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Davip Hume DE LA TRAGEDIA JTROS ENSAYOS SOB! EL GUST acsaenn No DEL CRITERIO DEL GUSTO {La gran varivdad del gusto que provalece en el mundo «=, como aden ppni, demasiado evidente como para no Taber sido observada por todo el mundo. Lo hombres del sms limitado cqnoeimiento son eapaces de notar una dife- rencia de qusto dentro de su estrecho efrculo de pertenen- cia, a pesar de que als las personas hayan sido educadas Injo el mismo gobierno y se hayan embebido ya desde t- prano de los mismos prjuicias. Sin embargo, aquellos que pueden alargar su vista para contemplarnaciones distan- tes y époeas remotes, se sorprenden aun més po la gran inconsistoncia yeontradiccién, Siempre tendemos allamar barbara cualquier esa que dverja de nuestro propio gusto Y couoeimiente, pero pronto encontramas que ese epitets insuleante nos 6 devuelto a nosotros mismos. ¥ Iams eg’ lutea arrogancia queda asi Finalmente desconcertada, tras ‘observar la misma contianza desi on todos lados y, en me- dio de tamasacoatienda de sentimientos, 9 inhibe y no se pronuncia en su propia defensa. Af como esta variedad de gusto es ovidente hasta para ct investigndor més descuidado, se encontraré, en un exe men ins serio, que es mayor en la sealidad que en la apa- riencia, Los sentimientos de Jos hombres ifieren con feo cuencia resperto de la belleza y de la deformidad de toda clase, aun cuando su discurso general sea el mismo, Bxis- ten en todos os idiomas eiertos términos que indican re- probaciéa y otras que inicen elogio, y todos los hombres | Vics vec 4 Abu to ulin a misma lengua deben estar de aeverd ens Spleacin. Todas ae voces se unen pra aplaudie a elegan- la, lq correcta ln simpenay el exprits nl iterates, ¥ para reprobar i alitidad a prosnidn, a ialdad ye Taleo brill. Pero cuando los cftcas eaen sabre particule « rep eta aparente unanimidad ge desvanece. So ve enton. Cee que aquelles voc aban Gjadosignffeados diferentes GB Ine misma expresiones. Ba lo concerniente ala apinign ya la ciencia, sucede a la inversa: Ia diferencia entre los "hombres se da con mayor frecuencia sobre cuestiones gene- rales que sobre particularer, hall menos en I ral dd que on la aparienin. Una expliencn de los trios, por lo genera, termina con a controversia,y ls que dsea {isn ee torprenden al encontrar que haan estado pelean- do cuando ene ondo coinidfan en susjulcs. ‘Aquelos que basan la moraidad en ol entimiento més ave on la azén tlenden a comprehender Ia tea bao la primera de estas observaciones, y sostienen quo, en lo la- Canton Tn condvcta y ala costumes, In diferencia entre Toshombres es en realidad mayor dela que a primera vita parece. Bs evidnte que los esritares de todas Ine naciones ¥ de todas las épocas concuerdan enol aplause ala justi ta humanided, la magvanimnided, a pradenca, Ia veraci- dad y enol rechozo de las cualidades opuertas, Hasta los poeta y otros autores cuyas comporciones eat expecial- mente cnlculadas para dar placer ala fmaginacin,dosde Homer a Fénelon, inculda los mismos precepts males dan a elogioy 6 reprobacin alas mismas virus ya Tos mismasvicios. Esta unanimidad es pr lo general sti toida's la inflencia de la mera ano, la etal, en todos tp cass, sostene sentimients similares en todos los il 1. Répeon, seein de Prangsia de Saligne de La Moth (151- 1715, azaopo de Cambraty preceptor del dove de Dorgt. Su ‘nt dela pur” tuvogran turnin igo 30 eri, “tr lres bras Tritt de Feducetion des ile (B87, tra. ep: La [eivfeien detojvees) Les ventures de Ténaque (169) -teta a «udatod ume en este pane, Difoques dex mort (712 9 Fable GB ead ep Patni do Det itera de gaa o hombres y evita aquellas chntroversias.a las cuales las cien- ins abstractas estén tan