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CONOCIMIENTOS QUINTA EDICION EDICIONES RENGLON Titulo original ingles THE ART OF SEEING Editado por CHATTO & WINDUS Londres Traduccion directa por el Dr. Felipe Jimenez de Aswa © by Editorial Pleamar Buenos Aires, Argentina Edicion realizada mediante autorizacion expresa de EDITORIAL PLEAMAR Todos los derechos reservados, prohibida |a reproduccion parcial Q total de esta obra, ©° 1986, Ediciones Renglon $.R.L Av. La Plata 1208 - Buenos Aires 1.S.B.N. 950-9168-14-9 IMPRESO EN LA ARGENTINA PREFACIO Cuando tenia 16 afios sufri un violento atagque de keratitis Pitictata que me dejd (después de 18 meses de casi ceguera, Wranic los cuales dependi del Braille para la lectura y de un 14 para mis paseos) con un ojo tan sélo capa: de la percep vldn de la luz, y el atre con la visién suficiente para permitirme teconocer las letras de 57 metros de la escala de Snellen a3 ma ros 9) medio. Mi ineapacidad para ver era debida principal. mente @ la presencia de opacidades en In cdrnea, pero este estado se complicaba con hipermetropia y astigmatisms. Duvan: te algunos afios, mis médicos me aconsejaron leer con ayuda de tuna poderosa lente de aumento, Mads tarde me recetaron lentes. Gon la ayuda de ellos pude reconocer Ia linea de veinte a tres metros y medio, y fui capaz de leer bastante bien, con tal de mantener la pupila dilatada con atropina para poder ver alre- dedor de ia mancha de epacidad, situada en ef centro de ia cornea. Cierto es que siempre experimentaba una sensacién de esfuerzo y fatiga, y en muchas ocasiones fui vencido por una sensacion de agotamiento fisico y mental que sito podia produ- cit el esfuerza ocular. Pero aun tenia que estar agradecido de ver en la forma en que lo hacta, Las cosas siguieron ast hasta el aio 41939, cuando, @ pesar de los poderosos lentes que gastaba, la tarea de leer se hacia cada vex mds dificil y fatigosa. No cable duda de gue mi capa- cidad para leer declinaba continua y rdpidamente. Cuando pen- taba, leno de temor, lo que yo podria hacer sobre esta tierra si la luctura se me hacia imposible, of hablar de un método de veeducacién visual y de un maestro que, segin se decia, hacia 7 uso de este méiodo con excelentes resultados. La educacién parecia completamente innocua, y como los lentes pronto me iban a ser insuficientes decidi someterme a la prueba. En un par de meses pude leer sin lentes, y lo que es atin mejor sin esfuerzo y fatiga. La tensién erénica y los vahidos, que me dejaban completamente agotado, pertenecian al pasado. Ade- més, existian signos de que la opacidad de ta cdrnea, que habia ido aumentando invariablemente durante 25 afios, comenzaba a aclararse, Actualmente, mi visién, aunque muy lejos de la normal, es dable de la que tenia cuando usaba lentes, antes de haber aprendido el arte de ver; ¥ la opacidad se ha aclarado lo suficiente para permitir al ojo peor, que durante afios tan slo podia distinguir la luz en la oscuridad, reconocer la linea de los tres metros y medio a treinta centimetros. Este libro lo he escrito, ante todo, para responder a una deuda de gratitud, gratitud al precursor de la educacién visual, el Dr, W. H, Bates, y a su discipula Mrs. Margaret D. Corbett, a cuya habilidad como maestra debo la mejoria de mi vision. Se han publicado algunos otros libros sobre educacién visual, especialmente el del propio Dr. Bates, Perfect Sight Without Glasses (New York, 1920), el de Mrs. Corbett, How to Improve Your Eyes (Los Angeles, 1938), y The Improve- ment of Sight by Natural Methods por C. S. Price, M. B. E., D. O, (London, 1934). Todas tienen sus méritos, pero en ninguno (al menos de los que yo he leido) se ha hecho un ensayo para hacer lo que yo he hecho en el presente volumen: relacionar los métodos de la edueacidn visual con los hallazgas de la psicologia moderna y de la filosofia critica. Mi propdsito ‘al hacer esta correlacién es demostrar lo razonable de un mé- todo gue no se propone otra cosa que aplicar prdcticamente a los problemas de la visién ciertos principios tedricos, univer salmente acepiados come exactos. gPor qué, podemos preguntarnos, los oftalmélogos orto- doxos no han sido capaces de hacer estas aplicaciones de prin- cipios universalmente aceptados? La respuesta es clara. Desde que la oftalmologia legs a ser una ciencia, los especialistas se han preacupado de un modo obsesivo de un solo aspecta del frracdvo complejo de la vision: el fisioldgico. Tan sélo han prestade atencrin a tos ojos, y no@ la mente que hace uso de fos ajos para ver. He sido tratado por hombres eminentes en su frrojesiin; pero jamds me han hecho ta menor insinuacién de yue exisia una parte mental de ta vision, o de que haya pro- codimicntos falsos de utilizar los ojos y la mente, asi camo Procedimientos corrects, madas antinaturales y anormales ide _ funcionamiento visual, asi come mados naturales ¥ normales. Después de tratar la infeccién aguda de mis ajos, cn la que demostraron mdxima habilidad, me proporcionaron lentes arti- ficiates y me abandonaron. El que yo utilizara bien o mat mi mente y mis ojos provistos de gafas les era perfectamente indi- ferente a todos los oftalmdtogas ortodexos, come también lo tra el efecio que tendria sobre mi visién su uso inadecuado, Para el doctor Bates, por el contvario, estas cosas no le eran “Unidiferentes, y, en consecuencia, después de largos aiios de expe- iments y de prdctica clinica elabord un metodo especial de “dducacidn visual. Su eficacia muesira la bondad de este método. ‘Mi caso no es tinico; millares de otros enfermos con defec- Visuales se han beneficiado siguienda las simples reglas det Whe de tn visién que debemos a Bates y sus continuadores. Et dso csencial de este libro es difundir et conocimiento de AH. CAPITULO | MEDICINA Y VISION DEFECTUOSA Medicus curat, natura sanat (el médico cura, 1a naturalera sani). El vicjo aforismo resume todo el objeto y propésito de ln tedicina, que es proporcionar al organismo enfermo las con- liciones internas y externas més favorables para que ejerza su la capacidad autorreguladora y reparadora. Si no hubiera n ix naturae, si no existicran poderes naturales para racién, la medicina seria inutil, y cualquier pequeiia alte- n conduciria a la muerte o daria lugar a una enfermedad uando las condiciones son favorables, ¢l organismo en- tiende a restablecerse por su capacidad innata de auto- n Si no se restablece, esto significa que el caso es deses- I © que las condiciones no son fayorables, En otras pala- qe con el tratamiento médico aplicado no se logra lo be lograrse con un tratamiento adecuado. TRATAMIENTO