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1 EL SIGLO DE LAS LUCES Por 1740, después de doscientos afios de ser parte de- pendiente del imperio espaftol, la Nueva Espaita (o México como se le llama ahora) entré en una era de cambios conoci- da con los nombres de Mustracion y Siglo de las Luces. En es- te siglo, que va del reinado de Femando V1 (1746-1759) y el virreinato de Francisco de Gilemes, conde de Revillagigedo (4746-1755) al reinado de Carlos IV (1788-1808) y al virreina- to de José de Tturrigaray (1803-1808), la Nueva Espafia am- plia su tertitorio y su poblaci6n, se enriquece, cambia de sis- tema politico, procrea un nuevo grupo social, se ilustra, se da cuenta de sf misma y se prepara para hacer vida aparte e independiente de la nacién espatola Los mexicanos del siglo xvm quisieron emular a los es- paftoles del xv en las empresas de conquista. En 1721 so- meten a los indios de Nayarit y afirman para la Nueva ES- paiia e] dominio de la vastisima provincia de Texas. Poco después, don José de Escandon conquista a Nuevo Santan- der o Tamaulipas. En fin, para no dejarse ganar de los ru- sos que venfan hacia el sur desde Alaska, y de los ingleses que se expandian a partir de sus colonias del noreste nor- teameticano, se organizan expediciones de reconocimiento y estudio a las zonas costeras del Pacifico none y se pro- mueven las misiones jesuiticas y franciscanas en la larga re- gi6n de las Californias. Aunque no fueron tan lucidas y es- pectaculares como las empresas conquistadoras del siglo 2, ia dificiles conquistas del xvm duplicaron, el territorio de la Nueva Espajia e hicieron de ella un pais de més de, cuatro millones de kilémetros cuadrados, el mas grande de’ la América Hispanica, y el segundo de todas las Américas, ‘s6lo menor que el Brasil. Aunque en et Sigho de iss Luces no desapareci6 el azote de las pestes, pues las hubo muy mortiferas, como la que en 1735-1737 caus6 un millon de muertos, se pas6 en aquella 7 8 HISTORIA MINIMA DE MEXICO cenwuia de-un par a media docena de millones £& abi te apenas se debe El que se haya triplicado la gent 8 7 ie tion territorial de Ia colonia, pues contsbuyé més one Prencia mayor de espanoles Y el crecimiento nail Dede principios del siglo xvi Se ee peer aa 10s importantes es Ya ne a ay aawemadura, como en los sais rey 0S We del none espafel, de las provinlas Vascongadas, Asi y cal, 12s nuevos eos, que hiiron tate Pa 5 VASCOS, va del silo wy, descenian de adres vaseos, mone ‘ya un millon, cos, Hacia 1800 los criollos sumal ‘ osaee por ciento del total ST ae 7 oe los itad vivia en ciudades. A los criollos : ee Tans de Mexico, que sobrepas6 la cif de cien ml ore” dores; de Puebla, que lleg6 a los oa : Saat tue alcanzé los cincventa mil; de Guadalajara, P20 Gaxaca y Valladolid que subieron a veinte cada 08 “tn sesenta por ciento de la poblacién siguio siendo dia, y cosa de un veinte por ciento, mestiza. El gran sa a oe Haaje habia sido el xm, Con todo, 10s mestizos de! Sif et a se dejaron alcanzat por los criollos, ¥ COmO SS” eee eaban el abrigo de las ciudades. Los negros ¥ mal oe anruvieron ss prestigio de minoria ignominiosa alo} aoe aenras calientes y en los reales de mings: | La Nueva Espafa crece y prospers fn as sig lo a acion | El territorio se duplica, la pol e yet tues fea produccién economica oe sepia 1a mine iejar de ser esclavizante € int Mana, 0 09 pesos en 1670, a 13 700 000 en 1750 y 2 27 errroncs en 1804. A fines de quel silo, lt produccion 3° ufera mexicana iguald Ta del resto del! mundo, ¥4 Tt Sustria tuvo un desarrollo signe de neo ars es de la capital, de Puebla, Guadalajara, sey Valladolid, se activaron muchisimo, Tambien se hicieron notar por su crecimiento y mejoria Ia MIL HL, PERIODO PORMATIVO FACuLrae De cence hierros forjados de Puebla, Guadalajara y Oaxaca’9+3éRa Y sociat relativa novedad, los aguardientes y los tabacos labrados. Una idea del avance de! comercio exterior lo da el hecho siguiente: en Ia cuarta década del siglo desembarcaron en Veracruz 222 navios; en ta ditima década, alrededor de 1 500. La libertad de comercio, que comenz6 a implantarse en 1765, impuls6 al comercio exterior, todo © casi todo en manos de espafioles o gachupines. A la agricultura indige- ra, la agricultura del maiz y el maguey de las comunidades, no Ilegan las luces del siglo; ni aumenta ni se mejora. La aggsicultura criolla, la del trigo, la cata de azticar y el tabaco de las haciendas, avanza cautelosamente; acepta nuevos cultivos, como el café, y en pequefias dosis, nuevas técni- cas de labranza. Tampoco seri la ganaderfa, ni mayor ni mejor tratada ahora que antes, la causa de la opulencia al- canzada por México en las postrimerias de ld colonia, opu- lencia que se ve en las dltimas grandes construcciones ba- rrocas y en las primeras neoclasicas, y sobre todo, én el aumento de las rentas reales, que ascienden de cinco millo- nes y medio en 1763 a veinte millones en 1792, Para 1800, México se habia convertido en uno de los paises mds ticos “ef orbe, en un pais de “mucha tiqueza y maxima pobreza”. Los reyes de Espafta, especialmente Carlos iT, que go- berné desde 1759 hasta 1788, y los virreyes de la Nueva Espafia, sobre todo los marqueses de Cruillas y Croix, que gobernaron sucesivamente desde 1760 hasta 1771, Bucare- li, vitrey de la década de los setenta, Galvez, en el decenio de los ochenta, y el segundo conde de Revillagigedo desde 1789 hasta 1794, atribufan el progreso de la colonia a la ac- ci6n del despotismo ilustrado, sistema que consistié en una docena de pricticas politico-administrativas. Fl 6sgano cen- tral del gobierno metropolitano para las posesiones de América deja de ser el pachorrudo Consejo de Indias, y co- mienza a serlo la dinémica Secretaria del Despacho de In- dias.) Al gobierno de la Nueva Espafia, aparte de ponerle 80 HISTORIA MINIMA DE MEXICO vireyes activas y enérgicos, se le afiade la Intendencia, un Srgano regional de mando y promocin. Desde 1786 se di- vide.el pais en Intendencias, base.de fa futura division en estados. Al frente de cada una se puso un intendente con Jas obligaciones bisicas de levantar mapas topograficos de su provincia, hacer estudios econémicos regionales, distri- buir entre el piblico informaci6n cientifica y técnica, cons- truir caminos y diversas obras de infraestructura, embelle- cer las ciudades y castigar a ociosos y malentretenidos. Conforme a la nueva politica, en el ultimo tercio del si- glo xem se hace el primer censo de la poblacién mexicana; se escriben memorias e informes econémicos de todo or- den, se dibujan mapas; se otorgan ayudas y becas a investi- gadores y estudiantes; se suministra y difunde informacion para combatir padecimientos y rehacer la vida econémica; se aporta capital y técnica 3 Ja mineria; se funda el real Se- minario de Mineria; se importan mineros de Alemania; se construyen la fabrica de explosivos de Santa Fe, la Escuela de Hilados de Tixtla, el Jardin Bot&nico de México, la Escue- Ja de Bellas Artes y otras instituciones cientificas, educativas y revolucionarias. En otro orden, si no se logré acabar con la mugre, si se consiguié diminuir el habito de! “agua va", que era la voz te- rmible que servia para anunciar el lanzamiento de orines y ex- crementos a la calle. La ciudad de México, una ciudad que pasa entonces de los cien mil vecinos, cambia su fisonomia y costumbres; se lena de casas palaciegas; permite el trdnsito de coches, y obtiene por vez primera iluminacién nocturna. Los habitos de los de arriba se afrancesan. En el séquito de os gobernantes espafioles, vienen cocineros, peluqueros sastres franceses. Por influencia francesa se ponen de moda Jos saraos y las fiestas campestres, el cortejo y ia marciali- dad. Para no ir la zaga de Pars, se instalan en México billares, fondas, casas de trucos, botillesias y cafés. A les mujeres de la alta sociedad, antes tan austeras e introvertidas, encerradas en MIL EL. PERIODO FORMATIVO, 81 : c n ritorial, la prosperidad eco- Romica, el reajuste politico administraivo y Jas mcrae eae Tinae os, los demas empeoraron o se quedaton come oe rade Ge BOF vida las haciendasy comunas, me} obrajes, esclaviza fos, sin pizca de ifberta, sin fortuna y an ene BE 8 vis 208, Alsiandro de Humbolc, joven sabio alemén de Trmge, Metco, enconts al pais que vstaba grande y ace {impeon mundial en la produccion de oro y plas Pero con Humivorta de sus vecinos miserables @ incultos Gerson Hol we va ae a ma Posesion espafola en Améri- a vientas: “México es el pais de Sigualdad, existe una desi ual sys aa Cin dea agains, stud wemenda en la ison. fase aes de Humboldt, menos decorativo y el sabio alemn, el obispo de Valladon er lid, Wig £2 México s6lo habia dos grupos. “Los que nade tees HaG5 jie lo tienen todo.” Eran del primero cinco millones Ek ils, mestizos y muiatos y cerca de un millon de bine fee ie an al segundo 8fupo, al grupo poderoso y rie , s veinte mil espafoles tn el puerto de Veracruz en 1812,poseedor de un “TACO Sio de acero"| inclinado al estudio de la historia y la econo- mia, autor dé varias obras, presidente de la Compafiia Lan- asteriana y ministro de Fomento,{Y el general don Ignacio Gomonfort, de la misma edad que Lerdo, pero; al contrario die este, dado a la moderaci6n y 3 ia componendas, sin aso- jacobinismo y fandtico jonradez.