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EXPERIENCIAS EN PROBLEMAS DE REGULACION DE CAUDALES Y MAXIMAS CRECIDAS Por RAFAEL HERAS Prot. B, Ing. do ©, Cy P, Para la Optima, o a! menos racional utizacién de 10s recursos hidréulicos de una Cuenca, regién 0 pals, se requiere un inventario aceplable de datos hidroldgicos y un Gonocimiento suliciente de 1a hidrologia de a cvenca, que deberd ser més ajusiade cuanto ‘mayor sea el porcentaje de utiizecion de los recursos hidraullcos. disponibles, El estudio hidrolégico se reteriré, tanto a recursos superticiales como subterrincos, @ incluso a otras posibilidades de la tecnologia actual, con el objetivo primordial de es. fablecer los estudios basicos para ef aprovechamionto integral de los recursos. hidréull- 08. Los dos temas més importantes dei estudio son el de la regulacion y el de maximas erecidas, puesto que estos dos temas son los que mas directamente condicionan los. pro- yectos, las obras y Ja posible explotacién optima de un sistema hidréulico. Se completan Jes problemas més importantes de estos dos temas, sintetizando la metodoiogia de céicu- Jo de regulacién de un embalse o sistema de embalses y también la correspondiente a estudio completo ce maximas crecidas. |. LOS RECURSOS HIDRAULICOS EN ESPANA Eepatia, en su conjunto, no puede considerarse como lun pais seco, dentro del contexto mundial. La escorrentia mesia tolal superficial y subterrdnea es de unos 110.000 hectémetios cubicos por afo para una superticie de cerca {4° $00,000 Km*, io que supone una escorrentia especitica de unos 220 mm por afo. Esta citra es inferior a los 300 milimetros, que representa tanto la media europea como la media mundial Para Ia poblacién actual, unos 9 millones de habitantes, los recursos naturales totales suponen unos 3.150 m/hab,/ ‘ho, y para la prevision a principios del siglo venidero, de unos 2 millones de habitantes, supondrian unos 2.100 me- "ros cibicos por habitante y ao, cilras que resultan tran- Guilizadoras, si se tiene en cuenta que en los Estados Uni- dos de Norteamérica la derivacién de agua por habitante ara todos los usos resulta, tanlo hoy como en las previsio- nes futuras, del orden de 1.900 mi/hab./afo, cilra que po- dria considerarze como un techo satistactorio de demande, para un nivel medio de vida adecuado, Sin embargo, a fuerte iregularidad de las cuencas es- afolas ha obligado desde principio de siglo a una serie do estudios, experiencias, proyectos y obras cuyos resul- tados pueden ser tiles a otros paises. Todas las caracte- Hislicas hidrolégicas espafiolas se resumen an el cuadro de la pagina siguiente, I. LA REGULACION DE Los RIOS Un proyecto de utlizacién de Recursos Hidréulicos re quiere, en la primera fase del estudio, un conocimiento ABRIL 1977 fuliciente de ta hidrologia de la cusnea: por otra varie, y @ medida que avanza el desarrollo de la utlizacién ae los ecursos hidrdulicos, se necesita una metodologia mas lustada, puesto que e! dimensionamiento de la presa es el resultado de aspectos puramente técnicos, condicionan- tes de explolacién o incluso de motivaciones econémicas ¥ sociales, Debe tenerse ademés muy en cuenta que, a partir de la Gllima década se estudia siempre la utilzacién de los recursos tolales de una cuenca, regién o pals, y se trata de oplimizar el aprovechamiento inlegral de los recursos. Es ovidente, ademas, que los estudios hidrolégices se plan- tearan de manera muy diferente cuando se trate da ullizet lun porcentaje importante de los recursos de la cuanca que cuando se necesite unicamente un porcentaje pequefo de egulacién. En el primer caso se nacesilard una alta ga- rantla de los estudios y, por tanlo, de la metodologia a femplear, mientras que en el eegundo pueden ser validos, e incluso més racionales, una serle de métodos més san- cillos, aunque tengan una menor garantia, El estudio hidrolbgico completo comprendera ta hidro= logia general de la cuenca, un estudio de aguas superl- ciales, un estudio de aguas subterrdneas y se completara siompre, aunque en olro orden de magnitud, con un estu- dio de demandas, erosién, arrastres y sedimentacién, Ea generel, el estudio de aguas superliciales y subterraneas se realizaria paralelamente para establecer el balance hi- droldgico de las cuencas parciales y totales y tratar de de- como ya se ha citado, el aprovechamiento intogra! de los recursos tolales de la cuenca, Logicamente, los porcentajes de posible utlzacién de an ge aguas superiiales y subierréneas infurian decisivamente $3128) couegegcun| yo fen el planieamiento del estudio, aunque, en cuaicuier e350, Bel ag] oer Sh Norns el resultado final se releriré ai conjunto de los recursos ge (e* existents. E s= El estudio Nidroldgico de aguas supericia‘es compren- es gggeeesces|e era todos aquellos punlos necesarios pare la determina: 2 835" 82588) 3 cin de la serie de caudales en el embaise 0 emoaisas 9 =e W estudiar, siendo sustanclalmente importante la extension Y arantia de tas series estimadas a parlir de los datus a3 boodeddddd| ld! hidrologicos de la cuenca. En general, pueden prasantars gece SBB8888988) 8 tres casos: que exista serie de caudales en el punio 2324 go Ne re 13 puntos a estudiar, quo no exisa, pero que pueda ulllarse oira serie de cuencas © cuences alines higralégicamene 7 ¥ que no exista ninguna serie de caudales, que pueda wt 8 oggasnesarle lzerse en el estutio y haya que realizar el estudio a parle é Hrewsonveris de datos de precipitaciones. En cualquiera do los tres casos ia metodologia do cde gq | es andioga, aunque habria que realizar aigunes estucios eoxzeuraas|o« |8S ‘espociticos complementarios en el segundo y tercer casos, Teed ¥ 0s resultados tienen, como es ldgico, mencr garantia cuando no existon series do caves. Peer El esludo hidroldgico ¢e aguas subterréneas tiens une 4.8,| 88888e28aa)¢ melodologia muy dilerente, aunque con la tecnologia a 8 3828| pesoon seals tual es posible lleger, en algunos casos, a un conocimiento 2 aor e casi tan completo como el de las aguas superiiciaies, aun- = aque estaria cendizionado fundamentaimente por la fella us 2 7 foties sulcientemente extensas. Por olra pare, y aunive 2 a8| 88g88ga8gR|8|gg | en at estudio de aguas superiials es sbeollamente ne. a 28] Saseeaass|S|%"| — cesaro un conocimionlo in sity de la cuonca y de sus 7 a] See Te caraclristicas hirolegicss generals, en el caso de aguas a sublerraneas 0 necesitaria un estudio de campo mucho 2) s8f2e5| . ccooccslo mis completo, sobre Geolagia, Geamorfcloia y Geuhidra. 