expuostas. Sila unanimidad fue- areal, esta teoria podria sor considerada satistactoria, Pero doberos también admitir que algo de Ja aparente armonsa en la moral puede ser explicado por.la naturaleza misma del longuaje. La palabra virtud, y sys equivalentes en to- das las lenguas, implica elogio, como vicio implica reproba- ci6n, Nadie puede adscribir reproche a un término que en In aceptacién general es entendido en un sentido bueno, ni conferirelogio donde el idioma requiere desaprobacisn, sin ‘aor en la mayor impropiedad. Donde Homero desarrolla preceptos gonerales no hay eontroversia. Pero también es obvio que, cuanda deseribe tipos particulares de conducta y| representa el herofsmo de Aquiles y In prudencia de Ulises, introduce en el primero un grade mayor de ferocidad y en el, segundo de astucia y fraude delo que Féneton acoptarfa, Bl mismo Ulises en el poeta griego parece complacerse en las rmentiras y en las fieciones, ¥ las emplea con frecuancia sin nnecesidadly hasta sin sacar provecho de ellas. Pero en el autor épico franeés, su hijo, mas escrupuloso, se expone ast mismo alos peligros més amenazantes antes que desvinrse dela exacta linea de la verdad y veracidad. Los admiradores y seguidores del Cordn insisten en la excelencia de los preceptos morales esparcidos en esta obra absurda y salvaje. Pero se debe suponer que las palabras arSbigas, que corrosponden a nuestras equidad, justicia, ‘emperancia, humildad, caridad, fueran tales que, en el us0 ae aquella lengua, debiernn poseer siempre un significado ‘bueno. Se tacharia de ignorante, no tanto de la moral como del lenguaje, a quien las usara con algtin epiteto que no fuera de aprobacién o elogio. Pero, gpodemos saber si el su- puesto profeta posefa realmente un sentimiento justo de Ia moral? Atendamos a su narracin, y pronto descubriremos que él adseribe elogio a gjemplos tales de traicién, inhuma- nidad, erucldad, venganza, intoleraneia y fanatismo queson incompatibles con la sociedad civiizada, Ninguna regla fr- me de derecho parece haber sido tomada en cuenta, y cada accién es reprobada 0 elogiada sélo en la medida en que es beneficiosa o perjuiciosa para los verdaderes erayentes. o David tame El nérito de desarrollar preceptos generales en la étiea cesen realidad muy pequefio. Quien quiera que recomiande cualquier virlud moral no hace mas que To que est ya ie: plfcito en los mismos términos. El pueblo que invents la palabra caridad y la us6 en un buen sentido ineuleé con mayor claridad y eficacia el precepto sé caritativa que cual: quier supuesto legislador o profeta que colocara tal més ma en us eserites. De todas las expresiones, aquellas que, Junto con sus significados, implican un grado de reproba- ‘dn 0 de aprobacién, gon las menos pasibles de ser perver- tidas 0 malinterpretadas Bs natural que busquemos un eriterio del gusto, wna rregla que permita roconciliar los variados sentimientos de los hombres 0, al menos, una decisién presupwesta que con- firme un sentimiento y aprucbe otto. Existe un tipo de ilosofia que aeaba con toda esperanza ‘do éxito en tal intento y que representa la imposibilidad de alcanzar «guna vex cualquier criterio del gusto. Sedice que ladifere>, inentre el juicio el sentimiento es muy. grande "Todo serimiento es correcto, porque el sentimienta no tie ne ninguna referencia més allé de si mismo y es siempre real, en ia medida en que el hombre sea consciente de él Pero no todas las determinaciones del entendimiento son correctas, porque refieren a algo que se halla més alli de sf tnisinas, a saber, hechos reales, y no siempre son conforma- bles aquel eriterio. Entre mil opiniones diferentes que los hombres puedan sostener sobre el mismo objeto, hay una, y s6lo una, que es justa y verdadera, La