José Lazarte
CAFE: PROBLEMAS Y
PROPUESTAS
J café es un cultivo cuyo habitat tradicional es 1a ceja de Selva (zona
comprendida entre los 1,000 y los 1,500 m.s.n.m., fundamental-
mente). El area cultivada compromete 165,000 hectarcas, que equi-
valen al 4% de la frontera agricola nacional. Se estima que la produccién ac-
tual bordea los dos millones de quintales (110,000 toncladas métricas).
La producci6n cs manejada por unos 60,000 productores directos, que
se asientan en una estructura agricola minifundista. La actividad cafetalera
es intensiva en la demanda de mano de obra; asf, la atencién de labores cul-
turales y cosecha compromete Ja participaci6n de 500,000 trabajadores por
afio.
El café es cl principal producto agricola de exportacién (75% de la pro-
duccién total se destina al mercado extemo), y su importancia en la genera-
cién de divisas ha variado cn el tiempo, dependicndo tanto del desarrollo
en los programas de colonizacién como de la buena coyuntura de precios:
0.26% de las exportaciones totales en 1940 contra 11.5% cn 1977. (Véase
cuadro 1). Su aporte a la balanza comercial es positivo (cl proceso no de-
manda de componente importado), situacién contraria a lo observado, por
ejemplo, en la actividad mincra, 0 en la petrolera, que como referencia, en
el perfodo 84-86 aportaron a la balanza comercial cl 52% de sus ingresos
de exportaci6n (Ia diferencia se remes6 al exterior por concepto de exporta-
ci6n de servicios, cquipos ¢ insumos). La contribucién fiscal equivale, or-
dinariamente, al 5% de la exportacién del grano, En 1986, afio de buena co-
yuntura internacional de precios, el café aport6 16 millones de délares, sin
considerar 1a tributaci6n indirecta que se carga a las distintas ctapas del pro-
ceso.
No obstante su importancia social y econdémica, 1a actividad cafetalera
no ha contado, histéricamente, con un marco estable de polftica; ala fecha,
el pafs acredita cl menor desarrollo relativo respecto a los otros pafses que
sf le dicron Ja importancia debida. El presente ensayo tiene por finalidad:
describir cl ciclo econémico del café, identificando las etapas que enlazan
oferta y demanda; precisar aquellos problemas que limiten su desarrollo;
DEBATE AGRARIO /3 39evaluar la polftica asumida por cl gobicmo aprista, y proponer aquellos cle-
mentos que, a nucstro juicio, son necesarios cn un marco integral de politi-
ca.
Cuadro 1
Exportaciones totales y de café (miles de US$)
Afios Total Calé %
1983 3,015 144 AT
1984 3,135 164 3.2
1985 2,974 139 47
1986 2,509 webs 10.9
1987 2,601 143 be
]. LA ACTIVIDAD CAFETALERA: DESCRIPCION DE UN PROCESO.
La ceja de selva, por su clima y suclo, presenta condiciones apropiadas
para cl cultivo del café. En cl Peré la especie mas difundida es la coffea ara-
bica, variedad "typica”, que por lo general rinde un promcdio de 10 quinta-
les por hectdrea.
De acuerdo a la clase de bencficio al que es sometido cl fruto maduro 0
cereza, se obticne dos tipos de café : lavado y natural. El café lavado es el
bencficiado por via himeda, obteniéndose cl café con cascara o pergami-
no, Elnatural resulta del beneficio de la cereza por via seca: mediante el em-
pleo de tendales, se expone la cereza madura a Ja acci6n dirccta del sol, pro-
duciéndosc la fermentacién y secado natural.
Elciclo productivo asume caracteristica estacional, en funci6nalaaltitud
y tipo de café, expresindose en cicrtos perfodos de cosecha:
a. Café Javado, que se inicia a mediados de marzo (zona de playa 0 par-
tes bajas) y dura hasta fines de agosto (café de altura o grano maduro). Los
meses de abril-mayo son los de mayor cosecha.
b. Café natural: sc inicia en mayo y se prolonga hasta agosto.
De acuerdo a los perfodos de cosccha, se ha establecido, por conven-
ci6n, que el afio cafetalero nacional se inicie el 1° de abril y termine el 30
de marzo del afio siguiente. Asimismo, tomando como base Ia época de co-
secha de los grandes productores (Brasil, Colombia y pajscs africanos), cl
afio cafetalero intemacional rige del 1° de octubre al 30 de scticmbre del
afio siguicnic.
Alculminarla cosecha y bencficio del grano, cl café es acopiado y some-
tido a proceso de pilado y scleccién. Mediante este proceso rompc cl perga-
mino, scparando la cascarilla y dejando libre cl grano. De esta forma, al cli-
minar la envoltura, sc obticne café pilado lavado y pilado natural. En am-
bos casos, la clasificacién da un rendimicnto de café de cxportacion del
4074% al 82%, y un 7% al 11% de café descarte, de inferior calidad, destina-
do alas tostadurfas y productoras de café soluble. Los métodos de clasifica-
cidn aplicados, que identifican al café de exportacién, son los siguicntes:
MC: Machine Cleaned (Escogido a maquina); ES: Electronic Sorted (Esco-
gido a m4quina electrénica); HP: Hans Picked (Escogido a mano), y MC-
MEJ: Machine Cleaned (Mejorado-escogido a mano y rectificado a mano).
Clasificado el producto, se embala en sacos de sesenta kilogramos (la
unidad de medida internacional), disponicndo su comercializacién extema
tanto con pafses miembros 0 tradicionales, integrantes del Convenio Inter-
nacional del Café (OIC), como con pafses no miembros (este tiltimo caso
comprende, también, las ventas por pago de deuda extema y de comercio
compensado).
II. EL MERCADO INTERNACIONAL DEL CAFE
El café cs uno de los productos que con mayor claridad expresa la divi-
si6n internacional del trabajo. Asf, la produccién se localiza fundamental-
mente en economfas de menor desarrollo relativo, y el consumo se concen-
tra en los pafses industrializados.
El grano se produce en unos sesenta pafses. Brasil aporis, en Ja cosecha
87-88 (que culminé cn marzo pasado), el 35.4%, y su participacién histéri-
ca ha sido cercana al 30% del producto mundial. El segundo productor de
importancia es Colombia, con 11.3% en la cosecha reciente y un aporte his-
t6rico poco menor al 15%. Asf, pues,esos dos paises controlan casi cl 50%
del total productivo, lo que explica su decisiva influencia en el comporta-
micnto del mercado. Otros pafses, no menos importantes, manticnen peso
especffico; tales son los casos de Indonesia (5.8% del mercado), Costa de
Marfil (4.5%), México (4.9%). En suma, quince pafses dan cuenta del
85% de la oferta mundial. (VEase cuadro 2).
Por el lado de la demanda, el perfil no difiere significativamente. Si nos
remitimos al consumo del café correspondiente a la cosecha 85-86, consta-
tamos que los EE.UU. demandan el 31.6% del total, y la RFA el 12.3%.
En conjunto, los EE.UU. y la CEE explican el 78% del consumo de café
de los pafses importadores que integran el Convenio Intemacional. (Véase
cuadro 3).
