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3 LAPOLITICA COMO CIENCIA ‘Tocqueville, Alexis de (1962), Journey to Anterica, New Haven, Connecticut, Yale University Press ‘Trurnan, David (1955), "The Impact of the Revolution in Behavioral Science en Political Science”, Brookings Lectures, Washington, D.C., Brookings Institution, pp. 202-231. Walzer Michal (1970), Obligtions, Cambridge, Massnchoses, Harvard Iniversity Press. —— (1983), Spheres of Iustice, Nueva York, Basic Books, Weber, Max (1949), The Methodology of the Social Solences, iraducido por B.A, ShilsyH. A. Finch, Glencoe, llinols, Free Press, Womack, John (1989), Zapata and the Mevicant Revolution, Nueva York, A. A.Knopf. Wood, Gordon S, (1988), "The Fundamnentatists and the Constitution” New York Review of Books, 18 de febrero. cH ie) SANE MEE 1. NUBES, RELOJES Y EL ESTUDIO DE LA POLITICA” con SrePHEN GENCO Exsu afén de volverse clentifica, la clencia politica ha propendido, ‘en las tltimas décadas, a perder el contacto con su base ontol6gica. Hz tendidoatratarlosacontecimientos y fendmenosdeorden politico como hechos naturales reductibles los misrnos esquemas de légica cexplicativa propios de la fisica y otras clencias exactas. sta tendencia puede interpretarse en parte como una fase de ta revolucién cientf- fica, comouna difusién, en dos etapas, de postulados ontolégicos y metodolégicos propios de las ciencias cxactas, cuyo éxito no deja lugar a dudas: primero, hacia la psicologia y la economla, y luego, desde estas pioneras entre las ciencias humanas hacia la sociologia, Inantropologia, la clencia politica ¢ inclusoja historia. Aladopiarla agendadelascienciasexactas,lascienclas sociales yen particularlacien- cia politica, fueron respaldadss por la escuela neopositivista de filo- soffa dela ciencia, la cual legitimaba este postulado de homogeneidad ontelégica y metametodologica. En fechas mds recientes, algunos filésofos de la ciencia, asi como ciertos psicélogos y economistas, han puesto cn duda Ja posibilided yconvealencia de aplicar a asuntos humanos Ja estraiegia propia de las cienclas exactas, Tal vez sea provechoso sefialar estos argumentos a los politSlogos. ‘Las meriroras oe Porren Kar! Popper, quign juntocon R. B. Braithwaite, Carl Hempel y Ernest Nagel sostuviera la tesis de la homogencidad metametodolégica, destacé en fechas mds recientes la naturaleza heterogénea de la rea- * De Gabriel A. Almond, “Clouds, Clocks, and the Study of Polities’, Wowd Fol ties, vol 29, nite 4, Derechos reservados © 1977 pbx Princeton University Press Reprodueciéa aviorieada. 6 & LA POLITICA COMO CIENCIA, lidad y su incompatibilided con un modelo tinico de explicacién clentifiea, Recarve a la metéfora de las nubes yos relojes parailas- trar las nociones con sentido comin de determinacténe indetermi- anocién en los sistemas fisicos. Nos pide que imeginemos wn continzo {que s¢ extienda desde las “auibes” més ievegulares, desordenadas © impredecibles a a izquierda, hasta los “relojes” més regulares, ord hados y predecibles a la derecha. Como ejemplo més cabal de un fistema determinista situado cerca del extrerno de los relojes, Popper menciona al sisterna solar. En este éxtremo del coatinuo, se encon- trarfan objetos como péndulas, cronémetros y automeviles, Como tjemplode un sisterta cercano al otro extremo, el indeterminado, de Gcie continuo, eenciona un enjarabre de mosquitos o abejas en el ‘que cada insecto vuein en forma etrética, excepto porque vuelve & acerearse al centro cuando se aleja demasiado de sus compafieros. Cerca de este extremo, encontrariamos nubes de gas, el clima, car dGmones, sociedades bumanas y, tal vez un poco mds cerca del cen tro, a seres humnanos y aniroales eislados. La revolucién newtoniana en el campo dela fisica divulg6 la n0- cia —que habria de perdurar por cerea de 250 aiios-~ de que este orden logico era errdneo. Et éxito de la teoria de Newton al expliva }predecir una multitud de eventos celestes yterrenales mediante sus Jeyesdel movimiento conduje a ls mayarfa delos pensadores aun. ‘que no al propio Newton— a adoptar y defender la idea de que el tiniverso y ¢odas sus partes obedecian « mecanismos comparables al tie un reloj y que eran, en principio, enteramente predecibles, Se consideraba que eran mal entendidos todos los fenémenos aparen- temente indeterminables; con el tlermpo, se descubriria que también eran regulares y predecibles. Asi, el modelo cientificopredominante Gespuds de Newton postulsba que toda la naturaleza estaba regida por leyes deterministas 0, de acuerdo con la metéfora de Popper, vrodas las raibes son relojes —incluida la mas difusa de las neibes" Durante la déeada de 1920, el desarrollo de la tearie cuxémtica paso en ela dejuicio tan exacto modelo dela naturaleza y apoy6 la nocioa de que la indeterminactén y el azar eran parte constitutive de todos los procecos naturales. Con este hallazgo se invirtié la metafora de «orl R. Popper, “OF Clouds end Clocks: Aa Approach to the Problem of Ratio ality and the Freedom of Man", en Popper, Objective Knowledge: Ax Evolutionary Approach, Osfors, Clarendon Press, 1972, p. 210; cursivasenl origins. i NUBES, RELOIES ¥ EL ESTUDIO DE LA POLITICA 6 Popper: ahora, la postura predominante era que“ i 2 inante era que “hasta cierto punt todos los relojes son nubes; 0 dicho eon otras palabras, que sélo hay nabs asf scan nubes con muy diferentes grados de nubosidad” x Lamnerors Gientibicos y filésofos acogieron con alivio este cambio ie modelo, toca vez que parecia liberartos de la pesadilla del detare minismo que negaba sentido a las decisiones y objetivos hunanos. Pato Popper prosigue exponiendo su argumento central, esto es, ae “La indeteenacin wo basa” yar expiaeapaente atone mia de les ideas humanas en el mundo fisico. “De ser verdadera la postura del determinismo, entonces el rmundo serfa comparable con un reloj perfectamente sincronizado, incluidas todas las nubes, or gaafemos,animalesy sere hrnanos. Si, per ota pate, ld Piece °. leisenberg 0 cualquier otro indeterminismo es veridico, en- tense laaa esempeia un pape muy portante en nies mn do fio. Peo, zaaso ol azar es més stisfactrio que el deter La respuesta de Popper es negative, Ax idol tun cuando los fisicas y fil6- sofos intentaron constinit modelos de eleccis Jo ic eleccién humana basados Ja imprevisibilidad de los saltos cugnticos,‘ él los rechaza por estar @emasiado cireanscritos. Admite que "el modelo de los altos cudn- tieos puede ser un modelo para f..] decisiones repentinas{..} Pero, son tan interesantes las decisfones repentinas? ¢Acaso son caracte. tisticas del comportamicnto humano —de un comportamiento hu- tnanoracionl? Concuye:"Nolo creo] Par entender el compor mento humeno rcional “y de hecho, el comportamieto aa majl— necesitamos algo de cardcter intermedio, entre el azar absoluto y el determinismo perfecto —algo intermedio entre nubes perfectas yrelojes perfectos[...]ya que, desde luezo, lo que queremos es entender me cosas no fisicas como los propdsitos, detiberacio- nes, planes, decisions, teorlas, intenciones y valores, pucd bur pra prowocarcambies seo eo munca gsc étodo de Popper para encontrar una sohucion a es arana: te probh pavece al igual ue el problema mismo serimportante para la poll +i, p.at3:conas elec Sioa paneccuesen clon “arta: 00, gg tise H. Compton, Te Frasdon of Han, New Haven Yale Ualversiy Pres, Popper. . i; cursivas ena original, “6 LAPOLITICA COMO CIENCTA ticayla clencia politica. Considera que el problema es esencialmente de control; esto es, el control del comportamiento y otras aspectos, del mundo fisico mediante ideas humanas o abstraceianes mentales. Afirma, por lo tanto, que "la solucién debe dar cuenta dela liberiad; debe asimismoexplicar cémola libertad noes tan sdloazar, sino mas bien el resultado de una sutil interaccién entre algo casi fortuito 0 aritico, yalgo parecida a un control restritivo o selective como we objetivo o una norma— aunque decididamente no férreo". En con- secuencia, reduce el rango de tas soluciones aceptables a aquellas que “se ajuistan a /a idea de combinar libertad y control, y también ala nocién de un ‘control pldstico’, en contraposicién con fa de un control ‘ferred Popper llega a una soluci6n evolutiva de este problema —basada enum procedimiento de eliminacién por ensayo y error, 0 de vatia- cidn y retencidn selectiva.” Sélo una teoria como ésta puede admitir tun control pléstico y de ahf la libertad humana. Visto esto, se bace soluble el problems de la relacién entre las ideas y el comportamien- to:"Porque el control sobre nosotros miismos y sobre nuestras accio- nes mediante teorfas y propésitos nuestros es un control plastico. No estamos obligedas a someternon al control de nuestras teorfas toda, yer que podemos examinarias con un ojo critico, y tenemos plena libertad de desecharlas si juzgamos que 20 cumplen con nuestras normas regulatorias, No solamente nuestras ieorfas nos controlan, sino que podemos controlarlas @ ellas (¢ inclusive a nuestras nor aqui existe una especie de retroalimentaciéin.”