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SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO* 2de julio de 1941 LINTRODUCCION Camaradas: En los tiltimos tiempos hemos planteado en el Partido el problema de redoblar nuestros esfuerzos por forjar el espiritu de partido en los militantes. Estoy enterado de que el Comité Central ha aprobado una decisidn al respecto, cuyo texto Ilegara pronto a nuestro poder. A fin de intensificar nuestros esfuerzos por forjar este espiritu en nue: tros militantes, hemos de librar en el seno del Partido una lucha ideo- logica especifica contra todos aquellos fenémenos negativos que estén en contra del espiritu de partido. Pero, écual es la mancra correcta de librar nuestra lucha ideolégica en el Partido, y cual la incorrecta? Precisamente éste es el asunto del cual voy a tratar ahora, Es sabido de todos que el nuestro es un partido politico proleta~ rio, un partido que dirige las luchas de las grandes masas. Para cum- plir la misién historica que le corresponde, el Partido debe luchat con- tta los enemigos de la revolucion en los diversos periodos y unitse con los distintos sectores y clases revolucionatios. Desde el dia mismo de su nacimiento, nuestro Partido nunca ha dejado de atravesar por circunstancias de luchas serias. Este y el proletariado siempre han vivido rodeados por otras clases no proletarias: la gran burguesia, la pequefia burguesia, el campesinado y hasta los remanentes de las fuerzas feudales. Y estas clases, ya sea que luchen contra el proleta- riado 0 cooperen con él, utilizan a los elementos inestables del Parti- * Discurso pronunciado en la Escuela del Partido Adjunta al Burd del Centro de China del CC del PCCh. Fue publicado el 9 de octubre de 1942 en Diario de Ja Liberacién, de Yan’an. Luego, fue incluido, con algunas enmiendas hechas por el autor, en los Documentos para la campaita de rectificacién del estilo de trabajo, publicados por la Casa Editorial “Liberacion” en junio de 1943. 195 196 LIU SHAOQI do o del proletariado para hacerse sentir en su seno, ejerciendo sobre ellos una influencia en su ideologfa, costumbres, teorfa y actividades. Este ¢s el origen de todos los errores y tendencias perniciosas existen- tes en el Partido, la raiz. social de los diferentes tipos de oportunismo surgido en éste y también el origen de su lucha interna. La lucha interna del Partido es un reflejo de la lucha de clases que se libra fuera de él Desde el mismo dia de su nacimiento, nuestro Partido ha venido luchando no sdlo contra los enemigos fuera de él, sino también contra las diversas influencias no proletarias existentes en su seno, Ambos tipos de lucha, aunque diferentes, son indispensables. Si nuestro Par- tido no sostuviera el segundo tipo de lucha, si no combatiera constan- temente en su seno todas las tendencias perniciosas, si no erradicara sin cesar de su seno toda ideologia no proletaria ni superara el opor- tunismo tanto de izquierda como de derecha, entonces tal ideologia y tal oportunismo ganarfan terreno en el Partido, lo afectarian, predomi- natian en él, imposibilitarian su consolidacién, su desarrollo y el man- tenimiento de su independencia, lo pondrian en peligro y lo conduci- rian a la degeneraci6n. Tal ideologia no proletaria y tal oportunismo tanto de izquierda como de derecha podrfan corromper a nuestro Par- tido 0 a sectores de él y hacer que ése o éstos cambien de naturaleza y degeneren en una organizacion no proletaria. Pongamos por caso Jos partidos socialdemécratas de Europa’, que precisamente se deja- ron corromper de esta manera por la ideologia burguesa y se convir- ticron en partidos politicos de tipo burgués, constituyendo asi el prin- cipal sostén social de la burguesfa. De ahi que la lucha interna del Partido sea del todo necesaria e inevitable, y que sean totalmente errdneas tanto la idea de tratar de evitar esta lucha como la de abste- nerse de criticar los ertores de los demas a cambio de su igual silencio. La lucha interna del Partido es principalmente una lucha ideol gica, siendo su contenido las divergencias y antagonismos que surgen en materia de ideologfa y principios. Es cierto que las divergencias y antagonismos entre los camaradas respecto a los principios pueden llegar a convertirse en discrepancias politicas y, en algunos casos, has- ta en discrepancias organizativas inevitables en el Partido, pero, por su esencia y contenido, no dejan de set, en lo fundamental, una lucha ideologica. Por lo tanto, toda lucha interna del Partido que no impli- que divergencias ideologicas y de principio y todo conflicto entre ca~ maradas que no se base en divergencias de principio, es lucha sin prin- cipios ni contenido. Tal tipo de luchas son del todo innecesarias en el SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 197 Partido y sdlo le acarrean dafios en vez de traerle beneficios. De ahi que todo miembro del Partido deba esforzarse seriamente por evi- tarlas. La lucha interna del Partido es absolutamente imprescindible pa- ra mantener la pureza ¢ independencia del Partido, asegurar que sus actividades se desarrollen conforme a los intereses supremos del pro- Ietariado y conservar su caracter proletario. En este sentido, también es necesatio que tal lucha se Heve a cabo en dos direcciones, en dos frentes. Y la razdn de esto es que la ideologia no proletaria afecta al Partido en dos direcciones, lo ataca por el flanco derecho o izquierdo y se manifiesta dentro de él en forma de oportunismo de derecha o de izquierda y, por lo tanto, la lucha interna de nuestro Partido debe di- rigirse simulténeamente contra ambos oportunismos. Sélo luchando en estas dos direcciones ¢s posible mantener el caracter proletatio de nuestro Partido. De no obrar asi, de no luchar mas que en una sola direccién, o en caso de relajar la vigilancia y la lucha en una u otra direccién, la ideologia no proletaria puede y no dejara de atacar al Partido por el flanco que hayamos descuidado, en cuyo caso sera im- posible mantener la pureza y la independencia del Partido y conseguir su consolidacién. Asf, pues, nuestro Partido se consolida y se desarro- Ila en el proceso de luchas internas incesantes que se eféctéan cn los dos frentes. El camarada Stalin dijo: “[..] las contradicciones slo pueden ser superadas mediante la lucha por unos u otros principios, por unos u otros objetivos de la lucha, por unos uw otros métodos de la lucha que conduce a un determinado objetivo. Se puede y se debe llegar a toda clase de acuerdos con los que piensan de otro modo dentro del Partido, cuando se trata de cuestiones de la politica diatia, de cuestiones de caracter puramente practico. Pero si esas cuestiones van liga- das a discrepancias de principio, ningtin acuerdo, ninguna linea ‘intermedia’ puede salvar la situacion. No hay ni puede haber li- nea ‘intermedia’ en las cuestiones de principio. El trabajo del Partido debe basarse en unos principios o en otros. La linea ‘in- termedia’ en cuestiones de principio es la ‘linea’ de la confusion, la ‘linea’ de velar las discrepancias, la ‘linea’ de la degeneracién ideolégica del Partido, la ‘linea’ de la muerte ideolégica del Par- tido.” 198 LIU SHAOQI Y afiadio: “[.u] su historia fla del PC (b) de la URSS} es la historia de la superacién de las contradicciones en su seno y del fortaleci- miento constante de sus filas sobre la base de esa superacién.”"”” Esto explica la necesidad de la lucha interna del Partido. En cuanto a esta necesidad y a lo inadmisible que es el liberalis- mo y la tendencia conciliadora dentro del Partido, hay muchas refe- rencias a este particular en las obras de Lenin y Stalin. Como ustedes las pueden lect, no hablaré mas aqui al respecto. El problema que voy a abordar hoy es el de cémo librar la lucha interna del Partido. Para nosotros, éste es un problema nuevo. Es totalmente necesario que lo estudiemos. Ahora, no me propongo hablar de él en todos sus aspectos, sino que me limitaré a presentar algunas opiniones, para las cuales me baso en mis observaciones personales y en la experiencia historica del Partido Comunista de China. En cuanto a si son total- mente correctas tales opiniones, hago un llamado a todos los cama- radas para que las discutan. II. LAS CONDICIONES PARTICULARES EN QUE NACIO KEL PCCh Y LAS DESVIACIONES SURGIDAS. EN SU LUCHA INTERNA iCamaradas mundial? Lo dotaron de un sistema ideolégico y teérico completo. Y lo que es mas, crearon organizaciones proletarias independiente, ditigieron luchas de masas del proletariado y establecieron la I Internacional!”, En sus primeros afios la II Internacional” estuvo bajo la guia e in- fluencia de Engels, Marx y Engels educaron y orientaron a la clase obrera en cuanto a como organizarse y a como llevar adelante la lucha. En la época de Ia II Internacional (periodo anterior a la Primera Guerra Mundial), los partidos socialdemécratas de diversos paises Ilevaron a cabo entre los obreros un inmenso trabajo organizativo y desarrollaron un amplio movimiento por agrupar a la clase obrera, tarea en la cual lograron enormes éxitos. Pero, como aquél era un periodo de desarrollo “pacifico” del capitalismo y las organizaciones de la clase obrera se formaron en ese periodo de paz, la diferencia Qué hicieron Marx y Engels por el proletariado SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 199 entre el Partido y los sindicatos no era muy visible. Después del fa- lecimiento de Engels, la IT Internacional, dirigida por Kautsky y compatifa, siguié una linca inadmisible de coneiliacién con respecto al oportunismo dentro de las filas partidarias, de manera que el opor- tunismo logré corromper a los partidos de diversos paises que confor- maban la II Internacional. Ein la época del imperialismo, la época de la revolucién proletaria, los partidos y sindicatos de este tipo demos- traron su incapacidad para levar sobre sus hombros la tarea de la revolucin que le correspondia al proletariado en el nuevo periodo y, como consecuencia de ello, cayeron inevitablemente en la bancarrota © entraron en decadencia durante la Primera Guerra Mundial. La época de Lenin fue distinta a la de Marx y Engels. Era la época del imperialismo, la época del capitalismo encaminado a su ruina, la época de la revoluci6n proletatia. Esta época le exigia al proletariado el establecimiento de un partido politico fuerte y com- bativo, un partido politico que estuviera totalmente unido en Io ideo- l6gico, politico y organizativo y en la accion y que tuviera vinculos estrechos con las masas proletarias. $6lo apoyandose en un partido asi serfa posible librar con éxito las extremadamente serias luchas re- volucionarias. Por tanto, ademas de restaurar y desarrollar la doctri- na de Marx y Engels en todos sus aspectos, Lenin creé de modo pat- ticular una teoria completa sobre la construccién del Partido politico revolucionario del proletariado. La doctrina que seguimos los comu- nistas chinos en la constuccién del Partido es, en lo fundamental, la creada por Lenin. Esta doctrina cs absolutamente inseparable de la estrategia y las tacticas que guian la lucha revolucionaria del proleta- riado. éCuiles fueron las condiciones existentes en el periodo en que fund6 Lenin el Partido revolucionario del proletariado? En aquel tiempo, por un lado, se avecinaba una guerra imperia- lista de gran envergadura y al proletariado se le planteaba la inmi- nente tarea de dertibar a la burguesfa, tomar el Poder e implantar la dictadura del proletatiado y, por el otro, los partidos socialdemécra- tas de la II Internacional, que contaban con una amplia red de orga- nizaciones, atin no tenfan conciencia de la necesidad de derrocar a la burguesfa para implantar la dictadura del proletariado y no estaban dispuestos ni se atrevian a hacer preparativos para lanzar una ofensi- va revolucionatia del proletariado. Por eso, los partidos de la II In- ternacional, que estaban organizados con laxitud y desgarrados por discrepancias fraccionarias, no estaban en condiciones de entablar 200 LIU SHAOQI ninguna lucha més o menos seria y, en consecuencia, no podfan res- ponder en absoluto a las necesidades que tenia el proletariado de aquel entonces en el sentido de hacer la revolucién. Los partidos so- cialdemécratas de diversos paises en aquel tiempo no sélo se hallaban hundidos tedrica y politicamente en cl lodazal del oportunismo de derecha (tal fue el caso de su teorfa de la colaboracién entre el traba- jo y el capital, su afirmacién sobre la evolucidn pacifica del capitalis- mo hacia el socialismo, su aseveracién de que el proletariado podria tomar el Poder por medio de luchas parlamentarias sin necesidad de una revoluci6n y que, por consiguiente, no cabia trazar la estrategia ni las tacticas de la revolucién proletatia, etc.), sino que habian incurri- do, de cabo a rabo, en el oportunismo de derecha con relacién a la cuestién organizativa del Partido. Los partidos de la II Internacional y los mencheviques"* de Rusia abogaban por cl liberalismo en materia de organizacién partidaria, por la reduccién del partido politico del proletariado a la condicién de una organizacién obrera cualquiera, por la renuncia a una estructura orginica estricta y a una disciplina tigu- rosa en el Partido, por el mantenimiento de una paz. sin principios en el seno de éste, por la tolerancia de la existencia en su seno de frac- ciones (portadoras de distintas ideologias y provistas de diferentes sistemas organizativos), y cosas por cl estilo. La unidad y la discipli- na del Partido, lo mismo que la autocritica y la lucha interna, eran inconcebibles y absolutamente innecesarias segin los partidos de la II Internacional. Estas fueron las principales manifestaciones concre- tas del oportunismo de derecha de estos partidos en materia de orga- nizaci6n. Asimismo, en ese tiempo, los economistas rusos'” y los sindica- listas!