años de duración del contrato, la fianza no estará sujeta a
actualización. Pero cada vez que el arrendamiento se prorrogue, el arrendador podrá exigir
que la fianza sea incrementada, o el arrendatario que disminuya, hasta hacerse igual a una o
dos mensualidades de la renta vigente, según proceda, al tiempo de la prórroga.
3. La actualización de la fianza durante el período de tiempo en que el plazo pactado
para el arrendamiento exceda de tres años, se regirá por lo estipulado al efecto por las
partes. A falta de pacto específico, lo acordado sobre actualización de la renta se presumirá
querido también para la actualización de la fianza.
4. El saldo de la fianza en metálico que deba ser restituido al arrendatario al final del
arriendo, devengará el interés legal, transcurrido un mes desde la entrega de las llaves por el
mismo sin que se hubiere hecho efectiva dicha restitución.
5. Las partes podrán pactar cualquier tipo de garantía del cumplimiento por el
arrendatario de sus obligaciones arrendaticias adicional a la fianza en metálico.
6. Quedan exceptuadas de la obligación de prestar fianza la Administración General del
Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas y las entidades que integran
la Administración Local, los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales y
demás entes públicos vinculados o dependientes de ellas, y las Mutuas de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social en su función pública de
colaboración en la gestión de la Seguridad Social, así como sus Centros y Entidades
Mancomunados, cuando la renta haya de ser satisfecha con cargo a sus respectivos
presupuestos.

Artículo 37. Formalización del arrendamiento.


Las partes podrán compelerse recíprocamente a la formalización por escrito del contrato
de arrendamiento.
En este caso, se hará constar la identidad de los contratantes, la identificación de la finca
arrendada, la duración pactada, la renta inicial del contrato y las demás cláusulas que las
partes hubieran libremente acordado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

TÍTULO V
Procesos arrendaticios

Artículo 38. Competencia.
(Derogado)

Artículo 39. Procedimiento.
(Derogado)

Artículo 40. Acumulación de acciones.


(Derogado)

Disposición adicional primera. Régimen de las viviendas de protección oficial en


arrendamiento.
1. El plazo de duración del régimen legal de las viviendas de protección oficial, que se
califiquen para arrendamiento a partir de la entrada en vigor de la presente ley, concluirá al
transcurrir totalmente el período establecido en la normativa aplicable para la amortización
del préstamo cualificado obtenido para su promoción o, en caso de no existir dicho
préstamo, transcurridos veinticinco años a contar desde la fecha de la correspondiente
calificación definitiva.
2. La renta máxima inicial por metro cuadrado útil de las viviendas de protección oficial a
que se refiere el apartado anterior, será el porcentaje del precio máximo de venta que
corresponda de conformidad con la normativa estatal o autonómica aplicable.
3. En todo caso, la revisión de las rentas de las viviendas de protección oficial,
cualquiera que fuera la legislación a cuyo amparo estén acogidas, podrá practicarse
anualmente en función de las variaciones porcentuales del Indice Nacional General del
Sistema de Indices de Precios de Consumo.
4. Además de las rentas iniciales o revisadas, el arrendador podrá percibir el coste real
de los servicios de que disfrute el arrendatario y satisfaga el arrendador.
5. Sin perjuicio de las sanciones administrativas que procedan, serán nulas las cláusulas
y estipulaciones que establezcan rentas superiores a las máximas autorizadas en la
normativa aplicable para las viviendas de protección oficial.
6. Lo dispuesto en los apartados anteriores no será de aplicación a las viviendas de
promoción pública reguladas por el Real Decreto-ley 31/1978.
7. Lo dispuesto en los apartados anteriores será de aplicación general en defecto de
legislación específica de las Comunidades Autónomas con competencia en la materia.
8. El arrendamiento de viviendas de protección oficial de promoción pública se regirá por
las normas particulares de éstas respecto del plazo de duración del contrato, las variaciones
de la renta, los límites de repercusión de cantidades por reparación de daños y mejoras, y lo
previsto respecto del derecho de cesión y subrogación en el arrendamiento, y en lo no
regulado por ellas por las de la presente ley, que se aplicará íntegramente cuando el
arrendamiento deje de estar sometido a dichas disposiciones particulares.
La excepción no alcanzará a las cuestiones de competencia y procedimiento en las que
se estará por entero a lo dispuesto en la presente ley.

Disposición adicional segunda. Modificación de la Ley Hipotecaria.


1. El artículo 2, número 5.º, de la Ley Hipotecaria, aprobada por Decreto de 8 de febrero
de 1946, tendrá la siguiente redacción:
«5.º Los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles, y los subarriendos, cesiones y
subrogaciones de los mismos.»
2. En el plazo de nueve meses desde la entrada en vigor de esta ley se establecerán
reglamentariamente los requisitos de acceso de los contratos de arrendamientos urbanos al
Registro de la Propiedad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Disposición adicional tercera. Depósito de fianzas.


Las Comunidades Autónomas podrán establecer la obligación de que los arrendadores
de finca urbana sujetos a la presente ley depositen el importe de la fianza regulada en el
artículo 36.1 de esta ley, sin devengo de interés, a disposición de la Administración
autonómica o del ente público que se designe hasta la extinción del correspondiente
contrato. Si transcurrido un mes desde la finalización del contrato, la Administración
autonómica o el ente público competente no procediere a la devolución de la cantidad
depositada, ésta devengará el interés legal correspondiente.

Disposición adicional cuarta. Ayudas para acceso a vivienda.


Las personas que, en aplicación de lo establecido en la disposición transitoria segunda
de la presente ley, se vean privadas del derecho a la subrogación mortis causa que les
reconocía el texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos, aprobado por Decreto
4104/1964, de 24 de diciembre, serán sujeto preferente de los programas de ayudas
públicas para el acceso a vivienda, siempre que cumplan los requisitos en cuanto a ingresos
máximos que se establezcan en dichos programas.

Disposición adicional quinta. Modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil.


1. El artículo 1.563 de la Ley de Enjuiciamiento Civil quedará redactado en la forma
siguiente:
«1.º El desahucio por falta de pago de las rentas, de las cantidades asimiladas o
de las cantidades cuyo pago hubiera asumido el arrendatario en el arrendamiento de
viviendas o en el arrendamiento de una finca urbana habitable en la que se realicen
actividades profesionales, comerciales o industriales, podrá ser enervado por el
arrendatario si en algún momento anterior al señalado para la celebración del juicio,
paga al actor o pone a su disposición en el Juzgado o notarialmente el importe de las
cantidades en cuya inefectividad se sustente la demanda y el de las que en dicho
instante adeude.
2.º Esta enervación no tendrá lugar cuando se hubiera producido otra
anteriormente, ni cuando el arrendador hubiese requerido, por cualquier medio que
permita acreditar su constancia, de pago al arrendatario con cuatro meses de
antelación a la presentación de la demanda y éste no hubiese pagado las cantidades
adeudadas al tiempo de dicha presentación.
3.º En todo caso, deberán indicarse en el escrito de interposición de la demanda
las circunstancias concurrentes que puedan permitir o no la enervación. Cuando ésta
proceda, el Juzgado indicará en la citación el deber de pagar o de consignar el
importe antes de la celebración del juicio.»
2. Los recursos contra sentencias en las materias a que se refiere el artículo 38, tendrán
tramitación preferente tanto ante las Audiencias Provinciales, como ante los Tribunales
Superiores.
En los procesos que lleven aparejado el lanzamiento, no se admitirán al demandado los
recursos de apelación y de casación, cuando procedan, si no acredita al interponerlos tener
satisfechas las rentas vencidas y las que con arreglo al contrato deba pagar adelantadas, o
si no las consigna judicial o notarialmente.
Si el arrendatario no cumpliese lo anterior, se tendrá por firme la sentencia y se
procederá a su ejecución, siempre que requerido por el juez o tribunal que conozca de los
mismos no cumpliere su obligación de pago o consignación en el plazo de cinco días.
También se tendrá por desierto el recurso de casación o apelación interpuesto por el
arrendatario, cualquiera que sea el estado en que se halle, si durante la sustanciación del
mismo dejare aquél de pagar los plazos que venzan o los que deba adelantar. Sin embargo,
el arrendatario podrá cautelarmente adelantar o consignar el pago de varios períodos no
vencidos, los cuales se sujetarán a liquidación una vez firme la sentencia. En todo caso, el
abono de dichos importes no se entenderá novación contractual.
3. El artículo 1.687,3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil quedará redactado de la forma
siguiente:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

«Artículo 1.687,3.
Las sentencias dictadas por las Audiencias en los juicios de desahucio que no
tengan regulación especial, salvo las dictadas en juicio de desahucio por falta de
pago de la renta, las dictadas en procesos sobre arrendamientos urbanos seguidos
por los trámites del juicio de cognición, en este último supuesto cuando no fuesen
conformes con la dictada en primera instancia, y las recaídas en los juicios de
retracto, cuando en todos los casos alcancen la cuantía requerida para esta clase de
recursos en los declarativos ordinarios.
No obstante, si se tratase de arrendamiento de vivienda bastará con que la
cuantía exceda de 1.500.000 pesetas.
Se entenderá que son conformes la sentencia de apelación y de primera
instancia aunque difieran en lo relativo a la imposición de costas.»

Disposición adicional sexta. Censo de arrendamientos urbanos. 1. El Gobierno procederá,


a través del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, en el plazo de un
año a partir de la entrada en vigor de la presente ley, a elaborar un censo de los contratos de
arrendamiento de viviendas sujetos a la presente ley subsistentes a su entrada en vigor.
2. Este censo comprenderá datos identificativos del arrendador y del arrendatario, de la
renta del contrato, de la existencia o no de cláusulas de revisión, de su duración y de la
fecha del contrato.
3. A estos efectos, los arrendadores deberán remitir, al Ministerio de Obras Públicas,
Transportes y Medio Ambiente, en el plazo máximo de tres meses a partir de la entrada en
vigor de la ley, los datos del contrato a que se refiere el párrafo anterior.
4. Los arrendatarios tendrán derecho a solicitar la inclusión en el censo a que se refiere
esta disposición de sus respectivos contratos, dando cuenta por escrito al arrendador de los
datos remitidos.
5. El incumplimiento de la obligación prevista en el anterior apartado 3 privará al
arrendador que la hubiera incumplido del derecho a los beneficios fiscales a que se refiere la
disposición final cuarta de la presente ley.

Disposición adicional séptima. Modificación Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje.


Se añade al artículo 30 de la Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje, un número 3,
cuyo contenido será el siguiente:
«En los procedimientos arbitrales que traigan causa de contratos sometidos al
régimen jurídico de la Ley de Arrendamientos Urbanos, a falta de pacto expreso de
las partes, los árbitros deberán dictar el laudo en el término de tres meses, contado
como se dispone en el número 1 de este artículo.»

Disposición adicional octava. Derecho de retorno.


El derecho de retorno regulado en la disposición adicional cuarta. 3.ª del texto refundido
de la Ley sobre el Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, aprobado por el Real Decreto
legislativo 1/1992, de 26 de junio, se regirá por lo previsto en esta disposición y, en su
defecto, por las normas del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964.
Cuando en las actuaciones urbanísticas aisladas no expropiatorias exigidas por el
planeamiento urbanístico, fuera necesario proceder a la demolición total o a la rehabilitación
integral con conservación de fachada o de estructura de un edificio, en el que existan
viviendas urbanas arrendadas sea cualquiera la fecha del arrendamiento, el arrendatario
tendrá derecho a que el arrendador de la citada finca le proporcione una nueva vivienda de
una superficie no inferior al 50 por 100 de la anterior, siempre que tenga al menos 90 metros
cuadrados, o no inferior a la que tuviere, si no alcanzaba dicha superficie, de características
análogas a aquélla y que esté ubicada en el mismo solar o en el entorno del edificio
demolido o rehabilitado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Disposición adicional novena. Declaración de la situación de minusvalía.


A los efectos prevenidos en esta ley, la situación de minusvalía y su grado deberán ser
declarados, de acuerdo con la normativa vigente, por los centros y servicios de las
Administraciones Públicas competentes.

Disposición adicional décima. Prescripción.


Todos los derechos, obligaciones y acciones que resulten de los contratos de
arrendamiento contemplados en la presente ley, incluidos los subsistentes a la entrada en
vigor de la misma, prescribirán, cuando no exista plazo específico de prescripción previsto,
de acuerdo con lo dispuesto en el régimen general contenido en el Código Civil.

Disposición transitoria primera. Contratos celebrados a partir del 9 de mayo de 1985.


1. Los contratos de arrendamiento de vivienda celebrados a partir del 9 de mayo de 1985
que subsistan a la fecha de entrada en vigor de la presente ley, continuarán rigiéndose por lo
dispuesto en el artículo 9.º del Real Decreto-ley 2/1985, de 30 de abril, sobre medidas de
política económica, y por lo dispuesto para el contrato de inquilinato en el texto refundido de
la Ley de Arrendamientos Urbanos, aprobado por Decreto 4104/1964, de 24 de diciembre.
Será aplicable a estos contratos lo dispuesto en los apartados 2 y 3 de la disposición
transitoria segunda.
La tácita reconducción prevista en el artículo 1.566 del Código Civil lo será por un plazo
de tres años, sin perjuicio de la facultad de no renovación prevista en el artículo 9 de esta
ley. El arrendamiento renovado se regirá por lo dispuesto en la presente ley para los
arrendamientos de vivienda.
2. Los contratos de arrendamiento de local de negocio celebrados a partir del 9 de mayo
de 1985, que subsistan en la fecha de entrada en vigor de esta ley, continuarán rigiéndose
por lo dispuesto en el artículo 9.º del Real Decreto-ley 2/1985, de 30 de abril, y por lo
dispuesto en el texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964. En el caso de
tácita reconducción conforme a lo dispuesto en el artículo 1.566 del Código Civil, el
arrendamiento renovado se regirá por las normas de la presente ley relativas a los
arrendamientos para uso distinto al de vivienda.
Lo dispuesto en el párrafo anterior será de aplicación a los contratos de arrendamiento
asimilados al de inquilinato y al de local de negocio que se hubieran celebrado a partir del 9
de mayo de 1985 y que subsistan en la fecha de entrada en vigor de esta ley.

Disposición transitoria segunda. Contratos de arrendamiento de vivienda celebrados con


anterioridad al 9 de mayo de 1985.
A) Régimen normativo aplicable.
1. Los contratos de arrendamiento de vivienda celebrados antes del 9 de mayo de 1985
que subsistan en la fecha de entrada en vigor de la presente ley, continuarán rigiéndose por
las normas relativas al contrato de inquilinato del texto refundido de la Ley de
Arrendamientos Urbanos de 1964, salvo las modificaciones contenidas en los apartados
siguientes de esta disposición transitoria.
2. Será aplicable a estos contratos lo dispuesto en los artículos 12, 15 y 24 de la
presente ley.
3. Dejará de ser aplicable lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 24 del texto refundido
de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964.
No procederán los derechos de tanteo y retracto, regulados en el capítulo VI del texto
refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, en los casos de adjudicación de
vivienda por consecuencia de división de cosa común cuando los contratos de
arrendamiento hayan sido otorgados con posterioridad a la constitución de la comunidad
sobre la cosa, ni tampoco en los casos de división y adjudicación de cosa común adquirida
por herencia o legado.
B) Extinción y subrogación.
4. A partir de la entrada en vigor de esta ley, la subrogación a que se refiere el artículo
58 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, sólo podrá tener lugar
a favor del cónyuge del arrendatario no separado legalmente o de hecho, o en su defecto, de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

los hijos que conviviesen con él durante los dos años anteriores a su fallecimiento; en
defecto de los anteriores, se podrán subrogar los ascendientes del arrendatario que
estuviesen a su cargo y conviviesen con él con tres años, como mínimo, de antelación a la
fecha de su fallecimiento.
El contrato se extinguirá al fallecimiento del subrogado, salvo que lo fuera un hijo del
arrendatario no afectado por una minusvalía igual o superior al 65 por 100, en cuyo caso se
extinguirá a los dos años o en la fecha en que el subrogado cumpla veinticinco años, si ésta
fuese posterior.
No obstante, si el subrogado fuese el cónyuge y al tiempo de su fallecimiento hubiese
hijos del arrendatario que conviviesen con aquél, podrá haber una ulterior subrogación. En
este caso, el contrato quedará extinguido a los dos años o cuando el hijo alcance la edad de
veinticinco años si esta fecha es posterior, o por su fallecimiento si está afectado por la
minusvalía mencionada en el párrafo anterior.
5. Al fallecimiento de la persona que, a tenor de lo dispuesto en los artículos 24.1 y 58
del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, se hubiese subrogado en
la posición del inquilino antes de la entrada en vigor de la presente ley, sólo se podrá
subrogar su cónyuge no separado legalmente o de hecho y, en su defecto, los hijos del
arrendatario que habitasen en la vivienda arrendada y hubiesen convivido con él durante los
dos años anteriores a su fallecimiento.
El contrato se extinguirá al fallecimiento del subrogado, salvo que lo fuera un hijo del
arrendatario no afectado por una minusvalía igual o superior al 65 por 100, en cuyo caso se
extinguirá a los dos años o cuando el hijo alcance la edad de veinticinco años si esta fecha
es posterior.
No se autorizan ulteriores subrogaciones.
6. Al fallecimiento de la persona que de acuerdo con el artículo 59 del texto refundido de
la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 ocupase la vivienda por segunda subrogación no
se autorizan ulteriores subrogaciones.
7. Los derechos reconocidos en los apartados 4 y 5 de esta disposición al cónyuge del
arrendatario, serán también de aplicación respecto de la persona que hubiera venido
conviviendo con el arrendatario de forma permanente en análoga relación de afectividad a la
de cónyuge, con independencia de su orientación sexual, durante, al menos, los dos años
anteriores al tiempo del fallecimiento, salvo que hubieran tenido descendencia en común, en
cuyo caso bastará la mera convivencia.
8. Durante los diez años siguientes a la entrada en vigor de la ley, si la subrogación
prevista en los apartados 4 y 5 anteriores se hubiera producido a favor de hijos mayores de
sesenta y cinco años o que fueren perceptores de prestaciones públicas por jubilación o
invalidez permanente en grado de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez el
contrato se extinguirá por el fallecimiento del hijo subrogado.
9. Corresponde a las personas que ejerciten la subrogación contemplada en los
apartados 4, 5 y 7 de esta disposición probar la condición de convivencia con el arrendatario
fallecido que para cada supuesto proceda.
La condición de convivencia con el arrendatario fallecido deberá ser habitual y darse
necesariamente en la vivienda arrendada.
Serán de aplicación a la subrogación por causa de muerte regulada en los apartados 4 a
7 anteriores, las disposiciones sobre procedimiento y orden de prelación establecidas en el
artículo 16 de la presente ley.
En ningún caso los beneficiarios de una subrogación podrán renunciarla a favor de otro
de distinto grado de prelación.
C) Otros derechos del arrendador.
10. Para las anualidades del contrato que se inicien a partir de la entrada en vigor de
esta ley, el arrendador tendrá los siguientes derechos:
10.1 En el Impuesto sobre el Patrimonio, el valor del inmueble arrendado se determinará
por capitalización al 4 por 100 de la renta devengada, siempre que el resultado sea inferior al
que resultaría de la aplicación de las reglas de valoración de bienes inmuebles previstas en
la Ley del Impuesto sobre el Patrimonio.

– 730 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

10.2 Podrá exigir del arrendatario el total importe de la cuota del Impuesto sobre Bienes
Inmuebles que corresponda al inmueble arrendado. Cuando la cuota no estuviese
individualizada se dividirá en proporción a la superficie de cada vivienda.
10.3 Podrá repercutir en el arrendatario el importe de las obras de reparación necesarias
para mantener la vivienda en estado de servir para el uso convenido, en los términos
resultantes del artículo 108 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de
1964 o de acuerdo con las reglas siguientes:
1.ª Que la reparación haya sido solicitada por el arrendatario o acordada por resolución
judicial o administrativa firme.
En caso de ser varios los arrendatarios afectados, la solicitud deberá haberse efectuado
por la mayoría de los arrendatarios afectados o, en su caso, por arrendatarios que
representen la mayoría de las cuotas de participación correspondientes a los pisos
afectados.
2.ª Del capital invertido en los gastos realizados, se deducirán los auxilios o ayudas
públicas percibidos por el propietario.
3.ª Al capital invertido se le sumará el importe del interés legal del dinero correspondiente
a dicho capital calculado para un período de cinco años.
4.ª El arrendatario abonará anualmente un importe equivalente al 10 por 100 de la
cantidad referida en la regla anterior, hasta su completo pago.
En el caso de ser varios los arrendatarios afectados, la cantidad referida en la regla
anterior se repartirá entre éstos de acuerdo con los criterios establecidos en el apartado 2
del artículo 19 de la presente ley.
5.ª La cantidad anual pagada por el arrendatario no podrá superar la menor de las dos
cantidades siguientes: cinco veces su renta vigente más las cantidades asimiladas a la
misma o el importe del salario mínimo interprofesional, ambas consideradas en su cómputo
anual.
10.4 Si el arrendador hubiera optado por realizar la repercusión con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 108 antes citado, la repercusión se hará de forma proporcional a la
superficie de la finca afectada.
10.5 Podrá repercutir en el arrendatario el importe del coste de los servicios y suministros
que se produzcan a partir de la entrada en vigor de la ley.
Se exceptúa el supuesto en que por pacto expreso entre las partes todos estos gastos
sean por cuenta del arrendador.
D) Actualización de la renta.
11. La renta del contrato podrá ser actualizada a instancia del arrendador previo
requerimiento fehaciente al arrendatario.
Este requerimiento podrá ser realizado en la fecha en que, a partir de la entrada en vigor
de la ley, se cumpla una anualidad de vigencia del contrato.
Efectuado dicho requerimiento, en cada uno de los años en que aplique esta
actualización, el arrendador deberá notificar al arrendatario el importe de la actualización,
acompañando certificación del Instituto Nacional de Estadística expresiva de los índices
determinantes de la cantidad notificada.
La actualización se desarrollará de acuerdo con las siguientes reglas:
1.ª La renta pactada inicialmente en el contrato que dio origen al arrendamiento deberá
mantener, durante cada una de las anualidades en que se desarrolle la actualización, con la
renta actualizada, la misma proporción que el Indice General Nacional del Sistema de
Indices de Precios de Consumo o que el Indice General Nacional o Indice General Urbano
del Sistema de Indices de Costes de la Vida del mes anterior a la fecha del contrato con
respecto al Indice correspondiente al mes anterior a la fecha de actualización.
En los arrendamientos de viviendas comprendidos en el artículo 6.º, 2, del texto
refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 celebrados con anterioridad al 12
de mayo de 1956, se tomará como renta inicial la revalorizada a que se refiere el artículo
96.10 del citado texto refundido, háyase o no exigido en su día por el arrendador; y, como
índice correspondiente a la fecha del contrato, el del mes de junio de 1964.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

En los arrendamientos de viviendas no comprendidas en el artículo 6.º, 2, del citado texto


refundido celebrados antes del 12 de mayo de 1956, se tomará como renta inicial, la que se
viniera percibiendo en el mes de julio de 1954, y como índice correspondiente a la fecha del
contrato el mes de marzo de 1954.
2.ª De la renta actualizada que corresponda a cada período anual calculada con arreglo
a lo dispuesto en la regla anterior o en la regla 5.ª, sólo será exigible al arrendatario el
porcentaje que resulta de lo dispuesto en las reglas siguientes siempre que este importe sea
mayor que la renta que viniera pagando el arrendatario en ese momento incrementada en
las cantidades asimiladas a la renta.
En el supuesto de que al aplicar la tabla de porcentajes que corresponda resultase que
la renta que estuviera pagando en ese momento fuera superior a la cantidad que
corresponda en aplicación de tales tablas, se pasaría a aplicar el porcentaje inmediatamente
superior, o en su caso el siguiente o siguientes que correspondan, hasta que la cantidad
exigible de la renta actualizada sea superior a la que se estuviera pagando.
3.ª La renta actualizada absorberá las cantidades asimiladas a la renta desde la primera
anualidad de la revisión.
Se consideran cantidades asimiladas a la renta a estos exclusivos efectos, la
repercusión al arrendatario del aumento de coste de los servicios y suministros a que se
refiere el artículo 102 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos y la
repercusión del coste de las obras a que se refiere el artículo 107 del citado texto legal.
4.ª A partir del año en que se alcance el cien por cien de actualización, la renta que
corresponda pagar podrá ser actualizada por el arrendador o por el arrendatario conforme a
la variación porcentual experimentada en los doce meses anteriores por el Indice General
del Sistema de Indices de Precios de Consumo, salvo cuando el contrato contuviera expreso
otro sistema de actualización, en cuyo caso será éste de aplicación.
5.ª Cuando la renta actualizada calculada de acuerdo con lo dispuesto en la regla 1.ª sea
superior a la que resulte de aplicar lo dispuesto en el párrafo siguiente, se tomará como
renta revisada esta última.
La renta a estos efectos se determinará aplicando sobre el valor catastral de la finca
arrendada vigente en 1994, los siguientes porcentajes:
- El 12 por 100, cuando el valor catastral derivara de una revisión que hubiera surtido
efectos con posterioridad a 1989.
- El 24 por 100 para el resto de los supuestos.
Para fincas situadas en el País Vasco se aplicará sobre el valor catastral el porcentaje
del 24 por 100; para fincas situadas en Navarra se aplicará sobre el valor catastral el
porcentaje del 12 por 100.
6.ª El inquilino podrá oponerse a la actualización de renta comunicándoselo
fehacientemente al arrendador en el plazo de los treinta días naturales siguientes a la
recepción del requerimiento de éste, en cuyo caso la renta que viniera abonando el inquilino
hasta ese momento, incrementada con las cantidades asimiladas a ella, sólo podrá
actualizarse anualmente con la variación experimentada por el Indice General Nacional del
Sistema de Indices de Precios de Consumo en los doce meses inmediatamente anteriores a
la fecha de cada actualización.
Los contratos de arrendamiento respecto de los que el inquilino ejercite la opción a que
se refiere esta regla quedarán extinguidos en un plazo de ocho años, aun cuando se
produzca una subrogación, contándose dicho plazo a partir de la fecha del requerimiento
fehaciente del arrendador.
7.ª No procederá la actualización de renta prevista en este apartado cuando la suma de
los ingresos totales que perciba el arrendatario y las personas que con él convivan
habitualmente en la vivienda arrendada, no excedan de los límites siguientes:

Límite
Número de personas
en número de veces
que convivan
el salario mínimo
en la vivienda arrendada
interprofesional
1ó2 2,5

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

Límite
Número de personas
en número de veces
que convivan
el salario mínimo
en la vivienda arrendada
interprofesional
3ó4 3
Más de 4 3,5

Los ingresos a considerar serán la totalidad de los obtenidos durante el ejercicio


impositivo anterior a aquel en que se promueva por el arrendador la actualización de la
renta.
En defecto de acreditación por el arrendatario de los ingresos percibidos por el conjunto
de las personas que convivan en la vivienda arrendada, se presumirá que procede la
actualización pretendida.
8.ª En los supuestos en que no proceda la actualización, la renta que viniese abonando
el inquilino, incrementada en las cantidades asimiladas a ella, podrá actualizarse anualmente
a tenor de la variación experimentada por el Indice General de Precios al Consumo en los
doce meses inmediatamente anteriores a la fecha de cada actualización.
9.ª La actualización de renta cuando proceda, se realizará en los plazos siguientes:
a) En diez años, cuando la suma de los ingresos totales percibidos por el arrendatario y
las personas que con él convivan habitualmente en la vivienda arrendada no exceda de 5,5
veces el salario mínimo interprofesional.
En este caso, los porcentajes exigibles de la renta actualizada serán los siguientes:

Período anual Porcentaje


de actualización exigible
a partir de la entrada de la renta
en vigor de la ley actualizada
1.º 10
2.º 20
3.º 30
4.º 40
5.º 50
6.º 60
7.º 70
8.º 80
9.º 90
10.º 100

b) En cinco años, cuando la indicada suma sea igual o superior a 5,5 veces el salario
mínimo interprofesional.
En este caso, los porcentajes exigibles de la renta actualizada serán el doble de los
indicados en la letra a) anterior.
10.ª Lo dispuesto en el presente apartado sustituirá a lo dispuesto para los
arrendamientos de vivienda en los números 1 y 4 del artículo 100 del texto refundido de la
Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964.

Disposición transitoria tercera. Contratos de arrendamiento de local de negocio,


celebrados antes del 9 de mayo de 1985.
A) Régimen normativo aplicable.
1. Los contratos de arrendamiento de local de negocio celebrados antes del 9 de mayo
de 1985 que subsistan en la fecha de entrada en vigor de la presente ley, continuarán
rigiéndose por las normas del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964
relativas al contrato de arrendamiento de local de negocio, salvo las modificaciones
contenidas en los apartados siguientes de esta disposición transitoria.

– 733 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

B) Extinción y subrogación.
2. Los contratos que en la fecha de entrada en vigor de la presente ley se encuentren en
situación de prórroga legal, quedarán extinguidos de acuerdo con lo dispuesto en los
apartados 3 a 4 siguientes.
3. Los arrendamientos cuyo arrendatario fuera una persona fisica se extinguirán por su
jubilación o fallecimiento, salvo que se subrogue su cónyuge y continúe la misma actividad
desarrollada en el local.
En defecto de cónyuge supérstite que continúe la actividad o en caso de haberse
subrogado éste, a su jubilación o fallecimiento, si en ese momento no hubieran transcurrido
veinte años a contar desde la aprobación de la ley, podrá subrogarse en el contrato un
descendiente del arrendatario que continúe la actividad desarrollada en el local. En este
caso, el contrato durará por el número de años suficiente hasta completar veinte años a
contar desde la entrada en vigor de la ley.
La primera subrogación prevista en los párrafos anteriores no podrá tener lugar cuando
ya se hubieran producido en el arrendamiento dos transmisiones de acuerdo con lo previsto
en el artículo 60 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos. La segunda
subrogación prevista no podrá tener lugar cuando ya se hubiera producido en el
arrendamiento una transmisión de acuerdo con lo previsto en el citado artículo 60.
El arrendatario actual y su cónyuge, si se hubiera subrogado, podrán traspasar el local
de negocio en los términos previstos en el artículo 32 del texto refundido de la Ley de
Arrendamientos Urbanos.
Este traspaso permitirá la continuación del arrendamiento por un mínimo de diez años a
contar desde su realización o por el número de años que quedaren desde el momento en
que se realice el traspaso hasta computar veinte años a contar desde la aprobación de la
ley.
Cuando en los diez años anteriores a la entrada en vigor de la ley se hubiera producido
el traspaso del local de negocio, los plazos contemplados en este apartado se incrementarán
en cinco años.
Se tomará como fecha del traspaso, a los efectos de este apartado, la de la escritura a
que se refiere el artículo 32 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de
1964.
4. Los arrendamientos de local de negocio cuyo arrendatario sea una persona jurídica se
extinguirán de acuerdo con las reglas siguientes:
1.ª Los arrendamientos de locales en los que se desarrollen actividades comerciales, en
veinte años.
Se consideran actividades comerciales a estos efectos las comprendidas en la División 6
de la tarifa del Impuesto sobre Actividades Económicas.
Se exceptúan los locales cuya superficie sea superior a 2.500 metros cuadrados, en
cuyo caso, la extinción se producirá en cinco años.
2.ª Los arrendamientos de locales en los que se desarrollen actividades distintas de
aquéllas a las que se refiere la regla 1.ª a las que correspondan cuotas según las tarifas del
Impuesto sobre Actividades Económicas:
- De menos de 85.000 pesetas, en veinte años.
- Entre 85.001 y 130.000 pesetas, en quince años.
- Entre 130.001 y 190.000 pesetas, en diez años.
- De más de 190.000 pesetas, en cinco años.
Las cuotas que deben ser tomadas en consideración a los efectos dispuestos en el
presente apartado son las cuotas mínimas municipales o cuotas mínimas según tarifa, que
incluyen, cuando proceda, el complemento de superficie, correspondientes al ejercicio 1994.
En aquellas actividades a las que corresponda una bonificación en la cuota del Impuesto
sobre Actividades Económicas, dicha bonificación se aplicará a la cuota mínima municipal o
cuota mínima según tarifa a los efectos de determinar la cantidad que corresponda.
Los plazos citados en las reglas anteriores se contarán a partir de la entrada en vigor de
la presente ley. Cuando en los diez años anteriores a dicha entrada en vigor se hubiera
producido el traspaso del local de negocio, los plazos de extinción de los contratos se

– 734 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

incrementarán en cinco años. Se tomará como fecha de traspaso la de la escritura a que se


refiere el artículo 32 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Cuando en un local se desarrollen actividades a las que correspondan distintas cuotas,
sólo se tomará en consideración a los efectos de este apartado la mayor de ellas.
Incumbe al arrendatario la prueba de la cuota que corresponda a la actividad
desarrollada en el local arrendado. En defecto de prueba, el arrendamiento tendrá la mínima
de las duraciones previstas en el párrafo primero.
5. Los contratos en los que, en la fecha de entrada en vigor de la presente ley, no haya
transcurrido aún el plazo determinado pactado en el contrato durarán el tiempo que reste
para que dicho plazo se cumpla. Cuando este período de tiempo sea inferior al que resultaría
de la aplicación de las reglas del apartado 4, el arrendatario podrá hacer durar el arriendo el
plazo que resulte de la aplicación de dichas reglas.
En los casos previstos en este apartado y en el apartado 4, la tácita reconducción se
regirá por lo dispuesto en el artículo 1.566 del Código Civil, y serán aplicables al
arrendamiento renovado las normas de la presente ley relativas a los arrendamientos de
fincas urbanas para uso distinto del de vivienda.
C) Actualización de la renta.
6. A partir de la entrada en vigor de la presente ley, en la fecha en que se cumpla cada
año de vigencia del contrato, la renta de los arrendamientos de locales de negocio podrá ser
actualizada, a instancia del arrendador, previo requerimiento fehaciente al arrendatario de
acuerdo con las siguientes reglas:
1.ª La renta pactada inicialmente en el contrato que dio origen al arrendamiento deberá
mantener con la renta actualizada la misma proporción que el Indice General Nacional del
Sistema de Indices de Precios de Consumo o que el Indice General Nacional o Indice
General Urbano del Sistema de Indices de Costes de la Vida del mes anterior a la fecha del
contrato con respecto al índice correspondiente al mes anterior a la fecha de cada
actualización.
En los contratos celebrados con anterioridad al 12 de mayo de 1956, se tomará como
renta inicial la revalorizada a que se refiere el artículo 96.10 del citado texto refundido,
háyase o no exigido en su día por el arrendador, y como índice correspondiente a la fecha
del contrato el del mes de junio de 1964.
2.ª De la renta actualizada que corresponda a cada período anual calculado con arreglo
a lo dispuesto en la regla anterior, sólo será exigible al arrendatario el porcentaje que resulte
de las tablas de porcentajes previstas en las reglas siguientes en función del período de
actualización que corresponda, siempre que este importe sea mayor que la renta que viniera
pagando el arrendatario en ese momento incrementada en las cantidades asimiladas a la
renta.
En el supuesto de que al aplicar la tabla de porcentajes que corresponda resultase que
la renta que estuviera cobrando en ese momento fuera superior a la cantidad que
corresponda en aplicación de tales tablas, se pasaría a aplicar el porcentaje inmediatamente
superior, o en su caso el siguiente o siguientes que correspondan, hasta que la cantidad
exigible de la renta actualizada sea superior a la que se estuviera cobrando sin la
actualización.
3.ª En los arrendamientos a los que corresponda, de acuerdo con lo dispuesto en el
apartado 4, un período de extinción de cinco o diez años, la revisión de renta se hará de
acuerdo con la tabla siguiente:

Actualización a partir
Porcentaje exigible
de la entrada en vigor
de la renta actualizada
de la ley
1.º 10
2.º 20
3.º 35
4.º 60
5.º 100

– 735 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

4.ª En los arrendamientos comprendidos en el apartado 3, y en aquéllos a los que


corresponda, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 4, un período de extinción de
quince o veinte años, la revisión de renta se hará con arreglo a los porcentajes y plazos
previstos en la regla 9.ª, a), del apartado 11 de la disposición transitoria segunda.
5.ª La renta actualizada absorberá las cantidades asimiladas a la renta desde la primera
anualidad de la revisión.
Se consideran cantidades asimiladas a la renta a estos exclusivos efectos la repercusión
al arrendatario del aumento de coste de los servicios y suministros a que se refiere el artículo
102 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos y la repercusión del coste de
las obras a que se refiere el artículo 107 del citado texto legal.
6.ª A partir del año en que se alcance el 100 por 100 de actualización, la renta que
corresponda pagar podrá ser actualizada por el arrendador o por el arrendatario conforme a
la variación porcentual experimentada en los doce meses anteriores por el Indice General
del Sistema de Indices de Precios de Consumo, salvo cuando el contrato contuviera expreso
otro sistema de actualización, en cuyo caso será éste de aplicación.
7.ª Lo dispuesto en el presente apartado sustituirá a lo dispuesto para los
arrendamientos de locales de negocio en el número 1 del artículo 100 del texto refundido de
la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964.
8.ª Para determinar a estos efectos la fecha de celebración del contrato, se atenderá a
aquella en que se suscribió, con independencia de que el arrendatario actual sea el
originario o la persona subrogada en su posición.
7. El arrendatario podrá revisar la renta de acuerdo con lo dispuesto en las reglas 1.ª, 5.ª
y 6.ªdel apartado anterior en la primera renta que corresponda pagar, a partir del
requerimiento de revisión efectuado por el arrendador o a iniciativa propia.
En este supuesto, el plazo mínimo de duración previsto en el apartado 3 y los plazos
previstos en el apartado 4, se incrementarán en cinco años.
Lo dispuesto en el párrafo anterior será también de aplicación en el supuesto en que la
renta que se estuviera pagando en el momento de entrada en vigor de la ley fuera mayor
que la resultante de la actualización prevista en el apartado 7.
8. La revisión de renta prevista para los contratos a que se refiere el apartado 3 y para
aquellos de los contemplados en el apartado 4 que tengan señalado un período de extinción
de quince o veinte años, no procederá cuando el arrendatario opte por la no aplicación de la
misma.
Para ello, el arrendatario deberá comunicar por escrito al arrendador su voluntad en un
plazo de treinta días naturales siguientes a la recepción del requerimiento de éste para la
revisión de la renta.
Los contratos de arrendamiento respecto de los que el arrendatario ejercite la opción de
no revisión de la renta, se extinguirán cuando venza la quinta anualidad contada a partir de
la entrada en vigor de la presente ley.
D) Otros derechos del arrendador.
9. Para las anualidades del contrato que se inicien a partir de la entrada en vigor de esta
ley, y hasta que se produzca la extinción del mismo, será también de aplicación a estos
contratos lo previsto en el apartado 10 de la disposición transitoria segunda.
E) Otros derechos del arrendatario.
10. El arrendatario tendrá derecho a una indemnización de una cuantía igual a dieciocho
mensualidades de la renta vigente al tiempo de la extinción del arrendamiento cuando antes
del transcurso de un año desde la extinción del mismo, cualquier persona comience a ejercer
en el local la misma actividad o una actividad afín a la que aquél ejercitaba. Se considerarán
afines las actividades típicamente aptas para beneficiarse, aunque sólo sea en parte, de la
clientela captada por la actividad que ejerció el arrendatario.
11. Extinguido el contrato de arrendamiento conforme a lo dispuesto en los apartados
precedentes, el arrendatario tendrá derecho preferente para continuar en el local arrendado
si el arrendador pretendiese celebrar un nuevo contrato con distinto arrendatario antes de
haber transcurrido un año a contar desde la extinción legal del arrendamiento.
A tal efecto, el arrendador deberá notificar fehacientemente al arrendatario su propósito
de celebrar un nuevo contrato de arrendamiento, la renta ofrecida, las condiciones
esenciales del contrato y el nombre, domicilio y circunstancias del nuevo arrendatario.

– 736 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

El derecho preferente a continuar en el local arrendado conforme a las condiciones


ofrecidas deberá ejercitarse por el arrendatario en el plazo de treinta días naturales a contar
desde el siguiente al de la notificación, procediendo en este plazo a la firma del contrato.
El arrendador, transcurrido el plazo de treinta días naturales desde la notificación sin que
el arrendatario hubiera procedido a firmar el contrato de arrendamiento propuesto, deberá
formalizar el nuevo contrato de arrendamiento en el plazo de ciento veinte días naturales a
contar desde la notificación al arrendatario cuyo contrato se extinguió.
Si el arrendador no hubiese hecho la notificación prevenida u omitiera en ella cualquiera
de los requisitos exigidos o resultaran diferentes la renta pactada, la persona del nuevo
arrendatario o las restantes condiciones esenciales del contrato, tendrá derecho el
arrendatario cuyo contrato se extinguió a subrogarse, por ministerio de la ley, en el nuevo
contrato de arrendamiento en el plazo de sesenta días naturales desde que el arrendador le
remitiese fehacientemente copia legalizada del nuevo contrato celebrado seguido a tal
efecto, estando legitimado para ejercitar la acción de desahucio por el procedimiento
establecido para el ejercicio de la acción de retracto.
El arrendador está obligado a remitir al arrendatario cuyo contrato se hubiera extinguido,
copia del nuevo contrato celebrado dentro del año siguiente a la extinción, en el plazo de
quince días desde su celebración.
El ejercicio de este derecho preferente será incompatible con la percepción de la
indemnización prevista en el apartado anterior, pudiendo el arrendatario optar entre uno y
otro.
12. La presente disposición transitoria se aplicará a los contratos de arrendamiento de
local de negocio para oficina de farmacia celebrados antes del 9 de mayo de 1985 y que
subsistan el 31 de diciembre de 1999.

Disposición transitoria cuarta. Contratos de arrendamiento asimilados celebrados con


anterioridad al 9 de mayo de 1985.
1. Los contratos de arrendamientos asimilados a los de inquilinato a que se refiere el
artículo 4.2 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 y los
asimilados a los de local de negocio a que se refiere el artículo 5.2 del mismo texto legal,
celebrados antes del 9 de mayo de 1985 y que subsistan a la entrada en vigor de la presente
ley, continuarán rigiéndose por las normas del citado texto refundido que les sean de
aplicación, salvo las modificaciones contenidas en los apartados siguientes de esta
disposición transitoria.
2. Los arrendamientos asimilados al inquilinato se regirán por lo estipulado en la
disposición transitoria tercera. A estos efectos, los contratos celebrados por la Iglesia
Católica y por Corporaciones que no persigan ánimo de lucro, se entenderán equiparados a
aquellos de los mencionados en la regla 2.ª del apartado 4 a los que corresponda un plazo
de extinción de quince años. Los demás se entenderán equiparados a aquellos de los
mencionados en la citada regla 2.ª a los que corresponda un plazo de extinción de diez
años.
3. Los arrendamientos asimilados a los de local de negocio se regirán por lo estipulado
en la disposición transitoria tercera para los arrendamientos de local a que se refiere la regla
2.ª del apartado 4 a los que corresponda una cuota superior a 190.000 pesetas.
4. Los arrendamientos de fincas urbanas en los que se desarrollen actividades
profesionales se regirán por lo dispuesto en el apartado anterior.

Disposición transitoria quinta. Arrendamientos de viviendas de protección oficial.


Los arrendamientos de viviendas de protección oficial que subsistan a la entrada en vigor
de la presente ley continuarán rigiéndose por la normativa que les viniera siendo de
aplicación.

Disposición transitoria sexta. Procesos judiciales.


1. El Título V de la presente ley será aplicable a los litigios relativos a los contratos de
arrendamiento de finca urbana que subsistan a la fecha de entrada en vigor de esta ley.

– 737 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos

2. Se exceptúa lo establecido respecto al valor de la demanda y a la conformidad de las


sentencias, que será inmediatamente aplicable a los recursos de casación en los litigios
sobre contratos de arrendamientos de local de negocio en los que la sentencia de la
Audiencia Provincial se haya dictado después de la entrada en vigor de la presente ley.

Disposición derogatoria única. Disposiciones que se derogan.


Quedan derogados, sin perjuicio de lo previsto en las disposiciones transitorias de la
presente ley, el Decreto 4104/1964, de 24 de diciembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964; los artículos 8 y 9 del Real
Decreto-ley 2/1985, de 30 de abril, sobre Medidas de Política Económica, y cuantas
disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo establecido en esta ley.
También queda derogado el Decreto de 11 de marzo de 1949. Esta derogación producirá
sus efectos en el ámbito territorial de cada Comunidad Autónoma cuando se dicten las
disposiciones a que se refiere la disposición adicional tercera de la presente ley.

Disposición final primera. Naturaleza de la ley.


La presente ley se dicta al amparo del artículo 149.1.8.ª de la Constitución.

Disposición final segunda. Entrada en vigor.


La presente ley entrará en vigor el día 1 de enero de 1995.
El apartado 3 de la disposición transitoria segunda entrará en vigor el día siguiente al de
la publicación de la presente ley en el «Boletín Oficial del Estado».
Los traspasos de local de negocio producidos a partir de la fecha señalada en el párrafo
anterior se considerarán producidos a partir de la entrada en vigor de la ley.

Disposición final tercera. Publicación por el Gobierno de los Indices de Precios al


Consumo a que se refiere esta ley.
El Gobierno, en el plazo de un mes desde la entrada en vigor de la presente ley,
publicará en el «Boletín Oficial del Estado» una relación de los Indices de Precios al
Consumo desde el año 1954 hasta la entrada en vigor de la misma.
Una vez publicada la relación a que se refiere el párrafo anterior, el Instituto Nacional de
Estadística, al anunciar mensualmente las modificaciones sucesivas del Indice de Precios al
Consumo, hará constar también la variación de la proporción con el índice base de 1954.

Disposición final cuarta. Compensaciones por vía fiscal.


El Gobierno procederá, transcurrido un año a contar desde la entrada en vigor de la ley,
a presentar a las Cortes Generales un proyecto de ley mediante el que se arbitre un sistema
de beneficios fiscales para compensar a los arrendadores, en contratos celebrados con
anterioridad al 9 de mayo de 1985 que subsistan a la entrada en vigor de la ley, mientras el
contrato siga en vigor, cuando tales arrendadores no disfruten del derecho a la revisión de la
renta del contrato por aplicación de la regla 7.ª del apartado 11 de la disposición transitoria
segunda de esta ley.

– 738 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§9

Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 11, de 12 de enero de 1996
Última modificación: 23 de febrero de 2013
Referencia: BOE-A-1996-750

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
Ley.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

1. Justificación de la reforma
Los derechos otorgados a los ciudadanos por los artículos 24 y 25 de la Constitución son
corolario evidente de la concepción social o asistencial del Estado Democrático de Derecho,
tal y como ha sido configurado por nuestra Norma Fundamental. En lógica coherencia con
los contenidos de estos preceptos constitucionales, y al objeto de asegurar a todas las
personas el acceso a la tutela judicial efectiva, el artículo 119 del propio texto constitucional
previene que la Justicia será gratuita cuando así lo disponga la ley y, en todo caso, respecto
de quienes acrediten insuficiencia de recursos para litigar. Con todo ello, nuestra Norma
Fundamental diseña un marco constitucional regulador del derecho a la tutela judicial que
incluye, por parte del Estado, una actividad prestacional encaminada a la provisión de los
medios necesarios para hacer que este derecho sea real y efectivo incluso cuando quien
desea ejercerlo carezca de recursos económicos.
Suprimidas por la Ley 25/1986 las tasas judiciales, el núcleo de los costes económicos
derivados del acceso a la tutela judicial viene determinado por la intervención en el mismo,
por imperativo legal, en la mayor parte de las ocasiones, de profesionales especializados en
la defensa y representación de los derechos e intereses legítimos. En efecto, una vez que el
Estado ha renunciado a la percepción de cualquier cantidad por el acceso al aparato judicial,
son los honorarios de abogados, de procuradores y, en su caso, de cualesquiera otros
profesionales, así como el coste de la obtención de las pruebas documentales o periciales
necesarias, los que implican un coste económico inasumible para los ciudadanos que no
disponen de los recursos económicos necesarios para hacerles frente.
La previsión constitucional del artículo 119 ha sido ya objeto de desarrollo por la Ley
Orgánica 6/1985, del Poder Judicial, que en sus artículos 20.2 y 440.2 recoge el mandato

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

constitucional y remite, para la regulación del sistema de justicia gratuita, a la ley ordinaria.
En virtud de esta reserva de ley, corresponde al legislador ordinario dar cumplimiento a la
encomienda constitucional de que se articule un sistema de justicia gratuita para aquellos
que carezcan de recursos.

2. Vocación unificadora
A esa finalidad responde la presente Ley, cuyo objeto es regular un sistema de justicia
gratuita que permita a los ciudadanos que acrediten insuficiencia de recursos para litigar,
proveerse de los profesionales necesarios para acceder a la tutela judicial efectiva y ver
adecuadamente defendidos sus derechos e intereses legítimos. Se trata, pues, de una ley
cuyos beneficiarios y destinatarios directos son todos los ciudadanos que pretendan acceder
a la tutela judicial efectiva y vean obstaculizado dicho acceso en razón de su situación
económica. La finalidad es, por tanto, garantizar el acceso a la Justicia en condiciones de
igualdad a todos los ciudadanos.
Frente a la dispersa legislación procesal que hasta ahora ha regulado la justicia gratuita,
esta norma viene a unificar en sí misma el nuevo sistema legal de justicia gratuita; así pues,
tal y como fue entendido por la Cámara Baja al aprobar por unanimidad en su sesión
celebrada el 10 de mayo de 1994 la moción consecuencia de interpelación presentada por el
Grupo Parlamentario Federal Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, ratificada por la
Resolución de 9 de febrero de 1995, la presente Ley regula un sistema único, concentrado
en una sola norma, con las lógicas consecuencias de claridad y certeza que redundan, en
definitiva, en un incremento de la seguridad jurídica.

3. Ampliación del contenido material del derecho


Al objeto de remover los obstáculos que impiden que los ciudadanos más desprotegidos
accedan a la tutela judicial efectiva en condiciones de igualdad, la presente Ley opera una
notable transformación en el contenido material del derecho a la asistencia jurídica gratuita,
configurándolo de forma más amplia.
En efecto, frente a los beneficios hasta ahora recogidos por la Ley de Enjuiciamiento
Civil, el nuevo sistema configura un derecho más completo y por tanto más garantizador de
la igualdad de las partes en el proceso, eliminando onerosidades excesivas que no son sino
negaciones prácticas de aquélla; así pues, a los beneficios ya consagrados por nuestro
ordenamiento jurídico como propios del derecho a la asistencia jurídica gratuita, la Ley
añade nuevas prestaciones tales como el asesoramiento y la orientación previos a la
iniciación del proceso -lo cual ha de evitar en numerosas ocasiones litigios artificiales tan
costosos en todos los sentidos para la Justicia-, la asistencia pericial en el mismo y la
reducción sustancial del coste para la obtención de escrituras y documentos notariales y de
aquellos documentos emanados de los Registros Públicos, que puedan ser precisos para las
partes en el proceso.

4. El reconocimiento del derecho


De igual modo, la Ley supone un paso más en la protección de esos ciudadanos más
desfavorecidos que necesitan acceder a la tutela judicial para ver realizadas sus legítimas
pretensiones o defendidos sus derechos.
Bajo la amplia libertad de configuración legal que se deriva del artículo 119 de la
Constitución Española -libertad que nuestro Tribunal Constitucional ya reconoció
expresamente-, la presente Ley llega más lejos que el sistema anterior al adoptar los
criterios para reconocer el derecho de asistencia jurídica gratuita, estableciendo un doble
mecanismo: por un lado, un criterio objetivo para el reconocimiento del derecho, basado en
la situación económica de los solicitantes, y complementado por un mecanismo flexible de
apreciación subjetiva acorde con nuestra jurisprudencia constitucional, que posibilita efectuar
el reconocimiento excepcional del derecho a personas cuya situación económica excede del
módulo legal pero que, sin embargo, afrontan unas circunstancias de una u otra índole que
deben ser ponderadas y que hacen conveniente ese reconocimiento. En estos segundos
supuestos excepcionales, y he aquí precisamente la diferencia con el régimen que la Ley de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Enjuiciamiento Civil tenía establecido hasta hoy, la extensión del derecho puede llegar a ser
total, incluyendo todas las prestaciones que lo integran.
Sin perjuicio de todo lo anterior, quedará siempre garantizado el derecho de los
interesados a la libre designación de abogado y procurador.

5. Actuación administrativa
A pesar de que la evaluación del cumplimiento de los requisitos para gozar del derecho a
la asistencia jurídica gratuita no es en sentido estricto una función jurisdiccional, así se ha
mantenido tradicionalmente en nuestra legislación procesal.
Lejos de esa concepción, constituye esencial propósito de la Ley la «desjudicialización»
del procedimiento para reconocer el derecho a la asistencia jurídica gratuita, optándose así
por las más modernas pautas que configuran dicha función como una actividad
esencialmente administrativa.
La traslación del reconocimiento del derecho a sede administrativa responde a dos
motivos: en primer término, se descarga a los Juzgados y Tribunales de una tarea que
queda fuera de los márgenes constitucionales del ejercicio de la potestad jurisdiccional y, en
segundo lugar, se agiliza la resolución de las solicitudes de los ciudadanos mediante una
tramitación sumaria y normalizada. El reconocimiento del derecho pasa, por tanto, a
convertirse en una función que descansa sobre el trabajo previo de los Colegios
profesionales, que inician la tramitación ordinaria de las solicitudes, analizan las
pretensiones y acuerdan designaciones o denegaciones provisionales, y, por otra parte,
sobre la actuación de unos nuevos órganos administrativos, las Comisiones de Asistencia
Jurídica Gratuita, como órganos formalmente responsables de la decisión final, y en cuya
composición se hallan representadas las instancias intervinientes en el proceso.
No quiere ello decir que los órganos jurisdiccionales pierdan todo su peso en el
reconocimiento, ya que la Ley garantiza suficientemente el control judicial sobre la aplicación
efectiva del derecho, habilitando a aquéllos para decidir sobre el mismo, en vía de recurso.

6. Financiación pública
Esta meta legal de proporcionar a los ciudadanos que lo precisen un sistema rápido y
eficaz de justicia gratuita se articula, como hasta ahora, sobre la base de un servicio público,
prestado por la Abogacía y la Procuraduría, financiado con fondos igualmente públicos. De
hecho, conforme a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y de
nuestro Tribunal Constitucional, el Estado es el responsable del recto funcionamiento del
servicio por la sola obligación constitucional de proveer a la defensa de quienes carezcan de
recursos; esta jurisprudencia ha dejado claramente establecida la responsabilidad pública en
tal sentido, como deber positivo del Estado de garantizar el derecho de acceso a la Justicia
o, lo que es lo mismo, a la tutela judicial efectiva como derecho fundamental que es.
Ello conduce a la obligación de establecer mecanismos de control que aseguren el
adecuado destino de los fondos públicos asignados al servicio, de tal forma que no se
beneficien de dichos fondos quienes no precisen de asistencia alguna.
Así pues, la Ley fija los criterios básicos de la financiación del servicio, cuyo coste
deberá ser periódicamente evaluado por los poderes públicos, que en todo caso deberán
seguir el principio de que el servicio de asistencia jurídica gratuita esté digna y
suficientemente remunerado, haciéndose efectiva su retribución en plazos razonables. Tanto
lo relativo a la financiación, como las reglas referentes a la prestación y funcionamiento del
servicio se conciben con la flexibilidad y generalidad propias de una norma de rango legal,
que habrán de permitir que su desarrollo por normas de rango inferior facilite el adecuado
ajuste a las cambiantes situaciones económicas y sociales, evitando así la petrificación del
ordenamiento y la consagración en normas con la rigidez legal de materias que, por su
propia naturaleza, son susceptibles de sucesivas transformaciones en muy poco tiempo. Tal
regulación reglamentaria fue llevada a cabo con carácter urgente, y como paso inicial y
transitorio de la actual reforma del sistema de justicia gratuita, mediante el Real Decreto

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

108/1995, de 27 de enero, sobre medidas para instrumentar la subvención estatal a la


asistencia jurídica gratuita.

7. Ordenación competencial
La Ley resulta, en fin, respetuosa con la ordenación competencial que deriva de nuestra
Norma Fundamental y de los Estatutos de Autonomía, explicitando los títulos competenciales
que, de conformidad con las reglas 3.ª, 5.ª, 6.ª y 18.ª del artículo 149.1 de la Constitución
Española, habilitan al Estado para establecer la nueva regulación, y permitiendo que ésta
pueda complementarse con naturalidad con las normas que dicten las Comunidades
Autónomas en ejercicio de sus competencias estatutarias.

CAPÍTULO I
Derecho a la asistencia jurídica gratuita

Artículo 1. Objeto de la Ley.


La presente Ley tiene por objeto determinar el contenido del derecho a la asistencia
jurídica gratuita al que se refiere el artículo 119 de la Constitución y regular el procedimiento
para su reconocimiento y efectividad.
Las disposiciones de esta Ley serán de aplicación general en todo tipo de procesos
judiciales, incluidos los recursos de amparo constitucional, así como el asesoramiento previo
al proceso contemplado en el artículo 6.1.

Artículo 2. Ambito personal de aplicación.


En los términos y con el alcance previstos en esta ley y en los tratados y convenios
internacionales sobre la materia en los que España sea parte, tendrán derecho a la
asistencia jurídica gratuita:
a) Los ciudadanos españoles, los nacionales de los demás Estados miembros de la
Unión Europea y los extranjeros que se encuentren en España, cuando acrediten
insuficiencia de recursos para litigar.
b) Las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social, en todo caso.
c) Las siguientes personas jurídicas cuando acrediten insuficiencia de recursos para
litigar:
1.º Asociaciones de utilidad pública, previstas en el artículo 32 de la Ley Orgánica
1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación
2.º Fundaciones inscritas en el Registro Público correspondiente.
d) En el orden jurisdiccional social, además, los trabajadores y beneficiarios del sistema
de Seguridad Social, tanto para la defensa en juicio como para el ejercicio de acciones para
la efectividad de los derechos laborales en los procedimientos concursales.
Asimismo, el derecho a la asistencia jurídica gratuita se reconoce a los trabajadores y
beneficiarios de la Seguridad Social para los litigios que sobre esta materia se sustancien
ante el orden contencioso-administrativo.
e) En el orden contencioso-administrativo, así como en la vía administrativa previa, los
ciudadanos extranjeros que acrediten insuficiencia de recursos para litigar tendrán derecho a
la asistencia letrada y a la defensa y representación gratuita en los procedimientos que
puedan llevar a la denegación de su entrada en España, a su devolución o expulsión del
territorio español, y en todos los procedimientos en materia de asilo.
f) En los litigios transfronterizos en materia civil y mercantil, las personas físicas
contempladas en el Capítulo VIII de esta ley, en los términos que en él se establecen.
g) Con independencia de la existencia de recursos para litigar, se reconoce el derecho
de asistencia jurídica gratuita, que se les prestará de inmediato, a las víctimas de violencia
de género, de terrorismo y de trata de seres humanos en aquellos procesos que tengan
vinculación, deriven o sean consecuencia de su condición de víctimas, así como a los
menores de edad y las personas con discapacidad psíquica cuando sean víctimas de
situaciones de abuso o maltrato.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Este derecho asistirá también a los causahabientes en caso de fallecimiento de la


víctima, siempre que no fuera el agresor.
A los efectos de la concesión del beneficio de justicia gratuita, la condición de víctima se
adquirirá cuando se formule denuncia o querella, o se inicie un procedimiento penal, por
alguno de los delitos a que se refiere este apartado, y se mantendrá mientras permanezca
en vigor el procedimiento penal o cuando, tras su finalización, se hubiere dictado sentencia
condenatoria. El beneficio de justifica gratuita se perderá en caso de sentencia absolutoria
firme o archivo firme del procedimiento penal, sin la obligación de abonar el coste de las
prestaciones disfrutadas gratuitamente hasta ese momento.
h) Con independencia de la existencia de recursos para litigar, se reconoce el derecho
de asistencia jurídica gratuita a quienes a causa de un accidente acrediten secuelas
permanentes que les impidan totalmente la realización de las tareas de su ocupación laboral
o profesional habitual y requieran la ayuda de otras personas para realizar las actividades
más esenciales de la vida diaria, cuando el objeto del litigio sea la reclamación de
indemnización por los daños personales y morales sufridos.

Artículo 3. Requisitos básicos.


1. Se reconocerá el derecho de asistencia jurídica gratuita a aquellas personas físicas
que careciendo de patrimonio suficiente cuenten con unos recursos e ingresos económicos
brutos, computados anualmente por todos los conceptos y por unidad familiar, que no
superen los siguientes umbrales:
a) Dos veces el indicador público de renta de efectos múltiples vigente en el momento de
efectuar la solicitud cuando se trate de personas no integradas en ninguna unidad familiar.
b) Dos veces y media el indicador público de renta de efectos múltiples vigente en el
momento de efectuar la solicitud cuando se trate de personas integradas en alguna de las
modalidades de unidad familiar con menos de cuatro miembros.
c) El triple de dicho indicador cuando se trate de unidades familiares integradas por
cuatro o más miembros.
2. Constituyen modalidades de unidad familiar:
a) La integrada por los cónyuges no separados legalmente y, si los hubiere, los hijos
menores con excepción de los que se hallaren emancipados.
b) La formada por el padre o la madre y los hijos que reúnan los requisitos a que se
refiere la regla anterior.
3. Los medios económicos podrán, sin embargo, ser valorados individualmente, cuando
el solicitante acredite la existencia de intereses familiares contrapuestos en el litigio para el
que se solicita la asistencia.
4. El derecho a la asistencia jurídica gratuita solo podrá reconocerse a quienes litiguen
en defensa de derechos o intereses propios, o ajenos cuando tengan fundamento en una
representación legal. En este último caso, los requisitos para la obtención del beneficio
vendrán referidos al representado.
5. Se reconocerá el derecho de asistencia jurídica gratuita a las personas jurídicas
mencionadas en el apartado c) del artículo anterior, cuando careciendo de patrimonio
suficiente el resultado contable de la entidad en cómputo anual fuese inferior a la cantidad
equivalente al triple del indicador público de renta de efectos múltiples.

Artículo 4. Exclusión por motivos económicos.


1. A los efectos de comprobar la insuficiencia de recursos para litigar, se tendrá en
cuenta además de las rentas y otros bienes patrimoniales o circunstancias que declare el
solicitante, los signos externos que manifiesten su real capacidad económica, negándose el
derecho a la asistencia jurídica gratuita si dichos signos, desmintiendo la declaración del
solicitante, revelan con evidencia que este dispone de medios económicos que superan el
límite fijado por la ley.
2. Para valorar la existencia de patrimonio suficiente se tendrá en cuenta la titularidad de
bienes inmuebles siempre que no constituyan la vivienda habitual del solicitante, así como
los rendimientos del capital mobiliario.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Artículo 5. Reconocimiento excepcional del derecho.


1. En atención a las circunstancias de familia del solicitante, número de hijos o familiares
a su cargo, las tasas judiciales y otros costes derivados de la iniciación del proceso, u otras
de análoga naturaleza, objetivamente evaluadas y, en todo caso, cuando el solicitante
ostente la condición de ascendiente de una familia numerosa de categoría especial, la
Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita ante la que se presente la solicitud podrá conceder
excepcionalmente, mediante resolución motivada, el reconocimiento del derecho a las
personas cuyos recursos e ingresos, aun superando los límites previstos en el artículo 3, no
excedan del quíntuplo del indicador público de renta de efectos múltiples, teniendo en cuenta
además la carencia de patrimonio suficiente.
2. En las mismas condiciones señaladas en el párrafo anterior, se podrá reconocer el
derecho a la asistencia jurídica gratuita atendiendo a las circunstancias de salud del
solicitante y a las personas con discapacidad señaladas en el apartado 2 artículo 1 de la Ley
51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad
universal de las personas con discapacidad, así como a las personas que los tengan a su
cargo cuando actúen en un proceso en su nombre e interés, siempre que se trate de
procedimientos que guarden relación con las circunstancias de salud o discapacidad que
motivan este reconocimiento excepcional.
En tales casos, la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita correspondiente determinará
expresamente qué prestaciones de las contempladas en el artículo 6 son de aplicación al
solicitante.

Artículo 6. Contenido material del derecho.


