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100 3 pew fv & ToAguapyos. Ere Se peta tatta Scbde- Kato vixioovtes Thy év Mopodavi péexny eri Mawvitrtrou &pyovtos, SiaAitrévtes ETH SUO peta tiv vikny, SappotvTos HS To Shuou Tote 1ed- tov Expticavto TH vope TH qrep| Tov SoTpaKt- ody, ds ré0n Sic Thy troiow T&v év Tals Suvaé- peat, tt Tleiciorperros Snuayoyds Kal otpatn- 4 YOs dv TUpavvos KorTéoTN. Kal Tpatos aoTpA- kion Tv éxelvou suyyevav “ltrirapxos Xd&ppou Koaauteus, 51 6v Kal wdAiota TOV vouov gnKev 6 KaeioSévns, 2eAcoc BouAdpevos adtév. of yap >A@nvaio: Tous T&v Tupdvveav gidous, S001 ut) ouvefapapTévorev év Tois tapaxatis, Eloov olkeiv Thy TOA, Xpdopevor TH eiwdvic TO Siyou TegéT nT 5 Gv Hyenow Kal Tpooratns fv “lrTapyxos. evs 8 1 totépe ere Eri TeAecivou GpxovTos éxud- pevoov Tous évvéa SpxovTas KaTe PUAcS éx TOV Tpoxpidévtwav wd TeV SnuotGv TrevtaKxocicv qTéTe pete Thy TUpavida TrPaToV" oi 58 1pdtepor arévtes foo alpetoi: Kal dotpaKioon MeyaAt\s g ‘lwmoxparous ’AdcoTrenfGev. err nev ovv én y’ Tous Té&V TUpsvveov pIAoUS dotpaxizov, Gv y&piv 6 vopos éré0n, pete 58 Tatra TH tetaptep eter Kal aay EAreov ei TIS SoKoin uelgeov elvor pebiotavTo” Kal TPdSTOS dotpaxkic8n TdHv &rroobev Tis Tupav- 7 vidos ZdvOrmos 6 *“Apippovos. Ete: 58 Tpit~ peT& Tatra NixoBiyou &pxovtos, s épcvn TH 22,3 Sc Harpoer.: ote L 22,4 cuvefouaptévotey Poste: -tavov L 22,5 Sypotay L: Syzov Bo lt pro meviaxoolay (hoc est) proponit &xaréy (6) K. | zére Whibley: tots L 22,6 8oxn B 101 3 Al afio duodécimo después de esto, después que ven- cieron, en la batalla de Maratén, en el arcontado de Phai- nippos, después de dejar pasar dos afios de la victoria, ha- biendo ganado entonces confianze el pueblo, utilizaron en- tonces por primera vez la ley sobre el ostracismo, puesta para las sospechas contra los poderosos, porque Pisistrato siendo jefe del pueblo y estratego se habia convertido en tirano. * Fué desterrado por ostracismo el primero uno de los parientes de aquél, Hiparco, hijo de Carmo, del demo de Kollytos, por causa del cual sobre todo habia puesto Clistenes la ley, con intencién de expulsarle. Pues los atenienses a los amigos de los tiranos que no habfan delinquido tomando parte en los alborotos, les habfan dejado habitar en la ciudad, segin la acostumbra- da benevolencia del pueblo, y de éstos era jefe y caudillo Hiparco, 5 En seguida, al siguiente afio, siendo arconte Telesi- no (1), sortearon mediante habas a los nueve arcontes por tribus, de entre los quinientos (2) escogidos por los demos, y esto fué entonces por primera vez después de la tirana, pues los anteriores hab{an sido todos elegidos; y fué des- terrado por ostracismo Megacles, hijo de Hipéecrates, del demo de Alépece. 6 Expulsaban durante tres afios por ostracismo a los amigos de los tiranos, por causa de los cuales habfa sido hecha la ley. Y después de esto, al cuarto afio expulsaban también a los que de los dems parecian también dema- siado grandes, Fué expulsado el primero de los que no te- nian que ver con la tiranfa, Xantipo, hijo de Arifron. 7 Al tercer aiio después de esto, siendo arconte Nico- demo (3), cuando aparecieron las minas en Maronea y gan6 (1) 487 a. €. (2) Véase el aparato crftico; parece que ha de Ieerse cien en vez de quinientos, siendo responsable de la confusién el parecido de las cifras. (3) 483 a..C. 102 pérarra Ta év Mapoovetg Kal Trepieyéveto TH TOAEt - té&AavTa Exerrov éx Thy Epyov, cunBouAcudévTaV 23 tIVGv TH Ste Siaveipacba TS dpyupiov Qepioto-— KAjjs ExcAuoev, ov Adyoov 6 TI XprjoeTan Tois XPr)- pacw GAAG Saveion KeAgUeov TOIs TAOUaI@TéTOIS *AGnvatoov éxarov Exdote Té&hovTov, eft’ éav pév &péoxy TO dveAoua, Tis OAs elvor Thy SoTré- vnv, ef 88 ph, Kouloacbar Te XprYaTa Trapd TdV Saveicapévev. AaBeov 8 eri toutois évauTnyi- oato Tpijpeis Exarév, ExkoTOU vauTTNYyOULEVOU Ta&v éxatov pia, als evauudynoay gv Zadapivi TIpds TOUS PapB&pous. oTpaKioBn 8° év ToUTOIS tois Kaipois *ApiotelSns 6 Avoiucxyou. TeTapte 8 état koteBeEavto Travtas TOUS doTPAKIOLEVOUS &pxovtos ‘YyixiSou, Sic thy Zépfou otpareiav: Kal Td AoiTIdy Spicav Tois doTpaKizoMEvors EvTOS TepaiotoG Kal ZKuAAaiou Karoikeiv A éri- pous elvar KaOdcrrag. Téte pav otv péxpl ToUTOU TpofjAGev A TOAIS Gyo TH SnpoKporia KaT& piKpov av§avopévn’ pEeTS Be Te MnSix& dA ioxvoev f év "Apsicn Teyoo Boudi) Kal Sider Thy WdAw, ovSevl Soyports Ac- Potion thy hyeuoviay GAAK Sik TO yevéoOo TS Trept Todapiva vaupaxias aitia. Tdv yap oTpa- Thy dv e&oTropnodvtay Tois Tpdyyaot Kal KNPU- Edvtev cage Exactov éxutév, Topicaca Spa- Kas Exdote SKTd 5réSexe Kai EvePiPacev eis THs votis. Sic TowThy 8h Thy aitiav mapexopouv 22,8 evtog L: éxrd¢ Wyse || post Lxvdatov add. W.-K. 109 hizo jefe del pueblo Efialtes, hijo de Sofénides, tenido por incorruptible y leno de justicia hacia el Estado, y atacé al Consejo. 2 Primero eliminé’a muchos de los miembros del Areé- pago, poniéndoles pleitos sobre su administracién; después, siendo arconte Conén (1), le quité al Consejo todas les fun- ciones afiadidas que le convertian en guardian de la cons- titucién, y unas atribuciones se las devolvié a los Quinien- tos, otras al pueblo y a los tribunales. 3 Hizo esto teniendo como colaborador a Temistocles (2), que pertenecia al Areépago, pero iba a ser juzgado de in- teligencia con los medos. Y queriendo Temistocles que el Consejo fuera disuelto, dijo a Efialtes que el Consejo que- ria detenerle, y a los del Areépago que iba a denunciar a ciertos ciudadanos que iban a levantarse para derribar la constitucién. Condujo, pues, a los designados por el Con- sejo donde estaba actuando Efialtes, como si fuera a mos- trar a los conjurados, y se puso a hablar con aquéllos excita- damente. Y Efialtes, cuando esto vid, sorprendido, se refu- gid con sélo la tanica en el altar. ¢ Como todos se admiraran de lo sucedido, reunidse después de esto el Consejo de los Quinientos y acusaron a los del Areépago Efialtes y Temis- tocles, y con aquellos del mismo modo de nuevo ante el pueblo, hasta que Jes arrebataron el poder. Y ... y fué muerto Efialtes, asesinado traidoramente no mucho tiem- po después por Aristédico de Tanagra. (1) 462 a. C. (2) En este pasaje de nuevo Aristételes aparece en abierta dis- crepancia con Tucidides, lo que ha sido un motivo de detalladas dis- cusiones filolégices. Segiin Tucfdides (I, 137), huyé Temfstocles en 471; cn este texto hallamos este hecho retrasado hasta 466. re oo 110° *H wav obv tév ’Apsotrayitév Bouat TotTtov tov TpdTroOV écreoteptOn Tis émipeAcias. peta Sé Tota ouvéBatvev d&vicoGor p&AAOV Thy TroArTeiav Bik ToUs TrPCOUYwS Snucywyotvtas. Kal yap TOUS KaIpOUsS ToUTOUS GUVéTese YNS’ tyeHova yew tous émeikeotépous, GAA’ atTav TpocoTd- vot Kipeova tov MiAti&bou, vedtepov Svta Kai TEpds Ti TAI Syé TPOTEABSvTa, TrPds 52 ToUTOIS epOcpOar Tos TOAAOUS KaT& TéAEHOV' THs yap otpateing yryvopévns év tols Tote ypdvois éK Ka- taAdyou Kal otpatnydév épiotapévey dateipeov bev TOU TroAEpEIv Tipwpévoov 58 Sic Tas TraTpIKdS 8dfas, atel ouvéfpaivev THv e€idvtov dove SioxXI- Mousi tpicxiAlous &rrdAAVo0a1, date évarioxesbat tous émierxeis Kal tod Stjyou Kal Tév etrrépov. 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Pues por esta época, coincidid que los més decentes no tenfan jefe, ya que estaba a su frente Cimén, hijo de Milcfades, que era bastante novato y que habfa venido a la politica tarde, y ademds la mayorfa de la gente habia perecido en la guerra, pues como en aquellos tiempos el ejército se formaba por el censo, y se ponian al frente estrategos sin conocimiento de la guerra, pero esti- mados por la gloria de su familia, sucedia que de los que iban a le guerra moran dos o tres millares de cada vez (1), de manera que se gastaban los buenos, Jo mismo del pueblo que de los pudientes. 2 Todas las dem&s cosas las gobernaban de manera dis- tinta a como antes atendian a las leyes, pero la eleccién de los nueve arcontes no la cambiaron, fuera de que en el afio sexto después de la muerte de Efialtes, decretaron que también de los de par se escogieran los que habfan de ser sorteados para los nueve arcontes, y el primer arconte de estos fué Mnesitheides (2). Los anteriores a éste todos eran de los caballeros y de los de quinientos medimnos, mientras que los de par tenfan las magistraturas ordina- tias, salvo si acaso se descuidaba algo de las leyes. 