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Nadando contra corriente Nadando contra corriente Pree Saree) N 3053 M798 Montoya, Osvaldo "Nadando contra corn": Buea pts ara preven la velencia maesin en las elasoes de pace / Osada Montoya Telleta— Manague Pustos de Enevene, 1998 152 pf "Panto en Agendh, No 1. VIOLENCIA CONYUGALNIGARAGUA 2 MUJERES-CONDICIONES SOCIALES 3. MACHISMO Colecedn Puntos en Agenda. N ‘Aslstente de investigaion Foam meses Vanguee Tule Bendata y Amy Bank Disehoy digramacton Son Brer Jabs Benda Foto deta portata Mercedes Campos ‘Apoyo fnancero (One Weald Aion (OWA) Astrid Suecs parse DesarloIteraional(ASDI) Paral seroducin totale prialdelcmteido deel ein, rolcitarautorzsiin = De Plas Espa fo aj Le. lage Apatade oval RPS Magus, Nesp “Telefon (4505) 2664285 268-1227 268.3004 Fa (505) 2666505, Cone letinice puntor@putos og URL hespewnepuntn on (© 1998 Fundicin Puntos de cunt Contenido Introducci6n 2 Perspectiva teorica Dominseion masealina y violencia La identidad masealina hegemonica en Nicaragua Planteamientoy objetivos de la investigacion, 3 Metodologia Participantes ‘Técnicas de recoleccién de informacion Bstrategia dea 4 Los hombres en relaciones de pareja con mujeres Qué quieren los hombres de sus relaciones de pareja? 2Qué temen los hombres en sus relaciones de pareja? Los hombres yla violencia conyugal 5 El caso de los hombres ‘no vilentos" La prdtca no volenta + La forma de sr en la react de pareja + Manejo de conflicts + Resistencia as petlones para tua lo macho sevens Buscando “caus” lgunos factores comun enlos hombres ‘no volentos™ + Faelitadores dela prictica no violenta + Alganascaractersticas personales + Bxperienclas de vide sgnifativas u B 15 2 25 n 3 35 9 8 32 58 6 0 o 76 3 87 87 96 101 Vivencias:beneficiosy costos de la practica no violenta + Benefciospercibidos dela prctica no vilenta + Dificultades, dudae y contradiceiones Reflexiones finales sobre los hombres "no volentos” + Lo patriareal de los hombres “no violentes” + Dindole forma a os dates 6 Conclusiones Las masculinidades y nuestros proyectos de cambio Semejanzas y diferencias entre los hombres Lo pendiente en agenda Bipiogratia 105 0s 108 m2 un 6 1 128 BI ne 19 Agradecimientos ESTE LIBRO ES FRUTO DE UN ESFUERZO colectivo en el que ‘de una u otra manera han participado la mayor parte de mis, ‘olegas de la Fundacion Puntos de Encuentro. En ese es- fuerz0 coleetivo fue eoncebido este proyecto de investiga- cin, ya lo largo de todo este proceso fue necesario un dia- logo permanente sobre el qué, el emo, para quéy con quie- nies hacer investigacin. Sin embargo hay algunos agrade- cimientos particulars que no quiero omit. Agradezco partcularmente a Juan Jiménez (Johnny), asistente de investigacién y mi compafiero en el programa de “Masculinidad” de Puntos. Ademds de asumir muchas responsabilidades del programa; sueficiente labor fue clave para organizar el trabajo de campo, condueir entrevista, facilitarel trabajo de los otros entrevistadores y aportar al cordenamiento y andlisis de los datos. ‘Ana Criquilion, Vilma Castillo, Melody Ross, Humberto Abaunza, Olimpia Linares, Evelyn Flores, Irla Solé Eva The Rubén Reyes, Teresita Hemander,JokeLangbroek, Jeancth Corrales y Verénica Campanile sportaron con ideas, sugerencias yerticasa los borradores de esta publicacion, xy sea en la metodologia, la perspectivateériea el anlisisy ppresentacién de los resultados o las conclusiones, Rubén Reyes, del programa de Capacitacin a Jovenes, fue decisivo para ordenar y analiza las memorias de talleres educativos ‘con hombres, que seconsttuyeron en una importante fuente de informacién para este estudio, ‘Amy Bank, coordinadora del érea de