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| ulyay IM. Diakonoff Journal of Ecanantie and Social History of the Orient, Vol. 18, ante 2, 1975, La comunidad rural en ¢] Cercano Oriente Antiguo” (Traducciéa Prof. Dr. B. Gandulla) Cuando ta sociedad pasa de un estadio socio-ceonémico del desarrollo de la humianidad histéricamente condicionado ~ esto que lamamos formacién ‘econémico-social- al préximo estedio de desarrollo (0 formacién), conser- vva, en cierta medida la heredada estructura de clase (0 de pre-clase) que fue caracteristica ce la formagién precedente, aunque de manera modificada. ‘Cuando una sociedad pasa de la antigledad al estadio medieval no esi di- vidida en ciuse feudal y servil; en realidad, ain incluyc habitualmente gru- pos de esci:-0s y esclavistes, En los casos en que las antiguas sociedades de clase fueron conquistadas por tribus pertenecientes @ un nivel pre~ clasista (ardio (pre-estatal), all, incluso en el intevior de ia sociedad mediie- ‘val continué existiendo una masa de miembros libres de Ia comunidad. (p. gj. los miembros de una marca). En el mismo sentido en que la sociedad medieval hered6 ciertos rasgos de la estructura de la antigua sociedad, la antigua sociedad también habia heredado cicrtas estructura més antiguas de la sociedad que le precedié. Emergiendo de la sociedad pre-urbana primitiva, pre-clasistas, la sociedad antigua no habria estado solamente dividida en esclavistas y esclaves; la parte numéricamente dominante de la poblacién no dejaria de estar com- puesta por lo cue habia sido heredado de la masa de poblacién de la socie- dad pre-clasista. Esta masa podria haber estado compuesta por grupos més ‘© menos comiglejos (~tunque no por clases en el sentido estricto de la pala- bra), 0 podria haber sido mas o menos homogénea, pero no hay duda que fue una masa de gente personalmente fibre, al menos en Io que a los jefes que nos permitira dar mievos estimulos a partir de este congreso. Volviendo sobre mi propia posiciéa querria destacar una vez més fa hipéte- sis de que la antigua comunidad rural, en el Occidente como en el Oriente, deberia ser considerada como un mecanismo ce autodefensa y cooperaci de fos libres y mas especialmente de la poblacion rural jibre que se halla fuera del sector estatal. Deberin dedicarse estudios individuales @ estos problemas, donde existieron tales comunidades rurales y donde no iss hhubo; cuél fue ia interrelacion de las diferentes formas de organizaciones comunales, y cémo fue la relacién de todas eilas con los antiguos imperios, cic. Estos estudios tambien deberdn establecer las diferencias en el desarre- ilo entre varios tipos histéricos de sociedades antiguas. siendo estos tipos no sélo en mimero de dos, por supuesto, (V. gt. BI Occidente y et Oriente sino préximos a una docena. Este prefacio general estuvo dirigido a expresar un cierto punto de vista respecto de los principales problemas de les orgenizaciones comunales x ‘el Mundo Antiguo como un todo, porque no creo en una yuxtaposicion bis- toriea de Oriente y Occidente, Pero siento que todo Jo que dije hasta ahora puede ser especificamente aplicade también a las comunidades rurales del Cercano Oriente que son el tema inmediato de la sesién co hoy. No deseo anticipar la discusién, dejenmé decir unas pocas palabras, muy brevemente. Los iltimo estudios de R. McC. Adams y sus diseipulos han mostrado que tas comunidades de aldea en la Baja Mesopotamia periédicamente desapa- reeian y reaparesian dependiendo de las condiciones politions, y ms espe- ialmente de las militares. Las comunidades de aldea tendieron a desapare- Ger durante el periodo en que ef ro! dominante pertenecid a las ciudades- Sstado 0, coma las he denominado, comunidades de “aomo". Comenzando con la Dl Dinaslia de Ur y posteriormente aparecieron nuevos asentamnicn- tos turales y con ellos, como puede demostrarse, también aparecieron las Srgnnizacioues comumales rurales, La diferencia entre comunidad de “civ- Gao” y “rural” en Mesopotamia fue principaimente el lugar de la jerarquia comunal. 