™ dle Europa (de Francia, por ejemplo), quienes sostenian que la clase obrera no necesitaba organizarse en ningun partido politico, rehusaban formar el partido de la clase obrera o lo subordinaban a los sindicatos y, abogando por la “independencia sindical”, negaban el papel dirigente del Partido con relacién a los sindicato En ese tiempo, por una parte, las tareas de lucha de la revolucién proletaria requerfan un fuerte partido combative que condujera a las grandes masas a su cumplimiento; por la otra, los partidos de la II Internacional, con varios millones de miembros o de afiliados sindi- cales a su disposicién, se mostraban flojos ¢ incapaces de combatir. Ademés, este atraso y laxitud organizativos contaban con el respaldo de las ideas oportunistas de toda indole. Estas cran las citcunstancias SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 201 especificas relevantes que reinaban en los momentos en que Lenin funds el Partido bolchevique'*. En las circunstancias antedichas, a fin de construir un partido ca- paz de ditigir la revolucion proletaria y totalmente unido y fuerte en lo ideolégico, politico y organizativo, Lenin no pudo sino concentrar sus energias para oponerse al oportunismo en lo ideoldgico y politico de los partidos de la II Internacional, en particular a su oportunismo en materia de organizacin del Partido. Fue precisamente en torno a una cuestiéa organizativa, la de los requisitos para cl ingreso en el Partido, que surgieron las primeras discrepancias entre los bolchevi- ques encabezados por Lenin y los mencheviques. La teoria de Lenin sobre la construccién del Partido bolchevique fue tomando cuerpo en la lucha contra el oportunismo de derecha de los partidos de la II Internacional cn materia de organizacion y en la lucha contra la teo- ria de los economistas y los sindicalistas, segtin la cual era innecesario fundar un partido politico de la clase obrera. Por lo tanto, la teoria de Lenin sobre la construccidn del Partido estuvo colmada de polé- micas contra las diversas manifestaciones del oportunismo de derecha en materia de organizacidn, © sea, contra la tcoria del liberalismo y la tendencia conciliadora, contra la teoria que abogaba por la reduccién del partido politico proletario a la condicién de una organizacién obre- ra cualquiera, contra la paz sin principios en el Partido, contra las or- ganizaciones y actividades fraccionalistas en su seno, etc. En la lucha contra esas manifestaciones del oportunismo de derecha en materia de organizacién, Lenin definié el Partido como cl destacamento mas avanzado, mejor organizado y mas disciplinado del proletariado, in- tegrado por los elementos més conscientes, valientes y progresistas de sus filas y como la forma suprema de su organizacion de clase. Esto, porque el proletariado tiene, ademas del Partido, otras organizaciones como los sindicatos, cooperativas, grupos culturales y educacionales, y hasta el gobierno y el ejército; sin embargo, de todas estas formas de organizacién del proletariado, cl Partido es la suprema, la tnica que es capaz de ditigir en lo politico todas las demas organizaciones. Fue de esta manera como Lenin dejé trazada una clara linea de de- marcacin entre el Partido y las demas organizaciones de la clase obrera. Estableci6, ademas, que el principio de organizacién del Par- tido debe ser el centralismo democritico y que el Partido debe tener una férrea disciplina unificada. Este principio fue formulado por él en el curso de su lucha contra el oportunismo de los partidos de la II 202 LIU SHAOQI Internacional en materia de organizacién. Todo esto constituye el contenido substancial de la teoria de Lenin sobre la construccién del Partido. Fue principalmente en la lucha contra el oportunismo de derecha cn materia de organizacién del Partido, y no contra el oportunismo de izquierda, que Lenin Ilevé adelante la construccién del Partido. An- tes de la Revolucién de Octubre, el oportunismo de izquierda en ma- teria de organizacién del Partido atin no habia tomado cuerpo, 0 no habia llegado a ser un oportunismo sistematico, raz6n por la cual la teorfa de Lenin sobre la construccién del Partido esta llena de polé- micas contra el oportunismo de derecha, es decir, contra la renuncia a una estricta organizacién y el abandono de una igurosa disciplina, contea la paz sin principios en el Partido, contra la renuncia a la lucha ideol6gica en él y el temor a la autocritica, contra cl liberalismo y la tendencia conciliadora, contra el independentismo sindical y otras ma- nifestaciones por el estilo en el seno del Partido. Todas estas polé- micas surgieron debido a las circunstancias especificas existentes en los momentos en que Lenin se dedicaba a la construccién del Partido. Sin embargo, si tomamos en cuenta las circunstancias especificas que ha enfrentado el Partido Comunista de China en su construccién, encontraremos que son totalmente diferentes de aquellas en las que se hallaba Lenin antes de la Revolucién de Octubre, Primero. La construccién del Partido chino empezé después de la Revolucién de Octubre, cuando la victoria obtenida por los bolche- viques rusos nos brindaba un vivo ejemplo; por cso, desde cl comien- zo de su construccién, nuestro Partido ha estado siempre bajo la guia de la Internacional Comunista y se ha atenido a los principios de Lenin. Segundo. Desde su fundacién hasta la fecha, el Partido chino nunca se ha dejado influenciar ni en lo ideolégico ni en lo organizati- vo por la II Internacional de los partidos socialdemécratas de Europa. Terccro. China no ha vivido un periodo de desarrollo “pacifico” del capitalismo como sucedid en Europa, donde era permisible la lu- cha parlamentaria pacifica de la clase obrera. Tampoco ha habido en China una capa aristocratica obrera como en Europa. Cuarto. En la composicién de clase del Partido chino se advierte un considerable porcentaje de pequefios burgueses y campesinos y al- gunos lumpemproletarios, que constituyen la base social del oportu- nismo de izquierda y de derecha en el Partido. SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 203 Debido a las cuatro circunstancias antedichas, desde el inicio de la construccién del Partido chino nos hemos guiado por la intencién subjetiva de seguir los principios y el camino sefialados por Lenin. Es por esto que algunos de los principios de organizacién del Partido bolchevique son tan familiares para la mayoria de los miembros de nuestro Partido que hasta los saben de memoria. En cambio, nunca han existido en su seno las tradiciones y habitos de los partidos social- demécratas. Por tanto, hemos tomado un camino recto a este respec- to. Desde los primeros dias de su existencia, nuestro Partido ha veni- do practicando la autocritica y la Tucha ideolégica, ha establecido el centralismo democratico, ha mantenido una estricta organizacién y una rigurosa disciplina, no ha permitido la existencia de fracciones y se ha opuesto categdricamente al liberalismo, al independentismo sindical, al economismo, etc. En consecuencia, en nuestro Partido nunca se han dado casos de planteamiento en forma abierta y sistematica de teorias oportunistas de derecha en materia de organizacin. En el Partido no esta permitido difundir piblicamente ideas como las de renunciar a la autocritica y a la lucha interna del Partido, abandonar la estricta organizaci6n y la rigurosa disciplina, prescindir del Par- tido politico de la clase obtera y procurar una absoluta independencia de los sindicatos. Si bien atin adolecemos de insuficiencias en la lu- cha ideolégica dentro del Partido, esto no se debe a que haya en él una teoria sistematica que se oponga a la lucha interna, sino a que nuestro bajo nivel teérico impide que nos percatemos de las divergen- cias de principio, o a que alguno que otro responsable del Partido, valiéndose de métodos especiales, ahoga la autocritica. Sin embargo, las condiciones y circunstancias especificas teinantes en el periodo de la fundacién de nuestro Partido ejercieron una doble influencia. Una influencia positiva que nos permitié crear desde el mismo comienzo un partido de tipo leninista, 0 sea, el Partido Comu- nista de China, y guiatnos por la intencidn subjetiva de obsetvar ti- gurosamente los principios trazados por Lenin. Desde el comienzo, nuestro Partido viene practicando estrictamente la autocritica y la lu- cha interna, lo cual ha servido como fuerza motriz para el progreso de nuestro Partido y ha hecho posible su rapido desarrollo, Sin’ em- bargo, la otra influencia, la negativa, ha conducido a menudo a nues- tros camaradas a otro extremo, a cometer un error opuesto, vale decir, a efectuar la lucha interna del Partido de manera excesiva, demasiado severa y sin restriccidn alguna, hasta el punto de caer en otra desvia- cién, la desviacion de izquierda... 204 LIU SHAOQI Muchos camaradas tienen una comprensién mecanica y erronea de los ptincipios de Lenin y los consideran como dogmas absolutos. Con- sideran que un alto grado de centralizacién organica del Partido sig- nifica negar la democracia en su seno; que la necesidad de la lucha interna del Partido niega la paz en él; que la direccion politica del Partido — forma suprema de organizacin del proletariado — sobre las otras organizaciones de masas del proletariado niega el carécter in- dependiente de los sindicatos y de las demas organizaciones de los obreros y de las masas trabajadoras; que la férrea disciplina tinica significa la liquidacin de la personalidad, de la iniciativa y de la ca- pacidad creadora de los militantes del Partido... Muchos camaradas mantienen una noci6n estereotipada de los principios de Lenin y, al considerar que la lucha interna del Partido es indispensable y que para el liberalismo y la tendencia conciliadora no debe haber cabida alguna, aplican esos principios de manera mecdnica y tigida. Creen que, en cualquier momento, sean cuales fueren las circunstancias y tratese del problema que se trate, es siempre necesa- ria ¢ imprescindible una lucha irreconciliable, que cuanto mas cruel sea ésta, mejor, que cuanto mas enconada y mordaz sca la forma de lucha y de critica en el Partido, mejor, y que cuanto més agudo sea el antagonismo entre los camaradas en el Partido, mejor, pues de otra manera se cometeran errores de liberalismo y de tendencia concilia- dora. Para demostrar que ellos mismos estan libres de toda tendencia liberal 0 conciliadora y que son “bolcheviques de pies a cabeza”, li- bran luchas sin principio en el Partido pasanclo por alto las condicio- nes especificas sin importarles el tiempo o el lugar. Y de este modo, en Ia lucha i interna del Partido, se convierten en “matones” sin po: cién correcta, en “expertos en luchas” sin principios y en “pendencie- tos” aficionados a la lucha. Se puede decit que Iuchan por el solo objetivo de luchar. Esto es ignominioso en las filas