* Popper coneluye: "Como hemos visto, resulta insatisfactorio con- templar al mundo como un sistema fisico cerrado —ya sea un siste- maestrictamente determinista ouno enel que cualquier cosa que no este estrictamente determinada se debe simplemente al azar; con semejante concepcién del mundo, la creatividad y la iibertad huraa- nas no pueden ser sino ilusiones [...) por lo tanto, yo presemté una perspectiva difexente del mundo —una en la cual el mundo fisico es tun sistema abierto, Esto es congruente con la percepcién de Ja evo- lucién de la vida como un proceso de eliminaciéa por ensayo yerror 6 thud, pp. 234-232; cursivas ene original, 7 Véase Donald T. Campbell, "Variation and Selective Retention in Socio-culesral Evolution, Genaral Systems Yearbook, xs, 2968. S Poppet. 1, pp.240-241; eursivas en el eriginal ‘NUBES, RELOTESY EL ESTUDIODELAPOL{IICA or _ynnos pertnite concebir racional, mas no integralmente, el surghmies tode nuevas formas de vida y el deserrollo de la libertad humane.”? Asi, Popper nos advierte que los modelos de explicacién apropia- dos para las cfencias fisicas no nos permaitiran aprehender los fend- menos humanos y culturales, y aur Cuando podamos incrementar nuestro entenditaieato, no podremos explicarlos cabalmente en vir tud de sus propiedades creativas y eimergentes. PROPIEDADES ONTOLOGICASDELA POLITICA El ensayo de Popper nos brinds tres maneras de conceptualizar le realidad social —como ua reloj, una nube y un sistema de coniroles plisticos. Desde luego, el tercer concepto es el que mejor define & la realidad politica, cuya explicacién es el objeto mismo de la clencia politica, Consta de ideas —decisiones, metas y prop6sitos huma- os— en Constante e intensa interaccién con otras ideas, asi como con él comportamiento humano y el mundo fisico. En el centro de este complejo sistema se encuentran las opciones y decisiones —de- cisiones de ordenar, obedecer, votar, oxigir, Eluniverco politico ect organizado; las élites toman decisiones de ordenar a abstenerse de hacerlo, qué ordenar, yeémo hacer que se cumplan sus érdenes. Los ciudadanos y sujetos deciden acatar estas Ordenes, en qué forma hacerlo o bien no cumplirlas. Esto es el meollo de la politica, estoes elobjeto de estudio de nuestra disciplina. Las relaciones entre estos eventos no son sencillamente reactivos, ‘come lo son ios encuentros entre objetos fisicos; no son fécilmente reductibles a modelos de causa y efecto comparables al mecanismo de un reloj. Esto se debe principalmente a la naturaleza variable de los repertorios conductnales de las élttes y de los ciadadanos comu- nes, Los protagonistas politicos tienen recuerdos; aprenden de la experiencia. Tienen metas, aspiraciones y estrategias calonladas. La memoria, el aprendizaje, la persecucidn de objetivos y la resolucién de problemas se interponen entre “causas” y “efectos”, entre las va- Fables independientes y dependientes. Las decisiones politicas no se toman ai tampoco se aplican en el 9 Wed, pp. 284-255, a LAPOLITICA COMO CIENCIA es vaciormés bien estén sujetas a una compleja gama derestriceiones ¥ Sportunidades, Estee vestricciones —los necesidades de [a politica = cpovoan desde ls categoria relativamente rigida ce las Himitacionss a atrat alec a ecoldgicas hasta otra, bastante flexible, representada ‘por modas tendencias transitorias. Definen el “ambiente Oper ae alos actores politicos! y muestran diversos grados de mancja- Yanidad Algunas de ellas, como in geografia o cl nivel tesaol zien, son dediffcilalteracién incluso a largo plavo, y son précticamente impo” or es de manipalar en el corte plazo, Otras, como os valores culta- stleeyla opinion plblica, son relativamente féciles de manipula em Migues crounstancias y mas inconmnovibles en otras, Pero cae aes que fa manipalacién, en principio, ara vez imposible: Inclv: es relativamente estrictas—comolarela- Spe entre las necesidades de recursos materiales y 1s poblacién— pueden veces modificarse a resultas de les capacidades ereativasy ea catativas do [og eres huimanos. Hace alrededor de 10 000 afios la aescign ageieala multiplicé el néimero de individuos susceptibles cee habitas enn deterrminado espacio fisicey la revalucién indus: nal de Jos dltinwos dos aiglos repitis este fenémeno. ‘Son evidentes para todos nosotros estas propiedades ontolgicas dc ior asuntos politicos, no son cuestiones sobre las cuales puedan, Giecrepar individuos inteligentes, Aquellos politélogos que -—por a Ieequier motivos filoséficos o metodologicas— se rebsisan a 10. ca aclen cuenta y consideran que el comportamiento hursano es Jo tanto sujeto a la misma ‘de naturaleze meramente resctiva, ¥ Por fopicn explicaiva quelos fenémenot naturales "regulares’ —-rogides ‘por mecanismios precisos como los de un zeloj-~ estén tratando de ae meturar usa eiencia basada en postulados empfricamemte terBi- Sarcados, Esto se hace evidente cuando sus esquemas explicativos se weit ea con base en su propio comportamiento como cientificos Foe ainmna medida en aue reconoven la importancia de la memoria y la creatividad cientffice, de is estrategins celoulads le porseet™ + gn de objetivosy ln resolueién de problemas en su propio quehacer Gjentifico, asimismo deben admitir estes cualidades en los fenéme- hos humanas y sociales que estudian y pretenden explicar. Tistas complejidades de1z realidad humana y social nos dejan ver 0 restriceiones ambiental 1 tlarola Sprouty Margaret Sprout, Te Eoolgice erspetiveon Humaw Alas Pringeton, Princeton University Press, 1965 é / 4 NUBES, RELOJES V BL ESTUDIO DELA POLITICA. oe que lacstrategia explicativa propia delas ciencias i aplicacin imitada en ias cieneas sociales Los modelos metodole. glas'yprocedimientos ereados pare explorar tun mandocayes carae tevin predomtanies se tema al mecniino den rcjoa Ja dispersion delas nabes no pod aprehender nds que naparte "educa del mundo mucho mds compljo dea interacin poica 4 sci Aaa mere bisque de reguardades yrelaionos Fs entre variables —na statin que propicls enormesavances en as Gclnscondciones que osdetemaiaaon Seen acletaoez gu le propedas elo ela poi diferon dela ic la realidad fisica, las propledades de les regularidades politicas tenn dfecrén de nse insegularidades seas. Las regula les que desculbsimos son flexibles; por ser resultado de procesos que ‘muestranun control plisticoy no férveo. Forman parte dela historia « implican reiteradas interveneiones de un gran nimero de recuer- dos, procesos de aprendizaje y propésitos humanos, ast como elec- ciones entre diversas opciones, Las regularidades que descubrimos aeoentoneruna muy cons vids, Se desvanscenrpldamgente debt joa los procesas mneménicas, de btssqueda creativa y de aprendi zajequeLundamentan suexistncia, Cabe decir quole eisme conc social nuede contribulra est desintegracén, toa ver queel ‘pren- ane end vex ms ene inshir no solamente I informacion obtenida a partir de la experiencia, sino tarabién la que se desprendi de la investigacisn cicatifica. imesepeees Unos cuantos ejemplos bastarén para lust dpa ramet loos. Las polit6logos con justa cazn se enorgullecen de steorta del comportamiento electoral que, de hecho, es lo mas parecido qui tenemos nator, Dicha tears he geerado todo un njumnto de le que parccen ser ‘eyes generales” epics y des cela Secsineecoral eos use legs mes diane ui procs de induccié, El modelo deductive pesslado por Downs, eaneeciene else consecuences par ls sstomas de pert le diferentes distribuciones de las actitudes de los electores, parece ser una ley més importante de politica. Sin embargo, inclo- so unrepaso superficial de los hallezgos de Ia tnvestigactén acerca ol comportarniento electoral en los iltimos tres decenios muestra 0 LAPOLITIca COMO CIENCIA hasta qué punto son inestables estas regularidades y cudnto se apar- tan de ios pardmetros de las ciencias exectas nuestros esfuerzos por estabilizarlas, La investigacion moderne acerca del comportamien- to electoral logré su maximo avance enllos estudios realizados sobre las elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica durante ia década de 1950 y principios de la da 1960, un periodo de acelerado execimiento econsmnico y baja intensidad politica. Los estudiosos del comportamniento electoral esiadunidense durante este periodo pre- tendfan explicar y predecir el comportarmiento electoral de los ciu- dadanos estadunidenses con base en vartablee de “identificacién partidista” e imagen de los candidatos", las cuales, sin embargo, no parecieron desempefiar sino un papel secundario en el proceso," E] resultado de este esfuerzo por generar una explicacién causal infali- ble fue una teorfa psicolégica del comportamiento electoral basado en Ja idemtificacidn partidista y 1a imagen We los candidatos. Sin embargo, dicha teoria pronto serfa puesta es tela de juicto por estu- dios realizados a principios de la década de 1970, que conteatan datos de principios de la década de 1930 y finales dela de 1960. Estos periodos, el primero relativamente remoto y el otre mucho mas re- » paul Diesing, Rattems of Discovery i the Social Seteces, Chicago, Aldine At- herton, 1971, p. 164. nae % LAPOLITICA COMO CTENCTA cién que existe en el modelo entre explicacién y prediccién.