} Te a de Jos conservadores, os liberales negaban la adicion hispéniea, indigena y cat6lica; crefan en la exiencia de un indomable antagonismo entre los antecedentes RISA os'de México y su engrandecimiento futuro y en la neces Se Conduct la patria por las vias del todo nuevas de 1a I benades de trabajo, comercio, educaci6n y letras, tolerancia Ge cultos, supeditacion de la Iglesia al Estado, democrats £ presentativa, independencia de los poderes, federalismo, de- « Bititamiento de las fuerzas armadas, colonizacion con extrany jeros de las tiers virgenes, Pequeia propiedad, cullt® Gt Gencia, difusion de la escuela y padrinazgo de Estados dios del Norte\ Segdn uno de sus idedlogos, él vecino none, “no solo en sus instituciones, sino en sus priicticas cies’, beria ser el guia de Jos destinos de México, Todos los uberats ‘coineidian en las metas, que no en los métodos nes querian Sf de prisa”, querian implantar las aspiraciones del Sberalisme fa toda costa y en el menor tiempo posible; otros querian Gespacio”, querian imponer los mismos ideales al meno coe sin prisas. Aquéllos fueron llamtados “puros” 0 “r0)0%" YU yo "moderados”, ¥ mientras puros y moderados dispuraban tenure si, los conservadores se hicieron del poder! . “José Maria Blancaste, ua robusto tapatio fabeican\t ie sombreros, se divertia en la casa de la Tuerta Ruperta cuan” BL, EL PERIODO FORMATIVO qt do cometié el delito de asesinar a un policia y se hizo suce- sivamente pr6fugo de ia justicia, responsable de la caida de un gobernador jalisciense y lanzador de wes planes revo cionarios. El dltimo, el Plan del Hospicio,-pedia tres cosas: “destitucion del presidente. Arista, Constitucién Federal _y lamamiento de Santa Anna”, y con tales peticiones se gana la adhesién de numerosos rebeldes locales, las altas jerar- quias eclesiésticas, los propietarios y el jefe del partido con- servador, Alaman, en esos dias may comentado a causa de haber salido a la luz piiblica el Gltimo tomo de su Historta de Uéxico, donde sostenia la tesis de que Antonio Lopez de Santa Anna, indefendible como soldado, tenia “energia y valor para gobernar” y podia fundar un régimen duradero y duro. “La gente de orden, de conciencia y seriedad” llama del destierro a Santa Anna, quien el primero de abril de 1853 llega al puerto de Veracruz y el 20 es recibide en Li ca pital con balcones adomados, repique campanero, poemas y mumerosas manifestaciones de jObilo. Al otro dia forma un gabinete presidido por don Lucas Alamén. El 22, Alamfn suprime con la mano derecha las legistaturas provinciales y funda con la mano izquierda una flamante Secretaria de Fo- mento, Colonizaci6n, industfia y Comercio: El 25, la “ley La- res” prohibe la impresi6n de “escritos subversivos, sedicio- 0s, inmorales, injuriosos y calumniosos” y los liberales empiezan a sex victimas de destituciones, destiertos y cAr- cel. El 2 de junio muere Alain, cuando se ponia de moda aquella canci6n de la Tierra Caliente: Ay, capire de si wida ccuindo reverdeceris? Ya se fue quien te regaba agora te secarés. + Muerto Alam4n, Santa Anna se resec6. Tras una confe- reneia can el esclavists Gadsden, enviado por 5u gobierno 112 HISTORIA MINIMA DE MEXICO para adquirir territorios en Ja zona norte, vendi6 La Mesilla. Pero esa no fue la peor de sus locuras: se autonombr6 Alte- za Serenisima; impuso contribuciones a coches, caballos, perros y ventanas; propicid banquetes con principes impor- tados, bailes de gran gala, comitivas y ceremonias de felici- tacion y vastas orgias, En medio de tanto escéndalo es natu- ral que se popularizara aquella adivinanza que dice: Es Santa, sin ser mujer, Es rey, sin cetro real, Es hombre, mas no cabal, y sulkén al parecer. Enloquecido, el presidente cojo no tenfa por qué darse cuenta de las borrascas interiores y exteriores que se levan- taban en su contra. Un aventurero francés, el conde Raous- set de Boulbon, invadi6 Sonora con el propésito de con- vertirla en el paraiso perdido. Parece que el pirata Walker no esperaba menos cuando se meti6 en Baja California. Las depredaciones de apaches y comanches se recradecieron. Una nueva epidemia de peste bub6nica se esparcié Por to- do el pais. Muchos jefes locales, descontentos con ciertas medidas centralizadoras, se dieron a fraguar conspiracio- nes, El caudillo se ensordecia cada vez més, rodeado por un ejército que lleg6 a tener noventa mil hombres, adulado por una nube de achichincles, metido en peleas de gallos y solemnidades. El gobierno personal de Santa Anna desprestigia ante la copinién piblica los principios y los hombres del partido con- servador y le da fuerza al programa y al equipo del partido beral, que esperaba en Nueva Orleans y en Brownsville cl ‘momento propicio de volver a la patria asantanada y a punto de asatanarse. La ocasiOn se presenta a principios de 1854. Se encontraba el presidente cojo en un gran baile cuan- do recibi6 la noticia de que el coronel Florencio Villarreal Ml, EL PERIODO FORMATIVO 13 habia lanzado en el villorrio de Ayutla, el primero de marzo de_1854, un plan que exigia el derrocamiento del dictador y Ja convocatoria 4 un congreso constituyente, ‘Al frente de la real ‘del plan se puso don Juan Alvarez, cacique viejo Y prestigiado “de los breftales'del sur". El coronel Ignacio Comonfort secund6 y reformé el plan en Acapulco. Al texto Primitivo le agregé un parrafo que demostraba la presencia en él movimiento rebelde no sélo del grupo lento, sino tam- bién de los puros. E] presidente salié a combats a los rebel- des con un ejército de cinco mil hombres, Derrotado, Santa Anria dej6 furtivamente el pais en agosto de 1855, Una junta de ingurrectos nombr6 presidente interino al general Alva- rez Gjliien- geberné algunos meses con un gabinete fo'mado por cinco “puros”: el fil6sofo y cientifico Melchor Ocampo, el reformador Ponciano Amiaga, el poeta Guillermo Prieto, el abogado Benito Juarez y el economista Miguel Lerdo de Te- reformas reclamadas por la opinion liberal, pero no hubo dia de su gobiemo sin revueltas de signo conservador, mot vadas por la “ley Jusrez”, quien restringia fueros eclesiasti- cos, la ‘ley Lerdo”, que desamdriizaba fos bienes inmucbles en poder de corporaciones civiles y eclesidsticas, y la “ley Iglesias’, que prohibia a la Iglesia el control de los cemente- tios y el cobro de derechos parroquiales a los pobres. Entre- tanto se habia expedido la convocatoria para el Congreso ‘Constituyente, y hechas las elecciones, la asamblea constitu- tiva habfa empezade a trabajar en 1856. En el Congreso Constituyente, convocado por los revo- lucionarios de Ayutla, formaron mayoria los “puros”, entre los que'se contaban distinguidos intelectuales: Ponciano ‘Arriaga, José Maria Mata, Melchor Ocampo, Ignacio Ramirez y Francisco Zarco. Una comision presidida por Arriaga se encargé de elaborar el proyecto de constitucién. fsta fue 14 HISTORIA MINIMA DE MEXICO concluida y jurada en febrero de 1857, En lo fundamental se apeg6 a la de 1824: forma federal