Está en la página 1de 15
mem Univ ILLiad TN: 79572 Borrower: EWF Lending String: SYB.*PIT.IXA, VA@,PAU Patron: Journal Title: Khana Volume: 8 Issue: Month/Year: 1961Pages: 92-105 Article Author: Gonzalez Bravo, Antonio Article Title: Medio siglo de vida musical boliviana, 1900-1957 Imprint: La Paz :[s.n., 1963- ILL Number: 159234286 {m0 A Call #: Location: Hillman Journals (4th F1.1970+; Gr. Fl. pre-1970) (Non- circ) Not Available ODYSSEY ENABLED Charge Maxcost: 70.001FM Shipping Address: ZSR Library (Interlibrary Loan) - Wake Forest University Box 7777 - 1834 Wake Forest Re Winston Salem, North Carolina 27109 United States Fax: Email: il@wfuedu MEDIO SIGLO DE VIDA MUSICAL BOLIVIANA 1900-1957 Antonio GONZALEZ BRAVO Al comenzar el siglo (1900), el ambiente general de Bolivia, es de paz y esperanza, concluida la guerra civil de Ia Federaciéa, con las palabras del General Pando, después de la batalla del Segundo Crucero, que, segtin ereen- cla popular, pronuneié: No hay vencedores ni voncidos. Y, comiénza una era de renovacién, en la vida nacional. Las eostumbres son de una sencillez patriarcal, como en el siglo ante- rior, que piden esbozar un cuadrito ameno. Hablemos de la ciudad de La Paz. La calebracién tradicional de las fiestas: Afio Nuevo, Reyes, a de Ala- citas el 24 de enero, las de Carnaval con juego de harina y bailes en todas las ‘casas que abren sus salones, no habiendo salas piiblicas de baile. Ofrocfan espléndides agasajos, (con puchero, humintas, abundante fruta). La Cua- resma magnifica, con la Semana Santa: Misa de Gloria, Resefia y gran pro- cesién del Sefior del Sepulero el Viernes; las Rogativas, por las calles antes de la Ascensidn del Sefior; Pentecostési In Santisima Trinidad; Corpus Chris- 4, con inmensos altares que atin se ponian en las esquinas de la Plaza Murillo; las hogueras en la noche, 1a vispera de San Juan; la de San Pedro y San Pablo, en el barrio de San Pedro, con gran concurso de bailarines autécto- nos; la de Nuestra Sefiora del Carmen, civicorreligiosa; el 6 de Agosto; el 15 de Agosto, con muchos conjuntos de bailarines mestizos e indigenas que volvieron del Santuario de Copacabana, para la Asuncién de Nuestra Sefio- tra, fiesta del barrio de San Schastidn; la de Todos Santos, en que los ni fios con sus juguetes, llenaban la Avenida 16 de Julio, llamado El Prado, co- mo ahora en Navidad; 1a Conmemoracién de los Difuntos, en que por la noche, cerca del Cementerio, organizaban al atardecer, bailes paganos, las dlases populares; la Fiesta de Navidad, con nutridos conjuntos de Nifios Can= tores, v arrezlo de Nacimientos, La vida es muy barata. No hay problemas de Ia despensa. Para los ni- fios, abundan Ia fruta y golosinas. Los empanaderos autéctonos, ofrecen por Ja mafiana, sus exquisitas empanadas, fuera de las empanaderas mestizas, co- —92— Las melcocheras, ofrecen melcochas, turrones bolas y canastl- mo ahora att Tos de dulce, por las noches, a la Iuz de sus farcles, en las esquinas. panes, tortas, bizeochos, empanadas, alfajores, roscos, roseas y rosquetes, don Juan Barrén y don Pedro, los tienen riquisimos. En Ine noches do luna, no se enciende luz eléctrica en calles y plazas, que tienen la luz del astro nocturne. ©] orden piiblico es conservado, por Jos rondines que han sustituido a los serenos, por la noche. ‘En tal ambiente, zoudl es la funcién del arte? Es muy sobria, como veremos. El tinico salén para espectacules, es el Teatro Municipal, que esta, como lo estrenaron en 1845. Fuera del patio para las lunetas, tiene abajo, ‘los ocultos, viniendo n seguida, los polcos de primera y segunda fila, el anfiteatro y la galeria. Los ocultos, son para Ins personas que no quieren que se las vea; y, en los palcos, las familias que estén de luto, asisten hav ciendo que se pongan celosias en los palcos. En cuanto al arte musical, estamos en pleno reinado de Ja Zarzuela. A pesar de que las vias de comunicacién, no son muchas ni muy cémodas, por Puerto Pérez (Chililaya) del Titicaca, después del desembarco, se trasla- dan en diligencia, frecuentemente, conjuntos de Zarzuela. EL arte agil, jovial, deshordante de gracia espafiola, [ena el escenario del Teatro