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LE CORBUSIER EL MODULSR ENSAYO SOBRE UNA MEDIDA ARMONICA A LA ESCALA HUMANA APLICABLE UNIVERSALMENTE : A LA ARQUITECTURA YA © LA MECANICA snaurarune DITORIAL POSEIDON BUENOS AIRES Adquiridos los derechos exclusives para la edicién en castellano Queda hecho el depdsito que previene la ley argentina n? 11.723. © Copyright 1953 by Editorial Poseidon, SR 1 Perit 973, Fuenos Aires, Titulo del original: “LE MODULOR’ Traduceién por Rosanio Vina Primera edielén: 1953 Segunda edicién: 1961 % CONTENIDO ADvERTENCIA FRIMERA PARTE AMBIENTE, MEDIO, CIRGUNSTANCIAS Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACION Capireio 1 — Predaputo apiruLo 2—Cnonowocia Cariruio 3— Marestinica? SEGUNDA PARTE Reaupapes pedcricas Capituio 4—SiTvacton peL MOpULOR EN 10s TIEMPOS PRESENTES Capireio 5~ PRIMEROS EEMPLOS DE APLICACION Carirvio 6 — MPLE UTENSILIG TERCERA PARTE Avénpice, Capieio 7 ~CoaPnoBacioNEs MATERIALES ¥ CODA Capiruto 8 ~ AFLUYEN Los DOCUMENTOS ¥ LA INFORMACION. Los USUA- IOS TUENEN LA PALABRA 4 EL cuadro de valores numéricos de El Modulor esti eu pix. 78. 13 2 or ug 163 ADVERTENCIA 1" La palabra “Arquitectava™ significa aqui: EI arte de construir casas, palactos toniples, barcos, automéiles, vago- nes 0 avioness EL equipo doméstico 0 industrial 0 el de cambios: ELarte tipogrifico de los diarios, revistas 0 libros, 1a pelabra “Mecdnica” se refiere a lu construceivn de las méquinas que exigen directamente la presencia del hombre: y los espacios que tas rolean Lmlica ta sustitucién de to arbitrario ode to aproximado por rma eleceion motizada por ef dimensionamicnto de las plezas estiradas, laminadas @ fundis das que entran en la construccién de las maquinas. 2° ‘La vida no es enciclopédica para los seres humanos, sino personal. Ser enciclopédico es mostrarse impasible ante lu multitud y la complejidad de las ideas y tos hechos, reconocerlos, conocerlos y elusificarlox. Aleamos. no pine den ser impasibles aute ta vida iy, por el contraria, son actores de ella. Aqui silo se pretence manifestar, meiliante jalones exactos, la estela, acaso el susco’ de una investigacién escalonada al hilo de una vida, incestigacton ampliada (tal vez) a un resultado tangible porque une persona, un medio. un ambiente, tuna pasién, una coyuntura, tna circunstancia o una ocasidn, han podido cons. fituir una cadena regular que pasa en medio de los tumultos dela vida que son: circunstancias, pasiones, contradiceiones, rivalidades, ereptiseulo en Ger. fas cosas y aurora en otras, condiciones particulares, incluso revoluciona. rias, etc, ete. Lo contrario del estante de una biblioteca enciclopédica donde se alinean voltinenes prudentes. 5 ——3 Trae AMBIENTE MEDIO CIRCUNSTANCIAS Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACION Capitulo 1 Preambulo cimientos més perturbadores, provocando un malestar, constituyendo tna traba, y complicando sin motivo la técnica, No nos preocupamos por tales iquietudes; cuando comienza la inquietud, 1m sencillo trinquete desatara las trabas abriendo el cauce a las libres iniciativas de la imaginaci6n. Los usos Megan a ser modestas 0 poderoxas costumbres; y nadie, en medio de tantas contradieciones agotadoras, adivina que wna simple decisién, suprimiendo el obstéculo, pueda abrir paso libre a la vida. A la vida simplemente, EI sonido es un suceso continuo que va, sin rupturas, desde lo grave a lo agudo, La yoz puede emitirlo y modularlo,’ Io mismo que algunos instramen: tos como, por ejemplo, el violin y también la trompeta; pero otros son inca paces de ello porque pertenecen a un orden humanamente orginizado sobre intervalos artificiales: el piano, la flauta, etoétera, Durante milenios se ha podido hacer uso del sonido para cantar 0 par tocar y danzar. Fue la primera miisica que se transmitié oralmente. Pero un dia —seis siglos antes de J-C.— alguien se preocupé de hacer transmisible para siempre una de estas miisicas de otro modo que no fuera de boca a oreja, y por tanto, eseribirla, para lo cual no existia método ni instrwinento; y como se trataba de fijar el sonido en puntos determinados, rompiendo asi su perfecta continuidad, habfa que representarlo por medio de elementos cap- tables, y, por consiguiente, recortar ef continuo «le acuerdo con un cierto con venio y hacer graduaciones, las cuales constituirfan los peldafios de uma escala (artificial) del sonido. gCémo seccionar la continuidad del fendmeno sonoro? ;Cémo recortar ste sonido segiin una regla admisible por todo el mundo y especialmente el az, es decir, susceptible de flesibilidad, de dliversidad, de matiees y de ti zas y, sin embargo, sencilla, mancjable y accesible? Pitagoras resolvié la cues- tion tomando dos puntos de apoyo capaces de unir la seguridad y Ia diversida Por uma parte el ofdo hnmano —la audibilidad humana (y no la de los lobos, de los leones o de los perros) y por otra, los ntimeros, es decir, la Matemitica (sus combinaciones), que es hija del Universo. L’ decisiones, los usos 0 las costumbres persisten a través de los aconte: see Asi se cred Ja primera escritura musical capaz de contener composiciones sonoras y transmitirlas a través del tiempo y del espacio: los métodos déricos y jénicos, génesis mas tarde de la miisica gregoriana y, por consiguiente, de la prictica del culto cristiano a través de todas las naciones y de los mas diversos idiomas. Aparte de una tentativa sin gran éxito durante el Renaci- miento, esta prictica continué hasta el siglo xvit en que la familia de los Bach y, particularmente, Juan Sebastién, cre6 una nueva notacién musical: ka gama temperada, nuevo utensilio mas perfeceionado, que did después gran impulso a Ia composicién musical. Hace tres siglos que se emplea este utensilio, el cual basta para expresar Io que se presentaba como la propia fintwra del espiritu: el pensamiento musical, ef de Juan Sebastian, el de Mozart y el de Beethoven, el de Debussy y el de Stravinsky, el de Satie o cl de Ravel, el de los atonalistas de altima hora, Acaso —y arriesgo la profecia— el desarrollo de la era maquinista exija una herramienta mas sutil capaz de unir disposieiones sonoras hasta hoy abando- nadas 0 no ofdas, no percibidas 0 no apreciadas... Pero permanece esto: 1a civilizacién blanca se ha apoderado durante el curso de varios miilenios de dos utensilios para explotacion del sonido —fenémeno continuo. intransmisible por la escritura si antes no se ha seceionado y medido. “¥ vuelvo al objeto de mi trabajo. ¢Se sabe que, en lo que se refiere a las cosas visuales, las longitudes, no han franqueado todavia mcstras civilizac nes la etapa realizada por In misiea? Todo lo que se hia cdificado, construi- do, distribuido, en longitudes, anchuras 0 voliimenes no ha beneficiado de una manera equivalente a aquella de que goza la miisica —utensilio de tra- bajo al servicio del pensamiento musical. Como consecuencia de esta falta, cha resultado una pérdida para el esp humano? No lo parece, puesto que los Partenones. los templos de Ja In las catedrales, asi como también todas las finuras de lis recientes conquis- y tas humanas, las inauditas mecénicas que han nacido en el tiltimo siglo, han podido jalonar la marcha del tiempo. Si se nos ofreciera un utensilio para medidas lincales u dpticas, gno se fa~ —16— cilitaria la escritura musical y las cuestiones referentes a la construccién? Tal es el tema que vamos a debatir ante el lector exponiéndole, en primer término, la historia de una investigacién que ha alcanzado este objeto, descriiéndole éste, situando después el invento en el tiempo presente y procurando ver si ocupa un Ingar apetecible, Por tiltimo, dejando abiertas todas las puertas, se haem Mamamiento al csfuerzo comin, y, desbrozado el camino, ead tno podri, a partir del umbral de la puerta’abierta, trazar una pista mis segura o més nutrida, " " me PSs Sa Se acabard por una sencilla afirmacién: en una sociedad moderna mecani zada cuyas herramientas se perfeecionan cada dia para proporcionar recur. sos de bienestar, Ia aparicién de una gama de medidas visuales es admisible puesto que el primer efecto de este nuevo utensilio serd unir, enlazar, armo- nizar el trabajo de los hombres, precisamente destnido en este momento —in- cluso destrozado— por el hecho de la presencia de dos sistemas dificilmente conciliables: el sistema de los anglosajones y el sistema métrien decimal. Es necesaria una explicacién antes de cmprender nuestra tarea: mostrar que la necesidad de una nueva medida visual no se ha presentado verdadera- mente como imperativa hasta hace muy poco, cuando es vehiculos de grandes velocidades han transformado las relaciones euitre los hombres y los pueblos. Hace cien afios que la primera locomotora instauraba las velocidades mecéni- cas preludiando la desaparicién de usos, de hechos patentes y de necesida- des, y, por consecuencia, de los medios mis de acuerdo con la velocidad de traslido hasta entonces posible: la marcha a pie que ritmé las empresas, de- cxetd las necesidades, fij6 los medios y creé los usos. Mientras se eseriben estas lineas, la aviacién moderna transforma el mune do, provocando un trastorno total (del que omitimos tomar conocimiento ). No es esta la ocasién de desarrollar el tema, del que resulta lo siguiente: todo llega a ser, todo ha legado a ser solidario, Las necesidades se mueven y —Ww— conquistan nuevos espacios, para Io cual se multiplican los medios de sub- venir 4 ellas: los productos surgen, viajan, corren y cubren el mundo. He aqui Ia cuestién que se plantea: gPueden seguir siendo locales las medidas que sirven para fabricar los objetos? Esta pregunta centra muy exactamente el problema, ° Cuando el mundo romano se dedied a oenpar inmensos territorios, Roma disponia de una Iengua tinica y la empled para gohernar Cuando Ia naciente Tglesia se apoderé del mundo conocid y, siglo a siglo, Se puso a conquistar tierras, mares y continentes, dispnso de nt instrumente tinico para transmitir el pensamiento: el latin, Para atravesar Tos siglos fene brosos, cuando Europa buseaba a sangre y a fuego una nmeva hase, ol latin fue el vehicnlo del pensamiento central. ” Todavia queda por explicar Jo siguiente: los Partenones, los templos indios y Jas catedrales se construyeron segiin medidas precisay que constitufan un codigo, un sistema cohcrente que afirmaha una unidad esencial. Mis atin; ol salvaje de todos las tiempos y de todos los lugares, cl transmisor de las altas civilizaciones, el egipeio, el caldeo, el griego, ete., han construido y, por con- siguiente, medido. :De qué instrumentos dispusieron? De instrumentos eternos Y Permanentes, de instrumentos preciosos puesto quc estin adseritos ala Persona humana, instrumentos que tenfan un nombre: code, dedo, pulgada, pie, braza, palmo, ete, Vayamos inmediatamente al hecho: tales instrumentos Jormaban parte integrante del cuerpo humano y, por consccuencia, eran aptos para medir las chozas, las casas y los templos que se trataba de construir. Pero hay mis: eran infinitamente ricos y sutiles porque participaban de Ja matemética que rige el cuerpo humano —matemitica eraciosa, elegante y firme a causa de la calidad de armonfa que emite: la helleza— (apreciada, bien entendido, por un ojo humano, segin un concepto lmmano. De hi no podria haber otro criterio para nosotros). — 18 — El codo, la braza, el palmo, el pie y ka pulgada fueron el instramento pre- histético y sigue siendo el del hombre moderna, Los Partenones, los templos de la India y las catedrales, las chozas y las casas, se construfan en lugares precisos: Grecia o Asia, etc., productos estables, que no viajaban y no tenian que viajar, y. por tanto, no habia ninguma raz6n para reclamar una unificacién de las medidas. Como el viking era més alto que el fenicio, el pie nérdico no tenfa ninguna necesidad de acomodarse a a estatura del fenicio, v reefprocamente, Sin embargo, un dia, el pensamionto Iaico se apercibid, a su vez, a conquistar el mundo. La Revolucién Francesa ponfa en juego razones pro- fandamente humanas. Se habfa intentado un paso hacia adelante, una fran- qufa —al menos, promesas— y se abrfan puertas al maviana, La cieneia, el célculo, emprendian caminos sin limites. Se comprende bien lo que un dia, un bello dia, fue para el célculo Ia creacién del cero, clave de los nimeros decimales? No se puede calcular prite- ticamente sin el cero de los decimales. La Revolucién Francesa destroné los pies y las pulgadas y sus Ientos y complicados céleulos; pero cra necesario encontrar otro modelo. Los sabios de 1a Convencién adoptaron una medida conergta tan despersonalizada y tan desapasionada que se convertia cn una abstraccién, en una cntided simbélica: el