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El] imperio ‘Traduccién de 3 ss See Ree bizantino Y Francisco Guver pz 10s Rios por Norman H. Baynes co E FONDO DE CULTURA ECONOMICA México 1B LA CIUDAD DE CONSTANTINO Seri suficiente con que entendamos desde el pri cipio eémo Constantino ley6 los signas de los tiem y cual fue su concepcién de Ja cindad, El estado, ‘gano habia tratado de exterminar ala iglesia ctis tana y fracas6, Constantino se esforz’ por el estado pagano entrase en sociedad con la igles cristiana y'el éxito coroné su esfuerzo. La ciudad Constantinopla es el simbolo de la unién de las tra diciones romana y cristiana, unin que s6lo habia di xecer para hacese del todo exticeha a travis de afios, hasta que religiin ortodoxay ciudadania 10: ‘mana se convittieron en términos sindnimos, sia LA VIDA SOCIAL EN EL IMPERIO DE ORIENTE, Veo, dondeguier que vwelvo Ja cabeza, que sols gente uy tcigioss, Hechos, XVI, 2 (de la tad. de Moat). a vida social del imperio romano de Oriente aguat- 1h su historiador Lo (nico que puede intentarse en ‘te breve capitulo es dar idea al lector de la atmés- fera general del mundo bizantino, ya que antes de hacer’ su bosquejo resulta imposible un estudio mas fi fondo. Dificilmente podré negarse que los emg fios y entusiasmos de nucstra época han sido cientifi- 0s y sociales. Cualquier cuestién tiende a convertitse fe tn problema social. En el imperio romano de Oriente los empetios. y entusiasmos fueron religiosos {1% moblemas, sociales 0 poltons, sdoptaoa ona onma religiosa. ‘Los bizantinos vivieron en un mnun- do en el que lo sobrenatural era omnipresente y to- Alopoderoso. ‘Sus dias festivos fueron fiestas religiosa, i tepresentaciones en el circo comenzaban con el into de himnos litirgicos; sus contratos comerciales Hevaban como marca el signo de la Cruz 0 contenfan Aina invocacién’ de la ‘Trinidad: sus ord Imitidos por ermitatios o a través de [or los santos muertos; su proteccién personal se en- ‘erraba en amuletos consagrados; el remedio més pode- oso de su farmacopea fue el polvo que contenfa una gota de sudor del cuerpo de un santo estilita; sus enerras fran cruzadas; su emperador, el vicegerente de Dios, Y cada acontecimiento alarmante en el campo de la {Durante varios afoe el autor ha estado reuniendo. material 2» LA VIDA SocTAL naturaleza un presagio especial enviado para servir de advertencia0 de estimulo oe Como resultado de esta visin del mundo la cien- cia se hizo sospechosa, Mucho podria scribirse para confirmar este hecho, pero una anécdota verdadera puede por si sola ser ms efeaz que todo un trate l,i ven el rv de musta, Constant nopla fue visitada por la peste y una gran canti de" iudadanes mort's dito, Un mica de le ital observs que In mortalidad era dey iona: Se ae ne fabricas, que vivian en angostas habitaciones subte- rrineas, y expres6 francamente su creencia de que ello er debido a la falta de aire fresco en aquellos sbta- ‘nos. Toda Constantinopla se escandaliz6: “Blasfemial ~sgritaban los hombres— la muerte de un hombre esti determinada por Dios y la cuestiGn del aire no tiene nada que ver con ella y cs una insolencia.” A pesar de todo, el médico sigui6 visitando a sus miserables cenfermos y acabé por contagiarse de la infeccién y morit. La ortodoxia habia triumfado: era el juicio del ielo que caia sobre el blasfemo, Cuando el médico no acertaba, los bizantinos s¢ volvian instintivamente hacia Tos ‘santos. Ast como’ antes los enfermos dormian en los. templos paganos ara curarse de sus enfermedades, los eristianos acu: ‘ian ahora a la iglesia 0 a las criptas