Comunicacién de Puntos de Encuentro, merece una mencién muy especial Para este estudio, Amy fue mi interlocutora més directa y permanente, Durante el proceso ella discuti y aport6 a los innumerables productos intermedios que se derivaron del proyecto yal producto final que este libro representa. Aun- «que al fin yal eabo me responsabilizo por el contenido del producto final, quedo tremendamente endeudado por sus brillantes aportes a este trabajo. Finalmente quiero reconocer el apoyo brindado por Julieta Bendaia para a produceién de este libro yel trabajo ‘de Maria Eugenia Leyton y Lisette Robelo, quienes en todo momento aseguraron lo recursos materiales, Financieros y lgisticos que este proyecto demand. ‘A mis compaeros del Grupo de Hombres contra la Violencia de Managua que formaron parte del equipo de centrevstadores; Vinicio Buitrago, Jairo Sequeira y Xavier Mutoz, que nose limitaron a realizarygrabar sus entrevis- tas, so que aportaron al diseno de la investigacion y a la ‘construccién delas guias de entrevista. Después de realiza- da la entrevista, Vinicio Butrago continu aportando en ‘el proceso de ordenary analzar las entrevista. Un especial agradecimiento a una amiga y aliada de Puntos de Encuentro, Mary Ellsberg, investigadora social que con sus canacimientos sobre violencia domestica en Nica- ragua nos ayuda definir el rumbo de esta investigacién, ‘Tambien agradezco a Isabel Mejfa,Bianka Mangas y Maria Antonia Lopez por trbajo de transcripeién. Graciasa Nidia ‘Ar6stegui de la Casa de la Mujer del Sauce, Adolfo Diaz. del programa “Campesino a Campesino” dela UNAG Rivas, a Haydeé Castillo y Yovira Merlo dela Fundacién para el De- sarrollo de las Mujeres y Ta Nifiez (FUNDEMUNI), de cota, y a Rita Muckenhir de la Cuculeca, Jintegs ‘Todas esta personas nos ayudaron a generat la muestra de patticipantes Un agradecimiento muy especial para cada uno delos hombres que aceptaron ser entrevistados. Sin su confianza ¥ apertura para abordar sus experiencias y vivencias en sus relaciones de pareja, no habria sido posible presentar ahora estos resultados Finalmente, quisiera agradecer el apoyo bindado por One World Action-OWA yla Autoridad Suece para el Desarello Intemacional-ASDI, quienes financiaton este proyecto. @ en una palabra escrita significa - “Mucha personas ya no queremos utilizar la forma masculi- 1a de una palabra si nos eferimos tanto a mujeres como a hombres, El lenguaje con que nos comunicamos es sexista cevando hablamos de “nosotros, que es una palabra en mas- calino, quetiendo englobar a hombres y mujeres, cuando decimos “el hombre” para referimos ala humenidad, cuan- do decimos ellaes médico, por ejemplo. Ahora tratamos de decir “todos y todas”, “maestras y maestros, “trabajadores| y trabajadoras”, “amigas y amigos", “nitios y niftas Pero tambien es certo que es cansado decir siempre la forma femenina y masculina, y peor ain cuando es por es rita: toma mucho espacia! Como una altemativa para re- solver el problema en el lenguaje escrito, algunas personas than comenzado a utilizar este simbolo~ @ -, que equivale 4 una artoba, pero también se puede interpretar como una combinacién de una “a" y una *o” Abora en lugar de escrbir “las has y los hijos" pode- mos escribir “I@s hij@s” y cuando lo leemos se interpreta ‘como “las hijas y los hijos”. Cuando veamos esta @ en una palabra entenderemos que se refiere alos dos sexos, unque su limitante es que siempre deberé pronunciarse en su for- sma maseulina y femenina iertamente se ve extrafio, pero podemos scosturnbrar nuestra vista y nuestra mente a este nuevo significado. Ast resolvemos-porlo menos en parte-e problema del enguaje sexista y dhorramos mucho espacio, Introduccién