de estado y forma demo- critica, representativa y republicana de gobiemo. Fueron in- novaciones el dejar la puerta abierta para la intervenci6n del gobierno en los actos del culto péblico y la disciplina ecie- sidstica, suprimir al vicepresidente y ampliar los capitulos de libertades individuales y sus garantias, Fueron declaradas li- bres Ia ensefanza, la industria y el comercio, el trabajo y la asociacién, Comonfort, confirmado en la presidencia de la Repiblica, debia poner en prictica el nuevo documento poli- tico, pero no lo hizo. Los conservadores, eon-el general Fé~ lix Zuloaga como jefe, proclamaron el plan de Tacubaya que pedia el desconocimiento de la Constitucion. El presi dente les hizo el juego a los tacubayistas, pero-ne-pudo ‘mantenerse en el poder. Los del partido conservador secono- cieron como presidente a Zuloaga. Don Benito Juarez, mi- nistro de la Suprema Corte de Justicia, a quien correspondia ejercer la presidencia de la Repablica cuando faltase su titu- Jar, la asumi6, y declar6 restablecido el orden constitucional. {\d partir de enero de 1858 los partidos liberal y conserva- dor'se traban en una guerra que habria de durar, en su pri- mera fase, tres aflos{ El primero fue de triunfos conservado- res. Las generales Osollo, Marquez, Mejia y Miram6n, todos milites de carrera y con tropas disciplinadas, vencen en re- ppetidas ocasiones a los improvisados jefes Santos Degollado, Ignacio Zaragoza, Jestis Gonzélez Ortega y otrousrez tiene que trasladar su gobierno a Guadalajara, en dondé cae pre- 80, Recobrada su libertad, sale del pafs, anda fuera unos me- ses, desembarca en Veracruz y alli reinstala el gobierno libe- ral.{En e] segundo aio, se anotan triunfos los ejércitos de los dos partidos contendientes| Estando en Veracruz, Judrez su- fre un ataque del ejército de Miguel Miramén, que desde fe- brero era presidente de la Reptblica por los victoriosos con- servadores. Leonardo Marquez, el otro ilustre genera! conservador, vence a Santos Degollado en Tacubaya y le im- IL, EL PERIODO FORMATIVO- us, pone al vencido el apodo de “general derrotas", pero se ga- na para él el mote no menos triste de “Tigre de Tacubaya” por haberse dado el gusto de matar a heridos y médicos. La indignaci6n liberal sube de punto. Don Ignacio Ramirez la uraduce 4 versos: ‘Guerra sin tregua ni descanso, guerra a nuestros enemigos, hasta el dia fen que su raza detestable, impfa ‘no halle ni tumba en la indignada tierra Don Benito Juarez fa concreta en leyes, en media doce- na de disposiciones llamadas “Leyes de Reforma” que esta- “TWYEh Gulio-de 1859) la nacionalizacién de los bienes ecle- ‘sidsticos, el cierte de conventos, el matrimonio y el registro civiles, Ia secularizacion de los cementerios y la supresi6n de muchas fiestas religiosas, Derrotado Miramén en Silao y Calpulalpan, Gonzilez / ‘Ouega, al frente de 30-000 hombres, entré en la México el.1 de. enero de 1864; Juérez-con-s-gal zoel dia 11. Acto seguido expuls6 al delegado apostélico, al arzobisy , a Varios obispos y a los cepresentantes.di- plomiiticos de Espaiia, Guatemala-y Ecuades-que-habian to- el partido de los conservadores. Por su parte, éstos, que seguian manteniendo muchos grupos en pie de lucha en todo el pais, emprendieron la “guerra sintética”, consis- tente en cazar_y-fusilar a-tos-prohombres-deHibesalismo. Victimas de esa guerra fueron Ocampo, Degollado y Valle. Mientras los guerrilleros conservadores cazaban libera- les, los Iideres politicos de la misma tendencia gestionaban el apoyo de Europa y el establecimiento de un segundo im- peri liberal obligaban a tomar la medida de suspender el pago de la deuda exterior y de sus intereses. Contra tal medida, to- mada en julio de 1861, protestaron Inglaterra, Espafia y or su lado, as dfculades financiers del gobierno | jo cal 4 116 HISTORIA MINIMA DE MEXICO Francia, y decidieron en la Convenci6n de Londres (octubre de 1861) intervenir ef ‘obtener el pago de la deuda por la fuerza. fa pareja iniperial de Francia, Napoleén y Eu- genia, que queria, ademas, oponet un muro monérquico y latino a la expansiva repablica de Estados Unidos, se com- prometié con los conservadores de México El momento era oportuno: una mitad de Estados Unidos luchaba contra la otra en la “guerra de secesi6n” y no podia ayudar a los libe- rales. Las primeras tropas intervencionistas desembarcaron en Veracruz entre diciembre de 1861 y enero de 1862. EI go- bierno liberal entré en negociaciones con ellas y consigui6, mediante los tratados de la Soledad, que se retiraran los ejér- citos inglés y espafiol. Francia se qued6 sola, resuelta a imponet una monarquia en México con el apoyo de un numeroso y disciplinado ejér- cito expedicionario y fos restos de las tropas del particlo con- servador, El ejército francés fue mandado sucesivamente por Lotencez, Forey y Bazaine, El primero sufrié un revés frente a Puebla el 5 de mayo y consiguié unificar a la gran mayoria det pueblo mexicano en su contra. E! segundo destray6 al ejército liberal; se hizo de la capital de la RepGblica; nombré a una junta de gobiemo encargada de elegir a los miembros de la Asamblea de Notables y del Ejecutivo provisional. fl tercera, mientras los “notables”, de acuesdo con Napoleon TH, ofrecian la corona del imperio mexicano a Fernando Ma- ximiliano de Habsburgo, domin6 casi todo el pais y obligé al gobierno de Juarez a establecerse en Paso del Norte, a un aso de le linea fromeriza con Estados Unidos. | Maximiliano acepté la corona; se comprometié con Na- pole6n Di, pos Jos convenios de Miramar, a pagar por gas- tos de la intervencién francesa la crecida suma de 260 mi- Hones de frances, y lleg6 a las playas mexicanas el 28 de mayo de 1864) Maximiliano, archiduque de Austria, casado con Ja hermosa princesa belga Carlota Amalia, era de indo- le romantica, gustaba de la naturaleza, creia firmemente en Ml. EL PERIODO FORMATIVO. 417 ta bondad del buen salvaje y en el ideatio liberal. Por lo mismo, acab6 por desconcertara los conservadotes aque Ig trajeron, Hecho a la idea de que “la gran mayoria de Mex, co era liberal y exigta el programa del progreso en el seni, do més verdadero de la palabra”, repite la obra de sus ene ‘migos: exige pase oficial para los documentos pontiicios decreta la tolerancia de cultos y la’nacionalizacion de loc bienes eclesidsticos;, seculariza los cementerios; crea el re- aistro civil, y expide leyes sobre salatios y condiciones de twabsjo, Pensiones y montepios y sistema decimal de pesns Y medidas. En fin, se puso tan reformista que el nuncio del Papa se fue enojadisimo y los liberales pudieron reirse de 4a cangrejetia enganada: Era costumbre aheja de las cangzejos antes, , cen todas sus maniobras or decrés manejarse, contra el comtin sentido ue lo contario hace. Mas de pronto aparece y ast les dice Judrez: cangrejos, es preciso andar para adelante. Mil denuestos pronuncian Ven rabia se deshacen ¥ para aceis andando van y cruzan Jos mares ¥ busean quien los vengue... Y se encuentran con que humo fueron todos sus planes, ¥ con que aquellos mismos que habian de vengaries fes dicen con vor firme haciéndoles que rabien: cangrejos, es preciso que andéis para adelante 18 HISTORIA MENIMA DE MfxIco Con todo, tas feyes imperiales nunca entraton en vigor. Estados Unidos, al terminar la guerra civil, pidieron la salida de los franceses. Por su parte, el emperador francés, para defenderse de Prusia, se vio en la necesidad de recoger a las tropas sostenedoras de! imperio en México. Maximiliano, sin €l ejrcito europeo, no pudo resistir el empuje de los ejérci- tos liberales de Mariano Escobedo, Ramon Corona y Porfirio Diaz. Se rindié en Querétaro ef 15 de mayo de 1867 y fue fusilado en el Cerro de las Campanas el 19 de junio, junto con los generales Miramén y Mejia, IV. EL TRAMO MODERNO. Daniel Costo Villegas 1 ‘LA REPUBLICA RESTAURADA LA tustoRIA Moderna de México comienza con una caida} y acaba con otra. Se inicia en julio de 1867, al derrumbarse, 1 imperio de Maximiliano, y concluye en mayo de 1911, cuando se desploma el gobierno de Porfirio Diaz. Esa histo- ria abarca cuarenta y cuatro afios, que, sin embargo, se