El derecho a la asistencia jurídica gratuita comprende las siguientes prestaciones:
1. Asesoramiento y orientación gratuitos previos al proceso a quienes pretendan
reclamar la tutela judicial de sus derechos e intereses, cuando tengan por objeto evitar el
conflicto procesal, o analizar la viabilidad de la pretensión.
2. Asistencia de abogado al detenido o preso que no lo hubiera designado, para
cualquier diligencia policial que no sea consecuencia de un procedimiento penal en curso o
en su primera comparecencia ante un órgano jurisdiccional, o cuando ésta se lleve a cabo
por medio de auxilio judicial y el detenido o preso no hubiere designado Letrado en el lugar
donde se preste.
3. Defensa y representación gratuitas por abogado y procurador en el procedimiento
judicial, cuando la intervención de estos profesionales sea legalmente preceptiva o, cuando
no siéndolo, sea expresamente requerida por el Juzgado o Tribunal mediante auto motivado
para garantizar la igualdad de las partes en el proceso.
4. Inserción gratuita de anuncios o edictos, en el curso del proceso, que preceptivamente
deban publicarse en periódicos oficiales.
5. Exención del pago de tasas judiciales, así como del pago de depósitos necesarios
para la interposición de recursos.
6. Asistencia pericial gratuita en el proceso a cargo del personal técnico adscrito a los
órganos jurisdiccionales, o, en su defecto, a cargo de funcionarios, organismos o servicios
técnicos dependientes de las Administraciones públicas.
Excepcionalmente y cuando por inexistencia de técnicos en la materia de que se trate,
no fuere posible la asistencia pericial de peritos dependientes de los órganos jurisdiccionales
o de las Administraciones públicas, ésta se llevará a cabo, si el Juez o el Tribunal lo estima
pertinente, en resolución motivada, a cargo de peritos designados de acuerdo a lo que se
establece en las leyes procesales, entre los técnicos privados que correspondan.
El Juez o Tribunal podrá acordar en resolución motivada que la asistencia pericial
especializada gratuita se lleve a cabo por profesionales técnicos privados cuando deba
prestarse a menores y personas con discapacidad psíquica que sean víctimas de abuso o
maltrato, atendidas las circunstancias del caso y el interés superior del menor o de la
persona con discapacidad, pudiendo prestarse de forma inmediata.
7. Obtención gratuita de copias, testimonios, instrumentos y actas notariales, en los
términos previstos en el artículo 130 del Reglamento Notarial.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

8. Reducción del 80 por 100 de los derechos arancelarios que correspondan por el
otorgamiento de escrituras públicas y por la obtención de copias y testimonios notariales no
contemplados en el número anterior, cuando tengan relación directa con el proceso y sean
requeridos por el órgano judicial en el curso del mismo, o sirvan para la fundamentación de
la pretensión del beneficiario de la justicia gratuita.
9. Reducción del 80 por 100 de los derechos arancelarios que correspondan por la
obtención de notas, certificaciones, anotaciones, asientos e inscripciones en los Registros de
la Propiedad y Mercantil, cuando tengan relación directa con el proceso y sean requeridos
por el órgano judicial en el curso del mismo, o sirvan para la fundamentación de la
pretensión del beneficiario de la justicia gratuita.
10. Los derechos arancelarios a que se refieren los apartados 8 y 9 de este artículo no
se percibirán cuando el interesado acredite ingresos por debajo del salario mínimo
interprofesional.

Artículo 7. Extensión temporal.


1. La asistencia jurídica gratuita en el transcurso de una misma instancia se extiende a
todos sus trámites e incidencias, incluida la ejecución, pero no podrá aplicarse a un proceso
distinto.
2. El derecho a la asistencia jurídica gratuita se mantendrá para la interposición y
sucesivos trámites de los recursos contra las resoluciones que pongan fin al proceso en la
correspondiente instancia, aplicándose en este caso lo dispuesto en el artículo 32 de la
presente Ley.
3. Cuando la competencia para el conocimiento de los recursos a los que se refiere el
apartado anterior corresponda a un órgano jurisdiccional cuya sede se encuentre en distinta
localidad, el Secretario judicial, una vez recibido el expediente judicial, requerirá a los
respectivos Colegios la designación de abogado y procurador de oficio ejercientes en dicha
sede jurisdiccional.

Artículo 8. Insuficiencia económica sobrevenida.


No se reconocerá el derecho a la asistencia jurídica gratuita al actor una vez presentada
la demanda, o al demandado una vez formulada su contestación, salvo que en su solicitud
acrediten ante la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita que las circunstancias y
condiciones necesarias para obtener aquél sobrevinieron con posterioridad a la demanda o
contestación, respectivamente.
Cuando el actor o el demandado pretendan el reconocimiento del derecho en la segunda
instancia sin haberlo solicitado en la primera, deberán acreditar ante la Comisión de
Asistencia Jurídica Gratuita que las circunstancias y condiciones precisas sobrevinieron en el
curso de la primera instancia o con posterioridad a ella.
La misma regla será aplicable al que pretenda el reconocimiento del derecho para
interponer o seguir el recurso de casación respecto de la segunda instancia.

CAPÍTULO II
Competencia y procedimiento para el reconocimiento del derecho a la
asistencia jurídica gratuita

Artículo 9. Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita.


En cada capital de provincia, en las ciudades de Ceuta y Melilla y en cada isla en que
existan uno o más partidos judiciales, se constituirá una Comisión de Asistencia Jurídica
Gratuita como órgano responsable, en su correspondiente ámbito territorial, de efectuar el
reconocimiento del derecho regulado en la presente Ley.
No obstante, el órgano competente en la Comunidad Autónoma podrá determinar un
ámbito territorial distinto para la Comisión.
Asimismo, en relación con los Juzgados y Tribunales con competencia en todo el
territorio nacional, se constituirá en la capital del Estado una Comisión Central de Asistencia
Jurídica Gratuita dependiente de la Administración General del Estado.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Artículo 10. Composición de las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita.


1. La Comisión Central de Asistencia Jurídica Gratuita estará presidida por un miembro
del Ministerio Fiscal, designado por el Fiscal General del Estado, y compuesta por los
Decanos del Colegio de Abogados y del Colegio de Procuradores de Madrid, o el Abogado o
Procurador que ellos designen, un Abogado del Estado y un funcionario del Ministerio de
Justicia perteneciente a Cuerpos o Escalas del Grupo A, que además actuará como
Secretario.
2. Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita dependientes de las Comunidades
Autónomas estarán integradas por un miembro del Ministerio Fiscal, designado por el Fiscal
Jefe del Tribunal Superior de Justicia o de la Audiencia Provincial e integradas además por
el Decano del Colegio de Abogados y el del Colegio de Procuradores, o el Abogado o el
Procurador que ellos designen, y por dos miembros que designen las Administraciones
Públicas de las que dependen. El órgano competente de la Comunidad Autónoma
determinará cuáles de sus integrantes desempeñarán la Presidencia y la Secretaría.
3. En las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita dependientes de la Administración
General del Estado, los miembros que corresponden a la Administración pública serán un
Abogado del Estado y un funcionario, que actuará como secretario, perteneciente a cuerpos
o escalas del grupo A, con destino en la Gerencia Territorial del Ministerio de Justicia
correspondiente o, en su defecto, un funcionario de los citados cuerpos o escalas que preste
sus servicios en la Delegación o Subdelegación del Gobierno del territorio de que se trate.
En las provincias donde exista más de un Colegio de Abogados o de Procuradores, el
representante de estas Corporaciones en la Comisión se designará de común acuerdo por
los Decanos de aquéllos.
Cuando el volumen de asuntos u otras circunstancias justificadas lo aconsejen, podrán
crearse Delegaciones de la Comisión Provincial de Asistencia Jurídica Gratuita, con la
composición y ámbito de actuación que reglamentariamente se determinen y garantizando,
en todo caso, la homogeneidad de criterios para reconocer el derecho a la Asistencia
Jurídica Gratuita.

Artículo 11. Funcionamiento de las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita.


El funcionamiento de las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita se ajustará a lo
establecido en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, para los órganos
colegiados.
El Ministerio de Justicia e Interior prestará el soporte administrativo y el apoyo técnico
necesarios para el funcionamiento de las Comisiones dependientes de la Administración
General del Estado.
Los Colegios de Abogados y de Procuradores pondrán a disposición de las Comisiones
de Asistencia Jurídica Gratuita, la lista de colegiados ejercientes adscritos a los servicios de
justicia gratuita, con indicación, en su caso, de especializaciones.

Artículo 12. Solicitud del derecho.


1. El solicitante del derecho a la asistencia jurídica gratuita deberá indicar cuáles son las
prestaciones incluidas en el artículo 6 cuyo reconocimiento pide. El reconocimiento del
derecho a la asistencia jurídica gratuita comportará en todo caso la exención del pago de las
tasas y depósitos previstos en el número 5 del artículo 6. La solicitud del reconocimiento del
derecho podrá formularse a los solos efectos de la exención del pago de las tasas y
depósitos señalados.
2. El reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita, que podrá comprender
todas o algunas de las prestaciones previstas en el artículo 6, se instará por los solicitantes
ante el Colegio de Abogados del lugar en que se halle el Juzgado o Tribunal que haya de
conocer del proceso principal para el que aquél se solicita, o ante el Juzgado de su domicilio.
En este último caso, el órgano judicial dará traslado de la petición al Colegio de Abogados
territorialmente competente.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

3. Cuando haya concurrencia de litigantes en un proceso, el reconocimiento del derecho


a la asistencia jurídica gratuita deberá ser instado individualmente por cada uno de los
interesados.
4. Cuando con arreglo a las leyes procesales, los solicitantes deban litigar bajo una sola
defensa o representación, deberán computarse, a efectos del reconocimiento del derecho, la
totalidad de los ingresos y haberes patrimoniales de los solicitantes. En este caso, si se
acreditara que los ingresos y haberes patrimoniales de cada uno de los solicitantes no
sobrepasan los umbrales previstos en el apartado 1 del artículo 3, se procederá a nombrar
abogado y, en su caso, procurador del turno de oficio que deberán asumir la representación
y defensa conjunta de todos ellos.
5. Si se acreditara que los ingresos y haberes patrimoniales de cada uno de los
solicitantes superan los umbrales previstos en el apartado 1 del artículo 3 pero no alcanzan
el quíntuplo del indicador público de renta de efectos múltiples, la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita podrá determinar cuáles de las prestaciones establecidas en el artículo 6 se
otorgarán a los solicitantes.

Artículo 13. Requisitos de la solicitud.


En la solicitud se harán constar, acompañando los documentos que reglamentariamente
se determinen para su acreditación, los datos que permitan apreciar la situación económica
del interesado y de los integrantes de su unidad familiar, sus circunstancias personales y
familiares, la pretensión que se quiere hacer valer y la parte o partes contrarias en el litigio, si
las hubiere.

Artículo 14. Subsanación de deficiencias.


Si el Colegio de Abogados constatara que existen deficiencias en la solicitud o que la
documentación presentada resulta insuficiente, lo comunicará al interesado, fijando con
precisión los defectos o carencias advertidas y las consecuencias de la falta de subsanación,
requiriéndole para que la complete en el plazo de diez días hábiles.
Transcurrido este plazo sin que se haya aportado la documentación requerida, el Colegio
de Abogados archivará la petición.

Artículo 15. Designaciones provisionales y traslados.


Si de la solicitud y sus documentos justificativos resulta acreditado que el peticionario se
encuentra incluido en el ámbito definido en el artículo 2 de esta Ley, el Colegio de Abogados,
subsanados los defectos advertidos, procederá en el plazo máximo de quince días, contado
a partir de la recepción de la solicitud por dicho Colegio o de la subsanación de los defectos,
a la designación provisional de abogado, comunicándolo inmediatamente al Colegio de
Procuradores a fin de que, en caso de ser preceptivo, en el plazo máximo de tres días, se
designe procurador que asuma la representación.
En el caso de que el Colegio de Abogados estimara que el peticionario no cumple las
citadas condiciones, o que la pretensión principal contenida en la solicitud es
manifiestamente insostenible o carente de fundamento, notificará en el plazo de cinco días al
solicitante que no ha efectuado el nombramiento provisional de abogado previsto en el
párrafo anterior y trasladará la solicitud a la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita.
Del expediente correspondiente y las designaciones provisionales efectuados, se dará
traslado en el plazo de tres días a la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita a los efectos
de su verificación y resolución.
En el caso de que el Colegio de Abogados no dictara resolución alguna en el plazo de
quince días, el solicitante podrá reiterar su solicitud ante la Comisión de Asistencia Jurídica
Gratuita, la cual, de modo inmediato, recabará el expediente al Colegio de Abogados
ordenando, al mismo tiempo, la designación provisional de abogado y procurador, si éste
fuera preceptivo, y seguirá, posteriormente, el procedimiento fijado en el artículo 17 de esta
Ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Artículo 16. Suspensión del curso del proceso.


La solicitud de reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita no suspenderá
el curso del proceso.
No obstante, a fin de evitar que el transcurso de los plazos pueda provocar la preclusión
de un trámite o la indefensión de cualquiera de las partes, el Secretario judicial, de oficio o a
petición de éstas, podrá decretar la suspensión hasta que se produzca la decisión sobre el
reconocimiento o la denegación del derecho a litigar gratuitamente, o la designación
provisional de abogado y procurador si su intervención fuera preceptiva o requerida en
interés de la justicia, siempre que la solicitud del derecho se hubiera formulado en los plazos
establecidos en las leyes procesales. Esta suspensión afectará también al plazo de
subsanación a que se refiere el apartado 2 del artículo 8 de la Ley 10/2012, de 20 de
noviembre, por la que se regulan determinadas tasas en el ámbito de la Administración de
Justicia y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Cuando la presentación de la solicitud del reconocimiento del derecho a la asistencia
jurídica gratuita se realice antes de iniciar el proceso y la acción pueda resultar perjudicada
por el transcurso de los plazos de prescripción, ésta quedará interrumpida, siempre que
dentro de los plazos establecidos en esta ley no sea posible nombrar al solicitante Abogado
y de ser preceptivo, Procurador del turno de oficio que ejerciten la acción en nombre del
solicitante. Cuando la acción pueda resultar perjudicada por el transcurso de los plazos de
caducidad, ésta quedará suspendida hasta que recaiga resolución definitiva en vía
administrativa, reconociendo o denegando el derecho, momento a partir del cual se
reanudará el cómputo del plazo.
El cómputo del plazo de prescripción se reanudará desde la notificación al solicitante de
la designación provisional de abogado por el Colegio de Abogados o, en su caso, desde la
notificación del reconocimiento o denegación del derecho por la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita y, en todo caso, en el plazo de dos meses desde la presentación de la
solicitud.
En el supuesto de que esta petición hubiere sido denegada, fuere claramente abusiva y
únicamente esté preordenada a dilatar los plazos, el órgano judicial que conozca de la causa
podrá computar los plazos en los estrictos términos legalmente previstos, con todas las
consecuencias que de ello se derive.

Artículo 17. Resolución y notificación.


Para verificar la exactitud y realidad de los datos económicos declarados por el
solicitante del derecho a la asistencia jurídica gratuita, la Comisión podrá realizar las
comprobaciones y recabar la información que estime necesarias. En especial, podrá requerir
de la Administración Tributaria correspondiente la confirmación de la exactitud de los datos
de carácter tributario que consten en la documentación de esta naturaleza presentada con la
solicitud. También podrá la Comisión oír a la parte o partes contrarias en el pleito o contra
las que se pretenda ejercitar la acción, cuando sean conocidas y se estime que pueden
aportar datos para conocer la real situación económica del solicitante.
La Comisión, una vez efectuadas las comprobaciones anteriores, dictará resolución, en
el plazo máximo de treinta días, contados a partir de la recepción del expediente por la
Comisión, reconociendo o denegando el derecho a la asistencia jurídica gratuita y, en el
caso contemplado en el artículo 5, determinando cuáles de los beneficios son de aplicación a
la solicitud. Transcurrido dicho plazo sin que la Comisión haya resuelto expresamente la
solicitud, quedarán ratificadas las decisiones previamente adoptadas por el Colegio de
Abogados y el Colegio de Procuradores, sin perjuicio de la obligación de resolver de dicho
órgano de conformidad con lo dispuesto en la Ley de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
La resolución se notificará en el plazo común de tres días al solicitante, al Colegio de
Abogados y, en su caso, al Colegio de Procuradores, así como a las partes interesadas y se
comunicará al Juzgado o Tribunal que esté conociendo del proceso, o al Juez Decano de la
localidad si aquél no se hubiera iniciado.
Si el Colegio de Abogados no hubiera dictado ninguna resolución, el silencio de la
Comisión será positivo, procediendo a petición del interesado el Juez o Tribunal que conozca

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

del proceso o si la solicitud se realiza con anterioridad a la iniciación del mismo el Juez
Decano competente, a declarar el derecho en su integridad y a requerir a los Colegios
profesionales la designación provisional de abogado y procurador, en su caso. Ello sin
perjuicio de lo que resulte de las eventuales impugnaciones contra tal estimación presunta.

Artículo 18. Efectos de la resolución.


El reconocimiento del derecho implicará la confirmación de las designaciones de
abogado y de procurador efectuadas provisionalmente por los Colegios profesionales.
Si, por el contrario, la Comisión desestimara la pretensión, las designaciones que
eventualmente se hubieran realizado quedarán sin efecto y el peticionario deberá, en su
caso, abonar los honorarios y derechos económicos ocasionados por la intervención de los
profesionales designados con carácter provisional, en los mismos términos previstos en el
artículo 27 de esta Ley.

Artículo 19. Revocación del derecho.


La declaración errónea, el falseamiento u ocultación de datos por los solicitantes de
asistencia jurídica gratuita, que hayan sido determinantes para el reconocimiento del
derecho, darán lugar, en todo caso, a su revocación por parte de la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita, que, a estos fines, tendrá potestades de revisión de oficio.
La revocación contemplada en el párrafo anterior llevará consigo la obligación del pago
de todos los honorarios de abogado y procurador devengados desde la concesión del
derecho, así como la cantidad equivalente al costo de las demás prestaciones obtenidas en
razón de dicha concesión, sin perjuicio de las responsabilidades de otro orden que, en su
caso, correspondan.

Artículo 20. Impugnación de la resolución.


Quienes sean titulares de un derecho o de un interés legítimo podrán impugnar las
resoluciones que, de modo definitivo, reconozcan o denieguen el derecho a la asistencia
jurídica gratuita.
Tal impugnación, para la que no será preceptiva la intervención de Letrado, habrá de
realizarse por escrito y de forma motivada, en el plazo de cinco días desde la notificación de
la resolución o desde que haya sido conocida por cualquiera de los legitimados para
interponerla, ante el Secretario de la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita. Este remitirá
el escrito de impugnación, junto con el expediente correspondiente a la resolución
impugnada y una certificación de ésta, al Juzgado o Tribunal competente o al Juez Decano
para su reparto, si el procedimiento no se hubiera iniciado.
Recibido el escrito de impugnación y los documentos y certificación a que alude el
párrafo anterior, el Secretario judicial citará de comparecencia a las partes y al Abogado del
Estado o al Letrado de la Comunidad Autónoma correspondiente cuando de ella dependa la
Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita, dentro de los ocho días siguientes y, el Juez o
Tribunal, tras oírles y practicar la prueba que estime pertinente en el plazo de los cinco días
siguientes, dictará auto en el plazo de los cinco días siguientes manteniendo o revocando la
resolución impugnada.
El Juez o Tribunal competente para conocer de la impugnación, en el auto por el que
resuelva sobre la misma, podrá imponer a quien la hubiere promovido de manera temeraria
o con abuso de derecho una sanción pecuniaria de 30 a 300 euros.
Contra el auto dictado por el Juez o el Tribunal no cabrá recurso alguno.

Artículo 21. Requerimiento judicial de designación de abogado y procurador.


Si, conforme a la legislación procesal, el órgano judicial que esté conociendo del proceso
estimara que, por las circunstancias o la urgencia del caso, fuera preciso asegurar de forma
inmediata los derechos de defensa y representación de las partes, y alguna de ellas
manifestara carecer de recursos económicos, dictará una resolución motivada requiriendo de
los Colegios profesionales el nombramiento provisional de abogado y de procurador, cuando
las designaciones no hubieran sido realizadas con anterioridad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

El Secretario judicial comunicará dicha resolución por el medio más rápido posible a los
Colegios de Abogados y de Procuradores, tramitándose a continuación la solicitud según lo
previsto en los artículos precedentes.

CAPÍTULO III
Organización de los servicios de asistencia letrada, defensa y representación
gratuitas

Artículo 22. Gestión colegial de los servicios de asistencia letrada, de defensa y de


representación gratuitas.
Los Consejos Generales de la Abogacía Española y de los Colegios de Procuradores de
los Tribunales de España y sus respectivos Colegios regularán y organizarán, a través de
sus Juntas de Gobierno, los servicios de asistencia letrada y de defensa y representación
gratuitas, garantizando, en todo caso, su prestación continuada y atendiendo a criterios de
funcionalidad y de eficiencia en la aplicación de los fondos públicos puestos a su disposición.
Los Colegios de Abogados implantarán servicios de asesoramiento a los peticionarios de
asistencia jurídica gratuita, con la finalidad de orientar y encauzar sus pretensiones. Dicho
asesoramiento tendrá, en todo caso, carácter gratuito para los solicitantes.
Los Colegios de Abogados facilitarán a los solicitantes de asistencia jurídica gratuita la
información necesaria en relación al cumplimiento de los requisitos para su concesión, así
como el auxilio en la redacción de las solicitudes correspondientes.

Artículo 23. Autonomía profesional y disciplina colegial.


Los profesionales inscritos en los servicios de justicia gratuita, a los que se refiere esta
Ley, desarrollarán su actividad con libertad e independencia de criterio, con sujeción a las
normas deontológicas y a las normas que disciplinan el funcionamiento de los servicios
colegiales de justicia gratuita.

Artículo 24. Distribución por turnos.


Los Colegios profesionales establecerán sistemas de distribución objetiva y equitativa de
los distintos turnos y medios para la designación de los profesionales de oficio. Dichos
sistemas serán públicos para todos los colegiados y podrán ser consultados por los
solicitantes de asistencia jurídica gratuita.
Los Colegios de Abogados, salvo aquéllos en los que por la reducida dimensión de la
actividad no sea necesario, constituirán turnos de guardia permanente para la prestación del
servicio de asistencia letrada al detenido.

Artículo 25. Formación y especialización.


El Ministerio de Justicia e Interior, previo informe de los Consejos Generales de la
Abogacía y de los Colegios de Procuradores de los Tribunales de España, establecerá los
requisitos generales mínimos de formación y especialización necesarios para prestar los
servicios de asistencia jurídica gratuita, con objeto de asegurar un nivel de calidad y de
competencia profesional que garantice el derecho constitucional a la defensa. Dichos
requisitos serán de obligado cumplimiento para todos los Colegios profesionales, sin
perjuicio de los requisitos complementarios que puedan establecer las Comunidades
Autónomas competentes.

Artículo 26. Responsabilidad patrimonial.


En lo que afecta al funcionamiento de los servicios de asistencia jurídica gratuita, los
Colegios de Abogados y de Procuradores estarán sujetos a los mismos principios de
responsabilidad patrimonial establecidos para las Administraciones públicas por la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

CAPÍTULO IV
Designación de abogado y de procurador de oficio

Artículo 27. Efectos del reconocimiento del derecho.


El reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita llevará consigo la
designación de abogado y, cuando sea preciso, de procurador de oficio, sin que en ningún
caso puedan actuar simultáneamente un abogado de oficio y un procurador libremente
elegido, o viceversa, salvo que el profesional de libre elección renunciara por escrito a
percibir sus honorarios o derechos ante el titular del derecho a la asistencia jurídica gratuita y
ante el Colegio en el que se halle inscrito.
Si el derecho no fuera reconocido, los profesionales intervinientes podrán percibir de sus
defendidos o representados los honorarios correspondientes a las actuaciones practicadas.

Artículo 28. Renuncia a la designación.


Quienes tengan derecho en los términos previstos en esta Ley a la asistencia jurídica
gratuita podrán, no obstante lo previsto en el artículo anterior, renunciar expresamente a la
designación de abogado y procurador de oficio, nombrando libremente a profesionales de su
confianza debiendo constar expresamente este extremo en la solicitud y afectando
simultáneamente esta renuncia al abogado y procurador.
La renuncia posterior a la designación, que, asimismo, deberá afectar simultáneamente
al abogado y procurador designados de oficio, tendrá que ser comunicada expresamente a
la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita y a los correspondientes Colegios Profesionales
y no implicará la pérdida de las demás prestaciones reconocidas en la concesión del
derecho de asistencia jurídica gratuita.

Artículo 29. Especialidades del orden jurisdiccional penal.


En el orden penal se aplicarán, además de las reglas contenidas en la presente Ley, las
garantías previstas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal con objeto de asegurar, en todo
caso, el derecho a la defensa desde el mismo momento de la detención.

Artículo 30. Aplicación de fondos públicos.


La intervención de profesionales designados de oficio para la asistencia, defensa y
representación gratuita sólo podrá ser retribuida con cargo a los fondos públicos
contemplados en el artículo 37, cuando exista reconocimiento expreso del derecho a la
asistencia jurídica gratuita efectuado en los términos contemplados en esta Ley.

Artículo 31. Obligaciones profesionales.


Los abogados y procuradores designados desempeñaran sus funciones de asistencia y
representación de forma real y efectiva hasta la terminación del proceso en la instancia
judicial de que se trate y, en su caso, la ejecución de las sentencias, si las actuaciones
procesales en ésta se produjeran dentro de los dos años siguientes a la resolución judicial
dictada en la instancia, sin perjuicio del efecto de las causas de renuncia o excusa que estén
previstas en la Ley.
Sólo en el orden penal podrán los abogados designados excusarse de la defensa. Para
ello deberá concurrir un motivo personal y justo, que será apreciado por los Decanos de los
Colegios.
La excusa deberá formularse en el plazo de tres días desde la notificación de la
designación y resolverse en el plazo de cinco días desde su presentación.

Artículo 32. Insostenibilidad de la pretensión.


Cuando el Abogado designado para un proceso considere insostenible la pretensión que
pretende hacerse valer, deberá comunicarlo a la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita,
dentro de los 15 días siguientes a su designación, exponiendo los motivos jurídicos en los
que fundamenta su decisión. Transcurrido dicho plazo sin que se produzca tal comunicación,

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

o sin que el Abogado pida su interrupción por falta de la documentación necesaria para
evaluar la pretensión, éste queda obligado a asumir la defensa.
Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, la defensa del acusado o imputado será
obligatoria.

Artículo 33. Tramitación.
1. Solicitada por el abogado la interrupción del plazo previsto en el artículo anterior, por
falta de la documentación necesaria, la Comisión requerirá al interesado para que la
presente en un plazo máximo de diez días.
Transcurrido este plazo sin que el interesado haya presentado dicha documentación, la
Comisión archivará la solicitud.
Presentada la documentación, ésta se aportará al abogado, reanudándose el plazo para
analizar la viabilidad de la pretensión.
Si la Comisión estima que la documentación con la que cuenta el abogado, en el
momento de la solicitud, es suficiente para analizar la viabilidad de la pretensión principal,
inadmitirá la solicitud de interrupción, reanudándose el plazo para formulación de la
insostenibilidad desde la notificación de la resolución de inadmisión.
2. Formulada la insostenibilidad de la pretensión, la Comisión recabará del Colegio de
Abogados un dictamen sobre su viabilidad que deberá emitirse en el plazo de 15 días.
Se solicitará, asimismo, informe fundado del Ministerio Fiscal cuando el dictamen del
Colegio de Abogados coincidiera con el del abogado designado. Dicho informe se emitirá en
el plazo de seis días.

Artículo 34. Nombramiento de segundo abogado.


Si el Colegio de Abogados o el Ministerio Fiscal estimaran defendible la pretensión, se
procederá al nombramiento de un segundo abogado. Los dictámenes emitidos por el Colegio
de Abogados y por el Ministerio Fiscal serán aportados al nuevo abogado, para quien será
obligatoria la defensa.
En caso de que el Colegio de Abogados y el Ministerio Fiscal estimaran indefendible la
pretensión, la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita desestimará la solicitud.

Artículo 35. Insostenibilidad en vía de recurso.


El mismo procedimiento previsto en los artículos anteriores se seguirá cuando se trate de
interponer recursos contra resoluciones que hayan puesto fin al proceso en la instancia
correspondiente, si el abogado del recurrente considerase inviable la pretensión.
El cómputo del plazo para la interposición de los recursos quedará suspendido hasta
tanto se resuelve materialmente la viabilidad de la pretensión.
En el orden penal y respecto de los condenados no cabrá formular insostenibilidad de la
pretensión.

Artículo 36. Reintegro económico.


1. Si en la sentencia que ponga fin al proceso hubiera pronunciamiento sobre costas, a
favor de quien obtuvo el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita o de
quien lo tuviera legalmente reconocido, deberá la parte contraria abonar las costas causadas
en la defensa de aquélla.
2. Cuando en la sentencia que ponga fin al proceso fuera condenado en costas quien
hubiera obtenido el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita o quien lo
tuviera legalmente reconocido, éste quedará obligado a pagar las causadas en su defensa y
las de la parte contraria, si dentro de los tres años siguientes a la terminación del proceso
viniere a mejor fortuna, quedando mientras tanto interrumpida la prescripción del artículo
1.967 del Código Civil. Se presume que ha venido a mejor fortuna cuando sus ingresos y
recursos económicos por todos los conceptos superen el doble del módulo previsto en el
artículo 3, o si se hubieran alterado sustancialmente las circunstancias y condiciones tenidas
en cuenta para reconocer el derecho conforme a la presente Ley.
3. Cuando la sentencia que ponga fin al proceso no contenga expreso pronunciamiento
en costas, venciendo en el pleito el beneficiario de la justicia gratuita, deberá éste pagar las

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

costas causadas en su defensa, siempre que no excedan de la tercera parte de lo que en él


haya obtenido. Si excedieren se reducirán a lo que importe dicha tercera parte, atendiéndose
a prorrata sus diversas partidas.
4. Cuando se reconozca el derecho a asistencia jurídica gratuita para procesos en los
que proceda la petición de «litis expensas» y éstas fueren concedidas en resolución firme a
favor de la parte que litiga con el reconocimiento del derecho a asistencia jurídica gratuita, el
Letrado y procurador intervinientes podrán exigir a ésta el pago de sus honorarios, hasta el
importe total de la partida aprobada judicialmente para este concepto.
5. Obtenido el pago por los profesionales designados de oficio conforme a las reglas
contempladas en los apartados anteriores, estarán obligados a devolver las cantidades
eventualmente percibidas con cargo a fondos públicos por su intervención en el proceso.
Para el cálculo de sus honorarios y derechos, se estará a las normas sobre honorarios
de abogados de cada Colegio, así como a los aranceles de los procuradores vigentes en el
momento de la sustanciación del proceso.

CAPÍTULO V
Subvención y supervisión de los servicios de asistencia jurídica gratuita

Artículo 37. Subvención.
El Ministerio de Justicia e Interior subvencionará, con cargo a sus dotaciones
presupuestarias, la implantación y prestación de los servicios de asistencia jurídica gratuita
por los Colegios de Abogados y de Procuradores.
El importe de la subvención se aplicará fundamentalmente a retribuir las actuaciones
profesionales previstas en los apartados 1 a 3 del artículo 6 de esta Ley, cuando tengan por
destinatarios a quienes hayan obtenido el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica
gratuita.

Artículo 38. Gastos de funcionamiento.


Reglamentariamente se establecerá el sistema a través del cual se subvencionará, con
cargo a las dotaciones presupuestarias del Ministerio de Justicia, el coste que genere a los
Consejos Generales y Colegios profesionales de Abogados y Procuradores el
funcionamiento operativo de los servicios de asistencia jurídica gratuita, de las unidades
encargadas del asesoramiento y la orientación previos al proceso a los ciudadanos y de la
calificación provisional de las pretensiones solicitadas.
Dicho sistema se ajustará en todo caso a las siguientes reglas:
a) La subvención se determinará para cada Colegio con un sistema de módulos
compensatorios por expediente tramitado.
b) Hasta tanto no se cumpla el mencionado requisito, los Colegios percibirán la cuantía
que resulte de aplicar el 8 por 100 al coste económico generado en cada período de
liquidación por las actuaciones profesionales mencionadas en el artículo anterior.

Artículo 39. Gestión colegial de la subvención.


Los Consejos Generales de la Abogacía Española y de los Colegios de los Procuradores
de los Tribunales de España distribuirán entre los Colegios de Abogados y de Procuradores
el importe de la subvención que corresponda a la actividad desarrollada por cada uno.
Los Consejos Generales y los Colegios, en cuanto entidades colaboradoras para la
gestión de la subvención, estarán sometidos a las obligaciones establecidas para dichos
sujetos por la Ley General Presupuestaria.

Artículo 40. Retribución por baremo.


En atención a la tipología de procedimientos en los que intervengan los profesionales
designados de oficio, se establecerán, previo informe del Consejo General de la Abogacía
Española y del Consejo General de los Colegios de los Procuradores de los Tribunales de

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

España, las bases económicas y módulos de compensación por la prestación de los


servicios de asistencia jurídica gratuita.

Artículo 41. Quejas y denuncias.


Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita darán
traslado a los Colegios profesionales correspondientes a su ámbito territorial de las
quejas o denuncias formuladas como consecuencia de las actuaciones de los profesionales
encargados de los servicios colegiales de asistencia jurídica gratuita, sin perjuicio de
aquellas actuaciones judiciales que resultaren procedentes.
Los Colegios estarán obligados a comunicar a las citadas Comisiones las resoluciones y
medidas adoptadas como consecuencia de los expedientes disciplinarios que, en su caso,
fueran incoados. Dichas resoluciones podrán ser recurridas por las Comisiones.

CAPÍTULO VI
Régimen disciplinario

Artículo 42. Correcciones disciplinarias.


El régimen disciplinario de los abogados y procuradores de los servicios de asistencia
jurídica gratuita se regirá por las mismas reglas establecidas con carácter general para el
desempeño de dichas profesiones, con las siguientes especialidades:
a) La indebida percepción de honorarios, derechos o beneficios económicos tendrá
siempre la consideración de falta muy grave.
b) La imposición de sanciones por infracciones graves o muy graves, relacionadas con
las actuaciones desarrolladas en aplicación de lo establecido en esta Ley, llevará aparejada,
en todo caso, la exclusión del profesional de los servicios de asistencia jurídica gratuita.

Artículo 43. Separación cautelar.


Abierto un expediente disciplinario por un Colegio profesional como consecuencia de
quejas o denuncias formuladas por los usuarios de los servicios de asistencia jurídica
gratuita, y cuando la gravedad de los hechos denunciados así lo aconseje, podrá acordarse
la separación cautelar del servicio del profesional presuntamente responsable de aquellos
hechos, por un período máximo de seis meses hasta tanto se resuelva el expediente
disciplinario incoado al efecto.

CAPÍTULO VII
Aplicación en España de tratados y convenios internacionales sobre asistencia
jurídica gratuita

Artículo 44. Autoridad Central.


El Ministerio de Justicia e Interior, a través de la Autoridad Central receptora de la
aplicación en España del Convenio Europeo relativo a la transmisión de solicitudes de
asistencia jurídica gratuita de 27 de enero de 1977 y del Convenio de La Haya de acceso
internacional a la Justicia de 25 de octubre de 1980, formulará ante las Comisiones de
Asistencia Jurídica Gratuita las solicitudes de justicia gratuita formuladas al amparo de
dichos Convenios.

Artículo 45. Tramitación.
La tramitación de las solicitudes de justicia gratuita a que se refiere el artículo anterior, se
ajustará a las reglas de procedimiento establecidas en esta Ley, con las siguientes
excepciones:
a) El plazo para la impugnación prevista en el artículo 20 será de dos meses.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

b) El plazo para la subsanación de deficiencias contemplado en el artículo 14 será de


dos meses, contados a partir de la fecha en que la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita
notifique la insuficiencia documental.
c) Los documentos presentados estarán redactados o traducidos al castellano, quedando
dispensados de cualquier formalidad de legalización o apostilla.

CAPÍTULO VIII
Asistencia jurídica gratuita en los litigios transfronterizos de la Unión Europea

Sección 1.ª Normas generales

Artículo 46. Ámbito de aplicación.


1. En los litigios transfronterizos tendrán derecho a la asistencia jurídica gratuita regulada
en este Capítulo exclusivamente las personas físicas, que sean ciudadanos de la Unión
Europea o nacionales de terceros países que residan legalmente en uno de los Estados
miembros. A los efectos de este Capítulo, se entenderá por Estado miembro de la Unión
Europea todos los Estados miembros excepto Dinamarca.
2. El beneficio de asistencia jurídica gratuita se reconocerá únicamente en los litigios en
materia civil o mercantil, así como en los procedimientos extrajudiciales en estas mismas
materias cuando la ley los imponga a las partes o el Juzgado o Tribunal remita a éstas a
dichos procedimientos.
En aplicación del Reglamento (CE) n.º 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de
2000, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia civil y mercantil, el beneficio de asistencia jurídica gratuita se
reconocerá, igualmente, en los litigios transfronterizos derivados de un contrato de trabajo.
La asistencia jurídica gratuita podrá concederse también, cuando se cumplan los
requisitos que se exigen en esta ley, para:
a) La ejecución de sentencias dictadas por los Tribunales de otros Estados miembros de
la Unión Europea en los que se hubiera obtenido el beneficio de la justicia gratuita.
b) La ejecución de documentos públicos con fuerza ejecutiva.
3. En el ámbito de aplicación de este capítulo, sus disposiciones prevalecerán entre los
Estados miembros sobre los convenios y tratados multilaterales y bilaterales ratificados por
ellos. En las relaciones con los demás Estados, la aplicación de este capítulo no afectará a
los restantes convenios y tratados multilaterales y bilaterales ratificados por España.

Artículo 47. Litigios transfronterizos.


1. A los efectos de esta ley, se entiende por litigio transfronterizo aquel en el que la parte
que solicita la asistencia jurídica gratuita reside habitualmente o está domiciliada en un
Estado miembro de la Unión Europea distinto de aquel otro donde se halle el Juzgado o
Tribunal competente para su conocimiento o en el que deba ejecutarse la resolución.
2. Para la determinación del Estado miembro en el que está domiciliada una parte del
litigio transfronterizo, se aplicará lo dispuesto en el artículo 59 del Reglamento (CE) n.º
44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil.
3. El momento que se tendrá en cuenta para determinar si existe un litigio transfronterizo
será el de presentación de la solicitud con arreglo a este Capítulo.

Artículo 48. Autoridades expedidoras y receptoras.


En el ámbito de aplicación de este Capítulo, serán autoridades expedidoras y receptoras
de las solicitudes de asistencia jurídica gratuita a que se envíen o se reciban en España los
Colegios de Abogados.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Sección 2ª. Reconocimiento del derecho en España

Artículo 49. Requisitos para el reconocimiento del derecho.


1. Quien solicite asistencia jurídica gratuita al amparo de esta Sección habrá de residir o
estar domiciliado en un Estado miembro de la Unión Europea distinto de España. Para el
reconocimiento de este derecho se observarán los requisitos establecidos en los artículos 3
a 5 de esta ley.
2. Los límites económicos establecidos en esta ley no impedirán que el solicitante que
los supere pueda obtener el beneficio si prueba que no puede hacer frente a los gastos
procesales debido a las diferencias en el coste de la vida entre el Estado miembro de su
residencia o domicilio y España. En tal caso, se tendrá en cuenta el cumplimiento por el
solicitante de los criterios de carácter económico aplicables en el Estado miembro de su
domicilio o residencia habitual para conceder la justicia gratuita.

Artículo 50. Contenido material del derecho.


1. El derecho de asistencia jurídica gratuita reconocido al amparo de esta Sección
comprende todas las prestaciones indicadas en el artículo 6, con excepción de su apartado
2, con la extensión temporal del artículo 7, y, además:
a) Los servicios de interpretación.
b) La traducción de los documentos presentados por el beneficiario a instancias del
Juzgado o Tribunal o de la autoridad competente y que sean necesarios para resolver el
asunto.
c) Los gastos de desplazamiento que corran por cuenta del solicitante, cuando las
normas aplicables o el Juzgado o Tribunal requieran su comparecencia personal para la
defensa de su pretensión, y el Juzgado o Tribunal decida que no existen otros medios
satisfactorios de tomar declaración. Al objeto de considerar si es necesaria la asistencia
personal del solicitante, de un testigo o de un perito, los Juzgados y Tribunales tendrán en
cuenta lo previsto en el Reglamento (CE) número 1206/2001 del Consejo, de 28 de mayo de
2001, relativo a la cooperación entre los órganos jurisdiccionales de los Estados miembros
en el ámbito de la obtención de pruebas en materia civil o mercantil, así como, en su caso,
otros convenios o normas aplicables.
d) La defensa y representación gratuitas por Abogado y Procurador en el procedimiento
judicial cuando, no siendo legalmente preceptiva la intervención de estos profesionales, sea
expresamente requerida por el Juzgado o Tribunal mediante Auto motivado en vista de la
complejidad del asunto o para garantizar la igualdad de las partes en el proceso.
2. Los documentos remitidos por las autoridades expedidoras competentes en aplicación
de este Capítulo estarán exentos de legalización y de cualquier otra formalidad equivalente.

Artículo 51. Solicitud del derecho.


1. Las solicitudes de asistencia jurídica gratuita que provengan de otro Estado miembro
de la Unión Europea para un litigio transfronterizo se presentarán ante el Colegio de
Abogados del lugar donde se halle el Juzgado o Tribunal que haya de conocer del proceso
principal para el que aquélla se solicita o ante el que se solicite el reconocimiento o ejecución
de una resolución.
Cuando el Colegio de Abogados que recibe la solicitud estime que es incompetente para
su tramitación, la remitirá al Colegio que considere competente, de manera razonada. Si éste
rechazara también la solicitud, la enviará al Consejo General de la Abogacía Española para
que decida cuál es el Colegio de Abogados de la circunscripción del Juzgado o Tribunal al
que corresponde su tramitación, determinado éste de acuerdo con las reglas de los artículos
44 y siguientes de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, o, en su caso, en
las normas internacionales que resulten de aplicación.
Cuando se solicite el reconocimiento excepcional del derecho por concurrir cualesquiera
de las circunstancias previstas en el artículo 5 de esta ley o cuando se alegue la
imposibilidad de hacer frente a los gastos procesales prevista en su artículo 49.2, el Colegio

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

de Abogados remitirá inmediatamente a la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita la


solicitud y documentación para que resuelva sobre la pretensión deducida.
Las solicitudes se cumplimentarán en el modelo oficial establecido al efecto, y podrán
presentarse bien directamente por el interesado, bien a través de la autoridad expedidora
competente del Estado miembro en que el solicitante tenga su residencia habitual o su
domicilio. Las solicitudes se acompañarán de los documentos en los que se funde la
pretensión.
2. En el supuesto de concurrencia de litigantes en un mismo proceso, el reconocimiento
del derecho deberá ser instado de manera individualizada para cada uno de los interesados,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 12.
3. El Ministerio de Justicia, a través del órgano competente en virtud de lo dispuesto en
el artículo 10 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, notificará a la Comisión Europea los nombres y
direcciones de las autoridades receptoras o expedidoras competentes en España, los
ámbitos geográficos sobre los que tienen competencia, los medios para recibir las solicitudes
y, en su caso, la lengua o las lenguas oficiales de las instituciones de la Comunidad, además
del español y, en su caso, de las lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma en la que
tengan su sede las autoridades expedidoras y receptoras, en las cuales se aceptará que se
cumplimenten las solicitudes de justicia gratuita así como la documentación acreditativa
correspondiente.
Cuando una solicitud o la documentación correspondiente se reciban en una lengua no
aceptada en España, serán inmediatamente devueltas a quien los hubiera presentado para
que proceda a su traducción y presentación en el plazo de 15 días contados desde la
recepción del requerimiento.
4. Una vez presentada la solicitud, se seguirán en estos casos las normas previstas en
los artículos 13 a 21 con la especialidad de que el plazo de subsanación de deficiencias del
artículo 14 será de 15 días. Asimismo, se observarán las normas recogidas en el Capítulo IV,
en lo que resulten de aplicación.
En todo caso, deberá informarse al solicitante sobre la tramitación de su solicitud, cuya
resolución será motivada en caso de denegación total o parcial.
5. En los casos en que haya de tener lugar en España el reconocimiento o ejecución de
una resolución judicial dictada por un Juzgado o Tribunal de otro Estado miembro de la
Unión Europea en el que se hubiera obtenido el beneficio de la justicia gratuita, el derecho a
la asistencia jurídica gratuita se instará mediante solicitud en la que se acredite el
reconocimiento del derecho en ese Estado y el cumplimiento de los requisitos del artículo 49.
Se podrá conceder, asimismo, el beneficio de la asistencia jurídica gratuita para la
ejecución en España de documentos públicos con fuerza ejecutiva cuando el solicitante
acredite el cumplimiento de los requisitos del artículo 49.

Sección 3.ª Reconocimiento del derecho en otros Estados miembros

Artículo 52. Derechos en España.


Las personas físicas que tengan su residencia habitual o su domicilio en España que
pretendan beneficiarse de asistencia jurídica gratuita en otro Estado miembro de la Unión
Europea para un litigio transfronterizo de los previstos en este Capítulo podrán acceder en
España a los siguientes derechos:
a) Asistencia de los servicios de orientación jurídica del Colegio de Abogados
correspondiente a la residencia o domicilio del solicitante hasta que se presente la solicitud
de justicia gratuita en el Estado miembro donde se halle el Tribunal. Esta asistencia incluirá
el asesoramiento al solicitante para que la solicitud vaya acompañada de toda la
documentación acreditativa que sea necesaria para que pueda resolverse sobre ella.
b) Traducción de la solicitud y de la documentación acreditativa necesaria que deba
presentarse a las autoridades de dicho Estado miembro.

– 757 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Artículo 53. Tramitación.
1. Los derechos contemplados en el artículo 52 podrán solicitarse ante el Colegio de
Abogados que corresponda a la residencia habitual o domicilio del solicitante.
Si el Colegio de Abogados estimara que la petición carece de modo manifiesto de
fundamento o no entra dentro del ámbito de aplicación de este Capítulo, se lo notificará al
solicitante en el plazo de cinco días, y trasladará la solicitud a la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita para que decida de manera definitiva sobre la negativa a remitir la solicitud.
2. Corresponderá al Colegio de Abogados transmitir la solicitud de asistencia jurídica
gratuita a las autoridades receptoras del Estado miembro de la Unión Europea donde se
encuentre el Tribunal competente para el litigio de que se trate. Se remitirá en el plazo de 15
días a partir de la fecha en que la solicitud se encuentre cumplimentada en la lengua o en
una de las lenguas aceptadas por el Estado miembro de la autoridad receptora y también los
documentos acreditativos, traducidos, si fuera necesario, a alguna de dichas lenguas.
3. Sin perjuicio de lo previsto en el apartado anterior, el solicitante podrá beneficiarse de
los derechos contemplados en el artículo 52 y presentar por sí mismo la solicitud de justicia
gratuita ante la autoridad receptora competente del Estado miembro en el que se halle el
Tribunal o en el que deba ejecutarse la resolución.

Artículo 54. Denegación del derecho.


Cuando la autoridad competente de otro Estado miembro deniegue la solicitud de justicia
gratuita realizada desde España con ejercicio de los derechos del artículo 52, se exigirá, si
concurren las circunstancias previstas en el artículo 19, el reintegro de los gastos
correspondientes a las traducciones.

Disposición adicional primera. 


1. El capítulo I, los artículos 9, 10.1, 12 y 16 a 21 del capítulo II, los artículos 27 a 29 y 31
a 36 del capítulo IV, el capítulo VII, las disposiciones adicionales tercera, cuarta y quinta, y la
disposición derogatoria, se dictan al amparo de las competencias que al Estado atribuye el
artículo 149.1.3.ª, 5.ª y 6.ª de la Constitución Española, sobre «Relaciones Internacionales»,
«Administración de Justicia» y «Legislación procesal», respectivamente.
2. Los artículos 25 y 26 del capítulo III y el capítulo VI, se dictan en virtud de la
competencia del Estado reconocida en el artículo 149.1.18.ª de la Constitución Española,
conforme al cual corresponde a éste dictar las «Bases del Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas».
3. Los restantes preceptos serán de aplicación en defecto de normativa específica de las
Comunidades Autónomas que hayan asumido el ejercicio efectivo de las competencias en
materia de provisión de medios para la Administración de Justicia.

Disposición adicional segunda. 


Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2, la Cruz Roja Española tendrá reconocido el
derecho a la asistencia jurídica gratuita, sin necesidad de acreditar insuficiencia de recursos
para litigar.
Igual derecho asistirá a las Asociaciones de Consumidores y Usuarios, en los términos
previstos en el artículo 2.2 de la Ley 26/1984, de 19 de julio, para la Defensa de los
Consumidores y Usuarios.
También se reconoce el derecho a la asistencia jurídica gratuita, sin necesidad de
acreditar insuficiencia de recursos para litigar, a las asociaciones de utilidad pública que
tengan como fin la promoción y defensa de los derechos de las personas con discapacidad
señaladas en el artículo 1.2 de la Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de
oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad.

Disposición adicional tercera. 


Los artículos que a continuación se relacionan de la Ley de Enjuiciamiento Civil, tendrán
la siguiente redacción:
1. El artículo 844 tendrá la siguiente redacción:

– 758 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

«Cuando el apelante tenga reconocido el derecho a la asistencia jurídica gratuita,


se le tendrá por personado en tiempo ante el Tribunal superior, si dentro del término
del emplazamiento compareciere ante el mismo por sí o por medio de otra persona,
solicitando la designación de abogado y procurador de oficio.
La misma pretensión podrá deducir al hacerle el emplazamiento, en cuyo caso lo
consignará el Secretario en la diligencia.
En estos casos, la designación se efectuará conforme a lo previsto en la Ley de
Asistencia Jurídica Gratuita y se entenderán con el Procurador nombrado de oficio
todas las actuaciones en representación del apelante.»
2. El artículo 1.701 tendrá la siguiente redacción:
«Si la parte recurrente en queja tuviere reconocido el derecho a la asistencia
jurídica gratuita, la designación de abogado y procurador que le defiendan y
representen se efectuará conforme a lo previsto en la Ley de Asistencia Jurídica
Gratuita y el plazo de presentación del escrito de interposición del recurso se
computará a partir de la comunicación de las designaciones, siempre que haya
mediado solicitud de la parte dentro de los diez días siguientes a la notificación de la
sentencia.»
3. El primer párrafo de la regla 6.ª del artículo 1.708, tendrá la siguiente redacción:
«En los casos en que el recurso de casación fuere interpuesto por el Letrado
designado en turno de oficio, tendrá siempre un plazo no inferior a los veinte días,
contados desde el siguiente a aquél en que se disponga de las actuaciones para
hacerlo, interrumpiéndose, si es necesario, a tal fin, el plazo de los cuarenta días
fijados en el emplazamiento.»

Disposición adicional cuarta. 


Los artículos y rúbricas que a continuación se relacionan de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal tendrán la siguiente redacción:
1. El Título V del Libro I se denominará «Del derecho de defensa y de la asistencia
jurídica gratuita en los juicios criminales».
2. El artículo 121 tendrá la siguiente redacción:
«Todos los que sean parte en una causa, si no se les hubiere reconocido el
derecho a la asistencia jurídica gratuita, tendrán obligación de satisfacer los derechos
de los procuradores que les representen, los honorarios de los abogados que les
defiendan, los de los peritos que informen a su instancia y las indemnizaciones de los
testigos que presentaren, cuando los peritos y testigos, al declarar, hubiesen
formulado su reclamación y el Juez o Tribunal la estimaren.
Ni durante la causa ni después de terminada tendrán la obligación de satisfacer
las demás costas procesales, a no ser que a ello fueren condenados.
El procurador que, nombrado por los que fueren parte en una causa, haya
aceptado su representación tendrá la obligación de pagar los honorarios a los
Letrados de que se valiesen los clientes para su defensa.
Los que tuvieren reconocido el derecho a la asistencia jurídica gratuita, podrán
valerse de abogado y procurador de su elección; pero en este caso estarán
obligados a abonarles sus honorarios y derechos, como se dispone respecto de los
que no tengan reconocido dicho derecho, salvo que los profesionales de libre
elección renunciaran a la percepción de honorarios o derechos en los términos
previstos en el artículo 27 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.»
3. El último párrafo del artículo 875 tendrá la siguiente redacción:
«Si el recurrente tuviese reconocido el derecho a la asistencia jurídica gratuita o
apareciese declarado insolvente total o parcial, quedará obligado a responder de la
cantidad referida, si viniere a mejor fortuna, en la forma que dispone el artículo 857.»

– 759 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Disposición adicional quinta. 


El artículo 21 de la Ley de Procedimiento Laboral, texto refundido aprobado por el Real
Decreto legislativo 2/1995, de 7 de abril, tendrá la siguiente redacción:
«1. La defensa por abogado tendrá carácter facultativo en la instancia, con
excepción de lo previsto en el artículo siguiente, pero podrá utilizarla cualquiera de
los litigantes, en cuyo caso será de su cuenta el pago de los honorarios o derechos
respectivos, con las excepciones fijadas en el artículo 2, d), de la Ley de Asistencia
Jurídica Gratuita.
2. Si el demandante pretendiese comparecer en el juicio asistido de abogado o
representado por procurador o graduado social colegiado, lo hará constar en la
demanda. Asimismo, el demandado pondrá esta circunstancia en conocimiento del
Juzgado o Tribunal por escrito, dentro de los dos días siguientes al de su citación
para el juicio, con objeto de que, trasladada tal intención al actor, pueda éste estar
representado por procurador o graduado social colegiado, designar abogado en otro
plazo igual o solicitar su designación a través del turno de oficio. La falta de
cumplimiento de estos requisitos supone la renuncia de la parte al derecho de
valerse en el acto de juicio de abogado, procurador o graduado social colegiado.
3. Si en cualquier otra actuación, diversa al acto de juicio, cualquiera de las
partes pretendiese actuar asistido de Letrado, el Juez o Tribunal adoptará las
medidas oportunas para garantizar la igualdad de las partes.
4. La solicitud de designación de abogado por el turno de oficio por los
trabajadores y los beneficiarios del Sistema de Seguridad Social comportará la
suspensión de los plazos de caducidad o la interrupción de la prescripción de
acciones.»

Disposición adicional sexta. Información al Ministerio de Justicia sobre los litigios


transfronterizos.
A efectos estadísticos, los Colegios de Abogados enviarán semestralmente una relación
de solicitudes de reconocimiento de asistencia jurídica gratuita en los litigios transfronterizos
celebrados en los demás Estados miembros, con indicación expresa del Estado de que se
trate, cuando el solicitante del derecho tenga su residencia habitual o su domicilio en
España, así como de solicitudes de reconocimiento de asistencia jurídica gratuita en los
litigios transfronterizos celebrados en España, con indicación expresa del Estado de
residencia habitual o domicilio del solicitante del derecho, al Consejo General de la Abogacía
Española, que éste remitirá al Ministerio de Justicia.

Disposición adicional séptima. Empleo de medios electrónicos, informáticos y telemáticos.


Las Administraciones Públicas competentes procurarán e impulsarán el empleo de
medios electrónicos, informáticos y telemáticos en los trámites ligados al reconocimiento de
derecho de asistencia jurídica gratuita, y en particular cuando se trate de los supuestos
previstos en el Capítulo VIII de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita.

Disposición adicional octava. Sustitución de las referencias al salario mínimo


interprofesional.
Todas las referencias contenidas en esta ley y en su normativa de desarrollo al salario
mínimo interprofesional se entenderán hechas al indicador público de renta de efectos
múltiples y su valoración se efectuará de conformidad con el artículo 3.

Disposición transitoria única. 


Las solicitudes de justicia gratuita, presentadas con anterioridad a la entrada en vigor de
la presente Ley, se regirán por la normativa vigente en el momento de efectuar la solicitud.

– 760 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita

Disposición derogatoria única. 


Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta Ley, y en
particular:
a) De la Ley de Enjuiciamiento Civil:
– El inciso primero del número 4.º del artículo 4, cuando dice «justicia gratuita».
– Los artículos 13 a 50, ambos inclusive.
– Las reglas 3.ª, 4.ª y 5.ª del artículo 1.708.
– El artículo 1.719.
b) De la Ley de Enjuiciamiento Criminal:
– El artículo 119.
– El artículo 120.
– Los artículos 123 a 140, ambos inclusive.
– Los apartados 2, 4 y 5 del artículo 788.
– El último párrafo del artículo 874.
– Los tres primeros párrafos del artículo 876.
c) Del Real Decreto legislativo 2/1995, de 7 de abril, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Procedimiento Laboral:
– Los artículos 25 y 26.
d) De la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa de 27 de
diciembre de 1956:
– El artículo 132.
e) El artículo 6.3 del Real Decreto-ley 18/1982, de 24 de septiembre, de régimen de los
fondos de Garantía de Depósitos de Bancos Privados, Cajas de Ahorro y Cooperativas de
Crédito.
f) El artículo 59.3 del Real Decreto legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley General de Seguridad Social.

Disposición final primera. 


En el plazo de seis meses desde la publicación de la presente Ley, el Gobierno, en el
ámbito de sus competencias, dictará el Reglamento General de desarrollo de la misma, en el
que se contendrán necesariamente los siguientes extremos:
a) Las normas de organización y funcionamiento de la Comisiones de Asistencia Jurídica
Gratuita.
b) Normalización de los documentos a presentar por los solicitantes de asistencia jurídica
gratuita.
c) El procedimiento para la aplicación de la subvención.
d) El sistema de determinación de las bases económicas y módulos de compensación
con cargo a fondos públicos por la prestación de los servicios de asistencia jurídica gratuita.
e) El sistema de provisión de la asistencia pericial gratuita prevista en el apartado 6 del
artículo 6.

Disposición final segunda. 


La presente Ley entrará en vigor a los seis meses de su publicación en el «Boletín Oficial
del Estado».

– 761 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§ 10

Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el


texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando,
aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la
materia.

Ministerio de Cultura
«BOE» núm. 97, de 22 de abril de 1996
Última modificación: 31 de diciembre de 2011
Referencia: BOE-A-1996-8930

La disposición final segunda de la Ley 27/1995, de 11 de octubre, de incorporación al


Derecho español de la Directiva 93/98/CEE, del Consejo, de 29 de octubre, relativa a la
armonización del plazo de protección del derecho de autor y de determinados derechos
afines, autorizó al Gobierno para que, antes del 30 de junio de 1996, aprobara un texto que
refundiese las disposiciones legales vigentes en materia de propiedad intelectual,
regularizando, aclarando y armonizando los textos que hubieran de ser refundidos. El
alcance temporal de esta habilitación legislativa es el relativo a las disposiciones legales que
se encontrarán vigentes a 30 de junio de 1996.
En consecuencia, se ha elaborado un texto refundido que se incorpora como anexo a
este Real Decreto Legislativo, y que tiene por objeto dar cumplimiento al mandato legal.
En su virtud, a propuesta de la Ministra de Cultura, de acuerdo con el Consejo de Estado
y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 12 de abril de 1996,

DISPONGO:

Artículo único. Objeto de la norma.


Se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando,
aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia, que figura
como anexo al presente Real Decreto legislativo.

Disposición derogatoria única. Derogación normativa.


Quedan derogadas las siguientes Leyes:
1. Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad Intelectual.
2. Ley 20/1992, de 7 de julio, de modificación de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de
Propiedad Intelectual.
3. Ley 16/1993, de 23 de diciembre, de incorporación al Derecho español de la Directiva
91/250/CEE, de 14 de mayo, sobre la protección jurídica de programas de ordenador.

– 762 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

4. Ley 43/1994, de 30 de diciembre, de incorporación al Derecho español de la Directiva


92/100/CEE, de 19 de noviembre, sobre derechos de alquiler y préstamo y otros derechos
afines a los derechos de autor en el ámbito de la propiedad intelectual.
5. Ley 27/1995, de 11 de octubre, de incorporación al Derecho español de la Directiva
93/98/CEE, del Consejo, de 29 de octubre, relativa a la armonización del plazo de protección
del derecho de autor y de determinados derechos afines.
6. Ley 28/1995, de 11 de octubre, de incorporación al Derecho español de la Directiva
93/83/CEE, del Consejo, de 27 de septiembre, sobre coordinación de determinadas
disposiciones relativas a los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en
el ámbito de la radiodifusión vía satélite y de la distribución por cable.

Disposición final única. Entrada en vigor.


Este Real Decreto legislativo entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el
«Boletín Oficial del Estado».

TEXTO REFUNDIDO DE LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL

LIBRO I
De los derechos de autor

TÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo 1. Hecho generador.


La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor
por el solo hecho de su creación.

Artículo 2. Contenido.
La propiedad intelectual está integrada por derechos de carácter personal y patrimonial,
que atribuyen al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra,
sin más limitaciones que las establecidas en la Ley.

Artículo 3. Características.
Los derechos de autor son independientes, compatibles y acumulables con:
1.º La propiedad y otros derechos que tengan por objeto la cosa material a la que está
incorporada la creación intelectual.
2.º Los derechos de propiedad industrial que puedan existir sobre la obra.
3.º Los otros derechos de propiedad intelectual reconocidos en el Libro II de la presente
Ley.

Artículo 4. Divulgación y publicación.


A efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se entiende por divulgación de una obra
toda expresión de la misma que, con el consentimiento del autor, la haga accesible por
primera vez al público en cualquier forma; y por publicación, la divulgación que se realice
mediante la puesta a disposición del público de un número de ejemplares de la obra que
satisfaga razonablemente sus necesidades estimadas de acuerdo con la naturaleza y
finalidad de la misma.

– 763 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

TÍTULO II
Sujeto, objeto y contenido

CAPÍTULO I
Sujetos

Artículo 5. Autores y otros beneficiarios.


1. Se considera autor a la persona natural que crea alguna obra literaria, artística o
científica.
2. No obstante, de la protección que esta Ley concede al autor se podrán beneficiar
personas jurídicas en los casos expresamente previstos en ella.

Artículo 6. Presunción de autoría, obras anónimas o seudónimas.


1. Se presumirá autor, salvo prueba en contrario, a quien aparezca como tal en la obra,
mediante su nombre, firma o signo que lo identifique.
2. Cuando la obra se divulgue en forma anónima o bajo seudónimo o signo, el ejercicio
de los derechos de propiedad intelectual corresponderá a la persona natural o jurídica que la
saque a la luz con el consentimiento del autor, mientras éste no revele su identidad.

Artículo 7. Obra en colaboración.


1. Los derechos sobre una obra que sea resultado unitario de la colaboración de varios
autores corresponden a todos ellos.
2. Para divulgar y modificar la obra se requiere el consentimiento de todos los coautores.
En defecto de acuerdo, el Juez resolverá.
Una vez divulgada la obra, ningún coautor puede rehusar injustificadamente su
consentimiento para su explotación en la forma en que se divulgó.
3. A reserva de lo pactado entre los coautores de la obra en colaboración, éstos podrán
explotar separadamente sus aportaciones, salvo que causen perjuicio a la explotación
común.
4. Los derechos de propiedad intelectual sobre una obra en colaboración corresponden a
todos los autores en la proporción que ellos determinen. En lo no previsto en esta Ley, se
aplicarán a estas obras las reglas establecidas en el Código Civil para la comunidad de
bienes.

Artículo 8. Obra colectiva.


Se considera obra colectiva la creada por la iniciativa y bajo la coordinación de una
persona natural o jurídica que la edita y divulga bajo su nombre y está constituida por la
reunión de aportaciones de diferentes autores cuya contribución personal se funde en una
creación única y autónoma, para la cual haya sido concebida sin que sea posible atribuir
separadamente a cualquiera de ellos un derecho sobre el conjunto de la obra realizada.
Salvo pacto en contrario, los derechos sobre la obra colectiva corresponderán a la
persona que la edite y divulgue bajo su nombre.

Artículo 9. Obra compuesta e independiente.


1. Se considerará obra compuesta la obra nueva que incorpore una obra preexistente sin
la colaboración del autor de esta última, sin perjuicio de los derechos que a éste
correspondan y de su necesaria autorización.
2. La obra que constituya creación autónoma se considerará independiente, aunque se
publique conjuntamente con otras.

– 764 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

CAPÍTULO II
Objeto

Artículo 10. Obras y títulos originales.


1. Son objeto de propiedad intelectual todas las creaciones originales literarias, artísticas
o científicas expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, actualmente
conocido o que se invente en el futuro, comprendiéndose entre ellas:
a) Los libros, folletos, impresos, epistolarios, escritos, discursos y alocuciones,
conferencias, informes forenses, explicaciones de cátedra y cualesquiera otras obras de la
misma naturaleza.
b) Las composiciones musicales, con o sin letra.
c) Las obras dramáticas y dramático-musicales, las coreografías, las pantomimas y, en
general, las obras teatrales.
d) Las obras cinematográficas y cualesquiera otras obras audiovisuales.
e) Las esculturas y las obras de pintura, dibujo, grabado, litografía y las historietas
gráficas, tebeos o comics, así como sus ensayos o bocetos y las demás obras plásticas,
sean o no aplicadas.
f) Los proyectos, planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas y de ingeniería.
g) Los gráficos, mapas y diseños relativos a la topografía, la geografía y, en general, a la
ciencia.
h) Las obras fotográficas y las expresadas por procedimiento análogo a la fotografía.
i) Los programas de ordenador.
2. El título de una obra, cuando sea original, quedará protegido como parte de ella.

Artículo 11. Obras derivadas.


Sin perjuicio de los derechos de autor sobre la obra original, también son objeto de
propiedad intelectual:
1.º Las traducciones y adaptaciones.
2.º Las revisiones, actualizaciones y anotaciones.
3.º Los compendios, resúmenes y extractos.
4.º Los arreglos musicales.
5.º Cualesquiera transformaciones de una obra literaria, artística o científica.

Artículo 12. Colecciones. Bases de datos.


1. También son objeto de propiedad intelectual, en los términos del Libro I de la presente
Ley, las colecciones de obras ajenas, de datos o de otros elementos independientes como
las antologías y las bases de datos que por la selección o disposición de sus contenidos
constituyan creaciones intelectuales, sin perjuicio, en su caso, de los derechos que pudieran
subsistir sobre dichos contenidos.
La protección reconocida en el presente artículo a estas colecciones se refiere
únicamente a su estructura en cuanto forma de expresión de la selección o disposición de
sus contenidos, no siendo extensiva a éstos.
2. A efectos de la presente Ley, y sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, se
consideran bases de datos las colecciones de obras, de datos, o de otros elementos
independientes dispuestos de manera sistemática o metódica y accesibles individualmente
por medios electrónicos o de otra forma.
3. La protección reconocida a las bases de datos en virtud del presente artículo no se
aplicará a los programas de ordenador utilizados en la fabricación o en el funcionamiento de
bases de datos accesibles por medios electrónicos.

