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Ingles no uv aceptacén alguna. Locke, Caske y Cudworth
ai sigueraIatenen en cuenta, sino que en todo moreno dleron
Bey apes ope le mata ene poder verdad, ane
Subordinado y derivado, 2Por qué se ha vuelto tan popular entre
‘vestroe metfiscos moderos?
nvertigacién sobre el conccimiento humane *
dimiento sigue @ otto, peto munca hemos podido obser
var un vinculo entre ellos. Parecen conjntados, pero no KY
conectados. Y como no podemos tenet idea de algo que
no haya parecido en alin momento a los sentidos ex
teros 9 al sentimiento interno, la conclsin necearia
pparece set la de que no tenemos ninguna idea de co-
rexin o poder y que estas palabras carecen totalmente
de sentido cuando son empleadas en razonamientos filo-
séficos 0 en la vida cortiente,
Pero atin queda un modo de evitar esta conclusién
yuna fonte que toda no hemos examined, Cuando
Se nos presenta un objeto o suceso cualquiera, por mu:
cha safacidad y agudeza que tengamos, nos es imposible
descubri, o incluso conjeturar sin Is ayuda de la experien
cia, el suceso que pueda resultar de él o llevar nuestra
previsién mis alld del objeto que esté inmediatamente
Bretente « nuestra memoria y sentido. Inlao, después
je un caso 0 experimento en que hayamos observado
que determinado scontecimiento sigue a otto, no tene-
mos derecho a enunciar una regla general o anticipar Jo
aque ocurtird en casos semejantes, pes se considers
tadamente una imperdonable eemeridad juzgar todo el
curso de Ia nataralza tf de un solo cas
preciso y seguro que sea. Pero cuando determi
de acontecimientos ha estado siempre, en todos los casos,
unida a otra, no tenemos ya [75] eserépulos en prede
cir el uno con la aparicin del otro y en utilizar el tinico
szonamiento que puede darnos sequtidad sobre una
‘euestién de hecho o existencia. Entonces llamamos a uno
de los objetos cause y al otto efecto. Suponemos que
hay alguna conexién entre ellos, alin poder en Ia una
por el que indefectiblemente produce el otro y acta
con Ia necesidad més fuerte, con la mayor certeza,
Parece entonces que esta’idea de conexiGn necesaria
entre sucesos surge del acaecimiento de varios casos si-
mrilares de constante conjuncin de dichos sucesos. Esta
jdea no puede ser sugerida por uno solo de estos casos
‘aaminados desde todas las posiciones y perspectivas po-
sibles. Pero en una serie de casos no hay neda distinto00 Devid Hume
de cualquiera de los casos individuales que se suponen
cexactamente iguales, salvo que, tras la repeticién de cx
got similares, le ment es conduc por habit tener
ln expectativa, al aparecer un suceso, de su acompafiante
usual, y a creer que existiré. Por tanto, este conexién
que Jentimos en Ia mente, esta transicidn de la repre:
sentaciéa (imagination) de'un objeto a su acompafante
usual, es el sentimiento o impresién a partir del cual
formamos ls idea de poder o de conexién necesaria. No
hay, mds en este cuestién. Examinese el asunto desde
cualquier perspective, Nunca encontraremos otto origen
para esa idea, Esta es la dnica diferencia entre un caso
del que jamés podremos recibir la idea de conexién y
varios casos semejantes que la sugieren, La primera vez
pean hombre wo ls comuniactn de moving pr
‘medio del impulso, por ejemplo, como en el choque de
dos bolas de billat, no pudo déclarar que un aconteci-
miento estaba conectado con el otto, sino tan s6lo con.
juntado con €l. Tras haber observado vatios casos de la
‘misma indole, los declara conexionedos. ¢Qué cambio
tha ocurtido para dar lugar a esta nueva idea de cones
Exclusivamente que shora siente que estos acontecimi
tos [76] estin conectados en su imaginacién y facilmente
puede predecir la existencia del uno por la aparicién del
otto, Por tanto, eusndo decimos que un objeto esté conec-
tado con otto, Slo queremos decir que han adquirido una
conexién en nuestro pensamicnto y originan esta inferen-
cia po I gue cada uno se converte en prucba dl oto,
conclusiin algo extraordinaria, pero que parece estat
fundada con suficente evidencia, Tampoco se debiltaré
ésta a causa de cualquier desconfianca general en el en
fendimiento o sospecha escéptca en lo que respecta a
Jas conclusiones que sean nuevas y extraordinarias. Nin
fquna conclusién puede resulasle més agradable al escep.