8] sse5ee| 81 1289°388) 8 togia 8 | S38sss| 2 aT ye Para el estudio de aguas superliciales daberin anali- zerse una serie de carectristieas (isico-geourlicas do Ia eb 7 cuenca, que se camploiaran con el estudio climatolégico «| 8888889838| 8 ¥ meteorolégico, cuya conclusion a= una sero do indices 8| gssdan seals de todas las variables @ considerar. El estudio de proc e bitaciones se realiza a escaln mensval y anual para detor- minar sus caraceristieas por cucncas parcals, inluyendo lseasseseoola leyes de distribucién, y escalas de tiempo més. poquaras SERS293888| 8 para el estudio de méximas crecidas y determinacién de ee 72 = ‘coneumos. Paralelamente se realiza el estudio de caudales 8 escala anual y mensual, para dolnir los serios quo se uilzaran en jos estudios de regulacion sgggssesss|s Estudio de requiacién—£l ebjeivo es ta detorminecién geeece eae|s de In capscidad épima dol embalse o cade uno Us loe Co i kal embalses considerados; en este segundo caso, individual- 7 mento y come sisiama y a elactos tnicamente hidroléyicos, S| gggegsssga| alas | comsletades posterirmente con esludios gooldgicos-opo. Bo) SBESSRRR EE SEE | Grtcos y economicos §*| Se8ageesee| En 1 estudios provos de regulacién deben caleuarse || 22 | siempre tes curvas capacidad-caudel roguiado, tanto. oare 7 . s a8 demanda continua como para demanda variable, y para di 8 a 5 BS versas hipétesis de garantia, mediante el calcul de les 3 BS ie ole l Ss leyes de distribucién de la serie de aportaciones anuales ©) 28c88 s808/$| ae en el embalse 0 embalses a estudiar, que nos permiten 2886daase le ls deducir las diversas garantias \edricas a partir de la serie 218 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS cronolégica ullizada y los afios de las mismas que no eben considerarse en el célculo de las curvas de regu- lacién en cada hipotesis, es decir, no considerando aque- llos aos cuya frecuencia, deducida de la curva de cistri= bucion ajustada, corresponda a las diversas hipélosis de Garantia estudiadas, hipdtesis aceplable si se considera ‘que en los afios no ulilizados para el célculo de diches curvas se complementan las dolaciones con olras fuentes de caudales, En sinlesis, la metodologia a emplear seria ta siguiente: a). Se calculan las curves de regulacion interanual por el metodo de las cilerencias acumuladas, para caudales Continues © consumos veriables, con el fin de estimar los intervalos de variacién de las capacidades éptimas en ca- da punto y poder realizer posteriormente el estudio de 1 gulacién en toda ta cuenca, b) Se calculan, estadistic © graticamente, tas leyes de distribucién de las aportaciones anuales en todos tos puntos, Estas curves de distribucién nos permiten deduci, ara diversas garantias, los afios que no deben conside- rarse en el célculo de las curvas de regulacion en cada hipdtesis, Para el célculo de dichas curvas, con diversas garantias, admitimos no considerar en el céleulo aquellos anos cuya frecuencia, deducida de la curva de disiribucion, corresponda a las diversas hipdtesis de garanlia esi diadas, ©) A partir de estos estusios se determinan tos inte valos de variacion de las capacidades oplimas de cada embalse, individualmente y como conjunto, y se establecen las hipétesis de célculo para el estudio dptimo de regula: cion. Las capacidades de cada embalse estarin condicio nadas también por la geologia, topogralia y coste de la presa, 4) Se establece la regulacién sucesiva de los distintos embalses considerados y con diferentes hipétesis de ca- acidad, suponiendo que cada embalse se utiliza primo- amente para regular la aporlacién de la cuenca propia empleandose las capacidades diferenciales en regular, su- cezivamente, los caudales no regulades aguas arriba; co- mo resultado se obtienen los volimenes regulados por uencas parciales y lolales pare diversas hipdtesis de ga- rantia, Con este proceso iterativo, para diferentes hipétesis e capacidad, se establecen los intervalos de variacion de las capacidades Sptimas en cada uno de los embalses. 2) Se realiza el estudio analitico de regulacién en cada punto teniendo en cuenta evaporacién, capacidades utiles, elcétera, a partir del cual y en uncién también de los cri- terios de explotacién, se fijan las capacidades de cada uno do los embalses, realizindose | estudio analllico com- pleto, para cada uno de los embalses, de la regulacion con la serie histérica, y con este astudio se dofinen las capacidades a considerar en cada embalse. Finalmente, se realizara un estudio estadistico comple: por el método det tipo regulacién-explotacién para cada fembalse y para el sistema conjunto, Este sistema de célcu- lo compute los niveles de garantia de utilizacién en funcién de los valores de explotacién que entran en el calcul, ABRIL 1977 como datos del problema. A parlir de la serie a escals mensusl en cada uno de los embalses y para poder tener el concepto de garantia de exolalacion estadisticamen tequiere la simulacion de un modelo hidrolégico median's una serie artificial, sufcientemente extensa, de aiios nidro- légicos simulados, haciendo la hipétesis de que son varia- bies aleatorias independientes 0 candicionandola, por ejem- plo, por el grado de aulocorrelacién en series simuladas. La extension de las series simuladas susle ser del orden de aviniontos a mil afos, y es necesario definir Ia maxima demanda a efecios de introducirla a la escala mensual del modelo de célculo, lijando ademas a cada embalse un factor de exptolacién, porcentaje de 1a aporiacion media Considerada para cada hipétesis de consumo, £1 concepto de garantia agricola se define por la relacién entre el ni= mero de alos no insulicientes y la extension de la serie, En general, afo insulicienle se define como aquel que liere un cierto nimero de meses insuficiantes, aportacio- nes wtilizables monores que consumos, mayor que un Nii mero dado, normaimente 3 6 4, y consideranas adamas que es insuliciente cuando, aunque el nimero do meses Citados antericrmente sea interior al fijado, la cantidad de agua ullizada en esos meses es manor de un cietlo por cenlaje de la demanda teérica, normelmente del orden del 75 por 100. Como resullado del célculo se obtienen las curvas de lanlo por cienlo de porcemtaje de aportacion utilizada y tanto por cient de garantia, Experiencia espafole.