metro, Ja diezmillonésima parte del cuadrante del meridiaino terrestre. El metro fue adoptado por una sociedad empapada de novedades. Siglo y medio mis tarde, cuando viajaban los pro- ductos fabricados, la Tierra quedé dividida en dos: los que usaban los pies y las pulgedas y Jos partidarios del metro. EI sistema de pies y de pulgadas irmemente unido a la estatura humana, pero de una manipulacién atrozmente complicada, y el metro, indiferente a la talla de los hombres, y diviéndose cn medios y en cuartos de metro, en decimetros, en centimetros, en milimetros, en tantas medidas indiferentes a la estatura humana, presto que no existe ningiin hombre que tenga un metro o dos metros. Cuando se trata de construir chozas, casas 0 templos con destino humano, el metro parece haber introdu- —19 cido, medidas extraiias y extranjeras que, si se miran de cerca, podrian acu- sasse de haber dislocado la arquitectura, de haberla pervertido. Dislocada es un calificativo bestante bueno: dislocada con respecto @ su objeto, que es contener hombres. La arquitectura de tos métricos quizé se haya descarriado. La arquitectura de los pies-pulgadas paroce haber atravesado cl siglo de todas Tas catdstrofes con una cierta seguridad y una continuidad seductora. Tal es el breve preémbulo que da ambiente a nuestra investigarién. Se comienza a comprender de qué van a ocuparse Ios capitulos siguientes: el primero serd una historia leal y sin afeites ni el menos éntasis, para demostrar cémo nacen muchas veces las invenciones y cémo surgen otras los desta brimientos. Cuando se trata de construir objetos de uso doméstico, industrial comer. cial fabricables, transportables y comprables en todas Ios lugares del mundo, a a sociedad moderna le falta la medida comtin capaz. de ordenat las dimen- siones de los continentes y de los contenidos, y por tanto, de provocar ofertas y demandas, seguras y confiadas. A esto tienden auestras cnergias y tal es sa razén de set: poner orden, Y si, ademas, cla armonia corona nuestro esfuerzn? Capitulo 2 Cronologia cido medidas extraiias y extranjeras que, si se miran de cerca, podrian acu: sarse de haber dislocado la arquitectura, de haberla pervertido. Dislocada es un califieativo bastante bueno: dislocada con respecto a su objeto, que es contener hombres. La arqnitectura de los métricos quiz se haya descarrindo. La arquitectura de los pies-pulzadas parece haber atravesado el siglo de todas las catistrofes con una cierta seguridad y una continuidad seductora Tal es el breve predmbulo que da ambiente a nuestra investigaciin. Se comienza a comprender de qué van a ocuparse los capitulos siguientes: el primero ser4 una historia leal y sin afeites ni el menor énfasis, para demostrar cémo nacen muchas veces Tas invenciones y cémo surgen otras los descu- brimientos. Cuando se trata de construir objetos de uso doméstico, industrial « comer cial fabricables, transportable y comprables en todos los lugares del mundo, a Ta sociedad moderna le falta la medida comtin capaz de ordenar las dimen- siones de los continentes y de los contenidos, v por tanto, le provocur ofertas y demandas, seguras y confiadas. A esto tienden nuestras energias y tal es su. razin de sex: poner orden, Y si, ademuis, gla armonia corona nuestro esfuerzo? ” Capitulo 2 Cronologia , el ojo o la mano de una persona: condiciones favorables de ambiente y de ‘medio, cireunstancias que hayan permitido el desarrollo positivo y la con- clusién de la investigacién, Se admitira mas fiecilmente si tal fuera la oferta de tun concilio o de wn congreso al terminar sus trabajos, La idea se presents al hombre comin, no investigedor profesional, procedente, sin embargo, de tun medio particular que se ha beneficiado det ambiente util o que lo haya creado ocasionalmente. EL hombre de que tratamos aqui os arquitecto v pin- tor, que practica desde hace cuurenta y cinco afios un “| ee arte donde todo es medido, Desde 1900 hasta 1907. y Z4i dirigido por un excelente maestro, estudia la Naturaleza y observa los fenémenos muy lejos de Ia ciudad, en el elto Jura, Esti de moda lt renovacion de los elementos deco rativos por el estudio directo de las plantas, de los ani amales, de los fendmenos de la atmésfera, La Naturaleza es orden y ley, unidad y diversidad ilimitada, finvra, : fuerza y armonia — leccién que adquiere entre Jos quince y los veinte aos ‘A los dieeinueve marcha a Italia para ver las obras Fie: 1 de arte personales, fantisticas, agudas; y después, Paris Je da la leceién de la Edad Media que es um sistema riguroso y temerario, y la ordenacién del Gran Siglo, quees urbanidad y sociabilidad. A los veintitrés afios nnestio hombre ha dibujado sobre su tablero la fa- chada de una casa que va a construir y se le plantea una pregunta angustio- sa: gCudl es la regla que ordena y enlaza todas las cosas? “Me encuentro ante'un problema de naturaleza geométrica; estoy en pleno fenémeno visual, FE necesario que un descubrimiento haya utilizado. un dfa la cabs Nota. El lector debe reetificar este esqquema hecho hace cuatenta y cinco afios en Ie selva, Es evidente que los intervales sobre In vertical no deben disminuir al descender. Las reduceiones fueron impuestas por las pequeay dimensiones de li hoja en que se + hizo el dibujo, — 23 — armoniosas, lo mismo en las folklér a constancia de una altura de 2,10 y techo: casas haledni us que en las de alta intclectralidad, 8 2.20 metros (de 7 a 8 pies) entre suelo as, turcas, gricgas, tirolesas, bévaras, suizas, viejas Casas de madera del gético francés y también los pequefios departamentos del barrio de Saint-Germain, &*incluso del Pequefio Trianon — Luis XV, Luis XVI y hasta la tradicién de las tiendas de Paris, desde Luis XV a la Restauracién, que con sus camaranchones‘duplican esta altura de 2,20m: la de-un-hombre-con-el brazo-levantado (B) que es uma altura eminentemente ala eseala humana, En sus construcciones, se vio obligado a introducir dicha altura, en pugna con las disposieiones munieipales, En cierta ocasién, uno de los coneejales de una importante comuna de Paris le habia declarado: “Le antorizamos a usted a transgredir algunas veces el reglamento, porque sabemos que. tra baja por el bien del hombre.” 1 Esprit Nouveau llevaba el subtitwlo de Revista titemacional de. Acti- vidad Contempordnea, y en ella se habia medido, apreciada y diseutido mn chas veces la interdependencia de los fenémenos y comprobalo que, en wu tro tiempo. todo estdé desordenado. Es cierto que en una aceién consagrada al desarrollo de una estética contemporénea se habia imbricado el fictor €condmico. Un dia fue objeto de muchos comentarios un articulo titulade Construir on serie que trataba de Ta easa a la que calificaba de méquina para habitar. Serie, maquina, eficacia, precio de costo, rapide, y otras. nociones, que reclamaban la presencia y el rigor de im sistema de medida (1921) [C] 4 LEsprit Nouveau se habia convertido en cl explicador del cubismo, que abarea tino de Tos momentos mis creadores y revolucionarios del. espirtu, No se trata de una invencidn téenica que pertirbe Io social y Yo econsmico, sino de una liberacién y de un desarrollo del pensamiento, de un comien 1 Estas preccupacioues provocaron wn escindalo, En 1985, al regrear de ak primer viaje a los Estados Walls, eran sinénimes is censaris de fe Pree og Ponsaban: es un blinfemo. J. Ty en 1000: eee ica, pieco ¥ rapide — 96 — | los tiempos que vienen... Hora de una perturbadora reforma plistica que entré en ese momento en Ia arquitectura (D). Nuestro amigo era un autodidacto. Habis huido de las ensefiinzas oficia- les y, por tanto, ignoraba las reglas canéuiicas y los principios establecidos por las Academias, Evadido del espiritu académico, tenia la cabeza libre y la nariz al viento, y, como cubista, se inclina al fendmeno plistico y razona Nisualmente. Pertenece a wna familia de mrisicos, pero ni siquiera conoce tina nota, y, sin embargo, es intensamente miisico, sabe muy bien cémo esti hecha la imiisica y hasta es capaz de hablar de ella y de juzgarla, La mitisica 5 tiempo y espacio, como la arquitectura, La miisica y lx arquitectura de- penden de la medida, | Cuando unos afios después de publicar en L'Esprit Nouveau su articulo Los trazados reguladores (1821), aparecieron los libros de Matila Chyka so- bre las proporciones en la naturileza y en cl arte, y sobre cl niimero de 070°, uno estaba preparado para poder seguir pricticamente la demostracién mate- matica (el algebra de lus frmulas); pero, por el contrario, las figuras qu de hecho, interpretan el asunto considerado, las comprendié instanténeamente. Un dia, el profesor Andréas Speiser, de la Universidad de Zurich (hoy en Basilea), dedicado a eminentes investiguciones acerca de los grupos y los ntimeros, le dio cuenta de un estudio sobre los ornamentos egipcios, sobre Bach y sobre Beethoven, al que el algebra aportaba todas las demos traciones y pruebas. “De acuerdo —le respondié al profesor— I naturaleza es matemiteas ls obras de ane estin en consonancia con ella, y expresan utilizan las eyes naturales. Por conseeweneia, I obra de arte es matemé- tiea y el sibio puede aplicarle el razonamiento implacable y las férmulas impecables, El artista es un medium infinita y extraardinariamente sen~ sible; siente, discieme la naturaleza y In traduce en sus creaciones, experi menta su fatalidad y la expres; y asf, por ejemplo, el estudio matemitico de usted se ha apoderado de este omamento egipcio para demostrar su 2 Publicados en castellano por Bdltorial Poseidon, Buenos Aires. ci nes reguladas o irvegulables, captadas o incaptables, y, sin embargo, existen tes y deudoras de la intuicién: milagro catalizador de las sapiencias adquir das, asimiladas, e incluso olvidadas, porque en una obra concluida con éxito hay masas intencionales ocultas, wn verdadero mundo que se revela a quien tiene derecho, lo que quiere decir: a quien lo merece, “Entonces se abre un abismio sin mites que borra los muros, expulsa las presencias contingentes y cumple el milagro del espacio indecible, - * ,Ignoro el milagro de la fe, pero veo frecuéntemente el del espacio inde- cible, coronacién de la emocién plistica.” Durante los afios productores dle 1925 a 1933, época en que se edificaha en Francia antes de las crisis guerreras, el gusto y la necesidud de arquitect- rar a la escakt humana, lo habjan conducido a dibujar en :t muro de su taller una eseala métriea de 4 metros de altura a fin de confrontarse él mismo, de #poner su propia estatnra e inscribit un juego de medidas verdaderas, de apo- yo, de lugar, de paso, ete. Esta experiencia demostraba que el metro sélo es tuna cifra felizmente sometida al sistema decimal, uma cifra abstracta ineapaz de calificar en arquitectura un intervalo (una medida), utensilio incluso peli- sros0 si, partiendo de su abstracta conformacién nuunérica, se materializn, por escuido 0 por pereza, en medidas cmodas: cl metro, cl medio metro, el cuarto de metro, el decimetro, ete; evolucién que se realiza poco a poco er 1 transcurso del siglo debilitando la arquitectura En nn cierto momento de su vida, nuestro hombre se encontré frente a frente con la “normalizacién AFNOR’, eneventro del que algunos afios mas tarde resultarfa el presente ensayo, EI AFNOR se habia instituido durante la Ocu para auxibiar ata reconstruceién del pais, Industriales, ingenieros y arquitectos habjanse reunido en tomo de tna tarea necesaria para normalizar Io relativo a la construceién (en particular), Nuestro hombre no fue invitado a sentarse a esta mesa aun- que veinte afios antes habia sido acusado de haher escrito: me ~ 30 — “Hay que tender al establecimicnto det standard para afrontar el pro- Dlema de la perfeceién, “El Partendn es tin producto de seleccién aplicado a un standard. Lat arquitectura actita sobre standards, “Los standards son cosas de Wigica, de analisis, de estudio eserupuloso, y se establecen sobre um problema bien pintado, La experimentacién fija de- finitivamente el standard.” ("Ojos que s LEsprit Nouveau, Txcia UNA. ARQUITECTUR “La gran industria debe ocupanse de la edificacién y establecer en serie Jos elementos de la ease. “Hay que ctear cl estado det espiritu de Ta serie: vel estado de expiritu de construir casas en ser “el estado de espfritu de habitar casas en serie, “el estado de espiritu de concebir casas en serie’ (Casas ew Senn L-Esprit Nonveat, 1921.) Y para esto, normalizar. jOtx0s tantos propésitos de anatemal EI dia en que se publicaron las primeras series normalizadas del AENOR, nuestro hombre devidié precisar sus intuiciones con respect 3 una medida —31— ar arménica a la escala humana, aplicable univer axméni ssalmente a la arquitectura y a it mecéniea