divi- den habimalmente en dos épocas. La inicial, de escasos diez afios (1867-1876), se llama la Repiiblica restaurada. A \a se- gunda, de treinta y cuatro (1877-1911), se le nombra el porfi- riato. El primer nombre se justifica porque el imperto de Maxi- miliano pretendi6 acabar con la reptiblica de Jwatez, y cuan- 6 Ete, tras cineo largos y angustiosos acs, toria, los vencedores insistieron en que la republica victoriosa era la.de siempre, s6lo que restaurada, es deci, “puesta én aquel estado v-estimacion-que-antes’ tenia”. El nombre de el porfiriato se explica por si solo: con él se quiere decir que la figura de Porfirio Diaz domin6 tanto esa época, que acab6 por darle su nombre. La victoria de la Repdblica sobre el Imperio y del Pastido Liberal sobre el Conservador, pateci6 abrirle a: México el pa- rafso en que habia soiado desde el Grito de Dolores, al ini- ciarse el movimiento emancipador de Espafia. ‘La derrota de la intervenci6n extranjera dejaba a Méxi-| co libre de la presion exterios, incluso de Estados Unidos,¥ porque, habiendo tomado este pais el partido de la Repi- | blica, era ahora amigo y aliado. La victoria politica y mili del grupo liberal sobre el conservador significaba el térmi- no de agrias disputas que con bastante frecuencia se lleva- ron al campo de batalla. Parecia, pues, que, por primera vez en su ya larga y.agitada historia, México estaba libre de | acechanzas exteriores e intetiores, y que, por lo tanto, iba a gozar de la paz y tranquilidad necesarias para dedicar to- do su esfuerzo y su tempo a salic de la pobreza, reaniman- 12a 122 HISTORIA MINIMA DE MEXICO do su economfa con la explotacion de sus abundantes ri- quezas naturales. ‘isa posibilidad parecia tanto mas segura cuanto que al frente del gobierno, la judicatsra y el parlamento, se hallaba ‘el grupo gobernante més inteligente, més experimentado y patriota que la nacion habfa tenido. Benito Juarez era él pre- Fidente de la Repablica, y sus principales ministros, Sebas- tin Lerdo de Tejada, José Maria Iglesias 0 Matias Romero: ‘Sebastiin Lerdo de Tejada, hombre de clara inteligen- cla, cultivado, estudiante primero y después profesor y di- fector del renombrado Colegio de San Ildefonso, habia si- Go ya diputado federal, pero cobra una gran personalidad como acompafante y consejero de Juarez en la peregrina ién del gobierno republicano que concluye en Paso del Norte. Jose Maria Iglesias, miembro de to que se lam la Tanidad de Paso del Norte, era eminente abogado, hombre recto y severo, que desempeno las secretarfas de Justicia, Gobemnacion y Hacienda, mas la presidencia de la Supre- mma Corte. En ésta habia figuras de la talla de Ygnacio Rami- rez, escritor, periodista y diputado sobresaliente en ¢! Con- fgreso Constituyente de 1856, Ezequiel Montes, José Maria Lafragua y José Maria Castillo Velasco, eminentes constitu- Gonallistas, ete. Y eran diputados Francisco Zarco, el famo- So ctonista de ese mismo Congreso Constituyente, ¥ que se ha convertido en el santo patrano de los periodistas mexi- canos; Manuel Payno, escritor popularisimo y autotidad en {oe hacienda pablica; Manuel Maria de Zamacona, notable pesiodista y brillane sribuno, etcétera, "A tan buenos propositos y a hombces tan ilustres, sin embargo, iban a oponerse fuerzas podesosas y hondamente arraigadas en el suelo nacional ‘Las continuas guerras civiles y extranjeras en que la na- cién vivio hasta 1857 crearon en el mexicano una actitud de {ntolerancia que llegaba al extremo de creer que las disputas politicas no podian cesolverse sin la eliminacién fisica del IV, EL TRAMO MODERNO 123 adversario, sea tendiéndolo en el campo de bat ccrdeole en el extunero Y los Gos utimas Ins guerre de Reforma y del Imperio, dejaron una generosa cosecha de heroes” que reclamaban al gobierno y 2 la sociedad misma poder, riquezas y honores como compensaci6n a lo que ellos consideraban eminentisimos servicios prestados a la patria, Y al concluir esas dos guerras, quedaron sueltos, de- sarraigados, de ochenta a cien mil soldados que habian abandonado un trabajo rutinario y mal retribuido, pero se- guro, y que ahora, probada la aventura y el poder que da te- ner un rifle en la mano, se rehusaban a reanudar sus vi oeupacions en el campo ol ciudad ee economia nacional, siempre primitiva, ba: na agnuitra de subsutenciny en ta inerta dela platy el oro, habia quedado destruida por diez. afios continuos de guerra. No podia, pues, absorber a esos soldados desa- rraigados,y mucho menos ofreceries un empleo esroble Que les esperar, adem, I esperanta de vivir mejor Amenguaron, en efecto, las encendidas disputas ent conservadores y Uiberales, pero é5t0s n0 supleron mantener. se unkos, de modo que el grupo comenzs a dese para formar facciones personalistas que luchaban entre si con el mismo encono, pero sin tener ahora la excusa 0 la justfica- cién de pelear por ideas. En la primera eleccién presidencial de 1867, se opusieron las facciones de Juérez y de Porfirio ‘Diaz, en la siguiente, de 1871, se opusieron esas dos, més la de Sebastian Lerdo de Tejada. Despues de la muerte de Jud- rez, en. 1872, esta facci6n fue sustituida por la de José Maria Iglesias, que en 1876 pelea contra lerdistas y porfirstas La fey la eeperanza de los liberales quedaron incorpora- das en la Constitucion de 1857; pero como su promulgacion esata guerra de Reforma y la Intervencion pretendli6 su- primi la forma republicana de gobierno, se creé en los pri- meros afios de la Rep(iblica restaurada un sentimiento exal- 124 HISTORIA MINIMA DE MEXICO tado de constitucionalismo que exigia de los gobernantes un apego estricto al texto de la Carta Magna. Pero ese senti- miento no era compartido completamente por los principa- les dirigentes del pais, en-particular Juirez y Lerdo de Teja- da, Juzgaban ellos que para la era de reconstrucci6n a que se enfrentaba la Repablica restaurada, resultaba necesario un poder ejecutivo fuerte, cuya accion podia esterilizar una asamblea deliberante como era la CAmare Unica de Diputa- dos creada por la Constituci6on. En fin, como ocurre-con todo gran trastorno social, las guerras de Reforma ¢ Intervenci6n aceleraron el proceso de maduraci6n de los jover Sin pasar por las largas y pend- sas etapas del aprendizaje, saltaron durante la guetta a pues- tos de mando, de cuyo goce no estaban dispuestos a pres- indir simplemente porque habia vuelto la paz. Asi nacié un conflicto de generaciones, no tanto por diferencia de edad 0 de educacion, cuanto por una visibn distinta de la vida en general y del pais, en particular. ‘Los gobernantes eran perfectamente conscientes de los tremendos problemas con que tenia que lidiar la RepGblica restaurada, y por eso tomaron prontamente las medidas que juzgaron mas eficaces, Para reanimar la economia, el presidente judrez no vaci- {6 en exponerse a la censura pablica, y tomé valienieriente el partido de renovar la’ cofiesiGn para que la compaftia lesa reanudara-sin.dilacion las, obras dél Ferrocarril Mexica- no,.via de Ja cual se esperaban estos milagros: set el primer ferrocarril que tendria el pais; unir a la capital de la Repdbli- a, el centro nervioso nacional, con el puerto de Veracruz, ‘GGnico entonces que comunicaba a México con e] extranjero, y 2 través del cual se hacia todo nuestro Comercio internaci nal, Judrez tomé esa medida fundindola en un uso bien dis- cutible de las facultades extraordinarias que el Congreso le habia concedido para hacer frente a Ja intervenci6n extranje- ra. ¥ la tomé a pesar de que las leyes de guerra que él mis- IV. EL TRAMO MODERNO, 125 mo habia dictado imponian la cancelacién automatica de 10- da concesién dada a empresas 0 individuos que hubieran tratado con las autoridades imperiales. . Para atender al sentimiento constitucionalista, Juarez ‘convocé al mes escaso de haber instalado su gobierno en la capital a elecciones generales, de presidente de la Republi. a, de diputados federales y de magistrados de la Corte, pa- a que el pais recobrara cuanto antes una vida constitucional normal, pues en 1867 todas las autoridades del pais, del pre- sidente de Ia Republica hasta el iltimo alcatde de pueblo, eran