¥ Para Jos partidarios del modelo D-N,, una explicacion queno sea capazde respaldar una prediceién no debe considerarse valida.» Porlo tanto, hho es sorprendente que los sistemas deterministas cerrados —los “todelos de reloj”, segtin la terminologia de Popper— sean mnés cozpatibles con una explicacién conforme al modelo D-N. Comolo texplica Hempel: “Los mejores ejemplos de explicaciones conformes con cl modelo D-N estén basadas en teorfas fisicas de fadole deter- rminista [..] Las leyes espesificadas por una teorfa de este tipo para Jos cambios de estado son deterministes en el sentido de que, dado clestado de dicho sistema en cualquier momento, ellas determinan Suestado en cualquier otro momento, sea anterior 0 posterior." Bs evidente que el modelo D-N pierde st utilidad en la medida en que existen excepciones a la ley © leyes que respaldan nuestra expli- Cacién, Si no podemos mantener legitimamente le postura de que “todas las A son B” y debemos conformarnos con una ley que solo asiente que “algunas A son B’, entoncesse pierde el vinculo deductive ‘yoontimta slendo problemética nuestra explicacion de la ocurrencia de B. Sin embargo, esta situacion es precisamente la que implica la nocién del control plastico. Plasticided significa yue podemes ant 1, en principio, que habré excepciones a cualesquier generaliza- ‘clones que podamos hacer acerca de ios fenémenos que nos interc- San, Ast, cuanto més control pléstico mucstre nuestra materia de estudio, menos se presterd a explicaciones sencillas basadas en el modelo D-N, {3) Tanto los politélogos como los filésofes de la ciencia postulan ‘una fntima asociacin entre la noci6n de causalidad ya idea de una ccaplicacién basada en: una ley general. R. Braithwaite, por ejemplo, describe a la causalidad a partir, estrictamente, de las leyes genera Jes: El planteamiento de que un evento en particular es efecto de una 2 ease Hlempal,n. 30, p. 367, en donde se mantiene esta postura, en tento gue Is Inversa cs decir, que una prediecign valida debe llenar los mismos requisitas ‘que una explicncién se desecha, Este modilicacién a la amada tesissiméicica de Tn explicacton y de la prediocion na ha sido siempre del agrado de los pollséloges. ‘Véase, por ejeraplo, Oven Young, "The Perlisof Odysseus On Constructing Theories inTotemasional Reasions’, en Raymond Tanter y Richard Ullman (comps), Thaary died Policy in International Relations, Bineeton, Princeton University Press, 972, p.183. Hempel, 30, p. 351; véase también Nagel, n.30,p.323. al NUBES, RELOJES ¥ EL ESTUDIO DELA POLITICA w serie de circunstancias implica la formulacién de una ley generale! preguntar por la causa de uh evento siempro equivale a preguntar ‘por ma ley general que se aplique a dicho evento." Esta formmulacién es respaldada por los politslogos. Asi, Robert Dahl arguye: "Si deseamos explicar un evento F dena forma causal, consideramos aE como un efecto yle aplicamos alguna generaliza- cién come:'A todo evento Csigue un evento E'[...] Eneste caso, Ces Jacausa y Eel efecto." Isaak mantiene, asimismo: “Si afirmar que ‘A.causa a B significa lo mismo que ‘B siempre sigue aA’, entonces, ambas premisas son reductibles asi A, entonces B’. Dicho en otras palabras, podemos expresar lo que tradicionalmente se conace como ‘uaa relaci6n causal sin tener que emplear la palabra ‘eausa’.”* ‘Todas estas caracterizaciones descansen en la novia de causa- lidad como unconceptoexplicative. Pero, somo adquiere esta cuali- dad de explicativo? Como puede verse después de una exposicién, incluso superficial aia bibliografia sobre causalidad y condiciones,"* Jos conceptos de “causa” y “efecto” son generales y ambiguos. Sin embargo, un aspecta de su significado parece destacar en cualquier explicacién: se trata del principio que esteblece que "a una misma causa, un mismo efecto". Hempel la exptica ast: "Como lo sugiere elprincipio segiin el cual ‘a una misma causa, aa mismo efecto’ le premisa de que [una determinada serie de] circunstancias juntas causaron cierto evento implica que sempre y cuando ocurran cit- cunstancias de este tipo, ocurre asimismo un evento del tipo que se pretende explicar,”#! Osegiin la formulsci6n un tanto més cautelosa % Braithwaite, n. 29, p. 2; véase también Hempel, n, 30, pp. 348-389. Dahl, "Cause and Effect in the Study of Politics’, en Dantel Lerner {comp}, Causeand Bfject, Noeva York, Free Press, 1985, p. 87. % Isaak, 1,27, .95. » Vease, por ejemplo, Ernest Sosa, Cansationsand Conditionals, Oxford, Oxford University Press, 1975; Myles Brand (comp), The Nature of Causation, Urbana, Ur versity of Minois Press, 1976, * Hay mucha contraversia en tomo la categorts filosstica dela cousalidad, Ia cual va mucho més all de est elemento consensual desu significado —por ejemplo, fl prabiensa del que si el nexo causal constituye uns conjunclén constante, una necesidad légiea, o bien una nesesidad “natural yl problema del ordenamiento {emperal dela contigiided de causzsy efecios. Para un andlisis deestes problemas cn elmarco dela investigacidn en ciencia politica, viase Georg Henrik von Wright, Explanation and smderstanding, Tthaca, Nueva York, Cornell University Press, 1971. Hempel, 20, pp. 348-349, ‘LA POLITICA COMO CIENCIA de Abrahaio Kaplan: "Unexo causal suele analizarse en terminos de Sign vinculo de implicacién la gramatice de esta coajuncl6n Story aaa eny constituye por lo menos un punto de partida, Sila cause se presenta, entonces curr el efecto “¥? Este elemento de *missne cs Preterm efecio” es el que confiere un poder expicativo a las rae Se smmumales, Enso ausencia la “causalidad” se convierte stmple- cients om otra velacién problemética y esencialmente inexplicads ‘entre dos 0 mas cosas, eventos 0 procesos. Esta caracterizacion: filosdfica de la relaci6n causa-efgeto se as0- cig fntimamente con le nocién de control férreo de Popper. Lacause produces el efecto, ¥ la existencia de la cause es la explicacin del ‘efecto, Un mundo de pures: yelaciones causa-efecio, conforme # una artecha definicign desta identificacién de a causalidad con una ex Slicacién que tuviera status de ley general, serfa un mundo sin excep ‘clones, un mundo que no podria ser diferente de: como es, Opinamos gue setnejnte mundo es totalmente ajeno al mundo de je polite, enelque el: potencial de serpresa ‘einnovaciOn es inherente a muchas, como no sea ala mayoria, de jas situaciones. In inflexibilicad y aridez del concepto ‘Sin embargo, no obstante explisativn dela eausedad, namterosos politélogos ban intensado cae ar sos andlisis de fenémenos politics segein les nociones de “Hecto. El resultado a menudo es una curiosa mezcolenza flizadas y mnateria empirica Inconexa. Como ‘consideremos brevemente una rama jode manera considerable as formu: fia sobre el concepto de poder. En are tago, ge recurve de manera implica la retacién causa-efecto como metéfora para establecer un nexo necesario y dependiente cove eventos, Herbert Simon, por ejemplo, afirina que. “la premisa ‘Ctiene poder sobre R’, puede ser sustituida parle dee! compor’ itento de C causa ef comporterniento de 2. Si podemos definic ls mlgciom causal, podemos definirlos conceptos de influencia, potler ‘S autoridad, y viceversa."> Andrew McFarland plantea, asimisrno, (qse Tas definiciones del podero de la influence besaddas en concet> see mo les de fuerza, incentives o utilidades, y las més insignif- causa y Ge definiclones form: ejeraplo de semejante mixtura, del endlisis politico que ha usadi Jaciones causales —la bibliogral 42 Kaplan, “Noncansal Explanation”, en Leries, 37.146, 48 Simon, Models of Man, Nueva York, Wiley, 1957, p.5. NUBES, RELGIES ¥ Et. ESTUDIO DB LA POLITICA a antes coalciones victorosas soa ..] eductibles a térmain salidad”¥ Br. fechas mis recientes, Feek Nagel delinis ‘poder en los siguientes ténninos: “Una relaciéa de poder, real o potencil tsa elacidn causal eal opotencialentrolas preferencies deumactor con respecto a un resaltado yelesuitado mismo.”® Y Robert Dahl enletima edicion desu Modare Poteet Anas, prec mantener (ben con lgoas resesons) sa conoséapostra de ae a crusades nae pora lope ee rlsons fre influencia: “Cuando separamos a la influencia de todos los desids aspectos dela interaceién humans. con el propésito de pres tavle especial slencidn, aquollo que nos intevesa yn lo Gae nos conceniramoses que uno o varios delos participaniesan Sicha fate retldn ngran su propésto, opr To menos se acercan a ogra, haciendo urls peranas acon deuna forma determinada. Lo interesa aqui es Hamat 6n haci ib Care que desenylogisd hacer Tan arcane 2Céma se emplea Ia palabra “causa” en estas definicfones? evidente que no se eraplea como un concepto explicativo, screlaen tido especificado por los fildsofos de la ciencia. Como ya lo hemos visto, para que una explicacién sea verdaderammente catisl en este sentido, la relaci6n de que se trata tendria que set (1) inconmouible {2 generalizable y(3)compatile con una empleaténconel status ley general. Las relaciones de poder no parecen cumplir eon nit. ggumo de estos requisitos, No hay ninguna “necasidad” inhereate al sssliadode un ntento por jrcr poder sobre ora persons, como Iehay gn un new de canst etre doz objeto ites Lapersona ela. cual seintenta ejercer poder puede, por las razones qe sean, comportarse de manera distinta a como su contraparte quisiera, Esto se debe a que una relacién de poder no iruplica mm