3 Al quinto afio después de esto, siendo arconte Lisfcra- tes (3), se crearon de nuevo los treinta jueces llamados de demos (4), y al tercero después de esto, en el arcontado de Antidoto (5), por causa de la multitud de ciudadanos, a (1) Desde luego que esta cifra es exagerada, pucs aun en la expedicién de Sicilia, Atenas no excedié de 2.700 ciudadanos hopli- tas; se conserva algun dato que se refiere a esa gran mortalidad en la guerra; una inscripeién (JG, 1, 433), nos da la cifra de 177 muertos en la guerra de la sola tribu Erecteide, bien que en esa cifra van in- cluidos también los no hoplitas. (2) Ein 457 a. C., cinco afios después de la muerte de Efialtes. (3) 453 a. C. (4) CE 16, 5 y 53, 1. (5) 451 a. ©. 112 pet& ToUtov él ’AvTiSéTou Sik TO WAOos THV qroarTéev TMepixAgous eltrévtos Eyveocay pi ueTexerv Tijs TdAecos Ss Gv ph & duqoiv doTolv A yeyoves. oy Met& 88 Tatra Tpds TO Snpoyeyelv EABSvTOs TleprKkAgous Kal Trpgétov euSoxipnoavtos ote katn- yépnoe Tas eUbivas Kipcvos otpatnyotvTos véos dv, Sqpotixetépay E11 cuvéBr yevéobar Thy TOAI- telav' Kal yep Té&v *Apeotrayrrév evict TrapetAeto Kal pcAiota TrpouTpepev Thy TOA el Thy vou- tikhv Suva, é& As ouvéBn Sapproavtas Tous TOAAOUS &tracav Thy TroArTelav Wo&AAOV é&yew eis ousTous. peta Sé Thy év Tarapivi vaupaxiov évds Sel TevTnKooT® Eret él TluBoSdpou Epxovtos 6 atrpds TleAotrowynotous évéorn TOAEHOS, &y ® Ka- taKAeiobels & Sijpos év TH Gorter Kal ouvebiobeis év tails otpateias uioBopopeiv, TH pv Exdv te BE &kev Tponpeito tiv ToArtelav SiorKeiv owrds. éroinae S& Kal pioBogdpa T& Sixaothpia TTepi- KAiis TPSTos, &vTiSHyayoy ov Trpds TH Kipoovos etrropiey. 6 yop Kipev, ate TupavviKiy Exoov ovolav, TpdStov yey Tas Koes Aqtoupyias aAn- ToUpye: AauTTpas, érerta Tov Snpotav Erp|ege ToAAous: efiv yap TH Bouropévep AaiaSav Kad’ éxcothy Thy fugpav eAGdvTi Trap” avtov Exe TH pérpic,, Ett 88 TH Xeopla TévTA EppoKTo Fy, Stros 4 2€% TH BouAopévep THs STIOPAS crroAcwerv. TpOS Sh TauTny Thy xopnyiav émAertopevos 6 TTepi- ~ oo 26,3 7 Ka qv 27,1 mparov Blass: mowtou L 27,8 267 K.: efqv L 113 propuesta, de Pericles, decretaron que no participase de los derechos de ciudadano el que no hubiera nacido de padre y madre ciudadanos, 27 Después de esto, habiendo llegado a la jefatura del pueblo Pericles, que empezé a ganar fama por haber acusa- do siendo muy joven las cuentas de Cimén como estratego, ocurrié que Ja constitucién atin se hizo m&s popular. Pues les quité algunas atribuciones a los del Areépago y orienté sobre todo a la ciudad hacia el poderfo naval, del cual ze- sulté que tomando confianza en si la plebe, atrajese més hacia si la politica. 2 A los cuarenta y nueve afios después de la batalla de Salamina, siendo arconte Pitodoro (1), comenzé la guerra contra los peloponesios, en la cual el pueblo fué encerrado en la ciudad y se acostumbré a cobrar la soldada en las campafias, y en unas cosas queriéndolo y en otras sin que- rer, resolvid llevar el gobierno por si mismo. 3 El primero que sefial6é jornal a los tribunales fué Pe- ricles, para contrarrestar ante el pueblo la opulencia de Cimén. Pues Cimén, como tenfa riquezas de principe, en primer lugar las cargas comunes que le correspondian las desempefiaba con magnificencia, y adem4s sostenfa a mu- chos de los de su demo, pues todo el de los Laciadas que lo deseaba podia con ir a casa de Cimén cada dia obtener lo que necesitaba, y ademfs todas sus fincas estaban sin cer- car, de manera que el que querfa podfa tomar de la cose- cha. 4 Como para estos favores Pericles con su hacienda se quedaba muy atrds, siguié el consejo que le dié Daménides (1) 432/1 a. C. El comienzo de Ia guerra (cf. Tueid., II, 2), es la primavera de 431. 8 14 KAS TH ovcig, TULBoUAEUCavTOS atta Aapoovi- Sou Tot Oinbev (Ss édxei TéSv TOAASY elonynrys elven 16 TlepikAsi> 816 Kai doTpdKicay aTov Gote- pov), émei Tois iSiors Hrté&ro, &iS6ven Tos TOAACIs ta abTév, KaTETKEUACE LIOBopopay TOIs SiKaoTais’ ag’ Sv altidvtat tives xelpco yevéobat, KAnpoupée- vow émipedds cel UGAAOV Tv TUXdvTOV 7 TOV 5 émenxdv avOpatrav. fp§aro Sé ueta Totta Kai TO Sexagelv, TewTou KaTaseiEavtos *Avirrou pet& thy é&y Tuam otpotnyiav. Kptvdpevos yap Ud tivev Sia To &troBaAciv TluAov, Sexcoas TO SiKa- otipiov étrépuyev. 23 ©“ Eoos pév otv TlepixAfis TrpoeiotrKer Tod Styyou BeAtic Ta KaT& Thy TroArTelav flv, TeAeUTICAVTOS 8é TlepixAgous TroAU xeipo. Tpdtov yap Tote mpoota&tny gAaBev 6 Sf] pos ovK eUSoKipoUvTa Trapé Tois émeixéow: év 5& Tois Trpdtepov yxpdvors dei 2 SietéAouv of Emieikels Storywyotvtes. 8 apxiis nev yap Kal mpa@tos éyéveto trpooté&tns To S1- Hou Trev, Sevtepos Sé TMeiciotpatos, Tév etrye- vév Kai yvepiuav Katadubeions 5é tis TUpav- vidos KAcioGévns, Tol yévous av Tdv ’AAKUEovI- Sv, kai Toute pev ovdeis Fv dévTioTacIMTHS, OS &€étrecov of trepi Tov *locrydpav. peT& SE tatta Tot pév Siyou TWposiotHKer Z&vOrrtros, Tév 5é yvepipov MiAti&ons, ererta OemiotoKAfis Kal *Apiotelins pete 5 TouTous *EgidAtys pév tot 27,4 dixaorats L: -mplotg Blass 27,5 ’Avbtov K. ex Harpoer.: avtov L 115 de Oie (que fué tenido como el inspirador de Pericles en la mayorfa de las cosas, por lo que més tarde le condenaron con ostracismo), de que, como con lo propio era vencido, diese a la muchedumbre lo que era de ella, y asf sefialé jornal a los jueces, en Jo cual algunos le acusan de que re- sulté peor cada vez, pues siempre se preocupaban mas de ser sorteados los hombres cualquiera que los hombres de- centes, 5 M&s tarde se inicié la costumbre de corromper, que enseiié el primero Anytos (1), después de haber sido gene- tal en Pylos. Pues como algunos le Ilamasen a juicio por haber abandonado Pylos, con corromper al tribunal, salié lbre. 28 Mientras Pericles estuvo al frente del pueblo, las cosas de la ciudad fueron mejor, pero a la muerte de Pericles mucho peor. Pues entonces por primera vez tuvo el pueblo un jefe no bien estimado entre los ciudadanos decentes, ya que en los tiempos anteriores siempre habian conducido al pueblo hombres decentes. 2? Al principio fué el primer jefe del pueblo (2) Solén, el segundo Pisistrato, ambos nobles y distinguidos; después que fué derribada la tirania, Cliste- nes, que era de la familia de los Alemeénidas, y contra él no se opuso nadie, una vez que fueron expulsados los par- tidarios de Is4goras. Después de esto fué jefe del pueblo Xantipo; de los nobles, Milcfades; después Temistocles y Aristides, y luego de éstos Efialtes, del pueblo, y Cimén, (1)_ Es éste el famoso acusador de Sécrates; por su negligencia se perdié Pylos en 411. Aristételes sigue aqui la leyenda que contra él levantan los socr&ticos, v. Tovar, Vida de Sécrates, pag. 203, (2) «Jefe del pueblo» parece haber sido una especie de titulo ofi- cial, si bien no estaba regulada Ja continuidad en el cargo, ni menos Ja sucesién en él. 3 5 116 Bhyou, Kipev 8’ 6 MiAtiddou tév ettropwv: efta TlepikAfis wav to Styyou, OouKv'lSns S Tav é&répwv, KnSeoThs Ov Kiucvos. TlepixAgous 5é TeAeuTHSovTOS TH pév Erigavdyv trposioty Ker Ni- kiags & év ZikeAig TeAcUTHOas, To 5& Sihyou KAéoov & KaAeaavétou, ds Soxel udAiota Siagbeipar Tov Sijuov tats dpyais, Kal mpdtos éti tol By- perros évéKpoye Kal éAoiSoproato Kal TrEepizeod- uevos 26nunydpnos, Ta&v GAAev ev Koop Acyov- tov. elra pete touTous t&v pév Etépwv Onpa- uévns 6 “Ayvoovos, Tot 5& Siyyou KAgopdev 6 Av- potroids, 55 Kal tiv SiwPeAlov étropice TrPGTOS kal xpdvov pév tive S1e6iSou, weT& 68 Tata Kor- éAuoe KaAArkpétns Tlaaviels p&tos ttrocyd- usvos émi@rjoev Tpds tolv Suciv SBoAoiv &AAov SPoAdv. Torry uev ot KuPOTEpeov BdvorroV Ka- téyvocav Uotepov’ eloodev yap, Kav eorrarnéi TO TAO0s, Uotepov pioeiv Tous Tl TpocyaydvTas Troieiv attous Tév ut KAADS exdvtwmv. did 5é KAeop&vtos Sn SteSéxovto cuveydds Tiv Sqya- yoytav of ucAiota BouAduevor Spacwvectar Kal yapizec@at Tois TOAACIs, TOS TH TrapaUTiKa BAE- trovtes. SoKxoto1r && PéATIOTOL yeyovevar Tév "Adtvnot ToAITevoapévwy YeTa TOUS kpXaious Niklas Kai QouxuSiSns Kai Onpavévns. Karl trepi pév Nixiov Kal QouKuSidou mdvtes oye5ov SpO- Aoyotow &vbpas yeyovévat ot pdvov KaAoUs Ka- 28,3 S&wfer. W.K.: Safor L || Sed Sou L ret, Blass Thalheim Opperm.: -3070 Wyse 28,4 td nap: an L exhibet 1d 7.7 7 hijo de Milcfades, de los acomodados; m4s tarde fué Peri- cles, del pueblo, y Tucfdidés, de los otros, el cual era pa- riente por afinidad de Cimén. * Mas a la muerte de Peri- cles quedé al frente de los optimates Nicias, el que murié en Sicilia, y del pueblo, Cleén, hijo de Kleainetos, que se considera como el que m4s dafié al pueblo con su apasio- namiento, y fué el primero que en la tribuna dié gritos e insult6, y se cifié (1) para hablar, mientras que los demés habfan hablado con decoro. Y més tarde, después de éstos, fué jefe de los contrarios Teramenes, hijo de Hagnén, y de! pueblo Cleof6n, el cons- tructor de liras, que fué el primero en dar los dos dbo- los (2), los cuales repartié durante algin tiempo, pero después los suprimié Calicrates de Paiania, que prome- ti el primero aiiadir a los dos dbolos otro mas. A ésto: dos los condenaron més tarde a muerte, pues suele suceder que si el pueblo es engafiado, aborrece después a quiene. le han inducido a hacer algo de lo que no esté bien. 4 Después de Cleofén heredaron continuamente la jefa- tura del pueblo los que querfan ser mas atrevidos y agra- dar a la plebe, sin atender més que al momento. 