ORDINARIO DE LA VISION DEFECTUOSA Ja lue de estos principios generales consideraremos el mio médico corriente de los defectos de la vision, En Hi Muayaria de los casos el tinico tratamiento consiste en rel enfermo lentes artificiales, destinados a corregir ile relraccién que se considera responsable del defecto. W Medicus curat; y en la mayor parte de los casos el enfermo obtiene una inmediata mejoria de su vision. Pero mientras tanto gqué ha ocurrido con Ia Naturaleza y sus procesos cura- tives? éVuelven a adquirir los Organos de Ja visién el funcionamiento normal como consecuencia del tratamiento con lentes artificia- les? Las respuestas a estas preguntas es no. Los lentes antifi- siales neutralizan los sintomas, pero no tiacen desaparecer las causas de la visién defectuosa. ¥ en lugar de mejorar, los ojos Provistos de estos recursos tienden a hacerse progresivamente mas débiles, por lo que se requierc lentes cada vez mis fuertes para la correccién de sus sintomas. En una palabra, Medicus curat, natura NON sanat. De ello podemos deducir dos con- clusiones: los defectos de los 6rganos de la visién son incu- rables y slo pueden ser paliados por Ia neutralizacin mecé- nica de los sintomas, o alguna cosa es radicalmente errénea en los métodos corrientes del tratamiento. La opinion ortodoxa acepta la primera y mas pesimista alternativa, ¢ insiste en que la mejorfa mecanica de los sintomas es el tinico tipo de tratamiento al que responden los érganos defectuosos de la visién. (Dejo a un lado todos los casos de enfermedades mis o menos agudas de los ojos que son tratadas por fa cirugia y la medicina, y me limitaré a los defectos vi- suales mucho mas comunes que ahora se tratan por medio de lentes.) 2GURA © ALIVIO DE LOS siNTOMAS? Si la opinién ortodoxa es exacta —si los érganos de la visién son incapaces de curarse por si mismos y si sus defectos solo pueden ser paliados por recursos mecinicos— los ojos deben ser totalmente diferentes que las otras partes del cuerpo. En determinadas condiciones favorables, los restantes érganos tienden a libertarse por si mismos de sus defectos. No asi los ojos. Cuando muestran sintomas de debilidad, seria necio, segin la teoria ortodoxa, hacer un esfucrzo serio para eliminar las. causas de estos sintomas; seria gastar el tiempo, el intento de 12 descubrir un tratamiento que ayudara a la naturaleza a cumplir su normal tarea de lograr Ja curacién. Los ojos defectuosos $01 €x hypothesi, pricticamente incurables; carecen de la vis medi catrix naturae. Lo tnico que la ciencia oftalmolégica pucde hacer en favor de ellos es proporcionarles medios puramente mecinicos para neutralizar sus sintomas. Las tnicas justifi- faciones de esta extrafia teorfa proceden de quienes se han dedi- ado exclusivamente a estudiar las condiciones externas de la visién. He aqui por ejemplo algunas importantes observacio- ‘hes tomadas del libro Seeing and Human Welfare por el Dr. ‘Matthew Luckiesh, Director de la General Electric Company's Lighting Research Laboratory. Los lentes (esas “ttiles mu- “Tetas” como el Dr. Luckiesh los llama) “combaten los de- fectos de la herencia, de la edad y del abuso, pero no comba- fen las causas. Supongamos que los ojos lisiados pudieran fransformarse en piernas lisiadas. {Qué desfile desconsolador mtemplariamos en cualquier calle concurrida! Casi todas las ‘onas marcharian cojeando. Muchas usarian muletas, y no Se trasladarian en sillas de ruedas. ;Cudntos entre Mlefectos de los ojos son debidos a las precarias condi- para ver, es decir a Ja indiferencia para Ja visién? No memos de estadisticas, pero un conocimiento de Ja visién “Aus requisites indica que la mayor parte de esos procesos H evitables, y muchos de los restantes pueden ser mejorados nidos en su evolucién por condiciones adecuadas”. Y en + “Hasta los efectos de refraccién y otras anor- de los ojos provocadas por abusos no son necesaria- ermanentes, Cuando caemos enfermos, la naturaleza la sth papel, si nosotros, por nuestra parte, hacemos flebemos. Los ojos tienen capacidad de recuperacién, en cierto grado. Disminuir cl abuso mejorando las tle Ja vision es siempre titil, y se conocen muchos W© con este procedimiento se han obtenido grandes 1 efecto, si no se corrige el abuso, el proceso gene- SiN peors progresivamente”. He aqui palabras alenta- os permiten abrigar la esperanza de que se nos va 1) dseripeiin de algiin tratamiento nuevo y puramente etioldgica de los defectos visuales que reemplace al tratamiento Puramente sintomatico actualmente en boga. Pero esta espe- tanra tan sélo es imperfectamente cumplida, “La escasa ilu- minacién —dice e] Dr. Luckiesh— es la causa mas importante ¥ universal del esfuerzo ocular, que muchas veces conduce a defectos y trastornos progresivos.” Todo su libro es una éla- boracién de este tema. Me apresuraré a afiadir que dentro de sus limitaciones es un libro admirable. Para quien sufre de defectos de la visién, Ia importancia de Ja buena iluminacién es muy grande. Y debemos estar agradecidos al Dr. Luckiesh por su estudio cientifico de la significacién de las palabras “buena iluminacién proporcionando entidades mensurables, como son los pie-bujias, Pero los pie-bujias no son suficien- tes. Para tratar otras partes del organismo, los médicos no se contentan con mejorar simplemente las condiciones externas del funcionamiento; buscan la mejoria de las condiciones inter- nas, para actuar directamente sobre el medio fisiolégico del Srgano enfermo, asf como sobre ¢l medio fisico fuera del cuerpo. Cuando las piernas estan lisiadas los médicos se niegan 4 que sus pacientes usen indefinidamente muletas, Tampoco consideran qué el establecimiento de reglas para impedir log accidentes, constituya un tratamiento suficiente para los que estan tullidos. Por cl contrario, consideran el uso de Ias mule. tas come un expediente paliativo y temporal, y mientras pres- fan atencién a las condiciones externas, también hacen lo que pueden para mejorar las condiciones internas de la parte defec- tuosa, de modo que la naturaleza pueda ser ayudada en su obra de reparacién. Algunas de estas medidas, como el reposo, el masaje, la aplicacién de calor y de luz, no tienen en cuenta la mente del paciente, sino que se dirigen directamente a Jos Srganos afectados; su propésito es mantenerlos relajados, au- mentar la circulacién y conservar la movilidad. Otras medidas son educativas ¢ implican, por parte del paciente, una coor- dinacién de la mente y del cuerpo. Recurriendo al factor psi- coldgico se obtienen muchas veces asombrosos resultados, Un buen maestro, utilizando Ja técnica