control férreo; rs bien, se trata de una interacci6n entre dos individuos capaces de clogie 9 elercar mutuamontecesteciones el uno sobre el ole, cada uno de ellos con sus propios recursos, objetivos, metas, intere- McFarland, Power and Leadership i Pleral oe att ie Sysgs,Stnfor, Stanford igaheg he Bit Att of owe, Neu Hoven, Yale Unt Pes 12 Dah, Maen alta Anas 3, Elena ‘ sa 16 poOvcuasendigads nn etme 8 LAPOLITICA COMO CHENCTA ces y estrategias. Si bien las intenciones y recursos del primero res- triagen las opciones y conductas del segundo, no por ello determminan ‘en una forma rigida dichas opelones y conductas. Esta “laxitud de la correspondencia” entre el comporteraiento ¥ las intencfones de los actores involucrados en un intento de ejercicio del poder significa que su relacién no es realmente generalizable; tampoco se presta muy blen a una explicacién propia de una ley gencral. Como lo indicaron Hart y Honor: "La afirmacién de que Siguien hizo algo porque... oto individwo lo amenaz6, no iraphica hi tampoco equivale afirntar que, en caso de que se repitan las circunstancias, oourriré Ie misina aceién; semejante afirmecién tampoco requieré, para su defensa, de une generalizacién, como suele suceder conlas afirmaciones causales ordinatias.""” Estas con sideraciones nos llevan a concluir que Ia relecién de poder no es causal, al menos no en el sentido explicativo del término.* ‘Reta conciusién parece, en cierto sentido, ser compartida por Dahl yotros muchos de los politélogos que utilizan el lenguaje de Ie can Jalidad en sus definiciones de poder. Si, en vex de sus definiciones, cxaminamos sus andlisis ernpisicos de las relaciones de poder que curren en situaciones politicas de la vida real, exuontramos era hes cuidadosos y precisos de las complejas interacctones que prodt Cen los resultados estudiados, los cuales no dependen de nociones simplistas de” misrna causa, mismo efecto". En estos andlisis sstan- tivos —en oposicién a la factura de definiciones— se identifica un telemento de plasticidad al tiempo que se hace un manejo sutil y penetrante dela indetermiaacién. Entonces, lo que parece destacar en esta drea de la investigacién politica os un empleo retérico ometaférico—mas que explicativo- Sellen guaje causal en les formalizaciones y definiciones. Esto expls- ca la auserieia de un subsiguiente empeiio de andtisis causal real en. la investigaciOn sastantiva, Esta laguna en cierta forma incongruen te posiblemente responda aun empedio de los politGlogos por crear lun “efecto de halo” alrededor de sus formnulaciones te6ricas. Nuestro afin por lograr un pleno reconocimiento clentifice, nos condujo & SVL. L.A, Harty A M. Honor, Causation atthe Law, Oxford, Clarendon Press, 1959, p.S2. ‘8 Para mayor informacién sobre el tema, éase Terence Ball,"Pewer, Causation and Explanations", Polity, vs, iaviemo de 1975, pp. 189-214. NUBES, RELOJES YEL ESTUDIO DELAPOLITICA 83 creer bars ftaeiones de los instramentos y productos propios de lesclnciss sractascon|acsperanzade que nuestros piadosos deseos Estos tres elementos de la légica implicita que en la actualidad sustenta gran parte de la investigaciGn cientffica, pavecen conllevar ven modelo snstantive del mundo politico muy semejante al “modelo del reloj" descrito por Popper. Esto no significa que haya politélogos querealmentevean el mundo politicoen esta forma; sia duda alguna todos coincidimos en que éste a menudoparece ser bastante permea- ble, irregular ¢ impredecible. Mas bien significa que el arsenal de prineipios y procedimientos metametodoldgicos que tomamos de fas ciencias fisicas 6 mejor dicho, de cierta perspectiva filosdfica de lasciencias flsicas— contiene toda una serie de postulados sustanti- vos que proclaman el principio de “todas las ntibes son relojes”. Si nos coneretaraos a buscar generalizaciones y regularidades en los pprocesos politicos, si formulamos nuestras explicaciones sélo en términos de] modelo de la ley general, empefiamos nuestro esfuerzo —lo reconozcamos o no— en un programa disciplinario de investi- gacién encaminado a climinar los aspectos nebitlosos y propositivos de la realidad politica con el propésito de revelar su "verdadera” estructura presuniamente comparable con el mecanisme de un re- Jo}. Ahora bien, en caso deno tenerla politica semejante estructura, dicho programa se vuelve del todo inoperante, Nosotros asi lo cree. ‘most el actual dilema dela ciencia politica puede explicarse en gran medida porel hecho de que los postulados basadas en el "modelo dei reloj” noson apropiados para estudiar la sustancia de los fenémenos politicos, LAApoP IGN DEL MODELO DEL RELOTY SUEFECTO ENLAINVESTIGACION POLITICA YLA PEDAGOGIA El movimiento hacia las clencigs exactasen el estudio de la politica constituye una fase de la revolucién clentfica de las tiltimas décades. Los espectaculares avances en la fisica y la blologia, asf como el extaordinerio auumtento dc los fondos destinados a la iavestigacton, cientifica se convirtieron en una caracteristica nacional y crearon un cliraa de optinismo. Por elfo, no debe causar sorpresa que los poli st LAPOLSTICA COMO CTENCLA sGlogos quisteran participar en taa tmocionante y remuneradora aventura, ‘Algunos de los més renombrades filésofos dela ciencia invitaron a la ciencia politica a imitar a las ciencias exactas con el argumento de que la realidad politica se ajustaba 2 !os mismos poderasos méto- dos gue son tan eficaces en la fisica y la biologfa. Esta es una de las posturas fandamentales de la zradici6a positivista logica en la filo- sofia dela ciencia,*? yha sido el punto de pariida de numerosos libros yarticulos en los que se intenté ensefiar alas ciencias sociales y ala historia cémolograrun status "verdaderamente” cientifico.® Hubo, dems, pruebas inmediatas del éxito de la estrategia de as ciencias exactas dentro de las ciencias sociales mismas. La psicologia y la ‘economia fueron las primeras disciplinas pertenectentes a las cien- cias sociales que se movieron en esta direcciéa, y demostraron las posibilidades de los mnétodos experimentales, asf como las de sofis- ticados métodos cle cuantificaci6n, de lasimulacién por compurado- raylos modelos matematicos. Ls combinacién de wna legitimacion filos6fica con el probado avance de le psicologia y la economia tenia un atractivo al que costaba resistirse Como consecuencia de estas legitimaciones y etectos de demos- tracidn, la estructura incentiva de la ciencia politica comenz6 a apo- yor la orientacién copiada de las ciencias fisicas. Las presiones hacia el conformismo pueden medirse en términos de prestigio, artfculos enrevistas especializadas, distinciones y becas. Importantes fuentes de financiamiento para la investigacién y distinciones académicas, como la National Science Foundation, fueron dominadas por las ciencias exactas’ las diversas ramas de las ciencias sociales fueron sacios menores en estos organismos, y las ciencias polfticas el dltimo de estos socios. Los proyectos cuya formulacién parece apegarse a los requerimientos del rigor cientifico han gozado de considerable apoyo financiero. © ease Vor Wright, 8.40, cp. 2 Vease, por cjensplo, Nagel, 2. 30 Hernel.n.30, cap. 9; May Brodbeck, "Expl nation, Predition. and Lempertect’ Knowledge", en Herbert Felgly Grover Mansell fcomps.), Minnesota Studies in the Pilosophy of Science, 0). 3, Minneoplis, Unt versity of Minnesota Press, 1962; Richard S. Rudner, Philosophy of Social Science, Englewood Cliffs, New Jersey, Prentice Hall, 1966; Rudner, “Comment: On the Syelving Standard View in Phitosephy of Science", Americar Political Seienee Re- vibw, vol. 66, sepliembrede 1972, ‘NUBES, RELOJES ¥ EL ESTUDIO DE LA POLITICA as Laconsecuencia més importante de esta emulacion delas ciencias exactas quizé haya sido el hincapié en el método como criterio prin. cipal para evaluarla calidad de la investigeciéa en las clencias poli ticas. En la actualidad, las més importantes tradiciones de la inves- tigacidn tlenden a definirse a través de sus metodologias en ver. de sus enfoques sustantivos. Un resultado —sungue ciertamente 20 ‘una consecencia necesaria— de este principio de organizacién ha sido que el vator de estos trabajos parece medirse principalmente a partir desu vietuosismo técnico, yde manera secundaris en funcién dela importancis delos problemas tratados. En las dos tiltimas décadas, se he observado un poderoso movi- miiento hacia la cuantificacién en la eiencia politica. Riker celebré esta tendencia en un reciente comunicado a la Amerioan Political Science Review, en.el cual comenta que alrededar de as dos terceras parizs de los artfculos publicades en ntimeros recientes de esta re- vista estaban basados en andlisis cuantitatives que empleaban esta- distica sofisticada.s! No cabe duda de quela cuaatificacién propici6 importantes avances en la ciencia politica y otras clencias sociales. Sin embargo, también ariginé vine cantided considerslale de ejerei- cios seudocientificos que destacan la forma, mas no la sustancia de lainvestigacién en las clencias fisicas. Semejentes esitdios tlenden a proliferar cuando el uso de la cuantificacién se considera por si misma como un fin yno como un medio para lograr la coraprensiGn de problemas politicos concretos. En fechas recientes, este afiin de cuantificscién improcedente ha sido el tema de erfticas a la investl- gacion en las reas de relaciones internacionales * politica compa- rativa,¥ estudios administrativos™ y otras. En la ciencia politica, el andlisis cuantitativo ha tendido hacia el uso de métodos estadisticos més sofisticados. Sin embargo, la es- tructura de los datos manejados por la investigacién en las ciencias © William H, Riker, citado en “Baitorial Comment”, Ainerican Politieul Science Review, vol. 68, juniode 1914, pp. 733-734. © Edward R. Tue, “improving Data Analsisin Political Science", World Potties, 221, foliode 1989. 