autoridades de hecho, es decir, no designadas o electas conforme a la ley. _ Con el objeto de restablecer el equilibrio entre los poderes Fjecutivo y Legislativo, Juarez y Lerdo quisieron aprovechar la convocatoria a elecciones de agosto de 1867 Para someter a un plebiscito popular las necesarias reformas constitucionales ‘Tampoco olvid6 el presidente jurez el conflicto de generacio. nes, de modo que pronto nombré secretario de Gobernacion @ Ignacio Vallarta, joven entonces de treinta y siete afios, En fin, Juérez reorganiz6 de inmediato el ejército, reduciéndolo a cinco divisiones de cuatro mil hombres cada una, quedando asi licenciados otros tantos soldados, jefes y oficiales. Esas y otras medidas, acertadas como sin duda eran, re- sultaron insuficientes. E 1a terminaci6n del Femocarril Mexicano se lev6 seis lar- 05 aids, y cuando comenz6 a operat en 1873, se descubrié Que cieramente reanimaba las importaciones y expo: ‘nes: pero que alentaba poco o nada la economia interna del pais. Es decir, se descubrié que fo que le hacia falia a Méxi- £0 era toda una red ferrocarrilera, y otra de carninos carrete- Fos que Ia altmentara o la supliese en las zonas que dejaba sin servir, Esto suponfa una inversion enorme de capitales, que los mexicands ino tenian, Tampoco era posible acid al capital extranjero porque, a consecuencia justamente de la | guerra de Intervencién, México habia roto sus relaciones di- 126 HISTORIA MINIMA DE MEXICO [plomdticas con inglaterra, Francia y Espafia, los tinicos paises (Gone podtia habero obienido. Por st esto fuera poco, Mé- xxico era un pais desacreditado en los mercados internacio- nales de capital porque jamas habia pagado puntualmente deudas extranjeras que contrajo desde 1824. Las reformas constitucionales propuestas por Jusrez y por Lerdo fracasaton porque ei procedimiento del plebiscito po- pular era anticonstitucional, Eaviason ja iniciativa para Crear un Senado que sirviera de contrapeso a la Camara Unica de Diputados, y fue aprobada, s6lo que seis aftos més tarde. E! nombramiento del joven Vallarta no bast6 para apla- car el conflicto de generaciones, en parte porque Vallarta entendi6 equivocadamente que habia sido llamado por Juarez para desalojar a Lerdo de Tejada, pero en otra mu- cho mayor porque Jusrez sesolvio reelegirse én 1871 y Lerdo pretendi6 hacerlo en 1876. Por eso creyeron os j6- venes que el acceso a la vida piblica habia sido taponado por fos mayores, de modo que no tenfan otro camino que sublevarse contra ellos © aguardar pacientemente a que se murieran. Lo mas grave de todo, sin embargo, fue que persisti6 el espiritu levantisco de los “héroes”, de modo que, en ocasio- nes con pretextos baladfes y en otras atendibles por la via de la taz6n, le organizaron a los presidentes Juirez y Lerdo una sécie de motines militares que volvieron af pais a la z0- zobra y Ja miseria de toda guerra civil. EL poco dinera que habia para fomentar. la economia tivo que gastarse,como antes, en armas y-municiones. Todo esta trajo-como resultado que se creara.en el pais una ansia vehemente de orden, tranquilidad, paz, y otra an- sid no menos vehemente de que en alguna forma el pais de- bia salir de Ja miseria en que habia vivido ya durante mas de di a eae anteriores y apenas alcanza su ‘estatura dominante EL 15 de julio de 1867 Juarez entra en la capital a reci el aplauso popular que celebra la victoria reputiicanes eee mismo dia Porfirio le anuncia su decisién de retirarse del Gftcito, declarando que se dedicara a la agricultura en kes 1a Noria, fan a la ciudad de Oaxaca. fe oyen aplausos, pues asombra que uno de lo: capitanes dela guera cons el impesto rennet mente 2 tan encumbrada posiciOn para llevar la Vida rads Y lucida de un simple labrador; pero tres meses desputs fe ur como rival de Juarez en la eleccién presidenciat de ch ciembre de 1867. " ue reta a Juirez, el politico y estadista mas maduro y que en se momento alcanza el punto culminante de su gions - jute G2n6 las elecciones, pero fue significative que Bo lera cerca de la tercera parte del voto total y e) Por ciento como candidato a la Presidencia de la Supre- ma Corte y en contra de Sebastién Lerdo de Tejada. i Porfirio Tegresa a La Noria, pero no €xactamente a labrar tierra. Bien pronto pretende ser electo gobemnador de los Fhlados de Morelos y de México, asi como diputado federal, jencasa on los dos primeros empenos, pero en el tercero ‘nce, de manera que por primera vez en su vida y a la 127 128 HISTORIA MINIMA DE MEXICO 1V, EL TRAMO MODERNO 129 edad no muy temprana de teinta y ocho aftos, llega a un La verdad es que Porfirio resolvi6 adelantarse a todos puesto de elecci6n popular. esos acontecimientos, pues convencido de que Juérez bus- Sale mal librado. Hombre de escasa ilustraci6n, carente caria la reelecci6n se sublev6 para conseguir con las armas de ideas generales, torpe para hablar, resulta un pigmeo al el poder. Su desastre no pudo haber sido mas completo ni lado de los mas grandes parlamentarios que el pais habia te- ms ruidoso. Militarmente, y a pesar de que lo siguieron en nido en su historia, la mayor parte de los cuales, ademés, la aventura caudillos locales de renombre y con recursos, las eran adversarios politicos de Diaz porque pertenecian al fuerzas leales al gobierno los batieron batalla tras batalla, bando juaista. Politicamente, la revuelta, montada contra la reelecci6n del ‘Tarda en ocupar su escafio; tarda més todavia en Pro- Presidente, pierde su raz6n misma de ser al morir Juarez el nunciar su primer discurso, y le sale tan pobre, que decide 18 de julio de 1872. Justamente aprovechando esa doble cis no volver ya a la Camara de Diputados. cunstancia, el presidente interino expide una ley de amnistia “Tres derrotas politicas consecutivas y haber salido mal para acoger a los rebeldes sin mas pena que la pérdida de de Ja prueba parlamentaria podian haber desanimado a sus grados y honores militares. Cualquiera, pero no a Porfirio Diaz. En las siguientes eleccio- Consideréndola humillante, Porfirio se niega a acogerse nes presidenciales, de 1871, figura nuevamente como candi- a ella; pero como le sorprende rodeado de unos cuantos dato, esta vez contra Juarez y contra Sebastian Lerdo de Te- hombres, a los que hubieran podido acabar los guardias ru- jada, Ninguno obtiene la mayorfa absoluta de votos, y por rales de Chihuahua, tuvo que rendirse. Pasa por la ciudad 50 el Congreso, de acuerdo con la Constituci6n, debe esco- de México solo, sin que sus mismos amigos lo esperen 0 lo ger entre los dos aspirantes que hubieran alcanzado las vo- busquen, y precipita su viaje a Tlacotalpan, donde abre un taciones mas altas, Judrez, que estaba en primer lugar y que taller de carpinteria. contaba con una mayoria en el Congreso, fue elegido. ‘Tres afios después, presintiendo que el presidente Lerdo . Porfirio no supo apreciar el significado de este episodio. de Tejada pretender reelegirse en julio de 1876, Porfirio + Indicaba que la popularidad de Juarez habia declinado mar- vuelve a levantarse en armas, s6lo que por esta vez la buena cadamente, puesto que haba pasado de recoger las dos ter- suerte lo acompafia, ya que triunfe sobre las fuerzas leales eras pastes de los votos a no lograr siquiera la mitad. En en la batalla de Tecoac, en noviembre de ese afio. Al fin, Cambio, a de Porfirio habia crecido hasta el grado de obte- tras diez aflos de forcejeo, se hace del poder; pero svt victo- ner mas votos que Sebastian Lerdo de Tejada, un estadista tia no lo salva de una serie de calamidades. : consumado por su talento, cultura y experiencia. Ademés, 1a primera es que, no obstante haberse convertido el 5| {°"” Porfirig fue desafortunado porque Juarez murié a los siete de mayo de 1877 en presidente constitucional mediante’ e iniciar su nueva presidencia. Debia, pues, convo- unas elecciones que tienen todos los visos de legalidad, cil carse de inmediato a elecciones y en ellas podia haber repe- gobierno de Estados Unidos se niega a reconocerlo, a me- | tido sytidnfo reciente sobre Lerdo, el otro posible candida- ‘nos de que satisfaga varias exigencias. La falta de ese reco- ser Ertonces, Porfirio