de los mértires. El dios que en tn tiempo curd a sus adoradores mientras dormian en el sosthenium cerca de Constantinopla —su identidad 5 incierts—, fue reemplazado por el arcingel Miguel, que hizo io mismo. La pareja de médicos crstianos, los hermanos Cosme y Damiin, tuvieron que explicarle una visin a un griego que buscaba alivio y decirle que ellos no eran los geme- Jos pagans Cistor y Polideukes (Polux), sino ser vidores del verdadero Dios. Al convertirse. el griego fue curado gracias a la intervencién de los santos. Girilo de Algjandria s6lo logeé abolir con eficacia el ceulto al demonio Menutis cuando traslad6 los restos LA VIDA SootAL a ‘de dos mértites, Cito y Juan, al pueblo en que se Noata ‘al tse dios, Loe eaépticnspotin pregun- tar si el poderoso patriarca no habla dado por si mismo el set a los dos santos muertos con el fin de Servic sus propios proptsitos, pero —como explicaba fd defensor de Cirilo— aunque no habia ningin co- hocimiento anterior de Ciro y Juan, para suplico es. taba la palabra del patriarea, De seguro que tal cosa bastaré para dar satisfaccién a quien busca sensata- mente la verdad, y Io cierto es que Ciro y Juan, como Menutis antes que ellos, trajeron alivio a Tos’ enfer- mos en su suena, Pro ol jemplo mis intereate de esta prictica 10 encontramos en los milagros que co G'aglo vn hizo Artemio. (mattizado en d's flo rw), santo especializado en todas las enfermeda- fies de" los. Srganos genitales, y cuyo sentido de la delicadeza le impedia tratar directamente a las mujeres tenfermas. Actuaba en esos casos a través de su ayu- Ganta, Santa Febronia, una dama que, como él, habia abandonado esta vida varios siglos antes. Sin embargo, no es éste lugar para reproducit estos relatos de la epoca aunque estén Menos de un rico humor incons- lente. De todos los rincones del Imperio acudia Ta gente enferma a Constantinopla y la prictica general Conforme a los. milagros era que el paciente’ fuera Jos sibados por la tarde a la iglesia de San Juan Bau- tista, en la cual estaba el sepulcro de San Artemio, Ali extendia su colehén en el suelo, tan cerca del sepulero como le fuera posible, y el santo, si estaba inclinado a curar al enfermo, lo hacia asi mientras éste dormia y al mismo tiempo se le aparecia, generalmen- te en una vision, Pero la actividad de Artemio no taba de ningin modo limitada por consideraciones de lugar, y sus curaciones alcanzaban en alta mar a s ores. 6 a sustituir en su sitio al dios pagano patrono de Ta ciudad. Tal es el papel de San Demetrio en Tesa- Tonic, en tanto que la capita siempre go de Ia 2 LA VIDA. SOCIAL Droteccién especial de la Virgen Marla, Madre de Dios, Asi como San Demetrio aparecié a la cabeca de. b {topas romanas de Oriente en la defensa de su cit, ad, cuando el chagin de los dvaros estaba sitiando. Constantinepla vio una forma majestuosa. de mujer paseando a lo largo de las murallas y guiando a los to, manos al dejar Ja puerta de la poblacién. Esta vision de Demettio, el eaalleo de Dey til tome aed pine tada en los Miracula S. Demetrii, nos Neva, si mann, ‘mos hacia atrés, hasta Ja intervencién de los Didscuros en el lago Regilo, y, si miramos hacia adelante, haste Jos ‘campos de batalla de Francia en 1914, cuando San Jorge, segin se nos dice, se aparccié a la cabeza de las tropas inglesas y obligé « sus enemigos a entice arse a Ta huida, Esa conciencia continua de la presencia de lo sobre- natural constituye el marco dentro del cual se des. firolla a vida del ciudadano bizantino. Su pasion por 1a 'teologia se hace patente lo mismo en! las ‘ccste grandes que en