8 andrew Mack, "Numbers Ace not Enough", Comparative Politics, wu, jolio de 1975, 3 Ralph E. Strauch, "A ertcal Leokcat Guantitative Methodelogy”, Folic Science, 4 inviena de 1976, a LAPOLITICA COMO CIENCIA sociales a menudo entra en confiicto con los postulados que funda- mmentan le teorfa estadistica confirmatoria. No hay que subestimar qos problemas que coalleva la aplicacién de complicados métodos estad{sticos a datos no aleatorios, no lineales 0 no aditivos.® Gran parte del poder de inferencia de estos méiodos se pierde cuando la Estructura de los datos no se ajusta a los rigidos requerimientos de Isteorfa. Estas dificultades han sido tan importantes como para conducir a algunos expertos en estadistica, como John Tukey, en Princeton, Gisefiar otras técnicas de andlisis de datos que, a pesar de no sertan poderosas como los métodas estadisticas mas avanzados, son més Compatibles con las caracteristices propias de los datos sociopollti- ‘cos Con esto, parece que hemos caido en una trampa similar la de las primeras fases del desarvollo del Tercer Mundo, cuando se introdujeron altas tcenologias” en paises agricolas pobros sin con siderer Ia desorganizacién resultante. Estamos descubriendo que tna tecnologia estadfstica intermedia, que tome en cuentalas earac- teristicas especiales delos datos sociales, es més apropiada para las ciencias sociales que los métodos muy avanzados. “junto a este hincapié en la estadistica dentro de ta ciencia politica, existe un interés en las mateméticas y la construcciéa de modelos sencillos y apegados a una rigurosa légica. En el Area de la politica ‘comparativa, este enfoque ha sido promovido por Helty Richardson, {quienes mantfenen que “los polit6logos necesitan recurrir alas ma teradticas”, para que la disciplina avance cientificamente. Distin~ guen cuidadosamente entre esta via le estadistice: "Al exigir un uso més extensivo de les mateméticas, no nos referimos aa estadistica [..] La estadistica dota a la ciencia con tna base para la induecion Higurosa, Nuestra critica apunta hacia a urgente necesidad, en poli tica comparative, de una dedueciéa mds rigurosa y en esto es donde ‘8 Vease;porejeplo, Rayer Alken TheLongRondto Intemational Relations na ee ee nmin Wert Pls allo de 1365 Tre belek Correlated Invdepenent Variables The robe of Maliolinarty", eae Te Tue comp), The Quantlctive Analysis of Social Frobiens, Reading, Massachusetts Addison Wesley, 1970. STE lomy Date Anadis, Reading, Massachusets, Addison-Wesley, 1977, Daind © Hongln, A First Course ix Daa Analysis, Reading, Massachusetis, ‘Addison-Wesley, en prenss. i i wa m0) SALE MIE NUBES, RELOIES VEL ESTUDIODELAPOLtTICA’ “87 es mateméticas, y no la estadistica, son importantes.” A, James Gregor, Oran Young y otros autores, coinciden con esta postura, El problema con los modelos matcmaticos estriba en que no se ‘ajustan bien a las complejidades de los fen6menos representados. Asi, povejeraplo, Oran Young, un gran defensor del uso de modelos enlas relaciones internacionales, hace la ingentua observacién de que “cl peligro inherente de esie procedimiento es que sus productos pueden no ser souy importantes para el mundo real delasrelaciones internacionales en un futuro indeterminado”.5° Holt y Richardson axguyen, por su parte, que una clencia politica centrada en los mo- delos matemalicos forzosamente necesita adoptar una visidn muy circunscrita de la realidad politica, y deseatendesse de laresolucién de problemas: “Una ciencia consegrada al estudio de problemas de orden social y moral, no puede emplear de manera importante este tipo de paradigmas o este corapromiso con las matematicas que se requieren. St la ciencia politica ha de avanzar, debe hacer de lado semejante compromiso profesional con le resolucién de problemas sociales y morales’. Un aspecto del enfoque matemdtico en la ciencia politica merece especial atencién: se trata del uso de modelos de eleccién racional para explicar el comportamiento politico. Estos modelos son de par- ticular interés toda vez que abordan los elementos mAs abstrusos de los procesos politicos —las decisiones individuales y colectivas de los actares politicos— y pretenden mancjarlos conforme un esquema determinista. Algunos analistas arguyeron que si el estudio de Ia. politica habja de convertirse en una ciencia verdadera, era funda- mental que hiclera de la racionalidad su concepto medular. Asi Riker y Ordeshook postulan una analogia cxplicita entre la raciona- Iidad, por una parte, ys nociGn de mecanismo porla otra: Es evidente que las premisas de racionalidald y de mecanismo desempe ian papeles equiparables en la explicaclin de la realidad social y politica. P Robert, Holty John M. Richardson, ir, “Competing Paradigms in Compara tive Polétes", en Holt John E. Turner (comps.), The Bfethodology of Comparative Research, Nueva Yark, Free Press, 1970, p. 79. 5 Gregor, "Political Sclenee and the Uses of Functional Analysis’, American Political Srienee Review, vel. 62, nia de 1968, pp. 425-439; Young. a. 34, » id, : “© Holt yRichardson,n.57, pp. 70-71. a8 TAPOLITICA COMO CIENCIA as peemisas mecanicas establecen que en tedos los fenémenos, existen Laser gv gronizn genralmente) cea regloridad cos SSmportamientos, en tanto que segin laniocién de recionslidad, algo hey Grlowindividuos quel hace actanr de una form (por Te contin} e+ Jorn eada caso, setiende a genevalizaz une funcién de regularidas Aqui el tipo de regularidades que interesan a Riker y Ordeshook son deun tipo especial —por tratarse deregularidades “postuladas’, nes no “observadas”. Reconaciendo que las decisions en situaciog hes empiricas 10 muesiran, porlo general, un grado de regularidadt ‘que garantice cxplicaciones yteorfas deductivas, Riker y Ordeshoo! fundementan su teoria politica en las formas en que secomportartan los individuos si fueran positivistas Iogicos. Desde luego, semejante feorianges més que-un reflejoimperfecto de a realidad politics. So embargo, esta pérdida sustantive se considera aceptable ala luv d tuna ganancia metodoldgice: "El método dela regularidad postulada Gecicidamente es tds eficiente, porque permite Is fécil generaci6n Schipétesisy ofrece una explicacién tinica y parsimoniose del com jento."2 ; ; pore popularidad de los modetos de elecciOn racioumnl en is ciencia polfttea desconcertaria a quien no estuviera familiarizado con la rotual jerarquta de prioridades metodoléglcas y substantivas prevar ieciente en la disciplina, Sin embargo, con dich jerarqufa en mente, se hacen cooiprensibles algunos elercicios particularmente conf: sos, Por ejemplo, en el Handbook of Political Science, de reciente publicacién, 5. Donald Moon presenta un articulo sobre “The Logie Uf Political Inquiry”. (La légica de la indagecion politica). Este ccticulo expone de manera coavincente el modelo D-N de explica- 1 inuroduation to Positive Polioat 1973, p. 13. Una curios sun de eleccin eacional, para fa icin, ee ofrece en Abram De ‘San Francisco, Jossey-Bass, 1 saitiarn HL Riker y Peter €. Ordeshook, Theory, Englewood Clifs, New Jersey, Prentice-Hall, fqus sobrie evaluacton de la ublidad de los models EXplicscicn y prediecién del comportamiento de coal ‘Monn, Coclition Theories and Cabinet Formations, Oe x *, tse que TB etekeryOndeshosk 1 6 pp 1112 For “expiant suponese "areata ea esa pons a re demoed cite, on : aa as fac esomperamen proce S08 ear gio Plea Tau: A Stes Oppose especie en Greenstein yPolsby. 1113, . te i [NUBES, RELOJES Y EL ESTUDIODELA POLITICA @ .dén, asf como su contraparte, ef modelo interpretativa, que explica el comportamento en funcién de los motivos, intenciones, reghas y normas, etc. Después de sefislar serias deficiencias en ambos, Moon seavoca pla tarea de elaborar tina sintesis de los dos con el propési- to de crear un marco de referencia mas amplio para la explicacion politica. Por desgracia, dicha “sintesis” no en siuina sintesis; se trata més bien de la suszitucidn de un “modelo del hombre” como actor racional por el modelo interpretativo de explicaci6n. Esto elimina la “jaxitud” y falta de regularidad de la eleccién empirica, carasterfsti- ‘eas del modelo interpretativo, y las sustituye con "presupasiciones [que] expecifican las premisas de decisién de los actores, las cuales, junto con las deseripciones de sus circunstanciss, configuran la ex: posicién razonada de las scciones que deierminan todo el esque- ‘wa del comportamiento gocial ...]que [...]los te6ricos preienden ex- plicar”.