Es importante precisar que 1acomercializaci6n del café representa alrede-
dor del 1% de las importaciones y exportaciones mundiales y, para los paf-
ses exportadores, significa ingresos que bordean los 10,000 millones de
délares.
lil. EL CONVENIO INTERNACIONAL DEL CAFE: REGULACION Y
COMPORTAMIENTO DEL MERCADO
En 1957 se suscribe el Convenio Latinoamericano del Café, también Ila-
mado "Convenio de México". Brasil y Colombia, impulsores del acuerdo,
pretendfan ordenar el mercado evitando precios inestables que afecten el in-
41Cuadro 2
Distribucin de by prodacelin muna decal varias easechns
lames ee saci ce 6D hg)
198-198 TORI IOHS. TORS-1986 1986-1987 TO87-198RE
Produceidn% _Provucciin—%__Previvcidn% _Produccidn— % — Produccisn
Tou! 3 OND IML HAMS HMO 9H LEN
Miembros dela OIC 878 «4 OARZ.- 9922-3. THR Md
Snavescolombianos 163 IRS MSS MBB ABH
Colombia BS 83h] RDO D RI
Kenia Te
Taania Te er
‘Ours suaves 20 39 MS 22 BO 1 1 MA MR DI
Costa Rica 2124 2S 30 1S 8D
Ecuador Tan son a eo ao
ElSalvndor = «2427732 2S RN
Guatemala 2300 26 0732S D2
Honduras 1301s da 2S
La India it N33 0 sg ea
México 45 st 43 5) 48 52 4639 gt
Nicaragua 07 OR «OR TOR
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Camera Mt 230 7 19S D2
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{nt Feder Nason de Caan de Cab, Ime dst Gente Cee, 17
greso de divisas. El objetivo del tratado era el de restringir la oferta mun-
dial. Su tiempo de vida fue, sin embargo, breve: duré s6lo los afios 1957 y
1958.
En 1962 fue firmado el Convenio del Acuerdo Internacional del Café de
Ja Organizacién Internacional del Café (OIC). Luego de cinco afios el con-
venio fue renovado, pero en 1972, por conflicto de intereses entre paises
productores y consumidores, fue desconocido de hecho. En 1975, con pre-
cios internacionales en alza, los pafses importadores accedieron a firmarun
tercer acuerdo que entré en vigencia en octubre de 1975 y caducé en scticm-
bre de] 82. Finalmente, en octubre del 82 sc suscribié un cuarto acuerdo,
el que entré en vigencia en octubre del 83, y alin se mantiene, con excep-
ci6n del régimen de cuotas en el perfodo febrero 86-octubre 87. El conjun-
to de acuerdos asume como principales objctivos:
a. Establecer un equilibrio razonable entre Ja oferta y la demanda mun-
42Cuadro 3
Consumo de café en los paises miembros
importadores de la OIC,cosecha 1985/19861
(Miles de sacos de 60 kg)
Cantidad %
Total 57,105 100.0
Estados Unidos 18.040 316
CEE 26,627 46.6
Bélgica/Luxemburgo «1,342, 2.4
Dinamarca 96917
Espaiia 1960 34
Francia 5,041 88
Grecia 418 aa
Holanda 2408 42
Irlanda 8402
Italia 4667 82
Portugal 34906
Reino Unido 2340 Al
RFA 7049 123
Otros miembros 12438218
Australia 5951.6
Austria 9361.7
Canada 1905 33
Finlandia 910 1.6
Japon 4436-78
Noruega 748 13
Nueva Zeclandia ets 02
Suecia 1,574 28
Suiza 75313
Yugoslavia 34906
Otros? 1350.2
1. EL consumo se define como importaciones to-
tales menos reexportaciones + cambio de inven-
tarios.
2. Chipre, Fiji y Singapur
Fuente: Federacién Nacional de Cafeteros de Co-
lombia, XLIV Congreso Nacional de Cafeteros, no-
viembre de 1986, anexo estadistico.
dial del café, sobre la base de asegurar a los consumidores un adecuado
abastecimiento de café a precios equitativos, y a los productores mercados
y precios adecuados. Se contempla, asimismo, 1a necesidad de mantener
un equilibrio a largo plazo entre la produccién y el consumo.
4344
b. Evitar fluctuaciones excesivas de los niveles mundiales de suminis-
tros, existencias y precios, que son perjudiciales tanto para los productores
como para los consumidorcs.
Para efectos del Convenio, el mercado mundial queda dividido en:1.
mercados de pafses miembros, que est4n sujetos al régimen de cuotas, y 2.
mercados de pafses no micmbros, que no estén somctidos a dicho régi-
men.
La cuota anual global es fijada por cl Consejo Internacional del Café en
el ultimo perfodo ordinario de sesiones de cada afio cafetalecro, tomando en.
consideraci6n factores tales como: estimacién del consumo anual de los paf-
ses miembros importadores; estimado de las importaciones efectuadas por
los miembros y no miembros; variacién del nivel de inventarios cn los paf-
ses miembros importadores y en los pucrtos francos.
La cuota global es otorgada a los miembros exportadores tomando en
considcraci6n las exportaciones de los tiltimos dos afios. Esta cifra puede
ser incrementada 0 disminuida de acuerdo a Jas tendencias cn la demanda,
produccién y precios (incluso, se puede dar cl caso de que dicha cuota sea
suspendida). Cuando el precio estd en alza en proporci6n al margen de pre-
cios vigente durante treinta dfas consccutivos, el régimen de cuotas es sus-
pendido; por el contrario, si el promedio de precios es menor, 0 si el precio
observado cs durante veinte dfas el mismo que aprobé el Consejo, enton-
ces se reimplanta e] régimen de cuotas.
El convenio establece un mecanismo por el cual se reordena cl mercado
y, en consecuencia, los flujos comercializados. Esto significa que a cada
pafs exportador, fijada su cuota anual, se Je asigna cuotas trimestrales que
equivalen, cada una, al 25% de la cuota anual. Una idea de 1a distribucién
de la cuota global de la OIC y la participaci6n peruana se-ticne cn el cuadro
4; como referencia, en el cuadro 5 presentamos la distribucién porcentual
por pafs para el afio cafetalero 83-84,
No obstante que la OIC tiene ya veintiséis afios de creada, ¢l mercado in-
temacional mantiene un ciclo de inestabilidad. La tendencia parece ser que
Tuego de las negociaciones entre los productores y los consumidores, la
OIC transa un acuerdo para estabilizar los precios y mantencrlos entre 1.20
y 1.60 US$Alibra. Por lo gencral, esta franja se respeta cn tanto se garanti-
ce fluidez del producto y stocks normales. Si ocurre, por ejemplo, una hela-
da en Brasil o una mala cosccha, acaba la estabilidad, los precios se empi-
nan y rebasan la cuota (se abandona, entonces, el sistema de cuotas). Para
los productores se abre un "boom", y los pafses consumidores acusan a
los primeros de manipular el mercado. Lucgo, éste se inunda del grano, ha-
bida cuenta que, objetivamente, 1a produccién supera a la demanda, y cl
precio empieza la inevitable baja, aun por debajo de los niveles mfnimos.
Los productores se esfuerzan por restableccr el sistema de cuotas, pero sus
intereses no son comunes, y a los consumidores no les preocupa la tenden-
cia, Finalmente, cl ciclo se ajusta y, a costa de sacrificar ventas, se procede
a las negociacioncs que dan luz a un nucvo acuerdo. Este ha sido el com-
portamiento del mercado que se constaté cn la campafia de 1985.Cuadro 4
OIC: Cuotas globales y cuota del Pera
(Miles de sacos de 60 kg.)