pudo haber alcanzado la presidencia, nocimiento significaba, més que nada, una amenaza inme- “no en 1877, como ocurrié en la Tealidad, sino cinco afos an- diata y directa al gobierno de Diaz, ya que el tes, y alcanzarla pacifica y democraticamente. norteamericano podia fomentar movimientos rebeldes en su 130 HISTORIA MINIMA DE MEXICO contra vendiendo armas y parque a los partidarios del de- puesto presidente Lerdo, refugiados ahora en Texas, 'No todas las calamidades procedian del extranjero; tam- bién eran intemnas. El pais se llen6 de horror al ver actuar a los *tuxtepecos”, nombre dado a los partidarios de Diaz. por- que la revuelta se amparé con el Plan de Tuxtepec. Guiados, Por un odio irracional contra Lerdo de Tejada, constituyen “omits de Sad Publis” gre decir gts el ed de los empleados pblicos y aun de personas y tacionesprivadas, exigian, ademas, el despdo de los primeros Y la confiscacion de los bienes de los segundos, insatistechos, se lanzaron a conquistar fos ayuntamientos del Distrito Fede- ral, sin considerar los compromisos politicos del jefe revolu- arene ee err er dejaban de tener buenas apariencias. Protasio Tagle fue el secetario de Gobemaci6n; Ignacio L Vallarta, de Relaciones Exteriores, Justo Benitez, de Hacienda; Ignacio Ramirez, de Justicia; Vi cente Riva Patacio, de Fomento, y Pedro i anaipcs ee Pero salvo Vallarta y Ogaz6n, que tenian alguna experi poltico aimiiseatva, porque ambos haben sobernado J Tisco, ningun de Jos otros ia tenia. Asi, Porfirio y estos cola- boradores suyos estaban ligados sélo por una sensaci6n vaga de que las cosas del pais no andaban bien y que en alguna forma debian enderezarse. Ninguno, sin embargo, tenfa una idea clara de e6mo podia componerse Ia situacion, Menos atin percibieron que la revuelta de Tuxtepec habia traido dos consecuencias decisivas: la desapariciéa de una gene- tacon de gobeants experimentads y patos, y su sus ttucion por una generacién de advenedizos. Ademas que la generacién vieja tuvo una vision de la vida y de los proble- mas del pais cuya validez habia negado la nueva generaci6n sin presentar otra que la reemplazara Ta falta de ideas condujo a sustturlas con la accion, y como 2 ella, por temperamento personel, se inctinaba Porfirio, IV, BL TRAMO MODERNO. 431 4 la accion se le dio un lugar preferente. Diaz; por ejemplo, uso todas sus enesgias en arrancarle al Congreso una autor, zaci6n para contratar la construccién de nuevas vias férreas, y logré su propésito apenas tin mes antes de dejar la presiden. cia en noviembre de 1880, Esto le permitié a su sucesor, el general Manuel Gonzdlez, rematar esa idea con la construc cion de las lineas del Ferrocarril Central, que ligé la capital con Ciudad Juarez, y del Ferrocarril Nacional con Nuevo Lare- do. Semejante impuiso se continué en los gobiernos sucesi. ¥os del propio Diaz, de manera que al concluir el porfiiato, México pasé de tener en 1877 un solo ferrocarni) de 460 kilé- Metros, a toda una red ferrocarriiera de 19 000. Paralelamente, las comunicaciones postal, telegrafica y aun telefonica se ampliaron hasta cubrir muy buena parte del territorio nacional, Se hicieron obras portuarias conside- tables en Veracruz, Tampico y Salina Cruz. Avanzado el Potfiriato, se cre6 una serie de bancos que hizo posible tun ensanchamiento de la agricultura, la mineria, el comercio y Ja industria. En suma, ef pais en su conjunto mejor su eco. nomia en un grado y una extensién nunca antes vistos, 1a formula que expresa fielmente el concepto que Port rio tenia de un gobernante y, por supuesto, de su Propia mi- si6n, es le bien conocida de "poca politica y mucha adminis. traci6n’, que con el tiempo se transformé en ‘cero politica, cien administracion", Tan breve Y tan sencilla como parece, en el fondo queria decir todo esto, Primero, que trazar el camino m4s conveniente para el Pais, asf como determinar los medios de salvar Jos abstieu- los que en él se presentaran, quedaba a cargo del presiden. te de la Reptiblica. Segundo, las cAmaras de Senadores y de Diputados debian aprobar lo que el presidente les propusie- 1 porque ellas carecian de la informacion técnica que le dan al presidente sus secretarias de Estado, y porque el pre- sidente no tiene otro afin que el desinteresado de servir al pais. Tercero, la opinién publica y el pueblo han de confiar 132 HISTORIA MINIMA DE MEXICO bilidad y patriotismo de su presidente, y renovar es cana al puipar los frutos benéficos de su accin, Cuarto, {a formolasignihea que la confontacion aber, piblica, de intereses, opiniones o sentimientos opuestos resulta estéril, ¥ to nico fecundo es la accin presidencial, encaminads Yempre al progreso material, manteniendo el orden y la paz cin necesaria. come a de “paca politica, mucha admiistracion® fun- Elataimen de Diaz conus, Sha a nario de sus primeras gran rot fen el amplo escenari reas goons ron las batallas que allanaron. 10 de Tes armados se dejaron sentir en otras partes del pais.(Ha- biendo fracasado en el terreno militar, ensaya el camino de las negociaciones, mientras, sustituyendo funcionarios, in~ tenta apuntalar su edificio politico. Todo resulta ineficaz. En. a propia capital y como eco las victorias revolucionarias “del norte, hay motines conua Diaz. Este renuuncia finalmente a la presidencia y abandona.el- pats. Después de seis. meses de licha, ta revohaei6n,smaderista habia trunfado. V. LA REVOLUCION MEXICANA 141 Pos los Tratados de Ciudad Juarez, Madero, militarmente victorioso, negociaba el poder colocando en el gobierno in- terino a varios de sus hombres. Esperaba que su mandato tuviera un indiscutible origen democritico y no se equiyoc6. Su Tlegada ala ciudad de México desmués del ssiuafo f3e.u0 nténeo y verdadero plebiscito i ome en Ts elescionss de 101i. ‘interinato de Francisco Leén de Ja Barra no pudo ser una restauraci6n; pero sirvié para provocar nuevas discor- dias entze-los-sevolueionaries -nes-pasque.vieron fmstrado ‘su _acceso.al poder, otros porque-considecaron que transar [eta liguidar la Revolucion; muchos porque sucumbieron a la intriga que, desde el poder, los hambres del antiguo_ségi- ‘men urdian para dividir al movimiento si las cosas, Madero ic presidencia de la Republica. Bolamente que en el caso de Zapata la disension obedecia a algo mas profundo que lo puramente politico, pues en ella afloraban enérgicamente Auevos puntos de vista sabre lo que deberia ser la Revalu- ‘ci6n. La historia lenta del México porfiriano adquirla ahora uma aceleraciOn insospechada. Viejas y agudas carencias co- amo_las de la tierra cobraron una urgencia inusitada. Quienes las padecian desde tiempo casi inmemorial pensaron que la palanca del poder, ahora en manos del iefe.de la. sevalucion, slebetia servis inmediato, Pero ademas de que la lucha armada no habia tocado 1a ‘onganizacion social © econémica de] mundo porfiriano, Ma- derg tenia sus pr icc i Revalucién, ie de México, el camino verdadero era la ley y-séla por sus cauces deberian encon- trar soluci6n los plemas sacionales,GLantes do habia sido hecho por la fuerza, ahora todo dekeria ha- 1a [ESTOBIA MINIMA DE MEXICO V. Ua REVOLUCION MEXICANA 143 gos poral deectgh aun Jas mis unmentes necesidades-eo- tampoco resulté eficaz el huertismo ante su momento hist6- Gran las, Tio sfan las de lavoro rico a pesar de que los intelectuales y politicos aliados con Politicamente, Madero resultaria victima de su celo de- 41 pretendieron dotarlo de principios y planes de gobierno mocritico. Le impidio comprender la necesidad de un 3 pata responder a los problemas que se vivian. Asi, gado yaw unilateral y monolitico que hiciera posible consolidar por origen y por necesidad a la politica internacional de Es- ta victoria. HH juego demacritico funcion6 demasiado pron: tados Unidos, cuando ésta cambi6é de rumbo, Huerta, ahora to. Asi, la XXVI Legislatura Federal contuvo en su seno tanto rechazado, hubo de sostenerse en el poder atenido a sus 4 los emisarios del pasado porfiriano como a los represen- propias fuerzas. tantes del presente revolucionario. Pero mientras 19s_prime- ‘Los revolucionarios, por su parte, y ante el hecho de la se unian