Si hubiramos coincidido en un bar esto sera diferente. Imagnese, usted sentado a un lado del bartender con una copa de whisky en la mano a pesar de que le agrade poco el alcohol. Antes de terminar con el ltimo trago, como causalidad del destino, me vea entre la muchedumbre y por un desacertado acierto decida acercarse a m, olvidando la probabilidad del encanto, como una compleja coincidencia. Habramos hablado de cosas comunes, temas que se desarrollan en menos de diez minutos y liberan el espacio para que la creatividad desprevenida aceche a la pasin y la oscurezca, el instinto habra tenido mayor protagonismo que la razn y todo sera cuestin de un solo acto, como otros ms. Pero por motivos que hasta la fecha no comprendo, no nos conocimos en un bar, ms bien en un lugar y situacin poco convencional o que tal vez se exceda en su convencionalismo, y de esa misma forma transcurre esto hasta hoy, entre cartas pendientes, libros perdidos y preguntas. Muy simple para su extravagante paladar. El actuar del hubiera no es real, por lo tanto usted y yotampoco.