8 Parecen haber sido los mejores de los que han gober- nado en Atenas, después de los antiguos, Nicias, Tucidides y Terémenes. Y sobre Nicias y Tucidides todos casi estén (1) Es decir, ease el himatién por debajo de la axila derecha, dejando el brazo fuera, v. Plut. Nicias 8, Daremborg-Saglio Dict. Iv p. 289. (2) Como pensién para los ciudadanos pobres, segiin ha demos- trado Wilamowitz Arist. u. Athen II p. 212 ss. bo 118 yoRous &AAK Kal TroAitiKoUs Kal Ti TéAE TéoT tratpiKds xpcopévous, trepi 5 Onpapévous Sic Td oupPiivar Kar’ atrrov tapayaders Tas ToArtelas dugioBitnois Tis Kpicews ori. SoKel wévtor Tois ut, Tapépyws étropaivopévois ov ddoTrep aUTOV BioP&AAOVOr TréoUs Tas TrOALTElas KOTEAAUEIY, KAAG Tr&oas Trpodyelv gos uNnSév Trapavopoiev, ds Suvaé- Bevos TroArteveoGou KaT& tré&oas, Strep gotiv d&ya- 800 TroAitou Epyov, Trapavopovioais 58 ot cuyKw- pdv KAA’ étrexSavduevos. “Eoos pév ov iodppotra Ta Tpcyuota KaTé& Tov TOAEOV Fv, SiepUAaTToV Thy SnyoKpatiav. érei Sé pet& Thy év DixeAig yevouévny ouuqopdy ioxu- poTtepa t& Tév AaKeSaipovic éyéveto Sik Thy Tos Bacikéa cupyayiav, tvayKdotnoav xi [vioa]v- Tes Thy SnyoKpatiny Kotaotijoa thy émi ta&v TeTpaKosiov TroArteiav, eitrovtos Tov Utv TPS TOU yngicpatos Adyov Mniofiou, tiv 8& yvounv ypayovtes Tu@oSapou to[G *AvapA]u{o]tiou, udMiota SE cupTcVévtwv Tdé&v TOAAGY Sick TO vouizew Baoihéax p&AAOv xutois cupTroAeuroelv, éav Br SAiyoov Troit}owvtTat Ty TroArTelav. fv 6é TO Wigiopa toG Tu@oSdpou toidvSe tov Sfpov EAgofou peta T&v TreoUTapXdvTow SéKa TPoPoOU- Awv &AAous eixoor é« T&v Urrép terrapdKovTa ETH yeyovdtov, oftives Sudcavtes # uy ouyypdyev & dv tySvrat PéATiota elven tH TWOAEL cUyypa- 28,5 wévtor tote K.: u(ev) tors x wévror W.-K. 29,1 cuupopdy corr. Richards: S(iz)p. L || loyupdtepa corr. JosMayor: ~rata L || *AvapaA. Blass 119 de acuerdo en que fueron hombres no sélo perfectos, sino también buenos gobernantes y que sizvieron a toda la ciu- dad conforme a la tradicién; acerca de Terémenes, como ya en su tiempo era desordenado el gobierno, hay disputa sobre el juicio. Parece, segiin los que no andan en juicios sin fun- damento, que no hay que acusarle de disolver todos los gobiernos, sino que a todos los sostuvo hasta el punto en que no se salfan de la ley, como hombre que podia go- bernar con todos, lo cual es obra de buen ciudadano, mas en cuanto se salfan de la ley, no los consintié, aunque le costé hacerse odioso. 29 Mientras las cosas fueron equilibradas durante la guerra, conservaron la democracia. Mas después que tras el desastre sucedido en Sicilia se hizo m4s marcado el pre- dominio de los lacedemonios por causa de su alianza con el rey de Persia, fueron obligados a retirar la democracia y a establecer la constitucién de los Cuatrocientos, pronun- ciando el discurso que precedié a la votacién Melobios, y redactando la proposicién Pitodoro de Anaflisto, y la ma- yorfa se dejé convencer porque creyeron que el rey serfa mejor aliado suyo si tenfan una constitucion oligdrquica. 2 Esta fué la proposicién de Pitodoro: «El pueblo escoge con los diez comisionados que ya hay (1) otros veinte de entre los que tienen mas de cuarenta afios, los cuales han de jurar proponer lo que crean ha de ser mejor para la (1) Esta comisién de diez, con atribuciones extraordinarias, fué nombrada al conocerse en Atenas el desastre de Sicilia, v. Tucidi- des, VIII, 1, 3. 120 oval trepi Tis cwTnpias efeivon St Kal Tév GA- Aoov TH PovAopévep ypagely, tv’ & érévtavaipadv- 3 Tot Td Gpiotov. KAsitopdév Sé ta piv GAAG Ka- Oderrep TluddSaopos eltrev, trpocavegntijcai 58 Tous aipedévtas Eypayev Kai Tous Tratpious vépous ots Kasio€évns e6nxev Ste Kadiorn Thy SnyoKpatiay, Stas &KoUcavtes Kai TolTwv PouAeUowvtal TO &piotov, ds ov SqyotiKhy AAG TrapomAnoiav ovoov thy KAsioSévous troAitelav TH TdAcovos. 401 8 cipebévtes mpdtov uv Eypayov émdvarynes Elva Tos mpuTdvers Etravta TH Aeyouevar Trepi THs oornpias étrinpnoigzeiv, Etrerra t&s Tov TAPAVvS Loo ypapas Kal Tas eloayyeMas Kal tds TpooKAToELS GveiAov, Stras dv of éAovtes "ACNvaicov cupBou- Asoo Tepi THv TpoKelpévev’ dev SE Tis TOUTAOV XGpw 7 Bnwioi i TpocKkaAtTat 7 eiokyn els Sika- otipiov, &vBeafw avtot elven Kai dtoyowyiy pds Tous oTpaTnyous, Tous St otparnyous Trapatol- 5 vou Tois EvSexa Soverep gnuidoot. etc SE Tata Thy TwoArtelav Siétafov tévSe (tov) tpdTrov: TK bev Xpruata (tax) mpooidvta pt eeivon &AAocE Serravijoat 7} eis tov TdAEHOV, Tas 8 dpyds &HI- abous dpxew dtrdcas gws dv & WSAEHOS 4, TAR Tov évvéax EpydvTev Kal T&v TeuTdvewv of av Gow Ttovtous 88 @épew pels SBoAOUs ExaoTOV Tis Tugpas. Thy 8 &AANV TroArteloy émrrpéyor Tcav *ABnvaiwv toils SuvaTwté&tois Kal Tos 29,4 xpooxdnaers Blass Wyse: npoxd, L 29,5 ut 0. 7,2 || eri KaAAlou Tpiv SiaBouvAetoat KorTeAuOn unvos Oap- ynAidvos terpddi emi Séxe, of 5é TETPAKOTIOL elotjecav Barn pbivovtos GapynAidvos. eet 5E why elAnxviav 1 Kudu BovAty eiorévor 8 én 2 Séxa TKipopopidvos. f uév otv datyapxia Tot- tov Katéotn Tov TpdTrov éTri KaxAAfou pév dpxov- tos, Etec 8 Gotepov Tis T&v TUpdvveov EKBoAfis uéAtoTa éxatdv, aiticv péAiota yevonévey TTei- cévBpou Kal ’Avtip@vtos Kai Onpapévous, cv- Spdv Kal yeyevnuévesy J Kai ouvéoe! Kal yout) 3 SoKowvTav Siapépev. yevouévns SE TawTns THis qroartelas of yey TevtaKiox{Aior Ady Udvov *pé- Onoav, of SE TeTpAaKdo1O! HETE TOV Séxa T&v avto- xpotépev eloeAddvtes eis Td BouAeuTipioy FpXov Tis TOAEwsS, Kai TIPOS AaxeSaipovious TpecBeuod- evot KaTEAUOVTO Tov TOAsHOV 29” ols éxérrepot Tuyxavouol Exovtes, otX trTraKoUdvTo 8° éxel- voov et ut Kal Thy épyi Ths Sadarrns dprou- aww, obtws érréoTHOAV. 33. Mijvas pév otv iows TéTtapas Siépeev f) TOV tetpaKooiay ToAiteic, Kal fp§ev & avrav Mvaot- Aoxos Siunvov éri Gcorrdutrou &pXovTos, és) pEe Tous emiAoitrous SéKa pFjvas. frindévtes SE Ti Tepl ’Epétpiav varupaxig Kai Tis EvBoias écaro- 32,1<%> Rutherford {| #3 Kr ett L 32,3 ody edd.: ovx BB,1 <8g> add. K. 129 Cien que los Cinco mil escogieron. Ratificado esto por la plebe, presidiendo la votacién Aristémaco, el Consejo del aiio de Calias (1), antes de terminar su plazo, se disolvié el dia 14 del mes Thargelién (2), y los Cuatrocientos entra- ron en posesién de su cargo el 22 del mismo mes. Pues el Consejo que hubiese resultado designado por las suertes con habas hubiera entrado en el cargo el dia 14 de Skiro- phorién (3). 2 De esta manera se establecié la oligarquia en el ar- contado de Calias, aproximadamente cien afios después de la expulsién de los tiranos, siendo los principales causantes Pisandro y Antifén y Ter4menes, varones de los de buena familia y estimados como sobresalientes por su inteligencia y resolucién. 8 Hecha esta constitucién, los Cinco mil quedaban ele- gidos sélo nominalmente, y los Cuatrocientos con los diez estrategos que tenfan plenos poderes entraron en el edifi- cio del Consejo y mandaban en la ciudad, y enviaron una embajada a los lacedemonios, y pretendian terminar la guerra a base de conservar cada uno sus posiciones de en- tonces. Pero no haciéndoles aquéllos caso, a no ser que re- nunciasen también al dominio del mar, dejaron la nego- ciacién. 33 Duré acaso unos cuatro meses la constitucién de los Cuatrocientos, y fué arconte de entre ellos Mnasfloco du- rante dos meses del arcontado de Teopompo, el cual fué arconte los restantes diez meses. Pero después de la derro- (1) 412/1 a. C. (2) Mayo, m&s o menos. (3) Julio, aproximadamente. 34 130 otcons SAns TAH "Wpeot, yaderrdds éveyxdvtes él Ti ounpop& ucAiota TéSv tpoyeyevnvévov (trAcion yap &x Tis EtBolas i tis “Attiijs étuy- avov dpeAovpEvor) KaTéAVGay Tous TeTPaKOTIOUS kal t& Tedyuata TrapsSaKav. Tols TevTaKioyi- Mots Tois ék Tév StrAwv, WHpiocuevor UNSeplav &pxiv elvar pic8opdpov. altiatatoi & éyévovto Tis KataAvoews "ApiotoKpétns Kai Onpapévns, ov ouvapeckdpevol Tois bro Tév TeTpaKocioV yI- yvonévois: Grravta yap 61 abtév Erpartov, ovdév Etravapépovtes Tois TrevtaKicyxiAlois. SoKotior 5é KQAGS TrOAITeVOFval KaT& TOUTOUS TOUS KalpoUs, TroAgyou Te Kadeotétos Kal éx T&v StrAewv Tis TroArtetas ovons. Toutous pev otv &peiAeto Ti ToArtelov 6 Fj- bos Sik té&xous ete 8 EBSduqO peta Thy THv retpakocioov KoréAuoly, él KaAAiou Tot *Ayye- AijGev &pXovtos, yevouévns Tis év *"Apyivovcoais vaupayias, mpdtov piv tous Séxa oTpaTnyous Tous Ti vaupoXia vikdvtas ouvéBr Kpifjvor wk xeipotovia mévtas, Tous ev ovSE cUvvaULayXT- cavtas, Tous 8 em” &AAOTpIas vedos oebevTas, BEa- TratnSevtos TOU Sryou Sik Tous TapopyicovTas: érrertx BouvAouéveoy AakeSaipovioy ék AexeAsias ériévo Kai ép’ ois Exouot Exccrepo eipryynv aye vioi pév EotroUSagov, TO 5% TAPS OvK UTI} KOU- 33,1 wraSopdpov JosMayor: -av L 34,1 €88éum L: gxtp edd. || xatarkuaw L: xatkotaow pro- posuerunt W.