—Partiendo de la premisa de que ‘no serla logico condicionar el desarrollo de los recursos hidrolégicos 0 de series hidrolégicas con un minimo de extension para poder plantear el estudio con una cierta garantia, el estudio hidrolégico debera ser en cualquier aso, lo mas completo posible y utilizar, ademas del mé odo convencional, las tecnologias mas modernas en este campo, tundamentalmente la ullizacién de modelos se todo tipo, pero poniondo un interés especial en conside- rarlos como una herramienta de trabajo utllizada para au mentar las posibilidades de inlormacion del proyectista. Nuestra experiencia en utilizacién de modelos es que de- 'ben emplearse por fases, puesto que los grandes modelos input-output no tienen ningin sentido tisico para el pro- blema que se piantea en un esiudio hidrolégico y sus re sullados no tienen en absoluto ninguna garantia Considerando, y segiin la experiencia espafoia, las dis- tinlas elapas det desarrollo hidraulico en la primera de las cuales hay abundancia de recursos disponibles en cada cuenca frente a la demanda y un bajo porcentaje de uli- lizacion, es decir, que se trata de estucios especiticos y concreios sin intentar relacionarios con el conjunto. En ge: Neral, puede considerarse esta etapa como de uliizacién de hasta un 50 por 100. En la segunda, que llega hasta una utiizacién del 7 por 100 de los recursos, habria que tener en cuenta la interdependencia del sistema o sistemas y el estudio integral y conjunto de las aguas superticialos y subterrineas, y en la tercera etapa, que se presenta cuando Ia demanda, dentro de la unidad hidrolégica, re- sulta igual al factor de disponibilidad do recursos propivs. ‘soré necesario plantear el aprovechamiento conjunto y, por 29 tanto, ampliar el marco geogralico y metodolégico de los studios hidraulicos, Logicamente, y aunque Ios planteamientos hidrolégicos Generaies sean los mismos, habria que tener muy en cuen- {a la metodologia empleada, la etapa de desarrollo hidro- légico, para completar los estudios de tipo general con estudios més especializados © incluso més sofisticados, Puesto que el grado de garantia, o lo que es Io mismo, al Porcentaje de error en la aproximacién hidrolégica tiene muy diferentes influencias, segun sea el porcentaje de los Tecursos que quieran regularse IIL DISPON'BILIDADES AGTUALES Y FUTURAS ‘Aguas superticiaies—Como ya se ha indicado, uno de los problemas mas fundamentales del aprovechamiento del ‘agua en Espana es la necesidad de regular mediante em- balees los caudales naturales para asegurar una perma- encia en el suministro, Eslo es debido a que: @) Le mayor parte de la escorrentia de nuestros ros, 8e produce durante el inviemo y la primavera, que es cuan- do les necesidades dei mayor consumidor de agua (el re- gadio) som minimas 1) La escorrentia varia tuertemente de un afio a otro, siendo la aportacion minima global del pais una tercers parte de la madi Para resolver el primer aspecto dastavorable, resehiado fen forma estricla, bastaria con establecer embalses capa. es de acomedar anuaimante el regimen natural a las de~ mandas, con lo que se lograria disponer de ls tercera Parle de los recursos naturales aproximadamente. Sin em- Dargo, este techo de disponibilidades resulta reducido cara al futuro considerando las demandas previsibles, y para Incrementarlo es preciso ir a la regulacién interanual con grandes capacidades de embalse, En definitiva, resulta que con la regulacién natural en Espana se podria aprovechar solamente enire el 5 y el 10 por 100 de los recursos naturales; con 1a regulacion anual se Hlegaria hasta un limite del 33 por 100, aproxima- damente, y para sobrepasar este limite hay que acudir a Ja regulacién interanual, cuyo techo es variable con el liempo y depende de factores esencialmente econémicos, De 10s resultados globales expuesios se deduce clara. mente que la economia hidraulica espafola en la moderna coyuntura depende esencialmente de sus embalses regu- ladores, relo de In naluraleza que recogié hace muchos aflos el ingeniero hidraulico espatl. Aguas subterréneas—Como disponibilidades de aguas sublerréneas se consideran, en cada momento, las que se uilizan para los diversos usos, pues los polenciales teéri- 0s de utilizacién de los embalses subterréneos (ya cons- truidos por la naturaleza) requieren labores de captacién para su utlizacién, que pueden considerarse equivalentes @ las de regulacién de recursos superliciales mediante embaises, No son muy completos los datos de que se dispone en Espafa sobre Ia utilizacién de aguas subterréneas, pero si 280 sulicientes para dar una visién panordmica de alcance global representativo. En materia de regadios la superficie tolal de la Espana Peninsular que utiliza agua de pozos puede estimarse en lunes $40,000 Ha, con una dotacién media de unos 5.700 metros cvbicos por hectarea y aio, En cuanto a abastecimientos podria estimarse, con cier- 'o margen de error, que la demenda industrial y urbana se cubre en una tercera parle, aproximadamente, con recur- 808 de dicha procedencia, Con las naturales reservas que aconsejan una estima ida con escasos dalos, pueden evaluarse las demandes abastecidas con aguas sublerréneas y su disiribucién pre via entre acuileros, de la forma que se indica, DEMANDAS ABASTECIDAS CON AGUAS SUBTERRANEAS OO ™ Demanda abasecida —_Dislribucion con aguas sublerraneas previa entre (Hm/ aro) aculferos _ mization Abas- — leci- Inte Cos- Cuenca _Fliegos_mientos Tolal_riores _teros Norte 300 60360 60 Duero 400 95435 gas Tajo 200 1853355 Guadiana 260 100360 360 Guadalquivir. 200 352355 Sur 300 95395 102s Segura 350415385355 10 sJocar 61026087010 Ebro 20 4585s Pirineo Orient. 200-250 450 — 450 ————____* Totales 3.080 1.030 4.090 2175 1.915, SS Las hipdtesis previsias para el futuro en lo que se +t fire a reguiacién superticial sin consiéerar posibles alec- clones de extraccion de aguas subterrineas, se sinletizan ‘en el cuadro de la pagina siguiente, Puede observarse que existe lodavla margen para poder conseguir incremento de regulacién en muchas cuencas, salvo las del Tajo y Segura, que quedan fuertemente re. Guladas. Como ejemplo citaremos los estudios mas recien- tes sobre el Pirineo Oriental y Ebro, Para el Pirineo Orien- lal se ha llegado a la cifra de disponibilidades futuras de 1.882 Hi/aho procedentes de aguas superliciales, lo que Supone un 36 por 100 mas que la estimada en el Invente- fio, y para la cuenca del Ebro se ha considerado que puede ser fisicamente factible llegar @ 16.000 Hm/ano, o que supondria més del 85 por 100 de los recursos naturales de la cuenca, La gran reserva hidrdulica de la Peninsula (norte de Espana), que dispone de la tercera parle de los recursos Naturales, presenta un grado de regulacién reducido, de- bido a que los estudios realizados hasta el presente se REVISTA DE OBRAS PUBLICAS DISPONIBILIDADES FUTURAS DEL INVENTARIO. Gredo de regulacién v Volumen regulable — 100 (%) V (Hm*/afio) Ay Aportacién Capacidad — — Se ‘media embalse Regimen Regimen Regimen Régimen Cuenca (Hm ao) (4m) uniforme variable uniforme variable Norte 37.200 9.108 15.461 10.379 a5 278 Duero 18.900 11,850 10.383 8,704 653 548, Tajo 10.250 15.305 8.420 7.678 821 750 Guagiana 5.050, 8.233 2.728 2.584 541 512 Guadalquivir 9.200 7.926 4.902 4313 533 489 Sur 2,250 1.615 1.082 982 48,1 438 Segura ‘950 1.153 788 721 758 8233 Jucar 3,800 4.058 2.835 2.404 59.3 633 Ebro 18.850 9.435 13.734 11.437 73,0 59,2 Pirineo Oriental. 