# Como las regularidades que interesan a Riker y Ordeshook, estas “presuposiciones” se postulan (especifican) a priori. Sustituyen Ios aspectos contingentes de la eleceidn yaccién empiriess por premisas causalesy generalizadoras. De esta forma, las elecciones se reducen, aunalgertimo que especifica un resultads necesariodertvado de un célculo utilitario igualmente necesario, El resultado final de esta reduccién sustantiva es una definicién dela eleccién en funcién de asrelaciones de causa y efecto; dicho en otras palabras, juna defini ci6n dela elecci6n que niega Is existencis de la eleccidn! Semejante conclusign no dejaria de sorprenderaos sino conociéramos!a actual prioridad det método sobre la sustancia en Ja ciencia politica. Asf, podemos ver claramente que Moon se esfuerza por ajustar su recal- citrante materia de estudio a la estricta exigencia de una nocién metodolégica de necesidad bastante ajenas a las reatidades de le leccién politica. Semejante énfasis en el modelo reduccionista de explicacién, cuantificacia y formalizacién también sobrecargé el plan de esti dios de la disciplina, Si un politélogo necesita scr especialista en cstadistica, al mismo tiempo que psicdlogo y sociélogo, es preciso hacer de lado parte del plan de estudios tradicional a fin de ceder espacio a estas nuevas disciplinas y técnicas. Quien haya impartido cétedra en un departamento de cieuctas politicas en el transcurso de 0 LAPOLITICA COMO CIENCEA las dos dltimas décadas, bienrecordaré! inexorable proceso de estre- chamiento ytecnificacion del plan de estudios,en el que se redujeron Jos requerimientos de dominio delenguas extranjeras, ylos de saves. tigacién de campo de cinco a cuatro, luego a tres, ¢ incluso = dos. A mediados dela década de los sesenta, alguien podia obtener un doc. torado en ciencias politicas coneseaso 0 nulo conocimiento deteora politica, historia politica, sistomas politicos extranjeros, relaciones internacionales ¢ incluso politica y administracién pablica estadu- nidenses, Como observé Hayward Alker en fechas recientes: "La obligacién de proporeionar alos estudiantes universitarios un entre- namiento intensivo en métodos cuantitativos multivariados, como cl andlisis factorial, nos deja menos tiempo para inculcarles tun co- nocimiento profundo del pensamiento y obras de los autores clésicos en materia de politics [...] Ast, la formacién modema dificilmente permite entender la politics moderna, en la que se plamtean una y ‘orca vez cuestiones relativas a la restructuraci6n de sistemas” © Junto con este estrechamiento y tecnificacién del plan de estudios para universitarios, se observa una degradacién de las vicjas tradi- ‘siones intelectuales en las ciencias sociales y poltticas. La teoria y Bilosofta politicas, el derecho yla adminisiracion pablica, yal andlisis descriptive de las instituciones, se convirtleron en materias defenst vas, periféricas y secundarias. Como resultado, gran parte de la tra- diciéa de las cienctas politicas dejé de transmitirse de una forma efectiva a las nuevas generaciones. Lo que planteamos agui es que Ta “ciencia” no es una serie de métodos derivados de la fisica matemtice, como quisteran hacér- noclo creer los fildsofos neopositivistas; se trata, finalmente, de un compromiso pera explorary trater de entender determinado sector de la realidad empirica. Los medios que se emplean en Ia persect- clin de este objetivo deberfan ser secandarios: cm la “buena” clencia, se ajustan los métodos a la materia de estudio en vez de truncar 0 distorsionar ésta con el tinico propésite de que coincida con uma nocisn predeterminada del ‘método citntifico”. Esta es le leceién que Jos palitélogos deberian extraer de las ciencias fisicas. Sia embargo, optaron por pasarla por alto y, en el proceso, desvirtua- ron Jo que Abraham Kaplan denominara “autonomta de la investi- © alker,"Polimetties: ts Descriptive Fondations”, en Greansttiny Polaby,n. 13, wp. 1ST. NUBES, RELOJES Y EL ESTUDIO DE 14 POLITICA on gacién”.® Para rehabilitar a su disciplina, “los cientificos sociales necesitan construir sus propias nociones de buena ciencie’, asfeomo un enfoque metodolégico apropiado 2 su especialidad [...] Ello im- plica renunciar ala idea de que existe una {ntima analogia entre las, ciencias sociales y la investigaciGn bésica en ciencias fisices” [REFLEXIONES ACERCA DE LA PSICOLOGIA YLA ECONOMEA Gran parte del conccimiento que nuestra disciplina ha adquiride sobre el “método cientifico” fue transmitido a través de las dos rams que han “marcado el paso” en las ciencias sociales: Ia psicologia yla economis. Si examinamos con detenimiento el estado actual de estas disciplines, ploneras en el so de métodos esiadfsticas, modelos ma tematicos y técnica? experimentales, observamos indicios de duda y desilusion. La psicologia, de manera semejante a la clencia politica, ha sido escenario, en el transcurso de las dos dkimas décadas, de un "gran debate” cast constante en torno a los principios conceptuales y me- todalagions on an campade estadia, {Cémo conceptualizar al hom- bre, materia de estudio de la psicologia? Qué clase de saber debe ia psicologia aspirar a adquirir, y cudl es la mejor manera de lograrlo? ‘Més tarde, algunos participantes en este debate se volvieron més exitieos con xespecto a la ortodoxta establecida y comenzaron a po- ner en tela de juicio postulados sacrosarttos, Estos criticos no cons- tituyen Ia inevitable minoria inconforme de cualquier disciplina; entre elfos figuran algunos de los més notables represenitantes de la profesi6n —quienes, de hecho, ayudaron a consagrar las mismas concepeiones que ahora cuestionan. El problema de la “imagen del hombre” en psicologfa ha sido sbordado en numerosas ceasiones. En 1962, Isidor Chein expresea sualocucién presidencial ante la Society for the Psychological Study ‘of Social Issues (Sociedad para cl estudio psicol6gico de problemas sociales} uns postura particularmente incisiva y licida. Chein argu- y6 que “entre los psicdlogos [...]la imagen predominante de Hombre © Kaplan, 0.31, p-3, © Marked. Roberts, "On the Nature and intention of the Soclat Science”, Daralus, vol. 103, verano de 1974, pp. 61-82. = a LAPOLITICA COMO CIENCIA eslade unser meramente reactivo, cuyas respuestas son totalmente Soe inadas por dos series distintas y separadas, si bien interacty seer factores: (1) las ferzas que ineiden an él y (2) su constitacise Gneluidos ca esta titima [J] estados psteol6gicos transliorion, yt Mientovo ue dicha imagenes a todas lneesfalsa, y que los psicélogys polo pueden aferrarse a ella “fallando 2 nuestro deber primordial see Petentificos mantener la fe en nuestra materia de estudio, espaldar escrapulosamente nuestras observaciones y observar ev tando toda parcialidad deliberada’.? To que siege esta imagen es algo que la observacién corrobors clanarnonte, a saber: que el hombre.es “un agente activo y responsabl yy no um ente meramente reactive pasivo e imporente”. Chein pros Just “Afirmo que no hemos de dejarnos seducir, como les ha sucedi- aaa tantos de nosotros, por aquelias pretencioses conceptnalizacio- thes petealdpicas que pretenden despajar ol Hombre de uns de sus cnalidades inalienables, es decir, lalibertad —y en cl proceso, hacen $1 Hombre, como agente psicolégicn, inaccesible.” Este planteamiento se asemne}a en auchos sentidos al de Popper. [a prenica cetermnintsia del “somirol fdrvoc" cobe la elecci6n ye 96° igh, se desecha a favor de une concepeién queadmite la autonome Gel accibn humana en la creactén, lomismo que en sus respuestas cele realidad Curlosarnente, Chein se proclama determminista—al Sonsiderar que cualquier evento posee condiciones necestrias y st- Gelentes._ pero arguye que los motivos y propésitos contribuyen Tcematnar les apciones humanas, 7 asf sujeta éstas al control del hombre Por lo tanto, Chein, al igual que Popper, esta interesado cm conocer de qué forma “eventos mentales”, como los propésites, de- Tinenaciones proyectos, pueden contribuir para provocar cambios enel mundo fisice. ‘En eu discurso presidencial ante la American Psychological Asso” ciation en 1973, Donald Campbell hizo un llamado a los psicslogos para que asumjeran tne cctited de humildad epistemoldgica y «eo eavvcran que ttodo saber cienilfico ¢s indirecto, tentativo y. en ¢ icjorde los casos, (es14] imperfectamente comprobado”, Prosigwls 2 Chein,*The Lage of Man, Joural of Social Isues, xm, cote de 1982, 9-3, seat Rom Harvey. F Secordaportan argumeatos similares en The Expiare- tion of Socal Behavior, Totowa, New Fersty, Rowen & LitUetietd, 1972, ve Chela, n 68, p- 2: cursivas enc original NUBES, RELO/ES Y EL ESTUDIO DB LA POLITICA 38 arguyendo que el reduccionismo en le fe syed mo en la psicologia debe considerars como la primera etapa de una esratgie de investigucion a terse plazo, mas no como un fin en sf mismo: =” Considerando tas complejidades de nuestra esp stereos a partirdleistoriade helene tobe seconde pars Pcl tn salesmen Witenes Pers Seto garatiza gue en las primeras etapas de su desarrollo, la ortodoxia Ids es engatennene eons a represen Sates human come maquinas: ims sencillas de lo que realmente son. paar toe do evi of eh de postu ano.ermés que una etapa de una estrategia de largo-plazo, si, en. eobrentinnt el aide perecelén de aus setueles torts y promulgan