-K. || tanaryOévtog K.: -te¢ L || d&mtévet JosMa- yor collato Schol. Arist. Ran 1532: av.L |) éxdtepor elpfvyy K cum schol. cit.: ienvnvexateoot L 131 ta en la batalla naval de Eretria, y habiéndose rebelado Eubea entera, excepto Oreos, ya més apurados por esta desgracia que por las anteriores (pues precisamente saca- ban més utilidad de Eubea que de Atica), disolvieron a los Cuatrocientos y entregaron el poder a los Cinco mil de entre los hoplitas, después de decretar que ninguna ma- gistratura tendrfa sueldo. ® Fueron los principales causantes de esta disolucién Aristécrates y Terémenes, que no estaban satisfechos con los sucesos bajo los Cuatrocientos, pues todo lo habfan realizado los Cuatrocientos por sf, sin llevar nada alos Cin- co mil. Parece que la const'tucién fué buena para estos tiempos, pues habiendo guerra, correspondia el poder a los hoplitas (1). 34 Mas a éstos les quité el poder el pueblo deprisa, Al afio sexto de la disolucién de los Cuatrocientos (2), siendo arconte Calias de Angele (3), habiendo sobrevenido la bata- lla de las Arginusas, en primer lugar ocurrié que los diez estrategos que habian vencido en esta batalla fueron juz- gados todos en una sola votacién de brazos en alto, unos que nisiquiera habfan intervenido en la batalla, otros que se habfan salvado en una nave ajena, pues fué engafiado el pueblo por los que le arrastraron a la ira; después, como quisieran los lacedemonios retirarse de Decelea y, cada uno en las posiciones que tenia, quedarse en paz, algunos apo- (1) Parece este elogio un eco del mas amplio en Tueid., Vili, 97. (2) Que debié ser después de Ia batalla de Cizico en 410, cuando Ja escuadra, que era de opiniones democraticas, regresé a Atenas. (3) 406 a. C. 132 oev orrornbévtes Ord KAcopdivtos, Os éx@Auoe yevéoton tiv eiptivny éAGdv els thy éxKAnoiav ye- @icov Kol OchpoKa evSeBuKds, of pdoKev Errtpé- wary, ev pty Téoas &qiédoi AakeSonpdvior Tes t6- 2 Aels. ov Xprocpevol SE KaAdds TSTE TOTS Tp cy Ua- ot pet’ of TroAWy xpdévov Eyvwoav Ty éuaptiav. 76 yap Uotepov Eter En’ ’AdcElou &pxovtos ayru- ynoav thy év Atyds totauois voupaxiav, & fs ouvéBn KUpiov yevdusvov Tis TOAEs Avcavipov 3 KorraoTijoat TOUS TpIaKOVT apo Tose. THs eiptyns yevouévns avtois tg” @ Te TOALTEVOOVTOL thy Tétpiov ToArtelav, of pév SrnpotiKol S1ace@- ze Emeipdvto Tov Sfiyov, Tév SE yrepinev of uv év tos étoapeiais Svtes Kal TOV uyddov oi pet& thy elptvny KorreA@dvres SAryapyxias érebU- pou, of 8 év éraupeig pév oUSe nie ouyKaveo TOTES SAAws SE Soxotivtes oSevds ErAcitresboa TEV TrO- Mrtov Thy Tétpiov TroArTeloy EgrTOUV" av iv piv Kal *Apyivos Kal “Avutos Kai KAertopév kal Woppicios Kal Etepor ToAAof, TpoeioThKer 5 wc- Mota Onpapévns. AuodvEpou 5: mpoofenévou Tois SAryapyiKois KaramAayels Sfjpos tary ka- a6 yEipotovely Thy ddryapxiav. Eypaye 5é TO wigiopa Aperxovtiins *Agiévaios. Ot pév ofv TpI&KoOVTa ToUTOV Tov TpdTIOV Korré- otnoav él TludoSdpou Spxovtos. yevouevor Se KUpiot Tis TdAEs TE MeV GAAce TH Sdfovta trepi Tis TroArteias Trape@pwv, trevtakocious BovAeu- 34,1 dpi Lretinente K.: dpaor Naber al. e schol. cit. 35,1 xaréotnoay K.: -cc L 35 133 yaban esto, mas la plebe no accedié, engafiada por Cleofén, que impidié que se hiciera la paz, yendo a la asamblea embriagado y con la coraza puesta, diciendo que no se debfa ceder si no abandonaban los lacedemonios todas las ciudades. 2 Como no aprovecharon entonces bien las circunstan- cias, al poco tiempo comprendieron su error. Pues al siguien- te aiio, siendo arconte Alexias, tuvieron la fortuna contraria en la batalla naval de Egospétamos, de la que resultd que, hecho duefio de la ciudad Lisandro, establecié a los Trein- ta de la manera siguiente: ? se les conced{a la paz a los atenienses en cuanto se gobernasen con la constitucién tradicional, y mientras los populares intentaban conservar la democracia, los nobles que estaban en las asociaciones (1) y los desterrados que volvieron con la paz, deseaban la oligarquia, si bien los que de aquellos nobles no estaban en ninguna asociacién, y que pretend{fan no ser inferiores a ninguno de los ciudadanos, procuraban la constitucién tradicional. De éstos era Arquino y Anytos y Clitofon y Formisio y otros muchos, y sobresalfa particularmente Te- rémenes. Mas inclinéndose Lisandro a los partidarios de la oligarquia, fué aterrorizado el pueblo y obligado a votar la oligarquia. Redacté el decreto Dracéntides de Afidna. 35 De esta manera fueron instaurados los Treinta, siendo arconte Pitodoro (2). Hechos duefios de la ciudad, no se ocuparon de todo lo demds que se habfa dispuesto sobre la constitucién, pero establecieron quinientos consejeros y los dems cargos de entre los mil escogidos (3), y se aiiadie- ron a si mismos diez jefes del Pireo y once guardianes de (1) VY. nota a 20,1 (2) 404/3 a. C. (3) Seguimos el texto tal como va; ef. el aparato critico. Si no suprimimos éx t@v parece que existe un organismo de los mil, del que no hay, por otra parte, ninguna noticia. 134 Tas Kal Tas GAAAS dpXes kotaotioovtes &k Tpo- kpftoov [[ ex tév] yiAicov, xed trpoceAdpevor oolow autois Tot Teipatws Spyovras Séxa Kal Tot 5e- Syotnplou pvAaKas EvSeKa Kal baotryopdépous Tpiakoolous Uirnpétas KoTelyov thy Tod BI gxu- 2T&v. 1d ua otv mpdtov MEéTPIOL Tois TrOALTaIS Fioav Kal tpogerro1otvTo S1o1Keiv Ti TéTpiov Tro- Artelav, Kal toUs tT’ *EgidATou Kal ’Apxeotpcécrou véuous Tous Trepi Tév *Apeotrayi tv KadelAov 2 *Apsiou téyou Kal tév Zdrwvos Yeopdsv Sc01 SiaupioPytices elyov, Kal 1d KUpos 6 fv év Tois Sixaotais KatéAucay, as étravopbotvtes Kai TroiotvTes dvaupioBrithTov Thy ToArtelav: lov trepi tol Sotvor t& gxuTOd ® dv An Kpiov Troijoavtes Kabdera€, Tas 58 Tpogovoas SucKONias “tev yt) paviddy 7 YNpSv F yuvouki wiOdpevos? &pet- Aov, Streas pi} # Tots SuKopavTais EpoSos Syolas 58 tour” ESpoov Kal érri réSv GAAwv. Kerr’ apxas pév otv tatt’ étroiouv Kal Tous suKopavtas Kal Tous TE Stu mpds xdow Spirotwras Tapa TS BEéATI- OToV Kai KakoTrpéry povas SvTas Kai Tovnpous avq- pou, &p’ ofs Exonpov mWdAIs yiywoupévois, fyou- 4 bevor tot BeAtiotou xé&piv oriv otros. érel 5é thy wéAw éyKpatéotepov Eoyov, obSevds atrel- XOVTO Tév TOAITSy, &AN’ daréxtewve Tous Kal Tas ovoians Kai TA yéver Kal ToIs &Eid LAO TIpoé- xovtas, Urefcupowuevoi te Tov péBov Kai Bouad- oo 35,1 [[éx av] del. Herwerden Thalheim Opperm., dubitanter K. 35,2 dvorxetv K. cumL: Sicdxew edd, 135 la cfrcel y trescientos servidores que llevaban azotes, con Jo cual retuvieron la ciudad bajo su poder. 2 Al principio eran moderados con los ciudadanos y fin- gian gobernar con la constitucién tradicional, y las leyes de Efialtes y Arquéstrato acerca del Areépago las deroga- ron, y de las leyes de Solén las que eran ambiguas, y la de- cisién inapelable que tenfan los jueces la suprimieron, como si rectificaran y dejaran sin ambigiiedades la constitucién. Asi, en cuanto a hacer cesién de la hacienda propia, lo con- cedieron de una vez al que quisiera, y quitaron las trabas consiguientes: «si no es loco o decrépito o fiéndose de mu- jem, para que no tuvieran pretexto los sicofantas (1). * Y de la misma manera obraron en las dems cosas. Pues al principio obraban asi, y a los sicofantas y a los que habla- ban para adular al pueblo fuera de lo justo, pero eran mal- hechores y malvados, los eliminaban, con lo cual se alegra- ba la ciudad, pensando que obraban asf con buena inten- cién. 4 Mas después que tuvieron més sujeta a la ciudad, no respetaron a ningiin ciudadano, sino que mataban a los que sobresalfan por sus riquezas, estirpe o dignidad, para quitarse ya el miedo y deseosos de hacer rapifia de las ri- (1) La ley de Solén permitfa libertad de testar a quien no tenia hijos, salvo las restricciones indicadas. En ellas, sin embargo, se fun- daba una actuaci6n excesiva de los acusadores profesionales 0 sico- fantas. 136 pevor tas ovolas SiapTr&gew Kai xpdvou Siocre- odvtos Bpayéos ovK eAc&rTous dvyptiKesay 7} XI- Mous Trevtakoctous. 