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LA CONCEPTOGRAFIA Y LA LOGICA FORMAL DE FREGE Mauricio Beuchot* El nuevo impulso a la Logica Gottlob Frege conoce la obra de George Boole,** pero continiia el camino de la légica matematica de una manera distinta y con mayor amplitud. El mismo Frege aclara que, 2 diferencia de Boole, su logi ca no es solo un calculo, sino todo tun lenguaje universal (de caracte res o de simbolos).! Ademas, no hace depender la l6gica del modelo matematico, no analiza la logica desde la matematica (a saber, no hace un “andlisis matemético de Ia logica”’, como Boole), sino que procede a la inversa: pretende basar toda la matemética en la ogica.? Asimismo, se distingue de Boole en que no solo pretente Se * Instituto de Investigaciones Filosoficas, UNAM, Ciudad Universitaria, 04000. México, De S* Ver Elementor, im 1, gia de George Boole”, pp. 48°52. "rege debié. conocer la obra de Boole cuando eserbié_ mo primer y revolucionario Texto sobre Logica matemética, 2 saber, ol Bogrffechnift. (tadueible exe ‘italo como Conceptografia. 0 como Eseritura concep. tual), pubicado en 1879, ya que s6lo un ako desis, lo tobre Boole, ttulado “Booles rechnende Logik und die Begriffechife", en G. Frees, Schrftesur Logik — Aus dem Nachlass, Berlin, Akademie Verlag, 1973, pp. 172-226, Sobre’ la distinciin con Boole, eft. J. Van Heljenoort, “Logie at Calculus and Logic as Language", en Synthese, aim. 17 (1967), pp. 324s. 2 Véase la introducein de J. Van Helje- noort a su traduccion del Begrifeschrift en Frege and Gadel. Teo fundamental texts mathematical logic, Cambridge, Mass, a Card University Press, 1980 (2nd. print 1-2, Para una amplia presentacién de et de Frege, cfr, Fs Chivare, “En el centenario de Begriffrchrife", en Escritos floséfcos, ‘im. 28 (1979). Aa De 1 te y el agebra sierntor ndin- Gato 2, vol 2, Imortto an Mx. 70 elementos hacer un simbolismo que dé cuen- ta de los conceptos ya tenidos, con los cuales se calcula, sino que permita y explique la formacién de nuevos conceptos, como pone de relieve Hans Sluga: “fla logica de Frege tenia que ser} también un métododo de formacién de conceptos que pudiera generar conceptos cientificamente fructi- feros con conexiones completa- mente nuevas”.? A dicho simbo- lismo Frege le da cl nombre de “conceptografia”” o “escritura con. ceptual”” (Begriffischrift: tal es el titulo de su libro publicado en Halle, 1879). ¥ es todo un lengua- je, es un lenguaje perfecto; asi, 1a Togica para Frege es una lingua characterica, y no sélo un calculus ratiocinator, como lo era para Boole —los’dos términos son de Leibniz; y ese lenguaje perfecto tiene como universo de discurso todas las cosas, que pueden ahora ser tratadas cientificamente gracias al nuevo simbolismo. Evitando el psicologismo en la logica es decir, las cuestiones relativas al origen y formacién de nuestros pensamientos—, leinteresa el modo como nuestros juicios se fundamentan unos en otros.* Tal es el campo de la logica pura, que investiga la argumentacién o prue- ba tomando como fundamento las leyes del pensar. ¥ las verdades que requieren prueba son de dos tipos: unas exigen el recurso a la expe- riencia y otras s6lo el recurso a la prueba puramente ldgica. Pues bien, Frege trabajar sobre estas ltimas, ya que le interesa la ma- temitica, y las verdades matemé- ticas pertenecen a esa clase. Mas aiin, le interesa reducir la matemé- tica a la légica (o fundamentarla 2-H, Sluga, “Logical calculus and logis! Tanguage",en prensa OG. Frege, Conceptogrefia, Los funda- mentos dele aitmética, Otros excritosfilosé feos, trad. cast, de Hugo Palla, México, UNAM, 1972, p. 7. La hemos cotejado con Incedicion alemana de ¥. Angeeli, Hildesheim: Georg Olts, 1964 y con la trad. inglesa de J. Van Heijencor, Froge and Gdel. a cia as en ella), en lo cual consiste el logi cismo: las operaciones mateméti cas son reductibles a las operacio- nes légicas.