5 Desafortunadamente ef 90% de los documentos de que disponemos provie- re de las economies del templo y del Estado que se hablan separado del Sector comunal en fecha muy temprang, «0, en ef mejor de Tos casos, los documentos provienen de archivos de personas {ntimamente conectades or el templo y el palacio, No obstante este hecho, se puede ver como pro- tbado que 2 un lado y al otro de las tierras del templo y del palacio siempre existieron en el Asia Occidental Antigua tierras que no eran propiedad ni del palacio ni del templo. Esto puede ser observado de manera especial- mente elara mediante el ejemplo de la compra de tierras por el rey Menistu- aus. XXII a, C). Esta compra parece haber sido compulsiva ya que el pre- cio fue virtaalmente sominal pero esto to cambia la esencie de Ia cuestiOn, Vat. Une tarsferencia de derechos de propiedad de los miembros de la comunidad sl rey. Los datos contenidos en et Obelisco de Manistusu mues- tran que la tierra era ditectamente poseida por familias separadas (no es relevante twato si fueron individuales o extensas, porque cada familia ex tensa se diviuiria, en la tercera o cuarta generaci6n, en familias individuales que posteriormente se volverian de nuevo extensas. De tal manera, una fa- mnilia individual no fate més que una forma temporaria de ia existencia de tuna familie extensa). Estas families, por tanto, poseyeron la tiera, pero fue ton parte de g-undes grupos de parentesco de varios estamentas y la engje~ acién de Is tierra sélo fue posible si participaban representantes de estos igrandes grupos, Tales representantes fueron, entre tras cosas, ‘estigos de Ta enajenacidn de a tierra, ya que de acuerdo a Ja ley Mesopotimica la pat- ticipacidn de wna persona én un contrato como testigo denotaba su consen~ timiento al naismo. Los mismos representantes también estavieron habilite- dos a realizer un pago més o menos nominal, Si ia extensién de tierra a¢- quirida por cl vey era especialmente grande era necesaria la patticipacién de la asamblea popular de toda fa comunidad territorial. La jerarquia de las organizaciones comunales es especialmente clara en este caso, pero hay un cierto nlimero de otros documentos anilogos. Bs interesante destacar que ia totalidad de los diferentes “estamentos" de estas organizaciones comunales, comenzando con Ia #milia individual y hrasta los linajes ramificados son designados por un término idéntico, a sie ber ‘casa’, Sélo para las comunidades teritoriales, p. ej. la aldea y la cfu ad, era usado otro término, pero también comin a antbas. Hay evidencia que la propiedad coléctiva de Ia tierra continué existiendo al ‘menos hasta el periodo Paleobabilénico. En Ja sociedad Hurrita observamos un fenémeno curiosa, a saber, que wa estructura de parentesco podia tener tanto su propia “torre” (ciudadela) y su propio ‘pueblo’ (o ‘aldea") de tal forma toda Ja comunidad! territorial podia estar constituida por parientes. Al mismo tiempo sucede tembién que una comunidad territorial (una ‘aldea’ 0 *pueblo’) puede estar constituida por varias ‘casas’ o ‘torres’ de tamafo diferente como el miamezo de componen- tes de familias individuales o pueden ser organizaciones de parentesco abarcando varias ‘aldeas. Esta es la razén por la que yo pienso que seria mids correcto hablar de una estriwctura comunal como un toco, porque alt= nas veces ¢s dificil establecer cudl orgenizacién en la eszala jerdrquica es la principal, ‘Tenemos pocos datos del fin del II milenio a. C., mientras que en el { mile- nio a. C. el cuadro cambia completamente. La masa de los tertitorios n ies ahora ha llegado a ser tierra real, principalmente a través de le conquis- ta, Ahora existen aqui organizaciones comunales en cl interior de Ins reset- -vas de tierras regias, pero éstas parecen haber sido estalecidas principel- mente por el propio poder real con objetivos de tributncidn, imponiendo «I trabajo compulsivo y contingentes militares, etc. Sin embargo un organizacién salvaguardando los intorescs de los hombres libres continué existiendo pero ahore solo bajo In forma de una comunidad de ciudad, tempio 0 ciudad-y-templo. Esta forma de comunidad, como sido demostrado por los estudios de Mr. G. Kh. Sarkisian, Miss A. G. Peri- Khanian y otros, es una organizacién fincionalmente equivalente a la po- eis Helenistica, Bsta altima fue, como sus formas ideolsgicas, importada de Grecia, pero en sus funciones econémicas y politicas continué las for- ras ya existentes en el Cercano Oriente en le primer mitad del I milenio CI

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