2.550 1.315 4.180 1.087 45,1 426 Totales 106.000 69,738 61.254 49.990 578 472 concretan a alender las demandas de usos consuntivos pr pios (lundamentaimente abasiecimientos) y al desarrollo del potencial hidroeléctrico, Con visias a un aprovecha- miento integral de los recursos del pais, con translerencias @ olras cuencas de estos abundanies excedentes, sera Preciso abordar el estudio de su regulacién completa, que Se verd facilitada con las modernas técnicas de reversi- bilidad para ta produccién de energia de puntas, requ. lando por bombeo en las cuencas colindantes (Ebro. y Duero) los recursos de la cordillera Cantabrica, en primera fase para el propio abastecimiento de Santander, Vizcaya ¥ Guipiizeoa, cuyo control por medio de embalses en las cuencas proplas resulta econémicamente muy dificil, y uiza en tases posteriores para aumentar las disponibili- dades del pais como un conjunto, incluyendo en este caso Ja divisoria astursleonesa, cuyos problemas a corto plazo no son tan perentorios como los de otras regiones cos- leras_mencionadas. En cualquier caso, las disponibllidades futuras que el Inventario recoge suponen una cifra respetable, cerca del 60 por 100 de las aportaciones naturales, con un incre mento sobre las actuales de unos 15.000 Hm'/aAo. Esto, unido a las perspectivas de aumento de disponibilidades que los estudios especiticos por cuencas han de propor- cionar indudablemente, pone de manifiesto la imporiante larea que todavia es preciso realizar en materia de regu: PERSPECTIVAS DE REGULAGION Rendimiento regulacién futura 7 Incremento volumen regulado — Increment (AV en Hi'/aio) ac capacidad ‘embalse Regimen Régimen Régimen Regimen Cuenca (aC en Hm) uniforme vatiable unitorme variable Norte 2 5.187 8.707 5.053, 1.105 0,980 Duero 4.485 2.014 2.368 0.448 0.528 Tajo 5508 1.341 1.417 0244 0.287 Guaciana 5.104 1.292 1.285 0,253 0.248, Guadalquivir 3.226 1.258 1.348 0.391 o.t8 Sur 1.003 680 628 os77 0,625 Segura 270 129 170 oar? 0,628 sacar 1.356 362 549 0.287 0.404 Ebro 3.558 1.525 2.130 0.428 0,598 Pirineo Oriental 806, 481 480 0872 0,598 Toiales 30.473 14.770 15.408 0.486 0,505 AVRIL 1977 281 lacién de caudales para conseguir el aprovechamiento integral de la parte mas importante de los recursos nalu- tales constitvida por las aguas que circulan por nues- 110s rios. De todas formas es preciso hacer nolar que el rendi- miento medio de la reguiacién superficial va a descender sensiblemente, y no auede pensarse en seguir consiguiando citras tan favorables como las oblenidas hasta ahora, que suponen en canjunto un meiro cibico de embalse. De cara al fuluro las perspectivas que se deducen del Inventario Pueden recumirse de acverdo con las ciltes que se pre sentan en of cuadro de la pagina anterior. El rendimiento para la regulacién adicional varia entre |a cuarta parle de un metro cibico regulade por cada me- lio cuibico de embalse on las cuencas dal norte, La media tesulla de medio melt cubico de agua regulada por cada metro cibico de embalse, 0 lo que e igual. un rendimiento global del consaguido hasta ahora, Esto es logico, pues los recursos naturales son cada ver més di- ficiles de regular a medida que se va avanzando en el Porcentaje de su aprovechamienio, pues hay que intentar regulaiizar aquellos recursos que provienen de lluvias y ormentas cada vez mas espaciadas en el tiempo y que 5 preciso retener durante periodos mas largos, IV. LA DEMANDA DE AGUA EN ESPARA Y SU EVOLUGION Regadios.—Espafa tiene una gran wadicion en el apro- vechamiento de las aguas, ya que la inadecuada distribu: EVOLUGION OE LA cién de las precipitaciones ha obligado a ejercer la practica del riago en la mayor parle del pais para completar las insulicientes dotaciones que a los cultivos proporciona la Naturaleza, La practica del riego en Espafa es tan anti- ‘qua como su propia historia, Todos los pueblos invasores, omanos, godos y musulmanes, dedicaron espacial aten- cién al aprovechamiento de las aguas, pero el desarrollo mas toreciente £¢ alcanzd con la invasion musuimana, pueblo verdaderamente meestio en la técnica del riego ce quel tiempo, pudienda considerarse como origen de nues- ios aprovechamientos hidréulicos perdurables los agri- elas creados por los arzbes, origen de les ricas y fecun- dos vegas de Granada, Murcia, Valencia y Aragon. A Io largo de los afos 12 iniciativa privada en materia, de regadios tue creciendo paulalinamente, llegandose a uliizar caudales muy superiares a los garantizados de for- ma natural anles de iniciarse la construcién de presas de foguiacion de cierla entidad, a costa, como es légico, de una insegurided grande en el suminisiro de las dola- ciones. Este aprovechamiento mas que integral de los re cursos en su forma natural, realizado principalmente en las zonas con tradicion de regadio, ha contribuido muy efi- cazmente a que gran parte de la poblacién regante apr: cie en su jusio valor el agua y sepa administrarla de forma adecuada. Como confirmacion a lo expuesto, baste decir que 2 principios de sigio el regadio espaol superaba el millon de hectareas, disponiéndose de una capacidad de embalse inferior a los 100 Hm, o que na parmitia abas- lever las demandas ya cieadas con una garantia minima seeplable, DEMANDA DEL RIEGO ‘Aro 1942 1952 1982 1972 1975 Superticie (Ha) 1.109.000, 1.250.000, 1.500.000, 2.000.000 2,180,000 Demanda (Hm'/aho) 11,000 12.300 14300 18.600 20.000 Goneumo (Hm*/aho) 8.500 9.600 11.400 14,900 16,000 REGADIOS EN EXPLOTACION ‘Con aguas derwvadas de cursos fluviates Con aguas alumbradas Tolales Cuenca Ha Hmi/ano Ha Hei/afio Ha Hmt/aito None 34.100 280 0,000 300 84.100 580 Duero 288.100 2.480 70,000 400 358.100 2.860 Tajo 198,500 1.170 35.000 200 173.500 1.970 Guadiana +49.600 1.430 46,000 260 195.600 1.890 Guadalquivir 344,900 3.790 35,000 200 379,900 3.930 sur 103.300 855 52.000 300 155.300 1.188 Segura 122500 1.005 62.000 350 184.500 1.988 Jucar 221,900 1.970 112.000 610 393,800 2.580 Zb10 712.200 6.730 42,000 240 754.200 6970 Pirineo 0, 37.000 330 36.000 200 73.000 530 Totales 2,182,100 19,960 540.000 3.080 2,892,100 23.020 282 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS REGADIOS POTENCIALES ee ‘Supertiecie| Demanda Cuenca (Ha) (Ho afio} Norte 105,600 720 Duero 813,700 5.900 Tajo 405.400 3.300 Guadiana 346.000 3.095 Guadaiquivir 547.200 5.780 sur 191.200 1.450 Segura 442.000 3.350 Jocar 503.200, 3.990 Ebro 1.481.000 12.590 Pirineo Oriental 129.800 730 NBG 790 Totates 4.965.200 41,965 a Abastecimiantos—El Plan Nacional de Abastecimionios ¥ Saneamientos inciuye datos suficientes a partir de 1860, fesultando relativamente sencillo extrapolae hasta 1840 los valores de demandas y consumos disponiendo de la eve. lucidn de ia poblacién. Con un grado de aproximacion arecido con el que se ha establecido la evolucién de los regadios, puede establecerse la de los sistemas de abas. 