Tas figuras A, BCD y E. sobre trazaclos reguladores a p ‘urea, espiral logaritmica, pent Feproducen obras pietéricas 0 arguitecténicas autir de 1918, Lugar «el éngulo recto, seeciin tigono... Grupos geométricus, cada uno de los Pie. 4 cuales Hevaba en si mismo wna naturatezt de equilibria especitien, del que resultan los caracteres. En prineipio, cl trazado regnlidor no esti preconce. hido, sino clegido de acuerdo con cl lamamicnto de la composicién debidas mente formulada, bella y bien nacida. En el plano del equilibrio geométrico, el trazado pone orden y claridad, cumpliendo 0 reclamando una verdadera Purificacion, El trazado regulador no aporta ideas poéticas o liticas, ni inspira — 32 — de ninguna manera cl tema; no es creador, sino equilibrador: problema de pura plasticidad, He aqui las fachadas de casas cas — easitas, edificios.pitblicos, de edificios dibujadas en las mismas épo- rupaciones arquitecturales: Vinturas yarquitecturas tienen en cuenta la seccién aurea, el Ingar det Angulo recto. la fitara de 2,30 m (n-hombre-con-cl-brazo-levantado ). P F dat c Ia Tinea Lega la ocapaciin de Paris, y Francia queda cortada en dos por ks dle demarcacién, Mi tiller esté cerrado desde el 11 de junio de 1940, ¥, durante cuatro aiios, la Reconstruccién no me encarga ningiin trabajo, Yo que me incita a una intensa actividad de investigacién doctrinal, especialmente por mandato de una sociedad fundact a este efecto en 192; la ASCORAL, cxda una de 33 al abrigo de los curiosos. Se_preparé material para una decena de libros, La seceiin TH: Ciencia de la vivienda, tenia tres subsecciones: @) equipo de ta vivienda; hb) normalizacién y construecién: cc) industrializacién, Uno de mis jévency ayndantes, Hanning, que debia marchar a Sabova, all ‘otro Tado de ta Tinea (1943), me dijo: “Déme una tarca para Henar mis horas vacfas.” Trabajaba conmigo desde 1988 y conoeka el orden y el espiitu de las investigaciones emprendidas desde hacfa tanto tiempo sobre la proporcionali- dad. Le respond: “El AFNOR propone normalizar los objetos de Ia cons- trucefén (del cdificio) y su métado es seneillo: simple aritmética, simple medio entre Jos ns0s 0 los utensilios de los arquitectos, de los ingenieros y de los inclustriales, Me parece arbitrario y pobre. Los arholes, por ejemplo, con sit tronco, stis ramas, sus hojas y sus nervaduras, me afirman que las Teves de crecimiento y combinaeién pueden y deben ser oniis ricas y mAs sutiles. Un Tazo. geométiico tiene que intervenir en estas cosis y stietio con instalar en las obras que cubran mais tarde el pais, un enrejado * de proporciones trazxdo sohre el muro o apoyado en él, hecho con hicrros lanninades y soldados, que seri I regla de la obra, el modelo que inicie la serie ilimitada de las combi- jones y de Jas proporeiones, El albasil, el carpintero dle armar y el ebanista vendrin a escoger alli las medidas para sus trabajos, todos los cuales, diversos ferenciados, serin testimonios de armonia, Tal ¢s mi suek “Tome el hombre-con-el-brazo-levantado de 2,20:m do alto, inseribsaly en 8 Los libros aparecides 4 a punto de aparccer sou: Sur les 4 routes, N. R. F., 141 La Chayte @'Athines, Plon, 1943; La Maison ies Homes, Poa, 1943: Enéretien avce [es étudiants, Denotl, 1943; Munidve de penser CUrbanisme (Ascoral, 1943-46), Eli: VArchitecture d'Anjourdi; Les trols Beablisiements humains, Denodl, 1943-46;° Propor AUrbanisme (1945), Bowrrelice, 1546. Alga de estas obras han sido traducidas. al ints eat alli, dls ee * Grille en el eriginal. Fire Jas varias truducciones que podrian darse de esta pala bra, adoptamos tas de enrcjacn porque, comin se vera despues, mos ha pareeido Ta m8 adeonada ala génesis del Modufor (N. do iT.) — 34a clos cuadrados superpuestos de 1,10m, méntelo a caballo sobre los dos cna- drados y el tercer cuadrado que resulte le dara una solucién. EI Ingar det dngu- lo recto Ache poderle ayudar a colocar el tercer euadrado, “Cen este enrejado, regido por el hombre instalado en su interior, estoy seguro de que usted Hegari a una serie de medidas que pondrin de aewerdo la estatura humana (el brazo levantado) y In matemitica.” “Tales fueron las instruceiones que di a Hanning, E125 de agosto de 1943 legaba una primera proposiciin =\]a scocién furea Sim enadrado Ta diagonal abatida conjunto (A) euye dngulo pass por cl centro del cuadrado ini La ASCORAL también trabajaba (scecién 111) y especialmente Elisa Mai- Tard quien, el 26 de diciembre de 1943, haeéa un esquema rectificando (A), y proponiendo Agregada al Musco,de Cluny’ y atora de un excelente trabajo soze Tas traradon des: Du nombre ior, Kal, Node Tennent Cie “35 rey dlivisiin en dos partes un euadrado, iguales de la distan- cia gk str seceién rea. instalacién del dngulo resultan dos cuadrados Sohn 7 — contignos. ignales. al SP} recto sobre el oje del a J cnadrado inicial obte- ibaraeatenentelal | éndose el punto i 1 = Alo largo de Ia Tinea g-4 aparecen medidas signilicativay c son infinitamente ricas pero nos parece que todavia no refle ais relaciones nun sistema, 5 Al final de ta obra se vers Ia reserva que hay que hacer sobre fa absobita igmaldad de: estos tres ewueados. “e " -- 36 -~ Se puede leor (fig. 8) 5 W sabre f se coloca el dingulo recto apoyad + encuentro con la protongacién de sh; : 7 Inlij = dos rectingulos en Tos enaes his df cestian en Ta razin tb eon ig y qjs la medians horizontal de ghij = kle la simétries de 8 oe ' AL mn; a 7 Alma dividido en dos por Ju medina verti cal daz komp y olup cya diagonal y sue destiny en la razin f ts ie Sobre gi se ve que m esti en el punto +h m= de abed (cuadrady generador) : ; kd de deab; vie. 8 & mediana de ghij. En ai se observa una serie ereciente de cinco elementos: Si gk = ki, ghih y klji son dos cuadrados contignos ¢ iguales al cadrade inicial abed, Queda, pues resuelto el problema propuesto: insertar en dos cuadrados contiguos que conticnen @ un-hombre-con-el-brazo-levantado, wn tercer cua drado en el lugar del dngulo recto. - 37 \ N i a j Je vaelta y | | SESES el resultado 0 spo I Fe. 9 Estamos, pnes en presencia de dos. trax ‘ados aparentemente casi iguales, pero la mar- hha del espiritu es distinta: el trazado Han- Hn por medio de dos diagonals del evadrado ial El trazado Maillard con respecto a @, que ge de la primera diagonal, conduce ala coloeacién del dingnlo recto en el punto i El punto i establece la presencia de dos rados contiguos iguales al eundnido 38 El trazado Hanning habia dado j que no coincide exactamente con el 7 Pac, 1Q (Cont) EL Exneyano ha nacido con un poco de mcertidumbre en cuanto a tos pine tus iy j: enrejado de proporciones destinado a instalarse en los obracores tle la reconstrceién para proveer abundantes medidas arménieas tiles en ef trazado de habitaciones, puertas, armarios, ventana, ete., presturse a las ili mitadas combinaciones de Ia serie y permitir aprovechar elementos «le cons- truceién prefabrieados y yuxtaponerlos sin dificultad. Al taller de la calle de Sevres enviamos Jos estudins de lay “Unidades de \Vivienda de Magnitud Conforme” presentadas por primera vez, en 1922 (tipo “lnmueble-quintas”); Inego en 1925 (pabelln de L'Esprit Nouccan en la Exposicién Internacional de Artes Decorativas) y después, en 1987, “La Man- ana Insalubre N? 6”. El exnejano de proporciones nos aporta una seguridad exteaordinaria en el dimensionamiento de los objetos del plano; es un elemento, de superficie que hemos ercado, un enrejado que acomoda el orden mate mitico a la estatura humana y que empleamos, pero no quedamns satisfeclos porque no tenemos la definicién le muestro invento. A decir verdad, no estamos todavia de acuerdo. Hanning ine escribe dese Sahoya, el 10 de marzo de 1944, que el trazado Maillard-Le Corbnsier es ‘matematicamente imposible: ol lugar del Angulo recto tiene que estar situado en Ia Tinea que une dos cuadrados, en S: “Sélo hay un Angulo recto v es el que forman las diagonales de los dos enadrados”, lo cual est’ en conti con la preseneia de la oblicua 7-8 de su propio trazado del 25 de agosto de 1943, oblicua que reaparecerd en agosto de 148 y parece que terdri entonees cexplicacién, Es necesario que el lector se represente las cireunstancias de esta biisque- la: ocupacién alemana de Paris, dispersién de las gentes o dificultad para — 39 — reonirias. En It penos atmisfera de Paris esta lejos de aclararse el debate sobre arguitectura entre gentes del oficio, Una ley me ha obligado a presentar mii candidatura para la Orden de los Arquitectos ercada por Vichy a fines e 1940, Mi candidatura dormiré en ki Orden para st examen durante eatorce meses, hasta el momento en que se oigan los caiiones ingleses por la parte de Versalles (verano de 1941), La ASCORAL, trahaja en sus comisiones diarias con velas, sin teléfono ni calefaceién, en el polvo del taller abaneonado deka S qe Pe alle de Sevres, NY-35. Lat seceidn HT bs Sowstatazaci6y, prosiigne su. Iabor Nos Hegian ecas de los trabsjos oficiales del AFNOR. El director de ka sec cid HED de ka ASCORAL, que es también miembro del AENOR, ine tiene al corriente. dieiéndame el 16 do octubre de 143, entre otras cosas, que bay «diferencia fundamental entre el punto de vistt ASCORAE. y el suyo (AFNOR): por una parte To mejor de lo que pace ser, y por Fs otra el tér- nino medio de Jo que existe” de 1944: lu Liberacidn. En el otoio formo parte del comité doctrinal dlel frente nacional de arquitectos, consigniendo que cl mapa de Atenas de los, CIAM sirvc de base de discusién. Reconstruir, construir, establecer elementos le serie, armonizar... el enrejalo de propor mis que nunca a la orden del dia. 40 - E17 de febrera de 1945, Maillard y yo vamos a visitar Montel, deeano de ku Facultad de Civicias y, al presentarle de enrejado, nos diee: “Desde el mstante en q) han podide nv by Sorbona. nestro esquel ‘des instalar «Langulo recto en cl doble cuadrado, haa introducido le funcién 5 prover vanulo ast una floracidin de seceiones dureas.” 1.30 de marzo de 1945 someto muy cn serio a estindio judo de proporciones, en el eval trxhajan Wo- Hanning, Anjame y Looze. La seveion de Re Cultarales del Ministerio de Negocios Evtran jers me ha pedido que orgmice y presida mee anisién dle estudios arquitects de los Estades Uni dlos, adonde tengo verdaderos deseos de Teva el enre- jade de proporciones, utensilio eventual de mvdiehr ae us prefabricaciones, Preparamos ami serie de Kimninas qune, a nuestros. propios ojos, demuestran ht rignezat de las combinaciones posibles, y damos entonees im valor umsino a la combinaciin gcométriea deseubierta, atop: lo para ello la estatura de un hombre de 1,75 m ELenrejado queda dimensionado, cn tas cuales se puede advertir ta seri ereciente ®: L BAL » sucesivo: 175-2164 108.2, medidas 5.6. ete, sienew: 1= 254 em 2a 4145 3= 668 4 1082 5: 1750 6 852 6 + 4 \ 2 © 102 + Fe 13 3 donde yemos que se trata de una serie de Fibonacci, en la que cada éérmino ces ignal a la suma de los dos anteriores. En este momento saqné la patente de invencidn; y, a propésite de esto, es interesante conocer algunos detalles. Me era muy difieil de buenas a primeras dar una esplicacién sencilla y ripida del enrejado de proporciones. Hablaba aun desconocido, director de una ofieina de patentes c ingenicro de profesién, Cuyo espirita todavia no esta abierto a tales investigaciones. gCémo hacerle comprender que, a eontinuacién de una larga experieneis personal de las cosas de arquitectura, de mobiliario, de construceién, de lo ecnnémico, del fend- meno phistico, ete., habia seguide una pista qne parcein deber conducir a tun primer resultado, como evando se esti ante una puerta detris de In cual pasa algo, pero no s¢ tiene todavia la Have que abre la comprensién de lo que ‘curre? Entonees, en el despacho en el que bate un reloj los segundos de un —42 ticmpo precioso, se dirige uno a un ingeniero muy cartés y amable, jefe de seran oficina de patentes de invencién y se Ie dice: “Sefior, empiczo contest dole que no tengo ningtin interés por la patente, por mil y una razones que proceden de la experiencia de mi vida, y, sin embargo, vengo a hablarls de un rejade de proporciones, ete... etc., que esta expresado en nvimcros, cifras y trazados, pero cuya definicién, o, silo prefiere, la explicacién, todavia no he deseubierto. Usted no comprenderd nada de Yo que le expongo, y volveré a eupezar una segunda y hasta una tercera vez si es preciso. Si, decididamente. no ve nada interesante en este asunto, écheme de aqui.” Y asi se hizo: primera explicaeién, segunda explicacién. —“Desgraciadamente, no comprenda.” Ter: cera explicacién: “Busta; he comprendido. Esto tiene cara de ser interesante, yy importante, ete., ete.” Y, al despedirme, me dijo: aré