Qu hace que algo merezca estar en un museo? Es acaso su valor econmico
o es acaso lo esttico que le pueda resultar a un observador particular? Los seres humanos se han caracterizado por el deseo de conservar elementos a los que se les da una gran importancia, sin embargo son acaso los museos producto del capricho de un gobernante con deseos de modernidad? O son quizs algo ms? A lo largo del filme de Sokurov, dos compaeros nos guan a travs del Hermitage. El primero, un narrador annimo del que poco se sabe, ms all que es el que lleva la cmara. El otro, un peculiar hombre francs, quizs tan francs que parece un estereotipo, ya que pareciera siempre estar criticando y casi que danza en vez de caminar, en esta historia sin protagonistas este personaje es quizs el que ms se acerca a algo similar, siempre preguntando acerca de cada cosa que ve, llegando al punto en que parece irritante y pompos. Sin embargo, cada vez que nos habla nos hace reflexionar, como si se tratase de un mal necesario el francs nos hace sentir orgullosos, culpables, furiosos y, algunas veces, nostlgicos y hasta tristes, finalmente despus de tanto fastidiarnos termina encontrando lo que pareciera estar buscando a lo largo de todo este sueo, el ultimo gran baile de los zares, una vez acaba se despide de nosotros, con una expresin extraa en el rostro, como si supiera que algo nos va a pasar. Salimos junto a los dems del baile, nos podemos sentir agobiados, con sueo, quizs hasta fastidiados por haber visto casi dos horas de lienzos a travs de una cmara, pero hay algo que, consciente o inconscientemente, hemos aprendido. Los museos nos recuerdan de dnde venimos y quines somos, nos permiten mirar con nostalgia al pasado y preguntarnos si vamos en el camino correcto, ms que ser un almacn de instrumentos cristalinos y lienzos algo descoloridos, el museo es un organismo que todo el tiempo est cambiando, crece, se desarrolla y aprende de s mismo, un museo no es cualquier balsa lanzada a flotar a su suerte en los mares del tiempo, es ms bien el faro que ilumina el camino de la historia Y si, s que todo suena muy idealista, pero si hay algo que aprendimos de nuestro gua francs, es que muchas veces el romanticismo es mejor maestro que la realidad.