ticismo que la que hace descubrimientes acerca de Ia
debilidad y estrechos limites de la raxén y capacidad hu-
a qué cjemplo, més fuerte que el_ presente puede
presentarse de In debildad e ignorancia sorprendentes
Investigcién sobre el concciniento humane 101
del enendimiento? Pues si nos importa conocer per
fectameote alguna tlacisn ene cbjeon, con toda
(> gurdad cs In de easy efecto. En ela se fundamenten
{olor noerrosraznamlenoeaceen de costones de he:
tho 0 exisencia, Solo gracias sca podemen leanest
slgona seporidad sobve cbjtos alejadoy cel testimonio
fctual_ dela memoria de fos sentido La tater Ut
isd inmedirs de todas ls. cence es enemas
céimo controlar» regult aontecinienos futur, Pot
tmedo de sus cass, En todo momento, pucs, se dear
Inn nuestros pensrmienios © investigations en torno
cra rein Peo tan inp so oy ies
Ge noe formamoe. acre, de ella, que os. e2 impo.
Bible dar una definicin josta de’ causa, salvo lade
Gut es aqullo que ex sxchdo de algo exit slena.
‘bjetossimlaressizapre estén eonjuntaos con obetos
similares. De esto tenemos experiencia. De acuerdo con
|] esta experiencia, podemos, puts defini umn usa come
tov objeto seaido de ofr, cuando todos os objets
segundo. O en otras palabras, ef segundo objeto munca
ha existido sin que et primer objeto no se bubiera dado,
‘La apaticién de una causa
‘mente, por una transici
‘sto también tenemos experiencia. Podemos, por tanto, de
7 acuerdo con esta experiencia, dar otra definicién de cau-
> tilares al primero son sequidos por objetor similares al
. |
Py| sy lamarla wn objeto sequido por otro y cuya aparcion
|] siempre conduce al pensamiento a aguel otro. Aunque
ambas definiciones se apoyan en citcunstancias extrafas
1 la causa, no. podemos remediar este inconveniente ©
slcanzar otta definicién més perfecta que pueda indicar
la dimensién (circumstance) de la causa que le da co-
Pi 2exSeqgon cele No. tenemos idea siuna de ee
conexiGi, ni siquiera una nocién distinta de lo que de-
Setmos conocer cuando nos esfreamos pot epresesttia
(conception), Decimos, por ejemplo, que la vibracién de
tuna cuerda es causa de determinado ruido. Pero equé
queremos decir con esta afitmacién? Queremos decir 0
Bsa fase fue afadida en Ia edicién K.12 David Home
cue esta vibracion va seguida por este ruido y que todas
las sibraciones similares bon sido seuidas por rudos
Similars, 0 que eata sibraciGn es seguide por este rudo
4 qua, con ls aparciin defo wna, le mentee catia
log tonsdos ye Jorma inmedatamente la tdea de la
gir Poknch coir stein de tun ta
ip curlgulera de estas dos perspectives, pero mas al
devdstas no podemos tener iden de aquéls [78]
Recapitulemos ls tazonamientos de esa seein: toda
® Segin estas expliceciones y defincions, le idea de poder es
tan reliva como a de causa, y pe rtcren amas 4 un efecto 018
alot oto cect contanemente unico al primero, Cuando const
feos a detcangie ropa remind un ojo Bak
ie que se’ fia y determine el grado 0 cantidad de su efecto,
anamos au oe scusrds con toy odo ffs se,
ten queef efecto esl medic del pode. Bero tenes ies alguna
‘Sd poder tal coma es en sf misma, zpor qué ao lo mien directa
‘mente? a ducsion soe sa fceat de un mail esa elcid
Gel cuadralo de su velocidad, esta dscusién, digo, no tends que
Sects comparando sus fecion en tempos igeleso desiguses,
Sino por media y eamparsciin discts
"Gop eepecto Al empl frecwente do as palabras fuera, ener
i, poder, ete, que por todas partes surgen en la converscion
Sota al como en is Hao, eto no et prosba sguna de que
‘eros failiarzados en niga eas, con el principio de conextén
toe causa y efecto, en tna ingtinca, que podamos dat resin
fer ec acon po Fal tome monies
Se usan a esas palabras se les ba signa acepiones muy inpeec
Ss; tos ides ron muy incerts y confuses: Ningin animal poe
‘de poner coerposextethos en movimiento sin ef setimienta de un
neyo 9 de un exferzo,¥ todo animal tiene sentimiento @ impr
‘én de un golpe © choque de_un objeto externo en, movimiento,
Ese feds a mene ales 7 de as in 6
prior bo psimes scat inferenci sua, tendemos a transfer
Foes bison innimadosy'n suponet que tinen alg seinen
‘nndo comunicen 9 Tecten movimiento, Con respecto alas coer.