con piedra jlanea en ani vida de ingeniero que recibe peticiones de ratentes, esta hora qqne he pasado con usted.” Ta importancia del invento era indiscutible y de considerable aleance fi- jero para mi interlocutor. ‘Transcurren las semanas de wn ario dun wre muy inteligente y culto que ponga en circulacién esta medida titil a los fabricantes de la postguerra. Se precisa mi sentimiento de las cosas, pero mi ambicin. Comprendo que el cnrejado de proporciones, si ha de servir ‘dia para las prefabricaciones, tendré que disciplinar las’ pulgudas y los netros. Tos hombres de negocios declaran: “Usted tiene derecho a pereibir nna camisién sobre todo Io que se construya por medio de su medida,” Es inmenso, tacdo, Mi concesionario amplia la validez de la patente & numerasos pafses «le Europa y América y prepara la instalacién de agencias en diversos lugares, el eval he encargado a nn hom- ste asunto empieza a impacientarme. El ingeniero de lis patentes, tan ‘mal, me observa con inquietud: “Usted es —me dice— su enemigo N° 1.” HL agente concesionario entra cv contacto con varies puntos del globo, ¥ — 43 — tun dia me declara: “Sus medidas son inaplacablemente evaetas; pero no se puede hacer un ajuste perfecto a las cifras redondas del sistema inglés o del métrico-decimal y se adaptan mal a las lel AFNOR; pero si usted acepta una cierta flexibilidad en sus escalas, concesién que no pasar del 5% todo irk bien, todo sera facil y todo ef mundo estar de acuerdo.” Propésitos terribles que cubricron cl aio 1945. Sequird el v dos Unidos inchiyendo la travesfa en el cargo Vernon §, Hood. Un di fs a mi amigo André Jaoul, de kx Electroqut- ca de Ugines, que me acompaiuse a la oficina del ingenicro de patentes, “Sevior dijo a este hombre perfecto— vengo a declirar ante el testiao, aqui presente, que no pienso hacer ningima fortuna con mi invento. El dinero no debe intervenir en este asunto. Compréndame usted, F quilamente las investigaciones sobre el Enrejaclo, empren npliar sus aplicaciones pricticas y descubrir, segiin las circunstancias enotidianas y por mis propios ojos y mis propias manos, sus virtudes y sus defectos, rectifiearlo y ponerlo a punto. No necesito una organizacién comercial ni quiero publicidad. Ta naturaleza de mi invento es tal que si vale. los arquitectos: modernos, amigos mfos en todo el mundo, To accptarin, y sus revistas las meiores de todos los paises~ ofreeerin sus paginas para estudiarlo y divulgerlo, Me doy perfeeta enenta de la responsabilidad de esta cuestidn, en la que no se puede introducir el tema maléfico, violento, salvaje ¢ ineserupuloso del dinero, Tengo muchos escrtipulos y say cl esertiputo misino en este negocio. Comprendo que los arquitectos y constrnctores emplearin esta titil herramienta de medida, Los Congresos se ocuparin de ella: mis tarde, si Ia cosa Jo merece, Ins Naci Unidas estudiardn Ta enestién por medio de su seccién econdmica y social. y in sabe si se debe admitir que, un dia, eesarin los obsticuls, el frenado, lx competencia y Ix oposiciin surgida del antagonismo de lax dos medidas actuales —In pulgada y el metro— y, entonees, nnestra medida podri atar To «que esta separado y convertirse cn um instramento de unidn! Usted compren- der bien, mi estimado sefior. que yo no continnaria esta tarca, que puede ser una especie de apostolado, si supiera que detras de cada una de mis exhor- a los Estas A taciones, de mis alegatos y de mis éxitos, pasa el eajero y cobra en mi nombre, Yo no soy un peajero.” Exta entrevist liquide 1a euestidn y, puedo asegurarte, Tector que ha- Ihiendo hecho esto después del ario 1945 de tan deslumbradoras perypectivas Hinancieras, me senti a gusto, limpio ante mf misino, que es Ia mayor sitis- faccidn, cl taller habia puesto a trabajar a André Wogensky y a Soltan, encir- ssindoles que prepararan el expediente para mi présima partida 2 Tos Estacos idos. Como Soltan era nuevo en el asunto, no conocia los bastidores de la enestion... dos enadrados que se retnen con un tercero, ete....; pero desde primeros dias re: ‘eion® diciéndomes “Me ‘parece que su invento no explota suceso superficial, sino lineal. EI enrcjado que usted ha descubierto sélo ugmento de tina serie lineal de secciones éureas que tienden por una ‘ero y por otra al infinito.” — “Perfectamente, le respond, de ahora en. te la Tamaremos Recta de proporciones.” A parti de esto momento todo march de prs y sin bromas, Con un papel duro y barnizado, Soltan me construy6 una magnifica cinta ape iba ‘lesde 0 a 9,164 metros, cifra acordada a un hombre de 1,75 m a estat - ot ‘Qe diciembre de 1945 hice un primer ensayo de expresién de esta regla: Fic. Mt fr vnidad —Por db — Por duplicaetin. A mediados det mismo mes, parti del Havre a bordo del cargo Vernon S. 45 — Huod que legs a Nueva York, despnés de diecinueve dius de travesia, durante los seis primeros de los cuales tnvimos una espantasa tempestad, y los res- tantes navegamos con mar gruesa. La Compafia armadora norteamericana nos habfa dicho quec tardarfamos de siete a nueve dias; pero desde el segundo comprendinos que serfan diecivcho 0 diccimieve, lo que encoleriz6.a lus vein- tineve pasaferos. Nos acostibamos en los dormitorios colectivos, y los marine- ros ocnpaban los camarotes, En una ocasién, dije a Claudius Petit que me acompatiabas “No saldré de este maldito barco sin haber encontrado la expli- cacién de mi rela surea.” Un amable pasajero parlamenté con los oficiales v consiguié que pusieran a su disposicién tino de los camarotes de 8 a 12 de la maiiana » durante las mismas horas de la noche, Alli me absorbi cn el tumulto de las olas hilva- nando mis ideas. ‘Penta en el bolsillo Ja einta graduada por Solten arrollada en una cajita de aluminio de pelicula Kodak, cajita de la que nunca me he separado, Muchas veces —y en los sitios mis inesperaclos— se me veia sacar de Ja serpiente embrigjada y proceder a comprobaciones como la siguien- to, a titulo de ejemplo: En et puente de mando del cargo habltbamos algunos, pasajetos de cosas siti y agradablemente proporcionadas, cuando la cinta sale de su caja v arriesgo una confrontaeién triunfante (Navidad de 1945). Hice otra comprohacién en la primavera de 1948, estando en la seceién Reconstric- cién - Urbanismo -Trabajas Piblieos - del Consejo Econémico, donde se ha cxaminado ef proyecto de la nueva ley de alquileres: y, xl hablarse de le altura de los departamentos, pre- teyegete conizo el empleo de la de un hombre =e concel-brazolevantado yet dable de ell Después estoy en ol Palais- Ro- yal de Paris, en el piso de los de- partamentos pequefios (fines del si- Fie. 15 slo xvi, Restauracién y_ principios — 6 — wentos peequetios puesto pare nuestros debates cL snelo, y nuestro pres del xix). Esta medida bastaria para los depart que aqui, en kas salas ea que estamos, parece hast ihespliego mi regla, apticindola desde cl techo hast sidente, Caquot, registra la concordancit essicta, Volvamios :t nuestro cargo. Mientras éste navega cabeceando, establezco una eseala de cifras: ry y Estas cifras se achaptinn tLe ¢ 7 lg 6 tatura Inmana enjos puntos deci sl Li sicos ubsiruyen ef espacio, y sun, 7 por tanto, cifras autropocentricas. situacion mates: G iH Oeupians 7 tica particular, exracteristies in- 8lhis I | clas privilegiada. El dibujo res. ponte: Razin ® de A (= 115), (08 + 67), Razén @ de B= D (= 83), (133 + 83). po humano Se puede alirmar desde ahora que esta regla se adapta al ¢ vc al en sus puntos esenciales de ocupacién de espacio, y que tiene en cue a mis seneilla y esencial evolucién matemiitica de un valor, 2 saber: lu unidad, su doble y las dos secciones dureas sunadas o restadas. Estamos, pues, mis firmes y avanzados que en el momento de la simple insercién favorable, en cl lugar del singulo reeto, de un tereer enadrado en s cuadrados contiguos, siendo iguales los tres. Uniendo kas dos conclusiones en un solo dibujo obtuve entonves uma bella imagen. En primer téemino, cali fiqué de serie roja la de Fibonacci formada por la razén establecida sobre Ta unidad 108, y Tamé serie azil a la construida sobre su Coble, 216, Dilnyé cl hombre de 1,75m de alto relerido a 4 cifras: 0, 108, 175, 216, y, colocando, Ta banda roja a la izquierda y la azul a la derecha, kis dos series“ tendfan hacia cero por abajo y hacia el infinito por arriba. Al salir del argo el 10 de enero de 1946 en Nueva York, tuve sana entrevista con Kayser, el eélebre constructor de los Liberty-ships durante kx guerra, Su nutevo programa era hacer diez mil casas diarias en los Estados Unidos; “pero —me respondié— he eambiado de idea y voy a fabricar automdviles La exposicién que le hice de los motivos de mi visita quedir’ consignada después Defemos um momento nuestros célewlos por nna cligresiém cconsmiea y sociolégica: Los Estados Unidos autorizan perfectamente a Kayser. genie] hombre de negocios y audaz industrial, a produeir anualmente tres millones de easaz en serie, y, por tanto, familiares, que ocuparin espacio y formarin calles: pero éstas ni estaran en una ciudad, donde no hay sitio, shio en ef can-po, Tats cit dades se extenderin desmesuradamente: suburbios, grandes, inmensos subur- bios. Hay que crear transportes sensacionales para Tegar a ellos y unirlos entre si: ferrocarriles, subterrim2os, tranvias, émnibus, etc, y, por consecuen- cia, innumerables caizadas y cmalizaciones infinitas para cl agua, el gas, la electricidad, ef teléfono, ete. Qué actividad, qué riquez producida’ Es el desastre, ¢s' el Gran Despilfarr norteamericano que habia yo cbservado y analizado en 1935.7 Nadie tiene derecho a reprender & Kayser, nadie piensa 7 Véase Cuando las catedrales eran blancas, Editorial Poseidon, Buenos Sites — 48 eu detener su impulso, ningdn mecanismo esté preparado para conducir hacia Hes sociales y econdmicos su indomable energia... Pero he aqui que, hechas ‘as cuentas y después de seis meses de estudios, Kayser decide, con plena autoridad, que no construira casas, sino automéviles. Los automéviles sirver para el transporte, ayudan al transporte, y hacen que parezea tolerable 1a Tome desiaturalizacién del fonémeno wrbano norteamericano, El problema ile que se trata es otro: baratura y eficacia del coche: pero la competencia, on los Estados Unidos, es formidable, gigantesca: seri preciso influir sobre i gusto del piblico y decitle que el automévil es un signo de consideracién. tl primer peldaiio de la consideracién, lo cual le halagari: carroceria stream Tine, coche tin grande como los de las més admiradas marcas, manifestactin de poteneia ¢ incluso de énfasis: los coches son magnificos, rutilantes, ports ores de optimismo y embajadores de fuerza; pero son inmensos, y sus delan- teras parecen rostros de dioses de la potencia con gigantescas mandibulas cromadas, Es piiblica y notoria la congestién de las calles en los Estados Unidos. Los coches son doble de largos de lo que seria conveniente; obstruyen Jas vias cuando dan la vuelta y las cubren como caparazones. ¢Eficacia? Ve- locidad prohibida por los reglamentos, doble consumo de acero, de pintura y de gasolina, Estamos de nuevo ante un problema de escala humana... Cierro esta digresion y vuelvo a tomar mi Monvor. ‘Mi segunda visita fué en Knoxville para entrevistirme con Liliental, diree- tor general de la Tennessee-Valley-Anthority (T. V. A.) y admirable animador Gel gran plan de armonia respaldado por el Presidente Roosevelt: diques del Tennessee, ciudades nuevas, salvacién y renacimiento de la agricultura, La conversacién fue amistosa porque mi regla de oro hablaba de armonia. hacia la cual tiende toda Ja obra de Lilfental, cuyo rostro sonreia ante este dulce pensamiento: hacer reinar la armonfa... me ante la ejecueién de los in de los mis vastos proyectos: agua = “ransportes, industria, cuya coro- arrancado a la erosion que, co las ticrras cultivadas. mis gigantescos trabajos y la coordinaci fuerza motriz, abono de tierras, agr nacion seria un territorio tan grande como Frain Gon angustiosa rapidez, cubria con un sudario dese: _ 50 — ¥ Ia vida vitoriosa volvia a tomar postin del tereno salvo pats eelia en él una de las mayores sintesis de Ia organizaeién moderna, en la que tanto a URSS. como los EE, UU. han clemostrado su. poderio. savers En Nueva York encontré a uno de mis antignos dibujantes, Wachsmany uien, con admirable energia, habia ingresado en la Paneel Corporation decli- ea 2 proweer al par mayor de elementos dl serie Ios contructres locas Nuestro comiin amigo Walter Gropius, titular de Ia esitedra de Arquitectura theta Universidad de Harvard en Boston, Te aulishn 1 digi a empresa hacia una real dignidad arquitecténica, - Tlegué demasiado tarde para tomar parte en los trabajos de estos amigos I problema segufa en pie: Wachsmann ha trazado un plan a Ta manera de tin tablero de ajeder regido por nn médilo mis sutil: Ia trenza (el tatami). ® En an pas come los Psat Unidos. deca Tasconsieanes en serie ime hubiera gustado Tlevar la seguridad de la ilimitada variacidn que pareee establecida por nuestra regla arméniea. OLA Al volver a Paris en febrero, un enenento fortite|me permits die 2 or nocer Ia existeneia de nuestra regia a un personaje de la UR.SS. pero las cosa no han pasado de ahi hasta hora, wee S85 pero | En el taller de li ealle Sévres, confié a Préveral el cuidado de poner en ont fs aiaiones del Veron 8. Mr. Ta nesses de ene clamaban un nombre para designar la regla de oro, y, entre varios vocabl fue elegido el de Moovicon, al tiemp: a iste “marca clegido. 