96 Ottrans 52 Tis THSAEws UTropeponévns Onpapévns é&yovoxtév eri toils yryvonévois tijs wév doeh- yelas ovtois Toptiver Tovcadta, HeToSotwa SE ta&v Tpayyctoov Tois BeAtiotots. of 58 edTov dvowTioobévtes, étrel SieoTr&pnaav of Adyot Trpds TO TAI Gos Kal Tpds Tov Onpapévny oikeleos elyov of TrOAAOl, poPnBévTEs UT] TEOGTé&TNS yevouevos TO Shyou Katadvon Thy Suvactelay Korrahgyovoiw té&v ToArtév tpicyiAious cs petaSacovtes Tis 2 ToAItelas. Onpapévns Sé wéAw emrtips Karl TOU- Tols, TpdSTov yey Sti BouAdpevor petaSobvon Tois émeixéor tpIoxIAlois udvors peTadiSdac1, @s év qoute TH WAGE Tis dpetijs dpiouévns, ere” 611 So Te évavtidtara Troiotew, Bioidv Te Thy épxtv Kal Tév d&pyonéveov Atte KaTaoKEUdZov- tes. of 58 TovTov piv SAryapnoay, Tov Sé KaTé-. Aoyov Tév TPIOXIAl~ov TOAUY HEV Xpdvov UTTEpE- B&AAovto Kal Trap’ avTois EpuAaTTOV ToUs Eyveo- optvous, Ste Sé Kal SdEeiev atois expéperv Tous uév e€hAcipov Tv (éyyeypaunévev, ToUs 5” dv- tevéypagov Tév ewbev. 37. "H8n Sé Tow yeipdsvos eveotatos, KarrahaBov- tos OpacuBot/Aou peta THY puydbav Ovary, Kai KoTeé Thy otpaticy fv e€tyayov of Tpld&KovTaH Ka- 36,1 nptisoy edd: < mpdovon cumL Thalheim || pray: Mougedd., ef. infra § 2: doy. L 36,2 <: yevpouéveoy Herwerden: yeyp. L 187 quezas. Y en breve tiempo, no mataron a menos de mil quinientos. 36 Decayendo asfla ciudad, Terdmenes se irrité con lo que sucedfa, y les exhorté a que cesasen en este desenfreno y concediesen parte en el poder a los mejores. Ellos al prin- cipio se opusieron, mas después que estas discusiones se esparcieron entre el vulgo y la mayorfa simpatizaba con Terémenes, con miedo de que se convirtiese en jefe del pueblo y derribase la tiranfa de ellos, hicieron una lista de tres mil (1) ciudadanos, como si les fueran a entregar parte en el gobierno. Terdémenes volvié a reprenderles sobre esto, en primer lugar, porque si querfan hacer participes del poder a los ciudadanos decentes, sélo lo extendfan a tres mil, como si la virtud estuviera limitada a este nimero, y después porque hacian las dos cosas més contrapuestas: un poder que era violento, y dejar a este poder menos fuer- za, que a los stibditos. Ellos estas cosas no las tomaron en consideracién, y la lista de los tres mil ciudadanos la iban difiriendo y reservaban entre sf los designados, y cuando les parecfa publicarla, a unos los borraban de entre los ins- critos y en cambio ponfan otros de los de fuera. 37 Habiendo comenzado ya el invierno, Trasibulo, con los desterrados, se apoderé de File, y con ocasién de la expe- dicién que hicieron los Treinta con mal éxito, resolvieron (1) Leemos enmendando el texto, v. el aparato eritico, 188 "Gs erro yproavTes, Zyvacay tév pay &AA@v ced Sra Trapersobar, Onpanévyy 5& SiapGeipar tévbe (trav) TpdTIOv. voyoUus elotveyKay els Thy BouAty 8Uo KeAeUovtes éryelpotovelv, cv 6 uv els otrto- xpé&ropas érofer ToUs tpidKovTa Tév TroArTaév éaroxteivor Tos pt) Tou KaTaAdyou pETEXOVTAS Tov TpIoXIAoov, 6 8 Etepos ExdAvE Korveovelv tis Trapovons WoArtelas Soot Tuy XcvoVIV tO év ?He- tiovelg Telyos KarTacKdpavTes f TOIs teTpaKootors évavtiov tL mpd€avtes [[A]] tots Korrackevcoasr Thy Tpotépay dAtyapxiov: dv étUyxavev &upoté- poov KeKOIVOOVT]KdS 6 Onpauévys, doTe cuvéBaivev émikupwbévtoov TOV vopov eo te yiyverBar Tis roArtelas atrrov Kol TOUS TpI&KOVTa KUpious Elvor 2 Gavaotvtas. cvaipedévtos 5 Onpapévous Th TE Stra TrapeiAovto TévTev TAN Tov TpIoXIAioov Kal év Tois GAAoIs TOA TrPds OudstNTa Kal Trovn- plov éréBocav. TmpéoPets (St) TeppovTes eis Aa- KeSaipova To te Onpapévous KaTnyspouv Kal Bonfeiv atrois i§iouww ov éxovoavtes of Aake- Sonpdvior KaAAiPiov daréoterAcv &ppootiy Kal otpotidtas ds értaKooious, of thy &KPOTTOAIV ENOdvTES EppovpoUV. 38 Mere 88 Tota KatahoBdvTev Ta&v dard OvAris thy Mouvixioy Kal viknodvtov paxn Tous pete ta&v TpidKovta Bondicavtas, erravayeoprjoavTes yet& Tov KivBuvov of éx Tot Gotews Kal cuvadpoi- 37,1 ante mpéoBerg proposuit Ziegler: lac. ante npéoB. sta- tuerunt W.-K. || <8 add. JosMayor. 139 quitarles las armas a todos los demés y a Terdémenes matarle de la siguiente manera: propusieron al Consejo dos leyes con orden de votarlas favorablemente, de las cuales la una hacfa a los Treinta duefios de matar de- los ciudadanos a los que no estuvieran en la lista de los Tres mil, y la otra prohibia tomar parte en el ‘gobierno de en- tonces a los que habfan destrufdo la muralla en Hetio- neia (1) o habfan hecho algo contra los Cuatrocientos que habfan establecido la anterior oligarquia, y precisamente en ambas cosas habia tomado parte Terémenes, de lo cual resulté que habiendo sido aprobadas las leyes, él quedé fuera del gobierno, y los Treinta con poderes para ma- tarle (2). 2 Una vez muerto Terémenes, a todos se les quitaron las armas salvo a los tres mil, y en todo lo dems se entre- garon a las crueldades y maldad. Enviaron embajadores a Lacedemonia para que acusaran a Terdmenes, y les pidie- Ton socorro para ellos, oyendo lo cual los lacedemonios en- viaron como harmostes a Calibio con unos setecientos sol- dados, los cuales vinieron y se instalaron como guarnicién en Ia Acrépolis. 38 Después de esto, como los que estaban en File se habian apoderado de Muniquia y vencido en una batalla a los que con los Treinta acudieron en socorro, al volver de la a) Los Cuatrocientos habian comenzado a construir este fuerte, jue dominaba por el norte la entrada del Pireo; pero los moderados le Terémenes, pensando que iba a servir a los oligarcas para entregar el dit puerto a los espartanos, incitaron a la plebe a destruirlo. Cf. Tuci- les, VITI, 90 y 92, (2) Muy distinta es la versién en Jenof. Helén,, TI, 3, 23-56. 140 obévres ets Thy ccyopdy TH totepaic Tous pay TPId- xovTa KaTéAuaay, alpotivran Bt SéKxa Tév TOAITav . ertrroxpéropas eri thy TOU TroAépou KaTé&Avolv. of 88 TrapaAaBévtes Thy apy ep’ ols nev tpeOn- cov ovK Empartov, Erreptrov 8 eis AakeSad ova PorPeio peTorreyTro pevor Kor Xptyorra Savelzope- 2 yor. yoderréds SE gepdvToov érrt toutois T&v Ev TH qoArteig, poBoUpEvor Ut KaToAUsaoiw Tis &pxiis kal PBouAduevor KaTOTAREC TOUS a&AAoUS (Strep tyéveto), svAAaBdutes Anudperov otiSevds SvTx Sevrepov THY TOAITOV éaréxteivav, Kal Te Tedy- porta BeBateos efxov, ouvayavizonévou KaAMBiou te Kol TOV TleAotrownotay tév Trapévtev Kal TrpOs TOUTOIS évieov Taw bv Tois iTreVo1. =TOUTOV yep tives ueAoTa Tév TOAITav toTroUSagov ut) KorreAGelv TOUS cmd DAs. as 8’ of Tov Tleiponga Kal thy Mouvixiav éxovtes, atrootavtos &tavtos tot Sipou pds avTous, éqrexpctrouv TH TIOAELO, qTote KaTaAVCOVTES TOUS BEKA TOUS TIPDTOUS alps- @évtas KAAOus elAovto SéKxa TOUS BeAtiotous elvan Soxotwras, &9” dv ouveBn Kai tes SrcAvoels yevé- ofa Kal KateAdeiv Tov Sfjpov, ouvarywovizopévesv Kal TrpotupouLévey TOUTOV. TrpociotiyKesay 8 aotév pa&diora ‘Piveov te 6 Mouavieys Kal DavA- Ros & "AxepSoUcios otiroi yep Trpiv Te Tlavoa- view [[t’]] d&erxéoGor Siertéptrovto Tpds TOUS év Tleipenei xo d&piKopévou ouveotrovSacav Ti oo 38,1 ée’olg K.: evorg L 38,3 adrobs Blass: adthy L I > AyepSodaiog Bywater: axepSous vio L || nely te IL. 7’ dpexéotar corr. Richards: rowymavoavaveap. L 141 batalla los de la ciudad y reunirse en el Agora, al dia siguien- te, derribaron a los Treinta y escogieron diez ciudadanos con plenos poderes para la terminacién de la guerra. Mas cuan- do éstos se hicieron cargo del mando no hicieron aquello para que habfan sido elegidos, sino que enviaron a Esparta a pedir socorro y un préstamo. 2 Como tomaron esto muy a mal los ciudadanos, des- pués, con miedo a ser expulsados del poder y con deseo de aterrorizar a los dem&s (como as{ sucedi6), apresaron a un tal Deméreto, que no era inferior a ninguno de entre los ciudadanos, y le dieron muerte, y asi conservaron el po- der con seguridad, con el apoyo de Calibio y de los pelo- ponesios que estaban en Atenas, y ademias de algunos de los caballeros. Pues algunos de éstos, entre todos los ciu- dadanos, se esforzaban especialmente en que no regresaran los de File. % Mas como los que dominaban el Pireo y Muniquia, a los cuales se pasaban todos los populares, llevaban la me- jor parte en Ja guerra, entonces fueron derribados los diez primeramente elegidos, y se escogieron otros diez (1), que fueron considerados los mejores, bajo los cuales se pudieron hacer los pactos y treguas y regresar los demécratas, pues aquéllos les apoyaban y se lo deseaban. Eran los mis salientes de estos diez Rinon de Paiania y Faflo de Aquerdunte, los cuales antes de que llegara Pau- sanias hab{fan sido enviados a los que estaban en el Pireo, y cuando aquél Ilegé cooperaron con afén al regres. (1) Ninguna otra fuente habla de esta sustitucién. 