Afio Cafetalero! Global Peri —_Participacién (%)
80-81
Inicial 58,200 900 1.55
Final 51,350 71.167 1.50
81-82
Inicial 56,633 715.2 137
Final 58,417 730.066 132
82-83
Inicial 56,200 678.783 121
Final 55,216 682.267 121
83-84
Inicial 56,200 681.466 1.21
Final 59216 7517 121
84-85
Inicial 61,000 738.5 121
Final 58,200 701.767 121
85-862
Inicial 55,000 697.7 127
Final 63,000 7628 121
87-883
Inicial 54,000 667.0 123
JAfio Cafetalero: OcySet.
2Suspendido el régimen de cuotas el 18-02-86.
3Estimados,
Puente: OIC, Junta Nacional del Café
‘Nota: Las cuctas “inicial y "final" son fijadas por la OIC de acuerdo al comportamiento de los
precios en el aio cafetalero,
En efecto, hasta antes de dicha campafia, las metas de la OIC se cumplie-
ron en lo fundamental. El promedio de precios fue aproximadamente como
sigue: 82-83: 1.26 US$/libra; 83-84: 1.41 US$/libra; 84-85: 1.30 US$/i-
bra, que se ajustaban a la franja prevista por la OIC. Sin embargo, la estabi-
lidad se rompi6 en la campafia de 1985. En cl ultimo trimestre de ese afio
se tomé conocimiento de un periodo de sequfa en la zona del Parana, Sao
Paulo y Minas Gerais —4mbito principal de produccién del Brasil—, afec-
tando significativamente su producci6n. Asf, la produccion alcanz6 apenas
los once millones de sacos (contra los veinticinco esperados en condiciones.
normales), lo que motivé un alza del precio.
45Participacin de cada miembro en
con derecho a cuota ba
Cuadro 5
cuota global de sus miembros exportadores
en el aio cafetalero 1983-84
‘Miembro exportador %
Total 100.00
Suaves colombianos 20.12
Colombia 16.28
Kenia 2.48
Tanzania 1.36
Otros suaves 23.36
Costa Rica 2.16
Ecuador 2
EI Salvador 4.48
Guatemala 347
Honduras 1.49
India 124
México 3.65
Nicaragua 1.28
Papiia Nueva Guinea 116
Pend 131
Repaiblica Dominicana 095
Ardbicos brasilefios y otros ardbicos 33.45
Brasil 3081
Etiopia 2.62
Robustos 23.07
Indonesia 455
11.96
444
2.12
\d_de miembro exportador con derecho @ cuota bésica, tendré una
ta de 470,000 'sacos para ef afo cafetew 1983-84, cvola que estard sujtz a todos los ates
que sufran las cuctas de los miembros exportadores con derecho a cuota bisica en virud de
las disposiciones del Convenio.
Para la campafia 85-86 la OIC fij6 una cuota global de 58 millones de sa-
cos. En octubre del 85 el precio promedio del café cra de 1.20 US$/libra,
raz6n por la que se establecié que si la cotizacién se mantenfa en ese rango,
Ja cuota serfa reducida en un millén de sacos. Sin embargo, los problemas
ocurtidos en el Brasil descalificaron tal decision.
En noviembre de 1985 la libra se cotizaba en 1.40 US$, aumenténdose
un millén de sacos a la cuota. Los precios siguieron cn alza, a pesar de dos
aumentos de un millén cada uno en diciembre; a fines de noviembre, la li-
bra se cotizaba en 1.41 US$; en diciembre, a 1.75 US$; en enero de 1986,
46a 2.04 US$, y en febrero de ese mismo afio, en 1.95 US$. Puesto que Ja
pendicnte cra positiva, el 18 de febrero de 1986 sc suspendié el régimen de
cuotas, lo que determin6 que cada cual pudiese comercializar lo que estime
conveniente,
En marzo Jos precios volvieron a subir (2.04 US$/libra), para estabilizar-
se en abril (1.92 US$/lbra) y bajar a 1.77 US$/libra en mayo. Hasta
mediados de agosto, cl promedio se ubicé en 1.50 US$/libra. En sctiembre
s¢ produjo un repunte (1.87 US$/libra). A partir de entonces empezé la caf-
da. Un examen del momento explica por qué los precios bajaban:
a. La cosccha brasilefia fue mala, pero no pésima. Sc esperaba una pro-
duccién muy baja (mds o menos de once millones de sacos), pero sc obtu-
vo dicciséis.
b, La OIC no logré rcimplantar el régimen de cuotas en scticmbre 86;
tampoco le fue posible hacerlo en febrero y marzo del 87.
En octubre, el precio promedio lHegé a 1.63 US$/libra, en noviembre
1.49 US$/libra, y en diciembre 1.30 US$/libra. En marzo de 1987 Ja cotiza-
cién por libra estuvo por debajo de un délar.
Enla OIC la lucha de posiciones se desarrolla exponencialmente. Brasil,
esperando una excelente cosecha luego de Ja cafda, no querfa negociar su
cuota, manteniendo el criterio de ubicarse en cl rango histérico antes de Ia
sequfa. El resto de productores, por el contrario, exigfa una recomposicién
de cuotas a costa de Brasil. Nucvamente, un acuerdo entre los dos grandes
(Brasil y Colombia) evit6 una confrontacién de precios, que entre marzo y
sclicmbre se movicron alrededor de un délar por libra. Finalmente, a fines
de scticmbre del 87 se Negé a la reunién de 1a OIC, arribando a un nuevo
compromiso. Sc establecié una cuota global de 58 millones de sacos, con
ajustes automiticos, y se fij6 como meta lograr 1.20-1.40 USS/libra, Nuc-
vamoente, cl "orden" se restablecia.
Es importante destacar que, a pesar de la privilegiada posicién que man-
licnen Brasil y Colombia, sus intereses no necesariamente:coinciden. Esto
se explica por el papel que jucga la actividad cafetalera cn cada uno de
ellos. Brasil, al tener una economia diversificada, manticne menor depen-
dencia del café; sin embargo, la presidn en su balanza de cambios —tanto
por el pago de la deuda como por las importaciones de petrdleo—
tense su posicién cn la obtencidn de divisas. Por ello su estrategia de co-
mercializaci6n sc sustenta en cl critcrio de mantencr flexible cl mercado, de
modo que coloca cl grano cuando hay abundancia y no picrde puntos cuan-
do existe merma. Esto se verifica cuando en la OIC defienden cl sistema ad-
hoc de cuotas, que le representa una porcién del 30% del mercado. Para
Colombia, en cambio, el café tiene una mayor importancia, porque repre-
senta el 50% de sus divisas. Por es ON, pugna por que su cuota se
ajuste a los montos que esté cn condiciones de exporlar, independientemen-
te de los sesgos cn Ja produccién brasilefia.
No obstanic 1a importancia del grano para los pafses productores —parti-
cularmente para aquéllos en los que el producto tiene mayor incidencia en
la balanza de pagos—, cl café cs una materia prima no estratégica, objeto
de pérdida real, por efectos de la divisidn internacional del trabajo. Es asi
47que, a junio de 1988, la cotizacién promedio se ubicaba, cn términos rea-
les, a similar fndice del afio 75; y la del primer trimestre de 1986, cuando
se alcanz6 un precio m4ximo de 2.50 US$/libra, se equipara al precio ob-
servado en cl afio 76. Como es de suponer, cl deterioro rclalivo de los pre-
cios de exportaci6n del grano es una forma de expropiaci6n del excedente a
nivel internacional, cn desmedro de las cconomfas de menor desarrollo rela-
tivo.