8, al mismo tiempo que quedaba registrada In “marca de fibrica” con el dibujo y la expleacién del invento, que ahors podfa amin. ciarse con una gran sencillez: el Modulor es un aparato de medida fundado tn Ta estatra human y en Ia Matemsticn, Un hombrecon-el-brazo-levantado dla alos puntos determinantes de la acupacién de espacio —cl pie, el plexo + tami tiene yp en de Tsp por edo. de acho. Lay Ken ‘ ts point aie Je tom Ko aide go 1m dele wile 85m st" generalizh cuando. el emperador fi su residencia en esta chudad, Desplazado por el a1 solar, la cabeza, Ta punta de los dedos estando levantado el brazo— tres inter- alos que definen una sevie de secciones dureas de Fibonacci; ¥, por otra parte. la Matematica ofrece la variacién mds sencilla y mas fuerte de un valor: bo simple, el doble y las dos seeciones dureas Las_combinaciones que resul- tan det empleo del Modulor se comprucba que son ilimitadas. Pré veral quedé eneargado de preparar tuna serie de iminas demostrati: vas. Este bello resultado era el don natural de los mimeros, el impla- cable y marivilloso juego mate: mitico, Pero, he aqui, que se nos pedia redondear” nuestras cifras pa aprosimarls a otras usuales. El agravio que nox habian hecho con- sistia esencialmente en esto: las ci: fras anotadas cn Ta primera cinta LA, (la de Soltan} 0 en el primer cua dro numérico, son métrieas: 1.080 aor cu " r 1.080 milimetros, por ejemplo. (plexo so- lar). Dexgriciadamente, casi todas estas numeracioncs: métrieas. eran_ pric ticamente intraducibles pies y pulgadas: pero conto cl Modulor tendri wn dia la pretensién de unificar las fabricaciones en todos los paises, era necesarie Insear talores enteros en pies y pulgadas, WW Yo no pensé nunca en redondear ciertas cifras de nuestras dos series: roja y la azul, Un dfa que estabamos absortos en Ta bisqueda de wna sol tuno de nosotros, Py, dijo: “Los valores actuales del Modulor estin determina dos por la estatura de un hombre de 175m, que es una talla mas bien fran Lesa, < 226 = aja de la escalera. 113 = armario. 113 +113 + 113 = tablillay" dos armarios en In salide ©) UN prrantantnto: PLawts 1) ¥ ALZAD, . BL 125 Secie oj aru A 65 B65 20% Bw 3 86 366 L MeL Fic. 50 - 126 — 2) Alzada El parasol: 70 —S.r, + 43-—S.r, + 966—Saa El tabique de vidrio: 70 —S.r, + 704 33 —S.a. + EI sobradillo: nivel 226 — S.a. bajo techo; espesor 33-~ Sa S.a, bajo techo. Paneles del muro: 86— Sa, + 113-- Sx biblioteca +26 ~S.x. dintel + 113—S.r. panel + 140 — S.a, panel Muebles: 70—$.. ¢ 182—S.r, mesa de comedor +33 S.a, nicho, nivel 226 — a +58 53 Observacisn.— En esta fecha (8 de febrero de 1948) cl material disponi- blo para los puneles del revestimiento de los muros Io entregaba ta industria 2 1,20m de ancho. Se admite esta dimensién (120) para evitar toda pérdida de materia, Cocina: mesa de trabajo, 86 —-Sat. y 70— Sur 1 armario, 140 —-S.a, <3 —S.rz aemarin de toilette, Sa. X53-+ 33—S.a, X33 + 70 entrada de Ia ducha, 140 — Sia. Puede afirmarse que, hasta abor de esta naturaleza, con tal rigor maten sicién de la vida cuotidiana: la vivienda. munca se han podido aplicar precisiones ico y armonioso, a la simple dispo- 0 bE CanpaNtEnia. Fic, 52. d) Un eyean A— 63--R F— 698—R B-102--B GH 8 —B C—165—R H—-U3 —R D--267—R 1-140 —B E—534—B — 17 — Fis, 53 EL 14 de octubre de 1947, y después de tantas alternativas patéticas, vremonia la iniciacién de los trabajos de Marsella: la piedra del edifici nples discursos? {Nol Sélo quedari ana huclla palpable, una piedea que, mis tarde, int a parar a cual- quier sitio, Estoy ante las oficinas de la Air-France, en kt Cannebiere, aper- R53 ST Te ~ 129 — cibide a tomar cl dmnibus de Marignagne psura volver a Paris, Wogensky me - Ja nomenclatura de todas las medidas empleadas en pregunta qué diiensiones hay que dar a ft primera piedra. Saco de my bok dibujo que Ce Peale quince medidas. ;Quince! Pensé: sillo ol Modulor, la cinta de m, e impro medidas vy bye da construccié a uma estela de hornigdt ateindokes ent nto ane jlonignemos esta prowza de Tos iimeros, Imaging nn este de hora 0, miranclo wi Ancho 86 Sa : Alto 86— Sa : Largo 1), 153 Para el nicl que hay que abrir en el que se sellerin los papeles oficiales: Largo 38. Ancho 16.5 — 5, Profando 0000) 37S Z Esti piedra, consagrada ocho dias més tarde, tiene dignidadt y clewancia, ¢ tba a dar motive para nna improvisaciin arquitecténiea a la gloria ded Medilor. He ani eémo: £) Esters pe tas stroipas, Fie, 54, 2EL semanattio “V" de Marsella, ony cubierta y Ja mayor parte de sus pai- gins estin dedicadas a clogiar a la mujer (y mis especialmente a lay “num jereitas"), publics en sw mimero del 2 de noviembre de 1947 un inteligente articula sobre lt corona que acabo de recordar: “Ante ke piedra tallada entronizacla en medio det obrador, todos cre que se tratuba verdadera. mente de ki primera del edificia. Serfa conocer mal las teorias de be Core : busier, En efecto, este maestro del hormigén no emplea ht piedra, El logue al foe tallido sélo estaba alli pare representar las proporciones que se encuentran u of |4| en todos los caleulos de te futura casa, Cada altura, cada Iongitud, cada a eh chura, cad volumen, corresponde & este modelo de piedra que se rolocard 4 Les en ol sitio de honor dct gran vestibulo, en la planta aja, pesto qe, site a " S Ioticamente, toda la construceién se apoya en él” S Bien dicho y bien pensudo; pero era atribuirme demasiado. Se trataba, taal "8 Por el contrario, de pener en movimiento nuestro espiritu, Pedi al taller de Fn. 54 — 14 — 131 pintada de rojo y azul con cifras de bronce inerustadas pregonando el éxito. Esta estela de cuatro caras se colocaria debajo de los pilarcs cerca de Ja puerta del vestibulo, Tres hombres en filigrana de bronce: uno con el brazo levantado y los otros dos superpuestos, afirmarian la regha. Por estar ol edi- ficio en Marsella, Ia estela deseansaré Sobre enatro sardinas de bronee; para que los visitantes se encuentren al nivel exacto del punto de partida de las medidas, que es el propio suelo, a cero, las sardinas estarin en ama exeavacion debajo del piso, y, puesto que hay excavacién y sardinas, habri agua en la excavacién, y por tanto, cuatro pequeiios surtidores cacrin desde lo alto de In estela: Ia “fuente de las medidas”. Esta fue una primera ascensién del Modulor hacia regiones sutiles. Fig, 55. Algunos meses después se presentaba la ocasién de llevar has cosas mas adelante. ¢) Ev muro, Los planos para construir kt caja de hormigén de Jos aseensores. nos. im- onfan Ta presencia de una pared ciege de cemento colo insertindose a kt derecha de los pilares y delante del vestibulo prineipal, y amenazando le- vantar una muralla triste en este sitio de capital importancia, ;Buequemos una solucién! Este gran pan de hormigén dari motivo a un gesto de gratitud por parte del Modulor. Bn vez de estar a kt sombra bajo los pilares, la estela de Tas medidas vendita nnirse a ella. ET gran muro de hormigén colado se dividiré en compartimientos por medio de atarjeas profimdas. qi jain pancles de diversos tamaiios, de acuerdo con lay. indicacio Modulor. El label ( sindical)’ se hard de tamano natural, 2,2 piedra perforada como uni cliustra. Las perforaciones Tenas de_vidrios ojos y azules revelanin Lu wana antropocéntrica y lis variaciones de lo simple y de lo doble, A la altura del vértice de la cabeza (182,9—S.r.) a partir del suelo, se fijaré el punto central de las medidas de Ja Unidad de Vivienda dadas’ por la interseccién vertical y horizontal de los ejes de la marca (label) lel Modulor. (J. que mide un énadrado de 53,4—S.a.) y sélo — 132 — gi un ¢, deter- falta peoclamar que este punto decisive, del grosor de um guisante, se ep eropio eye del grupo dle ascensares, clave del sistema cardiaco del vasto edificio. Fig. 5 Pie. 56 Marsella, Fachadls este del vestibnto Seri Serie Seri a 6 * aa - B Ts 1 age oy Cw i 53 > nn a E 6 ; 86 ' on Mitts G 20 x 139 nas Fee. ST — 1B ge He dibujado esta aventura en in croquis que representa los pilares (s0- bre ‘una longitud de 140 metros}: el vesthalo (puntewdo) y la caja de Tos Fic, 58 ascensores en este vestibulo. La técnica de finura antes deserita se inaica en el lugar designado por Ia letra B: la piedra dela ceremonia del 14 de octubre de 1917; a la derecha, Ia estela de las medidas y, sieviendo de fondo, cl tabique de hormigén colado: el rasgo que lo representa esta interrumpido — 136 — en un sitio, que es precisamente el alma del edificio. La palabra alma es también un término musical, pues es bien sabido que la de un violin es un palito sujeto entre las dos tapas del instrumento, en un punto que hay que determinar; precisamente el hngar de las resonaneias: el alma. En la entibacién del tabique de hormigén armado de $m 13m se han instalado seis hombres de madera, esculpidos, mas gruesos de un lado que de otro, los cuales, al vaciarlos, producinin juegos de hz en las partes Ine cas y cuyo objeto sera decir uma vez mis que todo lo que se ha imaginsclo y construido en este sitio ha sido a In escala humana, Pigs, 57 y 58. TEJADO. Sélo hubiera podido ser el teatro de los gatos y gortiones; pero se ha hecho en él: — una pista de carreras de tresvientos suetros; — un salén de cultura fisica (al aire libre y cerrado) un club; las instalaciones, en jardin de inviemo, de la guarderia de nifios (hi- droterapia, helioterapia, juegos diversos, ete.) el pabellén para las mantis; Mundanalidad: el solarium y el bar Desde arriba, a 56 metros del suclo, se ve no de los panoramas mis grandiosos y emocionantes del mundo: el mar y las islas, la Cadena de Saint-Cyr y ln Cabeza de Puget, ka Sainte-Baume, la montatia Santa Victor ria, Marseille-la-Ville y Notre-Dame-deda-Garde, TEstaque. Una vez satisfecha la utilidad, hay que tener en cuenta 1a proporcién, Fste techo formard parte del paisaje de Marsella, y su silueta debe ser elocuente, como un discurso variado, matizado. Se hizo una maqueta gran de, Fig. 58. - 137 — 33.— S.a.. espesor de las losas. 43—S.r., espesor del techo con contrapiso. 86 S.a., pedestal de los ventiladores, 113_-S.r. altura de los imuros de separacién de los juesos de arena asi como del apoyo del patio de los apa 140 _ muretes, 183 muros diversos, 226 altura del salén de las mams. 296 — S.r., bar. ancho de los bafos de Jos nitios. tira de In sala de cultura fisiea, 715 Jongitud de los batios. T.— 1253—S.r, ancho del norte de la sala de cultura fisiea. M = 1549 —S.a., ancho del_sur de Ta sala de cultura fisica 519 Sa. + 226 = 1775, altura de la torre de los depisitos y de Jos ascensores. P= 715 —Sx, +53—Saa. = 898, ancho de la torre de los depdsi- tos v de los ascensores, = 592 —Sa, +53— Sa, = 645, profundidad de la torre de los de posites y de los ascensores, Estas indicaciones. sélo son fragmentarias y a titulo de demostracién. ‘ona, en verdad, sobre la totalidad de las medidas puestas 366 — S.a 479 Sx, 3) Un incwente, Fie, 60. El} gran frontén sur de cincuenta y seis metros de altura esta sostenido por los dos primeros.pilares. Precisamente se iban a hormigonar el 13 de septiembre de 1948 en el numento en que yo abandonaba el obrador, pero permaneci ante ta enti- Tucién de madera, imaginando por encima y sobre cincuenta, metros de altura la red de los parasoles y me parecié que algo podria solemnizar el — 139 — papel de estos pilates, magnifico servidores desmudos robustes. En todo caso era preciso, en cl mismo momento, y antes del hormigonado, reservar una posibilidad y, para ello, incorporar dos ménsulas, es leein, dos ropertes para una plistica eventual, Snelen decir que ro odio las artes plésticas es cultura 0 pintura— lo cual es sine enorme sentira, puesto que desde hace treinta afios pinto todos los dias, Lo cierto es que me horrorizs el contor mismo y que si suefio con una sintesis auténtica de las artes pListiens. pro- selas y los artistas: 1a compotera de frutas sobre la mesa del comedor. Guando el automévil roneaba ya, me traen el plano del hormigén de los pilares. y dimer tallar inmediatamente en Dos ménsulas: Alto Ancho Voladizo Separacién Y como todo este hormigén, al ser desencofradlo, aparece en cada juntura de las tablas del molde, ordeno tomar tres tabloneillos de anchuras armo- nizadas: 265 Sa. 165 -~ Sr. 10 —Sr, Jo cual es uns demostracién det empleo del Moduler en vivo, sobre el obrador. j) Orne excipeste, Enel interior de la cota 3.66 S.a. los carpinteros se instalan cémodamente, teniendo todos Jos ahjetos al alcanee cle la mano y prdiendo estar sentados 0 en pie, Fig. 61. ii UNA OFICINA MINUSGULA. Fig. 62 Nuestro taller de arquitectura tiene cincuenta metros de largo sobre In cx Me de Sevres v los dibujantes lo ecupan easi por completo. Los empleados ad- ininistratives han sido Hevados a los espacios mediocres. Personalmente heredo una oficina sin ventana, con aire acondicionado, donde mis visitantes reciben ipresién de que estoy como retirado, lo cual les obliga a ser breves y En algunas ocasiones recibo a cuatro personas a la vez, de manera {que somos cinco en esta oficina que mide: Ancho Profundo ry Sa. +33—Sa, — ut — Alto see Volunien-tipo del Modulor: 226 226 La concordancia de las medidas ha per os muebles y del decorado: La mesa: 53 C13 — Sr. La pintura mural (a Ia izquierda) [eamafeo fotogritice] 166 (113 +53). 