'ecimiento. como se ha eleciuado en el cuadro siguiente EVOLUCION DE LA DEMANDA DEL ABASTECIMIENTO Afio 1962 1952 1962 19721975 Poblacion (10" hab.) 20 285 31.0350 65 Domanca (amo) 1.600 1.850 2100 3.200 3.85 Consume (Him ao} 400 450 5000080 Se ee Otros usos.—Hasta hace relativamente poco tiempo les demandes que se consideraban para establecer los pro. gramas do regulacién conducentes a incrementar las dis. Ponibilidades eran las correspandientes a los usos con Suntivos de riego y abastecimiento, que siguen siendo hoy en ia os componentes principales del sector de la de- manda, Sin embargo, han ido adquiriendo importancia cada vex mas acusada otros aspectos de las necesidades en la Vida moderna, tales como las de ratrigeracion de centralos lermicas 0 nucleares, tas ecolégicas y ambientales y las, de cardcler recreativo, En relacién con las primeras cabe sefialar que su mage nitud cara al fuluro se perfila muy importante, dada la cre. iente demanda de energia y las limitaciones que ofrece el potencial hidroeléctrico desarrollable, Dada ta limitacién de recursos de agua dulce y las credientes demandas del ‘mismo, resulta muy aconsejable la localizacion costera de ABRIL 1977 las centrales térmicas clasicas y nucleares para utilizar agua de mar en los circuitos de refrigeracién, En caso ecesario de localizacién interior debe hacerse en zonas Con aguas abundantes y estudiando con detalle y sentide econémico 10s problemas a que pueda dar lugar la reut. lizacién de dichas aguas, 0 los problemas de prioridades ue se puedan plantear. Las necesidades ecolégicas y recreativas enitan den- lio del concepto moderne de caudales minimos que es Breciso respetar en los cauces. Dentro de oste apartado entra incluso el aspecto estético, que se considera racien. femente como parte integrante de la demanda de agua de caracler ambiental No existe, por el momento. ningin crterio claro que ermila establecer la cuantia de estos caudales minimos, Gunque es preciso reconocer que se trata de un problems Complicado en el que intluyen muchos factores, siendo uno Ge los mas importantes desde el punto de vista cuantita. tivo el grado de contaminacion de tos verlidos, Sin em: argo, esla contaminacién debe de considerarse como on aspecto transilorio de la demanda de agua regulads, pues ara el planteamiento de un aprovechamiento integral a largo plazo parece légico suponer que el problema de la conlaminacion ha de atajarse mediante el tratamiento ads. cuado de dichos verlidos, de forma que no se delerioren los recursos disponibles aguas abajo y que sea posible su ulterior utlizacion. Partiendo de esla base los coudales minimos podrien estimarse suponiendo que la calidad del agua mantiene, en general, condiciones proximas a las nas turales, V. ESTUDIO DE MAxIMAS CRECIDAS EI problema de las méximas erecidas.—La existencia Ge un gran nimero de procedimiantos de célevio de cre. cides de proyecto, sin que ninguno de ellos haya sido ‘adoplade unanimementa, indica la magnitud y complejided Gel probiema que se enirenta ¥ las diferentes actitudes o posiciones, a menudo contradiciorias, que los especialisias Ssostionen a este respecto. Ello es consecuencia, por una parte, de la reducida extensién de las series hidrometoo. Toldgicas ulilizables, asi como de su falla de precision, Paricularmente para valores extremos y, por olfa, de la posicién de critrios y resultados que supone ia conside. Facion de los dos elementos primordiales ligados al pro- yeclo de toda obra: seguridad y economia, Las maximas crecidas tienen una gran importancia pa- ra el proyecto de las presas, tanto por lo que alecta o Is Seguridad de las mismas como por las modificaciones per. Judiciates que los embalses pueden introducir en ol régh- men nalural de las avenidas. Es preciso prestar la maxima alencion a estos dos aspectos: @)_ Maxima crecida de célculo que debe ser adoptada ara su evacuacién sin peligro pera la eslabilidad de la obra, Db) Ponderacién de los riesgos consecuentes al esta- blecimiento de la obra, en cuanto a la creacién 0 modi 283 Cacin de las avenidas en su recorrido a lo largo del cau- ce aguas abajo Respecto al primer punto, hay que reconocer que el fenémeno de la maxima ciecida es muy complejo y de- Pend de muchas variables, cuya probabilidad de coinci- Gencia caracteriza el riesgo. Debido a asta compleiidad, resulia no sélo recomendable, sino absolulamente necesa- tio, el estudio del problema por los distintos métodes co- nocidos: directos, empiricos, esladisticos e hidrolégicos, siendo esos iltimos Ios que tienen un mayor sentido fi- sicd, y en los que cabe la posibllidad de estudiar bastante aceptablemente el fenémeno de a méxima erecida, Los métodos estadisiicos, cuyos resullados serian los de mayor garantia, presentan el inconveniente de que, en general, no existen series sulicientemante extensas que les Proporcionen la adecuada representatividad, Las normas existentes para el dimensionamiento de aliviaderos utlizan tiempos de recurrencia muy altos (qui nientos y mil afos) con objeto de tomar un cosficiente de seguridad suliciente, lo que resulta explicable debido a las catastrofes que se han producido por insuliciencia de aliviadero. En algunos peises se liegan a calcular maximas crecidas para tiempos de recurrencia de hasia diez mil fos, lo que en nuestra opinién no tiene ningin sentido, ni fisico ni hidrolagico. Los perlodos de recurrencia dema- siado altos son adsclutamente incontrolables en general, Por provenir de extrepolaciones excesivas, y alin en el caso de que los valores tedricos sean sobrepasados por valores medios durante ol periodo de explolacién, siempre Podria justiticarse diciendo que dichos valores corres- Ponden a un tiempo de recurrencia todavia mas alt, En nuestra opinion, sin perjuicio de que el valor de la maxima crecida venga fijado pare un periodo de recurren- ia amplio (la Instruccién Espariola de Presas establece Quinientos afos), éste deberia variar de acuerdo con los Fiesges previsibles, que dependen fundamentalmente del lipo de presa, situacién, etc. Ademas pensamos que, en Yodo caso deberia exigitse un estudio complelo del hiro: grama de maximas crecidas para un tiempo de recurencia ‘que tenga un sentido real y no teérico (entre cincuenta y sion aos), en funcién de los datos que pueden ulilizarse fen cada caso para obtener los coslicientes de seguridad que suponen la crecida maxima adoptada respecto a estos hidrogramas practicos © ir ajustando estos costicientes cada vez mas, Al segundo aspecto sefialado presia especial atencion la Instruecién Espanola para el Proyecto, Construccién y Explotacion de Grandes Presas, y precisamente por la {alta de un control euticiente en la determinacién de la maxima crecida, trala de evitar que puedan