como, nunca para defenderse, los revolucionanos muerte de Madero, instintivamente s¢ reagruparon | Con Vve- fe Oe ao cela ustlano Carranza por caudillo encarninaron su lucha esta: « * 10. que consideraba el.oueiar. Apenas unos cuantos con ratel orden constiicional rt por. Kieriste Glara vision politica, como Luis Cabrera, Gustavo A. Madero A Jos nombres ya famosos de Nilay. Zapata Se agre oh 2) 0 Serapio Rendén, intentaron vanamente dotar a Ia Revolu- Obregin y Resaueira; Diéguez, Hill ( ci6n de un gobierno fuerte. lez, Amaro, Gertrudis Sanchez o Romulo Figueraa, Unic ‘Momento 2 momemto, fa situacion nacional se ca ve todos y con victorias coma las de Torreén, Orenddin oa ‘compleja. El clima de inseguridad que se vivia preocupe hon- pic, pronto agotaron Ja resistencia de Huerta, quien, des-| Sere ate a los dyefos del poder econmico. Para ellos la paz pues te cotieter rumperoses atuinnes 7 ehvaWer al pals en een? y la seguridad eran condiciones esenciales de su existencia y ees nflictos internacionales, abandon6 definitivamente prosperidad. Si Madero exa ingapaz de ordenaral-piainst-t6- el poder en julio de 1914. ‘queria de una accion enérgica contra Su obigmo, fon mayor jenia un agudo insti 7 \ Babn cuando el presidente mexicind se atrevi6 a coregir la Aprendida la leccion del pasado inmediato disolvié la may ‘Siraacién ilegal lograda por algunos inversionistas extranjer0s, ‘quinaria militar heredada del porfiriato y se empefié en con- gracias a la cual se eximian hasta de as obligaciones ‘minimas solidar un gobierno poderoso que, decfa, a su tiempo hicie- para con el pais, como eran las del pago de impuestos. La ra posibles las transformaciones sociales y econémicas Blarma creci6, y acaudillados por los representantes de esos necesarias. Sostenta 1 0 Ja unidad revolucio- intereses extranjeros y con la embajada de Estados Unidos patia_p i presiones deLextranjero y exigir por cuarte! general, los mexicanas vencidos por a Revolu- ~fespeto a la soberania naciqnal. Cién, aliados con Fl ejército porfiriano casi intacto @ pesar de Por Jo pronto, ¢l programa de Carranza pareci6 acertado su derras\, asaltaron el _y.el empezar a salir airoso en las relaciones inte "I régimen de Vist cio sempre de, ‘aumento su prestigio 7 podé Pero la revolucion parecia no i _fueizasBeial Prime Ja manera sangrienta como.se™ detenerse nunca en su tarea de descubrir viejas y nuevas do- Zo 6 Snseguida, porque la presencia de intereses lencias nacionales. La urgencia del problema agratio en cies Jaa encontrados como los que la Revolucion habia hecho tas zonas del pais hacia imposible cualquier espera. La in- posibilitaba ya una verdadera sestauracion, Pero tensidad con que se debatfan las cuestiones po 146 HISTORIA MINIMA DE MEXICO 1s pasados en el silencio forzo- carla en pe Pete mucvos caval conscientes de <3 foerea popular y armada no parecian ener limites, justro de iniciada Ja revoluci6n, el pais se mostral contd {que verdaderamente ers: un mosaico humano con necesica, des tan distnas,y 2 veces tan encontrades, qu eseaPeh toda forma posible de verdadera organiza : aniredi varies grapos de. ios. En un Sea aeor renolver el problema de la jefatura del mows sniento sin acucir a la violencia, hubo dos convenciones: J6 de Mexico y la de Aguascalientes. Los zesultados fueron Contrarios a los esperados. Un primer enfrentamiento i {deas y las posiciones sociales y politicas de los grupos veunidos los separé mas profundamente que nunca. “Ante el nuevo panorama, Carranza hubo de ejerver un 80" biesno nds enérgico ¥ prasticar una.cruda politica.donde-1o— ‘importante no setfa la a le habla a os law Le ae ‘vencer a sus ene migos. A oe las armas, 2 O70s en el ferrenO as en medio de una nueva era de violent, Ta antigua fraternidad de los hombres de armas y de los caudillos dej6 de funcionar. chorea cra encr'BO é fs eee say una de- ignificar al mismo tiemy vis lucionarios. : jel a gu politica realista "poote-delas.cevolucionarics, = consti lismo triunf6. nosey su fle propuso adecoas, euliZigoTa I So0>- “Grocion dé 1857 a las nuevas Creunstancias mexicanas 000 is ‘sus propias filas ‘surgieron los dace ads volucion —pensaban éstos— requeria de una unica oe principics suevos capaces de producir una vesdadera nacion. Y esto s6lo era posible si a la igualdad juridica de! sie ce ralismo se le agregaba una buena dosis de igualdad ec \V. LA REVOLUCION MEXICANA 145; mica y social $i-a los antiguos derechos individuales ya in- discutl adicionaban los nuevos dered > las tesis esencialistas del derecho natural On historica del bres. Si, por sltimo, el Estado, abandonande el. papel de me. fo vigilante del proceso social, se convesiia.cn_¢] promotor fundamental de sy mejaramieato. ‘Los constituyentes de 1917 no se arredraron ante Ja hete- rodoxia de sus ideas, pues las consideraron siempre como la & simple expresion —y nada mas de las grandes necesida- oe a Carranza acept6 la derrota sufrida le. “WQuerétaro y hubo de ser, al elegirsele president rimero jobernar bajo el nuevo régimen constitucional “Ta revolicion social se ponia en marcha lentamente, tan- { to, que lo considerado como la conquista suprema del movi- | miento, la no reeleccion, daria pis.a nuewas.canflicios, cambios operados en el pais, intent cerrar el paso a la liber- tad de conciencia y a unas posibilidades mas amplias para la educacion, hubo de quedarse’cati sola. Mas atin, cuando el 150 HISTORIA MINIMA DE MEXICO 1430 todavia reciente y extraordinario experimento educativo de "=, Yascons , al postular un humanismo integral, mostraba @ Gaeal Estado podla impanis una ensetanza que no refifa con “ep ninguna de las vacaciones del hombre. Asi Ja guemsccistona fue un episodio doloroso y sangriento, pero nada més.. > —Pmacianal. 2? iY ‘México vivia sin duda una época de transformaciones inusitadas. Su rostro moderno- comenzaba a perfilarse. ‘pero al final del mandato callista, otras muchas cosas comenzaron a dar muestras de cambio. La continuidad en el poder habfa permitido al grupo gobernante compattic ‘otras formas de dominio social. Al construirse as ol omplementay agraria, de los servicios publicos, de {a salub “caci6n, una derrama de bienes empe76 ‘onomicamente fuerte fuera y dentro necesida Terédito extraniero “piblice. Por otra pane, a x > rae. jo.crecimientc.aacional, habia sempre Tho lac actus nacianaisias manichidas durint la Reyo- tucié Pero como a su vez esiones: a alcate. zar_una sociedad mas just ‘cesaron del todo, y eran tan ‘Wilidlas coma los problemas que expresaban-los aes S226: dos como. i maximata’ fueron eso mente amblaas ¥ ntes entre Ja lealtad y el abandong. ‘gnarias dé 1 foetal ciertamete no sé VO, pero su.ritmo de desarrollo sé ize particolarmcate 10 al_principiar los aos. sseinta.de.esi¢ siglo) Pero también cambio en ese entonces muy profunda- mente la vida pry ice mexicana. ‘Obregon primero y después Calles, dos formas det cau dillaj, serian liquidados, en una aparente paradoja, por los propios instrumentos de dominio social que los hicieron tan ee eae El poder politico después de ellos se institucionaliz6 hasta hacerse casi indiferente de quien lo ostentara, \V. 1A REVOLUCION MEXICANA, 151 a Obregén, apens jeron detenerla 9 liquidarla. Para deg z . rar to contrario, ese my Serian miltiples. prestar una fuerza refleja a los hombres nuevos que por la exigencia legal de la no reelecci6n irfan accediendo al poder; evitar 12 anarquia de las contiendas electorales que, sangrientas 0 no, diezmaban o dividian las filas revolucionarias, permitiendo en cambio la alternabili- dad, 0 por lo menos la participaci6n en el poder de los gru- pos representados en el propio partido, y llevar a una forma menor y controlable —que frecuentemente se resolveria en una pugna meramente ideologica— las contradicciones rea Jes de la sociedad mexicana. la sficaciadel partido qued6 de manifiesto.colacampas ha _presidencial de 1929, apenasa unos meses de haberse, Tereado. Ta contienda electoral probaria la efectividad de los cambios operados en la vida politica nacional. Un candida- to, el opositor, era Mascancelos, quien encarnaba con mucho la era ya liquidada de las figuras politicas excepcionales. Su inteligencia superior y una personalidad que rebasaba las, fronteras nacionales lo hacian potencialmente peligroso.