tiniea dificultad os fijarla con certeza. Por el conteario, mil sentimientos dite rentes excitados por el mismo objeto son todos eorrectos, porque ningtin sentimienta representa lo que es real del ‘objeto, Solo donota una determinada conformidad o rela- cid entre el objeto y los drganos o facultades de la mente, ¥ si tal conformidad no existiora el sentimiento no tendria mente percibe diferente. Una persona plie- de percibir dofarmidad donde otra es sensible a la belleza, Cada individuo debe estar de acuerdo con su propio senti- miieato, sin pretender reglar los sentimientos de los otros. Buscar la belleza real, yla deformidad real, es una investi gacion tan infructuosa como pretender determinar la dul- ura real o la amargura real. Segin Ia disposicién de los, Srganos, un mismo objeto puede ser a a vez amargo y dul- x. El proverbio ha determinado corvectamente que es en vano discutir acerca de los gustos. Bs muy natural, y hasta nocesario en cierta medida, extender este axioma al gusto ‘mental en la misma medida gue al corporal, ¥ asi ql sentido coun, que con frecuencia esta en deaacucrdo con la filoso- “a, en especial con el escepticisino, est de acuerdo, al me= ‘hot en un caso, en afiemar esta decisisy, Pero aunque este axioms, al convertirse en proverbio, parece haber abedlecidoal veredicto del sentido comtin, exis: te ciertaimente un tipo de sentido comin que se le opone, 0 ‘que al menos sirve para modificarlo y rostringielo. Cualquie- ra que afirme una igualdad de gen‘ y elegancia entre Ogil by? y Milton,’ o entre Bunyan‘ v Sdvtison,*serd visto como fessor de wna extravagancia Lo menor a la de sostener ‘que una topers estan alta como el Tenerife, o que un estan- {quoees tan extense como un océano. Aunque es posible hallar personas que proficren a los primeros autores, nadie le pres ‘a atoncién a tal gusto, y no dudamos en afirmar que el sen- timienta de estos supuestos erticas es absurdo y ridieulo. EL principio de la igualdad natural de gustos es entonces des- tchaulo por completo, Y mientras lo admitimos en algunas casiones, en las cuales los abjetos perecen easi una igual- dad, parece una paradoja extravagante o, mejor, un absurdo cevidente, cuando eomparamos objetos tan distmiles 2 John Ogilty (1000-1676). Se lo encomend le redaién de poemas paral etonacin de Caran Su etl fas tambigneidiuliende por Sohn Dryden y Alexander Pope, [N. dela Sd Milton (1608-1674). Bl autor de BI pardeo perdi er ensi- ‘trade madeloartitca ya desde Snes del siglo xt IN dela 4 dobn Bunyan (1528-1685), Barto y pastor puritan. IN-de aT] 5 Sobve Addison viaae Pritran nn 98 to 07 8 als Di tne ‘| | {bs evidente que ninguna regla de composcion est Gja- “dd por razonarnientos a priori ni pueden cnsiderarse con- clusiones abstractas del entendimientosurgidas dela com: pargcién de aquellos habitoso relaciones de ideas que son cternos einmutables. Su fundamento esl mismo que el de fodas Ins cioncias préctias: Ia experiencia, No on mds que ‘bservaciones generales, que conciernen ao que ha sido ttniversalmente descubierto como lo que place en todos Tos paises yen todas las épocas, Muchas Wllezasde In poestay hasta de la elocuoncin se fundan en la falsedad y tafe en hipértnles, metaforas y en el abuso o el desvio de ts {érminos des significado natural. Registrar lainspiracién de Ia imaginacion y reducir cada expresién a Ta verdad genmétriea ya la exactitu serfa Yo més contraro a Ins lo- yes deTa etic, porque produirta una obra que, en la ex: Deriencia universal, ha sido vista como lo més insipido y desagradable. Pero aunque la poesia no geda nunca so- erse a la verdad exacta, debe ser guiads por la reglas arte descubiertat por el autor, en por su genio por su chservacin, Si algunos escitores deseuidados