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Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesita fortuitos que

deterioran o destruyen la cosa debida. No lo son las variaciones de valor


dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o defectos
que el deudor est, por la ndole del contrato o por pacto especial, obligado a
garantizar. Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesita
dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o defectos
que el deudor est, por la ndole del contrato o por pacto especial, obligado a
garantizar. Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesitab
fortuitos que deterioran o destruyen la cosa debida. No lo son las variaciones
de valor dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o
Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesita fortuitos que
deterioran o destruyen la cosa debida. No lo son las variaciones de valor
dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o defectos
que el deudor est, por la ndole del contrato o por pacto especial, obligado a
garantizar. Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesita
dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o defectos
que el deudor est, por la ndole del contrato o por pacto especial, obligado a
garantizar. Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesitab
fortuitos que deterioran o destruyen la cosa debida. No lo son las variaciones
de valor dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o

Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesita fortuitos que


deterioran o destruyen la cosa debida. No lo son las variaciones de valor
dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o defectos
que el deudor est, por la ndole del contrato o por pacto especial, obligado a
garantizar. Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesita
dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o defectos
que el deudor est, por la ndole del contrato o por pacto especial, obligado a
garantizar. Y como el gnero y la cantidad no perecen, apenas se necesitab
fortuitos que deterioran o destruyen la cosa debida. No lo son las variaciones
de valor dependientes de causas econmicas o polticas, y aquellos vicios o

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