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SISTEMA POLITICO Y MODELO DE ACUMULACION TRES ENSAYOS SOBRE LAARGENTINA ACTUAL La profunda crisis que se despiegé en la Argentina entre 1998 y 2002 no solamente dio por Se oa ee ee oe eta eect crt heel acu om nine cree Tater are ee ec Meta itd Panes Pe eeu ar aia a le eee ery eae te corer tee race Seles Cee ace encanta eee et Ultima dictadura militar respecto a la trayectoria y caracteristicas que presentan los pafses Centrales durente la hegemonie del neoliberalismo a nivel mundial El segundo ensayo profundiza el andlisisal centrarla atenci6n en las transformaciones que se Pe RcNecl aa en eae Encur ala eter ai tg eater taste) dictatorial sino fundamentalmente la naturaleza de los posteriores gobiemos constitucionales ‘que estuvieron basados en un tipo de dominacién que desde el punto de vista gremsciano ec Ck ere LN eae ee ett eur ded enum etcni ns te ie eect) Yesta encarnada en una fraccién del capital local constituida porlos grupos econémicos que SCM eect nn ee Eltercer ensayo incursiona en elanalisis de la etapa de transicién queseabre con posterioridad al colapso definitivo de la valorizacion financiere, en la cual los acentuados conflictos sociales estén encaminados a determiner as caracteristicas que adoptara el nuevo patton de acumula- ion de capital, En este sentido, resulta decisivo el andisis del ciclo de los gobiernos kirchneris- ‘a5 y del conflicto de las retenciones méviles” que entabla con los integrantes mas poderosos CIOs niente ie et eines ees Pee oe Miter es acne hy ets wii _ SISTEMA POLITICO Y MODEL _ DE ACUMULACION TRES ENSAYOS SOBRE LAARGENTINA ACTUAI Pee CeCe) Licenciado en Economia (UCA) y Doctor en Greater eclipse) LUBA); Investigador del Consejo Nacional de Investiga Cini Mmarccae ty (CONICET); Investigador y Coordinador del Area de Economia y Tecnologia de la Facul- tad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO); Coordinador de la Maestria de Economia Politica de la FLACSO; integrante de la Comisién Directiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS);asesorde la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA). Entre sus publicaciones se encuen- tran; "Estudios de historia econémicaargens Cet cn We see nrc desde mediados del siglo XX i Coe ede ety Etiened ewer: [Le Seer ee ees Tame ome cer ee ey cw er Dee) Cece wea) Piya et eece des en el agro pampeano; en Desarrollo Econdmico, Vol. 36, N° 143, Buenos Aires, 3 + SISTEMA POLITICO Y MODELO DE ACUMULACION. RES ENSAYOS SOBRE LA ARGENTINA ACTUAL EDUARDO M. BASUALDO + SISTEMA POLITICO Y MODELO DE ACUMULACION. ENSAYOS SOBRE LA ARGENTINA ACTUAL Basualdo, Eduardo Sistema politico y modelo de acumulacién : tres ensayos sobre la Argentina actual . - 1a ed. - Buenos Aires : Atuel, 2011 224 p. ;22x15 om. ISBN 978-987-1155-78-1 1. Economia Politica. |. Titulo CDD 330.1 © Atuel 2011 Impreso en la Argentina - Printed in Argentina. ‘Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723 Cara o Ceca ‘Composicién y armado: Mari Suarez Disefio de Tapa: Laura Rovito Correccién: Josefina Nacit La reproduccién total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica 0 ‘modificada, escrita a maquina, por el sistema “mulligraph’, mimegrato, impreso por fotocopia, otoduplicacién, etc., no autorizada por los editares, viola derechos reservados, Cualquier utiizacién debe ser previamente solcitada, ISBN 978-987-1155-78-1 Distribuye Editorial Atuel Pichincha 1901 4° “A” - (C1249ABO) Ciudad Auténoma de Buenos Aires - ARGENTINA Tel/Fax: 4305-1141 - info@editorialatuel.com.ar CARA O CECA : CONSEJO EDITORIAL ENRIQUEARCEO . (Doctor en Economia del Desarrollo, Universidad de Paris) VicToria BASUALDO (Doctora en Historia, Universidad de Columbia) Epuarvo M. BASUALDO (Doctor en Historia, Facultad de Filosofia y Letras, UBA) AxeL KICLLOF (Doctor en Economia, Facultad de Ciencias Econémicas, UBA) TERCER ENSAYO LA PUGNA SOCIAL PARA DEFINIR EL TIPO DE HEGEMONIA POLITICA Y UN NUEVO PATRON DE ACUMULACION DE CAPITAL , (DE 2002 A LA ACTUALIDAD) Introduccién Los dltimos y criticos afios de la valorizacién financiera entre 1998 y 2003, asi como el triunfo —a partir de la mayor devaluacién del tipo de cambio real en la tistoria argentina— de la propuesta devaluacionista durante 2002, dieron lugar no s6lo a un colapso econémico sino a lo que se podria deno- mminar una crisis social y politica que cuestiona el patron de acummulacién de capital vigente. Se abre entonces una etapa que se prolonga hasta nuestros dias, en la cual los distintos estratos sociales y fracciones del capital intentan det nuevo patron de acumulacién de capital. Desde esa perspectiva, la Gl década mutatis mutandi guarda similitudes con la de 1930 cuando ante el agotamiento del modelo agroexportador se despliegan distintas alianzas sociales que plantean patrones de acumulaci6n de capital alternativos. Este fue el caso, por un lado del Plan Pinedo impulsado por una fraccién de la oligarquia agropecuaria que se habia diversificado hacia la industria’ y por otro lado, el del peronismo sustentado en una alianza policlasista conducida inicialmente por la clase trabajadora. Durante esos afios, también participa- ron con mayor o menor intensidad todos los estratos y fracciones sociales y, como ocurié durante la diltima década, algunas se expandieron fuertemente mientras otras mermaron su importancia relativa. Sin embargo, entre ambos periodos median al menos dos diferencias que determinan la singularidad de cada una de ellos. Mientras que los afios 124 Eouanoo M. Basuatoo de la larga década de 1930 constituyen una etapa que se caracteriz6 por exhibir severos problemas en términos del crecimiento econdmico, los alos, que siguen al agotamiento de la valorizacién financiera presentan un pro- ceso inverso, ya que entre el 2002 y el 2010 se registra un crecimiento econ6mico notablemente elevado. Su particularidad no se refiere tanto a la cantidad de afios, porque anteriormente hubo otros periodos mas pro- longados de expansién econémica ininterrumpida, sino a la elevada tasa de crecimiento que se alcanzan en todos ellos, con excepcién de 2009 a raiz de la crisis mundial, La otra diferencia entre ellos radica en una instancia distinta, pero igual: mente relevante, a la econémica. Durante los afios "30 es indiscutible la he- sgemonia que ejercié la oligarquia pampeana sustentada en su alianza con el radicalismo “antipersonalista”, lo cual convalidé el “fraude patriético”. Por el contrario, en los primeros afios del siglo XXI se pone de manifiesto una profunda crisis del sistema politico debido al colapso de la forma de hege- monia que impuso la oligarquia, el transformismo argentino, durante la vi- gencia del patron de acumulacién de capital sustentado en la valorizacién financiera Es pertinente insistir en que la debacle de la valorizacién financiera y det transformismo argentino sin que le suceda un nuevo patron de acumulacion de capital, da lugar a una etapa de una intensa lucha social que involucra, en mayor menor medida, tanto a los distintos estratos de trabajadores como a las diferentes fracciones del capital. Por supuesto, no se trata de luchas sociales que se llevan a cabo aisladamente sino estableciendo acuerdos e incluso alianzas con otros estratos sociales o fracciones del capital, inten- tando de ese modo definir el perfil de la futura acumulacién de capital y el conseniso social que permita plasmarlo como una propuesta universal para el conjunto social. Si bien inicialmente las coincidencias fueron effmeras, con el devenit de disputas de diferente cardcter y grado de importancia se fueron decantando grandes alineamientos de fuerzas sociales. A pesar de que estos bloques sociales estan adn en formacién, su fisonomia actual ya permite apreciar acentuadas modificaciones en las posiciones asumidas por maltiples organi- zaciones sociales, respecto a las que sostuvieron durante la vigencia de la valorizacién financiera y el transformismo argentino. Parece poco discutible que estas rupturas en el blogue social que se va conformando durante el enfrentamiento de los sectores populares con la versin autéctona y clasista del neoliberalismo, estan relacionadas con las politicas econémicas, sociales “YescenensAvo: LA PUGHA SOCIAL PARA EFI ELTIFO DE HEGEMOMIA POLITICA. 125 e institucionales implementadas desde el 2003 por las dos diltimas gestiones, gubernamentales kirchneristas En sintasis, se trata de un perfodo en que se conjuga una acentuada lucha politica y social encaminada a definir un nuevo patron de acumulacién de capital, con un acentuado crecimiento econémico que permitié superar el impacto de una profunda crisis internacional, y la irrupcién de politicas que operaron como una “divisoria de aguas” entre las organizaciones populares, e incluso dentro de ellas, al alinearse a favor o en contra de las mismas. Al respecto, en la primera parte de este ensayo se intenta dilucidar ta situacién en que culmina la valorizacién financiera mediante el anélisis de la trayectoria seguida por la fracci6n de capital que ejerce la hegemonta entre 1976 y 2002, sobre la base de la dictadura primero y el transformismo argen- tino después. Posteriormente, luego de una breve e imperfecta alusion a la crisis de la economia argentina entre 1998 y 2001, se encara el estudio de las dos dltimas administraciones gubernamentales, deteniendo el andlisis en las caracteristizas que presenta cada una y en las diferencias, por cierto signifi- 5, qu2 exhiben entre si La herencia recibida de la valorizacién financiera en términos de la hegemonia politica y las fracciones del capital predominantes Aprehender el significado que asume el agotamiento de la valorizacién financiera y del régimen de convertibilidad en el 2001/2002, requiere reco- rrer las grandes transformaciones econémicas y politicas que se manifiestan desde medados de los afios “70, porque las mismas constituyen el trasfon- do sobre el cual se despliegan los acontecimientos posteriores que constitu- yen la preccupacién central de este ensayo. Para Icgrarlo, la atencién estaré puesta en la evolucién que exhibe la fraccién del capital que detenta la hegemonfa durante ese cuarto de siglo y que incluso ejerce el predominio econémico en el momento culminante de su poder. Este andlisis se puede realizar de varias maneras y una de ellas — que es la que se adopta en este ensayo— es determinar la incidencia relat va de las empresas controladas y vinculadas de los grupos econémicos loca- les en las ventas de las 200 empresas de mayor facturacién en la economia nacional, alo largo de la valorizacién financiera.? Es pertinente recordar que 126 Eounoo M. Basuitoo las 200 empresas de mayores ventas conforman el nticteo central de la eco nomia interna y del mercado formal de trabajo, teniendo por lo tanto un impacto significativo en términos de la distribucién del ingreso. En primer lugar, su importancia directa en términos de a economia argentina se origi- nna en que su facturacién supera en 2005 los 200 mil millones de pesos, generando una parte significativa del valor agregado (aproximadamente el 25% del total, y mas del 50% del correspondiente al sector manufacturero),, Su relevancia no se agota en su impacto directo sobre distintos aspectos cruciales de la economia intema, sino que a ello se le suma su incidencia indirecta, a través del control que ejercen en los encadeniamientos de insu- mo-producto constituidos, cada uno de ellos, por numerosas ramas de acti Vidad econémica. Estas empresas ejercen dicho control por su insercién en las actividades que exhibiendo un alto grado de concentracién (oligopélicas) constituyen instancias decisivas -técnica y econdmicamente- en sus respec tivas cadenas de produccién, lo cual les permite determinar la incorporacién de tecnologia y los precios relativos dentro del mismo. Por otra parte, la relevancia de las 200 empresas de mayor facturacion también se pone de manifiesto en el mercado de trabajo. Los varios cientos de miles de personas ocupadas por ellas (mas de 500 mil) constituyen el niicleo del mercado de trabajo formal. Su importancia no es s6lo cuantitativa sino que ademas esos trabajadores perciben los salarios relativos mas elevados en el mercado lo cal, dado que estas empresas tienen, general y mayoritariamente, una eleva da intensidad de capital y, en consecuencia, una elevada productividad res- pecto al resto de las firmas locales. Sobre esta base, es posible sefialar los diferentes hitos alcanzados por la fraccién hegeménica y, en términos més amplios, del propio patron de acumulacién que pone en marcha la dictadura militar. Al respecto, en el Gri fico N® 1 consta la incidencia de los grupos econémicos locales en las ventas realizadas por las 200 firmas de mayor facturacién entre 1976 y 2008. Estas evidencias empiricas, indican la acentuada expansién que tuvo esta fraccién del capital en términos de la facturaci6n de las grandes firmas durante la dictadura militar y, especialmente, a partir de 1980 cuando se consolida la valorizacién financiera mediante la aplicacién del enfoque monetario de ba lanza de pagos, que impulsa la repatriacién de capital extranjero industrial y provoca una profunda crisis econémica que esta asociada a una severa con traccién de la inversién bruta fija. La expansién de esta fraccién del capital se sustenta en el comport miento de sus empresas controladas (aquellas en donde su participacion “eacen ENSAYO: La PUGNA SOCIAL PARA DesMle FL TPO BE HEGEMONIA Poul Mike 427 alcanza al 50% 0 mas del capital), ya que las firmas vinculadas (donde tiene ‘menos del 50% del capital accionario) son practicamente inexistentes duran- te e505 afias. Bajo esas circunstancias, la incidencia en la facturacién de la cépula empresaria de las firmas controladas y vinculadas por la fraccion he- gemonica entre 1980 y 1983 se eleva del 17,3% al 25,2%, es decir que crece por encime del 45%. Cabe recordar, que ademas de expandirse en la econo. imfa real, lt fracci6n hegemdnica durante ta valorizacién financiera tiene un papel protagénico en el endeudamiento extemo del sector privado, ast como en la fuga de capitales locales al exterior. Grafico N° 1. Participacién de las firmas controladas y vinculadas de los grupos econémicos en las ventas de las 200 empresas de mayores ventas, 1975-2008 (en porcentajes) +> contoladas 26 32) | contol yvinculadss Fuente: Elabowado sobre la base de la informacion del Area de Economia y Tecnologia de ta FLAGS. 128 Eouaroo M. Basuatoo La trayectoria ascendente de los grupos econémicos prosigue duran te el primer gobierno constitucional —a pesar de tratarse de una década sumamente complicada en términos econémicos debido a la irrupcion de la crisis de la deuda externa en América Latina— bajo la misma forma que en la etapa anterior, es decir basada en la creciente influencia de sus firmas controladas. De esta manera, la participacién de esta fraccién del capital se incrementa nuevamente entre 1984 y 1988 un 22% (de 23,1% al 28,3% de las ventas de las grandes firmas), lo cual determina que sea la fraccién del capital con mayor participacién en las ventas de la capula empresaria —porque las fracciones del capital extranjeras no cesan du- rante esos afios de repatriar sus capitales y en consecuencia, de dismi- nuir su participacion—, pero adn es superada por la participacion de las ‘empresas estatales, las cuales con unas pocas firmas, pero de gran factu- raci6n, explicaban en esos afios el 30% de las ventas de la cipula, aproi madamente. En consecuencia, esa fraccién del capital no ejercia atin en forma recta el predominio en el nicleo empresario que determina el rumbo eco- némico del pats, aunque silo ejerce indirectamente porque era la provee- dora principal de las propias corporaciones estatales y lo que era mas importante definia —con las mediaciones del caso— las acciones del Es- tado porque ejercia la hegemonta politica. Durante el primer quinquenio de la década de 1990, logra finalmente que su hegemonia politica confluya con el predominio econémico. En esa €poca, ni siquiera debe competir con las empresas estatales porque las mismas estan en un acelerado proceso de disgregacién debido a la poli- tica privatizadora y, en consecuencia, su participacién en las ventas de las grandes firmas cae sostenidamente afio tras afio. Sin embargo, esta nueva expansi6n de los grupos econdmicos en la economia argentina, asume particularidades que la diferencian respecto ‘a su crecimiento relativo en las etapas anteriormente mencionadas. Aho- ra, la influencia de las empresas controladas disminuye levemente pero la de sus firmas vinculadas se incrementa de una manera muy significati va?, tal como se aprecia en el Grafico NP 2. ‘Sin duda, en esta expansi6n es relevante la rapidez y la forma en que se privatizan las empresas estatales.* No obstante, en ese crecimiento también tienen una influencia significativa las firmas que se asocian obli- gadamente con capitales extranjeros por el impacto de las crisis hiperin- flacionarias de 1989 y 1990, asi como los grupos que se disgregan por “Teac :WSAYO: LA PUGNA SOCIAL PARA DEFINIR EL 1 OE HEGEMONIA POLITICA. 129 esa misma raz6n, como fue el caso de las empresas controladas por los grupos Celulosa Argentina y Alpargatas. A esas empresas se le suman otras, en las cuales los capitales extranjeros retoman sus participaciones anteriores en el capital de las firmas quedando asociadas a grupos eco: ndmicos locales, tal el caso de las empresas automotrices CIADEA (Ren- ault) y SEVEL (Peugeot). Durante,esta etapa, la importancia de las firmas controladas y vincu- ladas por los grupos econémicos nuevamente asciende del 26,5% al 32,5%, es deci en mas del 22 %, entre 1989 y 1995. Visto en perspectiva, el ‘aumerito de la incidencia de la fraccién hegeménica en la facturacion de las mayores firmas de la economia argentina es ciertamente impresionan- te, porque durante los 15 aiios que median entre 1980 y 1995 su inciden- cia en las ventas de ese conjunto privilegiado de empresas se incrementa el 85% (de 17,2% a 32,6% entre dichos afios). De esta manera, en 1995 se registra un acontecimiento inédito que dificilmente se volverd a repetir: los grupos econémicos alcanzan el momento culminante de su poder porque al ejercicio de la hegemonia mediante el transformismo argentino —, le suman el predominio estruc- tural en la economia real —en tanto constituyen la fraccién del capital dominante con mayor incidencia en ta cGpula empresaria— y al mismo tiempo mantienen su centralidad en el proceso de endeudamiento exter- no y la fuga de capitales al exterior, es decir en el ndcleo central de ta valorizacién financiera. Indudablemente, esta conclusién que se sustenta en evidencias em- piricas contradice frontalmente la creencia de que durante esos afios son los acreedores externos —y los organismos internacionales, como sus representantes politicos— quienes ejercen el predominio econdmico y la hegemonte politica en el pais. En términos de la evolucién de los aconte- cimientos, se puede afirmar que los acreedores tienen la fuerza para im- ponerle a la fraccién hegeménica una modificacién relevante en el funcio- namiento econdmico y social, pero esta ditima sigue conduciendo ta implementacién de esas modificaciones, dandoles en este nuevo contex- to un sesgo que potencia su propio proceso de acumulacién de capital. Desde mediados de la década de 1990 hasta el afio 2000, se registra una meteérica caida de la incidencia de los grupos econémicos en las ventas de la cipula empresaria, para luego aumentar levemente y volver a descender hasta el 2008. Se trata de una reduccién sumamente rele- vante, tanto que al final del perfodo considerado la participaci6n en las 130 Eouanoo M. Basuniog ventas de las mayores corporaciones es similar a la que exhibian a me. diados de la década de 1970, es decir en el momento inicial de la vatori- zacién financiera. Durante estos afios, especialmente entre 1995 y 2001, los grupos econdmicos resignan el liderazgo que ejercen en le economia real, el cual es asumido por las subsidiarias del capital extranjero que for. man parte de la cGpula empresaria Esta profunda retraccién en la incidencia de esta fraccién de! capital, no se origina en el menor dinamismo de los mercados en que actdan sus firmas versus el de las subsidiarias del capital extranjero, sino en una disminucién sistemética de la cantidad de sus empresas vinculadas y, especialmente, de aquellas en que controla su capital social. En efecto, tal como se constata en el Grafico N® 2, la incidencia en la facturacién de la cGpula esté exclusivamente asociada a la cantidad de firmas controla- das y vinculadas, y desvinculado de su nivel promedio de ventas respec- to al realizado por el promedio de la cipula. Mas atin, la evolucién del tamajio relativo de sus ventas tiene un recorrido inverso al de la partici- pacién de las empresas de los grupos en las ventas de la cipula, ya que tiende @ disminuir hasta 1995 (cuando aumenta su incidencia en las ven- tas) y tiende a aumentar de 1995 en adelante (cuando desciende la parti- cipacién de los grupos en la facturacién de la cpula). Sin duda, el creci miento de las empresas controladas y vinculadas entre 1975 y 1995 es Mlamativamente acentuado al incrementarse en mas del 60% y luego dis. minuir en proporciones parecidas entre 1995 y 2008. En este contexto, resulta imprescindible explicar brevemente las razones por las cuales los grupos econémicos se desprenden de sus empresas, luego de haber logrado congregar bajo su Srbita 94 de las 200 firmas de mayor facturacién (el 47% del total). Si se recurre a la experiencia histrica, se podria afirmar que transfirieron decenas de empresas o de participaciones en el capital de sus firmas vinculadas debido a que enfrentaban severos problemas econdmicos o financieros, porque ésta habia sido la causa de la venta de empresas nacionales durante la gestién de Krieger Vasena bajo la dictadura de Ongania. Sin embargo, estas razones no son congruentes con la situacion vigente a fines del siglo XX, porque ahora no se trata de la des- nacionalizacién de empresas que integran la burguesia nacional y ademas porque la situaci6n vigente durante la valorizaci6n financiera es diferente, ya que las empresas que se venden son de primera linea y tienen la rentabi- lidad mas elevada de la economia argentina y/o de la actividad sectorial que desarrollan. “Tencen ENSAYO: LAPUGNA SOCIAL PARA DEFINUREL TPO DE HEGEMONIA POLITICA. 