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Isabel Muoz

El monstruo del agua


Ilustrado por Mara Ximena Carreira

Un relmpago ilumin la ventana.


Manu se escondi dentro de las cobijas. Qu susto le daban las tormentas!
Escuch un trueno. Se tap las orejas con la almohada.
Enseguida, una lluvia torrencial sacudi su cuarto.
Manu llam a su mam.
Tengo miedo.
Dorm, Manu. Es solo lluvia dijo su mam. Corri las cortinas y se fue.
Manu espi un poquito por encima de las sbanas.
Saba que l vendra.
Le gustaba aparecer de pronto en las noches de tormenta.
De dnde saldra, si las ventanas estaban cerradas?
Lo haba visto varias veces: era azul y tena una pelusa luminosa por el cuerpo. Era
el MONSTRUO DEL AGUA!
Manu pens en esconderse debajo de la cama, dentro del ropero...
Meti la cabeza entre las frazadas y se abraz a su osito. Se lo haban regalado
cuando era un beb. Ya estaba gastado el pobre.
Los truenos y los relmpagos repiqueteaban en la ventana.
De repente, el silencio.
Manu saba que se le iba a aparecer el MONSTRUO DEL AGUA.
No se equivoc.
Desde su escondite debajo de las cobijas, escuch su risa horripilante.
Lo espi.
S, ah estaba, del tamao de un gato, azul, un poco luminoso y peludo.
Texto 2009 Isabel Muoz. Imagen 2009 Mara Ximena Carreira. Permitida la reproduccin no comercial,
para uso personal y/o nes educativos. Prohibida la reproduccin para otros nes sin consentimiento escrito de
los autores. Prohibida la venta. Publicado y distribuido en forma gratuita por Imaginaria y EducaRed:
http://www.educared.org.ar/imaginaria/biblioteca

Isabel Muoz - El monstruo del agua


Andate, MONS... MONS... MONSTRUO dijo al fin sin llorar.
Pero el monstruo no se mova. Lo miraba desafiante.
Manu se meti de nuevo debajo de las sbanas y rog que la tormenta se terminara.
Pero los truenos retumbaban y la lluvia era torrencial.
Ahora el monstruo caminaba sobre su cama.
Andate, MONS...TRR...UO tartamude muerto de miedo.
Pero el maldito segua ah, dando saltitos y rindose a carcajadas.
Manu lo espi otra vez.
Vio que con cada saltito, el monstruo desparramaba pelos azules por toda la cama.
Azules y luminosos.
Manu se protegi.
A la maana siguiente cuando se despert, el sol trataba de entrar por las rendijas de
la persiana.
Uff, por fin! exclam. Vencimos al MONSTRUO DEL AGUA!
Mir al osito mientras se frotaba el sueo de los ojos.
Y lo vio a su lado, salpicado igual que la cama, por una pelusa azul, un poco luminosa.

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