} Adey deuda seal de Ja RewolucifinaSu critica eminentemente mora- lista puntualizaipa con acierto tos elementos de corrupcién del mundo oficial mexicang,}Pero su prédica social, notable- mente pobre, decia muy poco a quienes sin ser parte formal del gobierno habian alcanzado los beneficios muy superio- res a los que Vasconcelos prometia, y que ahora, dentro det ese gobierno y por su nueva calidad de partidarios, espera ban acrecerlos. El candidato oficial, en cambio, una figura politica de segundo orden y una personalidad mediana, transfigurado por la magia del partido, aparecia poderoso y Esto no lo comprendieron quienes en 3928 asesinando a + 152 HISTORIA MINIMA DE MEXICO duefio de un orogama sis sane ticidad los problemas nacionales y se ofrecian Eevom jones adecuadasAsi, con el apoyo rel a bio _legitim' campesinos y obreros, Ortiz Rul triunfo. Pero la ambigiedad del ‘none poto 2 ‘cambi6 y su primera victima fue el presidente recién elegic0- Ep los afios sigus \gislaba con criferio de meloramiento social.o.se-levahas-2-ca-. gobi beneficio popular, todo eo sde el ‘el cual, para- reprimia tort Gureza los movimientos de exigen- 3 ipremente por los trabajadores del campo ¥ iui L gobiemo sustituto de Abelardo Rodriguez vi ‘ambiente de agudas tensiones $0- muchos de sus dias en un “e Seo sali6 al programa Gales de plan sesenall cuyoraccalan0 —muers paradoja— no parecia tener ninguna condicion de posi ictica a la vista de las acciones oficiales del momen ‘con el “plan sexenal” como plataforma, L4zaro Cardenas prende en diciembre de1933.una.cat ipafia electoral de ‘amplitud geogréfica,y social inusttadas. La maquinaria get pantido oficial oper6 con la eficacia ya probada, y su candi Gato enconts nuevamente en el suftagio de los grupos Po” pulares la base de su victoria. Un afto después dei su Campatia, Lazaro Cardenas era presidente de México. | "in los comienzos del nuevo gobierno —como en © ae Jidos en. México—f las posiciones social - ‘ea ere tun esfuerzo oe de presiOn para arrancar, nds 0 menos pronto, una definicion doctriaaria al nuevo i ‘on social se manifest6 entonces incon- mandatatio. La agitaci SRT i Pero rompiendo el estilo politico ‘ett reas rn partido por los movimientos po- pulares, Coffiados en el apoyo gubernamentl, ls oberos rimero.y los campesinos después, rebasaron @ fuss omganizaciones y a sus viejs lideres Bsa forma de libe- _de los campesinos y los obreros que lo integraban, el part YV. LA REVOLUCION MEXICANA, 153 raci6n de las fuerzas sociales populares no significd desde luego que el gobierno dejara de operar sobre ellas, las reor- ganizara y‘continuara dirigiéndolas, sino que los objetivos de sa direccién serian distintos, \Empero, nada de lo sucedido podfa quedar impune Los duefios de los intereses creados, fueran 0 no mexica- nos, acogidos hacia mucho a la sombra del “jefe maximo”, hicieron que la voz de éste se levantara para condenar, en nombre de Jos logros de la Revolucion, una agitacién peli- grosa y estéril, y para amenazar veladamente a quien se consideraba el verdadero responsable de Ia situacién: el presidente de la Repiblica.) La lucha dentro del propio grupo en el poder estaba planteada Las técticas del cardenismo probaron su validez En la medida en que hacia concesiones a las grandes. masas, la base de su poder politico era mas amplia y resistente| La etapa aguda de la contienda duré casi tres aftos, y sus gran- des episodios fueron: una violenta crisis de gabinete; el desy_ tierro de Calles, el hombre fuerte de México; Ia neutraliza’ cién de las antiguas agrupaciones obreras y campesinas creando otras paralelas de nuevo signo, y, finalmente, la réor- ganizacién del partido oficial El Gltimo hecho confirmaba la capacidad de asimilaci6n del nuevo régimen y su sensibilidad para el cambio. A. pudo contar con un enorme sector.de.clase media, producto G—- de la propia Revoluciéa; que se hallaba enclavado fundamen- talmente en la burocracia, y con el ejército, compuesto, sobre todo en sus jerarquias inferiores, por una generacién nueva con una mentalidad también nueva. Por ultimo y sobre las mismas bases de apoyo populat, oportunamente fermentadas con una buena dosis de nacionalismo defensivo, el gobierno -pudo enffentar el pader-de-os-inuersionistas extranjeros, y por medio de ui ie ‘iones agrarias, de mejo- ae ras para los obreros y del rescate de los ferrocarriles y el pe- 154 HISTORIA MINIMA DE MEXICO ~tréleo, confirmar la sohsrania nacional y estahlece:uu.princ 0 verdadema.de independencia ecomtmica. Ciertamente en algunos momentos del régimen de Liza- ro Cardenas se manejo el lenguaje-del-socialismo como.algo ; pte Wiis Ja gravedad de los problemas a que hubo de enfrentarse trajo la necesaria precipitacion de muchas de sus medidas de po- litica social 0 econémica, cosa que provocd, a su vez, la de- bilidad de las resoluciones. El activo revanchismo de quie- nes fueron afectados por esas medidas, ¢ incluso-el peligro de verlas frustradas por una radicalizacién incontrolada de las organizaciones de obreros y campesinos, oblig6 a que los Gltimos momentos del régimen tuvieran un tono de mo- deracion que se acentuaria en el momento legalmente inelu- dible, del cambio presidencial de 1940. La campana politica en que contendieron Almazan y Avila Camacho fue particularmente activa y aun cruenta, tanto que lleg6 a temerse una guerra civil. Las fuerzas en pugna deslindaron sus posiciones con gran claridad. Du- ante Ia Tucha, la oposicién ensay6 todos los recursos. Des- de Ia amenaza de una invasion extranjera para liquidar el peligroso ensayo comunista en México, hasta el intento de rebelién, pasando por la organizacion de verdaderos parti dos politicos. EI mundo oficial, pot su parte, dejé sentir todo el peso de su poderio y Manuel Avila Camacho fue presidente, E] gran telén de fondo de la segunda guerra mundial justified la nueva politica, proclamada como de unidad na- cional, que en la realidad se tradujo en un forzado quietis- mo social favorable al renacimiento de los factores de poder deteriorados en el sexenio anterior. Lg Reforma Agratia.an- \V. LA REVOLUCION MEXICANA 155 zones de seguridad y. rf Pero on tera a i ae oeaeiaio ncontelbe lad el régimen de Avila Camacho a fue del t. oaiene ala Revolucion visu idcolopia.Hizo suya una par + Ja doa te.de ja doctrina y la puso ¢n prigiica, la debi To lista, aun cuando deprimi icia social. A partir de"1946, bajo el gobierno de Miguel Aleman, la oe iniciada en el régimen anterior se definié con clari- lad. Para sitmarse hist6rica e ideol6gi eLalsmanis- i pgicamente, 4 Vela como upwalasundo. Los regimenes anteriores, al repartic ina Tiqueza precaria, casi inexistey espejismo de {g$0- Tuego era necesario corregir el eee reaepaltica equivocada e inaugurar otra Re Ja riqueza exigia primero crearla. S6lo asi se podiag- dejar atras un = lo eroneo: solo asi se podi it mas. 24 ane Cieramente el pais vivi6 entonces uno de los grandes ‘momentos de su crecimiento, Un viejo y legitimo anhelo de ser plenamente moderno parecié empezar a cumplirse en €se entonces para México al quedar inscrito en la lista de los paises en franco desarrollo, En un primer momento el alemanismo parecié tener ra- 26n. La acumutaci6n de capital propiciada por la guerra y por una politica de tolerancia indiscriminada hacia la inversién extranjera hicieron posible un crecimiento espectacular de ba €conomia mexicana. Pero sostener y sobre todo aumentar el ritmo de crecimiento de un pais dependiente requetia de al- suien que, dentro de sus propias fronteras, pagara el progreso, Aquellos.2 quienes Ja Revolucién hab ‘mo los destinatarios de la.tic .deberian aplicarse grimero a crearla. Se. frend-entonees-la. Jostumentos Joga desvirtuacios 156 HISTORIA MINIMA DE MEXICO \Los movimientos obreros se septimiesor-durameaie y muchos ‘de sus Tideres mantenidos en la quietud por medio de una te- naz politica de corripeién. El propio partido politico nacional niz6 para

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