131 Grafico N° 2, Cantidad de firmas controladas y vinculadas por los grupos econémicos y ventas promedio respecto a la cépula, 1975-2008 (cantidad yporcentajes) "=o Calidad de femas de los grupos (contoladas y vincutadas)] a5 Le Ventas promadiorespecto@ ta cipula 1 2008: Fuente: Elaborado sobre la base de la informacién del Area de Economia y Tecnologia de la LACS. Para ap‘ehender las razones de esta venta masiva de firmas por parte de los grupos ecor 6micos, es vital comprender que durante la etapa analizada la trans- ferencia de un activo fijo es asimilable a una operacién para obtener un tipo especifico de renta financiera y no, como lo indicarfa la experiencia hist6rica, a tuna reestaucturacién de la propiedad en la economia real que expresa la expul- sion de ciettos capitalistas que enfrentan graves inconvenientes econdmicos financieros o, simplemente, su desplazamiento hacia otras actividades de la propia economia real que otorgan un mejor o mas estable nivel de rentabilidad. 132 Eounaao M. Basuatog Al respecto, es pertinente mencionar que el precio de venta del activo fijo es una funci6n directa de su nivel de rentabilidad. Dado que se trata de corporaciones que tienen una elevada rentabilidad, su precio de venta con- lleva significativas ganancias patrimoniales®, pero las mismas son potencia- les —y por lo tanto pasibles de desaparecer en el tiempo ante cambios sig- nificativos en los precios relativos como, por ejemplo, una devaluacién del signo monetario—, a menos que se realice su venta, que es lo que ocurre a lo largo de estos afios. Como el objetivo es realizar esas ganancias patrimo- niales, y no invertir en otras actividades econdmicas, la manera de conser- varlas en las monedas de los paises centrales es remitirlas al exterior para independizarlas de los vaivenes de los precios relativos internos, especial mente del tipo de cambio en una etapa de creciente sobrevaluacién del peso. De esta manera, un activo fijo cambia de naturaleza y queda subsumido en la légica de la valorizaci6n financiera. Pese a la acentuada caida en la influencia de los grupos econémicos en la cGpula empresaria, es relevante percibir que tanto en su participa- ci6n en las ventas totales como en la cantidad de firmas al final de la valori- zacién financiera retornan a niveles similares, con sus mas y sus menos, al comienzo de ese patrén de acumulacién de capital (18,8% y 40 firmas, ver- sus 17,7% y 37 empresas a mediados de la década de 1970). Es decir, no desaparecieron de la economia real y mas ain su retirada no solo tiene limi- tes sino que implicé la concentraci6n de sus empresas en actividades prima- tias, generalmente vinculadas a la produccién y procesamiento de bienes agropecuarios, como es el caso de Arcor (alimentos), Pérez Companc (Mol nos Rio de la Plata en alimentos) o de General Deheza (aceites). La debacle de los grupos econémicos en términos de la economia real a rafz de las transferencias de capital a los inversores extranjeros, impulsa a su vez otro proceso de singular Importancia hist6rica y actual: un acelerado retroceso en la importancia que asume la fraccién hegeménica en el comer- cio exterior, especificamente en las exportaciones (Grafico N° 3). En efecto, dicha fraccién del capital deja de liderar en 1997 las expor- taciones de la cGpula empresaria, que ya en esa 6poca es decisiva en las ventas externas, y deja de percibir en el 2000 el mayor saldo de la balan- za comercial de las grandes firmas. De allf en mas, ambas variables (las exportaciones y el saldo comercial) pasan a estar lideradas por las frac- ciones del capital extranjero, poniendo de manifiesto una profunda y ge- neralizada pérdida del predominio econémico que ejercian los grupos econémicos. “encen ewsavor LA PUGH SOCIAL PARA DEFINI FL TIPO OF HEGEMONIA POLITIC. 133 En sintesis, la valorizacién financiera culmina con una fraccién del capi tal que disminuye su predominio econémico de una manera contundente, pero retrocediendo a niveles comparables al comienzo de ese patrén de acu- imulaci6n y concentrandose en la produccién de bienes que exhiben ventajas naturales, especialmente relacionados con la produccién agropecuaria. Ast como pierde el predominio econémico conserva su hegemonia politica, to cual le per- mnite conducy la salida de ese patrén de acumulacién. y especificamente del regimen de convertibilidad, preservando sus intereses especificos. Grafico N23, Participacién en las exportaciones, importaciones y el saldo de la batanza comercial de los grupos econémicos con respecto a la ciipula em- presarial, 1593-2003 (en porcentaje del total) a Exporiaciones | i —O— importaciones ' =O= Saldo Bza. comercial 50} 40 000 200" 2002 2003 2004 20062006 2007 2006 Ls gos dejan esersprmeros Los grupos dean de sr los de mayor frportadores de saldo comercial dela copula lacipula Fuente: Elaborido sobre la base de la informacién del Area de Economia y Tecnologia de La Fuacso. 134 Eouanoo M. BaSuatog ences EWSAVO: LA FUGA SOCAL PARA DEFIUR ELTIPO DE HEGENONIA POLITICA: 135 La crisis final de la valorizaci6n financiera y el planteo inicial de la alianza devaluacionista en el poder En el marco de una nueva crisis endémica de la economfa internacional, que en esta ocasi6n comienza en el sudeste asiatico, en el tercer trimestre de 1998 la economfa argentina entra en una protongada declinacién que cul mina en el 2001-2002 con la implosion de la Convertibilidad (tasa de cambio fija y convertible) y, fundamentalmente, el agotamiento del patrn de acu- rmulacién de capital sustentado en la valorizaci6n financiera, que haba sido puesto en marcha, a sangre y fuego, por la dictadura militar entre 1976 y 1983 y continua su desarrollo durante los posteriores gobiernos constitucio- rales, dando lugar a un endeudamiento externo y una fuga de capitales loca- les al exterior insostenibles. Con la intenci6n de aprehender la profundidad y la cadencia de la crisis, el Grafico N® 4 muestra la evolucién del PBI, de la inversi6n bruta fija total y de aquella destinada a la incorporacién de maquinaria y equipo. Estas evi- dencias son contundentes en indicar que: ta crisis se inicia en 1998, su epi- centro se localiza en 2002, y la reducci6n del PBI alcanza al 20% entre los afios extremos. Por otra parte, es pertinente recordar que esta pardlisis de la economia real involucra directamente al sector financiero de la economia nacional pero no se produce la quiebra de ninguna entidad bancaria por el subsidio estatal que reciben Durante el desarrollo de esos criticos aifos se detiene practicamente el proceso de formacién de capital, debido a la acentuada disminucion de la Inversién Bruta Fija. En efecto, la reduccién de la misma supera el 55% entre 1998 y 2002, mientras que en el caso de la destinada a la adqui cién de maquinaria y equipo, la cafda es equivalente a poco mas del 60%. Si se tiene en cuenta, que en 2002 la tasa de inversi6n (Inversién Bruta Fija/PBI) oscil6 entre el 10% y el 12%, se puede concluir que la inversién neta fue negativa, ya que las exigencias de reposici6n de capital obsoleto {amortizacién) se inscribe en ese orden de magnitud, sin tener en cuenta la variacién de existencias que también deben haberse reducido. De alli entonces, que se pueda asumir que al menos en el punto culminante de la crisis se produjo una paralizacién de la formacién de capital en la eco- nomia nacional. Grafico N° 4. Evolucién del PBI de la Inversién Bruta Fijay del equipo durable de produccién, 1996-2009 (1996 = 100) 185- S) [=ore 165+ —* Inversion Bruta Fija 64 ts) L207 Eto durable de prducion tas i i st 115+ 1057 ay ost 16+ or ST Bretetetets re eee 88 8 8 8 CcMoten F.DeLa Run RPueto,_E-Osblde NK c.Fomindezde (fonsteoy (josoannt A Reagan's, fant) (OszoT) SsFemaneae se E, Camatio (2001) Fuente: Elaborado sobre Informacion det Ministerio de Economia dela Nacién y del INDEC. Bajo esas circunstancias, a principios de diciembre de 2001 se restringe el acceso a los depésitos de plazo fijo y de cuenta corriente (el denominado “corralito”) ya fin de mes se declara la cesacién de pagos de la deuda exter- ra piblica por parte de A. Rodriguez Saa como presidente electo por el Congre- so. En ese contexto, en enero de 2002 mediante la Ley de Emergencia Pabli- cay Reforma del Régimen Cambiario se deroga la convertibilidad y se pesifican los créditos, vara pocos dias después establecerse la “pesificacion asimétri a” (un tipo de cambio de 1,40 pesos por délar para los depésitos bancarios, pero de uno por uno para las deudas con el sector financiero).’ Estas modi ficaciones fueron completadas con el congelamiento de las tarifas de los servicios pablicos. 136 Eovanoo M. BASUAto0 Es indiscutible que la crisis terminal de la valorizacién financiera im. plic6 un impacto negativo en las condiciones de vida de los sectores po. pulares con pocos precedentes, tanto por sus efectos en términos de las transferencias de riqueza como sobre la participacién de los asalariados en el ingreso. La disolucién de ese patron de acumulaci6n trajo apareja. da un colapso social sin precedentes y el acentuamiento de la desocupa. ci6n, la pobreza e indigencia, cuando todos ellos eran de por si suma. mente elevados en el afio inicial de la crisis. Tal fue la debacle de la situacién de los sectores populares, que se tuvo que implementar el “Plan Jefes y Jefas de hogar desocupados” para paliarla y asegurar la denon nada gobernabilidad. Tanto la cesacién de pagos como la inédita devaluacién del tipo de cam- bio real, ponen de manifiesto de una manera contundente el triunfo de la alianza devaluacionista que encabeza la fracci6n det capital que ya no ejerce el predominio econémico, pero conserva la hegemonia que habia detentado a lo largo de toda la valorizacién financiera, es decir los grupos econdmicos locales. Sin embargo, seria un error asumir que allf concluye el conflicto de los devaluacionistas con los dolarizadores y especificamente con las pres- tadoras de servicios pblicos privatizados, ya que la respuesta a los acree- dores habia sido contundente: la cesacién de pagos. Cabe recordar al respecto, que a comienzos de 2002 se dicta la Ley de Emergencia (N® 25.561) la cual replantea drasticamente la relacién entre el Estado y las empresas privatizadas.® Alli, se desdolarizan y desindexan las tarifas de los servicios piblicos y se fijan los criterios para renegociar los respecti- vos contratos, medidas que junto al establecimiento de un posible recla mo de los recursos apropiados ilegalmente por las empresas privatizadas durante la década anterior, configuran una hecatombe para esta fraccién del capital extranjero.” La respuesta no se hizo esperar, ya que tanto las empresas privatizadas como los organismos internacionales efectGan presiones sobre el gobierno para desandar el camino recortido hasta ese momento. La contraofensiva del capital extranjero inserto en la prestacién de servicios ptblicos, se cana~ liza en dos frentes vinculados entre si. El primero, consiste en exigir que su deuda externa sea asumida por el Estado, en tanto la misma supuestamente se habia contraido para realizar obras e inversiones comprometidas durante la década del noventa’, por lo cual el Estado argentino debia involucrarse en el pago de la misma." El segundo frente abierto por las privatizadas esta 137 ‘Teac eusAvO: LA FUGA SOCIAL PARA DEF ELTHPO DE HEGEMONIA PoLIC ba encaminado a revertir el congelamiento y la pesificacién de las tarifas de los servicios pablicos. Cabe destacar al respecto, que de acuerdo a las esti maciones disponibles las empresas privatizadas durante los "go distribuye- ron, en promedio, el 82% de la masa de utilidades y, al mismo tiempo, recu- rrieton al endeudamiento externo como una forma de financiamiento. Por to tanto, se trata claramente de una decisién corporativa donde la responsabi- lidad pablica esta ausente.” La estrategia de la fraccion hegeménica, y a del gobierno que era su representacién politica, consistieron en gestos de comprensién y solidaridad cof las privatizadas pero manteniendo firmemente la politica en curso, con- ducta que se expres6 tanto en las negociaciones por la deuda externa priva- da como en la de las tarifas de los servicios pablicos. En la primera de estas problemétices, a los reclamos iniciales efectuados por las privatizadas® le siguen otros en los cuales los grupos econémicos acompafian a las empre- sas privatizadas® e incluso, como suele acurrir con los temas relevantes, as propias representaciones gremiales empresarias adhieren decididamente al mmismo."$ En ese cantexto, las empresas prestadoras de servicios pablicos redo- bian la presién sobre el gobierno entablando juicios contra el Estado ante el Centro Internacional sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de otros Estados (CID), dependiente del Banco Mun- dial, en el marco de los Tratados Bilaterales de Promocién y Proteccion de las Inversiones Extranjeras (TIBs) firrnados durante la década del noventa Gracias a estos acuerdos, el inversor extranjero adquiere la facultad de de- mandar al Estado en tribunales arbitrales internacionales, es decir que se anula la competencia de los tribunales tocales..® Sin embergo, ninguno de estos gestos y presiones logra revertir la poli- tica inicial y finalmente los grupos econémicos terminan rechazando cual- uier tipo de acuerdo respecto a ta posibilidad de que la deuda externa pri- vada sea transferida nuevamente al Estado.” Lo misma ocurre en términos de las presiones por actualizar las ta fas de los servicios pablicos, pero con ciertas peculiaridades que cont buyen a comprender quienes son los que dirigen realmente la politica imptementada en esos afios. Luego de que Ley de Emergencia “desdolari- zara” y “desindexara” las tarifas, se intensifican las presiones internas e internacionales para modificar esas medidas, y el gobierno sanciona de- cretos que autorizan aumentos en las tarifas de energia eléctrica y gas natural por redes, los cuales son impugnados en reiteradas ocasiones 138 Eouanoo M. Basunny $98 t00 Bas por diversos jueces que le dan la raz6n a los reclamos judiciales realizado tanto por la Defensoria del Pueblo de la Nacién y de la Ciudad de Buenos Aires como de organizaciones sociales. Si bien, estas fueron las generales de la ley, hubo excepciones que dan lugar a que algunos prestatarios no sélo no sean afectados sino que registren incrementos en sus ingresos reales o una reduccién en sus cos tos efectivos.® La raz6n fundamental para que ello ocurra, se encuentra en que en todos esos consorcios habia uno 0 varios grupos econémicos, y en un caso una empresa vinculada a la representacién politica de esta fraccién del capital que estaba asociada con capitales extranjeros. Asi ‘ocurri6 en Aeropuertos Argentinos 2000 con el grupo Eumnekian; en e| Correo Argentino SA con el grupo Macri; en la construccién del puente Rosario-Victoria con el conglomerado Techint acompafiado por los gru pos Macri y Roggio; en los ferrocarriles de pasajeros donde participa el grupo Roggio; en Hidrovia SA (dragado y sefalizacion del rio Parana, desde el puerto de Santa Fe hasta la salida al océano) donde participa la firma Emepa SA¥, En sintesis, es incuestionable que la alianza devaluacionista ante el ago: tamiento de la valorizaci6n financiera loge6 imponer su propuesta alternati va, aunque la fraccién del capital que la sustenta, los grupos econémicos locales, habia perdido anteriormente su predominio econémico al haber ven- dido sus activos fijos con elevada rentabilidad para obtener ganancias patti- moniales y fugarlas al exterior. Los enemigos fundamentales pasan a ser ahora quienes poco tiempo antes habian sido sus financiadores y socios, es decir el capital extranjero, y especificamente dentro de ellos los acreedores externos y las empresas extranjeras que controlan el capital de las empresas privatizadas. Al respecto, para poder aprehender la naturaleza del proceso cabe recor- dar que la alianza devaluacionista es la portadora del transformismo argen tino, y que su modus operandi consistia en distorsionar deliberadamente una serie de aspiraciones de los sectores populares al ponerlas en funcién de sus necesidades para ejercer la dominaci6n social y potenciar el poder econémico de las fracciones del capital que constituyen su sustento. Esto es lo que ocurre durante la crisis, porque la disputa con los acreedores exter nos las firmas extranjeras prestadoras de servicios pablicos esta en fun- cidn exclusivamente de los intereses de la fraceién hegeménica y de las ne- cesidades de asegurar la dominaci6n a través de la permanencia del transformismo argentino. ‘Texcpnexsava: La pons SoctaL paca perwwie EL Two oEKEsENOMAPoUNCK. 