adecuada, puede muchas veces educar a la victima de un accidente o de una pardalisis 4 jue se restzblezcan gradualmente sus funciones perdidas, iy Epa el feriblcmuiete de la funcién, el ae oe id y de la integridad del drgano fectuoso. Si es re Be tiacene para iy ples lisiadas, gno podria hacerse alge semejante para os ojos defectuosos? A esta pregunta la tcoria ortodoxa responde con una negativa, porque considera como eslablecido que los ojos defectupsos son incurables y no pueden, & pesar de su intima y peculiar relacién con la psique, ser reeducados y Ievados a 1k normaligag por un proceso de co- inacién somatico mental. ; a: teorla onodoxa es tan poco plausible y tan lejana de: Ja verdad que tenemos que quedar asombrados de que haya silo aceptada de un modo tan general ¢ indiscutido. De todos iolos, tal es la fuerza del habito y de la autoridad que todos hemos aceptado, Actualmente tan s6lo es rechazada por lenes tienen razones personales para saber que es falsa. Yo “Mino de ellos, Por fortuna tuve la oportunidad de descu- por experiencia personal, que los ojos no carecen de vis eatrix naturae, que paliar los sintomas no es el unico tra- nto para la yisién defectuosa, que Ja funcién de la vision wer reeducada y llevada a la normalidad por una ade- eoordinacién somdtico mental y dinalmente que 1a me- el funcionamiento se acompafia de una mejoria del tle! Grgano dafiado. Esta experiencia personal ha m mi observacién de muchos otros casos Yecurrida al mismo proceso de educacién visual. Por 0 es posible aceptar la teoria ortodoxa corriente con. lntios practicos pesimistas. 15 CAPITULO II UN METODO DE REEDUCACION VISUAL En los primeros afios de este siglo, el Dr. W. B. un oculista de New York, no se sentia satisfecho eon cl te miento sintomitico ordinario de los ojos, Buscando un substi- ae de Sean artificiales se dedicé a descubrir si habia algun método de reeducaci ae cién para Hevar a la normalidad 1a Como cansecuencia de sus trabajos con gran mu enfermos Ilegé a la conclusion de eae la napeHa ae i efectos visuales es funcional, debida a hibitos defectuosos en Su uso. Estos hibitos defectuosos estdn, segin él piensa, inva- Hablemente relacionados con un estado de esfuerzo y tension Como podia esperarse de la naturaleza unitaria del organismo: humano, el esfuerzo afecta tanto al cuerpo como a Ia mente. E! doctor Bates descubrié, mediante técnicas adecuadas, que este estado de esfuerzo podia ser aliviado. Cuando se ha obtenido este alivio cuando los pacientes han aprendido a usar sus Ojos y su mente en una forma Telajada— la vision mejora y los defectos de refraccién tienden a corregirse por si mismos. La practica de las técnicas de educacién sirven para que los habitos defectuosos responsables de la mala visién Lean substituidos por habitos correctos, y en muchos casos la funcién queda completa y permanentemente normalizada. Ahora bien, es un principio fisiolégico bien establecido que 16 la mejoria del funcionamiento tiende siempre a provocar unz miejoria en el estado orginico de los tejidos correspondientes. El ojo, descubrié el doctor Bates, no era una excepcién a esta regla general. Cuando el paciente aprende a relajar su tensién, y adquiere los hibitos adectiados para leer la vis miedicatrix naturae puede actuar, con el resultado de que en muchos casos la mejoria de funcionamiento ¢ seguida por un completo restablecimiento de la salud y de la integridad ‘organica del ojo cnfermo. El doctor Bates murié el afio 1931, y, hasta el momento de au muerte, continud perfeccionando y desarrollando sus métodos: i mejorar la funcién visual. Ademis, durante los tltimos ‘aiios de Ia vida de] Dr. Bates y después de su muerte, sus disc{- “pulos, en diversas partes del mundo, han ideado rto mua ro dle nuevas aplicaciones eficaces de los principios genera que dicho autor establecié. Mediante estas técnicas, mu- (hos hombres, mujeres y nifios que sufrian defectos visuales le diversos tipos, han sido reeducados y han conseguido la Miinlidad. Para quien haya estudiado una seleccién de estos @ se haya sometido al proceso de reeducacién visual es mible dudar de que hay al menos un método de tratar jxién imperfecta que no es simplemente sintomatico, sino mente etiolégico —un método que ne se limita a la neu- idn mecinica del defecto, sino que tiene por objeto la lucién de sus causas fisiolgicas y psicolégicas. Sin em- ® pesr del largo periodo transcurrido, a pesar de la y cantidad de Jos resultados obtenidos mediante su personas competentes, la técnica del doctor Bates ha sido reconocida por Ia profesién médica y oftal- , Creo que antes de seguir adelante sera titi] enumerar ‘iy lax razones principales de este estado de cosas que deplorable. VUATONES PARA LA DESAPROBACION ORTODOXA, ‘mer lugar, el hecho de que el método no sea re- 7 eneucnire fuera de los limites de la ortodoxia Witwidn 4 los aventureros y charlatanes para que se y para q W apresten a aprovecharse de los sufrimientos humanos. Existen deben prac- ticarlo, seré también muy til para Spice rao ve para estas personas describiremos las técnicas simples, pero eficaces, que se mencionan a continuacién. CAPITULO x METODOS PARA FAVORECER LOS MOVIMIENTOS DE LOS OJOS Y DE LA MENTE La fijacién central puede ser ensefiada directamente me- diante métodos que permiten al discfpulo observar el hecho de que no se pueden ver todas las partes de una amplia zona con igual claridad. O puede ser ensefiada indirectamente por métodos que fomentan la movilidad: métodos que obligan a la mente a desplazar su atencién y a los ojos a desplazar su zona de miixima sensibilidad desde un punto a otro del objeto considerado. El uso del método directo implica el peligro de aumentar los esfuerzos que ya realiza el discipulo. Parece mejor abordar nuestro objeto indirectamente. Lo mismo. que en el caso del palmeado el mejor método para ver negro no es intentar verlo, sino recordar escenas y sucesos agradables de nuestro pasado, el mejor medio de lograr la fijacién central no es intentar ver una zona pequefia mejor que las restantes, sino cultivar la movilidad queves la condicién necesaria para ver sucesivamente zonas pequefias de un objeto con maxima claridad, En con- Secuencia, comenzaré por describir cierto mimero de procedi- mientos para aumentar la movilidad de los ojos y de la mente, y mis tarde expondré los métodos dirigidos directamente al fin de que el discipulo se haga consciente de 1a fijacién cen: tral. Quienes tienen una visién defectuosa deberdn seguir el 75 mismo orden em st. practica educativa: aprenderan, en primer término, a mantener los ‘ojos y la atencién en