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PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA

BLANCA

MASA

Me morir en Pars con aguacero,


un da del cual tengo ya el recuerdo.
Me morir en Pars -y no me corrotal vez un jueves, como es hoy, de otoo.

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia l un
hombre
y le dijo: No mueras, te amo tanto!
Pero el cadver ay! sigui muriendo.

Jueves ser, porque hoy, jueves, que proso


estos versos, los hmeros me he puesto
a la mala y, jams como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

Se le acercaron dos y repitironle:


No nos dejes! Valor! Vuelve a la vida!
Pero el cadver ay! sigui muriendo.

Csar Vallejo ha muerto, le pegaban


todos sin que l les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
tambin con una soga; son testigos
los das jueves y los huesos hmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

Acudieron a l veinte, cien, mil, quinientos


mil,
clamando Tanto amor y no poder nada
contra la muerte!
Pero el cadver ay! sigui muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego comn: Qudate hermano!
Pero el cadver ay! sigui muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadver triste,
emocionado;
incorporse lentamente,
abraz al primer hombre; echse a andar...

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