Municipal, Noche por noche, se ve concurrido. Los comediogratos espafioles de ln Vega, Zapata, Ramos Carrién, Campodrén, Feméndes Shaw, Arniches, ete, con miisiea de zarzucla nos ofrocen: La verbena de la paloint, de Tomas Bretén; Marina de Emilio Arrieta; Jugar oon fuego, y, Los diaman- tes ile la corona, de Francisco Asenjo Barbieri; Los madgiares, Bl juramento, yj, Et Valle de Andorra, de Joaquin Gaztambide: El postillén de la Rioja, y El molinero de Zubiza, de Cristébal Oudrid; La bruja, La tempestad, El rey qe rabid, La revoltosa, La chavala, Curro Vargas, El puiiao de rosas, de Rux perto Chapi; Los bohemias, La gatita blanca, de Amadeo Vives; Bl anillo de hierro y El reloj de Lucerma, de Miguel Marqués; EI duo de la Africana, La viejecita, El salto del palaciego, La Marsellesa, Los sobrinos del oapitén Grant, do Manuel Fernindez Caballero; La gran via, La alegria de la huerta, Cédiz, El mantén de Manila, de Federico Chueca; La nifia Pancha, De Madrid a Pa- ris, de Joaquin Valverde. ‘Misiea alegre y sanota, en zarzuelas de sugerento escenografia, limpida y de amplio horizonte, en términos generales, mantenfa entusiasta al pabli- €0, y los jévenes, la daban por cantar, los trozos més sobresalientes de zar” zucla. La Orquesta, jah!, Ia Orquesta; no, mas bien un Sexteto de Violines, Clarinete, Cornetin y Baterfa, frecuentemente, con los directores nacionales Elias Monje y Rosendo Torrico, sostenfan la misica de zaraucla. Glas compaiiias que llegaban? Modestas, casi de un volumen familiar. Con el tenor dramético Federico Monti, los cémicos Lerena, Berdoni, el ba- ino, dos —93 — ritono Carrillo, Amalia Lepiani, soprano, Soledad Curieses, Navarro, tenor, y otros elementos. Deciamos que en las noches de luna, no habia luz eléctrica en las ea- lea, Y, a la luz de la luna, en los barrios de Miraflores y Sopocachi, poblado por entonces de casas de campo, asi como en el Prado y Av. Arce, eran fre~ cuentes Ins serenatas y conciertos callejeros de guitarra, bandurria y man- dolina, también con canto. Y, dichos elementos més sobresalientes, se agru- parcn despu%s, para formar In Estudiantina Verdi, con la direccién de Juan Barragan. Fue un conjunto muy numeroso de arte interesantisimo, que dejé buenos recuerdos, Como a guitarristas, teniamos a Natan‘el Bravo, Federico Arancibia, en bandurria a Federico Otero de la Pefia, laiid, Palacios, et. Rie ee BANDA DH MUSICA DBL BATALLON “INDEPENDENCIA” Pero, la mitsica mis corriente, que esté on contacto con la sociedad y el pueblo, para ejecutar piezas de arte y Ia popular, es Ja de las bandas del Ejér~ cito, que también constituyen centros de ensefianza. Antes ya fueron céle~ bres las bandas de los batallones Colorados, dol Arce, etc. Después de apaciguada la guerra civil a la que me he referido, In banda de} Batallén Independencia, llega « adquirir mucha importancia. Constituida con excelentes elementos del antiguo Ejército Unitario, continéia con la glom riosa tradicién de nuestras bandas militares. La funcién artistica, civil y militar que desempefian, es muy atrayente, simpatica, y muy tipica. Los dias jueves y domingo, ofrecen Retretas (Con- ciertos de banda militar en Bolivia), por Ia noche en la Plaza Murillo, y © 94 medio dia en el antiguo Prado (hoy Avenida 16 de Julio), con repertorio cceogido, generalmente de selecciones de éperas, operetas y zarzuelas, ¥ las sine de snoda més en bogs, Mientras la concurrencia, da vueltas y vuel- tas en la Plaza, o en el Prado. . Pero, bay tres fechas en el affo, en que las Retretas, son mas sobrese- lientes: en la noche de Viernes Santo, con repertorio especial, severo, y las Retretas generales, que so ofectian reunfendo Ins bandas de todas Tas uni- dades residentes on La Paz, y que actian, el 16 de Julio, y 6 de Agosto, efe- mérides civicas. En la Procesion y Retrota de Viernes Santo, se ejecuta mtisiea seria, for mando parte del repertorio, marchas finebres extranjeras, y sobre todo, na- cionales, como la eompuesta por Eloy Salmén en memoria del Edecan Pa ‘blo Sotomayor, muerto por Melgarejo; las marchas fiinebres de Francisco Suérez y de Adolfo Ballivién. En la Retretu de Viernes Santo, solia ejecu- tarse