producirse sitvaciones Provocades arlificiaimente, mas periudicialas que las que sucederian de no existir la presa, Con este objeto, se im- pone como preceplivo que la suma de los caudales que puedan ser evacuados por todos los dispositivas sujetos 2 conlrol no sea superior al caudal de la avenida normal, que se detine como aquella cuyo periodo de recurrenci sea como maximo de cincuenta afios, pero calculada siem- pre con vistas 2 no allerar, de modo esencial, las condi- 284 clones de riesgo preoxistentes. La evacuacién de la méxima crecida debe realzarse, en consecuencia, mediante una sobreelevacion del nivel de embalse sobre el maximo nivel ‘normal, para lo cual ia altura de presa asegurara al res- uardo correspondiente, Indica, ademas, que las normas de explotacién de los aliviaderos deberan exigir que se maniobren las compuertas de manera que el nivel del em- balse no se eleve sobre su maximo normal antes de que les compuertas queden totalmente abiertas. Metodologia de céleulo y experiencia espafola—El pri- ‘mer problema que se plantea es el de Ia definicion de recida de proyecto, La Instruccién mencionada (Madrid, 1967) esteblece que la capacidad tolal de desagie ha de Calcularse para el nivel maximo de embalse controlado {T= 50 afos), pero indica simulineamente que la altura de la presa ha de asegurar un resquardo que permita la laminacién de la crecida maxima (T = 500 afios). Como Por otra parte es preceptivo ol estudio de desagie de la Grecida T = 100 aios, para el aliviadero con una compuer- ta cerrada, parece evidenle que, segiin se trate del pro yecio del aliviadero o de la presa, se pretisaré conocer a) Para establecer la capacidad de desagte contro ldo: caudal maximo para T = 500 afos. 5) Para la presa: hidrograma de las crecidas de T = = 100 afios y T = 500 afos. Considerando el tamario de las muestras de precipita ion y caudal disponibles, parece aventurado y peligroso prelender exirapolar estos datos con una clerta garantia hasta oblener el hidrograma correspondiante a la crocida T = 500 afios. No asi para la crecida T = 100 anos, por lo que esta crecida deberia ser siempre la preceptiva. Para ¢l estudio de esiabilidad y funcionamienlo de Ia presa y Sus drganos de desagile se aplicaria un coeficiente de ma- yoracién del hidrograma T = 100 afies, funcién de las ca- facteristicas propias de Ia obra y los dahos potenciales ‘aguas abajo y que, en una primera aproximacién puede oblenerse de la relacién de caudales méximos para tiem- pos de recurrencia superiores (quinientos, mil aos) com- parades con el del hidrograma de cien afos. Independientemente de los precepios establecides co- mo base de céleulo, es indudable que el proyectisia pue~ Ge estar obligado 0 interesado en aumeniar los periodos Ge recurrencia anteriormente citados por razones de se- uridad, factores humanos, sociopolticas y econémicos. El criterio econémico induce a investigar el valor minimo del Coste glabal actualizado, consiituide por los ates provo- cados en caso de destruccién de la obra y el costo de las obras de desagte, Este mismo criterio podré ser utilizado, por ejemplo, para delinir la crecida de proyecto de las obras de desvio durante la elapa de construccién de la presa. En general, una vez detinida la crecida de proyecto Por su caudal maximo, Gnicamente los métodos hidrol6- gicos basados simulténeamente en datos de tluvia, pueden Proporcionar al proyectista Ia forma de hidrograma de te crecida de proyecto. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS Si la crecida de proyecto sélo debe ser descrita por fu caudal punta, los métodos estadisticos (basados en el lratamiento estadistico de datos hidrolégicos), empirices (utiizando férmulas empiricas que incluyen una gran vee ‘iedad de caracteristicas geométricas y geogralicas de la cvenca) y de correlacién hidrologica (comparando con va- lores 0 registros conocidos en otras cuencas), proporcio- nan una amplia gama de posibilidades al proyectista, quien se encuentra frecuentemente inducido a elegir un valor intermedio entte los diferentes resultados que ob- tiene, Estos procedimientos resultan valides para cuencas del orden de hasta 3.000 Km, En cuencas mayores deberd procederse @ su descomposicién en cuencas parciales, analizando les posibilidades de concurrencia mas cesta. vorabies, En el caso de crecidas con gran porcentaje de mate ‘iales de arrasire © en suspensién, deberdn justificarse las hipétesis y edlculos realizados, que den lugar a un incremento en el nivel de las aguas correspondientes aun Selerminado caudal, asi como estudiar especilicamente entre los caudales sélidos, La sintesis de los métodos normalmente utilizados es Is. siguiente: ‘Métodos direcios—Su aplicacién no debe omitirse nun- ca, pues aunque no tienen una metodelogia completa, dan fen muchas ocasiones una informacion muy util. Consisten fn fijar, en un tramo del rio suficientemente caracteristico y delinido, las cotas maximas sleanzadas por las aguas alculando, a partir de ellas, los caudales que han circu- lado, Estos métodos reciben a veces el nombre de mélodes hidrdulicos por utilizar parametros y formulas de hidrodi- mica, Métodos empiricos.—En la actualidad, las férmulas em- piricas no son de una ulilidad tan grande y directa como hace afios, debido a la existencia de otros procedimientos de ostimacién de crecidas, que se apoyan en una mayor informacién hidrometeorolégica disponible, Sin embargo, 2 aplicacién en estudios previos no debe despreciarse. Pueden servir también como contraste de valores obtenidos or oiros métodos, siempre y cuando se investigue su apli- Sabilidad al problema y caracteristicas de la regién en os- ludio. Les inconvenientes principales que presenta su co- trecta aplicacién derivan del hecho de su trensposicion a vencas distinias de aquellas para las cuales se dedujeron, or fo que sus coeticientes deben ser variados en funcién e caracteristicas propias (climaticas, hidrolégicas, geolé- Gicas, ete.) de muy dificil ponderacion y comparacién con las de ta regién de origen, Ademés, en un gran nime- ‘0 de ellas, no se relaciona el caudal de punta con su Periodo de retorno © probabilided de ecurrencia, por lo ue no se tiene un criterio © juicio respacio a su corres- Pondencia con la magnitud e importancia de la obra a pro= yocter, Les formulas empiricas de dilusion més generelizada pueden clasilicarse en dos grandes grupos: Formulas en las que interviene el concapte de probe- bitidaa, ABRIL 1977 Son las mas completas. Tanto Ia de Fuller como la de Creager se ajustan bien a la mayoria de 10s rios espafo- les, La férmula generalizada para toda Espafia atiende a la expresion Q = (4 + 16 09 7). 