como verdades iltimas estos planteamientos iniciales, el 2 Salta five sed en dettimentorde los valores populares 1} Agu nue Sarno cei reglra etre le eben fasion deliberaca cove el iesge de agrupat a eszudiosos engefades en adoptar una perspectiva de i am adopnr una perspective degradate, meant y recon dl En a actualidad, por lo menos slgunos pstedtoges han lo ands ade extn smagen mecanicista del hombre ‘yeu labor eine, igaciOn se basa en una concepcién mas realista y provechosa. P ejemplo, entre los nuevos enfoques dela psicologia social f rama ‘eorla dela atribucién” que examina las premisas ¢ Thipdtesis ope. tantes que integran Ia psicologia nave” del individuo comin nou trees les comporteiientos propio senos Lee Ross spo delos principles exponents de esta teorfa, explica losaleances {sactusiportanca dela cova dela tba en lasing oc es fs sulminacién de una larga Tucha por mejor In concepclon del hie dered. djerdeser a esta mens pet = mecarismesdeesimuloveapesia (ER) delcondselanevaiel yal ser promovido més alla del rango de procesador de informecién y Perseus decansistnca cognate el hembe plolgin se he otorgar una categoria por lo menos igval« i del cientiico que ™" Campbell, “On the Conflict Bets Bio it Retnen Bila an Socal Bvooton a ‘osc Pscology and Mera! Taito nos Phobos do 1975, pp. 1120-1121. ee feeds 9 ‘LAPOLITICA COMO CIENCIA estudia su comporismiento. Perqueel hombre, en Is dptica de ia teorla Se idatsibacién, es bn psicolégo intustivo que intenta explicar la conduc: {ay hucerinferencies acerca de los actores humenos y sus entormos./> ¥ gqné decir del segundo problema ée la psicologia: - itallgaciones, La economia, a igual que la psicologie, ha racasado gael intento de construir modelos empfricos perdurables pare su materia de estudio. Como lo indica Leonticv: 98 [Ep contraste con le mayoria de la ciencias fisieas, estamos estudiando 2 Gatema que no sélo es extremadamente complejo, sine que tambien ae aeentea en constante mutacién, No estoy pensendo en el evicente 5 cibio.en ine variables. Jquenwestras ecuaciones han ce explicar,sino sMinerelaciones estructurales bésices descritas por la forina y los park setts de diches ecuaciones. Para saber eudles son, realmente, Iss for" sande estas velaciones estructorales en cualquier momento dado, nece- sitamos mantenerlas bajo continus vigilancia Estas reflexiones en tornoa le economfa y a psicologia muesiran cémo estas dos diseiplinas macstras reconsideran actualmente sus serovjeresestrategias explicativas y compromisos metametodolégi- cos, Es evidente que sus esfuerzos por manejar las complejidades de In realidad social, baséndose en un modelo tomado de las cioncias fisicas, han tropezado con un mayor nimero de dificultades del que 1 ciradoen Wade Grecre,“Econornistsin Recession’ New Yorkies Magazine, ade mayode 1974. p64 ¥ Leontien 2.80, 3 VA Bhi SLIOTER © esperaban. La ambivalencia de este empefio por encasillar et cer humano en las categorfas ye légica propiasde las Steno ices nocscapé ala atencién del economist y filésofo social Albert Hirs- chman, quien seals en una obra reciente ~-en una seccfén titulada ‘Una pasién pore posible’—que'Iamayorta deloscientificos sociales considera’ tarea exclusiva de ellos !a de descubriry destacar regula- ridades, relaciones estables y secueacias uniformes” en Vexdereco- nocer “la multiplicidad y el fecundo desorden dela aventura humma- na’. Manticne que los cientificos sociales estarian sorprendidos ¢ incluso “desconcertados si su basqueda de leyes generales conociere un éxito rotundo”, y concluye que: “Es muy factible [...] que todas las subsecuentes teoriasy modelos de las ciencias sociales, ylos inmen sos esfuerzos implicitos, jobedecen al noble, y acaso inconsciente, propésito de demostrar Ja irreductibilidad de [a realidad social a leyes generales! No podria existir manera mas contundente de ubicar a la realidad sociel en el rainode lalibertad y la creatividad” La misma filosofia de la ciencia est atravesando un proceso de reevaluacién y reorientacién comparable al que ocuzze en Ie psico- logayla economia, Blarticulo de Popper que empieamos vomo guia metaférica para nuestro pensamiento no es més que un ejemplo de una tendoncia més generslizade en el érea, elempliticada por ests obra, asf como Por las de Polanyi,” Hanson," Kuhn,'* Quine,® Lakatos, Toulmin’® y otras muchas. Actualmente, la destacada po- ies roi etna de Shape iacmeetia en ye rn gem Joe of Seite Diszove, Naev Yor, Base Books 195 “es 16h Norwood R. Hanson, Patterns af Di Cambri; i ess 1958, Obsarmtlon and Eaplaation & Geto Peso i Yori Harperand Row 971, me fo Milosopiy of Stones Rocks EES inneunnonminn ei _ Jeng Laka Fale eaton jad ae Methodology of Scientific Research Pro Ey Coe Cabin Pom 17, *enathetioe pee me ear 100 LAPOLITECA COMO CIENCIA sicién ocupada por el positivismo légico en la filosofia de la clencia parece debilitarse. Los filésofos de la ciencia han dejado de conside- Far que st papel consiste en determinar las “reglas" de Ia ciencia, y hora, més bfen, busca modelos de investigacién deseriptivos y ex- plicativos. La ciencia es considerada como una actividad o proceso, J no como un mero producto dela I6gica. En sorisecuencia, se ¢o- Joienza a apreciar hasta qué punto la ciencia —el més excelso lo- fico de la actividad intelectual hummana—parte y depende del sent: fo comin bésico, asf como del saber sustantive formal ¢ informal.” ‘Los filésofos estén aprendiendomésacerca de e6mo avenza y prospe- ralaciencia, La bibliografia més reciente en el rea dela Hlosofia de a ciencia es rica en perspectivas o iinplicacfones para el avance de las ciencias sociales. Iupuicactones Si la realidad social como.un todo posee propiedades distintivas que a hacen irreductible a simples modes deductivo-nomoléaicas de explicaridn, éste es especialmente el caso del estudio de la politica que, de todes Ins ciencias sociales, es la que se entoca mas directa- thente en la persecucién colectiva de objetivos y procesos adaptati Vos, Unaciencia politica centrada sélo en la biisqueda de regularida: es que limitan a libertad de elecci6n dejarfa de lado la caracteristica principal de la realidad politica, es decir, el empefio en eliminar Jimitaciones y descubrir soluciones Sptimas a problemas inscritos enel contexto de las restricciones. ‘EI antropélogo John W. Bennet recamienda para la teorfa y !a investigecin antropolégicas un enfoque centrado en el concepto de adaptacion: -Miés que en absteacciones derivadas del compertamiento, como la cule ura cles formulas reductivas dea psicologfa ode la genética, [la ede facia} secentra en actores humans que se esfuer2ar por lograr objet vor, satisfacer nevesidades y encontrar selaz al mismo tiempo que € Frentan las condicfones presentes. Al hacerlo, os seres humanos erean clfuture social generando nuevos problemes o perpetuande otros y. en ‘ete proceso, poeden incluso modificar la constitucién biolégien de la * Vease Campbell, 0.71. [NUBES, RELOIES VEL ESTUDIODE LA POLITICA 01 poblacién 1 Al analiza os fectores qu oriental lacs cde ein tegias, logramos un mejor conocimiento dela posibilidad ydireccién del {Smite como den slain el enor son como entomes.* En nuestra opinién; o que Bennett dice acerea del i 5 ce ja antropologia s¢ aplica con més fuerza aun a Ia ciencia poiftica: "El fenmeno importante para una antropologia de la adaptacién son les propési- tos, necesidades y anhelos Gindmnicos de la naturaleza humana”. El hincapié debiera cambiar “hacia manejos estratégicos, es decir, es- fueraos por cumpltrobjetivosindvidnles y sociales mediante Ia movilizacién de recursos sociales y materiales. Esta clase de com- portamiento humano ha legado a ser predominante en ef mundo _garemporsngo, con interdependencia y crecientes resiricciones Duncan MacRae mantiene una tesis similar respe | to al - ion ce ascents selon pl ranulas tas dead Bilas [las ciencias sociales} evolusionaron de uns forms anterior deans lisissoctal, menos especializada yabstrusa, al imitsra las ciencias natue rales [...] humerosos cterificos sociales sc convencieron de gue Ta via mas efectiva para fa aplicacisn provechosa radica en la Investigaetén y ‘worlzacion objetivas, libres de las complicactones propias de la contro- vyersia ideolégica y Elosstica. Enel proceso, desarrollaran terminologias técnfeas y mstodos de investigacisn distintivos, asf como revisias espe- cializadas y programas de estudios avanaados, Gracias @ estos instru: rmentos, diferenciaron el discurso especializado propia del pablico en ‘general, Jo mismo que fas contunicacignes de cada especialista. De esta ‘manera, la evolucién de las ciencias sociales durante las iltimas décadas fae dirigida por e! modelo de las clencias naturales —por muy distinta ‘que les pareciera ésta alos mismos espocialistas en dichas ciencias.