NADANDO CONTRA CORBENTE | 3 Introduccién “LA VIOLENCIA CONTRALA MUJER Y Los MENORES desde hace varios aos ha venido sufriendo un incremento sostenido cen el pals", escribe uno de los diaros nacionales en su edi- cidn del domingo 8 de Marzo de 1998, dia internacional de la mujer Elartculo reporta una entrevista con la capitana Teana Térez, jefa nacional de la Comisaria de la Mujer de 1a Policia Nacional, quien afirma que en 1997 as diez comi- sarfas que funcionan a nivel nacional reeibieron 8,821 de- runciaeefectivas, De étas 457 caso repotan vietimas con Tesiones fisicas. Los prineipales hechores de estas lesiones fueron los esposos. Unaencuestarepesentativa realizada por el BID (1998), revelaque el 52% de as mujeres de Managua entrelos 15 y49 aios de edad que viven en relaciones de pareja han sufrido 41 Puntos o€ encuent#O agin tipo de abuso isco psicolégicoo sexual) por parte de sus compafteros durante les diltimos 12 meses. Elestudio “Conftes en el Inferno” (1996), realizado a partir de una muestra representatia del municipio de Leén, concluyé que una de cada dos mujeres ha sido maltratada fisieamente alguna vez por su marido, Que pasa entonces con todos estos hombres que alguna vez prometieron amora sus parejasy terminan siendol prin- cipal amenaza a su seguridad emocionaly siea? En Puntos de Encuentro consideramos que la violencia de los hombres es la manifestacién mas extrema del dominio maseulino sobre ls mujeres. La violencia en las telaciones de parea es un problema ‘de poder y control, Se alimenta de las estructuras sociales de ‘opresin en que vivimos ~basadas en desigualdades de gén ro, clate edad, etna y open sexual, entre otros. Se aliments también de una historia nacional de guerrs yreschucn de conflictos politicos y sociales porelusode la fuerza ylaimpo- sicién, Hombres y mujeres aprendemos y practicamos esta logica de relaciones humanas basadas en el poder y control sobre otras personas, sin embargo en los hombres el ejrcicio deeste tipo de poder para dominar y mantener privilegios se convieste casi en eritetio obligatorio para nuesteaidentidad ‘como género mascal Puntos de Encuentro como organizacin feminista que aporta al empoderamiento de mujeres yjévenes—desde hace cinco ais realiza un trabajo de educacin antisexsta y en ‘contra de la violencia con los hombres nicaragienses porque creemos que ser hombre no tiene ni debe significar ser vio- [NADANDO CONTRA CORRENTE |S lento: "No hay nsda esencial o fundamental acerea de ser Ihambre que impida vivir en formas no opresvas y sahida= bles’, afirman Orkin y Flood (1998), dos especiaistas en es tudios de masculinidad Esta visién positivay optimista hacia los hombres ha sido un alciente para organiza talleres educativos con hombres y ‘con grupos mixtos; participaren el Grupo de Hombres co trala Violencia de Managua, aportar ala opinin pibica con anlisis eiticos sobre el machisme, y emprender este proyec= tode investigacion sobre los hombres y la violencia conyugal Esta investigucién es parte de una estrategia institucional de Puntos de Encuentro cuya finaldad es aporta comocimie tos que apoyen el disefio de mensajes y campat contra la violencia intafamilar. Los resultados de este estu- 9s educativas dio erin uno de los insumos paradise una eampata diri- ida especificamentea hombies;y con ella esperamos llenar tun vaefo de trabajo educative a ls opinién publica para pre: venir y contrattestar la vieleneia masculina en las relaciones de pareja, Creemos que una eampaia de este tipo seréu importante contribueidn alasluchas quelevaa cabo el movi= rmiento de mujeres para e ‘asi mismo serd un aport al trabajo que actualmente rea- Tizan los grupos de hombres contra la violencia. En nuestiaestrategia institucional buscamos la com- plementariedad del trabajo de los diferentes equipos. A la par que tealizabamos este estudio, otr@s colegas de Puntos de Encuentro finalizaron una investigaci6n con mujeres ‘maltratadas que dardinsumos para disenar una campafia de ceducacisn pablieaorientada @ mujeres, Esta campaia pro- jar la violencia intrafailia. 