2 = Caudal maximo, T = Tiempo de recurrencia, S = Supericie Formulas en tas que no interviene el concepto de prov babllidad — Funcidn monomia de Ia superficie de cuenca: @ S* (Myer, Creager, Valentini, Zapata, Gonzalez Quijano, ete), — Funcion sencilla de la superficie de la cuenca: a o- (- “8 ine no vias, b+ Se en general, para $ > 1.000 km), — Funcién completa de la supertcie de cuenca (Hott man, Creager, Heras) — Funclon de ta pluviomelria y de la superticie de cuenca (Possenli. Puraze, Heras, etc) — Oras (Gete-Alonso, Gutman, Hanna y Kennedy) Mélodos estadisticos—~Estos métodos consislen en es- timar la crecida maxima que puede llegar a tener un rio 8 partir de una serie de caudeles maximos conacidos, ex lrapolando en dicha serie mediante una curva de frecuen- ia con diterentes probabliidades, Tienen el claro inconveniente estes métodos de que, en General, los datos de partida son caudales medios diatios, 8e los cuales resulta muy arriesgado el céleulo del caudal maximo instantaneo. A posar de sus limitaciones, este sistema ha sido uti lizedo y veriticado con bastante éxito y los resultados son bastante aceptables cuando la maxima crecida es produc ida Unicamente por precipitaciones sin influencia de des- hielo, 10 cual es légico, ya que la distribucién de precipi- faciones se sjusta mejor al célculo probabilistico que los lenémenos de deshielo. Existon varias leyes de distribucién de frecuencias que 8e aplican en problemas hidrolégicos, Estas leyes vienen fen funcién de las caracteristicas estadisticas de la mues- lta hidrolégica (media, desviacién tipiea, ete.). Como co- mentario final diremos que cualquier ley de distribucién ede tomarse con las reservas propias de \a metodologia empleads, puesta que el ajuste de las curvas de distribu- cidn, aunque aceplable en muchos casos, no es excesiva- mente bueno, sobre todo por la gran dispersién que suelen toner los valores extramos en cualquier tipo de datos hidro- l6gicos y, por otra parte, se trata de extrapolar resultados 8 periodos de recurrencia mucho més largos que las se- ‘ies bésicas, De todas formas, y en aquellos casos en que se tengan series basicas de suficiente garantia y exten- sién, los métodos estadistices dan unos resultados muy aceplables. 285 Métodos hidrolégicos.—La PMP ha sido definida como la altura méxima de lamina de agua que meteoroldgica- mente puede acumularse en un tiempo dado, sobre una cuenca dada y en una época determinada del afo, sin fener pora nada en cuenta las tendencias climaticas que se producen a largo plazo, Los procedimientos para su estimacion no estan normalizados, ya que varian con la Cantidad y calidad de los datos disponibles, con el tamatio de la cuenca y eu emplazamiento, con la topogralia de ta, cuenca y de la regién, con los tipos de temporalas que producen precipitaciones exiremas y con el clima La mayoria de los procedimientos existentes estén fun- dados en planteamiantos meteorolégicos 0 tradicionales, pero requieren un volumen de informacion, que 10s hace dificiimente aplicables en la generalidad de los casos. e109 fijan los coaficientes de seguridad a utilzar, mantenien- do como hipdtesis de base que,, en un porcentaje ele- vado de casos, es tan peligroso 0 mas que el inlradi- ‘mensionamiento de los sistemas de desagie de una presa, el supradimensionamiento que puede aportar por dileren tes causas, incluso de explotacion, marimas crecidas ar- tifciales, de drdenes de magnitud muy superiores @ las maximas aporladas de forma natural Las crecidas torrenciaies en Espaia.—En Espana Gebido a la gran irregularidad de sus rios, como conse- cuencia de sus condiciones lopograticas y climatolégicas, se da el contraste de que, con estiajes pronunciadisimos, se alcanzan caudales de méximas crecidas det mismo orden, @ incluso superiores a los mayores registrados en Europa, siendo posiblemente la crecida del rio Duero del wtf tetera LL) Lf Ley de Gumbel de caudales maximos (superlicies de cuenca inferiores a 100 Km*) No se describe el método de isocronas ni el del hidro- rama unitario por ser culicientemente conocidos en cual- uier bibliogratia; tinicamente puede decirse, en cuanto concieme a ia experiencia espafiola relativa al célculo de maximas crecidas, que debe darse una especial im- portancia al estudio basice de las méximas crecidas para lun tipo de recurrencias que eslarda condicionadas, fun- damentalmente, por las extensiones de las series utliza~ bles, siendo preferible, en caso necesario, estudiar la hi- Grologia completa de méximas crec'das para un tiempo de recurrencia que tenga un sentido tisico © hidrolégico ceptable a partir del cual y en cada caso y por las ca racteristicas, tanto de la presa como de su entomo, se 286 aio 1909 una de las mayores conocidas en la Europa occiedental, para cuencas superiores a 10.000 Km, ¥ alcanzando en las valores extremes de la cuenca medi terrénea y de las islas Canarias maximos para cuencas de pequeita superticie, del mismo orden que los valores mas altos conocides en el mundo, Debido a la comple|i- dad del fendmeno de las méximas crecidas y, en espe- cial, de crecidas repentinas, torrenciales y catastrélicas ‘que, fundamentaimente, se producen en cuencas de pe- quefia superlicie, resulta dificil ajustar por métodos es- tadistico-hidrolégicos las leyes de distribucién de preci- pitaciones méximas y de caudales de crecida, ya que este fendmeno, en sus casos exlramos, se produce de forma REVISTA DI OBRAS PUBLICAS muy Irregular y en amplias zonas, tanto de la Espafia peninsular como insular, En términos generales, puede considerarse que las cordileras que cruzan la Peninsula Ibérica dividen a ésta en tres regiones climaticas totalmente distinlas: vertienio atlentica, vertiente cantabrica y vertiente mediterranea, Las mayores intensidades de tluvia en la Espana Peninsular se producen en Ia costa mediterranea, hae bigndose medido intensidades maximas de precipitacio- nes en veinticuatro horas del orden de 350 mm en Va lencia, Murcia y Malaga, correspondiendo el valor mis muy amplia sobre estos fenémenos que, en algunos ca 508 —cuenca del Segura—, estén recopilados desde ef ao 1500, ‘Se_ha estudiado toda la informacién histérica exis. lente, con datos direcios de atures alcanzadas por las aguas y también se han estudiado todas Ias crecidas pro- ducidas en toda la cuenca mediterranea a partir del ano 1940, llegandose a valores maximo-maximoum de caudal especifico, en mi/s/Km*, superiores a 20 en cuencas de hasin 28 Km, del orden de 10 en cuencas de hasta 100 Kms, e inferiores en cuencas de superiicies mayores, ce te 2 ee oo S| it a Ley de Gumbel de caudales ma alto medido para veinlicuatro horas al cabo de San An. fonio, con 460 mm, Valores también superiores a los 400 mm en veinticuatro horas nan sido medides en las islas Canarias. Para este tipo de crecidas. tanlo en la Costa mediterranea como en las islas Canarias, son nor ‘males valores superiores a 250 mm en doce horas, y los valores extremos que se conocen son de 200 mm en 0s horas y 180 en una hora De los estudios estadisticos realizados se deduce que, en valor medio, ta precipitacién en doce horas puede ser Se! orden del 8 por 100 de la de veinticuatro horas, y que en cuencas pequefias se alcanzan intensidades ho- ‘arias superiores al 80 por 100 de Ia precipitacion maxi- ma en veinticuatre hores. Estimacién de las maximas crecidas catastréticas en Espa. Métodos directos.