{ise desplegaroy sins Tes aigemos ten alguna decom.
Ficacin de movimiento, solo tenemos en coenta la experiencia de
Iicontnetn constant de sucron, 7 puesto gu Feimor una 6.
sd sal ees royecoy ct sani ste fs
bites, ya que nada es ies usual que epicr # objets externes
{is senaacionesintenas due ocsionan
‘fia nos foe afndide's Ja edicign P ue, sin embargo, en lest
cel aes pao Sc Ur cone in duno, a
te gue ala impli precedanciay contighidad en el espacio ¥en el
tiempo, ast come conjuncien constants, Un signo noe sino a le
to coreativo dela misma causa).
ovestigacion sobre el conocimiento fumano 103
idea es copia de alguna impresién o sentimiento prece:
dente, y donde no podemos encontrar impresién alguna,
ppodemos estar seguros de que no hay idea. En todos
los casos aislados de actividad (operation) de cuerpos 0
mentes no hay nada gue produzca impresién alguna ni
que, por consiguiente, pueda sugerir idea alguna de po-
der 0 conexién necesaria. Pero cuando aparecen muchos
‘casos uniformes y el mismo objeto es siempre seguido
por el mismo suceso, entonces empezamos a albergar la
nociéa de causa y conexién, Entonces sentimos un nue
vo sentimiento o impresién, a saber, una conexin hal
tual en el pensamiento o en la imaginacién entre un
objeto y su acompatiante usual. Y este sentimiento es el
otiginal de la idea que buscamos. Pues como esta idea
surge 4 partir de varios casos similares y no de un caso
aislado, ha de surgir del hecho por el gue el conjunto
de casos difiere de cada cato individual. Pero esta co-
nexién o transicién habitual de Ia imaginacién es el Gni-
co hecho (circumstance) en que difieren. En todos los
ddemds detalles son semejantes. El primer caso que vir
mos, el de movimiento comunicado por el chogue de
ddos bolas de billar —para volver a este obvio ejemplo—,
es exactamente similar a cualquier caso que en la actua-
lidad puede ocurrireenos, salvo que no podriamos ini-
cialmente inferir [79] un saceso de otro, 0 cual podemos
hacer ahora tras un curso tan largo de experiencia unifor-
me. No sé si el lector comprenderé con facilidad este
rionemiento. Temo que si multiplicara palabeas sobre
4, 0 lo expusiera desde una variedad mayor de perspec-
tivas, se baria mis oscuro e intrincado. En todo razona-
‘miento abstracto hay un punto de vista que si por for.