® La superacin del lenguaje ordinario Pero al examinar pruebas matemé- ticas (y légicas) se topé Frege con la dificultad de expresarlas en un enguaje adecuado. Por ello ideo esa escritura conceptual que evitara lagunas en las inferencias y detec- tara proposiciones que se hubieran introducido por inadvertencia. De las cadenas de inferencia sélo le in- teresard el contenido conceptual. Y, ya que Gnicamente atenderd a Jo conceptual de las proposiciones, su escritura es una escritura con: ceptual, una conceptografia. Si se encuentra parecido con la matemé tica —dice el propio Frege— es slo relativo y en cuanto a las ideas fundamentales de la matemética misma, pues su conceptografia no procede como las matematicas ya en lo particular, no se apega tanto a la matemitica como el algebra de Boole, 5p, Benacerraf, “Frege: the last lgicst, en Midwest Studies in Philosophy, nim. 6 (1981), pp. 17-35. © G. Frege, Conceptografia,ed. cit, Por lo demés, la conceptografia es como un microscopio para ob- servar con mayor lucidez el lengua- je ordinario: ayuda a detectar lo que éste oculta. Es una ayuda para fines cientificos. Y es una investi gacién sobre el método en general, tal como quiso hacerlo Francis Ba con. Se coloca ademas en Ta linea de Leibniz y su idea de una carac teristica universal —més que del calculus ratiocinator, como hemos dicho-, la cual era un método de simbolizacién de conceptos y que el autor de la Monadologia nunca Iegé a concluir y a hacer efectivo. Mas atin, Frege no pretende —a diferencia de Leibniz— un calculo aplicable sin més a todas las cosas ¥ a todos los casos, sino uno que encuentre cabal aplicacién en las ciencias formales, principalmente en Ia aritmética,” pues de ella ha- bia partido su investigacién. Pero deja abiertos otros campos de apli- cacién: “El paso a la teoria del movimiento puro, y aun a la me- cénica y a la fisica, podrian se guirse de aqui. En los tltimos campos, donde junto a la necesi dad_racional se hace valer la ne- cesidad natural, es donde primero es de prever un mayor desarrollo del modo de simbolizacién de acuerdo con el progreso del cono: cimiento. Pero, por eso, no es ne cesario esperar hasta que parezca excluida la posibilidad de tales transformaciones.”* Es muy claraa intensin quetie- ne Frege de superar las diferencias del lenguaje ordinario y alcanzar un lenguaje perfecto para los fines del cientifico; puede muy bien de- cirse que tiene un afan de andlisis linguistico reconstruccionista menos en esta etapa del Begriffiss- chrift— y no un afén meramente descripcionista del mismo lenguaje ordinario: hay que desenmascarar los engaiios producidos por el len- guaje cotidiano, que oscurece y disfraza las auténticas relaciones elementos 71 conceptuales que se dan en lo cientifico y lo filoséfico, Por eso. la conceptografia, ya que supera esas deficiencias del lenguaje ordi- nario, puede reconstruir —a partir de él~ los pensamientos, de modo tal que se convierta en un instru- mento valioso para el filésofo. Por To menos Ilevard la argumentacién a una gran pureza inferencial, con- secuencial o légica formal. Y es precisamente a los légicos a quie- nes se dirige Frege ofreciéndoles una aportacién, si no se fijan sélo en lo extrafia que parecerd a pri- mera vista esa innovacién. Frege salvaré a la légica de la gramética ordinaria, que ha entorpecido la expresién de lo cientifico. “En especial —dice a este propésito—, creo que la sustitucién de los con- ceptos de sujeto y predicado por los de [signo de] argumento y nombre de] funcién, se acreditaré con el tiempo. Es facil ver como la aprehensin de un contenido como funcién de un argumento surte el efecto de una aprehensién formadora de conceptos. Mas ain, la demostracién de la conexién en. Panorama general de la esterenquimica en el Departamento ‘de Quimica ‘del CINVESTAV iq 21 pig 28 Terlat in de presvecton que el Contra sdicianal externe La dimensign humana Centra de Investigacion \vde Estudios Avancadas del IPN Cimestay Dr Hector O, Nava Jaimes, Director Fos te! tnrigne Campesine Romeo 1 sone Cardon Chia Daw Laine Garcia Renart tetrad 72 elementos tre los significados de las palabras si, y, no, 0, existe, algunos, todos, etc,, merece atencién.”