constante facil movimiento. Luego, cuando los movimientos sé hhayan reac: tivado, aprenderan conscientemente & reconocer Ias manifesta- ciones de la fijacién central, ¥ reconociéndolas, a aumenter su intensidad. BALANCEO jetas del mundo exterior estin mas cer y ja rapider del | aumentar 1a distancia, de arccen estar casi en rep {pido o de un auto- movil en carrera, Los diversos procedimientos, 3 los que el Dr. Bates dio el nombre de balanceo, tuvieron al principio el objeto de que Jas personas que Jos practican se dieran cuenta de este aparente movimiento de los bjetos extcrnos, it taran el estado de libre moyilidad en en la mente que lo regula. Guando tal movilidad existe, Tas tensiones psicolégicas y 0° cién de la tefrada se reemplaza por el rapido desp' de la fij- ién central y se obti arcada mejoria de la vision- Es posible inventar 7 practicar gran némero de balanceos, ero tovios ellos son yariaciones de alguno de los tipos fun- damentales, qué son los que describiremos. Fl balanceo corto debe ser practicado estando frente a una ventana o a una puerta, on cualquier otro lugar donde pueda observarse algun objeto mas dis- tante. Por ejemplo, la barra ver! ede servir como objeto préximo, mientras un Arbol o parte Fe una casa al otro lado de Ta calle puede servit como objeto distante. Dentro de una habitacién el objeto préximo puede ser un trozo de cordén del que penda 1a luz del techo, mien- tras un cuadro colgado en la pared puede servir como abjcto 76 mas cstante. Mateniéndose con los pies separados 45 centime- tros mtre si, s¢ hard oscilar el cuerpo de un modo regular y suave y no con demasiada rapidez, de un Jado a otro, cargando el pao sobre cada pie alternativamente. La oscilacion no debe a— al 5. i i i if ser muy amplia 30 centimetros es suficiente— ¥ Ja cabeza mo debe inclinarse en relacién a los hombros, sino mante- Jarmente a ellos, moviéndose al unisono con 71 el tronco. Al oscilar hacia la derecha, el objeto vecino (la barra de la ventana) parecerd moverse hacia la izquierda sobre el objeto mds distante, Al oscilar hacia la izquierda, parecerd que se mueve hacia la derecha, Este aparente movimiento sera obseryado durante cierto mimero de oscilaciones. Luego se cerrarén los ojos, y continuando la oscilacién se imaginard el aparente movimiento de la ventana sobre el Arbol a lo lejos, en el jardin, o sobre la casa al otro Jado de la calle. Luego, con los ojos abicrtos, se practican nuevas oscilaciones, obser- vando cémo se mueve la barra sobre el fondo. Volverin a cerrarse los ojos y se imaginard el movimiento, ¥ asi sucesi- yvamente durante uno o dos minutos, o mas largo tiempo. Este procedimiento tiene varias ventajas. Se consigue que Ja mente se dé cuenta del movimiento y, por asi decir, s¢ familiarice con él. Ayuda a destruir la mala costumbre de los ojos defectuosos que tienden a fijar la mirada. Produce auto- méticamente un desplazamiento de la atencién y de la fovea centralis. Todo esto contribuye directamente a obtener la rela- jacién dindmica de los drganos de Ia visién. Una contribucién indirecta al mismo resultado se obtiene del movimiento ritmico de oscilacién, que acta sobre la mente y sobre cl cuerpo en Ja misma forma tranquilizadora en que Jo hacen los movimien- tos de Ja cuna o de la mecedora. A estos efectos tranquilizadores del balanceo corto, el balanceo amplio afiade la accién directa y bencficiosa sobre la columna vertebral por la suave y repetida oscilacién, Cuando se practica este balanceo, el individuo mantiene los pics sepa- rados como antes, pero, en lugar de limitar ¢l movimiento del cuerpo a una oscilacién corta como Ja del péndulo, osci- lard en un arco mas amplio, inclinando el tronco sobre las caderas y la cabeza sobre los hombros en movimientos suce- sivos, Cuando se oscila hacia Ja izquierda, el peso es cargado sobre ¢l pie izquierdo mientras cl talén del derecho se levanta. Inversamente, el talén izquierdo se levanta cuando nos incli- namos hacia el lade derecho. Los ojos, cuando se oscila de un lado a otro, cubren un arco de 180 grados o hasta mas, y el mundo externo parece oscilar alternativamente en una 8 amplia curva, No debe hacerse ninguna tentativa estar atencién a a de las cosas que se mueven ig a visual del ojo. Mientras se practica esta oscilacién, 1a actitud de la mente debe ser completamente pasiva y de indiferencia; Poco importa lo que acurra en nuestro medio, y no hay que hacer ningun esfuerzo para percibir lo que sucede. La mente que selecciona y percibe esta fuera de accién, y se trata tan sdlo de una sensacién pura; un organismo fisiolégico que da un dia de fiesta a su “yo” consciente, ‘Tal dia de fiesta del yo es extraordinariamente tranqui- Nizador. Ademés, como generalmente el yo consciente a tesponsable de Ja precaria visién (por albergar emociones nega- 79 tivas, por dirigit mal su atencién o por alguna otra causa que se oponga a Jas reglas naturales del funcionamiento nor- mal), esta inhibicién temporal de las actividades del yo es muy «til para romper los malos habitos y despejar el terreno para formar nucvos ¥ mejores. En el balanceo amplio, el apa- rato sensorial escapa temporalmente de su unién con Ja mente que hace mal uso de él inmovilizindolo en una mirads rigida, y aprende una vez mis cémo funcionar en un estado de libre y facil movilidad. ‘Una variante del balanceo corto puede ser practicada Cog tando sentado, y de un modo sencillo. Es Ja Hamada osci- lacién con el lapiz. En este balanceo el objeto cercano © un lapiz (también puede servir el propio dedo indice), que * mantiene verticalmente a una distancia aproximada de 15 cm, frente a la nariz, Oscilando la cabeza de un lado a otro, se nota el aparente movimiento del lipiz sobre los objetos distantes del medio que nos rodea. Les ojos deben cerrarse de tiempo en tiempo, y ¢l aparente movimiento ser seguido los ojos internos de la imaginacién. Cuando se abren los ojos, pueden ser enfocados alternativamente sobre el Lipiz y sobre los objetos mas distantes por encima de los cuales aquél parece pasar. El balanceo debe ser realizado en perfodos oportunamente elegidos dentro de las actividades de la vida diaria. La vision. perfecta es imposible sin el movimiento continuo del aparato Eensorial y de Ia atencién, y cultivando el conocimiento de los movimientos aparentes de los objetos externos podemos educar facil y répidamente nuestros ojos y muestra mente inmovilizados para que adquieran los habitos de la visién normal. Por lo tanto, para los individuos con. visién defectuosa tiene mucha importancia aplicar el. principio del balanceo en todos los tipos de situaciones