—Tienen ta gran ventaja, en Espafa, de que se cuenta con una informacién histérica \BRIL 1977 cana. wh wimos (superlicies de cuenca superiores @ 100 Km!) Métodos empiricos.— En ta formacién de la maxima Ereciéa intervienen miiltiples variables y ta supetlicie de la cuenca receplora es una de las principales, ya que existe una buena correlacién entre el area de la cuenca ¥ el caudal maximo de crecida, De las distintas {érmu- las empiricas para estudiar el intarvalo de variacién de los valores maximos de caudal, se han escogido: Creager Dickens, Fanning, Forti, Ganguillet, Gutmann, Hof{man, Kuickling, Myer, Quijano, Ryves, Scimeni, Valentini, Za. pata y Heras, siendo esta ultima: O=p-ive;: donde: Q = caudal maximo (ms) P = costiciente caracteristico de 1a cuenca, 1 = intensidad horaria de precipitacién (mm). © = coeticiente de escorrentia, 287 Esta formula ha sido ajustada a las series de preci- pitacion y escorrentia de la zona, para tiempon de re- currencia de 50, 100 y 600 afios Metodos estadisticos. — Siendo las precipitaciones mé- ximas en veinticuatro horas los datos mas completos uti- lizados, se han estudiado estadisticamente para obtener los valores correspendientes @ distinlos periodos de re- currencia. De las diferentes leyes de distribucién utili- zadas Goodrich, Gibral, Gauss, Pearson y Gumbel), se ha obtenido el mejor ajuste con la de Gumbel Del ajuste de Gumbel se han oblenido los valores ne- cesarios para dibujar los mapas de lineas isomaximas Ge precipitaciones en veinticuatro horas, para un perio- do de recurrencla de quinientos afos. Este método se % 1904 coronas. Le velocidad media de propagacién se iia por metodos experimentales y empiricos, en funcién de los datos fisicos y demas caracterlisticas propias de las cuen: cas (vegelacién, geologia, etc.). En nuestras cuencas la velocidad maxima se ha fijado en 8 Km/hora, aunque fen valor medio varia entce § y 7 Km/hora. Una ver tija- da la velocidad, se obliene el tiempo que tarda en llegar el agua al emplazamiento estudiado desde una serie de puntos con los que a semejanza de un levantamiento to- poorafico, se dibyjan las curvas isocronas. Multiplicando el area comprendida entre cada curva por Ia intensidad de precipitacién y el coeficiente de escorrentia supues- tos, se obtiene el caudal en el punto estudiado, debido fla precipitacion en cada una de las zonas, — 100 % _ , wt | LL = is / : i i ae | soe Hos (== precipmacion ror #2 ge: |! rensons wanes Bs Seaed - a BS | Curvas de distribucién porcentval de precipitacion maxima en veinticuatro horas, ha aplicado igualmente a los valores de caudales de lodas las estaciones de la cvenca mediterrénea, y corre- lacionando los caudales obtenides con la precipitacién maxima, se han ajustado las leyes de distribucion de Gumbel, que dan el caudal maximo en funcién de Ia pre- cipitacion méxima en veinticuatro horas y la superticie de cuenca, habiéndese considerado superlicies menores de 25 Km, entre 25 y 100, 100 y 1.000 y superiores ‘8 1,000, Los resullados se incican en los graticos adjuntos. Métodos hidrolégicos. —En estos métodos se trala de reproducir el tendmeno tisico de 1a maxima crecida, yen este caso ulllizaremos et método de las curves iso- 288 En funcion de los estudios realizados, con ajuste de la ley de distribucion de Gumbel a valores maximos de precipitacién en veinticuatro, doce, seis, dos y una horas, se han ajustado les curvas de distribucién porcentual de distribuciones maximas en veinticuatro y doce horas para cada intervalo de tiempo y también la intensidad en mi- imetros/hora para cada tiempo de duracion del tempo: ral, en funcién del maximo en veinticuatro horas. En lo que se refiere a los coelicientes de escorrentia, y en funcién de los datos directos utlizables y de las carac- teristicas fisicas (en especial el indice de pendiente, geoldgicas y geomorlolbgicas de las cuences, se han obtenido valores del orden de 0,85. REVISTA DE OBRAS TUBLICAS oT Un factor importante es la duracién del temporal; de los estudios realizados para distintas hipétesis de la du: racién de! mismo, se ha llegado a resultados que indican que, en mas del 90 por 100 de los casos, la duracién més destavorable corresponde a temporales de duracién igual al tiempo de concentracién de la cuenca, Las intensidades de precipitacién, debido a la com: plejidad y rapidez del fendmeno, son muy irregulares, con valores muy dispersos en puntos muy extremos. Sin embargo, puede considerarse que, en la hipdtesis de que el temporal se produzca simultaneamente en toda la cuen 2, el gradiente de precipitacién dentro de la misma no 8 muy acentuado, por lo que es posible considerar una imensidad de precipitacién unitorme para toda la cuenca, Conclusiones.— Como consecuencia del estudio de lodos 103 datos histéricos existentes y de los resultados ‘uences de tipo torrencia, para los mismos valores maxi- ‘mos las aguas pueden alcanzar riveles mucho mas altos que, en casos limite, producen el cierre de los cauces naturales artificiales, provocando unos efectos catas- lrollcos muy superiores a los que produciria la propia maxima crecida, Sin embargo, los érdenes de magnitud @e las crecidas normales no aleanzarian més de un 50 por 100 de los valores anterlormente citados. Caudales especiticos maximos-maximorum Periodo de recurzencia {ahos) 50 100 500 abienidos por los distntos métodos empleados, en los cone Gaudates punta que s@ han tenico tundamentalmente en cuenta les va. Mpericle Caudle punt lores maximos de precipitacién y las caracteristicas fisi- (Kne) (mvtzs/kmt) cas y geomorfolégicas de las cuencas, legamos a los Pee eo valores que indica el cuadro adjunio, de caudales max- ‘Menor do 25 7 8 20 sros-maximorum especiticos en m/Km, para distintay Entre 25 y 100 2 Superticies y tiempos de recurtencia, que deben consi- Entre 100 y 1.000 4 5 6 eraree Gnicamente como valores méximos de caudal. ya Mayor eo 1090 : 7 3 que, come consecuencia de los arrastes sdlidos en esta> bao c | os f + V g / eh eenoms é i wees oa 4 1 or f Ley de cistibueién Ge precipitaciones: méximas ABRIL 1977 289 BISLIOGRAFIA "Monografia de la Comisién de Recursos Hidréulicos del 1 Plan de Desarrollo”, Madrid, 1967. MENDILUCE, J. M, y PLIEGO, J. 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