142 4 x&QoSov. El trépas yap fyaye Thy elotny Kal tds Biadvoeis Tauoavias 6 tév AaKeSaipovicoy Baci- Agus peta THV Séxa SiadAakrdéy tév Votepov &i- xopévoov &x AakeSaipovos, obs atrtés éotroUSacev éAGciv. of St Trepi tov ‘Piveova Sic te Thy etvoiay tiv els Tov Siiuov Ernvéinoay, Kal AaBovtes Thy érrpéAciav év dAtyapyig Tas evbivas ES0cav ev SnuoKpartig, Kai ovSeis ovSsv evexccAccev arsrois otte Tév év Gorter peivdvtov ote Tév ex TTe- poigeos KarTeABdvToov, GAAK Bik Tota Kal oTpory- yds evOUs tpebn ‘Plvaov. 39’ Eyévovto 8 al BiaAvoeis én” EvxAeiSou Spxov- Tos KaTe Tas CUVEKaS TaCSe. TOUS BouAopEvoUS *ASnvaiwy Ta&v év dota pevdvrov eorkeiv zxew *EAeuoiva émtipous dévtas Kai Kupious Kai avto- Kpéropas éxuTév kai tk otév Kaptroupévous. 70 8° fepdv elvor Kowdv d&upotépwy, émpeAciobar 8é Krpuxas kod EdpoAribas kor& Te wétpia. pt) 2€eivon Sé pate Tois "EAevoivdlev els TO Gotu ptyte ois &k TOU Gotews ’ EAevoade iévon TAT wuoTn- plois Exarrépous. ouvtereiv S& dd Tév Trpootév- tov eis TO TUMMAXIKOV KaOdTrep TOUS &AAOUS *ABnvaious. sv S¢ tives THV e&mdvtTwv oiklav AauBdveoct ’EAeuocivi, oupTreiBe Tov KeKTNLEVOV’ édv 8 yr cupPatveooi dAANAoIS, TIENTS EAEoBOL Tpeis Exétepov, Kal fvtiv’ &v otrrot Tafwo1 Tihy AcuBdverv. * EAevoiioov $8 ouvoieiv obs &v otTor 4 BovAwvTat. Thy 8 &troypagiy eivar Tois BovAo- 38,4 Séxa L: wevrexalSexe W.-K. al. e Xen. Hell. II 4, 38 39,3 éxdrepov Bury: -~wv L wo o 143 4 Pues por fin el que trajo la paz y los acuerdos fué Pausanias, el rey de los lacedemonios, con los diez (1) &rbi- tros que legaron luego de Esparta y que él mismo apresuré para que vinieran. Los de Rinon fueron ensalzados por su simpatia hacia el pueblo, y habiendo tomado el cargo en oligarqufa, rindieron cuentas en democracia, y nadie pro- testé en nada contra ellos, ni de los que se habfan quedado en la ciudad ni de los que habfan vuelto del Pireo; asi que por esto fué elegido inmediatamente estratego Rinon. 39 La paz se hizo siendo arconte Euclides (2), confor- me a los siguientes acuerdos: «Los que de los atenienses que se habfan quedado en la ciudad quisieran emigrar, ocuparian Eleusis, conservando su ciudadanfa, libres y duefios de sf mismos y disfrutando de sus bienes. 2 El santuario seria comin de unos y otros, y lo cuidarian los Kérykes y Eu- mélpidas (3), conforme a la tradicién. No podrian ir ni los de Eleusis a la ciudad ni Jos de la ciudad a Eleusis sino, lo mismo unos que otros, en los misterios. Pagarian de su renta al tesoro federal lo mismo que los dems atenienses, 5 Si alguno de los que salian de Atenas tomaba casa en Eleusis, el que la adquirfa debia hacerlo por acuerdo, ysi no llegaban al acuerdo, escogeria cada una de las partes tres tasadores, y habria de recibirse el precio que éstos es- timasen. »De los de Eleusis habian de continuar habitando allf los que los emigrados quisieran. 4 La inscripcién les era posible (1) Segin Jenof. Helén., II, 4, 38, quince Srbitros. (2) Exactamente en el final del verano de 403. (3) V. m4s abajo, 57, 1 144 pévois eorketlv, Tois pev emBnuotiow ep” fs dv Spdcwav TOs SpKous Séxa Auepav, Thy 8° eolKn- ow elxool, tois 8 droSnyotow embnyrowow 5 Kora TooT&. pt) EEeivor SE Epyeiv uNnSepiav dpxiv atév bv 6 &ote: Tov *EAsuoivi KatoiKkotvTa, trolv év ccroypayntar wé&Aw ev TH cote: KaTorKelv. Tas SE Sikas TOU pdvou elven Kat& TH Trérpic, ef 6 Tis Tivo adtoyeipig Exteivev 7} Erpwcev. Téa&v 5é TrapeAnAuddtev unSevi mpos undSévar pynorKaKeiv 2€eivon WAI Tpds TOUS TpId&KOVTA Kal TOUS SEKe Kal Tos EvSexe Kal Tous To Tleipatécs Spfavtas, wnBé Trpds ToUTOUS, édv B1SGoww evbvas. sudivas 3é Sotven Tous pev év Teipatet GpFavtas év tois Ev Tleipauei, tous 8° év Th ores év tois Te TI pata qwapexopévors. 10” orteos eorkeiv Tous G0€AovTas. te 88 xptpota & eBaveioavto eis Tov TWOAELOV érrodotvai yopis. 40 Tevopéveov 88 To1ovToov Tév SiaAvoswy, Kal po- Boupévoov dco1 pete T&V TpIéKovTa oUVETTOAEUN- cav, Kal TOAAdV Bev ertivoowvTaV e€orKeiv cva- Padrousve 88 thy dtroypapi eis Tas Eoxdcras Tuépas, Strep eldOaoiw troiiv &rravtes, *Apyxivos cuviSev TO TAGs Kal BouAdyEvos KaTao XelV avrows Upetde Tas UTTOAOITIOUS HLEpaS THs éTroypa~ Qi\s, Hote cuvavay Kaovijvor pévelv TrOAAOUS &kov- 2 Tas fos Bdkppnoav. Kai Soxei tolTd Te TOAI- Teoaoba Kards *Apyivos Kal peta TatTa ypoys- 39,5 adroxetplg—Etpwcev sanauerunt W.-K. 39,6 ante tk thuato inserit dubitanter év 7 dove K. 40,1 énoypuphy corr. Wyse: dveye. L 145 a los que quisieran emigrar, y estaban en la ciudad, en el plazo de diez dfas desde que hicieran el juramento, y a los que estaban ausentes, desde que Ilegaran, lo mismo. 5 No podria ejercer ningiin cargo de la ciudad el que se hubiera establecido en Eleusis antes de que fuera inscrito de nuevo como residente en la ciudad. Los castigos de homicidio serfan los tradicionales si alguien habfa muerto o herido a otro para sf (1) ° Por las cosas pasadas nadie podia ya pedir castigo contra nadie, excepto contra los Treinta y los Diez y los once y los que mandaron en el Pireo; y ni aun contra éstos, si rendfan cuentas. Rendirfan cuentas, los que habian ejer- cido cargo.en el Pireo, a los del Pireo, los que lo habfan ejer- cido en la ciudad, a los ciudadanos que tenfan renta decla- rada. Después de esto, podian expatriarse los que quisieran. Los préstamos que una y otra parte habfan recibido para la guerra los pagarfan cada parte separadamente.» 40 Hechos estos acuerdos, como tenfan miedo los que habian luchado en favor de los Treinta, y, aunque habfa mu- chos que pensaban emigrar, aplazaban éstos su inscripcién para los ditimos das, lo que suelen hacer todos, vid Arqui- no la multitud que era, y queriendo retenerlos, suprimié los dltimos dias del plazo para la inscripcién, de manera que fueron obligados muchos a quedarse, contra su volun- tad, hasta que tomaron 4nimos. ? Se estima que en esto tomé Arquino una disposicién de buen gobierno, y tambien cuando luego propuso la acusacién. de ilegalidad contra el decreto de Trastbulo, en el cual con- Of. la explicacién de este pasajeen R, Bonner CLPhil. 19-1924 pg. 174 sg.: el autor de un delito abtoyerply era exceptuado de la amnistfa; en cambio, sf era amnistiado el verdugo etc., el que no lo habfa cometido para si. 10 4 146 pevos Td Yrgiopa TO OpacuBovAoU trapavdpoy, év & petedSiSou Tis woArtelas Tr&o1 Tois é« Tlei- patos ouyKoTenotior, dv’ Evior pavepdss foov BovAo1, Kal tpftov, rel tis fipfaTo Tav KorreAn- AvOdtaVv pvnoiKakely étrayayav Tottov éml thy PouAatw Kal qwefoas &kprrov écroKteivoa, Aéyoov St viv Sel§ouow ei BowAovtar Thy SnHoKpatioy o@- ze Kai tois SpKois éupéver’. &pévtas wiv yop totrrov Tmpotpéyelv Kal Tous GAAous, gov 8 dvé- Awow, TopéSerypa Tromjoev &roow. Step Kal ouvétrecey’ crtoBavdvtos yap ovSeis toTroTe Uatepov EuvnoikdKnoev. &AAK SoKotoI KcAAIOTO Bi Kal TroAitiKeytora érrévTov Kai iSig Kad Koi) Xprigaode Tals Teoyeyevnuévans sUUgopais: ov yap udvov tas Trepi TEV TrpoTépew aitias etre wav, &AAG Kol Te Xpr|porror Aaxedaipoviois, & of TpidKovTa Trpds Tov TdAEHOV EAoPov, é1réSocav Kola}, KeAcuouodv Tv CUVONKdY éxatépous &tro- BiSdven yaopis Tous 7” ex TOU cores Kal tos ex TOU Tleiporéos, tyoupevor Toto TpStov dpyxeiv Beiv tis Spovoias: év Sé Tas KAAS TéAgolv OVX olov én trpoaTiBéxow Tév oiKeloov of SNYOKporTt- oavtes, GAAK Kal Thy xopov éva5actov Trootat. SieAvEnoow Sé Kal mpds Tous év “EAevoivi Korot- Khoovtas eter tpt yet thy e€oixnor, étri Zevoavétou &pxovtos. Totira piv ot év Tois Uotepov ouvéBn yevéotar xongois, TéTe SE KUpIos 6 Bijuos yevouevos Tv Tpaypctev gsveotioato thy viv ovcav TTOAI- 40,3 Shor xpathoxvres van Leeuwen: Syyoxp. L 147 cedfa la ciudadanfa a todos los que habfan venido del Pi- reo a la ciudad, de los que algunos eran manifiestamente esclavos, y en tercer lugar, cuando alguien de los que ha- bfan regresado empezé a recordar el pasado, le levé ante el Consejo y consiguié que fuera muerto sin formacién de causa, diciendo que entonces habrian de mostrar si querfan salvar la democracia y guardar los juramentos, puesto que si absolvian a ése servirian ellos mismos para animar a Jos demés, y si le mataban, darfan con ello ejemplo a todos. ¥ les convencié de esto, y con la muerte de aquél, nadie jam4s después recordé el pasado. ® En verdad se ve que obraron muy bien y con mas po- litica que nadie, ni individualmente ni en publico, acerca de las desgracias anteriores, puesto que no slo borraron las acusaciones sobre el pasado, sino que incluso el dinero que habian recibido los Treinta de los lacedemonios para la guerra lo pagaron en comin, a pesar de que los acuerdos mandaban que pagasen por separado los de la ciudad y los del Pireo, mas pensando que en esto se debfa dar principio a la concordia, mientras que en las demas ciudades no con- tribuyen con lo suyo propio los demécratas triunfantes, sino que hasta ponen la tierra en reparto. 