IV. FACTORES ESTRUCTURALES QUE EXPLICAN LA ACTUAL
SITUACION DE LA CAFICULTURA NACIONAL
El café, no obstante su importancia econémica y social, no ha recibido
un tratamiento integral. Las politicas aplicadas por el aparalo institucional
del Estado se han caracterizado por la ausencia de planes de largo plazo, de-
sinteligencia sectorial y oportunismo cuandosc trata de aprovecharlosexce-
dentes. Los resultados de tal ejercicio se constatan al examinar las distintas
etapas que cubre la actividad cafetalcra.
a. El Perd acredita uno de los menores indices de productividad en Suda-
mérica. El promedio de rendimiento es de doce quintales /hectarea; sin em-
bargo, el 60% de los cafctales produce tan sélo ocho quintales /hectérea. A
diferencia de otros pafses, que han aumentado la produccién mejorando su
rendimiento unitario, el Peri lo ha hecho por medio de la ampliacién del
4rea cultivable. Para cl perfodo 70-85, Brasil y Colombia, por ejemplo, in-
crementaron su produccién en 152% y 73% respectivamente (E. Castafic-
da, 1984). Mantener escasa productividad limita la capitalizacién, por los
elevados costos fijos unitarios.
En 1979, la comisi6n encargada de elaborar un programa de accién in-
mediata, dirigido a incrementar, en el corto plazo, la produccién agricola cn
la region de ceja de selva sobre la base del cultivo del café (R.M. 110-79-
PM/ONA)J) plantcaba el siguiente andlisis situacional:
“Las plantacioncs, con pocas excepciones, presentan mala confor-
maci6n de plantas, como secucla de un manejo pobre de los cafe-
tos...
“Las plantas, cn la mayorfa de casos, provienen de plantas esponté-
neas, producto de la cafda de granos no cosechados... sc sigue un
manejo tradicional que caracteriza el sistema extensivo del cultivo.
"La edad de las plantacioncs, en la mayorfa de los casos, supera
los veinte afios (...), y por falta de renovacién y rehabilitaci6n vie-
nen registrando producciones decrecicntes."
EI diagnéstico, por cierto, era acertado. Las metas que se proponfan pa-
ra atender al sector establecfan una cobertura de asesoramiento tecnolégico
en el bienio 80-81 de 20%, y 27% del drea cultivable (25,500 y 35,500
hectdreas, respectivamente). Como es de suponcr, el Plan queds en el pa-
pel, por falta de decisién politica.
48Similar actitud se ha observado en cl tratamiento financicro de base. Por
una cquivocada interpretacién del Convenio Internacional del Café de
1963, el Banco Agrario suspendié los "Préstamos de implementacién del
café", lo que cquivalié a congelar los préstamos de renovaci6n y capitaliza-
cién a los ya existentes. Es asf que hasta 1979 no sc atcndié esta linea, y
en sicte afios (80-87) se ha cubicrto tinicamente el 10% del 4rea cultivada.
La tendencia se confirma, también, en la atencién de los préstamos de sos-
tenimicnto 0 campafia; el hectareaje aviado por el Banco Agrario alcanz6 su
punto mas alto en 1980 (35% del drca cultivada), y los programas cubren,
en cl mejor de los casos, el 10% de los productores, incidiendo en aquellos
que acreditan una mayor extensién o una clevada productividad.
Enrcsumen, la débil base productiva de la caficultura nacional se explica
porque:
—el productor, fundamentalmente aquél con menor tendimiento, mane-
jael cullivo en condiciones de recoleccién;
—cl capital de trabajo del que disponc el productor no le permite aplicar
planes de renovaci6n, constatdndose una presencia significativa de cafeta-
les con una antigticdad de treinta afios, lo que conlleva, necesariamente,
rendimientos decrecientes;
—la unidad familiar se encuentra fragmentada, lo que impide una ade-
cuada racionalidad en el uso de los factores productivos.
b. El financiamicnto para el acopio, 0 préstamos de comercializacion a
cargo del Banco Agrario, ha sido insuficicnte. En los tillimos afios, las can-
tidades comercializadas han sido: 1984, 780,000 quintales; 1985,
642,000; 1986, 345,000, y 1987, 121,000.
Encl mejor momento, la cobertura representé el 60% de la oferta expor-
table.
El costo financicro, cargado a los préstamos de comercializacién, ha co-
rrespondido a las m4ximas tasas previstas en moneda extranjera (hasta el
79, los préstamos sc otorgaban en moneda nacional). Las tasas cfectivas
(cn promedio) aplicadas por campafia fucron: 1980, 21.7%; 1981,
25.06%; 1982, 22.7%; 1983, 19.8% y 1984, 21.5%.
En la campafia de 1985, cuando se congelé el délar, el Banco Agrario
convirtié los saldos en moneda extranjera a moneda nacional, cargando un
interés efectivo del 40%, equivalente a prestar délares a la indicada tasa.
c. El redimensionamiento de las plantas de clasificacién de café para ob-
tener producto de exportacidn, no ha correspondido al uso racional de re-
cursos cn funcién de la produccién real y/o potencial. En 1984, el Ministe-
rio de Agricultura informaba que la capacidad instalada de clasificacién
equivalfa a 6'800,000 quintales; sin embargo, la produccién bordeaba los
1'679,000 quintales. En consecuencia, la proporcién era de cuatro a uno,
lo que quicre decir que las plantas operaban al 25% de su nivel. En 1987,
Ja capacidad de proceso se incrementé en 32% y la produccién en 19%, lo
que trajo como resultado que las plantas operasen al 22% de su nivel. A la
fecha, cl pafs cuenta con cuarentidés plantas, de las cuales treintiddés perte-
necen al sector privado y dicz al sistema coopcrativo.
49La irracionalidad y ausencia de polfticas del Estado en funcién del desa-
rrollo regional, han determinado que en algunas zonas de produccién cl
desbalance sca critico. Este es el caso, por ejemplo, del valle de La Conven-
cién y Lares (Cusco), donde en doce afios Ja produccion varié en 15%,
mientras que la capacidad de proceso lo hizo en 286%.
Este desordenado crecimiento se manifiesta con nitidez a partir del afio
81, cuando se implant la libre comercializaci6n y se neg6 el papel priorita-
tio de las cooperativas, en un intento del sector privado por desplazar a las
formas asociativas.
d. En el perfodo 68-85, el consumo interno de café (promedio anual) se
incrementé en 0.4%. En 1984, el consumo per cdpita anual representaba el
76% respecto del de 1972, limitando la realizacién del café descarte en for-
ma de tostado 0 soluble.
El Peri, respecto a los demds pafses, muestra una tendencia decreciente
en su consumo interno. A nivel mundial, en los tltimos diez afios el consu-
mo varié en 1.6% promedio anual (por cierto, debajo del crecimiento anual
de) producto, que marc6 3.5% para similar perfodo). En el mismo lapso,
Brasil y Colombia incrementaron el consumo intemo en 1.1% y 3.3% pro-
medio anual, respectivamente, por encima de la media nacional.
e. La comercializaci6n extema ha observado un comportamiento errati-
co, distinguiéndose tres etapas.
En la primera (hasta fines de 1a década del 60), 1a comercializacién esta-
ba totalmente a cargo de la empresa privada, la que, por medio del Comité
Cafetalero del Peri, representaba al pafs ante la Organizacién Internacional
del Café. A través de practicas monopélicas, este Comité imponfa precios
por debajo del costo de produccién. En 1963, cinco empresas comercializa-
ban cl 72% de las exportaciones nacionales.