13D. La expansion econémica y la crisis politica como elementos clave para posibilitar la coexistencia de dos planteos diferentes de hegemonia Durante 2002 el colapso social confluye con una profunda crisis del sistema politico, situacién que se vuelve inmanejable a partir de las muertes, provocadas por la represién policial en la denominada “masacre del Puente Pueyrréd6n” que obliga a un adelantamiento de las elecciones presiden- ales. De ellas, surge un gobierno débil, encabezado por el candidato mas inorganico en términos del poder vigente: Néstor Kirchner. Inicialmente, el nuevo gobierno reafirma y profundiza el planteo de ta administracin anterior y, en consecuencia, convalida el liderazgo de la fraccién del capital que ejercta la hegemonia politica. Esta adscripcién del nuevo gobierno se expresa en su decidida confrontacién con quienes constitufan el respaldo fundamental de la derrotada propuesta de dolari- zar la economia. Asi, desde el comienzo de la nueva administracion se profundiza e. enfrentamiento con el Fondo Monetario Internacional —prin- cipal representante politico de los acreedores externos— y con las em- presas privatizadas, al repudiar las recomendaciones de ese organismo internacional e impulsar la legistaci6n sobre la regulaci6n de los servicios pablicos y los entes reguladores, asi como amenazar con investigar los alcances de los recursos apropiados ilegalmente por las empresas priva- tizadas durante la década de 1990 que, como se mencioné anteriormen- te, estaba habilitada por la Ley de Emergencia, Si bien, este es el planteo central que guid los primeros pasos de esa gestion gubernamental, hay otras dos lineas de accién que fueron adqui riendo densidad a medida que pasaba el tiempo. La primera de ellas, es de neto cort2 econémico y se refiere a la decisin inclaudicable de esta nueva admiristracién para lograr el mayor crecimiento econémico anual posible, sobre la base de la expansién de la economia real, es decir ta producci6m de bienes y servicios, buscando, obviamente, superar la in- édita crisis pero también disminuir significativamente la desocupacién, mejorando de esa manera la distribucién del ingreso. Esta politica se vio favorecida por la “autonomia relativa” que adquiere la econom(a interna respecto al poder financiero establecido a nivel mundial que permite re tener el excedente econémico, al mismo tiempo que se incrementa signi- ficativamente la demanda de productos primarios por parte de China y 140 Eouanoo M. Basuaton otras economias dependientes. Implicitamente, esta politica se alineaba con los sectores que a nivel internacional propontan una reduccién de las tasas de interés para hacer posible una reactivacién de la economia real en los paises centrales, posicién que poco antes habia expresado Paul O'Neill, como Secretario del Tesoro de EE.UU. entre enero de 2001 y di- clembre de 2002, pero sin mayores resultados. ‘Aunque es complementario con el anterior, el otro eje crecientemente relevante tiene un contenido netamente politico ya que consiste en la biisqueda por lograr la hegemonia politica en su forma clasica, es decir a través de otorgarle beneficios a los diversos sectores sociales subalter. nos. Si bien, este fue el tipo tradicional de hegemonfa que ejercieron los gobiernos populares en la Argentina, en este caso adquiere ain mayor trascendencia, tanto por el contexto histérico en que le toca actuar como por la debilidad inicial de! nuevo gobierno. Resulta indudable, que las circunstancias que rodean a esta gestién potencian la importancia que asume el intento de restaurar la vigencia de una hegemonfa clésica, por el contraste que implica respecto a las déca- das anteriores donde imperaba otra forma de hegemonia que estaba sus- tentada en el transformismo argentino. Asimismo, esa misma busqueda es la que les permite a los dos gobiemos que se suceden a partir de 2003, detectar los escollos de tipo politico, econémico y social que deben superar. En consecuencia, la direccién y el ritmo de las trans- formaciones en ambas administraciones estan definidas prioritaria- mente por la bisqueda de consolidar una hegemonia clasica, en tan: to buscan plasmar una creciente inclusién politica y social de los sectores sociales subalternos. De por sf, ambas caracteristicas establecen una diferencia substancial entre esta administracién y la anterior encabezada por E, Duhalde. Sin ‘embargo, no solamente implican diferencias entre ambas gestiones de gobierno sino también una creciente incompatibilidad objetiva tanto con la fraccién del capital que ejerce la hegemonia como con las concepclo- nes y el poder hegeménico en términos internacionales. Respecto a la expansién econdmica, es indiscutible que a medida que se logran altas tasas de crecimiento del PBI irrumpen contradicciones con el pensamiento ortodoxo esgrimido por los paises centrales que presio naban para atenuarlo, por el supuesto peligro inflacionario que acarrea- ba. También, a medida que pasa el tiempo y el crecimiento econémico provoca una disminuci6n significativa de la desocupacién, aumentan las “Tencen EwSAYO: LA PUGHA SOCIAL PABA DEFINI EL TPO DE HEGEMOWA POUTICA 141 presiones de la fraccién hegeménica —y en general de todas las grandes firmas— para atemperar esa expansién porque al reducitse el efército industrial de reserva, se incrementan las reivindicaciones salariales. En relacién al intento por retomar la hegemonta clésica, satisfaciendo las acuciantes demandas de los sectores populares, también era previsi ble que se desplegaran crecientes contradicciones con el transformis- mo argentino porque se trata de dos formas de hegemonia que son incompatibles entre sf. Dada la importancia de estas dos probleméticas (el crecimiento eco- némico y el tipo de hegemonia) en el desarrollo de las dos Gltimas ges- tiones gubemamentales, es preciso analizar su contenido y resultados més detalladamente. En este sentido, el comportamiento de las variables del Grafico N° 4 que fue analizado anteriormente, no sélo es elocuente en indicar la profundidad de la crisis econémica entre 1998 y 2002, sino también la acentuada expansi6n que se despliega en la economia interna hasta la crisis mundial de 2009. Mas an, se trata de un crecimiento muy acelerado especialmente en los primeros afios (en 2005 el incremento del PBI alcanza al 9,2%, es decir el valor mas elevado a partir de 2002) y en todos ellos ta variable mas dindmica de la demanda agregada es la inver- sién bruta fija y, a su vez, su principal componente no es la construccion sino la incorporacién de maquinaria y equipo. En el contexto de este comportamiento macroeconémico, es relevan- te menciorar que hay evidencias que indican que el ex-presidente Néstor Kirchner impulsa desde el comienzo de su mandato la reconstitucién de la burguesfa nacional. Histéricamente, esa fraccién del capital nacional ha sido una de los integrantes emblematicos del peronismo —sino en los hhechos, al menos simbélicamente— a partir de su insercidn en la produc- cién industrial de bienes de capital o bienes salarios no exportables cuya demanda estaba ligada, directa o indirectamente, a la suerte econdmica de los asaariados. ‘Sin embargo, ahora este gobierno considera —al igual que las con- cepciones ortodoxas del peronismo— que una parte fundamental de esa burguesia nacional es la oligarquia diversificada (grupos econdmicos lo- cales), cuando en realidad siempre fue una de las fracciones del capital decisivas en las diversas alianzas dominantes que se sucedieron en el tiempo y especialmente en la que se conformé a partir de la dictadura militar en 1976, donde, como fue senalado, ejerce la hegemonia politica € incluso, posteriormente, el predominio econémico. 142 Eouaroo M. Basustng Ciertamente, se trata de un proceso poco estudiado sobre el cual no se dispone de informacién exhaustiva que respalde de una manera in. cuestionable esta caracterizacién. No obstante, hay evidencias parciales que indican cierto reposicionamiento durante los dltimos afios de las fracciones de capital nacional, pero sobre una insercién sectorial di. ferente a la que exhibian durante la sustitucién de importaciones, ya que en este caso esta sesgada hacia los servicios y no hacia la indus- tria, como antafio. Al tespecto, cuando se analiza la situaci6n de las firmas de mayor factu- racién se comprueba que las empresas Telecom y Telecom Personal dejan de ser totalmente extranjeras porque el grupo econémico Werthein (agropecua rio y financiero) adquirié el 48% det paquete accionario a los capitales fran ceses que controlaban esta corporaci6n en 2003. Ademas, tenfan una opcién de compra de otro 2%, la cual no pudo hacerse efectiva por el conflicto con los accionistas franceses y a pesar de la intervencién del gobierno a través de la Secretaria de Defensa de la Competencia. Por otra parte, la transferencia del capital social de Edenor, distribuidora de electricidad, constituye otra expresién en el mismo sentido. En efecto, el Fondo de Inversién Dolphin (ahora Pampa Holding, controtada por capitales nacionales) le adquirié a Electricite de France (EDF) el 65% del capital.* In dudablemente, es una transferencia tan relevante como la de Telecom, por- que se trata de la principal distribuidora de electricidad del pats al contar con casi dos millones y medio de usuarios y porque, al igual que en el caso anterior, sefala la irrupcién de un nuevo y muy importante actor en un érea vital de las empresas privatizadas.® En tercer lugar, la nueva politica de promocién industrial del gobierno nacional reconace como destinatario privilegiado a diversos grupos econé- rmicos locales. En efecto, los mismos concentran el 64% de la inversién pro- mocionada que alcanza a 4.350 millones de pesos, el 22% de la ocupacion y el 80% del costo fiscal del régimen. Cabe sefialar que se trata de un reducido conjunto de grupos econémicos, entre los que se encuentra el grupo econé- mico Madanes, tanto a través de la empresa Aluar (fabricacién de aluminio) como de FATE (neuméticos), Techint mediante proyectos presentados por Siderar y Siderca, el grupo econémico Pérez Companc a través de su empre- sa controlada Molinos Rio de la Plata (alimentos) y el grupo econémico Ur quia a través de su firma Aceitera General Deheza.** Aeestas transformaciones se le suman otras que aluden a cambios en la propiedad de empresas de menor facturacién, en tanto se ubican debajo de “Teaces EWsAvo: 1A PUGNA SOCIAL PARA DEFINI ELTIPO DE NEGEMONIA POLITICA. 143 las 200 sociedades de mayores ventas en la economia nacional. Se trata de laadquisici6n de paquetes accionarios realizados por integrantes de las “bur- quesias u oligarquias provinciales”. Entre ellas, se encuentran nuevamente algunas distibuidoras eléctricas del interior del pafs%, asf como otras dedi- cadas a la distribuci6n de agua y saneamiento.** Todas estas modificaciones en la propiedad de las firmas que se ubi- can en diversos niveles de ventas, indican que los grupos econémicos wnen una activa participacion, al igual que las oligarquias o los inte- grantes mas consolidados de las burguesias provinciales. La presencia difundida de grupos econ6micos expresa una primera y relevante diferen- cia respecto a la burguesta nacional promovida por los primeros gobier- nos peronistas ya que estos impulsaban la expansién de pequefias y medianas empresas. A esta primera diferencia se le suma otra que con- siste en que durante el kirchnerismo los capitales locales avanzan en la propiedad de los servicios pablicos de importancia nacional o provincial y no sobre la base de establecimientos 0 empresas industriales, como fue la experiencia peronista. No obstante, es relevante tener en cuenta que se trata de politicas que se despliegan en las areas de mayor influen- ia estatal y que no implican, ni parece proponérselo, modificar la confor- macién procuctiva local que esta fuertemente asentada en las produccio- nes con ventajas comparativas naturales. La evoltcion econdmica durante los primeros afios, pone de mani- fiesto una recuperacién de las utilidades de las fracciones del capital do- minantes respecto a la década anterior que es realmente importante. En efecto, tal como se verifica en el Grafico N° 5, la evolucién de la tasa de rentabilidad (utilidades/ventas) de las 200 empresas de mayor factura- cidn en la e:onomia argentina —asi como de las firmas industriales que forman parte de esa elite— registran una notable recomposicién de 2003 en adelante. Tanto es asi, que la rentabilidad inferior de este perfodo (6.3% de utilidades sobre ventas) es superior a la mas elevada entre 1992 y 2001 (5,9% en 1994). Asimismo, al compararse los promedios de ambos periodos se comprueba que durante la década de 1990 hasta 2001 dicha tasa alcanza al 3,1% mientras que entre 2002 y 2008 arriba al 9,0%. Esta evolucién de la rentabilidad de la cépula empresaria se replica en térmi- nos del conjunto de las firmas industriales que participan en ella, pero con niveles menores y mas polarizados entre la década de 1990 y del 2002 en adelante. Asi, la rentabilidad promedio entre 1991-2001 alcanza al 0,6% mientras que en el perfodo posterior llega al 6,8%. 144 Eouanoo M. BASUALoo Grafico N° 5, Evolucién de la rentabilidad (utilidades sobre ventas) delas 200 empresas de mayor facturacién y de las firmas industriates que las integran, 1991-2008 (en porcentajes) Fuente: Area de Economia y Tecnologia dela FLACSO.. Sin embargo, las politicas implementadas por el primer gobierno kirch- nerista no sélo exhiben una determinada concepcién sobre la burguesfa na- ional sino que también, en tinea con la posicién de la fraccién devaluacio: nista, considera que el enfrentamiento politico central es con los acreedores | extemos y los organismos internacionales, espectficamente el FM. En ese contexto, se lleva a cabo en el aiio 2005 el canje de la deuda externa con tuna quita significativa de la misma, a lo cual se le sum6 posteriormente el pago de la deuda mantenida con el FMI y el rechazo a las auditorias y condi PUGNA SOCIAL PARA DEFINUR EL TIF OE NEGEMONIA POLITICA 145 cionalidades de ese organismo sobre la politica econémica. Los argumentos esgrimidos para adoptar esta politica se fundamentan en que los organis- mos internacionales eran los responsables fundamentales de la politica de destrucci6n nacional implementada en las décadas anteriores. Adn cuando estas responsabilidades son ciertas, nuevamente se omite sefialar la partici- pacidn central que tienen los grupos econémicos locales en el desarrollo de la valorizacién financiera, en tanto se los considera como integrantes de la burguesi@ nacional, obviando el hecho de que fueron la fraccién del capital {que ejegci6 lahegemonia durante las décadas anteriores, incluyendo los afios de la dictadura militar. Las politicas y los procesos econémicos mencionados precedentemente estuvieron vinculados a los sectores dominantes, pero habia otras que estaban dirigidas a los sectores populares subalternos, las cuales por su gran sigrificacién deben ser mencionadas en el marco del enfoque politico adoptado por la administracion gubernamental bajo andlisis. Es decir, considerando que la biisqueda de la hegemonia sobre la base de su concepcién clasica —que consiste en satisfacer algunas de las necesi- dades y de las reclamos de los sectores populares— es otra de las lineas de accién y construccién politica de esta primera administracién del kir- chnerismo. Al respecto, en el marco de la elevada tasa de crecimiento econdmico ys especialmente, del notable incremento de la relacién empleo/producto que se registra a partir de 203%, la principal via para recomponer la participacidn de los asalariados en el ingreso respecto al momento l do de la crisis fue ta acentuada disminucidn det desempleo y el subem- pleo. En efesto, las evidencias empiticas son contundentes en demostrar que a partir de 2002, cuando la tasa de desocupacién alcanza el 24,5% que constituye el nivel mas elevado de la historia argentina, se registra una sistemética reduccién de la desocupacién, arribando al 8,5% en 2007 (Grafico N2 5). Este trascendente impulso al incremento de la ocupacion via la recomposicién de la produccién de bienes, tiene una intensa reper cusion en le dindmica sindical que no siempre fue tenido en cuenta, es- pecialmente por la CTA donde un sector de la misma se proyecta a la lucha politica sin reparar en la necesidad de readecuar su estrategia sin- dical que se habia volcado a la incorporacién de representaciones socia- les durante la década de 1990. Si bien al incremento salarial tiene durante esta etapa un papel mas modesto en la recomposicién de la participacién de los trabajadores en 146 Eouaroo M. Basuatoo el ingreso, fue relevante inicialmente la politica de impulsar aumentos significativos del salario minimo, primero por intermedio de decretos, y luego mediante el Consejo Nacional del Empleo, a Productividad y el Salario Minimo, Vital y Mévil. No menos importante para los trabajadores fue el retorno a las negociaciones salariales mediante paritarias, lo cual les permitié en los afios finales de la primera gesti6n del kirchnerismo mejorar sus condiciones de vida a medida que disminuye el ejército industrial de reserva y, en consecuencia, la presién para mantener bajos salarios a cam. bio de garantizar el empleo 0, dicho mas correctamente, a cambio de no ser expulsado del mercado de trabajo.*” Un aporte significative para una distribucién del ingreso mas equitativa durante esta etapa se encuentra en la recomposicién del sistema previsio: nal. En 2004 se pone en marcha la Ley de Prestacin Provisional Anticipada, que es seguida por las moratorias previsionales que se establecen entre 2004 ¥ 2005, asi como el establecimiento de la moratoria permanente para los auténomos y los monotributistas, y la Ley de Traspaso a Reparto aprobada en 2007, que habilita a los beneficiarios que se encuentran dentro del régi- ‘men jubilatorio privado a regresar al sistema estatal. De esta manera, crece significativamente el ndimero de aportantes y de beneficiarios que durante 508 afios llegan a los 5 millones, lo cual implica un giro copernicano respec to a los afios de la convertibilidad, cuando se habia estabilizado en aproxi- madamente 3 millones. Asi, se produjo un incremento en la relacién entre aportantes y beneficiarios que, a su vez, fue coincidente con un aumento significative del haber minimo jubilatorio, completando un circulo virtuoso en este aspecto que habia sido hist6ricamente tan conflictivo como injusto con la clase pasiva.** En conjunto, estos procesos mejoraron el ingreso de los sectores populares especialmente en téminos absolutos y en menor medida en términos relativos, es decir en su participacién en la distribucién del ingreso.” Estas medidas especificas para la clase trabajadora, en realidad forman parte de una politica mucho mas amplia de respuesta a reivindicaciones po- pulares de neto corte politico y social, tales como la anulacién de los indul- tos a los represores militares y el reinicio de sus juicios, la reestructuracion de la Corte Suprema de Justicia, etc. pero también durante estos afios se leva a cabo la intervencién det INDEC, que tendré consecuencias que perdu- ran hasta la actualidad ya que derrumbé la credibilidad de las irremplazables Cifras oficiales, oscureciendo la identificaci6n de las logros, fracasos y cuen- tas pendientes del gobiemo y la sociedad. “Tences ensavor LA PUGHA SOCIAL PARA OLFiIR ELTIPO OE HEGENOWIA POLITICA. 147 Grifico N26, Zvolucién de la tasa de desocupacién, 1998-2010 (en porcentajes) 245 = Tasa do Desocupacién s+ tt tt at 4998 1939 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2008 2007 2008 2009 2010 Fuente: Elaboredo por CIFRA (Centra de Investigacién y Formacion de la Repablica Argentina) sobre la base de la informacién det INDEC. Durante esta etapa inicial, el kirchnerismo logra un triunfo electoral que lo consolida politicamente al doblegar con una fuerza propia al peronismo y al radicalismo. En efecto, en mayo de 2005 se renueva la mitad de la cdmara baja (128 dizutados) y un tercio de la cémara alta (24 senadores) y la fuerza politica del gobierno, el Frente para la Victoria, gana las elecciones derrotando al Partido justicalista at obtener, practicamente, el 40% de los primeros (50 diputados) y la mitad de los integrantes de la camara alta (az senadores).>* En el coxtexto de esa victoria sustentada en una fuerza propia que de- rroté al just cialismo conducido por E. Duhalde, en noviembre de 2005 se produce una modificacién del gabinete y como parte del mismo el relevo del Ministro de Economia que en ese momento era el de mayor prestigio en el 148 Enuaroo M. Basuatoo gabinete nacional. La causa inmediata fueron las impugnaciones éticas que realiza el Ministro a otros funcionarios que contaban con el apoyo presidencial®, pero fundamentalmente el pedido de renuncia se sustenta en la pugna para definir la conduccién real del peronismo, ya que el Mi nistro de Economia era el que representaba al ex-presidente y quien en- carrilaba en ese momento ta accién del nuevo gobierno dentro de los parémetros del peronismo ortodoxo. Los otros cambios ministeriales tie- nen un contenido diferente, porque estén en funcién de fortalecer el go: bierno (es el caso del Ministerio de Desarrollo Social y el de Defensa) o remover escollos que dificultaban el funcionamiento politico del go- bierno pero en otro sentido, como ocurrié con el cambio en Relacio: nes Exteriores*, El relevo del Ministro de Economia no implicé eliminar la dicotor de un gobierno que oscilaba entre dos formas de hegemonia alternati vas, que s6lo podian coexistir debido al notable crecimiento econémico, sino definir que el peronismo seria el espacio para la construccién pol ca futura y que su conduccién efectiva estaba en manos del gobierno. Este proceso que se inicia a fines de 2005, luego se profundiza a ratz de las elecciones en Misiones de octubre de 2006 para elegir los conven. cionales encargados de reformar la constitucién provincial y especifica. mente decidir acerca de la inclusién sobre la clausula de reetecci6n inde- finida. En esa eleccién se enfrentaban el oficialismo, que contaba con el explicito apoyo presidencial y estaba liderado por quien habia sido gober- nador provincial por el peronismo durante acho afios y queria asegurarse la reeleccién indefinida, y el obispo Joaquin Pifia, apoyado por un conjunto de organizaciones sociales que queria rechazar dicha cléusula. La derrota del oficialismo, contra la mayoria de los prondsticos, fue contundente.’s Posteriormente, en las elecciones cordobesas a gobernador se afian: za este giro gubernamental hacia el peronismo, dejando de lado a la que habia sido su fuerza propia hasta el 2005. En efecto, el kirchnerismo en esas elecciones apoya al candidato peronista (Juan Schiaretti) en detri- mento de su aliado Luis Juez que perdié por escaso margen (35,95% ver- ‘Sus 37.05% del oficialismo) en unos sufragios sospechados de fraudulen- tos.2® Mas ain, como parte de este reposicionamiento se acentaan las concesiones gubernamentales a los sectores dominantes, especialmente a los grupos econémicos locales que supuestamente forman parte de la burguesia nacional, asi como a sus representantes politicos en la estruc- tura politica del propio kirchnerismo.