tuna podemos alcanzarlo nos sproximamos més 2 la
pposicin del tema que con la elocuencia y diccién més
exuberante del mundo. Hemos de intentar alcanzar este
punto de vista y guardar las flores de la retérica para
temas més adaptados « ellas (80).Seccién 8, De la libertad y de le necesidad
Parte I
Podtia esperarse fundadamente que, en las cuestiones
intensamente discutidas y debatidas desde los comien-
0s de la ciencia y de la filosofia, por lo menos el sight
ficado de todos los términos hubiera sido precisado de
comin acuerdo por los participantes en la discusién y
Que nuestas investigaciones en el curso de dos mil afos
hhubieren logrado pasar de las, palabras al tema realy
verdadero de la controversia. Pues gno parece muy sen
cillo defini con exscttud los términos empleados en el
razonamiento y hacer de estas definiciones, no del mero
sonido de las palabras, el objeto de anilisis y examen
posteriores? Pero si consideramos la cuestién mis de
cerca, tenderfamos sacar una conclusién opuesta. En
virtud tan_s6lo del siguiente hecho, 2 saber, que una
controversia se ha mantenido en pie mucho’ tiempo y
atin queda por dirimie, podemos suponer alguns ambi-
tiedad en la expresin y el que fos interlocutores estén
asignando ideas distintas a los términos ulizados en la
104
Tavestigncion sobre ef conoeimlento humana 105
controversia. Pues como se supone que las facultades
de Ja mente son naturalmente iguales en toda individuo
de lo contrario nada serfa mis estéril que razonar 0
discutir puntos—, sera imposible, si los hombres asig-
nan las mismas ideas a sus términos, que pudieran tanto
tiempo mantener opiniones distintas con respecto al mis.
mo asunto, especialmente desde el momento en que co-
‘munican sus puntos de vista y cada bando busca por
todas partes [81] argumentos que le puedan dat la victo-
fia sobre sus antagonistas. Es verdad que si los hombres
intentan discutir sobre cuestiones que estén totalmente
allende el aleance de Ia eapacidad humana, como las con-
‘cerientes al crigen de los mundos 0 In organizecin de
un sistema intelectual o de una regién de espiritus, pue-
den durante largo tiempo azotar el aire con sur’ exté-
riles contiendas y no llegar jamés a una conclusiéa defi-
nitiva, Pero sila cuestin afecta a cualquier tema de
la vide y experiencias comunes, no pensaria que nada
pudiera mantener por tanto tiempo la disputa sin decidiz,
excepto algunas expresiones ambiguas que siguen distan-
ciando a los antagonists y les impiden la lucha a cuerpo.
Este ha sido el caso de la muy discutida cuestién s0-
bre la libertad y necesidad y en grado tan notable, aue,
si no estoy muy equivoctdo, encontraremos que toda la
hhumanidad, culta e ignorente, siempre ha sido de 1a mi
‘ma opinién en esta cyestién y que unas pocas defini
nes inteligibles inmediatamente hubieran puesto fin a la
controversia entera, Reconozco que esta disputa ha sido
tan tratada por todos y ha levado a los fildsofos a un
Taberinto tal de oscura sofisterfa, que no seria extrafo
que un lector sensato satisfaga st necesidad de trangui-
lidad hasta el punto de hacer ofdos sordos a la propuesta
dde tratar esta cuestién, de la que no puede esperar ni
fensefianza nj entretenimiento. Pero el planteamiento del
srgumento que agui se propone puede quiaé servir para
renovar su atencién; como tiene mayor novedad, pro-
mete, por lo menos, alguna solucidn de la controversia
y no turbard su paz con razonamientos intrincados w106
vid Hume
pero dejar claro, por tanto, que todos los hombres
han estado de acuerdo en la docirina de la berted y de
ince spn ile enn ecole sue
teigne 1 estoe tertines, Enpesaremee por eum Ie
bcitinn de ln necesidad (821.
Se sepa nivalente qe ly materi en tds st
operaciones, es movida por tna fuerea neceatin © que
todo efecto. natura ext tan precsamente determinado
por la energia de au caus, que ningin oir efecto en cots
Sreunstapcis concrets podria resltar de ella Bl grado
¥ dieecida de todo movimiento von Bjedon por lat eyes
de Ia naturalezs con tal precsign que tan filles que
Suria un ser viviente dl choque de dos cuerpos como
{qr onutra un movimiento de otto grado o diecién, S
Execs, por tant, fmcernoe ton iden corecs pre
isa de I noveida, hemos de considera de dnd tar
fr cain don cuando [x aplicnnoe « In operand los
everpos.