también la Fantasia: Inesnd'o en Chile, los Martires de la Compaitia, compuesta por Eloy Salmén. Los dias domingos, a las custro de la tarde, las bandas ejecutaban en las esquinas de la Plaza, Jas Llamadas de Ordenanza, bolivianas, gue son muy tipicas y muy bellas. Lo mismo que el repertorio de marchas militares na- cionales. Ia Marcha del Batallén Colorados de Mauricio Mansilla; la de Los Bom: beros, Talacocha, Ayacucho, Tamampaya, Tiwanaco de Francisco Suarez; La Canteria de Viosnte Garcia, son marchas que han ereado el estilo noble, brio- 80, bello y tipico de las marchas militares bolivianas. Ademés, y esto es muy simpético e interesante: Jos jueves y domingo en In noche, después de las Retretas de In Plaza Murillo, o del Prado, en la puer- ta del cuartel alojamiento del cuerpo del Ejército respectivo, se ejecutaba, otra Retreta popular, con piezas nacionales, igualmente populares: Tristec’ tos, Cuecas Bailecitos, y Waifios, lamados también Khaluyos, 0 Mecapaque- fias. Son hormosas muchas piezas populares, especialmente, las cuecas del Batallén Independencia. En los cuerpos de Caballeria, Iamedos esouadrones por entonces, cra costumbre general ejecutar Boleros de Cabatleria, muy lindos, aunque, con ‘Trios demasiado quejumbrocos, que afeaban la pieza musical correspondien- te, hasta haberse pensado en suprimir los Boleros mencionados. Estos Boleros son hijos del Bolero Espafiol de ritmo ternario. Los hay hermosos como los Boleros de Francisco Suarez, José V. Zabala, Saturnino Rios, ete. Las legadas a la ciudad de La Paz, de Jos batallones de Infanteria, y escuadroncs de Caballeria asi como las partidas, constitufan especticulos emo- cionantes, por la misica, y, no era rare, ver a los jovencitos, enrolarso en los escuadrones de Caballeria, voluntariamente, entusiasmados con la musica de los. Boleros, y los sones de los slarines de Caballeria (Trompetas). Otra bella costumbre de Jos euerpos que logaban desde lugares distan- tes, a pié los de Infanteria, y a caballo los jinetes, es que las bandas respec- tivas, forzosamente, debian ofrecer el dia de la Megada, Retretas piblicas, por la tarde, o por la noche, sin demostrar fatiga, por las caminatas. Asi, pues, las bandas del Ejéreito de Bolivia, han constituido; un gran medio de educacién musical, propagacién do In buena miisiea, y creacién del estilo popular, Ya veremos, cémo Ilegaron a superarse algunas bandas, como ejecucién y repertorio, En 1904, fue fundada la Escuela Militar de Misica, teniendo a Ia cabe- za de la institucién al Coronel Francisco Suarez, al Mayor Néstar Terrazas, y al Capitén César Achdval. Después, estuvicron también rigiendo In institu- cién, el Coronel Andrés Patifio, Antonio Montes Calderén, Rafael Vargas, eto. En noviembre de 1904, octrre un acontecimiento muy importante, no vacilo en decir de importancia sums, para la cultura musical boliviana: la Hegada de la Compaiiia de Operetas de Ciro Scognamiglio. Con bellas {ir guras del arte lirico, como Maria Lauri, Anneta Perveti, N. Richieri, Giani- na Majeroni, entre el elemento femeninoi el tenor dramitico Gino Vanute- Iii, el tenor ligero Giielfo Bertochi, el bajo Aconci, y no recuerdo otras fi- guras. Discreto conjunto coral, lo mismo que una buena orquesta propia de 25 miisicos que, actuaban bajo la direeclén de un inteligentisimo artista: Francisco di Gesu, La compaia bien organizada, era homogénea, y, las representaciones fueron espléndidas. Aungue se Hamaba simplemente Compaiia de Opereta, con repertorio como La Geisha, San Toy, Marina, Boocacio, Orfeo en tos in" fiernos, Defia Juanita, La Mascota, Los saltimbanquis, El vendedor de péja- 103, ete., ote., interpreté la Compaiiia con gran éxito: La Boheme y Tosca, de Puccini; Pagliacci, de Leoncavallo; y Cavalleria Rusticana, de Mascagni. La Tlegada de la Compaiiia Seognamiglio, produjo un gran entusiasmo en la sociedad pacefia haciéndose una sola con el alma nacional; particular- ‘mente, por el entusiasmo que desp2rtaron en la Compsfifa Scognamiglio, nues- tras bandas de miisica, en particular, Ia del Batallén Independencia, que, es- taba ya repuesto, después de Ia campafia del Acre. En todas las retretas de