* La reconstruccién del lenguaje Frege introduce sus simbolos dis tinguiendo dos clases fundamenta- les: lo que denominamos variables y constantes. Las primeras pueden Tepresentar algo que sea distinto en diversas ocasiones, mientras que las segundas tienen completamente determinado su sentido, Las prime- ras seran letras, las segundas serin simbolos especiales. "® El juicio se expresa con el sim- bolo “Fa su izquierda; éste indi- card que es algo aseverado o un teorema. Tal simbolo consta de dos partes: una barra horizontal y una vertical, Cuando sélo se antepone una formula la sola barra horizon- tal (que cs la barra de contenido), indica que es una mera combina cién de ideas a modo de represen- tacin, pero no de juicio; para ello Ie falta la barra vertical (que es la barra de aseveracién 0 del juicio propiamente dicho). La barra de contenido indica que hay un con. tenido judicable, y la barra de aseveracién completa el que sea tun juicio, Frege excluye del juicio la dis- tincién sujeto-predicado (en lugar de ella dejard la de argumento- funcién). Una razén es que de un juicio en el que se transformen, conviertan 0 intercambien sujeto y predicado, se puede seguir ob- teniendo las mismas conclusiones —con lo cual se ve que tal distin- cién no tiene mucho que hacer. Frege da el siguiente ejemplo: se sigue lo mismo de “en Platea de- rrotaron los griegos alos persas”” y “en Platea fueron derrotados los persas por los griegos””. te el contenido enjuiciable es lo que ambos tienen en comin, Otra 9 Iiders, Véase también M. Beuchot, Elementos de semistica, México, UNAM, 1979. pp. 17 18'G. Frege, Conceptograf 18, ed. ct, pe razén es que se puede hacer que todos los juicios sean un sujeto cuyo \inico predicado sea “es el caso”, “es un hecho” o “es ver- dad” (es decir, el simbolo “t-"); por ejemplo “Arquimedes perecié en la toma de Siracusa” puede transformarse en “la muerte vio- enta de Arquimedes en la toma de Siracusa es un hecho”."" Frege pasa a la clasificacién de los juicios (0, més correctamente, de los contenidos enjuiciables). Dice que la distincién entre jui- cios categéricos ¢ hipotéticos es meramente gramatical, y que l6gi- camente son lo mismo. La prueba que aduce Frege para esto —nos dice él mismo— es su libro entero. El sdlo se abocard alos categéricos. ‘También quita toda importancia a la distincién entre juicios apodicti cos (0 modales) y asertéricos, dado que no toca el contenido concep. tual del juicio. Por ello, trabajar s6lo con asertéricos.!? Los juicios asertéricos categoricos, en seguida, reciben de Frege la divisién clasica segiin su cantidad: universal y par- ticular;!? y aflade un poco después de cualidad (afirmativa y negativa), obteniendo finalmente el cuadrado tradicional de las oposiciones."* La constitucién del sistema De entre las nociones y simbolos primitivos que establece para su célculo, Frege trata la condicio: dad y otras conectivas, la negacién, a igualdad o equivalencia (de contenido enjuiciable), Ia idea de funciény la generalidad (o cantidad universal del juicio), ny 1 la ciantficacén en fa Logica de Frege”, en Fpisteme, nim. 4 (1980), pp. 87-42. WP'GE, Romdo Haddock cucst fusién alegando que Frege no la justfia fo suficient. Expecialmente pone en tela de juk ho la exelusion de la distincin entre To aser- térico y lo modal (por descuidarimplicaciones ‘ontologicas). GE. Rosado Haddock, Fxposi iin erttice de le flosofie de Gottlob Frege, Replica Dominicana, 1985, p.26. 