del proletariado, algo que, lgicamente, se encarga de demostrat que no son “bolche- viques de pies a cabeza”, sino, por el contrario, que estan insultando el nombre “bolchevismo” y desarrollando sus actividades de sacar provecho de todo dentro del Partido al socaire del nombre y la ima- gen de los bolcheviques. Muchos camaradas ignoran que la lucha interna del Partido es una lucha de principios, una lucha en pro de tal o cual principio, por de- terminar tal o cual meta de lucha y por clegir tal o cual forma de lucha para alcanzat la meta. No entienden que, en los problemas rela- tivos a la politica del momento o en los problemas de caracter pura- SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 205 mente practico, con tal que no estén en juego divergencias de princi- pios, es posible y necesatio hacer los compromisos que aconseje el ca- so con aquellos miembros del Partido que sostienen otras opiniones. No comprenden ni saben que, en lo concerniente a los problemas de ptincipios, cuando se trata de la meta de lucha por fijar y de la forma de lucha por elegir para alcanzar esa meta, se debe realizar una lucha intransigente con aquellos que en el Partido tienen otras opiniones, y que, por el contrario, en el caso de problemas relativos a la politica del momento o en los problemas de caracter puramente practico, en vex de proceder de aquella manera con quienes en el Partido sostienen otras opiniones, deben hacerse los compromisos que se impongan. Este es, precisamente, el estilo de trabajo propio del Partido de Le- nin y Stalin, gue, sin embargo, muchos de nuestros camaradas no han asimilado. Flos persisten en librar luchas intransigentes aun cuando se trate de problemas sobre los cuales convenga hacer los compromi- sos que se impongan y, en consecuencia, para ellos no queda proble- ma, momento ni persona alguna que escape a su antagonismo. Adop- tan una actitud antagénica frente a todo lo que no esté identificado con ellos y tratan de imponer por la fuerza una identidad absoluta, portindose en todo de manera intransigente, y cllo siempre en el sen- tido absoluto. Consideran antagénicas todas las contradicciones y lu- chan contra todo, lo cual constituye un enfoque absoluto. Muchos camaradas no saben qué son los principios, qué son los problemas de principios y qué son los planes estratégicos y la linea tactica del Partido, ni saben tampoco emprender luchas asiendo estos problemas y divergencias. Siendo extremadamente bajo su nivel te6 rico y limitada su experiencia politica, no estén en condiciones de per- cibir esos problemas de importancia ni entablar polémicas sobre ellos. Sin embargo, tienen muy presente la necesidad de la lucha interna del Partido y lo incorrecto que es renunciar a ella, Mantienen un vivo affin de luchar, aunque no sean capaces de captar esos problemas im- portantes ni sepan partir de los principios en sus planteamientos. En- tonces, slo pueden percibir unos cuantos fendmenos y problemas ais- lados para librar luchas y controversias sin principios con aquellos miembros del Partido que sostienen otras opiniones, provocando la desunién y el antagonismo entre camaradas, asi como divergencias en materia de organizacién, En efecto, en nuestro Partido se observan fendmenos tan repugnantes de la lucha interna. Lo antedicho constituye una desviacin en la lucha interna del Partido chino, una desviacién sumamente grave en su seno (aunque 206 LIU SHAOQI existe también en los partidos de otros paises). Esta desviacin ha- lla su expresin en el hecho de conducit la lucha interna del Partido de manera excesiva y sin restriccién alguna, hasta llegar al otro extre- mo: el oportunismo de izquierda en la lucha interna y en materia de organizacion del Partido (negacién de la democracia interna del Par- tido, negacin de toda paz interna del Partido aun estando ésta ba- sada en una conformidad de principios, negacién de la independencia rclativa de los sindicatos y otras organizaciones de masas, negacién de la personalidad, de la iniciativa y del espiritu creador de los miem- bros del Partido, etc). Esto se debe a las circunstancias y condiciones especificas en que se mueve el Partido chino, ‘Aqui, quisiera hacer una referencia al hecho de que muchos ca- maradas del Partido chino no han tomado nota de la lucha de princi- pios que libré Lenin después de la Revolucién de Octubre contra el oportunismo de izquierda. Con posterioridad a esta Revolucién, en el Partido ruso tomé cuerpo una fraccién de “comunistas de izquier- da”"®, que se oponia al Tratado de Brest-Litovsk!”, y mas tarde, sur- gid también una controversia sobre el problema de los sindicatos'”. Cierto es que antes de la Revolucién de Octubre se habia conformado en el seno de los bolcheviques la fraccidn de los “otzovistas””, tam- bién con apatiencia de “izquierdistas”, pero no tardé en ser vencida sin que el problema adquiriera caracteristicas tan graves como en el caso de los “comunistas de izquierda” en tiempos del Tratado de Brest-Litovsk. Lenin derrot6 en poco tiempo a estos “izquierdistas” de Rusia, Sin embargo, en los paises de Europa Occidental surgicron Tuego nuevos “comunistas de izquierda”, Ellos levantaron la consig- na de “ningin compromiso” y se opusieron a toda participacién en el parlamento, a toda lucha legal y a toda alianza, aunque fuera ne- cesaria, con la izquierda de los partidos socialdemécratas. Fue en estas circunstancias y para rectificar esa tendencia que Lenin escribio en abril de 1920 el libro La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo, Con la victoria de la Revolucion de Octubre, la posi- bilidad de tomar el Poder por parte del proletariado ya estaba con- vertida en un hecho contundente ante los ojos de quienes habjan man- tenido una actitud escéptica al respecto y con ello se habia dado un golpe mortal al oportunismo de derecha. En esta situacién, se engen- drd el oportunismo de izquierda, que creia que la revolucién podria triunfar de la noche a la mafana sin necesidad de recorrer ningtin ca~ mino sinuoso. Semejante estado de animo también se manifesté en el Partido chino y lleg6 a predominar en ciertos perfodos. Los que SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 207 cayeron en errores de este tipo no le dieron ninguna importancia a ese libro de Lenin, en lo politico estuvieron en contra de todo rodeo 0 espera, abogaron por ofensivas aventureras de una vanguardia mino- ritaria haciendo caso omiso del hecho de que las amplias masas atin no podian estar a la par con ellos, y, haciendo pagar a justos por pe- cadores, motejaron de “oportunistas de derecha” a los demas. Todo oportunismo de derecha o de izquierda en materia de organizacién proviene de la desviacién de derecha o de izquicrda en lo politico. Como el Partido chino cometié en ciertos periodos errores de derecha 0 de izquierda en lo politico, incurrié también en tales errores en ma- teria de organizacién, especialmente en cl error de aventurerismo de izquierda durante la guerra civil, lo cual provocé una excesiva lucha interna del Partido en materia de organizacion. En la lucha interna del Partido chino se advierten tres tendencias errdneas, si cabe semejante clasificacién. La primera es el liberalismo y la tendencia conciliadora dentro del Partido; la segunda, Ia manera mecanica y excesiva como se conduce la lucha interna del Partido y el oportunismo de izquicrda en materia de organizacin del Partido y en su lucha interna, y la tercera, los conflictos y luchas sin principios que se suceden dentro del Partido. Esas tres desviaciones no dificren mucho entre si en lo concernien- te a su esencia, pues los conflictos y luchas sin principios, la lucha ex- cesiva y el liberalismo en el Partido estén al margen del marxismo- leninismo y son manifestaciones contrarias a éste. He aqui la raz6n por la cual las tres desviaciones se clasifican solamente por su forma. Hasta aqui las circunstancias especificas en que nacié el Partido Comunista de China y las desviaciones que han surgido en su lucha interna. Ill. MANIFESTACIONES DE LA MANERA MECANICA Y EXCESIVA EN LA CONDUCCION DE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO. iCamaradas! Entre las tres desviaciones de la lucha interna del Partido arriba mencionadas, no voy a detenerme mucho en Ia primera, cl liberalismo, Si bien no menosprecio la gravedad de la desviacién de liberalismo existente hoy en el Partido ni quiero restar importancia a la lucha actual contra ella, ni tampoco creo que los camaradas tengan 208 LIU SHAOQI ya una idea completamente clara de lo que es desviacién de liberalis- mo y de sus diversas manifestaciones concretas, problema sobre el cual considero que muchos camaradas todavia carccen de una claridad ca- bal, no estoy dispuesto, sin embargo, a detenerme en este particular, sino que prefiero dejarlo para otra ocasién. Me limitaré a sefialar que dltimamente la desviacién de liberalismo ha ganado algiin terreno dentro del Partido, que en muchos lugares ha llegado a ser la desvia- cidn principal en la lucha interna del Partido y que no se ha Hevado a cabo suficientemente la lucha ideolégica dentro del Partido, Como consecuencia de ello, muchas tendencias errneas y manifestaciones malsanas cn cl Partido no han sido climinadas oportuna y resucltamen- te, y la disciplina del Partido ha venido relajandose, lo que est muy mal. Esto se explica porque recientemente han ingresado en el Par- tido gran nimero de intelectuales y otras personas fuertemente im- buidas de ideas liberales de la burguesfa, quienes todavia no han pa- sado por la prueba de la férrea disciplina del proletariado ni en lo ideol6gico, ni en lo politico, ni en lo organizativo. A la vez, muchos de los camaradas que antes cometieron crrores de izquierda y se exce- dicron cn la lucha interna del Partido, ahora han pasado al otro ex- tremo, cometiendo errores de derecha, de liberalismo. Ademas, de- bido al largo periodo de frente tinico por el que ha pasado el Partido, también se ha presentado la posibilidad de una creciente influencia de la burguesia sobre el mismo. Los contrarrevolucionarios agazapados en el Partido, por su parte, promueven y favorecen por todos los me- dios cl liberalismo dentro de él. De este modo, sc ha desarrollado la tendencia del liberalismo en el Partido, tendencia a la que hemos de oponernos seriamente en la lucha por reforzar y templar el espiritu de partido. Por ejemplo, algunos camaradas guardan silencio ante los errores de otros por temor a posibles represalias; se abstienen de se- falar los errores de sus amigos intimos para disimular mutuamente sus errores; no dicen nada a los demés en su presencia, pero andan con chismes a sus espaldas; hacen criticas a la ligera, dan tienda suel- ta a sus quejas y difunden rumores, etc, Estos fenémenos estén muy generalizados en el Partido. Lo que es més, en el Partido se ha pre- sentado tltimamente otro fendmeno de suma gravedad. Se trata de que a algunas personas les espanta la idea de que otros informen de sus faltas y errores al Partido 0 a sus superiores, y se conviertan en blanco de denuncias. De tal modo que, por una parte, al no poder ¢jercer un control sobre si mismas, cometen errores deliberadamente y; por la otra, tratan de impedir a los demas militantes del Partido SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 209 que den informes al respecto ya sea al Partido o a sus supetiores y que los critiquen en las reuniones. Habiendo actuado de un modo inde- bido y equivocado y habiendo cometido errores, se resisten, sin embar- go, a revelatlos pata asf no tener que enmendatlos ni superar sus de- fectos. Actian como quien oculta una enfermedad por temor al tratamiento médico, sin comprender la verdad de que la tinica manera de poder corregir los errores es ponerlos al descubierto. Tratan de ocultar sus propios etrores poniéndolos a buen recaudo, como si fue- ran algo mas precioso que un tesoro, y por eso se las arreglan para intimidar a los demés, disuadirlos de que no fijen la mirada en esos errores y ponerles mordaza, de modo que no se atrevan a informa de ellos al Partido o a sus superiores, privandolos asi del derecho de opi- nar y de hacer criticas en el Partido por los canales totalmente legiti- mos que ha establecido la organizacién. Advierten a otros camara- das en tono amenazante: “IMe las pagaras si te atreves a dar informes