%” “Texcen evsa¥or LA PUGNA SOCIAL PARA OEFNIRELT170 DE HEGEMONIA POLI... 149 Esta primera etapa del ciclo de los gobiernos kirchneristas culmina a fines de 2007 con la postulacién de Néstor Kirchner como presidente del Partido Just cialista —aunque por razones judiciales asumiria a principios de 2008— + el contundente triunfo electoral de Cristina Fernandez de Kirchner en las elecciones presidenciales de ese mismo afio.2* En sintesis, el periodo bajo andlisis se caracteriza por una notable expansi6n econémica impulsada por el conjunto de las variables que com ponen la demanda agregada, dentro de las cuales se destaca el aporte realizado por el consumo privado y la inversién pero acompafados por la contribucién de las exportaciones en una etapa en que se revierten los términos del intercambio®, se evitan los estrangulamientos en el sector externo y se asegura un superdvit fiscal asi como una s6lida disponibilt dad de reservas que dan por superadas las crisis en el sector externo 0 las maniobras desestabilizadoras a partir de la demanda de divisas. El notable crecimiento econémico, permite que los sectores predominantes en la estructura econémica obtengan una elevada tasa de rentabilidad =la cual se replica con menores, pero de todas maneras importantes, registros er los sectores mas débiles del capital— y, al mismo tiempo, los trabajadores mejoran decididamente sus condiciones de vida por el inctemento de la ocupacién, atin cuando la recomposicion de su partici pacién en la distribucién del ingreso es modesta respecto al crecimiento econémico.'° Sin embargo, todo parece indicar que este logro econémico ~y el mejoramiento, con sus profundas desigualdades, de la situacién del con: junto socia— no es el resultado de la hegemonia de un bloque social ‘que esta definiendo un nuevo patrén de acumulacién de capital, sino de tuna enconada pugna entre dos tipos de hegemonia diferentes que estan vinculadas a propuestas enfrentadas, estando ambas encaradas en el gobierno mis alla que los representantes de cada una de ellas dentro del gabinete varfen en el tiempo. Una de ellas, predominante en esa etapa, impulsada por los grupos econémicos locales intenta subordinar al sistema politico y utilizar al Es- tado como medio para reposicionarse en la economia real, luego de ha: ber vendido una parte de sus activos fijos al capital extranjero y haber fugado una parte mayoritaria de su capital al exterior durante la valoriza- cién financiera. La otta, busca plasmar un proyecto de expansién econd- mica alineado con las experiencias populares que se registraron en el pais y en la regién durante el siglo XX. Es decir, con esas experiencias 150 Eounaoo M. Brsuatog que si bien no reconocieron como su problemética central el replanteo estructural de la relacién entre el trabajo y el capital, sf asumieron como tarea primordial el tutelaje estatal sobre los sectores populares, asi como impulsar un sesgo en la distribuci6n del ingreso entre ambos términos de la ecuaci6n capitalista, en favor de la clase trabajadora. Todo lo cual, implica necesariamente —y a la inversa de lo que ocurre en el transformismo— dis nara las fracciones del capital dominante, restaurando la primacta de lo politico sobre lo econémico y, en consecuencia, la autonomia relativa del Estado respec- to de las fracciones del capital predominantes en la estructura econémica. Si bien, el triunfo electoral con una fuerza politica propia sobre el pero- nismo conducido por E. Ouhalde y la posterior readecuacién del gabinete de ministros, habilita al gobierno para emprender la consolidacién de un parti- do politico propio y dirimir ta contradiccién entre ambos tipos de hegemo- nia, el rumbo adoptado finalmente fue otro. A partir de 2006 se sactifica la construccién de la fuerza propia para establecer negociaciones y asumir el control del Partido Justicialista, to cual implica un giro copemicano en las alianzas politicas y sociales del gobiemo. Ese giro pareceria indicar que el kirchnerismo posterga, o descarta, el tratamiento de las transformaciones que registra el peronismo en las Gitimas décadas, durante las cuales se convierte en el nticleo central del transformi ‘mo argentino y tas consecuencias de esa definicién se hacen sentir no s6lo en el corto sino también en el largo plazo, al impedir conformar un partido que permita conducir el movimiento popular. Asi, hasta los primeros meses de 2006 se dan los pasos necesarios para que la victoria electoral de 2005 sea Ginicamente un recambio en la conduccién del peronismo y no la consti- tucién de un partido popular. La ardua constitucién de un gobierno popular El recambio gubernamental dentro del kirchnerismo con la asuncién de Cristina Femandez de Kirchner a la presidencia de la Nacién, coincide con una modificacién en la naturaleza del gobierno que no se origina en una iniciativa gubernamental sino en la determinaci6n de los sectores dominan- tes de subordinar, de alli en adelante, al nuevo gobierno a sus intereses, dando por finalizada esa dualidad hegeménica contradictoria que caracteri zaba la situacién hasta ese momento. El motivo circunstancial y la base so: TenceR enSAYO: LA PUGNA SOCIAL PARA OLFNR EL TID DE HEGEMONIA POLITICA. 151 cial la encomraron en el ambito propio y tradicional de la oligarquia agrope- cuatia: el agio pampeano. La causa por la cual la fraccién que ejercié la hegemonia durante la valo- rizaci6n financiera forz6 la situacién imperante radica en su imperiosa nece- sidad de retcmar un control totalizador sobre el Estado, de manera de poder avanzar en un patrén de acumulacién de capital nuevo que estuviera bajo su conduccién ysubordinara a sus intereses al resto de las fracciones dominan- tes del capital y a los sectores subalternos. Esta ofensiva sobre el gobierno tuvo aceptacion dentro de los sectores dominantes por las posibilidades que brinda el mercado intemmacional y especialmente por el estancamiento, 0 la disminucién relativa de ta rentabilidad —aunque era, como ya se ha indica- do, significativamente mas elevada que durante la década de 1990—, debi- do.a las mejoras-obtenidas por los.asalariados.respecto.al. momento dlgido de la crisis. Cabe recordar, que a esa altura la recomposicién distributiva mediante el ncremento de la ocupacién —tal como se verifica en el Grafico N® 6— se estaba agotando, cobrando fuerza la influencia de los convenios salariales como medio para fortalecer la participacin de los asalariados.** El planteo de los sectores dominantes no parece sustentarse como en el pasado en el derrocamiento del gobierno sino mas bien en disciplinarto, lo- grando que zbandone en sus politicas todo vestigio distribucionista. En este sentido, todo parece indicar que la profundidad de la crisis que soporta el sistema politico no les permite ni derrocar al gobierno ni apelar a las fuerzas politicas prosias para condicionar y encauzar por un Gnico rumbo la accion gubernamen-al. Por otra parte, las nuevas condiciones econémicas —tanto el crecimiento como, especialmente, las ingentes reservas de divisas— no habilitan la posibilidad de provocar una conmocién econémica que les per: mita reencauzar la accion de gobierno, como acurrié a fines de la década de 3980 y comienzos de la siguiente, con las hiperinflaciones de esos afios. La alternativa posible esta en la movilizacién social a partir de las actividades, productivas donde tienen una fuerte insercién y un liderazgo que les posibi- lita alinear detrds de sus intereses a las fracciones del capital mas débiles que actdan en la produccién agropecuaria.** A pesar de ser la produccién agropecuaria pampeana el mbito tradicio- nal de la oligarquia agropecuaria, no deja de ser un conflicto sorprendente por su durac 6n, intensidad y nuevas formas de lucha, lo cual indica que no se trat6 de un enfrentamiento espontaneo ni que el mismo cobré impulso debido a los supuestos desaciertos politicos del gobiemo durante el desa- rrotlo det mismo. 152 Eouanoo M. Basuatoo En este contexto, es apropiado repasar el contenido de los diferentes hitos de este conflicto histérico e inédito entre el gobierno y amplios secto- res sociales integrantes del agro pampeano, para poder aprehender la natu- raleza del proceso social y politico que se despliega y que signa de alli en mas el mandato de la nueva presidenta. En este sentido, es relevante identificar los novedosos recursos que utilizan los sectores dominantes asi como las rupturas sociales que se producen en el movimiento social durante su desarrollo y, de esa manera, comprender por qué ese conflic to es social y politicamente una divisoria de aguas cuyos resultados con: tindan expresandose en la actualidad. Obviamente, se trata del conilicto que se desarrolla a raiz de la apli- cacién de las retenciones mOviles. Las retenciones a las exportaciones datan del modelo agroexportador y constituyen un instrumento de polit ca econ6mica que tiene efectos sobre la distribuci6n del ingreso*, la con: formacion productiva y las finanzas pablicas. Durante el primer gobierno kirchnerista las retenciones aumentaron en dos oportunidades debido a la suba de los precios internacionales de los commodities*, y el 11 de marzo de 2008 mediante la Resoluci6n N° 125 del Ministerio de Economia encabezado por Martin Lousteau se puso en marcha un sistema de reten: ciones méviles para las exportaciones sojeras, al irrumpir un nuevo e in- Usitado incremento del precio internacional de la soja.4® Al dia siguiente, las cuatro entidades agropecuarias con representa- cién nacional (SRA, CRA, FAA y CONINAGRO) conforman ta denominada “mesa de enlace” y declaran un paro por 48 horas, que luego se extiende hasta fin de mes, con el propésito de obligar al gobierno a retornar al sistema de retenciones fijas utilizado anteriormente, a pesar de que apli cando las retenciones méviles ta rentabilidad aumentaba alrededor del 45% respecto a la campaiia anterior debido, tal como se verifica en el Grafico N27, a un acentuado incremento en tos precios internacionales.” El segundo motivo esta relacionado con el nuevo comportamiento que irrumpe en el agro pampeano a partir de la dictadura militar que consiste en la vinculacién de la produccién agraria con la especulacién financiera. Al respecto, es necesario recordar que a partir de la vigencia de los tipos, de cambio miltiples que acompafian los comienzos de la hegemonia neo- liberal a nivel intemacional, irrumpen con notable dinamismo los deno minados derivados (forwards, futuros, swaps y opciones), que devie- nen en los activos financieros mas relevantes. Dentro de los derivados, los mas antiguos son los mercados a término de bienes primarios, los Tencenensavo: LA MUGNA SOCIAL PARA DEFINIR E11 DE NEGEMONIA POLITICA, 153 cuales son utilzados desde hace muchas décadas en la comercializacién de los productos agropecuarios pero con modificaciones significativas a partir de la dictadura militar. En efecto, tradicionalmente el mercado de futuro tenfa la funcién para el productor de asegurarse determinado in- greso por sus productos a partir de acordar su precio futuro en dicho mercado. Posteriormente, a esa funci6n se le agrega otra que consiste en obtener ganan¢ias financieras. Nuevamente, esta mutaci6n al igual que la anterior tiende a unificar los intereses de los terratenientes y las otras, fraccioneg del capital agrario porque todas ellas operan, solas 0 asociati- vamehte, en esos mercados —con las diferencias del caso en el giro de las operaciones— y tiende a unificarlos también en su oposicién a la Re- solucién N2 125 porque la misma obstaculiza la realizacién de operacio- nes especulativas. Finalmente, otro motivo que es fundamental tener en cuenta se origi- na en el compertamiento de los grupos econdmicos en la década de 1990 cuando vender buena parte de sus empresas controladas y/o vinculadas para realizar ganancias patrimoniales y fugarlas al exterior pero conser- vando, 0 incluso incrementando, sus propiedades agropecuarias. Es de- cir, la propia ofgarquia pampeana se vuelve mas homogénea en sus inte- reses y visiones acerca del proceso de acumulacién de capital porque en términos de su insercién en la economia real los integrantes que habian diversificado sus inversiones hacia otras actividades vuelven a estar rela- tivamente més recostados en la produccién agropecuaria. El 12 de marzo se pone en marcha la primera etapa de un conflicto que durard aproximadamente cuatro meses. Durante esa época, los rura- listas recurren a los piquetes y cortes de rutas interrumpiendo las comu- nicaciones en la regién pampeana. El momento dlgido comienza el 25 de mayo cuando la presidenta defiende la medida e interpela duramente a los ruralistas, registrandose posteriormente movilizaciones de ambas partes en diversas ciudades. En los dias posteriores comienza a percibir- se el desabastecimiento de alimentos en los centros urbanos. En este contexto, el 28 de marzo el gobierno propone canalizar recursos para los pequefios y medianos productores asi como para la produccién ganadera y lechera, mientras que las entidades lo instan a que suspenda temporal- mente el nuevo sistema de retenciones. Al continuar el desacuerdo, se mantienen las medidas y en los Gltimos dias de marzo se profundiza et desabastecimiento urbano. Eouaoo M. BasuAog 154 Grafico N2 7. Evolucién del precio fob de la soja, 1977-2010 (en dolares ntes por tonelada) (ae Prodi fob del soja (ares covers] | 499 Fuente: Elaborado sobre la informacién de la Revista Margenes Agropecvarios y la Bolsa de CCereales de Buenos Alves. Se trata de un conflicto inédito no s6lo por su duracién sino también por su amplitud geografica. Caracteristica esta altima que esta directamente re- lacionada con la significativa expansidn de la frontera agropecuaria para los productos pampeanos que se registra a partir del predominio sojero, debido tanto a las propiedades de la semilla genéticamente modificada®® —porque permite el cultivo agricola donde anteriormente no era posible— como por la rentabilidad de la produccién sojera —que provoca la relocalizacién de la ganaderia hacia las zonas marginales de la regién y/o el abandono de otros cultivos agricolas, liberando tierra especificamente para la produccién de soja— 155 TENCE ENSAYO: A PUGWA SOCIAL PARA DEFINIR EL TIPO DE HEGEMOMIA POL En otras paabras, bajo el predominio de la soja la produccién pampeana es mucho més nacional que antes, porque se expande a zonas en que antes se producfan otros productos. Desde el punto de vista social, esta nacionaliza- ci6n significa que nuevos estratos sociales se identifican con esta produc- cidn, adn cuando desde el punto de vista productivo sean intrascendentes debido a la baja productividad en las zonas periféricas respecto a la que exhibe la regin pampeana tradicional. EL 31, de marzo, el gobierno pone en marcha unilateralmente medidas para neutralizar el efecto de las retenciones méviles sobre los pequefios y medianos praductores, que representan el 80% de los productores y gene- ran el 20% de la cosecha total de soja y girasol. Segiin las estimaciones gubernamentales, la medida alcanza a 61.300 chacareros duefios de menos de 200 hectéreas y una producci6n inferior a las 500 toneladas, que pagaran retenciones similares a las que erogaban antes del 11 de marzo. Complemen- tariamente, se establecen compensaciones por el costo del flete, créditos a tasa subsidiedas, reapertura de las exportaciones de trigo, etcétera.* Tras esas medidas, el 1° de abril la presidenta en un discurso en la Plaza de Mayo cuestiona en duros términos a los medios de comunicacién por su evidente parcialidad en la informacién difundida sobre el conflicto, aludien- do especialrrente al diario Clarfn. De esta manera, se hace explicito el con- flicto det gabierno con los grupos econémicos que controlan los medios de comunicacién, el cual con el transcurso del tiempo adquiere atin mas rele- vancia ya que el desacuerdo gubernamental se generaliza a toda la fracci6n del capital que habia sido hegeménica durante la valorizacién financiera. De esta manera, se plasma una modificacién decisiva en la naturaleza de los gobiernos que integran este ciclo de administraciones kirchneristas.3? El 2 de abril en una asamblea convocada por las entidades agropecua- rias que integran la “mesa de enlace” y que se realiza en Gualeguaychi, se resuelve suspender las acciones durante un mes para establecer conversa~ ciones con el gobierno que no aceptaba hacerlo en el medio de las medidas de fuerza. Se abre entonces otra etapa en el conflicto, durante la cual se pone de maniiesto una nueva metodologia como parte del hostigamiento rural, ‘que nunca fue reconocida como parte de las medidas de lucha, pero resulta evidente que 2ra asi Irrumpe entonces la quema de pastizales en la zona del Delta que afecta no sélo el transporte terrestre sino también el aéreo y el mari- timo, llegande el humo a Buenos Aires, Rosario ¢ incluso a Uruguay. Luego de ta renuncia del Ministro de Economia a fines de abril, el 7 de mayo las entidades reanudan el paro porque a pesar de las numerosas re- 156 Eouaroo M. Basuaino uniones con el gobierno no se arriba a ningiin acuerdo. No obstante, se advierte que el mismo tendra otra modalidad ya que esta destinado a impedir las exportaciones pero “evitando” el desabastecimiento a los centros urbanoss En ese sentido, dada la importancia que asume el transporte ferroviario para posibilitar las exportaciones, es llamativo que los ruralistas no corten las vias férreas, especialmente del Ferroexpreso Pampeano del grupo Techint. ‘Acsa altura de los acontecimientos, la profundidad que adquiere el conflc to se expresa no sélo en las actitudes de los participantes directos, sino también ‘en las posiciones que adoptan diversos agrupamientos que formaban parte de los sectores populares y la emergencia de otros que implican fenGmenos soca les nuevos, al menos desde la tiltima dictadura militar hasta la actualidad, La inicial, es la subordinaci6n “contra viento y marea” de la Federacién Agraria Argentina, tradicional representante de los pequefios y medianos productores, respecto a las entidades controladas por los terrateniente tra- dicionales de la pampa hiimeda. Se pone de manifiesto, pese a las reitera- das declaraciones en contrario, un giro copernicano en la naturaleza de esta organizaci6n, la cual naci6 en 1912 a partir de un enfientamiento con la oligar- quia pampeana debid6 a la explotaci6n que los pequefios y medianos producto res sufifan como arrendatarios de la misma, con el agravante que ahora gran parte de los que ceden tierra son también pequefios y medianos propietarios + Quizés mas sorprendente atin, es que en un conflicto donde se expresa tuna contradiccion con tanta densidad hist6rica para la clase trabajadora, un sector fundacional de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), enca~ bezado por Victor De Gennaro, sea un apoyo sistematico de los ruralistas a través de su alineamiento con Eduardo Buzzi, presidente de la FAA e inte: grante de la “mesa de enlace". Otra expresién de la profundidad que adquie- re el conflicto, pero en el sentido inverso, irrumpe el 23 de mayo con la presentacién en sociedad de un nutrido conjunto de intelectuales que expre- ‘san su apoyo a la politica del gobierno mediante una carta abierta, donde se denuncia el “clima destituyente” que se vive en el pats. El 20 de mayo se levanta el paro y el 25 de mayo se producen grandes movilizaciones de apoyo a una y otra posicién: en Rosario los ruralistas y en Salta el gobierno. Luego de esta medicién de fuerzas, la denominada “mesa de enlace” declara un nuevo paro de seis dias acompafiado de actos en las plazas y comienza a ejercer presiones sobre los integrantes del poder legis lativo. Al mismo tiempo, el gobierno anuncia ta segunda reforma al régimen de retenciones modificando el porcentaje cuando el precio por tonelada su pere los 6oo délares. El 3 de junio las organizaciones rurales extienden el Tescen eusave: LA PUGHA SOCIAL PARA DEFINE EL TIPO DE NEGEMONIA POLITICA 157 paro, lo qu: genera nuevas repercusiones porque en una muestra mas de los realineamientos que se suceden a rair del conflicto, la Corriente Clasista y Combativa expresa su apoyo a las medidas de lucha de las entidades agro- pecuarias.* Por otra parte se declara un paro por parte de los transportistas, cuyo alineamiento final no parece claro, porque si bien era una protesta con- tra los cores, la medida no hizo sino agravar los efectos del conflicto al generar nuevos episodios de desabastecimiento urbano. El 15 de junio, la “mesa de enlace” lanza el cuarto paro y convoca a una jomada de protesta. En los dias subsiguientes el conflicto politico y social alcanza niveles impensados porque mientras el gobierno acusa al diario Clarin y a Eduardo Cuhalde de impulsar una sublevacién, se suceden los “cacerolazos” y declaraciones en un sentido y en otro.” En este contexto, el 17 de junio la presi- denta enviaal Congreso un proyecto para ratiicar 0 derogar la Resolucién 125 y, eventualmente, crear un Fondo de Redistribucién Social con la recaudacién im- positive que exceda el 35% de las retenciones de la soja y derivados. Se inicia asi la etapa legislativa del conflicto, que comienza con el trata imiento del proyecto en la Cémara de Diputados, abriéndose la discusion y negociéndese maltiples aspectos del mismo, mientras siguen los conflictos en los centros urbanos. El 5 de julio, la Camara de Diputados aprueba por 129 votos a favor, 122 en contra y dos abstenciones, el proyecto enviado por el ejecutivo pero con modificaciones que consisten en una estratificacion de las retencicnes de acuerdo al tamafio de os productores, to cual intenta beneficiar a tos pequefios y medianos productores rurales.5* A pesar de esta reforma, la Federacién Agraria Argentina no aprueba esta propuesta y, al ‘mismo tiempo, coincide con la caracterizacién del gobiemo acerca de que el problema del agro se encuentra en la creciente presencia de los Pools de Siembra y los Fondos de Inversién Agricola? ‘Ambas cuestiones son sorprendentes (el rechazo de la Federacién Agra- tiay el supuesto papel de los Pools de Siembra) y requieren revisar las evi- Gencias empiricas y explicitar algunas hipotesis y conclusiones. De acuerdo a los resultados de los censos agropecuarios de 1988 y 2002, es posible afirmar que los atrendamientos registran un crecimiento significa- tivo al comarometer practicamente 20 millones de hectareas en el ditimo censo mencionado, que representa alrededor del 30% de la superficie de la pampa himeda.