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El documento describe las consecuencias ambientales de los conflictos bélicos. Las guerras causan destrucción ambiental a través de incendios, derrames de petróleo, contaminación radiactiva y otras formas. Sin embargo, después de las guerras, algunas áreas abandonadas pueden recuperarse y convertirse en refugios para la biodiversidad. Mientras que algunos hábitats se han perdido debido a las guerras, otros se han conservado o regenerado gracias al abandono de las zonas de conflicto.
El documento describe las consecuencias ambientales de los conflictos bélicos. Las guerras causan destrucción ambiental a través de incendios, derrames de petróleo, contaminación radiactiva y otras formas. Sin embargo, después de las guerras, algunas áreas abandonadas pueden recuperarse y convertirse en refugios para la biodiversidad. Mientras que algunos hábitats se han perdido debido a las guerras, otros se han conservado o regenerado gracias al abandono de las zonas de conflicto.
El documento describe las consecuencias ambientales de los conflictos bélicos. Las guerras causan destrucción ambiental a través de incendios, derrames de petróleo, contaminación radiactiva y otras formas. Sin embargo, después de las guerras, algunas áreas abandonadas pueden recuperarse y convertirse en refugios para la biodiversidad. Mientras que algunos hábitats se han perdido debido a las guerras, otros se han conservado o regenerado gracias al abandono de las zonas de conflicto.
Las guerras y grandes conflictos asimilables a ellas plantean situaciones
distintas a las anteriores ya que gran parte de los daos son consecuencia de acciones humanas conscientes que persiguen, precisamente, causar destruccin. Por supuesto, las acciones blicas no suelen tener como objetivo principal el medio natural y se dirigen hacia determinados sectores de poblacin, sus ciudades, infraestructuras o recursos pero cuando el conflicto alcanza cierta intensidad es inevitable que sus consecuencias afectan no slo a la sociedad y a sus bienes materiales sino tambin al conjunto del entorno pudiendo entonces producir impactos ambientales extremadamente graves. Las situaciones de conflicto favorecen el aumento de desastres causados por incendios, mareas negras, contaminacin radiactiva, inundaciones, esparcimiento de sustancias txicas u otras razones ya que la sociedad se vuelve ms vulnerable y los riesgos se agudizan pero, tambin, porque estos desastres se multiplican como consecuencias colaterales de los ataques o, incluso, son provocados de forma voluntaria con el objetivo de debilitar al bando opuesto. Los conflictos armados tienen consecuencias sociales y ambientales extremadamente graves que tras el restablecimiento de la paz quedan marcados en las personas y en el territorio durante mucho tiempo. Sin embargo, desde un punto de vista estrictamente ambiental, los efectos de las guerras y de las situaciones postblicas son contradictorios: por una parte se producen graves daos en los ecosistemas y en las poblaciones de numerosas especies pero, por otro, amplias extensiones dejan de ser utilizables por las personas y, tras ser abandonadas, pueden recuperarse y acabar convirtindose en refugios para la biodiversidad. De este modo, mientras que extensas superficies de bosque o de manglar y numerosos hbitats valiosos han desaparecido como consecuencia de guerras, otros se conservan o se han podido regenerar constituyendo hoy entornos valiosos gracias a ellas. El da 7 de Octubre fue realizado un ataque por Cuatro buques de guerra rusos, los cuales lanzaron 26 misiles crucero contra 11 objetivos del Estado Islmico (ISIS) en Siria desde las aguas del mar Caspio, a 1.500 kilmetros de sus objetivos. Un Misil de crucero es un Misil dotado de cabeza atmica y de un sistema de guiado de extrema precisin, que vuela a baja altura y recorre grandes distancias. Los misiles de crucero son, en esencia, aviones no tripulados. Por lo general estn diseados para llevar una gran carga de explosivos convencionales o cabezas nucleares a cientos de kilmetros de distancia con una puntera excelente.
Resolución No. 359-98 que aprueba el Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino en la Región del Gran Caribe, firmado en Cartagena, Colombia, el 24 de marzo de 1983, y sus dos protocolos adicionales