En la segunda etapa, que se inicié a mediados de los 60, con la organiza-
cién de cooperativas, el Estado asumié, en exclusividad, la comercializa-
cin del café. En un principio a través de EPSA (D.L. 19832, 1972); lue-
go, en marzo de 1973, se promulg6 el "Reglamento para la exportacion de
café", y se creé el Consejo Consultivo para la Exportacién del Café (D.S.
267-73-AG), conformado por representantes de las cooperativas, producto-
res independientes y el Estado. En 1974, EPCHAP fue designada para rea-
lizar las operaciones de exportacién (R.S. 184-74-MINCOM-AJ). En
1978 ENCI asumi 1a comercializacin. No obstante los sucesivos cam-
bios en materia constitucional, el momento se caracteriza por un marco pro-
mocional a las cooperativas, las que, en 1976, exportan el 78% del grano.
Es la etapa de los primeros intentos de desarrollo de Ja caficultura, cuando,
a través de las cooperativas; se aplica un importante plan de inversién en
las zonas de produccién.
La tercera etapa se inicié con el segundo gobiemo de Accién Popular,
que en 1981 promulg6 el D.S. 161-81-AG, con el que se pone fin a la par-
ticipacién exclusiva del Estado. En 1982 se reglament6 las operaciones y
se fij6 que la cuota de exportacién fuese asignada al productor y se transfi-
riera libremente. El periodo, que no ha cambiado sustantivamente hasta la
50fecha, permitié una mayor participacién del sector privado, en desmedro
del sector cooperativo, que se enfrenta a un entorno desfavorable. Los re-
sultados del liberalismo se constatan en la participacién de las exportacio-
nes:
Exportaciones de café (qq.) por aio cafetalero (setiembre-octubre)
‘Afio Nacional Cooperativas %
1976 968,694 755,771 8
1982 ¥127,712 508,201 45
1983 1'290,306 559,397 B
1984 1'213,960 472823 39
1985 1'659,909 536,718 32
1986 1'818,599 407,205 2
Fuente: Juscamayta E. Junta Nacional de Comercializacion del Café
Elaboracién: Del autor.
Un aspecto al que es necesario referirse, porque explica también la pobre
productividad y el desbalance entre las zonas de produccién, es la forma co-
mo se dispone del excedente generado por el proceso de comercializacién
externa. Esta forma de distribucién del excedente da cuenta, a su vez, de
los conflictos internos del sector.
Constatamos, en principio, que zonas como La Merced, Satipo y Villa
Rica acreditan una media productiva superior a la de otros valles. Esto pue-
de encontrar explicacién tanto en los tempranos programas de colonizacién
como en la cercanfa a Lima como eje de las operaciones extemas; por lo
mismo, los mencionados valles han transitado por un proceso de capitaliza-
cién més acelerado, que, por volumen productivo, genera una capa de cafe-
taleros en capacidad de intervenir directamente en el mercado internacional
y de intermediar en las compras internas. En consecuencia, la experiencia
sefiala que aquel productor con mayor capacidad econémica no necesita de
Jacooperativa; porel contrario, ésta es una valla que le impide una libre ges-
ti6n en el mercado interno, habida cuenta de que las cooperativas regulan
los precios.
Asimismo, debe entenderse que en las cooperativas se maneja operacio-
nes econémicas de diversa magnitud. Tradicionalmente, Jas cooperativas
del centro cubren una alta porcién del mercado respecto a, por cjemplo, las
cooperativas de Puno 0 Cusco, de modo tal que las liquidaciones por cam-
pafia a los socios son relativamente diferentes, de acuerdo a los volimencs
de café acopiado. Ademds, es necesario tener en cuenta que las cooperati-
vas con mayor gestién pueden extender otros servicios al productor, lo que
les permite obtener puntos adicionales en el acopio.
Igualmente, el sector privado que interviene en el mercado intemo en-
cuentra en las cooperativas una contradicci6n, en tanto éstas les restan parti-
cipacién.
eeDefinitivamente, cooperativas, productores independicntes con capaci-
dad econémica y comerciantes privados, dan cuenta de una racionalidad
propia. La mayor o menor participacién en la comercializacién externa de-
termina la estructura de distribucién del excedente. Las cooperativas y una
parte de los productores independientes capitalizan los excedentes en la zo-
na de produccién. No ocurre lo mismo con las empresas del sector priva-
do, las que, ademés, dispendian recursos cn la instalacién de plantas de
proceso sin considerar la relaci6n oferta-demanda del producto.
Este marco de confrontacién es el que explica la pugna cn la definicién
de los elementos de politica —favorable, por lo demas, al sector privado a
partir de 1981—, y también el que da raz6n del atraso productivo y de la
segmentacién de la actividad cafetalera.
f. Tributariamente, el Estado ha mostrado una tendencia a aplicar im-
puestos cautivos a la exportacién. La l6gica aplicada fuc la siguiente: cuan-
do los precios internacionales eran altos, se gravaba con sobretasas; cn si-
tuacién de precios deprimidos, la respuesta no se daba en cl mismo senti-
do. La evoluci6n tributaria reciente ha sido la que a continuacién se detalla:
—perfodo 77-79: gravamen neto de 22.5%;
—perfodo 80-81: los tributos ascienden a 17.5%;
—perfodo 82-83: los cargos impositivos legan al 8%;
—a partir de 1984, el tributo ordinario se estabiliza en 5%; sin embargo,
en el afio 86 se crea una sobretasa del 20%, y, posteriormente, una de 10%
ala diferencia de precios por encima de los 140 US$ / quintal.
En conclusién, el balance hist6rico de la situacién cafctalera nacional
constata que: 1. Por ausencia de planes de asistencia técnica y de decisién
polftica de abordar los problemas de produccién, cl diagnéstico formulado
en el aio 79 se mantiene, en fo fundamental, hasta la fecha. El financia-
miento para renovar y capitalizar cafetales antiguos ha sido limitado. El re-
sultado se observa en la productividad marginal, que afecta al agriculior
por costos fijos unitarios elevados. 2. El Estado no ha manejado integral-
mente la actividad cafetalera. Normativamente, las etapas del proceso han
estado a cargo de distintos sectores institucionales. La ausencia de un mar-
co integral ha propiciado, entre otros problemas, un desorden en el dimen-
sionamiento de la capacidad del proceso, por encima de la oferta real y po-
tencial del producto, y una reducci6n relativa en el mercado interno de con-
sumo.
Los mayores csfuerzos del Estado han estado puestos en la fase de co-
mercializacién. Sin embargo, la constante observada es Ja dispersi6n nor-
mativa y los intentos por captar excedentes, vfa tributos, en buenas coyun-
turas de precios. Con excepcién de lo ocurrido en la década del 70, los be-
neficios de la comercializacién han sido aprovechados por el sector pri
do. Como contraparte, el limitado desarrollo que se observa ha sido, preci-
samente, impulsado por las cooperativas que, en cl ultimo perfodo, han per-
dido puntos en el acopio y comercializacién.V. BALANCE DE LA GESTION APRISTA.
Atres afios de gobicmo aprista, es necesario evaluar las politicas y resul-
tados logrados. Para este propésito, cl andlisis se reficre a dos campos: el
de la politica general y el de la administracién de precios relativos.
Politica general y marco institucional
En materia institucional, y ainiciativa de FENCOCAFE, el gobicrno pro-
mulgé, cn febrero ultimo, cl D.S. 022-88-PCM, por el cual unificé las fun-
ciones de produccién, proceso, industrializacién y comercializacién en el
Ambito de Ja Junta Nacional de Comercializaci6n del Café. Esta medida su-
pera, aunque parcialmente, el desorden institucional. Ademis, y por pre-
sién del movimiento cooperativo, se mantiene una adecuada representativi-
dad de este sector en cl indicado organismo normalivo.