226 —S.a. EI panel que queda, 86—S.a, -| tres varillas (3 - 2), La estatua de madera policromada sobre un pedestal de chapa ple. ido una disposiciin eficaz de gada: El pedestal: saliente 33 Sa ancho ....- 165. Sx alto .. 16,5 -— S.r Su situacién con respecto al ingulo de te piera Distancia a la izquierda: 43 — Sw. — alltecho....... BBS. mu PREPARACION DE UNA EXPOSICION VOLANTE patrocinada por seis grandes museos ile los Estades Unidos Exposicién de arquitectura, urbsnismo y piutura, Documentacién com- puesta de hojas impresas extrafdas de la “obra completa de 1, €.” (ediciones Erlenbach, Ziirich), formato italiano 29% 23; ampifaciones fotogriticas de diversos tamafos, y, por Gltimo, cuadros reales, E méimero de las salas no esta determinado y varia de un museo a otro. Por cl contrario, se puede pre- ver para cada sala un muro de demostracién que retine documentos de distin- tas dimensiones y en medio de la pieza, 1n biombo cubierto de fotograffas por sus dos caras. — 4 — a) El muro de demostracién: 1). Fig. 63. 26,5 —-S.., espacio para las hojas impresas y documentos pequeitos, 86 —S.a., altura de la moldura; altura de la serie medi de los documentos. 113 —S.r, efe de lt documentacién de los impresos. G=1M0 —S.a, altura de los documentos grandes. Agrupando, adentis, las cotas, se encuentra Ta confinmacién de Ie “triad y de la “dualidad” de las series del Modulor. ELD +E (864535 + 86) = 226 (el-hombre-con-el-brazo-levantalo). GHELG (140-4 86-+ 140) = 366 (dos veces cl hombre en pie). Esta altima comprobacién sdlo se ha hecho para halagar el gusto de man- tener todas las cosas a la escala humana, h) EL biombo: 2) 206, que es una dimensién flotante, ka enal no constituye wna barrera det espacio. Se ha clegido delibcradamente fuera del Modulor, y se refiere ‘tla experiencia que os dice: 1a altura 226 obstruiria el espacio, 226 —Sx. =140—Sa. A Ww TIPOGRAFIA Se trata de compaginar doscientos clisés destinados al nvimero especial de la Architecture dAujourd’hui de Ja primavera de 1948. El formato de la revista es: 310%, 240 m/m El problema consiste en descubrir un cierto mimero de formatos de clisés y 1m juego de dimensiones para cada uno de el ig. 64, FE] Modulor ha dado los elementos armonizados entre si, = Bonlogne-sur-Seine, [Architreture d’Aujourd-hui, Segond néimero especial Lo-C, — 5 — Se han recortado cartones de estas dimensiones, y lt compaginacién se hizo entonces con rapide, exactitud y facilidad. La primera dimensién (A) sera la misma que a de la revista. Paseando el Modulor (la einta graduada) por ka pagina, se descebre una medida utiliza- bile, um intervalo situado entre las cntas 298 y 328.8, es decir, sos 300:m/m aprosimadamente. Para la segunda dimensién, paseada la cinta ¢ To largo de Ia pagina, ofrece, por ejemplo, Ta Ieetura siguiente: el intervalo entre 24 y 267, lo que da M3—Sr. (B) Este intervalo de 243 totaliza los valores siguientes del Modulor Intervalos entre: My 39 too I BB + 63. 1019 + = 1019-1649 + ~- 16K) 2668 Para la tercera medida se admiten a priori mérgenes a la izquierda y la hay se elige, por ejemplo, jervalo comprendico entre 000 y 203 m/m aproximatdamente (C) Para la enarta, se adopta cl intervalo entre 000 y 164 (&) = 164 Para la qn itervalo entre 298 y 1644 == 134.6 (H). Se han obte ies, cinco dimensiones de clisés, Busquemos ahora los formatos, que varian desde cl cnadrado hasta el reetingulo alargade, ‘Trabajando con (C) he paseado lt cinta del Modulor v clegido el inter- vulo entre 38.9 y 2038 = 164.9: la diagonal califica en To sneesivo el formato (€). Llevando 1649 a lo largo, obtengo (C1) =m formato enadrado. El nto de interseccidn de éste con la diagonal (C), da la medida del intervalo —- 1619 = 135, cuya diagonal determina el formato (D1, (oblongo)s de luego, fas dliagonales (D1) y (D2) definen formatos eadrados, uno ste 1649 y cl otro de 135, Operando de ke misma manera sobre ka dimen a de 184, qe habia da- M7 — do (E), se obtienc el cuadrado (F) de 126 y el rectangulo (G) de 101 >¢ 126. Operando sobre (H) = 136.6 > 101, resulta el cuadrado (1) == 101% 101 Esta experiencia de dimensiones y formatos de clisés ha descubierto inter valos situaclos entre valores de Ta serie roja y de la serie azul, To cal da cifray que no aparecen en el cuadro numérica del Motlulor. puesto que resnltan di operaciones secundarias. Con tal motivo hay que desticar cl hecho de que esta clase de operaciones cs de orden especificamente visual. El Modulor, en ewanto cinta zraduarla que se tiene en la mano, permite al operador ver sus dimensiones, 1o cual es de tuna importancia capital. La desgeacia del tiempo presente es que Tas medidas mpre cn Jo arhitrarfo y cn la abstraceién, y deberian ser carne, es lecir, expresién palpitante de nuestro nmiverso, ef universe de los hombres, que €s el rinico que concibe nuestra inteligencia v UNA MANUFACTURA EN SAINT-DIE Jean-Jacques Duval es um joven industrial amante de Tas cosas del arte y del pensamiento, y esa dla quien se debe le tentativa del plan de urbanis- d de Saint-Dié, que fue combatido y rechazado por la mayor 1 Cactualmente cn curso) de su ftbrica, se ha podido hacer una técniew cas unto y fuga regidos por el Modulor. Fig, 65. Hay tres conjuntos: La columnata de los pilires a la vista EI paralelepipedo de los talleres; El coronamiento de las oficinas y el jardin de invierno, Hay, ademis, tres cadencias, ritmos diferentes: a) La separacién del esqueleto que eva cl honnign annado: pibucs, vias y losas; 1b) El entramado (de hormigén) del parasol de la fachada de los talleres; c) La redecilla del tabique de vidrio (construccién en rable) que se extion- dle dloteds de los parasoles y delante de los talleres y de las oficinas. a) Elesqueleto Ta planta y Ta alzada dan: dlistaneia entre pilares (K 4. B) = (592—S.n, 93 — Sa.) = 695. — 49 — Serle roia ‘ B c 13 D Ew Foo G 183 H Tr 296 l kK L158 M N Pr 625 140 espesores E. @ voladizos T by EL parasol La planta y el corte day ancho del alyéolo Ko 592 Sa alto 1 = 206 Sr. espesor = A= 78—Sa. profindidad ~~ F=Ms—Sw, ©) EL tabique de vidriv Ta fachada da: marcos de carpinterfa de Tas ventanas ] = 366 —S.a. N= 86—Sa. P=140—Sa. La técnica realizada es Ta de las medidas directrices del esqueleto, del pa- rasol y del tabique de vidrio, que son los tres distintos, independientes une del otro y sin coineidir (ni superponerse de ningin modo) es decir: 592 366 Pero todos estin acardes, todos son de kt familia. Creo que esta misica, tuwada aqui por el arquitecto, seri firme, sutil_y matizacha como Ta de Debussy — isl — vl UN NUEVO TABIQUE DE VIDRIO CON MADERA. Fig. 66 Se introdujo durante cl aiio de 1948 en una construccién de 1930, sometids anteriormente a una reglamentacién municipal cuyo efeeto habia sido limita: Ia altura de esta ventana 2 204 centimetros bajo una taviesa de hormighn armadb, altura accidental que dieté toda Ii proporeién del departamento qr se extiende detris de esta ventana, No se ha aplicado el Modulor pie-pulgada de 183 — 53 — 226 — S.as perc se ha construido en esta ocasién uno especial (una especie de engaiiifa) sobre a base de 165 — 204. Esto es interesante y califiea nuestra aetitud respects de las férmulas: husmear, olfatear en primer término, apreciar y decidit Ev este caso se ha decidido a mansalva que el Modulor de 183 — 226 lnubiese des. talificado lo que, en el caso presente, debia ser la eausa emocional arquitec tonica: el tabique de vidrio. Se ha afinado en el érgano la sensacién arqui tecténica: el tabique de vidrio, Ta realizacién ha consagrado nuestra empresa: nadie duda del subterfu gio. La armonfa reina en toda Ia pieza. He aqui, pues, en primer lugar, una cinta especial que va desd 0 hasta 267 Y, a continuacién, las medidas correspondientes de las vidrieras Gristal principal: 1 3G = 169 123.5, Cristal inferior: EXT = 58,3 12 — 12 — Si fa base es 102 y 204, ef Moduler espevial es 165 Seasin eb Mevtulor especial base sobne 165. A 3 Ro K Ne CT Dow RSS 94 14 B B72 634 1 G Be St a yD M18) = 102 4 304 6 P16 = 165 + B Puc, 66 vu MAGNITUD MATEMATICA La Maguera 23 4 Marzo de 1947, Nuev« York . Construceién del Cartel General de las Naciones Unidas en cl East River, en Manhattan — 153 — 1947. Estin hechos los planos, introducicnde la “cindad-radiesa” en el tri ssico erizo de Nueva York Sol, Espacio, Césped. Tal es la promesa que se va a hacer. La obra supers por sus dimensiones, a todo lo que se realiza desdle hace mucho tiempo, A de cir verdad, todavia no ha hubido ocasién de administrar con los mimeros tal complejo arquitecténico, En la fix 68, he anotado ama serie de eotas: a,b, 6, dee, (eh e2,€3).) gh que deherfan y podrian hacer brillar la radiacién matemética a través del espacio. Este espacio ¢s de cuatrocientos cincuenta metros de longitud por ciento cinenenta de fondo y doscientos de altura. No se apelaré a Jos niimeros jay! porque quienes han qnedado dusvios dh Ja empresa, Inego de las maniobras que triunfan en tales ocasiones, son indi ferentes y extras a la cualidad espiritual necesaria, a Tn finara, 2 lt astucia + a la curiosidad que incitan « feanqucar la puerta de los milazros. No sélo el gran ritmo de los edificios podria hacer refulgir el cielo de Manhattan, su pasién de cristal, sino ta textura de los locales: ventanas ilumi nadas, muros llenos y parasoles, asf como los fustes de las columnas de acero + de hormigén que aparecen por todas partes como los tobillos de los ganos 1st — » 3 Cunt OH Aige Dy Ney Uw oy f faar Ret, Pm Cy Letrumnin jh Defamer GF om VRIES KP G Brim = Sean Ca oad A Shagte bm beer eek Fre, 68 que soportan esbeltamente todo cl cuerpo — ke textura del inmenso conjunto podria ser una y gencratriz de unidad: tumulto en ta totalidad (el gran ritmo dle los edificios), pero uniformidad, unidad en el dctalle, No son silo las for- mas agrupadas bajo ta luz, sino un tejido interno, apretado como kt pulpa de tuna fruta sabrosa, y todo ello regido por la ley arménica: una estratificacion, Necuerdo las etapas que me han chocado hace poco tiempo: nuestro Palacio de lus Soviets de 1931 y su confirmacién vista desde las ventanillas del rapido Pa- tix-Roma, el 4 de junio de 1934, a In derecha del Campo-Santo de Pisa. Fig. 67. Todo esto denunciaba el deseo de una organizacién molecular de ta cosa tilificada sobre medida arménica a la escala del hombre vill URBANISMO Plano de Paris 1937. La realizacién, un dia, del Centro de Paris, pedriv ser motivo de una magistral aplicacién de la Matematica al dominio editicado _ p> Fic. 69 Plano de Paris 1857, 156 — Fie, 70 Plan dle SainteDi€ loss. — 18 — urbanismo de tres dimensiones (en cl suclo y en el espacio). Todo se puede entonces matizar, variar, multiplicar, ser infinitamente resonante, recurrente. Estoy persuadido de que no hay otro camino para aleanzar In radiacién arq tectonica: preludio, coral y fuga, me loclia y contrapunto, textura y ritmo. Fig. 69, En vez del Paris prestigiose, tue bién es posible evacar ka modestisins ciudad de Saint-Dié, en Tos: Vosgos cuyo plan (rechazado) era ritmo y melodia, geometria y naturaleza, pre porciones huttianas \-paisajes de mon tes y de valles, Ota modulacién, infinite, inca sable de todo el conjnto y del menor detalle: la urbanizacién de kx orilla iz qnierda de Amberes (1933), Fig. 7] Después de esto, un sector de ks ‘Ciudad Radiosa” que ha precedide ca diez afios a ke Unidad de Vt vienda de Marsella y que es posible que la sige bajo una forma adapta a las circumstancias, Paris, “La Man zana Insalubre N¢ 6, 1937". Fig, 72 todas partes pueden interveni las medidas: pilares, calzadas ye ininos, piscinas, cdificaciones; arrib. abajo y cn cad objeto del interior acropuertos Por iiltimo, para testimoniar « nombre de la magnitud posible de | EI barrio de los negovios de Argel, 1939. 