6 | Puntos o¢ excueNT#O rmoverd el rechazo activo la violencia, Esta fue una de ls razones por as que nos eentramos en la violencia eonyugal 1y no en otras formas de voleneia masculina que también ‘urge abordar! Hlenfoque, os objetivos ya perspectvatebrica de esta investigacion fueron objeto de intensas discusiones dentro del colectvo de Puntos de Encuentro Por ser un tema no- vedos, el dseio de esta investigacion nos lev varios debates tebricos sobre las distintas maneras de analizar las identidades de hombres y mujeres, la relacin entee el tra- bajo antisexista con hombres y a hicha feminist, yl vl ddezde “reformas”enla masculinidad patraral, Estos y otros debates estin todavia en proceso dentro de nuestra eq} pos de trabajo. En medio de estas discusiones, tomamos de- cisiones operativas en relacién al diseio espectfco de esta investigacién, Decidio realizar entrevistas en profundided con hom- bres que viven con mujeres en relaciones de pareja y que re- presentan uno de dos grupos masculinos: 1. Hombres que ejereen de manera sistematica agin tipo decontroly maltrato (se fico, emocienalo sexual) con- tra sus parejas, (Partiendo de estudios nacionales sobre prevalencia del maltrato doméstico (Mertson, et.al, 1998; Ellsberg et.al, 1996), podemos infrir que éstos repre- sentan la mayoria de la poblaci6n adulta masculina en Nicaragua), 2. Hombres que no practican de manera sistematica este tipo de relacién, y que para este estudio y por Fines ex- NADANDO CONTRA CORRINTE | 7 clusivamente operatives hemos denominado hombres “no violentos”? (Otraimportante fuente de informacion paa esta investi scion fueron las memeoias de tlleres y encuentos educativos ‘con hombres, realizados por el Grupo de Hombres contra la Violencia de Managua, y por la Fundacion Puntos de Encuentro, El objetivo de estudiar alos hombres que lamamos vialentos” fede aprender de sus experieneias para encontrar nuevos elementos que nes ayudlen a realizar nuestro trabajo ceducativo con los hombres que maltrtan. Quisimos saber ccémo se manifestaba la prctica no volenta de los hombres en sus relaciones de pareja, como se sostenia ~tomando en venta el contexto cultural volento y machista en que vivi- :mos~ y eémo los mismos hombres rflerionaban sobre ese eatilo de vida Al estudiar 2 hombres que ejercen maltrato sstemético contra sus parejas, bscamos comprender sus expectativas y temores en las relaciones de pareja, asi como sus percepciones sobre la violencia conyugal. Creemos que conocer en profun- | _PRACTICANOIOLENTA Grupos personas Scmntere | ema cese ne Secure aesapcoe a aera ome ‘Samce [| Soma eee mncocrcamces [I | | cotens erosion vy juventud * | eictones de prea r “aw | _ rs magneas ao nt rm [I de violencia a la hora de conflicts de pare, sino también ‘una forma diferente de ser y relacionarse con la pareja, La prictica no violenta también se manifesta en la resistencia alas presiones y burlas de los otros hombres. Finalmente, ‘estan los beneficios de eomportarse no violento con a pae- javlos ques su ver ejercen un efecto motivador para mante- nerse no violento (por eso la flecha de “Beneficios” a “Facltadores"). Todo este proceso d nterrelaciones en las dimensiones de vida de los hombres “no violentos” est pro- fundamente afectada por el contexto histérco, social yeul- tural