Produccién y productividad
Salvo lincamicntos genéricos que estén contenidos cn el Plan de Media-
no Plazo del INP, constatamos la ausencia de un programa integral para la
actividad cafetalera que enfatice los aspectos de produccién y productivi-
dad. Asf, en ct periodo 85-87 cl Banco Agrario ha otorgado préstamos de
renovaci6n y/o capitalizaci6n que cubren tinicamente cl 5% del area cultiva-
da. La mayor concentraci6n de los créditos se ha dado cn zonas de mayor
desarrollo relativo (La Merced, Satipo, Villa Rica).
Si consideramos que un 80% de los productores mantiene cafetales en
un orden de productividad menor a los diez quintales por hectarea, sc infic-
re que la capacidad de endeudamiento y autogencracion de capital de traba-
jo sc encuentra fuertemente limitada. Revertir la tendencia supone Ja ejecu-
ci6n de un plan integral que comprenda crédito oportuno en condiciones.
preferenciales (los resultados de un programa de capitalizaci6n se observan
a partir del cuarto afio), asistencia técnica y abastecimiento de insumos y
fertilizantes. Sobre el particular, cl gobierno aprista no ha dado medida tras-
cendental alguna. Por cl contrario, en el bienio 85-86 promovié el cultivo
del café en la costa; por movilizaci6n de recursos y ventajas comparativas,
esto significé una clara desatenci6n de las zonas de produccién tradiciona-
Tes en ceja de selva.
Comercializacién
De febrero de 1986 a octubre de 1987, por problemas de abastecimicnto
mundial, cl régimen de cuotas qued6 suspendido. Hasta el tercer trimestre
del 86, los precios internacionales fucron expectantes, y las yentas de café
para ese mismo afio Iegaron a representar cl 11% de las exportacioncs del
pafs. No obstante el favorable entomo intemacional, cl gobicmo no reajus-
5316 adccuadamente la estrategia de comercializacién extema. Por el contra-
rio, aplicé una politica de tributos cautivos (ver mas adelante) y distorsion6
Jos precios intemos al adquirir café a valores por encima de los del merca-
do internacional (ENCI, fines de 1986 en Quillabamba).
En diciembre del 86 el pafs contaba con poco més de 500,000 quintales
de café inmovilizados, a un costo de adquisici6n doméstico superior a los
precios internacionales. Unmecanismo que posibilitaba la salida de los indi-
cados stocks era el de las ventas especiales ala URSS, en el marco del con-
venio de pago de deuda extema a precio superior en 20% al de los merca-
dos tradicionales.Con autorizacién del ICE, las exportaciones estuvieron a
cargo de brokers privados, quienes, por presién directa, incluyeron café de
las cooperativas, financiado por el Banco Agrario. Los primeros embar-
ques ocurricron en mayo y agosto de 1987, y hasta el momento no se cul-
mina la operacion,
En primer término, sicndo el café un producto de exportacién no conven-
cional, el importador sovi¢tico abonaba cerca del 52% de su valor; 1a dife-
rencia era cubierta por el Tesoro Ptiblico, el que por demora en las liquida-
ciones, generé intereses a cargo de las Cooperativas con el Banco Agrario.
Los intcreses devengados hasta el 30 de junio de 1988 ascienden a 26 millo-
nes de intis, y por cada dfa que pasa se agrega a esta suma 57 mil intis. Co-
mo es de suponer, esta deuda no es de responsabilidad de las cooperativas;
€éslas, adémas, no intermediaron en la operacién. En consecuencia, la res-
ponsabilidad queda a cargo del Tesoro Piiblico, e involucra al ministro de
Agricultura, quien en noviembre del afio pasado se comprometié a recono-
cer, por cuenta del Estado, los intereses. A ocho meses de Ja promesa, la
deuda sigue creciendo, afectando la estructura patrimonial de las cooperati-
vas.
Otro aspecto pendiente es la diferencial de precios. En los contratos de
compra-venta suscritos con el importador soviético, se pacta a 123.28 y
115 US$/quintal, respectivamente ;sin embargo, los brokers "renuncian" al
sobreprecio del 20% cuando ellos no son propietarios del café. El margen
pendiente equivale a 1'300,000 délares, cantidad que no ha sido liquidada
alas cooperativas y que se encuentra retenida por el Tesoro Publico.
Asimismo, 2,967 quintales (cuyo valor es de 331 mil délares) no han si-
do liquidados. Este lote de café se exporté al margen del programa pactado
con los soviéticos, y esté pendiente de pago desde agosto de 1987.
En suma, las ventas especiales a la URSS han resultado un buen nego-
cio para los brokers privados, quienes cobraron una comisién del 2% (con-
tra un 0.5% promedio del mercado), en desmedro de las cooperativas, que
se han visto afectadas cn su posicion de endeudamicnto y liquidez. Esto,
naturalmente, ha perjudicado a los socios productores.
Precios relativos
En los tiltimos tres afios, por manejo de precios relativos, la economia
de los productores ha sido mermada, particularmente la de quienes poseen
54una productividad marginal. El "cucllo de botella", como es de suponer,
consiste en que por inflacién doméstica y ajustes en Jas tasas de interés, los
costos de produccién y exportacién se han elevado por encima del precio
de venta que, como dato dado, se ha restringido por cl atraso cambiario y
Ja aplicacion de tributos cautivos.
En materia cambiaria, las exportaciones de café presentan el siguiente
perfil (julio 1985 = 1001. / USS):
1 2 3 4
ua 11.90 11.90 —
24.70 13.91 14.83 (6.2)
39.70 14.08 20.71 (32.0)
16.75 15.13 24.18 (7.4)
Ene.-Jul. 87 50.3 20.26 36.34 (44.2)
Ago.-Dic. 87 42.85 40.00 51.91 (22.9)
Ene.-Mar. 88 54.6 53.39 80.25 (33.4)
Abr.-Jun, 88* 38.8 83.56 111.39 (25.0)
Abr.-Jun, 88* 38.8 92.00 111.39 (17.4)
+ Bstimado inflacién junio: 8.5%.
1 Inflaci6n acumulada para el perfodo (%).
2. Tipo de cambio cafetalero.
3. Tipo de cambio indexado, considerando Ia inflacién,
4, Pérdida real.
Aun considerando el tiltimo reajuste a 100 1./US$, el atraso es del 10%,
y la diferencia con el délar libre de 45%. Esta distorsi6n privilegia el délar
informal (180 I/US$) y promueve el contrabando que, en 1987, representé
una fuga de café del orden de los 45 millones de délares que cl BCR dejé
de percibir.
Enel manejo cambiario, por cierto, el tratamiento ha sido discriminatorio
para el café, no obstante el efecto empleo y el saldo neto de divisas que este
producto genera para el pafs. Si se compara con otros productos de ex-
portacin, los resultados son extremos (al 1° de julio de 1988):
1/US$
Café 100.0
Minerfa 108.0 (10% de libre disponibilidad).
No tradicional A 126.40 (incluye Cértex de 256.4% al FOB).
No tradicional B 149,30 (textiles, mds Cértex de 17.6%).
En febrero de 1986, con precios internacionales en alza, se creé una
sobretasa del 20% a la diferencia superior a los 140 US$/quintal.
Posteriormente, en abril, se rebaj6 al 10%. Esta imposicién tributaria,
asociada a la diferencia cambiaria, determin6 la mas alta deducci6n en la
oehistoria de las exportaciones de café (referencia perfodo 77-79: 22.5%).