® Esta extension es la que permite a los representantes del agro y al gcbiemo sevialar que los Pools de Siembra y las Fondos de Inver- sin Agricolas, organizados por diversos agentes financieros, desplazan a los verdaderos productores y se apoderan de la renta agropecuatia. 58) Eouazoo M. Busuaiog sin embargo, otras evidencias igualmente censales desmienten esa iden- tificaci6n entre los arrendamientos y los Pools de Siembra pertenecientes al capital financier, porque indican que los principales arrendatarios son los propios propietarios de tierras (76% de la superficie arrendada en 2002 en la zona pampeana) y que su incidencia aumenta ostensiblemente a medida que se ‘eleva la superficie arrendada. En consecuencia, revelan que los Pools de Siem- bra ylos Fondos de Inversién Agricola pertenecientes a capitales financieros existen jpero son poco significativos, mientras que aquellos que pertenecen a los gran- des propietarios son mucho més importantes, organizéndose muchos de ellos sobre la base de las propiedades familiares, para de esa manera resguardar la unidad de tierra y maximizar las economias de escala. Respecto a las razones que impulsaron a la representacién gremial de las fracciones mas débiles del capital agrario a rechazar un proyecto legisla- tivo que beneficiaba a sus adherentes, y que meses después iban a propo- ner ellos mismos su implementaci6n, cabe profundizar el anélisis de las evi- dencias existentes sobre los arrendamientos y plantear algunas hipotesis sobre este comportamiento tan llamativo. Anteriormente, se establecio sobre la base de la informacién censal el dinamismo y la importancia que asumen los arrendamientos durante los diti- ‘mos afios. Teniendo presente esa caracteristica es importante sefialar ahora que los pequerios y medianos propietarios son también importantes arren- datarios, quizés més relevantes que los grandes propietarios en términos de la superficie total tomada en arriendo. Es decir que, desde esta perspectiva, los pequefios y medianos propieta rios pampeanos estan conformados por dos estratos: un conjunto numeroso de ellos ceden su tierra y devienen en rentistas puros, mientras que otro conjunto, los propietarios-arrendatarios, toman tierra y ta trabajan junto @ las que les pertenecen, logrando de esta forma obtener economias de esca- la, Ambos se hubieran beneficiado con la aplicacién del proyecto aprobado en diputados, pero los que tienen coincidencias objetivas con los grandes propietarios son los propietarios-arrendatarios. En consecuencia, se puede asumir como hiptesis que estos Gltimos controlan la Federacién Agraria en la actualidad y son quienes se subordinan a los intereses y las politicas enar boladas por los grandes propietarios pampeanos. Como es piblico y notorio, el proyecto aprobado en diputados fue posteriormente rechazado en la Cémara de Senadores en un hecho sin precedentes institucionales, ya que ante un empate, el vicepresidente de la Naci6n, Julio Cobos, desempats al expresar su famoso “voto no positi “ence ewsAvo: LAPUGNA SOCIAL PARA DEMIR EL TIO DE HEGEMON POLITICA 159 vo". El 18 de julio, la presidenta de la Nacién mediante el decreto 1176/08 deroga la Resolucién 125 y restablece el sistema de retenciones fijas. Mien. tras tanto, en ese mes el precio de la soja alcanza el nivel mas elevado de la historia Grafico N° 7). La derrota legislativa sefiala el fin de una disputa especifica acerca del sistema de retenciones pero, al mismo tiempo, abre una contradiccidn pro- funda e insuperable entre una parte significativa del establishment local (los grupos econdnicos y los grandes propietarios rurales) y el gobierno. No se trata ya de un conflicto con el capital extranjero que controla los servicios pablicos y la produccién industrial, sino con el conjunto de las fracciones del capital que conforman la oligarquia argentina. Lo notable de esta nueva situacién es que no es el resultado de un in tento gubernamental por avanzar en un plan de reformas econémicas y so- ciales, sino de una ofensiva de ese establishment local sobre el gobierno para subordinarlo a fin de que actGe en consonancia con sus intereses. Cier tamente, esa cfensiva no se origina en que esas fracciones del capital en- frentan una situacién critica en términos econémicos, ya que por el contrario en ese sentida todas las evidencias disponibles indican que transitan cit- cunstancias notablemente favorables. Su contenido es eminentemente pol tico y en Giltimainstancia supera incluso la intencién de imprimirle una orien- tacién determinada y permanente a la accién de gobierno, porque lo que se pone en marcha es la disputa por recuperar su hegemonta y definir un nuevo patrén de acurrulacién de capital que reconozca a esas fracciones del capital como su niicleo central Al respecto, es Inevitable mencionar las palabras de A. Gramsci cuando caracteriza el momento politico, porque son muy adecuadas para compren: der las circunstancias analizadas. Al respecto, sostiene que: “Esta es la fase mds estrictamente politica, que sefiala el trénsito neto de la estructura a la esfera de las superestructures complejas, es la fase en que las ideologias ger- minadas anteriermente se convierten en partido, entran en confrontacién y se declaran en lucia hasta que una sola de ellas o al menos una sola combina- cin de ellas, tiende a prevatecer, a imponerse, a difundirse por toda el érea social, determirando, ademés de la unidad de los fines econémicos y politi- cos, también la unidad intelectual y moral, situando todas las cuestiones alas uales hierve lalucha no en el plano corporativo sino en un plano universal, y creondo ast la hegemonia de un grupo social fundamental sobre una serie de grupos subordinados. El Estado es concebido como un organismo propio de un grupo, destixado a crear las condiciones favorables para la méxima expan- 160 Eouanvo M. Basvatoo sién del grupo mismo, pero este desarrollo y esta expansién universal, de un desarrollo de todas las energias ‘ nacionales’ , 0 sea que el grupo dominante es coordinado concretamente con los intereses generales de los grupos su- bordinados y la vida estatal es concebida como un continuo formarse y su- perarse de equilibrios inestables (en el émbito de la ley) entre los intere- ses del grupo fundamental y los de los grupos subordinados, equilibrios en los que los intereses del grupo dominante prevalecen pero hasta cierto punto, 0 sea no hasta el burdo interés econdmico-corporativo”. (A. Grams ci, “Cuadernos de la cdrcel”, edici6n critica det Instituto Gramsci a cargo de V. Gerratana, Biblioteca Era/Universidad Auténoma de Puebla, México, 1999, tomo 5). Desde et punto de vista del gobiemo, es digno de destacarse que no sélo resistié la tentacién de claudicar, incluso ante oportunidades de hacerlo de una manera muy decorosa, frente a la ofensiva de las entidades agrope. cuarias en diferentes y complicadas instancias del conficto, sino que enfren: 16 la agresién del establishment local acentuando el cardcter popular de su gestidn, a pesar de que en las elecciones adelantadas de junio de 2009 la lista oficial, encabezada por Néstor Kirchner, pierde en la provincia de Bue- nos Aires aunque el oficialismo gana a nivel nacional.®* Es interesante notar, que en esta ocasién el gobierno actué en conso- nancia con los consejos de Nicols Maquiaveto (“El principe"; Alianza Edit: rial, Espaiia, 1992) cuando analiza los “principados mixtos” y sostiene que: “por eso los romanos, previendo con tiempo los inconvenientes, encontraron siempre remedio y no les dejaron nunca continuar su curso para eludir una ‘guerra, ya que sabian que la guerra no se evita, sino que se retrasa para ven: taja del enemigo. Por el contrario, decidieron hacer la guerra en Grecia contra Filigo y Antioco para evitar tener que hacérselas en Italia, en aquel momento hubieran podido eludir la una y la otra, pero no quisieron. Tampoco fue nunca de su agrado aquello de gozar del beneficio del tiempo que todo el dia esta: ‘mos oyendo sin cesar de la boca de los sabios de nuestra época; escuchaban, por el contratio, los dictados de su virtud y de su prudencia, pues el tiempo ‘arrastra todo consigo en su curso y puede comportar tanto lo bueno como lo malo, pero igualmente tanto lo malo como lo bueno”. A partir de alli, el gobierno busca decididamente su consolidacién social y politica a través de la hegemonia clasica, y en términos mas especficos encuadrandose dentro de la tradicién de los gobiernos nacionales y popula- res. En esta segunda instancia gubernamental, el kirchnerismo redefine su postura inicial: las fracciones del capital que debe enfrentar no son Gnica- 161 “Teace ensav0: La PUGH SOCIAL PARA OFFI EL TIPO DE NEGEMONIA Pout mente los acreedores externos y el capital extranjero que controla las empre: sas de servicios pablicos que fueron privatizadas anteriormente, sino que a ellos les suma la fraccién del capital que habia sido hegeménica durante la valorizacién financiera: los grupos econémicos locales. Es decir que, a través de la prictica politica, reconstruye el bloque de poder de la valorizacién financiera que aparecia fragmentado en la propues: ta devaluacionista, al considerar a los acreedores externos y a las privatiza- das como responsables de lo actuado durante la década de 1990 y encua- drar a los grupos econdmicos locales como la burguesfa nacional agredida por esas fracciones del capital. Sobre esta base, de alli en adelante el gobierno intensifica el tutelaje estatal sobre los sectores populares — mediante medidas que buscan incrementar la participacién de los asala riados en el ingreso y también a través de institucionalizar reivindicacio- nes de minorias diversas— y redobla sus esfuerzos para disciplinar a las diferentes fracciones del capital dominante que formaban parte del bo- que de poder de ta valorizacién financiera. El desenlace del conflicto sobre las retenciones méviles trajo aparejado la consolidaci6r de una hegemonta clésica por parte del segundo gobierno irchnerista y no una recreaci6n del transformismo argentino. No solamente es un triunfo pera los sectores populares sino también una derrota para la fracci6n det capital que detent6 la hegemonia durante la valorizaci6n finan- cera, a pesar d2 que el Congreso con el voto del vicepresidente rechaz6 el proyecto de retenciones movies. En efecto, para esta fraccién, ta salida del conflicto cierra el largo periplo que se inicia con la dictadura militar, cuando accede a la hegemonia politica que mantiene durante los gobiemos consti tucionales que le suceden y que perfecciona cuando logra el predominio eco- némico a mediados de la década de los ‘go. Sin embargo, como fue sefiala- do, posteriormente pierde primero ese predominio —que pasa a manos del capital extranjero— y ahora esta pérdida se replica en términos de la hege- monia, al diluirse la ambigiiedad inicial que estaba presente en los gobier- nos kirchneristes. El cietre de este ciclo coloca a esta fraccién det capital en tuna situacién harto compleja porque no detenta ni el predominio econémico ni la hegemonie politica, siendo esta diltima vital para reconstituir su lideraz- g0 econémico a partir del control sobre el Estado. Este control le resulta inasible en primera instancia porque no cuenta con un partido propio, y en iiltima instancie porque sigue enarbolando un proyecto excluyente que ya no esta basade en la valorizaci6n financiera sino en la produccién agroin: dustrial bajo el paradigma sojero. 162 Eouanoo M. Basuatoo Apuntes acerca de los movimientos populares y nacionales El actual gobiemo, al superar esa visién fragmentada del bloque de po- der de la valorizacion financiera que la primera gestién del kirchnerismo ha- bia heredado de E. Duhalde, se inscribe en la linea de los regimenes popula- res y nacionales que desde la primera mitad del siglo pasado irrumpieron en ‘América Latina y especificamente en la Argentina. Resulta innegable que el analisis de las caracteristicas que presenta este tipo de movimientos politicos sigue siendo objeto de controversias y deba- tes como parte de los denominados, en muchas ocasiones despectivamente, populismos.® Algunos autores destacan que uno de los rasgos tipicos de estos regimenes es la jerarquia e importancia que alcanza la autonomia del Estado en términos del desarrollo econémico y la distribucién del ingreso. ‘No obstante, una de sus caracterfsticas paradigmaticas mas relevantes, con- siste en que los movimientos nacionales y populares surgen a partir de la crisis del bloque de poder que era hegeménico hasta ese momento y que es al cual enfrentan y tratan de desarticular y disciplinar. Considerando la experiencia local, esto es lo que ocurtié con el peronis- imo original, que enfrent6 especificamente al bloque de poder oligarquico, incluyendo el capital extranjero radicado en los servicios piiblicos, pero pro: moviendo al capital extranjero industrial, ya que formaba parte de la activi dad que centralmente intentaban expandir esas administraciones de gobier- no. Por otra parte, un proceso de similares caracteristicas se despliega en ta actualidad a partir de que el kirchnerismo asume que los grupos econdmi- cos locales no constituyen una fraccién del capital aliada, sino que forman parte del bloque de poder que fue el sustento de la valorizacién financiera (acreedores externos, capital extranjero que controla parte de los servicios Ublicos y los grupos econémicos). Por esta razén, el kirchnerismo actual se uubica en las antipcdas del menemismo ya que enfrenta al bloque de poder que sustentaba a los gobiernos de la década de 1990. Sin embargo, es igual- mente relevante sefialar que al igual que el peronismo original, el kirchneris- ‘mo, al impulsar la reindustrializaci6n, promueve a la fraccién predominante en la misma que es el capital extranjero industrial Ambas caracteristicas (la importancia de la autonomia estatal y el en: frentamiento con el bloque de poder hegemonico hasta ese momento) indi- can que el propésito de los movimientos macionales y populares es desarti “Tencen ensav0: LAPUGNA SOCIAL Pa Dest 6 T1P0 DE NEGEMONIA POLITICA. 163 cular un bloque de poder determinado, consolidando un tipo de Estado es- pecifico. Es decir, que la problemética popular delimita un espacio social diferente a la problemdtica clasista, ya que no se plantea como un primer paso hacia una revolucién social que desemboque en una sociedad sin cla- ses sociales, sino que en principio se propone instaurar un régimen especifi- co dentro de un orden capitalista y, por lo tanto, inmerso por definicién en un orden clasista, Esta problemética tan relevante esta implicita en el andlisis que realiza Guillermo ‘O'Donnell sobre el espacio especifico de lo popular en términos de la tebria sobre el Estado, Al respecto, entre otros conceptos, sostiene que: [..]l0 popular es una mediacién menos digerible para el Estado capita- lista, y para le dominacién en la que estd imbricado, que la ciudadania y la naci6n. Lo popular no es la mediacién abstracta de la ciudadania ni ta media- ci6n concreta pero indiferenciada de la nacién. Sus contenidos son més con- cretos que losde ésta. También menos genéricos, ya que el arco que cubre al pueblo es mds estrecho que el de la naciGn, pretensidn de solidaridad abar- cante del conjunto de la poblaci6n. Pero, por otro lado, los contenidos de lo popular son mas genéricos y menos concretos que los derivados de la posi- cidn de clase”, (“Apuntes para una teorfa del Estado”, en “Teoria de la buro- cracia estatal”, Oszlak, 0. —compilador—, Paidés, Buenos Aires, 1984). La misma tesis intenta demostrar Emilio de Ipola en otra investigaci6n sobre el tema (“Lo nacional-popular y los populismos realmente existentes”, Ediciones Nueva Visi6n, Buenos Aires, 1989), donde dice texlualmente qui “La tnica tesis de estas notas es la siguiente: ideolégica y politicamente no hay continuided sino ruptura entre populismo y socialisma”. Emilio de pola, sobre la base de entender que: “f..la lucha politica de las clases fundamen- tales bojo el capitalismo implica el enfrentamiento entre dos principios cen- trales de agregacién: el dominante, ‘nacional-estatal’ ; el dominado, ‘nacio- nal-popular’ 5, sostiene que los populismos reemplazan el cuestionamiento a toda forma de dominacién por la impugnacién de s6lo una forma de domi naci6n y, en consecuencia, reafirman la existencia del Estado capitalista, ta- rea que llevan a cabo sus intelectuales orgénicos consumando de esa mane- ra una forma de transformismo. “A nuestro juicio la forma tipica de esquematizar 'a coptura por parte de los populismos, de lo ‘nacional-popu- lar’, seria la siguiente: 1. Por un lado, desplazan los elementos antagénicos a 1a opresi6n en general, efectivamente presentes en las demandas populares, ‘sdlo contra una expresi6n particularizada de aquella, ‘un bloque de poder’ histéricamente dado (por ejemplo, en la Argentina en los * 40, contra la ‘ he- 164 Eouanoo M. Basuatne gemonia oligérquica’). 2, Por otro, interfieren en esas demandas con la pro- pia macriz doctrinaria de la elite que dirige al movimiento (con to que el tema de la relaci6n entre intelectuales y pueblos se replantea). 3. Finalmente, como una combinacién natural de los pasos anteriores, recomponen el principio general de dominacién, fetichizando al Estado (“ popular’, ahora) e implan- tando, de acuerdo a los limites que la sociedad ponga, una concepcién orga- nicista de ta hegemonia”. La existencia de una ruptura entre lo nacional-popular y el socialismo no parece ser cuestionable, pero silo es sostener que dicha ruptura es insalva- ble porque los intelectuales oraénicos de los sectores populares actéan con la misma matriz doctrinaria que los sectores dominantes. Esto implica un notable menosprecio por los aportes de la practica politica y social a la concien- cia tanto de las masas como de sus intelectuales orgénicos. Gerardo Aboy Carlés es quien destaca este aspecto al indicar que: “Hay sin embargo un punto en el que nos parece oportuno senalar nuestra diferencia con las apre: ciaciones de Portantiero y de (pola. Dadas estas tendencias contradictorias (una dimensién nacional-popular de ruptura y confrontacién, yuna dimension nacional-estatal de desactivacién de los antagonismos y homogeneizacién) los autores dan por sentado que el populismo se caracteriza por el primado de esta iltima orientacién sobre la primera. De esta forma, el populismo aparece ‘como puro transformismo, en el sentido tradicional del término [..J al dar un primado determinado a una de las dos dimensiones, de Ipola y Portantiero obvian el aspecto més novedoso de su hallazgo, el que hace precisamente a esa ambigiiedad intrinseca del populismo, basada en la coexistencia de aque- las tendencias antagénicas. Demas esté decir, que el primado de una u otia (primado siempre parcial, provisorio y por tanto reversible) deberd determi- narse en cada caso particular, sin poder ser establecido en nuestra opinién ningtin tipo de sobredeterminacién a priori, ni devenir necesario”. (“Repen- sando el populismo”, XxiIll Congreso Internacional de Latin American Studies Association —LASA—, Washington, 2001). En este contexto, es apropiado sefialar que las manifiestas diferencias que tienen los regimenes populares estén vinculadas a su naturaleza. Al tra- tarse de una alianza policlasista, en algunos casos la hegemonia la ejercen los trabajadores y en otros casos alguna fraccién de la burguesfa. En reali dad, potencialmente se pueden desplegar tres situaciones cualitativamente diferentes que son interesantes de indagar porque pueden ayudar a esclare- cer procesos relevantes de tener en cuenta acerca tanto de los desafios como de las oportunidades que enfrenta el kirchnerismo, pUQUA SOCIAL PARA DEFINI EL TIO DE HEGENONTA POLITICA. 