de nuestro pais. La otra parte de Ia respuesta a la pregunta de cémo explicamos la préctica no violenta a pesar de la socializa- cidn machista esa siguiente: el hecho que sean “no violen- tos” no significa que sean hombres no patratcales. A como vimosen la seccign anterior, nuestros entrevistados “no vio- lentos" tienen mucho de patriareas, con arraigedas concep- ciones tradicionales sobre el papel de los hombres ylas mu- jetes. Por lo tanto, su practica no vilenta coexiste con sus creencias masculinas tradicionales, AGn més, algunos com portamientosno violent se basan en creencias patsiarcales como el razonamiento de que golpear a una mujer es antimasculino porque las mujeres son “seres debile” De alguna forma estos hombres viven una contra- diecidn. Su préctica no violenta se encuentza en medio de tun “fuego cruzado”, Hay factores personales y sociales que deunlado fomentan la prictica no violent y, otros factores personales y sociales que atacany los presionan a compor NADANDO CONTRA CORMENTE | 121 se machistas y violentos con sus parejas. El gréfico #2 (pagina 122) presenta visualmente esta dinimica Nétese que el contexto social, en términos genera les, no promueve el comportamiento no violento, Por ef contrario, es uno de los obsticulos mas dificil de enfrente, smanifestado concretamente en las pesiones que estos hom- bres eciben para comportarse de forma violenta. Ya lo decta 10 de nuestros entrevistados, “estoy nadando contra una corriente” Pensando en un trabajo educative con los hombres, a principal conclusin que nos leva esta “correlacién de fuer- as" presentada en el grifico #2 es la urgente necesidad de fortalecer ese lado de la contradiccién que faciita el com portamento no violento. El siguiente capitulo seta lane cesidad de profundizaren las leciones que podemos sacar de estos resultados de investigaci6n para una labor educati- jolencia con los hombres “Fuego cruzado” jo:3ico 2) conten sos aut ‘nacht Prone pan aur ‘ewe agencies on i inane Lisa ‘couronraaento NO ViOLENTO 4 lovonud sosaizadose + Fea deren ape ace maciemo: + aro ce comet Faettadoros Siecneevacresymuwes | | Carctaatons Semin + Sevan ateraen a ‘cepa de fare coro ‘ysusconrnanicciones semper Ree ae Saearee Sern on ue gen ara, br caeameeaa Gabe cone septery agen de me cone ‘Scopeanance nach pase ae ee ‘radeon ‘Stung pr oor mbes eentn eke , \Cromsecoe'ace on [7 | Sermaoncnecn apann ‘senor ras is Seas doce seve prepa Frags masoueoe 126 | puntos. encuenTR© Notat “Muchs estudios muestan la asociacién entre haber sudo abuso fisico o emecinalenlainfanciaycomportarevolento cna adutee(Miedzia, 1991), Aunque todos nuestos entre: vistadesadmiten haber reibido casige fico como método isciplinario,ninguno eves haber sido rechszado emocion- mente o maltratado severamente por sus padres 0 tutores adultos, Prelcontara, muchos contaron del estrecho vnculo y admiracion hacia sur padres, To cual puede ver un factor contrbuyente as formacin “no violent" Por oto lado, la teoria del aprendizaje socal (Bandura, 1973) plantea que el medio social ofrece a 1@s ni@s models de roles vilentor {que éstosnteralizan como un patrén de conducts que puede ‘er “activado” en vida adults, En consecuencis, ot nie también aprenden comportamientosvioentos al presencia Valencia entre sus pades. Sin embargo, los resultados de ests snvestigacon sugieren que na hay una relacion mecsniea case efecto al encontrar hombres “na vclentoe” que venen de experiencias familiares totalmente opuests: unos que presenciaronvolenia entre suspadiesy otras que no. Debido 4 que estor datos provienen de una muestra poquefa,nece: sitamor nuevos estuion que claifiquen cm las experem cae de vida en I infanca