Js banda, a su paso por la calle, era cubierta de flores, por los artistas de la compaiia, La Retreta que ofrecleron las bandas de los batallones Independencia, ¥ Murillo, y del cuerpo de Artilleria, con la magnifica direccién de Francesco di Gesu, marcé una era, en nuestra historia musical. La gran marcha d= Tannhauser de Ricardo Wagner, fue como de triunfo, en Bolivia. El repertorio de miisica de banda, que ya fue hermoso, con la selee- cin y buena orquestacién de éperas como Norma y Puritamos de Bellini; La —96— Traviata, El Trovador, Rigoletto y Aida de Verdi; ahora, aumenté con lecciones de Bohomia, Tosca, Cavalleria Rusticana, que estuvieron en bogs. Mientras los valses de Waldteufel, los Strauss, Translateur, Ramenti, ete., completaben el repertorio, que, fue ampliado después con obras de més alta significacién, como las de Lizt, de Brahms, hasta de Beethoven. Un aspecto digno de tenerse en cuenta: muchos de los miisicos de ben- da, Hegaron a adquirir fama, como hébiles instrumentistes. Recordamos @ Manuel Delgado, Adolfo Valdés, y Jacinto Medinacelli, como Clarinetes re" quintos; a José Amusquibar, y N. Zitfiiga, como Cometinistas; a Revollo, a Lavigna, como a Bugles; a Berén, e Tbaiiez, comio a Baritonos, ete., fuera de que fueron buenos directores Francisco Suarez, Néstor Terrazas, Juan Ba- rragan, Adviin Patifio, José V. Zabala, César Achaval, Teodoro Rodriguez, etc. El Teatro Municipal ha sido reconstrufdo en 1909. Han venido otras compafiias, como la de Opera del Centenario de Bolivia, en 1925. Siendo Ia figura principal, la gran cantante Ada Sari. La Orquesta, ha sido de lo me- jor, a juicio mio, por lo mumerosa y completa, dirigida por N. D'Angellis. Vinieron después, las compaiiias de Lola Maldonado (Opersta); Agos- tinelli (Opera); Alba Regina (Opereta); Sagi Vela (Zarzuela). La filtima Compafiia de Opera, dirigida por Oscar Giudice, nos ha ofre- cido las dperas: Traviata, Trovador, Rigoletto, Barbero de Sev'la, represen- taciones buenas, en mi concepto, Lucia de Lamermoor, con In exquisita can- tante Blanca Rosa Baigorri, fue triunfal. Un aspecto muy halagador: la Or- questa, formada en su gran mayoria, con elemento nacional, tuvo espléndi- da actuacién, fuera de los coros que, también contaban con elementos na- cionales. Otra faceta del arte musical, que merece anotarse, como antecedente de nuestra cultura musical, son las compafifas de Revista y Danza, que nos han visitado: la Compafifa Rusa Duvant Torzoff, formada con elementos muy finos de rusos blancos. Nos parecié constituida por distinguidos elementos de las elevadas esferas sociales rusas, El repertorio fue exquisito. Hacia la misma época, nos visité un buen coro de los Cosacos det Don. Después vinieron los hermosos conjuntos de Bailes Rusos: Nemanofi. Conjunto bellisimo: y, posteriormente, In brillante Compafiia de Coronsl de Basil (1943). La Compaiiia de Ballet Espafiol de Ana Maria (1946), que nos trajo en- tro otras obras: El sombrero de tres picosi y, Bl amor brujo de Manuel de Falla, con las que, Ia visién de esto género en Bolivia, ha adguirido claros contornos. —* 7 Lo anterior, a grandes rasgos, sobre los conjuntos que nos han visita- do, En septiembre de 1907, se fundé el Conservatorio Nacional de Musica, —97— que, a pesar de sus vieisitudes, ha prestado importantes servicios a Ja cul- tara musical de Bolivia, Como centro de actividad musical, y de educacién. Comenz6 a funcionar desde enero de 1908, con su director don David H. Molina, slendo, los demas profesores, su hijo Francisco Molina Prieto, Antonia Maluchka, y Juana Lallemann. ‘So ensefiaba Teoria de la Musica, Solfeo, Canto, Piano, Violin, Violon- cello, ete. Se formé una buena Orquesta, con todos los elementos que ha- bia en la ciudad de Le Paz, que colaboraban como socios honorarics. ‘Tuvo numeroso alumnado, y se ofrecian buenos conciertos. Después de la Direccién de don David H. Molina, fue directora, dofia Antonia Maluschka; sucesivamente, don Manuel Sagimaga, don Pietro Bru- no, el que habla, don Eduardo Caba, y, actualmente, don Humberto Visea~ tra Monje. CONSERVATORIO NACIONAL DE MUSICA, Al Consorvatorio se debe, el haberse sistematizado