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LA CIUDAD GENERICA Rem Koolhaas. S.MfL,XL. 1.1. cEs la ciudad contemporanea como un aeropuerto cantempordneo-"todo jo mismo"? 2ES posible teorizar sobre esta convergencia?.Y si es posible, ,a qué configuracién ultima aspira? La convergehcia solo es posible al precio de despojarse de ‘a identidad. Algo que normalmente se considera una pérdida. Pero a la escala a la que ocurre, debe significar slgo.zCuales son las desvertajas de ta identidad, ¢ inversamente, cuales son las ventajas de su ausencia? 2Qué ocurtiria si esta aparentemente accidental -y usuaimente bienvenida- horogeneizacién fuera un proceso intencionado, un movimiento consciente desde la diferencia hacia la similitud? {Qué ocurriria si fuéramos testigos de un movimiento global de liberacién: "jabajo con lo caracteristica!”? zQué quedard cuando se sustraiga la identidad? JLo generico? 1.2. Se ha extendido que la identidad deriva de la sustancie fisica, de fo historico, del contexto, de lo real, no podemos imaginar que algo contemporaneo-hecho por nosotros-contribuya a ello. Pero el hecho 8 que ® expenencial crecimiento humano implica que el pasado, en algun momento, se quedard demasiado pequefio para ser habitado y compartide por '6s que lo viven. Nosotros mismos lo estamos. extenuando. Por extensién ia historia encuentra su depésito en a arquitectura, las sctuales ciras de poblacién inevitablemente explosionaran y agotardn Ja sustancia previa. La identidad concebida como esta forma de compartir e! pasado #s un concepto perdido: no solo hay -en un modelo de continua expansion demogratica- proporcionaimente cada vez menos que compartir, sino que la historia también tiene su lado ‘odioso- y cuanto més abusivo, mas insignificante- hasta él punto en que su disminuide reparto se convierte en algo insuitante. Este pensamiento se ve exacerbado por el constante incremento de masas de turistas, una avalancha que, en una perpetua busqueda de "cardcter", machaca identidades fantdsticas hasta convertirias en basura sin sentido.1.3. La identidad es como una ratonera en la que cada vez mas y mas fatones tienen que compartir el cebo original, que inspeccionade de cerca, puede ilevar vacio sigios. La identidad mientras mas fuerte, més acorralada, mas se resiste a la expansion, Ja Interpretacion, la Tenovacién o la contradiccién, La identidad se convierte en un faro fijo, predeterminado: puede cambiar su pesicién 0 ef mensaje que emite sdlo a costa de desestabilizar la navegacion. (Paris sélo puede ser mas parisins -esté de hecho en el camino de convertirse en un Hiper-Paris, una caricatura pulida. Hay excepciones: Londres -auya Unica identidad es la carencia de wna clara identidad- esta convirtidndose Perpetuamente en menos Londres, mas abierto, menos estatico.) 1.4. La identidad centraliza; insiste en una esencia. Su tragedia se produce en simples téminos geométricos. Al mismo tiempo que la esfera de influencia se expande, el area caracterizada como centro se convierte en mas y mas grande, diluyendo desesperanzadoramente la fuerza y la autotidad de su corazén; inevitablemente la distancia entre el centro y la circunferencia aumenta hasta el punto de ruptura. Desde esia perspectiva el reciente, aunque tardio, Gescubrimiento de la periferia camo una zona de vaior potencial -una suerte de condicién pre-histérica que Por fin Se valora, despertando la atencién arquitecténica- no es mas que una insistencia disfrazada en la prioritaria dependencia det centro: sin centro, no hay periferia; el interés por aquel compensa presumiblemente el vacio de ésta. Conceptualmente huértana, 1a condicion de la periferia empeora por el hecho de que su madre sigue viva, robandole protagonismo, enfatizando su repudiada descendencia. Las Ultimas sefiales emitidas por su exhausto centro impiden la lectura de la periferia como una masa critica. Ei ‘centro por definicién no séio es demasiado pequefio para desarroliar las obligaciones que tiene asignadas, ‘sino qué tampoco seguira siendo ei centro real, es un espelisio camino de su implosion; de hecho su ilusoria presencia niega su legitimidad al resto de la ciudad, (Manhattan denigra como "gente de puente y tunel" a aquellos que necesitan de un soporte infraestructural para acceder a la ciudad, y les hace pagar por ello.) La persistencia de la actual obsesién concéntrica nos convierte a todos en “gente de puente y tunel", Gludadanos de segunda clase en nuestra ¢ivilizacion, desacreditados por la estupida coincidencia de nuestro colectivo del centro.1.5. En nuestra programacién concéntrica (el autor pasé parte de su juventud en Amsterdam, el coimo de la centralidad) la insistencia en el centro como corazén que alverga todo el vaior y al sentido, fuente de todo significado, es doblemente destructiva -no s6lo porque el volumen siempre crecienite de dependencias provoca una tension intolerable, sino también porque significa que el centro ha de ser constantemente "manteniso’, es dacit, mademizado, Como “el lugar mas importante” tiene que ser pataddjicamente, al mismo tiempo lo mas antiguo y lo mas nuevo, lo mas fijoy to mas dinamica; se somete @ la mas intensa y constante adaptacion, que luego $e ve comprometida y complicada por el hecho de que debe ser una transformacion silenciose, invisible a simple vista. (La ciudad de Zurich. ha encontrado la soiuci6n mas radical y costosa al transformarse en cierta clase de arqueologia inverse bajo el centro se construyen nuevas capas de modemidad -cenifos comerciales, apafcamientos, bancos, cémaras acorazadas, |aboratorios. £1 centro ya no se expande hacia el exterior o hacia el cielo, sino hacia & propic centro de la tierra.) Desde la insercién de arterias de tréfico mas o menos discretas, circunvalaciones, ‘tGneles subterréneos, la construccién de cada vez mas tangencialidades, a la rutinaria transformacion de viviendas en oficinas, airnacenes en latts, iglesias abandonadas en nightclubs, de las bancarrotas en serie y las subsiguiantes reaperturas en recintoS comerciales cada vex més caros, a le incesante conversion de ‘espacio atil en espacio “piblico", peatonalizacién, Ia creacién de nuevos parques, implantando, conectando, exponiendo, la sistemdtica restauracién de mediocridad histérica, toda autenticidad es cruelmente eliminada. 4.8. La Ciudad Genérica es la ciudad liberada del cautiverio del centro, de la camisa de fuerza de la identidad. La Ciudad Genérica rompe con este destructiva cicio de dependencia: no es sino el refleja de las necasidades y aptitudes del presente. Es la ciudad sin historia. Es suficientemente grande para todos, Es fécil, Na necesita mantenimiento. Si se vuelve muy pequefta simplemente se expande. Si se vuelve vieja simplemente se autodestruye y renueva. Es igualmente excitante -o no- en cualquier sitio. Es “superficial” — como un estudio de Hollywood, puede producir una nueva identidad cada lunes por fa mafiana-, A SMIIEES 2.1. La Ciudad Genética ha crecido dramsticamente en {as ultimas décadas. No séle ha crecido su tamafo, sino también su numero. En fos primeros setenta estaba habitada por una media oficial de 2.5 millones de residentes (y unos 500.000 no oficiales); ahora se aproxima a los 15 millones. 2.2. eEmpez6 la Ciudad Genérica en América?

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