Artículo 13. Exclusiones.
No son objeto de propiedad intelectual las disposiciones legales o reglamentarias y sus
correspondientes proyectos, las resoluciones de los órganos jurisdiccionales y los actos,

– 765 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

acuerdos, deliberaciones y dictámenes de los organismos públicos, así como las


traducciones oficiales de todos los textos anteriores.

CAPÍTULO III
Contenido

SECCIÓN 1.ª Derecho moral

Artículo 14. Contenido y características del derecho moral.


Corresponden al autor los siguientes derechos irrenunciables e inalienables:
1.º Decidir si su obra ha de ser divulgada y en qué forma.
2.º Determinar si tal divulgación ha de hacerse con su nombre, bajo seudónimo o signo,
o anónimamente.
3.º Exigir el reconocimiento de su condición de autor de la obra.
4.º Exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación,
modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos
intereses o menoscabo a su reputación.
5.º Modificar la obra respetando los derechos adquiridos por terceros y las exigencias de
protección de bienes de interés cultural.
6.º Retirar la obra del comercio, por cambio de sus convicciones intelectuales o morales,
previa indemnización de daños y perjuicios a los titulares de derechos de explotación.
Si, posteriormente, el autor decide reemprender la explotación de su obra deberá ofrecer
preferentemente los correspondientes derechos al anterior titular de los mismos y en
condiciones razonablemente similares a las originarias.
7.º Acceder al ejemplar único o raro de la obra, cuando se halle en poder de otro, a fin de
ejercitar el derecho de divulgación o cualquier otro que le corresponda.
Este derecho no permitirá exigir el desplazamiento de la obra y el acceso a la misma se
llevará a efecto en el lugar y forma que ocasionen menos incomodidades al poseedor, al que
se indemnizará, en su caso, por los daños y perjuicios que se le irroguen.

Artículo 15. Supuestos de legitimación «mortis causa».


1. Al fallecimiento del autor, el ejercicio de los derechos mencionados en los apartados
3.º y 4.º del artículo anterior corresponde, sin límite de tiempo, a la persona natural o jurídica
a la que el autor se lo haya confiado expresamente por disposición de última voluntad. En su
defecto, el ejercicio de estos derechos corresponderá a los herederos.
2. Las mismas personas señaladas en el número anterior y en el mismo orden que en él
se indica, podrán ejercer el derecho previsto en el apartado 1.º del artículo 14, en relación
con la obra no divulgada en vida de su autor y durante un plazo de setenta años desde su
muerte o declaración de fallecimiento, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 40.

Artículo 16. Sustitución en la legitimación «mortis causa».


Siempre que no existan las personas mencionadas en el artículo anterior, o se ignore su
paradero, el Estado, las Comunidades Autónomas, las Corporaciones locales y las
instituciones públicas de carácter cultural estarán legitimados para ejercer los derechos
previstos en el mismo.

SECCIÓN 2.ª Derechos de explotación

Artículo 17. Derecho exclusivo de explotación y sus modalidades.


Corresponde al autor el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación de su obra en
cualquier forma y, en especial, los derechos de reproducción, distribución, comunicación
pública y transformación, que no podrán ser realizadas sin su autorización, salvo en los
casos previstos en la presente Ley.

– 766 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 18. Reproducción.
Se entiende por reproducción la fijación directa o indirecta, provisional o permanente, por
cualquier medio y en cualquier forma, de toda la obra o de parte de ella, que permita su
comunicación o la obtención de copias.

Artículo 19. Distribución.
1. Se entiende por distribución la puesta a disposición del público del original o de las
copias de la obra, en un soporte tangible, mediante su venta, alquiler, préstamo o de
cualquier otra forma.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
3. Se entiende por alquiler la puesta a disposición de los originales y copias de una obra
para su uso por tiempo limitado y con un beneficio económico o comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, de comunicación pública a partir de fonogramas o de grabaciones audiovisuales,
incluso de fragmentos de unos y otras, y la que se realice para consulta in situ.
4. Se entiende por préstamo la puesta a disposición de originales y copias de una obra
para su uso por tiempo limitado sin beneficio económico o comercial directo ni indirecto
siempre que dicho préstamo se lleve a cabo a través de establecimientos accesibles al
público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial directo ni indirecto cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir los gastos de funcionamiento. Esta
cantidad no podrá incluir total o parcialmente el importe del derecho de remuneración que
deba satisfacerse a los titulares de derechos de propiedad intelectual conforme a lo
dispuesto por el apartado segundo del artículo 37.
5. Lo dispuesto en este artículo en cuanto al alquiler y al préstamo no se aplicará a los
edificios ni a las obras de artes aplicadas.

Artículo 20. Comunicación pública.


1. Se entenderá por comunicación pública todo acto por el cual una pluralidad de
personas pueda tener acceso a la obra sin previa distribución de ejemplares a cada una de
ellas.
No se considerará pública la comunicación cuando se celebre dentro de un ámbito
estrictamente doméstico que no esté integrado o conectado a una red de difusión de
cualquier tipo.
2. Especialmente, son actos de comunicación pública:
a) Las representaciones escénicas, recitaciones, disertaciones y ejecuciones públicas de
las obras dramáticas, dramático-musicales, literarias y musicales mediante cualquier medio o
procedimiento.
b) La proyección o exhibición pública de las obras cinematográficas y de las demás
audiovisuales.
c) La emisión de cualesquiera obras por radiodifusión o por cualquier otro medio que
sirva para la difusión inalámbrica de signos, sonidos o imágenes. El concepto de emisión
comprende la producción de señales portadoras de programas hacia un satélite, cuando la
recepción de las mismas por el público no es posible sino a través de entidad distinta de la
de origen.
d) La radiodifusión o comunicación al público vía satélite de cualesquiera obras, es decir,
el acto de introducir, bajo el control y la responsabilidad de la entidad radiodifusora, las
señales portadoras de programas, destinadas a la recepción por el público en una cadena
ininterrumpida de comunicación que vaya al satélite y desde éste a la tierra. Los procesos
técnicos normales relativos a las señales portadoras de programas no se consideran
interrupciones de la cadena de comunicación.

– 767 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Cuando las señales portadoras de programas se emitan de manera codificada existirá


comunicación al público vía satélite siempre que se pongan a disposición del público por la
entidad radiodifusora, o con su consentimiento, medios de descodificación.
A efectos de lo dispuesto en los dos párrafos anteriores, se entenderá por satélite
cualquiera que opere en bandas de frecuencia reservadas por la legislación de
telecomunicaciones a la difusión de señales para la recepción por el público o para la
comunicación individual no pública, siempre que, en este último caso, las circunstancias en
las que se lleve a efecto la recepción individual de las señales sean comparables a las que
se aplican en el primer caso.
e) La transmisión de cualesquiera obras al público por hilo, cable, fibra óptica u otro
procedimiento análogo, sea o no mediante abono.
f) La retransmisión, por cualquiera de los medios citados en los apartados anteriores y
por entidad distinta de la de origen, de la obra radiodifundida.
Se entiende por retransmisión por cable la retransmisión simultánea, inalterada e íntegra,
por medio de cable o microondas de emisiones o transmisiones iniciales, incluidas las
realizadas por satélite, de programas radiodifundidos o televisados destinados a ser
recibidos por el público.
g) La emisión o transmisión, en lugar accesible al público, mediante cualquier
instrumento idóneo, de la obra radiodifundida.
h) La exposición pública de obras de arte o sus reproducciones.
i) La puesta a disposición del público de obras, por procedimientos alámbricos o
inalámbricos, de tal forma que cualquier persona pueda acceder a ellas desde el lugar y en
el momento que elija.
j) El acceso público en cualquier forma a las obras incorporadas a una base de datos,
aunque dicha base de datos no esté protegida por las disposiciones del Libro I de la
presente Ley.
k) La realización de cualquiera de los actos anteriores, respecto a una base de datos
protegida por el Libro I de la presente Ley.
3. La comunicación al público vía satélite en el territorio de la Unión Europea se regirá
por las siguientes disposiciones:
a) La comunicación al público vía satélite se producirá únicamente en el Estado miembro
de la Unión Europea en que, bajo el control y responsabilidad de la entidad radiodifusora, las
señales portadoras de programas se introduzcan en la cadena ininterrumpida de
comunicación a la que se refiere el párrafo d) del apartado 2 de este artículo.
b) Cuando la comunicación al público vía satélite se produzca en el territorio de un
Estado no perteneciente a la Unión Europea donde no exista el nivel de protección que para
dicho sistema de comunicación al público establece este apartado 3, se tendrá en cuenta lo
siguiente:
1.º Si la señal portadora del programa se envía al satélite desde una estación de señal
ascendente situada en un Estado miembro se considerará que la comunicación al público vía
satélite se ha producido en dicho Estado miembro. En tal caso, los derechos que se
establecen relativos a la radiodifusión vía satélite podrán ejercitarse frente a la persona que
opere la estación que emite la señal ascendente.
2.º Si no se utiliza una estación de señal ascendente situada en un Estado miembro pero
una entidad de radiodifusión establecida en un Estado miembro ha encargado la emisión vía
satélite, se considerará que dicho acto se ha producido en el Estado miembro en el que la
entidad de radiodifusión tenga su establecimiento principal. En tal caso, los derechos que se
establecen relativos a la radiodifusión vía satélite podrán ejercitarse frente a la entidad de
radiodifusión.
c) (Derogado)
4. La retransmisión por cable definida en el párrafo segundo del apartado 2.f) de este
artículo, dentro del territorio de la Unión Europea, se regirá por las siguientes disposiciones:
a) La retransmisión en territorio español de emisiones, radiodifusiones vía satélite o
transmisiones iniciales de programas procedentes de otros Estados miembros de la Unión
Europea se realizará, en lo relativo a los derechos de autor, de acuerdo con lo dispuesto en

– 768 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

la presente Ley y con arreglo a lo establecido en los acuerdos contractuales, individuales o


colectivos, firmados entre los titulares de derechos y las empresas de retransmisión por
cable.
b) El derecho que asiste a los titulares de derechos de autor de autorizar la retransmisión
por cable se ejercerá, exclusivamente, a través de una entidad de gestión de derechos de
propiedad intelectual.
c) En el caso de titulares que no hubieran encomendado la gestión de sus derechos a
una entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual, los mismos se harán efectivos
a través de la entidad que gestione derechos de la misma categoría.
Cuando existiere más de una entidad de gestión de los derechos de la referida categoría,
sus titulares podrán encomendar la gestión de los mismos a cualquiera de las entidades.
Los titulares a que se refiere este párrafo c) gozarán de los derechos y quedarán sujetos
a las obligaciones derivadas del acuerdo celebrado entre la empresa de retransmisión por
cable y la entidad en la que se considere hayan delegado la gestión de sus derechos, en
igualdad de condiciones con los titulares de derechos que hayan encomendado la gestión de
los mismos a tal entidad. Asimismo, podrán reclamar a la entidad de gestión a la que se
refieren los párrafos anteriores de este párrafo c), sus derechos dentro de los tres años
contados a partir de la fecha en que se retransmitió por cable la obra protegida.
d) Cuando el titular de derechos autorice la emisión, radiodifusión vía satélite o
transmisión inicial en territorio español de una obra protegida, se presumirá que consiente en
no ejercitar, a título individual, sus derechos para, en su caso, la retransmisión por cable de
la misma, sino a ejercitarlos con arreglo a lo dispuesto en este apartado 4.
e) Lo dispuesto en los párrafos b), c) y d) de este apartado 4 no se aplicará a los
derechos ejercidos por las entidades de radiodifusión respecto de sus propias emisiones,
radiodifusiones vía satélite o transmisiones, con independencia de que los referidos
derechos sean suyos o les hayan sido transferidos por otros titulares de derechos de autor.
f) Cuando, por falta de acuerdo entre las partes, no se llegue a celebrar un contrato para
la autorización de la retransmisión por cable, las partes podrán acceder, por vía de
mediación, a la Comisión Mediadora y Arbitral de la Propiedad Intelectual.
Será aplicable a la mediación contemplada en el párrafo anterior lo previsto en el artículo
158 de la presente Ley y en el Real Decreto de desarrollo de dicha disposición.
g) Cuando alguna de las partes, en abuso de su posición negociadora, impida la
iniciación o prosecución de buena fe de las negociaciones para la autorización de la
retransmisión por cable, u obstaculice, sin justificación válida, las negociaciones o la
mediación a que se refiere el párrafo anterior, se aplicará lo dispuesto en el Título I, capítulo
I, de la Ley 16/1989, de 17 de julio, de Defensa de la Competencia.

Artículo 21. Transformación.
1. La transformación de una obra comprende su traducción, adaptación y cualquier otra
modificación en su forma de la que se derive una obra diferente.
Cuando se trate de una base de datos a la que hace referencia el artículo 12 de la
presente Ley se considerará también transformación, la reordenación de la misma.
2. Los derechos de propiedad intelectual de la obra resultado de la transformación
corresponderán al autor de esta última, sin perjuicio del derecho del autor de la obra
preexistente de autorizar, durante todo el plazo de protección de sus derechos sobre ésta, la
explotación de esos resultados en cualquier forma y en especial mediante su reproducción,
distribución, comunicación pública o nueva transformación.

Artículo 22. Colecciones escogidas u obras completas.


La cesión de los derechos de explotación sobre sus obras no impedirá al autor
publicarlas reunidas en colección escogida o completa.

Artículo 23. Independencia de derechos.


Los derechos de explotación regulados en esta sección son independientes entre sí.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

SECCIÓN 3.ª Otros derechos

Artículo 24. Derecho de participación.


(Derogado)

Artículo 25. Compensación equitativa por copia privada.


(Suprimido)

TÍTULO III
Duración, límites y salvaguardia de otras disposiciones legales

CAPÍTULO I
Duración

Artículo 26. Duración y cómputo.


Los derechos de explotación de la obra durarán toda la vida del autor y setenta años
después de su muerte o declaración de fallecimiento.

Artículo 27. Duración y cómputo en obras póstumas, seudónimas y anónimas.


1. Los derechos de explotación de las obras anónimas o seudónimas a las que se refiere
el artículo 6 durarán setenta años desde su divulgación lícita.
Cuando antes de cumplirse este plazo fuera conocido el autor, bien porque el seudónimo
que ha adoptado no deje dudas sobre su identidad, bien porque el mismo autor la revele,
será de aplicación lo dispuesto en el artículo precedente.
2. Los derechos de explotación de las obras que no hayan sido divulgadas lícitamente
durarán setenta años desde la creación de éstas, cuando el plazo de protección no sea
computado a partir de la muerte o declaración de fallecimiento del autor o autores.

Artículo 28. Duración y cómputo de las obras en colaboración y colectivas.


1. Los derechos de explotación de las obras en colaboración definidas en el artículo 7,
comprendidas las obras cinematográficas y audiovisuales, durarán toda la vida de los
coautores y setenta años desde la muerte o declaración de fallecimiento del último coautor
superviviente.
2. Los derechos de explotación sobre las obras colectivas definidas en el artículo 8 de
esta Ley durarán setenta años desde la divulgación lícita de la obra protegida. No obstante,
si las personas naturales que hayan creado la obra son identificadas como autores en las
versiones de la misma que se hagan accesibles al público, se estará a lo dispuesto en los
artículos 26 ó 28.1, según proceda.
Lo dispuesto en el párrafo anterior se entenderá sin perjuicio de los derechos de los
autores identificados cuyas aportaciones identificables estén contenidas en dichas obras, a
las cuales se aplicarán el artículo 26 y el apartado 1 de este artículo, según proceda.

Artículo 29. Obras publicadas por partes.


En el caso de obras divulgadas por partes, volúmenes, entregas o fascículos, que no
sean independientes y cuyo plazo de protección comience a transcurrir cuando la obra haya
sido divulgada de forma lícita, dicho plazo se computará por separado para cada elemento.

Artículo 30. Cómputo de plazo de protección.


Los plazos de protección establecidos en esta Ley se computarán desde el día 1 de
enero del año siguiente al de la muerte o declaración de fallecimiento del autor o al de la
divulgación lícita de la obra, según proceda.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

CAPÍTULO II
Límites

Artículo 31. Reproducciones provisionales y copia privada.


1. No requerirán autorización del autor los actos de reproducción provisional a los que se
refiere el artículo 18 que, además de carecer por sí mismos de una significación económica
independiente, sean transitorios o accesorios y formen parte integrante y esencial de un
proceso tecnológico y cuya única finalidad consista en facilitar bien una transmisión en red
entre terceras partes por un intermediario, bien una utilización lícita, entendiendo por tal la
autorizada por el autor o por la ley.
2. No necesita autorización del autor la reproducción, en cualquier soporte, de obras ya
divulgadas cuando se lleve a cabo por una persona física para su uso privado a partir de
obras a las que haya accedido legalmente y la copia obtenida no sea objeto de una
utilización colectiva ni lucrativa, sin perjuicio de la compensación equitativa prevista en el
artículo 25, que deberá tener en cuenta si se aplican a tales obras las medidas a las que se
refiere el artículo 161. Quedan excluidas de lo dispuesto en este apartado las bases de datos
electrónicas y, en aplicación del artículo 99.a), los programas de ordenador.

Artículo 31 bis. Seguridad, procedimientos oficiales y discapacidades.


1. No será necesaria autorización del autor cuando una obra se reproduzca, distribuya o
comunique públicamente con fines de seguridad pública o para el correcto desarrollo de
procedimientos administrativos, judiciales o parlamentarios.
2. Tampoco necesitan autorización los actos de reproducción, distribución y
comunicación pública de obras ya divulgadas que se realicen en beneficio de personas con
discapacidad, siempre que los mismos carezcan de finalidad lucrativa, guarden una relación
directa con la discapacidad de que se trate, se lleven a cabo mediante un procedimiento o
medio adaptado a la discapacidad y se limiten a lo que ésta exige.

Artículo 32. Cita e ilustración de la enseñanza.


1. Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza
escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico
figurativo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de
cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con
fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e
indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.
Las recopilaciones periódicas efectuadas en forma de reseñas o revista de prensa
tendrán la consideración de citas. No obstante, cuando se realicen recopilaciones de
artículos periodísticos que consistan básicamente en su mera reproducción y dicha actividad
se realice con fines comerciales, el autor que no se haya opuesto expresamente tendrá
derecho a percibir una remuneración equitativa. En caso de oposición expresa del autor,
dicha actividad no se entenderá amparada por este límite.
2. No necesitará autorización del autor el profesorado de la educación reglada para
realizar actos de reproducción, distribución y comunicación pública de pequeños fragmentos
de obras o de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, excluidos los libros
de texto y los manuales universitarios, cuando tales actos se hagan únicamente para la
ilustración de sus actividades educativas en las aulas, en la medida justificada por la
finalidad no comercial perseguida, siempre que se trate de obras ya divulgadas y, salvo en
los casos en que resulte imposible, se incluyan el nombre del autor y la fuente.
No se entenderán comprendidas en el párrafo anterior la reproducción, distribución y
comunicación pública de compilaciones o agrupaciones de fragmentos de obras o de obras
aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo.

Artículo 33. Trabajos sobre temas de actualidad.


1. Los trabajos y artículos sobre temas de actualidad difundidos por los medios de
comunicación social podrán ser reproducidos, distribuidos y comunicados públicamente por

– 771 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

cualesquiera otros de la misma clase, citando la fuente y el autor si el trabajo apareció con
firma y siempre que no se hubiese hecho constar en origen la reserva de derechos. Todo
ello sin perjuicio del derecho del autor a percibir la remuneración acordada o, en defecto de
acuerdo, la que se estime equitativa.
Cuando se trate de colaboraciones literarias será necesaria, en todo caso, la oportuna
autorización del autor.
2. Igualmente, se podrán reproducir, distribuir y comunicar las conferencias, alocuciones,
informes ante los Tribunales y otras obras del mismo carácter que se hayan pronunciado en
público, siempre que esas utilizaciones se realicen con el exclusivo fin de informar sobre la
actualidad. Esta última condición no será de aplicación a los discursos pronunciados en
sesiones parlamentarias o de corporaciones públicas. En cualquier caso, queda reservado al
autor el derecho a publicar en colección tales obras.

Artículo 34. Utilización de bases de datos por el usuario legítimo y limitaciones a los


derechos de explotación del titular de una base de datos.
1. El usuario legítimo de una base de datos protegida en virtud del artículo 12 de esta
Ley o de copias de la misma, podrá efectuar, sin la autorización del autor de la base, todos
los actos que sean necesarios para el acceso al contenido de la base de datos y a su normal
utilización por el propio usuario, aunque estén afectados por cual quier derecho exclusivo de
ese autor. En la medida en que el usuario legítimo esté autorizado a utilizar sólo una parte
de la base de datos, esta disposición será aplicable únicamente a dicha parte.
Cualquier pacto en contrario a lo establecido en esta disposición será nulo de pleno
derecho.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artícu lo 31, no se necesitará la autorización del
autor de una base de datos protegida en virtud del ar tículo 12 de esta Ley y que haya sido
divulgada:
a) Cuando tratándose de una base de datos no electrónica se realice una reproducción
con fines privados.
b) Cuando la utilización se realice con fines de ilustración de la enseñanza o de
investigación científica siempre que se lleve a efecto en la medida justificada por el objetivo
no comercial que se persiga e indicando en cualquier caso su fuente.
c) Cuando se trate de una utilización para fines de seguridad pública o a efectos de un
procedimiento administrativo o judicial.

Artículo 35. Utilización de las obras con ocasión de informaciones de actualidad y de las


situadas en vías públicas.
1. Cualquier obra susceptible de ser vista u oída con ocasión de informaciones sobre
acontecimientos de la actualidad puede ser reproducida, distribuida y comunicada
públicamente, si bien sólo en la medida que lo justifique dicha finalidad informativa.
2. Las obras situadas permanentemente en parques, calles, plazas u otras vías públicas
pueden ser reproducidas, distribuidas y comunicadas libremente por medio de pinturas,
dibujos, fotografías y procedimientos audiovisuales.

Artículo 36. Cable, satélite y grabaciones técnicas.


1. La autorización para emitir una obra comprende la transmisión por cable de la
emisión, cuanto ésta se realice simultánea e íntegramente por la entidad de origen y sin
exceder la zona geográfica prevista en dicha autorización.
2. Asimismo, la referida autorización comprende su incorporación a un programa dirigido
hacia un satélite que permita la recepción de esta obra a través de entidad distinta de la de
origen, cuando el autor o su derechohabiente haya autorizado a esta última entidad para
comunicar la obra al público, en cuyo caso, además, la emisora de origen quedará exenta
del pago de toda remuneración.
3. La cesión del derecho de comunicación pública de una obra, cuando ésta se realiza a
través de la radiodifusión, facultará a la entidad radiodifusora para registrar la misma por sus
propios medios y para sus propias emisiones inalámbricas, al objeto de realizar, por una sola

– 772 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

vez, la comunicación pública autorizada. Para nuevas difusiones de la obra así registrada
será necesaria la cesión del derecho de reproducción y de comunicación pública.
4. Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo previsto en el artículo 20
de la presente Ley.

Artículo 37. Reproducción, préstamo y consulta de obras mediante terminales


especializados en determinados establecimientos.
1. Los titulares de los derechos de autor no podrán oponerse a las reproducciones de las
obras, cuando aquéllas se realicen sin finalidad lucrativa por los museos, bibliotecas,
fonotecas, filmotecas, hemerotecas o archivos de titularidad pública o integradas en
instituciones de carácter cultural o científico y la reproducción se realice exclusivamente para
fines de investigación o conservación.
2. Asimismo, los museos, archivos, bibliotecas, hemerotecas, fonotecas o filmotecas de
titularidad pública o que pertenezcan a entidades de interés general de carácter cultural,
científico o educativo sin ánimo de lucro, o a instituciones docentes integradas en el sistema
educativo español, no precisarán autorización de los titulares de derechos por los préstamos
que realicen.
Los titulares de estos establecimientos remunerarán a los autores por los préstamos que
realicen de sus obras en la cuantía que se determine mediante Real Decreto. La
remuneración se hará efectiva a través de las entidades de gestión de los derechos de
propiedad intelectual.
Quedan eximidos de la obligación de remuneración los establecimientos de titularidad
pública que presten servicio en municipios de menos de 5.000 habitantes, así como las
bibliotecas de las instituciones docentes integradas en el sistema educativo español.
El Real Decreto por el que se establezca la cuantía contemplará asimismo los
mecanismos de colaboración necesarios entre el Estado, las comunidades autónomas y las
corporaciones locales para el cumplimiento de las obligaciones de remuneración que afecten
a establecimientos de titularidad pública.
3. No necesitará autorización del autor la comunicación de obras o su puesta a
disposición de personas concretas del público a efectos de investigación cuando se realice
mediante red cerrada e interna a través de terminales especializados instalados a tal efecto
en los locales de los establecimientos citados en el anterior apartado y siempre que tales
obras figuren en las colecciones del propio establecimiento y no sean objeto de condiciones
de adquisición o de licencia. Todo ello sin perjuicio del derecho del autor a percibir una
remuneración equitativa.

Artículo 38. Actos oficiales y ceremonias religiosas.


La ejecución de obras musicales en el curso de actos oficiales del Estado, de las
Administraciones públicas y ceremonias religiosas no requerirá autorización de los titulares
de los derechos, siempre que el público pueda asistir a ellas gratuitamente y los artistas que
en las mismas intervengan no perciban remuneración específica por su interpretación o
ejecución en dichos actos.

Artículo 39. Parodia.
No será considerada transformación que exija consentimiento del autor la parodia de la
obra divulgada, mientras no implique riesgo de confusión con la misma ni se infiera un daño
a la obra original o a su autor.

Artículo 40. Tutela del derecho de acceso a la cultura.


Si a la muerte o declaración de fallecimiento del autor, sus derechohabientes ejerciesen
su derecho a la no divulgación de la obra, en condiciones que vulneren lo dispuesto en el
artículo 44 de la Constitución, el Juez podrá ordenar las medidas adecuadas a petición del
Estado, las Comunidades Autónomas, las Corporaciones locales, las instituciones públicas
de carácter cultural o de cualquier otra persona que tenga un interés legítimo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 40 bis. Disposición común a todas las del presente capítulo.


Los artículos del presente capítulo no podrán interpretarse de manera tal que permitan
su aplicación de forma que causen un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del
autor o que vayan en detrimento de la explotación normal de las obras a que se refieran.

CAPÍTULO III
Salvaguardia de aplicación de otras disposiciones legales

Artículo 40 ter. Salvaguardia de aplicación de otras disposiciones legales.


Lo dispuesto en los artículos del presente Libro I, sobre la protección de las bases de
datos, se entenderá sin perjuicio de cualesquiera otras disposiciones legales que afecten a la
estructura o al contenido de cualesquiera de esas bases, tales como las relativas a otros
derechos de propiedad intelectual, derecho "sui generis", sobre una base de datos, derecho
de propiedad industrial, derecho de la competencia, derecho contractual, secretos,
protección de los datos de carácter personal, protección de los tesoros nacionales o sobre el
acceso a los documentos públicos.

TÍTULO IV
Dominio público

Artículo 41. Condiciones para la utilización de las obras en dominio público.


La extinción de los derechos de explotación de las obras determinará su paso al dominio
público.
Las obras de dominio público podrán ser utilizadas por cualquiera, siempre que se
respete la autoría y la integridad de la obra, en los términos previstos en los apartados 3.º y
4.º del artículo 14.

TÍTULO V
Transmisión de los derechos

CAPÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo 42. Transmisión «mortis causa».


Los derechos de explotación de la obra se transmiten «mortis causa» por cualquiera de
los medios admitidos en derecho.

Artículo 43. Transmisión «inter vivos».


1. Los derechos de explotación de la obra pueden transmitirse por actos «inter vivos»,
quedando limitada la cesión al derecho o derechos cedidos, a las modalidades de
explotación expresamente previstas y al tiempo y ámbito territorial que se determinen.
2. La falta de mención del tiempo limita la transmisión a cinco años y la del ámbito
territorial al país en el que se realice la cesión. Si no se expresan específicamente y de modo
concreto las modalidades de explotación de la obra, la cesión quedará limitada a aquella que
se deduzca necesariamente del propio contrato y sea indispensable para cumplir la finalidad
del mismo.
3. Será nula la cesión de derechos de explotación respecto del conjunto de las obras que
pueda crear el autor en el futuro.
4. Serán nulas las estipulaciones por las que el autor se comprometa a no crear alguna
obra en el futuro.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

5. La transmisión de los derechos de explotación no alcanza a las modalidades de


utilización o medios de difusión inexistentes o desconocidos al tiempo de la cesión.

Artículo 44. Menores de vida independiente.


Los autores menores de dieciocho años y mayores de dieciséis, que vivan de forma
independiente con consentimiento de sus padres o tutores o con autorización de la persona
o institución que los tengan a su cargo, tienen plena capacidad para ceder derechos de
explotación.

Artículo 45. Formalización escrita.


Toda cesión deberá formalizarse por escrito. Si, previo requerimiento fehaciente, el
cesionario incumpliere esta exigencia, el autor podrá optar por la resolución del contrato.

Artículo 46. Remuneración proporcional y a tanto alzado.


1. La cesión otorgada por el autor a título oneroso le confiere una participación
proporcional en los ingresos de la explotación, en la cuantía convenida con el cesionario.
2. Podrá estipularse, no obstante, una remuneración a tanto alzado para el autor en los
siguientes casos:
a) Cuando, atendida la modalidad de la explotación, exista dificultad grave en la
determinación de los ingresos o su comprobación sea imposible o de un coste
desproporcionado con la eventual retribución.
b) Cuando la utilización de la obra tenga carácter accesorio respecto de la actividad o del
objeto material a los que se destinen.
c) Cuando la obra, utilizada con otras, no constituya un elemento esencial de la creación
intelectual en la que se integre.
d) En el caso de la primera o única edición de las siguientes obras no divulgadas
previamente:
1.º Diccionarios, antologías y enciclopedias.
2.º Prólogos, anotaciones, introducciones y presentaciones.
3.º Obras científicas.
4.º Trabajos de ilustración de una obra.
5.º Traducciones.
6.º Ediciones populares a precios reducidos.

Artículo 47. Acción de revisión por remuneración no equitativa.


Si en la cesión a tanto alzado se produjese una manifiesta desproporción entre la
remuneración del autor y los beneficios obtenidos por el cesionario, aquél podrá pedir la
revisión del contrato y, en defecto de acuerdo, acudir al Juez para que fije una remuneración
equitativa, atendidas las circunstancias del caso. Esta facultad podrá ejercitarse dentro de
los diez años siguientes al de la cesión.

Artículo 48. Cesión en exclusiva.


La cesión en exclusiva deberá otorgarse expresamente con este carácter y atribuirá al
cesionario, dentro del ámbito de aquélla, la facultad de explotar la obra con exclusión de otra
persona, comprendido el propio cedente, y, salvo pacto en contrario, las de otorgar
autorizaciones no exclusivas a terceros. Asimismo, le confiere legitimación, con
independencia de la del titular cedente, para perseguir las violaciones que afecten a las
facultades que se le hayan concedido.
Esta cesión constituye al cesionario en la obligación de poner todos los medios
necesarios para la efectividad de la explotación concedida, según la naturaleza de la obra y
los usos vigentes en la actividad profesional, industrial o comercial de que se trate.

– 775 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 49. Transmisión del derecho del cesionario en exclusiva.


El cesionario en exclusiva podrá transmitir a otro su derecho con el consentimiento
expreso del cedente.
En defecto de consentimiento, los cesionarios responderán solidariamente frente al
primer cedente de las obligaciones de la cesión.
No será necesario el consentimiento cuando la transmisión se lleve a efecto como
consecuencia de la disolución o del cambio de titularidad de la empresa cesionaria.

Artículo 50. Cesión no exclusiva.


1. El cesionario no exclusivo quedará facultado para utilizar la obra de acuerdo con los
términos de la cesión y en concurrencia tanto con otros cesionarios como con el propio
cedente. Su derecho será intransmisible, salvo en los supuestos previstos en el párrafo
tercero del artículo anterior.
2. Las autorizaciones no exclusivas concedidas por las entidades de gestión para
utilización de sus repertorios serán, en todo caso, intransmisibles.

Artículo 51. Transmisión de los derechos del autor asalariado.


1. La transmisión al empresario de los derechos de explotación de la obra creada en
virtud de una relación laboral se regirá por lo pactado en el contrato, debiendo éste
realizarse por escrito.
2. A falta de pacto escrito, se presumirá que los derechos de explotación han sido
cedidos en exclusiva y con el alcance necesario para el ejercicio de la actividad habitual del
empresario en el momento de la entrega de la obra realizada en virtud de dicha relación
laboral.
3. En ningún caso podrá el empresario utilizar la obra o disponer de ella para un sentido
o fines diferentes de los que se derivan de lo establecido en los dos apartados anteriores.
4. Las demás disposiciones de esta Ley serán, en lo pertinente, de aplicación a estas
transmisiones, siempre que así se derive de la finalidad y objeto del contrato.
5. La titularidad de los derechos sobre un programa de ordenador creado por un
trabajador asalariado en el ejercicio de sus funciones o siguiendo las instrucciones de su
empresario se regirá por lo previsto en el apartado 4 del artículo 97 de esta Ley.

Artículo 52. Transmisión de derechos para publicaciones periódicas.


Salvo estipulación en contrario, los autores de obras reproducidas en publicaciones
periódicas conservan su derecho a explotarlas en cualquier forma que no perjudique la
normal de la publicación en la que se hayan insertado.
El autor podrá disponer libremente de su obra, si ésta no se reprodujese en el plazo de
un mes desde su envío o aceptación en las publicaciones diarias o en el de seis meses en
las restantes, salvo pacto en contrario.
La remuneración del autor de las referidas obras podrá consistir en un tanto alzado.

Artículo 53. Hipoteca y embargo de los derechos de autor.


1. Los derechos de explotación de las obras protegidas en esta Ley podrán ser objeto de
hipoteca con arreglo a la legislación vigente.
2. Los derechos de explotación correspondientes al autor no son embargables, pero sí lo
son sus frutos o productos, que se considerarán como salarios, tanto en lo relativo al orden
de prelación para el embargo, como a retenciones o parte inembargable.

Artículo 54. Créditos por la cesión de derechos de explotación.


(Derogado)

Artículo 55. Beneficios irrenunciables.


Salvo disposición de la propia Ley, los beneficios que se otorgan en el presente Título a
los autores y a sus derechohabientes serán irrenunciables.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 56. Transmisión de derechos a los propietarios de ciertos soportes materiales.


1. El adquirente de la propiedad del soporte a que se haya incorporado la obra no tendrá,
por este solo título, ningún derecho de explotación sobre esta última.
2. No obstante, el propietario del original de una obra de artes plásticas o de una obra
fotográfica tendrá el derecho de exposición pública de la obra, aunque ésta no haya sido
divulgada, salvo que el autor hubiera excluido expresamente este derecho en el acto de
enajenación del original. En todo caso, el autor podrá oponerse al ejercicio de este derecho,
mediante la aplicación, en su caso, de las medidas cautelares previstas en esta Ley, cuando
la exposición se realice en condiciones que perjudiquen su honor o reputación profesional.

Artículo 57. Aplicación preferente de otras disposiciones.


La transmisión de derechos de autor para su explotación a través de las modalidades de
edición, representación o ejecución, o de producción de obras audiovisuales se regirá,
respectivamente y en todo caso, por lo establecido en las disposiciones específicas de este
Libro I, y en lo no previsto en las mismas, por lo establecido en este capítulo.
Las cesiones de derechos para cada una de las distintas modalidades de explotación
deberán formalizarse en documentos independientes.

CAPÍTULO II
Contrato de edición

Artículo 58. Concepto.
Por el contrato de edición el autor o sus derechohabientes ceden al editor, mediante
compensación económica, el derecho de reproducir su obra y el de distribuirla. El editor se
obliga a realizar estas operaciones por su cuenta y riesgo en las condiciones pactadas y con
sujeción a lo dispuesto en esta Ley.

Artículo 59. Obras futuras, encargo de una obra y colaboraciones en publicaciones


periódicas.
1. Las obras futuras no son objeto del contrato de edición regulado en esta Ley.
2. El encargo de una obra no es objeto del contrato de edición, pero la remuneración que
pudiera convenirse será considerada como anticipo de los derechos que al autor le
correspondiesen por la edición, si ésta se realizase.
3. Las disposiciones de este capítulo tampoco serán de aplicación a las colaboraciones
en publicaciones periódicas, salvo que así lo exijan, en su caso, la naturaleza y la finalidad
del contrato.

Artículo 60. Formalización y contenido mínimo.


El contrato de edición deberá formalizarse por escrito y expresar en todo caso:
1.º Si la cesión del autor al editor tiene carácter de exclusiva.
2.º Su ámbito territorial.
3.º El número máximo y mínimo de ejemplares que alcanzará la edición o cada una de
las que se convengan.
4.º La forma de distribución de los ejemplares y los que se reserven al autor, a la crítica y
a la promoción de la obra.
5.º La remuneración del autor, establecida conforme a lo dispuesto en el artículo 46 de
esta Ley.
6.º El plazo para la puesta en circulación de los ejemplares de la única o primera edición,
que no podrá exceder de dos años contados desde que el autor entregue al editor la obra en
condiciones adecuadas para realizar la reproducción de la misma.
7.º El plazo en que el autor deberá entregar el original de su obra al editor.

– 777 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 61. Supuestos de nulidad y de subsanación de omisiones.


1. Será nulo el contrato no formalizado por escrito, así como el que no exprese los
extremos exigidos en los apartados 3.º y 5.º del artículo anterior.
2. La omisión de los extremos mencionados en los apartados 6.º y 7.º del artículo
anterior dará acción a los contratantes para compelerse recíprocamente a subsanar la falta.
En defecto de acuerdo, lo hará el Juez atendiendo a las circunstancias del contrato, a los
actos de las partes en su ejecución y a los usos.

Artículo 62. Edición en forma de libro.


1. Cuando se trate de la edición de una obra en forma de libro, el contrato deberá
expresar, además, los siguientes extremos:
a) La lengua o lenguas en que ha de publicarse la obra.
b) El anticipo a conceder, en su caso, por el editor al autor a cuenta de sus derechos.
c) La modalidad o modalidades de edición y, en su caso, la colección de la que formarán
parte.
2. La falta de expresión de la lengua o lenguas en que haya de publicarse la obra sólo
dará derecho al editor a publicarla en el idioma original de la misma.
3. Cuando el contrato establezca la edición de una obra en varias lenguas españolas
oficiales, la publicación en una de ellas no exime al editor de la obligación de su publicación
en las demás.
Si transcurridos cinco años desde que el autor entregue la obra, el editor no la hubiese
publicado en todas las lenguas previstas en el contrato, el autor podrá resolverlo respecto de
las lenguas en las que no se haya publicado.
4. Lo dispuesto en el apartado anterior se aplicará también para las traducciones de las
obras extranjeras en España.

Artículo 63. Excepciones al artículo 60.6.


La limitación del plazo prevista en el apartado 6.º del artículo 60 no será de aplicación a
las ediciones de los siguientes tipos de obras:
1.º Antologías de obras ajenas, diccionarios, enciclopedias y colecciones análogas.
2.º Prólogos, epílogos, presentaciones, introducciones, anotaciones, comentarios e
ilustraciones de obras ajenas.

Artículo 64. Obligaciones del editor.


Son obligaciones del editor:
1.º Reproducir la obra en la forma convenida, sin introducir ninguna modificación que el
autor no haya consentido y haciendo constar en los ejemplares el nombre, firma o signo que
lo identifique.
2.º Someter las pruebas de la tirada al autor, salvo pacto en contrario.
3.º Proceder a la distribución de la obra en el plazo y condiciones estipulados.
4.º Asegurar a la obra una explotación continua y una difusión comercial conforme a los
usos habituales en el sector profesional de la edición.
5.º Satisfacer al autor la remuneración estipulada y, cuando ésta sea proporcional, al
menos una vez cada año, la oportuna liquidación, de cuyo contenido le rendirá cuentas.
Deberá, asimismo, poner anualmente a disposición de autor un certificado en el que se
determinen los datos relativos a la fabricación, distribución y existencias de ejemplares. A
estos efectos, si el autor lo solicita, el editor le presentará los correspondientes justificantes.
6.º Restituir al autor el original de la obra, objeto de la edición, una vez finalizadas las
operaciones de impresión y tirada de la misma.

Artículo 65. Obligaciones del autor.


Son obligaciones del autor:

– 778 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

1.º Entregar al editor en debida forma para su reproducción y dentro del plazo convenido
la obra objeto de la edición.
2.º Responder ante el editor de la autoría y originalidad de la obra y del ejercicio pacífico
de los derechos que le hubiese cedido.
3.º Corregir las pruebas de la tirada, salvo pacto en contrario.

Artículo 66. Modificaciones en el contenido de la obra.


El autor, durante el período de corrección de pruebas, podrá introducir en la obra las
modificaciones que estime imprescindibles, siempre que no alteren su carácter o finalidad, ni
se eleve sustancialmente el coste de la edición. En cualquier caso, el contrato de edición
podrá prever un porcentaje máximo de correcciones sobre la totalidad de la obra.

Artículo 67. Derechos de autor en caso de venta en saldo y destrucción de la edición.


1. El editor no podrá, sin consentimiento del autor, vender como saldo la edición antes de
dos años de la inicial puesta en circulación de los ejemplares.
2. Transcurrido dicho plazo, si el editor decide vender como saldo los que le resten, lo
notificará fehacientemente al autor, quien podrá optar por adquirirlos ejerciendo tanteo sobre
el precio de saldo o, en el caso de remuneración proporcional, percibir el 10 por 100 del
facturado por el editor. La opción deberá ejercerla dentro de los treinta días siguientes al
recibo de la notificación.
3. Si, tras el mismo plazo, el editor decide destruir el resto de los ejemplares de una
edición, deberá asimismo notificarlo al autor, quien podrá exigir que se le entreguen
gratuitamente todos o parte de los ejemplares, dentro del plazo de treinta días desde la
notificación. El autor no podrá destinar dichos ejemplares a usos comerciales.

Artículo 68. Resolución.
1. Sin perjuicio de las indemnizaciones a que tenga derecho, el autor podrá resolver el
contrato de edición en los casos siguientes:
a) Si el editor no realiza la edición de la obra en el plazo y condiciones convenidos.
b) Si el editor incumple alguna de las obligaciones mencionadas en los apartados 2.º, 4.º
y 5.º del artículo 64, no obstante el requerimiento expreso del autor exigiéndole su
cumplimiento.
c) Si el editor procede a la venta como saldo o a la destrucción de los ejemplares que le
resten de la edición, sin cumplir los requisitos establecidos en el artículo 67 de esta Ley.
d) Si el editor cede indebidamente sus derechos a un tercero.
e) Cuando, previstas varias ediciones y agotada la última realizada, el editor no efectúe
la siguiente edición en el plazo de un año desde que fuese requerido para ello por el autor.
Una edición se considerará agotada a los efectos de este artículo cuando el número de
ejemplares sin vender sea inferior al 5 por 100 del total de la edición y, en todo caso, inferior
a 100.
f) En los supuestos de liquidación o cambio de titularidad de la empresa editorial,
siempre que no se haya iniciado la reproducción de la obra, con devolución, en su caso, de
las cantidades percibidas como anticipo.
2. Cuando por cese de la actividad del editor o a consecuencia de un procedimiento
concursal se suspenda la explotación de la obra, la autoridad judicial, a instancia del autor,
podrá fijar un plazo para que se reanude aquélla, quedando resuelto el contrato de edición si
así no se hiciere.

Artículo 69. Causas de extinción.


El contrato de edición se extingue, además de por las causas generales de extinción de
los contratos, por las siguientes:
1.ª Por la terminación del plazo pactado.
2.ª Por la venta de la totalidad de los ejemplares, si ésta hubiera sido el destino de la
edición.

– 779 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

3.ª Por el transcurso de diez años desde la cesión si la remuneración se hubiera pactado
exclusivamente a tanto alzado de acuerdo con lo establecido en el artículo 46, apartado 2.d),
de esta Ley.
4.ª En todo caso, a los quince años de haber puesto el autor al editor en condiciones de
realizar la reproducción de la obra.

Artículo 70. Efectos de la extinción.


Extinguido el contrato, y salvo estipulación en contrario, el editor, dentro de los tres años
siguientes y cualquiera que sea la forma de distribución convenida, podrá enajenar los
ejemplares que, en su caso, posea. El autor podrá adquirirlos por el 60 por 100 de su precio
de venta al público o por el que se determine pericialmente, u optar por ejercer tanteo sobre
el precio de venta.
Dicha enajenación quedará sujeta a las condiciones establecidas en el contrato
extinguido.

Artículo 71. Contrato de edición musical.


El contrato de edición de obras musicales o dramático-musicales por el que se conceden
además al editor derechos de comunicación pública, se regirá por lo dispuesto en este
capítulo, sin perjuicio de las siguientes normas:
1.ª Será válido el contrato aunque no se exprese el número de ejemplares. No obstante,
el editor deberá confeccionar y distribuir ejemplares de la obra en cantidad suficiente para
atender las necesidades normales de la explotación concedida, de acuerdo con el uso
habitual en el sector profesional de la edición musical.
2.ª Para las obras sinfónicas y dramático-musicales el límite de tiempo previsto en el
apartado 6.º del artículo 60 será de cinco años.
3.ª No será de aplicación a este contrato lo dispuesto en el apartado 1.c) del artículo 68,
y en las cláusulas 2.ª, 3.ª y 4.ª del artículo 69.

Artículo 72. Control de tirada.


El número de ejemplares de cada edición estará sujeto a control de tirada a través del
procedimiento que reglamentariamente se establezca, oídos los sectores profesionales
afectados.
El incumplimiento por el editor de los requisitos que a tal efecto se dispongan, facultará
al autor o a sus causahabientes para resolver el contrato, sin perjuicio de las
responsabilidades en que hubiere podido incurrir el editor.

Artículo 73. Condiciones generales del contrato.


Los autores y editores, a través de las entidades de gestión de sus correspondientes
derechos de propiedad intelectual o, en su defecto, a través de las asociaciones
representativas de unos y otros, podrán acordar condiciones generales para el contrato de
edición dentro del respeto a la ley.

CAPÍTULO III
Contrato de representación teatral y ejecución musical

Artículo 74. Concepto.
Por el contrato regulado en este capítulo, el autor o sus derechohabientes ceden a una
persona natural o jurídica el derecho de representar o ejecutar públicamente una obra
literaria, dramática, musical, dramático-musical, pantomímica o coreográfica, mediante
compensación económica. El cesionario se obliga a llevar a cabo la comunicación pública de
la obra en las condiciones convenidas y con sujeción a lo dispuesto en esta Ley.

– 780 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 75. Modalidades y duración máxima del contrato.


1. Las partes podrán contratar la cesión por plazo cierto o por número determinado de
comunicaciones al público.
En todo caso, la duración de la cesión en exclusiva no podrá exceder de cinco años.
2. En el contrato deberá estipularse el plazo dentro del cual debe llevarse a efecto la
comunicación única o primera de la obra. Dicho plazo no podrá ser superior a dos años
desde la fecha del contrato o, en su caso, desde que el autor puso al empresario en
condiciones de realizar la comunicación.
Si el plazo no fuese fijado, se entenderá otorgado por un año. En el caso de que tuviera
por objeto la representación escénica de la obra, el referido plazo será el de duración de la
temporada correspondiente al momento de la conclusión del contrato.

Artículo 76. Interpretación restrictiva del contrato.


Si en el contrato no se hubieran determinado las modalidades autorizadas, éstas
quedarán limitadas a las de recitación y representación en teatros, salas o recintos cuya
entrada requiera el pago de una cantidad de dinero.

Artículo 77. Obligaciones del autor.


Son obligaciones del autor:
1.º Entregar al empresario el texto de la obra con la partitura, en su caso, completamente
instrumentada, cuando no se hubiese publicado en forma impresa.
2.º Responder ante el cesionario de la autoría y originalidad de la obra y del ejercicio
pacífico de los derechos que le hubiese cedido.

Artículo 78. Obligaciones del cesionario.


El cesionario está obligado:
1.º A llevar a cabo la comunicación pública de la obra en el plazo convenido o
determinado conforme al apartado 2 del artículo 75.
2.º A efectuar esa comunicación sin hacer en la obra variaciones, adiciones, cortes o
supresiones no consentidas por el autor y en condiciones técnicas que no perjudiquen el
derecho moral de éste.
3.º A garantizar al autor o a sus representantes la inspección de la representación
pública de la obra y la asistencia a la misma gratuitamente.
4.º A satisfacer puntualmente al autor la remuneración convenida, que se determinará
conforme a lo dispuesto en el artículo 46 de esta Ley.
5.º A presentar al autor o a sus representantes el programa exacto de los actos de
comunicación, y cuando la remuneración fuese proporcional, una declaración de los
ingresos. Asimismo, el cesionario deberá facilitarles la comprobación de dichos programas y
declaraciones.

Artículo 79. Garantía del cobro de la remuneración.


Los empresarios de espectáculos públicos se considerarán depositarios de la
remuneración correspondiente a los autores por la comunicación de sus obras cuando
aquélla consista en una participación proporcional en los ingresos. Dicha remuneración
deberán tenerla semanalmente a disposición de los autores o de sus representantes.

Artículo 80. Ejecución del contrato.


Salvo que las partes hubieran convenido otra cosa, se sujetarán en la ejecución del
contrato a las siguientes reglas:
1.ª Correrá a cargo del cesionario la obtención de las copias necesarias para la
comunicación pública de la obra. Estas deberán ser visadas por el autor.
2.ª El autor y el cesionario elegirán de mutuo acuerdo los intérpretes principales y,
tratándose de orquestas, coros, grupos de bailes y conjuntos artísticos análogos, el director.

– 781 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

3.ª El autor y el cesionario convendrán la redacción de la publicidad de los actos de


comunicación.

Artículo 81. Causas de resolución.


El contrato podrá ser resuelto por voluntad del autor en los siguientes casos:
1.º Si el empresario que hubiese adquirido derechos exclusivos, una vez iniciadas las
representaciones públicas de la obra, las interrumpiere durante un año.
2.º Si el empresario incumpliere la obligación mencionada en el apartado 1.º del artículo
78.
3.º Si el empresario incumpliere cualquiera de las obligaciones citadas en los apartados
2.º, 3.º, 4.º y 5.º del mismo artículo 78, después de haber sido requerido por el autor para su
cumplimiento.

Artículo 82. Causas de extinción.


El contrato de representación se extingue, además de por las causas generales de
extinción de los contratos, cuando, tratándose de una obra de estreno y siendo su
representación escénica la única modalidad de comunicación contemplada en el contrato,
aquélla hubiese sido rechazada claramente por el público y así se hubiese expresado en el
contrato.

Artículo 83. Ejecución pública de composiciones musicales.


El contrato de representación que tenga por objeto la ejecución pública de una
composición musical se regirá por las disposiciones de este capítulo, siempre que lo permita
la naturaleza de la obra y la modalidad de la comunicación autorizada.

Artículo 84. Disposiciones especiales para la cesión de derecho de comunicación pública


mediante radiodifusión.
1. La cesión del derecho de comunicación pública de las obras a las que se refiere este
capítulo, a través de la radiodifusión, se regirá por las disposiciones del mismo, con
excepción de lo dispuesto en el apartado 1.ºdel artículo 81.
2. Salvo pacto en contrario, se entenderá que dicha cesión queda limitada a la emisión
de la obra por una sola vez, realizada por medios inalámbricos y centros emisores de la
entidad de radiodifusión autorizada, dentro del ámbito territorial determinado en el contrato,
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 20 y en los apartados 1 y 2 del artículo 36 de esta
Ley.

Artículo 85. Aplicación de las disposiciones anteriores a las simples autorizaciones.


Las autorizaciones que el autor conceda a un empresario para que pueda proceder a
una comunicación pública de su obra, sin obligarse a efectuarla, se regirán por las
disposiciones de este capítulo en lo que les fuese aplicable.

TÍTULO VI
Obras cinematográficas y demás obras audiovisuales

Artículo 86. Concepto.
1. Las disposiciones contenidas en el presente Título serán de aplicación a las obras
cinematográficas y demás obras audiovisuales, entendiendo por tales las creaciones
expresadas mediante una serie de imágenes asociadas, con o sin sonorización incorporada,
que estén destinadas esencialmente a ser mostradas a través de aparatos de proyección o
por cualquier otro medio de comunicación pública de la imagen y del sonido, con
independencia de la naturaleza de los soportes materiales de dichas obras.
2. Todas las obras enunciadas en el presente artículo se denominarán en lo sucesivo
obras audiovisuales.

– 782 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 87. Autores.
Son autores de la obra audiovisual en los términos previstos en el artículo 7 de esta Ley:
1. El director-realizador.
2. Los autores del argumento, la adaptación y los del guión o los diálogos.
3. Los autores de las composiciones musicales, con o sin letra, creadas especialmente
para esta obra.

Artículo 88. Presunción de cesión en exclusiva y límites.


1. Sin perjuicio de los derechos que corresponden a los autores, por el contrato de
producción de la obra audiovisual se presumirán cedidos en exclusiva al productor, con las
limitaciones establecidas en este Título, los derechos de reproducción, distribución y
comunicación pública, así como los de doblaje o subtitulado de la obra.
No obstante, en las obras cinematográficas será siempre necesaria la autorización
expresa de los autores para su explotación, mediante la puesta a disposición del público de
copias en cualquier sistema o formato, para su utilización en el ámbito doméstico, o
mediante su comunicación pública a través de la radiodifusión.
2. Salvo estipulación en contrario, los autores podrán disponer de su aportación en forma
aislada, siempre que no se perjudique la normal explotación de la obra audiovisual.

Artículo 89. Presunción de cesión en caso de transformación de obra preexistente.


1. Mediante el contrato de transformación de una obra preexistente que no esté en el
dominio público, se presumirá que el autor de la misma cede al productor de la obra
audiovisual los derechos de explotación sobre ella en los términos previstos en el artículo 88.
2. Salvo pacto en contrario, el autor de la obra preexistente conservará sus derechos a
explotarla en forma de edición gráfica y de representación escénica y, en todo caso, podrá
disponer de ella para otra obra audiovisual a los quince años de haber puesto su aportación
a disposición del productor.

Artículo 90. Remuneración de los autores.


1. La remuneración de los autores de la obra audiovisual por la cesión de los derechos
mencionados en el artículo 88 y, en su caso, la correspondiente a los autores de las obras
preexistentes, hayan sido transformadas o no, deberán determinarse para cada una de las
modalidades de explotación concedidas.
2. Cuando los autores a los que se refiere el apartado anterior suscriban con un
productor de grabaciones audiovisuales contratos relativos a la producción de las mismas,
se presumirá que, salvo pacto en contrario en el contrato y a salvo del derecho irrenunciable
a una remuneración equitativa a que se refiere el párrafo siguiente, han transferido su
derecho de alquiler.
El autor que haya transferido o cedido a un productor de fonogramas o de grabaciones
audiovisuales su derecho de alquiler respecto de un fonograma o un original o una copia de
una grabación audiovisual, conservará el derecho irrenunciable a obtener una remuneración
equitativa por el alquiler de los mismos. Tales remuneraciones serán exigibles de quienes
lleven a efecto las operaciones de alquiler al público de los fonogramas o grabaciones
audiovisuales en su condición de derechohabientes de los titulares del correspondiente
derecho de autorizar dicho alquiler y se harán efectivas a partir del 1 de enero de 1997.
3. En todo caso, y con independencia de lo pactado en el contrato, cuando la obra
audiovisual sea proyectada en lugares públicos mediante el pago de un precio de entrada,
los autores mencionados en el apartado 1 de este artículo tendrán derecho a percibir de
quienes exhiban públicamente dicha obra un porcentaje de los ingresos procedentes de
dicha exhibición pública. Las cantidades pagadas por este concepto podrán deducirlas los
exhibidores de las que deban abonar a los cedentes de la obra audiovisual.
En el caso de exportación de la obra audiovisual, los autores podrán ceder el derecho
mencionado por una cantidad alzada, cuando en el país de destino les sea imposible o
gravemente dificultoso el ejercicio efectivo del derecho.

– 783 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Los empresarios de salas públicas o de locales de exhibición deberán poner


periódicamente a disposición de los autores las cantidades recaudadas en concepto de
dicha remuneración. A estos efectos, el Gobierno podrá establecer reglamentariamente los
oportunos procedimientos de control.
4. La proyección o exhibición sin exigir precio de entrada, la transmisión al público por
cualquier medio o procedimiento, alámbrico o inalámbrico, incluido, entre otros, la puesta a
disposición en la forma establecida en el artículo 20.2.i) de una obra audiovisual, dará
derecho a los autores a recibir la remuneración que proceda, de acuerdo con las tarifas
generales establecidas por la correspondiente entidad de gestión.
5. Con el objeto de facilitar al autor el ejercicio de los derechos que le correspondan por
la explotación de la obra audiovisual, el productor, al menos una vez al año, deberá facilitar a
instancia del autor la documentación necesaria.
6. Los derechos establecidos en los apartados 3 y 4 de este artículo serán irrenunciables
e intransmisibles por actos «inter vivos» y no serán de aplicación a los autores de obras
audiovisuales de carácter publicitario.
7. Los derechos contemplados en los apartados 2, 3 y 4 del presente artículo se harán
efectivos a través de las entidades de gestión de los derechos de propiedad intelectual.

Artículo 91. Aportación insuficiente de un autor.


Cuando la aportación de un autor no se completase por negativa injustificada del mismo
o por causa de fuerza mayor, el productor podrá utilizar la parte ya realizada, respetando los
derechos de aquél sobre la misma, sin perjuicio, en su caso, de la indemnización que
proceda.

Artículo 92. Versión definitiva y sus modificaciones.


1. Se considerará terminada la obra audiovisual cuando haya sido establecida la versión
definitiva, de acuerdo con lo pactado en el contrato entre el director-realizador y el productor.
2. Cualquier modificación de la versión definitiva de la obra audiovisual mediante
añadido, supresión o cambio de cualquier elemento de la misma, necesitará la autorización
previa de quienes hayan acordado dicha versión definitiva.
No obstante, en los contratos de producción de obras audiovisuales destinadas
esencialmente a la comunicación pública a través de la radiodifusión, se presumirá
concedida por los autores, salvo estipulación en contrario, la autorización para realizar en la
forma de emisión de la obra las modificaciones estrictamente exigidas por el modo de
programación del medio, sin perjuicio en todo caso del derecho reconocido en el apartado
4.ºdel artículo 14.

Artículo 93. Derecho moral y destrucción de soporte original.


1. El derecho moral de los autores sólo podrá ser ejercido sobre la versión definitiva de la
obra audiovisual.
2. Queda prohibida la destrucción del soporte original de la obra audiovisual en su
versión definitiva.

Artículo 94. Obras radiofónicas.


Las disposiciones contenidas en el presente Título serán de aplicación, en lo pertinente,
a las obras radiofónicas.

TÍTULO VII
Programas de ordenador

Artículo 95. Régimen jurídico.


El derecho de autor sobre los programas de ordenador se regirá por los preceptos del
presente Título y, en lo que no esté específicamente previsto en el mismo, por las
disposiciones que resulten aplicables de la presente Ley.

– 784 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 96. Objeto de la protección.


1. A los efectos de la presente Ley se entenderá por programa de ordenador toda
secuencia de instrucciones o indicaciones destinadas a ser utilizadas, directa o
indirectamente, en un sistema informático para realizar una función o una tarea o para
obtener un resultado determinado, cualquiera que fuere su forma de expresión y fijación.
A los mismos efectos, la expresión programas de ordenador comprenderá también su
documentación preparatoria. La documentación técnica y los manuales de uso de un
programa gozarán de la misma protección que este Título dispensa a los programas de
ordenador.
2. El programa de ordenador será protegido únicamente si fuese original, en el sentido
de ser una creación intelectual propia de su autor.
3. La protección prevista en la presente Ley se aplicará a cualquier forma de expresión
de un programa de ordenador. Asimismo, esta protección se extiende a cualesquiera
versiones sucesivas del programa así como a los programas derivados, salvo aquellas
creadas con el fin de ocasionar efectos nocivos a un sistema informático.
Cuando los programas de ordenador formen parte de una patente o un modelo de
utilidad gozarán, sin perjuicio de lo dispuesto en la presente Ley, de la protección que
pudiera corresponderles por aplicación del régimen jurídico de la propiedad industrial.
4. No estarán protegidos mediante los derechos de autor con arreglo a la presente Ley
las ideas y principios en los que se basan cualquiera de los elementos de un programa de
ordenador incluidos los que sirven de fundamento a sus interfaces.

Artículo 97. Titularidad de los derechos.


1. Será considerado autor del programa de ordenador la persona o grupo de personas
naturales que lo hayan creado, o la persona jurídica que sea contemplada como titular de los
derechos de autor en los casos expresamente previstos por esta Ley.
2. Cuando se trate de una obra colectiva tendrá la consideración de autor, salvo pacto en
contrario, la persona natural o jurídica que la edite y divulgue bajo su nombre.
3. Los derechos de autor sobre un programa de ordenador que sea resultado unitario de
la colaboración entre varios autores serán propiedad común y corresponderán a todos éstos
en la proporción que determinen.
4. Cuando un trabajador asalariado cree un programa de ordenador, en el ejercicio de
las funciones que le han sido confiadas o siguiendo las instrucciones de su empresario, la
titularidad de los derechos de explotación correspondientes al programa de ordenador así
creado, tanto el programa fuente como el programa objeto, corresponderán, exclusivamente,
al empresario, salvo pacto en contrario.
5. La protección se concederá a todas las personas naturales y jurídicas que cumplan los
requisitos establecidos en esta Ley para la protección de los derechos de autor.

Artículo 98. Duración de la protección.


1. Cuando el autor sea una persona natural la duración de los derechos de explotación
de un programa de ordenador será, según los distintos supuestos que pueden plantearse, la
prevista en el capítulo I del Título III de este Libro.
2. Cuando el autor sea una persona jurídica la duración de los derechos a que se refiere
el párrafo anterior será de setenta años, computados desde el día 1 de enero del año
siguiente al de la divulgación lícita del programa o al de su creación si no se hubiera
divulgado.

Artículo 99. Contenido de los derechos de explotación.


Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 100 de esta Ley los derechos exclusivos de la
explotación de un programa de ordenador por parte de quien sea su titular con arreglo al
artículo 97, incluirán el derecho de realizar o de autorizar:
a) La reproducción total o parcial, incluso para uso personal, de un programa de
ordenador, por cualquier medio y bajo cualquier forma, ya fuere permanente o transitoria.
Cuando la carga, presentación, ejecución, transmisión o almacenamiento de un programa

– 785 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

necesiten tal reproducción deberá disponerse de autorización para ello, que otorgará el
titular del derecho.
b) La traducción, adaptación, arreglo o cualquier otra transformación de un programa de
ordenador y la reproducción de los resultados de tales actos, sin perjuicio de los derechos de
la persona que transforme el programa de ordenador.
c) Cualquier forma de distribución pública incluido el alquiler del programa de ordenador
original o de sus copias.
A tales efectos, cuando se produzca cesión del derecho de uso de un programa de
ordenador, se entenderá, salvo prueba en contrario, que dicha cesión tiene carácter no
exclusivo e intransferible, presumiéndose, asimismo, que lo es para satisfacer únicamente
las necesidades del usuario. La primera venta en la Unión Europea de una copia de un
programa por el titular de los derechos o con su consentimiento, agotará el derecho de
distribución de dicha copia, salvo el derecho de controlar el subsiguiente alquiler del
programa o de una copia del mismo.

Artículo 100. Límites a los derechos de explotación.


1. No necesitarán autorización del titular, salvo disposición contractual en contrario, la
reproducción o transformación de un programa de ordenador incluida la corrección de
errores, cuando dichos actos sean necesarios para la utilización del mismo por parte del
usuario legítimo, con arreglo a su finalidad propuesta.
2. La realización de una copia de seguridad por parte de quien tiene derecho a utilizar el
programa no podrá impedirse por contrato en cuanto resulte necesaria para dicha utilización.
3. El usuario legítimo de la copia de un programa estará facultado para observar,
estudiar o verificar su funcionamiento, sin autorización previa del titular, con el fin de
determinar las ideas y principios implícitos en cualquier elemento del programa, siempre que
lo haga durante cualquiera de las operaciones de carga, visualización, ejecución, transmisión
o almacenamiento del programa que tiene derecho a hacer.
4. El autor, salvo pacto en contrario, no podrá oponerse a que el cesionario titular de
derechos de explotación realice o autorice la realización de versiones sucesivas de su
programa ni de programas derivados del mismo.
5. No será necesaria la autorización del titular del derecho cuando la reproducción del
código y la traducción de su forma en el sentido de los párrafos a) y b) del artículo 99 de la
presente Ley, sea indispensable para obtener la información necesaria para la
interoperabilidad de un programa creado de forma independiente con otros programas,
siempre que se cumplan los siguientes requisitos:
a) Que tales actos sean realizados por el usuario legítimo o por cualquier otra persona
facultada para utilizar una copia del programa, o, en su nombre, por parte de una persona
debidamente autorizada.
b) Que la información necesaria para conseguir la interoperabilidad no haya sido puesta
previamente y de manera fácil y rápida, a disposición de las personas a que se refiere el
párrafo anterior.
c) Que dichos actos se limiten a aquellas partes del programa original que resulten
necesarias para conseguir la interoperabilidad.
6. La excepción contemplada en el apartado 5 de este artículo será aplicable siempre
que la información así obtenida:
a) Se utilice únicamente para conseguir la interoperabilidad del programa creado de
forma independiente.
b) Sólo se comunique a terceros cuando sea necesario para la interoperabilidad del
programa creado de forma independiente.
c) No se utilice para el desarrollo, producción o comercialización de un programa
sustancialmente similar en su expresión, o para cualquier otro acto que infrinja los derechos
de autor.
7. Las disposiciones contenidas en los apartados 5 y 6 del presente artículo no podrán
interpretarse de manera que permitan que su aplicación perjudique de forma injustificada los

– 786 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

legítimos intereses del titular de los derechos o sea contraria a una explotación normal del
programa informático.