a los superiores! (Te daré una paliza, canalla, para que dejes la ma- nia de adulat a los superiores!” Profesan un odio inveterado a los camaradas que han informado a los superiores de sus errores 0 que han hablado de éstos. Tienen siempre presente la ofensa y se las arreglan para tomar represalias contra ellos. Esta es, pues, una mani- festacion virulenta de la pérdida total del espiritu por el que se dis- tingue un miembro del Partido. Tales personas tratan de cortar los lazos que unen a los organismos dirigentes del Partido con los militan- tes de base, de modo que puedan cometer impunemente toda clase de fechorias en el Partido. Tal fenémeno debe ser superado con ener- gfa. Todo militante del Partido que advierta los errores de otro mili- tante 0 algo que sea desfavorable para cl Partido, debe informar de ello al Pattido o a sus superiores. Seria erréneo no hacerlo y es en- teramente correcto hacerlo. En el Partido es completamente ilicito y absolutamente inadmisible que un militante impida a los demas in- formar de los defectos y ertores de él al Partido o a sus superiores. Desde luego, al recibir tales informes, los organismos dirigentes del Partido deben esclarecer los hechos mediante investigaciones y tratar el caso con prudencia, en vez de proceder a la ligera basindose en la versién de una sola parte. Ya hemos decidido que en la actualidad la lucha ideolégica en el Partido debera llevarse a cabo en forma adecuada. En ciertas orga- nizaciones del Partido donde se han cometido errores de liberalismo. particularmente graves, hay que realizar, a partir de los hechos, Iuchas 210 LIU SHAOQI especificas contra el liberalismo a fin de rectificar esos errores. Hace algunos afios el camarada Mao Zedong escribié un articulo titulado “Contra el liberalismo”, en el que enumeré once manifestaciones del liberalismo existentes en el Partido y que sigue manteniendo vigencia. Ustedes deben estudiarlo a conciencia y rectificar y combatir las ideas de liberalismo a la luz de esas ensefianzas. Ademiés, en el cursillo sobre la construccién del Partido, se les expondra en detalle lo que significa liberalismo. Por eso, no voy a hablar mas de ese tema por ahora y, en lugar de ello, me centraré en la segunda y tercera desvia- ciones, pues ni la una ni la otra han sido nunca objeto de un anilisis sistematico en el Partido. éCuiiles son las manifestaciones de la manera mecinica y excesiva como se conduce la lucha interna del Partido? Estas son las siguien- tes: Primero. Con frecuencia se celebra lo que se ha dado en llamar “reuniones de lucha” en organizaciones del Partido de diversas locali- dades y de fuerzas armadas, practica que se ha extendido incluso a or- ganizaciones no partidarias tales como organismos gubernamentales y organizaciones de masas. Las “rcuniones de lucha”, preparadas de antemano y concebidas principalmente para atacar a tal 0 cual persona y no pata examinar el trabajo, tienen como blanco de su lucha a “al- guien” y no “algo”, lo cual quiere decir que, en lugar de luchar contra tal o cual idea o principio incorrecto, su finalidad es principalmente la de atacar a tal o cual persona. Cuando se habla de “luchar contra fulano o mengano”, se persigue el propésito de atacar a una persona, a cierto camarada que ha cometido errors. La “reunién de lucha” es, en esencia, un proceso para juzgar a un camarada y su objetivo principal no es el de resolver los problemas desde el punto de vista ideolégico sino desde el punto de vista organizativo, sometiendo a los camaradas que se atrevan a persistir con firmeza en sus opiniones di- ferentes (opiniones que no necesariamente son incorrectas) y a otros camaradas que no se muestren déciles y sumisos. Por afiadidura, al cabo de cada “rcunién de lucha”, en la mayorfa de los casos, no dejan de darse apreciaciones definitivas de caracter orginico respecto a quien ha sido blanco de la lucha. iEsta forma de lucha es a todas luces incorrecta! éPor qué? En ptimer lugar, el término “reunion de lucha” es incorrecto ¢ ilgico. La existencia de lo que se ha dado en llamar “reunién de lucha”, éno implicara entonces la existencia de otras “reuniones sin SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, Qu lucha alguna”? Serfa una confusién conceptual considerar unas “reu- niones” como organizadas exclusivamente para la lucha y otras en las cuales no hay lucha en absoluto. Esto nos demuestra que muchos ca- maradas ignoran el caracter absoluto y universal de la lucha y que ha- cen una sepatacién mecénica entre la lucha y la educacién. La lucha interna del Partido se realiza con el objeto de educar a la militancia en general y a los camaradas que han incurrido en errores en particular, Por eso, la Tucha interna del Partido es en sf misma una forma de educacién indispensable dentro de él, educacin que, a su vez, es una forma de la lucha interna del Partido, una forma de lucha rclativamente moderada. Asi, pucs, la educaci6n y la lucha no deben considerarse como dos cosas separadas. La lucha es una forma de educacién y la educacin es una forma de lucha. De ahi que sea in- correcto separarlas mecénicamente. En segundo lugar, la “rcunién de lucha” es una forma conereta de expresin del sectarismo dentro del Partido y de la politica errénea de ataque a los cuadros y camaradas. Su objetivo consiste en atacar a los camaradas que han sido convertidos en blanco de la lucha, y no en ayudat, cducar o salvar a los camaradas que han incurrido en crrores. Su intenci6n principal cs la de luchar contra la persona, pasando por alto las divergencias y antagonismos en lo ideoldgico. Por consiguien- te, ocurre a menudo que tales “reuniones de lucha”, lejos de conso- lidar efectivamente la unidad del Partido en lo ideolégico, politico y organizativo, asi como en la accién, profundizan, en cambio, las dis- crepancias existentes en estos aspectos dentro del Partido, agudizan la desunién y los conflictos sin principios en sus filas y fomentan el desarrollo del sectarismo en su seno. Atin mas incorrecto es celebrar tales “reuniones de lucha” en las entidades y organizaciones no pertenecientes al Partido. Segundo, La lucha mecanica y excesiva dentro del Partido se ma- nifiesta también en el hecho de que algunos camaradas creen que tanto mejor seré cuanto mas encarnizada sea esta lucha, cuanto mas se exa- gere la gravedad del error cometido, cuantas mas faltas se atribuyan a la persona en cuestidn, cuanto mas ofensivo sea el sambenito que se le ponga a ésta, cuanto mas hiriente sea el lenguaje de la critica, cuan- to més dura y brutal sean la forma y la actitud para efectuar la critica y la lucha, o sea, cuanto mas fuerte se hable, cuanto mas iracunda sea ia expresin del rostro, cuanto mas se muestren los dientes,... pues asi seré como uno llegara a ser “mas revolucionario que nadie”. En la lucha interna del Partido y en el proceso de la critica, ellos no se 212 LIU SHAOQI interesan por lo que sea mas apropiado, ni por los limites de lo con- veniente, ni por una tregua en el momento oportuno, sino que siguen adelante cn una lucha sin restriccién alguna. Obviamente, esto tam- bién es enteramente incorrecto. Tercero. Algunos camaradas atin ignoran que la lucha interna del Partido es, en Jo fundamental, una lucha ideolégica, que s6lo Ia unidad ideoldgica permite mantener y reforzar la unidad del Partido en lo politico, lo organizativo y en la accién, y que se debe dar una solucién a los problemas desde ei punto de vista ideologico y de principios an- tes de hacerlo en lo organizativo y en la accion. Sin embargo, alcan- zat la unidad y lograr una solucién a los problemas cn lo ideolégico y en los principios, sobreponerse a los principios incorrectos de los de- mis y rectificarlos, transformar la mentalidad y corregir los principios, puntos de vista y prejuicios sostenidos por los demas desde hace mu- cho tiempo, no ¢s una cosa tan facil ni puede conseguirse por medios tan simples como el empleo de unas cuantas palabras o la celebracién de una “reunién de lucha”, ni con simples medios optesivos y coerci- tivos, sino mediante un atduo trabajo de persuasion y educacién y di- versas y complejas luchas, asi como a través de un periodo bastante largo de educacién, de lucha y de practica revolucionaria. Algunos camaradas, en lugar de entender de esta manera la esencia de la lucha interna del Partido, hacen de ella algo simplista, mecnico y vulgar, considerindola como un simple antagonismo orginico y formal, como una simple pelea o diattiba, altercado 0 refriega y no como un empefio cn llegar a una verdadera unidad y resolver los problemas en lo ideo- l6gico y en los principios. © creen que es posible allanar las diver- gencias ideoldgicas y de principio dentro del Partido recurriendo a semejantes medios simplistas, mecdnicos y vulgares. Es evidente que estan equivocados de medio a medio. Estos camaradas, al tratar de mantener o alcanzar la unidad del Partido, no lo hacen allanando las divergencias en lo ideoldgico y en los principios y rectificando ciertas tendencias y fendmenos incorrectos dentro del Partido, sino apelando a simples recursos organizativos, a medios opresivos, a una politica de asestar golpes y a un sistema de sanciones pata con los miembros del Partido. Por eso, recurren a to- da indole de formas errdneas y excesivas en la lucha interna del Parti- do y, en vez de persuadir cuidadosa y prudentemente a los camaradas sobre la base de los principios y desde el punto de vista ideol6gico, buscan reducitlos la sumisién’y amedrentarlos acudiendo a medios puramente organizativos y administrativos, ¢ incluso a métodos que SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 213 se emplean para tratar al enemigo. Dan a la ligera apreciaciones de- finitivas de carécter organico sobre tal 0 cual camatada y le imponen una sancidn organizativa. Castigan implacablemente a los camaradas del Partido y aplican la misma sancién a todos, tritese de quien se trate, sea cual fuere la magnitud de sus errores e independientemente de que los hayan reconocido y corregido o no. Asi, entonces, se ha venido formando un sistema de sanciones dentro del Partido. Suelen desarrollar ¢ impulsar el trabajo desatando luchas: buscan a propésito “blancos de lucha” (camaradas militantes del Partido) y los presentan como exponentes del oportunismo, contra quienes ditigen su punta de lanza, y sacrifican y atacan a alguno o algunos camaradas, “matando el gallo frente al mono para escarmentarlo”, como medio de empujar a los demas cuadros y miembros del Partido a trabajar duro y cumplir las tareas. Premeditadamente recogen informaciones sobre los de- fectos y errores de la persona escogida como blanco de su lucha, ret- nen de manera formalista y fragmentaria todo lo que no sea muy a- propiado en sus palabras y actos y examinan en forma aislada esos defectos, etrores, palabras y actos, considerando que todo esto es la expresién del catacter de dicho camatada, Exagetan sus pocos de~ fectos y errores y Ie atribuyen un oportunismo sistematico, producien- do con ello entre los miembros del Partido una pésima impresién so- bre la persona en cuestién y atizando dentro del Partido todo el odio que se le tiene al oportunismo con miras a una lucha contra ese ca- marada. Entonces, ocurre eso del refrain: “Del arbol caido todo el mundo hace lefia”, y el desco de venganza comienza a desarrollarse en algunas personas, las cuales denuncian todos los errores y defectos de dicho camarada infléndolos arbitrariamente hasta eri- gitlos en problemas de principio. Incluso recurren a puras patraiias y, basindose en conjeturas subjetivas y rumores completamente infun- dados, le imputan a tontas y a locas toda clase de culpas hasta con- vertirle la cabeza en una olla de grillos. Para colmo, una vez que han hecho esto, le prohiben al camarada que ha sido blanco de los ata- ques, defenderse en lo més minimo. Y si él se atreve a hacerlo, lo acusan de tratar intencionadamente de justificar sus errores y resis- tirse a reconocerlos a fondo, y lo vuelven a convertit en blanco de nuevos ataques. Le niegan el derecho de reservarse sus opiniones, aunque acate la decisién de la organizacin, asi como el derecho de apelar ante los niveles superiores, y le exigen, en cambio, que admita sus errores en el acto, Ahora bien, en caso de que la persona en cues- tidn reconozca, bajo coaccién, toda