160, arquiteetura y del urbanismo moderno, este arreglo del Bastin 15 en la capi- tal de Africa: Argel. Fig. 73. En aquel momento, 1939, afio en que se preparaba la realizacién de esta considerable obra, después del Palacio del Ministerio de Edueacién Nacional de Rio y precediendo a mi rascacielos cartesiano de la UN en el East River de Nueva York, todo eran ya medidas, coordinacién, combinacién, accién ma- temitica El Modulor ha sobrevenido como Ia floracién de un largo esfuerzo durante los negros afios que hemos vivido con tanta violencia espiritwal y tanta miseria material. 161 Capitulo 6 Simple Utensilio arménica universal, de hecho, estar siempre atada a la pulgada acidn, Cuando uturo propictario, éstas “ §: muchos Tos que se han asustado ante la idea de que Ja medida 6 al metro tradicionales, vinicas bases de com, las medidas de un edifieio son especificadas pore lo'son en pies y en metros y no con el Modulor.” John Dale me hizo esta importante obscrvacin el 6 de agosto de 1948 en Nueva York. Aquf hay un equivoco y se puede tropezar con la piedra de es- ‘cindalo, La cuestién es actual y permite aclarar el debate. (B) El Modulor opera con medidas “apreciadas” (fenémeno activo). Todo problema que un cliente plantee a su arquitecto, lo hard con las mumeraciones baal el metro o el pie, ete, es decir, expresado en cifras (fenémeno pa- sivo [A]. El Modulor interviene (activo) [B] para responder a (A). (A) 6s la peticién individual 0 espontinea del cliente, aparte de todas las consideraciones de las tareas especificas del profesional, que son (B): —el equilibrio de la composicién; —el enlace con las inmediaciones; Ja normalizacién, la standardizacién, la prefabricacién; —y, por ultimo, In armonfa resultante (respecto del vecino, ereacién de ambiente, civilidad y edueacién, cte.), que corresponden al arquitecto. He contestado a John Dale: “Sus reservas sobie la rivalidad del Modulor y las numeraciones “mete “pie-pulgada” permiten definir In razén de ser del Modulor. Este es una ga- 14 de medidas y el pie-pulgada o el metro son cifras. Estas numeraciones radas (metro, pulgada o enalquiera otra en uso) permiten designar Tos calores 0 medidas del Modulor con los medios corrientes: su pulgada y rues: “tro metro. “E] Modulor es un utensilio de trabajo para los que crean (componen — “proyectistas o dibuyjantes) y no para los que ejecutan (albaiiles, carpinteros, ecdinicos, ete.).” — 165 — Me llamé la atencién una vifieta (que no era mfa) publicada en la revista inglesa Architectural Review de febrero de 1948 al frente del articulo Le Cor- busier’s Modulor. Dicha vificta reproduce un fragmento de las graduaciones matizadas del Modulor definidas por una numeracién: m 15, m 17, m 19, ete. (en serie roja), m 16, m 18, m 20, ete. (en serie azul) +, Creo que aqui se abre un abismo, El empleo del Modulor no silo se hun- dira en la confusién y en lo impracticable (porque m 16 o m 105, ete. son una pura y espantosa abstraceién, lo que equivale a decir que se retirar’ la savia de la vida), sino que se anularé uno de sus objetives correlativos muy im- portante: la alianza, la armonfa hechas posibles entre la pulgada y cl metro. Esta armonia es de’una gran importancia. Por esto me parece que el Modulor debe mantener su numeracién original en cada una de sus graduaciones: Tn mlineton 1648 SLT rn tn sere En pula” te {Bion SS Jpn te serie tin 203.8 ere y p28 5890 6H para Ia sel av Mis atm: las calificaciones m 19, m 17, m 15, etc., dejan suponer los indi. cativos: m3, m 2, m 1, m0, Ahora ben, esto es imposible. Fl cero no se puede aleanzar nunca, Es el objetivo inaccesible de la serie decreciente: ® ®, 1 m parece que signitice Modulor. — 166 — fe cree no lector de porvenit tardatario! tuando en 1920 6 1921 las fabrieas de puerta de ” Hm, No se han dibnjaco empleando wna exndricnla, sino tomando solamen vse ha visto que estas coordenadas proceden del Moduler (por simple efecto de unit ley de armonfa) algunas abseisas y ordenac 70-4113 $140) 182 4 226, ete, Los carges. Mi compaticre de ayién entre Tamir e Istumbnl es un joven igeniero turco de kt Marina Mereante, que ine dijo: “Voy a Cotemburgo a recibir un cargo fue, en Izconstruceidn de los eaceos, termina cl espacio libre entre puentes” - a altura-tipo libre entre puentes es 2,26 m” —“-Quiere usted expresarla por un dibujod—“Melo aqui: y también Te OF cone gt Low prose h zh SS Z ) aranghe, wae Foor Fc. 88 altura-tipe — 194 — digo que lo mismo se hace en la construceién de paquebotes parit los cama- rotes de los pasajeros”. La preocupacién por el bienestar y kt economia general de la obra han | puesto a los constructores sobre Ja pista de los arquitectos del siglo xvi, } cuando buscaban intimidad v comodidad a peticién de las mujeres: los “pe- queiios departamentos”. Fig. 88. 2 |! Los vagones del ferrocarril. Fig. 89 Cofres de hombres con medidas de hombres. Cosecho. 13 El Partenén. } Octubre de 1948. El azar pone en mis manos una excepeional documen- tacién, Se trata de una copia de los planos originales establecidos en Ate- nas en 1923-1931 por Balanos, los cuales contienen los datos rigurosos de cada uno de los bloques de mar- mol que entraron en la construccién del Partenén: graderias, columnas, entablamentos El examen de estas medidas puede condueir a mil conclusiones de las § a ne no se saen mada perentorio ui UE AL nada simplista. Una: primera lectura de las cifras que llenan mas de vein- te grandes hojas de papel, me incita \ poner de testigo al Medulor 1 (ba- sado en ima estatura de 1,75 m 108 — griegos eran, ciertamente mas bajos que los anglosajones y los 195 - cm ae ee Fie. 89 216). Los vikings. En estas condiciones, In lectura de dichas cifras es bastante optimis ta... mediante la conviceién y algunos golpes de pulgada —o milimetros-- sugeridos por la fe. Por definicién, el Partendn es el monumento excepcional, lugar de to- dos los matices. Es una verdadera escultura y no wn edificio. Multinlica Tas “correcciones dpticas” debidas « su sittacién sobre la Acropolis y a Ia in tensidad de Ja Inz atica, Ictinos, Calicrates y Ficlias se nos escapan de entre las manos cuando. con motivo del dimensionamiento de las columnas, las cifras dan friamente la medida exacta de 10,000 metros — janticipada’ consagracién de la Con. vencién Nacional Francesa de 1793! Repito que estamos ante wna grandiosa escultura inserta en el paisaje del Himeto, del Pentélico, del Pireo y de las islas, y no ante una construc cién organizada esencial y necesariamente sobre ia recurrencia de los ni- metos, como por ejemplo, una catedral (bévedas y arbotantes), 0 como la Torre Fiffel. 0 simplemente la Unidad de Vivienda de Marsella (significa cién textirica [textura] de las medidas), ir Urbanismo en el Perti, 1948. José Luis Sert, presidente del Consejo mundial de les CIAM* me es- cribe desde Nueva York el 13 de septiembre: “Haciendo un trabajo para Lima (un plano de urbanismo) he ensayado cl Modulor. {Qué magnifico hallazgo! Es un precioso auxilia: en el utba- nismo y en los trazados a gran escala, Gracias a él se pueden determinar las alturas reglamentarias, fijar los gilibos y también los volimenes-kimites, asi como establecer la base de un cédigo de legislacién urbana, Hasta ahora no existe nada semejante,” 1 sGamgreres Tnternacionaes de Arquitecture Modena, fundados en 1928 en el Sa az (Suiza). — 196 — Fic, 90 = 197 — Un faraén, Ramsés II confirma Ja existeneia de los trazados. Fig, 90. Las cifras del croquis que reproduzco expresan en milfmetros las di mensiones de la imagen segin Champollion, tomadas dei libro de Gustav Lebon Les Premiéres Civilisations. El lector puede comprobar la existenci: de relaciones matematicas. “ 16 Fachada de un comercio (Batty) a construir en el bulevar de la Magda. Tena en Paris, 1948. Fig, 91, Se trata de un revestimiento metilico horadado por tres huecos. La com: Posicién presenta una diversidad indiscutible. ~ 13 Sa. 226 —S.a. 86,3 — S.a de 266 —Sxr, = 133. 40 —S.a. e= 86—g (13) Sa. =73. he 43—Sz. i= 113g (13) Sa. = 100, Ww Trazados reguladores que han permitide hacer la eomposicién de cuadros. Figs. 92, 98 y 94, Los trazados se dan aqui a titulo de testigos de una prictica introdu- -¢ida en mis trabajos de arquitectura desde 1911 y en mis cuadros desde 1919. Particularmente, el primer trazado de dos euadros de 1920, uno de los cua- les esta en la coleccién La Roche, de Paris, y el otro en el Museo de Arte + - a fos 2] 8 ‘lr in Hamada “del hy ador a lay investigaciones Fic, 91 Mederno de Nueva York, da, en A, la sob gulo recto”, que sitvié espontineamente de inc del Modulor en 1942, veintidds aos mas tarde, El trazado 2 de un cuadro de 1929 tiene en cuenta la espiral logaritmica El trazado 3 retine el cuadrado y el pentigone. Se impone una observacién: se ve que los trazados no parten de los cuatro dngulos de la tela, sino que dejan un residuo (especialmente en el trazado 2): los M y N en los dos bordes; (trazado 3) el residuo da la vuclt entre 1, 2,3, 4 y ABCD. El exégeta no advertido se esforzard por reconoe cn estas Obras trazados que parten de los cuatro angulos de Ja tela, pero no Jo conseguiré 0 caera en lo arbitrario. Aunque practico los trazados regu- ladores desde hace mis de treinta afios, declaro que al transcurrir el tiempo y desfallecer la memoria, es muy dificil volver a encontrar el verdadero tra- zado regulador en una obra de hace diez o treinta afios, a menos que se — 199 — es ee hayan anotado prudentemente algunos puntos de referencia tales como los de los cuadros mnimeros 2 y 3. En cl trazado 3 se ha tenido en cuenta un rectingulo 4, y en el 4 un gnomon de crecimiento arménico. Ambos dejan fuertes residuos, enkazados, sin embargo, con el propio trazado. En cl cuadro 4, construido segiin una geometria indiscutible, el pintor ha experimentado el gusto de reproducir, en pequeno, el trazado sobre la tela; pero Io ha acompafiado de una... pera, encantado de indicar asi el peligro que corren los artistas sino conservan, por encima de todo, su jnicio y su vision dle pkisticos. AU buen entendedor... (Fig. 93.) 200 EL cuadre 3 advierte obra trunpa: ef mazacote del fotigeato 0 ded gra bador sobre la prueba fotografica o cl clisé, 0 la cinta de papel pegadi alte dedor del clisé de cristal del fotdgrafo. Ya no existe la integritlad del formato del cuadro y el exégeta cacri, una vez mis, en lo arbitrario, Fie. 93 E] autor de un estudio sobre pintura, el fotdgrafo y el grabador suclen acumular factores de incertidumbre o de inexactitud, fo cual es de uso co- triente y el lector resulta vietima de un engaiio. — 201 18 De un cuadro a un rascacielos. Fig, 95. 1938, Vuelvo a Argel donde roniipo otra lanza en pro de la urbanizavion moderna de la ciudad y sus alrededores. EI futuro rascacielos del centro co construido mentabmente la teoria del “rascacielos curtesiane” epuesto al dis paratado rascacielos de Nueva York 0 de Chicago *: biologia interim, estruc tura, actitud general... Hoy, se produce de repente. Ir eclo: porcién — unidad, variedad, ritmo, Porun lado (el del acantilado) se re Fic, 94 mercial ocupa mi espititu, Al abrir la puerta de mi taller me Hama Je aten: cidn un trazado regulador pintado en la misma tela, al dorso de un euadro de 1931, y experimento una escapada espiritual: he aqui la armadura de las proporciones que van a situar en cl paisaje de Argel el rascacielos en el que pienso desde 1930, es decir, desde hace ocho afios, durante los cuales he 203 — | Trazado regulador del dorso Raseacielo dee Argel de-un eundro de 1931 Fee, 95 4 Nora: Los trazados reguladores de las figuras 92, 93, 4 y 95 estin invertides; el lector Tos puede ficilmente imaginar girados de derechi « izquierds. 