13°G. Frege, Conceptografia, od. ct 16. 4 Mid. p. 36. Al tratar de la proposicién con dicional, Frege la define como im: plicacién material (sélo prohibe el paso de lo afirmado —como verda dero— a lo negado —como falso-). No hace falta una relacién causal entre los contenidos, y el simbolo de la condicional es H A —B donde la proposicién A es el an- tecedente y la B es el consecuente: “si A, entonces B”.!* De modo que el simbolo es la barra de con- dicién que une las dos horizontales de Ay B. Afiade Frege observaciones sobre la numeracién de juicios en una inferencia, para tener control de todos ellos. La inferencia debe ser controlada y rigurosa. Y como regla ‘inica de inferencia Frege adopta el modus ponens, que tiene su aplicacién en las proposiciones condicionales implicaciones. Nos dice de las reglas inferenciales 0 modos de inferir: “Con Aristoteles, podemos enumerar en ldgica una serie completa de modos de infe- encia; yo s6lo me sirvo de éste —al menos, en todos los casos en que de mas de un solo juicio se deriva uno nuevo,”! Los demas modos © reglas de inferencia se pueden 45 mid, p. 47 6 mid’p. 21 reducir —para Frege al modus ponens. Por eso sélo acepta éste 'Y hace notar que no trata la infe- rencia de modo psicolo; cuanto a la formacién de ésta en la mente), sino de modo logicista y formalista (en cuanto a las reglas de inferencia). Pasa a estudiar la negacin, que es importantisima en Iégica. Su simbolo es una pequefla barra vertical perpendicular a la barra de contenido en st parte inferior, asi: A. La barra de negacién indica que el contenido enjuiciable no tiene lugar. Mediante la nega. cién, Frege define la disyuncién 0 proposicién disyuntiva, en sentido inclusivo, o sea, usando “o” en el sentido de queen “A 0 B” no se excluye la coexistencia de ambos juicios. También toma en cuenta la disyuncién exclusiva: “oA 0B”, en la que se excluye la coexistencia de ambas, Pero aclara que tomaré la disyuncién en sentido inclusivo, como ya lo hemos sefialado. Un peldafio posterior es su defi- nicién del conectivo “y”, o la conjuncién. Frege define la con. juncién mediante la condicional y la negacién, aunque dice que la misma condicional podria expre- sarse, a la inversa, mediante la conjuncién y la negacién. Pero él prefiere expresar (o definir) la con juncién en términos de negacién y condicional,” como la negacién 1 Bid, p25. elementos 73 de que del antecedente B se siga el consecuene no-A, 0 sea que puede Hegarse incluso a expresarla como “ni-ni-A-, ni-ni-B es un hecho”. Por lo demas, Frege aclara que a lay” se reducen otras particulas, como “pero”. Asi pues, los conectivos entonces, . .”” relacionan conteni- dos enjuiciables. Otro conectivo importante es la igualdad 0 equivalencia de conte- nido. Frege, en esta época de su pensamiento que tomamos en cuenta —cuando escribe el Begriff- sschrift— aclara que la igualdad se da entre nombres, y no entre con- tenidos enjuiciables sin mas. Lo presenta en ese entonces diciendo que, si se da la circunstancia de que dos nombres tengan el mismo contenido conceptual, tal circuns- tancia se expresa con el signo de igualdad,"? Sin embargo, posterior- mente cambia su idea de la igual dad, se da no s6lo entre nombres de objetos, sino entre objetos. Esta es la conexién logica que mds problemas trajo a Frege: no se trata de una mera igualdad entre simbolos tomados materialmente, © tomados en la materialidad de su expresin, 0 en cuanto meros simbolos, pues entonces seria ver- dad que “a= a”, pero no lo podria ser que “a = 6”, lo cual, sin em- bargo, muy bien puede ocurrir y de hecho muchas veces ocurre. Es una identidad de referencia (Bedeu- tung); lo cual obliga a Frege a dis- tinguir entre el uso y la mencién de una expresién: cuando la usa- mos, nos estamos refiriendo a aquello que normalmente tiene como referente —el objeto que de- signa—;en cambio, cuando la men- hid. p26. 