los estudios técni- ‘e0s, conforme a los planes ya establecides, en los buenos oontros de educa cién musical. En cuanto a la labor de la sefiora Maluschka, del sefior Sa- gémaga; y, en Io que corresponde al suscrito, como profesor y director, del Conservatorio, se tendié a que lenara, fuera de su funcién téeniea, una ele vada labor de cultura moral, social y juvenil. Como que se efectuaban cua- tro coneicztos al aio: el Sacro de Semana Santa; el dedicado a los Maestros 16 de junio; el ofrecido al Dia do la Patria, el 4 de agosto; y, el Concierto Juvenil el 21 de septiembre, —98— Tavo una discrota Orquesta de profesores y alumnos, y Coro que hizo conocer bestantes obras del buen repertorio. Ei niimero de alumnos egre- sados, es crecido. Otra instituctén activa, fue el Circulo de Bellas Artes, cuya Secelén Mu- sical, tuvo lucida actuacién. ‘Ademés, recordamos al “Centro Musical” de Francisco J. Molina, qe publicaba la Revista “Lira y Arte Nacional”. En Ia eludad de Sucre, tenfamos la Filarménica Suere, de meritoria ac- tividad, especialmente, cuando vivia ex gran animador don Eduardo Ber- En la cludad de Cochabamba, ol Conservatorio de don Teéfilo Vargas, cumplié, un noble cometido. ‘Orquesta Sinfénica Nacional. Con los elementos disponibles en Ia cit- dad de La Paz, se formé primero, la Asociacién del Profescrado Orquestal, con Ia que después, don José Maria Velasco Maidana, organiz6 Ia Sociedad Nacional de Conciertos, pasando a ser posteriormente, la Orquesta Sinfénl- ca Nacional, teniendo por directores, sucesivamente, a José Maria Velasco Maidana, Jaime Mendoza Nava, al profesor Erich Eisner que la divigié: mu- cho tiempo, hasta su muerte acaccida el afio pasado, estando actualmente, a cargo de la Sinfénica, el profesor Antonio Montes Calderén, Si hacemos un balance de la labor realizada por la Orquesta Sinfénica Nacional, veremos que ha sido de muchisima importancia, a pesar de sus deficiencias, como institucién nacional, relativamente joven. En el repertorio de la Orquesta, aparecen las obras sinfonicas y de con- cierto de los grandes maestros: J. S, Bach, Haendel, Mozart, Haydn, Boetho- ven, Schubert, Schumann, Mendelshon, Brams, Bruckner, Mabler, Dvorak, ‘Tschaikowsky; y el repertorio de autores nacionales: José M. Velasco Mai- dana, Jaime Mendoza Nava, Eduardo Caba, José Salmén Balhivién, Simeén Ronecal, Tedfilo Vargas, Jorge Parra, ete., ete., fuera de su colaboracién en el Ballet, y otras actuaciones teatrales. La Orquesta Sinfénica Nacional, constituye una gran conquista pare cl arte, que habré que sostenerla con firmeza, perfecciondndola. Coro Polifénico Nacional. La formé hace pocos afios el profesor Oscar Giudice, con buenas espectativas, pasando después a dirigirla el sefior A. Mé- laga, hasta su viaje al Peri. Actualmente la dirige el profesor don Nicolis Ferandez Naranjo, habjendo pasado también a formar parte de la esfera do actividad artistica de la H. Alcaldia Municipal. El Coro, una de las manifestaciones mas hermosas del arte, desde los tiempos més antiguos, estd, pues, dignamente representado en nuestro pais, y la obra que ha realizado, el Coro Poli Nacional, con piezas de loz polifonistas, clésicas, hasta el Requiem de Mozart, (1956), y populares, ha- cen que constituya una asociacién muy estimada para nosotros, Arte y ju- a ventud, en plena floracién, y de hormssos contornos sociales, es digna de esa estimacién, El Coro Polifénico Fabril y el Coro Beethoven, de importantes proyec- ciones, gpor qué entraron en receso? Es necesario mencionar In hermosa funcién de Ia Masica Coral, que cumplen Ios coros del Seminario San Jerdnimo, dirigido por el P. Sever; y el de Don Bosco, dirigido por el P. Sabini. La Escuela Nacional de Ballet que tuvo bella actuacién con Eliana Leo nidoff, (1952), actualmente conserva sus prestigios con e! profesor Glovan- ni Brinatti, de centro juvenil de cautivantes aleances, Como a escuelas particulares de Danza, debemos mencionar a la, desa- parecida de Aleira Aparicio de Rycoy Soto, que-formé un numeroso grupo do alumnas. La de Graciela Urquidi, ya afianzada. La de Carmen Bravo. Des- tellos juveniles de Danza. Los compositores més sobresalientes