2 Véase Cuando las catedvales eran blancas, Editorial Poseidon, Buenos ites, — 203 ducirdn las directrices verticales, y por otto (frente al mar) los espacios 1, durante su épeca pu arquiteeténicos se ampliaran hacia’ ts leyania . . E] tema es inagotable, Mis lecturas de la tarde me dan la prueba en el inismo momento en que acabo de escribir estas lineas. Henry Kalnweiler me hha enviado su noble libro dedicado a Juan Gris, Este, de quien tuve la for- tnina de ser amigo, pinté todos sus cuadros a base de trazados a priori de gran poder geométrico, en cuyo interior colocaba, rompia y forzaba guitarras, compoteras, vasos, botellas, frutas y figuras, Juan Gris’ era el hombre mis afecto al arte de pintar (arte = manera de hicer), Fue, y aparece hoy ine contestablemente, el mas firme y noble de los pintores cubistas. La obra de Kahnweiler (350 grandes paginas) esti dedicada a demostrar e! nico fend- neno pictérico, manifestado particularmente en nuestro tiempo por Seurat, Gézanne, Gris:’ “fenémenos”, pintores-pintores fund:mentalmente. Gris geo- metrizaba @ priori: “Para Gris, se trata de encontrar un trampolin y nou pretil, y una vez encontrado el trampolin —aparentemente por caswallidae- ya no Se entrega a ningin cilculo ni hace intervenir el compis.” Una pagina antes, habia escrito Kahnweiler: “La empresa de Gris no tenia ninguna relacién con ciertos métodos pe- dlantescos y vacos que no hacian més que entorpecer el espirita y la mano del pintor que los adoptaba. Tal fue, especialmente, el caso de la revelacién de Sérusier en el alto valle del Danubio, en el pais’ de los Hohenzollern, en el aio 1897, revelacién de «una estética inédita, de un nuevo hieratismo y de tcorias de arte basadas en la Matematica, el mimero, la Geometia; teorfas que profes una grande y floreciente escuela monistica: la de los bencdictinos de Beuron... que nunca han conseguido hacer obras de va- lor... Las teorias de Beuron han influido sobre muchos pintores, siguien’'> ‘con frecuencia un camino subterréneo, a espaldas de los intereses que pru- hablemente ignoran tanto las obras como los eseritos del P. Didier (Beuron ) Citaré, especialmente, a varios cubistas de segunda fila: Jeameret y C ® Jun Gris, sa vie, son oeucre, ses éerits, Gallimard 204 — ¥ la casi totalidad de los partidrios del Arte Abstracto. Todos estos artistas creen, como Beuron y Sérusier, en nna belleze calculable y en la posibilidad de obtenerla por inedios matemiticos.” El Jeanneret soy yo! Los testigos estin, pues, presentes. OF prowunciar el nombre de Beuron hacia 1922 6 1923: pero yo soy el mas hnraio de los discipulos, y, a decir verdad, soy lo contrario de un ‘disefpulo. No he expe- rimentado la menor curiosidad por Benron, el cual me inspiraba le mas in pulsiva desconfianza. Mi vida esti hecha de observaciones personales, y planteo el problema que nos va « conducir a la conclusién de este ensaye una obra visual destinada a deleitar el espivitu empleando formas, superfi- s compartimentadas, hoyos y promontorios, cn una palabra: clementos imedibles opnestos 0 conjagados (hablo de arquitectura y de pintura). ti ne derecho a tomar en cuenta 3eometria y las relaciones matematicas? Esto por lo que toca a la superfluidad espiritual; porque aqui mi problema no se refiere a las fabricaciones, los obradores, Ia serie, sino 'o que en la jerga del oficio se lama la phistica. Ta respuesta es normalmente afirmativa; esté en el orden de Ins cosas, La introduceién de esta base de la composicién o de este floreciiniento del deleite puede intervenir al prineipio del camino, 6 mientras se recorre, © al final de} misino. gGwindo nace la idea? (en la jerga del oficio: I inspiraciém). 2Antes mientras el artista toma o tiene en la mano el lipiz? Es cuestiin de indi » dos, de circunstancias, de condiciones diversas, de trabajo, de naturaleza | (spiritual y también de comportuniento. Diversidad. diferencia de casos, \ }“nnico de los espiritus. Kahnweiler toma partido: “Pata Gris se trata de scontrar un trampolin y no un pretil” (sin polemizar podria decirse un an- drivel). No hay reglas de arte, sino éxito o fracaso después de Ia solueién pro- puesta al conflicts de las ideas, de las emociones, de la fisica de procedi- . 4 Mis primeros cuacras, de 1918 a 1928 estin finnados Jeanneau | — 205 I miento, etc., puesto que una obra de arte termina en una interpretacién ma- terial, una increfble, inconcebible e inenarrable batalla interior. El caso mac tematico ex uno de los elementos constitutives, como el color, los valores, el dibujo, ef espacio, ete. ete., 0 el equilibrio o el desequilibrio, Ia célerao la erenidad, ete. Pido para el arte cl derecho a la diversidad. Reconozco en el arte ol dleber de la novedad, de Io nunca visto ni jams concebido. Reclamo para el arte la parte de desaffo. .. de los juegos, del juego, siendo el juego la propit manifestacién del espfritu, El gamo que da saltos gigantescos de una piedra 8 otra eayendo con todo su peso sobre una pezuiia sostenida por un tobille, de dos centimetios de diémetro, es un desafio y es matematica, El fend meno matemitico evoluciona constantemente desde la simple Aritmética, itil para Ia vida ordinaria, hasta el nimero, arma de los dioses, que estin detriis del muro donde juegan a lox mimeros. Para nosotros no hay ninguna nece sidad de adoptar una actitud confitada 0 extasiada evocando esos rlestellos de verdad fundamental que nos gusta captar a veces en la encrneijada de los caminos y que son un auténtico hecho religioso; pero cuando se percibe en alguna parte cl hecho religioso es también initil caminar de puntillas. + hacerse el beato, Las palabras son las palabras y sirven para designar Ins cosas, Hay cosas que, afortunadamente, no conciemnen a todo el mundo. Por el contrario, parece que Ia armonia arranca de la aquiesceneia de todos. ¥ aqui It palabra todos s6lo designa na parte: las personas honestas. :Y quié nes son las personas honestas en esta cuestin? Una vez més: la Naturalera que ofrece a los hombres una incansable diversidad en Ia unidad, y yo soy feliz al pensar que tal diversidad esta al aleance de nuestras manos, © ensayo habla de wn utensilio, cl Medulor, colocado sobre el tablero de dibujo al lado del Mipiz, Ta escuadra y Ia taza de té, El té y la escuadra gson crimenes de leso pensamiento, de lesa tarea? No hay que polemizar ni desviar el debate. Sélo mo resta site dos grupos de pensa ¥ dos hechos que preden muy bien ser Ia expresién de nto: — 206 — 19 La regla y el compas. Gitemos a Paul Claudel de L’Annonce faite @ Marie: “Me acuerdo cémo ha castigado a uno de nosotros que siempre estaba di- Dujando en su rincén: "Lo envié durante todo el dfa a Jos andamios con los albailes, para que les sirviera y les pasase los cubos y las piedras. Dieiendo que al cabo de la jomada sabria dos cosas mejor que por me- dio de ta regla y el dibujo: el peso que un hombre puede transportar y la altura de su cuerpo. "Y del mismo modo que la gracia de Dios multiplica cada una de vuestras Duenas aceiones, “Asi nos ensefié lo que se llama sel Siclo del Templo», y esta morada de Dios, de la que cada hombre hace lo que puede “Con su cuerpo, es como um cimiento secreto: "Lo que son el pulgar y la mano y el codo y nuestra envergadura y el brazo extendido y el cireulo que se describe con "EI pie y el pasos "Y como nada de todo esto no es numea lo mismo. | "2Creéis que el cuerpo fue indiferente a Noé cuando hizo el arca? Es indiferente "EI niimero de pasos que hay desde Ja puerta al altar, y a altura a la que esti permitido elevar los ojos y el mimero de almas que tienen reservadas los dos Jados de Ia Iglesia. "Porque el artista pagano To hacfa todo por fuera, y nosotros lo hacemos todo por dentro como las abejas. | "Y como el alma hace por el cuerpo: nada hay inerte, todo vive, "Todo ex accién de gracias.” . Durante mucho tiempo he dudado en citar este texto, porque queria 207 — evitar las delicias, las seducciones y las emboscadas del poema on este ensayo. UA ee pre een emo Teco unten Jere etm Peto Clandel lo eneadena a uno "BL alealde. — El hombrecito habla bien, sgl obrero-— Giganle repleto como una urraca de Jas palabras de su bn aprendis. — Huble on respeto de Pierte de Craon, rT alealile. — Es verdad que se trata de un burgués de Reims que s Hama el Maestro del Comps.” ensennacuie “Como antes Micer Loys se Ihimaba cl Maestro de la Regla” EI Maestro del Compas y el Maestro de Ia Regla eran dos hombres, dos seres distintos, Creo que estas palabras: Reglt y Compas, no se han pro- puesto sin razin, Me parece que debajo o detrés de ellas hay algunay signi- Ficaciones que no conozco. En este punto culminante hay que beneficiarse una vez mis de Ja ignorancia, hermana de la ingenuidad. Intento ver claro Este verano, al pagar mi aperitivo en uma taberna a orillas del Mame, me he quedado divagando ante In vitieta del hillete de cincuenta francos que me tendia el mozo: im grabado de Leverrier, que representa (probablemente) al arquitecto Mansart, con el compas en Ia mano, contemplando sw obra maestra: el Observatorio de Paris. Como el grabado es del més puro estilo “Bellas Artes”, medlté: “Bellas-Artes-Arquitectura”, y eseribf en mi enaderno de notas: “El azote de la arquiteetura es el compas (no el de Copémico), el com- pis de las Bellas Artes, indiferente a las medidas, que trata con la misma indiferencia el metro que los cien metros o el kilémetro durante una manipu- Jacién abstracta, sin hneso, sin carne, sin vida, sin sangre. Simple continua- ci6n, suma alineacién de igualdades que proporcionan una exactitud sin sal. La medida es una apreciacién, vin juicio, una adopcién después de un debate © examen mediante el juego de reflejos, © por razonamiento; la medida que se tiene en las manos, entre los brazos separados, y que se aprecia con los ojos fin de transferir su potencia a todas las cosas que estén al aleance directo, cl Modulor ide 2,26 m o el metro 0 el doble metro corrientes plegados, mas tensién de espiritu, se establecen relaciones inteligentes ¢ inteusas y uma xc- cién sobre nuestra Sensibilidad fe mis implacable y fulminante que In trivial contabilidad del compé Esto para el compas en las manos del dibujante, colocado sobre su tablero: tic, tie, tie, tic. Un cuarto a la derecha: tie, tie, tie. Dos ernees, estrellas, cies en los planos, planos en estrellas y toda Ia se eetiencias amortas Pero hay otro compis: el de Pierre de Craon. El compas del gedmetra, susceptible de realizar, determinar y provocar entre sus pinitas cereos lini fantes 0 proyecciones ‘hacia el infinito, eapaces de um juego do Geometria introductor de las delectaciones ilimitadas y peligrosas de los simbolos y de Ja metafisica, provocador a veces de soluciones, © invitindo también a la evasién, Peligro:o utensilio segim la naturaleza del espiritu que dirige a a mano, Siento la tentacién de clasificar los resultados ast El espiritu geométrico conduce a formulas captables, como expresiin de las realidades arquitecténicas: muros en pie, reas perceptibles entre cuatro paredes, angulo recto como signo del equilibrio y de la estabilidad. Diré: es- piritu puesto bajo el signo del cuadrado, y mi designacién se enenentra con- firmada por el nombre tradicional allantica dado al arte arquitecténico medi- terraneo y, por consiguiente, antiguo, basado en el cuadvado. O entonces, el espiritu geométrico conduce a los trazados de bocetos chis- peantes, dirigiendo sus rayos en todos los sentidos 0 replegindose en trifin- gulos 1 otros poligonos, abiertos lo mismo a la amplitud espacial que a la simbélica subjetiva y abstracts, Diré: espiritu puesto bajo el signo del triin- gulo y del pentagono convexo 0 estrellado y sus conseeuencias volumétric el icosaedro y el dodecaedro. La arquitectura bajo el signo del tridngulo ca Fieada por el Renacimiento de allagermanica. Aqut, la fuerte objetividad de las formas, bajo la intensa Inz de un sol réneo: arquitectura macho. subjetividad ilimitada ocupando cielos tami Ally, hembra ados: arquitectura — 209 — Los del cuadrado no empleaban el compas porque sé» cousideraban su- perficies o prismas simples cuya representacién por medio de cuatlrados 0 Fectingulos determina relaciones que se manifiestan muy objetivamente v en plena facilidad de apreciacién, Los del triangulo tienen el compas entre los dedos. Cosmografia, estre las... jAtenciénl Lo subjetivo nos hace pehst, pehst. Queda el hombre de la regli, Mi Sefior Loys. Tengo por cosa normal que una ley interna anima ima obra de creacién humana. Me refiero a las definiciones aproximadas del diccionario: Regla: dirigir. Principio: ley. Disciplina, orden (Larousse ) Me siento Hevado a este sencillo razonamiento: por wit parte, cosas que se ven y se miden, y pienso: arquitectura: por otra parte, cosas ie nos pro- yectan lejos, a los mundos ilimitados ¢ inaccesibles, y pienso: metafisica, Dos fenémenos consecutivos; el uno excede al otro y lo sobrepasa tal vez peligrosamente, Soy un arquitecto, un plistico, un constructor. Me he inelinado a ello al busear lt explicacién de las circunstancias de inveneién de un utensilio de trabajo destinado a las personas que se ocupan de las construeciones, Este utensilio es apto para unificar la textura de la obra arquitecténica

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