19 fhidem. Cuando Frege esribe su aticu lo. de 1892, Urber Sinn und Bedeutung, co jena el texto sefalando su error, Justamente x el problema de plantear en ese escrito la distincion —capital tn la gemigtica~ entre sentido y referen G. Frege, "Sobre el sentido y la denotacion’ ‘en TM. Simpson (ed), Seméntica filossfce problemas y discusionet, Buenos Aites: § XXI, 1973, p. 8. 74elementos cionamos, nos estamos refiriendo a ella misma en cuanto expresion material, (Es la distincién entre lo que hasta Alfred Tarski se lamard meta-lenguaje y lo que se lamaré Ienguaje-objeto.) Este conectivo de igualdad o identidad —Frege dice que lo toma en ambos sentidos— también Io obligaré posteriormente, en el men- cionado articulo de 1892 “Ueber Sinn und Bedeutung”, a distinguir entre sentido y referencia de una expresion,® dado que dos expre- siones pueden ser idénticas en re- ferencia a pesar de ser diversas en sentido, como “el Lucero Matuti- no” y “el Lucero Vespertino”, pues ambas expresiones se refieren al planeta Venus, pero de un modo © con un sentido diferente. En efecto, el sentido es distinto por- que, aun cuando designan lo mis- mo, lo hacen infomando, evocando © asociando cosas distintas. Esta circunstancia es expresada asi por Frege: “tel mismo contenido se puede determinar plenamente de diferentes modos; pero que en un caso particular se ve realmente lo mismo por medio de dos maneras de determinarlo, es el contenido 39 Sobre estos temas, véase Ch. Thiel, Sentido y referencia en la ligica de Gotta’ Frege, Madeid, Tecnos, 1972; M, Dummett, Frege’ philosophy of language, London, Duckworth, 1973; H. Slugs, Gottlob Frege, London, 1980. de un juicio. Antes de hacer éste se deben asignar dos nombres dis- tintos correspondientes a ambos modos de determinacién, a lo de- terminado por ellos. Para su expre- sion, el juicio requiere, empero, un simbolo de la igualdad de conteni- do que conecte estos dos nombres. De aqui resulta que los nombres distintos para el mismo contenido no siempre son meramente una ociosa cuestién de forma, sino que atafien a la naturaleza del asunto cuando se conectan con diferentes modos de determinacién. En este caso, el juicio que tiene por objeto la igualdad de contenido es sintés co en sentido kantiano,"?" El simbolo es: ‘“F (A= B)” y expre: sa que B puede sustituir salva veri- tate —como decia Leibniz— en cualquier caso a A. La razén de que pueda B ponerse en lugar de A ¢s que ambos tienen el mismo con- tenido conceptual, como ya se dijo. Funcién, argumento y cuantificacién Trata entonces Frege de la compa- icin de los componentes del io; para él, en lugar de sujeto y Dredicado, se debe hablar de signo de argumento y nombre de fun- cién. El signo de argumento es lo sustituible, puede remplazar a diversos contenidos conceptuales; la expresion funcional es la parte constante del enunciado que expre- en una expresién cuyo contenido no necesita ser enjuiciable, aparece un simbolo simple 0 compuesto en uno o més lugares, y si lo pen- samos como remplazable en todos © en algunos de estos lugares por algo distinto, pero siempre por lo mismo, entonces a la parte de la expresion que aparece sin cambio Ja Hamamos funcién y a la parte remplazable, su argumento”.”? 11 G, Frege, Conceptografia, ed. city. 2. 