de la misica nacional, en 1 siglo jigue, son bastante conocides, Simeén Roneal, por sus Ouccas y Khaluyos; Tedfilo Vargas por sus Aires Nacionales y misica de Iglesia; Eduardo Ber~ decio que nos ha dejado bellas restauraciones de miisica militar, como la Mercha de los Colorados, y Ia Llamada de Ordeninza, y sus valses Tus ojos y Potosi. Andrés Barragén ha sido un compositor felicisimo de valses de vena, como Graciela, Pasionaria, Vals de Otorio, de mucho calor cordial’ y, los ele- gantes: Estival, En el pais de las rocas, Melancélioo, ete, Humberto Viscarra Monje autor de Impresiones del Altiplano, Canciones de Nifio, Ron no; Armando Palmero, Eduardo Caba, por sus conocidos Aires Indios, y Cores; José Salmén Ballivién, por la Suite Aymara, y Trilogta India; Jorge Parra, por sus Escenas Incaieas; Adrién Patifio, Zarate, Ceballos, composi- tores de piczas de cardcter popular; Luis Martinez Arteaga, compositor de piezas de estilo popular; asi como Gilberto Rojas, de piezas de estilo verna- cular de baile, Las orquestas de baile, como las de Barrionuevo y Mérida, son deliciosas para la danza, en los salones. Ahora, haremios hincapié en obras de mayores dimensiones y composi- tores de extensas piezas orquestales: José Maria Velasco Maidana que, con Amerindia, (1940), quizé crear un Ballet de sugerentes contornos. La obra es importante como magnitud y volumen de orquestacién, que fue interpre- tada en Berlin; y, montada con arte en La Paz. Pero, jqué pasé con don José Maria, que se fue de Bolivia, y, apenas sabemos casi de él? ;Por mala informacién? El joven compositor y director de Orquesta Jaime Mendoza Nava, que vviaj6 por Europa, recibiendo ensefianzas de renombrados profesores, estre- ng entre nosotros, con la Sinfénica Nacional: Pachamama y Antahuara, poe mas sinfénicos; y, Don Alvaro, Obertura Sinfnica, inspirada en Don Alvaro —100— 6 la Fuerza det destino, drania del Duque de Rivas. La obra musical fue premiada y ejecutada, en un Concurso de Madrid. Mendoza Nava, compuso y compone otras piezas, en su residencla de Estados Unidos, dentro del es- tilo de las obras modemas, Aprovechamos Ja ocasién, para referirnos a la Academia de Piano de la sefiorita Yolanda Pando, que ha preparado sobresalientes alunos. Para oir las més ‘inefables interpretaciones del arte musical, por los medios ¥ artistas mas insignés dei mundo, tenemos en la residencia parti- ailor de don Flavio Machicado, una discoteca selecta y riquisima, valioso emporio artistico para nosotros. SINFONICA NACIONAL Pidiendo muy cortesmente, permiso al piblico, voy a referirme a la miisica entre los nifios y la juventud, en la que intervine. Creo que se me perdonarf, por que he de hablar mas de ellos, que de mi persona, Desdeel Conservatorio Nacional de Miisica, sentimos la necesidad de un arte musical mas noble que el corriente, y que, convenia introducir y practicar entre los nifios. Las canciones con gestos de E. Jaques Daldroze, y de Juan Liongueras; las canciones infantiles de Eduardo Grieg, eran muy ballas. Ademas, pensdbamos que entre las canciones de los grandes maes- tros: Mozart, Schubert, Schumann, Brahms, habia elementos aprovochables —101— para el mundo infantil, fuera de que, en la miisica indigena, habia igualmen- te, cosas para ser transformadas en canciones y danzas, por lo cual, y con Ta colaboracién de as profesoras Rosa Parrondo de Gareés, Sofia Viscarra Heredia y Matilde Ascarrunz, organizamos en noviembre de 1921 el Circulo Artistico Infanti, para el cultivo del Canto, Ia Plistica animada y la Decla- ‘macién, que la hemos sostenido durante seis afios, habiendo obtenido en tesis general, lo que nos habfamos propuesto, a més de que, con los ele- mentos infantiles, se practicé también el gobierno propio y Ia iniciativa personal. Las canciones de Mozart, Schubert, Grieg, Brahms, fueron gratamen- te interpretadas. Recuerdo a Carmen Rlix, Rafaela Fernéndez e Hilda Reyes ‘Mundy. ~ Las canciones aecionadas de Jaques Daleroze y Llongueras, fueron oje- cutadas con todo el sabor de frescura infantil, fuera de Ia declamacién de las poosias de los grandes poetas apropiadas para los nifics, igualmente, piezas