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No buscamos jams las cosas, sino la bsqueda de las cosas.

162. Quien quiera conocer plenamente la vanidad del hombre slo tiene
que considerar las causas y los efectos del amor. La causa es no s qu
(Corneille) a, los efectos son aterradores. Ese no s qu, tan poca cosa que
no se lo puede reconocer, conmueve toda la tierra, prncipes, armas, el
mundo entero.
La nariz de Cleopatra: si hubiese sido un poco ms corta, habra cambiado
toda la faz de la tierra.

283. El corazn tiene su orden; el espritu tiene el suyo, que es por


principio y demostracin; el del corazn es distinto. No probamos que
debemos ser amados exponiendo ordenadamente las causas del amor: esto
sera ridculo.

Veo esos aterradores espacios del universo que me encierran, y me


encuentro adherido a un rincn de esa vasta extensin, sin saber por qu
estoy colocado en este lugar y no en otro, ni por qu este poco de tiempo
que me ha sido dado para vivir me ha sido asignado en este punto y no en
otro de toda la eternidad que me ha precedido y de toda la eternidad que
me sigue. Slo veo infinitudes por todas partes, que me encierran como un
tomo y como una sombra que slo dura un instante sin retorno. Todo lo que
conozco se reduce a que pronto debo morir, pero lo que ms ignoro es esta
muerte misma que no podra evitar.

206. El silencio eterno de estos espacios infinitos me espanta.

414. Los hombres son tan necesariamente locos, que sera volverse loco
por otra vuelta de locura, no estar loco.

[] al fin de cuentas, l no es ms que un hombre, es decir, capaz de poco


y de mucho, de todo y de nada: no es ni ngel ni bestia, sino hombre.

El mundo lo siente y lo hace, pues el mundo, a menudo, es buen juez.

78. Descartes intil e incierto

(No pude evitarlo, esta me hace mucha gracia)

213. Entre nosotros, y el infierno o el cielo, slo est la vida entre dos, que
es la cosa ms frgil del mundo.

La imaginacin dispone de todo; ella hace la belleza, la justicia, y la


felicidad, que es todo en el mundo.

El punto 434.

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