Artículo 101. Protección registral.


Los derechos sobre los programas de ordenador, así como sobre sus sucesivas
versiones y los programas derivados, podrán ser objeto de inscripción en el Registro de la
Propiedad Intelectual.
Reglamentariamente se determinarán aquellos elementos de los programas registrados
que serán susceptibles de consulta pública.

Artículo 102. Infracción de los derechos.


A efectos del presente Título y sin perjuicio de lo establecido en el artículo 100 tendrán la
consideración de infractores de los derechos de autor quienes, sin autorización del titular de
los mismos, realicen los actos previstos en el artículo 99 y en particular:
a) Quienes pongan en circulación una o más copias de un programa de ordenador
conociendo o pudiendo presumir su naturaleza ilegítima.
b) Quienes tengan con fines comerciales una o más copias de un programa de
ordenador, conociendo o pudiendo presumir su naturaleza ilegítima.
c) Quienes pongan en circulación o tengan con fines comerciales cualquier instrumento
cuyo único uso sea facilitar la supresión o neutralización no autorizadas de cualquier
dispositivo técnico utilizado para proteger un programa de ordenador.

Artículo 103. Medidas de protección.


El titular de los derechos reconocidos en el presente Título podrá instar las acciones y
procedimientos que, con carácter general, se disponen en el Título I, Libro III de la presente
Ley y las medidas cautelares procedentes, conforme a lo dispuesto en la Ley de
Enjuiciamiento Civil.

Artículo 104. Salvaguardia de aplicación de otras disposiciones legales.


Lo dispuesto en el presente Título se entenderá sin perjuicio de cualesquiera otras
disposiciones legales tales como las relativas a los derechos de patente, marcas,
competencia desleal, secretos comerciales, protección de productos semiconductores o
derecho de obligaciones.

LIBRO II
De los otros derechos de propiedad intelectual y de la protección «sui generis»
de las bases de datos

TÍTULO I
Derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes

Artículo 105. Definición de artistas intérpretes o ejecutantes.


Se entiende por artista intérprete o ejecutante a la persona que represente, cante, lea,
recite, interprete o ejecute en cualquier forma una obra. El director de escena y el director de
orquesta tendrán los derechos reconocidos a los artistas en este Título.

Artículo 106. Fijación.
1. Corresponde al artista intérprete o ejecutante el derecho exclusivo de autorizar la
fijación de sus actuaciones.
2. Dicha autorización deberá otorgarse por escrito.

– 787 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 107. Reproducción.
1. Corresponde al artista intérprete o ejecutante el derecho exclusivo de autorizar la
reproducción, según la definición establecida en el artículo 18, de las fijaciones de sus
actuaciones.
2. Dicha autorización deberá otorgarse por escrito.
3. Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de la concesión de licencias
contractuales.

Artículo 108. Comunicación pública.


1. Corresponde al artista intérprete o ejecutante el derecho exclusivo de autorizar la
comunicación pública:
a) De sus actuaciones, salvo cuando dicha actuación constituya en sí una actuación
transmitida por radiodifusión o se realice a partir de una fijación previamente autorizada.
b) En cualquier caso, de las fijaciones de sus actuaciones, mediante la puesta a
disposición del público, en la forma establecida en el artículo 20.2.i).
En ambos casos, la autorización deberá otorgarse por escrito.
Cuando la comunicación al público se realice vía satélite o por cable y en los términos
previstos, respectivamente, en los apartados 3 y 4 del artículo 20 y concordantes de esta ley,
será de aplicación lo dispuesto en tales preceptos.
2. Cuando el artista intérprete o ejecutante celebre individual o colectivamente con un
productor de fonogramas o de grabaciones audiovisuales contratos relativos a la producción
de éstos, se presumirá que, salvo pacto en contrario en el contrato y a salvo del derecho
irrenunciable a la remuneración equitativa a que se refiere el apartado siguiente, ha
transferido su derecho de puesta a disposición del público a que se refiere el apartado 1.b).
3. El artista intérprete o ejecutante que haya transferido o cedido a un productor de
fonogramas o de grabaciones audiovisuales su derecho de puesta a disposición del público
a que se refiere el apartado 1.b), respecto de un fonograma o de un original o una copia de
una grabación audiovisual, conservará el derecho irrenunciable a obtener una remuneración
equitativa de quien realice tal puesta a disposición.
4. Los usuarios de un fonograma publicado con fines comerciales, o de una reproducción
de dicho fonograma que se utilice para cualquier forma de comunicación pública, tienen
obligación de pagar una remuneración equitativa y única a los artistas intérpretes o
ejecutantes y a los productores de fonogramas, entre los cuales se efectuará el reparto de
aquélla. A falta de acuerdo entre ellos sobre dicho reparto, éste se realizará por partes
iguales. Se excluye de dicha obligación de pago la puesta a disposición del público en la
forma establecida en el artículo 20.2.i), sin perjuicio de lo establecido en el apartado 3 de
este artículo.
5. Los usuarios de las grabaciones audiovisuales que se utilicen para los actos de
comunicación pública previstos en el artículo 20.2.f) y g) tienen obligación de pagar a los
artistas intérpretes o ejecutantes y a los productores de grabaciones audiovisuales la
remuneración que proceda, de acuerdo con las tarifas generales establecidas por la
correspondiente entidad de gestión.
Los usuarios de grabaciones audiovisuales que se utilicen para cualquier acto de
comunicación al público, distinto de los señalados en el párrafo anterior y de la puesta a
disposición del público prevista en el apartado 1.b), tienen asimismo la obligación de pagar
una remuneración equitativa a los artistas intérpretes o ejecutantes, sin perjuicio de lo
establecido en el apartado 3.
6. El derecho a las remuneraciones a que se refieren los apartados 3, 4 y 5 se hará
efectivo a través de las entidades de gestión de los derechos de propiedad intelectual. La
efectividad de los derechos a través de las respectivas entidades de gestión comprenderá la
negociación con los usuarios, la determinación, la recaudación y la distribución de la
remuneración correspondiente, así como cualquier otra actuación necesaria para asegurar la
efectividad de aquéllos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 109. Distribución.
1. El artista intérprete o ejecutante tiene, respecto de la fijación de sus actuaciones, el
derecho exclusivo de autorizar su distribución, según la definición establecida por el artículo
19.1 de esta Ley. Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de
licencias contractuales.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial
3. A los efectos de este Título, se entiende por alquiler de fijaciones de las actuaciones la
puesta a disposición de las mismas para su uso por tiempo limitado y con un beneficio
económico o comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, de comunicación pública a partir de fonogramas o de grabaciones audiovisuales,
incluso de fragmentos de unos y otras, y la que se realice para consulta «in situ»:
1.º Cuando el artista intérprete o ejecutante celebre individual o colectivamente con un
productor de grabaciones audiovisuales contratos relativos a la producción de las mismas,
se presumirá que, salvo pacto en contrario en el contrato y a salvo del derecho irrenunciable
a la remuneración equitativa a que se refiere el apartado siguiente, ha transferido sus
derechos de alquiler.
2.º El artista intérprete o ejecutante que haya transferido o cedido a un productor de
fonogramas o de grabaciones audiovisuales su derecho de alquiler respecto de un
fonograma, o un original, o una copia de una grabación audiovisual, conservará el derecho
irrenunciable a obtener una remuneración equitativa por el alquiler de los mismos. Tales
remuneraciones serán exigibles de quienes lleven a efecto las operaciones de alquiler al
público de los fonogramas o grabaciones audiovisuales en su condición de
derechohabientes de los titulares de los correspondientes derechos de autorizar dicho
alquiler y se harán efectivas a partir del 1 de enero de 1997.
El derecho contemplado en el párrafo anterior se hará efectivo a través de las entidades
de gestión de los derechos de propiedad intelectual.
4. A los efectos de este Título, se entiende por préstamo de las fijaciones de las
actuaciones la puesta a disposición de las mismas para su uso por tiempo limitado sin
beneficio económico o comercial directo o indirecto, siempre que dicho préstamo se lleve a
cabo a través de establecimientos accesibles al público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial directo ni indirecto cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir sus gastos de funcionamiento.
Quedan excluidas del concepto de préstamo las operaciones mencionadas en el párrafo
segundo del anterior apartado 3 y las que se efectúen entre establecimientos accesibles al
público.

Artículo 110. Contrato de trabajo y de arrendamiento de servicios.


Si la interpretación o ejecución se realiza en cumplimiento de un contrato de trabajo o de
arrendamiento de servicios, se entenderá, salvo estipulación en contrario, que el empresario
o el arrendatario adquieren sobre aquéllas los derechos exclusivos de autorizar la
reproducción y la comunicación pública previstos en este título y que se deduzcan de la
naturaleza y objeto del contrato.
Lo establecido en el párrafo anterior no será de aplicación a los derechos de
remuneración reconocidos en los apartados 3, 4 y 5 del artículo 108.

Artículo 111. Representante de colectivo.


Los artistas intérpretes o ejecutantes que participen colectivamente en una misma
actuación, tales como los componentes de un grupo musical, coro, orquesta, ballet o
compañía de teatro, deberán designar de entre ellos un representante para el otorgamiento
de las autorizaciones mencionadas en este Título. Para tal designación, que deberá

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

formalizarse por escrito, valdrá el acuerdo mayoritario de los intérpretes. Esta obligación no
alcanza a los solistas ni a los directores de orquesta o de escena.

Artículo 112. Duración de los derechos de explotación.


Los derechos de explotación reconocidos a los artistas intérpretes o ejecutantes tendrán
una duración de cincuenta años, computados desde el día 1 de enero del año siguiente al de
la interpretación o ejecución.
No obstante, si, dentro de dicho período, se divulga lícitamente una grabación de la
interpretación o ejecución, los mencionados derechos expirarán a los cincuenta años desde
la divulgación de dicha grabación, computados desde el día 1 de enero del año siguiente a la
fecha en que ésta se produzca.

Artículo 113. Derechos morales.


1. El artista intérprete o ejecutante goza del derecho irrenunciable e inalienable al
reconocimiento de su nombre sobre sus interpretaciones o ejecuciones, excepto cuando la
omisión venga dictada por la manera de utilizarlas, y a oponerse a toda deformación,
modificación, mutilación o cualquier atentado sobre su actuación que lesione su prestigio o
reputación.
2. Será necesaria la autorización expresa del artista, durante toda su vida, para el
doblaje de su actuación en su propia lengua.
3. Fallecido el artista, el ejercicio de los derechos mencionados en el apartado 1
corresponderá sin límite de tiempo a la persona natural o jurídica a la que el artista se lo
haya confiado expresamente por disposición de última voluntad o, en su defecto, a los
herederos.
Siempre que no existan las personas a las que se refiere el párrafo anterior o se ignore
su paradero, el Estado, las comunidades autónomas, las corporaciones locales y las
instituciones públicas de carácter cultural estarán legitimadas para ejercer los derechos
previstos en él.

TÍTULO II
Derechos de los productores de fonogramas

Artículo 114. Definiciones.
1. Se entiende por fonograma toda fijación exclusivamente sonora de la ejecución de una
obra o de otros sonidos.
2. Es productor de un fonograma la persona natural o jurídica bajo cuya iniciativa y
responsabilidad se realiza por primera vez la mencionada fijación. Si dicha operación se
efectúa en el seno de una empresa, el titular de ésta será considerado productor del
fonograma.

Artículo 115. Reproducción.
Corresponde al productor de fonogramas el derecho exclusivo de autorizar su
reproducción, según la definición establecida en el artículo 18.
Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de licencias
contractuales.

Artículo 116. Comunicación pública.


1. Corresponde al productor de fonogramas el derecho exclusivo de autorizar la
comunicación pública de sus fonogramas y de las reproducciones de éstos en la forma
establecida en el artículo 20.2.i).
Cuando la comunicación al público se realice vía satélite o por cable y en los términos
previstos, respectivamente, en los apartados 3 y 4 del artículo 20, será de aplicación lo
dispuesto en tales preceptos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

2. Los usuarios de un fonograma publicado con fines comerciales, o de una reproducción


de dicho fonograma que se utilice para cualquier forma de comunicación pública, tienen
obligación de pagar una remuneración equitativa y única a los productores de fonogramas y
a los artistas intérpretes o ejecutantes, entre los cuales se efectuará el reparto de aquélla. A
falta de acuerdo entre ellos sobre dicho reparto, éste se realizará por partes iguales. Se
excluye de dicha obligación de pago la puesta a disposición del público en la forma
establecida en el artículo 20.2.i), sin perjuicio de lo establecido en el apartado 3 del artículo
108.
3. El derecho a la remuneración equitativa y única a que se refiere el apartado anterior
se hará efectivo a través de las entidades de gestión de los derechos de propiedad
intelectual. La efectividad de este derecho a través de las respectivas entidades de gestión
comprenderá la negociación con los usuarios, la determinación, recaudación y distribución
de la remuneración correspondiente, así como cualquier otra actuación necesaria para
asegurar la efectividad de aquél.

Artículo 117. Distribución.
1. Corresponde al productor de fonogramas el derecho exclusivo de autorizar la
distribución, según la definición establecida en el artículo 19.1 de esta Ley, de los
fonogramas y la de sus copias. Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de la
concesión de licencias contractuales.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
3. Se considera comprendida en el derecho de distribución la facultad de autorizar la
importación y exportación de copias del fonograma con fines de comercialización.
4. A los efectos de este Título, se entiende por alquiler de fonogramas la puesta a
disposición de los mismos para su uso por tiempo limitado y con un beneficio económico o
comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, de comunicación pública a partir de fonogramas o de fragmentos de éstos, y la
que se realice para consulta «in situ».
5. A los efectos de este Título se entiende por préstamo de fonogramas la puesta a
disposición para su uso, por tiempo limitado, sin beneficio económico o comercial, directo ni
indirecto, siempre que dicho préstamo se lleve a cabo a través de establecimientos
accesibles al público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial, directo ni indirecto, cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir sus gastos de funcionamiento.
Quedan excluidas del concepto de préstamo las operaciones mencionadas en el párrafo
segundo del anterior apartado 4 y las que se efectúen entre establecimientos accesibles al
público.

Artículo 118. Legitimación activa.


En los casos de infracción de los derechos reconocidos en los artículos 115 y 117
corresponderá el ejercicio de las acciones procedentes tanto al productor fonográfico como
al cesionario de los mismos.

Artículo 119. Duración de los derechos.


Los derechos de los productores de los fonogramas expirarán 50 años después de que
se haya hecho la grabación. No obstante, si el fonograma se publica lícitamente durante
dicho período, los derechos expirarán 50 años después de la fecha de la primera publicación
lícita. Si durante el citado período no se efectúa publicación lícita alguna pero el fonograma
se comunica lícitamente al público, los derechos expirarán 50 años después de la fecha de
la primera comunicación lícita al público.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Todos los plazos se computarán desde el 1 de enero del año siguiente al momento de la
grabación, publicación o comunicación al público.

TÍTULO III
Derechos de los productores de las grabaciones audiovisuales

Artículo 120. Definiciones.
1. Se entiende por grabaciones audiovisuales las fijaciones de un plano o secuencia de
imágenes, con o sin sonido, sean o no creaciones susceptibles de ser calificadas como
obras audiovisuales en el sentido del artículo 86 de esta Ley.
2. Se entiende por productor de una grabación audiovisual, la persona natural o jurídica
que tenga la iniciativa y asuma la responsabilidad de dicha grabación audiovisual.

Artículo 121. Reproducción.
Corresponde al productor de la primera fijación de una grabación audiovisual el derecho
exclusivo de autorizar la reproducción del original y sus copias, según la definición
establecida en el artículo 18.
Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de licencias
contractuales.

Artículo 122. Comunicación pública.


1. Corresponde al productor de grabaciones audiovisuales el derecho de autorizar la
comunicación pública de éstas.
Cuando la comunicación al público se realice por cable y en los términos previstos en el
apartado 4 del artículo 20 de esta Ley, será de aplicación lo dispuesto en dicho precepto.
2. Los usuarios de las grabaciones audiovisuales que se utilicen para los actos de
comunicación pública previstos en el artículo 20.2.f) y g) tienen obligación de pagar a los
artistas intérpretes o ejecutantes y a los productores de grabaciones audiovisuales la
remuneración que proceda, de acuerdo con las tarifas generales establecidas por la
correspondiente entidad de gestión.
3. El derecho a la remuneración equitativa y única a que se refiere el apartado anterior
se hará efectivo a través de las entidades de gestión de los derechos de propiedad
intelectual. La efectividad de este derecho a través de las respectivas entidades de gestión
comprenderá la negociación con los usuarios, la determinación, recaudación y distribución
de la remuneración correspondiente, así como cualquier otra actuación necesaria para
asegurar la efectividad de aquél.

Artículo 123. Distribución.
1. Corresponde al productor de la primera fijación de una grabación audiovisual el
derecho exclusivo de autorizar la distribución, según la definición establecida en el artículo
19.1 de esta Ley, del original y de las copias de la misma. Este derecho podrá transferirse,
cederse o ser objeto de concesión de licencias contractuales.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
3. A los efectos de este Título, se entiende por alquiler de grabaciones audiovisuales la
puesta a disposición para su uso por tiempo limitado y con un beneficio económico o
comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, la comunicación pública a partir de la primera fijación de una grabación
audiovisual y sus copias, incluso de fragmentos de una y otras, y la que se realice para
consulta «in situ».

– 792 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

4. A los efectos de este Título, se entiende por préstamo de las grabaciones


audiovisuales la puesta a disposición para su uso por tiempo limitado sin beneficio
económico o comercial, directo ni indirecto, siempre que dicho préstamo se lleve a cabo a
través de establecimientos accesibles al público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial directo ni indirecto cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir sus gastos de funcionamiento.
Quedan excluidas del concepto de préstamo las operaciones mencionadas en el párrafo
segundo del anterior apartado 3 y las que se efectúen entre establecimientos accesibles al
público.

Artículo 124. Otros derechos de explotación.


Le corresponden, asimismo, al productor los derechos de explotación de las fotografías
que fueren realizadas en el proceso de producción de la grabación audiovisual.

Artículo 125. Duración de los derechos de explotación.


La duración de los derechos de explotación reconocidos a los productores de la primera
fijación de una grabación audiovisual será de cincuenta años, computados desde el día 1 de
enero del año siguiente al de su realización.
No obstante, si, dentro de dicho período, la grabación se divulga lícitamente, los citados
derechos expirarán a los cincuenta años desde la divulgación, computados desde el día 1 de
enero del año siguiente a la fecha en que ésta se produzca.

TÍTULO IV
Derechos de las entidades de radiodifusión

Artículo 126. Derechos exclusivos.


1. Las entidades de radiodifusión gozan del derecho exclusivo de autorizar:
a) La fijación de sus emisiones o transmisiones en cualquier soporte sonoro o visual. A
los efectos de este apartado, se entiende incluida la fijación de alguna imagen aislada
difundida en la emisión o transmisión.
No gozarán de este derecho las empresas de distribución por cable cuando retransmitan
emisiones o transmisiones de entidades de radiodifusión.
b) La reproducción de las fijaciones de sus emisiones o transmisiones.
Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de licencias
contractuales.
c) La puesta a disposición del público, por procedimientos alámbricos o inalámbricos, de
las fijaciones de sus emisiones o transmisiones, de tal forma que cualquier persona pueda
acceder a ellas desde el lugar y en el momento que elija.
d) La retransmisión por cualquier procedimiento técnico de sus emisiones o
transmisiones.
e) La comunicación pública de sus emisiones o transmisiones de radiodifusión, cuando
tal comunicación se efectúe en lugares a los que el público pueda acceder mediante el pago
de una cantidad en concepto de derecho de admisión o de entrada.
Cuando la comunicación al público se realice vía satélite o por cable y en los términos
previstos en los apartados 3 y 4 del artículo 20 de esta Ley, será de aplicación lo dispuesto
en tales preceptos.
f) La distribución de las fijaciones de sus emisiones o transmisiones.
Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de licencias
contractuales.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

2. Los conceptos de emisión y transmisión incluyen, respectivamente, las operaciones


mencionadas en los párrafos c) y e) del apartado 2 del artículo 20 de la presente Ley, y el de
retransmisión, la difusión al público por una entidad que emita o difunda emisiones de otra,
recibidas a través de uno cualquiera de los mencionados satélites.

Artículo 127. Duración de los derechos de explotación.


Los derechos de explotación reconocidos a las entidades de radiodifusión durarán
cincuenta años, computados desde el día 1 de enero del año siguiente al de la realización
por vez primera de una emisión o transmisión.

TÍTULO V
La protección de las meras fotografías

Artículo 128. De las meras fotografías.


Quien realice una fotografía u otra reproducción obtenida por procedimiento análogo a
aquélla, cuando ni una ni otra tengan el carácter de obras protegidas en el Libro I, goza del
derecho exclusivo de autorizar su reproducción, distribución y comunicación pública, en los
mismos términos reconocidos en la presente Ley a los autores de obras fotográficas.
Este derecho tendrá una duración de veinticinco años computados desde el día 1 de
enero del año siguiente a la fecha de realización de la fotografía o reproducción.

TÍTULO VI
La protección de determinadas producciones editoriales

Artículo 129. Obras inéditas en dominio público y obras no protegidas.


1. Toda persona que divulgue lícitamente una obra inédita que esté en dominio público
tendrá sobre ella los mismos derechos de explotación que hubieran correspondido a su
autor.
2. Del mismo modo, los editores de obras no protegidas por las disposiciones del Libro I
de la presente Ley, gozarán del derecho exclusivo de autorizar la reproducción, distribución y
comunicación pública de dichas ediciones siempre que puedan ser individualizadas por su
composición tipográfica, presentación y demás características editoriales.

Artículo 130. Duración de los derechos.


1. Los derechos reconocidos en el apartado 1 del artículo anterior durarán veinticinco
años, computados desde el día 1 de enero del año siguiente al de la divulgación lícita de la
obra.
2. Los derechos reconocidos en el apartado 2 del artículo anterior durarán veinticinco
años, computados desde el día 1 de enero del año siguiente al de la publicación.

TÍTULO VII
Disposiciones comunes a los otros derechos de propiedad intelectual

Artículo 131. Cláusula de salvaguardia de los derechos de autor.


Los otros derechos de propiedad intelectual reconocidos en este Libro II se entenderán
sin perjuicio de los que correspondan a los autores.

Artículo 132. Aplicación subsidiaria de las disposiciones del Libro I.


Las disposiciones contenidas en el artículo 6.1, en la sección 2.ª del capítulo III, del
Título II y en el capítulo II del Título III, salvo lo establecido en el párrafo segundo del
apartado segundo del artículo 37, ambos del Libro I de la presente Ley, se aplicarán, con

– 794 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

carácter subsidiario y en lo pertinente, a los otros derechos de propiedad intelectual


regulados en este Libro.

TÍTULO VIII
Derecho "sui generis" sobre las bases de datos

Artículo 133. Objeto de protección.


1. El derecho «sui generis» sobre una base de datos protege la inversión sustancial,
evaluada cualitativa o cuantitativamente, que realiza su fabricante ya sea de medios
financieros, empleo de tiempo, esfuerzo, energía u otros de similar naturaleza, para la
obtención, verificación o presentación de su contenido.
Mediante el derecho al que se refiere el párrafo anterior, el fabricante de una base de
datos, definida en el artículo 12.2 del presente texto refundido de la Ley de Propiedad
Intelectual, puede prohibir la extracción y/o reutilización de la totalidad o de una parte
sustancial del contenido de ésta, evaluada cualitativa o cuantitativamente, siempre que la
obtención, la verificación o la presentación de dicho contenido representen una inversión
sustancial desde el punto de vista cuantitativo o cualitativo. Este derecho podrá transferirse,
cederse o darse en licencia contractual.
2. No obstante lo dispuesto en el párrafo segundo del apartado anterior, no estarán
autorizadas la extracción y/o reutilización repetidas o sistemáticas de partes no sustanciales
del contenido de una base de datos que supongan actos contrarios a una explotación normal
de dicha base o que causen un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del fabricante
de la base.
3. A los efectos del presente Título se entenderá por:
a) Fabricante de la base de datos, la persona natural o jurídica que toma la iniciativa y
asume el riesgo de efectuar las inversiones sustanciales orientadas a la obtención,
verificación o presentación de su contenido.
b) Extracción, la transferencia permanente o temporal de la totalidad o de una parte
sustancial del contenido de una base de datos a otro soporte cualquiera que sea el medio
utilizado o la forma en que se realice.
c) Reutilización, toda forma de puesta a disposición del público de la totalidad o de una
parte sustancial del contenido de la base mediante la distribución de copias en forma de
venta u otra transferencia de su propiedad o por alquiler, o mediante transmisión en línea o
en otras formas. A la distribución de copias en forma de venta en el ámbito de la Unión
Europea le será de aplicación lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 19 de la presente
Ley.
4. El derecho contemplado en el párrafo segundo del anterior apartado 1 se aplicará con
independencia de la posibilidad de que dicha base de datos o su contenido esté protegida
por el derecho de autor o por otros derechos. La protección de las bases de datos por el
derecho contemplado en el párrafo segundo del anterior apartado 1 se entenderá sin
perjuicio de los derechos existentes sobre su contenido.

Artículo 134. Derechos y obligaciones del usuario legítimo.


1. El fabricante de una base de datos, sea cual fuere la forma en que haya sido puesta a
disposición del público, no podrá impedir al usuario legítimo de dicha base extraer y/o
reutilizar partes no sustanciales de su contenido, evaluadas de forma cualitativa o
cuantitativa, con independencia del fin a que se destine.
En los supuestos en que el usuario legítimo esté autorizado a extraer y/o reutilizar sólo
parte de la base de datos, lo dispuesto en el párrafo anterior se aplicará únicamente a dicha
parte.
2. El usuario legítimo de una base de datos, sea cual fuere la forma en que haya sido
puesta a disposición del público, no podrá efectuar los siguientes actos:
a) Los que sean contrarios a una explotación normal de dicha base o lesionen
injustificadamente los intereses legítimos del fabricante de la base.

– 795 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

b) Los que perjudiquen al titular de un derecho de autor o de uno cualquiera de los


derechos reconocidos en los Títulos I a VI del Libro II de la presente Ley que afecten a obras
o prestaciones contenidas en dicha base.
3. Cualquier pacto en contrario a lo establecido en esta disposición será nulo de pleno
derecho.

Artículo 135. Excepciones al derecho «sui generis».


1. El usuario legítimo de una base de datos, sea cual fuere la forma en que ésta haya
sido puesta a disposición del público, podrá, sin autorización del fabricante de la base,
extraer y/o reutilizar una parte sustancial del contenido de la misma, en los siguientes casos:
a) Cuando se trate de una extracción para fines privados del contenido de una base de
datos no electrónica.
b) Cuando se trate de una extracción con fines ilustrativos de enseñanza o de
investigación científica en la medida justificada por el objetivo no comercial que se persiga y
siempre que se indique la fuente.
c) Cuando se trate de una extracción y/o reutilización para fines de seguridad pública o a
efectos de un procedimiento administrativo o judicial.
2. Las disposiciones del apartado anterior no podrán interpretarse de manera tal que
permita su aplicación de forma que cause un perjuicio injustificado a los intereses legítimos
del titular del derecho o que vaya en detrimento de la explotación normal del objeto
protegido.

Artículo 136. Plazo de protección.


1. El derecho contemplado en el artículo 133 nacerá en el mismo momento en que se dé
por finalizado el proceso de fabricación de la base de datos, y expirará quince años después
del 1 de enero del año siguiente a la fecha en que haya terminado dicho proceso.
2. En los casos de bases de datos puestas a disposición del público antes de la
expiración del período previsto en el apartado anterior, el plazo de protección expirará a los
quince años, contados desde el 1 de enero siguiente a la fecha en que la base de datos
hubiese sido puesta a disposición del público por primera vez.
3. Cualquier modificación sustancial, evaluada de forma cuantitativa o cualitativa del
contenido de una base de datos y, en particular, cualquier modificación sustancial que
resulte de la acumulación de adiciones, supresiones o cambios sucesivos que conduzcan a
considerar que se trata de una nueva inversión sustancial, evaluada desde un punto de vista
cuantitativo o cualitativo, permitirá atribuir a la base resultante de dicha inversión un plazo de
protección propio.

Artículo 137. Salvaguardia de aplicación de otras disposiciones.


Lo dispuesto en el presente Título se entenderá sin perjuicio de cualesquiera otras
disposiciones legales que afecten a la estructura o al contenido de una base de datos tales
como las relativas al derecho de autor u otros derechos de propiedad intelectual, al derecho
de propiedad industrial, derecho de la competencia, derecho contractual, secretos,
protección de los datos de carácter personal, protección de los tesoros nacionales o sobre el
acceso a los documentos públicos.

– 796 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

LIBRO III
De la protección de los derechos reconocidos en esta Ley

TÍTULO I
Acciones y procedimientos

Artículo 138. Acciones y medidas cautelares urgentes.


El titular de los derechos reconocidos en esta Ley, sin perjuicio de otras acciones que le
correspondan, podrá instar el cese de la actividad ilícita del infractor y exigir la indemnización
de los daños materiales y morales causados, en los términos previstos en los artículos 139 y
140. También podrá instar la publicación o difusión, total o parcial, de la resolución judicial o
arbitral en medios de comunicación a costa del infractor.
Asimismo, podrá solicitar con carácter previo la adopción de las medidas cautelares de
protección urgente reguladas en el artículo 141.
Tanto las medidas de cesación específicas contempladas en el artículo 139.1.h) como
las medidas cautelares previstas en el artículo 141.6 podrán también solicitarse, cuando
sean apropiadas, contra los intermediarios a cuyos servicios recurra un tercero para infringir
derechos de propiedad intelectual reconocidos en esta ley, aunque los actos de dichos
intermediarios no constituyan en sí mismos una infracción, sin perjuicio de lo dispuesto en la
Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio
electrónico. Dichas medidas habrán de ser objetivas, proporcionadas y no discriminatorias.

Artículo 139. Cese de la actividad ilícita.


1. El cese de la actividad ilícita podrá comprender:
a) La suspensión de la explotación o actividad infractora, incluyendo todos aquellos actos
o actividades a los que se refieren los artículos 160 y 162.
b) La prohibición al infractor de reanudar la explotación o actividad infractora.
c) La retirada del comercio de los ejemplares ilícitos y su destrucción, incluyendo
aquellos en los que haya sido suprimida o alterada sin autorización la información para la
gestión electrónica de derechos o cuya protección tecnológica haya sido eludida. Esta
medida se ejecutará a expensas del infractor, salvo que se aleguen razones fundadas para
que no sea así.
d) La retirada de los circuitos comerciales, la inutilización, y, en caso necesario, la
destrucción de los moldes, planchas, matrices, negativos y demás elementos materiales,
equipos o instrumentos destinados principalmente a la reproducción, a la creación o
fabricación de ejemplares ilícitos. Esta medida se ejecutará a expensas del infractor, salvo
que se aleguen razones fundadas para que no sea así.
e) La remoción o el precinto de los aparatos utilizados en la comunicación pública no
autorizada de obras o prestaciones, así como de aquellas en las que se haya suprimido o
alterado sin autorización la información para la gestión electrónica de derechos, en los
términos previstos en el artículo 162, o a las que se haya accedido eludiendo su protección
tecnológica, en los términos previstos en el artículo 160.
f) El comiso, la inutilización y, en caso necesario, la destrucción de los instrumentos, con
cargo al infractor, cuyo único uso sea facilitar la supresión o neutralización no autorizadas de
cualquier dispositivo técnico utilizado para proteger un programa de ordenador. Las mismas
medidas podrán adoptarse en relación con los dispositivos, productos o componentes para la
elusión de medidas tecnológicas a los que se refiere el artículo 160 y para suprimir o alterar
la información para la gestión electrónica de derechos a que se refiere el artículo 162.
g) La remoción o el precinto de los instrumentos utilizados para facilitar la supresión o la
neutralización no autorizadas de cualquier dispositivo técnico utilizado para proteger obras o
prestaciones aunque aquélla no fuera su único uso.
h) La suspensión de los servicios prestados por intermediarios a terceros que se valgan
de ellos para infringir derechos de propiedad intelectual, sin perjuicio de lo dispuesto en la

– 797 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio


electrónico.
2. El infractor podrá solicitar que la destrucción o inutilización de los mencionados
ejemplares y material, cuando éstos sean susceptibles de otras utilizaciones, se efectúe en
la medida necesaria para impedir la explotación ilícita.
3. El titular del derecho infringido podrá pedir la entrega de los referidos ejemplares y
material a precio de coste y a cuenta de su correspondiente indemnización de daños y
perjuicios.
4. Lo dispuesto en este artículo no se aplicará a los ejemplares adquiridos de buena fe
para uso personal.

Artículo 140. Indemnización.
1. La indemnización por daños y perjuicios debida al titular del derecho infringido
comprenderá no sólo el valor de la pérdida que haya sufrido, sino también el de la ganancia
que haya dejado de obtener a causa de la violación de su derecho. La cuantía
indemnizatoria podrá incluir, en su caso, los gastos de investigación en los que se haya
incurrido para obtener pruebas razonables de la comisión de la infracción objeto del
procedimiento judicial.
2. La indemnización por daños y perjuicios se fijará, a elección del perjudicado, conforme
a alguno de los criterios siguientes:
a) Las consecuencias económicas negativas, entre ellas la pérdida de beneficios que
haya sufrido la parte perjudicada y los beneficios que el infractor haya obtenido por la
utilización ilícita.
En el caso de daño moral procederá su indemnización, aun no probada la existencia de
perjuicio económico. Para su valoración se atenderá a las circunstancias de la infracción,
gravedad de la lesión y grado de difusión ilícita de la obra.
b) La cantidad que como remuneración hubiera percibido el perjudicado, si el infractor
hubiera pedido autorización para utilizar el derecho de propiedad intelectual en cuestión.
3. La acción para reclamar los daños y perjuicios a que se refiere este artículo prescribirá
a los cinco años desde que el legitimado pudo ejercitarla.

Artículo 141. Medidas cautelares.


En caso de infracción o cuando exista temor racional y fundado de que ésta va a
producirse de modo inminente, la autoridad judicial podrá decretar, a instancia de los
titulares de los derechos reconocidos en esta Ley, las medidas cautelares que, según las
circunstancias, fuesen necesarias para la protección urgente de tales derechos, y en
especial:
1. La intervención y el depósito de los ingresos obtenidos por la actividad ilícita de que se
trate o, en su caso, la consignación o depósito de las cantidades debidas en concepto de
remuneración.
2. La suspensión de la actividad de reproducción, distribución y comunicación pública,
según proceda, o de cualquier otra actividad que constituya una infracción a los efectos de
esta Ley, así como la prohibición de estas actividades si todavía no se han puesto en
práctica.
3. El secuestro de los ejemplares producidos o utilizados y el del material empleado
principalmente para la reproducción o comunicación pública.
4. El secuestro de los instrumentos, dispositivos, productos y componentes referidos en
los artículos 102.c) y 160.2 y de los utilizados para la supresión o alteración de la
información para la gestión electrónica de los derechos referidos en el artículo 162.2.
5. El embargo de los equipos, aparatos y soportes materiales a los que se refiere el
artículo 25, que quedarán afectos al pago de la compensación reclamada y a la oportuna
indemnización de daños y perjuicios.
6. La suspensión de los servicios prestados por intermediarios a terceros que se valgan
de ellos para infringir derechos de propiedad intelectual, sin perjuicio de lo dispuesto en la

– 798 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y del comercio


electrónico.
La adopción de las medidas cautelares quedará sin efecto si no se presentara la
correspondiente demanda en los términos previstos en la Ley 1/2000, de 7 de enero, de
Enjuiciamiento Civil.

Artículo 142. Procedimiento.
(Derogado)

Artículo 143. Causas criminales.


En las causas criminales que se sigan por infracción de los derechos reconocidos en
esta Ley, podrán adoptarse las medidas cautelares procedentes en procesos civiles,
conforme a lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil. Estas medidas no impedirán la
adopción de cualesquiera otras establecidas en la legislación procesal penal.

TÍTULO II
El Registro de la Propiedad Intelectual

Artículo 144. Organización y funcionamiento.


1. El Registro General de la Propiedad Intelectual tendrá carácter único en todo el
territorio nacional. Reglamentariamente se regulará su ordenación, que incluirá, en todo
caso, la organización y funciones del Registro Central dependiente del Ministerio de Cultura
y las normas comunes sobre procedimiento de inscripción y medidas de coordinación e
información entre todas las Administraciones públicas competentes.
2. Las Comunidades Autónomas determinarán la estructura y funcionamiento del
Registro en sus respectivos territorios, y asumirán su llevanza, cumpliendo en todo caso las
normas comunes a que se refiere el apartado anterior.

Artículo 145. Régimen de las inscripciones.


1. Podrán ser objeto de inscripción en el Registro los derechos de propiedad intelectual
relativos a las obras y demás producciones protegidas por la presente Ley.
2. El Registrador calificará las solicitudes presentadas y la legalidad de los actos y
contratos relativos a los derechos inscribibles, pudiendo denegar o suspender la práctica de
los asientos correspondientes. Contra el acuerdo del Registrador podrán ejercitarse
directamente ante la jurisdicción civil las acciones correspondientes.
3. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que los derechos inscritos existen y
pertenecen a su titular en la forma determinada en el asiento respectivo.
4. El Registro será público, sin perjuicio de las limitaciones que puedan establecerse al
amparo de lo previsto en el artículo 101 de esta Ley.

TÍTULO III
Símbolos o indicaciones de la reserva de derechos

Artículo 146. Símbolos o indicaciones.


El titular o cesionario en exclusiva de un derecho de explotación sobre una obra o
producción protegidas por esta Ley podrá anteponer a su nombre el símbolo © con precisión
del lugar y año de la divulgación de aquéllas.
Asimismo, en las copias de los fonogramas o en sus envolturas se podrá anteponer al
nombre del productor o de su cesionario, el símbolo (p), indicando el año de la publicación.
Los símbolos y referencias mencionados deberán hacerse constar en modo y colocación
tales que muestren claramente que los derechos de explotación están reservados.

– 799 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

TÍTULO IV
Las entidades de gestión de los derechos reconocidos en la Ley

Artículo 147. Requisitos.
Las entidades legalmente constituidas que tengan establecimiento en territorio español y
pretendan dedicarse, en nombre propio o ajeno, a la gestión de derechos de explotación u
otros de carácter patrimonial, por cuenta y en interés de varios autores u otros titulares de
derechos de propiedad intelectual, deberán obtener la oportuna autorización del Ministerio
de Cultura, con objeto de garantizar una adecuada protección de la propiedad intelectual.
Esta autorización habrá de publicarse en el "Boletín Oficial del Estado"».
Estas entidades, a fin de garantizar la protección de la propiedad intelectual, no podrán
tener ánimo de lucro y, en virtud de la autorización, podrán ejercer los derechos de
propiedad intelectual confiados a su gestión y tendrán los derechos y obligaciones que en
este Título se establecen.

Artículo 148. Condiciones de la autorización.


1. La autorización prevista en el artículo anterior sólo se concederá si, formulada la
oportuna solicitud, ésta se acompaña de la documentación, que permita verificar la
concurrencia de las siguientes condiciones:
a) Que los estatutos de la entidad solicitante cumplan los requisitos establecidos en este
Título.
b) Que de los datos aportados y de la información practicada se desprenda que la
entidad solicitante reúne las condiciones necesarias para asegurar la eficaz administración
de los derechos, cuya gestión le va a ser encomendada, en todo el territorio español.
c) Que la autorización favorezca los intereses generales de la protección de la propiedad
intelectual.
2. Para valorar la concurrencia de las condiciones establecidas en los párrafos b) y c) del
apartado anterior, se tendrán particularmente en cuenta como criterios de valoración, la
capacidad de una gestión viable de los derechos encomendados, la idoneidad de sus
estatutos y sus medios materiales para el cumplimiento de sus fines, y la posible efectividad
de su gestión en el extranjero, atendiéndose, especialmente, a las razones imperiosas de
interés general que constituyen la protección de la propiedad intelectual.
3. La autorización se entenderá concedida, si no se notifica resolución en contrario, en el
plazo de tres meses desde la presentación de la solicitud.

Artículo 149. Revocación de la autorización.


La autorización podrá ser revocada por el Ministerio de Cultura si sobreviniera o se
pusiera de manifiesto algún hecho que pudiera haber originado la denegación de la
autorización, o si la entidad de gestión incumpliera gravemente las obligaciones establecidas
en este Título. En los tres supuestos deberá mediar un previo apercibimiento del Ministerio
de Cultura, que fijará un plazo no inferior a tres meses para la subsanación o corrección de
los hechos señalados.
La revocación producirá sus efectos a los tres meses de su publicación en el «Boletín
Oficial del Estado».

Artículo 150. Legitimación.
Las entidades de gestión, una vez autorizadas, estarán legitimadas en los términos que
resulten de sus propios estatutos, para ejercer los derechos confiados a su gestión y
hacerlos valer en toda clase de procedimientos administrativos o judiciales.
Para acreditar dicha legitimación, la entidad de gestión únicamente deberá aportar al
inicio del proceso copia de sus estatutos y certificación acreditativa de su autorización
administrativa. El demandado sólo podrá fundar su oposición en la falta de representación de
la actora, la autorización del titular del derecho exclusivo o el pago de la remuneración
correspondiente.

– 800 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 151. Estatutos.
Sin perjuicio de lo que dispongan otras normas que les sean de aplicación, en los
estatutos de las entidades de gestión se hará constar:
1. La denominación, que no podrá ser idéntica a la de otras entidades, ni tan semejante
que pueda inducir a confusiones.
2. El objeto y fines, que será la gestión de los derechos de propiedad intelectual
especificándose aquellos que vayan a administrar.
Asimismo, podrán realizar actividades distintas a la gestión de los derechos de propiedad
intelectual siempre que las mismas estén vinculadas al ámbito cultural de la entidad y se
cumpla el requisito de ausencia de ánimo de lucro establecido en el artículo 147.
3. Las clases de titulares de derechos comprendidos en la gestión y, en su caso, las
distintas categorías de aquéllos a efectos de su participación en la administración de la
entidad.
4. Las condiciones para la adquisición y pérdida de la cualidad de socio. En todo caso,
los socios deberán ser titulares de derechos de los que haya de gestionar la entidad, y el
número de ellos no podrá ser inferior a diez.
5. Los derechos de los socios y, en particular, el régimen de voto, que podrá
establecerse teniendo en cuenta criterios de ponderación que limiten razonablemente el voto
plural. En materia relativa a sanciones de exclusión de socios, el régimen de voto será
igualitario.
6. Los deberes de los socios y su régimen disciplinario.
7. Los órganos de gobierno y representación de la entidad y su respectiva competencia,
así como las normas relativas a la convocatoria, constitución y funcionamiento de los de
carácter colegiado, con prohibición expresa de adoptar acuerdos respecto de los asuntos
que no figuren en el orden del día.
8. El procedimiento de elección de los socios administradores.
9. El patrimonio inicial y los recursos económicos previstos.
10. Las reglas a que han de someterse los sistemas de reparto de la recaudación.
11. El régimen de control de la gestión económica y financiera de la entidad.
12. El destino del patrimonio o activo neto resultante en los supuestos de liquidación de
la entidad que, en ningún caso, podrá ser objeto de reparto entre los socios.

Artículo 152. Obligaciones de administrar los derechos de propiedad intelectual conferidos.


Las entidades de gestión están obligadas a aceptar la administración de los derechos de
autor y otros derechos de propiedad intelectual que les sean encomendados de acuerdo con
su objeto o fines. Dicho encargo lo desempeñarán con sujeción a sus estatutos y demás
normas aplicables al efecto.

Artículo 153. Contrato de gestión.


1. La gestión de los derechos será encomendada por sus titulares a la entidad mediante
contrato cuya duración no podrá ser superior a cinco años, indefinidamente renovables, ni
podrá imponer como obligatoria la gestión de todas las modalidades de explotación ni la de
la totalidad de la obra o producción futura.
2. Las entidades deberán establecer en sus estatutos las adecuadas disposiciones para
asegurar una gestión libre de influencias de los usuarios de su repertorio y para evitar una
injusta utilización preferencial de sus obras.

Artículo 154. Reparto de derechos.


1. El reparto de los derechos recaudados se efectuará equitativamente entre los titulares
de las obras o producciones utilizadas, con arreglo a un sistema predeterminado en los
estatutos y que excluya la arbitrariedad.
2. Las entidades de gestión deberán reservar a los titulares una participación en los
derechos recaudados proporcional a la utilización de sus obras.

– 801 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Artículo 155. Función social.


1. Las entidades de gestión, directamente o por medio de otras entidades, fomentarán la
promoción de actividades o servicios de carácter asistencial en beneficio de sus socios, así
como la realización de actividades de formación y promoción de autores y artistas intérpretes
o ejecutantes
2. Las entidades de gestión deberán dedicar a las actividades y servicios a que se refiere
el apartado anterior, por partes iguales, el porcentaje de la remuneración compensatoria
prevista en el artículo 25 de esta Ley, que reglamentariamente se determine.

Artículo 156. Documentación contable.


Dentro de los seis meses siguientes al cierre de cada ejercicio, la entidad confeccionará
el correspondiente balance y una memoria de las actividades realizadas durante la anualidad
anterior.
Sin perjuicio de lo dispuesto en la normativa aplicable, el balance y la documentación
contable serán sometidos a verificación por expertos o sociedades de expertos, legalmente
competentes, nombrados en la Asamblea general de la entidad celebrada el año anterior o
en el de su constitución. Los estatutos establecerán las normas con arreglo a las cuales
habrá de ser designado otro auditor, por la minoría.
El balance, con nota de haber obtenido o no el informe favorable del auditor, se pondrá a
disposición de los socios en el domicilio legal y delegaciones territoriales de la entidad, con
una antelación mínima de quince días al de la celebración de la Asamblea general en la que
haya de ser aprobado.

Artículo 157. Otras obligaciones.


1. Las entidades de gestión están obligadas:
a) A contratar con quien lo solicite, salvo motivo justificado, la concesión de
autorizaciones no exclusivas de los derechos gestionados, en condiciones razonables y bajo
remuneración.
b) A establecer tarifas generales que determinen la remuneración exigida por la
utilización de su repertorio, que deberán prever reducciones para las entidades culturales
que carezcan de finalidad lucrativa.
c) A celebrar contratos generales con asociaciones de usuarios de su repertorio, siempre
que aquéllas lo soliciten y sean representativas del sector correspondiente.
2. En tanto las partes no lleguen a un acuerdo, la autorización correspondiente se
entenderá concedida si el solicitante hace efectiva bajo reserva o consigna judicialmente la
cantidad exigida por la entidad de gestión de acuerdo con las tarifas generales.
3. Lo dispuesto en los apartados anteriores no será de aplicación a la gestión de
derechos relativos a las obras literarias, dramáticas, dramático-musicales, coreográficas o de
pantomima, ni respecto de la utilización singular de una o varias obras de cualquier clase
que requiera la autorización individualizada de su titular.
4. Asimismo, las entidades de gestión están obligadas a hacer efectivos los derechos a
una remuneración equitativa correspondientes a los distintos supuestos previstos en esta
Ley y a ejercitar el derecho de autorizar la distribución por cable.

Artículo 158. Comisión de Propiedad Intelectual.


1. Se crea en el Ministerio de Cultura la Comisión de Propiedad Intelectual, como órgano
colegiado de ámbito nacional, para el ejercicio de las funciones de mediación y arbitraje, y de
salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual que le atribuye la presente Ley.
2. La Comisión actuará por medio de dos Secciones.
La Sección Primera ejercerá las funciones de mediación y arbitraje que le atribuye la
presente Ley.
La Sección Segunda velará, en el ámbito de las competencias del Ministerio de Cultura,
por la salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual frente a su vulneración por los
responsables de servicios de la sociedad de información en los términos previstos en los

– 802 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

artículos 8 y concordantes de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de


la Información y de Comercio Electrónico.
3. Corresponde a la Sección Primera el ejercicio de las funciones de mediación y
arbitraje, de acuerdo con las siguientes reglas:
1.º En su función de mediación:
a) Colaborando en las negociaciones, previo sometimiento de las partes, para el caso de
que no llegue a celebrarse un contrato, respecto a las materias directamente relacionadas
con la gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual, y para la autorización de la
distribución por cable de una emisión de radiodifusión, por falta de acuerdo entre los titulares
de los derechos de propiedad intelectual y las empresas de distribución por cable.
b) Presentando, en su caso, propuestas a las partes.
Se considerará que todas las partes aceptan la propuesta a que se refiere el párrafo
anterior, si ninguna de ellas expresa su oposición en un plazo de tres meses. En este
supuesto, la resolución de la Comisión surtirá los efectos previstos en la Ley 60/2003, de 23
de diciembre, de Arbitraje, y será revisable ante el orden jurisdiccional civil. La propuesta y
cualquier oposición a la misma se notificará a las partes, de conformidad con lo dispuesto en
los artículos 58 y 59 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
El procedimiento mediador se determinará reglamentariamente.
2.º La Comisión actuará en su función de arbitraje:
a) Dando solución, previo sometimiento de las partes, a los conflictos que se susciten
entre entidades de gestión, entre los titulares de derechos y las entidades de gestión, o entre
éstas y las asociaciones de usuarios de su repertorio o las entidades de radiodifusión o de
distribución por cable. El sometimiento de las partes a la Comisión será voluntario y deberá
constar expresamente por escrito.
b) Fijando una cantidad sustitutoria de las tarifas generales, a los efectos señalados en el
apartado 2 del artículo anterior, a solicitud de la propia entidad de gestión afectada, de una
asociación de usuarios, o de una entidad de radiodifusión, siempre que éstas se sometan,
por su parte, a la competencia de la Comisión con el objeto previsto en la letra a) de este
apartado.
Reglamentariamente se determinará el procedimiento para el ejercicio de su función de
arbitraje.
La decisión de la Comisión tendrá carácter vinculante y ejecutivo para las partes.
Lo determinado en este apartado se entenderá sin perjuicio de las acciones que puedan
ejercitarse ante la jurisdicción competente. No obstante, el planteamiento de la controversia
sometida a decisión arbitral ante la Comisión impedirá a los Jueces y Tribunales conocer de
la misma, hasta que haya sido dictada la resolución y siempre que la parte interesada lo
invoque mediante excepción.
3.º En el ejercicio de sus funciones para la fijación de cantidades sustitutorias de tarifas,
la Comisión valorará, el criterio de utilización efectiva, por el usuario, del repertorio real de
titulares y obras o prestaciones que gestionen las entidades y la relevancia y utilización en el
conjunto de la actividad del usuario.
La Comisión también podrá tener en cuenta, entre otros criterios o antecedentes, las
tarifas existentes para la explotación de los mismos derechos y que hayan sido establecidas
por la Comisión o en los acuerdos y contratos firmados por la propia entidad para situaciones
análogas.
4.º La Sección Primera de la Comisión estará formada por tres miembros nombrados por
el Ministro de Cultura, a propuesta de los Subsecretarios de los Ministerios de Economía y
Hacienda, Cultura y Justicia, por un período de tres años renovable por una sola vez, entre
expertos de reconocida competencia en materia de propiedad intelectual. Los Ministerios de
Cultura y Economía y Hacienda nombrarán, conjuntamente, al Presidente de la Sección
Primera. La Sección se regirá por lo establecido en el presente texto y, supletoriamente, por
las previsiones de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común y de la Ley 60/2003, de 23
de diciembre, de Arbitraje.

– 803 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

4. Corresponde a la Sección Segunda, que actuará conforme a los principios de


objetividad y proporcionalidad, el ejercicio de las funciones previstas en los artículos 8 y
concordantes de la Ley 34/2002, para la salvaguarda de los derechos de propiedad
intelectual frente a su vulneración por los responsables de servicios de la sociedad de
información.
La Sección podrá adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un
servicio de la sociedad de la información que vulnere derechos de propiedad intelectual o
para retirar los contenidos que vulneren los citados derechos siempre que el prestador,
directa o indirectamente, actúe con ánimo de lucro o haya causado o sea susceptible de
causar un daño patrimonial.
Antes de proceder a la adopción de estas medidas, el prestador de servicios de la
sociedad de la información deberá ser requerido a fin de que en un plazo no superior a las
48 horas pueda proceder a la retirada voluntaria de los contenidos declarados infractores o,
en su caso, realice las alegaciones y proponga las pruebas que estime oportunas sobre la
autorización de uso o la aplicabilidad de un límite al derecho de Propiedad Intelectual.
Transcurrido el plazo anterior, en su caso, se practicará prueba en dos días y se dará
traslado a los interesados para conclusiones en plazo máximo de cinco días. La Comisión en
el plazo máximo de tres días dictará resolución. La retirada voluntaria de los contenidos
pondrá fin al procedimiento. En todo caso, la ejecución de la medida ante el incumplimiento
del requerimiento exigirá de la previa autorización judicial, de acuerdo con el procedimiento
regulado en el apartado segundo del artículo 122 bis de la Ley reguladora de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa.
Lo dispuesto en este apartado se entiende sin perjuicio de las acciones civiles, penales y
contencioso-administrativas que, en su caso, sean procedentes.
La Sección, bajo la presidencia del Subsecretario del Ministerio de Cultura o persona en
la que éste delegue, se compondrá de un vocal del Ministerio de Cultura, un vocal del
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, un vocal del Ministerio de Economía y Hacienda
y un vocal del Ministerio de la Presidencia.
Reglamentariamente se determinará el funcionamiento de la Sección y el procedimiento
para el ejercicio de las funciones que tiene atribuidas. El procedimiento para el
restablecimiento de la legalidad, que se iniciará siempre a instancia del titular de los
derechos de propiedad intelectual que se consideran vulnerados o de la persona que tuviera
encomendado su ejercicio y en el que serán de aplicación los derechos de defensa previstos
en el artículo 135 de la Ley 30/1992, estará basado en los principios de celeridad,
proporcionalidad y demás previstos en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. La falta
de resolución en el plazo reglamentariamente establecido tendrá efectos desestimatorios de
la solicitud. Las resoluciones dictadas por la Comisión en este procedimiento ponen fin a la
vía administrativa.

Artículo 159. Facultades del Ministerio de Cultura.


1. Corresponde al Ministerio de Cultura, además de la facultad de otorgar o revocar la
autorización regulada en los artículos 148y 149, la vigilancia sobre el cumplimiento de las
obligaciones y requisitos establecidos en esta Ley.
A estos efectos, el Ministerio de Cultura podrá exigir de estas entidades cualquier tipo de
información, ordenar inspecciones y auditorías y designar un representante que asista con
voz pero sin voto a sus Asambleas generales, Consejos de Administración u órganos
análogos.
2. Las modificaciones de los estatutos de las entidades de gestión, sin perjuicio de lo
dispuesto por otras normas de aplicación, una vez aprobadas por su respectiva Asamblea
general, deberán someterse a la aprobación del Ministerio de Cultura, que se entenderá
concedida, si no se notifica resolución en contrario, en el plazo de tres meses desde su
presentación.
3. Las entidades de gestión están obligadas a notificar al Ministerio de Cultura los
nombramientos y ceses de sus administradores y apoderados, las tarifas generales y sus
modificaciones, los contratos generales celebrados con asociaciones de usuarios y los

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

concertados con organizaciones extranjeras de su misma clase, así como los documentos
mencionados en el artículo 156 de esta Ley.

TÍTULO V
Protección de las medidas tecnológicas y de la información para la gestión de
derechos

Artículo 160. Medidas tecnológicas: actos de elusión y actos preparatorios.


1. Los titulares de derechos de propiedad intelectual reconocidos en esta ley podrán
ejercitar las acciones previstas en el título I de su libro III contra quienes, a sabiendas o
teniendo motivos razonables para saberlo, eludan cualquier medida tecnológica eficaz.
2. Las mismas acciones podrán ejercitarse contra quienes fabriquen, importen,
distribuyan, vendan, alquilen, publiciten para la venta o el alquiler o posean con fines
comerciales cualquier dispositivo, producto o componente, así como contra quienes presten
algún servicio que, respecto de cualquier medida tecnológica eficaz:
a) Sea objeto de promoción, publicidad o comercialización con la finalidad de eludir la
protección, o
b) Sólo tenga una finalidad o uso comercial limitado al margen de la elusión de la
protección, o
c) Esté principalmente concebido, producido, adaptado o realizado con la finalidad de
permitir o facilitar la elusión de la protección.
3. Se entiende por medida tecnológica toda técnica, dispositivo o componente que, en su
funcionamiento normal, esté destinado a impedir o restringir actos, referidos a obras o
prestaciones protegidas, que no cuenten con la autorización de los titulares de los
correspondientes derechos de propiedad intelectual.
Las medidas tecnológicas se consideran eficaces cuando el uso de la obra o de la
prestación protegida esté controlado por los titulares de los derechos mediante la aplicación
de un control de acceso o un procedimiento de protección como por ejemplo, codificación,
aleatorización u otra transformación de la obra o prestación o un mecanismo de control de
copiado que logre este objetivo de protección.
4. Lo dispuesto en los apartados anteriores no es de aplicación a las medidas
tecnológicas utilizadas para la protección de programas de ordenador, que quedarán sujetas
a su propia normativa.

Artículo 161. Límites a la propiedad intelectual y medidas tecnológicas.


1. Los titulares de derechos sobre obras o prestaciones protegidas con medidas
tecnológicas eficaces deberán facilitar a los beneficiarios de los límites que se citan a
continuación los medios adecuados para disfrutar de ellos, conforme a su finalidad, siempre
y cuando tales beneficiarios tengan legalmente acceso a la obra o prestación de que se
trate. Tales límites son los siguientes:
a) Límite de copia privada en los términos previstos en el artículo 31.2.
b) Límite relativo a fines de seguridad pública, procedimientos oficiales o en beneficio de
personas con discapacidad en los términos previstos en el artículo 31 bis.
c) Límite relativo a la ilustración de la enseñanza en los términos previstos en el artículo
32.2.
d) Límite relativo a la ilustración de la enseñanza o de investigación científica o para
fines de seguridad pública o a efectos de un procedimiento administrativo o judicial, todo ello
en relación con las bases de datos y en los términos previstos en el artículo 34.2.b) y c).
e) Límite relativo al registro de obras por entidades radiodifusoras en los términos
previstos en el artículo 36.3.
f) Límite relativo a las reproducciones de obras con fines de investigación o conservación
realizadas por determinadas instituciones en los términos previstos en el artículo 37.1.
g) Límite relativo a la extracción con fines ilustrativos de enseñanza o de investigación
científica de una parte sustancial del contenido de una base de datos y de una extracción o

– 805 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

una reutilización para fines de seguridad pública o a los efectos de un procedimiento


administrativo o judicial del contenido de una base de datos protegida por el derecho "sui
géneris" en los términos previstos en el artículo 135.1.b) y c).
2. Cuando los titulares de derechos de propiedad intelectual no hayan adoptado medidas
voluntarias, incluidos los acuerdos con otros interesados, para el cumplimiento del deber
previsto en el apartado anterior, los beneficiarios de dichos límites podrán acudir ante la
jurisdicción civil.
Cuando los beneficiarios de dichos límites sean consumidores o usuarios, en los
términos definidos en el artículo 1.2 y 3 de la Ley 26/1984, de 19 de julio, General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios, en su defensa podrán actuar las entidades
legitimadas en el artículo 11.2 y 3 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
3. Disfrutarán de la protección jurídica prevista en el artículo 160.1 tanto las medidas
tecnológicas adoptadas voluntariamente por los titulares de los derechos de propiedad
intelectual, incluidas las derivadas de acuerdos con otros interesados, como, en su caso, las
incluidas en la correspondiente resolución judicial.
4. Lo dispuesto en los apartados anteriores no impedirá que los titulares de derechos
sobre obras o prestaciones adopten las soluciones que estimen adecuadas, incluyendo,
entre otras, medidas tecnológicas, respecto del número de reproducciones en concepto de
copia privada. En estos supuestos, los beneficiarios de lo previsto en el artículo 31.2 no
podrán exigir el levantamiento de las medidas tecnológicas que, en su caso, hayan adoptado
los titulares de derechos en virtud de este apartado.
5. Lo establecido en los apartados anteriores de este artículo no será de aplicación a
obras o prestaciones que se hayan puesto a disposición del público con arreglo a lo
convenido por contrato, de tal forma que cualquier persona pueda acceder a ellas desde el
lugar y momento que elija.

Artículo 162. Protección de la información para la gestión de derechos.


1. Los titulares de derechos de propiedad intelectual podrán ejercitar las acciones
previstas en el título I del libro III contra quienes, a sabiendas y sin autorización, lleven a
cabo cualquiera de los actos que seguidamente se detallan, y que sepan o tengan motivos
razonables para saber que, al hacerlo, inducen, permiten, facilitan o encubren la infracción
de alguno de aquellos derechos:
a) Supresión o alteración de toda información para la gestión electrónica de derechos.
b) Distribución, importación para distribución, emisión por radiodifusión, comunicación o
puesta a disposición del público de obras o prestaciones protegidas en las que se haya
suprimido o alterado sin autorización la información para la gestión electrónica de derechos.
2. A los efectos del apartado anterior, se entenderá por información para la gestión de
derechos toda información facilitada por los titulares que identifique la obra o prestación
protegida, al autor o cualquier otro derechohabiente, o que indique las condiciones de
utilización de la obra o prestación protegida, así como cualesquiera números o códigos que
representen dicha información, siempre y cuando estos elementos de información vayan
asociados a un ejemplar de una obra o prestación protegida o aparezcan en conexión con su
comunicación al público.

LIBRO IV
Del ámbito de aplicación de la Ley

Artículo 163. Autores.
1. Se protegerán, con arreglo a esta Ley, los derechos de propiedad intelectual de los
autores españoles, así como de los autores nacionales de otros Estados miembros de la
Unión Europea.
Gozarán, asimismo, de estos derechos:
a) Los nacionales de terceros países con residencia habitual en España.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

b) Los nacionales de terceros países que no tengan su residencia habitual en España,


respecto de sus obras publicadas por primera vez en territorio español o dentro de los treinta
días siguientes a que lo hayan sido en otro país. No obstante, el Gobierno podrá restringir el
alcance de este principio en el caso de extranjeros que sean nacionales de Estados que no
protejan suficientemente las obras de autores españoles en supuestos análogos.
2. Todos los autores de obras audiovisuales, cualquiera que sea su nacionalidad, tienen
derecho a percibir una remuneración proporcional por la proyección de sus obras en los
términos del artículo 90, apartados 3 y 4. No obstante, cuando se trate de nacionales de
Estados que no garanticen un derecho equivalente a los autores españoles, el Gobierno
podrá determinar que las cantidades satisfechas por los exhibidores a las entidades de
gestión por este concepto sean destinadas a los fines de interés cultural que se establezcan
reglamentariamente.
3. En todo caso, los nacionales de terceros países gozarán de la protección que les
corresponda en virtud de los Convenios y Tratados internacionales en los que España sea
parte y, en su defecto, estarán equiparados a los autores españoles cuando éstos, a su vez,
lo estén a los nacionales en el país respectivo.
4. Para las obras cuyo país de origen sea con arreglo al Convenio de Berna un país
tercero y cuyo autor no sea nacional de un Estado miembro de la Unión Europea, el plazo de
protección será el mismo que el otorgado en el país de origen de la obra sin que en ningún
caso pueda exceder del previsto en esta Ley para las obras de los autores.
5. Se reconoce el derecho moral del autor, cualquiera que sea su nacionalidad.

Artículo 164. Artistas intérpretes o ejecutantes.


1. Se protegerán los derechos reconocidos en esta Ley a los artistas intérpretes o
ejecutantes españoles cualquiera que sea el lugar de su interpretación o ejecución, así como
los correspondientes a los artistas intérpretes o ejecutantes nacionales de otros Estados
miembros de la Unión Europea.
2. Los artistas intérpretes o ejecutantes nacionales de terceros países gozarán de los
mismos derechos reconocidos en esta Ley en cualquiera de los siguientes casos:
a) Cuando tengan su residencia habitual en España.
b) Cuando la interpretación o ejecución se efectúe en territorio español.
c) Cuando la interpretación o ejecución sea grabada en un fonograma o en un soporte
audiovisual protegidos conforme a lo dispuesto en esta Ley.
d) Cuando la interpretación o ejecución, aunque no haya sido grabada, se incorpore a
una emisión de radiodifusión protegida conforme a lo dispuesto en esta Ley.
3. En todo caso, los artistas intérpretes o ejecutantes nacionales de terceros países
gozarán de la protección que corresponda en virtud de los Convenios y Tratados
internacionales en los que España sea parte y, en su defecto, estarán equiparados a los
artistas intérpretes o ejecutantes españoles cuando éstos, a su vez, lo estén a los nacionales
en el país respectivo.
4. Los plazos de protección previstos en el artículo 112 de esta Ley serán igualmente
aplicables a los mencionados titulares que no sean nacionales de la Unión Europea siempre
que tengan garantizada su protección en España mediante algún Convenio internacional. No
obstante, sin perjuicio de las obligaciones internacionales que correspondan, el plazo de
protección expirará en la fecha prevista en el país del que sea nacional el titular sin que, en
ningún caso, la duración pueda exceder de la establecida en el artículo anteriormente
mencionado.