su culpabilidad, entonces dichos 214 LIU SHAOQI individuos ya no prestan mucha atencién a examinar si quedan resuel- tos 0 no los problemas ideolégicos y de principio. Por eso, en el Par- tido se han dado casos de camaradas que, al ser blanco de Ia lucha, reconocen mas errores de los que han cometido y, para mantenerse a salvo de los ataques, han preferido admitir todas las acusaciones que les hacen. Claro esta que a pesar de haberlo admitido todo, en el fondo ni ellos mismos comprenden de qué se trata, Esto demuestra que semejantes métodos de lucha no permiten cultivar en un comunista la tenacidad necesaria para perseverar en la verdad. Cuarto. Se confunden los métodos de la lucha interna del Partido con los de la lucha fuera de él. Algunos camaradas aplican mecani- camente los métodos de la lucha interna del Partido a las organizacio- nes de masas y entidades no pertenecientes al Partido, empleando di- chos métodos en luchas contra los cuadros no militantes del Partido y contra las masas, mientras que otros aplican los métodos propios para Ia lucha contra los enemigos y los elementos ajenos para atacat a los camatadas del Partido, metiendo en el mismo saco a unos y a otros. No titubean en sembrar la discordia y provocat la disensién por me- dio de intrigas y maquinaciones, y trasladan a la lucha interna del Partido métodos como la vigilancia, el arresto, el encarcelamiento y el enjuiciamiento. Por ejemplo, los errores ultraizquierdistas cometidos por algunos camaradas en el trabajo de contraespionaje se deben en su mayorfa a que no hicieron una estricta distincién entre la lucha interna del Partido y Ia lucha contra el enemigo y a que confundieron la lu- cha ideolégica dentro del Partido con cl trabajo de contraespionaje. Son frecuentes los casos en que los espfas del enemigo se ocultan en el Partido. Contra estos enemigos ocultos se debe huchar basindose en los hechos, ponerlos al descubierto y expulsarlos del Partido. Sin embargo, es totalmente distinto el caso en que los miembros del Par- tido han cometido errores, para lo cual se requiere una lucha de caric- ter educativo y establecer una clara linea de demarcacién entre uno y otro caso. Si bien existe una estrecha ligazén entre la lucha dentro del Partido y la lucha fuera de él, es preciso diferenciar sus respectivos métodos y formas. Hay también algunos camaradas (en rigor, éstos ya no pueden ser tratados como camaradas) que se apoyan abiertamente en fuerzas ex- ternas al Partido y las aprovechan en la lucha interna del Partido para extorsionar y amedrentar a éste. Por ejemplo, algunas personas, va- ligndose de sus Exitos en un trabajo parcial, de las tropas y armas bajo su mando, de su prestigio entre las masas 0 sus vinculos con alguno SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 215 que otro sector del frente Gnico, se lanzan en lucha contra el Partido y los organismos superiores, los conminan a aceptar sus demandas y opiniones, pretenden independizarse del Partido o se declaran inde- pendientes de éste. O hay quienes utilizan un periddico, revista o reuni6n fuera del Partido 0 incluso pertencciente a la burguesia o al enemigo para criticar al Partido y luchar contra sus organismos su- petiores y ciertos camaradas y cuadros. Este es, evidentemente, un error tan grave como el de quienes, abusando de la influencia que gjerce cl Partido, aplican medios coercitivos, dictan drdenes y oprimen a las masas de fuera del Partido y extorsionan a las personalidades no pertenecientes a las filas de éste. Tales personas luchan contra el Partido desde afuera, y por eso, aunque todavia ostentan el nombre de militante comunista, han abandonado por entero la posicién del Partido y se han convertido en sus adversatios. Quinto. Es plausible que muchos problemas surgidos en nuestro Partido se solucionen en reuniones 0 a través de ellas. Sin embargo, en las diversas organizaciones se celebran muchas reuniones sin pre- paracién ni previa investigacidn y estudio, en el curso de las cuales surgen con frecuencia muchas divergencias y controversias. Por otro lado, debido a que la conclusi6n de cada reunion esta invariablemente a cargo del participante mas responsable y, ademas, debido a que di- cha conclusién tiene categoria de resolucién, se presentan muchos in- convenientes. He notado que las controversias en algunas rcuniones terminan por obligar a hacer una conclusion al instructor politico, al secretatio de célula o a algiin otro camarada responsable. Pero su- cede que a veces éstos no tienen ningtin conocimiento de causa ni nin- guna idea clara de lo que esta en debate. Mas como estin apremiados por las circunstancias, tienen que sacar, a pesar de todo, una concha- sida, pues de lo contrario no estaran a la altura de su condicién de camarada responsable. De suerte que, al no quedarles mas remedio que sacatla, algunos de estos camaradas se desconciertan y, bafiados en sudor, la hacen atropelladamente. Pero como la conclusién equi- vale a una resoluci6n, los asuntos quedan decididos de acuerdo con ella, lo que légicamente dara lugar a numerosos errores. Otros ca- maradas, sin haber reunido elementos de juicio para decidir sobre un problema, no quieren revelar su incertidumbre ni el perfodo de tiempo que necesitan para meditar y estudiar o para solicitar instrucciones a los superiores, sino que, intentando salvar su prestigio y mantener su posicion, afirman con terquedad que estén seguros de si mismos y to- 216 LIU SHAOQI man a la ligera una decisién que con frecuencia resulta incorrecta. Esto también debe ser rectificado. Respecto a cualquier problema, todos nuestros camaradas deben “decir s6lo lo que saben y reconocer la ignorancia de lo que descono- cen” y no “fingit saber lo que ignoran”. Los problemas presentados en el Partido no se pueden resolver por medios arbitrarios. Todas las reuniones deben llegar a sus conclusiones; sin embargo, cuando se trata de asuntos sobre los cuales todavia no es dable tomar una decisién o de problemas atin dudosos y que estan por esclarecer, no se debe tomar una decisién a la ligera. Los asuntos sobre los que se debe tomar una decisién son aquéllos en los cuales uno tenga se- guridad. Aquéllos en los que uno no esté seguro conviene dejarlos para examinarlos de nuevo o para consultarlos con los organismos su- periores. La conclusion de una reunion no corre necesariamente a cargo del camarada mas responsable que participa en ella, sino de quien ha rendido el informe sobre el particular. Este hara la conclu- sién después de la discusién de su informe. Peto la conclusion de este camarada no equivale forzosamente a una resolucién, y la deci- sién de la reunién puede diferir de esta conclusion. Los fenédmenos arriba mencionados son algunas de las manifesta- ciones mas importantes de la lucha mecinica y excesiva que se efectiia dentro del Partido, Desde luego, lo que aqui he mencionado son los peores ejemplos y no se puede afirmar que ésta sea la practica generalizada que hemos observado y observamos en la lucha interna del Partido. No obstan- te, esos fendmenos existen realmente en la lucha interna del Partido, fendmenos que incluso prevalecieron durante un periodo determinado, llegando a ser la forma principal de esa lucha. €Qué consecuencias ha traido esta forma incorrecta e inadecuada de conducir la lucha interna del Partido? Ha producido en él las si- guientes consecuencias desastrosas: Primero. Ha fomentado el patriarcado dentro del Partido. Va- liéndose de esta forma de lucha interna del Partido, alguno que otro dirigente y organismo dirigente ejercen coercién sobre muchos miem- bros del Partido, a fin de que no se atrevan a hablar ni a criticar, creando asi en el Partido un ambiente propicio para la arbitrariedad de uno 0 unos pocos individuos. Segundo. Ha dado pabulo, por otra parte, a la tendencia ultra- democratica y al desarrollo del liberalismo en el Partido. En tiempos normales, muchos miembros del Partido no se atreven a hablar ni a SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 217 criticar, lo que da una impresin aparente de paz y unidad en el Par- tido. Sin embargo, basta que se torne imposible seguir disimulando las contradicciones y que la situaci6n se agrave y los errores queden a la luz del dia, para que se pongan a criticar ya luchar a diestro y si- niestro, credndose dentro del Partido antagonismos y divisiones or- ganicas muy dificiles de arreglar. Se trata justamente de una reac- cidn al patriarcado en el Partido. Tercero. Ha impedido la implantacién como es debido del cen- tralismo democratico en el Partido y ha condenado la vida democrati- ca en su seno a un estado de inconstancia, anormalidad o extremada insuficiencia. Cuarto. Ha entorpecido el despliegue del entusiasmo, la iniciativa y la capacidad creadora de los militantes del Partido, ha menoscabado su sentido de responsabilidad respecto al Partido y a su trabajo, y ha quitado a los camaradas su coraje para obrar activamente y con senti- do de responsabilidad, trabajar sin preocupacin alguna y poner en pleno juego su iniciativa creadora, llevandolos a un estado de apatia en el que no les interesa considerar y estudiar a conciencia los proble- mas y las circunstancias, acostumbrandolos a la rutina y a ir adonde va la gente. Quinto. Ha fomentado el sectarismo y la lucha fraccionaria sin principios en el Partido, dando otigen al temor a toda critica y lucha en el Partido y acostumbrando a algunos camaradas a la idea conser- vadora de “velar cada cual por su propia conducta” y de que “mejor ser mientras menos problemas haya”. Sexto, Les ha brindado a los trotskistas', espias y demas contra- rrevolucionatios mayores oportunidades para socavar al Partido y les ha dado a los contrarrevolucionarios mayores pretextos adicionalés en sus ataques contra el Partido. Los trotskistas y espias aprovechan especialmente las contradicciones en el seno del Partido y las formas incorrectas de lucha interna de éste para llevar a cabo sus actividades subversivas contra el Partido y ganarse a aquellos elementos que estin descontentos con él por haber sido objeto de ataques. Los contrarre- volucionarios, a su vez, aprovechando la lucha contra el oportunismo en el Partido, hacen propaganda y agitacion y ejercen su influencia so- bre los simpatizantes del Partido y los elementos inestables en el seno de éste para sembrar disensiones y resquebrajar su unidad y cohesion. Las nefastas consecuencias antedichas han sido una realidad en el Partido y todavia subsisten algunas de ellas, que atin quedan por eli- minat. 