visuales. Siempre que nos mavemios, es preciso darnos cuenta de lo que ocurre en el mundo que desfila ante nosotros. Cuando s¢ pasea o se viaja en un automévil @ en un tren, observar cémo Fr acercan y pasan los rboles, las casas, los palos del telégrafo, y el pavimento. En el interior de las habitaciones, al girar 80 la cabeza, hay que ser consciente de la forma cémo parecen moverse los objetos cercanos sobre los mis distantes. Ser cons- ciente de la aparente movilidad del medio, significa aumentar Ia movilidad de los ojos y de la mente y crear condiciones para la mejor visién. Otros METODOS PARA FAVORECER LA MOVILIDAD El balanceo es de fundamental importancia en el resta- biecimiento del funcionamiento visual normal, y sera prac: ticado tanto como sea posible. Pero existen también otros procedimientos para cultivar los habitos de la movilidad € geacersmenite de la fijacién central. Expondremos algunos le ellos. n / 1 2 Lanzar una pelota de goma con la mano derecha y reco- gerla, cuando cae, con la izquierda. ‘Todavia es mejor tener una pelota en cada mano, lanzar la que tenemos en la mano derecha, y, mientras est4 en el aire, pasar la pelota de la mano inquierda a Ja derecha, usando entonces la izquierda para 81 recoger la pelota que cae. Mediante este malabarismo rudimen: tarlo podemos imprimir a la pelota un ritmo facil y continuo, que no tiene lugar cuando se trata de una sola pelota. Los ojos deben seguir la pelota lanzada al aire por la mano derecha en toda su trayectoria, hasta que cae y es recogida por la mano izquierda. (No hay que fijar la mirada en el ciclo, esperando que la pelota aparezca dentro del campo de la visién.) Después de practicar este ejercicio, un breve reposo producira gran descanso y relajacién de los ojos, También puede usarse este procedimiento al aire libre, no sdlo para incitar el movimiento de los ojos, sino también para establecer habitos de tolerancia a fa luz. Comenzar lanzando la pelota sobre un fondo’ oscuro, por ejemplo un drbol. Luego, trasladarse de lugar y observar el recorrido de Ja pelota sobre porciones del cielo poco ilumi- nadas. Mientras se piensa en cosas vagas, observar el ascenso y la caida parpadeando con frecuencia. Luego, cuando los ojos y Ia mente se han acostumbrado a la luz, trasladarse de lugar para que Ja pelota se mueva en un fondo mas brillante. Las dos o tres wiltimas veces puede lanzarse la pelota casi total- mente frente al sol. Los dados y el dominé también pueden ser empleados para restablecer la movilidad de los ojos y de la mente sin la cual no existe fijacién central y en consecuencia yisién normal. Asrojar tres o cuatro dados sobre la mesa, dirigir ripida- mente la mirada de uno a otro, y luego, transcurrido un segundo, apartar la vista, cerrar los ojos y decir los mimeros que aparecian en las caras superiores. Si el juego es realizado por dos individuos (como siempre debe ser cuando se trata de nifios), el instructor lanzard los dados, comcedera al disci- pulo un segundo para que los mire, y luego los cubrird con su mano y preguntard de qué nimeros se trataba. Este procedi- miento favorece el rapido desplazamiento de la atencién y de los ojos, y al mismo tiempo estimula la interpretacion mental, en Ia forma que sera descrita a1 ocuparnos del “centelleo”, El dominé también puede ser usado para destruir el ha- bito de fijar la mirada, y para colocar los ojos y la mente 82 ‘en el estado indispensable de movilidad. Se necesita un juego de dominé preferiblemente que Ilegue al nueve doble o hasta €l doce doble. Colocar al azar las fichas del dominé en tres filas de 8 a 10 dentro de Ja tapa de wna caja de cartén. Calzarlas bien o pegarlas sobre el cartén, para que la taps. pueda ser desplazada sin temor a que las fichas se Coloquemos la tapa sobre el borde de una mesa, de modo que ¢l mosaico de fichas esté frente a nosotros, y sentémonos a una distancia conveniente. Si la visidn lejana esté mds alld de nuestra capacidad, mover la ts hasta que las fichas puedan ser ficilmente vistas, aumentando la distancia cuando Ta vi- sién mejora. Ahora, tan rapidamente como se pueda, decir Jos miimeros de las mitades superiores de la primera hilera de fichas, y luego los de las mitades inferiores; mis tarde, los de Jas mitades superiores ¢ inferiores de las restantes hileras, suce- sivamente. Hacer esto sin tener un pensamicnto fijo, con la mente relajada, y los ojos en facil movimiento desde una ficha. a otra, parpadeando con frecuencia. Cerrar les ojos durante algunos segundos entre cada £ Luego volver a comenzar, y decir el mimero de puntos, primero en cada linea horizontal de cada figura en las mitades superior € inferior de las fichas, Mego en cada Inca vertical, luego en las diagonales. Mas tarde se complica un poco el procedimiento, contando el nu- ‘mero total de puntos en las Jineas verticales de Jas figuras supe- rior € inferior de cada ficha, considerada en su conjunto. Estos ejercicios con el domind, que tiene valor en todos Jos casos de visidn defectuosa asociada al esfuerzo y a la fija eién de la mirada, son particularmente utiles en los casos de astigmatismo, junto con otros ejercicios que serin descritos en cl eapttulo sobre “ojeada”. El astigmatismo se presenta cuando el radio de la curva- tira de la cérnea no es igual en todos los meridianos. Los mayos luminosos que pasan a través de este medio deformado #© concentran en una forma irregular. En muchos individuos ite proceso muestra un grado considerable de variaciones. ‘Los anteojos tienden a fijar la cérnea rigidamente en el estado particular de la deformacién existente en ¢] momento del exa- men Oftalmoldgico. En consecuencia, existen pocas esperanzas de restablecimiento cuando s¢ usan lentes, Pero si la persona que sufre astigmatismo elimina sus lentes y aprende el arte de la relajacién pasiva y dinamica, cultivando los habitos de movilidad mental y ocular, puede hacer mucho para dismi- nuir o hasta para eliminar su incapacidad. Las fichas del dominé son muy ficiles de ver; en consecuencia, el rapido desplazamiento de los ojos de la mente, favorecido por los ejer- cicios com tales fichas, se realiza casi sin esfuerzo. La ten- sidn se relaja, y al mismo tiempo, como los ojos se mueven de un punto a otro, se realiza un enorme numero de actos de sensacién, en estado relajado, a través de todas las partes de la cérnea. Este ejercicio parece tener el efecto de un “plan. chado" de las deformaciones de la cérnea. No sabemos como ocurré esto, Pero si, como parece probable, la incapacidad fue debida originalmente a tensiones mentales y musculares, no puede causar sorpresa