eseénicas. Atin pensibamos en formar un teatro lirico juvenil, para lo que, tomando un texto postico: Urpilay, de Enrique Baldivieso, compusimos trozos de canto y danza. La idea de utilizar Ia miisica y el estilo indigena, nos levé a colaborar en las dos grandes veladas indianistas organizadas por los Amigos de la Ciudad, con los elementos mas bellos de la sociedad pacefia. Los resultados fueron muy sugestivos: misica, danza, trajes, decorados, ete. ete. Nosotros que hicimos estudios de Educacién Fisica, como alumnos del Instituto Oficial, y, personalmente, de Gimnasio. Ritmica Dalcroziana, qui simos que se hiciora en grande, y con miles de nifias de Primaria, y sefiori- tas de Secundaria, en el Estadio La Paz, como lo habiamos hecho antes en pequefio, Estas danzas coreadas, organizadas con el patrocinio de la Di- reccién General de Educacién Fisica, a cargo en 1934, de don Saturnino Ro- @rigo, y de don Celestino Lépez, en los afios de 1939, y 1942, fueron mag- nifieas con la colaboracién del profesorado y de las bandas del Ejéreito, Otras actuaclones posteriores, fracasaron Iamentablemente, por Ia mala organiza ciéa de los grupos escolares. Componer los textos poéticos, la miisica y la coreografia, con temas jonas, y Ia interpretacién {érvida y"bella del coro y la danza, por las nifias y las sefioritas, compensan siempre con creces, todas Ins amarguras y las molestias que pueden causar las cosas de la vida, {Cudnta gracia y fuerza juvenil, ponen los elementos nacionales, en la interpretacién de nues- tros ritmos nativos! Diremos algo sobre la cortiente indigenista. Los Amigos de la Ciudad, organizaron dos Concursos de miisica y danza indigenas, en las Ferias de La Paz, hacia los afios de 1929, 1930, a las que concurrieron los famosos Souris —102— de Ttalnqne; y, los Ch'riwanos de Umala, éstos con vestidos, especialmente ‘Suris tan hermosos, quo no los hemos vuelto a ver. Los cuatro Concursos de miisica y danza autéctonas, convocades por la H, Alcaldia de La Paz, han superado, en cantidad y variodad a los anterio- res, haciendo conocer mejor, el arte autéctono. 4 lanza ; Grapo de Davza & eo Estadio £4 Paz- Agosto. 4348 ~ GRUPO DE DaNZA — ESTADIO “LA PAZ” So ha tratado de llevar al Teatro, el arte vernacular indigena y eriollo, formando los conjuntos: Estampas Bolivianas, Fantasia Boliviana, y, en es- tos dias Bolivia Indiana. Son grandes esfuerzos que no dejaremos de loar- los, maxime si intervienen elementos entusiastas, como la sefiora Graciela Urquidi Los defectos, ya se irén corrigiendo, con el tiempo, en estas atra- yentes vibraciones del alma nacional, que como primerizas en las tablas, no pueden ser porfectas, como es natural, Por algo dijo Goethe: El arte es largo y la vida corta. . Entre los grandes artistas que nos han visitado, que encontraron entre nosotros, un ambiente cortés, hay muchisimos, desde Alberto Priedental, pianista; Andrés Segovia, (1942), e] colebrado guitarrista, hasta Claudio Arrau, y Armando Palacios (en su primera época), nuestro compatriota Jaime Laredo, y el pianista Anton Kuerti, que han dejado brillantes huellas. 103 — Hemos hablado de lo que se hizo en Bolivia, en el medio siglo que ha transeurrido, y, los elementos extranjeros, que han ido dejando, estratos li- ices como diriamos, para abonar el terreno nacional que, ofrece gran ca- pacidad para el arte, pero, que exige mayor disciplina y método, tenaz per- sistencia, y un indémito poder de trabajo, para asi lograr més serias ven- tajas, {Qué tendremos que hacer ahora, concretamente? El Conservatorio Nacional de Musica, recobrar sus antiguos entusic;- mos, como centro de cultura juvenil, de severas téenicas y vida estudiantil ozana. La Orquesta Sinténica Necional, tomar més a serio su alta situaciéa artistica. Su labor ha sido vasta, y, a juicio nuestro, con programas por ve- ces demasiado audaces. Habra que afianzar lo obtenido hasta ahora, siendo miss pradentes en las intenciones. Perfeccionando sus téenieas, procurando completar, inmediatamente que lo permitan los medios ezonémicos, st e- tructura instrumental, Como también piensa, el director de la Sinfénica, den Antonio Montes Calderén. El Coro Polifénico