218 LIU SHAOQI Esta forma mecénica y excesiva en la conduccién de a lucha in- terna del Partido cred condiciones anormales en la vida interna del Partido durante ua periodo bastante largo y le caus6 grandes perjui- cios. Aunque ha sido rectificada en los organismos dirigentes supe- riores de nuestro Partido y ha dejado de ser una forma de lucha pre- dominante en todo el Partido, hasta la fecha todavia no se ha recti- ficado por entero, sino que persiste y sigue vigente de manera bastante generalizada y en mayor 0 menor medida en ciertas organizaciones de niveles intermedios ¢ inferiores o en alguna que otra organizacién Por esta raz6a, la vida de tales organizaciones sigue siendo anormal. Debemos sefialar seriamente esta desviacién, a fin de eliminarla to- talmente de todas nuestras organizaciones, asegurar que nuestros ca- maradas no vuelvan a repetir semejantes errores, librar de manera acertada y efectiva la lucha ideoldgica en el Partido ¢ impulsar el pro- greso de éste. IV. SOBRE LAS LUCHAS SIN PRINCIPIOS, DENTRO DEL PARTIDO Camaradas: Me detendré ahora en otra desviacién existente en la lucha interna del Partido, o sca, las luchas sin principios dentro del Partido, fenémeno particularmente generalizado y grave en el Partido chino. Cierto es que en partidos del extranjero se asiste a lo que se ha dado en llamar “movimiento de charlataneria”, pero pienso que la situacién no es tan grave como la que vivimos en el Partido chino. De modo que debemos esforzarnos por que los camaradas comprendan bien claro dicho fendmeno y adopten las medidas necesarias para en- frentarlo, pues de otra manera la unidad interna del Partido y su tra- bajo tropezarian con obstaculos demasiado grandes. EQué se entiende por disputas sin principios y huchas sin principios dentro del Partido? ‘A mi parecer, las siguientes disputas y luchas dentro del Partido no tienen ptincipios, es decir, estan apartadas de la posicién y princi- pios comunes que representan los intereses revolucionarios de nuestro Partido y del proletariado. Primero. Algunos camaradas no plantean los problemas ni libran las luchas contra otros desde la posicién del Partido 0 sobre Ia base de los intereses de todo el Partido, sino desde la posicién de los intereses SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 219 individuales o fraccionales. Esto significa que es incorrecta la posi- cién que toman ellos al realizar la lucha interna del Partido. Por consiguiente, también son incorrectos los puntos de vista que ellos sos- tienen al abordar los problemas y las politicas y métodos que adoptan para resolverlos. Favorecen 0 abogan por toda medida que les sea beneficiosa a ellos 0 a unas cuantas personas suyas; en cambio, si no les beneficia, se oponen a ella o la desaprueban; en cuanto a si es be- neficiosa 0 no al Partido y a la revolucién, no se preocupan por ello o lo relegan a un plano secundario y dependiente. Por tal raz6n, los pros y los contras que sopesan tales personas no estan regidos por los principios y estan apartados de los principios del Partido y la revolu- cién. En otras palabras, los principios a los que se atienen no son los del Partido ni los de la revoluci6n, sino los de sus intereses personales. Si cada uno toma la defensa de los intereses personales como su prin- cipio, entonces sus intereses y ptincipios chocaran inevitablemente con los de otros ¢ irremediablemente se produciran luchas entre unos y otros. Por ejemplo, las querellas y luchas surgidas entre algunos de uste- des por otdenanzas, caballos, alimentos, ropas, tratamiento médico y promocidn, entran en la categoria de los problemas personales y sin principios. Estos camatadas no plantean un principio general acerca de como distribuir los ordenanzas, caballos, alimentos, ropas asi como. los servicios médicos en interés del Partido y de todos para que el Partido o el Instituto lo adopte, sino que hacen preguntas como éstas: éPor qué no me dan un ordenanza y un caballo? ¢Por qué no me dan tratamiento médico? ¢Por qué no me promueven? ¢Por qué no me dan mejores alimentos y ropas? Al hacer cualquier cosa, toman el “yo” como centro y parten de la posicién personal del “yo”, dando asi otigen a disputas y luchas dentro del Partido. Con tal que ellos mismos queden satisfechos, dejan de preocuparse del problema por més irracionalmente que se haga la distribucién. Este es un tipo de lucha sin principios. Pongamos otro cjemplo: la lucha que estan Hevando a cabo los camaradas contra el despilfatro. Algunos camaradas luchan contra el despilfarro partiendo de los intereses y la posicin del Partido, y por eso enumeran diversos fenémenos de despilfarro, contrarios al princi- pio de austeridad, para criticarlos y, ademas, formulan sugerencias acerca de la practica de economias a fin de que el Partido las adopte. Esto es correcto. No obstante, hay camaradas que no lo hacen par- tiendo de los intereses y Ia posicin del Partido, y por eso hacen pre- 220 LIU SHAOQI guntas como éstas: Ya que fulano ha malgastado tanto dinero, menga- no disfruta de tan buena comida, zutano tiene tan buena ropa, y peren- gano tiene lo otro ...., épor qué yo no puedo gozar de comida y ropa igual y gastar igual cantidad de dinero? ¢Acaso no tengo una larga trayectoria revolucionaria 0 no he rendido servicios meritorios al Par- tido? En consecuencia, se levantan y luchan bajo la consigna de com- batir el despilfarro. El motivo de su lucha no es otro que el de no haber tenido ocasién de despilfarrar como lo han hecho otros. Esto también es un tipo de lucha sin principios Pongamos otro ejemplo mds. En el Este de Anhui, hubo una ocasi6n en que se estipuld el pago de modestos sueldos a los funciona- rios gubernamentales, Entonces, algunos camaradas pidicron pasar a trabajar a los organismos gubernamentales con el fin de ganar tam- bién esos sueldos. Al ser rechazada su peticidn, se levantaron en lu- cha bajo la consigna de oponerse al pago de sueldos a los funcionarios gubernamentales. Con esto no estaban planteando ni discutiendo en base a los principios el problema de cémo reglamentar las condiciones de vida de los funcionarios gubernamentales. Este también es un ti- po de lucha sin principios. Segundo. Algunos camaradas provocan disputas y libran luchas dentro del Partido no con el objetivo de manejar bien los asuntos par- tidarios, sino con el de echarlos a perder, 0 con otros propésitos. El objetivo que persiguen es incorrecto. Se trata también de un tipo de lucha sin principios. Por ejemplo, algunos camaradas, con el fin de lucirse, lograr mejor posicién personal, salvar su prestigio individual incluso para vengarse desahogando sus rencores personales, provocan en el Partido disputas y libran luchas contra otros trastornindoles su trabajo y sus planes, perturbando el orden del Partido, socavando su unidad interna y echando al olvido las circunstancias y condiciones en que se halla el Partido. Este también es un tipo de lucha sin prin- cipios. Tercero, Algunos camaradas no plantean los problemas sobre la base de los principios para que el Partido adopte o rechace algo, sino que lo hacen y libran luchas partiendo simplemente de sus sentimien- tos personales, su alegria o su furia, Injurian a la gente y desahogan sus rencores personales, dando libre curso a su satisfaccién momen- tanea, Este también es un tipo de lucha sin principios. Por otra parte, hay camaradas que, por falta de experiencia o por su bajo nivel tedrico, no son capaces de plantear y discutir problemas sobre la base de los principios sino que provocan disputas irreconciliables con otros SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 225 la polémica, pues esto obstaculizarfa la marcha del trabajo y perjudi- catia la unidad. He ofdlo decir a un camarada que siempre que los postulados po- liticos de uno sean “corrects”, no importa que se equivoque un poco respecto a lo organizativo en la lucha interna del Partido, pues se tra ta de algo de importancia secundaria. Considera, por tanto, que en la lucha interna del Partido no hay inconveniente en echar mano de diversos medios incompatibles con la disciplina organizativa para lu- char contra la otra parte. Su afirmacién y sus puntos de vista son evidentemente erréneos. Al considerar como dos cosas opuestas la linea politica correcta y la linea organizativa correcta, ignora que per- turbar el orden interno del Partido y su organizacin constituye el mas grave de los errores de principio, y que, particularmente en las cir cunstancias de hoy, el hecho de perjudicar y socavar la cohesién y la unidad del Partido significa prestar la mayor ayuda al enemigo, hacer el mayor dao a los intereses de la lucha del Partido y del proletaria- do y cometer un error atin mas grave que ningtin otro error de princi- pio. Aqui, entre muchos problemas de principio, nuestros camaradas deben saber comparar y distinguir la importancia que reviste cada uno de ellos para los intereses del Partido en el momento dado y luego, segiin la regla de la subordinacién de los principios de menor impor- tancia a los de mayor importancia y de los intereses parciales a los ge- nerales, decidir cuales son los problemas de principio en que deben ceder temporalmente en lugar de mantenerse intransigentes y cudles son los problemas en que deben hacer lo contratio. Para mantener la cohesion y la unidad del Partido, a veces debemos transigit temporal- mente con los camatadas del Partido que sostienen otras opiniones inchuso en torno a ciertos problemas de principio siempre que no sean de mayor importancia o de imperiosa necesidad, absteniéndonos por el momento de plantear y discutir estos problemas para concentrarnos en los problemas mas importantes y mas urgentes en un momento da- do. No sc trata, desde luego, de una conciliacion de principio ni de tuna linea intermedia, sino de una transigencia en las acciones practicas y de un acatamiento a la decision de la mayoria, Hasta aqui el problema sobre las luchas sin principios dentro del Partido. Ahora bien, éde dénde provienen las Iuchas sin principios y la hu- cha mecinica y excesiva dentro del Partido? y édénde esta su origen? Su origen esta en lo siguiente: 226 LIU SHAOQI Primero, El nivel tedrico de los camaradas del Partido es en ge- neral muy bajo y su experiencia en muchos aspectos es insuficiente. Fl Partido en su conjunto permanecié durante largo tiempo sin un lider bien formado ni un centro bien articulado, y semejante situacion exis- te hasta hoy a nivel local en muchas partes. Segundo. En el Partido hay numerosos elementos pequefiobur- gueses. Su precipitacién y fanatismo asi como el espiritu vengativo del campesinado pequeioburgués dejan frecuentes huellas en la lucha interna del Partido. Tercero. El Partido carece de una vida democritica normal. No se ha implantado la practica de discutir objetivamente los problemas entre los camaradas. En cambio, la practica de juzgar y resolver los problemas de manera subjetiva y arbitraria atin se manifiesta grave- mente. Cuarto. En el Partido se han infiltrado arribistas y una parte de los camaradas del Partido tienen mentalidad oportunista. Para de- mostrar su condicién de “bolcheviques”, suclen mostrarse deliberada- mente un poco mas “izquierdistas” de lo debido, creyendo que es me- jor la “izquierda” que la derecha, 0 lo hacen para atacar a otros y encumbrarse a si mismos, Quinto. En el Partido se han infiltrado trotskistas, espias y de- més contrarrevolucionarios, quienes aprovechan la lucha interna del Partido para socavarlo. Los agentes trotskistas suelen atacar deli- beradamente a ciertos camaradas al abrigo de la bandera del Partido. Luego, uno de ellos se presenta a reclutar a estos camaradas atacados, incorporéndolos a la organizacién trotskista. Tales son los origenes de las antedichas desviaciones que se advier- ten en la lucha interna del Partido. A partir de su fundacién, nuestro Partido ha venido practicando rigurosamente la autocritica y la Incha interna, lo que es totalmente necesario y muy conveniente. Muchas de las luchas libradas en el seno del Partido han sido correctas y adecuadas. Es por esto que, en numerosas ocasiones de su lucha interna, nuestro Partido ha logrado éxitos y ha elevado en cierta medida su nivel tedrico. Es innegable que esta critica y esta lucha interna constituyen la fuerza motriz que promueve el progreso de nuestro Partido. Sin ellas, éste no puede arreglirselas. No obstante, es igualmente innegable que en el prolon- gado curso de su desarrollo hist6tico y en sus luchas internas del pa- sado se han observado diversas desviaciones y errores tipicos como los que hemos mencionado, y muchas de las Itichas internas del Partido SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 27 han sido realizadas de manera incorrecta. Esto nos ha costado caro en Ia lucha interna del Partido, Hoy debemos prestar seria atencién a cémo sacar las debidas lecciones de los errores pasados para evitar su repeticidn en el futuro, a cémo velar por que el alto precio del pas do no lo hayamos pagado en vano y a cmo estudiar las lecciones hi toricas de la lucha interna del Partido para que éste haga grandes progresos. El obtener mayores éxitos en la lucha interna del Partido y un mayor progreso de éste a un precio mas bajo y a costa de menos suftimientos sera de aqui en adelante nuestra Iinea de conducta en la lucha interna del Partido, linea que debemos fijar hoy en el curso del estudio de las lecciones historicas de la lucha interna del Partido chi- no. Esto nos impone la necesidad de rectificar cabalmente las diver- sas desviaciones y errores que han existido hasta la fecha en Ia lucha interna del Partido y evar adelante esta lucha de manera efectiva y apropiada. V. ¢COMO SOSTENER LA LUCHA INTERNA. DEL PARTIDO? Camaradas: Ahora esté muy claro el problema que se nos presenta: se trata de cémo sostener de manera acertada y apropiada la lucha in- terna del Partido. En lo que atafie a este problema, el Partido Comunista de la Unién Soviética y los Partidos de otros paises han acumulado una rica experiencia y lo mismo puede decirse del Partido chino. A este res- pecto, Lenin y Stalin impartieron numerosas