influncian Ia conducta violenta 0 no volenta de los hombres en su vida adults Conclusiones AOANDO CONTRA CORRENTE 1127 Conclusiones hhemos aprendido de los hombres que entrevstamos y del anlisis de las memorias de talleres sobre masculinidad. ‘Desarrollo esta reflexion ala luz de nuestra perspectiva tedri= ‘cay de las implicsciones polticas que estos conocimientos tienen para nuestro trabajo por prevenitla violencia maseulina ytransformar la masculinidad patriareal. Ademis, presento tun breve anlisis comparativo entre los hombres que ejercen maltrato sistemitico contra sus parejas y los hombres que hemos llamado “no violentos". Este andlisis Io complemento con resultados de otros estudios sobre violencia masculina, Finalmente, sugiero futuras etapas de investigacin que per- rmitirin mejorar nuestro trabajo educative con los hombres nicaragiienses LAS MASCULINIDADES' ‘Y NUESTROS PROYECTOS DE CAMBIO Una conclusion de est estudio es constatar que a pesar de la prictics no violenta de alganos hombres, todos los hom bres que estudiamos reproducen la cultura masculina pa- triarcal que prevalece en nuestro pas, Tal « como To pl teamos en la perspectva tedrca, el modelo hegeménico de “ser hombre” ~caracterizado entre otras cosas por la domi- nnacin hacia las mujeres, la heterosexualidad obligatora, el protagonismo en el mundo piiblico, la posesion de bienes ‘materiales yl violencia~son poderososrferentes ena cons- truceisn de la identidad individual de eada hombre. No hay hombre que te fel copia de esta representacign cultural dominantede la masculinided, En nuestro pat exis: tenottas prdctcasmasculinas que desafian—ain parialmente— el modelo hegeménico, Los hombres que para fines de esta investigacin Tamamos “no violentos” reflean un tipo de prictica que se desvia del modelo hegemnico mascalino al practicar una forma diferente de ser en relaci6n de pareja, donde prevalece el cuido de la eelacin, la aceptacién de la influencia de la esposa la cooperacién, y el sentido de un proyecto familiar comiin y eompartido, Aunque estos hom- bres todavia tienen comportamientos hacia sus parejas donde caen en maltrato emocional yejercen cesta actitud control dora y autoritara, esta tendencia no representa un patron sistemnitico y recurrente en sus relaciones de pareja, lo cual los hace significativamente distintos a los otros hombres. Sin embargo, estos hombres “no violentos”siguen sien- do patriatcales al concebirse lideres de sus elaciones de pa- [NAOANDD CONTRA CORRENTE | 129 rejas, proveedores de derechos y libertades a las mujeres y rmerecedores de servicios doméstices ~para mencionaralgu- nas de sus tendencia patriarcales. La prictica no violenta e los hombres, por lo tanto, resulta ser compatible con la smascuinidad pateiareal, Ks deci los hombres pueden man tenet posiciones de dominacign en sus relaciones de pareja y,ala ver, apartarse del golpe, los grits, la humillacén, la supervision, las amenazas, la imposicin forzada, ete Esta compatibilcad entre la prictica no violentay la ominacién masculina eneierra el riesgo de mediatizar los ‘esfuerzos por transformar lo masculinided pateiarcaly ele njustcia de género. Los sueiios por establecer re= laciones de equidad y justcia entre hombres y mujeres po- rian quedar literalmente a medias s los hombres ereemos {que con ser “no violentos” nos volvenos “igulitaios”. Pot- {que aunque el poder masculinodeje de ser brutal y descara- do, siempre seria el poder masculino sobre Tas mujeres Algunas reflexiones de los hombres en los talleres de ‘masculinidad muestran este riesgo: Un hombre exhorté a los otros participantes a “no abusat del podee” en nuestras telaciones con ls mujeres. Usando la