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Ja literatura maya-quiché Menos rica, menos prestigiada, mucho mis limitada que la cultura maya-yucateca, la civilizacién maya-quiché de Guatemala nos ha dejado, con todo, el texto mas |mportante de las literaturas precolombinas, el Popol Vuh, y la més auténtica de lus obras prehispnicas de teatro: el Rabinal-Achi. Nacién que se formé en el altiplano de Guatemala: la Sierra de Chuacus, de Rabinal a Quiché; la sierra de Totonicapan, de Quiché a Quetzaltenango; en el foraz6n de las montafias, en donde se inician los rios principales de Guatemala: el Motagua, el Chixoy y el Samala, s6lo hasta las postrimerias del siglo xt comienzan Jos maya-quichés a aparecer en la historia. El nombre mismo de quiché viene de los bosques en donde vivian: qui: “muchos”, y che “Arbol”; 0 queché, queche- lah: “el bosque”. Dominados y dirigidos por el clan aristocrético de los Kavek que furvo su apogeo entre 1450 y 1490, en lucha contra sus parientes y vecinos cakchi- queles, mames y tzutuhiles, en visperas de la conquista espafiola habian establecido su capital en Gumarcaah (la Utatlén nahua) al occidente de la actual Santa Cruz del Quiché. Preocupados, quiz4s mas que los demés, por conservar sus tradiciones y su mi- tologia, los escribas o sacerdotes del clan Kavek que se habian salvado de la ma- tanza organizada en Utatlin, en 1524, por Pedro de Alvarado, se pusieron a trans- eribir en alfabeto latino lo mds importante de su gesta nacional: el Popol Vuh. Las posibles fuentes de esta transcripcién serfan uno 0 varios cédices jeroglificns y cier- tas tradiciones orales prehispanicas que forman un conjunto hipotético al que se le da el nombre de Cédice de Utatldn, y que estaria en relacién con un “escrito de Tula” (u tz’ibal Tulan, linea 7315 en la ed. M. S. Edmonson, 1971), probablemente del siglo xu. Fue entre 1550 y 1555 que uno o varios miembros de! clan Kavek, posiblemente un tal Diego Reynoso, popol vinag: “consejero” quiché, y ciertamen- te discipule de los primeros misioneros franciscanos, quien inicié la redaccién del texto que conocemos, utilizando el alfabeto adaptado a la fonética maya-quiché, que habia sido preparado por esos franciscanos, En el capitulo primero de este libro describimos répidamente el dificil camino que, desde el manuscrito de 1555 hasta la edicién de Brasseur de Bourbourg en 1861, permitié la reconstruccién y divulgacién del Popol Vuh. No vamos a repetirlo. Esta edicién en espafiol sigue la traducci6n de Adrién Recinos, del Fondo de Cultura Econémica. El Popol Vuh es antes que nada un libro magico y poético. Magico, porque es Ja mitologia que crea a los dioses a imagen del hombre y que pretende obligarlos a obedecer a la Palabra, a los sonidos y a los gestos del gran brujo que respeta la exac- titud de las palabras esenciales, para asegurar su eficacia; que conoce los ntimeros sagrados (7, 9 y sobre todo 13) que suscita por el Verbo el acto religioso que hace la Historia. Poético, el Popol Vuh lo es en sus cualidades seménticas, literarias, por su composicién en versiculos repetidos de significacién paralela, que se organiza alrededor de “palabras-clave”, muy pobremente transcrito en prosa, y que, en lo que conocemos, sélo le ha hecho justicia la traduccién de Munro §. Edmonson (1971). [167] 168 LAS LITERATURAS MA} “Biblia maya”, a pesar de un cierto desorden aparente, el Popol Vuh tiene estructura rigurosamente organizada. Se distinguen en él tres partes muy bien limitadas. La descripcién de la creacién del mundo y del hombre, en primer lu, Después de enumerar los miiltiples nombres de las divinidades primordiales, el t to aborda el Génesis maya-quiché, y los intentos sucesivos de los dioses para crear hombre. Cronolégicamente hablando, se intercala parcialmente en esta narr; Ja segunda fase del Popol Vuh, en la que se relata la Guerra de los Dioses, que héroes realizan por orden de los dioses supremos; Hunahpii e Ixbalanqué: gu contra los falsos dioses (gde un pueblo enemigo?) y contra los dioses tenebros malvados de Xibalbay. Finalmente, la tercera parte del Libro del Consejo exp la historia y la genealogia fabulosa del pueblo maya-quiché, comenzando con largas peregrinaciones de las tribus némadas de los quichés, cakchiqueles, tzo etc., hasta la enumeracién de las diversas tribus y de las dignidades reales y sa dotales del estado quiché. A los pasajes miticos: creacién del fuego, invencién los sacrificios humanos, se afiaden hechos histéricos ciertos, como las guerras fra las otras tribus y la fundacién de las ciudades. En este sentido, aunque re dificil separar la realidad de la ficcién en los datos que se nos dan sobre el desa lo politico de los pueblos de Guatemala, la aportacién histérica del. Popol Vuh | importante, porque evita muchas suposiciones que la arqueologia’ nunca hubi podido dilucidar. Tan seductor como el Popol Vuh, a pesar de la fastidiosa monotonia aparen de su texto, la obra maestra del drama maya, el Rabinal-Achi (El guerrero de binal), cs también un documento de la lengua maya-quiché. Debemos su consery: cién al abate Brasseur de Bourbourg, que, encargado de la administracién ed sidstica de la regién de Rabinal, en Guatemala, en el corazén del pais quiché, 0} hablar por primera vez de él en 1850, Habiendo conquistado la confianza de Bi tolo Ziz, un indio quiché ya viejo, que habia memorizado la obra por orden de padre y de su abuelo, y que habia sido (clandestinamente) uno de sus principal intérpretes, Brasseur de Bourbourg lo convencié de que le dictara el texto del Ré binal-Achi. La obra asi salvada se entregaria en depésito a los hijos de Bartolo Esto se hizo en octubre de 1850. No contento con salvar el texto quiché que esforzaba, al mismo tiempo, en traducir al francés, Brasseur de Bourbourg lo que los indios de Rabinal organizaran una representacién a la manera tradicior de la obra, que tuvo lugar el dia de la fiesta del patrono de Rabinal, el 20 de ene de 1856. EI texto del Rabinal-Achi se ha conservado casi intacto, a pesar de su transcri cién tardia y de su conservacién oral, y se trata de una pieza muy representati de la época prehispanica, en donde se nos presenta la lucha entre los quichés Gumarcaah y los de Rabinal por la hegemonia del pais. De inspiracién sacro-guerrera, el drama representa, simbélicamente y desarro= l4ndola, la ceremonia del sacrificio de un prisionero, que tiene valor de inmolacién magica, y que, en este sentido, se inspira probablemente en representaciones o ac litdrgicos del siglo xn, Esperamos que se comprenda que, deseosos de dar la parte mas importante p. ble a estas dos obras maestras de las letras precolombinas, el Popol Vuh y el Rabi= nal-Acht, hayamos omitido voluntariamente las creaciones literarias quiché mds tar= dias, como El baile de los gigantes, que surge del Popol Vuh, del que quedan algunos LA LATERATURA MAYA-QUICHi 169 {ragmentos auténticos y cuya representacin se sigue ejecutando en’ Guatemala, en el solsticio.de verano. O las oraciones y poemas que han sido recopilados por los etndlogos modernos. En realidad, los dos grandes textos maya-quichés, aun si fue- los tinicos, bastarian para ilustrar la cualidad literaria lograda por los pueblos le Mesoamérica, en los tiempos precolombinos.

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