instrucciones y lo ha he- cho también el Comité Central de nuestro Partido. Los camaradas deben estudiar minuciosamente estas experiencias ¢ instrucciones. Co- mo se hablara de esto en las clases sobre la construccién del Partido, hoy no voy a abordar el tema y solo me limitaré a dar las siguientes opiniones respecto de las experiencias del Partido chino en su lucha interna, para que los camaradas las tomen como punto de referencia. Primero. Antes que nada, los camaradas deben comprender que la lucha interna del Partido constituye una tarea que no debemos ¢je- cutar en forma atropellada, sino con la actitud més seria y mas respon- sable, una tarca que debemos ¢jecutar partiendo, primero que todo, de la correcta posicién del Partido, de la desinteresada posicién de quien trabaja por los intereses del Partido y los progresos del trabajo y trata de ayudar a otros camaradas a corregir sus errores y esclarecer los 228 LIU SHAOQI problemas, una tarea que debemos ejecutar comenzando por poner en claro las cosas nosotros mismos, esclarecer los problemas y realizar in- vestigaciones y estudios sistematicos, y todo ello de manera bien or- ganizada, dirigida y preparada, Los camaradas deben comprender que solo el que esté en una po- sicién justa podra rectificat la posicién incortecta de otra gente y que sélo el que se conduzca con toda rectitud podra rectificar la practica malsana de otra gente. Esto es como reza un antiguo proverbio: “Rectificate tii mismo antes de rectificar a los demas.” Sélo quien permanezca libre de vacilaciones podra ayudar a su- perar la vacilacién de los otros. Sélo quien posea principios y teorias correctos podra vencer los incorrectos de otra gente. Sélo quien tenga claridad sobre los problemas de principio podra sacar a los demés de la confusin, Antes de poder oftecer una mayor ayuda a otros camaradas y al Partido, uno debe disponer de gran can- tidad de datos de la realidad y estudiar sistematicamente los proble- mas relacionados con la misma. El camarada que no proceda de este modo, que no parta primera- mente de una posicidn correcta, que no domine los principios correctos, que no observe las circunstancias objetivas a la luz de los principios ni estudie los problemas sistematicamente, 0 que adolezca aunque sca de algunos defectos aislados y no tenga en claro los problemas aunque sea en algunos aspectos, no podra vencer lo incorrecto de los demas en la lucha interna del Partido. Si, a pesar de todo, él insiste temeraria- mente en Ilevar adelante la lucha, sera posible que se deslice por un camino err6neo. Unicamente los hechos fehacientes y objetivos, la experiencia con- firmada en la practica y la verdad son capaces de vencerlo todo. Al practicar la autocritica y la lucha interna del Partido, nuestro deseo no es debilitar la organizaci6n y la unidad del Partido, relajar su disciplina, socavar su prestigio y obstaculizar la marcha de su tra- bajo, sino, al contrario, con la finalidad de fortalecer la organizacion y la unidad del Partido, reforzar su disciplina, elevar su prestigio ¢ impulsar la marcha de su trabajo. Por consiguiente, no es admisible que la lucha interna del Partido se desarrolle a la deriva y desemboque en el ultrademocratismo. No se puede permitir en el Partido ni la subsistencia del patriarcalismo ni el surgimiento del ultrademocratis- mo, pues el uno y el otro son los dos extremos de una vida anormal en el seno del Partido, SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 229 Debemos sostener la lucha interna del Partido con una actitud de maxima responsabilidad ante éste y la revolucin, Segundo. Los camaradas deben comprender que la lucha interna del Partido es, en lo fundamental, una lucha y un antagonismo entre diferentes ideologias y principios. Es del todo indispensable trazar una clara linea entre las distintas ideologias y principios. No obstan- te, en lo organizativo, en lo que se refiere a las formas de lucha y a la manera de hablar y criticar, se debe evitar, hasta donde sea posible, el antagonismo y adoptar formas moderadas, consultando y discutien- do. Hay que abstenerse dentro de lo posible de recurrit a medidas organizativas y dar apreciaciones definitivas de carcter orginico. Siempre que se pueda, es necesario tomar una actitud franca y sincera y dedicar los maximos esfuerzos a la educacién mediante ejemplos po- sitivos para llegar a una identidad en lo ideol6gico y en los principios. No se puede adoptar formas de lucha antagénicas y medidas organi- zativas sino cuando no haya otra alternativa y en casos de tiltima ne- cesidad. Las organizaciones del Partido a todos los niveles tienen, dentro de los limites de lo conveniente, la atribucién de dar aprecia- ciones definitivas de caracter orgdnico sobre cualquier militante que insista en sus errores, y es del todo necesaria, bajo determinadas cir- cunstancias, la aplicacidn de la disciplina del Partido y la adopcién de las medidas organizativas. No obstante, tales medidas no se deben tomar a la ligera ni de manera abusiva. No es aplicando simplemen- te muchas sanciones organizativas contra camaradas como se podra fortalecer la disciplina del Partido. El mantenimiento de la disciplina y la unidad del Partido no depende de las sanciones como medio prin- cipal (si ése fuera el caso, el Partido se hallaria en crisis), sino de una verdadera unanimidad del Partido en lo ideolégico y en los principios y de la conciencia politica de la gran mayorfa de sus militantes. Con tal que leguemos a esclarecer los problemas en lo ideolégico y en los ptincipios, sera muy facil, en caso necesatio, dar una apteciacién de- finitiva de caracter orginico. Apenas nos hard falta un minuto para tomar la decisin de expulsar del Partido a ciertos camaradas o para que ellos anuncien su retiro voluntatio de las filas del Partido. El aferramiento de los camaradas a sus ideas y principios, el an- tagonismo y la controversia entre ellos a este respecto, no deben ser motivo para que no se subordinen a la organizacion del Partido, a la mayoria y a las instancias superiores; de otra manera, no habrfa uni- dad en el Partido ni identidad en la accién. Los camaradas, aunque persistan en opiniones propias en torno a los principios, de ningtin 230 LIU SHAOQI modo deben contraponerse al Partido, desobedecer a la mayoria 0 a las instancias superiores en lo organizativo y actuar a su libre albedrio, pues estarian infringiendo la disciplina fundamental del Partido. Antagonismo en los principios y en lo ideolégico y maximo esfuer- zo por evitar el antagonismo en lo organizativo y en lo que se refiere a las formas de trabajo: tal es el método correcto que debemos adop- tar en la lucha interna del Partido. Muchos camaradas cometen erro- res precisamente porque, por una parte, no tienen una clara idea del antagonismo y la divergencia que existen entre ellos respecto a lo ideoldgico y a los principios y, por la otra, en lo organizativo y en lo que se tefiere a las formas de lucha, se enfrentan unos a otros como si los separara un acérrimo antagonismo y luchan entre si creando un alboroto de todos los diablos, rifiendo con el rostro encendido, insul- tandose los unos a los otros y llegando hasta tal punto que no pueden verse ni en pintura y entonces entre ellos se desarrolla un profundo odio, todo ello sin que mantengan ninguna clata divergencia en los principios y en lo ideolégico. Tercero. Las criticas dirigidas a la organizacién del Partido, a los camaradas y al trabajo deben ser apropiadas y mesuradas. A la cti- tica bolchevique le corresponde un rasero bolchevique. Es incorrecta toda critica excesiva, toda exageracién de los errores ajenos y toda practica de colocar abusivamente etiquetas. No es que cuanto mas enconada sea la lucha interna del Partido tanto mejor sea, sino que es preciso someterla a los limites de lo conveniente y procurar que todo se haga con propiedad. Son inadmisibles tanto él “exceso” como la “insuficiencia”. ‘Al sefialat y criticar los errores ajenos, hay que aptehender lo que haya de esencial y dar una explicacién clara y sistematica a los pro- blemas mas importantes; slo asi ser posible resolver los problemas. No deben reunirse al azar numerosas minucias para demostrar los erro- res de otra gente ni juntarse elementos de juicio inseguros para una simple denuncia, y as{ asunto concluido, pues este modo de proceder llevaria a pensar a otros que deliberadamente les estan buscando erro- tes, que los estan atacando y perjudicando. Al apreciar o criticar a un camarada, ustedes no deben sefialar solo sus defectos y errores considerando a éstos como elementos que configuran toda su persona, sino que deben sefalar también sus éxi- tos, sus méritos, sus puntos fuertes y sus opiniones correctas. Aun en el supuesto de que sus opiniones no sean correctas mas que en un solo punto 0 en una sola parte, lo que tiene de correcto deben seftalarlo en SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 23) vez de pasarlo por alto. Sélo asi podrin dar al camarada en cuestin una apreciacion y una critica equilibradas, ayudarlo a progresar y ha- cerle reconocer sinceramente la raz6n que les asiste. Critica apropiada, actitud apropiada y formas de trabajo apropia~ das asi como oposicién tanto al “exceso” como a la “insuficiencia”: tal es el método que debemos adoptar en la lucha interna del Partido. Cuarto. Por regla general, es necesario dejar de efectuar reuniones de lucha tanto dentro como fuera del Partido. Hay que sefialar los diversos defectos y errores a través de la sintesis de las experiencias y el examen del trabajo realizado. Es imperativo comenzar por el “asunto” y sdlo después pasar a la “persona”. Hay que empezar poniendo en claro los hechos, los problemas y el caracter, el grado de gravedad y las causas de los errores y defectos antes de pasar a sefia- lar sus responsables, distinguiendo entre los principales y los secun- darios, en lugar de exigir responsabilidades de buenas a primeras. Siempre que un camarada que ha cometido un error no lo haya hecho deliberadamente y esté cayendo de veras en la cuenta de su error y corrigiéndolo, debemos recibirlo con los brazos abiertos en vez de ser demasiado exigentes con él. Nuestra politica en la lucha interna del Partido no es la de atacar a los cuadros y camaradas ni la de asestarles golpes o petjudicatlos. Esta seria, en esencia, igual a la politica de latigo y a la de opresion que adoptan las clases explotadoras pata con los trabajadores. La nuestra es la politica de ayuda y critica mutuas entre los camaradas. En cuanto a los camaradas que son particularmente revoltosos ¢ infringen con frecuencia las decisiones, la disciplina y la moral comu- nista y que no se dejan convencer en los problemas de principio, no es del todo inadmisible, ¢ incluso es a veces indispensable, efectuar una vista de causa contra ellos con un espiritu de camaraderia. Pero no esta bien generalizarla. Quinto. Hay que brindar toda oportunidad posible de apelacién a los camaradas que hayan sido ctiticados o hayan sido objeto de san- ciones. Antes de hacer una apreciacién o dar una conclusién definiti- va de caracter orginico acerca de la linea de conducta de un camara- da, generalmente hay que avisarlo a fin de que la conclusién se dé en su presencia. $i no esta de acuerdo con la conclusion, puede apelar a los organismos superiores después de un debate (aun en el caso de que cl camarada en cuestin no esté de acuerdo con la sancién y no quicra apelar a los organismos superiores, la organizacin del Partido debe hacerlo en su lugat). Ninguna organizacién puede prohibit a ningun 232 LIU SHAOQI camarada que haya sido objeto de sanciones presentar apelacién. No se puede privar a ningiin miembro del Partido de su derecho de ape- lacién. Ninguna organizacién del Partido tiene derecho a detener cartas de apelacién, En cuanto a los problemas ideologicos o de prin- cipio, los militantes pueden apelar directamente, por encima de las instancias intermedias, a un comité superior 0 al Comité Central del Partido. Desde luego, los camaradas apelantes deben exponer ex- haustivamente en la base sus opiniones y razones, sefalar en qué con- sisten las objeciones, y apelar después de dejar en claro todo esto. No deben permanecer callados en la base pero hablar a diestro y siniestro ante la direccién de los niveles superiores en un intento