Artículo 165. Productores, realizadores de meras fotografías y editores.


1. Los productores de fonogramas y los de obras o grabaciones audiovisuales, los
realizadores de meras fotografías y los editores de las obras mencionadas en el artículo 129
serán protegidos con arreglo a esta Ley en los siguientes casos:
a) Cuando sean ciudadanos españoles o empresas domiciliadas en España, así como
cuando sean ciudadanos de otro Estado miembro de la Unión Europea o empresas
domiciliadas en otro Estado miembro de la Unión Europea.

– 807 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

b) Cuando sean nacionales de terceros países y publiquen en España por primera vez o,
dentro de los treinta días siguientes a que lo hayan sido en otro país, las obras
mencionadas. No obstante, el Gobierno podrá restringir el alcance de este principio, en el
caso de nacionales de Estados que no protejan suficientemente las obras o publicaciones de
españoles en supuestos análogos.
2. En todo caso, los titulares a que se refiere el párrafo b) del apartado anterior gozarán
de la protección que les corresponde en virtud de los Convenios y Tratados internacionales
en los que España sea parte y, en su defecto, estarán equiparados a los productores de
fonogramas y a los de obras o grabaciones audiovisuales, a los realizadores de meras
fotografías y a los editores de las obras mencionadas en el artículo 129, cuando éstos, a su
vez, lo estén a los nacionales en el país respectivo.
3. Los plazos de protección previstos en los artículos 119 y 125 de esta Ley serán
igualmente aplicables a los mencionados titulares que no sean nacionales de la Unión
Europea siempre que tengan garantizada su protección en España mediante algún Convenio
internacional. No obstante, sin perjuicio de las obligaciones internacionales que
correspondan, el plazo de protección expirará en la fecha prevista en el país del que sea
nacional el titular sin que, en ningún caso, la duración pueda exceder de la establecida en
los artículos anteriormente mencionados.

Artículo 166. Entidades de radiodifusión.


1. Las entidades de radiodifusión domiciliadas en España, o en otro Estado miembro de
la Unión Europea, disfrutarán respecto de sus emisiones y transmisiones de la protección
establecida en esta Ley.
2. En todo caso, las entidades de radiodifusión domiciliadas en terceros países gozarán
de la protección que les corresponda en virtud de los Convenios y Tratados internacionales
en los que España sea parte.
3. Los plazos de protección previstos en el artículo 127 de esta Ley serán igualmente
aplicables a los mencionados titulares que no sean nacionales de la Unión Europea siempre
que tengan garantizada su protección en España mediante algún Convenio internacional. No
obstante, sin perjuicio de las obligaciones internacionales que correspondan, el plazo de
protección expirará en la fecha prevista en el país del que sea nacional el titular sin que, en
ningún caso, la duración pueda exceder de la establecida en el artículo anteriormente
mencionado.

Artículo 167. Beneficiarios de la protección del derecho "sui generis".


1. El derecho contemplado en el artículo 133 se aplicará a las bases de datos cuyos
fabricantes o derechohabientes sean nacionales de un Estado miembro o tengan su
residencia habitual en el territorio de la Unión Europea.
2. El apartado 1 del presente artículo se aplicará también a las sociedades y empresas
constituidas con arreglo a la legislación de un Estado miembro y que tengan su sede oficial,
administración central o centro principal de actividades en la Unión Europea; no obstante, si
la sociedad o empresa tiene en el mencionado territorio únicamente su domicilio social, sus
operaciones deberán estar vinculadas de forma efectiva y continua con la economía de un
Estado miembro.

Disposición adicional primera. Depósito legal.


El depósito legal de las obras de creación tradicionalmente reconocido en España se
regirá por las normas reglamentarias vigentes o que se dicten en el futuro por el Gobierno,
sin perjuicio de las facultades que, en su caso, correspondan a las Comunidades
Autónomas.

Disposición adicional segunda. Revisión del porcentaje y cuantía del artículo 24.2.


(Derogado)

– 808 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Disposición adicional tercera. Revisión de las cantidades del artículo 25.5.


Se faculta a los Ministros de Cultura, de Industria y Energía y de Comercio y Turismo
para adecuar, cada dos años, las cantidades establecidas en el artículo 25.5 de esta Ley a la
realidad del mercado, a la evolución tecnológica y al índice oficial de precios al consumo.

Disposición adicional cuarta. Periodicidad de la remuneración del artículo 90.3 y


deslegalización.
La puesta a disposición de los autores de las cantidades recaudadas en concepto de
remuneración proporcional a los ingresos, que se establece en el artículo 90.3, se efectuará
semanalmente.
El Gobierno, a propuesta del Ministerio de Cultura, podrá modificar dicho plazo.

Disposición adicional quinta. 


El Ministerio de Cultura, en el ámbito de sus competencias, velará por la salvaguarda de
los derechos de propiedad intelectual frente a su vulneración por los responsables de
servicios de la sociedad de información en los términos previstos en los artículos 8 y
concordantes de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la
Información y de Comercio Electrónico.

Disposición transitoria primera. Derechos adquiridos.


Las modificaciones introducidas por esta Ley, que perjudiquen derechos adquiridos
según la legislación anterior, no tendrán efecto retroactivo, salvo lo que se establece en las
disposiciones siguientes.

Disposición transitoria segunda. Derechos de personas jurídicas protegidos por la Ley de


10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual.
Las personas jurídicas que en virtud de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad
Intelectual hayan adquirido a título originario la propiedad intelectual de una obra, ejercerán
los derechos de explotación por el plazo de ochenta años desde su publicación.

Disposición transitoria tercera. Actos y contratos celebrados según la Ley de 10 de enero


de 1879 sobre Propiedad Intelectual.
Los actos y contratos celebrados bajo el régimen de la Ley de 10 de enero de 1879
sobre Propiedad Intelectual surtirán todos sus efectos de conformidad con la misma, pero
serán nulas las cláusulas de aquéllos por las que se acuerde la cesión de derechos de
explotación respecto del conjunto de las obras que el autor pudiere crear en el futuro, así
como por las que el autor se comprometa a no crear alguna obra en el futuro.

Disposición transitoria cuarta. Autores fallecidos antes del 7 de diciembre de 1987.


Los derechos de explotación de las obras creadas por autores fallecidos antes del 7 de
diciembre de 1987 tendrán la duración prevista en la Ley de 10 de enero de 1879 sobre
Propiedad Intelectual.

Disposición transitoria quinta. Aplicación de los artículos 38 y 39 de la Ley de 10 de enero


de 1879 sobre Propiedad Intelectual.
Sin perjuicio de lo previsto en la disposición anterior a los autores cuyas obras estuvieren
en dominio público, provisional o definitivamente, de acuerdo con lo dispuesto en los
artículos 38 y 39 de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual les será de
aplicación lo dispuesto en la presente Ley, sin perjuicio de los derechos adquiridos por otras
personas al amparo de la legislación anterior.

– 809 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Disposición transitoria sexta. Aplicabilidad de los artículos 14 a 16 para autores de obras


anteriores a la Ley de 11 de noviembre de 1987, de Propiedad Intelectual.
Lo dispuesto en los artículos 14 a 16 de esta Ley será de aplicación a los autores de las
obras creadas antes de la entrada en vigor de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de
Propiedad Intelectual.

Disposición transitoria séptima. Reglamento de 3 de septiembre de 1880 para la


ejecución de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual.
El Reglamento de 3 de septiembre de 1880 para la ejecución de la Ley de 10 de enero
de 1879 sobre Propiedad Intelectual y demás normas reglamentarias en materia de
propiedad intelectual continuará en vigor, siempre que no se oponga a lo establecido en la
presente Ley.

Disposición transitoria octava. Regulación de situaciones especiales en cuanto a


programas de ordenador.
Las disposiciones de la presente Ley serán aplicables a los programas de ordenador
creados con anterioridad al 25 de diciembre de 1993, sin perjuicio de los actos ya realizados
y de los derechos ya adquiridos antes de tal fecha.

Disposición transitoria novena. Aplicación de la remuneración equitativa por alquiler a los


contratos celebrados antes del 1 de julio de 1994.
Respecto de los contratos celebrados antes del 1 de julio de 1994, el derecho a una
remuneración equitativa por alquiler, sólo se aplicará si los autores o los artistas intérpretes o
ejecutantes o los representantes de los mismos han cursado una solicitud a tal fin, de
acuerdo con lo previsto en la presente Ley, con anterioridad al 1 de enero de 1997.

Disposición transitoria décima. Derechos adquiridos en relación con determinados


derechos de explotación.
Lo dispuesto en la presente Ley acerca de los derechos de distribución, fijación,
reproducción y comunicación al público se entenderá sin perjuicio de los actos de
explotación realizados y contratos celebrados antes del 1 de enero de 1995, así como sin
perjuicio de lo establecido en el párrafo c) del artículo 99.

Disposición transitoria undécima. Regulación de situaciones especiales en relación con la


aplicación temporal de las disposiciones relativas a la comunicación al público vía satélite.
1. En los contratos de coproducción internacional celebrados antes del 1 de enero de
1995 entre un coproductor de un Estado miembro y uno o varios coproductores de otros
Estados miembros o de países terceros, el coproductor, o su cesionario, que desee otorgar
autorización de comunicación al público vía satélite deberá obtener el consentimiento previo
del titular del derecho de exclusividad, con independencia de que este último sea un
coproductor o un cesionario, si se dan conjuntamente las siguientes circunstancias:
a) Que el contrato establezca expresamente un sistema de división de los derechos de
explotación entre los coproductores por zonas geográficas para todos los medios de difusión
al público sin establecer distinción entre el régimen aplicable a la comunicación vía satélite y
a los demás medios de comunicación.
b) Que la comunicación al público vía satélite de la coproducción implique un perjuicio
para la exclusividad, en particular para la exclusividad lingüística, de uno de los
coproductores o de sus cesionarios en un territorio determinado.
2. La aplicación de lo previsto en los artículos 106 a 108, 115 y 116, 122, y 126 de esta
Ley se entenderá sin perjuicio de los pactos de explotación realizados y contratos celebrados
antes del 14 de octubre de 1995.
3. Las disposiciones relativas a la comunicación al público vía satélite serán de
aplicación a todos los fonogramas, actuaciones, emisiones y primeras fijaciones de
grabaciones audiovisuales que el 1 de julio de 1994 estuviesen aún protegidas por la

– 810 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

legislación de los Estados miembros sobre derechos de propiedad intelectual o que en dicha
fecha cumplan los criterios necesarios para la protección en virtud de las referidas
disposiciones.

Disposición transitoria duodécima. Aplicación temporal de las disposiciones relativas a


radiodifusión vía satélite.
1. Los derechos a que se refieren los artículos 106 a 108, 115 y 116, 122, y 126 de esta
Ley se regirán, en lo que resulte aplicable, por la disposición transitoria décima y por la
disposición transitoria novena.
2. A los contratos de explotación vigentes el 1 de enero de 1995 les será plenamente
aplicable lo establecido en esta Ley en relación con el derecho de comunicación al público
vía satélite a partir del 1 de enero del 2000.
3. Las disposiciones a las que se refiere el apartado 3 de la disposición transitoria
undécima no serán de aplicación a los contratos vigentes el 14 de octubre de 1995 cuya
extinción vaya a producirse antes del 1 de enero del año 2000. En dicha fecha las partes
podrán renegociar las condiciones del contrato con arreglo a lo dispuesto en tales
disposiciones.

Disposición transitoria decimotercera. Regulación de situaciones especiales en cuanto al


plazo de protección.
1. La presente Ley no afectará a ningún acto de explotación realizado antes del 1 de julio
de 1995. Los derechos de propiedad intelectual que se establezcan en aplicación de esta
Ley no generarán pagos por parte de quienes hubiesen emprendido de buena fe la
explotación de las obras y prestaciones correspondientes en el momento en que dichas
obras eran de dominio público.
2. Los plazos de protección contemplados en esta Ley se aplicarán a todas las obras y
prestaciones que estén protegidas en España o al menos en un Estado miembro de la Unión
Europea el 1 de julio de 1995 en virtud de las correspondientes disposiciones nacionales en
materia de derechos de propiedad intelectual, o que cumplan los criterios para acogerse a la
protección de conformidad con las disposiciones que regulan en esta Ley el derecho de
distribución, en cuanto se refiere a obras y prestaciones, así como los derechos de fijación,
reproducción y comunicación al público, en cuanto se refieren a prestaciones.

Disposición transitoria decimocuarta. Aplicación de las transitorias del Código Civil.


En lo no previsto en las presentes disposiciones serán de aplicación las transitorias del
Código Civil.

Disposición transitoria decimoquinta. Aplicación de la protección prevista en el Libro I, a


las bases de datos finalizadas antes del 1 de enero de 1998.
La protección prevista en la presente Ley, en lo que concierne al derecho de autor, se
aplicará también a las bases de datos finalizadas antes del 1 de enero de 1998, siempre que
cumplan en la mencionada fecha los requisitos exigidos por esta Ley, respecto de la
protección de bases de datos por el derecho de autor.

Disposición transitoria decimosexta. Aplicación de la protección prevista en el Libro II, en


lo relativo al derecho "sui generis" a las bases de datos finalizadas dentro de los quince años
anteriores al 1 de enero de 1998.
1. La protección prevista en el artículo 133 de la presente Ley, en lo que concierne al
derecho «sui generis», se aplicará igualmente a las bases de datos cuya fabricación se haya
terminado durante los quince años precedentes al 1 de enero de 1998 siempre que cumplan
en dicha fecha los requisitos exigidos en el artículo 133 de la presente Ley.
2. El plazo de los quince años de protección sobre las bases de datos a las que se
refiere el apartado anterior se contará a partir del 1 de enero de 1998.

– 811 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

Disposición transitoria decimoséptima. Actos concluidos y derechos adquiridos antes del


1 de enero de 1998 en relación con la protección de las bases de datos.
La protección prevista en las disposiciones transitorias decimoquinta y decimosexta se
entenderá sin perjuicio de los actos concluidos y de los derechos adquiridos antes del 1 de
enero de 1998.

Disposición transitoria decimoctava. Aplicación a las bases de datos finalizadas entre el


1 de enero y el 1 de abril de 1998 de la protección prevista en el Libro I y en el Libro II,
respecto al derecho «sui generis».
La protección prevista en la presente Ley en lo que concierne al derecho de autor, así
como la establecida en el artículo 133 de la misma, respecto al derecho «sui generis» se
aplicará asimismo a las bases de datos finalizadas durante el período comprendido entre el 1
de enero y el 1 de abril de 1998.

Disposición transitoria decimonovena. Duración de los derechos de los productores de


fonogramas.
Los derechos de explotación de los productores de fonogramas que estuvieran vigentes
el 22 de diciembre de 2002 conforme a la legislación aplicable en ese momento tendrán la
duración prevista en el artículo 119.

Disposición transitoria vigésima. 


El Real Decreto a que se refiere el apartado segundo del artículo 37 del Texto Refundido
de la Ley de Propiedad Intelectual deberá ser promulgado en el plazo máximo de un año
desde la entrada en vigor de esta Ley.
Hasta que se apruebe el Real Decreto a que se refiere el apartado anterior, la cuantía de
la remuneración será de 0,2 euros por cada ejemplar de obra adquirido con destino al
préstamo en los establecimientos citados en dicho apartado.
Asimismo, en este período, el Estado, las comunidades autónomas y las corporaciones
locales podrán acordar los mecanismos de colaboración necesarios para el cumplimiento de
las obligaciones de remuneración que afectan a establecimientos de titularidad pública.

Disposición derogatoria única. Alcance de la derogación normativa.


1. Quedan derogadas las disposiciones que se opongan a lo establecido en la presente
Ley y, en particular, las siguientes:
a) Real Decreto de 3 de septiembre de 1880, por el que se aprueba el Reglamento para
la ejecución de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual: capítulos V y VI
del Título I.
b) Real Decreto 1434/1992, de 27 de noviembre, de desarrollo de los artículos 24, 25 y
140 de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad Intelectual: artículos 9.1, 11, 12,
14, 16, 17, 18, 19 y 37.1, así como los capítulos II y III del Título II.
2. Quedan vigentes las siguientes disposiciones:
a) Ley 9/1975, de 12 de marzo, del Libro, en lo no derogado por la Ley 22/1987, de 11 de
noviembre, de Propiedad Intelectual, y por el Real Decreto 875/1986, de 21 de marzo.
b) Real Decreto de 3 de septiembre de 1880, por el que se aprueba el Reglamento para
la ejecución de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual: capítulos I, II, III,
IV, VII, VIII, IX, X y disposición transitoria del Título I; capítulos I, II y III del Título II.
c) Decreto 3837/1970, de 31 de diciembre, por el que se regula la hipoteca mobiliaria de
películas cinematográficas.
d) Decreto 2984/1972, de 2 de noviembre, por el que se establece la obligación de
consignar en toda clase de libros y folletos el número ISBN.
e) Real Decreto 2332/1983, de 1 de septiembre, por el que se regula la venta,
distribución y la exhibición pública de material audiovisual.
f) Real Decreto 448/1988, de 22 de abril, por el que se regula la difusión de películas
cinematográficas y otras obras audiovisuales recogidas en soporte videográfico.

– 812 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual

g) Real Decreto 479/1989, de 5 de mayo, por el que se regula la composición y el


procedimiento de actuación de la Comisión Arbitral de la Propiedad Intelectual, en lo no
modificado por el Real Decreto 1248/1995, de 14 de julio.
h) Real Decreto 484/1990, de 30 de marzo, sobre precio de venta al público de libros.
i) Real Decreto 1584/1991, de 18 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento del
Registro General de la Propiedad Intelectual, en lo declarado vigente en el apartado 3 de la
disposición transitoria única del Real Decreto 733/1993, de 14 de mayo.
j) Real Decreto 1434/1992, de 27 de noviembre, de desarrollo de los artículos 24, 25 y
140 de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad Intelectual, en la versión dada a
los mismos por la Ley 20/1992, de 7 de julio, en lo no modificado por el Real Decreto
325/1994, de 25 de febrero, y en lo no derogado por la presente disposición derogatoria.
k) Real Decreto 733/1993, de 14 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento del
Registro General de la Propiedad Intelectual.
l) Real Decreto 325/1994, de 25 de febrero, por el que se modifica el artículo 15.2 del
Real Decreto 1434/1992, de 27 de noviembre, de desarrollo de los artículos 24, 25 y 140 de
la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad Intelectual, en la versión dada a los
mismos por la Ley 20/1992, de 7 de julio.
m) Real Decreto 1694/1994, de 22 de julio, de adecuación a la Ley 30/1992, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, del
Real Decreto 1584/1991, de 18 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento del
Registro General de la Propiedad Intelectual.
n) Real Decreto 1778/1994, de 5 de agosto, por el que se adecuan a la Ley 30/1992, de
26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, las normas reguladoras de los procedimientos de otorgamiento,
modificación y extinción de autorizaciones.
ñ) Real Decreto 1248/1995, de 14 de julio, por el que se modifica parcialmente el Real
Decreto 479/1989, de 5 de mayo, regulador de la composición y el procedimiento de
actuación de la Comisión Arbitral de la Propiedad Intelectual.
o) Real Decreto 1802/1995, de 3 de noviembre, por el que se establece el sistema para
la determinación de la remuneración compensatoria por copia privada en las ciudades de
Ceuta y Melilla.
p) Orden de 23 de junio de 1966 por la que se establecen las normas básicas a las que
deben ajustarse los contratos publicitarios del medio cine.
q) Orden de 30 de octubre de 1971 por la que se aprueba el Reglamento del Instituto
Bibliográfico Hispánico.
r) Orden de 25 de marzo de 1987 por la que se regula la Agencia Española del ISBN.
s) Orden de 3 de abril de 1991, de desarrollo de lo dispuesto en el Real Decreto
2332/1983, de 1 de septiembre, por el que se regula la venta, distribución y la exhibición
pública de material audiovisual.

Disposición final única. Desarrollo reglamentario.


Se autoriza al Gobierno a dictar las normas para el desarrollo reglamentario de la
presente Ley.

– 813 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§ 11

Ley 49/2003, de 26 de noviembre, de arrendamientos rústicos.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 284, de 27 de noviembre de 2003
Última modificación: 1 de diciembre de 2005
Referencia: BOE-A-2003-21616

JUAN CARLOS I REY DE ESPAÑA


A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

I
La adecuación socioeconómica de las estructuras de las explotaciones agrarias es un
elemento clave en cualquier estrategia de modernización de la agricultura que pretenda
mejorar su competitividad en los mercados y consolidar empresas viables, capaces de
generar niveles de renta y de ocupación satisfactorios. Por ello, la reforma o mejora
estructural es especialmente necesaria en una buena parte de la agricultura española que, a
pesar de los cambios, a veces muy profundos, que se vienen produciendo en los últimos
años, se caracteriza por tener todavía acusadas deficiencias estructurales, tanto en términos
globales y territoriales, como en relación a otros países con los que comparte intereses y
mercados cada día más abiertos y competitivos. Un elemento decisivo en esa mejora
estructural ha de ser la movilidad de la tierra, y uno de los mecanismos más idóneos para
lograr este objetivo es la figura del arrendamiento.

II
La Constitución Española de 1978, en su artículo 130.1, encomienda a los poderes
públicos "la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular de
la agricultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesanía, a fin de equiparar el nivel de
vida de todos los españoles". En consecuencia, el establecimiento de una adecuada
regulación de los arrendamientos rústicos, en cuanto coadyuva a la modernización de las
explotaciones agrarias, se convierte no ya en un instrumento de política económica y social,
sino también en un mandato constitucional dirigido a los poderes públicos. Y concretamente
al Estado, en virtud del artículo 149.1 de la Norma Fundamental, cuya regla 8.a atribuye a
aquél la competencia exclusiva sobre "legislación civil, sin perjuicio de la conservación,
modificación y desarrollo por las comunidades autónomas de los derechos civiles, forales o
especiales, allí donde existan".

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

III
En las últimas décadas, se han observado diferentes tendencias en la tenencia de la
tierra en España que, sin duda, han influido en su movilidad y en el proceso de ajuste
estructural. En este sentido, se constata un aumento relativo del arrendamiento respecto a
las demás formas de tenencia de la tierra. Así, la reestructuración de los años 60 está
asociada con una fuerte expansión del arrendamiento. Por el contrario, en los 70 y, sobre
todo, los 80, se reduce la intensidad del redimensionamiento de las explotaciones como
consecuencia del bloqueo en la movilidad de la tierra al frenarse la expansión de los
arrendamientos, en parte, por efecto de la Ley de Arrendamientos Rústicos de 1980. Esta ley
vino a adaptar la institución a la nueva Constitución de 1978, así como a situarla en la
perspectiva de la integración plena de España en la Unión Europea y, en fin, como toda
norma cabal debe hacerlo, respondió a las circunstancias de nuestra agricultura,
radicalmente distintas entonces, no ya de las de su antecesora, la Ley de 1935, sino de las
propias de los años 60 y 70. Se impone ahora una revisión, por diferentes motivos.
En la Unión Europea se están produciendo cambios de gran trascendencia en el
pensamiento que inspira las reformas de la política agrícola común. El desafío fundamental
que se plantea es lograr un aumento de la eficiencia de las explotaciones, que compense
posibles pérdidas de renta a agricultores y ganaderos.
Generalmente se estima que ello requiere explotaciones mucho mayores que las
actuales, en términos de superficie y de rendimientos, y, sobre todo, una dinamización del
mercado de la tierra. Y es aquí donde aparece el instrumento arrendaticio como uno de los
más indicados para lograr nuevas tierras, que los agricultores con vocación de permanencia
puedan agregar a las suyas. Existen, así, núcleos rurales donde unos pocos empresarios
llevan en cultivo todo el término, manteniendo labradas y vivas las tierras, y permitiendo que
sigan siendo comunidades viables, capaces de acoger, por otra parte, el turismo de los
habitantes de la ciudad, lo que proporciona a su vez rentas complementarias a los
agricultores, que permiten cumplir la doble función de producción de alimentos y
conservación del medio ambiente. Fue la Declaración de Cork, de 9 de noviembre de 1996
(de donde surgen en gran medida las nuevas tendencias de reordenación de las
explotaciones) la que asumió inequívocamente el objetivo del desarrollo rural, incorporado,
desde entonces, al marco del sector agrario.
Por lo que se refiere a las características presentes de la agricultura, se han producido
cambios de gran relieve que exigen nuevas normas para las nuevas realidades y
perspectivas de futuro, que se traducen en la actualidad en la necesidad de mejorar las
condiciones de vida y el nivel de empleo, así como la diversificación de la actividad
económica en el medio rural.
Es previsible que en el futuro continúe la tendencia a la disminución de la población
activa agraria, sin que ello suponga desconocer los favorables efectos de las políticas de
ayudas a la instalación de jóvenes agricultores que, junto a otros factores, tienden a moderar
esa disminución. Las estadísticas revelan que casi la mitad de los responsables de
explotación agraria declaran no tener sucesor en ella. De acuerdo con el Censo Agrario de
1999, había en esa fecha 746.944 explotaciones dirigidas por un titular de 55 o más años
que carecía de sucesor, lo que supone el 44 por ciento de las explotaciones con empresario
persona física y el 42,3 por ciento del total de explotaciones censadas (aproximadamente el
20 por ciento de la superficie censada total), que son las que podrían desaparecer durante el
próximo decenio. Es deseable que las tierras que queden sin cultivar puedan pasar a otros,
lo que les permitirá agrupar una buena base superficial: existe ya una tendencia clara,
especialmente en el sur de España, a la proliferación de sociedades de administración o
arrendamiento de fincas ajenas, que ha de dar como frutos unidades de producción
mayores, más tecnificadas, mejor informatizadas, con una integración más intensa en redes
de comercialización, llevadas, pues, con criterios empresariales.
En este sentido, las estimaciones realizadas apuntan a que en el próximo decenio
abandonarán la actividad agraria entre 400.000 y 500.000 explotaciones que liberarán
alrededor de cuatro millones de hectáreas, que teóricamente quedarán disponibles para su
incorporación a otras explotaciones, normalmente bajo la forma de arrendamiento. Por ello
resulta necesaria una revisión de su régimen jurídico, que aumente su eficacia y permita
canalizar las superficies liberadas al redimensionamiento o mejora de las explotaciones con

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§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

mayores perspectivas de futuro, ya que en principio no cabe esperar que la reestructuración


transcurra a través de la compraventa de tierras, dado su elevado precio.
En definitiva, la orientación fundamental que inspira la ley es lograr una flexibilización del
régimen de los arrendamientos rústicos en España, siguiendo la senda abierta en 1995 por
la Ley 19/1995, de 4 de julio, de modernización de las explotaciones agrarias. Esta ley
reformó la de 1980, en lo que se refiere a la duración de los arrendamientos, suprimiendo las
prórrogas legales y estableciendo un nuevo plazo de duración mínima, de cinco años, frente
a los 21 a que daba lugar la anterior regulación. La consecuencia fue una revitalización de
los arrendamientos rústicos. Durante los años 90 se registra, así, una fuerte expansión del
arrendamiento, con un aumento de 2,3 millones de hectáreas. La nueva ley profundiza en
esta dirección.

IV
En el capítulo I se consagra el objetivo de dar primacía a la autonomía de la voluntad de
las partes (artículo 1), en todo aquello que no sea contrario al muy limitado contenido
imperativo de la ley. Se incluye no sólo el arrendamiento de fincas, sino también de
explotaciones (artículo 2), así como una referencia al régimen de los derechos de producción
agrícola en caso de arrendamiento (artículo 3), todo ello en concordancia con la importancia
que estas figuras han adquirido en el derecho comunitario.
El capítulo II regula las partes contratantes, donde se introducen importantes novedades,
como lo es permitir celebrar el contrato a cualquier persona física o jurídica con capacidad
de contratar y a las comunidades de bienes, una forma asociativa crecientemente utilizada,
tal y como pone de manifiesto el Censo Agrario de 1999 (artículo 9).
Destaca el cambio de orientación que representa la supresión del requisito de la
"profesionalidad", exigido por la Ley de 1980, y del tope cuantitativo que ésta dejó
establecido para evitar la acumulación de tierras.
Puede decirse que la norma fracasó en su aplicación práctica, ya que la misma ley había
desvirtuado su alcance al permitir que fueran arrendatarias las sociedades con requisitos
mínimos, bien fáciles de constituir, amén de carecer de sanciones adecuadas el
incumplimiento de tales normas. Fue una reforma sin paralelo en ningún otro Estado
comunitario, con la que se pretendía proteger al "agricultor a título principal", personaje
central en el edificio de las estructuras agrarias europeas, desde los Reglamentos socio-
estructurales de 1972. Sin embargo, el criterio comunitario cambia en el importante
Reglamento (CE) n.º 1257/1999 del Consejo, de 17 de mayo de 1999, sobre la ayuda al
desarrollo rural a cargo del Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (FEOGA),
por el que se modifican y derogan determinados reglamentos. Esta norma prescinde por
completo de aquella figura del agricultor a título principal (ATP), aunque respete la normativa
en la materia de cada Estado miembro, basando la nueva política estructural en el criterio de
viabilidad de las explotaciones agrarias.
La evolución reciente de la titularidad de las explotaciones en España muestra un
notable descenso de las explotaciones individuales, en tanto que aquellas cuyo titular es una
persona jurídica privada (así, las sociedades mercantiles o las cooperativas) están
adquiriendo un papel muy destacado en la reestructuración de la agricultura española, sin
que ello suponga desconocer el papel y la necesaria protección de la explotación familiar,
imprescindible para garantizar un adecuado desarrollo social en el medio rural.
Uno de los aspectos fundamentales de la nueva norma es la duración del arrendamiento,
regulada en el capítulo IV. La experiencia liberalizadora de la Ley de 1995 ha sido, como
antes se dijo, básica para configurar la actual regulación, que sigue ese mismo camino,
acortando incluso el plazo de cinco años a tres, y estableciendo un sistema de prórrogas
tácitas por tres años.
Hay países comunitarios de nuestro entorno donde se ha llegado a admitir la total
libertad de pacto en este punto de la duración, lo que en España ha parecido excesivo, pues
no cabe duda de que el arrendatario precisa de algún tiempo para amortizar los capitales
empleados y dotar a su empresa de la indispensable estabilidad.
Ahora bien, la reforma de 1995 puso de manifiesto que, modificada de esa forma la
duración, se venía abajo la piedra angular sobre la que se construyeron tanto la Ley de 1935
como la de 1980, pues, en realidad, lo que se había hecho al negar las prórrogas legales era

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§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

un cambio de sistema que se venía a identificar, o cuando menos a aproximar, al Código


Civil de 1889.
Con la nueva regulación de la duración, pierden sentido los derechos de adquisición, el
tanteo y retracto, minuciosamente regulados en la Ley de 1980; por otra parte, la posible
aplicación de tales derechos, que implican una notable limitación a la propiedad, alejaba a
los propietarios de arrendar y, por lo tanto, se ha creído oportuno suprimirlos ahora, en aras
de la libre circulación de la tierra que se estima cada día más conveniente.
Destaca también la regulación de los gastos y mejoras, del capítulo VI. Se ha utilizado la
normativa precedente, pero simplificada y aclarada, con novedades como la de considerar
mejora obligatoria la que venga impuesta por acuerdos de las comunidades de regantes en
lo que se refiera a la modernización de los regadíos, tarea que constituye hoy uno de los
pilares más importantes de la modernización agraria en España. Se trata de evitar que los
arrendamientos de fincas sitas en zonas irrigadas lleguen a ser un obstáculo a la
modernización.
Constituye una importante novedad el capítulo VII, en el que se regula la enajenación y
el subarriendo. Por lo que se refiere a la enajenación, la ley se aleja del principio jurídico
romano emptor non tenetur stare colono, recogido en el artículo 1571 del Código Civil,
disponiéndose ahora todo lo contrario, aun cuando el comprador estuviera amparado por el
artículo 34 de la Ley Hipotecaria (artículo 22). Se permite la cesión o el subarriendo, en
contra del sistema anterior, aunque se limita el importe de la renta del subarriendo, para
evitar que se comercie con las tierras por intermediarios especulativos. Se ha tenido en
cuenta para ello que, mediante la cesión o la aportación quizá a una sociedad del contrato,
se fomentará en algunos casos el agrandamiento de las unidades, lo que, junto a otros
instrumentos de política estructural (fomento de incorporación de jóvenes, planes de
mejora...), ha de contribuir a la modernización de las explotaciones.
También merece destacarse el capítulo IX, en el que se actualiza el régimen de las
aparcerías. Se suprime el requisito de que el titular de la finca aporte, al menos, un 25 por
ciento del valor total de la maquinaria, ganado y capital circulante, suprimiendo así la
distinción entre aparcería y arrendamiento parciario. Se introduce una referencia a la
aparcería asociativa remitiendo su regulación, a falta de pacto, al contrato de sociedad
(artículo 32). La aparcería tiene cierta vigencia en algunas comunidades autónomas y, por
otra parte, revive en figuras nuevas de contratos agroindustriales o de integración.
En definitiva, existe a lo largo del texto una clara orientación flexibilizadora del régimen
del arrendamiento, que es resultado de un largo período de reflexión y consultas con
expertos, así como del informe del Consejo Superior Agrario. Flexibilización que se hace
compatible con el equilibrio de las partes en el contrato, y que se refleja en materias como la
regulación de los derechos del arrendatario en caso de expropiación de la finca (disposición
adicional segunda). Incluso la corta duración del contrato se compensa con el derecho del
arrendatario al desistimiento unilateral del contrato, sin más que avisar con un año de
antelación [artículo 24.d)].
Flexibilización y equilibrio que han de conducir a una mayor movilidad de la tierra y a la
modernización de nuestras explotaciones agrarias.

CAPÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo 1. Arrendamiento rústico.


1. Se considerarán arrendamientos rústicos aquellos contratos mediante los cuales se
ceden temporalmente una o varias fincas, o parte de ellas, para su aprovechamiento
agrícola, ganadero o forestal a cambio de un precio o renta.
2. Estos contratos se rigen por lo expresamente acordado por las partes, siempre que no
se oponga a esta ley. Supletoriamente, regirá el Código Civil y, en su defecto, los usos y
costumbres que sean aplicables.
3. Tendrán también la misma consideración los arrendamientos de explotaciones
agrícolas, ganaderas o forestales, a los que se aplicarán las disposiciones de esta ley que

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sean compatibles con su naturaleza y siempre en defecto de lo que las partes hayan
expresamente acordado.

Artículo 2. Arrendamiento de explotación.


Se entenderá que el arrendamiento es de explotación, ya esté constituida con
anterioridad o al concertar el contrato, cuando sea ella objeto del mismo en el conjunto de
sus elementos, considerada como una unidad orgánica y siempre que lo hagan constar las
partes expresamente, acompañando el correspondiente inventario.

Artículo 3. Derechos de producción agrícolas y otros derechos.


Los derechos de producción agrícolas y otros derechos inherentes a las fincas o las
explotaciones integrarán el contenido del contrato, tanto en los arrendamientos de fincas
como en los de explotaciones.

Artículo 4. Compatibilidad de arrendamientos.


1. Una misma finca puede ser susceptible de diversos arrendamientos simultáneos,
cuando cada uno tenga como objeto distintos aprovechamientos compatibles y principales.
2. Salvo pacto expreso, en el arrendamiento de una finca para su aprovechamiento
agrícola, ganadero o forestal no se considerarán incluidos aprovechamientos de otra
naturaleza, como la caza.

Artículo 5. Contratos no considerados como arrendamientos rústicos.


No se considerarán arrendamientos rústicos los contratos de recolección de cosechas a
cambio de una parte de los productos, ni, en general, los de realización de alguna faena
agrícola claramente individualizada, aunque se retribuya o compense con una participación
en los productos o con algún aprovechamiento singular.

Artículo 6. Arrendamientos exceptuados de esta ley.


Quedan exceptuados de esta ley:
a) Los arrendamientos que por su índole sean sólo de temporada, inferior al año
agrícola.
b) Los arrendamientos de tierras labradas y preparadas por cuenta del propietario para la
siembra o para la plantación a la que específicamente se refiera el contrato.
c) Los que tengan por objeto fincas adquiridas por causa de utilidad pública o de interés
social, en los términos que disponga la legislación especial aplicable.
d) Los que tengan como objeto principal:
1.º Aprovechamientos de rastrojeras, pastos secundarios, praderas roturadas,
montaneras y, en general, aprovechamientos de carácter secundario.
2.º Aprovechamientos encaminados a semillar o mejorar barbechos.
3.º La caza.
4.º Explotaciones ganaderas de tipo industrial, o locales o terrenos dedicados
exclusivamente a la estabulación del ganado.
5.º Cualquier otra actividad diferente a la agrícola, ganadera o forestal.
e) Los arrendamientos que afecten a bienes comunales, bienes propios de las
corporaciones locales y montes vecinales en mano común, que se regirán por sus normas
específicas.

Artículo 7. Inaplicación de la ley.


1. Tampoco se aplicará esta ley a los arrendamientos incluidos en el ámbito de
aplicación de la Ley de Arrendamientos Urbanos, de conformidad con el título I de la misma,
o aquéllos que tengan por objeto, inicial o posteriormente, fincas en que concurran alguna de
las circunstancias siguientes:

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a) Constituir, conforme a la legislación específica, suelo urbano o suelo urbanizable al


que se refiere el artículo 27.1 de la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre régimen del suelo y
valoraciones.
b) Ser accesorias de edificios o de explotaciones ajenas al destino rústico, siempre que
el rendimiento distinto del rústico sea superior en más del doble a éste.
c) (Suprimido)
2. Si, vigente el contrato, sobreviniera alguna de las circunstancias determinadas en el
apartado anterior, el arrendador podrá poner término al arrendamiento, conforme a lo
dispuesto en el artículo 25, mediante un plazo de preaviso de un año. Ello se aplicará
igualmente al arrendamiento de explotaciones, cuando las circunstancias contempladas
afecten a las fincas que las integran o a otros de sus elementos en una proporción superior
al 50 por ciento.

Artículo 8. Desenvolvimiento del contrato.


1. El arrendatario de fincas rústicas tiene derecho a determinar el tipo de cultivo, sin
perjuicio de devolverlas, al terminar el arriendo, en el estado en que las recibió y de lo
dispuesto sobre mejoras en esta ley.
Serán nulos los pactos que impongan al arrendatario cualquier restricción sobre los
cultivos o sobre el destino de los productos, salvo los que tengan por fin evitar que la tierra
sea esquilmada o sean consecuencia de la normativa comunitaria y de disposiciones legales
o reglamentarias.
2. Cuando la determinación del tipo o sistema de cultivo implique transformación del
destino o suponga mejoras extraordinarias, sólo podrá hacerse mediante acuerdo expreso
entre las partes y, en su caso, en cumplimiento de la normativa comunitaria y de las normas
legales o reglamentarias pertinentes.
3. En el arrendamiento de explotación, el arrendatario goza igualmente de plena
autonomía en el ejercicio de su actividad empresarial, y asume la obligación de conservar la
unidad orgánica de la explotación y de efectuar, a la terminación del arriendo, su devolución
al arrendador.

CAPÍTULO II
Partes contratantes

Artículo 9. Capacidad y limitaciones a la extensión del arrendamiento.


1. Podrán celebrarse arrendamientos rústicos entre personas físicas o jurídicas.
Es agricultor profesional, a los efectos de esta ley, quien obtenga unos ingresos brutos
anuales procedentes de la actividad agraria superiores al duplo del Indicador público de
renta de efectos múltiples (IPREM) establecido en el Real Decreto Ley 3/2004 de 25 de
junio, para la racionalización de la regulación del Salario Mínimo Interprofesional y para el
incremento de su cuantía, y cuya dedicación directa y personal a esas actividades suponga,
al menos, el 25 por cien de su tiempo de trabajo.
2. En todo caso, podrán ser arrendatarias las cooperativas agrarias, las cooperativas de
explotación comunitaria de la tierra, las sociedades agrarias de transformación y las
comunidades de bienes.
3. Para ser arrendatarias, las personas jurídicas, sean civiles, mercantiles o laborales,
incluidas las sociedades agrarias de transformaciones (SAT), deberán tener, incluido en su
objeto social, conforme a sus estatutos, el ejercicio de la actividad agraria y, en su caso, de
actividades complementarias a ésta dentro del ámbito rural, siempre que no excedan los
límites establecidos en el apartado 6.
A estos efectos, se consideran actividades complementarias la participación y presencia
del titular, como consecuencia de elección pública, en Instituciones de carácter
representativo, así como en órganos de representación de carácter sindical, cooperativo o
profesional, siempre que éstos se hallen vinculados al sector agrario, las de transformación y
venta directa de los productos de su explotación y las relacionadas con la conservación del

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espacio natural y protección del medio ambiente, al igual que las turísticas, cinegéticas y
artesanales realizadas en su explotación.
4. El menor cuyas fincas o explotaciones hayan sido arrendadas por su padre, madre o
tutor podrá poner fin al contrato una vez emancipado, siempre que haya transcurrido la
duración mínima prevista en el artículo 12, y lo comunicará al arrendatario en el plazo de
seis meses desde que alcanzó dicho estado o, en su caso, desde que falte un año para que
se cumpla el plazo mínimo de duración. En todo caso, la denuncia del contrato no surtirá
efecto hasta transcurrido un año desde su realización.
5. También podrán ser arrendatarias las entidades u organismos de las Administraciones
Públicas que estén facultados, conforme a sus normas reguladoras, para la explotación de
fincas rústicas.
6. En todo caso, no podrán ser arrendatarios de fincas rústicas, las personas físicas que,
por sí o por persona física o jurídica interpuesta, sean ya titulares de una explotación agraria,
o de varias, cuyas dimensiones y demás características serán fijadas en las distintas
comarcas del país por los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, sin que
puedan exceder en total de 500 hectáreas de secano o 50 de regadío.
Cuando se trate de finca para aprovechamiento ganadero en régimen extensivo, el límite
máximo será de 1.000 hectáreas.
En el caso de las cooperativas agrarias y las cooperativas creadas para la explotación
comunitaria de la tierra, el límite anterior se multiplicará por el número de miembros que las
compongan.
No será de aplicación la limitación a las entidades u organismos de las Administraciones
Públicas que estén facultados conforme a sus normas reguladoras para la explotación o
subarriendo de fincas rústicas.
7. No podrán ser arrendatarios las personas y entidades extranjeras. Se exceptúan, no
obstante:
a) Las personas físicas y jurídicas y otras entidades nacionales de los Estados miembros
de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo, y de países con los que exista un
convenio internacional que extienda el régimen jurídico previsto para los ciudadanos de los
Estados mencionados.
b) Las personas físicas que carezcan de la nacionalidad española, que no estén
excluidas del ámbito de aplicación de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre
derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, y que se
encuentren autorizadas a permanecer en España en situación de residencia permanente, de
acuerdo con dicha Ley Orgánica y su desarrollo reglamentario.
c) Las personas jurídicas y otras entidades nacionales de los demás Estados que
apliquen a los españoles el principio de reciprocidad en esta materia.

Artículo 10. Resolución del derecho del concedente.


Los arrendamientos otorgados por usufructuarios, superficiarios, enfiteutas y cuantos
tengan un análogo derecho de goce sobre la finca o la explotación se resolverán al
extinguirse el derecho del arrendador, salvo que no haya terminado el año agrícola, en cuyo
caso subsistirán hasta que éste concluya.
También podrán subsistir durante el tiempo concertado en el contrato, cuando éste
exceda de la duración de aquellos derechos si a su otorgamiento hubiera concurrido el
propietario.

CAPÍTULO III
Forma

Artículo 11. Criterios y requisitos formales.


1. Los contratos de arrendamiento deberán constar por escrito. En cualquier momento,
las partes podrán compelerse a formalizarlos en documento público, cuyos gastos serán de
cuenta del solicitante. También podrán compelerse a la constitución del inventario de los
bienes arrendados.

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§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

A falta de pacto entre las partes y salvo prueba en contrario, se presumirá la existencia
de arrendamiento siempre que el arrendatario esté en posesión de la finca, y si no constase
el importe de la renta, ésta será equivalente a las de mercado en esa zona o comarca.
La escritura pública de enajenación de finca rústica deberá expresar la circunstancia de
si ésta se encuentra o no arrendada, como condición para su, inscripción en el Registro de la
Propiedad.
2. Los arrendamientos de explotación, por la propia naturaleza de los mismos, deberán ir
acompañados de un inventario circunstanciado de los diversos elementos que integran la
explotación, del estado de conservación en que los recibe el arrendatario y de cuantas
circunstancias sean necesarias para el adecuado desenvolvimiento del contrato.

CAPÍTULO IV
Duración del arrendamiento

Artículo 12. Tiempo de duración.


1. Los arrendamientos tendrán una duración mínima de cinco años. Será nula y se
tendrá por no puesta toda cláusula del contrato por la que las partes estipulen una duración
menor.
2. Salvo estipulación de las partes que establezca una duración mayor, el arrendamiento
de fincas y de explotaciones se entenderá concertado por un plazo de cinco años, por lo
que, cumplido el tiempo, a no ser que las partes hayan dispuesto otra cosa, al celebrar el
contrato o en otro momento posterior, el arrendatario de fincas pondrá a disposición del
arrendador la posesión de las fincas arrendadas, si hubiera mediado la notificación a que se
refiere el apartado siguiente.
3. El arrendador, para recuperar la posesión de las fincas al término del plazo
contractual, deberá notificárselo fehacientemente al arrendatario con un año de antelación.
De lo contrario, si el arrendatario no pone la posesión de las fincas arrendadas a disposición
del arrendador al término del plazo, el contrato se entenderá prorrogado por un período de
cinco años. Tales prórrogas se sucederán indefinidamente en tanto no se produzca la
denuncia del contrato.

CAPÍTULO V
Renta

Artículo 13. Fijación de la renta.


1. La renta se fijará en dinero y será la que libremente estipulen las partes. No obstante,
si la fijaran en especie o parte en dinero y parte en especie, llevarán a cabo su conversión a
dinero.
2. Las partes podrán establecer el sistema de actualización de renta que consideren
oportuno. Pactada la actualización, a falta de estipulación en contrario, la renta se
actualizará para cada anualidad por referencia al índice anual de precios al consumo.
3. Cuando el precio se fije en una cantidad alzada para todo el tiempo del arrendamiento,
a falta de pacto entre las partes, se dividirá por la duración anual pactada para determinar la
cantidad que habrá de ser pagada cada año.

Artículo 14. Pago.
El pago de la renta se verificará en la forma y lugar pactados y, en defecto de pacto o
costumbre aplicable, se abonará en metálico por años vencidos en el domicilio del
arrendatario.
El arrendador deberá entregar al arrendatario recibo del pago.

Artículo 15. Cantidades asimiladas a la renta.


1. Todas las cantidades que hubiese de pagar el arrendador y que por disposición legal
sean repercutibles al arrendatario podrán ser exigidas por aquél desde el momento en que

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las haya satisfecho, expresando el concepto, importe y disposición que autorice la


repercusión.
2. El impago de tales cantidades equivaldrá al impago de la renta.
3. El derecho a repercutir prescribirá al año de haberse efectuado el pago por el
arrendador.

Artículo 16. Contrato de seguro.


El arrendatario, en defecto de que las partes hayan acordado otra cosa, podrá asegurar
la producción normal de la finca o explotación contra los riesgos normalmente asegurables,
pudiendo repercutir contra el arrendador, a partir del momento en que le comunique el
seguro concertado, una parte de la prima que guarde, en relación con su importe total, la
misma proporción que exista entre la renta y la suma total asegurada.

CAPÍTULO VI
Gastos y mejoras

Artículo 17. Principio general.


1. El arrendador y el arrendatario están obligados a permitir la realización de las obras,
reparaciones y mejoras que deba o pueda realizar la otra parte contratante.
2. Tales reparaciones y mejoras se realizarán en la época del año y en la forma que
menos perturben, salvo que no puedan diferirse.

Artículo 18. Gastos de conservación a cargo del arrendador.


1. El arrendador, sin derecho a elevar por ello la renta, realizará todas las obras y
reparaciones necesarias con el fin de conservar la finca en estado de servir para el
aprovechamiento o explotación a que fue destinada al concertar el contrato.
2. Si, requerido el arrendador, no realiza las obras a las que se refiere el apartado
anterior, el arrendatario podrá optar bien por compelerle a ello judicialmente o resolver el
contrato u obtener una reducción proporcional de la renta, o por realizarlas él mismo,
reintegrándose mediante compensación con las rentas pendientes a medida que vayan
venciendo.
Asimismo, podrá reclamar los daños y perjuicios causados.
3. Cuando por causa de fuerza mayor la finca arrendada sufra daños no indemnizables,
cuya reparación tenga un coste superior a una anualidad de renta, no estará obligado el
arrendador a dicha reparación, debiendo comunicárselo al arrendatario en tal sentido, el cual
podrá optar por rescindir el contrato, comunicándoselo por escrito al arrendador o continuar
el arriendo con la disminución proporcional de la renta a que hubiese lugar.

Artículo 19. Otros gastos a cargo del arrendador.


1. Incumben también al arrendador las obras, mejoras o inversiones que, por disposición
legal o por resolución judicial o administrativa firmes o por acuerdo firme de la comunidad de
regantes sobre la modernización de regadíos para el cambio de sistema de riego, hayan de
realizarse sobre la finca arrendada.
2. Cuando las obras, mejoras o inversiones a que alude el apartado anterior sean de tal
entidad y naturaleza que, excediendo de la natural conservación de la finca, supongan una
transformación que redunde en el incremento de la producción, el arrendador tendrá derecho
a la revalorización proporcional de la renta y, en su caso, a la rescisión del contrato, cuando
el arrendatario no estuviese conforme con dicha revalorización.

Artículo 20. Obras y mejoras a cargo del arrendatario.


1. Corresponde al arrendatario efectuar las reparaciones, mejoras e inversiones que
sean propias del empresario agrario en el desempeño normal de su actividad y las que le
vengan impuestas por disposición legal o por resolución judicial o administrativa firmes, o por
acuerdo firme de la comunidad de regantes relativo a la mejora del regadío que sea también

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

propia del empresario agrario en el desempeño normal de su actividad, sin que por ello
tenga derecho a disminución de la renta, ni a la prórroga del arriendo, salvo que por acuerdo
de las partes o de las propias disposiciones legales o resoluciones judiciales o
administrativas, resultase otra cosa.
2. El arrendatario no puede, salvo acuerdo expreso entre las partes, hacer desaparecer
las paredes, vallas, setos vivos o muertos, zanjas y otras formas de cerramiento o cercado
del predio arrendado, si separan dos o más fincas integradas en una misma unidad de
explotación, salvo en los tramos necesarios para permitir el paso adecuado de tractores,
maquinaria agrícola y cuando las labores de cultivo lo requieran, sin perjuicio de lo que
establezca la legislación sobre protección del medio ambiente y protección del patrimonio
histórico y de la obligación de devolver las cosas al término del arriendo tal como las recibió,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1561 del Código Civil.
3. Las mejoras hechas durante el arrendamiento se presume que han sido efectuadas a
cargo del arrendatario.
4. Finalizado el contrato de arrendamiento, el arrendatario tendrá derecho a pedir una
indemnización al arrendador por el aumento del valor de la finca arrendada por las mejoras
realizadas, siempre que éstas se hayan efectuado con el consentimiento del arrendador.

Artículo 21. Mejoras útiles y voluntarias.


Por lo que se refiere a las mejoras útiles y voluntarias, de cualquier naturaleza que sean,
realizadas por el arrendatario en las fincas arrendadas, se estará, en primer término, a lo que
hayan acordado las partes al celebrar el contrato o en cualquier otro momento y, en defecto
de pacto, se aplicará el régimen establecido por el Código Civil para el poseedor de buena
fe.
Asimismo, y previa notificación al arrendador, el arrendatario podrá realizar obras de
accesibilidad en el interior de los edificios de la finca que le sirvan de vivienda, siempre que
no provoquen una disminución de la estabilidad o seguridad del edificio y sean necesarias
para que puedan ser utilizados de forma adecuada y acorde con la discapacidad o la edad
superior a 70 años, tanto del arrendatario como de su cónyuge, de la persona que conviva
con el arrendatario de forma permanente en análoga relación de afectividad con
independencia de su orientación sexual, de sus familiares hasta el cuarto grado de
consaguinidad que conviva con alguno de ellos de forma permanente y de aquellas personas
que trabajen, o presten servicios altruistas o voluntarios para cualquiera de las anteriores en
la vivienda enclavada en la finca rústica. Al término del contrato, el arrendatario estará
obligado a reponer la vivienda a su estado anterior, si así se lo exigiera el arrendador.

CAPÍTULO VII
Enajenación y subarriendo

Artículo 22. Enajenación de la finca arrendada. Derechos de tanteo, retracto y adquisición


preferente.
1. El adquirente de la finca, aun cuando estuviese amparado por el artículo 34 de la Ley
Hipotecaria, quedará subrogado en todos los derechos y obligaciones del arrendador, y
deberá respetar el plazo que reste de la duración mínima del contrato prevista en el artículo
12 o la de la prórroga tácita que esté en curso si se trata del tercero hipotecario, mientras
que en los demás casos deberá respetar la duración total pactada.
2. En toda transmisión ínter vivos de fincas rústicas arrendadas, incluida la donación,
aportación a sociedad, permuta, adjudicación en pago o cualquiera otra distinta de la
compraventa, de su nuda propiedad, de porción determinada o de una participación indivisa
de aquéllas, el arrendatario que sea agricultor profesional o sea alguna de las entidades a
que se refiere el artículo 9.2, tendrá derecho de tanteo y retracto. Al efecto, el transmitente
notificará de forma fehaciente al arrendatario su propósito de enajenar y le indicará los
elementos esenciales del contrato y, a falta de precio, una estimación del que se considere
justo, de acuerdo con el apartado 1 del artículo 11 y teniendo en cuenta los criterios
establecidos en la disposición adicional segunda de esta ley.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

El arrendatario tendrá un plazo de 60 días hábiles desde que hubiera recibido la


notificación para ejercitar su derecho de adquirir la finca en el mismo precio y condiciones, y
lo notificará al enajenante de modo fehaciente. A falta de notificación del arrendador, el
arrendatario tendrá derecho de retracto durante 60 días hábiles a partir de la fecha en que,
por cualquier medio, haya tenido conocimiento de la transmisión.
Si el contrato no tuviera precio y el arrendatario no estuviera conforme con la estimación
hecha por el arrendador, se determinará por un perito independiente nombrado de común
acuerdo por las partes, y, en defecto de acuerdo entre ellas, por la jurisdicción civil conforme
a las normas de valoración que establece la legislación de expropiación forzosa.
3. En todo caso, la escritura de enajenación se notificará de forma fehaciente al
arrendatario, al efecto de que pueda ejercitar el derecho de retracto o, en su caso, el de
adquisición, si las condiciones de la enajenación, el precio o la persona del adquirente no
correspondieran de un modo exacto a las contenidas en la notificación previa. El mismo
derecho tendrá si no se hubiese cumplido en forma el requisito de la notificación previa. En
este caso, el retracto o el derecho de adquisición preferente podrán ser ejercitados durante
el plazo de 60 días hábiles a partir de la notificación.
4. Para inscribir en el Registro de la propiedad los títulos de adquisición ínter vivos de
fincas rústicas arrendadas, deberá justificarse la práctica de la notificación que establece el
apartado anterior.
5. No procederán los derechos de tanteo, retracto y adquisición preferente en los casos
siguientes:
a) En las transmisiones a título gratuito cuando el adquirente sea descendiente o
ascendiente del transmitente, pariente hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad
o su cónyuge.
b) En la permuta de fincas rústicas cuando se efectúe para agregar una de las fincas
permutadas y siempre que sean inferiores a 10 hectáreas de secano, o una de regadío, los
predios que se permutan.
6. Los derechos establecidos en este artículo serán preferentes con respecto a cualquier
otro de adquisición, salvo el retracto de colindantes establecido por el artículo 1523 del
Código Civil, que prevalecerá sobre éstos cuando no excedan de una hectárea tanto la finca
objeto de retracto como la colindante que lo fundamente.
7. Cuando se trate de fincas de aprovechamientos diversos concedidas a diferentes
arrendatarios sobre la totalidad de la finca, el tanteo y retracto corresponderá ejercitarlo
solamente al que lo sea del aprovechamiento principal; si hubiera varios, al que tuviera la
condición de agricultor joven, y, de haber más de uno con esta condición, al más antiguo en
el arrendamiento.
8. Cuando sean varios los arrendatarios de partes diferentes de una misma finca o
explotación, habrá que cumplir las obligaciones de notificación con cada uno de ellos, y el
derecho de tanteo y retracto podrá ejercitarlo cada uno por la porción que tenga arrendada.
Si alguno de ellos no quisiera ejercitarlo, por su parte, podrá hacerlo cualquiera de los
demás, y será preferente el que tuviera la condición de agricultor joven y, en su defecto, o en
el caso de ser varios, el más antiguo.
9. En los casos de fincas de las que solo una parte de su extensión haya sido cedida en
arriendo, los derechos regulados en los apartados anteriores se entenderán limitados a la
superficie arrendada. A tal efecto, el documento por el que sea formalizada la transmisión de
la finca deberá especificar, en su caso, la cantidad que del total importe del precio
corresponde a la porción dada en arriendo.

Artículo 23. Cesión y subarriendo.


Para la cesión y el subarriendo, se estará a lo pactado por las partes y, en todo caso,
deberá referirse a la totalidad de la finca o explotación, y deberá otorgarse por todo el tiempo
que reste del plazo del arrendamiento por una renta que no podrá ser superior a la pactada
entre arrendador y arrendatario.
El arrendatario no podrá ceder o subarrendar la finca o explotación sin el consentimiento
expreso del arrendador.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

Dicho consentimiento no será necesario cuando la cesión o subarriendo se efectúe a


favor del cónyuge o de uno de los descendientes del arrendatario. No obstante, el
subrogante y el subrogado notificarán fehacientemente al arrendador la cesión o el
subarriendo, en el plazo de 60 días hábiles a partir de su celebración.

CAPÍTULO VIII
Terminación del arrendamiento

Artículo 24. Terminación del arrendamiento.


El arrendamiento termina:
a) Por pérdida total de la cosa arrendada y por expropiación forzosa cuando sea también
total; si la pérdida es sólo parcial, el arrendatario tiene opción para continuar en el arriendo, y
lo mismo en el caso de expropiación forzosa, reduciendo proporcionalmente la renta.
En este último supuesto, además, el arrendatario tiene derecho a la indemnización que
haya fijado la Administración.
b) Por expiración del término convencional o legal y de la prórroga, en su caso.
c) Por mutuo acuerdo de las partes.
d) Por desistimiento unilateral del arrendatario, al término del año agrícola,
notificándoselo al arrendador con un año de antelación.
e) Por muerte del arrendatario, quedando a salvo el derecho de sus sucesores legítimos.
En tal caso, a falta de designación expresa efectuada por el testador, tendrá preferencia el
que tenga la condición de joven agricultor, y si hubiera varios, será preferente el más
antiguo. Si ninguno la tuviera, los sucesores tendrán que escoger entre ellos, por mayoría, al
que se subrogará en las, condiciones y derechos del arrendatario fallecido. Si se da esta
última circunstancia, será necesaria la correspondiente notificación por escrito al arrendador,
en el plazo de un año desde el fallecimiento.
f) En los arrendamientos efectuados a favor de personas jurídicas o de comunidades de
bienes, desde el momento mismo en que se extinga la persona jurídica o la comunidad.
g) Por resolución del derecho del arrendador.
h) Mediante resolución o rescisión del contrato en los supuestos legalmente
contemplados.

Artículo 25. Resolución del arrendamiento a instancia del arrendador.


El contrato podrá resolverse en todo caso a instancia del arrendador por alguna de las
causas siguientes:
a) Falta de pago de las rentas y de las cantidades asimiladas a la misma, sin perjuicio
del derecho de enervación de la acción de desahucio en los mismos términos previstos en
las leyes procesales para los desahucios de fincas urbanas.
b) Incumplir gravemente la obligación de mejora o transformación de la finca, a las que el
arrendatario se hubiese comprometido en el contrato y a aquellas otras que vengan
impuestas por norma legal o resolución judicial o administrativa.
c) No explotar la finca, aun parcialmente, o destinarla, en todo o en parte, a fines o
aprovechamientos distintos a los previstos contractualmente, salvo en los casos impuestos
por programas y planes, cuyo cumplimiento sea necesario para la percepción de ayudas o
compensaciones en aplicación de la normativa estatal, autonómica o comunitaria aplicable.
d) Subarrendar o ceder el arriendo con incumplimiento de alguno de los requisitos del
artículo 23.
e) La aparición sobrevenida de alguna de las circunstancias contempladas en el artículo
7.1.
f) Causar graves daños en la finca, con dolo o negligencia manifiesta.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

Artículo 26. Rescisión.
Tanto el arrendador, como el arrendatario, podrán rescindir el contrato por el
incumplimiento de la otra parte de la obligación de satisfacer gastos de conservación y
mejoras, en los términos de los artículos 18, 19 y 20 de esta ley.

Artículo 27. Efectos.
El arrendatario saliente debe permitir al entrante el uso del local y demás medios
necesarios para las labores preparatorias del año siguiente y, recíprocamente, el entrante
tiene obligación de permitir al saliente lo necesario para la recolección y aprovechamiento de
los frutos, en la forma prevista en el artículo 1578 del Código Civil.

CAPÍTULO IX
De las aparcerías

Artículo 28. Contrato de aparcería.


1. Por el contrato de aparcería, el titular de una finca o de una explotación cede
temporalmente su uso y disfrute o el de alguno de sus aprovechamientos, así como el de los
elementos de la explotación, ganado, maquinaria o capital circulante, conviniendo con el
cesionario aparcero en repartirse los productos por partes alícuotas en proporción a sus
respectivas aportaciones.
2. Se presumirá, salvo pacto en contrario, que el contrato de aparcería no comprende
relación laboral alguna entre cedente y cesionario ; de pactarse expresamente esa relación,
se aplicará, además, la legislación correspondiente.

Artículo 29. Régimen jurídico de la aparcería.


En defecto de pacto expreso, de normas forales o de derecho especial y de costumbre,
se aplicarán las disposiciones de este capítulo y, con carácter supletorio, las normas sobre
arrendamientos rústicos contenidas en los capítulos II, III, VI y VIII, siempre que no resulten
contrarias a la naturaleza esencial del contrato de aparcería. No obstante, tratándose de las
mejoras impuestas por ley o por resolución judicial o administrativa firmes o acuerdo firme de
la comunidad de regantes correspondiente, deberán llevarse a cabo por las partes con
arreglo a lo pactado entre ellas, y si faltara el pacto, podrá resolverse el contrato a instancia
del cedente o del cesionario.

Artículo 30. Aplicación de la normativa laboral y de Seguridad Social.


Se exceptúan de lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 28 de esta ley los contratos en
los que el aparcero aporte únicamente su trabajo personal y, en su caso, una parte del
capital de explotación y del capital circulante que no supere el 10 por ciento del valor total.
En este supuesto, deberá serle garantizado al aparcero el salario mínimo que
corresponda al tiempo de la actividad que dedique al cultivo de las fincas objeto del contrato
y cumplirse, en general, lo dispuesto en la legislación laboral y de Seguridad Social.

Artículo 31. Duración.
La duración del contrato será la libremente pactada y, en defecto de pacto, se estimará
que es la de un año agrícola, entendiéndose prorrogado por un período de un año, en los
mismos términos que los señalados para el arrendamiento en el artículo 12. En los contratos
de duración anual o inferior, la notificación previa de finalización del contrato se efectuará, al
menos, con seis meses de antelación.
Si se hubiera convenido la aparcería para la realización de un cultivo determinado, con la
excepción de los leñosos permanentes, y siempre que dicho cultivo tenga una duración
superior a un año, el plazo mínimo de duración será el tiempo necesario para completar una
rotación o ciclo de cultivo.
A la finalización del contrato de aparecería, si el titular de la finca pretende realizar un
contrato de arrendamiento, el aparcero tendrá derecho preferente, en igualdad de

– 826 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

condiciones, a suscribir el nuevo contrato de arrendamiento. Asimismo tendrá derecho a las


prórrogas que en esta ley se establecen, deduciendo de las mismas el tiempo que hubiera
durado la aparcería.

Artículo 32. Aparcería asociativa.


Aquellos contratos parciarios en que dos o más personas aporten o pongan en común el
uso y disfrute de fincas, capital, trabajo y otros elementos de producción, con la finalidad de
constituir una explotación agrícola, ganadera o forestal, o de agrandarla, acordando
repartirse el beneficio que obtengan proporcionalmente a sus aportaciones, se regirán por
las reglas de su constitución y, en su defecto, por las del contrato de sociedad, sin perjuicio
de que les sean también aplicables, en su caso, las reglas sobre gastos y mejoras
establecidas para los arrendamientos.

CAPÍTULO X
Normas procesales

Artículo 33. Jurisdicción y competencia.


El conocimiento y resolución de los litigios que puedan suscitarse al amparo de esta ley
corresponderán a los juzgados y tribunales del orden jurisdiccional civil.

Artículo 34. Cuestiones litigiosas extrajudiciales.


Las partes, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, podrán someterse
libremente al arbitraje en los términos previstos en la legislación aplicable en la materia.