4 Llegaron también a la paz incluso con los que se ha- bfan establecido en Eleusis en el afio tercero después de su emigracién, siendo arconte Xenainetos (1). 41 En los tiempos ulteriores vinieron a suceder las cosas siguientes: entonces, como era el pueblo duefio del poder, establecié la constitucién. que ahora existe, siendo arconte Pitodoro, pues se estimé justo que el pueblo tuviera () 40a. C re SES oe 148 tele, Ertl Tu@oScspou wey &pyovtos, ** SoKxotvtos Be Sixalws tot St\pou AaPeiv thy twoArtelavy Sik Td TroIfjoac8a Thy KdboBev 61 attot Tov Sijpov. Fv 88 Tov peTaPoAdy évSexery Tov &pr0pov att. mpdtn vév yap eyéveto petdotacis Tav & dpyiis, *leovos Kal T&Vv yet” ato cuvolKnodvT@Y =TOTE ‘yap TPSTov els Tas TErTapas ouveventOnoav pu- Ads Kal TOUS PUACBacIAgas KoTéoTHGAVY. SeuTépa Si Kal mpdtn peta TouTHy, Exovoa TroArTeias téE1v, f eri Onoges yevouévn, ulkpdv TrapeyKAi- vouoa Tijs BaoiliKfis. pete S8 tTavTny fy eri Apa- Kovtos, év # Kal vopous dvéypayov mpdtov. tpitn 8 f peta Thy oréow 4H emi TéAcovos, ap’ Ais &pyxi SnuoKporias éyévero. teT&ptn 8 ty eri Tleciotpérou tupawvis. épirrn 8 ) wet& (Thy) tev Tupdvveov KaT&Auai # KAeio@évous, Squoti- Kaotépa tijs ZéAeovos. Extn 8 A peta Ta MnSike, tis 8€ *Apeiou mé&you BouAfis émotatovons. &BSdun Sé Kal were TowThv, fv *“Apiotelins wév trréSer€ev, *EpikAtns 8° éretéAecev KataAvoas thy *Apeotrayitiv BouAny’ év fi WAsiota ouveBn Thy TOAW Sik Tous Enuaywyous c&paptaverv ic Thv Tis Gardens dpxnv. dy5on 8 f Tév TeTpaKo- ofeov KaTé&oTaC!s, Kal peTe ToUTHY, evan SE, 5n- yokparia maa. Sexértn 8 f tév TpIdcKOvTA Kal 4 tév Beka TUpavis. évBexdrn & f ueTe THY 41,1 ante Soxobvtos lac. statuerunt W.-K.: totum locum co- rruptum putat K. 41,2 nodtelug K.: -xv L, quem seq. Wilam. corrigens té&t¢ pro adi || suppl. Kontos 42,1 Seyyedpavea. Wyse Blass: deyp. Lil erodyplowvrat Wyse e Photio: ening. L 151 la vuelta de los de File y del Pireo, desde el cual se ha lle- gado a la constitucién de ahora, aumentando continua- mente el poder de la muchedumbre. Pues de todas las cosas el pueblo se ha hecho duefio, y todo se gobierna mediante las votaciones de decretos y los tribunales, donde es el pueblo el que tiene el poder; e incluso los juicios que eran del Con- sejo han pasado al pueblo. En esto parece que han hecho bien, pues més f&ciles de corromper son los pocos que los muchos con ganancias y favores. 5 Al principio rehusaron sefialar salario a la asamblea, mas como no acudfan a la asamblea, sino que los prita- nos acudfan a corruptelas, con el fin de que el pueblo acudiera en némero suficiente para la validez de la vota- cién, primero Agyrrhios sefial6 un ébolo, y después Hera- clides de Klazomenai (1), llamado «el Rey», dos 6bolos, y Agyrrhios, m4s tarde, tres dbolos. 42 ‘La actual organizacién constitucional es de la si- guiente manera: son participes en el gobierno los nacidos de padre y madre ciudadanos, y son inscritos como miem- bros de un demo a los dieciocho afios de edad. Cuando son inscritos votan acerca de ellos, después de hacer juramento, sus compafieros de demo: primero, si estiman que tiene la edad legal (y si resuelven que no, vuelve a la categoria de los menores); segundo, si es libre y de nacimiento legt- timo. Si en la votacién resuelven que no es libre, él puede acudir al tribunal, y los miembros de su demo sefialan de entre ellos cinco acusadores; si se resuelve que no puede ser (1) Heraclides, quiz4 miembro de una familia de régulos de Asia, fué ciudadano ateniense y se sabe poco de él, aunque por Platén (Ton, 541 d) tenemos la noticia de que fué estratego. De Agyrrhios tempoco se sabe mucho; florecié a fines del siglo v y principios del rv. 162 épinaw eis 7d Sixootipiov, of 5 Snudtoa kornys- pous aipotvrar qévte dvbpas & atrdv, Kav piv pi) 86§n Sixaios eyypdqectar, TrooAei ToUTov f woAis: dv Sé vikton, Tols Sywdtais EmcvaryxKes 2 tyypéqeiv. pet& 82 tatira SoKipager TOUS Eyypa- pévtas t) BovAn, K&v Tis 5d§q vecotepos SKTooKat- Sex’ etdv elvan, gnuioi Tous Snydtas tous Eyypd- wovtas. érav & SoxipacbGow of EpnBoi, cuA- Aeyévtes of Tocrépes ovrrdiv KaT& PUAaS SudoovTES aipotvia tpeis &k Tay pudretaiv Tév UTED TeT- tapéKovta Etn yeyovdtov, ots av tydvtar BeA- ttiotous elvor Kal émitndeioté&rous émipeAsiobar Tov eptPoov, &x 58 ToUTav 6 Sijuos Eva THs UATS éxdorns xElpotovel owppoviotiy Kal KOoUnThHY é&k Té&v GAAwv *AOnvateov emi avtas. oVAAa- Bdvtes & ottol Tos éprPous, med tov wiv Te fep& trepifjAOov, elt’ els Tleiponéa Topevovtor Kai gpoupototy of pév Thy Mouvixiow of 88 Thy *AKTiy. xelpotovel SE Kai TraiSotpiBas atrtois Svo, Kal Si- SackdAous, oftives StrAopayeiv Kal Tofevev Kol éxovtizeiv Kal KatoméAthy &préver SiSdoKovolw. BiSeo1 Sé Kai eis tpopiy tois pev ceoppovioTais Spay a’ Exkotep, Tois 8’ EprPors TETTapas OBo- Aous Excote’ TK SE TSv puAeTav THv avToU AapBdveoy 6 cwgpoviotis Exaotos cyopager TK émithSeia Tow els TO KOIWdV (GUTTITOUG! yap KaT& pUAgS), Kal Tey GAAoov Erripedciton Tavtoov. 4xal Tov piv te@tov éviqutév otTws Sidryouor tov 8 Uotepov éxxAnaias év 7H Oedrrpep yevopéevns ~ 153 justamente inscrito como ciudadano, la ciudad lo vende, y si triunfa en el juicio, los miembros de su demo han de inscribirlo forzosamente. ® Después de esto, el Consejo revisa a los inscritos, y si alguno se estima que es menor de diecioocho afios, mul- tas a los miembros del demo que le hayan inscrito. Una vez que los efebos estén revisados, se retinen sus padres por tribus, hacen juramento y escogen a los tres miembros de la tribu, de m4s de cuarenta afios, que esti- men como mejores y més aptos para cuidarse de los jéve- nes, y de éstos el pueblo escoge por votacién levantando el brazo, uno de cada tribu como censor, y de entre los ate- nienses un moderador para todos.3 Después de reunir éstos a los efebos, primero recorrfan los santuarios, después mar- chan al Pireo y sirven de guarnicién, los unos en Muniquia, los otros en Acte (1). También se les sefialan por votacién levantando el brazo dos instructores y maestros que les ensefien a luchar como hoplitas, disparar el arco, lanzar el dardo y disparar Ja catapulta. Sefialan como alimentos a los censores una dracma a cada uno, y a los efebos cuatro dbolos a cada uno, los cuales recibe cada censor por los de su propia tribu y compra lo necesario para todos en comin (pues comen reunidos por tribus) y se ocupa de todas las demés cosas. 4 Asi pasan el primer afio; al siguiente se celebra cn el teatro (2) la asamblea y hacen ante el pueblo una muestra (1) Acte o ‘la costa’ es el extremo sur del Pireo. (2) Gon ocasién de las Grandes Dionisfacae. Se ee et en en SBA, . Sere 184 éroBerEdpevor TH Sth yep TH rept Tas THEEIS KL Act Pévtes KoTriSa Kai Sépu Trap& Tis TOAEcs TrEpI- qronotior Thy yapav Kai SieTpiBovow év tois pu- 5 AaKTnpiois. ppoupotor BE Ta BUO En, KAAHUEAS Eyovtes, Kal creAels elo. Tévtov' Kol Sikny ote BiSdcow ottte AxuPdvovoww, ta wh TMpdgacis 7 Tot émiévot, TAv Tepl KAtpou Kal émKAnpou, Kav ivi Korr& TO -yévos iepwowvn yévntat. SieE- eASdvtav Sé Téa&v Bueiv érdv HS weTa Tév &A- Deov eiotv. . 43 T&. piv ot Trepi Thy Té&v ToAITeV Eyypaphy Kal tos égrPous Tottov zxe1 Tov TpdTroV. TOS B apyas Tas wepl Thy eyKUKAlov Sioiknow éorre- cas Toiotict KANpwTas TAY Taplou oTpaTICOTI- KOv Kal Tésv eri Td BecopiKdv Kal TOU TéV KpNVdV émipeAntod. Ttowtas 58 xeipoTovoticty, Kal of xeI- potovndévtes Epxouow ék Tlavodnvatcoy els Tlova- Orvanc. XelpoTovolion BE Karl Tas pds TOV TdAE- pov éar&oas. Bouat) 5é KAnpoUTat @’, v’ dd puAris éxdoTns. mputaveter & av péper TSv quAdv éxdotn Kos’ S Ti av Adyea, at piv mpdtor tértopes &E Kel 0’ Awgpas Exdotn, al 88 ¢” af Uotepan e’ Kai A’ Huépas ixdotn Kat& oeAtny yep dyouat Tov évicu- gtév. of S& TpuTavevovtes adTav Tp@Tov pev cuccitotiow év Ti dA~@, AcLBdvovtes dpytpiov Trap& Tis TWoAEws, Emerta oUVdyouTIV Kal tiv Bounty Kal tov Sfjpovy Thy yey otv Bova Soa fygpat, WAIy edv Tis Epéorpos 7, Tov SE dF]- 42,4 rig mbAcwe] tod S200 Harpoer. to 155 de maniobras, y después de recibir de la ciudad el escudo y la lanza recorren el pafs y viven en los castillos. ® Sirven dos afios en éstos, Ilevando clémide (1) y es- tando exentos de todo pago, y no son capaces de recibir pena ni de reclamarla, para que no haya pretexto de au- sentarse, excepto el caso de herencia, de hija heredera (2), 0 si a alguno le corresponde por su familia (3) un cargo sacerdotal. Después de estos dos aiios, ya pasan a ser como los demas ciudadanos. 