analogia del “gebier- no yel pueblo”, dijo que hay gobiemos que abusan del po- der yteprimen ala poblacion, pero hay otros gobiernos “bue- nos", concluyendo que nosotros los hombres debemies ser como esos buenos gobiemos dando un buen trato a las mu jeres. En otto taller, otro hombre dijo que la lucha no puede ser para “cambi sino para que no leguen més ‘mujeres al hospital ola estacisn de policia con el ojo mo- rado, Un tercer hombre en otto taller luego de ver un dra 130] puntos oe encuewteo 1matico video de maltrato doméstico leg6 incluso decir que los hombres necesitamos “dosificar” la dominacién, Los resultados de este estudio que confirman esta compatbilidad entre una préctica no vilenta yla dominacion ‘masculina nos obliga ahacernos[a siguiente pregunta: éeémo contrarrestar la violencia de los hombres sin reforzaro ignorar Ia cultura de dominacin masculina? Necesitamos promover una identidad masculina que no autorice alos hombres eer: cer violencia contra las mujeres. Las miles de mujeres niea- raglenses que a diario son objeto de violaciones a sus dere- chos humanos mis elementales no deja la menor duda de la urgencia por hacer este trabajo con los hombres. Pero nolo debemos hacer a costa de promover al “buen pat Ein ese sentido, una lecci6n que podemos sacar de este ‘studio es la necesidad de promover en los hombres la pric- tiea no violent como un componente de una nueva for de masculinidad no basada en el dominio. En otras pala- bras, la prdctica no viclenta puede ser promovids como un requsito basico para formarnos coma hombres equitativos y respetuosos en nuestra relaciones con las mujeres, dejando claro que no es suficente y que fata "mucha eafia que mo- ler”. De esta forma, abordamos de manera especifica el ure gente problema de la violencia masculina contra las muje~ res sin renunciar al proyecto estratégico de transformar la ‘masculinidad pats ‘Creemos que en Nicaragua hay muchos hombres “no Violentos” como los que entrevstamos para estainvestigacin, Estos hombres son “tera ft” para un trabajo educativo que cultive nuevas formas de ser hombre, ms alla de los man~ NADANDO COMTRACORRENTE 1131 datos patriarcales. Recordemos que estos hombres no han tenido una experiencia educativa sistematica de sensbil- ‘acin sobre las desigualdades de géneroo la violencia con- tra las mujeres (un erterio para seleccionarlos en la muestra fue que no hubiesen participado en talleres de género ni en los grupos de hombres cont a violencia). Adm ast, sus prc- ticas conyugales son una forma de resistencia ala maseul nidad patrareal, aunque permaneciendo dentro de la mis Qué mejor prueba que sus comportamientos atentan con: tra el modelo hegeménico de masculinidad que la burla y acusacion de cochones” que reciben de parte de otros hom- ‘bres? Al transgredir un componente del medeto patrircal, los hombres “no violentos” son simbélicamente excluidos de ta “legitima” masculinidad. El reto con estos hombres scrfa entonces avanzar con ellos hasta el cuestionamiento el poder masculino, SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE LOS HOMBRES ‘Aunque el proceso de recoleccién de datos y el modelo de isis no fue disefiado para desarrllar comparaciones sis- tematicas entre los dos grupos de hombres estudiados, sf podemos extraerpistas para iniciar este tipo de anlisis, Las ‘expectativas y temores masculinos en las relaciones de pareja {que presentamos en la primera parte de esta publeacién son relevantes para todoslos hombres ntrevistados. Al igual que tos hombres que maltratan sistematicamente, los hombres “no violentos” también esperan una certs dsposicin de sus parejas para la servidumbre, la dependencia, laaceptacién 1132 | putos De encueNTaO dellidersage masculino, Noobstante, silos comparamos con los primeros, ls “no violentos” parecen menos rigidos en sus expectativas hacia la relacin de pareja y estn mas dispuestos a negocia, a aceptar la influencia de sus compaitera y2egar a arreglos de pareja menos desiguales para las mujeres. Los procesos de cambio que lamamos de “acomodo” y “amolda- ‘miento” ala rlacion de pareja y la capacidad de ceder en ‘momentos tensos dela relacidn son wna prueba de esta fle- sibilidad de los “no violentos” en sus mandatos patriarcales ‘Quirés como consecuencia de loanterior, otra diferen- cia entre hombres “no violentos” y hombres que ejereen ‘maltrato sistematico esta en que los tltimos tienen relacio- ‘nes mas conflictivas con sus parejas. Las entrevistas con es- toshombres revelaa presencia de enojos, dsputas constan- tesy malestares permanentes entre ellos y sus parejas. Noes que las relaciones de pareja de Tos “no violentos" estén li- bres de conflictos, pero su ocurrencia es signiicativamente ‘menor quela de los otros hombres. Pensamos que esta me= nor ocurtencia de conflictos en lis relaciones de pareja de los hombres “no violentos”, vista desde los propios hom- bres, puede ser una consecuencia directa de la prdctica no violenta, Esto quedé manifesto en el beneficio pereibido porlos hombres “no violentos” de tener telaciones mas sa- tisfactoriae con sue pareja. Los resultados de esta investigacién también permi- ten formular la hipétesis que los hombres “no violentos” tienen mayor capacidad para anticipar las consecuencias negativas del maltrato doméstico, en comparacin con los hombres que maltratan. Asimisma, los “no violentos” mues- ‘tran consideracién positiva y aprecio por sus compattras Hay indicios tambien que éstos son capaces de establecer ‘empatia hacia sus parejas; es deci, pensar ene bienestar de cllas como personas y tomar en euenta sus perspestvas y sentimientos. Otros estudios con hombres en el tema dela violencia respaldan estas hipétesis.Partiendo de una revision de estu- dios psicol6gicos sobre el ema, Miedzian (1991) sefala que la capacidad de empatia hacia los demas disminuye las po- sibiidades que los hombres actien con violencia. Desde esta perspectiva, un causal dela violencia masculina es la inca- pacidad de empatfa haci otras personas; es decis, hay una “alta de imaginaci6n" para darse cuenta que el acto violen- to daa y lastima a otras personas. ‘Adams (1991) llega a conclusiones similares en un es= ivo entre hombres maltratadores y hombres .dores al identifiar que los primeros tienen me- ‘nos empata y consideracion positiva hacia sus parejas que los no maltratadores. Aden cl autor encontré uns fuerte 800 reel maltrato ala pareja y la percepeién de derechos exclusivos por parte de los hombres. A pesar de lo anterior, su estudio no encontré diferencias entte los dos ‘grupos de hombres en sus acitudes hacia las mujeres, al presentar ambos grupos actitudes tradicionales, Est vlti- ‘mo hallazgo es totalmente congruente con les resultados de cata investigacin, en donde tanto les hombres “no vioken- tos” como los hombres que maltratan conciben a sus pare- jas mujeres como madkesposas servdora, dependientes y necestadas de la dreccién maseulina 138 | runos be encueNtRo LO PENDIENTE EN AGENDA ‘Mis que coneluiz, os resultados de esta investigacidn abren ppuertas para profundizar con nuevos estudio sabe las prc- ticas y mentalidades de los hombres nicaragdenses en rela- ciomes de pareja con mujeres. Este estudio ha explorado un terreno relativamente nuevo de conocimientos sobre las smasculinidades en Nicaragua y,obviamente, no puede ha

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