si la incapacidad desaparece cuando el paciente ha aprendido el arte de Ja visién y de la percep- cién, De todos modos ¢s indudable que las personas con astigmatismo ven mejor después de los ejercicios con las fi- chas de dominé. Como los antiguos habitos de funcioniamiento visual son sustituidos por otros nuevos y mejores, la mejoria tiende a ser permanente. El proceso del “planchado” puede acelerarse mediante un procedimiento que puede ser considerado como una forma concentrada de los ejercicios con las fichas de dominé. Tomar la tapa en que estan firmemente fijadas las hileras de fichas, manteniéndola con ambas manos a 8 6 10 centimetros de distancia, y moverla de un lado a otro horizontalmente. Este movimiento lateral no sera mayor de 15 a 20 centimetros, y seri acompafiado por un movimiento correspondiente de la cabeza en direccién opuesta. Asf, cuando la tapa se mueva hacia Ja iequierda, la cabeza ser dirigida ligeramente hacia la derecha, y viceversa, No se hard ningun esfucrzo para ver losmimeros de cada ficha, y el movimiento combinado de la tapa y de Ja cabeza serd lo suficientemente grande para crear la ilusién de que no se trata de puntos separados, sino Bt de lineas mis o menos continuas, creadas por el aparente moayimiento de los puntos. Después de un minuto o dos de este desplazamiento horizontal puede cambiarse a direccién del movimiento, realizindolo en un plano vertical, Mantener la tapa con su eje largo en Angulo recto con el suelo, y mo verla de arriba hacia abajo, acompafiando el movimiento de ‘las manos con un movimiento de la cabeza en una direceién ‘Opuesta, exactamente como en ¢l caso de la oscilacién horizontal. Estos cjercicios podrin parecer raros y sin objeto. Pero. ‘es muy significativo que (en unidn con los otros procedimien- tos descritos) ayudan mucho a mejorar la visién de los indi- viduos con astigmatismo, al principio temporalmente y lucgo de una forma permanente. ‘CAPITULO XI QJEADA El procedimiento que el doctor Bates Hama “ojeada” es importante para favorecer Ia movilidad y para aumentar la capacidad mental para la percepcin e interpretacién, La ojeada puede ser considerada como la antitesis de la fijacién de la mirada. En lugar de mirar fijamente al objeto que se considera, en lugar de inmovilizar los ojos y In mente esforzdndose por ver todas sus partes igualmente bien al mismo tiempo, se miraré répidamente, y luego se cerrardn los ojos y se recordard lo que se ha sentido en el curso de este ripido vistazo en lo desconocido. * Después de una pequefia practica en esta técnica, se hace el interesante descubrimiento de que el aparato sensorial hace algo mas de lo que supone Ja mente perceptora, especialmente cuando la mente perceptora ha formado malas habitos que suponen un esfuerzo. Existe una sensacién en la que vemos sin saberlo. Serd interesante dedicar algunos parrafos a la exposicién de esta “visién” inconsciente, pues Ja cuestién es de considerable interés teérico, y también de gran importan- cia practica. ‘Visi6N INCONSCLENTE “Wisidn inconsciente™ es una expresidn algo inexacta que 4¢ aplica a algunos tipos diferentes de fenédmenos. Comenzaremos por considerar la “visién inconsciente” que tenemos cuando se hate un movimiento reflejo rapido para evitar algin peligro, En este caso, los ojos sienten y Jos musculos reaccionan antes de que la mente tenga tiempo de interpretar el senswm que amenaza, en forma de un objeto externo potencialmente peligroso. En tales casos el sistema nervioso actiia mds répidamente que la mente, que no percibe hi conscientemente ve hasta después de haber sido iniciada [a reaccién que evita ¢] peligro. Durante una fraccién de segundo existe una “‘visién inconsciente” y una actividad muscular inconsciente. De naturaleza similar es el tipo de “visién inconsciente™ que se produce en un hombre que pasa por una calle de mucho trdnsito o que recorre un camino dificil mientras estd entregado @ la conversacién o sumido en sus pensamientos. No tiene un conocimicnto claramente consciente de los objetos que le ro- dean, y, sin embargo, su cuerpo se comporta como si los tuviera; se detiene, reanuda Ja marcha y evita los obstdculos como si su mente enfrentara el problema que supone marchar con seguridad, en lugar de estar dedicada a la charla o a sus pensamientos. En este caso, la mente estd en una posicién tal jue en todo momento pucde conocer totalmente Io que estd siendo sentido, y algunas veces toma realmente conocimiento de ello. En los intervalos, sin embargo, existe cierto grado de visién inconsciente, de sensacién con un minimo de percepcién. Finalmente, existe un tipo de visién inconsciente mas nor- tal y conocida que es la que tenemos en cualquier momento de todas aquellas partes del campo visual que no seleccio- namos para los fines de la percepcién. El mundo estd lleno de una infinidad de objetos, pero en un momento dado tan s6lo nos importan algunos de ellos, En el campo visual total Seleccionamos aquellos sensa que nos interesan, y dejamos el resto sin atender y sin percibir. Cuando la visién es normal 87 siempre es posible fisiolégica y psicolégicamente para nesotros scleccionar los sensa que de hecho no elegimos para atender 0 percibir. Este tipo de visién inconsciente, es, un dltimo and- lisis, voluntario; si no vemos conscientemente es simplemente porque no deseamos ver. Existen otros casos, sin embargo, en que Ja inconsciencia es involuntaria, pues la mente es incapaz de conocer por si misma lo que los ojos recogen. Cuando esto sucede, miramos, pera no vemos. Esto puede ser debido al hecho de que nada se sienta, 0 a que los sensa sean tan extraordinariamente con- fusos que no pucdan ser interpretados. Pero esto no ocurre siempre. Algunas veces la sensacién tiene lugar, y los sensa son suficientemente claros para ser usados en la percepcién. Pero de hecho no son usados, y aunque tedricamente podemos ver lo que miramos, en realidad no lo vemos. En tales casos existe siempre cierto grado de esfuerzo ocular y mental que ‘muchas. veces estd relacionado (primariamente como. causa y secundariamente como consecuencia) con algin vicio habitual de refraccién. Cierta es que los sensa no_percibidos, pertene- cientes a personas en este estado de esfuerzo, son mis 0 menos débiles € indistintos. De todos modos pueden ser interpretados y percibidos como aspecto de objetos externos, El hecho de que no sean interpretados y percibidos es debido al estado de esfuerzo que coloca una especie de barrera entre los ojos que sienten y la mente que percibe. Ahora bien, los sensa (como cl Dr. Broad concluye después de considerar todas las