Parece evidente que si todas las escenas de la nar
tuleza fuesan contimamente cambindss, de formu que
ninguna partja de acontecimientos se paecera, sino que
todo objeto fuera totalmente nuevo, sn semejana ap.
na con lo previamente visto, nuncs en este cto habia
fos alcanzado nf ams minima idea de ln neesdad
© coneritn ente ests cbjetos. En tl caso alo pod
toe decir que un objeto 0 scontecimlento ba sido 4
‘tte, no que uno fue producido por el otf, Le huma:
hdd rnecesarimente desconoceia Ia relaiSn
rencia o el razonamiento acerca de las operaciones de la
nturaleza, y la memoria y los sentidas quedarfan como
los inicos conductos por los que el conocimiento de
‘cualquier existencia real tendria acceso a nuestra mente,
jPor tanto, nuestra idea de necesidad y causacién pro-
viene exclusivamente de la uniformidad que puede obser
J varse “en las operaciones de la naturaleza, en las que
constantemente estin unidos objetos similares, y la men:
| te es levada por costumbre a inferir uno de ellos de la
4 aparicién del otro. Sélo estas dos ciscunstancias consti-
ovestigcién sobre el conocimiento umano 107
tuyen Ia necesidad que adsribimos a la matsia, Més
alld de la coniuncidn constante de objetos similares 9 la
Consecuente inference del uno a parr del oto, no te
femos nocién alguna de necesidad'o conexiéa [83],
Si reultra gue Ia humanided enter sempre ha adm
tido, sin duda'o vecicién alguna, que esas dos cr
constancias se dan en las aceiones yoluntarias de los hom-
tres y en ls operaciones de ln mente, se sigue neces
Flamente que la humanidad ha estado siempre de neue
oven fo que respecta a a dostina de In necesidad, y
fue fasta shore oe hombres han dieutido por no bi
Bers enteadido unos con otros
Gon respec Ta primera crcunstanca, a saber, la
conjuncén constante J unlforme de acontetimienon re
files, podemos contentarnos con ls siguientes cons
eraciones, Es universalmente admitido, que, bay, na
fran uolformidad en lag aclones de los hombres de to
dae Tas nacones yedades, y que la nautaleza homana
petmanece la misma en lo que respecta ass prinipios
Y operaciones. Los misinos inotivos han producdo sie
pre las mismas aciones; los mismos acontecmientos se
Siguen de as tsmas cass. La anblci, la vere,
tlmor propio, la vanided, I amistad, ln generosidad, ef
tspltitu eivico’ estes pusones, mescladas en aferentes
‘ombinacionesy repartidas por la sociedad, han sido des
4e el principio del mundo, ysiguensiendo, la fuente de
toda scidn y empress que haya podido obvervatse en
Js homanidad, ¢Se desean conocer los stntimientos, las
inclinaciones y el modo de vide de los griepos y de los
romanos? Estédiese bien el temperamento.y las cco
ter do frets des nls No puede oad
ry descaminado al proyeciat sobre lo primeros la me
Jona dee eervacones tealizadas a proporito de oe
ditimos. Hasta tal panto la humanidad cs la misma en
todo momento y har que, en ste sentido, la Hstosia
10 nos da a conocer nada rucvo 0 cata, Sa priacipa
Sida’ es an slo deeubrr os pringipios universes
y constants de la naturaleen humana, af mostrarmos al
hombre en todn suerte de situclones cincnstanis,108 David Hume
suministrarnos los materiales con los que podemos hacer
ruestras observaciones y familiarizarnos con las fuentes
Usuales de la accién y del comportamiento humanos. Es.
tas erénicas de guetras, intrigas, facciones y revoluciones
son otras tanta coleciones de experiencias (experiments),
so politi ol filefo moral (4) flan ls
ptincipios de su ciencia, dela misma manera que el
«soo nara se fmirica con la Sates de
plantas, minerales y otros objetos externos, por los expe-
rimentos que hace de ellos. La tierra, el mer y los otros
elementos estudiados por Aristételes ¢ Hipdcrates no son
mis semejantes 1 los que, en la actualided, estén bajo
auestra observacidn, que los hombres descritos por Pol
bio y Técito lo son a quienes shori gobiernan el mundo.
Si un viajero, al volver de un pals lejano, nos trajers
informacién de’ hombres totalmente distintos de cual
quiere de los que hemos tratado, hombres que catecen
totalmente de avaticia, ambiciGn, deseo de venganza, que
‘no conocen mis placer que la amistad, Ia generosidad y
cl espirtu civico, inmediatamente reconoceriamos la fal
sedad de sus afirmaciones a partir de estos hechos
demostrariamos. que era un mentiroso, con la. misma
seguridad que si hubiera lenado st relato de centauros