las cosas pequefas. En todo momen, to el mundo invisible esta con él. El ejército amotl nado exigié al emperador Constantino IV que toma, 14 por compatieros de rcinado a sus hermanos Heraclio Ypliberio. “zPor qué? “Creemos en la Trinidad —pr taban—, concédenos, pues, coronar tres emperadore” Y hasta cuando un gran perro atacé al obispo Pattenio de Lampsico, “vino, creo yo —decia su bidgrafo, no de ninguna casa,’ sino del Perro Invisible” el de. monio. Afortunadamente el obispo tuvo la. bastarte Prevencia de dnimo para hacer la seal de la ertz asf escapé sin das. ‘Sin duda el incidente carece de importancia, pero sirve para ilustrar el punto de vista del romano ‘oriental, El habitante de la capital no s6lo vivia en una at- mésfera religiosa, sino también en una atmésfom de peligro. Durante algunos siglos sus nervios. debieron Gist continuamente en tensién, porque la cindad pade- 6 sitio tas sitio. Ten esta constante tension podemos encontrar Ja explicacién de algunos de los rasgos me, LA VIDA SOCrAL n nos admirables del cardcter bizantino. Podia argu: isco he ages taenotneT OBES ‘aye simplemente por et hecho de que estaba sobrepasado por el mimero de sus enemigos. Si algin cerebro ‘nventivo ubieraproducido Iz pélvora y el ean pocrian hhaberse rechazado las invasiones, pues ello habria sido suficiente para contrarestar ta’ deficien ia numérica, de los romancs. En cierto sentido, las smuzallas de Constantinopia representaron para el Otien te al caiiéu y Ia pélvora, por carecer de las cuales pevecié el imperio en Occidente. Pero hasta las mis. ‘as murals hn de estar guamecidas y, si los defen- sores son demasiado pocos, deben jugar su papel, cuan- ddo sea nevesari, lo sutileza, la diplomacia y al fraude sp dks ae intend aque tedencia Hac cl ingenio sin principios que puede sefialarse en el cooker misao Ge br gtigee de fos 'des de Pole y Deméstenes. "El interés propio. satisfecho sin es. énipulos es —debemos admititio sin ambages— per- fectamente comin entre los romanos orientales, lo mismo de alto que de bajo nivel. Y la constante tension. produce, por reaccién, el exceso,, Seria’ vano negar que entre’ las caractersticas bizantinas juegan parte importante la violencia, la bra- talidad y 1a crueldad. Es cierto que se ha exagerado sgrandemente exe aspecto, pero no se puede ignorar. En Ja venganza contra los’ estadistas impopulares, en Ta facilidad con que el saqueo y el asesinato acompafia- ban ‘con frecuencia a cualqaier motin, el populacho de la ciudad ponfa de manifesto un despretio incret ble por lx vida humana, mientis que af explear in sistema. de castigo que’ se basaba principalmente en Jn mutilacién —cortar una mano, agujerear Ta nariz © cegat’ los ojos— el gobiemo fracas6 a su vez en sue afanes de Gemplarer Se ha seialado que esa crueldad pudo agravarse por el hecho de que las razas salvajes se incorpora. van de tiempo en tiempo al euerpo politico, velando sélo su origen birbaro con um find manto de helenis- ” LA VIDA soctat, ‘mo; pero, zno seria en parte responsable de este es. tado de inimo el perentorio peligro a que Constant nopla estaba continuamente expuesta? EI autor no es ppicblogo, pero se atreveria a sugerir que el poder de sobre sii misma de la ciudad. puede. haberse debilitado por 1a propia violencia de la tensién ner viosa a que estaba sujeta. Con bastante frecuencia, no sabia uno si regresaria si se-aventuraba més allé de’ las puertas de la capital para gozar de la pasion de la caza, pasatiempo favorito de los bizantinos. Se nos dice jue a. principios del siglo vim sdlo podian permanecer tro de las murallas