Como ejemplo, tomamos como base marzo del 86, a un precio de venta de
220 US$/quintal:
«+ Tributo ordinario 5%
+ Diferencia de cambio (13.9
1/US$ vs.17.4 L/ddlar libre) 19%
+ 20% sobretasa (Diferencial
80 US$) 12%
Total 312%
Otro aspecto que hay que evaluar es el financiamicnto para acopio a car-
go del Banco Agrario. Al respecto, scfialemos las observacioncs siguicn-
tes:
a. Los montos unitarios del préstamo de comercializacién corresponden
al 60% del precio externo de venta, lo que lo hace insuficiente para compen-
sar los costos de produccién. En un estudio preparado para la zona de La
Convencién y Lares (mayo de 1988) se determiné que el costo de produc-
cidn para un quintal de café correspondicnte a tecnologfa baja (ocho quinta-
les/hectarea) superaba cn 15% el valor unitario otorgado por el Banco Agra-
tio.
b. Entre fines del afio pasado y lo que va del presente, se ha constatado
que la variaci6n de los préstamos de comercializacién (US$/Kg. de matcria
prima) es el siguiente:
18.12.87 21.01.88 08.03.88 05.05.88 30.05.88 20.06.88.
Centro 1.27 1.32 1.49 fer. 139 1.26
Norte 0.81 1.10 1.22 1 1.1 0.99
Cusco, 1.03 1.34 147 1.30 130 118
El atraso respecto al mejor momento (marzo) se debe a la demora del
Banco Agrario en reajustar los precios de acuerdo a la modificacién del ti-
po de cambio. Por esta raz6n, las cooperativas pierden compctitividad fren-
te al sector privado, el que, con recursos de la banca informal, posce la li-
quidez suficiente. Un ejemplo de esto es lo observado en Ja tercera semana
de junio en Chanchamayo, donde los comerciantes abonaron 9,400 I/.
quintal, contra 6,400 que pagé el Banco Agrario a las coopcrativas.
c, Latasa de interés cobrada porel préstamo de comercializacién ha evo-
lucionado por encima de Ia variacion cambiaria. Ast, en cl perfodo diciem-
bre 87-junio 88, el délar cafetalcro se incrementé en 130%, en tanto que el
costo financicro lo hizo en 275%. La distorsién, como es cvidente, afecta
Ja rclaci6n costo/beneficio del productor.
56Vi. POLITICA CAFETALERA: LINEAMIENTOS PRELIMINARES
Abordar la temdtica cafetalera y elaborar propuestas de politica obliga,
en principio, a considerar cuatro criterios basicos sin los cuales es imposi-
ble potenciar esta importante actividad:
1. El plana aplicar debe ser integral, coherente y estable en el tiempo, lo
que implica que su formulacién y puesta en practica debe partir dela consul-
ta, concertaci6n y fiscalizacién de los principales estamentos comprendidos
en el proceso. Asimismo, dicho plan debe asentarse sobre una sélida con-
vicci6n polftica del rol que juega la actividad cafctalera en 1a economfa na-
cional y regional.
2. Ubicar la actividad cafctalera en el conjunto de 1a economfa regional
de la ceja de selva, descartando 1a idea de 1a administraci6n de comparti-
mientos estancos. E) criterio basico parte de reconocer que por dotacién de
factores y articulacién de mercado, la economf{a familiar de la ceja de selva
acredita una natural diversificacién productiva.(Como referencia, véase cl
cuadro 6.)
Cuadro 6
La Convencién y Lares: Participaci6n relativa en la unidad econémica familiar
(Analisis muestral por distritos)
Café Coca Cacao Otros
Santa Ana nA 11 14 10.1
Echarate 50.0 82 19.2 22.6
Maranura 46.7 44.2 05 8.6
Huayopata 38.6 9.0 7 50.0 (6)
Occobamba 468 15.0 64 318
Santa Teresa 526 13.0 . 34.4
Vileabamba 432 40 54 52.6
Yanatile 518 19.1 18 23
Fuente: CODEVA-NN.UU.
3. Reconocer que, en cl contexto internacional, cl Pert no pucde ser con-
siderado como un pais cafctalcro (aporta slo 1.5% a la produccién mun-
dial), En consecuencia, nuestra proyecci6n en cl mercado internacional se
encuentra limitada tanto por la existencia de un mayor componente tecnol6-
gico en pafses de tradicién cafetalera, como por el juego de interescs en el
seno del Convenio Intemacional (OIC).
4. Entender que el plan de desarrollo implica priorizar la organizaci6n de
Jos productores en la toma de decisiones y participacion de los excedentes.
baiMarco institucional
El tradicional desorden institucional y la desarticulaci6n—e incluso con-
frontaci6n— de polfticas sectoriales, ha gencrado como respuesta el propo-
ner una estructura institucional propia. La idea, por cicrio, es atractiva. Em-
pero, no contempla los siguicntes aspectos:
a. El café es importante en la cconomfa nacional en tanto otros sectores
de exportaci6n tradicional han perdido presencia relativa. Sin embargo, en
los préximos afios, cl pafs enfrentar4 una expansi6n de la oferta exportable
en aquellas Ifneas de ventajas comparativas —agroindustria, por ejem-
plo—que responden con mayor iniciativa a estimulos en los precios relati-
vos.
b. La institucionalizacién propia no subsana, per se, los problemas de la
caficultura. Alternativamente, un plan de conscnso con cl Estado que preci-
se metas, instrumentos y estabilidad en el tiempo, pucde lograr tales objeti-
vos, Adem{s, la experiencia de otros paises, independientemente del peso
del café en sus economfas, es el resultado de un proceso de consolidacién
y homogeneidad de intereses que, por cierto, no se da cn el Peri.
c. Sitomamoscomo referenciael aparato estatal, que sectorialmenteapli-
ca las politicas disefiadas, se constata que el proceso de toma de decisioncs
se enfrenta a criterios de racionalidad, oportunidad y disponibilidad de re-
cursos. La experiencia, sobre el particular, es aleccionadora. En el perfodo
77-80 se dio un decidido apoyo a las cooperativas, y cl marco institucional
era centralizado; pero Ia presién en la caja fiscal determin6 un gravamen ne-
toa la exportacion de café del 22.5%.
Lo descrito replantea el criterio segiin el cual, independientemente de
la institucionalidad propia, lo significativo es que cn los 6rganos normati-
vos —Junta Nacional de Comercializacién del Café, por ejemplo—los pro-
ductores estén adecuadamente representados, con una marcada prioridad
en la comercializacién, y que la formulacién del Plan de Desarrollo de la
Caficultura debe scrla consecucncia de un proceso de concertacién de obje-
tivos de largo aliento, decisi6n politica en su ejecucién y estabilidad de nor-
mas y variables macrocconémicas.
Funcién de las cooperativas
Siendo el café un producto de exportacién, es imposible que un agricul-
tor individual con escasa productividad intervenga cnel mercado intemacio-
nal. De ahf que el surgimiento, en la base, de Cooperativas de Servicios,
obedezca a un elemental critcrio de economfa de cscala, cubricndo de esta
forma la intermediacién financicra en la etapa de comercializacién interna.
Enun nivel mayor, con el objeto de maximizar costos, se explica la organi-
zaci6n de las centrales, que cierran el circuito con la preparacién del grano
y la comercializaci6n externa.