165 La primera de esas alternativas, es que esa alianza nacional y popular sea conducida por los intelectuales orgdnicos de la clase trabajadora, to cual plantea la posibiidad cierta que a través de la practica politica y social pue- da arribarse a un cuestionamiento no séto de la dominacién que ejerce un determinado bloque de poder, sino de la dominacién y la explotacion que implica el capitalsmo como modo de produccién. Este parece haber sido el planteo realizado por la organizacién politico-militar Montoneros cuando desde tuna perspectiva vanguardista planteaba como objetivo politico el socialis- ‘mo nacional. La siguiente posibilidad, consiste en que el movimiento nacional y popu: lar sea conducido por la fraccién de la burguesta que integra esa alianza, lo cual anula las pesibilidades de suturar la ruptura entre lo nacional-popular con el socialisme. La Giltima alternativa posible, es que la conduccién de esa alianza social y politica quede en manos de una fraccién del capital dominante que coopta a los intelectuales organicos de los sectores populates, tras lo cual se des- pliega un proceso en que un movimiento nacional y popular cambia su natu- raleza y pasa a formar parte, a través del transformismo, de las formas de dominacién del poder establecido. Tal como ocurti6 con otras experiencias latinoamericanas como el PRI mexicano 0 el APRA peruano, la trayectoria del peronismo parece encuadrarse dentro de la tercera alternativa menciona- da. Se trata de procesos que modifican estructuralmente a los movimien- tos politicos generando tanto practicas sociales y politicas como concepcio- nes que son difidimente reversibles. La crisis mundial y la politica econémico-social de la segunda etapa del kirchnerismo Desde mediados de 2008, las politicas econémicas y sociales del gobier- no se inscriben en ese cuadro de situacion, en algunos casos profundizando los procesos que se habjan iniciado en la primera etapa del kirchnerismo y en otros innovando con medidas no contempladas hasta ese momento. To- das ellas se aplican —tal como ocurre, mutatis mutandi, en las administra- ciones de corte popular y especialmente en este gobierno en particular— al calor de los acontecimientos de diversa indole que surgen en la coyuntura, aunque sus efecos sean muy importantes en el mediano y largo plazo. 166 Eouazoo M. BAsUaiog Es indiscutible, que uno de esos acontecimientos irrumpe pocos meses después del conflicto de las retenciones méviles, ya que en septiembre de 2008 la quiebra de Lehman Brothers a raiz del colapso inmobiliario en EEUU, da lugar a una crisis internacional que se prolonga hasta la actualidad.* Sj bien los principales afectados por ese colapso fueron los paises desarrolla. dos, sus efectos no dejaron de erosionar ostensiblemente el crecimiento eco- némico de la Argentina y en general de América Latina. Los primeros efectos se expresaron en términos de los flujos del comercio exterior, pero en 2009 la situaci6n se agrava, en tanto la severa sequia que afecta la produccién agropecuaria interactéa con una sensible reduccién del consumo privado y especialmente de la inversion. Ante los efectos de la crisis mundial, la politica econdmica enfrenta expli. tamente al paradigma ortodoxo que establece la necesidad de reducir la deman- da agregada para estabilizar el funcionamiento econémico en un nuevo, y mas reducido, nivel de actividad, que supuestamente seria més duradero y sin ries- 05 inflacionarios. Asi, en términos macroeconémicos el gobierno alienta la ex- pansién de la demanda agregada y la retencién de mano de obra en la produc- ci6n industrial a través de un aumento significative del gasto piblico. En linea con esta concepcién, se pusieron en marcha con diversa suerte una serie de politicas relativas a la inversién piblica, el sostenimiento de la demanda de automotores y electrodomésticos, el impulso al turismo, etc. Quizas, a linea de mayor eficacia comprobada haya sido el Programa de Recuperacién Productiva (REPRO) destinado a evitar despidos o reducciones salariales que beneficié aproximadamente a go mil trabajadores.® Ante la crisis mundial, el gobierno busca asegurarse los recursos necesa- rios mediante una de las medidas de cardcter estructural mas relevantes de todo el ciclo kirchnerista: la reestatizacién del sistema previsional. En la se- gunda etapa del kirchnerismo, el proceso de recomposicién del sistema jubi- latorio iniciado anteriormente converge con la linea de la estatizacién de empresas que prestan servicios piblicos que habia comenzado bajo la presi- dencia de Néstor Kirchner, con la recuperacién para el Estado tanto de la empresa Correo Argentino como de Aguas Argentinas. Ambas lineas de ac- cin convergen y se profundizan porque a través de la Ley 26.425 de 2008 el sistema previsional pasa a manos estatales mediante la creaci6n del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), lo que permite que vuelva a ser un régimen solidario financiado a través de la transferencia intergeneracional. Al tiempo que esto sucede, los fondos que administraban las AFJP fueron traspasados hacia las arcas de la AdministraciOn Nacional de la Seguridad Social (ANSES), medida que se articula con el Fondo de Garantia de Susten- “Tencen ewsavo: Li PUGH SOCIAL PARA DEFOR EL TIPO OE HEGEMONA FLTC. 167 tabilidad (FGS) que se habfa instaurado anteriormente, cuyos recursos ahora rondan los gc mil millones de pesos.”® Como la trascendencia de la reestatizacién del sistema previsional obs~ ‘curecié la que alcanza la Ley de Movilidad Jubilatoria (N° 26.417) de octubre de 2008, es apropiado destacar que la misma institucionaliza un logro rete vante que corsiste en que los ingresos de los trabajadores pasivos ya no dependen demedidas discrecionales del gobierno de turno. Con esta norma termina de perfeccionarse el profundo replanteo del sistema jubilatorio, por- que de all en mas los haberes se ajustan en los meses de marzo y septiem- bre’de cada afio sobre la base de la evolucién de un indice que toma en cuenta la vatiacion de los recursos tributarios de ta seguridad social por beneficiario y el incremento que registran semestralmente los salarios, inci- diendo cada ano de ellos en el 50% por ciento del valor del indice. En este contexto, en el afio 2009 se instituye mediante el Decreto N® 1.602 una significativa ampliacién del régimen de asignaciones familiares al conjunto de los menores de edad no cubiertos por el régimen vigente. Cier~ tamente, alrededor de esta medida se desplegaron objeciones de varias or- ganizaciones sociales debido a las exclusiones que establecia y las condicio- nalidades qu2 se exigian”, pero es indudable que sus posibles falencias no deben disminuir la importancia de una medida que implica incorporar algo mas de 5 millones de menores al sistema, arribando de esa manera a aproxi- madamente 9 millones los menores cubiertos por el mismo, reduciendo sig- nificativamente la pobreza y especialmente la indigencia debido a la impor- tancia de los recursos comprometidos.”* El enconado conflicto social que se despliega a propésito de la Resolu- cidn 125 es una “divisoria de aguas”, no s6lo porque mueve el fil de la balan- za hacia las medidas de cardcter popular que adopta este gobierno del ciclo kirchnerista, sino también porque como contrapartida de la actitud oficial ante el conflicto comienzan a disiparse las dudas de los propios sectores populares sobre la identidad y propésitos de la administracién gubernamental. ‘Al respecto, es necesario recordar que la oligarquia pampeana durante el desarrollo de ese conflicto logra algo inédito durante las dltimas décadas como es cocptar, tal como fue sefialado previamente, a reconocidos inte grantes de los sectores populares. La integraci6n de esos representantes y organizaciones se manifiesta no solamente porque adhieren a los postula dos y medidas de la “mesa de enlace” sino también porque posteriormente plantean iniciativas politicas que supuestamente se alinean con las luchas populares, pero que en realidad son funcionales a los intereses del poder dominante, Pero, a la luz de los hechos posteriores también es incuestiona- 168 4 Eat ll ble que esas fra ble aue ses acturas no expresan a conjunto de los sectores Cuales por el conrarioadhieren directa oindrectamente a un gab ideran como propio. ; e @ un gobien considera como propi, Moviacones de natin spares ‘ilerent, como la adhesion popular alos fsteos del Bicentenai elpe iva participacion social en el vel ie oe Eiger nae [ elatorio del ex-pre : hner, parecen consttuirexpresiones en ese sentido, Pee Néstor Populares, tos El impacto sobre la distribucién del ingreso aa eterenmcn de la distribucion del ingreso es tradicionalmente una lca socal een Por su compleidad metodolgicey su elvan po funcional rorque alud i polémico es el tratamiento de la distribucisn see rondeciaue alude al reparto del valor agregado entre las clases soc i mer eae aegis eae En la actuali z ral del ingreso, : aes ae bis ta problematica se vuelve mas compleja por la irrup- Irammpieran metodologis y especialmente las presuntasdistosiones que Poreegren en as estadistcasofcales a part dela intervencion del NDEC. Tatas or al rears evaluat la ayectria de ta paticipacion de los ass distivocn wr eee 38 Consideran tes estimaciones aeents sabe ls La primera de ellas, consiste en P tone peer ce = s, consiste en la estimacién oficial realizada por el Ministe sek Rcanomia con una nueva metodologa, a cual abarca desde 1993 hasta cepunde ean 6h due 32 intemumpié la publicaclén de esa informacion, La estimacion oficial considera ae . - ie a a CTA que al igual que la ake famente a los trabajadores registrados y no if a8 eee al mismo tiempo tiene en cuenta otras vatiaties| la ‘re es. eae ctimatién propa que tiene la vitud de ser compatible con ls estimaco sarees ous stércamente pero que es clramente menos sfsticada que as ‘pea argue dsctiminaente tabajadoresformaleseinformales”* en erat Ge Sus events lferenias metodoléieas, todas elas coinciden considera se gate 32 resist la prtpacén mis educa de perodo crrntetont ets mportante ain es que todas elas indian que desde 2003 ley Besletedes an al gaa tap or aera a i patel He eancrindes eel ingreso qu, si bien exibe una intensidad ciferente 17a ceo en todas ls estinacones es signifatva(Gsfco N® 8). de as ttcepancis entre elas radican en el rivel que alcanza la patcipaion los alo largo del periodo considerado (1995-2010). La que alcar- 1 Et 1190 DE NEGEMONIA POLITICA 169 ges mrs ar in EERE S$ da la serie es la estimacién ofcial, siendo tos vos escstente plausibles ya que son muy elevados tanto en la década de *comd €@ actualidad. En efecto, dentro del perfodo en que rigié ta Con- ilidad, & precariz6 el empleo y se alcanzaron niveles de desocupacién vito, 10stbjadores habrian recibido en promedio casi el 4o% del PBL Mas if el punto alninante de la particpaciOn durante esa etapa se habia alcan- ago en 2000 cual es harto cuestionable porque si bien disminuyé el PBI bién Seep la ocupaci6n y ls salarios. Asimismo, el impacto relativo de Aas fia del Convertblidad y la valorizacionfinanciera es lamativamente Modesto, altase de una de as grandes crisis que se relstraron en la econo sgentta.finalmente, cabe sefialar que durante los diltimos afios la misma ‘ntivel muy cercano al que registré a mediados de la década de 1970, ajando no ttia desocupacion, ni tercerizaci6n, ni trabajo no registrado. ‘a estinaiin realizada por CIFRA parece mas coherente con los aconte- cimientos debs diversas etapas porque evoluciona a niveles algo mas redu- Sidos ¥ N9prenta ninguno de los problemas mencionados previamente- fu trayectric es similar a la que exhibe la estimacién oficial, pero tiende 2 divergir@ pattir de 2007 debido a que Ia trayectoria Valor Agregado ruto 5e esliné a partir de ese afio sobre la base del indice de precios al consumidor & las 7 provincias (Chubut, Entre Rios, Jujuy, La Pampa, Neu- Gquén, Rio Negro y Salta). En este sentido, es interesante confrontar esta diltima con la estimac propia ya weambas, a diferencia de lo que ocurria entre la estimacién off- Fal y 'a deCIIRA, tienden a converger debido al acelerado crecimiento de la partcipacin e los asalariados a partir de 2007. Nuevamente, esta conver fgencia respide a las notables diferencias en la evaluacién de la inflacion que realize elNDEC y la que resulta del indice de precios al consumidor de las 7 proviness’, Esta comparacién, por un lado, ratifica el acentuado im- pacto quetietela inftacion en la distribucion del ingreso y por otro lado que el regimen ilacionario impulsado por los sectores dominantes durante los {iltimos aos iene como uno de sus principales objetivos impedir el ascenso de la partiipicén de los asalariados. Es relevate reparar que en la estimaciOn propia se puede apreciar el diferente rtm de crecimiento que exhibe la participacién de los asalariados durante los aos en que el factor central que lo impulsa radica en la expan- ‘sign del empko (2003-2007) de aquellos en que ese lugar lo ocupa el incre- mento salaid (2007-2010). Sin embargo, también es necesario apuntar que si pata es0S ios de acelerada expansién de la patticipacién de los asalaria dos se reemlaza el indice oficial por el de tas 7 provincias, dicha participa- ibn no supeatia el 35% del PBI. Jos mayorestegistros durante to 199 vert mia a aeanza 170 Eovanoo M. Basuatog En sintesis, desde el 2003 en adelante se registra una acentuada recom. posicion de la participacién de los asalariados, en la cual predominé el incre- mento del empleo y luego el aumento de los salarios. Es durante esta dltima etapa que los sectores dominantes impulsan un proceso inflacionario que erosiona su crecimiento, intentando fijar un techo de alrededor del 40%, es decir atin alejada del mitico 50% det ingreso que instalaron como meta los primeros gobiernos peronistas. Grafico N° 8. Estimaciones sobre la participacién de los asalariados en el ingreso, 1995-2010 (en % det PBI) oc | Prope | ze) 2) mom nes | | eo ciFRA i i 1 24- 25 Bayon ponony sone cmap 11995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2005 2007 2008 2009 2010 Fuente: Elaboredo propia sobre la base de ta informa Ee Pome a 6n del Ministerio de Economia, INDEC, Limitantes al proceso de redistribucion del ingreso Ciertamente, la carencia de un partido propio que permita organizar y potenciar la movilizacién popular es uno de los impedimentos para que el kirchnerismo pueda consolidar una elevada participaci6n de los asala- riados en el ngreso y un nuevo patrén de acumulacién. No obstante, hay otros ascolles tan importantes como el anterior, pero de una naturaleza diferente en tanto aluden a las condiciones estructurales y especifica~ mente dentro de ellas a la concentracién econémica, es deci elevada inc dencia que tienen las firmas de mayor facturacién en el valor agregado, 0 en su defecto en el valor de produccién, de la acti- vidad en qte actéan o de la economia en su conjunto, segdn sea el propésito del andlisis. Una prueba palpable de la importancia que asume esta problemética se expresa en nuestros dias en el enconado conflicto que enfrenta el go- bierno con el grupo Clarin para democratizar el acceso a los medios de comunicacién, en el cual se pone en juego no sdlo el poderfo econdmico de ese grupo econémico sino también las alianzas que el mismo mantie- ne con otros conglomerados, algunos de los cuales ni siquiera tienen injerencia en las comunicaciones. Otra expresion actual se encuentra en la problemética de la inflacién y el papel clave que asumen las empresas oligopélicas, que tienen la capacidad de definir el movimiento de precios ‘en miltiples ramas de la actividad econémica vinculadas entre sf por las relaciones de insumo-producto” y de esa manera neutralizar los esfuer- 20s por redistribuir el ingreso hacia los asalariados. Por cierto, la teoria econémica abordé esta trascendente problemati caaa través de los desarrollos y las potémicas sobre la competencia im- perfecta. La misma no fue analizada por los clasicos del pensamiento econémico sino a lo largo de un importante debate que se inicia du- rante la dé:ada de 1940 entre la escuela de Oxford (ortodoxos) y de Cambridge (heterodoxos), en el cual se pone en cuestién un supuesto fundamental en el pensamiento ortodoxo: la existencia de la compe- tencia perfecta.7” Es de crucial importancia destacar que desde el punto de vista teérico, tanto la visién ortodoxa como la heterodoxa coinciden en afirmar que tas empresas olgopélicas 0 monopélicas producen menos cantidad y obtienen 2 Eounnoo M. Basuaing na rentabilidad extraordinaria respecto a una situacién de competencia perfécta en ese mismo mercado. En realidad, la discrepancia entre ellas radica en determinar si esa situacién de competencia imperfecta es un fenémeno circunstancial (enfoque que defiende la ortodoxia de Oxford) ©, por el contrario, permanente (posicién sostenida por los heterodoxos), Teniendo en cuenta la importancia tedrica y factica de la problemat ca planteada, resulta imprescindible efectuar un analisis de la situacién en las diltimas décadas en el pafs. Indudablemente, hay diversas mancras de evaluar la importancia cuantitativa de la concentracién econémica, pero aqui se determinara el alcance de la misma considerando la importancia que asumen en el respectivo total las ventas, exportaciones e importa. clones de las 200 empresas de mayor facturacion y de todo tipo de acti- vidad econémica, salvo las financieras y agropecuarias. La importancia que asume la facturacion de esa capula de 200 firmas respecto al valor bruto de produccién del conjunto de la economia, asi como la importancia de las ventas de las empresas industriales que inte- gran esta elite empresaria respecto al valor bruto de produccién secto- rial, constituyen una primera aproximacién a la problematica de la con- centracién econémica y la centralizacién del capital. Las evidencias que constan en el Grafico N® 9, permiten evaluar dos aspectos trascendentes como es la trayectoria y el nivel alcanzado por ambas relaciones entre 1993 y 2008. En términos de trayectoria, se verifica que hasta 2001 la tendencia de ambas relaciones es sostenidamente ascendente, con escasos altibajos. Por ota parte, también en los dos casos, en el punto culminante de la crisis final de la valorizacién financiera (2002) la incidencia de las ventas en los respec- tivos valores brutos de produccién se eleva abrupta y significativamente, lo ‘cual indica la capacidad de la cGpula empresaria para resguardarse de los. efectos de la crisis. Luego de un evidente descenso, pero a un nivel clara- mente superior al registrado en 2003, las dos relaciones bajo anilisis discre- pan en su trayectoria. Mientras que la relacién entre las ventas de la cipula empresaria respecto al valor de produccién se estabiliza, las firmas indus- triales que participan en la cGpula aumentan su incidencia en su respectivo va- lor de producci6n. Esto se debe a que la cantidad de empresas industtiales de la cipula aumentan durante esos afios y, al mismo tiempo, dentro de la cipula disminuyen notoriamente las corporaciones de servicios piiblicos, lo cual junto al mantenimiento de las tarifas provoca una reduccién de la facturacién relativa de aquellas que siguen integrando esta cdpula empresatia, 173 "GNA SOCIAL PARA OEFIMIREL THO DE HEGEMONIA POLITICA Grifico N2 9. Participacién de las ventas totales e industriales de la cipula empresariz sobre el respectivo valor bruto de produccién, 1993-2008 (en porcentajes) aah 479 Ventas/VBP industrial \ —O= Ventas/VBP total 1997 Fuente: vez de Economia y Tecnologia de la FLACSO. Entre los afios extremos (1993-2008) se registra un incremento muy rele- vante en ambas relaciones, y especialmente en términos de las 200 firmas enta casi el 80%, mientras que la incidencia de las indus- de la capula (aum ines triales supera el 50%), ubicando el nivel de concentracién condi de a relaciones valores inéditamente altos. En efecto, la incidencia de pe venles efectuades por as 200 empresas alcanza a 319% en 2008, mientras la fact raci6n de las, aproximadamente, 100 firmas industriales que integran e: pula representa nada menos que el 42,7% del valor de produccién indus- trial en dcho afto’”® 1A DEF EL Tro OF HEGEMONIA POLITICA 175 EDUARDO M. By yn ns LA Pun 00 4 lementos no resuita dil conclu que el saldo de la blonza 1 de las firmas que conforman la cGpula empresaria es fuertemente po- ere obstanite, es relevante indagar su evoluci6n en el tiempo, en términos 2 relatos, pra permit pred cece importa, Grfico N20. respective tal Teniendo en cuenta la elevada concentracién econémica en términgg producci6n, es insoslayable investigar someramente sus alcances en x fos del comercio exterior. Es decir, determinar la importancia Cuanttay que alcanzan las ventas y las compras extemas de la cGpula empresarig pecto de las exportaciones e importaciones totales del pais. LOS resultay obtenidos se exponen en el Grafico N? so junto a la evoluci taciones y exportaciones totales. La expansi6n de las exportaciones con posterioridad al agzotamients g con esto’ Incidencia de las exportacionese importaciones de la cipulaen el |, 1993-2008 (en miles de millones de délares y porcentajes) : e 0 la valorizaci6n financiera es un fenémeno conocido, sin embargo no eg Fo} — demas indicar que las ventas externas se elevaron de practicame ne 26 my EBipotaiones tales 70 mil millones de délares entre 2002 y 2008, lo que implica una tasa { {3 impotariones tales 00 3 % cpu en exprtaciones 18% anual acumulativa. Este elevado crecimiento se explica Principalmente =o=% cinuia en importacions | por la incidencia que alcanza en ellas la capula empresaria, en tanto la mig, ma genera el 74% de las exportaciones totales en 2008. 