quienes poseian provisiones para tes aflos: tan grande era el peligro, No siempre com- prendemos exactamente el precio que pagaron los ha. bitantes de Constantinopla por defender'a Europa, Pero a pesar del peligro, el romano oriental exigia due see aivities. “Las ties centos de la vidn de stantinopla eran el palacio, el hipédromo. y la catedral. Rambaud dijo una vee: "Si Senta Sofia per tenecia a Dios y el palacio al emperador, el hipédro. ‘mo era Ja posesién del pueblo.” Si'se hubieran cerrado los baflos y el hipédromo, la vida para el bizantino hhubiera perdido todo su sabor y se hubiera vuelto seca, insulsa e inti, ‘Construido por Septimio Severo (193-211 d. c,)y qin cetera a siera y atin esti hoy en pie aunque haya desaparccido €l palacio del emperador. Los putidos azul + verdeg del circo estaban organizados como una milicia de la ciudad. Sus corporaciones, que representaban al popu- lacho de Bizancio, quedaban como una concesign de la autocracia al viejo ideal de la ciudad-estado. Se ha. bian amortiguado ‘las batallas politicas de los sislos anteriores, pero la pasién cruel por los. intereses” de tun partido se trasladé a otras esferas, y el solo hecho’ de que los azules y los verdes se sentaran en lugares opucstos, en diferentes sectores del hipédromo, ya coro se lanzatan envenenados dicterios a través ‘de la pista de carreras, prestaba una nueva cohesién y solida. 1A VIDA. SOCIAL 2B Fidad a sus grupos. Muchas veces se ha suscitado Ta testi de por qué los primeros emperadores de Cens- tuntinopla permitian la turbulencia de los partidos del circo. Una respuesta obvia es que el poder, mismo {lel autécrata esti confinado por limites que él no se- tal, Peo tambin es cierto que el monatea pudo ver intagonismos mutuos de azules y verdes una Milla de s@undad por medio de la ful se. abvia na said parm humores meligos que de ofa manera podian haber amenazado su propio trono, (\Pensad por un momento 1o que este hipédromo de varios lados significaba para el mundo bizantino, Con- fiderad el ejéreito de hombres que empleaba: guardias, entrenadors, moans de eablo, surges, Pensa en lt iuestes de actores, hombres y mujeres, porque entre li‘cuters de carts dela mafana y de a tarde habia ‘eshibiciones dadas por los pantomimos y los acréba- por los volatineros que se vestian y desvestian 30- hire Ia cuerda y por aquelios que balanceaban sobre st frente una pértiga a cuya punta trepaban los. mucha- chos para lucise en diversas posturas. En los primeros dias de Constantinopla habo también en el circo Iuchas fentre bestias salvajes, 1o que hizo necesatio tener un ‘equipo de guardas domadores Acacio, el padre de la ‘emperatriz, Teodora, era un guardiin’ de oso y ella mnisma haba sido una actriz de pantomima. Los con- ductores de carros vivian en un mundo en el que ain flocecian las supersticiones paganas. Mediante encan- tamientos mégicos y amuletos trataban de poner a sus contrincantes bajo la traba de algim hechizo y conse- fir su derrota. Antes de las carreras se cegistraba a Jos aurigas para comprobar que no Mevaban escondi das algunas mascotas magicas que les pudieran asez rar indebidamente la vietoria. Asi se eseribia con fre- uencia en pequeras tablillas de plomo —de las que yin se conservan grandes cantidades— anatemas_y maldiciones enderezadas conta los odiados rales, clas figuran restos de un gnosticismo adulterado, in- tonne als ins eppon Os Set Tb 3s LA: VIDA SocIAL, a Jos santos Angeles. y arcdngeles, a los. poderes del ayemo y a un sct enigmitico, el santo Enlamén. Gra:

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