pruebas disponibles) siempre dejan “huellas mnémicas’’ de cierto tipo que pueden ser subsiguiente- mente reavivadas, dando lugar a imagenes mnoménicas. (Nada sabemos atin respecto a la naturaleza de estas huellas mnémicas © “engramas”. Pueden ser puramente fisicas, 0 puramente psi- coldgicas, o simultaieamente fisicas y psicolégicas. Lo tnico que podemos aceptar acerca’ de ellas es que cxisten, y que pueden dar lugar, en condiciones favorables, a imagenes mne- ménicas.) La experiencia de quienes se han sometido a un curso de reeducacién visual da mayor valor a la hipdtesis de que los 83 sensa dejan huellas, y pueden por tanto ser recordados, hasta ¢n los casos en que no fueron percibidos por la mente cons- ciente. Cuando los individues con visién defectuosa lanzan una mirada sobre algiin objeto, es frecuente que no vean nada © tan sélo una imagen confusa. Pero desviando la mirada y cerrando los ojos, frecuentemente descubren que tienen una imagen mneménica de lo qué fue sentido. Muchas veces es ta imagen es tan extraordinariamente débil que dificilmente se puede ser consciente de ella. Pero si nos detenemos ¢ inten- tamos Hevarla a la conciencia, haciendo una conjetura al azar respecto a su naturaleza, es muy frecuente que la suposicién Sea correcta. Podemos, pues, concliiir que nos ¢s posible recor- dar lo que hemos sentido, pero no visto, con tal de que las tensiones mentales asociadas con el “yo” consciente se relajen por la hipnosis o por otros métodos drasticos. ie Fote tequisito final es de suma significacién practica, El esfuerzo, como hemos dicho, levanta una barrera entre los 0j0% que sienten y la mente que percibe. Pero si los érganos forzados de Ia visién se relajan, como puede ocurrir por el palmeado, el balanceo y Ia accién del sol, la barrera disminuye, Y aungue no sea posible al principio percibir lo que el aparato de Ia sensacién recoge cuando considera un determinado obje- te externo, cada vez se hace mas facil, cuando se cierran los ‘ojos, hacer una suposicién correcta acerca de la naturaleza de Ja imagen mneménica que surge de las huellas dejadas por el acto de la sensacién. Un buen maestro puede ser muy dtil para Hevar a la conciencia las imagenes mneménicas de lo que ha sido sim- plemente sentido, sin haber sido realmente visto. Los nitios, que son menos conscientes que Ias personas mayores, respon- den particularmente bien a las sugestiones de sus maestros. Por ejemplo, se muestra a un nifio algin objeto, que puede ser una ficha de domind, una letra o palabra impresa, desde una distancia a la cual no pueda normalmente verla. Se le dice que lance una mirada ripida, y luego, con los ojos cerrados, irate de capturar en el aire lo visto. El nifio obedece la orden literalmente, levanta la mano, la cierra en vacio, y cuando la abre y mira dentro de su palma dala respuesta exacta como si estuviera alli escrita. Después de cierta practica, la barrera entre sensacién y per- cepcién (siempre presente en las personas con vision defec tuosa) va borrddose, de modo que la visién inconsciente (0 reavivamiento mediante la memoria de las huellas dejadas por la situacién) da lugar a la visién consciente (0 sea a la percepcién de lo que es sentido en el mismo momento en que @s sentido), En las primeras fases existe de ordinario un inter- valo mds bien largo entre el acto de la sensacién y el acto de la percepcién, pudiendo transcurrir varios segundos antes de que el individuo pueda decir lo que ha visto, La barrera psi- coldgica, interpuesta por el esfuerzo entre los ojos y la mente, va descendiendo, aunque no s¢ elimina totalmente. Pero con el tiempo, el intervalo se acorta progresivamente hasta que al fin Ia sensacién y Ja percepcién tienen lugar, como. ocurre normalmente, casi al mismo tiempo, ‘TEGNICAS PARA LA “OJEADA" La “ojeada'', comy el balanceo, puede ser practicada duran- te las actividades de Ja vida diaria, Quienes tienen visidn de- fectuosa estan fuertemente tentados a fijar la mirada. Resistir alla tentacién, y en su lugar adquirir el habito de lanzar rapi- das ojeadas sobre las cosas, y luego, cerrando momentdnea- mente los ojos, recordar lo que se ha sentido. Las carteleras y las muestras de Jas tiendas proporcionan excelente material pata lanzar una ojeada cuando se pasa ante ellas en automdvil © en tranvia, La actitud mental de quien lanza estas rapidas ojeadas debe ser la de facil indiferencia. Lo mismo que durante el balanceo no hay que hacer ningin esfuerzo para conocer detalladamente lo que ocurre alrededor de nosotros, al lanzar una ojeada procuraremos que Ja mente huya del deseo an- sioso de ver. y se contente’ con lanzar un vistazo, al_prin- cipio hacia afuera sobre. el objeto fisico, y luego hacia adentro en Ia imagen mneménica de él, Si la imagen interna corres. ponde con el objeto externo, tal como lo vemos en un segundo 90 y mas detenido examen, no hay nada que objetar. Si no co- rresponde y la imagen es confusa tampoco hay nada que objetar. Lo mds desfavorable en la visién es el espfritu de ri- validad, como si se fuera a obtener un premio o a someterse & una prueba. Los esfuerzos por pace del "yo" consciente, van contra su prepio objeto. El centeileo casual puede ser completado por ejercicios durante perfodos especialmente destinados a este fin. Los ob- jetos utilizados en estos ejercicios serdn pequetios, sencillos y familiares. He aqui, por ejemplo, PTR procedimientos oth ences en los que se hace uso de fichas de dominé: Relajar los ojos mediante el palmeado durante tinos mo- mentos; elegir al azar una ficha, y, manteniéndola con el brazo extendido, lanzar sobre ella una rdpida ojeada, cerrando: inme- diatamente los ojos. Hasta en el caso de que los puntos no sean claramente vistos, es probable que hayan sido sentidos, y que Ia sensacién deje alguna huella que pueda ser reavivada como una imagen mnemdnica, Con los ojos aun cerrados se Yecordara o tratard de recordarse los mimeros que habia en la mitad superior de la ficha, y luego en Ia mitad inferior. Abrir los ojos, y, si es necesario colocando la ficha mas cerca, com- pruébese la suposicién. Si Ia suposicién es exacta todo marcha pien, y si no lo es poco importa. Tomar otra ficha y volver a empezar. Una forma mds complicada del mismo proceédimiento es Ja siguiente: Elegir una docena de fichas y colocarlas formando: una hilera alo largo del borde de una mesa. Sentarse frente ‘elias en el limite de 1a yisién conveniente. Desviar nuestros ‘ojos de izquierda a derecha a lo largo de la hilera, contando las fichas tan rApidamente como sea posible, (Esta operacién imprime a los ojos y a la atencién una rapidez desusada y es en sf misma un cjercicio muy saludable.) Luego, dirigir los ojos hacia la primera ficha y, cerrando los parpados, diganse Jos mimeros de las mitades superior e inferior respectivamente. Abrir los ojos y comprobar nuestra suposicién. Luego contar Nuevamente toda ta hilera, dirigir la mirada hacia la segunda ficha, cerrar los ojos, y decir los niimeros., Contintiese con- 91 tando y dirigiendo rapidas ojeadas hasta que se eal fin de Ja hilera. 