3 De todas maneras, no puede desconocerse que en esos resultados ag. gados correspondientes a la elite subyace un fenémeno que alcanza part lar significacién en la post-convertibilidad: la incorporacion a ta cOpula ¢ presaria de un ntimero importante de firmas con montos significativos de ventas al exterior y elevados coeficientes de exportacion (muy parte : mente mineras y petroleras). Es decir, que las nuevas condiciones macroecg 0 6 porcertajes las empresas lideres, reafirmando su decisiva incidencia en la provisin 10 divisas en el pats. De esta manera, puede inferirse que las empresas de menor tarnafio, a pe » 200 sar del incremento de la competitividad de la economia —tipo de cambio costos salariales mediante—, no pudieron plasmar una insercion Sig Fi 100 LLU, LULU, LULU LOU, LE LL, LL, ond 04 108 ton 1907 008190 0d 200 202 20nd 204 205 2006 2007 2008, fuente: Area de Economia y Tecnologia de la FLACSO. mente el resto del mundo empresario aumenta su incidencia en esta vari x por la influencia que ejercen las actividades sustitutivas que se reactivaron di rante los dltimos afios. Alrespecto, en el Grfico N° 11 se aprecia la trayectoria seguida tanto por El saldo comercial de las grandes firmas, asf como el correspondiente al con- jnto de la economia y al resto de las firmas que actdan en la economia 176 Eouaroo M. Basuaiy argentina. E: macnn eas son contundentes en seflalar que el saldo ¢ a es siempre positive y creci Ae ie as de y creciente en el tiempo site 1993 ¥ 1994 Yy entre 2000 y zoo, donde registra peauetos cate’? Ta econo mas de 34 mil millones de délares, mientras que el rest re te economia ee ubica en ta stuacion inversa: siempre es defiitara aut 9 ¥ a partir de 2002 (Gnico afio en que es positive) x vo) se registra un deterioro conti : 10 continuo y sumamen mil millones de délares en 2008, eee Grafico N° 11. Evolucién del saldo coi del resto de la economia, mercial total de la cipula emy fa empres 1993-2008 (en millones de délares) ini 40.0007 each =O Cipula empresaria = Total dela economia 178" Resto dela exonomia 8 & 10.000 En mlones de délares conientes 10.000 20.000 30.000 Fuente: Elaborado sobre la informacis bre la informacién del Area de Economia y Tecnologia de la FLACSO. 177 “Tences tusavo: La FUGNA SOCIAL PARA DEIN EL TIO DE HEGEMON POLITICA. Las nuevas exigencias de la industrializaci6n [A pesar ce la aplicacién de las mencionadas potiticas durante la crisis mun dial, la tasa de crecimiento sufre una reduccién sumamente importante pero que, de acue'do a las cifras oficiales, sigue siendo levemente positiva mientras aque las realizadas por fuentes privadas son variables pero en todos los casos regativas.” La conjuncién de la crisis internacional con la severa sequia en el agro panypecno produce efectos insuperables en esa coyuntura pero, al mismo tiemipo, agrava los sintomas de agotamiento en los planteos iniciales de politica econémica, que no parecen ser resultado de los factores mencionados sino que ya se expresan antes de 2009, lo cual indica que esos procesos merecen ser analizados con cierto detenimiento. Es pertinente recordar que a partir de 2002, la mayor devaluaci6n del tipo de cambio real, el congelamiento de las tarifas de los servicios pablicos y ta reversi6n delos términos del intercambio que habian sido historicamente desfa- vorables, determinaron una modificacién drastica de los precios relativos, revir- tiendo el predominio que ejercian los servicios privatizados en la década de 1990 en favor de la produccién de bienes y especialmente de los industriales. La reactivacién de la produccién industrial, después de décadas de desin- ustralizaciSn, fue el resultado de varios procesos que tienen una importancia disimil pero siempre complementaria entre ellos. El primero, es la reapertura de tun conjunte de plantas industriales de diferente tamafio, entre las que se en- ‘cuentran pequefias y medianas, que habian cerrado —pero no vendido— sus plantas fabilles debido a la imposibilidad de competir con productos similares de ofigen importado. El segundo, consiste en la instalaci6n de nuevas plantas industriales en actividades que habfan sido diezmadas por los productos impor- tados durante el régimen de convertibilidad, cuyo ejemplo més paradigmatico fue la industria textl. El tercero, se registra dentro de las fimas que permanecie- ron en la produccién industrial durante la década de 1990, incluidas las grandes firmas oligepdlicas que ante la modificacién de los precios relatives y el incre- mento de la rentabilidad encararon una ampliacin de su espectro productivo. Finalmente, en quinto lugat se lleva a cabo una expansion de la produccién por parte de las empresas que estaban en pleno funcionamiento ante un incremento tanto de st demanda interna como externa. En el Grafico N? 12 se verifica la evolucién de diferentes producciones de bienes y servicios respecto al PBI, lo cual permite apreciarnitidamente las trans- formaciones mencionadas precedentemente. Asi, durante la década de 1990 se nota el contundente predominio relativo de los servicios sobre la produc ‘Gdn de bienes, prevaleciendo dentro de los primeros aquellos vinculados a a nrivatizacion de las empresas piblicas. 178 Eounavo M. Basvatoo cano, ya que la produccién de bienes —especialmente industriales— supera ahora claramente la importancia de tos servicios, siempre respecto a la evolu- in_del PBI. Sin embargo, el comportamiento posterior de las variables deja laramente establecido que la diferencia inicial a favor de la elaboracién de bie- nes en general, ¢ industriales en particular, se estrecha a medida que transcurre el tiempo, hasta desaparecer en 2008. Ciertamente, en 2009 Ia tendencia se profundiza porque desde allf en adelante la importancia relativa de los servicios supera nuevamente la de la produccién de bienes. En este contexto, cabe mencionar que dentro de los servicios la situa cién de los privatizados es nuevamente peculiar ya que, mayoritariamente, son aquellos que mas disminuyen su importancia relativa. Su acentuada dis. minucién es de alguna manera engafiosa respecto a la evolucién real de esos servicios, ya que esta estimacién no tiene en cuenta los ingentes subsi- 5 que perciben algunos de ellos, como el servicio sanitario y la electrici- dad, problematica candente regionalmente que seguira siéndolo en el futu: ro, brindando la posibilidad de reflotar los “subsidios cruzados” como un instrumento de politica econémica. Grafico N¢ 12. Evolucién de la produccién de bienes y servicios respecto al PBI total a precios corrientes, 1993-2010 (2002 = 100) “| 1307 Se IndastiaiP aT om BienesIPEI = Senicios/PBI 120: 110: 100: 90 70 60 1993, 2 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 g22 25 2 RR888 88 Fuente: Elaborado sobre la base de la informacion 2 | Ministerio de Economfa e INDEC. Tencen ensavo: La PUGHA SOCIAL PARA DEFINI EL TIPO DE HEGENOMA po.nC 179 Analizando esta problematica con la perspectiva que da el tiempo trans- currido, resulta poco discutible que la crisis mundial de 2009, si bien profun- diza el deterioro, no es el factor determinante por el cual la producci6n de bienes, yde los industriales dentro ellos, pierden el liderazgo recuperado en 2003. Se trata entonces de una de las expresiones mas relevantes del pro- sresivo debilitamiento de la politica econémica que se puso en marcha a partir del agotamiento de la valorizacién financiera. Esa politica econémica que inaugura la transicién de un patron de acu- mulacién de capital perimido a otro por definir, reconocia en un elevado tipo de cambio real una pieza clave para lograr el crecimiento econémico, ya que impulsaba las exportaciones, ayudado por una modificacién favorable en los términos de intercambio, y de la produccién interna, al erigirse como una barrera a las importaciones y volver competitivas una amplia gama de pro- ducciones que habfan dejado de serlo durante la convertibilidad. Sin embargo, la pugna social por definir la distribuci6n del ingreso y un nuevo patrén de acumulacién, junto a una profundizacion de esa reversién de los térninos de intercambio, erosionan la relacién entre el tipo de cambio versus los precios internos (apreciacién de la moneda interna), la cual tiene la virtud de aminorar las tensiones inflacionarias. Bajo esas circunstancias, lo mas relevante no es que esa apreciaci6n de la moneda local vaya a afectar la competitividad externa del grueso de los productos exportables, porque efectivamente para ellos el tipo de cambio vigente, aunque menor que antes respecto a los precios internos, sigue siendo elevado.' Lo imaortante es que las producciones que tienen un alto coeficiente de ‘empleo/producto —en consecuencia, son importantes generadoras de em- pleo— y se expanden abasteciendo al mercado interno gracias a ese tipo de cambio elevado, van desapareciendo expulsadas nuevamente por la compe- tencia externa, porque para esas producciones el tipo de cambio no opera como incentivo para exportar sino como una barrera para las importaciones. En el marco de estos procesos, la politica econdmica queda atrapada en un ilema: si devalGa, incentiva la infiaci6n, aunque sino lo hace desprotege a las nuevas actividades —generalmente industriales— que surgieron protegidas por el délar ato. En realidad, se trata de una disyuntiva falsa porque parte del su- puesto deque nada debe cambiar respecto a la politica inicial, cuando la salida a esa encrucijada esté casualmente en modificarla incorporando nuevos instru: mentos pera reemplazar el papel del tipo de cambio en aspectos que no son privativos del mismo, logrando ademas —como resultado de este enriqueci- imiento de la politica econémica— constituir nuevas alianzas sociales. 180 Eovaroo M. BasuAiog Desde esta perspectiva, todo parece indicar que se requiere una poli tica de desarrollo que impulse la expansién de las actividades industria- les mas intensivas en mano de obra y abastecedoras del mercado inter- no, junto a mejoras significativas en la participacién de los asalariados en el ingreso, lo cual permitiria recrear alianzas sociales que se consoli- den en el tiempo. Para ello, se requiere definir el papel del Estado, lo que incluye su participacién directa en términos productivos, ast como gran des reformas tales como la impositiva, la de la carta orgénica del Banco Central y la Ley de Entidades Financieras, mencionadas expresamente en la octava declaracién de los intelectuales nucleados en Carta Abierta."? A ello se le agrega, de acuerdo a la linea analitica planteada, la necesidad de quitarle centralidad al tipo de cambio real, al establecer diversos tipos de cambio diferenciales®, adoptando una activa politica arancelaria y para arancelaria que utilice todas las posibilidades negociadas internacional. mente, asf como el establecimiento de politicas crediticias y de otros in- centivos sectoriales no fiscales. La extranjerizaci6n como un impedimento estructural para la conformaci6n de un proyecto popular Ciertamente, la industrializaci6n es uno de los rasgos insustituibles a tener en cuenta en un patron de acumulacién de capital que reconozca como eje central a la clase trabajadora. Igualmente trascendente, es que esa industrializacién reconozca no sélo a los trabajadores sino también a las empresas estatales y a la burguesfa nacional como ejes centrales de la misma, como garantia de la posibilidad de plasmar un desarrollo tec- nol6gico propio, garantizar tanto el nivel de empleo como los salarios elevados, potenciar el proceso de acumulacién de capital al retener den: tro de las fronteras nacionales el excedente y evitar la depredacién de los recursos naturales. Las evidencias empiticas disponibles indican todo lo contrario, ya que el predominio de las firmas extranjeras dentro de las 200 empresas de mayor facturacion en la economfa argentina es abrumador, en tanto que, como se ha mencionado, los capitales extranjeros fueron los principales “Tencen ensaves La PUGNA SOCIAL PARA DEFINI EL TIPO DE NEGEMONIA POLITIC. 181 comprado'es de activos productivos en el intenso proceso de transferen- cia de firmas de la cpula que se despliega desde mediados de la década de 1990, el cual involucré especialmente a las grandes firmas industriales y las prestadoras de servicios pablicos. En efe:to, las evidencias expuestas en el Grafico N° 22 indican de una manera ccntundente que cuando culmina la valorizacién financiera en el 2001-2002 el capital extranjero ya detenta un predominio inédito en la estructura productiva, basado en la produccién de bienes industriales, rasgo tipico de su insercién durante la sustitucién de importaciones, y en la prestacion de los servicios pablicos, insercién caracteristica de su pre- sencia en el modelo agroexportador de principios de siglo. Posteriormen: te, hasta 2008, ese predominio estructural de las firmas extranjeras so- bre las ventas y el conjunto de variables econémicas vinculadas con el intercambio comercial no disminuye sino que se mantiene o describe una tendencia ascendente, segtin la variable que se considere. El 20¢8, afio en que comienza la Gltima crisis mundial, constituye la excepcién a la regla ya que se desploma la participacién relativa de las firmas extranjeras en todas las variables consideradas, lo cual permite esbozar algunas hipotesis sobre el comportamiento que adoptaron ante las nuevas circunstancias internacionales. Dichas empresas, tienden a garantizar demanda e ingresos a los pafses de origen, reduciendo con mayor intensidad las exportaciones y manteniendo sus importaciones, lo cual trae aparejado una significativa disminucién de su saldo comercial. Por otra parte, reducen de una manera apreciable sus ventas relativas para mininizar el capital de trabajo y la inversién en la economia local, girando a la casa matriz esos recursos disponibles. La expansi6n de la incidencia del capital extranjero durante las lti- mas décadas est acompafiada por algunas modificaciones en los paises de origen que vale la pena tener en cuenta por su importancla y conse- cuencias econémicas y politicas. A diferencia de lo ocurrido en otras épo: cas, ene, auge de la inversi6n extranjera directa a nivel mundial que irrumpe e1 la década de 1990 fuertemente asentado en la adquisicion de empresas, participan activamente fracciones del capital latinoamericano que se conocen como las translatinas.** Este fenémeno se expresa tam: bién en la ola de transferencias de empresas locales al capital extranjero, especialmente con capitales brasilefios y, en menor medida, chilenos e in- cluso mexicanos, 182 Enuawoo M. Basvatoo Grafico N2 13. Incidencia de las firmas extranjeras en las ventas, importacio- nes, exportaciones y el saldo comercial de las 200 empresas de mayor factu- racién, 1999-2008 (en porcentajes) 85; =O= Ventas —e— Exportaciones == Importaciones aan m8 2006” 2007” 2008 sea” 2000" 2001" 2002” 2000” 2004” 2005 Fuente: Area de Economia y Tecnologia de la FLACSO. Ante esta modificacién, podria asumirse al menos como hipétesis que dicho proceso abre posibilidades de negociaciones antes inexistentes entre estados, no solamente porque en algunos casos se trata de empresas esta: tales, sino porque las que no lo son estén fuertemente vinculadas y apoya- das por los gobiemos de sus respectivos paises, tal como ocurre también con las firmas transnacionales de los patses centrales.** No obstante, estas ‘nuevas alternativas no reemplazan la necesidad de consolidar un proceso productivo asentado en empresas nacionales y estatales, a partir de las cua. les esas posibilidades pueden cobrar forma. De lo contrario, dada la situa: “Tences ensniv: Le PUGNA SOCIAL PARA OFFIMIR EL TIPO DE NEGEWORIA POLITIC. 183 ci6n imperante se consolidaria una suerte de capitalismo asociado® que cons- tituy6 la maxima aspiracién det capital transnacional durante la segunda eta- pa de sustituciOn de importaciones y que, dadas las caracteristicas actuales de la economia mundial, hatia imposible tanto el sostenimiento de una ele- vada participacion de los asalariados en el ingreso como un desarrollo tec- nolégico propio. Notas finales Es ind.dable que durante las Gltimas décadas se despliegan modifi caciones estructurales de notable trascendencia, asi como también es in. discutible que el procesamiento social de las mismas no es inmediato en el tiempo y sus resultados no son univocos porque dependen de la com- binacién e interaccién de una multiplicidad de factores internos y exter- nos. De alli, que sea importante vincular esas modificaciones en la es- tructura econémica y social con los fendmenos politicos, porque de esa manera se pueden diferenciar, como dice Gramsci y se menciona en la presentacién de este trabajo, los fendmenos orgdnicos y aquellos que son ocasionales. Desde esta perspectiva, es relevante percibir que la fraccién del capi- tal que detenta la hegemonfa politica de la Giltima dictadura militar y lo gra acceder al predominio econémico a mediados de la década de 1990, lo pierde durante el segundo quinquenio de esa década a manos del ca- pital extranjero, a quién le transfiete numerosas empresas para realizar gananclas patrimoniales y fugarlas al exterior. Posteriormente, durante el segundo gcbierno del ciclo kirchnerista, este retroceso se replica en tér- minos de la hegemonta politica como resultado de la ofensiva que esta fracci6n del capital lleva a cabo a ratz de la Resolucién 125 sobre las retenciones méviles, con la intencién de doblegar y subordinar al actual gobierno, eimponer a partir del control estatal un patron de acumulacion de capital sustentado en la produccién primaria exportadora. Que la base social y econémica utilizada por los grupos econémicos locales sea la produccién agropecuaria pampeana, esta estrechamente vinculado a las transformaciones ocurridas en la década anterior, tanto en términos del sesgo primario exportador de los grupos econémicos y de los intereses comunes que los pequefios propietarios-arrendatarios 184 Eouanvo M. Basuaino A oan Mt Bas unto tienen con ellos, como de la consolidacién del paradigma sojero sobre la base de las economias de escala y la expansién geografica de la produc cin, Sin duda, esas transformaciones podrian haber sido procesadas so- cialmente de otra manera, pero lo importante de retener es que se trata de una expresién orgdinica y de ninguna manera ocasional o anecdética, ‘Atin cuando las retenciones moviles no se aplicaron por la derrota parlamentaria que el bloque agrario le inflinge al gobierno, esa frustra- ci6n le permite dar un salto cualitativo porque elimina sus propias ambi- giledades en términos del tipo de hegemonia que se propone ejercer, encuadrandose dentro de los gobiernos nacionales y populares. En efecto, durante el primer gobierno del ciclo kirchnerista se avanza sobre la base de la coexistencia del transformismo y de la hegemonia en términos clasicos. Esta coexistencia se puede mantener debido a la i tensidad del crecimiento econémico que se alcanza durante esos afios, sustentada en varios factores entre los que se encuentran: la devaluacion del tipo de cambio real mas importante en términos historicos, una poli- tica que impulsa sostenidamente la expansién de la economia real, el nuevo contexto internacional que permite revertir el deterioro secular de los términos de intercambio, el canje de la deuda externa que no s6lo disminuye su incidencia sino que permite eliminar la presencia del FMI como auditor de la politica econdmica, ete. Sobre la base de ese creci miento econdmico se produce un cambio cualitativo en la rentabilidad empresaria, simulténeamente con una mejora significativa en las condi ciones de vida de los trabajadores, principalmente a través de una dras- tica disminuci6n del flagelo de la desocupacion, la concrecién de recla- mos histéricos del movimiento popular, como entre otros la instauracién de los juicios a los represores de la dictadura militar y la ausencia de represiOn a las movilizaciones sociales. En este contexto, se revierte répidamente la debilidad politica que caracteriza los primeros tiempos de esta gestién gubernamental, lo cual se expresa en el triunfo electoral de 2005, cuando el Frente para la Victo- ria derrota al Partido Justicialista comandado por Eduardo Duhalde. Sin embargo, la posibilidad de conformar una nueva fuerza politica que defi na el neto caracter popular del proceso se frustré, debido a que el go bierno adopta como una