Disposición adicional primera. Mejoras y renta.


En las mejoras de modernización de explotaciones o de transformación de fincas, las
partes podrán convenir, al otorgar el contrato o en otro momento posterior, que la renta
consista, en todo o en parte, en la mejora o transformación a realizar.

Disposición adicional segunda. Expropiación.


De conformidad con el artículo 44 de la Ley de Expropiación Forzosa de 1954, se
establece el siguiente régimen de expropiación forzosa en materia de arrendamientos
rústicos y aparcería:
1. Expropiación de fincas arrendadas:
a) En el supuesto de expropiación total o parcial del derecho del arrendatario, éste
tendrá derecho frente al expropiante:
1.º Al importe de una renta anual actualizada y además al de una cuarta parte de dicha
renta por cada año o fracción que falte para expiración del período mínimo o el de la
prórroga legal en que se halle. Cuando la expropiación sea parcial, estos importes se
referirán a la parte de renta que corresponda a la porción expropiada.
2.º Al importe de lo que el arrendador deba por gastos y mejoras.
3.º A exigir que la expropiación forzosa comprenda la totalidad cuando la conservación
de arrendamiento sobre la parte de la finca no expropiada resulte antieconómica para el
arrendatario, aunque se redujera la renta.
4.º Al importe de las cosechas pendientes que pierda con la expropiación.
5.º A la indemnización de los daños y perjuicios que sufra la explotación agrícola de la
que el arrendamiento sea uno de los elementos integrantes.
6.º A la indemnización que comporte el cambio de residencia, en su caso.
7.º Al premio de afección calculado sobre el importe total.
b) El expropiante descontará al arrendador del justo precio lo que haya de pagarse al
arrendatario por gastos y mejoras cuyo importe corresponda abonar al arrendador.
c) En los casos de fincas que tuvieran la condición de rústicas al iniciarse el
arrendamiento y hayan adquirido un plusvalor en el expediente de expropiación por

– 827 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

corresponderles en tal momento distinta calificación, el propietario expropiado deberá abonar


al arrendatario, con cargo a dicho plusvalor, una doceava parte del precio de la tierra por
cada año que le reste de vigencia al contrato, valorada la tierra según el precio que tengan
las fincas rústicas similares a la arrendada y sin que lo que abone el propietario pueda
alcanzar nunca el valor total atribuido a las fincas ni la mitad del plusvalor.
d) En los casos de expropiación por causas de interés social, zonas regables u otros en
los que el arrendatario tenga un derecho preferente a que se le adjudique otra explotación en
sustitución de la expropiada se tendrá en cuenta esta circunstancia para disminuir
equitativamente la cuantía de la indemnización.
2. Expropiación de fincas dadas en aparcería:
En caso de expropiación de una finca cedida en aparcería se estará a lo dispuesto en el
apartado 1 de esta disposición adicional, considerándose renta las cantidades siguientes:
a) En aplicación del párrafo a).1.º del apartado anterior, una parte alícuota de una renta
arrendaticia anual, estimada como aplicable a la finca en cuestión.
b) En aplicación del párrafo a).4.º del apartado anterior, el importe de la parte de las
cosechas pendientes.
c) En aplicación del párrafo c) del apartado anterior, una parte alícuota igual a la
estipulada en el contrato aplicable a la doceava parte del precio de la tierra por cada año que
le reste de vigencia al contrato.

Disposición adicional tercera. Criterios y requisitos formales.


Los contratos objeto de esta ley deberán comunicarse por el arrendador o titular de, la
finca o explotación a los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, que
remitirán una copia de aquellos al Registro general de arrendamientos rústicos que
reglamentariamente se establezca, que tendrá carácter público e informativo y estará
adscrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Disposición adicional cuarta. Derechos de producción agraria y otros derechos.


La percepción del derecho del pago único, así como cualquier otro derivado de la Política
Agrícola Común, se regirá, en cuanto a arrendamientos se refiere, por las previsiones de
cada una de las normas comunitarias aplicables en lo referente a esta materia y, en su caso,
por las correspondientes normas autonómicas. Y todo ello sin perjuicio, en lo que
corresponda, de la libertad de pacto de las partes contratantes.

Disposición transitoria primera. Contratos vigentes en el momento de la entrada en vigor


de esta ley.
Los contratos de arrendamiento y de aparcería vigentes a la entrada en vigor de esta ley,
se regirán por la normativa aplicable al tiempo de su celebración.

Disposición transitoria segunda. Procesos pendientes.


Los procesos judiciales y extrajudiciales, que se hallen en curso en el momento de la
entrada en vigor de esta ley, continuarán tramitándose por la legislación sustantiva sobre
arrendamientos rústicos que entonces les fuera aplicable.

Disposición derogatoria única. Derogación normativa.


Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo
establecido en esta ley, y expresamente las siguientes:
a) Ley 83/1980, de 31 de diciembre, de Arrendamientos Rústicos.
b) Artículo 28 de la Ley 19/1995, de 4 de julio, de modernización de explotaciones
agrarias.
c) Ley 1/1987, de 12 de febrero, por la que se prorrogan determinados contratos de
arrendamientos rústicos y se establecen los plazos para acceso a la propiedad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos

d) Real Decreto 2235/1985, de 9 de octubre, por el que se organiza el Registro especial


de arrendamientos rústicos.
e) Orden de 1 de diciembre de 1981, sobre contratos-tipo de arrendamientos rústicos.
f) Orden de 8 de octubre de 1982, sobre constitución transitoria de las juntas arbitrales
de arrendamientos rústicos.
g) Orden de 8 de octubre de 1982, sobre funcionamiento de las juntas arbitrales de
arrendamientos rústicos.

Disposición final primera. Habilitación competencial.


La presente Ley se dicta al amparo del artículo 149.1.8.ª de la Constitución, sin perjuicio
de la aplicación preferente de los derechos civiles, forales o especiales, allí donde existan, y
de su conservación, modificación y desarrollo por las Comunidades Autónomas respectivas.
Se exceptúa de lo anterior el artículo 30, que se dicta al amparo de lo dispuesto en el
artículo 149.1.7.ª, la disposición adicional segunda, que se dicta al amparo del artículo
149.1.18, la disposición adicional tercera y cuarta que se dicta al amparo del artículo
149.1.13 y el capítulo X y la disposición transitoria segunda, que se dictan al amparo del
artículo 149.1.6.ª, todos ellos de la Constitución.

Disposición final segunda. Ámbito de aplicación.


Esta ley será de aplicación en todo el territorio nacional, sin perjuicio de la normativa de
aplicación preferente que dicten las comunidades autónomas con competencia en materia
de derecho civil, foral o especial.

Disposición final tercera. Entrada en vigor.


Esta ley entrará en vigor a los seis meses de su publicación en el "Boletín Oficial del
Estado".

– 829 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§ 12

Ley 60/2003, de 23 de diciembre, de Arbitraje.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 309, de 26 de diciembre de 2003
Última modificación: 21 de mayo de 2011
Referencia: BOE-A-2003-23646

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

I
España se ha mostrado siempre sensible a los requerimientos de armonización del
régimen jurídico del arbitraje, en particular del comercial internacional, para favorecer la
difusión de su práctica y promover la unidad de criterios en su aplicación, en la convicción de
que una mayor uniformidad en las leyes reguladoras del arbitraje ha de propiciar su mayor
eficacia como medio de solución de controversias.
La Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje, es tributaria de esta vocación, ya antes
manifestada explícitamente en el Real Decreto 1094/1981, de 22 de mayo, que abrió las
puertas al arbitraje comercial internacional, teniendo en cuenta que "el incremento de las
relaciones comerciales internacionales, en particular en el área iberoamericana, y la
inexistencia de adecuados servicios de arbitraje comercial internacional en nuestro país
determina que la utilización de la técnica arbitral por empresarios y comerciantes de la citada
área se efectúe con referencia a instituciones de otro contexto cultural idiomático, con el
efecto negativo que ello representa para España y la pérdida que para nuestro país significa
la ruptura de las vinculaciones con los citados países en materia de tan creciente interés
común".
Esta ley prolonga esa sensibilidad, esa vocación y esa práctica, pero con la pretensión
de producir un salto cualitativo. Así, su principal criterio inspirador es el de basar el régimen
jurídico español del arbitraje en la Ley Modelo elaborada por la Comisión de las Naciones
Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, de 21 de junio de 1985 (Ley Modelo de
CNUDMI/UNCITRAL), recomendada por la Asamblea General en su Resolución 40/72, de
11 de diciembre de 1985, "teniendo en cuenta las exigencias de la uniformidad del derecho
procesal arbitral y las necesidades de la práctica del arbitraje comercial internacional". El

– 830 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

legislador español sigue la recomendación de las Naciones Unidas, acoge como base la Ley
Modelo y, además, toma en consideración los sucesivos trabajos emprendidos por aquella
Comisión con el propósito de incorporar los avances técnicos y atender a las nuevas
necesidades de la práctica arbitral, particularmente en materia de requisitos del convenio
arbitral y de adopción de medidas cautelares.
La Ley Modelo responde a un sutil compromiso entre las tradiciones jurídicas europeo-
continental y anglosajona producto de un cuidado estudio del derecho comparado. Su
redacción no responde, por ello, plenamente a los cánones tradicionales de nuestro
ordenamiento, pero facilita su difusión entre operadores pertenecientes a áreas económicas
con las que España mantiene activas y crecientes relaciones comerciales. Los agentes
económicos de dichas áreas adquirirán, por tanto, mayor certidumbre sobre el contenido del
régimen jurídico del arbitraje en España, lo que facilitará y aun impulsará que se pacten
convenios arbitrales en los que se establezca nuestro país como lugar del arbitraje. La Ley
Modelo resulta más asequible a los operadores económicos del comercio internacional,
habituados a una mayor flexibilidad y adaptabilidad de las normas a las peculiaridades de
casos concretos surgidos en escenarios muy diversos.
La nueva ley se dicta con conciencia de los innegables avances que su precedente, la
Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje, supuso para la regulación y modernización del
régimen de esta institución en nuestro ordenamiento jurídico. Durante su vigencia se ha
producido una notable expansión del arbitraje en nuestro país; ha aumentado en gran
medida el tipo y el número de relaciones jurídicas, sobre todo contractuales, para las que las
partes pactan convenios arbitrales; se ha asentado el arbitraje institucional; se han
consolidado prácticas uniformes, sobre todo en arbitrajes internacionales; se ha generado un
cuerpo de doctrina estimable; y se ha normalizado la utilización de los procedimientos
judiciales de apoyo y control del arbitraje.
Sin embargo, las consideraciones hechas anteriormente revelan que, partiendo del
acervo descrito, resulta necesario impulsar otro nuevo e importante avance en la regulación
de la institución mediante la señalada incorporación de nuestro país al elenco creciente de
Estados que han adoptado la Ley Modelo. Además, el tiempo transcurrido desde la entrada
en vigor de la Ley 36/1988 ha permitido detectar en ella lagunas e imperfecciones.
El arbitraje es una institución que, sobre todo en su vertiente comercial internacional, ha
de evolucionar al mismo ritmo que el tráfico jurídico, so pena de quedarse desfasada. La
legislación interna de un país en materia de arbitraje ha de ofrecer ventajas o incentivos a las
personas físicas y jurídicas para que opten por esta vía de resolución de conflictos y porque
el arbitraje se desarrolle en el territorio de ese Estado y con arreglo a sus normas. Por
consiguiente, tanto las necesidades de mejora y seguimiento de la evolución del arbitraje
como la acomodación a la Ley Modelo hacen necesaria la promulgación de esta ley.

II
La nueva regulación se sistematiza en nueve títulos.
El título I contiene las disposiciones generales sobre arbitraje.
El artículo 1 determina el ámbito de aplicación de la ley sobre la base de los siguientes
criterios:
En primer lugar, se dejan a salvo, como no podía ser de otro modo, las disposiciones
contenidas en convenios internacionales de los que España sea parte.
En segundo lugar, en lo que respecta a la contraposición entre arbitraje ordinario y
arbitrajes especiales, esta ley pretende ser una ley general, aplicable, por tanto,
íntegramente a todos los arbitrajes que no tengan una regulación especial; pero también
supletoriamente a los arbitrajes que la tengan, salvo en lo que sus especialidades se
opongan a lo previsto en esta ley o salvo que alguna norma legal disponga expresamente su
inaplicabilidad.
En tercer lugar, en lo que respecta a la contraposición entre arbitraje interno y arbitraje
internacional, esta ley opta claramente por una regulación unitaria de ambos.
Dentro de lo que se ha dado en llamar la alternativa entre dualismo (que el arbitraje
internacional sea regulado totalmente o en gran medida por preceptos distintos que el
arbitraje interno) y monismo (que, salvo contadas excepciones, los mismos preceptos se
apliquen por igual al arbitraje interno e internacional), la ley sigue el sistema monista. Son

– 831 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

pocas y muy justificadas las normas en que el arbitraje internacional requiere una regulación
distinta de la del arbitraje interno. Aun con la conciencia de que el arbitraje internacional
responde en muchas ocasiones a exigencias distintas, esta ley parte de la base -corroborada
por la tendencia actual en la materia- de que una buena regulación del arbitraje internacional
ha de serlo también para el arbitraje interno, y viceversa. La Ley Modelo, dado que se gesta
en el seno de la CNUDMI/UNCITRAL, está concebida específicamente para el arbitraje
comercial internacional ; pero su inspiración y soluciones son perfectamente válidas, en la
inmensa mayoría de los casos, para el arbitraje interno. Esta ley sigue en este aspecto el
ejemplo de otras recientes legislaciones extranjeras, que han estimado que la Ley Modelo no
sólo resulta adecuada para el arbitraje comercial internacional, sino para el arbitraje en
general.
En cuarto lugar, la delimitación del ámbito de aplicación de la ley es territorial. No
obstante, hay determinados preceptos, relativos a ciertos casos de intervención judicial, que
deben aplicarse también a aquellos arbitrajes que se desarrollen o se hayan desarrollado en
el extranjero. El criterio, en todo caso, es también territorial, puesto que se trata de normas
procesales que han de ser aplicadas por nuestros tribunales.
El artículo 2 regula las materias objeto de arbitraje sobre la base del criterio de la libre
disposición, como hacía la Ley 36/1988. Sin embargo, se reputa innecesario que esta ley
contenga ningún elenco, siquiera ejemplificativo, de materias que no son de libre disposición.
Basta con establecer que la arbitrabilidad de una controversia coincide con la disponibilidad
de su objeto para las partes. En principio, son cuestiones arbitrables las cuestiones
disponibles. Es concebible que por razones de política jurídica haya o pueda haber
cuestiones que sean disponibles para las partes y respecto de las que se quiera excluir o
limitar su carácter arbitrable. Pero ello excede del ámbito de una regulación general del
arbitraje y puede ser objeto, en su caso, de disposiciones específicas en otros textos legales.
Respecto de las materias objeto de arbitraje se introduce también la regla, para el
arbitraje internacional, de que los Estados y entes dependientes de ellos no puedan hacer
valer las prerrogativas de su ordenamiento jurídico. Se pretende con ello que, a estos
efectos, el Estado sea tratado exactamente igual que un particular.
El artículo 3 regula la determinación del carácter internacional del arbitraje, que resulta
relevante para la aplicación de aquellos artículos que contienen reglas especiales para los
arbitrajes internacionales que se desarrollen en nuestro territorio. Así, se establece por
primera vez en nuestro ordenamiento en qué casos un arbitraje es internacional; lo que debe
facilitar la interpretación y aplicación de esta ley en el contexto del tráfico jurídico
internacional. Además, debe tenerse en cuenta que existen convenios internacionales cuya
aplicación exige una definición previa del arbitraje internacional. La determinación del
carácter internacional del arbitraje sigue sustancialmente los criterios de la Ley Modelo. A
éstos resulta conveniente añadir otro: que la relación jurídica de la que dimana la
controversia afecte a los intereses del comercio internacional. Se trata de un criterio
ampliamente desarrollado en otros ordenamientos, con el que se pretende dar cabida a
supuestos en que, aunque no concurran los elementos anteriormente establecidos por la ley,
resulte indudable su carácter internacional a la luz de las circunstancias del caso. Por otra
parte, la ley evita la confusión que la pluralidad de domicilios de una persona, admitida en
otros ordenamientos, podría causar a la hora de determinar si un arbitraje es internacional o
no.
El artículo 4 contiene una serie de reglas de interpretación, entre las que tienen especial
relevancia las que dotan de contenido a las normas legales dispositivas de esta ley mediante
la remisión, por voluntad de las partes, a la de una institución arbitral o al contenido de un
reglamento arbitral. Así, esta ley parte en la mayoría de sus reglas de que debe primar la
autonomía de la voluntad de las partes. Mas esa voluntad se entiende integrada por las
decisiones que pueda adoptar, en su caso, la institución administradora del arbitraje, en
virtud de sus normas, o las que puedan adoptar los árbitros, en virtud del reglamento arbitral
al que las partes se hayan sometido. Se produce, por tanto, una suerte de integración del
contenido del contrato de arbitraje o convenio arbitral, que, por mor de esta disposición, pasa
a ser en tales casos un contrato normativo. De este modo, la autonomía privada en materia
de arbitraje se puede manifestar tanto directamente, a través de declaraciones de voluntad
de las partes, como indirectamente, mediante la declaración de voluntad de que el arbitraje

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

sea administrado por una institución arbitral o se rija por un reglamento arbitral. En este
sentido, la expresión institución arbitral hace referencia a cualquier entidad, centro u
organización de las características previstas que tenga un reglamento de arbitraje y,
conforme a él, se dedique a la administración de arbitrajes. Pero se precisa que las partes
pueden someterse a un concreto reglamento sin encomendar la administración del arbitraje
a una institución, en cuyo caso el reglamento arbitral también integra la voluntad de las
partes.
El artículo 5 establece las reglas sobre notificaciones, comunicaciones y cómputo de
plazos, que se aplican tanto a las actuaciones tendentes a poner en marcha el arbitraje
como al conjunto de su tramitación. Se regulan la forma, el lugar y el tiempo de las
notificaciones y comunicaciones. Respecto del cómputo de los plazos por días, se dispone
que se trata de días naturales. Esta regla no es aplicable en el seno de los procedimientos
judiciales de apoyo o control del arbitraje, en que rigen las normas procesales, pero sí a los
plazos establecidos, en su caso, para la iniciación de dichos procedimientos, como, por
ejemplo, el ejercicio de la acción de anulación del laudo.
El artículo 6 contiene una disposición sobre renuncia tácita a las facultades de
impugnación, directamente inspirada -como tantas otras- en la Ley Modelo, que obliga a las
partes en el arbitraje a la denuncia tempestiva e inmediata de las violaciones de normas
dispositivas, esto es, aplicables en defecto de voluntad de las partes.
El artículo 7, sobre intervención judicial en el arbitraje, es un corolario del denominado
efecto negativo del convenio arbitral, que impide a los tribunales conocer de las
controversias sometidas a arbitraje. De este modo, la intervención judicial en los asuntos
sometidos a arbitraje ha de limitarse a los procedimientos de apoyo y control, expresamente
previstos por la ley.
El artículo 8 contiene, directamente o por remisión, las normas de competencia objetiva y
territorial para el conocimiento de todos los procedimientos de apoyo y control del arbitraje,
incluso de aquellos que no se encuentran regulados en esta ley, sino en la de Enjuiciamiento
Civil. Para el exequátur de laudos extranjeros se atribuye competencia a las Audiencias
Provinciales, en vez de -como hasta ahora- a la Sala Primera del Tribunal Supremo, con la
finalidad de descargar a ésta y ganar celeridad.

III
El título II regula los requisitos y efectos del convenio arbitral, sin perjuicio de la
aplicación de las normas generales sobre contratos en todo lo no específicamente previsto
en esta ley. En líneas generales, la ley trata de perfeccionar la legislación anterior,
precisando algunos puntos que se habían revelado problemáticos.
Han de destacarse algunas novedades introducidas respecto de los requisitos de forma
del convenio arbitral.
La ley refuerza el criterio antiformalista. Así, aunque se mantiene la exigencia de que el
convenio conste por escrito y se contemplan las diversas modalidades de constancia escrita,
se extiende el cumplimiento de este requisito a los convenios arbitrales pactados en soportes
que dejen constancia, no necesariamente escrita, de su contenido y que permitan su
consulta posterior. Se da así cabida y se reconoce la validez al uso de nuevos medios de
comunicación y nuevas tecnologías. Se consagra también la validez de la llamada cláusula
arbitral por referencia, es decir, la que no consta en el documento contractual principal, sino
en un documento separado, pero se entiende incorporada al contenido del primero por la
referencia que en él se hace al segundo. Asimismo, la voluntad de las partes sobre la
existencia del convenio arbitral se superpone a sus requisitos de forma. En lo que respecta a
la ley aplicable al convenio arbitral, se opta por una solución inspirada en un principio de
conservación o criterio más favorable a la validez del convenio arbitral. De este modo, basta
que el convenio arbitral sea válido con arreglo a cualquiera de los tres regímenes jurídicos
señalados en el apartado 6 del artículo 9: las normas elegidas por las partes, las aplicables
al fondo de la controversia o el derecho español.
La ley mantiene los llamados efectos positivo y negativo del convenio arbitral. Respecto
de este último, se mantiene la regla de que debe ser hecho valer por las partes y
específicamente por el demandado a través de la declinatoria. Además, se precisa que la
pendencia de un proceso judicial en el que se haya interpuesto declinatoria no impide que el

– 833 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

procedimiento arbitral se inicie o prosiga; de modo que la incoación de un proceso judicial no


puede ser sin más utilizada con la finalidad de bloquear o dificultar el arbitraje. Y se aclara
que la solicitud de medidas cautelares a un tribunal no supone en modo alguno renuncia
tácita al arbitraje; aunque tampoco hace actuar sin más el efecto negativo del convenio
arbitral. Con ello se despeja cualquier duda que pudiere subsistir acerca de la posibilidad de
que se acuerden judicialmente medidas cautelares respecto de una controversia sometida a
arbitraje, aun antes de que el procedimiento arbitral haya comenzado. Esta posibilidad es
indudable a la luz de la Ley de Enjuiciamiento Civil, pero es importante que se recoja
también en la legislación de arbitraje. Además, da cobertura a una eventual solicitud de
medidas cautelares ante un tribunal extranjero respecto de un arbitraje regido por la ley
española.

IV
El título III se dedica a la regulación de la figura del árbitro o árbitros. La ley prefiere las
expresiones árbitro o árbitros a la de tribunal arbitral, que puede causar confusión con los
tribunales judiciales. Además, en la mayor parte de los preceptos la referencia a los árbitros
incluye tanto los supuestos en que hay un colegio arbitral como aquellos en los que el árbitro
es único.
La ley opta por establecer que a falta de acuerdo de las partes se designará un solo
árbitro. Es ésta una opción guiada por razones de economía. En cuanto a la capacidad para
ser árbitro, se opta por el criterio de la mayor libertad de las partes, como es hoy la regla
general en los países más avanzados en materia de arbitraje: nada impone la ley, salvo que
se trate de personas naturales con capacidad de obrar plena. Serán las partes directamente
o las instituciones arbitrales las que con total libertad y sin restricciones -no adecuadas a la
realidad del arbitraje- designen a los árbitros. Sólo para los casos en que resulte necesario
suplir la voluntad de las partes, la ley prevé y regula las situaciones que pueden presentarse
en la designación de los árbitros, para evitar la paralización del arbitraje. En estos casos es
necesaria la actuación judicial, si bien se pretende, de un lado, que el procedimiento judicial
pueda ser rápido y, de otro, dar criterios al Juez de Primera Instancia para realizar la
designación. Muestras de lo primero son la remisión al juicio verbal y la no recurribilidad
separada de las resoluciones interlocutorias que el Juzgado dicte en este procedimiento, así
como de la que proceda a la designación. Muestra de lo segundo es la regla acerca de la
conveniencia de que en los arbitrajes internacionales el árbitro único o el tercer árbitro sea
de nacionalidad diferente a la de las partes. Debe destacarse, además, que el juez no está
llamado en este procedimiento a realizar, ni de oficio ni a instancia de parte, un control de
validez del convenio arbitral o una verificación de la arbitrabilidad de la controversia, lo que,
de permitirse, ralentizaría indebidamente la designación y vaciaría de contenido la regla de
que son los árbitros los llamados a pronunciarse, en primer término, sobre su propia
competencia. Por ello, el juez sólo debe desestimar la petición de nombramiento de árbitros
en el caso excepcional de inexistencia de convenio arbitral, esto es, cuando prima facie
pueda estimar que realmente no existe un convenio arbitral; pero el juez no está llamado en
este procedimiento a realizar un control de los requisitos de validez del convenio.
Se establece el deber de todos los árbitros, al margen de quien los haya designado, de
guardar la debida imparcialidad e independencia frente a las partes en el arbitraje. Garantía
de ello es su deber de revelar a las partes cualquier hecho o circunstancia susceptible de
poner en duda su imparcialidad o independencia. Se elimina el reenvío a los motivos de
abstención y recusación de jueces y magistrados, por considerar que no siempre son
adecuados en materia de arbitraje ni cubren todos los supuestos, y se prefiere una cláusula
general.
Respecto del procedimiento de recusación, la premisa es una vez más la libertad de las
partes, ya sea por acuerdo directo o por remisión a un reglamento arbitral. En su defecto, se
establece que sean el árbitro o los árbitros quienes decidan sobre la recusación, sin perjuicio
de poder hacer valer los motivos de recusación como causa de anulación del laudo. La
posibilidad de acudir directamente a los tribunales frente a la decisión desestimatoria de la
recusación tendría, sin duda, la ventaja de una certidumbre preliminar sobre la imparcialidad,
pero se prestaría a una utilización dilatoria de esta facultad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

Se estima que serán mucho menos frecuentes los supuestos en que una recusación
será indebidamente desestimada y dará lugar a la nulidad de todo el procedimiento arbitral
que los casos en que se formularían pretensiones inmediatas ante la autoridad judicial con la
finalidad de dilatar el procedimiento.
La ley se ocupa igualmente de otros supuestos que pueden conducir al cese de alguno
de los árbitros en sus funciones y al nombramiento de sustituto. Se prevé la posibilidad de
que en tales casos haya que repetir actuaciones ya practicadas, pero no se obliga a ello.

V
El título IV se dedica a la importante cuestión de la competencia de los árbitros.
El artículo 22 establece la regla, capital para el arbitraje, de que los árbitros tienen
potestad para decidir sobre su competencia. Es la regla que la doctrina ha bautizado con la
expresión alemana Kompetenz-Kompetenz y que la Ley de 1988 ya consagraba en términos
menos precisos. Esta regla abarca lo que se conoce como separabilidad del convenio
arbitral respecto del contrato principal, en el sentido de que la validez del convenio arbitral no
depende de la del contrato principal y que los árbitros tienen competencia para juzgar incluso
sobre la validez del convenio arbitral. Además, bajo el término genérico de competencia han
de entenderse incluidas no sólo las cuestiones que estrictamente son tales, sino
cualesquiera cuestiones que puedan obstar a un pronunciamiento de fondo sobre la
controversia (salvo las relativas a las personas de los árbitros, que tienen su tratamiento
propio). La ley establece la carga de que las cuestiones relativas a la competencia de los
árbitros sean planteadas a limine. Ha de resaltarse que el hecho de que una de las partes
colabore activamente en la designación de los árbitros no supone ningún tipo de renuncia
tácita a hacer valer la incompetencia objetiva de éstos. Es una lógica consecuencia de la
regla de Kompetenz-Kompetenz: si son los árbitros los que han de decidir sobre su propia
competencia, la parte está simplemente contribuyendo a designar a quien o a quienes
podrán decidir sobre dicha competencia. Lo contrario abocaría a la parte a una situación
absurda: debería permanecer pasiva durante la designación de los árbitros para poder luego
alegar su falta de competencia sobre la controversia. La regla de la alegación previa de las
cuestiones atinentes a la competencia de los árbitros tiene una razonable modulación en los
casos en que la alegación tardía está, a juicio de los árbitros, justificada, en la medida en
que la parte no pudo realizar esa alegación con anterioridad y que su actitud durante el
procedimiento no puede ser interpretada como una aceptación de la competencia de los
árbitros. Queda a la apreciación de los árbitros la conveniencia de que las cuestiones
relativas a su competencia sean resueltas con carácter previo o junto con las cuestiones de
fondo.
La ley parte de la base de que los árbitros pueden dictar tantos laudos como consideren
necesarios, ya sea para resolver cuestiones procesales o de fondo; o dictar un solo laudo
resolviendo todas ellas.
El artículo 23 incorpora una de las principales novedades de la ley: la potestad de los
árbitros para adoptar medidas cautelares. Dicha potestad puede ser excluida por las partes,
directamente o por remisión a un reglamento arbitral; pero en otro caso se considera que la
aceptan. La ley ha considerado preferible no entrar a determinar el ámbito de esta potestad
cautelar.
Obviamente, los árbitros carecen de potestad ejecutiva, por lo que para la ejecución de
las medidas cautelares será necesario recurrir a la autoridad judicial, en los mismos términos
que si de un laudo sobre el fondo se tratara.
Sin embargo, si dentro de la actividad cautelar cabe distinguir entre una vertiente
declarativa y otra ejecutiva, esta ley les reconoce a los árbitros la primera, salvo acuerdo en
contrario de las partes. Esta norma no deroga ni restringe la posibilidad, prevista en los
artículos 8 y 11 de esta ley y en la Ley de Enjuiciamiento Civil, de que la parte interesada
inste de la autoridad judicial la adopción de medidas cautelares. Las potestades arbitral y
judicial en materia cautelar son alternativas y concurrentes, sin perjuicio del juego del
principio de buena fe procesal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

VI
El título V regula las actuaciones arbitrales. La ley vuelve a partir del principio de
autonomía de la voluntad y establece como únicos límites al mismo y a la actuación de los
árbitros el derecho de defensa de las partes y el principio de igualdad, que se erigen en
valores fundamentales del arbitraje como proceso que es.
Garantizado el respeto a estas normas básicas, las reglas que sobre el procedimiento
arbitral se establecen son dispositivas y resultan, por tanto, aplicables sólo si las partes nada
han acordado directamente o por su aceptación de un arbitraje institucional o de un
reglamento arbitral.
De este modo, las opciones de política jurídica que subyacen a estos preceptos quedan
subordinadas siempre a la voluntad de las partes.
En lo que respecta al lugar del arbitraje, hay que destacar que se permite la celebración
de audiencias y de deliberaciones en sede distinta de la del arbitraje. La determinación del
lugar o sede del arbitraje es jurídicamente relevante en muchos aspectos, pero su fijación no
debe suponer rigidez para el desarrollo del procedimiento.
El inicio del arbitraje se fija en el momento en que una parte recibe el requerimiento de la
otra de someter la controversia a decisión arbitral. Parece lógico que los efectos jurídicos
propios del inicio del arbitraje se produzcan ya en ese momento, incluso aunque no esté
perfectamente delimitado el objeto de la controversia. Las soluciones alternativas permitirían
actuaciones tendentes a dificultar el procedimiento.
La determinación del idioma o idiomas del arbitraje corresponde lógicamente a las partes
y, en su defecto, a los árbitros. No obstante, salvo que alguna de las partes se oponga, se
permite que se aporten documentos o se practiquen actuaciones en idioma no oficial del
arbitraje sin necesidad de traducción. Con ello se consagra una regla práctica muy
extendida, que admite la aportación de documentos o declaraciones en otro idioma.
En el arbitraje no se reproducen necesariamente siempre las posiciones procesales
activa y pasiva de un proceso judicial; o no en los mismos términos. Al fin y al cabo, la
determinación del objeto de la controversia, siempre dentro del ámbito del convenio arbitral,
se produce de forma progresiva. Sin embargo, la práctica arbitral demuestra que quien inicia
el arbitraje formula en todo caso una pretensión frente a la parte o partes contrarias y se
convierte, por tanto, en actor; y ello sin perjuicio de que el demandado pueda reconvenir.
Parece, por tanto, razonable que, sin perjuicio de la libertad de las partes, el procedimiento
arbitral se estructure sobre la base de una dualidad de posiciones entre demandante y
demandado. Esta conveniencia, sin embargo, debe ser flexibilizada a la hora de configurar
los requisitos de los actos de las partes en defensa de sus respectivas posiciones. De este
modo, no se establecen propiamente requisitos de forma y contenido de los escritos de
alegaciones de las partes. La función de la demanda y de la contestación a que se refiere el
artículo 29 no es sino la de ilustrar a los árbitros sobre el objeto de la controversia, sin
perjuicio de alegaciones ulteriores. No entran aquí en juego las reglas propias de los
procesos judiciales en cuanto a requisitos de demanda y contestación, documentos a
acompañar o preclusión. El procedimiento arbitral, incluso en defecto de acuerdo de las
partes, se configura con gran flexibilidad, acorde con las exigencias de la institución.
Esa flexibilidad se da también en el desarrollo ulterior del procedimiento. Cabe que el
procedimiento sea en ciertos casos predominantemente escrito, si las circunstancias del
caso no exigen la celebración de audiencias.
Sin embargo, la regla es la celebración de audiencias para la práctica de pruebas. La ley
trata de evitar, además, que la inactividad de las partes pueda paralizar el arbitraje o
comprometer la validez del laudo.
La fase probatoria del arbitraje está también presidida por la máxima libertad de las
partes y de los árbitros -siempre que se respeten el derecho de defensa y el
principio de igualdad- y por la máxima flexibilidad. La ley establece únicamente normas
sobre la prueba pericial, de singular importancia en el arbitraje contemporáneo, aplicables en
defecto de voluntad de las partes.
Estas normas están encaminadas a permitir tanto los dictámenes emitidos por peritos
designados directamente por las partes como los emitidos por peritos designados, de oficio o
a instancia de parte, por los árbitros, y a garantizar la debida contradicción respecto de la
pericia.

– 836 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

Se regula igualmente la asistencia judicial para la práctica de pruebas, que es una de las
tradicionales funciones de apoyo judicial al arbitraje. La asistencia no tiene que consistir
necesariamente en que el tribunal practique determinadas pruebas; en ciertos casos, bastará
con otras medidas que permitan a los árbitros practicarlas por sí mismos, como, por ejemplo,
medidas de aseguramiento o requerimientos de exhibición de documentos.

VII
El título VI se dedica al laudo y a otras posibles formas de terminación del procedimiento
arbitral. El artículo 34 regula la importante cuestión de qué normas han de aplicarse a la
resolución del fondo de la controversia, sobre la base de los siguientes criterios: 1.o) La
premisa es, una vez más, como en la Ley de 1988, la libertad de las partes. 2.o) Se invierte
la regla que la ley de 1988 contenía a favor del arbitraje de equidad. La preferencia por el
arbitraje de derecho en defecto de acuerdo de las partes es la orientación más generalizada
en el panorama comparado. Resulta, además, muy discutible que la voluntad de las partes
de someterse a arbitraje, sin más especificaciones, pueda presumirse que incluya la de que
la controversia sea resuelta en equidad y no sobre la base de los mismos criterios jurídicos
que si hubiere de resolver un tribunal. El arbitraje de equidad queda limitado a los casos en
que las partes lo hayan pactado expresamente, ya sea a través de una remisión literal a la
"equidad", o a términos similares como decisión "en conciencia", "ex aequo et bono", o que
el árbitro actuará como "amigable componedor". No obstante, si las partes autorizan la
decisión en equidad y al tiempo señalan normas jurídicas aplicables, los árbitros no pueden
ignorar esta última indicación. 3.o) Siguiendo la orientación de los ordenamientos más
avanzados, se suprime la exigencia de que el derecho aplicable deba tener relación con la
relación jurídica o con la controversia, ya que se trata de un requisito de difusos contornos y
difícil control. 4.o) La ley prefiere la expresión "normas jurídicas aplicables" a la de "derecho
aplicable", en la medida en que esta última parece englobar la exigencia de remisión a un
concreto ordenamiento jurídico de un Estado, cuando en algunos casos lo que ha de
aplicarse son normas de varios ordenamientos o reglas comunes del comercio internacional.
5.o) La ley no sujeta a los árbitros a un sistema de reglas de conflicto.
En la adopción de decisiones, cuando se trata de un colegio arbitral, y sin perjuicio de las
reglas que directa o indirectamente puedan fijar las partes, se mantiene la lógica regla de la
mayoría y la de que a falta de decisión mayoritaria decide el presidente. Se introduce la
norma que permite habilitar al presidente para decidir cuestiones de procedimiento,
entendiéndose por tales, a estos efectos, no cualesquiera cuestiones distintas al fondo de la
controversia, sino, más limitadamente, las relativas a la mera tramitación o impulso
procesales.
Se prevé la posibilidad de que los árbitros dicten un laudo sobre la base del contenido de
un previo acuerdo alcanzado por las partes. Esta previsión, que podría reputarse innecesaria
-dado que las partes tienen poder de disposición sobre el objeto de la controversia-, no lo es,
porque a través de su incorporación a un laudo el contenido del acuerdo adquiere la eficacia
jurídica de aquél. Los árbitros no pueden rechazar esta petición discrecionalmente, sino sólo
por una causa jurídica fundada.
La ley no hace sino dar cobertura legal a algo ya frecuente en la práctica y que no
merece objeción alguna.
En cuanto al contenido del laudo, ha de destacarse el reconocimiento legal de la
posibilidad de dictar laudos parciales, que pueden versar sobre alguna parte del fondo de la
controversia o sobre otras cuestiones, como la competencia de los árbitros o medidas
cautelares.
La ley pretende dar cabida a fórmulas flexibles de resolución de los litigios que son
comunes en la práctica arbitral. Así, por ejemplo, que primero se decida acerca de si existe
responsabilidad del demandado y sólo después se decida, si es el caso, la cuantía de la
condena.
El laudo parcial tiene el mismo valor que el laudo definitivo y, respecto de la cuestión que
resuelve, su contenido es invariable.
Respecto de la forma del laudo, debe destacarse que -análogamente a lo dispuesto para
el convenio arbitralla ley permite no sólo que el laudo conste por escrito en soportes
electrónicos, ópticos o de otro tipo, sino también que no conste en forma escrita, siempre

– 837 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

que en todo caso quede constancia de su contenido y sea accesible para su ulterior
consulta. Tanto en la regulación de los requisitos de forma del convenio arbitral como en la
de los del laudo la ley considera necesario admitir la utilización de cualesquiera tecnologías
que cumplan los requisitos señalados. Pueden, pues, desarrollarse arbitrajes en que se
utilicen tan sólo soportes informáticos, electrónicos o digitales, si las partes así lo consideran
conveniente.
La ley introduce la novedad de que el plazo para emitir el laudo, en defecto de acuerdo
de las partes, se compute desde la presentación de la contestación o desde la expiración del
plazo para presentarla. Esta novedad responde a la necesidad de que la celeridad propia del
arbitraje sea adecuada a las exigencias prácticas. Un plazo de seis meses desde la
aceptación de los árbitros se ha revelado en no pocos casos de imposible cumplimiento y
obliga en ocasiones a una tramitación excesivamente rápida o a la omisión de ciertos actos
de alegación o, sobre todo, de prueba, por la exigencia de cumplir el plazo para dictar el
laudo. La ley considera que es igualmente razonable que la prórroga del plazo pueda ser
acordada por los árbitros directamente y que no necesite el acuerdo de todas las partes.
El freno a un posible retraso injustificado en la decisión de la controversia se encuentra,
entre otras causas, en la responsabilidad de los árbitros.
En materia de condena en costas se introducen ciertas precisiones sobre su contenido
posible.
Se suprime el carácter preceptivo de la protocolización notarial del laudo. Esta exigencia
es desconocida en prácticamente todas las legislaciones de arbitraje, por lo que se opta por
no mantenerla, salvo que alguna de las partes lo pida antes de que el laudo se notifique, por
considerarlo conveniente a sus intereses. El laudo es, por tanto, válido y eficaz aunque no
haya sido protocolizado, de modo que el plazo para ejercitar la acción de anulación
transcurre desde su notificación, sin que sea necesario que la protocolización, cuando haya
sido pedida, preceda a la notificación. Y tampoco la fuerza ejecutiva del laudo se hace
depender de su protocolización, aunque en el proceso de ejecución, llegado el caso, el
ejecutado podrá hacer valer por vía de oposición la falta de autenticidad del laudo, supuesto
que puede presumirse excepcional.
La ley contempla determinadas formas de terminación anormal del procedimiento arbitral
y da respuesta al problema de la extensión del deber de los árbitros de custodia de las
actuaciones.
En la regulación de la corrección y aclaración del laudo se modifican los plazos, para
hacerlos más ade cuados a la realidad, y se distingue en función de que el arbitraje sea
interno o internacional, dado que en este último caso puede bien suceder que las dificultades
de deliberación de los árbitros en un mismo lugar sean mayores. Se introduce además la
figura del complemento del laudo para suplir omisiones.

VIII
El título VII regula la anulación y revisión del laudo.
Respecto de la anulación, se evita la expresión "recurso", por resultar técnicamente
incorrecta. Lo que se inicia con la acción de anulación es un proceso de impugnación de la
validez del laudo. Se sigue partiendo de la base de que los motivos de anulación del laudo
han de ser tasados y no han de permitir, como regla general, una revisión del fondo de la
decisión de los árbitros. El elenco de los motivos y su apreciabilidad de oficio o sólo a
instancia de parte se inspiran en la Ley Modelo. Se amplía el plazo para el ejercicio de la
acción de anulación, lo que no ha de perjudicar a la parte que haya obtenido
pronunciamientos de condena a su favor, porque el laudo, aun impugnado, tiene fuerza
ejecutiva.
El procedimiento para el ejercicio de la acción de anulación trata de conjugar las
exigencias de rapidez y de mejor defensa de las partes. Así, tras una demanda y una
contestación escritas, se siguen los trámites del juicio verbal.

IX
El título VIII se dedica a la ejecución forzosa del laudo.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

En realidad, la Ley de Enjuiciamiento Civil contiene todas las normas, tanto generales
como específicas, sobre esta materia. Esta ley se ocupa únicamente de la posibilidad de
ejecución forzosa del laudo durante la pendencia del procedimiento en que se ejercite la
acción de anulación.
La ley opta por atribuir fuerza ejecutiva al laudo aunque sea objeto de impugnación.
Ningún sentido tendría que la ejecutividad del laudo dependiera de su firmeza en un
ordenamiento que permite ampliamente la ejecución provisional de sentencias. La
ejecutividad del laudo no firme se ve matizada por la facultad del ejecutado de obtener la
suspensión de la ejecución mediante la prestación de caución para responder de lo debido,
más las costas y los daños y perjuicios derivados de la demora en la ejecución. Se trata de
una regulación que trata de ponderar los intereses de ejecutante y ejecutado.

X
El título IX regula el exequátur de laudos extranjeros, compuesto por un único precepto
en el que, además de mantenerse la definición de laudo extranjero como aquel que no ha
sido dictado en España, se hace un reenvío a los convenios internacionales en los que
España sea parte y, sobre todo, al Convenio de Nueva York de 1958. Dado que España no
ha formulado reserva alguna a este convenio, resulta aplicable con independencia de la
naturaleza comercial o no de la controversia y de si el laudo ha sido o no dictado en un
Estado parte en el convenio. Esto significa que el ámbito de aplicación del Convenio de
Nueva York en España hace innecesario un régimen legal interno de exequátur de laudos
extranjeros, sin perjuicio de lo que pudieran disponer otros convenios internacionales más
favorables.

TÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo 1. Ámbito de aplicación.


1. Esta ley se aplicará a los arbitrajes cuyo lugar se halle dentro del territorio español,
sean de carácter interno o internacional, sin perjuicio de lo establecido en tratados de los que
España sea parte o en leyes que contengan disposiciones especiales sobre arbitraje.
2. Las normas contenidas en los apartados 3, 4 y 6 del artículo 8, en el artículo 9,
excepto el apartado 2, en los artículos 11 y 23 y en los títulos VIII y IX de esta ley se
aplicarán aun cuando el lugar del arbitraje se encuentre fuera de España.
3. Esta ley será de aplicación supletoria a los arbitrajes previstos en otras leyes.
4. Quedan excluidos del ámbito de aplicación de esta ley los arbitrajes laborales.

Artículo 2. Materias objeto de arbitraje.


1. Son susceptibles de arbitraje las controversias sobre materias de libre disposición
conforme a derecho.
2. Cuando el arbitraje sea internacional y una de las partes sea un Estado o una
sociedad, organización o empresa controlada por un Estado, esa parte no podrá invocar las
prerrogativas de su propio derecho para sustraerse a las obligaciones dimanantes del
convenio arbitral.

Artículo 3. Arbitraje internacional.


1. El arbitraje tendrá carácter internacional cuando en él concurra alguna de las
siguientes circunstancias:
a) Que, en el momento de celebración del convenio arbitral, las partes tengan sus
domicilios en Estados diferentes.
b) Que el lugar del arbitraje, determinado en el convenio arbitral o con arreglo a éste, el
lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la relación jurídica de la
que dimane la controversia o el lugar con el que ésta tenga una relación más estrecha, esté
situado fuera del Estado en que las partes tengan sus domicilios.

– 839 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

c) Que la relación jurídica de la que dimane la controversia afecte a intereses del


comercio internacional.
2. A los efectos de lo dispuesto en el apartado anterior, si alguna de las partes tiene más
de un domicilio, se estará al que guarde una relación más estrecha con el convenio arbitral ;
y si una parte no tiene ningún domicilio, se estará a su residencia habitual.

Artículo 4. Reglas de interpretación.


Cuando una disposición de esta ley:
a) Deje a las partes la facultad de decidir libremente sobre un asunto, esa facultad
comprenderá la de autorizar a un tercero, incluida una institución arbitral, a que adopte esa
decisión, excepto en el caso previsto en el artículo 34.
b) Se refiera al convenio arbitral o a cualquier otro acuerdo entre las partes, se entenderá
que integran su contenido las disposiciones del reglamento de arbitraje al que las partes se
hayan sometido.
c) Se refiera a la demanda, se aplicará también a la reconvención, y cuando se refiera a
la contestación, se aplicará asimismo a la contestación a esa reconvención, excepto en los
casos previstos en el párrafo a) del artículo 31 y en el párrafo a) del apartado 2 del artículo
38.

Artículo 5. Notificaciones, comunicaciones y cómputo de plazos.


Salvo acuerdo en contrario de las partes y con exclusión, en todo caso, de los actos de
comunicación realizados dentro de un procedimiento judicial, se aplicarán las disposiciones
siguientes:
a) Toda notificación o comunicación se considerará recibida el día en que haya sido
entregada personalmente al destinatario o en que haya sido entregada en su domicilio,
residencia habitual, establecimiento o dirección. Asimismo, será válida la notificación o
comunicación realizada por télex, fax u otro medio de telecomunicación electrónico,
telemático o de otra clase semejante que permitan el envío y la recepción de escritos y
documentos dejando constancia de su remisión y recepción y que hayan sido designados
por el interesado. En el supuesto de que no se descubra, tras una indagación razonable,
ninguno de esos lugares, se considerará recibida el día en que haya sido entregada o
intentada su entrega, por correo certificado o cualquier otro medio que deje constancia, en el
último domicilio, residencia habitual, dirección o establecimiento conocidos del destinatario.
b) Los plazos establecidos en esta ley se computarán desde el día siguiente al de
recepción de la notificación o comunicación. Si el último día del plazo fuere festivo en el lugar
de recepción de la notificación o comunicación, se prorrogará hasta el primer día laborable
siguiente. Cuando dentro de un plazo haya de presentarse un escrito, el plazo se entenderá
cumplido si el escrito se remite dentro de aquél, aunque la recepción se produzca con
posterioridad. Los plazos establecidos por días se computarán por días naturales.

Artículo 6. Renuncia tácita a las facultades de impugnación.


Si una parte, conociendo la infracción de alguna norma dispositiva de esta ley o de algún
requisito del convenio arbitral, no la denunciare dentro del plazo previsto para ello o, en su
defecto, tan pronto como le sea posible, se considerará que renuncia a las facultades de
impugnación previstas en esta ley.

Artículo 7. Intervención judicial.


En los asuntos que se rijan por esta ley no intervendrá ningún tribunal, salvo en los
casos en que ésta así lo disponga.

Artículo 8. Tribunales competentes para las funciones de apoyo y control del arbitraje.
1. Para el nombramiento y remoción judicial de árbitros será competente la Sala de lo
Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma donde tenga
lugar el arbitraje; de no estar éste aún determinado, la que corresponda al domicilio o

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

residencia habitual de cualquiera de los demandados; si ninguno de ellos tuviere domicilio o


residencia habitual en España, la del domicilio o residencia habitual del actor, y si éste
tampoco los tuviere en España, la de su elección.
2. Para la asistencia judicial en la práctica de pruebas será competente el Juzgado de
Primera Instancia del lugar del arbitraje o el del lugar donde hubiere de prestarse la
asistencia.
3. Para la adopción judicial de medidas cautelares será tribunal competente el del lugar
en que el laudo deba ser ejecutado y, en su defecto, el del lugar donde las medidas deban
producir su eficacia, de conformidad con lo previsto en el artículo 724 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
4. Para la ejecución forzosa de laudos o resoluciones arbitrales será competente el
Juzgado de Primera Instancia del lugar en que se haya dictado de acuerdo con lo previsto en
el apartado 2 del artículo 545 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
5. Para conocer de la acción de anulación del laudo será competente la Sala de lo Civil y
de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma donde aquél se
hubiere dictado.
6. Para el reconocimiento de laudos o resoluciones arbitrales extranjeros será
competente la Sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Autónoma del domicilio o lugar de residencia de la parte frente a la que se
solicita el reconocimiento o del domicilio o lugar de residencia de la persona a quien se
refieren los efectos de aquellos, determinándose subsidiariamente la competencia territorial
por el lugar de ejecución o donde aquellos laudos o resoluciones arbitrales deban producir
sus efectos.
Para la ejecución de laudos o resoluciones arbitrales extranjeros será competente el
Juzgado de Primera Instancia con arreglo a los mismos criterios.

TÍTULO II
Del convenio arbitral y sus efectos

Artículo 9. Forma y contenido del convenio arbitral.


1. El convenio arbitral, que podrá adoptar la forma de cláusula incorporada a un contrato
o de acuerdo independiente, deberá expresar la voluntad de las partes de someter a arbitraje
todas o algunas de las controversias que hayan surgido o puedan surgir respecto de una
determinada relación jurídica, contractual o no contractual.
2. Si el convenio arbitral está contenido en un contrato de adhesión, la validez de dicho
convenio y su interpretación se regirán por lo dispuesto en las normas aplicables a ese tipo
de contrato.
3. El convenio arbitral deberá constar por escrito, en un documento firmado por las
partes o en un intercambio de cartas, telegramas, télex, fax u otros medios de
telecomunicación que dejen constancia del acuerdo.
Se considerará cumplido este requisito cuando el convenio arbitral conste y sea
accesible para su ulterior consulta en soporte electrónico, óptico o de otro tipo.
4. Se considerará incorporado al acuerdo entre las partes el convenio arbitral que conste
en un documento al que éstas se hayan remitido en cualquiera de las formas establecidas en
el apartado anterior.
5. Se considerará que hay convenio arbitral cuando en un intercambio de escritos de
demanda y contestación su existencia sea afirmada por una parte y no negada por la otra.
6. Cuando el arbitraje fuere internacional, el convenio arbitral será válido y la
controversia será susceptible de arbitraje si cumplen los requisitos establecidos por las
normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio arbitral, o por las normas
jurídicas aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho español.

– 841 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

Artículo 10. Arbitraje testamentario.


También será válido el arbitraje instituido por disposición testamentaria para solucionar
diferencias entre herederos no forzosos o legatarios por cuestiones relativas a la distribución
o administración de la herencia.

Artículo 11. Convenio arbitral y demanda en cuanto al fondo ante un Tribunal.


1. El convenio arbitral obliga a las partes a cumplir lo estipulado e impide a los tribunales
conocer de las controversias sometidas a arbitraje, siempre que la parte a quien interese lo
invoque mediante declinatoria.
El plazo para la proposición de la declinatoria será dentro de los diez primeros días del
plazo para contestar a la demanda en las pretensiones que se tramiten por el procedimiento
del juicio ordinario, o en los diez primeros días posteriores a la citación para vista, para las
que se tramiten por el procedimiento del juicio verbal.
2. La declinatoria no impedirá la iniciación o prosecución de las actuaciones arbitrales.
3. El convenio arbitral no impedirá a ninguna de las partes, con anterioridad a las
actuaciones arbitrales o durante su tramitación, solicitar de un tribunal la adopción de
medidas cautelares ni a éste concederlas.

Artículo 11 bis. Arbitraje estatutario.


1. Las sociedades de capital podrán someter a arbitraje los conflictos que en ellas se
planteen.
2. La introducción en los estatutos sociales de una cláusula de sumisión a arbitraje
requerirá el voto favorable de, al menos, dos tercios de los votos correspondientes a las
acciones o a las participaciones en que se divida el capital social.
3. Los estatutos sociales podrán establecer que la impugnación de los acuerdos sociales
por los socios o administradores quede sometida a la decisión de uno o varios árbitros,
encomendándose la administración del arbitraje y la designación de los árbitros a una
institución arbitral.

Artículo 11 ter. Anulación por laudo de acuerdos societarios inscribibles.


1. El laudo que declare la nulidad de un acuerdo inscribible habrá de inscribirse en el
Registro Mercantil. El “Boletín Oficial del Registro Mercantil” publicará un extracto.
2. En el caso de que el acuerdo impugnado estuviese inscrito en el Registro Mercantil, el
laudo determinará, además, la cancelación de su inscripción, así como la de los asientos
posteriores que resulten contradictorios con ella.

TÍTULO III
De los árbitros

Artículo 12. Número de árbitros.


Las partes podrán fijar libremente el número de árbitros, siempre que sea impar. A falta
de acuerdo, se designará un solo árbitro.

Artículo 13. Capacidad para ser árbitro.


Pueden ser árbitros las personas naturales que se hallen en el pleno ejercicio de sus
derechos civiles, siempre que no se lo impida la legislación a la que puedan estar sometidos
en el ejercicio de su profesión. Salvo acuerdo en contrario de las partes, la nacionalidad de
una persona no será obstáculo para que actúe como árbitro.

Artículo 14. Arbitraje institucional.


1. Las partes podrán encomendar la administración del arbitraje y la designación de
árbitros a:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

a) Corporaciones de Derecho público y Entidades públicas que puedan desempeñar


funciones arbitrales, según sus normas reguladoras.
b) Asociaciones y entidades sin ánimo de lucro en cuyos estatutos se prevean funciones
arbitrales.
2. Las instituciones arbitrales ejercerán sus funciones conforme a sus propios
reglamentos.
3. Las instituciones arbitrales velarán por el cumplimiento de las condiciones de
capacidad de los árbitros y por la transparencia en su designación, así como su
independencia.

Artículo 15. Nombramiento de los árbitros.


1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, en los arbitrajes que no deban decidirse en
equidad, cuando el arbitraje se haya de resolver por árbitro único se requerirá la condición
de jurista al árbitro que actúe como tal.
Cuando el arbitraje se haya de resolver por tres o más árbitros, se requerirá que al
menos uno de ellos tenga la condición de jurista.
2. Las partes podrán acordar libremente el procedimiento para la designación de los
árbitros, siempre que no se vulnere el principio de igualdad. A falta de acuerdo, se aplicarán
las siguientes reglas:
a) En el arbitraje con un solo árbitro, éste será nombrado por el tribunal competente a
petición de cualquiera de las partes.
b) En el arbitraje con tres árbitros, cada parte nombrará uno y los dos árbitros así
designados nombrarán al tercero, quien actuará como presidente del colegio arbitral. Si una
parte no nombra al árbitro dentro de los 30 días siguientes a la recepción del requerimiento
de la otra para que lo haga, la designación del árbitro se hará por el tribunal competente, a
petición de cualquiera de las partes. Lo mismo se aplicará cuando los árbitros designados no
consigan ponerse de acuerdo sobre el tercer árbitro dentro de los 30 días contados desde la
última aceptación.
En caso de pluralidad de demandantes o de demandados, éstos nombrarán un árbitro y
aquéllos otro. Si los demandantes o los demandados no se pusieran de acuerdo sobre el
árbitro que les corresponde nombrar, todos los árbitros serán designados por el tribunal
competente a petición de cualquiera de las partes.
c) En el arbitraje con más de tres árbitros, todos serán nombrados por el tribunal
competente a petición de cualquiera de las partes.
3. Si no resultare posible designar árbitros a través del procedimiento acordado por las
partes, cualquiera de ellas podrá solicitar al tribunal competente el nombramiento de los
árbitros o, en su caso, la adopción de las medidas necesarias para ello.
4. Las pretensiones que se ejerciten en relación con lo previsto en los apartados
anteriores se sustanciarán por los cauces del juicio verbal.
5. El tribunal únicamente podrá rechazar la petición formulada cuando aprecie que, de
los documentos aportados, no resulta la existencia de un convenio arbitral.
6. Si procede la designación de árbitros por el tribunal, éste confeccionará una lista con
tres nombres por cada árbitro que deba ser nombrado. Al confeccionar dicha lista el tribunal
tendrá en cuenta los requisitos establecidos por las partes para ser árbitro y tomará las
medidas necesarias para garantizar su independencia e imparcialidad. En el supuesto de
que proceda designar un solo árbitro o un tercer árbitro, el tribunal tendrá también en cuenta
la conveniencia de nombrar un árbitro de nacionalidad distinta a la de las partes y, en su
caso, a la de los árbitros ya designados, a la vista de las circunstancias concurrentes. A
continuación, se procederá al nombramiento de los árbitros mediante sorteo.
7. Contra las resoluciones definitivas que decidan sobre las cuestiones atribuidas en este
artículo al tribunal competente no cabrá recurso alguno.

Artículo 16. Aceptación de los árbitros.


Salvo que las partes hayan dispuesto otra cosa, cada árbitro, dentro del plazo de 15 días
a contar desde el siguiente a la comunicación del nombramiento, deberá comunicar su

– 843 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

aceptación a quien lo designó. Si en el plazo establecido no comunica la aceptación, se


entenderá que no acepta su nombramiento.

Artículo 17. Motivos de abstención y recusación.


1. Todo árbitro debe ser y permanecer durante el arbitraje independiente e imparcial. En
todo caso, no podrá mantener con las partes relación personal, profesional o comercial.
2. La persona propuesta para ser árbitro deberá revelar todas las circunstancias que
puedan dar lugar a dudas justificadas sobre su imparcialidad e independencia. El árbitro, a
partir de su nombramiento, revelará a las partes sin demora cualquier circunstancia
sobrevenida.
En cualquier momento del arbitraje cualquiera de las partes podrá pedir a los árbitros la
aclaración de sus relaciones con algunas de las otras partes.
3. Un árbitro sólo podrá ser recusado si concurren en él circunstancias que den lugar a
dudas justificadas sobre su imparcialidad o independencia, o si no posee las cualificaciones
convenidas por las partes. Una parte sólo podrá recusar al árbitro nombrado por ella, o en
cuyo nombramiento haya participado, por causas de las que haya tenido conocimiento
después de su designación.
4. Salvo acuerdo en contrario de las partes, el árbitro no podrá haber intervenido como
mediador en el mismo conflicto entre éstas.

Artículo 18. Procedimiento de recusación.


1. Las partes podrán acordar libremente el procedimiento de recusación de los árbitros.
2. A falta de acuerdo, la parte que recuse a un árbitro expondrá los motivos dentro de los
quince días siguientes a aquel en que tenga conocimiento de la aceptación o de cualquiera
de las circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas sobre su imparcialidad o
independencia. A menos que el árbitro recusado renuncie a su cargo o que la otra parte
acepte la recusación, corresponderá a los árbitros decidir sobre ésta.
3. Si no prosperase la recusación planteada con arreglo al procedimiento acordado por
las partes o al establecido en el apartado anterior, la parte recusante podrá, en su caso,
hacer valer la recusación al impugnar el laudo.

Artículo 19. Falta o imposibilidad de ejercicio de las funciones.


1. Cuando un árbitro se vea impedido de hecho o de derecho para ejercer sus funciones,
o por cualquier otro motivo no las ejerza dentro de un plazo razonable, cesará en su cargo si
renuncia o si las partes acuerdan su remoción. Si existe desacuerdo sobre la remoción y las
partes no han estipulado un procedimiento para salvar dicho desacuerdo, se aplicarán las
siguientes reglas:
a) La pretensión de remoción se sustanciará por los trámites del juicio verbal. Se podrá
acumular la solicitud de nombramiento de árbitros, en los términos previstos en el artículo
15, para el caso de que se estime la de remoción.
Contra las resoluciones definitivas que se dicten no cabrá recurso alguno.
b) En el arbitraje con pluralidad de árbitros los demás árbitros decidirán la cuestión. Si no
pudieren alcanzar una decisión, se aplicará lo dispuesto en el párrafo anterior.
2. La renuncia de un árbitro a su cargo o la aceptación por una de las partes de su cese,
conforme a lo dispuesto en el presente artículo o en el apartado 2 del artículo anterior, no se
considerará como un reconocimiento de la procedencia de ninguno de los motivos
mencionados en las citadas normas.

Artículo 20. Nombramiento de árbitro sustituto.


1. Cualquiera que sea la causa por la que haya que designar un nuevo árbitro, se hará
según las normas reguladoras del procedimiento de designación del sustituido.
2. Una vez nombrado el sustituto, los árbitros, previa audiencia de las partes, decidirán si
ha lugar a repetir actuaciones ya practicadas.

– 844 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

Artículo 21. Responsabilidad de los árbitros y de las instituciones arbitrales. Provisión de


fondos.
1. La aceptación obliga a los árbitros y, en su caso, a la institución arbitral, a cumplir
fielmente el encargo, incurriendo, si no lo hicieren, en responsabilidad por los daños y
perjuicios que causaren por mala fe, temeridad o dolo. En los arbitrajes encomendados a
una institución, el perjudicado tendrá acción directa contra la misma, con independencia de
las acciones de resarcimiento que asistan a aquélla contra los árbitros.
Se exigirá a los árbitros o a las instituciones arbitrales en su nombre la contratación de
un seguro de responsabilidad civil o garantía equivalente, en la cuantía que
reglamentariamente se establezca. Se exceptúan de la contratación de este seguro o
garantía equivalente a las Entidades públicas y a los sistemas arbitrales integrados o
dependientes de las Administraciones públicas.
2. Salvo pacto en contrario, tanto los árbitros como la institución arbitral podrán exigir a
las partes las provisiones de fondos que estimen necesarias para atender a los honorarios y
gastos de los árbitros y a los que puedan producirse en la administración del arbitraje. A falta
de provisión de fondos por las partes, los árbitros podrán suspender o dar por concluidas las
actuaciones arbitrales. Si dentro del plazo alguna de las partes no hubiere realizado su
provisión, los árbitros, antes de acordar la conclusión o suspensión de las actuaciones, lo
comunicarán a las demás partes, por si tuvieren interés en suplirla dentro del plazo que les
fijaren.

TÍTULO IV
De la competencia de los árbitros

Artículo 22. Potestad de los árbitros para decidir sobre su competencia.


1. Los árbitros estarán facultados para decidir sobre su propia competencia, incluso
sobre las excepciones relativas a la existencia o a la validez del convenio arbitral o
cualesquiera otras cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia. A este
efecto, el convenio arbitral que forme parte de un contrato se considerará como un acuerdo
independiente de las demás estipulaciones del mismo. La decisión de los árbitros que
declare la nulidad del contrato no entrañará por sí sola la nulidad del convenio arbitral.
2. Las excepciones a las que se refiere el apartado anterior deberán oponerse a más
tardar en el momento de presentar la contestación, sin que el hecho de haber designado o
participado en el nombramiento de los árbitros impida oponerlas. La excepción consistente
en que los árbitros se exceden del ámbito de su competencia deberá oponerse tan pronto
como se plantee, durante las actuaciones arbitrales, la materia que exceda de dicho ámbito.
Los árbitros sólo podrán admitir excepciones opuestas con posterioridad si la demora
resulta justificada.
3. Los árbitros podrán decidir las excepciones de que trata este artículo con carácter
previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su decisión relativas al fondo del
asunto. La decisión de los árbitros sólo podrá impugnarse mediante el ejercicio de la acción
de anulación del laudo en el que se haya adoptado. Si la decisión fuese desestimatoria de
las excepciones y se adoptase con carácter previo, el ejercicio de la acción de anulación no
suspenderá el procedimiento arbitral.

Artículo 23. Potestad de los árbitros de adoptar medidas cautelares.


1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, los árbitros podrán, a instancia de cualquiera
de ellas, adoptar las medidas cautelares que estimen necesarias respecto del objeto del
litigio. Los árbitros podrán exigir caución suficiente al solicitante.
2. A las decisiones arbitrales sobre medidas cautelares, cualquiera que sea la forma que
revistan, les serán de aplicación las normas sobre anulación y ejecución forzosa de laudos.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

TÍTULO V
De la sustanciación de las actuaciones arbitrales

Artículo 24. Principios de igualdad, audiencia y contradicción.


1. Deberá tratarse a las partes con igualdad y darse a cada una de ellas suficiente
oportunidad de hacer valer sus derechos.
2. Los árbitros, las partes y las instituciones arbitrales, en su caso, están obligadas a
guardar la confidencialidad de las informaciones que conozcan a través de las actuaciones
arbitrales.

Artículo 25. Determinación del procedimiento.


1. Conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, las partes podrán convenir libremente
el procedimiento al que se hayan de ajustar los árbitros en sus actuaciones.
2. A falta de acuerdo, los árbitros podrán, con sujeción a lo dispuesto en esta Ley, dirigir
el arbitraje del modo que consideren apropiado. Esta potestad de los árbitros comprende la
de decidir sobre admisibilidad, pertinencia y utilidad de las pruebas, sobre su práctica,
incluso de oficio, y sobre su valoración.

Artículo 26. Lugar del arbitraje.


1. Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. A falta de acuerdo, lo
determinarán los árbitros, atendidas las circunstancias del caso y la conveniencia de las
partes.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, los árbitros podrán, previa
consulta a las partes y salvo acuerdo en contrario de éstas, reunirse en cualquier
lugar que estimen apropiado para oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o para
examinar o reconocer objetos, documentos o personas. Los árbitros podrán celebrar
deliberaciones en cualquier lugar que estimen apropiado.

Artículo 27. Inicio del arbitraje.


Salvo que las partes hayan convenido otra cosa, la fecha en que el demandado haya
recibido el requerimiento de someter la controversia a arbitraje se considerará la de inicio del
arbitraje.

Artículo 28. Idioma del arbitraje.


1. Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas del arbitraje. A falta de
acuerdo, y cuando de las circunstancias del caso no permitan delimitar la cuestión, el
arbitraje se tramitará en cualquiera de las lenguas oficiales en el lugar donde se desarrollen
las actuaciones. La parte que alegue desconocimiento del idioma tendrá derecho a
audiencia, contradicción y defensa en la lengua que utilice, sin que esta alegación pueda
suponer la paralización del proceso.
Salvo que en el acuerdo de las partes se haya previsto otra cosa, el idioma o los idiomas
establecidos se utilizarán en los escritos de las partes, en las audiencias, en los laudos y en
las decisiones o comunicaciones de los árbitros, sin perjuicio de lo señalado en el párrafo
primero.
En todo caso, los testigos, peritos y terceras personas que intervengan en el
procedimiento arbitral, tanto en actuaciones orales como escritas, podrán utilizar su lengua
propia. En las actuaciones orales se podrá habilitar como intérprete a cualquier persona
conocedora de la lengua empleada, previo juramento o promesa de aquella.
2. Los árbitros, salvo oposición de alguna de las partes, podrán ordenar que, sin
necesidad de proceder a su traducción, cualquier documento sea aportado o cualquier
actuación realizada en idioma distinto al del arbitraje.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

Artículo 29. Demanda y contestación.


1. Dentro del plazo convenido por las partes o determinado por los árbitros y a menos
que las partes hayan acordado otra cosa respecto del contenido de la demanda y de la
contestación, el demandante deberá alegar los hechos en que se funda, la naturaleza y las
circunstancias de la controversia y las pretensiones que formula, y el demandado podrá
responder a lo planteado en la demanda. Las partes, al formular sus alegaciones, podrán
aportar todos los documentos que consideren pertinentes o hacer referencia a los
documentos u otras pruebas que vayan a presentar o proponer.
2. Salvo acuerdo en contrario de las partes, cualquiera de ellas podrá modificar o ampliar
su demanda o contestación durante el curso de las actuaciones arbitrales, a menos que los
árbitros lo consideren improcedente por razón de la demora con que se hubiere hecho.

Artículo 30. Forma de las actuaciones arbitrales.


1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, los árbitros decidirán si han de celebrarse
audiencias para la presentación de alegaciones, la práctica de pruebas y la emisión de
conclusiones, o si las actuaciones se sustanciarán solamente por escrito. No obstante, a
menos que las partes hubiesen convenido que no se celebren audiencias, los árbitros las
señalarán, en la fase apropiada de las actuaciones, si cualquiera de las partes lo solicitara.
2. Las partes serán citadas a todas las audiencias con suficiente antelación y podrán
intervenir en ellas directamente o por medio de sus representantes.
3. De todas las alegaciones escritas, documentos y demás instrumentos que una parte
aporte a los árbitros se dará traslado a la otra parte. Asimismo, se pondrán a disposición de
las partes los documentos, dictámenes periciales y otros instrumentos probatorios en que los
árbitros puedan fundar su decisión.

Artículo 31. Falta de comparecencia de las partes.


Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando, sin alegar causa suficiente a juicio de
los árbitros:
a) El demandante no presente su demanda en plazo, los árbitros darán por terminadas
las actuaciones, a menos que, oído el demandado, éste manifieste su voluntad de ejercitar
alguna pretensión.
b) El demandado no presente su contestación en plazo, los árbitros continuarán las
actuaciones, sin que esa omisión se considere como allanamiento o admisión de los hechos
alegados por el demandante.
c) Una de las partes no comparezca a una audiencia o no presente pruebas, los árbitros
podrán continuar las actuaciones y dictar el laudo con fundamento en las pruebas de que
dispongan.

Artículo 32. Nombramiento de peritos por los árbitros.


1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, los árbitros podrán nombrar, de oficio o a
instancia de parte, uno o más peritos para que dictaminen sobre materias concretas y
requerir a cualquiera de las partes para que facilite al perito toda la información pertinente, le
presente para su inspección todos los documentos u objetos pertinentes o le proporcione
acceso a ellos.
2. Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando una parte lo solicite o cuando los
árbitros lo consideren necesario, todo perito, después de la presentación de su dictamen,
deberá participar en una audiencia en la que los árbitros y las partes, por sí o asistidas de
peritos, podrán interrogarle.
3. Lo previsto en los apartados precedentes se entiende sin perjuicio de la facultad de las
partes, salvo acuerdo en contrario, de aportar dictámenes periciales por peritos libremente
designados.

Artículo 33. Asistencia judicial para la práctica de pruebas.


1. Los árbitros o cualquiera de las partes con su aprobación podrán solicitar del tribunal
competente asistencia para la práctica de pruebas, de conformidad con las normas que le

– 847 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

sean aplicables sobre medios de prueba. Esta asistencia podrá consistir en la práctica de la
prueba ante el tribunal competente o en la adopción por éste de las concretas medidas
necesarias para que la prueba pueda ser practicada ante los árbitros.
2. Si así se le solicitare, el Tribunal practicará la prueba bajo su exclusiva dirección. En
otro caso, el Tribunal se limitará a acordar las medidas pertinentes. En ambos supuestos el
Secretario judicial entregará al solicitante testimonio de las actuaciones.

TÍTULO VI
Del pronunciamiento del laudo y de la terminación de las actuaciones

Artículo 34. Normas aplicables al fondo de la controversia.


1. Los árbitros sólo decidirán en equidad si las partes les han autorizado expresamente
para ello.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, cuando el arbitraje sea
internacional, los árbitros decidirán la controversia de conformidad con las normas jurídicas
elegidas por las partes. Se entenderá que toda indicación del derecho u ordenamiento
jurídico de un Estado determinado se refiere, a menos que se exprese lo contrario, al
derecho sustantivo de ese Estado y no a sus normas de conflicto de leyes.
Si las partes no indican las normas jurídicas aplicables, los árbitros aplicarán las que
estimen apropiadas.
3. En todo caso, los árbitros decidirán con arreglo a las estipulaciones del contrato y
tendrán en cuenta los usos aplicables.

Artículo 35. Adopción de decisiones colegiadas.


1. Cuando haya más de un árbitro, toda decisión se adoptará por mayoría, salvo que las
partes hubieren dispuesto otra cosa. Si no hubiere mayoría, la decisión será tomada por el
presidente.
2. Salvo acuerdo de las partes o de los árbitros en contrario, el presidente podrá decidir
por sí solo cuestiones de ordenación, tramitación e impulso del procedimiento.

Artículo 36. Laudo por acuerdo de las partes.


1. Si durante las actuaciones arbitrales las partes llegan a un acuerdo que ponga fin total
o parcialmente a la controversia, los árbitros darán por terminadas las actuaciones con
respecto a los puntos acordados y, si ambas partes lo solicitan y los árbitros no aprecian
motivo para oponerse, harán constar ese acuerdo en forma de laudo en los términos
convenidos por las partes.
2. El laudo se dictará con arreglo a lo dispuesto en el artículo siguiente y tendrá la misma
eficacia que cualquier otro laudo dictado sobre el fondo del litigio.

Artículo 37. Plazo, forma, contenido y notificación del laudo.


1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, los árbitros decidirán la controversia en un
solo laudo o en tantos laudos parciales como estimen necesarios.
2. Salvo acuerdo en contrario de las partes, los árbitros deberán decidir la controversia
dentro de los seis meses siguientes a la fecha de presentación de la contestación a que se
refiere el artículo 29 o de expiración del plazo para presentarla. Salvo acuerdo en contrario
de las partes, este plazo podrá ser prorrogado por los árbitros, por un plazo no superior a
dos meses, mediante decisión motivada. Salvo acuerdo en contrario de las partes, la
expiración del plazo sin que se haya dictado laudo definitivo no afectará a la eficacia del
convenio arbitral ni a la validez del laudo dictado, sin perjuicio de la responsabilidad en que
hayan podido incurrir los árbitros.
3. Todo laudo deberá constar por escrito y ser firmado por los árbitros, quienes podrán
dejar constancia de su voto a favor o en contra. Cuando haya más de un árbitro, bastarán las
firmas de la mayoría de los miembros del colegio arbitral o sólo la de su presidente, siempre
que se manifiesten las razones de la falta de una o más firmas.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, se entenderá que el laudo consta por
escrito cuando de su contenido y firmas quede constancia y sean accesibles para su ulterior
consulta en soporte electrónico, óptico o de otro tipo.
4. El laudo deberá ser siempre motivado, a menos que se trate de un laudo pronunciado
en los términos convenidos por las partes conforme al artículo anterior.
5. Constarán en el laudo la fecha en que ha sido dictado y el lugar del arbitraje,
determinado de conformidad con el apartado 1 del artículo 26. El laudo se considerará
dictado en ese lugar.
6. Con sujeción a lo acordado por las partes, los árbitros se pronunciarán en el laudo
sobre las costas del arbitraje, que incluirán los honorarios y gastos de los árbitros y, en su
caso, los honorarios y gastos de los defensores o representantes de las partes, el coste del
servicio prestado por la institución administradora del arbitraje y los demás gastos originados
en el procedimiento arbitral.
7. Los árbitros notificarán el laudo a las partes en la forma y en el plazo que éstas hayan
acordado o, en su defecto, mediante entrega a cada una de ellas de un ejemplar firmado de
conformidad con lo dispuesto en el apartado 3, dentro del mismo plazo establecido en el
apartado 2.
8. El laudo podrá ser protocolizado notarialmente.
Cualquiera de las partes, a su costa, podrá instar de los árbitros, antes de la notificación,
que el laudo sea protocolizado.

Artículo 38. Terminación de las actuaciones.


1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, sobre notificación y, en su caso,
protocolización del laudo, y en el artículo siguiente, sobre su corrección, aclaración y
complemento, las actuaciones arbitrales terminarán y los árbitros cesarán en sus funciones
con el laudo definitivo.
2. Los árbitros también ordenarán la terminación de las actuaciones cuando:
a) El demandante desista de su demanda, a menos que el demandado se oponga a ello
y los árbitros le reconozcan un interés legítimo en obtener una solución definitiva del litigio.
b) Las partes acuerden dar por terminadas las actuaciones.
c) Los árbitros comprueben que la prosecución de las actuaciones resulta innecesaria o
imposible.
3. Transcurrido el plazo que las partes hayan señalado a este fin o, en su defecto, el de
dos meses desde la terminación de las actuaciones, cesará la obligación de los árbitros de
conservar la documentación del procedimiento. Dentro de ese plazo, cualquiera de las partes
podrá solicitar a los árbitros que le remitan los documentos presentados por ella. Los árbitros
accederán a la solicitud siempre que no atente contra el secreto de la deliberación arbitral y
que el solicitante asuma los gastos correspondientes al envío, en su caso.

Artículo 39. Corrección, aclaración, complemento y extralimitación del laudo.


1. Dentro de los diez días siguientes a la notificación del laudo, salvo que las partes
hayan acordado otro plazo, cualquiera de ellas podrá, con notificación a la otra, solicitar a los
árbitros:
a) La corrección de cualquier error de cálculo, de copia, tipográfico o de naturaleza
similar.
b) La aclaración de un punto o de una parte concreta del laudo.
c) El complemento del laudo respecto de peticiones formuladas y no resueltas en él.
d) La rectificación de la extralimitación parcial del laudo, cuando se haya resuelto sobre
cuestiones no sometidas a su decisión o sobre cuestiones no susceptibles de arbitraje.
2. Previa audiencia de las demás partes, los árbitros resolverán sobre las solicitudes de
corrección de errores y de aclaración en el plazo de diez días, y sobre la solicitud de
complemento y la rectificación de la extralimitación, en el plazo de veinte días.
3. Dentro de los 10 días siguientes a la fecha del laudo, los árbitros podrán proceder de
oficio a la corrección de errores a que se refiere el párrafo a) del apartado 1.

– 849 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

4. Lo dispuesto en el artículo 37 se aplicará a las resoluciones arbitrales sobre


corrección, aclaración, complemento y extralimitación del laudo.
5. Cuando el arbitraje sea internacional, los plazos de 10 y 20 días establecidos en los
apartados anteriores serán plazos de uno y dos meses, respectivamente.

TÍTULO VII
De la anulación y de la revisión del laudo

Artículo 40. Acción de anulación del laudo.


Contra un laudo definitivo podrá ejercitarse la acción de anulación en los términos
previstos en este título.

Artículo 41. Motivos.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y
pruebe:
a) Que el convenio arbitral no existe o no es válido.
b) Que no ha sido debidamente notificada de la designación de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales o no ha podido, por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no sometidas a su decisión.
d) Que la designación de los árbitros o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo entre las partes, salvo que dicho acuerdo fuera contrario a una norma imperativa de
esta Ley, o, a falta de dicho acuerdo, que no se han ajustado a esta ley.
e) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no susceptibles de arbitraje.
f) Que el laudo es contrario al orden público.
2. Los motivos contenidos en los párrafos b), e) y f) del apartado anterior podrán ser
apreciados por el tribunal que conozca de la acción de anulación de oficio o a instancia del
Ministerio Fiscal en relación con los intereses cuya defensa le está legalmente atribuida.
3. En los casos previstos en los párrafos c) y e) del apartado 1, la anulación afectará sólo
a los pronunciamientos del laudo sobre cuestiones no sometidas a decisión de los árbitros o
no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan separarse de las demás.
4. La acción de anulación del laudo habrá de ejercitarse dentro de los dos meses
siguientes a su notificación o, en caso de que se haya solicitado corrección, aclaración o
complemento del laudo, desde la notificación de la resolución sobre esta solicitud, o desde la
expiración del plazo para adoptarla.

Artículo 42. Procedimiento.
1. La acción de anulación se sustanciará por los cauces del juicio verbal, sin perjuicio de
las siguientes especialidades:
a) La demanda deberá presentarse conforme a lo establecido en el artículo 399 de la Ley
1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, acompañada de los documentos justificativos
de su pretensión, del convenio arbitral y del laudo, y, en su caso, contendrá la proposición de
los medios de prueba cuya práctica interese el actor.
b) El Secretario Judicial dará traslado de la demanda al demandado, para que conteste
en el plazo de veinte días. En la contestación, acompañada de los documentos justificativos
de su oposición, deberá proponer todos los medios de prueba de que intente valerse. De
este escrito, y de los documentos que lo acompañan, se dará traslado al actor para que
pueda presentar documentos adicionales o proponer la práctica de prueba.
c) Contestada la demanda o transcurrido el correspondiente plazo, el Secretario Judicial
citará a la vista, si así lo solicitan las partes en sus escritos de demanda y contestación. Si
en sus escritos no hubieren solicitado la celebración de vista, o cuando la única prueba
propuesta sea la de documentos, y éstos ya se hubieran aportado al proceso sin resultar
impugnados, o en el caso de los informes periciales no sea necesaria la ratificación, el
Tribunal dictará sentencia, sin más trámite.

– 850 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

2. Frente a la sentencia que se dicte no cabrá recurso alguno.

Artículo 43. Cosa juzgada y revisión de laudos.


El laudo produce efectos de cosa juzgada y frente a él sólo cabrá ejercitar la acción de
anulación y, en su caso, solicitar la revisión conforme a lo establecido en la Ley 1/2000, de 7
de enero, de Enjuiciamiento Civil para las sentencias firmes.

TÍTULO VIII
De la ejecución forzosa del laudo

Artículo 44. Normas aplicables.


La ejecución forzosa de los laudos se regirá por lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento
Civil y en este título.

Artículo 45. Suspensión, sobreseimiento y reanudación de la ejecución en caso de ejercicio


de la acción de anulación del laudo.
1. El laudo es ejecutable aun cuando contra él se haya ejercitado acción de anulación.
No obstante, en ese caso el ejecutado podrá solicitar al tribunal competente la suspensión
de la ejecución, siempre que ofrezca caución por el valor de la condena más los daños y
perjuicios que pudieren derivarse de la demora en la ejecución del laudo. La caución podrá
constituirse en cualquiera de las formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del
artículo 529 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Presentada la solicitud de suspensión, el
tribunal, tras oír al ejecutante, resolverá sobre la caución.
Contra esta resolución no cabrá recurso alguno.
2. El Secretario judicial alzará la suspensión y ordenará que continúe la ejecución
cuando conste al Tribunal la desestimación de la acción de anulación, sin perjuicio del
derecho del ejecutante a solicitar, en su caso, indemnización de los daños y perjuicios
causados por la demora en la ejecución, a través de los cauces ordenados en los artículo
712 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
3. El Secretario judicial alzará la ejecución, con los efectos previstos en los artículos 533
y 534 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, cuando conste al Tribunal que ha sido estimada la
acción de anulación.
Si la anulación afectase sólo a las cuestiones a que se refiere el apartado 3 del
artículo 41 y subsistiesen otros pronunciamientos del laudo, se considerará estimación
parcial, a los efectos previstos en el apartado 2 del artículo 533 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil.

TÍTULO IX
Del exequátur de laudos extranjeros

Artículo 46. Carácter extranjero del laudo. Normas aplicables.


1. Se entiende por laudo extranjero el pronunciado fuera del territorio español.
2. El exequátur de laudos extranjeros se regirá por el Convenio sobre reconocimiento y
ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras, hecho en Nueva York, el 10 de junio de
1958, sin perjuicio de lo dispuesto en otros convenios internacionales más favorables a su
concesión, y se sustanciará según el procedimiento establecido en el ordenamiento procesal
civil para el de sentencias dictadas por tribunales extranjeros.

Disposición adicional única. Arbitrajes de consumo.


Esta ley será de aplicación supletoria al arbitraje a que se refiere la Ley 26/1984, de 19
de julio, general de defensa de consumidores y usuarios, que en sus normas de desarrollo
podrá establecer la decisión en equidad, salvo que las partes opten expresamente por el
arbitraje en derecho.

– 851 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje

Disposición transitoria única. Régimen transitorio.


1. En los casos en que con anterioridad a la entrada en vigor de esta ley el demandado
hubiere recibido el requerimiento de someter la controversia a arbitraje o se hubiere iniciado
el procedimiento arbitral, éste se regirá por lo dispuesto en la Ley 36/1988, de 5 de
diciembre, de Arbitraje. No obstante, se aplicarán en todo caso las normas de esta ley
relativas al convenio arbitral y a sus efectos.
2. A los laudos dictados con posterioridad a la entrada en vigor de esta ley les serán de
aplicación las normas de ésta relativas a anulación y revisión.
3. Los procedimientos de ejecución forzosa de laudos y de exequátur de laudos
extranjeros que se encontraren pendientes a la entrada en vigor de esta ley se seguirán
sustanciando por lo dispuesto en la Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje.

Disposición derogatoria única. Derogaciones.


Queda derogada la Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje.

Disposición final primera. Modificación de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento


Civil.
1. El número 2.º del apartado 2 del artículo 517, queda redactado en los siguientes
términos:
"2.º Los laudos o resoluciones arbitrales."
2. Se añade un nuevo párrafo al número 1.º del apartado 1 del artículo 550 con la
siguiente redacción:
"Cuando el título sea un laudo, se acompañarán, además, el convenio arbitral y
los documentos acreditativos de la notificación de aquél a las partes."
3. Se adiciona un número 4.º al apartado 1 del artículo 559 con esta redacción:
"4.º Si el título ejecutivo fuera un laudo arbitral no protocolizado notarialmente, la
falta de autenticidad de éste."

Disposición final segunda. Habilitación competencial.


Esta ley se dicta al amparo de la competencia exclusiva del Estado en materia de
legislación mercantil, procesal y civil, establecida en el artículo 149.1.6.a y 8.a de la
Constitución.

Disposición final tercera. Entrada en vigor.


La presente ley entrará en vigor a los tres meses de su publicación en el "Boletín Oficial
del Estado".

– 852 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§ 13

Ley 54/2007, de 28 de diciembre, de Adopción internacional.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 312, de 29 de diciembre de 2007
Última modificación: sin modificaciones
Referencia: BOE-A-2007-22438

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presenten vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

I
Las circunstancias económicas y demográficas de determinados países, en los que
muchos niños no han podido encontrar un ambiente propicio para su desarrollo, unido al
descenso de la natalidad en España, han originado que en los últimos años el número de
menores extranjeros adoptados por españoles o residentes en España se haya
incrementado notablemente. En dicha situación surgen nuevas necesidades y demandas
sociales de las que se han hecho eco numerosas instituciones tanto públicas como privadas,
que han trasladado al Gobierno la necesidad de adecuar el ordenamiento jurídico a la
realidad social actual.
El aumento de adopciones constituidas en el extranjero supone, a su vez, un desafío
jurídico de grandes proporciones para el legislador, que debe facilitar los instrumentos
normativos precisos para que la adopción tenga lugar con las máximas garantías y respeto a
los intereses de los menores a adoptar, posibilitando el desarrollo armónico de la
personalidad del niño en el contexto de un medio familiar propicio. Todo ello en el marco de
la más escrupulosa seguridad jurídica que redunda siempre en beneficio de todos los
participantes en la adopción internacional, especialmente y en primer lugar, en beneficio del
menor adoptado. El transcurso de los años ha proporcionado perspectiva suficiente para
apreciar la oportunidad de una Ley que pusiera fin a la dispersión normativa característica de
la legislación anterior y reuniera una regulación completa de las cuestiones de derecho
internacional privado necesariamente presentes en todo proceso de adopción internacional.

– 853 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

II
La presente Ley conjuga los principios y valores de nuestra Constitución con las
disposiciones de los instrumentos internacionales en materia de adopción que son parte de
nuestro ordenamiento jurídico. En especial, es preciso poner de manifiesto la trascendencia
que tienen en esta nueva ordenación los principios contenidos en el Convenio de las
Naciones Unidas sobre los derechos del niño, de 20 de noviembre de 1989, en la
Declaración de Naciones Unidas sobre los principios sociales y jurídicos aplicables a la
protección y al bienestar de los niños, considerados sobre todo desde el ángulo de las
prácticas en materia de adopción y de colocación familiar en los planos nacional e
internacional (Resolución de la Asamblea General 41/1985, de 3 de diciembre de 1986), en
el Convenio relativo a la protección del niño y a la cooperación en materia de adopción
internacional, hecho en La Haya el 29 de mayo de 1993, ratificado por España mediante
Instrumento de 30 de junio de 1995.
Un referente de gran importancia en España ha sido el trabajo llevado a cabo en la
Comisión del Senado sobre adopción internacional, cuyas conclusiones, elaboradas con las
aportaciones de autoridades y expertos en la materia, han marcado una línea y camino a
seguir en el enfoque de este fenómeno social.
En aplicación de la Constitución y de los instrumentos legales internacionales en vigor
para España, esta nueva norma concibe la adopción internacional como una medida de
protección de los menores que no pueden encontrar una familia en sus países de origen y
establece las garantías necesarias y adecuadas para asegurar que las adopciones
internacionales se realicen, ante todo, en interés superior del niño y con respeto a sus
derechos. Asimismo, se pretende evitar y prevenir la sustracción, la venta o el tráfico de
niños, asegurando al mismo tiempo la no discriminación del menor por razón de nacimiento,
nacionalidad, raza, sexo, deficiencia o enfermedad, religión, lengua, cultura, opinión o
cualquier otra circunstancia personal, familiar o social.
Cabe añadir que la presente Ley debe ser siempre interpretada con arreglo al principio
del interés superior de los menores, que prevalecerá sobre cualquier otro interés legítimo
que pudiera concurrir en los procesos de adopción internacional.

III
La Ley tiene por objeto una regulación normativa sistemática, coherente y actualizada
que permite dar respuesta al fenómeno de la adopción internacional en España.
El articulado se divide en tres Títulos. Bajo la rúbrica «Disposiciones generales», el Título
I establece el ámbito de aplicación y la intervención de las Entidades Públicas competentes
en materia de protección de menores, con especial detenimiento en la especificación de las
funciones que desarrollan las Entidades Colaboradoras en la adopción internacional.
Así, en el Capítulo I se establece el ámbito de aplicación de la norma, el objetivo
pretendido por esta Ley de establecimiento de garantías de las adopciones tomando siempre
como guía el interés superior de los menores, y se señala cuáles son los principios que
informan la adopción internacional en consonancia con la Convención de los Derechos del
Niño de 20 de noviembre de 1989 y el Convenio de La Haya de 29 de mayo de 1993 sobre
la protección de los derechos del niño y cooperación en materia de adopción internacional.
Cierra este Capítulo la determinación de las circunstancias que impiden la adopción, en esa
línea de procurar que las adopciones tengan lugar únicamente cuando existen las garantías
mínimas suficientes.
En el Capítulo II se recoge la intervención de las Entidades Públicas de Protección de
Menores en el procedimiento de adopción y las funciones de intermediación que únicamente
podrán llevarse a cabo por Entidades Colaboradoras previamente acreditadas por la Entidad
Pública española competente y por la autoridad correspondiente del país de origen de los
menores.
La función intermediadora que se atribuye en exclusiva a estas Entidades Colaboradoras
ha impuesto al legislador la tarea de configurar un marco jurídico que conjugue la prestación
integral del servicio que tienen encomendado con unos mecanismos básicos para su
acreditación y control, que deberá ser ejercido por las Entidades Públicas competentes.

– 854 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

En este marco relativo a la acreditación, seguimiento y control de las Entidades


Colaboradoras, se aborda otra serie de cuestiones como la posibilidad de formalizar
acuerdos de cooperación entre estas entidades ante situaciones especiales, la posibilidad de
establecer la coordinación entre las Entidades Públicas de Protección de Menores
competentes, la decisión sobre el número de Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional en países concretos, los supuestos de suspensión o retirada de la acreditación
a Entidades Colaboradoras acreditadas en varias Comunidades Autónomas, la concreción
del carácter de la relación de las Entidades Colaboradoras con sus representantes en el país
de origen de los menores y la responsabilidad de aquéllas por los actos que éstos realicen
en las funciones de intermediación.
Por otra parte, el Capítulo III regula la idoneidad de los adoptantes partiendo de la
definición de su concepto, de la determinación de las cuestiones y aspectos a que debe
referirse y del establecimiento de su plazo máximo de vigencia.
También en este Capítulo se impone a los adoptantes una serie de obligaciones
postadoptivas y se reconoce el derecho de los adoptados a conocer sus orígenes biológicos.
Consciente el legislador de la trascendencia de esta cuestión desde la perspectiva del libre
desarrollo de la personalidad de las personas adoptadas, se ha conjugado el ejercicio de
este derecho con las necesarias cautelas para proteger la intimidad de las personas
afectadas. De esta forma se establecen dos limitaciones fundamentales: por una parte, la
legitimación restringida a la persona del adoptado una vez alcanzada la mayoría de edad o
bien con anterioridad si está representada por sus padres y, por otra parte, el asesoramiento
e intervención necesaria de las Entidades Públicas competentes para facilitar el acceso a los
datos requeridos.
Concluye el Capítulo con un precepto específicamente destinado a la protección de los
datos de carácter personal, de conformidad con el informe de la Agencia Española de
Protección de Datos.
La segunda parte de la Ley se destina a regular las normas de Derecho Internacional
Privado relativas a la adopción internacional. Así, el Título II consta de tres partes bien
diferenciadas.
En primer lugar, ofrece una regulación completa de la competencia de las autoridades
españolas para la constitución, modificación, conversión y declaración de nulidad de la
adopción internacional. Inspirada en el principio de «conexión mínima», una autoridad
española no debe proceder a la constitución, modificación o declaración de nulidad de una
adopción internacional si el supuesto no aparece mínimamente conectado con España. De
ese modo, se evita la penetración de foros exorbitantes en la legislación española, foros que
pueden provocar la constitución de adopciones válidas en España pero ineficaces o
inexistentes en otros países, especialmente en el país de origen del menor.
En segundo lugar, la Ley regula la legislación aplicable a la constitución de la adopción
internacional por autoridades españolas, así como a la conversión, modificación y
declaración de nulidad de la misma. Con el fin de lograr una mejor sistemática, el Capítulo
relativo a la «Ley aplicable a la adopción» distingue dos supuestos. Cuando el adoptando
posea su residencia habitual en España o la vaya a adquirir próximamente, se opta por
disponer la aplicación de la ley española a la constitución de la adopción. Sin embargo,
cuando el adoptando no resida habitualmente en España, ni vaya a ser trasladado a España
para establecer en España su centro social de vida, se ha preferido que la adopción se rija
por la ley del país en cuya sociedad va a quedar integrado. En ambos casos, la Ley
incorpora las necesarias cautelas y se otorga en el segundo un margen de discrecionalidad
judicial más amplio para dar entrada puntual a otras leyes estatales diferentes y procurar la
mayor validez internacional de la adopción constituida en España.
En tercer lugar, contiene una regulación exhaustiva de los efectos jurídicos que pueden
surtir en España las adopciones constituidas ante autoridades extranjeras competentes.
Estas disposiciones revisten una importancia particular, visto que el número de adopciones
constituidas en el extranjero por ciudadanos residentes en España es, en la actualidad,
manifiestamente superior al número de adopciones constituidas en España. En este punto,
la Ley arranca del necesario respeto al entramado legal, compuesto por los Tratados y
Convenios internacionales y otras normas internacionales de aplicación para España, que

– 855 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

resultan aplicables para concretar los efectos legales que surten en España las adopciones
constituidas en el extranjero.
Con base en lo anterior, la Ley establece un régimen para el reconocimiento en España
de las adopciones constituidas por autoridades extranjeras en defecto de normativa
internacional aplicable. Dicho régimen gira en torno a una idea elemental: la adopción sólo
será reconocida en España si se ha constituido válidamente en el Estado de origen y si,
además, satisface determinadas exigencias de regularidad jurídica o que giren en torno al
interés del adoptando. De ese modo, se evita que una adopción que no haya sido
regularmente constituida en un país extranjero, pueda desplegar efectos legales en España
y que las adopciones constituidas sin un respeto suficiente a los mínimos niveles de justicia,
con especial atención al interés del menor, surtan efectos en España.
A tal efecto, las autoridades españolas y en especial, los Encargados del Registro Civil,
deberán controlar, en todo caso, que la adopción haya sido constituida por autoridad
extranjera competente, que dicha autoridad respetó sus propias normas de Derecho
Internacional Privado y constituyó, por tanto, una adopción válida en dicho país. Deberá
constatar asimismo que la adopción constituida en país extranjero surte, según la ley
aplicada a su constitución, los mismos efectos sustanciales que la adopción regulada en la
legislación española, que los adoptantes han sido declarados idóneos para adoptar, y que,
en el caso de adoptando español, se haya emitido el consentimiento de la Entidad Pública
correspondiente a la última residencia del adoptando en España y, finalmente, que el
documento presentado en España y que contiene el acto de adopción constituida ante
autoridad extranjera, reúna las suficientes garantías formales de autenticidad.
La Ley incorpora igualmente, una regulación, hasta ahora inexistente en nuestro
Derecho positivo, relativa a los efectos en España de la adopción simple o menos plena
legalmente constituida por autoridad extranjera, así como la posibilidad de conversión en una
adopción con plenitud de efectos, estableciendo los factores que deben concurrir en cada
caso para que la autoridad española competente acuerde la transformación.
Concluye el articulado de la Ley con un Título III en el que se regula el régimen jurídico-
privado de los casos internacionales de acogimiento familiar y otras medidas de protección
de menores.

IV
Se completa la Ley con la modificación de determinados artículos del Código Civil. En
primer lugar, la que impone el contenido del Título II de la Ley en el artículo 9.5 del Código
Civil, que pasa a cumplir una mera función de remisión a la Ley de adopción internacional.
Por otro lado se aprovecha el evidente vínculo que une la adopción con la protección de
los menores para abordar la reforma de los artículos 154, 172, 180 y 268 del Código Civil.
Además de mejorarse la redacción de estos preceptos, se da respuesta de este modo a los
requerimientos del Comité de Derechos del Niño, que ha mostrado su preocupación por la
posibilidad de que la facultad de corrección moderada que hasta ahora se reconoce a los
padres y tutores pueda contravenir el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del
Niño de 20 de noviembre de 1989.
Estas reformas serán de aplicación supletoria respecto del derecho propio de aquellas
Comunidades Autónomas que lo posean.

– 856 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

TÍTULO I
Disposiciones generales

CAPÍTULO I
Ámbito de aplicación

Artículo 1. Ámbito de aplicación.


1. La presente Ley regula la competencia de las autoridades judiciales y consulares
españolas y la determinación de la ley aplicable a las adopciones internacionales, así como
la validez en España de las adopciones constituidas por autoridades extranjeras.
2. Se entiende por «adopción internacional» el vínculo jurídico de filiación que presenta
un elemento extranjero derivado de la nacionalidad o de la residencia habitual de adoptantes
o adoptandos.

Artículo 2. Objeto y finalidad de la Ley.


1. La presente Ley establece el marco jurídico y los instrumentos básicos para garantizar
que todas las adopciones internacionales tengan lugar en consideración al interés superior
del menor.
2. La finalidad de esta Ley es proteger los derechos de los menores a adoptar, teniendo
en cuenta también los de los solicitantes de adopción y los de las demás personas
implicadas en el proceso de adopción internacional.

Artículo 3. Principios informadores de la adopción internacional.


La adopción internacional de menores respetará los principios inspiradores de la
Convención de Derechos del Niño de 20 de noviembre de 1989 y del Convenio de la Haya,
de 29 de mayo de 1993, relativo a la protección de derechos del niño y a la cooperación en
materia de adopción internacional.
A tal fin, la Entidad Pública competente, en la medida de lo posible, incluirá los
estándares y salvaguardas del Convenio de La Haya, de 29 de mayo de 1993, en los
acuerdos relativos a la adopción internacional que suscriba con Estados no contratantes del
mismo.

Artículo 4. Circunstancias que impiden o condicionan la adopción.


1. No se tramitarán solicitudes de adopción de menores nacionales de otro país o con
residencia habitual en otro Estado en las siguientes circunstancias:
a) Cuando el país en que el menor adoptando tenga su residencia habitual se encuentre
en conflicto bélico o inmerso en un desastre natural.
b) Si no existe en el país una autoridad específica que controle y garantice la adopción.
c) Cuando en el país no se den las garantías adecuadas para la adopción y las prácticas
y trámites de la adopción en el mismo no respeten el interés del menor o no cumplan los
principios éticos y jurídicos internacionales referidos en el artículo 3.
2. Las Entidades Públicas de Protección de Menores españolas podrán establecer que,
con respecto a un determinado Estado, únicamente se tramiten solicitudes de adopción
internacional a través de Entidades Colaboradoras acreditadas o autorizadas por las
autoridades de ambos Estados, cuando se constate que otra vía de tramitación presenta
riesgos evidentes por la falta de garantías adecuadas.
3. La tramitación de solicitudes para la adopción de aquellos menores extranjeros que
hayan sido acogidos en programas humanitarios de estancia temporal por motivo de
vacaciones, estudios o tratamiento médico, requerirá que tales acogimientos hayan
finalizado conforme a las condiciones para las que fueron constituidos y que en su país de
origen participen en programas de adopción debidamente regulados.
4. A efectos de la decisión a adoptar por la Entidad Pública competente en cada
Comunidad Autónoma en los supuestos previstos en los apartados 1 y 2 de este artículo, se

– 857 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

procurará la correspondiente coordinación autonómica, pudiendo someterse dicha decisión a


la consideración previa del correspondiente órgano de coordinación institucional de las
Administraciones Públicas sobre adopción internacional, así como del Consejo Consultivo de
Adopción Internacional.
5. La función de intermediación en la adopción internacional únicamente podrá
efectuarse por las Entidades Públicas de Protección de Menores y por las Entidades de
Colaboración, debidamente autorizadas por aquéllas y por la correspondiente autoridad del
país de origen de los menores. Ninguna otra persona o entidad podrá intervenir en funciones
de intermediación para adopciones internacionales.
6. En las adopciones internacionales nunca podrán producirse beneficios financieros
distintos de aquellos que fueran precisos para cubrir estrictamente los gastos necesarios.

CAPÍTULO II
Entidades Públicas y Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional

Artículo 5. Intervención de las Entidades Públicas de Protección de Menores.


En materia de adopción internacional corresponde a las Entidades Públicas competentes
en materia de protección de menores:
a) Organizar y facilitar la información sobre legislación, requisitos y trámites necesarios
en España y en los países de origen de los menores, velando para que esa información sea
lo más completa, veraz y actualizada posible y de libre acceso por los interesados.
b) Facilitar a las familias la formación previa necesaria que les permita comprender y
afrontar las implicaciones de la adopción internacional, preparándolas para el adecuado
ejercicio de sus funciones parentales una vez constituida aquélla. Podrán delegar esta
función en instituciones o entidades debidamente autorizadas.
c) La recepción de las solicitudes, en todo caso, y su tramitación, ya sea directamente o
a través de Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional debidamente acreditadas.
d) La expedición, en todo caso, de los certificados de idoneidad, previa elaboración, bien
directamente o a través de instituciones o entidades debidamente autorizadas, del informe
psicosocial de los solicitantes de la adopción, y, cuando lo exija el país de origen del
adoptando, la expedición del compromiso de seguimiento.
e) Recibir la asignación del menor, con información sobre su identidad, su adoptabilidad,
su medio social y familiar, su historia médica y necesidades particulares; así como la
información relativa al otorgamiento de los consentimientos de personas, instituciones y
autoridades requeridas por la legislación del país de origen.
f) Dar la conformidad respecto a la adecuación de las características del niño asignado
por el organismo competente del país de origen con las que figuren en el informe psicosocial
que acompaña al certificado de idoneidad.
A lo largo del proceso de adopción internacional ofrecerán apoyo técnico dirigido a los
adoptados y a los adoptantes, prestándose particular atención a las personas que hayan
adoptado menores con características o necesidades especiales. Durante la estancia de los
adoptantes en el extranjero podrán contar para ello con la colaboración del Servicio Exterior.
g) Los informes de los seguimientos requeridos por el país de origen del menor, que
podrán encomendar a entidades como las previstas en el artículo 6 de esta Ley o a otras
organizaciones sin ánimo de lucro.
h) El establecimiento de recursos cualificados de apoyo postadoptivo para la adecuada
atención de adoptados y adoptantes en la problemática que les es específica.
i) La acreditación, control, inspección y elaboración de directrices de actuación de las
Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional que realicen funciones de
intermediación en su ámbito territorial.
En sus actuaciones en materia de adopción internacional, las Entidades Públicas
competentes promoverán medidas para lograr la máxima coordinación y colaboración entre
ellas. En particular, procurarán la homogeneización de procedimientos, plazos y costes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

Artículo 6. La actividad de intermediación en la adopción internacional.


1. Se entiende por intermediación en adopción internacional toda actividad que tenga por
objeto intervenir poniendo en contacto o en relación a los solicitantes de adopción con las
autoridades, organizaciones e instituciones del país de origen o residencia del menor
susceptible de ser adoptado y prestar la asistencia suficiente para que la adopción se pueda
llevar a cabo.
2. Las funciones que deben realizar las entidades acreditadas para la intermediación
serán las siguientes:
a) Información y asesoramiento a los interesados en materia de adopción internacional.
b) Intervención en la tramitación de expedientes de adopción ante las autoridades
competentes, tanto españolas como extranjeras.
c) Asesoramiento y apoyo a los solicitantes de adopción en los trámites que
necesariamente deben realizar en España y en los países de origen de los menores.
d) Intervenir en la tramitación y realizar las gestiones correspondientes para el
cumplimiento de las obligaciones postadoptivas establecidas para los adoptantes en la
legislación del país de origen del menor adoptado que le sean encomendadas, en los
términos fijados por la Entidad Pública de Protección de Menores española que la haya
acreditado.
3. Las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional intervendrán en los términos
y con las condiciones establecidas en esta Ley y en las normas de las Comunidades
Autónomas.
4. Las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional podrán establecer entre ellas
acuerdos de cooperación para solventar situaciones sobrevenidas o para un mejor
cumplimiento de sus fines.

Artículo 7. Acreditación, seguimiento y control de las Entidades Colaboradoras de Adopción


Internacional.
1. Sólo podrán ser acreditadas como Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional las entidades sin ánimo de lucro inscritas en el registro correspondiente, que
tengan como finalidad en sus estatutos la protección de menores, dispongan de los medios
materiales y equipos pluridisciplinares necesarios para el desarrollo de las funciones
encomendadas y estén dirigidas y administradas por personas cualificadas por su integridad
moral, por su formación y por su experiencia en el ámbito de la adopción internacional.
Las Entidades Públicas competentes procurarán la mayor homogeneidad posible en los
requisitos básicos para la acreditación.
2. Existirá un registro público específico de las Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional acreditadas.
3. En el supuesto de que el país extranjero para el que se prevé la acreditación de
Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional fije un límite en el número de las
mismas, se establecerá la oportuna coordinación entre las Entidades Públicas competentes
españolas a efectos de acreditar las que corresponda.
4. Podrá establecerse, mediante la correspondiente coordinación de todas las Entidades
Públicas, un número máximo de Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional
españolas a acreditar para intermediación en un país concreto, en función de las
necesidades de adopción internacional en ese país, las adopciones constituidas u otras
cuestiones sobre la previsión de posibilidades de adopción internacional en el mismo.
5. Las Entidades Públicas podrán suspender o retirar, mediante expediente
contradictorio, la acreditación concedida a aquellas entidades acreditadas para la
intermediación que dejen de cumplir las condiciones que motivaron su concesión o que
infrinjan en su actuación el ordenamiento jurídico. Esta suspensión o retirada de la
acreditación podrá tener lugar con carácter general o sólo para algún país concreto.
En el supuesto de suspensión y retirada de la acreditación de una Entidad Colaboradora
de Adopción Internacional por parte de la Entidad Pública competente de una Comunidad
Autónoma, ésta facilitará la información más relevante que obre en la instrucción del
expediente sancionador a las Entidades Públicas de las demás Comunidades Autónomas

– 859 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

donde también esté acreditada, a efectos de que puedan iniciar la investigación que, en su
caso, consideren oportuna.
6. Las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional designarán la persona que
actuará como representante de la Entidad y de las familias ante la autoridad del país de
origen del menor. Los profesionales empleados por las Entidades Colaboradoras de
Adopción Internacional en los países de origen de los menores se considerarán personal
adscrito a la Entidad, que será responsable de los actos de dichos profesionales en el
ejercicio de sus funciones de intermediación. Estos profesionales deberán ser evaluados por
el órgano competente para la acreditación de la Entidad Colaboradora.
7. Corresponderá a las Comunidades Autónomas competentes en la materia, la
acreditación, seguimiento y control de las Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional que actúen en su ámbito territorial, de acuerdo con la normativa autonómica
aplicable.
8. Para el seguimiento y control de las Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional se establecerá la correspondiente coordinación interautonómica con respecto a
aquellas que estén acreditadas en más de una Comunidad Autónoma.

Artículo 8. Relación de los solicitantes de adopción y las Entidades Colaboradoras de


Adopción Internacional.
1. La Entidad Colaboradora de Adopción Internacional y los solicitantes de adopción
formalizarán un contrato referido exclusivamente a las funciones de intermediación que
aquélla asume con respecto a la tramitación de la solicitud de adopción.
El modelo básico de contrato ha de ser previamente homologado por la Entidad Pública
competente.
2. Para el exclusivo cumplimiento de las competencias establecidas en el artículo 5.i) de
esta Ley, las Entidades Públicas competentes crearán un registro de las reclamaciones
formuladas por las personas que acudan a las Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional que hayan acreditado.

Artículo 9. Comunicación entre autoridades competentes españolas y autoridades


competentes de otros Estados.
La comunicación entre las autoridades centrales españolas competentes y las
autoridades competentes de otros Estados se coordinará de acuerdo con lo previsto en el
Convenio relativo a la protección del niño y a la cooperación en materia de adopción
internacional, hecho en La Haya el 29 de mayo de 1993 y ratificado por España mediante
Instrumento de 30 de junio de 1995, si las autoridades extranjeras corresponden a Estados
que forman parte del Convenio de la Haya o de otros tratados y convenios internacionales
existentes en materia de adopción internacional.
Con respecto al resto de los Estados, se procurará seguir el mismo procedimiento.

CAPÍTULO III
Capacidad y requisitos para la adopción internacional

Artículo 10. Idoneidad de los adoptantes.


1. Se entiende por idoneidad la capacidad, aptitud y motivación adecuadas para ejercer
la patria potestad, atendiendo a las necesidades de los niños adoptados, y para asumir las
peculiaridades, consecuencias y responsabilidades que conlleva la adopción internacional.
2. A tal efecto, la declaración de idoneidad requerirá una valoración psicosocial sobre la
situación personal, familiar y relacional de los adoptantes, y su capacidad para establecer
vínculos estables y seguros, sus habilidades educativas y su aptitud para atender a un
menor en función de sus singulares circunstancias, así como cualquier otro elemento útil
relacionado con la singularidad de la adopción internacional.
Las Entidades Públicas competentes procurarán la necesaria coordinación con el fin de
homogeneizar los criterios de valoración de la idoneidad.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

3. La declaración de idoneidad y los informes psicosociales referentes a la misma


tendrán una vigencia máxima de tres años desde la fecha de su emisión por el órgano
competente español, siempre que no se produzcan modificaciones sustanciales en la
situación personal y familiar de los solicitantes que dieron lugar a dicha declaración, sujeta
no obstante a las condiciones y a las limitaciones establecidas, en su caso, en la legislación
autonómica aplicable en cada supuesto.
4. Corresponde a las Entidades Públicas competentes en materia de protección de
menores la declaración de idoneidad de los adoptantes a través de los informes de
idoneidad, que estarán sujetos a las condiciones, requisitos y limitaciones establecidos en la
legislación correspondiente.
5. En el proceso de declaración de idoneidad, se prohíbe cualquier discriminación por
razón de discapacidad o cualquier otra circunstancia.

Artículo 11. Obligaciones postadoptivas de los adoptantes.


1. Los adoptantes deberán facilitar en el tiempo previsto la información, documentación y
entrevistas que la Entidad Pública de Protección de Menores española competente, o
Entidad Colaboradora por ella autorizada, precise para la emisión de los informes de
seguimiento postadoptivo exigidos por la Entidad Pública de Protección de Menores
competente en España o por la autoridad competente del país de origen.
2. Los adoptantes deberán cumplir en el tiempo previsto los trámites postadoptivos
establecidos por la legislación del país de origen del menor adoptado, recibiendo para ello la
ayuda y asesoramiento preciso por parte de las Entidades Públicas de Protección de
Menores y las Entidades de Colaboración de Adopción Internacional.

Artículo 12. Derecho a conocer los orígenes biológicos.


Las personas adoptadas, alcanzada la mayoría de edad o durante su minoría de edad
representadas por sus padres, tendrán derecho a conocer los datos que sobre sus orígenes
obren en poder de las Entidades Públicas españolas, sin perjuicio de las limitaciones que
pudieran derivarse de la legislación de los países de que provengan los menores. Este
derecho se hará efectivo con el asesoramiento, la ayuda y mediación de los servicios
especializados de la Entidad Pública de Protección de Menores u organizaciones
autorizadas para tal fin.
Las Entidades Públicas competentes asegurarán la conservación de la información de
que dispongan relativa a los orígenes del niño, en particular la información respecto a la
identidad de sus padres, así como la historia médica del niño y de su familia.
Las Entidades colaboradoras que hubieran intermediado en la adopción deberán
informar a las Entidades Públicas de los datos de los que dispongan sobre los orígenes del
menor.

Artículo 13. Protección de datos de carácter personal.


1. El tratamiento y cesión de datos derivado del cumplimiento de las previsiones de la
presente Ley se encontrará sometido a lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de
diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.
2. Los datos obtenidos por las Entidades Públicas o por las Entidades Colaboradoras de
Adopción Internacional únicamente podrán ser tratados para las finalidades relacionadas con
el desarrollo, en cada caso, de las funciones descritas para cada una de ellas en los
artículos 5 y 6.2 de la presente Ley.
3. La transferencia internacional de los datos a autoridades extranjeras de adopción
únicamente se efectuará en los supuestos expresamente previstos en esta Ley y en el
Convenio de La Haya de 29 de mayo de 1993, relativo a la protección del niño y a la
cooperación en materia de adopción internacional.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

TÍTULO II
Normas de Derecho Internacional Privado relativas a la adopción internacional

CAPITULO I
Competencia para la constitución de la adopción internacional

Artículo 14. Competencia judicial internacional para la constitución de adopción en


supuestos internacionales.
1. Con carácter general, los Juzgados y Tribunales españoles serán competentes para la
constitución de la adopción en los siguientes casos:
a) Cuando el adoptando sea español o tenga su residencia habitual en España.
b) Cuando el adoptante sea español o tenga su residencia habitual en España.
2. La nacionalidad española y la residencia habitual en España se apreciarán, en todo
caso, en el momento de la presentación de la solicitud de adopción a la Entidad Pública
competente.

Artículo 15. Competencia judicial internacional para la modificación, revisión, declaración de


nulidad o conversión en adopción plena de una adopción en supuestos internacionales.
1. Los Juzgados y Tribunales españoles serán competentes para la declaración de
nulidad de una adopción en los siguientes casos:
a) Cuando el adoptado sea español o tenga su residencia habitual en España en el
momento de presentación de la solicitud.
b) Cuando el adoptante sea español o tenga su residencia habitual en España en el
momento de presentación de la solicitud.
c) Cuando la adopción haya sido constituida por autoridad española.
2. Si la ley aplicada a la adopción prevé la posibilidad de adopción simple, los Juzgados
y Tribunales españoles serán competentes para la conversión de adopción simple en
adopción plena en los casos señalados en el apartado anterior.
3. Los Juzgados y Tribunales españoles serán también competentes para la modificación
o revisión de una adopción en los mismos casos señalados en el apartado primero y también
cuando, además, la adopción haya sido constituida por autoridad extranjera, siempre que
dicha adopción haya sido reconocida en España.
4. A efectos de lo establecido en esta Ley, se entenderá por adopción simple o menos
plena aquélla constituida por autoridad extranjera competente cuyos efectos no se
correspondan sustancialmente con los previstos para la adopción en la legislación española.

Artículo 16. Competencia objetiva y territorial del órgano jurisdiccional.


1. La determinación del concreto órgano jurisdiccional competente objetiva y
territorialmente para la constitución de la adopción internacional se llevará a cabo con
arreglo a las normas de la jurisdicción voluntaria.
2. En el caso de no poder determinarse la competencia territorial con arreglo al párrafo
anterior, ésta corresponderá al órgano judicial que los adoptantes elijan.

Artículo 17. Competencia de los cónsules en la constitución de adopciones internacionales.


Siempre que el Estado receptor no se oponga a ello, ni lo prohíba su legislación, de
conformidad con los Tratados internacionales y otras normas internacionales de aplicación,
los cónsules podrán constituir adopciones, en el caso de que el adoptante sea español y el
adoptando tenga su residencia habitual en la demarcación consular correspondiente. La
nacionalidad del adoptante y la residencia habitual del adoptando se determinarán en el
momento de inicio del expediente administrativo de adopción.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

CAPÍTULO II
Ley aplicable a la adopción

Sección 1.ª Adopción regida por la ley española

Artículo 18. Ley aplicable a la constitución de la adopción.


1. La adopción constituida por la autoridad competente española se regirá por lo
dispuesto en la ley material española en los siguientes casos:
a) Cuando el adoptando tenga su residencia habitual en España en el momento de
constitución de la adopción.
b) Cuando el adoptando haya sido o vaya a ser trasladado a España con la finalidad de
establecer su residencia habitual en España.

Artículo 19. Capacidad del adoptando y consentimientos necesarios.


1. La capacidad del adoptando y los consentimientos necesarios de todos los sujetos
intervinientes en la adopción, se regirán por la ley nacional del adoptando y no por la ley
sustantiva española, en los siguientes casos:
a) Si el adoptando tuviera su residencia habitual fuera de España en el momento de la
constitución de la adopción.
b) Si el adoptando no adquiere, en virtud de la adopción, la nacionalidad española,
aunque resida en España.
2. La aplicación de la ley nacional del adoptando prevista en el párrafo primero de este
artículo procederá, únicamente, cuando la autoridad española competente estime que con
ello se facilita la validez de la adopción en el país correspondiente a la nacionalidad del
adoptando.
3. No procederá la aplicación de la ley nacional del adoptando prevista en el párrafo
primero de este artículo cuando se trate de adoptandos apátridas o con nacionalidad
indeterminada.

Artículo 20. Consentimientos, audiencias y autorizaciones.


Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 18, la autoridad española competente para la
constitución de la adopción podrá exigir, además, los consentimientos, audiencias o
autorizaciones requeridas por la ley nacional o por la ley de la residencia habitual del
adoptante o del adoptando, siempre que concurran estas circunstancias:
a) Que la exigencia de tales consentimientos, audiencias o autorizaciones repercuta en
interés del adoptando. Se entenderá que concurre «interés del adoptando», particularmente,
si la toma en consideración de las leyes extranjeras facilita, según criterio judicial, la validez
de la adopción en otros países conectados con el supuesto y sólo en la medida en que ello
sea así.
b) Que la exigencia de tales consentimientos, audiencias o autorizaciones sea solicitada
por el adoptante o por el Ministerio Fiscal.

Sección 2.ª Adopción regida por una ley extranjera

Artículo 21. Ley aplicable a la constitución de la adopción.


1. Cuando el adoptando no tenga su residencia habitual en España, y además no haya
sido o no vaya a ser trasladado a España con la finalidad de establecer su residencia
habitual en España, la constitución de la adopción se regirá:
a) Por la ley del país al que ha sido o al que va a ser trasladado el adoptando con la
finalidad de establecer su residencia habitual en dicho país.
b) En defecto del criterio anterior, por la ley del país de la residencia habitual del
adoptando.

– 863 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

2. La autoridad española competente para la constitución de la adopción podrá tener en


cuenta los requisitos de capacidad del adoptando y los consentimientos necesarios de todos
los sujetos intervinientes en la adopción, previstos en la ley nacional del adoptando en el
caso de que dicha autoridad considere que la observancia de tales requisitos facilita la
validez de la adopción en el país correspondiente a la nacionalidad del adoptando.
3. La autoridad española podrá, igualmente, tener en cuenta los consentimientos,
audiencias o autorizaciones requeridas por la ley nacional o por la ley de la residencia
habitual del adoptante o del adoptando, en el caso de que dicha autoridad considere que la
observancia de tales requisitos facilita la validez de la adopción en otros países conectados
con el supuesto.

Sección 3.ª Disposiciones comunes

Artículo 22. Ley aplicable a la conversión, nulidad y revisión de la adopción.


Los criterios anteriores sobre determinación de la ley aplicable a la constitución de la
adopción serán aplicables también para precisar la ley aplicable a la conversión, nulidad y
revisión de la adopción.

Artículo 23. Orden público internacional español.


En ningún caso procederá la aplicación de una ley extranjera cuando resulte
manifiestamente contraria al orden público internacional español. A tal efecto se tendrá en
cuenta el interés superior del menor y los vínculos sustanciales del supuesto con España.
Los aspectos de la adopción que no puedan regirse por un Derecho extranjero al resultar
éste contrario al orden público internacional español, se regirán por el Derecho sustantivo
español.

Artículo 24. Propuesta previa de adopción.


La Entidad Pública correspondiente al último lugar de residencia habitual del adoptante
en España, será competente para formular la propuesta previa de adopción. Si el adoptante
no tuvo residencia en España en los dos últimos años, no será necesaria propuesta previa,
pero el cónsul recabará de las autoridades del lugar de residencia de aquél informes
suficientes para valorar su idoneidad.

CAPÍTULO III
Efectos en España de la adopción constituida por autoridades extranjeras

Artículo 25. Normas internacionales.


La adopción constituida por autoridades extranjeras será reconocida en España con
arreglo a lo establecido en los Tratados y Convenios internacionales y otras normas de
origen internacional en vigor para España, y, en especial, con arreglo al Convenio de La
Haya de 29 de mayo de 1993, relativo a la protección del niño y a la cooperación en materia
de adopción internacional. Tales normas prevalecerán, en todo caso, sobre las reglas
contenidas en esta Ley.

Artículo 26. Requisitos para la validez en España de adopciones constituidas por


autoridades extranjeras en defecto de normas internacionales.
1. En defecto de Tratados y Convenios internacionales y otras normas de origen
internacional en vigor para España que resulten aplicables, la adopción constituida por
autoridades extranjeras será reconocida en España como adopción si se cumplen los
siguientes requisitos:
1.º Que haya sido constituida por autoridad extranjera competente.
La adopción debe haberse constituido por autoridad pública extranjera, sea o no judicial.
Se considera que la autoridad extranjera que constituyó la adopción es internacionalmente

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

competente si se respetaron, en la constitución de la adopción, los foros recogidos en su


propio Derecho.
No obstante lo establecido en la regla anterior, en el caso en que la adopción no
presente conexiones razonables de origen, de antecedentes familiares o de otros órdenes
similares con el país cuya autoridad haya constituido la adopción, se estimará que la
autoridad extranjera carecía de competencia internacional.
2.º Que se haya constituido con arreglo a la ley o leyes estatales designadas por las
normas de conflicto del país del que depende la autoridad extranjera que constituyó la
adopción.
A tal efecto, si la autoridad española comprueba que no se ha prestado alguna
declaración de voluntad o no se ha manifestado el consentimiento exigido por la ley
extranjera reguladora de la constitución de la adopción, dicho requisito podrá ser completado
en España, ante las autoridades competentes españolas con arreglo a los criterios
contenidos en esta Ley, o ante cualquier otra autoridad extranjera competente.
2. Cuando el adoptante o el adoptado sea español, la adopción constituida por autoridad
extranjera debe surtir los efectos jurídicos que se corresponden, de modo sustancial, con los
efectos de la adopción regulada en Derecho español.
Será irrelevante el nombre legal de la institución en el Derecho extranjero.
En particular, las autoridades españolas controlarán que la adopción constituida por
autoridad extranjera produzca la extinción de vínculos jurídicos sustanciales entre el
adoptado y su familia anterior, que haga surgir los mismos vínculos de filiación que los de la
filiación por naturaleza y que sea irrevocable por los adoptantes.
Cuando la ley extranjera admita que la adopción constituida a su amparo pueda ser
revocada por el adoptante, será requisito indispensable que éste, antes del traslado del
menor a España, renuncie al ejercicio de la facultad de revocarla. La renuncia deberá
formalizarse en documento público o mediante comparecencia ante el Encargado del
Registro Civil.
3. Cuando el adoptante sea español y residente en España, la Entidad Pública española
competente deberá declarar su idoneidad previamente a la constitución de la adopción por el
órgano competente extranjero. No se exigirá dicha declaración de idoneidad en los casos en
los que de haberse constituido la adopción en España no se hubiera requerido la misma.
4. Si el adoptando fuera español en el momento de constitución de la adopción ante la
autoridad extranjera competente, será necesario el consentimiento de la Entidad Pública
correspondiente a la última residencia del adoptando en España.
5. El documento en el que conste la adopción constituida ante autoridad extranjera
deberá reunir los requisitos formales de autenticidad consistentes en la legalización o
apostilla y en la traducción a idioma oficial español. Se exceptúan los documentos eximidos
de legalización o traducción en virtud de otras normas vigentes.

Artículo 27. Control de la validez de la adopción constituida por autoridad extranjera.


La autoridad pública española ante la que se suscite la cuestión de la validez de una
adopción constituida por autoridad extranjera, y en especial, el Encargado del Registro Civil
en el que se inste la inscripción de la adopción constituida en el extranjero, controlará,
incidentalmente, la validez de dicha adopción en España con arreglo a las normas
contenidas en esta Ley.

Artículo 28. Requisitos para la validez en España de decisiones extranjeras de conversión,


modificación o nulidad de una adopción.
Las decisiones de la autoridad pública extranjera en cuya virtud se establezca la
conversión, modificación o nulidad de una adopción surtirán efectos legales en España con
arreglo a las exigencias recogidas en el artículo 26 de esta Ley.

Artículo 29. Inscripción de la adopción en el Registro Civil.


Cuando la adopción internacional se haya constituido en el extranjero y los adoptantes
tengan su domicilio en España podrán solicitar la inscripción de nacimiento del menor y la

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

marginal de adopción conforme a las normas contenidas en los artículos 12 y 16.3 de la Ley
del Registro Civil.

Artículo 30. Adopción simple o menos plena legalmente constituida por autoridad


extranjera.
1. La adopción simple o menos plena constituida por autoridad extranjera surtirá efectos
en España, como adopción simple o menos plena, si se ajusta a la ley nacional del adoptado
con arreglo al artículo 9.4 del Código Civil.
2. La ley nacional del adoptado en forma simple o menos plena determinará la
existencia, validez y efectos de tales adopciones, así como la atribución de la patria
potestad.
3. Las adopciones simples o menos plenas no serán objeto de inscripción en el Registro
Civil español como adopciones ni comportarán la adquisición de la nacionalidad española
con arreglo al artículo 19 del Código Civil.
4. Las adopciones simples o menos plenas constituidas por autoridad extranjera
competente podrán ser transformadas en la adopción regulada por el Derecho español
cuando se den los requisitos previstos para ello. La conversión se regirá por la ley
determinada con arreglo a las disposiciones de esta Ley. La adopción simple o menos plena
será considerada como un acogimiento familiar.
Para instar el correspondiente expediente judicial no será necesaria la propuesta previa
de la Entidad Pública competente.
En todo caso, para la conversión de una adopción simple o menos plena en una
adopción plena, la autoridad española competente deberá examinar la concurrencia de los
siguientes extremos:
a) Que las personas, instituciones y autoridades cuyo consentimiento se requiera para la
adopción hayan sido convenientemente asesoradas e informadas sobre las consecuencias
de su consentimiento, sobre los efectos de la adopción y, en concreto, sobre la extinción de
los vínculos jurídicos entre el niño y su familia de origen.
b) Que tales personas hayan manifestado su consentimiento libremente, en la forma
legalmente prevista y que este consentimiento haya sido prestado por escrito.
c) Que los consentimientos no se hayan obtenido mediante pago o compensación de
clase alguna y que tales consentimientos no hayan sido revocados.
d) Que el consentimiento de la madre, cuando se exija, se haya prestado tras el
nacimiento del niño.
e) Que, teniendo en cuenta la edad y el grado de madurez del niño, éste haya sido
convenientemente asesorado e informado sobre los efectos de la adopción y, cuando se
exija, de su consentimiento a la misma.
f) Que, teniendo en cuenta la edad y el grado de madurez del niño, éste haya sido oído.
g) Que, cuando haya de recabarse el consentimiento del menor en la adopción, se
examine que éste lo manifestó libremente, en la forma y con las formalidades legalmente
previstas, y sin que haya mediado precio o compensación de ninguna clase.

Artículo 31. Orden público internacional.


En ningún caso procederá el reconocimiento de una decisión extranjera de adopción
simple, o menos plena, si produce efectos manifiestamente contrarios al orden público
internacional español. A tal efecto, se tendrá en cuenta el interés superior del menor.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

TÍTULO III
Otras medidas de protección de menores

CAPÍTULO I
Competencia y ley aplicable

Artículo 32. Competencia para la constitución de otras medidas de protección de menores.


La competencia para la constitución de las demás medidas de protección de menores se
regirá por los criterios recogidos en los Tratados y Convenios internacionales y otras normas
de origen internacional en vigor para España. En su defecto, se observará lo previsto en el
artículo 22.3 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.

Artículo 33. Ley aplicable a otras medidas de protección de menores.


La ley aplicable a las demás medidas de protección de los menores se determinará con
arreglo a los Tratados y Convenios internacionales y otras normas de origen internacional en
vigor para España. En su defecto, se observará lo previsto en el artículo 9.6 del Código Civil.

CAPÍTULO II
Efectos de las decisiones extranjeras en materia de protección de menores.

Artículo 34. Efectos legales en España de las decisiones relativas a instituciones de


protección de menores que no produzcan vínculos de filiación acordadas por autoridades
extranjeras.
1. Las instituciones de protección de menores constituidas por autoridad extranjera y que
según la ley de su constitución no determinen ningún vínculo de filiación, se equipararán al
acogimiento familiar o, en su caso, a una tutela, regulados en el Derecho español, si
concurren los requisitos siguientes:
1.º Que los efectos sustanciales de la institución extranjera sean equivalentes a los del
acogimiento familiar o, en su caso, a los de una tutela, previstos por la ley española.
2.º Que las instituciones de protección hayan sido acordadas por autoridad extranjera
competente, sea judicial o administrativa. Se considerará que la autoridad extranjera que
constituyó la medida de protección era internacionalmente competente si se respetaron los
foros de competencia recogidos en su propio Derecho.
No obstante lo establecido en la regla anterior, en el caso de que la institución de
protección no presentare conexiones razonables de origen, de antecedentes familiares o de
otros órdenes similares, con el país cuya autoridad ha constituido esa institución se estimará
que la autoridad extranjera carecía de competencia internacional.
3.º Que la institución de protección extranjera debe haberse constituido con arreglo a la
ley o leyes estatales designadas por las normas de conflicto del país de la autoridad
extranjera que acordó la institución.
4.º Que el documento en el que consta la institución constituida ante autoridad extranjera
reúna los requisitos formales de autenticidad consistentes en la legalización o apostilla y en
la traducción al idioma español oficial. Se exceptúan los documentos eximidos de
legalización o traducción en virtud de otras normas vigentes.
2. En ningún caso procederá el reconocimiento de una decisión extranjera relativa a
estas instituciones si produce efectos manifiestamente contrarios al orden público
internacional español.