y desorde- fuados han gustado, noo han heck por sus transgresiones ala regla yl orden sino a pesar de estas transpresiones hhan poseldo otras belletas, conformes al criticsto just, y Ta fuerza de estas bellevas ha sida enpas de venee a repro- Uacién y de dara la mente una satisaesién superior a dis susto que sungia de las imperfecciones.Ariosto¥ gusta, pero fo por sus letiones monstruosase improbables, por ia ex- tran mezcla entre el estilo serio ya mica, por Ie falta de coherencia en sus historias, ni por fas continuas intorrup cones de la narracién, Encanta po la fuerza y elaridad de su expresin, por In excolencia y varidad de sus invenc nes y por su descripeién tan natural de las pasiones, en especial de aquellas de tipo alegre y ameoroso.¥ aunque sus erroresdisminuyan nuestra salifaccién no son eapnces de destruirla por completo, i nuestro placer surgiera en ren- 6. Lovie Arioeto (24741 posta tlian, stor de teing Su oben principal ex Orlando rion. (W-delxT} Deterteso dt gore 1 aquais partes de su poem que Hammon eFo~ lida de aati Py bjetn Ta een on general seria Teak objecién a aque reglas particulares de a critien ave machining can son error, 7108 represen Caen toprol, pees, no pO Sr a gna poramon esperar 0 expat ce wuepoticen Ee ee relag generates deal ee Taebnervaeln don actin cae ae ede Innaturaleza humana, nodsbemo mae vase Tos sntimiets de owt salen tales rena ot Syacratern muy Uernay dela ¥ J ee verano muchas ceunatancias rere uanetial dee jueo, on anfrmidad con vores arn Ole extabloes, La menor obtr ss princpion Br peor rootes ool meno dso cin ros of movimiento y soverten 8 oper Ben inte ey add, 5 ieramos 0 ex i alee, y tates do fora ba Be Tete aed debutant on ial. 2 ann deo adn, eee nuestra inna a ny alopostidn tambien adecuadns Ua a ead de Ta mente una cama eveccin dl erat ren debi tenn aoe a exten do enemy an crcunatancin aia Taz a net cunt 2° on hllrfermon reaps ga a Be experimen Te elcin qu a natralea ba extablek ee une esate et peo meno, res 3 nto om de exo mayor pa seen caer eapmcs de averguar os fluenia I, Debesims deca elena pata como 4 ae et ehca aqui pbs quae scbe- Aaimirecion pe cay dei mod, ato 68a} write concn de a end To ignoeanc ros oor que ute Anan Roalect doo nal an tanta odirodo #0 Bes nee Todos los cambios de clima, rodierno, religién e idioma no. ‘vacant erin La autrida y hp juicio pueden dar una fama temporal a un mal poeta u ora ‘lor, pero su reputaciéa nunca podré ser perdurable ni unis versal. Cuando sus composiciones son analizadas por la posteridad o por extranjerosel encanto se disipa, y aus erro. Fes aparecen en sus colores verdaderos. Por el contrario, un verdadero genio encuentra una admiracién tanto més sin. fera cuanto més perdurables y esparcidas se hallon sus obras. La envidia y los celos ocupan demasiado lugar en un sireulo estrecho, y hasta el trato familiar con su persona puede disminuir el aplauso que sus obras merecen, Pero cuando se hacen a un lado estos obstdcules, las bellezas, hechas por naturaleza para excitar sentimientos agrada, bles, expresan de inmediato su energia y, mientras perdura fl mundo, mantienen su autoridad sobre la mente de los hombres, Parece entonces que entre toda la variedad y elcapricho del gusto, exiten ciertos principios generales de aprobs. «idn y desaprobacién cuya influencia en todas las operacio. nes de la mente puede ser trazada por una mirada eautelo. {(82.Sigunas formas o cualidades particulares, por la estrue, tura misma de Ia mente, estén caleuladas para gustar otras para disgustar, si fallan en su efecto on un caso par. ticular, es a causa de algiin defeeto o imperfeccidn en el de. gano. Un hombre aficbrado no insistirfa en que su paladar | es capaz de decidir en lo concerniente al