definicién estratégica que esa fuerza propia de- fa ser el partido peronista. De esta manera, se desconoce que este diltimo constituye el nacleo del transformismo argentino, !o cual no es un hecho ocasional o coyuntural sino orgdnico y de naturaleza politica pero igual- 185 LL push SOCAL pata erin EL mente con profundas rafces estructurales. Tanto es asi, que el propio kir- chnerismo enfrenta en su segundo mandato a la fraccién del capital que constituye la base estructural del transformismo, al lidiar con los grupos econémicos y sus intelectuales organicos, tanto los tradicionales como los nuevos. Analizada integralmente, la definicién de la revuelta agropecuari ducida por os descendientes de la oligarquia pampeana encierra una pa- radoja que contiene elementos trascendentes, por los cuales ese conflic- to opera'como una “divisoria de aguas” porque a partir de alli nada sera como fue entonces. Esa paradoja consiste en que los que ganaron de una manera indiscutible en términos institucionales (la “mesa de enlace”) perdieron también indiscutiblemente en términos orgdnicos, y a la inver- sa los que perdieron institucionalmente (el gobierno) ganaron a nivel or- ganico. La resolucién del conflicto puede caracterizarse de esa manera debido a que a partir de esa victoria institucional la fraccién del capital que ejerce a conduccién estratégica del bloque rural pierde la hegemo- nifa politica, en tanto el que es vencido en el Congreso deja atras la ambi- giiedad entre el transformismo y la hegemonfa cldsica, insertando de alli en mas sus acciones de gobierno dentro de la tradicién de los gobiernos populares, enfrentando al conjunto de las fracciones que integran el blo- que de poder que condujo ta valorizacién financiera y no solamente al capital finarciero internacional. Congruente con esa definicién, ante la crisis mundial con epicentro en los paises centrales, se adopta un amplio espectro de politicas estata- les para atzmperar su impacto interno, con distinta suerte en el corto plazo pero con indudable impacto en el largo plazo sobre las condiciones de vida de los sectores populares. En esta concepcién, se alinea la cul nacién de las reformas previsionales que habfan comenzado en el man- dato anterior con el retorno a un régimen jubilatorio mediante la estati zacién de les AFIP y la Ley de Movilidad Jubilatoria, a partir de la cual los ingresos de los trabajadores pasivos ya no dependen de medidas discre cionales de! gobierno de turno porque de allf en mas los haberes se ajus tan en funcién de los recursos tributarios de la seguridad social y de los salarios. Esta medida, permite posteriormente ampliar el régimen de las asignaciones para los menores de edad, el cual constituye un elemento crucial pare revertir la pobreza y especialmente la indigencia que sdlo requiere para ser perfeccionado un debate social acerca de sus limitacio- nes y su institucionalizacién legistativa. con- 186 Epuaroo M. Basuatoo Resulta indiscutible que desde el 2003 en adelante se registra un evi- dente mejoramiento en las condiciones de vida de la clase trabajadora, no solamente vinculado al crecimiento econémico sino también a un in- cremento significativo de la participacién de los trabajadores en el ingre- so, tal como lo indican todas las estimaciones, oficiales y no oficiales. La controversia radica en el nivel que alcanza dicha participacién debido a los efectos que durante los Gitimos afios tiene el proceso inflacionario y que oscurece la situacién, no obstante lo cual puede estimarse que la misma ronda el 40% de acuerdo a la nueva metodologia de célculo. En este contexto, cabe destacar que la infiacién es el principal instrumento que utilizan los sectores dominantes para neutralizar la participacién de los trabajadores en el ingreso, a partir de la elevada concentraclén eco- némica que se expandié durante la década de 1990 y continué desde 2003 a la actualidad, tanto en términos del valor agregado como de las exportaciones y el saldo de ta balanza comercial del pais. En este contexto, es insoslayable sefialar que desde antes de iniciar se la crisis mundial, comienza a expresarse un agotamiento del liderazgo que ejercia desde 2003 la produccién de bienes en general, e industriales en particular, en el proceso econémico que pasa a manos de los servi- cios. Esto se debe a que la pugna social por definir la distribucién del ingreso y un nuevo patron de acumulacién junto a una profundizacin de esa reversién de los términos de intercambio, erosionan la relacién entre el tipo de cambio versus los precios internos (apreciacién de la moneda interna), lo cual tiene la virtud de aminorar las tensiones inflacionarias pero afecta a los sectores que se ven protegidos por un elevado tipo de cambio real de las importaciones. De esta manera, la politica econémica queda atrapada en un dilema: si devalia, incentiva la inflacién, pero si no lo hace desprotege @ las nue- vas actividades —generalmente industriales— que surgieron prote por el délar alto. En realidad, se trata de una disyuntiva falsa porque parte del supuesto que nada debe cambiar respecto a la politica inicial, cuando la salida a esa encrucijada esté casualmente en modificarla incorpo- rando nuevos instrumentos de politica econémica para reemplazar el papel del tipo de cambio en aspectos que no son privativos del mismo, togrando ademas —como resultado de este enriquecimiento de la politica econémi- ca— constituir nuevas alianzas sociales y disciplinar al capital oligopélico. Cabe enfatizar que la adopcién de politicas activas que incrementen la cantidad y calidad de los instrumentos de politica econémica ¢ impul- Tencen ensavo: LA PUGNA SOCIAL PARA BEFINHR EL Ti DE HEGEMON POLITICA 187 se la particizaci6n estatal en el proceso productivo puede permitir ero- sionar el veto a la redistribucién del ingreso a favor de los trabajadores, producto del notablemente elevado grado de concentracién econdmica que ejerce un reducido conjunto de grandes firmas en términos de valor de produccién y exportaciones. Las evidencias disponibles indican que el nticleo central de esa redu- cida cantidad de firmas esta asentado en producciones con ventajas com- parativas naturales y constituyen la “rueda principal” del comportamien- to productiva e industrial del pais, mientras que el proceso de los iiltimos afios permitié hasta el momento la irtupcién de una “rueda auxiliar” com- puesta por empresas que desarrollan diferentes actividades pero que com- parten el hecho de ubicarse por debajo de la capula sectorial de acuerdo a su facturacién. Se trata de un conjunto de firmas heterogéneas afinca- das en el mercado interno y con escasas posibilidades de colocar sus productos en el exterior. En otras palabras, que se basan en la sustitu- ci6n de impertaciones y se expanden por la demanda interna vinculada al proceso de expansién. El enriquecimiento de la politica econémica debe- ria dirigitse a aminorar la importancia de la “rueda principal” y consolidar la influencia de la “rueda auxiliar” En este zontexto, resulta insoslayable sefialar que en la actualidad, luego del acentuado proceso de transferencia de capital que comenzé en la década de 1990, el ndcleo central de esa “rueda principal” esta consti- tuido por el capital extranjero ya que su predominio es inédito cualquiera sea la actividad econémica que se considere. Esta situaci6n, también exige avanzar en definiciones al respecto, de lo contrario se estarfa consolidando el planteo basado en un capitalismo asociado lo cual cuestionaria la susten- tabilidad de una elevada participacién de los asalariados en el ingreso. De todas maneras, parece poco discutible que el ciclo de gobiernos kirchneristas se inserta en la linea de las experiencias nacionales y popu- lares latinoamericanas que en los afios cuarenta y cincuenta tuvieron como figuras embleméticas, aunque no Gnicas, a Lazaro Cardenas en México, Juan Domingo Perén en la Argentina y Getulio Vargas en Brasil. Corriente que continda y se profundiza en las décadas de 1960 y 1970, con una serie de experiencias polfticas que, a pesar en muchos casos efimeras, cubrieron una amplia gama de posturas nacionalistas y populares. Tales los casos de Velasco Alvarado en Perti y de Tortijos en Panama (1968), Torres en Bolivia (1970), Allende en Chile (1970), Rodriguez Jara en Ecua- dor (1972), Campora y Perén en la Argentina (1973). Cada uno tuvo sus 198 Eouanoo M. Basuatoo peculiaridades, pero todos ellos encarnan gobiemnos nacioneles y popu- lares porque enfrentaron a un determinado bloque social dominante, ex- cepto el caso de Salvador Allende que intent6 plasmar la via democratica al socialismo, Mientras los primeros lidiaron principalmente con el poder oligarquico, los posteriores enfrentaron con diferentes modalidades e in. tensidad los efectos de la transnacionalizacién de postguerra potencian- do la expansién de las empresas nacionales pdblicas y privadas, como medio para lograr crecimiento econémico, desarrollo tecnoldgico y distri- bucién equitativa del ingreso en sus sociedades. Ninguno de ellos cues- tioné la base misma del capitalismo sino que intentaron consolidar un Estado cuyas politicas estaban sesgadas en beneficio de los sectores populares. El kirchnerismo se inserta en esta linea hist6rica aunque enfrentando a un bloque de poder diferente, con mayores similitudes con el corres- pondiente al modelo agroexportador que al de sus antecesores inmedia- tos de la década de 1960 y 1970. No se trata de enfrentar las distorsiones productivas y la regresividad en la distribucién del ingreso derivada de la expansién extranjera en la produccién industrial, sino a las fracciones centrales en la valorizacién financiera: los grupos econémicos locales, los acteedores externos y el capital extranjero prestador de servicios pi- blicos. Ciertamente, el kirchnerismo no constituye una suerte de “patru- lla perdida” en la regién sino que integra lo que podria denominarse la tercera generacién de gobiernos populares en América Latina donde con- vergen Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil, Chavez en Venezuela, Co- ‘rea en Ecuador. Se trata de experiencias diferentes vinculadas a la situa- cién de la lucha social de cada una de estas realidades nacionales pero que tienen en coméin su carécter nacional y popular. Tencen ensavo: LA PUGHA SOCIAL PABA DEFMIR EL 1H DE HEGEMONIA POLITICA 189 Notas * Respecto Tales lo: cas0s de la distebucién eléctrica de EDEMSA (con aproximadamente 240.000 usuarios en Mendoza) y EDESE (con alrededor de 110.000 usuarios en Santiago del Este: ro). La primera de ellas, tas la salida como accionlsta mayoritario de Electricité de France (EDA en junio de 2004, pas6 a estar controlada por Inversora Andina Distribuidora Etéc- triea (ADE) con el 51% de las acciones, cuyo accionista mayoritario es Omar Alvarez con 80% del czpital y que se encuentra en negociaciones para adquirr el 20% a los restantes accionistas, El mismo, también es propietario en la provincia de Mendoza del Cable Tele- visora Color de San Rafael y estuvo interesado en la compra de las Midroeléctricas Hidisa € Hinisa, Por su parte, EDESE constituye un caso similar ya que en abril de 2003, Reliante Energy Santiago del Estero, firma norteamericana vinculada a Houston Energy inc. trans- firi6 sus azciones de EDESE (90% del capital, ya que el 10% restante pertenece a los ttabajadores dela distribuidora) 8 un amplio grupo de inversores locales, entre los que se encuentran Gustavo y Néstor Ick (en conjunto el 51% del capital), asf como el Banco de Santiago del Estero, donde también Néstor Ick detenta una posicién privlegiada, La far lia ek, de estrecha vinculacién con el ex-gobemador juaréz, contrala un giupo empresario provincial que cuenta, entre otras, con las siguientes empresas: Canal 7 de televisién ‘VC, el primer canal de UHF del pats; FM Panorama; Cementerio Parque de la Paz; Cia. de Seguros Hamburgo; los hoteles Carlos V y Conventiy; Aguas de Santiago; el casino local; tarjetas de débito Sol, testers. 194 Eouanoo M. Busuatoo % A modo de ejemplo, resulta pertinente mencionar el caso de Obras Sanitarias de Men ddoza SA, que cuenta con aproximadamente 1,2 millones de usuarios. Esta firma, hasta junio de 2003 estaba controlada por Saur Internacional (32% del capital), AzurieEnvon (32%), la provincia de Mendoza (20%) y los trabajadores de la firma (10%). En ese tno mento, el paquete mayoritario de acciones fue adquirido por el grupo empresavio Sleles, ki, a través de su subsidiaria South Water Argentina. importa sefialar que dicho grupo empresario controla el capital de Laboratorios Phoenix, Petroquimica de Cuyo (donde esti asociado con minoria accionasia con Petrobrés), e incursioné en la producciGn vtiv nicola con la compra de tietrasy la instalaciOn de una bodega boutique. En efecto, esta fraccién del capital dominante también irumpe, o retoma segdn los casos, como accio. nista en diversos emprendimientos que prestan servicios piblicos. Tal el caso de Aguss Cordobesas que cuenta con casi 1,3 millones de usuatios en dicha provincia, tratandose de uno de fos “cambio de manos” més relevante que se efectué entre privados durante el eriodo de referencia. Desde 1997, esta concesién estuvo en manos del grupo Suez pero £0 abril de 2006, luego de un Iitigio con ta concesionatia, fue adquirida por el grupo econdmico Roggio, el cual incrementa su partcipacién en los servicios publcos privatica. dos, en tanto ya es accionista de Metrovia (subterréneo de la Ciudad de Buenos Aires y Ferrocaril Urquiza), del Belgrano Cargas y Cliba, ademas de participar en diferentes obray de infraestructura vial (por ejemplo, la autopista Rosarlo-Cérdoba)y ferroviata, 21s pertinente mencionar que al utilizar las cifras oficiales sobre la evolucién del Pal y de la tasa de empleo (ocupados sobre poblacisn total), se comprueba que durante el eriodo 1995-2001 una variacién del 1% en el PBI daba lugar a un incremento del 0.2% del empleo, mientras que entre 2002 y 2007 esa misma variacin del producto daba lugar ‘un aumento del 0.4% de la poblacién ocupada. © En un reciente ¢ interesante estudio sobre la economia argentina durante la postcon: vertbilidad (Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino, “La anatomia del nuevo patrén de crecimiento y fa encrucijada actual. La economia argentina en el perfodo zooy 2010", Cara 0 Ceca/Cenda, Buenos Altes, 2010) se sostiene respecto a la situacién del mercado de trabajo sobre estos afios, que: "Elalto crecimiento delempleo en relacién con elProducto obedecié esencialmentea tres procesos. Elprimero de ellos, decardcter trans. tori, fue a elevade capacidad ociosa existente hacia el final de la Convertibllidad [J Las otras razones fueron la obrupta caida del costo laboral medido en délores tras fa devalua. cién y la recuperacign de los sectores trabajo-intensivos gracias a la nueva estructura de precios relativos_..] El presidente Eduardo Ouhalde resolvi6 por decreto que se otorgaran ‘subos salariales de sume ja, que clcanzaron aa totalidad de los tebajadores asaloriados ‘registrados. Esta politica fue continuada durante el primer period del goblemno de Néstor Kirchner, que le confirié a estos aumentos cavdcter remunerativo”. * El contenido espectico de estas leyes, asf como un andlisis mas exhaustivo de este proceso, se encuentra en: Arceo, N., Ganzélez, M., Mendizabal, N.y Basvaldo, E. Mz "La Economia argentina de la postconvertibilidad en tiempos de crisis mundial”, Editorial Cara © Ceca(CIFRA-CTA, Buenos Airea, zox0. Respecto a ese logio tan importante como es el incremento del cociente entre aportantes y benelcios, al se sostiene que: "..]se elev desde 1,46 en 20020 1,61en 2008, como consecuencia de la mayor expansidn en el ndmero de aportantes al sistema. Este proceso no es menor, ya que leotorga sustentabilidad al sis- fema en el argo plazo y pone en evidencia que, en buena medida, la crisis y el deficit del sistema previsional estuvo profundamente asaciado a a contraccidn del mercada de troba- 40 formal en nuestro pats. Es mas, la sustentabilidad alcanzade pore sistema previsional en los Gltimos afos se produjo a pesar de que no se revirtié une de las medidas que acom- aiiéel proceso de privatizacién: lareboja de las contribuciones patronales”. 195 Tencen ensnvo: LA PUGHA SOCIAL PARA DEFIUR EL TIPO E NEGEMONIA POLITICA : les 1udio tealizado por Daniel Heymann y Adrian Ramos (“Convergencia arriba, divergen- ‘lea aus eNArgan oT in pais europeo estuviera compri- ins FAA. la jén dic cién de las cGpulas militares y subordin: de las FAA. a poder civil; reglamentacién de la Ley de Defensa (después de aeal gee f \pedian bos ju cios a tepresores (el caso del juez Bisordi); alrestcm oe sores ri cies nadatal ig ie rocedimiento similar al de los 196, Eouanoo M. Basuatoo ‘habia hecho en Rosario) a 10 licitaciones de caminas finonciadas por el programa Crema, del Banco Mundial (Bit), que fueron suspendidas por haberse detectodo sobreprecios. En Junio, cuando se abrieron los sobres del concurso de precios canvacado por Vialidad Nacio- ‘nal —organismo encargado de mantener las rutas nacionales no concesionadas— se de. tectoron anomatias en las ofertas {.. Las concursos de precios sospechados incluyen 10 licitaciones en tas que se descubrieron presuntos sobreprecios del orden del 25% en pro- ‘medio, aunque en algunos casos llegaran al 60 porciento, en la que habrian partcipado las principales empresas del sector”. > Es revelador en este sentido el analisis de Horacio Verbitsky en su columna dominical, al sefalar que: “Bielse ue designado por Kirchner quien valoraba una serie de rasgos que atribure a su personalidad pero queno se manifestaron durante sudesemperol..JElprimer desentendimiento se produjo muy répido, cuando Bielsa hizo trascender que era‘ arnigo? del canciller estadounidense Colin Powell. Si hubiera querido eso, elegia otro canciller le ‘advirtié Kirchner, quien sorted a Bielsa para enviar un mensaje a Washington: ' No cuban. cemos a relacién’. Hay temas mas importantes entre la Argentina yEstados Unidos. Elpunto de no retorno se alcanz6 en diciembre de 2004, cuando Bielsa contradijo esa politica y en tuna audiencia con Powell planted el tema de los disidentes cubanos, segun consta en fa ‘minuta oficial tomada por el embajador Bordén. Al da siguiente la ex dirigente comunista Hilda Molina se refugié en ta embojadaargentina en La Habone, que a esperaba con la puerta abierta por orden que Bielsa transmitié desde Washington. Por arbtraria que sea la deci- si6n del gobiemo cubano de impedir el éxodo de la notoria disidente, ningdin presidente puede admitir que su canciller desarrolle un juego personal mds préximo ol gobierno de Bush que al propio. La candidatura fue una forma de terminar sin escéndalo esa relacién ‘agotade. Pero durante la campaiia el candidato no tuve mejor idea que elogiar a Duhalde luego de la mencién de CFK a Francis Ford Coppela.A eso llama pensamiente independien. te a nostélgica derecha argentina”. (“La palabra Justa”, PSgine 12, 4/12/2095). % Al tespecto, Werner Pertot sostiene que: “Rovira no pudo abrirse camino hacia su tercer ‘mandato: el oficalismo fue derrotado ampliamente por un 56,5 contra el 4344 porel Frente Unidos por la Dignidad (FUD), que lideré el obispa emérito de lguazt, joaquin Pia|..]La alda del proyecto de reeleccién indefinida de Rovira representa le derrota de un aliado de Kirchner, que la oposicién buscaré capitalizara su favoren el afo electoral que se avecina {Jl Presidente se introdujo personalmente en a campara de Rovira al viajar la provin ia a apoyarlo el 27 de septiembre. En esa oportunidad, record6 el rol de la Iglesia en la dictadura[..)Consultado sobre sila derroteafectaba a Kirchner, Pifia confesé: No lo habia previsto. Yo al presidente siempre lo respeté. Yo lo apoyo en la defensa de los derechos ‘humanos. Pero alo largo de a campatia me di cuenta de que lasituacién nuestra se repetio ‘en otras provincias. Fue el misimo presidente el que se encargé de nacionalizar el temo, al venir Misiones @ apoyar la reelecci6n indefinida. Eso no le hizo mucho bien, considers”. (Pagina 12, 30/10/2006). % En su columna dominical de Pagina 12, Horacio Verbitsky realiza un contundente anal sis de esta situacién, al sostener que: “S/elguien se hubiera dormido en marzo de 2004 y despertara esta semana, tardarfa en entender lo que sucede, Juez era uno de los aliados dentro del proyecto que se llamé transversal yel gobernador José De la Sota encabezaba el catélogo de aversiones oficiales. Fiscal anticosrupcién designado por De (a Sota, el gober- ‘nador lo separé cuando uez fue a fondo en la tarea. Después de la ruptura se presentd como candidato a la intendencia y venci6 al delasotismo en 2003, como parte del mismo recam- bio politico que Kirchner represents en la Nacién. En ia dltima semana de marzo de 2004, ‘De (a Sota encabez6 una ofensiva de la estructura del Pejata en contra de Kirchner, que in.

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