43 De esta manera son la inscripcién de los ciudadanos y_las instituciones sobre los jévenes. Los cargos de la admi- nistracién ordinaria todos son por suertes, excepto el ad- ministrador de lo militar y los encargados del thedricon (4) y el que cuida las fuentes. Estos son por elecciones a vo- tacién, y los elegidos tienen su mandato de Panateneas a Panateneas (5). También son de eleccién todos los car- gos para la guerra. 2 El consejo son 500, sefialados por la suerte, 50 de cada tribu. Desempefia la pritanfa por turno cada una de las tribus, segin le toca en suerte, las cuatro primeras cada una treinta y seis dfas, las seis restantes treinta y cinco cada una, pues computan el afio por la luna (6). Los que de éstos (1) Capa corta, cortada en redondo, con los extremos més lar- gos, casi como alas; es el traje de los efebos, y también de soldados, cazadores, etc. Su origen es tesalio. (2) Cuando un hombre morfa y no dejaba hijos varones, era la hija quien retenfa la herencia, pero el pariente més préximo tenfa derecho 9, casarse con ella, y eran los hijos de esta unién los propie- tarios. En caso de que la huérfana sin hermanos fuera pobre, el pa- riente més préximo habfa de casarse con ella o de dotarla. Estas he- rederas tenian una proteccién especial, v. 56, 6 y 7. (3) Como es sabido (v. 21, 2 y 6) las familias (yévn) eran primi- tivas instituciones politica, y sélo las gentes de abolengo pertene- cfan a ellas; en la reforma de Clistenes s6lo con este valor teligioso se conservaron las viejas estirpes. (4) Literalmente edinero de las fiestas 0 espectéculoso (Oecslat); cra propiamente en Atenas una institucién de beneficencia, un medio ve subvencionar a los cjudadanos pobres para que pudieran asistir a los espectaculos. (5) No se sabe si es anual, de Panateneas pequefias a Panateneas Pequefias, o cuadrienal, en relacién con las grandes Panateneas; pa- rece mds probable esto ultimo, v. Schwann en RH V, A col, 2236, (6) Elaiio &tico era de trescier tos cincuenta y cuatro dias; se com- pensaba Ja diferencia con cl aio solar mediante meses intercalares, 4 166 ov tetpa&kis Tis TeuTavelas Exdotns. Kal doa Bel xoquorize thy Bova Kal 6 Ti év Exdoty TH fypépe Kol Strou Kadigeiy ofto: mpoypdpouct. .Trpoypagovar S8 Kal tas éxkAnotas otto play - pév xupiav év 7 Sef tas dpyas Emyeipotoveiv ef BoKotior KaAGs Apyewv, Kai mepi oftov Kai awepi QuaAaxiis Tis. xepas xpnuatize, Kal Tas elooy- yenias ev tovtTn Ti fhuepg tos PouAopévous Troicio@an, Kal Tas &troypapas Tév Snyevopévoov dvaytyvackev Kal Tas An€eis THV KAtpov Kai tév émKAtpov [[dvoyiveckev]], Stas unSévx 5 AGOn undSav Epnuov yevouevov. emi SE tis ExrnNs a Tputavelas Tmpds tois elpnuévois Kal tepl tris SotpaKxopopias émixeipotoviay S1Sdacw el Soxei Troieiv 7 pr}, Kal cuKopavTdév TrpOBoAds Tdébv *ABN- vateov Kai T&v petoikwv péxp TpIdv Exarépwv, Kdv Tig Utrocyopevds TL pt Toijon TH Stu. &répav 5& tats txetnpiots, ev 4 Seis 6 BouAduevos txetnpiov trip dv dv PovAnTa Kal i8{ev Kadi Snyociey SiaréEetat tpds tov Sfjyov. ai S2 Svo trept T&v GAAwv eiciv, év als KeAeuovow of vépor tpia pév iepdiv ypruorizeiv, tpia 5é krpuev Kai TrpecBeioas, tpix Sé dciwv’ YXpnuaTtigovol 8 éviote Kal dveu Tpoxelpotovias, TpocépyovTat 8é Kal of mpéoBers Tots TpuTdveoiv TpdTov, Kal of Tas EmoToAds pépovTes TouTOIS &roSiSd0c1. 43,3 drou xaBifery W.-K.: om ov xabter Le 43,4 droyetporovetv of (et cod. N) Soxotct uw} Harpocr. || [[évecyevdsoxetv]]} secl. W.-K. 43,5 éxuyetportoviay L: mpoy, W.-K. e Lex. Cantabr. 43,6 Sxép L in compendio: mept Kontos W.-K. 187 son pritanos, primero hacen las comidas en comin en la rotonda (1), recibiendo dinero de Ja ciudad; después con- vocan al Consejo y al pueblo; el Consejo todos los dias, ex- cepto los que son de vacacién, el pueblo cuatro veces en cada perfodo de pritanfa. Y éstos anuncian por escrito las cosas de que ha de ocuparse el Consejo cada dia y dénde tiene que reunirse. 4 También éstos anuncian por escrito el orden de las asambleas, una en primer lugar, la principal, en la que hay que confirmar por votacién los magistra- dos, si les parece que gobiernan bien, y debe tratarse en ella acerca de los viveres y la defensa del pais, y en este dia pueden los que lo desean hacer las acusaciones de trai- cién, y han de leerse las cuentas de los bienes confiscados y las herencias vacantes (2) y las hijas herederas, de ma- nera que a nadie le pase desapercibido que algo queda va- cante. 5 En la sexta pritania, ademas de lo antedicho, con- ceden votar levantando el brazo sobre el ostracismo (3), sise resuelve hacer o no, y las acusaciones contra los sicofantas hechas por los atenienses y por los avecindados hasta tres de cada clase, y contra cualquiera que después de hacer una promesa al pueblo no la cumple. * Otza se celebra para las suplicaciones, en las cuales el que quiere coloca una su- plicacién por las cosas que quiere, sean privadas o comunes, y Ja formula al pueblo. Las otras dos son acerca de las demés cosas, y en ellas las leyes disponen que tres asuntos sean de cosas sagradas, tres para los heraldos y embajadas, tres para cosas profanas, y tratan algunas veces sin vota- cién previa. Los heraldos y embajadores acuden en primer lugar a los pritanos, y los que traen cartas, a éstos se las dan. (1) La rotonda 0 06206 se ha encontrado en las recientes excava~ ciones en el Agora de Atenas, v. mi trabajo en el Bol. del Seminario de Arte y Arqueologia, Univ. de Valladolid, Viil, 1941/42, pig. 278, con reproduccién de un plano reciente y bibliografia sobre el asunto. (2) Cuando no habfa herederos directos, podia reclamar el més préximo pariente, cf. 42, 5. (3) Of. Filécoro fr. 79 b Miller. 158 4 “Eon & émorérns Tav TpuTévEv Els 6 Aayeov" ovtos & émotarel Weta Kal hépav, Kal ovK Eotiv ote TAcio xpdvov obte Sis Tov avTov yevéoOal. aTnpet 8° ottos Tas Te KAeis T&S THv iepdv, év ofs ate yptpor” Eotiv Kal (Te) ypcppora Ti TOAEt, kai Thy SnpLooiav oppayiba, Kai péverv dvayKaiov év TH O6Ac ToUTdv oti Kal TpITTWv TGV TpUTE- 2 veoov fv &v obtos KeAeUN. Kal errelSdv oUvarye- yoow of mputdvers Thy BouAhy 7 Tov Sijpov, OUTOS KANpoi TrpOéSpous Evvéa, Eva Ex THs PUArs éxdotns WAI tis TeuTavevovions, Kal Té&AIv éx tovtav émotétny Eva, Kai mapadiswo1 TO Tpd- 3 ypaupacttois of 58 tapadaPdvtes Tis T evKOo- ulas émipedotvto Kal Urrép Sv Sei ypnucrtizew _ TrpoTiBéaotw Kal Tas XEIpoTOVias KpivovoIV Kal TK GAKea Treva Sioikovotw Kal Tod [[ 1” ]] d&peivor Kuprot slow. Kal émoterijon piv ok eeotiv twAéov i Gag tv 16 éviauté, TpoeSpeve 8° Eeotiv arraf érrl tijs TpuTovelas ExdorTns. 4 Tlototior 88 Kal d&pyoupecias otpaTnyav Kal inmdpxov Kal T&v GAAcv Tav Trpds Tov TOAELOV dpxGv év ti exkAnoig, Kad’ 6 Tr dv TH Spo Soxij troiotiot 8 of pet& Ti ¢” TpUTOVEvOVTES te’ dv dw evonuia yévntal. Bei &2 meoBowAcuya yevéobai Kai Trepi ToUTov, ‘ 45 *H 8& BouvAt ipdtepov uév Fv Kupia Kal xprya- ow 3gnuidoai Kel Sion Kai drroKteivar. Kal Avoi- 44,1 suppl. W.-K. e Lex. Patm. et Eustath, 44,3 [[+']] del. W.-K. Richards alii 169 44 Es jefe de los pritanos el que la suerte dispone, y éste los dirige una noche y un dia y no puede serlo més tiem- po ni él mismo serlo dos veces, Este guarda las Haves de los santuarios en los que esté el tesoro y los documentos de la ciudad, y el sello publico, y ha de permanecer obliga- toriamente en la rotonda él y la tritiys de pritanos que él mande. Y cuando los pritanos convoquen al Consejo o al pueblo, él saca a suertes los nueve presidentes, uno de cada tribu, a excepcién de la que tiene la pritanfa, y luego de entre ellos un director, y entrega a éstos la. orden del dia, * y después que la han recibido (1), cuidan del orden y plantean lo que hay que tratar y cuentan los votos y rigen todo lo dem4s, y de su facultad es levantar la sesién. Y no se puede ser director m4s de una vez por afio, aunque se puede ser director una vez en cada perfodo de pritania. 4 Hacen las elecciones de estrategos, jefes de la caballe- rfa y todos los dem4s cargos para, la guerra, en la asamblea, segin resuelva el pueblo, y las hacen los que son pritanos después del sexto perfodo, en cuanto los signos sean favo- tables. Y también hay que hacer acerca de esto un voto previo del Consejo. 45 El Consejo era antes soberano en cuanto a las penas Ppecunarias, de prisién y de muerte. Pero a un cierto Lis{- maco (2), cuando el Consejo lo habfa entregado al verdugo, (1) En el siglo v los pritanos eran los presidentes del Consejo y de la asamblea; en el siglo 1v se instituyeron los presidentes aqui aludidos, : (2) Nose conoce por otra fuente este hecho; debe tratarse de ‘uno de los partidarios de los Treinta, of. Jenof. Helén. II, 4, 8.

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