2 pid., pp. 28-29. Precisamente el argumento o el objeto, y la funcién, seran después las piezas fundamentales de la on- tologia fregeana.”” El que una parte de la expresion sea argumental y Ia otra funcional depende del punto de vista: en “Pedro golped a Malco” el argu- mento puede ser “Pedro” y la funcién puede ser “golpeé a Mal: co” 0 el argumento puede ser “Malco” y la funcién puede ser “fue golpeado por Pedro”. Ade- mis, la funcién puede tener uno 0 ms argumentos. Frege representa a la funcién monoargumental asi: “(A)” y la biargumental, por ejemplo, asf: “ (A, B)”. Afiade otras observaciones complicadas sobre el orden y la jerarquia de las funciones, y pasa a la cuantifica- cién, tanto la de variables indivi- duales como Ia de funciones, es decir, tanto la cuantificacién sim- ple como la cuantificacién milti- ple.** Principalmente, expone la cuantificacién general o universal (eustitucional), que simboliza como 23 M, Beuchot, “BI problema de los uni= versales en Gottlob Frege”, en Critica, UNAM, 1X/26 (1977), pp. 65-89, también recogids en Idem, El probleina de loc untvertales, Mex 9, UNAM, 1981, 34 J.a! Robles pifeulocitedo, “ne Por lo demés, Frege es conscien- te de que puede estructurar su sistema Iégico como una construc- cién axiomatica, pero que habria varias maneras de hacerlo. No im- porta tanto aqui justificar la elec- ion de Frege, cuanto destacar que tenia una idea —aunque no del todo clara— de tal axiomética. Lo declara asf: “Es patente que no ¢s lo mismo conocer meramente las leyes que conocer también cémo se compadecen unas con otras, De esta manera, se obtiene un pequeiio néimero de leyes de las cuales, si se aceptan las conte nidas en las reglas, se incluye el contenido de todas, aunque no desarrollado. También es una ven: taja del modo deductive de pre- sentacién el que ensefie a conocer ese niicleo, Puesto que de la inabar: cable cantidad de leyes formulables no se pueden enumerar todas, en- toces no se alcanzaré la totalidad, como no sea buscando aquellas que, por su fuerza, contengan en sia todas." Finalmente, cabe destacar las aclaraciones que Frege tuvo el cui 25 G, Frege, Conceptogrfie, ed. city a” dado de hacer para complementar su exposicién tedrica de la concep- tografia, El mismo aio de apari- cién del Begriffsschrift publica un articulo sobre diversas aplicaciones de su escritura conceptual,?* cuyos elementos principales hemos men: cionado al comentar el prélogo de la Conceptografia. Asimismo, en 1882 publica otro articulo en el que desarrolla algunos argumentos en los cuales quiere probar que se justifica para la ciencia una escri ‘tura conceptual de este tipo. El Ienguaje ordinario, ya en la Iinea de lo que después se Mamaré “filosofia analitica’’.** Y el aio siguiente, en 1883, publica otro articulo en el que habla del objeto y finalidad de su conceptograffa, mostrando cuidadosamente las di ferencias de ésta con respecto al Algebra de Boole, de la cual él se ha distanciado. Como hemos visto, Frege dice —valiéndose de expre- siones leibnizianas— que Boole sélo ha legado a elaborar un cafculus ratiocinator (0 un calculo de cinio, dela inferencia o deduccién), mientras que él ha legado a crear una lingua characterica 0 characte- ristica universalis, es decir, un Tenguaje (0 escritura) conceptual mas amplio, del que el célculo de ductivo es 's6lo una parte.? Se trata de la logica como lenguaje perfecto, que es la idea que Ber- trand Rusell tomard de Frege. 26 idem, “Anwendungen der Begritts: chrife", em Idem, Begrffechrft un andere Aufsdtie, ed. 1. Angeeli, Hildesheim: G. Otms, 1968, pp. 89-9 37 dem, "Sobre de una conceptogratia", en la trad. ya citada eH, Padilla, pp. 209-214, 24 M, Dummett, "Can Tien, Trath ond’ other enigmas, London: Duckworth, 1978, pp. 487 ss; MD. Resnik, “Frege and analy'ea! philosophy: facts and ona”, en Midwert Studie ix Philoso im. 6 (1981), pp. 83-108. G. Frege, "Sur le but de Tidéographie", en Idem, evtt logiquer et philovophies, Introd. y tad. C. Imbert, Paris, Eds, du Seuil 1971, pp. 70-79, elementos 75

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