Nacional, seguir con sus entusiasmos, pero, danco mayor severidad a los detalles del ensamblado coral. Cuando me deparé Ia suerte, estar a la cabeza de un coro (Conserva- torio, The Strongest, Colegio de Nuestra Seftora de Lourdes), nuestra obso- cidn era oir claramente las lineas melédicas, para lograr la plenitud de los acordes perfectos mayores y menores, la dulzura co las terceras y cextas, 1a suavidad melancélica de las disonancias disminuidas, y la seacacién agri- dulce de las demas disonancias. Una vez logrado eso, el hechizo divino, des- ciende sobre un coro. La Banda Municipal, juntamente con las otras, lograra grandes éxitos, solamente imponiendo mayor severidad, en sus activi!ados. Quiero, detenerme, sobre la miisica en las escuclas y colegios, urbanos y rurales. Yo sé que en la Escuela Normal de Sucre, como en las buenas Gpocas, el coro se encuentra en estado floreciente, con su actual director Emilio Hochmann (1957); y, asf, en varios establecim entos ¢2 la Repabli- ea, pero, me extrafia muchisimo, que en el Instituto Normal Superior de La Paz, y, teniendo un elemento juvenil deslumbrante, no haya un buen co- ro mixto; ni un conjunto de danza, Cémo quisiéramos, que en todas las escuclas y colegios, tuvieran los profezores un fino gusto estético, y una paciencia suprema y heroiea, inago- table, para lograr divinos resultades, en el alma infantil. Y ojalé lo que decimos, también se propagara en Jos contros fabriles, para llevar el arte, al mundo de las clases obreras, ‘Mieniras tanto, necesitamos recoger, todo Io que se pueda, en In tradi cién de In Misica Militar, criolla y mestiza, para tener como un tesoro, ¥ perfecciondndolo, servir de repertorio en la vida nacional. —104— En cuanto a la Miisica Indigena, el suserito tiene avanzado bastante en sus estudios de la Musicografia Indigena det Departamento de La Paz, por compromiso con la H. Alealdia, Personalmente, pienso y como también sabe el piblico pacefio, Ios ele- mentos musiesles indigenas, son muy aptos para ser transicrmados en can- cién y danza, infantil y juvenil, y habria que publicar, con su texto poético, miisica y esquema para la danza, lo que ya ha sido ejecutado zon éxito. Sofiamos con que tuviéramos ya una Lirica, y una Epica nacionales de alto valor estético. Los elementos autéctonos aymara, quechua y atin sus- rani, y el criollo estin pidiendo que Ia mano del poeta, del miisico, del es- teta, Jos ¢ransformen en obras de arte. ‘Un panorama, un tipo humano, una melodia, un tejido, Ia fauna, ta ilo- ra, la costumbre, Ia leyenda, qué oro fino de altos quilates, para hacer joyas iricas con ellos, La Epica. La Puorta del Sol de Tiwanacu, un vaso, un incensario, un signo, acaso no tienen la fuerza suficiente, para servir de trama a magniti- cos poemas literarios y musicales que se pueden componer? (Velasco Maida- na en Amerindia, intenté algo de és0). Las ruinas de Tiwanacu, han sido tan saqueadas, que dan ganas de Ilo rar. No obstante, sus simbolos, estén lanzando rayos de luz como el Sol. Con una persistente educacién estética de los bolivianos, entendemos que se pueden acabar con esa sordera y ceguera, para ver Io que tenemos, y oir lo que va vibrando desde siglos, en el alma nacional. alas Iiadas y Tas Odiseas? Oid lo que dice un gran homerélogo: Jorge Finsler, sobre la linda y la Odisea: “lllos han vertido sobre el teatro de los acontecimientos que nos né- rraron, un claro resplandor, que los preserva de las tinieblas del pasad Troya, que al tiempo de ser compuestos era ya un montén do rrs'nas, y Ia Aspera, pedrogosa isla del mar jénico, Itnca. Los dioses, dice Alcinoo a Uli- 20s, dispusieron el azar de los aquons y de Ilidn, e hilaron su ruina, para que cirvieran a los venideros de materia para sus cantos, Tiene razén: ,qué so- ria para nosotros Troya e ftaca sin Homero?” ‘Aspiramos a que tengamos una Lirica y una Spica, con todos los ele- mentos de Bolivia. ‘Actualmente se dice: Ia vida, con su brutalidad, aspezeza, dolores y tinieblas, no da sino para un arte “existoncialista”. Yo creo que el arte, debe levar luz, serenidad, para alumbrar y sua- vizar ése mundo desagradable, 105 —

También podría gustarte