** 1a solucién que propone MacRae para este problema de aleja- lento de las ciencias sociales con respecto a la resolucién de pro- lernas sociales, consiste en instituir cn las universidades una "dis- * Bennet, "Anticipation, Adaptation, andthe Conceptof Col logy Stes al 198.26 demayode fe p as ane deere * Ibid, pp. BSOW8S1 S MacRae, Tho Social Function of Sactal Science, New Have i tock Selance, New Haven, Yale University ior LAPOLITICA COMO CIENCIA ciplina de andlisis de politicas” en la que se combinen teor{as y ané- lisis sociales con un discurso ético disciplinado. MacRae cree que la actual situacién de fragmentacién cognoscitiva y valorativa en las Cisciplinas de las cienclas sociales sélo podré superarse mediante una éolucién institucional —la introducct6n de departamentos de ensefianze c investigacién especielizados en el anélisis de politicas y ciencias sociales aplicadas.” ‘Yenemos menos confianza en las soluciones de tipo oxganizativo, ‘yestamos convencidos de que le disciplina de la ciencia social —la ‘cual ha propendido a abandonar la tarea que MacRae pretende aho- ra asignar a une disciplina especial— atin es capaz de desempeitar ‘on papel central en ef estudio y la evaluaci6n de la administracién piblica. El podereso atractive del paradigma de las cfencias natura. les ha comenzado a decaer conforme nuestros esfuerzos han sido insufleientes para nuestras aspiraciones. No obstante la fuerza dela citada tendencis entre nuestros metodologistas, en nuestras princi- pales revistas y algunos de los mas importantes centros de estudios avanzados, la mayorfa de los integrantes de nuestro gremio en los Estados Unidos de Norteamérica y en ¢l extranjero se opone activa. mente a este modelo, lo considera obsoleto por su misma prominen- cia.oes indiferente hacia él, La mayor parte de los trabajos publica. dos en ciencias politicas se propone objetivos menos ambiciosos que tuna caplicacién nomotétics, Estos trabajos incluyen resefias des- criptivas o histéricas, o bien estudios de caso en los que se hace un 1uso moderado de marcos te6ricos de referencia y generalizaciones, ytienden a la comprensién, interpretacién y exploraci6n delazeali- ‘dad politica y deas opciones admiinistrativas sefialadas por MacRae como cruciales para e] andlisis de politicas. Podrfa argilirse que la bésqueda de un mayor rigor en nuestra comprensién dela politica pudo haber progresado mas si sus preten- siones y expectativas hubieran sido menos extremas, menos exage- radas y menos dificiles de encajar en una realidad recalcitrante. Un cenfoque més eduteloso del avance cientifico, en el que se reconociera las peculiatidades de le realided humana y social, podria haber er’ ginado una aceptacién mas generalizada de una apropiada cuantifi- ‘caci6a, del valor heuristico de la formulacién matemitica formal, de ios métodos experimentales, etoétera. * Ibi, pp. 277 85. | | | I | NUBES, RELOSES Y EL ESTUDIO DELA POLITICA 103 Es interesante que hace un cuarto de siglo, en las postrimerfas de la segunda Guerra Mundial, cuando en las disciplinas sociales ape- nas se iniciaba e! movimiento hacia le clentia, se entendié més cla- ramente esta relacién entre la biisqueda de regularidades y los es- fuerzos de] hombre por descubrir soliciones précticas a sus dilemas. Basta con comparar una temprana obra sobre “alcances y métodos” conlas més recientes antes citadas, Hace aproximadamente 25 afios, muchos de los pioneros del movimiento conductista en las ciencias sociales participaron en la produccién de una obra titulada The Po- liey Sciences: Racent Developments in Scope and Method (Las ciencias dela administracién: avances reclentes en alcances y métodos), En et capftuls principal, Harold Lasswell mareé sus prioridades: "Para nuestras necesidades administrativas, gcudles son los temas de in- vestigacién mas apropiados? [...] ;Oudles son los métodos més ade- cuados pars acopisr dates e interpretarsu significado para le'adzni- nistraciOn? ¢Cémo los hechos ¢ interpretaciones pueden ser efecti- vos én el proceso mismo de Ia toma de decisiones?” En el mismo ensayo, celebré Ia introduccién de los métodos cientificos en las ciencias sociales-estadistica, modelos matematicos y técnicas simi- Inres, Sin erbaryo, sesnejunite gizo cientifico en el métedo se insert bié en el contexto de le resoluci6n de problemas, elesclarecimiento de valores y el mejoramiento de la condiciéa humana. Lasswell bus- caba en el método la posibilidad de realizar actos de “imaginacién cteativa” susceptibles de impulsar a la humnanidad en direcciones costructivas que la apartarian de las tiranfas y catastrofes de los afios treinta y cuarenta." Este vinculo entre la biisqueda de regularidades y la creatividad polftica —avizorada por la generacién recién egresada de Washing- tony de los escenarios militares de la segunda Guerra Mundial— fue perdicndose en el transcurso de las décadas sigulentes, El lamado al “método” de Lasswell se interprets y aplicé con los resultados imixtos que ya conocemos, sin embargo, sus alusionesa una “ciencia de la administracién” fueron en gran parte desestimadas por las ragones antes mencionadss. Lo que se impugna aquies el llamado “orden de picoteo" yla serie 9p. Lernery H.D.Lessvall comps.) Ths Poliey Sciences: Recent Developments in Seape and Method, Stanford, Stanford Universtiy Press, 3952, pp. 3,12. 108 LA POLITICA COMO CIENCIA de prioridadesy asignaciones de recursos que legaron a dominar ia profesi6n en las tiltimas décadas. Dichas prioridades y politicas de PEianacion, ¥ este orden de picoteo, son legitimados no por el &xiv0 guia explicacién de Jarealidad politica, sino por elejemplo ye efecto Gemostrativo de las ciencias exactas. Un orden de piceteo en el que as riateméticas y los sofisticadosanslisis estadisticos so consideran como os tnicos garantes de una teorizacién "verdadera” o “podero- ga’, en tanto que las teorfas resuitantes de Ia interacci6n entre Ia fmaginaciOn y la inducelén son juzgedas “heuristicas” 0 “Aébiles’, ‘no puede justificarse mediante el poder explicativo dela primera.La teorizaeién, por definici6n, es pece concluyente en las clencias hu- manas —tanto las teorfas que apacentan “solide2” en virwad de su semejanza con las propias de la fisica, la economia o la psicologia, ‘como las que parecen “débiles” por extyaer hipétesis del examen de ‘casos individuales o de la experiencia histérica. ‘Otro aspecto del orden de picateo que se critica equt es la distin cign entre la ciencia politica pura y Ia aplicada. Incuso en las cien- Ging exactas, los réditos intelectuales comparativos de la Iamada Investigacion pure vla aplicada no son del todo claros, Es comeéncnue surjan descubrimientos importantes de ia investigacion aplicada, En las ciencias sociales, incluidala ciencia politica, esta diferencia pier- ce importancia toda vez que la caracteristica distintiva de la realidad ‘social es el comportamiento adaptative del hombre. La parte de la isefplina que se-auronoinbra ciencia politica pura, al buscar regu laridades poderosas yperdurables, clvidé el propésito esencial de st actividad, Bn el mejor de los casos, aclara cl contexto en que sedan Jas decisiones politicas; sin embargo, desatiende el proceso adapsta- tivo de bisqueda, las opciones administrativas y sus consecuencias. ‘Seguramente el estudio de la administracién priblica —en el contex: to de los esfuerzos por adaptarse 2, enfrentar y superar restriccio- nes—es tan fundamental y legitimo como la busqueda de regular dades vestrictivas. De hecho, podriamos argitir que la csencia de Is ‘ciencla politica —en la medida en que se defina por la esencia de {a politica que estudia—es el andlisis de la eleccién en uz contexto de restricciones. Esto calocaria en el rsismo nivel a la bGsqueda de regularidades, la persecucion de soluciones a diversos problemas, y a Ia evaluacién de las soluciones encontradas. Todas ellas serfan ‘partes de um esfuerzo comiin por enfrentax ei destino politico huma- ass NUBES, RELOJES Y EL ESTUDIO DE “A POLITICA 105 no con rigor, con la debida objetividad y un sentimiento ineludi deddentificecion con el objeto de essa de los palitélegos edible ‘Nuestras politicas de apoyo la investigacién ¥de formacién pro- fesional deben librarse de la immitacign de las clencias exactas, Los estudios acministrativos, institucionales y los sofisticados estudios filosdficos de valovaciéi zequieren del soporte de la investigacin y de egitimidad camo lo hacen los estudios mateiAticos, estadisticos, y psicolégicos y soclolégicos reducelonistas. El conocimiento dele Sustancia politica en sus aspectos instituctonal, historico y ilos6fico debe volver a colocarse en un plano de igualdad con las sofisticadas metodologias y el saber reduccionista en nuestros programas de ‘estudios profesionales. Es preciso evaluar bajo tuna nueva luz toda la bibliografia de manuales metametodoldgicos y libros de texto que pretenden imponer el esquema de las ciencias exactas a la realidad politica. Dichas obras ac representan la "verdadera vfa” del avance cientifico; més bien, constituyen una desviacién hist6riea, um conue- teocon matéforas erréneas que en su momento cautivaron la image nacién de los clentfficos sociales. Ello les confiere una gran impor- tancia histériea, sin embargo, su aplicacidn a problemas précticos de investigacion es limitada. Para avanzar desde el punto de vista clentffico, las disciplinas sociales requieren una filosofia de lacien- cia propia basada en estrategias de explicacisn, posibilidades y obli- gaciones apropladas a la realidad humana y social.

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