Disposición adicional única. Entidades Públicas de Protección de Menores.


Las Entidades Públicas de Protección de Menores mencionadas en esta Ley son las
designadas por las Comunidades Autónomas y las Ciudades de Ceuta y Melilla, de acuerdo
con sus respectivas normas de organización.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

Disposición derogatoria única. Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor.


Queda derogado el artículo 25 de la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección
Jurídica del Menor y de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento
Civil.

Disposición final primera. Modificación de determinados artículos del Código Civil.


Uno. El apartado 5 del artículo 9 queda redactado en los siguientes términos:
«La adopción internacional se regirá por las normas contenidas en la Ley de
Adopción Internacional. Igualmente, las adopciones constituidas por autoridades
extranjeras surtirán efectos en España con arreglo a las disposiciones de la citada
Ley de Adopción Internacional.»
Dos. El artículo 154 queda redactado en los siguientes términos:
«Los hijos no emancipados están bajo la potestad de los padres.
La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con
su personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica.
Esta potestad comprende los siguientes deberes y facultades:
1.º Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles
una formación integral.
2.º Representarlos y administrar sus bienes.
Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán ser oídos siempre antes de adoptar
decisiones que les afecten.
Los padres podrán, en el ejercicio de su potestad, recabar el auxilio de la
autoridad.»
Tres. Se modifican los apartados 3 y 6 y se adicionan dos nuevos apartados séptimo y
octavo al artículo 172, que pasan a tener la siguiente redacción:
«3. La guarda asumida a solicitud de los padres o tutores o como función de la
tutela por ministerio de la ley, se realizará mediante el acogimiento familiar o el
acogimiento residencial. El acogimiento familiar se realizará por la persona o
personas que determine la Entidad Pública. El acogimiento residencial se ejercerá
por el Director del centro donde se ha acogido al menor.
Los padres o tutores del menor podrán oponerse en el plazo de dos meses a la
resolución administrativa que disponga el acogimiento cuando consideren que la
modalidad acordada no es la más conveniente para el menor o si existieran dentro
del círculo familiar otras personas más idóneas a las designadas.
6. Las resoluciones que aprecien el desamparo y declaren la asunción de la
tutela por ministerio de la ley serán recurribles ante la jurisdicción civil en el plazo y
condiciones determinados en la Ley de Enjuiciamiento Civil, sin necesidad de
reclamación administrativa previa.
7. Durante el plazo de dos años desde la notificación de la resolución
administrativa por la que se declare el desamparo, los padres que continúen
ostentando la patria potestad pero la tengan suspendida conforme a lo previsto en el
número 1 de este artículo, están legitimados para solicitar que cese la suspensión y
quede revocada la declaración de desamparo del menor, si por cambio de las
circunstancias que la motivaron entienden que se encuentran en condiciones de
asumir nuevamente la patria potestad.
Igualmente están legitimados durante el mismo plazo para oponerse a las
decisiones que se adopten respecto a la protección del menor.
Pasado dicho plazo decaerá su derecho de solicitud u oposición a las decisiones
o medidas que se adopten para la protección del menor. No obstante, podrán facilitar
información a la entidad pública y al Ministerio Fiscal sobre cualquier cambio de las
circunstancias que dieron lugar a la declaración de desamparo.
8. La entidad pública, de oficio, o a instancia del Ministerio Fiscal o de persona o
entidad interesada, podrá en todo momento revocar la declaración de desamparo y
decidir la vuelta del menor con su familia si no se encuentra integrado de forma

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

estable en otra familia o si entiende que es lo más adecuado en interés del menor.
Dicha decisión se notificará al Ministerio Fiscal.»
Cuatro. Se adiciona un nuevo número al artículo 180 que queda redactado en los
siguientes términos:
«5.º Las personas adoptadas, alcanzada la mayoría de edad o durante su
minoría de edad representadas por sus padres, tendrán derecho a conocer los datos
sobre sus orígenes biológicos. Las Entidades Públicas españolas de protección de
menores, previa notificación a las personas afectadas, prestarán a través de sus
servicios especializados el asesoramiento y la ayuda que precisen los solicitantes
para hacer efectivo este derecho.»
Cinco. El artículo 268 queda redactado en los siguientes términos:
«Los tutores ejercerán su cargo de acuerdo con la personalidad de sus pupilos,
respetando su integridad física y psicológica.
Cuando sea necesario para el ejercicio de la tutela podrán recabar el auxilio de la
autoridad.»

Disposición final segunda. Se modifican determinados artículos de la Ley 1/2000, de 7 de


enero, de Enjuiciamiento Civil.
Uno. Se añade un nuevo artículo 141 bis a la Ley de Enjuiciamiento Civil con el siguiente
texto:

«141 bis. 
En los casos previstos en los dos artículos anteriores, en las copias simples,
testimonios y certificaciones que expidan los Secretarios Judiciales, cualquiera que
sea el soporte que se utilice para ello, cuando sea necesario para proteger el
superior interés de los menores y para preservar su intimidad, deberán omitirse los
datos personales, imágenes, nombres y apellidos, domicilio, o cualquier otro dato o
circunstancia que directa o indirectamente pudiera permitir su identificación.»
Dos. Se añade un nuevo párrafo final al artículo 164 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
con el siguiente texto:

«Artículo 164. 
En todo caso en la comunicación o publicación a que se refieren los párrafos
anteriores, en atención al superior interés de los menores y para preservar su
intimidad, deberán omitirse los datos personales, nombres y apellidos, domicilio, o
cualquier otro dato o circunstancia que directa o indirectamente pudiera permitir su
identificación.»
Tres. El artículo 779 queda redactado en los siguientes términos:

«Artículo 779. Carácter preferente del procedimiento. Competencia.


Los procedimientos en los que se sustancie la oposición a las resoluciones
administrativas en materia de protección de menores tendrán carácter preferente.
Será competente para conocer de los mismos el Juzgado de Primera Instancia
del domicilio de la entidad protectora y, en su defecto, o en los supuestos de los
artículos 179 y 180 del Código Civil, la competencia corresponderá al tribunal del
domicilio del adoptante.»
Cuatro. El apartado 1 del artículo 780 queda redactado en los siguientes términos:
«1. No será necesaria la reclamación previa en vía administrativa para formular
oposición, ante los tribunales civiles, a las resoluciones administrativas en materia de
protección de menores.
La oposición a la resolución administrativa por la que se declare el desamparo de
un menor podrá formularse en el plazo de tres meses desde su notificación, y en el

– 869 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional

plazo de dos meses la oposición a las restantes resoluciones administrativas que se


dicten en materia de protección de menores.»
Cinco. El apartado primero del artículo 781 queda redactado en los siguientes términos:
«1.º Los padres que pretendan que se reconozca la necesidad de su
asentimiento para la adopción podrán comparecer ante el tribunal que esté
conociendo del correspondiente expediente y manifestarlo así. El tribunal, con
suspensión del expediente, señalará el plazo que estime necesario para la
presentación de la demanda, que no podrá ser superior a veinte días. Presentada la
demanda, se tramitará con arreglo a lo previsto en el artículo 753 de esta Ley.»

Disposición final tercera. Ley de Demarcación y de Planta Judicial.


El primer inciso del artículo 25 de la Ley 38/1988, de 28 de diciembre, de Demarcación y
de Planta Judicial queda redactado de la forma siguiente:
«En el Ministerio de Justicia, con la adscripción que determine su Reglamento
Orgánico, podrán existir hasta diez plazas servidas por jueces o magistrados, diez
por fiscales, diez por secretarios judiciales y dos por médicos forenses.»

Disposición final cuarta. Ley del Registro Civil.


Se modifica el apartado 2 del artículo 63 de la Ley de 8 de junio de 1957, del Registro
Civil, que tendrá la siguiente redacción:
«2. Las autoridades competentes para la tramitación y resolución de las
solicitudes de adquisición de la nacionalidad por residencia, para la exclusiva
finalidad de resolver la solicitud presentada por el interesado, recabarán de oficio de
las Administraciones Públicas competentes cuantos informes sean necesarios para
comprobar si los solicitantes reúnen los requisitos exigidos en el artículo 22 del
Código Civil, sin que sea preciso el consentimiento de los interesados.»

Disposición final quinta. Título competencial.


1. Los artículos 5, 6, 7, 8, 10, 11 y la disposición final primera se dictan al amparo de la
competencia exclusiva del Estado en materia de legislación civil reconocida por el artículo
149.1.8.ª de la CE, sin perjuicio de la conservación, modificación y desarrollo por las
Comunidades Autónomas de los derechos civiles, forales o especiales, allí donde existan y
de las normas aprobadas por éstas en ejercicio de sus competencias en esta materia.
2. El artículo 12 se dicta al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1.1.ª de la
Constitución española. Los restantes artículos de esta Ley se dictan al amparo de las
competencias exclusivas del Estado en materia de relaciones internacionales, administración
de justicia y legislación civil reconocidas por el artículo 149.1.3.ª, 5.ª y 8.ª de la Constitución
Española.

Disposición final sexta. Entrada en vigor.


1. La presente Ley entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
2. Se habilita al Gobierno para la aprobación de las normas reglamentarias necesarias
para su aplicación.

– 870 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL

§ 14

Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles.

Jefatura del Estado


«BOE» núm. 162, de 7 de julio de 2012
Última modificación: sin modificaciones
Referencia: BOE-A-2012-9112

JUAN CARLOS I

REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.

PREÁMBULO

I
Una de las funciones esenciales del Estado de Derecho es la garantía de la tutela judicial
de los derechos de los ciudadanos. Esta función implica el reto de la implantación de una
justicia de calidad capaz de resolver los diversos conflictos que surgen en una sociedad
moderna y, a la vez, compleja.
En este contexto, desde la década de los años setenta del pasado siglo, se ha venido
recurriendo a nuevos sistemas alternativos de resolución de conflictos, entre los que destaca
la mediación, que ha ido cobrando una importancia creciente como instrumento
complementario de la Administración de Justicia.
Entre las ventajas de la mediación es de destacar su capacidad para dar soluciones
prácticas, efectivas y rentables a determinados conflictos entre partes y ello la configura
como una alternativa al proceso judicial o a la vía arbitral, de los que se ha de deslindar con
claridad. La mediación está construida en torno a la intervención de un profesional neutral
que facilita la resolución del conflicto por las propias partes, de una forma equitativa,
permitiendo el mantenimiento de las relaciones subyacentes y conservando el control sobre
el final del conflicto.

II
A pesar del impulso que en los últimos años ha experimentado en España, en el ámbito
de las Comunidades Autónomas, hasta la aprobación del Real Decreto-ley 5/2012 se carecía
de una ordenación general de la mediación aplicable a los diversos asuntos civiles y
mercantiles, al tiempo que asegurara su conexión con la jurisdicción ordinaria, haciendo así

– 871 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

efectivo el primero de los ejes de la mediación, que es la desjudicialización de determinados


asuntos, que pueden tener una solución más adaptada a las necesidades e intereses de las
partes en conflicto que la que podría derivarse de la previsión legal.
La mediación, como fórmula de autocomposición, es un instrumento eficaz para la
resolución de controversias cuando el conflicto jurídico afecta a derechos subjetivos de
carácter disponible. Como institución ordenada a la paz jurídica, contribuye a concebir a los
tribunales de justicia en este sector del ordenamiento jurídico como un último remedio, en
caso de que no sea posible componer la situación por la mera voluntad de las partes, y
puede ser un hábil coadyuvante para la reducción de la carga de trabajo de aquéllos,
reduciendo su intervención a aquellos casos en que las partes enfrentadas no hayan sido
capaces de poner fin, desde el acuerdo, a la situación de controversia.
Asimismo, esta Ley incorpora al Derecho español la Directiva 2008/52/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, sobre ciertos aspectos de la
mediación en asuntos civiles y mercantiles. Sin embargo, su regulación va más allá del
contenido de esta norma de la Unión Europea, en línea con la previsión de la disposición
final tercera de la Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que se modifica el Código Civil y la Ley
de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio, en la que se encomendaba al
Gobierno la remisión a las Cortes Generales de un proyecto de ley sobre mediación.
La Directiva 2008/52/CE se limita a establecer unas normas mínimas para fomentar la
mediación en los litigios transfronterizos en asuntos civiles y mercantiles. Por su lado, la
regulación de esta norma conforma un régimen general aplicable a toda mediación que
tenga lugar en España y pretenda tener un efecto jurídico vinculante, si bien circunscrita al
ámbito de los asuntos civiles y mercantiles y dentro de un modelo que ha tenido en cuenta
las previsiones de la Ley Modelo de la CNUDMI sobre Conciliación Comercial Internacional
de 24 de junio de 2002.
Precisamente, el transcurso del plazo de incorporación al ordenamiento jurídico español
de la Directiva 2008/52/CE, que finalizó el 21 de mayo de 2011, justificó el recurso al real
decreto-ley, como norma adecuada para efectuar esa necesaria adaptación de nuestro
Derecho, con lo que se puso fin al retraso en el cumplimiento de esta obligación, con las
consecuencias negativas que comporta para los ciudadanos y para el Estado por el riesgo
de ser sancionado por las instituciones de la Unión Europea.
Las exclusiones previstas en la presente norma no lo son para limitar la mediación en los
ámbitos a que se refieren sino para reservar su regulación a las normas sectoriales
correspondientes.

III
El modelo de mediación se basa en la voluntariedad y libre decisión de las partes y en la
intervención de un mediador, del que se pretende una intervención activa orientada a la
solución de la controversia por las propias partes. El régimen que contiene la Ley se basa en
la flexibilidad y en el respeto a la autonomía de la voluntad de las partes, cuya voluntad,
expresada en el acuerdo que la pone fin, podrá tener la consideración de título ejecutivo, si
las partes lo desean, mediante su elevación a escritura pública. En ningún caso pretende
esta norma encerrar toda la variedad y riqueza de la mediación, sino tan sólo sentar sus
bases y favorecer esta alternativa frente a la solución judicial del conflicto. Es aquí donde se
encuentra, precisamente, el segundo eje de la mediación, que es la deslegalización o
pérdida del papel central de la ley en beneficio de un principio dispositivo que rige también
en las relaciones que son objeto del conflicto.
La figura del mediador es, de acuerdo con su conformación natural, la pieza esencial del
modelo, puesto que es quien ayuda a encontrar una solución dialogada y voluntariamente
querida por las partes. La actividad de mediación se despliega en múltiples ámbitos
profesionales y sociales, requiriendo habilidades que en muchos casos dependen de la
propia naturaleza del conflicto. El mediador ha de tener, pues, una formación general que le
permita desempeñar esa tarea y sobre todo ofrecer garantía inequívoca a las partes por la
responsabilidad civil en que pudiese incurrir.
Igualmente, la Ley utiliza el término mediador de manera genérica sin prejuzgar que sea
uno o varios.

– 872 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Se tiene presente el papel muy relevante en este contexto de los servicios e instituciones
de mediación, que desempeñan una tarea fundamental a la hora de ordenar y fomentar los
procedimientos de mediación.
Corolario de esta regulación es el reconocimiento del acuerdo de mediación como título
ejecutivo, lo que se producirá con su ulterior elevación a escritura pública, cuya ejecución
podrá instarse directamente ante los tribunales. En la regulación del acuerdo de mediación
radica el tercer eje de la mediación, que es la desjuridificación, consistente en no determinar
de forma necesaria el contenido del acuerdo restaurativo o reparatorio.
El marco flexible que procura la Ley pretende ser un aliciente más para favorecer el
recurso a la mediación, de tal forma que no tenga repercusión en costes procesales
posteriores ni se permita su planteamiento como una estrategia dilatoria del cumplimiento de
las obligaciones contractuales de las partes. Así se manifiesta en la opción de la suspensión
de la prescripción cuando tenga lugar el inicio del procedimiento frente a la regla general de
su interrupción, con el propósito de eliminar posibles desincentivos y evitar que la mediación
pueda producir efectos jurídicos no deseados.
La presente Ley se circunscribe estrictamente al ámbito de competencias del Estado en
materia de legislación mercantil, procesal y civil, que permiten articular un marco para el
ejercicio de la mediación, sin perjuicio de las disposiciones que dicten las Comunidades
Autónomas en el ejercicio de sus competencias.
Con el fin de facilitar el recurso a la mediación, se articula un procedimiento de fácil
tramitación, poco costoso y de corta duración en el tiempo.

IV
El articulado de esta Ley se estructura en cinco títulos.
En el título I, bajo la rúbrica «Disposiciones generales», se regula el ámbito material y
espacial de la norma, su aplicación a los conflictos transfronterizos, los efectos de la
mediación sobre los plazos de prescripción y caducidad, así como las instituciones de
mediación.
El título II enumera los principios informadores de la mediación, a saber: el principio de
voluntariedad y libre disposición, el de imparcialidad, el de neutralidad y el de
confidencialidad. A estos principios se añaden las reglas o directrices que han de guiar la
actuación de las partes en la mediación, como son la buena fe y el respeto mutuo, así como
su deber de colaboración y apoyo al mediador.
El título III contiene el estatuto mínimo del mediador, con la determinación de los
requisitos que deben cumplir y de los principios de su actuación. Para garantizar su
imparcialidad se explicitan las circunstancias que el mediador ha de comunicar a las partes,
siguiéndose en esto el modelo del Código de conducta europeo para mediadores.
El título IV regula el procedimiento de mediación. Es un procedimiento sencillo y flexible
que permite que sean los sujetos implicados en la mediación los que determinen libremente
sus fases fundamentales. La norma se limita a establecer aquellos requisitos imprescindibles
para dar validez al acuerdo que las partes puedan alcanzar, siempre bajo la premisa de que
alcanzar un acuerdo no es algo obligatorio, pues, a veces, como enseña la experiencia
aplicativa de esta institución, no es extraño que la mediación persiga simplemente mejorar
relaciones, sin intención de alcanzar un acuerdo de contenido concreto.
Finalmente, el título V establece el procedimiento de ejecución de los acuerdos,
ajustándose a las previsiones que ya existen en el Derecho español y sin establecer
diferencias con el régimen de ejecución de los acuerdos de mediación transfronterizos cuyo
cumplimiento haya de producirse en otro Estado; para ello se requerirá su elevación a
escritura pública como condición necesaria para su consideración como título ejecutivo.

V
Las disposiciones finales cohonestan la regulación con el encaje de la mediación con los
procedimientos judiciales.
Se reforman, así, la Ley 3/1993, de 22 de marzo, Básica de las Cámaras Oficiales de
Comercio, Industria y Navegación, y la Ley 2/1974, de 13 de febrero, de Colegios

– 873 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Profesionales, para incluir entre sus funciones, junto al arbitraje, la mediación, permitiendo
así su actuación como instituciones de mediación.
Se operan también una serie de modificaciones de carácter procesal que facilitan la
aplicación de la mediación dentro del proceso civil. Se regula así la facultad de las partes
para disponer del objeto del juicio y someterse a mediación, así como la posibilidad de que
sea el juez el que invite a las partes a llegar a un acuerdo y, a tal fin, se informen de la
posibilidad de recurrir a la mediación. Se trata de una novedad que, dentro del respeto a la
voluntad de las partes, trata de promover la mediación y las soluciones amistosas de los
litigios. Por otro lado, se prevé la declinatoria como remedio frente al incumplimiento de los
pactos de sometimiento a mediación o frente a la presentación de una demanda estando en
curso la misma.
La modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil comprende, por último, la de los
preceptos necesarios para la inclusión del acuerdo de mediación dentro de los títulos que
dan derecho al despacho de la ejecución.
Con estas modificaciones se articula la adecuada interrelación entre la mediación y el
proceso civil, reforzando la eficacia de esta institución.

VI
Por último, esta Ley reforma la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las
profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales, con el objetivo de dar satisfacción a
las legítimas expectativas de los estudiantes de Derecho que, en el momento de la
publicación de aquella Ley, se encontraban matriculados en sus estudios universitarios y,
como consecuencia de la publicación de la misma, ven completamente alteradas las
condiciones de acceso a las profesiones de abogado y procurador.
Con arreglo a la Ley 34/2006, para obtener el título profesional de abogado o procurador
de los tribunales es necesario, además de estar en posesión del título universitario de
licenciado en Derecho o del correspondiente título de grado, probar su capacitación
profesional mediante la superación de la correspondiente formación especializada y de
carácter oficial que se adquiere a través de cursos de formación acreditados por el Ministerio
de Justicia y el Ministerio de Educación, así como superar una posterior evaluación.
La modificación que se aprueba es congruente con la exposición de motivos de la propia
Ley 34/2006, que declara como objetivo no quebrar «las expectativas actuales de los
estudiantes de la licenciatura o grado en Derecho». Sin embargo, la vacatio legis de cinco
años que fijó inicialmente la Ley se ha revelado insuficiente para dar satisfacción a un
colectivo de estudiantes que no han podido completar sus estudios en dicho periodo de
cinco años. Se trataría de resolver problemas de los estudiantes que se matricularon en
licenciaturas de Derecho con anterioridad al 31 de octubre de 2006, momento en el que no
se exigían los títulos profesionales para el ejercicio de las profesiones de abogado y
procurador y que no han podido finalizar sus estudios en el citado plazo. Por una omisión no
querida del legislador, dichos estudiantes sufren una discriminación, puesto que se quiebran
las expectativas legítimas que tenían en el momento en el que comenzaron a cursar sus
estudios en Derecho. Pero, además, se aprovecha la ocasión para reconocer un régimen
especial de acceso al ejercicio profesional para los licenciados en Derecho, cualquiera que
sea el momento en que inicien o finalicen sus estudios, atendiendo de este modo a diversas
iniciativas planteadas en sede parlamentaria.
Por otra parte, se contempla la situación de los poseedores de títulos extranjeros
susceptibles de homologación al título español de licenciado en Derecho, mediante la
introducción de una nueva disposición adicional que permite acceder a las profesiones
jurídicas a quienes hubiesen iniciado el procedimiento de homologación antes de la entrada
en vigor de la Ley.
La futura modificación contemplará la expedición de los títulos profesionales por parte
del Ministerio de Justicia.
Además, para acabar con la incertidumbre generada por el apartado 3 de la disposición
transitoria única de la citada Ley 34/2006, se introduce una mejora técnica en la redacción
aclarando que no es necesario estar en posesión del título de licenciado o grado en
Derecho, sino que basta estar en condiciones de obtenerlo, es decir, no es necesario estar
en la posesión material del título, sino haber concluido los estudios cuando entra en vigor la

– 874 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Ley. Con ello se salvaguardan los derechos de los licenciados que habiendo finalizado sus
estudios, por el retraso o descuido en la solicitud de los títulos a las universidades queden
excluidos del ámbito de la disposición transitoria de la Ley.

TÍTULO I
Disposiciones generales

Artículo 1. Concepto.
Se entiende por mediación aquel medio de solución de controversias, cualquiera que sea
su denominación, en que dos o más partes intentan voluntariamente alcanzar por sí mismas
un acuerdo con la intervención de un mediador.

Artículo 2. Ámbito de aplicación.


1. Esta Ley es de aplicación a las mediaciones en asuntos civiles o mercantiles, incluidos
los conflictos transfronterizos, siempre que no afecten a derechos y obligaciones que no
estén a disposición de las partes en virtud de la legislación aplicable.
En defecto de sometimiento expreso o tácito a esta Ley, la misma será aplicable cuando,
al menos, una de las partes tenga su domicilio en España y la mediación se realice en
territorio español.
2. Quedan excluidos, en todo caso, del ámbito de aplicación de esta Ley:
a) La mediación penal.
b) La mediación con las Administraciones públicas.
c) La mediación laboral.
d) La mediación en materia de consumo.

Artículo 3. Mediación en conflictos transfronterizos.


1. Un conflicto es transfronterizo cuando al menos una de las partes está domiciliada o
reside habitualmente en un Estado distinto a aquél en que cualquiera de las otras partes a
las que afecta estén domiciliadas cuando acuerden hacer uso de la mediación o sea
obligatorio acudir a la misma de acuerdo con la ley que resulte aplicable. También tendrán
esta consideración los conflictos previstos o resueltos por acuerdo de mediación, cualquiera
que sea el lugar en el que se haya realizado, cuando, como consecuencia del traslado del
domicilio de alguna de las partes, el pacto o algunas de sus consecuencias se pretendan
ejecutar en el territorio de un Estado distinto.
2. En los litigios transfronterizos entre partes que residan en distintos Estados miembros
de la Unión Europea, el domicilio se determinará de conformidad con los artículos 59 y 60
del Reglamento (CE) n.º 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la
competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia
civil y mercantil.

Artículo 4. Efectos de la mediación sobre los plazos de prescripción y caducidad.


La solicitud de inicio de la mediación conforme al artículo 16 suspenderá la prescripción
o la caducidad de acciones desde la fecha en la que conste la recepción de dicha solicitud
por el mediador, o el depósito ante la institución de mediación en su caso.
Si en el plazo de quince días naturales a contar desde la recepción de la solicitud de
inicio de la mediación no se firmara el acta de la sesión constitutiva prevista en el artículo 19,
se reanudará el cómputo de los plazos.
La suspensión se prolongará hasta la fecha de la firma del acuerdo de mediación o, en
su defecto, la firma del acta final, o cuando se produzca la terminación de la mediación por
alguna de las causas previstas en esta Ley.

– 875 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Artículo 5. Las instituciones de mediación.


1. Tienen la consideración de instituciones de mediación las entidades públicas o
privadas, españolas o extranjeras, y las corporaciones de derecho público que tengan entre
sus fines el impulso de la mediación, facilitando el acceso y administración de la misma,
incluida la designación de mediadores, debiendo garantizar la transparencia en la referida
designación. Si entre sus fines figurase también el arbitraje, adoptarán las medidas para
asegurar la separación entre ambas actividades.
La institución de mediación no podrá prestar directamente el servicio de mediación, ni
tendrá más intervención en la misma que la que prevé esta Ley.
Las instituciones de mediación darán a conocer la identidad de los mediadores que
actúen dentro de su ámbito, informando, al menos, de su formación, especialidad y
experiencia en el ámbito de la mediación a la que se dediquen.
2. Estas instituciones podrán implantar sistemas de mediación por medios electrónicos,
en especial para aquellas controversias que consistan en reclamaciones dinerarias.
3. El Ministerio de Justicia y las Administraciones públicas competentes velarán por que
las instituciones de mediación respeten, en el desarrollo de sus actividades, los principios de
la mediación establecidos en esta Ley, así como por la buena actuación de los mediadores,
en la forma que establezcan sus normas reguladoras.

TÍTULO II
Principios informadores de la mediación

Artículo 6. Voluntariedad y libre disposición.


1. La mediación es voluntaria.
2. Cuando exista un pacto por escrito que exprese el compromiso de someter a
mediación las controversias surgidas o que puedan surgir, se deberá intentar el
procedimiento pactado de buena fe, antes de acudir a la jurisdicción o a otra solución
extrajudicial. Dicha cláusula surtirá estos efectos incluso cuando la controversia verse sobre
la validez o existencia del contrato en el que conste.
3. Nadie está obligado a mantenerse en el procedimiento de mediación ni a concluir un
acuerdo.

Artículo 7. Igualdad de las partes e imparcialidad de los mediadores.


En el procedimiento de mediación se garantizará que las partes intervengan con plena
igualdad de oportunidades, manteniendo el equilibrio entre sus posiciones y el respeto hacia
los puntos de vista por ellas expresados, sin que el mediador pueda actuar en perjuicio o
interés de cualquiera de ellas.

Artículo 8. Neutralidad.
Las actuaciones de mediación se desarrollarán de forma que permitan a las partes en
conflicto alcanzar por sí mismas un acuerdo de mediación, actuando el mediador de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 13.

Artículo 9. Confidencialidad.
1. El procedimiento de mediación y la documentación utilizada en el mismo es
confidencial. La obligación de confidencialidad se extiende al mediador, que quedará
protegido por el secreto profesional, a las instituciones de mediación y a las partes
intervinientes de modo que no podrán revelar la información que hubieran podido obtener
derivada del procedimiento.
2. La confidencialidad de la mediación y de su contenido impide que los mediadores o
las personas que participen en el procedimiento de mediación estén obligados a declarar o
aportar documentación en un procedimiento judicial o en un arbitraje sobre la información y
documentación derivada de un procedimiento de mediación o relacionada con el mismo,
excepto:

– 876 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

a) Cuando las partes de manera expresa y por escrito les dispensen del deber de
confidencialidad.
b) Cuando, mediante resolución judicial motivada, sea solicitada por los jueces del orden
jurisdiccional penal.
3. La infracción del deber de confidencialidad generará responsabilidad en los términos
previstos en el ordenamiento jurídico.

Artículo 10. Las partes en la mediación.


1. Sin perjuicio del respeto a los principios establecidos en esta Ley, la mediación se
organizará del modo que las partes tengan por conveniente.
2. Las partes sujetas a mediación actuarán entre sí conforme a los principios de lealtad,
buena fe y respeto mutuo.
Durante el tiempo en que se desarrolle la mediación las partes no podrán ejercitar contra
las otras partes ninguna acción judicial o extrajudicial en relación con su objeto, con
excepción de la solicitud de las medidas cautelares u otras medidas urgentes
imprescindibles para evitar la pérdida irreversible de bienes y derechos.
El compromiso de sometimiento a mediación y la iniciación de ésta impide a los
tribunales conocer de las controversias sometidas a mediación durante el tiempo en que se
desarrolle ésta, siempre que la parte a quien interese lo invoque mediante declinatoria.
3. Las partes deberán prestar colaboración y apoyo permanente a la actuación del
mediador, manteniendo la adecuada deferencia hacia su actividad.

TÍTULO III
Estatuto del mediador

Artículo 11. Condiciones para ejercer de mediador.


1. Pueden ser mediadores las personas naturales que se hallen en pleno ejercicio de sus
derechos civiles, siempre que no se lo impida la legislación a la que puedan estar sometidos
en el ejercicio de su profesión.
Las personas jurídicas que se dediquen a la mediación, sean sociedades profesionales o
cualquier otra prevista por el ordenamiento jurídico, deberán designar para su ejercicio a una
persona natural que reúna los requisitos previstos en esta Ley.
2. El mediador deberá estar en posesión de título oficial universitario o de formación
profesional superior y contar con formación específica para ejercer la mediación, que se
adquirirá mediante la realización de uno o varios cursos específicos impartidos por
instituciones debidamente acreditadas, que tendrán validez para el ejercicio de la actividad
mediadora en cualquier parte del territorio nacional.
3. El mediador deberá suscribir un seguro o garantía equivalente que cubra la
responsabilidad civil derivada de su actuación en los conflictos en que intervenga.

Artículo 12. Calidad y autorregulación de la mediación.


El Ministerio de Justicia y las Administraciones públicas competentes, en colaboración
con las instituciones de mediación, fomentarán y requerirán la adecuada formación inicial y
continua de los mediadores, la elaboración de códigos de conducta voluntarios, así como la
adhesión de aquéllos y de las instituciones de mediación a tales códigos.

Artículo 13. Actuación del mediador.


1. El mediador facilitará la comunicación entre las partes y velará porque dispongan de la
información y el asesoramiento suficientes.
2. El mediador desarrollará una conducta activa tendente a lograr el acercamiento entre
las partes, con respeto a los principios recogidos en esta Ley.
3. El mediador podrá renunciar a desarrollar la mediación, con obligación de entregar un
acta a las partes en la que conste su renuncia.

– 877 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

4. El mediador no podrá iniciar o deberá abandonar la mediación cuando concurran


circunstancias que afecten a su imparcialidad.
5. Antes de iniciar o de continuar su tarea, el mediador deberá revelar cualquier
circunstancia que pueda afectar a su imparcialidad o bien generar un conflicto de intereses.
Tales circunstancias incluirán, en todo caso:
a) Todo tipo de relación personal, contractual o empresarial con una de las partes.
b) Cualquier interés directo o indirecto en el resultado de la mediación.
c) Que el mediador, o un miembro de su empresa u organización, hayan actuado
anteriormente a favor de una o varias de las partes en cualquier circunstancia, con
excepción de la mediación.
En tales casos el mediador sólo podrá aceptar o continuar la mediación cuando asegure
poder mediar con total imparcialidad y siempre que las partes lo consientan y lo hagan
constar expresamente.
El deber de revelar esta información permanece a lo largo de todo el procedimiento de
mediación.

Artículo 14. Responsabilidad de los mediadores.


La aceptación de la mediación obliga a los mediadores a cumplir fielmente el encargo,
incurriendo, si no lo hicieren, en responsabilidad por los daños y perjuicios que causaren. El
perjudicado tendrá acción directa contra el mediador y, en su caso, la institución de
mediación que corresponda con independencia de las acciones de reembolso que asistan a
ésta contra los mediadores. La responsabilidad de la institución de mediación derivará de la
designación del mediador o del incumplimiento de las obligaciones que le incumben.

Artículo 15. Coste de la mediación.


1. El coste de la mediación, haya concluido o no con el resultado de un acuerdo, se
dividirá por igual entre las partes, salvo pacto en contrario.
2. Tanto los mediadores como la institución de mediación podrán exigir a las partes la
provisión de fondos que estimen necesaria para atender el coste de la mediación.
Si las partes o alguna de ellas no realizaran en plazo la provisión de fondos solicitada, el
mediador o la institución, podrán dar por concluida la mediación. No obstante, si alguna de
las partes no hubiere realizado su provisión, el mediador o la institución, antes de acordar la
conclusión, lo comunicará a las demás partes, por si tuvieren interés en suplirla dentro del
plazo que hubiera sido fijado.

TÍTULO IV
Procedimiento de mediación

Artículo 16. Solicitud de inicio.


1. El procedimiento de mediación podrá iniciarse:
a) De común acuerdo entre las partes. En este caso la solicitud incluirá la designación
del mediador o la institución de mediación en la que llevarán a cabo la mediación, así como
el acuerdo sobre el lugar en el que se desarrollarán las sesiones y la lengua o lenguas de las
actuaciones.
b) Por una de las partes en cumplimiento de un pacto de sometimiento a mediación
existente entre aquéllas.
2. La solicitud se formulará ante las instituciones de mediación o ante el mediador
propuesto por una de las partes a las demás o ya designado por ellas.
3. Cuando de manera voluntaria se inicie una mediación estando en curso un proceso
judicial, las partes de común acuerdo podrán solicitar su suspensión de conformidad con lo
dispuesto en la legislación procesal.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Artículo 17. Información y sesiones informativas.


1. Recibida la solicitud y salvo pacto en contrario de las partes, el mediador o la
institución de mediación citará a las partes para la celebración de la sesión informativa. En
caso de inasistencia injustificada de cualquiera de las partes a la sesión informativa se
entenderá que desisten de la mediación solicitada. La información de qué parte o partes no
asistieron a la sesión no será confidencial.
En esa sesión el mediador informará a las partes de las posibles causas que puedan
afectar a su imparcialidad, de su profesión, formación y experiencia; así como de las
características de la mediación, su coste, la organización del procedimiento y las
consecuencias jurídicas del acuerdo que se pudiera alcanzar, así como del plazo para firmar
el acta de la sesión constitutiva.
2. Las instituciones de mediación podrán organizar sesiones informativas abiertas para
aquellas personas que pudieran estar interesadas en acudir a este sistema de resolución de
controversias, que en ningún caso sustituirán a la información prevista en el apartado 1.

Artículo 18. Pluralidad de mediadores.


1. La mediación será llevada a cabo por uno o varios mediadores.
2. Si por la complejidad de la materia o por la conveniencia de las partes se produjera la
actuación de varios mediadores en un mismo procedimiento, éstos actuarán de forma
coordinada.

Artículo 19. Sesión constitutiva.


1. El procedimiento de mediación comenzará mediante una sesión constitutiva en la que
las partes expresarán su deseo de desarrollar la mediación y dejarán constancia de los
siguientes aspectos:
a) La identificación de las partes.
b) La designación del mediador y, en su caso, de la institución de mediación o la
aceptación del designado por una de las partes.
c) El objeto del conflicto que se somete al procedimiento de mediación.
d) El programa de actuaciones y duración máxima prevista para el desarrollo del
procedimiento, sin perjuicio de su posible modificación.
e) La información del coste de la mediación o las bases para su determinación, con
indicación separada de los honorarios del mediador y de otros posibles gastos.
f) La declaración de aceptación voluntaria por las partes de la mediación y de que
asumen las obligaciones de ella derivadas.
g) El lugar de celebración y la lengua del procedimiento.
2. De la sesión constitutiva se levantará un acta en la que consten estos aspectos, que
será firmada tanto por las partes como por el mediador o mediadores. En otro caso, dicha
acta declarará que la mediación se ha intentado sin efecto.

Artículo 20. Duración del procedimiento.


La duración del procedimiento de mediación será lo más breve posible y sus actuaciones
se concentrarán en el mínimo número de sesiones.

Artículo 21. Desarrollo de las actuaciones de mediación.


1. El mediador convocará a las partes para cada sesión con la antelación necesaria,
dirigirá las sesiones y facilitará la exposición de sus posiciones y su comunicación de modo
igual y equilibrado.
2. Las comunicaciones entre el mediador y las personas en conflicto podrán ser o no
simultáneas.
3. El mediador comunicará a todas las partes la celebración de las reuniones que tengan
lugar por separado con alguna de ellas, sin perjuicio de la confidencialidad sobre lo tratado.
El mediador no podrá ni comunicar ni distribuir la información o documentación que la parte
le hubiera aportado, salvo autorización expresa de esta.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Artículo 22. Terminación del procedimiento.


1. El procedimiento de mediación puede concluir en acuerdo o finalizar sin alcanzar
dicho acuerdo, bien sea porque todas o alguna de las partes ejerzan su derecho a dar por
terminadas las actuaciones, comunicándoselo al mediador, bien porque haya transcurrido el
plazo máximo acordado por las partes para la duración del procedimiento, así como cuando
el mediador aprecie de manera justificada que las posiciones de las partes son
irreconciliables o concurra otra causa que determine su conclusión.
Con la terminación del procedimiento se devolverán a cada parte los documentos que
hubiere aportado. Con los documentos que no hubieren de devolverse a las partes, se
formará un expediente que deberá conservar y custodiar el mediador o, en su caso, la
institución de mediación, una vez terminado el procedimiento, por un plazo de cuatro meses.
2. La renuncia del mediador a continuar el procedimiento o el rechazo de las partes a su
mediador sólo producirá la terminación del procedimiento cuando no se llegue a nombrar un
nuevo mediador.
3. El acta final determinará la conclusión del procedimiento y, en su caso, reflejará los
acuerdos alcanzados de forma clara y comprensible, o su finalización por cualquier otra
causa.
El acta deberá ir firmada por todas las partes y por el mediador o mediadores y se
entregará un ejemplar original a cada una de ellas. En caso de que alguna de las partes no
quisiera firma el acta, el mediador hará constar en la misma esta circunstancia, entregando
un ejemplar a las partes que lo deseen.

Artículo 23. El acuerdo de mediación.


1. El acuerdo de mediación puede versar sobre una parte o sobre la totalidad de las
materias sometidas a la mediación.
En el acuerdo de mediación deberá constar la identidad y el domicilio de las partes, el
lugar y fecha en que se suscribe, las obligaciones que cada parte asume y que se ha
seguido un procedimiento de mediación ajustado a las previsiones de esta Ley, con
indicación del mediador o mediadores que han intervenido y, en su caso, de la institución de
mediación en la cual se ha desarrollado el procedimiento.
2. El acuerdo de mediación deberá firmarse por las partes o sus representantes.
3. Del acuerdo de mediación se entregará un ejemplar a cada una de las partes,
reservándose otro el mediador para su conservación.
El mediador informará a las partes del carácter vinculante del acuerdo alcanzado y de
que pueden instar su elevación a escritura pública al objeto de configurar su acuerdo como
un título ejecutivo.
4. Contra lo convenido en el acuerdo de mediación sólo podrá ejercitarse la acción de
nulidad por las causas que invalidan los contratos.

Artículo 24. Actuaciones desarrolladas por medios electrónicos.


1. Las partes podrán acordar que todas o alguna de las actuaciones de mediación,
incluida la sesión constitutiva y las sucesivas que estimen conveniente, se lleven a cabo por
medios electrónicos, por videoconferencia u otro medio análogo de transmisión de la voz o la
imagen, siempre que quede garantizada la identidad de los intervinientes y el respeto a los
principios de la mediación previstos en esta Ley.
2. La mediación que consista en una reclamación de cantidad que no exceda de 600
euros se desarrollará preferentemente por medios electrónicos, salvo que el empleo de éstos
no sea posible para alguna de las partes.

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

TÍTULO V
Ejecución de los acuerdos

Artículo 25. Formalización del título ejecutivo.


1. Las partes podrán elevar a escritura pública el acuerdo alcanzado tras un
procedimiento de mediación.
El acuerdo de mediación se presentará por las partes ante un notario acompañado de
copia de las actas de la sesión constitutiva y final del procedimiento, sin que sea necesaria la
presencia del mediador.
2. Para llevar a cabo la elevación a escritura pública del acuerdo de mediación, el notario
verificará el cumplimiento de los requisitos exigidos en esta Ley y que su contenido no es
contrario a Derecho.
3. Cuando el acuerdo de mediación haya de ejecutarse en otro Estado, además de la
elevación a escritura pública, será necesario el cumplimiento de los requisitos que, en su
caso, puedan exigir los convenios internacionales en que España sea parte y las normas de
la Unión Europea.
4. Cuando el acuerdo se hubiere alcanzado en una mediación desarrollada después de
iniciar un proceso judicial, las partes podrán solicitar del tribunal su homologación de
acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Artículo 26. Tribunal competente para la ejecución de los acuerdos de mediación.


La ejecución de los acuerdos resultado de una mediación iniciada estando en curso un
proceso se instará ante el tribunal que homologó el acuerdo.
Si se tratase de acuerdos formalizados tras un procedimiento de mediación será
competente el Juzgado de Primera Instancia del lugar en que se hubiera firmado el acuerdo
de mediación, de acuerdo con lo previsto en el apartado 2 del artículo 545 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.

Artículo 27. Ejecución de los acuerdos de mediación transfronterizos.


1. Sin perjuicio de lo que dispongan la normativa de la Unión Europea y los convenios
internacionales vigentes en España, un acuerdo de mediación que ya hubiera adquirido
fuerza ejecutiva en otro Estado sólo podrá ser ejecutado en España cuando tal fuerza
ejecutiva derive de la intervención de una autoridad competente que desarrolle funciones
equivalentes a las que desempeñan las autoridades españolas.
2. Un acuerdo de mediación que no haya sido declarado ejecutable por una autoridad
extranjera sólo podrá ser ejecutado en España previa elevación a escritura pública por
notario español a solicitud de las partes, o de una de ellas con el consentimiento expreso de
las demás.
3. El documento extranjero no podrá ser ejecutado cuando resulte manifiestamente
contrario al orden público español.

Disposición adicional primera. Reconocimiento de instituciones o servicios de mediación.


Las instituciones o servicios de mediación establecidos o reconocidos por las
Administraciones públicas de acuerdo con lo dispuesto en las leyes podrán asumir las
funciones de mediación previstas en esta Ley siempre que cumplan las condiciones
establecidas en la misma para actuar como instituciones de mediación.

Disposición adicional segunda. Impulso a la mediación.


1. Las Administraciones públicas competentes para la provisión de medios materiales al
servicio de la Administración de Justicia proveerán la puesta a disposición de los órganos
jurisdiccionales y del público de información sobre la mediación como alternativa al proceso
judicial.
2. Las Administraciones públicas competentes procurarán incluir la mediación dentro del
asesoramiento y orientación gratuitos previos al proceso, previstos en el artículo 6 de la Ley

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita, en la medida que permita reducir


tanto la litigiosidad como sus costes.

Disposición adicional tercera. Escrituras públicas de formalización de acuerdos de


mediación.
Para el cálculo de los honorarios notariales de la escritura pública de formalización de los
acuerdos de mediación se aplicarán los aranceles correspondientes a los «Documentos sin
cuantía» previstos en el número 1 del anexo I del Real Decreto 1426/1989, de 17 de
noviembre, por el que se aprueba el arancel de los notarios.

Disposición adicional cuarta. Igualdad de oportunidades para las personas con


discapacidad.
Los procedimientos de mediación deberán garantizar la igualdad de oportunidades para
las personas con discapacidad. A tal fin, deberán atenerse a lo dispuesto en el Real Decreto
366/2007, de 16 de marzo, por el que se establecen las condiciones de accesibilidad y no
discriminación de las personas con discapacidad en sus relaciones con la Administración
General del Estado.
En especial se deberá garantizar la accesibilidad de los entornos, la utilización de la
lengua de signos y los medios de apoyo a la comunicación oral, el braille, la comunicación
táctil o cualquier otro medio o sistema que permita a las personas con discapacidad
participar plenamente del proceso.
Los medios electrónicos a los que se refiere el artículo 24 de esta Ley deberán atenerse
a las condiciones de accesibilidad previstas en la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de
la sociedad de la información y de comercio electrónico.

Disposición derogatoria. 
Queda derogado el Real Decreto-ley 5/2012, de 5 de marzo, de mediación en asuntos
civiles y mercantiles.

Disposición final primera. Modificación de la Ley 2/1974, de 13 de febrero, de Colegios


Profesionales.
La letra ñ) del artículo 5 de la Ley 2/1974, de 13 de febrero, de Colegios Profesionales,
pasa a tener la siguiente redacción:
«ñ) Impulsar y desarrollar la mediación, así como desempeñar funciones de
arbitraje, nacional e internacional, de conformidad con lo establecido en la legislación
vigente.»

Disposición final segunda. Modificación de la Ley 3/1993, de 22 de marzo, Básica de las


Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación.
La letra i del apartado 1 del artículo 2 de la Ley 3/1993, de 22 de marzo, Básica de las
Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación, pasa a tener la siguiente redacción:
«i) Impulsar y desarrollar la mediación, así como desempeñar funciones de
arbitraje mercantil, nacional e internacional, de conformidad con lo establecido en la
legislación vigente.»

Disposición final tercera. Modificación de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento


Civil.
Se modifican los artículos 19, 39, 63, 65, 66, 206, 335, 347, 395, 414, 415, 438, 440,
443, 517, 518, 539, 545, 548, 550, 556, 559, 576 y 580 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de
Enjuiciamiento Civil, en los términos siguientes:
Uno. El apartado 1 del artículo 19 queda redactado en los siguientes términos:
«1. Los litigantes están facultados para disponer del objeto del juicio y podrán
renunciar, desistir del juicio, allanarse, someterse a mediación o a arbitraje y transigir

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

sobre lo que sea objeto del mismo, excepto cuando la ley lo prohíba o establezca
limitaciones por razones de interés general o en beneficio de tercero.»
Dos. Se modifica el artículo 39, que pasa a tener la siguiente redacción:

«Artículo 39. Apreciación de la falta de competencia internacional o de jurisdicción a


instancia de parte.
El demandado podrá denunciar mediante declinatoria la falta de competencia
internacional o la falta de jurisdicción por pertenecer el asunto a otro orden
jurisdiccional o por haberse sometido a arbitraje o mediación la controversia.»
Tres. El párrafo primero del apartado 1 del artículo 63 queda redactado del siguiente
modo:
«1. Mediante la declinatoria, el demandado y los que puedan ser parte legítima
en el juicio promovido podrán denunciar la falta de jurisdicción del tribunal ante el que
se ha interpuesto la demanda, por corresponder el conocimiento de ésta a tribunales
extranjeros, a órganos de otro orden jurisdiccional, a árbitros o a mediadores.»
Cuatro. Se da nueva redacción al párrafo segundo del apartado 2 del artículo 65:
«Del mismo modo procederá el tribunal si estimase la declinatoria fundada en
haberse sometido el asunto a arbitraje o a mediación.»
Cinco. El artículo 66 queda redactado de la siguiente forma:

«Artículo 66. Recursos en materia de competencia internacional, jurisdicción,


sumisión a arbitraje o mediación y competencia objetiva.
1. Contra el auto absteniéndose de conocer por falta de competencia
internacional, por pertenecer el asunto a tribunal de otro orden jurisdiccional, por
haberse sometido el asunto a arbitraje o a mediación o por falta de competencia
objetiva, cabrá recurso de apelación.
2. Contra el auto por el que se rechace la falta de competencia internacional, de
jurisdicción o de competencia objetiva, sólo cabrá recurso de reposición, sin perjuicio
de alegar la falta de esos presupuestos procesales en la apelación contra la
sentencia definitiva.
Lo dispuesto en el párrafo anterior será también de aplicación cuando el auto
rechace la sumisión del asunto a arbitraje o a mediación.»
Seis. Se modifica la regla 2.ª del apartado 1 del artículo 206, que pasa a tener la
siguiente redacción:
«2.ª Se dictarán autos cuando se decidan recursos contra providencias o
decretos, cuando se resuelva sobre admisión o inadmisión de demanda,
reconvención, acumulación de acciones, admisión o inadmisión de la prueba,
aprobación judicial de transacciones, acuerdos de mediación y convenios, medidas
cautelares y nulidad o validez de las actuaciones.
También revestirán la forma de auto las resoluciones que versen sobre
presupuestos procesales, anotaciones e inscripciones registrales y cuestiones
incidentales, tengan o no señalada en esta Ley tramitación especial, siempre que en
tales casos la ley exigiera decisión del Tribunal, así como las que pongan fin a las
actuaciones de una instancia o recurso antes de que concluya su tramitación
ordinaria, salvo que, respecto de estas últimas, la ley hubiera dispuesto que deban
finalizar por decreto.»
Siete. Se añade un apartado 3 nuevo al artículo 335, con la siguiente redacción:
«3. Salvo acuerdo en contrario de las partes, no se podrá solicitar dictamen a un
perito que hubiera intervenido en una mediación o arbitraje relacionados con el
mismo asunto.»

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Ocho. El párrafo segundo del apartado 1 del artículo 347 queda redactado de la forma
siguiente:
«El tribunal sólo denegará las solicitudes de intervención que, por su finalidad y
contenido, hayan de estimarse impertinentes o inútiles, o cuando existiera un deber
de confidencialidad derivado de la intervención del perito en un procedimiento de
mediación anterior entre las partes.»
Nueve. El segundo párrafo del apartado 1 del artículo 395 pasa a tener la siguiente
redacción:
«Se entenderá que, en todo caso, existe mala fe, si antes de presentada la
demanda se hubiese formulado al demandado requerimiento fehaciente y justificado
de pago, o si se hubiera iniciado procedimiento de mediación o dirigido contra él
demanda de conciliación.»
Diez. Se sustituye el segundo párrafo del apartado 1 del artículo 414 por los siguientes:
«En esta convocatoria, si no se hubiera realizado antes, se informará a las partes
de la posibilidad de recurrir a una negociación para intentar solucionar el conflicto,
incluido el recurso a una mediación, en cuyo caso éstas indicarán en la audiencia su
decisión al respecto y las razones de la misma.
La audiencia se llevará a cabo, conforme a lo establecido en los artículos
siguientes, para intentar un acuerdo o transacción de las partes que ponga fin al
proceso, examinar las cuestiones procesales que pudieran obstar a la prosecución
de éste y a su terminación mediante sentencia sobre su objeto, fijar con precisión
dicho objeto y los extremos, de hecho o de derecho, sobre los que exista
controversia entre las partes y, en su caso, proponer y admitir la prueba.
En atención al objeto del proceso, el tribunal podrá invitar a las partes a que
intenten un acuerdo que ponga fin al proceso, en su caso a través de un
procedimiento de mediación, instándolas a que asistan a una sesión informativa.»
Once. Los apartados 1 y 3 del artículo 415 pasan a tener la siguiente redacción:
«1. Comparecidas las partes, el tribunal declarará abierto el acto y comprobará si
subsiste el litigio entre ellas.
Si manifestasen haber llegado a un acuerdo o se mostrasen dispuestas a
concluirlo de inmediato, podrán desistir del proceso o solicitar del tribunal que
homologue lo acordado.
Las partes de común acuerdo podrán también solicitar la suspensión del proceso
de conformidad con lo previsto en el artículo 19.4, para someterse a mediación o
arbitraje.
En este caso, el tribunal examinará previamente la concurrencia de los requisitos
de capacidad jurídica y poder de disposición de las partes o de sus representantes
debidamente acreditados, que asistan al acto.»
«3. Si las partes no hubiesen llegado a un acuerdo o no se mostrasen dispuestas
a concluirlo de inmediato, la audiencia continuará según lo previsto en los artículos
siguientes.
Cuando se hubiera suspendido el proceso para acudir a mediación, terminada la
misma, cualquiera de las partes podrá solicitar que se alce la suspensión y se señale
fecha para la continuación de la audiencia.»
Doce. Se añade una excepción 4.ª al apartado 3 del artículo 438, con la siguiente
redacción:
«4.ª En los procedimientos de separación, divorcio o nulidad y en los que tengan
por objeto obtener la eficacia civil de las resoluciones o decisiones eclesiásticas,
cualquiera de los cónyuges podrá ejercer simultáneamente la acción de división de la
cosa común respecto de los bienes que tengan en comunidad ordinaria indivisa. Si
hubiere diversos bienes en régimen de comunidad ordinaria indivisa y uno de los
cónyuges lo solicitare, el tribunal puede considerarlos en conjunto a los efectos de
formar lotes o adjudicarlos.»

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Trece. El apartado 1 del artículo 440 queda redactado como sigue:


«El secretario judicial, examinada la demanda, la admitirá o dará cuenta de ella al
tribunal para que resuelva lo que proceda conforme a lo previsto en el artículo 404.
Admitida la demanda, el secretario judicial citará a las partes para la celebración de
vista en el día y hora que a tal efecto señale, debiendo mediar diez días, al menos,
desde el siguiente a la citación y sin que puedan exceder de veinte.
En la citación se informará a las partes de la posibilidad de recurrir a una
negociación para intentar solucionar el conflicto, incluido el recurso a una mediación,
en cuyo caso éstas indicarán en la audiencia su decisión al respecto y las razones de
la misma.
En la citación se hará constar que la vista no se suspenderá por inasistencia del
demandado y se advertirá a los litigantes que han de concurrir con los medios de
prueba de que intenten valerse, con la prevención de que si no asistieren y se
propusiere y admitiere su declaración, podrán considerarse admitidos los hechos del
interrogatorio conforme a lo dispuesto en el artículo 304. Asimismo, se prevendrá a
demandante y demandado de lo dispuesto, en el artículo 442, para el caso de que no
comparecieren a la vista.
La citación indicará también a las partes que, en el plazo de los tres días
siguientes a la recepción de la citación, deben indicar las personas que por no
poderlas presentar ellas mismas, han de ser citadas por el secretario judicial a la
vista para que declaren en calidad de partes o de testigos. A tal fin, facilitarán todos
los datos y circunstancias precisos para llevar a cabo la citación. En el mismo plazo
de tres días podrán las partes pedir respuestas escritas a cargo de personas
jurídicas o entidades públicas, por los trámites establecidos en el artículo 381 de esta
Ley.»
Catorce. El apartado 3 del artículo 443 queda redactado como sigue:
«3. Oído el demandante sobre las cuestiones a que se refiere el apartado
anterior, así como las que considerare necesario proponer acerca de la personalidad
y representación del demandado, el tribunal resolverá lo que proceda y, si manda
proseguir el juicio, el demandado podrá pedir que conste en acta su disconformidad,
a los efectos de apelar contra la sentencia que en definitiva recaiga.
En atención al objeto del proceso, el tribunal podrá invitar a las partes a que
intenten un acuerdo que ponga fin al proceso, en su caso, a través de un
procedimiento de mediación, instándolas a que asistan a una sesión informativa. Las
partes de común acuerdo podrán también solicitar la suspensión del proceso de
conformidad con lo previsto en el artículo 19.4, para someterse a mediación o
arbitraje.»
Quince. El número 2 del apartado 2 del artículo 517 pasa a tener la siguiente redacción:
«2. Los laudos o resoluciones arbitrales y los acuerdos de mediación, debiendo
estos últimos haber sido elevados a escritura pública de acuerdo con la Ley de
mediación en asuntos civiles y mercantiles.»
Dieciséis. El artículo 518 pasa a tener la siguiente redacción:

«Artículo 518. Caducidad de la acción ejecutiva fundada en sentencia judicial, o


resolución arbitral o acuerdo de mediación.
La acción ejecutiva fundada en sentencia, en resolución del tribunal o del
secretario judicial que apruebe una transacción judicial o un acuerdo alcanzado en el
proceso, en resolución arbitral o en acuerdo de mediación caducará si no se
interpone la correspondiente demanda ejecutiva dentro de los cinco años siguientes
a la firmeza de la sentencia o resolución.»
Diecisiete. Se añade un nuevo párrafo al apartado 1 del artículo 539, con la siguiente
redacción:

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

«Para la ejecución derivada de un acuerdo de mediación o un laudo arbitral se


requerirá la intervención de abogado y procurador siempre que la cantidad por la que
se despache ejecución sea superior a 2.000 euros.»
Dieciocho. El apartado 2 del artículo 545 queda redactado en los siguientes términos:
«2. Cuando el título sea un laudo arbitral o un acuerdo de mediación, será
competente para denegar o autorizar la ejecución y el correspondiente despacho el
Juzgado de Primera Instancia del lugar en que se haya dictado el laudo o se hubiera
firmado el acuerdo de mediación.»
Diecinueve. Se modifica el artículo 548:

«Artículo 548. Plazo de espera de la ejecución de resoluciones procesales o


arbitrales o de acuerdos de mediación.
No se despachará ejecución de resoluciones procesales o arbitrales o de
acuerdos de mediación, dentro de los veinte días posteriores a aquel en que la
resolución de condena sea firme, o la resolución de aprobación del convenio o de
firma del acuerdo haya sido notificada al ejecutado.»
Veinte. Se añade un nuevo párrafo al ordinal 1.º del apartado 1 del artículo 550, con la
siguiente redacción:
«Cuando el título sea un acuerdo de mediación elevado a escritura pública, se
acompañará, además, copia de las actas de la sesión constitutiva y final del
procedimiento.»
Veintiuno. Se modifica la rúbrica y el párrafo primero del apartado 1 del artículo 556, que
pasan a tener la siguiente redacción:

«Artículo 556. Oposición a la ejecución de resoluciones procesales o arbitrales o de


los acuerdos de mediación.
1. Si el título ejecutivo fuera una resolución procesal o arbitral de condena o un
acuerdo de mediación, el ejecutado, dentro de los diez días siguientes a la
notificación del auto en que se despache ejecución, podrá oponerse a ella por escrito
alegando el pago o cumplimiento de lo ordenado en la sentencia, laudo o acuerdo,
que habrá de justificar documentalmente.»
Veintidós. Se da nueva redacción al ordinal 3.º del apartado 1 del artículo 559:
«3.º Nulidad radical del despacho de la ejecución por no contener la sentencia o
el laudo arbitral pronunciamientos de condena, o porque el laudo o el acuerdo de
mediación no cumpla los requisitos legales exigidos para llevar aparejada ejecución,
o por infracción, al despacharse ejecución, de lo dispuesto en el artículo 520.»
Veintitrés. El apartado 3 del artículo 576 queda redactado de la siguiente forma:
«3. Lo establecido en los anteriores apartados será de aplicación a todo tipo de
resoluciones judiciales de cualquier orden jurisdiccional, los laudos arbitrales y los
acuerdos de mediación que impongan el pago de cantidad líquida, salvo las
especialidades legalmente previstas para las Haciendas Públicas.»
Veinticuatro. Se da nueva redacción al artículo 580, que queda redactado de la siguiente
forma:

«Artículo 580. Casos en que no procede el requerimiento de pago.


Cuando el título ejecutivo consista en resoluciones del secretario judicial,
resoluciones judiciales o arbitrales o que aprueben transacciones o convenios
alcanzados dentro del proceso, o acuerdos de mediación, que obliguen a entregar
cantidades determinadas de dinero, no será necesario requerir de pago al ejecutado
para proceder al embargo de sus bienes.»

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

Disposición final cuarta. Modificación de la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el


acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales.
Se modifican el artículo 2 y la disposición transitoria única y se añaden dos nuevas
disposiciones adicionales, octava y novena, a la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el
acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales, en los términos
siguientes:
Uno. Se modifica el apartado 3 del artículo 2, que queda redactado en los siguientes
términos:
«Los títulos profesionales regulados en esta Ley serán expedidos por el
Ministerio de Justicia.»
Dos. Se añade una nueva disposición adicional octava, con la siguiente redacción:

«Disposición adicional octava. Licenciados en Derecho.


Los títulos profesionales que se regulan en esta Ley no serán exigibles a quienes
obtengan un título de licenciado en Derecho con posterioridad a la entrada en vigor
de la misma, siempre que en el plazo máximo de dos años, a contar desde el
momento en que se encuentren en condiciones de solicitar la expedición del título
oficial de licenciado en Derecho, procedan a colegiarse, como ejercientes o no
ejercientes.»
Tres. Se añade una nueva disposición adicional novena, con la siguiente redacción:

«Disposición adicional novena. Títulos extranjeros homologados.


Los títulos profesionales que se regulan en esta Ley no serán exigibles a quienes
en el momento de entrada en vigor de la presente Ley hubieran solicitado la
homologación de su título extranjero al de licenciado en Derecho, siempre que en el
plazo máximo de dos años, a contar desde el momento en que obtengan dicha
homologación, procedan a colegiarse, como ejercientes o no ejercientes.»
Cuatro. Se modifica el apartado 3 de la disposición transitoria única, que queda
redactado en los siguientes términos:
«3. Quienes en el momento de la entrada en vigor de la presente Ley se
encontraran en posesión del título de licenciado o grado en Derecho o en
condiciones de solicitar su expedición y no estuvieran comprendidos en el apartado
anterior, dispondrán de un plazo máximo de dos años, a contar desde su entrada en
vigor, para proceder a colegiarse, como ejercientes o no ejercientes, sin que les sea
exigible la obtención de los títulos profesionales que en ella se regulan.»

Disposición final quinta. Título competencial.


Esta Ley se dicta al amparo de la competencia exclusiva del Estado en materia de
legislación mercantil, procesal y civil, establecida en el artículo 149.1.6.ª y 8.ª de la
Constitución. No obstante lo anterior, la modificación de la Ley 34/2006 se efectúa al amparo
del artículo 149.1.1.ª, 6.ª y 30.ª de la Constitución.

Disposición final sexta. Incorporación de normas de la Unión Europea.


Mediante esta Ley se incorpora al Derecho español la Directiva 2008/52/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, sobre ciertos aspectos de la
mediación en asuntos civiles y mercantiles.

Disposición final séptima. Procedimiento simplificado de mediación por medios


electrónicos para reclamaciones de cantidad.
El Gobierno, a iniciativa del Ministerio de Justicia, promoverá la resolución de los
conflictos que versen sobre reclamaciones de cantidad a través de un procedimiento de
mediación simplificado que se desarrollará exclusivamente por medios electrónicos. Las

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CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles

pretensiones de las partes, que en ningún caso se referirán a argumentos de confrontación


de derecho, quedarán reflejadas en los formularios de solicitud del procedimiento y su
contestación que el mediador o la institución de mediación facilitarán a los interesados. El
procedimiento tendrá una duración máxima de un mes, a contar desde el día siguiente a la
recepción de la solicitud y será prorrogable por acuerdo de las partes.

Disposición final octava. Desarrollo reglamentario del control del cumplimiento de los


requisitos de la mediación exigidos en la Ley.
1. El Gobierno, a iniciativa del Ministro de Justicia, podrá prever reglamentariamente los
instrumentos que se consideren necesarios para la verificación del cumplimiento de los
requisitos exigidos en esta Ley a los mediadores y a las instituciones de mediación, así como
de su publicidad. Estos instrumentos podrán incluir la creación de un Registro de Mediadores
y de Instituciones de Mediación, dependiente del Ministerio de Justicia y coordinado con los
Registros de Mediación de las Comunidades Autónomas, y en el que en atención al
incumplimiento de los requisitos previstos en esta Ley se podrá dar de baja a un mediador.
2. El Gobierno, a iniciativa del Ministerio de Justicia, podrá determinar la duración y
contenido mínimo del curso o cursos que con carácter previo habrán de realizar los
mediadores para adquirir la formación necesaria para el desempeño de la mediación, así
como la formación continua que deben recibir.
Reglamentariamente se podrá desarrollar el alcance de la obligación de aseguramiento
de la responsabilidad civil de los mediadores.

Disposición final novena. Evaluación de las medidas adoptadas por la presente Ley.


El Gobierno deberá remitir a las Cortes Generales, en el plazo de dos años, un informe
sobre la aplicación, la efectividad y los efectos del conjunto de medidas adoptadas por la
presente Ley a los efectos de evaluar su funcionamiento.
Dicho informe incluirá asimismo la posible adopción de otras medidas, tanto sustantivas
como procedimentales, que, a través de las oportunas iniciativas, mejoren la mediación en
asuntos civiles y mercantiles.

Disposición final décima. Entrada en vigor.


La presente Ley entrará en vigor a los veinte días de su publicación en el «Boletín Oficial
del Estado».

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