de engafiarla y sacar provecho con cada oportunidad que se les presente. Una vez presentada la apelacion, la decisién ya es incumbencia de la direccién del nivel superior. Los comités supetiores pueden anular, atenuar o aumentar la sancién impuesta a un camarada por un comité del Par- tido del nivel inferior. En los problemas ideolégicos y de principio, si no se puede llegar aun acuerdo final en el seno del Partido aun después de discutirlos, se puede tomar una decisién con la aprobacién de la mayoria. Hecho esto, si los camaradas de la minorfa tienen todavia opiniones div gentes, les asiste el derecho de reservirselas, pero sin perjuicio de su sometimiento absoluto a la mayoria en lo organizativo y en la accion. Cuando un determinado ntimero de comités del Partido de niveles inferiores o de camaradas de base pidan a un comité del Partido u organismo ditigente de nivel superior que cclebre rcuniones oportunas para revisar el trabajo, éste debe hacerlo, siempre que sca posible. Sexto, Debe haber una clara linea de demarcacién y a la vez una determinada ligazén entre la lucha interna del Partido y Ia que se libra fuera de él. No deben aplicarse fuera del Partido las formas propias de la lucha interna de éste ni tampoco proceder a la inversa, y atin menos aprovechar fuerzas y condiciones existentes fuera del Partido para luchar contra éste 0 intimidarlo. Todos los militantes deben tener gran cuidado y mantenerse altamente vigilantes para im- pedir que los trotskistas, espias y demas contrarrevolucionarios camu- flados aprovechen las contradicciones existentes dentro del Partido y su lucha interna para llevar a cabo su labor de zapa contra el mismo. En la lucha interna del Partido, todos los militantes deben guardarse de ser utilizados por estos elementos. Y esto sélo es posible si obser- van rigurosamente la disciplina y efecttian de manera acertada la lu- cha interna del Partido. SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO 33, En el seno del Partido, sdlo se permiten la lucha dentro de los li- mites reglamentarios y la lucha ideologica, Es inadmisible toda for- ma de lucha que infrinja los Estatutos y la disciplina del Partido. Séptimo. Hay que prohibir toda disputa sin principios en el Parti- do, Para tal efecto es necesario adoptar las siguientes medidas: 1) Todo militante que tenga quejas contra tal o cual organismo dirigente y organizacién del Partido, slo podra plantearlas o hacer sus criticas ante las organizaciones del Partido que tengan la incum- bencia correspondiente, sin que se le permita andar con chismes entre las masas. 2) Todo militante que tenga quejas contra otro militante o contra algin dirigente del Partido, solo podra hacer criticas cara a cara o dentro de los marcos de determinadas organizaciones, sin que se le permita murmurar a su albedrio. 3) Todo militante 0 comité del Partido de nivel inferior que ten- ga quejas contra algtin comité del Partido de nivel superior, sdlo po- dra plantearsclas a él, o peditle que celebre reuniones pata examinar el problema o denunciarlo ante un comité del Partido de un nivel atin mAs alto, sin que se le permita andar con murmuraciones ni poner estas qucjas en el conocimiento de las organizaciones de nivel ain mas bajo. 4) Todo militante que haya descubierto en otro militante algin comportamiento indigno o perjudicial para los intereses del Partido debe informar de ello a las correspondientes organizaciones del Par- tido en vez de ocultar la verdad o amparar a la persona en cuestin a cambio de igual trato. 5) ‘Todo militante debe promover el espiritu de rectitud y prictica honrada y combatir las tendencias malsanas y toda ane © accién indigna. Debe reprochar severamente a aquellos militantes que gustan de andar con chismes, difundir noticias infundadas, inda- gar sobre secretos ajenos ¢ hilvanar patrafias. Los organismos diri- gentes del Partido deben prohibit en cualquier momento la discusién de determinados problemas entre los militantes. 6) Los organismos dirigentes de los distintos niveles deben Ila- mar la atencién, cuando sea necesatio, a los camaradas aficionados a los chismes y a las disputas sin principios a fin de rectificar su erronea conducta, darles advertencias o imponerles sanciones, 7), Los comités del Partido de todas las instancias deben respetar las opiniones de todos los militantes y convocar con frecuencia reunio- nes para discutir los problemas y examinar el trabajo, brindando asi 234 LIU SHAOQI a los militantes oportunidades para dar a conocer plenamente sus ideas. En cuanto a las disputas sin principios, deben ser prohibidas en términos generales, No hay que tratar de distinguir quiénes tienen razon y quienes no, pues siendo disputas sin principios, es imposible hacerlo. Al resolver las disputas sin principios existentes entre los cama- radas, de ningiin modo debemos hacerlo atacando simplemente el pro- blema en si mismo, sino examinando y sintetizando el trabajo del In- gar dado y formular, desde el punto de vista de los principios y en términos positivos, nuestras tareas, la orientacién de nuestro trabajo, nuestra linea y nuestros planes para el periodo venidero. Es en el curso de sintetizar el trabajo, plantear las tareas y trazar la orienta- cin, la linea y los planes, cuando nos conviene criticar las opiniones incorrectas de ciertos camaradas y luego pedir a todos los camaradas que den sus ideas al respecto, Si los camaradas manticnen todavia opiniones diferentes, entonces la controversia habra pasado ya al plano de los principios, es decir, habra sido sacada del plano de una disputa sin principios entre camaradas para pasar al plano de una controversia sobre un problema de principio. En cambio, si ellos ya no tienen opiniones diferentes en materia de principios, se puede exigir que, en torno a esas tareas y esa orientacién ya establecidas de comuin acuerdo, se unan todos los camaradas para Iuchar de consuno por el cumpli- miento de las mismas. En cuanto a los demas problemas, que son problemas sin principios, podemos exigir a los camaradas que los de- jen de lado. En fin de cuentas, debemos resolver las disputas sin principios a través de la sintesis de las experiencias del trabajo an- terior, del cumplimiento de las tareas presentes y de la promocién del trabajo actual; de otra manera, setia imposible darles solucién. De ningiin modo debemos resolver las disputas sin principios adoptando una actitud de juez, pues procediendo asi seria imposible ivegae y te- solverlas. Un juicio inapropiado le valdria a quien juzgue el resen- timiento de ambas partes, y las dispar quedarian en pie como antes. En general, no se deben plantear para la discusion problemas ta- les como la falta de confianza que tiene fulano en mengano y cierta sospecha que inspira todavia este camarada a aquel otro, pues seme- jante discusion no tractia ningtin provecho, Slo en medio del tra- bajo, la lucha y la practica sera posible resolver estos problemas y demostrar quién es confiable y de quién no se debe sospechar. SOBRE LA LUCHA INTERNA DEL PARTIDO, 235 En caso de que tal o cual camarada libre una lucha de principio en la que estén mezclados algunos elementos de lucha sin principios, debemos poner énfasis en discutir con él solamente los problemas de principio, en vez de hacerlo con los problemas sin principios, pues de otra manera se verian eclipsados los problemas de principio. Si un camarada lleva a cabo una lucha sin principios al socaire de una lucha de principios, debemos, por una parte, sefialar lo que tiene de correcto en materia de principios, en lugar de “descalificar una opinidn simplemente porque la sostiene fulano”, pero, al mismo tiem- po, debemos indicar en forma adecuada lo incorrecto de su posicion y de los medios a que recurre, a fin de evitar que una lucha de principios sea llevada al terreno de una lucha sin principios. En resumen, la lucha interna del Partido supone, en lo fundamen- tal, divergencias y luchas en lo ideolégico y en materia de principios. Dentro del Partido, todo debe someterse a la raz6n, todo debe ra- zonarse con claridad y todo debe tener explicaciones razonables; cual- quier otra cosa es inadmisible, Una vez aclaradas las razones, todo sera posible y facil de hacer, Debemos generalizar en el Partido la practica de tazonat. FI critetio pata juzgat si cs cortecto 0 etréneo un argumento lo constituyen los intereses de la lucha del Partido y del proletariado, la subordinacién de los intereses de la parte a los del todo y la de los intereses temporales a los de largo alcance. Sera co- rrecto todo argumento u opinién que favorezca a la lucha del Partido y del proletariado y a los intereses de largo alcance de la lucha de todo el Partido y del proletariado, y sera incorrecto todo lo contrario. Toda lucha que no pueda razonarse o que no se pueda explicar con razones es una lucha sin principios. Es incorrecto el rechazo al ra- zonamiento o la ambigiiedad en el razonamiento, pues semejante acti- tud no contribuye a sacar una conclusién correcta ni a resolver defini- tivamente los problemas, Si aun después de haberse aclarado las razones no se logra la unanimidad, se verd claramente quién esta ac- tuando en contra de los intereses de la lucha del Partido y del prole- tatiado y entonces se presentara la necesidad de dar una apreciacion definitiva de carécter orginico sobre la linea de conducta de los ca- maradas que se obstinen en sus errores y sera facil resolver los pro- blemas. Para esclarecer las razones, y para que esto sea posible, es in- dispensable la democracia interna del Partido y la discusién serena entre camaradas. Y cs indispensable, con mayor raz6n, que los ca- maradas estudien con espititu abierto, eleven su nivel tedrico, estén al tanto de las circunstancias, realicen investigaciones para aclarar los 236 LIU SHAOQI hechos y examinen minuciosamente los problemas, De ningdin modo contribuyen al esclarecimiento de las razones la negligencia, el subjetivismo, el hablar como un papagayo, el estar divorciado de la realidad y la renuencia a realizar investigaciones para tener en claro os hechos. El que no entra en razones 0 no las esclarece no puede recurrir a otro medio que a la arbitrariedad, a los medios coercitivos y al poder encomendado por la organizacion c incluso al engafto. De este modo, la democracia interna del Partido atin menos seria necesa- ria, pues ella sirve precisamente para que todos actiien al unfsono des- pués de haber esclarecido las razones. ‘Aqui, cuando hablamos de razones, no nos referimos, desde luego, a arguments vacuos, veridicos en apariencia pero falsos en el fondo, sino a argumentos efectivos y veraces, confirmados en la practica. A ciertos intelectuales les gusta andar con argumentos vacuos y forzados. Pueden pronunciar, sin basdrse en los hechos, un prolijo discurso co- mentando desde lo que esta en la tierra hasta lo que esta en el cic~ loSe trata de palabrerfas y un cliché del Partido, que sélo acarrean dafios y no traen provecho al Partido ni a la revolucidn, Por lo tanto, al promover la prictica de razonar, se debe combatir la palabreria y el cliché del Partido y abrir camino a las razones objetivas y materia- listas que parten de la realidad y sitven a la practica. He aqui el cardcter materialista de nuestra teoria. ‘Todo debe someterse a razones. Es inadmisible no hacerlo, y lo es también razonar de manera errénea y lo es atin més entregarse a la palabrerfa. Por supuesto, esto oftece cierta dificultad; no obstante, slo procediendo de este modo puede uno estar a la altura de un bol- chevique. Los bolcheviques entienden de razones y se someten a ellas; son defensores de la verdad, hombres dispuestos a dialogar razonando con los demés en una actitud serena, y no camorristas que actiian con ar- bitrariedad y rechazan todo razonamiento. Camaradas: hasta aqui lo que querfa decir acerca de algunos mé- todos de la realizacin de la lucha interna del Partido. Nuestros camaradas deben emplear estos métodos para levar a cabo la lucha interna en el Partido, combatir las diversas tendencias cerrdneas dentro de él y comprobar el espiritu de partido de cada miem- bro y, particularmente, de cada cuadro. Debemos esforzarnos por que Auestro Partido se fortalezca atin mas en lo ideolégico y en lo or- ganizativo: he aqui nuestro objetivo.

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