sabor, tampoco un _ hombre con ietericia pretenderia pronunciar un voredieta ‘sobre los colores. Bn cada eriatura existe un estado eficaz y| un estado defectuoso, ysclo el primero puede preporcionar+ ‘nds un criteria verdadero de una niformidad considerabl : ‘fe sentimiento entre los hombres, dela cual podriamos de-| vivaruna idea de Ia belleza perfecta, de una manera analo. | a come el aparecer de los objetas ala luz del dia, para el ‘Siodeun hombre sano, es lamado su color verdadero real, ‘aun si el color es entendido s6lo como una mera aparicign |e los sentidos, || _-Machos y feeeuentes son los defeetos de los érganos in- |teraos que debilitan la influoncia de-esos principios gene. tales de los cuales depende nuestro sentimicnto do la belie. ay de la deforniidad. Aunque algunos objetos, por la es. tructura dela mente, estén hechos por naturaleza para dar placer, noes esperable que en eada individuo tal placer sea sentido por igual. Ocurren incidentes y situaciones parti culares que, o bien echan una falsa lu2 sobre los objetos, 0 bien impiden que la verdadera forma transmita a la imag nacidn el sentimiento y la percepcién adecuados. deliadza: todos hablan de alla, y reducen cualquier tipo do gusto oentimiento a su erteri, Pero como nuestro pro: Psitoen este ensoyoes ituminarla comprensidn de as sen- saciones del sentimiento, seré apropiado dar una definicién mds precisa de Ia dlicadeza de Ia que hasta la fecba ae ha eshozado, Y para no inferir nuestra filosofia de una fuente demasiado profunda, apelaremes a una notable historia dl Don Quijote con una bun rain, dice Sancho al caballere de ta gran nari, que yo pretendo toner x ui bree tn: Das cde mis orients furon in ee nade seratgyde ina buena vendinia, Unode ellos lpr bo, to anaiza, 9 tres une meduroda refeién oft ue sera bueno deo ser por wn sll saboracuro que abi percbid one, otro, ras usar la isms pre ‘ancionen, da también un veredicto en favor del vino, per conta reserva de un aahor a hero, que pods »dentifiarcaramente, No puedes inaginar eda am tos fueron ridiulzado paras con. Pero, gun ro Altima? AI waar la cub, ae encontrs ene fondo una Ute vga con una curd de cuero tad olla? 17. Hume traduce muy libremente la anéaota contada por Sancho en lssgund parted ae gu hea ser be aor oro, que tenga yo un iastato tan grande y tan natural en esto do onset vines qu, on dandome aoe cualquiera, aciarta ls patria linge el salary Ta dura, y Tae vuelta qu ha de dar, con fodas las | Bsta historia nos mostrard claramente ol gran parecido centre el gusto mental y el corporal. Aunque es cierto que la belleza y ia deformidad, en un grado mayor que la dulzura ¥ la amargura, no son eualidades de los objetos sino que pertenecen por completa al sentimiento, sea interno o ex- terno, debemos admitir que existen ciertas cualidades en los objotos que estan hechas por naturalesa para preducir esos determinados sentimientos. Ahora bien, como estas cualidades pueden hallarse en un grada Bajo, 0 pueden es- tar mezcladas y confundidas entre sf, sucede con freeuen- cia que-el guste no es afectndo por tales eualidades dimim {as, 9 qué no es eapoz de distinguir todos los sabores espect ficos, en el medio del desorden en el cual se encuentran, Donde los érganos son tan buenes como para no permitir que algo se les escape, y al mismo tiempo tan exactos como para percibir cada ingredient en la composicién, esto es fo que llamamos delieadeza dol gusto, sea que usemos estos términos en sentido literal o metafSrien. Aqui, entonces, las rreglas generates de a helleza son aplicables, por ser inferi- das de modelos establecidos y de ta observacién de lo que place o displace presentado sin mezela yen tn grado alto. ¥

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