2 a cS Si se trata de miopia es dificil ver si no es a una distancia corta; en consecuencia este ejercicio sera realizado por primera vez a la distancia conveniente Mas tarde alejaremos las fichas y tepetiremos la operacién. De este modo es posible gradual- mente aumentar los Ifmites de la visién. Cuando la visién Iejana sea facil y las dificultades tan sdlo se experimenten en Ta visién cercana, el procedimiento sera invertido. Comenza- Temos por colocar las fichas a cierta distancia, y luego nos iremos acercando al repetir los ejercicios, “CAPITULO XII DESPLAZAMIENTO Especialmente destinados -a fomentar la movilidad mental ¥ ocular, los ejercicios descritos en los capitulos anteriol sirven tambi¢n indirectamente para ensefiar el arte de la fija- cién central. Una vez que, por medio de ellos, se ha apren- dido a mantener los ojos y la atencién cn movimiento cons- fante ya estar menos sometides que antes al vicio de fijar la ‘mirada, tanto desde cl punto de yista mental como {isico, podemos abordar con mayor seguridad métodos mds directos para la fijacién central. Pero tampoco ahora se tratara de mé- completamente directos, Antes de intentar darnos per- fecta cuenta de que siempre vemos una pequefia zona més distintamente que todo el resto, seré aconsejable dedicar algu- nas simples lecciones al arte de mirar de una forma continua y concentrada. El] balancco incita a los ojos y ala mente a hacer movimientos de considerable amplitud, y el centelleo -ensefia la rapidez del movimiento y la reaccién interpretativa. Ahora, es necesario aprender por nosotros mismos el despla- mamiento en pequefia escala, pues de estos desplazamientos de Jos ojos y de la mente depende la visién continua, concentrada y atenta. Como ya he ensefiado antes, la estructura del ojo y Ja naturalera de la mente son tales que Ja visién normal no puede tener lugar sin el desplazamiento incesante en pequefia mente, Jas gentes con visidin normal realizan inconscientemente con sus ojos y su atcncién una scric de pequefios movimientos imperceptibles de un punto a olro. Los individuos con vision defectuosa, por el contrario, reducen notablemente el miimero de 30s movimientos y ticnden a fijar la mirada, Por tanto, €s necesarlo que readquieran conscientemente el hibito de rea- dizar esos desplazamientos en pequena escala, que adquiridos inconscientemente durante la infancia, se han perdido mas tarde, MIRADA ANALITICA _ La mejor forma de hacer esto ¢s aprender a “mirar anall- ticamente” los objetos que deseamos considerar con gran aten- cién. No fijar la mirada, no intentar ver todas las partes del objeto con igual claridad al mismo tiempo. En cambio es ne- cesario que deliberadamente se realice la sensacién y la percep- cién sucesiva de las partes mas importantes de que el objeto ést4 compuesto, Por ejemplo, cuando se mira una casa, observar el nimero de yentanas, chimencas y pucrtas, Seguir con. los ojos su si- Tueta dibujada en el cielo, Pasar la mirada horizontalmente sobre la Iinea del tejado y yerticalmente de arriba hacia abajo sobre las paredes entre las ventanas. Y asi sucesivamente, Este tipo de mirada analitica se recomienda en todos los sistemas destinados a mejorar la capacidad de la memoria y de la concentracién. Capacita al observador a formar claros conceptos mentales de lo que ha visto, En lugar de fijar la mirada y recoger vagamente una imagen a la cual da el nombre de casa, el individuo que hace este examen analitico sera capaz de decirnos cierto ntimero de hechos interesantes acerca de 1a casa. Nos dird, por ejemplo, que tiene cuatro ventanas y una puerta central en el piso bajo, cinco ventanas en él piso alto, una chimenea y an techo de tejas, Este detallado conocimiento de Ja casa, que €s ¢] resultado del examen analitico, tenderd a mejorar la visién del mismo objeto cuando sea observado en otras ocasiones. Veremos mds claramente las cosas que nos son. 4 familiares, y un aumento en nuestro conocimiento conceptual de un objeto tiende siempre a facilitar la sensacién de este objeto en el futuro. As{, cl examen analitico no sélo mi la visién, obligando a los ojos y a la mente a desplazarse de un modo continuo desde un punto a otro; también ayuda a mejorar la visién en todos los momentos posteriores, aumen- nuestro conocimiento conceptual del objeto observado y haciéndolo asf mds familiar y por tanto mds facil de sentir Y percibir. EL de la mirada analitica puede ser provechosa- mente aplicado a objetos muy familiares, como son las letras, Jos ntimeros, los anuncios y los rostros de parientes y amigos, Por muy bien que creamos conocer tales cosas, estamos casi Seguros de que contemplindolas analiticamente Ilegaremos a conocerlas todav{a mejor. Cuando se miran letras o mimeros debe seguirse con los ojos todas los rasgos, observando al mismo tiempo las particularidades de la superficie sobre la cual estin grabados, Haciendo esto, los ojos y la atencién estarin obligados a realizar gran mimero de desplazamientos en peque: fia eseala que mejorarin la visién, y al mismo tiempo nos da- Temos cuenta de gran numero de particularidades hasta enton- ets no conocidas, y cuyo conocimiento nos ayudard para reali- var una mejor y mds ripida sensacién en las ocasiones futuras, personas con visién defectuosa tienden a fijar la mira- da del modo mds intenso y rigido cuando conversan con atros individuos. Los rostras son muy importantes para nosotros, pues observando sus cambios de expresién adquirimos datos de gran valor acerca de los pensamientos, sentimientos y estados. de dnimo de aquellas personas con quienes nos ponemos en contacto. Para obtener estos datos, los individuos con visiér’ defectuosa hacen los mis fatigosos esfuerzos para ver los ros- tras de quienes los rodean. En otras palabras, fijan la mirada en un grado mayor que el usual. El resultado es que el indi- viduo asi observado se siente molesto, mientras el observador tiene una visién cada vez mds precaria, El remedio es el exa- men analitico, No Eee fijar la mirada en los rostros, en el vano deseo de ver todas las partes de ellos con igual clari-

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