En la década del 70, como resultado de dar prioridad a la comercializa-
ci6n externa, las cooperativas han desarrollado un programa de inversiones
58que ha cubierto, aunque parcialmente, la desatencién hist6rica del Estado
en la ceja de sclva. En consecuencia, la funcién de descompresi6n social
ha sido posible por la decisiva participaci6n en el uso de los excedentes.
Desde 1981, las cooperativas han perdido importancia relativa enel flujo
de comercializacion. La permanencia de un entomo desfavorable determiné
un menor nivel de actividad que, en no pocos casos, ha mermado la matri-
cula social y fraccionado la estructura cooperativa.
A pesar de las dificultades internas, de las que el movimiento cooperali-
vo es consciente, entendemos que el modelo mantiene su vigenci: asin em-
bargo, es urgente impulsar un proceso de recomposicién interna ‘de fuer-
zas, reestructurando dmbitos de accién y objetivos, restableciendo la con-
fianza asociativa y mejorando la gesti6n intema.
Considcrando el potencial social que asumen, las cooperativas y centra-
les deben constituirse en soporte del plan de desarrollo. Esto implica apro-
vechar su localizaci6n y zonificacion territorial, infraestructura de servicios
yplanes de asistencia técnica ejecutados 0 en ejecucién. Sistematizarlas ex-
Ppericnciasen materia técnico-productiva, decomercializaci6n y de diversifi-
cacién productiva, es de suma importancia.
Lineamientos de politica: Criterios base del Plan de Desarrollo de la
Caficulura
Produccién
Se propone elevar los indices promedio de productividad sin alterar sus-
tantivamente la correspondencia entre oferta y demanda global. Esto permi-
te: mejorarla relacién costo-beneficio del agricultor, al reducirlos gastos fi-
jos unitarios; aprovechar Areas de cultivo excedentarias para el desarrollo
de actividades de ventajas comparativas internacionales 0 de consumo in-
temo, y mantener Ja participaci6n hist6rica en el mercado intemacional del
café, manejando un stock de reserva susceptible de ser comercializado en
programas no convencionales.
La propuesta asume, como paso previo, la zonificacién del mapa cafeta-
lero a fin de identificar los 4mbitos de produccién de acuerdo a variables ta-
Jes como: antigiiedad de los cafetales; productividad media; relacién insu-
mo-producto; disponibilidad de mano de obra; cobertura crediticia; benefi-
cio primario, cntre otras.
El Plan de Asistencia Técnica cubrirfa un perfodo de cinco afios, y lame-
ta es abarcar el 20% del rca cultivable (30,000 hectdreas, aproximadamen-
te). Los aspectos a contemplar son: asistencia tecnolégica al productor; su-
ministro de insumos y fertilizantes, y cobertura crediticia de capitalizacién.
El financiamiento del Plan de Asistencia Técnica serfa atendido por tres
fuentes : una parte del Fondo de Estabilizacién del Café; otra via la lfnea es-
pecial del Banco Agrario para capitalizacién y renovacién de cafetales, y
una tercera a través de recursos generados por la suspensi6n, durante cinco
7afios, de Jos decretos Ieyes 190 y 7540 (3% y 1% respectivamente del im-
puesto ala exportaci6n de café). Esta tiltima medida permitiria la obtencién.
de cerca de treinta millones de délares.
Proceso ¢ industrializaci6n
Dos son los aspectos puntuales del diagnéstico:
a. Existe un sobredimensionamicnto de la capacidad instalada de clasifi-
caci6n: las plantas operan a un promedio del 20% de su capacidad.
b. La industrializacién de café soluble por cl método spray-dry no se
inserta en el contexto general del proceso cafetalero.
La propuesta asume los siguientes critcrios:
a. En materia de clasificaci6n del grano, racionalizar cl uso en funcidén a
la eficiencia de las plantas y calidad del producto obtenido. Prohibir la
autorizacién de operacién de nuevas plantas, aceptando, de ser ésc el caso,
planes de renovacién y/o complementacién de lineas de proceso de acucrdo
ala antigiicdad y localizacién.
b. La industrializacién de café soluble en el Peri (dos marcas y una sola
empresa) no es importante si se la compara con cl émbito global de produc-
cién de café verde. Asf, si tomamos como referencia el afio 1979, punta cn
la produccién de soluble, se infiere que }a demanda de materia prima fue de
67,845 quintales de 55.2 Kg. 6 3.7 millones de Kg. (proporcin tres por u-
no en cl proceso industrial). Para obtener tal volumen fue necesario proce-
sar (pilar y clasificar) 600,000 quintales de café cereza aproximadamente,
lo que equivale al 30% de la produccién global. En los tltimos dos afios, la
demanda de materia prima ha descendido al 19% de la produccién total de
café. La reduccién del mercado interno se habrfa debido, entre otras razo-
nesa la comercializaci6n de la produccién de zonas francas de Brasil y Co-
lombia, que, por medio de practicas informales, han ofcrtado menores pre-
cios de venta. E} proceso industrial debe asumir como criterios basicos: 1.
la adquisicién de café descarte debe concentrarse en el mbito de 1a localiza-
ci6n industrial, de modo que cumpla el papel de complementacién en los
precios internos del productor,y 2. variar la composicin de valor agregado
importado en la generaci6n de precio y producto, lo que implica reducir el
componente importado en materia de envase y presentacién.
Comercializacion
Siendo lacomercializacién laetapa que explicala generaciénde exceden-
tes, la propuesta debe garantizar los mecanismos que permitan, cn lo funda-
mental, la apropiacién y capitalizacién de los excedentes en las zonas de
produccién. Para ello es necesario considerar Jo siguiente:
a, Enel mercado interno, reforzarla capacidad operativa de las institucio-
nes financieras del Estado que operan.cn los 4mbitos de produccién. El
Banco Agrario debe reformular los criterios en la fijacidn del precio de co-
mercializaci6n de acuerdo a zonas de produccién, rendimientos y costos.
60b. Garantizar que los precios relativos no comprometan la capitalizacién
del productor. Esto pucde ser posible si se cvaliia la importancia del café
tanto en la demanda intensiva de mano de obra como en Ja gencracién neta
de divisas.
c. Lacomercializacién externa, de acuerdo al interés social y ala impor-
tancia del desarrollo regional, debe priorizar, en la administraci6n dela cuo-
ta peruana OIC, a las cooperativas (otorgéndoles un 70%). La diferencia sc-
ria atendida por el sector privado.
d. Presenténdosc la oportunidad de comercializar parte del café de reten-
ci6n bajo cl auspicio de programas no convencionales de comercio exterior
(comercio compensado, pago de servicio de dcuda externa), se impone la
conveniencia de disefiar un plan de accién de manejo de stocks, para un pe-
rfodo no menor de cinco afios.
Laconsolidaci6n de tales operaciones permitiria dar salida a un café que,
al comercializarse en los mercados tradicionales, sufre un castigo del 40%
en los precios, pero cuyas ventas en los no convencionales se hace a un pre-
cio que equipara o supera cl de la cotizacién de la bolsa de New York.
A todolo planteado habrfa que agregar la necesidad de contar con una en-
tidad financicra propia. La ultima asamblea de FENCOCAFE (23-24 de ju-
nio de este afio) ha decidido organizar cl Banco Cafetalcro “desde abajo",
potenciando los departamentos financicros y cajas de ahorro y crédito de
Jas cooperativas y centrales.
Finalmente, mds dificil que el discfio y formulacién del Plan es definir
objetivos ¢ intereses comunes. Ojala que cl presente artfculo contribuya a
lograr tal cometido.
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